7 ISSN 1900 1673 $15.000 Bogotá D. C., Colombia, JUNIO de 2008 7 07 Bolivia, batalla decisiva Bolivia batalla decisiva de Tacueyó y pretendió hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate y porque desde Corinto, se levanta la dignidad hoy a reclamar y construir resistencia y vida ante el proyecto de muerte que, desde el Plan Colombia II viene a robarnos el territorio para entregarlo a las corporaciones transnacionales. Cuando recorría las comunidades y viajaba a Quilichao para completar los preparativos de la Audiencia, fue impactado en su ojo. Porque debe haber justicia, nosotros, hermano Rafa, amigo, ejemplo, compañero, te reconocemos hoy y desde hace tiempo como lo que eres: humilde, comprometido, estudioso, sabio, leal y cercano a nuestras almas y a nuestra tierra. Te honramos Rafael, porque has estudiado como nadie esta realidad, porque conoces como pocos el proyecto global egoísta y porque te has dedicado a aprender para enseñarnos y para tejer una jigra de unidad y dignidad con otros pueblos y procesos. Nos honras como Nasa porque tu vida es ejemplo y por eso nos cuesta trabajo no dejarnos llevar por la ira y el odio ahora mismo, mientras pierdes el ojo. No podemos echar atrás lo sucedido aunque quisiéramos. No podemos devolverte el ojo, pero sí defender tu mirada transparente y de futuro. Esa, no te la pueden quitar porque es de todas y de todos y porque tienes más fuerza, más claridad y más compromiso que toda la injusticia que te han hecho. En este número 9 771900 167001 ISSN 1900-1673 El Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y Derechos Étnicos es un espacio intercultural de investigación y de formulación de propuestas políticas, orientado a sistematizar, producir y difundir de manera regular y permanente conocimientos pertinentes y especializados sobre las problemáticas políticas, culturales, económicas, territoriales y de exigibilidad de derechos más relevantes para los pueblos indígenas de Colombia, a la vez que busca generar propuestas de políticas y estrategias para el movimiento indígena sobre dichos aspectos. La divulgación de los resultados del Observatorio se recogen en la revista Etnias & Política y otras publicaciones tales como boletines, libros y otros. Nuestro hermano Rafael Coicué ha perdido su ojo izquierdo a causa de un ataque del Esmad. Lo pierde como consecuencia de la injusticia y del abuso que cumplen 516 años causando dolor, pobreza, sufrimiento y muerte. Lo pierde porque pasaba frente a “La Emperatriz” en su moto, mientras otras y otros Nasa resistían los ataques de la fuerza pública por exigir “Libertad para la Madre Tierra”, lucha de Rafa y de todas y todos los que defendemos la vida. Si no hubiera sido por esta injusticia de siempre, Rafael no habría comenzado su vida teniendo que recuperar tierras con su comunidad, arriesgando la vida sin conocer su infancia, para escuchar el Mandato de Quintín Lame y negarse a pagar terraje y a ser siervo en la tierra, en la que recibimos al extranjero para que nos cobrara con explotación y miseria por dejarlo vivir en nuestra madre. Si no hubiera sido por la injusticia, Rafa no habría tenido que vivir hasta hoy con el peso en el alma de haber sobrevivido la masacre de El Nilo en la que la fuerza pública, los paramilitares y los narcos asesinaron a su hermano entre las 20 personas que allí cayeron. Si hubiera justicia, el Estado y los diversos gobiernos, en consecuencia con sus obligaciones, desde diciembre de 1991 habrían entregado las 15.663 hectáreas por las que seguimos luchando hoy en día. Si no gobernara la injusticia, la fuerza pública estaría liberando tierra con nosotras y nosotros para cumplir el deber de defender los derechos de los pueblos y la vida en vez de perseguirnos para así defender privilegios de terratenientes. Como no hay justicia, Rafael, desde el Cabildo de Corinto, organizó la Audiencia del 4 de julio de 2008, porque el ejército de Colombia fusiló dentro de su humilde vivienda a dos comuneros Tejido de comunicación ACIN Compañero de lucha: Rafael Coicué El Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin) es una ONG indígena adscrita a la Organización Indígena de Antioquia (OIA), que tiene como finalidad primordial de su acción aportar al conjunto del movimiento indígena colombiano herramientas investigativas y analíticas para la profundización de sus procesos de construcción de autonomía territorial, al tiempo que contribuye con el conjunto de la sociedad en la producción de conocimiento cualificado que permita apuntalar los principios de la diversidad étnica y cultural que promulga la Constitución Política colombiana. contenido 3Editorial PUNTOS DE VISTA 8 La doctrina Aznar: claves ideológicas de la desposesión Alejandro Mantilla Quijano 22 Pueblos Indígenas, Autonomía y Libre Determinación Alejandra María García A. Carlos Andrés Zapata C. 40 La pluralidad étnica y la nación colombiana: una historia política Efraín Jaramillo Jaramillo INDÍGENAS DE AMÉRICA 58 La batalla en Bolivia es decisiva para los pueblos indígenas Héctor Mondragón 76 Bolivia: grandes oportunidades, grandes peligros. La cuestión civilizatoria Pablo Ariel Regalsky 94Estados plurinacionales y Constituyente Marcela Olivera Boaventura de Sousa Santos 104Autonomías indígenas y comunalidad: debates y propuestas para el estudio y la praxis de las autonomías en el estado de Oaxaca Isis Contreras Etnias&política Revista del Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y Derechos Étnicos ISSN 1900 1673 ACTUALIDAD 128 Después de la caída Alejandra Azuero Quijano 138 Los territorios indígenas traslapados con áreas del sistema de parques nacionales naturales en la Amazonia colombiana: situación actual y perspectivas Consejo editorial Abadio Green, Camilo Castellanos, Carlos Andrés Zapata, Héctor Mondragón, José Domingo Caldón, Juan Houghton. Editor Héctor Mondragón Fotografías Cubierta: Marcela Olivera Archivo Cecoin, Carlos Gómez Ariza, Marcela Olivera, Indymedia, Soldepaz, Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, OIA, Tejido de comunicación ACIN Divulgación Hernán Molina Echeverri Revisión de textos María José Díaz Granados Diseño y diagramación Martha Gómez Producción editorial Marta Rojas Impresión Ediciones Antropos Las opiniones expresadas en esta revista solo comprometen a sus autores. Se autoriza su reproducción parcial o total citando la fuente. Se agradece enviar copia. Bogotá, D.C., Colombia Carrera 10 Nº 24-76 Oficina 706 Telefax (57-1) 334 1810 Correo electrónico: [email protected] Esta publicación es posible gracias al auspicio de: ALMÁCIGA GRUPO DE TRABAJO INTERCULTURAL Ramón Esteban Laborde 152Uribe incumple reparación integral por masacre y amenaza ¡Llamo a los jóvenes Nasa a levantarse! Debate en la Comisión Segunda del Senado sobre la situación de los pueblos indígenas del Cauca Jesús Piñacué Achicue DOCUMENTOS 158Biodiversidad, cambio climático y derechos de los pueblos indígenas en Colombia ONIC 160Los diez mandamientos para salvar el planeta Evo Morales Ayma Es el resultado de años de lucha y organización lo que ha permitido una presencia pública y una acción política de los indígenas y de sus propuestas, las cuales han tratado de plasmar en leyes y constituciones nacionales y, finalmente, en la legislación internacional. Los Convenios 107 y 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) significaron importantes pasos en el establecimiento internacional de una nueva normatividad que al fin reconociera los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, y que sirviera de marco para las innovaciones constitucionales que en cada país abrían paso a ese reconocimiento, como fue el caso de lo dispuesto por la Constitución de 1991 sobre los pueblos indígenas de Colombia. Pero la reacción del establecimiento y los intereses creados contra el reconocimiento de los derechos indígenas se ha entrelazado con la política del capital transnacional, ansioso de modificar la normatividad mundial en un sentido totalmente contrario, para reconocer los “derechos” de los inversionistas, del capital, es decir, de las propias transnacionales. Una nueva constitución mundial que pone los derechos de las transnacionales por encima de los derechos humanos y de los derechos Carlos Gómez Ariza Junio de 2008 EDITO R I A L D urante 516 años de resistencia en las Américas ha estado planteado el problema de la dominación de los pueblos indígenas por los poderes y modelos económicos impuestos mediante las armas y el colonialismo. Ahora, como cuando Tupac Amaruc se levantó contra los españoles, los pueblos indígenas del continente vuelven a levantar por todos lados alternativas para liberarse de la opresión de siglos, del despojo de sus territorios. ETNIAS & POLÍTICA colectivos se fragua mediante los llamados tratados “de libre comercio”, las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y mediante numerosas leyes forestales, rurales, de tierras, de aguas, de minas, de petróleos, de “seguridad jurídica”, de arbitraje internacional y de propiedad intelectual, leyes que son como contratos de adhesión a manera de formularios a los que simplemente se les llenan algunos datos propios del país dominado en que se van aprobando. El establecimiento de los “derechos de los inversionistas” significa desde luego, otra vez, desconocer los derechos colectivos de los pueblos indígenas. El capital choca contra ellos y quiere despejar el camino. Otra vez una frondosa ideología se levanta para denigrar a los indios. El sociólogo por muchos años asesor del gobierno de Estados Unidos, Samuel Huntington, en su libro ¿Quiénes somos?, asume la cultura anglosajona como superior, y la identifica, con el individualismo en la medida que la ve amenazada por las culturas que enfatizan en los derechos colectivos. Según Huntington lo indígena, como cuna de los derechos colectivos, sería el fundamento del atraso latinoamericano. El ex presidente español José María Aznar, en su infome “América Latina, una agenda de libertad”, considera que el “indigenismo” es un “camino que se aleja de las sociedades abiertas, libres y prósperas”, porque sustituye el concepto de ciudadano de una república por el de miembro de una comunidad étnica”. La versión criolla del mismo racismo la sublima el peruano Mario Vargas Llosa atacando al supuesto fundamentalismo indígena al que sindica de “Talibán”, para colocarlo a la altura de los peores enemigos de la civilización, los terroristas. Considera las reivindicaciones indígenas como “utopía arcaica” colectivista y contrapuesta a los derechos individuales. Vargas Llosa presupone la superioridad de la otra cultura, la individualista, quiere imponer el neoliberalismo como bien supremo de la humanidad. A la nueva catarata ideológica contra la lucha de los pueblos indígenas se suman las iniciativas legislativas, como el Estatuto Rural en Colombia, los estatutos departamentales autonómicos en Bolivia, el Decreto Legislativo 1015 en Perú, que facilita la disolución de las comunidades andinas y amazónicas. Más grave aún son los hechos de fuerza contra los pueblos indígenas: los asesinatos de indígenas en la Amazonia brasilera; el encarcelamiento de mapuches en Chile; la represión en Oaxaca y Chiapas, en México; las masivas agresiones racistas de la Unión Juvenil Cruceñista y otros grupos fascistas en Bolivia, y las humillaciones públicas masivas a los indígenas como la ocurrida en la ciudad de Sucre; los ataques de los terratenientes zulianos contra los indígenas yukpa en Venezuela; el aumento de las violaciones de los derechos humanos de los indígenas durante los últimos años en 4 E d i t o r i al Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos Los indígenas no se amilanan por la contraofensiva racista que quiere garantizar la nueva conquista transnacional. Ellos mantienen la iniciativa. En Ecuador han logrado su objetivo de años, la convocatoria de la Asamblea Constituyente donde se consagre el carácter plurinacional del Estado, y confrontan en este momento al gobierno para exigir que en la Constitución se plasme el derecho a exigir que solamente se exploten los recursos naturales de sus territorios cuando ello cuente con su consentimiento previo, libre e informado, y no se lesione su integridad. Obviamente, los poderosos intereses de las petroleras quieren trancar la lucha de las nacionalidades indígenas. En Bolivia la Constituyente ha aprobado un texto que consagra el carácter plurinacional del país, y los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y los campesinos. Actualmente en Bolivia se libra una batalla decisiva por lograr que esa Constitución entre en vigencia y se abra el paso a un cambio real en ese país. En Venezuela, después de años de invisibilización, y tras lograr que la Constitución les reconociera derechos fundamentales, los indígenas luchan por la demarcación de sus territorios, contra los apetitos de las empresas mineras. El discurso neoliberal y los promotores y extensionistas al servicio de las transnacionales tratan de contener las aspiraciones de los pueblos indígenas, asegurándoles que quieren hacerlos partícipes a ellos y a sus territorios de los “beneficios del desarrollo económico”. Anuncian el supuesto papel redentor del mercado, la carretera, la explotación forestal, la mina, el pozo petrolero o la agroindustria. Pocas veces los indígenas salen bien librados en su integridad cultural, social y económica, y también los resultados ambientales suelen ser funestos. Durante el proceso, la mayoría son despojados de sus tierras y aguas; convertidos en mano de obra barata o migrantes internacionales. Sólo excepcionalmente un indio se convierte en empresario, y en cambio la mayoría participa en el desarrollo en calidad de empobrecido, despojado, cuyo territorio es desarrollado mediante la inversión. Objetiva e históricamente enfrentados a la concepción desarrollista los pueblos indígenas se han manifestado como sujetos del derecho a la diversidad étnica y cultural, como gestores de sus propios planes de vida, que deciden sus prioridades. Exigen reconocer el proyecto de vida propio de cada pueblo indígena, con cosmovisión, espiritualidad, organización, objetivos, prioridades, decisiones y alternativas propias, 5 E d i t o r i al Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Colombia, y las órdenes del presidente Uribe de pagar recompensas por los indígenas que liberan la madre Tierra y de detener a los senadores partidarios de su causa. ETNIAS & POLÍTICA dispuestos a la interculturalidad, pero en términos simétricos y no asimétricos, opresivos; dispuestos a concertar pero a la vez a rechazar cualquier imposición. La aspiración de los pueblos indígenas a la autonomía se basa en el proyecto de cada pueblo, luego no se pueden someter a una nueva forma de subordinación etnocentrista que supedite los derechos indígenas al sometimiento a proyectos externos, sino que se trata de que cada pueblo, además de gestionar sus propios asuntos de acuerdo con su cultura y mediante sus autoridades propias, exprese su “consentimiento previo libre e informado” sobre todos y cada uno de los proyectos o planes de desarrollo que tengan que ver directamente con su territorio y su vida. La principal razón por la que el colombiano fue el único gobierno latinoamericano que no votó a favor de la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas” aprobada por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007, es lo dispuesto en el numeral 2 de su artículo 32: Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo. El consentimiento libre e informado de los pueblos indígenas es lo que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez no puede tolerar, y es exigido en siete artículos por la declaración, entre ellos el 19 que se refiere a las medidas administrativas o legislativas que los afecten. ¿Quién preguntó a las comunidades directamente afectadas por el Plan Puebla Panamá (PPP) o la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA)? Nadie. ¿Quién les ha preguntado si están de acuerdo o no con la expansión de las plantaciones de caña de azúcar y palma aceitera para el negocio de los agrocombustibles? ¿Quién les pregunta si les convienen o no, o si aceptan que los aplasten las hidroeléctricas, los pozos petroleros, las minas y las grandes carreteras? Nadie. Consideradas las sociedades y los países como multiétnicos y pluriculturales, la diversidad se asume como una riqueza y como un derecho exigible. Las relaciones de respeto intercultural exigen concertación y consenso. Se trata de sustituir una interculturalidad asimétrica, dominadora, por una interculturalidad de consentimientos mutuos y prioridades consensuadas. 6 E d i t o r i al Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos la erradicación de los conflictos y su disolución en una cálida convivencia no es una meta alcanzable, ni deseable (…) es preciso, por el contrario, construir un espacio social y legal en el cual los conflictos puedan manifestarse y desarrollarse, sin que la oposición al otro conduzca a la supresión al otro, matándolo, reduciéndolo a la impotencia o silenciándolo (…) una sociedad mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos. De vivir no a pesar de ellos, sino productiva e inteligentemente en ellos. Que sólo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz1. El sistema jurídico y la práctica de un Estado democrático se sustentan en el carácter efectivamente conflictivo de la sociedad. No hay democracia ni convivencia simétrica y equitativa, cuando la idea de la colaboración obligatoria reemplaza a la de la aceptación del conflicto y a la concertación institucional de soluciones alternativas. Se trata de construir una nueva interculturalidad, en la cual las diferencias se concierten a través de diálogo de verdades compartidas cuya tensión es una riqueza mantener. El reconocimiento de todos los territorios indígenas como entidades territoriales de la República, la consulta previa y el requisito del consentimiento libre e informado de los pueblos y las comunidades indígenas es el espacio adecuado para comenzar unas nuevas relaciones interculturales. La reciente sentencia C-030 de 2008 de la Corte Constitucional, que declaró inconstitucional la Ley Forestal por ausencia de consulta previa a los pueblos indígenas y comunidades afrocolombianas, puede ser un punto de referencia para comenzar. Bogotá, 20 de junio de 2008 [1] Zuleta Estanislao (1989). “Sobre la guerra, esa borrachera colectiva”. En Elogio a la dificultad y otros ensayos. Cali, Fundación Estanislao Zuleta, 2001, p. 73. 7 E d i t o r i al Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Esta visión no elimina el conflicto, sino que permite resolverlo en términos de construcción social. El conflicto es tan constitutivo del vínculo social como la interdependencia misma, PUNTOS DE VISTA La doctrina Aznar: claves ideológicas de la desposesión Renueva tu clóset: las camisas negras vuelven a estar de moda En algunas ocasiones, si queremos entender las claves de una época no es preciso acudir a los trabajos de reconocidos intelectuales o pensadores, incluso pueden ignorarse los libros de filosofía, los trabajos científicos o los más innovadores proyectos artísticos. A veces lo fundamental puede encontrarse en las expresiones más pueriles y banales. Muchos ejemplos pueden citarse al respecto: Jacques Lacan relacionaba la ética de Kant con las novelas de Sade; Walter Benjamin procuró explicar la formación social propia del siglo XIX analizando los pasajes de Carlos Gómez Ariza Así que para empezar evitaremos los libros de historia y los informes económicos. Mejor revisemos las publicaciones más superficiales, leamos los informes sobre la moda que no usaremos, acudamos a las páginas donde se reseñan las fiestas a las que no nos invitan. En esa tarea podemos encontrar datos interesantes, como una diciente columna de Plinio Apuleyo Mendoza. Leamos un aparte: Cada que veo una foto de desdentados indígenas bolivianos, con sus típicos ponchos y sombreros, aclamando furiosamente al desastroso Evo Morales, pienso: ¡Caramba, qué suerte tenemos los colombianos! Somos completamente ajenos a enfrentamientos que ligan a la lucha política reivindicaciones de razas o de civilizaciones. Aceptamos los valores de Occidente” (Mendoza, 2008, p. 18). A Plinio le puede molestar una de cuatro cosas, o las cuatro al mismo tiempo: 1) los indígenas bolivianos; 2) las preferencias políticas de los indígenas bolivianos; 3) la desaparición de los dientes de los indígenas bolivianos; o 4) los ponchos y sombreros de los indígenas bolivianos (si escribe en una publicación que trata temas ligados a la moda puede ser muy estricto al respecto). La cuestión es clara, debemos reflexionar si a Plinio le molestan los indígenas por ser indígenas, o si simplemente es alguien muy escrupuloso en cuestiones dentales y estéticas. No sobra recor- dar que los dientes no solo desaparecen por no acudir al cepillo, sino también por deficiencia de calcio. Los dientes desaparecen también por desnutrición y por la ausencia de políticas de promoción y prevención en salud oral. En cuanto a moda se refiere, es importante señalar que los ponchos y los sombreros con sus diseños tradicionales pueden ser más cómodos y más baratos que la mayoría de prendas de las pasarelas europeas (además, las muchachas que las visten sí que están desnutridas). Debemos poner atención a la segunda parte del párrafo citado, donde Plinio asume su adhesión a los patrones occidentales, por lo que nos permitimos suponer que su preocupación no es estética sino de otro carácter: Plinio procura defender la civilización occidental del acoso bárbaro de los indígenas desdentados, por algo tiene nombre de romano. Continuemos con la lectura; en el aparte siguiente Plinio afirma: Nadie entre nosotros quiere volver a los tiempos de Tisquesusa. Nuestras comunidades indígenas constituyen minorías marginales que pueden llevar a uno de los suyos al Congreso, a una alcaldía o de pronto a una gobernación departamental sin que eso sea un problema para nadie (Mendoza, 2008). Podemos reconstruir el argumento de Plinio utilizando sus frases más inquietantes: “los indígenas desdentados bolivianos aclaman al desastroso Evo Morales, qué suerte tenemos los colombianos, nuestras comunidades indígenas constituyen minorías marginales, por eso aceptamos los valores de Occidente”. Alejandro Mantilla Quijano Investigador del Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin). Junio de 2008 París (algo así como los “centros comerciales” de la época); Naomi Klein ha expuesto los rasgos del capitalismo contemporáneo utilizando como pretexto conocidas marcas de prendas deportivas y bebidas gaseosas. ETNIAS & POLÍTICA La agenda de libertad de la derecha europea para América Latina La consigna que proclama el ansia de triunfo para Occidente implica necesariamente el enfrentamiento contra sus enemigos ¿No puede notarse cierto desprecio? Puede pensarse que este tipo de afirmaciones son aisladas o excepcionales, pero si analizamos las preferencias de algunos centros de investigación, las opiniones de determinados columnistas, o los discursos de respetados jefes de gobierno, encontramos nuevas posiciones racistas revestidas con nuevos trajes y razonamientos. Este tipo de discursos tiene componentes que deben ser adecuadamente desvelados, pues las nuevas formas de racismo no defienden la simple supremacía “natural” de unos grupos sociales sobre otros de acuerdo con prejuicios atávicos. En nuestro tiempo el racismo se articula con un discurso centrado en la defensa de la propiedad individual, las garantías para la inversión y la promoción de la democracia liberal. En ese marco puede decirse que mientras el racista tradicional confiaba en concepciones biológico-raciales que justificaban discursos de supremacía de un grupo social sobre los demás, el nuevo racista tiende a ampararse en discursos de defensa de la civilización occidental y sus valores. El racista habitual se mostraba como un enemigo decidido del cambio social, como acérrimo defensor de la tradición y de los órdenes establecidos por Dios o la naturaleza; por oposición, el nuevo racista es un convencido partidario del progreso, de las libertades, de la democracia y la modernidad. Su racismo se deriva de una concepción que bien podemos denominar como “modernidad sin emancipación”, pues acepta el legado de Occidente y la modernidad extrapolando algunos de sus ejes, pero ignora o combate momentos cruciales de la herencia moderna. Uno de los documentos que merece la pena analizar lleva por título América Latina. Una agenda de libertad, editado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) (2007). El texto cuenta con una presentación elaborada por el ex jefe del gobierno español José María Aznar, y fue coordinado por Miguel Ángel Cortés, diputado del derechista Partido Popular y antiguo secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica durante el segundo periodo del gobierno Aznar. Desde la presentación del documento, el ex jefe de gobierno español deja muy en claro cuáles son sus propósitos: “Creemos que Occidente no es un concepto geográfico sino un sistema de valores universales. Queremos que Occidente triunfe” (FAES, 2007, p. 7). La consigna que proclama el ansia de triunfo para Occidente implica necesariamente el enfrentamiento contra sus enemigos, que tiene como escenario privilegiado a América Latina: Ante América Latina se abren dos caminos opuestos. Uno es el que siguen los países que tienen éxito: el camino de la apertura al mundo, de la democracia, del respeto por las libertades individuales y del fortalecimiento del Estado de derecho. Un camino que atrae inversiones, genera crecimiento, incentiva a los emprendedores, crea empleo y reduce la pobreza… El otro camino aleja de las sociedades abiertas, libres y prósperas. Quienes hoy proponen seguir esta vía se nutren de ideas caducas: del populismo revolucionario, del neoestatismo, del indigenismo racista y del militarismo nacionalista. Ninguna de ellas es desconocida en Iberoamérica. Constituyen el “socialismo del siglo XXI”, heredero del que, en el siglo XX, generó miseria y opresión. Vemos con preocupación que esas ideas vuelven a renacer, incluso con el aval de 10 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos El documento de FAES, que bien podríamos denominar como parte de la “doctrina Aznar”, enfatiza la pertenencia de América Latina a la civilización occidental, ubicando como motores fundamentales de nuestros pueblos el legado cristiano y la conquista europea. América Latina es el fruto histórico de esa expansión que comienza a finales del siglo XV, cuando los europeos llegan al nuevo continente, y se inicia un proceso de fusión y mestizaje que no ha tenido parangón en la historia. A lo largo de más de tres siglos los pueblos originarios del continente se van fundiendo con los aportes humanos llegados del viejo continente. Pero lo más significativo es la incorporación de todas esas sociedades a la idea de Occidente, mediante la extensión del cristianismo, que actúa como elemento transmisor de toda la tradición occidental del momento y como motor de incorporación de las sociedades americanas a Occidente (FAES, 2007, pp. 16, 17). En ese sentido, la senda del progreso occidental tiende a confundirse con el camino de la acumulación sin trabas, la liberalización comercial y la garantía de las inversiones foráneas, pues de manera explícita el documento plantea que la intervención del Estado en la economía, el fortalecimiento del mercado interno o el condicionamiento a los inversores son medidas que han caído en el descrédito. Por esta vía, los autores dejan claro que consideran inaplicables medidas como el proteccionismo económico, la sustitución de importaciones y el fortalecimiento del sector público (FAES, 2007, p. 21). Occidente sin modernidad, modernidad sin emancipación La presentación de Aznar encontrará un cuerpo más elaborado a lo largo del informe, el cual toma como base la defensa de los valores de Occidente frente a los enemigos arriba enumerados: indigenismo, populismo, neoestatismo y militarismo nacionalista. En ese marco, Occidente pareciera reunir dos grupos de valores: 1. En primer lugar, Occidente es análogo a la suma de las tradiciones griega, romana y judeo-cristiana. De manera complementaria, Occidente también es análogo a la democracia liberal, la tolerancia, el pluralismo, y el pensamiento científico y crítico (FAES, 2007, pp. 14-16). 2. En segundo lugar, Occidente es la propiedad privada, la economía de mercado y la libre iniciativa para invertir y comerciar (FAES, 2007, p. 16). Detengámonos entonces en las debilidades de la doctrina Aznar, pues su razonamiento muestra agudos problemas. El primer grupo de problemas se liga con la relación capitalismo/Occidente. El vincular la herencia filosófica occidental con el modelo económico liberalizado no resulta tan claro como imaginan los teóricos de la derecha española. Sin duda, es confuso creer que el pensamiento de Platón y Aristóteles tiene tanta importancia como la reducción de aranceles, o que el método cartesiano es tan crucial para Occidente como la regulación de inversiones defendida por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero el problema va más allá, pues el razonamiento no solo está marcado por la falta de claridad sino por la abierta falsedad. Giovanni Arrigí, en El largo siglo XX, ha retomado los argumentos de Ferdinand Braudel para recordarnos que el nexo entre el capitalismo y Occidente es más complejo de lo que el sentido común neoliberal parece aceptar. Para Braudel, anterior a la emergencia de la empresa capitalista en Occidente puede constatarse la presencia de mercaderes y comerciantes provenientes de Japón, Egipto, el Golfo Pérsico, 11 Editorial Puntos de vista [ Alejandro Mantilla ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 procesos electorales (FAES, 2007, p. 9) (énfasis agregado). También resulta abiertamente problemático, en términos históricos, el vínculo entre el modelo económico de no intervención y apertura, con los valores de la democracia y los derechos individuales. Los redactores del informe omiten recordar que el escenario pionero de aplicación del modelo económico neoliberal fue precisamente un país gobernado por una dictadura: Chile. Durante el gobierno Pinochet, el dictador fue asesorado por la CIA en materia de torturas y desapariciones forzadas, mientras recibía la asesoría de los economistas de la Universidad de Chicago en materia de política monetaria y fiscal. Eran otros tiempos, épocas en las que Henry Kissinger, pensando en el gobierno constitucional de Salvador Allende, podía declarar tranquilamente que “no veía razón para que a determinado país se le permitiera ‘hacerse marxista’, simplemente porque ‘su gente es irresponsable’” (Hitchens, 2002, p. 79). Semejante expresión, que bien indica los límites del respeto a la democracia de los defensores del mercado liberalizado, muestra un correlato matizado en el informe del FAES, cuando al hacer alusión a las victorias electorales de la izquierda latinoamericana en la última década se permite afirmar: “Vemos con preocupación que esas ideas vuelven a renacer, incluso con el aval de procesos electorales” (FAES, 2007, p. 9). El lenguaje de Kissinger, prefigurador de golpes de Estado, muestra un peligroso calco en el pensamiento de la derecha Europea. En suma, la democracia y el libre mercado no son principios que tiendan Carlos Gómez Ariza ETNIAS & POLÍTICA Bengala, o India (Arrighi, 1999, pp. 24 y ss.). Por lo anterior, es claro que los intercambios comerciales y los mercados del inicio de la modernidad no tienen un origen exclusivo en Occidente, así que no puede proclamarse una identidad automática entre la historia del capitalismo y la historia de la civilización occidental, el proceso es mucho más complejo, históricamente hablando. 12 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos El segundo grupo de problemas se deriva de la propia lectura del legado occidental. La versión de Occidente preconizada por la doctrina Aznar resulta curiosamente recortada, pues no hace ninguna alusión a uno de sus pilares fundamentales: la pregunta por la ilustración y la emancipación. Desde finales del siglo XVIII, la pregunta por la ilustración se ha visto ligada con la lucha por la emancipación. Este tipo de reflexiones, inauguradas por Kant, parten de una idea simple y poderosa: “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro” (Kant, 1979, p. 25). El servirse de la propia inteligencia implica tanto la posibilidad de librarse de tutores que se arrogan la posibilidad de pensar por nosotros, como la posibilidad correlativa de recorrer un camino distinto al que dicho tutor nos impone. Esa noción de emancipación fue completada con la diferenciación entre emancipación política y emancipación humana efectuada por Marx. La emancipación política consiste en el proceso de secularización que permite la liberación del Estado de su identidad con la religión, así como la participación de los individuos en la esfera pública. La laicización del Estado y el arribo del ciudadano son los dos procesos que confluyen para alcanzar la emancipación política. Pero el proyecto de Marx va mucho más allá, pues se plantea la búsqueda de la emancipación humana, exenta de [1] No está de más recordar que durante el fracasado golpe de Estado de abril de 2002 en Venezuela, el gobierno de José María Aznar fue uno de los pocos que reconoció diplomáticamente el breve gobierno del golpista Pedro Carmona. contradicciones, pues ya no parte de la liberación P del Estado sino de la liberación del hombre como ser genérico, en plena relación con su comunidad, y liberado de las limitaciones de la sociedad burguesa (Marx, 1992, pp. 42 y ss.). Es en ese marco que la versión de Occidente que muestran los autores del informe FAES resulta tan recortada. No es casualidad que, sin sonrojarse, afirmen que el lazo primordial que incluye a América Latina en Occidente sean el cristianismo y la conquista, pues de esta manera no solo justifican el genocidio contra los pueblos indígenas que sufrieron la invasión, sino que además anulan la otra cara de Occidente, el rostro de la Ilustración, la modernidad y la emancipación. La doctrina Aznar maneja una versión ultraconservadora de Occidente, ocultando las facetas que reflejan la historia de la secularización, de las luchas por la democratización, contra los privilegios de las monarquías y contra las injusticias desatadas por la acumulación de capital.2 Contra los pueblos indígenas y los derechos colectivos Como mencionamos, en el informe de la FAES se señala al indigenismo como un enemigo declarado de Occidente, pues tiende a negar la raíz europea de las sociedades americanas (FAES, 2007, p. 22). Para los autores del informe, el indigenismo es un mal que se debe conjurar, al igual que el neoestatismo, el na- [2] De acuerdo con lo anterior encontramos que, una vez más, el filósofo favorito de este tipo de análisis es Karl Popper. De ahí la presunta actualidad de la pregunta por la ciencia y su método, y no por la crítica; por eso se preguntan por la sociedad abierta y no por la emancipación humana; por eso alaban el pluralismo y la tolerancia y no se preguntan por la igualdad sustantiva; reafirman los derechos individuales pero ven en los derechos colectivos un riesgo que se debe conjurar. 13 Editorial Puntos de vista [ Alejandro Mantilla ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 a coincidir en todos los casos, y la historia reciente nos enseña que cuando ambos principios entran en conflicto, es la democracia, infortunadamente, la que tiende a ceder.1 ETNIAS & POLÍTICA cionalismo, el militarismo y el populismo. Frente a tal diagnóstico surge una pregunta necesaria, ¿cuál es el criterio que les permite agrupar fenómenos tan dispares en un mismo saco? El informe nos entrega inmediatamente la respuesta: Esta izquierda prima los supuestos derechos colectivos frente a los individuales, ignorando al individuo en beneficio del grupo, sea etnia, sindicato o clase social. La pertenencia étnica y la mirada atrás, a una mítica arcadia pre precolombina, colectivista e igualitaria, es una de las ilusiones de esta izquierda latinoamericana, sobre todo en los países con un fuerte componente amerindio en su población (FAES, 2007, p. 25) (énfasis agregado). En ese marco, la base del ataque frente al indigenismo es dual, pues se bifurca en una posición política concreta y en una fundamentación abstracta. La posición política concreta la encontramos al percatarnos de la inclusión del proyecto indigenista dentro de un marco más amplio compuesto por posiciones de izquierda. En resumen, lo que le molesta a la derecha española es el despliegue de un proyecto indigenista incluido en un proyecto más amplio de transformación social. En suma, estos apartes se dirigen primordialmente al gobierno de Evo Morales en Bolivia, y al movimiento indígena ecuatoriano que apoya al gobierno de Rafael Correa. En segundo lugar, el ataque se muestra explícito frente a la noción de derechos colectivos, pues según los redactores del informe, los derechos colectivos son contrarios a los derechos individuales. En ese sentido, el ataque ya no se dirige contra las posiciones políticas de los pueblos indígenas, sino contra los derechos de los que son titulares. Al respecto resulta fundamental destacar que la ofensiva contra los derechos colectivos no solo implica un ataque a los indígenas, sino objetivos más amplios, como los derechos de los trabajadores o los derechos asociados a la clase social. El propósito de esta elaboración es evitar cualquier tipo de política pública que tenga como sustento redistribuciones de ingreso o de factores productivos como la reforma agraria, o determinadas políticas de bienestar propias de los ya desmantelados Estados providencia, pues ambas se articulan en dirección a la pertenencia a una clase social determinada. En ese sentido, la doctrina Aznar también se muestra como un cuerpo de ideas con una clara hostilidad antisindical, ya que derechos como la asociación o la huelga no solo son derechos de titularidad colectiva, sino que además son el resultado de acciones colectivas. No obstante, el franco rechazo de los derechos colectivos tiene mayores implicaciones en relación con los pueblos indígenas, ya que la doctrina Aznar les dedica varias críticas que hacen prefigurar ofensivas ideológicas en tales direcciones en el corto plazo: 1. El informe señala que los pueblos indígenas promueven un falseamiento de la historia, pues al reivindicar determinados derechos históricos pretenden frenar el libre mercado e impulsar nuevos rumbos de dirigismo económico (FAES, 2007). 2. En segundo término, la derecha española afirma que las pretensiones del indigenismo se basan en un claro ataque al Estado-nación moderno y al constitucionalismo liberal del siglo XIX, pues socava la unidad nacional al demandar el respeto a la diversidad étnica y la crítica a las soberanías nacionales. En ese sentido, la doctrina Aznar censura lo que denomina la sustitución del “concepto de ciudadano de una república por el de miembro de una comunidad étnica” (FAES, 2007). 3. El tercer ataque muestra una mayor virulencia, pues asume que el indigenismo (al igual que los nacionalismos europeos) “subordina principios e instituciones liberales como la división de pode- 14 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Carlos Gómez Ariza res, el mérito y capacidad, la igualdad ante la ley y el respeto por los derechos individuales, al logro de sus objetivos muy cercanos al totalitarismo” (FAES, 2007). Este ataque a los derechos colectivos de los pueblos indígenas debe analizarse con detalle. Es fundamental recordar que los derechos indígenas, en especial aquellos ligados a su cultura y a su territorio, no pueden considerarse como la simple suma del conjunto de los derechos individuales, ni tampoco como su negación. La garantía plena de los derechos territoriales y culturales depende de un ejercicio colectivo ligado con prácticas comunitarias acordes con visiones ancestrales de mundo. Si los derechos territoriales y culturales de los pueblos indígenas perdieran su carácter colectivo, puede decirse que los indígenas perderían el goce efectivo de la mayoría de sus derechos (Berche et al., 2006), pues tal especificidad es la que los constituye como sujetos con derechos en las normas internacionales y las constituciones de buena parte de las democracias contemporáneas. Los derechos colectivos también son individuales pues el goce de aquéllos se materializa en cada individuo; lo que ocurre es que las nociones de “colectivo”, de “pueblo” y de “comunidad” que soportan tales derechos no se pueden explicar por la simple suma de los individuos. Los promotores de la doctrina Aznar, quienes se muestran como aparentes defensores de los derechos individuales, en realidad pretenden la negación de estos derechos para los indígenas. Por esta razón resulta tan importante para la derecha europea insistir en la defensa del constitucionalismo liberal del siglo XIX, ya que le permite reafirmar su nostalgia por un Estado que no había reconocido derechos sociales para la clase trabajadora, que no había presenciado revoluciones agrarias o proletarias, y donde buena parte de las monarquías gozaban de buena salud. Así que el ataque a los derechos colectivos de los pueblos indígenas refleja la continuidad de tal racionalidad conservadora, ya que solo hasta el siglo XX, con las luchas por la descolonización, y el despliegue de revoluciones agraristas como la mexicana de 1917, se empieza a gestar de manera plena el reconocimiento de estos dere- 15 Editorial Puntos de vista [ Alejandro Mantilla ] Indígenas de América Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA El racismo como herramienta ideológica de la desposesión grupos de capital son los que se ven beneficiados con la desposesión de los territorios de indígenas y afrodescendientes chos colectivos. En ese marco, los únicos derechos individuales que le interesa defender a la doctrina Aznar son los del inversionista y del comerciante que acude al mercado, el resto de derechos son susceptibles de censura, máxime cuando amenazan el proyecto de la acumulación de capital. De manera complementaria, los argumentos restauradores que añoran el Estado-nación del siglo XIX, se complementan con los argumentos modernizadores que pretenden desconocer la identidad étnica y los derechos territoriales indígenas sustentados en realidades previas a la conformación de los Estados nacionales. Por esta razón, cuando critican la sustitución del concepto de ciudadano de una república por el de miembro de una comunidad étnica, incurren en una aporía, en una sin salida temporal, ya que objetan al mismo tiempo el reconocimiento de derechos propio del siglo XX, y las realidades precoloniales que sustentan tal reconocimiento, ya que el origen y la identidad indígena son anteriores a los procesos de unificación nacional y de centralización del Estado. Por lo anterior, puede decirse que a la Fundación FAES le molesta la continuidad de las identidades étnicas que tienen un carácter anterior a los Estados, pero también le molesta el reconocimiento de derechos que son posteriores a los Estados, pero que limitan sus ámbitos de acción. Es decir, pretenden reforzar una noción de soberanía nacional que se muestra emparentada con los súbditos del siglo XIX, con los aislados individuos consumidores del siglo XXI, y con los inversionistas ávidos de ocupar los territorios colectivos indígenas. El apellido de la familia francesa Sidos no nos dice tanto como otras familias célebres provenientes del país Galo, pero su historia estuvo bastante ligada a la historia francesa durante buena parte del siglo XX. El padre de los hermanos Sidos murió fusilado al final de la Segunda Guerra Mundial acusado de ser colaboracionista con los nazis durante la ocupación de Francia. En la década de los sesenta, Jacques Sidos fue encarcelado por colaborar con la OAS, la organización paramilitar que rechazaba la independencia argelina. François Sidos fundó el grupo ultraderechista Europa-Acción, mientras su hermano Pierre fundó el grupo Occidente, organización cuya principal afición radicaba en desatar enfrentamientos urbanos contra los partidarios franceses del Viet-cong en los años sesenta. La ultraderecha francesa defendía el colonialismo en Argelia y Vietnam arrogándose la defensa de la herencia de Occidente. Este tipo de discursos, que muchos consideraban superados, han retornado con nuevos bríos y nuevas categorizaciones. La historia de la familia Sidos y el grupo Occidente no es una simple anécdota inocente, por el contrario, refleja ciertas lógicas que la historia universal ya ha conocido. En primer lugar, porque la defensa de un Occidente colonial que niega sus raíces emancipatorias ya ha sido una obsesión propia de ciertos sectores de ultraderecha. Pero sobre todo porque en épocas de fuerte competencia imperial, el racismo tiende a presentarse como el respaldo ideológico de las ambiciones económicas. Esta es la clave para leer la doctrina Aznar y sus discursos cercanos. Como bien lo han mostrado autores como Hannah Arendt (2004), Perry Anderson (2002) y David Harvey (2004), durante la etapa inmediatamente anterior a la Primera Guerra Mundial florecieron 16 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos Tal vez el más recordado de los pensadores de la época sea Gobineau, teórico francés del siglo XIX, quien sostenía que la raza blanca (como si existiese algo así como la “raza blanca”) era la única que había podido desarrollar una vida cultural activa, mientras las razas negra y amarilla (como si existiese algo así como la “raza negra” o la “raza amarilla”) no mostraban vida propia o energía alguna. En ese orden, si tales “razas” mostraban tales caracteres de inferioridad, debían ser gobernadas por la “raza” blanca, la única que podía generar el progreso y la historia.3 [3] Para una exposición crítica del pensamiento de Gobineau ver Ernst Cassirer (1996, pp. 264 y ss.). Este tipo de planteamientos justificaba tres operaciones diferentes y complementarias: 1) la expansión colonial de los imperios europeos en Asia, África, Oceanía y el Caribe; 2) la franca hostilidad contra las potencias competidoras; y 3) la cohesión nacional-popular y la afinidad de los pueblos con sus gobernantes, lo que permitía contener las intenciones de voto dirigidas a los partidos socialistas y comunistas que pregonaban doctrinas internacionalistas contrarias al racismo. Pero la fortaleza de tales ideologías no radicaba únicamente en el mensaje que emitían al servicio de las elites fanáticas de la época; su operación fundamental era fungir como catalizador de las lógicas de acumulación en un contexto donde los intereses de los Estados tendían a coincidir con sus empresas nacionales. Como lo ha señalado David Harvey, durante este periodo se presentó una oleada masiva de inversión europea alrededor del planeta, apalancada con ocupaciones de territorios por la vía militar que, o bien protegían las inversiones realizadas, o bien abrían espacio para aprovechar nuevos flancos para la acumulación (Harvey, 2004, p. 50). En suma, durante el periodo de ascenso de los imperialismos europeos las ideologías chovinistas, racistas y de nacionalismo hostil se convirtieron en el revestimiento ideológico para la expansión de capital, el sustento del colonialismo, la contención de los movimientos populares europeos, y la glorificación de la guerra entre potencias. Resulta crucial comprender lo ocurrido durante este periodo histórico para establecer coincidencias y diferencias entre las viejas formas del racismo y las doctrinas contemporáneas que sugieren nuevas justificaciones de la violación de los derechos y la discriminación. En ese sentido, dividamos el argumento en dos momentos. En primer lugar, comparemos el marco histórico/económico de la etapa anterior a 17 Editorial Puntos de vista [ Alejandro Mantilla ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 de manera uniforme por el continente europeo ideologías racistas y nacionalistas que abogaban por el despliegue imperialista a lo largo del planeta, y por la confrontación militar como destino inevitable de los imperios de la época. Durante el periodo comprendido entre finales de la década de 1860 y el inicio de la guerra en 1914, la racionalidad europea sufrió modificaciones sustantivas: de la exaltación romántica de la nación, propia de mediados del siglo XIX, se saltó a las justificaciones positivistas de la nacionalidad apoyadas en ideologías de superioridad racial y hostilidad contra otras naciones. En palabras de Hannah Arendt, “[l]a verdad histórica de la cuestión es que el pensamiento racial con sus raíces afirmadas en el siglo XVIII, emergió simultáneamente en todos los países occidentales durante el siglo XIX. El racismo había sido la poderosa ideología de las políticas imperialistas desde el comienzo de nuestro siglo [XX]” (2004, p. 221). Habitualmente, este tipo de doctrinas tenía como pilares el predominio de los fuertes sobre los débiles, la presunta grandeza de las naciones basadas en la pureza étnica, y la superioridad de los pueblos conquistadores por sobre los conquistados. ETNIAS & POLÍTICA la Primera Guerra Mundial, con el periodo del que hoy hacemos parte. En segundo término, debemos analizar las coincidencias y las diferencias frente a los dos tipos de discurso. La competencia entre bloques y la acumulación por desposesión Al comparar el capitalismo contemporáneo con el de hace cien años encontramos una situación paradójica; aunque ciertos rasgos de la competencia capitalista tienden a ser similares, los actores en competencia tienden a diferir. En la etapa imperialista comprendida entre 1870 y 1914, al igual que en el periodo que inicia en 1973 y aún no termina, la economía vivía una situación de crisis de larga duración que obligaba a los capitalistas a buscar nuevas fuentes de inversión y acumulación que le permitieran ubicar los excedentes obtenidos. Tal situación llevaba a tres fenómenos complementarios: 1) la búsqueda de una “solución espacial” basada en el despliegue territorial de la expansión del capital, cuyo propósito primordial era la explotación de recursos naturales y mano de obra barata; 2) la búsqueda de una “solución temporal” basada en la ubicación de inversiones a largo plazo que permitieran darle continuidad al mantenimiento de la acumulación (Harvey, 2007, pp. 332 y ss.; 2004, pp. 97 y ss.); 3) como consecuencia de los dos primeros: la competencia entre actores capitalistas por controlar tanto las soluciones espaciales como las soluciones temporales. La combinación entre soluciones espaciales y temporales tiene como objetivo la resolución de las crisis inherentes al capitalismo. El propósito de tales operaciones es encontrar canales para la absorción de los excedentes de capital y de trabajo. Dentro de tales canales encontramos el aprovechamiento de nuevas fuentes de mano de obra barata: traslado de las fá- bricas a lugares donde los trabajadores muestran un menor nivel organizativo-sindical, o tienen menos garantías jurídicas; la producción de espacio por vía de la desterritorialización: ampliando las fronteras agrícolas o explotando regiones inexploradas; la explotación de recursos antes ignorados: encontrando nuevos yacimientos mineros y petroleros, por ejemplo; y por último, la penetración en sociedades que no se encuentran inmersas en las lógicas del capitalismo y sus instituciones jurídicas (Harvey, 2004, p. 97). Es en este ámbito donde entra en escena la llamada “acumulación por desposesión”, la cual puede definirse como “la liberación de un conjunto de activos (incluida la fuerza de trabajo) a un coste muy bajo (y en algunos casos nulo)” (Harvey, 2004, p. 119). La desposesión puede entenderse como una recreación permanente de los procesos de acumulación originaria analizados por Marx (1998, pp. 891 y ss.). La clave de estos procesos es la transformación de determinados modos de producción y subsistencia ajenos al capitalismo en modos de producción y subsistencia ligados al capital. Uno de los ejemplos que Marx destaca es el de la expansión territorial del capital por la vía del despojo de la tierra de los campesinos que cultivaban su propia parcela y que se beneficiaban con el usufructo de la tierra comunal. Marx destaca cómo a través de medios legales y medios violentos, los campesinos son expulsados de sus tierras tanto por los señores feudales que desconocen los títulos jurídicos que acreditaban la propiedad campesina, como por la legislación que procura transformar las tierras de labor agrícola en tierras de pastura de ovejas, operación que permitía la obtención de lana para las nacientes industrias textiles inglesas (p. 898). En ese sentido, la lógica de la desposesión permite el desarrollo de las soluciones espacio-temporales que los capitalistas emplean para intentar salir de la 18 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos Carlos Gómez Ariza En la actualidad estos procedimientos han retomado el impulso, y nuevamente operan mediante una mezcla de procedimientos legales y mecanismos violentos. Mientras la lógica de la desposesión anterior a la Primera Guerra Mundial pasaba de manera predominante por la colonización, en nuestro tiempo observamos una compleja combinación de mecanismos, como por ejemplo las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio en materia de propiedad intelectual que permiten patentar organismos vivos y conocimiento tradicional, las adjudicaciones de predios baldíos para empresas transnacionales en legislaciones como el estatuto rural colombiano, o el desarrollo de guerras diseñadas exclusivamente para la desposesión, como el caso de la invasión a Irak. En ese sentido, podemos encontrar variadas coincidencias entre los dos periodos históricos, pero también encontramos diferencias fundamentales, la más decisiva es aquella ligada a los actores en competencia, ya que en nuestro tiempo no encontramos empresas nacionales financiando las aventuras imperiales de sus gobiernos, sino grupos de capital transnacional asociados con bloques económicos en competencia (Mondragón, 2007). La competencia evidente entre bloques económicos como Estados Unidos, la Unión Europea, China y Rusia, y potencias emergentes como India o Suráfrica, tiene como telón de fondo a grupos de capital como el Citygroup y la corporación J. P. Morgan Chase, que cuentan con inversiones en campos tan diversos como complejos. Del comercio de armas pasando por los medicamen- 19 Editorial Puntos de vista [ Alejandro Mantilla ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 crisis permanente, pero este tipo de acumulación, como lo señalábamos, cuenta con la ventaja del bajo o nulo precio en capital de los activos obtenidos, ya que el único precio por pagar es la expulsión de los habitantes de los territorios, o la privación de recursos para quienes usufructuaban aquellos. ETNIAS & POLÍTICA tos, de la venta de semillas e insumos agrícolas a los teléfonos celulares de alta tecnología, de los automóviles a las cadenas de comida rápida. Estos grupos de capital no tienen las raíces nacionales que tenían las antiguas empresas capitalistas de hace un siglo, por el contrario, son conglomerados transnacionales que pueden asociarse con cualquier gobierno que les facilite sus actividades de obtención de ganancia. Estos grupos de capital son los que se ven beneficiados con la desposesión de los territorios de indígenas y afrodescendientes, pues tales espacios son la cuna de nuevas plazas de acumulación que se encuentran por fuera de su alcance, ya que al constituirse como territorios de propiedad colectiva inalienable e inembargable, los capitalistas cuentan con mayores dificultades para controlarlos. Esta es la razón primordial para que la doctrina Aznar tome como blanco favorito los derechos colectivos, pues éstos son un obstáculo para la desposesión de los indígenas y la acumulación de ganancia de los grupos de capital. El nuevo racismo Por lo anterior, podemos decir que sería un contrasentido para las nuevas doctrinas afines a los grupos de capital proponer nuevos postulados racistas basados en el nacionalismo para justificar las operaciones de desposesión, ya que los actores en competencia en el capitalismo contemporáneo tienden a rebasar las fronteras nacionales, razón por la cual no pueden desarrollar una ideología ligada a tales tipos de identidad. De ahí que el informe FAES pregone al “nacionalismo económico” como un enemigo que se debe combatir, pues tales paradigmas se han constituido en un obstáculo puntual para la acumulación. Pero sin duda, una nueva lógica racista subyace en estos razonamientos, solo que ya no depende de la supremacía racial o del chovinismo patriota, sino de elementos mucho más sutiles. En su libro Racismo y discurso de las elites, Teun van Dijk (2003) destaca, entre otros, los siguientes factores que circundan al racismo contemporáneo, los cuales son muy diferentes frente a los racismos de hace un siglo. Cuatro ideas centrales nos interesa destacar: 1. En primer lugar, para Van Dijk el racismo cotidiano ya no se articula con doctrinas de la supremacía racial, ni comprende únicamente a los actos cotidianos de desprecio frente a determinados grupos sociales. El racismo es una categoría más comprensiva que incluye “todos los actos y concepciones sociales, procesos, estructuras o instituciones que directa o indirectamente contribuyen al predominio del sector blanco y a la subordinación de las minorías” (Teun van Dijk, 2003, p. 24). 2. En segundo lugar, el sistema del racismo cotidiano no surge espontáneamente, sino que depende de las elites blancas, “quienes ejecutan, controlan o condonan muchos de los actos racistas sutiles u obvios que definen el sistema del racismo cotidiano” (Teun van Dijk, 2003, p. 25). 3. En tercer lugar, las elites contemporáneas tienden a rechazar cierto tipo de racismo evidente, obvio o intencional pero “su negación del racismo presupone una definición que les excluye convenientemente, como si no fuera con ellas… [las nuevas modalidades del racismo] presuponen un proceso creativo en el cual las elites moderadas desempeñan un importante papel” (Teun van Dijk, 2003, p. 28). 4. Por último, las normas de tolerancia y pluralismo que las elites suelen adoptar en materia étnica se desvanecen en cuanto se cuestionan sus intereses (Teun van Dijk, 2003, p. 29). A partir de estas cuatro proposiciones tomadas de Teun van Dijk, podemos cerrar el círculo. El retorno 20 Editorial Puntos de vista [ La doctrina Aznar ] Indígenas de América Actualidad Documentos En ese marco, estos discursos tienen tres pretensiones básicas: la primera es formar cuerpos de opinión entre las elites de las sociedades de la periferia para generar un nuevo consenso en favor de las políticas de desposesión. Este tipo de consensos paulatinos ya se habían producido en el pasado, cuando Gobineau glorificaba a la raza blanca, o cuando Friedman y Hayek afirmaban que los sindicatos impedían el crecimiento económico. No es casualidad que tras la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley Forestal por la violación del derecho de consulta de indígenas y afros, algunos columnistas hayan declarado que tal decisión judicial era una afrenta al progreso nacional, pues era un despropósito el que unos pocos pueblos minoritarios obstaculizaran los intereses de la mayoría. La segunda pretensión es fundamentar políticas públicas de desposesión contra los pueblos indígenas y afros. No es casualidad que el texto del Estatuto de Desarrollo Rural dejara de emplear el término pueblos indígenas para hablar de “minorías”, al mismo tiempo en que tal norma conculcaba los derechos colectivos de los pueblos indígenas, de los afros, de los campesinos y los desplazados. La última operación es la más peligrosa, pues procura generar versiones domésticas del choque de etnias y de civilizaciones. Al mostrar a los indígenas como enemigos de Occidente se incentiva el enfrentamiento entre mestizos e indígenas, como bien se muestra en el caso de la oposición a Evo Morales en Santacruz, Bolivia. No obstante, la experiencia histórica nos muestra que estos discursos tienden a la derrota. Pero nuestro peor error sería bajar la guardia. Referencias Anderson, P. (2002). Internacionalismo. Un breviario. Revista New Left Review, 14, mayo/junio. Arendt, H. (2004). 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El soporte de su discurso racista pasa a ser más sutil, destacando la grandeza occidental y el progreso de la humanidad en su conjunto, estigmatizando a quienes se oponen a la desposesión como enemigos de Occidente y del progreso. PUNTOS DE VISTA Pueblos Indígenas, Autonomía y Libre Determinación La entrada en vigencia en 1989 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), comenzó a evidenciar un cambio de concepción sobre los procedimientos y aplicaciones a favor de los pueblos indígenas en el sistema internacional de protección de los derechos humanos. Allí aparece el reconocimiento expreso a los derechos territoriales, a formas de autogobierno, a la no discriminación, a la protección de los derechos civiles y Carlos Gómez Ariza Sin embargo, los derechos estipulados en el Convenio han sufrido múltiples restricciones de los Estados, que bajo enfoques de asimilación o de reducción de los pueblos, atropellan los derechos colectivos, en tanto que son una amenaza al modelo de desarrollo, especialmente limitando y restringiendo el alcance de los derechos colectivos, que contradicen los procesos de concentración de la riqueza en la economía de mercado. Esta situación y posición de los Estados poderosos contrasta con la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 61/295, 2007)), que retomó estos temas y discusiones procurando redefinir y ampliar derechos consagrados en el Convenio 169. En más de sesenta años de construcción de instrumentos internacionales para la protección de los pueblos indígenas se nota una evolución en el contenido de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. A pesar de la posición liberal, integracionista y capitalista de los Estados, muchas de las naciones han venido transitando en unos reconocimientos importantes para los pueblos indígenas del mundo. No podemos decir que el Convenio 169 y la Declaración son la panacea en el reconocimiento de los derechos, tal como los reivindican los pueblos indígenas, pero sí constituyen instrumentos muy importantes para la protección de derechos colectivos y autonómicos, apartándose cada vez más del modelo de desarrollo. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas y administrativas que los afecten, para obtener su consentimiento libre, previo e informado. Art. 19, declaración de los derechos de los pueblos indígenas, Asamblea de naciones unidas, septiembre 19 de 2007 Para llegar a la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas se tomaron más de veinte años de discusiones, cambios abruptos en las propuestas de derechos presentadas por los representantes de los pueblos indígenas, y a pesar de la desautorización del recién creado Consejo de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por fin fue aprobada la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Un recorrido tan difícil como el que atravesó la Declaración obviamente estuvo cruzado por fuertes debates de los Estados-nación sobre soberanía, el estatus autonómico de los pueblos indígenas, el grado de subordinación de los indígenas a los denominados proyectos de desarrollo nacional o, en otros casos, a la seguridad nacional, que para los Estados opositores a la Declaración no era más que la justificación para la defensa de la integridad territorial de las naciones. Lo particular es que estos debates son similares a los presentados en las discusiones para definir los alcances de los derechos del Convenio 169 de 1989, siendo los principales en este escenario: la noción de pueblo, la autonomía y autodeterminación, la Alejandra María García A. * Carlos Andrés Zapata C. ** * Asesora jurídica Organización Indígena de Antioquia (OIA). ** Director ejecutivo del Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin). Junio de 2008 políticos, a los DESCA y a la participación activa en la definición del desarrollo nacional que afecte los intereses y territorios propios; igualmente, se reconoce la autodefinición del desarrollo propio. ETNIAS & POLÍTICA propiedad del territorio y los recursos naturales, y el alcance de la consulta previa. Estos debates que se han producido en el seno de las discusiones de los principales instrumentos sobre pueblos indígenas y tribales, no hacen más que evidenciar los enfoques que se han presentado en la construcción de las políticas indigenistas desde el siglo XIX. El enfoque de asimilación, y la integración de las mal llamadas “minorías étnicas” a los procesos políticos, sociales, económicos y culturales de la sociedad mayoritaria se encuentra plasmado en el Convenio 107 de la OIT que, ocupándose sobre temas de tierras, trabajo y educación, somete su desarrollo y el gobierno de su territorio a la suerte que decidan los dirigentes de la sociedad mayoritaria. Sostiene un Manual de la OIT sobre el Convenio 169: “En la época en la que se adoptó el convenio 107 los pueblos indígenas y tribales eran considerados como sociedades ‘atrasadas’ y transitorias. Para que pudiesen sobrevivir, se creía indispensable fundirlas en la corriente nacional mayoritaria mediante la integración y la asimilación” (Manual OIT, 2003, p. 10). Este enfoque acogido por la mayoría de los Estados durante casi todo el siglo XX ha promovido iniciativas tan aberrantes como el exterminio físico, la prohibición de prácticas tradicionales incluyendo la lengua, la medicina tradicional, el mestizaje inducido y la expropiación de los territorios ancestrales. Reconociendo el cambio de contexto de los pueblos indígenas se critica fuertemente este enfoque de integración y asimilación, y la OIT comienza a revisar el convenio 107 durante los años 1987 a 1989 hasta la aprobación del instrumento. En la septuagésima quinta reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo el representante del Secretario General: “Observó que había un acuerdo significativo sobre los temas básicos de la revisión. El enfoque integracionista y el lenguaje paternalista del Convenio num. 107 se considera actualmente en gran medida inaceptable y la presión para que se adopte una óptica que exprese el respeto a las culturas y tradiciones de dichas poblaciones era algo general” (OIT, Actas provisionales No. 32, 1988, p. 1). El enfoque opuesto ha planteado una emancipación colectiva de los pueblos indígenas de la sociedad mayoritaria. Bebiendo de corrientes como el etnodesarrollo de las décadas de los setenta y ochenta, las del pluralismo jurídico, y otras culturalistas como las de diversidad, multiculturalidad e interculturalidad, se ha planteado que hay condiciones jurídicas para que los pueblos indígenas ejerzan su autonomía y autodeterminación como etnias diferenciadas históricamente del ethos de los Estados-nación, que en el caso americano se ubican como de origen europeo y derivados del desarrollo positivo de Occidente. Este ensayo aborda el contenido de algunos derechos colectivos controvertidos por los Estados para tratar de entender sus posibilidades de exigibilidad. No desconoce que tanto el Convenio 169 como la Declaración son complementarios y traen muchos más derechos para los pueblos indígenas y sus individuos. Se abordan comparando el contenido del Convenio 169 y la Declaración desde la evolución de: la noción de pueblo, de la autonomía a la autodeterminación, y de la consulta previa al consentimiento libre, previo e informado. A esta reflexión se vincula igualmente el carácter jurídico del Convenio y la Declaración. Teniendo en cuenta que algunos Estados como el colombiano han promovido una política indigenista regresiva en el contenido de los derechos establecidos a fa- Para llegar a la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas se tomaron más de veinte años de discusiones 24 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos [1] Artículo 19. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas y administrativas que los afecten, para obtener su consentimiento libre, previo e informado. [2] Artículo 30. Num 1. No se desarrollarán actividades militares en las tierras o territorios de los pueblos indígenas, a menos que lo justifique una amenaza importante para el interés público pertinente o que se hayan acordado libremente con los pueblos indígenas interesados, o que éstos lo hayan solicitado. Num. 2. Los Estados celebrarán consultas eficaces con los pueblos indígenas interesados, por los procedimientos apropiados y en particular por medio de sus instituciones representativas, antes de utilizar sus tierras o territorios para actividades militares. [3] Artículo 32. Num. 1. Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras o territorios y otros recursos. Num. 2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo. Num. 3. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la reparación justa y equitativa por esas actividades, y se adoptarán medidas adecuadas para mitigar sus consecuencias nocivas de orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual. tende su inobservancia. Es importante abordar estas cuestiones para insistir en la necesidad de promover su aplicación en las Altas Cortes y su observancia por los Estados dando vida al nuevo contenido de derechos estipulado en la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas. La definición de pueblo como piedra angular de otros derechos Ningún instrumento internacional trae consigo una definición de pueblo indígena, esto no es un olvido deliberado, porque desde hace varias décadas los pueblos indígenas han reivindicado que esta noción sea igual a la de las demás naciones del mundo. No obstante, en la doctrina internacional se ha encontrado en la definición del informe conocido como “Martínez Cobo”, un amplio consenso sobre la noción aquí presentada de pueblo indígena, noción que tuvo una importante presencia en las discusiones del Convenio 169: Son comunidades, pueblos y naciones indígenas las que teniendo una continuidad histórica con las sociedades anteriores a la invasión y precoloniales que se desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos de otros sectores de la sociedad que ahora prevalecen en esos territorios o en parte de ellos. Constituyen sectores no dominantes de la sociedad y tienen la determinación de preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales. 4 [4] Naciones Unidas, Doc. E/CN.4/sub 2/1986/. “Estudio del problema de la discriminación contra las poblaciones indígenas”. 25 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 vor de los pueblos indígenas, esto se evidencia en la justificación del gobierno para abstenerse de votar la Declaración cuestionando los derechos a la libre determinación contenidos en los artículos 19,1 30,2 32,3 (ver Rey, 2007, pp. 80-81). Por razones prioritarias de la nación en su agenda de desarrollo, explotación de recursos naturales, control territorial y conflicto armado, viene adoptando la tesis de un sector de la doctrina que considera dicho instrumento como no vinculante, y en esta medida pre- Carlos Gómez Ariza ETNIAS & POLÍTICA El grueso de esta noción fue adoptado por el Convenio 169 pudiéndose sintetizar claramente los siguientes criterios para la identificación de los pueblos indígenas: Estilos de vida tradicionales; Cultura y manera de vivir diferentes de las de otros sectores de la población nacional; Organización social propia y costumbres y leyes tradicionales; Continuidad histórica de vida en una determinada región o antes que otros la hayan invadido (OIT, 2003, p. 7). Los debates de la Conferencia Internacional de la OIT en la Comisión para la revisión del Convenio 107 concluyeron en limitar la utilización del término pueblo en el sentido consagrado por el derecho internacional, ya que algunos representantes de gobiernos consideraron que dicho término podría implicar derechos como la libre determinación o el derecho de veto que iban más allá del campo de aplicación del Convenio 107 (OIT, Actas provisionales, 1988, p. 32/3). La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas plantea un avance en dicha concepción al afirmar que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos del mundo, reconoce su derecho a ser diferentes y a que ejerzan su derecho a la libre determinación de conformidad con el derecho internacional, dando la posibilidad de ampliar el contenido e interpretación de los derechos consagrados en el Convenio 169 en relación con la autodeterminación, el consenti- 26 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos Los pueblos indígenas en las discusiones de la ONU Después de 22 años de discusiones promovidas por el Grupo de Trabajo sobre poblaciones indígenas de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la ONU fue aprobada la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Esto significa que antes de iniciar la revisión del Convenio 107 en la OIT, la ONU había comenzado a discutir sobre esta Declaración. Ahora bien, ¿por qué discutir durante tantos años el texto de la Declaración, si el Convenio 169 logró ser aprobado en tres años y los Convenios son tratados que de acuerdo con el derecho internacional son de obligatorio cumplimiento para los Estados una vez ratificados o incorporados al ordenamiento nacional a través de una norma y tienen mecanismos para su seguimiento y exigibilidad? En primer lugar, debates tan importantes como la definición de pueblo, la libre determinación, el derecho de veto, el control territorial y de recursos naturales, entre otros, fueron temas discutidos y defendidos por los representantes de los pueblos indígenas y los trabajadores en la revisión del Convenio 107, pero no lograron el reconocimiento esperado. En segundo, lugar la ONU venía observando con mucha preocupación la difícil problemática de los pueblos indígenas generada por su asimilación forzada a la cultura mayoritaria o su desaparición en términos de etnocidio, y partiendo del reconocimiento de su derecho a ser diferentes y el aporte indiscutible de estos a la riqueza y diversidad de los Estados, se comienza a elaborar un instrumento que puede considerarse como un desarrollo inter- cultural de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que busca proteger de acuerdo con sus particularidades y concepciones diferenciadas de la sociedad mayoritaria, sus derechos y libertades fundamentales, que hacen parte de sus reclamaciones históricas, como un desarrollo del artículo 55 de la Carta de la ONU superando las limitaciones que se encontraban en el seno de la OIT. Estas determinaciones adoptadas por la ONU para promover las discusiones, emitir recomendaciones y dotar de mecanismos de protección a los pueblos indígenas de forma diferenciada evidencia la importancia otorgada en los últimos veinte años a las reclamaciones históricas de los pueblos indígenas, las acciones que se han adoptado buscan disminuir los efectos nocivos de la integración económica y social impuesta por los Estados a los pueblos indígenas en desconocimiento de sus formas organizativas, su relación con el territorio, su diversidad cultural, su espiritualidad y su importante contribución a la sociedad mayoritaria. Esta situación es abordada nuevamente en la Declaración y el Programa de Acción de Viena donde les reconoce la dignidad y su aporte al desarrollo y al pluralismo de la sociedad, reiterando la determinación de la comunidad internacional de garantizarles el bienestar económico, social y cultural, y el disfrute de los beneficios de un desarrollo sostenible (1993, p. 20). Al mismo tiempo, se solicita al Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas que complete el proyecto de declaración sobre los derechos de las poblaciones indígenas, y se pide a la Asamblea General de la ONU que se proclame un decenio internacional de las poblaciones indígenas del mundo. Es así como acogiendo esta solicitud se declara dicho decenio entre los años 1995 y 2004 (ONU, Asamblea General, Resolución 48/163, 1995), teniendo como uno de sus principales objetivos la aprobación de la 27 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 miento libre, previo e informado, el control sobre su desarrollo, su territorio y sus recursos naturales. En el marco del primer decenio también se nombra un Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas (Comisión de Derechos Humanos, Resolución 2001/57, 2001) y se estableció el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas con el mandato de examinar temas relativos al desarrollo económico y social, la cultura, el medioambiente, la educación, la salud y los derechos humanos (Consejo Económico y Social, Resolución 2000/22, 2000). La autonomía y la autodeterminación La autonomía es un principio constitutivo de la organización indígena, y es un elemento reivindicativo de cada una de las comunidades originarias en cada país. La autonomía siempre ha sido una necesidad para los pueblos indígenas, cuando se cuenta con identidad, cultura propia y una sociedad muy distinta a los modelos impuestos de desarrollo de la denominada sociedad occidental, cada pueblo posee un La autonomía es un principio constitutivo de la organización indígena, y es un elemento reivindicativo de cada una de las comunidades originarias en cada país. Archivo Cecoin ETNIAS & POLÍTICA Declaración de Derechos de los Pueblos. Terminado este periodo sin lograr dicha aprobación se proclama el Segundo Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas, a partir del 1 de enero de 2005 (ONU, Asamblea General, Resolución 59/174 de 2004), para definir estrategias de cooperación que contribuyan a superar la difícil problemática que afrontan los pueblos y culminar con la aprobación del instrumento internacional, la misma que concluye el 13 de septiembre del 2007 cuando se adopta la Declaración (ONU, Asamblea General, Resolución 61/295, 2007). 28 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos Para el movimiento indígena la autonomía se representa en la capacidad que las comunidades tengan de definir su desarrollo, administrar sus propios asuntos y sus territorios. Entonces, la autonomía empieza por el respeto a sus tierras independientes y a las autoridades que ejercen el poder sobre ellas. La autonomía es necesaria para una organización social que respeta el saber ancestral y que tiene una visión de la existencia del hombre más allá de él, la existencia del hombre en armonía con la naturaleza y con su tierra, preceptos poco comprendidos y que hasta ahora han venido despertando en algunos sectores sociales que se levantan frente al desarrollo antropocéntrico sin límites, ya que la relación hombre-tierra-naturaleza es una triada indisoluble, difícil de gobernar desde miradas libertarias o utilitarias. Por eso reclaman autonomía para continuar haciendo viva la memoria de sus ancestros, para perpetuar su legado, para preservar su sociedad y su cultura milenaria. La autonomía vista desde un gobierno propio implica una jurisdicción. La capacidad propia para que el pueblo administre los asuntos públicos de la comunidad, que delegue a una autoridad para que la administre, la organice políticamente y ejerza control social. Pero el control no es sólo sobre las personas habitantes de la comunidad, el control también se ejerce sobre el territorio: tierras y todo el ecosistema que se encuentre dentro de ellas. La autonomía política y social de una comunidad indígena es representada en el respeto a la libre práctica de su cultura, religión y creencias, en el reconocimiento de su lengua, de una educación basada en los valores ancestrales y con posibilidad de interactuar con las prácticas de la sociedad mayor de forma horizontal, en las garantías a la independen- cia de sus autoridades de las del Estado y de la forma de gobernarse. También es una reivindicación de respeto a sus instituciones sociales, a sus modos de producción económica, a la riqueza natural y a la paternidad de su conocimiento tradicional. Sobre la autonomía del territorio las comunidades indígenas pretenden que el Estado reconozca y garantice la propiedad colectiva y ancestral, permitiendo que la comunidad administre desde su cosmogonía la relación hombre-naturaleza y los recursos que la tierra posea tanto en el suelo como en el subsuelo. En otros términos, que las instituciones de la comunidad sean las autoridades ambientales y de ordenamiento territorial en el espacio que históricamente les pertenece, que organicen la forma de habitar y coexistir en su espacio vital, con todos los elementos integrales de su cosmogonía. El Convenio desarrolla el principio de la autodeterminación de los pueblos tímidamente y sin mencionarlo como tal, con estipulaciones que señalan derechos expresos que materializan este principio: en la autonomía de los territorios, el uso y la educación en la lengua propia, la expresión de su propia cultura, el autogobierno, la práctica de normas propias en sus formas organizativas y de control –en síntesis, jurisdicción propia–, y el derecho a decidir sobre su propio desarrollo y el de los recursos de su territorio, a través de la consulta previa de las autoridades estatales sobre medidas legislativas o administrativas que los afectan directamente. “Reconociendo las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en que viven”. 29 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 sentir colectivo de autogobernarse y de administrar su destino de forma independiente. ETNIAS & POLÍTICA Son varias las disposiciones del Convenio 169 de la OIT que reconocen la autonomía y la autodeterminación de los pueblos indígenas, como en el preámbulo: “Reconociendo las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en que viven”. Pero el propio Convenio 169 trae limitaciones para entender el principio de la “libre determinación” en los términos definidos por diferentes pactos y convenios, por lo menos tal como lo presenta el artículo 1 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el Pidesc.5 En este sentido Lee Swepston señala: “si la libre determinación significa –por lo menos en una parte– la autonomía dentro de las fronteras del Estado, entonces el Convenio 169 es consecuente con todos los grados de autonomía y otras expresiones de la libre-determinación dentro de los Estados existentes (citado por Gómez M. 2006). La reivindicación del derecho a la libre determinación para los pueblos indígenas no va más allá de solicitar el reconocimiento que tienen todos los pueblos del mundo desde la propia Carta de las Naciones Unidas en su artículo 1.2, en virtud de que el reconocimiento como Pueblo ya se ha estipulado tanto en el Convenio como en la Declaración. Contraria a esta reclamación, el Convenio 169 en su artículo 1.3 determinó: “La utilización del término ‘pueblos’ en este Convenio no deberá interpretarse en el sentido de que tenga implicación alguna en lo que atañe a los derechos que puedan conferirse a dicho término en el derecho internacional”. [5] Artículo 1. Todos los pueblos tienen derechos de libre determinación. En virtud de estos derechos establecen su condición política y proveen así mismo su desarrollo económico, social y cultural. El Convenio aparentemente ofrece una gran contradicción al disponer de derechos y mecanismos para garantizar la libre determinación a los pueblos indígenas, como los artículos 6,6 7,7 8.1,8 14,9 1510 [6] Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán: a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente… [7] Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual, y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente… [8] Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho consuetudinario. [9] Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes… [10] 1. Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos. 2. En caso de que pertenezca al Estado la propiedad de los minerales o de los recursos del subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las 30 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Archivo OIA y 16,11 pero al negar que hay una relación entre el concepto de pueblo indígena y libre determinación crea relaciones de subordinación a una sociedad dominante que se autodenomina Estado-nación sobre pueblos que se han resistido a hacer parte de este proyecto de asimilación, creando una desigualdad en el derecho internacional que en la práctica legitima unas relaciones coloniales contemporáneas. La OIT es consciente de que ésta ha sido la reivindicación estructural desde donde emanan los demás contenidos de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. En los debates que se dieron en la Asamblea General de la OIT durante 1988 y 1989, las posturas gubernamentales fueron muy contundentes en defender la integridad del territorio y la unidad del Estado-nación; no obstante, en un manual posterior para el entendimiento del Convenio 169 la OIT manifiesta: Las cuestiones relacionadas con los derechos económicos y sociales están dentro del mandato de la OIT. Por el contrario, la interpretación del concepto político de autodeterminación está fuera de su ámbito de competencia. El Convenio núm. 169, al no establecer ninguna limitación al derecho a la autodeterminación, es compatible con todo instrumento internacional que en el futuro pueda establecerlo o definirlo (Manual de aplicación del Convenio 169). tierras, los gobiernos deberán establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos serían perjudicados, y en qué medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos interesados deberán participar siempre que sea posible en los beneficios que reporten tales actividades, y percibir una indemnización equitativa por cualquier daño que puedan sufrir como resultado de esas actividades. [11] 1. A reserva de lo dispuesto en los párrafos siguientes de este artículo, los pueblos interesados no deberán ser trasladados de las tierras que ocupan. 2. Cuando excepcionalmente el traslado y la reubicación de esos pueblos se consideren necesarios, sólo deberán efectuarse con su consentimiento, dado libremente y con pleno conocimiento de causa. Cuando no pueda obtenerse su consentimiento, el traslado y la reubicación sólo deberá tener lugar al término de procedimientos adecuados establecidos por la legislación nacional, incluidas encuestas públicas, cuando haya lugar, en que los pueblos interesados tengan la posibilidad de estar efectivamente representados... Sin entrar a polemizar sobre esta consideración acerca de los límites al mandato de un convenio de la OIT,12 no podemos desconocer que las discusio- [12] Los miembros gubernamentales de Canadá y Francia consideraron que la utilización del término pueblos podría implicar derechos como la libre determinación que van más allá del campo de aplicación del Convenio 107. 31 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA nes generadas alrededor de la reforma del Convenio 107 plantearon abiertamente las implicaciones de la libre determinación como una amenaza al poder de los Estados-nación, como una negación al pluralismo jurídico, como la afirmación de un proyecto etnocentrista de construcción de nación que discrimina culturalmente a otros pueblos que coexisten en el mismo territorio del Estado. Como decíamos, la integridad territorial del Estado y la hegemonía cultural del mismo han sido principios que los representantes gubernamentales enemigos de la autodeterminación de los pueblos indígenas han defendido por encima de sus reivindicaciones. Pero estos argumentos, aunque mezquinos, no dejan de esconder la realidad de los debates sobre pueblo y libre determinación de comunidades que no tienen el control del Estado, por lo menos en Latinoamérica no existe ningún pueblo indígena que tenga un ánimo independentista o separatista, por el contrario, las organizaciones observan en el Estado a un sujeto garante de sus derechos individuales y colectivos. Esta falsa defensa de la unidad del Estado-nación esconde realmente una intensión de los Estados de no renunciar a la discrecionalidad de disponer de los territorios indígenas para su explotación económica, con o sin el consentimiento de éstos; se solapan así los intereses individuales capitalistas sobre los derechos colectivos reclamados ancestralmente como pueblos, en este sentido: No cabe duda de que una de las razones más poderosas se sitúa en la voluntad de no renunciara al control territorial de zonas ricas en recursos naturales y biodiversidad, especialmente en un momento de desarrollo del capitalismo donde la acumulación de capital se ve amenazada por la insuficiencia de recursos energéticos y el capital financiero necesita conocimientos tradicionales y de las biopatentes (Wilhelmi, 2006, p. 418). Independiente de los debates sobre el ámbito de aplicación del Convenio 169 en materia de libre determinación, o de las justificantes ocultas o reales que poseen los Estados para negarla, algo sí es claro y es que el Convenio 169 no dirimió la cuestión pueblo indígena y derecho a la libre determinación. Por este motivo, durante más de veinte años de discusión de la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas éste fue el punto nodal de debate para llenar de contenidos dicha declaración. Pero a diferencia de la Asamblea General de la OIT, la Asamblea General de la ONU no puede argüir que estos elementos se escapan al ámbito de su competencia. Por eso la Declaración es contundente sobre este asunto, dirimiendo las ambigüedades que al respecto dejó el Convenio 169. La claridad de que la libre determinación de los pueblos indígenas es un derecho colectivo consagrado en la Declaración comienza con el artículo primero. En él la Declaración estipula que “Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como personas, al disfrute pleno de todos los derechos humanos…” A diferencia del Convenio 169, la Declaración plantea no sólo la igualdad de ejercicio de derechos individuales de los indígenas, sino también la igualdad en el ejercicio de los derechos colectivos como pueblos. Y para que no queden dudas, a continuación el artículo 2 refuerza este ámbito de la igualdad de derechos entre personas y pueblos al señalar: “Los pueblos y personas indígenas son libre e iguales a los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus derechos, en particular la fundada en su origen o identidad indígenas”. La Declaración, al no hacer distinción entre pueblos indígenas y pueblos que se reclaman como nuevos espacios para la especulación, como los que acecha en el terreno de las patentes sobre 32 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Nat Nat Iguarán una identidad Estado-nacional, otorga un ejercicio igualitario de derechos, de esta forma un derecho invocado por un Estado nacional también puede ser invocado por un pueblo indígena; así las cosas, la libre determinación de los pueblos indígenas debe ser entendida tal como se expresa en los instrumentos internacionales para cualquier nación. Sin discriminación alguna la libre determinación debe ser entendida para pueblos indígenas tal como aparece en la Carta de la ONU, el PIDCP, el Pidesc, incluso la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales de 1960. No en vano, el artículo 3 de la Declaración, que contiene el derecho a la libre determinación tiene el mismo texto que el artículo 1 de los instrumentos citados. Este derecho a su vez queda reforzado en el artículo 4, en donde se estipula que esa libre determinación va acompañada de la autonomía y el autogobierno, algo que junto a otros artículos refuerza la soberanía de las instituciones sociales y políticas de las comunidades, con exclusión de otras autoridades del Estado que traten de imponer sus decisiones sobre el universo cosmogónico de los pueblos indígenas. Estos criterios de consentimiento libre, previo e informado buscan proteger el derecho a libre determinación de los pueblos indígenas en igualdad de oportunidades a la de cualquier Estado-nación. 33 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA De la consulta previa al consentimiento libre, previo e informado Respecto a la consulta previa a pueblos indígenas debemos tener una primera consideración para los propósitos del presente ensayo, la consulta previa no garantiza el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas. Es apenas obvio, si no hay derecho en consecuencia tampoco existirá un mecanismo idóneo para garantizarlo. Si bien la consulta previa señala unos requisitos para garantizar la autonomía de las comunidades, su carácter no vinculante frente a la decisión de los Estados hace que la protección de la autonomía no llegue hasta la autodeterminación, de esta forma la consulta previa se convierte en un mecanismo de participación especial sin que las comunidades puedan vetar las acciones legislativas y administrativas que las afecten. ¿Y el derecho de veto? “El Convenio no otorga a los pueblos indígenas y tribales el derecho de veto. El Convenio especifica que no debe tomarse ninguna medida contraria al deseo de los pueblos indígenas y tribales, pero esto no significa que en caso de desacuerdo nada puedan hacer” (OIT, 2003). Esto no significa que los Estados puedan omitir la realización de la consulta previa con comunidades con el pretexto de que ésta no tiene un carácter vinculante. Con la ratificación del Convenio todo Estado se obliga a realizar la Consulta antes de la adopción de cualquier medida administrativa o legislativa que los derechos contenidos en este instrumento internacional “constituyen normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo” afecte a pueblos indígenas. En materia territorial es esencial para la utilización de los recursos minerales y en general del subsuelo, en especial en aquellos Estados en donde éstos son propietarios de esos recursos. En materia de recursos naturales renovables, la consulta se hace más compleja, ya que el Convenio y la mayoría de las legislaciones nacionales proclaman la propiedad privada y excluyente de los mismos, por eso, en estos casos, la consulta previa tiene más elementos de consenso, o sea la búsqueda del consentimiento de las comunidades en los términos del artículo 15. En el único caso que el Convenio prevé un consentimiento libre e informado es cuando se presente un traslado de una comunidad del territorio que ocupan, aunque este evento también es matizado con un lenguaje ambiguo ya que plantea “cuando no pueda obtenerse su consentimiento”, otorgando alternativas compensatorias que en todo caso evaden la libre determinación. La virtud de la consulta previa del Convenio 169 consiste en que si bien no está reglamentada, dispone de una serie de criterios para que el ejercicio del derecho se dé efectivamente. Un gran número de acciones judiciales dentro del derecho interno y otras a la luz del derecho internacional han prosperado a favor de comunidades indígenas por el procedimiento adoptado para la realización de la consulta o por no realizarla. Con ello se garantiza que la participación sea efectiva, con buena información, previa y reduciendo las posibilidades de engaño por parte de las entidades públicas o las empresas privadas que tienen intereses en territorios de pueblos indígenas. El artículo 6 del Convenio especifica los criterios para que un procedimiento de consulta respete los derechos autonómicos de los pueblos indígenas, estos criterios se pueden sintetizar, según las recomendaciones de OIT, de la siguiente manera: 1. Siente criterios de representatividad. 34 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos 3. Determine un mecanismo de consulta que se adecue en el método utilizado con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las medidas propuestas, independientemente de que esto se logre o no. 4. Tenga en cuenta, al determinar los mecanismos de consulta, los valores, concepciones, tiempos, sistemas de referencia e incluso formas de concebir la consulta de los pueblos indígenas (Gómez, 2006, p. 149). El manual para la interpretación del Convenio 169 publicado por la OIT en el año 2003, complementa estos criterios planteando que la consulta debe ser de buena fe, respetado intereses, valores y necesidades de los pueblos indígenas. Con las instituciones, autoridades y espacios que sean representativos para los pueblos y las comunidades. Con unos procedimientos adecuados y acordes a las circunstancia y las características de los individuos a los que va dirigida. Y reconociendo un verdadero poder de negociación, entendida como la defensa de los derechos por parte de las comunidades. La Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas no desconoce estos principios sobre la consulta, por el contrario, los acoge pero genera nuevos criterios explícitos que hacen que la consulta se convierta en un derecho efectivo de veto sobre las acciones legislativas y administrativas que comprometan sus derechos y sus territorios. Estos criterios de consentimiento libre, previo e informado buscan proteger el derecho a libre determinación de los pueblos indígenas en igualdad de oportunidades a la de cualquier Estado-nación. La diferencia estriba en que este procedimiento se hace para la protec- ción de derechos colectivos de pueblos que hacen parte de un Estado y las relaciones con el mismo son desiguales. La consulta del Convenio 169 en principio denota una pregunta cuyo procedimiento debe ser de buena fe y transparente, dirigida a las autoridades o instituciones que por tradición o pacto representan a los pueblos, pero cuya respuesta puede ser sí o no, sin condicionar la decisión final. Por el contrario, el consentimiento implica que la respuesta debe ser sí, presentándose unanimidad en la decisión, es el acuerdo que se espera después de una negociación entre pares. Precisamente este mecanismo busca generar un escenario de igualdad entre partes cuyas relaciones de poder son absolutamente asimétricas; de esta manera, el poder omnipotente del Estado se reduce a la esfera transparente de la persuasión o del convencimiento de un beneficio recíproco. El consentimiento debe ser libre, esto significa que además de ser de buena fe debe estar exento de constreñimiento, engaño o cualquier medio de fuerza que coloque a las comunidades indígenas en una situación desfavorable para poder negociar sus puntos de vista de cara al consenso. Debe ser previo, antes de adoptar las medidas o incluso antes de iniciar cualquier tipo de proceso preparatorio a la acción. Por ejemplo, en el caso de medidas sobre extracción de recursos del subsuelo, el consentimiento debe darse mucho antes de la prospección o exploración, prácticamente en el momento en que el Estado decida colocar los pies en el territorio indígena. Debe ser informado, debiéndosele claramente transmitir a la comunidad a través de los medios adecuados para que ésta comprenda lo que se va hacer, cómo se va hacer, en dónde, con quiénes, los resultados y las utilidades que se esperan, los beneficios y beneficiarios, y los impactos que debe soportar la comunidad. 35 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 2. Tome en cuenta –en la medida de lo posible– las propuestas de los reclamantes en cuanto a las características que ha de tener una consulta para ser efectiva. ETNIAS & POLÍTICA A diferencia del Convenio, la Declaración prevé que en caso de que no se agote el procedimiento de consentimiento con estos criterios, el Estado se ve en la obligación de reparar y resarcir los derechos a los pueblos o comunidades afectadas. Otro asunto particular que llama la atención de la Declaración es que señala taxativamente los derechos que son objeto de consentimiento libre, previo e informado a lo largo de todo el texto. Estos son: para ser desplazados de sus tierras o territorios (art. 10); para privarlos de sus bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales (art. 11.2); para la adopción de decisiones en las cuestiones que afecten sus derechos y antes de aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten (arts. 18 y 19); cuando se pretendan almacenar o eliminar materiales peligrosos en sus territorios (art. 29.2); antes de desarrollar actividades militares en sus territorios (art. 30); para aprobar cualquier proyecto que afecte sus territorios, entre los que se cuentan los relativos al desarrollo y explotación de recursos naturales (art. 32) Discusiones frente al carácter vinculante de las declaraciones de la ONU Las Declaraciones son adoptadas a través de resoluciones de la ONU, y reciben ese nombre para resaltar la importancia de su contenido. Pero el hecho de que se dicten a través de Resoluciones ha propiciado diversas posiciones de los estudiosos para negar o aceptar las obligaciones de los Estados de cumplir dichos preceptos (Ponce, 2001-2002, pp. 253-279), lo cual tiene relevancia al momento de exigir los derechos ante tribunales nacionales e internacionales, o buscar la solidaridad de otros Estados para presionar el acatamiento del derecho internacional. En primer lugar, hay quienes consideran que al tener las resoluciones un carácter facultativo emanado de la Carta de Naciones Unidas, sus contenidos serán principios o sugerencias para los Estados: “es prioritariamente un producto ideológico propiciado por aquellos que pretenden otorgar obligatoriedad a ciertas resoluciones de la ONU” (Barberis, 1990, p. 495) negando tajantemente su carácter obligatorio o vinculante. Otros reconocen la importancia jurídica de las Declaraciones pero no se pronuncian frente a su carácter vinculante (Roldán, 1996, p. 101). La reconocen como una ley imperfecta ya que son declaración de principios que no contempla una sanción a los Estados que la incumplan (Bernard, 1991, p. 31). Un tercer grupo le reconoce su obligatoriedad jurídica porque consideran que sus contenidos hacen parte de la costumbre internacional, o son una interpretación autorizada de la Carta de la ONU a la que la comunidad internacional le otorga fuerza vinculante, o también pueden ser principios generales o fundamentales del ordenamiento internacional. Finalmente, algunos doctrinantes consideran que las Declaraciones hacen parte del derecho de gentes o ius cogens, tienen como principal fuente la costumbre o el derecho consuetudinario (Sanjosé, 1992, pp. 19 y 20), y se definen como una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados que no admite acuerdo en contrario y sólo puede ser modificada por una norma posterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter (Convención de Viena, 1993, artículo 53). La Declaración de los Pueblos y el Derecho de Gentes De las discusiones recogidas es posible apreciar que aún no existe una norma internacional que niegue o reconozca taxativamente el carácter vinculante de las Declaraciones de la ONU. Partiendo de este 36 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Archivo OIA postulado adoptaremos las posiciones que consideramos más ajustadas al derecho ihnternacional de los derechos humanos para analizar su aplicación en el contexto colombiano. La Declaración de Derechos de los Pueblos fue aprobada luego de 22 años de discusiones permanentes que lograron el consenso mayoritario en la Asamblea General con el voto favorable de 143 países, solo 4 países en contra y 11 abstenciones, entre los que se cuenta Colombia como el único país latinoamericano que no votó a favor de la Declaración. Esta incuestionable mayoría, generada a través de consensos en el marco de dos decenios de los pueblos indígenas, unida a las innumerables discusiones al respecto y los pronunciamientos de la ONU en defensa de sus derechos desde una perspectiva di- ferenciada, dan a entender que su contenido puede ser el de una “norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados”. Refuerza esta posición el hecho de que el ius cogens “surge de la vivencia de ciertos valores esencialmente humanos y universales, cuyo respeto y vigencia se estima como algo absolutamente necesario a la vida y subsistencia de la comunidad” (Gómez, 2003, p. 78). Es innegable que los derechos contenidos en este instrumento internacional “constituyen normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo” (Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas, artículo 43). En este sentido, la doctrina coincide en reconocer la libre determinación de los pueblos como uno de los 37 Editorial Puntos de vista [ Alejandra García, Carlos Zapata ] Indígenas de América Actualidad Documentos Archivo Cecoin ETNIAS & POLÍTICA desarrollos más importantes del derecho de gentes y, como ya dijimos, el artículo 3 de la Declaración establece el derecho de todos los pueblos indígenas a la libre determinación para ser ejercido de conformidad con el derecho internacional contenido en instrumentos como la Carta de la ONU, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, así como la Declaración y el Programa de Acción de Viena, a los cuales se les reconoce pleno carácter vinculante. En segundo lugar, es importante retomar la tesis de su obligatoriedad en virtud de ser un desarrollo de los artículos 55 y 56 de Carta de la ONU, donde los Estados se comprometen a “promover el respeto universal de los derechos humanos y de las liberta- des fundamentales”. Si tenemos en cuenta que tales derechos vienen siendo consagrados progresivamente en normas internacionales a medida que se considera pertinente por los Estados, es necesario considerar que los derechos humanos no son limitados, por el contrario, tienden a aumentar. El primer instrumento que se considera un desarrollo de la Carta de la ONU es la Declaración Universal de los Derechos Humanos; si bien esta contempla la igualdad, la dignidad y la no discriminación como piedras angulares, no hay un desarrollo específico referente a los derechos de los pueblos indígenas, por el contrario, sus definiciones y contenidos parten de una construcción occidental. Las discusiones de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos permitieron una partici- 38 Editorial Puntos de vista Indígenas de América [ Pueblos, Autonomía y Libre Determinación ] Actualidad Documentos En este orden de ideas consideramos que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos hace parte del derecho de gentes o ius cogens, no sólo desde el desarrollo consuetudinario, es también un desarrollo de la Carta de la ONU siendo jurídicamente obligatoria incluso para el Estado colombiano que se abstuvo de votarla. Será una tarea de los Estados comenzar con su aplicación, de la ONU promover su cumplimiento, y de los tribunales nacionales e internacionales garantizar coactivamente su observancia. Bernard, B. (1991). Manual de Introducción al Derecho. Venezuela: Instituto de Filosofía del Derecho. Comisión del Convenio Num. 107 (1988). Conferencia internacional del trabajo. Informe de septuagésimas quinta reunión. Ginebra. 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Se quiere con ellas alimentar los debates de la “escuela de formación interétnica para la resolución de conflictos”, que adelanta Jenzera con poblaciones negras, indígenas y campesinas del Pacífico. Ante todo aspiran a que los excluidos de ayer y de hoy unan sus voluntades, propósitos y compromisos con un cambio social y cultural que, como decía Saint-Just, “sólo puede ser frenado cuando se alcance la felicidad”. El antropólogo Leslie White acostumbraba a decir que las teorías antropológicas a menudo nos decían más sobre los antropólogos que sobre la materia objeto de su estudio. Decía también que dependiendo de la teoría del antropólogo, el objeto de estudio cambiaba no sólo de forma, sino también de esencia a los ojos del observador. De esta manera relativistas, culturalistas, evolucionistas, funcionalistas, estructuralistas y marxistas, ofrecían diferentes interpretaciones sobre su objeto de estudio. Estas diferencias conceptuales, habituales en la antropología, no hubieran tenido un efecto pernicioso en nuestro medio, si las ideas que llegaban a nuestras tierras hubieran encon- Carlos Gómez Ariza [1] En este texto la noción de cultura se emplea, en un sentido antropológico, como el conjunto de procesos simbólicos y espirituales, a través de los cuales se comprende, reproduce y se transforma la estructura social. Incluye por tanto todos los procesos de producción de sentido y significación, y las formas de vivir, pensar y percibir la vida cotidiana. La frivolidad de muchos antropólogos, y el dogmatismo de nuestra formación eclesiástica, junto a una ausencia de categorías críticas que orientaran la acción indigenista, abonaron el terreno para que echaran raíces toda suerte de ideas, corrientes del pensamiento y teorías sociales, que una vez tocaban tierras americanas se convertían en doctrinas que había que defender, difundir y aplicar. Si la realidad no estaba sintonizada y se ajustaba a la interpretación, la que llevaba del bulto era la realidad, que a menudo terminaba siendo un mero adorno de la teoría. Un ejemplo de ello lo tenemos en la ya legendaria teoría de las “nacionalidades indígenas” que nos llegó de México, un país donde existen pueblos indígenas preponderantes en varias regiones por su peso poblacional y sus logros culturales y políticos. Aquí algunos epígonos colombianos se dieron a la brega de aplicarla, imaginando este país dividido en un igual número de naciones, según las etnias indígenas existentes. Les faltó a estos antropólogos observadores la lógica pragmática del economista y matemático León Walras, que recomendaba que antes de aplicar el teorema de Pitágoras había que verificar que se tratara de un triángulo rectángulo. Aplicaron la fórmula mexicana de las nacionalidades, sin mirar el contexto colombiano y, de paso, creando cismas en el na- ciente movimiento indígena caucano. En México, el planteamiento de las “nacionalidades indígenas” surgió como respuesta a las pretensiones del Estado mexicano de disolver a los pueblos indígenas, asimilándolos e integrándolos a la sociedad mexicana. Un contexto político muy particular, diferente al de Colombia, en donde los indígenas, juntándose al movimiento campesino, comenzaban a recuperar las tierras de sus ancestros y estaban muy lejos de imaginarse que sus luchas conducían a crear las naciones páez, guambiana, embera, wayuu, etc. Cuando los indígenas, los así llamados “objetos de estudio”, hastiados de ser observados, interpretados y definidos, se “vuelven desobedientes”, exigen ser tenidos en cuenta, reclaman su propia definición, y aspiran a ser sujetos de su propio desarrollo, comienza a cambiar el panorama. “Con la irrupción del otro en la escena” (Humberto Eco) se renueva el lenguaje y toman cuerpo los conceptos de “autonomía”, “desarrollo propio”, “multietnicidad” e “interculturalidad”. Hasta entonces, la “conciencia posible” (Lucien Goldmann) para concebir los nuevos Estados que se estaban formando en América era el Estadonación que surgía en Francia con Napoleón, en Italia con Garibaldi y en Alemania con Bismarck. El Estado unitario y la nación homogénea fueron hasta la década de los ochenta el ideal de las repúblicas latinoamericanas. Ahora las cosas han cambiado, y la cuestión étnica se ha tornado en uno de los más importantes y complejos desafíos socio-políticos para el Estado y para la nación colombiana. Pero hasta ese entonces había transcurrido mucha historia. Efraín Jaramillo Jaramillo Antropólogo, investigador y analista del Colectivo Jenzerá Junio de 2008 trado mentes abiertas y creativas, pero también ambientes intelectuales críticos, que hubieran examinado los contextos históricos y sociopolíticos en que fueron concebidas, antes de aplicarlas. De haber observado esto, no hubiéramos sido escolásticos ni librecambistas, no compraríamos modelos de desarrollo, sino que desarrollaríamos los propios, acordes con nuestra realidad y necesidades. ETNIAS & POLÍTICA Los intelectuales más destacados que habían venido pensando la nación homogénea, habían identificado en el mestizaje racial la fórmula ideal para su construcción. El argumento central era que por medio del mestizaje se superarían por un lado las deficiencias de indios y negros –considerados pobres de juicio y de imaginación– para formar una sociedad y pensar una nación. De otro lado, se superarían también las limitaciones de los europeos –considerados los más inteligentes y más capaces– para adaptarse a climas y medios geográficos catalogados como hostiles. De este mestizaje, que José de Vasconcelos calificaría de “fecundo”, emergería entonces un hombre nuevo que superaría las incapacidades y limitaciones fundadas en el color de la piel, la raza y el medioambiente geográfico. Es con Simón Bolívar, hijo de la Ilustración y de la Revolución Francesa, que la idea del mestizaje como solución para la nación homogénea pierde vigor en la llamada Gran Colombia. Aunque Bolívar era también de la idea de que la nación debía ser homogénea, aspiraba sin embargo a que se superaran las diferencias étnicas, construyendo una identidad nacional, ya no a partir de la asimilación racial, sino a partir de la adaptación de todos los individuos a una cultura política “cívica”, más amplia, donde las lealtades étnicas, culturales y religiosas no fueran la base de la identidad nacional, pues se estaría manteniendo abierto el espacio para reventar en Cuando Bolívar define a los españoles como “usurpadores”, y a los indígenas como “legítimos propietarios”, implícitamente está delineando la tarea que le corresponde a los criollos que están en medio: quitarles la tierra a los usurpadores y devolvérsela a sus legítimos propietarios. pedazos a la naciente nación. Se trataría entonces de una especie de patriotismo basado en la noción de “ciudadano”, que para Bolívar sería la forma ideal de compaginar la pluralidad étnica y cultural con un orden social representado en un Estado.” Según Bolívar, la condición de ciudadano solo la adquirían los hombres en libertad. Esta idea la tomó de Rousseau, quien argumentaba que dentro de la esclavitud, los esclavos pierden todas sus facultades y llegaban incluso a amar la esclavitud. “El alma de un siervo [dice Bolívar al referirse al Perú] rara vez alcanza a apreciar la sana libertad, se enfurece en los tumultos o se humilla en las cadenas” (Carta de Jamaica, 1815). Su ya célebre frase para definir los estamentos de la sociedad, que recién se independizaba del poder colonial, es de un significado proverbial. Decía Bolívar sobre los criollos (hijos de españoles nacidos en América) que, “no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles” (Carta de Jamaica 1815). Cuando Bolívar define a los españoles como “usurpadores”, y a los indígenas como “legítimos propietarios”, implícitamente está delineando la tarea que le corresponde a los criollos que están en medio: quitarles la tierra a los usurpadores y devolvérsela a sus legítimos propietarios. Era la única vía para convertir a los indios en ciudadanos. Aquí Bolívar está enunciando en su propia historia, como criollo que era, la causa de los aborígenes. Este planteamiento de Bolívar nos remite al problema central, aún no resuelto, sobre la formación de nuestra nacionalidad: que para hacerla realidad la población indígena y negra debía adquirir la ciudadanía, es decir, debía tener la capacidad para ejercer sus derechos. Si los criollos, una vez culminadas con éxito las guerras de la independencia, no restablecían estos derechos, significaba simple y llanamente que se 42 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Carlos Gómez Ariza había cambiado de amos y señores, pero persistía el “derecho de conquista”, impuesto por los españoles. La apropiación que había hecho Bolívar de la causa de los negros y de los pueblos originarios no hizo escuela en América, pues eran más fuertes los poderes de la clase criolla emergente, que se beneficiaba de las tierras y los bienes arrebatados a los españoles. Repudiado por los criollos, y después de sobrevivir a dos atentados, Bolívar marchó al exilio. Murió en Santa Marta. Otro prócer americano de la Independencia, José Gervasio Artigas, buscó refugió en Paraguay, “acompañado sólo por su guardia personal de 250 lanceros, hombres y mujeres, todos negros y entre ellos Ansina, compañero de Artigas, hasta la muerte” (Rosero, 2003). No le perdonaron los criollos a Artigas que a su paso victorioso fuera liberando esclavos. Los Camba Cua (cabecitas negras en guaraní) son hoy sus descendientes. Carlos Rosero nos recuerda que en una de las acciones para repeler los muchos intentos por terminar de despojarlos de las últimas tierras que les quedan, de las que les fueron asignadas en el siglo XIX, colocaron sus banderas de barras horizontales azules y blancas sobre sus casas, entonaron el himno de la República Oriental del Uruguay y se negaron a ser tratados, en esta tierra a la que llegaron por leales, distinto a lo que eran: invitados de honor (Rosero, 2003). La negación de los derechos y las ideas sobre la desigualdad de los hombres2 La historia de Colombia es, desde sus orígenes, una historia de negaciones. Los españoles le negaron la humanidad a los indios: “homúnculos”, como fue- [2] Para una lectura completa de estas ideas, ver el excelente texto del historiador mexicano Silvio Zavala (1963), texto del cual se extraen la mayor parte de las ideas y citas de este artículo. 43 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Una Iglesia al servicio de la corona española también hizo parte de las corrientes que les negaban identidades particulares a aquellos que tenían otras creencias. A finales del siglo XIII, el canonista y santo católico Gregorio, llamado “El Ostiense”, fijó doctrina al afirmar que el Papa, como representante de Cristo en la Tierra, tenía potestad no solamente sobre el mundo cristiano, sino sobre el de los infieles. Años después, en el siglo XIV, Johann Wycliffe continuaría desarrollando la doctrina y afirma que “la falta de gracia del hombre injusto que vive en pecado mortal, hace que carezca de dominio propio”. Los derechos de los impíos podían entonces Las elites criollas vieron a los indios y negros como un obstáculo para el progreso y la civilización Carlos Gómez Ariza ETNIAS & POLÍTICA ron llamados, no tendrían derechos ni capacidad de gobierno. Posteriormente, a miles de africanos les fueron negadas sus vidas y libertades por medio de la esclavitud. No obstante, había algo común en estas negaciones: eran llevadas a cabo por pueblos que renegaban de sus orígenes culturales judíos y mozárabes. En estas ideas se fundamentaría la esclavitud y servidumbre a que fueron condenados aborígenes y negros. Pero esta negación la extendieron a todo lo que fuera de América. Por el sólo hecho de nacer en ella se era ciudadano de segunda clase, y al menosprecio por sus habitantes se unió el menosprecio por su flora, su fauna y sus territorios. Con el paso de los siglos, y de muchas luchas al interior de la Iglesia, se le reconoció la humanidad a la población aborigen, y con Alexander von Humboldt se reconoció que la naturaleza de América, su flora y su fauna no tenían nada que envidiarle a las europeas. No obstante perdura en muchas mentes la idea de que las culturas y los territorios indígenas no tienen un valor en sí mismos. 44 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos La Iglesia se uniría siglos después a la cruzada por la homogeneización de la sociedad: todos somos iguales a los ojos de Dios4 Pero para llevar a cabo esta empresa, y poder realizar la comunión y hermandad de todos los hombres en Cristo,5 buscaron definir, como lo haría cualquier antropólogo, su objeto de estudio. Y allí de nuevo fue Troya, pues encontraron con que además de tener alma, los aborígenes tenían también sus propias creencias y maneras de entender el mundo, que diferían sustancialmente de la religión de Cristo. Pero hay iglesias de iglesias. Las más retardatarias todavía hablan de paganismo y de superstición de pueblos sumidos en la oscuridad para referirse a aquellas culturas que no siguen el Evangelio. Las más progresistas hablan de que se encuentran en un proceso de diálogo intercultural, pero pobres son [3] Uno de los más destacados personajes de la Iglesia, que se abanderó de la causa de los indios, fue fray Bartolomé de las Casas. Decía De las Casas que dentro de los infieles había reyes y señores que por su dignidad recibían de la naturaleza el “Don de Gentes”. [4] Ya San Agustín en el siglo IV habla de la hermandad de todos los hombres, y no únicamente ante Dios (en el sentido abstracto del alma), sino aquí en la tierra. [5] Todos los hombres estamos llamados a una vida común en Cristo, ante el cual todos somos iguales. sus ejecutorias, debido a ese arrogante y a la vez paternalista talante que asumen, pues consideran que sus creencias son superiores. La independencia de España no significó que la nueva República asumiera su rostro negro o indio. Por el contrario, las elites criollas vieron a indios y a negros como rezagos de un pasado que había que superar, pues eran un obstáculo para el progreso y la civilización de Colombia. Abrazando la corriente en boga del liberalismo económico, y usurpando el término de “liberal” –que en su sentido histórico significa ser generoso, humanista, pródigo, altruista y desprendido– les negaron a indios y a negros los rasgos étnicos distintivos de sus identidades. Paradójicamente esta negación se hacía en nombre de “la libertad y la igualdad de todos los hombres”. La cara bondadosa de la Iglesia, y el sentido igualitario de las doctrinas liberales, no han logrado superar el racismo manifiesto en la sociedad colombiana. No hay mejor indicio para ver la inocuidad de sus acciones en busca de la igualdad que predican, que los hechos que bien entrado el siglo XX todavía sucedían en el país: en los Llanos Orientales de Colombia se cazaba a los cuibas, indígenas nómadas de las llanuras. En aquella región, a esta práctica se la denominaba “cuibiar”. Aún hay educadores que reprenden a niños indígenas por no mostrar una buena disposición para aprender el castellano. Y hace pocos años, un conocido representante del partido liberal manifestaba que la raíz de todos los males de los pueblos indígenas era su persistencia en lo colectivo y comunitario, refiriéndose a las formas de concebir la tenencia de la tierra, el trabajo y la distribución de bienes. Decía este personaje, que los indígenas vivían bajo “sistemas anacrónicos”, en un mundo donde precisamente los sistemas colectivos del Este se derrumbaban. Recomendaba, entonces, para guiar a los indígenas por la senda del progreso, 45 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 ser trasladados, “en derecho y por justa causa”, a los cristianos. Esta doctrina que se emplea en la guerra contra los moros, durante la reconquista española, es trasladada a América. De esta forma, la condición religiosa se convierte en el pilar del dominio de los conquistadores católicos sobre los indios infieles y fundamenta el “derecho de conquista” de España. Intentos que se dieron para defender los derechos de los así llamados infieles, sólo fructificarían muchos años después, cuando una corriente humanista comenzó a gestarse en el mundo cristiano.3 ETNIAS & POLÍTICA abolir los resguardos y ponerlos a disposición de la iniciativa privada. Para la izquierda tradicional, más doctrinaria, menos marxista, la problemática étnica ha sido catalogada como una “contradicción secundaria”. Las demandas de aquellos pueblos y grupos que reclaman autonomías, exaltan órdenes comunitarios y decisiones colectivas, no merecen atención, pues estos intereses particulares obstaculizan la unidad del pueblo. Sólo fusionando todas las expresiones sociales, políticas y culturales se puede converger en un movimiento para superar el escollo del Estado capitalista. Semejante a la homogeneidad que nos plantea la Iglesia al hermanarnos en Cristo, aquí seríamos todos iguales, hermanos de clase. Existe en ambas doctrinas una manifiesta discapacidad para pensar las nuevas realidades de nuestro tiempo, en especial las que irrumpen en la escena política con movimientos sociales generados por demandas étnicas y de género. Estas posiciones a menudo son difíciles de visualizar, debido a la usual retórica de las organizaciones y los partidos, que incorporan en sus discursos las demandas de negros e indígenas como una manifestación de su solidaridad con estos pueblos, pero sin asumir (la mayoría de las veces sin entender), las implicaciones que tienen para su propia práctica tales manifestaciones de apoyo y solidaridad. La historia de Colombia es, desde sus orígenes, una historia de negaciones. indios y negros tendrían que esperar más de un siglo de vida republicana para que el Estado buscara conciliar sus intereses con estos pueblos, al definir el carácter multiétnico y pluricultural de la nación. Estos desconocimientos y negaciones que hemos enunciado aparecerían como actitudes caprichosas, si no hubieran estado orientadas fundamentalmente a despojar a estos pueblos de la potestad que tienen sobre los territorios y los recursos, que es lo que realmente les ha interesado a los conquistadores y colonizadores de ayer y de hoy. Ahora podemos entender por qué indios y negros tendrían que esperar más de un siglo de vida republicana para que con la Constitución Política de Colombia de 1991, el Estado buscara conciliar sus intereses con estos pueblos, al definir el carácter multiétnico y pluricultural de la nación. También podemos entender la intransigencia que encontraron en la sociedad cuando comenzaron a plantear la multietnicidad de la nación: un año antes de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, y para prepararse a lo que sería la celebración oficial de los “quinientos años del descubrimiento de América”, indígenas y colaboradores de sus luchas iniciaron lo que se llamó la “Campaña de autodescubrimiento de nuestra América”, precisamente buscando que se entendiera la multietnicidad y la riqueza que esto significaba para el país. No obstante esta campaña de sensibilización, los candidatos negros no recibieron el apoyo esperado, y en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente no obtuvieron ningún escaño. Y los indios, solo debido al reconocimiento de sus luchas y sus esfuerzos organizativos lograron dos puestos. Un tercer puesto lo obtendría el desmovilizado movimiento armado Quintín Lame. A partir del V centenario en 1992, la mayoría de los países latinoamericanos comenzaron a reconocer constitucionalmente el carácter multiétnico de sus sociedades. Esto fue un logro de las luchas de los pueblos indígenas y negros, pero también se debe a dos hechos coyunturales: después de quinientos 46 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 años los gobiernos no quisieron cargar con la lápida de haberse opuesto a una renovación de los ordenamientos legales en favor de los indígenas, de acuerdo con las recomendaciones de muchas entidades nacionales e internacionales que trabajan en el campo de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos indígenas de todo el mundo. El otro hecho es que a partir de la década de los noventa comienzan a desplomarse regímenes centralistas y autoritarios, a la vez que surgen aspiraciones étnicas que se creía eran cosas del pasado. Esta tendencia que observamos a nivel mundial, influenció a muchos gobiernos para reconocer, aunque fuera en el papel, derechos fundamentales a los pueblos indígenas. A pesar de este reconocimiento general a nivel latinoamericano, ningún Estado, con excepción de las actuales Bolivia y Ecuador, ha mostrado voluntad política para eliminar las condiciones económicas, políticas y culturales que excluyen y marginan a los pueblos indígenas y negros. En algunas regiones de Colombia (principalmente en el Cauca), pero ante todo en el sur de México (Chiapas), han sido los propios pueblos indígenas los que con sus movilizaciones han presionado –con logros limitados– para que se pongan en práctica los derechos reconocidos en sus constituciones políticas. Plantearse la cuestión de la pluriculturalidad supone preguntarse por el fundamento de toda convivencia humana, por los horizontes en que las comunidades y los individuos se la imaginan, por los elementos que abarca esa convivencia, por los contenidos que aceptan de otras culturas, o aquellos de los cuales tienen que despojarse para hacerla viable, y por la manera como los pueblos van identificando a otros Carlos Gómez Ariza Las luchas por el reconocimiento de los pueblos indígenas y negros, y la búsqueda de la convivencia intercultural como fundamento de la nación pluriétnica 47 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA pueblos como iguales a pesar de sus diferencias, desigualdades, inconexiones y uso de símbolos distintos para expresar problemáticas semejantes. Lo primero que deducimos del rápido recuento histórico que hemos hecho sobre las formas de concebir la nación y los caminos para hacerla realidad en países pluriétnicos, es que sin el reconocimiento y la restitución de derechos históricos usurpados no es posible hablar de sujetos con capacidad para decidir sobre sus vidas y pensar su futuro. Lo segundo es que sin sujetos con derechos restablecidos y sin apremios económicos y sociales que coarten o restrinjan sus voluntades, no es posible entablar un diálogo intercultural que conduzca a la formación de una nación pluriétnica. En tercer lugar, podemos afirmar que el legado cultural e institucional que heredamos de los pueblos ibéricos impidió que se desarrollaran corrientes propias del pensamiento más acordes con nuestras realidades. El absolutismo, que en América condujo al caudillismo, negaría cualquier forma de democracia, y la unión entre Iglesia y Estado conduciría a formas dogmáticas del ejercicio del poder. En cuarto lugar podemos concluir que la imagen de una América mestiza, no obstante haber tenido tantos seguidores y haber sido el ideal de muchos políticos, escritores y artistas de la talla de Bolívar, José Martí, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, los muralistas mexicanos David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, aquí en Colombia no prosperó, salvo en algunos murales de Pedro Nel Gómez. Y no prosperó porque las elites colombianas, después de la muerte de Bolívar y la disgregación de la Gran Colombia, comenzarían a pensar la nación a partir del componente blanco europeo, alrededor del cual debía girar el ideario de la nacionalidad. Se impuso la idea de que en la diversidad cultural y regional estaba el principal obstáculo para la independencia y, por supuesto, la construcción de la identidad nacional. Y se desechó el argumento de que no es negando la diversidad, sino exactamente al revés, reconociéndola y afirmándola, donde debemos encontrar las bases para la constitución de la nación. Ya para finales del siglo XIX las elites, tanto liberales como conservadoras, no miraban con buenos ojos la existencia de regiones organizando su vida económica y política de manera diferenciada, obedeciendo a particulares patrones sociales, geográficos y culturales, al margen de los lineamientos que para construir el Estado-nación venían emitiendo los centros de poder político que se conformaban en el país. El antropólogo Armando Moreno Sandoval (1998), en un texto sobre el tema que venimos tratando, presenta el pensamiento de un ilustre intelectual de la época: en 1861 José María Samper (intelectual, político y militar colombiano), señalaba en su “Ensayo sobre las revoluciones” los contrastes y la diversidad de la sociedad de aquel entonces (...). Colombia a mediados del siglo XIX ya había logrado consolidar diferentes enclaves con cierta singularidad regional y étnica, que le servirían a la elite intelectual y política para marcar los contrastes entre las diferentes regiones y donde los rasgos raciales serían decisivos para definir su componente cultural. Pero estas regiones que se conformaban a partir de rasgos étnicos, iban en contravía del poder centralista que estaban construyendo las elites, ya que argumentaban que ésta era la forma más expedita para la desintegración de la naciente República. La integración de la nación se había erigido como paradigma y objetivo principal de las elites. Es así como la construcción de una cultura nacional, de una 48 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Carlos Gómez Ariza Y continuaba: colombianidad, se convierte en el principal proyecto político de estas elites. Todo lo diferente se ve como estorbo. Las culturas indígenas son catalogadas como “rezagos del pasado”, sus defensores como “apóstoles del regreso”. De la misma manera, pero profundizando y especificando cómo debía ser el fundamento de la nacionalidad colombiana, piensa el geógrafo y cartógrafo Francisco Javier Vergara y Velasco. La geografía fue la disciplina que empleó para conocer el país, sus ríos, mares, selvas y montañas. Pero también para identificar a las poblaciones, sus prácticas agropecuarias, los sistemas de intercambio comercial entre las regiones y, ante todo, su historia y sus culturas. Este pionero comenzó en 1901 a presentar una nueva geografía del país y a delinear lo que podría ser “la Patria”. De él nos dice Moreno Sandoval que: reflexionando que lo colombiano no podía representarse en la diversidad étnica y pre- En Colombia, salvo el barniz de la característica española, ardiente e impresionante, exagerada a veces por el clima, o la de indios y negros, no hay tipo en verdad nacional; pero sí existen tipos locales que tienden a acentuarse divergiendo más y más, y ¡hay de la patria si todos los hombres entendidos no ayudan a combatir sin tregua y con esfuerzo grande tales tendencias!6 Moreno concluye que Vergara y Velasco “al no encontrar en el mestizaje su tipo nacional, se quejaba de que el mestizaje se estaba imponiendo en el país”. De esta forma, Vergara y Velasco manifiesta la idea de que lo colombiano debía identificarse con el componente blanco europeo7 . Pero al encomio de lo blanco como elemento constitutivo de la nacionalidad, las elites gobernantes unen las ideas de progreso y desarrollo económico, sin las cuales no sería posible encauzar un proceso civilizador que superara los estados de pobreza, ignorancia y violencia8 . En lo corrido de la mitad [6] Moreno Sandoval toma estas citas de Jorge Orlando Melo (1990). [7] Como lo refleja este estribillo de la época: “Los blancos/ somos los buenos,/ los blancos/ ni más ni menos”. [8] Que estas ideas harían escuela nos lo señala la Ley 114 de diciembre 1922, “sobre inmigración y colonias agrícolas”, que en su artículo 1 dice: “Con el fin de propender al desarrollo económico e intelectual del 49 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 gonando a la vez su visión integradora, se preguntaba: ‘¿Será pues raro que en Colombia no exista aún pueblo colombiano, ni lo haya todavía en muchos años, si no se combaten las ideas separatistas y el lugareñismo que domina en las varias zonas naturales del país?’”. ETNIAS & POLÍTICA del siglo XX estas ideas se intensificaron de forma especial, generando nuevos prejuicios hacia los pueblos indígenas y negros, caracterizados como pertenecientes a “culturas renuentes al progreso”. El avance de la ciencia y la técnica en los países centrales del capitalismo había deslumbrado de tal manera a nuestras elites, que la idea del progreso, basado en esos adelantos, fue convertida en una ideología, de acuerdo con la cual todos los pueblos deberían marchar hacia una meta ideal de la civilización. Según Walt Whitman Rostow, lograr esa meta implicaba haber pasado por diversos estadios de desarrollo, después del “take off” (despegue). Para este despegue se necesitaría un nivel de acumulación suficiente que garantizara un desarrollo sostenido. Siguiendo este orden de ideas, la existencia de sistemas económicos colectivistas, que no están orientados por la ganancia y la acumulación, se convierten en un “lastre para el desarrollo” y en “obstáculos” para alcanzar esos ideales de civilización9. Tomas O. Eastman, ministro de Hacienda de Carlos E. Restrepo, usualmente soltaba perlas del siguiente tenor: “Cuando uno de esos liberales te espete un discurso país y al mejoramiento de sus condiciones étnicas, tanto físicas como morales, el Poder Ejecutivo fomentará la inmigración de individuos y de familias que por sus condiciones personales y raciales no puedan o no deban ser motivo de precauciones respecto del orden social o del fin que acaba de indicarse, y que vengan con el objeto de labrar la tierra, establecer nuevas industrias o mejorar las existentes, introducir y enseñar las ciencias y las artes, y en general, que sean elementos de civilización y progreso”. [9] Los países centrales del capitalismo se habían convertido en el referente obligado para el progreso y desarrollo económico de nuestros países. Según esta idea, todos los países debían recorrer las mismas etapas para alcanzar el desarrollo. Esta visión no solo niega las singularidades propias de cualquier proceso histórico, sino que se convierte en un fundamento de la expansión del capitalismo. colectivista, fíjate y notarás en él muy pronto el ojo oblicuo de las razas inferiores”. Más usual de lo que creemos, en nuestro país hay más muestras de dogmatismo que de avidez por la investigación despojada de prejuicios, y por la exploración de nuevas posibilidades para la convivencia, como lo muestra la patanería arrogante del señor Eastman con su mordaz y cínico chiste. Y como lo han mostrado también muchos epígonos colombianos de Herbert Spencer, quien introdujo en las ciencias sociales el concepto que Charles Darwin propuso para explicar la evolución de las especies: la supervivencia biológica del más apto. Con fundamento en este concepto, y cabalgando en el prestigio de Darwin, se buscó explicar por qué los indios y negros estarían destinados a desaparecer. También tuvo adeptos en nuestro país el conde Joseph Arthur Gobineau, escritor y diplomático francés, que en un ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas, publicado en 1855, presenta su teoría según la cual la raza aria, en especial los pueblos germánicos puros, era la que más se había destacado en todas las artes y las ciencias. Consideraba que el mestizaje era una forma de degeneración y la manera más eficaz de eliminar las facultades creadoras de los pueblos arios. Estas ideas fueron acogidas por el inglés Houston Steward Chamberlain. Su fama se regó por todo el mundo, pues en su libro Los fundamentos del siglo XIX, “presenta las pruebas” de la superioridad de la raza nórdica. Divulgado el libro en los Estados Unidos de América, revivió la nostalgia de los hacendados sureños por la esclavitud, dando lugar en 1915 al resurgimiento del Ku-Klus-Klan, secta que había aparecido durante la guerra de secesión en 1865, y que había sido prohibida en 1871. Estas ideas llegadas de Europa fueron discutidas en nuestro país con más pasión que objetividad, y se aceptaban o rechazaban de manera intransigente. 50 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Ocuparía mucho tiempo hacer un barrido por todos los pensadores que bebieron en estas canteras del pensamiento racista, pero vale la pena mencionar los más importantes, quizás más representativos, que con escuetas y lapidarias entelequias del socialdarwinismo o fundadas en “determinismos geográficos”, justificaron el racismo hacia los pueblos indígenas y negros. Con un concepto tan impreciso como es el de “raza”, Laureano Gómez (1970), en conferencias dictadas en 1928, nos habla de los problemas del país. Sobre la raza: Nuestra raza proviene de la mezcla de españoles, indios y negros. (...) Es en lo que podemos haber heredado del espíritu español, donde debemos buscar las líneas directrices del carácter colombiano contemporáneo. Pues lo que aportan los indígenas y negros a nuestra herencia son estigmas de completa inferioridad. Sobre el indio: ...segundo de los elementos bárbaros de nuestra civilización, ha transmitido a sus descendientes el pavor de su vencimiento, el rencor de la derrota, (...) parece haberse refugiado en el disimulo taciturno y la cazurrería insincera y maliciosa. Afecta completa indiferencia por las palpitaciones de la vida nacional. Está narcotizado por la tristeza del desierto, embriagado con la melancolía de sus páramos y bosques. Sobre el mestizo: el mestizo primario no constituye un elemento utilizable para la unidad política y económica de América, conserva demasiado los defectos indígenas: es falso, servil, abandonado y repugna todo esfuerzo y trabajo. Sobre mestizos y mulatos: en los mestizos y mulatos se combinan las cualidades discordantes de los padres. Las dos cosas tienen por efecto común (...) que son fisiológica y psicológicamente inferiores a las razas componentes. Sobre el negro: Sobre los norteamericanos: El negro muestra un espíritu rudimentario e informe. Permanece en perpetua infantilidad. La bruma de una eterna ilusión lo envuelve y el prodigioso don de mentir es la manifestación de esa imagen de las cosas, de la ofuscación que le produce el espectáculo del mundo. Ya perdimos el istmo. (...) Ya nuestros minerales preciosos salieron del patrimonio; el único petróleo que se explota es el de los norteamericanos. Cada día adquieren algo nuestro los más capaces, los más ricos, los más fuertes. Sobre la raza y el clima: Después de esta definición rimbombante sobre el negro, concluye: El elemento negro constituye una tara: en los países en donde él ha desaparecido, como en la Argentina, Chile y Uruguay, se ha podido establecer una organización política y económica con sólidas bases de estabilidad. La distribución del calor y la humedad no hace apto nuestro territorio para el establecimiento de una buena organización social. Somos especie de inmenso invernadero, depósito de incalculables riquezas naturales, que no hemos podido disfrutar porque la raza no está acondicionada para hacerlo. 51 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Fue este tono proselitista el que empañó el pensamiento colombiano frente al indígena y el negro durante muchas décadas. ETNIAS & POLÍTICA Estas ideas no eran exclusivas de pensadores ultra conservadores como Laureano Gómez. También cohabitaban en el partido liberal y en mentes importantes como la del destacado político y hombre de ciencia Luis López de Mesa. Sus escritos más conocidos versan sobre la formación de la nacionalidad colombiana: ¿Cómo se ha formado la nación colombiana?, y Los problemas de la raza en Colombia. Allí plantea la necesidad de la modernización de la sociedad colombiana y la constitución de la nación. El negro y el indio son, a juicio del profesor López de Mesa, los factores del atraso en el cual estaba sumida Colombia. Plantea por tanto la integración de estos dos grupos a una raza superior, que para él era la blanca europea. romper la huelga de los trabajadores negros y mestizos por arrancarles mejores condiciones de vida a sus patrones de la United Fruit Company, “los más fuertes, los más capaces”. Álvaro Gómez Hurtado, hijo de Laureano, fue uno de sus grandes seguidores. Solía utilizar, para referirse a los pueblos indígenas, términos como los de “decadencia”, “pueblos sin historia”, que tenían una “concepción fatalista del porvenir”. Sin la religión estos pueblos seguirían en las tinieblas, pues “la religión llevó al nuevo mundo el optimismo que se apoya en la redención del hombre y que faltaba en las religiones autóctonas”. Recurre al pensamiento del alemán Oswald Spengler10, para afirmar con él que “los hechos son más importantes que las verdades”. De allí que para él la historia de América empieza con el hecho de la Conquista. Y en realidad, ya para la época en que Gómez (padre) hacía sus disertaciones sobre la inferioridad de nuestra raza, de las ideas se pasaba a los hechos: Hitler se alzaba con el poder en Alemania y preparaba la limpieza étnica, en Colombia se desataba la violencia contra indígenas, negros y campesinos mestizos, violencia que aún no termina. Y en Ciénaga (1928) se llevaba a cabo la masacre de las bananeras (el hecho), para Con el surgimiento de una escuela etnológica en el país a comienzos de los años cuarenta, comienza a emerger un discurso que reclama la importancia de las culturas de los indios y de los negros en el país, señalando su participación en la historia de Colombia y sus aportes a la formación de una identidad nacional. [10] “Filósofo diletante que le rinde culto a los hechos”, al decir de Jürgen Habermas. Aunque hay mucha historia transcurrida, que marcaría grandes diferencias con esas ideas, todavía subyacen prejuicios provenientes de ellas, que han obstaculizado la construcción de una nación pluricultural. La búsqueda de la convivencia intercultural como fundamento de la nación Y con el surgimiento del actual movimiento indígena en Colombia, al calor de las luchas campesinas de los años setenta, se empieza a dar un verdadero revolcón en el país, en lo que a la idea de la nación multiétnica se refiere: con estas luchas empezaría nuestra criolla “ilustración”. Próximos a celebrar los doscientos años de vida republicana, los indígenas, como también los afrocolombianos, los isleños raizales y otros grupos étnicos y culturales del país, plantean de nuevo, entonces, la posibilidad de que se establezca una convivencia pluricultural, solidaria con la construcción de un proyecto nacional autónomo. Pero falta mucho camino por andar para que ese tipo de nación con la cual nos identifiquemos todos sea una realidad. 52 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Carlos Gómez Ariz a Primero, necesitamos ejercitar la democracia. Friedrich Nietzsche decía que la democracia era un asunto para los débiles. Esta idea, en las manos del avieso Joseph Goebbels, serviría de sustento al proyecto de dominación Nazi. Sin embargo, Nietzsche tenía razón, pues los débiles necesitan practicar la democracia si algún día quieren ser fuertes. Ningún grupo puede entonces imponerles su voluntad a los otros sin poner en peligro la unidad. Así no se construye interculturalidad, ni sociedades democráticas. La democracia es un principio fundamental de la interculturalidad y la convivencia. Segundo, aunque después de la Constituyente 1991, los diferentes pueblos tradicionalmente excluidos (negros, indígenas y campesinos), han tenido un notorio acercamiento en términos políticos, son la competencia por la tierra y sus recursos, factores significativos que alteran la convivencia. Pero estos conflictos que se derivan de la competencia por los recursos territoriales son reconocidos y debatidos abiertamente por las dirigencias de estos pueblos. No sucede lo mismo con los conflictos que se derivan de las diferencias culturales o religiosas. Aquí la dirigencia y las organizaciones no aceptan que se deba- 53 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Carlos Gómez Ariza ETNIAS & POLÍTICA tan, pues consideran que estos son asuntos propios de la cultura, que no admiten intromisión alguna. Tercero, categorías antinómicas como endógeno/ exógeno y propio/ajeno, son útiles para indagar grados de aculturación o pérdida de autonomía de un pueblo. Pero exacerbar el valor de las primeras, menoscabando la importancia de las segundas, puede conducir a una exagerada autonomía, que cierra las puertas al otro y, por tanto, a la construcción de la interculturalidad, cosa que es altamente inconveniente en regiones multiétnicas. Allí la interculturalidad es necesaria, no solo como herramienta para “la construcción social de la región” (Sergio Boisier), sino porque ningún grupo humano, pueblo o sociedad, ha podido avanzar y reproducirse partiendo de su propio sustrato. El aislamiento conduce, en el mejor de los casos, al estancamiento. Cuarto, la interculturalidad es vida, es práctica. No sólo saber. Es ante todo proceder. La multiculturalidad –existencia de muchas culturas– es una realidad de nuestro país. La interculturalidad –convivencia, entendimiento entre las culturas– es una realidad por construir. Pero construir la interculturalidad no es un camino fácil. Tomando lo que decía Gaston Bachelard para la educación, que “para aprender, primero hay que desaprender”, para la interculturalidad, a fin de entender al otro, de convivir con los otros, con los diferentes, hay que despojarse de muchos prejuicios aprendidos. La interculturalidad es diferente al biculturalismo, o sea, vivir dos mundos al mismo tiempo, como sucedería a niños negros que habitan en regiones indígenas, donde el cabildo los obligara a practicar las costumbres indígenas, además de las propias, o 54 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Para iniciar un proceso intercultural se requiere un diálogo entre iguales y entre culturas con capacidad de decisión, sin que medie algún tipo de coacción. Es decir, no hay interculturalidad sin cimientos (sin poseer un núcleo sólido de expresiones culturales propias que le confieran identidad al grupo), como tampoco se construye interculturalidad si ese grupo no abre sus ventanas a los demás para permitir la interacción. La divisa sería construir un futuro que sea propio y a la vez abierto a los vecinos. No se construye interculturalidad si se tiene una visión simple del otro, o no se lo acepta como igual. Los esencialismos conducen a oposiciones que inhiben o bloquean cualquier proceso intercultural. Quinto, muchos pueblos, debido al desconocimiento autoritario que han sufrido por parte de las elites, responden a menudo con fundamentalismo. El fundamentalismo es un producto del autoritarismo, pero también la forma que a menudo se adopta para responder al autoritarismo. El fundamentalismo no es un buen consejero para establecer un diálogo intercultural. En Europa es donde se ha avanzado más en el estudio de la problemática de la interculturalidad en países multiculturales, debido a la tradición de coexistencia de distintos pueblos en un mismo territorio y, recientemente, a los conflictos culturales con consecuencias violentas. ¿Cuáles han sido las conclusiones que han sacado los europeos de los conflictos que se derivan de la multiculturalidad, es decir, de la existencia de culturas diferentes en un mismo espacio? Dicho de otra manera: ¿cómo es que se han imaginado la compaginación de la pluralidad cultural con la unidad de un orden social? Empecemos diciendo que han perfilado su bagaje conceptual, diferenciando el multiculturalismo de la pluriculturalidad. Esta última sería la alternativa al multiculturalismo. Para entender esto miremos la definición de los dos conceptos y sus diferencias. El sirio Bassam Tibi, profesor de relaciones internacionales de la universidad de Göttingen (Alemania), explica el multiculturalismo mostrando las etapas de formación de este “pensamiento”: en una primera etapa se parte de la realidad de que existen varias culturas en un mismo espacio. En una segunda etapa se acepta que estas culturas requieren un reconocimiento constitucional. Hasta allí, nos dice Tibi, todo anda bien, hasta que vemos la tercera etapa del planteamiento del multiculturalismo, el cual exige que las diferencias culturales se eleven a la categoría de derechos fundamentales (o naturales). Esta tercera fase del planteamiento multiculturalista no es del todo aceptable, ni tiene fundamento político, pues implica que en un mismo país existan varios derechos fundamentales derivados de valores culturales que pueden estar en abierta contradicción. La diferencia entre los dos conceptos es que la pluriculturalidad reconoce la diversidad cultural, pero establece una condición: para garantizar la armonía y la convivencia entre las diferentes culturas en un mismo espacio, es decir, para que se desarrolle la interculturalidad, debe aceptarse un “consenso de valores” que delimite los derechos que emanan de una diversidad cultural que en principio no tiene límites. Los valores que han ganado consenso en nuestra Colombia multicultural pertenecen todos aquellos que tienen que ver con la democracia, la secularidad y los derechos humanos individuales. El 55 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 viceversa. Cuando hablamos de interculturalidad, estamos hablando de una cultura que apropia y se enriquece con elementos de otras culturas, y que en aras de construir una convivencia, prescinde de aquellos elementos circunstanciales y no esenciales de su cultura, que afecta a los otros. ETNIAS & POLÍTICA planteamiento pluricultural amarraría así la diversidad cultural a un orden de valores, promoviendo la convivencia, en contraposición de la ideología multiculturalista que pone barreras y obstruye cualquier acercamiento intercultural. La puesta en práctica de las premisas multiculturalistas (o multiétnicas para hablar en los términos que habla la Constitución Política de Colombia de 1991), dan como resultado sociedades paralelas, o conducen a la creación de tantas naciones como grupos étnicos haya en el país, conduciendo a que se aleje una vez más la posibilidad de construir la nación pluricultural y democrática que anhelamos. Y decimos construir una nación, porque hasta ahora no existe11 . A no ser que coincidamos con el profesor Bushnell, que con buen sentido del humor afirma que “la habilidad para ‘arreglarselas’ (el rebusque) es ciertamente uno de los rasgos (de los colombianos) para incluir en cualquier modelo confiable del carácter nacional”. En este sentido discrepamos de los seguidores de la teoría de la liberación nacional, pues la nación no es un paraíso secuestrado que hay que liberar, sino un espacio en perspectiva de construcción, un horizonte por conquistar. Sin embargo, construir la nación no es un puerto de llegada. Es un punto de partida para conquistas de más envergadura como la de “recuperar” el Estado, [11] “El problema de la imagen de Colombia como nación se complica con las ambivalentes características de los mismos colombianos. Además de su tendencia reciente a ser los primeros en subrayar los aspectos negativos del panorama nacional, los colombianos continúan exhibiendo diferencias fundamentales en cuanto a clase, región y, en algunos casos, raza. Es por lo tanto un lugar común decir (y los colombianos son los primeros en afirmarlo) que el país carece de una verdadera identidad nacional (...) por lo menos si se compara con la mayoría de sus vecinos latinoamericanos” (Bushnell, 2007). que tradicionalmente ha servido a intereses elitistas y ha perdido, con la apertura económica neoliberal, gran parte de su soberanía. Este Estado, para que sea verdaderamente democrático, no solo debe dirigir la economía de acuerdo con los intereses de toda la colectividad y recuperar su soberanía, sino que tiene que ser reformulado teniendo en cuenta la realidad sociocultural de la nación, que es multicultural. Ahora, cuando Colombia se mueve entre la parapolítica, la narco-parademocracia, y el clientelismo, y parece que estuvieran desterradas las posibilidades de construir una democracia que parta de reconocer las particularidades étnicas y regionales, tenemos que seguir manteniendo viva la idea de la nación pluriétnica y seguir persistiendo, aun con más ahínco, con más pedagogía y cercanía a las comunidades, en los caminos de la democracia. Con ese fin surgió la “Escuela de formación interétnica para la resolución de conflictos”, en la cual participan indígenas nasa, eperara siapidaara, wounaan, negros, y campesinos del Pacífico y otras regiones país. En esta escuela interétnica ha sido muy importante la participación de los campesinos. La identificación afectiva de negros e indígenas con ellos, ha conducido a que haya un inusitado interés por indagar más sobre la identidad de este grupo. Cuando en Colombia se habla de “grupos étnicos” se está haciendo referencia a los pueblos indígenas y negros, a los gitanos y a los raizales de San Andrés islas. La escuela considera que es necesario debatir si este calificativo de pueblos o grupos étnicos debería extenderse a los campesinos, como sucede en Chiapas o Guatemala, donde las luchas han conducido a que los campesinos sean considerados como un grupo étnico más, para acortar distancias culturales y derribar fronteras étnicas con el fin de buscar la unidad para la reconstrucción democrática del Estado. 56 Editorial Puntos de vista [ Pluralidad étnica y nación ] Indígenas de América Actualidad Documentos Para la región del río Naya y del Bajo río San Juan son de gran relevancia estos acercamientos y “mestizajes”13culturales y políticos, pues señalan caminos para reducir las tensiones y polarizaciones entre los grupos, que impiden la fusión de esfuerzos y voluntades para construir un proyecto social y político común. Echar a andar un proceso intercultural de tal envergadura necesita superar dos obstáculos. El primero de ellos es que las organizaciones requieren, lo decimos con franqueza, renovar sus liderazgos. Liderazgos que sean receptivos a nuevas ideas. Liderazgos que le impriman a sus movilizaciones un marco más coherente y más acorde con la realidad que viven sus pueblos. Los lemas de “unidad”, “territorio”, “cultura” y “autonomía” son banderas que unieron en un solo haz las luchas indígenas. Empero, son hoy insuficientes para enfrentar los nuevos poderes generadores de desigualdad, que tienen que ver con la transnacionalidad de las decisiones económicas que impone la globalización neoliberal. El segundo obstáculo es el miedo a perder la identidad y el determinismo de lo propio y autóctono de su historia particular, un miedo que impide entender las condiciones de existencia de los otros, sin lo cual es imposible unirse con los diferentes y compartir con ellos proyectos comunes. Para decirlo en palabras de un amigo de indígenas y negros: “Perder el miedo a enfrentar la tarea de construir una estabilidad en la inestabilidad, que implica el ejercicio mimético de los seres humanos de ‘danzar entre la similitud y la diferencia’” (Michael Taussig). Referencias Bushnell, D. (2007). Estudiando a Colombia. El Tiempo, Lecturas Dominicales. Bogotá, 1 de diciembre. Gómez, L. (1970). Interrogantes sobre el progreso de Colombia, Colección Popular, 29, Bogotá. Melo, J. O. (1990). Qué es ser colombiano. El Tiempo, Lecturas Dominicales. Bogotá, 23 de septiembre. Moreno, A. (1998). El indio: entre el racismo, la nación y la nacionalidad colombiana. 1º Congreso virtual de antropología. http://www.naya.org/congreso/ponencia1-13.htm consultado 15-07-2008. Rosero, C. (2003). Alcances, limitaciones y posibilidades de la resistencia civil. Revista Asuntos indígenas 4, 4/03 IWGIA. [12] ¨Pareciera que los indígenas del Cauca, al compartir sus espacios organizativos con los campesinos, estuvieran saldando una deuda histórica, pues no hay que olvidar que las exitosas luchas indígenas del Cauca, en esta última etapa de movilización, surgieron con las luchas campesinas por la tierra. Zavala, S. (1963). La defensa de los derechos del hombre en América Latina. París: Unesco. [13] Más que de un “mestizaje” se trata de una identificación con un proyecto político. Algo diametralmente opuesto al proyecto de la elite, que ha visto en la eliminación de la diversidad de identidades una condición para la fundación de la nación. 57 Editorial Puntos de vista [ Efraín Jaramillo ] Indígenas de América Actualidad Documentos Junio de 2008 Aunque en Colombia esta discusión no se ha dado, la apreciación que tenemos es que en el Cauca, por sus particularidades de región pluriétnica, y por el perfil y desarrollo de sus luchas, se dan condiciones que favorecen una perspectiva política que difumina las fronteras étnicas. De hecho, la realidad muestra que en esa región, más que en otras, a las luchas de los indígenas se han venido uniendo campesinos blancos, mestizos y negros, no sólo por la necesidad de la tierra, sino también por una creciente identificación con las luchas que desarrolló el CRIC.12 i n d íg e n as d e amér i c a La batalla en Bolivia es decisiva para los pueblos indígenas El 4 de mayo en Cochabamba, con sus chalecos tejidos detalladamente con hilos de todos los colores y con sus gorros, y las mujeres con sus blusas bordadas, marcharon miles de indígenas. La multitudinaria manifestación fue una fiesta de lucha en que 500 mil personas explicaron con su desfile diverso que no están dispuestas a dejar que se detenga el proceso de cambios ni a permitir que los poderes económicos de siempre mantengan atada a Bolivia. Eran indios e indias, pero además el Sindicato de Obreros Fabriles y otras organizaciones obreras, la Coordinadora Popular del Agua, los barrios populares de la ciudad, todos los campesinos, las miles de campesinas de la organización “Bartolina Sisa”. El mismo día hubo manifestaciones gigantes en El Alto, La Paz, Oruro y Potosí. En cada uno de los sitios que escribieron la agenda de octubre de 2005, las victorias de la guerra del gas, la guerra de la coca y la guerra del agua. Marcela Olivera Hay quienes piensan que el partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS), dejó a la derecha la bandera de la autonomía (Harneker, 2008; Contreras, 2008). Pero este es un juicio equivocado. No hay ahora en Bolivia, de ninguna manera, una lucha entre la autonomía y el centralismo. Para quienes solamente tienen acceso a la información propalada por los grandes medios, esta afirmación puede resultar sorpresiva, pero puede probarse fácilmente. El texto de Nueva Constitución Política del Estado (2007), aprobado por la Asamblea Constituyente, y defendido por el gobierno de Evo Morales y por muchas organizaciones populares, y que será sometido al voto del pueblo, establece cuatro autonomías: la de los departamentos; la de regiones que unan a las provincias y municipios; la de los municipios; y la autonomía de las comunidades indígenas y campesinas. Para la oligarquía, en cambio, se trata de la autonomía departamental por sobre la de las provincias y municipios, y anulando la autonomía indígena y campesina. La oligarquía no acepta la autonomía específica para las comunidades rurales, sólo admite “municipios indígenas”, pero además pretende que las cuestiones relativas a la propiedad rural, la reforma agraria, la demarcación de los territorios indígenas, los recursos naturales y el régimen económico y laboral no dependan del poder central, de manera que se trata de una “autono- mía” a favor del latifundio, los agronegocios, las concesiones de recursos naturales a empresas extranjeras y las privatizaciones. Quieren sustituir el antiguo centralismo nacional que ya nadie defiende por la centralización del poder en los gamonales departamentales, buscan una especie de descentralización perversa que, lejos de fortalecer la democracia autónoma de base, aumenta el poder de la élite y la capacidad de operación del gran capital transnacional. ¿Qué es lo que se define? Para concretar cuál es la lucha que se libra en Bolivia se pueden leer las pretensiones del Proyecto de Estatuto del Departamento Autónomo de Santa Cruz, que como los similares de Beni, Pando y Tarija, expresa bien lo que quieren las oligarquías capitalinas departamentales. El artículo 6 de los departamentalistas da competencia legislativa al departamento en lo que se refiere a tierra, bosques, agricultura y ganadería, trabajo y relaciones laborales. Es decir, que garantiza a los señores que podrán seguir imponiendo autónomamente su dominio sobre la propiedad de la tierra, despojo territorial de los pueblos indígenas y relaciones serviles o esclavistas. El 13 de abril de 2008, autoridades nacionales bolivianas, acompañadas por Wilson Changaray, vicepresidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) y otros indígenas, intentaron rescatar a guaraníes retenidos de por vida para ejecutar servidumbre en la hacienda Larsen (propiedad de un norteamericano) y otras fincas de Chaparracito (Camiri). Consejeros departamentales, alcaldes, terratenientes y vándalos de la Unión Juvenil Cruceñista impidieron, mediante un violento ata- Héctor Mondragón Investigador Cecoin. Junio de 2008 Toda la historia que no quiere detenerse frente a la agenda de la autonomía departamental que quieren imponer los grandes propietarios de tierras, los grandes empresarios y las transnacionales de la privatización de las riquezas naturales y los servicios públicos. ETNIAS & POLÍTICA que que causó varios heridos, que se cumpliera una inspección en cumplimiento de las leyes 1715 y 3545 de reforma agraria y función social de la propiedad (APG, 2008). Así entienden los departamentalistas el ejercicio de la autonomía en los asuntos de tierras y régimen laboral. En todo el mundo, la única forma de romper la arbitrariedad latifundista, patronal y racista es lograr que las leyes de tierras, derechos laborales y contra la discriminación racial sean centralizadas y aplicadas por el Estado central, debido al control local o departamental que establecen los gamonales y racistas. Así, fueron las autoridades “federales” (centrales) las que impusieron en Estados Unidos las leyes de derechos civiles contra la discriminación racial. Solamente protegidos por la guardia nacional estadounidense podían los estudiantes afroamericanos entrar a colegios y universidades bloqueados por gobernadores como George Wallace, alcaldes y turbas de linchadores racistas. El artículo 398 del texto de Nueva Constitución Política del Estado encausa la lucha contra el latifundio, considerado no solamente como tierra desperdiciada o que no cumple la función social de la propiedad, sino además como haciendas donde se somete al trabajador a condiciones serviles, de semiesclavitud o esclavitud, o cuya extensión supera un límite de hectáreas en manos de un propietario (5 mil o 10 mil). Estas dos últimas causales de la calificación de una finca como latifundio pretenden ser El estatuto departamentalista no permite que el territorio indígena como tal sea considerado entidad territorial autónoma, e impone a los indígenas como única forma posible de autonomía acogerse a la institución municipal hispana, extraña a su propia cultura. eliminadas por el artículo 104 del estatuto departamentalista, que además sólo reconoce la propiedad privada “tanto individual como colectiva”, y elimina la definición radicalmente diferente del carácter de la propiedad colectiva como inalienable, inembargable, imprescriptible, indivisible e irreversible que el artículo 394 III del texto de Nueva Constitución Política del Estado reconoce a las propiedades colectivas o comunitarias indígenas y campesinas. Por otra parte, el artículo 6 de los departamentalistas también otorga autonomía legislativa al departamento para definir sobre el ordenamiento territorial, únicamente en concurrencia con los gobiernos municipales autónomos, sin atender a los derechos de los pueblos indígenas, desatendiendo el régimen de autonomía de Bolivia. En cambio, el texto de la Nueva Constitución Política del Estado establece en el artículo 290, que “la autonomía indígena originaria campesina es la expresión del derecho del autogobierno como ejercicio de la autodeterminación de las naciones y los pueblos indígenas originarios y las comunidades campesinas, cuya población comparte territorio, cultura, historia y lenguas, organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y económicas propias”. Así, el artículo 292 de este texto reconoce tres tipos de entidades territoriales indígenas: los territorios indígenas, los municipios indígenas y las regiones indígenas. El estatuto departamentalista no permite que el territorio indígena como tal sea considerado entidad territorial autónoma, e impone a los indígenas como única forma posible de autonomía acogerse a la institución municipal hispana, extraña a su propia cultura. Tampoco considera la alternativa de que los territorios o municipios indígenas se asocien en regiones indígenas. La diferencia es clara pues la Nueva Constitución Política, desde su artículo 1, define 60 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La batalla en Bolivia ] Actualidad Documentos Puede decirse, entonces, con José Carlos Mariátegui, que: la descentralización actuada sin otro propósito que el de otorgar a las regiones o a los departamentos una autonomía más o menos amplia, aumenta el poder del gamonalismo contra una solución inspirada en el interés de las masas indígenas (...) ¿Qué clase se opone a la redención del indio? La respuesta no puede ser sino una y categórica: el gamonalismo. (...) Se impone el repudio absoluto, el desahucio radical de un regionalismo que reconoce su origen en sentimientos e intereses latifundistas y que por lo tanto, se propone como fin esencial un acrecentamiento del poder de los gamonales. (...) La autonomía municipal, el autogobierno local, la descentralización administrativa, no pueden ser regateadas ni discutidas en sí mismas. Pero, desde los puntos de vista de una integral y radical renovación, tienen que ser consideradas y apreciadas en sus relaciones con el problema social. Ninguna reforma que fortalezca al gamonal contra el indio, por mucho que parezca como una satisfacción de sentimiento regionalista, puede ser estimada como una reforma buena y justa. Por encima de cualquier triunfo formal de la descentralización y la autonomía están las reivindicaciones sustanciales de la causa del indio (Mariátegui, 1928 ) Y en este caso se trata además de priorizar los intereses del indio, los del campesino mestizo boliviano, los del asalariado rural y urbano, los de los poblado- res de los barrios populares y, especialmente, los de Bolivia frente a las transnacionales. Mariátegui también anota que “el gamonalismo es el aliado y el agente del capital en las regiones”. Así, el Proyecto de Estatuto del Departamento Autónomo de Santa Cruz consagra no solo los privilegios de los grandes terratenientes y empresarios agroindustriales, sino los que interesan al capital transnacional. Su artículo 2 considera la llamada “seguridad jurídica” como un derecho fundamental. Este supuesto derecho es en realidad una pretensión de los grandes inversionistas que se encuentra dispuesta en los llamados Tratados de Libre Comercio (TLC). La mal llamada “seguridad jurídica” consiste en la capacidad de las empresas o los inversionistas para demandar a los gobiernos por perjuicios pecuniarios debidos a cualquier modificación legislativa o administrativa o cualquier acción reguladora que afectara sus ganancias, pretensión que se hizo explícita dentro del proyecto de Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), preparado por el grupo de los 29 países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y negociado con reserva desde 1995 hasta el fracaso de las negociaciones en abril de 1998, debido a que tras hacerse públicos los textos propuestos se produjeron intensas protestas, tanto en los medios académicos, como por parte de los movimientos sociales, especialmente en Europa y Canadá, que agudizaron las contradicciones entre los proponentes y obligaron a abortar el Acuerdo. El rotundo fracaso del AMI se explica porque hirió gravemente tanto la conciencia sociopolítica, como la conciencia jurídica al intentar supeditar las legislaciones nacionales a un nuevo corpus jurídico en el que la corporación transnacional es quien tiene las posibilidades reales de definir los términos, las características y las modalidades de la nueva contratación social. 61 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Héctor Mondragón ] Actualidad Documentos Junio de 2008 a Bolivia como Estado plurinacional, con pluralidad cultural, en tanto que en el estatuto departamentalista se proclama “con orgullo la condición racial mayoritariamente mestiza” (art. 161), y supedita a ella la autonomía y cultura de los “cinco” pueblos indígenas “oriundos” del departamento. Marcela Olivera ETNIAS & POLÍTICA La invulnerabilidad del inversionista elimina el derecho inalienable de cada Estado para regular las inversiones, y pone los derechos de los inversionistas por sobre los derechos humanos individuales y colectivos. Por otra parte, la invulnerabilidad del inversionista desconoce el carácter cíclico de la tasa de ganancia del capital invertido, y del carácter mismo de la inversión de capital como riesgo, pretendiendo que el Estado garantice el rendimiento de determinadas inversiones privilegiadas, estableciendo una suerte de capitalismo burocrático. Es semejante invulnerabilidad del inversionista la que, tras el fracaso del AMI, las transnacionales han tratado de imponer, por una parte en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que a su vez han registrado enormes dificultades y traspiés y, por otra parte, con más éxito en diferentes tratados de “libre comercio” bilaterales o multilaterales, o en leyes nacionales, aprovechando las particularidades de los países y gobiernos, que los hacen proclives a aceptar el resquebrajamiento del Estado social de derecho y sustituirlo por el Estado de derecho contratado. Como dice el economista Pablo Dávalos (2004), profesor del posgrado de la Universidad Católica del Ecuador, es como si estuviésemos atravesando el umbral histórico de redefinición del contrato social con el que se inaugura la modernidad, en el que la corporación se erige como nueva figura jurídica-política. En esta nueva contractualidad, los términos básicos entre el Estado moderno y el individuo se ven transformados entre el individuo y la Corporación. El Estado se convierte en cobertura jurídica de protección y seguridad a la inversión. No representa aquella noción de contrato social entre individuos libres, soberanos y racionales, sino la garantía de funcionamiento del mercado como nuevo locus político de regulación social. Es una monstruosidad jurídica que echa por tierra toda una evolución en materia de soberanía popular. 62 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La batalla en Bolivia ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Otro economista, el español Federico Abizanda Estabén (2004), añade que la filosofía del AMI es bastante clara: pretende, ante todo, dejar las manos libres a las empresas transnacionales, a la vez que ata a los Estados que se convertirían en sujetos pasivos frente a las empresas que se instalasen en su territorio. Estamos entonces haciendo frente a la primera fase de un “mundo corporativizado”. La empresa Bechtel demandó a Bolivia porque, como resultado de la lucha popular en 2000 y 2001, en la que se conoció como “guerra del agua”, derogó la privatización del líquido. La Bechtel perdió porque Bolivia ni había firmado el TLC con Estados Unidos, ni tenía una ley como la 963 de 2005 de Colombia que protege a los grandes capitalistas del cambio de las leyes, ni tenía ningún estatuto como el que pretende la oligarquía de Santa Cruz. El proyecto de Estatuto del Departamento Autónomo de Santa Cruz pretende un régimen económico y financiero propio del departamento (art. 40) que incluya la regulación laboral; la gestión de las telecomunicaciones, de manera que puedan evadir la renacionalización de la empresa Entel, que estaba en poder de una transnacional italiana, y la gestión de los recursos naturales, sobre los que no solamente se debate cuántas regalías le corresponden al departamento frente al Estado central, los municipios y las comunidades indígenas y campesinas en cuyo territorio se encuentra el recurso, sino se discute si el departamento tiene facultades legislativas, reglamentarias y ejecutivas sobre los recursos no renovables (art. 7 num. 12). Los departamentalistas pretenden además la competencia ejecutiva en el otorgamiento de la propiedad intelectual, tema que ha causado precisamente la ruptura de la Comunidad Andina con la imposición de Estados Unidos a Colombia y Perú la patente de seres vivos, y que resulta especialmente grave cuando el departamento pretende tener facultades legislativas sobre la diversidad biológica (art. 6). 63 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Héctor Mondragón ] Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA Bolivia: Por el territorio y las autonomías indígenas, aprobación de la nueva Constitución Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) Gran Asamblea Nacional Autonómica de los 34 pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia “Por el territorio y las autonomías indígenas” Conclusiones de la Comisión Política Orgánica Ratificamos la unidad de los 34 pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia boliviana, y nuestra alianza con los sectores sociales que impulsan el proceso constituyente. Valoramos y resaltamos la resistencia movilizada de nuestras organizaciones, pueblos indígenas, sectores sociales y pueblo cruceño, demostrada el 4 de mayo de 2008 en rechazo del referendo y el estatuto logiero y separatista. Por mandato de la “Gran Asamblea Autonómica de los 34 pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia, por el territorio y las autonomías indígenas”, se determina la declaración de la autonomía de los 34 pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia boliviana, procediéndose a la socialización y aprobación de los estatutos de las autonomías indígenas. Se exige al Congreso Nacional que junto al referendo revocatorio se lleve a cabo el referendo constitucional y dirimidor. Se exhorta a participar activa y masivamente en la campaña por la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado en referendo constitucional. Por la continuidad del proceso de cambio y el mandato del presidente de la República en el referendo revocatorio. Se exhorta a participar activa y masivamente en la campaña por la revocatoria de los mandatos de los prefectos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Cochabamba y La Paz, porque sus acciones buscan la división, exclusión y negación de los derechos de los pueblos indígenas. Rechazamos toda convocatoria a diálogo entre el gobierno, las prefecturas y los cívicos sin la participación de los pueblos indígenas que implique la revisión o modificación de la Constitución Política del Estado aprobada por la Asamblea Constituyente. Convocamos a todas las organizaciones sociales urbanas y rurales del país a la oposición, resistencia, desacato, desobediencia civil y abstención movilizada contra los estatutos y referendos autonómicos departamentales convocados ilegalmente. Desconocemos la validez de los referendos autonómicos de los departamentos de Santa Cruz, Benir, Pando y Tarija por su ilegalidad, y repudiamos el fraude electoral, los hechos de violencia y la malversación de recursos públicos en la realización de los referendos autonómicos departamentales cometidos por las prefecturas y Cortes Departamentales Electorales. Exigimos la renovación total de los vocales de las Cortes Departamentales Electorales de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija por su manifiesta parcialidad con las prefecturas, comités cívicos y las logias de esos departamentos. Reafirmamos la lucha histórica de los pueblos indígenas por la recuperación y consolidación de sus territorios, exigiendo el saneamiento y la titulación inmediata de los territorios indígenas (TCO), la aplicación de las leyes vigentes, debiendo asignarse los recursos económicos suficientes y, en su caso, hacer uso de la fuerza pública para su cumplimiento. Respaldamos la demanda del pueblo indígena guaraní sobre el saneamiento y la titulación de su territorio, y la liberación de las familias y comunidades cautivas, y repu- Junio de 2008 diamos los hechos de violencia cometidos contra este pueblo por latifundistas, prefectura y cívicos de Santa Cruz. Exigimos al Congreso Nacional la elección inmediata de los miembros del Tribunal Constitucional y vocales de la Corte Nacional Electoral. Exigimos al presidente de la República que las políticas de desarrollo productivo y social del gobierno nacional sean llevadas a cabo en coordinación y ejecución directa con las organizaciones indígenas representativas sin intermediación. La “Gran Asamblea Nacional Autonómica de los 34 pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia por el territorio y las autonomías indígenas”, determina la declaratoria de estado de emergencia y movilización de los pueblos indígenas a nivel nacional hasta la conclusión del proceso constituyente con la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado y la implementación de las Autonomías Indígenas. Es dado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, a los 11 días del mes de mayo de 2008 en la Casa Grande de los Pueblos Indígenas de Bolivia. CidobConfederación de Pueblos Indígenas de Bolivia CnamibConfederaciónNacionaldeMujeresIndígenas de Bolivia CpescCoordinadora de Pueblos Indígenas de Santa Cruz CpembCentral de Pueblos Etnicos Mojeños de Bolivia CPIBCentral de Pueblos Indígenas del Beni APGAsamblea del Pueblo Guarani Cirabo Central Indígenas de la Región Amazónica de Bolivia Copnag Central de Organizaciones de Pueblos Nativos Guarayos CMIBCentral de Mujeres Indígenas del Beni OrcawetaOrganización de las Capitanías Weehnayek Tapietes Cipoap Central Indígena de Pueblos Originarios Amazónicos de Pando Cpitco Coordinadora de Pueblos Indígenas del Trópico de Cochabamba Cpilap Central de Pueblos Indígenas de La Paz Tsimane El Gran Concejo Cimap Central Indígena de Mujeres Amazónicas de Pando CEAM Consejo Educativo Multietnico Amazonico Cepos Consejos Educativos de Pueblos Originarios www.cidob-bo.orG ETNIAS & POLÍTICA También pretenden la competencia ejecutiva sobre los productos farmacéuticos, lo cual se relaciona desde luego con su propiedad intelectual. Otro asunto son los TLC que, al negarse Bolivia a firmar, las transnacionales quieren pasarlo de contrabando en los estatutos departamentalistas. Quieren un neoliberalismo autónomo. En contraste, el 1° de mayo Evo Morales anunció un acuerdo entre la COB y el gobierno para enfrentar la ofensiva de la derecha, varios decretos para facilitar los procesos laborales de restauración de los derechos de los trabajadores, el reintegro de embarazadas despedidas y el fuero sindical, así como el decreto de nacionalización de la empresa de comunicaciones Entel, expropiada administrativamente a la transnacional italiana Euro Telecom Internacional (ETI). Anteriormente Evo Morales firmó, con el presidente de Repsol, el acuerdo por el cual se transfirieron el 51% de las acciones de las explotaciones de hidrocarburos de esa compañía a la empresa estatal YPFB, que pasa a ser operadora de los yacimientos. No se trata de una nacionalización, como se ha dicho, ni mucho menos de socialismo, sino de un “nuevo trato” a las transnacionales, que contrasta con el que ha adoptado Colombia, donde la empresa estatal Ecopetrol pasó de tener derecho al 50% de toda explotación (sin ser la operadora), a tener el 30% bajo Andrés Pastrana y el 0%, en los nuevos contratos a partir del primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Lo acontecido en este campo en Bolivia muestra que es falso que las transnacionales se van si se les imponen nuevas condiciones. El negocio es fabuloso y ellas protestan pero nunca se van. Pero el autonomismo se opone a este “nuevo trato”, y quiere mantenerse dentro de las más rígidas pautas del capitalismo salvaje. Un aspecto importante para destacar, en el que poco se ha recalcado, es en el trabajo de la empresa estatal boliviana que fomenta la producción agropecuaria y, en especial, de alimentos, la Emapa. Esta empresa ha logrado, por ejemplo, aumentar la producción anual de arroz, trigo y maíz. Es decir, que Bolivia ha podido así amortiguar (no evitar del todo pero sí suavizar) el alza de precios mundiales de los cereales y enfrentar el hambre, al contrario de nuestro país y otros. El alza del aceite se enfrentó prohibiendo las exportaciones y combatiendo el ocultamiento espe- Marcela Olivera 66 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La batalla en Bolivia ] Actualidad Documentos ¿División? Las gigantescas manifestaciones en Cochabamaba y otras ciudades contra la ofensiva de la derecha y en defensa de la unidad de Bolivia, mostraron una gran disposición de las masas para enfrentar la ofensiva de la oligarquía, expresada en el referendo de autonomía departamental inconstitucional que se cumplió en Santa Cruz el 4 de mayo. Además, en los barrios populares del Plan Tres Mil en la ciudad de Santa Cruz, y en múltiples zonas rurales de Santa Cruz y otros departamentos del oriente y sur, también se cumplieron actos contra los planes oligárquicos en torno a las autonomías departamentales. Si Bolivia está dividida (Contreras, 2008), el departamento de Santa Cruz también está dividido: los indígenas de Camiri (territorio guaraní) y los campesinos de San Julián Yapacaní, Cuatro Cañadas, El Torno, Montero, Ichilo, San Germán y otros lugares se levantaron contra el referendo oligárquico, y en apoyo al proceso de cambio y la reforma agraria, y por otra parte, en Lagunillas se proclamó que toda la provincia de Cordillera rechazaba tanto a Santa Cruz como al Estado central. Muy importante es la coordinación que se desarrolla entre las organizaciones indígenas (de cada etnia: OICH, Cypim, Canob; departamental: Cepesc; y del oriente: Cidob), campesinas (FSUTCAT, MST, Confederación de Colonizadores), juntas vecinales (Fejuve), la Central de Trabajadores Asalariados del Campo y la COB en Santa Cruz. Estas organizaciones se han pronunciado unidas y actuado juntas contra los planes de la oligarquía, por la reforma agraria y contra las transnacionales. Igual han hecho las organizaciones indígenas y localidades campesinas en Beni, Pando y Tarija. En Chuquisaca el antagonismo entre campo 67 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Héctor Mondragón ] Actualidad Documentos Junio de 2008 culativo del producto, lo que es más conocido por el conflicto con los agronegocios del oriente por este tema. Aunque más tímidamente de lo que quisieran sectores revolucionarios, no me cabe duda que Bolivia se encuentra en un proceso de revocatoria del neoliberalismo en todos los terrenos, y que el objetivo de la oligarquía y del gobierno de Estados Unidos es detener ese proceso y mantener el neoliberalismo y el latifundio en el país. En eso consiste la división de Bolivia y el enfrentamiento que se acrecentará. ETNIAS & POLÍTICA y ciudad de Sucre es total y las provincias del Chaco quieren separarse para conformar un nuevo departamento con las similares del Chaco que se separarían de Santa Cruz. Esta situación muestra efectivamente una división del país. Pero en primer lugar hay que negar que es una división principalmente racial. Afirmación que también puede sorprender, porque aunque la oligarquía se manifiesta cínica y virulentamente racista y anti-indígena, no predomina en respuesta a ella un indigenismo rancio, aunque pueda manifestarse por algunos líderes y bases indias como resultado de siglos de opresión y explotación. La mayoría de los indígenas bolivianos, de sus organizaciones y dirigentes actúa en aras de una gran solidaridad con el campesinado mestizo, con las comunidades afro de Los Yungas, con las mujeres y con los obreros, muchos de los cuales son también indígenas y muchos mestizos. En Sucre los racistas de la ciudad no han vacilado en elegir como prefecta a una indígena mientras sometían a la humillación pública escandalosa y a tratos inhumanos y degradantes a los campesinos indígenas. Marcela Olivera Al contrario de lo que sucede en Colombia, donde una mayoría blanca o mestiza reconoció el derecho a la propiedad colectiva de la tierra a los indígenas y afros pero no lo reconoció a millones de campesinos, el texto de Constitución aprobado en Bolivia por la Constituyente, por una mayoría indígena, sí le reconoce plenos derechos a la tierra a las comunidades campesinas (mestizas). Los términos usados en Bolivia son diferentes a los de Colombia: aquí hablamos de indígenas sin distinguir si viven en el campo (70%) o la ciudad (30%). En Bolivia, la población indígena urbana y obrera es muy alta, por lo que se usa decir “indígenas originarios campesinos” para designar a las comunidades o pueblos indígenas que viven en su propio territorio, 68 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La batalla en Bolivia ] Actualidad Documentos Como quedó expuesto, tampoco es exacto decir que la división es entre departamentos: en el oriente y en Tarija y Chuquisaca, indios y campesinos están a favor del gobierno y contra la autonomía departamental de la oligarquía. En Santa Cruz sucede otro tanto, pero además hay una COB activa contra la oligarquía. Así mismo, los grupos oligárquicos y monopolistas en La Paz y Cochabamba son muy activos. El 11 de febrero de 2007 se dio en Cochabamba un choque inmenso entre “hijos de papi”, masas de clase media alta, burgueses y aristócratas, contra el resto del pueblo, tras un ataque racista en la zona norte de altos ingresos. Hubo un muerto de cada lado, los oligarcas dispararon armas de fuego y, finalmente, ante la gigantesca movilización de la población urbana y rural, la ciudad quedó en manos del pueblo el 12 de febrero y la oligarquía está replegada. Al salir de la manifestación del 1° de mayo un “hijo de papi” en moto se abalanzó sobre los dirigentes del sindicato fabril lanzando ofensas, ninguno de ellos es indígena, era puro odio de clase, no racial. Los grupos fascistas de los barrios de ricos en toda Bolivia se organizan con motocicletas de alto cilindraje, varillas y garrotes para ir a linchar indios, pero también sindicalistas y gente activista mestiza de los barrios populares. ción de estatutos departamentales en contravía con la nueva Constitución, de manera que se imponga la fragmentación del país. La división regional es una estrategia que las transnacionales quieren aplicar tanto en Bolivia como en otros países que no se han sujetado a los TLC. Así, el alcalde de Guayaquil (Ecuador), el derechista Jaime Nebot, participa, junto con dirigentes de derecha de Zulia (Venezuela) y el prefecto de Santa Cruz, Carlos Dabdoud y otros líderes de la oligarquía del oriente boliviano, en la llamada Confederación Internacional por la Libertad y la Autonomía Regional (Confilar), financiada por entidades del gobierno de Estados Unidos. La tesis de Mariátegui sobre el carácter de las autonomías departamentales parece confirmarse también para los casos de Ecuador y Venezuela, y tiene antecedentes muy antiguos, por ejemplo, en el intento de la élite de Guayaquil de declararse independiente de la República de Colombia (ahora conocida como Gran Colombia). Al respecto Simón Bolívar (1822)anotó: “No pienso que el voto [aislado] de una provincia debe ser consultado para establecer la soberanía nacional. (...) No son las partes sino el todo del pueblo el que delibera en las asambleas generales reunidas libre y legalmente (...)”. Que el capital transnacional utiliza el secesionismo en América Latina y la multiplicación de republiquetas para impedir nuestra liberación y para imponer sus intereses y proyectos, no es desconocido para los colombianos, que sufrimos la separación de Panamá para que Estados Unidos tuviera en sus manos el Canal. El novelista Joseph Conrad (1904), autor de la Los grupos fascistas de los barrios de ricos se organizan con motocicletas de alto cilindraje, varillas y garrotes para ir a linchar indios, pero también sindicalistas y gente activista mestiza de los barrios populares. Se estimulan los enfrentamientos de todo tipo, pero de todos ellos lo central para la derecha es la aproba- 69 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Héctor Mondragón ] Actualidad Documentos Junio de 2008 en el campo o en la selva, mientras se designa como “comunidades campesinas” a las comunidades rurales mestizas de campesinos, a quienes el texto de la nueva Constitución reconoce el derecho a la propiedad colectiva inalienable, inembargable e imprescriptible (art. 394 III), y a la autonomía (art. 290). La propiedad colectiva se convierte en una opción para las comunidades campesinas mestizas, colonizadoras o interculturales originarias, sin que sea obligatoria para los campesinos que pueden optar por su pequeña propiedad individual (art. 394 I). ETNIAS & POLÍTICA novela Nostromo, inspirada en este episodio, cambió los nombres: Costaguana por Colombia, Sulaco por Panamá y mina de plata por Canal. Escribió: el rey de la plata y el acero había entrado en los asuntos de Costaguana con una especie de pasión. Costaguana se había convertido en una necesidad para su existencia; en la mina de Santo Tomé había encontrado la satisfacción (...) Estaba obligado a apoyar la rebelión provincial como único medio de situar los enormes intereses materiales en Sulaco, “la provincia que valía más en riqueza e influencia que todo el resto del territorio de la República” (...) No les hubiera merecido luchar por Sulaco sin la concesión, para ellos Sulaco sin la concesión no era nada. (...) En la demostración naval internacional, que puso fin a la guerra entre Costaguana y Sulaco, fue el crucero de Estados Unidos, el Powhattan, la bandera (...) de Sulaco. El motivo puede ser la plata, el oro, el guano, un megaproyecto como el Canal de Panamá, la Integración de la Infraestructura Regional de Suramérica (IIRSA), o el petróleo y el gas; pueden cambiar las circunstancias, pero la estrategia es la fragmentación para tomar la tajada, el departamento transitoriamente más rico del país. La embajada de Estados Unidos está en manos de Philip Goldberg, un experto que fue funcionario en la embajada en la ex Yugoslavia, clave en el proceso de fragmentar al extremo ese Estado. No hay duda de que se aplica una estrategia de disuasión discriminada para exacerbar cualquier contradicción hasta hacerla antagónica y conducir a Bolivia a ser una Bosnia, llena de islotes territoriales, pero además de todo tipo de enfrentamientos raciales, regionales y sectoriales (entre obreros cooperativistas y obreros del Estado, por ejemplo). La estrategia de disuasión discriminada solamente podrá enfrentarse con la movilización y lucha de un frente único que agrupe a las organizaciones obreras, vecinales, campesinas e indígenas, independientemente de si apoyan o no al gobierno, con un programa que no solamente destaque los antis, sino los pros, unas medidas como la reforma agraria, fortalecimiento de la producción de alimentos, los derechos de los indígenas del oriente, y las nacionalizaciones. La clase media ha sido captada en un 60% por la derecha (Montero, 2008), y en mayor proporción en Santa Cruz y Sucre, pero su posición no es homogénea, y en Cochabamba gran parte apoya el proceso de cambio. Frente a los temas centrales señalados será desde luego muy importante, y el tratamiento que los sectores populares puedan dar a ella, o mejor a sus diferentes capas, va a ser muy importante para el resultado final de la lucha; pero nada será más decisivo que la capacidad de movilizar al 80% de la población, es decir, a los sectores de menores ingresos. Sorpresivamente se aprobó para el 10 de agosto un referendo revocatorio del presidente de Bolivia Evo Morales, y además de los prefectos departamentales (casi todos de derecha). Tal vez sea la última oportunidad para una solución pacífica y democrática de la división, aunque el prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes, ha declarado que no aceptará el resultado. Al principio parece someter se el futuro a un “cara y sello”, pero por lo menos habrá campo para una confrontación política y de masas civil, en la cual se va a jugar no sólo el destino de Bolivia, sino tal vez el de los procesos de toda América Latina. Evo mantiene la simpatía de la mayoría de la población, especialmente de los pobres (Montero, 2008). Las organizaciones sociales populares se posicionan ante estos acontecimientos. Las intervenciones de los dirigentes campesinos indígenas y del secretario general de la Central Obrera (COB), Pedro Montes, el 1° de mayo, se centraron en la necesidad de enfrentar la ofensiva de la derecha y el 70 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La batalla en Bolivia ] Actualidad Documentos La Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), y la Asamblea de los 34 Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia, que tanto tiempo y con tantas movilizaciones lucharon para que se realizara la Asamblea Constituyente, con sabiduría han exigido que en la misma votación del referendo revocatorio presidencial y de prefectos se vote la consulta popular para decir sí a la Nueva Constitución Política del Estado. Está claro que en esa elección se refleja con claridad cuál es la lucha actual. Referencias Abizanda Estabén, F. (2004). “Globalización: el acuerdo multilateral de inversiones”. Pie de Paz 48. Disponible en: http:// www.geocities.com/la_cou/global/ami2.html Asamblea Constituyente de Bolivia (2007). Nueva Constitución Política del Estado. Asamblea del Pueblo Guaraní AGP (2008). Denuncia de la Nación Guaraní. Comunicado. http//www.servindi.org/ archivo/2008/3822 Bolívar, S. (1822). “Exmo. Señor protector del Perú, D. José de San Martín. Quito, 22 de junio de 1822” (carta). Obras Completas II: 55-56. 2 edición. Bogotá: Fica, Tiempo Presente, Ecoe. Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) (2008). “Gran Asamblea Nacional Autonómica de los 34 Pueblos del Oriente, Chaco y Amazonia”. Disponible en: http:// www.cidob-bo.org/index.php?option=com_content&task=view &id=152&Itemid=1 Conrad, J. (1991) [1904]. Nostromo. Madrid: Alianza Editorial. Contreras Baspineiro, A. 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Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia. La Paz: Centro de Estudios de Derecho (CED). Disponible en: http://h1.ripway.com/ced/newcpe.htm 71 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Héctor Mondragón ] Actualidad Documentos Junio de 2008 chantaje separatista de la oligarquía de Santa Cruz y otros departamentos. La COB llamó a una huelga general para defender la “agenda de octubre” de lucha popular, sin conciliaciones con la oligarquía y las transnacionales. En contraprestación, la oligarquía de Santa Cruz decretó un “alza de salarios” para tratar de captar a los asalariados del departamento con un argumento economicista, mientras se realiza la votación de agosto. Los partidos políticos han iniciado un diálogo nacional apoyado por la Iglesia Católica. La principal exigencia de la derecha para “concertar” es que no se vote la política del Estado aprobada por la Asamblea Constituyente, sino que se desconozca y se incluyan las propuestas del texto de la minoría derrotado en la Asamblea. Al tiempo los patronos despiden sindicalistas, como en la empresa Manaco de Cochabamba donde los fabriles han protestado con una huelga de hambre en las oficinas del Ministerio de Trabajo. ETNIAS & POLÍTICA Bolivia. Fascismo racista en Sucre Alex Contreras Baspineiro1 “De rodillas indios de mierda, griten viva la capitalidad”, “Sucre se respeta carajo”, “Llamas, pidan disculpas”, fueron las consignas impuestas por un grupo de jóvenes chuquisaqueños que mediante patadas y puñetes obligaron a cerca de cincuenta campesinos quechuas a quitarse las camisas, ponerse de rodillas y quemar la bandera del MAS y la wiphala (símbolo de las naciones originarias) en pleno frontis de la Casa de la Libertad ubicada en la plaza principal de Sucre. Hace 199 años, un 25 de mayo, en ese mismo lugar, se protagonizaba el primer grito libertario del continente y, en 2008, contradictoriamente, se produjo un grito lleno de racismo, odio y discriminación contra representantes de las mayorías nacionales, justo contra quienes liberaron a esta patria del yugo español. “Hay que matar a ese indio decían ellos, todo esto sucedió en presencia del presidente del Concejo Municipal de Sucre, Fidel Herrera, y la alcaldesa Aidée Nava; ellos aplaudían todo lo que nos hacían esos grupos violentos”, denunció el alcalde de Mojocoya, Ángel Vallejos, quien también fue golpeado brutalmente y obligado a andar de rodillas. El 24 de mayo, el presidente de la República, Evo Morales Ayma, debería arribar a Sucre para entregar una serie de proyectos y dos ambulancias a cada uno de los municipios del departamento de Chuquisaca; sin embargo, grupos de choque violentos frenaron esa actividad. A pesar de la intervención policial y militar, cuyos componentes son también en su mayoría de raíz indígena, [1] Periodista boliviano. Publicado en Internet por alainet.org la fuerza y organización de los grupos de jóvenes que estaban armados no sólo de palos y piedras, sino de gases lacrimógenos y dinamita, ocasionaron los atropellos a los derechos humanos. Las imágenes de violencia registradas en diferentes barrios de Sucre sencillamente fueron desgarradoras: los jóvenes, varios en estado de ebriedad, arremetieron con palos y piedras contra la integridad de campesinos que caían al suelo. No se salvaron mujeres campesinas ni niños. Reportes médicos aseguran que 35 personas resultaron heridas, pero además los campesinos sufrieron el robo de sus documentos, relojes, y el poco dinero que tenían. Un golpe a la libertad de expresión “Me empujaban, sentía golpes, patadas, puñetes, jalones y me rociaron con alcohol. Me acerqué a una ambulancia pidiéndoles que me sacaran de ahí. Las piedras entraron al auto, porque la ventana estaba abierta y no dejaban que saliera, se pararon al frente”, fue el relato de la periodista Marianela Paco Durán, de radio Aclo-Sucre, miembro de la red Erbol, quien también fue golpeada e insultada por los grupos de choque. Esta periodista se encontraba realizando sus actividades periodísticas y, en el momento de la agresión, relataba en vivo el ataque a un grupo de campesinos. “Fui a cubrir a la zona de Atabi (zona rural), me imagino que alguien logró identificarme como trabajadora de Aclo y empezaron a señalarme. Escuché insultos muy fuertes y vi una turba que se me vino encima. Alguien, que no identifiqué, fue a sacarme de ahí, después la gente empujó a quien me estaba ayudando”, relató la periodista agredida. Las personas sindicadas, junto a Jhon Cava, son los representantes del Comité Interinstitucional de Chuquisaca que bajo la demanda de la “capitalidad plena” intentó hacer fracasar las actividades de la Asamblea Constituyente y ahora pretende llevar adelante la autonomía departamental para ese departamento. El atentado que sufrió la periodista de Acción Cultural Loyola (Aclo) no es el único que se registró en este proceso chuquisaqueño que data desde hace exactamente un año, y que lamentablemente hasta ahora no tiene ningún procesado, menos sancionado. La otrora ciudad de los cuatro nombres: Charcas, La Plata, Sucre y Chuquisaca, la “ciudad culta” quedó sólo para el recuerdo. El que no salta es llama De acuerdo con los datos del último censo de población y vivienda, en Bolivia el 63,3 por ciento es considerado como indígena. Sin embargo, esta realidad no es aceptada por los pequeños grupos que detentaron el poder en los últimos gobiernos neoliberales, y que se beneficiaron a través de la corrupción y los negociados. Los vejámenes y las humillaciones de los últimos días no son nuevos Durante las sesiones de la Asamblea Constituyente los representantes indígenas que son el rostro de la Bolivia pluricultural y multilingüe fueron agredidos e insultados en varias oportunidades. “El que no salta es llama”, “Fuera de aquí, collas de mierda”, “Cruce de llamas con adobes” y otros adjetivos acompañados de agresiones físicas son parte de la historia, pero también de la impunidad. Así como quedó en la impunidad la muerte de tres chuquisaqueños, ocurrida en noviembre de 2007. Lamentablemente, desde el año pasado a la fecha, ningún ciudadano o autoridad fue sancionada por la justicia boliviana, aunque de acuerdo con imágenes, testimonios y denuncias se puede identificar a los responsables directos y también a los autores intelectuales. Más allá del tradicional: “está en proceso de investigación” o “actuaremos con la ley en la mano”, de algunos representantes del gobierno, no se hizo nada concreto. El enfrentamiento entre el campo y la ciudad, los blancos y los indios, los k’aras y los t’aras, los oligarcas y los indígenas se acrecienta cada día más, aunque tanto autoridades del gobierno como departamentales niegan su autoría. El presidente del Comité Interinstitucional de Chuquisaca, Jaime Barrón, no descartó que hubiera infiltrados entre los sucrenses que tomaron como rehenes a los campesinos y los obligaron a despojarse de sus camisas y arrodillarse frente a la Casa de la Libertad. “No debió haberse producido ese hecho. Los hermanos campesinos merecen todo nuestro respeto. Cuando los vi arrodillados los hice levantarse de inmediato, los llevé hasta la alcaldía y los llevé hasta la salida a Tarabuco, porque estaban completamente asustados”, dijo. Según la candidata a prefecta de ACI-MPC (Alianza del Comité Interinstitucional-Movimiento Poder Ciudadano), Sabina Cuéllar, los indígenas fueron obligados a trasladarse a Sucre para recibir al presidente de la República bajo amenaza de ser multados con 100 bolivianos. La Federación de Campesinos de Chuquisaca, al tiempo de solicitar la expulsión de los representantes del Comité Interinstitucional, amenazó con cerrar las válvulas en la localidad de Turupampa y Villa Fernández que conecta con la ciudad capital. Desde Cobija, el jefe de Estado se refirió al tema pidiendo a “algunos jóvenes” de “algunas universidades” recuperar el respeto, la ética y la moral para con los indígenas, campesinos y los más pobres. “Qué clase de universitarios tenemos, no son todos ni en todas las universidades. Es importante mejorar esa ética, esa moral de un joven solidario Junio de 2008 En un comunicado público, Educación Radiofónica de Bolivia (Erbol) responsabilizó de este hecho “a Aydée Nava, Tommy Durán, Jaime Barrón y Fidel Herrera por haber convocado a grupos violentos con el fin de agredir y destilar odio contra personas que no comparten su línea ideológica”. ETNIAS & POLÍTICA Marcela Olivera y respetuoso, que siempre esté atento a los problemas sociales”, manifestó. Impunidad peligrosa Más allá de las declaraciones no existe ninguna acción concreta para frenar esta serie de atropellos. El gobierno debe actuar amparado en las leyes. En enero de 2007, en Cochabamba se produjeron violentos enfrentamientos entre grupos de choque organizados por la Prefectura y el Comité Cívico contra campesinos e indígenas, pero no se castigó a ninguno. Existen evidencias de la participación de ciudadanos y autoridades En Santa Cruz, el vicepresidente del Comité Cívico cruceño, Luis Núñez, pidió a los sectores contrarios a las autonomías “abandonar Santa Cruz o, de lo contrario, atenerse a las consecuencias”. En ese discurso racista además agregó: “Ellos [los bolivianos del Occidente] han venido aquí. Adáptense a nuestra forma de vida que es paz, trabajo y tranquilidad, pero no nos sigan provocando, insultando, denigrando como lo han hecho ayer o aténganse a las consecuencias”, advirtió el cívico. En los últimos días en Sucre, el diputado Wilber Flores fue agredido, lo mismo ocurrió con los parlamentarios potosinos Carmen Flores y César Navarro, o con la senadora cochabambina Leonilda Zurita. Si en Sucre ocurren esos hechos de violencia, en poblaciones rurales de Santa Cruz la situación es igual o peor. Días después del referendo autonómico en San Ignacio de Velasco, representantes cívicos y el principal dirigente indígena chiquitano agredieron al sacerdote Adalid Vega Veizaga a quien acusaron de ser militante del MAS y contrario al proceso de las autonomías. Al religioso le exigieron que abandonara la región, y ninguna autoridad impuso la ley. Las agresiones no sólo fueron para campesinos, indígenas o gente común, sino también para ministros y el propio presidente y vicepresidente de la República que virtualmente no tienen pisada en algunas regiones del país. ¡Basta ya! En este país para nadie es desconocido que la “justicia” boliviana está manejada por representantes del viejo modelo neoliberal. El aparato de la justicia que fue “loteado” por los partidos neoliberales está manejado por gente ligada al anterior régimen de Gonzalo Sánchez de Lozada. Aunque la Fiscalía del Distrito de Chuquisaca anticipó que existiendo una denuncia interpuesta sobre los hechos del pasado sábado, éstos serán investigados, no existe ninguna confianza. La fiscal de Distrito de Chuquisaca, Ana María Lía, afirmó que el Ministerio Público procederá a investigar conforme establecen las leyes. El defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, pidió que una fiscalía de Distrito que no sea Chuquisaca investigue los violentos hechos contra campesinos en Sucre, porque considera que la justicia chuquisaqueña perdió imparcialidad al estar sometida a sectores cívicos. “Estos hechos no sólo se tienen que censurar, sino deben ser sancionados. [Pero] la Fiscalía de Distrito de Chuquisaca no tiene las condiciones para desarrollar una investigación parcial, ni siquiera sus tribunales, porque en los últimos meses demostraron su absoluta subordinación a la instancia cívica”, manifestó. Ante las acciones fascistas y racistas, desde diferentes puntos del territorio nacional salió el clamor popular de decir ¡basta! También se demanda gobernabilidad. En el proceso de la revolución democrática y cultural es hora de hacer un alto a la violencia y al racismo, es hora de buscar el diálogo y el consenso, es hora de consolidar el cambio y la unidad. Junio de 2008 Miembros de la Unión Juvenil Cruceñista en reiteradas ocasiones agredieron a varias personas en Santa Cruz. La violencia física también estuvo acompañada de atentados dinamiteros, amenazas, persecuciones y otras acciones contrarias a los derechos humanos, pero nadie hizo nada. Bolivia: grandes oportunidades, grandes peligros La cuestión civilizatoria 1 El texto aprobado por la Asamblea Constituyente en Oruro el 9 de diciembre de 2007 es un triunfo importante para los movimientos indígenas, que excede el plano puramente discursivo y de “papel mojado” al que quedan generalmente reducidas las constituciones en América Latina. Por un lado, lo que plantea el texto del proyecto de Constitución tiene importancia. El texto pone en cuestión el sistema liberal de control estatal sobre los pueblos oprimidos. Pone nuevamente en el tablero, no sólo en el ámbito nacional, sino mundial, la cuestión del reconocimiento de los derechos colectivos, el derecho a la autodeterminación de los pueblos oprimidos, y pone en cuestión el sistema opresivo y homogeneizante del Estado-nación. Además de esto, establece de la forma más taxativa posible, un conjunto de derechos individuales que parecen colocar a Bolivia –al menos en el plano de la teoría– en el puesto más avanzado de la civilización humana actual. Por otro lado, la circunstancia de este triunfo, independientemente del valor mismo del texto, ha vuelto a colocar a la llamada “derecha” a la defensiva. [1] Este artículo apareció inicialmente en la revista Herramienta, 2008. Marcela Olivera ¿Es un triunfo de los movimientos sociales? Afirmativo, es una derrota política de una burguesía que se declara en retirada. ¿Es una transformación del Estado? Negativo, no lo es. ¡Es un programa para la acción! Y es, a la vez, una proclama civilizacional. El texto constitucional aprobado en la Asamblea, desde el punto de vista leguleyo, podría considerarse contradictorio, incluso inaplicable. Bajo un mismo Estado existirían dos doctrinas jurídicas diferentes que quedarían territorializadas; una que continúa la tradición constitucional liberal vigente y cuyo principio fundamental es el respeto irrestricto a la propiedad privada, la otra –de inspiración indígena– que no desconoce la existencia de esta última pero no permite el ejercicio irrestricto de los derechos de propiedad privada. Dependiendo de qué territorio se trate, se aplicaría una u otra doctrina. Este es un planteamiento de reconocimiento pleno del pluralismo jurídico. Las dos realidades jurídicas han existido desde siempre en Bolivia, existen en la práctica dos jurisdicciones superpuestas, la estatal-liberal y la indígena-campesina, que se ejercitan a través de dos sistemas de autoridad paralelas. El cambio es que hoy el texto constitucional plantea el reconocimiento abierto de la autoridad indígena y ya no estarán superpuestas, porque los territorios estarán delimitados en función del principio de autodeterminación de cada pueblo. Cada pueblo tiene el derecho a autodefinirse como población indígena, originaria campesina o como población intercultural. Esto por supuesto es una oportunidad y, a la vez, implica un gran peligro. ¿Qué significa el pluralismo jurídico? Que cada pueblo indígena tiene derecho a gobernarse en su territorio en el marco de sus propias normas y a elegir sus gobernantes de la forma que éstas establezcan. En los hechos significa el desconocimiento del principio liberal que establece “un individuo-un voto” y el “derecho” al voto secreto. Desconoce el principio democrático burgués de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, y que hay una sola ley para todo ciudadano. Establece la igualdad del derecho colectivo frente al derecho individual. En la generalidad de los pueblos indígenas, al igual que en las asambleas obreras, se toman las decisiones –en ejercicio de la democracia popular– en asamblea pública, levantando la mano. Muchas veces se realiza de forma nominal: allí donde están reunidas muchas comunidades, por ejemplo en un congreso provincial de sindicatos agrarios o en un cabildo o asamblea de ayllus, cada comunidad delibera aparte y emite su voto a través de su representante en público. En otros casos las votaciones por mayoría no son determinantes sino que se subordinan al derecho a la participación equitativa, rigiendo el turno de rotación: aunque la autoridad se elije públicamente, en realidad rige un acuerdo de larga duración por el que ésta sale necesariamente de un Pablo Ariel Regalsky Antropólogo, Secretario General del Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (Cenda), de Bolivia. Junio de 2008 En este artículo, además de introducir algunos elementos para apreciar los avances del texto constitucional, y de establecer lo que esto significó en términos de expresión y a la vez refuerzo a las luchas indígenas, campesinas y obreras, intentaremos dar un breve vistazo a las relaciones de fuerza entre las clases (y los sistemas sociales) en términos de larga duración. Marcela Olivera ETNIAS & POLÍTICA determinado sector según un turno establecido (lo mismo hace la Unión Europea con su presidencia). Todas estas normas tienen la finalidad de establecer el derecho de la mayoría a hacer respetar sus decisiones dentro de un equilibrio general. La autoridad indígena originaria campesina ejerce la atribución de aplicar las normas comunales en su jurisdicción de una manera amplia. Una norma fundamental de la jurisdicción campesina originaria indígena es la que marca los límites al ejercicio de la propiedad privada. El derecho a la posesión de la tierra por parte de una familia que sí tiene derechos de herencia sobre ella no implica –desde la normativa consuetudinaria indígena– el derecho a disponer libremente de la misma, no se la puede vender libremente, no se la puede cultivar o usar de cualquier forma, sino solamente en función de decisiones comunales específicas y que pueden modificarse de año en año. Para las empresas capitalistas, lo mismo que para quienes se manejan con una lógica de acumulación privada, estas normas significan un problema. No es que se impida la acumulación, como tampoco se excluye al capital, solamente se lo restringe de una manera que dificulta el proceso de diferenciación social y la acumulación del poder en pocas manos. La autoridad indígena, a diferencia de la autoridad del Estado-nación, resume en si la capacidad de juzgar así como la capacidad de gobernar. Esto supone que distintas autoridades, en territorios contiguos, podrían tener criterios diferentes para juzgar un mismo hecho. La justicia ordinaria, según el texto aprobado, no puede revisar los fallos de la autoridad indígena. El tribunal constitucional deberá considerar la jurisdicción indígena en igual jerarquía que la jurisdicción ordinaria. El tribunal constitucional mismo deberá estar conformado por igual número de miembros que representan ambas jurisdicciones. Por supuesto que se plantean preguntas, ¿es esto viable en un país sometido a la esfera de influencia global del capitalismo, un país donde el capital financiero y el capital petrolero siguen siendo los que tienen las de ganar en el momento de poner las reglas de juego? 78 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos El texto aprobado por la Asamblea debe ponerse a consideración del pueblo en un referendo (por voto universal y secreto, o sea muy influenciable por los medios de comunicación dominados por la burguesía). A pesar de esto, se trata de un triunfo político pues el texto constitucional se constituye en un programa de acción para los movimientos indígenas originarios. Y no sólo para los movimientos indígenas campesinos. El movimiento indígena debe mucho de este triunfo a la posición adoptada por sectores avanzados del movimiento obrero, en particular a los mineros de Huanuni, que tuvieron una actuación decisiva en diciembre. Más adelante veremos la intervención minera en este proceso. Sin embargo, es importante notar que el movimiento obrero no consiguió avances en el texto respecto al texto vigente, a más de los consabidos derechos retóricos al trabajo. Por el contrario, el cooperativismo minero, que es una amenaza no sólo para la única mina nacionalizada subsistente que es Huanuni, sino también para las mismas comunidades indígenas, ha obtenido dentro del texto garantías de intocabilidad sobre sus concesiones de explotación de recursos mineros tal como exigía. Ésta es una de las incoherencias que inquietan dentro del texto porque contradicen abiertamente el derecho ya establecido desde 1990 cuando Bolivia se adhiere al Convenio 169 de la OIT que reconoce el derecho a la consulta previa para el caso de explotación de recursos naturales en territorios indígenas. La situación es incierta aún Cuando la Asamblea Constituyente aprueba el texto la situación era muy fluida. El Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), conformado por los prefectos de la llamada Media Luna del oriente boliviano, más los de Cochabamba y Sucre, y cívicos de cinco departamentos, se habían reunido en Sucre en diciembre 2007, poco después de los disturbios que ocasionaron que los constituyentes debieran abandonar la ciudad en noviembre. Allí el Conade definió declarar la aplicación inmediata de las autonomías departamentales a partir del 14 de diciembre, lanzamiento de los “estatutos autonómicos”, y el desacato a la Constitución oficialista. Esa fecha era precisamente el día que la Asamblea Constituyente debía celebrar su última sesión en la que ratificaba el proyecto de Constitución, después que una comisión redactora “corrigiera” los posibles defectos del mismo. Además, la desobediencia civil apuntaba a desconocer el decreto que redujo la participación de los departamentos petroleros en la distribución del impuesto especial a los hidrocarburos. Los comités cívicos cuentan con el respaldo político y económico de la empresa privada de todo el país, y no solo de Santa Cruz, en particular de la Asociación de Bancos (Asoban), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara de Exportadores y la Cámara de Hidrocarburos de Bolivia, todos estos organismos activos dentro del Comité Cívico. El Conade, con el apoyo de estos sectores, pretendió entonces constituirse en un gobierno paralelo al de Evo Morales, comandando cinco de los nueve departamento del país. 79 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Pablo Ariel Regalsky ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Esta es una somera explicación de ciertas partes del texto constitucional aprobado en la Asamblea Constituyente. Se trata de un triunfo hasta el momento retórico, es un texto aún sin valor legal alguno. Hay muchas piedras en el camino: por un lado el gobierno (al momento de escribir este texto) está negociando con los gobiernos departamentales en poder de la derecha un posible cambio (que sería completamente ilegal). ETNIAS & POLÍTICA Sin embargo esos prefectos, unidos al mayor partido de la oposición, Podemos, encabezado por el ex presidente Tuto Quiroga, cometieron un grave error de cálculo al momento en que el periodo de sesiones de la Asamblea Constituyente estaba a punto de finalizar, y aún no había podido avanzar en el proceso de aprobación del texto final. Después que el Congreso Nacional aprobara la prórroga del periodo de sesiones de la Constituyente hasta el 14 de diciembre (según la convocatoria, el periodo de vigencia del Constituyente finalizaba el 6 de agosto de 2007), el gobierno decidió convocar a una comisión suprapartidaria, conformada por los partidos con representación en la Constituyente a fin de llegar a un acuerdo sobre el texto que se iba a aprobar. En esa comisión, dirigida por el vicepresidente García Linera, se llegó a ciertos acuerdos que, en realidad, permitían a la derecha y a los comités cívicos conseguir prácticamente todos sus objetivos. Esto significaba que el gobierno de Evo Morales, a título de garantizar la gobernabilidad de su administración, apostaba a un texto que beneficiaba a la burguesía retrocediendo en ciertos aspectos, incluso en referencia a la actual constitución liberal todavía en vigencia. La “estrategia” fundamental que el gobierno –a través de la figura de García Linera– ha ensayado desde el principio de la administración de Evo Morales es “déjennos gobernar y hacemos lo que ustedes requieran”, eso es lo que se les dice a las empresas y a sus voceros, los cívicos. Ya Evo lo había dicho incluso pocos días antes de asumir el gobierno, mientras realizaba su gira mundial donde puso de moda la famosa “chompa de alpaca”: “He comprendido que para ser un buen presidente tengo que lograr buenos negocios para los empresarios”. Se refería a los soyeros, agroexportadores y otras empresas beneficiarias del latifundismo. Pero la miopía de esa burguesía “esmirriada” no le ayuda: en parte lo explica su racismo, a tal punto no puede tolerar estar siendo gobernada por quien califican como “indio”, que no advierte que es el gobierno de Evo Morales el que le está garantizando sus intereses estratégicos, su propia viabilidad como clase propietaria, y que sólo en la medida que facilite la gobernabilidad de la administración de Evo, hará viable una salida favorable a los intereses capitalistas a mediano plazo. Bueno, ese ha sido su error: ese grupo de necios representantes de los comités cívicos y de Podemos siguió presionando al gobierno y negándose a firmar el acuerdo que les proponía García Linera, pese a que les estaba ofreciendo el oro y el moro. Al final, no le dejó salida al MAS. Los propios constituyentes se vieron acorralados entre esta derecha torpe y los movimientos sociales –en ese momento encabezados por los mineros de Huanuni y la Central Obrera de Oruro– que empezaban a impacientarse con la cobardía política del vicepresidente, de manera que el gobierno no tuvo más alternativa que dejarle la vía libre a su propia bancada para que aprobara “su” texto. Este texto, el único que había sido propuesto de forma coherente en el curso de la Asamblea, era el que había diseñado el Pacto de Unidad de las organizaciones indígenas, originarias y campesinas, de colonizadores y afrobolivianos, junto a un pequeño y eficiente equipo de asesores técnicos y de ONG aliadas que venían trabajando desde principios de 2005. Así es como se aprobó, inesperadamente para todos, un texto que avanza de manera audaz en el campo de los derechos humanos tanto colectivos 80 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos Lo interesante del caso es que frente a un texto tal, la clase media, que había sido aterrorizada por la prensa y por rumores de que este texto aseguraría la perpetuación del gobierno de Evo, además de la confiscación de sus casitas y sus terrenitos, quedó más bien encantada ante un texto que en lo fundamental está bien elaborado y tiene consistencia. Ahora bien, pese a que esa votación ponía a la derecha ante un hecho consumado, y ahora ya no le quedaba más salida que enfrentarlo en el terreno del referéndum por realizarse en los próximos meses, no contaba con la ayuda inesperada, otra vez, del propio gobierno. El gobierno, en vez de sacar partido del hecho de que la población urbana se había rendido a la evidencia de que este texto era un avance de los derechos en todo sentido, se esfuerza por dar marcha atrás en la situación. A principios de enero Evo Morales convoca al diálogo a los prefectos bajo una agenda que no termina de definirse. Mientras que al principio la agenda parecía no contemplar el tema de la Constitución, un tema ya cerrado, el mismo día que se realiza la reunión resulta que éste sí aparece. ¿Es falta de visión estratégica y política de este gobierno? ¿Se puede hablar de cobardía política? La derecha no termina de precipitarse en la derrota por sus propios errores, cuando viene el gobierno a rescatarla. No parece ser cobardía. árbitro, que lo que más teme no es que la derecha esté en condiciones de imponerle sus términos. Por el contrario, pareciera que su instinto (pues no hay evidencia de una clara estrategia en el gobierno en su conjunto) lo empuja a favorecer que la derecha crezca lo suficiente como para colocar en vereda a los movimientos sociales a fin de que no puedan crecer en sus demandas. De esta manera el gobierno no quedaría preso del programa radical con el que los movimientos sociales lo llevaron al “poder”: la llamada “Agenda de Octubre”. Por el contrario, podría intentar resolver la crisis de Estado, la crisis del capitalismo “esmirriado” boliviano, tal como lo calificara Zavaleta, reforzando el actual estado (neocolonial). Quien parecería empujar con más firmeza esta estrategia del gobierno de convertirse en la expresión de la burguesía es su vicepresidente García Linera: su planteo desde un principio ha sido reforzar el Estado-nación, hacerlo nuevamente viable, intentado ganar como base de sustentación a una burguesía que vea en esta administración al garante de sus mejores negocios en muchas décadas. La situación real está definida, por un lado, por la determinación de esta burguesía inviable y racista que, dado que no puede sacar al “indio” del Palacio Quemado porque se lo impiden el apoyo que el gobierno recibe tanto de la OEA –e implícitamente del gobierno de Estados Unidos–, como de Brasil y Chile, por lo menos de convertirlo en su rehén. Pero por la otra, la situación también está signada por la Parecería que el gobierno, instintivamente, entiende que su viabilidad está unida a la existencia de una derecha con capacidad de presión. De lo contrario el gobierno quedaría preso de su propia base social, los movimientos sociales. Este es un gobierno- Se trata de un triunfo político pues el texto constitucional se constituye en un programa de acción para los movimientos indígenas originarios. 81 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Pablo Ariel Regalsky ] Actualidad Documentos Junio de 2008 como individuales, y que es probablemente el texto constitucional más avanzado desde el punto de vista democrático en el planeta. ETNIAS & POLÍTICA esperanza y seguridad de parte de la gran mayoría de los movimientos sociales de que este gobierno es “suyo” y, por tanto, se le puede exigir que cumpla con la Agenda de Octubre (el momento de la insurrección que derribó al gobierno de Sánchez de Lozada). Hasta aquí hemos visto, a través del triunfo que logran los movimientos indígenas y populares en la Asamblea Constituyente, que la relación de fuerzas establecida por el movimiento semi-insurreccional de octubre pareciera no haberse modificado sustancialmente. Sin embargo, estamos en un momento de inflexión. En primer lugar, examinemos las relaciones de fuerza estructurales. Está claro que el Estado boliviano no ha modificado su naturaleza colonial. La actual administración, aunque esté dirigida por un movimiento político surgido de un proceso de levantamiento de las masas indígenas, no tiene la capacidad y tampoco la intención de modificar ese carácter colonial. Por el contrario, existen fuertes sectores no solo dentro del Estado (las fuerzas armadas, la policía, la Iglesia, el poder judicial, una amplia mayoría del poder legislativo, toda la burocracia de la administración del poder ejecutivo, los ministerios, ni que hablar de las prefecturas y los municipios) que resisten cualquier intento de mínima modificación de la actual estructura. De hecho, una mayoría del aparato político que conforma el MAS, constituido por alcaldes, concejales, diputados, senadores, ministros, viceministros, y cientos de pequeños burócratas. Muchos de ellos son provenientes de los partidos de la burguesía como el MNR, ADN, UCS, MBL, etc., que se han pasado al carro del MAS. Con el actual gobierno se agregan los cuadros del MAS que pasan a formar parte del aparato administrativo del Estado. Parte de ese fenómeno es la incorporación de buena cantidad de dirigentes de las organizaciones indígenas y campesinas que se han asimilado a la vieja y esclerosada estructura burocrática del Estado y adoptan cotidianamente el antiguo ceremonial y protocolo de comportamiento burocrático. Al incorporarse, asumen una actitud de defensa no solo de sus nuevos pequeños intereses como burócratas que reciben un sueldo del Estado, sino de la misma estructura jerárquica y burocrática a la cual se han asimilado, y que les permite gozar de esas pequeñas, a veces pequeñísimas, prebendas. También se puede encontrar ahora dentro de los ministerios y organismos administrativos del Estado a una pequeña nube de profesionales pseudos izquierdistas del PC y otros grupos, incluso ex militantes del POR que no tienen empacho en servir de consultores a los gobiernos neoliberales, y ahora no saben hacer otra cosa que dar continuidad a las mismas propuestas y políticas que habían desarrollado en estos gobiernos. La reconstrucción de este aparato burocrático actúa como una pesada losa que parece inmovilizar a los movimientos sociales, y es un proceso que ocurre a diario, pero a la vez es un proceso totalmente caótico, cada subsecretario toma sus propias iniciativas y a veces en una misma reunión se escuchan posiciones completamente diferentes, pero dentro de un caos armonioso. Las consignas burocráticas, las mismas realidades de un Estado colonial y anticampesino, ahora se las reviste de una ideología pseudo-andina, bajo un manto de supuesta reciprocidad y redistribución, que sirve de nuevo manto ideológico a la paz burocrática neoburguesa vestida de ropaje indígena. Esta situación se verifica en el caso de la problemática de la tierra. La aprobación de las últimas modificaciones a la ley INRA como resultado de movilizaciones campesinas e indígenas, que debería permitir ahora la reversión de los latifundios improductivos que no cumplen función económico-social, no ha servido 82 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Marcela Olivera para recuperar hasta ahora ni un metro cuadrado de tierra ilegalmente apropiada por los latifundistas. Primero con la excusa de las inundaciones a principios de 2007, y ahora sin necesidad de ninguna excusa, la “revolución agraria” se limita por el momento a prometer la mecanización de la agricultura campesina, una política totalmente inadecuada para los suelos andinos, y que sólo promete agravar la depredación y la caída de la productividad. En noviembre de 2007 se aprueba el Decreto 29215 que determina la expropiación con pago a precios de mercado de 180.000 hectáreas en el Chaco chuquisaqueño para entregar a las comunidades cautivas guaraníes. La marcha de indígenas por la tierra Hace un año los guaraníes y otros indígenas llegaron hasta la sede de gobierno para demandar la aprobación de las reformas a la ley INRA. La política del MAS, como explica Mayorga, un analista muy apreciado por los medios de comunicación, “está caracterizada por incertidumbre estratégica y flexibilidad táctica por ausencia de un proyecto político elaborado de manera programá- tica, lo que explicaría la postura cambiante respecto al referéndum sobre las autonomías departamentales, así como los vaivenes respecto a la reforma educativa. Su capacidad de acción se traduce en una enorme flexibilidad táctica que se asienta en esa elasticidad programática”. El manejo de una retórica radical (por parte del gobierno) neutraliza la izquierda y las moderadas decisiones de gobierno desbaratan los cuestionamientos desde la derecha, lo que le permite ocupar una amplia franja del centro político. Mayorga se felicita de esta característica del MAS, porque permitiría recuperar la gobernabilidad del Estado que se perdió en el periodo desde 2000 a 2005 como efecto de la movilización incontrolable de los movimientos sociales. Efectivamente, mientras se mantiene una retórica de nacionalización, tanto de los yacimientos de gas como de los recursos naturales en general, por el otro lado, el gobierno se enorgullece en publicitar las inversiones extranjeras en proyectos gigantes en minería, como el caso San Cristóbal o el Mutún, y en haber dado las garantías suficientes a las empresas petroleras como para que reanuden este año las inversiones en la exploración de hidrocarburos. La re-nacionalización del sistema de pensiones parece 83 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Pablo Ariel Regalsky ] Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA haber quedado sepultada, y en cambio los fondos privados de pensiones se harán cargo del pago del nuevo bono Dignidad destinado a todos los ancianos, proveniente de la redistribución del ingreso impositivo a la producción de gas. Mientras tanto, de parte de las comunidades campesinas ni siquiera es posible reclamar contra la total contaminación e inutilización de sus tierras agrícolas por parte de las multinacionales mineras y, peor aún, de las cooperativas mineras. La COD de Oruro (2007), en cambio, considera que no existe espacio para esa política de conciliación: El gobierno de Evo Morales surgido como consecuencia de las luchas sangrientas del pueblo contra la oligarquía, tiene como base de su política la concertación y la convivencia con el enemigo de clase, compuesto por los pocos ricos de este país, culpables de la pobreza, atraso y desempleo en nuestro país… En ese sentido, su política de pactos con la derecha que terminaron en acuerdos de claro retroceso para el pueblo como se puede advertir en la Ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente y los acuerdos de la suprapartidaria, entre otras, nunca conformarán a la clase capitalista, detentadora del poder y de los gobiernos durante la casi totalidad del periodo republicano, así como también no serán solución definitiva a los problemas de nuestro pueblo empobrecido aunque mayoritario. La emergencia de la COD de Oruro y de una fuerte dirección clasista en Huanuni, que se han puesto los guaraníes y otros indígenas llegaron hasta la sede de gobierno para demandar la aprobación de las reformas a la ley INRA. claramente del lado de las organizaciones y pueblos indígenas campesinos, de alguna manera ha disminuido el margen de maniobra del gobierno y le ha obligado a inclinarse un poco más hacia la izquierda, a fin de evitar que la dirección obrera en emergencia le gane las espaldas. Eso explica que estos últimos días el gobierno cada vez hable de forma más pesimista sobre la posibilidad de un acuerdo con los prefectos derechistas. La estrategia del gobierno de establecer un acuerdo político con los empresarios que de alguna manera convierta al MAS en su propia expresión política no es hueca. La bonanza de los altos precios de las materias primas, que ha permitido cuadruplicar los ingresos por exportaciones lo permitiría. Lo demuestran también las cifras de las entidades financieras. Las reservas internacionales del Banco Central se han duplicado en un año. Los depósitos en moneda nacional en la banca se han incrementado de la misma manera y la cartera de préstamos también ha crecido en 60%. ¿Por qué, en tal situación de bonanza aún es difícil un acuerdo y cuál parecería ser el proyecto estratégico del empresariado boliviano y la derecha que lo representa? La lucha por la hegemonía y el traslado del eje geopolítico boliviano Desde octubre de 2003, cuando Sánchez de Lozada y su gabinete, poco antes de huir del país, especularon con la posibilidad de trasladar su gobierno –y por lo tanto la sede de gobierno– a Santa Cruz, cobró nuevo impulso a lo que se dio en llamar las luchas regionales. Desde que se impone la Agenda de Octubre, cuando Carlos Mesa inesperadamente para todos, acepta como parte de su programa de gobierno la convocatoria a una Asamblea Constituyente, empieza en serio el intento de trasladar la capital fuera de La Paz. 84 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos país, pero el propio gobierno se encargó de trabar al máximo esa posibilidad acordando con la derecha una ley de convocatoria que transformaba lo que debía ser un espacio de poder político fundacional y soberano en un ente ineficaz para hacer las transformaciones necesarias, subordinado al aparato político, judicial y administrativo establecido del Estado. El levantamiento social paralizó entonces al gobierno y al aparato estatal en su conjunto. La subida al gobierno de Evo Morales –un logro que es el resultado directo de las luchas populares pero en gran medida hay que atribuir a la estrategia de la Iglesia para neutralizar esas luchas– parece haber logrado un cuarto intermedio en las luchas sociales. La gente tiene cierta esperanza en que este gobierno “arregle” las cosas, aunque mantiene su vigilancia. Este referendo determinó que cualquier departamento donde haya sido aprobada la pregunta sobre autonomía departamental con una mayoría simple, se transforma en autónomo, una vez que se promulgue la nueva Constitución. Los constituyentes, tanto por la ley de Convocatoria a la Asamblea, como por el texto de la ley de referendo, están obligados a avalar el resultado positivo de esa votación en un departamento, aunque la opinión nacional mayoritaria se demuestre en contra. Dado que los sectores claves del aparato productivo nacional (la energía, la minería, las telecomunicaciones, la tierra, los bosques, los bancos, la prensa y la televisión), están en manos de multinacionales o de sus socios –los sectores empresariales, latifundistas o lumpen burguesía boliviana–, es poco lo que se presume que el gobierno pueda hacer, a más de sanear las finanzas del Estado elevando la recaudación impositiva. Esto último se lograría a través de la llamada “nacionalización de los recursos naturales” que modifica los contratos petroleros existentes –que nunca fueron anulados– de manera que el Estado perciba mayores ingresos por la explotación del gas. Se suponía que la Asamblea Constituyente era el escenario para cambiar radicalmente la situación generada por la privatización de las empresas y los recursos del Así mismo, el gobierno ha permitido que la derecha ponga como condición para la realización de la Asamblea Constituyente, la previa realización de un referendo autonómico vinculante. ¿A qué apunta ese proyecto autonomista? ¿Acaso apunta a la disgregación nacional? Lo mismo se decía cuando se estaba librando la Guerra Federal que tuvo lugar en Bolivia en 1899. Sin embargo, el triunfo de los federalistas no derivó en el establecimiento de un sistema federal, sino en el traslado de la sede de gobierno a La Paz, y el establecimiento de un sistema de gobierno centralista. El interés actual del empresariado que respalda esta propuesta autonomista se expresaría en dos posibles salidas: a)La salida política mínima a que aspiran, consiste en que efectivamente no logran derrotar a los movimientos sociales durante todo o parte del gobierno de Evo Morales, y se ven entonces en la necesidad de atrincherarse temporalmente en la sede de Santa Cruz, pero con prerrogativas y 85 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Pablo Ariel Regalsky ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Es un hecho que el cerco de los movimientos sociales indígenas a La Paz, establecido en octubre de 2003, y que luego se repite en mayo-junio de 2005, no fue hasta ahora derrotado. Es más, está pendiente aún sobre las cabezas del sistema político como una espada de Damocles. Tanto en octubre de 2003 como en mayo-junio de 2005, con el antecedente de la crisis de febrero de 2003 que llevó al enfrentamiento armado entre policías y militares, el Estado está en una crisis que se debe, en buena medida, al cerco que han establecido los movimientos sociales sobre el gobierno y sobre su sede geográfica. ETNIAS & POLÍTICA competencias que les permitan manejar la parte más jugosa del presupuesto nacional, aspirando también a manejar de la forma más directa posible –según las relaciones de fuerza que logren para la Asamblea Constituyente– los recursos naturales que ya sabemos: la tierra, el agua, los bosques, los recursos del subsuelo. b)La máxima consiste en lograr derrotar o confundir lo suficiente a los movimientos sociales para comenzar a trasladar, de hecho o de derecho, la sede de gobierno a Santa Cruz. Ese proceso puede comenzar bajo una apariencia de descentralización, o de traslado de organismos autárquicos o semiautárquicos, como por ejemplo YPFB, u otras entidades de gran peso económico a Santa Cruz. Aunque lograran solamente la autonomía, ya se estaría empezando a aplicar de hecho el traslado paulatino de la sede del gobierno nacional a Santa Cruz. Pero si la derecha lograra dividir y desmoralizar lo suficiente a los movimientos sociales, es posible un cambio rápido de escenario geopolítico. Esto puede hacerse efectivo si acorralan y reducen a la impotencia al gobierno de Evo Morales, y lo obligan a servir simplemente de administrador eficiente de un modelo neoliberal maquillado de populismo, sin ninguna transformación de fondo. Por ejemplo, sin que se logre la reversión de una porción significativa de los 50 millones de hectáreas de tierras ilegalmente distribuidas desde la Reforma Agraria de 1953 entre la nueva oligarquía. En la medida que el gobierno –para sostenerse en el sillón– deba acudir a la desmovilización y a la división de las organizaciones que lo apuntalaron para ganar las elecciones de 2005 y 2006, el mismo gobierno serviría como instrumento para lograr ese fin. La deslegitimación del gobierno lo volvería cada vez más débil y vulnerable a las presiones de las camarillas empresariales y mafiosas, hasta que lo obliguen a rendirse y aceptar, él mismo, cambiarse de sede. Ese sería el proyecto estratégico del empresariado latifundista y sus aliados mafiosos y petroleros. Por supuesto, no apuntamos a que la “burguesía esmirriada” y sus mafiosos se salgan con la suya y logren establecer este escenario político que describimos arriba; por el contrario, estamos seguros de que los movimientos sociales sabrán derrotarlos a tiempo. Pero nuestro análisis pretende alertar contra sus verdaderas intenciones, que no se quedan en la autonomía departamental. Hay una forma para que los movimientos sociales, acompañados por aquellos que desde el gobierno están de su lado, puedan neutralizar esa estrategia y ganarles la batalla actual. Esa forma es, dicho de forma llana, revertir los latifundios. Las implicaciones “civilizatorias” del proceso actual La crisis de Estado que se presenta en Bolivia nos obliga a utilizar un término un poco desgastado: aquello de “el eslabón más débil”. Efectivamente Bolivia es, quizás, uno de los eslabones débiles del sistema hegemónico establecido por la civilización occidental capitalista en todo el planeta. Un sistema que ha establecido como pivote de su dominación política a los Estados-nación. No hay duda de que estamos ante un periodo de declinación hegemónica, pero ¿de qué tipo es esa declinación hegemónica? Nadie, ni siquiera en el gigante imperialista, se atreve a dudar de que los Estados Unidos hoy atraviesan una crisis de hegemonía, pero hay poco acuerdo sobre el significado de esa crisis. Otros gigantes imperiales han caído antes. Recordemos cómo el imperio inglés se desmoronó en la Segunda Guerra Mundial, pero ya hoy las ca- 86 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos En estos últimos casos, conducidos por las burguesías nacionales del Tercer Mundo, proponían un desarrollo capitalista basado en la “sustitución de importaciones”, hasta ahí no más llegaban. También fue en ese periodo de transición inter-imperialista que se generó un vacío temporal de poder o, más bien, un periodo en el que las burocracias estatales mantuvieron su lealtad a los antiguos jefes imperiales, y así surgieron los movimientos nacionalistas en Latinoamérica, con fuerte arraigo en las burocracias militares, y a los cuales se adhirió un sector importante de la clase obrera. Recordemos el peronismo, el APRA en Perú, Vargas en Brasil, MNR en Bolivia, etc., todos del mismo periodo de finales de la Segunda Guerra Mundial, teñidos de discurso anti-americano pero, al menos en algunos casos, muy sospechosos de conducta pro inglesa, y que finalmente debieron ceder sin pena ni gloria ante el avance de los capitales americanos. consecuencia del propio proceso de regresión burocrática en que estaban sumidos. La lucha nacionalista revolucionaria entonces se entendía, paradójicamente, como la construcción de “verdaderos” Estados-nación, es decir, se acudía a la utopía de naciones “independientes” y “desarrolladas” según el mismo modelo que planteaba el imperialismo. El actual periodo se caracteriza no solo por una creciente competencia interimperialista, existiendo de hecho ya tres grandes bloques que se disputan esferas de influencia económica, sino por una declinación civilizacional. El capitalismo a escala mundial ha sufrido una regresión que la clase obrera vive en carne propia: se ha vuelto al capitalismo salvaje, primitivo, al capitalismo basado en el trabajo a domicilio y otras formas utilizadas ahora, no por el pequeño capitalista emergente, sino por el gran capital transnacional consolidado a escala global. Como consecuencia de esa regresión histórica, la clase obrera se ve en disgregación física y políticamente, y no se avizora el camino para su recuperación. Si bien hay grandes huelgas en los últimos tiempos, las realizan básicamente los obreros estatales, como es el caso de los sindicatos del transporte en Francia, Alemania y Hungría, porque la industria misma se ha vuelto transhumante. Pero en el nudo de la declinación se encuentra el problema de la crisis de legitimidad del Estado-nación. Así, los años cincuenta se caracterizan porque llega a su mayor auge el ciclo de expansión civilizatoria de la modernidad capitalista occidental: todos los países quedan integrados en la red de los Estadosnación que forman el mercado mundial capitalista. Es probable que incluso los países de la llamada esfera socialista, después de la Segunda Guerra, hayan quedado también semi-integrados en esa red, a Sánchez de Lozada y su gabinete, poco antes de huir del país, especularon con la posibilidad de trasladar su gobierno –y por lo tanto la sede de gobierno– a Santa Cruz. 87 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Pablo Ariel Regalsky ] Actualidad Documentos Junio de 2008 racterísticas de la declinación hegemónica han cambiado fundamentalmente. En ningún momento, durante el proceso de relocalización del eje geo-hegemónico mundial que se traslada desde Inglaterra hacia Estados Unidos, se había puesto en duda el sistema civilizatorio occidental mismo. Por el contrario, la reconstrucción de Europa, pero sobre todo el movimiento anticolonial y nacionalista de la posguerra, comenzando por la independencia de India y siguiendo por la descolonización de África, se llevó a cabo siguiendo el modelo de “modernización”. ETNIAS & POLÍTICA Desde el mismo momento que la civilización capitalista global basada en la red de Estados-nación se extendió por todo el planeta y dominó todo el mundo, comenzó su declinación. El Estado-nación, por otra parte, dejó de ser garante del nivel de vida de la población, y se convirtió en el garante de la expansión del capital, exclusivamente. Y entonces sucede algo aparentemente contradictorio. La gran amenaza que desafía a Occidente pareciera que ya no es el fantasma del comunismo, ahora es retratada como el fantasma del “fundamentalismo” y el “terrorismo” islámico. El desafío que plantea el islamismo propone un tipo de civilización que ataca las bases del individualismo burgués que domina nuestra cultura. Aquí me incluyo, como incluyo a la mayoría (¿la totalidad?) de los marxistas occidentales que hasta ahora no han sabido dar una mínima respuesta a este nuevo proceso global, por más que ya lleva cerca de treinta años en expansión, desde la revolución iraní. Lo paradójico es que a la crisis del capitalismo como civilización también le sucede la crisis del “comunismo real”, de los socialismos en un solo país, construidos sobre el modelo de la industrialización forzada. Entonces, al desafío islamista contra esa civilización liberal individualista que nos ha penetrado hasta los huesos, se suma la emergencia indígena que recorre Latinoamérica. Hasta ahora esa emergencia ha dado pasos tibios y a tropezones, sin encontrar un camino independiente. Cuando se ha encontrado en posición dominante, como ocurrió en octubre de 2003, la corriente que supuestamente representaba los intereses de campesinos indígenas ha rehuido ese propio camino, ha vuelto a asumir la ruta de los derrotados, en este caso de los neoliberales que estaban en plena huida. Para peor, se disfrazan de nacionalistas y llegan al extremo de reivindicar el Éstado-nación colonial y su soberanía, es decir, los supuestos representantes del movimiento indígena terminan negándose a sí mismos. Hasta ahora no ha surgido una corriente indígena latinoamericana con el suficiente coraje como para plantarse y asumirse como alternativa civilizatoria y reclamar la devolución total de la soberanía al pueblo, a los pueblos. Sin embargo, cuando los pueblos indígenas se sientan a deliberar surgen espléndidas ideas como las que dieron contenido a la propuesta de Constitución que elaboró el Pacto de Unidad de las organizaciones indígenas originarias campesinas de Bolivia. Esa experiencia nos demuestra que es posible una respuesta a la crisis civilizatoria. Es la hora ya de crear un frente indígena y obrero que recupere esa extraordinaria experiencia y se plantee desterrar de una vez la corrupta cultura liberal capitalista, incluida su versión seudo-nacionalista. Referencias Central obrera departamental de oruro, COD de oruro (2007). "La posición de la clase trabajadora en el momento actual". 20 de diciembre. Mayorga, F. (2007). Encrucijadas: ensayos sobre democracia y reforma estatal en Bolivia. Cochabamba: CESU-UMSS. Gente Común. UDAPE (2006). Economía y política económica. La Paz: Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas. Zavaleta M. R. (1987). El poder dual. Cochabamba: Los amigos del libro. 88 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ La cuestión civilizatoria ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Carta de Óscar Olivera a la empresa canadiense Bata En huelga de hambre por abusos de su filial Manaco Cochabamba, Bolivia, julio 7 de 2008 Señora Sonja Bata BATA Toronto-Canadá Marcela Olivera Sra. Bata: Le escribe un obrero de nombre Óscar Olivera, trabajador regular de la empresa Manaco desde el 12 de marzo de 1979, quien el año 2003 fue privado de sus salarios en señal de represalia a raíz de una serie de denuncias contra la administración de Manaco que en ese entonces ejercía el Sr. Arturo Blanco. Usted recordará que mi persona, junto a varios trabajadores, le mandamos una carta en ese entonces. Esas denuncias, que eran ciertas, seguramente fueron luego comprobadas por la compañía, ya que supimos que el Sr. Blanco fue retirado de la firma Bata. Hoy, 21 trabajadores de diferentes fábricas en Bolivia nos encontramos en una huelga de hambre, uno de ellos es Alejandro Saravia, trabajador de 55 años, 28 de los cuales los pasó trabajando en Manaco, y quien fue retirado de la empresa, desde nuestra perspectiva, de manera injusta e ilegal. Este retiro ha visibilizado varias cosas que ocurren en esta fábrica y que enumero a continuación: 1. Contratos de trabajo con los obreros nuevos donde se les induce a presentar datos falsos, como por ejemplo, el lugar donde viven para evitar el pago del transporte del obrero. 2. En estos contratos se obliga a los trabajadores a RENUNCIAR A SUS DERECHOS conseguidos por acuerdo de partes desde hace más de 60 años entre la Empresa y el Sindicato de trabajadores. 3. Una discriminación laboral donde sólo a un sector, el de los empleados (que no forman parte del Sindicato), se le paga el beneficio del sobretiempo, que consiste en el pago doble por hora extra de trabajo, tal como señalan las leyes bolivianas. En cambio, a los obreros, quienes son parte del Sindicato y que ganan salarios mucho menores a los de los empleados, no se les paga este beneficio. 4. Un acoso laboral que consiste en la intervención de la Policía en la revisión de casilleros de los obreros como si fueran delincuentes, algo que es absolutamente ilegal. 5. Toma de fotografías a los obreros que reciben información de dirigentes de nuestras organizaciones, a quiene se les obliga a brindar información sobre estos hechos, y luego son convocados para llamarles la atención, lo que en la práctica es amenazarlos. 6. Existe una evidente intromisión de algunos personeros de la empresa en las actividades del Sindicato, lo que también está prohibido por ley, así como por los Convenios de la OIT. Desde esta huelga de hambre, los 10 trabajadores y ex trabajadores de Manaco le decimos que estas actitudes dañan la imagen de BATA, contradicen la filosofía del Sr. Tomas Bata y olvidan que en el pasado las relaciones entre obreros y administradores se tejieron con base en esfuerzos conjuntos para construir bienestar en nuestras familias. Desde hace un tiempo atrás, desde la gestión de Arturo Blanco, estas condiciones de trabajo han desmejorado considerablemente. Por eso los invitamos a que nos escuchen, a que algún ejecutivo superior de Bata venga a Cochabamba, Bolivia, a ver en el terreno lo que pasa, para que sepan que no les estamos mintiendo y que los que dañan la imagen de esta empresa transnacional son algunos de los que hoy están a cargo de Manaco. Atentamente, Óscar Olivera Foronda Óscar Olivera es dirigente del sindicato de obreros fabriles de Cochabamba y ha desempeñado un importante papel en la Coordinadora del agua de esa ciudad, que en abril de 2000 derrotó la privatización del agua y expulsó a la transnacional Bechtel. Marcela Olivera E&P: ¿qué deja para nuestros pueblos la experiencia de ustedes en la Coordinadora del Agua de Bolivia? OO: creo que básicamente deja la experiencia de que sólo con la movilización de los trabajadores, del pueblo, de la gente del campo y la ciudad, va a ser posible la recuperación de nuestra propia voz, y como dicen los zapatistas “echar a andar la palabra”. Esta movilización de “recuperación de la Voz” nos ha permitido recuperar nuestra capacidad de decidir, que creo que es lo que exactamente queremos como democracia, no delegada, no representativa, sino una democracia donde la gente en grandes asambleas y grandes cabildos tenga la capacidad de deliberar y tomar decisiones para construir su presente y su futuro. E&P: ¿crees que esa experiencia tan importante va a seguir repercutiendo en la historia de Bolivia, en los acontecimientos próximos a ocurrir? OO: yo creo que sí, creo que lo que no ha podido hacer el neoliberalismo aquí en nuestro pueblo, en nuestro país, es porque, primero, nuestro pueblo nunca ha perdido la memoria, y segundo nunca nos hemos quedado callados frente a la injusticia, a la imposición, frente al racismo y la exclusión. Así de articulación para poder recuperar nuestras capacidades de indignarnos frente a la injusticia, la solidaridad, la igualdad, la fraternidad y a la capacidad de encontrar los objetivos comunes, nos podemos unir como pueblo, porque los enemigos son comunes, son enemigos de todos los pueblos. Los enemigos que existen aquí en Bolivia son exactamente los enemigos que existen en Colombia o en Sudáfrica, o en Sudán o en Irán o Irak, es el capital transnacional, son los partidos políticos de derecha, son los grandes reinos financieros internacionales, son todos los que quieren destruir la humanidad. Y al tener enemigos comunes, las luchas son comunes y las victorias que hemos alcanzado hasta ahora y las que vamos a seguir alcanzando, son victorias de toda la humanidad. E&P: en Colombia estamos trabajando para convocar un referendo sobre el derecho al agua, ¿crees que esto es importante? ¿Qué puedes decirle a nuestra gente sobre esta tarea? hayan logrado privatizar todo en Bolivia antes del 2000, lo que no han podido privatizar son nuestros sueños, y mientras eso no ocurra tenemos la enorme responsabilidad de seguir luchando por nuestros derechos y sueños mientras sigamos estando vivos. E&P: ¿cuál crees que sea el futuro desenvolvimiento de la actual ofensiva que tiene la derecha en Bolivia? OO: creo que, como lo dijimos hace unos días en el libro que presentamos, Nosotros somos la Coordinadora, el pueblo es la Coordinadora, el pueblo ha sentido en la vida drástica y concreta, que solo con su capacidad OO: yo tuve el privilegio de pisar territorio colombiano y tuve el privilegio de compartir varios días con las hermanas y hermanos de Colombia, tanto del campo como de la ciudad, profesionales, campesinos, obreros, indígenas, y me sentí como nunca me había sentido en otro pueblo, como si estuviera en mi propia casa, y he aprendido dos cosas de los hermanos colombianos: una vez se me acercó un campesino y me dijo, “Óscar , compañero, nosotros solamente somos visibles cuando nos movilizamos, si no, no existimos para el poder”. Eso me dejó muy marcado, y qué sabiduría la de este hermano. Otra frase que me impresionó mucho fue que me dijo, “en Colombia hemos comenzado a perder el miedo cuando hablamos del agua porque hablar del agua es hablar de la vida”. Creo que luchar por el agua en Colombia, como hemos luchado por el agua en Bolivia, es luchar por la vida y no se trata de una disputa simplemente por la gestión del agua, por una gestión comunitaria, pública, social y participativa o de expulsar a una u otra transnacional de la gestión de un bien público, creo que al luchar por el derecho al agua ante todo se trata de luchar por la gestión de la vida. Junio de 2008 Desde el 30 de junio Óscar Olivera, con otros trabajadores fabriles, está en huelga de hambre en las oficinas del Ministerio de Trabajo de Bolivia para protestar por el despido de un obrero y otros abusos de calzado Manaco, filial de la empresa canadiense Bata. Entrevista con Alex Gálvez Ex ministro de Trabajo de Bolivia E&P: ¿desde cuando comenzaste a relacionarte con los movimientos sociales? AG: desde que comencé a trabajar a muy temprana edad, desde 1978, fui dirigente sindical, obrero fabril, textilero, primero de base, luego departamental de todos los sectores asalariados, y luego nacional de la COM. Luego me relacioné con organizaciones indígenas y campesinas a raíz del golpe de Estado de Alberto Natusch Busch y Luis García Mesa, en 1981. Los golpistas mataron a varios dirigentes e intervinieron a la Central Obrera Boliviana, la máxima representación de los trabajadores; ahí mataron al líder del Partido Socialista 1, Marcelo Santacruz, uno de los hombres rescatables de la historia del país. Últimamente también me he relacionado con las organizaciones obrera y populares de otros países, y he tenido oportunidad de ir a la Cumbre Social de Río. E&P: ¿eres indígena? AG: sí, soy de ascendencia aymara. En las ciudades de Bolivia viven muchos indígenas que se han trasladado desde el campo por la falta de tierras y recursos. Es así como gran parte de los obreros y de la dirigencia sindical somos indígenas. E&P: ¿qué significa para los indígenas el actual gobierno de Bolivia? AG: mucho. Nos da la esperanza de encontrar un equilibrio de justicia en vivienda, educación, salud. Si el gobierno atiende más a la educación propia, podemos descolonizarnos en lo personal y en lo social. E&P: ¿por qué se dio una Asamblea Constituyente en Bolivia? AG: muchos sectores, fundamentalmente los E&P: en el texto de nueva constitución que aprobó ya la Constituyente y va a ser sometido a la consideración del pueblo boliviano ¿qué aspectos te parecen más importantes? AG: se está jugando la vida y la muerte que es la distribución de tierras. Los grandes ganaderos y grandes empresarios agroindustriales tienen fincas de hasta aproximadamente 250 mil hectáreas, pero en esas mismas zonas los originarios, que nacieron allí, no tienen ni una hectárea. Entonces en la Asamblea Constituyente se ha puesto un parámetro, que el máximo de tierra debe ser 10 mil hectáreas. Será parte de la consulta el tope por imponer a los latifundios. La nueva Constitución es entonces un golpe muy importante al latifundio, con el cual se juega el destino del país. Alex Gálvez Mamani en Gijón, Asturias, España. Foto Soldepaz E&P: y frente a los recursos naturales como el petróleo, el gas, las minas... AG: consideramos que estos recursos son para resolver necesidades prioritarias de nuestro país. Solamente se puede aceptar una explotación equilibrada. El gobierno del presidente Evo Morales, desde los primeros meses, ha tomado medidas para revertir la privatización y avanzar hacia la nacionalización, y ha logrado una mejora considerable en los ingresos recibidos por Bolivia. Anteriormente el Estado recibía unos 280 millones de dólares anuales, y en el primer año de Evo se llegó a más de 1.600 millones, y en el 2007 sobrepasó los 2 mil millones de dólares. Esto es una buena señal hacia el futuro, porque además los ingresos percibidos están apuntando hacia la salud, la educación y la producción de alimentos. Como una parte importante se distribuye en forma descentralizada, es esencial que los gobiernos departamentales y los alcaldes también dirijan adecuadamente estos recursos económicos. E&P: y en cuanto a la protección de los ecosistemas, la biodiversidad, la naturaleza... AG: dentro del nuevo texto constitucional se establece la necesidad de un equilibrio entre los hombres y el resto de la naturaleza, con la Pacha mama. Somos muy respetuosos con el medioambiente porque sabemos que con una explotación hay muchos riesgos, por ejemplo, se pueden romper los conductos y también se producen otras contaminaciones, entonces hay que mantener un equilibrio entre la necesidad de los ingresos y la protección integral de la naturaleza. E&P: ¿por qué los líderes políticos de Santa Cruz han llamado a un referéndum para obtener una autonomía aparte de la Constitución? AG: es precisamente allí donde se encuentran los grandes propietarios que poseen las mayores extensiones de tierras. Allí están también los grandes empresarios de agronegocios, para cuyas empresas se importa diésel. Ellos alegremente quieren defender sus privilegios, el favoritismo del que han disfrutado, y mantener el dominio de la vida del Estado. No es como ellos dicen que quieren beneficiar a Santa Cruz, quieren beneficiarse ellos, impedir que se apliquen en Santa Cruz las normas de tierras y también las normas laborales y las que ordenan que dejen de tener esclavizados a nuestros hermanos guaraníes. E&P: ¿crees que van a tratar de independizarse de Bolivia? AG: sus intenciones son esas. Su texto autonómico apunta a separarse del país. Eso lo trabaja el pueblo con mucho cuidado. La gente pobre de la misma ciudad y los pueblos indígenas de Santa Cruz están en contra de ese Estatuto y han hecho cabildos en que han quemado el texto “autonómico” y proclamado que lo hacen porque solamente favorece a unos pocos empresarios y latifundistas. Junio de 2008 indígenas, hemos sido marginados desde la creación de la República de Bolivia. La mayoría de la población es indígena, pero en las muchas reformas durante la vida republicana siempre dejaron al margen. Ahora que elegimos un presidente indígena, y por las exigencias de varios sectores sociales, especialmente los indígenas, y hay que mencionar a los pueblos indígenas de las tierras bajas, del oriente, que levantaron la lucha por la constituyente. Pero no han sido sólo los indígenas sino todos los sectores populares los que han participado y han logrado una votación acorde con la participación popular. i n d íg e n as d e amér i c a Estados plurinacionales y Constituyente 1 Ecuador, en el momento actual, se caracteriza por el hecho de que las fuerzas progresistas asumieron la bandera planteada por el movimiento indígena en la década de los noventa para la elaboración de una nueva Constitución que reconozca la diversidad de una manera profunda a través de la plurinacionalidad. Los avances en los últimos veinte años han permitido pasar de la invisibilidad a la visibilidad, de la resistencia a la propuesta, y ahora, de la interculturalidad a la plurinacionalidad. Es importante tener en cuenta esto para analizar el actual proceso constituyente. La Constitución es simplemente un papel que ha sido fuente de frustración durante mucho tiempo. Varios derechos han sido incluidos pero los pueblos continúan siendo excluidos, empobrecidos, invisibilizados y oprimidos. Estamos ante un nuevo tipo de constitucionalismo que implica un proyecto político de país diferente, otra forma de cultura, de convivencia, de territorialidad, de institucionalidad del Estado. Se trata de un periodo nuevo, interesante pero muy difícil, ya que existen muchos enemigos internos y externos que están muy bien organizados. Lamentablemente, las fuerzas progresistas no se organizan tan bien como sus opositores. El actual modelo de Estado es homoge- [ 1] Intervención magistral realizada en el Encuentro Internacional “Pueblos indígenas, Estados plurinacionales y derecho al agua”, Quito, 12-14 de marzo de 2008 (editado por Lina Cahuasquí), Alainet. Archivo Cecoin En Venezuela también existe racismo, basta observar muchas de las críticas lanzadas contra el presidente Hugo Chávez que lo tildan de macaco y de no pertenecer a las élites blancas de la sociedad dominante. De allí la importancia del reconocimiento de la continuidad del colonialismo, y de que en el proceso constitucional, la plurinacionalidad es un acto de poscolonialidad que rompe con la herencia colonial. La independencia La unidad no tiene por qué ser homogénea y tampoco la diversidad tiene que ser desintegración. fue dada, concebida, conquistada por los descendientes de los colonizadores no por lo pueblos originarios; es decir, no fue realmente descolonizadora. En África sucedió todo lo contrario, las independencias se dieron por los territorios, por los países a los pueblos originarios con excepción de Sudáfrica que conquistó su independencia a mediados de los años noventa. Este nuevo tipo de constitucionalismo es importante pero no es exclusivo de América Latina. En el mundo existen varios países como Canadá, Suiza, Bélgica y España que se reconocen como plurinacionales. No se entiende entonces por qué el drama, el enfrentamiento y las dudas. En una reunión de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) a la cual fui invitado les preocupó que la plurinacionalidad desintegre y destruya el país, como también a un periódico de gran circulación en el Ecuador, y les expliqué por qué no deben tener miedo. Primero, la plurinacionalidad tiene como objetivo descolonizar el país debido a esa profunda herencia colonial. Segundo, exige otra concepción del territorio y del manejo de los recursos naturales. Es allí donde surgen los temores respecto a la propiedad de la tierra, el manejo de los beneficios y las ganancias que producen los recursos naturales. Este proceso político significa una nueva visión de país, una refundación del Estado ecuatoriano. Bolivia y Ecuador están inventando otro tipo de Boaventura de Sousa Santos Profesor de la Universidad de Coimbra (Portugal). Junio de 2008 neizante porque implica una sola nación, cultura, derecho, ejército y religión. Esta idea de homogeneidad predomina en las cabezas de las élites, de la cultura, y hasta en las fuerzas progresistas que son o pueden ser aliadas de este proceso. De allí la importancia de defender otro tipo de unidad en la diversidad que no sea simplemente aceptada sino celebrada. La unidad no tiene por qué ser homogénea y tampoco la diversidad tiene que ser desintegración. Estos son los retos que debe enfrentar la nueva Constitución para que efectivamente el actual proceso político implique una importante ruptura con el colonialismo que no terminó con las independencias. Las diversas iniciativas políticas que están emergiendo en el continente solo pueden ser entendidas reconociendo la existencia de un profundo racismo en la sociedad. Por ejemplo, no podemos entender los conflictos en Bolivia sin antes recordar que para sus élites un indio es solo un indio y no conciben que haya llegado a ser presidente, porque según ellos no es competente. Si revisamos la historia recordaremos que en la Colonia creían que los indios no tenían alma y fue un papa, en 1537, quien tuvo que reconocer que sí la tenían. Han tenido que pasar quinientos años, un proceso histórico muy largo, para que un indio sea elegido democráticamente. Este es un viejo modelo y posiblemente las palabras “de desarrollo” no sean las más adecuadas. Por qué entonces no utilizar la palabra “revivir” que tiene una connotación mucho más profunda y que da cuenta de una relación diferente con la Pacha Mama. El concepto de naturaleza es muy pobre comparado con el de Pacha Mama, que es más profundo y rico porque implica armonía y cosmovisión. Los indígenas colombianos suelen decir “El petróleo es la sangre de la tierra, es nuestra sangre, nuestra vitalidad, si nos sacan la sangre nos matan”. Esta concepción, Archivo OIA ETNIAS & POLÍTICA Estado, uno moderno que amerita nuevas instituciones y nuevos territorios con un marco político diferente que permita pasar del discurso a la práctica, y que los cambios se reflejen de una manera visible. La plurinacionalidad es un acto fundacional o de refundación del Estado, y todos los actos fundacionales son transicionales. Pasar de las viejas estructuras a la construcción de nuevos Estados es un proceso de transición que no es únicamente político sino cultural, y que puede provocar enfrentamientos como está sucediendo en Ecuador y Bolivia. Son choques sobre la memoria entre aquellos que no pueden olvidar y los que no quieren recordar. Esta confrontación, que no es solo política sino también cultural, exige construir otro tipo de memoria. El nuevo modelo de Estado implica una nueva institucionalidad, otra territorialidad pero también otro modelo de desarrollo. De allí la importancia de las concepciones indígenas que están ganando terreno porque van más allá de las reivindicaciones puramente étnicas. Hoy en día el punto de vista de los pueblos indígenas es importante en el continente, y no solamente para ellos sino para todo el país porque el actual modelo de desarrollo está destruyendo los recursos naturales, el medioambiente, contaminando el agua, particularmente en Ecuador, como es el caso de la Texaco que durante treinta años causó pobreza, destrucción ambiental y contaminó las aguas. 96 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Estados plurinacionales ] Actualidad Documentos Este acto refundacional tiene una enorme potencialidad para el establecimiento de relaciones más amplias y el movimiento indígena tiene que estar preparado para la construcción de nuevas alianzas. Se trata también de otro modelo de democracia porque la actual es muy excluyente dado que ha marginado a las grandes mayorías de la mesa de las negociaciones y de las decisiones. Por tanto, es necesario democratizar la democracia con nuevas formas de participación más incluyentes que bien pueden ser de origen occidental como la democracia participativa o de origen comunitario como las formas indígenas. La Constitución boliviana, por ejemplo, distingue entre democracia representativa, y, democracia participativa y comunitaria. La democratización de la democracia va acompañada de otro proceso interesante que es el de la “ciudadanización” de la ciudadanía, es decir, la ampliación de la ciudadanía a formas de ciudadanía intercultural con diferentes maneras de pertenencia. Cuando me preguntan si la plurinacionalidad puede poner en peligro la unidad del país yo respondo rotundamente que no porque esa ha sido mi larga experiencia con los movimientos indígenas de este continente, que básicamente muestran dos cosas. Los pueblos indígenas son originariamente transnacionales como es el caso de los aymaras, quechuas, mapuches que fueron divididos en varios países y ahora son chilenos, argentinos, peruanos, ecuatorianos o bolivianos. Se reconocen simultáneamente con su identidad nacional indígena y también con la ciudadanía de su país. Han guardado además lealtad a sus países en guerras fronterizas participando con mucha valentía en los ejércitos nacionales. Un ejem- 97 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Boaventura de Sousa Santos ] Actualidad Documentos Junio de 2008 que para los pueblos indígenas resulta muy natural, empieza a tener otra aceptación. No solamente está en juego una crisis del capitalismo sino la supervivencia de la humanidad si se mantiene el actual modelo de desarrollo. ETNIAS & POLÍTICA plo de esta doble pertenencia lo podemos observar en Canadá, en donde no es lo mismo ser canadiense para un blanco que para un indígena, sin embargo, todos son canadienses de una manera muy distinta. Existen varias formas de pertenencia y, por tanto, de convivencia. La unidad en la diversidad es una nueva solidaridad social que puede tener un impacto muy fuerte en los territorios y recursos naturales. Pueden producirse enfrentamientos pero en las rupturas también existen continuidades. Por ello, es importante que estos conflictos sean manejados dentro de un marco pacífico y democrático. Pasar de la interculturalidad a la plurinacionalidad es un salto muy largo pero también en esto se da una continuidad. La actual Constitución Política del Ecuador establece las circunscripciones indígenas pero lamentablemente no fueron reglamentadas. Cuando me insisten en el riesgo de que la plurinacionalidad pudiera resquebrajar la unidad nacional, me pregunto, ¿dónde están las pruebas, los resultados de estos fenómenos? Por el contrario, los agronegocios y grandes latifundistas de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia que plantean el separatismo, ellos sí constituyen un grave peligro para la unidad del Estado. Por tanto, la desintegración no viene de los pueblos indígenas. El objetivo de la plurinacionalidad no es solamente la idea del consenso sino del reconocimiento de las diferencias, de otra forma de cooperación nacional con unidad en la diversidad. Es un acto de justicia histórica que no puede ser resuelto como un tema Los pueblos indígenas reclaman participación en los procesos de decisión no para adueñarse de los recursos naturales sino para develar otro tipo de solidaridad nacional. de geometría de la democracia representativa. ¿Cuál es el porcentaje de indígenas en Ecuador, 30, 20, 7 mil personas? Cuanto más pequeña es la cantidad demuestra el nivel de exterminio y, por tanto, la plurinacionalidad tiene que ser más profunda. Un reto para la institucionalidad es compatibilizar la igualdad con la diferencia. Es difícil pero no imposible. Los pueblos indígenas son los defensores de la soberanía nacional en el actual periodo del neoliberalismo, en el que Estados Unidos, a través de la diplomacia y la estrategia militar han garantizado por años a sus multinacionales el libre acceso a los recursos naturales. Son para estos sectores que los pueblos indígenas constituyen una amenaza por sus concepciones de territorio, cosmovisiones y la propuesta de la plurinacionalidad. La arrogancia imperial no tiene límites al incluir los territorios indígenas y los recursos naturales como parte de su estrategia de seguridad nacional. Por ello, es importante analizar estos principios en Ecuador y Bolivia como procesos más amplios que deben enfrentar grandes desafíos. Varios son los retos que tiene el movimiento indígena, tales como el de articular identidad cultural con interculturalidad igualitaria, formas propias de gobierno con participación política en parlamentos, instituciones y otras formas organizativas que no sean indígenas, sin perder su integridad, autonomía y la característica propia de pueblos indígenas. Otro, superar las divisiones internas, que de hecho existen, y analizar profundamente los errores cometidos en el pasado reciente. Transformar las energías milenarias en conquistas políticas. La gente no puede continuar siendo humillada. Este proceso constitucional puede tener retrocesos pero es irreversible. La idea de la plurinacionalidad se traduce en una nueva institucionalidad, el concepto que nos propone es el de una asimetría constitucional. Las diferencias exigen instituciones apropiadas, y las 98 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Estados plurinacionales ] Actualidad Documentos El pluralismo jurídico es otra área que exige el reconocimiento de la jurisdicción como una institución con derecho propio, autónomo, que existe y coexiste con el derecho nacional. Las incompatibilidades se pueden resolver siempre y cuando los pueblos indígenas se sienten en la misma mesa de negociaciones y toma de decisiones para crear instituciones apropiadas o compatibles, como por ejemplo el Tribunal Constitucional Plurinacional propuesto en Bolivia. Ciertamente que no es fácil articular las viejas formas con la nueva institucionalidad de culturas, territorios, lenguas, cosmovisiones, pero es plenamente posible si asumimos que éste es un proceso transicional y, por tanto, un Estado experimental. La lucha empieza cuando termina la Constitución, no al revés. En este Estado experimental, la gente tiene temores y es necesario reconocer esos miedos para encontrar soluciones. En Bolivia hice una propuesta que lamentablemente no se pudo aplicar, quizás las condiciones en Ecuador sean diferentes. Consiste en la generación de un proceso global de participación popular que permita evaluar al cabo de cinco años los aspectos positivos, negativos o los fracasos de la nueva Constitución. Erróneamente se cree que la Constitución es algo permanente, pero no es así. Este proceso de experimentalismo puede disminuir los enfrentamientos, como en el caso de Bolivia en donde cada vez se agudiza el conflicto. La nueva territorialidad también implica el manejo de los recursos naturales, y el miedo de la derecha –e incluso de sectores progresistas– es que los pueblos indígenas se apropien del agua y de todos los recursos naturales. Esto refleja el nivel de racismo existente. Pasar de la interculturalidad a la plurinacionalidad es un salto muy largo pero también en esto se da una continuidad. Los pueblos indígenas reclaman participación en los procesos de decisión no para adueñarse de los recursos naturales sino para develar otro tipo de solidaridad nacional, de reparto de los beneficios, de un manejo distinto que no destruya la tierra o contamine el agua, de una visión para el conjunto de la sociedad y no simplemente para ellos. Una concepción que permita vivir bien y no ponga en riesgo la supervivencia de los pueblos. Esta tarea no es fácil porque los medios de comunicación están en contra y el movimiento indígena no ha podido comunicar bien su visión de país, y tampoco ha logrado tejer alianzas con fuerzas progresistas e incluso aliados blancos que son actores importantes en este proceso. Los ecologistas son uno de ellos porque están luchando por entender mejor lo que es la Pacha Mama, una concepción absolutamente evidente para los indígenas que conciben los recursos naturales como parte de su cosmovisión, de su cultura, a diferencia de la cultura eurocéntrica que separa la naturaleza del resto. El movimiento feminista es otro potencial aliado que ha colocado la lucha de la mujer indígena contra el sexismo indígena en la sociedad blanca. Por tanto, es una alianza que se puede ampliar. Finalmente, Ecuador está en condiciones muy favorables para crear avances importantes en un marco de profundización democrática. Los ojos del mundo, y particularmente del continente, están puestos en él. Es una oportunidad histórica que no puede desperdiciar. 99 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Boaventura de Sousa Santos ] Actualidad Documentos Junio de 2008 convergencias exigen instituciones compartidas como la democracia representativa que permite la votación electoral. Por tanto, tiene que haber compatibilización entre éstas y las formas propias de autogobierno indígena. Entrevista con Luis Macas Ex presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), y ex ministro de Agricultura de Ecuador . E&P: ¿nos puedes contar por qué hay una Asamblea Constituyente en Ecuador? LM: es una propuesta del movimiento indígena desde 1990, cuando hubo el levantamiento, una movilización nacional con alrededor de medio millón o seiscientos mil gentes, en las carreteras, en las plazas. Nuestra primera intención era hacernos visibles en la sociedad y ante el Estado, porque cinco años atrás habían divulgado una estadística dirigida a la evaluación del sistema de educación intercultural bilingüe que habíamos arrancado en nuestras comunidades. Entonces los datos decían que solamente los indígenas estábamos presentes en cinco provincias y en el resto ya no existíamos. Según ellos, por ejemplo, en mi propia provincia, en Loja, no había indígenas, y en la provincia del Azuay tampoco. Esa era una forma de ocultar lo que pasaba en nuestro país. En cuanto a la cuestión de la tierra, tras la llamada reforma agraria de 1964, y luego tras la reforma de 1973 las cosas no se habían resuelto, sino más bien se habían agravado. Se produjeron luchas locales, puedo enumerar Guamote en la provincia de Chimborazo; Cayambe en la provincia de Pichincha, cerca de Quito; Quigua en la provincia de Cotopaxi; fueron luchas que movieron cielo y tierra desde las provincias, y ello afectaba a los gobiernos de turno. Pensaban que había que aplastarnos y la forma era decir que no había indios. Cuando se entregaron algunas tierras, la mayoría no eran tierras buenas, cultivables, sino que se entregaron lo que se llama allá los huasipungos, lo que el mismo hacendado entregaba al indio que trabajaba para él, no para que fuera propietario de la tierra, sino como un agregado, que cultivaba una parcela para tener algo de comer, y trabajaba para el hacendado. Entregaron entonces esos pedacitos de tierra. Eso nunca resolvió el problema de la tenencia de la tierra. La educación bilingüe había empezado como una experiencia clandestina. Una vieja luchadora, una Mama nuestra, en 1936 empezó trabajando con la educación en lengua indígena. Y esta experiencia siguió creciendo poquito a poco. Luego llegó a los Shuar en la Amazonia. En la década de los setenta, dirigentes y organizaciones la fortalecieron y esto de que surjan organizaciones, luchas por la tierra, movilizaciones locales, querían taparlo todo diciendo que no existíamos. Entonces sucede que se dio este levantamiento, esta gran movilización, y los políticos y los medios de comunicación dijeron “¿de dónde salieron? ¿Acaso hay tanto indio en este país?”, porque eran miles y miles de gentes, empezando por el límite con Colombia, Carchi, Imabura, Cotopaxi. Era muchedumbre de gentes, no eran cosas pequeñas. Se tomaron los estadios, llenaron los estadios. Entonces un Junio de 2008 Soldepaz propósito era que nos vieran, que ahí estábamos, que la discriminación no nos dejaba ver y había que terminar la invisibilidad. Además, como habíamos entendido lo que es el Estado, dijimos que no estábamos de acuerdo con ese Estado y queríamos una asamblea constituyente, no pedíamos nada más. No fuimos a pedir que nos dieran herramientitas, no. Hemos planteado al presidente de ese entonces, Rodrigo Borja, la constituyente. Me acuerdo que el ministro de Gobierno de entonces, que ahora está prófugo por corrupción, nos preguntó ¿asamblea constituyente? ¿Ustedes entienden qué quiere decir asamblea constituyente? Porque así nos tratan, como gente que no supiéramos absolutamente nada. Nosotros le contestamos “lo que queremos es acabar con este Estado”. Y tomaron el término exactamente y algunos dijeron “qué les pasa, ustedes vienen a subvertir el orden”. El ministro dijo “les entiendo, pero la gente no les va entender, ojalá les entiendan dentro de treinta o cuarenta años y entonces podrán lograr algo”. Y parece cierto, pero fue un poco antes. Ésta se convirtió en una lucha de los trabajadores, de los campesinos, de los pobladores urbanos por la asamblea constituyente. Porque lo que se logró es consensuar con la base de la sociedad durante estos tiempos, obviamente no con los políticos, sino con las alianzas de base que hemos ido estableciendo. Se entendió y ha sido claro que la insistencia del pueblo ha sido “asamblea constituyente”. En 1998 se dio una asamblea constituyente pero abortada porque, si bien es cierto nos reconocieron algunos derechos como la propiedad colectiva y las circunscripciones territoriales, nos goliaron cuando dijeron que se privatizaría el agua y se dijo que la forma de hacer reforma agraria era expandir la frontera agrícola hacia los páramos y la selva. Y luego se atrevieron a decir que habían consensuado con los indígenas que no había reforma agraria. Quiero decir que la constituyente es una lucha de todos los sectores populares de nuestro país, que si bien es cierto fue puesta en la mesa del debate por el movimiento indígena, ahora es un sentir popular. Creo que el punto fundamental de la constituyente ha estado en nuestra agenda siempre, cuando se dio la fracasada alianza con Lucio Gutiérrez era un punto básico, pero él nunca la convocó. En el primer viaje que fue a Estados Unidos se entregó, se declaró aliado de Bush y ahí se terminó la alianza. El presidente Correa sí fue lo suficientemente inteligente para interpretar y catalizar todo esto, y no sólo la asamblea sino otros postulados. En toda su campaña electoral dijo que la asamblea constituyente era el objetivo y uno de los primeros puntos de su agenda. Y a los dos meses de gobierno la convocó, primero con una consulta popular que ganó con una votación abrumadora, el 82% respondió que sí queríamos la asamblea. Al instalarse la asamblea constituyente se generó una expectativa muy grande. La gente está esperando los cambios y está siguiendo a través de los medios de comunicación qué temas se van discutiendo. Hay una preocupación; lo que nos preocupa es que el gobierno aunque tiene 80 asambleístas, no son un grupo homogéneo, políticamente hablando, sino un grupo muy heterogéneo. Hace pocas semanas fui a la asamblea con Boaventura de Souza, que nos visitó, y pude constatar que hay asambleístas de la propia coalición de gobierno que no están de acuerdo con los cambios ni con el reconocimiento de los derechos de las nacionalidades indígenas. E&P: ¿los indígenas tienen una propuesta? LM: tenemos una propuesta de constitución elaborada. Un proyecto completo e integral. No simplemente una constitución para los pueblos indígenas, sino una constitución para todo el Ecuador, legislando sobre los derechos fundamentales, el tema ambiental, la economía. La propuesta está ahí pero tenemos temor de que se pueda lograr apenas un 10 o 15 por ciento. E&P: una de las luchas importantes de la Conaie ha sido frente a las compañías petroleras y mineras. ¿Qué cambios ha habido o puede en Ecuador haber con respecto a este tema? LM: justamente es otro punto crítico. Las concesiones y los contratos hechos con las compañías petroleras extranjeras en los gobiernos anteriores no han variado; siguen los mismos contratos y concesiones y siguen las transnacionales como si nada. No ha habido nada por parte del gobierno para cuestionar, por ejemplo, la participación del 80 por ciento que se llevan las compañías, mientras que sólo el 20 por ciento queda para la parte nacional, algo totalmente inequitativo, totalmente injusto. Además, la política de explotación no ha variado, esa vieja forma sigue presente: una política de explotación depredadora, extraccionista. Ese es el punto de crisis en nuestras relaciones con el gobierno. E&P: la declaración de derechos de los pueblos indígenas aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de septiembre pasado dice que se debe obtener el consentimiento previo informado del respectivo pueblo indígena para adelantar una explotación petrolera en un territorio indígena ¿se cumple ya esto en Ecuador? LM: desde antes el Convenio 169 de la OIT exigía una consulta previa, pero eso está escrito en el papel y no ha pasado de ahí. Ninguno de los pueblos afectado por la explotación petrolera ha sido consultado, y ninguna de las concesiones ha cumplido con este requisito, que es fundamental, no ha habido consulta previa jamás, ni para las concesiones petroleras, ni para las concesiones mineras, y este es un asunto que en el país va a reventar y es uno de los problemas que podría enfrentar el presidente Correa. El 95 por ciento de las áreas concesionadas son territorios indígenas. No quiero ser pesimista, pero si las cosas siguen como están, yo creo que la gente se va a levantar. Estas son las señales de que las cosas en nuestro país lastimosamente no han cambiado aún. No han cambiado para nada. Otra de las propuestas que está en nuestro proyecto de Constitución es dejar de depender del petróleo y reactivar la producción, especialmente la producción de alimentos. Porque del petróleo y la minería no vamos a vivir siempre. Son recursos que se acaban y Entrevista Luis E&P: ustedes lograron parar la firma del TLC, ¿cree que van a lograr cambiar la política petrolera y minera, reactivar la producción y defender la soberanía alimentaria? LM: seríamos demasiado irresponsables para que esto no lo pudiéramos hacer en el país. Vamos ha hacer todo lo posible y vamos a jugarnos el todo por el todo. Ahora mismo está trabajando un equipo de gente para responder a quienes nos han dicho que ese proyecto de constitución se tiene que explicar en su complejidad. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias, pues si no se incorporan en la constitución nueva estos cambios fundamentales no hemos hecho nada. Y entonces la gente va a tener que movilizarse otra vez, no hay duda. E&P: ¿qué opinan ustedes de la situación que vivimos en Colombia y del Plan Colombia? LM: siempre hemos estado en una posición única: ese no es un diseño de los colombianos, sino un diseño que viene del Norte, que tiene un aliado en el gobierno de Colombia, pero que no es un diseño para Colombia, sino un diseño regional. Creo que ahí se está jugando esa política que siempre ha jugado Estados Unidos para un área, una geopolítica en términos regionales. Por eso hemos dicho desde mucho antes de los acontecimientos críticos que recientemente han pasado: no queremos involucrarnos en estos problemas. No es nada conveniente ni aconsejable que el Ecuador esté secundando estas cosas. Pero sucedió que el entonces presidente Mahuad, sin siquiera pedir consentimiento al Congreso, consintió y firmó el acuerdo para establecer la base de Manta y ahí están los gringos norteamericanos. Hemos rechazado esta política de los gobiernos anteriores. Además, hay documentos públicos en que le hemos dicho al presidente Correa que hay que reclamar indemnización para las poblaciones del norte, para la gente que se está muriendo de cáncer o que tiene enfermedades, para la gente que se está muriendo de hambre porque le destruyeron los sembrados de alimentos por las fumigaciones aéreas con glifosato. Pero el presidente Correa dijo que iba a hacer que pidan las disculpas y con eso bastaba. Ahora hay una guerra verbal terrible, pero yo sí creo que somos los pueblos los que pagamos los platos rotos en toda la frontera, por ejemplo el pueblo Awá, cuyo territorio está a ambos lados de la frontera, estamos sufriendo los impactos; en Carchi, en Sucumbiós, que son pueblos indígenas y también colonos. La crisis ha llegado por no ser más frontal el gobierno ecuatoriano contra el Plan Colombia; por no decir y hacer todo lo que tiene que decir y hacer, y mantener una doblez, ahora nos cayeron con ese bombardeo dentro del territorio ecuatoriano, porque antes no se actuó de acuerdo con las exigencias de la población asentada en la frontera. Se sabía que hay que exigir que se indemnice a esa población, pero no se había hecho esta exigencia antes. Mientras dure el conflicto interno de Colombia habrá problemas en la frontera. No se trata de poner allí más militares sino de fortalecer las fronteras vivas que son las comunidades, que están abandonadas desde hace mucho. Siendo un problema regional, hay que ver las intenciones de desbaratar todo el aire nuevo que hay en América Latina, quieren que esa euforia del pueblo por vivir una época de transición y de cambios en la región, sea desmantelada a través del gobierno colombiano, pero eso viene de arriba, del norte que ha armado esto. Junio de 2008 producen daño ambiental. Además, desde antes el modelo económico produjo un gran desempleo y muchísima gente se ha ido del país a buscar trabajo e ingresos. Nos hemos vuelto importadores de alimentos; hasta la papa ya se importa de Estados Unidos. Un objetivo fundamental es recuperar la soberanía alimentaria y para lograrlo hay que hacer reforma agraria, que no solamente no se ha aplicado, sino que se ha concentrado la propiedad territorial en un 9 por ciento de los propietarios, que tienen el 63 por ciento de la tierra cultivable. Eso quiere decir que hay que resolver un problema estructural e ir a la reforma agraria, pero tampoco esto se ha dado. s Macas Entrevistó Héctor Mondragón, Cecoin, para Etnias & Política, en abril de 2008. I n d íg e n as d e amér i c a Autonomías indígenas y comunalidad: Debates y propuestas para el estudio y la praxis de las autonomías en el estado de Oaxaca Introducción El estado de Oaxaca está ubicado en la parte sureste del país, colinda al norte con Veracruz y Puebla, al sur con el Pacífico, al oeste con Guerrero y al este con Chiapas, con una variedad impresionante de climas, recursos, flora y fauna. Oaxaca es atravesada por la Sierra Madre Oriental y por la Sierra Madre del Sur. En Oaxaca se desarrollan 15 grupos etnolingüísticos1 reconocidos oficialmente: amuzgos, mixtecos, ixcatecos, chochos, triquis, chatinos, nahuas, chontales, zapotecos, cuicatecos, mazatecos, chinantecos, huaves, zoques y mixes. Algunos de ellos son minoritarios, no rebasan los [1] Sin embargo, existe una gran diversidad que supera los 15 grupos reconocidos; tan solo para el caso de los zapotecos se reconoce una gran variedad tanto lingüística como cultural. Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO. El estado de Oaxaca es uno de los más pobres del país, junto con los estados de Guerrero y Chiapas, en los cuales además se presenta un grado alto de población indígena. Tan solo para el caso de Oaxaca se reconoce que el 94,9% de los municipios considerados como indígenas viven bajo condiciones de marginalidad muy alta, alta o media, condición que comparte con los estados antes mencionados. Bajo esta lógica, este estado tan complejo ha adoptado como una de las formas concretas de autodeterminación la demanda de autonomía, demanda que además se visualiza como una forma ancestral y propia de organización, sin la cual no se entendería la amplia resistencia que los pueblos han mostrado a lo largo de cientos de años. Se señala a lo largo y ancho de estas comunidades que no existen términos propios o en lenguas locales para referirse a este concepto, sin embargo, la coincidencia se presenta en este punto: las autonomías de facto, las cuales se viven y se practican en pueblos y comunidades en convivencia no equitativa con formas nacionales. Este camino ha llevado a pueblos y comunidades a transitar por un sin fin de acontecimientos en los cuales la voz y el pensamiento indígena han quedado plasmados, tal es el caso del movimiento amplio desarrollado durante el 2006 y 2007, cuya demanda principal giró en torno a la destitución del gobernador de este estado Ulises Ruiz, y dio pie a la conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO),3 que si bien cayó en varios vicios políticos y una sofocación violenta, es reflejo del poder de esta palabra y de estas visiones que se desarrollan constantemente en pueblos y comunidades indígenas de este estado. En este sentido, este trabajo pretende mostrar una serie de debates que se desarrollan en estos pueblos, así como una interpretación desde una visión antropológica, teniendo como eje la demanda actual de autonomía. Antecedentes de la demanda de autonomía en el estado de Oaxaca Las autonomías indígenas en México, como una de las tendencias de la libre determinación, son relativamente una nueva estrategia política de pueblos y comunidades indígenas frente a los Estados-nación en los cuales se desarrollan, y han sido abordadas desde el ámbito intelectual y político desde diversas posturas. Estos debates se han dado con un constante enriquecimiento y debate desde diversas experiencias a lo largo de varios pueblos y comunidades indígenas. Para el caso de América Latina esta demanda ha sido de [2] Indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México, 2002. Según datos de INIConapo e Inegi. [3] Para mayor información consultar las páginas: http://mexico.indymedia.org/Oaxaca, http:// www.oaxacalibre.org/oaxlibre/index.php y http:// maldeojotv.net/ Isis Contreras Antropóloga, Universidad Autónoma Metropolitana. Junio de 2008 10.000 habitantes; otros, como los zapotecos, los mixtecos o los mazatecos superan los 100.000. El total de la población indígena según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en el Censo del 2000, es de 1’684.426 indígenas, de una población total de 3’438.765 para el 2000.2 Administrativamente el estado cuenta con 570 municipios. máticas incluso violentas, a pesar de la existencia de un ámbito en el cual se están desarrollando de facto. En este sentido, en México, las autonomías continúan siendo un reto en el marco del reconocimiento jurídico abogando por reconocer lo que de hecho existe. Pero esta problemática es aún más compleja, puesto que tales demandas, a pesar de ser legitimadas política y jurídicamente en espacios amplios como el estatal para el caso de Oaxaca, continúan siendo paradójicamente violentadas. Estas demandas, para el caso de México, se encuentran mayormente ancladas en debates y en proble- Dentro del panorama nacional son los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas con mayor presencia de población indígena, en donde se observan condiciones e índices más altos de pobreza a nivel nacional.4 De igual forma, llama la atención que es precisamente en estos estados que ha florecido y se ha impulsado de manera importante la práctica de las autonomías, en ese sentido se visualiza a estas como una estrategia de sobrevivencia y reproducción frente a los Estados-nación5 en los cuales se desenvuelven. Un recuento breve del camino de las autonomías lleva a plantearlas dentro de un marco histórico de resistencias, luchas o rebeliones, en una serie de movilizaciones tan antiguas como la historia de las Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO. ETNIAS & POLÍTICA igual forma un camino transitado, con un recorrido importante en países como Bolivia, Brasil, Nicaragua y Ecuador. [4] Más adelante presento datos estadísticos al respecto, sin embargo, estos análisis estadísticos dejan fuera otros elementos como lo han demandado pueblos y comunidades indígenas, por ejemplo, valores humanos, o conocimientos ancestrales, visualizados como una riqueza humana. [5] La nación es una comunidad humana estable, surgida históricamente como la forma de establecer hegemonía burguesa; esto es, su predominio político, económico, social y cultural sobre un territorio que reclama como el ámbito de su producción y como su mercado interior de mercancías y fuerza de trabajo; estableciendo así mismo, una imposición lingüística y cultural sobre poblaciones generalmente heterogéneas en su composición étniconacional (Castellanos y Rivas, 1992). 106 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos Así por ejemplo, para el caso de la Mixteca oaxaqueña Francisco Barcenas, originario de esta región, desarrolla esta visión en la cual observa rebeliones de autonomía remontándose a conflictos entre grupos mixtecos y grupos mexicas, lo cual después se vivirá en rebeliones frente a la dominación española, continuando con rebeliones importantes porque aun después de la conformación del Estado-nación las comunidades continuarán bajo una colonización interna: “Durante el siglo XIX y principios del XX los pueblos mixtecos sostuvieron diversas rebeliones en contra de las fuerzas políticas ajenas que trataban de dominarlos para imponerles sus intereses, con lo cual violentaban sus derechos históricos, políticos, económicos y culturales” (Bárcenas, 2007). La historia de estas rebeliones, con diversas demandas y tintes, que se pueden observar en prácticas cotidianas, marcará la historia de estas reivindicaciones, en donde las resistencias además se dan en todos los ámbitos de la vida social y cultural. Posteriormente, ya durante el siglo XX, emanarán movimientos amplios en donde la condicionante no será la etnicidad, sino un movimiento amplio: el campesino, que durante las décadas de los sesenta y setenta será el sujeto político que reivindicará demandas propias del sector agrícola en el sentido marxista como clase social y clase explotada, es decir, como proletariado agrícola; esta visión, y el auge de otros movimientos como el estudiantil, llevan a visualizar la importancia de alianzas entre “los sectores oprimidos”; bajo estas lógicas se da, por ejemplo, la conformación de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil de Oaxaca y la Coalición Obrera Campesino Estudiantil del Istmo (Cocei). Posteriormente, el movimiento campesino dará paso al movimiento etnopolítico, en donde se comienzan a visualizar ciertas especificidades de este sector: Después del movimiento campesino, en los setenta comenzaron a formarse organizaciones que englobaron sus demandas en un discurso de reivindicación étnica. Esas organizaciones ya no se orientaron solamente a la defensa y a la lucha por la tierra, sino que delinearon estrategias vinculadas a la lucha por el poder local y en contra de cacicazgos, por la apropiación del proceso productivo, por la defensa cultural, de procuración de justicia y derechos humanos, así como de revaloración de las instituciones políticas tradicionales, posteriormente conquistada en el marco del derecho internacional (Sánchez, 1999). Pero será hasta la década de los ochenta cuando en Oaxaca el movimiento étnico-político acrecentará su fuerza y sus demandas como grupo: Las primeras organizaciones etnopolíticas en Oaxaca se constituyeron a principios de la década de los ochenta. Estas organizaciones surgieron como resultado del trabajo organizativo y pastoral de varios sectores, como el magisterio y la Iglesia católica, así como de la experiencia de lucha campesina de la década 107 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 dUn recuento breve del camino de las autonomías lleva a plantearlas dentro de un marco histórico de resistencias. movilizaciones étnicas frente a los “otros” colonizadores, e incluso a las disputas precoloniales en que se encontraban los diversos grupos en el estado de Oaxaca. Posteriormente, estas pugnas continuarán con el establecimiento de la figura del estado y de la conformación de pequeños poblados que darán origen al municipio. ETNIAS & POLÍTICA anterior … son dos las principales condiciones que confluyeron para dar vida a estas organizaciones regionales con demandas y propuestas claramente étnicas: la lucha local contra caciquismo y explotación, y el surgimiento de intelectuales indios (Maldonado, 2003, p. 17). Es a través de estas organizaciones que la demanda de autodeterminación comienza a aparecer en el espacio público y privado, principalmente entre la Organización de Defensa de Recursos Naturales y Desarrollo Social de la Sierra Juárez A C (Odrenasij), el Comité de Defensa de los Recursos Naturales y Humanos Mixes (Codremi), y el Comité Organizador y de Consulta para la Unión de los Pueblos de la Sierra Norte de Oaxaca (Codeco), como demanda y como una condición antigua de pueblos y comunidades: “la libertad o autodeterminación comunitaria era entendida como herencia ancestral, tradicional, que era necesario no conquistar, sino conservar y defender frente a las amenazas externas y el sistema de poder opresivo nacional” (Sánchez,1999). En este sentido se comienza a vislumbrar la condición comunitaria de las demandas de autodeterminación, que darán pie a la comunalidad y a la reivindicación de una autonomía comunitaria.6 Así, las nuevas dinámicas del movimiento étnico en este Estado se encontrarán con la organización y rebelión de grupos indígenas del estado vecino de Chiapas, que bajo condiciones semejantes de marginación, exclusión, pobreza, cacicazgo, entre otras, darán fuerza al movimiento étnico en el estado de Oaxaca, que poco tiempo después, al igual que el movimiento Neo-Zapatista del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hará suya la reivindicación de autonomía. Derecho indígena y constitución de 1995 En esta investigación el concepto de campo es útil para la comprensión de las luchas de poder, las dinámicas de las autonomías en el marco de campos y arenas en donde unos y otros echan a andar estrategias por el control. Para el caso de Oaxaca, y tras el surgimiento de la demanda de autonomía, comienzan a generarse procesos encaminados a conseguir este fin. Así, el ámbito jurídico será el campo en el cual los intelectuales indígenas tendrán avances importantes. En este sentido, el derecho indígena se ha regido como “un conjunto de arenas de disputa en las que confluyen diversos aspectos culturales como lo político, lo cultural, lo social y lo económico, y es un punto de partida para comprender las dinámicas internas de las comunidades indígenas y su relación con el Estado mexicano” (Cruz, 2007, p. 23). De esta manera, el estado de Oaxaca se erige como el estado con mayores avances en materia de legislación indígena, y la más sobresaliente corresponde a la de 1998 con la modificación del artículo 16 de la Constitución de este estado, en donde formalmente se reconoce el derecho de los pueblos y las comunidades a regirse por sus usos y costumbres, además de reconocerse la capacidad de autonomía: El derecho a la libre determinación de los pueblos y comunidades indígenas se expresa como autonomía, en tanto partes integrantes del estado de Oaxaca, en el marco del orden jurídico; por tanto dichos pueblos y comunidades tienen personalidad jurídica de derecho público y gozan de derechos sociales. [6] Para el caso de los mixes o ayuujk, este comunitarismo y la demanda por una autodeterminación comunitaria se verán fuertemente influidos por la historia caciquil que privó hasta esta década de los ochenta con una fuerte violencia y sojuzgamiento de todas las comunidades mixes a una sola, la comunidad de Zacatepec en manos de una sola persona, el cacique Luis Rodríguez, en donde posteriormente se instalaría el Distrito Mixe. 108 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos cionamiento paralelo de sistemas distintos y el uso estratégico de las alternativas abiertas”. En este nivel la influencia del EZLN con la propuesta de los Acuerdos de San Andrés, en donde se da la aparente negociación entre el gobierno federal y este movimiento Indígena, y la posterior negación y rechazo de esta por parte del mismo gobierno federal, llevará a varias organizaciones indígenas del estado de Oaxaca a replantear los niveles y alcances mediante este nivel jurídico: Sin embargo, y a pesar de estos logros, el sistema Oaxaqueño y las comunidades enfrentan toda una serie de contradicciones en la aplicación y uso de estas normas, además de una serie de irregularidades importantes en materia de violación de derechos humanos y de la autonomía reconocida de los pueblos indígenas. En este sentido, Kraemer (2008) reconoce el valor simbólico de estas propuestas, aunadas a una serie de modificaciones en materia de educación intercultural e indígena que desarrollaré más adelante, sin embargo, aboga por reparar en el carácter de sistemas en conflicto, en cuanto a la relación del derecho universal o constitucional y el derecho indígena o consuetudinario, en este sentido observa que en realidad no se da una articulación entre ambos sistemas, como se proponía , ya que “una auténtica articulación supone que los sistemas en contacto se enriquecen y fortalecen mutuamente”, sino que más bien “lo que prevalece es un fun- Indymedia En la Ley Indígena de este estado, promulgada el mismo año, además se reconocen las autoridades locales y los usos y costumbres como un sistema válido para impartir justicia, en el artículo 29 se menciona: “el Estado de Oaxaca reconoce la validez de las normas internas de los pueblos y comunidades indígenas … siempre y cuando no contravengan la Constitución política del estado, las leyes estatales vigentes, ni vulneren derechos humanos ni de terceros”. 109 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Así mismo, el estado reconoce a los pueblos y comunidades indígenas sus formas de organización social, política y de gobierno, sus sistemas normativos internos, la jurisdicción que tendrán en sus territorios, su participación en el quehacer educativo y en los planes y programas de desarrollo, sus formas de expresión religiosa y artística, la protección de las mismas y de su acervo cultural y en general para todos sus elementos que configuran su identidad. ETNIAS & POLÍTICA Con la ausencia de mecanismos constitucionales que hagan posible la libre determinación y la autonomía, los derechos indígenas estarán quedando prácticamente mutilados. Con el desconocimiento constitucional de la comunidad y del municipio indígena, así como de las posibilidades de asociación de los mismos –tal como lo plantea la iniciativa de la Cocopa– la reconstitución el desarrollo de los pueblos indígenas, seguirá estando solo en discursos, pero no en el terreno de la construcción práctica” (Resoluciones del Foro estatal Indígena de Oaxaca, mayo del 2001, documento presentado ante la LVII legislatura del estado de Oaxaca). Después de este recorrido el panorama de pugnas dentro de este campo continúa siendo una arena importante de disputa, ya que la “reivindicación del derecho indígena y reforma constitucional y legal del estado (es)… uno de los ejes en los cuales se concentra actualmente la tensión de la relación entre los pueblos indígenas y los estados” (Iturralde, 1997). Dentro del ámbito de estas disputas del derecho, en el plano internacional también se han marcado tensiones y contradicciones: uno de los preceptos más importantes que establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –y del cual México es firmante– es el reconocimiento de que las sociedades indígenas constituyen “pueblos”, es decir, colectividades que poseen su propia especificidad histórica y cultural [sin embargo]… inconformó a los pueblos indígenas: reconoció las nociones de “autodeterminación externa” y “autodeterminación interna” (reconociendo a las comunidades indígenas como pueblos pero) solo reconoce a aquellas su derecho a la autodeterminación interna (Hernández, 2006). Visión comunalista de las autonomías La propuesta oaxaqueña en torno a las autonomías se ha desarrollado principalmente a través de la visión comunalista de las mismas, visión que nace y se genera desde la realidad oaxaqueña en donde coexisten 570 pueblos constituidos jurídicamente desde el estado en municipios, integrado por 9.826 comunidades, dentro de las cuales conviven 15 grupos etnolingüísticos reconocidos y afromestizos de la costa oaxaqueña. Esta visión comunalista surge dentro de la visión antropológica de indígenas mixes y zapotecos, en un intento de entablar un diálogo entre la antropología, la praxis política y la visión emic o desde adentro. Siendo el comunalismo una forma de entender el colectivismo que se vive y práctica en las comunidades de Oaxaca. “Tal es en síntesis la idea de la comunalidad: cuatro elementos centrales (territorio, trabajo, poder y fiesta comunales)7 que son atravesados por los demás elementos de la cultura (lengua, cosmovisión, religiosidad, conocimientos, tecnologías, etcétera) en un proceso cíclico permanente” (Maldonado, 2003). Para Floriberto Díaz ayuujk8 de Tlahuitoltepec el debate de las autonomías parten de la vida en comunidad: …no se entiende una comunidad indígena solamente como un conjunto de casas con personas, sino de personas con historia, pasada, [7] Básicamente, estos cuatro elementos son los que visualizaran y plasmaran los ideólogos de la comunalidad, como propios de las comunidades oaxaqueñas. Los principales teóricos de esta postura son: Juan José Rendón, Floriberto Díaz, Benjamín Maldonado, Joel Aquino, Jaime Luna, Adelfo Regino y Gustavo Esteva. [8] Autoadscripción del grupo mixe, con ciertas variaciones dependiendo de la variante lingüística. 110 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos Si la comunidad es la esencia del ser indio y los indios han seguido siéndolo porque han resistido a la dominación, entonces la comunalidad es también el cimiento de la resistencia y por tanto la incubadora de la liberación (Maldonado, 2003). Así, las autonomías planteadas desde una visión de resistencia, en el marco del ámbito territorionaturaleza, lleva a esta propuesta a plantear una autonomía comunitaria: autonomía significa el derecho a conservar, desarrollar y defender la posesión comunal de nuestras tierras…; el derecho a organizarnos de acuerdo a nuestra propia decisión comunitaria, tanto a nivel local, como a nivel regional y más allá de nuestras regiones…11 (Díaz, 2003). Floriberto Díaz observa la relación complementaria e indisociable del pueblo y del territorio: En la variante tlahuitoltepecana de ayuujk, la comunidad se describe como algo físico, aparentemente, con las palabras de näjx, käjp (näjx: tierra; käjp: pueblo). Interpretando, näjx hace posible la existencia de käjp pero käjp le da sentido a näjx (Díaz, 2004). Para Maldonado, la comunalidad se presenta como parte indisociable de la resistencia india:10 [9] Para Juan José Rendón, comunalista zapoteco, la comunidad india como la denomina, “es un núcleo que subsiste con base en el cultivo de la milpa, se organiza y resiste apoyado en un modo de vida comunal y se mantiene unido a través de una red de relaciones de parentesco y con una identidad que gira en torno a símbolos culturales y el conocimiento más o menos objetivo, de la historia y del territorio, base de su asentamiento” (Rendón, 2003). Las críticas más fuertes ante esta visión comunitaria han girado en torno a encerrar a las comunidades en sí mismas, es decir, dentro de un comunitarismo cerrado, sin embargo, varios ideólogos de esta postura aseguran que esta visión prevé fortalecer desde las comunidades estos procesos para enmarcarlos en ámbitos más amplios; así por ejemplo, esto se –a veces silenciosa y cotidiana–. Desarrollada durante siglos, y que pretende lograr la conservación de matrices culturales e ideológicas consideradas fundamentales para la reproducción de la filiación étnica” (Bartolomé, 1997, p. 80, citado en Maldonado, 2003). [10] Miguel Bartolomé desarrolla el concepto de “cultura de resistencia”, para referirse no a la resistencia cultural sino a “El mantenimiento durante siglos de lenguas, tradiciones y específicos procesos de producción de significados, aún en el marco de las compulsiones coloniales sugiere la presencia de lo que podríamos denominar, un espacio interior de las sociedades colonizadas. Espacio que han tratado de mantener al margen de la presencia del dominador y dentro del cual se reproducen tradiciones milenarias … No se trata de una sufrida adaptación pasiva, sino de una lucha activa [11] En general Floriberto Díaz visualizaba una autodeterminación en los diversos campos de la vida en comunidad, en este mismo texto continúa preguntándose y preocupándose por la autodeterminación económica, ya que menciona tener sus dudas acerca de ésta, no siendo la misma condición para el resto de los campos. Para Alicia Castellanos el aporte de esta visión de autodeterminación económica será enriquecedora para la comprensión y la puesta en práctica de procesos de autonomía. Plática informal con Alicia Castellanos, marzo del 2005. 111 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 presente y futura, que no sólo se pueden definir concretamente, físicamente, sino también espiritualmente en relación con la naturaleza toda. Pero lo que podemos apreciar de la comunidad, es lo más visible, lo tangible, lo fenoménico. En una comunidad9 se establece una serie de relaciones, primero entre la gente y el espacio, y en segundo término, entre las personas. Para estas relaciones existen reglas, interpretadas a partir de la propia naturaleza y definidas con las experiencias de las generaciones (Díaz, 2004). ETNIAS & POLÍTICA discutía ya a un año del levantamiento zapatista, en donde pueblos indígenas, campesinos y negros declaraban: Autonomía es la capacidad de decidir no solo sobre nuestro destino, sino también sobre las cuestiones y acciones más inmediatas y diarias en las comunidades, con una identidad y conciencia propia, y con la suficiente capacidad de apertura para comunicarse con los demás ciudadanos del país y del mundo.12 En este sentido, la comunidad se erige como una categoría teórica y política, y la comunalidad como [12] V Foro estatal sobre la realidad indígena, campesina y negra, 1995. la “ideología que destaca los valores colectivos sobre los individuales… ” (Medina, 1996). Algunos datos estadísticos sobre la condición de los grupos indígenas en Oaxaca En el estado de Oaxaca existen 570 municipios, integrados por 9.826 comunidades. Los municipios a su vez están agrupados dentro de un nivel más amplio: el distrito, cuyas facultades quedan como jurisdicción territorial y administrativa entre los municipios y el estado, siendo Oaxaca el único estado en el cual se da la existencia de esta figura, 30 distritos lo conforman y, dentro de estos se desarrollan y conviven alrededor de 17 diferentes grupos etnolingüísticos Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO. 112 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos Dentro de los 95.000 km cuadrados del territorio de Oaxaca, viven alrededor de 1’518.410 indígenas de los 10’189.514 calculados a nivel nacional, y de los 3’506.821 habitantes totales del estado de Oaxaca, es decir, casi el 50% de la población total del estado. También en el estado de Oaxaca 411 de los 570 municipios mantienen la elección por usos y costumbres, es decir, las autoridades son electas por sistemas propios de elección de representantes frente al estado, sin embargo, este sistema convive con el nacional, acatándose a tiempos y registro de los mismos (Barabás et ál, 2003). [13] La historia de los grupos indígenas de Oaxaca se remonta a unos 10.000 años a. C., con la llegada de los primeros grupos nómadas a los valles centrales de Oaxaca. Los indicios más antiguos que documentan la domesticación del maíz en el valle de Oaxaca datan del año 5.000 a. C. y los del frijol, entre 4.000 y 3.000 a. C.; dando así inicio a la transición definitiva entre la vida nómada y seminómada a la sedentaria. Se cree que desde el año 4.000 a. C. comienza el proceso de diversificación lingüística del tronco otomangue, y que hacia 1.500 a. C. se separan nueve familias, cuatro de ellas en Oaxaca: las familias zapotecana, mixtecana, popolocana y chinantecana. A partir de entonces se empiezan a diferenciar, creándose paulatinamente las lenguas asociadas a ellas: zapotecana (zapoteco y chatino), mixtecana (mixteco, cuicateco, amuzgo y triqui), popolocana (mazateco, popoloca, chocho e ixcateco) y chinantecana. También se supone que sucedió algo similar con el tronco mixe-zoqueano, del que se derivan las familias mixeana y zoqueana, formadoras de las lenguas mixe y zoque. Perfil indígena del estado de Oaxaca. Ciesas: http://pacificosur.ciesas. edu.mx/diagnosticoestatal.html. Para el caso de Oaxaca, y tras el surgimiento de la demanda de autonomía, comienzan a generarse procesos encaminados a conseguir este fin. Según los indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México, del 2002, de la Comisión Nacional para los Derechos Indígenas (CDI), dentro del territorio nacional mexicano la población indígena llega a un total de 10’253.627, es decir el 10,5% de la población total. De los 2.443 municipios de la nación mexicana, 871 presentan en mayor o menor medida población indígena, y de las 199.369 localidades del país, 17.436 presentan más del 70% de población indígena. En donde 295 municipios considerados como indígenas según la representación proporcional, con alto número de población indígena, presentan un índice muy alto de marginación, es decir, el 33,9% del total de municipios indígenas, aunándose otros 363 municipios que representan el 46,5% del total de municipios considerados como indígenas con alto grado de marginación, es decir, un total de 658 municipios indígenas que viven bajo condiciones de marginalidad extremas, lo cual representaría un total del 80,4% de los municipios indígenas, sumándose los que según la CDI viven bajo un índice de “marginación baja”, 45 municipios, ósea el 5,2%, y los que viven bajo “muy bajo” índice de miseria, que vendrían a ser 81 municipios que representan el 9,3%. Por lo que tenemos 784 municipios, de los 871, o sea el 94,9% de los municipios considerados como indígenas viviendo bajo condiciones de marginalidad. Esto traducido para el estado Oaxaqueño, según estudios oficiales del gobierno federal a través de su institución del CDI, en su Informe sobre Desarrollo Humano de los pueblos Indígenas 2006, las condiciones de marginalidad del estado de Oaxaca 113 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 que existen desde tiempos prehispánicos.13 Dichas divisiones jurídicas datan en muchas ocasiones, pero no únicamente, de la época colonial, pero estas no correspondientes en muchas ocasiones al mismo grupo etnolingüístico. ETNIAS & POLÍTICA son bastante altas y son similares a las condiciones presentadas en las entidades en donde se concentra mayor número de población indígena como son Chiapas y Guerrero, textualmente el informe ejecutivo se presenta así: Oaxaca, en donde el desarrollo de la población indígena es 13,7% inferior al de la no indígena (0,6677 para indígenas, 0,7733 para no indígenas, 0,7183 para la entidad), y Chiapas son las dos entidades que de manera individual concentran los mayores volúmenes de población indígena del país y son los que presentan los niveles de desarrollo humano más bajos para el conjunto de su población. En Oaxaca, Guerrero y Chiapas los índices de alfabetismo continúan siendo inferiores a 0,8. En gran medida debido a ello, estos tres estados ocupan los últimos lugares en el índice educativo, alcanzando valores inferiores a 0,8 (en un rango que va de 0,7760 a 0,7414). …cinco de los once municipios declarados por la CDI, como de desarrollo humano bajo en México se encuentran en Oaxaca, en los cuales se estima poco más del 98% de población indígena. Al considerar la ubicación de los municipios con más bajo desarrollo humano por entidad federativa, observamos que cincuenta y nueve de estos municipios se localizan en Oaxaca, veinte en Chiapas, diecisiete en Puebla, once en Guerrero, nueve en Veracruz, tres en Chihuahua, y uno en cada uno de los estados de Hidalgo, Nayarit y San Luis Potosí. Para concluir esta condición de pobreza y marginalidad se encuentra presente no solo para el caso de Oaxaca o México, pues es una condición que al parecer se extiende con diversas dinámicas y panoramas dependiendo de la política nacional en la cual se insertan y sus características internas, Se estima que entre 5.000 y 8.000 pueblos indígenas…, se encuentran oprimidos por algún Estado-nación etnocrático… la tesis de que a cada nación corresponde un Estado y que un Estado es expresión de una sola nación ha llevado a que solo un puñado de 200 Estados se asuma como representante de 8.000 pueblos (Olguín, 1998). Tan solo para el caso de América Latina se calculan alrededor de 40 millones de indígenas, los cuales viven en los Estados-nación latinoamericanos, que “han desarrollado en su gran mayoría practicas encaminadas al etnocidio” , es decir, la desaparición de los grupos, tal es el caso de los grupos amazónicos en Brasil o mayas en Guatemala y México (López, 2002). De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación, realizada por la Secretaría de Desarrollo Social y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (mayo 2005), “La democracia tan sacralizada no puede existir en un país donde el 34% de los entrevistados expresa, por ejemplo, que para que los indígenas salgan de la pobreza ‘lo único que tienen que hacer es no comportarse como indígenas’”. O donde el 43% opina que “los indígenas tendrán siempre una limitación social por sus características raciales”. Y menos cuando “un doloroso 40% de mexicanos estarían dispuestos a organizarse para impedir que un grupo de indígenas se establezca a vivir cerca de su casa” (Rodríguez, 2006). La Coordinadora Asturiana de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD de Asturias)14 señalan que existen en el planeta más de 5.000 comunidades indígenas, que siendo apenas el 5% del total de la población mundial, conforman el 10% de la población más empobrecida. [14] http://www.congdasturias.org 114 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO. De la utonomía y el sujeto autónomo Hablar de autonomías para el caso de los pueblos y comunidades indígenas es hablar de un arduo camino por la supervivencia, reproducción y continuidad de estas dentro de los Estados-nación. El debate de igual forma se presenta de una manera extendida y diversificada, y se enmarca desde aquellas posturas de total rechazo a esta demanda autonómica, hasta aquellas posturas que bajo una visión alejada de las múltiples realidades de los diversos grupos étnicos, pretenden instaurar regímenes de autonomías contrapuestos a la idea central de las mismas. El caso sin duda múltiples veces citado es el de los zapatistas chiapanecos, quienes a raíz de una serie 115 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos ETNIAS & POLÍTICA Una afirmativa, que describe en primer lugar al poder como la expresión de la voluntad, que es el querer del viviente que se afirma como el que lucha por permanecer y aumentar la vida, al “poder-poner” los medios (entre ellas las instituciones) para dicha reproducción. Este primer sentido del “poder” no se puede “tomar”, como cuando se dice “tomar el poder”. El “poder” es un momento de la plenitud de la voluntad y la vida, se tiene como una facultad necesaria en la afirmación de la vida. El poder puede negarse en otro, pero no puede extinguirse jamás, mientras alguien viva. Mientras viva el viviente que quiere vivir, como voluntad, tendrá siempre poder, aunque sea potencialmente. No “lo toma” sino que “lo es” (es su misma voluntad como afirmación de vida que intenta sobrevivir). … En este sentido el oprimido (negado) sigue teniendo siempre, mientras viva, voluntad de vivir (que cuando se pierde, se pierde todo), y por lo tanto luchará para poder ejercer (no tomar) el poder-poner los medios para su plena sobrevivencia que el dominador le niega (Dussel, 2004). Indymedia de demandas que surgen debido a la marginalidad y violencia extrema en la cual viven, finalmente concretan una demanda por la autonomía, causando un eco impresionante a lo largo y ancho de pueblos y comunidades indígenas del país, cuyo proceso irá, desde la toma de las armas, hasta la actual vivencia y recreación de formas de gobierno impulsadas en lo que se ha llamado las Juntas de Buen Gobierno. Sin embargo, desde sus inicios esta demanda de autonomía se ha ido redefiniendo, tanto conceptualmente como en las prácticas de sistemas autonómicos. Así, la lucha por las autonomías en un ámbito político se plantea como una redefinición del poder y de las concepciones sobre el mismo, en el ámbito de la cuestión étnico-nacional. En este sentido retomo al filósofo latinoamericanista Enrique Dussel, quien propone dos formas de comprender el poder: Esta concepción del poder expresado como la afirmación de la vida y su reproducción, y la capacidad de poder poner los medios para la plena supervivencia del oprimido o negado, nos lleva al mismo entramado de la construcción individual y colectiva de las autonomías, ya que este proceso supone la toma de conciencia para sí,15 es decir “se pasa a la conformación del sujeto autónomo, activo, participativo, forjador de sus propias decisiones, elaborador de sus propias estrategias en la lucha por sus derechos” (López y Rivas, 2003, p. 35). [15] Recordando a Karl Marx, en donde el proletariado pasa de la conciencia en sí a la conciencia para sí, proceso que supone la toma de conciencia de un proceso de organización mayor. 116 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos tienden a mirar el poder desde ambas vertientes y reproducir dinámicas de dominación, aun cuando el sujeto autonómico ha tomado conciencia de un proceso autonómico.16 En este sentido López y Rivas menciona: …es necesario aclarar de manera reiterada que las etnias se encuentran firmemente relacionadas con la estructura socioeconómica y política en que se insertan. De ahí que las agrupaciones étnicas no son entidades “armónicas” o “equilibradas”, como pretenden presentarlas los etnicistas, ya que en ellas repercuten los antagonismos que caracterizan el conjunto nacional del que forman parte (López y Rivas, 2005, p. 41). Por tanto hay a) un poder negativo que es el “podersobre” los otros, y b) un poder creador positivo que es el “poder-anterior-y-por-sobre-el poder-sobre” (Dussel, 2004). Así, mediante esta concepción del poder como una forma de construcción de posibilidades y “de otros mundos posibles”, que además es anterior, es decir, existe y además se impone sobre el “poder sobre”, es que encontramos a las reivindicaciones de los pueblos y comunidades indígenas, con base en concepciones, utopías y acciones comunes que sirven de eje y de postulado o posicionamiento político frente al sistema dominante en el sentido del poder negativo, “poder sobre”, de Dussel. Es así que la situación en la que se encuentran las comunidades y los pueblos indígenas no puede quedar aislada del complejo sistema nacional en el cual se desarrollan; así la relación Estado/nación-pueblos y comunidades indígenas no puede mirarse desde una perspectiva unidireccional (e incluso no solo Bajo esta lógica además, bidireccional); los pueblos y comunidades indígenas también construyen y proponen visiones y acciones De lo que se trata es de la “trans-formación” (Veraenderung, decía Marx) de las instituciones cuando de mediaciones para la vida se han transformado en instrumentos de muerte, de impedimento de vida, que se observa empíricamente en el grito de dolor de los oprimidos, que son los que sufren las instituciones (Dussel, 2004). encaminadas a esta redefinición del poder, al interior e incluso hacia el exterior de ellas, en una relación dialéctica, que sin embargo no se da en términos equitativos.17 [16] Este entramado complejo además se ve inmerso en dinámicas antiguas de colonización y neocolonización, de racismos y de un juego de poder de diversas instituciones y actores que vuelven particular cada caso. Por tanto, las autonomías reconocidas jurídicamente se pueden presentar como esa trans-formación necesaria; sin embargo, no se darán sin la transformación de una serie de dinámicas ya que el fenómeno es mucho más complejo puesto que dinámicas, tanto al interior como al exterior de las comunidades indígenas, sugieren una serie de fenómenos que [17] Si bien esta “no armonía” bajo esta incorporación en el sistema más amplio es una certeza, se introduce también aquí el papel de las comunidades para revertir de la mejor forma estas problemáticas, así también la discusión frente al conflicto surgido en comunidades a raíz no solo de esta inserción; sin embargo, a mi parecer 117 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 La segunda forma bajo la cual podemos entender “el poder”, sería “como ‘voluntad de poder’ (Wille zur Macht nietzscheano) es voluntad sobre los otros, y por lo tanto el ‘poder-poner’ del dominador niega el poder de los dominados. … Pero al final, en su sentido negativo y defectivo, aquí el poder es “podersobre” (en el sentido de Holloway)” (Dussel, 2004). ETNIAS & POLÍTICA Ahora bien, sería erróneo considerar solamente el ámbito político de las autonomías, ya que éstas se insertan en un marco integral que abarca varios campos, como lo ha propuesto el proyecto Latautonomy,18 cuya hipótesis central es: “Autonomías multiculturales en América Latina: una condición necesaria para el desarrollo sostenible”; lo cual nos lleva al planteamiento, por un lado de las autonomías en un marco integral y, por otro, a visualizar estas como una condición indispensable para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas.19 Este proyecto parte de una visión de las autonomías condición de pueblos étnicos,20 indígenas, indios, o afromestizos.21 De igual forma, bajo la dirección de este proyecto en México, Alicia Castellanos propone una definición que me parece acertada, ya que rescata una postura integral de las autonomías desde donde poder analizarlas, pero además esta visión permite actuar desde las comunidades en los diferentes campos que integran la vida en comunidad, con miras a una autonomía multicultural como proyecto comunitario indígena: Se propone definir la autonomía como una realidad no solo jurídica, si no cultural, social, política y económica, para lo cual es necesario reconocer al sujeto autonómico, abordando multiculturales que enfoca “el tema de la autonomía desde un ángulo político-intercultural” (Gabriel y López, 2005). En donde se propone una mirada más elaborada de las autonomías al interpelar a una interculturalidad en las autonomías, lo cual supondría la superación de ciertos conflictos internos en [20] Esta visión más amplia no se encuentra tan alejada en ámbitos como encuentros de discusión de estas temáticas, foros, mesas de discusión, encuentros políticos, etc., ya que se hace alusión a términos como “hermanos” y “hermanas”, y se reafirma una condición semejante en los retos que enfrentan las comunidades. Sin embargo, dinámicas interculturales se ven cruzadas con diversos procesos, en donde en varias ocasiones esta “hermandad” no se visualiza y, por el contrario, se rivaliza, siendo para el caso de Oaxaca un elemento importante de pugnas la lucha por la tierra, es decir, los conflictos agrarios. Talvez en algunos casos esta “hermandad” obedezca a un plano estratégico, y en otros más aún no se encuentren formas precisas para erradicar los conflictos interétnicos. lo que se refiere a la relación entre grupos culturales, por ejemplo entre zapotecos y mixes, sin perder de vista particularidades, pero sin dejar de lado la resultaría difícil delimitar los orígenes de este entre el afuera y el adentro, y aún más sería hacerlo sin desatar esencialismos de las culturas indígenas. [18] Latautonomy es un proyecto que abarca el trabajo en doce regiones latinoamericanas diferentes, bajo el marco de los procesos autonómicos; dicho proyecto se llevó a cabo durante tres años, del 2003 al 2005. Para el caso de México hubo un importante acercamiento a los casos de Chiapas con el EZLN, a Oaxaca con los mixes, y la ciudad de México con el caso de los pueblos de Tlalpan, en donde además del rescate valioso de las experiencias se ha desarrollado, con la participación conjunta de intelectuales indígenas o bilingües, e intelectuales latinoamericanos y europeos con años de experiencia al respecto, un marco teórico interesante para adentrarnos al estudio y trabajo con las autonomías indígenas latinoamericanas. [21] El debate en torno a los términos que se deben emplear para referirse a esta colectividad es una discusión bastante amplia que desde la antropología no se ha resuelto, sin embargo, para este trabajo me parece más acertado el término de pueblos etnolingüísticos propuesto por Miguel Bartolomé haciendo referencia a un grupo cultural en donde se rebasan fronteras territoriales y se apuesta por la consolidación de alianzas entre grupos de iguales. Para casos particulares me inclino por llamar a cada pueblo como se autodenominan, en este caso son el pueblo de los ayuujk jaay. [19] Ver página del proyecto Latautonomy: http:// www.latautonomy.org/ 118 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos económica, las formas sociales y políticas de organización colectiva del grupo (que com- Así también dentro de este marco, López y Rivas menciona un replanteamiento de la naturaleza del Estado-nación: prende relaciones de parentesco, comunitarias, intercomunitarias, entre pueblos y Estado y con el exterior) y las formas culturales de la identidad (que comprenden el campo de las el debate en torno a la cuestión nacional, en su aspecto de sectores hegemónicos y excluidos, pone en el centro de la pregunta respecto de que nación estamos hablando y que nación queremos construir. El debate habrá de resolver, como lo han formulado los pueblos indios, cuál es el papel o el lugar que en ella habrán de tener las etnias (López, 2003, p. 37). representaciones y el sistema religioso) (Castellanos, 2004, p. 2).22 Por otro lado, menciona Alicia Castellanos: ...la autonomía concebida como… instrumento y estrategia del movimiento indígena representa una alternativa (para el caso mexicano) a la articulación corporativa que el gobierno Es así como se presenta una constante tensión entre dos formas de concebir la nación mexicana, puesto que este queda “…fundamentado en concepciones basadas en una ‘nación de ciudadanos’ y excluyente de la ‘nación de pueblos’” (López, 2003, p. 8). impone a las comunidades indígenas, tanto a través de los organismos indigenistas del estado, como por medio de las redes de sujeción política del partido oficial... (Castellanos y López, 1997). Por lo que las autonomías instauradas en una nación, menciona el equipo Latautonomy: son procesos de resistencia mediante los cuales pueblos o etnias soterradas y negadas recuperan o fortalecen su identidad, a través de la reivindicación de su cultura, el ejercicio de derechos colectivos y el establecimiento de estructuras político-administrativos con diversas competencias, ámbitos o niveles de aplicación y una base material propia (Castellanos, 1997). Así las cosas, las autonomías como procesos de resistencia, nos llevan a tener otra mirada más: “La resistencia india no es eterna, por que no es un fin, [22] Alicia Castellanos, Latautonomy. Informe Nacional México. http://www.latautonomy.org/ InformeNacional_Mexico.pdf. Por otro lado, bajo el proyecto Latautonomy el sujeto autonómico es entendido “como una red de comunidades basada en una identidad étnica o cultural que está luchando en determinadas regiones por el establecimiento o la conservación de un espacio vital común y autodeterminado” (López, 2003, p. 8). Sin embargo, como lo planteo más adelante, la conformación y constitución de regiones autónomas, como el caso de los ayuujk, continúa siendo un eje de acción y de visión a futuro en el cual se ha venido trabajando con altibajos, pero que sigue siendo un reto en sí mismo, partiendo del hecho de que “Cada grupo etnolingüístico de Oaxaca posee las características que definen a un pueblo: tienen una historia de siglos, identidad común, cultura compartida y diferenciada y gobierno de los territorios habitados. Solo falta que consoliden un proyecto común. Esa es la tarea en la que están empeñados” (Barabás et ál., 2003). 119 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 sino sólo un medio para lograr su objetivo étnico, que es la liberación” (Maldonado, 1998). las formas sociales de subsistencia y actividad Estos procesos de discusión, a la par de los procesos autonómicos de facto que se viven en los pueblos y las comunidades indígenas de la región mixe de Oaxaca nos llevan a cuestionar cuidadosamente aquellas propuestas que a la par han generado visiones alejadas de las pretensiones y visiones de las comunidades, “instaurando modelos alejados a los de nuestras comunidades”,23 parafraseando a Floriberto Díaz la discusión de las autonomías no puede provenir solamente de disertaciones teóricas sino, y sobre todo, de la reflexión de las realidades concretas en las cuales se matizan ciertas prácticas autonómicas…” (Díaz, 2004). Igualmente, es fundamental señalar que los actuales movimientos indígenas reivindicativos de autonomías, al menos para el caso del estado de Oaxaca, han planteado la creación de instituciones, o de niveles de gobierno, pero a su vez se presenta la idea de la recreación o la reconstitución de instituciones indígenas antiguas, así lo señala el siguiente artículo, con referencia al pueblo Triqui de San Juan Copala, que desde los primeros días de enero del 2007 se declara autónomo, regido bajo el sistema de usos y costumbres: Como en otras partes de la República, la creación del municipio autónomo de San Juan Copala representa una respuesta pacífica de los pueblos indígenas [23] Plática informal con comunero de Totontepec mixes Oaxaca. Diario de campo, 2005. Indymedia ETNIAS & POLÍTICA …no se entiende una comunidad indígena solamente como un conjunto de casas con personas, sino de personas con historia. 120 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos Experiencias autonómicas en el estado de Oaxaca Hablar de la reivindicación actual de autonomía indígena para el estado de Oaxaca es hablar de una historia cargada de hostilidades, marginación, racismo, políticas de exterminio, cacicazgos, asesinatos de líderes indígenas y campesinos, primacía del PRI sobre las decisiones en las comunidades, etc.; pero también es hablar de una organización comunitaria más o menos sólida, una memoria histórica y oral bastante fuerte, prácticas encaminadas a la consolidación de proyectos comunitarios e intercomunitarios, una lucha y organización magisterial, estudiantil, campesina y social que antecedió a la actual demanda de autonomía para pueblos y comunidades indígenas, como “un reconocimiento a lo que de por sí se practica en nuestras comunidades”.26 Es decir, la demanda de autonomía en Oaxaca hoy responde a la cristalización de toda una serie de demandas en diversos ámbitos y [24] La recreación y la revitalización de formas ancestrales de organización es un discurso más o menos generalizado entre varios líderes indígenas oaxaqueños. [25] Francisco López Barcenas, periódico La Jornada, 10 de enero del 2007. [26] Plática informal con comunero zapoteco. 121 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 por encontrar espacios de participación y representación política, atendiendo a sus condiciones económicas, políticas y culturales concretas. Para lograrlo crean o recrean viejas instituciones,24 adaptándolas a sus propias necesidades. Por eso cada que lo hacen apelan a su derecho a la libre determinación en su versión de autonomía y la encajonan en la figura del municipio, que es la base de la organización política del país y no se levantan en armas para destruir el Estado, como sucede en algunos países de Europa.25 ETNIAS & POLÍTICA Hablar de autonomías para el caso de los pueblos y comunidades indígenas es hablar de un arduo camino por la supervivencia. Otra propuesta interesante en el estado de Oaxaca se presentó en comunidades Triquis de San Juan Copala, declaradas autónomas en enero del 2007, sin embargo, esta declaración y su posterior desarrollo nos remite a las condiciones y dinámicas a las que se enfrentan los municipios indígenas del estado de Oaxaca: prácticas de la vida comunitaria. De tal forma que se podría hablar de una propuesta concreta de autonomía para el Estado de Oaxaca, compuesta por los antecedentes de organización y lucha de diferentes actores dentro y fuera de sus comunidades, la visión del derecho indígena plasmada en la modificación de la constitución del estado en 1998, y la ley indígena de este mismo año, la propuesta comunalista de las autonomías, generada por intelectuales indígenas principalmente zapotecos y mixes. En este proceso las propuestas regionales también enriquecen el panorama, aunque estos valiosos intentos aun no consolidados en muchas de ellas brindan toda una gama de experiencias. Aquí se destaca el caso de los Pueblos Mancomunados 27 de la Sierra Juárez, que son ocho localidades (Llano Grande, Nevaría, Cuajimoloyas, Benito Juárez, Latuvi, Amatlan, Lachatao y Yavesia; dispersas en tres municipios que abarcan 29.430 ha de bosque en la Sierra Juárez) quienes tras un largo proceso de lucha por la defensa de sus recursos naturales y territorio han conformado empresas comunitarias más o menos sólidas.28 Para nadie que conozca la región es una novedad que San Juan Copala y las comunidades que se aglutinan en torno a ella han permanecido aisladas por siglos, abandonadas a su suerte por los municipios a los que formalmente pertenecen desde 1948, cuando la 60 Legislatura del estado le arrebató la categoría de municipio libre que tenía desde 1826. Junto con ello persiste una brutal explotación de la mano de obra triqui y un irracional saqueo de sus recursos naturales (López Bárcenas, 2007).29 La disputa territorial en la cual se ven enfrascados cientos de pueblos y comunidades en territorio oaxaqueño ha llevado a fortalecer pugnas internas entre municipios y agencias o localidades municipales por el acceso a recursos económicos principalmente, situación que desarrolló más adelante, y por ende esto también genera visiones encaminadas a una autonomía comunitaria en donde cada comu- hasta la sierra norte nos unimos después de décadas en las cuales las comunidades forestales han venido revisando alternativas para poder unirse”. Periódico Noticias de Oaxaca (22/09/06).Corresponsal Francisco Ramírez. [27] El Mancomun está reconocido como región autónoma por el Registro Agrario Nacional de La Reforma Agraria. [29] Recientemente, en abril del 2008, este proceso autonómico sufre un revés cuando dos locutoras de la radiodifusora local comunitaria La voz que rompe el silencio fueron asesinadas cuando viajaban a bordo de un automóvil particular en la región mixteca al poniente de la ciudad de Oaxaca. [28] Desde la década de los ochenta pueblos mancomunados de la Sierra apostaron su capital al cuidado de sus bosques, hoy este trabajo comienza a brindar frutos. Para Hermilo Hernández, representante comunal de Santiago Textitlán, “hoy desde la Sierra sur 122 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Autonomías indígenas y comunalidad ] Actualidad Documentos El caso de Oaxaca frente a las autonomías no queda exento del tejido social amplio en el cual se desenvuelve, de tal forma que la política de confrontación por parte del Estado-nación hacia las comunidades indígenas que se organizan por las autonomías es la constante como lo han advertido organizaciones sociales, indígenas, intelectuales, etc.30 Por consiguiente, una constante ha sido la deslegitimación de este tipo de demandas siendo una estrategia actual el uso de comparaciones con términos como terrorismo o delincuencia organizada, prevaleciendo toda una serie de prejuicios y racismos que se echan a andar para referirse a estas experiencias y [30] Sin ser totalmente representativo, el caso que presento a continuación me parece interesante, en el sentido de las demandas a las cuales hace alusión un indígena zapoteco de la comunidad de Xanica Oaxaca, en entrevista con la Haine declara, días después de su liberación: “Los delitos de homicidio calificado y tentativa de homicidio, ¿a qué se referían?” Esos delitos se refieren a los hechos ocurridos en el 2005, cuando a algo más de un mes de llegar Ulises Ruiz al gobierno, manda a masacrar a nuestra organización por estar exigiendo el respeto, la justicia y la democracia y sobre todo la autonomía de una comunidad indígena como es xanica. Dos patrullas balacearon a los compañeros, tres de ellos gravemente heridos (Abraham Ramírez Vázquez, Juventino García Cruz y Noel García Cruz) quienes hasta hoy se encuentran encarcelados injustamente. Para justificar esto el gobierno del estado siembra una muerte de un policía (¿) y varios heridos, de lo cual también se me acusaba a mí. “Porque vosotros estáis luchando por la instauración de un gobierno basado en los usos y costumbres ... Así es”. Un gobierno que sea elegido por el pueblo, que tenga autoridad moral por haber servido según las leyes de nuestro pueblo. Y esto al gobierno no le conviene porque son leyes basadas en la autonomía que nos ha regido desde siempre, opuesta a los partidos políticos, y que no permite la introducción del Estado. De ahí que no le convenga al gobierno. (www.lahaine.org . Corresponsal: Sergio de Castro Sánchez). frenar a los grupos indígenas organizados bajo esta demanda. Por otra parte, el aporte de migrantes y actores políticos que migran a las ciudades ha jugado un papel importante dentro de esta valoración estratégica de las autonomías indígenas para sus pueblos y comunidades de origen. Así por ejemplo, se encuentra la experiencia del Frente Indígena Binacional (FIB) originado por migrantes mixtecos31, o el caso de la Asamblea de Migrantes de la ciudad de México en la ciudad capital, que desde su condición de migrantes siguen en constante vinculación y apoyo de sus comunidades trasladando sistemas de organización comunitarios a su organización interna y en las ciudades como el caso del Centro de Apoyo al estudiante Kutääy (Cae-k) en la ciudad de Oaxaca, además apoyando en la construcción, la revalorización y el reconocimiento de sus comunidades de origen como comunidades autónomas. Es notable actualmente el uso extendido de la demanda de autonomía en diferentes pueblos y comunidades indígenas del estado, este reclamo de [31] Producto de esta fluida migración a Estados Unidos ha sido la constitución, en 1991, del Frente Binacional Mixteco-Zapoteco, que ha buscado el apoyo del gobierno mexicano y de las agencias internacionales para demandar el respeto a sus derechos humanos y laborales. Este frente, al incorporar a otros grupos indígenas de Oaxaca, como mixes, triques y chatinos, se transformó en el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional. Esto ha significado la transnacionalización de la problemática indígena, introduciéndola en la agenda política de México y Estados Unidos (Perfil Indígena del estado de Oaxaca, Ciesas). 123 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 Este proyecto parte de una visión de las autonomías multiculturales que enfoca “el tema de la autonomía desde un ángulo político-intercultural”. nidad apuesta por los márgenes de autodeterminación sobre sus territorios y dinámicas. ETNIAS & POLÍTICA autonomía se encuentra en estrecha relación con la defensa frente a la intromisión partidista en las comunidades, en este sentido, por ejemplo, el siguiente caso de una comunidad Mazateca: …Claudio Betanzos, actual presidente municipal, ha permitido la intromisión de los partidos políticos y las autoridades estatales y federales en la vida de nuestras comunidades, y ello ha traído la división y los problemas, además de que no cumplió con su palabra y el compromiso de defender los usos y costumbres y la autonomía del pueblo de Eloxochitlán, sino que ha hecho todo lo opuesto.32 Por otro lado, las autonomías de facto entendidas como aquel ejercicio que de antemano se da en pueblos y comunidades indígenas en el marco de la libre determinación, y ante el fuerte comunitarismo prevaleciente en Oaxaca me llevan a pensar que hablar de autonomías en Oaxaca implica hablar de autonomías de facto en mayor o menor medida, con algunos casos en donde se ha llevado a la declaración abierta de municipios autónomos, y en donde como en el caso de los pueblos mancomunados se vienen desarrollando experiencias de autogestión aunadas a los procesos de autonomía de facto, con aportes y con retos por vencer en cada comunidad. Junto con estos retos se enfrentan los de generar espacios más amplios de discusión y de unidad dentro y entre pueblos etnolingüísticos. Por otra parte, dinámicas internas a las comunidades indígenas llevan a observar dentro de las formas de organización la prevaleciente visión comunal, la cual no podría ser entendida sin la base del ser indígena: la comunidad, en la cual se desarrollan [32] Comunicado de Prensa, del 5 de octubre de 2001. Comité Civil de Solidaridad con las Comunidades Indígenas Mazatecas. pensamientos y formas locales de organización, en este sentido la comunidad indígena se instaura como pilar para estas autonomías de facto, y como pilar para una organización más amplia que involucre a varias comunidades para las autonomías reconocidas, lo cual supone superar la fragmentación y la hostilidad prevaleciente entre grupos diversos conviviendo en regiones, como el caso de municipios en donde conviven “mestizos” y grupos indígenas, en donde en muchas ocasiones se presenta la dominación de municipios “mestizos” frente a sus agencias “indígenas”. Así las cosas, la alteridad presente en el multiculturalismo propio del estado de Oaxaca se presenta como un reto en el sentido político-social de convivencia, y como marco para la praxis de las autonomías comunitarias, municipales y regionales. Referencias Bárcenas, F. (2007). Las rebeliones indígenas en la Mixteca. 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Corresponsal: Sergio de Castro Sánchez. 125 Editorial Puntos de vista I n d íg e n as d e A mér i c a [ Isis Contreras ] Actualidad Documentos Junio de 2008 ______ Entrevista con Leyla Leyla Centeno Castro, del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo de Oaxaca, México, forma parte de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Soldepaz Entrevistó Héctor Mondragón, Cecoin E&P: ¿qué pueblos indígenas viven en Oaxaca? E&P: ¿cómo se originó la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos? LC: se originó a partir de que se evidenciaron cuáles son los agravios contra el pueblo de Oaxaca. Se violan los derechos humanos en el estado; se agrede a las diferentes fuerzas organizadas y a la población al quererle imponer, por ejemplo, la pertenencia a partidos políticos a las comunidades que tienen indígenas que se rigen por sus usos y costumbres; se arremete contra el patrimonio cultural que es muy importante para nuestro pueblo, como ocurrió con el centro histórico de Oaxaca y con la privatización de la fiesta de la Yexta. Pero además, el movimiento oaxaqueño se da porque hay unas circunstancias de marginación y pobreza que vienen desde hace muchos años en Oaxaca, que tiene un porcentaje de población indígena alto, son 16 pueblos indígenas, con el idioma y variantes de cada uno, pueblos a los que les ha pegado directamente el endurecimiento de las políticas neoliberales y el endurecimiento de la represión. Por eso surge la APPO, con todos los principios a partir de las formas organizativas propias de los pueblos indígenas. E&P: qué quiere decir eso de “privatizar una fiesta”. LC: en Oaxaca se realiza una fiesta a la que se le llama la Guelaguetza, que en los pueblos significa el dar a los demás, el apoyar, el compartir. Entonces cuando los pueblos bajaban con sus diferentes trajes a compartir su propia cultura, a compartir sus bailes, es decir una fiesta popular, y cuando una fiesta así está tan profundamente arraigada del pueblo cuyo principio es el dar y el compartir, se le pone precio para que la gente pueda asistir, pues es privatizar la cultura. LC: viven los amusgos, los mixtecos, los triquis, los tacuates, los mixes, los mazatecos, zapotecos, son 16. E&P: ¿cuál es la participación indígena en la lucha de la Asamblea? LC: es fundamental. Se retoma la manera asamblearia en la cual las comunidades se organizan, participan de las asambleas, en las tomas de decisiones, y eso permite que haya una participación directa de las comunidades en la lucha política que se está dando en el estado de Oaxaca. E&P: ¿qué derechos de los indígenas están siendo violados? LC: pues en primer lugar el que tiene que ver con autodeterminación y el respeto a sus usos y costumbres. Cuando, por ejemplo, en una comunidad que elige a sus representantes en la asamblea, que discute cuál ha sido el trabajo y la trayectoria de las personas que van a ser elegidas, y en vez de eso se impone el uso de partidos políticos, ésa es una violación. Cuando se discrimina y no se da la educación en el idioma propio de la gente y se le impone el castellano como un idioma en el que a fuerza se tiene que educar la gente en esa lengua y no en la suya, materna, originaria. E&P: ¿hay presencia de transnacionales y megaproyectos en Oaxaca? LC: ¡claro! Y eso viene agudizando toda la situación de pobreza y de marginación, como ocurre con el Plan Puebla-Panamá, donde las transnacionales le tienen puesto el ojo a la región, porque ahí está el que se llama el istmo de Tehuantepec, además en este istmo lo que se prevé va a ser el corredor económico para permitir el paso de lo que saquen de América Latina. Además, Oaxaca tiene yacimientos de petróleo, de hierro, de uranio, es rico mineralmente hablando. Por otro lado, tiene mucho agua, es una zona rica en madera y rica en mano de obra que quieren explotar barata, aprovechándose de la ignorancia en que supuestamente está sumergida la población, “supuestamente”, porque el gobierno siempre piensa que los pueblos indígenas somos tontos, sin embargo vemos que se está dando una resistencia. E&P: ¿qué aspectos positivos quedan de la lucha que realizó el año pasado la Asamblea? LC: positivos quedan muchos. Primero, que la experiencia de la asamblea popular se repite, es un gran referente; ahora en México se está tomando en cuenta esa experiencia, no para copiarla de manera mecánica sino para analizar y ver qué elementos fueron los que permitieron que los sectores populares que no estaban organizados, que no habían hecho presencia en la lucha, se sumaran. Queda toda una población que está receptiva, que se está organizando, que está construyendo de sus comunidades una forma diferente de vivir. Queda lo que la gente llama el poder del pueblo, “el poder popular”, eso es lo más positivo, y un proceso enorme de organización en las comunidades y en los pueblos, del cual se va posteriormente a construir el cambio; y además, algo que entendió la población en su gran generalidad, es que no puede estar desorganizada, que el hecho de organizarse constantemente les va a permitir defender sus territorios, su dignidad, y defenderse de la represión que se venga encima, entonces eso es algo fundamental que quedó, que se permea en toda la población. E&P: ¿cómo fue la represión? LC: fue algo que sí marcó a la sociedad oaxaqueña porque nunca se reprimió de tal manera, porque fue una represión masiva, porque se reprimió a millones de gentes que salieron a defender sus derechos, a resistir de manera pacífica, porque el pueblo no utilizó armas, el pueblo resistió con poner barricadas, tomar las instalaciones de radiodifusuón, de televisión, tomando en sus manos el protagonismo para impedir que los siguieran agrediendo. Entonces la represión se dio de muchas maneras, tanto selectiva, como abierta y masiva, y hubo muchos compañeros asesinados por grupos paramilitares, y además grupos que utilizaban porras y los mismos policías, a quienes no les importaba abrir fuego de manera directa en contra de la población. Hubo desaparecidos, exiliados por amenazas de muerte. La represión sigue porque ahora buscan, después de golpear de manera abierta a la población, desarticular lo que hay en las comunidades, en el sentido de que hay esfuerzos que ya están más consolidados, como también las organizaciones sociales que llevamos años de trabajo en las comunidades. El gobierno del estado y el gobierno federal ven un riesgo demasiado grande en que estas organizaciones sigan ahí y entonces ahora viene esa represión en contra de las organizaciones sociales, y están utilizando a los grupos paramilitares, al ejército para la represión, y usando ciertos proyectos económicos para fomentar la cooptación y la división interna de las comunidades, queriendo marearlas para tratar de sacarlas del proceso organizativo. E&P: ¿el ejército ha participado en la represión? LC: ¡sí! El 25 de noviembre el ejército mexicano participó en la masacre que se le hizo al pueblo de Oaxaca, pero al ejército lo vistieron de policía federal, pero esos eran efectivos del ejército; lo decimos porque hay fotos en las cuales se ve cómo cambian de uniformes de los efectivos militares por los uniformes de la policía. E&P: ¿y la organización de la asamblea continúa? LC: sí sigue. Pero hay que señalar que la asamblea popular tiene una composición muy diversa y hay ciertos grupos que fueron sólo por una prebenda económica, utilizando la Asamblea Popular para escalar a puestos del gobierno, pero el gran movimiento de base se sigue dando, sigue vivo y se está recomponiendo, porque no pudieron aniquilarlo con toda la represión que se vivió. La asamblea sigue reivindicando su sistema asambleario y su experiencia que es histórica. No podemos dejar que la APPO desaparezca, porque tenemos caídos cuyos asesinos no han sido procesados por la justicia, porque tenemos presos políticos y perseguidos, y porque Ulises Ruiz sigue en el estado de Oaxaca, y mientras él siga es una acusación viva de todos crímenes y asesinatos que cometió en contra del pueblo de Oaxaca. Y porque una experiencia como la de la APPO no puede quedar ni va a quedar en el baúl del olvido. Junio de 2008 Centeno a c t ual i d a d Después de la caída El 23 de enero de 2008 pasará a la historia como una fecha trascendental para la consolidación de los derechos fundamentales de las comunidades indígenas y afrocolombianas de nuestro país. Ese día la Corte Constitucional –mediante la sentencia C-030 de 2008– declaró inexequible en su totalidad la Ley 1021 de 2006 o Ley General Forestal, por el hecho de no haber sido consultada previamente con las comunidades étnicas y tribales de Colombia, tal y como lo establecen el artículo 330 de la Constitución Política y el Convenio 169 de la OIT. Esta decisión, que es el resultado de una acción pública de inconstitucionalidad redactada y presentada por el Grupo de Derecho de Interés Público de la Universidad de los Andes (G-DIP), condujo a que la Corte ampliara su precedente en materia de consulta previa. Específicamente, dicha ampliación del precedente se tradujo en el reconocimiento explícito por parte del tribunal, de la existencia del deber de consulta en cabeza del Estado colombiano, siempre que se pretenda adoptar una medida legislativa susceptible de afectar directa y específicamente a las minorías culturales que habitan el territorio nacional. Carlos Gómez Ariza Dada la importancia que tiene el contenido de esta sentencia para los miembros de las comunidades afro e indígenas, así como también para las organizaciones que los representan, y de manera más amplia, para los defensores de derechos humanos y la opinión pública colombiana, este artículo propone un análisis detallado de los argumentos esgrimidos por la Corte en la sentencia C-030 de 2008. Desde esta perspectiva, el propósito del texto es proporcionar al lector una mirada comprensiva frente a la declaratoria de inconstitucionalidad la Ley Forestal, que incorpora tanto elementos jurídicos como políticos al análisis permitiendo El artículo se divide en tres partes. En la primera parte se abordan los aspectos centrales relacionados con el diseño e implementación de la estrategia de litigio. En la segunda parte, se analiza el contenido de la sentencia C-030 de 2008, se resalta la importancia de los argumentos esgrimidos por la Corte, y su importancia para la consolidación y el desarrollo del contenido del derecho fundamental a la consulta previa. Por último, en la tercera parte se plantea una reflexión en relación con los retos y las perspectivas de acción que surgen en relación con la consulta previa para medidas legislativas tras la caída de la Ley Forestal. Diseño e implementación de la estrategia de litigio El proceso que condujo a la redacción y presentación de la acción pública de inconstitucionalidad en contra de la Ley Forestal se inició en 2006 gracias a la iniciativa conjunta de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) y el G-DIP. En ese momento se concluyó acerca de la necesidad de estudiar la Ley General Forestal y las implicaciones constitucionales de su contenido, así como las condiciones bajo las cuales se había dado trámite legislativo a dicha norma. El G-DIP asumió la tarea de diseñar e implementar la estrategia jurídico-política, la cual se centró en la redacción de dos acciones públicas de inconstitucionalidad que serían presentadas independientemente teniendo en cuenta que se trataba de dos temas distintos. En la primera de ellas se la inconstitucionalidad de la norma era consecuencia del desconocimiento por parte del Estado de las obligaciones derivadas del artículo 6 del Convenio 169 de 1989 de la OIT. argumentó que con la expedición de la norma demandada se violó el derecho fundamental a la consulta previa de las comunidades étnicas del país, mientras que en la segunda demanda se argumentó que la Ley Forestal violaba el derecho de todos los colombianos a gozar de un ambiente sano al igual que el deber de garantizar el desarrollo sostenible del país. Finalmente, el 18 de mayo de 2007 fue radicada ante la Corte Constitucional la demanda por el cargo de consulta previa.1 El proceso contó con la participación de un importante número de organizaciones y actores de la sociedad civil colombiana, entre los cuales se encuentran la Comisión Colombiana de Juristas, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad del Rosario, el Proceso de Comunidades Negras (PCN), la Asociación de Autoridades del Consejo Regional Indígena del Medio Amazonas (CRIMA), la Red Latinoamericana Contra los Monocultivos de Árboles (Reco- [1] Posteriormente, en julio de ese mismo año fue radicada la segunda demanda ante la Corte Constitucional. Sin embargo, dado que el tribunal declaró inexequible en su totalidad la Ley Forestal al examinar el cargo relativo al derecho fundamental a la consulta previa, la Corte concluyó improcedente analizar los cargos por violación al derecho a un ambiente sano y el deber de garantizar el del desarrollo sostenible en el país, y por ende, decidió estarse a lo resuelto en la sentencia C-030 de 2008. Alejandra Azuero Quijano Asesora Jurídica del Grupo de Derecho de Interés Público de la Universidad de los Andes (G-DIP). http://gdip.uniandes.edu.co Junio de 2008 estudiar la decisión judicial como parte de un proceso que se inicia con la construcción de la estrategia de litigio que condujo a la redacción de la demanda. ETNIAS & POLÍTICA ma), la Organización Indígena de Colombia (ONIC), Censat Agua Viva, el Grupo Semillas y el Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin), así como también varios miembros de resguardos indígenas del país. A través de la presentación de intervenciones ciudadanas, estas personas y organizaciones contribuyeron de manera notable al éxito de la estrategia de litigio, al fortalecer los argumentos de la demanda, los cuales apuntaban a demostrar que la Ley Forestal no había sido consultada, y que dicha omisión acarreaba la inconstitucionalidad de la norma. En consecuencia, en tercer lugar se arguyó que la Ley Dicha demanda fue articulada alrededor de cuatro argumentos centrales.2 En primer lugar, se argumentó que la inconstitucionalidad de la norma era consecuencia del desconocimiento por parte del Estado de las obligaciones derivadas del artículo 6 del Convenio 169 de 1989 de la OIT, el cual hace parte del bloque de constitucionalidad colombiano en sentido estricto. En segundo lugar, se sostuvo que la incorporación del artículo 6 del Convenio 169 de la OIT al ordenamiento jurídico colombiano se tradujo en la ampliación del ámbito de protección del derecho a la consulta previa3, por un lado, al reconocer también como titulares del mismo a las comunidades afrocolombianas, y por el otro, al incluir el deber de consulta para medidas legislativas susceptibles de afectar directamente a los pueblos tribales.4 establecidos por la jurisprudencia de la Corte Cons- [2] El texto de la acción pública de inconstitucionalidad puede ser consultado en http://gdip.uniandes.edu.co Forestal era inconstitucional, pues al no haber sido consultados sobre dicha medida legislativa los indígenas y afrocolombianos culturalmente diversos no pudieron manifestar sus puntos de vista sobre la misma, en particular, sobre la manera como esta norma jurídica podría afectar su entorno natural, y por ende, su integridad y existencia en tanto que minorías étnicas. En cuarto lugar, se demostró que en el proceso de creación de la Ley General Forestal no se realizó la consulta previa en los términos titucional, violando así un derecho fundamental de las comunidades étnicas y tribales del país. Y por último, se argumentó que la no realización de la consulta previa condujo también a la violación de otros derechos de rango constitucional establecidos en los artículos 1 (participación y pluralismo), 3 (democracia directa y participativa), 7 (diversidad étnica y cultural), 9 (reconocimiento de principios de derecho internacional aceptados por Colombia), 13 (protección a grupos discriminados) y 93 (bloque de constitucionalidad) de la Constitución. Esta línea argumentativa condujo a que la Corte Constitucional se pronunciara favorablemente frente a las pretensiones de los accionantes, al concluir que la Ley 1021 de 2006 era inconstitucional en su totalidad por el hecho de no haber sido consultada previamente con las comunidades afro e indígenas del país. [3] Usualmente se había interpretado el derecho a la consulta previa como exclusivo de las comunidades indígenas, y aplicable solamente a medidas que previeran la explotación de recursos naturales en sus territorios. [4] El Convenio 169 de la OIT amplía el derecho a la consulta previa en dos áreas: sus titulares y el objeto de la obligación estatal. En primer lugar, el Convenio reconoce como titulares de este derecho a todas las comunidades tribales. Por tanto, en el caso colombiano, este tratado internacional declara como titulares del derecho a la consulta previa tanto a los afrodescendientes como a las comunidades indígenas. En segundo lugar, este Convenio, además de ordenar la realización de una consulta previa cuando quiera que se vaya a adelantar un proyecto de explotación de recursos naturales en territorios indígenas (art. 330 de la Constitución Política de Colombia), la ordena cuando se vaya a tramitar cualquier medida legislativa que pueda afectar directamente a los pueblos tribales. 130 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Después de la caída ] Documentos El contenido de la decisión de la Corte Constitucional puede ser sintetizado en dos puntos clave. En primer lugar, el tribunal reconoció que –tal y como fue sostenido por los demandantes– la consulta previa es un mecanismo de participación que, en virtud de lo establecido por el artículo 6 del Convenio 169 de la OIT, también es aplicable a medidas legislativas. Y en segundo lugar, la Corte también coincidió con los demandantes en que la Ley Forestal era susceptible de consulta debido a que se trataba de una medida legislativa que afectaba de manera directa a las comunidades indígenas y tribales del país. Estos dos argumentos fueron desarrollados por el tribunal en la sentencia C-030 de 2008, la cual se divide en tres partes. En la primera parte, la Corte estudió la naturaleza del vicio de inconstitucionalidad, en la segunda, desarrolló el marco jurídico del derecho a la consulta previa en el ordenamiento nacional, y por último, estudió la ausencia de consulta en el caso concreto. Naturaleza del vicio de inconstitucionalidad Carlos Gómez Ariza En su intervención dentro del proceso, tanto el Ministerio de Agricultura como el de Medio Ambiente instaron a la Corte para que profiriera un fallo inhibitorio. Esto, bajo el entendido de que: “El cargo formulado se reduce a la configuración de un vicio de trámite por la ausencia de consulta previa en el proceso de expedición de la Ley General Forestal, de suerte que la demanda formulada está sometida al término de caducidad de un año consagrada en el artículo 242 de la Carta Política”.5 [5] Corte Constitucional, sentencia C-030 de 2008. Concepto rendido por los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente dentro del proceso a solicitud de la Corte Constitucional. 131 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Alejandra Azuero ] Documentos Junio de 2008 El contenido de la decisión de la Corte Constitucional ETNIAS & POLÍTICA Sin embargo, la Corte no acogió el argumento de los intervinientes, según el cual el cargo de inconstitucionalidad por consulta previa debía tramitarse como un vicio de procedimiento, y por tanto, ser sometido a los términos de caducidad previstos por la Constitución para este tipo de casos.6 Al contrario, la Corte concluyó que –de acuerdo con su propia jurisprudencia– ante la ausencia de reglas jurídicas procedimentales aplicables a la consulta previa de medidas legislativas, no es posible tramitar el cargo como un vicio de procedimiento. En ese caso –dijo la Corte– se debe concluir forzosamente que la omisión de consulta “afecta la materialidad misma de la ley”.7 Aún así, el tribunal instó al Estado para que resolviera la ausencia de regulación del procedimiento para surtir la consulta de medidas legislativas. Dijo la Corte: En desarrollo de los compromisos adquiridos en el ámbito del Convenio 169 de la OIT, el Estado colombiano debe legislar sobre la manera de hacer efectivo el derecho de consulta a los pueblos indígenas y tribales frente a las medidas legislativas que sean susceptibles de afectarles directamente. Sería, entonces, la ley orgánica, en armonía con la Constitución y sin desnaturalizar el alcance del compromiso adquirido por virtud de lo dispuesto en el artículo 6º del Convenio 169, la que establecería los casos en los que procede la consulta, la oportunidad y los procedimientos para llevarla a cabo. Se configuraría así, un procedimiento legislativo especial, aplicable, desde la fase de la iniciativa legislativa, en el evento de medidas legislativas que sean susceptibles de afectar de manera directa a los pueblos indígenas y tribales y cuyo incumplimiento daría lugar a un vicio de procedimiento en la formación de la ley. El procedimiento especial previsto para adelantar la consulta se convertiría así en una garantía institucional del derecho que tienen las comunidades a que la misma se haga efectiva. Así, la Corte concluyó que la omisión de consulta previa en el caso de la Ley General Forestal, exigía un pronunciamiento de fondo sobre las pretensiones de la demanda. Marco jurídico del derecho a la consulta previa La Corte define el marco jurídico del derecho fundamental a la consulta previa, reconociendo que la Constitución otorga especial protección al derecho de participación de los grupos étnicos en las decisiones que los afectan, protección que se traduce “en el deber de adelantar procesos de consulta con las comunidades indígenas y tribales”.8 Para el tribunal, esta obligación surge a partir de uno de los dos grandes compromisos adquiridos por el Estado colombiano tras la ratificación del Convenio 169 de la OIT.9 Este compromiso tiene como elementos cen- [6] La Constitución prevé que las acciones de inconstitucionalidad por vicios de procedimiento solamente podrán ser presentadas dentro del año siguiente a la promulgación de la norma que se pretende demandar. [7] Id. [8] Id., párrafo 4.1. [9] Id., parráfo 4.2. Según la Corte, el segundo gran compromiso que surge para el Estado colombiano en virtud del Convenio 169 tiene que ver con “las medidas que deben impulsar para obtener los fines propios del convenio en los distintos aspectos que son objeto del mismo, que, como se ha dicho, de una manera amplia, se orienta a promover las condiciones que permitan el desarrollo de los pueblos indígenas y tribales de un modo que respete la diversidad étnica y cultural, asegure los espacios de autonomía requeridos para ello y se desenvuelva en un marco de igualdad, y que específicamente se refiere a su relación con las tierras 132 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Después de la caída ] Documentos El mismo es consecuencia directa del derecho que les asiste a las comunidades nativas de decidir las prioridades en su proceso de desarrollo y preservación de la cultura y que, cuando procede ese deber de consulta, surge para las comunidades un derecho fundamental susceptible de protección por la vía de la acción de tutela, en razón a la importancia política del mismo, a su significación para la defensa de la identidad e integridad cultural y a su condición de mecanismo de participación.10 Seguidamente, el fallo plantea un avance en torno al alcance y contenido del deber de consulta de medidas legislativas susceptibles de afectar directamente a las comunidades indígenas, aun cuando éstas no estén circunscritas a: 1) la explotación de recursos naturales en sus territorios, o 2) a la delimitación de los mismos. En ese orden de ideas, la Corte se o territorios; a las condiciones de trabajo; a aspectos relacionados con la formación profesional, la artesanía y las industrias rurales; a salud y seguridad social; a educación y medios de comunicación y a contactos y cooperación a través de las fronteras…” plantea tres problemas jurídicos que resuelve de la siguiente manera. 1. ¿Cuándo es obligatoria la consulta previa de una medida legislativa de acuerdo con el artículo 6 literal a) del Convenio 169? La Corte concluye que, en virtud del Convenio 169, la consulta previa de una medida legislativa es obligatoria cuando afecta de manera directa y específica a las comunidades indígenas o tribales, sin importar que dicha afectación sea positiva o negativa. En cuanto al primer requisito, el tribunal precisó que “hay una afectación directa cuando la ley altera el estatus de la persona o de la comunidad, bien sea porque le impone restricciones o gravámenes, o, por el contrario, le confiere beneficios”.11 Adicionalmente, la Corte exige que la afectación sea específica, es decir, que la medida debe estar dirigida concretamente a las comunidades en su calidad de tales. Es decir, se trata de una norma que está “orientada a regular de manera específica la situación de esos pueblos”12, o que, aun cuando ha sido concebida con alcance general, repercute sobre las comunidades. En ese orden de ideas, la Corte concluye: [10] Id., párrafo 4.2.2. En los párrafos siguientes de la sentencia, la Corte lleva a cabo un pormenorizado recuento jurisprudencial de los pronunciamientos que han tenido por objeto delimitar el contenido del derecho a la consulta previa en relación con medidas legislativas. Las sentencias a las que hace alusión la Corte son las siguientes: C-169 de 2001, C-418 de 2002, C-891 de 2002, C-620 de 2003, C-208 de 2007, C-620 de 2003, T-737 de 2005, SU-383 de 2003, T-382 de 2006. En cada caso concreto sería necesario establecer si opera el deber de consulta, bien sea porque se esté ante la perspectiva de adoptar una medida legislativa que de manera directa [11] Id., párrafo 4.2.2.2.1. [12] Id. 133 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Alejandra Azuero ] Documentos Junio de 2008 la consulta previa de una medida legislativa es obligatoria cuando afecta de manera directa y específica a las comunidades indígenas. trales la participación y el respeto por la diversidad y autonomía de las comunidades étnicas y tribales, y alude a la manera como deben adoptarse y ponerse en ejecución las medidas legislativas y administrativas susceptibles de afectarlas. En ese orden de ideas, ha dicho la Corte acerca del carácter fundamental del derecho a la consulta previa: ETNIAS & POLÍTICA la Corte encontró que el contenido de la Ley General Forestal afectaba de manera particular a aquellos sectores que tienen una relación más estrecha con los bosques y con la actividad forestal, entre quienes se encuentran las comunidades afro e indígenas. y específica regula situaciones que repercuten en las comunidades indígenas y tribales, o porque del contenido material de la medida se desprende una posible afectación de tales comunidades en ámbitos que les son propios.13 2. ¿En qué condiciones de tiempo, modo y lugar debe producirse esa consulta? Dado que el Convenio 169 no establece reglas de procedimiento, y hasta tanto el legislador no regule la materia a nivel interno, las condiciones de tiempo, modo y lugar deben atender al mandato de flexibilidad contenido en el Convenio. Aún así, para la Corte es claro que este mandato no deja la consulta sometida por completo a la discrecionalidad de los Estados. Los principios de buena fe, efectividad, conducencia, utilidad y oportunidad deben ser aplicados al momento de definir las condiciones en que se realizará la consulta. Así mismo, la Corte estableció que los requisitos desarrollados en la sentencia SU-039 de 1997 son aplicables a la consulta previa de medidas legislativas. Dichos requisitos son: a) el conocimiento pleno de la medida por parte de las comunidades; b) una suficiente ilustración sobre posible afectación que esta pueda acarrear para la comunidad; c) la oportunidad para valorar las ventajas y desventajas de la medida libremente y sin interferencias; d) que la consulta involucre a las organizaciones/instituciones genuinamente representativas de la comunidad; e) que la comunidad se manifieste mediante sus representantes autorizados; f) que ante la imposibilidad de acuerdo o concertación la decisión estatal sea proporcional. Por último, la Corte reafirmó que no tiene el valor de consulta la mera información o notificación sobre la medida, y juzgó necesario especificar que corresponde al gobierno promover la consulta tanto de los proyectos de ley que son de su iniciativa, como de aquellos que no los son. 3. ¿Cuál es la consecuencia jurídica de la omisión frente al deber de consulta? Según la Corte, existen tres consecuencias jurídicas posibles frente a la omisión del deber de consulta [13] Id. 134 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Después de la caída ] Documentos Carlos Gómez Ariza previa.14 La primera consecuencia posible es la inconstitucionalidad de la norma en su conjunto. La segunda y tercera opción operarían cuando se trata de una ley que de manera general concierne a los pueblos indígenas y tribales y los afecta directamente. En ese caso, la Corte podría: optar por resolver la omisión mediante la exclusión de las comunidades afectadas del ámbito de aplicación de la ley. O también podría declarar una omisión legislativa derivada de la falta de previsión de medidas específicamente orientadas a las comunidades indígenas y tribales, de forma tal que la ley se conserve en el ordenamiento y se adopten las medidas necesarias para subsanar la omisión. Finalmente, en la tercera parte de la demanda la Corte estudió un último problema jurídico. En efecto, analizó si a la luz de los criterios desarrollados en el fallo era necesario o no llevar a cabo la consulta previa en el caso de la Ley General Forestal, y de ser así, cuáles serían los argumentos que permitirían concluir que la consulta no se surtió. En cuanto a la necesidad de consultar la medida legislativa, la Corte encontró que el contenido de la Ley General Forestal afectaba de manera particular a aquellos sectores que tienen una relación más estrecha con los bosques y con la actividad forestal, entre quienes se encuentran las comunidades afro e indígenas. Por tanto, concluye que la consulta sí era necesaria a la luz de la Constitución y el Convenio 169 de la OIT, toda vez que la norma demandada era susceptible de afectar directa y específicamente a tales comunidades. Al respecto señaló la Corte: En la medida en que establece políticas generales, definiciones, pautas y criterios, que en cuanto que de aplicación general, pueden afectar las áreas en las que se encuentran asentadas las comunidades, lo cual, a su vez, puede repercutir sobre sus formas de vida y sobre la relación tan estrecha que mantienen con el bosque (…) la adopción de la ley debió haberse consultado con esas comunidades.15 Ahora bien, una vez reconocido el deber de consulta en el caso concreto, la Corte entró a estudiar si se había cumplió adecuadamente con dicha obligación. En ese orden de ideas, el tribunal observó que la medida legislativa que se buscaba promover en el Congreso no fue puesta en conocimiento de las comunidades [14] Id., párrafo 4.2.2.2.3. [15] Id., párrafo 5.3. 135 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Alejandra Azuero ] Documentos Junio de 2008 Ausencia de consulta previa en el caso concreto ETNIAS & POLÍTICA Carlos Gómez Ariza por intermedio de instancias suficientemente representativas. Así mismo, la Corte constató que las comunidades afectadas por las medidas tampoco fueron ilustradas debidamente sobre el alcance y la manera en que se produciría dicha afectación. Por último, la Corte verificó que dichos grupos tampoco tuvieron una oportunidad efectiva para pronunciarse frente a la medida que se tramitó posteriormente ante el Congreso. Por tanto, en virtud de estos argu- del proyecto de ley se cumplió de manera general con el proceso participativo previsto en la Constitución y la ley, lo cierto es que la consulta no se surtió en los términos previstos por la jurisprudencia constitucional y, por tanto, la norma debía ser declarada inexequible. Así lo expresó la Corte: mentos la Corte Concluyó que, si bien en el trámite Dado que la ley versa sobre una materia que se relaciona profundamente con la cosmovisión de esas comunidades y su relación con la tierra, y que, por acción o por omisión, es susceptible 136 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Después de la caída ] Documentos Después de la Ley Forestal La declaratoria de inexequibilidad de la Ley Forestal es un triunfo innegable para el desarrollo del derecho a la consulta previa de las comunidades étnicas y tribales en Colombia. Y en esa medida, es también una decisión judicial que contribuye notablemente al fortalecimiento de la democracia participativa en nuestro país. Sin embargo, como suele suceder con las grandes decisiones judiciales tanto en Colombia como en el extranjero, éstas también ayudan a evidenciar los retos a los que se enfrentan las organizaciones y los ciudadanos al acudir al derecho como herramienta de transformación social. la acción pública de inconstitucionalidad que fue presentada recientemente en contra del Estatuto de Desarrollo Rural por ausencia de consulta previa.17 Esta decisión, precedida por las sentencias C-030 de 2008 y C-416 de 2008,18 será de vital importancia para la consolidación del precedente que durante el último año ha desarrollado la Corte en materia de consulta previa. Sin embargo, los esfuerzos de las comunidades y organizaciones en favor de la materialización del derecho fundamental a la consulta previa son necesarios mas no suficientes. Corresponde al legislativo y al ejecutivo la responsabilidad de llevar a cabo la consulta previa siempre que las comunidades afro e indígenas sean susceptibles de verse afectadas por una medida legislativa. Es claro que de estos dos órganos del poder público también depende que la “caída” de la Ley Forestal no se convierta en letra muerta. Tras la “caída” de la Ley Forestal son innumerables los frentes en los cuales se hace palpable la necesidad de seguir trabajando en defensa del derecho fundamental a la consulta previa. Algunos ejemplos permiten ilustrar de qué manera abogados, activistas y academia tienen el reto de seguir articulando estrategias jurídicas, políticas y sociales que permitan afianzar los logros alcanzados con la sentencia C-030 de 2008. Por un lado, se puede mencionar la importancia que tendrá en los días por venir la tarea de cabildeo y seguimiento al nuevo proyecto de ley que fue presentado por el Ministerio de Agricultura ante el Congreso, por medio del cual se pretende reglamentar la actividad de las plantaciones forestales comerciales a nivel nacional. Y por el otro, también será vital la intervención de las organizaciones ante la Corte Constitucional, como coadyuvantes de [16] Id. [17] Número de radicación: D-7308. Acción pública de inconstitucionalidad presentada el 15 de mayo de 2008 por la Comisión Colombiana de Juristas y suscrita por la Corporación Grupo Semillas, la Corporación Colectivo José Alvear Restrepo, la Fundación Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, Unidad y Reconstrucción (ANUC-UR), y la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (ANUC). [18] En esta última sentencia la Corte Constitucional declaró la exequibilidad condicionada de la Ley 1151 de 2007 –por medio de la cual se aprobó el Plan Nacional de Desarrollo– de manera que hasta tanto se realice dicha consulta, se suspenden los proyectos, programas y presupuestos plurianuales que puedan incidir directa y específicamente sobre pueblos indígenas o comunidades étnicas afrodescendientes. 137 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Alejandra Azuero ] Documentos Junio de 2008 de afectarlas de manera directa y específica, no hay alternativa distinta a la de declarar la inexequibilidad de la ley.16 Los territorios indígenas traslapados con áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales en la Amazonia colombiana: Situación actual y perspectivas 1 En la región amazónica un alto porcentaje de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) se encuentran superpuestas con extensos territorios reconocidos en propiedad a favor de los pueblos indígenas. Las nuevas consagraciones constitucionales privilegiaron notablemente el estatus jurídico de los parques naturales y de los territorios indígenas, a tal punto que actualmente se hace imperativo propender por articular y armonizar en mutuo beneficio los intereses representados en estas figuras jurídicas, más aún cuando las condiciones del ambiente adquieren una situación crítica reconocida a nivel global. El Sistema de Parques Nacionales Naturales se encuentra estructurado legalmente bajo la concepción de incompatibilidad con la habitación humana permanente y la explotación de los recursos naturales. En efecto, el régimen general dispuesto en la normatividad vigente para estas áreas establece un estricto y restrictivo control sobre el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, que impide el desarrollo de actividades agrícolas, forestales, pesqueras, de caza, mineras o de hidrocarburos. Adicionalmente, dicho régimen opera de manera prevalente sobre las competencias de protección y Carlos Gómez Ariza [1] El presente artículo corresponde al Documento de Políticas Públicas No. 23 del Foro Nacional Ambiental de diciembre de 2007, en prensa. Los territorios indígenas se encuentran reconocidos como un derecho fundamental constitucional a favor de los pueblos indígenas, el cual opera principalmente en dos aspectos: en primer lugar se refiere a la propiedad colectiva de las tierras y de los recursos naturales,2 y en segundo lugar en lo que se refiere al ejercicio del derecho de autonomía y autogobierno a nivel local, el cual se materializa en un sistema jurídico propio en lo administrativo, judicial y legislativo que debe ser armónico con las normas del sistema jurídico nacional.3 Variados y extensos estudios jurídicos se han realizado en busca de definir los aspectos que harían o no compatibles dichas figuras superpuestas. En principio se asume de manera generalizada que la ocupación y el aprovechamiento de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales por parte de los pueblos indígenas no comporta amenaza o riesgo para la conservación de los ecosistemas estratégicos que se busca proteger, a diferencia de lo que podría ocurrir con otras poblaciones rurales. Los aspectos sobre los cuales ha recaído el análisis jurídico y que en adelante se desarrollarán son los siguientes: [2] Corte Constitucional T – 188 de 1993: “El derecho de propiedad colectiva ejercido sobre los territorios indígenas reviste una importancia esencial para las culturas y valores espirituales de los pueblos aborígenes. Se resalta la especial relación de las comunidades indígenas con los territorios que ocupan, no sólo por ser éstos su principal medio de subsistencia sino además porque constituyen un elemento integrante de la cosmovisión y la religiosidad de los pueblos aborígenes. El derecho fundamental a la propiedad colectiva de los grupos étnicos lleva implícito, dada la protección constitucional del principio de diversidad étnica y cultural, un derecho a la constitución de resguardos en cabeza de las comunidades indígenas. El derecho fundamental de petición es aquí un medio o presupuesto indispensable para la realización de aquellos derechos.” (negrillas fuera del texto) [3] Corte Constitucional, sentencia T-979 de 2006: “Los criterios señalados en el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, enmarcan, y al mismo tiempo refuerzan, el derecho al auto-gobierno de las comunidades indígenas, que el Constituyente de 1991 puso de presente en varias disposiciones constitucionales. De otra parte, tales principios y criterios encajan claramente dentro del entorno La propiedad y administración de la tierra y de sus recursos naturales renovables en las áreas traslapadas. de un Estado social de derecho (art. 1° de la Constitución Política), respetuoso y protector de la diversidad étnica y cultural (art. 7° ibídem). De allí que, en desarrollo de las obligaciones resultantes de su participación en este convenio, al Estado colombiano le corresponda desarrollar una labor activa encaminada a promover el respeto y la prevalencia de la autonomía y los demás derechos de las comunidades indígenas. Ahora, si al Estado y sus autoridades les corresponde promover y defender el derecho fundamental de las comunidades indígenas a gobernarse por autoridades propias, se entiende que a fortiori, les compete el deber de abstenerse de interferir de cualquier manera en la toma de las decisiones que en desarrollo de su autonomía corresponde adoptar a los integrantes de las comunidades indígenas. Siendo sin duda una de tales decisiones, e incluso una de las más importantes, la referente a la elección de las autoridades que de conformidad con sus propias tradiciones, usos y costumbres, habrán de gobernar a la comunidad indígena en cuestión, dentro del ámbito de sus competencias reconocidas por la Constitución de 1991”. Ramón Esteban Laborde Abogado, asesor de organizaciones indígenas de la Amazonia. Junio de 2008 conservación de la biodiversidad biológica reconocidas a las restantes autoridades ambientales del nivel regional o local. ETNIAS & POLÍTICA La afectación o restricción sobre el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales por parte de los pueblos indígenas. Particularmente se evidencia una tensión en relación con el aprovechamiento para fines comerciales de los recursos naturales por parte de los pueblos indígenas en situación de traslape. La articulación de los sistemas jurídicos nacional e indígena: la coordinación o coadministración territorial entre autoridades ambientales nacionales, y las instituciones de gobierno local indígena. Aprovechamiento económico y concesiones de servicios ambientales y turísticos en los territorios indígenas traslapados, por parte del Estado y terceros. Instrumentos de planificación: régimen especial de manejo, planes de ordenamiento territorial, planes de vida indígena o planes de manejo de las áreas del SPNN. Necesidad de adecuación normativa para estas áreas traslapadas. Carlos Gómez Ariza La propiedad y administración de la tierra y de sus recursos naturales renovables en las áreas traslapadas En los análisis jurídicos sobre este tema, uno de los principales cuestionamientos que se han realizado es acerca de quién es el titular del derecho de dominio sobre la tierra y los recursos naturales en las áreas traspaladas del SPNN y los territorios indígenas; este cuestionamiento se genera a partir de la interpretación realizada por el Ministerio de Ambiente según la cual la nación es propietaria de los recursos naturales y en particular de las áreas del SPNN, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 63 y 332 de la Constitución. En estas normas se establece que los bienes de uso público, los parques naturales 140 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] Las autoridades ambientales en el acto de autorreconocimiento de la propiedad de las áreas del SPNN fundamentan su decisión en lo dispuesto en el artículo 42 del Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables, según este artículo “Pertenecen a la Nación los recursos naturales renovables y demás elementos ambientales regulados por este código que se encuentren dentro del territorio nacional”. Dentro de éstos se encuentra el género de las áreas de manejo especial donde se incluyen las pertenecientes al Sistema de Parques Nacionales, entendiendo por tales “el conjunto de áreas con valores excepcionales para el patrimonio nacional que, en beneficio de los habitantes de la Nación y debido a sus características naturales, culturales o históricas, [4] Resolución 2394 del 24 de octubre de 1995 del Inderena “Por la cual se solicita cambio de titular de las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales”, el cambio de titular que se solicitó e inscribió efectivamente fue del Inderena a la Nación-Ministerio de Medio Ambiente, por ejemplo, en la oficina de registro de Leticia (Amazonas) se encuentra registrada la propiedad de la nación sobre el Parque Nacional Natural Amacayacu (Folio de matrícula inmobiliaria No. 400-0001038) y el PNN Cahuinari (Folio de matrícula inmobiliaria No. 400-0002262). el derecho de dominio de los territorios indígenas se establece en beneficio de los miembros de determinado grupo étnico o de varios de ellos, nunca en beneficio de la nación. se reserva y declara comprendida en cualquiera de las categorías que adelante se enumeran”.5 Finalmente, la Ley 99 de 1993 le asigna la función al Ministerio de Ambiente para reservar, alinderar y administrar las áreas del SPNN, reglamentando su uso y funcionamiento.6 Los pueblos indígenas obtienen el reconocimiento de la propiedad sobre sus territorios y de los recursos naturales de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 329 de la Carta, así como lo establecido en el artículo 15 del Convenio 169 de la OIT, entre otras normas. En efecto, el derecho de dominio de los territorios indígenas se establece en beneficio de los miembros de determinado grupo étnico o de varios de ellos, nunca en beneficio de la nación. Esta propiedad colectiva se asimila a la propiedad privada, y en consecuencia les corresponderá a sus titulares la administración y, adicionalmente, en ejercicio de las facultades de autogobierno local les correspondería determinar lo referente al uso del suelo, incluida la preservación de los recursos naturales renovables.7 El régimen legal vigente para las áreas del SPNN se aplica plenamente a los propietarios particulares. Frente a ellos se entiende y justifica que el Estado adquiera la propiedad de los predios incluidos en el [5] Decreto-ley 2811 de 1974, artículo 327 (énfasis agregado). [6] Ley 99 de 1993, artículo 5 numerales 18 y 19. [7] Artículo 330 Constitución Política. 141 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos Junio de 2008 y los territorios indígenas, entre otros bienes, son inalienables, imprescriptibles e inembargables y que el Estado es propietario de los recursos naturales. Efectivamente, de una parte, las autoridades ambientales entendieron que las áreas del SPNN eran propiedad de la nación y en consecuencia procedieron a autorreconocer la propiedad y a inscribirse como propietarios en el registro público,4 mientras que las autoridades del sector agrario reconocían la propiedad de los pueblos indígenas sobre los territorios tradicionalmente ocupados por éstos y procedían a su registro, en razón de lo cual existen actualmente títulos y registros superpuestos sobre una misma área territorial, con diferentes titulares. ETNIAS & POLÍTICA Sin discusión se acepta que la propiedad de la tierra y los recursos naturales se encuentra radicada en los pueblos indígenas. sistema, aún de manera forzada. Así mismo, se encuentra establecido el beneficio general para todos los habitantes del territorio nacional de usar los PNN con fines recreativos, educativos, investigativos, etc. En este caso, la propiedad privada no adquiere la connotación de ser un derecho fundamental constitucional, no existe una relación espiritual, cultural e histórica con el territorio, la relación es simplemente económica o patrimonial, por lo que puede incluso ser expropiado, previa indemnización. El régimen legal vigente para las áreas del SPNN no es aplicable para los pueblos indígenas, pues su propiedad territorial no puede ser objeto de adquisición voluntaria o forzosa, ya que constitucionalmente ha adquirido el carácter de inalienable y en consecuencia es inalienable su administración. Por ser éste un atributo esencial al derecho de dominio, es decir, que sin ésta se desnaturaliza el derecho de propiedad, lo cual no es procedente para los territorios indígenas. utilizados por los Pueblos Indígenas por parte del Estado se encuentra establecida en el Convenio 107 de la OIT (Ley 31 de 1967) y reiterado en el Convenio 169 de la OIT (Ley 21 de 1991), normas que hacen parte del bloque de constitucionalidad en estricto sentido.8 Por tanto, se debe revocar la Resolución 2394 de 1995 del Inderena, y ordenar la cancelación de los folios de matrícula inmobiliaria de las áreas del SPNN traslapadas parcial o totalmente con territorios indígenas. La afectación o restricción sobre el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales Los territorios indígenas, al igual que todas las propiedades, se encuentran sometidas al cumplimiento de la función ecológica: lo que habría que determinar son las limitaciones adicionales al uso, manejo y aprovechamiento a las cuales tendrían que sujetarse los pueblos indígenas cuando sus territorios se encuentren superpuestos con áreas del SPNN. La jurisprudencia constitucional ha dicho al paso (obiter dicta)9: Dentro de las zonas delimitadas y, por consiguiente, reservadas o destinadas a parques naturales, no sólo se comprenden terrenos de propiedad estatal, sino de propiedad privada. Si bien en estos casos subsiste la propiedad privada, que es enajenable, ella esta afectada a la finalidad de interés público o social propia del sistema de parques nacionales, afectación que implica la imposición de ciertas limita- Sin discusión se acepta que la propiedad de la tierra y los recursos naturales se encuentra radicada en los pueblos indígenas; sin embargo, como se ha establecido, formalmente la nación-Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial tiene inscritas en las oficinas de instrumentos públicos la propiedad de la totalidad de las áreas que componen el SPNN, incluidos los titulados y registrados a nombre de los pueblos indígenas. Esta situación debe ser corregida, pues no son aceptables estas ambigüedades por parte del Estado. La obligación de reconocer la plena propiedad de los territorios ancestralmente [8] Ver Corte Constitucional, sentencia C-401 de 2005. [9] Parte no vinculante u obligatoria de las sentencias judiciales, solo tienen valor pedagógico o de ilustración. Ver Corte Constitucional, sentencia SU-047 de 1999. 142 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] En el caso de los territorios indígenas, siguiendo esta cita tendríamos que considerar que la afectación a su propiedad sobre la tierra y los recursos naturales renovables no puede llegar a la imposición de limitaciones o cargas que afecten el núcleo esencial de tales derechos, pues como se sabe éstos no podrían ser objeto de adquisición por parte del Estado debido a su carácter de derecho fundamental inalienable. Convenido lo anterior tendríamos que reiterar que en los territorios indígenas comprendidos en unas de las áreas del SPNN no se aplica el régimen general de dicho sistema; recordemos que en éste se encuentran prohibidas las actividades de tumba, quema y siembra, caza, pesca, forestales, agropecuarias, industriales, mineras, petroleras, hoteleras, etc.10, o cualquier otra actividad que vaya en contra de los objetivos de conservación del área. [10] Artículo 30 del Decreto 622 de 1977. Sobre las otras actividades de carácter industrial o comercial plantearemos algunos principios por considerar: Carlos Gómez Ariza En principio no habría inconveniente en aceptar que de las anteriores actividades no permitidas en las áreas del SPNN, las que se refieren a las propias de la subsistencia de las comunidades indígenas no pueden ser objeto de limitación. Es claro que de éstas depende su supervivencia física, de igual modo ocurre con las que se requieran para su bienestar espiritual, en general no se les podrá limitar o reglamentar, ni será necesario formalizar acuerdos sobre el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales que adelanten de manera tradicional. De igual manera, no será admisible que en estas áreas Dentro de estas actividades que hemos denominado de carácter industrial o comercial existen algunas que tampoco representan una amenaza para los objetivos de conservación de las áreas del SPNN. Particularmente la hotelería y el turismo son realizada y promovidas por el mismo Estado en otras áreas del SPNN, por lo cual no parece haber justificación para que las mismas comunidades puedan adelantarlas dentro de sus territorios, determinando previamente la capacidad de carga y demás condiciones requeridas en la zona donde se adelantará. Derecho de los pueblos indígenas a definir sus prioridades en lo que atañe a su proceso de desarrollo económico, cultural y social. Artículo 7 del Convenio 169 de la OIT: para las comunidades indígenas que han manejado sosteniblemente sus recursos naturales, no resulta prioritario el interés de la nación por la conservación in situ, sus intereses prioritarios se dirigen a aspectos culturales, sociales y económicos, por lo cual no 143 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos Junio de 2008 traslapadas el Estado pueda autorizar exploración y explotación de los recursos del subsuelo, pues frente a sí mismo operan las limitaciones que hacen incompatible las actividades mineras o petroleras en áreas de especial importancia ecológica. La cuestión que habrá de resolverse es el desarrollo de actividades de carácter industrial o comercial que no puedan considerarse como de subsistencia o tradicionales, en efecto, la siembra extensa de monocultivos, la explotación forestal a gran escala, la caza o pesca con fines comerciales, el montaje de industrias, la hotelería y turismo, entre otras, serán las actividades sobre las cuales deberá alcanzarse un acuerdo entre el Estado y las comunidades indígenas que se encuentran en áreas del SPNN. ciones o cargas al ejercicio de dicho derecho, acordes con dicha finalidad. No obstante, debe aclararse, que en cuanto se afecte el núcleo esencial del derecho de propiedad con la referida afectación el respectivo inmueble debe ser adquirido mediante compra o expropiación (sentencia C-649 de 1997). ETNIAS & POLÍTICA resulta justo ni proporcionado imponerles unas prioridades externas. No puede ocultarse que los pueblos indígenas en la actualidad y cada vez con más fuerza, vienen adoptando y requiriendo de bienes y servicios propios del sistema de la economía de mercado, lo cual genera consecuentemente la necesidad de obtener mayores ingresos para satisfacer estos nuevos requerimientos y, en principio, podrían buscar alternativas productivas o económicas en sus territorios, pudiendo optar por la utilización sostenible de sus recursos naturales renovables. rar una verdadera amenaza para los objetivos de conservación del área del SPNN, el Estado podrá resolver motivadamente prohibir dicha actividad en aras del interés general, esto sin perjuicio del daño especial que se cause a la comunidad indígena11y la responsabilidad patrimonial del Estado. [11] De acuerdo con la doctrina vigente se produciría un daño especial que conlleva una indemnización de perjuicios independientemente de que se ajuste a la ley la prohibición de adelantar determinada actividad industrial o comercial por parte de los pueblos indígenas, se trata de un caso de responsabilidad objetiva del Estado según lo disponen el artículo 90 de la Carta y la jurisprudencia del Consejo de Estado. En caso extremo, es decir, cuando el desarrollo de una actividad industrial o comercial pueda gene- 144 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] El aprovechamiento industrial o comercial de los recursos naturales por parte de los pueblos indígenas en las áreas del SPNN deberá ser realizado con tecnologías compatibles con la conservación del área superpuesta, y debe ser sostenible ambientalmente, estando el Estado en la obligación de aportar los requerimientos técnicos y financieros para este propósito. pectiva comunidad indígena, y deben ponderarse los intereses en conflicto en concreto. No se puede generalizar o resolver en abstracto y de antemano soluciones a dichos conflictos, así lo ha señalado la Corte Constitucional para este tipo de casos. La resolución de los conflictos que puedan surgir entre las prioridades del Estado y los pueblos indígenas deben ser resueltos a partir de los elementos que proporcione cada caso en particular (casuística), atendiendo al nivel de conservación de los recursos naturales y de la cultura de la res- El interés de la conservación in situ no puede erigirse como un nuevo instrumento de dominación estatal en relación con los pueblos indígenas, cualquier forma de colonialismo interno se encuentra proscrito de nuestro ordenamiento jurídico, por tanto la relación debe estructurarse horizontalmente en igualdad de condiciones, libre de cualquier arbitrariedad o con abuso de la posición dominante. Carlos Gómez Ariza 145 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos Junio de 2008 ETNIAS & POLÍTICA La articulación y coordinación de los sistemas jurídicos: nacional e indígena, en la función de las áreas traslapadas Los pueblos indígenas obtuvieron con la Constitución de 1991 y las normas internacionales especialmente referidas a estos el reconocimiento a su autonomía política y jurídica a nivel local, lo cual se traduce en la posibilidad de ejercer funciones administrativas, legislativas y judiciales dentro de su ámbito territorial, en armonía con las normas nacionales. Esta circunstancia determina una diferencia sustancial con relación a las autoridades regionales, departamentales o municipales, estas últimas en lo administrativo se encuentran sometidas a las políticas, planes y programas dispuestos por el nivel central de la administración pública, adicionalmente carecen totalmente de funciones legislativas o judiciales. Sin llegar a extremos, se puede señalar que esta condición les permite a los pueblos indígenas, por lo menos, obtener un trato horizontal por parte del Estado, es decir, no jerarquizado o de dominación y, en consecuencia, surge la necesidad de alcanzar un consenso y articulación para el manejo de las áreas traslapadas. Los pueblos indígenas amazónicos, entre otros, mantienen sofisticados y complejos sistemas de manejo de su territorio y de sus recursos naturales los cuales bien pueden ser entendidos en su conjunto como un cuerpo normativo completo, suficiente debe darse aplicación plena al sistema de regulación dispuesto por las autoridades indígenas y en relación con sus miembros. y eficiente para garantizar el interés de la nación en la conservación in situ. No obstante, ante las nuevas realidades económicas y sociales requieren de la colaboración de las autoridades ambientales para garantizar definitivamente dicho interés nacional, de tal manera que los dos sistemas jurídicos deben articularse y armonizarse de manera complementaria o subsidiaria. En principio, debe darse aplicación plena al sistema de regulación dispuesto por las autoridades indígenas y en relación con sus miembros, y de manera subsidiaria y complementaria debe operar la autoridad y normatividad nacional en relación con las personas que no están bajo la jurisdicción y autoridad indígena. De lo contrario se presentaría una confusión al no tenerse claridad acerca de la autoridad y la normatividad que rige determinada área traslapada, sería esta la única manera de realizar la articulación entre los diversos sistemas jurídicos indígenas y el nacional, particularmente en lo que se refiere a las concepciones y regulaciones sobre el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales. En el caso del PNN Cahuinari se pudo comprobar el error de pretender fusionar los diferentes sistemas normativos y las actuaciones de las autoridades indígenas con las del SPNN en una sola “masa”, pues se terminan desnaturalizando el cuerpo normativo y ejecutivo de cada una de las partes, la cuestión es mantener la diversidad dentro de la unidad sin pretender generar un sincretismo. La coordinación territorial entre las autoridades ambientales nacionales y las autoridades e instituciones de gobierno local indígena no puede materializarse con el esquema centralizado y hegemónico que de manera general opera en las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales. En estos casos, la función de conservación de la diversidad biológica requiere del reconocimiento de un esquema des- 146 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] Junio de 2008 Carlos Gómez Ariza centralizado y pluralista donde la autoridad indígena mantenga su autonomía política y jurídica, y las autoridades ambientales nacionales actúen por defecto a nivel interno y de manera complementaria frente a los particulares externos a las comunidades indígenas; considero que este planteamiento no solo responde a una situación jurídica indudable, sino a una realidad práctica. Las limitaciones o cargas que se requieren implantar en un área de conservación traslapada con un territorio indígena deben operar frente a diversos destinatarios, de una parte a los miembros de las comunidades indígenas que comprenden y responden a los postulados de su propio sistema normativo, y de otra parte, a los miembros de la sociedad na- cional que comprenden y responden a sus propios postulados normativos; entonces, para lograr de manera eficiente el fin propuesto cada cual debe atender sus responsabilidades de acuerdo con sus normas, articulándose y actuando conjuntamente cuando se requiera en los casos donde se presente la intersección de los sistemas normativos o cuando simplemente las necesidades lo requieran. Necesidad de adecuación normativa para estas áreas traslapadas La UAESPNN viene promoviendo la discusión y consulta previa de un proyecto de decreto que introduciría reformas al Decreto 622 de 1977 reglamentario de la normatividad referida al SPNN contenida en el 147 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos ETNIAS & POLÍTICA Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables con el cual se pretende actualizar, entre otras, lo referente a los territorios indígenas. Como se ha expuesto, el régimen general del SPNN no tiene aplicabilidad dentro de los territorios indígenas, salvo para el caso de la autorización de exploración y explotación de recursos del subsuelo de propiedad del Estado o de permisos de explotación comercial o industrial de recursos naturales renovables. Es decir, que los miembros de las comunidades indígenas en áreas traslapadas de manera ininterrumpida y pacífica han venido realizando el manejo, uso y aprovechamiento de sus recursos naturales, sin que hubieren operado las limitaciones dispuestas en dicho régimen. Entre otras razones, dicho régimen no se ha aplicado debido a que no se contemplan allí normas que actualmente se destinen a los pueblos indígenas. En su momento estuvo vigente el artículo 7 del Decreto 622 de 1977, en el que se disponía la compatibilidad entre las áreas del SPNN y las reservas indígenas, y la necesidad de establecer un régimen especial en beneficio de esta población, con lo que respetaría su permanencia en el área y el derecho al aprovechamiento económico de los recursos naturales con tecnologías compatibles con los objetivos del sistema. Esta norma perdió su fuerza de ejecutoría12 [12] De acuerdo con lo dispuesto en el numeral 2º del artículo 66 del CCA, los actos administrativos pierden su fuerza de ejecutoria cuando desaparezcan sus fundamentos de derecho y en el presente caso la figura de las reservas indígenas desaparecieron del ordenamiento jurídico al ser derogado el Decreto 2117 de 1969, por el Decreto 2001 del 28 de septiembre de 1988 en el que se dispuso la conversión de las reservas indígenas en resguardos indígenas, debiéndose aclarar que esta última figura reconoce la plena propiedad de los territorios indígenas, mientras que las reservas otorgan un derecho de usufructo. Adicionalmente, debe considerarse que las reservas y los resguardos no son pues desde el 28 de septiembre de 1988 desaparecieron los fundamentos de derecho en los cuales se sustentaba sin que se hubiera aplicado en algún caso, es decir, no se constituyó ningún PNN sobre alguna reserva indígena, ni se estableció un régimen especial sobre alguna reserva indígena. Se cuestiona la viabilidad de realizar la actualización normativa del SPNN en relación con los pueblos indígenas a través de una reforma a la norma reglamentaria, sin reformar el Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables. Tenemos que considerar que la limitación para compatibilizar la presencia humana permanente se encuentra en este último, y que un decreto reglamentario no puede utilizarse para modificar la normatividad en que se sustenta, el objeto de un acto reglamentario no puede comprender la reforma de la norma superior a la cual se encuentra sujeta, en palabras más simples, las normas de menor jerarquía no pueden reformar o desconocer las de superior jerarquía, cuando esto ocurre se genera la nulidad del acto irregular. Las normas del SPNN contenidas en el mencionado código disponen que la finalidad principal de dicho sistema es conservar sin deterioro los recursos naturales reservados y declarados bajo algunas de las categorías allí contenidas, los cuales estarán sometidos o regulados en un régimen especial de manejo.13 Ninguna de las categorías aludidas contempla o permite la presencia humana, como tampoco ninguna de sus zonas internas, ya que desde el principio se acogió el modelo de parques sin gente, aunque por otra parte, se constata que existe desde el principio figuras iguales; cuando se promulgó el Decreto 622 de 1977 existían jurídica y fácticamente los resguardos, sin embargo, no se dispuso su compatibilidad con las áreas del SPNN. [13] Decreto 2811 de 1974, artículos 327 y 328. 148 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] En la actualidad, el régimen jurídico se encuentra estructurado bajo el modelo sin gente, y la política institucional bajo el modelo con gente, resultando que los funcionarios y habitantes de las áreas del SPNN se ven en la disyuntiva de cumplir el régimen e incumplir la política o viceversa. El régimen jurídico opera de acuerdo con la calidad racial o étnica que se tenga: a) las personas pertenecientes a la sociedad nacional no pueden habitar permanentemente las áreas del SPNN, las que se encuentran en éstas deben ser reubicados en su exterior; b) las personas pertenecientes a las comunidades negras 14 en principio no pueden habitar permanentemente las áreas del SPNN, el reconocimiento territorial no puede comprender áreas de dicho sistema; excepcionalmente, si se han establecido con anterioridad a la declaratoria del área del SPNN podrán permanecer mientras cumplan con el plan de manejo dispuesto por la autoridad ambiental, en caso contrario se procederá a su reubicación,15 y c) las personas pertenecientes a los pueblos indígenas pueden habitar permanentemente las áreas del SPNN. No es el modelo o sistema de manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales el que determina la posibilidad de permanencia de las personas en las áreas del SPNN, el derecho de permanencia allí se determina con fundamento en prejuicios raciales, lo cual resulta inaceptable dentro del marco constitucional. Para el caso de los pueblos indígenas, en el proyecto de reforma al Decreto 622 de 1977 se propone lo siguiente: Declarar la compatibilidad de las áreas del SPNN con los resguardos indígenas o territorios indígenas no titulados. La declaración de un área del SPNN sobre territorios indígenas se hará previa consulta con los pueblos interesados. Se reglamenta el proceso de consulta previa para declarar áreas del SPNN con comunidades indígenas, si no se logra acuerdo la decisión final la adopta el gobierno. Las competencias constitucionales y legales de las entidades territoriales para elaborar y adoptar los POT se pierden totalmente sobre las áreas del SPNN. Se incluye una zona denominada de superposición con resguardo indígena, la cual funcionará bajo un régimen especial de manejo, y que podrá [14] De acuerdo con la Ley 70 de 1993 se entiende por: “Comunidad negra. Es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campopoblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de otros grupos étnicos”. [15] Ley 70 de 1993, “Artículo 22. Cuando en las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales ubicados en las zonas se encuentren familias o personas de comunidades negras que se hubieran establecido en ellas antes de la declaratoria del área-parque, el Inderena o la entidad que haga sus veces definirá, en el plan de manejo que se debe expedir, las prácticas tradicionales de dichas comunidades que son compatibles con la naturaleza, objetivos y funciones del área de que se trate. Para tal efecto, la entidad administradora del Sistema de Parques Nacionales promoverá mecanismos de consulta y participación con estas comunidades. Si las personas a que se refiere el presente artículo no se allanan a cumplir el plan de manejo expedido por la entidad, se convendrá con ellas y con el Incora su reubicación a otros sectores en los cuales se pueda practicar la titulación colectiva”. 149 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos Junio de 2008 presencia humana permanente en casi la totalidad de las áreas del SPNN, situación que incluso llevó a la administración a implementar la política institucional de parques con la gente. ETNIAS & POLÍTICA tener una zonificación interna establecida conjuntamente entre las autoridades ambientales y las autoridades indígenas. El Régimen Especial de Manejo garantizará el ejercicio del conjunto de derechos constitucionales y legales de los pueblos indígenas, en especial los territoriales, de uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables. El Régimen Especial de Manejo será el marco técnico y de gestión del área superpuesta, y se elaborará teniendo como insumos el plan de manejo del área y el plan de vida de las comunidades. El Régimen Especial de Manejo contiene el conjunto de reglas y procedimientos de planeación, implementación y seguimiento de las acciones coordinadas de las autoridades ambientales y las autoridades indígenas. Se establece que en ningún caso la articulación y coordinación de acciones implica traslado, renuncia o desprendimiento de las funciones de la UAESPNN. Cuando las comunidades carezcan de título se les consultará el Plan de Manejo del área. Las actividades de control y vigilancia en las áreas superpuestas se realizará de manera conjunta o coordinada con las autoridades indígenas, según lo dispuesto en el Régimen Especial de Manejo. Los Regímenes Especiales de Manejo establecidos con anterioridad a la vigencia del decreto deberán ser ajustados a éste en un término no superior a tres (3) años. de un decreto reglamentario, en la actualidad ninguna de las categorías ni zonas del SPNN contempla la presencia humana, lo cual no puede realizarse sino a través de la reforma del código, además porque en el caso de los resguardos indígenas, por tratarse de la regulación de un derecho fundamental constitucional, tiene reserva de ley estatutaria.16 Finalmente, debería referirse integralmente a los territorios indígenas, es decir, tanto al resguardo (propiedad) como a la Entidad Territorial Indígena (autogobierno) más cuando adelante se establece un sistema articulado y conjunto de administración del área superpuesta entre las autoridades ambientales y las autoridades indígenas. En estas últimas solo tienen razón en el marco del ejercicio de las funciones constitucionales contenidas en los artículos 246 y 330, más aún cuando se contempla la pérdida de las competencias constitucionales de las entidades territoriales en relación con el uso del suelo y la protección del patrimonio ecológico local (POT) en las áreas del SPNN;17 no se menciona a las ETI, pero no se excluyen tampoco de su aplicación cuando podrían estar en igual condición. En relación con las anteriores propuestas se realizarán algunos análisis o críticas generales. La consulta previa y su reglamentación. La consulta previa es un derecho fundamental constitucional que algunos casos no tiene efectos vinculantes para el Estado, es decir, que agotado el proceso el gobierno podrá adoptar la decisión que considere sin arbitrariedad. En el caso de la declaración de un área del SPNN, habría que acla- [16] De acuerdo con el literal a) del artículo 152 de la Constitución, mediante las leyes estatutarias el Congreso deberá regular los derechos y deberes fundamentales de las personas, los procedimientos y recursos para su protección La compatibilidad de los resguardos indígenas y las áreas del SPNN. Puede existir acuerdo con la consagración positiva de la compatibilidad de estas figuras. Sin embargo, ésta no ésta al alcance [17] Ver artículo 17 del Proyecto de Decreto elaborado por la UAESPNN. 150 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Territorios indígenas en la Amazonia ] El Régimen Especial de Manejo garantizará el ejercicio del conjunto de derechos constitucionales y legales de los pueblos indígenas pueden establecerse a favor de los pueblos indígenas, aún con exclusión del gobierno nacional, atendiendo a su condición indiscutible de propietarios de los recursos naturales. Concesiones comerciales de servicios en los territorios indígenas traslapados. Se omite cualquier referencia al tema de las concesiones de bienes y servicios de hotelería y turismo en las áreas del SPNN a favor de particulares; debe atenderse a la circunstancia de que la conservación de la biodiversidad es la que permite el ejercicio de las prerrogativas estatales en las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, pero no el monopolio en la explotación económica en las mismas áreas a través de terceros; de igual manera, nada se establece en relación con los beneficios económicos provenientes de la venta de servicios ambientales en las áreas superpuestas, las cuales Instrumentos de planificación: régimen especial de manejo, planes de ordenamiento territorial o planes de vida indígena, y planes de manejo de las áreas protegidas del sistema. El carácter alcanzado por los territorios indígenas como entes territoriales no permite que el instrumento de planificación de su territorio se enmarque exclusivamente dentro de un Régimen Especial de Manejo o de un Acuerdo sobre el Uso, Manejo y Aprovechamiento de los Recursos Naturales, cuando lo que se trata de regular desborda el ámbito de la conservación de la diversidad biológica. En el territorio indígena se debe además incluir la planificación de desarrollo económico, social, cultural y ambiental, lo cual se ha venido realizando por parte de los pueblos indígenas a través de planes de ordenamiento territorial o planes de vida. 151 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Ramón Esteban Laborde ] Documentos Junio de 2008 rar si la consulta es vinculante o no; si el área tiene exclusivamente como objetivo la conservación de la diversidad biológica podría pensarse que el Estado podría afectar o limitar el derecho de los pueblos indígenas, y aún habría que tener mayor precisión sobre el alcance de la afectación en concreto, mientras que los objetivos de recreación, investigación, educación, cultura, que pueden implicar el ingreso público de particulares a una propiedad colectiva-privada no pueden ser resueltos por las autoridades ambientales con prescindencia de la voluntad de los pueblos indígenas. Igualmente, la calidad de derecho fundamental constitucional imposibilita la reglamentación a través de un acto administrativo, pues como se explicó, tiene reserva de ley estatutaria. a c t ual i d a d Uribe incumple reparación integral por masacre y amenaza El gobierno ha tardado 17 años en cumplirle al pueblo Nasa con la reparación integral por la masacre de El Nilo. Ya en reiteradas ocasiones se ha hecho denuncia pública por el incumplimiento a los acuerdos establecidos entre el gobierno y los pueblos indígenas del departamento del Cauca, y de las sistemáticas violaciones por parte del gobierno, incluso asesinatos. Lorenzo Largo Dagua, alguacil del cabildo de Tacueyó, fue abaleado en la hacienda La Emperatriz el 29 de noviembre de 2007, cuando participaba en los rituales de liberación de la Madre Tierra para reclamar el cumplimiento gubernamental, y murió como consecuencia de las heridas, mártir por su pueblo, el 14 de diciembre siguiente. Archivo CRIC El 21 de mayo de 2008, en la hacienda La Emperatriz, cerca de 500 personas que reclamaban su derecho a la tierra y a la reparación integral por la masacre de El Nilo fueron atacadas por el ESMAD de la policía Nacional con bombas explosivas y armas de fuego, ocasionando heridas de gravedad en ocho indígenas nasa, entre ellos Eulogio Dagua Cuetia, Luis Enrique Ramos, Alex Méndez y Luis Eduardo Ramos, comuneros de los resguardos indígenas de Jambaló, San Francisco, Huellas y Toribío. En el consejo comunitario realizado en el municipio de Florida, Valle, el pasado 24 de mayo, el presidente de la República, en un acto inadmisible e impropio de la investidura del jefe del Estado, ordenó a un general de la República detener a “esos congresistas que estimulan, tras bambalinas, la violencia de los invasores”. Pretende el señor Uribe Vélez amedrentar a quienes se atrevan a solidarizarse con los pueblos indígenas en la lucha por sus derechos. Hay que decirlo con claridad: lo que hizo Uribe es característico de una dictadura: el presidente juzga, condena y ordena la judicialización y el arresto de dos senadores en un Consejo Comunitario. Los senadores Alexander López y Jesús Piñacué han respondido enérgicamente la orden inconstitucional de Uribe. A continuación las intervenciones de este último en el Senado: ¡Llamo a los jóvenes nasa a levantarse! Junio de 2008 La respuesta de Uribe en consejo con los latifundistas en Popayán, el 15 de abril de 2008, fue ofrecer recompensas por los dirigentes indígenas y llamarlos delincuentes. Pero antes ir alguien a declarar contra los líderes indígenas, fue en cambio Yidis Medina quien acudió a denunciar a los delincuentes que compraron la reelección de Álvaro Uribe. Fragmento del discurso del senador Jesús Piñacué en el Senado en respuesta al presidente de la República mayo de 2008 La esperanza de una sociedad como la nuestra es el motor de las culturas que creen en las leyes, y la paciencia es la fuerza heroica que se presenta en una comunidad como la nuestra no obstante la adversidad y la amenaza. Nos cansamos de tal tragedia, y desde 1991 estamos luchando por nuestro territorio. Es muy tonta la pretensión esa de alegar que como América es el territorio ancestral de los indios, entonces vamos a pretender recuperar toda América. Ilusa conclusión en la pretensión de combatir nuestras pretensiones. La Emperatriz, El Japio, como las fincas aledañas a estos predios hacen parte de nuestro territorio. Hoy cité al ministro de Defensa para que como un hombre de política confronte con nosotros a la luz de la verdad y de los argumentos, pero eso de que anden ministricos por ahí, ilustrados por falsas expectativas, diciendo que por ejemplo Villacarola es de los reasentados a quienes parece que el gobierno les ha comprado, está cometiendo un error grave, lo que no ha dicho es que está comprando esos predios en los resguardos indígenas. Mentirosos, tontos. Incapaces de resolver los problemas que está viviendo esta sociedad, y como paramilitares, narcotraficantes recurren desde el gobierno a matar indios, a dispararles, y después como cobardes a decir que nosotros estamos utilizando bombas, armas de fuego para hacerle daño a la fuerza pública, fuerza pública que entre otras cosas infiltrada por paramilitares asesinó a buena parte de nuestra gente, y hoy quieren hacer lo mismo a la luz de un imperio del que estamos viviendo. Jesús Piñacué Senador. Alianza Social Indígena. ETNIAS & POLÍTICA Claro, en Florida tuvo que haber dicho el presidente semejante arbitrariedad porque lo hizo antes en el Cauca diciendo que había que pagar recompensas para capturar indios. Yo sí le quiero preguntar al senador Salazar a cuál senador se refiere el presidente de la República para que sea sujeto de la captura. Esto no es nada raro, ya ha pasado. Debate en la Comisión Segunda del Senado sobre la situación de los pueblos indígenas del Cauca Pero llamo desde este atril a los jóvenes indígenas paeces: levántense tómense esas tierras; he buscado la manera de dialogar, de discutir, de concitar el interés del gobierno y no hay posibilidad de que nos escuchen. La razón única, la que explica y justifica la decisión de las autoridades indígenas de respaldar las acciones de liberación del territorio que las comunidades indígenas en el Cauca han escogido como opción para poner en el ámbito público sus demandas, y que tanto cuestiona el gobierno, está en el incumplimiento de las responsabilidades constitucionales y el incumplimiento de los compromisos acordados entre las autoridades indígenas y el gobierno nacional. No vamos a morir de rodillas, preferimos morir en la condición en que nos están condenando, antes que guardar silencio y paciencia como lo guardamos durante tantos siglos. 1971 nos levantamos, llevamos treinta años preparándonos. Creo que no habrá fuerza capaz de destruirnos si somos capaces de levantarnos con la fuerza de la conciencia y de la historia que nos da la razón ante una sociedad incapaz de legislar en función de la convivencia. La propiedad privada claro que hay que respetarla, pero ella tiene una función social, por ella han habido guerras, y hoy en el Cauca se está dando la posibilidad de una guerra atroz, miserable, inconveniente. Esos policías ni siquiera la investidura de este senador respetan, porque me han gritado y me han insultado, y si no me han dado patadas o bolillos o disparos es porque les da miedo aún, pero no tienen miedo de dispararle a gente moribunda de hambre y de necesidades, así que doctor Salazar es bueno medir el lenguaje, los términos con que se dirigen las situaciones como la que estamos viviendo, simplemente no hay una actitud de diálogo, y ante ella la situación es evidente: de guerra, de sangre atroz, horrible lo que estamos viviendo, pero no retrocederemos. Jesús Piñacué Achicue Jamás se podrá tomar como juicio serio el que se nos señale como que renunciamos a la concertación y al diálogo, pues, la verdad es que desde 1971 hemos tomado la decisión de hacer valer la autonomía y, en tal sentido, ante el agobio de las urgencias sociales nos hemos puesto de acuerdo en la priorización de las soluciones. Uno de los aspectos que rigurosamente se evalúa es la relación de los pueblos indígenas y el Estado. Con esperanza y paciencia esperamos la intervención del Estado, pero nos cansamos y entonces las vías de hecho se han constituido en nuestro único instrumento eficiente. Recordemos que los acuerdos y convenios firmados, y que constituyen importantes avances, se han dado cuando hemos acudido a estas vías, no por voluntad espontanea del Estado: Miremos algunos de ellos: Acuerdo de Totoró y el Incora en 1986, suscrito direc- ”Llamo desde este atrio a los jóvenes indígenas Nasa ¡levantense, tómense esas tierras!... En 1971 nos levantamos, llevamos 37 años preparándonos, creo que no habrá fuerza capaz de destruirnos, porque somos capaces de levantarnos con la fuerza de la conciencia y de la historia.” tamente por los totoró. Acuerdo de La Salvajina en 1987: se planteó la exigibi- lidad, entre indígenas de Morales, sector campesino de Suárez y otros municipios, para la reparación por los perjuicios causados por la construcción de la represa de La Salvajina. Acuerdo de Paz del Quintín Lame en 1991: se suscribe 154 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Uribe incumple reparación integral por masacre y amenaza ] Junio de 2008 Archivo CRIC este acuerdo entre el movimiento Quintín Lame y el gobierno nacional, que recoge el proceso de reinserción de los combatientes y las necesidades de las comunidades indígenas. Acuerdo por la masacre en la Hacienda El Nilo en 1991, a raíz de la masacre de veinte indígenas, el cual comprende: indemnización por los hechos ocurridos en la masacre, reparación y adquisición de 15.663 hectáreas para las comunidades indígenas. La indemnización se haría durante los años 1992, 1993, 1994. Acuerdo por sustitución voluntaria de los cultivos ilíci- tos, conocido como el convenio de Jambaló, firmado en 1992. Acuerdo de las minas de azufre de 1993. Acuerdo de la avalancha del río Páez de 1994. Acuerdo para la construcción de una planta procelulosa en Caldono. Todos estos acuerdos fueron llevados a un acuerdo único que se firma como convenio de la María-Piendamó, que recoje el estado de incumplimientos de todos los acuerdos puntuales que presentaban proyecciones, se trataba de implementar los acuerdos en un convenio para ser más vinculantes en términos jurídicos y políticos, complementario al Acta de Novirao. Posteriormente, para conseguir una mayor vinculación y compromiso del gobierno, fueron recogidos en el decreto 982 de 1999. 155 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Jesús Piñacué ] Documentos ETNIAS & POLÍTICA En dicho decreto se crea un mecanismo de interlocución directo entre representantes indígenas del departamento del Cauca y una comisión gubernamental del nivel nacional para tratar de darle solución a todos los acuerdos, pero a la fecha continúa el incumplimiento. sus familiares (…) conforme a la información recabada por las partes y aquella obtenida durante el proceso de solución amistosa se arribó a una serie de conciliaciones en los procesos contenciosos-administrativos cuya ejecución aún no se ha hecho efectiva. Otro ejemplo es lo relacionado con la masacre de El Nilo: ante la impunidad evidente e indiscutible del Estado colombiano las víctimas se ven en la necesidad de acudir a instancias internacionales como es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante la cual el Estado reconoce su responsabilidad y muestra un interés conciliatorio (caso 11.101). En la conciliación, entre otros aspectos muy importantes se compromete a entregar 15.663 hectáreas de tierra como reparación colectiva a la comunidad indígena Páez, la cual adquiriría en los años 1992, 1993, 1994. Ante el evidente incumplimiento, la Comisión hace una serie de recomendaciones entre las que en forma clara la número tres señala: “el Estado debe adoptar las medidas necesarias para cumplir con los compromisos relativos a la reparación social a favor de la comunidad indígena Páez del Norte del Cauca”, y la recomendación cuatro señala que: “debe adoptar las medidas necesarias para que en el futuro se produzcan hechos similares, con forme al deber de prevención y garantía de los derechos fundamentales reconocidos en la Convención Americana”. Según el informe 114 de 1999 la CDIH, entre otras, expresó: Teniendo en cuenta que el incumplimiento continúa, la CDIH emite el informe 36 de 2000 en el que ratifica las recomendaciones, entre ellas las recomendaciones tres y cuatro citadas anteriormente, y “lamenta que la solución amistosa de este proceso haya fracasado en su etapa final”. la comisión no puede sino concluir que después de 8 años el Éstado no ha investigado, juzgado y sancionado de manera adecuada y eficaz a sus agentes por la responsabilidad penal que les cabe en la masacre de caloto. (…) La protección judicial debida por el Estado incluye también el deber de reparar a las víctimas o En septiembre de 2005 se firma un nuevo compromiso que ofrece dar cumplimiento a la obligación de reparación del Archivo CRIC 156 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d Documentos [ Uribe incumple reparación integral por masacre y amenaza ] Hoy cerca de 18 años después de la masacre no se ha cumplido con la indemnización de los familiares de las víctimas, no se ha terminado de adquirir las 15.663 hectáreas, y no ha iniciado el apoyo del plan de vida que permita resolver las NBI en el marco de autodeterminación, según artículos constitucionales y convenios internacionales. Lo más grave es que no se ha judicializado y se protege a los responsables de la masacre”. Y en lo que tiene que ver con los aspectos de la prevención de nuevas violaciones la misma ACIN señala: “Lo que ha sucedido es todo lo contrario de lo acordado. Por ejemplo: la masacre del Naya con más de 100 víctimas en el año 2001, la masacre de 13 indígenas en la vereda Gualanday municipio de Corinto en el año 2001, la masacre de 7 indígenas en la vereda San Pedro en el municipio de Santander de Quilichao en el 2001. Han sido asesinados 3 indígenas a partir de la firma del último acuerdo durante acciones de la fuerza pública para reprimir las movilizaciones reclamando el cumplimiento de sus acuerdos. Ha ocurrido un gran número de desaparicio- nes forzadas, asesinatos selectivos, desplazamientos. Todos estos hechos criminales han ocurrido dentro del área donde debía realizarse la reparación integral del pueblo nasa del norte del departamento del Cauca”. Referencias Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Masacre “Caloto” vs. Colombia, Caso 11.101, informes 114 de 1999, 036 de 2000. Comunicado: El gobierno incumple acuerdos frente a la masacre de El Nilo, emitido por la Junta Directiva de Autoridades Tradicionales de la ACIN, mayo 20 de 2008. 157 Editorial Puntos de vista Indígenas de América A c t ual i d a d [ Jesús Piñacué ] Documentos Junio de 2008 el Estado debe adoptar las medidas necesarias para cumplir con los compromisos relativos a la reparación social a favor de la comunidad indígena Páez del Norte del Cauca Estado entre el Ministerio del Interior y las comunidades indígenas, que tampoco se cumple, por lo que la ACIN emite un comunicado informando que: DOC U M ENTO S ETNIAS & POLÍTICA Biodiversidad, cambio climático y derechos de los pueblos indígenas en Colombia Pueblos indígenas de Colombia presentes en el foro permanente para las cuestiones indígenas En Colombia, la Madre Tierra manifiesta su dolor. El volcán del Huila está empezando a hacer erupción, y el Estado no quiere verlo como señal de la emergencia climática en que estamos, ni quiere responder para proteger a los pueblos nasa y guambianos que viven alrededor del volcán. En la discusión sobre alternativas para la generación de energía debemos ir con precaución y seguridad. En Colombia se implementó un parque eólico en territorio wayúu, que ha sido presentado por el gobierno y otros organismos como un ejemplo exitoso de energía alternativa. Sin embargo, para el pueblo wayúu ha significado la llegada del paramilitarismo a su territorio, como respaldo a los grupos económicos con interés en la obra; se hacen amenazas y atentados, secuestro, límites a la libre circulación y al pastoreo que es tradicional para el Pueblo wayúu, así como el desconocimiento de la espiritualidad de este pueblo, ya que el parque desconoce lo sagrado de sus cementerios. Por tanto, solicitamos en nombre de los pueblos indígenas de Colombia que el Foro recomiende: Al sistema de las Naciones Unidas para que reoriente la discusión sobre el cambio climático en lo referente a los pueblos indígenas y no se siga plan- A los gobiernos, organismos de las Naciones Unidas y otros actores, para que garanticen que los pueblos indígenas estemos presentes activamente en la toma de decisiones sobre protocolos y convenios que conciernen al tema del calentamiento global y a la biodiversidad a nivel global y regional. A los gobiernos que se niegan a firmar pactos y protocolos internacionales sobre los cambios climáticos, como es el caso del Protocolo de Kyoto, a que se responsabilicen por los efectos nocivos del cambio climático. A los gobiernos, los organismos y las agencias de financiación, para que en el caso de la implementación de energías renovables como plantas solares y energía eólica, no atropellen la integralidad de sus territorios y consulten a los pueblos involucrados, en los términos del Convenio 169 de la OIT y de la Declaración de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la ONU. Enero de 2008 teando que los indígenas nos debemos adaptar a la destrucción de nuestro planeta, sino que los gobiernos deben asumir la responsabilidad de transformar sus prácticas industriales, y sobre todo sus posturas políticas, para así caminar hacia la reversión de los efectos climáticos y salvar la Madre Naturaleza. Autoridad Nacional de Gobierno Propio, ONIC Organización de Pueblos Indígenas DE La Amazonia Colombiana, OPIAC Centro de Cooperación al Indígena, Cecoin Fuerza de Mujeres Wayúu, sürsüin jiyeyu wayúu VII Foro Permanente de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nueva York, 21 de abril de 2008 159 Editorial Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos [ Biodiversidad, cambio climático [ ONIC y derecho ] de los indios en Colombia ] ETNIAS & POLÍTICA Los diez mandamientos para salvar el planeta Evo Morales Ayma 1. Si se quiere salvar el planeta, hay que erradicar al modelo capitalista y lograr que el norte pague la deuda ecológica en vez de que los países del sur y de todo el mundo paguen la deuda externa. 2. Denunciar y acabar con las guerras, que solo traen ganancias para los imperios, las transnacionales y un grupo de familias, pero no a los pueblos. Los millones y millones de dólares destinados a las guerras deberían ser invertidos en la tierra, herida por el maltrato y la sobreexplotación. 3. Desarrollar relaciones de coexistencia y no de sometimiento entre los países en un mundo sin imperialismo ni colonialismo. Son importantes las relaciones bilaterales y multilaterales porque somos de la cultura del diálogo y de la convivencia social, pero esas relaciones no deben ser de sometimiento de un país a otro. 4. El agua es un derecho humano y para todos los seres vivientes del planeta. No es posible que haya políticas que permitan privatizar el agua. 5. Desarrollo de energías limpias y amigables con la naturaleza, acabar con el derroche de energía. En cien años estamos acabando con la energía fósil que ha sido creada en millones de años. Evitar que se promuevan los agrocombustibles. No se puede entender que algunos gobiernos y modelos de desarrollo económico puedan reservar tierras para hacer funcionar automóviles de lujo y no para alimentos del ser humano. Promover debates con los gobiernos y crear conciencia para que la tierra beneficie a los seres humanos y no sea usada para producir combustibles. 6. Respeto a la Madre Tierra. Aprender con las escenas históricas de los pueblos nativos e indígenas sobre el respeto a la Madre Tierra. Se debe generar 160 Editorial Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos [ Los diez mandamientos para salvar el planeta ] Enero de 2008 una conciencia social, colectiva, de todos los sectores de la sociedad, de que la tierra es nuestra madre. 7. Los servicios básicos, como agua, luz, educación, salud, comunicación y transportes colectivos deben ser tomados en cuenta como un derecho humano, no puede ser un negocio privado, sino de servicio público. 8. Consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumir lo local, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. No es entendible que algunas familias solo busquen el lujo, a cambio de que millones y millones de personas no tengan posibilidades de vivir bien. 9. Promover la diversidad de culturas y economías. Somos tan diversos, y esa es nuestra naturaleza. Un Estado plurinacional, donde todos convivamos, blancos, morenos, negros, rubios. 10. Queremos que todos puedan vivir bien, que no es vivir mejor a costa del otro. Debemos construir un socialismo comunitario y en armonía con la Madre Tierra. VII Foro Permanente de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Nueva York, 21 de abril de 2008 161 Editorial Puntos de vista Indígenas de América Actualidad Documentos [ Evo Morales Ayma ] 7 ISSN 1900 1673 $15.000 Bogotá D. C., Colombia, JUNIO de 2008 7 07 Bolivia, batalla decisiva Bolivia batalla decisiva de Tacueyó y pretendió hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate y porque desde Corinto, se levanta la dignidad hoy a reclamar y construir resistencia y vida ante el proyecto de muerte que, desde el Plan Colombia II viene a robarnos el territorio para entregarlo a las corporaciones transnacionales. Cuando recorría las comunidades y viajaba a Quilichao para completar los preparativos de la Audiencia, fue impactado en su ojo. Porque debe haber justicia, nosotros, hermano Rafa, amigo, ejemplo, compañero, te reconocemos hoy y desde hace tiempo como lo que eres: humilde, comprometido, estudioso, sabio, leal y cercano a nuestras almas y a nuestra tierra. Te honramos Rafael, porque has estudiado como nadie esta realidad, porque conoces como pocos el proyecto global egoísta y porque te has dedicado a aprender para enseñarnos y para tejer una jigra de unidad y dignidad con otros pueblos y procesos. Nos honras como Nasa porque tu vida es ejemplo y por eso nos cuesta trabajo no dejarnos llevar por la ira y el odio ahora mismo, mientras pierdes el ojo. No podemos echar atrás lo sucedido aunque quisiéramos. No podemos devolverte el ojo, pero sí defender tu mirada transparente y de futuro. Esa, no te la pueden quitar porque es de todas y de todos y porque tienes más fuerza, más claridad y más compromiso que toda la injusticia que te han hecho. En este número 9 771900 167001 ISSN 1900-1673 El Observatorio Indígena de Políticas Públicas de Desarrollo y Derechos Étnicos es un espacio intercultural de investigación y de formulación de propuestas políticas, orientado a sistematizar, producir y difundir de manera regular y permanente conocimientos pertinentes y especializados sobre las problemáticas políticas, culturales, económicas, territoriales y de exigibilidad de derechos más relevantes para los pueblos indígenas de Colombia, a la vez que busca generar propuestas de políticas y estrategias para el movimiento indígena sobre dichos aspectos. La divulgación de los resultados del Observatorio se recogen en la revista Etnias & Política y otras publicaciones tales como boletines, libros y otros. Nuestro hermano Rafael Coicué ha perdido su ojo izquierdo a causa de un ataque del Esmad. Lo pierde como consecuencia de la injusticia y del abuso que cumplen 516 años causando dolor, pobreza, sufrimiento y muerte. Lo pierde porque pasaba frente a “La Emperatriz” en su moto, mientras otras y otros Nasa resistían los ataques de la fuerza pública por exigir “Libertad para la Madre Tierra”, lucha de Rafa y de todas y todos los que defendemos la vida. Si no hubiera sido por esta injusticia de siempre, Rafael no habría comenzado su vida teniendo que recuperar tierras con su comunidad, arriesgando la vida sin conocer su infancia, para escuchar el Mandato de Quintín Lame y negarse a pagar terraje y a ser siervo en la tierra, en la que recibimos al extranjero para que nos cobrara con explotación y miseria por dejarlo vivir en nuestra madre. Si no hubiera sido por la injusticia, Rafa no habría tenido que vivir hasta hoy con el peso en el alma de haber sobrevivido la masacre de El Nilo en la que la fuerza pública, los paramilitares y los narcos asesinaron a su hermano entre las 20 personas que allí cayeron. Si hubiera justicia, el Estado y los diversos gobiernos, en consecuencia con sus obligaciones, desde diciembre de 1991 habrían entregado las 15.663 hectáreas por las que seguimos luchando hoy en día. Si no gobernara la injusticia, la fuerza pública estaría liberando tierra con nosotras y nosotros para cumplir el deber de defender los derechos de los pueblos y la vida en vez de perseguirnos para así defender privilegios de terratenientes. Como no hay justicia, Rafael, desde el Cabildo de Corinto, organizó la Audiencia del 4 de julio de 2008, porque el ejército de Colombia fusiló dentro de su humilde vivienda a dos comuneros Tejido de comunicación ACIN Compañero de lucha: Rafael Coicué El Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin) es una ONG indígena adscrita a la Organización Indígena de Antioquia (OIA), que tiene como finalidad primordial de su acción aportar al conjunto del movimiento indígena colombiano herramientas investigativas y analíticas para la profundización de sus procesos de construcción de autonomía territorial, al tiempo que contribuye con el conjunto de la sociedad en la producción de conocimiento cualificado que permita apuntalar los principios de la diversidad étnica y cultural que promulga la Constitución Política colombiana.