2 Fahrenheit 451* by Ray Bradbury This one, with gratitude, is for

Anuncio
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
Fa hr enhei t 45 1*
Farenheit 451
Farenheit 451
by
de
de
Ray Bradbury
Ray Bradbury
Ray Br adbur y
5
10
This one, with gratitude, is for Don
Congdon .
Fahrenheit 451: The temperature at
which book-paper catches fire and burns.
15
20
‘If they give you ruled paper,
write the other way.’
-Juan Ramón Jiménez
tr. de Francisco Abelenda
Minotauro, Barcelona
1985, 1996, 2002
tr. de Alfredo Crespo
Plaza&Janés, 3ª ed.,
Barcelona,l 1993
Este libro, con gratitud, es para Don
Congdon
Farenheit 451: temperatura a la que el
papel de los libros se enciende y arde...
Farenheit 451: temperatura a la que el
papel de los libros se inflama y arde.
Si os dan papel pautado,
escribid por el otro lado.
Juan Ramón Jiménez
Si os dan papel pautado,
escribid por el otro lado.
Juan Ramón Jiménez
25
30
PART ONE:
The Hearth and the Salamander
1
1ª Parte
La estufa y la salamandra
___________________
Era un placer quemar.
Era Estupendo Quemar
35
IT WAS A PLEASURE TO BURN
stolid Having or revealing little emotion or sensibility;
impassive
e stólido adj. Falto de razón y discurso
It was a spec ial pl easur e to see
Era un placer especial ver cosas
t hi ngs e at e n, t o s e e t hi ngs devoradas, ver cosas ennegrecidas y
blackene d and changed. With the 40 ca mbi ada s.
Empuñando
la
brass no zzle in hi s fis ts, with t his embocadura de bronce, esgrimiendo
great python spit ting its venomous la gran pitón que escupía un kerosene
ke r o s e ne upo n t he w o r l d, t he venenoso sobre el mundo, sintió que
bloo d pounded in his head, and his la sangre le golpeaba las sienes, y que
hands we r e t he hands o f s o m e 45 las m ano s, com o l as de un
amazing c onduc tor playing all the sorprendente director que ejecuta las
s ym pho ni e s o f bl a zi ng and sinfonías del fuego y los incendios,
bur ning t o bri ng do wn the tatt ers revelaban los harapos y las ruinas
and charcoal ruins of history. With carbonizadas de la historia. Con el
hi s s ymbo l i c he lm e t num ber e d 50 simbólic o casco numerado -451451 on his s t o l i d he ad, and hi s X sobre la est ólida cabeza, y los ojos
e ye s al l o r a nge f l am e wi t h t he encendidos en una sola llama
t h o ug ht o f wh at c am e n e x t , he anaranjada ante el pensamiento de lo
f l i c k e d t h e i g n i t e r a n d t h e que vendría después, abrió la llave, y la
ho us e j um p e d up i n a go r gi ng 55 casa dio un salto envuelta en un fuego
f i r e t ha t b ur ne d t he e ve n i n g devorador que incendió el cielo del
s k y r e d a nd ye l l o w a nd bl ac k. atardecer y lo enrojeció, y doró, y
H e s t r o d e i n a s w a r m o f ennegreció. Avanzó rodeado por una
f i r e f l i e s . H e w a n t e d a b o ve nube de luciérnagas. Hubiese deseado,
a l l , l i k e t h e o l d j o k e , t o 60 sobre todo, como en otro tiempo, meter en
s h o ve a m a r s h m a l l o w o n a el horno con la ayuda de una vara una
s t i c k i n t h e f u r n a c e , w h i l e pastilla de malvavisco, mientras los libros,
t h e f l a p pi n g p i g e o n- w i n ge d que al e t e aban c o m o pal om as ,
bo o k s di e d o n t h e po r c h a nd morían en el porche y el jardín de
l aw n o f t he ho us e . W hi l e t he 65 l a c as a. M i ent ras lo s l i br o s s e
b o o k s w e n t u p i n s p a r k l i n g elevaban en chispeantes torbellinos
whi rl s and bl e w away o n a wi nd y s e di s pe rs aban en un vie nt o
t ur ne d dar k wi t h burni ng.
oscurecido por la quemazón.
Constituía un placer especial ver las
cosas consumidas, ver los objetos
ennegrecidos y cambiados. Con la
punta de bronce del soplete en sus
puños, con aquella gigantesca serpiente
escupiendo su petróleo venenoso sobre
el mundo, la sangre le latía en la cabeza
y sus manos eran las de un fantástico
director tocando todas las sinfonías
del fuego y de las llamas para destruir
los guiñapos y ruinas de la Historia.
Co n su c as co s im bó li co e n que
aparecía grabado el número 451 bien
plantado sobre su impasi bl e cabeza
y sus ojos convertidos en una llama
anaranjada ante el pensamiento de lo
que i ba a o curr ir, ence ndió e l
deflagrador y la casa quedó rodeada
por un fuego devorador que inflamó
el cielo del atardecer con colores
rojos, amarillos y negros. El hombre
avanzó e nt re un enjambre de
luciérnagas. Quería, por encima de
to do, como en el anti guo juego,
em puj ar a un m al va vi sc o hac i a l a
hoguera, en tanto que los libros, semejantes
a palomas aleteantes, morían en el porche
y el jardín de la casa; en tanto que los libros
se elevaban convertidos en torbellinos
incandescentes y eran aventados por un aire
que el incendio ennegrecía.
M o n t a g gr i n ne d t he f i e r c e
gr i n o f al l m e n s i nge d and
d r i ve n ba c k by f l a m e .
Montag sonrió con la forzada sonrisa
de todos los hombres chamuscados y
desafiados por las llamas.
Montag mostró la fiera sonrisa que
hubiera mostrado cualquier hombre
burlado y rechazado por las llamas.
Sabía que c uando vo lvie se al
cuartel de bomberos se guiñaría un
ojo (un artista de variedades tiznado
por un corcho) delante del espejo.
Más tarde, en la oscuridad, a punto
Sabía que, cuando regresase al
cuartel de bomberos, se miraría
pestañeando enel espejo: su rostro sería
el de un negro de opereta, tiznado con
corcho ahumado. Luego, al irse a
H e kn e w t ha t wh e n h e
r e t ur ne d t o t he f i r e ho us e , he
mi ght wink at him se lf , a m ins tr el
man, burnt-c or ked, in the mir ro r.
Lat er, go ing to sl ee p, he wo ul d
70
75
2
B’s Farenheit
f ee l the fi er y sm il e st il l gr ippe d
by hi s face m us cl e s, i n the dark.
It neve r we nt away, t hat s m i le ,
i t ne ve r ever went away, as l ong
as he re me mber ed.
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
5
de dormirse, sentiría la feroz sonrisa
re te ni da aún por l os m ús culo s
faciales. Nunca se le borraba esa
sonrisa, nunca —creía recordar — se
le había borrado.
dormir, sentiría la fiera sonrisa retenida
aún en la oscuridad por sus músculos
faciales. Esa sonrisa nunca desaparecía,
nunca había desaparecido hasta donde
él podía recordar.
H e hung up hi s bl ac k- be et le coloured helmet and shined it, he
hung his flameproof jacket neatly; 10
he showered luxuriously, and then,
whistling, hands in pockets, walked
across the upper floor of the fire
station and fel l dow n the hole. At
t he l ast m om e nt , whe n di s as te r 15
s e em e d po s it i ve, he pull e d hi s
hands from his pockets and broke
his fall by grasping the golden pole.
He s li d t o a s queaking hal t, t he
heels one inch from the concrete 20
floor downstairs.
Colgó el casco, negro y brillante
como un escarabajo, y lo lustró; colgó
cuidado sam ent e
la
c haque ta
incombust ibl e; s e dio una bue na
ducha, y luego, s ilbando, c on las
manos en los bolsillos, cruzó el primer
piso y se dejó caer por el agujero. En
el último instante, cuando el desastre
parecía seguro, se sacó las manos de
los bolsillos e interrumpió su caída
afe rr ándo se a l a barr a do rada.
Resbaló hasta detenerse, chirriando,
con los talones a un centímetro del
piso de cemento.
Co l gó s u c as c o ne gr o y l o
limpió, dejó con cuidado su chaqueta
a prueba de ll amas; se duc hó
generosamente y, luego, silbando, con
las manos en los bolsillos, atravesó la
pl a nt a s uper i or de l c ua r t el de
bomberos y se deslizó por el agujero.
E n e l úl ti m o m om e nt o, c ua ndo e l
de s as t r e pa r e c í a s e gur o, s a c ó l a s
manos de los bolsillos y cortó su caída
a fe r r ándos e a l a ba rr a dor ada . Se
de s li z ó has t a det e ne r se , c on l os
tac ones a un pa r de centím etros del
piso de cemento de la planta baja.
He walked out of the fire station
and along the midnight street toward
the subway where the silent , air- 25
propelled train slid soundlessly down
its lubricated flue in the earth and let
him out with a great puff of warm air
to the cream-tiled escalator rising to
the suburb.
30
Salió de l cuartel y cami nó hasta
la e st ac ió n subt er ráne a. El tr en
neum ático y silencioso se des lizó
po r el t ubo ac eit ado, y c on una
gr an bo c anada de air e t i bio l o
abandonó en la escalera de claros
azu l e j o s , que s ubí a hac i a e l
suburbi o.
Salió del cuartel de bomberos y echó
a andar por la calle en dirección al
«Metro» donde el silencioso tren,
propulsado por aire, se deslizaba por su
conducto lubrificado bajo tierra y lo
soltaba con un gran ¡puf!de aire caliente
en la escalera mecánica que lo subía
hasta el suburbio.
Whi stling, he let the e scalator
w aft him into the st ill night air.
H e wa l ke d t o wa r d t he c o r ne r,
thi nking litt le at all about nothing
in parti cul ar. Bef ore he re ached
the corne r, ho wever, he s lowed as
i f a wi nd had s pr un g up f r o m
nowher e, as if so meone had called
his nam e.
Dejó, silbando, que la escalera lo
ll evara al aire tranquilo de la noche.
Se dirigió hacia la esquina casi sin
pensar en nada. Sin embargo, poco
antes de ll egar, caminó m ás
lentamente, como si un viento se
hubiese levantado en alguna parte,
como si alguien hubiese pronunciado
su nombre.
Silbando, Montag dejó que la
escalera le llevara hasta el exterior, en
el tranquilo aire de la medianoche,
Anduvo hacia la esquina, sin pensar en
nada en particular lar. Antes de
alcanzarla, sin embargo, aminoró el
paso como si de lanada hubiese surgido
un viento, como sí alguien hubiese
pronunciado su nombre.
The last few nights he had had the
En esas últimas noches, mientras
most uncertain feelings about the iba bajo la luz de los astros hacia su
sidewalk just around the corner here, casa, en esta acera, aquí, del otro lado
moving in the starlight toward his 45 de la esquina, había sentido algo
house. He had felt that a moment indefinible, como si un momento
before his making the turn, someone antes alguien hubiese estado allí.
had bee n ther e. The air s ee me d Había en el aire una calma especial,
charged with a special calm as if como si alguien hubiese esperado
someone had waited there, quietly, 50 allí, en silencio, y un momento antes
and only a moment before he came, se hubie se tr ansf or mado en una
simply turned to a shadow and let sombra, dejándolo pasar. Quizá había
hi m t hr o ugh. Pe r haps hi s no s e respirado un débil perfume; quizá el
detected a faint perfume, perhaps dorso de sus manos, su cara, habían
the skin on the backs of his hands, 55 sentido que la temperatura era más
on his face, felt the temperature rise alta en este mismo sitio donde una
at this one spot where a person’s pe rs ona, de pi e, hubie se po di do
standing might raise the immediate elevar en unos diez grados y durante
atmosphere ten degrees for an instant. un instante el calor de la atmósfera.
There was no understanding it. Each 60 Era imposible saberlo. Cada vez que
time he made the turn, he saw only llegaba a la esquina veía sólo esa
the white, unused, buckling sidewalk, ace ra c ur va, bl anca, nueva. Una
wit h pe rhaps, on one ni ght , noc he ,
quizá,
algo
habí a
something vanishing swiftly across desaparecido rápidamente en uno de
a lawn before he could focus his 65 los jardines antes de que pudiese
eyes or speak.
hablar o mirar.
En las últimas noches, había tenido
sensaciones in ciertas respecto a la acera
que quedaba al otro lado aquella esquina,
moviéndose a la luz de las estrellas hacia
su casa. Le había parecido que, un
momento antes de doblarla, allí había
habido alguien. El aire parecía lleno de un
sosiego especial, como si alguien hubiese
aguardado allí, silenciosamente, y sólo un
momento antes de llegar a él se había
limitado a confundirse en una sombra para
dejarle pasar. Quizá su olfato detectase
débil perfume, tal vez la piel del dorso de
sus m anos y de su rost ro sintie se la
elevación de temperatura en aquel punto
concreto donde la presencia de una persona
podía haber elevado por un instante, en
diez grados, la temperatura de la atmósfera
inmediata. No había modo de entenderlo.
Cada vez que doblaba la esquina, sólo veía
la cera blanca, pulida, con tal vez, una
noc he,
al guien
desaparecie ndo
rápidamente al otro lado de un jardín antes
de que él pudiera enfocarlo con la mirada
o hablar.
But no w, to ni ght , he s lo we d
alm ost to a st op. H is inner mi nd,
reachi ng out to turn the corner for 70
hi m , had he ar d t he f ai nt e s t
whi spe r. Bre athing? Or was the
atmosphere compressed merely by
s o me o ne st anding ve ry qui et l y
the re, waiti ng?
75
Pero esa noche, Montag aminoró el
paso casi hasta detenerse. Su
subconsciente, adelantándosele a doblar
la esquina, había oído un debilísimo
susurro. ¿De respiración? ¿O era la
atmósfera, comprimida únicamente por
alguien que estuviese allí muy quieto,
esperando?
35
40
He turned the corner.
Pero ahora, esta noche, aminoró el
paso, casi hasta detenerse. Su mente,
que se había adelantado a doblar la
esquina, había oído un murmullo casi
imperceptible. ¿Alguien que respiraba?
¿O era la atmósfera comprimida
simplemente por alguien que estabaallí,
de pie, inmóvil, esperando?
Dobló la esquina.
3
Montag dobló la esquina.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
The autumn leaves blew over the
moonlit pavement in such a way as
to make the girl who was moving
there seem fixed to a sliding walk,
letting the motion of the wind and the 5
leaves carry her forward. Her head
was half bent to watch her shoes stir
the circling leaves. Her face was
slender and milk-white, and in it was
a kind of gentle hunger that touched 10
over everything with t i r el es s
curiosity. It was a look, almost, of
pale surprise; the dark eyes were so
fi xed to the wor ld that no mo ve
escaped them. Her dress was white 15
and i t whi s pe r e d. H e al m o s t
thought he heard the motion of her
hands as she walked, and the infinitely
small sound now, the white stir of her
face turning when she discovered 20
she was a moment away from a man
who s to od i n the mi ddle o f the
pavement waiting.
Las hojas de otoño volaban de tal
modo sobre la acera iluminada por la
luna que la muchacha parecía venir en
una alfombra rodante, arrastrada por
el movimiento del aire y las hojas. Con
la cabeza un poco inclinada se miraba
lo s zapatos , r odeados de hoj as
estremecidas. Tenía un rostro delgado
y blanco como la leche, y había en él
una tierna avidez que todo lo tocaba
con una curiosidad i nsaci able. Era
una mirada, casi, de pálida sorpresa;
los ojos oscuros estaban tan clavados
en el mundo que no perdían ningún
movimiento. Su vestido era blanco,
y s us ur r aba. M o nt ag c r e yó o í r
cóm o se le moví an l as m anos al
caminar, y luego, ahora, un sonido
ínfi mo , el t em bl or i noc ente de
aquel rostro al volverse hacia él, al
descubrir que se acercaba a un hombre
que estaba allí, de pie, en medio de la
acera, esperando.
Las hojas otoñales se arrastraban sobre el
pavimento iluminado por el claro de luna. Y
hacían que la muchacha que se movía allí
pareciese estar andando sin desplazarse,
dejandoque el impulso del viento y de las hojas
la empujara hacia delante. Su cabeza estaba
medio inclinada para observar cómo sus zapatos
removían las hojas arremolinadas. Su rostro era
delgado y blancocomo la leche, y reflejandouna
especie de suave ansiedad que resbalaba por
encima de todo con insaciable curiosidad.
Era una mirada, casi, de pálida sorpresa;
los ojos oscuros estaban tan fijos en el
mundo que ningún movimiento se les
escapaba. El vestido de la joven era
blanco, y susurraba. A Montag casi le
pareció oír el movimiento de las manos
de el la al a nda r y, l uego, e l s oni do
infinitamente pequeño, el blanco rumor
de s u r os t ro vol vi é ndose cua ndo
descubrió que estaba a pocos pasos de
un hombre inmóvil en mitad de la acera,
esperando.
The trees overhead made a great
sound of letting down their dry rain.
The girl stopped and looked as if she
mi ght pul l bac k in surpris e, but
instead stood regarding Montag with
eyes so dark and shining and alive,
that he felt he had said something
quite wonderful. But he knew his
mouth had only moved to say hello,
and t he n when s he s ee me d
hypnotized by the salamander on his
ar m and the phoenix-disc on his
chest, he spoke again.
Se oyó, allá, arriba, el ruido de los
árboles que dejaban caer una lluvia
seca. La muchacha se detuvo como si
fuese a retroceder, sorprendida, pero se
quedó allí mirando a Montag con ojos
tan oscuros y brillantes y vivos que el
hom bre cr eyó haber dicho unas
palabras maravillosas. Pero sabía que
había abierto los labios sólo para decir
hola, y entonces, como ella parecía
hipnotizada por la salamandra del
brazo y el disco con el fénix del pecho,
habló otra vez.
Los á rboles , s obr e s us cabeza s,
susurraban al soltar su lluvia seca. La
muchacha se detuvo y dio la impresión
de que iba a retroceder, sorprendida; pero,
en lugar de ello, se quedó mirando a
Montag con ojos tan oscuros, brillantes y
vivos, que él sintió que había dicho algo
verdaderamente maravilloso. Pero sabía
que su boca sólo se había movido para
decir adiós, y cuando ella pareció quedar
hipnotizada por la salamandra bordada en
la manga de él y el disco de fénix en su
pecho, volvió a hablar.
“Of course,” he said, “you’re a
—Claro... tú eres la nueva vecina,
new neighbour, aren’t you?”
40 ¿no es cierto?
—Claro está —dÍjo—, usted es la
nueva vecina, ¿verdad?
“An d y o u m us t be ” — s h e
r ai s e d h e r e y e s f r o m hi s
pr o f e s s i o n al s ym b o l s — “t he
f ir e m an. ” H e r voi c e t r ai l ed o ff .
— Y us te d de be de se r —e ll a
apartó l a mir ada de los símbo los
prof esionales— e l bombero.
La voz de la muchacha fue apagándose.
25
30
35
45
“How oddly you say that.”
“I ’ d — I ’ d ha ve k n o wn i t
wi t h m y e ye s s h ut , ” s he s ai d,
s l owl y.
—Y usted tiene que ser... —La
muchacha dejó de mirar aquellos
símbolos profesionales —... el bombero
—añadió con una voz arrastrada.
—De qué modo raro lo has dicho.
—¡De qué modo tan extraño lo dice!
—Lo... lo hubiese adivinado sin
m i r ar — di j o l a m uc hac ha
lentamente.
—Lo... Lo hubiese adivinado con los
ojos cerrados —prosiguió ella,
lentamente—.
“What — the smell of kerosene?
—¿Por qué? ¿El olor del kerosene?
My wif e al ways c om pl ai ns ,” he Mi mujer siempre se queja —dijo
laughe d. “Yo u never was h it o ff 55 Montag riéndose. Nunca se lo borra
completely.”
del todo.
—¿Por qué? ¿Por el olor a petróleo? Mi
esposa siempre se queja —replicó él,
riendo—. Nunca se consigue eliminarlo por
completo.
“N o , y o u d o n ’t , ” s h e s a i d ,
i n a we .
—No, nunca se lo borra —dijo ella,
asustada.
—No, en efecto —repitió ella,
atemorizada—.
H e f e lt she was walki ng i n a
c i r c l e a bo ut hi m , t ur n i ng hi m
e nd f o r e n d , s ha k i ng hi m
q ui e t l y, a n d e m pt y i n g hi s
po c ke t s , wi t ho ut o nc e m o vi ng 65
he rs el f.
Mo ntag s int ió que l a niña, s in
haber se mo vido ni una so la ve z,
e st aba cam inando alr e de dor, l o
o bli gaba a gir ar, l o s ac udí a e n
s i l e n c i o , y l e vac i ab a l o s
bolsi llos.
Montag s intió que e lla a ndaba en
círculo a su alrededor, le examinaba de
extre mo a e xtr emo, s acudié ndolo
si lenciosa mente y vaci ándol e l os
bols illos, aunque, en real idad, no se
moviera en absoluto.
“Ke ro se ne ,” he said, be caus e
t he si l enc e had le ngt hene d, “i s
no thi ng but pe rf ume to me .”
—El ke rose ne — dij o, pues el
s il e nc i o s e habí a pro l ongado
demasiado — es perfume para mí.
— E l pe t r ól e o — di j o Mont a g,
porque el silencio se prolongaba— es
como un perfume para mí.
50
60
70
“Does it seem like that, really?”
“O f c our se. W hy not ?”
—¿Es así, realmente?
—¿De veras le parece eso?
—Claro, ¿por qué no?
—Desde luego. ¿Por qué no?
75
She gave herself time to think of
it. “I don’t know.” She turned to
f ac e t he s ide walk go ing t owar d
La muchacha reflexionó un momento.
— No s é —dij o, y se vol vi ó y
m ir ó l as cas as a lo lar go de l a
4
Ella tardó en pensar.
— N o l o s é . — Vol vi ó e l r os t r o
hac ia la acer a que conducía hacia sus
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
their homes. “Do you mind if I walk
bac k wi t h yo u? I’m Cl ari s s e
McClellan.”
tr. de Alfredo Crespo
ac er a —. ¿N o l e im po rt a s i l o
a c o m p añ o ?
Soy
Clari ss e
M cCle ll an.
hogares —. ¿ Le i mpor ta que r egre se
c on us t e d ? Me l l a m o C l a r i s s e
Mc Cl el la n.
“Clar iss e. Guy M ont ag. Co me
al ong. W hat are you do ing o ut so
late wander ing around? Ho w o ld
ar e you?”
5
—Clarisse.
Guy
M o n t ag .
Va m o s .
¿Qué
haces aquí tan tarde?
¿ C u á nt o s a ñ o s t i e n e s ?
— Cl a r is s e . G uy Mo nt a g .
Va m os , ¿ P or q ué a n da t a n s ol a
a e sa s hora s de la no c he por
a hí ? ¿ C uá nt os a ñ os t i e ne ?
They walke d i n the warm -co ol
bl o wi ng ni ght o n t he s i l ve r e d
pa ve m e n t a nd t he r e wa s t he
faint es t breath of fr es h apri co ts
and st rawber ries in the ai r, and he
lo oked aro und and r eali ze d this
was quit e imposs ibl e, so late in
the year.
10
Ca m i n ar o n e n l a no c he
ve nt os a, t ibia y fr es ca a l a ve z,
po r l a ace ra de pl ata, y e l débil
ar o m a de l o s m e l o c o t o n e s
madur os y las fr esas f lo tó en el
ai re, y Mo ntag m ir ó alre de dor y
pe nsó que no er a posi bl e, pue s el
año est aba m uy avanzado.
Anduvie ron en la noche l le na de
vie nto, por l a pl at e ada a c e ra . Se
per c ibí a un de bi l ís i mo a rom a a
al ba ric oques y fr am buesa s; Mont ag
miró a su alrededor y se dio cuenta de
que er a i m pos ibl e que pudi er a
percibirse aquel olor en aquella época
tan avanzada del año.
25
Só l o e l l a l o ac o mpañaba,
c o n e l r o s t r o br i l l ant e c o m o l a
n i e ve a l a l u z d e l a l u n a ,
pe n s ando , c o m pr endi ó M o nt ag,
en
aque l l as
pr e gunt as ,
bus c and o
l as
r e s pue s t as
me jo r e s .
Sólo ha bía l a m uchac ha andando
a s u lado, con su r ostro que brill aba
c om o l a ni e ve al cl a ro de l una , y
Mon t a g c o m pr e n di ó q ue e s t a ba
m edi ta ndo l as pr e gunta s que é l l e
ha b í a f or m ul a do , bus c a ndo l a s
mejores re spuest as.
“Well,” she said, “I’m seventeen
and I’m crazy. M y uncle says the
t wo al ways go t o ge t her. W he n
pe o pl e as k yo u r age , he s ai d, 30
al ways s ay se ventee n and insane.
Is n’t t his a nic e tim e o f night to
walk? I li ke to sme ll things and
l o o k at t hi ngs, and s o m et i m e s
s t ay up al l ni ght , wal ki ng, and 35
watch t he sun r ise .”
—Bueno —dijo la muchacha —,
tengo diecisiete años y estoy loca.
Mi tía dice que es casi lo mismo.
Cuando la gente te pregunte la edad,
me dic e, co nt ést al es que ti enes
die ci s ie te y es t ás l o ca. ¿No e s
he rm oso c ami nar de no che ? Me
gusta oler y mirar, y algunas veces
quedarme levantada y ver la salida
del sol.
—Bueno —le dijo ell a por fi n—,
tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tío
dice que ambas cosas van siempre juntas.
Cuando la gente te pregunta la edad,
dice, contesta siempre: diecisiete años y
loca. ¿Verdad que es muy agra dable
pasear a esta hora de la noche? Me gusta
ve r y ol er l as c os as , y, a vec es ,
permanece r levantada toda la noche,
andando, y ver la salida del sol.
T h e y wa l k e d o n a g a i n i n
C a m i n a r o n o t r a ve z e n
s il e n ce and fi n all y sh e silencio y al final la
s a i d , t h o u g h t f u l l y , “ Y o u 40 m u c h a c h a d i j o , c o n a i r e
k n o w , I ’ m n o t a f r a i d o f p e n s a t i vo :
you at al l.”
—Sabe usted, no le tengo miedo.
Vol v i e r o n a a v a nz a r e n
s il e nc i o y, f in a lm e nt e , e ll a
d i jo , c o n t o n o p e n s a ti v o :
—¿Sab e? No me causa usted ningún
temor.
Th e r e w as o nl y t he gi r l
wal ki ng wit h hi m no w, her f ac e
br ight as sno w i n t he mo onl ight,
and he kne w s he was working his
que s t i o ns ar o un d, s e e ki ng t he
be st answe rs she c oul d pos sibly
give .
15
20
He wa s s ur pr i s e d.
“W hy shoul d you be ?”
45
“So m any peo pl e ar e . Af rai d
o f f ir e m en, I me an. But yo u’r e
j us t a man, af te r al l… ”
Montag se sorprendió.
—¿Por qué habrías de tenerme miedo?
—Tanta gente tiene miedo. De los
bomberos quiero decir. Pero usted es
sólo un hombre...
Él se sorprendió.
—¿Por qué habría de causárselo?
—Les ocurre a mucha gente. Temer a los
bomberos, quiero decir. Pero, al fin y al cabo,
usted no es más que un hombre...
50
flat te r ver bo transit ivo 1 (decir cosas p ara agra dar a
alguien) adular, hala gar 2 (rop a) sentar bie n a, favorec er (retrato) favorecer 3 to flatter on eself, congratular se [on, de/por] [ that, de /por]
LOC: don’t flatter yourself!, ¡no te hagas ilusiones!
[ delicadamente grata o gratificante or
pleasing]
H e s aw hi m se l f in her e ye s ,
Montag se vio en los ojos de la
Montag se vio en los ojos de el la,
s us pe nded i n two shining dr ops muchacha, suspendido en dos gotas sus pendi do en dos brilla ntes gotas de
o f br ight wat er, him se lf dar k and brillantes de agua clara, oscuro y a gua, os c ur o y di mi nut o, pe ro con
t i ny, i n f i ne de t ai l , t he l i n e s pequeñito, con todos los detalles, las mucho deta ll e; las l íne as al rededor
a bo ut h i s m o u t h, e ve r y t h i n g 55 arrugas alrededor de la boca, completo, de su boca, t odo en su s itio, como si
t her e , as i f he r e ye s we r e t wo como si estuviese encerrado enel interior los ojos de la muchacha fue sen dos
m ir ac ul ous bi t s of vio le t am be r de dos milagrosas bolitas de ámbar, m i l a gr os o s p e d a c i t o s de á m ba r
t hat mi ght capt ure and hol d hi m de co lo r vi ol et a. El r os tr o de l a vi ole t a que pudie s e n c apt ur a rl e y
i nt act . H er face , t urne d to hi m m uc hacha, vue lt o ahor a haci a él , conse rvarl e i nt act o. El rostr o de la
no w, was f r agi l e m i l k c r ys t al 60 er a un fr ági l c rist al, bl anco co mo joven, vuelto ahor a hac ia él , era un
wit h a so ft and c o ns tant l ight i n l a le che, c on una luz co ns tant e y f rá gi l cr is ta l de le che con una luz
i t. It was no t the hys te ri cal li ght s uave . No e ra l a l uz his té ri ca de sua ve y const ante en su inte rior. No
o f el e ct r ic it y but — what ? But l a e l e c t r i c i dad , s i n o . . . ¿ qu é ? era la luz his térica de la elec tricidad,
t he s t r ange l y c o m f o r t abl e and Sino la l uz e xt r añam ente amabl e s i no. . . ¿ Q ué ? Si no l a a gr a da bl e ,
r ar e and gentl y fl at te ri ng li ght X
65 y r ar a y s ua ve _______de u na X e xt r aña y __________ p a r p a d e a n t e
o f the candle . One ti me , when he vel a. U na ve z, c uando e ra niño luz de una vela . Una vez, cuando él
was a c hi ld, in a power -f ai lure , y f al tó l a el ec tr i ci dad, s u madr e era niño, en un corte de ene rgía, su
hi s m o the r had f o und and l it a e nc ontr ó y ence ndió una últ im a madre había encontra do y encendido
l as t candle and t he re had bee n a ve la, y habí an pas ado una ho r a una últi ma ve la, y se ha bía produc ido
br i e f ho ur o f r e d i s c o ve r y, o f 70 m uy c o rt a r e de s c ubr i endo que una breve hora de re descubrimiento,
such i ll um inat io n that s pace l os t c on e sa l uz e l es paci o perdía sus de una i luminación tal que el espa cio
i t s va s t di m e ns i o ns an d dr e w vastas dime nsi one s y se ce rraba pe rdi ó s us vas tas di mensiones Y se
c o m f o r t abl y ar o und t he m , and alr e de do r, y e n e s a hor a e l l os , cer ró confortablemente alr ededor de
t h e y, m o t he r an d s o n , al o n e , m adr e
e
hi j o ,
s o l o s , s , t ra ns f or m ados, e s pe r ando el l os ,
t r an s f o r m e d , ho pi ng t h at t he 75 t r ans f o r mado s , habí an de s eado madre e hijo, solit ario que la ener gía
power m ight not co me o n agai n que la e l ec t ri ci dad no vo lvi es e no vol vi e s e qu i z á d e m a s i a do
to o so on…
dem as iado pr onto .. .
Pr onto.. .
5
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
And t he n Clari s se M c Cl el lan
said:
“D o yo u m i nd i f I as k? H o w
lo ng have you wo rked at be ing a
fi re man?”
5
“Sinc e I was t we nty, t en years
ago . ”
tr. de Alfredo Crespo
Y entonces Clarisse McClellan
dijo:
En aquel momento, Clarisse MeClellan
dijo:
—¿Le i mpor ta si l e hago una
pregunta? ¿Desde cuándo es usted
bombero?
— ¿ N o l e i m por t a q ue l e ha ga
pr e gunt a s ? ¿ C uá nt o t i e m po l l e va
tr abaj ando de bomber o?
—Desde que tenía veinte años,
hace diez.
—Desde que tenía veinte años, ahora
hace ya diez años.
—¿Leyó alguna vez alguno de los
libros que quema?
—¿Lee alguna vez alguno de los libros
que quema?
10
“D o you ever rea d any of t he
bo oks yo u burn?”
He laughe d.
against the l aw!”
“ T h a t ’s
15
“O h. Of course .”
“It ’s f i n e wo r k . M o n da y
b u r n M i l l a y , W e d n e s d a y 20
W hi t m an ,
F r i day
F au l k ne r, b u r n ‘e m t o
ashes,
then
bur n
the
a s he s . Th a t ’s o u r o f f i c i a l
s l o ga n . ”
25
Montag se rió.
—Lo prohibe la ley.
Él se echó a reir.
—¡Está prohibido por la ley’
—Oh, claro.
—¡Oh! Claro...
— Es un her m o so t rabaj o . El
l un e s qu e m ar a M i l l ay, e l
miér coles a Whit man, el vierne s a
Fau l kne r ; que m ar l o s ha s t a
c o nve r t i r l os e n c e ni zas , lue go
quemar las cenizas. Ése es nuestro
lema ofici al.
—Es un bue n tra bajo. El
l u n e s q u e m a a M i l l a y, e l
m i é r c ol e s a W h i t m a n , e l
v i e r ne s
a
Fa ulkne r,
c o n vi é r t e l o s e n c e n iz a y,
l u e go , q u e m a l a s c e n i z a s . E s t e
e s nu e s t r o l e m a o f i c i a l .
They wal ke d st il l furt he r and
Caminaron unpoco más y la niña dijo:
the gir l s aid, “Is it t rue that lo ng
—¿Es verdad que hace muchos
ago f ir eme n put fi res out inste ad año s l os bo m be r os apagaban e l
of go ing to s tar t t hem ?”
30 fuego en vez de encenderlo?
Siguieroncaminandoylamuchachapreguntó:
— ¿E s ve r da d que, ha c e m ucho
t ie m po, l os bom be ros a paga ba n
incendios, en vez de provocarlos?
“N o. House s have al wa ys be en
fi reproo f, take my wor d for it .”
—No, las casas siempre han sido
incombustibles.
—No. Las casas han sido siempre a prueba
de incendios. Puedes creerme. Te lo digo yo.
“St range . I hear d o nc e t hat a 35
—Qué raro. Oí decir que hace
long time ago house s used to burn muchos años las casas se quemaban
by ac c i d e nt an d t he y n e e d e d a veces por accidente y llamaban a
fi rem en to stop t he flames .”
los bomberos para pararlas llamas.
—¡Es extraño! Una vez, oí decir que
hace muchísimo tiempo las casas se
quemaban por accidente y hacían falta
bomberos para apagar las llamas.
He l aughe d.
40
S he g l a n c e d q u i c k l y o ve r.
“W hy ar e you laughing?”
El hombre se echó a reír.
La muchacha lo miró brevemente.
—¿Por qué se ríe?
Montag se echó a reír.
Ella le lanzó una rápida mirada.
—¿Por qué se ríe?
“I d o n’ t k n o w. ” H e s t a r t e d 45
—No sé —dijo Montag, comenzó
t o l a u g h a g a i n a n d s t o p p e d a reírse otra vez y se interrumpió —.
“W h y ? ”
¿Por qué?
—No lo sé.
reírse y se
¿ Por qué ?
“Yo u l a ugh wh e n I have n ’t
be en funny and you answe r right
of f. Yo u neve r sto p t o thi nk what
I’ve asked you.”
—Se ríe aunque yo no haya dicho
nada gracio so y m e conte st a en
seguida. Nunca se para a pensar en
lo que le he preguntado.
— R í e s i n q u e yo ha ya di c h o
nada
gr a c i o s o ,
y c on t e s t a
i nm e dia t am e nte . N unc a se de t i ene
a pe ns a r e n l o que l e pr egunto.
Montag se detuvo.
—Eres muy rara —dijo mirando
a la niña —. Bastante irrespetuosa.
Montag se detuvo.
—Eres muy extraña —dijo, mirándola—
. ¿Ignoras qué es el respeto?
“I do n’t me an to be insul ting.
—No quise i nsultarlo .
It ’s just, I l o ve to watc h people X O c u r r e
q u e ____ obs e r v o
to o m uch, I guess .”
60 d e m a s i a d o a l a g e n t e .
—No me proponía ser grosera. Lo que me
ocurre es que me gusta demasiado observar
a la gente.
“We l l , doe s n’t t hi s
mean anything to you?”
H e t a pp e d t he nu m e r al s 4 5 1
s t i t c he d o n hi s c har - c o l o ur e d
sl eeve.
— Bueno ,
¿e s to
no
s i g ni f i c a na d a pa r a t i ?
Montag se golpeó con la punta de
los dedos el número 451 bordado en la
manga de color de carbón.
— Bu e n o,
¿Y
es to
no
s i g ni f i c a a l go p a r a t i ?
Y Montag se tocó el
núm e ro 451 bor da do e n
su manga.
—Sí —murmuró la muchacha, y
apr e sur ó e l pas o —. ¿H a vi st o
alguna vez los coches de turbinas
que pasan por esa avenida?
— Sí — s u s u r r ó e l l a . A c e l e r ó
e l p a s o — . ¿ H a v i s t o a l g una v e z
l o s c oc he s r e t r o pr opu l s a do s q ue
c o r r e n por e s t a c a l l e ?
He st opped walki ng, “You ar e
an odd o ne ,” he sai d, lo oki ng at
he r. “Haven’t you any res pec t?”
“Yes , ” s he whi spe r e d. She
increased her pace. “Have you ever
watched the jet cars racing on the
boulevards down that way?
50
55
65
70
“You’re changing the subject!”
“I s o m e t i m e s t hi n k dr i ve r s
do n’ t k no w w ha t gr a s s i s , o r
f l o w e r s , b e c au s e t he y n e ve r
s e e t h e m s l o wl y, ” s h e s ai d .
—¡Estás cambiando de tema!
75
6
— A vec e s pie ns o
automovilistas no saben
hierba o las flores, pues
ven lentamente —dijo la
que lo s
qué es la
nunca las
muchacha
— Vo l v i ó a
detuvo— ,
—¡E stás cambi ando de te ma!
— A ve c e s , pie ns o que s us
c onduc t or e s no s a ben c óm o es l a
hierba, ni las flores, porque nunca las
ven con detenimiento —dijo ella—. Si
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
“I f y o u s h o w e d a d r i v e r a
gr e e n b l u r, O h ye s ! he ’d s a y,
t h at ’s g r as s ! A pi nk bl ur ?
Th at ’s a r o s e - ga r d e n ! W h i t e
b l u r s a r e h o us e s . Br o wn 5
b l u r s a r e c o ws . M y u n c l e
d r o ve s l o w l y o n a h i g h w a y
o n c e . H e d r o ve f o r t y m i l e s an
h o u r an d t he y j a i l e d hi m f o r
t w o d a y s . I s n ’ t t h a t f u n n y, 10
a nd s ad , t o o ? ”
—. Si usted les señala una mancha
verde, ¡oh, sí!, dicen, ¡eso es hierba!
¿Una mancha rosada? ¡Un jardín de
rosales! Las manchas blancas son
edificios. Las manchas oscuras son
vac as. Una ve z m i t í o pas ó
l ent am e nte en co c he por una
carretera. Iba a sesenta kilómetros
por hora y lo tuvieron dos días en la
cárc el. ¿N o es gr acioso , y tr iste
también?
le mostrase a uno de esos chóferes una
borrosa mancha verde, diría: ¡Oh, sí,
es hier ba? ¿ Una m ancha bor rosa de
color rosado? ¡Es una rosaleda! Las
manchas blancas son casas.
Las manchas pardas son vacas. Una
vez, mi tío condujo lentamente por una
carretera. Condujo a sesenta y cinco
kilómetros por hora y lo, encarcelaron
por dos días. ¿No es curioso, y triste
también?
“Yo u thi nk to o many t hi ngs, ”
s ai d Mo ntag, uneas i ly.
— Pi e ns as de mas iado — dij o
Montag, incómodo.
—Piensas demasiado —dijo Montag,
incómodo—.
—Casi nunca miro la televisión
mural, ni voy a las carreras, ni a los
parques de diversiones. Me sobra
tiempo para pensar cosas raras. ¿Ha
vis t o e so s anunc i os de ci e nt o
cincuenta metros a la entrada de la
ciudad? ¿Sabe que antes eran sólo
de quince metros? Pero los coches
comenzaron a pasar tan rápidamente
que tuvie r on que al ar gar lo s
anuncios para que no se acabasen
demasiado pronto.
—Casi nunca veo la televisión mural,
ni voy a las carreras o a los parques de
at rac cione s. Así , pues , dis pongo de
muchísimo tiempo para dedicarlos a mis
absurdos pensamientos. ¿Ha visto los
carteles de sesenta metros que hay fuera
de la ciudad? ¿Sabía que hubo una época
en que los ca rte les sól o te nía n se is
metros de largo? Pero los automóviles
empezaron a correr tanto que tuvieron
que ala rga r la publi cidad, para que
durase un poco más.
15
“I r ar e ly watc h t he ‘ par l our
wa l l s ’ o r go t o r ac e s o r F un
P ar ks. So I’ve l o ts of ti me fo r
c r az y t ho ug ht s , I gue s s . H ave
you s ee n the two- hundre d- fo ot l o ng bi l l bo ar ds i n t he c ount r y
beyond to wn? Di d yo u know t hat
once bil lboar ds wer e o nl y t wenty
f e e t l o ng ? Bu t c ar s s t ar t e d
rushing by s o qui ckly t he y had to
s tr et ch t he adver t is ing out so i t
would l as t. ”
20
25
“I didn’t know t hat !” Mo ntag
laughe d abr uptl y.
30
“Be t I kno w so m e t hi ng e l s e
yo u do n’t . The r e ’s dew o n t he
gr as s i n t he mo rni ng.”
Montag rió nerviosamente.
—¡No lo sabía!
—¡Lo ignoraba!
— Apue st o a que sé algo más
que uste d no sabe. Hay rocío en
la hierba a la mañana.
—Apuesto a que sé algo más que usted
desconoce. Por las mañanas, la hierba está
cubierta de rocío.
Mo n t ag no pu do r e c o r dar
si lo sab ía y s e puso de
muy mal hum o r.
D e pr o n t o , Mo n t a g n o p u d o
r e c orda r s i sa bí a a que l l o o no, l o
que l e i r r it ó ba s t ant e .
—Y si usted mira bien —la muchacha
señaló el cielo con la cabeza, hay un
hombre en la luna.
— Y s í s e f i ja —pr os i gui ó e l la ,
señalando con la barbilla hacia el cielo
— hay un hombre en la luna.
He hadn’t lo o ke d f o r a
Montag no miraba la luna desde
long time.
45 hacía años.
Hacía mucho tiempo que él no miraba el
satélite.
Th e y w a l k e d t h e r e s t o f
t he way i n s i l e nc e , h e r s
t h o u g ht f u l , h i s a k i n d o f
cl enchi ng
and
unc omf o r t able s i l e nce i n
wh i c h h e s h o t h e r a c c u s i n g
gl an ces .
When
they
reached her house all its
l i g h t s we r e b l a z i n g .
Recorrieron el resto del camino
en silencio; el de Clarisse era un
sile ncio pensativo; el de Mo ntag
algo así como un silencio de puños
apretados, e incómodo, desde el que
lanzaba a la muchacha unas miradas
acus adoras. Cuando l legaron a la
casa de Cl arisse, todas las l uces
estaban encendidas.
Re c or rie ron e n sil e nc io e l
re sto de l c a m ino. El d e e lla ,
pe nsa tiv o, e l de é l, ir rita do e
incómodo,
a cusando
el
impacto de
las miradas
in quis itiv a s d e la m uc ha c h a .
Cua ndo lle ga ron a la c a sa de
e lla , toda s sus luc e s e s ta ba n
e n c e nd ida s.
—¿Qué ocurre?
Mont ag habí a vist o muy pocas
veces una casa tan iluminada.
—¿Qué sucede?
Mont ag nunc a habí a vi st o t a nta s
l uc e s e n una c a sa .
— O h, s o n m i s p a dr e s q u e
h ab l a n c o n m i t í o . Es c o m o
pa s e ar s e a p i e , s ó l o q ue
m uc h o m ás r a r o . M i t í o f u e
ar r e s t a do e l o t r o dí a p o r
pa s e ar s e a p i e , ¿no s e l o di j e ?
O h , s o m o s m u y r ar o s .
— ¡O h! ¡ Son mi s pa dr e s y mi tí o
que es t án s ent ados, cha rl a ndo! E s
c om o i r a pie , a unque m ás e xt r año
a ún. A m i t í o, l e de t uvi e r on una
v e z po r i r a p i e . ¿ S e l o h a bí a
c on t a do ya ? ¡ O h ! S o m o s un a
f am i l ia m uy ext r aña .
35
He sudde nl y c oul dn’ t r em ember if
he ha d know n t hi s or not , a nd i t
ma de hi m quit e irr ita bl e.
“A nd i f yo u l o o k ” — s he
nodde d at the s ky — “t he r e’s a
man i n the mo on.”
40
50
55
“W h a t ’s
going
o n?”
M o n t ag h a d r ar e l y s e e n t h a t
many ho us e l ight s .
60
“O h, jus t m y m ot her and f ather
and unc le sit ting aro und, t al king.
It ’s li ke bei ng a pedest rian, only
r a r e r . M y u nc l e w as ar r e s t e d
another ti me — did I t el l you? —
fo r bei ng a pedest rian. Oh, we’re
most pe cul iar.”
65
“But what do you talk about ?”
—¿P ero de qué habl an?
—Pero, ¿de qué charláis?
70
S he l au gh e d at t h i s . “G o o d
ni ght !” Sh e s t ar t e d u p h e r
wal k. Th e n s he s e e m e d t o
r e m e m be r s o m e t h i n g an d
c a m e b a c k t o l o o k a t h i m 75
w i t h w o n d e r a n d c u r i o s i t y.
“Ar e yo u happy?” s he s ai d.
7
Clarisse se rió.
— ¡Bue nas no che s ! — dij o , y
e c hó a c am i nar. Lue go, c o m o s i
r e c or dar a algo , s e vo l vi ó hac i a
M o n t ag y l o
mi ró
con
c ur i o s i dad y as o m br o — . ¿Es
us t e d f e l i z? — l e pr e gunt ó .
Al oírestapregunta,la muchachaseechóareír.
—¡Buenas noches!
Empezó a andar por el pasillo que
conducía hacia su casa. Después, pareció
recordar algo y regresó para mirar a Montag
con expresión intrigrada y curiosa.
—¿Es usted feliz? —preguntó—.
B’s Farenheit
[¿Que si soy qué?]
tr. de F. Abelenda
“Am I wha t?” he c rie d.
But she was go ne running i n
t he m o o nl i ght . H e r f r o nt do o r
shut ge ntl y.
—¿Soy qué? —exclamó Montag.
5
“H appy! Of al l t he nonse nse .”
He st opped laughing.
He put hi s hand i nt o t he
g l o ve - h o l e o f h i s f r o n t d o o r
an d l e t i t kn o w hi s t o uc h.
Th e f r o n t d o o r s l i d o p e n .
10
Pero lamuchacha había desaparecido,
corriendo a la luz de la luna. La puerta de
la casa se cerró suavemente.
tr. de Alfredo Crespo
—¿Que si soy qué? —replicó él—.
Pero ella se había marchado, corriendo
bajo el claro de luna. La puerta de la casa
se cerró con suavidad.
—¡Feliz! ¡Qué tontería!
—¡Feliz! ¡Menuda tontería!
Montag dejó de reír.
Montag dejó de reír.
15
Met ió l a mano en el guante—
cerradura de la puerta y esperó a
que le reconocie ra los dedos. La
puerta se abrió de par en par.
Metió la mano en el agujero en forma
de guante de su puerta principal y le
dejó percibir su tacto. La puert a, se
deslizó hasta quedar abierta.
O f c o ur s e I ’m h appy. W h at
d o e s s h e t h i nk ? I’ m n ot ? h e
asked t he qui et ro om s. H e st oo d
l o o ki ng u p at t he ve n t i l a t o r 20
gr i l l e in t he hal l and sudde nl y
r em em be re d that so me thing lay
h i d de n be hi nd t h e gr i l l e ,
s om e thi ng that s e em e d t o pee r
down at him now. H e mo ve d hi s 25
e ye s quic kl y away.
C l a r o q ue s o y f e l i z . P o r
s u pu e s t o . ¿N o l o s o y a c a s o ?
p r e gu nt ó a l a s h ab i t ac i o ne s
si le nc io sas. Se que dó mi rando la
r e j i l l a d e l ve n t i l ad o r , e n e l
ves tí bulo , y re co rdó, de pr onto ,
q ue h ab í a a l g o o c u l t o e n l a
r e ji l l a, al go que ahor a pare c í a
m ir ar lo Apar tó r ápidame nt e lo s
ojo s.
«C la ro que soy f el iz . ¿Qué cr ee
e sa mucha cha ? ¿Q ué no lo soy?»,
pr e gu nt ó a
l a s s i l e nc i os a s
ha bi t a c i one s . Se inmoviliz ó c on la
m ir ada le va nt ada ha ci a la r ej a de l
ventilador del vestíbulo, y, de pronto,
re cor dó que a lgo es taba oculto tr as
aquell a re ja, algo que par ecía est ar
espiándole en aquel momento. Montag
se apresuró, a desviar su mirada.
W hat a s t r ange m e e t i ng o n a
s t r ange ni ght . H e r e m e m be r e d
n o t h i n g l i k e i t s a ve o n e 30
af t e r no o n a ye ar ago whe n he
had m e t an o l d m an i n t he par k
and t he y had t al ke d…
Qué enc uentr o extraño en una
noche extraña. No recordaba nada
parecido, salvo aquella tarde, hacía
un año, cuando se había encontrado
con un viejo en el parque, y tuvieron
___ aquella conversación...
¡Q ué e xtr a ño e nc ue n tro e n
una e xtra ña noc he ! re c orda ba
n a d a i g ua l , e xc e p t o u na t a r de ,
un a ño a t r á s , e n que s e e nc o nt r ó
c o n un vie jo e n e l p a rq ue y
a m b o s h a b l a r o n. . .
M o nt a g s ho o k hi s he ad . H e
l oo ke d at a blank wal l. The gir l’s
f ac e wa s t h e r e , r e a l l y qu i t e
b e a ut i f ul
in
me mo r y :
as to ni s hi ng, i n f ac t . She had a
ver y thin f ac e li ke the di al o f a
sm al l c lo ck se en fai nt ly in a dark
r o o m i n t he m iddl e o f a ni ght
whe n yo u wake n to s ee t he t im e
and s ee t he c lo ck te ll ing yo u the
h o u r an d t h e m i n ut e an d t h e
s ec ond, wit h a whit e si le nc e and
a g l o wi ng , al l c e r t ai nt y an d
knowing what i t has to t el l of t he
night pas si ng s wif tl y on t owar d
f ur t he r dar knes s e s but mo vi ng
als o to ward a new s un.
Montag sacudió la cabeza. Miró
l a par e d de snuda. El r o s tr o de
Clar is s e e st aba al l í, re alm e nt e
hermoso en el recuerdo, asombroso
de veras. Era un rostro muy tenue,
c om o l a e s fe r a de un r e lo j it o
vis l um brado débi l me nte en una
habitación oscura en medio de la
noche, cuando uno se despierta para
ver la hora y ve el reloj que le dice a
uno la hora y el minuto y el segundo,
con un silencio blanco, y una luz,
con entera certeza, y sabiendo qué
debe decir de la noche que se desliza
r ápi dam ent e hac i a una pró xim a
oscuridad, pero también hacia un
nuevo sol.
Montag meneó la cabeza. Miró una
pared desnuda. ,rostro de la muchacha
estaba allí, verda deramente hermoso
por lo que podí a re corda r; o m ej or
dicho, sorprelident e. Tení a un rostro
muy delga do, como la esfe ra de un
pe que ño r e l oj e nt r evi s t o e n una
ha bit a c i ón os c ur a a m e di a noc he ,
cua ndo uno se despiert a par a ver la
hora y descubre el reloj que le dice la
hora, el minuto y el segundo, con un
silencio blanco y un resplandor, lleno
de seguridad y sabiendo lo que debe
de c ir de l a noc he que di s cur r e
velozmente hacia ulteriores tinieblas,
pero que también se mueve hacia un
nuevo sol.
—¿Qué pasa? —preguntó Montag
como si estuviese hablándole a ese
otro yo, a ese idiota subconsciente
que balbucea a veces separado de la
vol unt ad, l a c os t um br e y l a
conciencia.
—¿Qué? —pre gunt ó Monta g a su
ot ra
m i t ad,
a que l
i m bé c i l
s ubc ons ci e nt e que a ve c es andaba
ba l buc e a ndo,
c ompl e t a me nt e
desligado de su voluntad, su costumbre
y su conciencia—.
He glanced back at the wall. How 60
M i r ó o t r a ve z l a par e d. Q ué
li ke a m ir ro r, t oo , he r face . pareci do a un espejo, tambié n, ese
Impossible: for how many people did rostro . Imposible , ¿pues a c uántos
you know that refracted your own c ono ce s que r ef le j en tu pr o pi a
light to you? People were more often luz? La gente es m ás a menudo —
— he searched for a simile, found one 65 buscó un sími l y lo e ncontró en su
in his work — torches, blazing away trabajo — una anto rcha que arde
until they w hi ffed out. How rarely hast a apagars e. ¿Cuánt as ve c e s
did other people’s faces take of you l a ge nt e t om a y t e de vue l ve t u
and thr ow back to you your own p r o pi a e x p r e s i ó n , t us m á s
expre ssi on, yo ur own i nne rmo st 70 e s c o n d i d o s y t e m b l o r o s o s
trembling thought?
pe ns ami e nt o s ?
Volvió a mirar la pared. El rostro de
ell a también s e pare cía m ucho a un
espejo. Imposible, ¿cuánta gente había
que refractase hacia uno su propia luz?
Por lo general, la gente era —Montag
bus c ó un sí m i l, l o e ncont ró e n s u
trabajo — como antorchas, que ardían
hasta consumirse. ¡Cuán pocas veces
l os r os t r os de la s ot r as pe r sona s
captaban algo tuyo y te devolvían tu
pr opia e xpre si ón, tus pe ns am ie nt os
más íntimos!
W h at i nc r e d i b l e po w e r o f
s he
was like t he eager watcher of a 75
m ar i o ne t t e s ho w, a nt i c i pa t i ng
each fl i cker o f an e ye li d, e ac h
ge sture of hi s hand, eac h f li ck of
¡Aquella muchacha tenía un increíble
poder de identific ación; era c omo el
ávi do e spe cta dor de una funci ón de
marionetas, previendo cada parpadeo,
cada movi miento de una ma no, cada
e st re me ci mi ento de un dedo, un
“W ha t ? ” a s k e d M o n t a g o f
t hat
o t he r
self,
t he
s u b c o n s c i o u s i d i o t t h at r a n
babbl i ng at t i me s , qui t e
i nde pe nde nt o f w i l l , habi t , and
c o ns c i e nc e .
35
40
45
50
55
identification the girl had;
8
Q ué i nc re íble
poder de
identificación tenía la muchacha. Era
como esa sil enciosa espectadora de
un teatro de títe res que ant icipa,
antes de que aparezcan en escena, el
temblor de las pestañas la agitación
B’s Farenheit
a f i nge r, t he m o me nt be fo r e i t
be gan. How lo ng had t hey walked
t oget he r? Thre e mi nut es ? Fi ve ?
Yet how large that time seemed now.
H ow i m me ns e a f igure s he was
o n the st age be f or e hi m; what a
s hado w s he t hr e w o n t he wal l
wit h he r sl e nde r bo dy! He f el t
t hat if his e ye i t ched, she mi ght
bli nk. And if t he m us cl es o f hi s
j aws s t r e t c he d i m p e r c e pt i bl y,
s he woul d yawn lo ng be fo re he
wo ul d.
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
de las manos, el estremecimiento de
los dedos. ¿Cuánto tiempo habían
caminado? ¿Tres minutos ¿Cinco?
Qué largo sin embargo parecía ese
tiempo ahora. Qué inmensa la figura
de la muchacha en la escena, ante
él. Y el cuerpo delgado, ¡qué sombra
ar ro jaba s obre el muro! Mo nt ag
sintió que si a él le picaba un ojo, la
muchacha comenzaría a parpadear.
Y que si se le movían ligeramente
l as mandíbulas , l a m uchacha
bostezaría antes que él.
mome nt o ante s de que s uc edie se .
¿Cuánto rato habían caminado juntos?
¿Tres minutos? ¿Cinco? Sin embargo,
ahora le parecía un rato interminable.
¡Qué inmensa figur a tenía ella en el
escenario que se extendía ante sus ojos!
¡Qué sombra producía en la pared con
su esbelto cuerpo! Montag se dio cuenta
de que, s i l e pic as en los ojos, el la
Pestañearía. Y de que si los músculos de
sus
mandíbulas
se
tensaran
imperceptiblemente, ella bostezaría mucho
antes de que lo hiciera él.
W hy, he t ho ught , no w that I 15
Pero cómo, se dijo, ahora que lo
think o f i t, she almo st se eme d to pienso casi parecía que me estaba
be wait i ng f or m e t he re , i n the e spe rando en la es qui na, tan
street, so damnedlate at ni ght… X condenadamente tarde _____...
«Pero —pensó Montag—, ahora que
caigo e n ello, la c hica parecía estar
es per ándome al lí, en la ca lle , t an
avanzada hora de la noche ... »
He opene d t he be dro om doo r.
5
10
20
It was like comi ng into the cold
m arbl e d r o o m o f a maus o le um
after the moon had set. Complete
darkness, not a hint of t he silver 25
world outside, the windows tightly
shut , t he c ham be r a t om b-wor ld
where no sound from the great city
could penetrate. The room was not
empty.
30
He li st ene d.
The l it tl e mo squi to -del ic at e
dancing hum in the air, the electrical
murmur of a hidden wasp snug in its
special pink warm nest. The music
was almost loud enough so he could
follow the tune.
Abrió la puerta del dormitorio.
Montag abrió la puerta del dormitorio.
Era como entrar en la cámara fría
y marmórea de un mausoleo cuando
ya se ha puesto la luna. Oscuridad
completa; ni un solo rayo del plateado
mundo exter ior ; l as ventanas
herméticamente cerradas; un universo
sepulcral donde no penetraban los
ruidos de la ciudad. El cuarto no estaba
vacío.
Era como entrar en la fría sala de un
mausoleo des, pués de haberse puesto la
luna. Oscuridad completa, ni un atisbo
del pla te ado mundo exte ri or ; la s
venta na s he rm ét ic am ente c er ra da s
convertían la habitación en un mundo de
ultratumba en el que no podía penetrar
ni ngún r ui do de l a gr an ci udad. La
habitación no estaba vacía.
Escuchó.
35
Montag escuchó.
El baile delicado de un mosquito
El del ic ado zumbido en e l ai re ,
zumbaba en el aire ; e l e léc tri co se me ja nt e al de un m os quit o, e l
murmullo de una avispa animaba el murmullo eléctrico de una avispa oculta
nido tibio, de un raro color rosado. La X e n s u c á l i do ni do __________. L a
música se oía casi claramente.
música era casi lo bastante fuerte para
Montag podía seguir la melodía.
que él pudiese s eguir la tonada.
40
H e f e lt hi s sm i le s li de away,
m e l t , f o l d o ve r, a nd d o wn o n
i ts el f l i ke a tall o w s ki n, li ke the
s t u f f o f a f a n t a s t i c c a n dl e
b ur n i n g t o o l o ng a nd no w 45
c o ll aps i ng and no w bl o wn out .
Darkness . H e was no t happy. He
was not happy. He sai d the wor ds
to hi mse lf . H e r eco gni ze d t his as X
the t rue s tat e o f aff air s . He wo re 50
hi s happiness l ike a mask and t he
gi rl had r un off ac ros s t he lawn X
wi th t he mask and t her e was no
way o f go i ng t o kno c k o n he r
do or and ask fo r i t bac k.
55
X
Wi tho ut tur ning o n t he light he
i magi ne d ho w t his ro o m wo ul d
lo ok. His wif e s tr et ched on t he
be d, unc over ed and c ol d, l ike a
bo dy di spl ayed o n t he l i d of a
t o m b, he r e ye s f i xe d t o t he
c e il i ng by i nvi s i bl e t hr e ads o f
st eel , i mmo vable. And in her ears
the l it tle Se as hel ls, t he thi mble
r a di o s t am p e d t i ght , a nd an
e l e c t r o ni c o c ean o f s o und, o f
music and tal k and musi c and talk
comi ng in, coming in on the s hore
of her unsle eping mi nd. The r oom
was i nde ed e m pt y. Eve r y night
the waves c ame i n and bore her
of f o n the ir gre at ti des of s ound,
f lo at ing her, wi de- eyed, t owar d
mo rni ng. Ther e had bee n no night
in the las t t wo ye ars that Mi ldr ed
had no t s wum t hat s ea, had no t
gl adl y go ne do wn i n i t f o r t he
Sintió de pronto que la sonrisa se le
borraba, se fundía, se doblaba sobre sí
misma como una cáscara blanda, como
la cera de un cirio fantástico que ha
ardido demasiado tiempo, y ahora se
apaga, y ahora se derrumba.
Oscuridad. No era fe liz. N o e r a
f e l i z . Se lo dijo a sí mismo ______.
______ Lo r ec o n o c i ó ____ __ __
__ __ ______ _______ . H a bí a llevado
su felicidad como u na m ás c a r a , y
la muchac ha había huido _______
c o n l a m á s c a r a y é l n o po dí a
i r a go l p e ar l e l a p ue r t a y
pe dí r s e l a _______.
Mont ag si nti ó que s u s onr is a
desaparecía, se fundía, era absorbida
por su cuerpo como una corteza de sebo,
como el material de una vela fantástica
que hubiese ardido demasiado tiempo
par a a c a ba r de rr umbá ndos e y
apagándose. Oscuridad. N o se sentía
f el i z. No er a f e li z . Pronunc ió la s
palabras para sí mismo. Reconocía que
és te e ra e l ve rdadero est ado de s us
asuntos. Llevaba su felicidad como una
m ás c ar a , y l a m ucha cha s e ha bí a
ma rchado c on su ca ret a y no había
medio de ir hasta su puerta y pedir que
se la devolviera.
Sin encender la luz imaginó el
as pec t o de l c uar to . Su muj e r
estirada en la cama, descubierta y
60 fr ía, co mo un c ue rpo e xt endi do
sobre la tapa de un ataúd, con los
ojos inmóviles, fijos en el cielo raso
por invisibles hilos de acero. Y en
l as o r e j as , m uy ade nt r o , l o s
65 caracolitos, las radios de dedal, y un
o cé ano el e ct r óni c o de s oni do ,
música y charla y música y música y
charla, que golpeaba y golpeaba la
costa de aquella mente en vela. El
70 cuar to es taba en r eal idad vací o.
Todas las noches entraban las olas,
y sus grandes mareas de so ni do
llevaban a Mildred flotando y con
los ojos abiertos hacia la mañana.
75 No había pasado una sola noche en
e st os do s úl t im os año s s in que
Mildred no se hubiese bañado en ese
océano, no se hubiese sumergido en
S i n e n c e n de r l a l u z , M on t a g
i m a gi nó q ué a s p e c t o t e n dr í a l a
ha bi t a c i ón. Su e s pos a t e ndi da e n
l a ca m a , de sc ubi e r t a y f r í a , c om o
un cue r po e xpue s t o en e l borde de
l a t u m ba , s u m i r a d a f i j a e n e l
t e c ho m e di a nte i nvi s ibl e s hi los de
a c e ro, i na movi bl es . Y e n s us
or e ja s l a s di m i nut a s c onc ha s, l a s
r a di os c om o de da l e s f ue r t e m e nt e
a preta da s ,
y
un
océ a no
e l e c t r óni c o de s oni do, de m ús i c a
y pal a br a s , a f l uye ndo s i n c es a r a
l a s pl a ya s de s u c e r e br o de s pi er t o.
D e s de l ue go l a ha bi t a c i ón e s t a ba
va c ía noc he, l a s ol a s l le ga ba n y s e
l a ll e va ba n c on 51 gr a n m a r ea de
s oni do, f l ot a ndo, oj i a bi e r t a ha c i a
la m a ña n a e n que Mi l dr e d no
h ub i e se na v e ga d o p o r a q ue l
m a r, no s e hub i e s e a de nt r a do
e s pon tá n e a m e nt e por te rc e ra
9
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
thir d t im e.
él, alegremente, hasta tres veces.
ve z
The room was cold but nonetheless
he felt he could not breathe. He did
not wish to open the curtains and open
the french w indow s, for he di d not
want the mo on to co me int o t he
ro om . So , wi th the fe el ing of a
man who wi ll di e i n t he ne xt ho ur
f or l ack of ai r, he f el t hi s way
t o war d his o pe n, s e par at e , and
there for e c old be d.
Hacía frío en el cuarto, pero sin
embargo Montag sentía que no podía
respirar. No quería abrir las cortinas
ni l a vent ana bal có n, pue s no
deseaba que la luna entrara en el
cuarto. De modo que, sintiéndose
como un hombre que va a morir en
la próxima hora por falta de aire, se
encami nó hacia su cam a abiert a,
vacía, y por lo tanto helada.
La habitación era fresca; sin embargo,
Montag sin— que no podía respirar. No
quería correr las c ortinas y abrir los
ventanales, porque no deseaba que la
luna penet ra ra e n el c ua rt o. P or lo
tanto, con la sensación de un hombre que
ha de morir en menos de una hora, por
falta de aire que respirar, se dirigió a
tientas hacia su cama abierta, separada
y, en consecuencia fría.
An instant bef or e his foo t hit
the o bj ect on the flo or he knew 15
he would hi t s uc h an o bje ct . It
was not unlike the fe el ing he had
e xpe ri e nc e d bef or e t urni ng the
co rner and al mo st knoc ki ng t he
gi r l do wn. H i s f o o t , s e ndi ng 20
vibrati o ns ahe ad, r ec ei ved bac k
echoe s of the small barrier across
it s path e ven as the f oo t s wung.
Hi s f oot kicked. The o bj ect gave
a dul l c l i nk an d s l i d o f f i n 25
darkne ss .
Un instante antes de golpear con
el pie el objeto caído en el piso,
Montag ya sabía que iba a golpearlo.
Fue al go s im il ar a l o que habí a
sentido antes de doblar la esquina y
derribar casi a la muchacha. El pie
e nvió hac ia ade lant e ci er tas
vi br ac io ne s, y, mi entras s e
balance aba en el aire , r eci bi ó l os
e c o s d e un a m e n ud a ba r r e r a.
El pie tropezó. El objeto emitió un
s onido apagado y re sbaló en l a
oscuridad.
Un momento antes de que su pie
tropezara con el objeto que había en
e l sue l o , advi r t i ó l o que iba a
ocurrir. Se asemejaba a la sensación
que había experimentado antes de
doblar la esquina y atropellar casi
a la muc hacha. Su pie, al e nvi ar
vi br ac iones haci a del ante, había
re cibido lo s e cos de la pe que ña
barrera que se cruzaba en su camino
antes de que llegara a alcanzarlo. El
objeto produjo un tintineo sordo y
se deslizó en la oscuridad.
H e s t o o d ve r y s t r a i gh t a nd X
li ste ned to the per son on the dark
be d in the co mple tel y fe aturele ss 30
ni ght . The br eat h com ing o ut of
the no str ils was so fai nt i t s tirr ed
only the f urt hes t fri nge s o f lif e,
a s m al l l e af , a blac k f eat he r, a
si ngl e f ibr e of hai r.
35
Montag se quedó inmóvil y tieso,
y escuchó a la mujer acostada en la
cama oscura, envuelta por aquella
noche totalmente uniforme. El aire
que salía de la nariz era tan débil que
mo vía solamente l os flec os m ás
lejanos de la existencia, tina hojita,
una pluma oscura, un solo cabello.
Montag permaneció muy erguido,
atento a cualquier sonido de la persona
que ocupaba la oscura cama en la
oscuridad totalmente impenetrable. La
respiración que surgía por la narizera tan
débil que sólo afectaba a las formas más
superficiales de vida, una diminuta hoja,
una pluma negra, una fibra de cabello.
He s ti ll did not want outs ide
Montag no deseaba, ni aún ahora,
li ght. He pul le d o ut his igni te r, la luz de afuera. Sacó su encendedor,
fe lt the s alamande r e tc hed on i ts tocó la salamandra grabada en el disco
X
si lver dis c, gave it a f lic k…
40 de plata, la apretó...
Montag seguía sin desear una luz
exterior. Sacó su encendedor, oyó que la
salamandra rascaba en el disco de plata,
produjo un chasquido...
Two m oonsto nes l ooked up at
him in the light of his smal l handhel d fi re ; t wo pal e m oo ns to ne s
burie d i n a c ree k o f c le ar wat er 45
over whi ch the l ife of t he wor ld
ran, no t t ouc hing the m.
X
Do s peque ñas lunas l e mir ar on
a l a luz de l a ll ami ta; do s lunas
páli das , hundi das e n un ar ro yo
d e ag ua c l a r a , s o br e l a s qu e
pas ab a l a vi da de l m undo , s i n
alc anzar l as .
5
10
“Mi l dr e d!”
A la luz de la llamita, dos piedras
l unare s m i rar on a M o nt ag, do s
pálidas piedras lunares en el fondo
de un arroyo de agua clara sobre el
que corría la vida del mundo, sin
tocar las piedras...
—¡Mildred!
—¡Mildred!
50
H e r f ac e was l ike a sno wEl rostro de Mildred era como una
c over e d is land upo n whic h r ai n isla cubierta de nieve donde podía
might fall; but it felt no rain; over caer la lluvia, pero que no sentía la
whi ch c l o uds m i ght pas s the i r l luvia; do nde las nube s po dían
moving shadows, but she felt no 55 pasear sus móviles sombras, pero
shadow. There was only the singing que no sentía la sombra. Era sólo esa
of the thimble-wasps in her tamped- música de avispas diminutas en los
shut ears, and her eyes all glass, and oídos herméticamente cerrados, y
bre at h go ing i n and o ut , so ft ly, unos ojos de vidrio, y el débil aliento
faintly, in and out of her nostrils, X60 que le salía y entraba por la nariz.
and her not caring whether it came Ya ella no le importaba si el aliento
or went, went or came.
venía o se iba, se iba o venía.
El rostro de ella era como una
isla cubierta de nieve sobre la que
po dí a c aer l a ll uvi a s i n c aus ar
ningún efecto; sobre la que podían
pasar las movibles sombras de las
nubes, sin causarle ningún efecto.
Sólo había el canto de las diminutas
radios en sus orejas herméticamente
taponadas, y su mirada vidriosa, y
su respiración suave, débil ______,
y s u i ndi fe r e nc i a hac i a l o s
movimientos de Montag.
The object he had sent tumbling
with his foot now glinted under the 65
edge o f his o wn bed. The s mall
crystal bottle of sleeping-t ablets
which earlier today had been filled
with thirty capsules and which now
l ay unc appe d and e m pt y i n t he 70
light of the tiny flare.
El o bj e to que Mo ntag habí a
empujado con el pie brillaba ahora
bajo el borde de su propia cama. Era
el frasco de tabletas de dormir que
hoy temprano había contenido una
treintena de cáps ulas y que yacía
destapado y vacío a la luz de la llama
diminuta.
El objet o que él había enviado
a rodar co n e l r esplande ció bajo
e l bo rde de su pro pi a c am a. La
bo te ll it a de c ri st al pre vi am ente
l l ena c on t r ei nt a pí l dor as par a
do r m i r y que , a ho r a, apa r e c í a
de st apada y vací a a l a luz de su
encendedo r.
As he st ood ther e t he sky over
the house scr eam ed. Ther e was a
tr eme ndous ri ppi ng so und as if
t w o g i a nt han ds ha d t o r n t e n
t ho us and m i l e s o f bl ac k l i ne n
do wn the seam. Mo ntag was c ut
Mientras Montag estaba allí, de
pie, el cielo chilló sobre la casa. Fue
u n t r e m e nd o r as g u i do , c o mo
s i l as m ano s de un gi ga nt e
hub i e s e n
d e sgarr ado
die z
kilómetros de lienzo. Montag sintió
Mientras permanecía inmóvil, el cielo
que seextendíasobrelacasaempezó aaullar.
Se produjo un sonido des garrador,
como si dos manos gigantes hubiesen
desgarrado por la costura veinte mil
kilómetros de tela negra. Montag se
75
10
B’s Farenheit
ba red al descubierto
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
in half . H e f elt his che st chopped
do wn and s pl i t apar t . The j e t bo m bs go i ng o ve r, go i ng ove r,
go ing ove r, o ne t wo, one two, o ne
two, s ix of t hem , ni ne of t he m, 5
twelve of the m, one and one and
one and another and anot he r and
another, di d all the sc reaming f or
him . H e ope ne d hi s o wn mo ut h
and l et t he ir s hr ie k co me down 10
and o ut bet we en his bare d t eet h.
The house sho ok. The flare we nt
out i n his hand. The moo ns tones
vanis he d. He fe lt his hand pl unge
to war d t he te lephone.
15
como si lo hubiesen partido en dos,
de arriba abajo. Los bombarderos de
r eac ci ó n pas aban al l á arr i ba,
pasaban, pasaban, uno dos, uno dos,
seis aparatos, nueve aparatos, doce
aparatos, uno y uno y uno y otro y
otro y otro , y le gri taban a él, a
Montag. Abrió la bo ca y dejó que
e l c hi l l i do d e l a s t ur bi nas l e
e ntr ar a y s ali e r a po r ent r e l o s
_____ dientes. La casa se sacudió.
La llama se l e apagó en la mano.
Las
pi e d r as
l u nar e s
se
des vanec ieron. Mont ag si ntió que
su mano se ac ercaba al t eléfo no.
sintió partido en dos. Le pareció que
su pecho se hundía y se desgarraba.
— Las bombas cohetes siguieron
pasando, pas ando , una, dos , una
dos, seis de ellas , nueve de ellas,
doce de ellas, una y una y otra y
otra lanzaron sus aullidos por él.
Montag abrió la boca y dejó que el
chillido penetrara y volviera a salir
entre sus dientes descubiertos. La
casa se estremeció El encendedor se
apagó e n s us m ano s. Las do s
pe queñas lunas de s apar e c i er o n.
M o nt ag s i nt i ó que s u m ano s e
precipitaba hac ia el teléfono.
The j et s were go ne . H e f el t his
l i ps
m o ve ,
br us h i n g
t he
m o ut h pi e c e o f t h e p ho n e .
“Emer gency ho spi tal .” A ter rible
whi sper.
Los avi one s s e habí an i do .
Montag sintió que movía los labios
rozando la embocadura del teléfono.
—Hospital de emergencia.
Un terrible suspiro.
Los cohetes habían desaparecido.
Montag sintió que sus labios se movían,
rozabanelmicrófonodel aparatotelefónico.
—Hospital de urgencia.
Un susurro terrible.
Montag sintió que las estrellas
habían s ido pulveri zadas po r l as
negras turbinas y que a la mañana
siguiente la tierra estaría cubierta
por el polvo de esos astros, como
una ni e ve ext raña. Eso pe nsó ,
tontamente, mientras estaba allí, de
pie, estremeciéndose en la sombra,
y movía y movía los labios.
Montag sintió que las estrellas habían
sido pulverizadas por el sonido de los
negros reactores, y que, la mañana, la
tierra estaríacubiertaconsupolvo, como
si se tratara de una extraña nieve. Aquél
fue el absurdo pensamiento que se le
ocurrió mientras se estremecía, la
oscuridad, mientras sus labios seguían
moviéndose.
The y had t his mac hi ne . The y 35
Te n í an e s a m á qui na . Te n í an
had t wo machi nes , r eal ly. O ne of do s m á qui n as r e al m e nt e . U na
the m sl id do wn i nto your stom ach d e e l l a s s e i nt r o d u c í a e n e l
l i ke a bl a c k c o b r a do wn an e st ó m ago c o m o una c obr a ne gr a
ec hoi ng we ll loo king f or al l t he e n bus c a de l as vi ej as aguas y
o l d w at e r and t h e o l d t i m e 40 e l
vi e j o
t i e mpo
al l í
gat he re d the r e. It drank up the a c um u l a d o s . La máquina bebía
gr ee n matt er t hat f lo we d to t he aquella materia verde que subía con
to p i n a s low bo il. Di d i t dri nk of un pausado burbujeo. ¿Bebía también
the dar kne ss? D id it suck out all la osc uri dad? ¿Ext raí a t odo s l os
the pois ons accumul ate d wit h t he 45 venenos depositados alolargo de los años?
ye ar s? It fe d in s il ence wit h an La máquina se alimentaba en sile ncio,
o c c as i o nal s o un d o f i nn e r y de cuando e n cuando dejaba oírun
suffo cat io n and bli nd se arc hing. sonidodesofocación y búsqueda a ciegas.
It had an Eye . The i mpe r s o nal Te nía un Ojo . El i m per s o nal
ope rato r of the m achi ne co uld, by 50 o pe rado r po dí a, c o n un c a s c o
we ari ng a spe ci al opt ic al hel me t, ópt ico es pecial, observar el alma
gaze int o the so ul of the pers on de l a pe r s o na a qui e n e s t aba
whom he was pumping out. What bom beando. ¿Q ué ve ía e l Oj o? El
di d t he Eye s ee? He di d not say. ope rador no lo decí a. El operador
He saw but di d not se e what t he 55 veía, per o no lo mismo que el Ojo.
Eye saw. The enti re o perat ion was La o pe r a c i ó n no d e j aba de
no t unl ike the digging o f a t rench par ecers e a una excavación en el
in one’s yard. The wo man o n t he j ar dí n. La m uje r te nd i da e n l a
be d w as no m o r e t ha n a ha r d c am a no e r a m ás q ue un dur o
s t r at um o f m a r bl e t he y h ad 60 e s t r a t o de m á r m o l r e c i é n
r eac hed. Go o n, anyway, s ho ve descubierto. Adelante, de cualquier
t h e b o r e do wn, s l us h u p t he modo; afuera con el aburrimiento,
em pti nes s, if such a t hi ng could saquen la vaciedad, si las pulsaciones
be br ought out i n the throb o f t he de la serpient e as pirante pueden
suc tion s nake. The operat or st ood 65 extraer es as cos as . El ope rado r
s mo king a c igare t te . The o t he r f um aba un ci gar r i ll o . La o tr a
machi ne was working to o.
máquina también funcionaba.
Te nían aque l l a máqui na. En
realidad, tenían dos. Una de ellas
s e des l i zaba has t a e l e s tó m ago
como una cobra negra que bajara
po r un po zo e n bus c a de agua
ant igua y de l t i em po anti guo
re unidos allí . Be bía la sus tanc ia
verduzca que subía a la superficie
en un l ent o her vi r. ¿Bebí a de la
o sc ur idad? ¿Abso rbía to do s lo s
venenos acumulados por los años?
Se alimentaba en silencio, con un
ocasional sonido de asfixia interna
y ciega búsqueda. Aquello tenía un
Ojo. El im pasibl e oper ario de la
máquina podía, poniéndose un casco
óptico especial, atisbar en el alma de
la persona a quien estaba analizando.
¿Q ué veí a el Ojo ? No lo decí a.
Montag veía, aunque sin ver, lo que
el Oj o e st aba vi endo. To da la
operación guardaba cierta semejanza
con la excavación de una zanja en el
patio de su propia casa. La mujer que
yacía en la cama no era más que un
duro estrato de mármol al que habían
llegado. De todos modos, adelante,
hundamos más el taladro, extraigamos
el vacío, si es que podía sacarse el
vacío me diante la succi ón de la
serpiente. El ope rario fumaba un
cigarrillo. La otra máquina funcionaba
también.
Th e o t he r m ac hi n e w as
o p e r at e d
by
an
e qu al l y
i m pe r s o nal f e l l o w i n no nst ainable reddish-br own ove rall s.
This machine pum ped all of t he
bl ood fro m the body and re plac ed
it wi th fre sh bl ood and s erum.
La otra máquina, manejada por
un hombre igualm ente impersonal
con un traje de faena castaño rojizo
a prueba de manchas. Esta máquina
bombeaba y extraía la sangre del
cuerpo y la reemplazaba con suero
y sangre nueva.
L a m a n e j a b a u n i n d i vi d u o
i gu al m e nt e i m pas i bl e , ve s t i do
c o n u n m o n o de c o l o r pa r d o
r o j i z o . E s t a m áq ui na e x t r a í a
t o da l a s angr e de l c ue r po y
la sustituía po r sangre
n u e va y s u e r o .
—Hay que limpiarlos de las dos
formas —dijo el operador inclinado
—Hemos de limpiamos de ambas
m aner as — di j o e l o pe r ar i o ,
20
He fe lt that the s tar s had be en
pul ve ri ze d by t he s ound o f the
bl ack j ets and t hat i n t he mo rni ng 25
t he e ar t h w o u l d b e c o ve r e d
wit h
du s t
like
a
s t r a n g e s n o w. Th a t w a s his
i di o t t h o u gh t a s h e s t o o d
s hi ver i ng in the dark, and let his lips 30
go on moving and moving.[21]
***
70
75
“G o t t o c l e an ‘e m o ut bo t h
w ay s , ” s ai d t h e o p e r a t o r ,
11
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
s tandi ng o ver the si l ent wo m an.
“No us e ge t ti ng t he st o m ac h i f
you don’t c l ean the blo od. Le ave
t hat s tuf f i n the blo o d and t he
b l o o d h i t s t h e b r ai n l i k e a 5
m al l e t , ba n g, a c o up l e o f
t h o us and t i m e s an d t he br a i n
j us t gi ves up, j us t quit s . ”
X
“Stop i t!” said Mo ntag.
10
“I was j us t s ayi n’, ” s aid t he
ope rato r.
—¡Basta! —dijo Montag.
—Sólo le estaba explicando —
dijo el operador.
“Are yo u done ?” said Mo ntag. 15
They shut the machines up t ight.
“W e ’ r e d o n e . ” H i s an ge r di d
n o t e ve n t o u c h t h e m . T h e y
s t o o d wi t h t he c i gar e t t e s m o ke
c ur l i ng a r o und t he i r no s e s and
i nt o t he i r e ye s wi t ho ut m aki ng
t h e m bl i nk o r s qui nt . “That ’s
f i f t y b uc ks . ”
sobre la mujer s ilenciosa —. De
nada sirve limpiar el estómago si no
se hace lo mismo con la sangre. Deja
us ted esa cos a e n l a sangr e y la
sangre golpea el cerebro como una
maza, bam, un par de miles de veces,
y el cerebro deja de funcionar, se
para, renuncia.
—¿Han terminado? —dijo Montag.
tr. de Alfredo Crespo
inclinándose sobre la s ile ncio sa
mujer—. Es inútil lavar el estómago
si no se lava la sangre. Si se deja
es a sust anci a en l a sangre , és ta
golpea el cerebro con la fuerza de
un mazo, mil, dos mil veces, hasta
que el cerebro ya no puede más y
se apaga.
—¡Deténganse! —exclamó Montag—.
—Es lo que iba a decir —dijo el
operario—.
—¿Han terminado?
Los hombres cerraron las máquinas.
— He mo s te rm inado . —La ir a
d e M o nt ag n o ha bí a l l e g ad o
hasta e llo s. All í se que dar on, c on
e l ci garr il l o que le s l le naba de
hum o la nari z y l os o jo s , y si n
pe s t añe a r o f r unc i r l a c ar a. —
Son c incuenta dól ar es .
Los hombres empaquetaron las
máquinas.
—Estamos listos..
La cólera de Montag ni siquiera les
afectó. Permanecieron conel cigarrillo en
loslabios, sinque elhumo que penetrabaen
su nariz ysus ojos les hicieraparpadear.
—Serán cincuenta dólares.
—¿Por qué no me dicen primero
si se salvará?
—Ante todo, ¿por qué no me dicensi
sanará?
—Seguro, quedará perfectamente.
Te ne m o s t o da l a c o s a e n l a
bo t e l l a y ya no pue de hac e r l e
daño . Co m o l e di je , s e sac a l a
vi e j a, se po ne l a nue va, y uno
queda perf ect am ent e.
— ¡Cl ar o que se c urar á! N o s
l le vam o s t odo e l ve; no en es a
m al e t a y, aho r a, ya no pue de
afectarle. como he dicho, se saca
lo viejo, se pone lo nuevo y que
dan mejor que nunca.
—Ninguno de ustedes es médico.
¿Por qué el hospital no ha enviado
un médico?
—Ni nguno de us t e de s e s
mé d i c o . ¿P o r qué no han
e n vi a do un o ?
40
—D iabl os. —El cigarril lo del
ho mbr e se mo vió so bre el labio
inferior — Tenemos nueve o diez
casos como este por noche. Tenemos
tantos, desde hace unos pocos años,
45 que
hubo que i nve nt ar e s tas
máquinas especiales. Con la lente
ópt ica, naturalment e; el resto es
antiguo. No es necesario un médico
par a e s to s c aso s ; bas t an do s
50 ayudantes; lo arreglan todo en media
hor a. Mir e —el hombre se al ejó
haci a l a puert a —, te ne mos que
ir no s. Ac abamo s de rec ibir ot ra
llamada por la vieja radio de dedal.
55 A diez calles de aquí. Algún otro que
s e ha t r agado to da una c aj a de
píldoras. Si nos necesita, vuelva a
l lamar no s. Dé je l a tr anqui l a. Le
hem os dado un ant is edat ivo. Se
60 despertará con hambre. Adiós.
—¡Diablo! —El ci gar ril lo del
operario se mo vi ó s us labios —.
Tenemos nueve o diez casos como ése
cada noche. Tantos que hace unos
cuantos años tuvimos que construir
estas máquinas especiales. Con lente
óptic a, cl aro es tá, re sultan una
novedad, el re es viejo. En un caso así
no hace falta doctor; lo único que se
requiere son dos operarios hábiles y
liquidar e1 problema en media hora.
Bueno —se dirigió hacia! puerta—,
hemos de irnos. Acabamos de recibir
ot ra llamada en nue str a radio
auric ular. A die z m anzanas aquí.
Alguien se ha zampado una caja de
píldoras, si vuelve a necesitamos,
ll áme nos . P roc ur e que su es
pe rmanezca qui et a. Le hem os
inyectado un antisedante, Se levantará
bastante hambrienta. Hasta la vista.
An d t he m e n w i t h t he
ci gar et tes in thei r s traight- lined
mo uths, the m en wit h t he eyes of
puff-adder s , to ok up thei r lo ad 65
of machi ne and tube, t heir case of
l iqui d me l anchol y and t he s lo w
dark s l udge of nam e l e ss s t uf f ,
and s tr oll ed out the doo r.
Y
los
ho m br e s
con
Y los hombres, con los cigarrillos en
c i gar r i l l o s e n las bo c as r e c t as , sus rectilíneas bocas,___________ ___
l o s ho m br e s c o n o j o s de bo r l a _________ _________ ________ ___
X
de po l vo s , r ecogieron su carga de _ _ __________ cogieron _______ la
máqui nas y tubos, la bo tel la de m áq ui na y e l t ub o , c a j a d e
melancolía líquida, y el lodo lento y melancolía líquida ___________
oscuro de aquella cosa sin nombre, y ______ __ _ _ _ __ __ _______ _ __
se fueron trotando hacia la puerta. X ____ ______ y traspasaronla puerta.
20
25
“Fir st , why don’t yo u t el l me
if she’l l be all ri ght ?”
“Sure , she’ll be O. K. We go t
al l t he m e an s tuf f ri ght i n o ur
suitc as e here , i t can’t get at her
no w. As I sai d, you take out t he
ol d and put i n the ne w and yo u’re
O .K . ”
30
35
“N e i t he r o f y o u i s an M . D .
W hy di dn’t t he y s e nd an M . D .
fr om Eme rge ncy?”
“H e l l ! “ t he o pe r at o r ’s
c igar et te m o ve d on hi s li ps . “We
ge t t he s e c as e s ni ne o r t e n a
ni ght . Go t s o m any, s tar t i ng a
f e w y e a r s a go , we ha d t h e
s pe ci al m ac hi nes buil t. Wi t h the
o pt i cal l e ns, of co urs e , t hat was
ne w; t he r e s t i s a nc i e nt . Yo u
do n’t ne e d an M . D . , c as e l i ke
t hi s ; a l l y o u n e e d i s t w o
handym e n, cl ean up t he pr o bl e m
i n h al f a n ho u r. L o o k ” — he
s t a r t e d f o r t h e d o o r — “w e
go t ta go . J us t had ano t he r c al l
o n t h e o l d e a r - t h i m bl e . Te n
blo cks f ro m her e. So me one e ls e
j u s t j u m p e d o f f t he c ap o f a
p i l l b o x. C a l l i f y o u n e e d u s
again. K e e p he r quie t . We go t a
c o n t r a- s e dat i ve i n he r. She ’l l
wake up hungr y. So lo ng. ”
70
Montag sank down into a chair
and looked at this woman. Her eyes
were closed now, gently, and he put
out his hand to f eel the warmness
of breath on his palm.
75
“M ildre d,” he s aid, at las t.
Montag se dejó caer en una silla
y m i ró a l a m uje r. La m uje r
entornaba ahora los ojos, y Montag
e xt endi ó la m ano par a se nt ir l a
tibieza del aliento en la palma.
—Mildred —dijo al fin.
12
Montag se dejó caer en una silla
y contempló mujer. Ahora tenía los
oj os ce rrados , apaciblem ente él
alargó una mano para sentir en la
palma la tibieza la respiración.
—Mildred —dijo por fin—.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Ther e are to o many of us , he
thought . Ther e are bi ll ions o f us
an d t hat ’s t o o m any. N o bo dy
knows anyo ne. Str anger s co m e
and vio lat e you. Strange rs co me
and c ut yo ur he art out. St range rs
co me and take yo ur blo od. Go od
G o d, who we r e t h o s e m e n? I
ne ver saw t hem bef ore in my life !
5
So m os de m as iado s , pens ó .
So m os bi l l o ne s , y e so e s
demasiado. Nadie conoce, a nadie.
Gente e xtr aña s e t e m e t e e n l a
c as a. G e nt e e xt r aña t e ar ranc a
e l c o r a zó n. G e nt e e xt r añ a t e
s ac a l a s angre . Bue n Di o s ,
¿qui é ne s e r a n e s o s ho m br e s ?
¡N o l o s he vi s t o e n m i vi da!
tr. de Alfredo Crespo
«Somos demasiados —pensó—.
So mo s mi le s de m il lo ne s, e s
excesi vo. Nadi e c onoc e a nadi e.
Llegan u desconocidos y te violan,
llegan unos desconocidos desgarran
el
c or azón.
Ll egan
uno s
des conoc idos y llevan la sangre.
¡Vál game D io s! ¿Quié ne s so n
hombres? ¡Jamás les había visto!»
10
Half an ho ur passe d.
Pasó media hora.
Transcurrió media hora.
The blo odst ream in this wom an X
was ne w and it se e me d t o have
do ne a ne w t hi ng t o he r. H e r 15
c hee ks we r e ve r y pi nk and he r
li ps we re ve ry fr esh and ful l of
co lour and they lo oke d s of t and
r el axed. So m e one el s e ’s blo o d X
t he r e . I f o nl y s o m e o ne e l s e ’s 20
f le s h and br ain and m em o ry. If
o nl y t hey co uld have taken he r
mi nd along to the dr y- cle aner ’s
an d e m pt i e d t h e po c ke t s a nd
s t e am e d and c l e a ns e d i t a nd 25
re bl o cke d i t and br ought it back
in the m orning. If onl y…
La ______ sangre e n est a m u j e r
era
n u e va
y
par ec ía
h a b e r l e h e cho al go nue vo . Las
mejillas eran ahora muy rosadas y
suaves y los labios rojos y f re sc os
____ _____ ______ _______ ____
_________ . La s angr e de algún
o tr o. Si hubie se s ido l a carne, e l
c er e bro y l a m e mo r i a de al gún
o t ro . Si l e hubi e se n l l e vado l a
m e nt e a l a l a van de r í a y l e
hubie sen vaci ado lo s bol sil los y
la hubiesen limpiado con vapor y
la hubiesen dobl ado y traído a la
mañana siguiente. Si ___. . .
El torrente sanguíneo de aquella mujer
e r a n u e vo y p ar e c í a h a b e r l a
c am b i a d o .
Sus
me j i l l as
e s t aban m uy s o nr o j ada s Y s us
l ab i o s a par e c í an f r e s c o s y
l l e n o s d e c o l o r , s uave s y
tr anquilo s. Allí había la sangre de
ot ra per so na. Si hubie ra tambi én
la carne, el ce rebro y la mem or ia
de o t r o . . . Si h ubi e s e n po d i do
l l e va r s e s u c e r e br o a l a
l a van de r í a , p ar a va c i a r l e l o s
bo l s i l l o s y l i mpi ar l o a f o ndo ,
devol vié ndo lo c o mo nuevo a l a
mañana siguie nte .. . Si _____.. .
H e go t up and put bac k t he
curtains and ope ne d t he wi ndo ws
wi de to le t t he ni ght air in. It was
two o ’c loc k i n t he mo rni ng. Was
i t o nl y an ho ur ago , Cl ar i s s e
Mc Cle llan in the st ree t, and him
co ming i n, and t he dar k roo m and
hi s f oot kicking the l itt le cr yst al
bo t t l e ? O nl y an h o ur, but t he
wo r l d h ad m e l t e d d o wn a nd
sprung up in a new and co lourle ss
for m.
Montag se incorporó y echó a un
lado las sábanas y abrió la ventana
de par en par par a que entrase el
aire de la noche. Eran las dos de la
mañana. ¿Clarisse McClellan en la
cal le y él de vuelt a en cas a y la
habi t ac ió n o sc ur a y e l pi e que
golpeaba la botellita de cristal sólo
una hora antes? Sólo una hora, pero
el m undo s e habí a fundido y se
había alzado otra vez con una forma
nueva y descolorida.
Mont a g s e l e vant ó, de sc or ri ó la s
c or t ina s y abr ió la s ve nt a nas de pa r
e n pa r pa r a de j a r e n t r a r e l a i r e
n o c t u r n o . E r a n l a s d o s de l a
madrugada. ¿Eraposiblequesólohubieratranscurrido una
hora desde que encontró a Clarisse McClellan en la
calle, que él había entrado para encontrar la habitación
oscura, desde que su pie había golpeado la botellita
de cris tal ? S ól o u na ho r a , p e r o e l
mundo se había der rumbado y vuel to
a cons t i tui r s e c on una f or m a nue va
e i ncol ora .
Unas r i s i t as c r uzar o n e l
j ar dí n c o l o r e ad o po r l a l un a
de s de l a c as a de Cl ar i s s e y s us
padr e s y e l t í o que s o nr e í a, t an
t r anqui l o y t an s e r i o . Aque l l as
r i s as , s o br e t o d o , e r an c ál i das
y ac o ge do r as y nada f o r zadas ;
y ve n í a n d e u n a c a s a t a n
br i l l ant e m e nt e i l um i nada a e s a
h o r a d e l a n o c h e e n q ue l a s
o t r as c as as s e r e c o ge n a
o s c ur as e n s í m i s m as . M o nt ag
o yó l a s vo c e s q ue ha b l a b an ,
habl aban, hab l aban, daban,
h a bl a b a n , t e j í a n y vo l ví an a
t e j e r s u t e l a hi pnó t i c a.
De la casa de Clarisse, por encima
M césped iluminado por el claro de
luna, llegó el eco de unas risas; la de
Clarisse, la de sus padres y la del tío
que s onre ía t an s os egado y
ávidamente. Por encima de todo, sus
risas eran tranquilas y vehementes,
j am ás f or zadas, y pro ce dí an de
aque ll a casa t an bri ll ante me nt e
il um inada a avanzada ho ra de la
noche, en tanto que todas las demás
e st aban c er radas en s í mi sm as ,
rodeadas de oscuridad. Montag oyó
las voces que hablaban, hablaban,
te ji endo y vol vi endo a t ej er s u
hipnótica tela.
M o nt ag s al i ó po r l a vent ana
bal có n y cr uzó el j ar dí n, c as i si n
dar s e c ue nt a. S e de t uvo e n l a
s o m br a, a nt e l a c a s a d e l a s
vo c e s , pe ns an d o qu e po dí a
l la ma r a la p u e r ta y d e c ir :
«Dé je nm e entr ar. No dir é nada.
Quie ro e sc uc har un po co . ¿Qué
es taban di ci endo ?
Montag salió po r el ventana¡ y
at r ave s ó e l c é s pe d, s i n dar s e
cuenta de lo que hacía. Permaneció
e n l a s om br a, f r e nt e a l a c as a
i l um i nada, pe ns ando que podí a
llamar a la pue rta y susurrar:
«Dejadrne pasar. No diré nada.
Sólo deseo escuchar. ¿De qué estáis
hablando?»
Pero se quedó allí, muy frío, con
el rostro como una máscara de hielo
esc uchando la voz de un hom bre
( ¿e l
t í o ?)
que
habl aba
pausadamente:
Pero, en vez de ello, permaneció
inmóvil, muy frío Con e1 rostro
convertido en una máscara de hielo,
escuchando una voz de hombre —¿la del
tío? — que hablaba con tono sosegado:
“Well , aft er al l, thi s is the age 75
—Bueno, al fin y al cabo, ésta es
o f t he di s po s abl e ti s s ue . Bl o w la época de los tejidos disponibles.
yo ur nos e on a pers on, wad the m, Suénate las narices en una persona,
f l us h t he m aw ay, r e ac h f o r e nsúc i al a, ave rgüé nzal a. Bus c a
—Bueno, al fin y al cabo, ésta
es la era del tejido disponible. Dale
un bufido a una perso na, atác ala,
ahuyé nt ala, lo c al i za o tr a, bufa,
La ugh t e r bl e w ac r o s s t he
m o o n- c o l o ur e d l awn f r o m t he
ho use of Clar iss e and he r f ather
and m o the r and t he unc l e who
s m i l e d s o q ui e t l y a nd s o
e a r ne s t l y. Abo ve al l , t he i r
laught er was r elaxe d and he ar ty
an d n o t f o r c e d i n a ny wa y,
co ming f rom the house that was
so bri ght ly l it this late at night
whil e all the other ho us es we re
ke pt t o them se lve s in dar knes s.
Mo ntag heard the vo ice s tal king,
t al ki ng, talking, giving, t al ki ng,
we avi ng,
r e we avi ng
t he i r
hypno tic we b.
Mo ntag moved out t hro ugh t he
fr enc h w i ndow s and c ros se d t he
lawn, without even thinking o f i t.
H e s t o o d o ut s i d e t he t a l ki ng
ho use in the shado ws, thi nki ng he
mi ght even tap o n t hei r doo r and
whispe r, “Let me com e in. I won’t
say anything. I just want t o l iste n.
What is it yo u’r e s aying?”
30
35
40
45
50
55
60
65
But i ns t e ad he s t o o d t he r e ,
ve r y c o l d, hi s f ac e a m as k o f 70
i c e , l i s t e ning t o a m an’s vo i c e
( t he unc l e ?) m o vi ng al o ng at an
e as y pac e :
13
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
an o t h e r , b l o w, w ad, f l us h.
Eve ryone us ing ever yo ne e ls e’s
co att ai ls. Ho w are yo u s uppos ed
to ro ot for the hom e t eam when
yo u don’t eve n have a pr ogram me
o r kn o w t he na m e s ? Fo r t h at
m at te r, what co l our je rs eys ar e
they weari ng as the y t ro t o ut on
to t he fie ld?”
tr. de Alfredo Crespo
otro, suénate, ensucia, avergüenza.
To dos ut i l izan e l bo r de de l a
c haquet a de l os dem ás . ¿Cóm o
pue de s aplaudir al e quipo lo cal
c uando ni si qui e ra t i e nes un
programa ni conoces los nombres?
A propósito, ¿de qué color eran las
c am is e t as cuando s al i e r on al
campo?
ataca, ahuye nt a. Todo e l mundo
utiliza las faldas de todo el mundo.
¿Cómo puede esperarse que uno se
e nc ari ñe por el e qui po de c as a
c uando ni s i quie r a s e t i e ne un
pr o gr am a o s e c o no c e n l o s
nombres? Por cierto, ¿qué colores
de camiseta llevan cuando salen al
cam po?
M o n t a g vo l vi ó a s u c a s a ,
d e j ó l a ve n t a n a a b i e r t a ,
e x am i nó a M il dr e d, l e ar re gl ó
cuidado sam ent e l a ropa de cam a,
y lue go se ac ost ó con la luz de la
luna en las m eji ll as y l as ar rugas
de la fr ent e; y lo s o jos de sti lar on
la luz de la luna y la co nvirt ier on
en una cat arata de pl at a.
Mo nt ag reg re só a su
c a s a , d e j ó a bi e r t a l a ve n t a
co mp ro b ó el es tad o de
Mi ldred,
la
ar ro pó
cu idado sam ent e
y,
de s p ué s , s e t u mb ó b aj o e l
c l ar o d e l un a, qu e f o r ma ba
un a cas cada de p lat a en
c a da un o de s u s o j o s .
Una gota de lluvia. Clarisse. Otra
gota. Mildred. Una tercera. El tío. Una
cuarta. El incendio de esta noche. Una,
Clarisse. Dos, Mildred. Tres, el tío.
Cuatro, el incendio. Una, Mildred, dos
Clarisse. Una, dos, tres, cuatro, cinco,
Clarisse, Mildred, el tío, el incendio,
las tabletas para dormir, el tejido
disponible de los hombres, los bordes
de las c haquet as, l as nar ice s, la
suc iedad, la vergüenza, Cl aris se,
Mi ldr ed, el tí o, el inc endio, las
tabletas, los tejidos, las narices, la
suciedad, la vergüenza. Uno, dos, tres,
¡uno, dos, tres!Lluvia. Tormenta. El tío
que s e r í e . El t r ue no e s c al e r as
abaj o . El m undo e nt e r o
ane gado po r l a l l uvi a. El f ue go
qu e s e a l za e n u n v o l c á n .
To d o c o r r í a e n u n r í o
b o r b o t e a n t e y r ugi e nt e
hac i a l a m añana.
U na got a de ll uvi a. Cl ar i s se .
O tr a got a. Mi l dr ed. U na te r ce ra.
El t ío . U na c uar t a. El f ue go e st a
n o c h e . U na , Cl a r i s s e . D o s ,
M i l d r e d . Tr e s , t í o . C ua t r o ,
f ue g o . U na , M i l d r e d, do s
Clar is s e. U na, do s, tr e s, c uat ro ,
c i nc o , Cl ar i s s e , M i l dr e d, t í o ,
f ue g o , t ab l e t a s s o po r í f e r as ,
h o m b r e s , t e j i d o d i s p o ni b l e ,
f al das, buf i do , at aque , r ec hazo ,
Cl ar i s s e , M i l dr e d, t í o , f ue go ,
t ab l e t a s , t e j i d o s ,
bu f i do ,
a t a qu e s , r e c h ac e . ¡U na , d o s ,
t re s , una, do s, t re s ! Ll uvi a. La
t o r m e n t a . E l t í o r i e n do . E l
t r ue no de s c e nd i e ndo de s de l o
al t o . To d o e l m und o c a ye n do
c o nver t i do e n ll uvi a. El f ue go
as c e ndi e ndo en e l vo l c án. Todo
mezclado en un estrépito ensordecedor y en un
torrente,queseencaminabahaciael amanecer.
“I do n ’t kno w any t hi ng a ny
—Ya no sé nada —dijo Montag,
mo re ,” he said, and le t a sl ee p- 45 y dejó que una tableta somnífera se
lo zenge di sso lve o n his to ngue.
le disolviera en la lengua.
—Ya no entiendo nada de nadie —
dijo Montag— Y dejó que una pastilla
soporífera se disolviera en su lengua.
At ni ne i n t h e m o r ni n g,
A l as nue ve de l a m añana, l a
Mi ldr ed’s bed was e mpt y.
50 cama de Mildred estaba vacía.
A las nueve de la mañana, la cama
de Mildred estaba vacía.
M o n t ag go t up q ui c k l y, hi s
he art pumping, and ran down t he
hal l and st o pped at the kit c he n
doo r.
55
Mont ag se l evantó de un s alto
con el corazón en la boca, corrió al
vestíbulo y se detuvo ante la puerta
de la cocina.
Montag se levantó apresuradamente.
Su corazón latía rápidamente, corrió
vestíbulo abajo y se detuvo la puerta de
la cocina.
To ast po ppe d o ut of the s ilver
to ast er, was sei zed by a spi de ry
me tal hand that dre nched it wi th
me lt ed butt er.
Las t o s t adas s al taban de l a
tostadora de metal, y eran recogidas
por una m ano me t áli c a que l as
60 untaba con queso fundido.
una tostada asomó por el tostador
plateado, y fue —da por una mano
met álica que l a embadurnó de
mantequilla derretida.
M i l dr e d wa t c h e d t h e t o a s t
del i ve re d t o her pl ate . She had
bo th e ars plugged wi th e lec tronic
be es that wer e hum ming t he ho ur
away. She lo o ke d up s uddenl y,
saw him , and no dde d.
M il dre d m ir aba la to st ada que
habí a c a í do e n s u pl at o . U nas
abe j as e l ec t ró ni c as y zum bante s
l e ce rr aban l os o ído s. D e pro nt o
al zó l o s o j o s , vi o a M o nt ag e
i nc l i nó la cabe za.
Mildred contempló cómo la tostada
pasabaasuplato. Teníalas orejas cubiertas
conabejas electrónicas que,consususurro,
ayudaban a pasar el tiempo. De pronto, la
mujer levantó la mirada, vio a Montag, le
saludó con la cabeza.
—¿Estás bien? —preguntó Montag.
—¿Estás bien? —preguntó Montag—.
M i l dr e d, de s pué s de l le var
durante diez años aquellos dedales
en los oídos, era una experta lectora
de labi o s . Vo l vi ó a i nc l i nar l a
cabeza, asintiendo. Puso en marcha
la tostadora para que preparase otra
rodaja de pan.
Mildred era experta en leer el
m o vim i e nt o de l o s l abi os , a
c o nse c ue nc ia de di e z años de
aprendizaje con las pequeñas radios
aur ic ul ar e s. Vo l vi ó a as e nt i r.
Introdujo otro pedazo de pan en la
tostadora.
5
10
Montag moved back to his own
ho us e , l e f t t h e wi ndo w wi de ,
c he c ke d M i l dr e d, t uc ke d t he
c over s abo ut he r c ar e full y, and
then lay down wi th the moonlight 15
o n hi s c hee k- bo ne s and o n t he
frowning ridges i n his brow, with
the moonlight distilled in each eye
to form a silver cataract there.
20
O ne d r o p o f r a i n. Cl ar i s s e .
An o t h e r d r o p . M i l d r e d . A
t hi r d. The unc l e . A f o ur t h. The
f i re t o night . One , Cl ar i ss e .
Two , M i l dr e d. Th r e e , un c l e . 25
Fo ur, f i r e , O ne , M i l dr e d, t wo ,
Cl ar i ss e . O ne , two , t hr e e , f o ur,
f i ve , Cl ar i s s e , M i l dr e d, unc l e ,
f i r e , s l e e pi n g - t ab l e t s , m e n ,
di s po s abl e t i s s ue , c o at - t ai l s , 30
b l o w, w a d , f l u s h , C l a r i s s e ,
M i l dr e d, unc l e , f i r e , t ab l e t s ,
t i s s ue s , bl o w, w ad, f l us h. O ne ,
t wo , t h r e e , o n e , t wo , t h r e e !
R a i n . Th e s t o r m . The u n c l e 35
l a u g h i n g . Th u n d e r f a l l i n g
do wn s t ai r s . Th e wh o l e w o r l d
p o u r i n g d o w n . Th e f i r e
g us hi ng u p i n a vo l c an o . A l l
r u s h i n g o n d o wn a r o un d i n a 40
s po ut i ng r o ar and r i ve r i ng
s t r e am t o wa r d m o r ni ng.
65
“You al l r ight?” he aske d.
70
S he was an e x pe r t at
l i p - r e a di n g f r o m t e n ye ar s
of
appr e nti c e shi p
at
S e a s h e l l e a r - t h i mbl e s . She
n o d d e d aga i n. Sh e s e t t he
t o a s t e r c l i c k i n g a wa y a t
an o t h e r pi e c e o f b r e a d.
75
14
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Mo ntag s at down.
Montag se sentó.
H is wif e s aid, “I do n’t kno w
why I sho ul d be s o hungry.”
—N o enti endo por qué t engo
tanta hambre —le dijo Mildred.
tr. de Alfredo Crespo
Montag se sentó.
Su esposa dijo:
—No entiendo por qué estoy tan
hambrienta.
5
“Yo u —?”
—Tú. ..
—Es que...
“I’m hungr y . ”
X
—Tengo hambre.
—Estoy hambrienta.
“Last night,” he began.
10
—Anoche... —comenzó a decir Montag.
—Anoche... —empezó a decir él—.
“D i dn ’t s l e e p we l l . Fe e l
t e r r i bl e , ” s he s ai d. “G o d , I’m
hungr y. I c an’t figure it .”
— N o do r m í bie n. M e se nt í
enferma —dijo ella —. Dios, qué
hambre tengo. No sé por qué.
—No he dormido bien. Me siento
f at al . ¡Caram ba! ¡Q ué ham br e
tengo! No lo entiendo.
—Anoche... —dijo Montag otra vez.
—Anoche —volvió a decir él—.
Mildred le miró distraídamente los labios.
—¿Qué pasó anoche?
Ella observó distraídamente sus labios.
—¿Qué ocurrió anoche?
—¿No recuerdas?
—¿No lo recuerdas?
15
“Last ni ght — ” he s aid agai n.
She watc hed hi s lips c asuall y.
“W hat about l ast ni ght ?”
20
“D on’t you re mem ber ?”
“W h at ? D i d we h ave a wi l d
— ¿Q ué? ¿Tuvi mo s una fi e st a
par ty or som ething? Fe el l ike I’ve alocada o algo parecido? Quizá bebí
a han go ve r. G o d, I’m hu ngr y. 25 de m as i ado . D i o s , qué ham br e
Who was he re ?”
tengo. ¿Quiénes vinieron?
“A fe w people ,” he sai d.
—Unos pocos —dijo Montag.
“That ’s what I t ho ught . ” She
chewe d her to ast . “Sor e sto mac h,
but I’m hungr y as al l - ge t - o ut .
Ho pe I didn’t do anyt hi ng foo li sh
at t he par ty.”
30
—Lo que pe ns aba. — Mi ldre d
m o r di ó s u t o s t ada. Te ngo un
malestar en el estómago, pero me
siento como vacía. Espero no haber
hecho nada tonto en la fiesta.
_¿Qué? ¿Celebramos una juerga o
algo por el estilo? Siento como una
especie de jaqueca. ¡Dios, qué hambre
tengo! ¿Quién estuvo aquí?
—Varias personas.
—Es lo que me figuraba. —Mildred
mordió su tostada— Me duele el
estómago, pero tengo un hambre canina.
Supongo que no cometí ninguna tontería
durante la fiesta.
35
“N o,” he s aid, qui etl y.
—No —dijo Montag serenamente.
—No —respondió él convoz queda—.
The t o as t e r s pi d e r e d o ut a
La to st ador a hi zo sal tar una
pi ece of butte re d bread f or hi m. X t os tada _________ para M o nt ag.
H e he ld i t i n hi s hand, fe e l ing 40 M o nt a g s e s i nt i ó o b l i g ado a
gr ate ful.
to mar la en el air e.
La t o s t ado r a l e o f r e c i ó una
rebanada unt ada con mantequi lla.
M o nt ag
al ar gó
la
m ano ,
sintiéndose agradecido.
“Yo u do n’t l o o k s o
yo urs el f,” said hi s wif e.
— Tú t am po c o par e c e s m uy
animado —dijo Mildred.
—Tampoco tú pareces estar
demasiado en forma —dijo su esposa—
.
En las últimas horas de la tarde
comenzó a llover, y el mundo entero
era gris_____. Montag, de pie en el
ve s tí bulo , se ponía e n el brazo l a
i ns i g ni a c o n l a s al am an dr a
anaranj ada.
Se
quedó
m i r an do u n r at o l a r e j i l l a
d el aco nd ic i o n ad o r d e
a i r e . Su muje r, e n la sal a de
TV, hizo una pausa en la lectura del
libreto, bastante larga como para que
tuviese tiempo de alzar los ojos.
—Eh—dijo—. Ese hombreestá pensando.
A última hora de la tarde llovió,
y todo el mundo adquirió un color
gri sáceo oscuro. En el vestíbulo
casa, Montag se estaba poniendo la
i ns i g ni a c o n l a s al am an dr a
an ar anj ad a. Le van t ó l a m i r a da
ha c i a l a r e j i l l a d e l ai r e
ac o n di c i o n ad o q ue había en el
vestíbulo. Su esposa, exam i na nd o
u n gu i ó n e n l a s al i t a, a pa r t ó
la
mi r a da
el
t ie mpo
s uf i c i e nt e pa r a o b s e r var l e ,
—¡Eh! —dijo—. ¡El hombre está pensando!
—Sí —dijo Montag —. Quiero
hablar contigo. —Calló un momento.
Te tornaste todas las píldoras de l
frasco anoche.
—Sí —dijo él—. Quería hablarte.
—H izo una paus a— . Anoc he , te
to mast e t odas las píldo ras de tu
botellita de somníferos.
—Oh, no, yo nunca haría eso —
replicó Mildred, sorprendida.
—¡Oh, jamás haría eso! —replicó
ella, sorprendida
hot
45
I n t he l at e a f t e r n o o n i t
r a i ne d a n d t h e e nt i r e wo r l d
w as dark gr ey. He s to od i n the
hal l of his house , putting on his
badge wi th the orange salamander
bur ni ng ac r o s s i t . H e s t o o d
l o o ki ng up
at t he ai r c o ndi t i o ni ng ve n t i n t he ha l l
f o r a l o ng t i m e . H i s wi f e i n t he
TV par l o ur paus e d l o ng e no ugh
f r om re adi ng he r s cri pt to gl an c e
up. “He y, ” she s ai d. “The m an ’s
t hi nk i n g !”
50
55
60
“Ye s , ” h e s a i d . “I w a n t e d
t o t al k t o yo u.” He paus e d.
“ Yo u t o o k a l l t h e p i l l s i n
y our bot tle last ni ght .”
65
“Oh, I wo ul dn’t do t hat, ” she
said, surpr ise d.
“The bo ttl e was em pty.”
—El frasco estaba vacío.
—El frasquito estaba vacío.
70
“I wo u l dn’ t do a t hi n g l i ke
that. W hy would I do a thi ng li ke
that?” she as ke d.
—Nunca haría nada s emejante.
¿Po r qué i ba a hac e rl o ? — dij o
Mildred.
— Yo no har í a una c o s a c o m o
é s a, ¿P o r qu é t e dr í a que
habe r l o he c ho ?
“M aybe you to ok two pi ll s and 75
—Quizá tomaste dos píldoras y
f or go t and t oo k t wo m o re , and te olvidaste y tomaste otras dos y
fo rgo t again and t ook two mor e, te olvidaste otra vez y tomaste otras
and wer e s o dopy you kept right dos, y al fin est abas tan m arcada
—Quizá te tomaste dos píldoras, lo
olvidaste, volviste a tomar otras dos, y
así sucesivamente hasta quedar tan
aturdida que seguiste tomándolas
15
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
on until yo u had t hir ty or for ty of
them in you.”
“H eck,” she s aid, “what would
I want to go and do a s ill y t hi ng
li ke that for ?”
5
“I do n’t know,” he sai d.
tr. de Alfredo Crespo
que seguiste así hasta tomar treinta
o cuarenta.
mecánicamente hasta tragar treinta o
cuarenta de ellas.
—¿Y para
hace r
una
tonta?
—Cuentos —dijo ella—. ¿Por qué
podría haber querido hacer semejante
tontería?
qué iba a
co s a t an
—N o sé .
—No lo sé.
S h e w a s q u i t e o b vi o u s l y 10
Era evidente que Mildred estaba
w a i t i n g f o r h i m t o g o . esperando a que Montag se marchase.
“I d i dn ’ t d o t h at , ” s h e s a i d .
—Nunca hice eso —dijo —. Nunca
“Ne ver i n a bi ll i on year s. ”
lo haría. Ni en un millón de años.
Era evidente que Mildred estaba
esperando a que Montag se marchase.
—No lo he hecho —insistió lamujer—
. No lo haría ni en un millón de años.
“Al l r i ght i f y o u s ay s o , ” he
s ai d.
—Muy bien, si tú lo dices —dijo
Montag.
—M uy bien. P ues to que tú lo
dices...
___________________________
Mildred volvió a su libreto.
—Eso es lo que dice la señora.
Ellase concentró de nuevo enel guión.
“W hat ’s on thi s aft ernoon?” he
as ke d t ire dl y.
— ¿Q ué hay es t a t ar de ? —
preguntó Montag, cansado.
—¿Qué dan esta tarde? —preguntó
Montag con tono aburrido—.
She di dn’t l o ok up
f r o m h e r s c r i p t a g a i n . 25
“We ll , t hi s i s a play c o m es o n
t he wal l - t o - wall c i r c ui t i n t e n
m i nu t e s . The y m ai l e d m e m y
p a r t t hi s m o r n i ng . I s e n t i n
s o m e bo x- t ops . They wr i t e t he 30
s c r i pt wi t h o ne par t m i s s i n g.
I t ’s a n e w i de a . Th e h o m e m ake r, that ’s m e , is t he m i s si ng
par t . W he n i t c o m e s t i m e f o r
t he m i s s i ng l i ne s , the y al l l o o k 35
at me o ut o f t he t hre e wal l s and
I say the lines: H ere, for instance,
the man says, ‘W hat do you think
of this whole ide a, Helen?’ And he
looks at me s i t t i ng he r e c e n t r e 40
s t a ge , s e e ? A nd I s ay, I s a y —
” S he p aus e d and r an he r
f i n ge r u nde r a l i n e i n t he
s c r i pt . “ ‘I t hi nk t hat ’s f i n e !’
And t he n t he y go o n w i t h t he 45
p l a y u n t i l h e s a ys , ‘ D o y o u
ag r e e t o t ha t , H e l e n ! ’ a n d I
s a y, ‘ I s u r e d o ! ’ I s n ’ t t h a t
f un, Guy?”
Mi ldred no volvió a al zar l os
ojos del libreto.
— Bue no , e s una o br a que
comenzará dentro de diez minutos
en el circuito pared—a—pared. Me
enviaron mi parte por correo esta
m añana. Envi é var i as t apas de
cajas. Escriben e l libreto dejando
una parte en blanco. Es una nueva
idea. La mujer en el hogar, es decir
yo, e s la par te que f alta. Cuando
llega el momento , todos me miran
desde las tres paredes y yo digo mi
par t e . Aquí , p o r e j e m pl o , e l
hombre dice: «¿Qué te parece esta
nueva idea, Hele n?» Y me m ira a
m í , se nt ada aquí e n m e dio de l
e s c e nari o , ¿c o m pr e ndes ? Y yo
di go, digo.. . —M ildred hizo una
paus a y subrayó c on el dedo un
pas aj e
de l
l i br e t o
—:
«¡Magníf ic o!» Y entonces siguen
con la pieza hasta que él dice: «¿Estás
de acuerdo con esto, Helen?», y yo
digo: «¡P or s upue st o! ¿No e s
divertido, Guy ».
Mildred
vol vi ó
a
mirarle.
—Bueno, se trata de una obra que
transmitirán en circuito moral dentro
de diez minutos. Esta mañana me
han enviado mi papel por correo. Yo
les había enviado varias tapas de
cajas. Ellos escriben el guión con un
papel e n bl anco . Se tr ata de una
nueva idea. La concursante, o sea yo,
ha de recitar ese papel. Cuando llega
el momento de decir las líneas que
faltan, todos me miran desde las tres
paredes, y yo les digo. Aquí, por
ejemplo, el hombre dice: «¿Qué te
parece esta idea, Helen?» Y me mira
mientras yo estoy sentada aquí en el
centro del escenario, ¿comprendes?
Y yo replico, replico... –Hizo una
pausa y, con el dedo, buscó una línea
del gui ó n— . «¡Cre o que e s
estupenda!» Y así continúan con la
obra hasta que él dice: «¿Está de
acuerdo con e sto, Helen?», y yo
«¡Claro que s í!» ¿Ver dad que es
divertido, Guy?
Montag miraba a Mildred desde
el vestíbulo.
El permaneció en el vestíbulo,
mirándola.
—Por supuesto, muy di vertido
—dijo Mildred.
—Desde luego, lo es —prosiguió
ella—.
15
“That ’s what t he l ady s ai d. ”
X
She t urned bac k to her sc ript.
20
50
He stood i n
l o o ki ng at he r.
“I t ’s
said.
sure
the
hall
f un,”
she
55
“W hat’s t he play abo ut ?”
—¿De qué trata la pieza?
“I j u s t t o l d y o u . The r e a r e
t h e s e pe o p l e n am e d B o b a nd
Rut h and He le n. ”
60
“O h . ”
— Ac a b o d e d e c í r t e l o . H a y
u na g e n t e l l am a d a B o b y
R ut h y H e l e n .
—O h.
—¿De qué trata la obra?
— Ac abo de de c í r te l o . Es t án
e s as p e r s o na s l l am ad as B o b ,
Rut h y He l en.
—¡Oh!
“It ’s re all y f un. It ’l l be e ve n 65
mo re fun when we can affo rd to
have t he f o ur t h wall i ns t all e d.
Ho w lo ng you fi gure bef or e we
s ave up and ge t t he f our th wal l
to rn out and a fourth wall -TV put 70
i n ? I t ’s o nl y t w o t ho us a nd
do llars .”
—Es r eal mente dive rti do. Se rá
m á s di ve r t i do t o da ví a c uan do
t e nga m o s l a c ua r t a pa r e d.
¿Cuánto tie mpo pasará, te parec e,
ante s de que po dam os ahorr ar y
ec har abaj o l a otr a par ed y poner
una nue va de M. Só lo cue st a dos
mi l dól are s.
— Es muy di s tr aída. Y aún l o
s e r á m á s c ua n d o p o d a m o s
i ns t alar t e l evi si ó n e n l a c uart a
p ar e d. ¿ Cu á nt o c r e e s qu e
t a r d ar e m o s a ho r a p ar a po de r
s us t i tui r e s a par e d po r o tr a co n
t el e vi s i ón? Só lo c ue s ta do s mi l
dól ar es .
“That’s one-third of my yearly pay.”
—Un tercio de mi salario anual.
—Eso es un tercio de mi sueldo anual.
—Sólo cuesta dos mil dólares —
repitió Mildred, Y creo que alguna
ve z de be r í as pe ns ar e n m í. Si
—Sólo cuesta dos mil dólares —
repitió ella—. Y creo que alguna vez
deberías tenerme ciertaconsideración. Si
75
“It’s only two thousand dollars,”
she r epl ied. “And I s hould thi nk
you’d consider m e sometimes. If
16
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
we had a fourth wall, why it’d be
just like this ro om wasn’t ours at
all, but all kinds of exotic people’s
rooms. We could do without a few
things.”
“We’re alre ady do ing wit ho ut
a few t hings to pay f or the t hi rd
wa l l . I t w as pu t i n o nl y t wo
mo nt hs ago , rem ember ?”
tr. de Alfredo Crespo
5
instalásemos una cuarta pared, sería
casi como si este cuarto no fuese
nuestro, sino de toda clase de gente
rara. Podemos privarnos de algunas
cosas.
tuviésemos la cuarta pared... ¡Oh! Sería
como si esta sala ya no fuera nuestra en
absoluto, sino que perteneciera a toda
clase de gente exótica. Podríamos
pasarnos de algunas cosas.
10
—Ya nos est amos privando de
algunas cosas para pagar la tercera
pared. La instalamos hace sólo dos
meses, ¿recuerdas?
—Ya no s est am os pasando de
algunas para pagar la tercera pared.
Sól o hace do s me s es que l a
instalamos. ¿Recuerdas?
—¿Hace tan poco? —Mildred se
quedó mirándolo un rato —. Bueno,
adiós, querido.
—¿Tan poco tiempo hace? —se
lo quedó mirando durante un buen
rato—. Bueno, adiós.
— Adió s — di jo M o nt ag. Se
det uvo y se volvió —. ¿Tiene un
final feliz?
—Adiós —dijo é l. Se detuvo y
se volvió hacia s u mujer—. ¿Tiene
un final feliz?
—No he llegado ahí todavía.
—Aún no he terminado de leerla.
“Is t hat al l i t was ?” She s at
l o o ki ng at hi m f o r a l o ng
mo ment. “Well , goo d-bye, dear.”
15
“G o o d - b ye , ” h e s ai d. H e
st oppe d and t urned around. “Do es
it have a happy ending?”
“I have n’t re ad that far.”
20
H e wal ke d o ve r, r e ad t he l as t
page , no dde d , f o l de d t he
s c r i p t , and han de d i t ba c k t o
h e r . H e wa l k e d o u t o f t h e
ho us e i nt o t he r ai n.
25
M o ntag s e ade l antó , l e yó l a
úl t im a página, hizo un si gno
afirmativo, dobló el libreto, y se lo
devol vi ó a Mi ldr ed. Sali ó de l a
casa, a la lluvia.
M o nt ag s e ac e r c ó , l e yó
últ i m a pági na, as i nt i ó , dobl ó
g ui ó n y s e l o de vo l vi ó
Mil dre d. Sali ó de c as a y
ade ntr ó en la ll uvia.
la
el
a
se
La ll uvia e ra aho ra m uy f ina y
l a m u c ha c ha c a m i nab a p o r e l
c entr o de l a ac er a co n la c abeza
l e van t a da y u na s p o c a s go t as
s o br e e l r o s t r o . Cuando vi o a
Mo nt ag, so nr ió .
El aguac ero i ba am ainando, y la
muc hacha andaba por el c entro de
l a ac e r a, c o n la c abeza e c hada
hac ia atrás par a que las go tas le
cayeran en el rostr o. Cuando vio a
Montag, sonrió.
***
30
The r ai n was t hi nn i ng a way
and t he gi r l was wal king i n the
ce nt re o f the sidewal k wi th her
he ad up and t he fe w dro ps fal li ng
on he r f ac e. She sm ile d whe n s he 35
saw Montag.
“He ll o!”
—¡Hola!
H e s ai d he l lo and t hen s ai d, 40
Mont ag dijo hola y añadi ó: —
“W hat are you up t o now?”
¿Qué haces hoy?
“ I’ m s t i l l c r a z y . Th e
r a i n f e e l s g o o d . I l o ve t o
wal k i n i t .
45
“I do n’t t hi nk I’d l ike t hat , ”
he s aid.
“You mi ght if you tri ed.”
50
“I never have. ”
She l ic ked he r l ips. “Rain even
taste s good.”
55
“W hat do yo u do , go ar ound
t r yi n g e ve r yt h i n g o nc e ?” he
asked.
—¡Hola!
Él contestó al saludo y después, dijo:
—¿Qué haces ahora?
—Todavía estoy loca. La lluvia
sabe bien. Me gusta caminar bajo
la ll uvia.
— Si go l o c a. L a l l uvi a e s
agr adabl e . M e e nc ant a c am inar
bajo l a ll uvia.
—No creo que eso me gustase —
dijo Montag.
— No c r e o q u e a m í m e
gus t ase .
—Le gustará si lo prueba.
—Quizá sí, si lo probara.
—Nunca lo he hecho.
—Nunca lo he hecho.
Clarisse se pasó la lengua por los labios.
—La lluvia tiene buen sabor.
Ella se lamió los labios.
—La lluvia incluso tiene buen sabor.
— ¿P er o t e pas as l a vi da
pr o bándo l o t o do una vez? —
preguntó Montag.
—¿A qué te dedicas? ¿A andar por
ahí probán todo una vez? —inquirió
Montag—.
—A veces dos.
La muchacha miró algo que tenía
en la mano.
—A veces, dos.
La muchacha contempló algo que
tenía en una mano
60
“S o m e t i m e s t wi c e . ” S h e
looked at something in
h e r h an d .
“W h at ’ve yo u g o t t h e r e ?” he
said.
“I gue s s i t ’s t he l as t o f t he
dan de l i o ns t hi s ye a r. I di d n’t
think I’d fi nd o ne on t he lawn this
late. Have you ever heard of rubbing
i t unde r yo ur c hi n? Lo o k.”
She t ouc he d he r c hi n wi th t he
fl owe r, laughing.
65
70
—¿Qué t ienes ahí? —preguntó
Montag.
—Creo que es el último diente de
l e ó n de e s te año . N o c r e í que
pudiese encontrar uno en el jardín
tan tarde. ¿Ha oído eso de pasárselo
por debajo de la barbilla? Mire.
La muchacha se tocó la cara con
la flor, riéndose.
—¿Qué llevas ahí?
—Creo que es el último diente de
león de este Me parecía imposible
encontrar uno en el césped, avanzada
la temporada. ¿No ha oído decir eso
de ftotarselo contra la barbilla? Mire.
Clarisse se tocó labarb illaconlaflor,
riendo.
75
“W hy?”
“I f
it
r ubs
off,
it
17
—¿Qué es eso?
—¿Para qué?
—Si que da algo en l a barbil la
— Si de j a s e ñal , s i gnif i c a
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
m e an s I ’m i n lo ve . H a s
it?”
significa que uno está enamorado.
¿Me queda?
He could hardly do anythingelse but look.
tr. de Alfredo Crespo
qu e e s t o y e n amo r a da, ¿ ha
e n s u c i ad o ?
Montag tuvo que mirar.
Él sólo fue capaz de mirar.
“Well ?” she s ai d.
—¿Y bien? —dijo la muchacha.
—¿Qué? —preguntó ella
“You’re ye llo w under there .”
—Estás toda amarilla ahí abajo.
—Te has manchado de amarillo.
5
“ F i n e ! L e t ’s
n o w. ”
t r y y o u 10
“It won’t wor k f or me .”
—¡M agníf ico! Vamos a pro bar
con usted ahora.
—No servirá conmigo.
“ H e r e . ” B e f o r e h e c o u l d 15
m o ve sh e h ad pu t th e
d an d e l i o n un d e r hi s c h i n .
H e dr ew back an d sh e
l au gh e d . “Ho l d s t i l l ! ”
—¡Estupendo! Probemos ahora con
usted.
Conmigo no dará resultado.
—Veamos. —Antes de que Montag
pudiera moverse la muchacha le había
puesto la flor bajo la barbilla. Montag
dio un paso atrás y la muchacha se
rió.— ¡No se mueva!
—Venga. —Antes de que Montag
hubiese podido moverse la muchacha
le puso e l diente de león bajo la
barbilla. Él se echó hacia atrás y ella
rió—. ¡Estése quieto!
Miró bajo la barbilla de Montag
y frunció el ceño.
Atisbó bajo la barbillade él y frunció
el ceño.
20
She peer ed under hi s c hi n and
fr owne d.
“Well ?” he sai d.
—¿Y bien? —preguntó Montag.
—¿Qué? —dijo Montag—.
25
“W hat a s h am e , ” s h e s ai d.
“You’re no t i n love wit h anyo ne .”
—Qué lástima —dijo Clarisse —
. No está enamorado de nadie.
“Yes , I am !”
—¡Qué vergüenza!
enamorado de nadie.
No
está
—¡Sí que lo estoy!
—¡Sí que lo estoy!
—No se ve nada.
—Pues no aparece ninguna señal.
30
“It does n’t s how.”
“I am
l o ve !” He
up a fac e
b u t t he r e
am!”
ve r y m uc h i n
— ¡Est o y e nam o r ado , m uy
t r i e d t o c o n j u r e e namo r ado ! — M o nt ag t r ató de
t o f i t t h e w o r d s , 35 poner una cara que armonizase con
w a s n o f a c e . “ I las palabras, pero no había cara. —
¡Estoy enamorado!
“Oh please don’t look that way.”
—Oh, por favor, no se ponga así.
— ¡Est o y m uy e nam o r ado ! —
M o n t a g t r a t ó d e e vo c a r u n
r o s t r o q ue e n c aj a r a c o n s u s
pal abr as , pe ro no l o e nco nt r ó —
. ¡Sí que l o es t o y!
—¡Oh, por favor, nome mire de esta manera!
40
“It’s that dandelion,” he said.
“You’ve used it all up on yourself.
That’s why it won’t work for me.”
—Es e s a fl o r. Pr i me r o l a
us as t e c o nt i go . P o r e s o no
m e h a h e c ho n ad a .
—Es el diente de león —replicó él—
. Lo has gastado todo contigo. Por eso
no ha dado resultado en mí.
“O f co ur s e , t hat m us t be i t . 45
— C l a r o . A s í t i e ne q ue s e r.
O h, now I’ve upse t you, I can se e O h , a h o r a e s t á e n o j a d o . L o
I have ; I’m so r ry, r e al ly I am. ” s i e n t o . Lo s i e n t o de ve r a s .
She t ouched his e lbow.
Lamuchacha tocó el codo de Montag.
—C laro, debe de ser e st o.
¡Oh! Ahor a, l e he e no jado . Ya l o
veo . Lo s ie nt o, de ve rdad.
La muchacha le tocó en un codo.
“N o , no , ” he s a i d, qui c kl y, 50
—No, no —dijo Montag rápidamente,
“I’m all ri ght .”
apartándose —. Estoy bien.
—No, no —se apresuró adecir él—.
No me ocurre absolutamente nada.
“I’ve go t to be goi ng, s o say
—Tengo que irme, así que antes
yo u f orgive m e. I don’t want you dígame que me perdona. No quiero
angry wi th me .”
55 que se enoje conmigo.
—He de m archarme. Diga que
me per dona. N o quier o que es té
enojado conmigo.
“I’m no t angr y. Upset , yes .”
—No estoy enojado. Un poco molesto, sí.
—No estoy enojado. Alterado, sí.
“I ’ve g o t t o go t o s e e m y
— Te n go qu e i r a ve r a m i
ps ychiat ris t now. They make me 60 p s i q u i at r a . M e o b l i g an a i r .
go . I m ade up t hi ngs t o s ay. I Invent o c o sas par a de c i r l e. N o
do n’t know what he thi nks o f m e. s é qué pi e ns a de mí . D i c e que
H e s ays I’m a re gular oni o n! I s o y r e al m e nt e una c e bo l l a. Le
ke ep hi m bus y peel ing away t he hago pas ar l as ho r as s ac ándo m e
layers .”
65 c apas .
— Aho ra he de i r a ve r a m i
ps i qui at r a. M e o bl i gan a i r.
Invento cosas que decirl e. Ignoro
lo que pens ar á de m í ¡Di ce que
soy una cebol la muy original! Le
tengo oc upado pelando c apa t ras
capa.
“I’m inc l ine d t o be l i eve yo u
ne e d t h e p s yc hi at r i s t , ” s a i d
Mo nt ag.
—Me siento inclinado a creer que
nece sitas a ese psiqui atra — dijo
Montag—.
— Sí , pi e ns o que ne ce s it as de
ve r a s u n p s i q u i at r a — d i j o
M o nt ag.
70
“You do n’t m ean that .”
—No lo dice en serio.
H e t o o k a b r e at h an d l e t
it out and at last said,
“N o, I don’t mean t hat .”
75
“The psychiatris t wants to know
why I go out and hike around in the
18
—No lo piensa en serio.
M o ntag r e tuvo e l al i e nto un
instante, y luego dijo:
—No, no lo digo en serio.
Él inspiró profundamente, soltó el aire
y, por último dijo:
—No, no lo pienso en serio.
— El ps i quiat r a qui e r e sabe r
por qué m e gust a andar po r lo s
—El psiquiatra quiere saber por
qué salgo a pasear por el bosque, a
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
fo re st s and watc h the bi rds and
collec t butterfli es. I’ll show you
my collection some day.”
“Go o d. ”
bo s que s y m i r ar l o s páj ar o s y
co lec cio nar m ari pos as. U n día le
mo straré mi c ole cció n.
5
“They want to know what I do
wit h all my ti me. I tell them t hat
s o m e t i m e s I j us t s i t and t hi nk.
B ut I w o n ’ t t e l l t h e m w h a t . 10
I ’ve got t he m running. And
sometimes, I tell them, I like to put
my head back, like this, and let the
rain fall into my mouth. It tastes just
like wine. Have you ever tried it?” 15
“N o I —”
“Yo u ha v e
haven’t yo u?”
—Bueno.
—Q uie ren saber qué hago c on
m i t i em p o . L e s d i g o q u e a
ve c e s m e s i e n t o y p i e n s o .
P e r o n o l e s d i go q ué .
Pondrían el grito en las nubes . Ya
veces les digo que me gusta echar la
cabeza hacia atrás, así, y dejar que la
lluvia me entre en la boca. Sabe a
vino. ¿Lo probó alguna vez?
—No, yo...
f o r g i ve n
me,
tr. de Alfredo Crespo
o bs e r var a l o s páj ar o s y a
coleccionar mariposas. Un día, le
enseñaré mi colección.
—Bueno.
—Quieren saber lo que hago a
cada momento. les digo que a veces
me limito a estar sentada y a pensar.
Pero no quiero decirles sobre qué.
Echarían a correr. Y, a veces, les
digo, me gusta echar la cabeza hacia
atrás, así, y dejar que la lluvia caiga
en mi boca. Sabe a vi no. ¿Lo ha
probado alguna vez?
—No, yo...
20
— M e ha pe r donado , ¿no e s
cierto?
— M e ha pe r do nado ust e d,
¿ver dad?
“Ye s . ” H e t ho ught abo ut i t .
“Ye s , I have . G o d kno ws why.
Yo u’r e
pe c ul i ar,
y o u’ r e
aggr avati ng, ye t yo u’r e e as y t o 25
f o r gi ve . Yo u
s ay
y o u’ r e
se ve nt ee n?”
—Sí. —Mo ntag re fle xio nó un
momento — Sí. Te he perdonado.
Dios sabe por qué. Eres rara, eres
i r r it ant e , y s e t e pe r do na c o n
f ac il i dad. ¿D i c e s que t ie ne s
diecisiete años?
— Sí —M o ntag m e di t ó s o br e
aquello—. Si, te perdonado. Dios
sabrá por qué. Eres extraña, eres
irri tante y, sin embargo , es f ácil
per donart e . ¿Di c e s que ti e ne s
diecisiete años?
“Well — ne xt mo nth.”
—Bueno, el mes que viene.
—Bueno, los cumpliréel mes próximo.
30
“H o w o d d . H o w s t r a n g e .
An d m y wi f e t h i r t y a n d y e t
yo u s eem so much older at t i m e s .
I c an’t ge t o ver i t. ”
— Q ué r ar o . Q u é e xt r año . Y
m i muj er ti ene t r ei nt a, y a ve ce s
t ú m e pa r e c e s m uc h o m a yo r.
N o c ons i go ent e nde r lo .
—Es cur ioso. Mi espos a tiene
treinta y, sin embargo, hay momentos
en que pareces mucho mayor ella.
No acabo de entenderlo.
— U st e d e s tam bié n bas t ant e
raro, señor Montag. A veces hasta
olvido que es un bombero. Bueno,
¿puedo enojarlo otra vez?
—También usted es extraño, Mr.
Montag. A veces, hasta olvido que es
bombero. Ahora, ¿puedo encolerizarle
de nuevo?
35
“You’re pec uli ar yo urs elf , M r.
Mo ntag. Som eti mes I eve n f orget
yo u’r e a f i r e m an. N o w, m ay I
make yo u angry again?”
40
“Go ahead. ”
—Adelante.
“How did it start? How did you
get into it? How did you pick your
wor k and how did you happen to 45
t hi nk t o take t he jo b yo u have ?
You’re not like the others. I’ve seen
a few; I know. When I talk, you look
at me. When I said something about
the moon, you looked at the moon, 50
last night. The others would never
do that. The others would walk off
and leave me talking. Or threaten
me. No one has time any more for
anyone else. You’re one of the few 55
who put up with me. That’s why I
t hi nk i t ’s s o s t r ange yo u’r e a
fireman, it just doesn’t seem right
for you, somehow.”
—Adelante.
— ¿ C ó m o e m pe z ó ? ¿ C ó m o
s e me ti ó e n es o ? ¿Cómo
e l i g i ó s u t r ab a j o ? U s t e d n o
e s c o m o l o s o t r o s . H e vi s t o
u n o s p o c o s . C u an d o h ab l o ,
us t e d m e m i r a. Cuando di je al go
de l a l una, us t e d m i r ó l a l una,
ano che. Lo s ot ro s nunca har ían
e s o . Lo s o t r o s s e g ui r í an s u
c am ino y me dej ar ían habl ando .
O me ame nazarí an. N adi e t i ene
tie mpo para nadi e. U sted es uno
de l os po co s que m e han hec ho
cas o. Po r eso me parece tan r aro
que sea un bo mbero . Es algo que
de algún modo no par ec e hec ho
par a ust ed.
—¿Có mo empezó eso? ¿Cómo
intervino usted? ¿Cómo escogió su
trabajo y cómo se le ocurrió buscar
empleo que tiene? Usted no es como
los demás. He visto a unos cuantos.
Lo sé. Cuando hablo, usted me mira
Anoche, cuando dije algo sobre la
luna, usted la miró. Los otros nunca
harían eso. Los otros se alejarían,
dejándome con la palabra en la boca.
O me amenazarían. Nadie tiene ya
tiempo para nadie. Usted es uno de
pocos que congenian conmigo. Por
eso pienso que tan extraño que sea
usted bombero. Porque la verdad que
no parece un trabajo indicado para
usted.
Mo ntag si nti ó que el cuer po se
l e di vi dí a en una part e fr ía y o tr a
c al ie nt e, una dur a y o tr a bl anda,
una te m bl o ro s a y o tr a f i rm e , y
que las do s mi tade s se t ri turaban
entr e sí .
M o nt ag s i nt i ó que s u c ue r po
s e di vi d í a e n c al o r y f r i al d ad,
e n s uavi dad y dur e za, e n
t e m bl o r y f i r me z a am bas
mi t ade s s e f u ndí a n l a una
c o n t r a l a o t r a.
—Será mejor que vayas a tu cita
—dijo.
—Será mejor que acudas a tu cita
—dijo, por fin—.
Y la muchacha echó a correr, y
Montag se quedó allí, de pie bajo
la lluvia. Sólo se movió después de
un tiempo.
Y e ll a se ale jó c or ri endo y l e
de jó pl ant ado al l í , baj o l l uvi a.
M o nt ag t ar dó u n bue n r at o e n
m over se .
Y e nt onc es , muy l ent am ente ,
mientras caminaba, echó la cabeza
hacia atrás bajo la lluvia, sólo un
Y luego , muy l entam ente, s in
dej ar de andar, levantó el rost ro
hac ia l a l luvi a, s ó l o por un
60
He fe lt his bo dy di vide i tse lf
into a hot nes s and a c ol dne ss, a
s o f t n e s s a nd a h ar d ne s s , a
t r em bl ing and a no t t r em bl ing,
the t wo halve s grinding one upon
the o the r.
65
“Yo u’d be tt e r run o n t o your
appo int ment, ” he s ai d.
70
An d s h e r a n o f f a n d l e f t
h i m s t a nd i n g t he r e i n t h e
r ai n. O n l y af t e r a l o n g t i m e
d i d h e m o ve .
75
And t he n, ver y sl o wl y, as he
walke d, he ti lte d his he ad back in
the r ai n, for j ust a fe w m ome nt s,
19
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
and o pened hi s m out h…
instante, y abrió la boca...
momento, y abrió la boca...
The M ec hani c al H ound s l ept
but did not sle ep, li ved but did not
live in i ts gently humming, gently X5
vibrating, softly illuminated kennel
bac k i n a dar k c o r ne r o f th e
f ir ehouse . The dim l ight o f one
i n t he m o r ni ng, t he m o o nl i ght
f r o m t h e o p e n s ky f r a m e d 10
t hr o u gh t he g r e a t wi nd o w,
t o uc he d he r e and t he r e on t he
br as s and the c opper and the s teel
o f t he f ai nt l y t r em bl i ng be as t .
Li ght fl i c ke re d on bit s o f ruby 15
gl as s and on s ensi ti ve c apil lary
ha i r s i n t he nyl o n- br us h e d
no s t r i l s o f t he c r e at ur e t h at
qui ver e d gent ly, ge ntl y, gent ly,
its eight le gs spi dered under it on 20
rubber -padde d paws .
El Sabues o Me c ánic o do rm ía,
pe r o no do r m í a, vi ví a pe r o no
vivía e n s u c as i l l a s uave m ent e
i lumi nada, le ve me nt e zumbante ,
l evem ente vibrant e, e n un r incó n
del o sc ur o cuar t el de bo mber os .
La pá l i d a l uz d e l a u na de l a
m añana, l a l uz l unar de l c i e l o
e nm ar c a do p o r e l ve nt an al ,
t oc aba aquí y all á e l br once y e l
c obre y e l ace ro de la be st ia . La
luz se r ef le jaba en los cr is tal es
rojizos y en los s ensibles cabellos
de las nar i c e s de nyl o n de l a
criatura, que temblaba débil ment e,
__ __ ___ _ ___ __ _ _ __ ___ __ __
con las ocho patas de garras forradas
de goma recogidas bajo el cuerpo y
parecidas a patas de araña.
El Sabues o Me cáni co dor mí a
sin dorm ir, vivía sin y ivir en el
s ua ve zu m bi do , e n l a s u ave
vibraci ón de la perrera débilmente
iluminada, en un r inc ón os cur o de
l a par t e t r as e ra de l c uart e l de
bo mbe ros . La débil luz de l a una
de la m adr ugada, e l c laro de luna
e nm ar c ado en e l gran ve ntanal
to caba alguno s punt os de l l ató n,
el co bre y el ac ero de l a best ia
le vem ente tem blo ro sa. La l uz se
re fle jaba en por cio nes de vidr io
co lo r rubí y e n se ns ible s pe lo s
c a pi l ar e s , de l h o c i c o de l a
c r i at ur a, q ue t e m bl aba s uave ,
suaveme nt e, co n sus o cho pat as
de pezuñas de go m a r e c ogi das
bajo el cuerpo.
M o nt ag s l i d do wn t he br as s
po le. He went out t o l oo k at t he
ci ty and t he c lo uds had cl eare d
away c o m pl e t e l y, and he l i t a
ci gar et te and came back to be nd
down and l oo k at t he Ho und. It
was l ike a gre at be e c ome ho me
fr om so me fie ld where the honey
i s f ul l o f po i s o n wi l dne s s , o f
insanity and nightm are , its bo dy
c r am m e d wi t h t ha t o ve r - r i c h
nec t ar and no w it was s l ee ping
the e vi l o ut of it sel f.
Montag se dejó caer por la barra
de bronce. Salió a mirar la ciudad.
El c i e l o e s t a ba t o t al m e nt e
despejado. Encendió un cigarrillo,
volvió a entrar, y se inclinó y miró
al Sabueso. Se parecía a una abeja
gigante sca que hubie se vuelto al
hogar desde un campo de mi eles
envene nadas, m iel es de lo cura y
pesadilla. Con el cuerpo henchido
de un néctar excesivamente rico, se
vaci aba, dur m i endo , de aquel l a
malignidad.
Montag se deslizó por labarrade latón
abajo. Se asomó a observar la ciudad, y
las nubes habían desaparecido por
completo; encendió un cigarrillo,
retrocedió para inclinarse y mirar al
Sabueso. Era como unagigantesca abeja
que regresaba a la colmena desde algún
campo donde la miel estállena de salvaje
veneno, de insania o de pesadilla, con el
cuerpo atiborrado de aquel néctar
excesivamente rico, y, ahora, estaba
durmiendo para eliminar de sí los
humores malignos.
— H o la — m ur mur ó M o nt ag,
f as ci nado c om o s ie m pr e por l a
bestia muerta, la bestia viva.
—Hola —susurró Montag, fascinado
como siempre, Por la bestia muerta, la
bestia viviente —.
At ni ght when things got dul l,
En las noches de aburrimiento, o
whic h was ever y ni ght, t he m en sea todas las noches, los hombres
sli d down the br as s pol es, and set bajaban por las barras ____, y fi jaban
the ti cki ng c ombinat io ns of t he l as c o mbi naci o ne s del s i s t e m a
o lf act o ry sys te m of the H o und 45 o lf at ivo de l Sabue so , y s ol t aban
and let loo se r ats i n the fi reho use u na s r a t as e n e l p a t i o de l
ar e a- wa y,
and
s o m e t i m e s c uar te l , y a vec e s unos po l l os ,
chic kens, and som etimes cats that y a ve c e s gat o s a l o s q ue de
wo ul d ha ve t o be dr o wn e d t odo s m o do s había que aho gar,
an ywa y, an d t he r e w o u l d be 50 y s e a p o s t a ba a c uá l de l o s
be tt ing to s ee whi ch t he H ound ga t o s , po l l o s o r a t a s c az ar í a
wo ul d s e ize f i rs t . The ani mal s pri m er o el Sabue s o. Se s ol t aba
we re t urne d lo ose. Thr ee s econds a l o s a ni m al es . Tre s s egundo s
later t he gam e was do ne , t he rat, después el juego había concluido.
cat, o r chicken c aught half acro ss 55 La r ata, gat o o poll o había si do
the are a-way, gripped i n gent li ng atrapado en medio del patio, entre
paws whi le a fo ur - i nc h ho ll o w unas garras suaves, y de la frente
st eel ne edl e plunge d down fr om del Sabueso había salido una aguja
t he pr obo s c is o f t he H o und t o hueca de diez centímetros de largo
injec t m ass ive jo l ts of m orphi ne 60 que inyectaba una dosi s mortal de
or pr ocaine. The paw n was then morfina o procaína. Echaban la ví cti ma
to sse d i n the incinerato r. A new en el incinerador. Comenzaba otro
game be gan.
juego.
De noche, cuando se aburría, lo
que ocurría a diario los hombres se
dejaban resbalar por las barras de
l at ón y P o ní an e n m ar c ha l as
combinaciones del sistema olfativo
del Sabueso, y soltaban ratas en el
área del cuartel de bomberos; otras
veces, pollos, y otras, gatos que ,
de todos modos, hubiese n tenido
que s e r ahogado s , Y s e hac í an
apues t as ace r c a qué pr e sa e l
Sabue s o c o ge r í a pr i m e r o . Lo s
ani mal e s e ran s o lt ado s . Tr e s
segundos más tarde, el fuego había
te rminado , la rat a, el gato pol lo
atrapado en mitad del patio, sujeto
por las suave s pezuñas, mient ras
una aguja hueca de diez centímetros
surgía del morro del Sabueso para
i nyec t ar una do si s m as iva de
morfina o de procaína. La presa era
ar r oj ada l ue go al inc i ne r ado r.
Empezaba otra partida.
Mo n t ag s t aye d ups t a i r s
m o s t n i g h t s wh e n t h i s w e n t
o n. The r e ha d be e n a t i m e t wo
y e a r s a g o wh e n h e h a d b e t
wi t h t he b e s t o f t he m , and l o s t
a w e e k ’s s a l a r y a n d f a c e d
M i l dr e d’s i n s ane ange r , wh i c h
s h o we d i t s e l f i n v e i n s a n d
bl o t c he s . Bu t no w at n i ght he
l ay i n h i s bu nk, f ac e t ur ne d t o
t he wal l , l i s t e ni ng t o who o ps
o f l augh t e r b e l o w and t he
pi ano - s t r i ng s c ur r y o f r at f e e t ,
t he vi o l i n s que ak i ng o f m i c e ,
Cuando oc ur rí a e st o, M ontag
s ol ía que dars e arr iba. H ubo una
vez, do s años atr ás , en que hizo
una apuest a y pe rdió el sal ar io de
u na
s e m an a,
d e b i e nd o
enfre ntarse co n l a f uri a i nsana de
M i l dr e d, que apa r e c í a e n s us
ve nas y s u s m an c ha s r o j i za s .
P e r o, aho r a, dur ante l a noc he ,
pe rm anecí a tum bado en s u l it er a,
c o n e l r o s t r o vu e l t o ha c i a l a
pare d, e sc uchando l as carc aj adas
de abaj o y el r um or de las patas
de l o s r o e do r e s , s e gui do s de l
25
30
35
“H e l l o , ” whi s pe r e d M o nt ag,
f as c i nat e d as a l ways wi t h t he
de ad beast , t he living beas t.
40
65
70
75
20
En e s as no c he s , M o nt ag s e
quedaba c asi s iem pr e arr iba. En
otro tiempo, dos años antes, había
apo stado co n los dem ás, y había
perdido el salario de una semana y
desafiado la ira de Mildred, visible
en venas abul tadas y manchas en
e l ro s t r o . Aho r a s e pas aba l as
noches en su hamaca, con la cara
vuelta hacia la pared, escuchando
los coros de ris as que venían de
abajo, y el piano de los pies ligeros
de las ratas, los chillidos de violín
de los gatos, y el silencio móvil del
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
a n d t h e g r e a t s h a d o wi n g ,
m o t i o ne d s i l e nc e o f t he H o und
l e a pi ng o ut l i ke a m o t h i n t he
r aw l i gh t , f i ndi ng , ho l di ng i t s
vi c t i m , i n s e r t i n g t he ne e dl e 5
and go i ng ba c k t o i t s ke nn e l X
t o di e a s i f a s w i t c h had b e e n
t u r ne d.
10
X
Montag touched the muzzle.
The H ound gro wle d.
Mo ntag j umped bac k.
Sabue s o , que i ba ar r o jando
sombras, saltando como una polilla
a la luz de una ll ama, busc ando,
at r apando a s u ví c t im a e
i ntr o duc ie ndo
la aguja,
y
regr esando a mor ir a s u re fug i o
como si al guien hubies e cerr ado
una llave.
tr. de Alfredo Crespo
r ápido y si le nc io so m ovim ie nt o
del Sabue so que salt aba bajo l a
c r u da
l uz ,
e nc o n t r an do ,
s uj e t an do
a
su
vi c t i m a ,
i ns er tando la aguja y r egre sando
a s u pe rr er a par a mo ri r co mo s i
s e hu bi e s e da do vu e l t as a un
c onmut ador.
Montag tocó el hocico de la bestia.
Montag tocó el hocico.
El Sabueso gruñó.
El Sabueso gruñó.
Montag dio un salto atrás.
Montag dio un salto hacia atrás.
15
cog sprocket, piñón, diente, tooth on the rim of
gear wheel , (engranaje=conjunto de dientes de
una máquina), ruedas dentadas
Th e H o und hal f r o s e i n i t s
ke nne l and l o o ke d at hi m wi t h X
gr e en- bl ue
ne o n
li ght
f l i c k e r i n g i n i t s s u d de n l y
ac t i vat e d e ye bul bs . It gr o wl e d 20
again, a s t range r aspi ng
c o m bi n a t i o n o f e l e c t r i c a l
s i zzl e , a f r y i n g s o un d , a
s c r api ng o f m e t al , a t ur ni ng o f
c o g s t h at s e e m e d r u s t y a n d 25
anc ie nt wi th s us pi ci o n.
El Sabue so s e inc o r por ó a
medias en su casil l a y lo miró con
una luz verde azulada de neón que
se apagaba y encendía en los bulbos
de los oj os, de pronto ac tivados.
Vol vió a gruñir c o n un c ur i os o
sonido estridente, mezcla de siseo
eléctrico, algo que se achicharraba,
raspidos de metal, y un movimiento
de e ngr anajes apar e nt e me nt e
oxidados y viejos de sospecha.
“N o , no , bo y,” s ai d M ont ag,
hi s hear t pounding.
—No, no, cuidado —dijo Montag.
El corazón le saltaba en el pecho.
E l S a b u e s o s e l e va n t ó a
m e di as e n s u pe r re r a m i ró c o n
o j o s ve r d e a z u l a do s d e n e ó n
q ue p a r p a de a, e n s u s g l o bo s
r e p e n t i n a m e n t e a c t i va d o s .
Vo l vi ó a g r u ñ i r , u n a e xt r añ a
c o m bi nac i ó n
de
siseo
e l é c t r i c o , d e pi t ar y de
c hi r r i do de m e t al , un gi r ar de
e ng r anaje s par e c í an o xi da do s
y l l e no s de r e c e l o .
—No, no, muchacho —dijo Montag—.
El corazón le latió fuertemente.
30
H e s a w t h e s i l ve r n e e d l e
extended upon the air an
inc h, p ull b ack, exte nd,
pul l
bac k.
The
gr o wl
s i m m e r e d i n t h e b e a s t a n d 35
i t l o o k e d a t hi m.
Vi o l a aguj a de pl at a que
as o maba,
se
al zaba,
do s
centímetros, se recogía, se alzaba,
se r eco gí a o tr a vez. U n gruñi do
he rví a dentr o de la bes t ia, que
seguía mirando a Montag.
Vio que la aguja plateada asomaba
un par de centímetros, volvía aocultarse,
asomaba un par de centímetros, volvía a
ocultarse, asomaba, se ocultaba. El gruñido
se acentuó, l a b e s t i a m i r ó a
M o nt a g .
Mo ntag backed up. The Hound
to ok a ste p f ro m i ts ke nne l.
Montag retrocedió. El Sabueso
se asomó a la puerta de la casilla.
Éste retrocedió. El Sabueso adelantó
un paso en su perrera.
Montag se tomó de la barra de bronce
con una mano. La barra reaccionó,
subió y llevó a Montag, serenamente,
hacia arriba. Montag, estremeciéndose,
con un rostro verde pálido, se dejó caer
en la plataforma superior, débilmente
iluminada. Allá abajo el Sabueso se
había e nc ogido, r et ro ce di endo , y
s e había i nc o rpor ado s obr e sus
oc ho incr eíble s pat as de i nse ct o,
c an t u r r e á nd o s e o t r a ve z a s í
m is m o , c o n l o s m ult i f ac é t ic o s
o jo s en paz.
M ontag co gi ó la bar ra de me tal
c o n u na m an o . La b ar r a ,
r eacc io nando, s e des li zó ha ci a
ar riba y s ile ncio same nte , le lle vó
más ar ri ba del t ec ho , dé bi lm ente
i lumi nada. Es taba t em bl or os o y
s u ro st ro t enía un c ol or blanc o
ve rdos o. Abajo , el Sabue so había
vue l t o a agazapar s e s o br e s us
i nc re íble s oc ho pat as de inse ct o
y vo l ví a a r o nr o n e a r pa r a s í
mi smo, co n sus o jos de múl tipl es
face tas en paz.
M o n t a g s t o o d , l e t t i n g t h e 55
Montag esperó, i nmóvil, junto a
f e ar s p as s , by t h e d r o p- h o l e . la abe rtura del piso , a que se le
B e h i n d h i m , f o u r m e n a t a pas ar a e l m i e do . D e t r ás de é l
c a r d t a b l e u n d e r a g r e e n - cuatro hombres sentados alrededor
l i d d e d l i g h t i n t h e c o r n e r de una mesa, bajo una luz verdosa,
g l a n c e d b r i e f l y b u t s a i d 60 l o mi raro n de so sl ayo , pe ro no
n o t h i n g. O n l y t h e m a n w i t h dijeron nada. Só lo el hombre con
t h e Cap t ai n’s h at an d t he s i gn gorra de capitán, y la insignia del
o f t he P h o e n i x o n hi s hat , at f éni x e n l a gor r a, habl ó al f in,
l a s t , c u r i o u s , h i s p l a y i n g curioso, sin soltar las c artas que
c a r d s i n h i s t h i n ha nd, t al k e d 65 t e ní a e n l a m ano hue s uda
ac r o s s t h e l o n g r o o m .
X _______________________.
Montag esperó junto al agujero a
que se calmaran sus temores. Detrás
de él, cuatro hombres jugaban a los
naipes bajo una luz con pantalla verde,
situada en una esquina. Los jugadores
lanzaron una breve mirada a Montag,
pero no dijeron nada. Sólo el hombre
que llevaba el casco de capitán y el
signo del cenit en el mismo, habló por
último, con curiosidad, sosteniendo
las cartas en una de sus m ano s ,
desde el otro lado de la larga habitación.
40
M o nt a g g r a b be d t he b r a s s
po l e wi t h o n e han d. Th e po l e ,
r e a c t i ng , s l i d upwar d, and
t o o k hi m t hr o ugh t he c e i l i ng,
qui e t l y. H e s t e pp e d o f f i n t he
hal f - l i t de c k o f t he up pe r
l e ve l . H e w as t r e m b l i n g an d
h i s f a c e wa s g r e e n - wh i t e .
B e l o w, t h e H o u n d h a d s u n k
b a c k d o wn u p o n i t s e i g h t
i nc r e di b l e i n s e c t l e gs and was
h um m i n g t o i t s e l f ag ai n , i t s
m ul t i - f ac e t e d e y e s at pe a c e .
45
50
“M ont ag… ?”
“It doesn’t like me,” said Montag.
70
“W ha t , t he H o un d?” The
Captain st udi ed his c ards.
X
“Come of f it. It do esn’t li ke or
dis l ike . It j ust ‘funct i ons . ’ It’s 75
li ke a l es son in balli sti cs . It has
a traje cto ry we de cide for it . It
fo llo ws through. It targe ts it sel f,
21
—¿Montag?
—Montag...
—No le gusto —dijo Montag.
—No le gusto a ése —dijo Montag—
—¿Aquién?¿Al Sabueso?—El capitán
estudió los naipes que tenía en la mano.
— O l ví dal o . N o t i e ne gu s t o s .
Func i o na, nada m á s . Es c o m o
una lec ci ón de balí sti ca. Re cor re
l a tr ayec to ri a indi cada. Al pie de
l a l e t r a. Apunt a, d a e n e l
— ¿Q ui é n , al Sabue s o ? — El
c ap i t án e s t u di ó s us n ai pe s — .
Olvídate de ello. Ése no quiere ni odia.
Simplemente, funciona. Es como una
lecc ión de balís tica. Tiene una
trayectoriaque nosotros determinamos.
Él la sigue rigurosamente. Persigue el
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
hom e s i ts el f , and cut s of f . It’s
o n l y c o ppe r w i r e , s t o r a ge
batte ri es, and ele ctr ic ity.”
blanco , y s e pa r a. Es
s ó l o alambre s de co b re,
b a t e r í a s y e l e c t r i c i da d .
blanco, lo al c anza, y nada m ás .
Só l o e s al amb r e de c o br e ,
baterías de carga y electricidad.
M o ntag s wal lo we d.5
“It s c al c ul at o r s c an be s e t t o
any c o m bi nat i o n, s o m any
am i no ac i ds , s o m uc h s ul ph ur,
so
muc h
but t e r f at
and
al kal i ne . Ri ght ?”
10
Montag tragó saliva.
—Las calculadoras del Sabueso
f unci o nan
co n
c ual qui e r
combinación, tantos aminoácidos,
tant os sulfuro s, tant os ál cal is y
grasas, ¿no es cierto?
Montag tragó saliva.
—Sus calculado ras puede n ser
di s pue s t as
par a
c ual qui e r
combinación, tantos aminoácidos,
tant o azuf re , tanta grasa, tant os
álcalis. ¿No es así?
“We all kno w t hat .”
—Todo el mundo lo sabe.
“A l l o f t h o s e c he m i c al
balanc es and per ce nt ages on all
o f us he r e i n t h e h o us e a r e
r e c o r de d i n t h e m as t e r f i l e
do wns tai rs . It woul d be eas y f or
s o m e o ne t o s e t u p a pa r t i al
c o m bi na t i o n o n t he H o und ’s
‘me mory,’ a to uch o f amino aci ds,
pe rhaps . That wo ul d acco unt f or
what t he ani m al di d j us t no w.
Re act ed toward me .”
15
20
—Todos sabemos que sí.
—El equilibrio y porcentaje de
e l e me nt o s quí m i c os de to do s
nosotros figuran en el archivo de la
pl ant a baj a. Se r í a f ác i l par a
cualquiera fijar en la memoria del
Sabueso una combinación parcial;
la de aminoácidos, por ejemplo. Eso
bas tar í a par a que e l ani m al
r e acc i o nase c o m o hac e uno s
i ns tant es . Para que re ac ci onas e
contra mí.
—Las com binaci ones quími cas
y p o r c e nt aj e s de c a da uno de
no sotr os e stán registr ados en el
archivo general de l cuar tel, abajo.
Re s ul t ar í a f ác i l par a al gu i e n
i nt r o duc i r e n l a m e m o r i a de l
Sabueso una c ombinación parci al,
quizá un t o que de ami no ác ido .
Es o expl ic ar ía lo que e l anim al
acaba de hace r. H a re ac ci onado
contra mí.
25
“H ell ,” said the Capt ai n.
—Disparates —dijo el capitán.
—¡Diablos! —exclamó el capitán—.
“Irr itated, but no t com ple te ly
—Para que se irri tara, no para
angry. Jus t e nough ‘m emo ry’ s et que se e nojas e del todo. Sólo un
up in i t by s om eone s o it gro wl ed 30 «r e c ue r d o », p ar a q ue gr uña
when I t ouc hed it .”
cuando yo lo toque.
— Ir r it ado ,
per o
no
c o m pl e t am e nt e f ur i o s o . Só l o
c o n l a s uf ic i e nt e me m o r i a par a
gr uñir m e al t o car l o .
“Who would do a thing like that?”
— ¿Y qui én har ía una c os a
asked the Captain. “You haven’t any semejante? —preguntó el capitán —
enemies here, Guy.”
35 . Aquí no tienes enemigos, Guy.
—¿Quién podría haber hecho algo
así? —preguntó el capitán—. Tú no
tienes enemigos aquí, Guy.
“N one t hat I know of .”
—Ninguno que yo sepa.
—Que yo sepa, no.
“We’ll have the Hound checked
—Haré que los técnicos revisen
by our technicians tomorrow.
40 al Sabueso mañana.
—Mañana haremos que nuestros
técnicos verifiquen el Sabueso.
“This i sn’t t he fi rs t ti me i t’s
t hr e at e ne d m e , ” s ai d M o nt ag.
“Last m ont h i t happened twice .”
—Y no es la primera vez que me
amenaza —dijo Montag —. El mes pasado
ocurrió lo mismo endos oportunidades.
—No es la primera vez que me ha
amenaz—dijo Montag—. El mes pasado
ocurrió dos veces.
“We ’ l l f i x i t u p . D o n ’ t
wor ry”
— Lo ar r e gl ar e m o s . No
preocupes.
—Arreglaremos
preocupes.
But M ont ag did not move and
o n l y s t o o d t h i nk i ng o f t he 50
vent i lat o r g ri l l e i n t he hal l at
ho me and what lay hidden behi nd
the gri lle . If s om eone here i n t he
f i r e h o us e k ne w a bo u t t he
ve nt i l at o r t he n m i ght n’t t h e y 55
“t ell ” t he Ho und…?
P e r o M o n t ag n o s e m o vi ó , y
s e que d ó pe n s and o e n l a
r e j i l l a d e l ve n t i l a do r d e s u
ve s t í b ul o , y e n l o q ue ha bí a
de t rás de l a r e j i l l a. Si al gui e n
aquí e n e l cuar t e l s upi e s e al go
d e e s e ve n t i l ad o r , ¿ no s e l o
«di rí a» al Sabue so e nt o nc e s ?
Pero
Mo n t ag
no
se
m o vi ó y s i g u i ó p e n s a n d o e n
reja del ventilador del vestíbulo de
su casa, y en lo que había oculto
detrás de la misma. Si alguien del
c uart d de bom be ro s es tuvi es e
enterado de lo del ventilado; ¿no podría
ser que se lo «contara» al Sabueso ...?
E l c a pi t á n s e a c e r c ó a l a
bar r a y mi r ó a Mo nt ag
60 i nqui s i t i vam e nt e .
El capitán se ac ercó al agujero
de la sala y lanzó una inquisit iva
mirada a Montag.
45
The Captai n c am e o ver t o t he
dr o p- ho l e an d g ave M o n t ag a
quest ioning gl anc e.
te
esto,
no
te
“I wa s j us t f i gu r i n g, ” s a i d
M o nt ag, “what doe s t he H ound
think about down t her e nights ? Is
it co mi ng ali ve on us , really? It 65
makes me c old.”
—Me estaba pr egunt ando —le
explicó Montag —, ¿qué piensa el
Sabueso allá abajo, toda la noche?
¿So mo s no so t r o s l o s que l o
animamos realmente? Me da frío.
— Es t aba pe ns ando — di j o
Montag— e n qué es pe nsando el
Sabueso Mecánico ahí abajo, toda
la no che. ¿Está vivo de veras? Me
produce escalofríos.
“It doe sn’t t hi nk anyt hi ng we
do n’t want it to think.”
—Sólo piensa lo que queremos
que piense.
—Él no pie nsa nada que no
deseemos que piense.
—Sería triste —dijo Montag en
voz baja —, pues sólo ponemos en
él i de as de caza, pe rs ec uc ió n y
muerte. Qué lástima si eso es todo
lo que sabe.
—Es unapena—dijo Montagconvoz
queda—, porque lo único que ponemos
en su cerebro es cacería, búsqueda y
matanza. ¡Qué vergüenza que solamente
haya de conocer eso!
Beatty soltó un leve bufido.
—Diablos. Es una obra maestra
Beatty resopló amablemente.
—¡Diablos! Es una magnífica pieza
70
“That ’s s a d, ” s a i d M o nt a g,
quiet ly, “bec ause all we put into
i t i s hu nt i ng an d f i nd i n g a nd
ki lli ng. W hat a shame if that’s all
it can e ver know. ”’
75
Be at ty sno rt ed, ge nt ly. “H el l!
It ’s a f ine bit of crafts manship, a
22
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
go o d r i f l e t hat c an f e t c h i t s
o wn t ar g e t a nd gu ar ant e e s t he
bull’s- eye every t ime .”
tr. de Alfredo Crespo
de la técnica. Un buen rifle capaz de
apuntar por sí solo y que garantiza que
se dé en el blanco.
de artesanía,’J proyectil que busca
s u pro pi o o bj e ti vo y gar ant iza
blanco cada vez.
—Por eso mismo —dijo Montag
— no qui e ro s e r s u pr óxi m a
víctima.
— P o r e s o no qu i s i e r a s e r s u
p r ó x i m a v í c t i m a —repl i c ó
M o nt ag— .
“W hy ? Yo u go t a gu i l t y
— ¿P or qué ? ¿N o t i e nes l a
co nsc ie nce about s ome thing?” 10 conciencia tranquila?
—¿Por qué? ¿Te remuerde la
conciencia por algo?
“That’s why, ” said M ontag. “I
wo ul d n’ t w ant t o b e i t s ne xt
vi ct im .
5
Mo ntag glance d up s wi ftl y.
Montag alzó con rapidez los ojos.
Be att y s to od the re loo ki ng at
B
hi m s te adi ly wi th his e yes , whi le X
15 r a t
his m o ut h o pe ne d and be gan t o l a
laugh, very so ftl y.
di e
e
o
b
n
Montaglevantó lamirada con rapidez.
at t y l o mi r ó un
, y l u e g o a br i ó
o c a y r i ó e nt r e
t e s ______.
B e a t t y pe r m a n e c í a a l l í ,
m ir ándo l e f ij ame nte a o j os , e n
t a nt o qu e s u bo c a s e a br í a y
e mpe zaba a c o n s uavi dad.
Uno dos t re s c uatro c inco se is
s ie t e dí as . Y o tr as t ant as ve ce s
M o n t a g s al i ó d e l a c a s a y
Cl ari s s e e s taba al lí , e n alguna
par t e de l m undo . U na ve z vi o
c ó m o s ac udía un c as t año ; o t r a
vez vi o có m o t ej í a una c haquet a
azul , s e ntada e n el j ar dí n; t re s
o c u a t r o ve c e s e nc o nt r ó u n
ra mil lete de flore s tardías en el
porche, o un puñado de nueces en
un saquito, o algunas hojas otoñales
suj etas cu ida dosame nte con alfileres
a una hoja de papel blanco y clavadas en la
pue r ta . Todos l os día s C l ar i ss e l o
a com pañó ha st a la es qui na . U n dí a
e s t a b a l l o vi e n d o ; e l d í a
si guie nte era se reno y
tibio, y el siguiente
co mo una fragua de
v e r a n o , y e l r o s t r o de
C l a r i s s e p a r e c í a a r r e ba t a d o
po r e l s o l de l as úl t i m as ho r as
de l a t ar de .
Uno, dos , t res , cuatro , c inc o,
sei s, sie te días. Y cada vez que él
salía de la casa. Clar iss e e staba
por allí, e n algún jugar del mundo.
U na ve z, M o nt a g l a vi o
sacudiendo un nogal; otra, se ntada
en el césped, teji endo un jers ey
azul; en tres o cuatro oc asiones,
enco nt ró un r ami ll et e de fl or es
tar días e n el porche de s u casa, o
un puñado de nueces en un pequeño
saquito, o vari as hoj as o t o ñ al e s
pul c rame nt e cl avadas e n una
cuartilla de papel blanco, sujeta en
su puerta. Claris se le acompañaba
cada día hasta la esquina. Un día,
l l o ví a; e l s i g ui e nt e , e s t aba
de s pe j ado ; e l o t r o , s o pl aba un
fuerte viento, y el de más allá, todo
estaba tranquilo y en calma; el día
siguient e a e se día en c alma fue
semejante a un horno veraniego y
Cl ar is se apare ci ó co n el r os tr o
quemado por el sol.
—¿Por qué —preguntó Montag
una ve z a la e nt r ada de l t r e n
subt erráneo — me parece que te
conozco desde hace tanto tiempo?
—¿P or qué s erá — dijo él una
vez, e n la entrada del «Me tro»—
que tengo la sensación de conocerte
desde hace muchos años?
—Porque le gusto —respondió
Clarisse —, y no le pido nada. Y
porque nos conocemos.
—Porque le aprecio austed—replicó
ella—, y no deseo nada suyo. Y porque
nos conocemos mutuamente.
“You make me fe el very old and 55
—Me haces sentir muy viejo, y
very much like a father.”
muy como un padre.
—Me haces sentir muy viejo y
parecido a un padre.
“No w yo u e xplain,” she said,
“why yo u haven’t any daught er s
li ke me, i f you love c hi ldr en so
m uch?”
—¿P u e de e xp l i c ar me po r
q ué n o t i e n e n i n gu na h i j a
c o m o yo , s i l e g us t a n t a nt o
l os niños ?
20
O ne t wo t hr e e f o ur fi ve s i x
se ven days . And as many tim es he
c a m e o u t o f t he ho us e a nd
Cl ari ss e was the re so mewhe re in
t h e w o r l d. O n c e he s a w h e r 25
s haki ng a wal nut t re e , o nc e he
s a w h e r s i t t i n g o n t he l a wn
knitt ing a bl ue sweat er, t hre e or
fo ur tim es he fo und a bo uquet of
l at e f lo we r s on hi s por ch, o r a 30
handful o f c he s tnuts in a li t tl e
s a c k, o r s o m e au t um n l e ave s
ne at l y pi nne d to a s hee t o f whi te
pape r and t humb- t ac ke d to hi s
do or. Ever y day Cl ari sse walked 35
hi m t o the co rner. One day it was
raini ng, t he next i t was cl ear, t he
da y a f t e r t ha t t he wi nd bl e w
st ro ng, and t he day af ter t hat it
was m il d and calm , and the day 40
af ter t hat calm day was a day li ke
a fur nac e o f s umme r and Claris se
wi th her f ace all sunburnt by l ate
af ter noo n.
45
“W h y i s i t , ” h e s a i d , o n e
time,
at
t he
s ubway
e n t r a n c e , “I f e e l I ’ ve k n o w n
yo u s o man y ye ar s ?”
50
“Because I like you,” she said, “and
I don’t want anything from you. And
because we know each other.”
— E x pl í q u e m e
—di j o
C l a r i s s e — ¿P o r q u é n o h a
60 t e ni do hi j as c o mo yo s i tant o l e
gus tan l o s ni ño s ?
“I don’t know.”
“Yo u’re j oking!”
65
—No sé.
—Lo ignoro.
—¡Bromea!
—¡Bromea usted!
“I m e an — ” H e s t o ppe d and
— Q u i e r o de c i r. . . — M o n t ag
shook his head. “Well , m y wif e, c al l ó y s a c u di ó l a c a b e za .
she… She just ne ver wante d any Bue no , m i muj e r, e ll a. . . nunc a
childre n at all .”
70 qui s o t e ne r hi j os .
— Q ui e r o de c i r. . . — M o nt ag
calló y meneó la cabeza— . Bueno,
es que mi e spo sa.. . Ella nunca ha
deseado tener niños.
The girl st opped sm ili ng. “I’m
Clarisse dejó de sonreír.
so rry. I r eal ly, t hought you we re
—Lo siento. Creí realmente que
having fun at my e xpe nse . I’m a estaba burlándose de mí. Soy una
foo l.”
75 tonta.
La muchacha dejó de sonreír.
—Lo siento. Me había parecido
que se estaba burlando de mí. Soy una
tonta.
“N o , n o , ” h e s a i d . “I t
was a g o o d q u e s t i o n . It ’s
—No, no —repl icó Mont ag—.
Ha sido una buena pregunta. Hacía
23
—No. No —dijo Montag — La
pregunta estaba bien.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
bee n a long tim e si nce
a ny o n e c a r e d e n o u gh t o a s k .
A g o o d que s t i o n .”
tr. de Alfredo Crespo
D e s de hac e t i e m po nadie s e
interesa ni siquiera en preguntar.
Estaba bien.
m ucho t i em po que nadie s e
interesaba por mí para hacérmela.
Una buena pregunta.
“Le t ’s t al k abo ut s o m e t hi ng
el se. H ave yo u e ve r s mel le d o ld
l e ave s ? D o n’t t he y s m e l l l i ke
ci nnamo n? Her e. Sm ell .”
5
—Ha bl e mo s de o t r a c o s a.
¿ H a o l i d o h o j a s vi e j a s ?
¿N o
huele n
a c an el a?
To m e . H u e l a .
— Habl em os de o tr a co sa. ¿H a
o l i do a l g un a ve z u na s ho j a s
vi e j a s ? ¿Ve r d ad qu e h ue l e n a
c inam om o? Tom e. hue la.
“W h y , y e s , i t
ci nnamon in a way.”
10
—Pero
canela.
parece
—Caramba, sí, en cierto modo,
parece cinamomo.
She
lo oke d
at
him
Clarisse lo miró con
w i t h h e r c l e a r d ar k e y e s . s u s c l a r o s o j o s o s c ur o s .
“You al ways s eem shoc ked.”
15
—Todo le sorprende.
Cl ar i s s e l e mi r ó c o n s us
t r ans par e nt e s o j o s o s c ur o s.
—Siempre parece ofendido.
“ I t ’s j u s t I h a v e n ’ t h a d
t i me — ”
— Es que nunc a t uve t i e m po
de . . .
—E s q ue
t i e mp o . ..
—¿Mir ó
los
g r and e s
anuncios como le dije?
—¿Se fijó en los carteles al argados,
tal como le dije?
is
li ke
“Did you look at the stretched-out
billboards like I told you?”
20
“I t hi nk s o . Ye s . ” H e had t o
l augh.
sí,
Montag tuvo que reírse. —Creo
que sí. Sí.
no
he
t e ni do
—Creo que sí. Sí.
Montag tuvo que reírse.
25
“Your laugh s ounds muc h nic er
than it did.”
— La r i s a de us t e d e s m ás
agradable ahora.
“D oes it ?”
—Su risa parece mucho más
simpática que antes.
—¿De veras?
—¿De veras?
—Más fácil.
—Mucho más tranquila.
30
“M uch m ore re laxed.”
rattle hacer sonar como una carraca ; batir o sacudir con
ruido; desatinar, atolondrar, atarantar, aturdir, aturrullar, correr, proferir, articular rápidamente; (mar.) atar
con rebenques. - v. intr. zurri(a)r, matraquear, rechinar, sonar, guac hapear, za ngolotearse, repique tear;
charlatanear, parlotear; (mec.) ratear, moverse o funcionar con ruido desapacible: to rattle away, par lotear; rodar a distancia, haciendo ruido; to rattle down
(mar.) arreglar los flechastes.
s. rechin(ad)o, rechinamiento, zumba, zurrido; sonajero, sonajillas, matraca; carraca; bramadera; cascabel
del cróta lo; parla, charla; (in the throat), ester tor;
rattlebraine d, rattle-headed, rattle-pated, li gero de
ca scos, c asquiva no; voluble , vo lta rio; ra ttle hea d,
ratttepate o rattleskull
He
fe lt
at
e as e
a nd
Montagse sintió cómodo ydescansado.
co mfo rt abl e. “Why are n’t you in
— ¿P or qué no e s t ás en l a
s c ho o l ? I s e e yo u e ve r y d ay 35 escuela? Parece que vagaras todo el
wande ri ng aro und. ”
dí a.
Montag se sintió a gusto y cómodo,
—¿Por qué no estás en la escuela?
Cada día te encuentro vagabundeando
por ahí.
“O h, the y don’t mis s m e, ” s he
—Oh, no dejan de vigilarme —dijo
said. “I’m anti- soc ial , t he y s ay. I Clarisse —. Dicen que soy insociable.
do n’t m i x. It ’s s o s tr ange . I’m 40 No me mezclo conla gente. Es raro. Soy
ve ry so cial i nde ed. It all de pends muy sociable realmente. Todo depende
o n wh at yo u m e an by s o c i a l , de lo que se entienda por social, ¿no es
doe sn’t i t ? So ci al t o m e me ans cierto? Para mí ser social significa
t al ki ng abo ut t hi ngs l ike t hi s. ” hablar con usted de cosas como éstas.
She rattl ed so me che stnuts that 45 —Hizo s o nar unas cast añas que
had fal len off t he t ree i n the fr ont habían c aí do de l ár bo l en e l
ya r d. “O r t al k i n g a bo u t h o w jardín.— O hablar de lo curioso que
st range the worl d i s. Be ing wi th es el mundo. M e gusta la gent e.
pe opl e is nic e. But I don’t t hi nk Pero no creo que ser sociable sea
i t ’s s o c i a l t o g e t a b un c h o f 50 reunir un montón de gente y luego
pe opl e t ogether and then no t l et prohibirles hablar, ¿no es cier to?
them tal k, do yo u? An ho ur of TV U na ho ra de c l as e TV, o t r a de
c las s, an hour o f bas ke t bal l o r bé isbo l o balo nces to o car reras,
basebal l o r r unning, another ho ur otra de transcripciones históricas o
o f t r ans c r i pt i o n hi s t o r y o r 55 pintura, y más deportes. En fin, ya
pa i nt i ng pi c t u r e s , and m o r e sabe cómo es eso. Nunca hac e m o s
sports , but do yo u know, we never pr e gunt as , o po r l o m e no s c as i
ask ques t io ns, o r at l e as t m os t nadi e l as h ac e . La s pr e gu nt as
do n’t; the y jus t run t he ans we rs no s l as hac en a no so t r o s , bi ng,
at yo u, bi ng, bing, bi ng, and us 60 bi ng, bing, y así esperamos, sentados, a
si tti ng there f or four mor e hours que pasen las cuatro horas de lecciones
of fi lm -te acher. That ’s not s oci al filmadas. No creo que eso pueda llamarse ser
to me at all. It ’s a l ot of funne l s sociable. Es como mirar muchas cañerías de
and a lo t of wat er poure d do wn l a s q u e s a l e a g u a , m i e n t r a s
the s po ut and o ut the bott om, and 65 e l l o s q u i e r e n h a c e r n o s
them t elli ng us it ’s wine whe n it ’s c r e e r q u e e s v i n o . Al fin del
no t. They run us s o r agged by t he día han acabado de tal modo con
e n d o f t he da y w e c an ’t do nosotros que sólo nos queda irnos
anythi ng but go t o be d o r he ad f or a l a c am a, o a un par qu e de
a Fun P ar k t o bu l l y p e o p l e 70 di ver si one s, y asustar a la gent e,
ar o und, br e ak wi ndo wpane s i n o r o mpe r vidr io s e n la Casa de
t he Wi ndo w Sm a s he r pl ac e o r Romper Vidrios, o destrozar coches
wre c k c ar s i n t he Car Wre c ke r en el Parque de Destrozar Coches
pl ace with the big st ee l ball . Or con los proye cti les de ac e r o . O
go out in the cars and r ace o n t he 75 s a l i r e n a u t o m ó vi l y c o r r e r
st ree ts, t ryi ng to see how clo se po r l as c a l l e s t r a t a ndo de ve r
you can get to l amp-posts , playing h a s t a
d ó nd e
po d e m o s
‘chi cke n’ and ‘kno ck hub-c aps. ’ a c e r c a r n o s a l o s f a r o l e s .
—¡Oh, no me echan en falta! —
c ont es t ó e ll a—. c re e n que so y
insociable. No me adapto. Es muy
e xt r año . En e l f o ndo , s oy muy
soc iabl e. Todo depende de lo se
entienda por ser sociable, ¿no? Para
mí, representa hablar de cosas como
éstas. —Hizo sonar unas nueces que
habían caído del árbol del patio—.
O co mentar l o extraño que e s el
m undo. Es t ar co n l a ge nt e e s
agradable. Pero no considero que sea
sociable reunir a un grupo de gente
y, después, no dejar que hable. Una
hor a de c l as e TV, una hor a de
balo nce st o, de pe lo ta base o de
carreras, otra hora de transcripción
o de reproducción de imágenes, y
más deportes. Pero ha de saber que
nunca hacemos preguntas, o por lo
menos, la mayoría no las hace; no
hac e n m ás que lanzar te las
respuestas izas!, izas!, y nosotros
sentados allí durante otras cuatro
horas de clase cinematográfica. Esto
no t ie ne nada que ver co n l a
sociabilidad. Hay muchas chimeneas
y mucha agua que mana por ellas, y
todos nos decimos es vino, cuando
no lo es. Nos fatigan tanto que al
terminar el día, sólo somos capaces
de acost arnos , ir a un P arque de
Atracciones para empujar a la gente,
romper cristales en el Rompedor de
Ventanas o triturar automóviles en el
Aplastacoches; con la gran bola de
acero. Al salir en automóvil y recorrer
las calles, intentando comprobar cuán
ce rc a de l os f ar ol es e s po si bl e
detenerte, o quien es el último que
saltadel vehículo antes de que se estrelle.
24
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
I gues s I’m everythi ng they say I
am , a l l r i ght . I h ave n’ t a ny
fr iends . That ’s suppo se d t o pro ve
I’m abno r m a l . But e ve r yo ne I
kn o w i s e i t he r s ho u t i ng o r 5
da nc i ng ar o un d l i k e w i l d o r X
be at ing up o ne ano ther. Do you
noti ce how people hurt each o ther
no wadays ?”
A ceptemos que soy todo lo qu e
di c e n. Muy bi e n . No t e n go
ami go s . Es o s upo n dr í a que
s oy ano rm al . P er o to do s los que
c o no z c o s e pa s an l a s h o r a s
g ri tando o bail ando _________, o
g o l p e a n d o a a l g ú n o t r o . ¿ Ha
n o t ad o c ó m o t o do s t r at an d e
h ac e r s e da ño ?
tr. de Alfredo Crespo
Supongo que soy todo lo que dicen
de mí, desde luego. No tengo ningún
amigo. Esto debe demostrar que soy
anorm al. Pe ro to dos aquel los a
quienes conozco andan gritando o
bailando po r ahí co mo loc os, o
gol peándo se mut uament e. ¿Se ha
dado cuenta de cómo, en la actualidad,
la gente se zahiere entre sí?
10
“You sound so ve ry old.”
—Hablas como una vieja.
“So m et i me s I’m anc ie nt. I’m
afr ai d o f c hi l dr e n my own age .
They kill e ach other. Di d it al ways 15
use d to be t hat way? M y uncl e
says no . Six of my fr iends have
bee n shot in t he last year alo ne.
Te n of them died in car wr ecks.
I’m afrai d of them and they do n’t 20
li ke me because I’m afraid. My uncle
says his grandfather remem bered
when children didn’t kill each other.
But that was a long time ago when
they had t hi ngs di ff er ent. The y 25
believed in responsibility, my uncle
says. Do you know, I’m responsible. I
was spanked when I needed it, years
ago. And I do all the shopping and
ho use - c l e ani ng by hand.
30
“But mo st o f al l ,” s he s ai d, “I
li ke t o watc h pe ople . So me ti me s
I r i de t he s ubway al l day and
l oo k at t he m and li st en t o them .
I just want t o f igure o ut who they 35
a r e a nd w ha t t h e y w an t an d
whe re t he y’re goi ng. So me ti me s
I e ve n go t o t he Fun P ar ks and
r i de i n t he j e t c ar s whe n t he y
r ac e o n t he e d ge o f t o wn a t 40
m i dni ght and t h e po l i c e do n’t
care as lo ng as they’re insured. As
long as everyone has ten thousand
insurance everyone’s happy. Sometimes
I sneak around and listen in subways. 45
Or I listen at soda fountains, and do
you know what?”
“W hat ?”
— A ve c e s s o y vi e j a. Te ngo
miedo de las pers onas de mi edad.
Se m at an uno s a o t r o s . ¿Fue
siempre así? Mi tío dice que no. El
año pas ado mataro n a balazo s a
s ei s de m is a mi go s. O tr os die z
murieron destrozando automóviles.
Les tengo miedo, y no les gusto
porque tengo miedo. Mi tío dice que
su abuelo recordaba una época en
que los muchachos no se mataban
entre sí. Pero eso fue hace mucho
tiempo, cuando todo era diferente.
Creían en la responsabilidad, dice
mi tío. ¿Sabe? Yo soy res ponsable.
Me zurraban en mi casa cuando era
necesario, años atrá s. Y hago todas las
compras, y la limpieza de la casa a mano...
Pero sobre todo me g us t a o bs e r va r a
l a ge nt e . A ve c e s m e pa s o e l
dí a e n e l t r e n s u bt e r r án e o , y
mi r o y e s c u c ho a l a ge n t e.
Me gusta imaginar quiénes son y qué
hacen y a dónde van. A veces hasta
voy a los parques de diversiones y
m e s ubo a lo s auto m óvi le s de
re ac ci ón c uando co rr en por l os
suburbio s a m ediano che y a l os
policías no les im porta con tal que
la ge nte es té asegurada. Co n t al
que tengan una pó liza de diez mil,
t o do s c o nt e nt o s . A ve c e s m e
e sc ur ro por ahí y escucho en los
subterráneos. O en los bares de bebidas
sin alcohol. ¿Y sabe una cosa?
—Hablas como una vieja.
—A veces, l o soy. Temo a los
j óve ne s de m i e dad. Se m atan
mutuamente. ¿Siempre ha sido así?
Mi tío dice que no. Sólo en el último
año, seis de mis compañeros han
muerto por disparo. O tros diez han
muerto en accidente de automóvil.
Les temo , y e llos no me quie ren
por este moti vo. Mi tío dice que
su abuel o re co rdaba cuando l os
niños no se m ataban e ntre sí. Pero
de eso hace m ucho , cuando t odo
era distinto. Mi tío dice que creían
en la res ponsabilidad. Ha de saber
que yo soy responsable. Años atrás,
cuando lo merecía, me azotaban. Y
hago a mano todas las compras de la
casa, y también la limpieza. Pero por
encima de todo —prosiguió diciendo
Clarisse—,me gusta observar a la gente.
A veces, me paso el día entero en el
«Metro», ylos contemplo y los escucho.
Sól o de se o s abe r qué s o n, qué
des e an y adó nde van. A ve c es ,
i nc l us o vo y a l o s par que s de
atracciones y monto en los coches
c ohe te s cuando r e co r r en lo s
arrabales de la ciudad a medianoche
y la Policía no se mete con ellos con
tal de que estén asegurados. Con tal de
que todos tengan un seguro de diez mil,
todos contentos. Aveces, me deslizo a
hurtadillas y escucho en el «Metro».O
e n l a s c a f e t e r í a s . Y,
¿s abe qu é?
—¿Qué,
_¿Qué?
“People don’t talk about anything.”
—La gente no habla de nada.
—La gente no habla de nada.
“O h, they mus t !”
—Oh, tienen que hablar de algo.
—¡Oh, de algo hablarán!
50
“No, not anything. They name a 55
— No , no , de nada. Ci tan
lot of cars or clothes or swimming- automóviles, ropas, piscinas, y dicen
pool s mostly and say how swell! ¡qué bien! Pero siempre repiten lo
But they all say the same things and mismo, y nadie dice nada diferente,
nobo dy s ays anyt hing di f fe r ent y la mayor parte del tiempo, en los
from anyone else. And most of the 60 c af é s, hac en f unc io nar lo s
t im e in t he c af e s they have the gramófonos automáticos de chistes,
jokeboxes on and the same jokes y e s cuc han c his t es vi e jo s , o
most of the time, or the musical enci enden la pared m usical y las
wall lit and all the coloured patterns formas coloreadas se mueven para
running up and down, but it’s only 65 arriba y para abajo, pero son sólo
colour and all abstract. And at the figur as de col or, abst ractas. ¿H a
museums, have you ever be en? Al l es tado e n lo s m use os? To d o e s
ab s t r a c t . Th at ’s a l l t h e r e i s a bs t r a c t o . ___________ ______
n o w. M y u n c l e s a y s i t w as X _______ Mi tío dice que antes era
di ffe rent onc e. A l ong t ime back 70 dis tinto . Hac e muc ho ti empo los
som etimes pict ures said t hings or c uadr o s de c í an c o s as , y has t a
even sho wed pe opl e.”
representaban gente .
—No, de nada. Citan una serie
de aut o m ó vil e s , de r o pa o de
piscinas, y dicen que es estupendo.
Pero todos dicen lo mismo y nadie
tiene una idea original. Y e n lo s
c afé s , l a m ayo rí a de l as vec e s
funcionan las máquinas de chistes,
si em pre l os mi sm os, o l a par ed
m us ic al e nce ndi da y t o das l as
combinaciones coloreadas y bajan,
pero sólo se trata de colores y de
dibujo abstracto. Y en los museos...
¿H a e s t ado e n e l l os ? Tod o e s
abst r act o . Es lo úni c o que hay
ahora. Mi tío dice antes era distinto.
Mucho tiempo atr ás, los cuadros
algunas veces, decían algo o incluso
representaban personas.
“Yo ur unc l e s ai d, your uncl e
s a i d. Yo ur un c l e m u s t be a
re markabl e m an.”
— Tu t í o d i c e , t u t í o di c e .
Tu t í o de b e de s e r un h o m br e
n o t ab l e .
— Tu t í o d i c e , t u t í o
d i c e . . . Tu t í o d e b e d e s e r u n
h o m br e n o t ab l e .
—Lo es. Lo es de veras. Bueno,
—Lo e s. Sí que lo es. Bueno,
75
“H e i s. He cer tainl y i s. Wel l,
25
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
I’ve go t t o be go i ng. G o odbye ,
Mr. M ontag.”
aho ra t e ngo que ir m e . Adi ó s ,
Montag.
“G oo d- bye. ”
tr. de Alfredo Crespo
he de m ar c ha r m e . A di o s , M r.
Mo nt ag.
—Adiós.
—Adiós.
—Adiós...
—Adiós...
5
“G oo d- bye… ”
O ne t wo t hr e e f o ur fi ve s i x
se ven days : t he fir ehous e.
Uno dos tres cuatro cinco seis
días: el cuartel de bomberos.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete
días: el cuartel de bomberos.
—Montag, trepas por esa barra
como un pájaro a un árbol.
—Montag, estás puliendo esa barra
como un pájaro encaramado en un árbol.
10
“M o ntag, yo u s hi n t hat po l e
li ke a bir d up a t ree .”
Thir d day.
Tercer día.
Tercer día.
15
“M ont ag, I see you cam e i n t he
back do or this tim e. The H ound
bo the r you?”
“N o, no. ”
—Mo ntag, hoy e ntras te por la
puerta de atrás. ¿Te ha molestado
el Sabueso?
20
Fo ur th day.
“Mo n t a g, a f un n y t h i ng .
H e a r d t e l l t h i s m o r n i n g . 25
F i r e m an
in
Seat t le ,
p u r p o s e l y s e t a M e c h an i c a l
H o u n d t o h i s o wn c h e m i c a l
c o m pl e x a nd l e t i t l o o s e .
W h at k i n d o f s ui c i de w o u l d 30
y o u c a l l t ha t ? ”
Fi ve si x s eve n days.
—No, no.
—No, no.
Cuarto día.
Cuatro días.
— M o nt ag,
es c uc ha
al go
gracioso. Lo he oído esta mañana.
Un bombero de Seatle preparó un
Sabue s o Me c áni co par a que
r e acc i o nara ant e s u pro pi o
complejo químico y luego soltó a
la be stia. ¿Q ué clase de suic idio
será ése?
Cinco, seis, siete días.
And then, Clarisse was gone. He 35
didn’t know what there was about
the afternoon, but it was not seeing
her somewhere in the world. The
lawn was empty, the trees empty,
the street empty, and while at first 40
he did not even know he missed her
or was e ven l ooking for her, the
f ac t was t hat by t he t i m e he
r eache d the s ubway, t he re we re
vague stirrings of unease i n hi m . 45
So m e thi ng was t he m at t e r, hi s
r o uti ne had be e n di s t ur bed. A
s i m pl e
r o uti ne ,
tr ue ,
e s t abl i s he d i n a s hor t f e w days ,
an d ye t … ? H e a l m o s t t u r n e d 50
bac k t o m ake t he wal k agai n, t o
gi ve he r t i me t o appe ar. H e was
c e r t ai n i f h e t r i e d t h e s am e
r o u t e , e ve r yt h i ng w o ul d w o r k
o ut f i ne . But i t was l at e , and 55
t h e ar r i va l o f hi s t r ai n p ut a
s t o p t o hi s pl an.
—Montag, he visto que entrabas por
la puerta posterior. ¿Te preocupa el
Sabueso?
— ¡ Q ué c u r i o s o , M o nt a g !
Es t a m añana l o he oí do c o nt ar.
Un
bo m b e r o
de
S e at t l e
s i n t o ni z ó ad r e d e un s a bu e s o
m e c án i c o c o n s u p r o p i o
c o m pl e j o quí m i c o y, de s pué s ,
l o s o lt ó . ¿Q ué c l as e de s ui c i di o
l l amar í as a e s t o ?
Cinco, seis, siete días.
Y
Cl ar i s s e
habí a
de s apar e c i do . Mo nt ag no
e nt e ndí a qué pas aba c o n l a
t ar de . Cl ar i s s e no e s t aba al l í y
l a t i e r r a p a r e c í a va c í a , l o s
ár bo l e s vac í o s , l a c al l e vac í a.
Y aunque al principio ni sabía que
la e xt r añaba a C l ar i s s e , o que
l a b us c a b a , c u a n d o l l e g ó a l
s ubt e r r áne o s i n t i ó q u e c r e c í a
e n é l u n va g o m al e s t a r.
A l g o o c u r r í a . A l g o ha b í a
p e r t u r b a d o l a r u t i n a diari a.
U na r ut i na m uy s i m p l e , e r a
c i e r t o , i naugur ada h ac í a u no s
poc os días, y sin e mbargo ... Casi
se volvió para rehacer el cami no,
para dar le t ie mpo a Clari ss e de
que apar e c i e s e . Te n í a l a
s e g ur i da d de que s i r e t r o c e dí a
t o d o s al d r í a b i e n . P e r o e r a
t a r d e , y l a l l e g a d a de l t r e n
i n t e r r u m pi ó s us pl ane s .
Y, luego, Claris se desapareció.
M ont ag advir t ió l o que o cur rí a
aquella tarde, peor era no verla por
al lí. El cés ped es taba vacío , l os
árboles vacíos, la calle también, y
s i bi e n al pr i nc i pi o M o nt ag ni
siquiera comprendió que la echaba
en falta o que la estaba buscando,
la realidad era que cuando llegó al
«M e t r o » s e nt í a e n s u i nt e r i o r
débiles impulsos de intranquilidad.
Al g o o c u r r ía , a l g o h a b í a
a l t e r a d o s u r uti na . Una
r uti na sencilla, es cierto, establecida
e n unos c uant os días, y, si n
embargo... Estuvo a punto de volver
atrás para rehacer el camino, para dar
tiempo a que la muchacha apareciese.
Estaba s e gur o de qu e s i s e guí a
l a mi s ma r ut a t o do s al dr í a
bi e n. P e r o e r a t ar de , y l a
l l e gada de l c o n vo y pus o punt o
f i nal a s u s pl ane s .
The f l u t t e r o f c ar ds ,
El re vol ote o de los naipe s; el
m o t i o n o f h a n d s , o f e y e l i d s , 60 m o vi m i e nt o de l as m ano s , l as
t h e dr o n e o f t h e t i m e - vo i c e pe stañas; el zum bi do de la vo z—
i n t h e f i r e h o u s e c e i l i n g re loj en e l c iel o r aso de l cuarte l:
“… o n e t hi r t y - f i ve . Th ur s da y
—... una y treinta y cinco de la
m o r ni ng, N o ve m be r 4 t h… o ne mañana, jueves, cuatro de noviembre...
t h i r t y- s i x… o n e t hi r t y- s e ve n 65 una y treinta y seis... una y treinta y
a . m … ? Th e t i c k o f t h e siete de la mañana... El go l pe se co
p l ay i n g- c a r d s o n t h e g r e a s y de l o s nai pe s e n l a s upe r f i c i e
t ab l e - t o p, al l t h e s o u nds c am e gr as ie nta de la me sa. Todos l os
t o M o nt ag, b e hi n d hi s c l o s e d s o ni do s l l e gaban a M ont ag, l e
e ye s , be hi nd t he bar r i e r he had 70 t r as p as a ban
l os
pár pad o s
m o m e nt ar i l y e r e c t e d. H e c o ul d c e r r ado s , l a bar r e r a que habí a
f e e l t h e f i r e h o u s e f u l l o f e r i gi do . El c uar t e l e r a br i l l o ,
gl i t t e r and s hi ne and s i l e n c e , l u s t r e y s i l e nc i o , c o l o r e s de
o f brass colours, the colours of co i ns , br onc e, co lor es de es taño , or o,
o f g o l d , o f s i l v e r : Th e 75 pl at a . L o s ho m br e s i nvi s i b l e s
u ns e e n m e n a c r o s s t h e t a bl e del otro lado de la mesa suspi raron
w e r e s i gh i n g o n t he i r c ar ds , ant e s us nai pe s , e s pe ra n d o . . .
wa i t i ng . “…o n e f o r t y- f i ve … ” u na y c ua r e nt a y c i n c o . . .
El revoloteo de los naipes, el
movimiento de las manos, de los párpados,
el zumbido de la voz que anunciaba la
hora en el techo del cuartel de bomberos:
« ... una treinta y cinco. Jueves
mañana, 4 noviembre ... Una treinta
y seis... Una treinta y siete de la
mañana ... » El rumor de los naipes
en la grasienta m esa... Todos los
sonidos l l egaban a M o nt ag tr as
sus o jo s c err ado s, tr as la barre ra
qu e
h ab í a
e r i gi do
m o me nt áneam e nte . P er c i bí a e l
cuart el lle no de ce nte lle os y d e
s i l e nc i o , de c o l o r e s de l a t ó n,
de c o l or e s de l as m o ne das , de
o r o , de plata. Lo s hom bre s,
invisibles, al otro lado de la mesa,
suspiraban ante sus naipes, esperando.
« ... Una cuarenta y cinco...»
26
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
The vo ice -cl ock m our ned out t he
co ld hour of a c old mo rning of a
st ill co lder year.
“W hat’s wr ong, M ontag?”
El reloj parlante emitía gimiendo
la hora fría de la fría mañana de un
año todavía más frío.
5
Mo ntag ope ned hi s eye s.
tr. de Alfredo Crespo
El reloj oral pronunció lúgubremente la
fría hora de una fría mañana de un año
aún más frío.
—¿Qué pasa, Montag?
—¿Qué te ocurre, Montag?
Montag abrió los ojos.
El aludido abríó los ojos.
A r adi o hum me d s o me whe re .
Una radio murmuró en alguna parte:
“ … w a r m a y b e d e c l a r e d 10
—La guerr a pue de es tallar en
a n y h o u r . T h i s c o u n t r y cualquier momento. Toda la nación
s t a n d s r e a d y t o d e f e n d está en situación de alerta y preparada
its —”
para defender los...
Una radio susurraba en algún sitio: ...
“l a
guer ra
puede
ser
dec larada e n cu alqu ier
mo me nt o . E l paí s e s t á l i s t o
par a de f e nd e r s us .. .”
The
firehouse
trembled as
a great
flight of jet planes
whi s t l e d a s i ng l e n o t e
across
the
black
m o r ni ng s ky.
El c uar t el de bo m be r os s e
estremeció como si una escuadrilla
de avio ne s de re ac ci ó n hubi es e
pasado s il bando una úni ca not a,
at rave sando el cie lo negro de la
madrugada.
El
c uar t e l
se
estr emeció cuando una
numerosa escuadrilla
de r eac t or e s l anzó s u
n o t a ag u d a e n e l o s c u r o
c i e l o mat ut i no
M o ntag parpade ó . Be at ty l o
miraba como si estuviese delante de
una estatua de museo. En cualquier
momento Beatty se levantaría, se
ac er car ía a él , y l o toc ar ía y le
palparía la culpa y la conciencia.
¿Culpa? ¿Qué culpa era ésa?
Montag parpadeó. Beatty le miraba
com o si fue se una es tatua en un
m us e o . En c ual qui e r m om e nto ,
Be at t y po dí a l e vant ar s e y
ac er c árs e l e, t oc ar, e xplo r ar s u
culpabilidad. ¿Culpabilidad? ¿Qué
culpabilidad era aquélla?
M o nt ag bl i nke d. Be at t y was
l oo ki ng at him as i f he we r e a
muse um st at ue . At any m om ent,
Be att y m ight ris e and walk abo ut
hi m, t ouching, explor ing his gui lt
and s e lf - c ons c io us ne s s . G uil t ?
What guilt was that?
“Your pl ay, Mo nt ag.”
15
20
25
30
—Tú juegas, Montag.
M ont ag l oo ke d at t hes e me n
—Tú juegas, Montag.
Montag miró a esos hombres con
rostros quemados por mil fuegos
t ho usand r e al and t e n t hous and reales, y diez mil fuegos imaginarios,
i m ag i n ar y f i r e s , w ho s e w o r k 35 de dic ado s a una tar ea que l es
f lushed t he ir c he eks and fe ve re d arrebataba las mejillas y les enrojecía
t he i r e ye s . Th e s e m e n wh o lo s o jos . Hom bre s que mi raban
l o o ke d s t e a di l y i nt o t h e i r fi jam ent e l as ll amas de l os
plati num igni te r f lame s as t he y encendedores de platino, mientras
l it t he ir e te rnal l y burning bl ac k 40 encendían s us pi pas ne gras,
pi pe s . The y and t he i r c har co al eternamente humeantes. Hombres con
hai r and s o o t - c o l o ur e d b r o ws cabel los de car bón y c e j a s
and blui s h- as h- s m ear e d c hee ks m anc hadas de ho l l í n y m e j i l l as
whe re t he y had shaven c lo se ; but t i z n a d a s
con
un
azul
t hei r he ri t age s ho wed. M o nt ag 45 c e n i c i e n t o .
Mo nt ag
se
s t ar t e d up, hi s m o ut h o pe ne d. e s tr e m ec i ó , c o n l a bo c a abie rta.
H ad he ever s ee n a f ir em an t hat ¿Había visto alguna vez un bombero
d i d n’t ha ve bl ac k h ai r , b l a c k que no tuviese pelo negro, cejasnegras,
bro ws , a fi er y face , and a bl ue - caraencendida,yuncolorazulacerodenohaberse
s te el s have d but uns have d lo ok? 50 afeitadoenlas mejillas cuidadosamenteafeitadas?
The s e m e n w e r e al l m i r r o r - ¡To dos e s o s hom br e s e r an una
i m ag e s o f hi m s e l f ! W e r e al l i m agen de é l mi s m o ! ¿Ele gí an
f i r e m e n pi c ke d t he n f o r t he i r a l o s b o m b e r o s t a n t o p o r
l o o ks
a s we l l
as
t h e i r s u a s p e c t o c o m o po r s u s
pr o c l i vi t i e s ? Th e c o l o ur o f 55 i ncl i naci o ne s? H abía en ello s un
c inde rs and ash about them , and co lor de t izne y c eni zas , y de s us
t he c o nt i nual sm e l l o f bur ni ng pipas br o taba co nti nuame nte e l
f ro m thei r pi pe s. Captain Beatt y ol or del fuego . El capitán Beatty
t he re , ri si ng i n thunde rheads o f se alzaba allí envuelto en las nubes
t obac co s mo ke . Be att y ope ning 60 de tormenta del humo de su pipa.
a f r e s h t o ba c c o
p ac k e t , Abr ía un paque t e de t abac o ,
c rumpl i ng the ce ll ophane into a rasgando el celofán, que crepitó
s ound o f fi re .
como una llama.
Miró a aquellos hombres, cuyos
rostros estaban tostados por un millar
de i nc endio s aut énti co s y o tr os
millones de imaginarios, cuyo trabajo
les enrojecía mejillas y ponía una
mirada febril en sus ojos. Aquellos
hom br es que c onte mplaban co n
fijeza las llamas de encendedores de
plati no c uando ence ndían sus
boquillas que ardían eternamente.
Ellos y su cabello cubierto de carbón,
sus c ejas s uci as de hol lín y sus
m ej i ll as m anc hadas de ce niza
cuando estaban r ecié n afe itados;
pero parecía su herencia. Montag dio
un respingo y abrió la boca. ¿Había
visto, alguna vez, a un bombero que
no tuviese el cabello negro, las cejas
negras, un rostro fiero y un aspecto
hir suto, incluso re cién afeitado?
¡Aquellos hombres eran reflejos de
sí mismo! Así, pues ¿se escogía a los
bomberos tanto por su aspecto como
por sus i ncl inaciones? El color de
las brasas y la ceniza en ellos, y el
ininterrumpido olor a quemado de
sus pipas. Delante de él, el capitán
Beatty lanzaba nubes de humo de
tabaco . Be at ty abr ía un nuevo
paquete de picadura, produciendo al
arrugar el celofán ruido de crepitar
de llamas.
M o n t a g l o o k e d a t t h e 65
c ar ds in h is o wn h an ds .X
“I — I’ve bee n t hinking. About
t he f i r e l a s t w e e k. Abo ut t he
m a n wh o s e l i b r ar y we f i x e d.
W hat happe ne d t o hi m?”
70
Montag miró las cartas que tenía
d e s pl e g a da s e n l a m a no .
—Pensaba... pensaba en el incendio
de la semana anterior. En el hombre a
quien le quemamos la biblioteca.
¿Qué ocurrió con él?
Montag
e xa m i n ó
lo s
n ai p e s q ue t e n í a e n m a n o s .
—Es ... estaba, pensando sobre el
fuego de la semana pasada. Sobre el
hombre cuya biblioteca liquidamos.
¿Qué le sucedió?
“They t ook hi m scr eam ing o ff
to the asylum .”
— Se l o l l evar o n gr i t ando al
asilo.
—Se lo llevaron, chillando, al
manicomio.
whose faceswere sunbur nt by a
“H e wasn’t insane .”
75
Be at t y ar r ang e d hi s c ar ds
qui et l y. “Any m an’s insane who
27
—Pero no estaba loco.
—Pero no estaba loco.
Beatty arregló los naipes.
— To do e l que c r e e po de r
Beatty arregló sus naipes ensilencio.
—Cualquier hombre que crea que
B’s Farenheit
t h i n ks
he c a n f o o l
Go ve rnm ent and us .”
tr. de F. Abelenda
t he
“I’ve tr i e d t o i magi ne , ” sai d
Mo ntag, “j ust ho w i t would fee l.
I mean to have firemen burn our
ho use s and our bo oks .”
5
“We haven’t any bo oks .”
tr. de Alfredo Crespo
burlarse de nosotros y del gobierno
está loco.
puede engañar al Gobierno y a nosotros
está loco.
— Tr at o de i magi nar —dij o
Montag — cómo me sentiría. Quiero
decir si tinos bomberos quemaran
nuestras casas y nuestros libros.
—Trataba de imaginar —dijo
Montag— qué sensación producía ver
que los bomberos quemaban nuestras
casas y nuestros libros.
—Nosotros no tenemos libros.
—Nosotros no tenemos libros.
“But if we di d have s ome .”
—Digo si los tuviéramos.
—Si los tuviésemos...
“You got so me ?”
Beatty parpadeó lentamente.
—¿Tienes alguno?
—¿Tu tienes alguno?
Beatty parpadeó lentamente.
10
Be at ty bli nked slo wl y.
15
“N o .” M o n t ag gaz e d
be yo nd t h e m t o t he
wal l wi t h t h e t y pe d
l i s t s
o f
a
m i l l i o n 20
f o r b i d d e n
b o o k s .
Th e i r n a m e s l e a p t i n f i r e ,
bur ni ng do wn t he ye ar s unde r
h i s a x e a n d h i s h o s e wh i c h
s pr aye d
no t
wa t e r
b u t 25
k e r o s e n e . “N o . ” B u t i n h i s
m i nd, a c o o l w i nd s t ar t e d up
and bl e w o ut o f t he ve nt i l at o r
g r i l l e at ho m e , s o f t l y, s o f t l y,
c hi l l i n g hi s f a c e . And, aga i n, 30
he s aw hi m s e l f i n a gr e e n par k
t al ki ng t o a n o l d m an, a ve r y
o l d m an, and t h e wi nd f r o m t he
par k was c o l d, t o o .
— N o . — M o nt ag l anzó una
ojeada, por encima de las cabezas
de los hombres, a la pared donde
estaban grabados los títulos de un
millón de libros prohibidos.
Lo s no m br es s al taban en e l
fuego , y lo s años ardían bajo el
hacha y la manguera, que no echaba
agua sino kerosene. —No. —Pero
en la mente de Montag se alzó un
viento frío que venía de la rejilla
de l vent il ado r de s u c as a, y que
s oplaba y s oplaba, hel ándo le e l
rostro. Y, otra vez, se vio a sí mismo
en un parque arbolado hablando con
un hombre viejo, muy viejo. Y el
vie nto que cr uzaba el parque era
también un viento frío.
—No.
Montag m iró hacia la pared, más
all á de e llos, en la que había las
l i s t as m e c ano g r af i a das de un
mil lón de libr os pr ohibidos.
Sus no m br e s s e co nsum ían e n e l
f ue go , d e s t r uy e nd o l o s a ño s
baj o s u h ac ha y s u m angue r a,
que ar r o j aba pe t r ó le o e n vez de
agua. — No . — P er o , pr o ce de nt e
de l as r ej as de ve nti l aci ó n de s u
c as a, un f re s c o vie nt o e mpe zó
a s opl ar hel ándo l e s uave me nt e
e l ro s t r o . Y, una ve z más , s e vi o
e n e l par qu e habl ando c o n un
vi e jo , un ho m br e muy vi e jo , y
t a m bi é n e l vi e n t o de l p ar q ue
e ra f rí o
Montag titubeó.
—¿Fue... fue siempre así?¿El cuartel
de bomberos, nuestro trabajo? Quiero
decir, bueno, érase que se era...
Montag vaciló:
—¿Siempre..., siempre ha sido así? ¿El
cuartel debomberos,nuestrotrabajo?Bueno,
quiero decir que hubo una época...
—¡Érase que se era! —exclamó
Beatty —. ¿Qué modo de hablar es
ése?
—¡Hubo una é po ca! — repit ió
Beat ty—. ¿Q ué maner a de hablar
es ésa?
To nto , s e dijo Montag, t e has
denunciado. En el último incendio
había leído una línea de un libro de
cuentos de hadas.
—Quiero decir en otros tiempos,
ant es de que l as cas as f ue r an
i nc om bus t i bl e s . . . — D e pro nt o
pareció como si una voz mucho más
oven e st uvie se habl ando por é l.
Abrió la boca y Clarisse McClellan
di j o: — ¿Lo s bo m be r os no
prevenían antes los incendio s en
vez de alimentarlos como ahora?
«Tonto —pensó Montag—, te has
delatado.» En el último fuego, un libro
de cuento s de hadas , del que
casualmente leyó una línea...
—Quiero decir —aclaro—, que en los
viejosdías, antes de que lascasasestuviesen
totalmente a prueba de incendios... —De
pronto, pareció que una voz mucho más
joven hablabapor él. Montag abrió la boca
y fue Ciarisse MacCiellan la que
preguntaba—: ¿No se dedicaban los
bomberos a apagar incendios en lugar de
provocarlos y atizarlos?
“ Th a t ’ s r i c h ! ” S t o n e m a n
—¡Eso sí que está bien!
a n d B l a c k d r e w f o r t h t h e i r 60
St onem an y Black al argaron a
r u l e b o o k s , w h i c h a l s o Montag sus libros reglamentarios
c o n t a i n e d b r i e f h i s t o r i e s do nde fi guraban tambié n br eves
of
the
Fi r em en
o f hi s to r i as de l o s bo m be r os e n
A m e r i c a , a n d l a i d t h e m Norteamérica, y los dejaron sobre
o u t w h e r e M o n t a g , t h o u g h 65 l a m e sa, de m odo que Mo nt ag,
l o n g f a m i l i a r w i t h t h e m , aunque f am il i ar i zado c o n e s as
m i g ht r e ad :
historias, pudiera leer:
—¡Es el colmo!
S t o ne m a n y B l a c k s a c a r o n
s u l i br o guí a , que t amb i é n
c o n t e ní a br e ve s r e l at o s s o br e
l o s bo m be r o s de Am é r i c a Y l o s
de j ar o n de m o d o que M o nt ag,
aun que f ami l i ar i z ado c o n
e l l o s d e s de hac í a mu c ho
t i e m po , pudi e s e l e e r :
“Es t abl i s he d, 1 7 9 0 , t o bur n
Engli sh-influenc ed bo oks i n t he 70
Co l o n i e s .
Fir st
Fi r e m a n:
Be nj am in Fr ankl in.”
Establ ecidos en 1790 para quemar
los libros influencia inglesa de las
col onias. Primer bombe Benjamín
Fr ankli n.
35
Mo nt ag
h e s i t a t e d,
“Was — was it al ways l ike this ?
The fi re ho use , our wor k? I m ean,
wel l, o nc e upon a t im e… ”
40
“O nc e u po n a t i m e !” Be at t y
s a i d . “W h a t k i n d o f t a l k i s
that ?”
Fo o l , t ho u ght M o nt ag t o
him se lf , yo u’l l gi ve it away. At
the las t fir e, a book of fairy tal es,
he ’ d gl a nc e d at a s i ng l e l i ne .
“I mean,” he said, “in the old days,
bef o re ho m es we r e c om ple t el y
fireproofed.” Suddenly it seemed a
much younger voi ce was speaking
for him. He opened his mouth and
it was Clarisse M cClellan saying,
“D i dn’t f i r e m e n p r e ve nt f i r e s
rather than stoke them up and get
them going?”
45
50
55
Rul es:
INAUGURA CIÓN: 1790.
CON
PROPÓSITO DEQUEM AR LIBROS
EL
DE
INFLUENCIA INGLESA EN LAS COLONIA S.
PRIMER BOMBERO: BENJAMN FRANkLIN
REGLAS
REGLA
75
1. Answe r the al ar m s wif tl y.
2. St art t he fir e s wi ftl y.
3. Burn eve ryt hing.
1. Contestar en seguida a la alarma.
2 . Encender rápidamente el fuego.
3. Quemarlo todo.
28
1. Responder rápidamente a la alarma.
2. Iniciar el fuego rápidamente.
3. Quemarlo todo.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
4. Re po r t b ac k t o f i r e ho u s e
im mediatel y.
5. St and al er t f or other al arm s.
Everyone watched Mo ntag. He
di d not move.
5
The alar m sounde d.
f lu r ry n. 1 (de v iento, nieve, gran izo) ráf aga:
snow flurries are expec ted tonig ht, se esperan
nevasc as esta noc he 2 agit ación: there has
been a flurry of protests, hubo una olea da de
pro testas.
f lu rr y 1 a gust or squa ll (o f sn ow, r ain, etc. ). 2 a
sudde n burst of a ct iv ity. 3 a c om mo tion ;
e xc it em en t; n er vo us a gita tion (a flu rry o f
spe culation; the flu rry o f th e city).
- confuse by haste or noise; agitate, aturullar,
f ur ry adj (animal, etc) peludo a furry rabbit, un
conejo peludo (juguete) de peluche.
f ur ry 1 of or like fur. 2 c ove red wit h o r we aring
f ur.
tr. de Alfredo Crespo
4 . Inf o r m ar i nm e diat am e nte al
cuartel.
5. Estar alerta a otras alarmas
4 . Re gr e sar i nm e di atam e nt e al
cuar te l.
5. Permanecer alertapara otras alarmas.
To dos m i r aban a
Montag no se movía.
Todos observaban a Montag. Éste no
se movía.
M o nt ag.
Sonó la alarma.
Th e b e l l i n t h e c e i l i n g 10
k i c k e d i t s e l f t wo h u n d r e d
t i m e s . S u d d e n l y t h e r e we r e
f o ur e m pt y c hai r s . The c ar ds
f e l l i n a fl ur r y o f s no w. The
br a s s p o l e s hi ve r e d. The m e n 15
we r e go ne .
Sonó la alarma.
La campanilla del cielo raso se
golpeó a sí misma doscientas veces.
De pronto hubo cuatro sillas vacías.
Lo s nai pe s c aye r on c o m o una
ráfaga de copos de nieve. La barra
de br o nc e se e s t re m e c i ó . Lo s
hombres habían desaparecido.
L a c a m p an a de l t e c ho t o c ó
d o s c i e n t a s ve c e s . D e p r o nt o
h u b o c u a t r o s i l l a s va c í a s .
L o s n ai pe s c ay e r o n c o m o
________ copos de nieve. La barra
de l at ó n s e e s t r e m e c i ó . Lo s
hombres se habían marchado.
Mo nt ag s at i n hi s c hai r.
M o nt ag se guí a s e nt ado . Al l á
B e l o w, t h e o r a n g e d r a g o n abajo el dragó n anaranjado tos ía
c o ughe d i nt o l i f e .
20 volviendo a la vida.
Montag estaba sentado en su silla.
Abajo, el dragón anaranjado tosió y
cobró vida.
Mo ntag sl id down t he pole li ke
a man i n a dr eam.
Montag se dejó caer por la barra
como en un sueño.
Montag se deslizó por la barra, como
un hombre que sueña.
T h e M e c h a n i c a l H o u n d 25
El Sabueso Mecánico se incorporó
l e a p t u p i n i t s k e n n e l , i t s deunsaltoensucasi lla, con unos ojos
e ye s a l l g r e e n f l a m e .
llameantes y verdes.
El Sabueso Mecánico daba saltos en
superrera con los ojos convertidos en
una llamarada verde.
“M o nt ag, yo u f o r go t yo ur
he lm et !”
— ¡ M o n t a g , t e o l vi d a s e l
c asc o !
— ¡ M o n t a g , t e o l vi d a s d e l
c asc o !
Montag se volvió hacia la pared,
recogió el casco, corrió, saltó, y
t o dos par t ie r o n, y e l vie nt o
nocturno martilleó el aullido de la
si re na y el po der os o t rueno del
metal.
El aludido lo cogió de la pared que
quedaba a su espalda, corrió, saltó, y
se pusieron en marcha, con el viento
nocturno martilleado por el alarido de
su sirena y su poderoso retumbar
metálico.
Era una casa descascarada de tres
pisos, en la parte vieja de la ciudad,
que tenía cien años. Pero, como a
t o das l as cas as , s e l a habí a
recubierto hacía vario s años con
una fina capa de material plástico,
i nc om bus t i bl e , y e st a c ubie r t a
protectora parecía ser lo único que
sostenía la casa.
Era una casa de tres plantas, de
aspecto ruinoso, en la parte antigua de la
ciudad, que contaría, por lo menos, un
siglo de edad; pero, al igual que todas
las casas, había sido recubierta muchos
años atrás por una delgada capa de
plástico, ignífuga, y aquella concha
protectora parecía ser lo que la
mantuviera erguida en el aire.
H e s e i z e d i t o f f t h e wa l l
be hi nd hi m, r a n, l e apt , and
t he y we r e o f f , t he ni ght wi nd
h am m e r i ng a bo u t t h e i r s i r e n
s c r e am and t he i r m i ght y m e t al
t h unde r !
30
35
It was a f laki ng thr e e - s to r e y 40
ho use i n t he anc i e nt par t o f t he
c i t y, a c e nt ur y o l d i f i t was a
day, but l i ke al l ho us e s i t had
b e e n g i ve n a t h i n f i r e p r o o f
pl ast i c s heat h m any ye ar s ago , 45
a n d t h i s p r e s e r va t i ve s h e l l
s e e m e d t o b e t he o nl y t h i n g
ho l di ng i t i n t he s ky.
“H er e we are !”
50
Th e e n g i n e s l a m m e d t o a
s t o p . B e a t t y, S t o n e m an , an d
B l a c k r a n u p t h e s i d e wa l k ,
s udde nl y o di o us and f at i n t he 55
p l u m p f i r e p r o o f s l i c k e r s.
M o nt ag f o l l o we d.
—¡Llegamos!
—¡Aquí están!
La máquina se detuvo. Beatt y,
S t o n e m an y B l a c k c o r r i e r o n
c al l e
a r r i ba ,
de
pr o nt o
de s agr adable s y gor do s e n s us
hi nc hado s trajes inco mbust ible s.
Montag caminó detrás de ellos.
El vehíc ulo s e de tuvo. Beat ty,
St one man y Black atr ave sar on
corriendo la acera, repentinamente
o di o s o s y gi ga nt e s c o s e n s us
gruesos trajes a prue ba de llamas.
Montag les siguió.
They c r as he d t he f ro nt do o r
L o s t r e s ho m b r e s e c ha r o n
and grabbe d at a wom an, though 60 a ba j o l a pu e r t a d e l a c as a y
she was no t r unning, s he was not agar r ar o n a una m uj e r, aunque
t ryi ng t o e sc ape . She was o nl y e l l a no i nt e nt a ba e s c apa r. La
s tandi ng, weaving f r om s ide t o m uj e r e s t ab a al l í , de p i e ,
s i de , he r e ye s f i xe d u po n a b al an c e án do s e , c o n l o s o j o s
no thi ngnes s i n t he wall as if they 65 c lavado s en una pare d si n nada,
had st r uc k he r a t e r r i bl e bl o w c o m o s i l e hubi e s e n go l pe ado
upo n t he head. H e r t ongue was fuer te me nt e la c abeza. La le ngua
m o vi ng i n he r m o ut h, and he r s e le m ovía f ue r a de l a bo ca, y
e y e s s e e m e d t o b e t r yi ng t o p ar e c í a c o m o s i s us o j o s
r e me m ber s o me t hing, and the n 70 q ui s i e s e n
r e c o r da r
al go .
they rem embere d and he r t ongue Re c or dar o n al f i n, y l a l engua
mo ve d agai n:
vo lvió a m over se :
De s t r o zar o n
la
pue r t a
pr i nc i pal y af e r r ar o n a una
m uj e r, aunq ue é s t a no c o r r í a,
no i nt e nt aba e s c apar. Se
l i m i t aba a pe r m ane c e r qui e t a,
ba l a nc e á nd o s e d e un o a o t r o
pi e , c o n l a m i r ad a f i j a e n e l
va c í o d e l a p a r e d , c o m o s i
h ub i e s e r e c i bi do u n t e r r i bl e
go l pe e n l a c a be z a. M o ví a l a
bo c a, y s us o j o s par e c í an t r at ar
de r e c o r dar al g o . y, l ue go , l o
r e c o r dar o n y s u l e ngua vo l vi ó
a m o ve r s e :
“‘Play t he man, Mas ter Ri dle y;
we s hal l t hi s d ay l i ght s uc h a 75
c a ndl e , by G o d’s gr ac e , i n
England, as I tr us t s hal l never be
put o ut. ’”
—«Pórtate como un hombre, joven
Ridley. P or la gracia de Di os,
encenderemos hoy en Inglaterra tal
hoguera que confío en que nunca se
apagará.»
29
— «Aní me s e ,
s eñor it o
R i d l e y, e nc e n d e r e m o s h o y e n
I ng l a t e r r a u n c i r i o t al , p o r l a
gr ac i a d e Di o s , q ue n o s e
a pa g a r á nu n c a. »
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
“Enough of that!” s aid Be att y.
“W her e are they?”
—¡Cálle se! —grit ó Be atty —.
¿Dónde están?
—¡Basta de eso! —dijo Beatty—.
¿Dónde están.
H e s l app e d he r f ac e wi t h 5
am azi ng object i vi t y and repeated
t he ques t i o n. The o l d wo m an’s
eye s came to a fo cus upon Beat ty.
“You know whe re they are o r you
wo uldn’t be her e,” she sai d.
10
Abo fe t eó a la muje r c o n una
as o m br o s a i n di fe r e nc i a, y
r epit ió l a pr egunta. Lo s oj os de
l a anci ana se pos ar on e n Be at ty.
— U s t e d l o s abe , pue s s i no
no hubi e s e n ve ni do .
Ab o f e t e ó a l a m u j e r c o n
s or pr e nde nt e i mpasi bi l i dad, y
re pit ió la pr egunt a. La mi rada de
la vi eja se fi jó en Be att y.
—Usted ya sabe dónde están, o, de lo
contrario, no habría venido —dijo—.
St o ne m an he l d o u t t he
t e l e pho ne al arm c ar d wi t h t he
c o m plai nt s i gne d i n t e l epho ne
dupli cat e o n the back
Stoneman le mostró a Beatty la
tarjeta telefónica de alarma, con la
denunc ia fi rm ada, e n dupl ic ado
telefónico, en el dorso:
St o n e m an al ar gó l a t ar j e t a
d e al ar m a t e l e f ó n i c a, c o n l a
de n unc i a
f i r mada
po r
dup l i c a do , e n e l do r s o :
Hay motivos para sospechar de
la boardi l l a. Calle de los Olmos.
N., 11. E. B.
“Te n g o
moti vos
pa ra
sosp echar d el áti co. Elm, número
11 ciud ad . E. B”.
“That wo ul d be M rs. Bl ake, my
—Ésa tie ne que se r l a s eño ra
ne i gh bo u r, ” s a i d t h e w o m a n, Blake, mi vecina —dijo la mujer
re adi ng the i nit ial s.
25 leyendo las iniciales.
—D e be d e s e r M r s . Bl ak e ,
m i ve c i n a — d i j o l a m u j e r ,
l e ye ndo l as i ni c i al e s — .
15
“H ave r e as o n t o s u s pe c t
atti c ; 11 No. Elm, C i ty.
— E. B.”
20
“All right , m en, le t’s get ‘em !”
—Muy bien, hombres, ¡a ellos!
N e x t t h i n g t h e y we r e u p
in
musty
b l a c k n e s s , 30
s w i n g i n g s i l ve r h a t c h e t s a t
d o o r s t h a t we r e , a f t e r a l l ,
unl o c ke d, t umbl i ng t hr o ugh
l i ke bo ys all r o l l i c k and
s h o u t .
“ H e y ! ”
A 35
f o u nt ai n o f bo o k s s pr an g
d o wn up o n Mo nt a g as h e
c l i mbe d s hudd e r i ng up t he
s he e r
s t a i r - we l l .
Ho w X
i nc o nve ni ent ! Al ways be fo r e i t 40
had been li ke snuf fing a candl e.
The p o l i c e we n t f i r s t an d
a dh e s i ve - t a pe d t he vi c t i m ’s
m outh and bandaged him o ff i nt o
t he i r gl i tt e r ing be e t le c ar s , s o 45
whe n yo u arr i ve d yo u f o und an
e m p t y h o u s e . Yo u we r e n’ t
hurt ing anyone, you we re hur ti ng
o nl y things ! And since things really
couldn’t be hurt, since things felt 50
nothing, and things don’t scream or
whimper, as this woman might begin
to scream and cry out, t here was
nothing to tease your conscie nce
later. You were simply cleaning up. 55
J ani to r ial wo rk, es s ent ial ly.
Everything to it s pro pe r pl a c e .
Q ui c k wi t h t h e ke r o s e ne !
Who’s got a match!
—¡Bueno, muchachos, a por ellos!
Y l o s hom bre s s e l anzar o n a
un a
o s c u r i d ad
m o ho s a,
es gri mie ndo hachas de plata contra
puert as que e s t aban, al fi n y al
c abo , abi er t as. Bus c aro n co m o
niños, gr itando y r etozando.
—¡Eh!
Una fuente de libros cayó sobre
M o n t ag m i e nt r as é l s u bí a
es trem ecié ndos e por l a es cale ra
de carac ol . ¡Q ué d e s ag r a d ab l e !
H as t a e s e dí a ha b í a s i d o
c o m o d e s p a b i l a r u n a v e l a.
Primero llegaba la policía y tapaba
c on t e la adhe si va la bo ca de l a
víctima y se la llevaba atada de pies
y manos en coches brillantes como
escarabajos, de modo que cuando
uno l legaba encontraba una casa
vacía. No se le hacía daño a nadie,
sólo a cosas . Y como realmente no
es posible hacer daño a las cosas,
ya que no sienten nada, ni gritan,
ni se quej an —co mo est a muj er
podía comenzar a gritar y llorar —
, no había luego remordimientos.
To do se r educí a a un t rabaj o de
li mpie za. Un trabaj o de po rter ía
esencialmente. Todas las cosas en
s u l ugar. ¡Rápi do, el ke r os e ne !
¿Quién tiene un fósforo?
Al instante, iniciaron el ascenso en
la o scuridad, go lpeando con sus
hachuelas plateadas puertas que, sin
embargo , no estaban cerradas,
tropezando los unos con los otros, como
chiquillos, gritando y alborotando.
—¡Eh!
U na c at ar at a de l i br o s c ayó
s o br e M o nt ag m i e nt r as é s t e
as c e ndí a vac i l ant e m e nt e l a
e m pi nada
e s c al e r a.
¡Q ué
i nc onveni enci a! Ant es , s i em pr e
habí a s i do t an s e nc i l l o c o m o
apagar una vela. La Policía llegaba
primer o, amordazaba y ataba a la
ví c t i m a y s e l a l l e vaba e n s us
r e spl ande c i e nt e s ve hí cul o s , de
m o do que c uando l l e gaban l o s
bo m be r o s e nc o nt r aban l a c as a
vac í a. N o s e d añaba a nadi e ,
únicamente a objetos. Y puesto que
los objetos no podían sufrir, puesto
que los objetos no sentían nada ni
chillaban o gemí an, como aquella
mujer podía empe zar a hacerlo en
cualquier momento, no había razón
para sentirse, después, una conciencia
c ul pabl e . Er a t an s ó l o una
operación de lim pieza. Cada cosa
en su sitio. ¡Rápido con el petróleo!
¿Quién tiene una cerilla?
Pe ro e sa no che al gui en había
cometido un error. Esta mujer había
estropeado el ritual. Los hombres
hacían demasiado ruido, riéndose,
bromeando, para cubrir el terrible
silencio acusador de allá abajo. La
mujer hacía rugir los cuartos vacíos
con sus acusaciones, y esparcía un
fino polvo de culpabilidad que se
le s m etí a a lo s hombres po r l as
narices. No era correcto. Montag
sintió una inmensa irritación. ¡La
m uj er no de bí a es t ar aquí ,
vigilándolo todo!
Pero aquella noche, alguien se
había equi vocado. Aquella muj er
estropeaba el ritual. Los hombres
armaban demasiado ruido, riendo,
bromeando, para disimular el terrible
silencio acusador de la mujer. Ella
hacía que las habitaciones vacías
clamaran acusadoras y desprendieranun
fino polvillo de culpabilidad que era
sorbido por ellos al moverse por la
casa. ________________ Mont ag
sintió una irritación tremenda. ¡Por
e nc i ma de t odo , e l la no de be rí a
e st ar al lí !
Los libros le bombardearon los
hombros, los brazos, la cara vuelta
hacia arr iba. Un libro voló , casi
Lo s l ibr os bom barde aro n s us
ho mbr os, sus brazos , s u r ost ro
levantado. Un libro aterrizó, casi
60
But now, t oni ght , s ome one had
sl ipped. This woman was spo ili ng
the r it ual . The me n were m aki ng
to o m uch nois e, laughi ng, j oki ng
t o c ove r he r t er r i bl e ac cus i ng 65
s i l e n c e be l o w. S he m ad e t he
empt y room s roar with accusation
and shake do wn a f i ne dus t o f
gui l t t h at was s uc ke d i n t he i r
no str il s as t hey plunged about. It 70
was ne ither cr icket no r c or rec t.
M o nt ag f e l t an i m m e n s e
ir rit at ion. She shoul dn’t be her e,
on to p o f e ve ryt hing!
75
Bo o ks
bo m ba r de d
his
shoul de rs, hi s arm s, hi s upturned
f ac e . A bo o k al i ght e d, a l m o s t
30
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
obedie ntl y, li ke a whit e pigeo n,
in hi s hands, wi ngs f lut ter ing. In
t he di m, waver ing l i ght , a page
hung ope n and it was l ike a sno wy
f e at h e r, t h e wo r ds de l i c at e l y 5
pai nt ed t he r eo n. In all t he r us h
and fe rvour , Montag had only an
i n s t a nt t o r e a d a l i ne , b ut i t
blaze d in his m i nd f or t he next
mi nut e as if stamped the re wi th 10
f i e r y s t e e l . “Ti m e has f al l e n
as l e e p
in
t he
af t e r no o n
sunshine.” He dr opped the boo k.
Imm ediately, anothe r fe ll i nto his
ar ms .
15
“M ontag, up he re !”
obedientemente, como una paloma
blanca hasta sus manos, aleteando.
A la luz pálida y oscilante apareció
una página, como un copo de nieve,
con unas palabras de licadame nte
i mpr e sas . En me di o de aquel l a
agit aci ón y fe rvo r, Mo nt ag só lo
pudo leer una línea, pero que quedó
fulgurando en su mente como si se
la hubiesen estampado a fuego.
El tiempo se ha dormido a la luz
de la tarde.
M o ntag
s o l tó
el
l ibr o .
Inmediatamente otro le cayó en los
brazos.
—¡Montag, sube!
M o n t ag’s hand c l o s e d l i k e a
m o u t h, c r us h e d t he bo o k w i t h 20
wi l d
de vo t i o n,
wi t h
an
i ns ani t y o f m i ndl e s s ne ss t o hi s
c h e s t . Th e m e n a b o ve w e r e
hur l i ng
s h o ve l f u l s
of
m a gazi ne s i nt o t he d us t y ai r. 25
Th e y f e l l l i k e s l a u g h t e r e d
birds and the wom an sto od be l o w,
l i k e a s m a l l g i r l , am o n g t h e
bo di e s .
tr. de Alfredo Crespo
obedientemente como una paloma
blanca, en sus manos, agita ndo las
alas. A la débil e incierta luz, una
página desgajada asomó, y era como
un copo de nieve, con las palabras
delicadamente impresas en ella. Con
toda su prisa Y su celo, Montag sólo
tuvo un instante para leer una línea
ésta ardió en su cerebro durant e el
mi nut o s iguiente co mo si se la
hubiesen grabado con un acero. El
tiempo se ha dormido a la luz del sol
del atardecer. Montag dejó caer el
libro. Inmediatamente cayó entre sus
brazos.
—¡Montag, sube!
La mano de M ontag s e ce rr ó
c om o una boc a, apr et ó el li br o
co nt ra el pe cho c on una sal vaje
devoción, con tina despreocupación
insensata. Los hombres, allá arriba,
e s t aban
l anzando
al
ai r e
polvoriento paladas de revistas, que
c aí an c o m o pájar o s he ri do s de
muerte. Y la mujer estaba allí, de
pie, abajo, como una niñita entre
cadáveres.
La m ano de M o nt ag s e c e r r ó
c o m o una bo ca, apl as t ó e l li br o
c o n f i e r a de vo c i ó n, c o n f i e r a
i nc ons c i e nc i a, co nt r a s u pe cho.
L o s h o m b r e s , d e s de ar r i ba ,
ar r o j ab an al ai r e po l vo r i e nt o
m o nt o ne s de r e vi s t as que c aí an
c o m o páj ar o s as e s i na do s , y l a
m uj e r p e r ma n e c í a a b a j o ,
c o m o un a ni ñ a , e n t r e l o s
c ad áve r e s .
M ontag no habí a he cho nada.
Todo había sido obra de su mano.
La mano, con cerebro propio, con
conciencia y curiosidad en cada uno
de los tem blor oso s de dos, se le
había vue l to l adr o na. Aho ra l e
me tí a el l ibro baj o el brazo , lo
apretaba contra la axila sudorosa,
¡y reaparecía vacía, con un ademán
de mago ! ¡Mi r adl a! ¡Ino c ent e !
¡Mir ad!
M ontag no hi zo nada. Fue s u
mano la que actuó; su mano, con un
cerebro propio, con una conciencia
y una c ur i os i dad en c ada de do
tembloroso, se había convertido en
ladrona. En aquel momento metió
el libro bajo su brazo, lo apretó con
fuer za c ontra l a sudor os a axil a;
s al ió vac í a, c o n agi l i dad de
prestidigitador. ¡Mira aquí! ¡inocente!
¡Mira!
—Montag observó estremeciéndose
l a m an o bl a nc a . L a a l e j ó d e
sus ojos como si fuese hipermétrope.
La acercó , como si fuese
ciego.
Mo nt ag c onte mpló , al te rado ,
aquella mano blanca. La mantuvo a
distancia, como si padeciese presbicia.
La ace rcó al rost ro, como si fuese
mi ope.
30
Mo ntag had do ne no thi ng. H is
hand had do ne i t al l , hi s hand,
wit h a brai n o f i t s o wn, wi t h a
c o ns c i e n c e and a c ur i o s i t y i n
each tr embling finger, had turned
thie f. N ow, it pl unge d the bo ok
back unde r his arm , pre s s e d i t
ti ght to s weating armpit , r ushed
o u t e m p t y, wi t h a m ag i c i an ’s
f l our i sh! Lo o k he r e! Inno c ent !
Lo ok!
H e g a ze d , s h a k e n , a t t h a t
wh i t e h a n d . H e h e l d i t wa y
o u t , as i f he we r e f ar - s i g ht e d.
He h e l d i t c l o s e , as i f he
w e r e b l i nd .
35
40
45
“Mo nt ag!”
—¡Montag!
—¡Montag!
He je rke d about.
Montag se sobresaltó.
El aludido se volvió con sobresalto.
“D on’t s tand t he re, idiot !”
—¡No te quedes ahí, idiota!
—¡No te quedes ahí parado, estúpido!
50
Th e b o o k s l a y l i k e g r e a t
m o u nds o f f i s he s l e f t t o d r y.
The m e n d an c e d an d s l i p pe d
a n d f e l l o ve r t h e m . Ti t l e s
gli t t er e d t he ir gol de n e yes ,
f al l i ng , go ne .
“K e r o s e ne !
Th e y
pum pe d t he c o l d f l ui d f r o m t he
nu m be r e d 4 5 1 t ank s s t r app e d
t o t he i r s ho ul de r s . The y c o at e d
e ac h bo o k, t he y pum pe d r o o m s
f ul l o f i t .
Los libros yacían como grandes
montículos de pescados puestos a
s e c ar. Lo s ho m br es bai l aban,
resbalaban, y caían sobre ellos. Los
ojos dorados de los títulos brillaban
60 y desaparecían.
Los libros yacían como grandes
montones de peces puestos a secar.
Los hombres bailaban, resbalaban y
caían sobre ellos. Los títulos hacían
bri ll ar s us oj os dor ado s, c aí an,
desaparecían.
—¡Kerosene!
Los bomberos bombearon el frío
f l ui do
de s de l o s
t anque s
numerados 451 que llevaban en los
hombros, y bañaron los libros y las
habitac iones.
—¡Petróleo!
Bombearon el frío fluido desde
los tanques con el número 451 que
ll evaban suj et os a sus hombro s.
Cubrieron cada libro, inundaron las
habitaciones.
55
65
Th e y h u r r i e d d o w n s t a i r s ,
Luego corrieron escaleras abajo. Montag
C o r r i e r o n e s c a l e r as a ba j o ;
M o n t a g s t a g g e r e d a f t e r 70 los siguió también, tamba l e á ndos e , X M o n t a g avan zó ______ e n po s
t h e m i n t h e k e r o s e n e e n v u e l t o e n v a p o r e s d e d e e l l o s , e n t r e l o s va p o r e s
fumes.
ker o s ene .
de l pe t r ó l e o .
“Com e on, wom an!”
—¡Vamos, mujer!
—¡Vamos, mujer!
75
The wom an kne l t amo ng t he
bo o k s , t o uc hi ng t he dr e n c he d
l e athe r and c ar dbo ar d, r e adi ng
31
La mujer, arrodillada junto a los
libros, t ocaba los cueros y te las
e mpapadas, le yendo l os t ít ulo s
Ésta se arrodilló entre los libros,
acar ic i ó l a e mpapada pi el , e l
impregnado cartón, leyó los títulos
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he gi lt t i tl e s wi t h he r f i nge r s
while he r e yes accused Mo ntag.
tr. de Alfredo Crespo
dorados con los dedos, y acusando
con los ojos a Montag.
dorados con los dedos mientras su
mirada acusaba a Montag.
5
—Nunca tendrán mis libros —
dijo la mujer.
—No Pueden quedarse con mis
libros —dijo—.
“You know the law,” said Beatty.
“Where’s your common sense? None
of those books agree with each other.
You’ve been locked up here for years 10
wi th a regul ar dam ne d Towe r of
Babel. Snap out of it! The people in
those books never lived. Come on
now!”
—Ya conoce la ley —dijo Beatty
— . ¿N o t i ene s e nti do c om ún?
Ni nguno de est os libros es tá de
ac uer do c o n l o s de m ás . Se ha
pasado la vida e nc er rada en una
condenada torre de Babel. ¡Salga de
ahí! La ge nt e de es os l ibro s no
existió nunca. ¡Vamos, salga!
Ya c ono ce la le y — r epl ic ó
Beatty—. ¿Dónde está su sentido
común? Ninguno de esos libros está
de acuerdo con el otro. Usted lleva
aquí e nc er r ada años c on una
condenada torre de Babel. ¡Olvídese
de ellos! La gente de esos libros
nunca ha existido. ¡Vamos!
“Yo u c a n’t e ve r ha ve
bo oks ,” she s ai d.
my
15
She s hoo k her head.
La mujer sacudió la cabeza.
“The wh o l e ho us e i s g o i ng
up,” s ai d Be at ty.
Ella meneó la cabeza.
—Vamos a quemar la casa —dijo
Beatty.
—Toda la casa va a arder —advirtió
Beatty—.
Los hombres se alejaron torpemente
hacia la puerta. Por encima del hombro
m i r ar on a Mont a g, que s e ha bí a
quedado junto a la mujer.
Contorpes movimientos, los hombres
traspusieron la puerta. Volvieron la
cabeza hacia Montag, quien permanecía
cerca de la mujer.
— ¡No van a dej ar l a aquí! —
protestó Montag.
—¡No iré is a dejarla aquí! —
protest ó él—.
20
Th e m e n w a l k e d c l u m s i l y
t o t he d o o r. The y gl an c e d
b a c k a t M o n t a g , wh o s t o o d
n e a r t h e wo m a n .
25
“You’re not le aving he r here ?”
he pr ote ste d.
“She wo n’t co me .”
—No quiere salir.
—No quiere salir.
—¡Oblíguenla, entonces!
—¡Entonces, obligadla!
30
“Forc e her, t hen!”
B e a t t y r ai s e d h i s ha n d i n
whi ch was c o nc eale d t he i gnit er.
“W e ’re due back at t he ho use . 35
Besides, these fanatics always try
suicide; the pattern’s familiar.”
Beat t y a l z ó l a m a n o q u e
oc ul taba e l ence ndedor.
— Tenemos que volver al cuartel.
Además, estos fanáticos son siempre
suicidas. La escena es familiar.
Beatty levantó una mano, en la que
llevaba oculto el deflagrador.
—Hemos de regresar al cuartel.
Además, esos fanáticos siempre tratande
suicidarse. Es la reacción familiar.
M o n t a g p l a c e d h i s h an d
M ontag pus o una mano en e l
o n t h e w o m a n ’ s e l b o w . 40 codo de la mujer.
“You can c ome wi th me .”
—Venga conmigo, por favor.
Montag apoyó una de sus manos en
el codo mujr.
—Puede venir conmigo.
“N o , ” s he s ai d. “Thank yo u,
anyway. ”
—.
—No —contestó ella—. Gracias, de
todos modos.
—Voy a contar hasta diez —dijo
Beatty—. Uno. Dos.
—Vamos a contar hasta diez —dijo
Beatty—. Uno, Dos.
— N o — di j o l a m uj er
Gracias, de todos modos.
45
“I’ m c o unt i ng t o t e n , ” s ai d
Be at ty. “O ne . Two .”
“P le ase ,” said Montag.
—Por favor —insistió Montag.
—Por favor —dijo Montag—.
“G o o n,” said the woman.
—Váyanse —dijo la mujer.
—Márchese —replicó la mujer
“Thr ee . Fo ur.”
—Tres. Cuatro.
50
“He re .” M ontag pull ed at the
wo man.
55
The woman replie d quie tl y, “I
want to stay here .”
Montag tiró de la mujer.
—Vam os.
La mujer replicó con una voz serena:
—Quiero quedarme
—. Tres. Cuatro.
—Vamos.
Montag tiró de la mujer.
—Quiero quedarme aquí —contestó
ella con serenidad—.
60
“Fi ve. Si x. ”
—Cinco. Seis.
“Yo u can s to p co unt ing, ” she
said. She opened the fi nger s of
one hand s light ly and i n t he palm
of the hand was a s ingle sl ender
obje ct.
65
An or di nar y kitc hen m atc h.
—Puede dejar de contar —dijo la
m uj er. Abr ió l o s de do s de una
mano, ligeramente, y en la palma de
la mano apareció un objeto único y
delgado.
Un fósforo común de cocina.
—Cinco. Seis.
— P ue de s de j ar de c o nt ar —
di jo el la. Abr ió l i ger am e nt e l o s
de dos de una m ano ; e n l a pal m a
de l a m i s m a ha bí a un o bj e t o
de l gado .
Una vulgar cerilla de cocina.
70
The s ight o f i t rus hed the m en
o u t a nd do wn awa y f r o m t he
hous e . Capt ain Beat ty, ke e ping
hi s d i g ni t y, bac ke d s l o w l y
through the f ront door, his pi nk 75
f a c e bur nt and s hi n y f r o m a
t h o us and f i r e s a nd ni g ht
e x c i t e m e nt s . G o d, t ho ug ht
32
Al ver el fósforo, los hombres
echaron a correr y salieron de la
casa. El capitán Beatty retrocedió
lentamente con un aire de dignidad
y el rosado rostro encendido por mil
excitaci ones y fuegos no cturnos.
Dios , ¡qué ciert o era eso! pensó
Montag. La alarma siempre llegaba
Esta visión hizo que los hombres
se precipitaran fuera y se alejaran de
la casa a todo correr. Para mantener
s u di gnidad, el c apit án Beatt y
retrocedió lentamente a través de la
puer ta pri nc ipal , co n el r os tr o
quemado, brillante gracias a un millar
de i nc endi os y de em oc io ne s
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
M o nt a g, ho w t r ue ! A l wa ys at
ni ght t he alarm co mes . N ever by
day ! Is i t be c a us e t he f i r e i s
prett ier by night? Mo re spect acle,
a bet te r s how? The pi nk face of
Beatt y no w showed t he f ai nt es t
panic i n the do or. The wo man’s
ha nd t wi t c h e d o n t h e s i ng l e
m a t c h s t i c k. The f um e s o f
ke ros ene bl oom ed up about he r.
M o nt a g f e l t t h e hi d de n bo o k
po und l i ke a he ar t agai ns t hi s
che st.
tr. de Alfredo Crespo
de noche. Nunc a dur ant e el dí a.
¿Er a po r que e l f ue go e s m ás
he r mo s o
de
no c he ?
¿U n
espectáculo mejor, una función más
int eres ante? El rosado ro stro de
Beatty mostraba ahora, en la puerta,
una l e ve s o mbr a de páni c o . La
mano de la mujer retorció el cabo
de l f ó s f o ro . Lo s vapo r es de
kerosene florecían a su alrededor.
M o ntag s i nt i ó que e l li br o
escondido le latía como un corazón
en el pecho.
nocturnas. “Dios —pensó Montag—
, ¡cuán cierto es! La alarma siempre
llega de noche. ¡Nunca durante el
día” ¿Se debe a que el fuego es más
bo ni to por l a no che? ¿Más
es pe ct ac ul ar, más ll am at ivo? El
rostro sonrojado de Beatty mostraba,
ahora, una leve expresión depánico.
Los dedos de la mujer se engarfiaron
sobre la ceri lla. Los vapores del
petróleo la rodeaban. Montag sintió
que el libro oculto latía como un
corazón contra su pecho.
“G o o n , ” s a i d t h e w o m a n , 15
a nd M o n t a g f e l t hi m s e l f
b a c k a wa y a n d a w a y o u t o f
t he d o o r , a f t e r B e at t y, d o w n
t h e s t e p s , a c r o s s t h e l a wn ,
w h e r e t h e p a t h o f k e r o s e n e 20
l ay l i ke t he t r ac k o f s o me
e vi l s n a i l .
— Váyans e — di jo l a m uj er, y
M o ntag s e vio a s í mi s m o
retrocediendo, retrocediendo hacia
la puerta, detrás de Beatty, escaleras
abajo, a través del jardín, donde la
manguera del kerosene se retorcía
como el camino de alguna malvada
serpiente.
— Váyase —dijo la mujer y Montag,
m e c áni c am e nt e , at r ave s ó e l
ve stíbulo , saltó por la pue rta en
po s de Be at t y, de s c e ndi ó l o s
escalones, cruzó el jardín, donde
las huellas del petróleo formaban
un r as t r o s e m e j ant e al de un
caracol maligno.
O n the fr ont po rc h wher e she
had c om e to wei gh t he m quie tl y
wi t h he r e ye s , he r qui e t nes s a
c onde mnat io n, t he wo man st oo d
mo tionles s.
En el po r che , a do nde habí a
s al ido par a ago bi ar l o s c on l a
mirada, con una quietud que era una
co nde nac ión, l a m uje r e spe raba,
inmóvil.
En el porche frontal, a donde ella se
había asomado para calibrarlos
silenciosamente con la mirada, y había
una condena en aquel silencio, la mujer
permaneció inmóvil.
Beatty se preparó a encender el
kerosene.
Beatty agitó los dedos para encender
el petróleo.
Demasiado tarde. Montag abrió
la boca.
Era demasiado tarde. Montag se
quedó boquiabierto.
La muj er en el porc he
lo s mi ró o rgu llo s amen te
y rascó el fó sfo ro co ntra
la barand ill a.
La mujer, en el porche, con una
mirada de desprecio hacia todos, alargó
el brazo y encendió la cerilla, frotándola
contra la barandilla.
La gente salió corriendo de todas
las casas y llenó la calle.
La gente salió corriendo de las casas
a todo lo largo de la calle.
N o di j e r o n nada m i e nt r as
vo lví an al cuart el. Nadi e m iró a
nadie . M ont ag iba se ntado en el
asi e nt o de l ant er o c o n Be at t y y
Bl a c k. N i s i qu i e r a f um ar o n.
Clavaban los ojos en el motor de la
gran s alamandra mientras volvían
las esquinas y continuaban el viaje
silencioso.
No hablaron durante el camino de
regreso al cuartel, Rehuían mirarse entre
sí. Montag iba sentado en el banco
delantero con Beatty y con Black. Ni
siquiera fumaron sus pipas. Permanecían
quietos, mirando por la parte frontal de la
gran salamandra mientras doblaban una
esquina y proseguían avanzando
silenciosamente.
—Señorito Ridley —dijo Montag
al fin.
—Joven Ridley —dijo Montag por
último—.
Beatt y f li c ke d his fi nge rs t o
spark the kero sene.
5
10
25
30
H e wa s t o o l a t e . M o nt ag
gas ped.
35
Th e wo m an o n t h e p o r c h
r e ac he d o ut wi t h c o nte m pt f o r
them all , and st ruc k t he ki tchen
match agai nst the r ai ling.
40
P eo pl e r an out of ho us e s al l
do wn the st ree t.
45
They said nothing on their way
back to the firehouse. Nobody looked
at anyone else. Montag sat in the
front seat with Beatty and Black.
They did not even smoke their pipe s. 50
They s at t he re l oo ki ng o ut o f the
f ro nt o f the gr eat salamander as
t he y t ur ne d a c o r ne r and we nt
s il entl y on.
55
“M ast er Ri dle y, ” s aid M ont ag
at l as t.
“W hat?” s ai d Beatt y.
—¿Qué? —preguntó Beatty.
—¿Qué? —Preguntó Beatty—.
60
“She said, ‘Master Ridley.’ She
said some crazy thing when we came
in the door. ‘Play the man,’ she said,
‘Mas te r Ri dle y.’ So m e thi ng,
something, something.”
— La m uj e r di j o : «Se ñor i t o
Ri dl e y». D ij o al go di s par atado
c uando l l e gam o s a l a puer t a.
«Anímese» dijo. «Señorito Ridley».
Algo, algo, algo.
—Ella ha dicho «joven Ridley»
— . Cuando hemo s ll egado a la
pue rt a, ha di c ho algo abs ur do .
«Pór tate co mo un ho mbre, j oven
Ridley», dijo. Y no sé qué más.
— «Enc e nde re m o s hoy e n
Inglaterra un cirio tal, por la gracia
de Dios, que no se apagará nunca»
—dijo Beatty. Stoneman lanzó una
ojeada por encim a del hombro al
capi tán. Mo ntag hizo lo mi sm o,
sorprendido.
— «P o r l a gr ac i a de D i o s ,
encenderemos hoy en Inglaterra tal
hoguera que conf ío en que nunca
s e apagar á» — di j o Be at t y— .
St o ne m an l anzó una m i r ada al
c api tán, lo mi s mo que M ont ag,
atónitos ambos.
Be at t y r ub be d hi s c hi n. “A 75
Beatty se rascó la barbilla.
m an nam e d Lat i m e r sai d t hat t o
—Un hombre llamado Latimer le
a m an nam e d N ic ho l as Ridl e y, dijo eso a otro llamado Nicholas
as the y we re be i ng bur nt al i ve Ridley, cuando i ban a quemar los
Beatty se frotó la barbilla.
—Un hombre ll amado Latimer
dij o es to a otro , ll amado Ridley
mientras eran quemados vivos en
“‘ W e s h a l l t h i s d a y l i g h t
s u c h a c a n d l e , b y G o d ’s
g r a c e , i n E ng l a n d, a s I t r us t
s h al l n e ve r be put o ut , ”’ s a i d
B e a t t y. S t o n e m a n g l a n c e d
o ve r a t t h e C a p t a i n , a s d i d
M o nt a g, s t ar t l e d.
65
70
33
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
a t O x f o r d , f o r h e r e s y, o n
O c to be r 16 , 1 5 55 . ”
tr. de Alfredo Crespo
vivos en Oxford, por herejía, el 16
de octubre de 1555.
Oxford por herejía, el 16 de octubre
de 1555.
5
M ont ag y Sto ne m an vo l vi e ro n
a m i rar l a cal le que s e de s li zaba
baj o las rue das .
Montag y Stoneman volvieron a
contemplar la que parecía moverse bajo
las ruedas del vehículo.
“I ’ m f u l l o f b i t s a n d
p i e c e s , ” s a i d B e at t y. “M o s t
f i r e c a p t a i n s h a v e t o b e . 10
So m e t i m e s I s ur p r i s e m ys e l f .
Wa t c h i t , St o ne m a n!”
—Sé muchas anécdotas y frases
—dijo Beatty —. Es casi inevitable
en un capitán de bomberos, A veces
m e so r pr e ndo a m í m is m o .
¡Cuidado, Stoneman!
—Conozco muchísimas sentencias
—dijo Beatley—. Es algo necesario para
lamayoríade los capitanes de bomberos.
A veces, me sorprendo a mí mismo.
¡Cuidado, Stoneman!
Montag and Stoneman went back
to looking at the street as it moved
under the engine wheels.
St one man braked the t ruc k.
Stoneman frenó el camión.
Stoneman frenó el vehículo.
15
“Damn!” s ai d Be at ty. “You’ve
gone ri ght by the co r ne r wher e
we turn f or t he fi re ho us e. ”
— M al dit a s e a — di j o Be at t y
— . Ya has pas ado l a cal l e que
l l e va al c uar t e l .
—¡Diantre!—exclamó Beatty—. Has
dejado, la esquina por la que doblamos
para ir al cuartel.
20
“W ho is it ?”
—¿Quién es?
“W ho wo ul d i t be ?” s a i d
—¿Quién va a ser?— dijo Montag,
Mo ntag, le ani ng bac k agains t t he 25 apoyándose de espaldas contra la puerta
cl ose d door i n t he dar k.
cerrada, en la oscuridad.
H is wif e s ai d, at las t, “We ll ,
put o n t he li ght .”
—¿Quién es?
—¿Quién podría ser? —dijo Montag,
apoyándose en la oscuridad contra la
puerta cerrada—.
Su mujer dijo al fin:
—Bueno, enciende la luz,
Su mujer dijo, por fin:
—Bueno, enciende la luz.
“I do n’t want t he light .”
—No quiero luz.
—No quiero luz.
“Com e t o bed.”
—Pues acuéstate.
—Acuéstate.
30
He
heard
her
roll
i mpat i e nt l y; t he be d s pr i ngs
s que a l e d.
“A r e
said.
you
dr unk ?”
35
s he
40
So it was the hand that st art ed
it al l. He fe lt one hand and then
the o the r wor k his coat fre e and
le t i t slump to the f loo r. He he ld 45
hi s pant s o ut into an abyss and l et
t h e m f a l l i nt o dar kne s s . H i s
ha nds ha d b e e n i n f e c t e d , a nd
s o on i t wo uld be hi s ar m s . H e
co uld fe el the pois on wo rki ng up 50
hi s wrist s and into hi s e lbows and
his shoulders, and then the jump-over
from shoulder-blade to shoulder blade l ike a spar k le aping a gap.
H i s han ds we r e r ave no us . And 55
h i s e y e s we r e b e g i n n i n g t o
f e e l h un ge r , as i f t he y m us t
l o o k a t s o m e t hi ng , a ny t h i n g,
e ve r yt hi n g.
Montag oyó que su mujer se daba
vuelta, impaciente. Los muelles del
colchón chillaron.
—¿Estás borracho? —preguntó
la mujer.
Montag oyó cómo ella se movía
impaciente; los resortes de la cama
chirriaron.
— ¿Es t ás b o r r ac ho ?
La mano entonces inició otra vez
De modo que era la mano que lo
su t ar ea. M ontag s inti ó que una había em pezado. todo. Si ntió una
mano y luego la otra lo libraban de mano y, luego, la otra que desabrochaba
l a chaque t a y l a dej aban cae r. su chaqueta y la dejaba caer en el suelo.
So st uvi er o n lue go e l pant aló n, Sostuvo sus pantalo ne s so bre un
sobre un abismo, y lo soltaron en la abi s mo y l o s d e j ó c a e r e n l a
oscuridad. Montag tenía infectadas oscuridad.
las manos, y pronto se le infectarían
los brazos. Podía sentir el veneno
que le subía por la muñeca, hasta
el codo y el hombro, y luego el salto X
de omóplato a omóplato, como una
c hi s pa que sal ta s obr e l a nada.
Te ní a un as m an o s f am é l i c as , Sus manos estaban hambrientas. Y
y l o s o j o s e s t a b a n y a s us oj o s e mpe zaban a e st arl o
s i n t i e n d o h a m b r e , c o m o s i también, como si tuviera necesidad
de bi e s e n
mirar
a l g o , de ver algo, cualquier cosa, todas las
c u al qui e r c o s a , t o d o .
cosas.
60
Hi s wif e s ai d, “What ar e you
doi ng?”
—¿Qué estás haciendo? —dijo la
voz de su mujer.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó
su esposa—.
M o nt ag t r as t a bi l l ó , c o n e l
l ibr o e nt re l os de do s s udo r o so s
y fríos.
Montag se balanceó en el espacio
con el libro entre sus dedos sudorosos
y fríos.
A minut e l ate r s he said, “Wel l,
— Bueno — di j o l a m uj er un
j u s t do n ’t s t and t h e r e i n t he minuto más tarde — No te quedes
mi ddl e o f t he fl oor.”
70 ahí en medio de la habitación.
Al cabo de un minuto, ella insistió:
—Bueno, no te quedes plantado en
medio de la habitación.
H e b al a nc e d i n s p ac e wi t h
t h e b o o k i n h i s s we a t i n g
c ol d fi nger s .
65
He m ade a sm all so und.
“W hat?” s he as ke d.
Montag emitió un débil sonido.
Él produjo un leve sonido.
—¿Qué? —preguntó la mujer.
—¿Qué? —preguntó Mildred—.
Mo nt ag vol vi ó a em it ir aquel
sonido suave. Se acercó tante ando
a l a cama y e sc o ndi ó t o r pe m e nt e
M ontag pro duj o m ás s o ni do s
s uave s . Avanzó dando t r as pi é s
hac i a l a c am a y m e t i ó ,
75
He made mo re so ft sounds. He
s t um bl e d t o war ds t he be d and
shoved the book cl um sil y under
34
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he co l d pil l ow. H e f el l i nto be d
and hi s wif e c r ie d o ut , s t ar tl e d.
H e l ay far ac ro s s t he ro o m f ro m
h e r , o n a wi n t e r i s l a n d
s e par at e d by an e m pt y s e a. She 5
t al ke d t o hi m f o r what s ee m e d
a l o n g wh i l e a n d s h e t a l k e d
abo ut t hi s and s he t al ke d abo ut
t hat and i t was o nl y wo r ds , l i ke
t he wo r ds he had hear d o nce i n 10
a nur s e r y at a f r i e nd’s ho use , a
t wo - y e a r - o l d c h i l d b u i l d i n g
wo r d pat t e r ns , t al ki ng j ar go n,
m ak i ng pr e t t y s o u n ds i n t h e
ai r . But Mo nt ag sai d nothing and 15
af ter a lo ng whi le when he only
made the s mall so unds, he felt her
mo ve i n the ro om and c ome to his
bed and s t and over hi m and put
he r hand down to fe el hi s c hee k. 20
He knew that whe n s he pulle d her
hand away fr om his f ace i t was
wet .
tr. de Alfredo Crespo
e l l ibr o bajo l a al m o hada. Cayó
e n la c ama. Su muj er s e
s o b r e s a l t ó y d i o u n gr i t o .
M o n t a g e s t a ba a l l í , e n e l
c ua r t o , m uy l e j o s de e l l a, e n
u na i s l a i n ve r n a l ai s l ad a de l
m un d o p o r u n m a r d e s i e r t o .
D e s c u br i ó d e pr o nt o q u e s u
m uj e r
e s taba
h a bl a n do ,
ha bl and o d e m uc ha s c o s a s , y
e ran só lo palabr as , c om o las que
habí a o í do una ve z a un ni ño de
do s año s , pal abr as i nve nt adas ,
un a j e r g a, r u i do s a gr a da bl e s .
Pero Montag no dijo nada, escuchó
aquellos sonidos, y después de un rato
oyó que su mujer atraves a b a l a
ha bi t ac i ó n, s e par aba j u nt o a
é l , y l e p o n í a l a m an o e n l a
me j i l l a. Mo n t ag s upo que
c u and o l e s ac a s e l a m an o , l a
m u j e r de s c u br i r í a qu e e s t a ba
hú m e d a.
tor peme nte, el libr o bajo l a fr ía
alm ohada. Se dejó c aer en la c ama
y su mujer lanzó una exclamac ión,
asustada. Él yacía lejo s de ella, al
otr o lado del dormi torio , en una
isl a inve rnal separ ada po r un mar
vac ío. El la le habl ó desde lo que
pare cí a una gran di stanc ia, y se
ref irió a esto y aquello, y no e ran
más que pal abr as , c om o las que
había esc uchado en el cuar to de
los niños de un ami go, de boca de
un pe que ñ o de d o s año s q u e
ar t i c ul aba s o ni d o s a l ai r e .
P ero Montag no contestó y, al cabo de
mucho rato, cuando sólo él producía
los leves sonidos, sintió que ella se
movía en la habitación, se acercaba a
su cama, se inclinaba sobre él y le
tocaba una mejil la con la mano.
Montag estaba seguro de que cuando
ella retirara la mano de su rostro, la
encontraría mojada.
L at e i n t he n i gh t he l o o ke d
o ve r a t M i l d r e d . S h e w a s
a w a k e . Th e r e w a s a t i n y
d a nc e o f m e l o d y i n t h e ai r ,
h e r S e as h e l l w a s t am p e d i n 30
h e r e a r a g a i n a n d s h e wa s
l i s t e ni ng t o f ar p e o p l e i n f a r
pl ac e s , he r e y e s wi d e an d
s t a r i ng a t t h e f at ho ms o f
b l a c k n e s s a b o ve h e r i n t h e 35
c e i l i n g.
M á s t ar d e M o n t a g m i r ó a
Mi l dr e d. Es t a ba d e s p i e r t a.
U na l e ve m e l o d í a b ai l a ba e n
e l ai r e . M i l dr e d s e h ab í a l l e va d o o t r a ve z e l C a r a c o l a l
o í do y e s c u c ha ba a g e nt e s
d i s t a nt e s , de l u ga r e s di s t an t e s , c o n l o s o j o s ab i e r t o s y
c l a vad o s e n l o s a b i s m o s d e
ne gr ur a que f l o t aba n s o br e
e l l a e n e l t e c ho .
M ás a va n za d a l a n o c he ,
M ont ag m ir ó a M il dr ed. Es t aba
de s pi e r t a. U na dé bi l m e l o d í a
f l o t aba e n e l ai r e , Y s u r adi o
a ur i c u l a r vo l ví a
a e s tar
e nc huf ada e n s u o r ej a, m ie nt ras
e s c u c h a b a a g e nt e l e j an a d e
l ugare s re m ot o s, co n uno s o jo s
m uy abi e rt o s que c o nt e mpl aban
l a s ne gr a s p r o f u ndi dad e s q ue
habí a s o br e e l la, e n e l te c ho .
Wasn’t t her e an old jo ke abo ut
the wife who t al ked so much on
the t ele phone that her desperate
husband r an out to t he ne are s t
st or e and te le pho ne d her to ask
what was f or dinner ? Wel l, the n,
why di d n’t h e bu y hi m s e l f an
au di o - Se as h e l l b r o a dc a s t i ng
st ati on and t al k t o his wi fe late
at ni ght, mur mur, whi sper, shout,
sc ream, ye ll? But what would he
wh i s pe r, wha t wo ul d he ye l l ?
What could he say?
¿No había un viejo chiste acerca
de la mujer que habla tanto por teléfono que el marido, desesperado,
corre a la tienda más próxima y la
llama por teléfono para preguntarle qué cenaremos esta noche? Bueno, entonces, ¿por qué no se compraba él una estación Caracol transmi so ra y l e hablaba a s u muje r,
murmuraba, suspiraba, gritaba, aullaba, tarde, de noche? ¿Pero qué
podía murmurar, qué podía aullar?
¿Qué podía decir?
¿No había un viejo chiste acerca de
la mujer que hablaba t ant o por
teléfono que su esposo, desesperado,
tuvo que co rre r a la ti enda m ás
próxima para telefonearle y preguntar
qué habí a para l a c ena? Bueno,
entonces, ¿Por qué no se compraba él
una emisora para radio auricular y
hablaba con su esposa ya avanzada
no che , murmurando, susurr ando,
gritando, vociferando? Pero, ¿qué le
susurraría, qué le chillaría? ¿Qué
hubiese podido decirle?
Y de pr o nt o M i l dr e d l e pare c ió tan ext raña que e ra co m o s i
no la c o no ci e se . Él , M ont ag, es 55 t aba e n una c asa aje na, co m o e n
e so s o t ro s vie j os chi st es ac e rc a
de un s eño r que vue lve bo rr acho
a s u c as a, y, s e e qu i vo c a d e
pue r t a, y s e e qui voc a de habi ta60 c ió n, y se ac ue st a c o n una des c ono ci da, y, s e l e vanta te m prano a t r abaj ar, y ni nguno s e ha
dado cue nta.
Y, de repente, le resultó tan extraña
que Montag no pudo creer que la
conociese. Estaba en otra casa, esos
chistes que contaba la gente acerca del
caballero embriagado que llegaba a
casa ya entrada la noche, abría una
puerta que no era la suya, se metía en
la habitación que no era la suya, se
aco staba con un de scono cida, se
levantaba temprano y se marchaba a
trabajar sin que ninguno de los dos
hubiese notado nada
25
An d s ud de n l y s he w as s o
s t range he c o uldn’t be l i e ve he
kn e w he r a t a l l . H e w as i n
so meo ne el se’s hous e, li ke tho se
o t he r jo ke s pe opl e t o l d o f t he
ge nt le man, dr unk, co ming ho me
late at night, unlo cki ng the wro ng
do or, ente ring a wr ong r oom , and
be ddi ng wi t h a s t r a nge r a nd
ge t t i ng u p e ar l y and go i ng t o
wo r k and ne i t he r o f t he m t he
wi se r.
“M ill ie… ?” he whispere d.
40
45
50
65
“W hat ?”
—¿Millie...? —suspiró Montag.
—Millie... —susurró—.
—¡Qué!
—¿Qué?
“I didn’t m ean t o s tart le yo u.
—No pensé que iba a asustarte. Sólo
What I want t o know is …”
70 quería saber...
“We l l?”
—¿Y bien?
—No me proponía asustarte. Lo que
sí quiero saber es...
—Di.
“W he n d i d we m e e t . A nd
—¿Cuándo nos encontramos? ¿Y
wher e?”
75 dónde?
— Cuándo no s e nc o nt ram os . Y
dó nde .
“W hen did we mee t for wha t ?”
she aske d.
—¿Cuándo nos encontramos paraqué?
—preguntó ella—.
35
—¿Cuándo nos encontramos paraqué?
—le preguntó Mildred.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“I m ean — or igi nal ly.”
He knew she m us t be f ro wni ng
in the dar k.
5
He cl ari fi ed it. “The fi rst ti me
we eve r me t, wher e was i t , and
whe n?”
tr. de Alfredo Crespo
—Quiero decir... por primera vez.
—Quiero decir... por primera vez.
[56] Montag supo que Mildred fruncía
el ceño enlaoscuridad.
Montag comprendió que ella estaría
frunciendo el ceño en la oscuridad.
Explicó:
—Laprimeravezque nos encontramos,
¿Dónde fue, y cuándo?
Aclaró conceptos:
— ¿D ó nde y c uándo
conocimos?
no s
10
“W hy, it was at —”
She s to ppe d.
“I do n’t know,” she s ai d.
— Bue no, fue en... —
M i l d r e d s e d e t u vo — . N o
s é —dij o .
H e wa s c o l d. “Ca n’ t y o u 15
re mem ber ?”
“It’s been so l ong.”
—¡Oh! Pues fue en...
La mujer calló.
—No lo sé —reconoció al fin—.
Montag sentía frío.
—¿No recuerdas?
Montag sintió frío.
—¿No puedes recordarlo?
—Hace tanto tiempo.
—Hace mucho tiempo.
“O nly ten years, that’s all , only 20
—Sólo diez años, nada más. ¡Sólo
te n!”
diez años!
—¡Sólo diez años, eso es todo, sólo
diez!
“D on’t get exc it ed, I’m t ryi ng
t o t hi nk. ” She l aughe d an o dd
li ttl e laugh that went up and up. 25
“F unn y, ho w f un ny, no t t o
rem embe r where or when you met
yo ur husband or wi fe .”
—N o t e e xc ite s. Est oy tr atando de pensar. — La muje r lanzó
una c ur ios a r isi ta que s ubí a y s ubí a.— Grac ioso , qué gr acio so, no
r e co r dar c uándo se c ono c i ó al
marido o l a m uje r.
—No te excites, estoy tratando de
pensar.—Mildred emitió una extraña
risita que fue haciéndose más y más
aguda—. ¡Qué curioso! ¡Qué curioso no
acordarse de dónde o cuándo se conoció
al marido o a la mujer!
He lay m ass agi ng hi s e yes , his
br ow, and the bac k of his nec k,
sl owl y. He he ld bo th hands over
hi s e ye s an d appl i e d a s t e ady
pr e s s u r e t he r e a s i f t o c r u s h
m e m o r y i nt o p l a c e . It w as
s udde nl y m o r e i m po r t ant t han
any o the r thi ng in a l ife -t ime that
he kn e w whe r e he ha d m e t
Mi ldre d.
M o n t ag s e f r o t ab a l o s
o j o s , l a f r e nt e , y l a nuc a,
c o n m o vi m i e n t o s l e n t o s . S e
a p r e t ó l o s o j o s c o n l as m a no s co mo par a po ne r la me mo r i a e n s u si t i o . No habí a
de pr o n t o nada más i mpo r t a n t e e n l a vi d a q u e s a b e r
dó nde había co nocido a
M i l dr e d .
Mo ntag se fr otaba l os ojos , l as
c e j as y l a nu c a, c o n l e n t o s
m o vi m i e nt o s . Ap o y ó am ba s
m ano s s o br e sus o j o s y apr et ó
co n fir meza, co mo para incrust ar
l a me mo r i a e n s u s i ti o . D e
pr onto, re sultaba más import ante
que c ual qui e r o t r a c o s a e n s u
vida sabe r dó nde había c onoc ido
a M il dr ed.
—N o t iene i mpo rt anc ia —di jo
M il dre d, y s e l e vantó , y fue al
cuart o de baño . Montag oyó el ruido del agua, y los sonidos de Mildred
al tragar.
—No importa.
Ell a es taba aho ra e n el c uart o
de baño , y Mo nt ag oyó co rr er e l
agua y el r ui do que hizo Mi ldre d
al beber la.
30
35
40
“It do e s n’t m a t t e r. ” She was
up i n t he bat hr o o m no w, and he
he ar d t h e w at e r r unn i n g, a nd
t h e s wa l l o wi n g s o u n d s h e
m ad e .
45
“N o, I gues s not ,” he sai d.
—No, supongo que no —dijo.
H e t r i e d t o c o unt ho w m any
Tr a t ó d e c o n t a r c u á n t a s
t i m e s s h e s w al l o we d a n d h e 50 ve c e s t r a g a b a , y r e c o r d ó l a
t ho ught o f t he vi s i t f r o m t he vi s i t a d e l o s d o s h o m b r e s
t wo z i n c - o x i d e - f a c e d m e n d e c a r a d e z i n c o x i d a d o ,
wi t h t h e c i g a r e t t e s i n t h e i r c o n l o s c i g a r r i l l o s e n l a s
s t r ai ght - l i n e d m o ut hs and t he b o c a s r e c t a s , y l a S e r p i e n e l e c t r o n i c - e ye d s nake wi ndi ng 55 t e d e O j o E l é c t r i c o q u e h o do w n i nt o t he l aye r u po n l a ye r r a d a b a c a p a t r a s c a p a d e
o f ni ght and s t o ne and no c h e y pi e dr a y ag ua e s s t a gnan t s p r i ng wat e r, and he X t a n c a d a ______ . Y q u i s o l l a wan t e d t o c al l o u t t o he r, ho w m a r l a y g r i t a r l e : ¡ c u á n t a s
m a ny have y o u t a ke n t o ni g h t 60 t o m a s t e e s t a n o c h e , l a s
! t he c a ps ul e s ! h o w m a ny w i l l c á p s u l a s , c u á n t a s t o r n a r á s
yo u t a ke l at e r and no t kno w? m á s t ar d e s i n da r t e c u e nt a! ¡Y
a n d s o o n , e v e r y h o u r ! o r as í s i e m pr e a t o da ho r a ! ¡Y s i
m a ybe no t t o ni ght , t o m o r r o w no e s t a n o c he m a ña na po r l a
n i g h t ! A nd m e no t s l e e p i ng , 65 no c he ! Y yo s i n do r m i r, ni e s t a
t o n i ght o r t o m o r r o w n i ght o r no c he , ni m ar i a na po r l a n o a n y n i g h t f o r a l o n g w h i l e ; c he , ni ni ng una n o c he , dur anno w t hat t hi s has s t ar t e d. And t e m u c h o t i e m p o . Y vi o a
he t ho ug ht o f he r l yi n g o n t he M i l dr e d ac os t ada, c o n l o s do s
be d w i t h t h e t wo t e c hni c i a ns 70 té cnic os de pi e junto a el la, no
s t a ndi ng s t r a i ght o ve r he r, no t [5 7 ] i ncl i nado s hac i a e l l a c o n
b e n t wi t h c o nc e r n, b ut o nl y pre oc upac ió n, s ino de pie , muy
s t andi ng s t r ai ght , ar m s f o l de d. de rec ho s, con lo s brazos c ruzaAn d he r e m e m b e r e d t h i n ki ng do s. Y re co rdó que había pensado ent h e n t ha t i f s h e d i e d , h e w as 75 tonces que si ella se moría, él, Montag,
c e r t ai n he wo ul dn’ t c r y. Fo r i t no derramaría ni una lágrima. Pues se w o u l d b e t h e d y i n g o f a n rí a c omo la muer te de una mujer desu n k n o w n , a s t r e e t f a c e , a conocida , de una ca ra de la c alle, de
36
—No, supongo que no —dijo—.
Tr ató de c ont ar cuántas vec es
t ragaba, y pe ns ó en l a vi si ta de
lo s dos operari os con l os
c i gar r i l l o s e n s us bo c as
re cti lí neas y l a s erpie nte de o jo
electr ónico desce ndiendo a través
de c apas y capas de no che y de
pi edr a y de agua r e m ans ada de
pr i m ave r a, y des e ó gr i t ar a s u
muje r: «¿Cuántas t e has to mado
e s t a no c he ? ¡ Las c á ps ul a s !
¿Cuántas t e t omarás despué s s in
saber lo ? ¡Y s egui r así hor a tr as
ho r a! ¡Y qui zá no e s t a no c he ,
s ino mañana! ¡Y yo s i n do rm i r
es ta no che , ni mañana, ni ninguna
ot ra durante m ucho tie mpo, aho ra
qu e e s t o ha e m pe zad o !» Y
Mo ntag se la imagi nó tendi da en
l a cam a, co n l os do s o pe r ar io s
er gui do s a su l ado , no inc linados
co n preo cupaci ón, sino e rguido s,
c o n l o s br azo s c r uz ad o s ’ Y
re cor dó haber pe ns ado ento nce s,
que s i e ll a m orí a, est aba s eguro
que no había de l l or ar. P o rque
s e r í a l a m ue r t e
de u na
des conoc ida, un r ostro vis to en la
calle , una im age n del pe rió dic o;
y, de r epe nte , l e res ult ó t odo t an
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
ne ws pa pe r i m ag e , a nd i t wa s
s ud de nl y s o ve r y wr o ng t ha t
h e ha d b e g un t o c r y, n o t a t
de at h but at t he t ho ught o f
not c ryi ng at deat h, a si ll y e mpty
m an ne ar a si ll y e m pt y wom an,
whi le t he hungr y s nake m ade he r
st il l mo re e mpty.
tr. de Alfredo Crespo
una imagen de l per iódic o, y de pr onto t odo le pa re ció t an f als o que se
ec hó a ll orar, no ante la i dea de la
mue rte, sino a nte l a ide a de no llorar
la muerte . Un hombre tont o y va cío
que vivía con una mujer tonta y vacía , mie ntras la s erpie nte hambri enta la va ciaba toda vía m ás.
t r i s t e q ue hab í a e m pe z ado a
ll orar, no po r la mue rt e, sino el
pe ns ar que no l l o r ar í a c uando
M i l dr e d m ur i e r a, un ab s ur do
ho mbr e vac ío junto a una absur da
m u j e r vac í a, e n t a nt o q ue l a
hambr i e nt a s er pi ent e la de jaba
aún más vací a.
H o w d o yo u g e t s o e m pt y? 10
he wo nde r e d. W h o t ake s i t o ut
o f yo u? And t ha t awf ul f l o we r
t he o t he r day, t he dande l i o n! It
h a d s u m m e d u p e ve r y t h i n g ,
h a d n ’ t i t ? “W h a t a s h a m e ! 15
Yo u ’ r e n o t i n l o ve w i t h
anyo ne !” And why no t ?
¿Có m o t e has vac i ado t ant o ?
s e pr e gu n t ó . ¿ Q u i é n t e s ac ó
t o d o d e ad e nt r o ? ¡Y a qu e l l a
ho r r i bl e f l o r d e l o t r o dí a, e l
di e nt e de l e ó n! Fue e l c o l m o ,
¿no e s ve r dad? «¡Q ué l ás t i m a!
¡N o e s t á e nam o r ado de nadi e !»
¿Y po r qué no ?
«¿Cómo se consi gue quedar tan
vacío ? —se pr egunt ó M ontag—.
¿Q u i é n t e vac í a? ¡Y aque l l a
horrible flor del otro día, el diente
de le ón! Lo había c om pre ndido
to do ¿ve rdad? «¡Qué ve rgüe nza!
¡No está enam orado de nadie!» y
¿ por qué no ? »
We l l , wa s n’t t he r e a w al l
be twee n him and Mi ldred, when 20
you came dow n to i t ? Lite ral ly
no t j us t o ne , wal l but , s o f ar,
t hr e e! And e xpe ns i ve , t o o! And
the uncle s, the aunt s, the cousi ns,
the nieces, t he nephews, that lived 25
in those walls, the gi bberi ng pack
o f t r e e -ape s t hat s ai d no t hing,
no thi ng, nothing and sai d i t loud,
l o ud, l o ud. H e h ad t ak e n t o
c al li ng t he m re l at ives f ro m the 30
ver y f i rs t . “Ho w’s U ncl e Lo ui s
t o day ?” “W h o ? ” “And Au nt
M aude ?” The m o s t s i gni f i c ant
m e m o r y he had o f M i l d r e d,
r eal l y, was of a l i tt l e gi rl i n a 35
fores t without trees (how odd!) or
r a t he r a l i t t l e gi r l l o s t o n a
plat eau wher e t he r e use d t o be
tr ees (yo u co uld fe el t he memo ry
of thei r s hapes al l about) si tti ng 40
i n t h e c e n t r e o f t h e “l i vi n gro om. ” The l i vi ng- roo m; what a
go od j ob o f l abe l l i ng t hat was
no w. No matte r whe n he c am e i n,
the wall s wer e always talki ng to 45
Mi ldre d.
B ue no , ¿n o ha b í a d e ve r a s
un m ur o e nt r e é l y M i l d r e d?
______________ ¡ N o s ó l o u n
m ur o , s i no do s , y t r e s ! ¡Y un
m ur o c ar o , ade m ás ! ¡Y l o s tí o s ,
l as t í as , l o s pr i mo s , l o s
s o b r i n o s q u e vi ví a n e n e s e
m u r o , e l far ful l ant e ha t o de
mo nos que no de c í an nada,
nada, y a gri t o s, a gr i t o s! D es de
un co mi e nzo habí an s i do
par i e nt e s
p ar a
Mo nt ag.
« ¿Có m o e s t á h o y e l t í o Lui s ?»
«¿Q ui é n ?» «¿ Y l a t í a M aud e ?»
L a i m age n m ás s ignif i cat i va que
t enía de Mi ldr ed, r ealm e nt e , er a
l a de una ni ñit a e n un bos que si n
árbo le s ( ¡qué r ar o !) , o qui zá una
n i ñ i t a e n u na l l a nu r a d o nd e
habí a habi do árbo l es (uno po dí a
s ent i r e l r ec ue rdo de sus
s om bras al r ede do r ): se nt ada e n
e l c e nt r o de l a s a l a de r e c i bo .
La s al a de r e c i bo, qué no m br e
b i e n a p l i c a d o . A c ua l qu i e r
h o r a qu e e nt r a s e e n l a c a s a ,
a l g u i e n e s t a ba ha b l a n do c o n
M i l dr e d.
B u e no , ¿ n o e x i s t í a u n a
mur all a e nt r e é l y Mil dr e d
pe ns ándol o bi en? Lit e r al m e nt e ,
n o s ó l o u n m ur o , . t r e s , e n
r eal idad. Y, además, muy caros . Y
los tíos, las t ías, los pr imos, las
sobrinas, los sobri nos que vivían
en aquell as par edes, la farfullante
pandilla de s imios que no dec ían
nada, nada, y lo decí an a voz en
gri to. De sde e l pri ncipio , Montag
se había acostumbrado a llamarlos
pari ent es . «¿Cómo e stá hoy, t ío
Lo u i s ?» « ¿Q ui é n ?» «¿ t í a
Maude?» En re alidad, el recue rdo
m ás s i gni f ic at i vo que t e nía de
Mil dred e ra el de una niñita en un
bos que si n árboles (¡qué extraño)
o, más bi en, de una niñit a perdida
en una m eseta donde sol ía haber
ár b o l e s ( po dí a pe r c i bi r s e e l
r e c ue r do de s us f o r m as po r
doquier), sent ada e n el c entro de
la «sala de e star». La sala de es tar
¡Qué nom bre más bie n esc ogi do!
Llegara cuando llegara, allí e staba
M il dr ed, e sc uc hando c óm o las
par edes le hablaban.
5
“Some thing must be do ne !”
“Ye s , s o m e t hi ng
done !”
mu s t
—¡Hay que hacer algo!
be
50
“W e l l , l e t ’s no t s t an d a nd
t al k!”
— ¡ S í ,
ha c e r al go !
h a y
— Bueno , ¡bast a de
entonces!
—¡H ay que hac er al go!
q u e
habl ar
— S í ,
h a y
hace r algo.
q u e
—¡Bueno, no nos quedemos aquí
hablando!
55
“Let ’s do it !”
—¡Hagámoslo!
“I’m s o mad I c o ul d
spit !”
—¡Hagámoslo!
—¡Me s ie nt o tan f ur io so que
podría escupir!
—¡Estoy tan furioso que sería capaz
de escupir!
W ha t wa s i t a l l a bo ut ?
M il dr e d co uldn’t s ay. W ho was
m ad at w ho m ? M i l dr e d di d n’t
q ui t e k no w. W ha t we r e t he y
goi ng t o do ? We ll , said M il dr ed, 65
wai t ar ound and s ee .
¿De qué s e tr at aba e n ve rdad?
M i l dr e d n o po d í a d e c i r l o .
¿ Q u i é n e s t a ba e n o j ad o c o n
quié n? M il dre d no l o s abía. ¿Q ué
i ba n a ha c e r ? Bu e n o , d i j o
M il dr ed, es pe re mo s y ve am os .
¿A qué venía aquell o? Mi ldr ed
no hubiese sabido decir lo. ¿Q uién
e s t ab a f ur i o s o c o n t r a q ui é n?
M i l dr e d l o s ab í a bi e n. ¿Q ué
haría? «Bue no —s e dijo Mi ldr ed
es per em os y veamos .»
He had wai ted around to se e.
Montag ya esperaba para ver.
A gre at thunders tor m o f sound 70
gus he d f r o m t h e wal l s . M us i c
bo m ba r de d h i m at s u c h an
im me ns e vo lume t hat hi s bo ne s
wer e al m os t shake n fr o m t hei r
te ndo ns ; he f el t his jaw vibr at e, 75
hi s e yes w o bbl e i n his head. He
was a vi ctim of concussi on. W hen
it was all over he fe lt like a m an
Un e no rme t rueno bro tó de l as
par edes . La m ús ic a bo mbar de ó a
M ontag co n tal vo lume n que lo s
hue so s casi s e l e de spegar on de
l o s t e n do ne s . Si nt i ó q ue l e
vibraba la m andí bul a, y que lo s
o j o s s e l e s a c u dí an e n l a s
ór bi tas. Cuando t odo t er mi nó , se
s inti ó co mo un hom br e a quie n
60
37
Él había esperado para ver.
Una gran tempes tad de soni dos
surgió de las des . La m ús ic a le
bom bar de ó c o n un vo l um en tan
inte ns o, que s us hues os c as i se
des pr e ndie ro n de l os t endones ;
sint ió que le vibr aba la mandíbula,
que los oj os ret embl aban en su
c ab e za. Er a ví c t i m a de una
c o nm oc i ó n. Cuando t o do hubo
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
who had bee n thrown fro m a clif f,
whirl ed in a centri fuge and spat
out o ve r a water fall that f el l and
fel l into em ptine ss and em ptiness
and ne ver -quite- touche d-bo tto mnever -never -qui t e- no not qui te touched-bot tom… and you fell so
f as t yo u didn’t to uch the s i de s
e i t he r …
ne ve r …
q ui t e …
to uched… anyt hing.
5
10
The t hunder fade d. The m us ic
di ed.
“The re, ” s ai d M ildre d.
El t r ue no
m ús i c a m ur i ó .
15
tr. de Alfredo Crespo
habí an ti r ado e n un pr ec i pi c io ,
m e t i d o e n u na c e n t r í f ug a y
arr oj ado a una catarata que c aí a
y c aí a e n l a nada y l a nada, y
nunca.. . l le gaba. .. de l to do. .. al
f o nd o . . . nu nc a . . . n un c a . . . d e l
t odo. .. l le gaba.. . al fo ndo. .. y l a
c aí da e ra t an r ápi da que uno no
to caba ni s iquie ra lo s co stado s. ..
nunca.. . l le gaba. .. a nada.
a g o n i zó .
La
—Ya está —dijo Mildred.
pas ado, se si ntió c omo un hom bre
que habí a sido arro jado desde un
ac a nt i l a do , s a c udi d o e n una
c e nt r i fugado r a y l anzado a una
cat arata que c aía y caía hacia el.
vac ío sin llegar nunca a tocar el
fo ndo, nunca, no de l to do ; y se
caí a tan apris a que se to caban los
l ad o s , nu nc a, nunc a j am ás s e
to caba nada.
El estrépito fue apagándose . La
música cesó.
— Ya está —dijo Mildred—.
And i t was indee d r emarkabl e.
So me t hi ng had happene d. Eve n
though the pe ople in the wall s of
the r oom had bar ely mo ved, and 20
no thing had re al ly be en se tt le d,
yo u h ad t he i m pr e s s i o n t h at
s o m e o ne ha d t ur n e d o n a
washing- machine o r sucked you
up i n a gi g ant i c vac uum . Yo u 25
dr o wn e d i n m u s i c a nd pu r e
c ac opho ny. He c ame o ut o f the
ro om sweati ng and o n the poi nt
of co llaps e. Behind hi m, Mi ldr ed
s at in her chair and the vo i ce s 30
we nt on agai n:
Era de veras algo notable. Algo
habí a o curri do . Aunque l a gente
de las par edes s e había m ovido
ape nas , y nada habí a c am bi ado
r e a l m e nt e , pa r e c í a c o m o s i
al g ui e n hubi e s e p ue s t o e n
movimiento una máquina de lavar,
o l o hubiese sumer gido a uno en
un gi gante s c o t ubo ne um át ic o .
U no s e a ho gab a e n m ús i c a y
c ac o f o ní a pur a . M o n t ag s a l i ó
sudando de la habitación, al bo rde
de l c o l a ps o . D e t r ás que d aba
M i l dr e d, s e nt ad a e n s u s i l l a,
esc uchando ot ra vez las voc es:
Y, desde luego, era notable. Algo
habí a o cur ri do. Aunque en las
paredes de la habitación apenas nada
se había m ovido y nada se había
re sue lto en re ali dad, se tenía la
i mpre s ió n de que algui en habí a
puesto en marcha una lavadora o que
uno había sido absorbido por un
gigant e sc o as pi r ado r. Uno s e
aho gaba e n m úsi c a, y e n pur a
c ac o fo nía. M o nt ag s ali ó de l a
habitación, sudando y al borde del
c ol aps o . A su es pal da, M il dre d
estaba sentada en su butaca, y las
voces volvían a sonar
“We l l, e ver ythi ng wi ll be al l
ri ght no w,” said an “aunt .”
—Bueno, todo irá bien ahora —
dijo una «tía».
—Bueno, ahora todo irá bien —
decía una «tia»—.
—Oh, no estés muy segur a —
dijo un «primo».
—Oh, no estés demasiado segura —
replicaba un «primo»—.
35
“O h, do n’t be to o sur e,” s aid a
“co us i n. ”
“N ow, don’t get angry!”
—Vamos, no te enojes.
—Vamos, no te enfades.
“Who’s angr y?”
—¿Quién se enoja?
—¿Quién se enfada?
“You
—Tú.
—¡Tú!
—¿Yo ?
—¿Yo?
—¡Sí, tú!
—¡Tú estás furioso!
—¿Y por qué?
—¿Por qué habría de estarlo?
—Ya lo sabes.
—¡Porque sí!
40
ar e!”
“I am?”
45
“Yo u’r e m ad!”
“W hy shoul d I be m ad!”
50
“Be caus e!”
“That ’s al l ve r y we l l , ” cr i e d
—Todo eso está muy bien —gritó
Mo nt ag, “but what are t hey m ad Montag —, pero, ¿po r qué es tán
abo ut ? W ho a r e t hes e pe opl e ? 55 enoj ados ? ¿Quié n es es a ge nt e?
W ho ’s t hat m an and who’s that ¿Quién es ese hombre y quién esa
wo m an? Ar e t he y hus b and and m uj er ?
¿Es tán
c as ado s ,
wi fe, are the y divorc ed, e ngage d, divo rc i ado s, co m pro m et i do s , o
wh at ? G o o d G o d, no t hi ng ’s qué? Buen Dios, nada tiene relación
co nnect ed up.”
60 con nada.
— ¡E s t á m u y bi e n! — gr i t ó
Mo nt ag—. Pe ro , ¿po r qué e st án
f ur io s os ? ¿Q uié n e s es a gente ?
¿Quién e s ese hombre Y quién es
esa muje r? ¿Son marido y muj er,
es tán di vor ciados , prom eti dos o
qué ? Vál gam e D i os , nada t i ene
relación.
“They —” s aid Mi ldr ed. “Wel l,
they — they had this f ight, you
s ee . They c e rt ainl y f ight a l ot .
Yo u s ho uld li ste n. I thi nk they’re 65
m ar r i e d. Ye s , t he y’r e m ar r i e d.
W hy?”
— H an . . . — d i j o M i l dr e d
—. Bue n o , han... han t e ni do
e s a pe l e a. Una pe l e a s e r i a.
Ya o í s t e . C r e o q u e e s t á n
c as ado s . Sí , e s t án c as ado s .
¿P o r qué ?
—Ello s.. . — dij o M ildred—.
Bueno, ellos.... ellos han tenido esta
pelea, ya lo has visto. Desde luego,
discuten Mucho. Tendrías que oírlos.
Creo que están casados. Sí, están
casados. ¿Por qué?
And i f i t was no t t he t h r e e
w al l s s o o n t o b e f o u r w a l l s
and t he dr e a m c o m pl e t e , t he n
i t wa s t h e o p e n c a r a n d
M i l d r e d d r i vi n g a h u n d r e d
m i l e s an ho u r ac r o s s t o wn, he
s ho ut i n g at he r and s he
s ho ut i ng bac k and bo t h t r y i ng
t o h e a r wh a t wa s s a i d , b u t
he ar i ng o nl y t he s c r e am o f t he
Y si no er an las tr es par edes
( que pr ont o se r í an c uat r o par a
co mple tar el sueño), era el coc he
abier to y Mil dre d que co nducía a
ci ent o cincue nta kiló met ro s por
ho r a, y é l que l e g r i t aba a
Mi ldr ed, y Mil dre d que le gr itaba
a él, y am bos que trataban de o ír
lo que dec ía el ot ro, y oí an só lo
el ruido de l m oto r.
Y si no se trataba de las tres paredes
que pronto se convertirían en cuatro para
completar el sueño, entonces, era el
coche descubierto y Mildred
conduciendo a ciento cincuenta
kilómetros por hora através de laciudad,
el gritándole y ella respondiendo a sus
gritos, mientras ambos tratabande oír lo
que decían, pero oyendo sólo el rugido
del vehículo.
70
75
38
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
c ar . “At l e as t ke e p i t do wn t o
t he mi n i mum! ” he ye l l e d:
“W h a t ? ” s h e c r i e d . “K e e p i t
do wn t o
f i f t y - f i ve , t h e
m i ni m u m ! “ he s ho ut e d . “The
wha t ?” s he s hr i e k e d. “Spe e d!”
he s ho ut e d. And s he pu s he d i t
u p t o o n e h u n d r e d a n d f i ve
mi l e s a n ho ur and t o r e t he
br e at h f r o m hi s m o u t h.
tr. de Alfredo Crespo
—¡Por lo menos baja a mínima!
—aullaba Montag.
—¿Qué? —gritaba Mildred.
—¡Baja a o c he nta, l a
mí ni ma!
—¿La qué? —chillaba Mildred.
—¡Velocidad! —gritaba Montag.
Y M i ldr e d c or r ía ent o nc e s a
ciento noventa kilómetros por hora
y dejaba a Montag sin aliento.
¡Por lo menos, llévalo el mínimo!
—vociferaba Montag—.
—¿Qué? —preguntaba ella—.
—¡Llévalo al mínimo, a ochenta!
—gritaba él—.
—¿Qué? —chillaba ella—.
—¡Velocidad! —berreaba él—.
Y e ll a ac el e r ó has t a c ie nt o
setenta kilómetros por hora y dejó
a su marido sin aliento.
Cuando s al í an de l c oc he ,
M il dr e d ya se había pues t o lo s
Caracoles en las orejas.
Cu and o s e a pe ar o n d e l
ve híc ul o, ell a se había puest o la
radio auric ular.
Sil e nci o . Só l o e l vi e nt o que
soplaba débilmente.
Silencio. Sólo el viento soplaba
suavemente.
“Mi l dr e d .” He st i r re d
Montag se movió en la cama.
in bed.
20
—Mildred.
H e r e ac he d o ve r and pul l e d
Se incorporó, estiró un brazo y le
one of t he t iny musi cal inse ct s sacó el diminuto insecto musical de
o u t o f he r e a r. “M i l d r e d. la oreja.
Mi ldre d?”
—¡Mildred! ¡Mildred!
25
—Sí.
“Yes. ” H er voi ce was f aint.
La voz de Mildred apenas se oía.
—Mildred.
Montag rebulló en la cama.
Al argó una mano y s de l a or e j a
d e e l l a u na d e l a s di m i nu t a s
pi e zas m us i cal e s .
—Mildred. ¡Mildred!
— Sí.
La voz de ella era débil.
H e f e l t h e wa s o ne o f t h e
cr eat ur es ele ct ronicall y i nse rt ed
bet we en t he s lo t s of t he pho no c ol o ur wal ls , s peaking, but the
s pe ec h not pie rc i ng t he cr ys tal
b ar r i e r .
He
c ould
o nl y
pant o m i m e , ho p i ng s he wo ul d
t ur n hi s way and s ee hi m. The y
c o u l d n o t t o u c h t h r o ug h t h e
glass .
Montag se sintió como una de
aquel l as c ri at ur as i ns e r tadas
electr ónicamente en las paredes:
hablaba, per o s us pal abr as no
atr avesaban la barre ra de crist al.
Só l o po dí a r e pr es e nt ar una
pantomima, con la esperanza de que
Mi ldre d vo lvie ra l a cabe za y l o
viese. No podían tocarse a través
del vidrio.
Montag sintió que era una de las
criaturas insertadas electrónicamente
entre las ranuras de las paredes de
fonocolor, que hablaba, pero que sus
palabras no atravesaban la barrera de
cr ist al. Sólo po día hace r una
pantomima, con la esperanza de que
ella se volviera y viese. A través del
cristal, les era imposible establecer
contacto.
—Mildred, ¿conoces a esa chica
de la que te hablé?
—Mildred, ¿te acuerdas de esa chica
de la que he hablado?
—¿Qué chica?
Mildred estaba casi dormida.
—¿Qué chica?
Mildred estaba casi dormida.
—La chica de al lado.
—La chica de al lado.
—¿Qué chica de al lado?
—¿Qué chica de al lado?
5
10
W he n t h e y s t e p p e d o u t o f
t h e c a r, s he h ad t he S e a s h e l l s
s t u f f e d i n he r e a r s .
15
Si l e nc e . O nl y
bl owi ng so ftl y.
t he
wi nd
“Mi ldred, do you know t hat girl
I was te lling you about?”
30
35
40
“What gir l ?” She was al m os t
as lee p.
“The gir l next door.”
45
“W hat girl next do or ?”
“Yo u kn o w, t he hi gh - s c ho o l
gi rl. Cl ar iss e, her name is .”
50
“O h, ye s,” said hi s wif e.
—Ya sabes, esa chica que va al
colegio. Clarisse se llama.
— Ya sabe s , la que estudia. Se
llama Clarisse.
—Oh, sí —dijo la mujer.
“I haven’t s ee n he r fo r a fe w
—No la he visto estos últimos
days- four days t o be e xact. Have 55 días... Cuatro días , exactament e.
yo u see n her ?”
¿La has visto tú?
“N o . ”
—¡Oh, sí! —dijo la mujer.
—Hace unos días que no la veo .
Cuat ro para ser e xact os. ¿La has
visto tú?
—No.
“I ’ve m e an t t o t al k t o y o u
about her. St range .”
60
“Oh, I know the one you mean.”
“I t hought you would.”
65
—No.
—Había pensado en hablarte de
ella. Es curioso.
— Q uer í a habl ar t e de e l l a. Es
e xt raño .
—Oh, ya sé a quién te refieres.
—Oh, sé a quié n te refieres.
—Eso pensaba.
—Estaba seguro de ello.
“H er, ” sai d M ildre d i n t he dark
roo m.
—La chica... —murmuró Mildred
en la oscuridad del cuarto.
—Ella —dijo Mildred, en la
oscuridad—.
“W hat
Mo nt ag.
— Sí, ¿qué pas a c o n e l l a? —
preguntó Montag.
.
—Iba a decírtelo. Me olvidé. Me
olvidé.
—Pensaba decírtelo. Me he olvidado.
Olvidado.
“Tell m e now. What is it ?”
—Dímelo ahora. ¿Qué pasa?
—Dímelo ahora. ¿De qué se trata?
“I think she’s gone .”
—Creo que se ha ido.
—Creo que ella se ha ido.
a bo u t h e r ? ”
as k e d 70
“I me ant t o t el l yo u. Fo rgot .
Fo rgot .”
¿Qué sucede? —preguntó Montag—
75
39
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“G one ?”
tr. de Alfredo Crespo
—¿Se ha ido?
“W ho l e f am i l y m o ve d o ut
s om ewher e. But s he ’s go ne fo r
go od. I think she’s dead.”
5
“We c oul dn’t be tal king abo ut
the s ame girl .”
—¿Ido?
—Toda la familia se ha mudado
a alguna parte. Pero la chica se ha
ido de veras. Creo que se murió.
—Toda la familia se ha trasladado a
otro sitio. Pero ella se ha ido para
siempre, creo que ha muerto.
—No podemos estar hablando de
la misma chica.
—No podemos hablar de la misma
muchacha.
—Sí . La misma. McClellan. La
at rope lló un c oche . Hace cuat ro
días. No estoy segura. Pero creo que
se murió. La familia se fue a otra
parte. No sé a dónde. Pero creo que
la chica se murió.
—No. La misma chica. McClellan.
McCIellan. Atropellada por un
automóvil. Hace cuatro días. No estoy
segura. Pero creo que ha muerto. De
todos modos, lafamilia se ha trasladado.
No lo sé. Pero creo que ellaha muerto.
10
“N o .
The
s a me
gi r l .
Mc Cle llan. McCle llan, Run over
by a car. Four days ago. I’m not
sure. But I t hi nk she ’s de ad. The
famil y m oved out anyway. I don’t 15
know. But I think s he’s dead.”
“You’re not s ure of it !”
—¡No estás segura!
—¡No estás segura de eso!
—No, no estoy segura. No del todo.
—No, segura,no. Pero creo quees así.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—¿Por qué no me lohas contado antes?
—Me olvidé.
—Lo olvidé.
“Four days ago !”
—¡Hace cuatro días!
—¡Hace cuatro díasl
“I fo rgo t all about it .”
—Me olvidé completamente.
—Lo olvidé por completo.
“N o, no t s ure . Pre tty s ure .”
20
“Why didn’t you tell me sooner?”
“For go t. ”
25
“F o ur d ays ag o , ” h e s ai d, 30
—Hace cuatro días —murmuró
quiet ly, lying t her e.
Montag, sin moverse.
—Hace cuatro días —repitió él,
quedamente, tendido en la cama—.
The y lay there i n the dark r oom Ambos callaron unos instantes,
no t m o vi ng, e i t h e r o f t he m . inmóviles, acostados en laoscuridad.
“G ood night,” she sai d.
35
—Buenas noches —dijo Mildred.
Permanecieron en la oscura
habitación, sin moverse.
—Buenas noches —dijo ella—.
H e he ar d a f aint r us t l e . H e r
ha nds m o ve d. Th e e l e c t r i c
t hi m bl e m o ve d l i ke a pr ay i ng
manti s o n the pi llo w, to uched by
he r hand. Now it was in he r e ar
again, hum mi ng.
Mo ntag oyó un débi l s us urr o.
El de dal e léc tri co se encendió y
s e m o vi ó c o m o un a m ant i s
r e l i g i o s a s o b r e l a al m o had a.
Ahora e staba ot ra vez e n l a o re ja
de Mi ldr ed, zumbando.
Montag oyó un débil roce. Las manos
de la mujer se movieron El auricular se
movió sobre la almohada como una
mantis religiosa, tocado por la mano de
ella. Después volvió a estar en su oído,
zumbando ya.
M o ntag e s c uc hó .
cantaba entre dientes.
M i ldr e d
Montag escuchó y su mujer
canturreaba entre dientes.
O ut s ide the ho us e , a shado w
mo ve d, an autumn wind ro se up
and fade d away. But t he re was
some thing el se in t he silence that 50
he he ar d. It wa s l i ke a b r e at h X
e xh al e d u po n t he w i nd o w. I t
wa s l i k e a f a i n t d r i f t o f
gr e e n i s h l u m i n e s c e n t s m o k e ,
t he m o t i o n o f a s i n gl e h ug e 55
O c t o be r l e af b l o wi ng a c r o s s
t he l awn and away.
Fue ra de l a c as a s e es tr e me ci ó
una s om bra, un vie nto ot oñal se
alzó y muri ó. P ero habí a al go m ás
e n aq ue l s i l e nc i o ___ ____ ___
_ _ _ . Co m o u n a l i e nt o q ue
e mpañaba lo s vi dri os . Co mo un
dé bi l ji r ó n de hum o ve r do so y
lumi ni sc ent e; e l mo vim ie nt o de
un a ú ni c a y e no r m e ho j a de
o c t ub r e que vo l a ba s o b r e e l
jardí n, ale jándos e.
Fue ra de la c asa una s ombra se
mo vió, un vi ento ot oñal so pló y
am ai nó e n s e gui da. Pe r o habí a
algo más en el silencio que él o ía.
Era co m o un al i e nt o e x hal ado
c ont ra l a vent ana. Era c om o e l
d é b i l o s c i l ar de u n h um o
ve r d o s o
lumini sc e nte ,
el
m o vi m i e nt o de una gi gant e s c a
hoj a de oc t ubr e e mpujada s o br e
e l c és ped y al ej ada.
The H ound, he tho ught. It’s o ut
there t oni ght . It’s o ut the re no w.
If I opene d t he wi ndo w…
El Sabueso, pensó Montag. Está
ahí af uer a e s ta no c he . Es tá ahí
ahora. Si yo abriese la ventana...
«El Sabueso —pensó Montag—
esta noche, está, fuera. Ahora está ahí
fuera. Si abriese la ventana...
H e li st ened and his wif e was
si ngi ng under her bre at h.
40
45
60
He di d not ope n the wi ndo w.
No abrió la ventana.
Pero no la abrió.
65
He had c hil ls and f eve r i n t he
mo rning.
Montag, a la mañana, temblaba
y tenía fiebre.
Por la mañana, tenía escalofríos y
fiebre.
“Yo u c a n’t be s i c k , ” s a i d 70
—No puedes es tar enfermo —
Mi ldre d.
dijo Mildred.
—No es posible que estés enfermo —
dijo Mildred.
Montag cerró los párpados afiebrados. X Él cerró los ojos ______________.
—Sí —dijo.
—Sí.
He closed his eyes over the hotness.
“Ye s . ”
75
“But you were all right last night.”
—Pero anoche estabas bien.
—¡Anoche estabas perfectamente!
“N o , I was n’t al l r i ght . ” H e
—No, no estaba bien.
—No, no lo estaba.
40
B’s Farenheit
pouting en puchero, enfurruñado, bufando
pout 1 intr. a push the lips forward as an expression
of displeasure or sulking. b(of the lips) be pushed
forward, frunciendo. 2 tr. push (the lips) forward
in po uting. L a bios sa lidos. E n p iquit o, e n
hociquito, en morros, en pucheros.
1such an action or expression. 2 (the pouts) a fit
of sulking. Mohin, mueca, gesto
bufido. 1. m. Voz del animal que bufa. 2. fig. y fam.
Expresión o demostración de enojo o enfado.
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
he ard t he “re latives” s houting in
the par lour.
Montag oía a los «parientes» que
conversaban en la sala.
Montag oyó cómo «los parientes»
gritaban en sala de estar.
M i l dre d s t o o d o ve r hi s be d,
c ur io us l y. He f e l t he r t he r e, he 5
s aw h e r wi t h o u t o pe n i n g hi s
e y e s , h e r ha i r b u r nt b y
c he m i cal s t o a br i t tl e st r aw, he r
e ye s wi t h a ki nd o f c at ar ac t
uns e e n but s us pe c t f ar be hi nd 10
t h e p u p i l s , t h e r e d de n e d
po uti ng l i ps , t he bo dy as t hi n
as a pr ayi ng mant i s f r o m
die t i ng, and he r f l es h li ke whit e
bac on. H e co ul d re m e m be r he r X
15
no o t he r way.
Mildred estaba de pie junto a la cama
Mildred se inclinó sobre su cama,
de su marido, mirándolo con curiosidad. llena de curiosidad. Él percibió su
Montag la veía sin abrir los ojos: el pelo presencia, la vio sin abrir los ojos, Vio
que m ado por m at e ri a s quí m ic a s y su cabello quemado por los productos
reducido a una paja quebradiza, los ojos químicos hasta adquirir un color de paja
c on al go par e ci do a una c a ta r at a quebradiza, sus ojos con una especie de
invisible, pero que podía adivinarse allá catarata invisible pero que se podía
en el fondo; los labios enrojecidos y adivinar muy detrás de las pupilas, los
enfurruñados; el cue rpo tan del gado X rojos labios _____, el cuerpo tan delgado
com o el de un insec to a causa de como el de una mantis religiosa, a causa
la dieta, y l a car ne blanc a c om o de la dieta, y su carne como tocino
e l t oc i no ____________ ___ ______ blanco. No podía recordarla de otra
_________.
manera.
“Will yo u bring me aspiri n and
wat e r?”
—¿Me traerás una aspirina y un
vaso de agua?
—¿Q uerr ás traerme as pir inas y
agua?
—Tienes que le vantarte —dijo
M i l dr e d — . Es m e di o dí a. H as
dorm ido cinco horas más que de
costumbre.
—Tienes que levantarte —replicó
ella—. Son las doce del mediodía. Has
dormido cinco horas más dc lo
acostumbrado.
— ¿Apa ga r ás l as pa r e de s
de l a s ala?
—¿Quieres desconectar la sala de
estar? —solicitó Montag—.
20
“ Yo u ’ v e g o t t o g e t u p , ”
s h e s a i d . “I t ’s n o o n . Yo u ’ ve
s l e p t f i ve h o u r s l a t e r t h a n
us ua l .”
25
“Wi l l yo u t ur n t he par l o ur
of f?” he aske d.
“That’s my fami ly.”
—Es mi familia.
—Se trata de mi familia.
30
“Will yo u tur n i t o ff fo r a si ck
m an?”
—¿La apagarás para un hombre
enferm o?
“I’ll t urn it down.”
—La apagaré.
—¿Quieres desconectarla por un
hombre enfermo?
—Bajaré el volumen del sonido.
35
She went out of the room and did
nothing to the parlour and came back.
“Is t hat bett er ?”
“Thanks . ”
Mildred salió del cuarto, no hizo
nada en la sala, y volvió.
—¿Está mejor así?
40
“That ’s
my
f a vo ur i t e
pr ogr amm e,” s he sai d.
“W hat about t he as pir in?”
—Es mi pr ograma f avo rito —
dijo Mildred.
45
“Yo u’ ve ne ve r be e n s i c k
be for e.” She went away agai n.
“We ll , I’m si ck no w. I’m no t
go i ng t o wo r k t o ni g ht . Ca l l
Be att y f or me .”
—Gracias.
50
“Yo u ac t ed f unny last ni ght. ”
She ret urned, humm ing.
55
“W he r e ’s t he as pi r i n? ” H e
gl anc e d at t he wat er - gl as s s he
handed him .
Mildred salió de lahabitación, no hizo
nada sala de estar y regresó.
—¿Está mejor así?
—Gracias.
— Es m i pro gr am a favor i t o –
e xpl ic ó e l la.
—¿Y la aspirina?
_¿Y la aspirina?
—Nunca te enfermaste antes.
Mildred volvió a salir del cuarto.
—Nunca habías estado enfermo.
Volvió a salir.
—Bueno, estoy enfermo ahora.
Esta noche no iré a trabajar. Llama
a Beatty en mi nombre.
—Bueno, pues ahora lo est oy.
Esta noche no iré a trabajar. Llama
a Beatty de mi parte.
Mildred regresó tarareando.
—Estabas raro anoche.
—Anoche teportastede unmodomuyextraño.
Mil dred r egresó cant urreando.
Montag miró el vaso de agua que
_________________________ __ _
X _ _ _____
le traía su mujer.
—¿Dónde está la aspirina?
—¿Dónde está la aspirina?
60
“O h. ” S he wal ke d t o t he
bathr oom again. “Di d s ome thi ng
happe n?”
“A fi re , i s all .”
—O h. —M il dre d fue o tra vez
hasta el cuarto de baño.— ¿Ocurrió
algo?
65
“I had a ni c e e ve ni ng, ” s he
said, i n t he bathr oo m.
“What do ing?”
—Un incendio, nada más.
—Yo pasé una linda noche —dijo
Mildred, desde el baño.
— ¡ O h ! — L a m u j e r vo l vi ó
al c ua r t o d e ba ño — . ¿O c u r r i ó
algo ?
—Sólo un incendio.
—Yo pasé una velada agradable —
dijo ella, desde el cuarto de baño—.
—¿Qué hiciste?
—¿Haciendo qué?
—Estuve en la sala.
—En la sala de estar.
—¿Qué había?
—¿Qué había?
“P ro gramm es .”
—Programas.
—Programas.
“W hat pr ogramm es ?”
—¿Qué programas?
—¿Qué programas?
70
“The parl our. ”
“What was o n?”
75
41
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Some of the bes t e ver.”
“W ho ?”
tr. de Alfredo Crespo
—De los mejores.
—Algunos de los mejores.
—¿Con quién?
—¿Con quién?
—Oh, ya sabes, la pandilla.
—Oh, ya sabes, con todo el grupo.
5
“O h, yo u know, t he bunch.”
“Yes, t he bunch, t he bunch, t he
bunch.” He pr es sed at t he pai n in
hi s e ye s and sudde nly the odo ur
of ke ros ene made hi m vomi t.
— Sí , l a pandi l l a, la pandil l a.
Montag se apretó los ojos doloridos,
y de pronto el olor del kerosene lo
hizo vomitar.
—Sí, el grupo, el grupo, el grupo.
El se oprimió el dolor que sentía en
los ojos y, de repente, el olor a petróleo
le hizo vomitar.
Mildred
came
in,
M il dre d ent ró en el c uar to ,
humming.
She
w a s cantando en voz baja.
s u r p r i s e d . “ W h y ’ d y o u 15
— ¿P or qué hic i s t e e so ? —
do that?”
preguntó sorprendida.
Mil dred r egresó , cant urreando.
Quedó so rprendida.
—¿Por qué has hecho
esto?
He lo oked wit h dis may at t he
fl oor. “We bur ne d an o ld wom an
wi th her bo oks .”
20
Montag miró distraídamente el piso.
—Q ue mam o s a un a vi e j a
an o c he .
Montag miró, abatido el suelo.
—Quemamos a una vieja con sus
libros.
25
— P o r s ue r te l a al f o m bra e s
lavabl e —dijo Mil dred. Tr ajo un
estropajo y lo pasó por la alfombra
—. Anoche fui a casa de Helen.
—Es una suerte que la alfombra
sea lavable. —Cogió una escoba de
f re gar y l im pió l a alf o mbr a— .
Anoche fui a casa de Helen.
—¿No puedes ver la función en
tu propia sala?
—¿No podías ver las funciones en tu
propia sala de estar?
—Claro que sí, pero me gusta ir
de visita.
—Desde luego, pero es agradable
hacer visitas.
Mi ldr ed se enc ami nó hac ia la
sala. Montag la oyó cantar.
M il dr ed vol vi ó a l a sala. El l a
oyó cant ar.
“It ’s a go o d t hi ng t he r ug’s
was habl e . ” She f e t c he d a m o p
an d w o r ke d o n i t . “I we nt t o
He len’s last ni ght .”
10
“Coul dn’t you ge t t he sho ws in
yo ur own parl our ?”
“S u r e ,
vi s i t i n g . ”
but
i t ’s
nice
30
She went out i nt o t he par lour.
He he ard he r singing.
35
“M ildred?” he calle d.
—¿Mildred? —llamó.
—¡Mildred! —llamó—.
Sh e
r e t ur n e d ,
s i ng i n g,
Mildred
vo lvió,
cantando,
X castañeteando levemente los dedos.
snappi ng he r f ingers so ftl y.
Ella regresó, cantando, haciendo
chasquear suavemente los dedos.
40
“Ar e n’t yo u go ing t o as k m e
about last night ?” he sai d.
— ¿N o vas a pr e gunt arm e de
anoche? —di jo Mo ntag.
“W hat abo ut it ?”
—¿Qué pasó?
—¿No me preguntas nada sobre lo de
anoche? —dijo—.
—¿Sobre qué?
45
“We bur ned a thous and books.
We burne d a wo man.”
— Q uem am o s m i l
Quemamos una mujer.
“We l l?”
l i br o s .
—¿Y bien?
—Quemamos un millar de libros.
Quemamos a una mujer.
—¿Y qué?
50
Th e p ar l o u r w as e x pl o di ng
wi th so und.
“We burne d c o pie s of D ant e
and Swi ft and Marc us Aur el ius .”
55
“Wasn’t he a Eur opean?”
El r ui d o ha c í a e s t a l l ar l a
sala.
La s al a de e st ar e st al l aba de
so ni do s.
— Q uem am o s ej e m pl ar es de
Dante y Swift y Marco Aurelio.
—Quemamos ejemplares de Dante,
de Swift y de Marco Aurelio.
—¿Un europeo?
—¿No era éste un europeo?
—Algo parecido.
—Algo por el estilo.
“Was n’t he a radic al ?”
—¿Un radical?
—¿No era radical?
“I ne ver re ad him .”
—Nunca lo leí.
—Nunca llegué a leerlo.
“Som ething l ike that .”
60
“H e was a r adi c al . ” M il dr e d 65
—Un
r adi c al .
— M i ldr e d
fi ddl ed wi th the te lepho ne. “You j ugue t eaba c o n el te lé fo no. N o
do n’t e xpect m e t o cal l Captain querrás que llame ahora al capitán
Be att y, do you?”
Beatty, ¿no?
“Yo u m us t!”
70
“D on’t s ho ut !”
“I was n’ t s ho u t i ng. ” H e was
up i n be d, s u dd e n l y, e nr ag e d
a n d f l u s h e d , s h a k i n g . Th e
par l o ur r o ar e d i n t he ho t a i r.
“I c an’ t c a l l hi m . I c an ’t t e l l
75
42
— Era un radi c al. — M i ldr e d
jugueteó con el t eléfo no—. ¿No
e spe rarás que ll ame al capi t án.
Beatty, verdad?
—¡Tienes que llamarlo!
—¡Tienes que hacerlo!
—¡No grites!
—¡No grites!
—No grito. —Montag se había
s e ntado de pr o nt o e n l a cam a,
enojado, temblor oso, enrojecido.
La sal a r ugí a e n e l m e dio dí a
caluroso.— No puedo llamarlo. No
—No gritaba. —Montag se había
incorporado enla cama, repentinamente
enfurecido, congestionado, sudoroso.
La sala de estar retumbaba en la
atmósferacaliente—. No puedo decirle
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
hi m I’m s i c k. ”
puedo decirle que estoy enfermo.
“W hy?”
—¿Por qué?
tr. de Alfredo Crespo
que estoy enfermo.
—¿Por qué?
Because you’re afraid, he thought. 5
A child feigning illness, afraid to call
because after a moment’s discussion,
the conversation would run so: “Yes,
Captain, I feel better already. I’ll be
in at ten o’clock tonight.”
10
P o r que t i ene s m ie do , pe ns ó
Montag. Un niño que finge sentirse
e nf er m o , y que l ue go de uno s
instantes de disc usi ón dirá: «Sí,
capitán, ya estoy mejor. Llegaré ahí
a las diez de la noche.»
«Porque tienes miedo», pensó él. Un
niño que se finge enfermo, temeroso de
llamar porque, después de una breve
discusión, la conversación tomaría este
giro «Sí, capitán, ya me siento mejor.
Estaré ahí esta noche a las diez.»
“Yo u’ r e
Mi ldre d.
— N o e s t ás enf e r m o —di j o
Mildred.
—No estás enfermo —insistió
Mildred—.
M o nt ag s e ac o s t ó o t r a ve z.
B u s c ó b a j o l a a l m o h a da . E l
l i br o e s t aba t o daví a al l í .
Montag se dejó caer en la cama.
Metió la mano bajo la almohada. El
libro oculto seguía allí.
“M ildred, how wo uld it be i f,
— M i ldr e d, ¿qué t e par e c e s i ,
we l l , m ayb e , I q ui t m y j o b 20 b u e n o , d e j o e l t r a b a j o u n
awhi l e?”
t i e m po ?
—Mildred, ¿qué te parecería si,
quizá, dejase mi trabajo por algún
tiempo?
“Yo u wa nt t o
gi ve up
— ¿Q ui e r e s pe r de r l o t o do ?
everything? Aft er all t hes e years Después de tantos años de trabajo,
of wor ki ng, be cause , one ni ght, 25 sól o por que una noc he cualqui era
so me wom an and her boo ks —”
una viej a y s us l ibros ...
— ¿Q ui e r e s de j ar l o t o do ?
D es pués de to do s e so s años de
tr abajar, po rque, una noc he, una
mujer, y sus libros....
“Yo u s h o ul d have s e e n h e r,
Mi llie !”
—¡Tendrías que haber la vist o,
Millie!
—¡Hubies es tenido que verl a,
Millie!
— N o si gni f i c a nada para m í .
¿P o r qué guar daba es o s l i br o s ?
C o n o c í a l a s c o n s e c u e nc i a s ,
pudo habe r lo pe ns ado . La odi o .
H as c am bi ado po r s u c ul pa, y
p r o n t o n o t e nd r á s c a s a , n i
t r abaj o , ni nada.
—Ella no es nada para m í. No
hubiese debido tener libros Ha sido
culpa de ella, hubiese tenido que
pensarlo antes. La odio. Te ha sacado
de tus casillas y antes de que te des
cuenta, estaremos en la calle, sin casa,
sin empleo, sin nada.
— No e st abas all í , no l a vi st e
— di j o M o n t a g — . Ti e n e qu e
haber al go en l o s li bro s, co sas
que no po de m os im agi nar, par a
que una m uj e r s e de j e que m ar
viva. Tie ne que habe r al go . Uno
no muer e po r nada.
—Tú no estabas allí, tú no la viste
—insistió él—. Tiene que haber algo
en los libros, cosas que no podemos
imaginar para hacer que una mujer
permanezca en una casa que arde. A
hí tiene que haber algo. Uno no se
sacrifica por nada.
no t
s i c k ,”
said
M ont ag f e ll bac k i n be d. H e
r e ac he d unde r h i s pi l l o w. The
hi dde n boo k was st ill t her e.
15
30
“S he ’s no t hi n g t o m e ; s he
shoul dn’t have had boo ks . It was
he r r e s po ns i bi l i t y, s he s ho ul d
have thought of that. I hate he r.
She ’s g o t yo u go i ng a nd n e xt
thing you kno w we’ll be out, no
ho use , no j ob, nothing.”
“You wer en’t t he re, yo u didn’t
s e e , ” he s ai d. “The r e m us t be
s o me t hing i n bo o ks , thi ngs we
can’t im agi ne, t o m ake a wom an
s t ay i n a bur ni ng ho use ; t he r e
m us t be s o m e t h i ng t he r e . Yo u
do n’t st ay fo r nothing.”
35
40
45
“She was sim ple -m inded.”
—Era una tonta.
—Esa mujer era una tonta.
“She was as r ati onal as yo u and
— Er a t an i nt e l i ge nt e c o m o
I, m o r e s o pe r ha ps , a nd we 50 t ú o c o m o yo , qui zá m ás y l a
burne d her.”
que m a m o s .
— Er a t an s e ns at a c o m o t ú y
c o mo yo , qui zá más , y l a
que m a m o s .
“That ’s
bri dge. ”
— A g ua p a s ad a n o m u e ve
m o li no .
wa t e r
un de r
t he
— Agua que no has de be ber,
déjala correr.
55
smoulde ring incandescente, latente, en ascuas, abrasadora, encandecido,
smoulde r 1 burn slowly with smoke but without a
flame; slowly burn internally or invisibly; burn
withing, . 2 (of emotionsetc.) exist in a suppressed
or concealed state. 3 (of a person) showsilent or
suppressed anger, hatred, etc.
“N o , no t w a t e r : f i r e . Yo u
—No, no agua, fuego. ¿Has visto
— No , ag u a n o , f u e go .
e ve r s e e n a b u r ne d h o us e ? I t al guna ve z una c as a incendi ada? ¿ H a s vi s t o a l g u n a c a s a
s m o u l d e r s f o r d a y s . W e l l , X Humea durante días . Bueno, este X q u e m a d a ? H u m e a d u r a n t e
t hi s f i r e ’ l l l a s t m e t he r e s t incendio durará en mí hasta el día d í a s . Bue no , n o o l vi dar é e s e
o f m y l i f e . G o d ! I ’ ve b e e n 60 de mi muerte. ¡Dios! He tratado de i nc endi o en t oda mi vida. ¡Di os !
t r y i n g t o p u t i t o u t , i n m y apagarl o, en mi i nter ior, durante M e he pas ado la noc he t ratando
m i n d , a l l n i g h t . I ’ m c r a z y toda la noche. He tratado hasta de de apartarlo de mi ce rebr o. Est oy
w i t h t r y i ng . ”
volverme loco.
l oc o de t anto inte nt ar lo .
“You should have thought of that
before becoming a fireman.”
— D e bi s t e pe ns ar lo ant es de
hacerte bombero.
—Hubieses debido pensar en eso
antes de hacerte bombero.
“Tho u gh t !” he s a i d. “Was I
—¡Pensarlo! —dijo Montag —.
gi ve n a choi ce ? My grandfather ¿Acaso tuve ocasión de elegir? Mi
and f at he r wer e fi re m en. In m y 70 abuelo y mi padre fueron bomberos.
sl eep, I r an af ter them .”
Soñaba con imitarlos.
—¡P e ns ar ! ¿ Es que pude
e s c o ge r ? M i abu e l o y m i padr e
e r a n bo m be r o s . En m i s ue ño ,
c o r r í t ras e l l o s .
Th e p ar l o u r w as pl ayi ng a
danc e t une.
La s al a t o c aba u n a i r e de
danza.
La sala de estar emitía una música
bailable.
— H o y t r abaj as e n e l pri m e r
turno —dijo Mildred —. Tenías que
haber salido hace más de dos horas.
—Hoyes el díaenque tienes el primer
turno —dijo Mildred—. Hubieses debido
marcharte hace dos horas. Acabo de
65
75
“This is the day yo u go o n t he
earl y shif t,” s ai d Mil dr ed. “You
shoul d have gone t wo hours ago.
43
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
I jus t noti ced.”
No me acordaba.
recordarlo.
“It ’s no t j us t t he wo man t hat
di ed, ” sai d M ontag. “Last night I
t hought about al l the ke r o se ne 5
I’ve us e d in the pas t te n years .
And I thought abo ut bo oks. And
fo r t he fi rst t ime I re ali zed t hat a
man was behind e ach one o f t he
bo oks. A m an had t o thi nk them 10
up. A m an h ad t o t a ke a l o n g
t i m e t o p u t t h e m d o wn o n
p a p e r . A n d I ’ d n e ve r e ve n
t ho ught t hat t ho u ght b e f o r e . ”
He go t o ut of be d.
15
— N o s e t r a t a s ó l o de l a
m uj er que mur i ó —di j o M ont ag
— . A no c h e pe ns é e n t o d o e l
ker o se ne que us é e n l o s últ i mo s
di e z año s . Y pe ns é en l o s
l i b r o s . Y p o r p r i m e r a ve z
c o m pr e ndí que de t r ás de c ada
l i b r o h a y un h o m b r e . U n
ho m br e que t uvo que pe ns ar l o .
U n hom br e que e m pl e ó m uc ho
t i e m po e n l l e var l o a l pa p e l .
N unca s e m e habí a o c ur r i do . —
M o nt ag de j ó l a c am a.
—No se trata sólo de la mujer que
muri ó — dij o Montag— Ano che,
es tuve m edit ando s obre t odo el
petróleo que he usado en los últimos
diez años. Y también en los libros.
Y, por primera vez, me di cuenta de
que había un hombre detrás de cada
uno de ellos. Un hombre tuvo que
haberlo ideado. Un hombre tuvo que
e mpl ear m ucho
ti e mpo e n
trasladarlo al papel. Y ni siquiera se
me había ocurrido esto hasta ahora.
Montag saltó de la cama.
“It to ok so me m an a li fe ti me
m a ybe t o pu t s o m e o f h i s
thoughts down, l ooking around at
t he wo r l d and l i f e , and t he n I 20
c am e alo ng in t wo m inut e s and
bo om! It ’s al l o ver.”
—Ya a l g ú n h o m b r e l e c o s t ó
quizá una
vida entera
e xpr e s a r s us pe ns am i e nt o s ,
y de pronto llego yo y
¡bum!, y e n do s minuto s
t o do ha t e r mi nado .
—Quizás algún hombre necesitó
toda una vida par reunir varios de sus
pensamientos, mientras contemplaba
el mundo y la existencia, y, entonces,
me presenté yo y en dos minutos,
izas!, todo liquidado.
“Let me al one ,” sai d M il dre d.
—Déjame tranquila —dijo Mildred
“I didn’t do anythi ng.”
25 —. Yo no he hecho nada.
—Déjame tranquila —dijo Mildred—
. Yo no he hecho nada.
“Let you alone! That’s all very
well , but ho w can I leave myself
alone? We need not to be let alone.
We need to be really bothered once 30
in a while. How long is it since you
we r e r e a l l y bo t he r e d? Abo ut
s o m e t hi ng i m p o r t ant , abo ut
something real?”
— ¡Q ue te de j e t ranquil a! Est á
bie n, per o ¿qui én me tr anqui l iza
a m í ? N o n e c e s i t am o s e s t a r
t r an qu i l o s . A ve c e s de be m o s
pr e o c upa r no s . ¿D e s d e c uá ndo
no e st ás r e al m ent e pre o c upada?
Pr eo cupada por algo im po rt ante ,
algo ve r dade ro .
—¡Dejarte tranquila! Esto está muy bien,
pero, ¿cómo puedo dejarme tranquilo a mí
mismo? No necesitamos que nos dejen
tranquilos. De cuando en cuando,
precisamos estar seriamente preocupados.
¿Cuánto tiempo hace que no has tenido una
verdadera preocupación? ¿Por algo
importante, por algo real?
Y e n s e guida M o nt ag c al l ó .
Recordó la semana pasada y las dos
es tatuas de pi edra c on l os o jo s
clavados en el techo, y la bomba—
serpiente, con un ojo sonda. Y los
do s ho m br e s de c ar a de jabó n
hablaban y los cigarril los se l es
m o vían e nt re l o s labi o s . P e r o
aquél l a e r a o t r a Mi l dr e d, una
Mildred hundida tan profundamente
en esta otra, y tan preocupada, tan
realmente preocupada, que las dos
mujere s no se habían encontrado
nunca. Montag se volvió.
Y, luego calló, porque se acordó
de l a s e m ana pas ada, y las do s
piedras blancas que miraban hacia
el techo y la bomba con aspecto de
s er pie nte , l o s do s ho mbr es , de
r o s tr o s i mpas i bl es , c o n l o s
cigarrillos que se movían en su boca
cuando hablaban. Pero aquélla era
o t r a M i l dr ed, una M i l dr e d t an
m et i da de ntr o de l a o t ra, y tan
pr e oc upada,
aut ént i c ame nt e
pre oc upada, que am bas muje re s
nunca habían llegado a encontrarse.
Montag se volvió.
—Bueno —le dijo Mildred —.
Ya lo hiciste. Mira quién está. Fuera
de la casa.
—Bueno, ya lo has conseguido —
dijo Mildred Ahí, frente a la casa.
Mira quién hay.
35
And t he n he s h ut up, f o r he
r e m e m be r e d l as t we e k and t he
t wo whi t e s t o ne s s t ar i ng up at
t he c e i l i ng and t he pum p- s nake
wi t h t he pr o bi ng e ye an d t he
t w o s o ap - f a c e d m e n wi t h t he
c i g a r e t t e s m o vi n g i n t h e i r
m o ut hs whe n t he y t al k e d. But
t hat was ano t he r M i l dr e d, t hat
was a M i l dr e d s o de e p i ns i de
t hi s o ne , and s o bo t he r e d,
r e al l y b o t h e r e d , t hat t h e t wo
w o m e n h a d n e ve r m e t . H e
t ur ne d aw ay.
40
45
50
M i l dr e d s ai d, “W e l l , n o w
yo u’ve done i t. Out fr ont o f t he
ho use . Loo k who ’s her e. ”.
“I do n’t c are .”
55
“The r e ’s a P ho e ni x c ar j us t
dri ven up and a m an in a bl ac k
s h i r t wi t h an o r ang e s n a k e
s t i t c he d o n h i s ar m c o m i n g
up the f ro nt wal k.”
—No me importa.
—No me interesa.
— Ac aba de l l e gar un c o c he
— Ac aba de de t e ne r s e un
Fé ni x, y un ho m br e de c am i s a automóvil «Fénix» y se acerca un
n e g r a , c o n un a s e r p i e nt e hombre en camisa ne gr a co n una
60 a na r a nj ad a
b o r da da e n l a s e r pi e nt e anar anj ada di bujada
m anga, vie ne hac i a aquí .
X enel brazo____________.
“Captai n Beaut y?” he s ai d.
—¿El capitánBeatty? —preguntóMontag.
—¿El capitán Beatty?
—El capitán Beatty.
—El capitán Beatty.
65
“Captain Beatt y. ”
Montag did not move, but stood
M o n t a g n o s e m o vi ó . S e
Montag no se movió, y siguió
looking into the cold whiteness of the qu e dó m i r a ndo , f i j am e nt e , l a contemplando lafríablancurade la pared
wall immediately before him.
70 bl ancur a f r í a de l a par e d.
X que quedaba _________ delante de él.
“G o l et him in, wil l you? Te ll
hi m I’m si ck.”
—Ve a recibirlo, ¿quieres? Dile
que estoy enfermo.
—¿Quieres hacerle pasar? Dile que
estoyenfermo.
“Te l l hi m yo ur s e l f !” She r an 75
—¡Díselo tú!
a f e w s t e ps t h i s w a y, a f e w
Mil dred dio rápi damente unos
s t e ps t ha t , a nd s t o p pe d , e y e s pasos a la izquierda, otros pasos a
w i d e , w h e n t h e f r o n t d o o r la derecha, y se detuvo, con los ojos
—¡Díselo tú!
Ella corrió unos cuantos pasos en
un sentido, otros pasos en otro, y se
detuvo con los ojos abiertos, cuando
44
B’s Farenheit
Fadin g Desvanecimiento
tr. de F. Abelenda
s pe ake r c al l e d he r name ,
s o f t l y, s o f t l y, M r s . M o n t ag ,
M r s . M o n t ag , s o m e o ne h e r e ,
s o m e o n e he r e , M r s . M o n t a g,
M r s . M o nt ag, s o m e o ne ’s he re .
Fadi ng.
5
M o nt ag m ade s ur e t he bo o k
wa s w e l l h i dd e n be h i n d t he
pi llo w, cl imbed slo wly back into 10
be d, ar ranged t he cover s o ver his
knees and acr os s his chest , hal fsi tti ng, and aft er a whi le Mi ldr ed
mo ved and went o ut of the ro om
and Captain Be at ty st ro l l ed i n, 15
hi s hands in hi s pocket s.
tr. de Alfredo Crespo
muy abiertos. El altoparlante de la el altavoz de la puerta de entrada
pue rt a l a ll am aba en vo z baj a: pronunció su nombre suavemente,
s eñor a Mo nt ag, s eñor a Mo nt ag, suavement e, «Mr s. Montag, M rs.
alguien vino, alguien vino, señora Montag; aquí hay alguien, aquí hay
Mo ntag, señora M ont ag, al gui en alguien, Mrs. Montag, Mrs. Montag,
vino. Luego silencio .
X aquí hay alguien»._______________
Mo nt ag c om pr obó si e l li br o
Montag se cercioró de que el libro
e s t aba bi e n e s c o ndi do bajo l a es taba bie n oc ul to det rás de l a
al m ohada, vo l vi ó a ac o s t ar s e , almohada, regresó lentamente a la
lentamente, arregló la colcha sobre cama, se alisó el cobertor sobre las
las rodillas y el pecho, se incorporó rodillas y el pecho, semiincorporado;
a m e dias , y Mi l dr e d s a l i ó d e l y, al cabo de un rato, Mildred se
c u a r t o , y e l c a p i t á n B e a t t y movió y salió de la habitación, en la
e nt ró a g randes pas os co n las X que entró ______ el capitán Beatty
manos en los bolsillos.
con las manos en los bolsillos.
“Shut t he ‘re lat ives’ up,” said
— Apague a l os «par ie nt es » —
Be at t y, l o o ki ng ar o un d at dij o Be at t y ec hando una o je ada
everyt hing except M ontag and his 20 a t o do e xc e pt o a M o nt ag y s u
wi fe .
m uj er.
—Ah, hagan callar a esos «parientes»
—dijo Beatty, mirándolo todo a su
alrededor, exceptuados Montag y su
esposa—.
Thi s t im e , M i l dr e d ran. The
M i l d r e d c o r r i ó e st a v e z .
ya m m e r i ng vo i c e s s t o pp e d X La s vo c e s _________de j ar o n de
ye lli ng in the par lour.
25 a ul l ar e n l a s a l a.
Est a ve z, M i ldr ed c or r ió . Las
voc e s g e me bundas c e s aro n de
gri t ar e n l a s ala.
Cap t ai n Be a t t y s at do wn i n
t he mo st co m fo rt abl e c hai r wit h
a pe ac e f ul l o o k o n hi s r ud dy
f ac e . H e t o o k t i m e t o pre par e 30
a nd l i g ht hi s b r as s p i pe an d
puff o ut a gre at s m o ke c l o u d.
“J ust thought I’d c ome by and s ee
ho w t he sic k man is .”
El capit án Be att y s e s entó en
e l s il ló n m ás c óm o do , c on una
e xpre s ió n apac ibl e en su to sc o
r o s t r o . P r e par ó y e nce ndi ó s u
pi pa de br onc e c on cal ma y lanzó
una gran bocanada de hum o.
—Se me ha ocurrido que vendría a
ver cómo sigue el enfermo.
El capitán Beatty se sentó en la
más cómoda de las sillas con una
e xpre s i ó n s e r e na e n l a c ar a
r ubi c unda. P r epar ó y e nc e ndi ó
l entame nt e su pipa de bro nc e y
lanzó una gran bocanada de humo.
— P asaba po r aquí y se m e
ocurrió ver al enfermo.
35
“H ow’d yo u gue ss ?”
—¿Cómo lo supo?
Be att y s mi le d hi s smi l e
wh i c h s h o we d t h e c a n d y
pi nk ne s s o f hi s gum s and t he
ti ny candy whit enes s o f his t eet h.
“I ’ve s e en i t al l. You wer e go ing
to call for anight off.”
Mo ntag s at in be d.
40
45
“We l l , ” s ai d B e a t t y, “t a k e
t he n i g ht o f f ! ” H e e xa m i ne d
h i s e t e r n al m at c hb o x , t h e l i d
o f wh i c h s ai d G U A R A N T E E D :
—¿Cómo lo ha adivinado?
Beatty s onri ó con una sonr isa
Beatty sonrió y descubrió al hacerlo
que exhibía el rosado de caramelo X las_________ s o n r o j ad a s e n c í as y
de las e nc ías y l a bl anc ura de X l a b l a n c u r a _________ y
caramelo de los dientes.
p e q ue ñ e z d e s u s d i e nt e s .
—M e l o i m ag i n é . Ib as a
—Lo he visto todo. Te disponías a
pedir franco esta noche .
llamar para pedir la noche libre.
Montag se sentó en la cama.
Montag se sentó en la cama.
— Bueno — di jo Be at ty — ,
¡t óm at e l a no che ! —Exam inó la
caja de cerillas eternas. En la tapa
se
le í a:
GARANTIZADAS:
ENCIENDEN UN MILLÓN DE VECES.
Beatty tomó una cerilla y la frotó
distraídamente contra un costado de
la caja, encendiéndola, apagándola,
e nc endi é ndo l a,
apagándo l a,
e nc endié ndo la, di ci endo alguna
f r ase , apagándo l a. O bs e r vó l a
ll am a. Sopl ó. O bs er vó el hum o.
¿Cuándo estarás bien?
—Bien—dijo Beatty—. ¡Coge lanoche!
Ex am i nó s u e t e r na c aj a de
c e r i l l a s , e n c u ya t ap a de c í a
“T o m o r r o w. T h e n e x t
day m aybe . F i r s t o f t he
we e k.”
— M añana. P as ado m añana
quizá. Lo s pr i me r o s dí as de l a
semana que viene.
— Ma ñ an a . Qu i zá pa s ad o
mañ ana. A p rime ro s de
s e ma na .
B e a t t y p u f f e d h i s p i p e . 65
“E ve r y f i r e m a n , s o o n e r o r
l at e r, hi t s t hi s . The y o nl y ne e d
u n de r s t a n d i n g , t o kn o w h o w
t he w he e l s r un. N e e d t o kno w
t he hi s t o r y o f o ur pr o f e s s i o n. 70
The y do n’t f e e d i t t o r o o ki e s
l i ke t he y us e d t o . Damn
s ham e. ” P uf f . “O nl y f i r e c hi e f s
r e m e m be r i t no w.” Puff. “I’l l l et
yo u in on it .”
75
Beatty aspiró una bocanada de humo.
Beatty chupó su pipa.
—Todo bombero —dijo — tarde
—Tarde o temprano, a todo bombero
o temprano pasa por esto. Sólo les le ocurre esto, Sólo necesita
f al t a e nt e nde r, s abe r c ó m o comprensión, saber cómo funcionan
funciona la máquina. Conoc er l a ruedas. Necesitan conocer la historia de
hi s t o r i a de l a pr o f e s i ó n. H o y nuestra misión. Ahora, no se la cuentan
ape nas se i nfor ma a los novi ci o s. X a los niños como hacían antes. Es una
Es l am ent abl e. — U na bo canada vergüenza. — Exhaló una bocanada—.
— Sólo los jef es l o re cuer dan. — Sólo los jefes de bomberos larecuerdan
Ot ra boc anada. — Te dir é de qué ahora —Otra bocanada—. Voy a
se tr at a.
contártela.
50
O N E M I L L IO N L I G H T S IN T H IS
IG N I T E R , a nd b e g an t o s t r i k e
t he
c he mi c a l
matc h
a bs t r ac t e dl y,
bl o w
o ut ,
s t r i k e , b l o w o ut , s t r i ke ,
s pe ak a f e w wo r d s , bl o w o ut .
He l o o ked at t he fl ame . He
bl e w, he l o o k e d at t he s m o k e .
“W h e n w i l l y o u b e w e l l ? ”
55
GARAN TIZADO : UN M ILLON DE
LL AM A S
EN
ES TE
EN C EN D EDO R , y e m p e zó a
f r o t a r, ab s t r aí d o , l a c e r i l l a
quími ca, a apagarla de un s opl o,
encenderl a, apagar la, enc enderl a,
a de cir unas cuantas P alabras, a
apagar l a. Co nt e m pl ó l a l l am a.
So pló , obs ervó e l hum o.
—¿Cuándo estarás bien?
60
rookie n. 1. Slang a. An untrained or inexperienced recruit,
as in the army or police. b. An inexperienced person;
a novice. 2. SportsA first-year player, especially in a
professional sport.
Mi ldr ed fi dge te d.
Mildred se movi ó, i nquieta.
45
Mildred se movió inquieta.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
Beat t y t oo k a f ul l m i nut e t o
se ttl e him sel f i n and think back
fo r what he want ed to say.
Be at t y t ar dó un m i nuto e n
acomodarse y recordar qué quería
decir.
Beatty tardó un minuto en
acomodarse ymeditar sobre lo que quería
decir.
“W hen di d it all st art , you as k, 5
this jo b o f o ur s, how did it co me
about , wher e, whe n? We ll, I’d s ay
it re al ly got st ar ted ar ound abo ut
a thi ng calle d t he Ci vil War. Even
though our rul e -boo k cl ai ms i t 10
was f ounde d e arl ier. The fact is
we di dn’t ge t al o ng we l l unt i l
photo graphy came i nt o i ts ow n.
The n — m ot i on pi ct ure s i n the
e ar l y t we nti e th ce ntur y. Radio . 15
Te levisi on. Things began to have
mas s . ”
—¿Cuándo comenzó todo esto,
te preguntas, este trabajo, cómo se
organizó, cuándo, dónde? Bueno,
yo diría que comenzó realmente en
una llamada Guer ra Civil. Aunque
s e gún nue s t r o r e gl am e nt o f ue
fundado antes. P ero en verdad no
progresamos hasta que apareció la
f ot o gr afí a. Lue go l as pe l íc ulas
cinematográficas, a principios del
s i gl o ve i nt e . La r adi o . La
televisión. Las cosas comenzaron
a ser masa.
—Me preguntarás, ¿cuándo empezó
nuestra labor cómo fue implantada,
dónde, cómo? Bueno, yo diría que, en
realidad, se inició aproximadamente
con el acontecimiento llamado la
Guerra Civil. Pese a que nuestros
reglamentos afirman que fue fundada
antes. En realidad es que no anduvimos
muy bien hasta que la fotografía se
implantó. Después las películas, a
principios del s iglo X X. Radio.
Televisión. Las cosas empezaron a
adquirir masa.
Mo ntag s at in be d, not mo ving.
Montag no se movía.
Montagpermaneciósentadoenlacama,inmóvil.
20
“And bec aus e t he y had mass ,
t h e y be c am e s i m p l e r , ” s a i d
Be att y. “O nce , books appeal ed to
a f e w p e o p l e , he r e , t he r e ,
everywhe re . They co uld affo rd to 25
be di f f e r e n t . Th e w o r l d w as
r oo my . But t he n t he wo r ld go t
f u l l o f e ye s a nd e l bo w s a nd
mouths. Double, t ripl e, quadruple
po p ul at i o n. Fi l m s an d r adi o s , 30
magazines, books l evell ed do wn
to a sor t of pas te puddi ng nor m,
do yo u f ol low me ?”
“I think so .”
tabloid prensa de pequeño formato y popular
35
—Y como eran masa, se hicieron
más simples —dijo Beatty —. En
otr o tiem po lo s libros at raían la
atención de unos pocos, aquí, allá,
e n t o das par t e s. P o d í an s e r
di s t i nt os . H abí a e s paci o e n e l
mundo . P er o l uego e l m undo se
lle nó de ojo s, y codos, y boc as.
Do b l e ,
t r i pl e ,
c uádr u pl e
po bl ac i ó n. P e l íc ul as y r adi o s ,
revistas, libros descendieron hasta
convertir se en una pasta de budín,
¿me entiendes?
—Creo que sí.
— Y co m o t e ní an m as a, s e
hicieron más sencillos —prosiguió
diciendo Beatty—. En cierta época,
los li bros atraían a alguna gente,
aquí, al l í , po r do qui e r. P odí an
permitirse ser diferentes. El mundo
era ancho Pero, luego, el mundo se
llenó de ojos, de codos Y bocas.
Población doble, triple, cuádruple.
Films y dios, revistas, libros, fueron
adqui r i e ndo un baj o ni ve l , una
especie de vulgar uniformidad. ¿Me
sigues?
—Creo que sí.
Be at t y pe e r e d at t he s m o ke
patte rn he had put out o n t he ai r.
“Pi c ture it . N ine te e nt h-c ent ur y
man wit h his ho rse s, do gs, cart s, 40
s l o w m o t i o n. Th e n, i n t he
twent iet h centur y, spe ed up yo ur
c a m e r a. Bo o ks c u t s ho r t e r.
Co nde ns at i o ns .
Digest s.
Tabl o i ds. Eve rythi ng boi ls do wn X
45
to t he gag, the snap ending.”
Beatty contempló las formas del
humo que había lanzado al aire.
—Píntate la esc ena. El hombre
d e l s i gl o di e c i nu e ve c o n s us
caballos, sus c arret as, sus perr os:
movim iento le nto. Lue go, el s iglo
vei nte: cám ara rápi da. Libr os m ás
cortos. Condensaciones. Digestos.
F or mat o c hi co . __________ L a
mordaza, la inst antánea.
Beatty contempló la bocanada de
humo que acababa de lanzar.
— Im agí nal o . El ho m br e de l
sigl o XIX co n sus caballo s, sus
pe r ro s , s us c o c he s , s us l ento s
desplazamientos Luego, en el siglo
XX , acel era la c ámara. Lo s m ás
breves, condensaciones. Resúmenes.
________ To do s e re duce a l a
anécdota, al final brusco.
“S n a p e n d i n g . ” M i l d r e d
nodded.
—La instantánea —repitió Mildred
asintiendo con movimientos de cabeza.
—Brusco fi nal —dijo Mildred,
asintiendo
50
“Cl ass i c s c ut t o f i t f i ft e e n— Los c l ási c o s re duc i do s a
—Los clásicos reducidos a una
m i nut e r ad i o s ho ws , t h e n c ut audic i o ne s de r adio de qui nc e emisión radiofónica de quince minutos.
agai n to f il l a t wo -m inut e bo ok minutos; reducidos otra vez a una Después, vueltos a reducir para llenar
c ol um n, windi ng up at last as a columna impresa de dos minutos, una lectura de dos minutos. Por fin,
t e n- o r t we l ve - l i ne di c t i o nar y 55 resumidos luego en un diccionario convertidos en diez o doce líneas en un
résum é. I e xagge rat e, of co urs e. en diez o doce líneas. Exagero, por diccionario. Claro está, exagero. Los
Th e d i c t i o nar i e s w e r e f o r supue st o. Los di cc ionari os er an diccionarios únicamente servían para
re fer enc e. But m any we re tho se obras de co nsult a. Per o m uchos buscar referencias. Pero eran muchos
whose s ole knowledge of Ham let s ó lo c o noc í an de Ha m le t ( t ú los que sólo sabían de Hamlet (estoy
( yo u kno w t he t i t l e c e r t ai nl y, 60 s eguram ent e c onoc e s e l t ít ulo , seguro de que conocerás el título,
M o nt a g; i t i s p r o babl y o nl y a Montag; para usted probablemente Montag. Es probable que, para usted,
f aint rum o ur o f a t it l e t o yo u, es sólo el débil rumor de un título, sólo constituya una especie de rumor.
M r s . M o nt a g) who s e s o l e señora M ontag), muchos, repi to, Mrs. Montag), sólo sabían, como digo,
kno wl edge , as I say, o f Ham le t s ó lo c o noc í an de H a m le t un de Hamlet lo que había en una
was a o ne- page digest in a bo ok 65 resumen de una página en un libro condensación de una página en un libro
that c laim ed: ‘now at l ea st you que decía: Ahora usted puede leer que afirmaba: Ahora, podrá leer por fin
can read all the classics; keep up t od os lo s cl á si co s . Lú zca se e n todos los clásicos. Manténgase al
wi th your ne ig hb ours . ’ Do yo u s o ci ed a d . ¿ Co m p r e nd e s ? D e l mismo nivel que sus vecinos. ¿Te das
se e? Out o f t he nur ser y int o t he j ar dí n de i nfant es al c ol egio , y cuenta? Salir de la guardería infantil
co lle ge and back to the nur ser y; 70 vue lt a al j ar dí n de infant es . És e para ir a la Universidad y regresar a la
there ’s yo ur intel lec tual pat te rn ha si do e l des ar ro ll o e spir it ual guardería. Ésta ha sido la formación
f o r t he pas t f i ve c e nt ur i e s o r del hom br e durant e lo s úl ti mo s intelectual durante los últimos cinco
X siglos o más.
mor e.”
ci nc o s iglo s.
M i l dr e d ar o s e and be gan t o
m ove ar o und the r o o m, pi c king
t hi n g s u p a n d p u t t i ng t he m
do wn. Be at t y i g no r e d her and
75
46
M i l dr e d s e pus o de pi e y
M il dr ed s e le vantó y e mpezó
comenzó a dar vueltas por el cuarto, a andar por l a habi taci ón, co gí a
levantando cosas y volviéndolas a o b j e t o s y l o s vo l ví a a de j a r.
poner e n su l ugar. Beatt y no l e X Be at t y l a i g no r ó y s i g ui ó
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
co nt inue d.
prestó atención.
hablando .
“Spe e d up the f il m , M o ntag,
qui c k. Cl ic k ? Pi c ? Look , Eye ,
Now, Fl ick , Here , The re, Swif t, 5
Pa ce , Up , Down, In, Out, W hy,
How, W ho, W hat , W he r e, Eh? X
U h ! B a ng ! S m a c k ! Wa l l o p ,
Bi ng , Bo ng , Bo om ! D i ge s tdi ge s t s , di ge s t- di ge s t - di ge s t s . 10
P o l i t i c s ? O ne c o l u m n , t w o
s e n t e nc e s , a he ad l i ne ! Th e n ,
i n m i d - a i r , a l l va n i s h e s !
Wh i r l m an’s m i nd a r o u nd
a b o u t s o f a s t u n d e r t h e 15
pu m pi ng ha nds o f p ubl i s he r s ,
explo it ers , broadc ast ers , t hat t he
c e nt r i f ug e f l i n g s o f f a l l
un ne c e s s ar y,
t i m e - was t i ng
t ho ught!”
20
— Cámar a r ápida, M o ntag —
c o nti nuó —. Rápi da. C l i c ,
c l i c ,
y a , s í ,
n o ,
m á s ,
b i e n ,
m a l ,
q u é ,
q u i é n ,
e h ,
u h ,
a h ,
p i m ,
p a m , p a m . Resúmenes,
r e súm e ne s, r e s úm e ne s . ¿La
política? Una columna, dos frases,
un t itular. Luego , en pl eno, aire,
¡todo desaparece! ¡Las mano s de
l o s e di t o re s , e xpl o t ador e s ,
dir e c to r e s de r adio bom be an y
bombean, y la mente del ho mbre
gi r a c o n t ant a r api de z que e l
movimiento centrífugo l o li bra de
todo pensamiento inútil, de días y
días malgastados!
—Acelera la proyección, Montag,
aprisa, ¿Cl i c ? ¿P e l í c ul a ? M i r a,
O jo , Ahor a, Ade lante , Aquí , Al lí ,
AP r i s a, Ri t m o , Ar r i ba, A baj o ,
D entr o, Fue ra, Po r qué, Có m o ,
Qui é n, Q ué , D ó nde , ¿Eh ? ,
¡Oh ¡Ban g!, ¡ Zas ! , Go l pe ,
Bi n g, B o ng, ¡Bu m ! Se le cci ones
de se le cc io ne s. ¿P ol ít ic a? ¡Una
c ol um na, do s fr as es , un t it ul ar !
Lue go , e n pl e no ai r e , t o do
d e s a p ar e c e . L a m e nt e de l
ho mbre gira tan aprisa a
i m p u l s o s d e l o s e di t o r e s ,
expl otador es, l o c ut o r e s , qu e l a
fue r za c ent rí fuga e l im i na to do
pensamiento innecesario, origen de
una pérdida de tiempo.
M i l dr e d
s m o o t he d
t he
be dcl othes. Mo ntag fel t his heart
j u m p an d j um p ag ai n a s s he
patted hi s pi l l o w . Right now she 25
was pul ling at his shoul der t o t ry
to ge t him to mo ve so she could
t ake t he pi l l o w o ut and f i x i t
ni c e l y a nd put i t b ac k . A nd
pe r ha ps c r y o ut a nd s t a r e o r 30
s im pl y re ac h do wn her hand and
s ay, “W hat’s this ?” and ho l d up X
t h e h i d d e n b o o k w i t hX
to uchi ng innocence.
Mil dred alisó la colcha y arregló
Mildred alisó la ropa de la cama.
la almohada. Montag sintió que el M o nt ag s i nt i ó que s u c o r azó n
corazón le saltaba una y otra vez en saltaba y volvía a saltar mi entras
el pecho. Mildred lo tomaba ahora ella le ahuecaba la al mohada. En
del hombro para que se moviese. aquel momento, l e empujaba para
Q ue rí a s acar l a al m o hada y conseguir hacerle apartar, a fin de
arreglarla bien, y ponerla otra vez poder sacar la almohada, arreglarla
en la cama. Y quizá gritaría, con los y vol ve r l a a s u s i t i o . Y, qui zá,
oj os muy abie rto s, o ext ender ía lanzar un grito y quedarse mirando,
s im pl em e nt e la mano di ci endo : o s ól o al ar gar la m ano y de c ir :
«¿Q ué e s e s t o ? », y al zar í a X «¿Qué es es t o ? », y l e v a n t a r
i no ce nt e me nt e ______ e l li bro X e l
libr o
oc ul t o
con
________ .
c o nm o ve do r a i no c e nc i a.
35
“S c h o o l
i s s ho r t e ne d,
di s c i pl i ne
r e l a xe d,
ph i l o s o ph i e s ,
his tor ie s,
l an g ua g e s d r o p p e d , En g l i s h
an d
s pe l l i ng
g r a d u a l l y 40
ne gl e c t e d, f i na l l y al mo s t
c o m p l e t e l y i g no r e d. Li f e i s
i mme di a t e , t he j o b c o unt s ,
p l e as ur e l i e s a l l ab o u t af t e r
w o r k . W h y l e a r n a n y t h i n g 45
s a ve pr e s s i n g b ut t o ns , pu l l i ng
s wi t c he s , f i t t i ng nu t s an d
bo l t s ?”
— Se abr e viar o n lo s años de
estudio, se relajó la disciplina, se
dejó de lado la historia, la filosofía
y e l l e nguaj e . Las l e t r as y l a
gr amát i c a fue r o n abando nadas ,
poco a poco, poco a poco, hasta que
se las olvidó por completo. La vida
es lo inme diato, só lo el tr abajo
i m por t a. D ive r t i r se , s í , pe r o
de s pué s de l t r abajo . ¿P o r qué
apr ende r al go s alvo apre t ar
bo to ne s, i ns er tar l lave s, ajust ar
tornillos y tuercas?
“Let me fix yo ur pi llo w,” said 50
— D e ja que te ar r e gle
Mi ldre d.
almohada —dijo Mildred.
“N o!” whi spe re d Montag.
la
—¡No! —murmuró Montag.
“The zi pp e r di s pl ac e s t he
butto n and a man l acks just that
muc h time to t hink while dress ing
at dawn, a phi l o s o phi cal ho ur,
and t hus a me lancholy hour.”
55
—La cremal l era reempl azó al
botón, y el hombre no ti ene tiempo
para pensar mientras se viste a la
hora del alba, una hora filosófica,
y por lo tanto una hora melancólica.
—Los años de U niversi dad se
aco rtan, la disciplina se re laja, la
Filosofía, la Hist oria y el lenguaje
s e abando nan, e l i d i o m a y s u
pr onunci aci ón so n gradual mente
de s c ui dado s . P o r úl t i m o , c as i
com pletament e ignorados. La vida
es i nmediata, el empleo cuenta, el
pl ac er do mi na to do de spués del
trabajo . ¿P or qué apr ender algo,
excepto apret ar botones, enchufar
conmutado res, encaj ar tor nillo s y
tuer cas?
—Deja que te arregle la almohada
—dijo Mildred
—¡No! —susurró Montag—.
—El cierre de cremallera desplaza
al botón y el hombre ya no dispone de
todo ese tiempo para pensar mientras
se viste, una hora filosófica y, por lo
tanto, una hora de melancolía.
60
ya nk pull with a je rk , tirar de; th ey y an ked h er b ag
ou t of he r h an d , la a rra nca ron el bolso de la man o;
(d ie nte) a rr an ca r;
— n. a sudden hard pull; tirón
passionately 1 s tormil y, turbul ently, iras c ible, furi os o, c ol éri c o, v ehemente i n a s tormy or
v i ol ent manner 2 wi th pas s i on , apasionado,
a r di e n te , am o r os o ; « s he k i s s e d h i m
pass ionately »
Mi ldr ed sai d, “H ere .”
—Déjame —insistió Mildred.
—A ver —dijo Mildred—.
“G et away,” sai d Montag.
—Vete —dijo Montag.
—Márchate —replicó—.
“Li f e b e c o m e s o n e bi g 65
— La vi da s e r e duj o a r ui do s
prat fal l [culada], Montag; everything X e i n t e r j e c c i o n e s , M o n t a g .
bang , boff, and wow!”
¡Só l o bum , pam y uf !
—La vida se convierte en una gran
carrera, Montag. Todo se hace aprisa,
de cualquier modo.
“W o w, ”
s ai d
Mi l dr e d,
—Uf
—dijo
Mil dr e d
yanki ng at t he pil lo w.
70 ti rando de l a al mo hada.
—De cualquier modo —repitió
Mildred, tirando de la almohada—.
“For Go d’s sake, l e t m e be !”
—¡D éjame , por amor de Di os!
—¡Por amor de Dios déjame tranquilo!
cr ie d M ont ag passi onatel y.
X —gri tó __________ Montag.
X —gritó Montag, apasionadamente.
Beatt y
opened
e ye s wi de .
his
75
M i l dr e d ’s han d had f r o z e n
47
Beat ty miró a Montag con los
ojos muy abiertos.
A Be at t y s e l e di l atar o n
lo s o jo s.
La m ano de M ildre d se había
La mano de Mildred se había
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
be hi nd t he pi l lo w. H er f i nge r s
we re t raci ng t he boo k’s outl ine
and as t he shape be cam e fam ili ar
he r f ac e l o o ked s ur pr i s e d and
then st unne d. Her mo ut h o pened
to as k a ques tio n…
“Em pty t he t he at r es save fo r
c l o wns and f ur ni s h t he r o o m s
wi t h gl a s s wal l s an d p r e t t y
co lours runni ng up and down t he
wal l s li ke c onfe t ti or bl oo d o r
s h e r r y o r s au t e r ne . Yo u l i ke
baseball , don’t you, M ontag?”
5
10
tr. de Alfredo Crespo
he lado baj o l a alm ohada. Siguió
con los dedos el contorno del libro,
reconoció la forma, e hizo un gesto
de sorpresa y luego de
estupefacci ón. Abrió la boca como
si fuera a hacer una pregunta.
inmovilizado detrás de la almohada. Sus
dedos seguían la silueta del libro y a
medida que la forma le iba siendo
familiar, su rostro apareció sorprendido
Y, después,atónito. Subocase abrió para
hacer una pregunta...
— Só l o l os payaso s pudi e ro n
seguir en los teatros, y se adornaron
las habit aci ones co n par ede s de
vidrio y bonitos colores que subían
y bajaban como confeti o sangre o
jerez o sauternes. A ti te gusta el
béisbol, ¿no, Montag?
—Vaciar los teatros excepto para
que actúen payasos, e instalar en las
habitaciones paredes de vidrio de
bonitos colores que suben y bajan,
c om o c o nf e ti , s angr e , j er e z o
sauterne. Te gusta la pelota base,
¿verdad, Montag?
15
“Base bal l’s a fi ne game .”
—Es un hermoso juego.
N o w B e at t y wa s a l m o s t
i n vi s i bl e , a vo i c e s o m e whe r e
be hind a sc re en of smo ke
—Lapelota base esun juego estupendo.
Beatty era ahora casi invisible:
una voz en alguna parte detrás de
una cortina de humo.
Ahora Beatty era casi invisible, sólo
una voz en algún punto, detrás de una
cortina de humo.
“W hat ’s this?” aske d M il dre d,
—¿Qué es e st o ? — pr eguntó
al m o s t w i t h de l i ght . M o nt ag M il dr ed cas i r i éndo se . M o ntag
heaved bac k agai ns t he r arm s . s e apoyó pesadamente contralosbrazos
“W hat ’s thi s here ?”
25 de su mujer—. ¿Qué es esto?
—¿Q ué es esto? —preguntó
Mildred, casi con ale gr ía. M ontag
se echóhaciaatrás ycayósobrelosbrazos
de ella—. ¿Qué hay aquí?
“Si t
down!”
Montag
— ¡Si ént at e ! — aul l ó M ont ag.
s h o u t e d . S h e j u m p e d a w a y , Mi ldre d r et ro cedió de un salt o,
h e r h a n d s e m p t y . “We ’ r e con las manos vací as—. ¡Estamos
t al ki ng!”
30 habl ando !
— ¡Si é nt at e! — gri t ó M o ntag.
El l a s e apart ó de un s al t o , c o n
l a s m a no s vac í a s — . ¡Estamos
hablando!
B eatt y wen t o n as i f
n o t hi ng h ad
happened.
“Yo u l i k e bo w l i ng , do n ’t y o u,
M o n t a g? ”
B e a tt y p r o s ig u i ó c o mo s i
n a d a hu b i e s e o c ur r i d o .
—Te gustan los bolos, ¿verdad,
Montag?
20
35
“Bowli ng, yes .”
Be a t t y c o nt i nu ó c o mo s i
n o h u bi e s e p as a d o n a da .
— ¿Te gus t an l o s bo l o s ,
Mo nt ag?
—Los bolos, sí.
—Los bolos, sí.
—¿Y el golf?
—¿Y el golf?
“G ol f i s a f ine game .”
—El golf es un hermoso juego.
—El golf es un juego magnífico.
“Bas ke t bal l?”
—¿Baloncesto?
—¿Baloncesto?
—Un hermoso juego.
—Un juego magnífico.
—¿El billar? ¿El fútbol?
—¿Billar? ¿Fútbol?
—Hermosos juegos también.
—Todos son excelentes.
“And gol f?”
40
“A f ine game .”
45
“Bill iards , poo l? Foo tball ?”
“Fine game s, all of t hem .”
50
“M o r e s po r t s f o r e ve r yo ne ,
—Deportes al alcance de todos,
gr oup spir it, f un, and you don’t espíritu de grupo, divers ión y no
have t o think, eh? Or gani ze and hay que pens ar, ¿eh? Organizar y
o r gan i z e a nd s up e r o r g ani ze s up e r o r ga ni za r
s u pe r
s u pe r - s u pe r
s po r t s .
M o r e 55 super depo rte s. _________ _______
cart oons i n books . More pictures. X ___________ ____________ _______
The m i nd dri nks l e ss and l es s . ____________________________
Im pat i e nc e . H i ghwa ys f ul l o f Más impaciencia. Las carreteras llenas
c r o wd s
go i ng
s o m e w he r e , de multitudes que van a alguna parte,
s o m e w he r e ,
s o m e w he r e , 60 alguna parte, alguna parte, ninguna
nowhe re . The gas ol ine r ef ugee . parte. El refugio de la gasoli na. Las
To wns tur n into m ote ls, peo ple in ciudades se transformanencampamentos,
nom adic s ur ge s f r om pl ace t o lagente en hordas nómadas que van de lugar
pl ace , f ol lowing the m oo n t ide s, en lugar siguiendo las mareas lunares,
li ving t onight i n t he ro om whe re 65 durmiendo esta noche en el cuarto donde tú
you sle pt t his noon and I the ni ght dormiste el mediodía anterior y yo dormí la
be fore .”
noche anterior.
—Más deportes para todos, espíritu
de gr upo , divers ión, y no hay
necesidad de pensar, ¿eh? Organiza y
supe rorganiza superdeporte. Más
chist es en lo s l i b r o s . M á s
i l u s t r a c i o ne s .
La
me nt e
abs o r be me no s Y me n o s.
Impaciencia. Autopistas llenas de
multitudes que van a algún sitio, a
algún sitio, a algún sitio, a ningún
sitio. El refugio de la gasolina. Las
ciudades se convierten en moteles, la
gente siente impulsos nómadas y va de
un sitio para otro, siguiendo las mareas,
viviendo una noche en la habitación
donde otro ha dormido durante el día y
el de más allá la noche anterior.
Mi ldr ed we nt out o f t he ro om
M il dr ed s e fue y ce rr ó de un
an d s l a m m e d t he do o r. The 70 gol pe l a puer ta. Las «tí as » de l a
parlo ur “aunt s” be gan t o l augh at s al a co me nzar on a re ír se de lo s
the parl our “unc les .”
«tí os » de l a sala.
Mildred salió de la habitación y cerró
de un portazo. Las «tías» de la sala de
estar empezaron a reírse de los «tíos»
de la sala de estar.
“N o w l e t ’s t ak e u p t h e
m i no r i t ie s i n o ur c i vi li zat i o n,
s hall we ? Bigger t he po pul ati on,
t he mo r e m i no r it i e s. Do n’t s te p
o n t he t oe s o f t he dog- l o ver s ,
— Aho r a, c o ns i de r e m o s l as
mino rías e n nuest ra civilizac ión.
Cuanto mayor es la población, más
minorías hay. No hay que meterse
con los aficionado s a los perros, a
75
48
— Bi e n, e x am i ne m o s ah o r a
nues t r as m i no r í as. Cuant o m ás
gr a nde l a po bl a c i ó n, m ás
minorías. No tratemos de entender
a l os afi cionados a los pe rros, los
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he c at -l over s, do ct or s, l awye rs ,
m e r c h ant s , c hi e f s , M o r m o n s ,
Ba pt i s t s , U ni t ar i ans , s e c o n dge ne r a t i o n C hi ne s e , Sw e d e s ,
I t a l i an s , G e r m a n s , Te x a ns ,
Bro o kl ynit e s, Ir i shm en, pe o pl e
f r o m O r e g o n o r M e xi c o . The
pe opl e i n t hi s bo o k, t hi s pl ay,
t hi s TV se r ial ar e no t m eant t o
r e pr e s e n t any ac t ual p ai nt e r s ,
c ar t o g r a ph e r s ,
m e c ha n i c s
a ny w h e r e . The b i g g e r y o u r
m ar ke t , M o nt ag , t he l e s s yo u
handl e c o nt r o ve r s y, r e m e m be r
t ha t ! A l l t he m i n o r m i no r
m ino ri t i es wi t h t hei r nave l s t o
be ke pt c le an. Aut ho rs , ful l o f
e vi l t h o ug h t s , l o c k u p y o u r
t yp e w r i t e r s .
Th e y
did.
M agazine s be cam e a ni c e bl end
o f vanil la tapi oc a. Bo o ks , s o the
dam ne d s no bbi s h c r i t i c s s ai d,
w e r e di s hw a t e r . N o w o n de r
b o o k s s t o p p e d s e l l i ng , t h e
c r i t i c s s a i d. B u t t he p u bl i c ,
k no w i n g w h at i t w an t e d ,
s pi nni ng happi ly, le t t he c o mi c
bo o ks s u r vi ve . And t he t hr e e di me ns io nal s e x- magazi ne s , o f
c o u r s e . Th e r e y o u h ave i t ,
M ont ag. It di dn’t c om e f r om the
G o ve r n m e n t do wn. The r e w as
no di c t um , no d e c l ar at i o n, no
c e ns o r s hi p, t o s t ar t wi t h, no !
Tec hno l o gy, m ass explo i t at i on,
and m i no r i t y pr e s s ur e c ar r i e d
t he t r i c k, t h an k G o d . To d ay,
t h ank s t o t he m , y o u c an s t ay
h ap p y a l l t he t i m e , y o u ar e
a l l o we d t o r e a d c o m i c s , t h e
goo d o l d c o nf e ss i ons , o r t r ade
j o ur nals . ”
“Ye s , bu t w ha t a bo u t t he
fi rem en, t hen?” asked Mo ntag.
5
10
15
20
25
30
35
40
tr. de Alfredo Crespo
af i c i o nad o s a l o s g at o s , l o s l o s gat o s , c o n l o s m é di c o s ,
doctores, abogados, comerciantes, abo gado s ,
c o m e r c i ant e s ,
j e f e s , m o r m o ne s , ba pt i s t as , co cine ros , m ormo nes , bauti stas,
uni t ar i o s , de s c e ndi e nt e s de uni t ar i o s , c hi no s de s e gunda
c hi no s ,
s ue c o s ,
i t al i an o s , ge ne r ac i ó n, s ue c o s , i t al i ano s ,
ale manes , tej anos, neoyo rquinos, al e m ane s , t e j ano s , i r l ande s e s ,
i r l ande s e s , gent e de O r egó n o gente de Oregón o de México. En
Mé xic o. La ge nte de e ste l ibr o, es te l ibr o, e n es ta obra, e n es te
est a pieza teatral, esta novela de se ri a¡ de te le vi si ón l a ge nt e no
TV, no t r at a de r e pr e s e nt a r a quiere representar a ningún pintor,
ni n gún pi nt o r o c ar t ó gr af o o cartógrafo o mec ánico que exista
m ec áni c o act ual , ni de ninguna en la realidad. Cuanto mayor es el
par te. ¡Cuant o más grande sea el mercado, Montag, menos hay que
m e r c ado ,
M o nt a g,
m e no s hace r fr e nte a l a c ont r ove r si a,
di s c us i o n e s ! ¡ N o l o o l vi d e s ! recuerda esto. Todas las minorías
Auto res ll enos de pe nsamie nt os menores con sus ombligos que hay
m al i gno s , ¡c e r r ad vue s t r as que mantener limpios. Los autores,
m áq ui nas de e s c r i bi r ! As í l o llenos de malignos pensamientos,
hi c i e r o n . Las r e vi s t as s e aporrean máquinas de escribir. Eso
t r a ns f o r m ar o n e n un a bo n i t a hi ci e r o n. Las
re vi s t as
se
mezcla de vainilla y tapi oca. Los convirtieron en una masa insulsa y
l ibr o s, as í di j er o n l o s c rí t i co s amorfa. Los libros, según dijeron
condenadament e sno bs, e ran agua los críticos esnobs, eran como agua
c hi r l e . E s nat ur al que no s e sucia. No es extraño que los libros
ve n dan l i br o s , di j e r o n e s o s de jaran de vend er se, decí an l os
hom bres. Pero el público sabía lo críticos. Pero el público, que sabía
que que r í a, y gi r ando al e gr e y X lo que quería, ___________ permitió
vel o zm e nte hi zo s obr evi vir lo s la supervivencia de l os libro s de
libros de historietas. Y las revistas hi s to r i e t as. Y de las r e vis t as
con mujeres tridi mensionales, por er ót icas t ri dim ensio nales , c laro
s up ue s t o . Y no e s e s o t o do , está. Ahí tienes , Mont ag. No era
M o n t ag. N o c o m e nzó e n e l una imposición del Gobierno. No
gobi e rno . N o hubo ó r dene s , ni hubo
ni ngún
di c t ado,
ni
de cl ar ac io ne s, ni c ensura e n un dec l ar ac i ón, ni c ens ur a, no . La
pr inci pio , ¡no! La t ecno logía, la tecno logía, l a explot ación de las
explotaci ón en masa, y la pres ión masas y la presión de las minorías
de las minorías provocó todo esto, pr o duj o e l f e nó m eno , a D i o s
por sue rte. Hoy, grac ias a ell os, gracias. En la actualidad, gracias a
uno pue d e s e r c o nt i nuam e nt e t o do e l l o , uno pue de s e r fe l i z
fel iz, se pueden lee r his toriet as, continuamente, se le permite leer
las vi ejas y bue nas confes ione s, historietas ilustradas o periódicos
los per iódicos comer ciales.
profesionales.
los
—Sí, pero, ¿qué me dice de los
bomberos?
“Ah.” Be att y l eaned fo rward in
—Ah. —Beatty se inclinó hacia
the f aint mis t o f s moke fro m his adelante, envuelto en la débil niebla
pi pe . “W ha t m o r e e as i l y de su pipa.— ¿Qué más sencillo y
e x pl a i ne d a nd na t ur al ? Wi t h 50 natural? Con escuelas que lanzan al
sc hoo l t ur ning o ut mor e runner s, mundo más corredores, saltarines,
j u m pe r s , r ac e r s , t i nke r e r s , vol ado re s , nadado re s e n vez de
grabbe r s, s nat c he r s, fl ie r s, and caminadores, críticos, conocedores
swimm ers inste ad of exami ner s, y creadores imaginativos, la palabra
cr iti cs , knower s, and i maginati ve 55 «i nt el ec tual » se c onvi rt ió e n la
cr eat or s, the wo rd ‘i nte lle ct ual ,’ interjección que merecía ser. Uno
of cours e, be came t he swear word siempre teme las cosas insólitas.
i t de s e r ve d t o be . Yo u a l ways Re c ue r das s e gur am e nt e a un
dr ead the unf ami liar. Surel y you c o m pañe r o
de
e s cue l a
r em e mbe r t he bo y i n yo ur own 60 exce pci onalm ente br ill ante, que
s c ho o l
class
wh o
w as recitaba las lecciones y respondía a
exce pt ional ly ‘bri ght ,’ di d mo st las preguntas mientras los demás lo
o f t h e r e c i t i ng and ans w e r i ng miraban con odio, inmóviles como
while t he other s s at li ke so many estatuas de plomo. ¿Y no era a este
l e ad e n i do l s , hat i ng hi m . And 65 mismo compañero brillante al que
wa s n’ t i t t hi s br i ght bo y y o u golpeaban y torturaban al salir de
sel ected for beat ings and tortures la e sc ue la? Cl aro que s í. Todos
af ter hours? Of co urs e it was. We debemos parecernos. No nacemos
must al l be al ike . Not e ver yo ne l i bre s e i gual e s , co m o di ce l a
bo r n f r e e a nd e q ual , a s t he 70 Constitución, nos hacemos iguales.
Co ns ti tuti on s ays , but ever yo ne Todo hombre es la imagen de todos
ma de equal . Eac h m an the i mage l o s de m ás , y t o dos s o m o s as í
of eve ry other; the n al l are happy, i gual m e nt e f e l i ce s . N o hay
f o r t he r e ar e no m o unt ai ns t o m o ntañas so br e c o ge do r as que
m a ke t h e m c o w e r , t o j ud ge 75 pue dan e m pe que ñec e r no s. La
thems elves agains t. So ! A bo ok is co nc lusi ón e s muy se nc il la. Un
a l o ade d gun in t he hous e next libro, en manos de un vecino, es un
do or. Burn it . Take t he shot fr om ar ma c ar gada. Q ué malo. Sac a la
—Ah. —Beatty se inclinó hacia
del ant e ent re la dé bil nebl ina
producida por su pipa.— ¿Qué es
más fácil de explicar y más lógico?
Como las universidades producían
m ás co r r edo re s , s al t ado r es ,
boxeadores, aviadores y nadadores,
e n vez de pr o fe s or e s, cr í ti c os ,
s abi os , y cr e ado re s , l a pal abr a
«intelectual», claro está, se convirtió
e n e l i nsul to que m e re c í a s er.
Siempre se teme lo desconocido. Sin
duda, te acordarás del muchacho de
tu clase que era excepcionalmente
«int el i gent e», que r ec i t aba l a
mayoría de las lecciones y daba las
respuestas, en tanto que los demás
per m ane cí an co m o m uñe co s de
barro, y le detestaban. ¿Y no era ese
m uc hac ho i nte l ige nt e al que
escogían para pe gar y atormentar
después de las horas de clase? Desde
luego que sí. Hemos de ser todos
iguales. No todos nacimos libres e
iguales, como dice la Constitución,
si no t odo s hecho s i guales. Cada
hombre, la imagen de cualquier otro.
Entonces todo son felices, porque no
pueden establecerse diferencias ni
comparaciones desfavorables. ¡Ea!
Un libro es un arma cargada en la
casa de al lado. Quémalo. Quita el
45
49
— Sí ,
pero
bo mb e r o s ?
¿y
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
the weapon. Br eac h man’s mi nd.
W ho k no ws who m i ght b e t he
tar get o f the well- read man? Me?
I w o n’t s t o m a c h t h e m f o r a
minute. And s o whe n houses were
finally fireproofed completely, all
ove r the worl d (you were corr ect
i n yo ur a s s um p t i o n t he o t he r
night ) there was no l onger ne ed of
firemen for the old purposes. They
we r e gi ve n t h e ne w j o b, as
cus todians of our peace of mi nd,
the f oc us of our unde rst andable
and r i gh t f ul d r e ad o f be i ng
inf erior; offic ial c ensors , judges,
and e xe c ut o r s . Tha t ’s y o u,
Montag, and that’s m e.”
tr. de Alfredo Crespo
bala del arma. Abre la mente de l
ho m br e . ¿Se s abe ac as o qui é n
p ue d e s e r e l b l an c o d e u n
ho m br e l e í do ? ¿Yo ? N o pue do
a c e p t a r l o . Ya s í , c u a n do l a s
c as as de t o do e l m undo f ue ro n
i nc o mbust i ble s ( tu presunción de
la otra noche era cor recta) no se
ne c e s i t a r o n b o m be r o s p ar a
cum plir l a ant igua f unció n. Se les
dio otro trabajo, el de custo dios de
la paz de nuestras mentes, el centro
de nuestro compr ensibl e y re cto
temor a ser inferiores. El bombero
se tr ansfo rmó en c ens or, j uez y
e j e cut o r o fi c i al . Es o e r e s t ú,
Montag, y eso soy yo.
proyectil del arma. Domina la mente
del hombre. ¿Quién sabe cuál podría
ser el objetivo del hombre que leyese
mucho? ¿Yo? No los resistiría ni un
minuto. Y así, cuando, por último, las
casas fueron totalmente inmunizadas
contra el fuego, en el mundo entero
(la otra noche tenías razón en tus
conjeturas) ya no hubo necesidad de
bomberos para el antiguo trabajo. Se
le s dio una nue va mi sió n, co mo
custodios de nuestra tranquilidad de
es pí ri tu, de nue st ro peque ño ,
comprensible y justo temor de ser
inferiores. Censores oficiales, jueces
y ejecutores. Eso eres tú, Montag. Y
eso soy yo.
The door to the parlo ur o pened
and M il dre d s too d the re lo oki ng 20
in at t hem , l oo king at Beatty and
t he n at M o nt ag. Be hi nd he r the
walls of the r oo m were fl ooded
wi th gre en and yell ow and o range
fi re wor ks si zzl i ng and bursting to 25
s ome m usi c c o mpo s ed al m os t
completely of trap-drums, tom-toms,
and cymbals. Her mouth moved and
she was saying something but the
sound covered it.
30
M i l dr e d abri ó l a pue r t a de l a
s al a y m i r ó a l o s do s ho m br e s ,
p r i m e r o a B e at t y y l ue g o a
M o nt ag . D e t r ás de e l l a , un o s
f u e g o s d e a r t i f i c i o ve r d e s ,
amari l l o s
y
anar anjado s
l l enaban l as par e des s i s eando y
e s t al l a n do e n u na m ú s i c a d e
t am bo r e s , ti m bal e s y c í m bal o s .
La bo c a de M i ldr e d s e m o ví a,
c o m o d i c i e nd o a l g o , p e r o e l
r ui do t apaba l as pal abr as .
La puertaque comunicaba con la sala
de estar se abrió y Mildred asomó, miró
a los dos hombres y se fijó en Beatty y,
después, en Montag. A su espalda, las
paredes de lapieza estaban inundadas de
resplandores verdes, amarillos y
anaranjados que oscilaban y estallaban
al ritmo de una música casi
exclusivamente compuesta por baterías,
tambores y címbalos. Su boca se movía
y estabadiciendo algo, pero el sonido no
permitía oírla.
Beatt y kno cked his pi pe i nt o
the palm of his pink hand, st udi ed
the ashe s as if t hey were a sym bol
to be di agnos ed and se ar che d f or
m eani ng.
Be at t y go l pe ó l a pi pa e n l a
palma de su mano rosada y estudió
l as c e ni zas c o m o si f ue s en un
símbolo que habí a que estudiar y
descifrar.
Beatty vació su pipa en la palma de
su mano sonrosada, examinó la ceniza
como si fuese un símbolo que había
que exami nar en busca de al gún
significado.
5
10
15
35
“You mus t unders tand t hat o ur
c i vi l i zat i o n i s s o vas t t hat we
can’t have our m inori ti es upse t 40
and st i r re d. Ask your sel f, What X
do we want in t his co untry, abo ve
al l ? P e o pl e want t o be happy,
i s n’t t h at r i ght ? H ave n’ t y o u
he ar d i t all your l if e? I want to 45
be happy, pe opl e say. Wel l, aren’t
t h e y? D o n’t w e k e e p t h e m
mo ving, do n’t we give them fun?
That’s all we live f or, isn’t i t? For
pleasure, f or ti ti l l ati on? And you 50
must admit our c ul tur e pro vides
pl ent y of the se .”
“Ye s . ”
— D e be s c o m pr e nde r que
—Has de comprender que nuestra
nuestra civilizaci ón, tan vasta, no civilización es tanvastaque no podemos
pe r m i t e m i no r í as . ______ ___ permitir que nuestras minorías se alteren
_______ _____ Pregunta tú mismo. o exciten. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué
¿Q ué quere mos en est e país por queremos en esta nación, por encima de
encima de todo? Ser felices, ¿no es todo? La gente quiere ser feliz, ¿no es
verdad? ¿No lo has oído centenares así? ¿No lo has estado oyendo toda tu
de veces? Quiero ser feliz, dicen vida? «Quiero ser feliz», dice la gente.
todos. Bueno, ¿no lo son? ¿No los Bueno, ¿no lo son? ¿No les mantenemos
entretenemos, no les proporcionamos en acción, no les proporcionamos
diversiones? Para eso vivimos, ¿no diversiones? Eso es para lo único que
e s as í?, para e l pl ac er, para l a vivimos, ¿no? ¿Para el placer y las
exc i taci ón. Y de bes admiti r que X emociones? Y tendrás que admitir que
nuestra cultura ofrece ambas cosas, nuestra civilización se lo facilita en
y en abundancia.
abundancia.
—Sí.
—Sí.
55
M o nt ag c o ul d l i p- r e ad what
M i l d r e d wa s s a y i n g i n t h e
do o r way. H e t r i e d no t t o l o o k
at he r mo ut h, be c aus e t he n
Be at t y mi ght t ur n and r e ad
what was t he r e , t o o .
Mo ntag podí a lee r, en el
movimiento de los labios, lo que decía
Mildred desde el umbral. Pero no
quería mirarle la boca, pues entonces
60 Beatty volvería la cabeza y leería
también aquellas palabras.
“Co lo ur e d pe o pl e do n’t l i ke
Li t t l e Bl a c k Sa m b o. B ur n i t . X
W hi t e pe o pl e d o n’t f e e l go o d 65
about Uncle Tom’s Cabi n. Bur n X
it . Som eone’s wr it ten a bo ok on
to bac co and c anc er of the l ungs?
Th e c i ga r e t t e pe o pl e a r e
we e pi ng ? B ur n t h e bo o k. 70
Ser enity, Montag. P eace, Mont ag.
Take your f ight outs i de . Bet te r
yet , into t he i ncine rato r. Funer als
ar e
unh app y
and
pa ga n?
El i m i na t e t he m , t o o . Fi ve 75
m i nut e s af te r a pe rs o n i s de ad
he ’s on hi s way to the Big Flue,
t h e I nc i ne r at o r s s e r vi c e d by
50
Mo ntag pudo lee r e n l os l abi os
de M i l dr e d l o que é s t a de c í a
de s de e l um br al . Tr at ó de no
m ir ar a e l la, po rque, ent onc es ,
Be at t y p o dí a vo l ve r s e y l e e r
t am bi én l o que dec ía.
— ¿A l a ge nt e de co lo r no l e
—A la gente de color no le gusta
gusta El negrito Sambo ? Quémalo. X El pequeño Sambo. A quemarlo. La
¿Los blancos se sienten incómodos gente blanca se siente incómoda con
c on La cabaña de l t í o To m ? X La cabaña del tío Tom. A quemarlo.
Quém alo . ¿Al gui en es cri bió una Escribe un libro sobre el tabaco y el
obra acerca del tabaco y el cáncer cáncer de pulmón ¿Los fabricantes
pul monar? ¿Los fumado res es tán de cigarrillos se lamentan? A quemar
af li gi do s? Q ue ma l a obr a. el libro. Serenidad, Montag. Líbrate
Sere nidad, M ontag. Paz, Montag. de tus tensiones internas. Mejor aún,
Afuera los conflictos. Mejor aún, al l ánzal as al i nc i ner ado r, ¿Lo s
inci ne rado r. ¿Los f uner al es s on funerales son tr ist es y pagano s?
t r is t e s y pagano s ? Eli m i na l o s Eli m iné mo s lo s t ambi én, Ci nc o
funerales. A los cinco minutos de minutos después de la muerte de una
morir, el hombre ya está de camino pers ona en c amino hacia la Gran
a l a Gran Cal dera: incinerado res Chim enea, los incineradores son
abas te c i do s po r hel i có pt er o s y abastecidos por helicópteros en todo
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
he lic opter s all over the c ountr y.
Te n m inute s afte r death a man’s
a speck of bl ack dust . Let’s not
qui bbl e o ve r i ndi vi dual s wi t h
m em o ri am s . For ge t t hem . Bur n
them al l, bur n e ve ryt hing. Fi re is
br ight and fi re is cl ean.”
tr. de Alfredo Crespo
distribuidos todo a lo largo del país.
Diez minutos después de la muerte,
el hombre es una motita de polvo
oscuro. No aflijamos a los hombres
c o n r e c ue rdo s . Q ue o l vide n.
Quememos, quemémoslo todo. El
fuego es brillante y limpio.
el país. Diez minutos después de la
muerte, un hombre es una nube de
polvo ne gro. No sutilic emos con
recuerdos acerca de los individuos.
Olvidémoslos. Quemémoslo todo,
abs olut amente to do. El f uego es
brillante y limpio.
Los fuegos de artificio murieron
e n la s al a de t r ás de M i l dr e d.
M i ldr e d de j ó de habl ar c as i al
m i s mo t i e mpo ; una m i l agr o s a
coi ncide ncia. Mont ag co ntuvo la
respiración.
Lo s f ue go s ar t i f i c i al e s s e
apagaron en la sal a de estar, detrás
de Mildred. Al mi smo tiempo, ella
habí a de j ado d e habl ar ; una
co incidenci a m il agr os a. Mo nt ag
contuvo el aliento.
“The re was a gi rl next do or,”
he said, s lowly. “She ’s go ne no w,
I t hi nk, de ad. I c a n’t e ve n
re mem ber he r f ac e. But she was
di ff e r ent . Ho w — ho w di d s he 20
ha ppe n?”
—Había una muchacha en la casa
de al lado —dijo, lentamente —. Se
ha i do . Cr eo que ha muer to . Ni
siquiera recuerdo su cara. Pero era
dif e re nt e . ¿Có m o. . . có m o pudo
ocurrir?
—Había una muchacha, ahí, al lado
—dijo con lentitud—. Ahora se ha
marchado, creo que ha muerto Ni
siquiera puedo recordar su rostro. Pero
era distinta. ¿Cómo... cómo pudo llegar
a existir?
Be att y s mil ed. “Her e o r t her e,
t hat ’s bo und to oc c ur. Cl ar i ss e
M c Cl e l lan? We ’ve a r ec o r d o n 25
he r f ami ly. We ’ve watc hed them
c a r e f ul l y.
He r e d i t y
a nd
e nvi r o nm e nt ar e f unny t hi ngs .
You can’t rid your selves of all the
odd ducks in just a fe w years . The 30
ho me envir onm ent c an undo a l ot
you tr y t o do at s c ho o l. That’s
wh y
w e ’ve
l o we r e d
t he
ki nde rgart en age ye ar af ter ye ar
unt il now we ’re almos t snatc hi ng 35
t he m f ro m t he c r adl e . We had
s o m e f al s e al ar m s o n t he
M cCle l lans , whe n t he y li ved i n
Chi c ago . N e ve r f o und a bo o k.
Uncle had a mi xed re cor d; ant i- 40
so cial. The girl ? She was a ti me
bo m b. The f am i l y h ad be e n
f e e ding he r s ubc o ns c i o us, I’m
s u r e , f r o m w hat I s aw o f h e r
sc hoo l rec ord. She di dn’t want to 45
know how a t hing was do ne, but
why. That c an be em bar ras si ng.
You ask W hy to a l ot of t hi ngs
and yo u wi nd up ve r y unhappy
indeed, if you keep at i t. The poor 50
gi rl’s bett er off dead.”
Beatty sonrió.
—Aquí o allá, o curre a vec es.
¿Clar i ss e M cCl e ll an? Te nem o s
registrada a la familia. Los hemos
vigilado. La herencia y el ambiente
s on co s as rar as . N o e s pos i bl e
eliminar en poco tiempo todos los
obstáculos. El también te hogareño
puede destruir en gran parte la obra
de la escuela. Por eso la edad de la
admisión en el jardín de infantes ha
ido disminuyendo año t ras año y
ahora sacamos a los niños casi de
la cuna. Hubo varias falsas alarmas
a pro pó s i t o de l os M c Cl el l an
cuando vivían en Chicago. Nunca
se encontró un libro. El tío tenía un
pr ontuari o co nfuso : anti so cial.
¿La muchacha? Era una bomba de
ti em po . La famil ia había es tado
alimentando el subconsciente de la
niña. Estoy casi seguro; e xaminé
l os r egi st ro s de la e sc uel a. N o
quer ía s aber c óm o se hac en l as
co sas , s ino po r qué. Es to pue de
resultar embarazoso. Uno empieza
con los porqués, y termina siendo
realmente un desgraciado. La pobre
chica está mejor muerta.
Beatty sonrió.
— Aquí o al l í , e s f at al que
o c ur r a. ¿Cl ar i s s e M c Cl e l l an?
Tenemos ficha de toda su familia.
Le s
he m o s
vi gi l ado
cuidado sam e nt e . La he r e nc i a y
e l m e di o a m b i e nt e h o g ar e ñ o
pue de des hac e r muc ho de lo que
se i nc ul ca e n el co le gi o. P or e so
hem o s i do baj ando , año t ras año
l a e d ad de i n g r e s a r e n e l
pa r vul ar i o , ha s t a qu e , a ho r a ,
c as i ar r anc am o s a l o s pe que ño s
d e l a c u na . Tu vi m o s f a l s a s
a l a r m as c o n l o s M c CI e l l a n
c ua n d o vi ví an e n C hi c a go .
N unc a l es encontramos un libro. El
hi storial confuso, es antisocial. ¿La
muchacha? Es una bomba de relojería.
La familia había estado influyendo en
su subconsciente, estoy seguro, por lo
que pude ver en su historial escolar.
Ella no quería saber cómo se hacía
algo, sino por qué. Esto puede resultar
embarazoso. Se pregunta el porqué de
una s eri e de c osas y se te rmi na
sintiéndose muy desdichado. Lo mejor
que podía pasarle a la pobre chica era
morirse.
The f i r e wo r ks d i e d i n t h e
p ar l o ur b e h i nd M i l d r e d . Sh e
ha d s t o ppe d t al k i ng a t t he
s am e t i m e ; a m i r ac u l o u s
c o i nc i de nc e . M o n t a g h e l d
h i s br e a t h .
5
10
15
“Ye s , de ad. ”
—Sí, muerta.
“Luc kil y, queer ones like her 55
—Por suerte gente rara como ella
do n’t happe n, o f t e n. We kno w aparece pocas veces. Los curamos
ho w to ni p mo st of the m i n t he casi siempre en estado larval. No es
bu d, e ar l y. Yo u c an ’t bu i l d a po s ibl e c o ns t r ui r una c as a s i n
ho use wi thout nails and woo d. If clavos ni maderas. Si no qui eres
yo u don’t want a ho use built, hi de 60 que se construya una casa, esconde
the nail s and wo od. If you don’t los clavos y la madera. Si no quieres
want a m an unhappy pol it ic al ly, que un hombre se a políticamente
do n’t gi ve hi m t wo s i de s t o a de s gr ac i ado, no lo pr e o cupe s
quest io n t o worr y him ; give him mostrándole dos aspecto s de una
one. Bet te r ye t, give hi m no ne . 65 mi sm a c ues ti ón. Mués trale uno.
Le t hi m f o rge t t he re i s s uch a Que olvide que existe la guerra. Es
thing as war. If the G overnme nt pre f er i bl e que un go bie r no se a
is ineffi cient , top-heavy, and tax- i ne fi c i e nte ,
auto r i t ari o
y
mad, be tte r it be all thos e t han aficionado a los impuestos a que la
that peo pl e wo rr y over i t. P eace , 70 gente se preocupe por esas cosas.
M o n t a g. G i ve t he p e o pl e P az, M o ntag. Q ue l a ge nt e
c onte st s
they
wi n
b y intervenga en concursos donde haya
r em em be ri ng t he wo rds to m or e que r e c o r dar l as l et r as de l as
popul ar s ongs o r the nam e s o f c anci ones m ás popul ar es , o lo s
s tate c apit al s o r ho w much c or n 75 no mbres de l as capi tal es de l os
Io wa gr ew last year. Cr am them Es tados, o cuánt o m aíz co sec hó
f ul l o f no n - c o m bus t i bl e d at a, Iowa el año últi mo. Llénalo s de
c ho c k t he m s o dam ne d f ul l o f noticias incombus tibles. Sentirán
51
—Sí, morirse.
—Afor tunadam ent e, los cas os
extremos como ella no aparecen a
menudo. Sabemos cómo eliminarlos
en embrión No se puede construir una
casa sin clavos en la madera. Si no
qui eres que un hom bre s e sie nta
polí ticame nte de sgraci ado, no le
enseñes dos aspectos de una misma
cuestión, para preocuparle; enséñale
sólo uno. o, mejor aún, no le des
ninguno. Haz que olvide que existe
una c osa ll amada guerr a. Si el
Go bie rno es po co ef ici ent e,
excesivamente intelectual o aficionado
a aumentar los impuestos, mejor es que
sea todo eso que no que la gente se
preocupe por ello. Tranquilidad,
Montag. Dale a la gente concursos que
puedan ganar recordando la letra de las
canciones más populares, o los nombres
de las capitales de Estado, o cuánto maíz
produjo Iowa el año pasado. Atibórralos
de datos no combustibles, lánzales
encima tantos «hechos» que se sientan
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
‘f a c t s ’ t he y f e e l s t uf fe d , b ut
ab s o l ut e l y ‘br i l l i a nt ’ wi t h
i nf o r m ati o n. The n t he y’l l f e e l
t he y’r e t hi nki ng, t he y’l l ge t a
se ns e o f m ot ion wi tho ut mo ving. 5
And t he y’l l be happy, be c aus e
f ac ts o f that s or t do n’t change .
D o n’t gi ve t he m any s l i p pe r y
stuff like philosophy or sociology
t o t ie thi ngs up wi th. That way 10
l i e s m e l ancho l y. Any m an who
can t ake a TV wall apart and put
it back to get her again, and mo st
m e n c an no wadays , i s happi e r
than any m an who tr ies t o s lide- 15
r ul e , m e as ur e , and e quat e t he
uni ve r s e , whi c h j us t wo n ’t be
m e as u r e d o r e q ua t e d wi t ho ut
m a ki n g m an f e e l be s t i a l a nd
l onel y. I kno w, I’ve t ri e d it ; t o 20
he l l wi t h i t . So br i ng o n yo ur
cl ubs and part i e s , yo ur ac r obat s
a n d m a g i c i a n s , y o u r d ar e de vi l s, j e t c ar s , m o t o r - c y c l e
h e l i c o p t e r s , y o u r s e x a n d 25
he r o i n, m o r e of e ve r yt hi ng t o
do wi t h aut o m ati c r e fl e x. If the
dr am a i s bad, if t he f i l m s ays
no t hi ng, i f t he pl ay i s ho ll o w,
s t i n g m e w i t h t he t h e r e m i n , 30
l o u dl y.
I’ll
t hi nk
I’m
r e s po ndi ng t o t he pl ay, wh e n
i t ’s o nl y a t ac t i l e r e a c t i o n t o
vi br a t i o n . B ut I d o n’ t c a r e . I
j us t l i ke s o l i d e nt er t ai nm ent .” 35
Be at t y g o t u p. “I m u s t b e
go i ng. L e c t u r e ’s o ve r. I h o pe
I ’ve c l ar i f i e d t h i n gs . Th e
i m p o r t a nt t hi ng f o r y o u t o
r em em be r, M ontag, i s we ’r e the 40
H appi ne ss Boys, t he D ixie D uo ,
yo u and I an d t h e o t h e r s . We
s tand agains t t he s m al l ti de o f
t ho s e w ho w an t t o m ak e
e ve r y o n e
un h ap py
w i t h 45
c onfl i ct ing t he o ry and tho ught .
We have o ur fi nger s in t he dyke.
Ho ld st eady. Don’t let the torrent of
me lanc holy and drear phil os ophy
dr o wn o ur wo r l d. W e d e p e n d 50
o n y o u . I do n ’t t h i nk yo u
r e al i ze ho w i m po r t an t y o u
a r e , t o o ur h a p p y w o r l d a s i t
s t a n d s n o w. ”
tr. de Alfredo Crespo
que la información los ahoga, pero abrumados, pero totalmente al día en
s e cr e e r án i nt e l ige nt e s . Le s cuanto a información. Entonces,
par ec e r á que e s t án pe ns ando , tendrán la sensación de que piensan,
t e ndr án una s e ns ac i ón de tendrán la impresión de que se mueven
movimiento sin moverse. Y serán sin moverse. Y serán felices, porque
fe li ce s, pue s los hec ho s de e sa los hechos de es ta nat uraleza no
es pe cie no c ambian. No les des cambian. No les des ninguna materia
m at e ri as r e sbal adi zas, co m o delicada como Filosofía o Sociología
f i l os o f í a o ps i c ol o gí a, que para que empiecen a atar cabos. Por ese
engendran hombres melancólicos. camino se encuentra la melancolía.
El que pueda instalar en su casa una Cualquier hombre que pueda desmontar
pared de TV, y hoy está al alcance un mural de televisión y volver a
de cual quie ra, e s más fe li z que armarlo luego, y, en la actualidad, la
aquel que pr e t e nde m e dir e l mayoría de los hombre s pueden
uni ve r s o , o r e duci r l o a una hacerlo, es más feliz que cualquier
e c uac i ó n. Las m e di das y l as otro que trata de medir, calibrar y
ecuaciones, cuando se refieren al sopesar el Universo, que no puede ser
uni ve r s o , dan al ho m br e una me dido ni sopesado sin que un
sensación de inferioridad y soledad. hombre se sienta bestial y solitario. Lo
Lo sé, lo he probado. Al diablo con sé, lo he intentado ¡Al diablo con ello!
e s as c o s as . ¿Q ué ne c e s i tam o s Así, pues, adelante con los clubs las
entonces? Más reuni ones y clubes, fi es tas, lo s acróbatas y los
acróbatas y magos, automóviles de X prestidigitadore s, _ __ __ __ _ lo s
re acc ió n, he l i c ó pt er o s , s e xo y coche s a reac ción, las bicicl etas
he r o í na . To do l o qu e pue da helicópteros, el sexo y las drogas, más
hacer se con r eflejos automáti cos. de todo lo que esté relacionado con
Si el drama es malo, si l a come dia reflejos automáticos. Si el drama es
es insul sa, si l a pelí cul a no dic e malo, si la película no dice nada, si
n ad a ,
g o l p é am e
con
e l la comedia carece de sentido, dame
t h e r e m í n , rui do s am e nt e . M e una i nye cc ión de te ram i na. M e
par ec e r á ent o nc e s que es t o y parecerá que reacciono con la obra,
respondiendo a la obra. En realidad, cuando sólo se trata de una reacción
respondo con reacciones táctiles a t ác t il a las vibr aci ones. Pe ro no
las vibraciones. No intere sa. Quie ro m e i m po r t a. P r e f i e r o u n
e nt r et e ni m i e nt os só li d o s. —Beat t y e nt r et eni mi e nt o completo.
s e i n c o r po r ó . — D e b o i r m e .
Beatty se puso en pie.
La co nf e r e nc i a ha t e r m i nado .
—Hedemarcharme.Elsermónha terminado.
Espero haber aclarado las cosas. No Espero haber aclarado conceptos.
lo olvides, Montag, esto es lo más
Lo que importa que recuerdes,
importante. Somos los Muchachos Montag, es que tú, yo y los demás
Fe l ic e s , e l Co nj unt o de l Bue n s om o s l os Guar di ane s de l a
Humor, tú y yo, y todos los otros. Felicidad. Nos enfrentamos con la
Somos un dique contra esa pequeña pequeña marea de quienes desean que
mare a que quie re entr is te ce r el todos se sientan desdichados con teorías
m undo c o n un c onf l i c to de y pe ns a mi e nt os c on t r a di c t or i os .
pensamientos y teorías. Sostenemos Tenemos nuestros dedos en el dique.
el dique con nuestras manos. No lo Hay que a guant ar fir me.
sueltes. No dejes que un torrente de
No permi tir que e l tor rente de
m el anco lí a y fi lo so fí a l ó br eg a mel ancolí a y l a funesta Fil osof ía
invada el universo. Dependemos de aho gue n
nue s t r o
m un do .
t i . N o s é s i e nti e nde s qué Dependemos de ti. No creo que te
importante eres tú, qué importantes des cuenta de lo importante que eres
so mo s noso tr os, para que no se _______ para nuestro mundo feliz,
pierda la felicidad del mundo.
tal como está ahora organizado.
55
Beat ty sho ok M ont ag’s l i m p
hand. Mo ntag s t i l l s at , a s i f t he
h o u s e w e r e c o l l a ps i n g ab o u t
h i m an d h e c o u l d no t m o ve ,
i n t h e be d. Mi l d r e d ha d
van i s he d f r o m t h e do o r .
Beatty estrechó la mano débi l de
M o ntag. M ont ag no s e m ovi ó .
Parecía como si la casa estuviera
derrumbándose a su alrededor, y él
60 no pudiera moverse. Mildred había
desaparecido de la puerta.
“O ne l as t t hi ng,” s aid Beatt y.
“At least o nce in hi s career, every
fi rem an ge ts an i tc h. W hat do t he 65
bo o ks s ay, he wo nde r s . O h, t o
s c r a t c h t h at i t c h, e h ? We l l ,
Mo ntag, take my wo rd fo r i t, I’ve
had t o r ead a fe w i n m y tim e, to
kno w what I was about , and the 70
bo oks s ay nothing ! Not hing you
c an t e ac h o r be l i e ve . The y’r e
ab o ut n o n- e xi s t e nt pe o pl e ,
f i gm e nt s o f i m ag i na t i o n, i f
t he y’r e f i c ti o n. And i f t hey’r e 75
no n- f i c t i o n, i t ’s wo r s e , o ne
pr o f e s s o r c al l i ng ano t h e r an
idiot , o ne philo sopher s cre ami ng
52
— Una úl ti m a pal abr a — dij o
Beatty —. Una vez por lo menos en
su vida, el bombero se siente picado
de curiosidad. ¿Qué dirán los libros?
se pregunta. Ah, poder rascarse esa
pic adur a, ¿e h? Bueno , M ont ag,
créeme. He leído unos pocos libros
en mi juventud, sé de qué se trata.
¡Los libros no dicen nada! Nada que
puedas aprender o creer. H abl an de
gente s que no e xis te n. D el ir io s
i magi nat ivos , c uando s on obras
d e f i c c i ó n. Y s i no s o n d e
f ic c ió n, pe or aún. U n pr of e so r
q ue l l a m a i di o t a a o t r o , u n
fi ló so fo que c lava l os die nt es e n
Beatty estrechó la flácci da mano
de Mo nt ag. És t e pe r m ane c í a
s e ntado , co m o s i l a c asa s e
der rum bara a al re dedor y él no
pudi er a mo ve rs e. M il dr ed había
desaparecido en el umbral.
—Una cosa más —dijo Beatty—.
Por lo menos, una vez en su carrera
s ie nt e e sa co me zón. Empi eza a
preguntarse qué dicen los libros. Oh,
hay que aplacar esa comezón, ¿eh?
Bueno, Montag, puedes creerme, he
tenido que leer algunos libros en mi
juventud, para saber de qué trataban.
Y los libros no dicen nada. N ada
que pue da ense ñars e o c re er se .
Habl an de ge n t e qu e e xi s t e , de
e nt e s i m agi na r i o s , s i s e t r at a
de no ve l as . Y s i n o l o s o n, aún
peo r: un pr o fe so r que
l lama
i di o ta
a
otro
f il ós o fo q u e c r i t i c a a l
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
do wn ano t he r ’s g ul l e t . Al l o f
them r unni ng about, put ti ng o ut
t he st ar s and ext i nguis hing the
sun. Yo u c ome away lo st .”
tr. de Alfredo Crespo
e l gaznate de otro. Todos c or re n de
a qu í pa r a a l l á, a pa g a nd o l a s
e s t r e l l as , e xt i n gui e ndo e l s o l .
U no s e s i e n t e pe r di do .
de más all á. Y todos
a r m a n j al e o , ap aga n l as
e s t r e l l a s y e xt i n gu e n e l s o l .
U n o a c a ba po r pe r d e r s e .
“W e l l , t h e n , w h a t i f a
—Bue no, ¿y qué oc urr e s i un
f i r e m an a c c i d e n t a l l y, r e a l l y bombero se lleva accidentalmente,
no t , i nt e ndi ng anyt hi n g, t ake s no a propósito, un libro a su casa?
X — dijo Montag estremeci éndose.
a bo o k ho m e wi t h hi m ?”
—Bueno, entonces, ¿qué ocurre
si un bombero ac cide ntalmente,
si n pr oponérse lo e n re alidad, se
lleva un libro a su casa?
5
el estremecimiento no es simultáneo
a lo dicho
10
M o ntag t w i t c he d . The o pe n
do or lo oke d at him wi th it s gre at
vacant eye.
La pue r t a e nt r e abi e r t a l o
mi r ab a c o n un e n o r m e o j o
va c í o .
M o n t ag s e c r i s pó . L a pue r t a
abi e r t a l e m i r aba c o n s u
e no r m e o j o vac i o .
“A na t u r a l e r r o r . Cu r i o s i t y 15
a l o n e , ” s a i d B e a t t y . “W e
d o n ’ t g e t o ve r - a n x i o u s o r
m ad . We l e t t h e f i r e m an k e e p
t he b o o k t w e n t y- f o u r h o u r s .
I f h e h a s n ’ t b u r n e d i t b y 20
t h e n , we s i m p l y c o m e a n d
b ur n i t f o r hi m . ”
—Un
error
di s c ul pabl e .
Curiosidad, nada más —dijo Beatty
—.
No
no s
pr e o c upam o s
de m as i ado , ni no s e no j am o s .
Dejamos que el bombero guarde el
libro veinticuatro horas. Si en ese
plazo no lo quema, vamos y se lo
quemamos nosotros.
— U n e r r o r l ó gi c o . P u r a
cur iosidad —r epli có Be atty— No
no s preo cupamo s ni eno jam os en
exces o. Dej amo s que el bo mbe ro
gu ar d e e l l i b r o ve i nt i c uat r o
ho ras . Si par a e nto nce s no lo ha
he cho él , lle gam os nos ot ros y lo
quem am os .
“O f co ur se .” Mo nt ag’s m outh
—Cl aro —dij o Mo ntag con la
was dr y.
25 boca seca.
“Well , Montag. Wil l you take
another, later shi ft, today? Wi ll
we se e you to ni ght pe rhaps ?”
—Bueno, Montag. ¿Tr abajar ás
ho y e n o t r o t ur no? ¿Co ntam o s
contigo esta noche?
—Claro.
La boca de Montag estaba reseca.
— Bue no , M o nt ag. ¿Q ui e r e s
c o ge r h o y o t r o t ur no ? ¿ Te
ve rem os est a noche?
30
“I do n’t know,” said Mo ntag.
“W hat ?” Be att y l ooked faint ly
surpr ise d.
—No sé —dijo Montag.
—No lo sé —dijo Montag—.
—¿Q ué?
Beatty parecía algo sorprendido.
—¿Qué?
Beattyse mostrólevemente sorprendido.
—Iré más tarde. Quizá.
Montag cerró los ojos.
—Más tarde iré. Quizá.
35
Mo ntag s hut hi s eye s. “I’ll be
in late r. Maybe .”
“We ’d c e r t ai nl y m i s s yo u i f
— Te e x t r a ñ a r e m o s d e
yo u di dn’t s ho w, ” s ai d Be at t y, 40 ve r a s s i f a l t a s — d i j o Be a t t y,
put t i ng hi s pi pe i n hi s po c ke t g u a r d á n d o s e l a p i p a e n e l
tho ught ful l y.
X b o l s i l l o __________ .
—Desde luego, si no te presentaras,
te echaríamos en falta —dijo Beatty,
guardándose la pipa en un bolsillo con
expresiónpensativa —.
I’ l l ne ve r c o m e i n ag ai n,
No iré
thought Mo ntag.
45 M o n t a g .
pensó
«Nunca volveré a comparecer por
allí», pensó Montag.
—Q ue t e pongas bie n y s igas
bien —dijo Beatty.
—Bueno, que te alivies —dijo
Beatty—.
“G et wel l and ke ep wel l,” said
Be att y.
H e t ur n e d an d w e nt
thro ugh the ope n doo r.
o ut
M o nt ag wat c hed t hro ugh t he
wi ndo w as Beat ty dr ove away in
hi s g l e am i ng ye l l o w - f l am e c ol oure d be et le wi th t he black,
char-c oloured tyre s.
Ac ro ss the s tre et and down t he
way t he o ther ho us es s to od wit h
t he i r f l at f r o nt s . W hat wa s i t
Clari ss e had said o ne aft er no on?
“N o f r o nt po r c h e s . M y unc l e
s ay s t h e r e us e d t o b e f r o n t
po r c he s . And pe o pl e s at t he r e
so me ti me s at ni ght, talking when
t he y want ed t o tal k, r oc ki ng, and
n o t t al ki ng w he n t h e y d i d n’ t
want to tal k. Som et ime s t hey just
s at t he r e a nd t h o u gh t ab o u t
t hi ngs , t urne d t hi ngs o ve r. M y
unc le s ays the ar c hi te ct s go t ri d
of the fr ont porc hes bec aus e they
didn’t lo o k wel l. But m y uncl e
s ay s
t h at
w as
mer el y
r at io nali zi ng i t; t he r eal re as on,
h i d de n un de r n e at h, m i g ht b e
50
55
60
65
70
75
53
nunca,
Se volvi ó y s alió por l a pue rta X D i o l a v u e l t a y
abiert a.
m a r c h ó _____________.
se
Montag
mir ó
por
la
ve n t a n a m i e n t r a s B e a t t y s e
a l e j a ba e n s u c o c h e , a m a r i l l o
c o mo e l f ue go , c o n r u e das
c e n i c i e n t as .
Montag vigiló por la ventana la
partida de Beatty en su vehículo de
brillante color amarillo anaranjado,
con los neumáticos negros como el
carbón.
D e l o t r o l ado de l a c al le s e
al z aban l o s f r e nt e s c hat o s de
l as c asas . ¿Qué había dic ho
C l a r i s s e u na t a r d e ? «N o ha y
po r che s . M i t í o di ce que ant e s
ha bí a po r c he s . Y l a g e n t e s e
s e n t aba al l í e n l as no c he s de
ve r ano , y habl aba cuando te ní a
g a n as
de
ha b l a r ,
y
se
bal anc e aba e n l as me c e do r as , y
n o h ab l a b a c ua n d o n o t e n í a
g a n as d e ha b l a r . A ve c e s s e
que daban al l í , s i m pl e m e nt e , y
pe ns aban c os as . M i tí o di c e que
l o s ar qui t ec t o s s upri m i er o n l o s
por c he s co n l a e xc us a de que no
q u e da b a n
bie n.
P e ro
la
ve r da d e r a r az ó n , l a r a z ó n
o c ul t a, e r a o t r a. N o que rí an que
Al o t r o l a d o d e l a c a l l e ,
hac ia abaj o , l as c asas s e
e r guían
con
sus
lisas
f ac hadas . ¿Qué habí a di c ho
Cl ar i s s e u na t a r d e ? « Na da
d e p o r c h e s d e l a n t e r o s . Mi tío
dice que antes solía haberlos. Y la
gente, a veces, se sentaba por las
noches en ellos, charlando c uando
as í l o de s eaba, me c i é ndos e y
guardando si l e nc io c uando no
que rí a habl ar. Ot r as ve c e s
pe r mane c í an
al l í
s e nt ado s ,
meditando sobre las cosas. Mi tío
di c e
que
los
ar qui t ec t o s
pr e sc i ndi e ro n de l o s po rc he s
frontales porque estéticamente no
resultaban. Pero mi tío asegura que
é s t e f ue s ól o un pr e t e xt o. El
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he y di dn’t want peo ple si t t ing
li ke t hat , do ing nothing, ro cking,
t al ki ng; that was t he wro ng kind
o f so ci al l if e. P e ople t al ke d to o
m uc h. A nd t he y ha d t i m e t o
t hi nk. So the y r an of f wi th the
po rc he s. And t he gar de ns , to o .
N ot m any garde ns any mo r e t o
s i t ar o und i n. And l o o k at t he
f ur ni ture . No r oc ki ng-c hair s any
m or e. The y’re t oo c om fo rt able .
G e t p e o pl e up an d r u nn i n g
aro und. M y unc l e s ays … and…
m y uncl e … and… m y unc le … ”
H er voi ce f aded.
tr. de Alfredo Crespo
l a ge nt e s e pas as e las ho r as s i n
hac er nada, é s a no er a l a
ve r dade r a vida s o c ial . La ge nt e
h a b l ab a d e m a s i a d o . Y t e n í a
t i e m po p ar a p e ns a r. A s í qu e
s upri m i e r o n l o s po rc he s . Y l o s
j ar di ne s t a m b i é n . Ya n o m á s
j ardi ne s par a e s t ar e n e l l o s. Y
m ir e lo s mu e b le s . N o má s
m e c e d o r as . So n de m a s i ad o
c óm odas . La gent e de be e st ar de
pi e , y c o r r i e nd o de un l ado a
o tr o. M i tí o di ce . .. y.. . mi t ío .. .
y. .. m i tí o . .. » La vo z de Cl ar is se
s e apagó po c o a po co .
verdadero motivo, el motivo oculto,
pudiera ser que no querían que la
gente se sentara de esta manera, sin
hacer nada, meciéndose y hablando.
Éste era el aspecto malo de la vida
social. La gente hablaba demasiado.
Y tenía tiempo para pensar. Entonces,
eliminaron los porches. Y también los
jardines.Ya no más jardines donde poder
acomodarse.Yfíjese en el mobiliario.Ya
no hay mecedoras. Resultan demasiado
cómodas. Lo que conviene es que la
gente se levante y ande por ahí. Mi tío
dice... Y mi tío... Ymi tío ... »
La voz de ella fue apagándose.
Mo ntag se vo lvió y mir ó a su
mujer. Sentada en medio de la sala
le hablaba a un anunciador, quien a
su vez le hablaba a ella.
— Se ño r a M o ntag — de c ía e l
hombre. Esto, aquello y lo de más
allá —. Señora Montag... —Esto y
aquello y lo otro.
Cada vez que e l anunc i ado r,
al dir i gir s e a s u audit o ri o
an ó ni m o , h ac í a una pa us a, e l
di s po s i t i vo c o nve r s o r que l e s
h ab í a c o s t a d o c i e n dó l a r e s
i nt e r c a l ab a e l n o m br e d e
Mil dre d.
Un
m o de l a do r
e s pe c i al , apl i c ado al ár e a que
r o de ab a l a b o c a de l ho m b r e ,
hac í a que e l m ovi mi e nt o de lo s
l ab i o s s i g u i e s e c o n t o d a
c o r r e c c i ó n l a s s í l ab a s y
c o n s o na n t e s . U n am i go , s i n
duda, un buen am i go .
—Señora Montag... mire esto.
Montag se volvió y miró a su esposa,
quien, sentada en medio de la sala de
estar, hablaba a un presentador quien, a
su vez, le hablaba a ella.
— M r s . M o n t ag — d e c í a é l .
E s t o , a q ue l l o y l o m á s a l l á —
. M r s . M o n t ag . . .
Algo más, y vuelta a empezar. El
aparat o c onve rso r, que les había
co st ado un c entenar de dólare s,
sum inist raba autom áticamente el
no mbre de el la s ie mpre que e l
presentador se dirigía a su auditorio
anónimo dejando un breve silencio
para que pudieran encajar, las sílabas
adecuadas. Un mezclador especial
conseguía, también, que la imagen
televisada del presentador en el área
inmediata a sus labios, articulara,
magníf ic am ente , las vo cale s y
consonantes. Era un amigo, no cabía la
menor duda de ello, un buen amigo.
—Mrs. Montag, ahoramire hacia aquí.
M i ldr e d vo l vi ó l a c abe za.
Aunque era evidente que no estaba
escuchando.
M i l d r e d vo l vi ó l a c a b e z a .
A u n q u e e r a o b vi o q u e n o
e s t aba e s c uc hando .
M o n t a g s a i d , “I t ’s o n l y a
s t e p f r o m n o t go i n g t o wo r k
—Sólo hay un pas o de no ir al
t o day
to
not
w o r k i n g tr abajo ho y a no tr abajar m añana
tomorrow, t o no t wo r ki ng a t — d i j o M o n t a g — . _______
t he f i r e ho us e e ve r agai n. ”
50 _________ N i nu n c a m ás .
X
—Sólo hay un paso entre no ir a
trabajar hoy, no ir a trabajar mañana y no
volver a trabajar nunca en el cuartel de
bomberos —dijo Montag—.
“You are going to work tonight,
though, aren’t you?” said Mildred.
—Pero irás a trabajar esta noche,
¿no es cierto? —dijo Mildred.
—Pero esta noche irás al trabajo,
¿verdad? preguntó Mildred —.
“I haven’t de cided. Ri ght now 55
—No lo sé aún. En este momento
I’ve got an awful feeling I want to s i ent o des e o s de r o mpe r algo ,
smash things and kill things.”
destrozar algo.
—Aún no estoydecidido. En este momento
tengola horriblesensaciónde que deseodestrozar
todas las cosas queestána mi alcance.
M ontag t urned and l oo ked at
hi s wif e, who sat in the mi ddle of
t h e p ar l o u r t al ki n g t o an
an no u nc e r, wh o i n t ur n w as
talki ng to he r. “M rs. M ont ag, ” he
was s ayi ng. Thi s , t hat and t he
ot her. “Mr s. M ont ag?” Som ethi ng
e l s e and s t i l l a no t he r . The
co nve rt er att achme nt, whic h had
c os t t he m one hundre d do l lars ,
autom at ically supplie d her name
wh e n e ve r
t he
an no u nc e r
ad dr e s s e d
hi s
an o n ym o us
audi ence, l eaving a bl ank whe re
t he p r o pe r s yl l abl e s c o u l d be
f i ll e d in. A s pe c ial s po t - wave s c r am bl e r al s o c au s e d h i s
t e l e vi s e d i m a ge , i n t he ar e a
i m m edi at e l y abo ut hi s l i ps, t o
mo uth t he vowels and conso nants
be autif ull y. He was a fri end, no
do ubt o f i t, a goo d f ri end. “Mr s.
Mo ntag, no w l ook ri ght here .”
5
10
15
20
25
30
35
40
H er he ad turne d. Though she
qui te o bvio usly was not lis teni ng.
45
“G o t ake the bee tle .”
—Saca el coche.
—Date un paseo con el auto.
—No, gracias.
—No, gracias.
60
“No t hanks. ”
“The keys t o t he be etl e are on
the night tabl e. I al ways like to
dri ve f as t when I f ee l that way. 65
Yo u get it up ar ound ninety-fi ve
an d y o u
fe el
wo n de r f u l .
So me ti mes I drive al l night and
co me bac k and yo u don’t kno w i t.
It ’s f un out in the country. You hit 70
rabbi ts, s ome tim es you hit dogs.
Go take the bee tle .”
—Las llaves del coche están en
la me sa de l uz. Si empre que me
siento así, tengo ganas de correr.
Llega uno a los ciento cincuenta
ki lóm et ros po r hor a y se s iente
mucho mejor. A veces corro toda la
noche y vuelvo a casa, y tú no te
has dado cuenta. Es divertido en el
campo. Uno atropella c onejos , y
hasta perros. Saca el coche.
—Las llaves están en la mesilla de
noche. Cuando me siento de esta
manera, siempre me gusta conducir
aprisa. Pones el coche a ciento cincuenta
por hora y experimentas una sensación
maravillosa. A veces conduzco toda la
noche, regreso al amanecer y tú ni te has
enterado. Es divertido salir al campo.
Se aplastan conejos. Aveces, perros. Ve
a coger el auto.
“N o, I don’t want t o, this tim e.
I want t o ho ld o n t o thi s funny 75
thing. God, i t’s gott en big o n m e.
I do n’t kno w what i t i s . I’m s o
damne d unhappy, I’m s o m ad, and
— N o. N o e s t a ve z. No quie r o
l i b r a r m e de e s t o . D i o s , e s t á
c r e ci e ndo de nt r o de m í . No s é
qué e s .
Me s i e nt o
t an
de s gr ac i ado , t an t r is t e . Y no s é
—No, ahora no me apetece. Quiero
estudiar esta sensación tan curiosa.
¡Caramba! ¡Me ha dado muy fuerte!
No sé lo que es. ¡Me siento tan
condenadamente infeliz, tan furioso! E
54
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
I don’t know why I fee l like I’m
put ting on we ight. I fee l fat . I f eel
li ke I’ve bee n saving up a lo t of
t hi ngs , and do n’t kno w what . I
mi ght even st art re adi ng bo oks .”
tr. de Alfredo Crespo
po r qué . Sie nt o c o mo s i pes as e
m ás . M e s i ent o go rdo . Co mo s i
hubie s e e s tado guardando al go ,
no sé qué . Has t a podr í a
e m pezar a le e r l i br o s .
ignoro por qué tengo la impresión de que
estuviera ganando peso. Me siento gordo.
Como si hubiese estado ahorrando una
serie de cosas, yahora no supiese cuáles.
Incluso sería capaz de leer.
Mildred miró a Montag como si él
estuviese detrás de la pared de cristal.
—Entonces ¡rías a la cárcel, ¿no?
—Te meterían en la cárcel, ¿verdad?
Ellale miró como si Montagestuviese
detrás de la pared de cristal.
He be gan to put o n his clo the s,
m o vi n g r e s t l e s s l y a bo u t t he
be dro om. “Yes , and it mi ght be a
good idea. Be fore I hurt some one.
D i d yo u he ar Be at t y? D i d yo u 15
li ste n to him ? H e kno ws al l t he
answe rs . H e’s r ight. Happi nes s is
im por tant. Fun is e ver ything. And
ye t I kept si tti ng there sayi ng to
m ys e l f, I’m no t happy, I’m no t 20
happy. ”
Montag comenzó a vestirse,
moviéndose de un lado a otro del cuarto.
— Sí , y s er í a una bue na idea.
Antes de que haga daño a alguie n.
¿Has oí do l o que de cí a Be at ty?
Co no c e t o das l as r e s pu e s t a s .
Ti ene razón. La f el ici dad im por ta
mucho. La di ve rs ió n es t odo. Y
s i n e m b ar g o a l l í e s t a ba yo
di cié ndo me a mí mis mo: no s oy
fe liz, no soy f eli z.
Montag empezó a ponerse laropa; se
movía intranquilo por el dormitorio.
—Si, y quizá fuese una buena idea.
Antes de que cause daño a alguien.
¿H as oído a Be at ty? ¿Le has
es cuc hado? Él sabe t odas l as
re spuest as. Ti ene s r azó n. Lo
im por tante es la fe lic idad. La
diversión lo es todo. Y sin embargo,
sigo aquí sentado, diciéndome que no
soy feliz, que no soy feliz.
“I am.”
M il dr ed’s
m o ut h be a m e d . “An d
pr oud of it .”
—Yo sí. —La boca de Mildred
irradió una sonrisa.— Y me siento
orgullosa.
—Yo sí lo soy. —Los labios de
Mildred sonriero Y me enorgullezco
de ello.
“I’m goi ng to do som et hi ng,”
— Vo y a h a c e r a l g o —
said Mo ntag. “I do n’t even know d i j o M o n t a g — . N o s é
what ye t , but I’m go i n g t o do t o d a v í a q u é , p e r o va a s e r
so met hing big.”
30 a l g o g r a n d e .
— H e de hac e r al go —
d i j o M o n t a g — . To d a v í a
no qué, per o será algo
grande.
“I’m ti red of li st eni ng to this
junk, ” s aid Mi ldr ed, t urning fr om
hi m t o t he announce r agai n.
—Oh, tanta palabrería me cansa
—dijo Mil dre d volviéndose ot ra
vez hacia el anunciador.
—Estoy cansada de escuchar estas tonterías
—dijo Mildred, volviendo a concentrar su
atención en el presentador—.
M o n t a g t o c ó l a l l a ve d e l
vo l um e n y e l a nu nc i a do r
e nm ud e c i ó .
M o nt a g t o c ó e l c o n t r o l de
vo l um e n de l a pa r e d y e l
pr ese ntado r s e quedó s in vo z.
5
“The y’d put yo u i n j ai l ,
wouldn’t they?” She looked at him
as if he were behi nd the glass wall.
10
25
35
M o nt ag t o uc he d t he vo l um e
c o nt r o l i n t he w al l an d t he
announc er was s pee chl es s.
“M il lie ?” He paus ed. “Thi s is
yo ur house as wel l as m ine . I fe el
i t ’s o nl y f ai r t hat I t e l l y o u
s o m e t hi ng no w. I s ho ul d have
to ld you be for e, but I was n’t even
adm i t t i ng i t t o m ys e l f . I have
s o m e t hi ng I want yo u t o s e e ,
so met hi ng I’ve put away and hid
dur i n g t he pas t ye ar, no w and
again, o nce i n a whil e, I didn’t
know why, but I di d i t and I never
to ld you.”
40
— ¿M i l l i e ? — U na pa u s a —
E s t a c as a e s t a n t uy a c o m o
m í a. Si e n t o q ue e s j u s t o
d e c i r t e al g o . P ud e h a bé r t e l o
d i c ho an t e s , pe r o n o l o qu i s e
a dm i t i r , ni s i q u i e r a an t e m í
m i s m o . Q ui e r o q ue ve a s
a l g o , a l go qu e f u i a p ar t a nd o
y e s c o nd i e n d o d u r a nt e e s t e
a ñ o ú l t i m o . N o s é po r q u é ,
p e r o l o hi c e y no t e l o d i j e
nunc a.
—Mi llie. —Hizo una paus a.—
És ta e s tu cas a l o mi smo que la
mía. Considero justo decirte algo.
Hubiera debido hacerlo antes, pero
ni
s i qui e r a
lo
adm i t í a
i nt e ri o r m e nt e . Te ngo al go que
qui e r o que ve a s , al go que he
se parado y esc ondido durante el
año pasado, de cuando, en cuando,
al presentarse una oportunidad, sin
saber por qué , per o t ambié n s in
decírtelo nunca.
H e t o o k ho l d o f a s t r ai ght backe d c hair and mo ved i t s lowly
and s teadi ly int o t he hal l near t he
fr ont door and c li mbe d up on it
and s to o d f o r a m om e nt l i ke a
s t at ue o n a pe d e s t al , hi s wi f e
s t and i n g u nde r hi m , w ai t i n g.
Then he r e ache d up and pull e d
ba c k t he g r i l l e o f t he ai r co ndi ti oni ng sys te m and re ached
far back i ns ide to t he r ight and
mo ved s til l ano the r s li ding s he et
o f m et al and to o k o ut a bo o k.
Wi tho ut lo oki ng at it he dr opped
it t o the fl oo r. H e put hi s hand
back up and to ok out t wo boo ks
and m o ve d hi s hand do w n and
dr o ppe d t he t wo bo o ks t o t he
f lo or. He ke pt m oving his hand
and dro ppi ng boo ks , s mal l one s,
f ai r ly l ar ge o ne s , ye l l o w, r e d,
gr een o nes . W hen he was do ne he
l oo ke d do wn upo n so me t we nt y
bo oks l ying at his wi fe’s fee t.
To m ó un a s i l l a de r e s p al do
r e c t o y l a a r r a s t r ó l e nt a m e n t e
55 ha c i a e l ve s t í b ul o . Se s ub i ó a
l a s i l l a y s e q u e d ó i n m ó vi l
un o s i n s t ant e s , c o mo u na
e s t a t ua , m i e nt r as s u m uj e r l o
mi r ab a
de s de
ab aj o
y
60 e s p e r a b a . L u e g o e s t i r ó u n
brazo y ti ró de la r e ji l l a de l
si ste ma
de
ai r e
ac o nd i c i o n ado , y m e t i ó e l
br azo e n e l a gu j e r o , a l a
65 d e r e c h a , a p a r t ó
o t r a ho j a
m e t á l i c a y s ac ó u n l i b r o . S i n
m i r a r l o , l o de j ó c ae r. Vo l vi ó
a m e t e r l a m a n o , s ac ó o t r o s
do s l i br o s y l o s de j ó c ae r.
70 Si gui ó as í , m e t i e n do l a m a no
y s a c an d o l i br o s , p e qu e ñ o s ,
gr an de s , ama r i l l o s , r o j o s ,
ve r de s . Cu and o t e r m i n ó , ba j ó
l a v i s t a y m i r ó l o s ve i n t e
75 l i br o s q ue s e a m o nt o n ab an a
l o s p i e s d e M i l dr e d.
Montag cogió una silla de recto
res paldo , la desplazó le ntame nte
hast a e l ve s t í bul o , ce r c a de l a
puerta de l entrada, se encaramó en
e l l a, y pe r m a ne c i ó po r un
mom ento como una estat ua en un
pedestal, en t anto que su espo sa,
c o n l a c abe za l e van t ada, l e
o bs e r vab a. En t o nc e s M o n t ag
levantó los brazos , ret iró l a re ja
del sistema de acondicionami ento
de aire y meti ó la mano m uy hacia
la derec ha hasta mo ver o tra hoja
deslizante de met al; después , sacó
un libro. Sin m irarl o, lo dejó c aer
al suelo. Volvió a m eter la mano y
sacó dos libros, bajó la m ano y los
de j ó c ae r al s ue l o . Si g ui ó
act uando Y de jando c aer li bro s
pe que ño s , gr and e s , am ar i l l o s ,
r o j o s , ve r de s . Cua ndo h ubo
t er m inado, mi r ó l a vei nt ena de
libros que yac ían a los pies de su
espo sa.
“I ’ m s o r r y, ” h e s a i d . “I
—Lo lamento —dijo —. No lo
—Lo siento —dijo—. Nunca me
45
50
55
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
di dn’ t r e al l y t hi nk. Bu t n o w i t
l o o ks a s i f we ’ r e i n t h i s
t o ge t he r . ”
tr. de Alfredo Crespo
pensé realmente. Pero siento ahora
como si hubiésemos estado juntos
en esto.
había detenido meditarlo. Pero ahora
parece como si ambos estuviésemos
metidos en esto.
Mildred retrocedió como si se
viese de pronto ante una invasión
de ratas que habían salido de debajo
del piso. Respiraba con dificultad,
estaba pálida y tenía los ojos muy
abiertos. Pronunció el nombre de
M o ntag, U na, do s , t r e s vec e s .
Lue go , gi mi e ndo , s e i ncl i nó
rápidamente hacia adelante, tomó
un li br o y c o r r ió hac ia e l
incinerador de la cocina.
Mildred retrocedió como si, se viese
de repente, delante de una bandada de
ratones que hubiese surgido de improviso
del suelo. Mo ntag o yó l a r ápi da
respiración de ella, vio la palidez de
su rostro y cómo sus ojos se abrían de
par en par. Ella pronunció su nombre,
dos, tres veces. Luego, exhalando un
gemido, se adelantó corriendo, cogió
un li bro y se pr eci pit ó hac ia el
incinerador de la cocina.
Montag dio un grito y la alcanzó.
La tomó por un br azo y Mildred
trató de librarse de él, arañándolo.
Montag la detuvo , mientras ella
chillaba. La sujet ó y Mildred trató
de soltarse, arañándole.
— ¡N o, M i l li e , no! ¡Es pe r a!
Q ui et a, po r f avo r. N o s abes . . .
¡Quieta!
Montag la abofeteó, y volvió a
tomarla por un brazo, sacudiéndola.
Mildred dijo otra vez el nombre de
Montag y se echó a llorar.
—¡No, Millie, no! ¡Espera!¡Deténte!
Tú no sabes...
—¡Cállate!
La abofeteó, la cogió de nuevo y la
sacudió.
Ella pronunció su nombre y empezó
a llorar.
“M i l l i e ! ” he s a i d . “L i s t e n.
— ¡M il li e ! —di jo M ont ag — .
G ive me a s ec ond, wil l yo u? We 30 E s c úc ha m e . C o n c é de m e u n
c an’t do anyt hi ng. We c an’t bur n mi nuto , ¿quie re s? N ada podem os
t he se . I want t o l oo k at t he m, at hac e r. N o po dem o s que mar l os .
l east l oo k at t he m once . Then i f Q u i e r o ve r l o s , p o r l o m e n o s
what t he Capt ai n s ays i s t r ue , ec harle s una o je ada. Lue go , s i l o
we ’ll burn them to get he r, bel ie ve 35 que di j o e l c ap i t án e s ve r dad,
m e , we ’l l bur n t he m t o ge t he r. lo s que m ar e m o s j unt o s . D e b e s
You m us t he lp m e. ” H e l o o ke d ayudar me . —M i ró a Mi ldre d a l a
down into her f ac e and to ok hol d c ar a, y co n una m ano le to m ó l a
o f he r chin and hel d he r fi rm ly. bar bi l la, f ir me m ente . N o m ir aba
H e was lo oking not o nl y at her, 40 s ól o a M i ldre d, se busc aba en s u
but f or him se lf and what he m us t r o s t r o , bus c a ba l o q ue d e b í a
do , in he r face . “Whet her we li ke ha c e n — N o s g us t e o no n o s
this or not, we’r e in it . I’ve never gus t e , e st am os e n e s t o . N o t e
asked f or m uc h fr om you i n al l he pe di do c as i nad a e n e s t o s
t he s e years , but I as k it no w, I 45 añ o s , pe r o aho r a s í , po r f avo r.
ple ad f or i t. We’ve got t o st ar t Te n e m o s q u e s a l i r d e a l g ú n
s o m e w he r e he r e , f i gur i n g o ut m o do , ave r i guar qu é n o s pas a,
why we ’re in suc h a me s s, yo u a t i c o n t us m e di c i n as p a r a l a
and t he me di c i ne at ni ght , and n o c h e y e l a u t o m ó v i l , y a
t he c ar , and m e and m y wo r k. 50 m í c o n m i t r a b a j o . Va m o s
We ’r e heading right fo r t he cl if f, h a c i a e l a b i s m o , M i l l i e.
M il li e. G od, I don’t want to go D i o s , n o q u i e r o s e g u i r a s í .
o ve r. Thi s is n’t go ing to be easy. E s t o no va a s e r f ác il . N o no s
We have n’t anyt hi ng t o go o n, q ue d a c a s i na d a, pe r o q u i z á
but m aybe we can pi ec e i t o ut 55 p o d a m o s
r e c o m p o ne r
lo s
and fi gure i t and he lp e ac h ot he r. p e d a zo s y ay u d ar n o s . Te
I nee d yo u so m uch r ight now, I ne ce si to t anto ahor a. N i si quie ra
c an’t t el l yo u. If you l ove me at pue do de cí r te l o. Si to daví a m e
a l l y o u ’l l pu t up w i t h t h i s , qui e r e s , m e ayu dar ás e n e s t o .
t we nt y- f o ur, fo r ty- e ight ho urs , 60 Ve i nt i c uat r o ho r as , c uar e nt a y
t hat’s al l I as k, t hen i t’ll be over. o c h o ho r as , no t e p i do m ás .
I pro mi se , I swear! And i f ther e Lue go t o do habrá te r mi nado . Te
is s om et hi ng he re , just one li tt le l o pro m et o , ¡t e l o j ur o ! Y si hay
t hi n g o ut o f a wh o l e m e s s o f al go aquí , s i sal e al go de to da
t hi ngs, m aybe we c an pas s it o n 65 e s ta c onf us ió n, qui zá po dam o s
to s om eo ne e ls e. ”
i ni c i ar ot r a vi da.
—¡Mil lie ! — di jo Montag—.
Escucha. ¿Quieres concederme un
segundo? No podemos hacer nada. No
po dem os
que mar los . Q uie ro
examinarlos, por lo menos, una vez.
Luego, si lo que el capitán dice es
ci ert o, los quem are mos junto s,
créeme, los quemaremos entre los dos.
Ti ene s que ayudarme . — Bajó la
mir ada hacia el r ostr o de ella y,
cogiéndole la barbilla, la sujetó con
firmeza. No sólo la miraba, sino que,
en el rostro de ella, se buscaba a sí
mismo e intentaba averiguar también
lo que debía hacer—. Tanto si nos
gusta como si no, estamos metidos en
esto. Durante estos años no te he
pedido gran cosa, pero ahora te lo
pido, te lo suplico. Tenemos que
empezar en algún punto, tratar de
adivi nar po r qué se nti mos es ta
confusión, tú y la medicina por las
noches, y el automóvil, y yo con mi
tr abajo.
No s
enc ami nam os
directamente al precipicio, Mildred.
¡Dios mío, no quiero caerme! Esto no
resultará fácil. No tenemos nada en
que apoyarnos, pero quizá podamos
anali zar lo , i ntuirl o Y ayudarnos
mutuamente. No puedes imaginar
cuánto te necesito en este momento.
Si me amas un poco admitirás esto
durante veinticuatro, veintiocho horas
es todo lo que te pido. Y luego habrá
terminado. ¡Te lo prometo te lo juro!
Y si aquí hay algo, algo posible en
toda esta cantidad de cosas, quizá
podamos transmitirlo a alguien.
She wasn’t fighting any more, so
he let her go. She sagged away from
him and slid down the wall, and sat 70
on the floor looking at the books.
Her foot touched one and she saw
this and pulled her foot away.
Montag soltó a Mildred, que ya
no luchaba. Mildred se dejó caer,
apoyándose en el muro, y se quedó
se nt ada en e l pis o, m ir ando l os
li bros . Vi o que su pie rozaba un
volumen y apartó el pie.
Ella ya no forcejeaba; Montag la soltó.
Mildred retrocedió tambaleándose, hasta
llegar a la pared. Yuna vez allí se deslizó y
quedó sentada en el suelo, contemplando
los libros. Su pie rozaba uno y, al notarlo,
se apresuró a echarlo hacia atrás.
“That wo man, the ot her night, 75
—Es a muje r de la ot ra noc he,
M i ll i e , yo u we r e n’t t he r e . Yo u Millie —continuó Montag —. Tú
di dn’t see he r f ac e. And Cl ar iss e. no estabas allí. No le viste la cara.
Yo u never tal ke d t o her. I talked Y Clarisse. N unc a habl as t e c o n
—Es a muje r de la ot ra noc he,
Millie... Tú no es ta, viste allí. No
viste su rostro. Y Clarisse. Nunca
llegaste a hablar con ella. Yo sí. Y
M il dr e d bac ke d away as i f she
wer e sudde nl y c onf r ont ed by a
pac k of mi c e t hat had co m e up
o ut of t he fl o or. He co uld hear
he r br e a t hi n g r ap i dl y and he r
f ac e was pale d o ut and her e ye s
wer e f as t ened wi de . She sai d hi s
name o ver, t wi c e , t hr ee t i me s .
The n m o ani ng, she r an f o rward,
s e i ze d a bo o k and r an t o w ar d
t he ki t c he n i nci ne rat or.
5
10
15
H e caught her, shr ie ki ng. H e
hel d he r and she t r i ed t o f i ght
away fr om him , s cratc hing.
20
“N o , Mi l l i e , n o ! Wa i t !
S t o p i t , w i l l y o u ? Yo u d o n ’ t
k n o w… S t o p i t ! ” H e s l a p p e d
her face, he grabbed her
agai n and s ho o k he r.
25
She said hi s name and
be gan t o c r y.
56
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
to her. And me n l ike Beatty are
af rai d of her. I c an’t unders tand
it . W hy shoul d t hey be s o afraid
of so me one li ke he r? But I ke pt
putti ng her alo ngs ide the fi rem en 5
i n t he ho us e l a s t ni g ht , an d I
s udde nl y r e al i ze d I di dn’t l i ke
t h e m at a l l , an d I di dn’t l i ke
m ys e l f at al l a ny m o r e . And I
thought maybe it would be be st 10
i f the fi re me n them se lves wer e
bur nt. ”
“G uy!”
tr. de Alfredo Crespo
e l l a . Yo s í . Y ho m b r e s c o m o
Be at t y t e m í an a Cl ar i s s e . N o
e n t i e n do . ¿ P o r q u é t e m e r a
al gui e n c o m o el l a? La c o m par é
c o n l o s bo mb e r o s , e n e l
c ua r t e l , l a o t r a no c h e , y d e
pr o nt o c o mpr e ndí que l o s
bo mbe r o s no me gus t aban
n a d a , y q u e y o t a mp o c o m e
gus t aba nada. Y pe ns é que
qui zá s e r í a m e j o r que m ar a l o s
bo m be r o s .
—¡G uy!
ho mbre s co mo Beatt y le t ie ne n
miedo. No puedo entenderlo. ¿Por
qué han de sentir tanto temor por
alguien como ella? Pero yo seguía
c o l o c ándo l a a l a al t ura de l o s
bom bero s en el c uart el, cuan do
anoche comprendí, de repente, que
no me gustaba, nada en absoluto,
y que t am po c o yo m i s m o m e
gust aba. Y pensé que quizá f uese
mejor que quienes ardiesen fueran
los propios bomberos.
—¡Guy!
15
Th e fr o n t
c all e d s o f tl y:
door
vo i c e
La voz de la puerta de calle llamó
en un murmullo.
El altavoz de la puerta de la calle dijo
suavemente:
“Mr s . M o nt ag, M r s. Mo nt ag,
— Se ño r a M o nt ag, s eño r a
s o m e o ne he r e , s o m e o ne he r e , 20 Montag, alguien vino, alguien vino,
M r s . M o nt a g, M r s . M o n t a g, s eñor a Mo nt ag, s eñor a Mo nt ag,
so meo ne here .”
alguien vino, alguien vino.
—Mrs.
Mo ntag,
Mrs.
M o n t a g, a qu í h ay a l g ui e n ,
ha y a l g ui e n, Mr s . Mo n t a g,
M r s . Montag, aquí hay alguien.
Soft ly.
Un murmullo.
_______________
25
Th e y t ur n e d t o s t a r e a t t h e
do o r and t he bo o ks t oppl e d
e ve r y w h e r e , e ve r y w h e r e i n
he aps .
Montag y Mildred se volvieron
y mir aro n la pue rta y lo s l ibr os
desparramados por todas partes, por
todas partes, en montones.
Ambos se volvieron para observar la
puerta. Y los libros estaban
desparramados por doquier, formando,
incluso; montones.
30
“Beat ty!” sai d M il dre d.
—¡Beatty! —dijo Mildred.
—¡Beatty! —susurró Mildred—.
“It c an’t be him .”
—No puede ser él.
—No puede ser él.
“H e ’s c o m e
whis pe re d.
ba c k! ”
s he
35
The front door voice called again
softly. “Som eone here …”
— ¡H a
Mildred.
vue l to !
— m urm ur ó
La voz de la puerta llamaba otra vez:
—Alguien vino...
— ¡ H a r e gr e s a do ! — s us ur r ó
el la—.
La voz volvió a llamar suavemente:
—Hay alguien aquí...
40
“We wo n’t ans we r. ” M o nt ag
lay bac k agai nst t he wal l and then
s l o wl y s an k t o a c r o u c hi ng
po sit io n and began to nudge t he X
bo o ks , be wi l de r e dl y, wi t h hi s 45
t hum b, hi s f o re f i nge r. H e was
shive ri ng and he want ed above all
to sho ve the books up through t he
ve nti lat or again, but he knew he
co uld not fac e Beatty agai n. He 50
cr ouc hed and the n he s at and t he
vo i c e of t he f r o nt doo r s po ke
agai n, m or e insis te nt ly. Mo nt ag
pi c ke d a s i ngl e s m a l l vo l um e
f r o m t he f l o o r. “W he re do we 55
be gin?” He ope ned the bo ok hal fway and pe ere d at it. “We begin
by be gi nni ng, I guess .”
—No contestemos.
Montag se apoyó en la pared y
l ue go , l e ntam e nt e , s e puso e n
cuclillas y movi ó los li bros con el
codo, el pulgar, el índice. Temblaba
de pies a cabeza, y hubiese querido,
sobre to das l as cos as, m eter los
libros otra vez en su agujero. Pero
no podía enfrentarse de nuevo con
Be at ty. Se s entó entonce s e n el
suelo y la voz de la puerta de calle
vo l vi ó a ll am ar, c o n mayo r
i ns is t e nc ia. M o ntag t o mó un
pequeño volumen.
— ¿P o r dó nde e m pe zar e m o s ?
— Abr i ó a m e di as e l l i br o y l e
e c hó una o j e ada.— P o r e l
pr i nc i pi o , s upo ngo .
—No contestaremos.
Montag se recostó en la pared, y,
luego,conlentitud,fueresbalandohastaquedar
encuclillas.Entoncesempezóaacariciar los
libros, distraídamente, con el pulgar y
el índice. Se estremecía y, por encima
de todo, deseaba volver a guardar los
libros en el hueco del ventilador, pero
comprendió que no podría enfrentarse
de nuevo con Beatty. Montag acabó por
sentarse, en tanto que la voz de la puerta
de la calle volvía a hablar, con mayor
insistencia. Montag cogió del suelo un
volumen pequeño.
—¿Por dónde empezamos? —Abrió a
medias un libro y le echó una ojeada—.
Supongo que tendremos que
empezar por el princi pio.
“He ’l l c o me i n, ” sai d
M i l d re d , “an d bu r n u s
and the bo o ks !”
— Beat t y va a e nt r ar —di j o
M i l dr e d— , ¡y no s que m ar á a
nosotros junto con los libros!
—El
vo l ve r á
—dijo
Mi l dr e d—, y n o s que mar á a
no s o t r o s y a l o s l i br o s .
La vo z de la pue rt a de cal l e
s e a pa g ó a l f i n . S e h i z o u n
s i l e nc i o . M o nt ag — s i nt i ó que
a l g ui e n , de t r ás de l a pu e r t a ,
e s per aba, es c uc haba. Lue go l as
pi s adas s e al e j ar o n po r l a ac e r a
y e l jar dí n.
La voz de la puerta de la calle fue
apagándose por fin. Reinó el silencio.
M o nt ag s e nt í a l a pr e s e nc i a de
al gui e n al o t r o l ado de l a
pue r ta, e s pe r ando , e s c uc hando .
Lue go , o yó uno s pas o s que s e
al e j aba n.
— Ve am os qué e s e st o —dij o
Montag.
—Veamos lo que hay aquí —dijo
Montag—.
He s poke the wor ds halti ngly 75
L e y ó , va c i l a n t e , y c o n
an d w i t h a t e r r i bl e s e l f - u n a t e r r i b l e a t e n c i ó n ,
co ns cio usnes s. He re ad a dozen u n a s p o c a s l í n e a s a q u í y
pages he re and t her e and came at a l l á . A l f i n l l e g ó a e s t a
B al an c e ó e s t a s pa l ab r a s
c o n t e r r i b l e c o n c e n t r ac i ó n .
L e y ó u n a d o c e n a d e p ág i n a s
s a l t e a d a s y, p o r ú l t i m o ,
The f ront doo r voic e f aded at
last. Ther e was a sil ence. Mo nt ag
f e l t t h e pr e s e nc e o f s o m e o ne
be yo n d t he do o r , w ai t i n g,
l i s t e n i ng . Th e n t he f o o t s t e ps
go i ng away do wn t he walk and
over the l awn.
60
65
70
“Le t’s se e what t hi s is ,” s ai d
Mo nt ag.
57
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
last to thi s:
frase:
e nc o nt r ó e s t o :
“‘It i s c o mput e d t hat e le ve n
thous and pers ons have at se ver al
ti mes suff ere d deat h r at her than
s u bm i t t o b r e a k e gg s a t t he
sm al ler end. ”’
— «Se ha c al c ul ado q ue o nc e
mi l pe r s o nas han pr e f e r i do
va r i as ve c e s l a m u e r t e a nt e s
que r o m pe r l o s h ue vo s po r l a
pun t a m á s f i n a. »
— S e h a ca l cu l a d o q u e , e n
épocas diversas, once mil personas
han preferido morir que someterse
a ro m p e r l o s h u e v o s p o r s u
extremo más afilado.
Mildred lo miraba desde el otro
extremo del cuarto.
— ¿Q ué s i gni fi c a e s o ? ¡N o
si gni fi ca nada! ¡El c apitán t enía
razón!
Mildred se le quedó mirando desde
el otro lado del vestíbulo.
—¿Qué s i gni f i c a e s t o ?
¡Car e c e de s e nti do ! ¡El c api t án
t e ní a r azó n!
“H e r e no w, ” s ai d M o nt a g. 15
—Un momento —di jo Montag
“We ’ll s t ar t o ve r agai n, at t he —. Empezaremos otra vez, desde el
beginning. ”
principio.
—Bueno, bueno —dijo Montag—.
Volveremos a empezar. Esta vez por el
principio.
M il dre d s at ac r os s
t h e ha l l f r o m hi m.
“What do es i t m ean? It do es n’t
m ean anyt hi ng ! The Capt ai n was
r ight!”
5
10
20
25
30
35
40
PART TWO :
45
THE SIEVE AND THE SAN D
2
2ª Parte
El tamiz y la arena
La Criba y la Arena
They r ead the lo ng aft er no on
L e y e r o n t o d a l a t ar de ,
t h r o u gh ,
w hi l e
t he
c o l d 50 m i e nt r a s l a f r í a l l uvi a d e
No vem be r r ain fe ll fr om the s ky no vie mbr e c aía de l cie lo sobre la
upon the quie t house. They sat in c as a. Es t aban e n e l ve s t í bul o ,
the hall because the par lour was pue s la s al a pare cí a tan vací a y
s o e m pt y a nd gr e y- l o o ki ng gri s si n las pare de s anar anjadas
wi tho ut it s wal ls lit with or ange 55 y amari ll as , de l uz de c onfe ti , y
an d y e l l o w c o nf e t t i a nd s k y- na ve s de l e s pac i o , y m uj e r e s
ro cke ts and wo me n i n gold-me sh ve s t i das c o n m al l as de o r o , y
dr ess es and m en in bl ack velvet ho mbr es co n t raj es de te rci ope lo
pu l l i ng
o n e - h un dr e d- p o u nd ne gr o que s ac aban c o ne j o s de
r a bbi t s f r o m s i l ve r h at s . The 60 ci ncuenta kil os de so mbr er os de
par l o ur was de ad and M i l dr e d pl at a. La sal a e s t aba m ue r t a, y
ke pt pe eri ng in at it wi th a blank Mil dred mir aba i nexpresi vame nte
expre ssi on as Mo ntag pace d t he l o s m ur o s m i e n t r a s M o n t a g
fl oor and cam e back and squatt ed i ba y vo l ví a, y s e a ga c h ab a y
do wn and r ead a page as many as 65 l e í a e n vo z a l t a u na p ág i n a ,
te n t im es, al oud.
h as t a d i e z ve c e s .
Ambos leyeron durante toda la
larga tarde, mient ras la fría lluvia
de no vi e m br e c aí a s o br e l a
s il enci os a c as a. P er m anec ie ro n
sentados en el ves tíbulo, porque la
sala de estar apar ecía vacía y poco
ac o ge do r a e n s us par e de s
il um inadas de co nf et i naranj a y
amarillo, y cohet es, y mujeres en
trajes de lamé dorado, y hombres
de f r ac s ac an do c o ne j o s de
so mbre ros pl ateados . La sala de
estar resultaba m uerta, y Mildred
le lanzaba continuas e inexpresivas
m i r adas , e n t a nt o que M o nt ag
andaba de un l a do al o t r o de l
vestíbulo para agacharse y leer una
página en voz alta.
“‘We canno t t e l l t he pr e c is e
moment when friendship is formed.
As in filling a vessel drop by drop, 70
there i s at l ast a drop which makes
i t r un o ve r , so i n a s e r i es o f
kindne s s es the re i s at l as t one
w hi ch makes the heart run over.’” X
—«No sabemos en qué preciso
momento nace una amistad. Cuando
se llena una vasija gota a gota, una
deellas rebasa al fin l a vasi ja; así
en una serie de actos bondadosos
hay al fi n uno que e nc i e nde e l
corazón.»
No podemos determinar el momento
concreto en que nace la amistad. Como
al llenar un recipiente gota a gota, hay
una gota finalque lo hace desbordarse,
del mismo modo, en una serie de
gentilezas hay una final que acelera los
latidos del corazón.
Montag se quedó escuchando la
lluvia.
Montagse quedó escuchando el ruido
de la lluvia.
75
M o nt ag s at l i s t e ni ng t o t he
rain.
58
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Is t hat what it was i n the gi rl
ne xt do or? I’ve t rie d so har d to
fi gure .”
tr. de Alfredo Crespo
—¿Es esto l o que pasó co n la
muchacha de al lado? Es tan difícil
saberlo.
—¿Era eso lo que había en esa
muchacha de al lado? ¡He tratado de
comprenderlo!
5
— Es a m uc hac h a ha m ue r t o .
H abl e m o s de al g ui e n vi vo , po r
f avo r.
—Ella ha m uer to . P or am or de
D io s , habl e m os de alguie n que
es té vivo.
M ont ag did no t l o ok bac k at
hi s wi f e as he we nt t r e m bl i ng 10
al o ng t he hal l t o t he ki t c he n,
w h e r e he s t o o d a l o ng t i m e
watching the r ain hit the wi ndo ws
be fo r e he c am e bac k do wn t he
hall in the grey li ght , wai ting f or 15
the t re mbl e t o s ubside.
M o n t ag n o m i r ó a s u m u j e r
y c ami n ó e s t r e me c i é nd o s e
_________ has t a l a c o c i na . Se
que dó al l í un r at o m i r an do l a
lluvia que gol peaba los c ristal es,
y luego regresó al vestíbulo de luz
gr i s , e s pe r an do a que l o s
tembl ores ces asen.
Montag no miró a su esposa al
atravesar el vestíbulo y dirigirse a la
cocina, donde permaneció mucho
rato , obs er vando c óm o la ll uvia
go lpeaba los cri stales. De spué s,
regresó a la luz grisácea del vestíbulo
y esperó a que se calmara el temblor
que sentía en todo su cuerpo.
“She ’s de ad. Le t’s t al k about
s o m e o ne al i ve , f o r go o d ne s s ’
s ake. ”
He opened ano the r boo k.
“‘That favourite subject, Myself.”’
20
He squi nte d at t he wall. “ ‘The
favouri te subje ct, Myse lf. ”’
“I understand t ha t
Abrió otro libro.
Abrió otro libro.
—«Ese tema favorito: yo.»
—El tema favorito, yo.
— Es o
Mildred.
lo
e nti e ndo
—di j o
Miró de reojo a la pared.
—El tema favorito, yo.
________________ ___________
__________
—Eso sí que no lo entiendo —dijo
Mildred—,
— P e r o e l t e m a f avo r i t o de
Clar isse no era el la. Er a cualquier
o t r o , y yo . F ue l a pr i m e r a
pe rso na, e n m uchos años, que me
gust ó de ver dad. Fue l a pri me ra
pe rso na que me m iró a los oj os
co mo si yo co ntara para el la. —
M o nt ag al zó l os do s l i br o s . —
Es t o s ho m br e s ha n e s t a do
muer tos m ucho t ie mpo , per o sé
que sus palabr as apunt an, de un
mo do o de o tro , a Clar iss e.
— P er o e l t e m a favo r i to de
Clarisse no era ella. Era cualquier
otro, y yo. Fue la primera persona
que he llegado a apreciar en muchos
años. Fue la primera persona que
recuerde que me mirase cara a cara,
c o m o s i f ue s e i m po r t ante . —
M ontag co gi ó lo s do s li br os—.
Es o s ho m bre s l l e van m uer t o s
muc ho t iempo , pe ro yo sé que sus
pal abr as s eñalan, de una u o tr a
maner a, a Clar iss e.
Afuera, en la puerta de calle, en
la lluvia, un débil rasguño.
Por el exterior de la puerta de la calle,
en la lluvia, se oyó un leve arañar.
Mo nt ag fr o ze. He s aw
Montag se quedó petrificado. Vio que
M i l d r e d t h r u s t h e r s e l f 45 Mil dr ed s e ec ha ba hac ia a tr ás ,
b a c k to t he w al l an d gas p.
apoyándose en la pared, y jadeaba.
Montag se inmovilizó. Vio que Mildred se
echaba hacia atrás, contra la pared, y lanzaba
una exclamación ahogada.
Mi ldre d.
o ne ,” s ai d X
25
“B ut Cl ar i s s e ’s f a vo u r i t e
s ubj e c t was n’t he r s e l f . It was
ever yone el se, and me . She was
the f ir st per son i n a go od many
ye ar s I’ve re al ly l ike d. She was
the f ir st per son I can r em ember
who l oo ked st raight at me as if I
co unt ed.” He lifted the two books.
“The s e m e n h a ve b e e n d e a d a
l o ng t i me , but I kno w the i r
wo r d s p o i nt , o n e wa y o r
a no t h e r , t o Cl a r i s s e . ”
30
35
40
Outsi de the fr ont door, i n t he
rain, a faint s cratching.
“I shut it off .”
shoo espantar ahuyentar
—Yo la apagué.
—Está cerrada.
“ Som eone — t he door — why 50
—Alguien... en la puerta... ¿Por qué la
doesn’t the door — voice tell us —”
voz de la puerta no nos dice ... ?
—Hay alguien... La puerta... ¿Por qué
la voz no nos dice ... ?
U nder t he do o r - s il l , a sl o w,
Bajo la puerta, una respiración
pro bing sni ff , an exhal ati o n o f lenta y husmeante, la exhalación de
ele ctric ste am.
55 un vapor eléctrico.
Por debajo de la puerta, un olfateo
lento, una exhalación de corriente
eléctrica.
M il dr ed laughe d. “It’s o nl y a
do g, that’s what ! You want me to
shoo hi m away?”
Mildred se echó a reír.
—¡No es más que un perro! ¿Quieres
que lo ahuyente?
Mildred se rió.
—¡Es sólo un perro, nada más!
¿Lo echo ?
60
“Stay where you are !”
—¡No te muevas!
—¡Quédate donde estás!
Si lence . The col d rai n f al ling.
Silencio. La lluvia fría. Y el olor
And t he sm ell o f blue e lec tri ci ty de la electricidad azul que pasaba
bl owi ng under the l ocked doo r. 65 por debajo de la puerta cerrada.
Silencio. La fría lluvia caía. Y el
olor a electricidad azul soplando por
debajo de la puerta cerrada.
“Let’s get bac k to wor k,” said
Mo ntag qui etl y.
—Sigamos
Montag—.
— Vo lvam os al t rabaj o —dij o
Montag serenamente.
trabajando
—dijo
M i l dr e d ki c ke d at a b o o k. 70
Mildred le dio un puntapié a un libro.
“Bo oks are n’t peo ple . Yo u r ead
—Los libros no so n gente . Tú
and I l ook ar ound, but t her e isn’t lees, y yo miro alrededor. ¡Y no hay
a nybody!”
nadi e !
Mildred pegó una patada a un libro.
—Los libros no son gente. Tú lees
y yo estoy sin hacer nada, pero no hay
nadi e.
He stared at the parlour that was
dead and grey as the waters of an
ocean that might teem with life if they
switched on the el ect ronic sun.
Montag contempló la sala de estar,
totalmente apagada y gris como las aguas
de un océano que podían estar llenas de
vida si se conectaba el sol electrónico.
75
59
Mo ntag mi ró la s ala muerta y
gris como las aguas de un océano
do nde bul l i rí a l a vi da s i el l o s
encendiesen el sol electrónico.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“N o w, ” s ai d M i l d r e d , “m y
‘f ami ly’ i s people. They te ll me
things; I laugh, t hey la ug h! And
the c olo urs !”
5
“Yes , I know.”
—Pues bien —dijo Mildred —,
mi «famili a» es gente. Me di cen
cosas, y yo me río, ¡y ellos se ríen!
¡Y todo en colores!
—Sí, ya sé.
tr. de Alfredo Crespo
—En cambio —dijo Mildred—, mi
«familia» si es mi gente. Me cuentan
cosas. ¡Me río y ellos se ríen’ ¡Y los
colores!
—Si, lo sé
“A nd be s i de s , i f Ca pt a i n
Beatty knew about those books — 10
” She thought about it . Her face
gr ew am aze d and then hor ri fie d.
“H e m i ght c o m e an d bur n t he
ho us e and t he ‘ f am i l y. ’ That ’s
awful! Think of our inves tm ent. 15
Why s ho uld I re ad? What for?”
—Y además, si el capitán Beatty
supiera de estos libros... —Mildred
pensó unos instantes y puso cara de
as o mbr o , y l ue go de ho r ro r. —
Ve ndrí a y quem ar ía l a casa y l a
«familia». ¡Qué espanto! Piensa en
nuestras inversiones. ¿Por qué debo
leer? ¿Para qué?
—Y, además, si el capitán Beatty
se enterase de lo de esos libros... —
Mildred recapacitó. Su rostro mostró
s or pre s a y, des pués , ho rr o r— .
¡Podría venir y quemar la casa y la
«familia»! ¡Esto es horrible! Piensa
en nuestra inversión. ¿Por qué he de
leer yo? ¿Para qué?
“W hat f o r ! W h y!” s a i d
M o nt ag. “I s aw t he dam ne de s t
s n ake i n t he wo r l d t h e o t h e r 20
ni ght . I t was de ad but i t w as
al ive . It could see but i t couldn’t
se e. You want to see that snake.
It ’s at Em ergenc y H ospit al whe re
they fil ed a report on al l the junk 25
the s nake got out of you! Would
you l ike to go and che c k t hei r
f i l e ? M aybe yo u’d l o o k unde r
Guy M ont ag or maybe under Fe ar
or War. Wo uld yo u like t o go to 30
that ho use that burnt l ast ni ght?
And r ake ashe s f or the bones of
t he wom an who s e t f i r e t o he r
own hous e! What abo ut Claris se
Mc Cle ll an, where do we l oo k f or 35
he r? The m orgue ! List en!”
—¡Par a qué! ¡P or qué! —di jo
Montag —. Vi la más horrible de las
se rpi ent es la otra no che . Estaba
muerta, pero estaba viva. Podía ver,
pero no podía ver. ¿Quieres ver esa
serpiente? Está en el Hospital de
Em e rge nc i a do nde hi c i e r on un
informe con todas las porquerías
que te sacó la serpiente. ¿Quieres
ir y revi sar el informe? Quizá lo
encue ntr es a m i nom bre o en la
s e c ci ó n M ie do de l a G uer r a.
¿Quieres ir a la casa que ardió la
otra noche? ¿Y rascar unas cenizas
de l o s hue s o s de l a m uj e r que
quemó su propia casa? ¿Y qué me
di c es de Clar i s s e M c Cl e ll an?
¿Dónde tendríamos que buscarla?
¡En la morgue! ¡Escucha!
— ¡P ar a qué ! ¡P o r qué ! —
exclamó Montag— . La otra noche
vi la s er pi ente m ás t er ri bl e de l
mundo. Estaba muerta y, al mismo
tiempo, viva. Fue en el Hospital de
U r ge nc i a do nd e l l e nar o n un
i nf o r m e s o br e t o do l o que l a
serpiente sacó de ti. ¿Quieres ir y
c om pro ba r s u ar c hi vo? Qui zás
encontrases algo bajo Guy Montag
o tal vez bajo Mi edo o Guerra. ¿Te
gus t ar í a i r a e s a c as a que
quemamos anoche? ¡Y remover las
cenizas buscando los huesos de la
m uj e r que pr e n di ó f ue go a s u
pro pi a c as a! ¿Q ué m e dic e s de
Cl ar i s s e M c CIe l l an? ¿D ó nde
he m o s de bus c ar l a? ¡En e l
depósito! ¡Escucha!
The bo mber s cro ss ed t he s ky
an d c r o s s e d t he s ky o ve r t he
ho us e , gas pi n g, m ur m u r i n g, 40
wh i s t l i ng l i k e a n i m m e ns e ,
i n vi s i b l e f an , c i r c l i ng i n
em pti nes s.
Los bom bar de ro s cr uzaban y
cr uzaban e l cie lo so br e l a c as a,
jade ando, murmurando , s ilbando
c o mo un eno r m e ve nt i lado r
invisible que die se vueltas en el
vacío.
Lo s
bo mb ar de r o s
at r ave s a r o n e l c i e l o , s o br e l a
c as a, s i l b an do , m ur m ur an do ,
c o m o un ve nt i l ad o r i n m e ns o e
i nvi s i bl e que gi r a r a e n e l
va c í o .
“J e s us G o d , ” s a i d M o n t a g. 45
— Se ño r —dij o Mo nt ag — . A
“Eve r y ho ur s o m a ny d am n toda hora tantas cosas malditas en
t hings i n t he sky! H ow i n he l l el cielo. ¿Qué demonios hacen esos
did t ho se bom be rs get up ther e bo m bar de r o s ah í ar r i ba, s i n
ever y si ngle s eco nd o f our li ve s! des c ansar un m i nut o? ¿P or qué
W hy do es n’t s o m e o ne want t o 50 nadi e habl a d e e s o ? ¡H e m o s
t al k about it ? We ’ve st ar te d and i ni c i ado y ganado do s gue r r as
wo n t wo at omi c war s s inc e 196 0. at ó m i c as de s de 1 9 6 0 ! ¿N o s
Is i t be c au s e we ’r e havi n g s o divertim os tanto en casa que nos
m uc h f u n at h o m e we ’ve hemos olvidado del mundo? ¿Será
f o r go t t e n t he w o r l d ? Is i t 55 que somos tan ric os y el resto del
be c aus e we ’r e s o r i c h and t he mundo tan pobre y no nos importa
r es t of t he wor l d’s so poo r and que lo sea? He o ído rumores; el
we j us t do n’t car e i f t hey are ? mundo está muriéndose de hambre;
I’ve he ar d rumo ur s; t he wor ld i s pe r o no s o t r o s e s t am o s bi e n
s tarvi ng, but we ’r e wel l -f e d. Is 60 nutridos. ¿Es cie rto que el mundo
i t tr ue , the wo rl d wor ks har d and t r abaj a dur am e nt e m i e nt r as
we pl ay? Is t hat why we ’r e hate d no sotr os j ugam o s? ¿Nos odiarán
s o much? I’ve he ar d the rumo ur s tanto por eso ? He oí do r umor es
abo ut hate , t oo , o nc e i n a l ong acerca de ese odio t am bi é n, m uy
whi l e , o ve r t he ye ar s . D o you 65 de cuando en c uando . ¿Sabe s t ú
kno w why? I do n’t , t hat ’s s ure ! po r qué no s o di an? Yo no, debo
M aybe t he boo ks can ge t us hal f admitirlo. Quizá los libros nos saquen
o ut o f the cave . They j us t mi ght un poco de esta oscuridad. Qui zá
s t o p us f r om m aking t he s am e eviten que cometamos los mismos
dam n i ns ane m is t ake s ! I do n’t 70 condenados y disparatados errores.
hear thos e idio t bas tards in your N o he o í do que e so s i dio t as
par l o ur t al ki ng abo ut i t . G o d, bastardos de tu sala hablen de eso.
M il li e, do n’t yo u s ee ? An hour a Di os. Mill ie, ¿no te das c uent a?
day, two hours , wit h the se bo oks, Una hora al día, dos horas con esos
and m aybe… ”
75 libros, y quizá...
— ¡Vál gam e D i o s l
—di j o
Montag—. Siempre tantos chismes
de ésos en el cielo. ¿Cómo diantres
están esos bombarderos ahí arriba
cada segundo de nues tras vidas?
¿Por qué nadie quiere hablar acerca
de ello? Desde 1960, iniciamos y
ganamo s do s gue r r as at ó mi c as .
¿Nos divertirnos tanto en casa que
no s hemo s olvidado del m undo?
¿Acaso somos tan ricos y el resto
del mundo t an pobre que no nos
pr eo cupam os de e ll os ? H e oí do
rumores. El mundo padece hambre,
pe r o no s o tr o s e st am o s bi e n
al im e ntado s. ¿Es c ie r t o que e l
mundo trabaja duramente mientras
nosotros jugamos? ¿Es por eso que
se nos odia tanto? También he oído
r um or e s s obr e e l o di o , hac e
muchísimo tiempo. ¿Sabes tú por
qué ? ¡Yo no , des de l uego ! Quizá
los libros puedan sacarnos a medias
de l aguj ero . Ta l v e z p ud i e r a n
i m p e di r n o s que c o m e t i é r a m o s
l o s m i s m o s f u ne s t o s e r r o r e s .
N o e so s e s t úpi do s e n t u sal a de
e s t ar habl an do de , Di o s ,
M i l l i e , ¿no t e das c ue nt a? U na
h o r a al d í a, h o r as c o n e s t o s
l i br o s , y t al ve z. . .
The t el e pho ne r ang. Mi l dre d
snatc hed the phone.
Sonó el teléfono. Mildreddescolgó el
aparato.
60
Sonó el teléfono. Mildred tomó
rápidamente el auricular.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Ann!” She laughed. “Yes , t he
White Clown’s on to ni ght !”
tr. de Alfredo Crespo
—¡Ann! —exclamó riendo —. ¡Sí!
¡Esta noche los Payasos Blancos!
—¡Ann! —Se echó a reír.— ¡Sí, el
Payaso Blanco actúa esta noche!
Montag fue a la cocina y dejó
caer la mano con el libro.
— M o nt ag — di j o — , e r e s
realmente estúpido. ¿Adónde puede
llevarnos todo esto? Hemos cerrado
los libros, ¿te has olvidado?
Abrió el libro y comenzó aleer envoz
alta, por sobre la risa de Mildred.
Montagse encaminó alacocinaydejó
el libro abajo.
«Montag —se dijo—, eres
verdaderamente estúpido ¿Adónde
vamos desde aquí? ¿Devolveremos los
libros, los olvidamos?»
Abrió el li bro , ________ no
obstante la risa de Mildred.
P o o r Mi l l i e , he t ho ug ht .
P o o r M o n t ag , i t ’s m ud t o yo u, 15
t o o . B u t wh e r e d o y o u g e t
he l p, whe r e d o yo u f i nd a
t e ac h e r t h i s l at e ?
Pobre Millie, pensó. Pobre Montag,
esos libros son barro para ti también.
¿P ero dó nde co ns eguirás ayuda,
dónde encontrarás un maestro a esta
altura de las cosas?
«¡Pobre Millie! —pensó—. ¡Pobre
Montag! También para ti carece de
sentido. Pero, ¿dónde puedes conseguir
ayuda, dónde encontrar a un maestro a
estas alturas?»
Ho ld on. He shut his eyes. Ye s, 20
of course . Again he found hims elf
thinking o f t he gr een park a ye ar
ago . The t ho ught had be en wit h
hi m many time s r ece ntly, but now
he re me mber ed ho w it was t hat 25
day i n t he ci ty par k whe n he had
s e en t hat ol d man in t he blac k
s ui t hi de so me thi ng, qui ckly i n
hi s c oat.
Es pe r a. Ce r r ó l o s o j o s . Sí ,
po r s upue s t o . Se e nc o nt r ó
pe ns ando o t r a ve z e n e l par que
ve r d e d e h a c í a u n a ñ o . L o
habí a r e c o r d ado a me nudo
r e c i e nt e m e nt e , pe r o aho r a ve í a
c o n t o da c l ar i d ad aque l dí a e n
e l p a r q u e y e l vi e j o q u e
e s c o ndí a al go , r ápi dam e nt e , e n
s u c haque t a ne gr a.
Aguardó. Montag cerró los ojos. Sí,
desde luego. Volvió a encontrarse
pensando en el verde parque un año atrás.
Últimamente, aquel pensamiento había
acudido muchas veces a su mente, pero,
en aquel momento, recordó con claridad
aquel día en el parque de la ciudad,
cuando vio aaquel viejo vestido de negro
que ocultaba algo, con rapidez, bajo su
chaqueta.
El vie jo dio un salt o c omo si
fuese a correr y Montag le gritó: —
¡Espere!
El viejo se levantó de un salto, como si se
dispusiese a echar a correr.Y Montagdijo:
—¡Espere!
“I ha ve n’t do ne any t h i ng !” 35
—¡No he hecho nada! —dijo el
cr ied t he old m an tre mbling.
viejo, temblando.
—¡No he hecho nada! —gritó el
viejo, tembloroso.
Mo n t ag wal ke d t o t he
ki t c he n and t hr e w the bo o k
do wn. “Mo nt a g,” h e s a i d,
“y o u ’r e r e al l y s t up i d . W he r e
d o we go f r o m he r e ? D o w e
t ur n t he bo o k s i n , f o r ge t i t ?”
He opened the bo ok to re ad over
Mi ldr ed’s l aughte r.
5
10
30
… Th e o l d m a n l e ap t up a s
i f t o r un . A nd M o n t a g s ai d ,
“W ai t ! ”
“N o one said yo u did.”
—Nadie dice que haya hecho algo.
The y had sat in t he gr een s oft
light wit hout saying a wo rd fo r a
mom ent, and t hen Montag tal ked
abo ut t he weathe r, and t he n the
o ld m an r es po nde d wi t h a pal e
vo i c e . It was a s t r a nge qu i e t
mee ting. The old man adm itted to
bei ng a r etire d English profes sor
who had been thrown out upon the
wor ld f or ty years ago whe n the
las t liberal arts coll ege shut for
l ac k of st udents and pat ro nage .
His name was Faber, and when he
finally l ost hi s fear of M ontag, he
t al ke d i n a c a de nc e d vo i c e ,
lo oki ng at the sky and t he tre es
and the gree n park, and when an
hour had passed he said som ething
to Mont ag and M ontag se nsed it
was a rhymel e ss poe m. The n t he
o l d m a n g r e w e ve n m o r e
c o urage o us and s aid s o m e thi ng
e l s e and t hat was a po e m , t o o .
Fa be r h e l d h i s h and o ve r h i s
l e f t c o at - po cke t and s po ke
t he se wo r ds ge nt l y, and M ont ag
k n e w i f h e r e a c h e d o ut , h e
m i g ht pu l l a b o o k o f p o e t r y
f r o m t he m an’s c o at. But he di d
no t r e ac h o ut . H i s hands s taye d
o n hi s k n e e s , n u m b e d a n d
us e l e s s . “I do n’t t al k t h i ng s,
s i r , ” s a i d F a b e r . “I t a l k t h e
m e a ni ng o f t hi ngs . I s i t he r e
and know I’m al i ve . ”
Se habí an m ir ado un mo me nt o
bajo l a luz ve rde y suave, y l ue go
M o nt ag habl ó de l t i e mpo , y e l
vi e j o r e s po nd i ó c o n un a vo z
pál ida. For maban una pare ja r ar a
45 y t ranqui la. El vi ej o co nf es ó que
e ra un pr of e so r de l i te ratura, a
quie n habí an e chado a l a c al l e
hac ía c uare nt a año s, c uando lo s
últ im os c entr os de humani dade s
50 t uvi e r o n que c e r rar a c aus a de
l os poc os alumno s y la f al ta de
apo yo e c o nó m i c o . Se l l am aba
Fabe r, y c uando s e l e pas ó e l
m i e do h ab l ó c o n un a vo z
55 c ade nc i o sa, m i rando al c ie l o y
l os árbol es y e l parque ver de , y
c u ando pas ó un a ho r a l e di j o
algo a Mo nt ag, y Mo nt ag s inti ó
que era un poema s i n r i m as . Y
60 l ue go e l vi ej o s e anim ó to daví a
m ás , y dij o alguna o t ra c o sa, y
e so e ra un po em a t am bi én. Fabe r
apo yaba l a m ano e n e l bo ls i ll o
i zq ui e r do d e l a c ha qu e t a y
65 r ec i taba e n vo z baj a, y Mo ntag
supo que si e sti raba la mano, le
sacaría un libro de poemas de ese
bolsillo. Pero no extendió la mano.
Las manos le descansaban en las
70 rodillas, entumec idas e inútiles.
—No hablo de c osas, señor —
di j o Fabe r — . H abl o de l
significado de las cosas. Estoy aquí
y se que estoy vivo.
40
—Nadie ha dicho lo contrario.
Si n
de c i r una
pal ab r a,
permanec ieron sentados momento
baj o l a s uave l uz ve r do s a; y,
l ue go , ha bl ó
de l t i e m po ,
r es pondie ndo el vi ej o c o n voz.
de s c o l o r i d a. Fue un e xt r año
encuentro. El vie jo admi tió se r un
pro f es or de Li te r at ura re ti r ado
que , cuar enta años atrás, se quedó
s i n t r aba j o c u ando l a úl t i m a
unive r s idad de Art e s Li be r al e s
cer ró por falt a de e studi antes. Se
ll amaba Faber, y, cuando por f in
dejó de t emer a Montag, habló con
vo z
llena
de
c ade nc i a,
contemplando el cielo, los árboles
y e l exuberant e par que; y al c abo
de una ho ra di jo al go a M ontag, y
ést e se dio c uenta de que era un
poema si n r i ma. Después, el viejo
aún se mo st ró más audaz y di jo
al go, y t ambi én se trat aba de un
po e m a. Fabe r apo yó una m ano
sobre el bolsi llo i zquier do de su
chaquet a y pronunció las palabras
con
s uavi dad,
y
M ont ag
c om pr endi ó que , si al ar gaba l a
mano, sacaría del bolsillo del viejo
un libro de poesías. Pero no lo hizo.
Sus manos permanecieron sobre sus
rodi llas, entumecidas e i nútil es.
—No hablo de c osas, señor —
dijo Faber—. Hablo del significado
de las cosas. Me siento aquí y sé
que estoy vivo.
75
That was al l t her e was t o it ,
re all y. An ho ur of mo nol ogue, a
po e m , a c o m m e nt , a nd t h e n
61
Ye s o
hab í a
s i do
t o do ,
realmente. Una hora de monólogo,
un poe ma, un come ntario, y luego,
En realidad, es o fue todo. Una
hora de monólogo, un poem a, un
c o m e nt ar i o ; y, l ue go , s i n ni
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
wi thout e ve n acknowle dging t he
fact that Montag was a f ir eman,
Faber wi th a ce r tain tr em bli ng,
wr ot e hi s addr es s o n a s l i p o f
paper. “For yo ur f i le ,” he said,
“i n c as e you dec ide t o be angry
wi th me .”
tr. de Alfredo Crespo
com o ígnorando el hecho de que
Montag era un bombero, Faber, con
m ano te m bl o r os a, e s cr i bi ó una
dirección en un trozo de papel.
—P ara sus ar chi vos , se ñor —
di j o — . P o r s i us t e d de c i de
eno jarse conmi go.
s iqui er a al udir el hec ho de que
Montag e ra bo mber o, Faber, con
cierto temblor, escribió su dirección
en un pedacito de papel.
— P ar a s u ar c hi vo — di j o — ,
e n e l c a s o de q u e d e c i d a
e noj ar s e c o nm igo .
“I’m not angr y,” Mo ntag sai d,
— N o e s t o y eno j ado —di j o
surpr ise d.
10 sorprendido Montag.
—No estoy enojado —dijo Montag
sorprendido—.
Mi ldre d shrie ked wit h laught er
in the hal l.
5
15
Mil dred chi llaba de ris a en la
sala.
Mildred rió estridentemente en el
vestíbulo.
M ontag went t o his be dr oo m
c l o se t and f l i ppe d t hr o ugh hi s
f i l e - wal l e t t o t he he a di n g:
FU TUR E IN VEST IGATION S (? ). 20
Fa be r ’s na m e was t h e r e . H e
hadn’t tur ned i t i n and he hadn’t
er ase d i t.
Montag fue a su armario en el dormitorio,
y miró las fichas de la maleta—archivo
hasta que encontró una enca bez a d a :
INVESTIGACIONES FUTURAS___.
Allí estaba el nombre de Faber. No
lo había o lvi dado, y no lo había
borrado.
Montag fue al armario de su
dormitorio y buscó en su pequeño
archivo, e n la c arpeta titul ada:
FUTURAS INVESTIGACIONES (?).
El nom br e de Fabe r es taba all í.
Montag no lo había entregado, ni
borrado.
H e d i a l l e d t h e c a l l o n a 25
s e c o ndar y pho ne . The pho ne o n
t he f ar e nd o f t he l i n e c al l e d
F ab e r ’s na m e a d o z e n t i m e s
be f o r e t he pr o f e s s o r ans we r e d
i n a f a i n t v o i c e . M o n t a g 30
i d e n t i f i e d h i m s e l f a n d wa s
me t wi t h a l e ng t hy s i l e nc e .
“Yes , M r. M ont ag?”
Ll am ó po r un t e l é f o no
aux i l i ar . El t e l é f o no de l o t r o
e xt r e m o d e l a l í ne a g r i t ó e l
no m b r e d e Fa be r un a do c e na
d e ve c e s a n t e s d e q u e e l
p r o f e s o r c o nt e s t as e c o n un a
vo z dé bi l . M o nt ag s e p r e s e nt ó
y h ubo u n l ar go s i l e nc i o .
—¿Sí, señor Montag?
Marcó el número de un teléfono
secundario. En el otro extremo de
la línea, el altavoz repitió el nombre
de Faber una docena de veces antes
de que el profesor contestara con
voz débil. Montag se identificó y
f ue c o r r e s pondi do c on un
prolongado silencio.
—Dígame, Mr. Montag.
“P r o f e s s o r Fa be r , I h ave a 35
—Profesor Faber, quiero hacerle
rathe r odd quest io n t o ask. H ow una pr e gunt a bas tant e rar a.
many co pie s o f the Bi bl e are le ft ¿Cuántos ejemplares de l a Biblia
in this co unt ry?”
quedan en este país?
— P r o f e s o r Fabe r, qui e r o
hac e r l e una pr e gunt a bas t ant e
extraña, ¿Cuánto s e jem plar es de
la Bibli a que dan en es te país?
“I do n’ t k no w w hat yo u’ r e
talking abo ut !”
se
— ¡N o s é d e qu é m e e s t á
hablando !
— Q uie r o s abe r s i hay al gún
ejemplar.
—Q uiero saber si queda algún
ejemplar.
— ¡Es t o e s una tr am pa! ¡N o
puedo hablar con cualquier a por
teléfono!
—¡Esto es una trampa! ¡No puedo
hablar con el primero que me llama por
teléfono!
— ¿Cuánt o s ej e m pl ar es
Shakespeare y Platón?
—¿Cuántos
ejemplares
Shakespeare y de Platón?
40
“I want t o kno w i f t he r e ar e
any c opi es lef t at all .”
—No
sé
refiere.
a
qué
45
“This i s s ome so rt of a tr ap! I
can’t t alk to j ust anyone o n t he
pho ne!”
“H o w
m an y
c o pi e s
Shake spear e and Pl ato ?”
of
50
“N one ! You know as we ll as I
do . N one !”
de
—¡Ni nguno! Lo s abe t an bi en
como yo. ¡Ninguno!
de
—¡Ninguno! Lo sabe tan bien como
yo. ¡Ninguno!
55
Fabe r hung up.
Faber cortó la comunicación.
Faber colgó.
M o nt ag put do wn t he phone .
No ne. A thing he knew of c our se
fr om the f ire house lis ti ngs . But
so me how he had wante d to he ar
it f rom Fabe r hims el f.
Montag dejó cae r el auric ular.
Ninguno. Los índices del cuartel de
60 bomberos ya lo decían, por supuesto.
Pero por alguna razón había querido
oírselo decir a Faber.
M o nt ag de j ó e l apar at o .
Ninguno. Ya lo sabía, de luego, por
las listas del cuartel de bomberos.
Pero, sin embargo , quiso oírlo de
labios del propio Faber.
In the hall Mi ldred’s fac e was
suffused with excit eme nt . “Wel l,
the l adies ar e com ing o ver !”
65
En la sala de recibo el rostro de
Mildred estaba rojo de excitación.
—¡Bueno! ¡Vienen las señoras!
En el ve st íbulo, el ro st ro de
Mildred estaba lleno de excitación.
—¡Bueno, las señoras van a venir!
M o nt ag s ho we d he r a bo o k.
Montag le mostró un libro.
“Thi s i s t h e O l d an d N e w
—Éste es e l Antiguo y Nue vo
Te stame nt, and —”
70 Testamento, y...
Montag le enseñó un libro.
—Éste es el Antiguo y el Nuevo
Testamento, y...
“D on’t start that again!”
—¡No empieces otra vez!
—¡No empieces otra vez con eso!
“It m i ght be the l ast c o py i n
—Quizá sea el último ejemplar
this par t o f the wo rld.”
75 en esta parte del mundo.
—Podría ser el último ejemplar en
esta parte del mundo.
“Yo u’ve go t t o hand i t bac k
to night, don’t you kno w? Captain
— ¡ Ti e n e s q u e d e vo l v e r l o
e s t a m i s m a no c h e ! El c a pi t á n
62
— Ti enes que de vol ve r lo e st a
noc he, ¿no e s ci erto ? El capi tán
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
Be at t y k n ow s y o u’ ve go t i t ,
do esn’t he ?”
Beatty sabe que tienes ese libro, ¿no
es cierto?
Be at t y s a be q ue l o t i e ne s ,
¿ no e s a s í ?
“I do n’t t hink he kno ws whi ch
bo ok I st ole . But how do I c hoo se 5
a s ubs t i t ut e ? Do I t ur n i n M r.
Jeff erson? Mr. Thoreau? Whic h is
l e as t va l ua bl e ? If I p i c k a
subst it ute and Beatty do es know
whi ch bo ok I s to l e, he’l l gues s 10
we ’ve an entir e librar y here !”
—No creo que sepa qué libro he
robado. ¿Pero cómo podré elegir un
s ust i t uto ? ¿De vo lve r é al s eño r
Jef ferso n? ¿O al s eñor Thore au?
¿Cuál val e me no s ? Si e l i jo un
sustituto y Beatty sabe qué libro he
robado, ¡pensará que tenemos aquí
toda una biblioteca!
—N o cr eo que s epa qué libro
r o b é . P e r o , ¿c ó m o e s c o j o un
sus tituto ? ¿De beré entregar a Mr.
Jef ferso n? ¿A Mr. Thoreau? ¿Cuál
es m eno s valio so ? Si es coj o un
sus tituto y Be atty sabe qué li bro
robé supondrá que t engo toda una
bibliote ca aquí.
M i l dr e d ’s m o u t h t w i t c he d.
“ S e e wh a t y o u ’ r e d o i n g ?
Yo u ’l l r u i n u s ! W h o ’s m o r e 15
i m po r t an t , m e o r t h at B i b l e ?”
S he w as b e g i n n i n g t o s hr i e k
now, si tt ing ther e li ke a wax dol l
m el ti ng i n it s own he at .
Mildred torció la boca.
—¿Ve s lo que estás hacie ndo?
¡Vas a arruinarnos! ¿Quién es más
importante, yo o la Biblia?
Mildred chillaba ahora, sentada
allí como una muñeca de cera que
se derrite con su propio calor.
Mildred contrajo los labios.
—¿Ves lo que estás haciendo? ¡Nos
arruinarás ¿Quien es mas importante, yo
o esa Biblia?
Empezabaa chillar, sentadacomo una
muñeca de cera que se derritiese en su
propio calor.
He could hear Be atty’s voic e.
“Si t do wn, M o nt ag. Wat c h.
D el ic ate l y, l i ke t he pe t al s o f a
flower. Light the first page, light
the second page. Each becomes a 25
bl ac k but t e r f l y. Be aut i f ul , e h?
Li ght t he t hi r d page f r o m t he
second and so on, chai nsmoki ng,
chapte r by chapter, al l t he s il ly
things the words mean, all the false 30
pr o m i s e s , al l t he s e c o nd- hand
no t i o ns
and
t i m e - wo r n
philo sophi es. ” Ther e s at Be att y,
perspiring gently, the floor littered
with swarm s of black m oths t hat 35
had died in a single storm
Montag podía oír la voz de Beatty.
—Siéntate, Montag. Observa.
Delicadamente, como los pétalos de una
flor. Quemamos la primera página, luego
lasegunda, y se transformanenmariposas
negras. Hermoso, ¿eh? Quemamos la
página tercera con lasegunda, y así una tras
otra, en una cadenade humo, capítulo por
capítulo, todas las tonterías encerradas en
estas palabras, todas las falsas promesas,
las nociones de segunda mano, y las
filosofías gastadas por el tiempo.
Así hablaría Beatty, transpirando
ligeramente, y el suelo se cubriría con
un enjambre de polillas oscuras,
destruidas por una tormenta.
Le parecía oír la voz de Beatty.
—Siéntate, Montag. Observa.
Delicadamente, como pétalos de una
flor. Cada una se convierte en una
mariposa negra. Hermoso, ¿verdad?
Enciende la tercera página con la
segunda yasí sucesivamente, quemando
en cadena, capítulo por capítulo, todas
las cosas absurdas que significan las
palabras, todas las falsas promesas,
todas las ideas de segunda mano y las
filosofías estropeadas por el tiempo.
Beatty estaba sentado allí levemente
sudoroso,mientraselsueloaparecíacubierto
de enjambres de polillas nuevas que habían
muerto en unamisma tormenta.
Mil dred s toppe d scr eaming as
quickly as she started. Montag was not
listening. “The re ’s o nl y one thing
t o do , ” h e s a i d. “So m e t i m e
be fo r e t o night whe n I gi ve t he
boo k to Beatt y, I’ve go t to have
a dupli cate m ade. ”
Mi ldred dejó de grit ar tan de
r e pe nt e c o m o habí a e mpe zado .
Montag no escuchaba.
—H ay qu e hac e r al go —
d i j o — . A n t e s d e d e vo l ve r l e
e l l i b r o a B e at t y h a r é s a c a r
una co pi a.
Mildred dejó de chillar tan
bruscamente como había empezado.
Montag no la escuchaba.
—Sólo hay una cosa que hacer —
dijo—. Antes de que llegue la noche y
deba entregar el libro a Beatty, tengo que
conseguir un duplicado.
—¿Estarás aquí para la función
de los Payasos Blancos, y recibir a
las visitas? —exclamó Mildred.
—¿Estarás aquí esta noche para ver
al Payaso Blanco y a las señoras que
vendrán? —preguntó Mildred—.
M o nt ag s t o ppe d at t he doo r, 50
Montag se detuvo en la puerta,
wi th hi s back turned. “M il lie ?”
de espaldas.
—¿Millie?
A sil ence “What ?”
Un silencio.
—¿Q ué?
“M i l l i e ? D o e s t h e W hi t e 55
—Millie, ¿el Payaso Blanco te
Cl own lo ve you?”
quiere?
Montag se detuvo junto a la puerta,
de espaldas.
—Millie...
Unsilencio.
—¿Qué?
—Mi llie, ¿te quiere el Payaso
Bl anc o?
20
40
45
“You’ll be he re for the Whi te
Cl o wn t o ni ght , and t he l adi e s
co ming ove r?” c rie d M il dre d.
No answe r.
Ninguna respuesta.
“M illi e, does —” He licked his
l i ps. “D o e s yo ur ‘fam i l y’ l o ve
yo u, l o ve yo u ve r y muc h, lo ve
yo u wit h all the ir he art and soul,
Mi ll ie ?”
60
No hubo respuesta.
— Mi ll ie .. . —M ontag se pas ó
l a l e ngua por l os labi os —. ¿Tu
«f am i l i a» t e qu i e r e , t e qui e r e
m uc ho , c o n t o d o s u c ue r p o y
t oda su alm a, Mi ll ie ?
— Mi l li e , t e. . . — Mo ntag s e
humedeció los labios— ¿Te quiere
tu «familia»? ¿Te quiere muchísimo,
c on to da e l al ma y e l c o razón,
Millie?
Mo nt ag s int ió e n la nuca que
Mildred parpadeaba lentamente.
Montag sintió que ella parpadeaba
lentamente.
—¿Por qué haces esas preguntas
tontas?
—¿Por qué me haces una preguntatan
tonta?
M ontag si nt ió que te ní a ganas
de ll or ar, pe ro no mo vi ó la boc a
ni lo s oj os .
Mo ntag s i nti ó de s e os de
l l o rar, per o nada o c urr i ó e n s us
o j o s o e n s u bo c a.
— Si e nc ue nt r as a e s e pe r r o
afuera — dijo Mildred — dale un
puntapié de mi parte.
—Si ves a ese perro ahí fuera —
dijo Mildred—, Pégale un puntapié
de parte mía.
65
He fe lt her bl inking s lowly at
the back of his nec k.
“W hy ’d yo u a s k
quest io n l ike t hat ?”
a
s il ly
70
He f el t he wante d to cr y, but
no thi ng wo uld happe n t o his eyes
or hi s m out h.
75
“I f y o u s e e t h a t d o g
o u t s i d e , ” s ai d M i l dr e d, “gi ve
hi m a k i c k f o r m e . ”
63
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
He hes it ate d, l is te ning at t he
doo r. H e opened i t and st eppe d
out.
tr. de Alfredo Crespo
M ont ag t it ube ó , e sc uc hando ,
ante la puerta. Al fin la abrió y se
asomó.
M o n t a g vac i l ó , e s c u c h ó
j un t o a l a p ue r t a . La ab r i ó Y
s al i ó .
La lluvia había cesado, y el sol
se ponía en un cielo sin nubes. En
la call e y el j ardín no se ve ía a
nadie. Soltó el aliento en un largo
suspiro.
La ll uvia había ce sado y e l so l
apar e c í a e n e l c l ar o c i e l o . La
c al l e , e l c é s pe d y e l p o r c h e
e s taban vac í o s. M o ntag e xhal ó
un gr an s us pi ro .
5
The r ai n had s to ppe d and the
sun was se tti ng in the cle ar sky.
The st re et and the lawn and t he
po r c h we r e e m pt y. H e l e t hi s
br eat h go in a great sigh.
10
He sl am med the doo r.
Salió dando un portazo.
Cerró, dando un portazo.
Estaba otra vez en el tren.
Estaba enel «Metro».
15
He was o n t he subway.
I’m num b, h e th o ugh t.
Whe n di d the numbne ss
r e a l l y b e g i n i n m y f a c e ? I n 20
m y b o d y ? Th e n i g h t I
kicked the pi ll-bottle in
the dar k, li ke ki ckin g a
bu r i e d mi n e .
Me siento entumecido, pensó.
¿Cuándo comenzó realmente este
e nt um ec i mi e nto a i nvadir m e l a
cara, y el cuerpo? Aquella noche en
que t r o pe c é c o n el f r as co de
píldoras, como si hubiese tropezado
con una mina subterránea.
«Me siento entumecido —pensó—.
¿Cuándo
ha
empezado
ese
entumecimiento en mi rostro, en mi
cuerpo? La noche enque, en la oscuridad,
di un puntapié a la botella de píldoras, y
fue como si hubiera pisado una mina
enterrada.
Este entumecimiento desaparecerá,
pens ó. Lle var á t i em po, per o l o
c o n s e gu i r é ,
o
F ab e r
lo
c ons egui rá par a m í . Alguie n, e n
al guna par t e , m e de vol ve r á m i
vi ej a c ara y m is vi e jas m ano s .
H as t a l a s o nr i s a , p e n s ó . M i
vie j a y que mada s onr is a. Es to y
per dido s i n e l la.
»El entumecimiento desaparecerá.
Hará falta tiempo, pero lo conseguiré,
o Faber lo hará por mi. Alguien, en
algún sitio, me devolverá el viejo
rostro y las viejas manos tal como
habían sido. Incluso la sonrisa —
Pensó—, la vieja y profunda sonrisa
que ha desaparecido. Sin ella estoy
perdido.»
Th e s ub way f l e d pa s t hi m ,
cr eam -til e, jet -black, cr eam- til e,
je t-black, nume ral s and darknes s,
m o r e dar kne s s an d t he t o t al
addi ng its el f.
40
Las paredes del túne l pasaban
ante él. Losas claras y negras, claras
y negras, números y oscuridad, más
o sc ur i dad. Y lo s t ot ale s que s e
sumaban a sí mismos.
El c onvo y pasó ve l o z fr e nt e
a é l , c r e m a, n e gr o , c r e e m a ,
ne gr o , n úm e r o s y o s c ur i d ad ,
m á s o s c u r i d ad Y e l t o t a l
s um ándo s e a s í m is m o .
Once as a c hil d he had sat upon
a ye ll ow dune by t he s ea in t he
m i ddl e o f t he bl ue an d h o t
summe r day, t ryi ng to fi ll a sie ve 45
wi th s and, be c ause s om e c rue l
co usi n had said, “Fil l thi s s ie ve
and yo u’l l ge t a dim e!” And t he
f as t er he po ur ed, t he f ast e r i t
s i f t e d t hr o ug h wi t h a h o t 50
whispering. His hands wer e t ire d,
t he sand was boi l ing, t he s i eve
was em pt y. Se ate d t her e in the
mi dst of Jul y, without a sound, he
f e l t t he t e a r s m o ve do wn h i s 55
cheeks.
X
U na vez, c uando er a niño, s e
había sentado en una duna amarilla,
a orillas del mar, en un día azul y
cálido de verano, tratando de llenar
un tamiz con arena. Algún pri mo l e
había dic ho : «¡Lle na e st e tami z
y t e daré un pr e mi o! » Y c uant o
m ás r ápido ec haba la are na, más
r ápido pasaba po r el t am iz, co n
un s us pir o cáli do. Se le cans aban
l as m ano s , l a ar e na he r ví a, e l
t am iz e st aba vací o . Se nt ado al lí ,
en ple no jul io, en sile nci o, sint ió
que l as l ágri mas l e ro daban po r
l a cara .
En una ocasión, cuando niño, se
había sentado en una duna amarillenta
junto al mar, bajo el cielo azul y el calor
de un día de verano, tratando de llenar
de arena una criba, porque u n primo
c r ue l habí a di cho : «Ll e na es t a
criba, y ganarás un real.» Y cuanto
m ás apr i s a e c h aba ar e na, m ás
ve l o zm e nt e s e e s c apaba é s t a
produciendo un cálido susurro. Le
dolían las manos, la arena ardía, la
criba estaba vacía. Sentado allí, en
pleno mes de juli o, sin un sonido,
sintió que las lágrimas resbalaban
por sus mejillas.
No w
as
t he
va c uu m Aho ra, m i e nt r as e l t ubo
under gro und rushed him through neumático lo arrastraba velozmente
the dead c ell ar s o f t own, jol ti ng 60 entre l os sót ano s mue rto s de la
hi m, he re mem ber ed the t er rible ciudad, sacudiéndolo, recordó otra
lo gic o f t hat si eve, and he l ooked ve z l a ló gi c a t e r ri bl e de aque l
do wn and s a w t ha t h e w as t am iz. Baj ó l a vi s ta y vi o que
c ar r yi ng t he Bibl e o pe n. Ther e l le vaba l a Bi bli a abi er t a. Habí a
we re peo pl e i n t he suc ti on train 65 gente en el tren de succión, pero
but he hel d the book in his hands apretó el libro entre las manos, y se
and the s illy thought cam e to him, le ocur rió e ntonces aquel la i dea
i f yo u r e ad f as t and r e ad a l l , tonta: si lees con suficiente rapidez,
maybe so me of the s and will s tay y lo lees todo, quizá quede en el
in the si eve. But he read and the 70 tamiz al go de ar ena. Come nzó a
wo r ds f e l l t h r o ugh , and he leer, pero las palabras pasaban del
tho ught, in a f ew ho urs, t here will otro lado, y pensó: dentro de unas
be Beat ty, and he r e wil l be m e hor as all í e st ará Be att y, y aquí
handi ng t hi s ove r, s o no phr as e es taré yo, tratando de no perder
must e scape me, e ach line m ust be 75 ninguna frase, de recordar todas las
mem orize d. I wil l myself to do i t. líneas. Tengo que hacerlo.
Ahora, en tanto que el «Metr o»
ne umáti co le lle vaba vel ozmente
po r e l s ubs u e l o m ue r t o de l a
ci udad Montag re co rdó la l ógi ca
te rri bl e de aquell a c ri ba baj ó la
mi rada y vio que l levaba la Bibl ia
ab i e r t a . H abí a g e nt e e n e l
«M etr o», pero él co nti nuó c on el
li bro e n l a m ano, y s e le ocurr ió
una i de a absurda: «Si l ees apri sa
y lo le es todo, quizá una par te de
la ar ena perm anezc a e n la cri ba.»
Pero Montag leía y las palabras le
atravesaban y pensó: «Dentro de unas
pocas horas estará Beatty y estaré yo
entregándole esto, de modo que no debe
escapárseme ninguna frase. Cada línea
ha de ser recordada. Me obligaré a
hacerlo.»
25
The numbne ss wil l go away, he
thought. It’ll t ake ti me , but I’ll
do it , or Faber wi ll do it fo r m e.
Som eone s omewhe re wil l give me
bac k t he o l d f ac e and t he o l d
hands t he way t he y we re . Eve n
t he s m i le , he t ho ught , t he o l d
bur nt -i n sm il e, t hat’s go ne . I’m
lo st wit hout i t.
30
35
He clenched the book in his fists.
Apr etó el libro en s us puños.
64
Apretó el libro entre sus puños.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Tr um pet s blare d.
Se oyó el sonido de unas trompetas.
“D enham ’s De ntr ifi ce .”
—El dentífrico Denham.
tr. de Alfredo Crespo
Tocaron las trompetas.
«Dentífrico Denham.»
5
Sh ut up, t h o u ght M o nt a g.
Co nsi de r t he li lie s o f the fi el d.
Cállate, pensó Montag. Mirad los
lirios del campo.
“D enham ’s De nti fri ce .”
«Cállate —pensó Montag—.
Considera los lirios en el campo.»
—El dentífrico Denham.
«Dentífrico Denham.»
They toi l not —
Ellos no trabajan...
«No mancha ... »
“De nham ’s — ”
—Denham.
«Dentífrico ... »
10
Consider the l ilies of the fie ld, 15
M i r ad l o s l i r i o s de l c am po ,
shut up, s hut up.
cállate, cállate.
“D entif ri ce !”
—¡Dentífrico!
He tore the book open and flicked 20
Montag abrió bien el libro y alisó
the pages and felt them as if he were las páginas y las tocó como si fuese
blind, he picked at the shape of the cie go, s iguie ndo la form a de las
individual letters, not blinking.
letras, sin parpadear.
“D enham’s. Spe ll ed : D -E- N”
25
They toil not, neither do they…
Ellos no trabajan ni...
«No mancha, ni tampoco...»
Co nsi der t he lil ies , t he li lie s,
Mirad los lirios, los lirios, los
the li lie s…
35 lirios...
—El detergente dental Denham.
“Shut up, shut up, shut up!” It
was a plea, a cr y so ter rible that
Mont ag found hims elf on his f eet,
t he s ho c ke d i nhabi t ant s o f t he
l o ud c ar s t ar i n g, m o vi ng bac k
f ro m t hi s m an wi t h t he i ns ane ,
gor ge d f ac e , the gibber ing, dr y
mo ut h, the fl apping bo ok in his
f i s t. The pe o pl e who had be e n
si tti ng a mom ent be for e, tappi ng
t h e i r f e e t t o t h e r hyt hm o f
De nham ’s D enti fr ic e, D enham’s
D a ndy
D e nt al
D e t e r ge n t ,
De nham ’s De nt if ri ce De nt if ri ce
D e n t i f r i c e , o ne t wo , o ne t wo
t hre e , o ne t wo , o ne t wo t hre e .
The pe o pl e who s e m o ut hs had
be en fai nt ly twi tching t he wor ds
Dentifr ice Dent ifri ce D enti fric e.
The t r a i n r a di o vo m i t e d u po n
M o nt ag, in r e t al i at i on, a gr e at
t on-l o ad of m usi c m ade o f t in,
c o ppe r, s i l ve r, c hr o m i um , and
br ass . The peo pl e were po unded
into s ubmi ssi on; they di d no t run,
t her e was no plac e t o r un; t he
gr eat ai r- train fel l down i ts shaft
in the e art h.
—¡Cállate, cállate, cállate!
Fue un r ue go , un gr i t o t an
terrible que Montag se puso de pie.
Lo s s o r pr e ndi do s pas aj e r os l o
miraban fijamente , se apartaban de
es e hombre de car a hast iada, de
45 bo c a s e c a, que f ar f ul l aba al go
incomprensible, que llevaba en la
mano un libro aleteante. Gente que
has t a hac í a un m o m e nt o habí a
e s tado tr anqui l ame nt e s e nt ada,
50 siguiendo con los pies el ritmo del
Dentífrico Denham, del Detergente
D ent al De nham , de l D ent íf r ic o
Dentífrico Dentífrico Denham, uno
dos, uno dos tres, uno dos, uno dos
55 t r e s . G e nt e qu e habí a e s t ado
masticando débilmente las palabras
Dentífrico Dentífr ico Dentífrico. La
radio del tren vomitó a trozos sobre
Mo ntag una e no r me c ar ga
60 d e
música
de
latón,
cobre, plata, cr omo y
b r o n c e . La gente e ra tr it ur ada
has ta l a sumi si ón; no e sc apaban.
no habí a a dó nde e sc apar ; el t re n
65 neum áti c o hundí a s u c abe za e n
l a ti er ra.
40
“Lilies of the field.”
Montag abrió violentamente el libro,
pasó las páginas ylas palpó como si fuese
ciego, fijándose en la forma de las letras
individuales, sin parpadear.
«Denham. eletreando: D—e—n... »
—¡Denham lo hace!
“D enham ’s dental dete rgent .”
«¡Denharn!»
—¡Denham! Se deletrea: D—E—N...
A f ie rc e whis pe r of hot s and
El murmullo de la arena caliente
through em pty s ieve.
30 a través de un tamiz vacío.
“De nha m’s d oes it !”
«Considera los lirios en el campo,
cállate, cállate.»
Un fiero susurro de arena caliente a
través de la criba vacía.
¡«Denham» lo consigue!
«Considera los lirios, los lirios, los
lirios ... »
«Detergente Dental Denham.»
—¡Calla, calla, calla!
Era una s úpl ic a, un gr i to tan
terrible que Montag se encontró de
pie , m i e nt r as lo s s o rpr e ndi do s
pasaje ro s de l vagón l e mi raban,
apartándose de aquel hombre que
tenia expresión de demente, la boca
contraída y reseca, el libro abierto
e n s u puño . La gent e que , un
m om e nt o ant es , habí a es t ado
sentada, llevando con los pies el
r it mo de «D entí f ri co D enham»,
«Dur ade r o D et e rge nt e De ntal
Denham», «D entí fric o De nham »,
Dentí frico, D entífric o, uno, dos,
uno, dos, uno dos tres, uno dos, uno
dos tr e s. La ge nt e c uyas bo cas
habí an ar t ic ulado ape nas las
palabr as De ntí fr ic o, De ntí fr ic o,
Dentífrico. La radio del «Metro»
vom itó sobr e Mo ntag, co mo una
represalia , una carga completa de
m ús i ca co m pue st a de ho j al ata,
cobre, plata, cromo y latón. La gente
era for da a la sumisión; no huía, no
habí a s it i o donde hui r ; e l gran
convoy neumático se hundió en la
tierra dentro de su tubo.
—Li rios del cam po.
—Lirios del campo.
—Denham.
«Denham. »
—¡Lirios, he dicho!
«¡He dicho lirios!»
La gente miró fijamente a Montag.
La gente miraba.
“Call t he guard.”
—Llamen al guardia.
—Llamen al guardián.
“The man’s of f —”
—Este hombre se ha vuelto...
—Este hombre está ido...
“Denham’s.”
70
“Li lie s, I s aid!”
The people st are d.
75
65
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Knol l Vie w!”
tr. de Alfredo Crespo
—¡Estación La Cumbre!
«¡Knoll Wiew!»
El tren se detuvo siseando. Un grito:
El tren produjo un siseo al detenerse.
—¡EstaciónLaCumbre!_______
Un suspiro:
—Denham.
«¡Knoll Wiew!» Un grito.
Mo ntag’s m out h bar ely m ove d. 10
“Lili es …”
La boca de Montag apenas se movía.
—Lirios...
Los labios de Montag apenas se movían.
—Lirios...
The t rai n do o r whis t l ed o pe n.
M ont ag s t oo d. The doo r gas ped,
s t ar t e d s hut . O nl y t hen di d he 15
l e ap pas t t he o t he r pas s e nge r s ,
s c r e am i ng i n hi s m i nd, pl unge
t hr o ugh t he s li c i ng doo r onl y i n
t i m e. H e r an o n t he whi t e ti l e s
u p t h r o u g h t h e t u n ne l s , 20
i g no ri ng
t he e s c al ato r s ,
be c aus e he want e d t o f e e l hi s
f e e t - m o ve , ar m s s wi ng, l u ngs
c l e nch, unc l enc h, f e e l hi s
t h r o a t g o r a w w i t h a i r . A 25
vo i c e d r i f t e d af t e r h i m ,
“D e nh am ’s
D e n ham ’s
De nham’s ,” the t rai n his sed li ke
a snake . The train vanis hed i n i ts
hol e.
30
La puerta del tren se abrió con un
silbido. Montag no se movió. La puerta
emit ió un sonido entre cortado y
comenzó a cerrarse. Sólo entonces
Montag saltó hacia adelante,
atropellando a otros pasajeros, gritando
en su interior. Salió justo a tiempo.
Corrió por el piso de losas blancas, a
través de los túneles, ignorando las
escaleras, pues quería sentir cómo se
le movían los pies, c ómo se le
balanceaban los brazos, se le dilataban
y encogían los pulmones, se le secaba
la garganta. Una voz flotaba allá abajo:
—Denham Denham Denham.
El tr e n s i l baba c o m o una
serpiente. El tren desapareció en su
agujero.
La puerta del vagón se abrió
produciendo un silbido. Montag
permaneció inmóvil. La puerta empezó a
cerrarse. Entonces, Montagpasóde unsalto
junto a los pasajeros, chillando
interiormente y se zambulló, en último
momento, por la rendija que dejaba la
puerta corrediza. Corrió hacia arriba por
los túneles, ignorando las escaleras
mecánicas, porque deseaba sentir cómo
movían sus pies, cómo se balanceaban sus
brazos , se hinchaban y contraían sus
pulmones,cómo seresecabasugargantaenel
aire. Unavoz fue apagándose detrás de él:
«Denham, Denharn».
El, tre n s ilbó c omo una
s e r pi e n t e y d e s apa r e c i ó e n s u
aguje r o .
The t rai n his sed to it s sto p.
5
“K nol l Vie w!” A cr y.
“De nham ’s .” A whi sper.
“W ho is it ?”
«Denham.» Un susurro.
—¿Quién es?
—¿Quién es?
“M ont ag out here .”
—Montag.
—Montag.
“W hat do you want ?”
—¿Qué quiere?
—¿Qué desea?
—Déjeme entrar.
—Dejeme pasar.
—¡No he hecho nada!
—¡No he hecho nada!
—Estoy solo, ¡maldita sea!
—¡Estoy solo, maldita sea!
“You s wear it ?”
—¿Lo jura?
—¿Lo jura?
“I swear!”
—¡Lo juro!
—¡Lo juro!
35
“Let me in.”
40
“I haven’t do ne anyt hi ng!”
“I’m alone, damm it !”
45
The f ront doo r o pened sl owl y. 50
La puert a s e abr ió lentam ent e.
Fabe r pee r ed out, lo o ki ng ver y Fabe r s a c ó l a c abe za. P ar e c í a
ol d i n the li ght and ve ry fragi le muy vie jo a l a luz, y m uy frági l,
and ve ry m uc h af r ai d. The o l d y co n m uc ho mie do . P ar ecí a no
man l ooked as if he had not be en haber sali do de la c asa durant e
out o f the ho us e i n years. He and 55 años. No e ra muy di sti nt o de l as
t he whi t e pl as t e r wal l s i ns i de paredes de yes o del int eri or de la
we re much the s am e. There was c as a. Te ní a l as m e j i l l as y l o s
whit e in t he f les h of his m outh l a bi o s bl anc o s , y e l pe l o e r a
and hi s c he eks and his hair was bl anc o t am bié n, y l os oj os se le
whi t e an d hi s e ye s had f ade d, 60 habían apagado, y en el vago azul
wi th whi te in the vague bluene ss de l a s pup i l a s hab í a al go de
there . The n his eyes touched on bl anc o. Y lue go, de pronto, vio el
the boo k unde r M ontag’s ar m and li bro bajo el br azo de M ontag y
he di d not lo ok so ol d any mo re ya no pareció tan viejo ni tan frágil.
and no t qui te as f ragil e. Sl owly 65 Po co a poco se l e f ue bor rando
hi s fear went.
aquella expres ión de mie do.
La puert a se abri ó lentamente.
Faber ati sbó, parec ía m uy viej o,
m uy fr ági l y muy as us t ado . El
tenía as pecto de no habe r sal ido
de la cas a en años. Él y las paredes
blancas de yes o del inter ior e ran
muy sem ejant es. Habí a blancura
en la pul pa de sus labios , en sus
mej illas, y su cabel lo er a blanco,
m i e nt r as s us o j o s s e hab í an
des cubie rto, adquir iendo un vago
co lor azul bl anc uzco. Luego, su
m i r ada s e f i j ó e n e l l i bro que
Montag ll evaba bajo el br azo, y ya
no pareci ó tan viejo ni tan frágil.
Lent ame nt e, s u mi edo
d e s ap ar e c i ó .
“I’m sorry. One has to be careful.”
—Lo
si
H e lo oke d at t he bo o k unde r h a y q u e t e
Mo ntag’s arm and co uld not sto p. 70 — M i r ó e l
“So i t’s t rue .”
que es c ie
ento .
Pe ro
ner cuidado.
l ibro .— Así
rto.
—Lo siento. Uno hade tener cuidado.
Miró el libro que Montag llevaba
bajo el brazo y no pudo callar.
—De modo que es cierto.
M o nt ag ent r ó e n l a c as a. La
puerta se cerró.
M o nt a g e n t r ó . L a p u e r t a
s e c e rr ó .
—Siéntese.
Faber re tr oce dió de es paldas,
co mo s i t emi era que el libro se
—Siéntese.
Fab e r
re trocedió,
c o mo
t e m i e ndo que el l i br o pudi e r a
M o nt ag s t e ppe d i ns i de . The
do or shut.
75
“S i t d o w n . ” F a b e r b a c k e d
up, as i f he f e ar e d t he b o o k
mi g ht vani s h i f he t o o k hi s
66
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
e y e s f r o m i t . Be hi n d hi m,
the doo r to a bedro om
sto o d o pen, and in t hat
r o o m a l i t t e r o f ma c hi n e r y
a n d s t e e l t o o l s wa s s t r e wn 5
upo n a desk-to p. Mo ntag
had o nl y a gl i m ps e , be f o r e
F a b e r , s e e i n g M o n t a g ’s
a t t e n t i o n d i ve r t e d , t u r n e d
qui ckly
and
shut
t h e 10
bed ro o m do o r an d st o o d
ho l di ng t he kno b wi t h a
t r e mbli ng hand. His gaze
ret urne d unsteadily
to
Mo n tag,
who
was
n o w 15
s e a t e d wi t h t h e b o o k i n h i s
l a p . “T h e b o o k — wh e r e
di d yo u —?”
“I st ole it .”
20
Faber, for the firs t ti me, rais ed
hi s e ye s and lo oke d dir ect ly into
Mo nt ag’s f ac e. “Yo u’re brave .”
desvaneciese si le quitaba los ojos
de encima. Detrás de él se abría la
puer t a de una al c o ba, y e n e s e
cuarto unas piezas de maquinaria y
unas he r r ami e nt as de ac e ro s e
amontonaban en desorden sobre un
es cr it or io . Mo nt ag ape nas pudo
e c har una oj e ada ant e s de que
Faber, advirtiendo su distracción, se
diera vuelta rápidamente y cerrase
la puerta. El viej o s e quedó al lí
unos instantes, inmóvil, aferrando
e l pe s t i l l o c o n una m ano
t e m bl o r o s a. Lue go vo l vi ó una
mirada intranqui la a Montag, que
ahora estaba sentado, y con el libro
en el regazo.
—El libro... ¿Dónde ... ?
—Lo robé.
tr. de Alfredo Crespo
des vanece rse s i apartaba de él su
m ir ada. A s u e spal da, l a pue rt a
que
c o m u ni c ab a
con
un
dormitorio estaba abierta, y en esa
hab i t ac i ó n hab í a e s par c i do s
di ve r s o s
f r agm e nt o s
de
m aq ui nar i a,
as í
c o mo
her r am i ent as de ace r o. Mo ntag
sól o pudo lanzar una ojeada antes
de que Fa be r, al o b s e r var l a
curi osidad de Montag, s e volviese
rápidamente, c errara la puerta del
dormitorio y suje tase el pomo con
m an o t e m bl o r o s a. S u m i r ada
vo l vi ó a f i j a r s e , i ns e gur a, e n
Montag, quien se había s entado y
tenía el libro en s u regazo.
—El libro... ¿Dónde lo ha ... ?
—Lo he robado.
Faber, por primera vez, alzó los
ojos y miró directamente a Montag.
—Es usted valiente.
Por primera vez, Faber enarcó las cejas
y miró directamenteal rostro de Montag.
—Es usted valiente.
“N o , ” s a i d M o n t a g . “ M y
wi f e ’ s d y i n g . A f r i e n d o f
m i ne ’s al r e ady de a d. S o m e o ne
w ho m a y h a ve b e e n a f r i e n d
w a s b u r nt l e s s t h a n t w e nt y - 30
f o u r h o u r s a g o . Yo u ’ r e t h e
o n l y o n e I k ne w m i g h t he l p
m e . To s e e . To s e e … ”
—No —le dijo Montag —. Mi
mujer está muriéndose. Una amiga
mía murió hace unos días. Alguien
que pudo habe r s i do una am iga
murió carbonizada no hace más de
veinticuatro horas. Sólo usted, entre
quienes conozco, puede ayudarme.
A ver. A ver...
— N o — di j o M o nt ag—. M i
esposa está muriéndose. Una amiga
m ía ha m ue r to ya. Al gui e n que
hubiese podido ser un amigo, fue
que mado
hac e
m e nos
de
vei nti cuatr o hor as. Us t ed e s e l
úni co que m e c o ns t a podr í a
ayudarme. A ver. A ver...
F a b e r ’s
i t c he d o n hi s
“Ma y I? ”
Las manos le picaban a Faber en
las rodillas.
—¿Puedo?
Las manos de Faber se movieron
inquietas sobre sus rodillas.
—¿Me permite?
25
h a n d s
kne e s .
“Sorr y. ” M ont ag gave hi m t he
bo ok.
35
40
—P erdó n — dijo Montag, y le
alcanzó el libro.
“It’s been a long tim e. I’m not
—Han pasado tant os años. No
a re ligious man. But i t’s be en a soy un ho mbre religioso. Pero han
l o ng t i m e . ” F ab e r t ur ne d t he pas ado t ant o s año s . — Fa be r
pages , sto ppi ng he re and t her e to 45 vol vió las pági nas , dete nié ndo se
re ad. “It’s as goo d as I re me mbe r. aquí y al lá a leer. — Es t an bueno
Lo rd, ho w t hey’ve c hanged it — c om o en mi s re c ue rdos . Señor,
i n o u r ‘ par l o ur s ’ t he s e days . c ó m o l o ha n t r ans f o r m ad o e n
Chris t is one of t he ‘famil y’ no w. nue stras «sal as de reci bo». Cr isto
I oft en wo nde r i t G od re cognizes 50 e s aho r a de l a «f am i l i a». M e
H i s o wn s o n t he wa y w e ’ ve pr e gunt o a m e nudo s i D i o s
dr ess ed hi m up, or is it dr ess ed rec onocer ía a su hi jo, ve stido de
hi m d o wn ? H e ’s a r e gul ar eti queta. O quizá s ea un traje de
pe ppe rmi nt st ick no w, al l s ugar- call e. En fi n, s ól o una barr a de
c ryst al and s acc har ine when he 55 m ent a, de bue n t amaño. Azúcar
is n’t m aki ng ve ile d r ef ere nce s to cri stalizada y sacar ina. Cuando no
ce rtain com mer cial pr oducts that nos hablan ve ladament e de cie rtos
e ve r y wo r s hi p pe r a b s ol ut e l y pr o duc t o s
comerciales
ne eds. ” Fabe r sni ff ed t he boo k. indispensable s para todo devo to.
“D o yo u know that boo ks s me ll 60 —Faber olió el l ibro . ¿Sabe que
li ke nutm eg o r s ome spi ce from a los libr os huelen a nuez mosc ada
f o r ei gn l and? I l o ve d t o sm e l l o a especias de países lejanos? Me
t he m wh e n I was a bo y. Lo r d, gus taba mucho olerl os cuando era
there we re a lot of lo ve ly boo ks joven. Señor, había un m ontón de
o nc e, be f o re we l et t he m go . ” 65 her mosos libr os en aquel tiem po,
Fa be r t ur n e d t h e p age s . “M r. antes de permitir que se perdieran.
M o n t ag, yo u ar e l o o ki ng a t a — Fa be r vo l vi ó l as p ági na s . —
c o war d . I s a w t h e w ay t hi n gs Señor Mo ntag, está usted ante un
we re goi ng, a long ti me bac k. I c o b ar de . Vi e l c a m i no que
s a i d no t hi ng. I ’m o ne o f t he 70 to maban las co sas , hace t iempo.
innoc ents who co ul d have s poken No dije nada. Soy mi inocente que
up and o ut whe n no o ne woul d pudo haber hablado cuando nadie
li ste n to the ‘guil ty,’ but I di d not que rí a e s c uc har al «c ul pabl e »;
s pe ak and t hus be c a m e gui l t y per o no hablé , y me convertí así
mysel f. And when fi nal ly the y s et 75 en otro c ulpable más. Y c uando al
the s truct ure to burn the books, f in o rganizar on l a quem azón de
usi ng t he, fi r em e n, I gr unt e d a l i b r o s , c o n l a ayud a de l o s
fe w t ime s and subsi ded, f or the re bom beros , lancé unos gr uñido s y
67
—Disculpe.
Montag le entregó el libro.
—Hace muchísimo tiempo. No
soy una persona religiosa. Pero hace
muchís im o ti em po . —Faber f ue
pasando las páginas, deteniéndose
aquí y allí para leer.—, tan bueno
como creo recordar. Dios mío, de qué
modo lo han cambiado en nuestros
«salo ne s». Cr is to e s uno de l a
«familia». A menudo, me pregunto si
reconocerá a Su propio Hijo tal como
lo hemos disfrazado. Ahora, es un
caramelo de menta, todo azúcar y
esencia, cuando no hace referencias
ve ladas a ci er to s pr oduc to s
comerciales que todo fiel necesita
im pr es ci ndible me nt e. — Fabe r
olisqueó el libro —. ¿Sabía que los
libros hue len a nuez moscada o a
alguna otra especia procedente de una
tierra lejana? De niño, me encantaba
olerlos. ¡Dios mío! En aquella época,
habí a una se ri e de l ibro s
e nc antado re s, ant es de que lo s
dejáramos desaparecer. —Faber iba
pasando las páginas—. Mr. Montag,
está usted viendo a un cobarde. Hace
muchísimo tiempo, vi cómo iban las
cosas. No dije nada. Soy uno los
i no ce nt es que hubie se podido
levantar la voz cuando nadie estaba
dispuesto a escuchar a los «culpable»,
pero no hablé y, de este modo, me
convertí, a mi ve z un culpable. Y
cuando, por f in, estableciero n el
mecanismo para quemar los libros,
por medio de los bomberos, rezongué
unas cuant as vec es y m e some tí,
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
were no other s grunti ng or ye lling
wi th m e, by then. No w, i t’s to o
l at e . ” Fabe r c l o s e d t he Bi bl e .
“Well — suppos e you t ell me why
yo u c ame here ?”
tr. de Alfredo Crespo
5
callé. No había o tros que gruñesen
o gr i t as e n c o n m i go . Aho r a e s
tar de. — Faber cerr ó la Bibli a.—
Bue no... ¿Por qué no me dice qué
lo t rajo aquí?
por que ya no habí a ot ro s que
r ezongaran o gr it ar an c onmi go .
Ahora es demasiado tarde.. —Faber
cerró la Biblia—. Bueno ¿Y si me
dijera para qué ha venido?
“N obo dy l i st e ns any m o r e. I
c an’t t alk to the wal ls be c aus e
they’re ye lli ng at me . I can’t talk
t o m y wi f e ; s he l i s t e ns to t he 10
wal ls . I just want some one to hear
what I have t o s ay. And maybe if
I t al k l o ng e no ugh, i t ’l l m ake
se nse . And I want you to teach me
to under stand what I r ead.”
15
—N adi e e scucha a nadi e . N o
puedo hablarles a las paredes. Las
paredes me gritan. No puedo hablar
c on mi muj er ; e ll a e s cuc ha las
paredes. Quiero que alguien oiga lo
que tengo que dec ir. Y quizá, si
hablo bastante, adquiera sentido. Y
qui er o que us t e d m e e ns eñe a
comprender lo que leo.
—Nadie escuchaya. No puedo hablar
a las paredes porque éstas están
chillándome a mí. No puedo hablar con
mi esposa, porque ella escucha a las
paredes. Sólo quiero alguien que oiga lo
que tengo que decir. Y quizás si hablo lo
suficiente, diga algo con sentido. Y
quiero que me enseñe usted a
comprender lo que leo.
F a b e r e x a m i n e d M o n t a g ’s
F ab e r e s t u d i ó l a c ar a
t hi n, b l u e - jo w l e d f ac e . “H o w a l a r g ad a y a zu l de M o n t ag .
d i d y o u g e t s h ak e n u p? W ha t
—¿C ó mo d e s pe r t ó ? ¿ Qué
kn o c k e d t h e t o r c h o ut o f yo ur 20 l e s a c ó l a a n t o r c h a d e l a s
hands ?”
mano s ?
Faber examinó el delgado rostro de
Montag.
—¿Cómo ha reci bido e sta
conmoción? ¿Qué le arrancado la
antorcha de las manos?
“I d o n’ t k no w. We ha ve
everything we ne ed to be happy,
but we are n’t happy. Som ething’s
m i s s i ng. I l o oke d ar o und. The
only thi ng I pos iti vel y kne w was
go ne was t he boo ks I’d burned in
te n o r twe lve year s. So I tho ught
bo oks mi ght help.”
—No sé. Tenemos lo necesario
para ser felices y no lo somos. Algo
falta. Busqué a mi alrededor Sólo
c o no zc o una c o sa que haya
desaparecido: los libros que quemé
dur ante die z o doce años . Pe nsé
entonces que los libros podían ser
una ayuda.
—No lo sé. Tenemos todo lo
necesario para ser felices, pero no lo
somos. Falta algo. Miré a mi alrededor.
Lo único que me constabapositivamente
que había desaparecido eran los libros
que he ayudado a quemar en diez o doce
años. Así, pues, he pensado que los libros
podrían servir de ayuda.
“Yo u’re a hopel e ss r om anti c, ”
— Es u s t e d u n r o m á nt i c o
s ai d Fabe r. “It wo ul d be f unny i f i nc ur able — di jo Faber — . Se rí a
i t we r e n o t s e r i o u s . I t ’s no t grac io s o s i no fue se se r io . N o
boo ks you nee d, i t’s so me o f the 35 s on l ibro s lo que us te d ne ce si ta,
t hi ngs that o nc e wer e in boo ks . s i no al gunas de l as c o s as que
The same t hi ngs c ould be i n the hubo e n l o s l ibr o s . Lo m i s m o
‘p ar l o ur f am i l i e s ’ t o d ay. The podrí a ve rs e ho y en l as «salas».
s am e i n f i ni t e d e t ai l an d Ra di o s y t e l e vi s o r e s po dr í an
awar e ne s s c o ul d be pr o j e c t e d 40 pro ye c tar l os mi s mo s i nf i ni to s
t hr o u gh
t he
r ad i o s
an d d e t al l e s
y
el
mi s m o
t el evis or s, but ar e not . No , no , c onoc im ie nt o, per o no . No , no ,
i t ’s no t bo o k s at a l l y o u ’r e no s on l ibro s lo que ust ed bus ca.
l oo king f o r! Take it whe re yo u P ue de e n c o nt r a r l o e n m uc has
c an fi nd i t , i n o l d pho nogr aph 45 o t r as c o s as : vi e j o s di s c o s de
re cor ds, old mo tio n pictures , and f o nó g r af o , vi e j as pe l í c ul as , y
i n o l d f r i e nds ; l o o k f o r i t i n vi e j o s am i go s ; bús que l o e n l a
nature and l ook for it in yoursel f. n at ur al e z a, y e n s u p r o pi o
Bo o ks we r e o nl y o ne t ype o f i nt er io r. Los l ibr os e ran só lo un
r ec eptacl e wher e we s to re d a lo t 50 r ec eptáculo donde guar dábamo s
o f t h i n gs w e w e r e af r a i d w e algo que t e m íam os o lvi dar. N o
m i ght f or ge t . Ther e i s no t hi ng hay nada de m ági co e n el lo s, de
magi cal i n them at all . The m agic ni ngún m o do . La m agi a r e s i de
i s onl y i n what boo ks say, ho w s o l a m e nt e e n aque l l o que l o s
t he y st it ched t he pat ches o f the 55 l ibro s di ce n; e n c óm o co se n lo s
unive rs e together into one garment har apos del uni ve rs o para dar no s
f or us . O f c o ur se yo u c o ul dn’t u na n ue va ve s t i du r a . P o r
know this, of course you still can’t s upue st o, no co noc e us te d es tas
understand what I mean when I say co sas , no sabe de qué hablo. Pe ro
all this. You are intuitively right, 60 us te d tie ne i nt uit ivam ent e razó n.
that ’s what count s. Three things Eso e s lo que c ue nt a. Tre s co sas
are missing.
f al t an.
— Es ust e d un r o m ánt ic o si n
e s p e r anz a
— di j o
Fab e r —
Re sultaría dive rt ido s i no f ue se
tan gr ave. N o son l ibro s lo que
ust ed nec esita, sino alguna de las
cosas que en un t iempo estuvieron
en l os l ibro s. El m is mo det al le
inf inito y las mism as enseñanzas
podrían ser proyect ados a través
de radios y t elevisore s, pero no lo
son. No, no: no son libro s lo que
us te d e s tá busc ando . Bús que l o
do n de pu e da e n c o nt r ar l o , e n
vie jos di scos, en vi ejas películas
y en viejo s am igo s; búsquelo en
la N at ur al eza y búsque lo por s í
mi sm o. Lo s libro s s ól o eran un
t i p o de r e c e p t ác u l o do nde
almacenábamos una serie de cosas
que t e m í am o s o l vi dar. N o hay
nada m ágico e n el lo s. La m agia
s ó l o e s t á e n l o que di c e n l o s
libros, e n cómo unían los diversos
as p e c t o s de l U ni ve r s o ha s t a
formar un conjunto para nosot ros.
Desde lue go, usted no pue de saber
e st o, s i gue si n e nt ende r l o que
quie r o de c ir c on m is pal abras .
Int uitivamente , tiene ust ed razón,
y eso es lo que importa. Faltan tres
cosas.
“N um be r o ne : D o yo u kno w
why bo o ks suc h as t hi s are s o 65
i m po r t a nt ? Be c aus e t h e y have
qual it y. And what do e s t he wor d
qual i t y m e an? To m e i t m e ans
t ext ur e . This bo o k has p ore s . It
has fe at ur e s. Thi s boo k can go 70
un de r t he m i c r o s c o pe . Yo u ’d
f i n d l i f e u n de r t h e g l a s s ,
s t r e a m i n g p a s t i n i nf i n i t e
pro f us i o n. The m o re po r e s, the
m or e tr ut hf ull y re co r de d de tail s 75
o f l if e pe r s quar e i nch yo u can
get o n a shee t of pape r, t he m or e
‘l i t e r ar y’ y o u a r e . Th at ’s m y
»Primera: ¿Sabe por qué libros
co mo és te so n t an im por tante s?
P or que t ie nen cal idad. Y, ¿qué
significa la palabra calidad? Para mí,
significa textura. Este libro tiene
poros, tiene facciones. Este libro
pue de
c ol o car s e
baj o
el
microscopio. A través de la lente
encontraría vida, huellas del pasado
en infinita profusión. Cuantos más
por o s, m ás de t al l es de l a vida
ve rídi cam ent e re gis trados pue de
o bt e ne r de cada hoj a de papel ,
cuanto más «literario» se vea. En
todo caso, é sa e s mi defi nici ón.
25
30
68
Primero: ¿Sabe usted por qué un
libro como éste es tan importante?
P o r que t i e ne c al idad. ¿Y qué
significa esta palabra? Calidad para
mí , s ignif ica t ext ura. Est e l ibro
ti ene poro s. Ti ene r as gos . Si lo
examina usted con un microscopio,
descubrirá vida bajo la lente; una
c o r ri e nt e de vi da abundant e e
i nf ini t a. Cuant o s m ás por o s ,
cuantos más porme nores vivo s y
auténticos pueda usted descubrir en
un centímetro cuadrado de una hoja
de papel, más «letrado» es usted.
Ésa es mi definición, por lo menos.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
d e f i ni t i o n , a n yw a y. Te l l i n g
d e ta i l . Fr e sh de t ai l . The go o d
wr i t e r s t o uc h l i f e o f t e n. The
m edi oc r e o nes run a qui c k hand
o ve r he r. The bad one s r ape he r
and l eave her f or the f l i es .
5
“So now do yo u see why boo ks
ar e hat ed and fe ar ed? They show
the por es in the f ace of li fe . The 10
c o m f o r t abl e pe o pl e want o nl y
wa x m o o n f ac e s , po r e l e s s,
hairl ess , expres sio nle ss . We are
li ving in a t im e when f lowers are
tr ying to live o n flo wer s, inste ad 15
o f gr o wi ng o n go o d r ai n a nd
bl ac k l oam. Eve n f ire wo rks , f or X
all their prettine ss, come from the
c h e m i s t r y o f t he e a r t h . Ye t
so mehow we think we can gro w, 20
fee ding o n flo wers and fi rewor ks,
wi t ho ut c o m pl e t i ng t he c y c l e
back to re ali ty. Do yo u kno w t he
le gend of Her cul es and Ant aeus,
the giant wr estle r, whose strength 25
wa s i nc r e di bl e s o l o ng as he
s t oo d f ir m l y o n the e ar t h. But
when he was he ld, ro o t le s s , i n
mi d-air, by Her cul es, he per ished
easil y. If the re i sn’t s ome thi ng in 30
that le gend f or us to day, in this
c i t y, i n o ur t i m e , t h e n I am
compl etely insane. We ll, ther e we
have t he f i r s t t hi n g I s ai d we
ne e de d. Q ua l i t y, t e xt u r e o f 35
infor mat ion.”
“And the s eco nd?”
“Lei sure .”
40
“O h, but we’ve pl ent y of of fho ur s. ”
tr. de Alfredo Crespo
N ar rar po rm e no r es . Fr es c o s
pormenores. Los buenos escritores
t o c an a m enudo l a vi da. Lo s
mediocr es l a rozan r ápidamente.
Los malos la violan y la abandonan
a las moscas.
Detalle revelador. Detalle reciente.
Los buenos escultores tocan la vida
a menudo. Los mediocres sólo pasan
apr e sur adam ent e l a m ano po r
encima de ella. Los malos violan y
la dejan por inútil.
¿Comprende aho ra por qué los
l ibr o s s on t em i dos y o di ado s ?
Reve l an por o s e n l a c ar a de l a
vi da. L a g e nt e c ó m o da s ó l o
qui e re ver ro s tr o s de c e ra, si n
po ro s , si n vel l o , i ne xpr e s i vo s .
És t e e s u n t i e m po e n que l as
f l or e s c re c e n a c o s t a de o tr as
fl ore s, en ve z de vivir de la l luvia
y l a ____ t i e r r a. Lo s m i s m o s
fuego s de artificio, tan herm osos,
pr o c e de n de l a quí m i c a de l a
ti erra. Y si n em bar go, que rem os
nutr ir no s de f lor es y f ue go s de
ar tif icio , s in com ple tar el cic lo
que no s l l e var í a de vuel t a a l a
r e a l i dad . Co no c e r á us t e d l a
le yenda de Hér cul es y Ant eo, el
l uc hado r gi gan t e , d e f ue r za
increíble mientras pisase la tierra.
Per o
c ua ndo
H é r c ul e s ,
abr azándo lo , lo alzó en e l ai re ,
pereci ó fácilment e. Si no hay algo
en e sa l eyenda que se r ef ie re a
nos otros, nues tra c iudad, nues tro
t i e m po , e nt o nc e s e s t o y l o c o .
Bue no , e s o e s l o pr i m e r o que
nec esitamos, me par ece. Calidad,
textura de inf ormaci ón.
»¿Se dan cuenta, ahora, de por qué
los libros son odiados Y temidos?
Muestran los poros del rostro de la
vida. La gente comodona sólo desea
caras de luna llena, sin poros, sin pelo,
inexpresivas. Vivimos en una época en
que las flores tratan de vivir de flores,
en lugar de crecer gracias a la lluvia y
al negro estiércol. Incluso los fuegos
artificiales, pese asu belleza , proceden
de l a quím ica de la tier ra. Y, sin
embargo, pensam os que podemos
crecer, alimentándonos con flores y
fuegos artificiales, sin completar el
cicl o, de regres o a la reali dad.
Conocerá usted la leyenda de Hércules
y de Anteo, gigantesco luchador, cuya
fuerza era increíble en tanto estaba
firmemente plantado en tierra. Pero
cuando Hércules lo sostuvo en el aire,
sucumbió f ácilme nte. Si en e sta
leyenda no hay algo que puede
aplicarse a nosotros, hoy, en esta
ciudad, e ntonce s es que es toy
completamente loco. Bueno, ahí está
lo primero que he dicho que
necesitábamos. Calidad, textura de
información
—¿Y lo segundo?
—¿Y lo segundo?
—Ocio.
—Ocio.
— O h, pe r o di s po ne m os de
muchas horas libres.
—Oh, disponemos de muchas horas
después del trabajo.
“O f f - ho u r s , y e s . B ut t i m e 45
—Horas libres, sí. ¿Pero tiempo
t o t hi nk? If yo u ’r e no t dr i vi ng para pensar? Cuando no conducen
a hu ndr e d m i l e s a n h o u r, at a a ciento cincuent a kilómetros por
c l i p wh e r e y o u c a n’t t hi n k o f ho r a, y e nt o nc e s no s e pue de
an yt hi n g e l s e b ut t h e dan ge r, pe ns ar e n o t r a c o s a que e n e l
t h e n y o u ’ r e p l a y i n g s o m e 50 peligro, se entre tienen con algún
ga m e o r s i t t i ng i n s o m e r o o m juego, o en una sala donde no es
w h e r e y o u c a n’ t a r g u e w i t h posible discutir con el televisor de
t h e f o u r w al l t e l e vi s o r. W h y? c uat r o par e de s . ¿P o r qué ? El
The t e l e vi s o r i s ‘ r e a l . ’ It i s t e l e vi s o r e s r e al . Es al go
i m m e d i a t e , i t h as di m e n s i o n. 55 inmediato, tiene dimensiones. Le
It t e l l s y o u wha t t o t h i n k an d dice a uno l o que de be pensar, y
b l a s t s i t i n . I t m u s t b e , de un modo co ntundente. H a de
r i g h t . I t s e e m s s o r i g h t . I t tener razón. Parece tener razón. Lo
r us h e s y o u o n s o q u i c k l y t o arrastra a uno co n tanta rapidez a
i t s o w n c o n c l u s i o n s y o u r 60 sus propias c onclusione s que no
m i n d ha s n ’t t i m e t o p r o t e s t , hay tie mpo de pr otes tar, o de cir
‘W hat nonse ns e!’”
«¡Qué tontería!».
—De horas después del trabajo, sí,
pero, ¿y tiempo para pensar? Si no se
co nduce un vehículo a c iento
cincuenta kilómetros por hora, de
modo que sólo puede pensarse en el
pe ligro que s e c orr e, se es tá
interviniendo en algún juego o se está
se ntado en un salón, donde es
imposible discutir con el televisor de
cuatro paredes.. ¿Por qué? El televisor
es «r eal ». Es inmediat o, tie ne
dim ensió n. Te dice lo que de bes
pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener
razón. Parece tenerla. Te hostiga tan
apremiantemente para que aceptes tus
propias conclusiones, que tu mente no
tiene tiem po para prote star, para
gritar: «¡Qué tontería!»
“Only the ‘family’ is ‘people.’”
—Sólo la «familia» es «gente».
—Sólo la «familia» es gente.
—¿Cómo dice?
—¿Qué dice?
65
“I be g your par don?”
“M y wi f e s ays bo o ks ar e n’t
‘re al .’”
—Mi mujer dice que los libros
no son «reales».
—Mi esposa afirma que los libros no
son «reales».
—G raci as a D io s. U no pue de
cerrarlos, decir «Espérate aquí un
momento». Uno se siente Dios con
los libros. ¿Pero quién ha escapado
a esas garras que se apode ran de
uno en el mismo instante en que se
enciende la televisión? Le dan a uno
l a fo r m a que qui er e n. Es un
—Ygracias aDios por ello. Uno puede
cerrarlos decir «Aguarda un momento.»
Uno ac túa co mo un Di os . pe ro ,
¿quién se ha arrancado alguna vez de
la garra que le sujeta una vez se ha
instalado en un salón con televisor?
¡Le da a uno la forma que desea! Es
medio ambiente tan auténtico como
70
“Thank G od f or t hat. You c an
s h ut t h e m , s a y, ‘H o l d o n a
mo ment.’ You play G od to it . But
who has ever to rn hi mse lf fr om
the c law t hat encl ose s you when 75
yo u drop a se ed in a TV par lour?
It gr ows you any s hape it wis he s!
It is an envir onme nt as real as t he
69
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
wo r l d. It b e c om e s an d i s t he
tr uth. Boo ks can be beat en do wn
wi t h r e as o n. Bu t w i t h a l l m y
knowl edge and sc ept ici sm , I have
ne ve r bee n able to argue wi th a
o n e - h un dr e d- p i e c e s ym pho ny
o r c he s t r a, f u l l c o l o ur , t hr e e
dim e nsi o ns, and I bei ng i n and
part of tho se inc redibl e parl our s.
As yo u se e, my par lour is no thi ng
but f our plas ter walls . And he re
—” He held out t wo sm all r ubber
pl ugs . “Fo r m y e ar s when I ri de
the s ubway-je ts .”
tr. de Alfredo Crespo
ambiente tan real como el mundo.
Se convierte en la realidad, y es la
r eali dad. Los l i br os pue de n se r
atacados con razones. Pero, a pesar
de m i s c ono c i m ie nt o s y m i
escepticismo, no he podido discutir
con una orquesta sinfónica de cien
i ns tr um e nto s , a to do c ol o r,
tridimensional. Como usted ve, mi
sala de recibo no es más que cuatro
paredes de yeso. Y mire esto. —
Mo st ró dos co ni to s de go ma.—
Para mis oídos cuando viajo en el
tren subterráneo.
el mundo. Se convierte y es la verdad.
Los libros pueden ser combatidos con
m ot ivo Pe ro , co n to do s mi s
conocimientos y escepticismo, nunca
he sido capaz de discutir con una
orquesta sinfónica de un centenar de
instrumentos, a todo color, en tres
dimensiones, y formando parte, al
mismo tiempo, de esos increíbles
salones. Como ve, mi salón consiste
únic amente e n cuatr o parede s de
yeso. Y aquí tengo esto —mostró dos
pequeños tapones de goma—. Para
mis orejas cuando viajo en el «Metro».
“D e n ham ’s D e nt i f r i c e ; t he y
t oi l not , nei t he r do the y s pi n, ”
said Mo nt ag, e ye s s hut. “W he re
do we go f rom he re? Wo uld bo oks
20
he lp us ?”
— D e nt í f r i c o D e nham, no
trabajan, ni hilan —entonó Montag
con los ojos cerrados —. ¿A dónde
iremos ahora? ¿Nos ayudarán los
libros?
— «D e nt i f ri c o D enham»; no
mancha, ni se reseca —dijo Montag,
con los ojos cerrados—. ¿Adónde i
remos a parar? ¿Podrían ayudarnos
los libros?
“O nl y i f t he thi r d ne c e s sar y
thing c oul d be given us. N umber
o n e , as I s ai d, qua l i t y o f
inf ormat ion. Number two: leis ure 25
t o di ge s t it . And num be r t hr ee :
t he r i gh t t o c ar r y o ut ac t i o ns
based o n what we l ear n f ro m t he
inter -acti on of the f irs t t wo . And
I har dl y t hink a very o ld man and 30
a f ir em an t ur ne d s our co ul d d o
much this lat e in the game …”
— Só l o s i c o ns e gui m o s l a
t e r c e r a c o s a ne c e s ar i a. La
pri mera, como dije, es calidad de
i nfo r m ac i ó n. La se gunda: oc i o
par a di g e r i r l a. L a t e r c e r a: e l
der echo a obrar de acuerdo con lo
que nos ha enseñado la interacción
de las ot ras dos. Y me parece muy
dif ícil que un hombre muy viej o y
un bom bero des cont ento l o gr en
algo a est a altura.
—Sólo si la tercera condición
necesaria pudiera sernos concedida. La
primera, como he dicho, es calidad de
información. La segunda, ocio para
asimilarla. Y la tercera: el derecho a
emprender acciones basadas en lo que
aprendemos por la interacción o por la
acción conjunta de las otras dos. Y me
cuesta creer que un viejo y un bombero
arrepentido pueden hacer gran cosa en
una situación tan avanzada...
5
10
15
“I can get bo oks .”
—Puedo conseguir esos libros.
—Puedo conseguir libros.
—Se arriesga usted demasiado.
—Corre usted un riesgo.
35
“You’re r unning a ri sk.”
“Th a t ’s t h e g o o d p a r t o f
dyi ng; whe n yo u ’ve no t hi ng t o
l o s e , yo u r un any r i s k yo u
w an t . ”
— Eso e s lo bue no de es t ar
muriéndose. Cuando ya no hay nada
que pe r de r, s e pue de c or r e r
cualquier riesgo.
—Eso es lo bueno de es tar
moribundo. Cuando no se tiene nada
que perder, pueden correrse todos los
riesgos.
“The r e , yo u’ ve s ai d an
— Bueno , ha di c ho us t e d al go
inter esti ng thi ng,” laughed Fabe r, i nt e r e sant e — r i ó Faber — . ¡Y
45 s i n habe r l o le í do !
“wit hout having read it !”
—¡Acaba de decir usted una frase
interesante! —dijo, riendo, Faber—.
Incluso sin haberla leído.
“Are thi ngs l ike tha t i n books.
But i t c am e o ff t he t o p o f m y
m i nd!”
— ¿E n l o s l i br o s ha y c o s a s
c o m o é s a? ¡P e r o s i l a d i j e s i n
p e n s ar !
— En l os l ibro s hay c os as así .
P er o és ta s e me ha oc ur ri do a m í
sol o.
—Mejor aún. No la preparó para
mí ni para nadie, ni siquiera para
usted mismo.
—Tanto mejor. No la ha inventado
para mí o para nadie ni siquiera para
sí mismo.
Mo ntag leaned f orward. “This 55
Montag se inclinó hacia adelante.
af t e r no o n I t ho ught t ha t i f i t
—Esta t arde pensé que s i l os
turne d out that bo oks wer e wor th libros eran en verdad algo de valor,
while , we might ge t a pr es s and podríamo s buscar una im prenta e
pr int s ome extra co pi es —”
imprimir algunos ejemplares...
Montag se inclinó hacia delante.
—Esta tarde, se me ha ocurrido que
si resultaba que los libros merecían la
pena, podíamos conseguir prensa e
imprimir algunos ejemplares...
40
50
“A l l t he be t t e r. Yo u d i dn ’t
fancy it up fo r me o r anyone, e ven
yoursel f.”
60
“We ?”
—¿Podríamos?
—¿Podríamos?
“Yo u and I”
—Usted y yo.
—Usted y yo.
Faber se enderezó en su silla.
—¡Oh, no!
—¡Oh, no!
Faber se irguió en su asiento.
“O h , n o ! ”
up.
Fabe r
sat
65
“Bu t l e t m e t e l l y o u m y
plan —”
— P e ro pe r m ít am e
explique mi plan...
que
le
—D éj eme que le expl ique mi
plan.. .
—Si insiste en eso, tendré que
pedirle que se vaya.
—Si insiste en contármelo, deberé
pedirle que se marche.
70
“If you insis t o n tel ling me, I
must as k you to le ave .”
“But are n’t you i nte res ted?”
—¿Pero no le interesa?
—Pero, ¿no está usted interesado?
75
“No t if yo u st art t al king the
s o r t o f t alk t hat mi ght get m e
bur nt f or my tr ouble . The o nl y
70
—N o s i m e habla ust ed de es as
co sas. No quiero que m e queme n.
Só l o po d r í a ha c e r l e c a s o s i
—N o, s i em pi eza a habl ar de
al go que podrí a hacerm e te rminar
e nt r e l as l l a m as . Só l o p o dr í a
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
way I co uld pos sibl y lis ten to you
wo uld be i f s ome ho w t he fi rem an
s tr uc tur e it s el f co uld be bur nt .
No w i f you sugge st that we pri nt
extra books and ar range to have
them hi dde n i n f ir eme n’s hous es
al l over t he c ount ry, so that see ds
o f s u s p i c i o n wo u l d be s o wn
am ong t hes e ars oni sts , bravo, I’d
s ay!”
tr. de Alfredo Crespo
co nsi gui éramos , de algún modo,
que l os bom ber os se quemasen a
sí mi smos . Si s ugi rie se uste d que
i m pr i m i é s e m o s l i br o s y l o s
ocultár amos luego en las c asas de
lo s bom ber os, t odo a lo largo del
país, s embrando as í l a sem ill a de
la
s ospecha
e nt r e
es os
i n c e nd i ar i o s , ¡br avo ! l e di r í a
ent once s.
esc ucharle, si la es truc tura de los
bo m be r o s pudi e s e ar de r, a s u
vez, Ahor a bi en, s i sugi er e us te d
que i mpri mamo s algunos l ibro s
y n o s l as a r r e gl e m o s p ar a
e sc onde rl os e n l os c uart el es de
bo m b e r o s de t o do e l paí s , de
m odo que las so spec has caye se n
s obr e e s o s i nce ndi ar io s , di r ía:
¡Br avo !
—Introducir los libros, poner en
“P l ant t he bo oks , t ur n i n an
al ar m , and s e e t he f i r e m e n ’s marc ha la al arma, y ver cóm o se
ho us e s bur n, i s t hat wha t yo u queman las casas de los bomberos,
15 ¿es eso lo que quiere decir?
m e an?”
— D e j a r l o s l i br o s , da r l a
al ar m a y ve r c ó m o a r de n l o s
cuar teles de bomber os. ¿Es eso lo
que qui ere de ci r?
Fa be r a l zó l as c e j as y m i r ó
a M o nt ag c o m o s i e s t uvi e s e
vi e n do a o t r o ho m br e .
—Era una broma.
Fabe r e narc ó las ce j as y mi r ó
a M o nt ag c o m o s i e s t uvi e s e
vi e ndo a ot r o ho mbr e .
—Estaba bromeando.
—Si ust ed c ree que el
p l a n va l e l a p e n a , t e n g o
qu e t o m ar l e l a p al a br a.
—Si cree que valdría la pena intentar
ese plan, tendría que aceptar su palabra
de que podría ayudarnos.
“Yo u c a n’t guar ant e e t hi ngs
li ke that! Af te r all, when we had
al l t he bo oks we needed, we s ti ll
i ns i st e d o n f i ndi ng t he hi ghes t
cl iff to jump of f. But we do ne ed 30
a br e at h e r. We d o ne e d
kn o wl e dg e . And p e r h aps i n a
t ho us an d ye ar s we m i g ht pi c k
s mall er cl if fs t o j um p o ff . The
boo ks are to remi nd us what as ses 35
an d f o o l s we ar e . The y’ r e
Ca e s a r ’s p r ae t o r i an g uar d,
whis pe ri ng as the par ade r oar s
do wn t he ave nu e , ‘Re m e m be r,
Caesar, thou ar t m ort al .’ Mos t of 40
us c an’t r us h ar ound, talking to
everyone , kno w all the c iti es of
t h e w o r l d, we ha ve n ’t t i m e ,
mo ney o r t hat many fr iends . The
t h i ng s yo u ’r e l o o ki ng f o r, 45
Mo ntag, ar e i n the wo rl d, but t he
o nl y way t he aver age chap wil l
ever see nine ty- nine per ce nt of
them is in a boo k. Don’t as k f or
guarante es . And don’t lo ok to be 50
s aved i n any one t hi ng, pe rs on,
machi ne, o r l ibr ary. D o your o wn
bi t of saving, and i f you dr own,
at l eas t di e kno wi ng yo u we r e
55
he ade d f or shore .”
— ¡N o e s po s i b l e ga r ant i zar
e s t as c o s as ! Al f i n y al c a bo ,
c uan do t e n í amo s t o do s l o s
l i b r o s , no s pas áb amo s e l
t i e mpo
e l i gi e ndo
los
ac a nt i l a do s m ás al t o s p ar a
t i r ar no s d e c a be za . P e r o , e s
ve r d a d ,
ne c e s i t a mo s
ac ant i l ado s m ás baj o s . Lo s
l i b r o s no s recuerdan que somos
unos asnos y uno s tontos. Son la
guardia pretoriana del Cé sar, que
murmura mientras los desfiles pasan
[101] ruidosamente por las avenidas:
«Recuerda, César, que eres mortal.»
La mayoría de nosotros no puede
correr de un lado a otro, hablar con
t oda l a ge nt e , vi si t ar to das las
c iudade s. No s f al ta ti e mpo , o
ami gos, o dinero . Las co sas que
uste d busca, Montag, están e n el
mundo; pero el noventa y nueve por
ciento de los hombres sólo puede
ver l as en lo s l i bro s . N o pida
garantías. Y no busque la salvación
en una sola cosa: persona, máquina,
o biblioteca. Ayúdese a sí mismo, y
si se ahoga, muera sabiendo por lo
menos que estaba acercándose a la
orilla.
—¡No es posible garantizar cosas así!
Después de todo, cuando tuviésemos
todos los libros que necesitásemos, aún
insistiríamos en encontrar el precipicio
más alto para lanzarnos al vacío. Pero
necesitamos un respirador.
Necesitamos conocimientos. Y tal
vez dentro de un millar de años,
podríamos encontrar barrancos más
pequeños desde los que saltar. Los
libros están para recordarnos lo tontos
y estúpidos que somos. Son la guardia
pret oriana de Cé sar, s usurrando
mientras tiene lugar el desfile por la
avenida: «Recuer da, Cé sar, e res
mortal.» La mayoría de nosotros no
podemos andar corriendo por ahí,
hablando con to do el mundo, ni
conocer todas las ciudades del mundo,
pues carecemos de dinero o de amigos.
Lo que usted anda buscando, Montag,
está en el mundo, pero el único medio
para que una persona corriente vea el
noventa y nueve por ciento de ello está
en un libro. No pida garantías. Y no
espere ser salvado por alguna cosa,
persona, máquina o biblioteca. Realice
su propia labor salvadora, y si se ahoga,
muera, por lo menos, sabiendo que se
dirigía hacia la playa.
Faber go t up and be gan to pace
the r oo m.
Faber se puso de pie y comenzó a
pasearse por el cuarto.
Faber se levantó y empezó a pasear
por la habitación.
—¿Y bien? —preguntó Montag.
—¿Bien? —preguntó Montag—.
—¿Habla en serio?
—¿Habla completamente en serio?
—Muy en serio.
—Completamente.
F abe r r ai s e d hi s br o ws
and l o o ke d at Mo nt a g as i f
h e we r e s e e i n g a n e w m a n .
“I was jo ki ng.”
5
10
20
“If yo u t ho ught it woul d be a
plan wort h tryi ng, I’d have to t ake
your wor d it woul d hel p.”
25
“Well ?” asked Mo ntag.
60
“You’re absol ut ely se ri ous ?”
“Abso lut el y. ”
65
“It’s an i nsi dio us plan, if I do
s ay so m ys e l f .” Fabe r glanc e d
ner vo us ly at his bedr oo m do or.
“To s e e t he f i r e ho u s e s bu r n
ac r o s s t h e l and , de s t r o ye d as
ho t be ds
of
t r e as o n . The
salam ander de vours his t ail ! H o,
G od!”
“I ’ve a l i s t o f f i r e m e n ’s
r e s i d e nc e s e ve r y whe r e . Wi t h
so me so rt of undergro und.”
70
75
71
—Es un plan i nsi dio so. Ésa es
mi opinión por l o me nos. —Faber
mi ró ner vi osamente la puert a del
do rmi tor io. — Ver arde r l os cuart e l e s de bo m ber o s , de s t rui do s
co mo foc os de traic ión. ¡La sal amandr a devorándo se la co la! ¡O h,
Dio s!
—Es un plan insidioso, si es que
pue do de ci r lo . — Fabe r m i ró ,
ner vio s o, hac ia la pue rt a de s u
dormitorio—. Ver los cuarteles de
bomberos ardiendo en todo el país,
destruidos como nidos de traición.
¡La salamandra devorando su rabo!
¡Oh, Dios!
—Tengo una lista de todas las residencias de bomberos. Con un trabajo subterráneo...
—Tengo una lista de todas las
residencias de bomberos. Con un poco
de labor subterránea...
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Can’t trust peo pl e, that’s t he
di rty part . You and I and who el se
wi ll se t t he fi res ?”
“Are n’t ther e pr of es so rs l ike
yo ur s e l f ,
f o r me r
wr i t e r s ,
hi sto rians, l inguis ts… ?”
5
“D ead or anci ent .”
tr. de Alfredo Crespo
—No se puede confiar en la gente,
eso es lo peor. Usted y yo, ¿pero quién
más para encender los fuegos?
—No es posible confiar en la gente,
eso es lo malo del caso. ¿Quién, además
de usted y yo, prenderá esos fuegos?
—¿No hay profesores como usted,
viejos escritores, historiadores, lingüistas?
— ¿N o hay pr of e so r e s c om o
ust e d,
ant i guo s
e sc r i to r es ,
historiadores, lingüistas...?
—Muertos o viejos.
—Han muerto o son muy viejos.
10
“The o lder t he bet te r; t he y’ll
go unnot ice d. Yo u know do zens,
admit it !”
“O h , t he r e ar e m an y ac t o r s
al o ne
w ho
have n’ t
ac t e d
P i r an de l l o
or
Sh aw
or
Shake s pe ar e f o r ye ar s be c aus e
their pl ays are too awar e o f t he
wo rld. We could use thei r ange r.
And we c ould use the honest rage
of t ho se his to rians who haven’t
wr i t te n a l i ne f o r f o r t y ye ar s .
True, we m ight f or m c lass es i n
thinki ng and readi ng.”
15
20
25
“Ye s !”
nibble 1 a. (bite) mo rdisquear b. (eat, pick a t) p icar 2
a. ( bite, gn aw) t o nibble at / on sth mordisquear
algo b. (ea t) p icar 3. bocadito, mordisco : may I
hav e a nibble of your cak e?, ¿ me das un tro cito de
tu past el?
—Cuanto más viejos, mejor. Pasarán inadvertidos. ¡Conoce a docenas,
admítalo!
—Cuanto más viejos, mejor. Pasarán
inadvertidos. Usted conoce a docenas
de ellos, admítalo.
—Oh, hay muchos actores que no
r epr es e nt aro n durante año s a
Pirandello o Shaw o Shakespeare
porque en las obras se decía demasiado del mundo. Podríamos utilizar
su odio. Podríamos utilizar asimismo el justo [102] rencor de los historiadores. No han escrito una línea
durante cuarenta años. Podríamos
también organizar clases de lectura
y meditación.
—¡Oh, hay muchos actores que no
han interpretado a Pirandello, a Shaw
o a Shakespeare desde años porque
sus obras son demasiado conscientes
del mundo. Podríamos uti lizar el
enojo de éstos. Y podríamos emplear
la rabia honesta de los historiadores
que no han escrito una línea desde
hac e cuar enta año s. Es ve rdad,
po dr íamo s or gani zar cl as es de
meditación y de lectura.
—¡Sí!
—¡Sí!
“But t hat wo uld jus t ni bbl e the
edge s. The who le culture ’s shot 30
t h r o u gh. Th e s ke l e t o n ne e ds
m e l t i ng and r e - s hapi ng. G o o d
G o d, i t is n’t as s i m pl e as j us t
pi cki ng up a boo k you laid do wn
hal f a c e nt ur y ago. Rem e m be r, 35
the f ir eme n are rarel y nec ess ar y.
The public it se lf sto pped readi ng
o f it s own ac co rd. Yo u fi re me n
pr ovi de a cir cus no w and then at
whi ch bui ldings ar e se t of f and 40
c r o wd s gat he r f o r t he p r e t t y
bl aze, but it ’s a s mal l si de show
inde ed, and hardl y ne ce ss ar y to
ke ep thi ngs i n l ine . So few want
to be r ebe ls any m ore . And out of 45
t ho s e f e w, m o s t , l i ke m y s e l f ,
scare easily. Can you danc e fas ter
t h an t he W h i t e C l o w n, s ho ut
l ouder than ‘Mr. Gi m mi c k’ and
the par lour ‘familie s’? If you c an, 50
yo u’l l win yo ur way, Montag. In
any e vent, yo u’r e a fo ol . P eople
ar e having fun — ”
—Pero eso sólo suavizará los bordes. La cultura entera está traspasada
de parte a parte. Hay que fundir el esqueleto y modelarlo de nuevo. Buen
Dios, no basta alzar un libro que se
dejó caer hace cincuenta años. No olvide que los bomberos trabajan poco.
El público mismo abandonó la lectura espontáneamente. Ustedes los bomberos dan de cuando en cuando su espectáculo de circo, quemando las casas y atrayendo una muchedumbre que
quiere ver el bonito resplandor; pero
es en verdad un número sin importancia, y apenas necesario para conservar el orden de las cosas. Son tan pocos los que piensan en rebelarse. Y la
mayoría de ellos se asusta como yo
fácilmente. ¿Puede bailar con mayor
rapidez que el Payaso Blanco, gritar
más alto que «el señor Risita» y las
«familias» de la sala? Si puede hacerlo, se ganará a la gente, Montag. Si
no, hará el papel de tonto. Recuerde
que están divirtiéndose.
—Pero eso sólo serviría para mordisquear
los bordes. Toda la cultura está
deshecha. El esqueleto necesita un
nuevo andamiaje y una nueva
reconstitución. ¡Válgame Dios! No es
tan sencillo como recoger un libro que
se dejó hace medio siglo. Recuerde, los
bomberos casi nunca actúan. El público
ha dejado de leer por propia iniciativa.
Ustedes, los bomberos, constituyen un
espectáculo en el que, de cuando en
cuando, se incendia algún edificio, y la
multitud se reúne acontemplar labonita
hoguera, pero, en realidad, se trata de
un espectáculo de segunda fila, apenas
necesario para mantener la disciplina.
De modo que muy pocos desean ya
rebelarse. Y, de esos pocos, la mayoría,
como yo, se asustan con facilidad.
¿Puede usted andar más aprisa que el
Payaso Blanco, gritar más alto que «Mr.
Gimmick» y las «familias» de la sala de
estar? Si puede, se abrirá camino,
Montag. En cualquier caso, es usted un
tonto. La gente se divierte.
“C o m m i t t i n g
Murder ing!”
— ¡ S u i c i d á n d o s e ! ¡ As e s i n a nd o !
— ¡S e
est á
as esinando!
s ui c i d e ! 55
s ui c i dan do ,
A bo m be r f l i g ht had be e n
m o vi ng e as t al l t he t i m e t he y
talke d, and o nly no w did the t wo
me n s top and lis ten, f ee ling t he
gr eat j e t s o und t r e m bl e i nsi de
them sel ve s.
Mientras hablaban, una escuadrilla de bombarderos había cruzado
60 el cielo hacia el este. Los dos hombres callaron y escucharon, sintiendo dentro del cuerpo el estruendo
de las turbinas.
Unvuelo de bombarderos habíaestado
desplazándose haciael Este,mientras ellos
hablaban, ysólo entonces los dos hombres
callaron para escuchar, sintiendo resonar
dentro de sí mismos el penetrante
zumbido de los reactores.
“P ati ence , M ont ag. Le t the war
t u r n o f f t he ‘f am i l i e s . ’ O ur
ci vi li zati on is f li nging i ts el f to
pi e c e s . St a nd ba c k f r o m t he
ce ntri fuge .”
65
— P ac i e n c i a, M o n t a g. D e j e
que l a gue r ra apague l as «fam i l ias ». La ci vil izaci ó n s e r es que br aj a . Apár t e s e de l a m á qui na
c e nt rí f uga.
— P ac ie nc i a, Mo nt ag. Que l a
guer r a e l i m ine a l as «f ami l i as ».
N u e s t r a c i vi l i z a c i ó n e s t á
de s t r o zándo s e . Apár t e s e de l a
c e nt rí f uga.
“The r e h as t o be s o m e o ne
re ady when it bl ows up.”
—Alguien debe estar preparado
cuando el mundo estalle.
—Cuando acabe p or estallar, alguien
tiene que estar preparado.
“Wh at ?
Me n
qu o t i n g
M i l t o n ? S a yi n g , I r e m e m be r 75
So ph o c l e s ? R e mi nd i ng t he
s u r vi v o r s t h a t m a n h a s h i s
g o o d s i d e , t o o ? Th e y w i l l
—¿Quién? Hombres que citen a
Milton? ¿Hombres que digan: «me
acuerdo de Sófocles»? ¿Que les [103]
recuerden a los sobrevivientes que el
hombre tiene su lado bueno? La gente
—¿Quién? ¿Hombres que reciten a
Milton? ¿Qué digan: recuerdo a
Sófocles? ¿Recordando a los
supervivientes que el hombre tiene
también ciertos aspectos buenos? Lo
70
72
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
o n l y ga t h e r up t he i r s t o ne s t o
h u r l a t e ac h o t h e r . M o nt a g ,
g o ho me . Go t o b e d . Wh y
w as t e y o u r f i na l h o u r s r ac i n g
a bo ut y o u r c ag e de ny i n g
y o u ’r e a s qu i r r e l ? ”
5
“Then you don’t care any more?”
“I c ar e s o m uc h I’m si c k. ”
10
“And you wo n’t help me ?”
“G ood night, go od night .”
amontonará piedras para amofiárselas
a su vecino. Montag, váyase a su casa.
Váyase a dormir. ¿Por qué negar en estas últimas horas, mientras sigue corriendo dentro de la jaula, su condición
de ardilla?
tr. de Alfredo Crespo
único que harán será reunir sus piedras
para arrojárselas los unos a los otros.
Váyase a casa, Montag. Váyase a la
cama. ¿Por qué desperdiciar sus horas
finales, dando vueltas en su jaula y
afirmando que no es una ardilla?
—¿Entonces ya no le importa?
—Así, pues, ¿ya no le importa nada?
—Me importa tanto que me enferma.
—Me importa tanto que estoy enfermo.
—¿Y no me ayudará?
—¿Y no quiere ayudarme?
—Buenas noches, buenas noches.
—Buenas noches, buenas noches.
Las manos de Montag recogieron la
Biblia. Advirtió lo que acababa de hacer y pareció sorprendido.
Las manos de Faber recogieron la
Biblia. Montag vio esta acción y quedó
sorprendido.
15
Mo ntag’s hands pic ked up t he
Bi ble . H e saw what his hands had
do ne and he l ooked sur pr ise d.
“Woul d you li ke to own t his ?” 20
wad 1 a lump or bundle of soft material used esp. to keep
things apart or in place or to stuff up an opening. 2 a
disc of felt etc. keeping powder or shot in place in a
gun. 3 a number of banknotes or documents placed
together. 4 Brit. sl. a bun, sandwich, etc. 5 (in sing. or
pl.) a large quantity esp. of money.
1 stop up (an aperture or a gun-barrel) with a wad. 2 keep
(powder etc.) in place with a wad. 3 line or stuff (a
garment or coverlet) with wadding. 4 protect (a person,
walls, etc.) with wadding. 5 press (cotton etc.) into a
wad or wadding.
rellenar, acolchar
—¿Le gustaría quedarse con esto?
—¿Desearía poseer esto?
Faber said, “I’d gi ve my right
arm . ”
—Daría mi mano derecha —dijo
Faber.
Faber dijo:
—Daría el brazo derecho por ella.
Mo ntag s to od the re and wait ed 25
fo r t he ne xt thing to happen. H is
hands , by t hem s e lve s, l ike two
me n wo rking t oget he r, be gan to
ri p t he pages fr om the book. The
hands tor e the flyle af and then the 30
fi rst and the n t he se cond page.
Montag, inmóvil, esperó lo que iba
a ocurrir. Sus manos, ellas solas,
como dos hombres que trabajan juntos, comenzaron a desgarrar las hojas del libro. Las manos arrancaron
la guarda, y luego la primera hoja, y
luego la segunda.
Montag permaneció quieto,
esperando a que ocurriera algo. Sus
manos, por sí solas, como dos hombres
que trabajaran juntos, empezaron a
arrancar las páginas de] libro. Las manos
desgarraron la cubierta y, después, la
primera y la segunda página.
“Id i o t , wha t ’r e yo u do i n g!”
Faber sprang up, as if he had be en
st ruc k. He fe ll, against Mo ntag. 35
M ontag war ded hi m o ff and le t
hi s han ds c o nt i n ue . S i x m o r e
pages f ell to the flo or. He picked
t he m up and w added t he pape r
under Faber ’s gaze.
40
—¡Idiota, qué está haciendo! —
Faber se incorporó de un salto, como
si hubiera recibido un golpe. Cayó
sobre Montag. Montag lo apartó y
dej ó que sus manos cont inuar an.
Seis hojas más cayeron al piso. Recogió las hojas y las arrugó bajo los
ojos de Faber.
—¡Estúpido! ¿Qué está haciendo?
Faber se levantó de un salto, como
si hubiese recibido un golpe. Cayó
sobre Montag. Éste le rechazó y dejó
que sus manos prosiguieran. Seis
páginas más cayeron al suelo. Montag
las recogió y agitó el papel bajo las
narices de Faber.
“Do n’t, o h, don’t ! “ sai d t he
ol d man.
— ¡N o ! O h, n o — d i j o e l
vi e j o .
—¡No, oh, no lo haga! —dijo el
viejo—.
“W ho c a n s t o p m e ? I’m a 45
—¿Quién puede detenerme? Soy un
fi rem an. I can bur n you!”
bombero. ¡Puedo quemarlo a usted!
—¿Quién puede impedírmelo? Soy
bombero. ¡Puedo quemarlo!
The o ld man s to od loo ki ng at
him . “You wouldn’t. ”
El viejo se quedó mirando a Montag.
—No lo haría.
El viejo se le quedó mirando.
—Nunca haría eso.
—¡Puedo hacerlo!
—¡Podría!
50
“I c ould!”
“The bo o k. Do n’t t ear i t any
m or e. ” Faber s ank i nt o a c hair,
hi s f ace ver y whi t e, his m out h 55
tr em bli ng. “Don’t make me fe el
an y m o r e t i r e d. W h at d o y o u
want ?”
“I ne ed yo u t o teach me .”
60
“All ri ght , all ri ght .”
—El libro. No arranque más hojas . —Faber s e dej ó cae r en una
silla, con el rost ro muy pálido, los
labios tembloros os.— No me haga
sentir t odaví a más cansado. ¿Qué
quie re? [1 04]
— E l l i b r o . N o l o d e s g ar r e
m ás . — F abe r s e de r r um bó e n
u na s i l l a , c o n e l r o s t r o m u y
pál i do y l a bo c a t e mbl or o s a— .
N o h a ga qu e m e s i e nt a m á s
c ans ado . ¿Q ué de s ea?
—Necesito aprender.
—Necesito que me enseñe.
—Bueno, bueno.
—Está bien, está bien.
M o nt a g put t h e bo o k d o wn.
Montag de jó el libro . Come nzó
H e began t o unwad the c r um ple d 65 a desarrugar l a bola de papeles , y
paper and f lat t e n it o ut as t he los alisó . El viejo lo mi raba con
o ld man wat che d t i re dly.
un aire de fati ga.
Montag dejó el libro. Empezó a
recoger el papel arrugado Y a alisarlo,
en tanto que el viejo le miraba con
expresión de cansancio.
Faber shoo k his head as if he
we re waki ng up.
Sacudió la cabeza como si de pronto
estuviese despertando.
Faber sacudiólacabezacomosiestuviese
despertando en aquel momento.
—M ontag, ¿ti ene us te d al gún
dine ro?
—M ontag,
di ner o?
“M o n t ag , h ave
mo ne y?”
you
70
s o me
“S o m e . Fo u r, f i ve hun dr e d 75
—Alguno. Cuatrocientos, quinientos
do ll ars . W hy?”
dólares. ¿Por que?
“Br i ng i t . I kno w a man who
73
—Tráigalo. Conozco a un hom-
¿tie ne
—U n poco . Cuat roc ientos o
quinientos dólares qué?
—Tráigalos. Conozco a un hombre
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
pr int ed our c oll ege pape r half a
ce ntury ago. That was the year I
came to cl ass at t he st art of t he
ne w s em est er and f ound o nl y o ne
student t o sign up for Dr ama f rom 5
Aes chyl us t o O’Ne il l. You s ee ?
Ho w l ike a beauti ful st atue o f i ce
i t wa s , m e l t i ng i n t he s un. I
re me mbe r the ne ws paper s dyi ng
li ke huge mot hs . N o o ne wa nt ed 10
them bac k. No one m iss ed the m.
And t he Governme nt, se eing how
ad van t ag e o u s i t was t o ha ve
pe o pl e r e a di n g o nl y a bo ut
passi onate li ps and the f is t i n t he 15
s t o m ac h, c i r c l e d t he si t uat i o n
wi t h yo ur fi r e - e a t e r s . S o ,
Mo ntag, there ’s this une mployed
pr i n t e r. We m i ght s t ar t a f e w
bo o ks , and wait o n t he war t o 20
br eak t he pat te rn and give us t he
push we need. A f ew bo mbs and
the ‘famil ies ’ i n the walls o f all
t he hous es , l ike har le qui n rats ,
wi l l s hu t up! In s i l e n c e , o ur 25
st age -whisper mi ght carry.”
bre que imprimía el periódico de
la universidad hace medio siglo.
Fue el año que ll egué a clase, al
comenzar otro se mestre, y descubrí que en el curso de drama, de
Esquilo a O’Neill, sólo se había inscrito un alumno. ¿Ve? Era como una
hermosa estatua de hielo que se derritiese al sol. Recuerdo que los periódicos morían como enormes mariposas. Nadie deseaba volverlos a
ver. Nadie los echó de menos. Y entonces el gobierno, comprendiendo
que reducir el tema de las lecturas a
labios apasionados y puñetazos en el
estómago era muy ventajoso, completó el círculoconsus lanzallamas. Pues
bien, Montag, ahí está ese impresor desocupado. Comenzaremos con unos pocos libros, y esperaremos a que la guerra destruya el orden actual y nos dé el
impulso que falta. Unas pocas bombas,
y las «familias» de todos los muros,
como ratones arlequines, ¡callarán para
siempre! En el silencio, quizá alguien
oiga nuestro murmullo.
que, hace medio siglo, imprimió el
diario de nuestra Universidad. Fue el
año en que, al acudir a la clase, al
principio del nuevo semestre, sólo
encontré a un estudiante que quisiera
seguir el curso dramático, desde Esquilo
hasta O’Neil ¿Lo ve? Era como una
hermosa estatua de hielo que se
derritiera bajo el sol. Recuerdo que los
diarios morían como gigantescas
mariposas. No interesaban a nadie.
Nadie les echaba enfalta. Yel Gobierno,
al darse cuenta de lo ventajoso que era
que la gente leyese sólo acerca de labios
apasionados y de puñetazos en el
estómago, redondeó la situación consus
devoradores llameantes. De modo,
Montag, que hay ese impresor sin
trabajo. Podríamos empezar con unos
pocos libros, y esperar a que la guerra
cambiara las cosas y nos diera el
impulso que necesitarnos.Unas cuantas
bombas, y en las paredes de todas las
casas las «familias» desaparecerán
como ratas asustadas. En el silencio,
nuestro susurro pudiera ser oído.
They bot h s too d loo king at t he
bo ok on the t abl e.
Los dos hombres se quedaron mirando el libro sobre la mesa.
Ambos se quedaron mirando el libro
que había en la mesa.
“I’ve tr ied to r eme mbe r,” said
M o nt a g. “Bu t , h e l l , i t ’s go ne
when I tur n m y head. God, how I
wan t s o m e t hi ng t o s ay t o t he
Captain. H e’s re ad enough so he 35
has all the answers , o r see ms to
have. Hi s voi ce is like but ter. I’m
af rai d he’ll talk me back the way
I was . Onl y a we ek ago, pumpi ng
a ker ose ne ho se, I tho ught: Go d, 40
what fun!”
—He tratado de recordar —dijo
Montag—. Pero, diablos, se me olvida al
mover la cabeza, Dios, cómo me hubiese
gustado decirle algo al capitán. Ha leído
bastante, así que conoce todas las respuestas, o parece [105]conocerlas. Tiene una
voz mantecosa. Temo que vuelva a lanzarme otro discurso, recordándome mi vida
anterior. Hace sólo una semana, mientras
empuñaba una manguera de kerosene, yo
pensaba: Dios, ¡qué divertido!
—He tratado de recordar —dijo
Montag—. Pero ¡diablo!, en cuanto
vuelvo la cabeza, lo olvido. ¡Dios!
¡Cuánto deseo tener algo que decir al
capitán!Haleído bastante, y se sabe todas
las respuestas, o lo parece. Su voz es
como almíbar. Temo que me convenza
para que vuelva a ser como era antes.
Hace sólo una semana, mientras rociaba
con petróleo unos libros, pensaba:
«¡Caramba, qué divertido!»
The o l d m an no dde d. “Tho s e
who don’t bui ld must bur n. It ’s as
o l d a s h i s t o r y a nd j uve ni l e
de li nque nt s. ”
El viejo movió afirmativamente lacabeza.
—Los que no construyen deben quemar. Es algo tan viejo como la historia
y la delincuencia juvenil.
El viejo asintió con la cabeza.
—Los que no construyen deben
destruir. Es algo tan viejo como la
Historia y la delincuencia juvenil.
30
45
“So that’s what I am .”
“There’s some of it in all of us.”
50
M o nt a g m o ve d t o w ar d s t he
fr ont door. “Can you hel p me in
any way t o ni ght , wit h t he Fi r e
Capt ai n? I ne e d an umbr e ll a t o
ke ep off t he rai n. I’m s o damned
afr aid I’l l dro wn i f he get s m e
agai n. ”
—Entonces soy eso.
—De modo que eso es lo que yo soy.
—Todos lo somos un poco.
—En todos nosotros hay algo de ello.
Montagse encaminóhacia la puerta de calle.
—¿No puede darme un consejo
para cuando me encuentre esta noche con el capitán? Necesito un paraguas que me proteja del chaparrón.
Tengo tanto miedo que me ahogaré
si me habla otra vez.
Montag se dirigióhacia la puerta de la calle.
—¿Puede ayudar me de al gún
m odo para e st a no che, c on m i
capitán? Necesito un paraguas que
me proteja de 1a lluvia. Estoy tan
asustado que me ahogaré si vuelve a
meterse conmigo.
El viejo no dijo nada, pero volvió
a mirar nerviosamente hacia el dormitorio. Montag notó la mirada.
—Bien?
El viejo no dijo nada, y miró otra vez
hacia su dormitorio, muy nervioso.
Montag captó la mirada.
—¿Bien?
Th e o l d m a n t o o k a de e p 65
El viejo respiró profundamente,
br eat h, he ld it, and l et it out. He retuvo el aliento, y lo dejó salir. Volt o o k ano t her, e ye s c l o s e d, hi s vió a aspirar, con los ojos cerrados,
mo uth t ight, and at l as t e xhale d. la boca apretada, y al fin suspiró:
“Mo nt ag… ”
—Montag...
El viejo inspiró profundamente, retuvo
el aliento y, luego, lo exhaló. Repitió la
operación, con los ojos cerrados, la boca
apretada, y, por último, soltó el aire.
—Montag...
The o ld man s aid no thi ng, but
gl anc ed once mor e ner vousl y, at
hi s bedr oom . M ontag caught t he
gl anc e. “Well ?”
55
60
70
The o ld man turned at las t and
s a i d, “Co m e a l o n g. I wo u l d
ac tual ly have le t you walk r ight
out o f m y hous e. I am a cowardly
ol d f ool .”
75
Y
dándo s e
vue lt a
d i j o : — Ve n g a . N o p u e d o
pe rm i t ir que s e m arc he
de ese modo. Soy un
vi ej o co barde .
El viejo acabó por volverse y decir:
— Ve n g a . E n r e a l i d a d , m e
pr o po ní a de j ar que s e m ar c har a
de m i c as a. So y un vi e j o t o nt o
y c o bar de .
Fa be r o p e ne d t he be dr o o m
do or and l ed Montag into a small
Abr ió l a pue r t a de l a alc o ba
y gui ó a M ont ag hast a un cuar -
Faber abrió la puertadel dormitorio e
introdujo a Montag en una pequeña
74
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
chamber wher e st ood a table upon
whi ch a number of met al to ols lay
amo ng a wel te r o f mi cr os co pi c
wir e -hair s, ti ny c oi l s, bo bbi ns ,
and c rys tal s.
5
“W hat ’s this?” asked Mo ntag.
t i t o c o n un a m e s a, d o n de s e
am ont o naban unas he r ram i e nt as
de m e t al , un o s al am br e s m i c r os c ó pi c o s, bobi nas dim i nut as
y cr i s t ale s .
—¿Qué es esto? —preguntó Montag.
“P r o o f o f m y t e r r i b l e
c o war di c e . I’ve l i ve d al o ne s o
many years, thro wing i mages on
wa l l s w i t h m y i m agi na t i o n.
Fi ddl ing with e lec tro ni cs, radi otr ans mis sio n, has bee n m y hobby.
M y c o wa r di c e i s o f s u c h a
pa s s i o n , c o m p l e m e nt i n g t he
re vol ut ionary spir it that l ives in
it s shadow, I was for ced to desi gn
thi s. ”
tr. de Alfredo Crespo
habitación, donde había una mesa sobre
la que se encontraba cierto número de
herramientas metálicas, junto con un
amasijo de alambres microscópicos,
pequeños resortes, bobinas y lentes.
—¿Qué es eso?—preguntó Montag—.
—La prueba de m i terrible cobardía. He vivido solo tantos años,
pro yectando c on m i imaginac ión
figuras en las paredes. Los dispositivos electrónicos y los transmisores de radio fueron mi entretenimiento. Mi cobardía es una pasió n tan inte nsa, y com pleme nto
[106] del espírit u revoluci onario
que vive a su som bra, que tuve que
proyectar esto.
—U na prueba de mi tre menda
cobardía. He vivido solo demasiados
año s, arr oj ando c on m i me nt e
i máge ne s a las pare de s. La
m anipul ac ió n
de
aparato s
electrónicos y radiotransmisores ha
sido mi entretenimiento. Mi cobardía
es tan apasionada, complementando
el espíritu revolucionario que vive a
su sombra, que me he visto obligado
a diseñar esto.
H e pic ke d up a s m al l gr e enme tal obje ct no lar ger t han a 22
bulle t.
Faber mostró un pequeño objeto
verde, metálico, no mayor que una
bala de calibre 22.
Faber cogió un pequeño objeto de
metal, no mayor que una bala de
fusil.
“I pai d f o r al l t hi s — ho w? X
25
P l ayi ng t h e s t o c k- m ar ke t , o f
c o ur s e , t he l as t r e f ug e i n t he
wo r l d f o r
t he da ng e r o us
intel le ctual out o f a jo b. We ll, I
played the m arke t and bui lt al l 30
this and I’ve wait ed. I’ve waite d,
t r e m bl i n g, hal f a l i f e t i m e f o r
so meo ne to speak t o m e. I dar ed
speak to no o ne. That day i n t he
park whe n we s at to get her, I knew 35
that som e day yo u m ight dro p by,
wi t h f i r e o r f r i e nds hi p, i t was
hard to guess . I’ve had t hi s l itt le
i t e m r e ady f o r m o n t hs . But I
al m o s t l e t yo u g o , I’m t h a t 40
afr ai d!”
—_______________________
S ó l o qu e d a e s t e r e f ug i o p ar a
l o s pe l i g r o s o s i n t e l e c t u a l e s
s i n t r a baj o . Co n s t r uí t o do
e s t o , y e s pe r é . Es p e r é , t e m b l a nd o , t o da u na m e di a vi da ,
a q ue a l g u i e n m e h a bl ar a. N o
m e a t r e ví a a h a b l a r c o n n a d i e . Aq u e l l a v e z e n e l p a r q ue , c u an do n o s s e nt am o s e n
e l m i s m o ba nc o , s up e qu e us t e d ve n dr í a , c o n l l a ma s o
a m i s t ad , e r a d i f í c i l s ab e r l o .
Te ng o e s t e a pa r a t i t o p r e pa r a d o de s d e ha c e m e s e s . y c as i
l o d e j o i r s i n é l . ¡A t a nt o l l e g a m i m i e do !
—He pagado por esto... ¿Cómo?
Jugando a la Bolsa, claro está, el último
refugio de l mundo para los
intelectuales peligrosos y sin trabajo.
Bueno, he jugado a la Bolsa, he
construido todo esto y he esperado. He
esperado , temblando, la mitad de mi
vida, a que alguien me hablara. No me
atrevía a hacerlo con nadie. Aquel día,
en el parque, cuando nos sentamos
juntos, comprendí que alguna vez quizá
se prese ntase usted, con fuego o
amistad, resultaba dificil adivinarlo.
Hace meses que tengo preparado este
aparatito. Pero he estado a punto de
dejar que se marchara usted, tanto
miedo tengo.
—Parece una radio—caracol.
—Parece una radio auricular.
—Y algo más. ¡El aparatito escuch a! Si se lo pone en el o ído,
Montag, puedo quedarme en casa
có modamente, cal entándo me l os
huesos asustados, y escuchar y ana50 lizar el m undo de los bomber os,
descubrir sus debilidades, sin peligro. Seré la reina del panal, a salvo
en la colmena. Usted sería el zángano, l a ore ja ambul ante. Podría
55 distribuir orejas, si fuese necesario,
por toda la ciudad, con varios hombres, y escuchar y saber. Si el zángano muere, yo seguiré vivo en mi
casa, cuidando mi te rro r c on un
60 máximo de comodidad y un mínimo de peli gro. ¿Ve qué prude nte
soy, qué despreciable?
—¡Y algo más! ¡Oye! Si se lo pone
en su oreja, Montag, puedo sentarme
cómodamente en casa, calentando
mis atemorizados huesos, y oír y
analizar el mundo de los bomberos,
descubrir sus debilidades, sin peligro,
Soy la reina abeja, bien segura en la
colmena. Usted será el zángano, la
oreja viajera. En cas o necesario,
podría colocar oídos en todas las
partes de la ciudad, con diversos
hombres, que escuchen y evalúen. Si
los zánganos mueren, yo sigo a salvo
en casa, cuidando mi temor con un
máximo de comodidad y un mínimo
de pel igro . ¿Se da c ue nt a de l o
pr ecavido que llego a se r, de lo
despreciable que llego a resultar?
Montag se coloc ó la bala verde
en la oreja. El viejo Faber se metió una bala s imilar en l a suya y
movió los labios.
Mo ntag s e c olo có el pe que ño
o bj et o m et ál ic o e n la o r ej a. El
vi ej o inse rt ó ot ro s im il ar e n la
suya y m ovi ó los labio s.
10
15
20
“It looks like a Seashell radio.”
“A nd s o m e t hi n g m o r e ! It
li st ens! If yo u put it in yo ur ear,
M o nt ag, I c an s i t c o mf o r t abl y
ho m e , w ar m i ng m y f r i ght e ne d
bo ne s, and he ar and analyse t he
f i r e m e n ’s wo r l d , f i nd i t s
we aknes ses , without danger. I’m
the Q uee n Bee , s afe in t he hive.
Yo u w i l l b e t he dr o ne , t he
tr ave lli ng ear. Eve ntuall y, I could
put o ut ears int o all parts o f t he
ci ty, with vari ous me n, li ste ni ng
and e valuating. If the drones di e,
I’m st ill saf e at hom e, tending my
f r i gh t w i t h a m a xi m um o f
c o m f o r t and a m i ni m um o f
c hanc e . Se e how safe I pl ay it ,
ho w c ontem pti ble I am ?”
Mo ntag placed the gr een bull et
in hi s ear. The ol d m an ins er ted a
si mil ar objec t in his o wn ear and
mo ved hi s lips.
45
65
“Mo nt ag!”
—¡Montag!
—¡Montag!
70
Th e vo i c e w as i n M o n t ag ’s
head.
La voz del viejo resonó en el interior
de la cabeza de Montag.
“I hea r you!”
—¡Lo oigo!
La voz s onó e n l a c abeza de
Montag.
—¡Le oigo!
75
The o ld man l aughe d. “You’re
c o m i ng o ve r f i ne , t o o!” Fabe r
wh i s p e r e d, but t he vo i c e i n
75
El viejo se rió. [107] —A usted también se le oye muy bien — Faber
murmur aba, pero la voz res onaba
Faber se echó a reír.
—¡Su voz también me llega
perfectamente! —Susurró el viejo. Pero
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Mo ntag’s head was cle ar. “Go to
the f ir eho use when it ’s tim e. I’ll
be wi th yo u. Le t’s li st en to this
Captain Beatty toge ther. He co uld
be one of us . G od knows. I’ll gi ve
yo u t hi ngs to s ay. We ’l l give him
a goo d sho w. Do yo u hate m e f or
t h i s e l e c t r o n i c c o war di c e o f
mi ne? H ere I am se ndi ng yo u o ut
into the ni ght , while I stay behi nd
t he l ine s wi t h m y dam ne d ear s
li ste ning fo r you t o get your he ad
chopped off .”
5
10
“We al l do what we do, ” said 15
Mo ntag. He put t he Bi ble i n t he
o l d m an ’s han ds . “H e r e . I’ l l
c hanc e tur ni ng i n a s ubs t i t ut e .
To mo rro w —”
tr. de Alfredo Crespo
c lar am e nt e e n la cabeza de
Montag.— Vaya al cuartel cuando
sea la hora. Escucharemos juntos al
capitán Beatty. Puede ser uno de
nosotros. Sabe Dios. Le diré a usted
qué puede decir. Le ofreceremos un
hermoso espectáculo. ¿Me odia usted por esta cobardía electrónica?
Aquí estoy, enviándole a usted afuera, a la noche, mientras me quedo en
la retaguardia, escuchando con mis
malditas orejas y esperando a que lo
degüellen.
la voz sonaba con claridad en la cabeza
de Montag—. Cuando sea hora, vaya al
cuartel de bomberosYo estaré conusted.
Escuchemos los dos a ese capitán
Beatty. Pudiera ser uno de los nuestros.
¡Sabe Dios! Le diré lo que debe decir.
Representaremos una buena comedia
para él. ¿Me odia por esta cobardía
electrónica? Aquí estoy, enviándole
hacia el peligro, en tanto que yo me
quedo en las trincheras, escuchando con
mi maldito aparato cómo usted se juega
la cabeza.
—H are mos lo que hay que hace r—dij o M ont ag. P uso la Bibl ia
en mano s del vie jo —. Tom e. Tr ataré de co nse gui r o tro e jem plar.
M añana. . .
—Todos hacemos lo que debemos
hacer —dijo Montag—. Puso la Biblia
en manos del viejo—. Tome. Correré
el r iesgo de entr egar o tro li bro.
Mañana...
Veré al impresor que está sin trabajo. Por lo menos haré eso.
— Veré al impresor sintrabajo. Sí, eso
puedo hacerlo.
20
“I ’l l s e e t he un e m p l o y e d
pr int er, yes; tha t m uch I can do .”
“G ood ni ght , Pro fes sor.”
—Buenas noches, profesor.
—Buenas noches, profesor.
25
“No t go o d ni ght . I’ll be wit h
yo u t he r e s t o f t h e n i g ht , a
vi ne gar gnat t i c kl i ng yo ur e ar
wh e n yo u ne e d m e . But go o d
ni ght and goo d l uck, anyway.” 30
—No buenas noches. Estaré con usted
el resto de la noche. Unmurciélago avinagrado que le harácosquillasenel oído cada
vez que me necesite. Pero buenas noches,
y buena suerte, de todos modos.
_No, buenas noches, no. Estaré con
usted el resto de la noche, como un
insecto que le hostigará el oído me
nec esit e. P ero, de t odos modos,
buenas noches y buena suerte.
Th e d o o r o pe n e d an d s hu t .
M o nt ag was i n t he dark s t r e e t
again, loo king at the worl d.
La puerta se abrió y se cer ró.
Montag estaba otra vez en la calle
oscura, mirando el mundo.
La puerta se abrió y se cer ró.
Montag se encontr ó otra vez en la
oscura calle, f rente al mundo.
Uno po día s entir, aquel la noche , que la guerra s e pre paraba en
el cielo. Las nubes se apartaban y
vol vían; un mi llón de est rellas se
de sli zaba ent re las nube s, co mo
dis cos enemigo s; y parecí a que el
cie lo podía caer so bre la ciudad,
y que ent onces la c iudad sería un
pol vo de tiza, y que la luna se alzar ía en un f uego rojo . __________
________________
Podía percibirse cómo la guerra se
iba gestando aquella noche en el cielo.
La manera como las nubes
desaparecían y volvían a asomar, y el
aspecto de las estrellas, un millón de
ellas flotando entre las nubes, como los
discos enemigos, y la sensación de que
el cielo podía caer sobre la ciudad y
convertirla en polvo, mientras la luna
estallaba en fuego rojo; ésa era la
sensación que producía la noche.
M o nt ag wal ke d f r o m t he 50
Montag salió del tren subterráneo
s ubway wi t h t h e m o ne y i n hi s con el dinero en el bolsillo (había ido al
po cket ( he had vis it ed t he bank banco que permanecía abierto toda la
wh i c h was o pe n al l ni g ht a nd noche y todas las noches, atendido por
every night wit h r obo t tel ler s in empleados robots), y mientras caminaat tendance ) and as he walked he 55 ba escuchaba la radio—caracol que llewas l i s t e ni ng t o t h e Se as he l l vaba en una oreja... [108]
r a di o i n o ne c ar … ? We ha ve
—Hemos movilizado un millón de
mo bi lized a mil lio n men. Q ui ck hombres. Si se declara la guerra, nuesvi c t o r y i s o u r s i f t h e w ar tra victoria será rápida...
com es…” Music flo oded over the 60
Una música ahogó rápidamente la
vo ice quic kly and i t was gone. X voz. ________________
Montag salió del «Metro» con el
dinero en el bolsillo. Había visitado
el Banco que no cerraba en toda la
noc he , graci as a su s er vic io de
cajer os autom áti co s, y m ie ntr as
andaba, e sc uc haba l a radi o
auricular que llevaba en una oreja...
«Hernos movilizado a un millón de
ho m br e s . Co ns e gui r e m o s una
rápida victoria si estalla la guerra
... » La música dominó rápidamente
la voz y se apagó después.
“Ten mi lli on me n m obi li zed,”
—Diez millones de hombres moFabe r ’s voi c e whis per e d i n hi s vilizados —murmuró Faber en la otra
ot her e ar. “But sa y o ne mil lio n. 65 oreja—. Pero diga un millón, se senIt ’s happi er.”
tirá más contento.
—Diez millones de hombres
movilizados —susurró la voz de Faber en
el otro oído de Montag—. Pero dice un
millón. Resulta más tranquilizador.
35
You could feel the war getting
re ady in t he sky that ni ght. The
way t he c louds moved aside and 40
came bac k, and the way t he stars
l o o ke d, a m i l l i o n o f t he m
swimming between the clouds, like
the enemy discs, and t he fee ling
that the sky might fall upon the city 45
and turn it to chalk dust , and the
moon go up in red fir e; that was
X
how the night felt.
“Fabe r ?”
“Ye s ?”
70
“I ’m no t t h i nk i n g. I’m j u s t
do ing l ike I’m tol d, li ke always.
Yo u s aid get the mo ney and I got
i t . I d i dn ’t r e a l l y t hi n k o f i t
mysel f. When do I start wo rki ng
things out o n m y o wn?”
75
76
—¿Faber?
—¿Faber?
—¿Sí?
—Si.
—No estoy pensando. Estoy haciendo lo que me dicen, como siempre. Usted me dijo que consiguiese
el dinero y lo conseguí. Yo no pensé
en eso. ¿Cuándo empezaré a actuar
con independencia?
—No estoy pensando. Sólo hago
lo que se me dice, como siempre.
Usted me ha pedido que tuviera dinero,
y ya lo tengo. Ni siquiera me he parado
a meditarlo. ¿Cuando empezaré a tener
iniciativas propias?
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“Yo u’ve s t ar t e d a l r e a dy, by
saying what you just said. Yo u’ll
have to take me on faith.”
“I to ok the o the rs on faith!”
— Ya ha e m pe za do al d e c i r
l o que d i j o . Ti e n e que c o nf i ar
e n mí.
5
“Ye s , a nd l o o k whe r e we ’r e
he ade d. Yo u’l l h ave t o t r ave l
bl ind fo r a whil e. Her e’s m y arm
to ho ld on to .”
“I don’t want to c hange s ides
an d j us t b e t o l d w hat t o d o .
There ’s no re aso n t o c hange if I
do that .”
—¡Confiaba en los otros!
tr. de Alfredo Crespo
—Ha empezado ya, al pronunciar
esas palabras. Tendrá que fiarse de
mí.
—¡Me he estado fiando de los demás!
10
—Sí, y vea a dónde nos ll evaron. Tiene que ac tuar a ciegas, al
menos durante un tiempo. Apóyese en mi hombro.
—Sí, y fijese adónde hemos ido a
parar. Durante algún tiempo, deberá
caminar a ciegas. Aquí está mi brazo
para guiarle.
15
—No quiero que esto se reduzca a
cambiar de acompañante, y que me diganqué hay que hacer. No hay razón para
cambios si hago eso.
—No quie ro cam biar de bando
y que sól o se me di ga lo que debo
hac er. En tal c aso, no habría razón
par a el cambio.
“You’r e wis e alr eady!”
—¡Ya ha aprendido mucho!
—¡Es usted muy sensato!
M o nt ag f e l t hi s f e e t m o vi ng
Montag sintió que los pies lo llevahim o n the si de walk t owar d hi s 20 ban por la acera, hacia su casa.
ho us e. “Ke ep talki ng.”
—Siga hablando.
Montagsintió que sus pies le llevaban
por la acera hacia su casa.
—Siga hablando.
“Wo ul d yo u li ke me t o re ad?
I’ll read so you can r em ember. I
go to bed onl y f ive hour s a night. 25
No thi ng to do . So i f you li ke; I’ll
read yo u to sle ep night s. They say
yo u r etain kno wl edge e ven when
yo u’r e s l e e pi n g, i f s o m e o ne
whisper s i t i n your e ar.”
30
—¿Le gustaría que leyese algo? Lo
haré para que pueda re cordarlo. Por
las noches, sólo duermo cinco horas.
No tengo nada que hacer. De modo
que, si 1o desea, le leeré durante las
noches. Dicen que si alguien te susurra
los conocimientos al oído incluso
estando dormido, se retienen.
“Ye s . ”
— ¿ Q ui e r e q ue l e a? Le l e e r é p ar a qu e no s e o l vi d e . Só l o
d ue r m o c i nc o h o r a s p o r no c h e . N o t e ng o n ad a q ue ha c e r.
Le l e e r é m i e nt r as du e r m e . D i c e n q ue au n e nt o nc e s e s po s i bl e apr e nd e r, s i al gui e n l e
ha bl a a un o a l o í d o .
—Sí.
—Sí.
“H ere .” Far away acro ss to wn
—Bueno. —Muy lejos, en la noche,
in the night, the fai nte st whisper 35 en el otro lado de la ciudad, el débil
o f a turned page. “The Bo ok o f susurro de una hoja al volverse.— El
Jo b. ”
libro de Job. [109]
—¡Ahí va! —Muy lejos, en la noche,
al otro lado de la ciudad, el levísimo
susurro de una página al volverse—. El
Libro de Job.
The m o on ro se in t he s ky as
Mo nt ag walked, his li ps mo vi ng
just a tri fl e.
La luna se alzó en el cielo mientras
Montag caminaba, moviendo apenas
los labios.
La luna se elevó en el cielo, en tanto
que Montag andaba. Sus labios se
movían ligerísimamente.
Es taba cenando ligerame nte a
l as nue ve , c uando la vo z de l a
puert a de cal le re sonó en el ve stí bul o. Mil dre d dej ó c orr iendo la
sala co mo un nativo que huye se
50 de una erupci ón de l Vesubi o. La
se ñor a P hel ps y la se ñor a Bowl es
cr uzaron l a puer ta de calle y se
de svanec ier on en la bo ca del vo lc án c o n m ar t i ni s e n l a m a no .
55 Mo ntag dej ó de c ome r. Las m uj e r e s par e c í an un m o ns t r uo s o
candelero de cr istal , que tintineaba c on mil s oni dos . Montag vio
sus sonr isas gatunas r efle jadas en
60 to das las par ede s. Aho ra se gr itaban unas a ot ras po r enc ima del
es tré pit o. Mo ntag s e e nc ont ró en
la puer ta de la sala, c on la bo ca
ll ena.
Eran las nueve de l a no che y
e s t aba t o m ando un c e na l ige r a
c u ando s e o yó e l r ui do de l a
puerta de 1a call e y Mil dred sal ió
c o r r i e ndo c o m o un nati vo que
hu ye r a de una e r upc i ó n d e l
Ve s ub i o . M r s . P h e l p s Y M r s .
Bo wle s e nt rar on por la puer ta de
la call e y se desvane ci ero n e n la
boc a del volcán con «mart inis» en
s u s m an o s . M o nt ag de j ó de
co mer. Eran c omo un mons truo so
c a nde l a br o de c r i s t al q ue
pr odujes e un m ill ar de so nidos, y
Mo nt ag vi o s us so nr isas fel inas
atr aves ando las par edes de la c asa
y có m o c hi l l aban para hac er s e
o ír. M o nt ag s e e nc o nt r ó e n l a
puert a del salón, c on bo ca lle na
aún de com ida.
He was eat ing a li ght supper at
ni ne i n t he e ve n i ng wh e n t he
fr ont do or cr ie d out i n the hall
and M ildre d r an fro m t he parlo ur
li ke a nat ive f lee ing an e rupti on
o f Ve s u vi us . M r s . P he l ps and
M rs . Bo wl es c am e thr o ugh the
fr ont do or and vani she d int o t he
vo lcano’s mouth wit h m ar tinis in
t h e i r ha nds : M o n t ag s t o pp e d
e a t i n g. The y we r e l i ke a
m o ns t r o us c r ys t a l c han de l i e r
ti nkl ing i n a t housand chi mes , he
s aw the i r Che shi r e Cat sm i l e s
burni ng through the wall s o f t he
ho us e , a nd no w t he y we r e
scr eami ng at each other above the
di n. Montag f ound hims el f at t he
parlour do or with his foo d st ill in
hi s m out h.
40
45
65
“Do e s n’ t e ve r y o ne l o o k
ni c e !”
—¿No tenéis todas un magnífico
aspecto?
“Ni c e. ”
— ¡To das t e né i s un aspe ct o
estupendo!
—Magnífico.
—Estupendo.
“You loo k f ine, Mil lie !”
—¡Tú estás muy bien, Millie!
—¡Estás magnífica, Millie!
“Fine . ”
—Muy bien.
—Magnífica.
—Todas estáis muy elegantes.
—¡Es extraordinario!
—Muy elegantes.
—¡Extraordinario!
70
“Ever yo ne loo ks swell .”
75
“Swel l !”
77
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
Mo ntag s too d wat chi ng the m.
Montag las miraba fijamente.
Montag la observó.
“P ati ence, ” whi spe red Fabe r.
—Paciencia —murmuró Faber.
—Paciencia—susurró Faber—.
—Yo no tendría que estar aquí —
susurró Montag, casi para sí mismo—.
Tendría que estar yendo a la casa de
usted, con el dinero.
—No debe ría de estar aquí —
murmuró Montag, c asi para sí
mismo—. Tendría que estar en camino
para llevarle el dinero.
“I s ho u l dn ’t be
he r e , ”
wh i s p e r e d M o nt a g, al m o s t t o
hi mse lf . “I s hould be on m y way
back to yo u wit h t he mo ney!”
5
“To m o r r o w’s t i m e e n o ug h. 10
—Hay tiempo hasta mañana. ¡CuiCare ful!”
dado!
— M aña na
¡Cui dado !
“Is n’t t hi s s ho w wonde rf ul ?”
cr ie d M ildre d.
—¿Verdad que ese espectáculo es
maraviloso? —preguntó Mildred—.
—¿No es ésta una función realmente maravillosa? —gritó Mildred.
hab r á
ti e mp o .
15
“Wo nder ful!”
bashing 1. Hitting someone or something hard. 2.
Giving someone a going over, beating them up.
3. Criticising or insulting, in a derogatory manner,
something which you don’t like. Usually refers
to different cultures or countries.
—¡Maravillosa!
O n one wal l a wo m an s mi le d
an d
dr a nk
o r ang e
j ui c e
si mul taneo usl y. Ho w does s he do 20
bo t h at o nc e , t ho ught M ont ag,
insanel y. In the o the r wall s an Xray o f t he sam e wom an reveal ed
t he c o nt rac t i ng j o ur ne y o f t he
re fre shing be ve rage o n its way to 25
her del ight ful stom ach! Abruptl y
t he r oo m to o k o f f o n a r o cke t
fl ight int o t he cl ouds, it pl unged
into a l im e-gree n s ea where bl ue
f is h at e r ed and ye ll o w f is h. A 30
m i nut e l at e r, Thr e e W hi t e
Car toon Clowns cho pped off e ach
o t he r ’s
l i m bs
to
t he
ac c o m pan i m e nt o f i m m e n s e
incom ing t ide s o f laught er. Two 35
m i nut e s m o r e an d t he r o o m
whi ppe d o ut o f to wn t o t he je t
c ar s wi l dl y c i r c l i ng an a r e na,
ba s h i n g a nd bac ki n g u p a nd
bashi ng each other again. M ont ag 40
saw a number of bo die s fly in t he
ai r.
“M ill ie, di d you se e t hat ?”
En una pared una mujer sonreía y
bebía simultáneamente un oscuro
zumo de naranja. Cómo puede hacer las dos cosas al mismo tiempo,
pensó Montag, insensatamente. En
las otras paredes una radiografía de
la misma mujer revelaba la palpitante trayectoria del refresco hacia el
deleitado estómago. De pronto , la
sala se transformó en un cohete que
se elevaba hacia las nubes, y se hundía luego en un mar de barro verde
donde unos peces azules devoraban
unos peces rojos y amarillos. Un minuto después, tres payasos blancos
se arrancaban unos a otros brazos y
piernas acompañados por inmensas
mareas de risa. Dos minutos más tarde, y la sala abandonaba la ciudad y
reflejaba las enloquecidas carreras
de unos automóviles movidos por
turbinas. Los autos chocaban y retrocedían y volvían a chocar. Montag
vio unos cuerpos que saltaban en el
aire.
—¡Maravilloso!
En una de las paredes, una mujer
sonreía al mismo tiempo que bebía
zumo de naranja. «¿Cómo hará las
dos cosas a la vez?», pensó Montag,
absurdamente. En las otras paredes,
una radiografía de la misma mujer
mostraba el recorrido del refrescante
brebaje hacia el anhelante estómago.
De repente, la habitación despegó de
un vuelo raudo hacia las nubes, se
l anzó e n pi cado s obre un mar
ver do so , do nde pe ce s azul es s e
comían otros peces rojos y amarillos.
Un minuto más tarde, tres muñecos
de dibujos animados se destrozaron
mutuam ente l os m ie mbro s co n
acompañamiento de grandes oleadas
de risa. Dos minutos más tarde, y la
sala abandonó la ciudad para ofrecer
e l es pe ct ác ul o de uno s auto s a
reacción que recorrían velozmente un
autódromo golpeándose unos contra
otros incesantemente. Montag vio
que algunos cuerpos volaban por el
aire.
—¡Mildred, has visto eso!
—¿Has visto eso, Millie?
—¡Lo vi, lo vi!
—¡Lo he visto, lo he visto!
45
“I s aw it, I saw it !”
M o nt a g r e a c he d i ns i de t he
parlo ur wall and pulle d the main
switc h. The i mages drained away,
as i f t he water had be en let o ut
fr om a giganti c c ryst al bowl of
hyste ric al fis h.
M ontag busc ó e n la par ed de
l a s ala y apr et ó el i nt e r rupt or.
Las i máge ne s se apagaro n, c om o
s i le s hubi er an arr oj ado el agua
de una gi gant es c a pe ce ra de pe ce s hist ér ico s.
Mo nt ag alargó la m ano y di o
vuelta al conmutador del salón Las
imágenes fueron empequeñeciéndose
como si el agua de un gigantesco
re ci pie nte de c ri stal, co n pec es
histéricos, se escapara.
Th e t hr e e wo m e n t u r n e d 55
Las tre s mujere s se vol vier on
s l o wl y
and
l ooked
wi t h lentamente. Miraron a Montag con
unc once ale d ir ri t at io n and t he n evidente irritación, y casi en seguidi sli ke at Mo ntag.
da con desagrado.
Las tres mujeres se volvieron con
lentitud Y miraron a Montag con no
disimulada irritación, que fue
convirtiéndose en desagrado.
“W hen do you suppo se the war
wil l st art?” he said. “I noti ce your
husbands ar en’t her e t oni ght ?”
—Cuándo creen que estallará la guerra? —dijo Montag—. Veo que sus maridos no han venido esta noche.
—¿Cuándo creéis que va a estallar la
guerra?—preguntó él—. Veo que vuestros
maridos no han venido esta noche.
— Oh, vi e ne n y van, vi ene n y
van — di j o l a se ño r a P he l ps — .
El ej é r c i t o l l am ó aye r a Pe t e .
Vo l ve r á l a s e m an a q ue vi e n e .
Así dij o e l ej é rc i to . Gue rr a rápida. Só lo cuare nta y o c ho ho r as , di j er o n, y t o do s de vue l ta.
Eso dij o e l ej é rc i to . Gue rr a rápida. Aye r ll amar on a P et e , y di j e ro n que l a se m ana que vie ne
e st ará de vue l ta. G ue rr a.. .
— Oh, vie nen y van, vi e ne n y
van – dij o M rs. Phe 1ps —. Una y
otra vez. El Ejér cito llamó ayer a
Pete. Estará de r egreso la semana
próxima. Eso ha dicho el Ejército.
Una guerra rápida. Cuarenta y ocho
horas, y todos a casa. Eso es lo que
ha dicho el Ejercit o. Una gue rra
rápi da. Pe te f ue ll am ado ayer y
dijero n que estar ía de regr eso la
semana próxima. Una guerra...
Las tres mujeres se movieron, inquietas, y miraron nerviosamente las
paredes vacías de color de barro.
La s
tre s
m uj e r e s
se
agi t ar o n y m i r a r o n, ne r vi o s as ,
l a s vac í as p ar e de s .
“O h, the y c ome and go, co me
and go , ” s ai d M r s . P he l ps . “In
aga i n o ut agai n Fi nn e gan, t he
Arm y call ed Pe te ye sterday. He ’ll
be b ac k ne xt we e k . The Ar m y
s ai d so . Q ui ck war. For t y- ei ght
ho ur s t he y s ai d, and e ve r yo ne
ho me. That ’s what t he Ar my sai d.
Q u i c k w ar. P e t e was c al l e d
ye ste rday and they sai d he’d be,
back ne xt wee k. Quick…”
50
60
65
70
75
The t hr ee wom en fi dge te d and
l o oke d ner vo usl y at t he e mpt y
mud-c olo ure d wall s.
78
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“I ’ m n o t w o r r i e d , ” s a i d
M r s . P he l ps . “I’l l l e t P e t e do
al l
t he
wo r r y i n g . ”
She
gi g gl e d . “I ’l l l e t o l d P e t e do
al l t he wo r r yi ng. N o t m e . I’m
no t wo r r i e d . ”
tr. de Alfredo Crespo
—No esto y muy preo cupada —
dij o la señor a Phel ps—. Dejo las
pr eo cupaci ones a P et e. — So lt ó
una breve ris ita.— Dejo que P ete
se preocupe. Yo no. Yo no me preocupo.
—No estoy preocupada —dijo Mrs.
Phe1ps—. Dejo que sea Pete quien se
preocupe. —Rió estridentemente—. Que
sea el viejo Pete quien cargue con las
preocupaciones. No yo. Yo no estoy
preocupada.
“Ye s , ” s ai d M il l i e . “Le t o l d
—Sí —dijo Millie—. Dejemos las
Pe te do the wor ryi ng.”
10 preocupaciones al viejo Pete.
—Sí —dijo Millie—. Que el viejo
Pete cargue conlas preocupaciones.
“It ’s al ways s o m e o ne e l s e ’s
husband die s, they say.”
—Dicen que es siempre el marido de
otra el que muere.
—Dicen que siempre muere el
marido de otra.
20
—Yo también lo he oído. Nunca conocí a ningún hombre que muriese en
la guerra. Que se hubiera tirado desde
el techo de algún edificio, sí, como el
marido de Gloria la semana pasada.
¿Pero muerto en la guerra? Ninguno.
—También lo he oído decir. Nunca
he conocido ningún hombre que muriese
enunaguerra. Que se mataraarrojándose
desde unedificio, sí, como lo hizo marido
de Gloria, la semanapasada. Pero a causa
las guerras, no.
“N o t f r o m war s , ” s a i d M r s .
P h e l p s . “An ywa y, P e t e and I
al ways s ai d, no t e ar s , no t hi ng
li ke that. It ’s our t hir d m ar riage 25
each and we ’r e inde pende nt . Be
independent, we al ways s ai d. He
said, if I ge t kill ed off , you just
go ri ght ahead and do n’t c ry, but
ge t m arri ed again, and do n’t thi nk 30
of me .”
—No, no en la guerra —dijo la
s eño ra Phe lps —. De cualquie r
modo, Pete y yo siempre decimos:
nada de lágrimas, nada de esas cosas. Es para los dos el tercer matrimo nio , y som os indepe ndie nte s.
Se amos indepe ndie nte s, s iempre
decimos. Si me matan, me dice Pete,
sigue adelante y no llores. Cásate
otra vez, y no pienses en mí.
—No a causa de las guerras —dijo
Mrs. Phelps— De todos modos, Pete y
yo siempre hemos dicho que nada de
lágrimas ni algo por el estilo. Es el
tercer matrimonio de cada uno de
nosotros, y somos independientes.
Seamos independientes , deci mos
siempre. Él me dijo: «Si me liquidan,
tú sigue adelante y no llores. Cásate
otra vez y no pienses en mí.»
“That r e m i nds m e , ” s a i d
Mi ldr ed. “Did yo u s ee that Clara
D ove f i ve - mi nut e ro m anc e l as t 35
ni ght in your wall? We ll , i t was
al l about t his woman who —”
— E s o m e r e c ue r da al go —
dij o M i l dr e d— . Vi er o n l a no ve l a de c i nc o m inut o s c o n Clar a
D ove l a ot r a noc he? Bue no, er a
de una m uj e r que .. .
—Aho ra que recue rdo —dijo
Mildred—. ¿visteis. anoche, en la
televisión la aventura amorosa de cinco
minutos de Clara Dove? Bueno, pues
se refería a esa mujer que...
Mo ntag s ai d nothing but sto od
Montag no decí a nada. Mir aba
lo oki ng at the wom en’s f ac es as 40 fi jame nte los rost ros de l as dos
he had onc e l ooked at the fac es mujeres, así como había mirado en
of saint s in a s trange c hur ch he su infancia las caras de los santos
had e nte re d when he was a c hil d. en una iglesia. Las caras de aqueThe f ac e s o f t hos e e name l l e d llas criaturas es maltadas nada hacr eat ur es meant no thi ng to hi m, 45 bían significado para él, aunque les
t ho ugh he t al k e d t o t he m and había hablado y se había quedado
s to od i n t hat churc h fo r a l ong en la iglesia mucho tiempo, tratantim e, tr ying to be of t hat r eligi on, do de sentir aquel la religión, tratr ying to kno w what t hat r eli gi on t ando de aver iguar qué r el igió n
was, trying t o get eno ugh o f t he 50 era, tratando de meterse en los pulraw incense and spec ial dus t of mones bastante incienso húmedo y
the place int o his lungs and thus aquel polvo especial del lugar, para
int o hi s bl ood to f eel touc hed and incorporarlo así a su cuerpo, y senco nce rned by the m eaning o f t he tirse tocado por aquellos hombres
c ol o ur f ul me n and wom e n wit h 55 y mujeres de colores y ojos de porthe porc elain eye s and the bloo d- celana y labios r ojos como el rubí
ruby li ps. But the re was nothing, o la s angre . Per o no pasó nada,
not hi ng; it was a s tr ol l thro ugh nada; fue co mo habe r entrado en
ano ther s to re , and his c ur re nc y una ti enda donde no admit ían su
s tr ange and unus able t he re , and 60 extr año di nero, y aunque toc ó la
his pass io n c ol d, even when he madera, y el yeso, y la arcilla, nada
to uched the wood and plaste r and animó su pasión. Así era ahora, en
cl ay. So i t was no w, i n hi s own su propia sala, con es as muj eres
pa r l o ur , w i t h t he s e w o m e n que se re torcían en sus asientos,
twist ing i n t hei r chairs unde r his 65 bajo su mi rada f ija, e ncendi endo
gaze, lighti ng cigaret tes , bl owi ng cigarrillos, echando humo, tocánsm oke, to uc hi ng thei r sun-f ir ed dose el pelo del color de l sol, y
hair and e xam ini ng the ir bl azi ng examinándose las uñas brillantes,
fi nge rnail s as if the y had caught como si éstas estuviesen ardiendo
f ir e fr o m hi s lo o k. The i r face s 70 a causa de la mirada de Montag. Los
gr ew haunt ed wit h sil enc e. They rostros de las mujeres parecían fasl eaned fo r war d at the s o und o f cinados por el silencio. Al oír el ruiM o nt ag’s s wal lo wi ng hi s f i nal do que hacía Montag al tragar el úlbi te of fo od. They li ste ned t o his timo trozo de comida, se inclinaron
f e ve r i s h br e at h i ng. The t hr e e 75 hacia adelante. Escucharon atentaempty walls o f the ro om were like mente su respiración febril. Las tres
the pal e brows of sle eping gi ants paredes vacías eran ahora como los
now, em pty of dre ams . M o ntag párpados pálidos de gigantes dor-
Montag no habló, y contempló los
rostros de las mujeres, del mismo
modo que, en una ocasi ón, había
observado los rostros de los santos
en una extraña iglesia en que entró
siendo niño. Los rostros de aquellos
muñecos esmaltados no significaban
nada para él, pese a que les hablaba
y pasaba muchos ratos en aquella
iglesia, tratando de identificarse con
la religión, de averiguar qué era la
re li gi ón, i nte nt ando absor be r el
suficiente incienso y polvillo del
lugar para que su sangre se sintiera
afe ct ada po r el s igni fi cado de
aquel lo s ho mbre s y muje re s
de sc ol or idos , co n lo s oj os de
porcelana y los labios rojos como
rubíes. Pero no había nada, nada; era
como un paseo por otra tienda, y su
mo ne da e ra e xt raña y no po dí a
utilizarse allí, y no sentía ninguna
emoción, ni siquiera cuando tocaba
la madera, el yeso y la arcilla. Lo
mismo le ocurría entonces, en su
propio salón, con aquellas mujeres
rebullendo en sus butacas bajo la
mirada de él, encendiendo cigarrillos,
exhalando nubes de humo, tocando
sus cabe ll er as des co lo ri das y
examinando sus enrojecidas uñas,
que parecían arder bajo la mirada de
él. Los rostros de las mujeres fueron
poniéndose tensos, en el silencio. Se
adelantaron en sus asientos al oír el
sonido que produjo Montag cuando
tragó el último bocado de comida.
Escucharon la respiración febril de él,
Las tres vacías paredes del salón eran
como pálidos párpados de gigantes
“I ’ve he ar d t h at , t o o . I’ ve
ne ver known any de ad man kill ed
i n a wa r. K i l l e d j um p i n g o f f
bu i l d i ng s , ye s , l i k e G l o r i a ’s
hu s ba nd l as t w e e k, but f r o m
wars ? No .”
5
15
79
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
f e l t t hat i f yo u t o uc he d t he s e
t hre e s t ar i ng br o ws yo u woul d
f e e l a fi ne s al t s we at o n yo ur
f i nge r - t i p s . The pe r s p i r at i o n
gathe re d with t he sil ence and t he
sub-audi ble tr embl ing ar ound and
about and in the wome n who we re
bu r ni ng wi t h t e ns i o n. A ny
m om ent t he y m ight his s a l ong
sputt er ing hi ss and e xplode.
5
10
Mo nt ag moved hi s l ips.
midos, sin sueños. Montag sintió
que si tocaba aquellos párpados, un
fino sudor salado le humedecería
las puntas de los dedos. La transpiración aumentaba con el silencio y
el inaudible temblor que crecía cerca y dentro de las tensas mujeres.
En cualquier momento exhalarían
un largo y chisporroteante siseo, estallando en pedazos.
Montag abrió la boca.
“Let ’s talk.”
tr. de Alfredo Crespo
dormidos, vacíos de sueños. Montag
tuvo la impresión de que si tocaba
aquellos tres párpados sentiría un
ligero sudor salobre en la punta de
lo s de do s. La tr anspir ac ió n fue
aumentando con el silencio, así como
el temblor no audible que rodeaba a
las tres mujeres, llenas de tensión. En
cualquier momento, Podían lanzar un
largo siseo y estallar.
Montag movió los labios.
—Charlemos.
15
Th e wo m e n j e r k e d a n d
star ed.
Las mujeres se sobresaltaron y se
quedaron mirándolo, fijamente.
Las m uj e r e s s e l e que da r o n
m i r and o .
“Ho w’re your c hi ldr e n, M rs .
—¿Cómo están sus chicos, señora
Phelps?” he aske d.
20 Phelps? —preguntó Montag.
¿Cómo están sus hijos, Mrs. Phelps?
–préguntó el.
“Yo u know I haven’t any! N o
one i n his ri ght m ind, t he Go od
Lo r d
kn o ws , wo u l d
ha ve
children!” said Mrs . P he lps , not
qui t e s ur e why s h e was a ngr y
wi th this man.
—¡Sabe m uy bie n que no te ngo ni nguno ! ¡Só lo a un loc o s e le
podrí a o curr i r te ner c hi c os ! —
dij o la se ño ra P hel ps s i n sabe r
muy bie n por qué s e s ent ía enojada con es te ho mbr e.
—¡Sabe que no tengo ninguno!
¡Nadie en su juicio los tendría, bien
l o sabe D io s ! — e xc l am ó M r s .
Phelps, no muy segura de por qué
e s t aba f uri o s a c ont r a aque l
hombre—.
— Yo no di r í a e s o — d i j o l a
s e ño r a Bo wl e s — . Yo t uve do s
hij os co n o pe rac ió n c es ár e a. N o
val e l a pe na pas ar po r t o da e s a
agoní a. El m undo debe re pr oduc ir s e, ya s e s abe , debe s e gui r s u
c ur so . Ade más , l o s c hi c o s s o n
a vec e s i gual e s a uno , y e so e s
l i ndo . D o s c e s ár e as s o l uc io nar o n e l as unto , sí s e ño r. Oh, di j o
m i mé di c o , l as c e s ár e as no s o n
i ndis pe ns able s ; us te d t i e ne una
bue na pe l vi s , t o do e s no r m al ,
pe r o yo i ns is t í .
—Yo no af irm arí a t al c osa —
dijo Mrs. Bowles—. He tenido dos
hij os m ediant e una ce sáre a. N o
obj eto pasar t antas moles tias por
un be bé . El m u ndo ha de
reproduci rse, la raza ha de seguir
ade l ant e . Ade más hay ve c e s e n
que s al e n i gual i t o s a t i , y e s o
r e s ul t a agr ad abl e . Co n do s
ce sáre as, est uve list a. Sí, seño r.
¡O h ! El do c t o r di j o que l as
ces áreas no s on impresci ndibl es,
tenía bue nas caderas, que todo iría
nor malmente, yo insis tí.
“Cae s ar i ans o r no t , c hi l dr e n
—Cesáreas o no, los chicos son
ar e ruinous; you’r e out of your 45 una ruina. Tienes poca cabe za —
mi nd, ” s aid M rs. Phelps.
dijo la señora Phelps.
—Con cesárea o sin ella, los niños
resultan ruinosos. Estás completamente
loca —dijo Mrs. Phelps.
“I pl unk t he chi ldren in s cho ol
ni ne days out of te n. I put up wi th
them whe n t hey c ome ho me thr ee 50
days a month; it ’s no t bad at al l.
Yo u heave them int o t he ‘par lour ’
an d t ur n t he s w i t c h. It ’s l i ke
washi ng cl othes ; s tuf f laundr y in
and s lam t he l id.” M r s. Bowle s 55
t i t t e re d. “They’d j us t as s o o n
ki ck as ki ss me . Thank God, I c an
ki ck back!”
— N u e ve d í a s de c a da d i e z
l o s c hi c o s e s t án e n e l c o l e g i o . Vi e n e n a c a s a t r e s ve c e s
a l m e s ; n o e s t á m a l . Lo s m e t e s e n l a s a l a y a pr i e t a s u n
b o t ó n . E s c o m o l a va r r o p a ;
m e t e s l a s pr endas de nt ro y c ierras la tapa. — La s e ño r a B o w l e s
r i ó un rato entre dientes.— Tan pronto me besan como me patean. ¡Por suerte yo también sé patear!
—Tengo a los niños en la escuela
nueve días de cada diez. Me entiendo
con ellos cuando vienen a cada tres
días al mes. No es completamente
insoportable. Los pongo en el «salón»
y conecto el televisor. Es como lavar
ropa; meto la colada en la máquina y
cierro la tapadera. —Mrs. Bowles
r i ó entredientes—.Soncapacesdebesarme
comodepegarmeunapatada.¡GraciasaDios,
yo tambiénsé pegarlas!
Th e wo m e n s h o we d t he i r
to ngues , laughing.
Las mujeres se rieron mostrando
la lengua.
Las
mu j e r e s
s o no r am e nt e .
25
“I wo ul d n’t s a y t ha t , ” s a i d
M r s . Bo wl e s . “I’ ve ha d t wo 30
chi ldren by Caesari an sec tion. No
us e going thr ough all that ago ny
f o r a b aby. The wo r l d m u s t
r e pro duc e , yo u know, t he r ac e
m u s t go o n . B e s i de s , t h e y 35
som etim es lo ok just l ike you, and
t h at ’s n i c e . Two Ca e s a r i a ns
tamed t he tri ck, yes, s ir. Oh, my
do c t o r s ai d, Cae s ar i ans ar e n’t
nec es s ar y; yo u’ve go t t he , hips 40
fo r i t, everythi ng’s nor mal , but I
insis te d .”
titt e r laughing in a furtive or restrained way;
giggling re írse nerv iosam ente, con disimulo; soltar una risita ah ogada, en tre dien tes
titte r : to laugh in a nervous, affected, or partly
suppressed manner : GIGGLE, SNICKER
60
ri e r o n
M i l dr e d s at a m o m e n t a nd
Mildred calló un momento, y luego,
then, seei ng that Montag was sti ll dándose cuenta de que Montag estaba
i n t h e d o o r way, c l a ppe d h e r 65 todavía en el umbral, golpeó las manos.
hands . “Le t ’s t al k po l i t i c s , t o
—¡Habl em os de pol ít ic a para
pl eas e Guy!”
complacer a Cuy!
Mildred permaneció silenciosa un
momento Y, luego, al ver que Montag
seguía junto a la puerta, dio una palmada.
—íHablemos de política, así Guy
estará contento!
“S o un ds f i n e , ” s ai d M r s .
Bowl e s. “I vo te d l as t e l ec t i on, 70
same as everyone , and I lai d it on
t he li ne fo r P re s ide nt No bl e . I
t h i nk he ’s o n e o f t h e n i c e s t l o o king m e n who e ve r be c am e
pr es ide nt .”
75
— M u y bi e n — d i j o l a s e ño r a B o wl e s — . E n l a ú l t i m a
e l e c ci ó n vo t é , c o m o t o do s, po r
e l p r e s i de nt e N o b l e . U n o de
l o s ho m br e s m ás bue no s m o zo s qu e hayan l l e gado a l a pr e s i d e nc i a.
—Me par ece estupendo —dijo
Mrs. Bowles— Voté en las últimas
elecciones, como todo el mundo, y lo
hice por el presidente Noble. Creo
que es uno de 1o s ho mbr es m ás
at ract ivos que han l le gado a l a
presidencia.
“O h, bu t t he m a n t he y r an
agai nst him !”
—¡Oh, pero quién se pres entó
contra él!
—Pero, ¿qué me decís del hombre
que presentaron frente a él?
80
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“H e w as n ’t m u c h, wa s h e ?
Ki nd of sm all and hom ely and he
didn’t shave to o cl os e or c om b
hi s hai r very well .”
tr. de Alfredo Crespo
—No valía mucho , ¿eh? Bastante bajito y con e se aspecto doméstico, y además no sabía afeitarse ni
peinarse.
— N o er a gr an c o s a, ¿ver dad?
P eque ñaj o y tí m i do . N o iba muy
bi e n af e i t ado y apenas s i sabí a
pe i nar s e .
— ¿Có m o l a o pos i c ió n s o s tuvo a e s e ho m br e ? U n ho m br e
baj i to c om o é s e no pue de r i val izar c o n un hom bre al t o . Ade m ás t a r t am u de ab a . La m a yo r
par t e de l t i e mpo yo no o í a l o
que de cí a. ¡Y cuando o ía algo ,
no e nte ndía!
— ¿Q ué i de a t uvi e r o n l o s
«Outs» pa r a pre sent arlo ? No es
pos ible conte nder con un hom bre
t an baj it o c o nt r a o t ro tan al to .
Además, tar tam udeaba. La mit ad
de l t i e m p o no e nt e n dí l o que
de cí a. Y no po dí a e nt ende r l as
pal abras que o ía.
— G o r do t am bi én, y no lo di s i m ul ab a c o n l a r o pa . N o e s
r aro que t o do e l paí s vot as e po r
N o ble . H as ta l o s no m br e s ayudaban. Co m pare n Wi ns t on N o bl e c o n H ube r t H o ag d ur an t e
die z s e gundos y ya pue de n i maginar e l r e s ul t ado .
—Tam bién e staba gordo y no
intentaba disimularlo con su modo de
vestir. No es extraño que la masa votara
por Winst on Noble. Incluso los
hom bres ayudaro n. Com parad a
Winston Noble c on Hubber Hoag
durante diez segundos, y ya casi pueden
adivinarse los resultados.
“D am n i t !” c r i e d M o nt a g. 25
— ¡M al di t a
sea!
— gr i t ó
“W hat do you kno w about Ho ag Montag—. ¡Qué saben us tedes de
and Noble ?”
Hoag y Noble!
—¡Maldita sea! —gritó Montag—
. ¿Qué saben ustedes de Hoag y de
Noble?
“W hy, the y we re ri ght i n that
—Bueno, estaban ahí en las pareparlo ur wall, not six m ont hs ago. 30 des de la sala no hace más de seis meOne was al ways picking his nos e; ses. Uno de ellos no paraba de tocarse
it dr ove m e wild.”
la nariz. Yo no podía aguantarlo.
—¡Caramba! No hace ni seis meses
estuvieronen esa mismísimapared. Uno
de ellos se rascaba incesantemente la
nariz. Me ponía muy nerviosa.
“Well , M r. Mo ntag,” said Mr s.
—Pues bien, señor Montag —dijo la
Phelps, “do you want us to vo te 35 señora Phelps—, ¿quería usted que vofo r a man l ike t hat ?”
tásemos a un hombre como ése?
— Bue no, M r. M ont ag — dij o
M r s. P he lps — , ¿Q ue r í a que
votásemos por un hombre así?
Mi ldr ed be ame d. “Yo u j us t r un
Mildred sonrió, resplandeciente.
away f r o m t he do o r, G uy, and
—Sal de la puer ta, G uy, y no
do n’t m ake us ne rvous .”
40 nos pongas ne rvios as.
Mildred mostró una radiante sonrisa.
—Será mejor que te apartes de la
puerta, Guy, y no nos pongas nerviosas.
But M ontag was gone and back
in a m om ent wit h a boo k in his
hand.
P e r o M o nt ag s e m ar c h ó y
r egre só al inst ante c on un li br o
en l a mano .
“W hat po ss ess ed the ‘O ut s’ to
r u n h i m ? Yo u j us t d o n ’t go
r unni ng a li t t le s hor t man li ke
that against a t al l man. Bes ides
— he m umble d. Half t he ti me I
co uldn’t hear a wo rd he said. And
the words I d i d he ar I d i dn ’t
unde rs tand!”
5
10
15
“Fat , t o o , and di dn’t dr e s s t o
h i d e i t . N o wo n d e r t h e
l a n d s l i d e wa s f o r Wi n s t o n
N o b l e . E ve n t h e i r n a m e s
he l pe d. C o m p ar e Wi ns t o n
N o bl e t o H ube r t H o ag f o r t e n
s e c o nd s a n d y o u c an al m o s t
f i gur e t he r e s ul t s . ”
20
P e r o Mo nt ag de s a par e c i ó
y v o l vi ó e n s e g u i d a c o n u n
l i b r o e n l a man o .
45
“G uy!”
—¡Guy!
“D amn i t all, damn it al l, damn
i t!”
—íGuy!
—¡Maldita sea, y maldita sea, y maldita sea!
—¡Maldito sea todo, maldito sea todo,
maldito sea!
— Lo que ti e ne ahí , ¿no e s un
l ibr o ? Cre í a que hoy s e i ns t r uí a
a l a ge nt e c o n pe l í c ul as. — La
s eño r a P he l ps par pade ó .— Est á
l e ye ndo ac er c a de la t eo r í a de
l os bo m be r os ?
—¿Qué tie nes ahí? ¿No es un
li bro ? Cre ía que , ahor a, to da la
enseñanza especial se hacía mediante
pe líc ulas—
— Mrs .
P hel ps
parpadeó—. ¿Está estudiando la teoría
de los bomberos?
50
“W hat’ve you go t ther e; i sn’t
t hat a bo o k? I t ho ught t hat al l
s pe ci al tr aining t he s e days was
do ne by f i l m . ” M r s . P he l ps
bl i nk e d. “Yo u r e adi ng up o n
fi rem an the ory?”
“The o r y, he ll , ” s ai d M o ntag.
“It’s poet ry.”
“M ontag. ” A whis pe r.
55
—Teor ía, dem oni os
Montag—. Esto es poesía.
60
Un murmullo.
—Montag.
—di jo
“ L e a ve
me
alone!
“
—¡Déjeme tranquilo!
M o n t ag f e l t hi m s e l f t ur n i n g
Montag sintió como si estuviese gii n a g r e a t c i r c l i n g r o ar a n d 65 rando en untorbellino de rugidos yzumbuzz an d hum.
bidos.
“M ont ag, hold o n, don’t …”
—Montag, conserve la serenidad, no...
“D id you hea r t he m, di d yo u
hear these mons ters tal king abo ut
mo nst ers ? O h G od, t he way they
jabber about pe ople and the ir o wn
childre n and the ms elves and t he
wa y t he y t al k a bo u t t he i r
hus bands and the way the y t al k
about war, dam mit , I st and he re
and I can’t beli eve it !”
70
75
81
— ¿ N o l as ha o í d o ? ¿ N o ha
oí do a e sto s mo ns tr uos que habl an de m o ns t r uo s ? O h, D i o s ,
có mo dis par ataban hablando de la
ge nte y de sus hij os y de sí mi sm as , y de c óm o hablan co n sus
maridos y de c óm o habl an de la
guer ra. M al dit a se a, aquí es taba
yo , y no podí a c re erl o.
—¡Al diablo la teoría! —dijo
Montag—. Esto es poesía.
—Montag.
Un susurro.
—¡Dejadme tranquilo!
Mo ntag s e dio cuent a de que
describió un gran círculo, mientras
gritaba y gesticulaba.
—Montag, deténte, no...
— ¿Las has o í do , has o í do a
e so s mo ns tr uo s de m o nst r uos ?
¡ Oh , D i o s ! ¡ D e q u é m o d o
c har l an s o br e la gent e y s obr e
s us pr o pio s hi jo s y s obr e e l las
m is mas y tambié n r es pe ct o a sus
e s p o s o s , y s o b r e l a g ue r r a ,
m aldi t as s e an!, y aquí e s t án, y
no pue do c r ee r lo .
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“I di d n’t s ay a s i ngl e wo r d
ab o ut a ny wa r, I’l l have y o u
know, ” s aid M rs, Phelps.
tr. de Alfredo Crespo
—No dije una sola palabra de ninguna guerra. Lo sabe usted muy bien —
dijo la señora Phelps.
—He de participarle que no he dicho
ni una sola palabra acerca de ninguna
guerra –replicó Mrs. Phe1ps—.
—En cuanto a la poesía, la odio —
concluyó la señora Bowles.
—Encuanto a lapoesía, la detesto —
dijo Mrs. Bowles—.
5
“As f or po etr y, I hate i t,” said
Mr s. Bo wle s.
“H ave you eve r read any?”
—¿Escuchó alguna vez poesía?
—¿Ha leído alguna?
10
“M o nt ag , ” Fab e r ’s vo i c e
sc raped away at hi m. “You’ll ruin
everything. Shut up, you f ool !”
Al l t hre e wom en wer e o n the ir
feet.
15
“Si t down!”
They sat.
20
“I’m go i ng hom e , ” quave r e d
Mr s. Bo wle s.
—M ontag. — La vo z de Faber
insis tí a, air adame nte .Lo arruinará to do. ¡Cál les e, loc o!
—Montag. —La vozde Faber resonó
en su interior—. Lo hundirá todo.
¡Cállese, no sea estúpido!
Las tres mujeres se habían puesto de pie.
Las tres mujeres se habían puesto en
pie.
—¡Siéntense!
—¡Siéntense!
Las mujeres se sentaron.
Se sentaron.
—Yo me voy a casa —gorgoteó la
señora Bowles.
—Me marcho a casa —tartamudeó
Mrs. Bowles—.
“M ont ag, M o ntag, ple as e , i n 25
—Montag, Montag, por favor, en
the name o f G od, what ar e you up nombre de Dios, ¿qué pretende? —
to ?” ple ade d Fabe r.
rogó Faber.
—Montag, Montag, por favor, en
nombre de Dios, ¿qué se propone usted?
— suplicó Faber—.
“Why don’t you just read us one
of tho se poems fr om your litt le
book,” Mrs. Phelps nodded. “I think
that’d he very interesting.”
—Pues bien, ¿por qué no nos lee algún poema de su librito?
La señora Phelps hizo un signo afirmativo. —Sería interesante.
—¿Por qué no nos lee usted uno
de esos poemas de su librito? —
propuso Mrs. Phe1ps—. Creo que
sería muy interesante.
“That ’s no t r ight, ” wail ed Mr s.
—Eso no está bien —gimió la señoBo wle s. “We can’t do t hat !”
35 ra Bowles—. ¡No podemos hacer eso!
—¡Eso no está bien! —gimió Mrs.
Bowles—. No podemos hacerlo.
“Well , l oo k at M r. Montag, he
wants to , I know he do es . And if
we li st en nic e, Mr. M ont ag wi ll
be happy and t he n m aybe we c an
go o n and do so m e thi ng e l se . ”
She glanc ed ner vously at the lo ng
em pti nes s of the walls e ncl osi ng
them .
—Bueno, mire al señor Montag,
des ea lee rnos algo. Y si escuc hamos bi en, el seño r Montag s e quedará c ont ento , y qui zá ento nc es
podamos hacer o tra co sa.
La señora Phelps mir ó nerviosam ente el inmenso vací o de las
pare des.
—Bueno, mira a Mr. Montag, él
lo desea, se nota. Y si escuchamos
at entame nt e, M r. M ontag es tará
contento y, luego, quizá podamos
dedicarnos a otra cosa.
La m uj e r m ir ó , ner vi o s a, e l
extenso vacío de las paredes que les
rodeaban.
—Montag, si sigue con eso, me retiro, me voy. —El escarabajo mordía
el oído de Montag.— ¡Para qué sirve
eso, qué quiere probar!
—Montag, si sigue con esto cortaré
la comunicación, cerraré todo contacto
— susurró el auricular en suoído—. ¿De
qué sirve esto, qué desea demostrar?
— As ust ar l as co m o t o dos l o s
di abl o s , es o quie r o , ¡dar l e s una
l ec c i ón!
—¡Pe garles un sust o treme ndo,
s ó l o e s o ! ÍD a r l e s un b ue n
escarm iento!
M il dr e d l oo ke d at t he em pt y 55
Mildred miró el aire vacío.
ai r. “No w G uy, j ust who ar e you
—Pero, Guy, ¿con quién estás hatalki ng to ?”
blando?
Mildred miró a su alrededor.
—O ye , G uy, ¿con quié n e st ás
hablando?
A
s i l ve r
ne e dl e
pi e r c e d
hi s
b r ai n.
“Montag, liste n, only one way out,
play it as a joke, cover up, pre tend
yo u ar e n’t m ad at al l . The n —
wal k to your wall-inciner ator, and
thro w the book i n!”
65
U n a agu j a de pl at a l e t r a s pa s ó e l c e r e b r o a M o n t a g.
—Montag, escuche. Sólo hay un
modo de salir de esto. Diga que es un
juego, finja, pretenda que no está enojado. Luego... diríjase al incinerador,
¡y deshágase del libro!
U na a gu j a d e p l a t a t a l a dr ó
e l c e r e b r o de M o n t ag .
—Montag, escuche, sólo hay una
escapatoria, diga que se trata de una
broma, disimule, finjano estar enfadado.
Luego, diríjase al incinerador de pared y
eche el libro dentro.
Mildre d had alre ady antici pated
t h i s i n a q u a v e r y vo i c e .
“L adi e s , o n c e a ye a r, e ve r y
f ir e man’s al l owed to br i ng one 70
bo ok hom e, fr om the ol d days, to
show hi s f am ily how si lly it all
was , ho w ne r vo us t hat s o r t o f
t hi ng c an m ake yo u, how c razy.
Guy’s s urpris e tonight is to re ad 75
yo u o ne s am pl e t o s ho w h o w
mi xed-up t hings wer e, so no ne of
us wi ll e ve r have to bot he r our
Mildred ya había anticipado todo
esto con una voz chillona:
—Señor as , una vez al año to do
bom be ro pue de l le var a su c as a
un li br o, de lo s vi ej os t ie mpos ,
par a m o s t r ar a l a f a m i l i a qué
t o nt e r í a e r an lo s l i br o s , có m o
puede n at acar l e a uno lo s ne r vio s. G uy l es r es e rvaba es ta s or pre sa para que ve an qué c onfus i ó n ha bí a e n t o n c e s . D e e s e
m odo nues tr as c abec it as podrán
M il dr e d an t ic ip ó e st o
c o n v o z t e m b l o r o s a.
—Amigas, una vez al año, cada
bombero está autorizado para llevarse
a casa un libro de los viejos tiempos, a
fin de demostrar a su familia cuán
absurdo era todo, cuán nervioso puede
poner a uno esas cosas, cuán demente.
La sorpresa que Guy nos reserva para
esta noche es leeros una muestra que
revela lo embrolladas que están las
cosas. Así pues, ninguna de nosotras
30
40
45
“M ont ag, go t hro ugh wi th this
and I’ll cut off , I’l l le ave .” The
be etl e jabbe d his ear. “W hat go od
is this , what ’l l you pr ove ?”
50
“Scar e hel l o ut of them, t hat ’s
what, s care the li vi ng dayl ight s
out!”
60
82
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
l it tl e o ld he ads abo ut t hat j unk
again, i sn’t t hat ri ght, darli ng?”
H e c r us he d t he bo o k i n hi s
fi sts . “Say ‘yes. ’”
Hi s m outh
Fa be r ’s .
mo ve d
o lvidar par a si e mpre e sas co sas
i núti le s. ¿No e s a sí , que ri do ?
5
l i ke
“Ye s . ”
La bo ca de Mo nt ag s e mo vi ó
como la de Faber.
10
Mi ldre d snatched t he
bo ok
with
a
laug h.
“H ere ! Read t his one. No , I take
it back. Here ’s that r eal f unny one
yo u r ead o ut loud t oday. Ladie s,
yo u won’t unde rst and a word. It
go e s um p t y- t um pt y- u m p. G o
ahead, G uy, t hat page, dear.”
—Diga «sí».
Montagapretó el libro entre las manos.
15
—Sí.
Mildred arrancó el libro de las manos de Montag, con una carcajada.
—¡Aquí está! Lee. No te preocupes,
voy a devolvértelo. Éste es aquel tan
gracioso que leíste en voz alta el otro
día. Señoras, no entenderéis una palabra. Repeticiones, ñoñerías. Adelante,
Guy. Esta página, querido.
tr. de Alfredo Crespo
tendrá que preocuparse nunca más
acerca de esa basura, ¿no es verdad?
__________________________
—Diga «sí».
S u b o c a s e m o vi ó c o m o l a
d e F a be r :
—Sí.
Mildred se apoderó del libro, al
tiempo que lanzaba una carcajada.
—¡Dame! Lee éste. No, ya lo cojo
yo. Aquí está ese verdaderamente
divertido que has leído en voz alta hace
un rato. Amigas, no entenderéis ni una
palabra.Sólodicedespropósitos.Adelante,
Guy, es en esta página.
20
He looked at the opened page.
Montag miró la página abierta.
A fly sti rred its wi ngs sof tly in
hi s e ar. “Read.”
25
“W hat ’s the t it le, de ar ?”
“D o ve r B e a c h. ” H i s m o u t h
was numb.
Una mosca estiró las alas dentro de
su oreja.
—Lea.
—¿Cuál es el título, querido?
—La Bahía de Dover.
Montag sentía la boca entumecida.
Montag miró la página abierta.
Una mosca agitó levemente las alas
dentro de su oído.
—Lea.
—¿Cómo se titula?
—Paloma en la playa.
Tenía la boca insensible.
30
“N ow r ead in a ni ce c lear voi ce
and go slow.”
—Bueno, lee con voz clara, y despacio.
—Ahora, léelo en voz alta y clara, y
hazlo lentamente.
The r oom was blazing ho t, he
was all f ire, he was all coldne ss; 35
the y sat in the middle of an em pty
des ert with t hree c hairs and him
s t a ndi ng , s wa yi ng, and hi m
wait ing f or Mr s. Phelps to st op
st rai ghtening he r dre ss he m and 40
Mr s. Bowle s to take her f inge rs
away from her hair. Then he be gan
to read i n a l ow, s tumbli ng vo ice
that grew firm er as he pr ogres sed
fr om li ne to li ne , and hi s voi ce 45
we nt out ac ros s the dese rt, into
t he whi t e ne s s , and ar o und t he
thr ee si tting women ther e in the
gre at ho t em ptine ss:
En el cuarto había un calor sofocante. Montag era un frío, una llama. Las mujeres esperaban sentadas en medio de un desierto vacío,
y Montag, de pie, se balanceaba esperando a que la señora Phelps dejara de alisarse el vestido y que la
señora Bowles se sacara la mano del
pelo. Luego comenzó a leer con su
voz grave, tropezando, una voz que
se hacía más firme a me dida que
pasaba de una línea a otra; y la voz
cruzó el desierto, se internó en la
blancura, y envolvió a las tres mujeres sentadas en aquel vac ío inmenso y ardiente.
En l a s al a, hací a un c alo r
sofocante; Montag se sentía lleno de
fue go, lleno de f rial dad; estaban
sentados en medio de un desierto
vacío, con tres sillas y él en pie,
balanceándose mientras esperaba a
que Mr s . P he l ps te r mi nar a de
alisarse el borde de su vestido, y
Mrs. Bowles apartara los dedos de
su cabello. Después empezó a leer
con voz lenta y vacilante, que fue
afi r mándos e a me di da que
pro gre s aba de l í nea. Y su vo z
atravesó un desierto, la blancura , y
rodeó a las tres mujeres sentadas en
aquel gigantesco vacío.
“‘ The Se a of Fai th
Wa s once, t oo, a t the ful l, a nd
round ea rth’s shore
Lay l ik e the f ol ds of a b r i ght
gir dle furl ed.
But now I only he ar
It s
m e l a nc h ol y,
l on g ,
wi thd ra wing r oa r,
Re tre at ing , t o the br ea th
Of the ni ght- wind, down the va st
edges drear
An d n a k e d s hi ng l e s of t he
world. ”’
—L a s a g u a s d e l a fe
a l g u n a v e z t a m b i é n l a s co s t a s
ro d e a ro n
co m o u n a cl a r a t ú n i ca p l e g a 55 d a .
Pe ro a h o r a s ó l o o i g o
s u l a rg o y m e l a n có l i c o r u g i do
a l re t i r a r s e , a l h á l i t o d e l
60 v i e n t o d e l a no ch e , d e s n u d a n do
los tri stes y a fila dos pedr usco s d e l a t i e r r a .
El Mar es Fe
Estuvo una vez lleno, envolviendo la
tierra.
Yacía como los pliegues de un brillante
manto dorado
Pero, ahora, sólo escucho
Su retumbar melancólico, prolongado,
lejano,
En receso, al aliento
Del viento nocturno, junto al
melancólico borde
D e l o s d es n u do s g u i ja r ro s de l
mu nd o.
The c hair s cr eake d unde r the
three wome n.
Mo ntag finished it out:
65
Las s i l l as c r uj i e r o n baj o
l as t r e s muj e r e s .
Montag concluyó:
Los sillones en que se sentaban las
tres mujeres crujieron.
Montag terminó:
Ah, amor, ¡seamos siempre fieles!
Pues en el mundo
que parece extenderse ante nosotros
como un país de sueños,
tan diverso, tan nuevo, tan hermoso,
no hay en verdad ninguna luz, alegría o amor,
verdad o paz, o alivio de amarguras.
Oh, amor, seamos sinceros
El uno con el otro. Por el mundo que
parece
Extenderse ante nosotros como una
tierra de ensueños,
Tan diversa, tan bella, tan nueva,
Sin tener en realidad ni alegría, ni amor,
ni luz,
Ni certidumbre, ni sosiego, ni ayuda en
el dolor;
50
“‘ Ah, l ove , l et us be tr ue
To one another ! for t he wor ld ,
whic h s ee ms
To l ie be fore us l ik e a l and of
drea ms,
So va ri ous , s o bea uti ful, so ne w,
Ha th r eall y neither j oy, nor love,
nor l ight,
N or c e rt i t ude , nor p ea c e , nor
he lp for p ai n;
70
75
83
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
And we are here as on a da rkling
plain
Swep t wit h c onf us ed al arm s of
st rug gle and fl ight,
Where ig nor ant a rmi es cla sh by
ni ght. ’”
5
Mr s. Phelps was cr ying.
La señora Phelps estaba llorando.
The o the rs in the mi ddl e o f t he 10
de se rt wat ched her c rying gr ow
ver y l oud as her face squee ze d
it sel f out of shape. The y s at , not
to uc hing her, bewil der ed by her
di s pl ay.
Sh e
s o bb e d 15
unc ontr ol l ably. Mo nt ag hi ms el f
was s tunne d and shake n.
tr. de Alfredo Crespo
Yaquí estamos nosotroscomoen lóbrega
llanura,
Agitados por confusos temores de lucha
y de huida
Donde ignorantes ejércitos se enfrentan
cada noche.
Mrs. Phelps estaba llorando.
Las otras, en me dio del desierto, miraban cómo lloraba, cada vez
más alto, y cómo la cara se le arrugaba y descomponía. La miraban,
sin tocarla, confusas ante la escena. La mujer soll ozaba sin poderse dominar. Montag mismo se sentía aturdido, y débil.
Las otras, en medio del desierto,
observaban sullanto que ibaacentuándose
al mismo tiempo que surostro se contraía
ydeformaba. Permanecieron sentadas, sin
tocarla, asombradas ante aquel
espectáculo.
Ella
sollozaba
inconteniblemente. El propio Montag
estaba sorprendido Y emocionado.
“S h, s h , ” s ai d M i l dr e d.
— Va m o s , v a m o s — d i j o
“Yo u’r e al l r i ght , Cl a r a, n o w, 20 M i l d r e d — . N o p a s a n a d a ,
Cl ar a , s na p o ut o f i t ! C l ar a, C l a r a . ¡ C l a r a , p o r f a v o r !
what’s wr ong ?”
Qué t e o c ur r e ?
— Va m o s v a m o s — d i j o
Mildre d—.
Estás
bien,
C l a r a, d e j a d e l l o r a r . Cl a r a ,
¿qué oc ur r e ?
“I — I,”, sobbed Mr s. Phelps,
— Yo . . . y o . . . — s o l l o z ó l a
“do n’t know, don’t kno w, I j us t 25 s e ñ o r a P he l p s — . N o s é . N o s é
do n’t know, oh oh…”
de ve r a s . O h , o h. . .
— Yo . . . y o — s o l l o z ó M r s .
P he 1 ps — . N o l o s é , no l o s é , e s
que no l o s é. ¡O h, no .. .
M r s . Bo w l e s s t o o d u p a nd
gl ar e d at M o nt ag. “Yo u s e e ? I
kne w it , t hat’s what I want e d t o 30
pro ve! I knew it wo uld happen!
I ’ve a l w a ys s a i d , p o e t r y an d
t e a r s , po e t r y a nd s ui c i de a nd
c r y i n g a nd a wf u l f e e l i n gs ,
po e t r y a nd s i c kne s s ; a l l t h at 35
m us h ! N o w I’ve had i t pr o ve d
t o m e . Yo u ’ r e na s t y, M r .
M o nt a g, you’re na st y!”
Mrs. Bowles se levantó y miró,
furiosa, a Montag.
—¿Lo ve? Lo sabía, eso era lo
que que ría de mos tr ar. Sabí a que
habí a de o curr ir. Sie mpre l o he
dicho, poesía y lágrimas, poesía y
suici dio y llanto y s ent imi ent os
terribles, poesía yenfermedad. ¡Cuánta
basura! Ahora acabo de comprenderlo.
¡ E s u s t e d m u y m a l o , M r.
Montag, es usted muy malo!
Fabe r s ai d, “N ow…”
notch (in wood, metal) muesca f; (on belt) agujero,
corte
notch up (colloq) apuntarse
top notch de primera categoría
top notch de primera clase
Y aquí estamos como en un llano oscuro
con alarmas confusas de luchas y de
huidas
donde ejércitos ciegos se acometen
de noche.
La señora Bowles se incorporó y
miró con ojos brillantes a Montag.
—¿Ve usted? Ya lo sabía, ¡esto
es lo que yo quería probar! ¡Sabía
que pasaría esto! Siempre lo he dicho, poesía y lágrimas, poesía y suicidios y llantos y sentimientos horr ible s, poe sí a y enfe rm edades ;
¡todo lo mismo! Y aquí tengo ahora la prueba. Es usted odioso, señor Montag, ¡odioso!
Faber dijo:
—Ahora...
M ontag fe lt him se lf t ur n and
Montag sintió que se volvía yse encaMontagsintióquese volvíay,acercándose
walk to the w al l - sl ot and dr op the minaba haciala____ pared y arrojaba el ala aberturaque habíaen la pared, arrojó
bo ok in thr ough the br ass not ch X libro por la puerta de bronce a las lla- X el libro __________ a las llamas que
to t he wai ti ng flame s.
45 mas que esperaban.
aguardaban.
40
“Si l l y wo r ds , s i l l y wo r ds ,
s i l l y a wf u l h u r t i n g wo r d s , ”
s a i d M r s . B o w l e s . “W h y d o
p e o pl e w a nt t o h ur t p e o p l e ? 50
N o t e no ugh hur t i n t he wo r l d,
yo u’ve go t t o te as e pe o ple wi t h
s t uf f l i k e t hat !”
—Ahora... —dijo Faber.
—Palabras tontas, palabras tontas,
palabras tontas y dañinas —dijo la señora Bowles—. Por qué hay gente que
desea hacer daño a la gente? Como si
no hubiese bastante mal en el mundo,
¡tienen que atormentar a la gente con
cosas como éstas!
—Tontas palabras, tontas y horribles
palabras, que acaban por herir —dijo
Mrs. Bowles—. ¿Por qué querrá la
gente herir al prójimo? Como si no
hubiera suficiente maldad en el mundo,
hay que preocupar a la gente con
material de este estilo.
“Cl ar a, no w, C l ar a, ” be gge d 55
— Clar a, vam o s , Cl ar a — i m M i l dr e d , p u l l i n g h e r a r m . plo r ó M i ldr ed, t i r ando del bra“Co me o n, le t ’s be c he e r y, yo u zo de l a m uj e r— . Vam o s, aní mat ur n t he ‘f am i l y’ o n, no w. G o t e, aho r a vam o s a ve r l a «f ami a h e ad . L e t ’s l a u g h an d b e l i a». Ánim o . Ri am o s y s e am o s
happy, no w, s t o p c r yi ng, we ’l l 60 f el i ce s . D e ja de ll o rar. ¡Tendre have a par t y!”
m os una fi e s ta!
—Clara, vamos, Clara —suplicó
Mildred, tirando de un brazo de su
amiga—. Vam os, mo strémo nos
alegres, conecta ahora la «familia».
Adelante. Riamos y seamos felices.
Vam os, de ja de llorar, estamos
celebrando una reunión.
“N o, ” s ai d M rs . Bowle s. “I’m
tro tting right straight home. You
wan t t o vi s i t m y h o us e and 65
‘f am i l y, ’ we l l and go o d. But I
won’t come in thi s fireman’s crazy
house again in my l ifetim e!”
—No —dijo la señora Bowles—
. Ahora mismo me vuelvo a casa.
Tú puedes venir a visitarme y ver
mi «familia» cuando quieras. ¡Pero
yo no volveré jamás a esta disparatada casa de bombero!
—No —dijo Mrs. Bowles—. Me
m ar c ho di r e c t a m e nt e a c as a.
Cuando qui eras visitar mi casa y
mi «familia», magnífico. ¡Pero no
vo lver é a pone r lo s pi es e n es ta
absurda casa?
“G o hom e.” M ont ag fi xed his
eyes upo n her, quie tly. “Go ho me
and t hi nk of your f ir st husband
di vo r c e d an d yo u r s e c o nd
husband ki lle d i n a je t and yo ur
third husband bl owi ng hi s brai ns
o ut , go ho m e and t hi nk of t he
dozen abor ti o ns yo u’ve had, go
ho me and t hink o f that and yo ur
— Váyas e a su c as a — dij o
Montag mirando a la mujer serenamente—. Váyase a su casa y piense
en su primer marido, divorciado, y
en su segundo marido, muerto en un
automóvil, y en su tercer marido,
que se pegó un tiro. Váyase a su casa
y piense en su docena de abortos.
Váyase a su casa y piense en sus
—Váyase a casa. —Mo ntag f ijó
los ojos en e lla, serenament e—.
Váy as e a c as a y pi e ns e e n s u
pr imer mar ido divorci ado, en su
s e gundo m ar i do m ue r t o e n un
r e ac t o r Y e n su t e r c e r e s po s o
des trozándose el ce rebro . Váyase
a casa y pie ns e e n es o, y e n su
mal dita c esáre a tam bién, y en sus
70
75
84
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
dam n Cae s ar i an s e c t i o ns , t o o ,
and your c hil dre n who hate yo ur
guts ! G o hom e and think ho w it
al l happe ne d and what did yo u
ever do to st op it ? G o hom e, go
ho m e ! ” h e y e l l e d . “Be f o r e I
knock you down and ki ck yo u o ut
of the door !”
tr. de Alfredo Crespo
malditas operaciones cesáreas, también, y en sus hijos, que la odian.
Váyase a su casa y piense cómo pasó
todo eso, qué hizo usted para que no
se repitiera. ¡Váyase a su casa! ¡Váyase! —aulló Montag—. ¡Antes de
que le dé un golpe y la saque de aquí
a puntapiés!
hi j o s ,
que
la
o d i an
pro fundamente , Váyanse a cas a y
piense n en cómo ha sucedido todo
en si han hec ho al guna vez al go
par a impedirl o ¡Acasa, a casa! —
voc iferó Mont ag—. Ante s de que
las de rri be de un puñet azo y l as
eche a patadas.
Un ruido de puertas y l as mujeres s e fueron. Montag se quedó en
la sala, sint iendo el f río i nvernal,
ent re unos muros de l col or de la
nie ve suc ia.
Las puertas go lpe aron y l a casa
que dó vac í a. M o nt ag se que dó
so lo en la fr ía habit ac ión, c uyas
paredes te nían un c olo r de nie ve
suci a.
En el cuarto de baño corrió el agua. Montag
oyó a Mildred que sacudía las tabletas de dormir que tenía en la mano.
Enel cuartode baño se oyóagua que corría.
Montag escuchó cómo Mildred sacudía en su
mano las tabletas de dormir.
“Fool , M ontag, f ool , f oo l, oh 20
—Tonto, Montag. Tonto, tonto, tonGo d you si lly f ool …”
to. Oh, Dios, qué tonto...
—Tonto, Montag, tonto. ¡Oh, Dios, qué
tonto!—repetíaFaber ensuoído—.
“Shut up!” He pulle d t he gre en
—¡Cállese!
bulle t fro m his ear and jamme d it
Montag se sacó la bala verde y se la
into his po cke t.
25 metió en un bolsillo.
—¡Cállese!
Montag se quitó la bolita verde de la
oreja y se la guardó en un bolsillo.
It s i zzl e d f ai nt l y. “… f o o l …
foo l…”
El aparato crepitó débilmente: « ...
Tonto... tonto...
Do ors sl amm ed and t he house
was empty. M ontag st ood alone in
t h e w i n t e r we at he r , w i t h t he
parlo ur walls t he col our o f dir ty
s no w.
5
10
15
In the bathroo m, water ran. He
he ard Mi ldred shake the sle epi ng
tabl ets into he r hand.
La bala siseó débilmente:
—... tonto... tonto...
H e s e a r c h e d t he ho u s e a nd 30
fo und the bo oks wher e Mi ldre d
ha d s t ac ke d t h e m be hi n d t he
re fri ge rat or. So me we re mi ssi ng
and he kne w t hat she had st art ed
o n he r o wn s l o w pr o c e s s o f 35
di spe r si ng t he dynam i t e i n he r
ho use , sti ck by st ick. But he was
no t angr y no w, o nly e xhaus t e d
and bewildere d wit h hims el f. He
c a r r i e d t h e b o o k s i nt o t he 40
ba c kya r d a nd h i d t he m i n t he
bushe s near t he all ey fe nce . For
to night only, he t hought, in case
s h e d e c i de s t o d o a ny m o r e
bur ni ng.
45
M o ntag r e vi s ó l a c as a y e nc o nt r ó l o s l i br o s de t r ás de l a
r e f r i g e r ad o r a, do n de M i l dr e d
l o s hab í a e s c o nd i do . Al gu no s
f al t aban, y c om pr e ndi ó que s u
m uj e r hab í a i ni c i ado e l l e nt o
pro c es o de di s pe r s ar la di nami t a por la c as a, c ar t uc ho a car tuc h o . P e r o no e s t a ba e no j a do
aho r a, s ól o c ans ado y as om brado de s í m is m o. Lle vó lo s l ibro s
al pati o de at r ás y l o s e sc o ndi ó
baj o l o s m ato r ral e s, al lado de
l a c e r c a. Só l o po r e st a no che ,
pens ó, par a que M i ldr ed no s iga
que m ando .
Montag registró la casa y encontró
l os l ibro s que Mi ldre d habí a
escondido apresuradamente detrás
del refrigerador. Faltaban algunos, y
Montag comprendió que ella había
inic iado por s u cuenta e l le nt o
proceso de dispersar la dinamita que
había e n su c as a, c ar tucho po r
cartucho. Pero Montag no se sentía
furioso, sólo agotado y sorprendido
de sí mismo. Llevó los libros al patio
posterior y los ocultó en los arbustos
co nti guo s a l a verj a que daba al
callejón. Sólo por aquella noche, en
c as o de que e ll a de ci da s egui r
utilizando el fuego.
H e we nt bac k t hr o ug h t he
house . “M il dr e d?” H e c al l ed at
t h e d o o r o f t he dar ke n e d
be dro om . Ther e was no s ound.
50
Volvió a la casa.
—¿Mildred? —llamó desde la puerta del oscurecido dormitorio.
No hubo respuesta.
Regresó a la casa.
—¿Mildred?
Llamó a la puerta del oscuro
dormitorio. No se oía ningún sonido.
Outsi de, cr oss ing t he lawn, on
hi s way to wo rk, he tr ie d not to
s e e ho w c o m pl e t e l y da r k a nd
de s e r t ed Cl ar i s s e M c Cl e l l an’s 55
ho use was…
Af u e r a, c r u zando e l j ar d í n,
c am i no de l t r aba j o , t r at ó de no
ve r q ué o s c ur a y vac í a e s t aba
la
c as a
de
Cl ar i s s e
M c Cl e l l an . . . [1 2 0 ]
Fuera, atravesando el césped,
mientras se dirigía hacia su trabajo,
Montag trató de no ver cuán
completamente oscura y desiertaestaba
la casa de Clarisse McClellan...
On t he way do wntown he was
M i e nt r as i ba cal l e s abaj o , s e
s o c o m p l e t e l y al o ne w i t h hi s e nco nt r ó t an t ot al m e nt e a so l as
t e r r i bl e e r r o r t hat he f e l t t he 60 c o n s u t e r r i bl e e r r o r que r e c une c e s s i t y f o r t he s t r an ge r r i ó a l a c al i de z y bo ndad, t an
wa r m n e s s a nd go o dne s s t h at r a r as , de aqu e l l a vo z d ul c e y
came fr om a f ami li ar and gent le f a m i l i ar que l e habl aba e n l a
vo i c e s pe a ki n g i n t he n i gh t . no c he . Ya, aunq ue habí an pas aAl ready, i n a f ew sho rt ho urs , it 65 do unas po c as ho r as , l e par e se eme d t hat he had kno wn Faber c í a h a be r c o n o c i d o a F a b e r
a lif et ime . N ow he knew that he t o da una vi da. Aho r a s abí a que
wa s t wo pe o pl e , t ha t h e w as é l , M o nt ag, e r a do s pe r s o nas .
ab o ve a l l M o n t ag , w ho kn e w Er a, s o br e t o do , e l M o nt ag que
no thing, who di d not even know 70 n o s a bí a na da , pa r a q ui e n s u
hims elf a fool, but only suspe cted p r o pi a t o n t e r í a e r a s ó l o un a
it . And he knew that he was al so s o s pe c ha. P e r o e r a t am bi é n e l
t he ol d m an who t al ked to hi m vi e j o que l e habl aba y l e habl aand t al ked to hi m as the tr ai n was b a m i e n t r a s e l t r e n e r a
sucke d f ro m o ne end of t he night 75 s uc c i o na d o d e u n e xt r e m o a
c i t y t o t he o t he r o n o ne l o ng o t r o de l a c i ud ad no c t ur na, e n
si cke ning gas p o f m oti on. In t he un ún i c o , l ar go , e nf e r m i zo y
days to fo llo w, and i n the ni ghts m ó vi l j ad e o . E n l o s d í a s s i -
Mientras se encaminaba hacia la
c i udad, M o nt ag e s t aba t an
c om pl et am e nt e em be bido en s u
terrible error que experimentó la
ne c e s i dad de una bo ndad y
cordialidad ajena, que nacía de una
voz fami liar y suave que habl aba
en l a no che. En aque ll as c or tas
ho r as l e par e c í a ya que habí a
c o no c i do a Fabe r t o da l a vida.
Entonces, compre ndió que él era,
en realidad, dos personas, que por
encima de todo e ra Montag, quien
nada s abía, quie n ni s iqui er a se
había dado c uent a de que e ra un
tonto, pero que lo sospe chaba. Y
supo que era también el viejo que
le hablaba sin ce sar, en tanto que
el «Metro» era absorbido desde un
extremo al otro de la ciudad, con
uno de aque l l os pro l o ngados y
85
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
when t her e was no mo on and in
the nights when the re was a ve ry
br ight moo n s hi ning o n the eart h,
the o ld m an would go on with this
talki ng and t hi s t alking, dro p by 5
dr o p, s t o ne by s t o ne , f l ake by
fl ake . His mi nd wo uld we ll over
at l a s t and he w o ul d n o t be
M o nt ag any mo r e , t hi s t he o l d
m a n t o l d h i m , as s ur e d hi m , 10
pr o m i s e d h i m . H e w o ul d be
M o nt a g- pl u s - F ab e r, f i r e pl us
wate r, and t he n, one day, aft e r
e ve r y t hi ng ha d m i xe d a nd
s i m m e r e d and wo r ke d away i n 15
s il ence , ther e would be ne it he r
fi re nor wate r, but wi ne . O ut of
two s eparat e and oppos ite things,
a t hir d. And one day he wo ul d
lo ok bac k upon the fo ol and know 20
the f ool . Eve n now he co uld fe el
the s tart of the l ong jo urney, t he
l e ave - t aki ng, t he go i ng aw ay
fr om the s elf he had bee n.
tr. de Alfredo Crespo
gui e nt e s , e n no c he s s i n l una, y
e n no c he s e n qu e una l una m uy
br i l l ant e i l u m i nar í a l a t i e r r a,
e l vi e j o c o nt i nuar í a habl ando y
habl ando , go t a a go t a, gr ani zo
a gr ani zo , c o po a c o po . La
m e nt e s e l e c o l m ar í a al f i n, y
é l ya no s e r í a M o nt a g, as í l e
habí a di c ho e l vi e j o , e s o l e habí a as e gur ado , l e habí a pr o m e t i d o . S e r í a e n t o nc e s M o n t a g
m ás Fabe r, y e n t o nc e s , un dí a,
c u ando t o d o s e hu bi e s e m e zc l ado y he r vi do y t r ans f o r m ado e n s i l e nc i o , no habr í a f ue go , ni agua, s i no vi no . D e l as
do s c o s as , di s t int as y o pue st as ,
na c e r í a u na t e r c e r a. Y un d í a
m i r ar í a al t o nt o po r e nc i m a de l
ho m br o , y c o no c e r í a al t o nt o .
Aho r a m i s m o po dí a s e nt i r que
ya h ab í a c o m e nz ad o e l l ar go
vi aj e , l a par t i d a, e l al e j am i e nt o de l s e r qu e habí a s i do .
mareantes sonido s de succión. En
lo s dí as s ubsi guie nt es , y en l as
noches en que no hubiera luna, o
en las que brillara con fuerza sobre
la tierra, el viejo seguiría hablando
i nc e s ant e m e nt e , pal abr a po r
palabra, sílaba por sílaba, letra por
l e t r a. Su m e nt e ac ab ar í a p o r
i m po n e r s e y ya n o s e r í a m ás
Mo ntag, es to era lo que le dec ía
e l vi ej o, s e l o as eguraba, se l o
pr o m e t í a. Se r í a M o n t a g m ás
Faber, fue go más agua. Y l uego,
un dí a, c ua ndo t o do hu bi e s e
e s t ad o l i s t o y p r e p ar a do e n
silencio, ya no habría ni fuego ni
agua, s i no vi no . D e do s c o s as
distintas y opuestas, una tercera. Y,
un dí a, vo l ver í a la c abe za par a
mi rar al tont o y lo rec ono cerí a.
Incluso en aquel momento percibió
e l i ni c i o de l l ar go vi aj e , l a
de spe dida, la separac ión de l s er
que hasta entonces había sido.
35
Er a bue no es c uc har e l c ant ur r e o de l e sc ar abaj o, e l zum bi do s o m no l i ent o de l m o s qui t o, y
e l de l i c ado m ur m ul l o d e f i l i gr ana de l a vo z de l vi e j o , que
l o ac us aba al pr i nci pi o y lue go
l o c o ns o l ab a, e n a que l l a al t a
ho r a de l a no c he , mi e nt r as s al í a de l t r en hum e ant e al mundo
de l c uar t e l .
Era agr adabl e e s cuc har e l
ronroneo del aparatito, el zumbido
de m os quit o ador m il ado y e l
del icado murm ullo de la voz del
viejo, primero, riñéndole y, después,
co nsol ándo le, a aquell a ho ra t an
avanzada de la noche, mientras salía
del caluroso «Metro» y se dirigía
hac i a e l m undo de l c uar te l de
bomberos.
“P i t y, M o nt ag , pi t y. D o n’ t
hagg l e and nag the m; you wer e
so re cent ly one of t hem yoursel f.
The y ar e so c onf ident that t he y 40
wi l l r un o n f o r e ve r. But t he y
won’t r un o n. The y do n’t kno w
t h at t hi s i s a l l o ne h ug e bi g
b l a zi ng m e t e o r t ha t m a ke s a
pr e t t y f i r e i n s pa c e , but t h at 45
s om e day it ’l l have t o hit. The y
s e e o nl y t he bl aze , t he pr e t t y
f ir e, as yo u s aw i t. ”
— P i e d a d, M o nt a g, p i e d ad .
N a da de r e ga ño s y s e r m o ne s .
H as t a h a c e t an p o c o t i e m p o
e r a us t e d un o d e e l l o s . C r e e n
qu e a s í s e gui r á n s i e m pr e .
P e r o n o s e gu i r án . N o s ab e n
que t o do e s t o e s s ó l o un e n o r me y ar di e nt e me t e o r o que
i l um i na e l e s pa c i o , p e r o q ue
a l g ú n dí a t i e n e q u e c h o c a r .
S ó l o ve n l a l u z , e l f u e g o ,
c o m o us t e d an t e s .
—¡Lástima, Montag, lástima! No les
hostigues ni te burles de ellos. Hastahace
muy poco, tú también has sido uno de
esos hombres. Están tan confiados que
siempre seguirán así. Pero no
conseguirán escapar. Ellos no saben que
esto no es más que un gigantesco y
deslumbrante meteoro que deja una
hermosa estela en el espacio, pero que
algún día tendrá que producir impacto.
Ellos sólo venel resplandor, la hermosa
estela, lo mismo que la veía usted.
“M ont ag, o ld me n who st ay at 50
»Montag, los viejos que se quedan
ho m e , af r ai d, t e ndi ng t he i r en casa, temerosos, cuidándose los huepe a nut - b r i t t l e bo ne s , have no sos quebradizos como cáscaras de maní,
ri ght t o c rit ici ze . Yet you almo st no tienen derecho a criticar. Pero usted
ki lle d thi ngs at t he st art . Wat ch casi estropeó las cosas desde un comienit ! I’m wi th you, r eme mber that. 55 zo. ¡Cuídese! Estoy con usted,
I unde rs tand how i t happened. I recuérdelo. Comprendo qué le pasó.
must admit that yo ur bl ind ragi ng Hasta he de admitir que la furia ciega
invigorated me . God, how young de usted me vigorizó lamente. Dios, qué
I fel t! But now — I want you to joven me sentí. Pero ahora... quiero que
f e e l o l d, I want a l i t t l e of m y 60 usted se sienta viejo, quiero que unpoco
co war dic e to be dis til le d i n you de mi cobardía entre en usted esta not o ni g ht . The ne xt f e w h o ur s , che. En las próximas horas, cuando vea
whe n yo u s e e Capt ai n Be a t t y, al capitán Beatty, paséese a su alredeti pto e r ound hi m, let me he ar him dor, déjeme oírlo, déjeme sentir la sifo r you, l et me fe el the s ituati on 65 tuación. Sobrevivir es nuestro fin inmeout. Sur vival is o ur tic ket . Forget diato. Olvide a esas tontas y pobres
the poo r, sil ly wo men…”
mujeres...
»Montag, los viejos que se quedan en
casa, cuidando sus delicados huesos, no
tienen derecho a criticar. Sin embargo,
ha estado a punto de estropearlo todo
desde el principio. ¡Cuidado! Estoy con
usted, no lo olvide. Me hago cargo de
cómo haocurrido todo. Debo admitir que
su rabia ciega me ha dado nuevo vigor.
¡Dios, cuán joven me he sentido! Pero,
ahora...Ahora, quiero que ustedse sienta
viejo, quiero que parte de mi cobardíase
destile ahora en usted. Las siguientes
horas cuando vea al capitán Beatty,
manténgase cerca de él, déjeme que le
oiga, que perciba bien la situación.
Nuestra meta es la supervivencia.
Olvídese de esas solas y estúpidas
mujeres...
“I m ade the m unhappi e r t han
they have bee n i n years, I think,” 70
said M ontag. “It s ho cked m e to
s e e M r s . P he l ps c r y. M ay be
they’re ri ght , m aybe it’s bes t not
to face things, to run, have f un. I
do n’t know. I f eel guil ty —”
75
—Las hice desgrac iadas como
nunca lo habían sido, creo —dijo
Montag—. Me asombró ver llorar a
la señora Phelps. Quizá ellas tengan
razón, quizá sea mejor no afrontar las
cosas, tratar de divertirse. No sé. Me
siento culpable...
—Creo que hace años que no eran
tan desgraciadas –dijo Montag—.
Me ha sorprendido ver llorar a Mrs
Phe1ps. Tal vez tengan razón, quizá
sea mejor no enfrentarse con los
hechos, huir, divertirse. No lo sé, me
siento culpable...
“No , yo u mustn’t ! If the re were
no war, if ther e was pe ace in t he
—¡No, no debe sentirse así! Si no
hubiera guerra, si hubiera paz en el
—¡No, no debe sentirse! Si no
hubiese guerra, si reinara paz en el
25
I t wa s g o o d l i s t e n i n g t o
t he b e e t l e hu m, t he s l e e py
mo s qui t o buzz and de l i c at e
f i l i gr e e mur m ur o f t he o l d
m an ’s vo i c e at f i r s t s c o l d i n g
h i m an d t h e n c o n s o l i ng h i m
i n t he l a t e h o u r o f n i gh t a s
he
e me r ge d
from
the
s t e a m i n g s u b wa y t o w a r d t h e
f i r e h o u s e wo r l d .
ha gg le v. i. disp ute o r bar ga in,
r e ga t e a r
p er sist en te me nt e : the y ha ggled o ve r it fo r
hours, estuvieron rega teand o du rante horas .
Discutir,
30
86
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
wo r l d, I’d s ay f i ne , ha ve f un!
But, M ont ag, you mustn’t go back
to be ing just a fir eman. All isn’t
we ll wit h t he wo rld.”
mundo, yo diría magnífico, diviértanse. Pero, Montag, no debe usted volver a su papel de bombero. Todo no
está bien en el mundo.
tr. de Alfredo Crespo
mundo, diría, estupendo, divertios.
Pero, Montag, no debe volver a ser
simplemente un bombero No todo anda
bien en el mundo.
5
Mo ntag per spi re d.
Montag transpiraba.
Montag empezó a sudar.
“M ont ag, yo u lis tening?”
—Montag, ¿me escucha?
—Montag, ¿me escucha?
“M y f e e t , ” s a i d M o n t a g . 10
— M i s pi e s — d i j o M o nt ag—
“I c a n ’ t m o v e t h e m . I f e e l . N o p u e d o m o ve r l o s . M e
s o d a m n s i l l y . M y f e e t s i e n t o t an t o n t o . ¡ N o p u e d o
wo n ’t m o ve ! ”
m o ve r l o s pi e s !
—Mis pies —dijo Montag—. No
puedo moverme. ¡Me siento tan
condenadamente tonto! ¡Mis pies no
quieren moverse!
“Lis t e n. Easy now, ” sai d t he 15
ol d m an ge ntl y. “I kno w, I kno w.
Yo u’r e
af r ai d
of
m aki ng
mi st ake s. Don’t be. Mi stakes c an
be pr of ite d by. Man, whe n I was
yo ung I shove d m y i gno rance in 20
peo ple’s faces. The y be at m e wi th
st icks . By the ti me I was fo rty my
bl unt i nst rum ent had bee n honed
to a fi ne cut ting poi nt for m e. If
yo u hide your igno rance, no o ne 25
wi l l h i t yo u and yo u ’l l ne ve r
l e ar n. N ow, pi ck up yo ur f ee t ,
i n t o t h e f i r e ho us e wi t h yo u!
We ’re twins, we’re not alone any
mo re, we ’r e not separate d o ut in 30
di f f e r e n t p ar l o u r s , wi t h no
co ntac t betwe en. If you nee d he lp
when Be att y pri es at yo u, I’l l be
si tti ng r ight here in your eardr um
maki ng not es !”
35
— E s c uc he . Cal m a a ho r a —
m u r m u r ó e l vi e j o — . Ya s é .
Te m e c o m e t er al gún e r r o r. N o
t e m a. Lo s e r r o r e s pue de n s e r
pr ove c hos o s . Cuando yo e r a j o ve n, e ch ab a m i [1 2 2 ] i gno r anc i a a l a c a r a de l a ge n t e . La
ge nte m e apal e aba. Cuando l l e g ué a l o s c ua r e nt a , ya ha bí a
l o grado af il ar m i ins t r um ent o .
Si o c ul t a s u i gno r anc i a, nadi e
l e pe gar á, y no apre nde r á nunc a. Bu e n o , ad e l a n t e c o n l o s
pi e s , y e nt r e e n e l c u ar t e l de
bo m ber o s . So mo s ge m e l os , ya
no e s t am o s s o l o s , no e s t am o s
ya en s al as s e par adas , s i n c o nt ac t o . Si ne c e s i t a ayuda c uando Be at t y l o s o nde e , al l í e st ar é
yo , e n l a o r e j a de us te d, t om ando no t as .
—Escuche. Tranquilícese —dijo
el viejo con voz suave—. Lo sé, lo
sé. Teme usted cometer errores. No
tema. De los errores, se puede sacar
provecho. ¡Si cuando yo era joven
arrojaba mi ignorancia a la cara de la
gente! Me golpeaban con bastones.
Pero c uando cumplí los cuarenta
años, mi romo instrumento había
sacado una fina y aguzada punta. Si
esconde usted su ignorancia, nadie le
atacará y nunca llegará a aprender.
Ahora, esos pies, y directo al cuartel
de bomberos. Seamos gemelos, ya no
estamos nunca solos. No estamos
separados en diversos salones, sin
contacto entre ambos. Si necesita
ayuda, cuando Beat ty em pie ce a
hacerle preguntas, yo estaré sentado
aquí, junto a su tímpano, tomando
notas.
Montag felt his right
fo ot , t he n his l eft f oo t,
m ove .
M o n t a g s i n t i ó q u e m o ví a
el pie derec ho, luego el
i zq u i e r do .
Montag sintió que el pie derecho
y, después, el izquierdo empezaban
a moverse.
40
“Old man,” he said, “stay with me.”
—Viejo —dijo—, no se vaya.
The M e c hani c al H o und was
go ne . Its ke nne l was em pty and
the f ire ho use st ood al l abo ut in
pl ast e r s i le nc e and t he o range
Sa l am an de r s l e p t w i t h i t s
ke r o s e n e i n i t s be l l y a nd t he
fi r et hr o w e rs cr o s se d upo n i t s
f l ank s and M o nt ag c am e i n
through the s ile nc e and to uched
the brass pol e and sl id up in t he
da r k ai r , l o o ki n g b ac k a t t he
de s e r t e d ke nne l , hi s h e a r t
be at ing, pausi ng, be at ing. Faber
was a grey mo th as lee p i n his ear,
fo r t he mo ment.
—Viejo —dijo—, quédese conmigo.
El Sabues o Mecánico había say el
cuartel s e alzaba al rededor con un
si lenc io de ye so. La Salamandra
anaranjada do rmía c on el estó mago l l e no de k e r o s e ne y l o s
l an zal l a m as e n l o s f l anc o s .
Montag e ntró en aquel si lenci o y
to có la barr a de br onc e y s ubió
deslizándose en el aire oscuro, mirando por enc ima del hom bro la
casi l l a abandonada. El co razón le
lat ía, descansaba, latí a. Faber, por
el momento, e ra sól o una mari posa gris que dormía en s u ore ja.
El Sabueso Mecánico no estaba.
Su perrera aparecía vacía y en el
cuartel reinaba un silencio total, en
tanto que la salamandra anaranjada
dor m ía c on la bar ri ga l l ena de
pet r ól e o
y
las m angue ras
l anzal l amas c r uzadas s o bre sus
flancos. Montag penetró en aquel
silencio, tocó la barra de latón y se
deslizó hacia arriba, en la oscuridad,
volviendo la cabeza para observa r
la perrera desierta, sintiendo que el corazónse
le aceleraba; después, se tranquilizaba; luego, se
aceleraba otra vez. Por el momento, Faber
parecía haberse quedadodormido.
Beatty esperaba de pie cerca del
agujero de la barra, pero vuelto de
espaldas, como si no estuviese esperando.
Be at ty es taba junt o al aguj er o,
e s pe r an do , pe r o de e s pa l da s ,
c o m o s i no p r e s t ar a ni ng un a
at enci ón.
“We l l , ” he s ai d t o t he m e n
—Bueno —dijo a los hombres que
pl ayi ng c ards, “he re come s a ve ry 65 jugaban a los naipes—, aquí viene un
str ange beast which in all tongues bicho muy raro que en todos los idiois calle d a f ool .”
mas se llama tonto.
—Bueno —dijo a los hombres que
jugaban alas cartas—, ahí llegaun bicho
muy extraño que en todos los idiomas
recibe el nombre de tonto.
H e put hi s hand t o o ne s i de ,
palm up, f or a gif t. M ontag put 70
t h e b o o k i n i t . Wi t ho ut e ve n
gl anc i ng a t t he t i t l e , B e at t y
t os se d t he boo k i nt o the t rashbaske t and li t a c igare tte . “‘W ho
ar e a lit tl e wi se, t he be st f oo ls 75
be . ’ We l c o m e bac k, M o nt ag. I
ho pe you’ll be s taying, wi th us,
no w t hat your fe ve r i s done and
Alargó una mano de lado, con la
palma hacia arriba, en espera de un
obsequio. Montag puso el libro en
ella. Sin ni siquiera mirar el título,
Be at t y l o t i r ó a l a pape l e r a y
encendió un cigarrillo.
— Bi e n ve ni d o , M o n t ag .
E s p e r o q ue t e qu e d e s c o n
nos ot ro s , aho ra que te ha pas ado
l a f i ebr e y ya no es t ás e nf e r mo .
Be at t y s t o o d n e ar t he dr o pho l e wai t i ng, bu t wi t h hi s bac k
t u r n e d a s i f h e we r e n o t
wa i t i n g.
lido. Lacasi l l a est aba vacía,
45
50
55
60
87
Extendió de costado una mano,
con la palma hacia arriba. Montag
puso en ella el volumen. Sin siquiera ec har le una oje ada, Beat ty lo
dejó caer al cesto de papeles y encendió lentamente un cigarrillo.
—«Aun en el más rematado de los
tontos hay algo de sabiduría.» Bienvenido, Montag. Ahora que se fue la
[123] fiebre y te curaste, te quedarás
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
yo ur s ic kness o ve r. Si t in f or a
hand of po ker ?”
tr. de Alfredo Crespo
con nosotros, espero. ¿Te sientas para
una mano de póker?
¿Q ui e r e s s e nt ar t e a j ugar una
m ano de pó quer ?
Los hombres se sentaron y se repartieron las cartas. Montag sintió, en
los ojos de Beatty, la culpa de sus
manos. Los dedos, como hurones que
hubieran hecho algo malo, nunca descansaban, se movían continuamente,
y se le metían en los bolsillos, escondiéndose de la mirada de alcohol encendido de Beatty. Si Beatty echara
el aliento sobre ellas, sentía Montag,
estas manos se marchitarían, se retorcerían, y nunca volverían a vivir.
Pasarían el resto de la vida metidas
en las mangas de la chaqueta, olvidadas. Pues éstas eran las manos que
habían obrado por cuenta propia, independientemente; en ellas se había
manifestado por vez primera el deseo de robar libros, de escapar con
Job, y Ruth, y Willie Shakespeare. Y
ahora, en el cuartel de bomberos, estas manos parecían tener guantes de
sangre.
Se instalaron y distribuyeron los
naipes. En presencia de Beatty, Montag
se sintió lleno de culpabilidad. Sus
dedos eran como hurones que hubiesen
cometido alguna fechoría y ya nunca
pudiesen descansar, siempre agitados Y
ocultos en los bolsillos, huyendo de la
mirada penetrante de Beatty, Montag
tuvo la sensación de que si Beatty
hubiese llegado a lanzar su aliento sobre
ellos, sus manos se marchitarían, irían
deformándose y nunca más recuperarían
la vida; habrían de permanecer
enterradas para siempre en las mangas
de su chaqueta olvidadas. Porque
aquéllas eran las manos que habían
obrado por su propia cuenta,
independientemente de él, fue en ellas
donde se manifestó primero el impulso
apoderarse de libros, de huir con Job y
Ruth y Shakespeare; y, ahora, en el
cuartel, aquellas manos parecían
bañadas en sangre.
Twice in half an ho ur, M ont ag
had t o r is e f rom the gam e and go
to the lat rine to was h his hands. 30
W he n he c am e bac k he hi d hi s
hands unde r the tabl e.
D o s ve c e s e n m e d i a ho r a,
Mo ntag t uvo que dej ar el juego e
ir al c uar to de baño a l avars e l as
m ano s . Al vo lve r, e sc o ndi ó las
manos bajo la mes a.
D o s ve c e s e n m e di a ho r a,
Montag tuvo que dejar la partida e
ir al l avabo a lavarse las mano s.
Cuando r egr es aba, l as o c ul t aba
bajo la mesa.
Be at t y l aughe d . “Le t ’s have
yo ur hands in si ght , M ontag. N ot
t h at we do n ’t t r us t yo u,
under stand, but —”
Beatty se rió.
—M ues tra las m anos, Mo ntag.
N o e s que de s co nf ie m os de ti ,
co mpr éndel o, pe ro. ..
Beatty se echó a reír.
— M ué s t r ano s t us m ano s ,
Montag. No es qué desconfiemos
de ti, compréndelo, pero...
The y s at and t he c ar ds we r e
de al t. In Beatt y’s sight , Mo nt ag
f el t t he guil t o f his hands . Hi s
fi nge rs we re like fer ret s t hat had
do ne s o m e evi l and no w ne ve r
re ste d, al ways sti rre d and pi cked
and hid in po cke ts , m ovi ng fr om
un de r Be a t t y ’s a l c o ho l - f l a m e
s t ar e . I f B e at t y s o m u c h as
br eat hed o n t he m , M o nt ag fe l t
that hi s hands might wi the r, turn
over on their s ide s, and neve r be
shocked to li fe again; the y would
be buried t he rest of his life in his
coat- sleeves, forgott en. For these
we re the hands t hat had act ed on
thei r own, no part o f hi m, her e
was wher e the c ons ci ence fi rs t
mani fested itself to snatch bo oks,
dart o ff wit h jo b and Rut h and
Wi lli e Shakes peare , and no w, in
the fi rehouse, these hands seemed
gl ove d wit h bloo d.
5
10
15
20
25
35
They al l l aughe d.
Todos se rieron.
Todos se echaron a reír.
40
“Well ,” said Beatty, “the c ris is
is past and all is we ll, the she ep
r e t ur ns t o t he f o l d. We ’r e al l
sheep who have s trayed at t ime s.
Tr ut h i s t r ut h, t o t he e nd o f 45
re cko ning, we ’ve cr ied. The y are
ne ver al one t hat ar e acc ompani ed
wi t h no bl e t h o ug ht s , we ’ ve
shouted to oursel ves. ‘Sweet food
o f s we e tl y ut te re d knowl edge, ’ 50
Si r P hi lip Si dne y sai d. But o n t he
o t he r ha nd: ‘W o r ds ar e l i ke
l e ave s and wh e r e t h e y m o s t
ab o un d, M uc h f r u i t o f s e n s e
be ne a t h i s r a r e l y f o u nd . ’ 55
Al e xande r P o pe . W hat do yo u
think of t hat ?”
“I don’t know.”
— Bueno — di j o Be at t y—, l a
cr is is ha pas ado y to do e stá bie n;
l a ovej a vuel ve al re baño . To do s
s om os o ve jas que al guna vez s e
des carr ían. La ve rdad e s la ver dad, y no c am bi a, hem os dic ho .
N unca e st á so lo qui en va ac om pañado po r nobles pens am iento s,
no s hem os gri tado. «El dul ce al ime nt o de l a sabidurí a, dulce me nt e e x pr e s ad a» d i j o s i r P hi l i p
Si dney. P er o, del ot ro lado : «Las
pal abras so n co m o ho jas, y donde el las abundan s uel en fal tar l os
f r u t o s de l s e nt i d o c o m ú n. »
Ale xande r P ope. Qué t e par ec e
e so , Mo nt ag? [1 24 ]
—No sé.
—Bueno —dijo Beatty—, la crisis
ha pasado y está bien. La oveja regresa
al redil. Todos somos ovejas que alguna
vez se han extraviado. La verdad es la
verdad. Al final de nuestro camino,
hemos llorado. Aquellos a quienes
acompañan nobles sentimientos nunca
están solos, nos hemos gritado. Dulce
alimento de sabiduría manifestada
dulcemente , dijo Sir Philip Sidney.
Pero por otra parte: La s p a l a b r a s
s o n co m o h o j a s , y cu a n t o
más abundan raramente se
en cu en tr a
debajo
demasia do fruto o s entido,
Al e xande r
P ope.
¿Qué
o pi nas d e e s t o ?
—No lo sé.
60
“Car e f ul , ” whi s pe r e d Fabe r,
li ving in ano the r wor ld, far away.
— Cuidado — m ur m ur ó Faber,
des de otr o mundo, m uy lej os.
— ¡Cui dado ! —s us ur ró Faber,
desde otro mundo muy lejano —.
“O r t hi s? ‘A li ttl e l earni ng is a
dangero us thing. Dr ink deep, or 65
tast e not t he Pier ian spring; There
s hall ow dr aughts into xi c at e the
br ain, and dr inki ng l argely sobe rs
us ag ai n . ’ P o p e . Sam e E s s a y.
Where does that put you?”
70
—¿Y esto? «Un poco de conocimiento es peligroso. Bebe mucho, o
no pruebes la fuente pieriana. Unos
pocos sorbos intoxican el cerebro,
pero si sigues bebiendo recobras la
sobriedad.» Pope. El mismo ensayo.
¿Qué efecto te causa?
—¿O de esto? Un poco de
instrucción es peligrosa. Bebe
copiosamente, ono pruebes elmanantial
de la sabiduría; esas corrientes
profundas intoxican el cerebro, y beber
en abundancia nos vuelve a serenar.
Pope. El mismo ensayo.
Mo ntag bit his li p.
Montag se mordió los labios.
“I’l l t e l l yo u, ” s ai d Be a t t y,
sm ili ng at hi s c ards. “That made 75
yo u f or a lit tle whil e a dr unkar d.
Re ad a few li nes and off you go
over the cl iff . Bang, you’re ready
88
— Te l o di r é — di j o B e at t y,
s onri éndo le a s us naipes —. Est o
te e mbor racha un poc o. Lee unas
poc as l íneas y te t ir ar ás de cabeza al abi sm o. Es tás di spue st o
¿Dónde te deja esto?
Montag se mordió los labios.
—Yo te lo diré —prosiguió Beatty,
sonriendo a sus naipes—. Esto te ha
embriagado durante un breve plazo. Lee
algunas líneas yte caes por el precipicio.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t o bl o w up t he wo r ld, cho p of f
he ads , knoc k do wn wo m e n and
c hi l dr e n, d e s t r o y a ut ho r i t y. I
know, I’ve be en thr ough it all .”
tr. de Alfredo Crespo
a vol ar e l mundo, arr ancar cabe zas , go lpear a niños y m uj er es ,
de st rui r la autor idad. Conozc o el
asunt o. H e pasado por e so .
Vamos, estás dispuesto a trastornar el
mundo, a cortar cabezas, a aniquilar
mujeres y niños, a destruir la autoridad.
Lo sé, he pasado por todo ello.
— Yo e st oy m uy bie n —dij o
Montag, nervioso.
—Ya estoy bien —dijo Montag, muy
nervioso—.
—N o te po ngas col or ado . No
ins inúo nada, no, de veras. Sabes,
hac e una hora tuve un s ueño. Me
ac osté para desc ans ar un r ato, y
soñé que tú y yo di scutí amos terri blemente so bre li bros. Tú es tabas furio so, m e grit abas citas. Yo
paraba serenament e todos lo s golpe s. P ode r, di je y me c itast e al
doc tor J ohnso n: «El conocimi ento es superior a la fuerza.» Y yo
dije: Bueno, el doctor Johnson escr ibió t am bi én, mi que ri do m uc hac ho , es t as pal abr as : «N o e s
ho mbr e s abi o el que de j a al go
cierto por algo i ncierto.» Q uédate
con noso tros, Montag. Fuera s ólo
hay un tri ste caos.
—Deja de sonrojarte. No estoy
pinchándote, de veras que no. ¿Sabes?
Hace una hora he tenido un sueño. Me
había tendido a descabezar un sueñecito.
Y, en este sueño, tú y yo, Montag, nos
enzarzamos en un furioso debate acerca
de los libros. Tú estabas lleno de rabia,
me lanzabas citas. Yo paraba, con calma,
cada ataque. Poder, he dicho. Y tú,
citando al doctor Johnson, has
replicado: ¡El conocimiento es superior
a la fuerza! Y yo he dicho: «Bueno,
querido muchacho», el doctor Johnson
también dijo: Ningún hombre sensato
abandonará una cosa cierta por otra
insegura. Quédate con los bomberos,
Montag. ¡Todo lo demás es un caos
terrible!
“D o n’ t l i s t e n , ” wh i s p e r e d
—No escuche —murmuró Faber—
Fabe r. “H e’s t ryi ng to co nf use . . Está tratando de confundirlo. Es un
He ’s sl ippery. Watc h out !”
30 hombre astuto. ¡Cuidado!
—No le hagas cas o —sus urró
Faber—. Está tratando de confundirte.
Es muy astuto. ¡Cuidado!
Be at t y c hu c kl e d . “And y o u
said, quoti ng, ‘Trut h will co me to
l i g ht , m ur d e r wi l l no t b e h i d
l o n g! ’ An d I c r i e d i n g o o d 35
humo ur, ‘O h Go d, he s pe aks only
o f hi s h o r s e !’ And ‘Th e D e vi l
c an c i t e Sc r i pt ur e f o r hi s
pur po se .’ And yo u ye ll ed, ‘Thi s
age thinks bette r o f a gil ded foo l, 40
t h an o f a t h r e a db ar e s ai n t i n
w i s do m ’s s c h o o l ! ’ An d I
whi spe r e d ge nt l y, ‘The di gni t y
o f t r ut h i s l o s t wi t h m uc h
pro t es ti ng. ’ And you s c re ame d, 45
‘Carc ass es bl eed at the sight of
the m ur der er!’ And I sai d, patti ng
yo ur hand, ‘W hat , do I give you
tr enc h m out h?’ And yo u s hri eke d,
‘K no wl e dge i s po we r !’ and ‘A 50
dwarf o n a gi ant ’s s ho ul de rs o f
t he f ur the s t o f t he t wo!’ and I
s um m e d m y s i de up wi t h r ar e
s e r e n i t y i n, ‘Th e f o l l y o f
mi staking a m etaphor for a proo f, 55
a tor re nt of ver bi age fo r a s pri ng
of capi tal tr ut hs, and one sel f as
an o r acl e , i s inbo r n i n us , M r.
Valer y o nce said. ’”
Beatty se rió entre dientes.
— Y t ú di ji s te , ci t ando: «¡La
ver dad saldr á a l a luz, el cri men
no se oc ultar á mucho tie mpo! » Y
yo gri té , c on bue n hum or : «O h,
Di os , ¡só lo e stá hablando de su
caballo! » Y «El di ablo puede cit ar l as Esc ri turas para s u [1 25 ]
pro pio be nefic io». Y tú m e grit aste: «¡Hoy se prefiere al tonto bien
vestido antes que al santo de sarrapado de l a esc uela de los sabio s!»
Y yo mur muré: «La dignidad de la
ver dad s e pie rde cuando las prot e s t as s o n e xc e s i va s . » Y t ú
aul laste: « ¡La carr oña sangra a la
vis ta del ases ino!», y co n un c hil li do : «¡Un enano s ubi do a lo s
hom bros de un gigante e s el que
ve más l ejos! » Y yo re sumí mis
ar gume ntos con una rara s erenidad: «La locura de confundir una
me táfo ra con una pr ueba, un t orre nte de palabras con una fue nte
de ve r dade s c api t ale s , y a uno
mis mo co n un oráculo, e s innata
e n nos o tr o s. » Lo dij o e l s e ño r
Val éry una vez.
Beatty rió entre dientes.
—Ytú has replicado, tambiénconuna
cita: La verdad saldrá a la luz, el crimen
no permanecerá oculto mucho tiempo.
Y yo he gritado de buen humor: ¡Oh,
Dios!¡Sólo está hablando de su caballo!
Y: El diablo puede citar las Escrituras
para conseguir sus fines. Y tú has
vociferado: Esta época hace más caso
de un tonto con oropeles que de un santo
andrajoso, de la escuela de la sabiduría
. Y yo he susurrado amablemente: La
dignidad de la verdad se pierde con
demasiadas protestas.Ytúhas berreado:
Las carroñas sangran ante la
presencia del asesino. Y yo he dicho,
palmoteándote una mano: ¿Cómo? ¿Te
produzco anginas? Ytú has chillado:
¡La sabiduría ría es poder! Y: Un
enano sobre los hombros de un gigante
es el más alto de los dos. Yhe resumido
mi opinión con extraordinaria
serenidad: La tontería de confundir una
metáfora con una prueba, un torrente
de verborrea con un manantial de
verdades básicas, y a sí mismo con un
oráculo, es innato en nosotros, dijo Mr.
Valéry en una ocasión.
La cabe za l e daba vue l tas a
Mont ag. Se ntía que lo golpeaban
sin piedad en la frente, los ojos, la
nariz, los labios, las mejillas, los
hombros, los brazos. Quería gritar:
«¡No! ¡No! Cálle se. Está confundiendo las cosas. ¡Cállese!»
Los ágiles dedos de Beatty le apretaron de pronto la muñeca.
Mo ntag m ene ó l a c abe za
doloridamente. Le parecía que le
golpeaban implac ablemente en la
frente, en los ojos, en la nariz, en los
labios, en la barbilla, en los hombros,
en los brazos levantados. Deseaba
gritar: «¡Calla! ¡Estás tergiversando
las cosas, deténte!» alargó la mano
para coger una muñeca del otro.
— ¡D i os , qué pul s o ! Y po r m i
c ulpa, ¿no , M o nt ag? J e s uc r i st o ,
t i e ne s un pul s o c o mo e l dí a de l
arm i s ti c i o. ¡Si r enas y c am panas
po r t o da s par t e s ! ¿H ab l ar é un
po qui t o m ás ? M e gus t a t u m i r ada de pánic o . Swahi l i , hindú,
i ngl és , pue do habl ar c ualqui e r
—¡Caramba, vaya pulso! Te he
excitado mucho, ¿verdad, Montag?
¡Válgame D i os ! Su pul so suena
como el día después de la guerra.
¡Todo son sirenas Y campanas! ¿He
de de ci r algo más ? Me gusta tu
expresión de pánico. Swahili, indio,
inglés... ¡Hablo todos los idiomas!
5
“I’m al l r ight, ” sai d M ont ag,
ne rvousl y.
“S t o p b l us hi n g. I’ m n o t
ne edl ing, really I’m not . D o you
know, I had a dr eam an hour ago.
I l ay do wn f or a cat- nap and i n
this dre am you and I, Montag, got
into a f ur io us de bate o n bo oks.
Yo u t o we r e d wi t h r age, ye l l e d
quot e s at m e . I cal m l y par ri e d
ever y thr us t. Po we r, I sai d, And
yo u, quo t i ng D r. J ohns on, sai d
‘K no w l e dge i s m o r e t h an
equival ent to f orc e!’ And I s ai d,
‘We ll, Dr. Johnson also sai d, dear
bo y, that “He i s no wis e m an that
wi l l qu i t a c e r t ai nt y f o r an
un c e r t ai nt y. ’ ” S t i c k w i t h t he
f i r e m an , M o nt ag . A l l e l s e i s
dr eary chaos !”
10
15
20
25
60
M o nt a g’s
he ad
wh i r l e d
s i c ke ni n gl y. H e f e l t b e at e n
unm ercifully o n bro w, eye s, no se,
l i ps , c hi n , o n s ho ul d e r s , o n
upfl ai l i ng ar m s . H e want e d t o 65
ye l l , “N o ! s h ut up, y o u’ r e
c o nf u s i n g t hi n gs , s t o p i t !”
Beatt y’s gr ac ef ul f inge rs t hr us t
out t o sei ze his wris t.
70
“G od, what a puls e ! I’ve go t
yo u going, have I, Montag. Jes us
Go d, yo ur pul se so unds l ike t he
day aft er the war. Ever ything but
sir ens and bell s! Shall I talk s ome 75
mo re? I li ke your l ook o f pani c.
Swahi l i , Indian, Engl i s h Li t ., I
s p e ak t he m al l . A ki n d o f
89
B’s Farenheit
e x c e l l e nt
Wi ll ie !”
dum b
tr. de F. Abelenda
di s c o u r s e ,
¡Ha sido un exce lente y estúpido
discurso!
5
—Montag, ¡manténgase sereno! —
La polillarascaba la oreja de Montag.—
¡Ese hombre lo enturbia todo!
—¡Montag, resista! —La vocecita
sonó en el oído de Montag—. ¡Está
enfangando las aguas!
“Oh, yo u we r e s c are d si l l y, ”
s ai d Be att y, “fo r I was do i ng a
t er ri bl e t hi ng in us ing t he ver y 10
bo oks yo u clung to, to r ebut you
o n e ver y hand, o n e ve r y po i nt !
What tr ait ors bo oks c an be ! You
think t hey’re backing you up, and
they tur n on you. O the rs can use 15
them, t oo, and t he re you ar e, lo st
in t he m iddl e of the mo or, in a
gr eat wel ter o f nouns and ver bs
and adj ec t ive s. And at t he ver y
e nd o f my dre am , alo ng I c am e 20
wi t h t he Sal am a nde r and s ai d,
G oi ng m y way? And you go t i n
an d w e d r o ve bac k t o t he
fi rehouse in beati fic si lence , all
dwindle d away to peac e.” Beat ty 25
l e t M o nt ag’s wr i s t go , l e t t he
hand sl um p l imply on the t abl e.
“Al l ’s we l l t hat i s we l l i n t he
e nd. ”
— Oh, e s tabas de ve ras as us t ado —dij o Be at ty—. Te pare cí a
t er ri bl e que yo usara t us l ibro s
par a r e bat i r t o do s l o s punt o s ,
t odos l os argum ento s. ¡Qué tr ai c io ne ro s pueden se r lo s li br os !
Cr eí as que t e apoyaban, y se vol ví an co nt ra ti . O tro s podían usarl o s t am b i é n, y ahí e s t abas t ú,
per di do e n me di o del pár am o, e n
u na g r a n [1 2 6 ] c i é na ga d e
s us tant ivos , ver bo s y adj et ivos .
Y haci a e l f i n de mi sue ño , yo
s al í c o n l a Sal am andr a y di j e :
Vie ne s co nm igo? Y t ú y yo vol vim os a l os c uart e le s en beatí fi c o s il e nci o , y t o do re c o br ó s u
paz. —Beatt y so lt ó la m uñec a de
M o n t ag, de j and o que l a m ano
c ay e s e f l o j a m e nt e s o b r e l a
m es a.— To do e st á bi en cuando
t odo te rm ina bi en.
—Oh, te has asustado tontamente —
dijo Beatty— porque he hecho algo
terrible al utilizar esos libros a lo que tú
te aferrabas, en rebatirte todos los
puntos. ¡Qué traidores pueden ser los
libros! Te figuras que te ayudan, y se
vuelven contra ti.
O t r os
pue de n ut i l i zar l o s
tambié n, y ahí e st ás per di do e n
medio de l pantano, entre un gran
t um ul t o de no m br es , ve r bo s y
adjetivos. Y al final de mi sueño,
me he presentado con la salamandra
y he dicho: «¿Vas po r mi c am ino?»
Y t ú h a s s u bi d o , y h e m o s
r egre sado al cuar te l en m edio de
un s i le nci o be atí f ic o , l l eno s de
un pr o f undo s os i e go. — Be at t y
s ol t ó l a m uñe c a de M o ntag, dejó
la mano fláccidamente apoyada en
la mesa—. A buen fi n, no hay mal
principio.
Silencio. Montag parecía una estatua labrada en piedra. El eco del último martillazo moría lentamente en
esa caverna oscura donde Faber esperaba a que los ecos se apagasen. Y
luego, cuando en la mente de Montag
el polvo levantado volvió a su sitio,
Faber comenzó a decir, susurrando:
— Muy bie n, ha dic ho lo que
te nía que dec ir. N o l o olvide . Yo
di ré lo mí o e n l as pr óxi mas horas. Y uste d m e ate nde rá tam bié n.
Y lue go tr at ar á de j uzgar nos a
am bos y de cidirá qué cam ino t om ar á, o e n qué c am i no c ae r á.
Quier o que su de cis ión s ea sol ame nte s uya, no mía, ni de Beatt y.
Pe ro recuerde que el capi tán pe rte nec e al grupo de los m ás pel igr os os enem igo s de la verdad y
la li be rtad, el só lido y te rc o r ebaño de la mayor ía. Oh, Dio s, la
te rrible tir anía de la mayorí a. Todo s t oc amo s nue str a arpa. Y a uste d l e toc a dec idi r c on qué o re ja
es cuc hará la músic a.
Silencio. Montag parecía una estatua
tallada en piedra. El eco del martillazo final
en su cerebro fue apagándose lentamente
e n l a os c ur a ca vi da d donde Fa be r
esperaba a que esos ecos desapareciesen.
Y, entonces, cuando el polvo empezó a
depositarse en el cerebro de Montag,
Faber empezó a hablar, suavemente:
— Es t á bie n, ha di c ho lo que
t e ní a
que
d e c i r.
De be
ac e p t ar l o . Yo t am b i é n di r é l o
que de bo e n l as pr ó xi mas
ho r as . Y us t e d l o a c e pt ar á. Y
t r a t a r á d e j u z g a r l a s y podr á
decidir hacia qué lado saltar, o caer.
Pero quiero que sea su decisión, no
la mía ni la del capitán. Sin embargo,
recuerde que el c apitán pertenece
a los enemigos m ás peligrosos de
la verdad y de la l ibertad, al sólido
e i nc o nm o vi ble ganado de l a
mayorí a. ¡Oh, Di os! ¡La te rrible
tiranía de la mayoría! Todos tenemos
nuestras arpas para tocar. Y, ahora,
le corresponderá a usted saber con
qué oído quiere escuchar.
M ont ag o pene d his mo ut h t o
answe r Faber and was saved this
er ro r in t he pre se nc e of o ther s
whe n the s tati on be ll r ang. The
al ar m - vo i c e i n t he c e i l i ng
c hant e d. The r e was a t ac ki ngtacking s ound as the alarm- repo rt
te lepho ne typed out t he addre ss
ac ros s t he ro om. Captain Be att y,
hi s poker car ds in one pink hand,
wa l ke d
wi t h
e xag ge r at e d
sl owness t o t he pho ne and r ipped
out t he addre ss when the r epo rt
wa s f i ni s he d. H e gl anc e d
pe rfunc tor ily at i t, and shoved it
in hi s poc ket . H e cam e bac k and
s at do wn. The ot her s l oo ked at
him .
M o nt ag a br i ó l a bo c a p ar a
r e s po nd e r a F ab e r. El s o ni do
60 d e l a c am pa na e vi t ó qu e c o m e t i e r a e s e e r r o r. La vo z de
l a a l ar m a c a nt a ba e n e l c i e l o
r as o . Se o yó un s e c o g o l pe t e o .
El t e l é f o n o e s c r i b í a l a di r e c 65 c i ó n e n e l o t r o e xt r e m o de l
c u ar t o . El c api t án B e at t y, c o n
s u s c ar t as de p ó ke r e n l a
m a no r o s a da, c am i nó c o n e x age r a da l e n t i t ud ha c i a e l t e l é 70 f o no . E s pe r ó e l f i n de l i n f o r m e , a r r an c ó e l t r o zo de p ape l .
Lo m i r ó de s c ui d ad am e nt e , s e
l o m e t i ó e n e l bo l s i l l o , vo l vi ó , y s e s e nt ó . Lo s o t r o s l o
75 m i r a r o n . . [ 1 2 7 ]
M o nt a g abr i ó l a bo c a pa r a
r es ponder a Faber. Le s alvó de
es te er ror que i ba a com et er en
pr ese nci a de los ot ros e l s oni do
de l t im bre de l cuarte l. La vo z de
al arm a pro veniente de l t ec ho se
de jó oír. Hubo un t ic tac c uando
el
t e l é f o no
de
a l ar m a
m e c ano gr af i ó la di r e c c i ó n. El
capit án Be att y, co n l as cartas de
pó que r e n una mano, se acer có al
te léfo no con exagerada l ent itud y
arr ancó l a dir e c ci ó n c uando e l
infor me hubo t erm inado. La mi ró
f ugazme nt e y s e la m e ti ó en e l
bo l s i l l o . Re g r e s ó Y vo l vi ó a
se ntarse a la me sa. Lo s dem ás le
mi raro n.
“I t c an wa i t e xa c t l y f o r t y
s e c o n ds wh i l e I t a ke al l t he
—P ue de e s per ar c uar e nt a
s e g un d o s , m i e n t r as l e s s ac o
—Eso pue de esper ar cuarenta
segundo s exactos , que es lo que
“M ont ag, hold o n! “ The mo th
br us h e d M o n t ag ’s e a r. “H e ’s
muddying the wat ers !”
slump 1 (de la economía) profunda depresión 2
(en las ventas) bajón
verbo intransitivo 1 (las ventas) caer en picado
(los precios) desplomarse 2 (los ánimos, la economía) decaer 3 (una persona) caer, desplomarse: she slumped to the ground, se desplomó
en el suelo
tr. de Alfredo Crespo
i di om a. ¡U n e xc e l e nt e di s cur s o
m udo , Wi ll i e !
30
Si l e n c e . M o nt ag s at l i ke a
carve d whi te sto ne . The ec ho of
t he f i nal ham m e r o n hi s s kul l
di ed sl owly away into the black
c ave r n whe r e Fabe r wai t e d f o r 35
the e choes to subs ide . And then
when the st art led dust had se ttl ed
do wn ab o ut M o nt ag’s m i n d,
Fabe r began, so f t ly, “All ri ght ,
he ’s had his say. You must take it 40
in. I’l l say my say, too, in t he next
fe w hours. And you’ll t ake it i n.
And you’ll tr y t o j udge the m and
make yo ur de cis ion as t o whi ch
way t o j um p, or fal l. But I want 45
it to be your deci sio n, no t m ine,
an d n o t t h e C apt ai n ’s . B ut
r e m e m be r t hat t he Cap t a i n
bel o ngs to t he mo s t dange r ous
enemy o f t rut h and fr eedom , t he 50
s o l i d u nm o vi n g c at t l e o f t he
m aj o ri ty. O h, Go d, t he te rr i bl e
t yr anny o f the m aj or it y. We al l
have o ur har ps t o pl ay. And it ’s
up t o y o u no w t o kn o w wi t h 55
which e ar you’l l l ist en.”
90
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
m o ne y a way f r o m yo u , ” s a i d
Be att y, happil y.
t o do e l d i n e r o — di j o Be at t y
al e gr e m e nt e .
Mo ntag put hi s c ards down.
Montag dejó sus cartas.
tr. de Alfredo Crespo
tardaré en acabar de desplumaros —
dijo Beatty, alegremente—.
Montag dejó sus cartas.
5
“Tire d, Mo ntag? Go ing o ut of
this game ?”
—¿Cansado, Montag? ¿Abandonas el juego?
“Ye s . ”
—Sí.
— ¿Cans ado , M o nt ag?
retiras de la partida?
¿Te
—Sí.
10
“H old on. Wel l, com e t o thi nk
o f i t , we c an f i ni s h t hi s hand
later. Jus t l eave your car ds face
do wn and hus tl e the equi pm ent.
On the double no w.” And Beat ty 15
r o s e up aga i n. “M o n t ag , y o u
do n’t l ook we ll? I’d hat e t o thi nk
yo u w e r e c o m i ng do wn wi t h
another fe ver …”
—Espera un momento. Bueno, si
lo pensamos un poco, podemos terminar esta mano más tarde. Dejen los
naipes cara abajo, sobre la mesa, y
preparen los equipos. Vamos, de prisa. —Y Beatty volvió a levantarse.—
Montag, ¿no te sientes bien? No me
gustaría que volvieses a caer en otra
de esas fiebres.
— Re si st e. Bue no, pensándol o
bi e n, po de m o s t e r m i nar l ue go
e s t a m a n o . D e j a d vue s t r o s
nai pe s boc a abajo — Pr e par ad e l
e qui po . Aho r a s e r á do ble . — Y
Be at t y vo l vi ó a l e va nt a r s e — .
M ont ag, ¿no te e ncue nt r as bi en?
S e n t i r í a q u e vo l vi e s e s a
t e ne r f i e br e ...
20
“I’ll be all ri ght .”
—Pronto me sentiré bien.
—Estoy bien.
“Yo u’ l l be f i ne . Th i s i s a
— Te s ent ir ás m agní f ic am enspeci al case. Co me on, j um p f or t e. És t e e s un c aso es pec i al. Vai t!”
25 m os , ¡r ápi do !
—Ma gní f i c o ! És t e e s un
c as o
e s p e c i al .
¡ Va m o s ,
apr e s úr a t e !
The y le aped i nt o the ai r and
c lutc he d the brass po le as if i t
we re the l ast vant age point abo ve
a t idal wave pas si ng bel ow, and 30
t h e n t he b r as s p o l e , t o t he i r
di s m a y s l i d t he m do wn i n t o
dar knes s, i nto the blas t and co ugh
and suc tion of the gaseous dragon
ro ari ng to lif e!
35
Saltaron al aire y se agarraron a la
barra de latón como si se tratase del
último punto seguro sobre la avenida
que amenazaba ahogarles; luego, con
gran decepción por parte de ellos, la
barra de m etal l es baj ó hac ia la
oscuridad, a las toses, al resplandor y
la succión del dragón gaseoso que
cobraba vida.
“H ey!”
Dieron un salto en el aire y se tomaron de la barra de bronce, que parecía asomar por encima de una inmensa
ola capaz de arrastrarlos a todos. Y entonces la barra, ante el desaliento de
los hombres, los llevó abajo, ¡a la oscuridad, las ráfagas y toses y succiones
del dragón gaseoso que rugía despertando a la vida!
—¡Eh!
Th e y r o u nde d a c o r n e r i n
Doblaron una es quina con truet h und e r
an d
s i r e n,
wi t h 40 nos y silbidos de sirena, chirridos
co ncussi on of tyres , wit h s cre am de frenos, chilli dos de gomas; con
of r ubber, with a shift of kero sene un gorgoteo de ke rosene en el bribul k in the gl i tt e ry bras s t ank, llante tanque de bronce, como una
li ke the f ood i n t he st omach of a comida en el est ómago de un gigi ant ; wi t h M o n t ag ’s f i nge r s 45 gante; con la barandilla de plata saj o l t i ng o f f t he s i l ve r r ai l , cudida por las m anos de Montag,
s wingi ng i nt o co l d s pace , wi t h manos que se agit aban en el espat he wi nd t e ar i ng hi s hai r bac k cio frío de la noc he; con un viento
f r o m h i s he a d, w i t h t h e wi nd que le levantaba e l pelo, un viento
whist ling in his te eth, and hi m all 50 que le silbaba en los oídos, mienthe whil e thi nki ng of the wome n, tras él no dejaba de pensar en las
t he c haf f wo m en i n his parl our mujeres, las mujeres fis gonas de
t onight , wi th t he ke rnel s bl own mentes arrastradas por un viento de
o ut f ro m unde r t he m by a neo n neón que habían estado esa noche
wi nd, a nd hi s s i l l y d am n e d 55 en su sala. ¡Aquella tonta y conre adi ng of a boo k t o t hem . H ow denada l e ct ur a! Com o t rat ar de
li ke tr ying t o put out fir es wi th apagar un fue go co n pist ol as de
water -pi st ols , how sense les s and agua, qué dis parate, qué inse nsai nsane . O ne rage t ur ned i n f o r tez. Una furia que se [128] transano t he r. O ne an ge r di s pl ac i ng 60 for maba en ot ra. U na có lera que
an o t he r. W he n wo u l d h e s t o p desplazaba a otra. Cuándo dejaría
be ing enti rel y m ad and be quie t, es a l ocura y s e quedaría quiet o,
be ve ry qui et indee d?
realmente quieto?
“H ere we go !”
65
M o nt a g l o o k e d up . B e at t y
ne ve r dr ove, but he was dr iving
t o ni g ht ,
s l am m i n g
t he
Sa l am an de r ar o un d c o r ne r s , 70
l e ani ng f o r war d hi g h o n t he
dri ver ’s throne , hi s massive bl ack
s l i cke r f l appi ng o ut be hi nd s o
that he se eme d a gr eat blac k bat
fl ying abo ve the e ngi ne , o ver t he 75
br as s num be r s , t aki ng t he f ul l
wi nd.
91
—¡Allá vamos!
Mo nt ag alzó lo s oj os . Beatt y
nunc a c onduc í a, pe ro lo es t aba
hac ie ndo es ta noc he , dando una
vue l t a c e rr ada e n l as e s qui nas ,
i ncl i nándo s e hac ia adel ant e e n
s u tr o no de c o nduct or. La gran
c ap a ne gr a f l o t a ba d e t r á s y
Beatt y par e cí a un e no rm e m ur c ié lago que vol aba en e l vi ento ,
s obre l a máquina, so br e lo s núm er os de br once .
—¡Eh!
Doblaron una es quina con gran
estrépito del motor y la sirena, con
c hi r r i do de r ue das , c o n un
de spl azami e nt o de l a m as a de l
pet róleo en el brill ante tanque de
l at ó n, c o m o l a c o m i da e n e l
est ómago de un gigante mient ras
los dedo s de Montag se apartaban
de l a bar andi l l a pl a t e ada, s e
agi taban en e l ai re , mi entr as e l
vi e nto e m puj aba e l pe l o de s u
c ab e za ha c i a at r ás . El vi e nt o
si lbaba e ntr e sus di ent es , y é l,
pensaba sin c esar e n muj eres, en
aque ll as c har l at anas de aque ll a
noc he en su salón, y en l a absurda
ide a de é l de l eerle s un l ibro. Era
t an i ns e ns at o y de m e nt e c o m o
tratar de apagar un fuego con una
pi s t o l a de ag ua. U na r a bi a
s us t it uida po r o tr a. U na có l er a
de s pl aza ndo a o t r a. ¿Cuá ndo
de j ar í a d e e s t a r f ur i o s o y s e
t r a nqui l i zar í a, y s e que da r í a
com pletam ente t ranqui lo?
—¡Vamos allá!
Montag levantó la cabeza. Beatty
nunca guiaba pero esta noche sí lo
hacía, doblando las esquinas con la
salamandra, inclinado hacia delante
en el asiento del conductor, con su
maciza capa negra agitándose a su
espalda, lo que le daba el aspecto
de un e no rm e m ur ci é l ago que
volara sobre el vehículo, sobre los
números de latón, recibiendo todo
el viento.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“H ere we go t o keep the wor ld
happy, M ontag!”
Be att y’s pink, phos pho re sce nt
c he e ks gl i m m e r e d i n t he hi gh
da r kne s s , and he w as s m i l i ng
fur ious ly.
5
“H er e we are !”
tr. de Alfredo Crespo
—¡Allá vamos, a hacer felices a los
hombres, Montag!
—¡Allá vamos para que el mundo siga
siendo feliz. Montag!
Las
m ej il las
ro sadas
y
fosforescentes de Beatty brillaban en
la profunda oscuridad. Sonreía salvajemente.
Las mejillas sonrojadas y
fosforescentes de Beatty brillaban en la
oscuridad, y el hombre sonreía
furiosamente.
—¡Allá vamos!
—¡Ya hemos llegado!
10
The Salamande r boo me d t o a
hal t , thr owi ng m e n o ff in s l ips
and cl um sy hops . Mo nt ag s to od
f ixing his r aw e yes t o t he c ol d
br i ght r ai l unde r hi s c l e nc he d 15
fi nger s.
La Salamandra se detuvo con un estampido, despidiendo a los hombres,
que resbalaron y saltaron torpemente.
Montag se quedó mirando con aire de
cansancio la barandilla brillante y fría
que apretaba entre los dedos.
La salamandra se de tuvo de
repente, sacudiendo hombres. Montag
permaneció con la mirada fija en la
bri llante barandill a de m etal que
apretaba con toda la fuerza de sus
puños.
I can’t do it, he t hought . H ow
can I go at t his ne w ass ignment,
ho w c an I go on burni ng things? 20
I can’t go in t his pl ac e.
«No puedo hacerlo —pensó—.
¿Cómo puedo realizar esta nuevamisión,
cómo puedo seguir quemando cosas?No
me será posible entrar en ese sitio.»
Be at t y, s m e l l i ng o f t he wi nd
Beatty estaba ya junto a Montag,
t hr o ugh whi c h he had r us h e d , oliendo el vient o que acababa de
w a s a t M o n t a g ’ s e l b o w . 25 atravesar rápidamente.
“All r ight, Mo nt ag?”
—Muy bien, Montag.
Be att y, con el olo r del vie nto a
t r avé s d e l c u al s e hab í a
pr eci pit ado, se ace rcó a Mo ntag.
—¿Todo va bien, Montag?
The m e n r an l i ke c r i p p l e s
i n t h e i r c l um s y bo o t s , a s
q ui e t l y a s s pi de r s .
Los hombres corrían como tullidos en sus incómodas botas, silenciosos como arañas.
Los hombres se movieron como
lisiados con sus embarazosas botas, tan
silenciosos como arañas.
Al fin Montag alzó los ojos y se
volvió. Beatty estaba estudiándole
la cara.
Mo nt ag acabó por l evantar la
mir ada y vol vers e. Beatty est aba
observando su rostro.
30
At last Montag r ais ed his eyes
and t ur ned. Beat ty was wat chi ng
hi s f ac e.
35
“Something the matter, Montag?”
—¿Pasa algo, Montag?
“W hy, ” s ai d M o nt ag s l o wl y,
—Pero cómo —dijo Montag len“we ’ve s t o ppe d i n f r o nt o f m y tamente—, nos hemos detenido frenho us e . ”
40 te a mi casa.
45
50
55
60
65
70
75
92
— ¿Suc ede al go, Mo nt ag?
—Caramba —dijo éste, con
lentitud—. Nos hemos detenido delante
de mi casa.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
PART TH REE:
3
3ª Parte
BURNIN G BRIGH T
Fuego brillante
Fuego Vivo
Se encendieron luces, y las puertas
de las casas se abrieron a lo largo de
toda la calle, para asistir a la preparación del espectáculo. Montag y Beatty,
uno con una seca satisfacción, el otro
con incredulidad, miraban fijamente la
casa, esa pista central donde se harían
juegos malabares con antorchas y donde los hombres tragarían fuego.
Las luces iban encendiéndose y las
puertas de las casas abriéndose a todo
lo largo de la calle, para observar el
es pe ct ác ul o que se pre paraba.
Montag y Beatty miraban, el uno con
s ec a sati sf ac ci ón, el o tr o co n
incr edul idad, l a casa que te ní an
delante, aquella pista central en la
que se agitarían numerosas antorchas
y se comería fuego.
Li ghts fl i c ke d on and ho us edo ors opene d all do wn the st ree t,
t o wa t c h t he c ar ni val s e t u p.
M o nt ag and Be at t y s t ar e d, o ne
wit h dr y sat is fact io n, the ot he r
wi t h di s be l i e f , at t h e ho u s e
be fo r e the m , t hi s m ai n r i ng i n
whic h t or ches wo uld be juggl ed
and f ire e ate n.
5
10
“Well ,” said Beatty, “no w you 15
di d i t. Old M ont ag wanted t o f ly
ne ar t he s un and now t hat he ’s
bu r nt hi s d am n w i ng s , he
wo nde r s wh y. D i d n’t I hi nt
e no ugh whe n I s e nt t he Ho und 20
ar ound your pl ace ?”
—Bue no — di jo Be at ty—, ahí
está. El viejo Montag quería volar
cerca del sol y ahora que se le han
quemado las malditas alas, se pregunta por qué. ¿No estaba yo en lo
cierto cuando envié el Sabueso a
que espiara la casa?
—Bueno —dijo Beatty—;ahoralo has
conseguido. El viejo Montag queríavolar
cerca del sol y ahora que se ha quemado
las malditas alas se pregunta por qué. ¿No
te insinué lo suficiente al enviar el Sabueso
a merodear por aquí?
M o n t ag’s f ac e was e nt i r e l y
numb and f eat ur ele ss; he f elt his
he ad turn like a s tone car ving to 25
the dark pl ace next doo r, se t in
it s bright bor de rs of flo wer s.
El rostro de Montag parecía entumecido e informe; sintió que volvía la cabeza, como una piedra esculpida, hacia la
oscuridad de la casa de al lado, rodeada
por unabrillante fronterade flores.
El ro st ro de Mo nt ag e st aba
totalmente inmóvil e inexpresivo;
sintió que su cabeza se volvía hacia
la casa contigua, bordeada por un
colorido macizo de flores.
Beatt y s no r te d. “O h, no ! Yo u
we r e n ’t f o o l e d b y t hat l i t t l e 30
i di ot ’s ro ut ine, no w, we re you?
Fl o we r s , b ut t e r f l i e s , l e ave s ,
suns et s, o h, he ll ! It ’s al l in her
fi le. I’ll be damned. I’ve hi t t he
bul l s eye . Look at the sick look on 35
yo ur fac e. A f ew gr ass -bl ade s and
the quar ter s of t he mo on. What
tr ash. What good did she e ver do
wi th all t hat ?”
Beatty lanzó un bufido.
—O h, no. No habrás caí do en
la rutina de aquella pequeña idiota, ¿no? Flore s, mar iposas, hoj as,
[1 30] cr epúsc ulo s, ¡oh, diablo s!
Es tá t odo en e l arc hi vo . Maldició n. H e dado en el blanco. Mírenle la cara. Unas pocas briznas
de hierba y unos cuartos de luna.
Ñoñerías. ¿De qué le sirvió a e lla
todo es o?
Beatty lanzó un resoplido.
—¡OhI no’No te dejarías engañar por
la palabrería de esa pequeña estúpida,
¿eh? Flores, mariposas, hojas, puestas de
sol... ¡Oh, diablo! Aparece todo en su
archivo Que me ahorquen. He dado en
el bl anc o. Fíj ate en el as pec to
enf ermi zo que tienes. Unas pocas
briznas de hierba y las fases de la luna.
¡Valiente basura! ¿Q ué pudo e lla
conseguir con todo eso?
M o nt a g s a t o n t h e c o l d
f e nder o f t he Dr ago n,
m o vi n g h i s h e a d ha l f a n
i n c h t o t h e l e f t , ha l f a n i n c h
t o t he r i g h t , l e f t , r i g h t , l e f t 45
r i ght , l e f t …
Mont ag se sentó en el frío
guardafuegos del Dragón, moviendo la
cabeza un centímetro a la izquierda, un
centímetro a la derecha, a la izquierda,
a la derecha, a la izquierda, a la derecha, a la izquierda...
Montag se sentó en el frío
parachoques del vehículo, desplazando
la cabeza un par de centímetros a la
izquierda, un par de centímetros a la
derecha, izquierda, derecha, izquierda,
derecha, izquierda...
“S he s aw e ve r yt h i ng . S he
di dn’t do anything to anyo ne. She
just let them al one .”
—Ella veía todas las cosas. No
le hizo nada a nadi e. D ejaba: en
paz a los demás.
— E l l a l o ve í a t o d o . N un c a
hi z o dañ o a nadi e . l o s de j aba
t r a nqui l o s .
“A l o n e , he l l ! Sh e c he w e d
—¡En paz, demonios! No te dejó un
ar ound you, di dn’ t s he ? O ne o f minuto tranquilo, ¿no es cierto? Uno de
t ho s e da m n do - g o o d e r s w i t h esos malditos benefactores, conesos sit h e i r s h o c k e d , h o l i e r - t h a n - 55 lencios ensimismados siempre más prot ho u s i l e nc e s , t he i r o n e t al e nt fundos que los de uno, con un único tam a k i n g o t h e r s f e e l g u i l t y. lento: hacer que los demás se sientanculG o d d am n, t he y r i s e l i k e t he pables. Maldita sea, ¡aparecen como el
m i dni gh t s un t o s w e at y o u i n sol de medianoche para hacernos sudar
yo ur be d !”
60 en la cama!
—¿Tranquilos? ¡Narices! Revoloteaba
a tu alrededor, ¿verdad? Uno de esos
malditos seres cargados de buenas
intenciones y con cara de no haber
roto ... un plato, cuyo único talento
es hacer que los demás se sientan
culpables. ¡Aparecen como el sol de
medianoche para hacerle sudar a uno
en la cama!
The f r o nt d o o r o p e n e d ;
M i l dr e d c am e do wn t he s t e ps ,
r unni ng, one sui tc as e he ld wit h
a dre am- li ke cl e nc hi ng ri gidit y 65
in he r f ist, as a bee tle -taxi hiss ed
t o the curb.
La puert a de l a cas a s e abri ó;
M i l dr e d baj ó l o s e s c al o ne s ,
c o r r i e n do , c o n una m a l e t a
c o l ga ndo r í gi d am e nt e d e u na
m ano , e n t ant o que un t axi s e
de tenía junto al bo rdill o.
40
50
“Mi l dr e d!”
La puerta de calle se abrió de par en
par. Mildred bajó corriendo los escalones, llevando rígidamente una valija en
la mano, como en una pesadilla, mientras un taxi se acercaba siseando a la
acera.
—¡Mildred!
—¡Mildred!
70
She r an pas t wi t h h e r b o dy
s t i f f , he r f a c e f l o ur e d wi t h
po wde r, he r m out h gone, wi tho ut
lipstic k.
La mujer pasó rápidamente junto a
Montag, con el cuerpo tieso, la cara cubierta de polvo, sin boca, sin pintura en
los labios.
Ell a c r uzó c o rr i endo, co n e l
cuerpo rígido , el ros tr o c ubi er to
de po lvos, la boca invi sible, s in
carm ín.
—¡Mildred, no habrás dado tú la
alarma!
—¡Mildred, no has sido tú quien ha
dado la alarma!
75
“M ildred, you di dn’t put in t he
alar m!”
93
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
She sho ve d t he val i se in the
waiting beetle, climbed in, and sat
mumbling, “P o o r f a m i l y, p o o r
f a m i l y, o h e ve r y t h i n g g o n e ,
e ve r y t hi n g , e ve r y t h i n g go n e
n o w… ”
Ellametió la maleta en el taxi, subió al
vehículo yse sentó, mientras murmuraba:
—¡P o bre f amilia, po br e
familia!
¡Oh!
¡ To d o
perdido,
todo,
todo
p e r d i do . . . !
Beatty tomó a Montag por el hombro mientras el coche partía, alcanzaba
los cien kilómetros por hora y desaparecía en el extremo de la calle.
Beattycogió aMontagpor unhombro,
mientras el taxi arrancaba veloz y
alcanzaba los cien kilómetros por hora
antes de llegar al extremo de la calle.
Se sintió un estrépito como si un
sueño hecho de vidrios, espejos y
prismas de cristal cayera hecho trizas. Montag dio unos pocos pasos,
tambaleándose, como si otra incomprensible tormenta lo hubiese mareado, y vio que Stoneman y Black,
armados de hachas, rompí an los vidrios de las ventanas para facilitar
la ventilación.
Se produjo un chasquido, como el
de la caída de lo fragmentos de un
sueño confeccionado con cristal,
espejos y prismas. Montag se volvió
co mo s i ot ra i nc om pr ensi bl e
tormenta le hubiese sacudido, y vio
a St onem an y a Black que ,
em puñando las hachas, ro mpí an
c ri st al es de las ve nt anas par a
asegurar una buena ventilación
The br us h o f a de at h’s - he ad
El roce de la cabeza de una polilla
mo th against a col d black scr ee n. 25 muerta contra una pantalla negra y fría.
“Mo nt ag, this is Fabe r. D o yo u
—Montag, Faber le habla. ¿Me está
he ar me ? W hat i s happening?”
escuchando? ¿Qué ocurre?
El roce de las alas de una mariposa
contra una fría y negra tela metálica.
—Montag, aquí Faber. ¿Me oye?
¿Qué ocurre.?
“Thi s i s hap pe n i ng t o m e , ”
said Mo ntag.
Be at t y gr abbe d M o nt ag’s
shoulder as the beetle blasted away
and hit seventy m iles an hour, far
down the street, gone.
sh at te r in g destr oz ado, he ch o añ ico s, a br um ado r, a rr ollado r, ano nadant e, tra sto rna dor , demo ledor, t rem endo , estremecedor
tr. de Alfredo Crespo
Mildred metió la valija en el coche,
subió y se sentó murmurando:
—P o bre familia, o h po bre fam ilia, o h to d o perdido, todo, todo perdido
ah o ra. ..
Th e r e w as a c r as h l i k e t he
fal ling par ts o f a dream fashio ned
out o f war ped glas s, mi rro rs, and
c r ys t al pr is m s . M o nt ag dr i ft e d
ab o ut a s i f s t i l l ano t h e r
i n c o m pr e he ns i bl e s t o r m h ad
turne d him , t o s ee St one man and
Bl ac k wiel di ng axe s, shatt eri ng
wi ndow- pane s t o pro vi de cr os sve nt il at io n.
5
10
15
20
30
—Esto me ocurre a mí —dijo
Montag.
—Es to me ocur re a mí —dijo
Montag—.
“W hat a dr e adf ul s ur pr i s e , ”
s a i d Be at t y. “Fo r e ve r yo ne
no wadays kno ws, abs ol ut e l y i s
c er t a in, that no t hing wil l eve r 35
happen to me . O ther s di e, I go on.
The re ar e no c o ns eque nce s and
no r es po ns ibil it ie s. Exc ept that
there ar e . But le t’s not talk abo ut
t h e m , e h? By t h e t i m e t he 40
co nse quenc es cat ch up wi th yo u,
it ’s to o l ate , isn’t it , M ont ag?”
— Q u é ho r r i bl e s o r pr e s a —
dij o Be at ty—. P ues t odos s aben,
c on abs ol ut a ce r te za, que nunc a
nad a m e o c ur r i r á a m í . O t r o s
m ue r e n, yo s i go vi vi e ndo . N o
hay co nse cuencias ni re spo nsabil idades . Aunque l as hay. Pe ro no
habl e m o s de e so , ¿eh? Cuando
l as c onse cuenci as lo alc anzan a
uno , ya e s de mas iado t ar de , ¿no
e s ci er to , Mo nt ag?
— ¡Qué te r r ibl e s o r pr e s a! —
dijo Beatty—. Porque actualmente
t o do s s abe n, e s t án t o t al m e nt e
s e g ur o s , de qu e nun c a ha de
ocurrirme a mí. Otros mueren y yo
adelante. No hay consecuenc ias ni
responsabilidades. Pero sí las hay.
Mas no hable mos de e llas, ¿e h?
Cua ndo
c o m pr u e bas
l as
co ns ecuenc ias, ya es de mas iado
tarde, ¿ve rdad, M ontag?
“M o nt ag , c an yo u ge t away,
_______________ __________ _ _
run?” as ke d Fabe r.
45 _ _ _ _ _ _ _______
—Montag, ¿puede marcharse, echar
a correr? —preguntó Faber—.
Mo ntag walke d but did not fe el
hi s f e et t o uc h t he c em e nt and
t he n t he ni ght gr as s e s . Be at t y
fl icked hi s i gni te r near by and t he
s m al l o r ang e f l a m e dr e w h i s
fasci nat ed gaze.
Mo nt ag s e adel antó , pe ro s in
sentir que sus pies pisaban el cemento y luego las hierbas nocturnas. Beatty apre tó el ence ndedor
junto a Montag y miró fascinado la
llamita anaranjada.
M o n t a g a n d uvo , p e r o n o
s i nt i ó c óm o s us pi e s t o c aban e l
c e m e nt o ni e l c é s pe d. Be a t t y
e n c e nd i ó s u e n c e nd e do r y l a
p e q ue ñ a l l a m a a n a r a nj a d a
f as ci nó a M ont ag.
“W hat is there abo ut fir e t hat ’s
—Qué tiene el fuego que nos paso lo vel y? No matte r what age we 55 rece tan hermoso? No importa qué
ar e, what draws us to i t?” Be at ty edad tengamos. Siempre nos atrae. —
bl e w o ut t h e f l am e an d l i t i t Beatty apagó la llama y volvió a enagain. “It ’s per pe tual m oti on; t he cenderla.— Un movimiento perpet hi ng m an wante d t o i nve nt but tuo. Algo que el hombre siempre quineve r di d. O r al mo s t pe rpe t ual 60 so inventar. O casi el movimiento
motion. If you let it go on, it’d burn perpetuo. Si uno lo dejase arder, duour l ife ti mes out. What is fi re ? raría toda la vida. ¿Qué es el fuego?
It’s a myster y. Scientists gi ve us Un misterio. Los hombres de ciencia
gobbl edegook about friction and charl an y charl an acerca de molécumol ecule s. But they don’t really 65 las y fricciones. Pero nada saben realmenkno w. It s r e al be aut y i s that i t te. Es hermoso porque destruye la responde s t r o ys r e s po ns i bi l i t y and sabilidad y las consecuencias. ¿Un proconsequences. A problem gets too blema se convierte en una carga demasiaburdensome, then into the furnace do pesada? Al horno con él. Y ahora,
wit h i t . N ow, M ont ag, yo u’r e a 70 Montag, tú eres una carga. Y el fuego me
burden. And fire will lift you off quitará [132] ese peso de los hombros, de
my shoulders, clean, quic k, sure; un modo limpio, rápido y seguro; nada que
no thing to r ot l at er. Anti bi ot ic , pueda pudrirse con el tiempo. Antibiótiaesthetic, practical.”
co, estético, práctico.
—¿Qué hay en el fuego que lo hace
tan atractivo? No importa la edad que
tengamos, ¿qué nos atrae hacia él? —
Beatty apagó de un soplo la llama y
volvió a encenderla—. Es el
movimiento continuo, lo que el hombre
quiso inventar, pero nunca lo consiguió.
O el movimiento casi continuo. Si se la
dejara arder, lo haría durante toda
nuestra vida. ¿Qué es el fuego? Un
misterio. Los científicos hablan mucho
de fricción y de moléculas. Pero en
realidad no lo saben. Su verdadera
belleza es que destruye responsabilidad
y consecuencias. Si unproblema se hace
excesivamente pesado, al fuego con él.
Ahora, Montag, tú eres un problema. Y
el fuego te quitará de encima de mis
hombros, limpia, rápida, seguramente.
Después, nada quedará enraizado.
Antibiótico, estético, práctico.
50
75
Mo nt ag sto od lo oking in now
at this queer hous e, made str ange
by t h e ho u r o f t he ni gh t , by
94
Mo nt ag mi r ab a aho r a e s a
c as a r ar a, e xt r a ña a c aus a de l a
ho r a, l o s m ur m u l l o s de l o s ve -
Montag se quedó mirando aquella
extraña casa, que la hora de la noche,
los murmullos de los vecinos, y el
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
murmuring neighbour vo ice s, by
l it te re d glas s, and ther e o n the
fl oo r, t he ir c over s to rn o ff and
s pil l e d o ut l i ke s wan- f eat her s ,
the i ncr edibl e books t hat l ooked
s o s i l l y and r e a l l y no t wo r t h
bo the r ing wi t h, f o r t hes e we r e
no t hi ng bu t b l ac k t yp e a nd
ye l l o we d pa pe r, a nd r a ve l l e d
bindi ng.
tr. de Alfredo Crespo
10
c i no s , l o s vi dr i o s r o t o s , y al l í ,
e n e l s ue l o , c o n l as c ubi e r t as
ar r a n c a d a s y d e s p a r r a m a d a s
c o mo pl umas d e c i s ne , l o s
i n c r e í bl e s l i b r o s q ue a h o r a
pa r e c í an t a n t o nt o s , c o s as
q u e n o m e r e c í a n ni n g u n a
a t e nc i ó n, p ue s e r an s ó l o l e t r as ne gr a s y p ape l am a r i l l o y
t a pas de s h i l ac ha das .
cristal quebrado habían convertido en
algo ajeno a él; y allí en el suelo, con
las cubiertas desgarradas y esparcidas
como plumas de cisnes, yacían los
increíbles libros que parecían tan
abs ur do s. Ve rdader am ente , er a
indi gno pr eo cupars e por el l os ,
por que no e ran más que rayi tas
negr as , papel am ari l l ent o y
encuadernación semideshecha.
15
Mildred, por supuesto. Vio seguramente que escondía los libros en el jardín y volvió a meterlos en la casa.
Mildred. Mildred.
M il dre d, des de lue go . D e bi ó
vigilarle cuando escondía los libros
e n e l j ardí n, y habí a vuel t o a
entrarlos. Mildred, Mildred.
—Q uie ro que hagas e ste t rabajo tú so lo , M ont ag. No c on ker os ene y un fó s fo ro , s ino poc o a
po co , c on un l anzal lam as . Es tu
casa, tu l impieza.
—Quiero que seas tú quien realice
ese trabajo, Montag. Tú solo. No con
petróleo y una cerilla, sino a mano,
con un lanzallamas. Es tu casa y tú
debes limpiarla.
—¡M ontag! ¿No puede corr er,
es capar?
—¡Mo nt ag, pr o c ur e hui r,
m ar c h ar s e !
“No !” c ried Montag helpless ly.
“The H o und ! B e c a us e o f t he
H o und!”
—¡No! —grit ó M ontag si n e spe ranza—. ¡El Sabue so ! ¡A causa de l Sabues o!
—¡No! —gritó Montag con
impotencia—.. ¡El Sabueso!¡A causadel
Sabueso!
Fa be r he ar d , and Be at t y, 30
t hinki ng i t was m e ant fo r hi m ,
he ar d . “Ye s , t he H o und ’s
s o m e w he r e
a bo u t
t he
ne i gh bo u r ho o d, s o d o n’ t t r y
anything. Re ady?”
35
Be att y, pens ando que M ont ag
l e habl aba a é l , c o me nt ó :
— Sí,
e l
Sabue s o
e st á por aquí ce r ca.
As í que no int e nt e s
nada. ¿Lis t o ?
Faber oyó, y Beatty, pensando que el
otro hablaba con él, también le oyó.
—Sí, el Sabueso está por ahí cerca,
de modo que no intentes ningún truco.
¿Listo?
“Re ady. ” Mo nt ag snappe d the
saf ety-catch o n the flame thrower.
Montag movió el seguro de su
lanzallamas.
—Listo.
—¡Fuego!
Mi ldr ed, o f c ourse . She must
have watched him hide the boo ks
i n the gar de n and br o ught t he m
back in. M ildred. M il dre d.
“I want you to do t his jo b all
by your l one som e, Mo nt ag. N ot
wit h ker os ene and a matc h, but
pi ece wo rk, wi th a flamet hr owe r.
Yo ur house, yo ur cl ean-up.”
5
20
“M o nt ag, c an’t yo u r un, ge t
away!”
25
“Fi r e!”
40
A gre at nuzzli ng go ut of flame
le apt o ut to lap at t he bo oks and
knock t hem against the wal l. He
s t e ppe d i nt o t he be dr o o m and
f i r e d t wi c e and t he t wi n be ds
we nt up i n a gr e a t s i m m e r i ng
wh i s p e r, wi t h m o r e he a t a nd
pass io n and l ight than he would
have suppos ed t he m to c ontain.
He burnt the bedroo m wall s and
the co sm eti cs c he st be caus e he
wante d t o change everything, t he
c h ai r s , t h e t abl e s , and i n t he
dining-r oo m t he s i lver war e and
pl as ti c di s he s , e ve r yt hi ng t hat
showe d t hat he had lived he re in
this em pty ho use with a st range
wo m a n who wo ul d f o r ge t hi m
t o m o r r o w, who ha d g o n e a nd
qu i t e f o r g o t t e n hi m a l r e ad y,
l is t e ni ng t o he r Se ashe l l r adi o
po ur i n o n he r and i n on he r as
she r ode acro ss town, al one . And
as be fo re, it was goo d t o bur n, he
fe lt hi mse lf gus h out in the fir e,
s na t c h, r e n d, r i p i n ha l f w i t h
fl ame , and put away t he s ens ele ss
pro blem. If there was no soluti on,
we l l t h e n no w t h e r e w as no
pr oble m, e ither. Fire was be st f or
ever yt hi ng!
U n chor ro de fuego salt ó hac i a l o s l i br o s ar r inc o nándo l o s
c ontr a la par ed. Mo nt ag e nt ró e n
45 e l do rm it or io y di spar ó do s ve c es , y las camas gem el as s e al zar on e n un hir vi ente y e no rm e
m ur m ul l o , c o n una pas i ó n, un
c al or y una l uz que Mo nt ag nun50 c a hubi e s e i magi nado e n e l l as .
M ontag quem ó luego las pare de s
del c uart o y el ar mari o de c os m ét ic os , pue s quer ía cambiarl o
t odo; l as s il las, las me sas, y e n
55 e l c o m e dor l a [1 3 3 ] vaj i l l a de
pl at a labr ada y mate ri al plást ic o,
t odo lo que podí a de ci r que había vivido aquí , e n es ta c as a vac ía, c o n una muje r e xtr aña que
60 l o ol vi darí a muy pro nt o, que ya
l o habí a ol vi dado es cuchando s u
r adio —c ar ac ol que ve rt ía y ver t ía s oni do s m ie nt ras e ll a, so la,
c ruzaba vel ozme nte l a ci udad. Y
65 c om o ant e s, er a bueno que m ar.
M ontag se s inti ó hundido en e l
f ue go, ar r e bat ado , de s garr ado ,
par ti do e n do s po r las ll am as , y
l ibre del i ns ensato pro bl em a. Si
70 no habí a so luci ón, bueno, e nt onc es no habí a pr o bl em a. ¡El f ue go er a lo m ej or par a to do !
“The books, Mo nt ag!”
—¡Los libros, Montag!
—Listo.
Mo n tag abrió e l seg uro
de l l anzall amas.
—¡Fuego!
U n c h o r r o l l a m e ant e s al i ó
des de la bo qui ll a de l aparat o y
go lpe ó l os libros co ntr a l a pare d.
Mo ntag ent ró en el do rmi to rio y
dis par ó do s vec es , y las c amas
ge m e l as
se
vo l at i l i zar o n
e xhal ando un s usur r o, co n más
calor, pas ión y luz de las que él
ha bí a s upu e s t o que po dí an
c o nt e ne r. M o n t ag qu e m ó l as
pa r e d e s de l d o r m i t o r i o , e l
to cador, porque que ría c ambiar lo
to do, l as sil las , las me sas ; y, en
el comedo r, lo s plat os de plást ico
y de plat a, to do l o que indi cara
qu e é l hab í a vi vi d o a l l í , e n
aquel la casa vacía, c on una m uj er
de s c o no c i d a q ue m a ñan a l e
ol vidarí a, que s e habí a mar chado
y l e ha bí a o l vi d ado y a p o r
c om ple t o, es c uc hando s u r adi o
auri cular mie nt ras atr aves aba la
c iudad, so l a. Y c om o ant es er a
bueno quemar. Mo ntag s e s int ió
bo r bo t e ar e n l a s l l am as y e l
i n s e ns a t o
pr o bl e m a
f ue
ar rebat ado , des truido , dividi do y
ah uye nt ado .
Si no
hab í a
s ol uc ió n. .. Bue no, e n t al c aso ,
tampoco que dar ía pr oble ma. ¡El
er a l o m ejo r par a t odo s!
—¡Los libros, Montag!
75
The bo o ks l e apt and danc e d
l i ke r o as t e d bi r ds, t hei r wings
ab l az e wi t h r e d and y e l l o w
95
Los l ibro s salt ar on y bai laro n
co mo páj ar os cal cinado s, abras adas l as al as de pl um as r o jas y
Los libros salt aron y bailaron
como pájaros asados con sus alas
e n ll am as co n pl um as r o jas y
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
feather s.
amari ll as .
amarillas.
An d t he n h e c am e t o t he
par l o ur whe r e t he gr e a t i d i o t
m o ns t e r s l ay as l ee p wit h t he i r
whi te thought s and t he ir snowy
dr e am s . And he s ho t a bo l t at
each of the t hr ee blank walls and
t he vacuum hi s s e d o ut at hi m .
Th e e m p t i n e s s m a de an e ve n
e m pt i e r wh i s t l e , a s e ns e l e s s
sc re am . H e tr ied t o think abo ut
t h e vac uum up o n wh i c h t he
not hi ngne ss had per fo rm ed, but
he co uld not. He he ld hi s breath
so the vac uum co uld no t get into
hi s l ungs. He cut off it s t er rible
e mpti ne ss , dre w back, and gave
the ent ire room a gift of o ne huge
br ight yel low fl owe r o f bur ning.
The f ire -proo f plas tic s heath on
everything was c ut wi de and t he
ho us e be gan t o s hud de r wi t h
fl am e.
Y l ue go ent r ó e n l a s ala donde l os e no r me s m o ns t ruo s i dio t as do rm í an c o n pe ns am i e nt o s
bl a nc o s y s u e ño s de n i e ve . Y
l anzó un chor r o de ll am as a c ada
uno de l os tr e s m uro s , y e l vac ío abs o rbi ó e l ai re c on un s il bido aún m ás vac í o , un c hi l l ido
i ns e ns at o. Mo ntag tr ató de pens ar en e se vac ío , do nde la nada
habí a r e pr e s e nt ado s us o br as ,
per o no pudo. Re t uvo el al i e nt o
par a que e l vací o no le ent r ar a
e n l os pul m one s. Se apar tó de l
abi s m o t e r r i bl e, r e t r o c e di ó , y
e nt re gó al c uar t o el r e galo de
una eno r me , br il l ant e y enc endi da f l or am ar i l l a. La c ubi er t a
i nc o mbus ti ble de m at e ri al pl ás t ic o se abr i ó de arr i ba abaj o , y
l a c as a co m enzó a e s tr e m ec e rs e
c on el fue go .
Y luego, Montag entró en el salón,
donde lo s e s túpido s mo nst r uo s
yac ían
do r mi do s
c o n s us
pensamientos blancos y sus sueños
nebulosos. Y lanzó una andanada a
c ada una de l as tr e s pare de s
desnudas y el vacío pareció sisear
contra él. La desnudez produjo un
siseo mayor, un chillido insensato.
Montag trató de pensar en el vacío
sobre el que había actuado la nada,
pero no pudo. Contuvo el aliento
para que el vacío no penetrara en
s us pulm o ne s. El im i nó aquel l a
t e r ri bl e s ol e dad, re t r o c e di ó y
di ri gi ó una e nor m e y br i l l ant e
l lam ar ada am ari l le nta a t oda l a
habitación. La cubierta de plástico
ignífugo que había sobre todos los
objetos, quedó deshecha y la casa
e mpezó a es tr em e ce rs e co n las
llamas.
“W hen yo u’re qui te finis hed,”
said Be at ty be hind him . “Yo u’re
unde r arre st .”
—Cuando hayas c oncl ui do —
dijo Beat ty detrás de él— , preséntat e arr estado.
—Cuando hayas te rmi nado —
dijo Beatty a su espalda—, quedarás
detenido.
The house fel l i n red co al s and 30
bl ack as h. It be dde d i ts elf do wn
in sl ee py pink- gre y c inder s and a
sm oke pl um e blew over it , r isi ng
and wavi ng sl owl y back and for th
in the sky. It was three -thir ty in 35
t he m o r n i ng. The c r o wd d r e w
bac k i nt o t he ho us es ; t he gr eat
te nt s o f the c irc us had slumped
into charc oal and r ubble and t he
show was we ll ove r.
40
La casa se deshizo en carbones
rojos y cenizas negras. Apoyó en el
suelo unas brasas somnolientas, rosadas y gris es , y un penacho de
humo creció elevándose y oscilando, lentamente, hasta cubrir el cielo. Eran las tres [134] y media. La
gente se había metido otra vez en sus
casas; las grandes tiendas del circo
eran ahora carbón y escombros. La
función había terminado.
La casa se convirtió en carbones
ar di e nt e s y c e ni za ne gr a. Se
de rr um bó s obre sí m is ma y una
c ol um na de humo que o sc i l aba
lentamente en el cielo se elevó de
ell a. Eran l as tr es y medi a de la
madrugada. La multitud regresó a
sus c asas; el gran entol dado de¡
circo se había convertido en carbón
y despe rdici os, y el espe ctác ulo
terminó.
Mo ntag sto od wi th the f lam ethrower in hi s l imp hands, gre at
is lands of per spi ratio n drenchi ng
hi s ar m p i t s , hi s f ac e s m e ar e d
wi t h s o o t . The o t h e r f i r e m e n
wa i t e d be h i nd h i m , i n t he
darknes s, the ir faces i lluminat ed
f a i nt l y by t he s m o u l de r i ng
fo undati on.
M o n t a g , i nm ó vi l , s o s t e ní a
aún f l o j am e nt e e l l anzal l a m as .
G r a nde s i s l a s de s udo r l e m o j ab an l a s axi l as ; t e ní a l a c ar a
c ub i e r t a de ho l l í n. Lo s o t r o s
b o m be r o s e s p e r a ba n d e t r á s ,
c o n l o s r o s t r o s i l um i nado s dé b i l m e n t e po r l o s e s c o m b r o s
hu m e a nt e s .
M o ntag pe r m ane c i ó c on e l
lanzallamas en sus fláccidas manos,
mi entr as gr andes i sl as de s udor
empapaban sus sobacos, y su rostro
estaba lleno de hollín.. Los otros
bomberos esperaban detrás de él, en
l a os c ur i dad, c o n l o s r o st r o s
dé bil m e nt e i l um i nado s por e l
rescoldo de la casa.
M ont ag c o me nzó a hablar, do s ve c es , y al f i n
pre gunt ó :
Montag trat ó de hablar un par
de vec e s , y, por f in, c o ns i gui ó
for mular su pensamiento.
— ¿ F u e
j e r ?
m u -
—¿Ha sido mi esposa la que ha dado
la alarma?
Beatty asintió.
—Pero ya sus am igas me habían
avisado antes. Lo dejé pasar. De un
modo o de otro, e stabas atrapado.
Fue bastante tonto eso de leer poesía. Acto digno de un condenado
snob. Dale a un hombre unas pocas lí neas de poe sía, y se creerá
dueño de la Creación. Creerá que
con los libros podrá caminar por
encima del agua. Bueno, el mundo
puede marchar muy bien sin ellos.
Mi ra a dó nde t e han ll evado . El
barro te llega a l a boca. Si yo tocara ese barro c on el dedo meñique, desaparecerías.
Beatty asintió.
—Pero sus amigas habían dado
otra con anterioridad. De una u otra
manera, tenías que cargártela. Fue la
tontería ponerte a recitar poemas por
ahí, como si tal cosa. Ha sido el acto
de un maldito estúpido. Dale unos
cuanto s versos a un hombre y se
creerá que es el Señor de la Creación.
Cree que, con los libros, podrá andar
por e nc im a de l agua. Bueno, e l
mundo puede arreglárselas muy bien
si n el lo s. Fíj at e adónde t e han
conducido, hundido en el barro hasta
los labios. Si agito el barro con mi
dedo meñique, te ahogas.
M ontag no podí a mo ve rs e. U n
gran t er r em ot o habí a der r ibado
s u c as a, y M i l dr e d e s t aba baj o
Montag no podí a moverse. Con
e l f ue go habí a l l e gado un
ter remoto que había aniquilado la
5
10
15
20
25
45
50
Mo ntag s tarte d t o s peak twi ce
and then fi nally m anaged to put
hi s t hought t oge the r.
55
“Was it my wi fe tur ned i n t he
alar m?”
Be at t y no d de d . “Bu t h e r
fr iends turned in an alar m earlie r,
t hat I l e t r i de . O ne way o r the
o ther, you’d have go t it . It was
pr e t t y s i l l y, q uo t i ng p o e t r y
ar ound fre e and easy like t hat. It
was t he ac t o f a s ill y dam n s no b.
Gi ve a man a few l ine s o f ver se
and he thi nks he ’s the Lord o f all
Cr eat ion. You think yo u can walk
on wate r with yo ur bo oks . Wel l,
t he wo r l d c an ge t by j us t f i ne
wit ho ut them . Loo k whe re t he y
go t you, i n s li me up to yo ur li p.
If I st ir the sl im e with my l itt le
fi nger, yo u’ll dro wn!”
60
65
70
m i
75
M o nt a g c o ul d no t m o ve . A
gr eat earthquake had c om e wi th
fi re and l e vel l e d t he house and
96
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
M i l dr e d wa s u nde r t he r e
s o m e wher e and hi s e nti r e l i f e
un de r t he r e an d he c o u l d n o t
m ove . The ear thquake was s t il l
shaki ng and f al ling and shive ri ng
inside him and he sto od ther e, his
kne es hal f- be nt unde r the gr eat
l o ad
of
t i r e d ne s s
a nd
bewilde rment and outr age, lett ing
Be att y hit hi m without r ais ing a
hand.
tr. de Alfredo Crespo
l os e sc om br os , e n al guna par te ,
y s u pr opia vida e st aba tambié n
baj o lo s es co mbr os , y él no po día m over se . La ti er ra s e sacudía aún, y se abr í a y te mblaba e n
el i nt er io r de M ontag, que i nm óvil , co n las ro di l las al go dobladas por e l pe so de l cans anci o, e l
aso mbro y e l ul tr aj e, dej aba que
Beatt y lo gol pe ar a si n le vant ar le l a mano .
c as a y M i ldre d e s taba en al gún
punt o baj o aquel l as r ui nas , as í
com o su vida e ntera, y él no po día
m o ve r s e . El t e r r e m o t o s e guí a
vibrando en su inte rior, y Montag
per maneci ó all í, co n las rodil las
m edio dobladas baj o el e no rm e
pes o de cansancio, el asombr o y
el dolor, per mitiendo que Beatty
le atacar a sin que é l levantase ni
una mano.
“M ont ag, you i dio t , M o ntag,
— Mo nt ag,
idiota.
yo u d am n f o o l ; w hy di d y o u M o n t a g , c o n d e n a d o t o n t o ,
re all y do it ?”
15 ¿ p o r q u é l o h i c i s t e ?
— M o nt ag , i di o t a, M o nt ag ,
m a l d i t o e s t úp i d o ; ¿q ué t e ha
i m pul s ado a hac e r e s t o ?
M ont ag di d not hear, he was
f ar away, he wa s r unni ng wi t h
his mi nd, he was go ne, l eaving
t hi s de ad s oo t -c o ve r ed body t o
s way i n fr o nt of ano t he r r aving
foo l.
Pero Montag no oía, estaba muy
lejos, corría mentalmente, se había
ido, dejando que ese cuerpo muerto [135] y todo cubierto de hollín
se tambalease ante la furia de otro
tonto.
M ontag no es cuc haba, e st aba
m uy l e j o s , c o r r í a t r as de s u
im aginació n, s e había mar chado,
dejando aquel cuerpo cubierto de
ho llín para que vaci lara fr ente a
otro loco furioso.
“Mo nt ag, ge t out of t he r e ! “
—¡Mont ag, esc ápes e!
said Faber.
25 ___________
— ¡M o nt ag, m árc hat e de ahí !
— dij o Fabe r — .
5
10
20
Mo ntag l ist ene d.
Montag escuchó.
Beat ty s tr uck hi m a blo w o n
t he he ad t hat s e nt hi m r e el i ng 30
back. The gre en bull et in whi ch
Fa be r ’s vo i c e wh i s p e r e d a nd
cr ied, fel l to the si dewalk. Beat ty
snatc he d i t up, gr inning. He he ld
it half in, half out o f his ear.
35
Mo ntag hear d t he di stant voi ce
calli ng, “Montag, you all right ?”
Montag escuchó la voz lejana que llamaba.
—Montag, ¿está usted bien?
Be at t y s wi t c h e d t h e g r e e n 40
bul l e t o f f and t hr us t i t i n hi s
po cke t. “Well — so there ’s mo re
he re than I t hought . I saw you ti lt
yo ur he a d, l i s t e ni n g. Fi r s t I
thought you had a Seas he ll. But 45
whe n you tur ne d c le ver late r, I
wonder e d. We’l l t rac e t his and
dr op it on yo ur fri end.”
“N o! “ s aid Mo ntag.
Beatty le lanzó un golpe a la cabe za y M ont ag re t r o c edi ó ,
trastabillando. La bala verde, donde aún murmuraba y gritaba la voz
de Faber, cayó al pavimento. Beatty
la rec ogi ó r ápidame nte , co n una
sonrisa. Se la llevó a la oreja.
Beatty apagó la bala y se la metió en
el bolsillo.
—Bueno, así que aún había más.
Vi cómo torcías la cabeza, escuchando. Al principio pensé que tenías un
caracol. Pero cuando más tarde te
mostraste más despierto, comencé a
dudar. Seguiremos la onda y encontraremos a tu amigo.
Montag escuchó.
Beatty le pegó un golpe en la
c abe za que l e hi zo, re t ro ce der,
dando traspiés. La bolita verde en
la que murmuraba la voz de Faber
cayó a la acera. Beatty 1a recogió,
sonriendo. La introdujo a medias
en una de su orejas.
Oyó la voz remota que llamaba:
—Montag, ¿está usted bien?
Beatty desarmó el pequeño receptor
y se lo guardó en un bolsillo.
—Bueno, de modo que aquí hay más
de lo que me figuraba. Te he visto inclinar
la cabeza, escuchando. De momento, he
creído que tenías unaradio auricular, Pero,
después, cuando has empezado a
reaccionar, he dudado. Seguiremos lapista
de esto, y encontraremos a tu amigo.
—¡No! —gritó Montag, y abrió el
seguro del lanzallamas.
H e t wit c he d t he s afe t y c atc h
Be at t y m i r ó r á pi dam e nt e l o s
o n t he f l am e - t hr o we r. Be at t y de do s de M o nt ag y s e l e a br i e gl an c e d i ns t ant l y at M o nt ag’s r o n un po c o l o s o j o s , aun que
f inge rs and his e ye s wide ne d the 55 de un m o do c as i i m p e r c e pt i f ai nt e s t bi t . M o n t a g s a w t h e bl e . M o n t ag advi r t i ó e l ge s t o
s ur p r i s e t h e r e a nd hi m s e l f de s o r p r e s a y s e m i r ó un m o glanc ed to his hands t o s ee what m e n t o l a s m a n o s . Q u é o t r a
n e w t h i n g t he y h a d d o ne . c o s a ha bí an he c h o ? M á s t a r de
Th i nk i n g b ac k l at e r h e c o u l d 60 nun c a pu do d e c i r s i e l i m p ul neve r de ci de whe t he r t he hands s o f i nal que l o l l e vó a l c r i m e n
o r Be at ty’s r eact i on t o the hands ha bí a ve ni do d e l a s m a no s o
gave hi m t he f inal pus h to war d d e l a r e a c c i ó n de B e a t t y. E l
m ur de r. The las t r ol l i ng thunde r ú l t i m o t r u e n o d e l d e r r um b e
o f t h e aval anc he s t o ne d do wn 65 pas ó c o n un r ui d o de pi e d r as
a bo ut h i s e a r s , no t t o u c h i n g j u nt o a s u s o í do s , s i n a l c a nhi m .
zar l o .
Abr i ó
el
s e gur o
de l
l an zal l am as .
Be at t y
miró
i ns t aná ne am e nt e l o s d e do s de
M ontag, y sus oj os s e abr ie ro n
levemente . Montag vio la sorpresa
que e xpr e s aban y, a s u ve z, s e
m i r ó l as m ano s , par a ve r qué
hab í an e s t ado hac i e ndo . M ás
t ar de , a l r e c apac i t ar s o br e l a
e s c e na, M o nt a g nu nc a p udo
dec idir si f uero n las manos o la
reacción de Be atty para c on ell as,
lo que le impuls ó def ini tivarnente al
c ri me n. E l úl t im o der rum ba m ie nt o
de la a val anc ha re sonó en sus oídos,
si n afe cta rl e.
Be at t y gr i nne d hi s m o s t
charm ing gr in. “We ll, that’s o ne
way to get an audience. Hold a gun
on a man and for ce him to listen
t o yo ur s pe e c h . Spe e c h away.
What’ll it be thi s time? Why don’t
you belch Shakes peare at me, you
fumbling snob? ‘There is no terror,
Cassius, in your threats, for I am
ar m’d so s tr ong i n ho ne st y that
Be at t y m o s t r ó s u s o nr i s a
m á s a t r a c t i va .
—Bueno, éste es un buen sistema
para conseguir un auditorio. Apunta a
un hombre y oblígale a escuchar su
discurso. Suéltalo ya. ¿De qué se tratará,
esta vez? ¿Por qué no me recitas a
Shakespeare, maldito estúpido?No hay
terror, Casio, en tus amenazas, porque
estoy tan bien armado de honestidad
50
70
75
97
Beatty sonrió mostrando los dientes
con la más encantadora de sus sonrisas.
—Bueno, un modo de tener un auditorio. Apuntas a un hombre con un arma
y lo obligas a escuchar tu discurso. Habla. ¿Qué será esta vez? ¿Por qué no
me vomitas un poco de Shakespeare,
snob chapucero? «No [136] temo,
Cassio, tus amenazas. Me protege de tal
modo la honestidad que tus palabras me
—¡No! —exclamó Montag—.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
they pass by me as an idle wind,
which I respect not!’ How’s that?
Go ahead now, you se co nd- hand
li tte rateur, pul l the tr igger.” He
took one step toward Montag.
5
M ontag only s aid, “We ne ve r
burned ri ght …”
acarician como un viento ocioso, al que
no presto atención.» ¿Qué te parece?
Adelante, literato de segunda mano,
aprieta el gatillo.
Beatty dio un paso adelante.
Montag sólo dijo:
—Nunca quemamos con razón...
tr. de Alfredo Crespo
que pasan junto a mí cual una tenue
brisa, que no me causa respeto. ¿Qué
te parece?Adelante, literato de segunda
mano, aprieta el gatillo.
Adelantó un paso hacia Montag.
Montag sólo pudo decir:
—Nunca habíamos quemado...
“H and i t o ve r , G uy, ” s a i d 10
—Dame eso, Guy —le dijo Beatty
Be att y wit h a fi xed s mil e.
con una sonrisa de hielo.
And t hen he was a s hr i e ki ng
bl aze , a j um p i n g, s pr aw l i n g,
gibbe r ing m anni ki n , no l o nge r 15
hum an o r kno wn , al l wr i t h i ng
fl ame on t he lawn as M ontag shot
o ne co nt inuous puls e o f li qui d
fi re on hi m. The re was a hi ss li ke
a gr e at m o u t hf ul o f s p i t t l e 20
ba ng i ng a r e dh o t s t o ve , a
bubbl ing and f ro thing as if s al t
ha d be e n p o u r e d o ve r a
mo nst rous black snail to cause a
ter rible liquef actio n and a boil ing 25
ove r of yell ow f oam. Mont ag s hut
his e ye s , shoute d, shout ed, and
fo ught t o get his hands at his ears
t o c l am p and t o c ut a way t he
s ound. Beatt y f lo ppe d ove r and 30
over and o ver, and at last twist ed
in on hi ms elf li ke a c harre d wax
do ll and l ay si lent.
Y, de pronto , Be atty fue un r espl andor que c hil laba, un maniquí
saltarí n que caí a con lo s brazos y
pi ernas abie rto s, una llama r eto rc i da e n e l c é s pe d m i e nt r as
Mo ntag l e l anzaba c ont inuame nte un c hor ro de fuego l íquido . Se
s int ió un si s eo , c om o e l de un
salivazo e n una es tuf a al r oj o, un
burbuje o e spumante , c omo s i hubi e s e n ar r o j a do s a l s o b r e un
mons truoso c aracol negro, pr ovocando una ter ri ble li cuefacci ón y
un he rvor de espum as amari llas.
Mo ntag cer ró los ojos , gritó , gr itó , y s e l levó l as manos a lo s o ído s para no o ír. Be att y se sac udi ó una y otr a vez, y al fi n s e r eto rci ó sobre sí mi smo , c om o una
calci nada muñeca de ce ra, y quedó te ndido en si le nci o.
Y, entonces, se produjo una
estridente llamarada, y un muñeco
saltarín, gesticulante, ya no humano ni
identificable, convertido en una
llamarada, se retorció sobre el césped,
en tanto que Montag lanzaba contra él
un chorro continuo de ardiente líquido.
Se produjo un siseo como cuando un
escupitajo cae sobre el hierro ardiente
de una estufa, un borboteo y un
espumear, como si se hubiese echado
sal sobre un monstruoso caracol negro
Para producir una terrible licuación y
un hervor sobre la espuma amarilla.
Montag cerró los ojos, gritó, gritó y
forcejeó Para llevarse las manos a los
oídos, para aislarse de aquel ruido.
Beatty giró sobre sí mismo una y otraY
otra vez, y, por último, se contrajo sobre
sí mismo como si fuera un muñeco
achicharrado y quedó silencioso.
The o the r two fi rem en di d not
m ove .
Los otros dos bomberos no se habían movido.
Los otros dos bomberos no se
movieron.
Mo ntag ke pt his sicknes s do wn
Montag se sintió enfermo, pero se
l ong eno ugh t o ai m t he f l am e - dominó y apuntó con el lanzallamas.
thro we r. “Turn aro und!”
40
—¡Vuélvanse!
Montag contuvo su mareo el tiempo
suficiente para apuntar con el lanzallamas.
—¡Volveos de espaldas!
The y t ur ne d, the ir face s l ike
bl anc he d m eat , s tr eam ing s weat;
he be at their heads, knocking o ff
their helm ets and bri ngi ng them 45
down on t he m s el ve s. The y fe l l
and l ay wi tho ut mo ving.
Los bomberos se dieron vuelta, con
rostros como carne escaldada, sudando a chorros. Montag les golpeó las cabezas y los cascos rodaron por el suelo. Los hombres cayeron y allí se quedaron, inmóviles.
Ambos obedecieron, con sus rostros
totalmente descoloridos y húmedos de
sudor; Montag les quitó los cascos y
les golpeó en la cabeza. Ambos cayeron
sin sentido. Ambos permanecieron
tendidos y sin movimiento
Th e b l o wi n g o f
autum n leaf.
50
El susurro de una única hoja en el
otoño.
El susurro
o t o ñ al .
He turned and t he Mec hanic al
Ho und was t her e.
It was hal f ac r o s s t he l awn,
c o m i n g f r o m t he s ha do w s , 55
m ovi ng wi t h s uc h dri f ti ng e as e
t hat i t was l i ke a s i ngl e s o l i d
cl oud of bl ack-gr ey smo ke blo wn
at hi m i n sil enc e.
Mo ntag se vo lvió . El Sabue so
Mecánico estaba e n mitad del jardín, saliendo de las sombras, moviéndose o deslizándose con tal facilidad que parec ía una nube [137]
sólida de humo negro y gri sáceo
que venía hacia é l empujada por un
viento silencioso.
Montag se volvió y el Sabueso
Mecánico estaba allí.
Es taba atr ave sando el cé spe d,
s u r gi e n do de l a s s o m b r a s ,
mo vié ndose co n t al suavi dad que
parec ía una s óli da nube de humo
bl anc o gri sác eo que f lo tar a hac ia
él en si le nci o.
Al fin el Sabueso dio un salto en
el aire, hasta un metro por encima
de la cabeza de Montag, y cayó sobre él abriendo sus patas de araña y
mostrando el fiero y único diente de
la aguja de procaína. Montag lo recibió con una flor de fuego, un único y asombroso capullo que se abrió
en pétalos amarillos, azules y anaranjados y envolvió al perro metálico en un caparazón nuevo. El Sabueso golpeó a Montag y lo arrojó con
su lanzallamas contra el tronco de
un árbol. Montag sintió que el animal le buscaba y aferraba la pierna
y le clavaba la aguja un momento
antes de que el fuego lo hiciese saltar en el aire, quemándole los hue-
El Sabueso pegó un último salto y
cayó sobre Montag desde arriba, con
las patas de araña alar gadas y 1a
aguja de procaína asomando en su
enfurecido morro. Montag lo recibió
con un cho rro de fuego , un s olo
c ho rr o que se abr ió e n pé talo s
amarillos, azules y anaranjados en
torno al perro de metal, que golpeó
contra Montag y le hizo retroceder
tres metros, hasta chocar contra el
tronco de un árbol; pero no soltó el
lanzallamas. Montag sintió que el
Sabueso se apoderaba de una de sus
piernas y, por un instante, clavaba su
aguja en el antes de que el fuego
lanzara al Sabueso por el aire, hiciera
estallar sus huesos de articulaciones
35
a s i ng l e
de
una
hoja
60
It made a single l ast le ap into
the air, c om ing do wn at Mo nt ag
fr om a goo d t hre e fee t o ve r his
he ad, i ts spi de re d l egs re ac hing,
the proc ai ne nee dle snapping o ut
i t s s i ngl e angr y t o o t h. M o nt ag
caught it wit h a bloo m of fir e, a
s i ngl e wo ndr o u s bl o s s o m t hat
c url e d i n pe t als o f ye l l o w and
bl ue and o range about the met al
do g, cl ad it in a new c ove ring as
i t s l am m e d i n t o M o n t a g a nd
thre w him t en fe et bac k against
t he b o l e o f a t r e e , t aki n g t he
f l am e - gun wi t h hi m . H e f e l t i t
s c r abbl e and s e i ze hi s l e g and
st ab the needle in fo r a m ome nt
befo re the fire s napped the H ound
65
70
75
98
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
up in the air, bur st it s met al bo nes
at t he j o i nt s , and bl e w out i t s
inter io r i n t he si ngl e f lus hi ng of
r e d c o l o ur l i k e a s kyr o c k e t
fas tene d to the str eet. Montag lay 5
wat c hi ng t he de ad- al i ve t h i ng
fi ddl e t he ai r and die . Eve n now
it se eme d to want t o get back at
hi m a nd f i ni s h t he i n j e c t i o n
whic h was no w wor king thr ough 10
the f le sh of hi s l eg. H e f elt all of
the m ingle d r eli ef and horr or at
havi ng pull ed back o nl y i n ti me
to have just his knee sl amm ed by
the f ender of a car hurt ling by at 15
ni n e t y m i l e s a n ho u r. H e was
af rai d to get up, afr ai d he m ight
no t be abl e t o gai n his fe et at al l,
wi t h an an ae s t h e t i ze d l e g. A
nu m b ne s s i n a n um b ne s s 20
ho llo we d i nto a numbnes s…
And now… ?
sos metálicos y destrozándole las
entrañas en una corola de fuego rojo,
como un cohete del espacio que no
pudiese dejar la calle. Montag, tendido en el césped, esperó a que aquella cosa viva y muerta jugara en el
aire y muriese. Aún ahora parecía
querer volverse hacia él y terminar
de darle la inyección que estaba invadiéndole la pierna. Sintió todo el
alivio y horror de haber retrocedido
justo a tiempo, de modo que el guardabarros del coche —que había pasado a ciento cincuenta kilómetros
por hora— sólo le había tocado la
rodilla. Tenía miedo de levantarse,
miedo de no poder tenerse en pie con
una pierna anestesiada. Un entumecimiento dentro de un entumecimiento que se ahondaba en un entumecimiento...
¿Y ahora...?
The st r e e t e mpt y, t he ho us e
burnt li ke an ancie nt bit o f s tages ce ner y, t he ot he r ho me s dark,
the H ound her e, Be att y the re, t he
three other firemen another place,
and t he Salam ander… ? H e gazed
at t h e i m m e ns e e ngi ne . Th at
wo ul d have t o go, to o.
tr. de Alfredo Crespo
de me tal, des parr am ando s u
mecanismo interior como un cohete
ar roj ado e n plena cal le. M ont ag
pe rmanec ió tendi do, obser vando
cómo el aparato se agitaba en el aire
mo ría. Inc lus o e nt onc es parec ía
querer volver junto a el y terminar la
inyecció n que empezaba a causar
ef ect o e n l a c arne de su pi erna.
Montag experimentó una mezcla de
ali vi o y de hor ro r po r habe r
retrocedido justo a tiempo para que
sólo su pierna fuera rozada por el
parachoques de un automóvil que
pasó a ciento cuarenta kilómetros por
hora. Temía levantarse, temía no ser
capaz de volver a ponerse en pie,
debido a su pierna anestesiada Un
entume ci mi ento dentr o de o tr o
entume ci mi ento ,
y
as í
sucesivamente...
¿Y ahora ... ?
La c al le de s ie rt a, l a c as a que m ada c om o una vi e ja e s ce nograf ía, las o tr as casas e n la so mbra,
e l Sabues o aquí, Be at ty aquí , lo s
t re s bo mber os e n o tr o lugar, y l a
Sal amandr a. . . M i r ó l a m áqui na
e no r m e. Eso t ení a que de s apar ec e r t am bi én. [1 38 ]
La c al l e vac í a , l a c as a
tot almente quemada, los otros ho
gar e s o sc uro s , e l Sabues o al lí ,
Beat ty m ás al l á, l os ot r os t re s
bo m be r o s e n o tr o s i t i o . ¿Y l a
s al am and r a? M o nt ag m i r ó e l
enor me vehículo. Tambi én tendría
que marcharse.
We ll, he thought, le t’s se e how
Bue n o , pe n s ó , ve am o s c ó m o
badl y o ff yo u are . On yo ur fe et 35 e s t o y. D e pi e . D e s pac i o , d e s no w. Eas y, easy… ther e.
pac i o . . . as í .
«Bueno —penso—, veamos cómo
estás. ¡En piel Con cuidado, con
cuidado... Así.»
He st oo d and he had o nl y o ne
le g. The ot he r was l ike a c hunk
of burnt pine -l og he was c arr yi ng
al o ng as a pe n an c e f o r s o m e
o bs c ur e s i n . W he n he put hi s
we ight o n it, a sho wer o f s ilver
ne edl es gushe d up the le ngth of
the c al f and went off in the kne e.
H e we pt . Co m e o n! C o m e o n,
yo u, yo u c an’t stay her e!
Est aba de pie s obr e una s ol a
pie rna. La o tr a er a un quem ado
m ader o de pi no que ar r as tr aba
c om o una pe nit e nc i a po r al gún
os curo pe cado . Se apoyó so bre el
m ader o y una co rr ie nt e de aguj as de pl at a le s ubió por l a pi er na y s e l e c l avó e n l a r odi l l a.
M o nt ag s o l l o zó . ¡Vam o s ! ¡Vam os , no pue de s que dart e aquí !
Se levantó y descubrió que sólo
tenía una pierna. La otra parecía un
tronco de árbol que arrastraba como
pe nit e nc i a c o m o al gún pec ado
cometido. Cuando apoyó su pie en
ella, una lluvia de alfileres de plata
l e at raves ó la panto r r il l a hast a
local izarse e n la rodilla. Mo ntag
lloró. «¡Vamos! ¡Vamos, no puedes
quedarte aquí!»
A few ho us e-l ights wer e goi ng
Unas po cas l uce s se encendí an
on again down t he str eet, whether 50 aho ra e n las casas de l a call e, ya
fr om t he i nci dent s just pass ed, or fues e por lo s inc identes que ac abe cause of the abnorm al si lence baban de oc ur ri r, o po r el s il enfo ll owing t he fi ght, M ont ag did c io ano rm al que había s uc edido
no t kno w. He hobbl ed aro und t he a l a lucha. M ont ag l o igno raba.
ruins , sei zing at his bad l eg when 55 Cam inó tambal eándos e entr e las
it lagged, talking and whi mpe ri ng ruinas, y tom ándos e l a pie rna doand s ho uti ng di rec tio ns at it and l or ida cuando é st a se l e quedaba
cursi ng it and ple adi ng wit h it to at rás , hablando y que j ándo se y
wo rk f or hi m no w whe n i t was r ogándo le que t rabajara par a él .
vi t al . H e h e ar d a n um b e r o f 60 O yó a una ge nt e que l l o r aba y
pe opl e crying o ut in the darkne ss gri taba e n la o sc uri dad. Lle gó al
and s ho ut i ng . H e r e ac he d t he pat io det rás de l a casa y s al ió al
back yar d and the al le y. Beatt y, c al l e j ó n. Be at ty, pe ns ó , ya no
he thought , you’re not a pr obl em e re s un pro bl em a. Tú m is mo l o
no w. You always sai d, do n’t face 65 dec ías, no enfr ente s lo s pr oble a pro blem , burn it. We ll, now I’ve m as , quém al os . Bueno, hic e las
do ne bot h. Go od- bye , Captai n.
dos c os as . Adió s, c apit án.
Las luces de algunas casas volvían
a encenderse calle abajo, bien a causa
de los incidentes que acababan de
ocurrir, o debido al silencio que había
se gui do a la luc ha. Mo nt ag lo
ignoraba. Cojeó por entre las ruinas
tirando de su pierna maltrecha cuando
le faltaba, hablando, susurrando y
gritando órdenes a aquel miembro, Y
maldi cie ndo y ro gándol e que
funcionara, cuando tan vital resultaba
para él. Oyó una serie de personas que
gritaban en la oscuridad. Montag llegó
al patio po ste rio r Y al c all ejó n.
«Beatty —pensó—, ahora no eres un
problema. Siempre habías dicho: «No
te enfre nt es con un pr oblem a,
quémalo.» Bueno, ahora he hecho
ambas cosas. Adiós, capitán.»
An d h e s t um bl e d a l o n g t he
al ley in t he dar k.
Y se perdió trastabillando en el callejón oscuro.
Y se alejó cojeando por el lúgubre
callejón.
Cada vez que apoyaba la pierna,
una carga de pólvora le est allaba
dentro, y pensaba: eres un tonto, un
condenado tonto, un terrible tonto,
un idiota, un terrible idiota, un con-
Cada vez que apoyaba e l pi e
e n e l s uel o , un puñal se cl avaba
e n s u pi e r na. Y Mo nt ag pe ns ó :
« Er e s u n t o n t o , un m a l d i t o
t o n t o , un i d i o t a , u n m al d i t o
A sho tgun blast we nt off i n his
le g e ve ry tim e he put i t down and
he thought , you’re a fo ol, a damn
fo ol, an awful foo l, an idiot , an
awful idio t, a damn idio t, and a
25
30
40
45
70
75
99
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
f o o l, a damn f o o l ; l o o k at t he
me ss and where ’s the m op, lo ok
at the m es s, and what do yo u do?
Pr ide, dam n it , and te mper, and
yo u’ve junked i t all, at t he ve ry 5
st art you vom it on everyone and
o n yo ur s e l f. But e ve r yt hi ng at
once, but eve ryt hi ng one o n t op
o f ano t he r ; Beatt y, t he wo m en,
Mil dred, Clarisse , everything. No 10
e xc us e , t ho u gh, no e x c us e . A
f o o l , a da m n f o o l , go gi ve
yo urs el f up!
tr. de Alfredo Crespo
denado idiota, y un tonto, un condenado tonto. Mira lo que has hecho,
y no sabes dónde está el estropajo.
Mira lo que has hecho. Orgullo, maldita sea, y mal humor, y lo ensuciaste todo. Desde un principio vomitaste sobre los demás y sobre ti mismo. Y todo de una vez, una cosa sobre ot r a. Beat ty, l as m uje r es ,
Mildred, Clarisse, todo. No hay excusas, no hay excusas. Un tonto, un
condenado tonto. Puedes darte por
vencido. [139]
i di o t a. En b ue n l í o t e ha s
m e t i d o . ¿Q u é p u e d e s h a c e r
aho r a ? P o r c ul p a de l o r g ul l o ,
¡ m a l di t a s e a! , y d e l m a l
c ar ác t e r. Y l o has e s t r o pe ado
t odo .
A pe n as
c o m i e n z as ,
vom i tas t o do s y so bre ti mi s mo .
P e r o , t o do a l a ve z , t o do ,
j untam ent e, Be at ty, l as muj er es ,
M il dre d, Clar is s e, Si n e m bar go ,
no hay e xc us a, no hay e xc us a.
¡Un maldito tonto ! Ve a entregarte
por propia voluntad.
N o , we ’l l s ave what we c an, 15
No, salvaremos lo que se pueda, hawe ’ll do what ther e i s l eft t o do. remos lo que quede por hacer. Si teneIf we have t o bur n, le t’s t ake a mos que quemar, arrastremos a unos
fe w m or e with us . Her e!
pocos más con nosotros. ¡Ah!
»No, salvaremos lo que podamos,
har emos lo quese deba hacer. Sí
hemos de arder, llevémonos a unos
cuantos con nosotros. ¡Ea!»
He re mem ber ed the books and 20
Rec or dó l os l ibro s
t u r ne d bac k. J u s t o n t h e o f f y
r e gr e s ó .
P o r
s i
chance .
ac as o.
Rec or dó lo s l ibro s y
r et ro c edió .
P or
s i
acaso.
He found a fe w books where he
had l e f t t he m , ne ar the garde n
f enc e. M il dre d, G od bl e s s her,
had misse d a f ew. Fo ur bo oks st ill
l a y h i dd e n whe r e he ha d p ut
them. Vo ic es wer e wail ing i n t he
ni ght and fl as hb e am s s wi r l e d
abo ut. Ot her Sal amande r s wer e
r oar ing the ir engi ne s f ar away,
and po l ic e s ir e ns we r e c ut ti ng
their way acr oss to wn wi th the ir
sire ns.
Enc o nt r ó uno s po c o s do nde
l os había dej ado, junt o a la c er c a. Mi l dr e d, be ndi t a f ue s e, lo s
había pas ado po r alt o. Cuatr o li br o s e s t a ban aún e n s u s i t i o .
U nas vo ce s so ll o zaban en l a no c he , y lo s rayo s de unas li nt er nas s e pas eaban po r l as c e rc anías. O t ras Salam andr as rugí an,
m uy l e jo s, y las s ir e nas de lo s
c oc he s po li ci al es atr aves aban l a
c i udad.
Encontró unos cuantos allí donde
los había dejado cerca de la verja del
jardín. A Mildred, Dios la bendiga, la
habían pasado por alto. Cuatro libros
estaban ocultos aún, donde él los había
dejado. Unas voces murmuraban en la
noche, y se veía el resplandor de los
hac es de unas l internas. Ot ras
salamandras hacían sonar sus motores
en la lejanía, y las sirenas de la Policía
se abrían paso con su gemido a través
de la ciudad.
Montag tomó los cuatro libros que
quedaban y se fue cojeando,
sacudiéndose, cojeando callejón abajo. De pronto cayó, como si le hubiesen cortado la cabeza y sólo el cuerpo
estuviese allí tendido en el callejón.
Algo en su interior lo había obligado a
detenerse, arrojándolo al suelo. Se quedó donde había caído y sollozó, con las
piernas recogidas, la cara apretada ciegamente contra la grava.
Mo nt ag c o gi ó l o s c uat r o
l i br o s r e s t ant e s y c o j e ó y s al t ó
c al l e j ó n abaj o y, de r e pe nt e , l e
pa r e c i ó c o m o s i l e hu bi e s e n
c o r t a do l a c ab e z a y s ó l o s u
c ue r po e s t uvi e s e al l í . Al go e n
s u i nt e r i o r l e i nduj o a
de t e ne r s e y, l ue go , l e aba t i ó .
P e r m ane c i ó do nde habí a c aí do ,
c o n l a s pi e m as do b l ada s y e l
r o s t r o hundi do e n l a gr ava.
M o nt a g
t o o k t he
f o ur
r e m ai ni ng bo o ks an d ho ppe d,
jo lte d, ho ppe d his way down t he
al ley and sudde nly fe ll as if his
head had be en c ut o ff and o nly his
bo dy lay t her e. Som ething i nsi de
ha d j e r ke d hi m t o a h al t a nd
fl opped him do wn. H e l ay whe re
he had f all en and so bbe d, his le gs
folde d, his f ace press ed blindly to
the grave l.
25
30
35
40
45
Be att y want ed to di e.
Beatty quería morir.
Beatty había deseado morir.
50
In t he m i ddl e o f t he c r yi ng
E n me di o de l l l an t o ,
M o nt ag k ne w i t f o r t he t r ut h. M o n t a g s u p o q u e a s í e r a .
Be att y had wante d t o die . H e had B e at t y h a b í a q u e r i d o m o r i r .
just sto od the re, not re all y t ryi ng S e h a b í a q u e d a d o a l l í , s i n
to save hi mse lf, j ust st ood t her e, 55 m o ve r s e , s i n t r a t a r r e a l m e n j o ki n g,
ne e dl i n g,
t ho ug ht t e d e s a l va r s e , b r o m e a n d o ,
M o nt a g, and t h e t ho ugh t w as c h a r l a n d o , p e n s ó M o n t a g .
enough t o sti fle hi s s obbing and E s e p e n s a m i e nt o b as t ó pa r a
l e t h i m pa us e f o r a i r . H o w q ue d e j ar a de l l o r ar y s e de st range, s trange, to want to die so 60 t uvi e s e a t o m a r al i e n t o . Q u é
m uc h t h at yo u l e t a m an wal k e x t r a ñ o , q u é e x t r a ñ o , t e n e r
ar ound arm ed and then inste ad of t a nt as g an as de m o r i r . P e r m i shutt ing up and st ayi ng ali ve , you t i r q ue u n h o m br e vay a ar m a go o n ye l l i ng at pe o pl e a nd d o , y l ue g o , e n ve z d e c a l l ar making f un of them unt il yo u get 65 s e y c u i d ar s e , s e g ui r gr i t an them mad, and the n…
d o y bu r l án do s e , y l ue go . . .
At a di stance , running fee t.
A lo lejos, unos pies que corrían.
Mo ntag sat up. Let ’s get o ut of
her e . Co me on, ge t up, get up,
yo u just can’t s it! But he was sti ll
c r yi n g and t h at ha d t o be
fi nis hed. It was go ing away no w.
H e hadn’t want e d t o kil l anyo ne ,
n o t e ve n B e a t t y. H i s f l e s h
gri ppe d hi m and s hrank as i f i t
had be e n pl u nge d i n a c i d. H e
70
75
Montag se sentó. Salgamos de aquí.
Vamos, levántate, levántate, ¡no puedes quedarte sentado! Pero lloraba de
nuevo y había que acabar con eso de
una vez por todas. Ya estaba mejor. No
había querido matar a [140] nadie, ni
siquiera a Beatty. Las carnes se le retorcieron y encogieron, como si se las
hubiesen metido en un ácido. Sintió
100
En medio de su sollozo, Montag
comprendió que era verdad. «Beatty
quería morir. Permaneció quieto allí,
sin tratar de salvarse. Se limitó a
per m ane c er al l í, br o m eando ,
hostigándole», pensó Montag. Y este
pe nsami ent o f ue sufic iente para
acall ar sus s ollozos Y permit irle
hacer una pausa para respirar. ¡Cuán
extraño desear tanto la muerte como
para permitir a un hombre andar a
su alrededor con armas, y, luego, en
vez de c allar y per manec er vi vo,
empezar a gri tarle a la gente y a
burlarse de e lla hasta c ons eguir
enfurecerla! Y entonces...
A lo lejos, ruido de pasos que corrían.
Montag se irguió. «Larguémonos
de aquí. Vamos, levántate, levántate,
no puede s quedarte ahí s entado.»
pero aún estaba llorando, y había que
terminar aquello. Iba a marcharse.
No había querido matar a nadie, ni
siquiera a Beatty. Se le contrajo la
c ar ne, co m o s i l a hubi e ran
s um e rgi do en un áci do. Si nti ó
B’s Farenheit
1 gag, m uzzle restraint put into a person’s m outh to prevent
speaking or shouting
2 gag joke, laugh, jest , jape a hum orous anecdote or remark
intended to provoke laughter; «he told a very
fun ny jo ke»; «he knows a m i llio n gag s»;
«t ha nk s for t he la ug h» ; «he l au gh ed
un ple asa ntl y a t h iso wn jes t»; «e ven a
schoolboy’s jape is supposed to have som e
ascertainable point»
1 ga g, he ave, re t ch m ake an unsuc cessful ef fort to v om it;
strain to vom it
2 ga g, choke cause to retch or choke
3 ga g, choke, st rangle, suffocat e struggle for breath; have
insufficient oxygen intake; «he swallowed a
fishbone and gagged»
4 gag, quip m ake jokes or quips; «The students were gagging
during dinner»
5 gag, m uzz le tie a gag around someone’s m outh in order
to silence them ; «The burglars gagged the
hom e owner and tied him to a chair»
6 gag, choke, fret be too tight; rub or press; «This neckband
is choking the cat»
7 ga g, m uzz le preven t from spe aking out; «The pres s was
gagged»
tr. de F. Abelenda
gagged. He saw Beatty, a torch, not
moving, fluttering out on the grass.
He bit at his knuckles. I’m sorry,
I’m sorry, oh God, sorry…
tr. de Alfredo Crespo
náuseas. Veía aún a Beatty, una antorcha que se agitaba en la hierba. Se
mordió los nudillos. Lo siento, lo siento, oh Dios, lo siento...
náuseas. Volvió a ver a Beatty, convertido en
antorcha, sin moverse, ardiendo en la hierba.
Montag se mordió los nudillos. «Lo siento, lo
siento. Dios mío, lo siento ... »
Tr ató de volver a unir t odas l as
co sas , de regre sar a la vi da no rmal de hac ía unos poc os dí as, ante s del tamiz y la are na, e l dent ífr ic o D enham, aquel la m ari po sa
e n el oí do, l as luc ié rnagas , las
al arm as y viajes . D emasi ado para
tan po cos días, demasiado e n ve rdad par a una vi da ent er a.
Trató de encajar las pi ezas, de
vo lver a l a vi da normal de algún
tiempo atrás, antes de la criba y la
arena, del «Dentífrico Denham», de
las voces susurradas en su oído, de
las mariposas, de las alarmas y las
excursiones, demasiado para unos
breves días, demasiado para toda
una vida.
Fe et ran in the far end o f t he
all ey.
Unos pies corrían en el extremo
del callejón.
Unos pies corrieron en el extremo
más alejado de] callejón.
“G e t up !” he t o l d h i m s e l f .
“D amn i t, get up!” he s aid to t he 20
l eg, and st o od. The pai ns wer e
spike s dri ven in the kne ecap and
t he n o nl y dar ni ng ne e dl e s and
t h e n o n l y c o m m o n , o r d i na r y
s a f e t y p i n s , and af t e r h e h ad 25
dr agge d al o ng f i f t y m o r e ho ps
and jum ps, f ill ing his hand wi th
sl i ver s f rom the board f enc e, t he
pr i c k l i ng was l i ke s o m e o ne
bl owi ng a s pray o f scaldi ng wat er 30
o n t hat l eg. And the l e g was at
l ast hi s o wn l e g agai n. H e had
be en af r ai d t hat r unni ng m ight
br e ak t h e l o o s e ank l e . N o w,
suc king all t he ni ght into his o pen 35
mo ut h, and blo wi ng i t out pale ,
wi th all t he blacknes s le ft heavi ly
i ns i de hi ms e l f, he s et o ut i n a
st eady jo ggi ng pace . H e car ri ed
the boo ks in his hands.
40
— ¡Le vánt at e ! — s e di j o a s í
mi smo ——. ¡Maldi ta seas, l evántate! — le dij o a l a pier na. Se i nco rpo ró. El dolo r e ra ahora unos
cl avo s en la rodil la, y lue go só lo
unas aguj as de zur c i r, y l ue go
só lo uno s alf ile res de ganc ho, y
de spués de co jear y salt ar otr as
c i nc ue nt a ve c e s, l l e nándo s e l a
mano de as ti l l as en l a c erc a de
made ra, el cosqui lleo se trans formó en un r ocí o de agua hir vie nte . Y l a pier na er a al f in su pr opi a pi er na. Había t em ido que si
cor ría podía romperse aque l to bill o s ue lto . Aho ra, abso rbi endo la
no che po r la boc a y de vo lvi éndola co n un co lor pálido, m eti éndose en el c uer po toda aquell a pesada ne grura, lo gr ó c ami nar c on
le nti tud y se re nidad. Llevaba l os
li bro s en las m ano s.
«Le vántate —se dijo Mont ag—
. ¡Mal dita sea, levántate !» —dijo
a la pi er na. Y se puso e n pie —.
Parecía que le hundieran clavos en
la rodil la; y, luego, só lo al filer es;
y, po r ú l t i m o , un m o l e s t o
cosquille o. Y tras arrastrarse y dar
o t r a c i e n c ue nt e na d e s al t o s ,
lle nándos e la mano de ast i l l as de
la verja, la m olesti a se hizo, por
fin, sopo rtabl e. Y l a pie rna ac abó
por ser su pr opia pierna. Montag
había tem ido que si corrí a podría
r o mp e r s e
el
t o bi l l o
ins ensíbi lízado. Ahora, aspirando
l a noc he po r l a boc a abie rt a, y
exhalando un tenue aliento, pues
toda la negrura había permane cído
e n s u i nt e r i o r, e m pr e ndi ó una
c am i nat a a pa s o ac e l e r a do .
L l e va b a l o s l i b r o s e n l a s
m a no s .
5
He t r i e d t o p i e c e i t al l
t o g e t he r, t o g o ba c k t o t h e
no rmal patt ern of li fe a f ew sho rt
days ago be fo re the si eve and t he
s a nd , D e nh am ’s D e n t i f r i c e ,
mot h-voic es, f irefli es, t he alarms
and e xc ur si ons, t oo m uc h fo r a
fe w short days, t oo much, i ndee d,
fo r a li fe tim e.
10
15
slive r 1 (de carne) loncha, raja, tajada, 2 (de cristal,
madera) astilla, brizna, 3 cinta, mecha de fibras textiles, 4 borde sin pulir de un tablón
slive r 1 a long thin piece cut or split off. 2 a piece of
woodtorn from a tree or from timber. 3 a splinter, esp.
from an exploded shell. 4 a strip of loose textile fibres
after carding.
v.tr. & intr. 1 break off as a sliver. 2 break up into slivers.
3 form into slivers.
silve r cortar en tiras, desgajarse, romperse
He thought of Fabe r.
Recordó a Faber.
Fabe r was bac k t he r e i n t he
st eam ing l ump of tar t hat had no 45
nam e o r i de nt i t y no w. H e had
bu r nt F abe r, t o o . H e f e l t s o
sudde nly s hoc ked by this that he
fe lt Faber was really dead, baked
li ke a roach in t hat s mal l gre en 50
c aps ul e s ho ved and l o st i n t he
po c ke t o f a m an who was no w
no t hi n g b ut a f r am e s k e l e t o n
st rung wit h asphal t t endons.
Pensó en Faber.
Fabe r quedaba all á e n e l hume ante m ontó n de alqui tr án s in
identidad ni nombre. Había quemado también a Fabe r. La idea lo sacudió de tal modo que sintió que
Faber estaba realmente muerto, coc i nado c om o una c ucar ac ha e n
aquella capsulita verde, en el bolsillo de un hombre que ahora era
sólo un esqueleto atado por tendones de asfalto. [141]
Faber estaba en aquel humeante
montón de carbón que carecía ya de
identidad. Había quemado a Faber
también. Esta idea le im presionó
tanto que tuvo la sensación de que
Faber es taba muer t o de ve rdad,
t ot alm e nt e c o ci do e n aque ll a
diminuta cápsula verde perdida en
bols illo de un hombre que ahora
apenas si era un esqueleto, unido con
tendones de asfalto.
No
debe s
o lvidarl o,
quémalo s o t e quemarán,
pe ns ó . Es o e s t o d o .
«Tienes que recordarlo: quémalos o
te quemarán —pensó Montag—. En este
momento, resulta así sencillo.»
Buscó en sus bolsillos. El dinero
estaba allí, en un bolsillo, y en el otro
encontró el caracol donde la ciudad se
hablaba a sí misma en la madrugada
desapacible y negra.
Buscó en sus bolsillos: el dinero
seguíaallí. y en otro bolsillo, encontró la
radio auricular normal con, que la ciudad
hablabaconsigo mismaen lafríasoledad
de la madrugada.
70
—Alerta, policía. Un fugitivo en la
ciudad. Culpable de as esinat o y
crímenes contra el Estado. Nombre:
Guy Montag. Ocupación: Bombero.
Visto por última vez en...
—Policía, alerta. Se busca: fugitivo
en la ciudad. Ha cometido un asesinato
y crímenes contra el Estado Nombre:
GuyMontag. Profesión: bombero. Visto
por última vez...
He ran ste adi ly fo r s ix bl ocks,
i n t he al le y, and the n the al le y
o pe ne d o ut o n t o a wi de em pt y
t ho r oughf ar e t en lanes wi de . It 75
s e e m e d l i ke a bo at l e s s r i ve r
fr ozen ther e i n the r aw li ght of
t he hi gh whi t e ar c - l am ps ; yo u
Montag corrió sin detenerse durante
seis manzanas, y al fin el callejón se
abrió en una avenida, ancha como diez
call es. Parecía un río sin
embarcaciones, helado bajo la luz fría
de las grandes lámparas de arco. Uno
puede ahogarse si intenta cruzarla,
Mo ntag c orr ió si n dete ner se
durante seis manzanas, siguiendo el
callejón. Y, después, éste se abrió
sobre una amplia avenida, ancha como
seis pistas. «A la cruda luz de las
lámparas de arco parecía un río sin
barcas; había el peligro de ahogarse
55
Yo u must rem embe r, bur n them
or t he y’l l bur n yo u, he thought.
Ri ght now it’s as sim pl e as t hat.
H e se ar ched his poc ke ts , the
money was there, and in his other
pocket he found the usual Seashell
upon which the city was talking to
itself in the cold black morning.
60
65
“Police Alert. Wanted: Fugitive
in city. Has committed murder and
cr ime s agains t t he St ate . Nam e:
Guy Montag. Occupation: Fireman.
Last seen…”
101
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
co uld dr own tr ying t o c ros s i t, he
fe lt; i t was to o wide , it was t oo
open. It was a vas t s tage wit ho ut
s c e ne r y, i nvi t i ng hi m t o r un
ac ros s, easil y s ee n i n t he bl azi ng
i l l um i n at i o n, e as i l y c a ugh t ,
easil y sho t down.
5
tr. de Alfredo Crespo
pensó; es demas iado ancha; es
7demasiado abierta. Un vasto escenario
sin decorados que lo invitaba a cruzar,
a correr, a ser visto fácilmente bajo
aquella iluminación deslumbrante, a
ser fácilmente apresado, fácilmente
derribado por una bala.
The Seashell hummed in his ear.
El ca ra col le zumbó e n e l oído.
tratando de cruzarla», pensó Montag.
Era dem asiado ancha, de masi ado
abierta. Era un enorme escenario sin
de cor ado s, que l e i nvi taban a
atravesarlo corriendo. Con la brillante
iluminación era fácil de descubrir, de
alcanzar, de eliminar.
La radio auricular susurraba en su oído:
10
“… Wat ch fo r a man r unning…
Wa t c h f o r t he r unn i ng m a n…
Watch f or a m an al one , o n foo t…
Watc h… ”
— . . . at e nc i ó n a un ho m b r e
que co r r e ... at e nc i ó n a un
h o m br e
s o l o...
a
pie ...
at e nci ó n. . .
—...alerta a un hombre corriendo...
Vigilen a un hombre corriendo...
Busquen a un hombre solo, a pie...
Vigilen...
Mo ntag r e t ro c e di ó a l as
s o m br a s . D e l a n t e d e é l s e
al zaba una es t ac i ó n de gas , una
br i ll ant e c ons t r uc c ió n de
po r c e l ana bl anc a. D o s c o c he s
p l a t e a d o s e nt r a b a n e n l a
e s t ac i ó n. Si que r í a c am i nar, no
c or r e r, a t r a v e s a r t r a nqu i l a m e nt e
l a a nc h a a ve n i d a , t e n í a q u e
e s t ar l i mpi o y pr e s e nt abl e .
Es t ar í a un po c o m ás s e gu r o s i
s e l a va ba y pe i n ab a a nt e s d e
i r a .. .
Mont ag volvi ó a hundirse en las
som bras. Exac tamente de lante de
él había una e stació n de servic io,
r e s p l ande c i e nt e de l uz, y do s
ve hí culo s pl at eados s e de te ní an
ant e ella para repos tar. Si que ría
andar, no c o r r er at r ave s ar c o n
cal ma la ampli a avenida, tenía que
est ar lim pio y prese ntabl e. Eso le
concedería un margen adicional de
seguridad. Si se lavaba y peinaba
ant es de seguir la marcha para ir...
¿dónde ?
15
M o nt ag pul le d bac k int o t he
shado ws. Di rec tly ahead l ay a gas
s t at i o n , a gr e a t c hun k o f
po rcel ain sno w shini ng t her e, and
t wo s il ve r be et le s pull ing in t o
fi ll up. N ow he must be cl ean and
pr ese ntable if he wished, to wal k,
no t r un, s tro ll calml y acro ss that
wi de bo u l e var d. It wo u l d gi ve
hi m an e xt ra mar gin of s afe ty if
he washe d up and c ombed his hair
be for e he went o n his way t o get
wher e… ?
20
25
Yes , he t ho ught , whe r e a m I 30
Sí,
r unni ng?
voy?
plumme t v.intr. fall or plunge rapidly. Caer en picado
n. 1 a plumb or plumb-line. 2 a sounding-line. 3 a weight
attached to a fishing-line to keep the float upright.
knead v.tr. 1 a work (a yeast mixture, clay, etc.) into dough,
paste, etc. by pummelling. b make (bread, pottery, etc.)
in this way. 2 blend or weld together (kneaded them
into a unified group ). 3 massage (muscles etc.) as if
kneading. Amasar, masajear
pensó,
¿a
dónde
«Sí —pensó—, ¿hacia dónde estoy
huyendo?»
N owhe re . Ther e was no wher e
to go , no fri end t o t ur n t o, re all y.
E xc e p t Fa be r. An d t h e n h e 35
r e a l i ze d t h at h e wa s i n de e d ,
r unni ng t o war d Fabe r ’s ho us e ,
i ns ti nc ti ve ly. But Faber c ouldn’t
hi de hi m ; i t wo ul d be s ui c i de
e ve n to t ry. But he kne w that he 40
woul d go t o se e Faber anyway,
f or a f ew s ho rt m inut es . Fabe r ’s
wo ul d b e t he pl ac e w he r e he
m i ght r e f ue l hi s f as t dr ai ni ng
bel ief in hi s own a bi l i t y t o 45
s ur vi ve . He j us t wante d to kno w
t hat ther e was a m an l ike Fabe r
i n the wor ld. H e wante d t o se e
t h e m a n al i ve and no t bur n e d
bac k ther e li ke a bo dy s he ll ed i n 50
ano t he r bo dy. And s o me of the
m oney m us t be l ef t wi th Faber,
o f c o ur s e , t o b e s p e n t af t e r
M ontag ran on his way. Pe rhaps
he co ul d make t he o pe n co untr y 55
and l ive on o r ne ar t he r iver s and
near the hi ghways , in t he f ie lds
and hil ls .
A ni nguna part e . N o habí a a
A ni ngún s i t i o . No habí a
dónde ir, ningún am igo a quie n dó nde i r, ni ngú n am i go a qui e n
b us c a r. E xc e p t o F ab e r . Y r e c u r r i r , e x c e p t o F a b e r . Y,
ento nc es c om pr endió que i ba, de entonces, advirtió que desde lue go,
ve r as , a c a s a de F ab e r , corría instintivamente hacia la casa
i ns t i nt i vam e nt e . Si n e m bar go , de Fabe r. Pe ro Faber no podrí a
Faber no po dí a e sc onde rl o. Sól o ocultarle; sólo intentarlo, sería un
intentar lo ser ía un sui cidio. Pe ro suicidio. Pero sabía que, de todos
s upo que i r í a a ve r a Fabe r de modos, iría a ver a Faber, durante
t o do s m o do s , po r un r at o . La unos breves minutos. Faber sería el
c as a de F ab e r s e r í a e l l u ga r lugar donde poder repostarse de su
do nde re cupe rarí a la f e, c ada ve z c re e nc ia, que de sapar e cí a
m enor, e n s u pr o pi a c apac i dad X rápidamente, en su propia habi li dad
para s obre vi vi r. Quer ía s aber por par a s o br e vi vi r . Só l o de s e aba
l o m e no s que habí a un ho m br e s aber que e n el m undo había un
c om o Fabe r en e l mundo. Q ue rí a hom br e co mo Fabe r. Q ue rí a ve r
ve r a l ho m b r e vi vo , y n o a l
ho m b r e
vi vo
y
no
q ue m a do c o m o un c ue r p o a c h i c ha r r ad o al l í , c o m o u n
e n c e r r ad o e n o t r o c u e r po . Y c ue r p o i n t r o d uc i d o e n o t r o
debía dej ar le un poc o de diner o c ue rpo . Y debía de jar par t e de l
a Faber, nat ur al m ente , par a que diner o a Fabe r, c laro e st á, par a
l o gast as e mi ent ras él , Mo nt ag, g as t a r l o c u an d o é l s i g ui e s e
hu í a. Q u i zá pud i e s e l l e g ar al huye ndo. Q ui zá podrí a al canzar
c am po y vivir c er c a de l os r ío s o el c am po abi er to y vivir c er ca de
l as c arr e te ras , en las c ol i nas y l os r ío s o las aut opis tas, e n lo s
prados .
c am po s y las c ol inas .
A gre at whirl ing whisper made
hi m l oo k t o t he sky.
Alzó los ojos. Algo giraba en el
cielo.
Un intenso susurro le hizo mirar
hacia el cielo.
Los heli cópte ros de la poli cía
se ele vaban allá le jos, co mo l as
m o t as de una gr i s ác e a f l o r de
c ac t o . E r an do s do c e nas que
o s c i l aban , i nde c i s o s , a c i nc o
ki ló m e t r os de di s t anc i a, co m o
mar iposas atur didas por e l oto ño,
y luego caían co mo plo madas a
t i e r r a, uno a uno , aqu í , al l á,
r o z ando s uave m e nt e e l s u e l o
donde, t ransf ormados en coches,
cor rían c hillando po r las aveni das
o, con l a mis ma rapidez, volvían
a s altar al aire, y co ntinuaban la
búsque da.
Los helicópteros de la Policía se
elevaban desde un punto tan remoto
que parecía como si alguien hubiese
soplado una flor seca de diente de león.
Dos docenas de ellos zumbar on,
oscilaron, indecisos a cinco kilómetros
de distancia, como maripo sas
desc oncert adas por el otoño. Y,
después, se lanzaron en picado hacia
tier ra, uno por uno, aquí, allí,
recorriendo las calles donde, vueltos a
convertir en automóviles, zumbaron
por los bulevares o, con igual prontitud,
volvían a elevarse en el aire para
proseguir la búsqueda.
The po l ic e hel i c o pte r s we r e
ri sing so far away that it se em ed
so meo ne had bl own the grey he ad
of f a dry dandel io n f lower. Two
do zen of the m f lur rie d, wave ring,
indec is ive , t hr ee mil es of f, li ke
but te r f l i e s puzzl e d by autum n,
and t he n t hey were pl umm eti ng
do wn to land, one by one , her e,
the re, s oftl y kneadi ng the st reets
wher e , t ur ne d bac k t o be e t le s ,
they
s h r i e ke d
al o n g
t he
bo ule vards or, as sudde nly, l eapt
back i nto the si r, cont inuing the ir
se arc h.
60
65
70
75
102
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
And her e was the gas s tati on,
i t s at t e nda nt s bu s y no w wi t h
c us t o m e r s . App r o ac h i ng f r o m 5
t h e r e a r, M o n t a g e nt e r e d t he
m e n’s w as hr o o m . Thr o ugh t he
alumi ni um wal l he he ar d a radi o
vo i c e s ay i n g, “W ar h as b e e n
de c l ar e d. ” The gas was be i ng 10
pum pe d outs ide. The m en i n the
be e t l e s we r e t al ki ng a nd t he
at te ndant s we re talking abo ut t he
e ng i n e s , t h e g as , t h e m o ne y
o we d. M o nt ag s t o o d t r yi ng t o 15
m ake hi ms el f fe el t he s ho ck o f
t h e q ui e t s t at e m e nt f r o m t he
r adio , but no thing wo ul d happen.
The war would have to wai t fo r
him t o co me t o it in his per so nal 20
f i l e , an ho ur, t wo ho ur s f r o m
no w.
Y aquí e s t ab a l a e s t ac i ó n de
ga s ,
y
los
e m pl e ad o s
o c upa do s a ho r a c o n c l i e nt e s .
A c e r c á nd o s e po r l o s f o n do s
de l a e s t a c i ó n, M o nt a g e nt r ó
e n e l c uar t o de ba ño . L a vo z
d e u n a r a d i o a t r a ve s a b a l a
par e d d e al umi ni o y de c í a:
«S e ha d e c l ar ad o l a gu e r r a . »
Se o í a e l bo m be o de l g as . L o s
ho mbr e s ha bl a ban e n l o s
c o c he s , y l o s e m pl e ad o s
ha bl aba n t am bi é n, de l o s
mo t o r e s , e l gas , e l di ne r o .
Mo nt a g, i n mó vi l , t r at ó de
s e nt i r s e s ac u d i do p o r a qu e l
t r an qui l o anunc i o , pe r o no
o c ur r i ó na da. La g ue r r a
t e ndr í a que e s p e r a r l o , u na
ho r a , d o s ho r a s .
Y all í es taba l a es taci ón de
ser vicio , con sus emple ados que
atendían a la clientela. Acercándose
por detrás, Montag entró en el lavabo
de hombres. A través de la pared de
aluminio oyó que la voz de un locutor
decía: «La guerra ha sido declarada.»
Estaban bombeando el combustible
Los hom br es , en l os vehíc ul os ,
habl aban, y lo s em pl eado s
conversaban acerca de los motores,
de l c om bus tible, del diner o que
debían. Montag trat ó de senti rse
impresionado por el comunicado de
la radio, pero no le ocurrió nada. Por
lo que a él re spect aba, l a gue rra
tendría que esperar a que él estuviese
en condiciones de admitirlo en su
archivo personal, una hora, dos horas
más tarde.
He was hed his hands and face
himself dry, making 25
litt le sound. He came out of the
was hr o o m and s hut t he do o r
c ar ef ul l y and wal ke d i nt o t he
darkness and at last stood again on
the edge of the empty boulevard. 30
Se lavó las manos y la cara y se
secó con una toalla. sin hacer ruido.
Salió del cuarto de baño y cerró con
cuidado la puerta y caminó un rato
en la oscuridad, y al fin se encontró
o tr a vez al bo rde de l a ave nida
desierta.
M o nt ag s e l avó l as m ano s y
e l ro s tr o y s e s ec ó c on la t o al la.
Sal ió
de l
l a va b o ,
ce r r ó
c u i da do s am e nt e l a pu e r t a, s e
ad e n t r ó e n l a o s c ur i d ad y s e
e n c o nt r ó e n un b o r d e d e l a
vac í a a ve ni da.
There i t l ay, a game for him to
wi n, a vas t bowli ng al le y in t he
co ol mo rni ng. The boulevar d was
as clean as t he surfac e of an ar ena 35
t wo
m i n ut e s
be f o r e
t he
appe arance o f c er t ain unname d
vi c t i m s and c e r t ai n un kno wn
kil l er s . The ai r o ver and above
the vast c onc ret e r ive r tre mbl ed 40
wi t h t he wa r m t h o f M o n t ag ’s
bo dy alone; it was incredibl e how
he f e l t hi s t e m pe r at ur e c o ul d
cause the whol e i mme diate wor ld
to
vi br at e .
He
was
a 45
pho spho re sc ent target ; he kne w
i t, he fe l t i t. And no w he m us t
be gi n his li ttl e wal k.
Allí estaba, una partida que tenía
que ganar, l a ave ni da c o mo un
ancho campo de bolos en la fresca
madrugada. La avenida estaba tan
limpia como la arena de un circo
ant es de que apareci esen cier tas
ví c ti m as anó ni m as y c i er t o s
as es inos anó ni mos E l ai r e q ue
pe s a ba s o br e e l vas t o r í o de
c e m e nt o s e e s t r e m e c í a c o n e l
c a l o r de l c u e r p o de M o n t a g.
Inc r e í bl e , pe r o M o nt ag s e nt í a
que s u te mper at ura hac ía vibrar
el m undo de alre de do r. Er a co mo
u n bl an c o f o s f o r e s c e nt e , l o
s e nt í a, lo s abía. Y aho r a de bí a
i ni ci ar s u pas ei to .
Al l í e st aba, habí a que ganar
aquella partida una inmensa bolera
en e l frí o am ane ce r. La ave ni da
e s t aba t an l i m pi a c o m o l a
superficie de un ruedo dos minutos
ante s de l a apari ci ón de c ie rt as
víc ti m as anó nim as y de c i er to s
matadores desconocidos. Sobre el
inm enso río de c emento, el aire
t e mbl aba a c ausa del c al o r de l
cuerpo de Mont ag; era inc reíble
cóm o no taba que su temperat ura
podía pr oduci r vibr aciones en el
mundo inmediato. Era un objetivo
fosforescente. Mo ntag lo sabía, lo
sentía. Y, ahora, debía empezar su
pequeño paseo.
Th r e e b l o c ks awa y a f e w 50
he adl ights gl are d. Montag drew a
de ep bre at h. His lungs were li ke
burni ng br oom s i n his chest . H is
m o ut h w as s uc ke d d r y f r o m
r u nni ng. H i s t h r o a t t as t e d o f 55
bl oody i ro n and the re was r ust ed
st eel in his fee t.
Tr es c uadr as m ás al l á, e l
resplandor de unos faros. Montag
r e t uvo e l al i e nt o . Se nt í a l o s
pulmones como escobas en llamas.
La huida le había secado la boca.
La garganta le sabía a hierro con
sangre, y sus pi es e ran de ac ero
herrumbrado.
U no s f ar o s br i l l aban a t r e s
m anzanas de dis t anc i a. M o nt ag
i ns pi r ó pro f undam e nt e . Sus
pul mo ne s e r an c o m o fo c o s
ardientes en su pecho. Tenía la boca
r e s ec a po r e 1 c ans anc i o. Su
gar gant a s abí a a hie r ro y habí a
acero oxidado en sus pies.
What abo ut tho se li ght s t her e?
¿ Q u é o c ur r í a c o n a qu e l l a s
Once you st ar te d walki ng you’d 60 l uc e s ? Cu an do r e i n i c i a s e l a
have t o gaug e ho w f as t t h o s e m ar c h a, t e n í a q ue c al c u l a r
be etl es co uld make it do wn her e. cuánto t ar dar ían aquel lo s co ches
We ll, how far was it to the o ther e n l l e g ar h as t a é l . B ue no .
c ur b? It se em e d l ike a hundre d ¿Cuánt o f alt aba has ta la ac e ra?
yards . P r o babl y no t a hundre d, 65 U n o s
c ie n
me tr o s ,
but f igure fo r t hat anyway, f igure a pr o x i m ad am e n t e . Q ui zá n o
that wit h him go ing ve ry sl owl y, t a nt o s , pe r o s up o ng am o s q ue
at a ni ce str oll , it might take as ye ndo muy de spac io , co mo e n un
m uc h as t hi r t y s e c o nds , f o r t y pas e o , t ar de m o s e n r ec o r r e r l a
se conds to walk all the way. The 70 t r e i n t a s e g un do s , c ua r e nt a
be etl es? Onc e s tar ted, they could se gundos. ¿Y los c oc he s? Po dí an
le ave thr ee blocks behind t hem in r ec or r er unas t re s m anzanas e n
about fift een sec onds . So, e ven if quinc e segundos. D e m odo que si
ha l f w ay ac r o s s he s t a r t e d t o a m it ad de cami no s e pusi es e a
r un… ?
75 cor rer. ..
¿Qué eran aquellas luces? Una vez
se em pezaba a andar, habí a que
calcular cuánto tardarían aquellos
vehículos en llegar hasta él. Bueno,
¿a qué dis tanc ia quedaba e l ot ro
bordillo? Al parecer, a un centenar de
metros. Probablemente, no eran cien,
pero mejor calcula, eso, puesto que él
andaba l ent ame nt e, con paso
tranquilo, y quizá, necesitase treinta
segundos, cuarenta segundos para
recorrer la distancia. ¿L os vehículos?
Una vez en marcha, podían recorrer
tr es manzanas en uno s quince
segundos. De modo que, incluso si a
mi tad de la tr ave sía em pezase a
correr...
He put his right foot out and then
his left foot and then his right. He
Adelantó el pie derecho; después, el
izquierdo, y luego, el derecho. Pisó la
and tow ell ed
Alargó el pie de re cho y luego
e l izquie rdo y luego el der ec ho .
103
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
walked on the empty avenue.
Cam inó po r la ave ni da.
vacía avenida.
E ve n i f t h e s t r e e t w e r e
e nt ir e l y e mpt y, o f c o ur s e , yo u
c o u l dn ’ t b e s u r e o f a s a f e
c r os s i ng, f or a c ar c o ul d appe ar
s u dd e n l y o ve r t h e r i s e f o u r
bl o cks f ur t he r o n and be o n and
pas t yo u bef o r e you had take n
a doze n br e at hs .
Po r s upues to, aunque l a cal le
est uviese totalment e desi erta, no
po d í a c o nf i ar s e e n un c r uc e
s e g ur o , pue s u n c o c he po dí a
apa r e c e r de r e pe nt e a c ua t r o
m anzanas de dis t anci a, y l le gar
aquí ante s de que uno res pi rase
una doce na de vec es.
Incluso aunque la calle estuviese
totalmente vacía, claro está, no podía
tener la seguridad de cruzarla sin riesgo,
porque, de repente, podía aparecer un
vehículo por el cambio de rasante a
cuatro manzanas distancia y estar a tu
altura o más allá antes de haber podido
respirar una docena de veces.
Decidió no contar los pasos. No
m i r ó ni a la i zqui er da ni a l a
de re cha. La luz de las lámpar as
sobre la calle parecía tan brillante
y r eve l ador a c o m o un s ol de
mediodía, y cale ntaba del mismo
modo.
M o n t ag d e c i di ó n o c o n t a r
s u s p as o s .
No
miró
a
i z qu i e r da ni a de r e c ha. La l uz
de l o s f a r o l e s pa r e c í a t an
br i l l ant e y r e ve l ado r a c o m o e l
s o l de m e di o d í a, e i gua l m e n t e
c á l i da .
Escuchó el ruido del coche, que
tomaba velocidad a dos calles de
distancia, a la derecha. Los faros
m ó vil e s s ubi e r o n y bajar o n
r e pe nt i nam e nt e e i l um i nar on a
Montag.
Es cuchó el s onido de l ve hí culo
que acel eraba, a do s manzanas de
di s t anc i a, po r l a de r e c ha. Sus
f ar o s m ó vi l e s s e de s pl aza r o n
br u s c am e nt e y e nf o c ar o n a
Mo ntag.
He de c i de d no t t o c o u nt
h i s s t e p s . H e l o o k e d ne i t he r
t o l e f t n o r r i g h t . Th e l i g h t
f r o m t h e o ve r h e a d l a mp s
seemed
as
b r i gh t
an d
r e ve a l i n g a s t h e m i d da y s u n
a nd j us t as h o t .
H e l is t e ne d to t he s o und o f
t h e c a r pi c ki n g up s pe e d t wo
bl o c k s a way o n hi s r i ght . I t s
m o vabl e he adl i ght s j e r ke d bac k
and f o r t h sudde nl y, and c aught
at Montag.
5
10
15
20
25
Ke ep go ing.
Sigue caminando.
«Sigue adelante.»»
Mo ntag f alt ere d, go t a gr ip on
the boo ks, and forc ed himse lf not 30
to fr ee ze. Insti nc tively he t ook a
f e w qui c k, r unni ng s t e ps t he n
t alke d o ut l o ud t o hi m se l f and
pulle d up to st rol l again. He was
now half acro ss the st reet, but the 35
r o ar f ro m the be e t le ’s e ngine s
whine d higher as i t put on spee d.
Montag vaciló, apretó con fuerza
l o s l i br o s , y s e o bl i gó a no
de te ner se. D io, i nst intivame nt e,
unos pasos rápidos, luego se habló
a sí mismo en voz alta, y volvió al
paso normal. Estaba ahora en medio
de la calle. El ruido de los motores
s e hi zo m ás al t o , c o m o si l a
velocidad del coche aumentase.
M o n t a g va c i l ó , a p r e t ó
los
li bro s con
m ay o r
f u e r za, y r e an udó s u a nd ar
pa us a do . Ah o r a e s t a ba a
m i t a d d e l a a ve n i d a , p e r o
e l z umb i d o de l o s m o t o r e s
d e l ve h í c u l o s e h i z o m á s
ag udo c u and o é s t e au me n t ó
s u ve l o c i da d.
The police , of c ourse. They see
m e. But s lo w now; s lo w, qui et ,
don’t t urn, don’t l ook, don’t s eem
co nce rned. Walk, t hat ’s it, wall s,
wal k.
La po li cí a, por s upue st o. M e
vi e ro n. P e ro de s pac i o aho r a,
despacio; no te vuelvas, no mires,
no parezcas preocupado. Camina,
eso es, camina, camina.
«La Policía, desde luego. Me ven.
Pero, despacio, ahora, despacio,
tranquilo, no te vuelvas, no mires, no
parezcas preocupado. Camina, eso es,
camina, camina ... »
El coche se acercaba velozmente.
El coche rugía. El coche chillaba.
El
co c he e ra un
t rue no
e ns or de c e dor. El c o c he ve ní a
de s li zándo se . El co c he c ubr í a
s i lbando una r ec t a tr ayec t o ri a,
c o m o di s par ado por un ri f l e
i nvis i bl e . Ci e nt o c i nc ue nt a
kilómetros por hora. Ciento ochenta
kilómetros por hora. Montag apretó
las mandíbulas. Sintió como si el
calo r de l os far os le quemas e la
cara, le retorciese las pestañas, y le
bañase el cuerpo en sudor.
El ve hí culo s e pr ec ipit aba. El
ve híc ul o zum baba. El ve híc ul o
a c e l e r a ba . El ve hí c u l o s e
a c e r c ab a ve l o z . El ve h í c ul o
re cor rí a una traye cto ria si lbant e,
dis parado por un r if le i nvis ible .
Iba a unos dosc ie nto s kil óme tr os
po r ho r a. Iba c o m o m í ni m o , a
m á s de d o s c i e n t o s po r ho r a .
M o nt ag apr e t ó l as m andí bulas .
El calor de lo s f aro s del vehículo
q ue m ó s us m e j i l l as , l e h i z o
par pade ar y hel ó el s udor que l e
r es balaba por e l ro st ro .
Co menzó a arras trar l os pie s,
como un idiota, y a hablarse a sí
mismo. De pronto perdió la cabeza
y echó a correr. Estiró las piernas
hacia adelante, todo lo que pudo, y
hac i a abaj o, y l uego vo lvi ó a
estirarlas, hacia abajo, hacia atrás,
hacia adelante, y hacia abajo y hacia
atrás. ¡Dios! ¡Dios! Se le cayó un
libro, perdió el paso, casi se volvió,
cambió de parecer, se precipitó hacia
ade l ant e, gr i tando e n aque ll a
desierta superficie de cemento, con
el coche que se abalanzaba sobre su
presa, a cien met ros, a cincuenta
met ros, c uarenta, tr einta, veinte.
Montag jadeaba, agitaba las manos,
lanzaba las pie rnas hac ia arr iba,
hacia abajo, haci a adelante, hacia
Empe zó
a
ar r as t r ar
e s t úpi dame nt e l o s pi e s , a
ha bl ar c o n s i go m i s m o . Y, d e
r e pe nt e , di o un r e s pingo y e c hó
a c o r r e r . A l a r g ó l as pi e r na s
t a nt o c o m o p ud o , u na y o t r a
ve z , u n a y o t r a ve z . ¡ D i o s ,
Di o s ! De j ó c a e r un l i br o ,
i nt e r r um pi ó l a c ar r e r a, c as i s e
vo l vi ó , c am bi ó de i de a, s i gui ó
ade l ant e , c hi l l a ndo e n e l vac í o
d e c e m e n t o , e n t a nt o q ue e l
ve h í c u l o p a r e c í a c o r r e r t r a s
s us pas o s , a s e s e nt a m e t r o s de
di s t anc i a,
a
t r e i nt a,
a
ve i nt i c i nc o , a ve i nt e ; y M o nt ag
j ade aba, agi taba l as mano s ,
m o ví a l a s p i e r n a s , a r r i b a y
a ba j o , m ás c e r c a , s u d o r o s o ,
40
The be e t l e was r us hi ng. The
be et l e was r oar i ng. The be et l e
raised it s speed. The beet le was
whining. The beet le was in hi gh
t hunde r. The be e t l e c am e
skimm ing. The be etl e c ame in a
single whistli ng trajecto ry, fi red
from an invisible rifle. It was up to
120 m.p.h. It was up to 130 at least.
Montag clamped his jaws. The heat
of the racing headlights burnt his
cheeks, it seemed, and jittered his
eye-lids and flushed the sour sweat
out all over his body.
45
H e b e ga n
to
shuf fle
i di o t i c a l l y an d t a l k t o
hi ms e l f and t h e n he br o ke
a nd j us t r a n. H e p ut o u t hi s
l e g s as f a r a s t h e y w o u l d g o
an d d o wn a nd t h e n f ar o ut
a ga i n a n d d o wn a nd b ac k an d
o ut a nd d o w n a n d b a c k. G o d !
G o d ! He d r o p pe d a b o o k ,
br o ke pac e , a l mo s t t u r ne d,
c h ange d h i s m i nd , p l ung e d
o n, y e l l i ng i n c o n c r e t e
e mpt ine s s,
the
be e tl e
s c ut t l i ng af t e r i t s r u nni ng
f o o d , t wo h u nd r e d , o n e
h u n d r e d f e e t a w a y, n i n e t y,
e i g h t y, s e v e n t y , M o n t a g
g a s p i n g, f l a i l i n g h i s h a n d s ,
l e g s u p d o wn o u t , u p d o wn
60
50
55
65
70
75
104
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
o ut , c l o s e r , c l o s e r , h o o t i ng ,
c al l i ng , h i s e y e s b ur n t w h i t e
n o w a s h i s he a d j e r k e d a b o u t
t o c o nf r o nt t he f l a s h i n g
g l a r e , n o w t h e b e e t l e wa s
s wa l l o we d i n i t s o wn l i g h t ,
now i t was no thi ng but a
t o r c h h u r t l i n g up o n h i m ; al l
s o u n d, a l l b l a r e . N o w- al m o s t
o n t op o f him!
5
10
arriba, hacia abajo, hacia adelante,
más cer ca, m ás ce rc a, aullando,
llamando, con los ojos abrasados y
e n blanc o, mi e nt r as do bl aba l a
cabeza para enfrentarse con los faros
resplandecientes. Ahora el coche se
sumergía en su propia luz, ahora era
s ól o una anto r cha que lanzaban
contra él; s ólo s onido; só lo l uz.
Ahora... ¡casi sobre él!
He st umbled and fel l.
I’m done! It’s ove r!
tr. de Alfredo Crespo
gr i t ando c o n l os o j o s ar di e nt e s
y l a c a b e z a vu e l t a p a r a
e nf r e nt a r s e c o n e l r e s pl ando r
de l o s f ar o s . Lue go , e l
ve h í c ul o f u e t r a ga d o p o r s u
pr o pi a l uz, no f ue m ás que una
anto r c ha que s e pr ec i pi taba
s o br e é l ; t o d o e s t r é pi t o y
r e s pl ando r ¡D e pr o nt o , c as i s e
l e s e c hó e nc i m a!
Montag trastabilló y cayó.
Montag dio un traspiés y cayó.
¡Esto es el fin! ¡Todo ha terminado!
«¡Estoy listo! ¡Todo ha terminado!»
15
Bu t t he f a l l i ng m a de a
di f f e r e n c e . An i n s t ant be f o r e
re aching him the wi ld be etl e c ut
and s we r ve d o ut . It was go ne .
Mo nt ag lay fl at, his head down. 20
Wi sps o f l aught er trail ed bac k to
hi m wi th t he blue exhaus t fr om
the be etl e.
P e r o c o n l a c a í da a l g o
c a m bi ó . U n i ns t ant e an t e s de
alc anzar lo , e l c o c he enf ur e c ido
s e de s vi ó , al e j ándo s e. M o nt ag
que dó t e ndi do en l a c al l e, c ar a
a ba j o . F r a g m e n t o s de r i s a
l le gar o n hast a é l junto co n lo s
gas e s azul es del co c he .
P e r o l a c aí da l e s al vó . U n
i ns tante ante s de alc anzar l e, e l
r au do ve hí c ul o s e de s vi ó .
D e s apar e c i ó . Mo nt ag yac í a de
bruce s, con l a cabeza gacha. Hasta
él l legó el eco de unas carcajadas,
al mismo tiempo que el so nido del
esc ape del vehículo.
His right hand was extended above
him, flat. Across the extreme tip of
his middle finger, he saw now as he
lifted that hand, a faint sixteenth of
an inch of black tread where tyre had
touched in passing. He looked at that
black line with disbelief, getting to
his feet.
La m ano der e cha, e xt endi da,
estaba apoyada en el cemento. En
el extremo del dedo mayor vio, al
alzar la mano, un hilo negro de un
milímetro de ancho por donde había
pasado la rueda del coche. Se puso
de pie mirando con incredulidad esa
línea.
Tenía la mano derecha extendida
sobre él, llana. A levantar la mano
vio, en la punta de su dedo corazón
una delgada línea negra, allí donde
el neumát ic o le habí a rozado al
pasar. Montag miró con incredulidad
aquell a lí nea medi a, m ient ras se
ponía en pie.
25
30
That wasn’t the police, he thought.
No era la policía, pensó.
«No era laPolicía», pensó.
35
He lo oke d down the bo ule var d.
It was c l e a r no w. A c ar f ul o f
c hi l dr e n, al l a ge s , G o d kn e w,
f r o m t we l ve t o s i xt e e n , o ut
whist li ng, ye lli ng, hurr ahi ng, had 40
se en a m an, a ve ry ext raordinary
s ight , a man s tr o ll ing, a r ar i ty,
and s im ply said, “Let ’s ge t him ,”
no t kno wing he was the f ugiti ve
Mr. M ont ag, si mply a number of 45
children o ut for a long night of
ro ari ng fi ve or si x hundre d m il es
i n a f e w m o o nl i t h o ur s , t he i r
faces i cy wit h wind, and c omi ng
ho m e o r no t c o m i ng at da wn, 50
al ive o r not al ive , t hat m ade t he
adventure .
Miró calle abajo. Estaba desierta
ahora. Niños en un coche, niños de todas
las edades, vaya a saber, de doce a
dieciséis años, que silbaban, gritaban,
lanzaban hurras y vivas. Habían visto un
hombre, espectáculo realmente
extraordinario, un hombre a pie, una
rareza, y habían dicho, simplemente:
«Alcancémoslo», sin saber que era el
señor Montag, fugitivo. Simplemente
unos cuantos niños que habían salido a
dar unlargo y ruidoso paseo, recorriendo
ochocientos o mil kilómetros en unas
pocas horas, a la luz de la luna, con los
rostros helados por el viento, lanzados a
una aventura, para volver o no volver
luego a sus casas, vivos o no vivos.
M ir ó avenida abaj o. Aho ra,
resultaba claro. Un vehículo lleno de
chiquillos, de todas las edades, entre
l os doc e y lo s di ec is éi s años ,
silbando, vociferando, vitoreando,
habían vi st o a un hom br e, un
e spec táculo e xt raor di nari o, un
hombre caminando, una rareza, y
habían dicho: «Vamos a por él», sin
saber que era el fugitivo Mr. Montag.
Senc illame nte, c ierto número de
muchachos que habían salido a tragar
kilómetros durante las horas de luna,
con los rostros helados por el viento
y que regr esar ían o no a c asa al
amanecer, vivos o sin vida. Aquello
era una aventura.
The y wo ul d ha ve ki l l e d m e ,
Podían haberme matado, pensó
t ho ught M o nt ag , s wa yi ng, t he 55 M ontag, t am bale ándo se . El air e
air st i ll t or n and s ti r ri ng about t o daví a agi t ado y s ac udi do e n
h i m i n d us t , t o uc h i n g hi s nubes de polvo a su alrede dor le
brui se d che ek. Fo r no r e as o n at to caba l a las ti mada me ji ll a. Sin
all i n t he wor l d t he y wo uld have ninguna r azó n, po dí an haber m e
kil l ed me .
60 matado.
«Me hubiesen matado —Pensó
Montag balanceándose. El aire aún
s e e st r e me c ía y e l po lvo s e
arremolinaba a su alrededor. Se tocó
la mejilla magullada— sin ningún
motivo e n absoluto, me hubiesen
matado.»
H e wa l k e d t o w a r d t h e f a r
ke r b t e l l i ng e ac h f o o t t o go
an d k e e p g o i n g. So m e h o w he
had pi c ke d up t he s pi l l e d
bo o ks ; he di d n’t r e me mbe r
be ndi ng o r t o u c hi ng t he m . H e
ke pt m o vi ng t he m f r o m hand t o
ha nd as i f t he y w e r e a po k e r
hand he c o ul d no t f i gur e .
Caminó hacia la acera diciéndole
a cada pie que se moviera y siguiera
moviéndose. De algún modo había
recogido los libros desparramados
por la calle. No recordaba haberse
agachado o haberlos tocado. Los pasó
de una mano a otra, varias veces,
como si fuesen una mano de póker
sobre la que no podía decidir.
Siguió caminando hasta el bordillo
más lejano, Pidiendo a cada pie que
siguiera moviéndose. Sin darse cuenta,
había recogido los libros desperdigados;
no recordaba haberse inclinado ni
haberlos tocado. pasándolos de una a
otra mano, como si fuesen una jugada
de póquer o cualquier otro juego que no
acababa de comprender.
M e pr e gunt o s i s e r í an l o s
mismos que mataron a Clarisse.
«Quisiera saber si sonlos mismos que
mataron a Clar¡sse.»
He st opped and his mi nd said 75
Se detuvo y vol vió a repeti rlo
it agai n, ver y loud.
mentalmente, con mayor fuerza.
Se detuvo Y su me nte
vo l vi ó a r e p e t i r l o .
I wonder if they we re the ones
who kil led Cl ar iss e?
65
70
I wonder if they we re the ones
105
¡M e pr e gunt o s i s e r í an l o s
«Quisiera saber si sonlos mismos que
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
who k il led Cl ar iss e!
mismos que mataron a Clarisse!
mataron a Clarisse!»
H e want e d t o r un af t e r t he m
ye lling.
Quis o cor re r det rás de el lo s,
gritando.
Sintió deseos de correr enpos de ellos,
chillando.
5
Hi s e ye s wate re d.
Se le humedecieron los ojos.
The t hing t hat had s ave d hi m
was falling fl at. The driver o f that
c a r, s e e i ng M o nt ag do w n, 10
i n s t i nc t i ve l y c o ns i de r e d t he
pro babi l i ty t hat r unni ng o ve r a
bo dy at that speed mi ght t urn t he
c ar ups ide down and s pi ll t he m
out. If Mo nt ag had r em ai ne d an 15
upright tar get …?
Lo habí a salvado l a caída. El
c o ndu c t o r, al ve r t e nd i do a
M o nt a g,
c o ns i de r ó
i ns tant áne am ente la pos i bi li dad
de que al pas ar so bre un c uer po a
una vel o ci dad tan alt a e l co che
vo l c ar a hac i e nd o s a l t ar a s us
o c upant e s . Si M o nt ag hubi e s e
si do un bl anc o ver tic al ..
Mo nt ag gas pe d.
Montag abrió la boca, sin aliento.
Far down the bo ul evar d, f our
bl o c k s a way, t he be e t l e h ad
s l o we d, s p un ab o ut o n t wo
wheel s, and was now raci ng bac k,
sl anting ove r on the wro ng si de
of the s tr eet , picking up s pee d.
Sus ojos se humedecieron.
Lo que le había salvado fue caer
de br uc e s . El c o nduc t o r de l
vehícul o, al ver caí do a Mont ag,
c o ns i der ó i ns t ant áne am e nt e l a
probabilidad de que pisar el cuerpo
a aquella velocidad podía volcar el
ve hí culo y m at ar lo s a to do s. Si
Montag hubiese s eguido siendo un
objetivo vertical...
Montag quedó boquiabierto.
25
A l l á a ba j o , e n l a ave n i d a ,
a c u at r o c u adr as de d i s t an c i a,
e l c o c h e ha bí a a m i no r a do l a
m ar c h a , h ab í a gi r a d o e n do s
r ue da s , y vo l ví a a ho r a a t o d o
c o r r e r.
Lejos, en la avenida, a c uatr o
manzanas de distancia, el vehículo
habí a fre nado , gir ado sobre dos
r ue das, y r et ro ce dí a ahor a
velozmente, por la mano contraria de
la calle, adquiriendo impulso.
But M ontag was gone, hidde n
in t he safe ty of the dar k al ley f or
whi ch he had se t o ut o n a l ong
j o u r n e y, an h o u r o r w as i t a 30
m inut e, ago ? He st oo d shiver ing
i n the ni ght, l oo king back o ut as
t he be e t l e r an by and s ki dde d
bac k to t he c entr e o f the avenue ,
whi r l ing l aught er in t he ai r al l 35
about it , go ne .
Pero Montag había desaparecido,
oculto en la oscuridad hacia donde
habí a empr endido un largo vi aje,
hacía una hora, ¿o hacía un minuto?
Se detuvo, estremeciéndose en la
noche, mirando hacia atrás, mientras
el coche pasaba corriendo y patinaba,
pr eci pit ándos e o tra ve z hac ia el
centro de la avenida, llenando el aire
de carcajadas, desapareciendo.
Pero Montag ya estaba oculto en la
seguridad del oscuro callejón en busca
del cual había emprendido aquel largo
viaje, ignoraba yasi una hora o un minuto
antes. Se estremeció en las tinieblas, y
volvió la cabeza para ver cómo el
vehículo lo pasaba veloz y volvía a
situarse en el centro de la avenida. Las
carcajadas se mezclaban con el ruido del
motor.
F u r t he r o n , a s M o n t a g
m o ve d i n d a r kn e s s , h e c o u l d
s e e t h e h e l i c o p t e r s f a l l i n g , 40
f al l ing, l i ke the f i r s t fl ake s
o f s n o w i n t h e l o n g wi n t e r
t o co me …
Más allá, mientras se movía en
las sombras, Montag pudo ver los
he l ic ó pt e r os que de s c e ndí an,
de sc e ndí an co m o l o s pr i m er o s
copos de nieve del largo invierno
próximo...
M ás le j o s , m ie nt r as Mo nt ag
s e m oví a e n l a o s cur idad, pudo
ver que lo s he li c ó pt e ro s c aí an,
c aí an c o mo pr i m er o s c opo s de
nie ve de l l ar go i nvi e rno que s e
apr o xim aba ...
20
45
The hous e was si lent.
La casa estaba en silencio.
M ont ag appr o ac hed fr om the
r e ar, c r e e pi ng t hr o ugh a t hi c k
ni ght - m o i s t e n e d
s c e nt
of
daf fodi ls and r oses and wet grass.
H e t o uc hed t he sc r e en do o r i n
back, fo und it o pe n, s li pped i n,
m o ve d a c r o s s t he p o r c h,
li ste ning.
La casa estaba silenciosa.
Montag se acercó por la parte de
at rás , arr ast rándo se a través del
perfume denso, húmedo y nocturno
de los narcisos, las rosas y el césped
cubierto de rocío. Tocó la puerta de
al ambr e , des c ubr i ó que e st aba
abierta, y se deslizó por el porche,
escuchando.
M ont ag s e ace r c ó por de t r ás ,
arr ast r ándos e a t ravés de l de ns o
pe r f um e de r o s as y de hi e r ba
h um e de c i d a p o r e l r o c í o
n o c t ur n o . To c ó l a pu e r t a
p o s t e r i o r, vi o qu e e s t ab a
abi er t a, s e des li zó de ntr o, cr uzó
e l por c he, y e sc uc hó .
Mr s. Black, are you as le ep in
S e ñ o r a B l a c k,
¿d u e r m e
t h e r e ? h e t ho ugh t . Thi s i s n ’t ust ed?, pensó . Es t o no e st á bi en,
go od, but your husband did it to 60 p e r o s u m ar i d o s e l o h i z o a
ot her s and ne ver as ked and never o tr o s, y nunc a t i t ube ó, y nunc a
wo nde re d and never wo rri ed. And s e pr e o c upó. Aho r a, ya que e s
no w s i n c e yo u’r e a f i r e m a n’s ust e d l a m uj er de un bom be ro ,
wi fe , i t ’s yo ur ho us e and yo ur l e t o ca e l t urno a s u c asa, po r
t u r n, f o r a l l t he ho u s e s yo ur 65 t o das l as c o s a s que que m ó s u
husband burne d and the people he m ar i do y l as ge nt e s a l as que
hurt wi tho ut thinking…
hizo daño s in pe ns ar.
«¿Duerme usted ahí dentro, Mrs.
Black? –pensó—. Lo que voy a hacer
no está bien, pero su esposo lo hizo
con otros, y nunca preguntó ni sintió
duda, ni se preocupó. Y, ahora, puesto
que es usted la esposa de un bombero,
es su casa y su turno, en compensación
por todas las casas que su esposo
quemó y por las personas a q uienes
perjudicó sin pensar.»
50
55
The hous e did no t r epl y.
La casa no respondió.
La casa no respondió.
70
He hid the boo ks in t he kitchen
and m ove d f rom t he house again
to the all ey and lo oke d bac k and
t h e h o u s e was s t i l l d ar k a nd
quiet , s lee ping.
75
Montag escondió los libros en la
cocina y salió a l a calle otra vez y
volvió la cabeza y la c asa es taba
t odavía en s om br as, s il e nc io sa,
dorm ida.
Montag es condió los libros en
l a c o c i na , vo l vi ó a s al i r al
c al le j ón, m ir ó hac i a at r ás ; y l a
c as a s e guí a o s cur a y tr anqui la,
durmi endo.
O n h i s wa y a c r o s s t o w n ,
wi t h t he he l i c o p t e r s f l ut t e r i ng
Mi e nt r as at r ave s aba l a
c i u dad, y l o s he l i c ó pt e r o s
En s u c ami no a t r avé s de l a
ciudad, mientras los helicópteros
106
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
l i ke t o r n bi t s o f pa pe r i n t he
s k y, he p ho n e d t h e a l a r m at a
l o ne l y pho ne bo o t h o ut s i de a
s t o r e t ha t w as c l o s e d f o r t he
n i g ht . Th e n h e s t o o d i n t h e 5
c o l d ni ght a i r, wa i t i ng an d at
a d i s t an c e h e he a r d t h e f i r e
s i r e n s s t ar t up a nd r un , an d
t h e S al am and er s c o m i n g ,
co ming
to
burn
M r . 10
B l a c k ’s h o u s e w h i l e h e w a s
a w a y a t wo r k , t o m a k e h i s
w i f e s t a n d s h i ve r i n g i n t h e
m o r n i n g a i r wh i l e t h e r o o f
l e t g o a n d d r o p p e d i n u p o n 15
t h e f i r e . B u t n o w, s h e w a s
s t i l l as l e e p.
r e vo l o t e a ban e n e l c i e l o c o m o
pape l e s r o t o s , l l am ó de s de una
s o l i t a r i a c abi na de t e l é f o no ,
fr ent e a una tie nda c err ada por la
no che . Lue go, de pi e, inmóvil en
e l fr ío ai re noc t ur no , s e quedó
e sper ando , y oyó a l o le jo s las
si renas que c ome nzaban a s onar,
y l as Sal am andr as que ve ní an.
Ve ní an a que m ar l a c as a de l a
s e ñ o r a Bl ac k, m i e nt r as Bl ac k
e s t ab a a f ue r a t r aba j an do , y
ve nían a s acar a l a m uj er al ai re
he lado de la madrugada, mie ntr as
lo s te cho s de sapar ec ían y c aí an
e n e l f ue go . P e r o por aho r a l a
mujer dorm ía aún.
re vo l ot eaban en e l ci el o co mo
trocitos de papel, telefoneó y dio la
alarma desde una cabi na solitaria a
l a pue rt a de una ti e nda c er r ada
dur ant e l a no c he . D e spués ,
permaneció en el frío aire nocturno,
esperando y, a lo lejos, oyó que las
s ir e nas
se
po nían
en
f unc io nam i ent o, y que las
salamandras llegaban, llegaban para
que mar la c asa de Mr. Bl ack, en
tanto éste se encontraba trabajando,
par a hac er que s u e s pos a s e
estremeciera en el aire del amanecer,
mientras que el techo cedía y caía
sobre la hoguera. Pero, ahora, ella
aún estaba dormida.
G o o d ni ght , M r s . Bl ac k, he
t ho ught .
Buenas noches, se ñor a Blac k,
pensó.
«Buenas noches, Mrs. Black», pensó
Montag.
20
“Fabe r !”
—¡Faber!
—¡Faber!
25
Another r ap, a whisper, a nd a l ong
wait ing. T hen, a fter a minut e, a s mall
light fl ic ker ed inside Faber ’s sma ll
house. A fter another pa use, the back
door opene d.
30
Otro golpe seco, un murmullo, y
una larga espera. Pasó un minuto y
una l uce c it a s e e nc endi ó en l a
casi ta de Faber. Otra pausa, y se
abrió la puerta.
Otro golpecito, un susurro y una
larga espera. Luego, al cabo de un
minuto, una lucecilla bril ló dentro la
casita de Faber. Tras otra pausa, la
puerta posterior se abrió.
The y s t o o d l o o ki ng at e ac h
ot her i n t he hal f- light, Fabe r and
Montag, as if e ach did not beli eve
i n t he o t he r ’s e xi s t e nc e . The n 35
Faber mo ve d and put out his hand
and gr abbe d M ontag and mo ve d
hi m i n and sat him down and we nt
ba c k and s t o o d i n t he do o r,
lis tening. The si rens were wail ing 40
of f i n the mo rni ng di stanc e. He
came in and s hut the doo r.
Se que dar o n m i r ándo s e a l a
me dia l uz, Faber y Mo ntag, co mo
s i ni ngu no c r e ye s e e n l a
exist encia de l otr o. Al fi n Faber
se mo vi ó, alargó una mano, to mó
a Montag por el br azo , l o met ió
en la casa, lo hizo se ntar, y volvió
a l a pu e r t a y s e q ue d ó al l í ,
es cuchando. Las sir enas ge mí an
e n l a m ad r ugada t r an qui l a. El
vi ejo entró y ce rró la puert a.
Fabe r y Mo ntag s e m i r ar o n a
l a m edi a l uz, co m o s i c ada uno
d e e l l o s n o c r e ye s e e n l a
e xi s t e n c i a de l o t r o . Lu e go ,
Fab e r s e m o vi ó , ade l ant ó una
m ano , c o gi ó a M ont ag, le hizo
e nt r ar. Lo o bli gó a se nt ar s e , y
r egr e só junt o a l a pue rt a, do nde
s e q ue d ó e s c u c ha n d o . La s
s ir e nas ge m í an a l o l e jo s . Fabe r
e nt r ó y ce r ró la pue r ta.
Mo ntag s aid, “I’ve bee n a fo ol
al l do wn t he l i ne . I c an’t s t ay
lo ng. I’m on my way Go d kno ws
wher e. ”
—He sido un tonto rematado —
l e di j o M ont ag —. N o pue do
quedarme mucho tiempo. Me voy,
Dios sabe adónde.
—H e c omet ido es tupidez tr as
estupidez —dijo Montag—. No puedo
quedarme mucho rato. Sabe Dios
hacia dónde voy.
“At l eas t you wer e a fo ol abo ut
—Por lo menos fue un tonto en
t he r ight t hi ngs, ” s ai d Fabe r. “I 50 las cosas importantes —dijo Faber.
t h o ug ht yo u w e r e de ad . The Pensé que había muerto. La cápsula
audio -capsule I gave you —”
que le di...
—Por lo menos, ha sido un tonto
respecto alo importante —dijo Faber—
. Creía que estaba muerto. La cápsula
auditiva que le di...
45
“Bur nt. ”
—Quem ada.
—Quemada.
55
“I he ar d t he captain tal ki ng to
yo u a nd s u dde nl y t h e r e w as
no t hi ng . I al m o s t c am e o ut
lo oki ng fo r you.”
—O í que e l c ap itán le
habl aba, y de pr onto
si le nci o. Casi salí a
buscarl o.
— O í que e l c api t án habl aba
c on ust ed y, de r e pe nt e, ya no o í
nada. H e es tado a punto de sali r
a busc ar le .
—El
Ca p i t á n
mu r i ó .
Enc o nt r ó l a c áps ul a, es c uc hó s u
vo z, e i ba a s e gui r l a o nda. Lo
m at é c o n e l l anzal l am as .
—El capitán ha muerto. Encontró la
cápsula, oyó la voz de ustedy se proponía
buscar su origen. Lo maté con el
lanzallamas.
Fabe r s at do wn a nd di d no t
speak f or a t im e.
Faber se sentó y no habló durante
un tiempo.
Faber se sentó, y, durante un rato,
guardó absoluto silencio.
“M y G o d, ho w di d t hi s
happe n?” s ai d M o nt ag. “It was 70
o nl y the o ther ni ght eve rything
was fine and t he next thi ng I know
I’m dr owni ng. H ow many ti me s
c an a m an go do wn and s ti ll be
al i ve ? I c an’t br e at he . The r e ’s 75
Beatty de ad, and he was m y fri end
once, and the re’s M ill ie go ne, I
tho ught she was my wife, but now
—Dios mío, ¿cómo ocurren estas
cosas? —dijo Montag —. La otra
no che to do e ra m agní fi co , y de
pr ont o s upe que m e e st aba
ahogando . ¿Cuánt as vec es pue de
hundirse un hombre antes de morir?
Me cuesta respirar. Ahí está Beatty,
muerto, que una vez fue mi amigo.
Y ahí e stá M ill ie , des aparec ida.
Pensé que era mi mujer, pero ahora
—Dio s mío, ¿cómo ha po dido
ocurrir esto? —prosiguió Montag—.
Hace pocas noches , todo iba
estupendamente. Y, de repente, estoy a
punto de ahogarme. ¿Cuántas veces
puede hundirse un hombre y seguir
vivo? No puedo respirar.Está la muerte
de Beatty, que un tiempo fue. mi amigo.
Y Millie se ha marchado. Yo creía que
era mi esposa. Pero, ahora, ya no lo sé.
60
“The captain’s dead. He found the
audio-capsule, he heard your voice,
he was going to trace it. I killed him
with the flamethrower.”
65
107
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
I do n’t know. And t he house all
bur nt . A nd m y j o b go ne and
mys elf on the run, and I plante d a
boo k in a fir eman’s hous e on the
way. Good Chri st, t he thi ngs I’ve
done in a single wee k!”
“Yo u di d w h a t y o u h a d t o
d o . I t wa s c o m i n g o n f o r a
l o n g t i m e .”
“Yes, I be lie ve that, if there ’s
not hi ng el se I be li e ve . It save d
it sel f up to happe n. I could fe el
it f or a l ong ti me , I was savi ng
s o m e t hi n g u p, I we n t a r o u nd
do i ng o n e t hi n g and f e e l i ng
another. God, i t was all the re. It ’s
a wonde r it didn’t show o n me ,
l i ke f a t . And n o w he r e I a m ,
me ssi ng up yo ur lif e. They might
fo llo w m e here .”
5
10
15
20
“I fe el al ive fo r t he fi rst ti me
in ye ar s,” said Faber. “I f ee l I’m 25
do ing what I sho ul d have done a
l if et im e ago . For a li tt l e whil e
I’ m n o t af r ai d. M ay be i t ’s
be cause I’m doi ng the r ight t hi ng
at last . Maybe it ’s bec ause I’ve 30
do ne a r as h t hing and do n’t want
t o l o o k t h e c o w ar d t o y o u. I
suppo se I’ll have to do e ven mo re
vi ol ent things , expo si ng m ys el f
so I won’t fall do wn o n t he j ob 35
and turn sc ar ed agai n. What are
yo ur pl ans ?”
tr. de Alfredo Crespo
no es t o y se gur o . Y l a cas a,
ince ndiada. Y yo s in tr abajo , un
pró fugo. Y en el c amino dejé un
li bro en la casa de un bom ber o.
¡J es uc r is t o ! ¡Las c o s as que he
hecho en una semana!
Y la casa ha ardido por completo. Y
me he quedado sin empleo, y yo ando
huyendo. Y, por el camino, he colocado
un l ibro e n casa de un bombe ro.
¡Válgame Dios! ¡Cuántas cosas he
hecho en una sola semana!
—Hizo lo que debía hacer. Algo
que había e mpezado hace muc ho
tiempo.
—Ha hecho lo que debía hacer. Es
algo que se preparaba desde hace mucho
tiempo.
—Sí , l o c r e o , au nque no
c r e a e n o t r a c o s a. Er a al go que
t e n í a q ue ha be r o c ur r i do
ant e s . Lo s e nt í , m uc ho t i e m po .
Yo h ac í a u na c o s a y pe ns ab a
e n o t r a. D i o s , t o d o e s t aba a hí .
Es as o m br o s o que l o s de m ás
n o l o vi e s e n . Y a q u í e s t o y
aho r a, c o m pl i c án do l o t am b i é n
a u s t e d . P ue de n habe r me
s e gui d o .
—Sí, eso cr eo, aunque s ea lo
único que crea. Tenía que suceder.
Desde hace mucho tiempo sentía que
algo se preparaba en mi interior, y
yo andaba por ahí haciendo una cosa
y sintiendo otra. Dios, todo estaba
aquí dentro. Lo extraño es que no se
trasluciera en mí, como la grasa. Y,
ahora, estoy aquí, complicándole la
vida. Pueden haberme seguido hasta
aquí.
—M e si ento vivo por prime ra
vez en años —dijo Faber —. Siento
que e st oy hac ie ndo lo que debí
haber hecho hace t oda una vida.
Por el momento no tengo miedo.
Quizá sea porque hago al fin lo que
s e de be . Q ui zá s e a po r que he
cometido un acto temerario y no
quiero parecer co barde ante usted.
Supo ngo que t e ndr é que hac e r
c o s as aún
m ás vi o l e nt as ,
exponie ndo mi pr opia vida, y no
volver a caer y asustarme. ¿Cuáles
son sus planes?
—P or pri mer a ve z e n m uchos
año s m e s i ent o vi vi r — r epl ic ó
Faber—. Me doy cuenta de que hago
lo hubi ese debido de hac er hace
siglos. Dur ante tiempo, no tengo
miedo. Quizá sea porque, por fin,
estoy cumpliendo con mi deber. O
t al ve z s e a por que no qui er a
m os t rar me co bar de ante us t ed.
Supongo que aún tendré que hacer
cosas más violentas, que tendré que
arriesgarme para no fracasar en mi
m is i ón y asus tar me de nue vo .
¿Cuáles son sus planes?
“To kee p runni ng.”
—Seguir huyendo.
—Seguir huyendo.
“You know the war ’s on?”
—¿Sabe que ha estallado la guerra?
—¿Sabe que ha estallado la guerra?
“I he ar d. ”
—Lo oí.
—Lo he oído decir.
40
“G od, i sn’t i t f unny?” s ai d t he
o l d m an. “It s e e m s s o r e m o t e
be c au s e we ha ve o u r o wn
tr oubles .”
45
—Dios, ¿no es gracioso? —dijo
el viejo —. Parece algo tan remoto
s ó l o po r que t e ne mo s nue st r o s
propios problemas.
—¿Verdad que resulta curioso?.
—di jo el anci ano, La guerra nos
parece algo remoto porque tenemos
nuestros propios problemas.
“I have n’t had t ime t o thi nk.” 50
M o nt a g dr e w o ut a hun dr e d
do llars . “I want t his to st ay wi th
you, us e it any way t hat’ll hel p
when I’m gone .”
—No he tenido tiempo de pensar
—dijo Montag sacando cien dólares
—. Quiero que usted se quede con
esto. úselo como le parezca cuando
me vaya.
—No he tenido tiempo para pensar.
—M ont ag sac ó un centenar de
dólares— Quiero darle esto, para que
lo utilice de un modo útil, cuando me
haya marchado.
55
“But — ”
—Pero...
“I mi ght be dead by no on; use
this .”
— P uedo e s t ar
mediodía, úselo.
—Pero...
m ue r to
al
—Quizás haya muerto a mediodía.
Utilícelo.
Faber asintió.
— Se r á m e jo r que vaya haci a
e l r í o , s i p ue d e . Sí g al o , y s i
pue de l le gar a las vie jas ví as de
f e r r o c a r r i l , s í g al as t am bi é n .
Aunque t o do e s pr ác t ic am e nt e
aér eo e n es to s dí as , y las rutas
t e r r e s t r e s e s t án aband o nad as ,
e s as ví as s i g ue n t o d aví a ah í ,
he r r um br án do s e . H e o í do que
h ay a ún c am pa m e nt o s d e
vagabundo s en t odo el paí s, aquí
y al lá; campam ento s am bulant es ,
l o s l l a m a n, y s i u no c am i n a
ba s t ant e y c o n l o s o j o s bi e n
abi e r t o s di c e n que e s po s i bl e
e nc ontr ar a vie j os graduados de
Harvar d en l os c am inos . Al guno s
Faber asintió.
—Si le es posible, será mejor que
se dirija hacia el río. Siga su curso. Y
si e ncuent ra alguna vi eja lí nea
ferroviaria, que se adentra en el campo,
sígala. Aunque en la actualidad todas
las comunicaciones se hacen por vía
aérea, y la mayoría de las vías están
abandonadas, los raíles siguen allí,
oxidándose. He oído decir que aún
quedan campamentos de vagabundos
esparcidos por todo el país. Les llaman
campamentos ambulantes, Y si anda
uste d el t iempo sufici ente y se
mantiene ojo avizor, dicen que quedan
muchos antiguos graduados de Harvard
en el territorio que se extiende entre
aquí y Los Ángeles. La mayoría de
60
Fabe r no dde d. “Yo u’d be t t e r
he ad f o r t he r i ve r i f yo u c an,
fo llo w alo ng it, and i f you can hit
the ol d r ai lro ad l ine s goi ng o ut
i nto t he c o unt ry, f o ll o w t he m .
Eve n
t h o ug h
p r ac t i c al l y
everythi ng’s air bor ne these days
an d m o s t o f t he t r a c k s a r e
aba ndo n e d, t he r ai l s ar e s t i l l
t he r e, rus ti ng. I’ve he ar d t her e
are s till hobo camps all acros s the
co unt ry, here and t her e; walki ng
camps they call the m, and i f you
ke ep wal king f ar e nough and ke ep
an eye pee l ed, t he y s ay t her e’s
lots of ol d Harvard degr ees on the
t r ac k s b e t w e e n h e r e an d L o s
An ge l e s . M o s t o f t he m a r e
65
70
75
108
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
wante d and hunte d i n t he ci tie s.
Th e y s u r vi ve , I gu e s s . The r e
ar en’t m any o f t hem , and I gue ss
the
G o ve r n m e nt ’s
n e ve r
co ns ide red t hem a gr eat enough 5
dange r t o go i n and t r ac k t he m
do wn. Yo u m i ght ho l e up wi t h
them for a ti me and ge t in touch
wi th me in St . Louis, I’m leavi ng
on the f ive a. m. bus this mor ning, 10
to se e a r eti red pr int er there , I’m
ge tti ng out i nt o t he open mys el f,
at last . The mo ney wi ll be put to
go od use . Thanks and G od ble ss
yo u. Do yo u want t o s lee p a f ew 15
mi nute s?”
t i e ne n l a capt ur a r e c o m e ndada
en l as ci udades . Sobre viven e n el
c a m p o . N o s o n m uc h o s , y e l
go bi e r no no c r e e , par e c e , que
s e an bas t ant e p e l i gr o s o s c o m o
par a o r gani za r una bat i da.
P u e de u s t e d q u e da r s e al g ú n
t i e m p o c o n e l l o s y r e u ni r s e
c o nm igo e n Sai nt Lo ui s . Sal dr é
e s t a m añana, e n e l aut o bús de
l a s c i n c o , p a r a ve r a u n
i m pr e s o r r e t i r a do que vi ve e n
e s a c i udad. H ar é al go , al f i n.
Es t e di ne r o s e r á út i l . G r ac i as ,
y D i o s l o be ndi ga. ¿N o qui e r e
do r m i r uno s m i nut o s ?
“I’d be tte r r un.”
“Let ’s che ck.”
20
He t oo k Mo nt ag qui ckly i nt o
the bedr oo m and lif ted a pi cture
f r am e as i de ,
r e ve al i ng a
t el e vi s i on sc r ee n the s i ze o f a 25
po s t al c ar d. “I a l ways wan t e d
s o met hi ng
ve r y
s ma l l ,
s o me thi ng I co ul d t alk t o ,
s om e t hi ng I co ul d bl o t o u t wi t h
t h e p a l m o f m y h a n d , i f 30
ne c e s s ar y, n o t hi n g t ha t c o ul d
s h o u t m e d o wn , n o t h i n g
mo nst ro us big. So, yo u s ee .” He
snapped it on. “Mo nt ag, ” t he TV
s e t s ai d, and l i t up . “M - O - N - 35
T- A- G. ” The nam e was s pel le d
o ut by t he vo i ce . “G uy M ont ag.
St il l running. P ol ic e he li co pt er s
a r e up . A n e w M e c h an i c a l
H o und h as be e n br o ug ht f r o m 40
ano t her di s tr i c t… ”
—Será mejor que me vaya.
— Será mejor que siga huyendo.
—Examinemos antes la situación.
—Veamos cuál es la situación.
El vi e j o ll e vó a M o nt ag al
do rm it or io , mo vi ó un c uadr o, y
reveló una pantalla de televisión del
tamaño de una tarjeta postal.
— S i e m pr e m e gus t ar o n l as
c o s as m uy pe que ñas, l as co s as
que uno pue de l l e var c o ns i go ,
que se pue de n t apar co n l a
pa l m a de l a m a no , que n o l o
apl ast an
a
uno ,
nada
m o nst r uo s ame nt e gr ande .
El viejo tocó el aparato.
—Montag —dijo la pantalla de
TV, encendiéndose —. M—O—N—
T— A—G. —U na voz de letr eó el
no mbre. — Cuy M ontag. Todavía
pr ófugo . Los hel ic ópt ero s de la
policía vuelan ya buscándolo. Se ha
traído un nuevo Sabueso Mecánico
de otro distrito...
Montag and Faber looked at each other.
Montag y Faber se miraron.
“… M e c hani c al H o und ne ve r
fails . N ever since its fi rs t use in
t r ac k i ng
qu ar r y
has
this
i n c r e di b l e i nve n t i o n m ade a
mi stake . Toni ght, thi s net wor k is
pr oud to have the o ppo rt uni ty to
f o l l o w t he H o und by c am e r a
he lic opter as it s tar ts on it s way
to the t ar get …”
45
Fabe r po ure d t wo gl ass e s o f
whisky. “We ’ll need these .”
55
50
—El Sabueso M ecáni co nunca
fal la. Es te no table invento nunca
ha co met ido un er ror. H oy, es ta
cade na de estaci ones s e complace
en anunc iar que tan pro nto c omo
el Sabueso com ience a dir igir se
hac ia su bl anc o, una c ám ara de
t e l evi s i ó n l o s e guir á de s de un
helicóptero...
They drank.
“… no s e s o s e n s i t i ve t he
Me chanic al Hound c an rem ember
and i denti fy ten thous and o douri n de x e s o n t e n t ho us an d m e n
wi tho ut re -se tt ing!”
60
tr. de Alfredo Crespo
ellos son buscados y perseguidos en las
ciudades. Supongo que se limitan a
vegetar. No quedan muchos, y me
figuro que el Gobierno nunca los ha
cons iderado
un
peligro
lo
suficientemente grande como para ir en
busca de ellos. Podría refugiarse con
esos hombres durante algún tiempo y
ponerse en contacto conmigo en St.
Louis. Yo me marcho mañana, en el
autobús de las cinco, para visitar a un
impresor retirado que vive allí. Por fin
salgo a campo abierto. Utilizaré el
dinero adecuadamente. Gracias, y que
Dios le bendiga. ¿Quiere dormir unos
minutos?
Faber condujo a Montag al dormitorio
y levantó un cuadro que había en la pared,
poniendo así al descubierto unapantallade
televisióndel tamaño de unatarjeta postal.
—Siempre había deseado algo muy
pequeño, algo a lo que poder hablar,
algo que pudiera cubrir con la palma
de la mano, en caso necesario, algo
que no pudiera avasallarme a gritos,
algo que no fuese monstruosamente
grande. De modo que, ya ve.
Conectó el aparato.
—Montag —dijo el televisor. Y la
pantalla se iluminó —. M—O—N—
T— A—G. —U na voz de letr eó el
nombre—. Guy Montag. Sigue en
li be rtad. Lo s hel icó pt ero s de la
Policía le buscan. Un nuevo Sabueso
Mec ánico ha s ido t raído de o tro
distrito...
Montag y Faber se miraron.
—...Sabueso Mecánico nunca falla.
Desde que fue usado por primera vez
para perseguir una presa, este invento
increíble no ha cometido ni un solo
error. Hoy, esta cadena se enorgullece
de tener la oportunidad de seguir al
Sabueso, con una cámara instalada en
un helicóptero, cuando inicia la marcha
hacia su objetivo...
Faber sirvió dos vasos de whiskey.
—Necesitamos esto.
Faber sirvió dos vasos de whisky.
—Lo necesitaremos.
Los dos hombres bebieron.
Bebieron.
—... un olfato tan sensible que el
Sabueso Mecánico puede recordar e
identificar diez mil olores de diez
m il ho m br e s s in ne c es i dad de
cambiar los circuitos.
— ... olfato tan sensible que el
Sabueso Mecánico puede recordar e
identificar diez mil olores de diez mil
hombres distintos, sin necesidad de ser
rearmado.
Faber se estremeció levemente y
mir ó a su alrededor, la cas a, l as
paredes, la puerta, el pestillo, y la silla
donde estaba sentado Montag. Montag
vio la mirada. Los ojos de ambos
recorrieron rápidamente la casa y
Montag sintió que se le dilataban las
narices. Supo que estaba tratando de
rastrearse a sí mismo, y su olfato fue
de pronto lo bastante fino como para
seguir la senda que había abierto en
el aire de esa habitación y percibir el
sudor de su mano en el pestillo; gotas
Faber tembló levemente y miró a
su alrededor, las paredes, la puerta,
l a em puñadura y l a si ll a do nde
Montag estaba sentado. Éste captó la
m ir ada.
Ambos
e xami naro n
rápidamente la casa y Montag sintió
que su nariz se dilataba y comprendió
que estaba tratando de rastrearse a sí
mismo, y que su nariz era, de pronto,
lo sufic iente mente sensi ble para
percibir la pista que había dejado en
el aire de la habitación; y el sudor de
s u mano e st aba pe gado a l a
65
Fabe r t r em bl e d t he l e as t bi t
and l oo ked about at his ho use , at
the walls, the do or, the doo rkno b,
and t he chair where Mo ntag now
s at . Mo nt ag s aw t he l oo k. The y 70
bo t h l oo ke d qui c kl y abo ut t he
ho us e a nd M o n t a g f e l t h i s
no st ri ls di lat e and he kne w that
he was tryi ng t o tr ack hims elf and
hi s n o s e w as s ud de n l y go o d 75
enough to sense the path he had
made in the air of the r oo m and
the s we at of his hand hung fr om
109
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he doo r kno b, i nvi s i bl e , but as
num erous as the jewels of a small
chande lie r, he was e verywhe re, in
and on and abo ut everything, he
was a l um i no us c l oud, a gho s t
t hat m ade br eat hi ng onc e m or e
im pos sible. He saw Faber st op up
hi s o wn br e at h f o r f e ar o f
dr awing t hat gho st i nt o his o wn
bo dy,
p e r h aps ,
be i ng
c ont am inate d wi th the phanto m
e x hal at i o ns an d o do ur s o f a
r unni ng m an.
tr. de Alfredo Crespo
de un sudor invis ibl e, per o t an
numerosas como los cristales de un
pe que ño candel er o. Él, Mo ntag,
estaba en todas partes; en el interior,
el exterior y los alrededores de todas
las cosas. Era una nube brillante, un
fantasma que cortaba la respiración.
Vi o que Faber mi smo de jaba de
respirar, temiendo quizá que aquel
fantasma se le metiese en el cuerpo,
temiendo contaminarse con aquellas
exhalaciones espectrales y los olores
del prófugo.
empuñadura de su puerta , invisible
pero tan abundante como la cera de
un pequeño candelabro. Su persona
estaba por do quier, dentro, f uera
so br e to do , er a co mo una nube
luminosa, un fantasma que volvía a
hacer imposible la respiración. Vio
que Fabe r contenía, a su ve z, el
aliento, por miedo a introducir en su
propio cuerpo aquel fan a quedar tal
ve z
co nt am inado
co n
las
exhalaciones fantasma y los olores de
un fugitivo.
15
— ¡El Sabues o
M e c áni c o
desciende ahora en un helicóptero
en el sitio del incendio!
—¡El Sabueso Mecánico está siendo
desembarcado de un helicóptero, en el
lugar del incendio!
And t her e on the sm all s cre en
wa s t he bu r nt h o us e , an d t he 20
c r o wd , a nd s o m e t hi n g w i t h a
sheet o ver it and out o f t he sky,
f lut te r ing, c am e t he hel i co pte r
li ke a grot es que fl owe r.
Y al l í , e n l a pant al l a,
aparecieron los restos de la casa de
Mo nt ag y al go cubie rt o por una
sábana. Y del cie lo, revoloteando,
bajó el helicó ptero como una flor
grotesca...
Y a l l í , e n l a p an t a l l a
p e q ue ñ a, ap ar e c i ó l a c as a
q ue ma d a, y l a mu l t i t u d ; y
d e l c i e l o d e s c e nd i ó u n
helicó ptero ,
como
una
gr ot e s ca f lo r.
“The M e c han i c al H o u nd i s
no w l anding by heli copte r at t he
si te of the Burning!”
5
10
25
So they must have the ir game
out, thought Montag. The c irc us X
m u s t go o n , e ve n w i t h w ar
be ginni ng wit hin the hour…
«Así, pues, tienen que seguir con su
juego —pensó Montag—. El espectáculo
sigue, aunque la guerra ha empezado
hace apenas una hora .... »
30
H e wa t c h e d t h e s c e n e ,
fasci nat ed, not wanting to move.
It se em ed so rem ot e and no part
o f him ; i t was a pl ay apart and
se par ate , wondro us to watch, not 35
wi t ho ut i t s s t r a nge pl e a s ur e .
That ’s al l f o r m e, yo u t hought ,
that’s all taking place just for me,
by Go d.
M o ntag m i r ó l a e s ce na,
fascinado, sin desear irse. Parecía
algo tan remoto, tan ajeno a él. Era
co mo una o br a t eat ral donde no
par ti c i paba, un es pe c t ác ul o
aso mbro so y has ta c urio same nte
agradable . Todo e so es para m í,
pensaba Montag, todo eso ocurre
sólo para mí, Señor.
Contempló la escena, fascinado,
si n des ear mo ver se ¡P are cí a t an
r e m o t a y aj e na a é l ! Er a un
espectáculo distinto, fascinante de
o bs e r var, que no de j aba de
producir un extraño placer.
«To do e s o e s par a m í , t o do
e s o e s t á o c u r r i e n d o po r m i
c ausa. D i o s m í o . »
I f he wi s h e d , h e c o ul d
Montag hubiera deseado poder
l i n ge r he r e , i n c o m f o r t , an d quedar s e al l í , c ó m o dam e nt e, y
f o l l o w t h e e n t i r e h u n t o n seguir las diversas y rápidas fases
t h r o u g h i t s s w i f t p h a s e s , de la cacería, por los pasadizos, por
d o w n a l l e y s ac r o s s s t r e e t s , 45 l as c al l e s , po r las ave ni das
o ve r e m pt y r u n ni ng a ve nu e s , desiertas, por los terrenos baldíos
c ro ss ing
lots
a n d y parques de jue gos , c on paus as
p l a y g r o u n d s , w i t h p a u s e s aquí y al l á par a lo s anunc i o s
h e r e o r t h e r e f o r t h e comerciales, y por otras callejuelas
n e c e s s a r y c o m m e r c i a l s , u p 50 has ta l a c as a i nce ndi ada de l
o t h e r a l l e y s t o t h e b u r n i n g matrimonio Black, y así finalmente
h o u s e o f M r. a nd M r s . B l a c k , hast a l a c as a do nde Fabe r y é l
a n d s o o n f i n a l l y t o t h i s m i s mo
s e gui rí an
s e ntado s
h o u s e w i t h F ab e r a n d hi m s e l f be bi e ndo , m i e nt r as el Sabue s o
s e a t e d , d r i n k i n g , w h i l e t h e 55 Me cánico husm eaba l os úl tim os
E l e c t r i c H o un d s nu f f e d d o w n rastros, silencioso como un objeto
t h e l a s t t r a i l , s i l e n t as a d r i f t f lo t ant e y a la der i va que t r aí a
o f de at h i t s e l f , s ki dd e d t o a consigo la muerte, y se deslizaba
h a l t o u t s i d e t h a t w i n d o w has ta de t e ne r s e al lí , baj o e s a
t h e r e . Th e n , i f h e w i s h e d , 60 ventana. Y luego, si así lo quería,
M o n t a g m i g h t r i s e , w a l k t o Montag podía levantarse, ir hasta la
t he w i n do w, k e e p o ne e ye o n ve ntana, s in de j ar de m i r ar l a
t h e T V s c r e e n , o p e n t h e pant al l a de te l e vi si ó n, abr i r l a
w i n do w, l e an o ut , l o o k ba c k , ventana, as om ar s e a e ll a, mi rar
a nd s e e h i m s e l f d r am a t i z e d , 65 hac ia atr ás , y ver se a s í mi sm o
des cr ibed,
m ad e
o v e r , inte rpretado, des cripto , rehe cho,
s t a nd i n g t he r e , l i m n e d i n t he allí, retratado desde afuera en la
b r i gh t
s m al l
t e l e v i s i o n bri ll ante y dim inut a pant al la de
s c r e e n f r o m o u t s i d e , a dr am a t el e vis i ón, co m o un dr am a que
t o b e w a t c h e d o b j e c t i ve l y, 70 podía ser observado objetivamente,
k n o wi n g
t ha t
in
o t h e r s abie ndo que e n ot r as cas as
p ar l o ur s h e wa s l a r g e a s l i f e , aparecía de tamaño natural, a todo
i n f u l l c o l o u r, di m e ns i o na l l y c o lo r,
¡en
tres
pe r f ec t as
p e r f e c t ! A n d i f h e k e p t h i s dim e nsi o nes ! Y s i no pe rdí a l a
e ye p e e l e d qu i c k l y h e wo ul d 75 c abeza has ta po dr í a ve r s e a s í
s e e h i m s e l f , an i n s t a nt b e f o r e mis mo un ins tant e antes del f in,
o b l i vi o n , be i ng p un c t ur e d f o r m ie nt ras el Sabues o l e daba l a
t h e b e n e f i t o f h o w m a n y inyecc ión en bene fici o de qui én
Si
lo
de s e ab a,
po dí a
e nt r e t e ne r s e al l í , c o n t o da
c o m o d i dad, y s e gui r l a c a c e r í a
c o n s us r ápi das f as e s , c ar r e r as
po r l as c al l e s , po r l as ave ni das
vac í as , at r a ve s an do pa r que s y
s o l ar e s , c o n paus a s aqu í y a l l í
par a de j ar pa s o a l a n e c e s a r i a
pub l i c i d ad c o me r c i al , P o r
o t r o s c a l l e j o ne s has t a l a c as a
ar d i e ndo de M r. y M r s . Bl a c k,
y a s í s u c e s i vame n t e ha s t a
aque l l a c as a e n l a que é l y
Fab e r
e s t aba n
s e nt ad o s ,
be b i e ndo , e n t ant o
que
S ab ue s o M e c án i c o o l f a t e ab a
e l ú l t i m o t r am o d e l a p i s t a
s i l e nc i o s o c o mo l a pr o pi a
m ue r t e , has t a d e t e ne r s e f r e nt e
a a qu e l l a ve nt an a. En t o nc e s ,
s i l o d e s e ab a, M o nt a g po dí a
l e vant ar s e , a c e r c a r s e a l a
ve n t ana, s i n pe r de r de vi s t a e l
t e l e vi s o r, ab r i r l a, as o m ar s e y
ve r s e d r a m at i z ad o , de s c r i t o ,
ana l i za do . U n dr ama que
po d í a
c o nt e mpl a r s e
o b j e t i va m e n t e , s a bi e ndo qu e ,
e n o t r o s s al o ne s , t e ní a un
t am año m ayo r que e l n at ur al ,
a
t o do
c o l o r,
di m e ns i o nal m e nt e pe r f e c t o . Y
s i s e m a nt e ní a a l e r t a, p o dr í a
ve r s e , a s i m i s m o , un i n s t an t e
a n t e s d e p e r de r e l s e n t i d o ,
s i e ndo l i qui dado e n be ne f i c i o
de
la
mul t i t ud
de
t e l e s pe c t ado r e s q ue , u no s
40
110
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
c i vi l i an p a r l o u r - s i t t e r s w h o
h ad b e e n wa ke n e d f r o m s l e e p
a f e w m i nu t e s ag o b y t h e
f r an t i c s i r e n i n g o f t h e i r
l i vi ng- r o o m wal l s t o c o me
w at c h t he b i g g a m e , t h e hu nt ,
t he o ne - m an c a r n i val .
5
Wo ul d he ha ve t i m e f o r a
s p e e c h ? As t he H o und s e i z e d 10
hi m, in vi ew of ten or t wenty or
thi rty mill ion people, mightn’t he
sum up his entir e lif e i n t he last
wee k i n o ne s i ngl e phr as e o r a
wo rd t hat wo ul d st ay wit h them 15
lo ng af ter the. Ho und had tur ne d,
cl enc hing him in it s m et al- pli er
jaws, and tro tte d off in darknes s,
wh i l e t he c am e r a r e m a i n e d
st ati onary, wat chi ng the c reature 20
dw i nd l e i n t he d i s t anc e — a
splendid f ade -out! What could he
say i n a si ngl e word, a fe w words,
that would sear al l t heir fac es and
wake them up?
25
mi nu t o s an t e s , h abí an s i do
ar r anc ad o s d e s u s ue ño po r l a
f r e né t i c a s i r e na de s us
t e l e vi s o r e s m ur al e s p ar a q ue
pudi er an pr e se nc i ar l a gr an
c ac e r í a, e l e s pe c t ác ul o de un
s o l o ho m b r e .
¿Tendría tiempo de pronunciar
un discurso? Cuando el Sabueso lo
alcanzase ante diez, veinte o treinta
millones de espectadores, ¿podría
resumir esa última semana en una
sola frase o palabra que la gente no
olvidase cuando el Sabueso se diese
vuelta llevándolo entre sus quijadas
m e t ál i c as y s e hundi e s e en l a
o s c ur i dad, m i e nt r as l a c ám ar a
inmóvil observaba a la criatura que
se perdía a lo lejos, esfumándose
espléndidamente como en un final
de película? ¿Qué podía decir con
una s o l a pal abr a, unas po c as
pal abr as , que l o s go l peas e ,
despertándolos?
¿Tendría tiempo para hablar cuando
el Sabueso lo cogiera, a la vista de diez,
veinte o treinta millones de personas?,
¿no podría resumir lo que había sido su
vida durante la última semana con una
solafrase o unapalabraque permaneciera
con ellas mucho después de que el
Sabueso se hubiese vuelto, sujetándolo
con sus mandíbulas de metal, para
alejarse en la oscuridad, mientras la
cámara permanecía quieta, enfocando al
aparato que iría empequeñeciéndose alo
lejos, para ofrecer un final espléndido?
¿Qué podría decir en una sola palabra,
en unas pocas palabras que dejara huella
en todos sus rostros y les hiciera
despertar?
“The re, ” whisper ed Fabe r.
—Mire —murmuró Faber.
Ou t o f a h e l i c o p t e r g l i d e d
so met hi ng that was no t m ac hine, 30
not ani mal, not dead, not ali ve ,
gl o wi ng wi t h a pal e g r e e n
l u m i n o s i t y. It s t o o d ne a r t he
sm oki ng ruins of M ont ag’s house
an d t he m e n b r o u gh t h i s 35
di scar ded flame-t hro wer to it and
put i t down unde r the muzzle of
the H ound. There was a whir ring,
cl ic king, humm ing.
tr. de Alfredo Crespo
sabe cuántas familias, agrupadas en
sus salas, y a quienes el frenético
aullido de las sirenas de los muros
habí a de spe r t ado par a que
asi s t ie s en a l a gr an c ac e rí a, l a
persecución, el espectáculo de feria
de un solo hombre.
—Mire —susurró Faber—.
D e l he l i c ó pt er o s ur gi ó al go
que no e r a una m áqui na, ni un
ani mal , al go ni muer t o ni vi vo ,
e n vue l t o e n u na pál i d a l uz
ve r do s a. Se de t uvo j unt o a l as
r ui nas hume ant es de l a c asa de
Montag y los hom bres traj eron un
ab and o na do l an za l l a m as y l o
pus i e r o n baj o l as nar i c e s de l
Sabue so . Se o yó un chirr ido, un
zumbi do, un r uidito me tálic o.
Del helicóptero surgió algo que no
era una máquina Un animal, algo que
no estaba muerto ni vivo, algo que
re spl andec ía con una débil
luminosidad verdosa. Permaneció
junto a las ruinas humeantes de la casa
de Montag y los hombres trajeron el
abandonado lanzallamas de éste y lo
pusieron bajo el hocico del Sabueso.
Se oyó un siseo, un resoplido, un
rumor de engranajes.
Montag sacudió la cabeza y se
bebió el resto de su bebida.
—E s ho r a. La me n t o t o do
esto.
M o nt ag me ne ó l a c abe za, s e
levantó y apuró su bebida.
—Ya es hora. Lamento de verdad lo
que está. ocurriendo.
—¿Por qué lo lamenta? ¿Por mí?
¿Por mi casa? Lo merezco. Huya,
por el amor de Dios. Quizá pueda
detenerlos aquí un rato.
— ¿Q ué ? ¿Yo ? ¿M i c as a? Lo
me r ezc o todo. ¡Cor ra de pr is a,
po r am or de Di os ! Q ui zá pueda
entre tenerl es aquí. ..
“Wa i t . The r e ’s no u s e y o ur
be ing disc ove red. Whe n I l eave,
burn the s pre ad of thi s bed, t hat I
t o uc he d. Bur n the c hai r i n t he
l i vi n g r o o m , i n yo ur wa l l
i n c i n e r at o r. Wi p e d o w n t he
furni tur e wit h alco hol , wipe t he
do or -knobs . Bur n t he thro w r ug
i n t h e p ar l o u r. Tur n t he ai r c o ndi t i o ni ng o n f ul l i n al l t he
ro oms and spr ay wi th mot h- spr ay
if yo u have i t. Then, turn on yo ur
lawn sprinkle rs as hi gh as they’ll
go and hos e o f f t he si de wal ks .
Wi th any l uck at all, we c an ki ll
the trail in he re , anyway…”
—E s p e r e . N o t i e ne n p o r
q ué de s c u b r i r l o . Cu a nd o m e
va ya , qu e m e l a c o l c h a de e s t a
c am a. Q u e m e l a s i l l a de l
55 ve s t í b ul o e n s u i nc i ne r a d o r .
Fro te l os mueble s co n
a l c o h o l . H ag a l o m i s m o c o n
el
pe s t i l l o .
Q ue me
la
a l f o m br a de l a s al a. P o n ga e n
60 m ar c h a e l a c o n di c i o n ad o r d e
ai r e y é c he l e n af t al i n a, s i
t i e ne . En c i e n d a l u e g o l a s
r e g ad e r a s au t o má t i c as , y
r i e gu e l o s s e n de r o s . C o n u n
65 p o c o d e s ue r t e , l o g r a r e m o s
q ue p i e r da n e l r a s t r o .
—Espere. No vale la pena que se
de sc ubra ust ed Cuando m e haya
marchado, queme el cobertor de esta
cama, lo he tocado. Queme la silla
de la sala de estar en su incinerador.
Frote el mobiliario con alcohol, así
co mo los po mos de l as pue rtas.
Queme la alfombra del salón. Dé la
máxima potencia al acondicionador
de aire y, si tiene un insecticida,
rocíelo todo con él. Después, ponga
en marcha sus rociadores del césped,
co n to da l a fuerza que pueda, y
riegue bien las aceras. Con un poco
de suerte, podríamos evitar que nos
siguieran la pista.
Fa be r s ho o k hi s h and. “I’ l l
t end t o i t . G oo d l uck. If we ’r e
bo th i n goo d healt h, next wee k,
t h e w e e k a f t e r, ge t i n t o uc h.
Ge ner al De livery, St. Lo uis . I’m
so rry the re’s no way I can go wi th
yo u t hi s t ime , by ear -phone. That
was goo d f or bot h of us. But my
equipme nt was li mi ted. You se e,
I ne ve r tho ught I wo uld us e it .
What a s il ly old man. No thought
Faber sacudió la mano de Montag.
—Lo
i nt e nt ar é .
Bue na
s u e r t e . S i n o s s a l va m o s ,
e s c r í bame a Sai nt Lo ui s .
Lam e nt o no po de r ac o m pañar l o
c o n una de m i s c áps ul as . N o s
hac í a bi e n a l o s do s . P e r o m i
e qui po e s r e duc i do . P ue s ve r á,
nunc a pe ns é q ue l l e gar í a a
us ar l o . Q ué vi e j o t o nt o . P o c o
pr e vi s o r . Es t úpi do , e s t ú pi d o .
Faber le estrechó la mano.
—Lo haré. Buena suerte. Si ambos
estamos vivo la semana próxima o la
siguiente nos pondremos en contacto.
En la lista de Correos, de Saint Louis.
Siento que, esta vez, no haya manera
de poder acompañarle con mi cápsula
auricular. Hubiese sido bueno para
ambos. Pero mi equipo era limitado.
Hágase cargo, nunca creí que habría
de utilizarlo. Soy un viejo estúpido,
40
Mo ntag s ho ok his he ad and got
up and drank t he r est of hi s drink.
“I t ’ s t i m e . I ’ m s o r r y a b o u t
this .”
45
“A b o u t w h a t ? M e ? M y
ho us e ? I de s e r ve e ve r y t h i n g.
Run, f o r G o d’s s ake . P e r haps I
c an de l ay t he m he r e — ”
50
70
75
111
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
there . Stupid, s tupid. So I haven’t
anot he r gr e e n bul le t , the r ight
ki nd, t o put i n yo ur he a d. G o
no w!”
tr. de Alfredo Crespo
D e m o d o qu e n o t e n g o o t r a
ba l a ve r de , l a c o r r e c t a, p ar a
q u e s e l a po n g a e n e l o í d o .
¡Váy as e ah o r a!
Sin ide as. Estúpido , es túpi do. Y,
ahora, no tengo otra cápsula verde
para que pue da ll evárs ela us te d.
¡Márchese ya!
“O ne l a s t t hi ng . Q ui c k. A
suitc ase , get it , f ill it with yo ur
di rti es t c lot hes , an old suit , t he
di rt ie r the be tte r, a s hi rt , so me
ol d s ne ake rs and s ocks… ?”
10
— Algo to daví a. Rápido . U na
maleta, llénela con sus ropas más
sucias, un traje viejo, cuanto más
sucio mejor, una camisa, un par de
viejos zapatos, y calcetines...
— O t ra c o s a, ¡apr i s a! U na
maleta. Cójala, con su ropa m ás
sucia, un trapo viejo, cuanto más
sucio mejor, una camisa, algunos
calcetines y zapatos viejos...
Faber was gone and back in a
m i nut e .
Th e y
s e a l e d t he
cardboard val is e with c lear t ape.
“To ke ep the anci ent odo ur of M r. 15
Faber in, of course ,” said Faber
sweat ing at t he jo b.
Faber desapareció y reapareció
Faber s e marc hó y r egre só al
en un minuto. Sellaron la maleta de c abo de algunos m inut os ____ __
cartón con cinta adhesiva.
X ______________ ___________.
—Para guardar el viejo olor del
—Para conservar en su interior el
señor Faber, por supuesto —dijo antiguo olor de Mr. Faber, claro está —
Faber sudando en la tarea.
dijo éste, sudoroso por el esfuerzo—.
M o nt ag do us e d t he e xt e r i o r
o f t he va l i s e wi t h w hi s ky. “I 20
do n’t want t hat H o und pi c ki ng
up t wo o do ur s at o nc e . M ay I
t a ke t hi s w hi s ky. I ’l l ne e d i t
l at e r. Chr i s t I ho pe t hi s
wo r ks !”
25
Montag mojó el exterior de la
maleta con whiskey.
— N o qui e ro que e l Sabue s o
perciba dos olores. ¿Puedo llevarme
este whiskey? Lo necesitar é más
t ar de . Cr i st o , e s per o que e s t o
resulte.
Montag roció todo el exterior de la
maleta con whisky.
—No creo que ese Sabueso capte
dos olores a la vez. Permítame que
me lleve este whisky. Lo necesitaré
más tarde. ¡Cristo, espero que dé
resultado!
The y sho o k hands again and,
g o i ng o ut o f t he d o o r, t he y
gl anc e d at t he TV. Th e H o und
w as o n i t s wa y, f o l l o w e d b y 30
ho ve r i ng he l i c o p t e r c a m e r a s ,
s i l e nt l y, s i l e nt l y, s ni f f i ng t he
gre at night wind. It was running
down the fi r st all ey.
Volvieron a estrecharse la mano y
yendo hacia l a puer ta mi raron la
pantalla. El Sabueso estaba ya en
camino, seguido por las revoloteantes
cámar as de los he lic ópt ero s, en
silencio, husmeando el aire de la
noche. Corría por el primero de los
callejones.
Volvieron a estrecharse la mano y,
mientras se dirigían hacia la puerta,
lanzaron una ojeada al televisor. El
Sabueso estaba en camino, seguido
por las cámaras de los helicópteros,
silencioso, silencioso, olfateando el
aire nocturno. Bajaba por la Primera
Avenida.
5
35
“Go od- bye!”
—¡Adiós!
—¡Adiós!
And M ontag was o ut t he bac k
do o r l i ght l y, r unni ng wi t h t he
half -e mpt y val is e. Be hi nd hi m he 40
he ar d t he lawn- sprinkl ing syst em
j um p up, fi ll ing the dark air wit h
r ai n t ha t f e l l ge nt l y and t he n
wi t h a s t e a dy p o ur al l a bo u t ,
was hi ng o n t he s i de wal ks , and 45
d r a i n i n g i n t o t h e al l e y. H e
c ar ri ed a f ew dro ps o f this r ai n
wit h hi m on his f ac e. H e thought
he he ar d the ol d m an c al l go odbye , but he -wasn’t c er tain.
50
Y Mo nt ag s al ió por l a puer ta
trasera, corriendo, llevando en la
mano la maleta medio vacía. Detrás
de él oyó que los aparatos de riego
comenzaban a funcionar, llenando
el aire oscuro con una lluvia que
caía levemente, y que luego corría
co n se re ni dad po r to das part es ,
lavando los senderos de pi edra y
escurriéndose hasta la calle. Unas
pocas gotas le cayeron a Montag en
la cara. Le pareció que el viejo le
decía adiós, pero no estaba seguro.
Y M ontag sal ió ve lozme nte por
la puerta post erior, corr iendo con
la male ta sem ivací a. Oyó que, a
s u e s pal da, l o s r o c i ado r e s de
c é s pe d s e p o ní an e n m a r c h a,
ll enaban el ai re osc uro co n l luvia
qu e c aí a s uave m e nt e y c o n
re gul ar idad, lavaban las acer as y
co rrí an hasta la c all e. Unas got as
de aq ue l l a l l uvi a m o j ab an e l
ro stro de Mo ntag. Le pareci ó que
el vi ej o l e grit aba adió s, pe ro no
es tuvo segur o.
He ran very fast away fro m t he
ho use , down t oward the r ive r.
Se al e j ó c or r i e ndo
rápidamente, hacia el río.
Co rri ó m uy apris a, ale jándo se
de la c asa, hac ia el rí o.
Mo nt ag ran.
m uy
Montag corría.
55
Montag corrió.
He co uld f eel the H ound, li ke
aut um n, co me c o ld and dr y and
swift , l ike a wi nd that didn’t st ir
gr ass , that didn’t jar windows or
dis turb leaf-shadows on the whi te
s i de w al k s a s i t pas s e d . The
Ho und di d no t to uc h the wo rl d.
It carr ied it s s il enc e with i t, so
yo u c o u l d f e e l t he s i l e n c e
building up a pres sur e be hind you
al l acro ss to wn. Mo ntag fel t t he
pr ess ur e r isi ng, and ran.
Podí a senti r al Sabueso: venía
como el otoño, frío y seco y rápido,
como un viento que no movía las
60 hi e rbas , que no go l pe aba l as
ventanas ni perturbaba las sombras
de las hojas en la acera blanca. El
Sabue s o no t o c aba e l m undo .
Llevaba consigo su silencio, y era
65 posible sentir ese silencio como una
presión detrás de uno, en toda la
ciudad. Montag sentía cr ecer esa
presión, y corría.
Podía sentir el Sabueso, como el
otoño que se acercaba, frío, seco y
ve l oz, c o m o un vie nt o que no
agitara l a hier ba, que no hi cie ra
crujir las ventanas ni desplazara las
hoj as e n l as bl anc as ace r as . El
Sabue s o no t o c aba e l m undo .
Ll evaba c onsi go su s il enc io , de
modo que, a través de toda la ciudad,
podía percibirse el silencio que iba
creando. Montag sintió aumentar la
presión, y corrió.
H e s t o pped f o r br e ath, o n hi s
w a y t o t h e r i ve r , t o p e e r
t hr o ugh d i m l y l i t w i ndo ws o f
wa ke n e d ho u s e s , and s a w t he
s i l ho ue t t e s o f pe o p l e i ns i d e
w at c h i n g t he i r p ar l o u r wa l l s
a n d t h e r e o n t h e wa l l s t h e
M e c hani c al H o un d, a br e at h o f
neon vapour, s pi de r e d al o ng,
70
Se detenía a vece s par a to mar
aliento, para espiar por las ventanas
débilmente iluminadas de las casas,
y veía las siluetas de la gente que
mi raba l os muros , y al lí , e n l os
muros, el Sabueso Mecánico, una
bocanada de vapores de neón, una
arana que aparecí a y desaparecía.
Ahora est aba en el pas eo de l os
S e de t u vo pa r a r e c o br ar e l
a l i e n t o , c am i n o d e l r í o .
At i s b ó po r l as ve n t a na s
d é b i l m e nt e i l u m i na d as d e l a s
c as as l as s i l u e t as d e s u s
h ab i t an t e s qu e c o n t e m p l a ba n
e n l o s t e l e vi s o r e s m ur al e s a l
S ab ue s o
M e c án i c o ,
un
s u s p i r o d e va po r d e ne ó n, q ue
75
112
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
he r e and go ne , he r e and go ne !
N o w at El m Te r r ac e , Li nc o l n,
O a k , P a r k , a n d u p t h e al l e y
t o war d Fabe r ’s ho us e .
tr. de Alfredo Crespo
Olmos, la calle Lincoln, la avenida
de l os Ro ble s , e l par que , ¡y e l
call ejón que llevaba a la cas a de
Faber!
c o r r í a ve l o z. Ah o r a , e n El m
Te r r a c e , L i n c o l n , C ak , P a r k ,
y c a l l e a r r i b a h ac i a l a c as a de
F a be r .
Sigue, pensó Montag, no te
detengas, pasa de largo, ¡no entres!
«Pasa de largo —pensó Montag—, no te
detengas, sigue adelante, no te desvíes.»
En l a pared de aque lla sala, la
casa de Faber, con sus aparatos de
riego, que latían en el aire nocturno.
En el televisor mural apareció lacasa
de Faber, con surociador de césped que
empapaba el aire nocturno.
El
Sabue s o
estremeciéndose.
de tuvo ,
El Sabueso hizo una pausa y se
estremeció.
¡N o! M o nt ag se apoyó e n e l
alféizar de la ve ntana. ¡Est e otro
camino! ¡Por aquí!
¡N o ! Mo n t ag s e af er r ó al
a l f é i z a r d e l a ve n t a n a . ¡P o r
e s t e c am i n o ! ¡Aquí !
La aguja de procaína vacilaba,
s al ie ndo y entr ando, s al ie ndo y
entrando. Una gota clara de aquel
líquido de sueños cayó de la aguja,
que desapareció en el hocico del
Sabueso.
La aguj a de pro caína as om ó y
se esc ondió, aso mó, se esc ondi ó.
U na go t i t a t r ans p ar e nt e de l a
dr o ga c ayó de l a aguj a c uando
é st a de sapare ci ó en e l ho ci co de
Sabue so .
Montag retuvo el aliento, como
un puño apretado.
Montag contuvo el aliento, y sintió
una opresión en el pecho.
Th e M e c h a n i c a l H o u n d 30
El Sabue so M ec ánic o s e di o
t ur ne d and p l ung e d aw ay f r o m vuelta y se hundió otra vez en el
Fab e r ’s ho us e do wn t h e al l e y callejón, alejándose de la casa de
a ga i n .
Faber.
El Sabueso Mecánico
s e vo l v i ó y s e a l e j ó d e l a
casa
de Faber,
calle
abajo .
Mo ntag snappe d hi s gaze to t he
sky. The heli co pte rs we re clo se r,
a gre at bl o wi ng of i nse ct s t o a
si ngl e light so urc e.
5
Go pas t, t hought Montag, don’t
st op, go on, don’t tur n i n!
O n t he parl o ur wall , Fabe r ’s
ho use , wit h i ts spr inkle r s yst em
pulsi ng in the night ai r.
The
H o und
q u i ve r i n g .
10
paused,
se
15
No! M o nt ag he ld t o
t he wi ndow si ll . Thi s
way! Her e !
The
p r o c a i ne
n e e dl e
f l i c ke d o ut and i n, o ut and
i n. A s i n g l e c l e ar d r o p o f t h e
s t u f f o f dr e a m s f e l l f r o m t h e
n e e d l e as i t va n i s h e d i n t h e
H o u n d’s m uz z l e .
20
25
Mo ntag held hi s bre ath, l ike a
do ubl ed fis t, in hi s c hes t.
35
Montag alzó los ojos al cielo.
Los helicópteros estaban más cerca,
como un enjambre de insectos que
iba hacia un único foco de luz.
Montagdesvió sumiradahaciael cielo.
Los helicópteros estaban más próximos,
como unanube de insectos que acudiesen
hacia una solitaria fuente luminosa.
Wi t h an e f f o r t , M o nt ag 40
re minded hims elf again t hat this
was no f i ct i onal e pis o de t o be
watched on hi s r un to the r ive r;
it was in act ual it y his own c hes sgame he was witnes sing, mo ve by 45
m ove .
Co n un es f ue rzo , Mo nt ag s e
r ec or dó a s í mi s mo que aquél no
e r a u n e p i s o d i o f i c t i c i o qu e
po dí a o b s e r var m i e nt r as hu í a
hac i a e l r í o . O bs e rvaba aho r a s u
p r o p i a p ar t i da d e a j e d r e z ,
m o vi da a m o vida.
Con un esfuerzo, Montag recordó de
nuevo que aquello no era ningún
espectáculo imaginario que podía se
contemplado mientras huía hacia el río;
en realidad, era su propia partida de
ajedrez la que estaba contemplando,
movimiento tras movimiento.
H e s ho u t e d t o gi ve hi m s e l f
Dio un grit o como para t omar
t he ne c e s s ar y pus h away f r o m impulso y alejarse de aquella última
t hi s l as t hous e wi ndo w, and the 50 ve ntana y l a f asci nadora es cena.
f as c inati ng s eance go i ng o n i n ¡Demonios!, gritó, y ya corría otra
t he r e ! He l l ! A nd he was a way ve z. El c al le j ó n, una c al l e, e l
and gone ! The all ey, a s tr e et , the callejón, una calle, y el olor del río.
all e y, a s t re e t, and t he s m el l o f La pierna hacia adelante, la pierna
t he ri ver. Le g o ut, le g do wn, le g 55 hacia abajo, haci a adelante, hacia
o ut and do wn. Twe nt y m i l l i o n abajo. Veinte millones de Montags
M o nt ags r unni ng, s o o n, i f t he que corrían. Así sería pronto, si lo
c am e r a s c a ug h t h i m . Tw e nt y de sc ubrí an l as c ám ar as . Ve int e
m i l l i o n M o n t a g s r u nn i ng , millones de Montags que corrían,
r unni ng li ke an anci e nt fl i cker y 60 corrían como en una vieja y borrosa
Keys t one
C o m e d y,
c o ps , comedia de la compañía Keystone;
r obbe r s, chas e rs and the c has ed, policías y ladrones, perseguidores
hunt er s and hunt e d, he had s ee n y perseguidos, cazadores y caza, lo
i t a t ho us and ti m e s. Be hind hi m había visto mil veces. Detrás de él,
n o w t w e n t y m i l l i o n s i l e n t l y 65 ahora, veinte millones de sabuesos
b ay i ng H o u n ds r i c o c h e t e d que ladraban en silencio, rebotando
ac ro s s par l o ur s, t hr ee - c us hi o n en las s alas, como un almohadón
s ho o t i n g f r o m r i g ht w al l t o que arr o jase n de la par e d de l a
c e nt r e wal l t o l e f t wal l , go ne , izquierda a la pared del centro, a la
r ight wal l , ce nt re wall , l ef t wall , 70 pared de la derecha, y nada. Pared
g one!
del centro, pared derecha, y nada.
G r i t ó par a dar s e e l i m pul s o
ne c e s a r i o par a a l e j a r s e de l a
ve ntana de aque l l a úl t i m a cas a,
y el f asc i nado r e spe c t ác ul o que
había
al l í .
¡Di abl o!
¡Y
e m pre ndi ó la m ar c ha de nue vo !
L a ave n i d a , u n a c a l l e , o t r a ,
o t r a , y e l o l o r d e l r í o . Un a
pi e rna, l a ot r a. Ve int e m i l lo ne s
d e Mo n t ag c o r r i e n d o , m u y
p r o nt o , s i l a s c á m a r a s l e
e nf o caban. Ve int e m i l l o ne s de
M o nt a g c o r r i e n do , c o r r i e n do
c o m o un pe rs o naj e de pe l íc ul a
c ó mi ca, po l i cí as , l adro ne s ,
pe r s e g ui do r e s y pe r s e g ui do s ,
c azado r e s y c azados . t al c o m o
l o h ab í a vi s t o u n m i l l a r d e
ve c es . Tr as de é l , aho r a, vei nt e
mi l lo ne s
de
s i l e nc io s o s
S a b ue s o s a t r a ve s a b a n l o s
s al one s , de l a par ed de r e cha a
l a ce nt r al ; l ue go a l a i zquie r da,
de s apar e c í an.
Montag j amme d his Seas hell to
hi s ear.
Montag se metió el caracol en la
oreja.
Montagse metió su radio auricular en
una oreja.
— L a p o l i c í a s ugi e r e a l a
po blació n del barri o Los Olm os
lo que sigue: t odo s, en to das l as
—La policía sugiere a toda la
poblacióndel sector Terrace que hagalo
siguiente: entodas las casas de todas las
75
“P o l i c e
s u gg e s t
enti re
po pul ati o n i n t he El m Te r r ac e
ar ea do as fo llo ws : Ever yo ne in
113
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
every ho us e i n e ver y s tr eet open
a fro nt or re ar do or or lo ok fr om
the windows. The fugit ive c annot
e s cape i f eve r yo ne i n the ne xt
m i nut e l o o ks f r o m hi s ho us e .
Ready!”
O f c o u r s e ! Wh y h a d n’ t
t he y do n e i t b e f o r e ! W h y, i n
a l l t he ye a r s , h ad n ’t t hi s
g a m e b e e n t r i e d ! E ve r y o n e
u p,
e ve r y o n e
out!
He
c o u l dn ’t be m i s s e d! Th e o nl y
m an r un n i ng a l o n e i n t h e
n i g h t c i t y, t h e o n l y m a n
p r o vi ng h i s l e g s !
5
10
15
“At t h e c o u nt o f t e n n o w !
O n e ! Two !”
tr. de Alfredo Crespo
casas , en todas las c al les , m ir en
po r l as ve ntanas o abran la puer ta
de l f re nte o de at rás . El f ugiti vo
no po dr á e scapar s i t odo s mir an
en
el
pr ó xi m o
m i nut o .
¡P re parado s!
calles, todo el mundo debe abrir lapuerta
delantera o trasera . o mirar por una
ventana. El fugitivo no podrá escapar si,
durante el minuto siguiente, todo el
Mundo mira desde el exterior de su casa.
¡Preparados!
¡P o r s upues t o ! ¡Có m o no l o
habían hec ho ante s! ¡Por qué no
habían pr obado hast a aho r a es e
j ue go ! ¡To do s ar ri ba! ¡To do s
af ue r a! Mo nt ag no podí a pas ar
i nadve r t i do. ¡El úni c o hom br e
sol itario que corrí a en l a ciudad
noc t urna, e l úni c o ho mbr e que
corría con sus piernas!
¡Clar o ’ ¿P o r qué no lo habí an
hec ho ante s ? ¿Po r qué , e n t o do s
l o s año s , n o habí a n i nt e n t ado
a q u e l j u e g o ? ¡ To d o s a r r i b a ,
t o do s af ue r a! ¡N o po dí a pas ar
i nadve rt i do ! ¡El úni co ho m br e
q u e c o r r í a s o l i t a r i o po r l a
c i ud ad , e l ú ni c o ho m b r e q ue
po ní a s us pi er nas a prue ba!
—¡Cuando contemos diez! ¡Uno!
¡Dos!
— ¡A l a cuenta de di ez! ¡U no !
¡Do s !
M on t a g s i nt i ó q u e l a c i u da d
e nt e r a s e poní a de pi e . —¡Tres!
Montag sintió que la ciudad se
levantaba. —¡Tres!
Montag sintió que toda la ciudad
se volvía hacia miles de puertas.
Montag sintió que la ciudadse dirigía
hacia sus millares de puertas.
¡Más rápido! ¡La pierna abajo, la
pierna arriba!
¡Apr is a! ¡U na pi e r na,
la otra!
20
He felt the city rise.
Thr ee .
H e f e l t t he c i t y t ur n t o i t s
thous ands o f door s.
Fast er !
do wn!
Leg
up,
25
leg
“Four !”
—¡Cuatro!
30
The p e o pl e s l e e pwal ki ng i n
their hall ways.
“Fi ve !”
La gente caminaba somnolienta
por los vestíbulos.
35
H e f e l t t h e i r ha nds o n t he
do or knobs!
Th e s m e l l o f t h e r i ve r
was c o o l an d l i k e a s o l i d
r a i n . H i s t h r o a t wa s b u r n t
r us t and hi s e ye s we r e we pt
d r y wi t h r u n n i n g . H e y e l l e d
as i f t hi s ye l l wo u l d j e t
hi m o n, f l i ng h i m t he l a s t
hu ndr e d y ar d s .
40
45
—¡Cinco!
—¡Cuatro!
La ge nt e
r e ci bi do re s .
a t r a ve s a b a s u s
—¡Cinco!
¡ L as m an o s t o c ab a n l o s
pe s t il l o s !
Montag sintió todas las manos en los
pomos de las puertas.
El aro ma del río era fr esco y
como una lluvia sóli da. De t anto
correr, la garganta de Montag era
he rr um br e que mada, y l os o jo s,
lágrimas secas. Gritó co mo si el
gr i to pudi es e e m puj ar l o hac i a
adelante, hac erl e r ecor rer de un
salto los últimos cien metros.
El o l o r de l r ío e r a f r e s co y
semejante a una l luvia sóli da. La
gar ganta de M ontag ardía y sus
ojos estaban rese cos por el viento
que pr o duc ía e l c o rr e r. Chi l l ó
como si el grito pudiera impulsarle
adelante, hacerle recorrer el último
centenar de metros.
“Six, seven, e ight !”
—¡Seis, siete, ocho!
—¡Seis, siete, ocho!
50
The doo rknobs t urned on fi ve
thous and door s.
Los pest illos giraron en cinco
mil puertas.
“Ni ne !”
—¡Nueve!
Los Pomos giraron encinco millares
de puertas.
—¡Nueve!
55
H e r an o ut away fr o m t he las t
r o w o f ho us es , o n a s l o pe
l e adi ng do wn t o a so l i d m ovi ng
bl ac kne s s .
Montag corrió, alejándose de la
últ i ma hi le r a de cas as , por una
pendiente que llevaba a una negrura
sólida y móvil.
M ontag se ale jó de la últ im a
f il a de c as as , po r una pe ndie nt e
que c onducí a a l a ne gr a y mó vi l
supe rf ic ie del r ío .
60
“Te n!”
—¡Di ez!
—¡Diez!
The doo rs ope ne d.
Las puertas se abrieron.
Las puertas se abrieron.
H e i m ag i ne d t h o u s an ds o n 65
t hous ands o f f ac e s pee r i ng i nt o
yar ds , i nt o al l e ys , and i nt o t he
s k y, f a c e s h i d b y c u r t a i n s ,
pa l e , ni gh t - f r i gh t e ne d f a c e s ,
l i k e g r e y a n i m a l s p e e r i n g 70
f r o m e l e c t r i c c a ve s , f a c e s
wi t h g r e y c o l o u r l e s s e y e s ,
gr e y
t o ng ue s
a nd
gr e y
t h o ug ht s l o o k i n g o ut t h r o u gh
t h e num b f l e s h o f t h e f ac e .
75
Montag imaginó miles y miles de
caras que espiaban los patios, los
callejones y el cielo, caras ocultas
po r c o r t i nas , c ar as pál i das y
vencidas por terror es no cturnos,
animales grises que espiaban desde
cuevas eléctricas , caras con ojos
gr is e s y de s co l o ri do s , l e nguas
grises y pensamientos grises que se
asomaban a la carne entumecida de
las caras.
But he was at the r ive r.
Pero ya estaba en el río.
114
M ontag vi o en s u im aginac ió n
a mil es y mil es de ro st ro s
es cr ut ando lo s pati os , l as c al le s,
e l c i e l o , r o s t r o s o c ul t o s p o r
c or t inas, ro s tr o s des c ol o ri dos ,
ate m or i zado s por la os c uri dad,
c o m o ani m al e s gr i s á c e o s que
d e s de c ave r na s e l é c t r i c as ,
r os tr os c on o j os gri se s e
i nc o l o r o s , l e ng ua s g r i s e s y
pensami ento s gr is es .
Pero había llegado al río.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
He to uched it, j ust to be sure
i t wa s r e a l . H e wa de d i n a nd
st rippe d i n dar kne ss to the s ki n,
splashed his body, ar ms, legs, and
he ad wi th raw li quor; dr ank i t and
snuf fed so me up hi s nos e. Then
he dr es sed in Fabe r ’s o ld clo thes
and s ho e s . H e t o s s e d hi s o wn
c l o t h i ng i n t o t h e r i ve r a nd
wa t c he d i t s we pt aw ay. The n,
ho lding the suit case , he wal ke d
out i n t he ri ver until ther e was no
bo tto m and he was swe pt away in
the dar k.
tr. de Alfredo Crespo
Lo to có, s ólo para ase gurar se
de que e ra r eal. Se m et ió e n el
ag ua y s e qui t ó t o da l a r o p a,
go l pe án do s e e l c ue r po , l o s
brazo s, l as pie r nas y l a c abeza
co n aque l lic or frí o. Lo be bió y
l o r e s pi r ó . Lue go s e pus o l as
r o pa s y l o s zapat o s vi e j o s de
Faber. Arro jó s us propi as r opas al
r í o y m i r ó c ó m o s e hu ndí an
al ejándo se . Luego, con l a m ale ta
en una m ano , c am inó en el agua
has ta que no hubo f o ndo , y s e
de jó ir en la os cur idad.
Lo tocó para cer ciorarse de que
era re al. Se meti ó en el agua, se
desnudó por completo y se roció el
cuerpo, los brazos , las piernas y la
cabeza c on el li cor que lle vaba;
bebió un sorbo e inspiró otro poco
por la nariz. Después, se vistió con
l a r opa y l o s zapat o s de Faber.
Echó su ropa al río y conte mpló
c ó m o s e l a l l e vaba c o r r i e nt e .
Luego, con la maleta en la mano,
se metió agua ade ntro hasta perder
pi e , y s e de j ó ar r as t r ar e n l a
oscur idad.
Se hallaba a trescientos metros
aguas abajo c uando e l Sabue s o
l l egó al r í o . Al l á arr i ba
revoloteaban los abanicos ruidosos
de los helicópteros. Una tormenta
de luz cayó sobre el río, como si el
s ol hubi e se he ndido l as nubes .
Montag se sumergió en las aguas.
Si nti ó que el río lo lle vaba m ás
lejos, a la sombra. Luego las luces
iluminaron otra vez la tierra, y los
he l ic ó pt e r os gi r aro n s o bre l a
c i udad, c o m o s i hubie s e n
e nc ont r ado
otro
r ast r o .
D e s apar e c ie r o n. El Sabue s o
desapareció. Ahora el mundo era
aquel río frío, y Montag que flotaba
en una paz repentina, alejándose de
l a ci udad y l as l uc e s y l a caza,
alejándose de todo.
Estaba a unos trescientos metros
corriente abajo c uando el Sabueso
ll egó al río . Arr iba, las grandes
aspas de los ventiladores giraban
sin cesar. Un tor rente de luz cayó
sobre el río, y Montag se zambulló
bajo la iluminación, como si el sol
hubi es e s al i do e ntr e l as nubes .
Sintió que el río lo empujaba más
lejos, hacia la oscuridad. Después,
las luces volvier on a despl azarse
hacia tie rra, los he licó pte ros se
cernieron de nue vo sobre ciudad,
como si hubieran encontrado otra
pista. Se alejaro n. El Sabueso se
habí a i do . Ya s ó l o que daba e l
helado río y Montag fl otando en
una r e pe nt i na p az, l e j o s de l a
ciudad, de las luces y de la cacería,
1ejos de todo.
Si nti ó c o m o s i hubi e s e
abando nado un e s ce nar i o c o n
muchos act or es. Si nt ió com o si
hubiese abandonado una sesión de
espiritismo y todos los murmullos
fantasmal es. Dejaba algo irreal y
te rr ible por una re al idad i rr eal,
nueva.
Montag sintió como si hubiese
dejado un escenario lleno de actores
a su espalda. Sintió como si hubiese
aband onado el gran espectáculo y
todos los fantasmas murmuradores.
Huía de una aterradora irrealidad para
meterse en una realidad que resultaba
irreal, porque era nueva.
La
co sta
os cur a pasaba
deslizándose, y Montag se internaba
en el campo, entre las colinas. Por
primera vez en doce años las estrellas
aparecían sobre él, como procesiones
de fuego giratorio. Vio una enorme
rueda de estrellas que se formaba allá
arriba, en el cielo, y amenazaba venir
hacia él y aplastarlo.
La ti er ra o sc ur a s e de sl izaba
c e r c a de é l , que s e avanzando
hac i a c ampo abie r to ent r e c ol i
nas . P o r pr i m e r a ve z e n una
do c e na de año s , l as e s t r e l l as
br i l l aba n s o b r e s u c abe za,
f o r m ando
una
g i gant e s c a
pr oc es ió n. Cuando la male ta s e
lle nó de agua y se hundió.
H e fl o at e d on hi s bac k whe n
M ontag fl ot aba de e spal das
t he val is e f i l l e d and sank; t he cuando la maleta se llenó de agua y se
r i ve r was m i l d and l e i s u r e l y, X
60 hundió. El río, sereno y ocioso, s e
go ing away fro m the pe opl e who al e j aba de l as ge nt e s que
at e s hado ws f o r br e akf as t and desayunaban sombras, almorzaban
st eam f or lunch and vapo ur s f or humo y cenaban vapores. El río era
supper. The ri ve r was very r eal; algo real; lo sostenía cómodamente
it he ld hi m c omf ort abl y and gave 65 y le daba tiempo, ocio para pensar
hi m t he ti me at last, the l ei sur e, en ese me s, ese año , y toda una
to co ns ide r t his m ont h, thi s year, vida. Montag esc uchó cómo se le
an d a l i f e t i m e o f y e ar s . H e c al m aba e l
c o r azó n.
Lo s
l is t e ne d to his he ar t s l ow. Hi s pe ns am i e nt o s
de j ar o n
de
thoughts stopped rus hing wi th his 70 a p r e s u r á r s e l e , j u n t o c o n l a
bl oo d.
s ang r e .
M o nt ag s i g ui ó fl o t an d o
b o c a ar r i ba; e l rí o er a
tranqui l o y pausado, mie ntras se
al e j aba de l a ge nt e que c o m í a
s o m br as par a de s ayunar, hum o
par a al m o r zar y vap o r e s p ar a
c e nar. El r í o e r a m uy r e al , l e
sos tení a có modament e y le daba
tie mpo para c onside rar e ste m es,
est e año, y to do un trans curso de
e ll os . Mo ntag es cuchó e l le nt o
l at i r de s u c o r azó n. Sus
pe ns am ie nto s de jaro n de co rr er
junto co n su sangre.
H e s aw t he m oo n lo w i n the
sky now. The moo n t her e, and t he
l i ght o f t h e m o o n c aus e d by
what? By t he sun, o f c ourse . And
what li ght s t he sun? Its own fir e.
And the s un goe s o n, day af te r
Vi o que l a l una s e hu ndí a e n
e l f i r m a m e nt o . La l una al l í , y
s u r e s pl ando r, ¿p r o duc i do po r
qué ? P o r e l s o l , c l ar o . ¿Y qué
i l u m i na b a a l s o l ? S u p r o pi o
f ue go . Y e l s o l s i gue , dí a t r as
5
10
15
H e was t hr e e hundr e d yar ds
do wns t r e am whe n t he H o und
re ac he d the ri ve r. O ve rhead the
gr e at r ac ke t i n g f ans o f t he
he lic opt ers ho ver ed. A sto rm of
l i ght f e l l upo n t he r i ve r and
M o nt ag di ve d u nde r t he gr e at
i l l um i nat i o n as i f t he s un had
broken the clouds. He felt the river
pul l him further on its way, i nto
darkness. Then the lights switched
back to the land, the helicopters
swerved over the city again, as if
they had picked up anot her tr ail.
The y we re gone. The Hound was
gone. Now there was only the cold
r i ve r and M o nt ag f l o at i ng in a
sudde n peac efulness , away fr om
t he c i t y and t he li ght s and t he
chase, away fr om everything.
He fe lt as if he had le ft a s tage
be hind and many ac tor s. He fe lt
as if he had lef t the gr eat s eance
and all the m urm uri ng ghost s. He
was m o vi ng f r o m an unr e al i t y
that was fr ighteni ng int o a re ali ty
t hat was unr eal be c ause i t was
ne w.
The blac k land s lid by and he
was go ing int o t he country amo ng
the hil ls: Fo r t he fi rst ti me in a
do ze n y e ar s t he s t a r s we r e
c om ing out above hi m, i n gr eat
pr oce ssi ons o f whee ling fir e. He
s aw a gr e at jugge rnaut of s t ar s
fo rm i n the sky and t hr eate n to
ro ll ove r and cr ush hi m.
le isure ly 1 lento , pausado ; at a ~ pace sin prisas
2 relajado: let’s take a leisurely stroll, demos un
paseo sin prisas 3 adv. tranquilamente
20
25
30
35
40
45
50
55
75
Vi o l a l una baj a e n e l c i e l o .
L a l u na , y l a l uz d e l a l u na .
¿Q ue ve ní a de d ó nde ? D e l s o l ,
nat ur alme nt e . ¿Y l a l uz de l
s o l ? N ac í a de s u pr o pi o f ue go .
Y as í s e guí a e l s o l , dí a t r as dí a,
115
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
day, bur ni ng an d bur ni ng . The
s un and t im e. The s un and t im e
and bur ni ng. Bur ni ng. The ri ve r
bo bbl e d hi m a l o ng ge n t l y.
Burni ng. The sun and e ve ry clo ck
on the ear th. It all cam e t ogether
and became a single thing i n his
m i nd. A f t e r a l o ng t i m e o f
fl oating o n the l and and a s ho rt
ti me o f fl oati ng i n the ri ve r he
kne w why he m u s t ne ve r bur n
again in his lif e.
tr. de Alfredo Crespo
c o n f ue go y f ue go . El s o l y e l
t i e m po . El s o l y e l t i e m po y e l
f ue go . El f ue go . El r í o l o
b a l a n c e a b a s u a ve m e n t e . E l
f ue go . El s o l y t o do s l o s
r e l o j e s d e l a t i e r r a . To d o s e
uni ó t r ans f o r m ándo s e e n al go
m uy s i m pl e . Lu e g o d e ha be r
f l o t a do m u c h o t i e m p o e n l a
t i e r r a, y po c o ti e m po e n e l r í o ,
Mo nt ag s upo po r qué no
vo l ve r í a a que m ar.
dí a , qu e m and o y que m a ndo . El
s o l y e l t i e mpo . El s o l , e l
t i e m p o y l a s l l am as . Ll am a s .
El
río
le
ba l anc e aba
s u ave m e n t e . Ll a m as . El so l y
t o do s l o s r e l o j e s de l m und o .
Todo s e r e uní a y se co nve r tí a e n
una m i s m a c o s a e n s u m e n t e .
D e s pué s de m u c ho t i e m po de
fl ot ar e n el r ío, M ontag supo por
q ué nu n c a m ás vo l ve r í a a
que m ar al go .
El so l ar dí a c o nti nuam ent e .
Q ue maba e l t i e m po. El mundo
cor ría descri biendo un c írcul o y
gi raba sobre s u ej e, y el tiem po
quemaba los años y los hombres, de
al gún m o do . Y s i é l , M o nt ag,
quemaba junto con los bomberos, y
e l so l que maba e l ti e mpo, nada
quedaría sin quemar.
El sol ardía a diario. Quemaba el
Tiempo. El mundo corría en círculos,
girando sobre su eje, y el tiempo se
ocupaba en quemar los años y a la
gente, sin ninguna ayuda por su parte.
De modo que si él quemaba cosas con
los bomberos y el sol quemaba el
Tiempo, ello significaría que todo
había de arder.
One o f t he m had t o s t o p
b u r n i n g . Th e s u n w o u l d n ’ t , 25
c e r tai nl y. So i t l o oke d as if i t
had t o be Mont ag and t he
p e o pl e h e h ad w o r k e d w i t h
u nt i l a f e w s h o r t h o u r s a go .
S o m e w h e r e t he s a vi n g a n d 30
put ti ng away had t o be gi n agai n
a n d s o m e o n e h a d t o do t h e
s aving and ke e pi ng, o ne way o r
ano t he r, i n bo oks , i n r ec o r ds , i n
pe o pl e ’s he ads , any way at al l 35
s o l ong as i t was saf e, fr e e f ro m
m ot hs, si l ver - fi s h, rus t and dryr o t , and m en wi t h mat c he s . The
wo r ld was f ul l o f bur ni ng o f al l
t ypes and si ze s . N ow t he gui l d 40
o f t he a s b e s t o s - we ave r m us t
o pe n s ho p ve r y s o o n.
Al gui e n t e ní a qu e d e j ar de
q ue m a r. N o l o ha r í a e l s o l ,
c i e r t am e nt e . Así que , par e c í a,
t e nd r í a q ue s e r M o n t a g, y l a
gente que había t rabajado c on é l
h as t a h ac í a u na s ho r a s . E n
alguna part e al guie n te ndrí a que
e m pe zar a guardar y c o ns e rvar
las cos as , en li bro s, di sc os , e n la
c abeza de l a ge nt e, de cual quie r
m ane ra c o n t al que e s t uvi e s e n
se guras, l ibre s de po li ll as , mo ho
y po dr e dum br e , y ho mbr es co n
f ós fo ro s. El mundo e st aba ll eno
de ince ndio s, de t odas f or mas y
t am añ o s . El s i n di c a t o d e
t e j e do r e s de t e l as de am i ant o
t endr ía que abr ir m uy pro nt o sus
pue rt as .
Alguno de ellos tendría que dejar de
quemar. El sol no, por supuesto. Según
todas las apariencias, tendría ser Montag,
así como las personas con quienes había
trabajado hasta unas pocas horas antes.
En algún sitio habría que empezar a
ahorrar ya preservar cosas paraque todo
tuviera un nuevo inicio, y alguien tendría
que ocuparse de ello, de una u otra
manera, en libros, endiscos, en el cerebro
de la gente, de cualquier manera con tal
de que fuese segura, al abrigo de las
polillas, de los pececillos de plata, del
óxido, del moho y de los hombres con
cerillas. El mundo estaba lleno de llamas
de todos los tipos y tamaños. Ahora, el
gremio de los tejedores de asbestos
tendría que abrir muy pronto su
establecimiento.
He f el t his hee l bump
l a n d , t o u c h p e b b l e s a n d 45
r o c k s , s c r a p e s a n d . Th e
r iver
h ad
m o ve d
hi m
t o war d s ho r e .
M o ntag s i nt i ó que s u tal ó n
go l pe aba algo s ó li do , t oc aba
pedruscos y rocas, rozaba la arena.
El rí o lo había l le vado hac ia l a
orilla.
M o nt ag s i n t i ó qu e s us pi e s
t o c ab a n
t i er r a,
pi saban
gui jar r o s y pi e dr as, s e hundí an
e n ar e na . E l r í o l e e m p uj a do
hac ia l a o r il l a.
He lo oked in at the great black 50
c re atur e wi tho ut e ye s o r l i ght ,
wit ho ut shape, wi th o nl y a s ize
t h at we nt a t ho u s an d m i l e s
wi tho ut wanti ng to st op, with i ts
gr ass hill s and fo res ts that we re 55
waiti ng for hi m.
M i r ó l a e n o r me y ne gr a
c r i a t ur a s i n o j o s ni l uz ,
i nf o r me , s ó l o una mas a de
mil e s de ki l óme tr o s de
l ar g o , i n c o n m e n s ur a b l e , c o n
b o s q ue s y c o l i na s ve r d e s qu e
l o e s pe r a ba n .
Conte mpló la i nmensa y negra
criatura sin ojos ni luz, sin forma,
con sólo un tamaño que se extendía
dos mi l lar es de ki ló m et r os si n
desear detenerse, con sus colinas
cubiertas de hier ba y sus bosques
que le esperaban.
H e h e s i t at e d t o l e ave t h e
c o m f o r t i ng f l ow o f t he wat e r.
H e e xpe c t e d t he H o und t he r e .
Sudde nly t he t r e es m ight bl o w
u nd e r
a gr e at
wi n d
of
hel ic opte rs .
Tit ubeó antes de dejar aque lla
tr anquil izado ra cor rie nt e. Tem ía
60 que el Sabueso es tuviese allí. De
pronto los árbol es comenzarían a
agi t ar s e baj o e l vi e nt o de l o s
helicópteros.
Montag vaciló e n abandonar el
am par o de l agua Te m í a que e l
Sabue so estuviese all í. De pr onto,
lo s árbo les po dían agitarse bajo
l as as pas de m u l t i t ud de
helicópteros.
But t her e was only the norm al
aut um n wi nd high up, go i ng by
l i ke anot he r r i ver. W hy wasn’t
the H ound r unning? Why had t he
s e ar c h ve e r e d i nl and? M o nt ag
li ste ne d. Not hing. Not hing.
65
70
Pero sólo el viento normal del
ot oño pasaba e nt re l os árbol es ,
como otro río. ¿Por qué no corría
por allí el Sabueso? ¿Por qué los
cazadores habían dejado las orillas?
Montag escuchó. Nada. Nada.
Pero sólo había la brisa otoñal
corriente, que discurría como otro
río. ¿Por qué no andaba el Sabueso
por allí? ¿Por qué la búsqueda se
había des viado haci a el i nteri or?
Montag escuchó. Nada. Nada.
M i l l i e , he t ho ught . A l l t hi s
c o unt r y he r e . Li s t e n t o i t !
N o t hing and not hi ng. So m uc h
s i l e nc e , M i l l i e , I wo nde r ho w 75
yo u’d take i t? Would you s ho ut
Shut up, s hut up! Mil li e, Mil li e.
And he was sad.
M i l l i e , p e n s ó . To d a e s t a
t i e r r a aq uí . Es c u c h a. N ad a y
na da . Tan t o s i l e nc i o , M i l l i e .
Me pr e gunt o q ué di r í as t ú.
¿G r i t ar í a s « c ál l at e , c ál l at e »?
Millie, Millie.
_____________________
«M il li e —pensó —. Toda es ta
exte nsión aquí. ¡Esc úchala! Nada
y nada. Tanto sile ncio, Millie, que
me pregunto qué efecto te causaría.
¿Te po ndr í as a gr i t ar «¡Cal l a,
calla!» Millie, Millie?»
Y se sintió triste.
The s un bur ne d eve ry day. It
burne d Tim e. The wo rld r ushed in
a cir cle and t urne d o n i ts axi s and
ti me was busy burning the years
and t he pe opl e anyway, wi thout
any hel p f rom hi m. So if he bur nt
things wit h t he fir eme n, and t he
s un bur nt Tim e, that m eant t hat
everything burne d!
5
10
15
20
116
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
M i l l i e w as no t he r e and t he
H o un d wa s no t he r e , bu t t h e
dr y s m e l l o f hay bl o wi ng f r o m
s o m e di s t ant f i e l d put M o n t ag
o n t he l and. H e r e m e m be r e d a
f ar m he h ad vi s i t e d wh e n h e
w a s ve r y y o u n g , o n e o f t h e
r a r e t i m e s he had di s c o ve r e d
t hat s o me whe r e b e hi nd t he
s e v e n ve i l s o f u n r e a l i t y,
be yo n d t he wal l s o f par l o u r s
and be yo nd t h e t i n m o a t o f t he
c i t y, c o w s c h e we d gr as s an d
pi gs s at i n war m po nds at no o n
a nd do g s b a r k e d a f t e r w h i t e
s he e p o n a hi l l .
tr. de Alfredo Crespo
M i l li e no e s t aba aquí , y e l
Sabueso no e st aba aquí , per o el
aroma seco del heno que venía de
al gún c am po di s t ant e l l evó a
Montag a tierra. Recordó una granja
que había visitado cuando era muy
joven. Había descubierto entonces
que en alguna parte, detrás de los
siete velos de la irrealidad, detrás
de las paredes de las salas de recibo
y los muros ciudadanos de latón, las
vac as pas t aban, y l o s c er do s
dor m í an al s ol , en lo s char co s
t i bio s , y lo s pe r ro s l adraban
corriendo detrás de ovejas blancas
por las lomas.
Millie no estaba allí, ni tampoco
el Sabueso, pero sí el aroma del
he no , que l l e gaba de s de al gún
c am po l e j ano y que i nduj o a
M o ntag a s ubi r a t ie r r a f ir m e .
Re c o r dó una gr anj a que habí a
visitado de niño, una pocas veces
en que había desc ubierto que, más
al l á de l o s s i e t e ve l o s de l a
irrealidad, más al lá de las paredes
de l o s s al o ne s y de l o s f o s o s
m e t ál i c o s de l a c i udad, vac as
pac í an la hi e rba, l os ce r do s s e
revolcaban en cié nagas a mediodía
y los perros ladraban a las blancas
ovejas en las colinas.
Ahora, el aroma seco del heno,
e l m ovi mi e nt o de l as aguas , l o
hacían pensar en el heno fresco de
un granero solitario, alejado de las
ruidosas carreteras, en los fondos
de una pacífi ca granj a, y baj o un
vi e jo m o l ino de vi e nt o que
chirriaba como el paso de los años
sobre su cabeza. Se quedaría en el
desván del granero toda la noche,
escuchando los animales lejanos,
l os ins e ct o s y l o s ár bo l es , lo s
movimientos minúsculos.
Ahora, e l olor a heno seco, el
movimiento del agua le hizo desear
echarse a dormir sobre el heno en un
solitario pajar, lejos de las ruidosas
autopistas, detrás de una tranquila
granja y bajo un antiguo molino que
susurrara sobre su cabeza como el
sonido de los años que transcurrían.
Permaneció toda la noche en el pajar,
escarbando el rumor de los lejanos
animales, de los insectos y de los
árboles, así como los leves e infinitos
movimientos y susurros del campo.
Duri ng t he night , he t ho ught ,
D ur ante l a no che, pensó , oi rí a
be lo w the l of t, he would he ar a quizá baj o e l de sván el s o ni do
so und li ke fe et moving, per haps. 35 d e u no s pa s o s . S e s e n t a r í a ,
H e wo ul d t ense and s i t up. The s o b r e s a l t a d o . E l s o ni d o s e
s o und w o ul d m o ve a way. H e pe rde r í a a l o le j o s . Vo l ve rí a a
would li e back and loo k out of the aco s t ar s e y mi r ar í a haci a af uer a
l o f t wi n do w, ve r y l at e i n t he y ve r í a qu e e n l a g r a nj a s e
ni ght , and se e t he lights go o ut in 40 apagarí an l as l uc e s, y una m uje r
the f ar mho use it se lf, until a ve ry m uy j o ve n y he r m o s a s e
yo ung a nd be a ut i f u l w o m an as o m ar í a a una ve nt ana os c ur a
wo u l d s i t i n an unl i t wi nd o w, y s e t r e nz ar í a e l c abe l l o . Le
br ai di ng he r hai r. It wo ul d be c o s t ar í a ve r l a, pe r o s u r o s t r o
ha r d t o s e e h e r, but he r f a c e 45 s e r í a c o m o e l r o s t r o d e l a
wo uld be l ike the fac e o f t he gi rl m uc h ac h a q u e h ac í a t a nt o
so l ong ago in hi s past now, so t ie mpo , e n el pasado, c o no c ía e l
ve ry l ong ago, the gi rl who had l enguaj e de las nube s y no t e mí a
kn o wn t h e w e at he r a nd ne ve r q ue
la
q ue m a s e n
las
be en burne d by t he fi re- fli es , t he 50 l uc i é r n a ga s , y s a b í a qu é
gi r l wh o h ad kno wn wh at s i gni f i caba una f lo r de di e nt e ,
dandeli ons meant rubbed of f on de l eó n f r o tada baj o l a bar bi l la.
yo ur c hi n. The n, she wo uld be Luego, la muchacha desaparecería de
go ne fro m the warm windo w and la ventana y volvería a aparecer en el
ap pe a r aga i n up s t a i r s i n h e r 55 pri me r pi so , en una habit ac ió n
mo on-whit ene d r oo m. And t he n, iluminada por la luna. Y entonces,
to the s ound of death, t he sound bajo el sonido de la muerte, el sonido
o f the je ts cutt ing t he s ky i nt o de los aviones que cortaban el cielo
t w o b l ac k p i e c e s be yo n d t he en dos negros pedazos de horizonte,
ho rizon, he woul d lie in the lof t, 60 yacería en el desván, oculto y a salvo,
hi dden and s af e, watching t ho se observando aquellas nuevas y raras
st range ne w s tars ove r the ri m of est rellas en el borde de l a tier ra,
the earth, fle ei ng fr om the so ft estrellas que huían de] suave color
co lour o f dawn.
del alba.
«Dur ant e l a no c he —pe nsó —
, baj o e l c o be r ti zo quizás o yes e
u n s o n i do d e p as o s . S e
i nc o r po r arí a, l l eno de t ens i ón.
Los pas o s s e al ej arí an. Vol ve rí a
a t e nd e r s e y m i r a r í a po r l a
ve n t a na de l c o b e r t i z o m u y
a va n z ad a l a no c h e , y ve r í a
apagars e l as l uce s de la gr anja,
has t a que una m uj e r m uy j o ve n
y he r m o s a s e s e nt ar í a j unt o a
u na
ve n t a n a
a p ag a da ,
c epi ll ándo se el pel o . Res ult arí a
di fí cil ver la, pero s u r os tr o s er ía
c o m o e l de aque l l a m uc h ac ha
que s abi a l o que s igni f ic aban las
fl or es de di ente de le ón f ro tadas
c o nt r a la b a r b i l l a . L u e g o , l a
mu j e r s e a l e j ar í a de l a
ve nt a na, pa r a r e apa r e c e r e n e l
pi s o
de
a r r i ba , e n
su
h a b i t a c i ó n i l u m i na d a p o r l a
l u na. Y e n t o n c e s , baj o e l
s o n i do de l a m u e r t e , e l s o n i do
de l o s r e ac t o r e s qu e par t í a n e l
c i e l o en do s , yac e r ía e n e l
c o b e r t i z o , o c u l t o y s e gu r o ,
c o nt e mp l a ndo
a que l l as
ext rañas est rellas en el
bo r de d e l a t i e r r a, huye ndo
d e l s u a ve r e s p l a n d o r d e l
a l b a. »
5
10
15
N o w, t h e dr y s m e l l o f h ay,
t he m o t i o n o f t he wat e r s , m ade 20
hi m t hi nk of s l e e ping i n fr e s h
hay i n a l one l y barn away f r o m
t he l o u d h i gh w ay s , b e hi n d a
qui e t f ar m ho use , and unde r an
anc i e nt wi ndm i l l t hat wh i r r e d 25
l i ke t he s o und o f t he pas s i ng
ye ar s o ve r he ad. H e l ay i n t he
h i g h b a r n l o f t a l l ni g h t ,
l i s te ni ng t o di s t ant ani m al s and
i ns e c t s an d t r e e s , t h e l i t t l e 30
m o t io ns and s t i r r ings .
65
In t he mo r ni ng he wo uld no t
have ne ede d s l e e p, f o r al l t he
wa r m o do ur s an d s i g ht s o f a
c o m pl e t e c o unt r y ni ght wo ul d
have re st ed and s le pt hi m whi le
hi s e ye s w e r e wi de an d h i s
mo uth, when he thought to tes t i t,
was hal f a sm il e.
And t her e at t he bo tto m o f t he
hayl o f t s t ai r, wai t i ng f o r hi m ,
wo uld be the i ncr edibl e t hing. He
wo uld s tep care ful ly do wn, in t he
70
75
Ya l a m a ñ a n a n o t e n d r í a
s ue ñ o , p ue s l o s o l o r e s
c á l i d o s y l a s e s c e n as d e l a
n o c he c a m pe s i n a l e h a br í a n
q ui t a do t o d o c a n s a n c i o y l o
h ab r í an h e c ho d o r m i r c o n l o s
o j o s ab i e r t o s , y l a b o c a qu e
e s b o za b a u n a s o n r i s a .
Por la mañana no hubiese tenido
sueño , porque todos los cálidos
olores y las visiones de una noche
completa en el campo le hubiesen
descansado aunque sus ojos hubieran
permanec ido abiertos, y su boca,
cuando se le ocurrió pensar en ella,
mostraba una leve sonrisa.
Y allí, al pie de la escalera del
desván, esperándolo, estaría aquella
c o s a i nc r eí bl e . De s c e nde r í a
cuidadosamente, en la luz rosada
Y allí al pie de la escalera del
cobertizo, esperándole, habia algo
i nc re í bl e. M ont ag de sc e nde rí a
cuidadosamente, a la luz rosada del
117
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
pink li ght o f ear ly m or ning, s o
fully awar e o f t he wor ld that he
wo ul d be afr ai d, and s tand o ve r
the s mal l m iracle and at l ast be nd
to to uc h i t.
tr. de Alfredo Crespo
de l am ane ce r, s i nt i e ndo t an
intensamente el mundo que tendría
m i edo , y s e de te ndr í a j unt o al
pe que ño m i lagr o , y al f in s e
inclinaría y lo tocaría.
am ane c e r, t an c o ns c i e nt e de l
mundo que s enti rí a mie do , y se
i nc l i nar í a s o b r e e l pe que ño
m i lagr o, has t a que , po r f i n, s e
agacharía para tocarlo.
Un vaso de leche fresca y unas
pocas peras y manzanas esperaban
al pie de la escalera.
Un vaso de leche fresca, algunas
peras y manzanas estaban al pie de
la escalera.
Thi s was al l he want e d no w.
Some sign that the immense world
would accept him and give him the
long time needed to think all the
things that must be thought.
15
Eso er a to do l o que des e aba
ahora. Una señal que le dijese que
el mundo inmenso lo aceptaba y le
dejaba tiempo para pensar en todas
las cosas que debía pensar.
Aquello era todo lo que deseaba.
Algún si gno de que el i nme ns o
mundo le aceptaría y le concedería
todo ti empo que nece sitaba para
pensar lo que debía ser pen sado.
A glas s o f m i l k, an apple , a
pe ar.
Un vaso de leche, una manzana,
una pera.
Un vaso de leche, una manzana, una
pera.
5
A coo l glass of fr esh mi lk, and
a few appl es and pear s l aid at t he
fo ot of the s teps.
10
He st epped fr om the r ive r.
Montag salió del río.
20
The l an d r u s h e d a t h i m , a
t i da l w ave . H e wa s c r u s he d by
da r kn e s s a nd t h e l o o k o f t he
c o u n t r y a n d t h e m i l l i o n 25
o d o ur s o n a wi nd t h at i c e d h i s
bo dy. H e f e l l b ac k un de r t he
br e aki ng c ur ve o f dar kne s s
an d s o u nd an d s m e l l , h i s e a r s
r o ar i n g. H e w hi r l e d. The s t a r s 30
p o u r e d o ve r h i s s i g h t l i k e
f l a m i n g m e t e o r s . H e wa n t e d
t o p l un g e i n t h e r i ve r a g ai n
an d l e t i t i dl e h i m s a f e l y o n
d o w n s o m e w h e r e . Th i s d a r k 35
l a nd r i s i ng was l i ke t hat d ay
i n hi s c h i l dh o o d , s w i m m i ng ,
wh e n f r o m n o wh e r e t h e
l a r g e s t wa ve i n t h e hi s t o r y o f
r e m e m b e r i n g s l a m m e d h i m 40
d o wn i n s a l t m u d an d g r e e n
da r kn e s s ,
wa t e r
bu r ni ng
m o ut h a nd no s e , r e t c h i n g h i s
s t o m a c h , s c r e a m i n g ! To o
m u c h wa t e r !
45
La tierra se lanzó hacia él, como
la ola de un maremoto. Montag fue
aplastado por la oscuridad, la visión
de la tierra y el millón de olores de
aquel aire que le helaba el cuerpo.
Cayó hacia atrás empujado por un
frente de oscuridad, sonido y olor
que le s i lbaba e n l o s o ídos . El
mundo giró a sus pies. Las estrellas
caían sobr e é l co mo ence ndidos
meteoros. Sintió deseos de arrojarse
otra vez al río y dejarse ir aguas
abajo hast a un s iti o s eguro . Esa
tierra oscura que se alzaba ante él
l e re c o r daba aquel dí a de s u
inf anci a, cuando se bañaba en el
mar, y de pronto, de alguna parte,
vino la ola más grande en la historia
de sus recuerdos, envolviéndolo en
barro salado y sombras verdes, con
un agua que l e que m aba en l a
garganta y la nariz, dándole náuseas
y obligándolo a gritar: ¡Demasiada
agua!
To o muc h l and!
Demasiada tierra.
Montag se alejó del río.
La tierra corri ó hacia él como
una mar e a. Fue e vue lt o po r l a
o sc ur idad, y po r e l as pe ct o de l
campo, por el millón de olores que
llevaba un viento que 1e helaba el
cuerpo. Retrocedi ó ante el ímpetu
de la oscuridad, del sonido y del
olor; le zumbaban los oídos. Dio
m e di a vue l t a. Las e s t r e l l as
brillaban sobre él como meteoros
llameantes. Mont ag sintió deseos
de zambullirse de nuevo en el río
y dej ar que le arr ast rara a sal vo
has t a al gún l ug ar m ás l e j ano .
Aque l l a o s c ur a t i e r r a que s e
elevaba era como cierto día de su
infancia, en que había ido a nadar,
y una ol a surgida de l a nada, la
mayor que recordaba la Historia, le
e nvo lvi ó e n barr o s alo br e y e n
o s c ur i dad ve r do s a; e l agua l e
que m aba l a bo c a y l a nar i z,
al bo r o t ándo l e e l e s t ó m ago .
¡De masiada agua!
¡Demasiada tierra!
50
O ut o f t he bl ac k wal l bef or e
him , a whis per. A s hape . In the
s h ape , t wo e y e s . Th e ni g ht
loo king at him. The fo rest , see ing
him .
55
D e l a pare d o s cur a que s e
e xt endí a ant e é l s ur gió un
murmullo. Una forma. En la forma,
dos ojos. La noche, que lo miraba.
El bosque, que lo veía.
The H ound!
¡El Sabueso!
After all the running and rushing
and sweati ng i t out and half drowning, to come this far, work this
hard, and think yourself safe and sigh
with relief and come out on the land
at last only to find…
60
Luego de la huida, la carrera, el
sudo r y la zambul lida en el rí o,
luego de haber llegado tan lejos, de
haberse esforzado tanto, creerse a
salvo, suspirar con alivio y salir a
la orilla, encontrar sólo...
Desde la o scura pared
f r e n t e a é l , un a s i l u e t a . E n
la silue ta, do s o jo s. La
n o c h e , o b s e r vá n d o l e . E l
b o s qu e , vi é nd o l e .
¡El Sabues o!
Después de tanto correr yapresurarse,
de tantos sudores y peligros, de haber
llegado tan lejos, de haber se esforzado
tanto, yde creerse a salvo, y de suspirar,
aliviado... para salir a tierra firme y
encontrarse con...
65
The H ound!
¡El Sabueso!
M o n t ag g a ve o n e l a s t
ago ni ze d s ho ut as if t hi s we r e
t o o m uc h fo r any m an.
¡El Sabueso!
Montag emitió un último grito de
ago ní a, c o mo s i aque l l o fue s e
demasiado para un solo hombre.
Montag lanzó un último grito de
dolor, como si aquello fuera demasiado
para cualquier hombre.
Th e
shape
e xpl oded
La forma estalló desapareciendo.
a w a y . T h e e y e s v a n i s h e d . Lo s oj os se borr aro n. Las hoj as
Th e l e a f p i l e s f l e w u p i n a amontonadas en el suelo se alzaron
d r y s h o we r .
75 como un rocío seco.
La silueta se diluyó.
Lo s o j o s desaparec iero n.
Las
hoj as
s ecas
se
ag itaro n.
M o nt a g was al o ne i n t he
wi ldernes s.
Mo nt ag e s t aba s o l o e n l a
s e l va.
70
Montag estaba solo en medio de]
campo.
118
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
A dee r. He sm el led the heavy
musk- like perf um e m ingled wi th
bl ood and t he gum med exhal ati on
o f t h e a ni m al ’s br e at h , a l l 5
cardamon and m os s and ragwe ed
o do ur i n t hi s huge ni ght wher e
the t re es ran at him, pulle d away,
ran, pulle d away, to the puls e of
the heart behind hi s eye s.
10
Un ciervo. Montag respiró aquel
pesado almizcle, como un perfume
mezclado con sangre, y el resinoso
aliento del animal, de cardamomo,
m us go y m al ezas , e n es a no che
inmensa en que los árboles corrían
hacia él, se apartaban, corrían, se
apartaban, junto con el corazón, que
le latía en los ojos.
Un gamo . Mont ag o l i ó e l
d e n s o pe r f u m e a l m i zc l a d o y
e l o l o r a h i e r b a de l al i e nt o
d e l a ni m a l , e n a qu e l l a no c h e
e t e r n a e n q ue l o s ár bo l e s
p ar e c í a n c o r r e r ha c i a é l ,
a pa r t a r s e , c o r r e r , a pa r t a r s e ,
a l i m pu l s o d e l o s l at i d o s d e
s u c o r az ó n .
There must have bee n a bi lli on
le aves o n the land; he wade d in
them, a dr y r iver sme ll ing of hot
c l ove s and war m dus t . And t he 15
ot her s mel ls! Ther e was a sme ll
like a cut potato fro m all the land,
r a w a nd c o l d a nd wh i t e f r o m
having the m oon on it mos t o f t he
ni gh t . The r e was a s m e l l l i ke 20
pi ckl es fr om a bot tle and a s me ll
li ke parsl ey on the t abl e at hom e.
The re was a faint ye l lo w odour
l i ke m ust ar d f r o m a j ar. The r e
was a sm el l l ike carnati ons fr om 25
the yar d next do or. H e put do wn
hi s hand and fel t a we ed ri se up
l i ke a c hi ld br us hing hi m . H i s
fi nger s sm elle d of l i quori ce.
Había un billón de hoj as en el
suelo. Montag vadeó las hojas como
un r ío s ec o que o lí a a es pe ci as
calientes y polvo tibio. ¡Y los otros
olores! De la tierra entera surgía un
o lo r a patat a c o rt ada, f re s c o y
húmedo y blanco, pues la luna la
iluminaba casi toda la noche. Había
un olor a botella de salmuera y un
olor a perejil en una fuente. Había
un olor débil y amarillo, como el de
un frasco de mostaza. Había un olor
a claveles que venía del jardín de
la casa de al lado. Montag bajó la
mano y sintió que una pl anta se
alzaba hacia él, como un niño, y lo
rozaba con suavidad. Los dedos le
olían a regaliz.
Debía de haber billone s de hojas en
aquella tierra; Montag se abrió paso
entre ellas, un río seco que olía a trébol
y a polvo. ¡Y a otros olores! Había un
aroma como a patata cortada, que subía
de toda la tierra, áspero, frío y blanco
debido al hecho de haber estado
iluminado por el claro de luna la mayor
parte de la noche. Había un olor como
de pepinillo deunabotellaycomodeperejil
de la cocina casera. Había un débil olor
amarillento como a mostaza. Había
un o l o r c o m o de c l a ve l e s d e l
j ar dí n ve c i no . Montag tocó e l
s u e l o
c o n
l a
m a n o y s i n t i ó q u e
l a
m a l e z a
l e
a c a r i c i a b a .
Montag se quedó allí, inmóvil,
aspi rando, y cuanto más aspi raba
l os o lo r e s de l a t i e rr a, m ás l o
colmaba la riqueza de la tierra. No
se sentía vacío. Había allí más que
suficiente para que no se sintiese
vac í o . H abr í a s ie m pre más que
suficiente.
Se i r gu i ó j a de an t e , y c ua nt o
m á s i n s p i r ab a e l p e r f u m e d e
l a t i e r r a, m ás l l e no s e s e nt í a
de t o do s s us de t al l e s . No
e s t ab a vac í o . A l l í h ab í a m á s
de l o n e c e s a r i o pa r a l l e na r l e .
Si e m pr e ha br í a más q ue
s uf i c i e n t e .
M o ntag e ntr ó e n aque l baj o
océano de hojas, tambaleándose.
Avanzó por entre el espesor de hojas
caídas, vacilante.
Y en m e dio de aque l mundo
extraño, algo familiar.
Y, en medio de aquel ambie nte
desconocido, algo familiar.
Tropezó y se oyó una vibración
sorda.
Su pie tropezó con algo que sonó
sordamente.
M ont ag to c ó el sue lo co n l a
mano, un metro hacia este lado, un
metro hacia este otro.
M ovi ó s u m ano po r e l sue lo ,
un me t r o hac i a aquí , un me t r o
hac i a al lá.
30
H e s t o od br e at hi ng, and t he
mo re he br eat he d t he land in, t he
mo re he was f ill ed up wi th al l t he
det ai ls of t he l and. He was no t
e m pt y. The r e was m o r e t h an
e no ugh he re to f il l hi m . Ther e
wo ul d a l wa ys be m o r e t h an
enough.
He walke d in the shall ow ti de
of le ave s, st umbling.
35
40
An d i n t he m i ddl e o f t he
st rangeness , a f ami liarit y.
45
H i s f o o t hi t s o m e t hi ng t hat
rang dull y.
H e m o ve d hi s han d o n t he
gro und, a yar d t hi s way, a yar d
that .
50
The r ail road t rac k.
Las vías del ferrocarril.
La vía del tren.
The t rac k t hat c ame out o f t he
ci ty and r ust ed acr oss t he l and,
t h r o u gh f o r e s t s and w o o d s ,
de ser ted no w, by the r ive r.
55
Las vías que salían de la ciudad
y cruzaban oxidadas el campo, los
bosques, ahora desiertos, las tierras
junto al río.
La ví a que s al í a de l a c i udad
y at r ave s aba l a t i e r r a, a t r avé s
de bo s que s y s e l vas , de s i e r t a
aho r a, j un t o al r í o .
Here was the path to wherever he
was goi ng. H er e was t he s ingl e
familiar thing, the magic charm he
might need a little while, to touch,
to feel beneath his feet, as he moved
on into the bramble bushes and the
lakes of smelling and feeling and
touching, among the whispers and
the blowing down of leaves.
60
És t e e r a su c am i no , f ues e a
donde f ue se aho r a. És t e e r a e l
objeto familiar, el talismán mágico
que necesitaría durante un tiempo,
que necesitaría tocar, sentir bajo los
pies mientras caminaba entre las
zarzas y aquellos lagos donde olía,
sentía y tocaba; entre los murmullos
y la lenta caída de las hojas.
Al l í e s t ab a e l c am i n o qu e
c o n du c í a ad o n d e qu i e r a s e
di r i gi e s e . Aquí habí a l o úni c o
f am il iar, e l mágic o encant o que
ne ce si tarí a to car, s enti r bajo s us
pi es, m ientras s e ade ntr ara e n l as
zar zas y lo s lagos de ol or y de
se nsacio nes , e ntr e los susur ros y
l a caída de l as hoj as .
He walked on the t rac k.
65
Montag caminó entre los rieles.
70
And he was surpr ise d t o learn
ho w c ert ai n he s uddenl y was of a
si ngl e fac t he c ould not prove.
Montag avanzó, siguiendo la vía.
Y le sorprendió estar tan seguro,
r epenti name nt e, de al go que no
podía probar.
Y se sorprendió de saber cuán seguro
se sentía de repente de un hecho que le
era imposible probar.
Una vez, hacía mucho, Clarisse
había caminado por allí, por donde
él caminaba ahora.
En una ocasión, mucho tiempo atrás,
Clarisse había andado por allí, donde él
andaba en aquel preciso momento.
75
O nc e, l ong ago , Cl ari ss e had
wa l ke d he r e , wh e r e he w as
wal ki ng now.
119
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
***
H al f an hour l ate r, co l d, and
m oving care full y o n the tr ac ks , 5
f ul l y awar e o f hi s e nti r e bo dy,
hi s f ac e , hi s m o u t h, h i s e ye s
s tuff ed wit h bl ac knes s, his e ar s
s t u f f e d w i t h s o un d, h i s l e g s
pr ic kl ed wit h bur rs and net tl es , 10
he saw the fi re ahe ad.
Media hora después, con frío,
mientras caminaba con cuidado por los
rieles, totalmente consciente del cuerpo,
la cara, la boca, los ojos colmados de
oscuridad, los oídos colmados de
sonido, las piernas cubiert as de
pi caduras de es pinas y o rt i g as,
Montag vio el fuego.
Me di a ho ra m ás t ar de , fr ío ,
moviéndose cuidadosamente por la
vía, bien consciente de su propio
cuerpo de su rostro, de su boca, con
los ojos llenos de negrura, los oídos
l le no s de s onidos , sus pi er nas
cubiertas de briznas y de ortigas, vio
un fuego ante él.
The f ir e was go ne , then bac k
again, l i ke a wi nki ng e ye. H e
stopped, afraid he might blow the 15
fire out with a single breath. But the
fire was there and he approached
warily, from a long way off. It took
the better part of fifteen minutes
before he drew very close indeed to 20
it, and t hen he stoo d looking at it
from cover. That small motion, the
whi te and re d co l our, a st range
fir e because i t meant a differ ent
thing to him.
25
El fuego desapar eci ó y volvió
c o m o un gui ño . M o nt ag s e
de tuvo, tem iendo apagarl o c on su
al ient o. Per o el fuego est aba all í,
au nqu e di s t an t e , y M o nt ag
fatigado se ac erc ó a él . Tardó por
l o m eno s un c uar t o de hor a e n
ac er c ar se de ve r as , y l ue go s e
qu e dó m i r á ndo l o de s de l as
so mbr as. Aquel le ve movimi ent o,
el co lor r ojo y blanco ; un fue go
extraño , pues s ignifi caba par a él
al go nuevo y di sti nt o.
El fuego desapareció, volvió a
pe rc ibir se , co mo un oj o que
parpadeara. Mo nt ag s e de tuvo ,
generoso de apagar el fuego con un
solo suspiro. Pero el fuego estaba allí,
y Mo nt ag s e fue ac er cando
cautelosamente. Necesitó casi quince
minutos para estar muy próximo a él
y, ent onces, lo observó de sde un
refugio. Aquel pequeño movimiento,
el calo r blanco y ro jo, un fuego
extraño, porque para él significaba
algo distinto.
It was not burning; it was warming!
No quemaba, calentaba.
He saw many hands held to its
war m t h, hands wi t ho ut ar m s ,
hi dde n i n dar kne s s . Abo ve t he
hands, motionless faces that were
o nl y m o ve d and t o s s e d and
fl i ckered with firelight. He hadn’t
known fire could look this way. He
had never thought in his life that
it could give as well as take. Even
its smell was different.
Noestaba quemando.¡Estaba calentando!
M o n t a g vi o m u c h as m a no s
que bus c aban es e cal o r, m ano s
s in br azos , que s e o c ul t aban e n
l a o s cur i dad. So br e l as m anos ,
c ar as i nmó vil e s que s ól o l a luz
d e l f ue g o a ni m a ba , m o ví a ,
a gi t ab a . M o nt a g n o h a bí a
p e n s a do nu n c a q u e e l f u e g o
pudi e s e dar, y no s ó l o t o m ar.
H as t a e l o l or e ra di f er e nte .
Montag vi o muc has manos
alargadas hacia su calor, manos sin
brazos, ocultos en la oscuridad. Sobre
las manos, rostr os inmóviles que
pare cían o scilar con e l vari able
resplandor de las llamas. Montag no
había supuesto que el fuego pudiese
tener aquel aspecto. Jamás se le había
ocurrido que podía dar lo mismo que
quitaba. Incluso su olor era distinto.
N unca s upo cuánt o t ie m po
estuvo allí, inmóvil, pero tenía la
s ensac ió n, to nta y si n e m bargo
deliciosa, de que era un animal que
había veni do del bosque, atraí do
por el fuego. Era un ser salvaje, de
ojos húmedos, con piel y hocico y
cascos, un ser con cuernos, y sangre
que tenía el olor del otoño. Montag
s e que dó al l í m ucho t i em po ,
escuchando el cálido chisporroteo
de las llamas.
N o s u p o c uá n t o t i e m p o
per mane ci ó
de
aq ue l
m o d o , p e r o h a bí a s e n t i d o
u n a s e n s a c i ó n a b s u r d a y,
s i n e mb ar g o , d e l i c i o s a, e n
sabe rs e co mo u n an im al
s ur gi do
del
bo sque ,
atr aí do p o r
el f ue go .
P e r m an e c i ó q ui e t o m u c h o
r at o , e s c u c h an do e l c ál i d o
c hi spor ro t eo
de
las
l l a m as .
The re was a s il ence gat he re d
H abí a si l e nc i o al r e de do r de
al l about that f ire and t he si lence aque l f uego , e l s i le nci o de las
was i n t he me n’s faces , and ti me 55 c ar as de l o s ho m br e s , y habí a
was t her e, ti me eno ugh t o s it by t i e m po
al l í , t i e m po
p ar a
this rus ting t rack under the t ree s, s e n t ar s e j unt o a e s t o s r i e l e s
and l oo k at t he wo rld and tur n it oxidados, bajo los árboles, y mirar
over wi th the e yes , as if it we re el mundo, y hacerlo girar con los
he ld to the c ent re of the bonfir e, 60 ojos, como si su cent ro fuese esta
a pie ce of st eel t hes e m en we re hoguer a, un eje de acero que estos
all s hapi ng. It was not o nl y the hom bres soste nían. Pero no s ólo
fi re that was di ffe rent. It was t he el fuego era diferente. También el
s i le nc e . M o nt ag m o ve d t o war d sil encio . Montag se acer có a ese
t h i s s pe c i al s i l e nc e t ha t w as 65 s i l e nc i o e s pe c i al qu e par e c í a
co nce rne d wit h all of the worl d. arm onizar con el mundo.
Había un silencio reunido en torno
a aquella hoguera ra, y el silencio
estaba en los rostros de los hombres, y
el t iempo estaba allí, el ti empo
suficiente para sentarse junto a la vía
enmohecida bajo los árboles, con el
mundo y darle vuelta con los ojos,
como si estuviera sujeto en el centro
de la hoguera un pedazo de acero que
aquellos hombre s estaban dando
forma. No solo era el fuego lo distinto.
También lo era el silencio. Montag se
movió hacia aquel silencio especial,
relacionado con todo lo del mundo.
And t hen t he voi ces be gan and
they wer e talking, and he c ould
he ar no thing o f what t he vo ic es 70
said, but the s ound r os e and fe ll
qu i e t l y and t h e vo i c e s we r e
t u r ni ng t h e w o r l d o ve r a nd
lo oki ng at it ; t he vo ice s kne w t he
l and and t he t re e s and t he c it y 75
which l ay down t he tr ack by t he
r i ve r . The vo i c e s t al k e d o f
e ve r y t hi ng, t he r e was no t hi ng
Y e nt o nc e s e mpe zar o n a
s o nar
vo c e s ,
y
e s t aban
habl ando , pe r o Mo nt ag no
pudo o í r nada de l o que de c í an,
aunque e l s o ni d o s e e l e vaba y
baj aba l e nt am e n t e , y l as vo c e s
c o no c í an l a t i e r r a, l o s ár bo l e s
y l a c i ud a d qu e s e e x t e nd í a
j unt o al r í o , e n e l e xt r e m o de
l a ví a. L as vo c e s ha bl aban de
t o do , no había ni ngún t e ma
Ho w l ong he s to od he di d not
know, but the re was a f ool ish and
yet del ic i ous se ns e o f knowing
hi mse lf as an animal c ome fr om
the f or est , drawn by the f ire . He
was a t hing of br us h and l iqui d
eye, of fur and muzzle and hoo f,
he was a t hing o f horn and blo od
that woul d sm ell l ike aut um n if
yo u ble d i t o ut on the gro und. He
st ood a lo ng lo ng tim e, li ste ni ng
to the warm c rackle o f the fl ames.
30
35
40
45
50
Y luego se alzaron las voces, y
las voce s hablaban, y M ontag no
po dí a o ír qué de cí an, pe r o l o s
s o ni do s subí an y baj aban,
serenamente, y las voces tocaban el
m undo y l o m i raban; l as voc e s
conocían la tierra y los árboles y la
ciudad que se extendía ví a abajo,
junto al río. Las voces hablaban de
t o do. Al o ír l a cade nc i a, e l
m o vim i e nt o y e l c o nti nuo
120
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t he y c o u l d n o t t a l k ab o ut , he
knew fro m t he ve ry cadenc e and
m o t i o n and c o nt i nu al s t i r o f
curio sit y and wo nde r i n the m.
tr. de Alfredo Crespo
estr emecimie nto de curiosidad y
m ar avi l l a de aquel l as voc e s ,
Montag supo que podían hablar de
cualquier cosa.
pr o hi bi do .
Mo nt ag
lo
c o m pr e ndi ó po r l a c ade nc i a y
e l t o no de c ur i o s i dad y
s o r pr e s a que h abí a e n e l l as .
Y entonces uno de los hombres
alzó los ojos y lo vio, por primera
o por séptima vez, y una voz le dijo
a Montag:
Ento nces, uno de los hom bres
le vant ó la m ir ada y le vio , po r
primera y quizá por séptima vez, y
una voz gritó a Montag:
— M uy bi e n, ya pue de sal i r
ahora.
— ¡ Es t á b i e n, y a p u e d e s
s ali r !
M o nt ag re t r o ce di ó hac i a l as
sombras.
M o nt ag re t r o ce di ó ent r e l as
so mbras.
“It’s all right ,” the voic e s ai d.
“You’re we lc ome he re .”
—Todo está bien —dijo la voz —
. Bienvenido.
—No tema —dijo la voz—. Sea
usted bienvenido.
Mo ntag walked sl owl y t oward 20
t he f i r e an d t he f i ve o l d m e n
si tti ng there dr es sed in dark bl ue
de ni m pant s and jac ke ts and dark
bl ue sui ts . H e did not know what
to say t o the m.
25
Montag se acercó lentamente al
f ue go y a l os ci nco vi e j os que
e s t aban all í , s e nt ado s , c o n
pantalones _____ azules y chaquetas
y camisas del mismo color. No sabía
qué decirles.
Montag se adelantó lent amente
hacia e l f uego, y hac ia lo s c inco
vi ejo s allí se ntados , vest ido s c on
pantalo nes y chaquetas de col or
az ul o s c ur o . N o s up o q ué
decir les.
“Sit do wn, ” s ai d t he man who
seemed to be the leader of the small
group. “Have some coffee?”
— Si é nt e s e — di j o e l ho m br e
que par e c í a s e r e l j e f e — . ¿U n
po c o de c af é ?
—Siéntese —dijo el hombre que
parecía ser el jefe del pequeño grupo—
. ¿Quiere café?
Montag observó como vertían el
líquido humeante y oscuro en una
taza de estaño. Bebió lentamente y
si ntió que t odos lo mi raban c on
c ur io s idad. Se le quem ar o n lo s
labios, pero no le importó. Todas
las caras de alrededor tenían barba,
unas barbas limpias y bien cortadas,
y las manos eran también limpias.
Se habían puesto de pie, como para
dar la bienvenida a un huésped, y
aho r a habí an vue lt o a se ntar se .
Montag bebió el último sorbo.
—Gracias —dijo —. Muchas gracias.
Montag contempló la humeante infusión
que era vertida en un vaso plegable de
aluminio y que seguidamente Pusieron en
sus manos. Montag sorbió cautelosamente
el brebaje y se dio cuenta de que los hombres
le miraban con curiosidad. Se quemó los
labios, pero aquello resultaba agradable. Los
rostros que le rodeaban eran barbudos pero
las barbas eran limpias, pulcras, lo mismo
que las manos. Se habían levantado como
para dar la bienvenida a un invitado, y,
entonces, volvieron a sentarle. Montag
sorbió el café.
—Gracias —dijo—. Muchísimas gracias.
— Bi enve ni do, M o nt ag. M e
l lam o G range r. — El ho m br e l e
o f r ec i ó una bo t e l l a de l í qui do
incoloro.— Beba esto también. Le
cambiará la composición química
del sudo r. De ntro de me dia hora
us t ed o l e rá c o m o o t r as do s
personas. Con el Sabueso detrás de
usted, lo mejor es un brindis.
—Sea usted bien venido, Montag.
Yo me llamo Granger. —El hombre
alar gó una bo te l li t a de l íquido
i nc ol or o —. Beba e st o t am bi én.
Cambiará la composición química
de su transpiración. Dentro de media
hor a o l er á c o mo o tr a pe rs o na.
Teniendo en cuenta que el Sabueso
le está buscando, lo mejor es esto.
5
An d t he n o ne o f t h e m e n
l oo ke d up and s aw him , fo r the
fi rst o r perhaps t he sevent h tim e,
and a vo ic e c all ed to Mo ntag:
10
“Al l ri ght , yo u can c om e out
no w!”
Mo ntag ste ppe d bac k i nt o t he
s hado ws .
de nim hard wearing cotton fabric, tejana, vaquera
15
30
He watc hed the dar k s te ami ng
m ixture pour int o a co ll apsi bl e
t in c up, whi c h was hande d hi m
str aight of f. H e sipped it ginge rly
and f el t t hem l ooking at him wi th 35
curio si ty. Hi s lips wer e s cal de d,
bu t t hat wa s g o o d . The f ac e s
ar ound him we re bearde d, but t he
be ards were cl ean, neat , and the ir
hands we re cl ean. They had sto od 40
up as if t o welc ome a guest , and
no w t he y s at down again. M ont ag
s i ppe d. “Than ks , ” h e s ai d.
“Thanks ve ry m uc h. ”
45
“You’re wel com e, Mo ntag. My
name ’s G ranger.” H e he ld o ut a
sm all bott le of co lourl ess fl ui d.
“D rink thi s, too . It’ll change t he
chemical
i nd e x
of
yo ur 50
pe rs pi rat io n. Half an hour fr om
no w you’ll sm ell l ike two other
peo ple. With t he Ho und af ter you,
the best thing i s Bott oms up.”
55
Mo ntag drank t he bi tte r f lui d.
Montag bebió aquel líquido amargo.
“You’ll st ink li ke a bobcat , but
that’s all ri ght ,” sai d Grange r.
Montag bebió el amargo líquido.
—Olerá un tiempo a gato mojado
—dijo Granger —, pero no importa.
—Apestará como una comadreja, pero no
tiene importancia —dijo Granger—.
— U s te d m e co no c e —di j o
Montag.
—Conoce usted mi nombre —
observó Montag.
G ranger no dded t o a
Granger, con un movimiento de
p o r t a b l e b a t t e r y TV s e t b y 65 cabeza, señaló un aparato portátil
t he f i r e .
de televisión junto al fuego.
G r a n g e r s e ñ a l ó u n t e l e vi s o r
po r t át i l que h abí a j unt o al
f ue go .
“W e ’ve wat c he d t he c h as e .
Fi gur e d yo u ’d wi nd up s o u t h
alo ng t he r iver. When we he ar d 70
you pl ungi ng ar ound o ut in the
f o r e s t l i ke a d r unke n e l k, we
di dn’t hide as we usuall y do. We
f i gur e d yo u we re i n t he r i ve r,
wh e n t he he l i c o p t e r c a m e r as 75
s w ung b ac k i n o ve r t h e c i t y.
Som ethi ng funny ther e. The chase
i s st il l r unning. The ot her way,
—Hemos visto la persecución.
Nos hemos figurado que huiría hacia
el Sur, a lo largo del río. Cuando le
he mo s o ído m ete rse e n l a s el va
c om o un al ce bo rr ac ho , no no s
hem os e scondido como sole mos
hacer. Hemos supuesto que estaría
en el río cuando los helicópteros con
las cámaras se han vuelto hacia la
ciudad. Allí ocurre algo gracioso. La
cacería sigue en marcha, aunque en
60
“Yo u kno w m y nam e , ” s a i d
Mo nt ag.
— Se gui m o s
la
c ac er í a.
Imaginamos que había ido hacia el
sur, a lo largo del río. Cuando oímos
que andaba por el bosque, parecido
a un due nde bo r r ac ho , no no s
esco ndimos como de costum bre.
Las cám aras de l os helic ópte ros
vol vi er on a e nf o car la c iudad y
s upus i m o s que us te d s e habí a
metido en el río. Pasa algo gracioso
allá. La cacería sigue aún. Aunque
121
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
t ho ugh. ”
por otro camino.
“The o ther way?”
“Let’s have a l ook.”
5
Gr ange r snapped t he po rt able
vi e we r o n . The p i c t ur e was a
ni ght m ar e , c o n de n s e d , e as i l y
passe d f ro m hand to hand, i n t he
f or e s t, all whi r ri ng c o l our and
fl ight. A vo ice cr ie d:
“T h e c h a s e c o n t i n u e s
no r th i n t he c i t y! Po l i c e
h e l i c o p t e r s a r e c o n ve r g i n g
o n Ave n u e 8 7 a n d E l m
G r o ve P a r k ! ”
G r a ng e r n o d de d. “Th e y ’r e
faki ng. Yo u thre w them o ff at the
r iver. They c an’t adm it i t. The y
k no w t h e y c an h o l d t h e i r
a ud i e nc e o n l y s o l o ng . Th e
s ho w’s go t t o ha ve a s na p
e ndi ng, qui c k! If t he y s t a r t e d
s earc hi ng t he who le dam n ri ve r
it m ight t ake all ni ght . So the y’re
s ni ff ing fo r a s cape go at t o end
t hi ng s wi t h a b an g. W at c h .
The y’ll c at ch M ontag in t he next
f ive mi nute s!”
10
15
20
25
30
tr. de Alfredo Crespo
sentido opuesto.
—¿Otro camino?
—¿En sentido opuesto?
—Miremos.
—Echemos una ojeada.
G r ange r e nce ndi ó e l aparat o
portátil. La imagen en la pantalla
era una pesadilla, condensada, que
pas aba f ác il m e nt e de m ano e n
mano, en el bosque, con colores y
vuelos confusos. Una voz gritó:
Granger puse el televisor en marcha.
La imagen era como una pesadilla,
condensada, pasando con facilidad de
mano enmano, todaen colores revueltos
y movedizos. Una voz gritó:
—¡La caza continúa en el norte
de la ciudad! ¡Los helicópteros de
l a po l i c í a c o nve r ge n hac ia l a
ave ni da 8 7 y e l par que de l o s
Olmos!
— ¡L a pe r s e c uc i ó n c o nt i núa
e n e l no r t e d e l a c i ud ad! ¡ Lo s
he l i c ó pt e r o s de l a P o l i c í a
c o n ve r g e n e n l a Ave n i d a
Oc h e nt a y Si e t e y e n El m
G r o ve P a r k!
Granger asintió con la cabeza.
—Están f ingiendo. Perdieron la
pi s t a e n e l r í o . N o pue de n
admi ti rl o. Saben que no pueden
mantener mucho t iempo el i nterés
de los es pectadores. La f unción va
a t erminar en seguida, ¡r ápido! Si
siguen buscando en el c ondenado
río , pasará to da la noche . Con un
chi vo expi at ori o te rm inarán de
una ve z. At e nc i ó n. Cazar á n a
M ont ag e n l o s pr ó xi m o s c i nc o
mi nuto s.
Granger asintió.
—Están inventándoselo. Usted les ha
despistado en el río y ellos no pueden
admitirlo. Saben que sólo pueden
retener al auditorio un tiempo
determinado.El espectáculo tendrámuy
pronto un final brusco. Si empezasen a
buscar por todo el maldito río, quizá
necesitasen la noche entera. Así, pues,
buscan alguna cabeza de turco para
terminar con la exhibición. Fíjese.
Pescarán a Montag durante los
próximos cinco minutos.
“But ho w —”
Pero cómo...
—Pero cómo...
—Atención.
—Fíjese.
35
“Wat c h. ”
The c am e r a, ho ve ri ng i n t he
be lly of a he lic opt er, now swung
do wn at an em pty st ree t.
La c ám ar a, de s de e l vi e n t r e
de un he l i c ó pt e r o , e nf o c ó una
c al l e vac í a.
La cámara, sujeta a la panza de un
helicóptero, descendió ahora hacia una
calle vacía.
“S e e
t h a t ?”
w h i s pe r e d
—¿Ve eso? —murmuró Granger
G r ange r. “It’l l be yo u; r i ght up —. Ahora aparecerá usted. justo en
at the e nd of t hat st r e e t i s o ur el extremo de esa calle está nuestra
vi c ti m . Se e ho w o ur c am e ra i s 45 víct ima. M ire có mo se acerca la
c o m ing i n? Bui l di ng t he s ce ne . c ám ar a. P re par a l a e s ce na.
S u s p e n s e . L o ng s h o t . R i g h t Sus pe nso . Inm o vi l idad. En e st e
no w, s o m e po o r f e l l o w i s o ut m o m ent o un po br e ho m bre ha
f o r a w al k . A r a r i t y. An o d d s al ido a dar una cam i nat a. U n
o n e . D o n’ t t hi n k t he p o l i c e 50 individuo singular. Una rareza. La
do n’t kno w t he habit s o f que e r policía no ignora las costumbres de
duc ks l i ke t hat , me n who wal k estos hombres, seres que se pasean
m o r ni ngs f o r t he hel l o f i t, o r de m adrugada sin ni ngún mot ivo,
f o r r e a s o n s o f i n s o m n i a . s i m pl e m e nte par a ve nc er e l
A ny wa y, t he p o l i c e h ave ha d 55 insomnio. Lo vienen obse rvando
hi m c har t e d f o r m o nt hs , year s . desde hace meses, años. Nunca se
N e ve r kno w whe n t hat s o r t o f sabe cuándo habrá que recurrir a esa
i nf o r m a t i o n m i g ht b e h an dy. información. Y hoy al fin ha llegado
A nd t o d ay, i t t u r ns o u t , i t ’s el día, y será muy útil por cierto.
ve r y u s ab l e i nd e e d . I t s a ve s 60 Salvará las apariencias. Oh, Dios,
f ac e . O h, G o d, l o o k t he r e !”
¡miren!
—¿Ve eso? —susurró Granger—.
Ha de tratarse de usted. Al final de esa
calle está nuestra víctima. ¿Ve cómo
se acerca nuestra cámara? Prepara la
escena. Intriga. Un plano largo. En
este momento, un pobre diablo ha
salido a pasear. Algo excepcional. Un
tipo extraño. No se figure que la
Policía no conoce las costumbres de
los pajarracos como ése, de hombres
que salen a pasear por las mañanas,
sólo por el capricho de hacerlo, o
po rque s uf ren de insom ni o. De
cualquier modo, la policía le tiene
fic hado desde hace mese s, años.
Nunca se sabe cuándo puede resultar
útil esa información. Y hoy, desde
luego, ha de serles utilísima. Así
pueden salvar las apariencias. ¡Oh,
Dios, fíjese ahí!
Th e m e n at t h e f i r e be nt
fo rwar d.
Los hombres sentados junto al fuego se
inclinaron hacia adelante.
Los hombres que estaban junto a la
hoguera se inclinaron.
En l a p ant al l a, un ho m b r e
do bl ó una e s qui na. El Sabue s o
Me cánico ir rum pi ó de pronto en
l a e s c e n a. Las l uc e s d e l o s
he licó pte ros lanzar on una doce na
de br i l l an t e s p i l a r e s q ue
enjaular on al ho mbr e.
Una voz gritó:
— ¡All í e s t á M o nt ag! ¡La
búsqueda ha terminado!
En la pantalla, un hombre dobló
una esquina. De pronto, el Sabueso
Mecánico entró en el campo visual.
El helicóptero lanzó una docena de
br ill ant es hac es luminoso s que
co nst ruyero n c om o una jaula
alrededor del hombre.
Una voz gritó:
—¡Ahí está Montag! ¡La persecución
ha terminado!
El hombre inoce nte se detuvo,
s o r pr e ndi do, c o n un c i gar ri l l o
El inocente permaneció atónito; un
cigarrillo ardía en una de sus manos.
40
65
On the s cr een, a man t ur ned a
c o rne r. The M e c hani c al H ound
rushed f or ward i nt o the vi ewer,
s udde nl y. The he l i c o pte r l i ght
s h o t do w n a do ze n b r i l l i a nt 70
pi llars that bui lt a c age all abo ut
the man.
A vo i c e c r i e d , “Th e r e ’s
Mo ntag! The s earch is done !”
Th e i nn o c e nt m a n s t o o d
bewilde red, a c igar ette bur ning in
75
122
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
hi s hand. He st are d at the Ho und,
no t k no w i ng wh at i t wa s . H e
pr obabl y neve r kne w. He gl anc ed
up at t h e s k y and t he wai l i ng
si rens . The c ame ras rus hed down.
The Hound le apt up int o the air
wi t h a r hyt h m an d a s e ns e o f
t i m i n g t ha t w as i nc r e di b l y
be aut if ul. It s nee dle shot out. It
was suspende d f or a m om ent in
their gaze , as i f to give t he vast
au di e nc e t i m e t o ap pr e c i a t e
e ve rything, t he raw lo ok o f the
vi ct im ’s f ac e, t he e mpty s tr ee t,
the ste el animal a bul let no si ng
the tar ge t.
5
10
15
“M ontag, do n’t mo ve!” said a
vo ice fr om the sky.
tr. de Alfredo Crespo
enc endi do e n la mano. Se quedó
mirando al Sabueso, sin saber de
qué s e t rat aba. N unc a l o habí a
sabido quizá. Alzó los ojos al cielo,
do nde ge m í an l as s i r e nas. La
cámara descendió rápidamente. El
Sabueso salt ó en el aire. Fue un
s al to
r í t m i co
y
r e gul ar,
increíblemente hermoso. Surgió la
aguja, y se quedó allí, en el aire,
suspendida un momento, como para
que el auditorio no perdiera detalle
de la escena: el rostro inexpresivo
de la víctima, la calle desierta, el
animal de acero: una bala apuntada
hacia su blanco.
Se quedó mirando al Sabueso, sin
saber qué era aquello. Probablemente,
nunca llegó a saberlo. Levantó la
mirada hacia el cielo y hacia el sonido
de las s ire nas . Las cámar as se
precipitaron hacia el suelo. El Sabueso
saltó en el aire con un ritmo y una
Pr eci sió n
que
re sul taban
incre íbl eme nte be llo s. Su aguja
as omó . P erm ane ció inmóvil un
momento, como para dar al inmenso
público tiempo para apreciarlo todo:
la mirada de terror en el rostro de la
víctima, la calle vacía, el animal de
ac ero , s eme jante a un proyect il
alcanzando el blanco.
—¡Montag, no se mueva! —gritó
una voz desde el cielo.
—¡Montag, no te muevas!—gritó una
voz desde el Cielo.
La cámara cayó sobre la víctima,
junt o c on e l Sabues o. Ambo s la
al canzar on s im ul táne am ente . La
víctima fue tomada por la cámara y
el Sabueso como entr e las patas
enormes de una araña. El hombre
gritó. Gritó. ¡Gritó!
La cámar a cayó s o bre l a
ví c t i m a, c o m o habí a he c ho e l
Sabue s o . Am bo s l e al c anzar o n
s i m ul t án e a m e n t e . E l h o m br e
f u e i n m o vi l i z a d o p o r e l
S ab u e s o y l a c á m ar a c h i l l ó .
Chi ll ó . ¡Chil l ó !
20
Th e c am e r a f e l l upo n t he
vic t i m, e ve n as di d t he H o und.
Both reached him simul taneously.
The vict im was s eized by Hound
and c am era in a gr eat spi de ri ng,
cl enc hi ng gri p. He sc reame d. He
sc re ame d. He sc reame d!
25
Bl ackout.
Oscuridad.
Oscuridad.
Si lenc e.
Silencio.
Silencio.
Darknes s.
______________
Negrura.
30
Montag c ried out i n the sile nce
and tur ne d away.
35
M ont ag gri t ó e n e l s i le nc io ,
dándose vuelta.
Si lenc e.
Silencio.
And then, af ter a t im e of t he 40
me n s it ting around the f ire , the ir
faces
e x pr e s s i o n l e s s ,
an
anno u nc e r o n t he dar k s c r e e n
s ai d, “ T h e s e a r c h i s o v e r ,
M o n t a g i s d e a d ; a c r i m e 45
agains t so ciety has been
a ve n g e d . ”
Los hombres se quedaron sentados
alre dedor del fuego, c on ros tros
inexpresivos, y luego de un rato, una
voz dijo en la pantalla oscurecida:
—La persecución ha terminado.
M o ntag ha m ue r t o . U n c ri m e n
co nt ra l a so ci edad ha te ni do s u
castigo.
Darknes s.
Montag gritó en el silencio y se
volvió.
Silencio.
Y, luego, tras una pausa de los
hombres sentados alrededor del fuego,
con los rostros inexpresivos, en la
pantalla oscura un anunciador dijo:
—La
pe r s e c u c i ó n
ha
t e r m i nado , M o nt ag ha m ue r t o .
H a s i d o ve n ga d o u n c r i m e n
c o nt ra l a s o c ie dad.
Oscuridad.
50
“We now t ake you t o the Sky
Ro o m o f t h e H o t e l Lux f o r a
hal f- ho ur o f Just -Bef or e- Dawn,
a pr ogramm e of — ”
— P as ar e m os aho ra al Sal ó n
Ce le s t i al de l Ho t e l Lux, e n e l
programa de «Media hora antes del
alba», que...
Ahor a, nos trasl adamos al Salón
Este lar del «Hotel Lux», par a un
programa de media hora antes del
amanecer, emisión que...
55
Gr anger turned it of f.
scramble n. 1 scamper, scurry rushing about hastily in
an undignified way 2 scuffle, make one’s way to, pasar c om o se p ue da a n u n ce re mo n iou s an d
disorganized struggle 3 scramble to one’s feet pon er se de pie . 4 tr. Re vo lve r a m ix t o get h e r
indiscriminately. b jumble or muddle.
v. 1 make unintelligible; “scramble the message so
th at n obo dy ca n un derstand it”
2 be at , stir
vigorously; “beat the egg whites”; “beat the cream”
3 jumble, throwtogether bring into random order 4
to move hurriedly arreglarse a toda prisa ; “The friend
scrambled after them” 5 clamber, shin, shinny, skin,
struggle, sputter climb awkwardly, as if by scrambling
scramble I v. tr . 1 mezclar 2 Tele (mensaje) codificar
II v. intr. 1 ir gateando to scramble across a field ,
cruzar un campo gateando; to scramble up a tree,
trepar a un árbol 2 pelearse [for, por], andar a la rebatiña [for, por]: fans were scrambling for the concert
tickets, los fans se tiraban de los pelos por una entrada
para el concierto 3 Dep hacer motocross
III n. 1 subida o escalada difícil 2 confusión, rebatiña 3 Dep carrera de motocross
Granger apagó el aparato.
Granger apagó el televisor.
“The y di dn’t s how t he m an’s
—No enfocaron bien la cara del
face in foc us. D id you no tic e?
hombre. ¿Lo notó?
Eve n yo ur be s t f r i e n ds 60 N i s us m ej o r e s am i go s po dr án
c o u l d n ’t t e l l i f i t wa s y o u . af i rm ar que no e ra us t e d. Lo
The y s c r am bl e d i t j us t e no ugh mostraron de un modo confuso,
t o l e t t h e i m a g i n a t i o n t a k e dej ando mar ge n s ufi c ie nt e a l a
o ve r . H e l l , ” h e w h i s p e r e d . imaginación. Demonios —murmuró
“He l l. ”
65 —. Demonios.
—No han enfocado el rostro del
hombre. ¿Se ha fijado?
Ni su mejor amigo podría decir si
s e t r at aba de us t e d. Lo han
pre se ntado lo bas tant e c o nf us o
para que la imagi nación hiciera el
r e s t o . D i abl o s — m ur r nur ó — .
Diabl os...
Mo ntag sai d not hing but no w,
M o ntag no di j o nada, pe r o ,
l oo ki ng back, sat wit h his e ye s vuelto ot ra vez haci a el aparat o,
f i xe d t o t he bl a nk s c r e e n, c l avaba l o s o j os e n l a pant al l a
tr em bl ing.
70 desierta, estremeciéndose.
Mont ag no habló, pero, luego,
vo lvie ndo la c abe za, perm anec ió
sentado con la mirada fija en la negra
pantalla, tembloroso.
G r ang e r t o u c h e d M o n t ag ’s
ar m . “We l c o m e bac k f r o m t he
dead. ” Mo nt ag no dded. Gr ange r
we nt o n. “Yo u m i ght as we l l
know al l o f us, no w. This is Fr ed
Cl eme nt , f orm er oc cupant o f t he
Th o m a s
H ar d y
c ha i r
at
Granger tocó a Montag en un brazo.
— Bi e n veni do de ent re lo s
m ue r to s . — M ont ag inc l inó l a
cabeza. Granger prosiguió—: Será
mejor que nos conozca a todos. Este
es Fred Clement, titular de la cátedra
Thom as Hardigan, en Cambri dge,
75
Granger le tocó el brazo.
— Bi enve ni do de e nt r e l o s
muertos. —Montag hizo un signo
afirmativo. Granger continuó:— Le
voy a presentar a todos. Éste es Fred
Cl ement, antiguo ocupante de la
c át edr a Tho mas H ar dy, e n
123
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Cambr idge in the ye ars befo re it
bec am e an Ato m i c Engi ne e r ing
Sc ho o l . Th i s o t he r i s D r.
Si m m o ns f r o m U . C . L. A. , a
s pe c i al i s t i n Or t e ga y G as s e t ; 5
Pr ofe ss or Wes t her e did quite a
bit f or et hi c s, an anc ie nt st udy
no w, f o r Co l um bi a U ni ve r s i t y
quit e s ome year s ago . Reve re nd
Padover he re gave a fe w lec tur es 10
thirty years ago and lost his flo ck
be twe en one Sunday and t he ne xt
fo r hi s vi ews. He’s be en bummi ng
wi th us so me tim e now. M yse lf: I
wr ote a boo k cal led The Finge rs 15
i n t h e G l ov e ; t h e P r op e r
Re l a t i on s hi p b e t we e n t he
Individ ual and Soc iet y, and he re
I am! Welc ome , M ontag!”
tr. de Alfredo Crespo
Cam br i dge , ant e s de que s e
t r ans f o r m ase e n l a Es c ue la de
Ingeniería Atómica. Este otro es el
doct or Sim nions, espec ialist a en
Ortega y Gasset. El profesor West,
aquí presente, era una autoridad en
ética, materia ahora abandonada, en
l a Univer s idad de Co l um bi a. El
reverendo Pandover, que hace unos
treinta años dio unas conferencias
y entre un domingo y otro perdió
t odo s u re baño , a c ans a de sus
puntos de vista. Está haraganeando
con nosotros desde hace un tiempo.
En cuanto a mí, he escrito un libro
tit ulado Los dedos e n el guante.
Es tudi o de la r el ac ión, entr e el
indi vi duo y l a so ci edad, ¡y aquí
estoy! Bienvenido, Montag.
antes de que se convirtiera en una
«Escuela de Ingeniería Atómica»,.
Este otro es el doctor Simmons, de
la Universidad de California en Los
Ángeles, un especialista en Ortega
y Gasset; éste es el profesor West
que se es pec i al i zó en Ét i ca,
disciplina olvidada actualmente, en
l a Univer s ídad de Co l um bi a. El
reverendo Padover, aquí presente,
pronunció unas conferencias hace
treinta años y perdió su rebaño entre
un domingo y el siguiente, debido a
sus opiniones. Lleva ya algún tiempo
con nosotros. En cuanto a mí, escribí
un libro titulado Los dedos en el
guante; la relación adecuada entre el
individuo y la so ci edad y... aquí
estoy. ¡Bien venido, Montag!
—Yo no soy como ustedes —dijo
Montag al fin, lentamente —. He
sido un idiota toda mi vida.
—Yo no soy de su clase —dijo
Montag, por último, con voz lenta—.
Siempre he sido un estúpido.
—Estamos acostumbrados a eso.
Todos liemos cometido los mismos
y ade c uado s e r ro r e s , o no
estaríamos aquí. Cuando vivíamos
como individuos aislados, todo lo
que teníamos era rabia. Golpeé a un
bombero cuando vino a quemar mi
bibliote ca, hace años. H e est ado
ambulando desde entonces. ¿Quiere
unirse a nosotros, Montag?
— Es t am o s ac o s t um br ado s a
e s o . To do s c o m e t i m o s al gú n
e rr or, si no, no e st ar íamo s aquí .
C ua nd o é r am o s i nd i vi d uo s
ais lado s, l o únic o que se nt íamo s
e r a c ó l e r a. y o go l p e é a u n
bo mber o c uando, hace años , vi no
a que mar mi bibl i ot e c a. D es de
ento nce s, ando huye ndo . ¿Quie re
uni rs e a no so tr os , Mo nt ag?
20
“I do n’t belo ng wi th you,” said
M o n t ag, at l a s t , s l o wl y. “I ’ve
be en an idi ot al l t he way.”
“We ’r e us e d t o t hat . We al l
made t he r i g ht ki nd o f
m i s t a ke s , o r w e wo ul dn ’t b e
he r e . W h e n we we r e s e par at e
i n d i vi d u a l s , a l l w e h a d w a s
r age . I s t r uc k a f i r e m an whe n
h e c a m e t o b u r n m y l i br a r y
ye ar s ag o . I ’ve be e n r un ni ng
e ve r s i nc e . Yo u want t o j o i n us ,
M o nt ag ?”
25
30
35
“Ye s . ”
—Sí.
—Sí.
“W hat have yo u to off er ?”
—¿Qué puede ofrecernos?
—¿Qué puede ofrecemos?
“N othing. I thought I had part
of the Boo k o f Ecc les ias te s and
maybe a li ttl e of Revel ati on, but
I haven’t eve n that now.”
40
— Nada. Pe nsé que sabía una
parte de l Ecl esi ast és y qui zá un
poco de la Revelación, pero no me
acuerdo ni siquiera de eso.
—N ada. Cre ía te ner part e del
Eclesiastés, y tal vez un poco del
de la Revelac ión, per o, ahora, ni
siquiera me queda eso.
“Th e Bo o k o f E c c l e s i as t e s
wo u l d b e f i n e . W h e r e w a s
i t?”
45
—El libro del Eclesiastés sería
re alm ente magní fic o. ¿Dónde lo
tenía?
—E l Ecl es ias té s s er ía
magníf ico .
¿Dó nd e
lo
t enía?
“H e r e , ” M o nt ag t o uche d hi s
head.
Montag se tocó la cabeza.
—Aquí.
50
“A h, ” G r ang e r s m i l e d a nd
no dded.
— Ah
— G r ange r
asintiendo.
—Aquí.
Montag se tocó la cabeza.
s o nr i ó ,
—¡Ah! —exclamó Granger, sonriendo
y asintiendo con la cabeza—.
“What ’s wr o ng? Isn’t that al l
ri ght ?” said Mo ntag.
55
—¿Qué pasa? ¿No está bien? —
dijo Montag.
—¿Qué tiene de malo?¿No estábien?
—preguntó Montag.
“Be tter than al l ri ght; per fect !”
Gr anger turne d t o the Re ve rend.
“D o w e h ave a Bo o k o f
Ecc lesi aste s?”
—Mejor que bien, perfecto. —
G r ange r s e vo l vió hac ia e l
60 reverendo.— ¿Tenemos un libro del
Eclesiastés?
— Me jo r que bi e n; ¡pe rf ec to !
— G r a nge r s e vo l vi ó h ac i a e l
r e ve r e n do — . ¿Te n e m o s u n
Ec les iasté s?
“O ne . A man nam ed Harri s of
Youngst o wn. ”
— U no. U n hom br e l l am ado
Harris, en Yougstown.
—Uno. Un hombre llamado Harris,
de Youngtown.
— M o nt ag — Gr ange r t o m ó
firmemente el hombro de Montag.
Cam ine c o n c ui dado . Cui de s u
salud. Si algo le ocurre a Harris,
usted será el Eclesiastés. ¡Advierta
qué importancia ha adquirido usted
en este último minuto!
— M o n t ag — G r a nge r ap r e t ó
c o n f ue r z a un ho m br o de
Mo ntag—. Tenga cui dado . Cuide
su s al ud. Si algo le Oc urr ie ra a
Har ris, usted s ería el Ecl esiast és.
¡Ve a l o i m po r t ant e que s e ha
vue lto de repente!
65
“M o n t ag . ” G r ang e r t o o k
Mo ntag’s s houlde r fir mly. “Walk
c ar ef ul ly. Guar d yo ur healt h. If
anythi ng should happen t o H arri s,
you are t he Book of Ecc lesi aste s. 70
Se e h o w i m p o r t an t y o u’ ve
be com e i n t he last minute !”
“But I’ve f or got ten!”
—¡Pero me he olvidado!
— ¡Pero si lo he olvidado!
75
“No , not hing’s e ver lo st . We
have ways t o shake do wn yo ur
cl inkers f or you.”
— No , na da s e pi e r de .
Te n e m o s
métodos
p ar a
s ac ar l e l o q ue s e a .
124
—No, nada queda perdido para
siempre. Tenemos sistemas de refrescar
la memoria.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“But I’ve tried to remember!”
—¡Pero he tratado ya de recordar!
“D on’t t ry. It ’l l c ome when we
ne e d i t . A l l o f us ha ve
ph o t o gr aph i c m e m o r i e s , b ut
spend a li fet ime le arning how to
block off the things t hat are r eally
i n t h e r e . Si m m o n s h e r e h as
wo rke d o n i t f or twent y year s and
no w we’ve got the m ethod do wn
to wher e we c an re cal l anythi ng
that’s bee n r ead once. Woul d you
li ke, s ome day, Mo ntag, to re ad
Pl ato ’s Re pub li c?”
5
10
15
— N o t r at e . Sal drá a l a l uz
c uando s e a ne c e s ar i o . To do s
tenemos una memoria fotográfica,
pe r o no s pasam o s l a vi da
apr endie ndo a olvidar. Sinimo ns,
aquí present e, se ha ocupado del
asunto durante más de veinte años.
Co n l a ayuda de s u m ét o do
podemos acordarnos de cualquier
cosa que hayamos leído una vez.
¿Le gustaría, Montag, leer algún día
La República de Platón?
“O f c ourse !”
—¡Por supuesto!
“I am Plato’s Rep ubli c . Like to
r e ad M a r c u s A ur e l i us ? M r.
Si mmo ns is Mar cus .”
20
“H o w do yo u d o ?” s ai d M r.
Si mm ons.
tr. de Alfredo Crespo
—¡Pero si ya he tratado de recordar!
—No lo intente. Vendrá cuando lo
necesitemos. dos nosotros tenemos
memorias fotográficas, pero pasamos la
vida entera aprendiendo a olvidar cosas
que en realidad están dentro. Simmons,
aquí presente hatrabajado en ello durante
veinte años, y ahora hemos
perfeccionado el método de modo que
podemos recordar dar cualquier cosa que
hayamos leído una vez. ¿Le gustaría
algún día, Montag, leer La República de
Platón?
—¡Claro!
—Yo soyLaRepúblicade Platón. ¿Le
gustaría leer a Marco Aurelio? El señor
Simmons es Marco Aurelio.
—Yo soy La República de Platón.
¿Desea leer Marco Aurelio? Mr.
Sirnmons es Marco.
—¿Cómo está usted? —dijo el
señor Simmons.
—¿Cómo está usted? —dijo Mr.
Simmons—.
25
“H ell o,” said Mo ntag.
—Hola —dijo Montag.
“I want you t o me et Jo nathan
Swi f t , t he au t ho r o f t hat e vi l
po l i t i c al bo o k, G u l l i ve r ’s 30
Tr avel s ! And t his ot her fe ll ow is
Char le s D ar wi n, and this one is
Sc ho pe nhaue r, and t hi s o ne i s
Ei nst ei n, and t his one her e at my
el bo w i s Mr. Albe rt Sc hweit ze r, 35
a ve ry kind philo so pher i ndee d.
H e r e we al l a r e , M o nt a g.
Ar i s t o ph ane s and M a hat m a
Gandhi and Gautama Buddha and
Co nf u c i us and Tho m as Lo ve 40
P eac o ck and Tho mas J e ff e r so n
and M r. Linco ln, i f yo u pl ease .
We ar e al s o M at t he w, M ar k,
Luke, and J ohn.”
— Quie ro pre se ntarl e tambié n
a Jo nat han Swi ft , auto r de e s e
m a l vad o l i br o po l í t i c o , ¡L o s
viaj es de G ul l ive r ! Y e s te o tr o
s eñor e s Char le s D ar wi n, y e st e
o t r o e s Sc ho pe nhau e r, y é s t e
Ei ns te i n, y é s te que e s t á a m i
l ado el s eñor Alber t Sc hwei tzer,
u n f i l ó s o f o m uy a m a bl e po r
c i e r t o . A qu í e s t am o s t o d o s ,
M ontag. Ari st óf anes , y Mahatm a
G an dh i y G a ut am a Bu da , y
C o n f u c i o y Th o m as L o ve
Pe ac oc k y Tho mas J ef fe rso n y el
se ño r Abraham Li nc ol n, s i gust a.
Som os t am bi én M at eo , Marc os ,
Luc as yJuan.
—Hola —contestó Montag—.
—Qui e r o pr e s e nt ar l e a
J o nat han Swi f t , e l aut o r de e s e
m al i c i o s o l i br o po l í t i c o , Lo s
vi aj e s d e G ul l i ve r. Es t e o t r o
s uj e t o e s Ch ar l e s D a r wi n , y
aqué l e s Sc h o pe nhaue r, y
aqué l , Ei ns t e i n , y e l que e s t á
j u n t o a m í e s M r . Al b e r t
S c h we i t ze r, u n f i l ó s o f o m u y
ag r a dab l e , d e s de l u e g o . Aq uí
e s t amo s
todos,
Mo nt ag,
Ar i s t ó f ane s , M ahat m a G andhi ,
Gaut ama Buda , Co nf uc i o ,
Tho m as Lo ve P e ac o c k, Tho m as
J e f f e r s o n y Mr. Li nc o l n. Y
t am bi é n s o m o s M at e o , M ar c o ,
Luc as y J uan.
45
Everyone l aughe d quie tl y.
Todos rieron calladamente.
________________
“It can’t be,” said Mo ntag.
—No puede ser —dijo Montag.
—No es posible —dijo Montag—.
“It i s , ” r e pl i e d G r a nge r, 50
—Es —replicó Granger con una
s m il i ng. “We ’r e bo o k- bur ne r s , sonrisa —. Somos quemadores de
to o. We re ad the bo oks and bur nt libros también. Los leemos y los
t he m , af r ai d t h e y’d be f o u nd. que mam o s , t e m i e ndo que l o s
Mi cro -fi lm ing di dn’t pay of f; we de s cubr an. Lo s m ic r o f i l ms no
we re al ways t ravel ling, we di dn’t 55 si rven. Viaj amos co nti nuam ent e.
want to bur y t he fi lm and co me Te ndr í am o s que e nt e r r ar l as
back lat er. Always the c hance of pel ículas y vo lver a busc arlas . Y
di scovery. Bet ter to keep it in t he si em pr e po dr ían so rpre nder no s.
ol d heads, where no o ne can s ee Me jo r guar dar los l ibro s en l as
it or suspect it. We ar e all bit s and 60 viejas cabezotas, donde nadie puede
pi ec es o f hi st or y and li te rature verlos o sospechar su existencia.
an d i n t e r nat i o na l l a w, Byr o n, So mo s tro zo s de fr agmento s de
To m P ai ne , M a c hi ave l l i , o r hi st or ia, y l it eratura, y der ec ho
Chris t, it ’s her e. And t he ho ur is internacional, y Byron, Tom Paine,
l ate . And the war ’s be gun. And 65 Maquiavelo o Cristo. Es tarde. Y la
we are out here , and t he cit y is gue rra ha com enzado. Y estamos
there , all wr apped up in it s o wn aquí, y la ciudad está allí, envuelta
co at of a tho usand col ours. What en su vieja túnica de mil colores.
do you thi nk, M ont ag?”
¿Qué piensa usted, Montag?
—Sí lo es —replic ó Granger,
sonriendo —. También nosot ros
quemamos libros. Los leemos y los
que mamos, por m iedo a que los
encuentren. Registrarlos en microfilm
no hubiese resultado. Siempre estamos
viajando, y no queremos enterrar la
película y regresar después por ella.
Siem pre existe e l ries go de ser
descubiertos. Mejor es guardarlo todo
en la cabeza, donde nadie pueda verlo
ni sospechar su existencia. Todos
somos fragmentos de Historia, de
Literatura y de Ley Internacional,
Byro n, Tom Paine, M aquiave lo o
Cristo, todo está aquí. Y ya va siendo
tarde. Y la guerra ha empezado. Y
estamos aquí, y la ciudad está allí,
envuelta en su abrigo de un millar de
colores. ¿En qué piensa, Montag?
70
“I think I was bl ind tr yi ng t o
do things my way, planti ng boo ks
in fi re men’s house s and se ndi ng
in alar ms .”
—Pienso que estaba ciego con
mis métodos: poner libros en las
casas de los bomberos y después dar
la alarma.
—Pienso que estaba ciego tratando
de hacer las cosas mi manera, dejando
libros en las casas de los bomberos y
enviando denuncias.
—Hi zo ust ed lo que tenía que
hac er. Ll evado a una e sc al a
nacional, hubiese dado un resultado
—Ha hecho lo que debía. Llevado a
escala nacional hubiese podido dar
espléndidos resultados. Pero nuestro
75
“Yo u di d what you had t o do .
Car r i ed out on a nat i o nal s c ale ,
it
might
h a ve
wo r ke d
125
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
b e a u t i f u l l y. B ut o u r wa y i s
s i m pl e r and, we t hi nk, be t t e r.
Al l we want t o do i s ke e p t he
k no w l e d g e w e t h i nk we w i l l
nee d, i ntac t and s af e . We ’r e no t
o ut t o i nc i t e o r ange r anyo ne
yet . Fo r i f we ar e de st r oye d, the
kno wle dge i s dead, per haps fo r
goo d. We ar e m ode l c i ti zens , i n
o ur o wn s pe c i al way; we wal k
t he o ld t r ac ks , we li e in the hi ll s
at night, and the c i ty pe o ple le t
u s b e . W e ’ r e s t o p p e d an d
s e a r c he d o c c as i o na l l y, bu t
t he r e’s no t hi ng o n o ur per s ons
to
i n c r i mi n a te
us .
Th e
o r g ani zat i o n i s f l e xi bl e , ve r y
l oo se , and f ragm e nt ar y. So me o f
us have had pl as ti c s ur ge r y o n
o ur f a c e s a nd f i n ge r p r i n t s .
Ri ght no w we h ave a ho r r i bl e
j ob; we’r e wai ti ng fo r t he war t o
begi n and, as qui c kl y, e nd. It’s
not ple asant , but the n we ’r e no t
i n c o nt r o l , w e ’ r e t h e o d d
mino r it y
c r ying
in
the
w i l d e r n e s s . W h e n t h e w a r ’s
o ve r, per haps we c an be o f s om e
use i n t he wo r l d. ”
tr. de Alfredo Crespo
maravilloso. Pero nuestro método
es más simple, y, creemos, mejor.
Só lo pret endemo s c ons ervar l os
co no ci mi ent os i mpre sci ndible s,
intactos y a salvo. No queremos por
ahora incitar las iras de nadie. Pues
si nos destruyen, el conocimiento
m ue re c on nos ot ro s, qui zá par a
s i em pr e . So m o s c i udadano s
m o del o s , a nue s t r o mo do .
Caminamos por los viejos rieles,
dormimos de noche en las colinas,
y la gente de las ciudades nos deja
en paz. Nos detienen y registran a
ve c es , pe ro de nada pue de n
ac usar no s . La o r gani zac i ón e s
flexible, fragmentaria y dispersa.
Al gunos nos hem os cam biado la
cara o las impresiones digitales con
ayuda de la cirugía. En este preciso
momento nuestra tarea es horrible.
Estamos esperando a que estalle la
guerra, y que, con la misma rapidez,
l l e gue a su f i n. N o e s nada
agradable, pero no gobernamos las
cosas. Somos la rara minoría que
cl ama e n e l desi er to. Cuando la
guerra termine, quizá podamos ser
útiles al mundo.
sistema es más sencillo y creemos que
mejor. Lo que deseamos es conservar
los conocimientos que creernos
habremos de necesitar, intactos y a
salvo. No nos proponemos hostigar ni
molestar a nadie. Aún no. porque si se
destruyen, los conocimientos habrán
muerto, quizá para siempre. Somos
ciudadanos modélicos, a nuestra manera
especial. Seguimos las viejas vías,
dormirnos en las colinas, por la noche,
y la gente de las ciudades nos dejan
tranquilos. De cuando en cuando, nos
detienen y nos registran, pero en
nuestras personas no hay nada que
pueda
comprometernos.
La
organización es flexible, muy ágil y
fragmentada. Algunos de nosotros
hemos sido sometidos a cirugía plástica
en el rostro y en los dedos. En este
momento, nos espera una misión
horrible. Esperamos a que empiece la
guerra y, con idéntica rapidez, a que
termine. No es agradable, pero es que
nadie nos controla. Constituimos una
extravagante minoría que clama en el
desierto. Cuando la guerra haya
terminado, quizá podamos ser de alguna
utilidad al mundo.
“D o yo u r e al l y t hi nk t he y’l l
l i s t e n t he n?”
— ¿Cre e n us te de s
escucharán entonces?
los
—¿De veras cree que entonces
escucharán?
“If n o t , w e ’ l l j u s t ha ve t o
wai t . We ’l l pas s t he boo ks o n t o 35
o ur c hil dr en, by wo rd o f m o ut h,
an d l e t o ur c hi l dr e n wa i t , i n
t ur n, o n t he o t he r pe o pl e . A l o t
wi ll be l o s t that way, of c o urs e .
B u t y o u c a n’ t m a k e p e o p l e 40
l is t e n. The y have t o c o m e r o und
i n t he i r o wn t i m e , wo nde r i ng
w h a t h a p p e n e d a n d w hy t h e
wo r l d b l e w u p un de r t he m . It
c an’t l as t . ”
45
— Si no , s ó l o no s quedar á
esperar. Les pasaremos los libros a
nuestros niños, de viva voz, y ellos
esperarán a su vez y se los pasarán
a otras gentes. Mucho se perderá de
ese modo , es ciert o. Pe ro no se
puede o bl i gar a la ge nt e a que
escuche. Se acercarán a nosotros
cuando llegue la hora, cuando se
pregunten qué ha pasado y por qué
el mundo estalló en pedazo s. No
puede tardar mucho.
—Si no lo hacen, no tendremos
más que espe rar. Tr ansmitir emos
l o s l i br o s a nue st r o s hij o s ,
o r alm e nt e , y de jar e m o s que
nuestros hijos esperen, a su vez. De
este Modo, se perderá mucho, desde
luego, pero no se puede Obligar a
la gente a que escuche. A su debido
t i e mpo ,
de be r á
ac udi r,
preguntándose qué ha o currido y
por qué el mundo ha estallado bajo
ellos. Esto no puede durar.
5
10
15
20
25
30
“How many of you are there?”
que
—¿Cuántos son ustedes?
“Thousands o n the r oads , the
—Miles en los caminos, las vías
abando ne d r ai l tr ac ks , to ni ght , 50 de f e r r o c ar r i l abando nadas .
burns on t he o ut s i de, l ibr ari e s Vagabundos por fuera, bibliotecas
i ns i d e . I t wa s n ’ t pl an ne d, a t por dentro. No lo planeamos en un
f i r s t. Eac h m an had a boo k he pri ncipio. Siempre había alguien
want e d t o r e m e m be r, and di d. que quería recordar un libro, y así
The n, o ve r a pe r i o d o f t we nt y 55 lo hacía. Luego, después de veinte
years o r so , we me t each o ther, años, nos encont ramos, fuimos de
t r ave l l i n g, and g o t t h e l o o s e un lado a otr o, uni mos l os hi los
net wor k to get her and s e t o ut a s ue lt o s, e i deamo s un pl an. N o
plan. The m os t i mpor tant s ingl e de bí am o s
o l vi dar
lo
m ás
t hi ng w e ha d t o p o u nd i nt o 60 i m po r t ant e :
no
é r am o s
o ur se lves was t hat we wer e no t importantes. Debí amos evitar toda
i m p o r t a nt , we m us t n ’t b e pedantería. No debíamos sentirnos
pe dan t s ; we we r e no t t o f e e l superiores a nadie en el mundo. No
s upe r i o r t o anyo ne e l se i n t he é r am o s m ás que c ubi e r t as
wor ld. We ’r e no thing mo re t han 65 pr o t e c t o r as de l i br o s ; é s e e r a
dus t - j ac ke t s f o r bo o ks , o f no nuestro único significado. Algunos
s igni fi canc e ot her wi se . So me o f de nos otros vive n en puebl os. El
us li ve i n sm al l t owns . Chapte r c apí tulo pr i me r o de Wal de n de
O n e o f Tho r e au ’s W a l d e n i n Tho r e au e n G r e e n Ri ve r ; e l
G r e e n Ri ve r , C ha pt e r Tw o i n 70 capítulo segundo en Willow Farm,
W i l l o w Fa r m , M a i n e . W hy, M aine . H as t a hay una al de a e n
t he r e ’s o ne t o wn i n Mar yl and, M ar yl and,
de
ve i nt i s i e t e
o nl y t we n t y- s e ve n p e o pl e , no habi t ant es , que e s l os e ns ayo s
bom b’ll e ve r to uc h that t own, i s completos de un hombre llamado
t he c o m pl e t e e s s ays o f a m an 75 Bertrand Russell . Ninguna bomba
nam ed Ber tr and Rus se ll . Pi ck up tocará esa aldea. Uno puede, casi,
t hat t own, al m os t , and fl i p t he to marl a en l a mano, y pas ar l as
p ag e s , s o m an y p ag e s t o a pági nas , t ant a s pági nas po r
126
—¿Cuántos son ustedes?
—Miles, que van por los caminos,
l as ví as f ér r eas abando nadas ,
vagabundos po r e l e xt er i or,
bibl io t ec as por el int er i or. Al
principio, no se trató de un plan.
Cada hom bre t enía un l ibro que
que r ía re c or dar, y as í 1 o hi zo .
Luego, durante un período de unos
vei nt e año, f uim o s ent rando e n
contacto, viajando, estableciendo
es ta or ganizació n y f orzando un
plan. Lo m ás i mpo rt ante que
debíamos meternos en la cabeza es
que no somos importantes, que no
debe mo s de se r pe dant es . N o
debem os s enti mo s s uper io re s a
nadi e en e l mundo . Só lo s om os
sobrecubiertas para libros, sin valor
intrí ns eco . Alguno s de nos otr os
vive n e n pequeñas ci udades . El
Capítulo 1 del Walden, de Thoreau,
habita en Green River, el Capítulo
II, en Millow Farm, Maine. Pero si
hay un poblado e n Maryland, con
sólo veintisiete habitantes, ninguna
bom ba c aer á nunc a s o bre es a
localidad, que alberga los ensayos
completos de un hombre llamado
Bertrand Russell. Coge ese poblado
y casi divida las páginas, tantas por
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
per so n. And whe n the war ’s over,
s om e day, s om e ye ar, the bo oks
c an be wr it te n agai n, t he peo pl e
wil l be c al le d in, o ne by one, t o
r ec it e what t he y kno w and we ’l l
s e t it up i n t ype unt i l ano t he r
Dark Age , when we might have to
do the who le dam n t hi ng o ve r
agai n. But t hat ’s t he wo nde r ful
thing about man; he never gets so
dis couraged o r disgusted that he
gi ves up doi ng it all ove r agai n,
becaus e he knows very well it is
important and worth the doing.”
tr. de Alfredo Crespo
pe r s o na. Y c ua ndo l a gue r r a
t e r m i ne , al gún dí a, al gún año ,
podr án esc ribirse los l ibros otra
vez; se llamará a l a ge nte, una a
una, para que reci te lo que sabe, y
lo s guardare mos im pr eso s has ta
que l l e gue o t r a Edad de l as
Tinieblas, y tengamos que rehacer
enteramente nuestra obra. Pero eso
es lo mar avi llos o e n e l ho mbr e;
nunca s e de scorazona o disgusta
tant o co mo par a no e mpezar de
nuevo. Sabe muy bien que su obra
es importante y valiosa.
persona. Y cuando la guerr a haya
te rm inado, al gún dí a, lo s li br os
podrán ser escri tos de nue vo. La
gente será convocada una por una,
para que recite l o que sabe , y lo
imprimiremos hasta que llegue otra
Era de Oscuridad, en la que, quizá,
debamos repetir toda la operación.
Pe ro es to es lo maravill os o del
hom bre : nunc a s e de s al i ent a o
dis gus t a l o s uf ic i ent e par a
abando nar al go que debe hac er,
porque sabe que es importante y que
merece la pena serlo.
— ¿Q ué har e mo s ho y, e s t a
noche? —les preguntó Montag.
—¿Qué hacemos esta noche? —
preguntó Montag—,
“W ai t , ” s ai d G r ang e r. “A nd
—Esperar —dijo Granger —. Y
m o ve do wns t r e am a l it t l e way, 20 caminar un poco río abajo, por si
just in case .”
acaso.
—Esperar —repuso Granger—. Y
desplazarnos un poco río abajo, por si
acaso.
H e be gan t hr owi ng dus t and
di rt on the f ir e.
Co me nzó a ar r o jar po lvo y
basura al fuego.
Empezó a arrojar polvo y tierra a la
hoguera.
Th e o t h e r m e n h e l p e d, a nd
Mo ntag hel ped, and the re , i n t he
wi lde r ne s s , t he me n al l m ove d
their hands, putti ng out t he fi re
togethe r.
30
Los otros hombres ayudaron, y
Montag ayudó, y allí en medio del
c am po , t o do s l o s ho m br es s e
m o vie r o n par a apagar e f ue go ,
juntos.
Los otros hombres le ayudaron, lo
mismo que Montag, y allí, en mitad del
bosque, todos los hombres movieron
sus manos , apagando el fuego
conjuntamente
They sto od by the r ive r i n t he
st arl ight.
Se detuvieron junto al río, a la
luz de las estrellas.
Se detuvieron junto al río, a la luz de las
estrellas.
Montag miró la esfera luminosa
de su reloj sumergible. Las cinco.
Las cinco de la mañana. Otro año
pasaba en una sola hora, y el alba
esperaba más allá de la lejana orilla
del río.
Montag consultó la esfera luminosa
de su reloj sumergible. Las cinco.
Las cinco de la madrugada. otro año
que m ado e n una s ol a ho ra, un
amanecer esperando más allá de la
orilla opuesta del río.
—¿P or qué c onfí an e n mí ? —
preguntó Montag.
—¿Por qué confían en mí? —
preguntó Montag—.
U n ho m br e s e m o vi ó en l a
sombra.
U n ho m b r e s e m o vi ó e n l a
o s c uri dad.
“The l o o k o f yo u’s e n o ugh.
—B as ta mi rar lo . N o se
Yo u have n’t s e en your s el f in a h a v i s t o u s t e d e n u n
m ir r or l at e ly. Be yond t hat , the 50 e s p e j o
últi mame nt e.
c i t y has ne ve r c a r e d s o m uc h A d e m á s , l a c i u d a d n u n c a
ab o ut u s t o b o t h e r wi t h an p e n s ó e n o r g a n i z a r u n a
elaborate chase like this to find us. v e r d a d e r a
cac er ía.
A few cr ac kpo ts wi th ve rse s in U n o s p o c o s mentecatos con versos en
their heads c an’t touch them, and 55 la cabeza no pueden hacer daño a la
t he y kn o w i t and we k no w i t ; gente de la c iudad. Ell os lo sabe n y
everyone knows it . So long as t he nos otros ta mbié n. Todo el m undo lo
vas t po pul ati o n doe s n’t wande r s abe. Mi ent ra s a l a ma yor ía de l a
about quo ti ng the M agna Char ta población no se le ocurra empezar a citar
an d t he Co n s t i t u t i o n, i t ’s a l l 60 la Constit ución y la Carta Magna, todo
ri ght. The fi re me n wer e enough anda rá bi en. B ast a par a e so con la
to check t hat , now and t hen. N o, vi gila ncia de los bom beros. N o, l as
t he ci t ie s do n’t bo the r us. And ciudades no nos molestan. Y usted tiene
you lo ok like hell .”
un aspecto de todos los diablos.
—Su aspecto es suficiente. No se ha
visto usted últimamente en un espejo.
Además, la ciudad nunca se ha
preocupado lo bastante de nosotros como
paraorganizar unapersecuciónmeticulosa
como ésta, con el fin de encontrarnos.
Unos pocos chiflados con versos en la
sesera no pueden afectarla, y ellos lo
saben, y nosotros también. Todos lo
saben. En tanto que la mayoría de la
población no ande por ahí recitando la
Carta Magna y la Constitución, no hay
peligro. Los bomberos eran suficientes
para mantener esto a raya, con sus
actuaciones esporádicas. No, las
ciudades no nos preocupan.Yusted tiene
un aspecto endiablado.
5
10
15
“W hat do we d o t o ni ght ?”
as ked Mo ntag.
25
Mo ntag saw the lum ino us di al
o f hi s wat e r pr o o f . Fi ve . Fi ve
o’clo ck in the m or ning. Another
ye ar t ic ke d by in a si ngle hour,
and dawn wait ing beyo nd the f ar
bank of the r ive r.
35
40
“Why do you t r us t me ?” s ai d
Mo nt ag.
A man
darkne ss .
crackpot an eccentric person, especially one with
bizarre ideas. Foolish; harebrained: a crackpot
notion.
crackpot, crank, nut, nut case, nutcase, fruitcake,
screwball; a whimsically eccentric person,
chiflado, estrafalario
m oved
in
t he
45
65
The y mo ved al o ng t he bank o f
t he r i ver, goi ng s o ut h. M o nt ag
t ri e d t o s e e t he me n’s fac e s, the
o ld f ac e s he r e me m be r ed f ro m
t he fi re l ight, li ne d and t ir ed. H e
was lo o king f o r a br i ght ne s s , a
r e s o l ve , a t r i um p h o ve r
t om o rr o w t hat har dl y s e e me d t o
b e t he r e . P e r h ap s he ha d
e xpe ct e d t he i r f ace s t o burn and
gli t te r wi t h t he kno wle dge t he y
c ar r i e d , t o g l o w a s l a nt e r n s
glo w, wit h t he li ght in the m. But
70
75
Caminaro n a l o l argo del rí o,
rumbo al sur. Montag trataba de ver
las caras de los hombres, las viejas
caras que el fuego había iluminado,
cansadas y arrugadas. Buscaba una
l uz, una re s o luc ió n, un tr i unf o
s o bre e l fut ur o , al go que ,
apare nt e m e nt e , no es t aba al l í .
Quizá había esperado que aquellas
c ar as ar die s e n y br i l l as e n,
ence ndidas por e l cono cimiento,
resplandecie ntes com o linter nas,
con una luz interior. Pero la luz que
127
Se desplazaron por la orilla del
río, hacia el Sur. Montag trató de ver
los rostros de los hombres, los viejos
rostros que recordaba a la luz de la
hoguer a, m us t io s , y cansados .
Es taban buscando una vivac idad,
una resolución. Un triunfo sobre el
mañana que no parecía estar allí. Tal
ve z habí a e spe rado que aquell os
rostros ardieran y brillasen con los
conocimientos, que resplandeciesen
c om o l i nt e rnas , c on la luz
encendida. Pero toda la luz había
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
all the li ght had co m e f ro m the
c am p f i r e , and t he s e m e n had
s e e m e d no di f fe r e nt f r o m any
o the rs who had r un a lo ng r ace ,
s e ar c he d a l o n g s e ar c h, s e e n
goo d t hi ngs de st r o ye d, and now,
ver y l at e , we r e gat he r ing t o wai t
f or t he end of the par ty and the
blo wing out o f t he l am ps . The y
we r e n’t at al l c e r t ai n t hat t he
t hi n g s t he y c a r r i e d i n t h e i r
heads m i ght make e ver y f ut ur e
dawn gl o w wi t h a pur e r l i ght ,
t he y we r e s ur e o f no thi ng s ave
t ha t t h e b o o k s w e r e o n f i l e
b e h i nd t h e i r qu i e t e y e s , t h e
bo oks we r e wai ti ng, wi th t he i r
page s uncut , f or the c us to m er s
w ho m i g h t c o m e b y i n l a t e r
years , so me wit h c le an and s om e
wit h di r ty f inge rs .
tr. de Alfredo Crespo
había visto antes era la del fuego, y
estos hombres no eran diferentes de
c ualqui e r o t r o que hubi e s e
r e c or r i do un l argo c ami no ,
realizado una larga búsqueda, visto
las cosas buenas destruidas y ahora,
m uy t ar de , s e uni e s e a s us
semejantes para esperar el fin de la
fiesta y ver cómo se apagaban las
lámparas. No podían asegurar que
las cosas que llevaban en la cabeza
diesen a todo futuro amanecer una
luz más pura, no estaban seguros de
nada, s al vo de que l o s l ibr o s
es taban ar chivados det rás de l os
ojos serenos, que los libros estaban
esperando, con los cuadernillos sin
abr ir, a l o s c l i e nte s que qui zá
vini esen año s más tarde, algunos
co n manos l impias, y ot ros c on
manos sucias.
procedido de la hoguera, y aquellos
hombres no parecían distintos de
cuale squier a o tro s que hubies en
r ec or r ido un largo c am ino , una
búsqueda prolongada, que hubiesen
visto cómo eran destruidas las cosas
bue nas , y aho r a, muy t ar de , s e
reuniesen para esperar el final de la
par t ida, y la ext inc ió n de las
lámparas. No estaban seguros de que
l o que ll e vaban e n s us me nte s
pudiese hacer que todos los futuros
amaneceres brill asen con una luz
más pur a, no est aban seguros de
ri ada, e xce pto de que lo s l ibr os
es taban bie n archi vados tras s us
tranquilos ojos, de que los libros
esperaban, con las Páginas sin cortar,
a los lectores que quizá se presentaran
años después, unos, con dedos limpios,
y otros, con dedos sucios.
Montag miró de soslayo a uno y
otro mientras caminaban.
Mientras andaban, Montag fue
escrutando unrostro tras de otro.
—No juzgue a un l ibro po r su
cubierta —dijo alguien.
—No juzgue un libro por su
sobrecubierta alguien—.
And t he y all l aughe d qui et ly,
Todos se ri er o n que dam ente ,
mo vi ng downs tr eam.
30 siguiendo el curso del río.
Y todos rieron silenciosamente,
mientras se movía río abajo.
Th e r e wa s a s h r i e k a n d
t h e j e t s f r o m t h e c i t y w e r e 35
go n e o ve r he ad l o ng be f o r e
t he me n l o o ke d up. Mo nt ag
s t a r e d b a c k a t t h e c i t y, f a r
do wn t h e r i ve r, o nl y a f a i nt
g l o w n o w.
40
Se oyó un chillido estridente, y los
reactores de la ciudad pasaronsobre sus
cabezas mucho antes de que los hombres
levantaran la mirada, Montag se volvió
para observar la ciudad, muy lejos, junto
al río, convertida sólo en un débil
resplandor.
5
10
15
20
Montag s quinted f rom o ne f ace
to anot her as they walke d.
25
“D o n’t j u dge a bo o k by i t s
co ver,” som eo ne sai d.
Se oyó un chillido y los aviones
de la ciudad desaparecieron sobre
la cabeza de los hombres antes de
que éstos alzaran la vista. Montag
s e vo l vió haci a l a c i udad. Al l á
abajo, en el río, era ahora un débil
resplandor.
“M y wif e’s back there .”
—Mi mujer está allí.
“I’m s o r r y t o he ar t hat. The
ci tie s won’t do wel l i n the ne xt
fe w days ,” said Grange r.
—Mi esposaestá allí.
45
—Lo si ent o. Las ci udade s no
serán nada bueno en los próximos
días —dijo Granger.
—Lo siento. Alas ciudades no les van
a ir bien las cosas en los próximos días
— dijo Granger—.
“It’s st range , I do n’t m iss he r,
it ’s st range I don’t fe el muc h of
anything,” said Montag. “Even if 50
she dies , I reali zed a mom ent ago,
I don’t think I’ll fe el sad. It isn’t
ri ght . Some thi ng must be wro ng
wi th me .”
— Es r ar o , no l a e xt r año . N o
s i e nt o e n r e al i d ad c as i na da de
na da — d i j o M o n t a g — . Cr e o
qu e ni s i qu i e r a l a m ue r t e de
mi
muj e r
po d r í a
e n t r i s t e c e r m e . N o e s t á b i e n.
Al g o m a l o m e pa s a.
— Es e xt r año , no l a e c ho e n
falta, ape nas te ngo s ens ac ión —
di jo M ont ag—. Inc l us o aunque
el la m ur ier a me he dado cuenta
hac e un momento, no cre o que me
si nti er a t ris te. Eso no est á bie n.
Al go de be de o c ur r i r m e .
“List en, ” s aid G ranger, t aki ng
E s c uc he — di o G r an ge r
his ar m , and wal king wi t h him , t o m án do l o p o r e l br az o y
hol di ng as i de t he bus he s t o le t c am inando c on é l , apar tando lo s
hi m pass . “Whe n I was a boy my m ato r r al es para que pas ar a — .
gr andf athe r di e d, and he was a 60 M i abue lo m ur ió cuando yo er a
sc ulpto r. He was also a ve ry ki nd niño . Er a e s cul t or. Er a ade más
man who had a l ot of lo ve to gi ve u n ho m b r e m uy b o n da do s o ,
the wor ld, and he hel pe d c lean up di s p ue s t o a q ue r e r a t o d o e l
t h e s l um i n o u r t o wn; and he m un do . Ay ud ab a a l i m pi ar l a
m ade t o ys f o r us and he di d a 65 c as a de vec indad, hac ía j ugue te s
mi lli on things i n his li fet im e; he para l o s ni ños , y un mi l l ó n de
was always busy wi th his hands. c os as . Te ní a si em pr e las mano s
And w he n he di e d, I s ud de nl y o c u pa da s . Y c u an do m ur i ó ,
re ali zed I wasn’t c ryi ng fo r him c om pr endí que yo no ll or aba po r
at al l, but f or the t hi ngs he did. I 70 é l, s ino po r to das las co sas que
cr ied because he woul d never do h ac í a . Ll o r ab a p o r qu e nu nc a
them again, he woul d never car ve vo l ve r í a a ha c e r l as . N u nc a
another pi ece of wo od or he lp us vol ve rí a a l abr ar o t ro t ro zo de
r ais e do ve s and pi ge o ns i n t he m ader a, ni no s ayudar ía a cr iar
back yard or pl ay the vio lin t he 75 pal om as y pic ho nes e n el pat io ,
way he did, or te ll us jo kes t he ni t o c ar í a e l vi o l í n de a qu e l
way he did. H e was part of us and m odo, ni no s c ont ar ía aquel lo s
whe n he di e d , al l t he ac t i o ns chis te s. Era part e de no so tr os , y,
— Es c uc he — di j o G r anger,
cogiéndole por un brazo y andando
a su lado, m ientr as apart aba l os
arbust o s par a de j ar l e pas ar— .
Cuando era niño, mi abuelo murió.
Era escultor. También era un hombre
muy bueno, tenía mucho amor que
dar al mundo, y ayudó a eliminar la
m is e r ia en nue s tr a c i udad; y
construía juguetes para nosotros, y
se dedicó a mil actividades durante
su vida; s iempre tenía las m anos
o c upadas . Y c u ando m ur i ó , de
pro nto me di cue nta de que no
lloraba por él, s ino por las cosas
que hacía. Llo raba po rque nunca
más volverí a hace rlas, nunca más
vo lver ía a labrar o tro pedazo do
madera y no nos ayudaría a cr iar
pic hones en el patio ni t ocaría el
vi olín co mo é l s abí a hacer lo, ni
no s c o nt ar í a chi s t e s . Fo r m aba
parte de nosotros, y cuando murió
55
128
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
s to pped dead and the r e was no
one to do them j us t the way he
did. H e was i ndivi dual. He was
an i m po r t a nt m a n. I’ve ne ve r
go t t e n ove r hi s de at h. O f t e n I 5
t hink, what wo nde r ful car vings
never c am e to bir th bec ause he
di e d. H o w m an y j o ke s a r e
mi ssi ng fr om the worl d, and how
many hom ing pige ons unto uched 10
by hi s h and s . H e s h ape d t he
wo rld. He did thi ngs t o the wor ld.
The wor ld was bankrupted o f t en
mi lli on fi ne ac tio ns the night he
pass ed on.”
15
cuando m ur ió, t odos lo s ac to s se
d e t uvi e r o n, y na di e po dí a
r ee mplazarl o. Er a un i ndividuo .
E r a u n ho m b r e i m po r t an t e .
N unca pensé e n s u muer te . Sí e n
c a m b i o e n t o do s l o s o bj e t o s
l abr ado s que nunc a nac i er o n a
c au s a de e s a m ue r t e . Cuán t as
br om as falt an ahor a e n el mundo,
c uánt as pal om as que sus mano s
n un c a t o c ar o n . M i a bu e l o
m odel aba el m undo . Hací a co sas
e n el m undo. Co n su m uer te e l
m undo pe rdi ó di e z m il lo nes de
ac to s her mo so s.
todas las actividades se interrumpieron,
y n ad i e e r a c ap a z de h ac e r l a s
c o m o é l . E ra indi vidualist a. Er a
un hom br e i mpo r tante. Nunca me
he s obr epues t o a su mue rt e . A
m enudo , pi ens o e n l as tal las
maravillosas que nunca han cobrado
forma a causa de su muerte. Cuántos
chistes faltan al mundo, y cuántos
pichones no sido tocados por sus
manos. Configuró el mundo, hizo
cosas en su beneficio. La noche en
que falleció, el mundo sufrió una
pérdida de diez millones de buenas
acciones.
M o nt a g wal ke d i n s i l e nc e .
“Mi l li e, Mi l li e, ” he whis pe r ed.
“M il li e. ”
M ont ag si gui ó cam inando e n
silencio. —Millie, Millie —suspiró
—. Millie.
Montag anduvo en silencio.
—Millie, Millie —murmuró—.
Millie.
20
“W hat ?”
—¿Q ué?
“M y w i f e , m y wi f e . P o o r
M i l l i e , po o r M i l l i e . I c an ’t
re member anyt hing. I thi nk of her
hands but I don’t s ee them doi ng
anyt hi ng at al l . The y jus t hang
the re at her si des or they lie there
on he r lap or t her e’s a ci gar et te
in them , but that’s all .”
25
30
M o nt ag t u r ne d an d g l anc e d
bac k.
—¿Qué?
—Mi muj e r, m i muj e r.
P o br e Mi l l i e , po br e , po br e
Mi l l i e . No r e c ue r do na da.
P i e ns o e n s u s m a no s , pe r o no
hac e n na da. Só l o l e c u e l ga n a
l o s c o s t ad o s , o l e de s c ans an
e n e l r e g azo , o s o s t i e ne n un
c i g ar r i l l o . Es o e s t o do .
—Mi esposa, mi esposa. ¡Pobre
Mi ll ie , po br e Mi ll ie ! No pue do
recordar nada. Pienso en sus manos,
pe ro no las ve o re alizar ninguna
ac ci ón. Pe rm anec en c ol gando
fláccidamente a sus lados, o están en
su regazo, o hay un cigarrillo en ellas.
Pero eso es todo.
M ontag se vol vió y e chó una
mirada a la ciudad.
Montag se volvió a mirar hacia
atrás.
What did yo u give t o t he cit y, 35 ¿Q u é l e d i s t e a l a c i u d ad ,
M ont ag?
M o nt ag?
Ashes .
Cenizas.
W hat did t he o t he r s gi ve t o
each ot he r?
No thi ngnes s.
40
¿Qué
otros?
a
la
c i udad,
«Ceniza.»
le
diero n
los
Nada.
G r ange r s t o o d l o o ki ng bac k 45
Granger miró junto con Montag.
wi t h M o n t ag. “Eve r y o ne m us t
— To d o s d e b e n d e j ar a l g o
l eave s o me t hi ng behi nd whe n he a l m o r i r , d e c í a m i a b u e l o .
d i e s , m y gr an df at he r s a i d . A U n n i ñ o o u n l i b r o o u n
c hi l d o r a boo k o r a pai nti ng o r c u a d r o o u n a c a s a o u n a
a ho us e o r a wal l buil t o r a pai r 50 p ar e d o un pa r de za p at o s . O
o f s h o e s m a d e . O r a g a r de n u n j a r d í n . A l g o q u e l a s
pl ant e d. So m e t hi ng yo ur hand m a n o s d e u n o h a y a n t o c a d o
t ouc hed so m e way s o yo ur s oul d e a l g ú n m o d o . E l a l m a
has s om e whe re t o go whe n yo u t e n dr á e nt o nc e s a d o n de i r e l
di e , a nd w he n pe o p l e l o o k at 55 d í a d e l a m u e r t e , y c u an d o l a
t ha t t r e e o r t ha t f l o w e r yo u g e n t e m i r e e s e á r b o l , o e s a
plante d, yo u’r e t he r e. It doe s n’t f l o r , a l l í e s t a r á u n o . N o
m at t er what yo u do , he s ai d, s o i m p o r t a l o q u e s e h a g a ,
l o ng as yo u c hange s om e t hi ng d e c í a, m i e n t r a s u n o c a m b i e
f ro m t he way i t was be f o re yo u 60 l a s c o s a s . A s í , d e s p u é s d e
t ouc hed it i nt o s o me t hing t hat’s t o c a r l a s , q u e d a r á e n e l l a s
l i ke y o u af t e r yo u t ak e yo ur a l g o d e u n o . L a d i f e r e n c i a
h an d s a w ay. Th e di f f e r e nc e e n t r e u n h o m b r e q u e s ó l o
bet we en the man who j ust c ut s c o r t a e l
césped
y un
l awns and a r e al gar dene r i s i n 65 j ar d i n e r o de p e n d e d e l us o d e
t he t ouc hi ng, he s ai d. The l awn- l as m an o s , d e c í a m i ab u e l o .
c u t t e r m i ght j us t as we l l n o t L a c o r t a d o r a d e c é s p e d p ud o
h ave b e e n t he r e a t a l l ; t h e n o h a b e r e s t a d o a l l í ; e l
g ar d e n e r w i l l be t he r e a j a r d i n e r o s e q u e d a r á e n e l
l if et im e. ”
70 j a r d í n
toda una vida.
Gr anger moved hi s hand. “My —Granger movió una mano.— Mi
gr andfat he r s howed me so me V- abuelo me mostró unas pelí culas
2 roc ket f ilm s o nce , f if ty years tomadas desde un cohete V—2 hace
ag o . H ave y o u e ve r s e e n t he medio siglo. ¿Vio usted alguna vez el
at om- bom b m ushro om fro m t wo 75 hongo at ómico desde tre scientos
hundr ed mi les up? It’s a pi npric k, kilómetros de altura? Es un pinchazo
it ’s no thi ng. With the wil der ne ss de al fil er, nada. Con el cam po
al l around it .”
alrededor.
129
«¿Q ué di s t e
Montag?»
«¿Qué se
mutuamente?»
dieron los
otros
«Nada.»
Granger permaneció con Montag,
mirando hacia atrás.
— Cu ando m ue r e , t o do e l
m undo de be de jar al go det r ás ,
decía mi abue lo. Un hi jo, un l ibro,
un c uadr o , una c as a, una par e d
levantada o un par de zapatos . O
un jar dí n plant ado . Algo que t u
mano toc ará de un m odo e speci al,
de modo que t u alm a tenga al gún
sit io a donde ir cuando t ú muer as,
y c uando la ge nte m ire es e árbol,
o e s a f l or, que t ú pl ant ast e , t ú
es tarás allí. «N o i mpor ta lo que
hagas — de c í a — , e n t ant o que
cam bies algo respec to a como era
antes de to car lo, convir tié ndo lo
en algo que s ea co mo tú después
de que separes de ellos tus manos.
La difere ncia entre el ho mbre que
se limita a co rtar el cés ped y un
aut é nt i c o j ar di ne r o e s t á e n e l
tac to. El cort ador de cés ped igual
po dr í a no habe r e s t ado al l í , e l
j ar di ne r o e s t ar á a l l í p ar a
siempre.»
Granger movió una mano.
—Mi abuelo me enseñó unavez, hace
cincuenta años unas películas tomadas
desde cohetes. ¿Ha visto alguna vez el
hongo de una bomba atómica desde
cientos kilómetros de altura? Es una
cabeza de alfiler, no es nada. Y a su
alrededor, la soledad.
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
“M y gr andf at he r r an o f f t he
V- 2 r o c ket f i lm a doze n t im e s
and t he n ho pe d t hat s o m e day
o ur c it i es woul d o pe n up and le t
t he gr e en and t he l and and t he
wi lde r ne ss i n m o r e , t o r e mi nd
p e o p l e t h at we ’r e a l l o t t e d a
l it t le spac e o n e ar t h and t hat we
s urvi ve in t hat wi l der ne s s t hat
c an t ake bac k what i t has gi ven,
as e asi l y as bl o wi ng i t s br e at h
o n us o r s e ndi ng t he s ea to t el l
us we ar e no t s o bi g. Whe n we
f or get ho w c l os e t he wil der nes s
i s i n t he night, my gr andpa s aid,
s om e day it wi l l c om e i n and ge t
us , f o r we wi l l have f o r got t e n
how t er r ibl e and r eal it can be .
Yo u s e e ? ” G r ang e r t ur ne d t o
M o nt ag . “G r a ndf at he r ’s be e n
dead fo r al l t hes e ye ars , but i f
you li f t ed my skul l, by Go d, i n
t he c o n vo l ut i o ns o f m y br ai n
you’d f i nd t he bi g r i dge s o f hi s
t hum bpr i nt . He to uc he d m e . As
I s aid e ar l ie r, he was a s c ulpt or.
‘I hat e a Ro m a n nam e d St at us
Q uo !’ he s ai d t o m e. ‘St uff your
e ye s wi th wonder, ’ he s ai d, ‘l ive
a s i f y o u ’d d r o p de ad i n t e n
s e c o n d s . S e e t h e w o r l d . I t ’s
m o r e f ant ast i c t han any dr e am
m ade o r pai d f or i n f ac t or i e s .
As k no guar ant e e s , ask f o r no
s e cur i t y, t he r e ne ve r was suc h
an anim al. And if the r e wer e , i t
wo ul d be r e l at e d t o t he g r e at
s lo t h whic h hangs ups i de down
i n a t r e e a l l d ay e ve r y d ay,
s l e epi ng i t s l i f e away. To he l l
wi t h t hat , ’ he s ai d, ‘s hake t he
t r ee and kno c k t he gre at s lo t h
down on hi s as s .’”
5
10
15
20
25
30
35
40
M i abue lo pas ó una do c ena de
ve c e s e s e f i l m , y p e ns ó qu e
algún dí a l as ci udade s debe r ían
a br i r s e un p o c o m ás y de j a r
e nt r ar l a ve ge t ac i ón y e l c am po .
L a ge n t e r e c o r da r í a q u e aú n
que daba un poc o de es pac i o e n
l a t ie r ra, y que po día so br evi vi r
e n e s e c am po , que devuel ve l o
q ue s e l e da , t a n f ác i l m e nt e
c om o s i no s e c har á e l al ie nt o o
n o s m o s t r a r a e l m a r p ar a
d e c i r no s q u e n o s o m o s t a n
grande s . Si o lvi dam os qué c e rc a
e s tá e l cam po de no che , dec í a
m i ab ue l o , al gú n dí a ve n dr á a
re co rdar no s su t er ri bl e re al idad.
¿Co m pr e nde ? El abue l o m ur i ó
hac e m ucho s año s , per o s i us te d
m i r a de nt r o de m i c abe za, po r
D i o s , e n l as c i r c unvo l uc i o ne s
d e l c e r e br o ve r á l as h u e l l a s
digi t al e s de l pul gar del abue lo .
E l a b ue l o m e t o c ó u na ve z .
Co m o dij e ant e s e r a es c ul t o r :
« O d i o a un r o m a no l l a m ad o
Stat us Q uo » m e de cí a. «Llé nat e
l os oj o s de as om bro , vi ve c om o
s i f ue s e s a m o r i r e n l o s
pró ximo s
die z
s e g un d o s .
O b s e r va e l u ni ve r s o . E s m á s
f ant ás ti c o que c ualqui er s ue ño
c o n s t r u i do o p a g ad o e n un a
f ábr ic a. N o pi das gar ant ías , no
pidas s e gur idad, nunca hubo un
ani m al s e m e j ant e . Y s i al guna
ve z l o h ub o , d e b e de s e r
par i e nt e de l pe r e zo s o , que s e
p as a l o s d í as c a b e z a ab a j o ,
c ol gado de una ram a, dur mi e ndo
t oda la vi da. Al diabl o c on e so »
dec ía. «Sac ude e l árbo l, y que e l
per e zos o c ai ga de c abe za. »
tr. de Alfredo Crespo
»Mi abuelo pasó una docena de
veces la película tomada desde el
cohe te, y, después manifestó su
esperanza de que algún día nuestras
ciudades se abrirían para dejar entrar
más verdo r, más cam piña, más
Naturaleza, que recordara a la gente
que sólo disponemos de un espacio
muy peque ño en la Tie rra y que
sobreviviremos en ese vacío que puede
recuperar lo que ha dado, con tanta
facilidad como echarnos el aliento a la
cara o enviamos el mar para que nos
diga que no somos tan importantes.
»Cuando en la oscuridad olvidamos
lo cerca que estamos del vacío —
de cí a mi abuel o— algún día s e
pre se nt ar á y se apo de rará de
nosotros, porque habremos olvidado
lo terrible y real que puede ser.» ¿Se
da cuenta? —Granger se volvió hacia
Montag—. El abuelo lleva muchos
años muerto, pero si me levantara el
c ráne o, ¡po r Di os !, e n las
ci rc unvol uc iones de m i cer ebro
encontraría las claras huellas de sus
dedos. Él me tocó. Como he dicho
antes, era escultor. «Detesto a un
romano llamado Statu Quo», me dijo.
«Llena tus ojos de ilusión —decía—
. Vive como si fueras a morir dentro
de diez segundos. Ve al mundo. Es
más fantástico que, cualquier sueño
real o imaginario. No pidas garantías,
no pi das se guri dad. N unca ha
exis tido al go así. Y, si existi era,
es tar ía empare ntado con el gr an
perezoso que cuelga boca abajo de un
árbol, y todos y cada uno de los días,
em pleando la vida e n dormi r. Al
diablo con esto —dijo—, sacude el
árbol y haz que el gran perezoso caiga
sobre su trasero.»
45
“Look!” cri ed Mo ntag.
—¡Mire! —gritó Montag.
And the war be gan and ende d
in that ins tant.
—¡Mire! —exclamó Montag—.
Y la guerra comenzó y terminó
en ese instante..
Ylaguerraempezó y terminó enaquel
instante.
Lat e r, t he m en ar ound Mo ntag
M ás tar de , l o s ho mbr es que
c oul d no t s ay i f t he y had r e all y ro de aban a M ontag no pudie ro n
s e e n an y t h i n g. P e r h ap s t h e decir si había habido algo realmente.
m e r e s t f l o ur i s h o f l i gh t an d Quizá una luz y un movimiento en
m ot i on i n t he sky. P er haps the 55 el cie lo. Quizá l os bombarder os
bom bs we re the re , and t he j e ts , habían estado allí, y los cazas, a diez
t en mi l e s, fi ve m i le s , o ne m il e kilómetros, a cinco kilómetros, a un
up, f or the me r es t i ns tant, l ike kil óm et r o de alt ura, dur ante un
gr ai n thr o wn o ve r t he he ave ns úni c o i ns t ant e, co m o s em i ll a
by a gr e at so wing hand, and the 60 arrojada en el cielo por la mano de
bo m bs d r i f t i n g wi t h d r e adf ul un gi gante sc o s em brado r, y lo s
s wi f tne s s, ye t s udde n s l owne ss , bombarderos pasaron, terriblemente
d o w n u po n t h e m o r n i n g c i t y veloces, y repentinamente lentos,
t he y ha d l e f t b e h i nd . Th e s obre la ci udad e n so m br as. El
bom bar dm ent was t o all i nt e nt s 65 bom bar deo
co ncl uyó ,
and pur pos e s f ini s he d, o nc e the indudablem ente , una vez que l os
j e t s had s i g ht e d t he i r t a r ge t , c azas avi s tar on e l o bj e ti vo y
ale rt ed t he ir bom bar di er s at f ive alertaron a los bombarderos a ocho
t ho u s an d m i l e s a n h o u r ; a s mil kilómetros por hora. La guerra
qui c k as t he whis per o f a s c ythe 70 sólo había sido el rápido susurro de
t he war was f i ni s he d. O nce the un a
g ua dañ a.
Un a
ve z
bom b-r e le as e was yanke d i t was _________descargadas las bombas,
o ve r. N o w, a f ull thr e e s ec o nds , nada quedaba por hacer. Ahora, tres
all o f t he t im e i n his to ry, bef or e segundos más tarde, en lo que era todo
t h e b o m b s s t r u c k , t he e ne m y 75 el tiempo de la historia, antes de que las
s hi ps them s el ve s wer e gone hal f bombas tocasen el suelo, las naves
ar o und t he vi s i bl e wo r l d, l i ke enemigas ya habían dado media vuelta
b ul l e t s i n wh i c h a s a vag e al mundo, como balas en las que e l
Posteriormente, los hombres que
estaban con Montag no fueron capaces
de decir si en realidad había visto algo.
Quizás un l eve r esplandor y
movimiento en el cielo Tal vez las
bombas estuviesen allí, y los reactores
veinte kilómetros, diez kilómetros,
dos kilómetros cielo arriba durante un
breve instante, como grano arrojado
desde lo alto por la enorme mano del
sembrador, y las bombas cayeron con
espantosa rapidez y, sin embargo con
una repentina lentitud, sobre la ciudad
que habían dejado atrás. El bombardeo
había terminado para todos los fines
y propósitos, así que los reactores
hubier on localizado su obj etivo,
puesto sobre aviso a sus apuntadores
a ocho mil kilómetros por hora; tan
fugaz como el susurro de una guadaña,
la guerra había terminado. Una vez
sol tadas las bombas, ya no hubo
nada m ás . Lue go , tr es se gundos
completos, un plazo inmenso en la
Historia, antes de que las bombas
estallaran, las naves enemigas habían
recorrido la mitad del firmame nt o
vi s ibl e , c om o bal as e n l as que
50
ya nk pull with a je rk , tirar de; th ey y an ked h er b ag
ou t of he r h an d , la a rra nca ron el bolso de la man o;
(d ie nte) a rr an ca r;
— n. a sudden hard pull; tirón
130
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
i s l a n de r m i g ht n o t be l i e ve
bec aus e t hey we r e i nvi s ibl e; ye t
t he hear t i s s udde nl y shatt e r ed,
t he b o d y f a l l s i n s e p a r at e
m o t i o n s an d t h e b l o o d i s
as t o ni s he d t o b e f r e e d o n t he
air ; the br ain squande rs it s fe w
pre c i ous
me mor i es
a nd ,
puzzle d, di es .
5
tr. de Alfredo Crespo
i s l e ño s al vaj e no pue d e c r e e r
p ue s s o n i n vi s i bl e s , y s i n
e m b ar go e l c o r a zó n e s t a l l a
r e pe nt i nam e nt e, y l o s c ue r po s
vue lan e n pe dazo s s ue lt o s, y l a
s an gr e s e s o r pr e nde d e ve r s e
l i br e y e n e l ai r e ; e l c e r e br o
de rro cha sus e scas os y prec ios os
r ec ue rdos y, pe r pl ej o, m ue re .
u n s a l vaj e qu i z á no c r e ye s e ,
p o r q ue e r a n i n vi s i b l e s ; s i n
e m b ar g o , e l c o r a z ó n e s
d e s t r o z a d o de r e p e n t e , e l
c u e r po c ae d e s p e d az ad o y l a
s a ngr e s e s o r pr e nd e a l ve r s e
l i br e e n e l a i r e ; e l c e r e b r o
d e s pa r r a m a s u s p r e c i o s o s
r e c uer do s y mue r e .
No podía creerse. No había sido
más que un gesto . Montag vio el
enorme puño de metal, que se había
al zado so br e l a ci udad lej ana, y
supo que en seguida oiría el chillido
de las turbinas. El chillido diría,
luego del acto: desintegraos, que no
quede piedra sobre piedra, pereced.
Morid.
Re sul t aba i nc r eí bl e . Só l o
un ge s t o . M o nt a g vi o e l al e t e o
de u n g r a n p uño d e m e t al
s o br e l a c i u dad , y c o n o c í a e l
aul l i d o de l o s r e ac t o r e s q ue l e
s e gu i r í an di c i e ndo , t r a s d e l a
ha za ña : D e s i nt é gr at e , no de j e s
p i e dr a s o b r e p i e dr a , pe r e c e .
Muere.
M o nt ag s o s t uvo l as bo m bas
e n e l c i e l o du r a nt e u n ú ni c o
m o m e nt o ,
e x t e n di e nd o
des e spe r adame nte las manos .
—¡Corra! —le gritó a Faber —.
¡Co r r e! — a Cl ar i s se — . ¡Vet e ,
e s c ápat e ! — a M i ldr e d. P e r o
Clarisse, recordó, había muerto. Y
Faber había dejado la ciudad. Allí,
por alguno de los valles profundos,
el autobús de las cinco de la mañana
co rrí a de una deso lac ión a otr a.
Aunque l a des o l aci ó n no habí a
llegado aún (estaba todavía en el
aire), ya no tardaría mucho. Antes
de que el autobús hubiese recorrido
otros cincuenta metros, su destino
no tendría sentido, y su punto de
par ti da dej ar í a de s e r una
metrópolis para transformarse en un
montón de escombros.
Montag inmovilizó las bombas en
el cielo por un breve momento, su
mente y sus manos se le vantaron
desvalidamente hacia ellas.
—¡Corred! —gritó a Faber, a
Clarisse—. ¡Corred! —a Mildred—.
¡Fuera, marchaos de ahí!
Pero Clarisse, recordó Montag,
había mue rto. Y Faber se había
marchado; en algún valle profundo de
la región, el autobús de las cinco de la
madrugada estaba en camino de una
desolación a otra. Aunque la desolación
aún no había llegado, todavía estaba en
el aire, era tan cierta como el hombre
pare cía hacerla. Antes de que el
auto bús hubiera recorr ido ot ros
cincuenta metros por la autopista, su
destino carecería de significado, su
punto de salida habría pasado a ser de
metrópoli montón de ruinas.
10
Thi s wa s no t t o be be l i e ve d.
I t wa s m e r e l y a g e s t u r e .
M o nt ag s aw t he f l i r t o f a g r e at
m e t al f i s t o ve r t he f ar c i t y and
he kne w t he s c r e am o f t he j e t s 15
t ha t wo u l d f o l l o w, wo u l d s ay,
af t e r t he de e d, d i s i nt e g r a t e ,
l e a v e no s t o n e o n a n o t h e r ,
p e r i s h. D i e .
20
M o n t a g h e l d t h e b o m bs i n
t he s ky f o r a s i ngl e m o m e nt ,
w i t h h i s m i n d a nd hi s h a nd s
r e ac hi ng he l pl e s s l y up at t he m .
“R un! ” he c r i e d t o Fa be r. To 25
Cl ar i s s e , “Ru n! ” To M i l dr e d,
“G et out, get o ut of there ! “ But
Cl ar i s s e , he r e m e m be r e d, was
de ad. And Faber was out; the re in
the de ep val le ys o f the co untr y 30
so mewhe re the fi ve a. m. bus was
on its way fr om o ne deso lat ion to
ano t he r. Though t he de s o lat io n
had not yet ar rived, was s til l in
t he a i r, i t was c e r t ai n a s m an 35
co uld make i t. Bef ore the bus had
r un ano the r f i f t y yar ds o n t he
hi ghway, i ts de sti nat io n woul d be
m e a ni ngl e s s , an d i t s po i nt o f
de pa r t u r e
c h ang e d
f r o m 40
me tro po lis to junkyar d.
And M il dre d…
Ge t out, run!
45
Y Mildred...
Y Mildred...
¡Huye, corre!
¡Fuera, corre!
H e saw he r in her hot el r oo m
Mont ag la vio en s u cuart o de
s o m e w he r e n o w i n t h e ha l f - hotel, en alguna parte, en ese medio
s e c o n d r e m a i n i ng w i t h t h e segundo en que las bombas estaban
bo m bs a yar d, a f o o t , an i nc h 50 a un metro, a treinta centímetros, a
f r om he r bui l di ng. He s aw he r un centímetro del edificio. La vio
l e a ni ng t o w ar d t h e gr e a t i nc li nada hac i a l as br i l l ant e s
s hi mm er ing wall s of c ol our and paredes de colores donde la familia
m ot io n wher e the fami ly t al ke d l e habl aba, do nde l a f ami l i a
an d t al k e d an d t al k e d t o he r, 55 parloteaba y charlaba y pronunciaba
whe r e t h e f am i l y pr at t l e d and su nombre, y le sonreía y no le decía
c hat te d and s ai d he r name and nada de la bomba que estaba a un
s mi le d at her and said not hi ng o f centímetro, a medio centímetro, a
t he bom b that was an inch, no w un cuarto de centímetro del techo
a half -i nch, now a quar te r- i nc h 60 del ho te l. Mi ldr ed s e i nc l inaba
f r o m t h e t o p o f t he h o t e l . hacia la pared como si el ansia de
Leani ng i nt o the wall as if all o f mirar pudiera ayudarla a encontrar
the hunger o f lo oking wo ul d fi nd el secreto de su agitado insomnio.
the secre t of her sl eeple ss une ase Mildred se inclinaba ansiosamente,
t he r e .
Mi ld r ed ,
l e an i n g 65 nerviosa, como si quisiera hundirse,
anx i o us l y, ne r vo us l y, as i f t o per ders e, c aer e n aquel inme nso
p l u ng e , d r o p, f al l i n t o t ha t t or bel l ino de c ol o re s , c om o s i
swarm ing im mensit y o f c olo ur to quis iera ahogarse en su brill ante
dro wn i n it s br ight happi ne ss .
felicidad.
Montag la vio en la habitación de
su hotel, durante el medio segundo
que quedaba, con las bombas a un
metro, un palmo, un centímetro del
edificio. La vio inclinada hacia el
r e spl andor de las pare de s
t e l evi s i vas de s de l as que l a
«familia» hablaba incesantemente
co n el la, desde do nde la f amil ia
charlaba y discutía, y pronunciaba
su nombre, y le sonreía, y no aludía
para nada a la bomba que estaba a
un centí metro , des pués, a me dio
centímetro, luego, a un cuarto de
ce ntí met ro del tej ado de l hote l.
Absorta en la pared, como si en el
afán de mirar pudiese encontrar el
s e c re t o de s u i nt r anqui l i dad e
i ns o mni o . M i ldr e d, i nc l i nada
ansiosa, nerviosamente, como para
zambullirs e, caer en la oscil ante
inmensidad de color, para ahogarse
en su brillante felicidad.
70
Th e f i r s t b o m b s t r u c k .
La primera bomba alcanzó su objetivo.
La primera bomba estalló.
“Mi l dr e d!”
—¡Mildred!
—¡Mildred!
P e r ha ps , w ho wo u l d e ve r
kn o w? P e r h aps t h e gr e at
br oadc as ti ng st at io ns wi th t he ir
be am s o f c o l o ur and l i ght and
75
Q ui zá — pe r o ¿qui é n po dí a
s aber l o ?— , qui zá l as gr ande s
estaciones t ransmiso ras, con sus
r ayo s de c ol o r, l uz, palabr as y
131
Qu i zá , ¿qu i é n l o s abr í a
nu nc a? Ta l ve z l a s e s t ac i o n e s
e m i s o r a s , c o n s us c ho r r o s de
c o l o r , d e l u z y d e p a l a b r as ,
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
t al k and chat t er we nt f i rs t i nt o
obli vi on.
c harl a f uer o n l o pr i m e ro e n
desaparecer.
f u e r o n l as
de s ap ar e c e r.
M o nt a g, f al l i ng f l at , go i ng
do wn, s aw or f e l t , o r i m agi ne d 5
he saw o r f el t t he wal l s go dar k
i n M i l l i e ’s f a c e , h e a r d h e r
s c r e a m i n g , be c a u s e i n t h e
m i l li o nt h par t o f t im e l e f t , s he
s a w he r o w n f a c e r e f l e c t e d 10
t he re , i n a m i r r o r i ns t e ad o f a
c r yst al bal l, and it was s uc h a
wi l dl y e m pt y f ac e , al l by i ts e l f
i n the r o o m, t o uc hing no t hi ng,
s t a r ve d an d e a t i n g o f i t s e l f , 15
t hat at l as t s he r e co gni ze d i t as
he r o wn and l o o ke d qui c kly up
at the c e i li ng as i t and t he
e n t i r e s t r uc t ur e o f t h e h o t e l
bl ast e d
d o wn
u p o n h e r , 20
c a r r yi n g h e r w i t h a m i l l i o n
po unds o f bri c k, m e tal , pl ast e r,
and wo o d, to m e e t ot he r peo pl e
i n the hi ve s be l o w, al l o n the i r
qui c k w ay do wn t o t he c e l l ar 25
whe r e t he e xpl os i o n r i d it s e l f
o f t hem i n i t s o wn unr e aso nabl e
w ay.
Mo ntag, arroj ándose al suel o,
c ayendo haci a ade lant e , vi o o
sintió, o imaginó que veía o sentía,
cómo las paredes se oscurecían ante
Millie; y escuchó su grito, pues en
esa millonésima fracción de tiempo
que todavía quedaba, Mil dred vio
su rostro reflejado en la pared, en
un e spe jo , no e n una es f er a de
crist al, y er a aquél un rostr o tan
trist emente vacío, tan solo e n el
cuarto, tan sin ataduras —satisfacía
su hambre devorándose a sí mismo
—, que Mildred al fin se reconoció
y alzó rápidamente los ojos al cielo
raso, mientras éste y todo el hotel
s e de r r um baban so br e el l a,
arrastrándola con un millón de kilos
de ladr i l l os , m e t al e s , yes o y
madera, a reunirse con la gente que
vivía en los cubículos inferiores,
todos en cami no hacia e l sót ano
donde la explosió n se libraría de
el lo s c on su propio e insensato
método.
M ontag, c ayendo de br uc es ,
hundiéndose, vio o sintió, o imaginó
que veía o sentía, cómo las paredes
se oscurecían fre nte al rostro de
Millie, oyó los c hillidos de ella,
porque, en la millonésima de segundo
que quedaba, ella vio su propio rostro
reflejado allí, en un espejo en vez de
en una bola de cristal, y era un rostro
tan salvajemente vacío, entregado a
sí mismo en el salón, sin tocar nada,
hambriento y saciándose consigo
mismo que, por fin, lo reconoció
co mo e l suyo pro pi o y le vant ó
rápidamente la mirada hacia el techo
cuando éste y la estructura del hotel
se derrumbó sobre ella, arrastrándole
con un millón de kilos de ladrillos,
de metal, de yeso, de madera, para
re unir se c on o tr as per so nas las
colmenas de más abajo, todos en
rápi do des censo hacía el sót ano,
donde fi nalmente la expl osión le
l ibrarí a de t odo a su m aner a
irrazonable.
I r e me m ber. M o nt ag c l ung t o
t he ear t h. I r em e m be r. Chi c ago .
Chi cago , a l o ng t im e ago . M il li e
and I. That ’s whe r e we m e t ! I
r em e m be r no w. Chi c ago . A l ong
t im e ago .
Re c ue r do , s e di j o M ont ag
apretado contra la tierra. Recuerdo.
Chicago hace mucho tiempo. Millie
y yo. Allí nos conocimos. Recuerdo
aho ra. Chic ago . H ac e muc ho
tiempo.
Recuerdo. Montag se aferró al
suelo. Recuerdo. Chicago. Chicago,
hace muc ho tiempo, Mill ie y yo.
¡All í f ue do nde no s conoci mo s!
Ahora lo recuerdo. Chicago. Hace
mucho tiempo.
The c o ncus s i on knoc ke d t he
La explosión golpeó el aire sobre
ai r ac r os s and do wn t he r i ve r, el río, derribó a los hombres como
t u r ne d t he m e n o ve r l i ke una fila de piezas de dominó, alzó
do m i n o e s i n a l i n e , bl e w t he 40 el agua en cortinas de espuma, alzó
water i n l ift ing s prays , and bl ew el polvo, e hizo que los árboles se
the dust and m ade t he tre es abo ve quejasen agitados por un viento que
t he m m o ur n wi th a gr e at wi nd pas aba haci a e l sur. M o nt ag s e
pa s s i ng aw ay s o u t h. M o nt ag encogió, empequeñeciéndose, con
cr ushed hi mse lf do wn, sque ezi ng 45 lo s oj os cer rado s. Par pade ó una
hi m s e l f s m a l l , e ye s t i ght . H e vez. Y en ese instante vio la ciudad,
bl inked once. And in that ins tant en vez de las bombas, en el cielo.
s a w t he c i t y, i ns t e ad o f t he Se habían desplazado mutuamente.
bo m bs , i n t he ai r. The y h ad Durante otro de eso s imposi bles
di spl aced each other. For another 50 i ns tant e s la c i udad s e al zó ,
of those i mpo ssi ble inst ant s t he reconstruida e irreconocible, más
ci ty
st ood,
r e bu i l t
a nd al ta de lo que habí a es pe rado o
unrec ognizabl e, talle r t han i t had i nt e ntado s e r, m ás alt a que las
ever hope d o r st rived t o be, tall er construcciones del hombre, erigida
than man had built it , ere cte d at 55 al fin en gotas de cemento y chispas
last i n gouts of s hattered co ncrete metálicas, como un mural similar a
and s parkl es of to rn me tal into a un alud invertido, de un millón de
m u r al h ung l i ke a r e ve r s e d colores, de un millón de rarezas,
aval anc he , a mi l li o n c ol o ur s , a con una puerta donde debía abrirse
mi lli on oddit ies , a do or where a 60 una ventana, c on un te cho e n el
wi ndow s ho ul d be , a t o p f o r a l ugar de l o s c im i ent os , co n un
bo tt o m , a s i de f o r a bac k, and c o s tado po r f o ndo . Y l ue go l a
then the c ity ro ll ed ove r and fe ll ciudad giró sobre sí misma, y cayó,
down de ad.
muerta.
La e xplo s ió n s ac udi ó e l air e
sobre el río, derribó a los hombres
como fichas de dominó, le vantó el
agua de s u cauce, aventó el po lvo
e h i zo q ue l o s ár bo l e s s e
incli nar an hacia el Sur. Mo ntag,
agazapado , hac i é ndo s e t o do l o
pequeño posible, con los ojos muy
apr etado s. Lo s entr eabri ó por un
mom ento y, en aquel instante, vio
la ciudad, e n ve z de las bombas,
en el ai re. H abían permutado sus
pos iciones. D urante otro de e sos
ins tantes impo sibles , la ciudad se
i r g ui ó ,
r e c o ns t r ui d a
e
irr econoc ible, más alta de lo que
nunc a habí a esper ado ser, más alta
de l o que e l h o m br e l a ha bí a
e di f i c ado ,
e r gu i da
s o br e
pedestal es de hormi gón t ritur ado
y briznas de m etal desgar rado, de
un m i l l ó n de c o l o r e s , c o n un
mil lón de fenómeno s, una pue rta
donde t endrí a que haber habido
una ventana, un tejado en el si tio
de un c i m i e nt o , y, de s pués , l a
ciudad gi ró so bre s í mism a y c ayó
muert a.
30
35
primeras
en
65
____________ ______ _ _ ____
__ _ _ _
El so nido de es a muerte llegó
más tarde.
El sonido de su muerte llegó más
tarde.
M o nt a g, l y i ng t he r e , e y e s
gr itt ed shut wit h dus t, a f ine wet 70
c em ent of dust i n hi s now s hut
mo ut h, gas pi ng and c rying, now
t h o ug ht ag ai n , I r e m e m b e r, I
rem ember, I r emem ber s omething
el se. What is it ? Yes, ye s, part of 75
the Eccl es ias tes and Revelatio n.
Part o f that book, par t of it, qui ck
no w, qui ck, befo re it ge ts away,
Montag, tendido en el suelo con
los ojos cerrados por el polvo, un
fino y húmedo cemento de polvo en
l a bo c a c er r ada, j ade ando y
llorando, pensó otra vez. Recuerdo.
Re cue r do . Re c ue r do al go más .
¿Q ué e s ? Sí , s í , par t e de l
Eclesiastés. Parte del Eclesiastés y
la Revelación. Parte de aquel libro,
una part e. Rápido, rápido ahor a,
Tu m ba do , c o n l o s o j o s
cubie rto s de pol vo, co n una fi na
capa de pol vill o de cem ento en su
bo ca, ahor a ce rrada, jade ando y
llo rando, M ontag vo lvió a pensar:
recuerdo, recuerdo, recue rdo algo
m ás . ¿Qué e s? Sí , sí , P ar t e de l
Ecl es iast és y de l a Re ve laci ón.
Part e de e se l ibro , Part e de é l,
aprisa, ahor a, apri sa, ant es de que
132
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
be f o r e t he s ho c k we ar s o f f ,
be fo r e t he wi nd di e s. Bo o k o f
Ec c l es i as t e s . He r e . H e s ai d i t
ove r to himself silently, l ying f lat
to the trem bling ear th, he s aid the
wo rds o f i t m any t ime s and they
we re perf ec t wit ho ut t ryi ng and
ther e was no Denham’s Dentif rice
an ywh e r e , i t wa s j us t t he
P r e ac he r by hi m s e l f , s t andi ng
t he r e i n hi s m i nd, l o o k i ng at
him …
5
10
antes de que se borre, antes de que
la conmoción desaparezca, antes de
que muera el viento. El libro del
Eclesiastés. Aquí está. Se lo recitó
a sí mismo en silencio. Echado cara
abajo sobre la ti erra tembl orosa,
repiti ó sin esfue rzo las pal abras,
una y otra vez, y eran perfectas y
no aparecía el dentífrico Denham
por ninguna parte. Sólo estaba allí
el predicador, de pie en su mente,
mirándolo...
“The re, ” s ai d a vo ic e.
—Ya pasó —dijo una voz.
tr. de Alfredo Crespo
se me e scape, ante s de que ce se
el vi ento. El libro de l Eclesiastés.
Ahí va. Lo re cit ó para s í m ism o,
e n s i l e nc i o , t um bado s o br e l a
tie rra tembl orosa, re pitió muc has
ve ces l as pal abras , y l e s ali er on
pe r f e c t a s s i n e s f ue r zo , y po r
ni nguna part e había «De nt íf ri co
D e nha r n », e r a t an s ó l o e l
Pr edic ador ent regado a sí mism o,
e r gui do al l í e n s u m e nt e ,
mi rándol e. ..
—Allí —dijo una voz—.
15
The m en lay gas pi ng l i ke f is h
l ai d out o n the gr as s . They hel d
t o t he e ar t h as c hil dr en ho l d t o
f ami l i ar t hi ngs, no m att e r ho w
c ol d o r dead, no m at t er what has 20
happe ne d o r wi l l happen, t he i r
f i nge r s we r e c l aw e d i nt o t he
dir t , and t hey we r e al l s ho ut ing
t o k e e p t h e i r e ar dr um s f r o m
bur s t i ng, t o ke e p t he i r s a ni t y 25
f r o m b ur s t i n g, m o u t h s o p e n ,
M o nt ag s ho ut i n g wi t h t he m , a
pr o t e s t ag ai n s t t he wi nd t h at
r i ppe d t he i r f a c e s and t o r e at
t he i r l i ps , m aki ng t he i r no s e s 30
bl ee d.
Lo s ho m br e s j ade aban co m o
peces sobre la hierba. Se apretaban
contra el suelo como niños que no
quieren soltar las cosas familiares,
no im po r t a que e st é n f r ías o
m ue rt as , no i m po rt a qué haya
ocurrido o pueda ocurrir. Clavaban
los dedos en el polvo, y gritaban
para que no se l es rompieran los
t í m pano s , par a c ons e r var l a
co rdura, c on las boc as abier tas.
Montag gritó con ellos, como una
prote sta cont ra el vi ento que les
arrugaba las caras y les torcía las
bo c as y l e s hac í a s angr ar l as
narices.
Los hombres yacían boqueando
como peces fuera fue del agua. Se
aferraban a la tierra como los niños
se aferran a los objetos familiares,
por muy fríos y muertos que estén,
sin importarles lo que ha ocurrido o
lo que pue de ocurr ir; sus dedos
estaban hundidos en el polvo y todos
gritaban para evitar la rotura de sus
tí mpanos, para evitar el estallido de
su razón, con las bocas abiertas, y
M ont ag gr i taba c o n e ll o s, una
prote sta cont ra el vi ento que les
arrugaba los rostros, les desgarraba
los labios y les hacía sangrar las
narices.
Mo nt ag wat ched the gr eat dust
se tt le and the gre at s ile nc e mo ve
d o w n up o n t he i r w o r l d . An d 35
lying ther e it s ee me d that he saw
e ve r y s i ngl e grai n o f dust and
e ve ry blade o f gr as s and that he
he ar d eve r y c r y and sho ut and
whi s pe r go i ng up i n t he wo r l d 40
no w. Si l e nc e f e l l do wn i n t he
s if ti ng dus t, and al l the le is ur e
t he y mi ght ne ed to l oo k ar ound,
t o gather t he r eal it y of t hi s day
i nt o thei r se ns es .
45
Mo nt ag o bs er vó el pol vo que
volvía a depositarse en el suelo y
oyó el enorme silencio que cubría
e l mundo . Y al l í , ac o s t ado, l e
pareció que veía todas las motas de
polvo, y todas las briznas de hierba,
y escuchaba todos los llantos, gritos
y m ur m ul l o s que re c o r r í an e l
mundo. El silencio cayó sobre aquel
polvo matizado, junto con el ocio
que los hombres necesitaban para
mirar alrededor, para conservar en
la mente la realidad de aquel día.
Montag observó cómo la inmensa
nube de pol vo i ba pos ándo se , y
cómo el inmenso silencio caía sobre
el mundo. Y allí, tumbado, le pareció
que veía cada grano de polvo y cada
brizna de hierba, y que oía todos los
grit os y voc es y sus urros que se
elevaban en el mundo. El silencio
cayó junto con el polvo, y sobre todo
el t ie mpo que nec es it ar ían para
mirar a su alrededor, para conseguir
que la re ali dad de aquel dí a
penetrara en sus sentidos.
M o nt ag l o o ke d at t he r i ve r.
M o nt ag
mir ó
el
río.
We ’ll go o n t he river. H e l ooked Caminaremos junto al río. Miró las
at t he o l d r ai l r o ad t r ac ks . O r vi e j as ví as de l f e r r o c ar r i l . O
we ’ll go t hat way. Or we ’ll walk 50 marc hare mo s po r las carr et er as
o n the hi ghways no w, and we ’l l aho r a, y t e ndr e m o s t i e m po de
ha ve t i m e t o pu t t hi n gs i n t o apr e nde r c os as nue vas . Y al gún
ourse lves. And som e day, afte r it día, cuando estas cosas lleven un
se ts in us a long tim e, it’ll co me t ie mpo c o n no s ot r os , s al drán a
out o f o ur hands and o ur mo uths. 55 nuestras bocas o nuestras manos.
And a l ot of it wi ll be wro ng, but Y m uc has de e s as c o s as no
j us t e no ugh o f i t wil l be r ight . servirán, pero sí otras, y en número
We ’ll jus t s tar t walki ng today and s uf i c i e nt e . C o m e nzar e m o s a
s e e the wo r l d and t he way t he marchar hoy mism o, y veremos el
wo rld walks aro und and tal ks, t he 60 mundo, y cómo el mundo se pasea
way i t really lo oks. I want t o s ee y habl a, y c ó m o e s r e al m ent e .
ever ything now. And whi le no ne Quiero verlo todo ahora. Y aunque
of it will be m e when i t goes i n, nada de e s t o m e pe r t e ne zc a,
af t e r a whi l e i t ’l l al l g at h e r mientras lo miro pasará e l tiempo,
to ge ther i ns ide and it ’l l be m e. 65 y se irá depos itando e n mí, y al fin
Lo ok at the worl d out ther e, my t o d o s e r á yo m i s m o . M i r a e l
God, my God, lo ok at it out the re, mundo al lí fuera, D ios m ío, D ios
outsi de me , o ut there be yo nd my mío, míralo allí fuera, fuera de mí,
face and t he o nl y way to r eall y más allá de m i cara. Sól o hay un
t ouc h i t is t o put i t whe re i t’s 70 m o d o de t o c ar l o : hac e r l o
f i nal l y m e , w he r e i t ’s i n t he finalmente mí o, me térme lo en la
bl oo d, wher e it pum ps ar ound a sangre , do nde l at ir á die z ve ce s,
t ho usand t i m e s t e n t ho usand a di e z m i l ve c e s e n u n dí a. Lo
day. I get ho ld of it s o i t’l l never tendré s iempr e conmigo para que
run o ff . I’ll ho ld on to the wor ld 75 nunc a se me es c ape . Lo te ndr é
t i ght s o m e da y. I’ ve go t o ne conmigo algún dí a. P or ahora lo
f i nge r o n i t no w ; t ha t ’s a he r o zado c o n l a punt a de l o s
beginni ng.
dedos. Es un c omienzo.
M o nt ag m i r ó hac i a e l r í o .
«Iremos por el río. —Miró la vieja
vía f er ro vi ar ia—. O i re mo s po r
e l l a. O c am i na r e m o s po r l as
autopistas y tendremos tiempo de
as i m i l ar l o t o do . Y al gún dí a,
c uando l l e ve m uc ho t i e m po
sedimentado en nosotros, saldrá de
nuestras manos Y nuestras bocas.
Y gr an par t e d e e l l a e s t ar á
e qui vo c ado , p e r o o t r a s e r á
c o r r e c t a. H o y e m pe zar e m o s a
andar y a ver mundo, y a observar
c ó m o l a ge nt e anda po r ahí Y
habl a, e l ve rdade ro aspec to que
tiene. Quiero ver lo todo. Y aunque
nada de ello sea yo cuando entren,
al c abo de un t i e m po , t odo s e
reunirá en mi int erior, y será yo.
Fíjate en el mundo, Dios mío, Dios
mío. Fíjate en el , mundo, fuera de
m í, m ás al lá de m i ro st r o, y e l
úni c o
m e di o
de
t o c ar l o
ver dade ram ent e es po ner l o all í
donde por fin sea yo, donde estén
la sangre, donde recorra mi cuerpo
cien mil veces al día. Me apoderaré
de ella de manera que nunca podrá
escapar. Algún día, me aferraré con
fuer za al mundo. Ahora tengo un
de do apo yado e n é l . Es un
principio.»
133
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
The wind die d.
El viento murió.
Th e o t h e r m e n l a y a
wh i l e , o n t h e d a wn e d g e o f 5
s l e e p, no t ye t r e ady t o r i s e
u p a n d b e g i n t h e d a y ’s
o bl i g at i o n s , i t s f i r e s an d
f o o ds , i t s t ho us and de t ai l s
o f p u t t i n g f o o t a f t e r f o o t 10
a nd h an d af t e r h an d. The y
lay blinking their dusty
e y e l i d s . Yo u c o u l d h e a r
t he m br e a t h i n g f a s t , t h e n
s l o we r , t h e n s l o w…
15
Los otros hombres yacían aún, en
e l bo r de gr i s de l s ue no, no
preparados todavía para levantarse
e i ni c i ar l as o bl i gac io ne s
c o t idi anas , l o s fue go s y l as
comidas, la interminable tarea de
adel antar un pie y ot ro pi e, una
mano y otra mano. Los hombr es
yac ían agi tando las pe s tañas
polvorientas. Uno podía oír cómo
respiraban con rapidez, y luego más
lentamente, más lentamente...
Mo nt ag sat up.
Montag se sentó.
He did not m ove any furt he r,
ho we ve r . The o t h e r m e n d i d 20
l ikewi se . The s un was to uching
the black hor izo n wit h a faint r ed
ti p. The air was c old and sme ll ed
of a co ming r ai n.
tr. de Alfredo Crespo
El viento cesó.
Lo s
otros
ho m br e s
pe r m ane c i e r o n t e ndi do s , no
pre parados aún para levantars e y
empezar las obligaciones del día,
las hogueras y la prepar ación de
al imentos , lo s m ile s de de tall es
para poner un pie delante de otro
pie y una mano sobre ot ra mano.
Pe rmanec ie ron parpadeando c on
sus po lvorientas pestañas. Se les
podía oír respirando aprisa; luego,
más lentamente...
Montag se sentó.
No llegó a pone rse de pie sin
e m bar go . Lo s o t ro s ho mbr e s
hicieron lo mismo. El sol rozaba el
ho r izo nt e ne gr o co n un de do
levemente rojizo. El aire era frío, y
olía a lluvia.
Si n e m b ar g o , no s e s i gu i ó
mo vie ndo . Los ot ros ho mbr es le
im itaron. El sol to caba el negro
hor izonte c on una débil pincelada
ro jiza. El ai re era fr esc o y o lía a
ll uvi a inm ine nt e.
S i l e n t l y, G r a n g e r a r o s e ,
f e l t hi s ar m s , a n d l e gs ,
s we a r i n g ,
s we a r i n g
i nc e s s an t l y un d e r hi s b r e a t h ,
t e a r s d r i p pi n g f r o m hi s f a c e . 30
H e s h uf f l e d do wn t o t h e
r i ve r t o l o o k u p s t r e am .
E n s i l e nc i o , G r a ng e r s e
i n c o r p o r ó , e xt e n di ó br azo s y
p i e r n as ,
m a l di c i e n do ,
m al dic i e ndo una y o t r a ve z e n
vo z baj a, e l r o s t r o bañado e n
lágr im as . Se arr as tr ó hast a el r ío
y m ir ó aguas ar ri ba.
En silencio, Granger se levantó, se
palpó los brazos, las piernas,
blasfemando,
blasfemando
incesantemente entre dientes, mientras
las lágrimas le corrían por el rostro. Se
arrastró hacia el río para mirar aguas
arriba.
“It’s f lat ,” he said, a lo ng ti me
later. “Ci ty lo oks li ke a heap of
baking-powder. It’s go ne .” And a
l ong t i me af t er that. “I wo nde r
ho w m any knew it was c omi ng? I
wo nde r
ho w
m a ny
we r e
surpris ed?”
— Ar r a s a d a — d i j o a l f i n —
. La c iudad par e c e un po c o
d e l e va d ur a . H a ba j ad o . — Y
t i e m p o de s p ué s p r e g u n t ó : —
¿ Cu á n t o s s a bí a n l o q u e i b a a
o c u r r i r ? ¿C u án t o s f u e r o n l o s
s o r p r e n di d o s ?
—Está arrasada —dijo mucho rato
de spués— . La ciudad pare ce un
montón de polvo. Ha desaparecido. —
Y al cabo de una larguísima pausa se
preguntó— ¿Cuántos sabrían lo que
iba a ocurrir? ¿Cuántos se llevarían
una sorpresa?
Y e n e l r e s t o de l m u n do ,
pe ns ó M o nt a g, ¿c u ánt as o t r as
c iudade s m ur ie r on? ¿Y cuántas
aquí e n nue st r o país ? ¿Cie n, un
m i ll ar ?
«Y e n t o d o e l mun do —
pe ns ó M o nt ag— , ¿ c u ánt as
c i uda de s m ás mue r t as ? Y
aq uí ,
en
n ue s t r o
p aí s ,
¿c uá nt as ? ¿ Ci e n, m i l ?»
Som e one s t ruc k a mat ch and
Al gui en encendió un fó sf oro y
to uched it to a pi ece of dr y paper lo ac er có a un tro zo de papel que
t a ke n f r o m t h e i r p o c k e t , a nd 50 sacó del bo lsillo, y met ió el papel
shove d t hi s unde r a bi t of grass bajo unas hi erbas y ho jas , y lue go
an d l e ave s , and af t e r a whi l e añadi ó unas r ami tas que es taban
added t iny twigs whic h wer e wet húmedas y chi spo rr ote aban, pe ro
and s putte red but final ly caught, que al f in co menzar on a arder, y
and the fi r e gre w lar ge r i n the 55 e l f ue go c r e c i ó e n l a m añ ana
early mo rning as the s un came up te mpr ana mie ntr as el sol subía en
and t he men sl owly tur ned fr om e l c i e l o , y l o s ho m br e s ,
lo oki ng up ri ver and wer e drawn cabizbajo s, s e vo lví an l ent amente
t o t h e f i r e , aw kwa r dl y, wi t h y dej aban de mi rar aguas arri ba y
no t hi ng t o s ay, and t h e s un 60 se ac erc aban al fue go, s in saber
co loured the backs of the ir nec ks qué dec ir, y el so l l es co lor eaba
as they be nt down.
las nucas.
Alguien encendió una cerilla y la
acercó a un pedal de papel que había
sacado de un bolsillo. Colocaron el
papel debajo de un montoncito de
hier bas y hojas, y, al cabo de un
m om e nt o , añadi er o n r am i tas
húmedas que chisporrotearon, pero
prendieron por fin, y la hoguera fue
aumentando bajo el aire matutino,
mi entr as el s ol se elevaba y l os
hom br es de jaban l entam ente de
mirar al río y eran atraídos por el
fuego , t orpeme nte , s in nada que
decir, y el sol iluminó s us nucas
cuando se inclinaron.
G range r unf o lde d an o i l s ki n
wi t h s o m e bac o n i n i t . “We ’l l 65
ha ve a bi t e . Th e n we ’ l l t u r n
ar o un d and wa l k up s t r e a m .
The y ’l l be ne e di ng us up t hat
way. ”
Granger desplegó un papelencerado
co n u n p o c o d e t o c i n o .
—Co mere mos un po co.
D e s pué s i r e m o s aguas
ar r i ba.
Al l á
pue de n
n e c e s i t a r no s .
Granger desdobló unalona en cuyo
interior había algo de tocino.
—Com er em os un bo cado .
Después, daremos media vuelta y nos
dirigiremos corriente arriba. Tal vez
nos necesiten por allí.
Alguien sacó una sartén pequeña
y pusieron la sartén y el tocino al
fuego. Luego de un rato el tocino
comenzó a agitarse y bailar en la
sartén, y el chisporroteo llenó con
su aroma el aire de la mañana. Los
ho mbre s as is tí an s il enci os os al
ritual.
Al gui e n s ac ó una pe que ña
sarté n, y el to cino f ue a par ar a
su inter io r, y e mpe zó a tos tar se
so bre l a hoguera. Al cabo de un
m o m ent o , e l ar o m a de l t oc i no
im pre gnaba el ai re mat ut ino . Los
ho mbr es obser vaban el ri tual en
silencio.
25
And acro ss the worl d, thought
M ontag, ho w m any o t he r c it ie s
dead? And he r e in our c o unt ry,
ho w m an y? A hun dr e d, a
t ho us and?
35
40
45
70
Som e one pr o duc ed a s m al l
frying-pan and the bacon went into
it and the frying-pan was set on the
fire. After a moment the bacon began
to flutter and dance in the pan and
the sputter of it filled the morning
air with its aroma. The men watched
this ritual silently.
75
134
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
Gr ange r l oo ke d i nt o the f ir e.
“Pho eni x. ”
“W hat ?”
5
“Ther e was a si ll y dam n bir d
c al l e d a P ho e n i x ba c k be f o r e
Chris t: every fe w hundre d years
he bu i l t a py r e and b ur n e d 10
him s el f up. He mus t have bee n
f ir s t c o usi n t o Man. But e ver y
t i m e he bur nt hi m s e l f up he
s pr ang out of t he as he s, he go t
hi mse lf bo rn all over again. And 15
it looks like we’re doing the s ame
t hi ng, o ver and o ve r, but we ’ve
go t o ne dam n t hi ng the Phoenix
ne ve r had. We kno w t he dam n
si lly thing we j ust di d. We know 20
all the dam n s i ll y t hi ngs we ’ve
done for a thousand years, and as
long as we know that and always
have it ar ound where we can see
it, some day we’l l stop making the 25
goddam funeral pyres and jumping
into the middle of them. We pick
up a f e w m o r e pe o pl e t hat
remember, ever y generation.”
tr. de Alfredo Crespo
Granger miró el fuego.
—Fénix.
Granger miró la hoguera.
—Fénix.
—¿Q ué?
—¿Qué?
—H abí a un t ont o y c ondenado
páj aro ant e s de Cri s to l lam ado
Fé nix. Cada t ant os cente nar es de
añ o s c o ns t r uí a una pi r a y s e
arr oj aba a las l lamas. D ebió de
habe r si do pr i m o he r mano de l
ho m br e . P e r o cada ve z que s e
qu e m a ba a s í m i s m o , s ur g í a
i nt ac t o de las c eni zas, vo l ví a a
nace r. Y par e ce aho ra c o m o s i
est uviés emos hacie ndo l o mis mo,
una y otr a vez; pe ro sabe mos al go
que Fé ni x nunca s upo. Sabem os
qu é t o n t e r í as he m o s h e c h o .
Cono c em o s t o das l as t o nt e r ías
que he mos hecho en estos últimos
m i l a ño s , y m i e n t r a s no l o
ol videm os, mi ent ras l o t engam os
ante nos ot ros , e s posi bl e que un
dí a de je mo s de pre parar la pir a
f une rar ia y de sal tar a e l la. En
c ada ge ne r ac i ó n se r e m o s uno s
po cos más par a r eco rdar.
— Hubo un pajarr ac o ll am ado
Fé ni x, m uc ho ant e s de Cri s t o .
Cada po co s si gl os e nc endí a una
ho gue r a y se que m aba e n el l a.
D ebía de se r pr im o he rm ano de l
H om br e . Pe r o, c ada ve z que s e
q ue m a ba , r e s u r g í a d e l a s
c e ni z as , c o ns e g uí a r e nac e r. Y
par ec e que no so tr os hac em os l o
m i s m o , un a y o t r a ve z, p e r o
t e ne m o s al go que e l Fé ni x no
t e n í a . Sa be m o s l a m a l d i t a
e s t up i d e z q ue ac ab am o s d e
c o me t e r. Co no c e mo s t odas l as
t o nt er í as que he m o s c o me t i do
dur ante un mi ll ar de año s, y e n
t anto que r ec or de mo s es to y l o
c o ns e r ve m o s d o n de p o d am o s
ve r l o , al gún dí a de j ar e m o s de
l e van t a r e s as m al di t a s pi r a s
f une rar i as y a ar ro j am o s s o br e
el las. Cada ge ne ració n habrá m ás
gente que re cuer de .
Granger sacó la sartén del fuego
y esperó a que el tocino se enfriara
y l uego t o do s c om i er o n, le nta,
pensativamente.
G r ang e r s a c ó l a s ar t é n d e l
f u e go , de j ó q ue e l t o c i no s e
e nf ri ara, y s e lo co mi e ro n l enta,
pe nsat i vam ent e .
“No w, l e t’s ge t o n ups tr e am, ”
—Bueno, vamos río arriba —dijo
s ai d G range r. “And hol d o n t o G ranger —. Y no o l vide n e s to .
o ne t h o ug h t : Yo u ’ r e no t Ustedes no son importantes, no son
i mpo rt ant. Yo u’r e no t anyt hi ng. nadie . Al gún dí a nue s t r a car ga
S o m e d a y t he l o a d w e ’r e 40 puede s e r una ayuda. P e r o
c ar r y i n g w i t h u s m ay h e l p recuerden que cuando teníamos los
s om e o ne . But e ven whe n we had libros a mano, hace mucho tiempo,
t he bo o ks o n hand, a l o ng t im e no uti lizábamos lo que ell os nos
ago , we di dn’t us e what we go t daban. Continuamos con nuestros
o ut o f t he m . We we nt r ight o n 45 i ns ul t o s
a
los
m ue rt o s .
i ns u l t i ng t h e d e a d . W e w e n t Continuamos escupiendo sobre las
r ight on s pit ti ng i n the graves o f tumbas de todos los desgraciados
a l l t he po o r o n e s w ho d i e d que murieron antes que nosotros.
bef o re us. We ’re go i ng t o m ee t Encontraremos a muchos solitarios
a lo t of l onel y pe ople i n the ne xt 50 l a se m ana pr ó xi m a, y e l m e s
wee k and t he ne xt m ont h and the pr ó xi m o , y e l año pr ó xi mo . Y
next ye ar. And whe n t he y as k us cuando esa gente nos pregunte qué
what we ’re do ing, you can s ay, hac em o s , po de m o s r e s po nde r :
We’re re membe ring. That ’s where reco rdamos. Así tri unfaremo s en
we ’ll win out in t he long r un. And 55 úl t im a i ns tanc i a. Y al gún dí a
s o m e da y w e ’l l r e m e m b e r s o r e c or dar e m os
t ant o
que
much that we’ll build t he bigge st c o nst r ui r em o s l a m ás grande
go ddam st eam-s ho vel i n his to ry e xc avado r a de l a hi s t o ri a y
and di g the bigge st gr ave of all cavaremos la tumba más grande de
ti me and s hove war in and cover 60 todos los tiempos y echaremos allí
it up. Com e o n now, we’r e goi ng la guerra, y cubriremos la tumba.
to go buil d a mi rr or- fac tor y fir st Vam os. Constr uire mos ante t odo
and put o ut nothing but m ir ro rs una fábrica de espejos, y durante un
fo r t he ne xt ye ar and t ake a lo ng año no haremos más que espejos, y
lo ok in them .”
65 nos miraremos largamente.
—Ahora, vámonos río arriba —
dijo George— Y tengamos presente
una cosa: no somos importantes. No
somos nada. Algún día, la carga que
llevamos con nosotros puede ayudar
a alguie n. Per o inc lus o c uando
teníamos los libros en la mano, mucho
tiempo atrás, no utilizamos lo que
sacábamos de ellos. Proseguimos
impertérritos insultando a los muertos.
Proseguimos escupiendo sobre las
tumbas de todos los pobres que habían
muerto antes que nosotros. Durante la
próxima semana, el próximo mes y el
pr óxi mo año vamo s a co no cer a
mucha gente solitaria. Y cuando nos
pregunten lo que hacemos, podemos
decir: «Estamos recordando.» Ahí es
donde venceremos a la larga. Y, algún
dí a, rec ordare mos tanto , que
construiremos la mayor pala mecánica
de la Historia, con la que excavaremos
la se pul tur a m ayo r de t odo s l os
tiempos, donde meteremos la guerra
y la enterraremos. Vamos, ahora. Ante
t o do , de be r em o s co ns tr ui r una
fábr ica de e spe jo s, y dur ant e el
pr óxi mo año , s ól o f abr icarem os
e s pej o s y
no s m i r are m o s
prolongadamente en ellos.
The y fi nis hed e at i ng and put
o u t t he f i r e . The day w as
br ighte ning all about them as if a
pink lam p had bee n gi ven m or e
wi ck. In t he tre es , t he bir ds that
had f l own away no w c am e bac k
and s et tle d down.
Lo s ho m bre s t e rm i nar on de
comer y apagaron el fuego. El día
brillaba alrededor como si hubiesen
af i me nt ado una l ám par a. Lo s
páj ar o s
que habí an
hui do
rápi damente volvían ahora a l os
árboles.
Terminaron de comer y apagaron
el fuego. El día empezaba a brillar
a s u al r e dedo r, c om o s i a una
l ám par a r os ada s e l e die r a más
mecha. En los árboles, los pájaros
que habí an hui do re gr e s aban y
proseguían su vida.
M o nt a g b e ga n wal ki n g a nd 75
M o n t ag e c h ó a c a m i na r , y
af t e r a m o m e nt f o und t hat t he l ue go de un r at o des c ubr i ó que
ot her s had falle n i n behind hi m, l o s o t r o s s e habí an r e t r as ado .
goi ng no rt h. H e was sur pri s ed, Se de t u vo , s o r p r e n di d o , y s e
Mo nt ag e mpe zó a andar, y, al
cabo de un momento, se dio cuenta
de que lo s demás le se guían, en
di r e c c i ó n
no r t e .
Q ue dó
30
He t o o k t h e p an o f f t he
f i r e and l e t t he bac o n c o o l
a n d t h e y a t e i t , s l o wl y,
t h o u g ht f u l l y.
35
70
135
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
and mo ve d as ide to l et G ranger
pass, but Grange r loo ked at him
and nodded him o n. Montag we nt
ahead. He loo ke d at t he ri ver and
t h e s k y a nd t he r us t i ng t r a c k
go i ng bac k do wn t o whe r e t he
farms lay, where the bar ns sto od
full of hay, whe re a lot of people
had wal ke d by i n t he ni ght o n
their way fro m t he ci ty. Late r, in
a m o n t h o r s i x m o nt hs , a nd
ce rtainl y not mor e t han a year, he
wo ul d wal k al o ng h e r e agai n,
alo ne , and kee p ri ght o n go ing
un t i l he c a ugh t up wi t h t he
pe opl e.
tr. de Alfredo Crespo
a p a r t ó p a r a d e j a r p as a r a
G r ange r, per o G r ange r l o m i r ó
y c on un m ovi m i e nto de c abe za
l e i ndi c ó que no s e de t uvi e r a.
M o nt ag s i gui ó ade l ant e . M i r ó
el río y el c ielo y lo s rie les
o xi dado s que r e t r o ce dí an hac i a
l as gr an j as , c o n s us g r ane r o s
r e ple t o s , a do nde habí a i do
m uc ha ge nte , dur ant e l a noc he ,
al e j án do s e d e l a c i uda d. M ás
t ar de, dent ro de un me s o s ei s
m es es , po r lo m e no s ante s de un
año , vo lver ía a c ami nar po r aquí ,
so lo , y s eguir ía c am i nando hast a
uni rs e a e ll o s .
sor prendido y se hi zo a un lado,
para de jar que G range r pas ar a;
pe ro G ranger l e mi ró y, co n un
ademán, le pidió que prosiguiera.
Montag continuó andando. Miró el
río, el cielo y las vías oxidadas que
se adentraban hac ia donde estaban
l as granjas, donde lo s grane ro s
estaban llenos de heno, donde una
seri e de personas habí an lle gado
po r l a no c he , f ugi t i vas de l a
ciudad. Más tarde , al cabo de uno
o de seis meses, y no menos de un
año, Montag volvería a andar por
allí solo, Y segui ría andando hasta
que alcanzara a la gente.
Bu t n o w t he r e wa s a l o ng
mo rni ng’s wal k unt il no on, and if
t h e m e n we r e s i l e nt i t w as 20
be cause there was eve ryt hi ng to
t h i nk a bo u t a nd m u c h t o
r em em ber. P er haps l at e r i n the
m o r ni ng, whe n t he s un was up
an d h ad wa r m e d t he m , t h e y 25
wo ul d begin to t al k, or just s ay
the things they r emembe red, t o be
s u r e t he y w e r e t he r e , t o be
abs o l ut e l y c e r t ai n t hat t h i ngs
wer e safe in t he m. M o nt ag f el t 30
the s low s tir of wo rds , the sl ow
si mme r. And when i t c ame t o his
t ur n, wha t c o ul d he s ay, w hat
co uld he o ffe r o n a day like thi s,
to make the t rip a litt le easier? To 35
everything there i s a se aso n. Ye s.
A tim e t o bre ak down, and a ti me
to build up. Yes . A ti me to ke ep
si lence and a t ime to s peak. Ye s,
al l t h at . But wh at e l s e . W h at 40
el se? So met hing, so met hing…
Pe ro aho ra había que caminar
toda la mañana hasta el mediodía,
y s i l o s ho m b r e s guar daban
s i l e nc i o e r a po r que habí a que
pensar en todo, y muchas cosas que
re co rdar. Quizá m ás t ar de e n la
mañana, cuando el so l e stuvie se
al t o y l o s hubi e s e c al e nt ado ,
comenzarían a hablar, o a r ecitar
l as c o sas que re c o rdaban, par a
estar seguros de que estaban allí,
para tener la certeza de que ciertas
c o s as e s t aban a s al vo . Mo nt ag
sintió el lento m ovimiento de las
pal abr as, la le nt a e bul li c ió n. Y
cuando l e lle gar a e l t ur no, ¿qué
diría, qué podría ofrecer en un día
como ése para hacer más llevadero
el viaje? Para to das las cosas hay
un tiempo de sazó n. Sí. Tiempo de
destruir y tiempo de edificar. Sí.
Ti e m po de c al l ar y t i e m po de
hablar. Sí, todo eso. Pero algo más.
¿Qué más? Algo, algo...
Pero, ahora, le esperaba una larga
caminata hasta el mediodía , y si los
ho mbre s guar daban si le nc io e ra
porque había que pensar en todo, y
mucho que re co rdar. Quizá más
avanzada la mañana, cuando el sol
e st uvie se alt o Y le s hubi es e
calentado, empezarían a hablar, o
sólo a decir las cosas que recordaban,
para estar seguros de que seguían allí,
para estar completamente ciertos de
que aquellas cosas estaban seguras en
su interior, Montag sintió el leve
cosquilleo de las palabras, su lenta
ebullición. Y cuando le llegara el
turno, ¿qué podría decir, qué podría
ofrecer en un día como aquél, para
hacer el viaje algo más sencillo? Hay
un tiempo para todo. Sí. Una época
para derrumbarse, una época para
construir. Sí. Una hora para guardar
silencio y otra para hablar.
Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué
más? Algo, algo...
And on eit her sid e of the river
wa s the re a tr ee of li fe , whi ch
b a re t we l ve m a nner of f r uit s ,
a n d y i e l d e d he r f r u i t e ve r y
mont h; And the le aves of the tree
we r e f or t h e h e a l i n g o f t he
na ti ons.
Y d e l o t r o l a d o d e l Tí o s e
a l z ab a e l ár bo l d e l a vi d a
c o n do c e c l a s e s d e f r u t o s ,
y da ba s us f r ut o s t o do s l o s
me s e s Y l a s ho j as de l ár b o l
er an
l a s al ud
de
l as
na c i o n e s
Y, a ca d a l a d o d e l rí o , h ab í a
u n á rb o l d e l a v i da , ,, , co n d oce
cl a s e s d i s t i n t a s d e f r u t a s , y
ca d a me s e nt re g a b an s u
co s e ch a ; y l a s h o j a s d e l o s
á r b ol e s s e rv í a n pa r a cu ra r a
l as na cio n es.
Sí , pe ns ó M o nt ag, é s e es e l
f ragm e nt o que guar daré para e l
mediodía. Para el mediodía...
«Sí —pensó Mo ntag— , eso es
l o que guardaré para me dio día.
Para medio día .. . »
5
10
15
45
50
Ye s , t h o u g h t M o n t a g ,
t h a t ’s t h e o n e I ’ l l s a ve f o r
no o n. Fo r no o n…
W h e n we r e ac h t h e c i t y.
55
TH E END
Cuando lleguemos a la ciudad.
«Cuando alcancemos la ciudad.»
FIN
60
65
70
75
136
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
PREFACIO:
tr. de Alfredo Crespo
Prefacio
de Ray Bradbury, Febrero de 1993
de la edición de Orbis (“Biblioteca de
Ciencia Ficcción”) del mismo traductor,
y no de ésta de Plaza & Janés.
5
Fuego Brillante
Fuego Brillante
Cinco pequeños brincos y luego
un gran salto.
Cinco pequeños brincos y luego un
gran salto.
Ci nco pe t ar do s y l ue go una
explosión.
Ci nc o pe t ar do s y l ue go una
explosión.
Eso describe poco más o menos
la génesis de Fahrenheit 451.
Eso describe poco más o menos la
génesis de Fahrenheit 451.
Cinco cuentos cortos, escritos
durante un período de do s o tres
años, hicieron que invirtiera nueve
dólares y medio en monedas de diez
centavos en alquilar una m áquina
de e sc ri bi r en e l só tano de una
biblioteca, y acabara la novela corta
en sólo nueve días.
Cinco cuentos cortos, escritos
durante un período de do s o tres
años, hicieron que invirtiera nueve
dólares y medio en monedas de diez
centavos en alquilar una m áquina
de e sc ri bi r en e l só tano de una
biblioteca, y acabara la novela corta
en sólo nueve días.
10
15
20
25
¿Cómo es eso?
¿Cómo es eso?
30
P r i me r o , lo s
petardos:
s alt i t o s , l o s
P r i m e r o , l o s s al t i t o s , l o s
petar dos:
En un cuento corto, «Bonfire»,
que nunca vendí a ninguna revista,
imaginé los pensamientos literarios
de un hombre en la noche anterior
al f i n de l m undo . Esc r i bí uno s
cuantos relatos parecidos hace unos
cuarenta y cinco años, no como una
pr edi c c i ón, s i no c o m o una
adve r t e nci a,
en
o c as io ne s
demasiado insistente. En «Bonfire»,
m i hé r o e e num e r a s us gr ande s
pasiones. Algunas dicen así:
En un cuento corto, «Bonfire», que
nunca vendí a ninguna r evis ta,
imaginé los pensamientos literarios
de un hombre en la noche anterior al
fin del mundo. Escribí unos cuantos
relatos parecidos hace unos cuarenta
y ci nc o años , no c om o una
pr edic ci ón, si no c om o una
advertencia, en ocasiones demasiado
insistente. En «Bonfire», mi héroe
enum er a sus gr ande s pasi ones .
Algunas dicen así:
«Lo que m ás m o l e s t aba a
William Peterson era Shakespeare
y Platón y Aristóteles y Jonathan
50 Swift y Wi lliam. Faulkner, y l os
poem as de, bueno , Robe rt Fro st,
qui zá, y J ohn D o nne y Robe r t
H e r ri c k. Todo s ar ro j ado s a l a
H o gue r a. D es pué s i m agi nó l as
55 c e ni zas
(po r que e n e so s e
c o nve r t i r ían) . P ens ó e n l as
e s c ul t ur as
c o l o s al es
de
M ic hel ange lo , y e n e l G re c o y
Renoir y en tantos otros. Mañana
60 e s t ar í an
t odo s
m ue rt o s ,
Shake s pe ar e y Fr o s t j unt o c o n
H uxIe y,
P i c as s o ,
Swif t
y
Be e tho ve n,
t o da
aque l l a
e xt rao r di nar i a bi bli o t e c a y e l
65 bastante común propietario ... »
«Lo que m ás m o l e s t aba a
William Peterson era Shakespeare
y Platón y Aristó teles y Jonathan
Swift y Wi lliam. Faulkner, y l os
poem as de, bueno , Robe rt Fro st,
qui zá, y J o hn D o nne y Ro be r t
H e r r i c k. To do s ar r o j ado s a l a
H o guer a. D e s pué s i m agi nó l as
c e ni zas ( po r que e n e s o s e
c o nve r t i r í an) . P e ns ó e n l as
e s c ul t ur as
c o l o s al e s
de
M ic hel ange lo , y e n e l G re c o y
Renoir y en tant os otros. Mañana
e s t ar í an
t o do s
m ue r t o s ,
Shake s pe ar e y Fr o s t j unt o c o n
H uxIe y, P i c as s o ,
Swi f t y
Be e t ho ve n,
t o da
aque l l a
e xt r ao r di nar i a bi bl i o t e c a y e l
bastante común propietario ... »
No mucho después de «Bonfire»
escribí un cuento más imaginativo,
pienso, sobr e el fut uro próximo,
«Br ight P hoe ni x»: e l pat ri o t a
f anát i c o l o c al am e naza al
bibliotecario del pueblo a propósito
de uno s c uantos mil es de l ibr os
condenados a la hoguera. Cuando
los incendiarios llegan para rociar
lo s vol úm enes co n ker os ene , el
bibliotecario los invita a entrar, y
e n l ugar de def e nde r se , ut i l iza
No mucho después de «Bonfire»
escribí un cuento más imaginativo,
pienso, sobr e el fut uro próximo,
«Br i ght P hoe nix»: e l patr i ot a
f anáti c o
l oc al ame naza al
bibliotecario del pueblo a propósito
de uno s c uantos mil es de l ibr os
condenados a la hoguera. Cuando los
incendiarios llegan para rociar los
vol úme nes co n ke r os e ne , e l
bibliotecario los invita a entrar, y en
lugar de defenderse, utiliza contra
35
40
45
70
75
137
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
5
10
contra ellos armas bastante sutiles
y absolutamente obvias. Mientras
r e c or r e m o s l a bibl i o t ec a y
encontramos a los lectores que la
habitan, se hace evidente que detrás
de los oj os y entre las o rejas de
to do s hay m ás de lo que po dr ía
im aginars e. Mi entras quema l os
libros en el césped del jardín de la
biblioteca, el Censor Jefe toma café
con el bibliotecario del pueblo y
habla con un camarero del bar de
enfr ente, que vi ene tr ayendo una
jarra de humeante café.
tr. de Alfredo Crespo
e ll o s ar mas bast ant e s ut il e s y
abs ol ut am e nt e obvi as . M ie nt ras
r ec o rr e mo s l a bi bli o te c a y
encontramos a los lectores que la
habitan, se hace evidente que detrás
de los ojos y entre las orejas de todos
hay más de lo que podría imaginarse.
Mi entr as quema lo s li bros en el
césped del jardín de la biblioteca, el
Cens or Je f e t om a c afé co n e l
bibliotecario del pueblo y habla con
un camarero del bar de enfrente, que
vie ne t r aye ndo una j arr a de
humeante café.
15
—Hola, Keats —dije.
20
25
30
—Hola, Keats —dije.
— Tie m po
de
br umas
y
f r ust r ac i ón m adura — di jo e l
camarero.
— Ti e m po de b r u m a s y
f r us t r ac i ó n m ad ur a — d i j o e l
c am ar e ro .
—¿Keats? —dijo el Censor jefe
—. ¡No se llama Keats!
—¿Keats? —dijo el Censor jefe —
. ¡No se llama Keats!
—Estúpido —dije —. Éste es un
r es t aur ant e gri e go . ¿N o e s así ,
Platón
—Estúpido —dije —. Éste es un
r es t aur ant e gri e go . ¿N o e s así ,
Platón
El camarero volvió a llenarme la
taza. —El pue bl o ti ene s ie mpre
algún c ampe ón, a qui en e nalt ece
por encima de todo... Ésta y no otra
es la raíz de la que nace un tirano;
al principio es un protector.
El camarero volvió a llenarme la taza.
—El pue blo tiene si empr e al gún
campeó n, a qui en e nalt ec e po r
encima de todo... Ésta y no otra es la
raíz de l a que nace un t irano; al
principio es un protector.
Y más t arde , al s al i r de l
restaurante, Barnes tropezó con un
anciano que casi cayó al suelo. Lo
agarré del brazo.
Y más tarde, al sali r de l
restaurante, Barnes tropezó con un
anciano que casi cayó al suelo. Lo
agarré del brazo.
—Profesor Einstein —dije yo.
—Profesor Einstein —dije yo.
—Señor Shakespeare —dijo él.
—Señor Shakespeare —dijo él.
35
40
45
50
55
60
65
70
75
Y cuando la biblioteca cierra y
un hombre alto sale de allí, digo:
—Buenas noches, señor Lincoln ...
Y cuando la biblioteca cierra y un
hombre alto sale de allí, digo: —
Buenas noches, señor Lincoln ...
Y él contesta: —Cuatro docenas
y siete años ...
Y él contesta: —Cuatro docenas y
siete años ...
El fanático incendiario de libros
se da cuenta entonces de que todo
el pueblo ha escondido los libros
memorizándolos. ¡Hay li bros por
t o das part e s , es c o ndido s e n l a
cabeza de la gente! El hombre se
vuelve loco, y la historia termina.
El fanático incendiario de libros se
da cuenta entonces de que todo el
pue bl o ha e sc ondi do l os l ibro s
memorizándolos. ¡Hay li bros por
todas partes, escondidos en la cabeza
de la gente! El hombre se vuelve
loco, y la historia termina.
P ar a s e r se gui da po r ot r as
historias similares: «The Exiles»,
que trata de los personajes de los
libros de Oz y Tarzán y Alicia, y de
l os per s o naj es de l os e xt r año s
cuentos escritos por Hawthorne y
Poe, exiliados todos en Marte; uno
po r uno e st o s f ant as m as s e
de s vane c e n y vue l an hac i a una
m uer t e de f ini t iva cuando e n l a
Tierra arden los últimos libros.
P ar a s e r s e gu i da po r o t r as
historias similar es: «The Exiles»,
que trata de los personajes de los
libros de Oz y Tarzán y Ali cia, y
de los personajes de los extraños
cuentos escritos por Hawthorne y
Poe, exiliados todos en Marte; uno
po r uno e s t o s f ant as m as s e
de s vane c e n y vue l an hac ia una
m uer t e de f ini t iva cuando e n l a
Tierra arden los últimos libros.
En «Usher H» mi héroe reúne en
una c as a de M ar t e a t o do s l o s
incendiarios de libros, esas almas
tristes que creen que la fantasía es
perjudicial para la mente. Los hace
bailar en el baile de disfraces de la
Muerte Roja, y los ahoga a todos en
En «Usher H» mi héroe reúne en
una casa de Mart e a to do s lo s
incendiarios de libros, esas almas
tristes que creen que la fantasía es
perjudicial para la mente. Los hace
bailar en el baile de disfraces de la
Muerte Roja, y los ahoga a todos en
138
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
5
10
15
20
25
30
35
tr. de Alfredo Crespo
una l aguna ne gr a, m i e nt r as l a
Segunda Casa Usher se hunde en un
abismo insondable.
una laguna negra, mi entr as l a
Segunda Casa Usher se hunde en un
abismo insondable.
Ahora el quinto brinco antes del
gran salto.
Ahora el quinto brinco antes del
gran salto.
Hace unos cuarenta y dos años,
año más o año menos, un escritor
amigo mío y yo íbamos paseando y
c harl ando po r Wi ls hi r e , Lo s
Angel e s , cuando un c o c he de
policía se detuvo y un agente salió
y nos pr e gunt ó qué e s t ábam o s
haciendo.
Hac e uno s cuarent a y dos años,
año más o año menos , un escri tor
ami go mí o y yo íbamos paseando
y c har l ando por Wi l s hi r e, Lo s
Ang e l e s , c uand o un c o c he de
policí a se detuvo y un agente salió
y no s pr e gunt ó qué e st ábam o s
hac iendo.
—Poni endo un pie delant e del
otro —le contesté, sabihondo.
—Poniendo un pie delante del otro
—le contesté, sabihondo.
És a no
apropiada.
És a no e r a l a r e s pue s t a
ap r o p i ad a.
era
la
r e s pue s t a
El policía repitió la pregunta.
El policía repitió la pregunta.
Engre í do ,
r e s po ndí :
—
Re s pi r ando e l ai r e, habl ando ,
conversando, paseando.
Engr e í do ,
r e s po ndí :
—
Re s pi r ando e l a i r e , habl ando ,
conversando , paseando.
El oficial frunció el ceño. Me
expliqué.
El oficial frunció el ceño. Me
expliqué.
— Es ¡l ó gi c o que no s haya
abor dado. Si hubiér amos que rido
as al tar a al gui en o ro bar en una
tienda, habríamos conducido hasta
aquí, habríamos asaltado o robado,
y no s habr í amo s i do e n c o c he .
Como usted puede ver, no tenemos
coche, sólo nuestros pies.
— Es ¡l ó gic o que no s haya
abor dado. Si hubiér amos que rido
as al tar a al gui en o ro bar en una
tienda, habríamos conducido hasta
aquí, habríamos asaltado o robado,
y nos habríamos ido en coche. Como
usted puede ver, no tenemos coche,
sólo nuestros pies.
— ¿P as e ando , e h? — di jo e l
oficial —. ¿Sólo paseando?
—¿Paseando, eh? —dijo el oficial
—. ¿Sólo paseando?
Asentí y esperé a que la evidente
verdad le entrara al fin en la cabeza.
Asentí y esperé a que la evidente
verdad le entrara al fin en la cabeza.
—Bien —dijo el oficial —. Pero,
¡qué no se repita!
—Bien —dijo el oficial —. Pero,
¡qué no se repita!
40
45
Y el coche patrulla se alejó.
50
Y el coche patrulla se alejó.
Atrapado por este encuentro al
estilo de Alicia en el País de las
Maravillas, corrí a casa a escribir
55 «El pe at ón» que hablaba de un
t ie m po fut ur o e n e l que es t aba
prohibido caminar, y los peatones
eran tratados como criminales. El
relato fue rechazado por todas las
60 r evi st as de l paí s y acabó e n e l
Re por t e r l a e s pl é ndi da r e vi s t a
política de Max Ascoli.
Atrapado por este encuentro al
estilo de Alicia en el País de las
Maravillas, corrí a casa a escribir
«El pe ató n» que habl aba de un
t ie m po fut ur o e n e l que es t aba
prohibido caminar, y los peatones
eran tratados como criminales. El
relato fue rechazado por todas las
r evi st as del paí s y ac abó e n e l
Repo rt e r l a e s pl é ndi da r evi st a
política de Max Ascoli.
D o y gr ac ias a Di o s por e l
encuentro con el coche patrulla, la
cur iosa pregunta, m is re spues tas
e st úpidas , po rque si no hubi er a
e s c ri t o «El pe at ó n» no habr í a
podido sacar a mi criminal paseante
no ctur no para ot ro trabajo en la
ciudad, unos meses más tarde.
D oy gr aci as a D i os po r e l
encuentro con el coche patrulla, la
cur iosa pregunta, m is re spues tas
e st úpidas , po rque si no hubi er a
escrito «El peatón» no habría podido
s ac ar a m i c r im i nal pase ant e
no ctur no para ot ro trabajo en la
ciudad, unos meses más tarde.
Cuando lo hice, lo que empezó
como una prueba de asociación de
palabras o ideas se convirtió en una
no vela de 25.000 palabras titulada
«The Fi r e man», que m e co s t ó
mucho vender, pues era la época del
Cuando lo hice, lo que empezó
como una prueba de asociación de
palabras o ideas se convirtió en una
no vela de 25.000 palabras titulada
«The Fi r e man», que m e co s t ó
mucho vender, pues era la época del
65
70
75
139
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
Co m it é de Inve s t igac i o nes de
Ac t ivi dades
Ant i am e r i c anas ,
aunque mucho antes de que Joseph
M cCar thy s al ie r a a es c ena co n
Bobby Ke rmedy al alcance de la
m ano par a o r ganizar nue vas
pesquisas.
Co m it é de Inve s t igac i o nes de
Ac t ivi dades
Ant i am e r i c anas ,
aunque mucho antes de que Joseph
M cCar thy s al ie r a a es c ena co n
Bobby Ke rmedy al alcance de la
m ano par a o r ganizar nue vas
pesquisas.
En la sala de mecanografía, en el
só tano de la bibl iot eca, gasté la
fortuna de nueve dólares y medio
e n mo ne das de di ez c e nt avo s ;
compré tiempo y espacio junto con
una docena de estudiantes sentados
ant e o t r as t ant as m áqui nas de
escribir.
En la sala de m ecanografía, en
el sótano de la bi blioteca, gasté la
fortuna de nueve dólares y medio
e n m o ne das de di e z c e nt avo s ;
compré tiempo y espacio junto con
una docena de estudiantes sentados
ant e o t r as t ant as m áqui nas de
escribir.
Era relativamente pobre en 1950
y no podía permitirme una oficina.
Un mediodía, vagabundeando por el
campus de la UCLA, me llegó el
s o nido de un t e c l eo de s de l as
pro fundidades y fui a i nves tigar.
Con un gri to de alegrí a desc ubrí
que, e n efecto, había una s ala de
m e cano gr af í a co n m áqui nas de
escribir de alquiler donde por diez
centavos la media hora uno podía
sentarse y crear sin necesidad de
tener una oficina decente.
Era relativamente pobre en 1950
y no podía permitirme una oficina.
Un mediodía, vagabundeando por el
campus de la UCLA, me llegó el
so ni do de un t ec le o de sde las
profundidades y fui a investigar. Con
un grito de alegría descubrí que, en
ef ec to , habí a una sala de
m ec anografí a co n máquinas de
escribir de alquiler donde por diez
centavos la media hora uno podía
sentarse y crear sin necesidad de
tener una oficina decente.
Me senté y tres horas después
advertí que me había atrapado una
idea, pequeña al principio pero de
proporciones gigantescas hacia el
f i nal . El c o nc e pt o e r a t an
abs orbente que esa tarde me fue
di f íc i l s ali r de l só t ano de l a
bibl ioteca y tom ar el autobús de
vue lta a la realidad: m i casa, mi
mujer y nuestra pequeña hija.
Me senté y tres horas después
advertí que me había atrapado una
idea, pequeña al principio pero de
proporciones gigantescas hacia el
f i nal . El c o nc e pt o e r a t an
abs orbente que esa tarde me fue
di f íc i l s ali r de l só t ano de l a
bibl ioteca y tom ar el autobús de
vue lta a la realidad: m i casa, mi
mujer y nuestra pequeña hija.
N o pue do e xpl i c ar l e s qué
excitante aventura fue, un día tras
45 otro, atacar la máquina de alquiler,
meterle monedas de diez centavos,
apo rrearla como un l oco, cor rer
escaleras arriba para ir a buscar más
monedas, meterse entre los estantes
50 y volver a salir a toda prisa, sacar
libros, escudriñar páginas, respirar
el mejor polen del mundo, el polvo
de l os l ibr os , que des e ncadena
alergias literarias. Luego correr de
55 vuel ta abajo c on e l so nr oj o de l
enamorado, habiendo encontr ado
una cita aquí, otra allá, que metería
o em but i rí a e n m i m i to e n
gestación. Yo estaba, como el héroe
60 de M elvil le, e nlo queci do po r la
locura. No podía detenerme. Yo no
e s c ri bí Fahr e nhe i t 4 5 1 , él m e
escribió a mí. Había una circulación
continua de energía que salía de la
65 página y me entraba por los ojos y
recorría mi sistema nervioso antes
de sal i r m e po r l as m ano s. La
máquina de escri bir y yo é ramos
hermanos siameses, unidos por las
70 puntas de los dedos.
N o pue do e xpl i car l es qué
excitante aventura fue, un día tras
otro, atacar la máquina de alquiler,
meterle monedas de diez centavos,
apo rrearla como un l oco, cor rer
escaleras arriba para ir a buscar más
monedas, meterse entre los estantes
y volver a salir a toda prisa, sacar
libros, escudriñar páginas, respirar
el mejor polen del mundo, el polvo
de l os l ibr os , que des e ncadena
alergias literarias. Luego correr de
vuel ta abajo c on e l so nr oj o de l
enamorado, habiendo encontr ado
una cita aquí, otra allá, que metería
o embutiría en mi mito en gestación.
Yo e st aba, co m o e l hé ro e de
Melville, enloquecido por la locura.
No podía detenerme. Yo no escribí
Fahrenheit 451, él me escribió a mí.
Había una circulación continua de
energía que salía de la página y me
entraba por los ojos y recorría mi
sistema nervioso antes de salirme
por las m ano s . La m áquina de
e sc ri bir y yo é r am o s he r mano s
siameses, unidos por las puntas de
los dedos.
Fue un triunfo especial porque yo
llevaba escribiendo relatos cortos
desde los doce años, en el colegio
y después, pensando siempre que
quizá nunca me atrevería a saltar al
abismo de una novela. Aquí, pues,
estaba mi primer intento de salto,
Fue un triunfo especial porque yo
llevaba escribiendo relatos cortos
desde los doce años, en el colegio
y después, pensando siempre que
quizá nunca me atrevería a saltar al
abismo de una novela. Aquí, pues,
estaba mi primer intento de salto,
5
10
15
20
25
30
35
40
75
140
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
sin paracaídas, a una nueva forma.
Co n un e ntusias mo des medido a
c ausa de m is c ar re r as por l a
bi bli o t e c a,
o l i e ndo
l as
encuadernaciones y saboreando las
tint as, pr onto descubr í, com o he
explicado antes, que nadie quería
«The Fireman». Fue rechazado por
todas las revistas y finalmente fue
publ icado po r l a revis ta Gal axy,
cuyo editor, Horace Gold, era más
valiente que la mayoría en aquellos
tiempos.
sin paracaídas, a una nueva forma.
Co n un e ntusias mo des medido a
c ausa de m is c ar re r as por l a
bi bli o t e c a,
o l i e ndo
l as
encuadernaciones y saboreando las
tint as, pr onto descubr í, com o he
explicado antes, que nadie quería
«The Fireman». Fue rechazado por
todas las revistas y finalmente fue
publ icado po r l a revis ta Gal axy,
cuyo editor, Horace Gold, era más
valiente que la mayoría en aquellos
tiempos.
¿Qué des pertó mi inspi ración?
¿Fue necesario todo un sistema de
raíc es de influencia, sí, que me
impulsaran a tirarme de cabeza a la
m áqui na de e s c r i bir y a sal i r
c hor r e ando
de
hi pé r bol e s ,
metáforas y sími les sobre fuego,
imprentas y papiros?
¿Qué des pertó mi inspi ración?
¿Fue necesario todo un sistema de
raíc es de influencia, sí, que me
impulsaran a tirarme de cabeza a la
m áquina de e s cr i bir y a s ali r
chorreando de hipérboles, metáforas
y símiles sobre fuego, imprentas y
papiros?
P o r s upue st o : H it l e r habí a
que mado l ibro s e n Al em ania e n
1934, y se hablaba de los cerilleros
y yesqueros de Stalin. Y además,
m uc ho ant e s, hubo una c aza de
brujas en Salem en 1680, en la que
m i di e z ve ce s t at arabuel a M ar y
Br adbur y fue c o nde nada pe r o
escapó a la hoguera. Y sobre todo
fue mi formación romántica en la
mitología romana, griega y egipcia,
que empe zó cuando yo te nía tres
años. Sí, cuando yo tenía tres años,
tres, sacaron a Tut de su tumba y lo
m o s tr ar o n e n e l s upl e me nt o
semanal de los periódicos envuelto
en toda una panoplia de oro, ¡y me
pregunté qué sería aquello y se lo
pregunté a mis padres!
P or supue s to : Hi t le r habí a
que mado l ibro s e n Al em ania e n
1934, y se hablaba de los cerilleros
y yesqueros de Stalin. Y además,
m uc ho ant e s, hubo una c aza de
brujas en Salem en 1680, en la que
m i di e z ve ce s t at arabuel a M ar y
Bradbury fue condenada pero escapó
a la hoguera. Y sobre todo fue mi
formación romántica en la mitología
r om ana, gr ie ga y egi pc i a, que
empezó cuando yo tenía tres años.
Sí, cuando yo tenía tres años, tres,
s ac ar o n a Tut de su t umba y l o
mostraron en el suplemento semanal
de los periódicos envuelto en toda
una panoplia de oro, ¡y me pregunté
qué sería aquello y se lo pregunté a
mis padres!
De modo que era inevitable que
acabara oyendo o leyendo sobre los
tres incendios de la biblioteca de
Alejandría; dos accidentales, y el
otro intencionado. Tenía nueve años
cuando me enteré y me eché a llorar.
Porque, como niño extraño, yo ya
era habitante de los altos áticos y
l o s s ó t ano s e nc ant ado s de l a
biblioteca Carnegie de Waukegan,
Illinois.
De modo que era inevitable que
acabara oyendo o leyendo sobre los
tres incendios de la biblioteca de
Alejandría; dos accidentales, y el
otro intencionado. Tenía nueve años
cuando me enteré y me eché a llorar.
Porque, como niño extraño, yo ya
era habitante de los altos áticos y
l o s s ó t ano s e nc ant ado s de l a
biblioteca Carnegie de Waukegan,
Illinois.
P ue st o que he e m pe zado ,
continuaré. A los ocho, nueve, doce
y catorce años, no había nada más
emocionante para mí que correr a
60 l a bi bl i o te c a c ada l une s po r l a
noche, mi hermano siempre delante
par a l l e gar pr i m er o . U na ve z
de ntr o , l a vi e j a bibl i o t e car i a
(siempre fueron viejas en mi niñez)
65 sopesaba el peso de los libros que
yo l le vaba y mi pr opi o pes o , y
desaprobando la desigualdad (más
libros que chico), me dejaba correr
de vuelta a casa donde yo lamía y
70 pasaba las páginas.
P ue st o que he e m pe zado ,
continuaré. A los ocho, nueve, doce
y catorce años, no había nada más
emocionante para mí que correr a
l a bi bl i o te c a c ada l une s po r l a
noche, mi hermano siempre delante
para llegar primero. Una vez dentro,
l a vi e j a bi bli o t e car i a ( s i e mpr e
fueron viejas en mi niñez) sopesaba
el peso de los libros que yo llevaba
y mi propio peso, y desaprobando
l a de s igualdad ( m ás l i br o s que
chico), me dejaba correr de vuelta
a casa donde yo lamía y pasaba las
pági nas.
Mi locur a persistió cuando mi
familia cruzó el país en coche en
1932 y 1934 por la carretera 66. En
c uant o nue st r o vi ej o Bui ck s e
de t ení a, yo s al í a de l c o che y
caminaba hacia l a bibliote ca más
c er cana, donde t e ní an que vi vi r
Mi l oc ur a pe rs is ti ó cuando m i
fami li a c ruzó e l paí s en co che en
1 93 2 y 19 34 por l a carr et er a 66 .
En c uant o nue st ro viej o Buic k se
de t e ní a, yo s al í a de l c o c h e y
cami naba hac ia l a bi bl io te ca m ás
c er cana, donde t e ní an que vi vi r
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
75
141
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
o tr os Tarzane s, ot ro s Tik To ks ,
otras Bellas y Bestias que yo no
conocía.
o tr os Tarzane s, ot ro s Tik To ks ,
o tr as Bel las y Be st ias que yo no
co no cí a.
Cuando s al í de l a e s cue l a
secundaria, no tenía dinero para ir
a la universidad. Vendí periódicos
en una esquina durante tres años y
me encerraba en la biblioteca del
c e ntr o t r e s o c uat ro dí as a l a
semana, y a menudo escribí cuentos
cortos en docenas de esos pequeños
tacos de papel que hay repartidos
po r l as bi bl i o t e cas , c o mo un
servicio para los lectores. Emergí
de l a bibl ioteca a los veinti ocho
años. Años más tarde, durante una
co nf er enci a en una univer si dad,
habiendo oído de mi total inmersión
en la l ite rat ur a, el de cano de la
facultad me obsequió con birrete,
t o ga y un di pl o m a, c o m o
«graduado» de la biblioteca.
Cuando s al í de l a e s cue l a
secundaria, no tenía dinero para ir
a la universidad. Vendí periódicos
en una esquina durante tres años y
me encerraba en la biblioteca del
c e ntr o t r e s o c uat ro dí as a l a
semana, y a menudo escribí cuentos
cortos en docenas de esos pequeños
tacos de papel que hay repartidos
po r l as bi bl i o t e cas , c o mo un
servicio para los lectores. Emergí
de l a bibl ioteca a los veinti ocho
años. Años más tarde, durante una
co nf er enci a en una univer si dad,
habiendo oído de mi total inmersión
en la l ite rat ur a, el de cano de la
facultad me obsequió con birrete,
t o ga y un di pl o m a, c o m o
«graduado» de la biblioteca.
Con la certeza de que estaría solo
y nec e s i t ando am pl i ar m i
formación, incorporé a mi vida a mi
profesor de poesía y a mi profesora
de narr ati va br eve de la esc ue la
se cundaria de Los Angeles . Es ta
última, Jermet Johnson, murió a los
noventa años hace sólo unos años,
no mucho después de informarse
sobre mis hábitos de lectura.
Con la certeza de que estaría solo
y nec e s i t ando am pl i ar m i
formación, incorporé a mi vida a mi
profesor de poesía y a mi profesora
de narr ati va br eve de la esc ue la
se cundaria de Los Angeles . Es ta
última, Jermet Johnson, murió a los
noventa años hace sólo unos años,
no mucho después de informarse
sobre mis hábitos de lectura.
En los últimos cuarenta años es
po s ibl e que haya e s c r i t o m ás
poe mas, ens ayos, cue ntos , obras
t e at r al e s y
no ve l as so br e
40 bibliotecas, bibliotecarios y autores
que c ualqui er o t ro e sc ri to r. H e
e s cr i t o po e m as c o m o Em i l y
D i cki ns o n, W he re Ar e You?
He rm ann Me lvil le Cal le d Your
45 Name Last Night In His Sleep . Y
ot ro r eivindi cando a Emil y y el
señor Poe como mis padres. Y un
cuento en el que Charles Dickens
se muda a la buhardilla de la casa
50 de mi s abue lo s en e l ve rano de
1932, me llama Pip, y me permite
ayudarlo a terminar Historia de dos
ciudades. Finalmente, la biblioteca
de La fer ia de las tinieblas es el
55 punto de cita para un encuentro a
medianoche entre el Bien y el Mal.
La s e ño r a H all o way y e l s e ño r
Dark. Todas las mujeres de mi vida
han sido profesoras, bibliotecarias
60 y li br er as . Co no c í a m i m uje r,
M aggi e , e n una l i br e r í a en l a
primavera de 1946.
En los últimos c uarenta años es
po s i bl e que ha ya e s c r i t o m ás
poe mas, ens ayos, cue ntos , obras
t e at r al e s y no ve l as s o br e
bi bl i o t e c as , bi bl i o t e c ar i o s y
autores que cualquier otro escritor.
He e sc ri to po em as co mo Emi ly
D i c ki ns o n, W h e re Are Yo u ?
H er ma nn M e lv il le Ca ll ed You r
Name Last Night In His Sleep. Y
ot ro r eivindi cando a Emil y y el
señor Poe como m is padres. Y un
cuento en el que Charles Dickens
se muda a la buhardilla de la casa
de mi s abue lo s en e l ve rano de
1932, me llama P ip, y me permite
ayudarlo a terminar Historia de dos
ciudades. Finalmente, la biblioteca
de La fer ia de las tinieblas es el
punto de cita par a un encuentro a
medianoche entre el Bien y el Mal.
La s e ño r a H all o way y e l s e ño r
Dark. Todas las m ujeres de mi vida
han sido profesoras, bibliotecarias
y li br er as . Co no c í a m i m uje r,
M aggi e , e n una l i br e r í a e n l a
primavera de 1946.
Pero volvamos a «El peatón» y
el destino que corrió después de ser
publ icado en una revista de poca
categoría. ¿Cómo creció hasta ser
dos veces más extens o y sali r al
mundo?
Pero volvamos a «El peatón» y
el destino que corrió después de ser
publ icado en una revista de poca
categoría. ¿Cómo creció hasta ser
dos veces más extens o y sali r al
mundo?
En 19 5 3 o c ur r i e r o n do s
agradabl es
no vedade s .
Ian
Bal lant i ne s e e m bar c ó e n una
aventura arriesgada, una colección
en la que se publicarían las novelas
e n tapa dur a y r ús t ic a a l a vez.
Ballantine vio en Fahrenheit 451 las
cualidades de una novela decente si
En 1 95 3 o c ur r ie r on do s
agr adable s
no ve dade s.
Ian
Bal l ant ine s e e m bar có en una
aventura arriesgada, una colección
en la que se publicarían las novelas
e n tapa dur a y r ús t ic a a l a vez.
Ballantine vio en Fahrenheit 451 las
cualidades de una novela decente si
5
10
15
20
25
30
35
65
70
75
142
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
tr. de Alfredo Crespo
yo añadía otras 25.000 palabras a
las primeras 25.000.
yo añadía otras 25.000 palabras a las
primeras 25.000.
¿Podía hacerse? Al recordar mi
i nver s i ó n en m o nedas de di e z
centavos y mi galopante ir y venir
por las escaleras de la biblioteca de
UCLA a l a sala de mecanografía,
temí volver a reencender el libro y
recocer los personajes. Yo soy un
escritor apasionado, no intelectual,
l o que quie r e de ci r que m i s
personajes tienen que adelantarse a
m í par a vivi r l a his t or ia. Si m i
inte lec to lo s alc anza de mas iado
pr ont o , to da l a ave ntur a pue de
quedar empantanada en la duda y en
innumerables juegos mentales.
¿Podía hacerse? Al recordar mi
i nve rs i ón en mo nedas de die z
centavos y mi galopante ir y venir
por las escaleras de la biblioteca de
UCLA a l a sala de mecanografía,
temí volver a reencender el libro y
recocer los personajes. Yo soy un
escritor apasionado, no intelectual,
l o que qui e re de c ir que mi s
personajes tienen que adelantarse a
m í par a vivi r l a his t or ia. Si m i
inte lec to lo s alc anza de mas iado
pro nto , to da l a ave ntur a puede
quedar empantanada en la duda y en
innumerables juegos mentales.
La mejor respuesta fue fijar una
f e cha y pe di r l e a St anl e y
Kauffmann, mi editor de Ballantine,
que viniera a la costa en agosto. Eso
ase gurarí a, pe nsé, que es te li bro
Lázaro se levant ara de ent re l os
m ue rt o s . Es o adem ás de l as
conversaciones que mantenía en mi
cabeza c on el jefe de Bomberos,
Beatty, y la idea misma de futuras
hogueras de libros. Si era capaz de
vo lve r a e nc ende r a Beat t y, de
de jarl o le vant ar se y e xponer s u
f il o so f ía, aunque f ue r a c rue l o
lunática, sabía que el libro saldría
del sueño y seguiría a Beatty.
La mejor respuesta fue fijar una
f e cha y pe di r l e a St anl e y
Kauffmann, mi editor de Ballantine,
que viniera a la costa en agosto. Eso
ase gurarí a, pe nsé, que es te li bro
Lázaro se levant ara de ent re l os
m ue rt o s . Es o adem ás de l as
conversaciones que mantenía en mi
cabeza c on el jefe de Bomberos,
Beatty, y la idea misma de futuras
hogueras de libros. Si era capaz de
vo lve r a e nc ende r a Beat t y, de
de jarl o le vant ar se y e xponer s u
f il o so f ía, aunque f ue r a c rue l o
lunática, sabía que el libro saldría
del sueño y seguiría a Beatty.
Volví a la biblioteca de la UCLA,
cargando medio kilo de monedas de
die z c e nt avo s par a t e rm i nar m i
no vel a. Con St an K auf fm ann
abatiéndose sobre mí desde el cielo,
terminé de revisar la última página
a m edi ado s de agos t o . Est aba
entusiasmado, y Stan me animó con
su propio entusiasmo.
Volví a la biblioteca de la UCLA,
cargando medio kilo de monedas de
die z ce nt avos par a te rm inar m i
novel a. Con Stan Kauf fm ann
abatiéndose sobre mí desde el cielo,
terminé de revisar la última página a
m ediado s de ago st o. Est aba
entusiasmado, y Stan me animó con
su propio entusiasmo.
En medio de todo lo cual recibí
una llamada telefónica que nos dejó
e st upe f act o s a t o do s . Er a J ohn
Hous ton, que me invi tó a ir a su
hotel y me preguntó si me gustaría
pasar ocho meses en Irlanda para
escribir el guión de Moby Dick.
En medio de todo lo cual recibí
una llamada telefónica que nos dejó
e st upe f act o s a t o do s . Er a J ohn
Hous ton, que me invi tó a ir a su
hotel y me preguntó si me gustaría
pasar ocho meses en Irlanda para
escribir el guión de Moby Dick.
Qué año, qué mes, qué semana.
55
Acepté el trabajo, claro está, y
partí unas pocas semanas más tarde,
con mi esposa y mis dos hijas, para
60 pas ar l a m ayo r par t e de l año
s i gui e nt e en ul t r am ar. Lo que
significó que tuve que apresurarme
a terminar las revisiones menores
de mi brigada de bomberos.
Qué año, qué mes, qué semana.
Acepté el trabaj o, claro está, y
par t í unas po c as s e m anas m ás
tarde, c on m i es po sa y m is dos
hijas, para pasar la mayor parte del
año siguiente en ultramar. Lo que
significó que tuve que apresurarme
a terminar las re visiones menores
de mi brigada de bomberos.
65
70
75
En ese momento ya estábamos en
pl eno pe rí o do
mac ar t is t a—
McCarthy había obligado al ejército
a retirar algunos libros «corruptos»
de las bibliotecas en el extranjero.
El ant e s gene r al , y po r aque l
ent onces pres ident e Eis enhower,
uno de los pocos valientes de aquel
año, ordenó que devo lvi eran l os
libros a los estantes.
En ese momento ya estábamos en
ple no
per í odo
m acar ti s ta—
McCarthy había obligado al ejército
a retirar algunos libros «corruptos»
de las bibliotecas en el extranjero.
El ant e s gene ral , y po r aque l
ent onces pres ident e Eis enhower,
uno de los pocos valientes de aquel
año, ordenó que devo lvi eran l os
libros a los estantes.
Mientras tanto, nuestra búsqueda
de una revista que publicara partes
Mientras tanto, nuestra búsqueda
de una revista que publicara partes
143
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
de Fahrenheit 451 llegó a un punto
muer to. Nadi e quería arriesgarse
co n una novel a que trat ara de la
censura, futura, presente o pasada.
de Fahrenheit 451 llegó a un punto
muer to. Nadi e quería arriesgarse
co n una novel a que trat ara de la
censura, futura, presente o pasada.
Fue entonces cuando ocurrió la
se gunda gr an no vedad. U n j oven
editor de Chicago, escaso de dinero
pero visionario, vio mi manuscrito
y l o co m pr ó po r c uatr o ci e nto s
cincuenta dólares, que era todo lo
que te ní a. Lo publi c ar í a en lo s
núme ro do s, tr es y cuatr o de la
revista que estaba a punto de lanzar.
Fue entonces cuando ocurrió la
se gunda gr an no vedad. U n j oven
editor de Chicago, escaso de dinero
pero visionario, vio mi manuscrito y
lo c om pr ó po r cuat ro ci ento s
cincuenta dólares, que era todo lo que
tenía. Lo publicaría en los número
dos, tres y cuatro de la revista que
estaba a punto de lanzar.
El jo ven er a H ugh He fne r. La
r e vi s t a e r a P1 aybo y, que l le gó
durante el invierno de 1953 a 1954
para e s c andal i zar y me j o r ar e l
mundo. El resto es historia. A partir
de es e m o des t o pri nc i pi o, un
val ie nt e e di t o r e n una nac i ó n
atemorizada sobrevivió y prosperó.
Cuando hace uno s m e s e s vi a
Hefner en la inauguración de sus
nuevas oficinas en California, me
estrechó la mano y dijo: «Gracias
por estar allí». Sólo yo supe a qué
se refería.
El jo ven er a H ugh He fne r. La
r e vis t a e r a P l aybo y, que ll e gó
durante el invierno de 1953 a 1954
para e s c andal i zar y me j o r ar e l
mundo. El resto es historia. A partir
de es e m o des t o pri nc i pi o, un
val ie nt e e di t o r e n una nac i ó n
atemorizada sobrevivió y prosperó.
Cuando hace uno s m e s e s vi a
Hefner en la inauguración de sus
nuevas oficinas en California, me
estrechó la mano y dijo: «Gracias
por estar allí». Sólo yo supe a qué
se refería.
Só l o r e s t a me nc i o nar una
predicción que mi Bombero jefe,
Beatty, hizo en 1953, en medio de
mi libro. Se refería a la posibilidad
de quem ar li bro s sin c eri llas ni
fuego. Porque no hace falta quemar
l i bro s s i el m undo e m pi eza a
llenarse de gente que no lee, que no
apr ende , que no sabe . Si e l
baloncesto y el fútbol inundan el
mundo a través de la MTV, no se
ne c es i t an Be at t ys que pr endan
fuego al ker os ene o pe rs igan al
lector. Si la enseñanza primaria se
disuelve y desaparece a través de
las grietas y de la ventilación de la
c l ase , ¿quié n, des pué s de un
t i e mpo , l o s abr á, o a qui én l e
importará?
Só l o r e s t a m e nc i o nar una
predicción que m i Bombero jefe,
Beatty, hizo en 1 953, en medio de
mi libro. Se refería a la posibilidad
de quem ar li bro s sin c eri llas ni
fuego. Porque no hace falta quemar
l i br o s s i e l m undo e m pi e za a
llenarse de gente que no lee, que
no apr ende , que no s abe. Si e l
baloncesto y el f útbol inundan el
mundo a través de la MTV, no se
ne c e si t an Be att ys que pre ndan
fuego al ker os ene o pe rs igan al
lector. Si la ense ñanza primaria se
disuelve y desaparece a través de
las grietas y de la ventilación de la
c l as e , ¿qui é n, de s pué s de un
t i e m po , l o s abr á, o a qui é n l e
impor tará?
N o t o do es t á per di do , po r
supuesto. Todavía estamos a tiempo
si evaluamos adecuadamente y por
i gual a pr of e s o r e s, al um no s y
55 padres, si hacemos de la calidad una
responsabilidad compartida, si nos
aseguramos de que al cumplir los
s e i s año s c ual quie r ni ño e n
cualquier país puede dispo ner de
60 una biblioteca y aprender casi por
os mo si s; ento nce s las cif ras de
dr o gado s , bandas c al l e j er as ,
vi o lac i o nes y as es i nat os s e
r e duc i r án cas i a c er o . P e ro e l
65 Bo mber o jef e en l a mit ad de la
novela lo explica todo, y predice los
anuncios televisivos de un minuto,
con tres imágenes por segundo, un
bombardeo sin tregua. Escúchenlo,
70 comprendan lo que quiere decir, y
entonces vayan a sentarse con su
hi jo, abr an un li bro y vuel van la
página.
N o t o do es t á per di do , po r
supuesto. Todavía estamos a tiempo
si evaluamos adecuadamente y por
i gual a pr of e s o r e s, al um no s y
padres, si hacemos de la calidad una
responsabilidad compartida, si nos
aseguramos de que al cumplir los
s e i s año s c ual quie r ni ño e n
cualquier país puede dispo ner de
una biblioteca y aprender casi por
os mo si s; ento nce s las cif ras de
dr o gado s , bandas c al l e j er as ,
vi o lac i o nes y as es i nat os s e
r e duc i r án cas i a c er o . P e ro e l
Bo mber o jef e en l a mit ad de la
novela lo explica todo, y predice los
anuncios televisivos de un minuto,
con tres imágenes por segundo, un
bombardeo sin tregua. Escúchenlo,
comprendan lo que quiere decir, y
entonces vayan a sentarse con su
hi jo, abr an un li bro y vuel van la
página.
Pues bien, al final lo que ustedes
tienen aquí es la relación amorosa
de un escritor con las bibliotecas;
o la relación amorosa de un hombre
Pues bien, al final lo que ustedes
tienen aquí es la relación amorosa
de un escritor con las bibliotecas; o
la relación amorosa de un hombre
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
75
144
B’s Farenheit
tr. de F. Abelenda
tr. de Alfredo Crespo
triste, Montag, no con la chica de
la puerta de al lado, sino con una
m o c hi l a de l i br os . ¡M enudo
romance! El hace dor de listas de
«Bo nf i r e » se c o nvi e r t e en e l
bibliotecario de «Bright Phoenix»
que memoriza a Lincoln y Sócrates,
se transforma en «El peatón» que
pase a de noc he y te rmina si endo
M o ntag, e l ho m br e que o lí a a
kerosene y encontró a Clarisse. La
muchacha le olió el uniforme y le
reveló l a espantosa misi ón de un
bo mber o, r evel aci ón que l levó a
Montag a aparecer en mi máquina
de esc ribir un día hace cuarenta
años y a suplicar que le permitiera
nacer.
triste, Montag, no con la chica de la
pue rt a de al l ado , si no co n una
m oc hil a de l i bro s . ¡Me nudo
romance! El hace dor de listas de
«Bo nfi r e» se co nvi e rt e e n e l
bibliotecario de «Bright Phoenix»
que memoriza a Lincoln y Sócrates,
se transforma en «El peatón» que
pase a de noc he y te rmina si endo
M o ntag, e l ho m br e que o lí a a
kerosene y encontró a Clarisse. La
muchacha le olió el uniforme y le
reveló l a espantosa misi ón de un
bo mber o, r evel aci ón que l levó a
Montag a aparecer en mi máquina
de esc ribir un día hace cuarenta
años y a suplicar que le permitiera
nacer.
20
—Ve —dije a Montag, metiendo
otr a mone da en la máquina — , y
vive tu vida, cambiándola mientras
vives. Yo te seguiré.
—Ve —dije a Montag, metiendo
otr a mone da en la máquina — , y
vive tu vida, cambiándola mientras
vives. Yo te seguiré.
25
Montag corrió. Yo fui detrás.
Montag corrió. Yo fui detrás.
Ésta es la novela de Montag.
Ésta es la novela de Montag.
5
10
15
30
35
Le agradezco que la escribiera
para mí.
Prefacio de Ray Bradbury,
Febrero de 1993
40
45
50
55
60
65
70
75
145
Le agradezco que la escribiera
para mí.
Descargar