„Ire como un caballo loco“, película muy difícil de resumir y

Anuncio
„Ire como un caballo loco“, p e líc u la m uy d ifíc il de re s u m ir y de ver.
escritor español y no me dejan. La
sociedad de autores me dice que soy
el autor mas representado del mundo
entero, pero para mi eso no significa
nada desde el momento en que en
España no estoy representado.
Tras este lam ento , que c o m p re n d e ­
m os p e rfe cta m e n te , h a b id a cu e n ta que
los e sp a ñ o le s tie n e n un gran deseo
de c o n o c e r tú obra, que m uchos han
p o d id o le e r o ve r en sus s a lid a s al
e x tra n je ro , pero que, n a tu ra lm e n te ,
q u isie ra n ve r re p re s e n ta d o tu te a tro
en España. In sistim o s no o b s ta n te
F ernand o en que nos e x p liq u e s el
a rg u m e nto de tu pelícu la.
Es muy difícil explicar el argumento
de „Iré como un caballo loco“, es una
película muy difícil de resumir en
cuatro lineas. No se si es buena o
mala, quizás sea mala, quizás sea
buena, pero el caso es que es una
película muy diferente, y como es muy
diferente a todo lo que se vé norm al­
mente, es tam bién muy diferente, muy
difícil poderla resumir en cuatro pala­
bras.
Si, e sto es evidente, p ero cre o que
hay una cosa in te re s a n te que es la
lucha de esos do s p e rs o n a je s c e n tra ­
les, ese ho m b re del d e s ie rto y el de la
civ iliz a c ió n , en fin me p a re ce im p o r­
ta n te que seas tú qu ie n e x p liq u e , para
el p ú b lic o e spañol e s p e c ia lm e n te , que
estoy se g u ro que ya a n sia ba ver tu
EXPRÉS ESPAÑOL / Enero 1974
p rim e ra p e lícu la y que a h o ra e sta ra
de trá s de esta, y no cabe la m e n o r
dud a que en las zonas fro n te riz a s
ha b rá un d e s file s im ila r al de „E l ú lti­
mo ta n g o en P a rís“ . . .
Y como cuando „Viva la m uerte“.
E xa cta m e n te . . . (M e hace g ra c ia esta
pe q u e ñ a p re s u n c ió n , pero d ebo re­
c o n o c e r que lo que d ic e Fernando
A rra b a l es cie rto .)
La película se podría resumir; sin
quererm e com parar a él puesto que
es mi maestro; sabes lo que le pasaba
a Cervantes cuando le dijeron: ¿qué
quiso usted hacer con el Quijote? C er­
vantes dijo: pues yo he querido hacer
una novela para tom ar el pelo a las
novelas de caballería. En fin era un
resumen, que no era un resumen. Yo
voy a intentar con mi m ejor voluntad,
querido Domingo, hacerte un resumen
de la película. Entonces, si quieres, el
personaje principal es un hombre de
nuestra civilización, un hombre que
cree haber matado a su madre y que
está perseguido por la policía, este
hombre que vive en una gran ciudad,
en una gran metrópoli huyendo de la
policía atem orizado, llega al desierto;
y en el desierto encuentra al ser
com pletam ente ai revés de él.
El ser que no ha conocido ni padre ni
madre, que en un momento dado
cuando le preguntan: ¿qué edad tie ­
nes? Responde: „No sé, 30.000 años,
50.000 años, no sé.“ Que es capaz de
gobernar el día y la noche, que es
capaz de hablar a los animales, que
es capaz de curar las enferm edades,
que tiene todos los poderes espiri­
tuales, pero ninguno de los poderes
m ateriales. El hom bre de la civiliza­
ción, fascinado por este personaje,
que puede parecer un monstruo, por­
que es muy pequeño, y un poco de­
forme, fascinado por él decide llevarlo
a la gran metrópoli y hacerle el m a­
yor regalo que puede im aginar él, es
decir llevarle a la gran ciudad, hacerle
conocer las mujeres, el amor, la tele­
visión, todo lo que él estima y este
contraste entre el „salvaje“ (entre
comillas) y la civilización, es un con­
tacto escalofriante y al mismo tiempo
humorístico, puesto que este perso­
naje no puede nunca estar en contac­
to, todas las burocracias se oponen
a ello, por ejem plo la burocracia reli­
giosa, cuando entra en una iglesia y
vé que el cura, oye que el cura dá un
sermón diciendo que el Cristo sufrió
tanto y padeció con la corona de espi­
nas y los clavos en las manos. Enton­
ces, él le cree a pies juntillas y va
hacia el altar a liberar a ese Cristo;
pero al ir al altar a liberar a Cristo, a
liberarle de las espinas, y el Cristo
incluso le sonríe, es una especie de
milagro, pero es un milagro que la
burocracia cristiana no comprende,
y el mismo sacerdote que está en el
púlpito com ienza a g rita r. . . „Sacrile­
go! Blasfem o!“ Como hoy ocurre con
mi película.
E stabam os F e rn a n d o — le re c u e rd o —
cu a n d o nos decías que aho ra te g ritán a ti ta m b ié n „S a c rile g o y b la s ­
fe m o “ co m o al p e rs o n a je de tu p e lí­
c u la . . .
. . . si, lo cual es com pletam ente comico puesto que yo soy un hombre que
creo en Dios, creo en Dios de una
manera particular, es decir que no
soy cristiano, pero creo en Dios, creo
en Dios de una m anera infinita, creo
en Dios como podría creer Juan de
la Cruz o Teresa de Avila, sin creer en
absoluto en ninguna de las burocra­
cias cristianas ni católicas. Pero yo
estoy ligado a Dios con toda inocen­
cia, y por eso me sorprende tanto
estos gritos que salen ahora de escatología y de blasfemia, que no
tienen nada que ver en absoluto con
mi película. Mi m anera de concebir a
Dios desde luego es perfectam ente par­
ticular, lo cual no está reñido con . . .
(duda) no solam ente no esta reñido,
sino que cuadra con el hecho de que
acabo de estar en Moscú en la con­
ferencia de la Paz, en la delegación
española puesto que, mi m anera de
am ar a Dios, yo considero que busco
un mundo de justicia y libertad y es
uno de los motivos por los que tengo
un combate, no sé si grande o pe­
45
Descargar