EL CONSEJO DE ESTADO: LEGALIDAD DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS A PARTIR DE LAS MEDIDAS DE DESCONGESTIÓN EN LA RAMA JUDICIAL José Alejandro Sierra Martínez UNIVERSIDAD SANTO TOMAS Facultad de Derecho Especialización Derecho Administrativo Bogotá D. C. 2015 EL CONSEJO DE ESTADO: LEGALIDAD DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS A PARTIR DE LAS MEDIDAS DE DESCONGESTIÓN EN LA RAMA JUDICIAL José Alejandro Sierra Martínez Trabajo de grado dirigido por: Doctor Diego German Perez Abogado Universidad Santo Tomás Facultad de Derecho Especialización Derecho Administrativo Bogotá D. C. 2015 RESUMEN El trabajo de investigación presente, se propone analizar los criterios expuestos en la ley y la jurisprudencia para determinar la legalidad de los actos administrativos expedidos por el Consejo de Estado, contentivos del nombramiento de personal en cargos creados por el Consejo Superior de la Judicatura para descongestionar los despachos, en virtud de una política estatal cuyo propósito es mejorar la oferta de justicia a los ciudadanos.. La investigación entonces, se adelanta con base en estudios de caso, cuya información proviene de los actos mediante los cuales se nombran dichos empleados, revisando todo el conjunto de normas que regulan su expedición y especifica jurisprudencia que establezca su ajuste con la Constitución Política, lo que favorece la proposición de soluciones, que más allá de la existencia de una problemática de orden administrativo – pero no menos importante - contribuyan a la armonía del ordenamiento jurídico si de poner en balanza, por ejemplo, con los derechos laborales o la protección de las partidas que la nación destina para tales fines, se trata. PALABRAS CLAVES: Acto Administrativo – Vacaciones - Constitución Política – CPACA - Consejo de Estado - Descongestión Judicial. TEMA DE INVESTIGACIÓN Legalidad de los actos administrativos emanados por el Consejo de Estado nombrando personal en cargos de descongestión. INTRODUCCIÓN ESTADO DE LA CUESTIÓN El presente estado de la cuestión hace un recorrido por algunas de las sentencias en las que el Consejo de Estado ha sometido a estudio la legalidad de un acto administrativo determinado construyendo una relación entre el conjunto normativo que los regula, empezando por los principios establecidos en la Constitución Política frente a las actuaciones administrativas, la Ley 1437 de 2011 – Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo – y los criterios que han de tenerse en cuenta respecto de los precedentes que con sus decisiones ha sentado, pasando por las posiciones doctrinales que al respecto se han tenido como soporte para lograr su decisión. Al respecto, cabe destacar en primer término los principios constitucionales sobre los cuales descansa el Derecho Administrativo, y particularmente aquellos que guarden relación directa con los actos que se produzcan como consecuencia de un nombramiento y cuyo contenido se enuncia en el artículo 209 de la Constitución Política.1 Asimismo, la Ley 1437 de 20112 consagra los principios mediante los cuales debe regirse toda actuación administrativa, tales como la buena fe, moralidad y responsabilidad, sin mencionar aquellos previstos en la Ley 489 de 1998, particularmente el desarrollo que del principio de coordinación realiza frente a la actividad pública, a partir de la armonía que deben promover las autoridades, con relación a otras, en el cumplimiento de sus funciones.3 La primera norma mencionada renglones arriba, y por la cual se expide el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo permite también conocer su propósito desde su parte primera, estableciendo las garantías de los particulares frente al Estado y enunciando sus deberes sujetando cada una de sus actuaciones al margen de lo dispuesto por la Constitución Política y la Ley. Por otro lado, existe nutrida jurisprudencia que recuerda que todas las actuaciones administrativas deben estar precedidas por los principios que consagra la Constitución Política, y de las cuales se hace especial énfasis en aquellas que tengan que ver con el examen de legalidad de los actos administrativos. MARCO TEORÍCO La Constitución Política de 1991 constituye la plataforma sobre la cual se edificaron los principios bajo los cuales debe regirse toda actuación administrativa, en tanto supone el respeto por los derechos de las personas cuando de acceder a una pronta justicia se trata. Esto ha generado, por parte del Estado, la implementación de 1 Constitución Política de Colombia 1991. Ed. Legis. Artículo 209: “La función administrativa está al servicio de los intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de las funciones.” (…) 2 Ley 1437 18 de Enero de 2011. Artículo 3º: “Principios. Todas las autoridades deberán interpretar y aplicar las disposiciones que regulan las actuaciones y procedimientos administrativos a la luz de los principios consagrados en la Constitución Política, en la parte primera de este código y en las leyes especiales (…) 3 Ley 489 29 de diciembre de 1998. Artículos 3: “Principios de la función administrativa. La función administrativa se desarrollará conforme los principios constitucionales, en particular los atinentes a la buena fe, igualdad, moralidad, celeridad, economía, imparcialidad, eficacia, eficiencia, participación, publicidad, responsabilidad y transparencia…” políticas que contribuyan a la descongestión de los procesos que actualmente conoce el aparato jurisdiccional, particularmente el de lo contencioso administrativo. El Consejo de Estado, como supremo órgano de lo contencioso administrativo y consultivo del gobierno en materia política, ha sido objeto de la creciente demanda de justicia desde los cambios introducidos por la Constitución, por ejemplo, al otorgarle funciones de conocimiento de acciones de origen constitucional. En forma proporcional, esta situación obligó al gobierno a destinar recursos económicos al poder judicial, específicamente a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, con el propósito de crear medidas de descongestión al interior de dicho tribunal administrativo, y cuya implementación depende de estudios que determinen cargas laborales imponiendo metas a cumplir durante un período determinado de tiempo, consistente en la creación de cargos que agilice el tiempo en que se llevan a cabo los actos procesales en el ámbito contencioso, permitiendo acceso a la justicia con decisiones judiciales oportunas. Dichas labores de descongestión adelantadas por los empleados, que en virtud de la potestad nominadora de los Magistrados, son nombrados en situación administrativa de provisionalidad en cada uno de los despachos que componen el Consejo de Estado, se convirtieron en verdaderas plazas de apoyo para evacuar en forma pertinente los procesos represados. No obstante, y gracias a que la creación y permanencia de estos cargos obedece en gran medida, por un lado, a las partidas presupuestales destinadas por la nación a la Rama Judicial y; por otro, al cumplimiento de metas definidas en los acuerdos expedidos por el Consejo Superior de la Judicatura, se han venido estableciendo desde el año 2008 mediante períodos ciertos, es decir, finalizando la continuidad de los cargos a una fecha determinada. Esta situación ha generado una problemática de orden administrativo, en tanto que dichos cargos gozan de un carácter político y burocrático. Sus nombramientos, como se mencionó, se producen en situación administrativa de provisionalidad, y han llevado a evidenciar que el Consejo de Estado, en el afán mismo de proteger dichas vinculaciones pareciera no observar las normas que rigen la expedición de los actos, lo cual constituye una paradoja enorme si se tiene en cuenta que como alta corporación, tiene la potestad constitucional de verificar la legalidad de los actos emanados por las autoridades administrativas sentando precedente jurisprudencial, con independencia de sus efectos jurídicos. Lo que se pretende entonces, es analizar en el presente texto los actos administrativos de nombramiento emanados por el Consejo de Estado que en apariencia, contrarían la Ley y la Constitución misma, desde la implementación de las medidas de descongestión establecidas para su ámbito, y las funciones mismas de los Magistrados que lo conforman. De esta manera, el texto examina el contexto normativo y jurisprudencial, desde la óptica de las decisiones mismas de este Tribunal, y cómo es posible garantizar derechos, eventualmente laborales, sí aquellos se desconocen desde el interior de sus salas en los nombramientos de sus empleados. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ¿Gozan de plena legalidad los actos mediante los cuales se nombra a un empleado? Teniendo en cuenta que la teoría del acto administrativo ha sido ampliamente discutida por la doctrina y la jurisprudencia del Consejo de Estado, la presente investigación se centra en estudiar específicamente si los actos de nombramiento de un empleado expedidos en virtud de su potestad nominadora, frente a las medidas creadas por el Consejo Superior de la Judicatura con el propósito de descongestionar sus despachos, gozan de plena legalidad. El examen que propone la investigación, busca verificar la armonía entre los actos que expide el Consejo de Estado, cuando nombra a un empleado en provisionalidad, y el contenido de los principios que regulan su expedición. Esto obedece a que en algunos casos, dichos actos han sido expedidos por los Consejeros durante las vacaciones colectivas de fin de año generando debate alrededor de los efectos jurídicos de los mismos al momento de reconocer salarios y su correspondiente carga prestacional. El problema de la investigación se centra principalmente, en que existen diversos pronunciamientos del Consejo de Estado en cuanto a la legalidad del acto administrativo, que no concuerdan con aquellos mediante los cuales se nombra un empleado y cuya armonía con los principios constitucionales y la ley no se tiene en cuenta. HIPOTESIS ¿Gozan de plena los actos administrativos expedidos por el Consejo de Estado por medio de los cuales se nombra personal en descongestión cuando sus respectivos nominadores se encuentran en situación administrativa de vacaciones? JUSTIFICACIÓN Por tratarse de una problemática que además de afectar el ámbito laboral de un grupo determinado de personas, aceptando que conocen las consecuencias de tipo jurídico que de allí se desprenden, también resulta afectado el mismo Estado, pues de la promoción de una línea teórica bajo la cual se rijan todas las actuaciones administrativas y sin perjuicio de las normas que regulan las expresiones de la administración, sometiéndolas a una presunción de legalidad hasta que algún pronunciamiento judicial contenga lo contrario, no menos importante resulta que los actos emanados del Consejo de Estado, se muestren abiertamente contrarios a lo que la Constitución Política establezca, o peor, no tengan en cuenta los lineamientos de origen normativo y jurisprudencial plasmados en sus decisiones. De ahí la importancia de analizar con el rigor correspondiente el problema planteado, enfrentando por un lado, los criterios que deben observarse para declarar la legalidad de un acto de acuerdo con los pronunciamientos del Consejo de Estado y, por otro, con los actos administrativos de nombramiento de personal, analizando si allí se actúa con observancia de las normas que rigen la actuación administrativa. No por menos, el hecho de establecer posibles irregularidades en el ejercicio de la actividad administrativa, constituye per se un problema de carácter social que impide, en este caso, el progreso de un sector de la sociedad, desde el punto de vista del reconocimiento de derechos laborales y por tanto, eventuales consecuencias en el presupuesto estatal, lo que a su vez generan otros problemas sociales. Todo cuyo análisis justifica la presente investigación. OBJETIVOS Objetivo General Analizar, desde la Constitución Política, la Ley y la teoría jurisprudencial propuesta por el Consejo de Estado, la concepción acerca de la legalidad de los actos administrativos, particularmente en las sentencias que traten sobre nombramientos, comparada con el ejercicio de su potestad nominadora con ocasión de las medidas implementadas por el Consejo Superior de la Judicatura con el propósito de descongestionar la demanda de justicia. Objetivos Específicos Determinar si los actos administrativos del Consejo de Estado, como autoridad administrativa gozan de legalidad teniendo como base, la jurisprudencia misma del órgano supremo de la jurisdicción de lo contencioso administrativo. Analizar el impacto, desde el punto de vista jurídico, de los pronunciamientos del Consejo de Estado en materia de legalidad de los actos, teniendo en cuenta las consecuencias de carácter presupuestal que trae consigo el nombramiento de personal cuyo acto no goza de legalidad. FACTIBILIDAD La presente investigación se basa en estudios de caso, particularmente con información de los actos administrativos mediante los cuales se nombraron y posesionaron empleados del Consejo de Estado, en situación administrativa de provisionalidad, en cargos creados por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura con el propósito de atender de manera eficaz la demanda de justicia en Colombia. La viabilidad de la presente investigación se presenta por diferentes factores: Mejoramiento del servicio a los usuarios por parte de la Rama Judicial del poder público, no solo respecto de la solución de sus controversías sino de los órganos encargados de ejecutar las políticas al interior de la misma. Precisión en la consecución de los procesos de orden laboral y presupuestal al interior de la Rama Judicial, reduciendo al máximo las inconsistencias. Lo anterior sin perjuicio de las normas que orientan la actuación administrativa, en cuanto a los medios que dispuso como defensa, para discutir la legalidad de un acto administrativo determinado. METODOLOGÍA Información de Campo La recolección de la información se basa en los actos administrativos que envía la Secretaria General del Consejo de Estado a la Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, órgano técnico administrativo, adscrito al Consejo Superior de la Judicatura, encargado de la ejecución de las políticas de la Rama Judicial, en tratándose del pago de salarios a los empleados pertenecientes al Nivel Central, es decir Altas Corporaciones y el Distrito Judicial de San Andres Islas. Procedimiento para la obtención física de los documentos. Se tramita permiso para hacer uso de los documentos como exposición del análisis teórico de su legalidad, con fines exclusivamente académicos y cuya propuesta permita conocer la problemática generada con la expedición de actos que no gozan de legalidad. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES COMO FUENTE DE LAS ACTUACIONES ADMINISTRATIVAS PRINCIPIO DE LA BUENA FE Tanto los particulares, como las autoridades administrativas deben mostrarse como verdaderos poseedores de un comportamiento regido por valores que busquen un fin. En este caso, siguiendo lo previsto por el artículo 83 de la Constitución Política, deberán presumir integridad en su obrar, respecto de las actuaciones que adelantan de forma recíproca. De la misma manera, el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Admibistrativo propuso como principio ineludible la buena fe, actuar con rectitud en las gestiones que adelanten las autoridades administrativas fue el proposito del legislador al regular los actos que de ellas emanan, exigiendoles obrar conforme el ordenamiento superior, con el proposito de evitar la violación de derechos. PRINCIPIO DE LA MORALIDAD ADMINISTRATIVA Este principio enmarca la obligación en la que se ven envueltos los particulares y aquellos investidos de la función pública de actuar de manera honesta frente a las gestiones que desarrollan. Con ello, la obligación que la norma impone en todas las actuaciones, especialmente aquellas que tienen que ver con la función pública, implica el aspecto interior del sujeto, llevando a cabo sus funciones de acuerdo con los valores que la sociedad espera sean los mas adecuados. PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD El principio de responsabilidad implica la aceptación por parte de las autoridades administrativas de los efectos que produzcan sus actuaciones, representadas en conductas que omitan o se extralimiten en las funciones a desarrollar. No se busca otra cosa que la responsabilidad de reparar el daño que eventualmente se cause como consecuencia de la actividad estatal. El artículo 90 de la norma superior así lo confirma, estableciendo las consecuencias que puedan derivarse de la actividad estatal, y que lleva implicita la obligación de responder por el daño antijurídico que pueda generarse. PRINCIPIO DE LEGALIDAD La Corte Constitucional ha recordado en varias oportunidades la exigencia del principio de legalidad en las actuaciones administrativas. En este sentido, todo pronunciamiento por parte de las autoridades se presume conforme con la Constitución y la Ley hasta que no sean objeto de control jurisdiccional.4 Este postulado en particular adquiere relevancia en cuanto a la validez de la que goza todo acto administrativo y debe estudiarse en conjunto con la Constitución Política con el fin de hallar su armonía entre sí. Con relación a este punto en particular, el autor Libardo Riascos5 destaca las fuentes del derecho administrativo según Entrana Cuesta6 al sostener que el principio de legalidad debe encontrarse especialmente ligado al estudio del derecho de los actos administrativos, como manifestación intrínseca de la administración, y con más rigor el sistema de fuentes en las que basa su desarrollo. Deben ser los jueces de la jurisdicción contenciosa entonces, los que deban ejercer el control de legalidad sobre los actos administrativos, en este caso, los de carácter particular que creen una situación jurídica determinada y desvirtuar sus efectos, anularlos. Hasta que ello no ocurra se deben presumir legales. Por ello, el análisis de legalidad de los actos mediante los cuales el Consejo de Estado nombra a sus empleados como consecuencia de las medidas de descongestión creadas por el Consejo Superior de la Judicatura debe observarse desde la perspectiva judicial, desde la óptica del juez. Cómo llegar a decidir la nulidad de un acto. Asumiendo que el estudio, según se presenten las circunstancias de naturaleza procesal, lo deba adelantar la misma autoridad que expidió el acto. CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Como se mencionó anteriormente, la ley 1437 de 2011 pretendió establecer el conjunto de normas que ha de regir el procedimiento administrativo y de lo contencioso administrativo. Dicho sea de paso, regular las relaciones entre los 4 Ley 1437 18 de Enero de 2011. Artículo 88 “Los actos administrativos se presumen legales mientras no hayan sido anulados por la jurisdicción de lo contencioso administrativo. Cuando fueren suspendidos, no podrán ejecutarse hasta se resuelva definitivamente sobre su legalidad o se levante dicha medida cautelar.”a jurisdicción de lo contencioso de lo contencioso administrativo. 5 Riascos Gomez, Libardo. El Acto Administrativo. En el sistema de fuentes del derecho, la teoría del acto y el procedimiento administrativo de 2011. Ed. Ibañez, 2ª ed, 2013, Bogotá D. C., (Col), pp, 82 a 86. particulares y el Estado, incorporando positivamente los derechos de los primeros y los deberes de este último, todo con sujeción a los fundamentos constitucionales. En primer lugar, la norma pone a la mano medios de control dispuestos a controvertir la legalidad de los actos administrativos, mientras que la jurisprudencia se ocupa de establecer su alcance. En este sentido, el artículo 137 establece la Nulidad como el medio adecuado para solicitar se declaren nulos los actos administrativos. Sin embargo, el propósito que se propuso el legislador con este medio de control establece una regla general: a través de la solicitud, declarar la nulidad de los actos de carácter general por parte de la jurisdicción de lo contencioso administrativo, excepcionalmente podrá solicitarse la nulidad de los actos administrativos de carácter particular y concreto siempre que: (…) “la demanda no persiga o de la sentencia de nulidad que se produjere no se genere el restablecimiento automático de un derecho subjetivo a favor del demandante o de un tercero.” (Sic)7 BREVE APROXIMACIÓN ADMINISTRATIVO A LA TEORÍA GENERAL DEL ACTO EL ACTO ADMINISTRATIVO - Definición De acuerdo con los autores Esteban Mora Caicedo y Alfonso Rivera Martínez, citando a su vez a Garcia de Enterría y Eduardo Fernandez, el acto administrativo es la declaración de voluntad de la administración, en ejercicio de una potestad administrativa.8 Por otro lado, afirman, el acto administrativo es una declaración orden unilateral y cuyo fin busca crear situaciones encaminadas a producir efectos jurídicos.9 7 Actos Administrativos de Carácter General – Actos Administrativos de Carácter Particular y Concreto. La Jurisprudencia y la Doctrina han acogido un criterio de naturaleza uniforme al definir los actos administrativos de carácter general como aquellos que crean situaciones jurídicas consistentes en el reconocimiento de derechos y deberes, de manera abstracta y a un número indeterminado de personas. Respecto de los actos de contenido Código de Procedimiento Administrativo. Ley 1437 de 2011. Artículo 137. García de Enterría, Eduardo, Fernandez, Tomás Ramón, Curso de Derecho Administrativo, Tomo I, Editorial Civitas, S.A, Madrid, 1993. 9 Mora Caicedo, Esteban, Rivera Martínez, Alfonso, Derecho Administrativo y Procesal Administrativo. Teórico Práctico. Ed. Leyer. 8° ed, 2008. 8 particular, por el contrario, crea situaciones jurídicas con relación a un número determinado de personas de forma individual, singular. 10 CAUSALES DE NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO DESVIACIÓN DE PODER – Sentencia Consejo de Estado. 22 de enero de 2015. Sección Primera. Radicación número: 25000-23-24-000-2008-00382-01. Consejera Ponente. María Claudia Rojas Lasso. Al respecto, la corporación señala lo siguiente: “DESVIACIÓN DE PODER – Tiene lugar cuando los motivos que justifican el acto resultan ajenos a la ley. Cuando se alega desviación de poder debe llevarse al Juez a la certeza incontrovertible de que los motivos que tuvo la administración para proferir el acto enjuiciado no son aquellos que le están expresamente permitidos por la ley, sino otros, de manera que el resultado de la decisión que se ataca es diverso del que naturalmente hubiera debido producirse si la decisión se hubiere proferido de acuerdo con los dictados legales que la informan. En otras palabras, cuando se alega desviación de poder como causal para pedir la nulidad de un acto administrativo y como consecuencia un eventual restablecimiento de derecho, quien pretenda esa declaración está obligado a aportar tales pruebas que el Juez del conocimiento no tenga la más mínima duda, que al expedir el acto controvertido el agente de la administración que lo produjo no busco obtener el fin obvio y normal determinado al efecto, sino que, por el contrario, se valió de aquella modalidad administrativa para que se obtuviera como resultado una situación en un todo diversa a la que explícitamente busca la ley. ESTUDIOS DE CASO - ANTECEDENTES Con ocasión de las medidas de descongestión establecidas por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, se adelantan estudios de viabilidad presupuestal con relación a los recursos que la Nación asigna a la Rama Judicial proponiendo metas de descongestión de los despachos, donde se obliga a cada uno de ellos a presentar informes de manera periódica sobre las actividades que se adelantaron durante el plazo que se dispuso para su cumplimiento. 10 Corte Constitucional, Sentencia C-620-04. Magistrado Ponente. Jaime Araujo Rentería. Expediente. D4992. Estas medidas, se vienen adelantando desde el año 2008 y proponen una serie de políticas dispuestas a acercar a la ciudadanía a tomar confianza en la resolución de sus litigios. El acuerdo que derivo en la expedición de los actos de nombramiento de manera irregular corresponde al PSAA14-10288 expedido el 19 de diciembre de 2014, y mediante el cual se crean unas medidas de descongestión y se adoptan otras disposiciones. El precitado acuerdo, establece que aquellas medidas de descongestión, traducidas en cargos para el Consejo de Estado, que no se hayan enunciado expresamente en el anterior, se entenderán suprimidas, es decir con un término fijo que se extendía hasta el 31 de diciembre de 2014. Esta situación obligó a algunos de sus Magistrados, y cuyo despacho se encontraba sin vacantes que proveer, a adelantar movimientos de personal con el fin de evitar que algunos de sus empleados quedarán sin empleo. Sin embargo, y como ya mencionó, aceptando lo dispuesto por el acuerdo arriba descrito, removieron de sus cargos, adscritos a la planta de personal, algunos en situación administrativa de provisionalidad, para darle paso a aquellos a los cuales su vínculo laboral culminaba el 31 de diciembre. Con pleno conocimiento de que a esa fecha se encontraban separados de forma temporal de sus funciones, gracias a la vacancia judicial, comprendida entre el 20 de diciembre de 2014 y 10 de enero de 2105 decidieron expedir decretos fechados el primero de enero del mismo año, en cuyo contenido se nombraba personal en provisionalidad, con actas de posesión de la misma fecha y cuya situación implicaba que se reconocieran los 22 días completos de vacaciones, que en condiciones normales de vinculación, se liquidan cuando este personal se dispone a disfrutar de sus vacaciones, es decir el 20 de diciembre de 2014. LEY ESTATURIA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA – Régimen aplicable a los servidores de la Rama Judicial. Según el artículo 125 de la Ley 270 de 1996, los Magistrados de las Corporaciones Judiciales, en este caso el Consejo de Estado, tienen la calidad de funcionarios, los demás integrantes poseen la calidad de empleados. De acuerdo con lo anterior, los Consejeros de Estado se presentan como autoridades nominadoras de su respectivo despacho, conforme lo previsto por el artículo 131 de la norma ibídem. En ese orden de ideas y siguiendo el contenido del artículo 132, se establecen la formas de provisión de los cargo en la Rama Judicial, que pueden ser en Propiedad, Provisionalidad y en Encargo. Cabe anotar que el parágrafo de la misma norma establece que cuando la autoridad competente para nombrar a un empleado se encuentre en vacaciones, será la Sala Administrativa del respectivo Consejo Seccional la que deba efectuar dicho nombramiento en encargo mientras se provee la respectiva vacante.11 Situaciones Administrativas – Con el fin de encajar la presente investigación, se enuncia el numeral segundo del artículo 135 de la Ley Estatutaria de Justicia con relación a las situaciones administrativas en las que pueden encontrarse los funcionarios y empleados de la Rama Judicial: “2. Separados temporalmente del servicio de sus funciones, esto es: en licencia remunerada que comprende las que se derivan de la incapacidad por enfermedad o accidente de trabajo o por el hecho de la maternidad, y las no remuneradas; en uso de permiso; en vacaciones; suspendidos por medida penal o disciplinaria o prestando servicio militar. (Subraya – Negrilla fuera de texto) Artículo 146. Vacaciones. Las vacaciones de los funcionarios y empleados de la Rama Judicial serán colectivas, salvo las de los de la Sala Administrativa de los Consejos Superiores y Seccionales de la Judicatura, las de los Tribunal Nacional, las de los Juzgados Regionales mientras existan, de Menores, Promiscuos de Familia, Penales Municipales y de Ejecución de Penas; y las de los de la Fiscalía y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Las vacaciones individuales serán concedidas de acuerdo con las necesidades del servicio por la Sala Administrativa del Consejo Superior y Seccionales de la Judicatura por la Sala de Gobierno del respectivo Tribunal a los Jueces y por el respectivo nominador en los demás casos, por un término de veintidós días continuos por cada año de servicio. En este sentido, y según todo lo expuesto, el establecimiento de una política, cuya función no es otra que la contratación de profesionales y auxiliares que cumplan funciones de apoyo, supone la idea de responder oportunamente a las necesidades de las personas de dirimir sus conflictos, siguiendo las reglas establecidas en los acuerdos contentivos de su creación. Sin embargo, y a pesar de que las estadísticas se muestren frecuentemente positivas en cuanto al cumplimiento de metas resolviendo controversias jurídicas de cualquier índole, esta situación no puede convertirse en el puente para vulnerar los criterios que orientan la actuación administrativa cuando son nombrados por su respectivo nominador, pues la esencia misma de su labor se desnaturaliza, no goza de legitimidad. 11 Ley 270 de 1996. Publicación Coordinada CENDOJ. Imprenta Nacional de Colombia. 2013. Las situaciones adminitrativas descritas en parrafos arriba, tal como las vacaciones, y teniendo en cuenta que los funcionarios y empleados que forman parte del Consejo de Estado estan sometidos al regimen colectivo, se encuentran enunciadas expresamente en la Ley y considerar que la respuesta a la demanda de justicia puede servir para lograr ciertos objetivos estatales, violando abiertamente los elementos que deben concurrir para la expedición de un acto administrativo de nombramiento, se muestra a todas luces absurdo. CONCLUSIONES De todo lo anterior, la presente investigación concluye entonces que los actos de nombramiento realizados por algunos de los Magistrados del Consejo de Estado, en ejercicio de sus facultades legales, en especial aquellas previstas en los numerales cuarto y segundo de los artículos 131 y 132 de la Ley 270, estatutaria de administración de justicia, no gozan de legalidad, teniendo en cuenta que se encontraban separados en forma temporal de sus funciones derivando en una de las causales señaladas por la ley como desviación de las funciones propias de los funcionarios. La conclusión anterior se desprende de las causales de nulidad establecidas en el artículo 137 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, pues se evidencia una clara desviación de las atribuciones que la ley confiere a estos funcionarios, nombrando personal cuando se encontraban en vacaciones y cuya situación implica separarse de sus funciones, entre ellas la nominadora, a partir del primero de enero de 2015, con efectos fiscales a partir de la misma fecha, buscando un fin diferente al que la ley persigue. En ese orden de ideas, las circunstancias que motivaron esta investigación no resisten otro estudio más extenso, luego de confrontar los actos expedidos con la constitución y la ley, violando por un lado, abiertamente los principios contenidos en esta, y por otro relegando el fin perseguido por el legislador al llevar al mundo jurídico, normas de orden positivo que velen por el bien común, propias del Estado social de Derecho. Dicha situación desencadenó una serie de problemáticas al interior de los órganos encargados de liquidar la nómina del Consejo de Estado, lo que se tradujo en innumerables derechos de petición y consecuentemente los recursos propios para agotar la instancia administrativa, retrasando en gran medida las labores que le competen por mandato de la Ley. De esta manera, la conclusión final salta a la vista luego del análisis que busco la investigación presente, a las normas que dirigen la expedición de todo acto administrativo y de la cual surgen incontables interrogantes, pues por tratarse, el Consejo de Estado, del supremo órgano de la jurisdicción de lo contencioso administrativo, encargado del control de legalidad de todas las actuaciones administrativas, solo para mencionar uno de ellos, quien funge entonces como el encargado de resolver sus yerros. O de qué manera abordar los principios orientadores de la protección del presupuesto. O cómo discutir derechos laborales, que de una u otra forma adquirieron los sujetos que fueron objeto del contenido de dichos actos. Variables que sin duda alguna, ponen en tela de juicio, no solo las actuaciones del Consejo de Estado, como autoridad administrativa, sino obligan a repensar formas de establecer criterios frente a situaciones tan atípicas, pero no menos despreciables, como las que surgieron en la investigación que precede el presente trabajo. BIBLIOGRAFÍA 1. Constitución Política de Colombia de 1991. 2. Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Ley 1437 de 2011. 3. Ley 270 de 1996. Ley Estatutaria de Administración de Justicia. 4. Ley 489 de 1998. Por la cual se dictan normas sobre la organización y funcionamiento de las entidades del orden nacional, se expiden las disposiciones, principios y reglas generales para el ejercicio de las atribuciones previstas en los numerales 15 y 16 del artículo 189 de la Constitución Política y se dictan otras disposiciones. 5. Curso de Derecho Administrativo. García de Enterría, Eduardo, Fernandez, Tomás Ramón. Tomo I. Editorial Civitas S.A. Madrid. 1993 6. Derecho Administrativo y Procesal Administrativo. Teórico Práctico. Mora Caicedo, Esteban. Rivera Martínez, Alfonso Ed. Leyer. 8º ed, 2008. 7. Corte Constitucional, Sentencia C-620-04. Magistrado Ponente. Jaime Araujo Rentería. Expediente. D-4992. 8. Derecho Administrativo. Parte General. Maurer Hartmut. EDICIONES JURIDICAS Y SOCIALES, S.A. Madrid, 2011. 9. Sentencia C-620/04. Colombia. Corte Constitucional. M. P. Jaime Araujo Rentería.