El Jueves 18871027 - Arxiu Comarcal del Ripollès

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AO 1.
1
JUEVES2Ü•gÓcTuREE488.
N1M
SUSCRICION.
Trimestre..._.
ANUNCIOS.
4,50 pesetas.
FRANCIA.
Trimestre4.’50
»
Los anuncios, comunicados y
remitidos, ti precios convencio
nales, con las personas que con
ellos nos favorezcan.
Insértese ó no, no se devuel—
ve ningún original.
Semauario Ripollés.
Correspondencia: á la redac
ción, calle Vieja.
Números sueltos, 44 céntimos.
m
MEDIDA LA CUARTERA.
TRIGO, 43 pesetas.—MAIZ, 10 pesetas.=HABICHIJELAS,00 pesetas.=PATATAS, 8 peaptas.=T0ClNO
SECO, 00 pesetas.=SALCHICHÓN SECO,00 pesetas.—JUDIAS,42 pesetas.
cthtire.
Jardinfratero.—Plantación de los árboles frutales á excepción de los nogales,
castaños, etc.—Perseverar los racimos de uvas por medio de sacos endurecidos con
goma elástica.—Conservación de las uvas destinadas para secar en ramas limpias y
ventiladas.
Huerta.—Conservación
para invierno de las berzas, coliflores, patatas, etc.—Cor—
tar los tallos de los espárragos al nivel del suelo y darles una ligera labor.—Reco—
ger el grano de las plantas mas crecidas .—Plantación de loa espárragos y alcacho—
fas por medio de los cogollos barbados que producen las plantas viejas.—Sembrar
el estragon y la pimpinela.—IDemolición de los semilleros viejos.—Labrar y ester—
c&ar las tierras pobres.
Naranjales ó invernaderos.—Entrada al invernadero de los naranjos, granados y
laureles rosas.—Regar y cultivar las plantas que estén en cajas para remediar las
fatigas del trasporte.—Riego parco en adelante en el invernadero de los naranjales.
—Mantener limpios los cristales de los invernaderos.—Cubrirlos
con esteras du
rante la noche.
Jardin.—Florecencia
de las dahlias, eliantros, asteros, rosas de Bengala, etc.—
Cortar los tallos al nivel del suelo á medida que se despojan de las flores.—Flore-.
cencia de los crisantemos durante la primeras heladas.Plantar
las violetas por
medio de cogollos.—Sembrar y pantar raqueles, bellas damas, hermosas de un día,
clavos, peregrinas de Lima, etc.
FERIAS DE4CATkLUÑA EN ESTE MES.
Dia 8 Viella. 12 Arbucias. 13 Esterriie Aneo. 14 Bésalú y Ripoll. 15 Verdú, Camp
devanol, San Juan de las Abadesas y Vndrell, 16 Camprodón. 17 Hostalrich. 18 Fi
gueras, Olot, Tremp, Vilafranca y Reué. 23 Alcover. 25 Tortellá. 26 Mora la Nova.
28 Cardona, Perelada, Póns y Vilafranca del Panadés. 29 Gerona y Turbiá.—Movz—
bles.—l Alforja y Brafim.’ 15 Palafrugeli. 19 Pla de la Cabra. 29 Altafulla.
5. Qnintin. Aunque fué romano noble de senatoria estirpe, con todo fué muchi..
simo más noble por la fé que como valeroso soldado tuvo á su rey soberano Cristo
meros siglos de la Iglesia en la misma ciudad de Castilla la Vieja de donde eran nuestru Señor, por cuya con esi.n dió gloriosamente la vida, y por cuyo amor dejó
la patria, los parientes, amigos, riquezas, faustos y pompas mundanas.
hijos.
Hoy Jueves 27. Stos. Vicente, Sabina y Cristeta mrs. de Avila.
Los SIos. Vicente, Sabina y Criste la. Lograron la palma del martirio en los pri
Mártes 1 de Noviembre. Lx FIEsTA DE TODOSLOSSANTOS.— Luna llena á la 1 h.
Viernes 28. (Antes ( S. Simón y S. Judas Tadeo apóstoles.
Los Sios. Simón y Jndas. El primero era natural de la ciudad de Caná en la 6 rn. madrugada en Tauro.—Magnífico tiempo, temperatura agradable por algunos
-
provincia de Galilea y era el otro hermano de Santiago el menor. No hallamos
cuando ó como fueron llamados estos bienaventurados Santos al apostolado. Sola
mente se hace mención de ellos cuando se nombran los doce apóstoles por sus nom
bres en el Sacro Evangelio, y se dice en él que el Salvador les escogió y llamó após
toles, los cuales predicando en la Persia coronaron su apostolado con la palma del
martirio.
Sábado 29. (Antes ±) 5. Narciso ob. y mr. —( En el obispado de Gerona).
5. Narciso. Otro de los muchos é ilustres héroes con que se vanagloria la in
mortal ciudad de Gerona en el principado de Cataluna, quien en medio de las tinie
blas del paganismo de los primeros siglos de la Iglesia, supo con valor ilustrar y
sellar con su sangre la religión santa de Jesucristo.
días.
La fiesta de todos los Santos. Aunque sea grande el número de estos bienaven
turados héroes, cuya memoria celebra en sus respectivos días la Iglesia, es mucho
mayor el de aquellos cuyos nombres, de virtudes y merecimientos se ocultan á su
noticia, los cuales, no obstante que no los conozcamos, no por eso son menos dignos
de nuestro respeto y veneración, y por esto escogió la Iglesia el dia de hoy, para
honrarlos á todos, no solo los conocidos, sino también otra multitud innumerable
cuyas virtudes y esplendor nos ocultan, ó la oscuridad de la clase á que pertenecie
ron, ó las paredes del claustro, ó la soledad de los desiertos, ó el humo de las ho
gueras de los primeros siglos y muchas otras circunstancias.
Miércoles 2. La Conmemoración
Jubileo en todas las parroquias.
de los fieles difuntos y Sta. Eustaquia vr. y mr.—
La Conmemoraciónde los Difnntos. Consagra la Iglesia este día en memoria y
Domingo 30. XXII. 5. Claudio mr.
5. Clandio. Fué martirizado en León por Diogeniano, presidente de Galicia. Su alivio de las almas del purgatorio. Esta caritativa conmemoración de aquellos pa
sagrado cuerpo está en dicha ciudad en un monasterio de 5. Benito llamado san cientes fieles que á pesar de haber muerto en estado de gracia no se hallan aun
bastante purificados para poder entrar desde luego en el cielo, es lo que nos re
Claudio.
cuerda hoy la Iglesia con estos tristes aparatos para excitarnos
Lunes 31. 5. Quintín mr.—Vigilia.—Ayuno.
vierno,
LOS GRANDES INVIERNOS.
El invierno.—Periodicidad de los grandes inviernos—El
período de los 40 años de Renou. —La lista de in
viernOs de Renou. El gran período de 430 años.—La lis
ta de Kiippen.—Grandes inviernos antes de J. C.—Cua—
renta días de nieve en el Foro de Roma.—EI invierno de
240 antes de J. C. Los fríos de la 4rmenia.—Carga de ca
ballería en el mar.—Los hielos del mar Negro y del Bós-.
foro.—Los inviernos del siglo IX.—EI Nilo helado.—
Cinco meses de nieve.
i
estos debían ser
constantemente
iguales
cada comarca, es á saber, todos los invier
nos con la misma intensidad de frío, con los mis
mos hielos, con las mismas nieves, etc., y todos
los veranos con el mismo calor y los mismos ar
dores.
Más no sucede así, pues el correr de los años
suele traer de cuando en cuando inviernos tan ri
gurosos por lo crudos que quedan como memora
bles en la tradición y en la historia. Otro tanto
acontece con los veranos.
¿ Cuáles pueden ser las causas que influyen en
las diferencias que de un año á otro se observan
en la misma estación y en una misma comarca?
Muchas de seguro; que la acción de los rayos
solares se modifica muy notablemente, con el dis
tinto avance hácia el Ecuador, de los hielos pola
res flotantes en el mar, con el estado de diafani
dad, ú opacidad de la atmósfera, con la movilidad
de esta, con los trabajos del hombre en los bos
ques, pantanos, lagos, ciudades, páramos, etc.
para
Emplea la Tierra un año en dr su vuelta alre
dedor del Sol, y durante este
tiempo sucédense
en cada comarca unas tras otras las cuatro esta
ciones, según la oblicuidad con que llegan los ra
yos del gran astro y no por lo que varien las dis
tancias que de la Tierra le separen.
Pero es claro, que reproduciéndose
todos los
años con exacta uniformidad las posiciones rela
tivas del Sol y de la Tierra, y dependiendo de es
tas posiciones el calor del verano y el frío del in—
á esta justa obliga
ción y avivar nuestro recuerdo y compasión.
Pero de todos modos, se observa cierta repeti—
cion extraña en la presentación de los inviernos
rigurosos, por lo cual, además de las circunstan
cias indicadas que explican indudablemente las
diferencias que de unos inviernos 6. otros se ob
servan, hay seguramente alguna general, de la
que resulta el que de tiempo en tiempo se presen
te un gran invierno.
Ahora bien, los meteorólogos han estudiado con
empeño la cuestión de sí existe ó no periodicidad
n la presentación de inviernos
crudos, pero la
verdad es que hasta el presente no hay más que
conjeturas y aproximaciones, á causa principal
mente de carecer de datos científicos positivos,
para fijar la verdadera intensidad del fijo en lo
inviernos de los siglos pasados.
Según Renou, los iavenos rigurosos no están
distribuidos en el trascurso de los tiempos de un
modo irregular, sino que forman grupos separa
dos por períodos de 2 años sin iiviernos crudos.
a
Los inviernos que componen cada uno de estos
grupos se distribuyen, pues, alrededor de un in
vierno excesivamente riguroso, al cual dénomina
el meteorólogo mencionado, invierno central. Es
tos inviernos centrales están separados unos de
otros por intórvalos de 41 años precisamente, pero
además de estos inviernos extremadamente cru—
dos se han presentado enlos períodos intermedios
algunos otros también de bastante notoriedad.
Hó aquí, según estos conceptos, la lista de los
inviernos rigurosos desde el siglo xv hasta el pre
sente; los grandes inviernos centrales van desig
nado por cifras más gruesas.
AÑOS.
1595
1665 1748
1802
1400
1508
1416
1511 1603
1670 1154
1820
EL JUEVES.
sa 6 Icombinación de circunstancias que hagan
que de tiempo en tiempo los inviernos sean más
rigurosos, es ló cierto que la historia menciona
años en los que por el rigor y duración del frío,
por sus desastrosos efectos sobre los animales y
las plantas, por la abundancia extraordinaria de
hielo y nieve se ha advertido notoriedad bastante
para que la humanidad guarde memoria de ellos.
De los inviernos rigurosos presentados en tiem
pos muy antiguos solo se tienen noticias por alguna circunstancia muy notable, mencionada por
los autores coetáneos. Así del invierno del año 211
antes de Jesucristo se sabe que fué tan riguroso
que la nieve duró cuarenta días hasta una altn—
ra prodigiosa en el Foro de Roma; 61 años más
tarde, cuando con motivo de la segunda guerra
1420
15121608
1672 1755
1823 púnica pasó Aníval con su ejército desde España
1422
15241616
1677
1757 1829 á Italia, por las Galias, le cogió, según la relación
1695 1758
1830
1432
15381621.
de Tito Livio, uno de los inviernos más abundan
1458
1542 1624
1696
1163 1838
tes en nieves que se habían conocido hasta enton
1766
1841
1460
15441625 1707
1709
1767 1845 ces en España, enias Galias y en Italia, siendo
1464
15481633
1716
1768 1870 atroces los sufrimientos de los soldados de Aní
1469
15651636
bal, y solo comparables á los qie tuvieron que
1729
17761871
1490
1571 1638
soportar los diez mil grieflosen su famosa retira
1494
1572 1656
1740
1784 1871
da desde Cunaxa hasta el Ponto-EuxinO, cuando
1658
17421789
1879
1499 1582
1745 1795
1880
1500
1584 1660
les sorprendió el frío en las montañas de la Arme
1747
1799
1503
15911663
nia, ó los que destruyerop el gran ejército de Na
Y efectivamente, los años que quedan indica
poleón ea la célebre y trágica retirada de Rusia
dos se han hecho memorables por sus crudísimos
el año 1813. Al mismo tiempo que Aníbal sufría
inviernos.
los rigores del frío en Francia y en Italia, los
Otro meteorólogo, II. K3ppen, de Hamburgo,.
ejércitos de España no lo pasaban mejor; Scipión
ha publicado otra lista de inviernos rigurosos,
sitiaba la ciudad de los ausetanos junto al Ebro;
comprendiendo por tales aquellos en que se ha
los pobladores no tuvieron Imas defensa que opo
hecho muy notable la duración del frío; ea que
ner á los soldados romanos que la que el extremo
se han helado los lagos de Suiza, los ríos princi
rigor del frío les proporcionó. Treinta días durb el
pales de la Europa central, ciertas partes del mar
sitio, durante los cuales, los cuatro pies de nieve
del Norte y del Báltico, y algunos puertos del
que cubrían las montañas y el mismo campo de
Mediterráneo; inviernos durante los cuales el his
los sitiadores imposibilitaban todas las maniobras
toriador ó comentador que de ellos haya tratado,
y protegían la plaza contra los ataques y fuegos
lo ha hecho siempre comparándolos á otros ya me
lanzados por los de fuera.
morables por su crudeza y duración.
El invierno del año 177 antes de J. O. fué tam
Con este criterio y atendiendo á numerosísimos
bién de los más rudos, según el testimonio de Tá
datos suministrados principalmente por los traba
cito. El ejército romano, que hacía la campaña en
jos de Pilgram, Pfaff, Arago, Sonklar, Botte y
el Asia menor país templado hasta cálido, tu
Kopp, ha formado el referido Kóppeu una lista
vo que $oportar fríos tan terribles, que sus sol
aún más coinpleta que la de Renou, y en la cual
dados quedaban muertos en las guardias, ó per
designa generalmente los inviernos rigurosos, por
dían sus miembros completamente helados al tra
el año en que terminan.
bajar al aire libre. Algo más tarde, 66 años antes
AÑOS
de J. C. se presentó otro invierno tan crudo, que
1518 16351160
462
1016 1318
llegaron á helarse los ríos y los mares hasta en
1017 1323
1534
16381163
605
los puntos más meridionales de Europa; Strabon
1766
1363
1544
1655
111 1 124
cita el caso curiosísimo, referente á aquel invier
1548 1658 1767
1125 1392
764
no, de que allá en el Oriente uno de los genera
1968
1660
822
1126 1401 1565
les de Mitrídates desafió y batió á la caballería
1771
1408
1568 1665
860 1133
enemiga sobre la superficie helada de la Palus
1420
15701669 1796
864
1145
1784.
Meótide, es decir, del mar de Mármara, precisa
1422
1571
1690
1157
874
mente en el mismo sitio en donde fueron en otra
1473
1674 1785
880 1 179 1423
1432
1587
1680 1789
1210
ocasión vencidos en un combate naval.
881
*
1795
1434
1594 1684
893 1216
1799
Ya en la era cristiana los primeros inviernos
1595 1695
1225 1435
913
rigurosos de que se hace memoria son los de
1442
1599
1691 1814
928 1234
1830
1443
1600 1709
995 1236
los años 401, 544, 559, 670, 717, 762 y 763. En
1843
1601
1716
1251 1458
991
401 la superficie del mar Negro se heló por com
1603 1726 1852
1269 1460
994
pleto; las pintorescas y animadas costas de la.
1490 1608
1729 1855
1020 1272
Macedonia y del Asia menor presentaban el mis
1870
1612 1940
1276 1491
1044
mo aspecto que las frígidas y solitarias regiones
1492
1621 1144 1875
1041 1282
polares; las de ordinario cálidas egiones donde
1879
1503
1622 19b5
10601305
se
asientan Salónica y Constantinopla sufrieron
1514 1624
1094 1316
los rigores del clima propio de la Laponia y la
Según Kóppen, los grandes inviernos están se
Siberia; y al sobrevenir el deshielo, durante más
parados por períodos de 130 años, pero durante
de un mes, los grandes témpanos de hielo proce
estos grandes períodos intermedios de presenta
dentes
del mar Negro, bajaban flotando al mar de
ción de inviernos crudos, si bien no tanto como
Mármara
ni más ni menos que sucede en el mar
los grandes inviernos de cada 130 años.
del Norte cuando los enormes iceberys proceden
Estudiando Kbppen cuál pueda ser la causa de
tes de los mares polaes, descienden flotando há—
esta periodicidad en la presentación de los invier
cia las costas de Escocia y de Noruega.
nos crudos, ha hecho notar que estos coinciden
El invierno del año 54-1fué tan riguroso, que
generalmente con los años en que se presentan
se helaron casi todos los nos de las Galias y de la
el maximum de manchas en la superficie del Sol,
alta Italia, aun los de más pendiente; una espesa
y con los años en que se presenta el minimutn.
capa de hielo y nieve cubrió largo tiempo toda la
Europa, y los pj aros y la mayor parte de los ani
Pero haya regularidad
no en la presentación
males libres se dejaban coger á mano sin la me—
de los grandes inviernos, y sea cualquiera la can-
nor resistencia. En 559 los búlgaros, pasando so—
bre el Danubio, completamente helado, invadie
ron la Tracia y llegaron hasta los arrabales de
Constantinopla. En 566 y 670 la nieve fué tan
abundante y tan duradera en la mitad meridional
de Europa, que innumerables animales quedaron
muertos de frio y de hambre por todas partes; en
Constantinopla y comarcas vecinas, el tiempo fué
verdaderamente polar por lo crudo. Lo mismo
ocurrió en el invierno del año 717; la mayor par—
te de los caballos y camellos del ejército de los
sarracenos que siti aban á Constantinopla , perecie
ron de frio. En 762 volvióse á helar por completo
el mar Negro, montañas flotantes de hielo cruza—
ban el mar de Mármara; una espesa capa de nie
ve, de veinte odos de altura, segun los cronistas
de la época, cubrió después los témpanos contri
buyendo á retardar el deshielo y ít hacer más lar
go y continiíado el invierno. En 763 el mar de
Mármara se llegó á helar también por completo,
además del mar Negro, de modo que á un lado y
á otro del Bósforo se extendió enorme capa blanca
y rígida de hielo y nieve; heláronse los nos de la
alta Italia y de la Galia, cayendo en alguno de
los parajes de estas regiones hasta una capa de
nieve de diez metros de altura.
*
Los inviernos del siglo X de que hacen men
ción las relaciones de aquel tiempo, son los de los
años 822, 823, 843, 860, 874, 887 y 893. Casi to
dos ellos se hallan en la lista de Kóppen, en la
cual se indican el 822, el 860 y el 874 como los
más rigurosos.
Efectivamente, en el invierno del 821 al 822
todos los nos de las Galias y de Germania estu
vieron completamente helados más de treinta
días, hasta el punto de poderlos atravesar y aun
seguir su curso, utilizándolos á modo de carre
teras, á caballo y con carros, trineos y otros ve—
híeulos. Sobrevino después el deshielo de repente
ocasionando grandes inundaciones en todos los
campos y ciudades de las riberas. Al año si
guiente, en 823, las víctimas ocasionadas por el
frío fueron tambien innumerables.
El invierno del 829 debió ser de los más riguro
sos; en toda la región mediterránea se sintió un
frio verdaderamente polar; entónces fué cuando
el patriarca de Antioquía, Dionisio de Talmhra,
en su expedición á Egipto con el califa Al—Mamun
encontró el Nilo helado.
En 843 hubo gran mortandad en toda Europa
por causa del frío, pero mayor fué aun en el gran
invierno del 860; entónces se heló el vino en las
bodegas, cougelóse la superficie del Adriático
y las lagunas de Venecia se convirtieron en mer
cados y en hipódromo, por donde circulaban mer
cancías y cabalgatas.
En 874 tres cuartas partes de Europa quedaron
durante cinco meses cubiertas por nieve; la gente
se encontró aprisionada todo este tiempo en los
poblados, sin caminos, sin comunicaciones y sin
nada; los animales perecían por todas partes en
los campos; en los bosques envueltos en la nieve
estuvieron medio año inabordables, y ni leña ni
caza pudieron proporcionar; sólo en las Galias,,
segun Fulde, pereció la tercera parte de la po
blación.
Del siglo X el invierno más memorable fué el
del año 9.75, que figura en la lista de Kóppen co
mo uno de los más crudos, y en efecto las neva
das duraron en las regiones templadas de Europa
hasta el mes de mayo.
Los grandes inviernos desde el año 1000 en
adelamite merecen artículo aparte.— .D. H.
aritibc.
LA JORNADADEL BRUCIT.
—1808.-—
Negra fiL, posan al vol
las campanasci’ Igualada.
EL JUEVES.
—Padrí ¿no sentiu?
—Sí; dorm,
que encara lo gal! no canta.
—Sentiu, padrí? com inés va
mes depressa y mes fort brandan...—
Lo padrí no respon mot,
lo minyóde son uitsalta;
De puntetas, pocli á poch
travessa tota la cambra;
pren lo balcó tremolant,
lo finestró apleret hada.
Lo padíí com qui no ho sent;
lo iniayó no din paraula;
las campanas van tocan,
la vila va despertantse.
De sopte resonaun cnt
per tot 1’amplede la plassa:
A las armas! Via fora,..!
y al llnny resona... ¡ A las armas!
—Padrí, jo no se ‘1que hi há
que tothornal carrer baixa,
—Tant se val en fentse dia
sabnem prou qe’ es lo que passa.
—Tothom parla de perills,
tothom deis francesosparla...
—Si venen ¿ qué lii podemfer...?
.tánca la finestra, tánca.
—Vos plauría, ara ni may,
pagar deimes á la Fransal
no us resta un sol escorrim
potser de sanch catalana!
Padrí, si ‘isfrancesosson,
jo ‘Is lii vuy veurer las caras,
aquesta cara que ‘s diii
que soisde mirar espantan.
No us penséu que ‘ni manque cor
per ananlii, ni menys arma,
arrancaré ‘1gavinet
que penja alcap de la taula.
A dretas, de rom com era,
u he fet punxa aquesta tarda,
jo sabré proc maneganlo
por forme ‘n servey de hansa.
Si rom coniawansno ‘1torno,
la patria poden ben planyer;
primer 1’eneruichque ‘m vence,
me 1’enfonzeá las entranyas...!—
Tantost lo minyóha surtit,
lo veli la espardenya ‘s calsa;
no be es a la plassa aqueli,
qn’ aquest á la sitja baixa.
Trau de díns ella un trabuch,
despenja d’ un chaula manta,
senya ‘s, y derrera ‘1net
carré amunt tot seguiLniarxa,
...
-
u.
Be se ‘nparlará per sempre
de la jornada del Bruch!
Be’ pelfrancés será un día
ben trist lo del «SiSde Juny!»
Trescents homensde montanya,
gent de masos y de burchs,
de Sant Pedor, de Manresa,
d’ Igualada y de més Uuny;
del Montserraten las timbas,
volen doblegar 1’ erguhl
del gran estol de la Fransa,
que hluentejaBruch amnnt.
Granaders son los qui pujan,
los qn’ ‘han respirat lo fum
de las batallas de Egypte,
los qn’ á 1’ iíuropa han retut.
Por cada déu deis qui venen,
lós soinetentno ‘n son un,
y de falsonsy escopetas
van armats la nieytat pu.
Mes, qué lii fá? por ço que vingan;
la sancli dintre ‘1pit los balI,
y al hullí’ ‘is la sanch, montanyas
tombará ‘1menys quimerut.
Encara d’ cus no s’ adona
lo francés, que ‘Is te damunt,
responent als crits de Fransa,
ab las bocas deis trabuchs.
Serra avali baixaen PÁRERA
jitant foch per boca y ulls;
brandant la destral, en V1NYÁs
á la barreja als seus dn.
Quan en FOLL á la vafl salta,
de sancli en CARR1Ó
es remuli,
y de francesos que jeyan
voltant sea se ‘fi vaya un munt.
Mes, en mitgde la desfeta
que tan de sohtada ‘is ccii,
als séus en SBHWÁRTZanima
llansantse al combat ulis cluchs.
Al’ hora ‘ls cavalisrenillan,
la ven deis canonsretruny,
los combatenss’ abrahonan,
la mort no soSsegaun punt;
y al rodolarestimbadas
las altas penyas del Brtich,
un xicot lo tabal sona
y ‘1 francés espantat fuig!
Allá van, á la desfeta
cap avall, cegosd’ enuig:
¡Vilas, aixequeu campanas
que us cau lo mal temps damunt!
Adeu, estol de la Fransa,
adeu, soldats may vensuts;
corree, que las barretinas
vos van encalsant per punts1
Y á ciutat sent de tornada,
digáu, si us motejaalgú,
qu’ als nostres serrats no hi nian
las águilas que lii bou dut.
111.
Fadigats y á 1’ escampada
per corniolsy torrenteras,
los sometentsvictoriosos
al mig d’ un soley s’ aplegan.
Ventej ant alegroystornan
ilurs parroquials banderas,
y al Sant-.-Chnistdeis d’ Igualada,
arribant, fan revenencia.
Derrera d’ cus, coratjosas
van fent cap las montanyesas,
d’ aquelis que ferils romanen
dolors á minvar y penas
Per curar, cascuna ‘s porta
ben guarnida la cistella,
y tantost son arribadas
por tot lo consolestecen.
Sois d’ un veiiet no s’ adonan
qn’ al fons d’ una torrentera,
por cuí la barretina,
prop son net plany y agoneja.
méu—diu ab veu mig fosca,
y entre las sevas,estreta
la má del minyóqtle plora:
—Fui
—FilIet méu, no t’ afligecas;
no ‘t doiga de que no more
dins la cambra hont tu vas neixer,
qe’ aqui ‘Is ayres de la gloria
al passar mon front orejan
Jo he viscut gaire be un siIe
ab lo dubte bregant sempro,
porque ‘1 noin do Catalunya
inay als hlabisningil‘1troya,
Ser bort de patria ‘m matava,
y avuy, veig la Patria nieva
generosa, gran, ardida
coin los velis me deyanqu era.
Fil meu, no plores al avi,
no ‘1 plores, per éhl sois prega,
que fins ‘vuy ab deixá’ ‘1viure
proa mercéIi ha sigut feta.
Recórdat sois menuresviscas
del liegat qe’ al mori’‘t deixa:
serví’ á Den, serví’ á la patria,
no aguantar jou de cap mona....—
Y lo net, plora que plora,
y lo veil fins mig sornreya,
y al liuay cantavan la SalDe,
los sonietents, á ha Vei’ge
1. Ubac/ly Vmyeta.
Q.ctcctitta..
Enfermo.—Lo está en Barcc1on, si bien que’
no de gravedad, nuestro querido amigo y compa
flero de redacción D. Rosendo Seria.
Sentimos mucho su enfermedad y le deseamos
vivamente un pronto y cómpieto restablecimiento.
Pobres pcíjaros.—Noestraflen nuestro lectores
que les compadezcamos, porque son tantos los
riesgos que les cercan que bien- dignos son de
compasión, por un lado elfrío que, entre parén
tesis, arrecia bastante, y por otro nuestros impla
cables cazadores, los cuales son en tal número
que muchas son las veces que una parada se toca
con la otra y las pobres aves caen por docenas en
las telas y rams que les preparan sus desapiada—
dos enemigos.
De dos amigos nuestros sabemos que en una
cassera verificada hace pocos días recogieron en
el espacio de cuatro horas, 18 ciocnas dé pájaros
y por término medio son de 45 á 50 docenas los
jilgueros, berdelones, pinzones y demás que pier
den diariamente la vida en Ripoli. ¡ Compasión
para ellos señores aficionados
Pesas y snedídas.—Recordarnos
á nuestros con
vecinos el bando que relativo á esto ha expedido
la Alcaldía de esta villa y por el cual se mánda se
pese y mida todo con las pesas y medidas del sis
tema decimal, las cuales tiene obligación de po
seer todo industrial.
Mucho ojo, porque se conmina con la multa de
25 pesetas á los infractores.
Obras.—Mucho adelantan las del nuevo casino,
pudiéndose ya dar por terminada la escalinata que
conduce al primer piso del mismo.
TJn aplauso al contratista de las obras por la
actividad que despliega y á los dependientes que
tiene á sus órdenes, por lo bien que le secundan.
San Ürispín.— Poco que lo han celebrado sus
patrocinados los maestros de obra prima (zapate
ros) ! Han desmentido por completo aquel adagio
de zapatero á tus zapatos y se han dedicado du
rante todo el día 25 del corriente, á dar saltos
unas veces en la plaza bailando sardanas, y otras
alrededor, delante y detrás de las vacas que se
corrieron; y para que nuestros lectores puedan
juzgar por sí mismos del jaleo que armaron, va
mos á detallar lo que hicieron y los festejos que
célebraron.
El día 24 al anochecer, pasa-calle por la or—
questa acompañada por buen número de antor
chas y pregón en verso, anunciando los festejos
del día siguiente que conéistieron en un oficio so
lemne con música, después sardanas en la plaza
y corrida de un buey por las calles de la pobla
ción; por la tarde, otra vez sardanas en la plaza
y bueyes, y por la noche un magnífico baile que
por cierto se celebró en un salón de la calle de la
Trinidad (Valls) elegantemente adornado y que
se vió muy concurrido.
En resúmen: San Crispín puedé estar contento
de sus adeptos y dispensarles toda su protección.
Una advertencia y nn consejod los: cazt’tdore8.
—Escasamente quedaron ya unos tres .ó cuatro
bandos de perdices por los alrededores dé esta vi
lla y silos discípulos de Nemrod existentes en
ella se empeñan en’ perseguirlás, preveemos que
nos vamos á quedar sin diversión para el año que
viene;áno podrían, fatigando un poco más las
piernas, irse á cazar á alguna distancia de la po
blación? con esto conseguirían dos cosas, que hu-.
biera abundante caza el año que viene (lo que no
se lógrará exterminando las ‘viejas ) y matar ellos
muchas más piezas, pues sabido es que á alguna:
distancia de Ripoli abunda tanto la caza como es
casea en sus alrededores. Creemos que ‘iiuestros
paisanos seguirán el consejo por la cuenta que
les tiene.
De El Diluvio.
Habló el Sr. Figuerola y dijo:
« Los labradores españoles son como los niños:
cuanto mós se les da más piden: llegarán á pedir
la luna; esperan que el maná les caiga en la boca;
no se cuidan de si mismos, no hacen nada por sí,
y todo lo esperan del gobierno y de las Compa—
flías; y esto es, porque en los pueblos no se cui
dan más que de la baraja, y se pasan seis horas
jugando, y juega el cura y el alcalde, y todos,,
hacíendo del juego una plaga más grande que to
das lés conocidas: la ociosidád.
» Ya se yo que esto duele; pero yo, que no quiero ayddar (ulos poderosos ni (ulas masas, me pro
pongo decirles laverdad.
EL JUEVES.
4
» El mal del labrador está en la baraja, señores,
y solamente en la baraja.
» Si, en Madrid hay que extinguir la navaja y
en el campo la Iaraja.
» Y lo digo muy alto para que se sepa: el la
brador pasa la mayor parte del tiempo jugando, y
juega de día juega de noche, y á toda hora.»
Efectivamente, no pasa día sin que sea sorpren
dicla en la corte alguna casa de juego. Y allá van
los labradores del señor Figuorola. Es lecir, los
libre-cambistas que labran la ruina del país.
Por nuestra parte añadiremos nosotros. Venga
el Sr. Figuerola é. pasar una temporada en nues
tras montañas y reformará su moda de hablar y
de pensar, en lo que manifiesta acerca de nues
tros labradores. Es muy edinodojuzgar a los otros,
y más lo es aún haciéndolo sentado al rededor de
una mesa llena de restos de suculentos manjares,
ó filosofando acerca el frío, metido entre sábanas,
y cubierto con buenos adredones.
Venga acá ese buen señor. Coja una azada, le—
vántese á las cinco en este tiempo, y á las tres
en el verano, y estase sobre el terreno hasta las
ocho de la noche, como lo hacen nuestros labia—
dores, y verá el tiempo que les queda para 1i ba—
raja.
Venga con ellos á comer su sopa de maiz y pan
de todo menos trigo, y renegará de los resultados
do sus doctrinas y de las ventajas que su perso—
nita ha reportado á los labradores « de la baraja»
Si tuviera el Sr. Figuerola necesidad de los pro
ductos agricolas, para crearse una renta y refo—
cilarse con ella eti los Madriles, otro sería su can
tar. Lo que /. hace, señor mío, no tiene gracia.
Veng’a, pálpelo y pruébelo, y entonces tendrá de—
recho á hablar como le parezca. De otra manera
no hace V. más coti sus elucubraciones que repre
sentar un papel ridículo que no se lo envidiamos.
piensa en divertirse y gastar lo que tal vez debe.
Estos días los trenes pasaban llenos len” direccióná
Zaragoza, en aquella ciudad la gente andaba”por las ca
!iorrcpoiibtnia.
S1r. Director de
sin remisión alguna continuar dándoles las mercancias y
cumplirles sus demandas.
Pero en cambio damos una vista porsn exterior y ve
rnos que tanto en los teatros, casinos, cafés y plazas de
toros, todo está lleno de toda clase de gente que solo
EL
JUEVES
Amigo y apreciado Director: Quisierapoder demostrar
á los constantes lectores del periódico que con tanto
acierto V. vienedirigiendo, la situación pecuniaria que
están otravesaudolos pueblosque tengo recorridosdes
de hace quince días, á fin de que se persuaden que
nuestra desventurada patria, es como aquellas familias
que puestas las hijas á la .clle y vistas en los paseos
y teatros nos parecen que Itt posíciói que ocupan es del
todo desahogada, pero queí penetramos en sus casas y
habitaciones, vemos la miseria que les rodea sacrificán
dolo todo para tener apariencia de ricas y engafiar á los
pobres incautos, no sin cngñarse primero ellas mismas.
Así pues nos encontramos por nuestra desgracia; tene
mos en primer lugar los pueblos del alto y bajo Aragón
sin ninguna clase de.cosechas, los trigos, y el vino qu&
era con lo que se sostenía esta región, del primero ni la
semilla que sembrarba han sacado de su cosecha, y el
caldo que mucho les valía, poco valdrá, por la escaséz y
bajo precio que hoy se coiza.
La provincia de Lérida..qua en análogo caso se en
cuentra toca muy de cerca las conSecuencias, pues la
mayor parte de comercio stt sostiene de aquella parte de
Aragón, hoy sin un céntimo y sin medios para pederlo
ganar.
Tenemos, pues, vista la miseria espantosa que reina
en el interiór de la casa, la. vemos nosotros pues tenemos
que vivir del negocio y no podemoscobrar nuestros pro
lles en busca (le fiestas y espectáculos, en)los teatros no
se podía penetrar, la plaza de loros doble número de es
pectadores, y se observaba que la mayoría de forasteros
eran gente de pueblo, que por sus trages indicaban que
del trabajo tenian que vivir.
Tanto en Lérida, como en Tárrega, Balaguer, Cerve
ra y otros pueblos de esta coriarca, no les faltan sus tres
ócuiatro cafés y casinos, en que cada noche dan concier
tos y se juega lo que se dice, por todo lo alto.
A la vista de todo esto el que por fortuna no ha de
vivir del trabajo ó (le! comercio no puede comprender la
verdadera situación que hoy estamos atravesando.
De todo se dá la culpa al Gobierno y á la mala ad
ministración, pero la verdad es, que no la tiene toda el
Gobierno; todos tenemos nuestra parte y todos contri
buimos á la desorganización que tanto lamentamos.
Nada quiero decirles de Manresa desde donde escribo
la presente, pues tendría que ocuparme de cosas que no
dan mucho gusto de publicarlas.
El frio ha empezadoya á dejarse sentir y desde ésta
pienso regresar á Barcelona, para procurar poner en
orden y dejar preparados los abrigos para pasar los fríos
que nos amenazan.
Nada más por iioy, amigo Director, sal)e que se com
place en llamarse su S. S.
.
ductos por las razones antdichas
F. Campilid.
Manresa G2O
de Octubre de 4887,
RIPOLL: IMPRENTA DE JUAN BONET,
y lo peor que tenemos
calle de S. Pedro, núm.
17.—I 887.
1
NTO&
GLOR
t
.
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