CULTURAY ESPECTÁCULOS DOMINGO 15 DE FEBRERO DE 2015 RÍO NEGRO 37 Literatura ¿Hay ciencia en los cuatro de Liverpool? El físico y divulgador uruguayo Ernesto Blanco publicará el próximo mes “Los Beatles y la ciencia”, un libro que explica cómo la música de Paul, John, George y Ringo nos ayuda a entender algunos problemas científicos. Porque todos necesitamos amor y un poco de ciencia. Justamente de eso habló con “Río Negro”. NATALIA LÓPEZ [email protected] El físico uruguayo Ernesto Blanco utilizó la música de Los Beatles para dar charlas de divulgación científica. Parte de ese trabajo quedó reunido en un libro que estará disponible en las librerías en marzo. “Río Negro” habló con su autor sobre este texto. Si algo no genera polémica es la idea de que Los Beatles –la legendaria banda que surgió en un oscuro pub de Liverpool en la década del 60, que trascendió fronteras de tiempo y espacio, y que aún hoy sigue vigente– produjeron una de las mayores revoluciones culturales del siglo XX. La composición musical, el sonido, la poética de las letras, los posicionamientos políticos, ideológicos y filosóficos de cada uno de sus integrantes, fueron estudiados desde diferentes puntos de vista: melódico, rítmico, ingenieril, histórico, sociológico y hasta psicoanalítico. Pero faltaba algo. ¿Cuánto de ciencia hay en la poesía, los instrumentos, las anécdotas y hasta en los cerebros de los cuatro de Liverpool? Hay y mucho. El acorde inicial de “A Hard Day’s Night” analizado matemáticamente, el torrencial éxito de algunas sencillas composiciones observado bajo la lupa de la neurociencia, las letras de Paul y John discriminadas por indicadores lingüísticos, el aporte de “Lucy in the Sky with Diamonds” para la antropología explicado en términos simples e ingeniosos, el detalle de las revolucionarias técnicas de grabación surgidas del capricho creativo de John, Paul, George y Ringo, viajes interplanetarios, física cuántica, bioacústica aplicada a los animales y hasta la recreación ficticia de una conversación entre Paul y Bertrand Russell... De eso y mucho más escribió el físico y divulgador uruguayo Ernesto Blanco en su libro “Los Beatles y la ciencia” (Siglo XXI Editores Colección Ciencia que ladra), que en marzo saldrá a la venta, para dar cuenta de cómo la música, Paul, John, George y Ringo nos ayudan a entender algunos problemas científicos. Porque todos necesitamos amor y un poco de ciencia. Ernesto Blanco tenía 14 años en la década del 80’ cuando escuchó a los Beatles por primera vez mientras en la radio y en los bailes de su Montevideo natal sonaba Bruce Springsteen, Madonna, Dire Straits, Phil Collins y mucho rock argentino con Charly García a la cabeza. Un compañero del liceo le grabó un cassette con un disco de “Los 20 grandes éxitos de los Beatles” y le encantó. Rápidamente consiguió otras recopilaciones, más cassettes y a partir de ahí comenzó la laboriosa tarea de coleccionar la discografía oficial. El entusiasmo por la física co- “La idea es mostrar que la ciencia y la música son cosas que enriquecen nuestras vidas”. menzó de niño. Le gustaban mucho los animales, adoraba los documentales de Cousteau, el mundo de los dinosaurios y de la prehistoria en general. Los libros de Asimov, Carl Sagan y de ciencia ficción fueron lectura obligada y recurrente. Hasta que llegó a sus manos un libro del físico ruso Landau que explicaba la teoría de la relatividad y allí se dio cuenta que necesitaba estudiar matemáticas para entender esas cosas. Todo siguió su camino y terminó investigando aplicaciones de la física al estudio de los modos de vida de los animales y en particular de los fósiles. “Mientras estudiaba las capacidades auditivas de los perezosos gigantes que habitaron en Sudamérica durante la prehistoria empecé a interesarme por el estudio físico del sonido y la comunicación en los animales. Mucha bibliografía lo relacionaba con la música y me pareció que algo capaz de generar emociones podía ser un excelente medio de divulgar nuestros estudios de bioacústica de fósiles. Uno de mis colaboradores tocaba en una banda y nos ayudó a interpretar canciones para ilustrar distintos conceptos científicos. A la hora de elegir música lo mejor eran los Beatles. Sus melodías y ritmos estaban presentes en noso- tros y eso facilitaba el desafío de interpretar esas canciones dentro de una charla científica de divulgación”, contó. “Lentamente fui encontrando distintos trabajos que vinculaban la ciencia con la música de los Beatles. Armamos la banda, ganamos un proyecto financiado por el Estado y comenzamos a hacer un ciclo de charlas con los Beatles y la ciencia”, agregó. Si bien reconoció que la interpretación que hacen no es profesional destacó que el mensaje está más allá de eso: “La idea es mostrar que la ciencia y la música son cosas que enriquecen nuestras vidas y a las que debemos acercarnos aunque no seamos profesionales. La experiencia fue un gran éxito y sin duda la música de los Beatles tuvo que ver con eso”. –¿Por qué con los cuatro de Liverpool? ¿Qué pasa si te enfrentás a un auditorio muy joven donde los Beatles no pertenezcan al horizonte cultural de los asistentes? –Los Beatles surgieron naturalmente, eran una música que yo tenía suficientemente asimilada, había intentado aprender a tocar y cantar siendo muy joven y por tanto era más accesible a la hora de intentar interpretarla. Además, nos gustaba a todos. El efecto sobre el público siempre es muy bueno a pesar de que puedan no El libro que llegará en marzo tenerlo en el horizonte cultural. Además, ir a ver una charla de ciencia y encontrarse a científicos tocando música es algo divertido e interesante para el público. Por supuesto que los Beatles parecen tener algo que trasciende las generaciones y además el modo de presentar la canciones las rodea de un significado adicional que seguramente facilita la buena recepción por parte de los más jóvenes. –De los aportes que los Beatles hacen a la comprensión de la ciencia ¿cuáles son para vos los más significativos? –El aspecto más interesante tiene que ver con la reflexión profunda de las razones evolutivas que hacen que la música sea tan importante para nosotros y cómo eso se ve reflejado en las canciones de los Beatles y en las temáticas tratadas en sus letras. ¿Por qué es importante la canción de amor como “Michelle”, o la canción de cuna como “Golden Slumbers”, o la canción social como “All you need is love”? Seguramente tenga que ver con funciones que la música cumplió en nuestro pasado evolutivo, o al menos así tendemos los científicos a analizar las cosas. También es interesante ver cómo las matemáticas y la física son importantes para generar ciertos efectos o resolver ciertos problemas en el estudio de grabación como en los ejemplos de a “Hard day’s night” o “Strawberry Fields”. La pasión y la inquietud que los Beatles tenían respecto a la música es algo imprescindible también en la aventura de intentar comprender el mundo. –¿Por qué es importante divulgar la ciencia entre los más jóvenes? ¿Hay desconfianza, falta de interés? –Es un elemento central de nuestra cultura y tiene el poder de enriquecer nuestras vidas, por el placer de la lectura y el conocimiento en sí mismo y por la herramienta que significa el modo de pensar de la ciencia a la hora de tomar decisiones y encaminar nuestras vidas. Es un elemento más, como la música o el arte en general. No creo que nadie pueda desconfiar o sentirse desinteresado de la verdadera ciencia, aquella que no propone verdades sino caminos para intentar humildemente entender el mundo. Es tarea de los científicos mostrar la ciencia de un modo adecuado que garantice que no ocurra esa desconfianza o desinterés, y claro, al ser humanos, podemos fallar. NOVEDADES “La cocinera de Himmler”, de FranzOliver Giesbert. He aquí la hilarante epopeya de Rose, una cocinera que nunca le ha temido a nada y que ha sobrevivido a las barbaries del siglo XX sin perder el humor, el deseo de sexo y el afán de venganza. “Las señoras Hemingway”. Naomí Wood configura el retrato de un hombre que sabía seducir con las palabras pero era reacio a aceptar un amor de muchos días. Las que fueron sus compañeras (se casó cuatro veces) son ahora las protagonistas de esta novela. “La entrega”, de Dennis Lehane. Bob Saginowski lleva dos décadas tras la barra del Cousin Marv’s. Dos días después de Navidad, su monótona existencia da un giro inesperado. Pero no es un buen presagio: es sólo el preludio de graves apuros.