INTRODUCCION La familia, es la única institución social formalmente presente en todas las civilizaciones. De hecho, la institución familiar se encuentra esencialmente ordenada a transformar un organismo biológico en un ser humano, incluida su dimensión social: los valores que dan consistencia a la vida humana, en especial la experiencia de "ser persona", se aprenden en la familia; y la historia muestra que en esta misión la familia reviste un papel insustituible. Es lógico, por tanto, que la filosofía clásica le haya dedicado diversos escritos: Aristóteles señala a la familia como una comunidad instituida por la naturaleza para la atención de las necesidades que se presentan en la vida cotidiana . Cicerón la llama "principium urbis et quasi seminarium rei publicae", para poner de relieve su lugar prioritario en la vida social, porque es su fundamento. Estas ideas coinciden con las conclusiones de los estudiosos del nacimiento, crecimiento y decadencia de las civilizaciones humanas, como P. Sorokin, Ch. Dawson, etc; estos autores constatan que el desarrollo de las civilizaciones depende de la evolución de los valores familiares que se sostienen. Por tanto resulta necesario que la familia sea estimada como la célula básica de la sociedad, en los diversos aspectos. En primer lugar es la célula de la sociedad en el ámbito biológico; también lo es en sentido cultural y moral en el campo de la formación, el ambiente familiar resulta insustituible para transmitir todo el conjunto de tradiciones que configuran una civilización y una cultura. De ahí la necesidad de vitalizar esta célula vital de la sociedad; sin olvidar la obligación de reformas estructurales, legislativas e institucionales, se debe enfatizar el papel que tienen las familias en la renovación de la vida de las personas. En este sentido se pueden 1 recordar algunos aspectos, íntimamente conectados, que ayudarán a mejorar los cometidos de estas células sociales. En primer lugar son las mismas familias las que deben desempeñar cabalmente sus funciones naturales: una vida familiar sana es el mejor estímulo para difundir el buen cumplimiento de esas funciones. Quien ha crecido en un ambiente adecuado se encuentra más predispuesto para transmitirlo, ya que la vida y el amor (objetivos principales de la familia) son de por sí difusivos. Esto exige, sobre todo, un gran empeño de los mismos miembros de la familia, para que actúen con esa conciencia, sin crear un falso dilema entre la vida personal y la vida de hogar. Además, la legislación, el Estado y las otras fuerzas sociales deben facilitar la misión propia de las familias: solo una organización social propicia a las familias generar familias dispuestas a promover un auténtico desarrollo social. De ahí la necesidad de una atención renovada al instituto familiar, que no quede en palabras y que no se pierda en prejuicios ideológicos: solamente una cultura favorable a las familias hará este estado de vida atrayente a las jóvenes generaciones. Se vislumbra así la importancia de una legislación que refuerce la unidad familiar, que disminuya en lo posible, el divorcio, verdadero cáncer de las células sociales y, por tanto, de la entera sociedad; supone también favorecer una vida familiar más compacta: en la cultura, en las costumbres, en las tareas que le son propias, y en todo el conjunto de situaciones familiares; y, como se verá, es necesario que la familia cumpla su papel de primer orden en la educación de los hijos. Todo esto evidencia la prioridad de la familia sobre las demás instituciones sociales, incluido el Estado, ya que sus funciones tienen precedencia no sólo en el aspecto temporal, sino también en orden de importancia; es, por tanto, esencial que todos los actores sociales tengan en cuenta la realidad de la 2 familia al realizar sus propias funciones. Es un compromiso que solo puede llevarse a cabo adecuadamente teniendo la convicción del valor único e insustituible de la familia para el desarrollo de la sociedad. Urge por tanto, una labor amplia, profunda y sistemática, sostenida no sólo por la cultura, sino también por medios económicos e instrumentos legislativos, dirigida a asegurar a la familia su papel de lugar primario de "humanización" de la persona y de la sociedad. De ese modo la familia podrá y deberá exigir a todos –comenzando por las autoridades públicas- el respeto a los derechos que, salvando la familia, salvan la misma sociedad. El buen funcionamiento de la sociedad deriva, en gran medida, de una praxis familiar adecuada: como demuestra la experiencia, la civilización y la cohesión de los pueblos dependen sobre todo de la calidad humana de sus familias. De ahí la necesidad de difundir la verdadera doctrina y la práctica correcta de la vida familiar si se quiere construir una sociedad auténticamente humana. En este sentido conviene subrayar que son las mismas familias, en primer lugar, las que deben convencerse, de poner en práctica y exigir a las demás fuerzas sociales la realización de la auténtica verdad sobre la familia. Es la imagen que la familia tiene de sí misma, el punto clave para que esta recobre su función social decisiva. El pluralismo de la actual sociedad democrática conduce a los Estados modernos a la necesidad de legislar atendiendo a unos hechos sociales más que a unos principios ideológicos o éticos. Las consideraciones que los políticos tienen en cuenta en la legislación sobre el divorcio se fijan solamente en aspectos parciales de la realidad matrimonial y en especial en la necesidad de canalizar la solución de los problemas creados por los matrimonios fracasados. Se pierde de vista la realidad global e integral del matrimonio, que va relacionada con el 3 significado profundamente humano que tienen tanto la unión matrimonial como la realidad de la familia. No se valora suficientemente el hecho de que la plenitud del amor humano se alcanza a través de una unión estable en la que los esposos estrechan sus sentimientos y sus experiencias, y en la que los hijos forman parte de una misma comunión de vida. Ordinariamente la pareja busca en el matrimonio una base institucional que le permita vivir el amor conyugal y crear un hogar y una propia familia a lo largo de toda una vida. Desde el punto de vista de los esposos que se aman, nada es comparable a este ideal. La continuidad de la pareja en su relación conyugal y en su tarea familiar es la condición ideal para que los cónyuges puedan desarrollar su amor y llevar a cabo su misión de educar y acompañar afectivamente a los hijos. La propia sociedad disfruta de una convivencia más humana y equilibrada cuando la familia puede desarrollar su misión en un clima de seguridad y de confianza necesario tanto para la madurez de los esposos como para la de los hijos. Los casos de divorcio, que en la actualidad van en continuo aumento, pueden reducirse notablemente si la sociedad asume como referencia un modelo de matrimonio inspirado en las exigencias profundas del amor humano y en las funciones esenciales de la familia. Ello es posible si las instituciones públicas y privadas que se preocupan de la salud y el bien común se esfuerzan en conocer y corregir las causas que favorecen el divorcio y en ayudar sobre todo a los jóvenes a entender el matrimonio como un estado de vida del que depende la felicidad y el sentido mismo de su existencia, que conlleva unos compromisos de gran contenido ético y que exige, por tanto, una decisión muy ponderada. La institución matrimonial debe ser favorecida por el Estado, por encima de cualquier otra realidad social, 4 y debe ser objeto de especial preocupación en la política educativa. Dentro de la actual sociedad industrial y democrática, la familia ha perdido muchas de sus antiguas funciones tanto sociales como estrictamente familiares y se ve disminuida por las condiciones de trabajo de la actual sociedad, por las nuevas formas de agrupación social y por los valores que se imponen en la cultura moderna. El matrimonio, basado en la estabilidad de la unión conyugal y en la fidelidad de los esposos a sus compromisos matrimoniales, particularmente el cuidado y la educación de los hijos, se encuentra con especiales dificultades para adaptarse a la nueva situación. Este es el reto al que ha de responder en este momento la sociedad, reconociendo los derechos de la familia, protegiendo los valores que ella representa, escuchando sus reivindicaciones y apoyándola en el ejercicio de sus propias funciones. El hecho de que la familia se vea hoy liberada del cumplimiento de algunas funciones que recaían sobre ella en el pasado, y que en la actualidad son cubiertas por otras instituciones públicas o privadas, no significa que pierda su significado y su identidad en la sociedad de hoy, necesitada por razones que tienen que ver con las especiales características de la cultura moderna, de la presencia y acción de la familia. La familia es en la sociedad de hoy, al igual que en el pasado, el instrumento natural y más apto para el desarrollo del amor de la pareja y para el equilibrio en la educación afectiva y humana de quienes están destinados a ser los futuros responsables de la sociedad. FALTA HABLAR POTESTAD ETC DE LA FILIACION PATRIA 5 CAPITULO I RESPONSABILIDADES DE LA FAMILIA FRENTE A LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. 1.1 GENERALIDADES DE LA FAMILIA. Sobre la familia, nos habla 5Adulfo Nuñez Cantillo, cuando cita a Morgan: “Es el elemento activo; nunca permanece estacionada, sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona de un grado más bajo a uno más alto. Los sistemas de parentesco, por el contrario, son pasivos; sólo después de largos intervalos registran los progresos hechos por la familia y no sufren una modificación radical, sino cuando se ha modificado radicalmente la familia”. A la familia se la considerada siempre como la célula básica de la sociedad; en consecuencia la sociedad genéricamente debe entenderse como una gran familia, como la reunión o agrupación de numerosas familias. Pero en un campo más específico, la familia comprende y está integrada por un conjunto de personas ligadas entre sí por los vínculos de parentesco y cohesionada por intereses comunes de orden material, intelectual, patrimonial, cultural y social; esta es una definición moderna que engloba todos los elementos que la constituyen y la caracterizan, y fija los intereses comunes de todos y cada uno de los miembros de ella. La familia es la institución social más antigua que conoce la Humanidad. Cabe preguntarse, si con el paso del tiempo, se mantiene como realidad sustancialmente idéntica, como algo permanente; o tan sólo sigue conservando el mismo nombre, en todo caso añadiendo una «s», pero se trata de una realidad sustancialmente diversa, es contingente. 5 Nuñez Cantillo Adulfo. Derecho de Familia. Ediciones Librería de Profesional. 1979. Colombia. 6 Se afirma que la familia no es una institución natural, sino que es un producto evidentemente cultural. Es cierto que puede hablarse de un «polimorfismo familiar»: los hombres, a lo largo de la historia, han organizado sus relaciones sexuales y familiares de formas bien diferentes: poliandría, poligamia, patriarcado, matrimonio monógamo, matriarcado, repudio, divorcio, homosexualismo, amor libre, promiscuidad, etc., ninguna de estas situaciones es una novedad. Podemos preguntarnos si, de esta variedad, se concluye el carácter contingente de la familia, o también si todas estas realidades son igualmente naturales. Conviene precisar que: 1. El hecho de que existan situaciones patológicas no justifica darles carta de naturaleza en su sentido más literal. Por ejemplo, en la antigüedad se dio la esclavitud como una realidad socialmente aceptada, pero esto no quiere decir que no exista un derecho irrenunciable e indiscutible a la libertad de las personas. 2. La familia es una realidad natural, pero no primaria ni esencialmente biológica porque: - Puede haber familia sin que haya hijos: los esposos son la primera unidad familiar; no es necesario que vengan hijos para que la relación conyugal cobre sentido. El eje central de la familia es la unidad de los esposos. - Puede haber hijos o descendencia sin que exista verdadera familia. La identidad familiar de hijo no es un puro dato biológico; una cosa es engendrar un hijo y otra generar la identidad de hijo. «El único poder generador de las identidades familiares es el de los cónyuges: sólo ellos mediante su consentimiento -que ninguna potestad humana puede suplir- pueden constituirse en marido y mujer y sólo ellos, desde su nueva identidad conyugal, tienen el poder -que tampoco ninguna potestad humana puede suplir- de generar mediante su consentimiento la primera identidad personal, que es la identidad de hijo. Y estas identidades no son simples «hechos» que pueden 7 asumir o ignorar, según como convenga en cada caso, sino que encierran importantes obligaciones de justicia». - La filiación no basada en la naturaleza, sino en la adopción, puede ser verdadera relación familiar. En el caso de la paternidad adoptiva, el acto constitutivo de la relación (y de las identidades correlativas) no confiere la existencia al hijo, pero sí que crea la identidad. Por esta razón, desde el punto de vista familiar no hay diferencia esencial entre una paternidad y otra. La filiación adoptiva no es una filiación de segunda categoría. 3. La permanencia y vitalidad de la realidad familiar sólo se explica por su vinculación permanente con la naturaleza humana; aparece como una estructura necesaria de la sociedad. El matrimonio y la familia son fórmulas que se encuentran en todas las culturas de todos los tiempos y lugares, y no sólo coexistiendo con otras fórmulas -lo que es un dato histórico indiscutible- sino constituyendo el resultado final de la destilación crítica de las demás fórmulas y ensayos sexuales. El matrimonio y la familia -y éste es otro dato histórico- no sólo han soportado todas las crisis, sino que han acabado siempre por ser la síntesis de toda crisis sexual seria. Y es altamente probable que esta vieja novedad sea de nuevo en el futuro la novedad sexual más vieja. Este destino no es un azar, sino fruto de la persistencia de ciertas constantes esenciales en la humanidad. Se habla, con frecuencia, de cambios en las familias, y los más conservadores lo valoran en términos de crisis irreparables, pero lo cierto es que estos cambios constituyen a veces una verdadera depuración y liberación de lastres; hay fenómenos positivos cada vez más acentuados en la percepción social de la familia: la igualdad de los cónyuges, no discriminación entre los hijos por razón de su filiación, la concepción moderna de la patria potestad, y su ejercicio en beneficio de los hijos, son algunos ejemplos significativos. La sociedad necesita de la familia para sobrevivir. Es un instrumento de socialización imprescindible; la familia es 8 el hábitat personal primario del hombre: el lugar donde «nacer, crecer y morir» primaria y precisamente como persona. La familia es el lugar donde el acontecimiento de «nacer» se vive desde una perspectiva humana. La experiencia del nacimiento, para ser vivida en modo plenamente humano, pide, por tanto, un espacio que haya sido llenado por la unidad de la familia, dentro de la que nace el niño. Esta unidad de la familia es, ante todo, una realidad cultural, porque en ella quien nace es ayudado a crecer, y se ponen las condiciones y los valores que permiten el crecimiento de la personalidad y, por consiguiente, de la libertad del hombre. Es también el lugar en que se «crece», el lugar en el que se aprende a ser persona, varón o mujer. Se ha dicho que la familia es la única instancia social encargada de transformar un organismo biológico en un ser humano. La filosofía puede enseñarnos que el hombre es persona, y que todo hombre tiene derecho a ser reconocido y aceptado como persona. Pero para sentir concretamente qué es una persona y qué es el amor, que el amar es la única actitud adecuada para con la persona, lo aprendemos, sobre todo, en las primeras relaciones interpersonales en la familia. Al final es también el lugar en que se «muere», el lugar natural de la muerte del hombre. Es frecuente en nuestra sociedad alejar al moribundo y al anciano del contexto físico de la casa y de la cercanía de las personas queridas, para recluirlo en un hospital, desde luego con la laudable intención de cuidarlo mejor. Este fenómeno se encuentra en estrecha relación con la consideración de la familia como un núcleo estrecho y restringido, «nuclear», por eso está resultando extraño colocar la muerte del hombre en la familia como su lugar natural. No resulta casualidad que surja con fuerza en muchos países occidentales un impulso para la legalización de la eutanasia, se trata de la comprensible respuesta a la incapacidad de encontrar un modo humano de vivir el intervalo que separa la derrota de la medicina técnica de la muerte del paciente. 9 Sin duda la familia tiene, como institución, una importancia de primer orden, pero en la defensa de la familia, no se juega simplemente el futuro de una institución, por benéfica que sea, sino el proceso mismo del constituirse y llegar a la plena madurez de la persona humana. CONCEPTO DE FAMILIA En el derecho romano, el concepto de la familia fluctuó considerablemente en el curso de su historia: a) en la ÉPOCA CLÁSICA se entendía por familia el grupo constituido por el pater familias y las personas libres sometidas a su potestad; b) en SENTIDO MÁS AMPLIO, comprendía a los agnados salidos de la misma domus (casa), y que habían estado o habían podido estar bajo la autoridad del mismo jefe de familia; c) en SIGNIFICADO MÁS EXTENSO aún, familia equivalía a gens; d) por familia se estimaba así mismo, el CONJUNTO DE ESCLAVOS que dependían del mismo amo y señor, con la distinción entre la familia urbana (los esclavos que se ocupaban de los trabajos domésticos en la ciudad) y la familia rústica (los esclavos residentes en el campo y dedicados a la agricultura); e) finalmente, familia se tomaba como PATRIMONIO O TOTALIDAD DE BIENES pertenecientes a una persona. f) También se entiende por familia, el SEÑOR DE ELLA, SU MUJER, HIJOS, SIRVIENTES Y DEMÁS CRIADOS que viven con el, sujetos a sus mandatos; se denomina padre de familia, al señor de la casa, aunque no tenga hijos; madre de familia a la mujer que vive en casa honestamente, o es de buenas costumbres. 10 Actualmente a la familia se la considera, según el concepto de 6Guillermo Cabanellas de Torres, como: “Por linaje o sangre, la constituyen el conjunto de ascendientes, descendientes y colaterales con un tronco común, y los cónyuges de los parientes casados”. “Con predominio de lo afectivo o de lo hogareño, familia es la inmediata parentela de uno; por lo general, el cónyuge, los padres, hijos y hermanos solteros”. EL VÍNCULO FAMILIAR: ELEMENTOS. CONCORDANCIAS Y DISCORDANCIAS. FORMACIÓN DE LA FAMILIA. EL VÍNCULO FAMILIAR. Permite el ejercicio de los derechos subjetivos familiares entre quienes tienen tal vinculación. ELEMENTOS. Son elementos del vínculo familiar, el vínculo biológico y el vínculo jurídico. El vínculo biológico es el elemento primario, básico, necesario y presupuesto indispensable para la existencia del vínculo familiar. La familia es una institución que responde a la ley natural. El vínculo jurídico es elemento secundario del vínculo familiar, por cuanto su existencia depende de la del vínculo biológico, ya que jamás puede crearlo pero es decisivo para legalizarlo. El vínculo jurídico prevalece sobre el vínculo biológico, por más que se encuentre condicionado a él ya que lo califica. 6 Cabanellas de Torres Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Edit. Heliasta. S.R.L. 1997 11 CONCORDANCIAS Y DISCORDANCIAS. Como medio necesario para realizar el orden social los vínculos biológicos y jurídicos deben coincidir. Entre ambos existen concordancias y discordancias. La concordancia pura se produce cuando el vínculo jurídico corresponde al vínculo biológico, lo cual puede acaecer desde el momento en que se constituye la relación o con posterioridad (ej. la filiación). La concordancia impura se presenta cuando el vínculo biológico no guarda debida correlación con el vínculo jurídico. La discordancia pura sucede cuando el vínculo biológico corresponde al vínculo jurídico creado en contra de las disposiciones legales, por lo cual la relación está sujeta a una causa de nulidad. Ejemplos: 1- Ante el matrimonio, los efectos del mismo no se producen sino desde el momento de su celebración. Si ha mediado una unión de hecho, esta unión, por no trascender al plano jurídico, hace que provoque una discordancia pura. 2- En el caso de la filiación, hasta el momento de la inscripción o del reconocimiento media discordancia pura. A partir del reconocimiento hay concordancia pura. 3- En la concordancia impura no media una debida correlación entre ambos vínculos. Por ejemplo, la inscripción o reconocimiento de un hijo que biológicamente no lo es de sus padres. FORMACIÓN DE LA FAMILIA. El vínculo biológico no es bastante para que nazca el vínculo jurídico sino que debe ir acompañado del acto voluntario que culmina en el acto jurídico de 12 emplazamiento en el estado de familia. Así, la voluntad asume un papel fundamental en la formación de la familia. Es el medio útil para su creación. Existen excepciones (ej. declaración judicial de la filiación). EL ESTADO DE FAMILIA. DEFINICIÓN FAMILIA. Y NATURALEZA DEL ESTADO DE La ubicación o emplazamiento que a un individuo corresponde dentro de un grupo social, le atribuye un status. A todo individuo le corresponde un estado de familia determinado por los vínculos jurídicos familiares que lo unen con otras personas, o aun por la ausencia total de tales vínculos, como ocurre en el caso del soltero. El emplazamiento determinado por la existencia de dichos vínculos o por la ausencia de ellos, implica un conjunto de derechos subjetivos y deberes correlativos atribuidos a las personas que configuran su estado de familia. El estado de familia es un atributo de las personas de existencia visible. CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO DE FAMILIA. 1- UNIVERSALIDAD. El estado de familia abarca todas las relaciones jurídicas familiares. 13 2- UNIDAD. Los vínculos jurídicos no se diferencian en razón de su origen matrimonial o extramatrimonial. 3- INDIVISIBILIDAD. La persona ostenta el mismo estado de familia frente a todos (por ejemplo, si es soltero, es soltero ante todos). 4- OPONIBILIDAD. El estado de familia puede ser opuesto erga omnes para ejercer los derechos que de él derivan. 5- ESTABILIDAD O PERMANENCIA. Es estable pero no inmutable, porque puede cesar. Ej. el estado de casado puede transformarse en estado de divorciado. 6- INALIENABILIDAD. El sujeto titular del estado de familia no puede disponer de él convirtiéndolo en objeto de un negocio. 7- IMPRESCRIPTIBILIDAD. El transcurso del tiempo no altera el estado de familia ni tampoco el derecho a obtener el emplazamiento. 8- El estado de familia es INHERENTE A LA PERSONA. No puede ser invocado ni ejercido por ninguna otra persona que no sea su titular. 9-NO PUEDE SER TRANSMITIDO MORTIS CAUSA. No pueden subrogarse los acreedores del sujeto en sus derechos para ejercer acciones relativas al estado de familia. Solamente los derechos y acciones derivados del estado de familia, de carácter meramente patrimonial, podrán ser ejercidos por vía subrogatoria por los acreedores (por ejemplo, reclamar el pago de alimentos devengados y no percibidos). 14 ORIGEN DE LA FAMILIA.La familia es la institución histórica y jurídica de más profundo arraigo en las distintas etapas de la civilización. La historia nos enseña que las relaciones entre padres e hijos han cambiado en las distintas civilizaciones y culturas del mundo. La familia ha sido siempre la base fundamental de toda organización social. Pero no siempre esta institución ha tenido la forma que conocemos actualmente. Los sociólogos nos presentan diversas teorías sobre las formas de organización e interrelación humana, conducentes a explicar el origen de la familia. Aunque algunos investigadores atribuyen a la agricultura y otros a la religión la formación de los grupos humanos primitivos, coinciden unánimemente en que todo intento de agrupación del hombre ha estado determinado por su permanente afán de mejorar sus condiciones de vida y de alcanzar su perfeccionamiento como ser superior de la naturaleza. Existen actualmente dos grandes corrientes que explican, cada una con argumentos sólidos, el origen de la familia. Son ellas: la RELIGIOSA y la MATERIALISTA. 1.- TEORIA RELIGIOSA.Esta teoría nos dice que el origen de la familia se explica en la creencia que el hombre ha tenido de la existencia de un ser superior, al cual adoraba, llámense luna, sol, fuerzas telúricas, o encárnese en el Dios que tradicionalmente han conocido los hombres como Ser Supremo. Los antiguos tenían como tradición religiosa el culto a sus muertos, a los cuales sepultaban con grandes pompas y 15 especiales ritos, pues ellos consideraban que al morir, su espíritu quedaba vagando y por lo tanto la única manera de obtener la gracia divina era con el culto que sus semejantes les hacían. De allí que vieran la necesidad de tener un grupo especial, que constituyó la familia y que fue en la antigüedad sólidamente edificada en estos conceptos. Cada familia sepultaba a sus muertos y les rendía culto especial y éstos continuaban perteneciendo a ella. Por su parte la iglesia católica explica el origen de la familia en la creación de Adán y Eva, de donde surgió el primer núcleo familiar, con la presencia de dos hijos, Caín y Abel. Posteriormente viene la descendencia de Caín, de Enoc, de Lames, de Set, de Enós, de Cainán, de Matusalén, de Noé, etc. es decir, que de acuerdo a la tradición bíblica la familia tiene un origen divino y la regenta una ley natural. Sobre este aspecto anota 7 Carrara al criticar otras teorías: “Todo esto es erróneo. Es falso que los hombres de la raza de Adán y Eva hayan vivido durante un período de tiempo desligados de todo vínculo de asociación; es falsa la transición de un estado primitivo de absoluto aislamiento a un estado modificado y ficticio. Sin lugar a dudas, debe admitirse un período primitivo de asociación patriarcal o, como se dice, natural, al cual se fue agregando poco a poco la constitución de leyes permanentes y de una autoridad que vigilara su observancia, y en esta forma se constituyó el orden de la sociedad que se llama civil. Pero un período cualquiera de disgregación y de vida salvaje es inadmisible por ser una alocada fantasía. Es estado de asociación es el único estado primitivo del hombre, el único en que la ley de la propia naturaleza lo colocó desde el primer instante de su creación.” La gran abanderada de la doctrina espiritualista es la Iglesia Católica, a la cual, por supuesto, han llegado muchos conceptos sobre la familia que pertenecen a las creencias religiosas griegas, romanas, babilónicas, hebreas, 7 Carrara Francesco: Programa de Derecho Criminal. Parte Gnral. Vol. I Pág. 11 y 12. Edit. Temis, 1956. 16 etc. y las cuales han sido integradas como parte de la doctrina católica. 2.- LA DOCTRINA MATERIALISTA.Está expuesta por F. Engels, en su obra “EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO”, donde se establece que la humanidad ha pasado por tres etapas, las cuales él ha distinguido como: 1. Salvajismo 2. Barbarie y 3. Civilización. Cada una de estas etapas tiene sus características peculiares sin que sea perfectamente diferenciable el paso de un estadio a otro. Cada una de ellas tiene, a su vez, tres estadios: inferior, medio y superior. PRIMERA ETAPA: EL SALVAJISMO.En esta etapa la especie humana tiene un sistema de vida que corresponde al desarrollo embrionario de su cerebro, como también se puede decir que en este período los hombres viven de la caza y de la pesca, tienen lenguaje articulado, su primer instrumento de trabajo son las manos, y es esencialmente nómada. En este primer estadio no hay organización familiar propiamente dicha; aparece la promiscuidad (Bachofen) y se conocen la poligamia y la poliandria, que es la forma de relación en que la mujer se une con varios hombres, predomina también el incesto, formas corrientes de propagación de la especie humana. La filiación se establece por línea materna. 17 Ya en el estadio superior el hombre utiliza el arco, la flecha y también el fuego. Aparece el matriarcado que es la primera forma de gobierno familiar. La madre siempre es el eje de la familia; el hogar gira en torno suyo y solamente se conoce la filiación materna en virtud de la promiscuidad sexual que existe. SEGUNDA ETAPA.- BARBARIE. Aquí también se practica la poliandria, pero surge un tipo diferente de organización, la exogámica, en donde las uniones se hacen entre personas de distintos grupos. En esta etapa o período el hombre empieza a conocer la alfarería, se vive aún de la caza y de la pesca y además poseen animales domésticos. Usa el hierro, la piedra, el arado de reja, y la rueda. Se abandona el nomadismo y surgen agrupaciones humanas concentradas en viviendas rudimentarias fijas, como bohíos y chozas, surgen las pequeñas asociaciones como las gens, fratría, clanes y tribus. En la etapa superior de la época de la barbarie, se establece el hombre en viviendas fijas, se incrementa la alfarería, se extiende la agricultura y la ganadería y surgen los grandes y poderosos imperios griegos, romanos, etc. TERCERA ETAPA.- LA CIVILIZACION. En esta etapa nacen las grandes ciudades, las agremiaciones, el comercio se incrementa notablemente, nace la técnica y la industria, se descubre la máquina de vapor, la imprenta, la pólvora, la energía atómica. El hombre ya ha logrado parte de su ideal merced a la convivencia y relaciones permanentes entre las diferentes sociedades que se reparten el mundo. 18 Ya han surgido durante este tiempo las normas que tienden a proteger efectivamente la familia, sobretodo durante estos últimos años, consagrando a la familia como la institución básica de toda sociedad. Aparece la monogamia, o sea, la unión de un hombre con una mujer. La filiación ya no se establece por línea materna sino la paterna, y, en consecuencia, desaparece el matriarcado para dar paso al patriarcado. Nos enseña el Materialismo Histórico, que la familia monogámica en el estadio inferior de la civilización como consecuencia del triunfo de la propiedad privada sobre la propiedad colectiva del comunismo primitivo, la monogamia es sustituida por el patriarcado, cediendo en esta forma la mujer no sólo su poder sobre la familia sino renunciado también a sus derechos como persona, en aras de una paternidad cierta para sus hijos y la seguridad de un solo marido que se responsabilizara del hogar. En un importante estudio el 8Dr. Pedro Pablo Peña Motta sintetiza la teoría materialista así: “Bachofen, Taylor y particularmente Morgan con su obra “La sociedad Primitiva”, que sirvió más tarde a Engels para desarrollar los orígenes de la familia, la propiedad privada y el Estado con un enfoque materialista, plantean los siguientes presupuestos para desarrollar su teoría: 1.- Que en los orígenes de la humanidad los seres humanos habrían vivido en promiscuidad sexual (hetairismo), a semejanza de los animales sin normas rectoras en absoluto. 2.- Que un comercio sexual de esta naturaleza excluye toda la servidumbre de paternidad y, en consecuencia, la 8 Peña Motta Pedro Pablo. Familia, Religión, Estado. Panorama Socio Político y Jurídico. Cepla Editores, Febrero de 1977. 19 descendencia sólo podría contarse a través de la línea materna. 3.- Que, en razón de esta circunstancia, las mujeres como madres y en su carácter de únicos parientes ciertos de la generación joven, llegaron a gozar de cierta preeminencia absoluta cifrada en la “ginecocracia”, (“Todos para todas y todas para todos”). De este modo la generación nueva no deducía sino un solo ascendiente conocido: la madre. Por esta razón la línea paterna resultaba difícil de identificar y en consecuencia, los hijos y demás componentes del grupo solamente podían conocer al único ascendiente hacia quien se fortalecía el vínculo de respeto, de consanguinidad y de gobierno. En su derredor se creó un cierto clima de mito y de religión. 4.- Que se llegó a tener en tan gran valía la promiscuidad sexual que el paso de ésta al la poligamia se consideraba una trasgresión grave de la religión primitiva, transgresión que se debía expiar o cuya tolerancia debía resarcirse con el abandono temporal por parte de todos los hombres del grupo”. EVOLUCIÓN DE LA FAMILIA.Conocer la evolución de la familia permite comprender sus roles. Al principio existía endogamia (relación sexual indiscriminada entre varones y mujeres de una tribu). Luego los hombres tuvieron relaciones sexuales con mujeres de otras tribus (exogamia). Finalmente la familia evolucionó hasta su organización actual (monogamia). La monogamia impuso un orden sexual en la sociedad en beneficio de la prole y del grupo social. Esta función llevó a crear dos elementos que aparecen de modo permanente a través de la historia: libertad amplia de relaciones sexuales entre esposos y el deber de fidelidad. 20 Con el surgimiento de la monogamia se satisface la función educacional. Individualizados claramente padre y madre, entre ellos se comparte la tarea de educar a la prole. Entre otras podemos citar las siguientes formas de familia que a través de la historia se han dado: a) LA FAMILIA CONSANGUÍNEA.Morgan instituyó un sistema de clasificación de la familia. Según este autor, en la etapa del salvajismo apareció la familia consanguínea integrada por personas que descienden de un mismo tronco, las cuales están unidas por la consanguinidad o vínculo de sangre. Conforme a la teoría de Morgan, en el último estadio de esta etapa tuvo lugar la primera forma de limitación a la libertad sexual; ya aquí las relaciones sexuales dejan de practicarse indiscriminadamente y se reducen a grupos de hermanos consanguíneos. Luego surge otra limitación a la libertad de trato carnal, cuando las relaciones entre los grupos consanguíneos son rechazadas entre padres e hijos, y de esta manera se efectúa el fenómeno de la exclusión que la misma naturaleza humana le señala al hombre. b) LA FAMILIA PUNALÚA.Más tarde, sobreviene otra forma de limitación en el trato carnal, cuando surge la familia punalúa, originada en el rechazo de las generaciones sucesivas que son consecuencia de las relaciones entre hermanos consanguíneos. Los matrimonios se realizan por grupos. Los hombres de una agrupación punalúa se unen con las mujeres de otro grupo punalúa, y se constituye de esta manera la agrupación común de los punalúas, que quiere 21 decir compañeros, pero no se establecía ningún vínculo de pareja. Es decir en esta forma de familia se prohibía el incesto entre progenitores e hijos y entre hermanos. Luego se extendió la prohibición a los hermanos lejanos –lo que hoy llamamos primos- y a las hermanas de los hombres, es decir, a las cuñadas. Hay una etapa de perfeccionamiento en este sistema de organización entre punalúas, y es cuando aparecen los gens, los clanes, las tribus, que, además, de constituir una gran familia común, tienen instituciones religiosas comunes y cultos privados para cada agrupación. Por esta época empieza a conocerse la familia comunista primitiva, con medios económicos y elementos de producción también colectivos o de propiedad común. c) LA FAMILILA SINDIÁSMICA.En el período superior de la barbarie se da esta nueva agrupación familiar, en donde se practica la poligamia. Esta nueva forma de limitación sexual se dirige exclusivamente a la mujer, puesto que el hombre puede tener relaciones carnales con varias mujeres, dentro de las cuales hay una favorita investida de ciertos poderes sobre las demás. Esta favorita se convierte en jefe y considera también a determinado hombre como su compañero o marido principal, con quien solo puede cohabitar; esta figura da origen al concepto de fidelidad. Pero la fidelidad se exige solo a la mujer, no al hombre. Esta es la primera forma de discriminación sexual contra la mujer. Este concepto de fidelidad llega a convertirse en un derecho que el hombre tiene sobre la mujer, ya que puede disponer hasta de la vida de esta se le es infiel, lo cual da origen a la forma de organización familiar por parejas con un sistema monogámico para la 22 mujer, pues poligamia. el hombre continúa practicando la Algunos factores en esta etapa de la barbarie vienen a influir notablemente en el sistema de organización familiar. El hombre asume una función de gobernante sobre la mujer y los hijos, con el aumento de los elementos se subsistencia y de producción, la desaparición del concepto de propiedad común y el nacimiento del individualismo. Además del poder sobre su mujer y sus hijos, el hombre se constituye en dueño exclusivo del patrimonio de la familia. De esta manera surge un nuevo concepto de autoridad, pues el hombre somete a todas las personas que carecen de propiedad, utilizándolas como instrumento de trabajo y de producción. Esta es la iniciación de otra etapa histórica, que implica la esclavitud o dominio del hombre poderoso y el sometimiento de las personas que carecen de poder. d) LA FAMILIA MONOGÁMICA.Este tipo de organización familiar es completamente distinto de las anteriores formas de agrupación que surgieron como consecuencia de las leyes de la naturaleza. La familia monogámica se basa en leyes creadas por el hombre, a las cuales debe someterse tanto la familia como la sociedad. Es aquí cuando nace la noción de familia como célula básica de la sociedad y la necesidad de establecer un régimen de derecho al que deben someterse todas las personas allí asociadas. La monogamia, genera cambios radicales en el comportamiento humano. Es bajo este sistema donde 23 nacen muchas de las instituciones que han servido de piedra angular a la actual organización jurídica de la familia, tales como la filiación paterna, la potestad marital, la patria potestad, el patriarcado, dentro de las cuales se le arrebatan a la mujer todos los derechos y prerrogativas de que disfrutó anteriormente, para otorgárselos exclusivamente al varón, sistema que bien vale la pena someter a una evaluación para determinar si su existencia ha sido positiva o no, o si, por el contrario, ha contribuído al debilitamiento a que ha llegado la familia. En la familia monogámica, a la mujer se le priva de la función primordial que tenía de establecer la filiación por el lado materno; del derecho a manejar y disponer de bienes en el matrimonio, y se le asignan tareas domésticas; en cambio, se le atribuye al varón la determinación de la filiación por el lado paterno y se radica en él todo el poder económico y la representación total de la familia, con lo cual se consolida la forma de familia clásica que ha perdurado hasta nuestros días. En los sistemas anteriores y debido al desorden con que el hombre desarrollaba su actividad sexual, no se podía identificar quién era el padre; por ello se estableció el sistema de filiación materno. La madre consideraba como suyos a todos los hijos de su marido y cumplía con ellos sus deberes maternos; mas para determinar la filiación, solo tenían la calidad de hijos los uterinos. A esta situación histórica de la filiación se le llama ginecocracia o matriarcado. El historiador alemán BACHOFEN, hizo importantes estudios sobre esta materia, y puede decirse que fue él quién descubrió todas las implicaciones que en las organizaciones primitivas tuvo la determinación de la filiación por línea materna. Bachofen llegó inclusive a hablar de derecho materno, y aunque es discutible el empleo de este término en el 24 sentido estrictamente jurídico, para estas sociedades primitivas tuvo toda validez, ya que el sistema dominante fue el del derecho hereditario establecido por línea materna. A medida que evolucionan las sociedades, la promiscuidad es menos acentuada, y surge, un nuevo tipo de familia: la sindiásmica, que se caracterizó por las uniones matrimoniales relativamente estables. En ella se exige a la mujer la más estricta fidelidad, mientras subsista la vida en común, y el adulterio es castigado cruelmente; pero tiene una característica especial: el vínculo matrimonial se disuelve fácilmente. A pesar de todo, en esta clase de organización la mujer conserva su predominio en la familia. Con la filiación y los derechos hereditarios se trasmiten por la línea materna, las relaciones de parentesco se inclinan abiertamente hacia la madre, quien por lo tanto es respetada y acatada en la familia. Además la imposibilidad de conocer con certidumbre al verdadero padre, inculca en los hijos una profunda estimación hacia la madre. El matriarcado se consolida sobre bases de derecho natural, y esto le da más fuerza para estructurar su autoridad. Este estado de cosas perdura hasta que el varón logra adquirir la superioridad económica; entonces se inicia la lucha por la adquisición de la supremacía del hombre sobre la mujer, lucha que él dirige para conseguir un cambio radical en el sistema hereditario: que la herencia no se trasmita a los hijos uterinos, es decir, siguiéndose la filiación materna, sino la paterna. Para ganar esta batalla fue preciso que el varón derrumbara todo el sistema establecido durante miles de años, y para este fin se dispuso que, a la muerte del varón, los hijos de este debían permanecer en su gens; pero si quien moría era la mujer, sus descendientes 25 debían pasar a la gens del padre de la madre. Como consecuencia de ello tenemos que el matriarcado se debilita al desaparecer la filiación femenina y el derecho materno, y en consecuencia, este se sustituye por el patriarcado, con la filiación por línea paterna y el derecho hereditario del padre. El primer efecto de todos estos cambios fue la necesidad de establecer un sistema que permita configurar en forma clara e indiscutible la paternidad, bases de la familia patriarcal, que durante siglos ha dominado el mundo. NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN FAMILIAR. Junto al patrón de la familia nuclear se han desarrollado algunas formas de organización familiar que ya existían en tiempos pasados pero que ahora han cobrado relevancia, como son las llamadas familias monoparentales, los hogares de personas solas y las uniones de hecho o cohabitación. Respecto a las familias monoparentales es nuevo el nombre, y la reivindicación de su legitimidad, no la realidad a la que se refiere; pero cambia, lentamente su procedencia, por incrementarse el divorcio como fuente de monoparentalidad. Este tipo de familias viene rodeado de una serie de problemas sociales, como es la feminización de la pobreza, ya que el 80% de estos hogares está constituido por mujeres con escasos recursos. También presentan problemas en estos hogares el tema de la socialización de los hijos; el papel del padre está poco regularizado, sobre todo el de los padres divorciados. Otro dato es el número de hogares de personas solas, en su mayor parte, consecuencia del 26 envejecimiento, sobre todo en zonas rurales, y del incremento de población adulta soltera. Se trata de uno de los sectores en más rápida expansión, y que genera al llegar la vejez no pocos problemas sanitarios, de atención y de soledad, mal para el que la sociedad moderna tiene escasos recursos para hacerle frente. LA FAMILIA MODERNA Los estudios históricos muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a causa de la emigración a las ciudades y de la industrialización. El núcleo familiar era la unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades industrializadas modernas. Sin embargo, la familia moderna ha variado con respecto a su forma más tradicional en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres. La única función que ha sobrevivido a todos los cambios es la de ser fuente de afecto y apoyo emocional para todos sus miembros, especialmente para los hijos. Otras funciones que antes desempeñaba la familia rural (trabajo, educación, formación religiosa, actividades de recreo y socialización de los hijos) son hoy realizadas por instituciones especializadas. El trabajo se realiza normalmente fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en ocupaciones diferentes lejos del hogar. La educación la proporcionan el Estado o grupos privados. Finalmente, la familia todavía es la responsable de la socialización de los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de comunicación han asumido un papel muy importante. La composición familiar ha cambiado de forma drástica a partir de la industrialización de la sociedad. 27 Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual del rol de la mujer. En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o reingresar después de haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la vida familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción personal a través del matrimonio y de la familia. En los últimos tiempos se ha desarrollado un considerable aumento de la tasa de divorcios, que en parte se ha producido por las facilidades legales y la creciente incorporación de la mujer al trabajo. Durante el siglo XX ha disminuido en Occidente el número de familias numerosas. Este cambio está particularmente asociado a una mayor movilidad residencial y a una menor responsabilidad económica de los hijos para con los padres mayores al irse consolidando los subsidios de trabajo y otros beneficios por parte del Estado que permiten mejorar el nivel de vida de los jubilados. En la década de 1970 el prototipo familiar evolucionó en parte hacia unas estructuras modificadas que englobaban a las familias monoparentales, familias del padre o madre casado en segundas nupcias y familias sin hijos. Las familias monoparentales en el pasado eran a menudo consecuencia del fallecimiento de uno de los padres. Actualmente la mayor parte de las familias monoparentales son consecuencia de un divorcio, aunque muchas están formadas por mujeres solteras con hijos. En 1991 uno de cada cuatro hijos vivía sólo con uno de los padres, por lo general, la madre. Sin embargo, muchas de las familias monoparentales se convierten en familias con padre y madre a través de un nuevo matrimonio o de la constitución de una pareja de hecho. La familia de padres casados en segundas nupcias es la que se crea a raíz de un nuevo matrimonio de uno de los padres. Este tipo de familia puede estar formada por un padre con hijos y una madre sin hijos, un padre con hijos y una madre con hijos pero que viven en otro lugar o dos familias monoparentales que se unen. En estos tipos de 28 familia los problemas de relación entre padres no biológicos e hijos suelen ser un foco de tensiones, especialmente en el tercer caso. Las familias sin hijos son cada vez más el resultado de una libre elección de los padres, elección más fácil gracias al control de natalidad (anticoncepción). Durante muchos años, el número de parejas sin hijos se había ido reduciendo de forma constante gracias a la gradual desaparición de enfermedades que, como las venéreas, causaban infertilidad. Sin embargo, en la década de 1970 los cambios en la situación de la mujer modificaron esta tendencia. Hoy las parejas, especialmente en los países más desarrollados, a menudo eligen no tener hijos o posponer su nacimiento hasta gozar de una óptima situación económica. A partir de la década de 1960 se han producido diversos cambios en la unidad familiar. Un mayor número de parejas viven juntas antes o en vez de contraer matrimonio. De forma similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos o viudas, encuentran que es más práctico desde el punto de vista económico cohabitar sin contraer matrimonio. Actualmente las parejas de homosexuales también viven juntas como una familia de forma más abierta, compartiendo a veces sus hogares con los hijos de una de las partes o con niños adoptados. Las comunas (familias constituidas por grupos de personas que no suelen estar unidas por lazos de parentesco) han existido en el mundo desde la antigüedad. Estas unidades familiares aparecieron en Occidente en las décadas de 1960 y 1970, pero en la década siguiente disminuyeron de forma considerable. 1.2 DEFINICIÓN Y NATURALEZA DE LA FAMILIA. ♦ La Constitución Política de la República del Ecuador, en el capítulo IV, sección 3º de la Familia, en su Artículo 37, nos dice que: “El estado reconocerá 29 y protegerá a la familia como célula fundamental de la sociedad y garantizará las condiciones que favorezcan integralmente la consecución de sus fines. Esta se constituirá por vínculos jurídicos o de hecho y se basará en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes. Protegerá el matrimonio, la maternidad y el haber familiar. Igualmente apoyará a las mujeres jefas de hogar. El matrimonio se fundará en el libre consentimiento de los contrayentes y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges.” ♦ En el actual Código de la Niñez y la Adolescencia, en su Libro Segundo, Título I, en el Artículo 98 nos das una definición sobre lo que debemos entender como familia biológica: “Se entiende por familia biológica la formada por el padre, la madre, sus descendientes, ascendientes y colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad. Los niños, niñas y adolescentes adoptados se asimilan a los hijos biológicos. Para todos los efectos el padre y la madre adoptivos son considerados como progenitores.” Con ésta definición legal se ha proscrito a la familia adoptiva. Con buen criterio, el legislador ha creado una única familia denominada “biológica”, cuyo alcance rebasa lo puramente genético allanando el camino para desembocar en una concepción jurídica única, igualitaria y no discriminatoria. De este modo se supera enraizados prejuicios sociales que siempre han menoscabado la moral y autoestima de niños, niñas y adolescentes. 30 La familia biológica así definida por el legislador permite la integración íntima y total del menor de edad adoptado. Siempre se creyó que por esta razón aquel tenía menos derechos y garantías que el hijo biológico. Hoy el Código de la Niñez y Adolescencia marca un hito histórico porque tan sólo existirán hijos de familia, sin consideración a su origen genético o adoptivo. Ensayando una definición de familia biológica diremos que es aquella formada por los progenitores y demás parentela hasta llegar al cuarto grado de consanguinidad. La familia biológica así definida permite abarcar un aspecto más amplio de los lazos que vinculan a los menores de edad. No importa si estos viven en el mismo hogar o techo. Por el solo hecho de este principio jurídico, los parientes en línea recta y colateral forman el núcleo de la sociedad. El efecto es claro: se extenderá la corresponsabilidad hasta los primos (cuarto grado de consanguinidad) de niños, niñas y adolescentes. El inciso segundo del precitado artículo crea principio de asimilación biológica por cuanto menores de edad adoptados dejan de serlo y padres adoptantes por esta misma causa constituyen en padres biológicos. el los los se Esta unidad de filiación, que es el reflejo de la familia biológica, permite el disfrute pleno y sin limitaciones por la sola existencia de la filiación familiar especial y señaladamente de niños, niñas y adolescentes. Las anacrónicas y odiosas diferencias de filiación producían traumas psicológicos a los menores de edad inclusive este estigma resultaba indeleble para las personas. 31 El artículo 99 del Código de la Niñez y Adolescencia al referirse a la unidad de filiación dice que: “todos los hijos son iguales ante la ley, la familia y la sociedad. Se prohíbe cualquier indicación que establezca diferencias de filiación y exigir declaraciones que indiquen su modalidad”. De hoy en adelante la filiación será única respecto de padres e hijos y viceversa. En consecuencia desaparece la filiación civil, esto es aquella que se refiere al vínculo entre padres e hijos adoptivos, sobreviviendo tan solo la filiación política que se refiere a la afinidad que existe entre suegros y suegras, de una parte y yernos o nueras de otra. Definición. No hay un concepto delimitado de ella. La ley no da una definición. Para definirla se buscaron diversos elementos: sujeción (de los integrantes de la familia a uno de sus miembros), la convivencia (los miembros de la familia viven bajo el mismo techo, bajo la dirección y con los recursos del jefe de la casa), el parentesco (conjunto de personas unidas por vínculo jurídico de consanguinidad o de afinidad), la filiación (conjunto de personas que están unidas por el matrimonio o la filiación, aunque excepcionalmente por la adopción). Vidal Taquini: "Familia en derecho argentino es el grupo de personas unidas por vínculos jurídicos, en la medida y extensión determinada por la ley, que surgen del matrimonio y de la filiación legítima, ilegítima y adoptiva". 32 La familia es una institución social. La ley impone la regulación no sólo al matrimonio, sino también a la filiación y a la adopción. La calidad de miembro de la familia depende de la ley y no de la voluntad de las personas. La familia es una institución jurídica pero no una persona jurídica. En esta materia no cabe aceptar figuras que sean nítidamente patrimoniales. 33 34