XXVI - Profe Saul

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PERSPECTIVAS HACIA EL SIGLO XXI.
Pablo Latapi.
El proposito de estas consideraciones, que cierran los trabajos sobre
la educación nacional en esta Biblioteca Mexicana, es sugerir
algunas reflexiones .es sobre e! futuro. de muchos de los lemas
tratados que han incluido consideraciones de carácter prospectivo,
pero conviene intentar una visión global. Dada la vastedad del tema,
se atenderá sólo a la educación básica, la cual comprende 3-4% de
los alumnos de! sistema educativo. Todo ejercicio prospectivo
arranca necesariamente del análisis de la situación presente, por lo
que la primera parte se ocupara de caracterizar el momento actual
de la educación en el país; lo haremos desde el ángulo de la
politica, o sea, de las acciones deliberadas del Estado. En ese
presente es indispensable identificar y ponderar aquellos asuntos
que preocupan, para un futuro o que plantean especiales desafios,
de lo cual se tratará en la segunda parte. La tercera, finalmente,
enunciará ocho ejes temáticos que deberían considerarse en
cualquier reflexión prospectiva sobre la educación mexicana —tanto
si se considera e! futuro deseable como e! viable— porque de ellos
dependerá en definitiva que el país pueda ofrecer a las siguientes
generaciones de mércanos una mejor educación.
1. CARACTERIZACION DEL MOMENTO PRESENTE (1997)
Hay consenso en que el Acuerdo Nacional para la Modernizacion de
la Educación Básica (ANMEB) (SEP. 1992) inauguró una
etapa
claramente diferenciada en la historia de la educación nacional.
Estableció orientaciones fundamentales que al año
siguiente fueron ratificadas en la Ley General de Educación y tres
años después en.el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000
(SEP. 1995). El conjunto de estas orientaciones fue denominado
"modernización educativa", en obsequio del lenguaje político del
momento; prescindiendo de calificativos, es importante resumir
dichas orientaciones.
LAS ORIENTACIONES ANMEB
Desde luego, los compromisos y los lineamientos de este acuerdo
no se dan en el vacío. Se ubican en el contexto nacional e
internacional. En el plano nacional, cada uno de sus contenidos
tiene antecedentes políticos y educativos identificables; el proceso
de descentralización se había iniciado 10 años antes y había sido
finalmente aceptado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación (SNTE), con la condición de que no se quebrantara la
unidad de éste ni se afectaran los derechos laborales; el magisterio
venía presionando por el establecimiento de un salario profesional y
había propuesto sistemas de promocion horizontal; la investigación
educativa había señalado ante la opinión pública severas
deficiencias de la calidad de la enseñanza; y, por otra parte, la
congruencia con el esquema de "modernización" económica del
gobierno salinista pedía dinamizar la descentralización organizativa,
hacer hincapié en la evaluación y la competitividad, abrir el
magisterio a un mercado más flexible, y promover la participación
de las familias y de las comunidades en la vida escolar. El fracaso de
las reformas curriculares emprendidas de 1989 a 1991 y la lentitud
en las negociaciones sobre la descentralización precipitaron un
cambio de secretario y apresuraron a la negociación del ANMEB.
También en el piano internacional estaban ocurriendo
transformaciones de la educación básica, congruentes con e!
escenario que contemplaba la globalización de las economías y de
las comunicaciones, la aceleración del desarrollo tecnológico
sofisticado y las consiguientes modificaciones de los procesos de
producción y de los mercados laborales. La Conferencia de Jomtien.
impulsada por la UNESCO, el Banco Mundial y otros organismos
internacionales, acababa de proclamar la urgencia de lograr el
acceso universal a la enseñanza básica y proponía medidas
concretas para lograrlo: un currículo centrado en las necesidades
básicas y orientado a formar competencias efectivas y
comprobables; la evaluación veraz de alumnos y de maestros; la
profesionalización dé un magisterio más autónomo y responsable; la
descentralización, por supuesto; la participación social; y el
incremento urgente de recursos financieros a partir de fuentes
alternativas (expresión que encubre el flujo de más dinero privado a
la educación pública).
El ANMEB recoge estas tendencias mexicanizando su sentido y las
plasma en compromisos para el gobierno federal, los estatales y e!
SNTE. Propone cuatro medidas: reorganizar e! sistema educativo
redefiniendo las atribuciones y responsabilidades de los tres niveles
de gobierno y transfiriendo a los estados los activos, los recursos
financieros y la responsabilidad de operar la educación básica y la
normal; impulsar la participación social en la escuela como principio
insustituible de revitalización; reformar los contenidos y materiales
didácticos (precisando nuevos énfasis en la lectura - escritura, las
matemáticas. la historia y el civismo) y revalorar la funcion
magisterial para lo cual se promete el salario profesional y un
programa de vivienda, se concreta la carrera magisterial, se anuncia
la reforma de la formación inicial y del sistema de actualización de
los profesores, y se proponen varias medidas para promover mayor
aprecio de la sociedad por sus maestros Logros incipientes
Las nuevas orientaciones de la política educativa se han traducido
ya en algunos logros que no deben pasarse por alto: se advierte en
el sector educativo un clima de renovación, una energía que
converge hacia la construcción de un modelo definido; este-dima se
percibe en las oficinas centrales no menos que en muchas entidades
federativas, y no es aventurado afirmar que ha llegado a percibirse
en muchos planteles y muchas aulas. Logros indiscutibles de estos
últimos años han sido: la reforma de los planes y programas de
estudio, labor delicada y siempre vulnerable, acompañada de la
elaboración y producción de una nueva generación de libros de
texto y materiales didácticos; e! establecimiento de la Carrera
Magisterial, que significa en teoría una nueva concepción de la
promoción del magisterio y de su evaluación, y supuso muy difíciles
negociaciones con el sindicato magisterial la introducción de la
evaluacion externa que ya se ha concretado, para los niveles
superiores con la creación de! Ceneval y la aplicación de algunos
exámenes externos, y que avanza ya en algunas entidades también
en los niveles básicos. Mérito relevante es el haber emprendido
políticas mis integrales ce compensación de los desigualdades a
través da algunos programas de gran envergadura (aunque en este
punto los retos futuros sarán mayores, dadas las crecientes
desigualdades económicas que provocan las políticas neoliberales).
Logro es asimismo e! haber detenido e: deterioro de las finarlas
educa t:\-as de !a década de los ochenta, aunque nuevos problemas
de la economía nacional hayan pedido cumplir la disposición art. 27
de procurar incrementar cada año en términos reales los recursos
federales y estatales destinados a la educación pública. Y logro es
también el clima de armonía y conciliación que se advierte en
general entre las autoridades y las dirigencias sindicales. Gran logro,
de carácter estructural y enormes consecuencias ha sido la
descentralización de la enseñanza básica y normal y el
reordenamiento de atribuciones de los tres niveles de gobierno, que
ha abierto nuevos horizontes a la soberanía educacion de los
estados. Hasta dónde estos avances políticos, financieros, técnicos y
profesionales se traduzcan en una mayor calidad ce la educación, es
muy difícil saberlo las calificaciones de aprovechamiento dicen poco;
los índices de eficiencia terminal dicen algo y va siendo positivo. Sin
duda habrá, como antes, escuelas excelentes, buenas, regulares y
malas, pero e! conjunto esta movimiento, y esto debe considerarse.
PREOCUPACIONES Y DESAFIOS
A lado de estos logros aparecen también limitaciones que preocupan
y que constituyen retos para el futuro; pueden agruparse en tres
campos; magisterio, participación social y
Federalización.
MAGISTERIO
Respecto al magisterio, preocupan varios aspectos:
a) La lentitud en la reforma de la formación inicial del profesorado,
por ser asunto decisivo para la calidad futura de la educación;
promesas de 1988 —ocho años son muchos, medidos en los
millones de alumnos afectados permanecen incumplidas, sin que en
las escuelas normales ni en la Universidad Pedagógica Nacional se
perciban los cambios anunciados. También el ASMEB, hace cinco
años y medio, promedio esta reforma "en breve plazo". El Programa
de Desarrollo Educativo 1995-2000 consignaba con claridad las
deficiencias de la formación normalista, y el Consejo Mexicano de
Investigación Educativa (19961 comentaba este punto del programa
con. estas palabras; "Las Normales siguen siendo cotos de poder
burocrático y clientelar. Directivos y docentes muestran deficiencias
académicas. La investigación es inexistente o de calidad insuficiente.
Las Normales se encuentran cerradas a otro tipo de profesionales v
desvinculadas de oirás instituciones de educación superior. De parte
de la secretaria de educación aun se perfilan suficientemente las
características del nuevo sistema nacional de formación de maestros
ni de los sistemas estatales; ya. que se perfilen, habrá muchos
asuntos que dependerán délas capacidades, bástante diversas, de
los estados. Lo que más preocupa es que no se advierten acciones
pendientes a modificar las condiciones estructurales de muchas
escuelas normales ni a reformar radicalmente la planta de
formadores muchos de los cuales dificilmente podran abrirse a
nuevas visiones de la formación normal.
b) Preocupa también la lentitud con que se procede para organizar y
hacer funcionar e! sistema de actualización permanente de!
profesorado. El ANMEB preveía que se combinarían educación a
distancia, cursos, sesiones colectivas de estudio y trabajo individual
de los maestros; que: e! sistema tendría como eje operativo a los
consejos técnicos de las escuelas y haría partícipes a !os jefes de
sector, inspectores y directivos y a los consejos técnicos de sector y
de zona.
El éxito, y sobre todo la calidad del Programa Nacional de
Actualización del Profesorado (Pronap) y de los Centros de
Maestros, dependerán principalmente del nivel humano y
profesional de las asesorías que se ofrezcan a los maestros, las
cuales son responsabilidad principalmente de las autoridades
estatales (Arnaut, 1996: 225); reto importante será garantizar esta
calidad.
c) Preocupan finalmente algunas desviaciones de la Carrera
Magisterial, la cual, aunque incorpora ya 80% de los docentes en
ejercicio (580000), parece ir diluyendo su capacidad para estimular
la superación profesional efectiva del maestro, y estarse conviniendo
en instrumento para incrementar de manera casi automática los
ingresos del magisterio. Como mecanismo de evaluación de los
profesores habría que revisar cómo se han hecho operativos los
criterios de evaluación y fijado su ponderación y por qué se han
excluido las opiniones de los padres de familia y de los
representantes de la comunidad; también la manera de comprobar
el "desempeño profesional" y el impacto del docente en el
aprendizaje de sus alumnos requiere revisiones rigurosas. Si no se
afrontan con sinceridad estos problemas y no se logra rencauzar la
Carrera Magisterial a tiempo, ésta acabará conviniéndose en un
mecanismo credencialista, abierto a las simulaciones e ineficaz para
mejorar la calidad educativa
PARTICIPACION SOCIAL
Releyendo el texto del ANMEB, impresiona la fuerza que en él se da
a la participación social. Se afirma; "La magnitud y la trascendencia
de la obra educativa que reclama e! futuro de México entraña la
participación de cuantos intervienen en los procesos educativos",
por lo que "es indispensable fortalecer la capacidad de organización
y la participación en la base del sistema: la escuela misma, los
maestros, los padres de familia y los alumnos". Se trataba de
"desplegar la energía social para un decidido enriquecimiento de la
educación", y se visualizaba que "una amplia participación social en
la educación [...] se traduciría en una verdadera contraloría social..."
de la misma. Con este fin se propuso crear una estructura de
consejos , de participación social —escolares, municipales,
estatales— en todo el país. A fortalecer esa participación en las
labores cotidianas de la educación y en la reorganización del sistema
escolar se comprometieron los signatarios del ANMEB.'
Tras un impulso inicial durante 1993 a la organización de los
consejos en el Distrito Federal y en no pocos estados, pronto
sobrevino un enfrenamiento, motivado en parte por las reacciones
que provocaba su organización, en parte por otras razones externas,
como las circunstancias electorales de 1994 (Latapí, 1995). Hubo
reacciones contrarias del sindicato, resistencia de directores que
sentían invadido su ámbito de autoridad, acusaciones de que los
partidos de oposición se apoderaban de los consejos, quejas de
algunos presidentes municipales de que los nuevos organismos les
planteaban demandas que excedían las posibilidades del
presupuesto municipal, y molestia porque los nuevos consejos
venían a añadirse a otros varios órganos y comités que ya
funcionaban en las comunidades (de Desarrollo Comunitario, Niños
en Solidaridad, Escuela Digna, etc.).
Hubo también indolencia y desconcierto explicables por parte de los
padres de familia y por los maestros, no habituados a interactuar.
Independientemente de estos factores, algunas evaluaciones han
señalado problemas en la reglamentación de los consejos de
participación social: confusión en sus objetivos,
confusiones también respecto a las atribuciones de las asociaciones
de padres de familia, organización compleja y demasiado
jerarquizada, control burocrático y, sobre todo, falta de flexibilidad,
en su composición y funcionamiento, para adaptarse a las
situaciones tan heterogéneas de la realidad. Todo esto explica que
el proceso se haya frenado, pero es menester consignar e! hecho
como uno de los déficits fundamentales de la política educativa
propuesta en el ANMEB.
FEDERALIZACION
No fue hazaña menor transferir a los estados 540000 plazas
docentes y 116000 administrativas. así como más de 100000
inmuebles con su mobiliario y equipos; Tampoco lo ha sido
comenzar a operar conforme a nuevos esquemas administrativos.financieros y políticos, en una etapa de obligados aprendizajes. A la
descentralización operativa de la enseñanza básica y normal
seguirán la del CAPFCE (ya muy avanzada), las de la • educación
media superior y tecnológica, y —de gran trascendencia— las de!
INEA y del Conafe.
Dos observaciones caben al respeto. La primera: señalar, como reto
para los años siguientes, la conformación y consolidación de una
verdadera soberanía educativa de los estados, particularmente en
los aspectos sustantivos, dentro del marco común de normatividad y
evaluación que compete a la autoridad central. Algunos estados van
lanzando iniciativas de reforma, a veces acertadas, a veces no tanto
no haremos aquí su recuento ni su balance, pero conviene indicar
que rara vez obedecen a una visión integral y de largo plazo de la
educación, o se dirigen a mejorar los factores esenciales de los que
depende una educación de calidad. Hay que insistir en que "los
silencios de la LGE favorecen la soberanía de los estados, en virtud
del principio constitucional (art. 124) de que las funciones no
expresamente concedidas a la federación se entienden reservadas a
los estados". El reto es, por tanto, descubrir en los siguientes años,
en el ámbito educativo y cultural, el México plural y diversificado
que será característico de siglo XX.
La otra observación se refiere al financiamiento y, concretamente, a
la distribución de las cargas financieras entre la federación, los
estados y los municipios. Está pendiente un reordenamiento
federalista de las finanzas educativas que obedezca a criterios claros
de justicia, compensación de las desigualdades y estimulación de la
calidad y la eficiencia, y que establezca una concurrencia inteligente
de estados y municipios, sobre nuevas bases hacendarias y
tributarias. Así, el financiamiento se convertiría en instrumento de
planeación educativa" armoniosa y equilibrada, que beneficiaría a
cada entidad y al conjunto nacional. Y esto vale, con sus matices,
tanto para la educación básica como para los niveles no obligatorios.
Avanzar en este sentido, de la mano de los avances de la
coordinación fiscal, supone un trabajo técnico de análisis y de
propuestas, realizado por la SEP y por los estados, que facilite las
necesarias negociaciones.
OTROS PUNTOS
Es imposible tratar detenidamente de otros asuntos que entrañan
retos importantes para el futuro; enumero tres cuyos contornos, por
cierto, se han definido con mayor precisión, en los años posteriores
al ANMEB y particularmente en la presente administración: la
formación de valores y de la conciencia moral de los alumnos, la
atención al enorme rezago de adultos sin instrucción básica, y la
utilización de la tecnología informática y de la computación en la
educación, asunto de trascendentes consecuencias para el futuro.
Estos tres puntos complementan rasgos esenciales de la actual
política educativa y abren nuevos horizontes a la educación; es
obvio que también entrañan desafíos difíciles.
No hemos mencionado otros temas de la política educativa
contenidos en el ANMB y en la LGE como la alfabetización que sigue
siendo un problema lacerante; la educación de las poblaciones
indigenas que requiere planteamientos innovadores, de conformidad
con los acuerdos de San Andrés Larráinzar; la vinculación con la
producción de los segmentos del sistema educativo orientados
inmediatamente al trabajo productivo o la educación especial, aún
tan rudimentaria: ni tampoco los otros vastos territorios confiados a
la SEP: la educación media superior y superior, el desarrollo de la
ciencia y la tecnología, la investigación y los estudios de posgrado,
e! impulso a las artes y a la cultura, la difusión editorial, o la
educación física y el deporte". Había que mencionar también su
responsabilidad entre el enorme impacto — casi siempre muy
negativo — de la TV comercial.
SNTE
Pero no puede omitirse, en esta sumaria revisión de los retos
futuros de la Secretaria de Educación, una referencia al Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación. Los historiadores han
documentado el proceso a través del cual, a partir de los años
cuarenta, el SNTE se fue consolidando como asociación gremial casi
única del magisterio; han mostrado cómo la unidad del sindicato fue
factor muy importante de protección de los profesores ante los
abusos de autoridades y caciques locales, y de garantía de su
mejoramiento económico ante las penurias de los erarios estatales y
municipales. En ese proceso, sin embargo, e! sindicato fue
excediendo los límites de su naturaleza gremial; fue controlando
monopólicamente a la profesión docente no sólo en sus intereses
laborales, sino también en los profesionales y políticos, hasta llegar
a ser su interlocutor dominante — y a veces insustituible — ante los
sucesivos gobiernos de la República.
El poder sindical creció también hacia dentro de la SEP y hacia las
direcciones generales en los estados, mediante el control de muchos
puestos de dirección; así se fue generando una confusión entre los
asuntos sindicales, laborales y propiamente educativos, al grado de
que con frecuencia no es posible distinguir a quién competen ciertas
atribuciones; hoy toda decisión importante de las autoridades,
aunque sea de carácter técnico, administrativo o político, tiene que
ser previamente consultada, si no es que condensada , con el
sindicato, so pena de incurrir en conflictos laborales enconados. Esta
"confusión interesada" entre lo pedagógico, lo administrativo y lo
laboral — afirma Arnaut (1996: 229) — "dificulta la definición de
políticas" y aun "el esclarecimiento de los asuntos sustantivos del
sector, y generalmente conduce a un callejón sin salida, a un
conflicto de intereses... que empantana o subordina los asuntos
educativos a los intereses fundamentalmente politico- sindicales ".
Bajo el aliento y la complacencia estatal —escribe Margan la Koriega
(1996: 16)— el SNTE se constituyó en "un pilar del sistema político"
y en "apoyo estratégico para el sistema corporativo nacional", a
cambio de garantizar al gobierno en turno "el control sobre la
numerosa base de sus agremiados", y de prestarle valiosos servicios
clienterales y electorales. Así, continúa, "la alianza SEP-SNTE devino
en una intrincada telaraña de intereses" (p. 19).
Hasta qué punto esta alianza ha actuado en detrimento de la
educación —en un sistema educativo y político que excluye las
voces de otros grupos de interés relacionados con este servicio
público— lo han documentado también varias investigaciones
recientes. Una de ellas (Amaut. 1996: 219) pasa revista a varios
casos y concluye que "a menudo el reclamo de mayor participación
del magisterio en la definición y ejecución de políticas es una
bandera enarbolada por la representación sindical como una
estrategia no para impulsar, sino para bloquear, reorientar o
cancelar los proyectos de cambio en el sistema educativo". Coincide
con esta conclusión otra investigadora (Noriega. 1996: 18) que
documenta el "detrimento de la educación" causado por presiones
sindicales sobre varios intentos de reforma educativa de las
autoridades
Ejemplo palmario y extremo del costo que para el bien de la
educación " tiene la extralimitacion sindical es el articulo 75 de la
LGE aprobado en el Congreso por las presiones de los diputados
provenientes del SNTE en el que. después de puntualizar la lista de
infracciones a dicha ley, se añade textualmente: "Las disposiciones
de este articulo no son aplicables a los trabajadores de la educación,
en virtud de que las infracciones en que incurran serán sancionadas
conforme a las disposiciones especificas para ellos". Un sistema
educativo en el que se erige en norma la impunidad deja sin
protección jurídica a los alumnos, sanciona por adelantado sus
fracasos y antepone otros intereses y complicidades al bien de la
educación.
Conviene reflexionar en dos graves consecuencias de la situación
actual. La primera es la reducción del poder educativo de! Estado al
aceptarse la intromisión del sindicato en áreas que no son de su
competencia: los márgenes de acción de las autoridades han
quedado sustancialmeme reducidos. "La derrota de los intereses
educativos por los sindicales —concluye de su análisis Amaut (1996:
230)— deriva del hecho de que generalmente la autoridad tiene que
actuar dentro de límites mucho más estrechos y acotados que la
representación sindical." El primer reto al respecto para la Secretaría
de Educación es, por tanto, e! de recuperar por la vía política. —y
con absoluto respeto a los derechos laborales de los maestros— el
legítimo poder que requiere para conducir y gobernar la educación
del país.
Hay también un segundo reto. Puede hablarse de una "expropiación
de los derechos de los maestros por el sindicato" (Amaut. 1996:
221), pues los docentes no sólo dependen de él en cuanto a su
plaza, expectativas de promoción, cambios de adscripción,
evaluaciones, prestaciones, créditos, pensiones, becas, compras de
terrenos y vivienda, sino que su libertad profesional, su creatividad
pedagógica y su legítima aspiración a participar en la dirección de la
educación de! país han sido expropiadas por el sindicato. La
educación nacional y la SEP se ven así privadas de una fuente
indispensable de energía innovadora y de pensamiento crítico. El
magisterio no puede seguir siendo una profesión subyugada.
Debería haber, como las hay en la mayoría de los países, al lado de
la organización sindical que asume la defensa de los derechos
estrictamente gremiales, otras asociaciones espontáneas de
docentes mediante las cuales éstos promueven sus intereses
profesionales e interactúan con las autoridades para el
mejoramiento de !a educación; de la movilización profesional del
magisterio, de su diálogo vivo con la sociedad y con e! gobierno
sobre asuntos pedagógicos, depende, como de una de sus
principales fuentes, la renovación continua de la educación. No es
posible pensar en el futuro de la educación sin afrontar estos retos
que lo son a la vez para secretaria y para el propio sindicato
Oportunidades de cambio las hay: el federalismo puede promover el
fortalecimiento en los estados de instancias de participación
auténtica de los maestros al margen de las dinámicas de la política
sindical; la reforma de las normales puede romper la endogamia de
la profesión docente; los programas de actualización pueden ser
ocasión de abrir el pensamiento y la práctica educativa a los
profesores e investigadores de otras instituciones de educación
superior, y el creciente movimiento ciudadano, ya advertible en la
sociedad mexicana, puede también incorporar a la profesión
docente sus justas demandas de democracia
LAS GRANDES LÍNEAS DEL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD
EDUCATIVA EN EL FUTURO
ya la identificación, que se acaba de presentar, de estas limitaciones
y desafíos da materia para una reflexión prospectiva, pero quizas
ayude considerar algunos ejes temáticos —podrían conceptualizarse
también como líneas de acción. por parte del estado— de los que
dependerá decisiva mente e! mejoramiento de la calidad educativa
en el futuro. Es el sentido de destacarlos en esta tercera parte.
Dos de estas lineas son de carácter político: la "voluntad política"
del Estado y la actuación del SNTE. Otras tres afectan
profundamente las estructuras educativas: la federalización de los
servicios, la participación social y la atención de las desigualdades y
del rezago de los adultos. Las tres restantes tienen que ver con la
renovación pedagógica propiamente dicha. El concepción filosófica
de la educación, las políticas sobre el magisterio y los mecanismos
de avaluación. Hay otras líneas importantes, pero esta selección
comprende probablemente las más relevantes para una reflexión
prospectiva:
Ocho lineas decisivas para el futuro: • De carácter político:
Voluntad politica del Estado
Actuación del SNTE
• Estructurales: Federalización Participación social Atención de las
desigualdades y del rezago de adultos
• Renovación pedagógica: Concepción filosófica de la educación
Políticas sobre el magisterio Mecanismos de evaluación
a) Voluntad política
Se entiende aquí por "voluntad política" mucho más que el
compromiso de los sucesivos gobiernos con la educación
otorgándole una alta prioridad. Se entiende, en primer lugar, una
visión del significado de la educación dentro de un proyecto de país,
y e! establecimiento de relaciones claras entre es desarrollo del
sistema educativo y los avances económicos, sociales y políticos del
país a lo largo de! tiempo; por esto seria indispensable definir como
"políticas de Estado" —con la participación del conjunto de la
población y de los órganos de concertación política— no sólo el
proyecto nacional, sino específicamente el proyecto de desarrollo
educativo de largo plazo.
Lugar muy importante en estas definiciones debería tener la
superación acelerada de las injusticias y desigualdades inveteradas
de nuestra sociedad, que afectan a la mayoría de la población, la
salvaguarda del carácter público de la educación y su contribución a
la práctica de la democracia en la vida cotidiana, así como al
fortalecimiento de nuestras numerosas culturas, respetando su
diversidad.
b) La actuación del SNTE
Lo dicho en el apartado anterior hace evidente que el SNTE se ha
convertido en un obstáculo político de primer orden para la
superación profesional del magisterio y el mejoramiento efectivo de
la educación. Son muchas las transformaciones que serían
necesarias tanto en el seno de la asociación gremial como en las
políticas gubernamentales respecto a ella, para reducir su
intervención a sus legítimos límites estrictamente gremiales y
sindicales— y orientar sus acciones hacia los asuntos sustantivos
que reclama el mejoramiento de la educación- Procesos difíciles,
pero absolutamente necesarios.
c) FEDERALIZACION
Las nuevas disposiciones legales y las políticas ya puestas en
marcha para distribuir ias atribuciones en materia educativa entre la
federación y las entidades federativas permiten visualizar como
posible una nueva vitalidad de los sistemas estatales de educación
que se traduzca en una mayor descentralización de las decisiones
(llegando tambien en algunos aspectos, al municipio), una mayor
adaptación dé los servicios a las caracteristicas y necesidades
regionales y una mayor capacidad de innovación pedagogica.
Si además se lograra reordenar las finanzas de la enseñanza básica
en conformidad con una auténtica concepción federalista el
financiamiento de la
educación contribuiría a fortalecer
compromiso de los gobiernos estatales y a convenir el
financiamiento en un instrumento eficaz y poderoso de planeacion
de los sistemas educativos, los estatales y el nacional.
d) La participación social
De importancia trascendental para el mejoramiento de la educación
en el futuro será alcanzar una efectiva participación de los padres
de familia y de las comunidades en la vida escolar. Estructuralmente
el peso de esta participación contrarrestaría vicios muy arraigados
que han deteriorado profundamente las prácticas educativas control
feudal de la escuela por parte de los maestros, el autoritarismo, el
burocratismo y la subordinación del bien de la educación a los
intereses políticos.
A los padres de familia interesa vitalmente que sus hijos obtengan
una, educación de calidad; su creciente participación debe verse
como una fuerza renovadora imprescindible. Habrá que trabajar
arduamente hasta encontrar las formas adecuadas de dicha
participación, así como de una verdadera "contraloría social" del
servicio público educativo, congruente con la gran heterogeneidad
de situaciones que se dan en el país.
e) La atención a las desigualdades educativas y al rezago de los
adultos
Se destaca en particular la necesidad de una clara política
compensatoria, por la trascendencia que tendrá para el desarrollo
futuro la superación de las desigualdades intolerables de nuestra
sociedad. Los grandes programas compensatorios que se han
emprendido sólo serán eficaces si atacan las causas fundamentales
de dichas desigualdades y si, además, se prevé la continuación de
las acciones una vez que hayan cesado los recursos extraordinarios
que sustentan estos programas.
Por otra parte, el rezago de los adultos que carecen de la
instrucción mínima obligatoria (la primaria y la secundaria) reclama
una oferta educativa que sea relevante para la situación en la que
viven, diferenciando los contenidos y flexibilizando los modelos de
atención. Cada grupo de demandantes tiene sus propias
características (piénsese, por ejemplo, en los adultos indígenas de
las diversas etnias. en las mujeres campesinas, en los migrantes
estacionales, etc.) las políticas que se establezcan deben ser
congruentes con esa diversidad y, ante la imposibilidad de
abarcarlos a todos, establecer prioridades para aquellos grupos de
edad más significativos para e! desarrollo económico nacional
(Latapí. 19S6, n: 30).
f) Una nueva concepción filosófica de la educación
Aunque a partir de 1992 se han propuesto y en parte aplicado
algunos enfoques innovadores en el pensamiento educativo,
principalmente en el ámbito del curriculo de la enseñanza primaria,
estamos aún lejos de contar con una concepción integral de la
educación, de su relación con los problemas del nacional, y de los
fines y valores que deben guiar las descisiones operativas de esa
concepción deberían derivarse indicaciones acerca de los procesos,
métodos y estilos educativos deseables para el país en sus variadas
situaciones, frente a los retos de! próximo siglo.
Esa concepción filosófico-educativa, debidamente proyectada a los
planos pedagógico y didáctico y acorde con las circunstancias
históricas previsibles, no ha sido aún elaborada-, las "reformas
educativas" del pasado han obedecido más a necesidades
coyunturales o a propósitos de lucimiento político que a
orientaciones fundamentales en el conocimiento del país y en
teorías comprobadas. Será necesario trabajar en estas definiciones.
G) EL MAGISTERIO
Como actor central de los procesos educativos, el magisterio
requiere muy especial atención por parte de las autoridades
educativas. Su preparación inicial (mediante una profunda reforma
de las escuelas normales y de la Universidad Pedagógica Nacional y
¡a abertura a otros sistemas alternativos de formación), su
actualización y superación, así como el mejoramiento de sus
condiciones de vida y de trabajo profesional y los mecanismos de
evaluación y promoción, deberán ser objeto de esfuerzos rigurosos
y perseverantes, si el país ha de lograr su calidad educativa.
El gran número de maestros que deben ser atendidos, la diversidad
de las situaciones en que laboran, la deficiencia — en muchos casos
— de su formación académica, la carencia de estímulos adecuados,
la sobreprotección sindical y la manipulación política sus intereses
profesionales, son algunas de las dificultades a que se enfrentarán
los propósitos de renovación.
h) Los mecanismos de evaluación.
De especial importancia serán también en el futuro los mecanismos
de evaluación que se diseñen y apliquen y la manera como el
sistema educativo, las autoridades y la sociedad aprendan a
aprovechar los resaltados de las evaluaciones.
Un sistema que no se evalúa está condenado a no corregir sus
desviaciones e ineficiencias. Lentamente se ha avanzado en los
últimos años en la definición de nuevos mecanismos —en algunos
casos de nuevos indicadores—, principalmente del aprendizaje de
los alumnos mediante pruebas de conocimientos técnicamente
diseñadas v aplicadas. Un sistema completo de evaluación educativa
debería comprender otros campos: indicadores de calidad del
funcionamiento del sistema (estatal o nacional), indicadores de la
calidad de las escuelas como unidades básicas de operación,
indicadores de la calidad de los maestres, supervisores, directores,
etc. (Martínez Rizo. 1996).
Las reflexiones prospectivas parten del supuesto de que, en la
evolución de las sociedades, existe un margen de posibles acciones
que pueden influir en su rumbo de determinada manera. Aunque los
sistemas sociales son muy complejos y en su evolución intervienen
múltiples factores —y aunque esos factores no todos son
influenciables ni todos son previsibles— se confía en que en alguna
medida el futuro podrá ser modificado por acciones deliberadas.
En el caso de la educación nacional, ayuda tener claro el diagnostico
del presente y haber identificado algunas líneas de acción que —
según consensos muy amplios— tienen un particular peso potencial
para la elevación de la calidad de los servicios.
Quizás más que en otros sistemas sociales, en el educativo pesan
mucho las tradiciones establecidas. Aun cuando sobrevinieran
cambios sociales y politicos radicales, al dia siguiente seria necesario
abrir las escuelas con los mismos maestros y apoyarse en muchas
estructuras heredadas de! pasado. Cambiar los valores , !as
actitudes y las prácticas docentes tradicionales, tanto más si están
protegidas por la búsqueda de seguridad profesional, no es tarea
fácil.
Las consideraciones que anteceden no predicen el futuro, ni
pronostican catástrofes seguras ni prometen soluciones automáticas
simplemente invitan a reflexionar de modo sistemático sobre
decisiones, políticas y oportunidades que pueden ser relevantes
para el mejoramiento futuro de la educación. La mayoria de los
lectores de este y de los demás ensayos de estos volúmenes sobre
la educación mexicana los leerán desde el siglo XXI estarán en
mejor posición para opinar sobre lo acóntecido, pero tendran
también que afrontar los retos de su propia generación. Los autores
de estos ensayos hemos intentado consignar nuestras
preocupaciones y esperanzas como las percibimos de este lado del
tiempo.
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