B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo Fa hr enhei t 45 1* Farenheit 451 Farenheit 451 by de de Ray Bradbury Ray Bradbury Ray Br adbur y 5 10 This one, with gratitude, is for Don Congdon . Fahrenheit 451: The temperature at which book-paper catches fire and burns. 15 20 ‘If they give you ruled paper, write the other way.’ -Juan Ramón Jiménez tr. de Francisco Abelenda Minotauro, Barcelona 1985, 1996, 2002 tr. de Alfredo Crespo Plaza&Janés, 3ª ed., Barcelona,l 1993 Este libro, con gratitud, es para Don Congdon Farenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde... Farenheit 451: temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde. Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado. Juan Ramón Jiménez Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado. Juan Ramón Jiménez 25 30 PART ONE: The Hearth and the Salamander 1 1ª Parte La estufa y la salamandra ___________________ Era un placer quemar. Era Estupendo Quemar 35 IT WAS A PLEASURE TO BURN stolid Having or revealing little emotion or sensibility; impassive e stólido adj. Falto de razón y discurso It was a spec ial pl easur e to see Era un placer especial ver cosas t hi ngs e at e n, t o s e e t hi ngs devoradas, ver cosas ennegrecidas y blackene d and changed. With the 40 ca mbi ada s. Empuñando la brass no zzle in hi s fis ts, with t his embocadura de bronce, esgrimiendo great python spit ting its venomous la gran pitón que escupía un kerosene ke r o s e ne upo n t he w o r l d, t he venenoso sobre el mundo, sintió que bloo d pounded in his head, and his la sangre le golpeaba las sienes, y que hands we r e t he hands o f s o m e 45 las m ano s, com o l as de un amazing c onduc tor playing all the sorprendente director que ejecuta las s ym pho ni e s o f bl a zi ng and sinfonías del fuego y los incendios, bur ning t o bri ng do wn the tatt ers revelaban los harapos y las ruinas and charcoal ruins of history. With carbonizadas de la historia. Con el hi s s ymbo l i c he lm e t num ber e d 50 simbólic o casco numerado -451451 on his s t o l i d he ad, and hi s X sobre la est ólida cabeza, y los ojos e ye s al l o r a nge f l am e wi t h t he encendidos en una sola llama t h o ug ht o f wh at c am e n e x t , he anaranjada ante el pensamiento de lo f l i c k e d t h e i g n i t e r a n d t h e que vendría después, abrió la llave, y la ho us e j um p e d up i n a go r gi ng 55 casa dio un salto envuelta en un fuego f i r e t ha t b ur ne d t he e ve n i n g devorador que incendió el cielo del s k y r e d a nd ye l l o w a nd bl ac k. atardecer y lo enrojeció, y doró, y H e s t r o d e i n a s w a r m o f ennegreció. Avanzó rodeado por una f i r e f l i e s . H e w a n t e d a b o ve nube de luciérnagas. Hubiese deseado, a l l , l i k e t h e o l d j o k e , t o 60 sobre todo, como en otro tiempo, meter en s h o ve a m a r s h m a l l o w o n a el horno con la ayuda de una vara una s t i c k i n t h e f u r n a c e , w h i l e pastilla de malvavisco, mientras los libros, t h e f l a p pi n g p i g e o n- w i n ge d que al e t e aban c o m o pal om as , bo o k s di e d o n t h e po r c h a nd morían en el porche y el jardín de l aw n o f t he ho us e . W hi l e t he 65 l a c as a. M i ent ras lo s l i br o s s e b o o k s w e n t u p i n s p a r k l i n g elevaban en chispeantes torbellinos whi rl s and bl e w away o n a wi nd y s e di s pe rs aban en un vie nt o t ur ne d dar k wi t h burni ng. oscurecido por la quemazón. Constituía un placer especial ver las cosas consumidas, ver los objetos ennegrecidos y cambiados. Con la punta de bronce del soplete en sus puños, con aquella gigantesca serpiente escupiendo su petróleo venenoso sobre el mundo, la sangre le latía en la cabeza y sus manos eran las de un fantástico director tocando todas las sinfonías del fuego y de las llamas para destruir los guiñapos y ruinas de la Historia. Co n su c as co s im bó li co e n que aparecía grabado el número 451 bien plantado sobre su impasi bl e cabeza y sus ojos convertidos en una llama anaranjada ante el pensamiento de lo que i ba a o curr ir, ence ndió e l deflagrador y la casa quedó rodeada por un fuego devorador que inflamó el cielo del atardecer con colores rojos, amarillos y negros. El hombre avanzó e nt re un enjambre de luciérnagas. Quería, por encima de to do, como en el anti guo juego, em puj ar a un m al va vi sc o hac i a l a hoguera, en tanto que los libros, semejantes a palomas aleteantes, morían en el porche y el jardín de la casa; en tanto que los libros se elevaban convertidos en torbellinos incandescentes y eran aventados por un aire que el incendio ennegrecía. M o n t a g gr i n ne d t he f i e r c e gr i n o f al l m e n s i nge d and d r i ve n ba c k by f l a m e . Montag sonrió con la forzada sonrisa de todos los hombres chamuscados y desafiados por las llamas. Montag mostró la fiera sonrisa que hubiera mostrado cualquier hombre burlado y rechazado por las llamas. Sabía que c uando vo lvie se al cuartel de bomberos se guiñaría un ojo (un artista de variedades tiznado por un corcho) delante del espejo. Más tarde, en la oscuridad, a punto Sabía que, cuando regresase al cuartel de bomberos, se miraría pestañeando enel espejo: su rostro sería el de un negro de opereta, tiznado con corcho ahumado. Luego, al irse a H e kn e w t ha t wh e n h e r e t ur ne d t o t he f i r e ho us e , he mi ght wink at him se lf , a m ins tr el man, burnt-c or ked, in the mir ro r. Lat er, go ing to sl ee p, he wo ul d 70 75 2 B’s Farenheit f ee l the fi er y sm il e st il l gr ippe d by hi s face m us cl e s, i n the dark. It neve r we nt away, t hat s m i le , i t ne ve r ever went away, as l ong as he re me mber ed. tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo 5 de dormirse, sentiría la feroz sonrisa re te ni da aún por l os m ús culo s faciales. Nunca se le borraba esa sonrisa, nunca —creía recordar — se le había borrado. dormir, sentiría la fiera sonrisa retenida aún en la oscuridad por sus músculos faciales. Esa sonrisa nunca desaparecía, nunca había desaparecido hasta donde él podía recordar. H e hung up hi s bl ac k- be et le coloured helmet and shined it, he hung his flameproof jacket neatly; 10 he showered luxuriously, and then, whistling, hands in pockets, walked across the upper floor of the fire station and fel l dow n the hole. At t he l ast m om e nt , whe n di s as te r 15 s e em e d po s it i ve, he pull e d hi s hands from his pockets and broke his fall by grasping the golden pole. He s li d t o a s queaking hal t, t he heels one inch from the concrete 20 floor downstairs. Colgó el casco, negro y brillante como un escarabajo, y lo lustró; colgó cuidado sam ent e la c haque ta incombust ibl e; s e dio una bue na ducha, y luego, s ilbando, c on las manos en los bolsillos, cruzó el primer piso y se dejó caer por el agujero. En el último instante, cuando el desastre parecía seguro, se sacó las manos de los bolsillos e interrumpió su caída afe rr ándo se a l a barr a do rada. Resbaló hasta detenerse, chirriando, con los talones a un centímetro del piso de cemento. Co l gó s u c as c o ne gr o y l o limpió, dejó con cuidado su chaqueta a prueba de ll amas; se duc hó generosamente y, luego, silbando, con las manos en los bolsillos, atravesó la pl a nt a s uper i or de l c ua r t el de bomberos y se deslizó por el agujero. E n e l úl ti m o m om e nt o, c ua ndo e l de s as t r e pa r e c í a s e gur o, s a c ó l a s manos de los bolsillos y cortó su caída a fe r r ándos e a l a ba rr a dor ada . Se de s li z ó has t a det e ne r se , c on l os tac ones a un pa r de centím etros del piso de cemento de la planta baja. He walked out of the fire station and along the midnight street toward the subway where the silent , air- 25 propelled train slid soundlessly down its lubricated flue in the earth and let him out with a great puff of warm air to the cream-tiled escalator rising to the suburb. 30 Salió de l cuartel y cami nó hasta la e st ac ió n subt er ráne a. El tr en neum ático y silencioso se des lizó po r el t ubo ac eit ado, y c on una gr an bo c anada de air e t i bio l o abandonó en la escalera de claros azu l e j o s , que s ubí a hac i a e l suburbi o. Salió del cuartel de bomberos y echó a andar por la calle en dirección al «Metro» donde el silencioso tren, propulsado por aire, se deslizaba por su conducto lubrificado bajo tierra y lo soltaba con un gran ¡puf!de aire caliente en la escalera mecánica que lo subía hasta el suburbio. Whi stling, he let the e scalator w aft him into the st ill night air. H e wa l ke d t o wa r d t he c o r ne r, thi nking litt le at all about nothing in parti cul ar. Bef ore he re ached the corne r, ho wever, he s lowed as i f a wi nd had s pr un g up f r o m nowher e, as if so meone had called his nam e. Dejó, silbando, que la escalera lo ll evara al aire tranquilo de la noche. Se dirigió hacia la esquina casi sin pensar en nada. Sin embargo, poco antes de ll egar, caminó m ás lentamente, como si un viento se hubiese levantado en alguna parte, como si alguien hubiese pronunciado su nombre. Silbando, Montag dejó que la escalera le llevara hasta el exterior, en el tranquilo aire de la medianoche, Anduvo hacia la esquina, sin pensar en nada en particular lar. Antes de alcanzarla, sin embargo, aminoró el paso como si de lanada hubiese surgido un viento, como sí alguien hubiese pronunciado su nombre. The last few nights he had had the En esas últimas noches, mientras most uncertain feelings about the iba bajo la luz de los astros hacia su sidewalk just around the corner here, casa, en esta acera, aquí, del otro lado moving in the starlight toward his 45 de la esquina, había sentido algo house. He had felt that a moment indefinible, como si un momento before his making the turn, someone antes alguien hubiese estado allí. had bee n ther e. The air s ee me d Había en el aire una calma especial, charged with a special calm as if como si alguien hubiese esperado someone had waited there, quietly, 50 allí, en silencio, y un momento antes and only a moment before he came, se hubie se tr ansf or mado en una simply turned to a shadow and let sombra, dejándolo pasar. Quizá había hi m t hr o ugh. Pe r haps hi s no s e respirado un débil perfume; quizá el detected a faint perfume, perhaps dorso de sus manos, su cara, habían the skin on the backs of his hands, 55 sentido que la temperatura era más on his face, felt the temperature rise alta en este mismo sitio donde una at this one spot where a person’s pe rs ona, de pi e, hubie se po di do standing might raise the immediate elevar en unos diez grados y durante atmosphere ten degrees for an instant. un instante el calor de la atmósfera. There was no understanding it. Each 60 Era imposible saberlo. Cada vez que time he made the turn, he saw only llegaba a la esquina veía sólo esa the white, unused, buckling sidewalk, ace ra c ur va, bl anca, nueva. Una wit h pe rhaps, on one ni ght , noc he , quizá, algo habí a something vanishing swiftly across desaparecido rápidamente en uno de a lawn before he could focus his 65 los jardines antes de que pudiese eyes or speak. hablar o mirar. En las últimas noches, había tenido sensaciones in ciertas respecto a la acera que quedaba al otro lado aquella esquina, moviéndose a la luz de las estrellas hacia su casa. Le había parecido que, un momento antes de doblarla, allí había habido alguien. El aire parecía lleno de un sosiego especial, como si alguien hubiese aguardado allí, silenciosamente, y sólo un momento antes de llegar a él se había limitado a confundirse en una sombra para dejarle pasar. Quizá su olfato detectase débil perfume, tal vez la piel del dorso de sus m anos y de su rost ro sintie se la elevación de temperatura en aquel punto concreto donde la presencia de una persona podía haber elevado por un instante, en diez grados, la temperatura de la atmósfera inmediata. No había modo de entenderlo. Cada vez que doblaba la esquina, sólo veía la cera blanca, pulida, con tal vez, una noc he, al guien desaparecie ndo rápidamente al otro lado de un jardín antes de que él pudiera enfocarlo con la mirada o hablar. But no w, to ni ght , he s lo we d alm ost to a st op. H is inner mi nd, reachi ng out to turn the corner for 70 hi m , had he ar d t he f ai nt e s t whi spe r. Bre athing? Or was the atmosphere compressed merely by s o me o ne st anding ve ry qui et l y the re, waiti ng? 75 Pero esa noche, Montag aminoró el paso casi hasta detenerse. Su subconsciente, adelantándosele a doblar la esquina, había oído un debilísimo susurro. ¿De respiración? ¿O era la atmósfera, comprimida únicamente por alguien que estuviese allí muy quieto, esperando? 35 40 He turned the corner. Pero ahora, esta noche, aminoró el paso, casi hasta detenerse. Su mente, que se había adelantado a doblar la esquina, había oído un murmullo casi imperceptible. ¿Alguien que respiraba? ¿O era la atmósfera comprimida simplemente por alguien que estabaallí, de pie, inmóvil, esperando? Dobló la esquina. 3 Montag dobló la esquina. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo The autumn leaves blew over the moonlit pavement in such a way as to make the girl who was moving there seem fixed to a sliding walk, letting the motion of the wind and the 5 leaves carry her forward. Her head was half bent to watch her shoes stir the circling leaves. Her face was slender and milk-white, and in it was a kind of gentle hunger that touched 10 over everything with t i r el es s curiosity. It was a look, almost, of pale surprise; the dark eyes were so fi xed to the wor ld that no mo ve escaped them. Her dress was white 15 and i t whi s pe r e d. H e al m o s t thought he heard the motion of her hands as she walked, and the infinitely small sound now, the white stir of her face turning when she discovered 20 she was a moment away from a man who s to od i n the mi ddle o f the pavement waiting. Las hojas de otoño volaban de tal modo sobre la acera iluminada por la luna que la muchacha parecía venir en una alfombra rodante, arrastrada por el movimiento del aire y las hojas. Con la cabeza un poco inclinada se miraba lo s zapatos , r odeados de hoj as estremecidas. Tenía un rostro delgado y blanco como la leche, y había en él una tierna avidez que todo lo tocaba con una curiosidad i nsaci able. Era una mirada, casi, de pálida sorpresa; los ojos oscuros estaban tan clavados en el mundo que no perdían ningún movimiento. Su vestido era blanco, y s us ur r aba. M o nt ag c r e yó o í r cóm o se le moví an l as m anos al caminar, y luego, ahora, un sonido ínfi mo , el t em bl or i noc ente de aquel rostro al volverse hacia él, al descubrir que se acercaba a un hombre que estaba allí, de pie, en medio de la acera, esperando. Las hojas otoñales se arrastraban sobre el pavimento iluminado por el claro de luna. Y hacían que la muchacha que se movía allí pareciese estar andando sin desplazarse, dejandoque el impulso del viento y de las hojas la empujara hacia delante. Su cabeza estaba medio inclinada para observar cómo sus zapatos removían las hojas arremolinadas. Su rostro era delgado y blancocomo la leche, y reflejandouna especie de suave ansiedad que resbalaba por encima de todo con insaciable curiosidad. Era una mirada, casi, de pálida sorpresa; los ojos oscuros estaban tan fijos en el mundo que ningún movimiento se les escapaba. El vestido de la joven era blanco, y susurraba. A Montag casi le pareció oír el movimiento de las manos de el la al a nda r y, l uego, e l s oni do infinitamente pequeño, el blanco rumor de s u r os t ro vol vi é ndose cua ndo descubrió que estaba a pocos pasos de un hombre inmóvil en mitad de la acera, esperando. The trees overhead made a great sound of letting down their dry rain. The girl stopped and looked as if she mi ght pul l bac k in surpris e, but instead stood regarding Montag with eyes so dark and shining and alive, that he felt he had said something quite wonderful. But he knew his mouth had only moved to say hello, and t he n when s he s ee me d hypnotized by the salamander on his ar m and the phoenix-disc on his chest, he spoke again. Se oyó, allá, arriba, el ruido de los árboles que dejaban caer una lluvia seca. La muchacha se detuvo como si fuese a retroceder, sorprendida, pero se quedó allí mirando a Montag con ojos tan oscuros y brillantes y vivos que el hom bre cr eyó haber dicho unas palabras maravillosas. Pero sabía que había abierto los labios sólo para decir hola, y entonces, como ella parecía hipnotizada por la salamandra del brazo y el disco con el fénix del pecho, habló otra vez. Los á rboles , s obr e s us cabeza s, susurraban al soltar su lluvia seca. La muchacha se detuvo y dio la impresión de que iba a retroceder, sorprendida; pero, en lugar de ello, se quedó mirando a Montag con ojos tan oscuros, brillantes y vivos, que él sintió que había dicho algo verdaderamente maravilloso. Pero sabía que su boca sólo se había movido para decir adiós, y cuando ella pareció quedar hipnotizada por la salamandra bordada en la manga de él y el disco de fénix en su pecho, volvió a hablar. “Of course,” he said, “you’re a —Claro... tú eres la nueva vecina, new neighbour, aren’t you?” 40 ¿no es cierto? —Claro está —dÍjo—, usted es la nueva vecina, ¿verdad? “An d y o u m us t be ” — s h e r ai s e d h e r e y e s f r o m hi s pr o f e s s i o n al s ym b o l s — “t he f ir e m an. ” H e r voi c e t r ai l ed o ff . — Y us te d de be de se r —e ll a apartó l a mir ada de los símbo los prof esionales— e l bombero. La voz de la muchacha fue apagándose. 25 30 35 45 “How oddly you say that.” “I ’ d — I ’ d ha ve k n o wn i t wi t h m y e ye s s h ut , ” s he s ai d, s l owl y. —Y usted tiene que ser... —La muchacha dejó de mirar aquellos símbolos profesionales —... el bombero —añadió con una voz arrastrada. —De qué modo raro lo has dicho. —¡De qué modo tan extraño lo dice! —Lo... lo hubiese adivinado sin m i r ar — di j o l a m uc hac ha lentamente. —Lo... Lo hubiese adivinado con los ojos cerrados —prosiguió ella, lentamente—. “What — the smell of kerosene? —¿Por qué? ¿El olor del kerosene? My wif e al ways c om pl ai ns ,” he Mi mujer siempre se queja —dijo laughe d. “Yo u never was h it o ff 55 Montag riéndose. Nunca se lo borra completely.” del todo. —¿Por qué? ¿Por el olor a petróleo? Mi esposa siempre se queja —replicó él, riendo—. Nunca se consigue eliminarlo por completo. “N o , y o u d o n ’t , ” s h e s a i d , i n a we . —No, nunca se lo borra —dijo ella, asustada. —No, en efecto —repitió ella, atemorizada—. H e f e lt she was walki ng i n a c i r c l e a bo ut hi m , t ur n i ng hi m e nd f o r e n d , s ha k i ng hi m q ui e t l y, a n d e m pt y i n g hi s po c ke t s , wi t ho ut o nc e m o vi ng 65 he rs el f. Mo ntag s int ió que l a niña, s in haber se mo vido ni una so la ve z, e st aba cam inando alr e de dor, l o o bli gaba a gir ar, l o s ac udí a e n s i l e n c i o , y l e vac i ab a l o s bolsi llos. Montag s intió que e lla a ndaba en círculo a su alrededor, le examinaba de extre mo a e xtr emo, s acudié ndolo si lenciosa mente y vaci ándol e l os bols illos, aunque, en real idad, no se moviera en absoluto. “Ke ro se ne ,” he said, be caus e t he si l enc e had le ngt hene d, “i s no thi ng but pe rf ume to me .” —El ke rose ne — dij o, pues el s il e nc i o s e habí a pro l ongado demasiado — es perfume para mí. — E l pe t r ól e o — di j o Mont a g, porque el silencio se prolongaba— es como un perfume para mí. 50 60 70 “Does it seem like that, really?” “O f c our se. W hy not ?” —¿Es así, realmente? —¿De veras le parece eso? —Claro, ¿por qué no? —Desde luego. ¿Por qué no? 75 She gave herself time to think of it. “I don’t know.” She turned to f ac e t he s ide walk go ing t owar d La muchacha reflexionó un momento. — No s é —dij o, y se vol vi ó y m ir ó l as cas as a lo lar go de l a 4 Ella tardó en pensar. — N o l o s é . — Vol vi ó e l r os t r o hac ia la acer a que conducía hacia sus B’s Farenheit tr. de F. Abelenda their homes. “Do you mind if I walk bac k wi t h yo u? I’m Cl ari s s e McClellan.” tr. de Alfredo Crespo ac er a —. ¿N o l e im po rt a s i l o a c o m p añ o ? Soy Clari ss e M cCle ll an. hogares —. ¿ Le i mpor ta que r egre se c on us t e d ? Me l l a m o C l a r i s s e Mc Cl el la n. “Clar iss e. Guy M ont ag. Co me al ong. W hat are you do ing o ut so late wander ing around? Ho w o ld ar e you?” 5 —Clarisse. Guy M o n t ag . Va m o s . ¿Qué haces aquí tan tarde? ¿ C u á nt o s a ñ o s t i e n e s ? — Cl a r is s e . G uy Mo nt a g . Va m os , ¿ P or q ué a n da t a n s ol a a e sa s hora s de la no c he por a hí ? ¿ C uá nt os a ñ os t i e ne ? They walke d i n the warm -co ol bl o wi ng ni ght o n t he s i l ve r e d pa ve m e n t a nd t he r e wa s t he faint es t breath of fr es h apri co ts and st rawber ries in the ai r, and he lo oked aro und and r eali ze d this was quit e imposs ibl e, so late in the year. 10 Ca m i n ar o n e n l a no c he ve nt os a, t ibia y fr es ca a l a ve z, po r l a ace ra de pl ata, y e l débil ar o m a de l o s m e l o c o t o n e s madur os y las fr esas f lo tó en el ai re, y Mo ntag m ir ó alre de dor y pe nsó que no er a posi bl e, pue s el año est aba m uy avanzado. Anduvie ron en la noche l le na de vie nto, por l a pl at e ada a c e ra . Se per c ibí a un de bi l ís i mo a rom a a al ba ric oques y fr am buesa s; Mont ag miró a su alrededor y se dio cuenta de que er a i m pos ibl e que pudi er a percibirse aquel olor en aquella época tan avanzada del año. 25 Só l o e l l a l o ac o mpañaba, c o n e l r o s t r o br i l l ant e c o m o l a n i e ve a l a l u z d e l a l u n a , pe n s ando , c o m pr endi ó M o nt ag, en aque l l as pr e gunt as , bus c and o l as r e s pue s t as me jo r e s . Sólo ha bía l a m uchac ha andando a s u lado, con su r ostro que brill aba c om o l a ni e ve al cl a ro de l una , y Mon t a g c o m pr e n di ó q ue e s t a ba m edi ta ndo l as pr e gunta s que é l l e ha b í a f or m ul a do , bus c a ndo l a s mejores re spuest as. “Well,” she said, “I’m seventeen and I’m crazy. M y uncle says the t wo al ways go t o ge t her. W he n pe o pl e as k yo u r age , he s ai d, 30 al ways s ay se ventee n and insane. Is n’t t his a nic e tim e o f night to walk? I li ke to sme ll things and l o o k at t hi ngs, and s o m et i m e s s t ay up al l ni ght , wal ki ng, and 35 watch t he sun r ise .” —Bueno —dijo la muchacha —, tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tía dice que es casi lo mismo. Cuando la gente te pregunte la edad, me dic e, co nt ést al es que ti enes die ci s ie te y es t ás l o ca. ¿No e s he rm oso c ami nar de no che ? Me gusta oler y mirar, y algunas veces quedarme levantada y ver la salida del sol. —Bueno —le dijo ell a por fi n—, tengo diecisiete años y estoy loca. Mi tío dice que ambas cosas van siempre juntas. Cuando la gente te pregunta la edad, dice, contesta siempre: diecisiete años y loca. ¿Verdad que es muy agra dable pasear a esta hora de la noche? Me gusta ve r y ol er l as c os as , y, a vec es , permanece r levantada toda la noche, andando, y ver la salida del sol. T h e y wa l k e d o n a g a i n i n C a m i n a r o n o t r a ve z e n s il e n ce and fi n all y sh e silencio y al final la s a i d , t h o u g h t f u l l y , “ Y o u 40 m u c h a c h a d i j o , c o n a i r e k n o w , I ’ m n o t a f r a i d o f p e n s a t i vo : you at al l.” —Sabe usted, no le tengo miedo. Vol v i e r o n a a v a nz a r e n s il e nc i o y, f in a lm e nt e , e ll a d i jo , c o n t o n o p e n s a ti v o : —¿Sab e? No me causa usted ningún temor. Th e r e w as o nl y t he gi r l wal ki ng wit h hi m no w, her f ac e br ight as sno w i n t he mo onl ight, and he kne w s he was working his que s t i o ns ar o un d, s e e ki ng t he be st answe rs she c oul d pos sibly give . 15 20 He wa s s ur pr i s e d. “W hy shoul d you be ?” 45 “So m any peo pl e ar e . Af rai d o f f ir e m en, I me an. But yo u’r e j us t a man, af te r al l… ” Montag se sorprendió. —¿Por qué habrías de tenerme miedo? —Tanta gente tiene miedo. De los bomberos quiero decir. Pero usted es sólo un hombre... Él se sorprendió. —¿Por qué habría de causárselo? —Les ocurre a mucha gente. Temer a los bomberos, quiero decir. Pero, al fin y al cabo, usted no es más que un hombre... 50 flat te r ver bo transit ivo 1 (decir cosas p ara agra dar a alguien) adular, hala gar 2 (rop a) sentar bie n a, favorec er (retrato) favorecer 3 to flatter on eself, congratular se [on, de/por] [ that, de /por] LOC: don’t flatter yourself!, ¡no te hagas ilusiones! [ delicadamente grata o gratificante or pleasing] H e s aw hi m se l f in her e ye s , Montag se vio en los ojos de la Montag se vio en los ojos de el la, s us pe nded i n two shining dr ops muchacha, suspendido en dos gotas sus pendi do en dos brilla ntes gotas de o f br ight wat er, him se lf dar k and brillantes de agua clara, oscuro y a gua, os c ur o y di mi nut o, pe ro con t i ny, i n f i ne de t ai l , t he l i n e s pequeñito, con todos los detalles, las mucho deta ll e; las l íne as al rededor a bo ut h i s m o u t h, e ve r y t h i n g 55 arrugas alrededor de la boca, completo, de su boca, t odo en su s itio, como si t her e , as i f he r e ye s we r e t wo como si estuviese encerrado enel interior los ojos de la muchacha fue sen dos m ir ac ul ous bi t s of vio le t am be r de dos milagrosas bolitas de ámbar, m i l a gr os o s p e d a c i t o s de á m ba r t hat mi ght capt ure and hol d hi m de co lo r vi ol et a. El r os tr o de l a vi ole t a que pudie s e n c apt ur a rl e y i nt act . H er face , t urne d to hi m m uc hacha, vue lt o ahor a haci a él , conse rvarl e i nt act o. El rostr o de la no w, was f r agi l e m i l k c r ys t al 60 er a un fr ági l c rist al, bl anco co mo joven, vuelto ahor a hac ia él , era un wit h a so ft and c o ns tant l ight i n l a le che, c on una luz co ns tant e y f rá gi l cr is ta l de le che con una luz i t. It was no t the hys te ri cal li ght s uave . No e ra l a l uz his té ri ca de sua ve y const ante en su inte rior. No o f el e ct r ic it y but — what ? But l a e l e c t r i c i dad , s i n o . . . ¿ qu é ? era la luz his térica de la elec tricidad, t he s t r ange l y c o m f o r t abl e and Sino la l uz e xt r añam ente amabl e s i no. . . ¿ Q ué ? Si no l a a gr a da bl e , r ar e and gentl y fl at te ri ng li ght X 65 y r ar a y s ua ve _______de u na X e xt r aña y __________ p a r p a d e a n t e o f the candle . One ti me , when he vel a. U na ve z, c uando e ra niño luz de una vela . Una vez, cuando él was a c hi ld, in a power -f ai lure , y f al tó l a el ec tr i ci dad, s u madr e era niño, en un corte de ene rgía, su hi s m o the r had f o und and l it a e nc ontr ó y ence ndió una últ im a madre había encontra do y encendido l as t candle and t he re had bee n a ve la, y habí an pas ado una ho r a una últi ma ve la, y se ha bía produc ido br i e f ho ur o f r e d i s c o ve r y, o f 70 m uy c o rt a r e de s c ubr i endo que una breve hora de re descubrimiento, such i ll um inat io n that s pace l os t c on e sa l uz e l es paci o perdía sus de una i luminación tal que el espa cio i t s va s t di m e ns i o ns an d dr e w vastas dime nsi one s y se ce rraba pe rdi ó s us vas tas di mensiones Y se c o m f o r t abl y ar o und t he m , and alr e de do r, y e n e s a hor a e l l os , cer ró confortablemente alr ededor de t h e y, m o t he r an d s o n , al o n e , m adr e e hi j o , s o l o s , s , t ra ns f or m ados, e s pe r ando el l os , t r an s f o r m e d , ho pi ng t h at t he 75 t r ans f o r mado s , habí an de s eado madre e hijo, solit ario que la ener gía power m ight not co me o n agai n que la e l ec t ri ci dad no vo lvi es e no vol vi e s e qu i z á d e m a s i a do to o so on… dem as iado pr onto .. . Pr onto.. . 5 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda And t he n Clari s se M c Cl el lan said: “D o yo u m i nd i f I as k? H o w lo ng have you wo rked at be ing a fi re man?” 5 “Sinc e I was t we nty, t en years ago . ” tr. de Alfredo Crespo Y entonces Clarisse McClellan dijo: En aquel momento, Clarisse MeClellan dijo: —¿Le i mpor ta si l e hago una pregunta? ¿Desde cuándo es usted bombero? — ¿ N o l e i m por t a q ue l e ha ga pr e gunt a s ? ¿ C uá nt o t i e m po l l e va tr abaj ando de bomber o? —Desde que tenía veinte años, hace diez. —Desde que tenía veinte años, ahora hace ya diez años. —¿Leyó alguna vez alguno de los libros que quema? —¿Lee alguna vez alguno de los libros que quema? 10 “D o you ever rea d any of t he bo oks yo u burn?” He laughe d. against the l aw!” “ T h a t ’s 15 “O h. Of course .” “It ’s f i n e wo r k . M o n da y b u r n M i l l a y , W e d n e s d a y 20 W hi t m an , F r i day F au l k ne r, b u r n ‘e m t o ashes, then bur n the a s he s . Th a t ’s o u r o f f i c i a l s l o ga n . ” 25 Montag se rió. —Lo prohibe la ley. Él se echó a reir. —¡Está prohibido por la ley’ —Oh, claro. —¡Oh! Claro... — Es un her m o so t rabaj o . El l un e s qu e m ar a M i l l ay, e l miér coles a Whit man, el vierne s a Fau l kne r ; que m ar l o s ha s t a c o nve r t i r l os e n c e ni zas , lue go quemar las cenizas. Ése es nuestro lema ofici al. —Es un bue n tra bajo. El l u n e s q u e m a a M i l l a y, e l m i é r c ol e s a W h i t m a n , e l v i e r ne s a Fa ulkne r, c o n vi é r t e l o s e n c e n iz a y, l u e go , q u e m a l a s c e n i z a s . E s t e e s nu e s t r o l e m a o f i c i a l . They wal ke d st il l furt he r and Caminaron unpoco más y la niña dijo: the gir l s aid, “Is it t rue that lo ng —¿Es verdad que hace muchos ago f ir eme n put fi res out inste ad año s l os bo m be r os apagaban e l of go ing to s tar t t hem ?” 30 fuego en vez de encenderlo? Siguieroncaminandoylamuchachapreguntó: — ¿E s ve r da d que, ha c e m ucho t ie m po, l os bom be ros a paga ba n incendios, en vez de provocarlos? “N o. House s have al wa ys be en fi reproo f, take my wor d for it .” —No, las casas siempre han sido incombustibles. —No. Las casas han sido siempre a prueba de incendios. Puedes creerme. Te lo digo yo. “St range . I hear d o nc e t hat a 35 —Qué raro. Oí decir que hace long time ago house s used to burn muchos años las casas se quemaban by ac c i d e nt an d t he y n e e d e d a veces por accidente y llamaban a fi rem en to stop t he flames .” los bomberos para pararlas llamas. —¡Es extraño! Una vez, oí decir que hace muchísimo tiempo las casas se quemaban por accidente y hacían falta bomberos para apagar las llamas. He l aughe d. 40 S he g l a n c e d q u i c k l y o ve r. “W hy ar e you laughing?” El hombre se echó a reír. La muchacha lo miró brevemente. —¿Por qué se ríe? Montag se echó a reír. Ella le lanzó una rápida mirada. —¿Por qué se ríe? “I d o n’ t k n o w. ” H e s t a r t e d 45 —No sé —dijo Montag, comenzó t o l a u g h a g a i n a n d s t o p p e d a reírse otra vez y se interrumpió —. “W h y ? ” ¿Por qué? —No lo sé. reírse y se ¿ Por qué ? “Yo u l a ugh wh e n I have n ’t be en funny and you answe r right of f. Yo u neve r sto p t o thi nk what I’ve asked you.” —Se ríe aunque yo no haya dicho nada gracio so y m e conte st a en seguida. Nunca se para a pensar en lo que le he preguntado. — R í e s i n q u e yo ha ya di c h o nada gr a c i o s o , y c on t e s t a i nm e dia t am e nte . N unc a se de t i ene a pe ns a r e n l o que l e pr egunto. Montag se detuvo. —Eres muy rara —dijo mirando a la niña —. Bastante irrespetuosa. Montag se detuvo. —Eres muy extraña —dijo, mirándola— . ¿Ignoras qué es el respeto? “I do n’t me an to be insul ting. —No quise i nsultarlo . It ’s just, I l o ve to watc h people X O c u r r e q u e ____ obs e r v o to o m uch, I guess .” 60 d e m a s i a d o a l a g e n t e . —No me proponía ser grosera. Lo que me ocurre es que me gusta demasiado observar a la gente. “We l l , doe s n’t t hi s mean anything to you?” H e t a pp e d t he nu m e r al s 4 5 1 s t i t c he d o n hi s c har - c o l o ur e d sl eeve. — Bueno , ¿e s to no s i g ni f i c a na d a pa r a t i ? Montag se golpeó con la punta de los dedos el número 451 bordado en la manga de color de carbón. — Bu e n o, ¿Y es to no s i g ni f i c a a l go p a r a t i ? Y Montag se tocó el núm e ro 451 bor da do e n su manga. —Sí —murmuró la muchacha, y apr e sur ó e l pas o —. ¿H a vi st o alguna vez los coches de turbinas que pasan por esa avenida? — Sí — s u s u r r ó e l l a . A c e l e r ó e l p a s o — . ¿ H a v i s t o a l g una v e z l o s c oc he s r e t r o pr opu l s a do s q ue c o r r e n por e s t a c a l l e ? He st opped walki ng, “You ar e an odd o ne ,” he sai d, lo oki ng at he r. “Haven’t you any res pec t?” “Yes , ” s he whi spe r e d. She increased her pace. “Have you ever watched the jet cars racing on the boulevards down that way? 50 55 65 70 “You’re changing the subject!” “I s o m e t i m e s t hi n k dr i ve r s do n’ t k no w w ha t gr a s s i s , o r f l o w e r s , b e c au s e t he y n e ve r s e e t h e m s l o wl y, ” s h e s ai d . —¡Estás cambiando de tema! 75 6 — A vec e s pie ns o automovilistas no saben hierba o las flores, pues ven lentamente —dijo la que lo s qué es la nunca las muchacha — Vo l v i ó a detuvo— , —¡E stás cambi ando de te ma! — A ve c e s , pie ns o que s us c onduc t or e s no s a ben c óm o es l a hierba, ni las flores, porque nunca las ven con detenimiento —dijo ella—. Si B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo “I f y o u s h o w e d a d r i v e r a gr e e n b l u r, O h ye s ! he ’d s a y, t h at ’s g r as s ! A pi nk bl ur ? Th at ’s a r o s e - ga r d e n ! W h i t e b l u r s a r e h o us e s . Br o wn 5 b l u r s a r e c o ws . M y u n c l e d r o ve s l o w l y o n a h i g h w a y o n c e . H e d r o ve f o r t y m i l e s an h o u r an d t he y j a i l e d hi m f o r t w o d a y s . I s n ’ t t h a t f u n n y, 10 a nd s ad , t o o ? ” —. Si usted les señala una mancha verde, ¡oh, sí!, dicen, ¡eso es hierba! ¿Una mancha rosada? ¡Un jardín de rosales! Las manchas blancas son edificios. Las manchas oscuras son vac as. Una ve z m i t í o pas ó l ent am e nte en co c he por una carretera. Iba a sesenta kilómetros por hora y lo tuvieron dos días en la cárc el. ¿N o es gr acioso , y tr iste también? le mostrase a uno de esos chóferes una borrosa mancha verde, diría: ¡Oh, sí, es hier ba? ¿ Una m ancha bor rosa de color rosado? ¡Es una rosaleda! Las manchas blancas son casas. Las manchas pardas son vacas. Una vez, mi tío condujo lentamente por una carretera. Condujo a sesenta y cinco kilómetros por hora y lo, encarcelaron por dos días. ¿No es curioso, y triste también? “Yo u thi nk to o many t hi ngs, ” s ai d Mo ntag, uneas i ly. — Pi e ns as de mas iado — dij o Montag, incómodo. —Piensas demasiado —dijo Montag, incómodo—. —Casi nunca miro la televisión mural, ni voy a las carreras, ni a los parques de diversiones. Me sobra tiempo para pensar cosas raras. ¿Ha vis t o e so s anunc i os de ci e nt o cincuenta metros a la entrada de la ciudad? ¿Sabe que antes eran sólo de quince metros? Pero los coches comenzaron a pasar tan rápidamente que tuvie r on que al ar gar lo s anuncios para que no se acabasen demasiado pronto. —Casi nunca veo la televisión mural, ni voy a las carreras o a los parques de at rac cione s. Así , pues , dis pongo de muchísimo tiempo para dedicarlos a mis absurdos pensamientos. ¿Ha visto los carteles de sesenta metros que hay fuera de la ciudad? ¿Sabía que hubo una época en que los ca rte les sól o te nía n se is metros de largo? Pero los automóviles empezaron a correr tanto que tuvieron que ala rga r la publi cidad, para que durase un poco más. 15 “I r ar e ly watc h t he ‘ par l our wa l l s ’ o r go t o r ac e s o r F un P ar ks. So I’ve l o ts of ti me fo r c r az y t ho ug ht s , I gue s s . H ave you s ee n the two- hundre d- fo ot l o ng bi l l bo ar ds i n t he c ount r y beyond to wn? Di d yo u know t hat once bil lboar ds wer e o nl y t wenty f e e t l o ng ? Bu t c ar s s t ar t e d rushing by s o qui ckly t he y had to s tr et ch t he adver t is ing out so i t would l as t. ” 20 25 “I didn’t know t hat !” Mo ntag laughe d abr uptl y. 30 “Be t I kno w so m e t hi ng e l s e yo u do n’t . The r e ’s dew o n t he gr as s i n t he mo rni ng.” Montag rió nerviosamente. —¡No lo sabía! —¡Lo ignoraba! — Apue st o a que sé algo más que uste d no sabe. Hay rocío en la hierba a la mañana. —Apuesto a que sé algo más que usted desconoce. Por las mañanas, la hierba está cubierta de rocío. Mo n t ag no pu do r e c o r dar si lo sab ía y s e puso de muy mal hum o r. D e pr o n t o , Mo n t a g n o p u d o r e c orda r s i sa bí a a que l l o o no, l o que l e i r r it ó ba s t ant e . —Y si usted mira bien —la muchacha señaló el cielo con la cabeza, hay un hombre en la luna. — Y s í s e f i ja —pr os i gui ó e l la , señalando con la barbilla hacia el cielo — hay un hombre en la luna. He hadn’t lo o ke d f o r a Montag no miraba la luna desde long time. 45 hacía años. Hacía mucho tiempo que él no miraba el satélite. Th e y w a l k e d t h e r e s t o f t he way i n s i l e nc e , h e r s t h o u g ht f u l , h i s a k i n d o f cl enchi ng and unc omf o r t able s i l e nce i n wh i c h h e s h o t h e r a c c u s i n g gl an ces . When they reached her house all its l i g h t s we r e b l a z i n g . Recorrieron el resto del camino en silencio; el de Clarisse era un sile ncio pensativo; el de Mo ntag algo así como un silencio de puños apretados, e incómodo, desde el que lanzaba a la muchacha unas miradas acus adoras. Cuando l legaron a la casa de Cl arisse, todas las l uces estaban encendidas. Re c or rie ron e n sil e nc io e l re sto de l c a m ino. El d e e lla , pe nsa tiv o, e l de é l, ir rita do e incómodo, a cusando el impacto de las miradas in quis itiv a s d e la m uc ha c h a . Cua ndo lle ga ron a la c a sa de e lla , toda s sus luc e s e s ta ba n e n c e nd ida s. —¿Qué ocurre? Mont ag habí a vist o muy pocas veces una casa tan iluminada. —¿Qué sucede? Mont ag nunc a habí a vi st o t a nta s l uc e s e n una c a sa . — O h, s o n m i s p a dr e s q u e h ab l a n c o n m i t í o . Es c o m o pa s e ar s e a p i e , s ó l o q ue m uc h o m ás r a r o . M i t í o f u e ar r e s t a do e l o t r o dí a p o r pa s e ar s e a p i e , ¿no s e l o di j e ? O h , s o m o s m u y r ar o s . — ¡O h! ¡ Son mi s pa dr e s y mi tí o que es t án s ent ados, cha rl a ndo! E s c om o i r a pie , a unque m ás e xt r año a ún. A m i t í o, l e de t uvi e r on una v e z po r i r a p i e . ¿ S e l o h a bí a c on t a do ya ? ¡ O h ! S o m o s un a f am i l ia m uy ext r aña . 35 He sudde nl y c oul dn’ t r em ember if he ha d know n t hi s or not , a nd i t ma de hi m quit e irr ita bl e. “A nd i f yo u l o o k ” — s he nodde d at the s ky — “t he r e’s a man i n the mo on.” 40 50 55 “W h a t ’s going o n?” M o n t ag h a d r ar e l y s e e n t h a t many ho us e l ight s . 60 “O h, jus t m y m ot her and f ather and unc le sit ting aro und, t al king. It ’s li ke bei ng a pedest rian, only r a r e r . M y u nc l e w as ar r e s t e d another ti me — did I t el l you? — fo r bei ng a pedest rian. Oh, we’re most pe cul iar.” 65 “But what do you talk about ?” —¿P ero de qué habl an? —Pero, ¿de qué charláis? 70 S he l au gh e d at t h i s . “G o o d ni ght !” Sh e s t ar t e d u p h e r wal k. Th e n s he s e e m e d t o r e m e m be r s o m e t h i n g an d c a m e b a c k t o l o o k a t h i m 75 w i t h w o n d e r a n d c u r i o s i t y. “Ar e yo u happy?” s he s ai d. 7 Clarisse se rió. — ¡Bue nas no che s ! — dij o , y e c hó a c am i nar. Lue go, c o m o s i r e c or dar a algo , s e vo l vi ó hac i a M o n t ag y l o mi ró con c ur i o s i dad y as o m br o — . ¿Es us t e d f e l i z? — l e pr e gunt ó . Al oírestapregunta,la muchachaseechóareír. —¡Buenas noches! Empezó a andar por el pasillo que conducía hacia su casa. Después, pareció recordar algo y regresó para mirar a Montag con expresión intrigrada y curiosa. —¿Es usted feliz? —preguntó—. B’s Farenheit [¿Que si soy qué?] tr. de F. Abelenda “Am I wha t?” he c rie d. But she was go ne running i n t he m o o nl i ght . H e r f r o nt do o r shut ge ntl y. —¿Soy qué? —exclamó Montag. 5 “H appy! Of al l t he nonse nse .” He st opped laughing. He put hi s hand i nt o t he g l o ve - h o l e o f h i s f r o n t d o o r an d l e t i t kn o w hi s t o uc h. Th e f r o n t d o o r s l i d o p e n . 10 Pero lamuchacha había desaparecido, corriendo a la luz de la luna. La puerta de la casa se cerró suavemente. tr. de Alfredo Crespo —¿Que si soy qué? —replicó él—. Pero ella se había marchado, corriendo bajo el claro de luna. La puerta de la casa se cerró con suavidad. —¡Feliz! ¡Qué tontería! —¡Feliz! ¡Menuda tontería! Montag dejó de reír. Montag dejó de reír. 15 Met ió l a mano en el guante— cerradura de la puerta y esperó a que le reconocie ra los dedos. La puerta se abrió de par en par. Metió la mano en el agujero en forma de guante de su puerta principal y le dejó percibir su tacto. La puert a, se deslizó hasta quedar abierta. O f c o ur s e I ’m h appy. W h at d o e s s h e t h i nk ? I’ m n ot ? h e asked t he qui et ro om s. H e st oo d l o o ki ng u p at t he ve n t i l a t o r 20 gr i l l e in t he hal l and sudde nl y r em em be re d that so me thing lay h i d de n be hi nd t h e gr i l l e , s om e thi ng that s e em e d t o pee r down at him now. H e mo ve d hi s 25 e ye s quic kl y away. C l a r o q ue s o y f e l i z . P o r s u pu e s t o . ¿N o l o s o y a c a s o ? p r e gu nt ó a l a s h ab i t ac i o ne s si le nc io sas. Se que dó mi rando la r e j i l l a d e l ve n t i l ad o r , e n e l ves tí bulo , y re co rdó, de pr onto , q ue h ab í a a l g o o c u l t o e n l a r e ji l l a, al go que ahor a pare c í a m ir ar lo Apar tó r ápidame nt e lo s ojo s. «C la ro que soy f el iz . ¿Qué cr ee e sa mucha cha ? ¿Q ué no lo soy?», pr e gu nt ó a l a s s i l e nc i os a s ha bi t a c i one s . Se inmoviliz ó c on la m ir ada le va nt ada ha ci a la r ej a de l ventilador del vestíbulo, y, de pronto, re cor dó que a lgo es taba oculto tr as aquell a re ja, algo que par ecía est ar espiándole en aquel momento. Montag se apresuró, a desviar su mirada. W hat a s t r ange m e e t i ng o n a s t r ange ni ght . H e r e m e m be r e d n o t h i n g l i k e i t s a ve o n e 30 af t e r no o n a ye ar ago whe n he had m e t an o l d m an i n t he par k and t he y had t al ke d… Qué enc uentr o extraño en una noche extraña. No recordaba nada parecido, salvo aquella tarde, hacía un año, cuando se había encontrado con un viejo en el parque, y tuvieron ___ aquella conversación... ¡Q ué e xtr a ño e nc ue n tro e n una e xtra ña noc he ! re c orda ba n a d a i g ua l , e xc e p t o u na t a r de , un a ño a t r á s , e n que s e e nc o nt r ó c o n un vie jo e n e l p a rq ue y a m b o s h a b l a r o n. . . M o nt a g s ho o k hi s he ad . H e l oo ke d at a blank wal l. The gir l’s f ac e wa s t h e r e , r e a l l y qu i t e b e a ut i f ul in me mo r y : as to ni s hi ng, i n f ac t . She had a ver y thin f ac e li ke the di al o f a sm al l c lo ck se en fai nt ly in a dark r o o m i n t he m iddl e o f a ni ght whe n yo u wake n to s ee t he t im e and s ee t he c lo ck te ll ing yo u the h o u r an d t h e m i n ut e an d t h e s ec ond, wit h a whit e si le nc e and a g l o wi ng , al l c e r t ai nt y an d knowing what i t has to t el l of t he night pas si ng s wif tl y on t owar d f ur t he r dar knes s e s but mo vi ng als o to ward a new s un. Montag sacudió la cabeza. Miró l a par e d de snuda. El r o s tr o de Clar is s e e st aba al l í, re alm e nt e hermoso en el recuerdo, asombroso de veras. Era un rostro muy tenue, c om o l a e s fe r a de un r e lo j it o vis l um brado débi l me nte en una habitación oscura en medio de la noche, cuando uno se despierta para ver la hora y ve el reloj que le dice a uno la hora y el minuto y el segundo, con un silencio blanco, y una luz, con entera certeza, y sabiendo qué debe decir de la noche que se desliza r ápi dam ent e hac i a una pró xim a oscuridad, pero también hacia un nuevo sol. Montag meneó la cabeza. Miró una pared desnuda. ,rostro de la muchacha estaba allí, verda deramente hermoso por lo que podí a re corda r; o m ej or dicho, sorprelident e. Tení a un rostro muy delga do, como la esfe ra de un pe que ño r e l oj e nt r evi s t o e n una ha bit a c i ón os c ur a a m e di a noc he , cua ndo uno se despiert a par a ver la hora y descubre el reloj que le dice la hora, el minuto y el segundo, con un silencio blanco y un resplandor, lleno de seguridad y sabiendo lo que debe de c ir de l a noc he que di s cur r e velozmente hacia ulteriores tinieblas, pero que también se mueve hacia un nuevo sol. —¿Qué pasa? —preguntó Montag como si estuviese hablándole a ese otro yo, a ese idiota subconsciente que balbucea a veces separado de la vol unt ad, l a c os t um br e y l a conciencia. —¿Qué? —pre gunt ó Monta g a su ot ra m i t ad, a que l i m bé c i l s ubc ons ci e nt e que a ve c es andaba ba l buc e a ndo, c ompl e t a me nt e desligado de su voluntad, su costumbre y su conciencia—. He glanced back at the wall. How 60 M i r ó o t r a ve z l a par e d. Q ué li ke a m ir ro r, t oo , he r face . pareci do a un espejo, tambié n, ese Impossible: for how many people did rostro . Imposible , ¿pues a c uántos you know that refracted your own c ono ce s que r ef le j en tu pr o pi a light to you? People were more often luz? La gente es m ás a menudo — — he searched for a simile, found one 65 buscó un sími l y lo e ncontró en su in his work — torches, blazing away trabajo — una anto rcha que arde until they w hi ffed out. How rarely hast a apagars e. ¿Cuánt as ve c e s did other people’s faces take of you l a ge nt e t om a y t e de vue l ve t u and thr ow back to you your own p r o pi a e x p r e s i ó n , t us m á s expre ssi on, yo ur own i nne rmo st 70 e s c o n d i d o s y t e m b l o r o s o s trembling thought? pe ns ami e nt o s ? Volvió a mirar la pared. El rostro de ell a también s e pare cía m ucho a un espejo. Imposible, ¿cuánta gente había que refractase hacia uno su propia luz? Por lo general, la gente era —Montag bus c ó un sí m i l, l o e ncont ró e n s u trabajo — como antorchas, que ardían hasta consumirse. ¡Cuán pocas veces l os r os t r os de la s ot r as pe r sona s captaban algo tuyo y te devolvían tu pr opia e xpre si ón, tus pe ns am ie nt os más íntimos! W h at i nc r e d i b l e po w e r o f s he was like t he eager watcher of a 75 m ar i o ne t t e s ho w, a nt i c i pa t i ng each fl i cker o f an e ye li d, e ac h ge sture of hi s hand, eac h f li ck of ¡Aquella muchacha tenía un increíble poder de identific ación; era c omo el ávi do e spe cta dor de una funci ón de marionetas, previendo cada parpadeo, cada movi miento de una ma no, cada e st re me ci mi ento de un dedo, un “W ha t ? ” a s k e d M o n t a g o f t hat o t he r self, t he s u b c o n s c i o u s i d i o t t h at r a n babbl i ng at t i me s , qui t e i nde pe nde nt o f w i l l , habi t , and c o ns c i e nc e . 35 40 45 50 55 identification the girl had; 8 Q ué i nc re íble poder de identificación tenía la muchacha. Era como esa sil enciosa espectadora de un teatro de títe res que ant icipa, antes de que aparezcan en escena, el temblor de las pestañas la agitación B’s Farenheit a f i nge r, t he m o me nt be fo r e i t be gan. How lo ng had t hey walked t oget he r? Thre e mi nut es ? Fi ve ? Yet how large that time seemed now. H ow i m me ns e a f igure s he was o n the st age be f or e hi m; what a s hado w s he t hr e w o n t he wal l wit h he r sl e nde r bo dy! He f el t t hat if his e ye i t ched, she mi ght bli nk. And if t he m us cl es o f hi s j aws s t r e t c he d i m p e r c e pt i bl y, s he woul d yawn lo ng be fo re he wo ul d. tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo de las manos, el estremecimiento de los dedos. ¿Cuánto tiempo habían caminado? ¿Tres minutos ¿Cinco? Qué largo sin embargo parecía ese tiempo ahora. Qué inmensa la figura de la muchacha en la escena, ante él. Y el cuerpo delgado, ¡qué sombra ar ro jaba s obre el muro! Mo nt ag sintió que si a él le picaba un ojo, la muchacha comenzaría a parpadear. Y que si se le movían ligeramente l as mandíbulas , l a m uchacha bostezaría antes que él. mome nt o ante s de que s uc edie se . ¿Cuánto rato habían caminado juntos? ¿Tres minutos? ¿Cinco? Sin embargo, ahora le parecía un rato interminable. ¡Qué inmensa figur a tenía ella en el escenario que se extendía ante sus ojos! ¡Qué sombra producía en la pared con su esbelto cuerpo! Montag se dio cuenta de que, s i l e pic as en los ojos, el la Pestañearía. Y de que si los músculos de sus mandíbulas se tensaran imperceptiblemente, ella bostezaría mucho antes de que lo hiciera él. W hy, he t ho ught , no w that I 15 Pero cómo, se dijo, ahora que lo think o f i t, she almo st se eme d to pienso casi parecía que me estaba be wait i ng f or m e t he re , i n the e spe rando en la es qui na, tan street, so damnedlate at ni ght… X condenadamente tarde _____... «Pero —pensó Montag—, ahora que caigo e n ello, la c hica parecía estar es per ándome al lí, en la ca lle , t an avanzada hora de la noche ... » He opene d t he be dro om doo r. 5 10 20 It was like comi ng into the cold m arbl e d r o o m o f a maus o le um after the moon had set. Complete darkness, not a hint of t he silver 25 world outside, the windows tightly shut , t he c ham be r a t om b-wor ld where no sound from the great city could penetrate. The room was not empty. 30 He li st ene d. The l it tl e mo squi to -del ic at e dancing hum in the air, the electrical murmur of a hidden wasp snug in its special pink warm nest. The music was almost loud enough so he could follow the tune. Abrió la puerta del dormitorio. Montag abrió la puerta del dormitorio. Era como entrar en la cámara fría y marmórea de un mausoleo cuando ya se ha puesto la luna. Oscuridad completa; ni un solo rayo del plateado mundo exter ior ; l as ventanas herméticamente cerradas; un universo sepulcral donde no penetraban los ruidos de la ciudad. El cuarto no estaba vacío. Era como entrar en la fría sala de un mausoleo des, pués de haberse puesto la luna. Oscuridad completa, ni un atisbo del pla te ado mundo exte ri or ; la s venta na s he rm ét ic am ente c er ra da s convertían la habitación en un mundo de ultratumba en el que no podía penetrar ni ngún r ui do de l a gr an ci udad. La habitación no estaba vacía. Escuchó. 35 Montag escuchó. El baile delicado de un mosquito El del ic ado zumbido en e l ai re , zumbaba en el aire ; e l e léc tri co se me ja nt e al de un m os quit o, e l murmullo de una avispa animaba el murmullo eléctrico de una avispa oculta nido tibio, de un raro color rosado. La X e n s u c á l i do ni do __________. L a música se oía casi claramente. música era casi lo bastante fuerte para Montag podía seguir la melodía. que él pudiese s eguir la tonada. 40 H e f e lt hi s sm i le s li de away, m e l t , f o l d o ve r, a nd d o wn o n i ts el f l i ke a tall o w s ki n, li ke the s t u f f o f a f a n t a s t i c c a n dl e b ur n i n g t o o l o ng a nd no w 45 c o ll aps i ng and no w bl o wn out . Darkness . H e was no t happy. He was not happy. He sai d the wor ds to hi mse lf . H e r eco gni ze d t his as X the t rue s tat e o f aff air s . He wo re 50 hi s happiness l ike a mask and t he gi rl had r un off ac ros s t he lawn X wi th t he mask and t her e was no way o f go i ng t o kno c k o n he r do or and ask fo r i t bac k. 55 X Wi tho ut tur ning o n t he light he i magi ne d ho w t his ro o m wo ul d lo ok. His wif e s tr et ched on t he be d, unc over ed and c ol d, l ike a bo dy di spl ayed o n t he l i d of a t o m b, he r e ye s f i xe d t o t he c e il i ng by i nvi s i bl e t hr e ads o f st eel , i mmo vable. And in her ears the l it tle Se as hel ls, t he thi mble r a di o s t am p e d t i ght , a nd an e l e c t r o ni c o c ean o f s o und, o f music and tal k and musi c and talk comi ng in, coming in on the s hore of her unsle eping mi nd. The r oom was i nde ed e m pt y. Eve r y night the waves c ame i n and bore her of f o n the ir gre at ti des of s ound, f lo at ing her, wi de- eyed, t owar d mo rni ng. Ther e had bee n no night in the las t t wo ye ars that Mi ldr ed had no t s wum t hat s ea, had no t gl adl y go ne do wn i n i t f o r t he Sintió de pronto que la sonrisa se le borraba, se fundía, se doblaba sobre sí misma como una cáscara blanda, como la cera de un cirio fantástico que ha ardido demasiado tiempo, y ahora se apaga, y ahora se derrumba. Oscuridad. No era fe liz. N o e r a f e l i z . Se lo dijo a sí mismo ______. ______ Lo r ec o n o c i ó ____ __ __ __ __ ______ _______ . H a bí a llevado su felicidad como u na m ás c a r a , y la muchac ha había huido _______ c o n l a m á s c a r a y é l n o po dí a i r a go l p e ar l e l a p ue r t a y pe dí r s e l a _______. Mont ag si nti ó que s u s onr is a desaparecía, se fundía, era absorbida por su cuerpo como una corteza de sebo, como el material de una vela fantástica que hubiese ardido demasiado tiempo par a a c a ba r de rr umbá ndos e y apagándose. Oscuridad. N o se sentía f el i z. No er a f e li z . Pronunc ió la s palabras para sí mismo. Reconocía que és te e ra e l ve rdadero est ado de s us asuntos. Llevaba su felicidad como una m ás c ar a , y l a m ucha cha s e ha bí a ma rchado c on su ca ret a y no había medio de ir hasta su puerta y pedir que se la devolviera. Sin encender la luz imaginó el as pec t o de l c uar to . Su muj e r estirada en la cama, descubierta y 60 fr ía, co mo un c ue rpo e xt endi do sobre la tapa de un ataúd, con los ojos inmóviles, fijos en el cielo raso por invisibles hilos de acero. Y en l as o r e j as , m uy ade nt r o , l o s 65 caracolitos, las radios de dedal, y un o cé ano el e ct r óni c o de s oni do , música y charla y música y música y charla, que golpeaba y golpeaba la costa de aquella mente en vela. El 70 cuar to es taba en r eal idad vací o. Todas las noches entraban las olas, y sus grandes mareas de so ni do llevaban a Mildred flotando y con los ojos abiertos hacia la mañana. 75 No había pasado una sola noche en e st os do s úl t im os año s s in que Mildred no se hubiese bañado en ese océano, no se hubiese sumergido en S i n e n c e n de r l a l u z , M on t a g i m a gi nó q ué a s p e c t o t e n dr í a l a ha bi t a c i ón. Su e s pos a t e ndi da e n l a ca m a , de sc ubi e r t a y f r í a , c om o un cue r po e xpue s t o en e l borde de l a t u m ba , s u m i r a d a f i j a e n e l t e c ho m e di a nte i nvi s ibl e s hi los de a c e ro, i na movi bl es . Y e n s us or e ja s l a s di m i nut a s c onc ha s, l a s r a di os c om o de da l e s f ue r t e m e nt e a preta da s , y un océ a no e l e c t r óni c o de s oni do, de m ús i c a y pal a br a s , a f l uye ndo s i n c es a r a l a s pl a ya s de s u c e r e br o de s pi er t o. D e s de l ue go l a ha bi t a c i ón e s t a ba va c ía noc he, l a s ol a s l le ga ba n y s e l a ll e va ba n c on 51 gr a n m a r ea de s oni do, f l ot a ndo, oj i a bi e r t a ha c i a la m a ña n a e n que Mi l dr e d no h ub i e se na v e ga d o p o r a q ue l m a r, no s e hub i e s e a de nt r a do e s pon tá n e a m e nt e por te rc e ra 9 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo thir d t im e. él, alegremente, hasta tres veces. ve z The room was cold but nonetheless he felt he could not breathe. He did not wish to open the curtains and open the french w indow s, for he di d not want the mo on to co me int o t he ro om . So , wi th the fe el ing of a man who wi ll di e i n t he ne xt ho ur f or l ack of ai r, he f el t hi s way t o war d his o pe n, s e par at e , and there for e c old be d. Hacía frío en el cuarto, pero sin embargo Montag sentía que no podía respirar. No quería abrir las cortinas ni l a vent ana bal có n, pue s no deseaba que la luna entrara en el cuarto. De modo que, sintiéndose como un hombre que va a morir en la próxima hora por falta de aire, se encami nó hacia su cam a abiert a, vacía, y por lo tanto helada. La habitación era fresca; sin embargo, Montag sin— que no podía respirar. No quería correr las c ortinas y abrir los ventanales, porque no deseaba que la luna penet ra ra e n el c ua rt o. P or lo tanto, con la sensación de un hombre que ha de morir en menos de una hora, por falta de aire que respirar, se dirigió a tientas hacia su cama abierta, separada y, en consecuencia fría. An instant bef or e his foo t hit the o bj ect on the flo or he knew 15 he would hi t s uc h an o bje ct . It was not unlike the fe el ing he had e xpe ri e nc e d bef or e t urni ng the co rner and al mo st knoc ki ng t he gi r l do wn. H i s f o o t , s e ndi ng 20 vibrati o ns ahe ad, r ec ei ved bac k echoe s of the small barrier across it s path e ven as the f oo t s wung. Hi s f oot kicked. The o bj ect gave a dul l c l i nk an d s l i d o f f i n 25 darkne ss . Un instante antes de golpear con el pie el objeto caído en el piso, Montag ya sabía que iba a golpearlo. Fue al go s im il ar a l o que habí a sentido antes de doblar la esquina y derribar casi a la muchacha. El pie e nvió hac ia ade lant e ci er tas vi br ac io ne s, y, mi entras s e balance aba en el aire , r eci bi ó l os e c o s d e un a m e n ud a ba r r e r a. El pie tropezó. El objeto emitió un s onido apagado y re sbaló en l a oscuridad. Un momento antes de que su pie tropezara con el objeto que había en e l sue l o , advi r t i ó l o que iba a ocurrir. Se asemejaba a la sensación que había experimentado antes de doblar la esquina y atropellar casi a la muc hacha. Su pie, al e nvi ar vi br ac iones haci a del ante, había re cibido lo s e cos de la pe que ña barrera que se cruzaba en su camino antes de que llegara a alcanzarlo. El objeto produjo un tintineo sordo y se deslizó en la oscuridad. H e s t o o d ve r y s t r a i gh t a nd X li ste ned to the per son on the dark be d in the co mple tel y fe aturele ss 30 ni ght . The br eat h com ing o ut of the no str ils was so fai nt i t s tirr ed only the f urt hes t fri nge s o f lif e, a s m al l l e af , a blac k f eat he r, a si ngl e f ibr e of hai r. 35 Montag se quedó inmóvil y tieso, y escuchó a la mujer acostada en la cama oscura, envuelta por aquella noche totalmente uniforme. El aire que salía de la nariz era tan débil que mo vía solamente l os flec os m ás lejanos de la existencia, tina hojita, una pluma oscura, un solo cabello. Montag permaneció muy erguido, atento a cualquier sonido de la persona que ocupaba la oscura cama en la oscuridad totalmente impenetrable. La respiración que surgía por la narizera tan débil que sólo afectaba a las formas más superficiales de vida, una diminuta hoja, una pluma negra, una fibra de cabello. He s ti ll did not want outs ide Montag no deseaba, ni aún ahora, li ght. He pul le d o ut his igni te r, la luz de afuera. Sacó su encendedor, fe lt the s alamande r e tc hed on i ts tocó la salamandra grabada en el disco X si lver dis c, gave it a f lic k… 40 de plata, la apretó... Montag seguía sin desear una luz exterior. Sacó su encendedor, oyó que la salamandra rascaba en el disco de plata, produjo un chasquido... Two m oonsto nes l ooked up at him in the light of his smal l handhel d fi re ; t wo pal e m oo ns to ne s burie d i n a c ree k o f c le ar wat er 45 over whi ch the l ife of t he wor ld ran, no t t ouc hing the m. X Do s peque ñas lunas l e mir ar on a l a luz de l a ll ami ta; do s lunas páli das , hundi das e n un ar ro yo d e ag ua c l a r a , s o br e l a s qu e pas ab a l a vi da de l m undo , s i n alc anzar l as . 5 10 “Mi l dr e d!” A la luz de la llamita, dos piedras l unare s m i rar on a M o nt ag, do s pálidas piedras lunares en el fondo de un arroyo de agua clara sobre el que corría la vida del mundo, sin tocar las piedras... —¡Mildred! —¡Mildred! 50 H e r f ac e was l ike a sno wEl rostro de Mildred era como una c over e d is land upo n whic h r ai n isla cubierta de nieve donde podía might fall; but it felt no rain; over caer la lluvia, pero que no sentía la whi ch c l o uds m i ght pas s the i r l luvia; do nde las nube s po dían moving shadows, but she felt no 55 pasear sus móviles sombras, pero shadow. There was only the singing que no sentía la sombra. Era sólo esa of the thimble-wasps in her tamped- música de avispas diminutas en los shut ears, and her eyes all glass, and oídos herméticamente cerrados, y bre at h go ing i n and o ut , so ft ly, unos ojos de vidrio, y el débil aliento faintly, in and out of her nostrils, X60 que le salía y entraba por la nariz. and her not caring whether it came Ya ella no le importaba si el aliento or went, went or came. venía o se iba, se iba o venía. El rostro de ella era como una isla cubierta de nieve sobre la que po dí a c aer l a ll uvi a s i n c aus ar ningún efecto; sobre la que podían pasar las movibles sombras de las nubes, sin causarle ningún efecto. Sólo había el canto de las diminutas radios en sus orejas herméticamente taponadas, y su mirada vidriosa, y su respiración suave, débil ______, y s u i ndi fe r e nc i a hac i a l o s movimientos de Montag. The object he had sent tumbling with his foot now glinted under the 65 edge o f his o wn bed. The s mall crystal bottle of sleeping-t ablets which earlier today had been filled with thirty capsules and which now l ay unc appe d and e m pt y i n t he 70 light of the tiny flare. El o bj e to que Mo ntag habí a empujado con el pie brillaba ahora bajo el borde de su propia cama. Era el frasco de tabletas de dormir que hoy temprano había contenido una treintena de cáps ulas y que yacía destapado y vacío a la luz de la llama diminuta. El objet o que él había enviado a rodar co n e l r esplande ció bajo e l bo rde de su pro pi a c am a. La bo te ll it a de c ri st al pre vi am ente l l ena c on t r ei nt a pí l dor as par a do r m i r y que , a ho r a, apa r e c í a de st apada y vací a a l a luz de su encendedo r. As he st ood ther e t he sky over the house scr eam ed. Ther e was a tr eme ndous ri ppi ng so und as if t w o g i a nt han ds ha d t o r n t e n t ho us and m i l e s o f bl ac k l i ne n do wn the seam. Mo ntag was c ut Mientras Montag estaba allí, de pie, el cielo chilló sobre la casa. Fue u n t r e m e nd o r as g u i do , c o mo s i l as m ano s de un gi ga nt e hub i e s e n d e sgarr ado die z kilómetros de lienzo. Montag sintió Mientras permanecía inmóvil, el cielo que seextendíasobrelacasaempezó aaullar. Se produjo un sonido des garrador, como si dos manos gigantes hubiesen desgarrado por la costura veinte mil kilómetros de tela negra. Montag se 75 10 B’s Farenheit ba red al descubierto tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo in half . H e f elt his che st chopped do wn and s pl i t apar t . The j e t bo m bs go i ng o ve r, go i ng ove r, go ing ove r, o ne t wo, one two, o ne two, s ix of t hem , ni ne of t he m, 5 twelve of the m, one and one and one and another and anot he r and another, di d all the sc reaming f or him . H e ope ne d hi s o wn mo ut h and l et t he ir s hr ie k co me down 10 and o ut bet we en his bare d t eet h. The house sho ok. The flare we nt out i n his hand. The moo ns tones vanis he d. He fe lt his hand pl unge to war d t he te lephone. 15 como si lo hubiesen partido en dos, de arriba abajo. Los bombarderos de r eac ci ó n pas aban al l á arr i ba, pasaban, pasaban, uno dos, uno dos, seis aparatos, nueve aparatos, doce aparatos, uno y uno y uno y otro y otro y otro , y le gri taban a él, a Montag. Abrió la bo ca y dejó que e l c hi l l i do d e l a s t ur bi nas l e e ntr ar a y s ali e r a po r ent r e l o s _____ dientes. La casa se sacudió. La llama se l e apagó en la mano. Las pi e d r as l u nar e s se des vanec ieron. Mont ag si ntió que su mano se ac ercaba al t eléfo no. sintió partido en dos. Le pareció que su pecho se hundía y se desgarraba. — Las bombas cohetes siguieron pasando, pas ando , una, dos , una dos, seis de ellas , nueve de ellas, doce de ellas, una y una y otra y otra lanzaron sus aullidos por él. Montag abrió la boca y dejó que el chillido penetrara y volviera a salir entre sus dientes descubiertos. La casa se estremeció El encendedor se apagó e n s us m ano s. Las do s pe queñas lunas de s apar e c i er o n. M o nt ag s i nt i ó que s u m ano s e precipitaba hac ia el teléfono. The j et s were go ne . H e f el t his l i ps m o ve , br us h i n g t he m o ut h pi e c e o f t h e p ho n e . “Emer gency ho spi tal .” A ter rible whi sper. Los avi one s s e habí an i do . Montag sintió que movía los labios rozando la embocadura del teléfono. —Hospital de emergencia. Un terrible suspiro. Los cohetes habían desaparecido. Montag sintió que sus labios se movían, rozabanelmicrófonodel aparatotelefónico. —Hospital de urgencia. Un susurro terrible. Montag sintió que las estrellas habían s ido pulveri zadas po r l as negras turbinas y que a la mañana siguiente la tierra estaría cubierta por el polvo de esos astros, como una ni e ve ext raña. Eso pe nsó , tontamente, mientras estaba allí, de pie, estremeciéndose en la sombra, y movía y movía los labios. Montag sintió que las estrellas habían sido pulverizadas por el sonido de los negros reactores, y que, la mañana, la tierra estaríacubiertaconsupolvo, como si se tratara de una extraña nieve. Aquél fue el absurdo pensamiento que se le ocurrió mientras se estremecía, la oscuridad, mientras sus labios seguían moviéndose. The y had t his mac hi ne . The y 35 Te n í an e s a m á qui na . Te n í an had t wo machi nes , r eal ly. O ne of do s m á qui n as r e al m e nt e . U na the m sl id do wn i nto your stom ach d e e l l a s s e i nt r o d u c í a e n e l l i ke a bl a c k c o b r a do wn an e st ó m ago c o m o una c obr a ne gr a ec hoi ng we ll loo king f or al l t he e n bus c a de l as vi ej as aguas y o l d w at e r and t h e o l d t i m e 40 e l vi e j o t i e mpo al l í gat he re d the r e. It drank up the a c um u l a d o s . La máquina bebía gr ee n matt er t hat f lo we d to t he aquella materia verde que subía con to p i n a s low bo il. Di d i t dri nk of un pausado burbujeo. ¿Bebía también the dar kne ss? D id it suck out all la osc uri dad? ¿Ext raí a t odo s l os the pois ons accumul ate d wit h t he 45 venenos depositados alolargo de los años? ye ar s? It fe d in s il ence wit h an La máquina se alimentaba en sile ncio, o c c as i o nal s o un d o f i nn e r y de cuando e n cuando dejaba oírun suffo cat io n and bli nd se arc hing. sonidodesofocación y búsqueda a ciegas. It had an Eye . The i mpe r s o nal Te nía un Ojo . El i m per s o nal ope rato r of the m achi ne co uld, by 50 o pe rado r po dí a, c o n un c a s c o we ari ng a spe ci al opt ic al hel me t, ópt ico es pecial, observar el alma gaze int o the so ul of the pers on de l a pe r s o na a qui e n e s t aba whom he was pumping out. What bom beando. ¿Q ué ve ía e l Oj o? El di d t he Eye s ee? He di d not say. ope rador no lo decí a. El operador He saw but di d not se e what t he 55 veía, per o no lo mismo que el Ojo. Eye saw. The enti re o perat ion was La o pe r a c i ó n no d e j aba de no t unl ike the digging o f a t rench par ecers e a una excavación en el in one’s yard. The wo man o n t he j ar dí n. La m uje r te nd i da e n l a be d w as no m o r e t ha n a ha r d c am a no e r a m ás q ue un dur o s t r at um o f m a r bl e t he y h ad 60 e s t r a t o de m á r m o l r e c i é n r eac hed. Go o n, anyway, s ho ve descubierto. Adelante, de cualquier t h e b o r e do wn, s l us h u p t he modo; afuera con el aburrimiento, em pti nes s, if such a t hi ng could saquen la vaciedad, si las pulsaciones be br ought out i n the throb o f t he de la serpient e as pirante pueden suc tion s nake. The operat or st ood 65 extraer es as cos as . El ope rado r s mo king a c igare t te . The o t he r f um aba un ci gar r i ll o . La o tr a machi ne was working to o. máquina también funcionaba. Te nían aque l l a máqui na. En realidad, tenían dos. Una de ellas s e des l i zaba has t a e l e s tó m ago como una cobra negra que bajara po r un po zo e n bus c a de agua ant igua y de l t i em po anti guo re unidos allí . Be bía la sus tanc ia verduzca que subía a la superficie en un l ent o her vi r. ¿Bebí a de la o sc ur idad? ¿Abso rbía to do s lo s venenos acumulados por los años? Se alimentaba en silencio, con un ocasional sonido de asfixia interna y ciega búsqueda. Aquello tenía un Ojo. El im pasibl e oper ario de la máquina podía, poniéndose un casco óptico especial, atisbar en el alma de la persona a quien estaba analizando. ¿Q ué veí a el Ojo ? No lo decí a. Montag veía, aunque sin ver, lo que el Oj o e st aba vi endo. To da la operación guardaba cierta semejanza con la excavación de una zanja en el patio de su propia casa. La mujer que yacía en la cama no era más que un duro estrato de mármol al que habían llegado. De todos modos, adelante, hundamos más el taladro, extraigamos el vacío, si es que podía sacarse el vacío me diante la succi ón de la serpiente. El ope rario fumaba un cigarrillo. La otra máquina funcionaba también. Th e o t he r m ac hi n e w as o p e r at e d by an e qu al l y i m pe r s o nal f e l l o w i n no nst ainable reddish-br own ove rall s. This machine pum ped all of t he bl ood fro m the body and re plac ed it wi th fre sh bl ood and s erum. La otra máquina, manejada por un hombre igualm ente impersonal con un traje de faena castaño rojizo a prueba de manchas. Esta máquina bombeaba y extraía la sangre del cuerpo y la reemplazaba con suero y sangre nueva. L a m a n e j a b a u n i n d i vi d u o i gu al m e nt e i m pas i bl e , ve s t i do c o n u n m o n o de c o l o r pa r d o r o j i z o . E s t a m áq ui na e x t r a í a t o da l a s angr e de l c ue r po y la sustituía po r sangre n u e va y s u e r o . —Hay que limpiarlos de las dos formas —dijo el operador inclinado —Hemos de limpiamos de ambas m aner as — di j o e l o pe r ar i o , 20 He fe lt that the s tar s had be en pul ve ri ze d by t he s ound o f the bl ack j ets and t hat i n t he mo rni ng 25 t he e ar t h w o u l d b e c o ve r e d wit h du s t like a s t r a n g e s n o w. Th a t w a s his i di o t t h o u gh t a s h e s t o o d s hi ver i ng in the dark, and let his lips 30 go on moving and moving.[21] *** 70 75 “G o t t o c l e an ‘e m o ut bo t h w ay s , ” s ai d t h e o p e r a t o r , 11 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda s tandi ng o ver the si l ent wo m an. “No us e ge t ti ng t he st o m ac h i f you don’t c l ean the blo od. Le ave t hat s tuf f i n the blo o d and t he b l o o d h i t s t h e b r ai n l i k e a 5 m al l e t , ba n g, a c o up l e o f t h o us and t i m e s an d t he br a i n j us t gi ves up, j us t quit s . ” X “Stop i t!” said Mo ntag. 10 “I was j us t s ayi n’, ” s aid t he ope rato r. —¡Basta! —dijo Montag. —Sólo le estaba explicando — dijo el operador. “Are yo u done ?” said Mo ntag. 15 They shut the machines up t ight. “W e ’ r e d o n e . ” H i s an ge r di d n o t e ve n t o u c h t h e m . T h e y s t o o d wi t h t he c i gar e t t e s m o ke c ur l i ng a r o und t he i r no s e s and i nt o t he i r e ye s wi t ho ut m aki ng t h e m bl i nk o r s qui nt . “That ’s f i f t y b uc ks . ” sobre la mujer s ilenciosa —. De nada sirve limpiar el estómago si no se hace lo mismo con la sangre. Deja us ted esa cos a e n l a sangr e y la sangre golpea el cerebro como una maza, bam, un par de miles de veces, y el cerebro deja de funcionar, se para, renuncia. —¿Han terminado? —dijo Montag. tr. de Alfredo Crespo inclinándose sobre la s ile ncio sa mujer—. Es inútil lavar el estómago si no se lava la sangre. Si se deja es a sust anci a en l a sangre , és ta golpea el cerebro con la fuerza de un mazo, mil, dos mil veces, hasta que el cerebro ya no puede más y se apaga. —¡Deténganse! —exclamó Montag—. —Es lo que iba a decir —dijo el operario—. —¿Han terminado? Los hombres cerraron las máquinas. — He mo s te rm inado . —La ir a d e M o nt ag n o ha bí a l l e g ad o hasta e llo s. All í se que dar on, c on e l ci garr il l o que le s l le naba de hum o la nari z y l os o jo s , y si n pe s t añe a r o f r unc i r l a c ar a. — Son c incuenta dól ar es . Los hombres empaquetaron las máquinas. —Estamos listos.. La cólera de Montag ni siquiera les afectó. Permanecieron conel cigarrillo en loslabios, sinque elhumo que penetrabaen su nariz ysus ojos les hicieraparpadear. —Serán cincuenta dólares. —¿Por qué no me dicen primero si se salvará? —Ante todo, ¿por qué no me dicensi sanará? —Seguro, quedará perfectamente. Te ne m o s t o da l a c o s a e n l a bo t e l l a y ya no pue de hac e r l e daño . Co m o l e di je , s e sac a l a vi e j a, se po ne l a nue va, y uno queda perf ect am ent e. — ¡Cl ar o que se c urar á! N o s l le vam o s t odo e l ve; no en es a m al e t a y, aho r a, ya no pue de afectarle. como he dicho, se saca lo viejo, se pone lo nuevo y que dan mejor que nunca. —Ninguno de ustedes es médico. ¿Por qué el hospital no ha enviado un médico? —Ni nguno de us t e de s e s mé d i c o . ¿P o r qué no han e n vi a do un o ? 40 —D iabl os. —El cigarril lo del ho mbr e se mo vió so bre el labio inferior — Tenemos nueve o diez casos como este por noche. Tenemos tantos, desde hace unos pocos años, 45 que hubo que i nve nt ar e s tas máquinas especiales. Con la lente ópt ica, naturalment e; el resto es antiguo. No es necesario un médico par a e s to s c aso s ; bas t an do s 50 ayudantes; lo arreglan todo en media hor a. Mir e —el hombre se al ejó haci a l a puert a —, te ne mos que ir no s. Ac abamo s de rec ibir ot ra llamada por la vieja radio de dedal. 55 A diez calles de aquí. Algún otro que s e ha t r agado to da una c aj a de píldoras. Si nos necesita, vuelva a l lamar no s. Dé je l a tr anqui l a. Le hem os dado un ant is edat ivo. Se 60 despertará con hambre. Adiós. —¡Diablo! —El ci gar ril lo del operario se mo vi ó s us labios —. Tenemos nueve o diez casos como ése cada noche. Tantos que hace unos cuantos años tuvimos que construir estas máquinas especiales. Con lente óptic a, cl aro es tá, re sultan una novedad, el re es viejo. En un caso así no hace falta doctor; lo único que se requiere son dos operarios hábiles y liquidar e1 problema en media hora. Bueno —se dirigió hacia! puerta—, hemos de irnos. Acabamos de recibir ot ra llamada en nue str a radio auric ular. A die z m anzanas aquí. Alguien se ha zampado una caja de píldoras, si vuelve a necesitamos, ll áme nos . P roc ur e que su es pe rmanezca qui et a. Le hem os inyectado un antisedante, Se levantará bastante hambrienta. Hasta la vista. An d t he m e n w i t h t he ci gar et tes in thei r s traight- lined mo uths, the m en wit h t he eyes of puff-adder s , to ok up thei r lo ad 65 of machi ne and tube, t heir case of l iqui d me l anchol y and t he s lo w dark s l udge of nam e l e ss s t uf f , and s tr oll ed out the doo r. Y los ho m br e s con Y los hombres, con los cigarrillos en c i gar r i l l o s e n las bo c as r e c t as , sus rectilíneas bocas,___________ ___ l o s ho m br e s c o n o j o s de bo r l a _________ _________ ________ ___ X de po l vo s , r ecogieron su carga de _ _ __________ cogieron _______ la máqui nas y tubos, la bo tel la de m áq ui na y e l t ub o , c a j a d e melancolía líquida, y el lodo lento y melancolía líquida ___________ oscuro de aquella cosa sin nombre, y ______ __ _ _ _ __ __ _______ _ __ se fueron trotando hacia la puerta. X ____ ______ y traspasaronla puerta. 20 25 “Fir st , why don’t yo u t el l me if she’l l be all ri ght ?” “Sure , she’ll be O. K. We go t al l t he m e an s tuf f ri ght i n o ur suitc as e here , i t can’t get at her no w. As I sai d, you take out t he ol d and put i n the ne w and yo u’re O .K . ” 30 35 “N e i t he r o f y o u i s an M . D . W hy di dn’t t he y s e nd an M . D . fr om Eme rge ncy?” “H e l l ! “ t he o pe r at o r ’s c igar et te m o ve d on hi s li ps . “We ge t t he s e c as e s ni ne o r t e n a ni ght . Go t s o m any, s tar t i ng a f e w y e a r s a go , we ha d t h e s pe ci al m ac hi nes buil t. Wi t h the o pt i cal l e ns, of co urs e , t hat was ne w; t he r e s t i s a nc i e nt . Yo u do n’t ne e d an M . D . , c as e l i ke t hi s ; a l l y o u n e e d i s t w o handym e n, cl ean up t he pr o bl e m i n h al f a n ho u r. L o o k ” — he s t a r t e d f o r t h e d o o r — “w e go t ta go . J us t had ano t he r c al l o n t h e o l d e a r - t h i m bl e . Te n blo cks f ro m her e. So me one e ls e j u s t j u m p e d o f f t he c ap o f a p i l l b o x. C a l l i f y o u n e e d u s again. K e e p he r quie t . We go t a c o n t r a- s e dat i ve i n he r. She ’l l wake up hungr y. So lo ng. ” 70 Montag sank down into a chair and looked at this woman. Her eyes were closed now, gently, and he put out his hand to f eel the warmness of breath on his palm. 75 “M ildre d,” he s aid, at las t. Montag se dejó caer en una silla y m i ró a l a m uje r. La m uje r entornaba ahora los ojos, y Montag e xt endi ó la m ano par a se nt ir l a tibieza del aliento en la palma. —Mildred —dijo al fin. 12 Montag se dejó caer en una silla y contempló mujer. Ahora tenía los oj os ce rrados , apaciblem ente él alargó una mano para sentir en la palma la tibieza la respiración. —Mildred —dijo por fin—. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Ther e are to o many of us , he thought . Ther e are bi ll ions o f us an d t hat ’s t o o m any. N o bo dy knows anyo ne. Str anger s co m e and vio lat e you. Strange rs co me and c ut yo ur he art out. St range rs co me and take yo ur blo od. Go od G o d, who we r e t h o s e m e n? I ne ver saw t hem bef ore in my life ! 5 So m os de m as iado s , pens ó . So m os bi l l o ne s , y e so e s demasiado. Nadie conoce, a nadie. Gente e xtr aña s e t e m e t e e n l a c as a. G e nt e e xt r aña t e ar ranc a e l c o r a zó n. G e nt e e xt r añ a t e s ac a l a s angre . Bue n Di o s , ¿qui é ne s e r a n e s o s ho m br e s ? ¡N o l o s he vi s t o e n m i vi da! tr. de Alfredo Crespo «Somos demasiados —pensó—. So mo s mi le s de m il lo ne s, e s excesi vo. Nadi e c onoc e a nadi e. Llegan u desconocidos y te violan, llegan unos desconocidos desgarran el c or azón. Ll egan uno s des conoc idos y llevan la sangre. ¡Vál game D io s! ¿Quié ne s so n hombres? ¡Jamás les había visto!» 10 Half an ho ur passe d. Pasó media hora. Transcurrió media hora. The blo odst ream in this wom an X was ne w and it se e me d t o have do ne a ne w t hi ng t o he r. H e r 15 c hee ks we r e ve r y pi nk and he r li ps we re ve ry fr esh and ful l of co lour and they lo oke d s of t and r el axed. So m e one el s e ’s blo o d X t he r e . I f o nl y s o m e o ne e l s e ’s 20 f le s h and br ain and m em o ry. If o nl y t hey co uld have taken he r mi nd along to the dr y- cle aner ’s an d e m pt i e d t h e po c ke t s a nd s t e am e d and c l e a ns e d i t a nd 25 re bl o cke d i t and br ought it back in the m orning. If onl y… La ______ sangre e n est a m u j e r era n u e va y par ec ía h a b e r l e h e cho al go nue vo . Las mejillas eran ahora muy rosadas y suaves y los labios rojos y f re sc os ____ _____ ______ _______ ____ _________ . La s angr e de algún o tr o. Si hubie se s ido l a carne, e l c er e bro y l a m e mo r i a de al gún o t ro . Si l e hubi e se n l l e vado l a m e nt e a l a l a van de r í a y l e hubie sen vaci ado lo s bol sil los y la hubiesen limpiado con vapor y la hubiesen dobl ado y traído a la mañana siguiente. Si ___. . . El torrente sanguíneo de aquella mujer e r a n u e vo y p ar e c í a h a b e r l a c am b i a d o . Sus me j i l l as e s t aban m uy s o nr o j ada s Y s us l ab i o s a par e c í an f r e s c o s y l l e n o s d e c o l o r , s uave s y tr anquilo s. Allí había la sangre de ot ra per so na. Si hubie ra tambi én la carne, el ce rebro y la mem or ia de o t r o . . . Si h ubi e s e n po d i do l l e va r s e s u c e r e br o a l a l a van de r í a , p ar a va c i a r l e l o s bo l s i l l o s y l i mpi ar l o a f o ndo , devol vié ndo lo c o mo nuevo a l a mañana siguie nte .. . Si _____.. . H e go t up and put bac k t he curtains and ope ne d t he wi ndo ws wi de to le t t he ni ght air in. It was two o ’c loc k i n t he mo rni ng. Was i t o nl y an ho ur ago , Cl ar i s s e Mc Cle llan in the st ree t, and him co ming i n, and t he dar k roo m and hi s f oot kicking the l itt le cr yst al bo t t l e ? O nl y an h o ur, but t he wo r l d h ad m e l t e d d o wn a nd sprung up in a new and co lourle ss for m. Montag se incorporó y echó a un lado las sábanas y abrió la ventana de par en par par a que entrase el aire de la noche. Eran las dos de la mañana. ¿Clarisse McClellan en la cal le y él de vuelt a en cas a y la habi t ac ió n o sc ur a y e l pi e que golpeaba la botellita de cristal sólo una hora antes? Sólo una hora, pero el m undo s e habí a fundido y se había alzado otra vez con una forma nueva y descolorida. Mont a g s e l e vant ó, de sc or ri ó la s c or t ina s y abr ió la s ve nt a nas de pa r e n pa r pa r a de j a r e n t r a r e l a i r e n o c t u r n o . E r a n l a s d o s de l a madrugada. ¿Eraposiblequesólohubieratranscurrido una hora desde que encontró a Clarisse McClellan en la calle, que él había entrado para encontrar la habitación oscura, desde que su pie había golpeado la botellita de cris tal ? S ól o u na ho r a , p e r o e l mundo se había der rumbado y vuel to a cons t i tui r s e c on una f or m a nue va e i ncol ora . Unas r i s i t as c r uzar o n e l j ar dí n c o l o r e ad o po r l a l un a de s de l a c as a de Cl ar i s s e y s us padr e s y e l t í o que s o nr e í a, t an t r anqui l o y t an s e r i o . Aque l l as r i s as , s o br e t o d o , e r an c ál i das y ac o ge do r as y nada f o r zadas ; y ve n í a n d e u n a c a s a t a n br i l l ant e m e nt e i l um i nada a e s a h o r a d e l a n o c h e e n q ue l a s o t r as c as as s e r e c o ge n a o s c ur as e n s í m i s m as . M o nt ag o yó l a s vo c e s q ue ha b l a b an , habl aban, hab l aban, daban, h a bl a b a n , t e j í a n y vo l ví an a t e j e r s u t e l a hi pnó t i c a. De la casa de Clarisse, por encima M césped iluminado por el claro de luna, llegó el eco de unas risas; la de Clarisse, la de sus padres y la del tío que s onre ía t an s os egado y ávidamente. Por encima de todo, sus risas eran tranquilas y vehementes, j am ás f or zadas, y pro ce dí an de aque ll a casa t an bri ll ante me nt e il um inada a avanzada ho ra de la noche, en tanto que todas las demás e st aban c er radas en s í mi sm as , rodeadas de oscuridad. Montag oyó las voces que hablaban, hablaban, te ji endo y vol vi endo a t ej er s u hipnótica tela. M o nt ag s al i ó po r l a vent ana bal có n y cr uzó el j ar dí n, c as i si n dar s e c ue nt a. S e de t uvo e n l a s o m br a, a nt e l a c a s a d e l a s vo c e s , pe ns an d o qu e po dí a l la ma r a la p u e r ta y d e c ir : «Dé je nm e entr ar. No dir é nada. Quie ro e sc uc har un po co . ¿Qué es taban di ci endo ? Montag salió po r el ventana¡ y at r ave s ó e l c é s pe d, s i n dar s e cuenta de lo que hacía. Permaneció e n l a s om br a, f r e nt e a l a c as a i l um i nada, pe ns ando que podí a llamar a la pue rta y susurrar: «Dejadrne pasar. No diré nada. Sólo deseo escuchar. ¿De qué estáis hablando?» Pero se quedó allí, muy frío, con el rostro como una máscara de hielo esc uchando la voz de un hom bre ( ¿e l t í o ?) que habl aba pausadamente: Pero, en vez de ello, permaneció inmóvil, muy frío Con e1 rostro convertido en una máscara de hielo, escuchando una voz de hombre —¿la del tío? — que hablaba con tono sosegado: “Well , aft er al l, thi s is the age 75 —Bueno, al fin y al cabo, ésta es o f t he di s po s abl e ti s s ue . Bl o w la época de los tejidos disponibles. yo ur nos e on a pers on, wad the m, Suénate las narices en una persona, f l us h t he m aw ay, r e ac h f o r e nsúc i al a, ave rgüé nzal a. Bus c a —Bueno, al fin y al cabo, ésta es la era del tejido disponible. Dale un bufido a una perso na, atác ala, ahuyé nt ala, lo c al i za o tr a, bufa, La ugh t e r bl e w ac r o s s t he m o o n- c o l o ur e d l awn f r o m t he ho use of Clar iss e and he r f ather and m o the r and t he unc l e who s m i l e d s o q ui e t l y a nd s o e a r ne s t l y. Abo ve al l , t he i r laught er was r elaxe d and he ar ty an d n o t f o r c e d i n a ny wa y, co ming f rom the house that was so bri ght ly l it this late at night whil e all the other ho us es we re ke pt t o them se lve s in dar knes s. Mo ntag heard the vo ice s tal king, t al ki ng, talking, giving, t al ki ng, we avi ng, r e we avi ng t he i r hypno tic we b. Mo ntag moved out t hro ugh t he fr enc h w i ndow s and c ros se d t he lawn, without even thinking o f i t. H e s t o o d o ut s i d e t he t a l ki ng ho use in the shado ws, thi nki ng he mi ght even tap o n t hei r doo r and whispe r, “Let me com e in. I won’t say anything. I just want t o l iste n. What is it yo u’r e s aying?” 30 35 40 45 50 55 60 65 But i ns t e ad he s t o o d t he r e , ve r y c o l d, hi s f ac e a m as k o f 70 i c e , l i s t e ning t o a m an’s vo i c e ( t he unc l e ?) m o vi ng al o ng at an e as y pac e : 13 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda an o t h e r , b l o w, w ad, f l us h. Eve ryone us ing ever yo ne e ls e’s co att ai ls. Ho w are yo u s uppos ed to ro ot for the hom e t eam when yo u don’t eve n have a pr ogram me o r kn o w t he na m e s ? Fo r t h at m at te r, what co l our je rs eys ar e they weari ng as the y t ro t o ut on to t he fie ld?” tr. de Alfredo Crespo otro, suénate, ensucia, avergüenza. To dos ut i l izan e l bo r de de l a c haquet a de l os dem ás . ¿Cóm o pue de s aplaudir al e quipo lo cal c uando ni si qui e ra t i e nes un programa ni conoces los nombres? A propósito, ¿de qué color eran las c am is e t as cuando s al i e r on al campo? ataca, ahuye nt a. Todo e l mundo utiliza las faldas de todo el mundo. ¿Cómo puede esperarse que uno se e nc ari ñe por el e qui po de c as a c uando ni s i quie r a s e t i e ne un pr o gr am a o s e c o no c e n l o s nombres? Por cierto, ¿qué colores de camiseta llevan cuando salen al cam po? M o n t a g vo l vi ó a s u c a s a , d e j ó l a ve n t a n a a b i e r t a , e x am i nó a M il dr e d, l e ar re gl ó cuidado sam ent e l a ropa de cam a, y lue go se ac ost ó con la luz de la luna en las m eji ll as y l as ar rugas de la fr ent e; y lo s o jos de sti lar on la luz de la luna y la co nvirt ier on en una cat arata de pl at a. Mo nt ag reg re só a su c a s a , d e j ó a bi e r t a l a ve n t a co mp ro b ó el es tad o de Mi ldred, la ar ro pó cu idado sam ent e y, de s p ué s , s e t u mb ó b aj o e l c l ar o d e l un a, qu e f o r ma ba un a cas cada de p lat a en c a da un o de s u s o j o s . Una gota de lluvia. Clarisse. Otra gota. Mildred. Una tercera. El tío. Una cuarta. El incendio de esta noche. Una, Clarisse. Dos, Mildred. Tres, el tío. Cuatro, el incendio. Una, Mildred, dos Clarisse. Una, dos, tres, cuatro, cinco, Clarisse, Mildred, el tío, el incendio, las tabletas para dormir, el tejido disponible de los hombres, los bordes de las c haquet as, l as nar ice s, la suc iedad, la vergüenza, Cl aris se, Mi ldr ed, el tí o, el inc endio, las tabletas, los tejidos, las narices, la suciedad, la vergüenza. Uno, dos, tres, ¡uno, dos, tres!Lluvia. Tormenta. El tío que s e r í e . El t r ue no e s c al e r as abaj o . El m undo e nt e r o ane gado po r l a l l uvi a. El f ue go qu e s e a l za e n u n v o l c á n . To d o c o r r í a e n u n r í o b o r b o t e a n t e y r ugi e nt e hac i a l a m añana. U na got a de ll uvi a. Cl ar i s se . O tr a got a. Mi l dr ed. U na te r ce ra. El t ío . U na c uar t a. El f ue go e st a n o c h e . U na , Cl a r i s s e . D o s , M i l d r e d . Tr e s , t í o . C ua t r o , f ue g o . U na , M i l d r e d, do s Clar is s e. U na, do s, tr e s, c uat ro , c i nc o , Cl ar i s s e , M i l dr e d, t í o , f ue g o , t ab l e t a s s o po r í f e r as , h o m b r e s , t e j i d o d i s p o ni b l e , f al das, buf i do , at aque , r ec hazo , Cl ar i s s e , M i l dr e d, t í o , f ue go , t ab l e t a s , t e j i d o s , bu f i do , a t a qu e s , r e c h ac e . ¡U na , d o s , t re s , una, do s, t re s ! Ll uvi a. La t o r m e n t a . E l t í o r i e n do . E l t r ue no de s c e nd i e ndo de s de l o al t o . To d o e l m und o c a ye n do c o nver t i do e n ll uvi a. El f ue go as c e ndi e ndo en e l vo l c án. Todo mezclado en un estrépito ensordecedor y en un torrente,queseencaminabahaciael amanecer. “I do n ’t kno w any t hi ng a ny —Ya no sé nada —dijo Montag, mo re ,” he said, and le t a sl ee p- 45 y dejó que una tableta somnífera se lo zenge di sso lve o n his to ngue. le disolviera en la lengua. —Ya no entiendo nada de nadie — dijo Montag— Y dejó que una pastilla soporífera se disolviera en su lengua. At ni ne i n t h e m o r ni n g, A l as nue ve de l a m añana, l a Mi ldr ed’s bed was e mpt y. 50 cama de Mildred estaba vacía. A las nueve de la mañana, la cama de Mildred estaba vacía. M o n t ag go t up q ui c k l y, hi s he art pumping, and ran down t he hal l and st o pped at the kit c he n doo r. 55 Mont ag se l evantó de un s alto con el corazón en la boca, corrió al vestíbulo y se detuvo ante la puerta de la cocina. Montag se levantó apresuradamente. Su corazón latía rápidamente, corrió vestíbulo abajo y se detuvo la puerta de la cocina. To ast po ppe d o ut of the s ilver to ast er, was sei zed by a spi de ry me tal hand that dre nched it wi th me lt ed butt er. Las t o s t adas s al taban de l a tostadora de metal, y eran recogidas por una m ano me t áli c a que l as 60 untaba con queso fundido. una tostada asomó por el tostador plateado, y fue —da por una mano met álica que l a embadurnó de mantequilla derretida. M i l dr e d wa t c h e d t h e t o a s t del i ve re d t o her pl ate . She had bo th e ars plugged wi th e lec tronic be es that wer e hum ming t he ho ur away. She lo o ke d up s uddenl y, saw him , and no dde d. M il dre d m ir aba la to st ada que habí a c a í do e n s u pl at o . U nas abe j as e l ec t ró ni c as y zum bante s l e ce rr aban l os o ído s. D e pro nt o al zó l o s o j o s , vi o a M o nt ag e i nc l i nó la cabe za. Mildred contempló cómo la tostada pasabaasuplato. Teníalas orejas cubiertas conabejas electrónicas que,consususurro, ayudaban a pasar el tiempo. De pronto, la mujer levantó la mirada, vio a Montag, le saludó con la cabeza. —¿Estás bien? —preguntó Montag. —¿Estás bien? —preguntó Montag—. M i l dr e d, de s pué s de l le var durante diez años aquellos dedales en los oídos, era una experta lectora de labi o s . Vo l vi ó a i nc l i nar l a cabeza, asintiendo. Puso en marcha la tostadora para que preparase otra rodaja de pan. Mildred era experta en leer el m o vim i e nt o de l o s l abi os , a c o nse c ue nc ia de di e z años de aprendizaje con las pequeñas radios aur ic ul ar e s. Vo l vi ó a as e nt i r. Introdujo otro pedazo de pan en la tostadora. 5 10 Montag moved back to his own ho us e , l e f t t h e wi ndo w wi de , c he c ke d M i l dr e d, t uc ke d t he c over s abo ut he r c ar e full y, and then lay down wi th the moonlight 15 o n hi s c hee k- bo ne s and o n t he frowning ridges i n his brow, with the moonlight distilled in each eye to form a silver cataract there. 20 O ne d r o p o f r a i n. Cl ar i s s e . An o t h e r d r o p . M i l d r e d . A t hi r d. The unc l e . A f o ur t h. The f i re t o night . One , Cl ar i ss e . Two , M i l dr e d. Th r e e , un c l e . 25 Fo ur, f i r e , O ne , M i l dr e d, t wo , Cl ar i ss e . O ne , two , t hr e e , f o ur, f i ve , Cl ar i s s e , M i l dr e d, unc l e , f i r e , s l e e pi n g - t ab l e t s , m e n , di s po s abl e t i s s ue , c o at - t ai l s , 30 b l o w, w a d , f l u s h , C l a r i s s e , M i l dr e d, unc l e , f i r e , t ab l e t s , t i s s ue s , bl o w, w ad, f l us h. O ne , t wo , t h r e e , o n e , t wo , t h r e e ! R a i n . Th e s t o r m . The u n c l e 35 l a u g h i n g . Th u n d e r f a l l i n g do wn s t ai r s . Th e wh o l e w o r l d p o u r i n g d o w n . Th e f i r e g us hi ng u p i n a vo l c an o . A l l r u s h i n g o n d o wn a r o un d i n a 40 s po ut i ng r o ar and r i ve r i ng s t r e am t o wa r d m o r ni ng. 65 “You al l r ight?” he aske d. 70 S he was an e x pe r t at l i p - r e a di n g f r o m t e n ye ar s of appr e nti c e shi p at S e a s h e l l e a r - t h i mbl e s . She n o d d e d aga i n. Sh e s e t t he t o a s t e r c l i c k i n g a wa y a t an o t h e r pi e c e o f b r e a d. 75 14 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Mo ntag s at down. Montag se sentó. H is wif e s aid, “I do n’t kno w why I sho ul d be s o hungry.” —N o enti endo por qué t engo tanta hambre —le dijo Mildred. tr. de Alfredo Crespo Montag se sentó. Su esposa dijo: —No entiendo por qué estoy tan hambrienta. 5 “Yo u —?” —Tú. .. —Es que... “I’m hungr y . ” X —Tengo hambre. —Estoy hambrienta. “Last night,” he began. 10 —Anoche... —comenzó a decir Montag. —Anoche... —empezó a decir él—. “D i dn ’t s l e e p we l l . Fe e l t e r r i bl e , ” s he s ai d. “G o d , I’m hungr y. I c an’t figure it .” — N o do r m í bie n. M e se nt í enferma —dijo ella —. Dios, qué hambre tengo. No sé por qué. —No he dormido bien. Me siento f at al . ¡Caram ba! ¡Q ué ham br e tengo! No lo entiendo. —Anoche... —dijo Montag otra vez. —Anoche —volvió a decir él—. Mildred le miró distraídamente los labios. —¿Qué pasó anoche? Ella observó distraídamente sus labios. —¿Qué ocurrió anoche? —¿No recuerdas? —¿No lo recuerdas? 15 “Last ni ght — ” he s aid agai n. She watc hed hi s lips c asuall y. “W hat about l ast ni ght ?” 20 “D on’t you re mem ber ?” “W h at ? D i d we h ave a wi l d — ¿Q ué? ¿Tuvi mo s una fi e st a par ty or som ething? Fe el l ike I’ve alocada o algo parecido? Quizá bebí a han go ve r. G o d, I’m hu ngr y. 25 de m as i ado . D i o s , qué ham br e Who was he re ?” tengo. ¿Quiénes vinieron? “A fe w people ,” he sai d. —Unos pocos —dijo Montag. “That ’s what I t ho ught . ” She chewe d her to ast . “Sor e sto mac h, but I’m hungr y as al l - ge t - o ut . Ho pe I didn’t do anyt hi ng foo li sh at t he par ty.” 30 —Lo que pe ns aba. — Mi ldre d m o r di ó s u t o s t ada. Te ngo un malestar en el estómago, pero me siento como vacía. Espero no haber hecho nada tonto en la fiesta. _¿Qué? ¿Celebramos una juerga o algo por el estilo? Siento como una especie de jaqueca. ¡Dios, qué hambre tengo! ¿Quién estuvo aquí? —Varias personas. —Es lo que me figuraba. —Mildred mordió su tostada— Me duele el estómago, pero tengo un hambre canina. Supongo que no cometí ninguna tontería durante la fiesta. 35 “N o,” he s aid, qui etl y. —No —dijo Montag serenamente. —No —respondió él convoz queda—. The t o as t e r s pi d e r e d o ut a La to st ador a hi zo sal tar una pi ece of butte re d bread f or hi m. X t os tada _________ para M o nt ag. H e he ld i t i n hi s hand, fe e l ing 40 M o nt a g s e s i nt i ó o b l i g ado a gr ate ful. to mar la en el air e. La t o s t ado r a l e o f r e c i ó una rebanada unt ada con mantequi lla. M o nt ag al ar gó la m ano , sintiéndose agradecido. “Yo u do n’t l o o k s o yo urs el f,” said hi s wif e. — Tú t am po c o par e c e s m uy animado —dijo Mildred. —Tampoco tú pareces estar demasiado en forma —dijo su esposa— . En las últimas horas de la tarde comenzó a llover, y el mundo entero era gris_____. Montag, de pie en el ve s tí bulo , se ponía e n el brazo l a i ns i g ni a c o n l a s al am an dr a anaranj ada. Se quedó m i r an do u n r at o l a r e j i l l a d el aco nd ic i o n ad o r d e a i r e . Su muje r, e n la sal a de TV, hizo una pausa en la lectura del libreto, bastante larga como para que tuviese tiempo de alzar los ojos. —Eh—dijo—. Ese hombreestá pensando. A última hora de la tarde llovió, y todo el mundo adquirió un color gri sáceo oscuro. En el vestíbulo casa, Montag se estaba poniendo la i ns i g ni a c o n l a s al am an dr a an ar anj ad a. Le van t ó l a m i r a da ha c i a l a r e j i l l a d e l ai r e ac o n di c i o n ad o q ue había en el vestíbulo. Su esposa, exam i na nd o u n gu i ó n e n l a s al i t a, a pa r t ó la mi r a da el t ie mpo s uf i c i e nt e pa r a o b s e r var l e , —¡Eh! —dijo—. ¡El hombre está pensando! —Sí —dijo Montag —. Quiero hablar contigo. —Calló un momento. Te tornaste todas las píldoras de l frasco anoche. —Sí —dijo él—. Quería hablarte. —H izo una paus a— . Anoc he , te to mast e t odas las píldo ras de tu botellita de somníferos. —Oh, no, yo nunca haría eso — replicó Mildred, sorprendida. —¡Oh, jamás haría eso! —replicó ella, sorprendida hot 45 I n t he l at e a f t e r n o o n i t r a i ne d a n d t h e e nt i r e wo r l d w as dark gr ey. He s to od i n the hal l of his house , putting on his badge wi th the orange salamander bur ni ng ac r o s s i t . H e s t o o d l o o ki ng up at t he ai r c o ndi t i o ni ng ve n t i n t he ha l l f o r a l o ng t i m e . H i s wi f e i n t he TV par l o ur paus e d l o ng e no ugh f r om re adi ng he r s cri pt to gl an c e up. “He y, ” she s ai d. “The m an ’s t hi nk i n g !” 50 55 60 “Ye s , ” h e s a i d . “I w a n t e d t o t al k t o yo u.” He paus e d. “ Yo u t o o k a l l t h e p i l l s i n y our bot tle last ni ght .” 65 “Oh, I wo ul dn’t do t hat, ” she said, surpr ise d. “The bo ttl e was em pty.” —El frasco estaba vacío. —El frasquito estaba vacío. 70 “I wo u l dn’ t do a t hi n g l i ke that. W hy would I do a thi ng li ke that?” she as ke d. —Nunca haría nada s emejante. ¿Po r qué i ba a hac e rl o ? — dij o Mildred. — Yo no har í a una c o s a c o m o é s a, ¿P o r qu é t e dr í a que habe r l o he c ho ? “M aybe you to ok two pi ll s and 75 —Quizá tomaste dos píldoras y f or go t and t oo k t wo m o re , and te olvidaste y tomaste otras dos y fo rgo t again and t ook two mor e, te olvidaste otra vez y tomaste otras and wer e s o dopy you kept right dos, y al fin est abas tan m arcada —Quizá te tomaste dos píldoras, lo olvidaste, volviste a tomar otras dos, y así sucesivamente hasta quedar tan aturdida que seguiste tomándolas 15 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda on until yo u had t hir ty or for ty of them in you.” “H eck,” she s aid, “what would I want to go and do a s ill y t hi ng li ke that for ?” 5 “I do n’t know,” he sai d. tr. de Alfredo Crespo que seguiste así hasta tomar treinta o cuarenta. mecánicamente hasta tragar treinta o cuarenta de ellas. —¿Y para hace r una tonta? —Cuentos —dijo ella—. ¿Por qué podría haber querido hacer semejante tontería? qué iba a co s a t an —N o sé . —No lo sé. S h e w a s q u i t e o b vi o u s l y 10 Era evidente que Mildred estaba w a i t i n g f o r h i m t o g o . esperando a que Montag se marchase. “I d i dn ’ t d o t h at , ” s h e s a i d . —Nunca hice eso —dijo —. Nunca “Ne ver i n a bi ll i on year s. ” lo haría. Ni en un millón de años. Era evidente que Mildred estaba esperando a que Montag se marchase. —No lo he hecho —insistió lamujer— . No lo haría ni en un millón de años. “Al l r i ght i f y o u s ay s o , ” he s ai d. —Muy bien, si tú lo dices —dijo Montag. —M uy bien. P ues to que tú lo dices... ___________________________ Mildred volvió a su libreto. —Eso es lo que dice la señora. Ellase concentró de nuevo enel guión. “W hat ’s on thi s aft ernoon?” he as ke d t ire dl y. — ¿Q ué hay es t a t ar de ? — preguntó Montag, cansado. —¿Qué dan esta tarde? —preguntó Montag con tono aburrido—. She di dn’t l o ok up f r o m h e r s c r i p t a g a i n . 25 “We ll , t hi s i s a play c o m es o n t he wal l - t o - wall c i r c ui t i n t e n m i nu t e s . The y m ai l e d m e m y p a r t t hi s m o r n i ng . I s e n t i n s o m e bo x- t ops . They wr i t e t he 30 s c r i pt wi t h o ne par t m i s s i n g. I t ’s a n e w i de a . Th e h o m e m ake r, that ’s m e , is t he m i s si ng par t . W he n i t c o m e s t i m e f o r t he m i s s i ng l i ne s , the y al l l o o k 35 at me o ut o f t he t hre e wal l s and I say the lines: H ere, for instance, the man says, ‘W hat do you think of this whole ide a, Helen?’ And he looks at me s i t t i ng he r e c e n t r e 40 s t a ge , s e e ? A nd I s ay, I s a y — ” S he p aus e d and r an he r f i n ge r u nde r a l i n e i n t he s c r i pt . “ ‘I t hi nk t hat ’s f i n e !’ And t he n t he y go o n w i t h t he 45 p l a y u n t i l h e s a ys , ‘ D o y o u ag r e e t o t ha t , H e l e n ! ’ a n d I s a y, ‘ I s u r e d o ! ’ I s n ’ t t h a t f un, Guy?” Mi ldred no volvió a al zar l os ojos del libreto. — Bue no , e s una o br a que comenzará dentro de diez minutos en el circuito pared—a—pared. Me enviaron mi parte por correo esta m añana. Envi é var i as t apas de cajas. Escriben e l libreto dejando una parte en blanco. Es una nueva idea. La mujer en el hogar, es decir yo, e s la par te que f alta. Cuando llega el momento , todos me miran desde las tres paredes y yo digo mi par t e . Aquí , p o r e j e m pl o , e l hombre dice: «¿Qué te parece esta nueva idea, Hele n?» Y me m ira a m í , se nt ada aquí e n m e dio de l e s c e nari o , ¿c o m pr e ndes ? Y yo di go, digo.. . —M ildred hizo una paus a y subrayó c on el dedo un pas aj e de l l i br e t o —: «¡Magníf ic o!» Y entonces siguen con la pieza hasta que él dice: «¿Estás de acuerdo con esto, Helen?», y yo digo: «¡P or s upue st o! ¿No e s divertido, Guy ». Mildred vol vi ó a mirarle. —Bueno, se trata de una obra que transmitirán en circuito moral dentro de diez minutos. Esta mañana me han enviado mi papel por correo. Yo les había enviado varias tapas de cajas. Ellos escriben el guión con un papel e n bl anco . Se tr ata de una nueva idea. La concursante, o sea yo, ha de recitar ese papel. Cuando llega el momento de decir las líneas que faltan, todos me miran desde las tres paredes, y yo les digo. Aquí, por ejemplo, el hombre dice: «¿Qué te parece esta idea, Helen?» Y me mira mientras yo estoy sentada aquí en el centro del escenario, ¿comprendes? Y yo replico, replico... –Hizo una pausa y, con el dedo, buscó una línea del gui ó n— . «¡Cre o que e s estupenda!» Y así continúan con la obra hasta que él dice: «¿Está de acuerdo con e sto, Helen?», y yo «¡Claro que s í!» ¿Ver dad que es divertido, Guy? Montag miraba a Mildred desde el vestíbulo. El permaneció en el vestíbulo, mirándola. —Por supuesto, muy di vertido —dijo Mildred. —Desde luego, lo es —prosiguió ella—. 15 “That ’s what t he l ady s ai d. ” X She t urned bac k to her sc ript. 20 50 He stood i n l o o ki ng at he r. “I t ’s said. sure the hall f un,” she 55 “W hat’s t he play abo ut ?” —¿De qué trata la pieza? “I j u s t t o l d y o u . The r e a r e t h e s e pe o p l e n am e d B o b a nd Rut h and He le n. ” 60 “O h . ” — Ac a b o d e d e c í r t e l o . H a y u na g e n t e l l am a d a B o b y R ut h y H e l e n . —O h. —¿De qué trata la obra? — Ac abo de de c í r te l o . Es t án e s as p e r s o na s l l am ad as B o b , Rut h y He l en. —¡Oh! “It ’s re all y f un. It ’l l be e ve n 65 mo re fun when we can affo rd to have t he f o ur t h wall i ns t all e d. Ho w lo ng you fi gure bef or e we s ave up and ge t t he f our th wal l to rn out and a fourth wall -TV put 70 i n ? I t ’s o nl y t w o t ho us a nd do llars .” —Es r eal mente dive rti do. Se rá m á s di ve r t i do t o da ví a c uan do t e nga m o s l a c ua r t a pa r e d. ¿Cuánto tie mpo pasará, te parec e, ante s de que po dam os ahorr ar y ec har abaj o l a otr a par ed y poner una nue va de M. Só lo cue st a dos mi l dól are s. — Es muy di s tr aída. Y aún l o s e r á m á s c ua n d o p o d a m o s i ns t alar t e l evi si ó n e n l a c uart a p ar e d. ¿ Cu á nt o c r e e s qu e t a r d ar e m o s a ho r a p ar a po de r s us t i tui r e s a par e d po r o tr a co n t el e vi s i ón? Só lo c ue s ta do s mi l dól ar es . “That’s one-third of my yearly pay.” —Un tercio de mi salario anual. —Eso es un tercio de mi sueldo anual. —Sólo cuesta dos mil dólares — repitió Mildred, Y creo que alguna ve z de be r í as pe ns ar e n m í. Si —Sólo cuesta dos mil dólares — repitió ella—. Y creo que alguna vez deberías tenerme ciertaconsideración. Si 75 “It’s only two thousand dollars,” she r epl ied. “And I s hould thi nk you’d consider m e sometimes. If 16 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda we had a fourth wall, why it’d be just like this ro om wasn’t ours at all, but all kinds of exotic people’s rooms. We could do without a few things.” “We’re alre ady do ing wit ho ut a few t hings to pay f or the t hi rd wa l l . I t w as pu t i n o nl y t wo mo nt hs ago , rem ember ?” tr. de Alfredo Crespo 5 instalásemos una cuarta pared, sería casi como si este cuarto no fuese nuestro, sino de toda clase de gente rara. Podemos privarnos de algunas cosas. tuviésemos la cuarta pared... ¡Oh! Sería como si esta sala ya no fuera nuestra en absoluto, sino que perteneciera a toda clase de gente exótica. Podríamos pasarnos de algunas cosas. 10 —Ya nos est amos privando de algunas cosas para pagar la tercera pared. La instalamos hace sólo dos meses, ¿recuerdas? —Ya no s est am os pasando de algunas para pagar la tercera pared. Sól o hace do s me s es que l a instalamos. ¿Recuerdas? —¿Hace tan poco? —Mildred se quedó mirándolo un rato —. Bueno, adiós, querido. —¿Tan poco tiempo hace? —se lo quedó mirando durante un buen rato—. Bueno, adiós. — Adió s — di jo M o nt ag. Se det uvo y se volvió —. ¿Tiene un final feliz? —Adiós —dijo é l. Se detuvo y se volvió hacia s u mujer—. ¿Tiene un final feliz? —No he llegado ahí todavía. —Aún no he terminado de leerla. “Is t hat al l i t was ?” She s at l o o ki ng at hi m f o r a l o ng mo ment. “Well , goo d-bye, dear.” 15 “G o o d - b ye , ” h e s ai d. H e st oppe d and t urned around. “Do es it have a happy ending?” “I have n’t re ad that far.” 20 H e wal ke d o ve r, r e ad t he l as t page , no dde d , f o l de d t he s c r i p t , and han de d i t ba c k t o h e r . H e wa l k e d o u t o f t h e ho us e i nt o t he r ai n. 25 M o ntag s e ade l antó , l e yó l a úl t im a página, hizo un si gno afirmativo, dobló el libreto, y se lo devol vi ó a Mi ldr ed. Sali ó de l a casa, a la lluvia. M o nt ag s e ac e r c ó , l e yó últ i m a pági na, as i nt i ó , dobl ó g ui ó n y s e l o de vo l vi ó Mil dre d. Sali ó de c as a y ade ntr ó en la ll uvia. la el a se La ll uvia e ra aho ra m uy f ina y l a m u c ha c ha c a m i nab a p o r e l c entr o de l a ac er a co n la c abeza l e van t a da y u na s p o c a s go t as s o br e e l r o s t r o . Cuando vi o a Mo nt ag, so nr ió . El aguac ero i ba am ainando, y la muc hacha andaba por el c entro de l a ac e r a, c o n la c abeza e c hada hac ia atrás par a que las go tas le cayeran en el rostr o. Cuando vio a Montag, sonrió. *** 30 The r ai n was t hi nn i ng a way and t he gi r l was wal king i n the ce nt re o f the sidewal k wi th her he ad up and t he fe w dro ps fal li ng on he r f ac e. She sm ile d whe n s he 35 saw Montag. “He ll o!” —¡Hola! H e s ai d he l lo and t hen s ai d, 40 Mont ag dijo hola y añadi ó: — “W hat are you up t o now?” ¿Qué haces hoy? “ I’ m s t i l l c r a z y . Th e r a i n f e e l s g o o d . I l o ve t o wal k i n i t . 45 “I do n’t t hi nk I’d l ike t hat , ” he s aid. “You mi ght if you tri ed.” 50 “I never have. ” She l ic ked he r l ips. “Rain even taste s good.” 55 “W hat do yo u do , go ar ound t r yi n g e ve r yt h i n g o nc e ?” he asked. —¡Hola! Él contestó al saludo y después, dijo: —¿Qué haces ahora? —Todavía estoy loca. La lluvia sabe bien. Me gusta caminar bajo la ll uvia. — Si go l o c a. L a l l uvi a e s agr adabl e . M e e nc ant a c am inar bajo l a ll uvia. —No creo que eso me gustase — dijo Montag. — No c r e o q u e a m í m e gus t ase . —Le gustará si lo prueba. —Quizá sí, si lo probara. —Nunca lo he hecho. —Nunca lo he hecho. Clarisse se pasó la lengua por los labios. —La lluvia tiene buen sabor. Ella se lamió los labios. —La lluvia incluso tiene buen sabor. — ¿P er o t e pas as l a vi da pr o bándo l o t o do una vez? — preguntó Montag. —¿A qué te dedicas? ¿A andar por ahí probán todo una vez? —inquirió Montag—. —A veces dos. La muchacha miró algo que tenía en la mano. —A veces, dos. La muchacha contempló algo que tenía en una mano 60 “S o m e t i m e s t wi c e . ” S h e looked at something in h e r h an d . “W h at ’ve yo u g o t t h e r e ?” he said. “I gue s s i t ’s t he l as t o f t he dan de l i o ns t hi s ye a r. I di d n’t think I’d fi nd o ne on t he lawn this late. Have you ever heard of rubbing i t unde r yo ur c hi n? Lo o k.” She t ouc he d he r c hi n wi th t he fl owe r, laughing. 65 70 —¿Qué t ienes ahí? —preguntó Montag. —Creo que es el último diente de l e ó n de e s te año . N o c r e í que pudiese encontrar uno en el jardín tan tarde. ¿Ha oído eso de pasárselo por debajo de la barbilla? Mire. La muchacha se tocó la cara con la flor, riéndose. —¿Qué llevas ahí? —Creo que es el último diente de león de este Me parecía imposible encontrar uno en el césped, avanzada la temporada. ¿No ha oído decir eso de ftotarselo contra la barbilla? Mire. Clarisse se tocó labarb illaconlaflor, riendo. 75 “W hy?” “I f it r ubs off, it 17 —¿Qué es eso? —¿Para qué? —Si que da algo en l a barbil la — Si de j a s e ñal , s i gnif i c a B’s Farenheit tr. de F. Abelenda m e an s I ’m i n lo ve . H a s it?” significa que uno está enamorado. ¿Me queda? He could hardly do anythingelse but look. tr. de Alfredo Crespo qu e e s t o y e n amo r a da, ¿ ha e n s u c i ad o ? Montag tuvo que mirar. Él sólo fue capaz de mirar. “Well ?” she s ai d. —¿Y bien? —dijo la muchacha. —¿Qué? —preguntó ella “You’re ye llo w under there .” —Estás toda amarilla ahí abajo. —Te has manchado de amarillo. 5 “ F i n e ! L e t ’s n o w. ” t r y y o u 10 “It won’t wor k f or me .” —¡M agníf ico! Vamos a pro bar con usted ahora. —No servirá conmigo. “ H e r e . ” B e f o r e h e c o u l d 15 m o ve sh e h ad pu t th e d an d e l i o n un d e r hi s c h i n . H e dr ew back an d sh e l au gh e d . “Ho l d s t i l l ! ” —¡Estupendo! Probemos ahora con usted. Conmigo no dará resultado. —Veamos. —Antes de que Montag pudiera moverse la muchacha le había puesto la flor bajo la barbilla. Montag dio un paso atrás y la muchacha se rió.— ¡No se mueva! —Venga. —Antes de que Montag hubiese podido moverse la muchacha le puso e l diente de león bajo la barbilla. Él se echó hacia atrás y ella rió—. ¡Estése quieto! Miró bajo la barbilla de Montag y frunció el ceño. Atisbó bajo la barbillade él y frunció el ceño. 20 She peer ed under hi s c hi n and fr owne d. “Well ?” he sai d. —¿Y bien? —preguntó Montag. —¿Qué? —dijo Montag—. 25 “W hat a s h am e , ” s h e s ai d. “You’re no t i n love wit h anyo ne .” —Qué lástima —dijo Clarisse — . No está enamorado de nadie. “Yes , I am !” —¡Qué vergüenza! enamorado de nadie. No está —¡Sí que lo estoy! —¡Sí que lo estoy! —No se ve nada. —Pues no aparece ninguna señal. 30 “It does n’t s how.” “I am l o ve !” He up a fac e b u t t he r e am!” ve r y m uc h i n — ¡Est o y e nam o r ado , m uy t r i e d t o c o n j u r e e namo r ado ! — M o nt ag t r ató de t o f i t t h e w o r d s , 35 poner una cara que armonizase con w a s n o f a c e . “ I las palabras, pero no había cara. — ¡Estoy enamorado! “Oh please don’t look that way.” —Oh, por favor, no se ponga así. — ¡Est o y m uy e nam o r ado ! — M o n t a g t r a t ó d e e vo c a r u n r o s t r o q ue e n c aj a r a c o n s u s pal abr as , pe ro no l o e nco nt r ó — . ¡Sí que l o es t o y! —¡Oh, por favor, nome mire de esta manera! 40 “It’s that dandelion,” he said. “You’ve used it all up on yourself. That’s why it won’t work for me.” —Es e s a fl o r. Pr i me r o l a us as t e c o nt i go . P o r e s o no m e h a h e c ho n ad a . —Es el diente de león —replicó él— . Lo has gastado todo contigo. Por eso no ha dado resultado en mí. “O f co ur s e , t hat m us t be i t . 45 — C l a r o . A s í t i e ne q ue s e r. O h, now I’ve upse t you, I can se e O h , a h o r a e s t á e n o j a d o . L o I have ; I’m so r ry, r e al ly I am. ” s i e n t o . Lo s i e n t o de ve r a s . She t ouched his e lbow. Lamuchacha tocó el codo de Montag. —C laro, debe de ser e st o. ¡Oh! Ahor a, l e he e no jado . Ya l o veo . Lo s ie nt o, de ve rdad. La muchacha le tocó en un codo. “N o , no , ” he s a i d, qui c kl y, 50 —No, no —dijo Montag rápidamente, “I’m all ri ght .” apartándose —. Estoy bien. —No, no —se apresuró adecir él—. No me ocurre absolutamente nada. “I’ve go t to be goi ng, s o say —Tengo que irme, así que antes yo u f orgive m e. I don’t want you dígame que me perdona. No quiero angry wi th me .” 55 que se enoje conmigo. —He de m archarme. Diga que me per dona. N o quier o que es té enojado conmigo. “I’m no t angr y. Upset , yes .” —No estoy enojado. Un poco molesto, sí. —No estoy enojado. Alterado, sí. “I ’ve g o t t o go t o s e e m y — Te n go qu e i r a ve r a m i ps ychiat ris t now. They make me 60 p s i q u i at r a . M e o b l i g an a i r . go . I m ade up t hi ngs t o s ay. I Invent o c o sas par a de c i r l e. N o do n’t know what he thi nks o f m e. s é qué pi e ns a de mí . D i c e que H e s ays I’m a re gular oni o n! I s o y r e al m e nt e una c e bo l l a. Le ke ep hi m bus y peel ing away t he hago pas ar l as ho r as s ac ándo m e layers .” 65 c apas . — Aho ra he de i r a ve r a m i ps i qui at r a. M e o bl i gan a i r. Invento cosas que decirl e. Ignoro lo que pens ar á de m í ¡Di ce que soy una cebol la muy original! Le tengo oc upado pelando c apa t ras capa. “I’m inc l ine d t o be l i eve yo u ne e d t h e p s yc hi at r i s t , ” s a i d Mo nt ag. —Me siento inclinado a creer que nece sitas a ese psiqui atra — dijo Montag—. — Sí , pi e ns o que ne ce s it as de ve r a s u n p s i q u i at r a — d i j o M o nt ag. 70 “You do n’t m ean that .” —No lo dice en serio. H e t o o k a b r e at h an d l e t it out and at last said, “N o, I don’t mean t hat .” 75 “The psychiatris t wants to know why I go out and hike around in the 18 —No lo piensa en serio. M o ntag r e tuvo e l al i e nto un instante, y luego dijo: —No, no lo digo en serio. Él inspiró profundamente, soltó el aire y, por último dijo: —No, no lo pienso en serio. — El ps i quiat r a qui e r e sabe r por qué m e gust a andar po r lo s —El psiquiatra quiere saber por qué salgo a pasear por el bosque, a B’s Farenheit tr. de F. Abelenda fo re st s and watc h the bi rds and collec t butterfli es. I’ll show you my collection some day.” “Go o d. ” bo s que s y m i r ar l o s páj ar o s y co lec cio nar m ari pos as. U n día le mo straré mi c ole cció n. 5 “They want to know what I do wit h all my ti me. I tell them t hat s o m e t i m e s I j us t s i t and t hi nk. B ut I w o n ’ t t e l l t h e m w h a t . 10 I ’ve got t he m running. And sometimes, I tell them, I like to put my head back, like this, and let the rain fall into my mouth. It tastes just like wine. Have you ever tried it?” 15 “N o I —” “Yo u ha v e haven’t yo u?” —Bueno. —Q uie ren saber qué hago c on m i t i em p o . L e s d i g o q u e a ve c e s m e s i e n t o y p i e n s o . P e r o n o l e s d i go q ué . Pondrían el grito en las nubes . Ya veces les digo que me gusta echar la cabeza hacia atrás, así, y dejar que la lluvia me entre en la boca. Sabe a vino. ¿Lo probó alguna vez? —No, yo... f o r g i ve n me, tr. de Alfredo Crespo o bs e r var a l o s páj ar o s y a coleccionar mariposas. Un día, le enseñaré mi colección. —Bueno. —Quieren saber lo que hago a cada momento. les digo que a veces me limito a estar sentada y a pensar. Pero no quiero decirles sobre qué. Echarían a correr. Y, a veces, les digo, me gusta echar la cabeza hacia atrás, así, y dejar que la lluvia caiga en mi boca. Sabe a vi no. ¿Lo ha probado alguna vez? —No, yo... 20 — M e ha pe r donado , ¿no e s cierto? — M e ha pe r do nado ust e d, ¿ver dad? “Ye s . ” H e t ho ught abo ut i t . “Ye s , I have . G o d kno ws why. Yo u’r e pe c ul i ar, y o u’ r e aggr avati ng, ye t yo u’r e e as y t o 25 f o r gi ve . Yo u s ay y o u’ r e se ve nt ee n?” —Sí. —Mo ntag re fle xio nó un momento — Sí. Te he perdonado. Dios sabe por qué. Eres rara, eres i r r it ant e , y s e t e pe r do na c o n f ac il i dad. ¿D i c e s que t ie ne s diecisiete años? — Sí —M o ntag m e di t ó s o br e aquello—. Si, te perdonado. Dios sabrá por qué. Eres extraña, eres irri tante y, sin embargo , es f ácil per donart e . ¿Di c e s que ti e ne s diecisiete años? “Well — ne xt mo nth.” —Bueno, el mes que viene. —Bueno, los cumpliréel mes próximo. 30 “H o w o d d . H o w s t r a n g e . An d m y wi f e t h i r t y a n d y e t yo u s eem so much older at t i m e s . I c an’t ge t o ver i t. ” — Q ué r ar o . Q u é e xt r año . Y m i muj er ti ene t r ei nt a, y a ve ce s t ú m e pa r e c e s m uc h o m a yo r. N o c ons i go ent e nde r lo . —Es cur ioso. Mi espos a tiene treinta y, sin embargo, hay momentos en que pareces mucho mayor ella. No acabo de entenderlo. — U st e d e s tam bié n bas t ant e raro, señor Montag. A veces hasta olvido que es un bombero. Bueno, ¿puedo enojarlo otra vez? —También usted es extraño, Mr. Montag. A veces, hasta olvido que es bombero. Ahora, ¿puedo encolerizarle de nuevo? 35 “You’re pec uli ar yo urs elf , M r. Mo ntag. Som eti mes I eve n f orget yo u’r e a f i r e m an. N o w, m ay I make yo u angry again?” 40 “Go ahead. ” —Adelante. “How did it start? How did you get into it? How did you pick your wor k and how did you happen to 45 t hi nk t o take t he jo b yo u have ? You’re not like the others. I’ve seen a few; I know. When I talk, you look at me. When I said something about the moon, you looked at the moon, 50 last night. The others would never do that. The others would walk off and leave me talking. Or threaten me. No one has time any more for anyone else. You’re one of the few 55 who put up with me. That’s why I t hi nk i t ’s s o s t r ange yo u’r e a fireman, it just doesn’t seem right for you, somehow.” —Adelante. — ¿ C ó m o e m pe z ó ? ¿ C ó m o s e me ti ó e n es o ? ¿Cómo e l i g i ó s u t r ab a j o ? U s t e d n o e s c o m o l o s o t r o s . H e vi s t o u n o s p o c o s . C u an d o h ab l o , us t e d m e m i r a. Cuando di je al go de l a l una, us t e d m i r ó l a l una, ano che. Lo s ot ro s nunca har ían e s o . Lo s o t r o s s e g ui r í an s u c am ino y me dej ar ían habl ando . O me ame nazarí an. N adi e t i ene tie mpo para nadi e. U sted es uno de l os po co s que m e han hec ho cas o. Po r eso me parece tan r aro que sea un bo mbero . Es algo que de algún modo no par ec e hec ho par a ust ed. —¿Có mo empezó eso? ¿Cómo intervino usted? ¿Cómo escogió su trabajo y cómo se le ocurrió buscar empleo que tiene? Usted no es como los demás. He visto a unos cuantos. Lo sé. Cuando hablo, usted me mira Anoche, cuando dije algo sobre la luna, usted la miró. Los otros nunca harían eso. Los otros se alejarían, dejándome con la palabra en la boca. O me amenazarían. Nadie tiene ya tiempo para nadie. Usted es uno de pocos que congenian conmigo. Por eso pienso que tan extraño que sea usted bombero. Porque la verdad que no parece un trabajo indicado para usted. Mo ntag si nti ó que el cuer po se l e di vi dí a en una part e fr ía y o tr a c al ie nt e, una dur a y o tr a bl anda, una te m bl o ro s a y o tr a f i rm e , y que las do s mi tade s se t ri turaban entr e sí . M o nt ag s i nt i ó que s u c ue r po s e di vi d í a e n c al o r y f r i al d ad, e n s uavi dad y dur e za, e n t e m bl o r y f i r me z a am bas mi t ade s s e f u ndí a n l a una c o n t r a l a o t r a. —Será mejor que vayas a tu cita —dijo. —Será mejor que acudas a tu cita —dijo, por fin—. Y la muchacha echó a correr, y Montag se quedó allí, de pie bajo la lluvia. Sólo se movió después de un tiempo. Y e ll a se ale jó c or ri endo y l e de jó pl ant ado al l í , baj o l l uvi a. M o nt ag t ar dó u n bue n r at o e n m over se . Y e nt onc es , muy l ent am ente , mientras caminaba, echó la cabeza hacia atrás bajo la lluvia, sólo un Y luego , muy l entam ente, s in dej ar de andar, levantó el rost ro hac ia l a l luvi a, s ó l o por un 60 He fe lt his bo dy di vide i tse lf into a hot nes s and a c ol dne ss, a s o f t n e s s a nd a h ar d ne s s , a t r em bl ing and a no t t r em bl ing, the t wo halve s grinding one upon the o the r. 65 “Yo u’d be tt e r run o n t o your appo int ment, ” he s ai d. 70 An d s h e r a n o f f a n d l e f t h i m s t a nd i n g t he r e i n t h e r ai n. O n l y af t e r a l o n g t i m e d i d h e m o ve . 75 And t he n, ver y sl o wl y, as he walke d, he ti lte d his he ad back in the r ai n, for j ust a fe w m ome nt s, 19 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo and o pened hi s m out h… instante, y abrió la boca... momento, y abrió la boca... The M ec hani c al H ound s l ept but did not sle ep, li ved but did not live in i ts gently humming, gently X5 vibrating, softly illuminated kennel bac k i n a dar k c o r ne r o f th e f ir ehouse . The dim l ight o f one i n t he m o r ni ng, t he m o o nl i ght f r o m t h e o p e n s ky f r a m e d 10 t hr o u gh t he g r e a t wi nd o w, t o uc he d he r e and t he r e on t he br as s and the c opper and the s teel o f t he f ai nt l y t r em bl i ng be as t . Li ght fl i c ke re d on bit s o f ruby 15 gl as s and on s ensi ti ve c apil lary ha i r s i n t he nyl o n- br us h e d no s t r i l s o f t he c r e at ur e t h at qui ver e d gent ly, ge ntl y, gent ly, its eight le gs spi dered under it on 20 rubber -padde d paws . El Sabues o Me c ánic o do rm ía, pe r o no do r m í a, vi ví a pe r o no vivía e n s u c as i l l a s uave m ent e i lumi nada, le ve me nt e zumbante , l evem ente vibrant e, e n un r incó n del o sc ur o cuar t el de bo mber os . La pá l i d a l uz d e l a u na de l a m añana, l a l uz l unar de l c i e l o e nm ar c a do p o r e l ve nt an al , t oc aba aquí y all á e l br once y e l c obre y e l ace ro de la be st ia . La luz se r ef le jaba en los cr is tal es rojizos y en los s ensibles cabellos de las nar i c e s de nyl o n de l a criatura, que temblaba débil ment e, __ __ ___ _ ___ __ _ _ __ ___ __ __ con las ocho patas de garras forradas de goma recogidas bajo el cuerpo y parecidas a patas de araña. El Sabues o Me cáni co dor mí a sin dorm ir, vivía sin y ivir en el s ua ve zu m bi do , e n l a s u ave vibraci ón de la perrera débilmente iluminada, en un r inc ón os cur o de l a par t e t r as e ra de l c uart e l de bo mbe ros . La débil luz de l a una de la m adr ugada, e l c laro de luna e nm ar c ado en e l gran ve ntanal to caba alguno s punt os de l l ató n, el co bre y el ac ero de l a best ia le vem ente tem blo ro sa. La l uz se re fle jaba en por cio nes de vidr io co lo r rubí y e n se ns ible s pe lo s c a pi l ar e s , de l h o c i c o de l a c r i at ur a, q ue t e m bl aba s uave , suaveme nt e, co n sus o cho pat as de pezuñas de go m a r e c ogi das bajo el cuerpo. M o nt ag s l i d do wn t he br as s po le. He went out t o l oo k at t he ci ty and t he c lo uds had cl eare d away c o m pl e t e l y, and he l i t a ci gar et te and came back to be nd down and l oo k at t he Ho und. It was l ike a gre at be e c ome ho me fr om so me fie ld where the honey i s f ul l o f po i s o n wi l dne s s , o f insanity and nightm are , its bo dy c r am m e d wi t h t ha t o ve r - r i c h nec t ar and no w it was s l ee ping the e vi l o ut of it sel f. Montag se dejó caer por la barra de bronce. Salió a mirar la ciudad. El c i e l o e s t a ba t o t al m e nt e despejado. Encendió un cigarrillo, volvió a entrar, y se inclinó y miró al Sabueso. Se parecía a una abeja gigante sca que hubie se vuelto al hogar desde un campo de mi eles envene nadas, m iel es de lo cura y pesadilla. Con el cuerpo henchido de un néctar excesivamente rico, se vaci aba, dur m i endo , de aquel l a malignidad. Montag se deslizó por labarrade latón abajo. Se asomó a observar la ciudad, y las nubes habían desaparecido por completo; encendió un cigarrillo, retrocedió para inclinarse y mirar al Sabueso. Era como unagigantesca abeja que regresaba a la colmena desde algún campo donde la miel estállena de salvaje veneno, de insania o de pesadilla, con el cuerpo atiborrado de aquel néctar excesivamente rico, y, ahora, estaba durmiendo para eliminar de sí los humores malignos. — H o la — m ur mur ó M o nt ag, f as ci nado c om o s ie m pr e por l a bestia muerta, la bestia viva. —Hola —susurró Montag, fascinado como siempre, Por la bestia muerta, la bestia viviente —. At ni ght when things got dul l, En las noches de aburrimiento, o whic h was ever y ni ght, t he m en sea todas las noches, los hombres sli d down the br as s pol es, and set bajaban por las barras ____, y fi jaban the ti cki ng c ombinat io ns of t he l as c o mbi naci o ne s del s i s t e m a o lf act o ry sys te m of the H o und 45 o lf at ivo de l Sabue so , y s ol t aban and let loo se r ats i n the fi reho use u na s r a t as e n e l p a t i o de l ar e a- wa y, and s o m e t i m e s c uar te l , y a vec e s unos po l l os , chic kens, and som etimes cats that y a ve c e s gat o s a l o s q ue de wo ul d ha ve t o be dr o wn e d t odo s m o do s había que aho gar, an ywa y, an d t he r e w o u l d be 50 y s e a p o s t a ba a c uá l de l o s be tt ing to s ee whi ch t he H ound ga t o s , po l l o s o r a t a s c az ar í a wo ul d s e ize f i rs t . The ani mal s pri m er o el Sabue s o. Se s ol t aba we re t urne d lo ose. Thr ee s econds a l o s a ni m al es . Tre s s egundo s later t he gam e was do ne , t he rat, después el juego había concluido. cat, o r chicken c aught half acro ss 55 La r ata, gat o o poll o había si do the are a-way, gripped i n gent li ng atrapado en medio del patio, entre paws whi le a fo ur - i nc h ho ll o w unas garras suaves, y de la frente st eel ne edl e plunge d down fr om del Sabueso había salido una aguja t he pr obo s c is o f t he H o und t o hueca de diez centímetros de largo injec t m ass ive jo l ts of m orphi ne 60 que inyectaba una dosi s mortal de or pr ocaine. The paw n was then morfina o procaína. Echaban la ví cti ma to sse d i n the incinerato r. A new en el incinerador. Comenzaba otro game be gan. juego. De noche, cuando se aburría, lo que ocurría a diario los hombres se dejaban resbalar por las barras de l at ón y P o ní an e n m ar c ha l as combinaciones del sistema olfativo del Sabueso, y soltaban ratas en el área del cuartel de bomberos; otras veces, pollos, y otras, gatos que , de todos modos, hubiese n tenido que s e r ahogado s , Y s e hac í an apues t as ace r c a qué pr e sa e l Sabue s o c o ge r í a pr i m e r o . Lo s ani mal e s e ran s o lt ado s . Tr e s segundos más tarde, el fuego había te rminado , la rat a, el gato pol lo atrapado en mitad del patio, sujeto por las suave s pezuñas, mient ras una aguja hueca de diez centímetros surgía del morro del Sabueso para i nyec t ar una do si s m as iva de morfina o de procaína. La presa era ar r oj ada l ue go al inc i ne r ado r. Empezaba otra partida. Mo n t ag s t aye d ups t a i r s m o s t n i g h t s wh e n t h i s w e n t o n. The r e ha d be e n a t i m e t wo y e a r s a g o wh e n h e h a d b e t wi t h t he b e s t o f t he m , and l o s t a w e e k ’s s a l a r y a n d f a c e d M i l dr e d’s i n s ane ange r , wh i c h s h o we d i t s e l f i n v e i n s a n d bl o t c he s . Bu t no w at n i ght he l ay i n h i s bu nk, f ac e t ur ne d t o t he wal l , l i s t e ni ng t o who o ps o f l augh t e r b e l o w and t he pi ano - s t r i ng s c ur r y o f r at f e e t , t he vi o l i n s que ak i ng o f m i c e , Cuando oc ur rí a e st o, M ontag s ol ía que dars e arr iba. H ubo una vez, do s años atr ás , en que hizo una apuest a y pe rdió el sal ar io de u na s e m an a, d e b i e nd o enfre ntarse co n l a f uri a i nsana de M i l dr e d, que apa r e c í a e n s us ve nas y s u s m an c ha s r o j i za s . P e r o, aho r a, dur ante l a noc he , pe rm anecí a tum bado en s u l it er a, c o n e l r o s t r o vu e l t o ha c i a l a pare d, e sc uchando l as carc aj adas de abaj o y el r um or de las patas de l o s r o e do r e s , s e gui do s de l 25 30 35 “H e l l o , ” whi s pe r e d M o nt ag, f as c i nat e d as a l ways wi t h t he de ad beast , t he living beas t. 40 65 70 75 20 En e s as no c he s , M o nt ag s e quedaba c asi s iem pr e arr iba. En otro tiempo, dos años antes, había apo stado co n los dem ás, y había perdido el salario de una semana y desafiado la ira de Mildred, visible en venas abul tadas y manchas en e l ro s t r o . Aho r a s e pas aba l as noches en su hamaca, con la cara vuelta hacia la pared, escuchando los coros de ris as que venían de abajo, y el piano de los pies ligeros de las ratas, los chillidos de violín de los gatos, y el silencio móvil del B’s Farenheit tr. de F. Abelenda a n d t h e g r e a t s h a d o wi n g , m o t i o ne d s i l e nc e o f t he H o und l e a pi ng o ut l i ke a m o t h i n t he r aw l i gh t , f i ndi ng , ho l di ng i t s vi c t i m , i n s e r t i n g t he ne e dl e 5 and go i ng ba c k t o i t s ke nn e l X t o di e a s i f a s w i t c h had b e e n t u r ne d. 10 X Montag touched the muzzle. The H ound gro wle d. Mo ntag j umped bac k. Sabue s o , que i ba ar r o jando sombras, saltando como una polilla a la luz de una ll ama, busc ando, at r apando a s u ví c t im a e i ntr o duc ie ndo la aguja, y regr esando a mor ir a s u re fug i o como si al guien hubies e cerr ado una llave. tr. de Alfredo Crespo r ápido y si le nc io so m ovim ie nt o del Sabue so que salt aba bajo l a c r u da l uz , e nc o n t r an do , s uj e t an do a su vi c t i m a , i ns er tando la aguja y r egre sando a s u pe rr er a par a mo ri r co mo s i s e hu bi e s e da do vu e l t as a un c onmut ador. Montag tocó el hocico de la bestia. Montag tocó el hocico. El Sabueso gruñó. El Sabueso gruñó. Montag dio un salto atrás. Montag dio un salto hacia atrás. 15 cog sprocket, piñón, diente, tooth on the rim of gear wheel , (engranaje=conjunto de dientes de una máquina), ruedas dentadas Th e H o und hal f r o s e i n i t s ke nne l and l o o ke d at hi m wi t h X gr e en- bl ue ne o n li ght f l i c k e r i n g i n i t s s u d de n l y ac t i vat e d e ye bul bs . It gr o wl e d 20 again, a s t range r aspi ng c o m bi n a t i o n o f e l e c t r i c a l s i zzl e , a f r y i n g s o un d , a s c r api ng o f m e t al , a t ur ni ng o f c o g s t h at s e e m e d r u s t y a n d 25 anc ie nt wi th s us pi ci o n. El Sabue so s e inc o r por ó a medias en su casil l a y lo miró con una luz verde azulada de neón que se apagaba y encendía en los bulbos de los oj os, de pronto ac tivados. Vol vió a gruñir c o n un c ur i os o sonido estridente, mezcla de siseo eléctrico, algo que se achicharraba, raspidos de metal, y un movimiento de e ngr anajes apar e nt e me nt e oxidados y viejos de sospecha. “N o , no , bo y,” s ai d M ont ag, hi s hear t pounding. —No, no, cuidado —dijo Montag. El corazón le saltaba en el pecho. E l S a b u e s o s e l e va n t ó a m e di as e n s u pe r re r a m i ró c o n o j o s ve r d e a z u l a do s d e n e ó n q ue p a r p a de a, e n s u s g l o bo s r e p e n t i n a m e n t e a c t i va d o s . Vo l vi ó a g r u ñ i r , u n a e xt r añ a c o m bi nac i ó n de siseo e l é c t r i c o , d e pi t ar y de c hi r r i do de m e t al , un gi r ar de e ng r anaje s par e c í an o xi da do s y l l e no s de r e c e l o . —No, no, muchacho —dijo Montag—. El corazón le latió fuertemente. 30 H e s a w t h e s i l ve r n e e d l e extended upon the air an inc h, p ull b ack, exte nd, pul l bac k. The gr o wl s i m m e r e d i n t h e b e a s t a n d 35 i t l o o k e d a t hi m. Vi o l a aguj a de pl at a que as o maba, se al zaba, do s centímetros, se recogía, se alzaba, se r eco gí a o tr a vez. U n gruñi do he rví a dentr o de la bes t ia, que seguía mirando a Montag. Vio que la aguja plateada asomaba un par de centímetros, volvía aocultarse, asomaba un par de centímetros, volvía a ocultarse, asomaba, se ocultaba. El gruñido se acentuó, l a b e s t i a m i r ó a M o nt a g . Mo ntag backed up. The Hound to ok a ste p f ro m i ts ke nne l. Montag retrocedió. El Sabueso se asomó a la puerta de la casilla. Éste retrocedió. El Sabueso adelantó un paso en su perrera. Montag se tomó de la barra de bronce con una mano. La barra reaccionó, subió y llevó a Montag, serenamente, hacia arriba. Montag, estremeciéndose, con un rostro verde pálido, se dejó caer en la plataforma superior, débilmente iluminada. Allá abajo el Sabueso se había e nc ogido, r et ro ce di endo , y s e había i nc o rpor ado s obr e sus oc ho incr eíble s pat as de i nse ct o, c an t u r r e á nd o s e o t r a ve z a s í m is m o , c o n l o s m ult i f ac é t ic o s o jo s en paz. M ontag co gi ó la bar ra de me tal c o n u na m an o . La b ar r a , r eacc io nando, s e des li zó ha ci a ar riba y s ile ncio same nte , le lle vó más ar ri ba del t ec ho , dé bi lm ente i lumi nada. Es taba t em bl or os o y s u ro st ro t enía un c ol or blanc o ve rdos o. Abajo , el Sabue so había vue l t o a agazapar s e s o br e s us i nc re íble s oc ho pat as de inse ct o y vo l ví a a r o nr o n e a r pa r a s í mi smo, co n sus o jos de múl tipl es face tas en paz. M o n t a g s t o o d , l e t t i n g t h e 55 Montag esperó, i nmóvil, junto a f e ar s p as s , by t h e d r o p- h o l e . la abe rtura del piso , a que se le B e h i n d h i m , f o u r m e n a t a pas ar a e l m i e do . D e t r ás de é l c a r d t a b l e u n d e r a g r e e n - cuatro hombres sentados alrededor l i d d e d l i g h t i n t h e c o r n e r de una mesa, bajo una luz verdosa, g l a n c e d b r i e f l y b u t s a i d 60 l o mi raro n de so sl ayo , pe ro no n o t h i n g. O n l y t h e m a n w i t h dijeron nada. Só lo el hombre con t h e Cap t ai n’s h at an d t he s i gn gorra de capitán, y la insignia del o f t he P h o e n i x o n hi s hat , at f éni x e n l a gor r a, habl ó al f in, l a s t , c u r i o u s , h i s p l a y i n g curioso, sin soltar las c artas que c a r d s i n h i s t h i n ha nd, t al k e d 65 t e ní a e n l a m ano hue s uda ac r o s s t h e l o n g r o o m . X _______________________. Montag esperó junto al agujero a que se calmaran sus temores. Detrás de él, cuatro hombres jugaban a los naipes bajo una luz con pantalla verde, situada en una esquina. Los jugadores lanzaron una breve mirada a Montag, pero no dijeron nada. Sólo el hombre que llevaba el casco de capitán y el signo del cenit en el mismo, habló por último, con curiosidad, sosteniendo las cartas en una de sus m ano s , desde el otro lado de la larga habitación. 40 M o nt a g g r a b be d t he b r a s s po l e wi t h o n e han d. Th e po l e , r e a c t i ng , s l i d upwar d, and t o o k hi m t hr o ugh t he c e i l i ng, qui e t l y. H e s t e pp e d o f f i n t he hal f - l i t de c k o f t he up pe r l e ve l . H e w as t r e m b l i n g an d h i s f a c e wa s g r e e n - wh i t e . B e l o w, t h e H o u n d h a d s u n k b a c k d o wn u p o n i t s e i g h t i nc r e di b l e i n s e c t l e gs and was h um m i n g t o i t s e l f ag ai n , i t s m ul t i - f ac e t e d e y e s at pe a c e . 45 50 “M ont ag… ?” “It doesn’t like me,” said Montag. 70 “W ha t , t he H o un d?” The Captain st udi ed his c ards. X “Come of f it. It do esn’t li ke or dis l ike . It j ust ‘funct i ons . ’ It’s 75 li ke a l es son in balli sti cs . It has a traje cto ry we de cide for it . It fo llo ws through. It targe ts it sel f, 21 —¿Montag? —Montag... —No le gusto —dijo Montag. —No le gusto a ése —dijo Montag— —¿Aquién?¿Al Sabueso?—El capitán estudió los naipes que tenía en la mano. — O l ví dal o . N o t i e ne gu s t o s . Func i o na, nada m á s . Es c o m o una lec ci ón de balí sti ca. Re cor re l a tr ayec to ri a indi cada. Al pie de l a l e t r a. Apunt a, d a e n e l — ¿Q ui é n , al Sabue s o ? — El c ap i t án e s t u di ó s us n ai pe s — . Olvídate de ello. Ése no quiere ni odia. Simplemente, funciona. Es como una lecc ión de balís tica. Tiene una trayectoriaque nosotros determinamos. Él la sigue rigurosamente. Persigue el B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo hom e s i ts el f , and cut s of f . It’s o n l y c o ppe r w i r e , s t o r a ge batte ri es, and ele ctr ic ity.” blanco , y s e pa r a. Es s ó l o alambre s de co b re, b a t e r í a s y e l e c t r i c i da d . blanco, lo al c anza, y nada m ás . Só l o e s al amb r e de c o br e , baterías de carga y electricidad. M o ntag s wal lo we d.5 “It s c al c ul at o r s c an be s e t t o any c o m bi nat i o n, s o m any am i no ac i ds , s o m uc h s ul ph ur, so muc h but t e r f at and al kal i ne . Ri ght ?” 10 Montag tragó saliva. —Las calculadoras del Sabueso f unci o nan co n c ual qui e r combinación, tantos aminoácidos, tant os sulfuro s, tant os ál cal is y grasas, ¿no es cierto? Montag tragó saliva. —Sus calculado ras puede n ser di s pue s t as par a c ual qui e r combinación, tantos aminoácidos, tant o azuf re , tanta grasa, tant os álcalis. ¿No es así? “We all kno w t hat .” —Todo el mundo lo sabe. “A l l o f t h o s e c he m i c al balanc es and per ce nt ages on all o f us he r e i n t h e h o us e a r e r e c o r de d i n t h e m as t e r f i l e do wns tai rs . It woul d be eas y f or s o m e o ne t o s e t u p a pa r t i al c o m bi na t i o n o n t he H o und ’s ‘me mory,’ a to uch o f amino aci ds, pe rhaps . That wo ul d acco unt f or what t he ani m al di d j us t no w. Re act ed toward me .” 15 20 —Todos sabemos que sí. —El equilibrio y porcentaje de e l e me nt o s quí m i c os de to do s nosotros figuran en el archivo de la pl ant a baj a. Se r í a f ác i l par a cualquiera fijar en la memoria del Sabueso una combinación parcial; la de aminoácidos, por ejemplo. Eso bas tar í a par a que e l ani m al r e acc i o nase c o m o hac e uno s i ns tant es . Para que re ac ci onas e contra mí. —Las com binaci ones quími cas y p o r c e nt aj e s de c a da uno de no sotr os e stán registr ados en el archivo general de l cuar tel, abajo. Re s ul t ar í a f ác i l par a al gu i e n i nt r o duc i r e n l a m e m o r i a de l Sabueso una c ombinación parci al, quizá un t o que de ami no ác ido . Es o expl ic ar ía lo que e l anim al acaba de hace r. H a re ac ci onado contra mí. 25 “H ell ,” said the Capt ai n. —Disparates —dijo el capitán. —¡Diablos! —exclamó el capitán—. “Irr itated, but no t com ple te ly —Para que se irri tara, no para angry. Jus t e nough ‘m emo ry’ s et que se e nojas e del todo. Sólo un up in i t by s om eone s o it gro wl ed 30 «r e c ue r d o », p ar a q ue gr uña when I t ouc hed it .” cuando yo lo toque. — Ir r it ado , per o no c o m pl e t am e nt e f ur i o s o . Só l o c o n l a s uf ic i e nt e me m o r i a par a gr uñir m e al t o car l o . “Who would do a thing like that?” — ¿Y qui én har ía una c os a asked the Captain. “You haven’t any semejante? —preguntó el capitán — enemies here, Guy.” 35 . Aquí no tienes enemigos, Guy. —¿Quién podría haber hecho algo así? —preguntó el capitán—. Tú no tienes enemigos aquí, Guy. “N one t hat I know of .” —Ninguno que yo sepa. —Que yo sepa, no. “We’ll have the Hound checked —Haré que los técnicos revisen by our technicians tomorrow. 40 al Sabueso mañana. —Mañana haremos que nuestros técnicos verifiquen el Sabueso. “This i sn’t t he fi rs t ti me i t’s t hr e at e ne d m e , ” s ai d M o nt ag. “Last m ont h i t happened twice .” —Y no es la primera vez que me amenaza —dijo Montag —. El mes pasado ocurrió lo mismo endos oportunidades. —No es la primera vez que me ha amenaz—dijo Montag—. El mes pasado ocurrió dos veces. “We ’ l l f i x i t u p . D o n ’ t wor ry” — Lo ar r e gl ar e m o s . No preocupes. —Arreglaremos preocupes. But M ont ag did not move and o n l y s t o o d t h i nk i ng o f t he 50 vent i lat o r g ri l l e i n t he hal l at ho me and what lay hidden behi nd the gri lle . If s om eone here i n t he f i r e h o us e k ne w a bo u t t he ve nt i l at o r t he n m i ght n’t t h e y 55 “t ell ” t he Ho und…? P e r o M o n t ag n o s e m o vi ó , y s e que d ó pe n s and o e n l a r e j i l l a d e l ve n t i l a do r d e s u ve s t í b ul o , y e n l o q ue ha bí a de t rás de l a r e j i l l a. Si al gui e n aquí e n e l cuar t e l s upi e s e al go d e e s e ve n t i l ad o r , ¿ no s e l o «di rí a» al Sabue so e nt o nc e s ? Pero Mo n t ag no se m o vi ó y s i g u i ó p e n s a n d o e n reja del ventilador del vestíbulo de su casa, y en lo que había oculto detrás de la misma. Si alguien del c uart d de bom be ro s es tuvi es e enterado de lo del ventilado; ¿no podría ser que se lo «contara» al Sabueso ...? E l c a pi t á n s e a c e r c ó a l a bar r a y mi r ó a Mo nt ag 60 i nqui s i t i vam e nt e . El capitán se ac ercó al agujero de la sala y lanzó una inquisit iva mirada a Montag. 45 The Captai n c am e o ver t o t he dr o p- ho l e an d g ave M o n t ag a quest ioning gl anc e. te esto, no te “I wa s j us t f i gu r i n g, ” s a i d M o nt ag, “what doe s t he H ound think about down t her e nights ? Is it co mi ng ali ve on us , really? It 65 makes me c old.” —Me estaba pr egunt ando —le explicó Montag —, ¿qué piensa el Sabueso allá abajo, toda la noche? ¿So mo s no so t r o s l o s que l o animamos realmente? Me da frío. — Es t aba pe ns ando — di j o Montag— e n qué es pe nsando el Sabueso Mecánico ahí abajo, toda la no che. ¿Está vivo de veras? Me produce escalofríos. “It doe sn’t t hi nk anyt hi ng we do n’t want it to think.” —Sólo piensa lo que queremos que piense. —Él no pie nsa nada que no deseemos que piense. —Sería triste —dijo Montag en voz baja —, pues sólo ponemos en él i de as de caza, pe rs ec uc ió n y muerte. Qué lástima si eso es todo lo que sabe. —Es unapena—dijo Montagconvoz queda—, porque lo único que ponemos en su cerebro es cacería, búsqueda y matanza. ¡Qué vergüenza que solamente haya de conocer eso! Beatty soltó un leve bufido. —Diablos. Es una obra maestra Beatty resopló amablemente. —¡Diablos! Es una magnífica pieza 70 “That ’s s a d, ” s a i d M o nt a g, quiet ly, “bec ause all we put into i t i s hu nt i ng an d f i nd i n g a nd ki lli ng. W hat a shame if that’s all it can e ver know. ”’ 75 Be at ty sno rt ed, ge nt ly. “H el l! It ’s a f ine bit of crafts manship, a 22 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda go o d r i f l e t hat c an f e t c h i t s o wn t ar g e t a nd gu ar ant e e s t he bull’s- eye every t ime .” tr. de Alfredo Crespo de la técnica. Un buen rifle capaz de apuntar por sí solo y que garantiza que se dé en el blanco. de artesanía,’J proyectil que busca s u pro pi o o bj e ti vo y gar ant iza blanco cada vez. —Por eso mismo —dijo Montag — no qui e ro s e r s u pr óxi m a víctima. — P o r e s o no qu i s i e r a s e r s u p r ó x i m a v í c t i m a —repl i c ó M o nt ag— . “W hy ? Yo u go t a gu i l t y — ¿P or qué ? ¿N o t i e nes l a co nsc ie nce about s ome thing?” 10 conciencia tranquila? —¿Por qué? ¿Te remuerde la conciencia por algo? “That’s why, ” said M ontag. “I wo ul d n’ t w ant t o b e i t s ne xt vi ct im . 5 Mo ntag glance d up s wi ftl y. Montag alzó con rapidez los ojos. Be att y s to od the re loo ki ng at B hi m s te adi ly wi th his e yes , whi le X 15 r a t his m o ut h o pe ne d and be gan t o l a laugh, very so ftl y. di e e o b n Montaglevantó lamirada con rapidez. at t y l o mi r ó un , y l u e g o a br i ó o c a y r i ó e nt r e t e s ______. B e a t t y pe r m a n e c í a a l l í , m ir ándo l e f ij ame nte a o j os , e n t a nt o qu e s u bo c a s e a br í a y e mpe zaba a c o n s uavi dad. Uno dos t re s c uatro c inco se is s ie t e dí as . Y o tr as t ant as ve ce s M o n t a g s al i ó d e l a c a s a y Cl ari s s e e s taba al lí , e n alguna par t e de l m undo . U na ve z vi o c ó m o s ac udía un c as t año ; o t r a vez vi o có m o t ej í a una c haquet a azul , s e ntada e n el j ar dí n; t re s o c u a t r o ve c e s e nc o nt r ó u n ra mil lete de flore s tardías en el porche, o un puñado de nueces en un saquito, o algunas hojas otoñales suj etas cu ida dosame nte con alfileres a una hoja de papel blanco y clavadas en la pue r ta . Todos l os día s C l ar i ss e l o a com pañó ha st a la es qui na . U n dí a e s t a b a l l o vi e n d o ; e l d í a si guie nte era se reno y tibio, y el siguiente co mo una fragua de v e r a n o , y e l r o s t r o de C l a r i s s e p a r e c í a a r r e ba t a d o po r e l s o l de l as úl t i m as ho r as de l a t ar de . Uno, dos , t res , cuatro , c inc o, sei s, sie te días. Y cada vez que él salía de la casa. Clar iss e e staba por allí, e n algún jugar del mundo. U na ve z, M o nt a g l a vi o sacudiendo un nogal; otra, se ntada en el césped, teji endo un jers ey azul; en tres o cuatro oc asiones, enco nt ró un r ami ll et e de fl or es tar días e n el porche de s u casa, o un puñado de nueces en un pequeño saquito, o vari as hoj as o t o ñ al e s pul c rame nt e cl avadas e n una cuartilla de papel blanco, sujeta en su puerta. Claris se le acompañaba cada día hasta la esquina. Un día, l l o ví a; e l s i g ui e nt e , e s t aba de s pe j ado ; e l o t r o , s o pl aba un fuerte viento, y el de más allá, todo estaba tranquilo y en calma; el día siguient e a e se día en c alma fue semejante a un horno veraniego y Cl ar is se apare ci ó co n el r os tr o quemado por el sol. —¿Por qué —preguntó Montag una ve z a la e nt r ada de l t r e n subt erráneo — me parece que te conozco desde hace tanto tiempo? —¿P or qué s erá — dijo él una vez, e n la entrada del «Me tro»— que tengo la sensación de conocerte desde hace muchos años? —Porque le gusto —respondió Clarisse —, y no le pido nada. Y porque nos conocemos. —Porque le aprecio austed—replicó ella—, y no deseo nada suyo. Y porque nos conocemos mutuamente. “You make me fe el very old and 55 —Me haces sentir muy viejo, y very much like a father.” muy como un padre. —Me haces sentir muy viejo y parecido a un padre. “No w yo u e xplain,” she said, “why yo u haven’t any daught er s li ke me, i f you love c hi ldr en so m uch?” —¿P u e de e xp l i c ar me po r q ué n o t i e n e n i n gu na h i j a c o m o yo , s i l e g us t a n t a nt o l os niños ? 20 O ne t wo t hr e e f o ur fi ve s i x se ven days . And as many tim es he c a m e o u t o f t he ho us e a nd Cl ari ss e was the re so mewhe re in t h e w o r l d. O n c e he s a w h e r 25 s haki ng a wal nut t re e , o nc e he s a w h e r s i t t i n g o n t he l a wn knitt ing a bl ue sweat er, t hre e or fo ur tim es he fo und a bo uquet of l at e f lo we r s on hi s por ch, o r a 30 handful o f c he s tnuts in a li t tl e s a c k, o r s o m e au t um n l e ave s ne at l y pi nne d to a s hee t o f whi te pape r and t humb- t ac ke d to hi s do or. Ever y day Cl ari sse walked 35 hi m t o the co rner. One day it was raini ng, t he next i t was cl ear, t he da y a f t e r t ha t t he wi nd bl e w st ro ng, and t he day af ter t hat it was m il d and calm , and the day 40 af ter t hat calm day was a day li ke a fur nac e o f s umme r and Claris se wi th her f ace all sunburnt by l ate af ter noo n. 45 “W h y i s i t , ” h e s a i d , o n e time, at t he s ubway e n t r a n c e , “I f e e l I ’ ve k n o w n yo u s o man y ye ar s ?” 50 “Because I like you,” she said, “and I don’t want anything from you. And because we know each other.” — E x pl í q u e m e —di j o C l a r i s s e — ¿P o r q u é n o h a 60 t e ni do hi j as c o mo yo s i tant o l e gus tan l o s ni ño s ? “I don’t know.” “Yo u’re j oking!” 65 —No sé. —Lo ignoro. —¡Bromea! —¡Bromea usted! “I m e an — ” H e s t o ppe d and — Q u i e r o de c i r. . . — M o n t ag shook his head. “Well , m y wif e, c al l ó y s a c u di ó l a c a b e za . she… She just ne ver wante d any Bue no , m i muj e r, e ll a. . . nunc a childre n at all .” 70 qui s o t e ne r hi j os . — Q ui e r o de c i r. . . — M o nt ag calló y meneó la cabeza— . Bueno, es que mi e spo sa.. . Ella nunca ha deseado tener niños. The girl st opped sm ili ng. “I’m Clarisse dejó de sonreír. so rry. I r eal ly, t hought you we re —Lo siento. Creí realmente que having fun at my e xpe nse . I’m a estaba burlándose de mí. Soy una foo l.” 75 tonta. La muchacha dejó de sonreír. —Lo siento. Me había parecido que se estaba burlando de mí. Soy una tonta. “N o , n o , ” h e s a i d . “I t was a g o o d q u e s t i o n . It ’s —No, no —repl icó Mont ag—. Ha sido una buena pregunta. Hacía 23 —No. No —dijo Montag — La pregunta estaba bien. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda bee n a long tim e si nce a ny o n e c a r e d e n o u gh t o a s k . A g o o d que s t i o n .” tr. de Alfredo Crespo D e s de hac e t i e m po nadie s e interesa ni siquiera en preguntar. Estaba bien. m ucho t i em po que nadie s e interesaba por mí para hacérmela. Una buena pregunta. “Le t ’s t al k abo ut s o m e t hi ng el se. H ave yo u e ve r s mel le d o ld l e ave s ? D o n’t t he y s m e l l l i ke ci nnamo n? Her e. Sm ell .” 5 —Ha bl e mo s de o t r a c o s a. ¿ H a o l i d o h o j a s vi e j a s ? ¿N o huele n a c an el a? To m e . H u e l a . — Habl em os de o tr a co sa. ¿H a o l i do a l g un a ve z u na s ho j a s vi e j a s ? ¿Ve r d ad qu e h ue l e n a c inam om o? Tom e. hue la. “W h y , y e s , i t ci nnamon in a way.” 10 —Pero canela. parece —Caramba, sí, en cierto modo, parece cinamomo. She lo oke d at him Clarisse lo miró con w i t h h e r c l e a r d ar k e y e s . s u s c l a r o s o j o s o s c ur o s . “You al ways s eem shoc ked.” 15 —Todo le sorprende. Cl ar i s s e l e mi r ó c o n s us t r ans par e nt e s o j o s o s c ur o s. —Siempre parece ofendido. “ I t ’s j u s t I h a v e n ’ t h a d t i me — ” — Es que nunc a t uve t i e m po de . . . —E s q ue t i e mp o . .. —¿Mir ó los g r and e s anuncios como le dije? —¿Se fijó en los carteles al argados, tal como le dije? is li ke “Did you look at the stretched-out billboards like I told you?” 20 “I t hi nk s o . Ye s . ” H e had t o l augh. sí, Montag tuvo que reírse. —Creo que sí. Sí. no he t e ni do —Creo que sí. Sí. Montag tuvo que reírse. 25 “Your laugh s ounds muc h nic er than it did.” — La r i s a de us t e d e s m ás agradable ahora. “D oes it ?” —Su risa parece mucho más simpática que antes. —¿De veras? —¿De veras? —Más fácil. —Mucho más tranquila. 30 “M uch m ore re laxed.” rattle hacer sonar como una carraca ; batir o sacudir con ruido; desatinar, atolondrar, atarantar, aturdir, aturrullar, correr, proferir, articular rápidamente; (mar.) atar con rebenques. - v. intr. zurri(a)r, matraquear, rechinar, sonar, guac hapear, za ngolotearse, repique tear; charlatanear, parlotear; (mec.) ratear, moverse o funcionar con ruido desapacible: to rattle away, par lotear; rodar a distancia, haciendo ruido; to rattle down (mar.) arreglar los flechastes. s. rechin(ad)o, rechinamiento, zumba, zurrido; sonajero, sonajillas, matraca; carraca; bramadera; cascabel del cróta lo; parla, charla; (in the throat), ester tor; rattlebraine d, rattle-headed, rattle-pated, li gero de ca scos, c asquiva no; voluble , vo lta rio; ra ttle hea d, ratttepate o rattleskull He fe lt at e as e a nd Montagse sintió cómodo ydescansado. co mfo rt abl e. “Why are n’t you in — ¿P or qué no e s t ás en l a s c ho o l ? I s e e yo u e ve r y d ay 35 escuela? Parece que vagaras todo el wande ri ng aro und. ” dí a. Montag se sintió a gusto y cómodo, —¿Por qué no estás en la escuela? Cada día te encuentro vagabundeando por ahí. “O h, the y don’t mis s m e, ” s he —Oh, no dejan de vigilarme —dijo said. “I’m anti- soc ial , t he y s ay. I Clarisse —. Dicen que soy insociable. do n’t m i x. It ’s s o s tr ange . I’m 40 No me mezclo conla gente. Es raro. Soy ve ry so cial i nde ed. It all de pends muy sociable realmente. Todo depende o n wh at yo u m e an by s o c i a l , de lo que se entienda por social, ¿no es doe sn’t i t ? So ci al t o m e me ans cierto? Para mí ser social significa t al ki ng abo ut t hi ngs l ike t hi s. ” hablar con usted de cosas como éstas. She rattl ed so me che stnuts that 45 —Hizo s o nar unas cast añas que had fal len off t he t ree i n the fr ont habían c aí do de l ár bo l en e l ya r d. “O r t al k i n g a bo u t h o w jardín.— O hablar de lo curioso que st range the worl d i s. Be ing wi th es el mundo. M e gusta la gent e. pe opl e is nic e. But I don’t t hi nk Pero no creo que ser sociable sea i t ’s s o c i a l t o g e t a b un c h o f 50 reunir un montón de gente y luego pe opl e t ogether and then no t l et prohibirles hablar, ¿no es cier to? them tal k, do yo u? An ho ur of TV U na ho ra de c l as e TV, o t r a de c las s, an hour o f bas ke t bal l o r bé isbo l o balo nces to o car reras, basebal l o r r unning, another ho ur otra de transcripciones históricas o o f t r ans c r i pt i o n hi s t o r y o r 55 pintura, y más deportes. En fin, ya pa i nt i ng pi c t u r e s , and m o r e sabe cómo es eso. Nunca hac e m o s sports , but do yo u know, we never pr e gunt as , o po r l o m e no s c as i ask ques t io ns, o r at l e as t m os t nadi e l as h ac e . La s pr e gu nt as do n’t; the y jus t run t he ans we rs no s l as hac en a no so t r o s , bi ng, at yo u, bi ng, bing, bi ng, and us 60 bi ng, bing, y así esperamos, sentados, a si tti ng there f or four mor e hours que pasen las cuatro horas de lecciones of fi lm -te acher. That ’s not s oci al filmadas. No creo que eso pueda llamarse ser to me at all. It ’s a l ot of funne l s sociable. Es como mirar muchas cañerías de and a lo t of wat er poure d do wn l a s q u e s a l e a g u a , m i e n t r a s the s po ut and o ut the bott om, and 65 e l l o s q u i e r e n h a c e r n o s them t elli ng us it ’s wine whe n it ’s c r e e r q u e e s v i n o . Al fin del no t. They run us s o r agged by t he día han acabado de tal modo con e n d o f t he da y w e c an ’t do nosotros que sólo nos queda irnos anythi ng but go t o be d o r he ad f or a l a c am a, o a un par qu e de a Fun P ar k t o bu l l y p e o p l e 70 di ver si one s, y asustar a la gent e, ar o und, br e ak wi ndo wpane s i n o r o mpe r vidr io s e n la Casa de t he Wi ndo w Sm a s he r pl ac e o r Romper Vidrios, o destrozar coches wre c k c ar s i n t he Car Wre c ke r en el Parque de Destrozar Coches pl ace with the big st ee l ball . Or con los proye cti les de ac e r o . O go out in the cars and r ace o n t he 75 s a l i r e n a u t o m ó vi l y c o r r e r st ree ts, t ryi ng to see how clo se po r l as c a l l e s t r a t a ndo de ve r you can get to l amp-posts , playing h a s t a d ó nd e po d e m o s ‘chi cke n’ and ‘kno ck hub-c aps. ’ a c e r c a r n o s a l o s f a r o l e s . —¡Oh, no me echan en falta! — c ont es t ó e ll a—. c re e n que so y insociable. No me adapto. Es muy e xt r año . En e l f o ndo , s oy muy soc iabl e. Todo depende de lo se entienda por ser sociable, ¿no? Para mí, representa hablar de cosas como éstas. —Hizo sonar unas nueces que habían caído del árbol del patio—. O co mentar l o extraño que e s el m undo. Es t ar co n l a ge nt e e s agradable. Pero no considero que sea sociable reunir a un grupo de gente y, después, no dejar que hable. Una hor a de c l as e TV, una hor a de balo nce st o, de pe lo ta base o de carreras, otra hora de transcripción o de reproducción de imágenes, y más deportes. Pero ha de saber que nunca hacemos preguntas, o por lo menos, la mayoría no las hace; no hac e n m ás que lanzar te las respuestas izas!, izas!, y nosotros sentados allí durante otras cuatro horas de clase cinematográfica. Esto no t ie ne nada que ver co n l a sociabilidad. Hay muchas chimeneas y mucha agua que mana por ellas, y todos nos decimos es vino, cuando no lo es. Nos fatigan tanto que al terminar el día, sólo somos capaces de acost arnos , ir a un P arque de Atracciones para empujar a la gente, romper cristales en el Rompedor de Ventanas o triturar automóviles en el Aplastacoches; con la gran bola de acero. Al salir en automóvil y recorrer las calles, intentando comprobar cuán ce rc a de l os f ar ol es e s po si bl e detenerte, o quien es el último que saltadel vehículo antes de que se estrelle. 24 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda I gues s I’m everythi ng they say I am , a l l r i ght . I h ave n’ t a ny fr iends . That ’s suppo se d t o pro ve I’m abno r m a l . But e ve r yo ne I kn o w i s e i t he r s ho u t i ng o r 5 da nc i ng ar o un d l i k e w i l d o r X be at ing up o ne ano ther. Do you noti ce how people hurt each o ther no wadays ?” A ceptemos que soy todo lo qu e di c e n. Muy bi e n . No t e n go ami go s . Es o s upo n dr í a que s oy ano rm al . P er o to do s los que c o no z c o s e pa s an l a s h o r a s g ri tando o bail ando _________, o g o l p e a n d o a a l g ú n o t r o . ¿ Ha n o t ad o c ó m o t o do s t r at an d e h ac e r s e da ño ? tr. de Alfredo Crespo Supongo que soy todo lo que dicen de mí, desde luego. No tengo ningún amigo. Esto debe demostrar que soy anorm al. Pe ro to dos aquel los a quienes conozco andan gritando o bailando po r ahí co mo loc os, o gol peándo se mut uament e. ¿Se ha dado cuenta de cómo, en la actualidad, la gente se zahiere entre sí? 10 “You sound so ve ry old.” —Hablas como una vieja. “So m et i me s I’m anc ie nt. I’m afr ai d o f c hi l dr e n my own age . They kill e ach other. Di d it al ways 15 use d to be t hat way? M y uncl e says no . Six of my fr iends have bee n shot in t he last year alo ne. Te n of them died in car wr ecks. I’m afrai d of them and they do n’t 20 li ke me because I’m afraid. My uncle says his grandfather remem bered when children didn’t kill each other. But that was a long time ago when they had t hi ngs di ff er ent. The y 25 believed in responsibility, my uncle says. Do you know, I’m responsible. I was spanked when I needed it, years ago. And I do all the shopping and ho use - c l e ani ng by hand. 30 “But mo st o f al l ,” s he s ai d, “I li ke t o watc h pe ople . So me ti me s I r i de t he s ubway al l day and l oo k at t he m and li st en t o them . I just want t o f igure o ut who they 35 a r e a nd w ha t t h e y w an t an d whe re t he y’re goi ng. So me ti me s I e ve n go t o t he Fun P ar ks and r i de i n t he j e t c ar s whe n t he y r ac e o n t he e d ge o f t o wn a t 40 m i dni ght and t h e po l i c e do n’t care as lo ng as they’re insured. As long as everyone has ten thousand insurance everyone’s happy. Sometimes I sneak around and listen in subways. 45 Or I listen at soda fountains, and do you know what?” “W hat ?” — A ve c e s s o y vi e j a. Te ngo miedo de las pers onas de mi edad. Se m at an uno s a o t r o s . ¿Fue siempre así? Mi tío dice que no. El año pas ado mataro n a balazo s a s ei s de m is a mi go s. O tr os die z murieron destrozando automóviles. Les tengo miedo, y no les gusto porque tengo miedo. Mi tío dice que su abuelo recordaba una época en que los muchachos no se mataban entre sí. Pero eso fue hace mucho tiempo, cuando todo era diferente. Creían en la responsabilidad, dice mi tío. ¿Sabe? Yo soy res ponsable. Me zurraban en mi casa cuando era necesario, años atrá s. Y hago todas las compras, y la limpieza de la casa a mano... Pero sobre todo me g us t a o bs e r va r a l a ge nt e . A ve c e s m e pa s o e l dí a e n e l t r e n s u bt e r r án e o , y mi r o y e s c u c ho a l a ge n t e. Me gusta imaginar quiénes son y qué hacen y a dónde van. A veces hasta voy a los parques de diversiones y m e s ubo a lo s auto m óvi le s de re ac ci ón c uando co rr en por l os suburbio s a m ediano che y a l os policías no les im porta con tal que la ge nte es té asegurada. Co n t al que tengan una pó liza de diez mil, t o do s c o nt e nt o s . A ve c e s m e e sc ur ro por ahí y escucho en los subterráneos. O en los bares de bebidas sin alcohol. ¿Y sabe una cosa? —Hablas como una vieja. —A veces, l o soy. Temo a los j óve ne s de m i e dad. Se m atan mutuamente. ¿Siempre ha sido así? Mi tío dice que no. Sólo en el último año, seis de mis compañeros han muerto por disparo. O tros diez han muerto en accidente de automóvil. Les temo , y e llos no me quie ren por este moti vo. Mi tío dice que su abuel o re co rdaba cuando l os niños no se m ataban e ntre sí. Pero de eso hace m ucho , cuando t odo era distinto. Mi tío dice que creían en la res ponsabilidad. Ha de saber que yo soy responsable. Años atrás, cuando lo merecía, me azotaban. Y hago a mano todas las compras de la casa, y también la limpieza. Pero por encima de todo —prosiguió diciendo Clarisse—,me gusta observar a la gente. A veces, me paso el día entero en el «Metro», ylos contemplo y los escucho. Sól o de se o s abe r qué s o n, qué des e an y adó nde van. A ve c es , i nc l us o vo y a l o s par que s de atracciones y monto en los coches c ohe te s cuando r e co r r en lo s arrabales de la ciudad a medianoche y la Policía no se mete con ellos con tal de que estén asegurados. Con tal de que todos tengan un seguro de diez mil, todos contentos. Aveces, me deslizo a hurtadillas y escucho en el «Metro».O e n l a s c a f e t e r í a s . Y, ¿s abe qu é? —¿Qué, _¿Qué? “People don’t talk about anything.” —La gente no habla de nada. —La gente no habla de nada. “O h, they mus t !” —Oh, tienen que hablar de algo. —¡Oh, de algo hablarán! 50 “No, not anything. They name a 55 — No , no , de nada. Ci tan lot of cars or clothes or swimming- automóviles, ropas, piscinas, y dicen pool s mostly and say how swell! ¡qué bien! Pero siempre repiten lo But they all say the same things and mismo, y nadie dice nada diferente, nobo dy s ays anyt hing di f fe r ent y la mayor parte del tiempo, en los from anyone else. And most of the 60 c af é s, hac en f unc io nar lo s t im e in t he c af e s they have the gramófonos automáticos de chistes, jokeboxes on and the same jokes y e s cuc han c his t es vi e jo s , o most of the time, or the musical enci enden la pared m usical y las wall lit and all the coloured patterns formas coloreadas se mueven para running up and down, but it’s only 65 arriba y para abajo, pero son sólo colour and all abstract. And at the figur as de col or, abst ractas. ¿H a museums, have you ever be en? Al l es tado e n lo s m use os? To d o e s ab s t r a c t . Th at ’s a l l t h e r e i s a bs t r a c t o . ___________ ______ n o w. M y u n c l e s a y s i t w as X _______ Mi tío dice que antes era di ffe rent onc e. A l ong t ime back 70 dis tinto . Hac e muc ho ti empo los som etimes pict ures said t hings or c uadr o s de c í an c o s as , y has t a even sho wed pe opl e.” representaban gente . —No, de nada. Citan una serie de aut o m ó vil e s , de r o pa o de piscinas, y dicen que es estupendo. Pero todos dicen lo mismo y nadie tiene una idea original. Y e n lo s c afé s , l a m ayo rí a de l as vec e s funcionan las máquinas de chistes, si em pre l os mi sm os, o l a par ed m us ic al e nce ndi da y t o das l as combinaciones coloreadas y bajan, pero sólo se trata de colores y de dibujo abstracto. Y en los museos... ¿H a e s t ado e n e l l os ? Tod o e s abst r act o . Es lo úni c o que hay ahora. Mi tío dice antes era distinto. Mucho tiempo atr ás, los cuadros algunas veces, decían algo o incluso representaban personas. “Yo ur unc l e s ai d, your uncl e s a i d. Yo ur un c l e m u s t be a re markabl e m an.” — Tu t í o d i c e , t u t í o di c e . Tu t í o de b e de s e r un h o m br e n o t ab l e . — Tu t í o d i c e , t u t í o d i c e . . . Tu t í o d e b e d e s e r u n h o m br e n o t ab l e . —Lo es. Lo es de veras. Bueno, —Lo e s. Sí que lo es. Bueno, 75 “H e i s. He cer tainl y i s. Wel l, 25 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda I’ve go t t o be go i ng. G o odbye , Mr. M ontag.” aho ra t e ngo que ir m e . Adi ó s , Montag. “G oo d- bye. ” tr. de Alfredo Crespo he de m ar c ha r m e . A di o s , M r. Mo nt ag. —Adiós. —Adiós. —Adiós... —Adiós... 5 “G oo d- bye… ” O ne t wo t hr e e f o ur fi ve s i x se ven days : t he fir ehous e. Uno dos tres cuatro cinco seis días: el cuartel de bomberos. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete días: el cuartel de bomberos. —Montag, trepas por esa barra como un pájaro a un árbol. —Montag, estás puliendo esa barra como un pájaro encaramado en un árbol. 10 “M o ntag, yo u s hi n t hat po l e li ke a bir d up a t ree .” Thir d day. Tercer día. Tercer día. 15 “M ont ag, I see you cam e i n t he back do or this tim e. The H ound bo the r you?” “N o, no. ” —Mo ntag, hoy e ntras te por la puerta de atrás. ¿Te ha molestado el Sabueso? 20 Fo ur th day. “Mo n t a g, a f un n y t h i ng . H e a r d t e l l t h i s m o r n i n g . 25 F i r e m an in Seat t le , p u r p o s e l y s e t a M e c h an i c a l H o u n d t o h i s o wn c h e m i c a l c o m pl e x a nd l e t i t l o o s e . W h at k i n d o f s ui c i de w o u l d 30 y o u c a l l t ha t ? ” Fi ve si x s eve n days. —No, no. —No, no. Cuarto día. Cuatro días. — M o nt ag, es c uc ha al go gracioso. Lo he oído esta mañana. Un bombero de Seatle preparó un Sabue s o Me c áni co par a que r e acc i o nara ant e s u pro pi o complejo químico y luego soltó a la be stia. ¿Q ué clase de suic idio será ése? Cinco, seis, siete días. And then, Clarisse was gone. He 35 didn’t know what there was about the afternoon, but it was not seeing her somewhere in the world. The lawn was empty, the trees empty, the street empty, and while at first 40 he did not even know he missed her or was e ven l ooking for her, the f ac t was t hat by t he t i m e he r eache d the s ubway, t he re we re vague stirrings of unease i n hi m . 45 So m e thi ng was t he m at t e r, hi s r o uti ne had be e n di s t ur bed. A s i m pl e r o uti ne , tr ue , e s t abl i s he d i n a s hor t f e w days , an d ye t … ? H e a l m o s t t u r n e d 50 bac k t o m ake t he wal k agai n, t o gi ve he r t i me t o appe ar. H e was c e r t ai n i f h e t r i e d t h e s am e r o u t e , e ve r yt h i ng w o ul d w o r k o ut f i ne . But i t was l at e , and 55 t h e ar r i va l o f hi s t r ai n p ut a s t o p t o hi s pl an. —Montag, he visto que entrabas por la puerta posterior. ¿Te preocupa el Sabueso? — ¡ Q ué c u r i o s o , M o nt a g ! Es t a m añana l o he oí do c o nt ar. Un bo m b e r o de S e at t l e s i n t o ni z ó ad r e d e un s a bu e s o m e c án i c o c o n s u p r o p i o c o m pl e j o quí m i c o y, de s pué s , l o s o lt ó . ¿Q ué c l as e de s ui c i di o l l amar í as a e s t o ? Cinco, seis, siete días. Y Cl ar i s s e habí a de s apar e c i do . Mo nt ag no e nt e ndí a qué pas aba c o n l a t ar de . Cl ar i s s e no e s t aba al l í y l a t i e r r a p a r e c í a va c í a , l o s ár bo l e s vac í o s , l a c al l e vac í a. Y aunque al principio ni sabía que la e xt r añaba a C l ar i s s e , o que l a b us c a b a , c u a n d o l l e g ó a l s ubt e r r áne o s i n t i ó q u e c r e c í a e n é l u n va g o m al e s t a r. A l g o o c u r r í a . A l g o ha b í a p e r t u r b a d o l a r u t i n a diari a. U na r ut i na m uy s i m p l e , e r a c i e r t o , i naugur ada h ac í a u no s poc os días, y sin e mbargo ... Casi se volvió para rehacer el cami no, para dar le t ie mpo a Clari ss e de que apar e c i e s e . Te n í a l a s e g ur i da d de que s i r e t r o c e dí a t o d o s al d r í a b i e n . P e r o e r a t a r d e , y l a l l e g a d a de l t r e n i n t e r r u m pi ó s us pl ane s . Y, luego, Claris se desapareció. M ont ag advir t ió l o que o cur rí a aquella tarde, peor era no verla por al lí. El cés ped es taba vacío , l os árboles vacíos, la calle también, y s i bi e n al pr i nc i pi o M o nt ag ni siquiera comprendió que la echaba en falta o que la estaba buscando, la realidad era que cuando llegó al «M e t r o » s e nt í a e n s u i nt e r i o r débiles impulsos de intranquilidad. Al g o o c u r r ía , a l g o h a b í a a l t e r a d o s u r uti na . Una r uti na sencilla, es cierto, establecida e n unos c uant os días, y, si n embargo... Estuvo a punto de volver atrás para rehacer el camino, para dar tiempo a que la muchacha apareciese. Estaba s e gur o de qu e s i s e guí a l a mi s ma r ut a t o do s al dr í a bi e n. P e r o e r a t ar de , y l a l l e gada de l c o n vo y pus o punt o f i nal a s u s pl ane s . The f l u t t e r o f c ar ds , El re vol ote o de los naipe s; el m o t i o n o f h a n d s , o f e y e l i d s , 60 m o vi m i e nt o de l as m ano s , l as t h e dr o n e o f t h e t i m e - vo i c e pe stañas; el zum bi do de la vo z— i n t h e f i r e h o u s e c e i l i n g re loj en e l c iel o r aso de l cuarte l: “… o n e t hi r t y - f i ve . Th ur s da y —... una y treinta y cinco de la m o r ni ng, N o ve m be r 4 t h… o ne mañana, jueves, cuatro de noviembre... t h i r t y- s i x… o n e t hi r t y- s e ve n 65 una y treinta y seis... una y treinta y a . m … ? Th e t i c k o f t h e siete de la mañana... El go l pe se co p l ay i n g- c a r d s o n t h e g r e a s y de l o s nai pe s e n l a s upe r f i c i e t ab l e - t o p, al l t h e s o u nds c am e gr as ie nta de la me sa. Todos l os t o M o nt ag, b e hi n d hi s c l o s e d s o ni do s l l e gaban a M ont ag, l e e ye s , be hi nd t he bar r i e r he had 70 t r as p as a ban l os pár pad o s m o m e nt ar i l y e r e c t e d. H e c o ul d c e r r ado s , l a bar r e r a que habí a f e e l t h e f i r e h o u s e f u l l o f e r i gi do . El c uar t e l e r a br i l l o , gl i t t e r and s hi ne and s i l e n c e , l u s t r e y s i l e nc i o , c o l o r e s de o f brass colours, the colours of co i ns , br onc e, co lor es de es taño , or o, o f g o l d , o f s i l v e r : Th e 75 pl at a . L o s ho m br e s i nvi s i b l e s u ns e e n m e n a c r o s s t h e t a bl e del otro lado de la mesa suspi raron w e r e s i gh i n g o n t he i r c ar ds , ant e s us nai pe s , e s pe ra n d o . . . wa i t i ng . “…o n e f o r t y- f i ve … ” u na y c ua r e nt a y c i n c o . . . El revoloteo de los naipes, el movimiento de las manos, de los párpados, el zumbido de la voz que anunciaba la hora en el techo del cuartel de bomberos: « ... una treinta y cinco. Jueves mañana, 4 noviembre ... Una treinta y seis... Una treinta y siete de la mañana ... » El rumor de los naipes en la grasienta m esa... Todos los sonidos l l egaban a M o nt ag tr as sus o jo s c err ado s, tr as la barre ra qu e h ab í a e r i gi do m o me nt áneam e nte . P er c i bí a e l cuart el lle no de ce nte lle os y d e s i l e nc i o , de c o l o r e s de l a t ó n, de c o l or e s de l as m o ne das , de o r o , de plata. Lo s hom bre s, invisibles, al otro lado de la mesa, suspiraban ante sus naipes, esperando. « ... Una cuarenta y cinco...» 26 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda The vo ice -cl ock m our ned out t he co ld hour of a c old mo rning of a st ill co lder year. “W hat’s wr ong, M ontag?” El reloj parlante emitía gimiendo la hora fría de la fría mañana de un año todavía más frío. 5 Mo ntag ope ned hi s eye s. tr. de Alfredo Crespo El reloj oral pronunció lúgubremente la fría hora de una fría mañana de un año aún más frío. —¿Qué pasa, Montag? —¿Qué te ocurre, Montag? Montag abrió los ojos. El aludido abríó los ojos. A r adi o hum me d s o me whe re . Una radio murmuró en alguna parte: “ … w a r m a y b e d e c l a r e d 10 —La guerr a pue de es tallar en a n y h o u r . T h i s c o u n t r y cualquier momento. Toda la nación s t a n d s r e a d y t o d e f e n d está en situación de alerta y preparada its —” para defender los... Una radio susurraba en algún sitio: ... “l a guer ra puede ser dec larada e n cu alqu ier mo me nt o . E l paí s e s t á l i s t o par a de f e nd e r s us .. .” The firehouse trembled as a great flight of jet planes whi s t l e d a s i ng l e n o t e across the black m o r ni ng s ky. El c uar t el de bo m be r os s e estremeció como si una escuadrilla de avio ne s de re ac ci ó n hubi es e pasado s il bando una úni ca not a, at rave sando el cie lo negro de la madrugada. El c uar t e l se estr emeció cuando una numerosa escuadrilla de r eac t or e s l anzó s u n o t a ag u d a e n e l o s c u r o c i e l o mat ut i no M o ntag parpade ó . Be at ty l o miraba como si estuviese delante de una estatua de museo. En cualquier momento Beatty se levantaría, se ac er car ía a él , y l o toc ar ía y le palparía la culpa y la conciencia. ¿Culpa? ¿Qué culpa era ésa? Montag parpadeó. Beatty le miraba com o si fue se una es tatua en un m us e o . En c ual qui e r m om e nto , Be at t y po dí a l e vant ar s e y ac er c árs e l e, t oc ar, e xplo r ar s u culpabilidad. ¿Culpabilidad? ¿Qué culpabilidad era aquélla? M o nt ag bl i nke d. Be at t y was l oo ki ng at him as i f he we r e a muse um st at ue . At any m om ent, Be att y m ight ris e and walk abo ut hi m, t ouching, explor ing his gui lt and s e lf - c ons c io us ne s s . G uil t ? What guilt was that? “Your pl ay, Mo nt ag.” 15 20 25 30 —Tú juegas, Montag. M ont ag l oo ke d at t hes e me n —Tú juegas, Montag. Montag miró a esos hombres con rostros quemados por mil fuegos t ho usand r e al and t e n t hous and reales, y diez mil fuegos imaginarios, i m ag i n ar y f i r e s , w ho s e w o r k 35 de dic ado s a una tar ea que l es f lushed t he ir c he eks and fe ve re d arrebataba las mejillas y les enrojecía t he i r e ye s . Th e s e m e n wh o lo s o jos . Hom bre s que mi raban l o o ke d s t e a di l y i nt o t h e i r fi jam ent e l as ll amas de l os plati num igni te r f lame s as t he y encendedores de platino, mientras l it t he ir e te rnal l y burning bl ac k 40 encendían s us pi pas ne gras, pi pe s . The y and t he i r c har co al eternamente humeantes. Hombres con hai r and s o o t - c o l o ur e d b r o ws cabel los de car bón y c e j a s and blui s h- as h- s m ear e d c hee ks m anc hadas de ho l l í n y m e j i l l as whe re t he y had shaven c lo se ; but t i z n a d a s con un azul t hei r he ri t age s ho wed. M o nt ag 45 c e n i c i e n t o . Mo nt ag se s t ar t e d up, hi s m o ut h o pe ne d. e s tr e m ec i ó , c o n l a bo c a abie rta. H ad he ever s ee n a f ir em an t hat ¿Había visto alguna vez un bombero d i d n’t ha ve bl ac k h ai r , b l a c k que no tuviese pelo negro, cejasnegras, bro ws , a fi er y face , and a bl ue - caraencendida,yuncolorazulacerodenohaberse s te el s have d but uns have d lo ok? 50 afeitadoenlas mejillas cuidadosamenteafeitadas? The s e m e n w e r e al l m i r r o r - ¡To dos e s o s hom br e s e r an una i m ag e s o f hi m s e l f ! W e r e al l i m agen de é l mi s m o ! ¿Ele gí an f i r e m e n pi c ke d t he n f o r t he i r a l o s b o m b e r o s t a n t o p o r l o o ks a s we l l as t h e i r s u a s p e c t o c o m o po r s u s pr o c l i vi t i e s ? Th e c o l o ur o f 55 i ncl i naci o ne s? H abía en ello s un c inde rs and ash about them , and co lor de t izne y c eni zas , y de s us t he c o nt i nual sm e l l o f bur ni ng pipas br o taba co nti nuame nte e l f ro m thei r pi pe s. Captain Beatt y ol or del fuego . El capitán Beatty t he re , ri si ng i n thunde rheads o f se alzaba allí envuelto en las nubes t obac co s mo ke . Be att y ope ning 60 de tormenta del humo de su pipa. a f r e s h t o ba c c o p ac k e t , Abr ía un paque t e de t abac o , c rumpl i ng the ce ll ophane into a rasgando el celofán, que crepitó s ound o f fi re . como una llama. Miró a aquellos hombres, cuyos rostros estaban tostados por un millar de i nc endio s aut énti co s y o tr os millones de imaginarios, cuyo trabajo les enrojecía mejillas y ponía una mirada febril en sus ojos. Aquellos hom br es que c onte mplaban co n fijeza las llamas de encendedores de plati no c uando ence ndían sus boquillas que ardían eternamente. Ellos y su cabello cubierto de carbón, sus c ejas s uci as de hol lín y sus m ej i ll as m anc hadas de ce niza cuando estaban r ecié n afe itados; pero parecía su herencia. Montag dio un respingo y abrió la boca. ¿Había visto, alguna vez, a un bombero que no tuviese el cabello negro, las cejas negras, un rostro fiero y un aspecto hir suto, incluso re cién afeitado? ¡Aquellos hombres eran reflejos de sí mismo! Así, pues ¿se escogía a los bomberos tanto por su aspecto como por sus i ncl inaciones? El color de las brasas y la ceniza en ellos, y el ininterrumpido olor a quemado de sus pipas. Delante de él, el capitán Beatty lanzaba nubes de humo de tabaco . Be at ty abr ía un nuevo paquete de picadura, produciendo al arrugar el celofán ruido de crepitar de llamas. M o n t a g l o o k e d a t t h e 65 c ar ds in h is o wn h an ds .X “I — I’ve bee n t hinking. About t he f i r e l a s t w e e k. Abo ut t he m a n wh o s e l i b r ar y we f i x e d. W hat happe ne d t o hi m?” 70 Montag miró las cartas que tenía d e s pl e g a da s e n l a m a no . —Pensaba... pensaba en el incendio de la semana anterior. En el hombre a quien le quemamos la biblioteca. ¿Qué ocurrió con él? Montag e xa m i n ó lo s n ai p e s q ue t e n í a e n m a n o s . —Es ... estaba, pensando sobre el fuego de la semana pasada. Sobre el hombre cuya biblioteca liquidamos. ¿Qué le sucedió? “They t ook hi m scr eam ing o ff to the asylum .” — Se l o l l evar o n gr i t ando al asilo. —Se lo llevaron, chillando, al manicomio. whose faceswere sunbur nt by a “H e wasn’t insane .” 75 Be at t y ar r ang e d hi s c ar ds qui et l y. “Any m an’s insane who 27 —Pero no estaba loco. —Pero no estaba loco. Beatty arregló los naipes. — To do e l que c r e e po de r Beatty arregló sus naipes ensilencio. —Cualquier hombre que crea que B’s Farenheit t h i n ks he c a n f o o l Go ve rnm ent and us .” tr. de F. Abelenda t he “I’ve tr i e d t o i magi ne , ” sai d Mo ntag, “j ust ho w i t would fee l. I mean to have firemen burn our ho use s and our bo oks .” 5 “We haven’t any bo oks .” tr. de Alfredo Crespo burlarse de nosotros y del gobierno está loco. puede engañar al Gobierno y a nosotros está loco. — Tr at o de i magi nar —dij o Montag — cómo me sentiría. Quiero decir si tinos bomberos quemaran nuestras casas y nuestros libros. —Trataba de imaginar —dijo Montag— qué sensación producía ver que los bomberos quemaban nuestras casas y nuestros libros. —Nosotros no tenemos libros. —Nosotros no tenemos libros. “But if we di d have s ome .” —Digo si los tuviéramos. —Si los tuviésemos... “You got so me ?” Beatty parpadeó lentamente. —¿Tienes alguno? —¿Tu tienes alguno? Beatty parpadeó lentamente. 10 Be at ty bli nked slo wl y. 15 “N o .” M o n t ag gaz e d be yo nd t h e m t o t he wal l wi t h t h e t y pe d l i s t s o f a m i l l i o n 20 f o r b i d d e n b o o k s . Th e i r n a m e s l e a p t i n f i r e , bur ni ng do wn t he ye ar s unde r h i s a x e a n d h i s h o s e wh i c h s pr aye d no t wa t e r b u t 25 k e r o s e n e . “N o . ” B u t i n h i s m i nd, a c o o l w i nd s t ar t e d up and bl e w o ut o f t he ve nt i l at o r g r i l l e at ho m e , s o f t l y, s o f t l y, c hi l l i n g hi s f a c e . And, aga i n, 30 he s aw hi m s e l f i n a gr e e n par k t al ki ng t o a n o l d m an, a ve r y o l d m an, and t h e wi nd f r o m t he par k was c o l d, t o o . — N o . — M o nt ag l anzó una ojeada, por encima de las cabezas de los hombres, a la pared donde estaban grabados los títulos de un millón de libros prohibidos. Lo s no m br es s al taban en e l fuego , y lo s años ardían bajo el hacha y la manguera, que no echaba agua sino kerosene. —No. —Pero en la mente de Montag se alzó un viento frío que venía de la rejilla de l vent il ado r de s u c as a, y que s oplaba y s oplaba, hel ándo le e l rostro. Y, otra vez, se vio a sí mismo en un parque arbolado hablando con un hombre viejo, muy viejo. Y el vie nto que cr uzaba el parque era también un viento frío. —No. Montag m iró hacia la pared, más all á de e llos, en la que había las l i s t as m e c ano g r af i a das de un mil lón de libr os pr ohibidos. Sus no m br e s s e co nsum ían e n e l f ue go , d e s t r uy e nd o l o s a ño s baj o s u h ac ha y s u m angue r a, que ar r o j aba pe t r ó le o e n vez de agua. — No . — P er o , pr o ce de nt e de l as r ej as de ve nti l aci ó n de s u c as a, un f re s c o vie nt o e mpe zó a s opl ar hel ándo l e s uave me nt e e l ro s t r o . Y, una ve z más , s e vi o e n e l par qu e habl ando c o n un vi e jo , un ho m br e muy vi e jo , y t a m bi é n e l vi e n t o de l p ar q ue e ra f rí o Montag titubeó. —¿Fue... fue siempre así?¿El cuartel de bomberos, nuestro trabajo? Quiero decir, bueno, érase que se era... Montag vaciló: —¿Siempre..., siempre ha sido así? ¿El cuartel debomberos,nuestrotrabajo?Bueno, quiero decir que hubo una época... —¡Érase que se era! —exclamó Beatty —. ¿Qué modo de hablar es ése? —¡Hubo una é po ca! — repit ió Beat ty—. ¿Q ué maner a de hablar es ésa? To nto , s e dijo Montag, t e has denunciado. En el último incendio había leído una línea de un libro de cuentos de hadas. —Quiero decir en otros tiempos, ant es de que l as cas as f ue r an i nc om bus t i bl e s . . . — D e pro nt o pareció como si una voz mucho más oven e st uvie se habl ando por é l. Abrió la boca y Clarisse McClellan di j o: — ¿Lo s bo m be r os no prevenían antes los incendio s en vez de alimentarlos como ahora? «Tonto —pensó Montag—, te has delatado.» En el último fuego, un libro de cuento s de hadas , del que casualmente leyó una línea... —Quiero decir —aclaro—, que en los viejosdías, antes de que lascasasestuviesen totalmente a prueba de incendios... —De pronto, pareció que una voz mucho más joven hablabapor él. Montag abrió la boca y fue Ciarisse MacCiellan la que preguntaba—: ¿No se dedicaban los bomberos a apagar incendios en lugar de provocarlos y atizarlos? “ Th a t ’ s r i c h ! ” S t o n e m a n —¡Eso sí que está bien! a n d B l a c k d r e w f o r t h t h e i r 60 St onem an y Black al argaron a r u l e b o o k s , w h i c h a l s o Montag sus libros reglamentarios c o n t a i n e d b r i e f h i s t o r i e s do nde fi guraban tambié n br eves of the Fi r em en o f hi s to r i as de l o s bo m be r os e n A m e r i c a , a n d l a i d t h e m Norteamérica, y los dejaron sobre o u t w h e r e M o n t a g , t h o u g h 65 l a m e sa, de m odo que Mo nt ag, l o n g f a m i l i a r w i t h t h e m , aunque f am il i ar i zado c o n e s as m i g ht r e ad : historias, pudiera leer: —¡Es el colmo! S t o ne m a n y B l a c k s a c a r o n s u l i br o guí a , que t amb i é n c o n t e ní a br e ve s r e l at o s s o br e l o s bo m be r o s de Am é r i c a Y l o s de j ar o n de m o d o que M o nt ag, aun que f ami l i ar i z ado c o n e l l o s d e s de hac í a mu c ho t i e m po , pudi e s e l e e r : “Es t abl i s he d, 1 7 9 0 , t o bur n Engli sh-influenc ed bo oks i n t he 70 Co l o n i e s . Fir st Fi r e m a n: Be nj am in Fr ankl in.” Establ ecidos en 1790 para quemar los libros influencia inglesa de las col onias. Primer bombe Benjamín Fr ankli n. 35 Mo nt ag h e s i t a t e d, “Was — was it al ways l ike this ? The fi re ho use , our wor k? I m ean, wel l, o nc e upon a t im e… ” 40 “O nc e u po n a t i m e !” Be at t y s a i d . “W h a t k i n d o f t a l k i s that ?” Fo o l , t ho u ght M o nt ag t o him se lf , yo u’l l gi ve it away. At the las t fir e, a book of fairy tal es, he ’ d gl a nc e d at a s i ng l e l i ne . “I mean,” he said, “in the old days, bef o re ho m es we r e c om ple t el y fireproofed.” Suddenly it seemed a much younger voi ce was speaking for him. He opened his mouth and it was Clarisse M cClellan saying, “D i dn’t f i r e m e n p r e ve nt f i r e s rather than stoke them up and get them going?” 45 50 55 Rul es: INAUGURA CIÓN: 1790. CON PROPÓSITO DEQUEM AR LIBROS EL DE INFLUENCIA INGLESA EN LAS COLONIA S. PRIMER BOMBERO: BENJAMN FRANkLIN REGLAS REGLA 75 1. Answe r the al ar m s wif tl y. 2. St art t he fir e s wi ftl y. 3. Burn eve ryt hing. 1. Contestar en seguida a la alarma. 2 . Encender rápidamente el fuego. 3. Quemarlo todo. 28 1. Responder rápidamente a la alarma. 2. Iniciar el fuego rápidamente. 3. Quemarlo todo. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda 4. Re po r t b ac k t o f i r e ho u s e im mediatel y. 5. St and al er t f or other al arm s. Everyone watched Mo ntag. He di d not move. 5 The alar m sounde d. f lu r ry n. 1 (de v iento, nieve, gran izo) ráf aga: snow flurries are expec ted tonig ht, se esperan nevasc as esta noc he 2 agit ación: there has been a flurry of protests, hubo una olea da de pro testas. f lu rr y 1 a gust or squa ll (o f sn ow, r ain, etc. ). 2 a sudde n burst of a ct iv ity. 3 a c om mo tion ; e xc it em en t; n er vo us a gita tion (a flu rry o f spe culation; the flu rry o f th e city). - confuse by haste or noise; agitate, aturullar, f ur ry adj (animal, etc) peludo a furry rabbit, un conejo peludo (juguete) de peluche. f ur ry 1 of or like fur. 2 c ove red wit h o r we aring f ur. tr. de Alfredo Crespo 4 . Inf o r m ar i nm e diat am e nte al cuartel. 5. Estar alerta a otras alarmas 4 . Re gr e sar i nm e di atam e nt e al cuar te l. 5. Permanecer alertapara otras alarmas. To dos m i r aban a Montag no se movía. Todos observaban a Montag. Éste no se movía. M o nt ag. Sonó la alarma. Th e b e l l i n t h e c e i l i n g 10 k i c k e d i t s e l f t wo h u n d r e d t i m e s . S u d d e n l y t h e r e we r e f o ur e m pt y c hai r s . The c ar ds f e l l i n a fl ur r y o f s no w. The br a s s p o l e s hi ve r e d. The m e n 15 we r e go ne . Sonó la alarma. La campanilla del cielo raso se golpeó a sí misma doscientas veces. De pronto hubo cuatro sillas vacías. Lo s nai pe s c aye r on c o m o una ráfaga de copos de nieve. La barra de br o nc e se e s t re m e c i ó . Lo s hombres habían desaparecido. L a c a m p an a de l t e c ho t o c ó d o s c i e n t a s ve c e s . D e p r o nt o h u b o c u a t r o s i l l a s va c í a s . L o s n ai pe s c ay e r o n c o m o ________ copos de nieve. La barra de l at ó n s e e s t r e m e c i ó . Lo s hombres se habían marchado. Mo nt ag s at i n hi s c hai r. M o nt ag se guí a s e nt ado . Al l á B e l o w, t h e o r a n g e d r a g o n abajo el dragó n anaranjado tos ía c o ughe d i nt o l i f e . 20 volviendo a la vida. Montag estaba sentado en su silla. Abajo, el dragón anaranjado tosió y cobró vida. Mo ntag sl id down t he pole li ke a man i n a dr eam. Montag se dejó caer por la barra como en un sueño. Montag se deslizó por la barra, como un hombre que sueña. T h e M e c h a n i c a l H o u n d 25 El Sabueso Mecánico se incorporó l e a p t u p i n i t s k e n n e l , i t s deunsaltoensucasi lla, con unos ojos e ye s a l l g r e e n f l a m e . llameantes y verdes. El Sabueso Mecánico daba saltos en superrera con los ojos convertidos en una llamarada verde. “M o nt ag, yo u f o r go t yo ur he lm et !” — ¡ M o n t a g , t e o l vi d a s e l c asc o ! — ¡ M o n t a g , t e o l vi d a s d e l c asc o ! Montag se volvió hacia la pared, recogió el casco, corrió, saltó, y t o dos par t ie r o n, y e l vie nt o nocturno martilleó el aullido de la si re na y el po der os o t rueno del metal. El aludido lo cogió de la pared que quedaba a su espalda, corrió, saltó, y se pusieron en marcha, con el viento nocturno martilleado por el alarido de su sirena y su poderoso retumbar metálico. Era una casa descascarada de tres pisos, en la parte vieja de la ciudad, que tenía cien años. Pero, como a t o das l as cas as , s e l a habí a recubierto hacía vario s años con una fina capa de material plástico, i nc om bus t i bl e , y e st a c ubie r t a protectora parecía ser lo único que sostenía la casa. Era una casa de tres plantas, de aspecto ruinoso, en la parte antigua de la ciudad, que contaría, por lo menos, un siglo de edad; pero, al igual que todas las casas, había sido recubierta muchos años atrás por una delgada capa de plástico, ignífuga, y aquella concha protectora parecía ser lo que la mantuviera erguida en el aire. H e s e i z e d i t o f f t h e wa l l be hi nd hi m, r a n, l e apt , and t he y we r e o f f , t he ni ght wi nd h am m e r i ng a bo u t t h e i r s i r e n s c r e am and t he i r m i ght y m e t al t h unde r ! 30 35 It was a f laki ng thr e e - s to r e y 40 ho use i n t he anc i e nt par t o f t he c i t y, a c e nt ur y o l d i f i t was a day, but l i ke al l ho us e s i t had b e e n g i ve n a t h i n f i r e p r o o f pl ast i c s heat h m any ye ar s ago , 45 a n d t h i s p r e s e r va t i ve s h e l l s e e m e d t o b e t he o nl y t h i n g ho l di ng i t i n t he s ky. “H er e we are !” 50 Th e e n g i n e s l a m m e d t o a s t o p . B e a t t y, S t o n e m an , an d B l a c k r a n u p t h e s i d e wa l k , s udde nl y o di o us and f at i n t he 55 p l u m p f i r e p r o o f s l i c k e r s. M o nt ag f o l l o we d. —¡Llegamos! —¡Aquí están! La máquina se detuvo. Beatt y, S t o n e m an y B l a c k c o r r i e r o n c al l e a r r i ba , de pr o nt o de s agr adable s y gor do s e n s us hi nc hado s trajes inco mbust ible s. Montag caminó detrás de ellos. El vehíc ulo s e de tuvo. Beat ty, St one man y Black atr ave sar on corriendo la acera, repentinamente o di o s o s y gi ga nt e s c o s e n s us gruesos trajes a prue ba de llamas. Montag les siguió. They c r as he d t he f ro nt do o r L o s t r e s ho m b r e s e c ha r o n and grabbe d at a wom an, though 60 a ba j o l a pu e r t a d e l a c as a y she was no t r unning, s he was not agar r ar o n a una m uj e r, aunque t ryi ng t o e sc ape . She was o nl y e l l a no i nt e nt a ba e s c apa r. La s tandi ng, weaving f r om s ide t o m uj e r e s t ab a al l í , de p i e , s i de , he r e ye s f i xe d u po n a b al an c e án do s e , c o n l o s o j o s no thi ngnes s i n t he wall as if they 65 c lavado s en una pare d si n nada, had st r uc k he r a t e r r i bl e bl o w c o m o s i l e hubi e s e n go l pe ado upo n t he head. H e r t ongue was fuer te me nt e la c abeza. La le ngua m o vi ng i n he r m o ut h, and he r s e le m ovía f ue r a de l a bo ca, y e y e s s e e m e d t o b e t r yi ng t o p ar e c í a c o m o s i s us o j o s r e me m ber s o me t hing, and the n 70 q ui s i e s e n r e c o r da r al go . they rem embere d and he r t ongue Re c or dar o n al f i n, y l a l engua mo ve d agai n: vo lvió a m over se : De s t r o zar o n la pue r t a pr i nc i pal y af e r r ar o n a una m uj e r, aunq ue é s t a no c o r r í a, no i nt e nt aba e s c apar. Se l i m i t aba a pe r m ane c e r qui e t a, ba l a nc e á nd o s e d e un o a o t r o pi e , c o n l a m i r ad a f i j a e n e l va c í o d e l a p a r e d , c o m o s i h ub i e s e r e c i bi do u n t e r r i bl e go l pe e n l a c a be z a. M o ví a l a bo c a, y s us o j o s par e c í an t r at ar de r e c o r dar al g o . y, l ue go , l o r e c o r dar o n y s u l e ngua vo l vi ó a m o ve r s e : “‘Play t he man, Mas ter Ri dle y; we s hal l t hi s d ay l i ght s uc h a 75 c a ndl e , by G o d’s gr ac e , i n England, as I tr us t s hal l never be put o ut. ’” —«Pórtate como un hombre, joven Ridley. P or la gracia de Di os, encenderemos hoy en Inglaterra tal hoguera que confío en que nunca se apagará.» 29 — «Aní me s e , s eñor it o R i d l e y, e nc e n d e r e m o s h o y e n I ng l a t e r r a u n c i r i o t al , p o r l a gr ac i a d e Di o s , q ue n o s e a pa g a r á nu n c a. » B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo “Enough of that!” s aid Be att y. “W her e are they?” —¡Cálle se! —grit ó Be atty —. ¿Dónde están? —¡Basta de eso! —dijo Beatty—. ¿Dónde están. H e s l app e d he r f ac e wi t h 5 am azi ng object i vi t y and repeated t he ques t i o n. The o l d wo m an’s eye s came to a fo cus upon Beat ty. “You know whe re they are o r you wo uldn’t be her e,” she sai d. 10 Abo fe t eó a la muje r c o n una as o m br o s a i n di fe r e nc i a, y r epit ió l a pr egunta. Lo s oj os de l a anci ana se pos ar on e n Be at ty. — U s t e d l o s abe , pue s s i no no hubi e s e n ve ni do . Ab o f e t e ó a l a m u j e r c o n s or pr e nde nt e i mpasi bi l i dad, y re pit ió la pr egunt a. La mi rada de la vi eja se fi jó en Be att y. —Usted ya sabe dónde están, o, de lo contrario, no habría venido —dijo—. St o ne m an he l d o u t t he t e l e pho ne al arm c ar d wi t h t he c o m plai nt s i gne d i n t e l epho ne dupli cat e o n the back Stoneman le mostró a Beatty la tarjeta telefónica de alarma, con la denunc ia fi rm ada, e n dupl ic ado telefónico, en el dorso: St o n e m an al ar gó l a t ar j e t a d e al ar m a t e l e f ó n i c a, c o n l a de n unc i a f i r mada po r dup l i c a do , e n e l do r s o : Hay motivos para sospechar de la boardi l l a. Calle de los Olmos. N., 11. E. B. “Te n g o moti vos pa ra sosp echar d el áti co. Elm, número 11 ciud ad . E. B”. “That wo ul d be M rs. Bl ake, my —Ésa tie ne que se r l a s eño ra ne i gh bo u r, ” s a i d t h e w o m a n, Blake, mi vecina —dijo la mujer re adi ng the i nit ial s. 25 leyendo las iniciales. —D e be d e s e r M r s . Bl ak e , m i ve c i n a — d i j o l a m u j e r , l e ye ndo l as i ni c i al e s — . 15 “H ave r e as o n t o s u s pe c t atti c ; 11 No. Elm, C i ty. — E. B.” 20 “All right , m en, le t’s get ‘em !” —Muy bien, hombres, ¡a ellos! N e x t t h i n g t h e y we r e u p in musty b l a c k n e s s , 30 s w i n g i n g s i l ve r h a t c h e t s a t d o o r s t h a t we r e , a f t e r a l l , unl o c ke d, t umbl i ng t hr o ugh l i ke bo ys all r o l l i c k and s h o u t . “ H e y ! ” A 35 f o u nt ai n o f bo o k s s pr an g d o wn up o n Mo nt a g as h e c l i mbe d s hudd e r i ng up t he s he e r s t a i r - we l l . Ho w X i nc o nve ni ent ! Al ways be fo r e i t 40 had been li ke snuf fing a candl e. The p o l i c e we n t f i r s t an d a dh e s i ve - t a pe d t he vi c t i m ’s m outh and bandaged him o ff i nt o t he i r gl i tt e r ing be e t le c ar s , s o 45 whe n yo u arr i ve d yo u f o und an e m p t y h o u s e . Yo u we r e n’ t hurt ing anyone, you we re hur ti ng o nl y things ! And since things really couldn’t be hurt, since things felt 50 nothing, and things don’t scream or whimper, as this woman might begin to scream and cry out, t here was nothing to tease your conscie nce later. You were simply cleaning up. 55 J ani to r ial wo rk, es s ent ial ly. Everything to it s pro pe r pl a c e . Q ui c k wi t h t h e ke r o s e ne ! Who’s got a match! —¡Bueno, muchachos, a por ellos! Y l o s hom bre s s e l anzar o n a un a o s c u r i d ad m o ho s a, es gri mie ndo hachas de plata contra puert as que e s t aban, al fi n y al c abo , abi er t as. Bus c aro n co m o niños, gr itando y r etozando. —¡Eh! Una fuente de libros cayó sobre M o n t ag m i e nt r as é l s u bí a es trem ecié ndos e por l a es cale ra de carac ol . ¡Q ué d e s ag r a d ab l e ! H as t a e s e dí a ha b í a s i d o c o m o d e s p a b i l a r u n a v e l a. Primero llegaba la policía y tapaba c on t e la adhe si va la bo ca de l a víctima y se la llevaba atada de pies y manos en coches brillantes como escarabajos, de modo que cuando uno l legaba encontraba una casa vacía. No se le hacía daño a nadie, sólo a cosas . Y como realmente no es posible hacer daño a las cosas, ya que no sienten nada, ni gritan, ni se quej an —co mo est a muj er podía comenzar a gritar y llorar — , no había luego remordimientos. To do se r educí a a un t rabaj o de li mpie za. Un trabaj o de po rter ía esencialmente. Todas las cosas en s u l ugar. ¡Rápi do, el ke r os e ne ! ¿Quién tiene un fósforo? Al instante, iniciaron el ascenso en la o scuridad, go lpeando con sus hachuelas plateadas puertas que, sin embargo , no estaban cerradas, tropezando los unos con los otros, como chiquillos, gritando y alborotando. —¡Eh! U na c at ar at a de l i br o s c ayó s o br e M o nt ag m i e nt r as é s t e as c e ndí a vac i l ant e m e nt e l a e m pi nada e s c al e r a. ¡Q ué i nc onveni enci a! Ant es , s i em pr e habí a s i do t an s e nc i l l o c o m o apagar una vela. La Policía llegaba primer o, amordazaba y ataba a la ví c t i m a y s e l a l l e vaba e n s us r e spl ande c i e nt e s ve hí cul o s , de m o do que c uando l l e gaban l o s bo m be r o s e nc o nt r aban l a c as a vac í a. N o s e d añaba a nadi e , únicamente a objetos. Y puesto que los objetos no podían sufrir, puesto que los objetos no sentían nada ni chillaban o gemí an, como aquella mujer podía empe zar a hacerlo en cualquier momento, no había razón para sentirse, después, una conciencia c ul pabl e . Er a t an s ó l o una operación de lim pieza. Cada cosa en su sitio. ¡Rápido con el petróleo! ¿Quién tiene una cerilla? Pe ro e sa no che al gui en había cometido un error. Esta mujer había estropeado el ritual. Los hombres hacían demasiado ruido, riéndose, bromeando, para cubrir el terrible silencio acusador de allá abajo. La mujer hacía rugir los cuartos vacíos con sus acusaciones, y esparcía un fino polvo de culpabilidad que se le s m etí a a lo s hombres po r l as narices. No era correcto. Montag sintió una inmensa irritación. ¡La m uj er no de bí a es t ar aquí , vigilándolo todo! Pero aquella noche, alguien se había equi vocado. Aquella muj er estropeaba el ritual. Los hombres armaban demasiado ruido, riendo, bromeando, para disimular el terrible silencio acusador de la mujer. Ella hacía que las habitaciones vacías clamaran acusadoras y desprendieranun fino polvillo de culpabilidad que era sorbido por ellos al moverse por la casa. ________________ Mont ag sintió una irritación tremenda. ¡Por e nc i ma de t odo , e l la no de be rí a e st ar al lí ! Los libros le bombardearon los hombros, los brazos, la cara vuelta hacia arr iba. Un libro voló , casi Lo s l ibr os bom barde aro n s us ho mbr os, sus brazos , s u r ost ro levantado. Un libro aterrizó, casi 60 But now, t oni ght , s ome one had sl ipped. This woman was spo ili ng the r it ual . The me n were m aki ng to o m uch nois e, laughi ng, j oki ng t o c ove r he r t er r i bl e ac cus i ng 65 s i l e n c e be l o w. S he m ad e t he empt y room s roar with accusation and shake do wn a f i ne dus t o f gui l t t h at was s uc ke d i n t he i r no str il s as t hey plunged about. It 70 was ne ither cr icket no r c or rec t. M o nt ag f e l t an i m m e n s e ir rit at ion. She shoul dn’t be her e, on to p o f e ve ryt hing! 75 Bo o ks bo m ba r de d his shoul de rs, hi s arm s, hi s upturned f ac e . A bo o k al i ght e d, a l m o s t 30 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda obedie ntl y, li ke a whit e pigeo n, in hi s hands, wi ngs f lut ter ing. In t he di m, waver ing l i ght , a page hung ope n and it was l ike a sno wy f e at h e r, t h e wo r ds de l i c at e l y 5 pai nt ed t he r eo n. In all t he r us h and fe rvour , Montag had only an i n s t a nt t o r e a d a l i ne , b ut i t blaze d in his m i nd f or t he next mi nut e as if stamped the re wi th 10 f i e r y s t e e l . “Ti m e has f al l e n as l e e p in t he af t e r no o n sunshine.” He dr opped the boo k. Imm ediately, anothe r fe ll i nto his ar ms . 15 “M ontag, up he re !” obedientemente, como una paloma blanca hasta sus manos, aleteando. A la luz pálida y oscilante apareció una página, como un copo de nieve, con unas palabras de licadame nte i mpr e sas . En me di o de aquel l a agit aci ón y fe rvo r, Mo nt ag só lo pudo leer una línea, pero que quedó fulgurando en su mente como si se la hubiesen estampado a fuego. El tiempo se ha dormido a la luz de la tarde. M o ntag s o l tó el l ibr o . Inmediatamente otro le cayó en los brazos. —¡Montag, sube! M o n t ag’s hand c l o s e d l i k e a m o u t h, c r us h e d t he bo o k w i t h 20 wi l d de vo t i o n, wi t h an i ns ani t y o f m i ndl e s s ne ss t o hi s c h e s t . Th e m e n a b o ve w e r e hur l i ng s h o ve l f u l s of m a gazi ne s i nt o t he d us t y ai r. 25 Th e y f e l l l i k e s l a u g h t e r e d birds and the wom an sto od be l o w, l i k e a s m a l l g i r l , am o n g t h e bo di e s . tr. de Alfredo Crespo obedientemente como una paloma blanca, en sus manos, agita ndo las alas. A la débil e incierta luz, una página desgajada asomó, y era como un copo de nieve, con las palabras delicadamente impresas en ella. Con toda su prisa Y su celo, Montag sólo tuvo un instante para leer una línea ésta ardió en su cerebro durant e el mi nut o s iguiente co mo si se la hubiesen grabado con un acero. El tiempo se ha dormido a la luz del sol del atardecer. Montag dejó caer el libro. Inmediatamente cayó entre sus brazos. —¡Montag, sube! La mano de M ontag s e ce rr ó c om o una boc a, apr et ó el li br o co nt ra el pe cho c on una sal vaje devoción, con tina despreocupación insensata. Los hombres, allá arriba, e s t aban l anzando al ai r e polvoriento paladas de revistas, que c aí an c o m o pájar o s he ri do s de muerte. Y la mujer estaba allí, de pie, abajo, como una niñita entre cadáveres. La m ano de M o nt ag s e c e r r ó c o m o una bo ca, apl as t ó e l li br o c o n f i e r a de vo c i ó n, c o n f i e r a i nc ons c i e nc i a, co nt r a s u pe cho. L o s h o m b r e s , d e s de ar r i ba , ar r o j ab an al ai r e po l vo r i e nt o m o nt o ne s de r e vi s t as que c aí an c o m o páj ar o s as e s i na do s , y l a m uj e r p e r ma n e c í a a b a j o , c o m o un a ni ñ a , e n t r e l o s c ad áve r e s . M ontag no habí a he cho nada. Todo había sido obra de su mano. La mano, con cerebro propio, con conciencia y curiosidad en cada uno de los tem blor oso s de dos, se le había vue l to l adr o na. Aho ra l e me tí a el l ibro baj o el brazo , lo apretaba contra la axila sudorosa, ¡y reaparecía vacía, con un ademán de mago ! ¡Mi r adl a! ¡Ino c ent e ! ¡Mir ad! M ontag no hi zo nada. Fue s u mano la que actuó; su mano, con un cerebro propio, con una conciencia y una c ur i os i dad en c ada de do tembloroso, se había convertido en ladrona. En aquel momento metió el libro bajo su brazo, lo apretó con fuer za c ontra l a sudor os a axil a; s al ió vac í a, c o n agi l i dad de prestidigitador. ¡Mira aquí! ¡inocente! ¡Mira! —Montag observó estremeciéndose l a m an o bl a nc a . L a a l e j ó d e sus ojos como si fuese hipermétrope. La acercó , como si fuese ciego. Mo nt ag c onte mpló , al te rado , aquella mano blanca. La mantuvo a distancia, como si padeciese presbicia. La ace rcó al rost ro, como si fuese mi ope. 30 Mo ntag had do ne no thi ng. H is hand had do ne i t al l , hi s hand, wit h a brai n o f i t s o wn, wi t h a c o ns c i e n c e and a c ur i o s i t y i n each tr embling finger, had turned thie f. N ow, it pl unge d the bo ok back unde r his arm , pre s s e d i t ti ght to s weating armpit , r ushed o u t e m p t y, wi t h a m ag i c i an ’s f l our i sh! Lo o k he r e! Inno c ent ! Lo ok! H e g a ze d , s h a k e n , a t t h a t wh i t e h a n d . H e h e l d i t wa y o u t , as i f he we r e f ar - s i g ht e d. He h e l d i t c l o s e , as i f he w e r e b l i nd . 35 40 45 “Mo nt ag!” —¡Montag! —¡Montag! He je rke d about. Montag se sobresaltó. El aludido se volvió con sobresalto. “D on’t s tand t he re, idiot !” —¡No te quedes ahí, idiota! —¡No te quedes ahí parado, estúpido! 50 Th e b o o k s l a y l i k e g r e a t m o u nds o f f i s he s l e f t t o d r y. The m e n d an c e d an d s l i p pe d a n d f e l l o ve r t h e m . Ti t l e s gli t t er e d t he ir gol de n e yes , f al l i ng , go ne . “K e r o s e ne ! Th e y pum pe d t he c o l d f l ui d f r o m t he nu m be r e d 4 5 1 t ank s s t r app e d t o t he i r s ho ul de r s . The y c o at e d e ac h bo o k, t he y pum pe d r o o m s f ul l o f i t . Los libros yacían como grandes montículos de pescados puestos a s e c ar. Lo s ho m br es bai l aban, resbalaban, y caían sobre ellos. Los ojos dorados de los títulos brillaban 60 y desaparecían. Los libros yacían como grandes montones de peces puestos a secar. Los hombres bailaban, resbalaban y caían sobre ellos. Los títulos hacían bri ll ar s us oj os dor ado s, c aí an, desaparecían. —¡Kerosene! Los bomberos bombearon el frío f l ui do de s de l o s t anque s numerados 451 que llevaban en los hombros, y bañaron los libros y las habitac iones. —¡Petróleo! Bombearon el frío fluido desde los tanques con el número 451 que ll evaban suj et os a sus hombro s. Cubrieron cada libro, inundaron las habitaciones. 55 65 Th e y h u r r i e d d o w n s t a i r s , Luego corrieron escaleras abajo. Montag C o r r i e r o n e s c a l e r as a ba j o ; M o n t a g s t a g g e r e d a f t e r 70 los siguió también, tamba l e á ndos e , X M o n t a g avan zó ______ e n po s t h e m i n t h e k e r o s e n e e n v u e l t o e n v a p o r e s d e d e e l l o s , e n t r e l o s va p o r e s fumes. ker o s ene . de l pe t r ó l e o . “Com e on, wom an!” —¡Vamos, mujer! —¡Vamos, mujer! 75 The wom an kne l t amo ng t he bo o k s , t o uc hi ng t he dr e n c he d l e athe r and c ar dbo ar d, r e adi ng 31 La mujer, arrodillada junto a los libros, t ocaba los cueros y te las e mpapadas, le yendo l os t ít ulo s Ésta se arrodilló entre los libros, acar ic i ó l a e mpapada pi el , e l impregnado cartón, leyó los títulos B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he gi lt t i tl e s wi t h he r f i nge r s while he r e yes accused Mo ntag. tr. de Alfredo Crespo dorados con los dedos, y acusando con los ojos a Montag. dorados con los dedos mientras su mirada acusaba a Montag. 5 —Nunca tendrán mis libros — dijo la mujer. —No Pueden quedarse con mis libros —dijo—. “You know the law,” said Beatty. “Where’s your common sense? None of those books agree with each other. You’ve been locked up here for years 10 wi th a regul ar dam ne d Towe r of Babel. Snap out of it! The people in those books never lived. Come on now!” —Ya conoce la ley —dijo Beatty — . ¿N o t i ene s e nti do c om ún? Ni nguno de est os libros es tá de ac uer do c o n l o s de m ás . Se ha pasado la vida e nc er rada en una condenada torre de Babel. ¡Salga de ahí! La ge nt e de es os l ibro s no existió nunca. ¡Vamos, salga! Ya c ono ce la le y — r epl ic ó Beatty—. ¿Dónde está su sentido común? Ninguno de esos libros está de acuerdo con el otro. Usted lleva aquí e nc er r ada años c on una condenada torre de Babel. ¡Olvídese de ellos! La gente de esos libros nunca ha existido. ¡Vamos! “Yo u c a n’t e ve r ha ve bo oks ,” she s ai d. my 15 She s hoo k her head. La mujer sacudió la cabeza. “The wh o l e ho us e i s g o i ng up,” s ai d Be at ty. Ella meneó la cabeza. —Vamos a quemar la casa —dijo Beatty. —Toda la casa va a arder —advirtió Beatty—. Los hombres se alejaron torpemente hacia la puerta. Por encima del hombro m i r ar on a Mont a g, que s e ha bí a quedado junto a la mujer. Contorpes movimientos, los hombres traspusieron la puerta. Volvieron la cabeza hacia Montag, quien permanecía cerca de la mujer. — ¡No van a dej ar l a aquí! — protestó Montag. —¡No iré is a dejarla aquí! — protest ó él—. 20 Th e m e n w a l k e d c l u m s i l y t o t he d o o r. The y gl an c e d b a c k a t M o n t a g , wh o s t o o d n e a r t h e wo m a n . 25 “You’re not le aving he r here ?” he pr ote ste d. “She wo n’t co me .” —No quiere salir. —No quiere salir. —¡Oblíguenla, entonces! —¡Entonces, obligadla! 30 “Forc e her, t hen!” B e a t t y r ai s e d h i s ha n d i n whi ch was c o nc eale d t he i gnit er. “W e ’re due back at t he ho use . 35 Besides, these fanatics always try suicide; the pattern’s familiar.” Beat t y a l z ó l a m a n o q u e oc ul taba e l ence ndedor. — Tenemos que volver al cuartel. Además, estos fanáticos son siempre suicidas. La escena es familiar. Beatty levantó una mano, en la que llevaba oculto el deflagrador. —Hemos de regresar al cuartel. Además, esos fanáticos siempre tratande suicidarse. Es la reacción familiar. M o n t a g p l a c e d h i s h an d M ontag pus o una mano en e l o n t h e w o m a n ’ s e l b o w . 40 codo de la mujer. “You can c ome wi th me .” —Venga conmigo, por favor. Montag apoyó una de sus manos en el codo mujr. —Puede venir conmigo. “N o , ” s he s ai d. “Thank yo u, anyway. ” —. —No —contestó ella—. Gracias, de todos modos. —Voy a contar hasta diez —dijo Beatty—. Uno. Dos. —Vamos a contar hasta diez —dijo Beatty—. Uno, Dos. — N o — di j o l a m uj er Gracias, de todos modos. 45 “I’ m c o unt i ng t o t e n , ” s ai d Be at ty. “O ne . Two .” “P le ase ,” said Montag. —Por favor —insistió Montag. —Por favor —dijo Montag—. “G o o n,” said the woman. —Váyanse —dijo la mujer. —Márchese —replicó la mujer “Thr ee . Fo ur.” —Tres. Cuatro. 50 “He re .” M ontag pull ed at the wo man. 55 The woman replie d quie tl y, “I want to stay here .” Montag tiró de la mujer. —Vam os. La mujer replicó con una voz serena: —Quiero quedarme —. Tres. Cuatro. —Vamos. Montag tiró de la mujer. —Quiero quedarme aquí —contestó ella con serenidad—. 60 “Fi ve. Si x. ” —Cinco. Seis. “Yo u can s to p co unt ing, ” she said. She opened the fi nger s of one hand s light ly and i n t he palm of the hand was a s ingle sl ender obje ct. 65 An or di nar y kitc hen m atc h. —Puede dejar de contar —dijo la m uj er. Abr ió l o s de do s de una mano, ligeramente, y en la palma de la mano apareció un objeto único y delgado. Un fósforo común de cocina. —Cinco. Seis. — P ue de s de j ar de c o nt ar — di jo el la. Abr ió l i ger am e nt e l o s de dos de una m ano ; e n l a pal m a de l a m i s m a ha bí a un o bj e t o de l gado . Una vulgar cerilla de cocina. 70 The s ight o f i t rus hed the m en o u t a nd do wn awa y f r o m t he hous e . Capt ain Beat ty, ke e ping hi s d i g ni t y, bac ke d s l o w l y through the f ront door, his pi nk 75 f a c e bur nt and s hi n y f r o m a t h o us and f i r e s a nd ni g ht e x c i t e m e nt s . G o d, t ho ug ht 32 Al ver el fósforo, los hombres echaron a correr y salieron de la casa. El capitán Beatty retrocedió lentamente con un aire de dignidad y el rosado rostro encendido por mil excitaci ones y fuegos no cturnos. Dios , ¡qué ciert o era eso! pensó Montag. La alarma siempre llegaba Esta visión hizo que los hombres se precipitaran fuera y se alejaran de la casa a todo correr. Para mantener s u di gnidad, el c apit án Beatt y retrocedió lentamente a través de la puer ta pri nc ipal , co n el r os tr o quemado, brillante gracias a un millar de i nc endi os y de em oc io ne s B’s Farenheit tr. de F. Abelenda M o nt a g, ho w t r ue ! A l wa ys at ni ght t he alarm co mes . N ever by day ! Is i t be c a us e t he f i r e i s prett ier by night? Mo re spect acle, a bet te r s how? The pi nk face of Beatt y no w showed t he f ai nt es t panic i n the do or. The wo man’s ha nd t wi t c h e d o n t h e s i ng l e m a t c h s t i c k. The f um e s o f ke ros ene bl oom ed up about he r. M o nt a g f e l t t h e hi d de n bo o k po und l i ke a he ar t agai ns t hi s che st. tr. de Alfredo Crespo de noche. Nunc a dur ant e el dí a. ¿Er a po r que e l f ue go e s m ás he r mo s o de no c he ? ¿U n espectáculo mejor, una función más int eres ante? El rosado ro stro de Beatty mostraba ahora, en la puerta, una l e ve s o mbr a de páni c o . La mano de la mujer retorció el cabo de l f ó s f o ro . Lo s vapo r es de kerosene florecían a su alrededor. M o ntag s i nt i ó que e l li br o escondido le latía como un corazón en el pecho. nocturnas. “Dios —pensó Montag— , ¡cuán cierto es! La alarma siempre llega de noche. ¡Nunca durante el día” ¿Se debe a que el fuego es más bo ni to por l a no che? ¿Más es pe ct ac ul ar, más ll am at ivo? El rostro sonrojado de Beatty mostraba, ahora, una leve expresión depánico. Los dedos de la mujer se engarfiaron sobre la ceri lla. Los vapores del petróleo la rodeaban. Montag sintió que el libro oculto latía como un corazón contra su pecho. “G o o n , ” s a i d t h e w o m a n , 15 a nd M o n t a g f e l t hi m s e l f b a c k a wa y a n d a w a y o u t o f t he d o o r , a f t e r B e at t y, d o w n t h e s t e p s , a c r o s s t h e l a wn , w h e r e t h e p a t h o f k e r o s e n e 20 l ay l i ke t he t r ac k o f s o me e vi l s n a i l . — Váyans e — di jo l a m uj er, y M o ntag s e vio a s í mi s m o retrocediendo, retrocediendo hacia la puerta, detrás de Beatty, escaleras abajo, a través del jardín, donde la manguera del kerosene se retorcía como el camino de alguna malvada serpiente. — Váyase —dijo la mujer y Montag, m e c áni c am e nt e , at r ave s ó e l ve stíbulo , saltó por la pue rta en po s de Be at t y, de s c e ndi ó l o s escalones, cruzó el jardín, donde las huellas del petróleo formaban un r as t r o s e m e j ant e al de un caracol maligno. O n the fr ont po rc h wher e she had c om e to wei gh t he m quie tl y wi t h he r e ye s , he r qui e t nes s a c onde mnat io n, t he wo man st oo d mo tionles s. En el po r che , a do nde habí a s al ido par a ago bi ar l o s c on l a mirada, con una quietud que era una co nde nac ión, l a m uje r e spe raba, inmóvil. En el porche frontal, a donde ella se había asomado para calibrarlos silenciosamente con la mirada, y había una condena en aquel silencio, la mujer permaneció inmóvil. Beatty se preparó a encender el kerosene. Beatty agitó los dedos para encender el petróleo. Demasiado tarde. Montag abrió la boca. Era demasiado tarde. Montag se quedó boquiabierto. La muj er en el porc he lo s mi ró o rgu llo s amen te y rascó el fó sfo ro co ntra la barand ill a. La mujer, en el porche, con una mirada de desprecio hacia todos, alargó el brazo y encendió la cerilla, frotándola contra la barandilla. La gente salió corriendo de todas las casas y llenó la calle. La gente salió corriendo de las casas a todo lo largo de la calle. N o di j e r o n nada m i e nt r as vo lví an al cuart el. Nadi e m iró a nadie . M ont ag iba se ntado en el asi e nt o de l ant er o c o n Be at t y y Bl a c k. N i s i qu i e r a f um ar o n. Clavaban los ojos en el motor de la gran s alamandra mientras volvían las esquinas y continuaban el viaje silencioso. No hablaron durante el camino de regreso al cuartel, Rehuían mirarse entre sí. Montag iba sentado en el banco delantero con Beatty y con Black. Ni siquiera fumaron sus pipas. Permanecían quietos, mirando por la parte frontal de la gran salamandra mientras doblaban una esquina y proseguían avanzando silenciosamente. —Señorito Ridley —dijo Montag al fin. —Joven Ridley —dijo Montag por último—. Beatt y f li c ke d his fi nge rs t o spark the kero sene. 5 10 25 30 H e wa s t o o l a t e . M o nt ag gas ped. 35 Th e wo m an o n t h e p o r c h r e ac he d o ut wi t h c o nte m pt f o r them all , and st ruc k t he ki tchen match agai nst the r ai ling. 40 P eo pl e r an out of ho us e s al l do wn the st ree t. 45 They said nothing on their way back to the firehouse. Nobody looked at anyone else. Montag sat in the front seat with Beatty and Black. They did not even smoke their pipe s. 50 They s at t he re l oo ki ng o ut o f the f ro nt o f the gr eat salamander as t he y t ur ne d a c o r ne r and we nt s il entl y on. 55 “M ast er Ri dle y, ” s aid M ont ag at l as t. “W hat?” s ai d Beatt y. —¿Qué? —preguntó Beatty. —¿Qué? —Preguntó Beatty—. 60 “She said, ‘Master Ridley.’ She said some crazy thing when we came in the door. ‘Play the man,’ she said, ‘Mas te r Ri dle y.’ So m e thi ng, something, something.” — La m uj e r di j o : «Se ñor i t o Ri dl e y». D ij o al go di s par atado c uando l l e gam o s a l a puer t a. «Anímese» dijo. «Señorito Ridley». Algo, algo, algo. —Ella ha dicho «joven Ridley» — . Cuando hemo s ll egado a la pue rt a, ha di c ho algo abs ur do . «Pór tate co mo un ho mbre, j oven Ridley», dijo. Y no sé qué más. — «Enc e nde re m o s hoy e n Inglaterra un cirio tal, por la gracia de Dios, que no se apagará nunca» —dijo Beatty. Stoneman lanzó una ojeada por encim a del hombro al capi tán. Mo ntag hizo lo mi sm o, sorprendido. — «P o r l a gr ac i a de D i o s , encenderemos hoy en Inglaterra tal hoguera que conf ío en que nunca s e apagar á» — di j o Be at t y— . St o ne m an l anzó una m i r ada al c api tán, lo mi s mo que M ont ag, atónitos ambos. Be at t y r ub be d hi s c hi n. “A 75 Beatty se rascó la barbilla. m an nam e d Lat i m e r sai d t hat t o —Un hombre llamado Latimer le a m an nam e d N ic ho l as Ridl e y, dijo eso a otro llamado Nicholas as the y we re be i ng bur nt al i ve Ridley, cuando i ban a quemar los Beatty se frotó la barbilla. —Un hombre ll amado Latimer dij o es to a otro , ll amado Ridley mientras eran quemados vivos en “‘ W e s h a l l t h i s d a y l i g h t s u c h a c a n d l e , b y G o d ’s g r a c e , i n E ng l a n d, a s I t r us t s h al l n e ve r be put o ut , ”’ s a i d B e a t t y. S t o n e m a n g l a n c e d o ve r a t t h e C a p t a i n , a s d i d M o nt a g, s t ar t l e d. 65 70 33 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda a t O x f o r d , f o r h e r e s y, o n O c to be r 16 , 1 5 55 . ” tr. de Alfredo Crespo vivos en Oxford, por herejía, el 16 de octubre de 1555. Oxford por herejía, el 16 de octubre de 1555. 5 M ont ag y Sto ne m an vo l vi e ro n a m i rar l a cal le que s e de s li zaba baj o las rue das . Montag y Stoneman volvieron a contemplar la que parecía moverse bajo las ruedas del vehículo. “I ’ m f u l l o f b i t s a n d p i e c e s , ” s a i d B e at t y. “M o s t f i r e c a p t a i n s h a v e t o b e . 10 So m e t i m e s I s ur p r i s e m ys e l f . Wa t c h i t , St o ne m a n!” —Sé muchas anécdotas y frases —dijo Beatty —. Es casi inevitable en un capitán de bomberos, A veces m e so r pr e ndo a m í m is m o . ¡Cuidado, Stoneman! —Conozco muchísimas sentencias —dijo Beatley—. Es algo necesario para lamayoríade los capitanes de bomberos. A veces, me sorprendo a mí mismo. ¡Cuidado, Stoneman! Montag and Stoneman went back to looking at the street as it moved under the engine wheels. St one man braked the t ruc k. Stoneman frenó el camión. Stoneman frenó el vehículo. 15 “Damn!” s ai d Be at ty. “You’ve gone ri ght by the co r ne r wher e we turn f or t he fi re ho us e. ” — M al dit a s e a — di j o Be at t y — . Ya has pas ado l a cal l e que l l e va al c uar t e l . —¡Diantre!—exclamó Beatty—. Has dejado, la esquina por la que doblamos para ir al cuartel. 20 “W ho is it ?” —¿Quién es? “W ho wo ul d i t be ?” s a i d —¿Quién va a ser?— dijo Montag, Mo ntag, le ani ng bac k agains t t he 25 apoyándose de espaldas contra la puerta cl ose d door i n t he dar k. cerrada, en la oscuridad. H is wif e s ai d, at las t, “We ll , put o n t he li ght .” —¿Quién es? —¿Quién podría ser? —dijo Montag, apoyándose en la oscuridad contra la puerta cerrada—. Su mujer dijo al fin: —Bueno, enciende la luz, Su mujer dijo, por fin: —Bueno, enciende la luz. “I do n’t want t he light .” —No quiero luz. —No quiero luz. “Com e t o bed.” —Pues acuéstate. —Acuéstate. 30 He heard her roll i mpat i e nt l y; t he be d s pr i ngs s que a l e d. “A r e said. you dr unk ?” 35 s he 40 So it was the hand that st art ed it al l. He fe lt one hand and then the o the r wor k his coat fre e and le t i t slump to the f loo r. He he ld 45 hi s pant s o ut into an abyss and l et t h e m f a l l i nt o dar kne s s . H i s ha nds ha d b e e n i n f e c t e d , a nd s o on i t wo uld be hi s ar m s . H e co uld fe el the pois on wo rki ng up 50 hi s wrist s and into hi s e lbows and his shoulders, and then the jump-over from shoulder-blade to shoulder blade l ike a spar k le aping a gap. H i s han ds we r e r ave no us . And 55 h i s e y e s we r e b e g i n n i n g t o f e e l h un ge r , as i f t he y m us t l o o k a t s o m e t hi ng , a ny t h i n g, e ve r yt hi n g. Montag oyó que su mujer se daba vuelta, impaciente. Los muelles del colchón chillaron. —¿Estás borracho? —preguntó la mujer. Montag oyó cómo ella se movía impaciente; los resortes de la cama chirriaron. — ¿Es t ás b o r r ac ho ? La mano entonces inició otra vez De modo que era la mano que lo su t ar ea. M ontag s inti ó que una había em pezado. todo. Si ntió una mano y luego la otra lo libraban de mano y, luego, la otra que desabrochaba l a chaque t a y l a dej aban cae r. su chaqueta y la dejaba caer en el suelo. So st uvi er o n lue go e l pant aló n, Sostuvo sus pantalo ne s so bre un sobre un abismo, y lo soltaron en la abi s mo y l o s d e j ó c a e r e n l a oscuridad. Montag tenía infectadas oscuridad. las manos, y pronto se le infectarían los brazos. Podía sentir el veneno que le subía por la muñeca, hasta el codo y el hombro, y luego el salto X de omóplato a omóplato, como una c hi s pa que sal ta s obr e l a nada. Te ní a un as m an o s f am é l i c as , Sus manos estaban hambrientas. Y y l o s o j o s e s t a b a n y a s us oj o s e mpe zaban a e st arl o s i n t i e n d o h a m b r e , c o m o s i también, como si tuviera necesidad de bi e s e n mirar a l g o , de ver algo, cualquier cosa, todas las c u al qui e r c o s a , t o d o . cosas. 60 Hi s wif e s ai d, “What ar e you doi ng?” —¿Qué estás haciendo? —dijo la voz de su mujer. —¿Qué estás haciendo? —preguntó su esposa—. M o nt ag t r as t a bi l l ó , c o n e l l ibr o e nt re l os de do s s udo r o so s y fríos. Montag se balanceó en el espacio con el libro entre sus dedos sudorosos y fríos. A minut e l ate r s he said, “Wel l, — Bueno — di j o l a m uj er un j u s t do n ’t s t and t h e r e i n t he minuto más tarde — No te quedes mi ddl e o f t he fl oor.” 70 ahí en medio de la habitación. Al cabo de un minuto, ella insistió: —Bueno, no te quedes plantado en medio de la habitación. H e b al a nc e d i n s p ac e wi t h t h e b o o k i n h i s s we a t i n g c ol d fi nger s . 65 He m ade a sm all so und. “W hat?” s he as ke d. Montag emitió un débil sonido. Él produjo un leve sonido. —¿Qué? —preguntó la mujer. —¿Qué? —preguntó Mildred—. Mo nt ag vol vi ó a em it ir aquel sonido suave. Se acercó tante ando a l a cama y e sc o ndi ó t o r pe m e nt e M ontag pro duj o m ás s o ni do s s uave s . Avanzó dando t r as pi é s hac i a l a c am a y m e t i ó , 75 He made mo re so ft sounds. He s t um bl e d t o war ds t he be d and shoved the book cl um sil y under 34 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he co l d pil l ow. H e f el l i nto be d and hi s wif e c r ie d o ut , s t ar tl e d. H e l ay far ac ro s s t he ro o m f ro m h e r , o n a wi n t e r i s l a n d s e par at e d by an e m pt y s e a. She 5 t al ke d t o hi m f o r what s ee m e d a l o n g wh i l e a n d s h e t a l k e d abo ut t hi s and s he t al ke d abo ut t hat and i t was o nl y wo r ds , l i ke t he wo r ds he had hear d o nce i n 10 a nur s e r y at a f r i e nd’s ho use , a t wo - y e a r - o l d c h i l d b u i l d i n g wo r d pat t e r ns , t al ki ng j ar go n, m ak i ng pr e t t y s o u n ds i n t h e ai r . But Mo nt ag sai d nothing and 15 af ter a lo ng whi le when he only made the s mall so unds, he felt her mo ve i n the ro om and c ome to his bed and s t and over hi m and put he r hand down to fe el hi s c hee k. 20 He knew that whe n s he pulle d her hand away fr om his f ace i t was wet . tr. de Alfredo Crespo e l l ibr o bajo l a al m o hada. Cayó e n la c ama. Su muj er s e s o b r e s a l t ó y d i o u n gr i t o . M o n t a g e s t a ba a l l í , e n e l c ua r t o , m uy l e j o s de e l l a, e n u na i s l a i n ve r n a l ai s l ad a de l m un d o p o r u n m a r d e s i e r t o . D e s c u br i ó d e pr o nt o q u e s u m uj e r e s taba h a bl a n do , ha bl and o d e m uc ha s c o s a s , y e ran só lo palabr as , c om o las que habí a o í do una ve z a un ni ño de do s año s , pal abr as i nve nt adas , un a j e r g a, r u i do s a gr a da bl e s . Pero Montag no dijo nada, escuchó aquellos sonidos, y después de un rato oyó que su mujer atraves a b a l a ha bi t ac i ó n, s e par aba j u nt o a é l , y l e p o n í a l a m an o e n l a me j i l l a. Mo n t ag s upo que c u and o l e s ac a s e l a m an o , l a m u j e r de s c u br i r í a qu e e s t a ba hú m e d a. tor peme nte, el libr o bajo l a fr ía alm ohada. Se dejó c aer en la c ama y su mujer lanzó una exclamac ión, asustada. Él yacía lejo s de ella, al otr o lado del dormi torio , en una isl a inve rnal separ ada po r un mar vac ío. El la le habl ó desde lo que pare cí a una gran di stanc ia, y se ref irió a esto y aquello, y no e ran más que pal abr as , c om o las que había esc uchado en el cuar to de los niños de un ami go, de boca de un pe que ñ o de d o s año s q u e ar t i c ul aba s o ni d o s a l ai r e . P ero Montag no contestó y, al cabo de mucho rato, cuando sólo él producía los leves sonidos, sintió que ella se movía en la habitación, se acercaba a su cama, se inclinaba sobre él y le tocaba una mejil la con la mano. Montag estaba seguro de que cuando ella retirara la mano de su rostro, la encontraría mojada. L at e i n t he n i gh t he l o o ke d o ve r a t M i l d r e d . S h e w a s a w a k e . Th e r e w a s a t i n y d a nc e o f m e l o d y i n t h e ai r , h e r S e as h e l l w a s t am p e d i n 30 h e r e a r a g a i n a n d s h e wa s l i s t e ni ng t o f ar p e o p l e i n f a r pl ac e s , he r e y e s wi d e an d s t a r i ng a t t h e f at ho ms o f b l a c k n e s s a b o ve h e r i n t h e 35 c e i l i n g. M á s t ar d e M o n t a g m i r ó a Mi l dr e d. Es t a ba d e s p i e r t a. U na l e ve m e l o d í a b ai l a ba e n e l ai r e . M i l dr e d s e h ab í a l l e va d o o t r a ve z e l C a r a c o l a l o í do y e s c u c ha ba a g e nt e s d i s t a nt e s , de l u ga r e s di s t an t e s , c o n l o s o j o s ab i e r t o s y c l a vad o s e n l o s a b i s m o s d e ne gr ur a que f l o t aba n s o br e e l l a e n e l t e c ho . M ás a va n za d a l a n o c he , M ont ag m ir ó a M il dr ed. Es t aba de s pi e r t a. U na dé bi l m e l o d í a f l o t aba e n e l ai r e , Y s u r adi o a ur i c u l a r vo l ví a a e s tar e nc huf ada e n s u o r ej a, m ie nt ras e s c u c h a b a a g e nt e l e j an a d e l ugare s re m ot o s, co n uno s o jo s m uy abi e rt o s que c o nt e mpl aban l a s ne gr a s p r o f u ndi dad e s q ue habí a s o br e e l la, e n e l te c ho . Wasn’t t her e an old jo ke abo ut the wife who t al ked so much on the t ele phone that her desperate husband r an out to t he ne are s t st or e and te le pho ne d her to ask what was f or dinner ? Wel l, the n, why di d n’t h e bu y hi m s e l f an au di o - Se as h e l l b r o a dc a s t i ng st ati on and t al k t o his wi fe late at ni ght, mur mur, whi sper, shout, sc ream, ye ll? But what would he wh i s pe r, wha t wo ul d he ye l l ? What could he say? ¿No había un viejo chiste acerca de la mujer que habla tanto por teléfono que el marido, desesperado, corre a la tienda más próxima y la llama por teléfono para preguntarle qué cenaremos esta noche? Bueno, entonces, ¿por qué no se compraba él una estación Caracol transmi so ra y l e hablaba a s u muje r, murmuraba, suspiraba, gritaba, aullaba, tarde, de noche? ¿Pero qué podía murmurar, qué podía aullar? ¿Qué podía decir? ¿No había un viejo chiste acerca de la mujer que hablaba t ant o por teléfono que su esposo, desesperado, tuvo que co rre r a la ti enda m ás próxima para telefonearle y preguntar qué habí a para l a c ena? Bueno, entonces, ¿Por qué no se compraba él una emisora para radio auricular y hablaba con su esposa ya avanzada no che , murmurando, susurr ando, gritando, vociferando? Pero, ¿qué le susurraría, qué le chillaría? ¿Qué hubiese podido decirle? Y de pr o nt o M i l dr e d l e pare c ió tan ext raña que e ra co m o s i no la c o no ci e se . Él , M ont ag, es 55 t aba e n una c asa aje na, co m o e n e so s o t ro s vie j os chi st es ac e rc a de un s eño r que vue lve bo rr acho a s u c as a, y, s e e qu i vo c a d e pue r t a, y s e e qui voc a de habi ta60 c ió n, y se ac ue st a c o n una des c ono ci da, y, s e l e vanta te m prano a t r abaj ar, y ni nguno s e ha dado cue nta. Y, de repente, le resultó tan extraña que Montag no pudo creer que la conociese. Estaba en otra casa, esos chistes que contaba la gente acerca del caballero embriagado que llegaba a casa ya entrada la noche, abría una puerta que no era la suya, se metía en la habitación que no era la suya, se aco staba con un de scono cida, se levantaba temprano y se marchaba a trabajar sin que ninguno de los dos hubiese notado nada 25 An d s ud de n l y s he w as s o s t range he c o uldn’t be l i e ve he kn e w he r a t a l l . H e w as i n so meo ne el se’s hous e, li ke tho se o t he r jo ke s pe opl e t o l d o f t he ge nt le man, dr unk, co ming ho me late at night, unlo cki ng the wro ng do or, ente ring a wr ong r oom , and be ddi ng wi t h a s t r a nge r a nd ge t t i ng u p e ar l y and go i ng t o wo r k and ne i t he r o f t he m t he wi se r. “M ill ie… ?” he whispere d. 40 45 50 65 “W hat ?” —¿Millie...? —suspiró Montag. —Millie... —susurró—. —¡Qué! —¿Qué? “I didn’t m ean t o s tart le yo u. —No pensé que iba a asustarte. Sólo What I want t o know is …” 70 quería saber... “We l l?” —¿Y bien? —No me proponía asustarte. Lo que sí quiero saber es... —Di. “W he n d i d we m e e t . A nd —¿Cuándo nos encontramos? ¿Y wher e?” 75 dónde? — Cuándo no s e nc o nt ram os . Y dó nde . “W hen did we mee t for wha t ?” she aske d. —¿Cuándo nos encontramos paraqué? —preguntó ella—. 35 —¿Cuándo nos encontramos paraqué? —le preguntó Mildred. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “I m ean — or igi nal ly.” He knew she m us t be f ro wni ng in the dar k. 5 He cl ari fi ed it. “The fi rst ti me we eve r me t, wher e was i t , and whe n?” tr. de Alfredo Crespo —Quiero decir... por primera vez. —Quiero decir... por primera vez. [56] Montag supo que Mildred fruncía el ceño enlaoscuridad. Montag comprendió que ella estaría frunciendo el ceño en la oscuridad. Explicó: —Laprimeravezque nos encontramos, ¿Dónde fue, y cuándo? Aclaró conceptos: — ¿D ó nde y c uándo conocimos? no s 10 “W hy, it was at —” She s to ppe d. “I do n’t know,” she s ai d. — Bue no, fue en... — M i l d r e d s e d e t u vo — . N o s é —dij o . H e wa s c o l d. “Ca n’ t y o u 15 re mem ber ?” “It’s been so l ong.” —¡Oh! Pues fue en... La mujer calló. —No lo sé —reconoció al fin—. Montag sentía frío. —¿No recuerdas? Montag sintió frío. —¿No puedes recordarlo? —Hace tanto tiempo. —Hace mucho tiempo. “O nly ten years, that’s all , only 20 —Sólo diez años, nada más. ¡Sólo te n!” diez años! —¡Sólo diez años, eso es todo, sólo diez! “D on’t get exc it ed, I’m t ryi ng t o t hi nk. ” She l aughe d an o dd li ttl e laugh that went up and up. 25 “F unn y, ho w f un ny, no t t o rem embe r where or when you met yo ur husband or wi fe .” —N o t e e xc ite s. Est oy tr atando de pensar. — La muje r lanzó una c ur ios a r isi ta que s ubí a y s ubí a.— Grac ioso , qué gr acio so, no r e co r dar c uándo se c ono c i ó al marido o l a m uje r. —No te excites, estoy tratando de pensar.—Mildred emitió una extraña risita que fue haciéndose más y más aguda—. ¡Qué curioso! ¡Qué curioso no acordarse de dónde o cuándo se conoció al marido o a la mujer! He lay m ass agi ng hi s e yes , his br ow, and the bac k of his nec k, sl owl y. He he ld bo th hands over hi s e ye s an d appl i e d a s t e ady pr e s s u r e t he r e a s i f t o c r u s h m e m o r y i nt o p l a c e . It w as s udde nl y m o r e i m po r t ant t han any o the r thi ng in a l ife -t ime that he kn e w whe r e he ha d m e t Mi ldre d. M o n t ag s e f r o t ab a l o s o j o s , l a f r e nt e , y l a nuc a, c o n m o vi m i e n t o s l e n t o s . S e a p r e t ó l o s o j o s c o n l as m a no s co mo par a po ne r la me mo r i a e n s u si t i o . No habí a de pr o n t o nada más i mpo r t a n t e e n l a vi d a q u e s a b e r dó nde había co nocido a M i l dr e d . Mo ntag se fr otaba l os ojos , l as c e j as y l a nu c a, c o n l e n t o s m o vi m i e nt o s . Ap o y ó am ba s m ano s s o br e sus o j o s y apr et ó co n fir meza, co mo para incrust ar l a me mo r i a e n s u s i ti o . D e pr onto, re sultaba más import ante que c ual qui e r o t r a c o s a e n s u vida sabe r dó nde había c onoc ido a M il dr ed. —N o t iene i mpo rt anc ia —di jo M il dre d, y s e l e vantó , y fue al cuart o de baño . Montag oyó el ruido del agua, y los sonidos de Mildred al tragar. —No importa. Ell a es taba aho ra e n el c uart o de baño , y Mo nt ag oyó co rr er e l agua y el r ui do que hizo Mi ldre d al beber la. 30 35 40 “It do e s n’t m a t t e r. ” She was up i n t he bat hr o o m no w, and he he ar d t h e w at e r r unn i n g, a nd t h e s wa l l o wi n g s o u n d s h e m ad e . 45 “N o, I gues s not ,” he sai d. —No, supongo que no —dijo. H e t r i e d t o c o unt ho w m any Tr a t ó d e c o n t a r c u á n t a s t i m e s s h e s w al l o we d a n d h e 50 ve c e s t r a g a b a , y r e c o r d ó l a t ho ught o f t he vi s i t f r o m t he vi s i t a d e l o s d o s h o m b r e s t wo z i n c - o x i d e - f a c e d m e n d e c a r a d e z i n c o x i d a d o , wi t h t h e c i g a r e t t e s i n t h e i r c o n l o s c i g a r r i l l o s e n l a s s t r ai ght - l i n e d m o ut hs and t he b o c a s r e c t a s , y l a S e r p i e n e l e c t r o n i c - e ye d s nake wi ndi ng 55 t e d e O j o E l é c t r i c o q u e h o do w n i nt o t he l aye r u po n l a ye r r a d a b a c a p a t r a s c a p a d e o f ni ght and s t o ne and no c h e y pi e dr a y ag ua e s s t a gnan t s p r i ng wat e r, and he X t a n c a d a ______ . Y q u i s o l l a wan t e d t o c al l o u t t o he r, ho w m a r l a y g r i t a r l e : ¡ c u á n t a s m a ny have y o u t a ke n t o ni g h t 60 t o m a s t e e s t a n o c h e , l a s ! t he c a ps ul e s ! h o w m a ny w i l l c á p s u l a s , c u á n t a s t o r n a r á s yo u t a ke l at e r and no t kno w? m á s t ar d e s i n da r t e c u e nt a! ¡Y a n d s o o n , e v e r y h o u r ! o r as í s i e m pr e a t o da ho r a ! ¡Y s i m a ybe no t t o ni ght , t o m o r r o w no e s t a n o c he m a ña na po r l a n i g h t ! A nd m e no t s l e e p i ng , 65 no c he ! Y yo s i n do r m i r, ni e s t a t o n i ght o r t o m o r r o w n i ght o r no c he , ni m ar i a na po r l a n o a n y n i g h t f o r a l o n g w h i l e ; c he , ni ni ng una n o c he , dur anno w t hat t hi s has s t ar t e d. And t e m u c h o t i e m p o . Y vi o a he t ho ug ht o f he r l yi n g o n t he M i l dr e d ac os t ada, c o n l o s do s be d w i t h t h e t wo t e c hni c i a ns 70 té cnic os de pi e junto a el la, no s t a ndi ng s t r a i ght o ve r he r, no t [5 7 ] i ncl i nado s hac i a e l l a c o n b e n t wi t h c o nc e r n, b ut o nl y pre oc upac ió n, s ino de pie , muy s t andi ng s t r ai ght , ar m s f o l de d. de rec ho s, con lo s brazos c ruzaAn d he r e m e m b e r e d t h i n ki ng do s. Y re co rdó que había pensado ent h e n t ha t i f s h e d i e d , h e w as 75 tonces que si ella se moría, él, Montag, c e r t ai n he wo ul dn’ t c r y. Fo r i t no derramaría ni una lágrima. Pues se w o u l d b e t h e d y i n g o f a n rí a c omo la muer te de una mujer desu n k n o w n , a s t r e e t f a c e , a conocida , de una ca ra de la c alle, de 36 —No, supongo que no —dijo—. Tr ató de c ont ar cuántas vec es t ragaba, y pe ns ó en l a vi si ta de lo s dos operari os con l os c i gar r i l l o s e n s us bo c as re cti lí neas y l a s erpie nte de o jo electr ónico desce ndiendo a través de c apas y capas de no che y de pi edr a y de agua r e m ans ada de pr i m ave r a, y des e ó gr i t ar a s u muje r: «¿Cuántas t e has to mado e s t a no c he ? ¡ Las c á ps ul a s ! ¿Cuántas t e t omarás despué s s in saber lo ? ¡Y s egui r así hor a tr as ho r a! ¡Y qui zá no e s t a no c he , s ino mañana! ¡Y yo s i n do rm i r es ta no che , ni mañana, ni ninguna ot ra durante m ucho tie mpo, aho ra qu e e s t o ha e m pe zad o !» Y Mo ntag se la imagi nó tendi da en l a cam a, co n l os do s o pe r ar io s er gui do s a su l ado , no inc linados co n preo cupaci ón, sino e rguido s, c o n l o s br azo s c r uz ad o s ’ Y re cor dó haber pe ns ado ento nce s, que s i e ll a m orí a, est aba s eguro que no había de l l or ar. P o rque s e r í a l a m ue r t e de u na des conoc ida, un r ostro vis to en la calle , una im age n del pe rió dic o; y, de r epe nte , l e res ult ó t odo t an B’s Farenheit tr. de F. Abelenda ne ws pa pe r i m ag e , a nd i t wa s s ud de nl y s o ve r y wr o ng t ha t h e ha d b e g un t o c r y, n o t a t de at h but at t he t ho ught o f not c ryi ng at deat h, a si ll y e mpty m an ne ar a si ll y e m pt y wom an, whi le t he hungr y s nake m ade he r st il l mo re e mpty. tr. de Alfredo Crespo una imagen de l per iódic o, y de pr onto t odo le pa re ció t an f als o que se ec hó a ll orar, no ante la i dea de la mue rte, sino a nte l a ide a de no llorar la muerte . Un hombre tont o y va cío que vivía con una mujer tonta y vacía , mie ntras la s erpie nte hambri enta la va ciaba toda vía m ás. t r i s t e q ue hab í a e m pe z ado a ll orar, no po r la mue rt e, sino el pe ns ar que no l l o r ar í a c uando M i l dr e d m ur i e r a, un ab s ur do ho mbr e vac ío junto a una absur da m u j e r vac í a, e n t a nt o q ue l a hambr i e nt a s er pi ent e la de jaba aún más vací a. H o w d o yo u g e t s o e m pt y? 10 he wo nde r e d. W h o t ake s i t o ut o f yo u? And t ha t awf ul f l o we r t he o t he r day, t he dande l i o n! It h a d s u m m e d u p e ve r y t h i n g , h a d n ’ t i t ? “W h a t a s h a m e ! 15 Yo u ’ r e n o t i n l o ve w i t h anyo ne !” And why no t ? ¿Có m o t e has vac i ado t ant o ? s e pr e gu n t ó . ¿ Q u i é n t e s ac ó t o d o d e ad e nt r o ? ¡Y a qu e l l a ho r r i bl e f l o r d e l o t r o dí a, e l di e nt e de l e ó n! Fue e l c o l m o , ¿no e s ve r dad? «¡Q ué l ás t i m a! ¡N o e s t á e nam o r ado de nadi e !» ¿Y po r qué no ? «¿Cómo se consi gue quedar tan vacío ? —se pr egunt ó M ontag—. ¿Q u i é n t e vac í a? ¡Y aque l l a horrible flor del otro día, el diente de le ón! Lo había c om pre ndido to do ¿ve rdad? «¡Qué ve rgüe nza! ¡No está enam orado de nadie!» y ¿ por qué no ? » We l l , wa s n’t t he r e a w al l be twee n him and Mi ldred, when 20 you came dow n to i t ? Lite ral ly no t j us t o ne , wal l but , s o f ar, t hr e e! And e xpe ns i ve , t o o! And the uncle s, the aunt s, the cousi ns, the nieces, t he nephews, that lived 25 in those walls, the gi bberi ng pack o f t r e e -ape s t hat s ai d no t hing, no thi ng, nothing and sai d i t loud, l o ud, l o ud. H e h ad t ak e n t o c al li ng t he m re l at ives f ro m the 30 ver y f i rs t . “Ho w’s U ncl e Lo ui s t o day ?” “W h o ? ” “And Au nt M aude ?” The m o s t s i gni f i c ant m e m o r y he had o f M i l d r e d, r eal l y, was of a l i tt l e gi rl i n a 35 fores t without trees (how odd!) or r a t he r a l i t t l e gi r l l o s t o n a plat eau wher e t he r e use d t o be tr ees (yo u co uld fe el t he memo ry of thei r s hapes al l about) si tti ng 40 i n t h e c e n t r e o f t h e “l i vi n gro om. ” The l i vi ng- roo m; what a go od j ob o f l abe l l i ng t hat was no w. No matte r whe n he c am e i n, the wall s wer e always talki ng to 45 Mi ldre d. B ue no , ¿n o ha b í a d e ve r a s un m ur o e nt r e é l y M i l d r e d? ______________ ¡ N o s ó l o u n m ur o , s i no do s , y t r e s ! ¡Y un m ur o c ar o , ade m ás ! ¡Y l o s tí o s , l as t í as , l o s pr i mo s , l o s s o b r i n o s q u e vi ví a n e n e s e m u r o , e l far ful l ant e ha t o de mo nos que no de c í an nada, nada, y a gri t o s, a gr i t o s! D es de un co mi e nzo habí an s i do par i e nt e s p ar a Mo nt ag. « ¿Có m o e s t á h o y e l t í o Lui s ?» «¿Q ui é n ?» «¿ Y l a t í a M aud e ?» L a i m age n m ás s ignif i cat i va que t enía de Mi ldr ed, r ealm e nt e , er a l a de una ni ñit a e n un bos que si n árbo le s ( ¡qué r ar o !) , o qui zá una n i ñ i t a e n u na l l a nu r a d o nd e habí a habi do árbo l es (uno po dí a s ent i r e l r ec ue rdo de sus s om bras al r ede do r ): se nt ada e n e l c e nt r o de l a s a l a de r e c i bo . La s al a de r e c i bo, qué no m br e b i e n a p l i c a d o . A c ua l qu i e r h o r a qu e e nt r a s e e n l a c a s a , a l g u i e n e s t a ba ha b l a n do c o n M i l dr e d. B u e no , ¿ n o e x i s t í a u n a mur all a e nt r e é l y Mil dr e d pe ns ándol o bi en? Lit e r al m e nt e , n o s ó l o u n m ur o , . t r e s , e n r eal idad. Y, además, muy caros . Y los tíos, las t ías, los pr imos, las sobrinas, los sobri nos que vivían en aquell as par edes, la farfullante pandilla de s imios que no dec ían nada, nada, y lo decí an a voz en gri to. De sde e l pri ncipio , Montag se había acostumbrado a llamarlos pari ent es . «¿Cómo e stá hoy, t ío Lo u i s ?» « ¿Q ui é n ?» «¿ t í a Maude?» En re alidad, el recue rdo m ás s i gni f ic at i vo que t e nía de Mil dred e ra el de una niñita en un bos que si n árboles (¡qué extraño) o, más bi en, de una niñit a perdida en una m eseta donde sol ía haber ár b o l e s ( po dí a pe r c i bi r s e e l r e c ue r do de s us f o r m as po r doquier), sent ada e n el c entro de la «sala de e star». La sala de es tar ¡Qué nom bre más bie n esc ogi do! Llegara cuando llegara, allí e staba M il dr ed, e sc uc hando c óm o las par edes le hablaban. 5 “Some thing must be do ne !” “Ye s , s o m e t hi ng done !” mu s t —¡Hay que hacer algo! be 50 “W e l l , l e t ’s no t s t an d a nd t al k!” — ¡ S í , ha c e r al go ! h a y — Bueno , ¡bast a de entonces! —¡H ay que hac er al go! q u e habl ar — S í , h a y hace r algo. q u e —¡Bueno, no nos quedemos aquí hablando! 55 “Let ’s do it !” —¡Hagámoslo! “I’m s o mad I c o ul d spit !” —¡Hagámoslo! —¡Me s ie nt o tan f ur io so que podría escupir! —¡Estoy tan furioso que sería capaz de escupir! W ha t wa s i t a l l a bo ut ? M il dr e d co uldn’t s ay. W ho was m ad at w ho m ? M i l dr e d di d n’t q ui t e k no w. W ha t we r e t he y goi ng t o do ? We ll , said M il dr ed, 65 wai t ar ound and s ee . ¿De qué s e tr at aba e n ve rdad? M i l dr e d n o po d í a d e c i r l o . ¿ Q u i é n e s t a ba e n o j ad o c o n quié n? M il dre d no l o s abía. ¿Q ué i ba n a ha c e r ? Bu e n o , d i j o M il dr ed, es pe re mo s y ve am os . ¿A qué venía aquell o? Mi ldr ed no hubiese sabido decir lo. ¿Q uién e s t ab a f ur i o s o c o n t r a q ui é n? M i l dr e d l o s ab í a bi e n. ¿Q ué haría? «Bue no —s e dijo Mi ldr ed es per em os y veamos .» He had wai ted around to se e. Montag ya esperaba para ver. A gre at thunders tor m o f sound 70 gus he d f r o m t h e wal l s . M us i c bo m ba r de d h i m at s u c h an im me ns e vo lume t hat hi s bo ne s wer e al m os t shake n fr o m t hei r te ndo ns ; he f el t his jaw vibr at e, 75 hi s e yes w o bbl e i n his head. He was a vi ctim of concussi on. W hen it was all over he fe lt like a m an Un e no rme t rueno bro tó de l as par edes . La m ús ic a bo mbar de ó a M ontag co n tal vo lume n que lo s hue so s casi s e l e de spegar on de l o s t e n do ne s . Si nt i ó q ue l e vibraba la m andí bul a, y que lo s o j o s s e l e s a c u dí an e n l a s ór bi tas. Cuando t odo t er mi nó , se s inti ó co mo un hom br e a quie n 60 37 Él había esperado para ver. Una gran tempes tad de soni dos surgió de las des . La m ús ic a le bom bar de ó c o n un vo l um en tan inte ns o, que s us hues os c as i se des pr e ndie ro n de l os t endones ; sint ió que le vibr aba la mandíbula, que los oj os ret embl aban en su c ab e za. Er a ví c t i m a de una c o nm oc i ó n. Cuando t o do hubo B’s Farenheit tr. de F. Abelenda who had bee n thrown fro m a clif f, whirl ed in a centri fuge and spat out o ve r a water fall that f el l and fel l into em ptine ss and em ptiness and ne ver -quite- touche d-bo tto mnever -never -qui t e- no not qui te touched-bot tom… and you fell so f as t yo u didn’t to uch the s i de s e i t he r … ne ve r … q ui t e … to uched… anyt hing. 5 10 The t hunder fade d. The m us ic di ed. “The re, ” s ai d M ildre d. El t r ue no m ús i c a m ur i ó . 15 tr. de Alfredo Crespo habí an ti r ado e n un pr ec i pi c io , m e t i d o e n u na c e n t r í f ug a y arr oj ado a una catarata que c aí a y c aí a e n l a nada y l a nada, y nunca.. . l le gaba. .. de l to do. .. al f o nd o . . . nu nc a . . . n un c a . . . d e l t odo. .. l le gaba.. . al fo ndo. .. y l a c aí da e ra t an r ápi da que uno no to caba ni s iquie ra lo s co stado s. .. nunca.. . l le gaba. .. a nada. a g o n i zó . La —Ya está —dijo Mildred. pas ado, se si ntió c omo un hom bre que habí a sido arro jado desde un ac a nt i l a do , s a c udi d o e n una c e nt r i fugado r a y l anzado a una cat arata que c aía y caía hacia el. vac ío sin llegar nunca a tocar el fo ndo, nunca, no de l to do ; y se caí a tan apris a que se to caban los l ad o s , nu nc a, nunc a j am ás s e to caba nada. El estrépito fue apagándose . La música cesó. — Ya está —dijo Mildred—. And i t was indee d r emarkabl e. So me t hi ng had happene d. Eve n though the pe ople in the wall s of the r oom had bar ely mo ved, and 20 no thing had re al ly be en se tt le d, yo u h ad t he i m pr e s s i o n t h at s o m e o ne ha d t ur n e d o n a washing- machine o r sucked you up i n a gi g ant i c vac uum . Yo u 25 dr o wn e d i n m u s i c a nd pu r e c ac opho ny. He c ame o ut o f the ro om sweati ng and o n the poi nt of co llaps e. Behind hi m, Mi ldr ed s at in her chair and the vo i ce s 30 we nt on agai n: Era de veras algo notable. Algo habí a o curri do . Aunque l a gente de las par edes s e había m ovido ape nas , y nada habí a c am bi ado r e a l m e nt e , pa r e c í a c o m o s i al g ui e n hubi e s e p ue s t o e n movimiento una máquina de lavar, o l o hubiese sumer gido a uno en un gi gante s c o t ubo ne um át ic o . U no s e a ho gab a e n m ús i c a y c ac o f o ní a pur a . M o n t ag s a l i ó sudando de la habitación, al bo rde de l c o l a ps o . D e t r ás que d aba M i l dr e d, s e nt ad a e n s u s i l l a, esc uchando ot ra vez las voc es: Y, desde luego, era notable. Algo habí a o cur ri do. Aunque en las paredes de la habitación apenas nada se había m ovido y nada se había re sue lto en re ali dad, se tenía la i mpre s ió n de que algui en habí a puesto en marcha una lavadora o que uno había sido absorbido por un gigant e sc o as pi r ado r. Uno s e aho gaba e n m úsi c a, y e n pur a c ac o fo nía. M o nt ag s ali ó de l a habitación, sudando y al borde del c ol aps o . A su es pal da, M il dre d estaba sentada en su butaca, y las voces volvían a sonar “We l l, e ver ythi ng wi ll be al l ri ght no w,” said an “aunt .” —Bueno, todo irá bien ahora — dijo una «tía». —Bueno, ahora todo irá bien — decía una «tia»—. —Oh, no estés muy segur a — dijo un «primo». —Oh, no estés demasiado segura — replicaba un «primo»—. 35 “O h, do n’t be to o sur e,” s aid a “co us i n. ” “N ow, don’t get angry!” —Vamos, no te enojes. —Vamos, no te enfades. “Who’s angr y?” —¿Quién se enoja? —¿Quién se enfada? “You —Tú. —¡Tú! —¿Yo ? —¿Yo? —¡Sí, tú! —¡Tú estás furioso! —¿Y por qué? —¿Por qué habría de estarlo? —Ya lo sabes. —¡Porque sí! 40 ar e!” “I am?” 45 “Yo u’r e m ad!” “W hy shoul d I be m ad!” 50 “Be caus e!” “That ’s al l ve r y we l l , ” cr i e d —Todo eso está muy bien —gritó Mo nt ag, “but what are t hey m ad Montag —, pero, ¿po r qué es tán abo ut ? W ho a r e t hes e pe opl e ? 55 enoj ados ? ¿Quié n es es a ge nt e? W ho ’s t hat m an and who’s that ¿Quién es ese hombre y quién esa wo m an? Ar e t he y hus b and and m uj er ? ¿Es tán c as ado s , wi fe, are the y divorc ed, e ngage d, divo rc i ado s, co m pro m et i do s , o wh at ? G o o d G o d, no t hi ng ’s qué? Buen Dios, nada tiene relación co nnect ed up.” 60 con nada. — ¡E s t á m u y bi e n! — gr i t ó Mo nt ag—. Pe ro , ¿po r qué e st án f ur io s os ? ¿Q uié n e s es a gente ? ¿Quién e s ese hombre Y quién es esa muje r? ¿Son marido y muj er, es tán di vor ciados , prom eti dos o qué ? Vál gam e D i os , nada t i ene relación. “They —” s aid Mi ldr ed. “Wel l, they — they had this f ight, you s ee . They c e rt ainl y f ight a l ot . Yo u s ho uld li ste n. I thi nk they’re 65 m ar r i e d. Ye s , t he y’r e m ar r i e d. W hy?” — H an . . . — d i j o M i l dr e d —. Bue n o , han... han t e ni do e s a pe l e a. Una pe l e a s e r i a. Ya o í s t e . C r e o q u e e s t á n c as ado s . Sí , e s t án c as ado s . ¿P o r qué ? —Ello s.. . — dij o M ildred—. Bueno, ellos.... ellos han tenido esta pelea, ya lo has visto. Desde luego, discuten Mucho. Tendrías que oírlos. Creo que están casados. Sí, están casados. ¿Por qué? And i f i t was no t t he t h r e e w al l s s o o n t o b e f o u r w a l l s and t he dr e a m c o m pl e t e , t he n i t wa s t h e o p e n c a r a n d M i l d r e d d r i vi n g a h u n d r e d m i l e s an ho u r ac r o s s t o wn, he s ho ut i n g at he r and s he s ho ut i ng bac k and bo t h t r y i ng t o h e a r wh a t wa s s a i d , b u t he ar i ng o nl y t he s c r e am o f t he Y si no er an las tr es par edes ( que pr ont o se r í an c uat r o par a co mple tar el sueño), era el coc he abier to y Mil dre d que co nducía a ci ent o cincue nta kiló met ro s por ho r a, y é l que l e g r i t aba a Mi ldr ed, y Mil dre d que le gr itaba a él, y am bos que trataban de o ír lo que dec ía el ot ro, y oí an só lo el ruido de l m oto r. Y si no se trataba de las tres paredes que pronto se convertirían en cuatro para completar el sueño, entonces, era el coche descubierto y Mildred conduciendo a ciento cincuenta kilómetros por hora através de laciudad, el gritándole y ella respondiendo a sus gritos, mientras ambos tratabande oír lo que decían, pero oyendo sólo el rugido del vehículo. 70 75 38 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda c ar . “At l e as t ke e p i t do wn t o t he mi n i mum! ” he ye l l e d: “W h a t ? ” s h e c r i e d . “K e e p i t do wn t o f i f t y - f i ve , t h e m i ni m u m ! “ he s ho ut e d . “The wha t ?” s he s hr i e k e d. “Spe e d!” he s ho ut e d. And s he pu s he d i t u p t o o n e h u n d r e d a n d f i ve mi l e s a n ho ur and t o r e t he br e at h f r o m hi s m o u t h. tr. de Alfredo Crespo —¡Por lo menos baja a mínima! —aullaba Montag. —¿Qué? —gritaba Mildred. —¡Baja a o c he nta, l a mí ni ma! —¿La qué? —chillaba Mildred. —¡Velocidad! —gritaba Montag. Y M i ldr e d c or r ía ent o nc e s a ciento noventa kilómetros por hora y dejaba a Montag sin aliento. ¡Por lo menos, llévalo el mínimo! —vociferaba Montag—. —¿Qué? —preguntaba ella—. —¡Llévalo al mínimo, a ochenta! —gritaba él—. —¿Qué? —chillaba ella—. —¡Velocidad! —berreaba él—. Y e ll a ac el e r ó has t a c ie nt o setenta kilómetros por hora y dejó a su marido sin aliento. Cuando s al í an de l c oc he , M il dr e d ya se había pues t o lo s Caracoles en las orejas. Cu and o s e a pe ar o n d e l ve híc ul o, ell a se había puest o la radio auric ular. Sil e nci o . Só l o e l vi e nt o que soplaba débilmente. Silencio. Sólo el viento soplaba suavemente. “Mi l dr e d .” He st i r re d Montag se movió en la cama. in bed. 20 —Mildred. H e r e ac he d o ve r and pul l e d Se incorporó, estiró un brazo y le one of t he t iny musi cal inse ct s sacó el diminuto insecto musical de o u t o f he r e a r. “M i l d r e d. la oreja. Mi ldre d?” —¡Mildred! ¡Mildred! 25 —Sí. “Yes. ” H er voi ce was f aint. La voz de Mildred apenas se oía. —Mildred. Montag rebulló en la cama. Al argó una mano y s de l a or e j a d e e l l a u na d e l a s di m i nu t a s pi e zas m us i cal e s . —Mildred. ¡Mildred! — Sí. La voz de ella era débil. H e f e l t h e wa s o ne o f t h e cr eat ur es ele ct ronicall y i nse rt ed bet we en t he s lo t s of t he pho no c ol o ur wal ls , s peaking, but the s pe ec h not pie rc i ng t he cr ys tal b ar r i e r . He c ould o nl y pant o m i m e , ho p i ng s he wo ul d t ur n hi s way and s ee hi m. The y c o u l d n o t t o u c h t h r o ug h t h e glass . Montag se sintió como una de aquel l as c ri at ur as i ns e r tadas electr ónicamente en las paredes: hablaba, per o s us pal abr as no atr avesaban la barre ra de crist al. Só l o po dí a r e pr es e nt ar una pantomima, con la esperanza de que Mi ldre d vo lvie ra l a cabe za y l o viese. No podían tocarse a través del vidrio. Montag sintió que era una de las criaturas insertadas electrónicamente entre las ranuras de las paredes de fonocolor, que hablaba, pero que sus palabras no atravesaban la barrera de cr ist al. Sólo po día hace r una pantomima, con la esperanza de que ella se volviera y viese. A través del cristal, les era imposible establecer contacto. —Mildred, ¿conoces a esa chica de la que te hablé? —Mildred, ¿te acuerdas de esa chica de la que he hablado? —¿Qué chica? Mildred estaba casi dormida. —¿Qué chica? Mildred estaba casi dormida. —La chica de al lado. —La chica de al lado. —¿Qué chica de al lado? —¿Qué chica de al lado? 5 10 W he n t h e y s t e p p e d o u t o f t h e c a r, s he h ad t he S e a s h e l l s s t u f f e d i n he r e a r s . 15 Si l e nc e . O nl y bl owi ng so ftl y. t he wi nd “Mi ldred, do you know t hat girl I was te lling you about?” 30 35 40 “What gir l ?” She was al m os t as lee p. “The gir l next door.” 45 “W hat girl next do or ?” “Yo u kn o w, t he hi gh - s c ho o l gi rl. Cl ar iss e, her name is .” 50 “O h, ye s,” said hi s wif e. —Ya sabes, esa chica que va al colegio. Clarisse se llama. — Ya sabe s , la que estudia. Se llama Clarisse. —Oh, sí —dijo la mujer. “I haven’t s ee n he r fo r a fe w —No la he visto estos últimos days- four days t o be e xact. Have 55 días... Cuatro días , exactament e. yo u see n her ?” ¿La has visto tú? “N o . ” —¡Oh, sí! —dijo la mujer. —Hace unos días que no la veo . Cuat ro para ser e xact os. ¿La has visto tú? —No. “I ’ve m e an t t o t al k t o y o u about her. St range .” 60 “Oh, I know the one you mean.” “I t hought you would.” 65 —No. —Había pensado en hablarte de ella. Es curioso. — Q uer í a habl ar t e de e l l a. Es e xt raño . —Oh, ya sé a quién te refieres. —Oh, sé a quié n te refieres. —Eso pensaba. —Estaba seguro de ello. “H er, ” sai d M ildre d i n t he dark roo m. —La chica... —murmuró Mildred en la oscuridad del cuarto. —Ella —dijo Mildred, en la oscuridad—. “W hat Mo nt ag. — Sí, ¿qué pas a c o n e l l a? — preguntó Montag. . —Iba a decírtelo. Me olvidé. Me olvidé. —Pensaba decírtelo. Me he olvidado. Olvidado. “Tell m e now. What is it ?” —Dímelo ahora. ¿Qué pasa? —Dímelo ahora. ¿De qué se trata? “I think she’s gone .” —Creo que se ha ido. —Creo que ella se ha ido. a bo u t h e r ? ” as k e d 70 “I me ant t o t el l yo u. Fo rgot . Fo rgot .” ¿Qué sucede? —preguntó Montag— 75 39 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “G one ?” tr. de Alfredo Crespo —¿Se ha ido? “W ho l e f am i l y m o ve d o ut s om ewher e. But s he ’s go ne fo r go od. I think she’s dead.” 5 “We c oul dn’t be tal king abo ut the s ame girl .” —¿Ido? —Toda la familia se ha mudado a alguna parte. Pero la chica se ha ido de veras. Creo que se murió. —Toda la familia se ha trasladado a otro sitio. Pero ella se ha ido para siempre, creo que ha muerto. —No podemos estar hablando de la misma chica. —No podemos hablar de la misma muchacha. —Sí . La misma. McClellan. La at rope lló un c oche . Hace cuat ro días. No estoy segura. Pero creo que se murió. La familia se fue a otra parte. No sé a dónde. Pero creo que la chica se murió. —No. La misma chica. McClellan. McCIellan. Atropellada por un automóvil. Hace cuatro días. No estoy segura. Pero creo que ha muerto. De todos modos, lafamilia se ha trasladado. No lo sé. Pero creo que ellaha muerto. 10 “N o . The s a me gi r l . Mc Cle llan. McCle llan, Run over by a car. Four days ago. I’m not sure. But I t hi nk she ’s de ad. The famil y m oved out anyway. I don’t 15 know. But I think s he’s dead.” “You’re not s ure of it !” —¡No estás segura! —¡No estás segura de eso! —No, no estoy segura. No del todo. —No, segura,no. Pero creo quees así. —¿Por qué no me lo dijiste antes? —¿Por qué no me lohas contado antes? —Me olvidé. —Lo olvidé. “Four days ago !” —¡Hace cuatro días! —¡Hace cuatro díasl “I fo rgo t all about it .” —Me olvidé completamente. —Lo olvidé por completo. “N o, no t s ure . Pre tty s ure .” 20 “Why didn’t you tell me sooner?” “For go t. ” 25 “F o ur d ays ag o , ” h e s ai d, 30 —Hace cuatro días —murmuró quiet ly, lying t her e. Montag, sin moverse. —Hace cuatro días —repitió él, quedamente, tendido en la cama—. The y lay there i n the dark r oom Ambos callaron unos instantes, no t m o vi ng, e i t h e r o f t he m . inmóviles, acostados en laoscuridad. “G ood night,” she sai d. 35 —Buenas noches —dijo Mildred. Permanecieron en la oscura habitación, sin moverse. —Buenas noches —dijo ella—. H e he ar d a f aint r us t l e . H e r ha nds m o ve d. Th e e l e c t r i c t hi m bl e m o ve d l i ke a pr ay i ng manti s o n the pi llo w, to uched by he r hand. Now it was in he r e ar again, hum mi ng. Mo ntag oyó un débi l s us urr o. El de dal e léc tri co se encendió y s e m o vi ó c o m o un a m ant i s r e l i g i o s a s o b r e l a al m o had a. Ahora e staba ot ra vez e n l a o re ja de Mi ldr ed, zumbando. Montag oyó un débil roce. Las manos de la mujer se movieron El auricular se movió sobre la almohada como una mantis religiosa, tocado por la mano de ella. Después volvió a estar en su oído, zumbando ya. M o ntag e s c uc hó . cantaba entre dientes. M i ldr e d Montag escuchó y su mujer canturreaba entre dientes. O ut s ide the ho us e , a shado w mo ve d, an autumn wind ro se up and fade d away. But t he re was some thing el se in t he silence that 50 he he ar d. It wa s l i ke a b r e at h X e xh al e d u po n t he w i nd o w. I t wa s l i k e a f a i n t d r i f t o f gr e e n i s h l u m i n e s c e n t s m o k e , t he m o t i o n o f a s i n gl e h ug e 55 O c t o be r l e af b l o wi ng a c r o s s t he l awn and away. Fue ra de l a c as a s e es tr e me ci ó una s om bra, un vie nto ot oñal se alzó y muri ó. P ero habí a al go m ás e n aq ue l s i l e nc i o ___ ____ ___ _ _ _ . Co m o u n a l i e nt o q ue e mpañaba lo s vi dri os . Co mo un dé bi l ji r ó n de hum o ve r do so y lumi ni sc ent e; e l mo vim ie nt o de un a ú ni c a y e no r m e ho j a de o c t ub r e que vo l a ba s o b r e e l jardí n, ale jándos e. Fue ra de la c asa una s ombra se mo vió, un vi ento ot oñal so pló y am ai nó e n s e gui da. Pe r o habí a algo más en el silencio que él o ía. Era co m o un al i e nt o e x hal ado c ont ra l a vent ana. Era c om o e l d é b i l o s c i l ar de u n h um o ve r d o s o lumini sc e nte , el m o vi m i e nt o de una gi gant e s c a hoj a de oc t ubr e e mpujada s o br e e l c és ped y al ej ada. The H ound, he tho ught. It’s o ut there t oni ght . It’s o ut the re no w. If I opene d t he wi ndo w… El Sabueso, pensó Montag. Está ahí af uer a e s ta no c he . Es tá ahí ahora. Si yo abriese la ventana... «El Sabueso —pensó Montag— esta noche, está, fuera. Ahora está ahí fuera. Si abriese la ventana... H e li st ened and his wif e was si ngi ng under her bre at h. 40 45 60 He di d not ope n the wi ndo w. No abrió la ventana. Pero no la abrió. 65 He had c hil ls and f eve r i n t he mo rning. Montag, a la mañana, temblaba y tenía fiebre. Por la mañana, tenía escalofríos y fiebre. “Yo u c a n’t be s i c k , ” s a i d 70 —No puedes es tar enfermo — Mi ldre d. dijo Mildred. —No es posible que estés enfermo — dijo Mildred. Montag cerró los párpados afiebrados. X Él cerró los ojos ______________. —Sí —dijo. —Sí. He closed his eyes over the hotness. “Ye s . ” 75 “But you were all right last night.” —Pero anoche estabas bien. —¡Anoche estabas perfectamente! “N o , I was n’t al l r i ght . ” H e —No, no estaba bien. —No, no lo estaba. 40 B’s Farenheit pouting en puchero, enfurruñado, bufando pout 1 intr. a push the lips forward as an expression of displeasure or sulking. b(of the lips) be pushed forward, frunciendo. 2 tr. push (the lips) forward in po uting. L a bios sa lidos. E n p iquit o, e n hociquito, en morros, en pucheros. 1such an action or expression. 2 (the pouts) a fit of sulking. Mohin, mueca, gesto bufido. 1. m. Voz del animal que bufa. 2. fig. y fam. Expresión o demostración de enojo o enfado. tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo he ard t he “re latives” s houting in the par lour. Montag oía a los «parientes» que conversaban en la sala. Montag oyó cómo «los parientes» gritaban en sala de estar. M i l dre d s t o o d o ve r hi s be d, c ur io us l y. He f e l t he r t he r e, he 5 s aw h e r wi t h o u t o pe n i n g hi s e y e s , h e r ha i r b u r nt b y c he m i cal s t o a br i t tl e st r aw, he r e ye s wi t h a ki nd o f c at ar ac t uns e e n but s us pe c t f ar be hi nd 10 t h e p u p i l s , t h e r e d de n e d po uti ng l i ps , t he bo dy as t hi n as a pr ayi ng mant i s f r o m die t i ng, and he r f l es h li ke whit e bac on. H e co ul d re m e m be r he r X 15 no o t he r way. Mildred estaba de pie junto a la cama Mildred se inclinó sobre su cama, de su marido, mirándolo con curiosidad. llena de curiosidad. Él percibió su Montag la veía sin abrir los ojos: el pelo presencia, la vio sin abrir los ojos, Vio que m ado por m at e ri a s quí m ic a s y su cabello quemado por los productos reducido a una paja quebradiza, los ojos químicos hasta adquirir un color de paja c on al go par e ci do a una c a ta r at a quebradiza, sus ojos con una especie de invisible, pero que podía adivinarse allá catarata invisible pero que se podía en el fondo; los labios enrojecidos y adivinar muy detrás de las pupilas, los enfurruñados; el cue rpo tan del gado X rojos labios _____, el cuerpo tan delgado com o el de un insec to a causa de como el de una mantis religiosa, a causa la dieta, y l a car ne blanc a c om o de la dieta, y su carne como tocino e l t oc i no ____________ ___ ______ blanco. No podía recordarla de otra _________. manera. “Will yo u bring me aspiri n and wat e r?” —¿Me traerás una aspirina y un vaso de agua? —¿Q uerr ás traerme as pir inas y agua? —Tienes que le vantarte —dijo M i l dr e d — . Es m e di o dí a. H as dorm ido cinco horas más que de costumbre. —Tienes que levantarte —replicó ella—. Son las doce del mediodía. Has dormido cinco horas más dc lo acostumbrado. — ¿Apa ga r ás l as pa r e de s de l a s ala? —¿Quieres desconectar la sala de estar? —solicitó Montag—. 20 “ Yo u ’ v e g o t t o g e t u p , ” s h e s a i d . “I t ’s n o o n . Yo u ’ ve s l e p t f i ve h o u r s l a t e r t h a n us ua l .” 25 “Wi l l yo u t ur n t he par l o ur of f?” he aske d. “That’s my fami ly.” —Es mi familia. —Se trata de mi familia. 30 “Will yo u tur n i t o ff fo r a si ck m an?” —¿La apagarás para un hombre enferm o? “I’ll t urn it down.” —La apagaré. —¿Quieres desconectarla por un hombre enfermo? —Bajaré el volumen del sonido. 35 She went out of the room and did nothing to the parlour and came back. “Is t hat bett er ?” “Thanks . ” Mildred salió del cuarto, no hizo nada en la sala, y volvió. —¿Está mejor así? 40 “That ’s my f a vo ur i t e pr ogr amm e,” s he sai d. “W hat about t he as pir in?” —Es mi pr ograma f avo rito — dijo Mildred. 45 “Yo u’ ve ne ve r be e n s i c k be for e.” She went away agai n. “We ll , I’m si ck no w. I’m no t go i ng t o wo r k t o ni g ht . Ca l l Be att y f or me .” —Gracias. 50 “Yo u ac t ed f unny last ni ght. ” She ret urned, humm ing. 55 “W he r e ’s t he as pi r i n? ” H e gl anc e d at t he wat er - gl as s s he handed him . Mildred salió de lahabitación, no hizo nada sala de estar y regresó. —¿Está mejor así? —Gracias. — Es m i pro gr am a favor i t o – e xpl ic ó e l la. —¿Y la aspirina? _¿Y la aspirina? —Nunca te enfermaste antes. Mildred volvió a salir del cuarto. —Nunca habías estado enfermo. Volvió a salir. —Bueno, estoy enfermo ahora. Esta noche no iré a trabajar. Llama a Beatty en mi nombre. —Bueno, pues ahora lo est oy. Esta noche no iré a trabajar. Llama a Beatty de mi parte. Mildred regresó tarareando. —Estabas raro anoche. —Anoche teportastede unmodomuyextraño. Mil dred r egresó cant urreando. Montag miró el vaso de agua que _________________________ __ _ X _ _ _____ le traía su mujer. —¿Dónde está la aspirina? —¿Dónde está la aspirina? 60 “O h. ” S he wal ke d t o t he bathr oom again. “Di d s ome thi ng happe n?” “A fi re , i s all .” —O h. —M il dre d fue o tra vez hasta el cuarto de baño.— ¿Ocurrió algo? 65 “I had a ni c e e ve ni ng, ” s he said, i n t he bathr oo m. “What do ing?” —Un incendio, nada más. —Yo pasé una linda noche —dijo Mildred, desde el baño. — ¡ O h ! — L a m u j e r vo l vi ó al c ua r t o d e ba ño — . ¿O c u r r i ó algo ? —Sólo un incendio. —Yo pasé una velada agradable — dijo ella, desde el cuarto de baño—. —¿Qué hiciste? —¿Haciendo qué? —Estuve en la sala. —En la sala de estar. —¿Qué había? —¿Qué había? “P ro gramm es .” —Programas. —Programas. “W hat pr ogramm es ?” —¿Qué programas? —¿Qué programas? 70 “The parl our. ” “What was o n?” 75 41 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Some of the bes t e ver.” “W ho ?” tr. de Alfredo Crespo —De los mejores. —Algunos de los mejores. —¿Con quién? —¿Con quién? —Oh, ya sabes, la pandilla. —Oh, ya sabes, con todo el grupo. 5 “O h, yo u know, t he bunch.” “Yes, t he bunch, t he bunch, t he bunch.” He pr es sed at t he pai n in hi s e ye s and sudde nly the odo ur of ke ros ene made hi m vomi t. — Sí , l a pandi l l a, la pandil l a. Montag se apretó los ojos doloridos, y de pronto el olor del kerosene lo hizo vomitar. —Sí, el grupo, el grupo, el grupo. El se oprimió el dolor que sentía en los ojos y, de repente, el olor a petróleo le hizo vomitar. Mildred came in, M il dre d ent ró en el c uar to , humming. She w a s cantando en voz baja. s u r p r i s e d . “ W h y ’ d y o u 15 — ¿P or qué hic i s t e e so ? — do that?” preguntó sorprendida. Mil dred r egresó , cant urreando. Quedó so rprendida. —¿Por qué has hecho esto? He lo oked wit h dis may at t he fl oor. “We bur ne d an o ld wom an wi th her bo oks .” 20 Montag miró distraídamente el piso. —Q ue mam o s a un a vi e j a an o c he . Montag miró, abatido el suelo. —Quemamos a una vieja con sus libros. 25 — P o r s ue r te l a al f o m bra e s lavabl e —dijo Mil dred. Tr ajo un estropajo y lo pasó por la alfombra —. Anoche fui a casa de Helen. —Es una suerte que la alfombra sea lavable. —Cogió una escoba de f re gar y l im pió l a alf o mbr a— . Anoche fui a casa de Helen. —¿No puedes ver la función en tu propia sala? —¿No podías ver las funciones en tu propia sala de estar? —Claro que sí, pero me gusta ir de visita. —Desde luego, pero es agradable hacer visitas. Mi ldr ed se enc ami nó hac ia la sala. Montag la oyó cantar. M il dr ed vol vi ó a l a sala. El l a oyó cant ar. “It ’s a go o d t hi ng t he r ug’s was habl e . ” She f e t c he d a m o p an d w o r ke d o n i t . “I we nt t o He len’s last ni ght .” 10 “Coul dn’t you ge t t he sho ws in yo ur own parl our ?” “S u r e , vi s i t i n g . ” but i t ’s nice 30 She went out i nt o t he par lour. He he ard he r singing. 35 “M ildred?” he calle d. —¿Mildred? —llamó. —¡Mildred! —llamó—. Sh e r e t ur n e d , s i ng i n g, Mildred vo lvió, cantando, X castañeteando levemente los dedos. snappi ng he r f ingers so ftl y. Ella regresó, cantando, haciendo chasquear suavemente los dedos. 40 “Ar e n’t yo u go ing t o as k m e about last night ?” he sai d. — ¿N o vas a pr e gunt arm e de anoche? —di jo Mo ntag. “W hat abo ut it ?” —¿Qué pasó? —¿No me preguntas nada sobre lo de anoche? —dijo—. —¿Sobre qué? 45 “We bur ned a thous and books. We burne d a wo man.” — Q uem am o s m i l Quemamos una mujer. “We l l?” l i br o s . —¿Y bien? —Quemamos un millar de libros. Quemamos a una mujer. —¿Y qué? 50 Th e p ar l o u r w as e x pl o di ng wi th so und. “We burne d c o pie s of D ant e and Swi ft and Marc us Aur el ius .” 55 “Wasn’t he a Eur opean?” El r ui d o ha c í a e s t a l l ar l a sala. La s al a de e st ar e st al l aba de so ni do s. — Q uem am o s ej e m pl ar es de Dante y Swift y Marco Aurelio. —Quemamos ejemplares de Dante, de Swift y de Marco Aurelio. —¿Un europeo? —¿No era éste un europeo? —Algo parecido. —Algo por el estilo. “Was n’t he a radic al ?” —¿Un radical? —¿No era radical? “I ne ver re ad him .” —Nunca lo leí. —Nunca llegué a leerlo. “Som ething l ike that .” 60 “H e was a r adi c al . ” M il dr e d 65 —Un r adi c al . — M i ldr e d fi ddl ed wi th the te lepho ne. “You j ugue t eaba c o n el te lé fo no. N o do n’t e xpect m e t o cal l Captain querrás que llame ahora al capitán Be att y, do you?” Beatty, ¿no? “Yo u m us t!” 70 “D on’t s ho ut !” “I was n’ t s ho u t i ng. ” H e was up i n be d, s u dd e n l y, e nr ag e d a n d f l u s h e d , s h a k i n g . Th e par l o ur r o ar e d i n t he ho t a i r. “I c an’ t c a l l hi m . I c an ’t t e l l 75 42 — Era un radi c al. — M i ldr e d jugueteó con el t eléfo no—. ¿No e spe rarás que ll ame al capi t án. Beatty, verdad? —¡Tienes que llamarlo! —¡Tienes que hacerlo! —¡No grites! —¡No grites! —No grito. —Montag se había s e ntado de pr o nt o e n l a cam a, enojado, temblor oso, enrojecido. La sal a r ugí a e n e l m e dio dí a caluroso.— No puedo llamarlo. No —No gritaba. —Montag se había incorporado enla cama, repentinamente enfurecido, congestionado, sudoroso. La sala de estar retumbaba en la atmósferacaliente—. No puedo decirle B’s Farenheit tr. de F. Abelenda hi m I’m s i c k. ” puedo decirle que estoy enfermo. “W hy?” —¿Por qué? tr. de Alfredo Crespo que estoy enfermo. —¿Por qué? Because you’re afraid, he thought. 5 A child feigning illness, afraid to call because after a moment’s discussion, the conversation would run so: “Yes, Captain, I feel better already. I’ll be in at ten o’clock tonight.” 10 P o r que t i ene s m ie do , pe ns ó Montag. Un niño que finge sentirse e nf er m o , y que l ue go de uno s instantes de disc usi ón dirá: «Sí, capitán, ya estoy mejor. Llegaré ahí a las diez de la noche.» «Porque tienes miedo», pensó él. Un niño que se finge enfermo, temeroso de llamar porque, después de una breve discusión, la conversación tomaría este giro «Sí, capitán, ya me siento mejor. Estaré ahí esta noche a las diez.» “Yo u’ r e Mi ldre d. — N o e s t ás enf e r m o —di j o Mildred. —No estás enfermo —insistió Mildred—. M o nt ag s e ac o s t ó o t r a ve z. B u s c ó b a j o l a a l m o h a da . E l l i br o e s t aba t o daví a al l í . Montag se dejó caer en la cama. Metió la mano bajo la almohada. El libro oculto seguía allí. “M ildred, how wo uld it be i f, — M i ldr e d, ¿qué t e par e c e s i , we l l , m ayb e , I q ui t m y j o b 20 b u e n o , d e j o e l t r a b a j o u n awhi l e?” t i e m po ? —Mildred, ¿qué te parecería si, quizá, dejase mi trabajo por algún tiempo? “Yo u wa nt t o gi ve up — ¿Q ui e r e s pe r de r l o t o do ? everything? Aft er all t hes e years Después de tantos años de trabajo, of wor ki ng, be cause , one ni ght, 25 sól o por que una noc he cualqui era so me wom an and her boo ks —” una viej a y s us l ibros ... — ¿Q ui e r e s de j ar l o t o do ? D es pués de to do s e so s años de tr abajar, po rque, una noc he, una mujer, y sus libros.... “Yo u s h o ul d have s e e n h e r, Mi llie !” —¡Tendrías que haber la vist o, Millie! —¡Hubies es tenido que verl a, Millie! — N o si gni f i c a nada para m í . ¿P o r qué guar daba es o s l i br o s ? C o n o c í a l a s c o n s e c u e nc i a s , pudo habe r lo pe ns ado . La odi o . H as c am bi ado po r s u c ul pa, y p r o n t o n o t e nd r á s c a s a , n i t r abaj o , ni nada. —Ella no es nada para m í. No hubiese debido tener libros Ha sido culpa de ella, hubiese tenido que pensarlo antes. La odio. Te ha sacado de tus casillas y antes de que te des cuenta, estaremos en la calle, sin casa, sin empleo, sin nada. — No e st abas all í , no l a vi st e — di j o M o n t a g — . Ti e n e qu e haber al go en l o s li bro s, co sas que no po de m os im agi nar, par a que una m uj e r s e de j e que m ar viva. Tie ne que habe r al go . Uno no muer e po r nada. —Tú no estabas allí, tú no la viste —insistió él—. Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar para hacer que una mujer permanezca en una casa que arde. A hí tiene que haber algo. Uno no se sacrifica por nada. no t s i c k ,” said M ont ag f e ll bac k i n be d. H e r e ac he d unde r h i s pi l l o w. The hi dde n boo k was st ill t her e. 15 30 “S he ’s no t hi n g t o m e ; s he shoul dn’t have had boo ks . It was he r r e s po ns i bi l i t y, s he s ho ul d have thought of that. I hate he r. She ’s g o t yo u go i ng a nd n e xt thing you kno w we’ll be out, no ho use , no j ob, nothing.” “You wer en’t t he re, yo u didn’t s e e , ” he s ai d. “The r e m us t be s o me t hing i n bo o ks , thi ngs we can’t im agi ne, t o m ake a wom an s t ay i n a bur ni ng ho use ; t he r e m us t be s o m e t h i ng t he r e . Yo u do n’t st ay fo r nothing.” 35 40 45 “She was sim ple -m inded.” —Era una tonta. —Esa mujer era una tonta. “She was as r ati onal as yo u and — Er a t an i nt e l i ge nt e c o m o I, m o r e s o pe r ha ps , a nd we 50 t ú o c o m o yo , qui zá m ás y l a burne d her.” que m a m o s . — Er a t an s e ns at a c o m o t ú y c o mo yo , qui zá más , y l a que m a m o s . “That ’s bri dge. ” — A g ua p a s ad a n o m u e ve m o li no . wa t e r un de r t he — Agua que no has de be ber, déjala correr. 55 smoulde ring incandescente, latente, en ascuas, abrasadora, encandecido, smoulde r 1 burn slowly with smoke but without a flame; slowly burn internally or invisibly; burn withing, . 2 (of emotionsetc.) exist in a suppressed or concealed state. 3 (of a person) showsilent or suppressed anger, hatred, etc. “N o , no t w a t e r : f i r e . Yo u —No, no agua, fuego. ¿Has visto — No , ag u a n o , f u e go . e ve r s e e n a b u r ne d h o us e ? I t al guna ve z una c as a incendi ada? ¿ H a s vi s t o a l g u n a c a s a s m o u l d e r s f o r d a y s . W e l l , X Humea durante días . Bueno, este X q u e m a d a ? H u m e a d u r a n t e t hi s f i r e ’ l l l a s t m e t he r e s t incendio durará en mí hasta el día d í a s . Bue no , n o o l vi dar é e s e o f m y l i f e . G o d ! I ’ ve b e e n 60 de mi muerte. ¡Dios! He tratado de i nc endi o en t oda mi vida. ¡Di os ! t r y i n g t o p u t i t o u t , i n m y apagarl o, en mi i nter ior, durante M e he pas ado la noc he t ratando m i n d , a l l n i g h t . I ’ m c r a z y toda la noche. He tratado hasta de de apartarlo de mi ce rebr o. Est oy w i t h t r y i ng . ” volverme loco. l oc o de t anto inte nt ar lo . “You should have thought of that before becoming a fireman.” — D e bi s t e pe ns ar lo ant es de hacerte bombero. —Hubieses debido pensar en eso antes de hacerte bombero. “Tho u gh t !” he s a i d. “Was I —¡Pensarlo! —dijo Montag —. gi ve n a choi ce ? My grandfather ¿Acaso tuve ocasión de elegir? Mi and f at he r wer e fi re m en. In m y 70 abuelo y mi padre fueron bomberos. sl eep, I r an af ter them .” Soñaba con imitarlos. —¡P e ns ar ! ¿ Es que pude e s c o ge r ? M i abu e l o y m i padr e e r a n bo m be r o s . En m i s ue ño , c o r r í t ras e l l o s . Th e p ar l o u r w as pl ayi ng a danc e t une. La s al a t o c aba u n a i r e de danza. La sala de estar emitía una música bailable. — H o y t r abaj as e n e l pri m e r turno —dijo Mildred —. Tenías que haber salido hace más de dos horas. —Hoyes el díaenque tienes el primer turno —dijo Mildred—. Hubieses debido marcharte hace dos horas. Acabo de 65 75 “This is the day yo u go o n t he earl y shif t,” s ai d Mil dr ed. “You shoul d have gone t wo hours ago. 43 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo I jus t noti ced.” No me acordaba. recordarlo. “It ’s no t j us t t he wo man t hat di ed, ” sai d M ontag. “Last night I t hought about al l the ke r o se ne 5 I’ve us e d in the pas t te n years . And I thought abo ut bo oks. And fo r t he fi rst t ime I re ali zed t hat a man was behind e ach one o f t he bo oks. A m an had t o thi nk them 10 up. A m an h ad t o t a ke a l o n g t i m e t o p u t t h e m d o wn o n p a p e r . A n d I ’ d n e ve r e ve n t ho ught t hat t ho u ght b e f o r e . ” He go t o ut of be d. 15 — N o s e t r a t a s ó l o de l a m uj er que mur i ó —di j o M ont ag — . A no c h e pe ns é e n t o d o e l ker o se ne que us é e n l o s últ i mo s di e z año s . Y pe ns é en l o s l i b r o s . Y p o r p r i m e r a ve z c o m pr e ndí que de t r ás de c ada l i b r o h a y un h o m b r e . U n ho m br e que t uvo que pe ns ar l o . U n hom br e que e m pl e ó m uc ho t i e m po e n l l e var l o a l pa p e l . N unca s e m e habí a o c ur r i do . — M o nt ag de j ó l a c am a. —No se trata sólo de la mujer que muri ó — dij o Montag— Ano che, es tuve m edit ando s obre t odo el petróleo que he usado en los últimos diez años. Y también en los libros. Y, por primera vez, me di cuenta de que había un hombre detrás de cada uno de ellos. Un hombre tuvo que haberlo ideado. Un hombre tuvo que e mpl ear m ucho ti e mpo e n trasladarlo al papel. Y ni siquiera se me había ocurrido esto hasta ahora. Montag saltó de la cama. “It to ok so me m an a li fe ti me m a ybe t o pu t s o m e o f h i s thoughts down, l ooking around at t he wo r l d and l i f e , and t he n I 20 c am e alo ng in t wo m inut e s and bo om! It ’s al l o ver.” —Ya a l g ú n h o m b r e l e c o s t ó quizá una vida entera e xpr e s a r s us pe ns am i e nt o s , y de pronto llego yo y ¡bum!, y e n do s minuto s t o do ha t e r mi nado . —Quizás algún hombre necesitó toda una vida par reunir varios de sus pensamientos, mientras contemplaba el mundo y la existencia, y, entonces, me presenté yo y en dos minutos, izas!, todo liquidado. “Let me al one ,” sai d M il dre d. —Déjame tranquila —dijo Mildred “I didn’t do anythi ng.” 25 —. Yo no he hecho nada. —Déjame tranquila —dijo Mildred— . Yo no he hecho nada. “Let you alone! That’s all very well , but ho w can I leave myself alone? We need not to be let alone. We need to be really bothered once 30 in a while. How long is it since you we r e r e a l l y bo t he r e d? Abo ut s o m e t hi ng i m p o r t ant , abo ut something real?” — ¡Q ue te de j e t ranquil a! Est á bie n, per o ¿qui én me tr anqui l iza a m í ? N o n e c e s i t am o s e s t a r t r an qu i l o s . A ve c e s de be m o s pr e o c upa r no s . ¿D e s d e c uá ndo no e st ás r e al m ent e pre o c upada? Pr eo cupada por algo im po rt ante , algo ve r dade ro . —¡Dejarte tranquila! Esto está muy bien, pero, ¿cómo puedo dejarme tranquilo a mí mismo? No necesitamos que nos dejen tranquilos. De cuando en cuando, precisamos estar seriamente preocupados. ¿Cuánto tiempo hace que no has tenido una verdadera preocupación? ¿Por algo importante, por algo real? Y e n s e guida M o nt ag c al l ó . Recordó la semana pasada y las dos es tatuas de pi edra c on l os o jo s clavados en el techo, y la bomba— serpiente, con un ojo sonda. Y los do s ho m br e s de c ar a de jabó n hablaban y los cigarril los se l es m o vían e nt re l o s labi o s . P e r o aquél l a e r a o t r a Mi l dr e d, una Mildred hundida tan profundamente en esta otra, y tan preocupada, tan realmente preocupada, que las dos mujere s no se habían encontrado nunca. Montag se volvió. Y, luego calló, porque se acordó de l a s e m ana pas ada, y las do s piedras blancas que miraban hacia el techo y la bomba con aspecto de s er pie nte , l o s do s ho mbr es , de r o s tr o s i mpas i bl es , c o n l o s cigarrillos que se movían en su boca cuando hablaban. Pero aquélla era o t r a M i l dr ed, una M i l dr e d t an m et i da de ntr o de l a o t ra, y tan pr e oc upada, aut ént i c ame nt e pre oc upada, que am bas muje re s nunca habían llegado a encontrarse. Montag se volvió. —Bueno —le dijo Mildred —. Ya lo hiciste. Mira quién está. Fuera de la casa. —Bueno, ya lo has conseguido — dijo Mildred Ahí, frente a la casa. Mira quién hay. 35 And t he n he s h ut up, f o r he r e m e m be r e d l as t we e k and t he t wo whi t e s t o ne s s t ar i ng up at t he c e i l i ng and t he pum p- s nake wi t h t he pr o bi ng e ye an d t he t w o s o ap - f a c e d m e n wi t h t he c i g a r e t t e s m o vi n g i n t h e i r m o ut hs whe n t he y t al k e d. But t hat was ano t he r M i l dr e d, t hat was a M i l dr e d s o de e p i ns i de t hi s o ne , and s o bo t he r e d, r e al l y b o t h e r e d , t hat t h e t wo w o m e n h a d n e ve r m e t . H e t ur ne d aw ay. 40 45 50 M i l dr e d s ai d, “W e l l , n o w yo u’ve done i t. Out fr ont o f t he ho use . Loo k who ’s her e. ”. “I do n’t c are .” 55 “The r e ’s a P ho e ni x c ar j us t dri ven up and a m an in a bl ac k s h i r t wi t h an o r ang e s n a k e s t i t c he d o n h i s ar m c o m i n g up the f ro nt wal k.” —No me importa. —No me interesa. — Ac aba de l l e gar un c o c he — Ac aba de de t e ne r s e un Fé ni x, y un ho m br e de c am i s a automóvil «Fénix» y se acerca un n e g r a , c o n un a s e r p i e nt e hombre en camisa ne gr a co n una 60 a na r a nj ad a b o r da da e n l a s e r pi e nt e anar anj ada di bujada m anga, vie ne hac i a aquí . X enel brazo____________. “Captai n Beaut y?” he s ai d. —¿El capitánBeatty? —preguntóMontag. —¿El capitán Beatty? —El capitán Beatty. —El capitán Beatty. 65 “Captain Beatt y. ” Montag did not move, but stood M o n t a g n o s e m o vi ó . S e Montag no se movió, y siguió looking into the cold whiteness of the qu e dó m i r a ndo , f i j am e nt e , l a contemplando lafríablancurade la pared wall immediately before him. 70 bl ancur a f r í a de l a par e d. X que quedaba _________ delante de él. “G o l et him in, wil l you? Te ll hi m I’m si ck.” —Ve a recibirlo, ¿quieres? Dile que estoy enfermo. —¿Quieres hacerle pasar? Dile que estoyenfermo. “Te l l hi m yo ur s e l f !” She r an 75 —¡Díselo tú! a f e w s t e ps t h i s w a y, a f e w Mil dred dio rápi damente unos s t e ps t ha t , a nd s t o p pe d , e y e s pasos a la izquierda, otros pasos a w i d e , w h e n t h e f r o n t d o o r la derecha, y se detuvo, con los ojos —¡Díselo tú! Ella corrió unos cuantos pasos en un sentido, otros pasos en otro, y se detuvo con los ojos abiertos, cuando 44 B’s Farenheit Fadin g Desvanecimiento tr. de F. Abelenda s pe ake r c al l e d he r name , s o f t l y, s o f t l y, M r s . M o n t ag , M r s . M o n t ag , s o m e o ne h e r e , s o m e o n e he r e , M r s . M o n t a g, M r s . M o nt ag, s o m e o ne ’s he re . Fadi ng. 5 M o nt ag m ade s ur e t he bo o k wa s w e l l h i dd e n be h i n d t he pi llo w, cl imbed slo wly back into 10 be d, ar ranged t he cover s o ver his knees and acr os s his chest , hal fsi tti ng, and aft er a whi le Mi ldr ed mo ved and went o ut of the ro om and Captain Be at ty st ro l l ed i n, 15 hi s hands in hi s pocket s. tr. de Alfredo Crespo muy abiertos. El altoparlante de la el altavoz de la puerta de entrada pue rt a l a ll am aba en vo z baj a: pronunció su nombre suavemente, s eñor a Mo nt ag, s eñor a Mo nt ag, suavement e, «Mr s. Montag, M rs. alguien vino, alguien vino, señora Montag; aquí hay alguien, aquí hay Mo ntag, señora M ont ag, al gui en alguien, Mrs. Montag, Mrs. Montag, vino. Luego silencio . X aquí hay alguien»._______________ Mo nt ag c om pr obó si e l li br o Montag se cercioró de que el libro e s t aba bi e n e s c o ndi do bajo l a es taba bie n oc ul to det rás de l a al m ohada, vo l vi ó a ac o s t ar s e , almohada, regresó lentamente a la lentamente, arregló la colcha sobre cama, se alisó el cobertor sobre las las rodillas y el pecho, se incorporó rodillas y el pecho, semiincorporado; a m e dias , y Mi l dr e d s a l i ó d e l y, al cabo de un rato, Mildred se c u a r t o , y e l c a p i t á n B e a t t y movió y salió de la habitación, en la e nt ró a g randes pas os co n las X que entró ______ el capitán Beatty manos en los bolsillos. con las manos en los bolsillos. “Shut t he ‘re lat ives’ up,” said — Apague a l os «par ie nt es » — Be at t y, l o o ki ng ar o un d at dij o Be at t y ec hando una o je ada everyt hing except M ontag and his 20 a t o do e xc e pt o a M o nt ag y s u wi fe . m uj er. —Ah, hagan callar a esos «parientes» —dijo Beatty, mirándolo todo a su alrededor, exceptuados Montag y su esposa—. Thi s t im e , M i l dr e d ran. The M i l d r e d c o r r i ó e st a v e z . ya m m e r i ng vo i c e s s t o pp e d X La s vo c e s _________de j ar o n de ye lli ng in the par lour. 25 a ul l ar e n l a s a l a. Est a ve z, M i ldr ed c or r ió . Las voc e s g e me bundas c e s aro n de gri t ar e n l a s ala. Cap t ai n Be a t t y s at do wn i n t he mo st co m fo rt abl e c hai r wit h a pe ac e f ul l o o k o n hi s r ud dy f ac e . H e t o o k t i m e t o pre par e 30 a nd l i g ht hi s b r as s p i pe an d puff o ut a gre at s m o ke c l o u d. “J ust thought I’d c ome by and s ee ho w t he sic k man is .” El capit án Be att y s e s entó en e l s il ló n m ás c óm o do , c on una e xpre s ió n apac ibl e en su to sc o r o s t r o . P r e par ó y e nce ndi ó s u pi pa de br onc e c on cal ma y lanzó una gran bocanada de hum o. —Se me ha ocurrido que vendría a ver cómo sigue el enfermo. El capitán Beatty se sentó en la más cómoda de las sillas con una e xpre s i ó n s e r e na e n l a c ar a r ubi c unda. P r epar ó y e nc e ndi ó l entame nt e su pipa de bro nc e y lanzó una gran bocanada de humo. — P asaba po r aquí y se m e ocurrió ver al enfermo. 35 “H ow’d yo u gue ss ?” —¿Cómo lo supo? Be att y s mi le d hi s smi l e wh i c h s h o we d t h e c a n d y pi nk ne s s o f hi s gum s and t he ti ny candy whit enes s o f his t eet h. “I ’ve s e en i t al l. You wer e go ing to call for anight off.” Mo ntag s at in be d. 40 45 “We l l , ” s ai d B e a t t y, “t a k e t he n i g ht o f f ! ” H e e xa m i ne d h i s e t e r n al m at c hb o x , t h e l i d o f wh i c h s ai d G U A R A N T E E D : —¿Cómo lo ha adivinado? Beatty s onri ó con una sonr isa Beatty sonrió y descubrió al hacerlo que exhibía el rosado de caramelo X las_________ s o n r o j ad a s e n c í as y de las e nc ías y l a bl anc ura de X l a b l a n c u r a _________ y caramelo de los dientes. p e q ue ñ e z d e s u s d i e nt e s . —M e l o i m ag i n é . Ib as a —Lo he visto todo. Te disponías a pedir franco esta noche . llamar para pedir la noche libre. Montag se sentó en la cama. Montag se sentó en la cama. — Bueno — di jo Be at ty — , ¡t óm at e l a no che ! —Exam inó la caja de cerillas eternas. En la tapa se le í a: GARANTIZADAS: ENCIENDEN UN MILLÓN DE VECES. Beatty tomó una cerilla y la frotó distraídamente contra un costado de la caja, encendiéndola, apagándola, e nc endi é ndo l a, apagándo l a, e nc endié ndo la, di ci endo alguna f r ase , apagándo l a. O bs e r vó l a ll am a. Sopl ó. O bs er vó el hum o. ¿Cuándo estarás bien? —Bien—dijo Beatty—. ¡Coge lanoche! Ex am i nó s u e t e r na c aj a de c e r i l l a s , e n c u ya t ap a de c í a “T o m o r r o w. T h e n e x t day m aybe . F i r s t o f t he we e k.” — M añana. P as ado m añana quizá. Lo s pr i me r o s dí as de l a semana que viene. — Ma ñ an a . Qu i zá pa s ad o mañ ana. A p rime ro s de s e ma na . B e a t t y p u f f e d h i s p i p e . 65 “E ve r y f i r e m a n , s o o n e r o r l at e r, hi t s t hi s . The y o nl y ne e d u n de r s t a n d i n g , t o kn o w h o w t he w he e l s r un. N e e d t o kno w t he hi s t o r y o f o ur pr o f e s s i o n. 70 The y do n’t f e e d i t t o r o o ki e s l i ke t he y us e d t o . Damn s ham e. ” P uf f . “O nl y f i r e c hi e f s r e m e m be r i t no w.” Puff. “I’l l l et yo u in on it .” 75 Beatty aspiró una bocanada de humo. Beatty chupó su pipa. —Todo bombero —dijo — tarde —Tarde o temprano, a todo bombero o temprano pasa por esto. Sólo les le ocurre esto, Sólo necesita f al t a e nt e nde r, s abe r c ó m o comprensión, saber cómo funcionan funciona la máquina. Conoc er l a ruedas. Necesitan conocer la historia de hi s t o r i a de l a pr o f e s i ó n. H o y nuestra misión. Ahora, no se la cuentan ape nas se i nfor ma a los novi ci o s. X a los niños como hacían antes. Es una Es l am ent abl e. — U na bo canada vergüenza. — Exhaló una bocanada—. — Sólo los jef es l o re cuer dan. — Sólo los jefes de bomberos larecuerdan Ot ra boc anada. — Te dir é de qué ahora —Otra bocanada—. Voy a se tr at a. contártela. 50 O N E M I L L IO N L I G H T S IN T H IS IG N I T E R , a nd b e g an t o s t r i k e t he c he mi c a l matc h a bs t r ac t e dl y, bl o w o ut , s t r i k e , b l o w o ut , s t r i ke , s pe ak a f e w wo r d s , bl o w o ut . He l o o ked at t he fl ame . He bl e w, he l o o k e d at t he s m o k e . “W h e n w i l l y o u b e w e l l ? ” 55 GARAN TIZADO : UN M ILLON DE LL AM A S EN ES TE EN C EN D EDO R , y e m p e zó a f r o t a r, ab s t r aí d o , l a c e r i l l a quími ca, a apagarla de un s opl o, encenderl a, apagar la, enc enderl a, a de cir unas cuantas P alabras, a apagar l a. Co nt e m pl ó l a l l am a. So pló , obs ervó e l hum o. —¿Cuándo estarás bien? 60 rookie n. 1. Slang a. An untrained or inexperienced recruit, as in the army or police. b. An inexperienced person; a novice. 2. SportsA first-year player, especially in a professional sport. Mi ldr ed fi dge te d. Mildred se movi ó, i nquieta. 45 Mildred se movió inquieta. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo Beat t y t oo k a f ul l m i nut e t o se ttl e him sel f i n and think back fo r what he want ed to say. Be at t y t ar dó un m i nuto e n acomodarse y recordar qué quería decir. Beatty tardó un minuto en acomodarse ymeditar sobre lo que quería decir. “W hen di d it all st art , you as k, 5 this jo b o f o ur s, how did it co me about , wher e, whe n? We ll, I’d s ay it re al ly got st ar ted ar ound abo ut a thi ng calle d t he Ci vil War. Even though our rul e -boo k cl ai ms i t 10 was f ounde d e arl ier. The fact is we di dn’t ge t al o ng we l l unt i l photo graphy came i nt o i ts ow n. The n — m ot i on pi ct ure s i n the e ar l y t we nti e th ce ntur y. Radio . 15 Te levisi on. Things began to have mas s . ” —¿Cuándo comenzó todo esto, te preguntas, este trabajo, cómo se organizó, cuándo, dónde? Bueno, yo diría que comenzó realmente en una llamada Guer ra Civil. Aunque s e gún nue s t r o r e gl am e nt o f ue fundado antes. P ero en verdad no progresamos hasta que apareció la f ot o gr afí a. Lue go l as pe l íc ulas cinematográficas, a principios del s i gl o ve i nt e . La r adi o . La televisión. Las cosas comenzaron a ser masa. —Me preguntarás, ¿cuándo empezó nuestra labor cómo fue implantada, dónde, cómo? Bueno, yo diría que, en realidad, se inició aproximadamente con el acontecimiento llamado la Guerra Civil. Pese a que nuestros reglamentos afirman que fue fundada antes. En realidad es que no anduvimos muy bien hasta que la fotografía se implantó. Después las películas, a principios del s iglo X X. Radio. Televisión. Las cosas empezaron a adquirir masa. Mo ntag s at in be d, not mo ving. Montag no se movía. Montagpermaneciósentadoenlacama,inmóvil. 20 “And bec aus e t he y had mass , t h e y be c am e s i m p l e r , ” s a i d Be att y. “O nce , books appeal ed to a f e w p e o p l e , he r e , t he r e , everywhe re . They co uld affo rd to 25 be di f f e r e n t . Th e w o r l d w as r oo my . But t he n t he wo r ld go t f u l l o f e ye s a nd e l bo w s a nd mouths. Double, t ripl e, quadruple po p ul at i o n. Fi l m s an d r adi o s , 30 magazines, books l evell ed do wn to a sor t of pas te puddi ng nor m, do yo u f ol low me ?” “I think so .” tabloid prensa de pequeño formato y popular 35 —Y como eran masa, se hicieron más simples —dijo Beatty —. En otr o tiem po lo s libros at raían la atención de unos pocos, aquí, allá, e n t o das par t e s. P o d í an s e r di s t i nt os . H abí a e s paci o e n e l mundo . P er o l uego e l m undo se lle nó de ojo s, y codos, y boc as. Do b l e , t r i pl e , c uádr u pl e po bl ac i ó n. P e l íc ul as y r adi o s , revistas, libros descendieron hasta convertir se en una pasta de budín, ¿me entiendes? —Creo que sí. — Y co m o t e ní an m as a, s e hicieron más sencillos —prosiguió diciendo Beatty—. En cierta época, los li bros atraían a alguna gente, aquí, al l í , po r do qui e r. P odí an permitirse ser diferentes. El mundo era ancho Pero, luego, el mundo se llenó de ojos, de codos Y bocas. Población doble, triple, cuádruple. Films y dios, revistas, libros, fueron adqui r i e ndo un baj o ni ve l , una especie de vulgar uniformidad. ¿Me sigues? —Creo que sí. Be at t y pe e r e d at t he s m o ke patte rn he had put out o n t he ai r. “Pi c ture it . N ine te e nt h-c ent ur y man wit h his ho rse s, do gs, cart s, 40 s l o w m o t i o n. Th e n, i n t he twent iet h centur y, spe ed up yo ur c a m e r a. Bo o ks c u t s ho r t e r. Co nde ns at i o ns . Digest s. Tabl o i ds. Eve rythi ng boi ls do wn X 45 to t he gag, the snap ending.” Beatty contempló las formas del humo que había lanzado al aire. —Píntate la esc ena. El hombre d e l s i gl o di e c i nu e ve c o n s us caballos, sus c arret as, sus perr os: movim iento le nto. Lue go, el s iglo vei nte: cám ara rápi da. Libr os m ás cortos. Condensaciones. Digestos. F or mat o c hi co . __________ L a mordaza, la inst antánea. Beatty contempló la bocanada de humo que acababa de lanzar. — Im agí nal o . El ho m br e de l sigl o XIX co n sus caballo s, sus pe r ro s , s us c o c he s , s us l ento s desplazamientos Luego, en el siglo XX , acel era la c ámara. Lo s m ás breves, condensaciones. Resúmenes. ________ To do s e re duce a l a anécdota, al final brusco. “S n a p e n d i n g . ” M i l d r e d nodded. —La instantánea —repitió Mildred asintiendo con movimientos de cabeza. —Brusco fi nal —dijo Mildred, asintiendo 50 “Cl ass i c s c ut t o f i t f i ft e e n— Los c l ási c o s re duc i do s a —Los clásicos reducidos a una m i nut e r ad i o s ho ws , t h e n c ut audic i o ne s de r adio de qui nc e emisión radiofónica de quince minutos. agai n to f il l a t wo -m inut e bo ok minutos; reducidos otra vez a una Después, vueltos a reducir para llenar c ol um n, windi ng up at last as a columna impresa de dos minutos, una lectura de dos minutos. Por fin, t e n- o r t we l ve - l i ne di c t i o nar y 55 resumidos luego en un diccionario convertidos en diez o doce líneas en un résum é. I e xagge rat e, of co urs e. en diez o doce líneas. Exagero, por diccionario. Claro está, exagero. Los Th e d i c t i o nar i e s w e r e f o r supue st o. Los di cc ionari os er an diccionarios únicamente servían para re fer enc e. But m any we re tho se obras de co nsult a. Per o m uchos buscar referencias. Pero eran muchos whose s ole knowledge of Ham let s ó lo c o noc í an de Ha m le t ( t ú los que sólo sabían de Hamlet (estoy ( yo u kno w t he t i t l e c e r t ai nl y, 60 s eguram ent e c onoc e s e l t ít ulo , seguro de que conocerás el título, M o nt a g; i t i s p r o babl y o nl y a Montag; para usted probablemente Montag. Es probable que, para usted, f aint rum o ur o f a t it l e t o yo u, es sólo el débil rumor de un título, sólo constituya una especie de rumor. M r s . M o nt a g) who s e s o l e señora M ontag), muchos, repi to, Mrs. Montag), sólo sabían, como digo, kno wl edge , as I say, o f Ham le t s ó lo c o noc í an de H a m le t un de Hamlet lo que había en una was a o ne- page digest in a bo ok 65 resumen de una página en un libro condensación de una página en un libro that c laim ed: ‘now at l ea st you que decía: Ahora usted puede leer que afirmaba: Ahora, podrá leer por fin can read all the classics; keep up t od os lo s cl á si co s . Lú zca se e n todos los clásicos. Manténgase al wi th your ne ig hb ours . ’ Do yo u s o ci ed a d . ¿ Co m p r e nd e s ? D e l mismo nivel que sus vecinos. ¿Te das se e? Out o f t he nur ser y int o t he j ar dí n de i nfant es al c ol egio , y cuenta? Salir de la guardería infantil co lle ge and back to the nur ser y; 70 vue lt a al j ar dí n de infant es . És e para ir a la Universidad y regresar a la there ’s yo ur intel lec tual pat te rn ha si do e l des ar ro ll o e spir it ual guardería. Ésta ha sido la formación f o r t he pas t f i ve c e nt ur i e s o r del hom br e durant e lo s úl ti mo s intelectual durante los últimos cinco X siglos o más. mor e.” ci nc o s iglo s. M i l dr e d ar o s e and be gan t o m ove ar o und the r o o m, pi c king t hi n g s u p a n d p u t t i ng t he m do wn. Be at t y i g no r e d her and 75 46 M i l dr e d s e pus o de pi e y M il dr ed s e le vantó y e mpezó comenzó a dar vueltas por el cuarto, a andar por l a habi taci ón, co gí a levantando cosas y volviéndolas a o b j e t o s y l o s vo l ví a a de j a r. poner e n su l ugar. Beatt y no l e X Be at t y l a i g no r ó y s i g ui ó B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo co nt inue d. prestó atención. hablando . “Spe e d up the f il m , M o ntag, qui c k. Cl ic k ? Pi c ? Look , Eye , Now, Fl ick , Here , The re, Swif t, 5 Pa ce , Up , Down, In, Out, W hy, How, W ho, W hat , W he r e, Eh? X U h ! B a ng ! S m a c k ! Wa l l o p , Bi ng , Bo ng , Bo om ! D i ge s tdi ge s t s , di ge s t- di ge s t - di ge s t s . 10 P o l i t i c s ? O ne c o l u m n , t w o s e n t e nc e s , a he ad l i ne ! Th e n , i n m i d - a i r , a l l va n i s h e s ! Wh i r l m an’s m i nd a r o u nd a b o u t s o f a s t u n d e r t h e 15 pu m pi ng ha nds o f p ubl i s he r s , explo it ers , broadc ast ers , t hat t he c e nt r i f ug e f l i n g s o f f a l l un ne c e s s ar y, t i m e - was t i ng t ho ught!” 20 — Cámar a r ápida, M o ntag — c o nti nuó —. Rápi da. C l i c , c l i c , y a , s í , n o , m á s , b i e n , m a l , q u é , q u i é n , e h , u h , a h , p i m , p a m , p a m . Resúmenes, r e súm e ne s, r e s úm e ne s . ¿La política? Una columna, dos frases, un t itular. Luego , en pl eno, aire, ¡todo desaparece! ¡Las mano s de l o s e di t o re s , e xpl o t ador e s , dir e c to r e s de r adio bom be an y bombean, y la mente del ho mbre gi r a c o n t ant a r api de z que e l movimiento centrífugo l o li bra de todo pensamiento inútil, de días y días malgastados! —Acelera la proyección, Montag, aprisa, ¿Cl i c ? ¿P e l í c ul a ? M i r a, O jo , Ahor a, Ade lante , Aquí , Al lí , AP r i s a, Ri t m o , Ar r i ba, A baj o , D entr o, Fue ra, Po r qué, Có m o , Qui é n, Q ué , D ó nde , ¿Eh ? , ¡Oh ¡Ban g!, ¡ Zas ! , Go l pe , Bi n g, B o ng, ¡Bu m ! Se le cci ones de se le cc io ne s. ¿P ol ít ic a? ¡Una c ol um na, do s fr as es , un t it ul ar ! Lue go , e n pl e no ai r e , t o do d e s a p ar e c e . L a m e nt e de l ho mbre gira tan aprisa a i m p u l s o s d e l o s e di t o r e s , expl otador es, l o c ut o r e s , qu e l a fue r za c ent rí fuga e l im i na to do pensamiento innecesario, origen de una pérdida de tiempo. M i l dr e d s m o o t he d t he be dcl othes. Mo ntag fel t his heart j u m p an d j um p ag ai n a s s he patted hi s pi l l o w . Right now she 25 was pul ling at his shoul der t o t ry to ge t him to mo ve so she could t ake t he pi l l o w o ut and f i x i t ni c e l y a nd put i t b ac k . A nd pe r ha ps c r y o ut a nd s t a r e o r 30 s im pl y re ac h do wn her hand and s ay, “W hat’s this ?” and ho l d up X t h e h i d d e n b o o k w i t hX to uchi ng innocence. Mil dred alisó la colcha y arregló Mildred alisó la ropa de la cama. la almohada. Montag sintió que el M o nt ag s i nt i ó que s u c o r azó n corazón le saltaba una y otra vez en saltaba y volvía a saltar mi entras el pecho. Mildred lo tomaba ahora ella le ahuecaba la al mohada. En del hombro para que se moviese. aquel momento, l e empujaba para Q ue rí a s acar l a al m o hada y conseguir hacerle apartar, a fin de arreglarla bien, y ponerla otra vez poder sacar la almohada, arreglarla en la cama. Y quizá gritaría, con los y vol ve r l a a s u s i t i o . Y, qui zá, oj os muy abie rto s, o ext ender ía lanzar un grito y quedarse mirando, s im pl em e nt e la mano di ci endo : o s ól o al ar gar la m ano y de c ir : «¿Q ué e s e s t o ? », y al zar í a X «¿Qué es es t o ? », y l e v a n t a r i no ce nt e me nt e ______ e l li bro X e l libr o oc ul t o con ________ . c o nm o ve do r a i no c e nc i a. 35 “S c h o o l i s s ho r t e ne d, di s c i pl i ne r e l a xe d, ph i l o s o ph i e s , his tor ie s, l an g ua g e s d r o p p e d , En g l i s h an d s pe l l i ng g r a d u a l l y 40 ne gl e c t e d, f i na l l y al mo s t c o m p l e t e l y i g no r e d. Li f e i s i mme di a t e , t he j o b c o unt s , p l e as ur e l i e s a l l ab o u t af t e r w o r k . W h y l e a r n a n y t h i n g 45 s a ve pr e s s i n g b ut t o ns , pu l l i ng s wi t c he s , f i t t i ng nu t s an d bo l t s ?” — Se abr e viar o n lo s años de estudio, se relajó la disciplina, se dejó de lado la historia, la filosofía y e l l e nguaj e . Las l e t r as y l a gr amát i c a fue r o n abando nadas , poco a poco, poco a poco, hasta que se las olvidó por completo. La vida es lo inme diato, só lo el tr abajo i m por t a. D ive r t i r se , s í , pe r o de s pué s de l t r abajo . ¿P o r qué apr ende r al go s alvo apre t ar bo to ne s, i ns er tar l lave s, ajust ar tornillos y tuercas? “Let me fix yo ur pi llo w,” said 50 — D e ja que te ar r e gle Mi ldre d. almohada —dijo Mildred. “N o!” whi spe re d Montag. la —¡No! —murmuró Montag. “The zi pp e r di s pl ac e s t he butto n and a man l acks just that muc h time to t hink while dress ing at dawn, a phi l o s o phi cal ho ur, and t hus a me lancholy hour.” 55 —La cremal l era reempl azó al botón, y el hombre no ti ene tiempo para pensar mientras se viste a la hora del alba, una hora filosófica, y por lo tanto una hora melancólica. —Los años de U niversi dad se aco rtan, la disciplina se re laja, la Filosofía, la Hist oria y el lenguaje s e abando nan, e l i d i o m a y s u pr onunci aci ón so n gradual mente de s c ui dado s . P o r úl t i m o , c as i com pletament e ignorados. La vida es i nmediata, el empleo cuenta, el pl ac er do mi na to do de spués del trabajo . ¿P or qué apr ender algo, excepto apret ar botones, enchufar conmutado res, encaj ar tor nillo s y tuer cas? —Deja que te arregle la almohada —dijo Mildred —¡No! —susurró Montag—. —El cierre de cremallera desplaza al botón y el hombre ya no dispone de todo ese tiempo para pensar mientras se viste, una hora filosófica y, por lo tanto, una hora de melancolía. 60 ya nk pull with a je rk , tirar de; th ey y an ked h er b ag ou t of he r h an d , la a rra nca ron el bolso de la man o; (d ie nte) a rr an ca r; — n. a sudden hard pull; tirón passionately 1 s tormil y, turbul ently, iras c ible, furi os o, c ol éri c o, v ehemente i n a s tormy or v i ol ent manner 2 wi th pas s i on , apasionado, a r di e n te , am o r os o ; « s he k i s s e d h i m pass ionately » Mi ldr ed sai d, “H ere .” —Déjame —insistió Mildred. —A ver —dijo Mildred—. “G et away,” sai d Montag. —Vete —dijo Montag. —Márchate —replicó—. “Li f e b e c o m e s o n e bi g 65 — La vi da s e r e duj o a r ui do s prat fal l [culada], Montag; everything X e i n t e r j e c c i o n e s , M o n t a g . bang , boff, and wow!” ¡Só l o bum , pam y uf ! —La vida se convierte en una gran carrera, Montag. Todo se hace aprisa, de cualquier modo. “W o w, ” s ai d Mi l dr e d, —Uf —dijo Mil dr e d yanki ng at t he pil lo w. 70 ti rando de l a al mo hada. —De cualquier modo —repitió Mildred, tirando de la almohada—. “For Go d’s sake, l e t m e be !” —¡D éjame , por amor de Di os! —¡Por amor de Dios déjame tranquilo! cr ie d M ont ag passi onatel y. X —gri tó __________ Montag. X —gritó Montag, apasionadamente. Beatt y opened e ye s wi de . his 75 M i l dr e d ’s han d had f r o z e n 47 Beat ty miró a Montag con los ojos muy abiertos. A Be at t y s e l e di l atar o n lo s o jo s. La m ano de M ildre d se había La mano de Mildred se había B’s Farenheit tr. de F. Abelenda be hi nd t he pi l lo w. H er f i nge r s we re t raci ng t he boo k’s outl ine and as t he shape be cam e fam ili ar he r f ac e l o o ked s ur pr i s e d and then st unne d. Her mo ut h o pened to as k a ques tio n… “Em pty t he t he at r es save fo r c l o wns and f ur ni s h t he r o o m s wi t h gl a s s wal l s an d p r e t t y co lours runni ng up and down t he wal l s li ke c onfe t ti or bl oo d o r s h e r r y o r s au t e r ne . Yo u l i ke baseball , don’t you, M ontag?” 5 10 tr. de Alfredo Crespo he lado baj o l a alm ohada. Siguió con los dedos el contorno del libro, reconoció la forma, e hizo un gesto de sorpresa y luego de estupefacci ón. Abrió la boca como si fuera a hacer una pregunta. inmovilizado detrás de la almohada. Sus dedos seguían la silueta del libro y a medida que la forma le iba siendo familiar, su rostro apareció sorprendido Y, después,atónito. Subocase abrió para hacer una pregunta... — Só l o l os payaso s pudi e ro n seguir en los teatros, y se adornaron las habit aci ones co n par ede s de vidrio y bonitos colores que subían y bajaban como confeti o sangre o jerez o sauternes. A ti te gusta el béisbol, ¿no, Montag? —Vaciar los teatros excepto para que actúen payasos, e instalar en las habitaciones paredes de vidrio de bonitos colores que suben y bajan, c om o c o nf e ti , s angr e , j er e z o sauterne. Te gusta la pelota base, ¿verdad, Montag? 15 “Base bal l’s a fi ne game .” —Es un hermoso juego. N o w B e at t y wa s a l m o s t i n vi s i bl e , a vo i c e s o m e whe r e be hind a sc re en of smo ke —Lapelota base esun juego estupendo. Beatty era ahora casi invisible: una voz en alguna parte detrás de una cortina de humo. Ahora Beatty era casi invisible, sólo una voz en algún punto, detrás de una cortina de humo. “W hat ’s this?” aske d M il dre d, —¿Qué es e st o ? — pr eguntó al m o s t w i t h de l i ght . M o nt ag M il dr ed cas i r i éndo se . M o ntag heaved bac k agai ns t he r arm s . s e apoyó pesadamente contralosbrazos “W hat ’s thi s here ?” 25 de su mujer—. ¿Qué es esto? —¿Q ué es esto? —preguntó Mildred, casi con ale gr ía. M ontag se echóhaciaatrás ycayósobrelosbrazos de ella—. ¿Qué hay aquí? “Si t down!” Montag — ¡Si ént at e ! — aul l ó M ont ag. s h o u t e d . S h e j u m p e d a w a y , Mi ldre d r et ro cedió de un salt o, h e r h a n d s e m p t y . “We ’ r e con las manos vací as—. ¡Estamos t al ki ng!” 30 habl ando ! — ¡Si é nt at e! — gri t ó M o ntag. El l a s e apart ó de un s al t o , c o n l a s m a no s vac í a s — . ¡Estamos hablando! B eatt y wen t o n as i f n o t hi ng h ad happened. “Yo u l i k e bo w l i ng , do n ’t y o u, M o n t a g? ” B e a tt y p r o s ig u i ó c o mo s i n a d a hu b i e s e o c ur r i d o . —Te gustan los bolos, ¿verdad, Montag? 20 35 “Bowli ng, yes .” Be a t t y c o nt i nu ó c o mo s i n o h u bi e s e p as a d o n a da . — ¿Te gus t an l o s bo l o s , Mo nt ag? —Los bolos, sí. —Los bolos, sí. —¿Y el golf? —¿Y el golf? “G ol f i s a f ine game .” —El golf es un hermoso juego. —El golf es un juego magnífico. “Bas ke t bal l?” —¿Baloncesto? —¿Baloncesto? —Un hermoso juego. —Un juego magnífico. —¿El billar? ¿El fútbol? —¿Billar? ¿Fútbol? —Hermosos juegos también. —Todos son excelentes. “And gol f?” 40 “A f ine game .” 45 “Bill iards , poo l? Foo tball ?” “Fine game s, all of t hem .” 50 “M o r e s po r t s f o r e ve r yo ne , —Deportes al alcance de todos, gr oup spir it, f un, and you don’t espíritu de grupo, divers ión y no have t o think, eh? Or gani ze and hay que pens ar, ¿eh? Organizar y o r gan i z e a nd s up e r o r g ani ze s up e r o r ga ni za r s u pe r s u pe r - s u pe r s po r t s . M o r e 55 super depo rte s. _________ _______ cart oons i n books . More pictures. X ___________ ____________ _______ The m i nd dri nks l e ss and l es s . ____________________________ Im pat i e nc e . H i ghwa ys f ul l o f Más impaciencia. Las carreteras llenas c r o wd s go i ng s o m e w he r e , de multitudes que van a alguna parte, s o m e w he r e , s o m e w he r e , 60 alguna parte, alguna parte, ninguna nowhe re . The gas ol ine r ef ugee . parte. El refugio de la gasoli na. Las To wns tur n into m ote ls, peo ple in ciudades se transformanencampamentos, nom adic s ur ge s f r om pl ace t o lagente en hordas nómadas que van de lugar pl ace , f ol lowing the m oo n t ide s, en lugar siguiendo las mareas lunares, li ving t onight i n t he ro om whe re 65 durmiendo esta noche en el cuarto donde tú you sle pt t his noon and I the ni ght dormiste el mediodía anterior y yo dormí la be fore .” noche anterior. —Más deportes para todos, espíritu de gr upo , divers ión, y no hay necesidad de pensar, ¿eh? Organiza y supe rorganiza superdeporte. Más chist es en lo s l i b r o s . M á s i l u s t r a c i o ne s . La me nt e abs o r be me no s Y me n o s. Impaciencia. Autopistas llenas de multitudes que van a algún sitio, a algún sitio, a algún sitio, a ningún sitio. El refugio de la gasolina. Las ciudades se convierten en moteles, la gente siente impulsos nómadas y va de un sitio para otro, siguiendo las mareas, viviendo una noche en la habitación donde otro ha dormido durante el día y el de más allá la noche anterior. Mi ldr ed we nt out o f t he ro om M il dr ed s e fue y ce rr ó de un an d s l a m m e d t he do o r. The 70 gol pe l a puer ta. Las «tí as » de l a parlo ur “aunt s” be gan t o l augh at s al a co me nzar on a re ír se de lo s the parl our “unc les .” «tí os » de l a sala. Mildred salió de la habitación y cerró de un portazo. Las «tías» de la sala de estar empezaron a reírse de los «tíos» de la sala de estar. “N o w l e t ’s t ak e u p t h e m i no r i t ie s i n o ur c i vi li zat i o n, s hall we ? Bigger t he po pul ati on, t he mo r e m i no r it i e s. Do n’t s te p o n t he t oe s o f t he dog- l o ver s , — Aho r a, c o ns i de r e m o s l as mino rías e n nuest ra civilizac ión. Cuanto mayor es la población, más minorías hay. No hay que meterse con los aficionado s a los perros, a 75 48 — Bi e n, e x am i ne m o s ah o r a nues t r as m i no r í as. Cuant o m ás gr a nde l a po bl a c i ó n, m ás minorías. No tratemos de entender a l os afi cionados a los pe rros, los B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he c at -l over s, do ct or s, l awye rs , m e r c h ant s , c hi e f s , M o r m o n s , Ba pt i s t s , U ni t ar i ans , s e c o n dge ne r a t i o n C hi ne s e , Sw e d e s , I t a l i an s , G e r m a n s , Te x a ns , Bro o kl ynit e s, Ir i shm en, pe o pl e f r o m O r e g o n o r M e xi c o . The pe opl e i n t hi s bo o k, t hi s pl ay, t hi s TV se r ial ar e no t m eant t o r e pr e s e n t any ac t ual p ai nt e r s , c ar t o g r a ph e r s , m e c ha n i c s a ny w h e r e . The b i g g e r y o u r m ar ke t , M o nt ag , t he l e s s yo u handl e c o nt r o ve r s y, r e m e m be r t ha t ! A l l t he m i n o r m i no r m ino ri t i es wi t h t hei r nave l s t o be ke pt c le an. Aut ho rs , ful l o f e vi l t h o ug h t s , l o c k u p y o u r t yp e w r i t e r s . Th e y did. M agazine s be cam e a ni c e bl end o f vanil la tapi oc a. Bo o ks , s o the dam ne d s no bbi s h c r i t i c s s ai d, w e r e di s hw a t e r . N o w o n de r b o o k s s t o p p e d s e l l i ng , t h e c r i t i c s s a i d. B u t t he p u bl i c , k no w i n g w h at i t w an t e d , s pi nni ng happi ly, le t t he c o mi c bo o ks s u r vi ve . And t he t hr e e di me ns io nal s e x- magazi ne s , o f c o u r s e . Th e r e y o u h ave i t , M ont ag. It di dn’t c om e f r om the G o ve r n m e n t do wn. The r e w as no di c t um , no d e c l ar at i o n, no c e ns o r s hi p, t o s t ar t wi t h, no ! Tec hno l o gy, m ass explo i t at i on, and m i no r i t y pr e s s ur e c ar r i e d t he t r i c k, t h an k G o d . To d ay, t h ank s t o t he m , y o u c an s t ay h ap p y a l l t he t i m e , y o u ar e a l l o we d t o r e a d c o m i c s , t h e goo d o l d c o nf e ss i ons , o r t r ade j o ur nals . ” “Ye s , bu t w ha t a bo u t t he fi rem en, t hen?” asked Mo ntag. 5 10 15 20 25 30 35 40 tr. de Alfredo Crespo af i c i o nad o s a l o s g at o s , l o s l o s gat o s , c o n l o s m é di c o s , doctores, abogados, comerciantes, abo gado s , c o m e r c i ant e s , j e f e s , m o r m o ne s , ba pt i s t as , co cine ros , m ormo nes , bauti stas, uni t ar i o s , de s c e ndi e nt e s de uni t ar i o s , c hi no s de s e gunda c hi no s , s ue c o s , i t al i an o s , ge ne r ac i ó n, s ue c o s , i t al i ano s , ale manes , tej anos, neoyo rquinos, al e m ane s , t e j ano s , i r l ande s e s , i r l ande s e s , gent e de O r egó n o gente de Oregón o de México. En Mé xic o. La ge nte de e ste l ibr o, es te l ibr o, e n es ta obra, e n es te est a pieza teatral, esta novela de se ri a¡ de te le vi si ón l a ge nt e no TV, no t r at a de r e pr e s e nt a r a quiere representar a ningún pintor, ni n gún pi nt o r o c ar t ó gr af o o cartógrafo o mec ánico que exista m ec áni c o act ual , ni de ninguna en la realidad. Cuanto mayor es el par te. ¡Cuant o más grande sea el mercado, Montag, menos hay que m e r c ado , M o nt a g, m e no s hace r fr e nte a l a c ont r ove r si a, di s c us i o n e s ! ¡ N o l o o l vi d e s ! recuerda esto. Todas las minorías Auto res ll enos de pe nsamie nt os menores con sus ombligos que hay m al i gno s , ¡c e r r ad vue s t r as que mantener limpios. Los autores, m áq ui nas de e s c r i bi r ! As í l o llenos de malignos pensamientos, hi c i e r o n . Las r e vi s t as s e aporrean máquinas de escribir. Eso t r a ns f o r m ar o n e n un a bo n i t a hi ci e r o n. Las re vi s t as se mezcla de vainilla y tapi oca. Los convirtieron en una masa insulsa y l ibr o s, as í di j er o n l o s c rí t i co s amorfa. Los libros, según dijeron condenadament e sno bs, e ran agua los críticos esnobs, eran como agua c hi r l e . E s nat ur al que no s e sucia. No es extraño que los libros ve n dan l i br o s , di j e r o n e s o s de jaran de vend er se, decí an l os hom bres. Pero el público sabía lo críticos. Pero el público, que sabía que que r í a, y gi r ando al e gr e y X lo que quería, ___________ permitió vel o zm e nte hi zo s obr evi vir lo s la supervivencia de l os libro s de libros de historietas. Y las revistas hi s to r i e t as. Y de las r e vis t as con mujeres tridi mensionales, por er ót icas t ri dim ensio nales , c laro s up ue s t o . Y no e s e s o t o do , está. Ahí tienes , Mont ag. No era M o n t ag. N o c o m e nzó e n e l una imposición del Gobierno. No gobi e rno . N o hubo ó r dene s , ni hubo ni ngún di c t ado, ni de cl ar ac io ne s, ni c ensura e n un dec l ar ac i ón, ni c ens ur a, no . La pr inci pio , ¡no! La t ecno logía, la tecno logía, l a explot ación de las explotaci ón en masa, y la pres ión masas y la presión de las minorías de las minorías provocó todo esto, pr o duj o e l f e nó m eno , a D i o s por sue rte. Hoy, grac ias a ell os, gracias. En la actualidad, gracias a uno pue d e s e r c o nt i nuam e nt e t o do e l l o , uno pue de s e r fe l i z fel iz, se pueden lee r his toriet as, continuamente, se le permite leer las vi ejas y bue nas confes ione s, historietas ilustradas o periódicos los per iódicos comer ciales. profesionales. los —Sí, pero, ¿qué me dice de los bomberos? “Ah.” Be att y l eaned fo rward in —Ah. —Beatty se inclinó hacia the f aint mis t o f s moke fro m his adelante, envuelto en la débil niebla pi pe . “W ha t m o r e e as i l y de su pipa.— ¿Qué más sencillo y e x pl a i ne d a nd na t ur al ? Wi t h 50 natural? Con escuelas que lanzan al sc hoo l t ur ning o ut mor e runner s, mundo más corredores, saltarines, j u m pe r s , r ac e r s , t i nke r e r s , vol ado re s , nadado re s e n vez de grabbe r s, s nat c he r s, fl ie r s, and caminadores, críticos, conocedores swimm ers inste ad of exami ner s, y creadores imaginativos, la palabra cr iti cs , knower s, and i maginati ve 55 «i nt el ec tual » se c onvi rt ió e n la cr eat or s, the wo rd ‘i nte lle ct ual ,’ interjección que merecía ser. Uno of cours e, be came t he swear word siempre teme las cosas insólitas. i t de s e r ve d t o be . Yo u a l ways Re c ue r das s e gur am e nt e a un dr ead the unf ami liar. Surel y you c o m pañe r o de e s cue l a r em e mbe r t he bo y i n yo ur own 60 exce pci onalm ente br ill ante, que s c ho o l class wh o w as recitaba las lecciones y respondía a exce pt ional ly ‘bri ght ,’ di d mo st las preguntas mientras los demás lo o f t h e r e c i t i ng and ans w e r i ng miraban con odio, inmóviles como while t he other s s at li ke so many estatuas de plomo. ¿Y no era a este l e ad e n i do l s , hat i ng hi m . And 65 mismo compañero brillante al que wa s n’ t i t t hi s br i ght bo y y o u golpeaban y torturaban al salir de sel ected for beat ings and tortures la e sc ue la? Cl aro que s í. Todos af ter hours? Of co urs e it was. We debemos parecernos. No nacemos must al l be al ike . Not e ver yo ne l i bre s e i gual e s , co m o di ce l a bo r n f r e e a nd e q ual , a s t he 70 Constitución, nos hacemos iguales. Co ns ti tuti on s ays , but ever yo ne Todo hombre es la imagen de todos ma de equal . Eac h m an the i mage l o s de m ás , y t o dos s o m o s as í of eve ry other; the n al l are happy, i gual m e nt e f e l i ce s . N o hay f o r t he r e ar e no m o unt ai ns t o m o ntañas so br e c o ge do r as que m a ke t h e m c o w e r , t o j ud ge 75 pue dan e m pe que ñec e r no s. La thems elves agains t. So ! A bo ok is co nc lusi ón e s muy se nc il la. Un a l o ade d gun in t he hous e next libro, en manos de un vecino, es un do or. Burn it . Take t he shot fr om ar ma c ar gada. Q ué malo. Sac a la —Ah. —Beatty se inclinó hacia del ant e ent re la dé bil nebl ina producida por su pipa.— ¿Qué es más fácil de explicar y más lógico? Como las universidades producían m ás co r r edo re s , s al t ado r es , boxeadores, aviadores y nadadores, e n vez de pr o fe s or e s, cr í ti c os , s abi os , y cr e ado re s , l a pal abr a «intelectual», claro está, se convirtió e n e l i nsul to que m e re c í a s er. Siempre se teme lo desconocido. Sin duda, te acordarás del muchacho de tu clase que era excepcionalmente «int el i gent e», que r ec i t aba l a mayoría de las lecciones y daba las respuestas, en tanto que los demás per m ane cí an co m o m uñe co s de barro, y le detestaban. ¿Y no era ese m uc hac ho i nte l ige nt e al que escogían para pe gar y atormentar después de las horas de clase? Desde luego que sí. Hemos de ser todos iguales. No todos nacimos libres e iguales, como dice la Constitución, si no t odo s hecho s i guales. Cada hombre, la imagen de cualquier otro. Entonces todo son felices, porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables. ¡Ea! Un libro es un arma cargada en la casa de al lado. Quémalo. Quita el 45 49 — Sí , pero bo mb e r o s ? ¿y B’s Farenheit tr. de F. Abelenda the weapon. Br eac h man’s mi nd. W ho k no ws who m i ght b e t he tar get o f the well- read man? Me? I w o n’t s t o m a c h t h e m f o r a minute. And s o whe n houses were finally fireproofed completely, all ove r the worl d (you were corr ect i n yo ur a s s um p t i o n t he o t he r night ) there was no l onger ne ed of firemen for the old purposes. They we r e gi ve n t h e ne w j o b, as cus todians of our peace of mi nd, the f oc us of our unde rst andable and r i gh t f ul d r e ad o f be i ng inf erior; offic ial c ensors , judges, and e xe c ut o r s . Tha t ’s y o u, Montag, and that’s m e.” tr. de Alfredo Crespo bala del arma. Abre la mente de l ho m br e . ¿Se s abe ac as o qui é n p ue d e s e r e l b l an c o d e u n ho m br e l e í do ? ¿Yo ? N o pue do a c e p t a r l o . Ya s í , c u a n do l a s c as as de t o do e l m undo f ue ro n i nc o mbust i ble s ( tu presunción de la otra noche era cor recta) no se ne c e s i t a r o n b o m be r o s p ar a cum plir l a ant igua f unció n. Se les dio otro trabajo, el de custo dios de la paz de nuestras mentes, el centro de nuestro compr ensibl e y re cto temor a ser inferiores. El bombero se tr ansfo rmó en c ens or, j uez y e j e cut o r o fi c i al . Es o e r e s t ú, Montag, y eso soy yo. proyectil del arma. Domina la mente del hombre. ¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo del hombre que leyese mucho? ¿Yo? No los resistiría ni un minuto. Y así, cuando, por último, las casas fueron totalmente inmunizadas contra el fuego, en el mundo entero (la otra noche tenías razón en tus conjeturas) ya no hubo necesidad de bomberos para el antiguo trabajo. Se le s dio una nue va mi sió n, co mo custodios de nuestra tranquilidad de es pí ri tu, de nue st ro peque ño , comprensible y justo temor de ser inferiores. Censores oficiales, jueces y ejecutores. Eso eres tú, Montag. Y eso soy yo. The door to the parlo ur o pened and M il dre d s too d the re lo oki ng 20 in at t hem , l oo king at Beatty and t he n at M o nt ag. Be hi nd he r the walls of the r oo m were fl ooded wi th gre en and yell ow and o range fi re wor ks si zzl i ng and bursting to 25 s ome m usi c c o mpo s ed al m os t completely of trap-drums, tom-toms, and cymbals. Her mouth moved and she was saying something but the sound covered it. 30 M i l dr e d abri ó l a pue r t a de l a s al a y m i r ó a l o s do s ho m br e s , p r i m e r o a B e at t y y l ue g o a M o nt ag . D e t r ás de e l l a , un o s f u e g o s d e a r t i f i c i o ve r d e s , amari l l o s y anar anjado s l l enaban l as par e des s i s eando y e s t al l a n do e n u na m ú s i c a d e t am bo r e s , ti m bal e s y c í m bal o s . La bo c a de M i ldr e d s e m o ví a, c o m o d i c i e nd o a l g o , p e r o e l r ui do t apaba l as pal abr as . La puertaque comunicaba con la sala de estar se abrió y Mildred asomó, miró a los dos hombres y se fijó en Beatty y, después, en Montag. A su espalda, las paredes de lapieza estaban inundadas de resplandores verdes, amarillos y anaranjados que oscilaban y estallaban al ritmo de una música casi exclusivamente compuesta por baterías, tambores y címbalos. Su boca se movía y estabadiciendo algo, pero el sonido no permitía oírla. Beatt y kno cked his pi pe i nt o the palm of his pink hand, st udi ed the ashe s as if t hey were a sym bol to be di agnos ed and se ar che d f or m eani ng. Be at t y go l pe ó l a pi pa e n l a palma de su mano rosada y estudió l as c e ni zas c o m o si f ue s en un símbolo que habí a que estudiar y descifrar. Beatty vació su pipa en la palma de su mano sonrosada, examinó la ceniza como si fuese un símbolo que había que exami nar en busca de al gún significado. 5 10 15 35 “You mus t unders tand t hat o ur c i vi l i zat i o n i s s o vas t t hat we can’t have our m inori ti es upse t 40 and st i r re d. Ask your sel f, What X do we want in t his co untry, abo ve al l ? P e o pl e want t o be happy, i s n’t t h at r i ght ? H ave n’ t y o u he ar d i t all your l if e? I want to 45 be happy, pe opl e say. Wel l, aren’t t h e y? D o n’t w e k e e p t h e m mo ving, do n’t we give them fun? That’s all we live f or, isn’t i t? For pleasure, f or ti ti l l ati on? And you 50 must admit our c ul tur e pro vides pl ent y of the se .” “Ye s . ” — D e be s c o m pr e nde r que —Has de comprender que nuestra nuestra civilizaci ón, tan vasta, no civilización es tanvastaque no podemos pe r m i t e m i no r í as . ______ ___ permitir que nuestras minorías se alteren _______ _____ Pregunta tú mismo. o exciten. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué ¿Q ué quere mos en est e país por queremos en esta nación, por encima de encima de todo? Ser felices, ¿no es todo? La gente quiere ser feliz, ¿no es verdad? ¿No lo has oído centenares así? ¿No lo has estado oyendo toda tu de veces? Quiero ser feliz, dicen vida? «Quiero ser feliz», dice la gente. todos. Bueno, ¿no lo son? ¿No los Bueno, ¿no lo son? ¿No les mantenemos entretenemos, no les proporcionamos en acción, no les proporcionamos diversiones? Para eso vivimos, ¿no diversiones? Eso es para lo único que e s as í?, para e l pl ac er, para l a vivimos, ¿no? ¿Para el placer y las exc i taci ón. Y de bes admiti r que X emociones? Y tendrás que admitir que nuestra cultura ofrece ambas cosas, nuestra civilización se lo facilita en y en abundancia. abundancia. —Sí. —Sí. 55 M o nt ag c o ul d l i p- r e ad what M i l d r e d wa s s a y i n g i n t h e do o r way. H e t r i e d no t t o l o o k at he r mo ut h, be c aus e t he n Be at t y mi ght t ur n and r e ad what was t he r e , t o o . Mo ntag podí a lee r, en el movimiento de los labios, lo que decía Mildred desde el umbral. Pero no quería mirarle la boca, pues entonces 60 Beatty volvería la cabeza y leería también aquellas palabras. “Co lo ur e d pe o pl e do n’t l i ke Li t t l e Bl a c k Sa m b o. B ur n i t . X W hi t e pe o pl e d o n’t f e e l go o d 65 about Uncle Tom’s Cabi n. Bur n X it . Som eone’s wr it ten a bo ok on to bac co and c anc er of the l ungs? Th e c i ga r e t t e pe o pl e a r e we e pi ng ? B ur n t h e bo o k. 70 Ser enity, Montag. P eace, Mont ag. Take your f ight outs i de . Bet te r yet , into t he i ncine rato r. Funer als ar e unh app y and pa ga n? El i m i na t e t he m , t o o . Fi ve 75 m i nut e s af te r a pe rs o n i s de ad he ’s on hi s way to the Big Flue, t h e I nc i ne r at o r s s e r vi c e d by 50 Mo ntag pudo lee r e n l os l abi os de M i l dr e d l o que é s t a de c í a de s de e l um br al . Tr at ó de no m ir ar a e l la, po rque, ent onc es , Be at t y p o dí a vo l ve r s e y l e e r t am bi én l o que dec ía. — ¿A l a ge nt e de co lo r no l e —A la gente de color no le gusta gusta El negrito Sambo ? Quémalo. X El pequeño Sambo. A quemarlo. La ¿Los blancos se sienten incómodos gente blanca se siente incómoda con c on La cabaña de l t í o To m ? X La cabaña del tío Tom. A quemarlo. Quém alo . ¿Al gui en es cri bió una Escribe un libro sobre el tabaco y el obra acerca del tabaco y el cáncer cáncer de pulmón ¿Los fabricantes pul monar? ¿Los fumado res es tán de cigarrillos se lamentan? A quemar af li gi do s? Q ue ma l a obr a. el libro. Serenidad, Montag. Líbrate Sere nidad, M ontag. Paz, Montag. de tus tensiones internas. Mejor aún, Afuera los conflictos. Mejor aún, al l ánzal as al i nc i ner ado r, ¿Lo s inci ne rado r. ¿Los f uner al es s on funerales son tr ist es y pagano s? t r is t e s y pagano s ? Eli m i na l o s Eli m iné mo s lo s t ambi én, Ci nc o funerales. A los cinco minutos de minutos después de la muerte de una morir, el hombre ya está de camino pers ona en c amino hacia la Gran a l a Gran Cal dera: incinerado res Chim enea, los incineradores son abas te c i do s po r hel i có pt er o s y abastecidos por helicópteros en todo B’s Farenheit tr. de F. Abelenda he lic opter s all over the c ountr y. Te n m inute s afte r death a man’s a speck of bl ack dust . Let’s not qui bbl e o ve r i ndi vi dual s wi t h m em o ri am s . For ge t t hem . Bur n them al l, bur n e ve ryt hing. Fi re is br ight and fi re is cl ean.” tr. de Alfredo Crespo distribuidos todo a lo largo del país. Diez minutos después de la muerte, el hombre es una motita de polvo oscuro. No aflijamos a los hombres c o n r e c ue rdo s . Q ue o l vide n. Quememos, quemémoslo todo. El fuego es brillante y limpio. el país. Diez minutos después de la muerte, un hombre es una nube de polvo ne gro. No sutilic emos con recuerdos acerca de los individuos. Olvidémoslos. Quemémoslo todo, abs olut amente to do. El f uego es brillante y limpio. Los fuegos de artificio murieron e n la s al a de t r ás de M i l dr e d. M i ldr e d de j ó de habl ar c as i al m i s mo t i e mpo ; una m i l agr o s a coi ncide ncia. Mont ag co ntuvo la respiración. Lo s f ue go s ar t i f i c i al e s s e apagaron en la sal a de estar, detrás de Mildred. Al mi smo tiempo, ella habí a de j ado d e habl ar ; una co incidenci a m il agr os a. Mo nt ag contuvo el aliento. “The re was a gi rl next do or,” he said, s lowly. “She ’s go ne no w, I t hi nk, de ad. I c a n’t e ve n re mem ber he r f ac e. But she was di ff e r ent . Ho w — ho w di d s he 20 ha ppe n?” —Había una muchacha en la casa de al lado —dijo, lentamente —. Se ha i do . Cr eo que ha muer to . Ni siquiera recuerdo su cara. Pero era dif e re nt e . ¿Có m o. . . có m o pudo ocurrir? —Había una muchacha, ahí, al lado —dijo con lentitud—. Ahora se ha marchado, creo que ha muerto Ni siquiera puedo recordar su rostro. Pero era distinta. ¿Cómo... cómo pudo llegar a existir? Be att y s mil ed. “Her e o r t her e, t hat ’s bo und to oc c ur. Cl ar i ss e M c Cl e l lan? We ’ve a r ec o r d o n 25 he r f ami ly. We ’ve watc hed them c a r e f ul l y. He r e d i t y a nd e nvi r o nm e nt ar e f unny t hi ngs . You can’t rid your selves of all the odd ducks in just a fe w years . The 30 ho me envir onm ent c an undo a l ot you tr y t o do at s c ho o l. That’s wh y w e ’ve l o we r e d t he ki nde rgart en age ye ar af ter ye ar unt il now we ’re almos t snatc hi ng 35 t he m f ro m t he c r adl e . We had s o m e f al s e al ar m s o n t he M cCle l lans , whe n t he y li ved i n Chi c ago . N e ve r f o und a bo o k. Uncle had a mi xed re cor d; ant i- 40 so cial. The girl ? She was a ti me bo m b. The f am i l y h ad be e n f e e ding he r s ubc o ns c i o us, I’m s u r e , f r o m w hat I s aw o f h e r sc hoo l rec ord. She di dn’t want to 45 know how a t hing was do ne, but why. That c an be em bar ras si ng. You ask W hy to a l ot of t hi ngs and yo u wi nd up ve r y unhappy indeed, if you keep at i t. The poor 50 gi rl’s bett er off dead.” Beatty sonrió. —Aquí o allá, o curre a vec es. ¿Clar i ss e M cCl e ll an? Te nem o s registrada a la familia. Los hemos vigilado. La herencia y el ambiente s on co s as rar as . N o e s pos i bl e eliminar en poco tiempo todos los obstáculos. El también te hogareño puede destruir en gran parte la obra de la escuela. Por eso la edad de la admisión en el jardín de infantes ha ido disminuyendo año t ras año y ahora sacamos a los niños casi de la cuna. Hubo varias falsas alarmas a pro pó s i t o de l os M c Cl el l an cuando vivían en Chicago. Nunca se encontró un libro. El tío tenía un pr ontuari o co nfuso : anti so cial. ¿La muchacha? Era una bomba de ti em po . La famil ia había es tado alimentando el subconsciente de la niña. Estoy casi seguro; e xaminé l os r egi st ro s de la e sc uel a. N o quer ía s aber c óm o se hac en l as co sas , s ino po r qué. Es to pue de resultar embarazoso. Uno empieza con los porqués, y termina siendo realmente un desgraciado. La pobre chica está mejor muerta. Beatty sonrió. — Aquí o al l í , e s f at al que o c ur r a. ¿Cl ar i s s e M c Cl e l l an? Tenemos ficha de toda su familia. Le s he m o s vi gi l ado cuidado sam e nt e . La he r e nc i a y e l m e di o a m b i e nt e h o g ar e ñ o pue de des hac e r muc ho de lo que se i nc ul ca e n el co le gi o. P or e so hem o s i do baj ando , año t ras año l a e d ad de i n g r e s a r e n e l pa r vul ar i o , ha s t a qu e , a ho r a , c as i ar r anc am o s a l o s pe que ño s d e l a c u na . Tu vi m o s f a l s a s a l a r m as c o n l o s M c CI e l l a n c ua n d o vi ví an e n C hi c a go . N unc a l es encontramos un libro. El hi storial confuso, es antisocial. ¿La muchacha? Es una bomba de relojería. La familia había estado influyendo en su subconsciente, estoy seguro, por lo que pude ver en su historial escolar. Ella no quería saber cómo se hacía algo, sino por qué. Esto puede resultar embarazoso. Se pregunta el porqué de una s eri e de c osas y se te rmi na sintiéndose muy desdichado. Lo mejor que podía pasarle a la pobre chica era morirse. The f i r e wo r ks d i e d i n t h e p ar l o ur b e h i nd M i l d r e d . Sh e ha d s t o ppe d t al k i ng a t t he s am e t i m e ; a m i r ac u l o u s c o i nc i de nc e . M o n t a g h e l d h i s br e a t h . 5 10 15 “Ye s , de ad. ” —Sí, muerta. “Luc kil y, queer ones like her 55 —Por suerte gente rara como ella do n’t happe n, o f t e n. We kno w aparece pocas veces. Los curamos ho w to ni p mo st of the m i n t he casi siempre en estado larval. No es bu d, e ar l y. Yo u c an ’t bu i l d a po s ibl e c o ns t r ui r una c as a s i n ho use wi thout nails and woo d. If clavos ni maderas. Si no qui eres yo u don’t want a ho use built, hi de 60 que se construya una casa, esconde the nail s and wo od. If you don’t los clavos y la madera. Si no quieres want a m an unhappy pol it ic al ly, que un hombre se a políticamente do n’t gi ve hi m t wo s i de s t o a de s gr ac i ado, no lo pr e o cupe s quest io n t o worr y him ; give him mostrándole dos aspecto s de una one. Bet te r ye t, give hi m no ne . 65 mi sm a c ues ti ón. Mués trale uno. Le t hi m f o rge t t he re i s s uch a Que olvide que existe la guerra. Es thing as war. If the G overnme nt pre f er i bl e que un go bie r no se a is ineffi cient , top-heavy, and tax- i ne fi c i e nte , auto r i t ari o y mad, be tte r it be all thos e t han aficionado a los impuestos a que la that peo pl e wo rr y over i t. P eace , 70 gente se preocupe por esas cosas. M o n t a g. G i ve t he p e o pl e P az, M o ntag. Q ue l a ge nt e c onte st s they wi n b y intervenga en concursos donde haya r em em be ri ng t he wo rds to m or e que r e c o r dar l as l et r as de l as popul ar s ongs o r the nam e s o f c anci ones m ás popul ar es , o lo s s tate c apit al s o r ho w much c or n 75 no mbres de l as capi tal es de l os Io wa gr ew last year. Cr am them Es tados, o cuánt o m aíz co sec hó f ul l o f no n - c o m bus t i bl e d at a, Iowa el año últi mo. Llénalo s de c ho c k t he m s o dam ne d f ul l o f noticias incombus tibles. Sentirán 51 —Sí, morirse. —Afor tunadam ent e, los cas os extremos como ella no aparecen a menudo. Sabemos cómo eliminarlos en embrión No se puede construir una casa sin clavos en la madera. Si no qui eres que un hom bre s e sie nta polí ticame nte de sgraci ado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. o, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una c osa ll amada guerr a. Si el Go bie rno es po co ef ici ent e, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo Iowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan B’s Farenheit tr. de F. Abelenda ‘f a c t s ’ t he y f e e l s t uf fe d , b ut ab s o l ut e l y ‘br i l l i a nt ’ wi t h i nf o r m ati o n. The n t he y’l l f e e l t he y’r e t hi nki ng, t he y’l l ge t a se ns e o f m ot ion wi tho ut mo ving. 5 And t he y’l l be happy, be c aus e f ac ts o f that s or t do n’t change . D o n’t gi ve t he m any s l i p pe r y stuff like philosophy or sociology t o t ie thi ngs up wi th. That way 10 l i e s m e l ancho l y. Any m an who can t ake a TV wall apart and put it back to get her again, and mo st m e n c an no wadays , i s happi e r than any m an who tr ies t o s lide- 15 r ul e , m e as ur e , and e quat e t he uni ve r s e , whi c h j us t wo n ’t be m e as u r e d o r e q ua t e d wi t ho ut m a ki n g m an f e e l be s t i a l a nd l onel y. I kno w, I’ve t ri e d it ; t o 20 he l l wi t h i t . So br i ng o n yo ur cl ubs and part i e s , yo ur ac r obat s a n d m a g i c i a n s , y o u r d ar e de vi l s, j e t c ar s , m o t o r - c y c l e h e l i c o p t e r s , y o u r s e x a n d 25 he r o i n, m o r e of e ve r yt hi ng t o do wi t h aut o m ati c r e fl e x. If the dr am a i s bad, if t he f i l m s ays no t hi ng, i f t he pl ay i s ho ll o w, s t i n g m e w i t h t he t h e r e m i n , 30 l o u dl y. I’ll t hi nk I’m r e s po ndi ng t o t he pl ay, wh e n i t ’s o nl y a t ac t i l e r e a c t i o n t o vi br a t i o n . B ut I d o n’ t c a r e . I j us t l i ke s o l i d e nt er t ai nm ent .” 35 Be at t y g o t u p. “I m u s t b e go i ng. L e c t u r e ’s o ve r. I h o pe I ’ve c l ar i f i e d t h i n gs . Th e i m p o r t a nt t hi ng f o r y o u t o r em em be r, M ontag, i s we ’r e the 40 H appi ne ss Boys, t he D ixie D uo , yo u and I an d t h e o t h e r s . We s tand agains t t he s m al l ti de o f t ho s e w ho w an t t o m ak e e ve r y o n e un h ap py w i t h 45 c onfl i ct ing t he o ry and tho ught . We have o ur fi nger s in t he dyke. Ho ld st eady. Don’t let the torrent of me lanc holy and drear phil os ophy dr o wn o ur wo r l d. W e d e p e n d 50 o n y o u . I do n ’t t h i nk yo u r e al i ze ho w i m po r t an t y o u a r e , t o o ur h a p p y w o r l d a s i t s t a n d s n o w. ” tr. de Alfredo Crespo que la información los ahoga, pero abrumados, pero totalmente al día en s e cr e e r án i nt e l ige nt e s . Le s cuanto a información. Entonces, par ec e r á que e s t án pe ns ando , tendrán la sensación de que piensan, t e ndr án una s e ns ac i ón de tendrán la impresión de que se mueven movimiento sin moverse. Y serán sin moverse. Y serán felices, porque fe li ce s, pue s los hec ho s de e sa los hechos de es ta nat uraleza no es pe cie no c ambian. No les des cambian. No les des ninguna materia m at e ri as r e sbal adi zas, co m o delicada como Filosofía o Sociología f i l os o f í a o ps i c ol o gí a, que para que empiecen a atar cabos. Por ese engendran hombres melancólicos. camino se encuentra la melancolía. El que pueda instalar en su casa una Cualquier hombre que pueda desmontar pared de TV, y hoy está al alcance un mural de televisión y volver a de cual quie ra, e s más fe li z que armarlo luego, y, en la actualidad, la aquel que pr e t e nde m e dir e l mayoría de los hombre s pueden uni ve r s o , o r e duci r l o a una hacerlo, es más feliz que cualquier e c uac i ó n. Las m e di das y l as otro que trata de medir, calibrar y ecuaciones, cuando se refieren al sopesar el Universo, que no puede ser uni ve r s o , dan al ho m br e una me dido ni sopesado sin que un sensación de inferioridad y soledad. hombre se sienta bestial y solitario. Lo Lo sé, lo he probado. Al diablo con sé, lo he intentado ¡Al diablo con ello! e s as c o s as . ¿Q ué ne c e s i tam o s Así, pues, adelante con los clubs las entonces? Más reuni ones y clubes, fi es tas, lo s acróbatas y los acróbatas y magos, automóviles de X prestidigitadore s, _ __ __ __ _ lo s re acc ió n, he l i c ó pt er o s , s e xo y coche s a reac ción, las bicicl etas he r o í na . To do l o qu e pue da helicópteros, el sexo y las drogas, más hacer se con r eflejos automáti cos. de todo lo que esté relacionado con Si el drama es malo, si l a come dia reflejos automáticos. Si el drama es es insul sa, si l a pelí cul a no dic e malo, si la película no dice nada, si n ad a , g o l p é am e con e l la comedia carece de sentido, dame t h e r e m í n , rui do s am e nt e . M e una i nye cc ión de te ram i na. M e par ec e r á ent o nc e s que es t o y parecerá que reacciono con la obra, respondiendo a la obra. En realidad, cuando sólo se trata de una reacción respondo con reacciones táctiles a t ác t il a las vibr aci ones. Pe ro no las vibraciones. No intere sa. Quie ro m e i m po r t a. P r e f i e r o u n e nt r et e ni m i e nt os só li d o s. —Beat t y e nt r et eni mi e nt o completo. s e i n c o r po r ó . — D e b o i r m e . Beatty se puso en pie. La co nf e r e nc i a ha t e r m i nado . —Hedemarcharme.Elsermónha terminado. Espero haber aclarado las cosas. No Espero haber aclarado conceptos. lo olvides, Montag, esto es lo más Lo que importa que recuerdes, importante. Somos los Muchachos Montag, es que tú, yo y los demás Fe l ic e s , e l Co nj unt o de l Bue n s om o s l os Guar di ane s de l a Humor, tú y yo, y todos los otros. Felicidad. Nos enfrentamos con la Somos un dique contra esa pequeña pequeña marea de quienes desean que mare a que quie re entr is te ce r el todos se sientan desdichados con teorías m undo c o n un c onf l i c to de y pe ns a mi e nt os c on t r a di c t or i os . pensamientos y teorías. Sostenemos Tenemos nuestros dedos en el dique. el dique con nuestras manos. No lo Hay que a guant ar fir me. sueltes. No dejes que un torrente de No permi tir que e l tor rente de m el anco lí a y fi lo so fí a l ó br eg a mel ancolí a y l a funesta Fil osof ía invada el universo. Dependemos de aho gue n nue s t r o m un do . t i . N o s é s i e nti e nde s qué Dependemos de ti. No creo que te importante eres tú, qué importantes des cuenta de lo importante que eres so mo s noso tr os, para que no se _______ para nuestro mundo feliz, pierda la felicidad del mundo. tal como está ahora organizado. 55 Beat ty sho ok M ont ag’s l i m p hand. Mo ntag s t i l l s at , a s i f t he h o u s e w e r e c o l l a ps i n g ab o u t h i m an d h e c o u l d no t m o ve , i n t h e be d. Mi l d r e d ha d van i s he d f r o m t h e do o r . Beatty estrechó la mano débi l de M o ntag. M ont ag no s e m ovi ó . Parecía como si la casa estuviera derrumbándose a su alrededor, y él 60 no pudiera moverse. Mildred había desaparecido de la puerta. “O ne l as t t hi ng,” s aid Beatt y. “At least o nce in hi s career, every fi rem an ge ts an i tc h. W hat do t he 65 bo o ks s ay, he wo nde r s . O h, t o s c r a t c h t h at i t c h, e h ? We l l , Mo ntag, take my wo rd fo r i t, I’ve had t o r ead a fe w i n m y tim e, to kno w what I was about , and the 70 bo oks s ay nothing ! Not hing you c an t e ac h o r be l i e ve . The y’r e ab o ut n o n- e xi s t e nt pe o pl e , f i gm e nt s o f i m ag i na t i o n, i f t he y’r e f i c ti o n. And i f t hey’r e 75 no n- f i c t i o n, i t ’s wo r s e , o ne pr o f e s s o r c al l i ng ano t h e r an idiot , o ne philo sopher s cre ami ng 52 — Una úl ti m a pal abr a — dij o Beatty —. Una vez por lo menos en su vida, el bombero se siente picado de curiosidad. ¿Qué dirán los libros? se pregunta. Ah, poder rascarse esa pic adur a, ¿e h? Bueno , M ont ag, créeme. He leído unos pocos libros en mi juventud, sé de qué se trata. ¡Los libros no dicen nada! Nada que puedas aprender o creer. H abl an de gente s que no e xis te n. D el ir io s i magi nat ivos , c uando s on obras d e f i c c i ó n. Y s i no s o n d e f ic c ió n, pe or aún. U n pr of e so r q ue l l a m a i di o t a a o t r o , u n fi ló so fo que c lava l os die nt es e n Beatty estrechó la flácci da mano de Mo nt ag. És t e pe r m ane c í a s e ntado , co m o s i l a c asa s e der rum bara a al re dedor y él no pudi er a mo ve rs e. M il dr ed había desaparecido en el umbral. —Una cosa más —dijo Beatty—. Por lo menos, una vez en su carrera s ie nt e e sa co me zón. Empi eza a preguntarse qué dicen los libros. Oh, hay que aplacar esa comezón, ¿eh? Bueno, Montag, puedes creerme, he tenido que leer algunos libros en mi juventud, para saber de qué trataban. Y los libros no dicen nada. N ada que pue da ense ñars e o c re er se . Habl an de ge n t e qu e e xi s t e , de e nt e s i m agi na r i o s , s i s e t r at a de no ve l as . Y s i n o l o s o n, aún peo r: un pr o fe so r que l lama i di o ta a otro f il ós o fo q u e c r i t i c a a l B’s Farenheit tr. de F. Abelenda do wn ano t he r ’s g ul l e t . Al l o f them r unni ng about, put ti ng o ut t he st ar s and ext i nguis hing the sun. Yo u c ome away lo st .” tr. de Alfredo Crespo e l gaznate de otro. Todos c or re n de a qu í pa r a a l l á, a pa g a nd o l a s e s t r e l l as , e xt i n gui e ndo e l s o l . U no s e s i e n t e pe r di do . de más all á. Y todos a r m a n j al e o , ap aga n l as e s t r e l l a s y e xt i n gu e n e l s o l . U n o a c a ba po r pe r d e r s e . “W e l l , t h e n , w h a t i f a —Bue no, ¿y qué oc urr e s i un f i r e m an a c c i d e n t a l l y, r e a l l y bombero se lleva accidentalmente, no t , i nt e ndi ng anyt hi n g, t ake s no a propósito, un libro a su casa? X — dijo Montag estremeci éndose. a bo o k ho m e wi t h hi m ?” —Bueno, entonces, ¿qué ocurre si un bombero ac cide ntalmente, si n pr oponérse lo e n re alidad, se lleva un libro a su casa? 5 el estremecimiento no es simultáneo a lo dicho 10 M o ntag t w i t c he d . The o pe n do or lo oke d at him wi th it s gre at vacant eye. La pue r t a e nt r e abi e r t a l o mi r ab a c o n un e n o r m e o j o va c í o . M o n t ag s e c r i s pó . L a pue r t a abi e r t a l e m i r aba c o n s u e no r m e o j o vac i o . “A na t u r a l e r r o r . Cu r i o s i t y 15 a l o n e , ” s a i d B e a t t y . “W e d o n ’ t g e t o ve r - a n x i o u s o r m ad . We l e t t h e f i r e m an k e e p t he b o o k t w e n t y- f o u r h o u r s . I f h e h a s n ’ t b u r n e d i t b y 20 t h e n , we s i m p l y c o m e a n d b ur n i t f o r hi m . ” —Un error di s c ul pabl e . Curiosidad, nada más —dijo Beatty —. No no s pr e o c upam o s de m as i ado , ni no s e no j am o s . Dejamos que el bombero guarde el libro veinticuatro horas. Si en ese plazo no lo quema, vamos y se lo quemamos nosotros. — U n e r r o r l ó gi c o . P u r a cur iosidad —r epli có Be atty— No no s preo cupamo s ni eno jam os en exces o. Dej amo s que el bo mbe ro gu ar d e e l l i b r o ve i nt i c uat r o ho ras . Si par a e nto nce s no lo ha he cho él , lle gam os nos ot ros y lo quem am os . “O f co ur se .” Mo nt ag’s m outh —Cl aro —dij o Mo ntag con la was dr y. 25 boca seca. “Well , Montag. Wil l you take another, later shi ft, today? Wi ll we se e you to ni ght pe rhaps ?” —Bueno, Montag. ¿Tr abajar ás ho y e n o t r o t ur no? ¿Co ntam o s contigo esta noche? —Claro. La boca de Montag estaba reseca. — Bue no , M o nt ag. ¿Q ui e r e s c o ge r h o y o t r o t ur no ? ¿ Te ve rem os est a noche? 30 “I do n’t know,” said Mo ntag. “W hat ?” Be att y l ooked faint ly surpr ise d. —No sé —dijo Montag. —No lo sé —dijo Montag—. —¿Q ué? Beatty parecía algo sorprendido. —¿Qué? Beattyse mostrólevemente sorprendido. —Iré más tarde. Quizá. Montag cerró los ojos. —Más tarde iré. Quizá. 35 Mo ntag s hut hi s eye s. “I’ll be in late r. Maybe .” “We ’d c e r t ai nl y m i s s yo u i f — Te e x t r a ñ a r e m o s d e yo u di dn’t s ho w, ” s ai d Be at t y, 40 ve r a s s i f a l t a s — d i j o Be a t t y, put t i ng hi s pi pe i n hi s po c ke t g u a r d á n d o s e l a p i p a e n e l tho ught ful l y. X b o l s i l l o __________ . —Desde luego, si no te presentaras, te echaríamos en falta —dijo Beatty, guardándose la pipa en un bolsillo con expresiónpensativa —. I’ l l ne ve r c o m e i n ag ai n, No iré thought Mo ntag. 45 M o n t a g . pensó «Nunca volveré a comparecer por allí», pensó Montag. —Q ue t e pongas bie n y s igas bien —dijo Beatty. —Bueno, que te alivies —dijo Beatty—. “G et wel l and ke ep wel l,” said Be att y. H e t ur n e d an d w e nt thro ugh the ope n doo r. o ut M o nt ag wat c hed t hro ugh t he wi ndo w as Beat ty dr ove away in hi s g l e am i ng ye l l o w - f l am e c ol oure d be et le wi th t he black, char-c oloured tyre s. Ac ro ss the s tre et and down t he way t he o ther ho us es s to od wit h t he i r f l at f r o nt s . W hat wa s i t Clari ss e had said o ne aft er no on? “N o f r o nt po r c h e s . M y unc l e s ay s t h e r e us e d t o b e f r o n t po r c he s . And pe o pl e s at t he r e so me ti me s at ni ght, talking when t he y want ed t o tal k, r oc ki ng, and n o t t al ki ng w he n t h e y d i d n’ t want to tal k. Som et ime s t hey just s at t he r e a nd t h o u gh t ab o u t t hi ngs , t urne d t hi ngs o ve r. M y unc le s ays the ar c hi te ct s go t ri d of the fr ont porc hes bec aus e they didn’t lo o k wel l. But m y uncl e s ay s t h at w as mer el y r at io nali zi ng i t; t he r eal re as on, h i d de n un de r n e at h, m i g ht b e 50 55 60 65 70 75 53 nunca, Se volvi ó y s alió por l a pue rta X D i o l a v u e l t a y abiert a. m a r c h ó _____________. se Montag mir ó por la ve n t a n a m i e n t r a s B e a t t y s e a l e j a ba e n s u c o c h e , a m a r i l l o c o mo e l f ue go , c o n r u e das c e n i c i e n t as . Montag vigiló por la ventana la partida de Beatty en su vehículo de brillante color amarillo anaranjado, con los neumáticos negros como el carbón. D e l o t r o l ado de l a c al le s e al z aban l o s f r e nt e s c hat o s de l as c asas . ¿Qué había dic ho C l a r i s s e u na t a r d e ? «N o ha y po r che s . M i t í o di ce que ant e s ha bí a po r c he s . Y l a g e n t e s e s e n t aba al l í e n l as no c he s de ve r ano , y habl aba cuando te ní a g a n as de ha b l a r , y se bal anc e aba e n l as me c e do r as , y n o h ab l a b a c ua n d o n o t e n í a g a n as d e ha b l a r . A ve c e s s e que daban al l í , s i m pl e m e nt e , y pe ns aban c os as . M i tí o di c e que l o s ar qui t ec t o s s upri m i er o n l o s por c he s co n l a e xc us a de que no q u e da b a n bie n. P e ro la ve r da d e r a r az ó n , l a r a z ó n o c ul t a, e r a o t r a. N o que rí an que Al o t r o l a d o d e l a c a l l e , hac ia abaj o , l as c asas s e e r guían con sus lisas f ac hadas . ¿Qué habí a di c ho Cl ar i s s e u na t a r d e ? « Na da d e p o r c h e s d e l a n t e r o s . Mi tío dice que antes solía haberlos. Y la gente, a veces, se sentaba por las noches en ellos, charlando c uando as í l o de s eaba, me c i é ndos e y guardando si l e nc io c uando no que rí a habl ar. Ot r as ve c e s pe r mane c í an al l í s e nt ado s , meditando sobre las cosas. Mi tío di c e que los ar qui t ec t o s pr e sc i ndi e ro n de l o s po rc he s frontales porque estéticamente no resultaban. Pero mi tío asegura que é s t e f ue s ól o un pr e t e xt o. El B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he y di dn’t want peo ple si t t ing li ke t hat , do ing nothing, ro cking, t al ki ng; that was t he wro ng kind o f so ci al l if e. P e ople t al ke d to o m uc h. A nd t he y ha d t i m e t o t hi nk. So the y r an of f wi th the po rc he s. And t he gar de ns , to o . N ot m any garde ns any mo r e t o s i t ar o und i n. And l o o k at t he f ur ni ture . No r oc ki ng-c hair s any m or e. The y’re t oo c om fo rt able . G e t p e o pl e up an d r u nn i n g aro und. M y unc l e s ays … and… m y uncl e … and… m y unc le … ” H er voi ce f aded. tr. de Alfredo Crespo l a ge nt e s e pas as e las ho r as s i n hac er nada, é s a no er a l a ve r dade r a vida s o c ial . La ge nt e h a b l ab a d e m a s i a d o . Y t e n í a t i e m po p ar a p e ns a r. A s í qu e s upri m i e r o n l o s po rc he s . Y l o s j ar di ne s t a m b i é n . Ya n o m á s j ardi ne s par a e s t ar e n e l l o s. Y m ir e lo s mu e b le s . N o má s m e c e d o r as . So n de m a s i ad o c óm odas . La gent e de be e st ar de pi e , y c o r r i e nd o de un l ado a o tr o. M i tí o di ce . .. y.. . mi t ío .. . y. .. m i tí o . .. » La vo z de Cl ar is se s e apagó po c o a po co . verdadero motivo, el motivo oculto, pudiera ser que no querían que la gente se sentara de esta manera, sin hacer nada, meciéndose y hablando. Éste era el aspecto malo de la vida social. La gente hablaba demasiado. Y tenía tiempo para pensar. Entonces, eliminaron los porches. Y también los jardines.Ya no más jardines donde poder acomodarse.Yfíjese en el mobiliario.Ya no hay mecedoras. Resultan demasiado cómodas. Lo que conviene es que la gente se levante y ande por ahí. Mi tío dice... Y mi tío... Ymi tío ... » La voz de ella fue apagándose. Mo ntag se vo lvió y mir ó a su mujer. Sentada en medio de la sala le hablaba a un anunciador, quien a su vez le hablaba a ella. — Se ño r a M o ntag — de c ía e l hombre. Esto, aquello y lo de más allá —. Señora Montag... —Esto y aquello y lo otro. Cada vez que e l anunc i ado r, al dir i gir s e a s u audit o ri o an ó ni m o , h ac í a una pa us a, e l di s po s i t i vo c o nve r s o r que l e s h ab í a c o s t a d o c i e n dó l a r e s i nt e r c a l ab a e l n o m br e d e Mil dre d. Un m o de l a do r e s pe c i al , apl i c ado al ár e a que r o de ab a l a b o c a de l ho m b r e , hac í a que e l m ovi mi e nt o de lo s l ab i o s s i g u i e s e c o n t o d a c o r r e c c i ó n l a s s í l ab a s y c o n s o na n t e s . U n am i go , s i n duda, un buen am i go . —Señora Montag... mire esto. Montag se volvió y miró a su esposa, quien, sentada en medio de la sala de estar, hablaba a un presentador quien, a su vez, le hablaba a ella. — M r s . M o n t ag — d e c í a é l . E s t o , a q ue l l o y l o m á s a l l á — . M r s . M o n t ag . . . Algo más, y vuelta a empezar. El aparat o c onve rso r, que les había co st ado un c entenar de dólare s, sum inist raba autom áticamente el no mbre de el la s ie mpre que e l presentador se dirigía a su auditorio anónimo dejando un breve silencio para que pudieran encajar, las sílabas adecuadas. Un mezclador especial conseguía, también, que la imagen televisada del presentador en el área inmediata a sus labios, articulara, magníf ic am ente , las vo cale s y consonantes. Era un amigo, no cabía la menor duda de ello, un buen amigo. —Mrs. Montag, ahoramire hacia aquí. M i ldr e d vo l vi ó l a c abe za. Aunque era evidente que no estaba escuchando. M i l d r e d vo l vi ó l a c a b e z a . A u n q u e e r a o b vi o q u e n o e s t aba e s c uc hando . M o n t a g s a i d , “I t ’s o n l y a s t e p f r o m n o t go i n g t o wo r k —Sólo hay un pas o de no ir al t o day to not w o r k i n g tr abajo ho y a no tr abajar m añana tomorrow, t o no t wo r ki ng a t — d i j o M o n t a g — . _______ t he f i r e ho us e e ve r agai n. ” 50 _________ N i nu n c a m ás . X —Sólo hay un paso entre no ir a trabajar hoy, no ir a trabajar mañana y no volver a trabajar nunca en el cuartel de bomberos —dijo Montag—. “You are going to work tonight, though, aren’t you?” said Mildred. —Pero irás a trabajar esta noche, ¿no es cierto? —dijo Mildred. —Pero esta noche irás al trabajo, ¿verdad? preguntó Mildred —. “I haven’t de cided. Ri ght now 55 —No lo sé aún. En este momento I’ve got an awful feeling I want to s i ent o des e o s de r o mpe r algo , smash things and kill things.” destrozar algo. —Aún no estoydecidido. En este momento tengola horriblesensaciónde que deseodestrozar todas las cosas queestána mi alcance. M ontag t urned and l oo ked at hi s wif e, who sat in the mi ddle of t h e p ar l o u r t al ki n g t o an an no u nc e r, wh o i n t ur n w as talki ng to he r. “M rs. M ont ag, ” he was s ayi ng. Thi s , t hat and t he ot her. “Mr s. M ont ag?” Som ethi ng e l s e and s t i l l a no t he r . The co nve rt er att achme nt, whic h had c os t t he m one hundre d do l lars , autom at ically supplie d her name wh e n e ve r t he an no u nc e r ad dr e s s e d hi s an o n ym o us audi ence, l eaving a bl ank whe re t he p r o pe r s yl l abl e s c o u l d be f i ll e d in. A s pe c ial s po t - wave s c r am bl e r al s o c au s e d h i s t e l e vi s e d i m a ge , i n t he ar e a i m m edi at e l y abo ut hi s l i ps, t o mo uth t he vowels and conso nants be autif ull y. He was a fri end, no do ubt o f i t, a goo d f ri end. “Mr s. Mo ntag, no w l ook ri ght here .” 5 10 15 20 25 30 35 40 H er he ad turne d. Though she qui te o bvio usly was not lis teni ng. 45 “G o t ake the bee tle .” —Saca el coche. —Date un paseo con el auto. —No, gracias. —No, gracias. 60 “No t hanks. ” “The keys t o t he be etl e are on the night tabl e. I al ways like to dri ve f as t when I f ee l that way. 65 Yo u get it up ar ound ninety-fi ve an d y o u fe el wo n de r f u l . So me ti mes I drive al l night and co me bac k and yo u don’t kno w i t. It ’s f un out in the country. You hit 70 rabbi ts, s ome tim es you hit dogs. Go take the bee tle .” —Las llaves del coche están en la me sa de l uz. Si empre que me siento así, tengo ganas de correr. Llega uno a los ciento cincuenta ki lóm et ros po r hor a y se s iente mucho mejor. A veces corro toda la noche y vuelvo a casa, y tú no te has dado cuenta. Es divertido en el campo. Uno atropella c onejos , y hasta perros. Saca el coche. —Las llaves están en la mesilla de noche. Cuando me siento de esta manera, siempre me gusta conducir aprisa. Pones el coche a ciento cincuenta por hora y experimentas una sensación maravillosa. A veces conduzco toda la noche, regreso al amanecer y tú ni te has enterado. Es divertido salir al campo. Se aplastan conejos. Aveces, perros. Ve a coger el auto. “N o, I don’t want t o, this tim e. I want t o ho ld o n t o thi s funny 75 thing. God, i t’s gott en big o n m e. I do n’t kno w what i t i s . I’m s o damne d unhappy, I’m s o m ad, and — N o. N o e s t a ve z. No quie r o l i b r a r m e de e s t o . D i o s , e s t á c r e ci e ndo de nt r o de m í . No s é qué e s . Me s i e nt o t an de s gr ac i ado , t an t r is t e . Y no s é —No, ahora no me apetece. Quiero estudiar esta sensación tan curiosa. ¡Caramba! ¡Me ha dado muy fuerte! No sé lo que es. ¡Me siento tan condenadamente infeliz, tan furioso! E 54 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda I don’t know why I fee l like I’m put ting on we ight. I fee l fat . I f eel li ke I’ve bee n saving up a lo t of t hi ngs , and do n’t kno w what . I mi ght even st art re adi ng bo oks .” tr. de Alfredo Crespo po r qué . Sie nt o c o mo s i pes as e m ás . M e s i ent o go rdo . Co mo s i hubie s e e s tado guardando al go , no sé qué . Has t a podr í a e m pezar a le e r l i br o s . ignoro por qué tengo la impresión de que estuviera ganando peso. Me siento gordo. Como si hubiese estado ahorrando una serie de cosas, yahora no supiese cuáles. Incluso sería capaz de leer. Mildred miró a Montag como si él estuviese detrás de la pared de cristal. —Entonces ¡rías a la cárcel, ¿no? —Te meterían en la cárcel, ¿verdad? Ellale miró como si Montagestuviese detrás de la pared de cristal. He be gan to put o n his clo the s, m o vi n g r e s t l e s s l y a bo u t t he be dro om. “Yes , and it mi ght be a good idea. Be fore I hurt some one. D i d yo u he ar Be at t y? D i d yo u 15 li ste n to him ? H e kno ws al l t he answe rs . H e’s r ight. Happi nes s is im por tant. Fun is e ver ything. And ye t I kept si tti ng there sayi ng to m ys e l f, I’m no t happy, I’m no t 20 happy. ” Montag comenzó a vestirse, moviéndose de un lado a otro del cuarto. — Sí , y s er í a una bue na idea. Antes de que haga daño a alguie n. ¿Has oí do l o que de cí a Be at ty? Co no c e t o das l as r e s pu e s t a s . Ti ene razón. La f el ici dad im por ta mucho. La di ve rs ió n es t odo. Y s i n e m b ar g o a l l í e s t a ba yo di cié ndo me a mí mis mo: no s oy fe liz, no soy f eli z. Montag empezó a ponerse laropa; se movía intranquilo por el dormitorio. —Si, y quizá fuese una buena idea. Antes de que cause daño a alguien. ¿H as oído a Be at ty? ¿Le has es cuc hado? Él sabe t odas l as re spuest as. Ti ene s r azó n. Lo im por tante es la fe lic idad. La diversión lo es todo. Y sin embargo, sigo aquí sentado, diciéndome que no soy feliz, que no soy feliz. “I am.” M il dr ed’s m o ut h be a m e d . “An d pr oud of it .” —Yo sí. —La boca de Mildred irradió una sonrisa.— Y me siento orgullosa. —Yo sí lo soy. —Los labios de Mildred sonriero Y me enorgullezco de ello. “I’m goi ng to do som et hi ng,” — Vo y a h a c e r a l g o — said Mo ntag. “I do n’t even know d i j o M o n t a g — . N o s é what ye t , but I’m go i n g t o do t o d a v í a q u é , p e r o va a s e r so met hing big.” 30 a l g o g r a n d e . — H e de hac e r al go — d i j o M o n t a g — . To d a v í a no qué, per o será algo grande. “I’m ti red of li st eni ng to this junk, ” s aid Mi ldr ed, t urning fr om hi m t o t he announce r agai n. —Oh, tanta palabrería me cansa —dijo Mil dre d volviéndose ot ra vez hacia el anunciador. —Estoy cansada de escuchar estas tonterías —dijo Mildred, volviendo a concentrar su atención en el presentador—. M o n t a g t o c ó l a l l a ve d e l vo l um e n y e l a nu nc i a do r e nm ud e c i ó . M o nt a g t o c ó e l c o n t r o l de vo l um e n de l a pa r e d y e l pr ese ntado r s e quedó s in vo z. 5 “The y’d put yo u i n j ai l , wouldn’t they?” She looked at him as if he were behi nd the glass wall. 10 25 35 M o nt ag t o uc he d t he vo l um e c o nt r o l i n t he w al l an d t he announc er was s pee chl es s. “M il lie ?” He paus ed. “Thi s is yo ur house as wel l as m ine . I fe el i t ’s o nl y f ai r t hat I t e l l y o u s o m e t hi ng no w. I s ho ul d have to ld you be for e, but I was n’t even adm i t t i ng i t t o m ys e l f . I have s o m e t hi ng I want yo u t o s e e , so met hi ng I’ve put away and hid dur i n g t he pas t ye ar, no w and again, o nce i n a whil e, I didn’t know why, but I di d i t and I never to ld you.” 40 — ¿M i l l i e ? — U na pa u s a — E s t a c as a e s t a n t uy a c o m o m í a. Si e n t o q ue e s j u s t o d e c i r t e al g o . P ud e h a bé r t e l o d i c ho an t e s , pe r o n o l o qu i s e a dm i t i r , ni s i q u i e r a an t e m í m i s m o . Q ui e r o q ue ve a s a l g o , a l go qu e f u i a p ar t a nd o y e s c o nd i e n d o d u r a nt e e s t e a ñ o ú l t i m o . N o s é po r q u é , p e r o l o hi c e y no t e l o d i j e nunc a. —Mi llie. —Hizo una paus a.— És ta e s tu cas a l o mi smo que la mía. Considero justo decirte algo. Hubiera debido hacerlo antes, pero ni s i qui e r a lo adm i t í a i nt e ri o r m e nt e . Te ngo al go que qui e r o que ve a s , al go que he se parado y esc ondido durante el año pasado, de cuando, en cuando, al presentarse una oportunidad, sin saber por qué , per o t ambié n s in decírtelo nunca. H e t o o k ho l d o f a s t r ai ght backe d c hair and mo ved i t s lowly and s teadi ly int o t he hal l near t he fr ont door and c li mbe d up on it and s to o d f o r a m om e nt l i ke a s t at ue o n a pe d e s t al , hi s wi f e s t and i n g u nde r hi m , w ai t i n g. Then he r e ache d up and pull e d ba c k t he g r i l l e o f t he ai r co ndi ti oni ng sys te m and re ached far back i ns ide to t he r ight and mo ved s til l ano the r s li ding s he et o f m et al and to o k o ut a bo o k. Wi tho ut lo oki ng at it he dr opped it t o the fl oo r. H e put hi s hand back up and to ok out t wo boo ks and m o ve d hi s hand do w n and dr o ppe d t he t wo bo o ks t o t he f lo or. He ke pt m oving his hand and dro ppi ng boo ks , s mal l one s, f ai r ly l ar ge o ne s , ye l l o w, r e d, gr een o nes . W hen he was do ne he l oo ke d do wn upo n so me t we nt y bo oks l ying at his wi fe’s fee t. To m ó un a s i l l a de r e s p al do r e c t o y l a a r r a s t r ó l e nt a m e n t e 55 ha c i a e l ve s t í b ul o . Se s ub i ó a l a s i l l a y s e q u e d ó i n m ó vi l un o s i n s t ant e s , c o mo u na e s t a t ua , m i e nt r as s u m uj e r l o mi r ab a de s de ab aj o y 60 e s p e r a b a . L u e g o e s t i r ó u n brazo y ti ró de la r e ji l l a de l si ste ma de ai r e ac o nd i c i o n ado , y m e t i ó e l br azo e n e l a gu j e r o , a l a 65 d e r e c h a , a p a r t ó o t r a ho j a m e t á l i c a y s ac ó u n l i b r o . S i n m i r a r l o , l o de j ó c ae r. Vo l vi ó a m e t e r l a m a n o , s ac ó o t r o s do s l i br o s y l o s de j ó c ae r. 70 Si gui ó as í , m e t i e n do l a m a no y s a c an d o l i br o s , p e qu e ñ o s , gr an de s , ama r i l l o s , r o j o s , ve r de s . Cu and o t e r m i n ó , ba j ó l a v i s t a y m i r ó l o s ve i n t e 75 l i br o s q ue s e a m o nt o n ab an a l o s p i e s d e M i l dr e d. Montag cogió una silla de recto res paldo , la desplazó le ntame nte hast a e l ve s t í bul o , ce r c a de l a puerta de l entrada, se encaramó en e l l a, y pe r m a ne c i ó po r un mom ento como una estat ua en un pedestal, en t anto que su espo sa, c o n l a c abe za l e van t ada, l e o bs e r vab a. En t o nc e s M o n t ag levantó los brazos , ret iró l a re ja del sistema de acondicionami ento de aire y meti ó la mano m uy hacia la derec ha hasta mo ver o tra hoja deslizante de met al; después , sacó un libro. Sin m irarl o, lo dejó c aer al suelo. Volvió a m eter la mano y sacó dos libros, bajó la m ano y los de j ó c ae r al s ue l o . Si g ui ó act uando Y de jando c aer li bro s pe que ño s , gr and e s , am ar i l l o s , r o j o s , ve r de s . Cua ndo h ubo t er m inado, mi r ó l a vei nt ena de libros que yac ían a los pies de su espo sa. “I ’ m s o r r y, ” h e s a i d . “I —Lo lamento —dijo —. No lo —Lo siento —dijo—. Nunca me 45 50 55 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda di dn’ t r e al l y t hi nk. Bu t n o w i t l o o ks a s i f we ’ r e i n t h i s t o ge t he r . ” tr. de Alfredo Crespo pensé realmente. Pero siento ahora como si hubiésemos estado juntos en esto. había detenido meditarlo. Pero ahora parece como si ambos estuviésemos metidos en esto. Mildred retrocedió como si se viese de pronto ante una invasión de ratas que habían salido de debajo del piso. Respiraba con dificultad, estaba pálida y tenía los ojos muy abiertos. Pronunció el nombre de M o ntag, U na, do s , t r e s vec e s . Lue go , gi mi e ndo , s e i ncl i nó rápidamente hacia adelante, tomó un li br o y c o r r ió hac ia e l incinerador de la cocina. Mildred retrocedió como si, se viese de repente, delante de una bandada de ratones que hubiese surgido de improviso del suelo. Mo ntag o yó l a r ápi da respiración de ella, vio la palidez de su rostro y cómo sus ojos se abrían de par en par. Ella pronunció su nombre, dos, tres veces. Luego, exhalando un gemido, se adelantó corriendo, cogió un li bro y se pr eci pit ó hac ia el incinerador de la cocina. Montag dio un grito y la alcanzó. La tomó por un br azo y Mildred trató de librarse de él, arañándolo. Montag la detuvo , mientras ella chillaba. La sujet ó y Mildred trató de soltarse, arañándole. — ¡N o, M i l li e , no! ¡Es pe r a! Q ui et a, po r f avo r. N o s abes . . . ¡Quieta! Montag la abofeteó, y volvió a tomarla por un brazo, sacudiéndola. Mildred dijo otra vez el nombre de Montag y se echó a llorar. —¡No, Millie, no! ¡Espera!¡Deténte! Tú no sabes... —¡Cállate! La abofeteó, la cogió de nuevo y la sacudió. Ella pronunció su nombre y empezó a llorar. “M i l l i e ! ” he s a i d . “L i s t e n. — ¡M il li e ! —di jo M ont ag — . G ive me a s ec ond, wil l yo u? We 30 E s c úc ha m e . C o n c é de m e u n c an’t do anyt hi ng. We c an’t bur n mi nuto , ¿quie re s? N ada podem os t he se . I want t o l oo k at t he m, at hac e r. N o po dem o s que mar l os . l east l oo k at t he m once . Then i f Q u i e r o ve r l o s , p o r l o m e n o s what t he Capt ai n s ays i s t r ue , ec harle s una o je ada. Lue go , s i l o we ’ll burn them to get he r, bel ie ve 35 que di j o e l c ap i t án e s ve r dad, m e , we ’l l bur n t he m t o ge t he r. lo s que m ar e m o s j unt o s . D e b e s You m us t he lp m e. ” H e l o o ke d ayudar me . —M i ró a Mi ldre d a l a down into her f ac e and to ok hol d c ar a, y co n una m ano le to m ó l a o f he r chin and hel d he r fi rm ly. bar bi l la, f ir me m ente . N o m ir aba H e was lo oking not o nl y at her, 40 s ól o a M i ldre d, se busc aba en s u but f or him se lf and what he m us t r o s t r o , bus c a ba l o q ue d e b í a do , in he r face . “Whet her we li ke ha c e n — N o s g us t e o no n o s this or not, we’r e in it . I’ve never gus t e , e st am os e n e s t o . N o t e asked f or m uc h fr om you i n al l he pe di do c as i nad a e n e s t o s t he s e years , but I as k it no w, I 45 añ o s , pe r o aho r a s í , po r f avo r. ple ad f or i t. We’ve got t o st ar t Te n e m o s q u e s a l i r d e a l g ú n s o m e w he r e he r e , f i gur i n g o ut m o do , ave r i guar qu é n o s pas a, why we ’re in suc h a me s s, yo u a t i c o n t us m e di c i n as p a r a l a and t he me di c i ne at ni ght , and n o c h e y e l a u t o m ó v i l , y a t he c ar , and m e and m y wo r k. 50 m í c o n m i t r a b a j o . Va m o s We ’r e heading right fo r t he cl if f, h a c i a e l a b i s m o , M i l l i e. M il li e. G od, I don’t want to go D i o s , n o q u i e r o s e g u i r a s í . o ve r. Thi s is n’t go ing to be easy. E s t o no va a s e r f ác il . N o no s We have n’t anyt hi ng t o go o n, q ue d a c a s i na d a, pe r o q u i z á but m aybe we can pi ec e i t o ut 55 p o d a m o s r e c o m p o ne r lo s and fi gure i t and he lp e ac h ot he r. p e d a zo s y ay u d ar n o s . Te I nee d yo u so m uch r ight now, I ne ce si to t anto ahor a. N i si quie ra c an’t t el l yo u. If you l ove me at pue do de cí r te l o. Si to daví a m e a l l y o u ’l l pu t up w i t h t h i s , qui e r e s , m e ayu dar ás e n e s t o . t we nt y- f o ur, fo r ty- e ight ho urs , 60 Ve i nt i c uat r o ho r as , c uar e nt a y t hat’s al l I as k, t hen i t’ll be over. o c h o ho r as , no t e p i do m ás . I pro mi se , I swear! And i f ther e Lue go t o do habrá te r mi nado . Te is s om et hi ng he re , just one li tt le l o pro m et o , ¡t e l o j ur o ! Y si hay t hi n g o ut o f a wh o l e m e s s o f al go aquí , s i sal e al go de to da t hi ngs, m aybe we c an pas s it o n 65 e s ta c onf us ió n, qui zá po dam o s to s om eo ne e ls e. ” i ni c i ar ot r a vi da. —¡Mil lie ! — di jo Montag—. Escucha. ¿Quieres concederme un segundo? No podemos hacer nada. No po dem os que mar los . Q uie ro examinarlos, por lo menos, una vez. Luego, si lo que el capitán dice es ci ert o, los quem are mos junto s, créeme, los quemaremos entre los dos. Ti ene s que ayudarme . — Bajó la mir ada hacia el r ostr o de ella y, cogiéndole la barbilla, la sujetó con firmeza. No sólo la miraba, sino que, en el rostro de ella, se buscaba a sí mismo e intentaba averiguar también lo que debía hacer—. Tanto si nos gusta como si no, estamos metidos en esto. Durante estos años no te he pedido gran cosa, pero ahora te lo pido, te lo suplico. Tenemos que empezar en algún punto, tratar de adivi nar po r qué se nti mos es ta confusión, tú y la medicina por las noches, y el automóvil, y yo con mi tr abajo. No s enc ami nam os directamente al precipicio, Mildred. ¡Dios mío, no quiero caerme! Esto no resultará fácil. No tenemos nada en que apoyarnos, pero quizá podamos anali zar lo , i ntuirl o Y ayudarnos mutuamente. No puedes imaginar cuánto te necesito en este momento. Si me amas un poco admitirás esto durante veinticuatro, veintiocho horas es todo lo que te pido. Y luego habrá terminado. ¡Te lo prometo te lo juro! Y si aquí hay algo, algo posible en toda esta cantidad de cosas, quizá podamos transmitirlo a alguien. She wasn’t fighting any more, so he let her go. She sagged away from him and slid down the wall, and sat 70 on the floor looking at the books. Her foot touched one and she saw this and pulled her foot away. Montag soltó a Mildred, que ya no luchaba. Mildred se dejó caer, apoyándose en el muro, y se quedó se nt ada en e l pis o, m ir ando l os li bros . Vi o que su pie rozaba un volumen y apartó el pie. Ella ya no forcejeaba; Montag la soltó. Mildred retrocedió tambaleándose, hasta llegar a la pared. Yuna vez allí se deslizó y quedó sentada en el suelo, contemplando los libros. Su pie rozaba uno y, al notarlo, se apresuró a echarlo hacia atrás. “That wo man, the ot her night, 75 —Es a muje r de la ot ra noc he, M i ll i e , yo u we r e n’t t he r e . Yo u Millie —continuó Montag —. Tú di dn’t see he r f ac e. And Cl ar iss e. no estabas allí. No le viste la cara. Yo u never tal ke d t o her. I talked Y Clarisse. N unc a habl as t e c o n —Es a muje r de la ot ra noc he, Millie... Tú no es ta, viste allí. No viste su rostro. Y Clarisse. Nunca llegaste a hablar con ella. Yo sí. Y M il dr e d bac ke d away as i f she wer e sudde nl y c onf r ont ed by a pac k of mi c e t hat had co m e up o ut of t he fl o or. He co uld hear he r br e a t hi n g r ap i dl y and he r f ac e was pale d o ut and her e ye s wer e f as t ened wi de . She sai d hi s name o ver, t wi c e , t hr ee t i me s . The n m o ani ng, she r an f o rward, s e i ze d a bo o k and r an t o w ar d t he ki t c he n i nci ne rat or. 5 10 15 H e caught her, shr ie ki ng. H e hel d he r and she t r i ed t o f i ght away fr om him , s cratc hing. 20 “N o , Mi l l i e , n o ! Wa i t ! S t o p i t , w i l l y o u ? Yo u d o n ’ t k n o w… S t o p i t ! ” H e s l a p p e d her face, he grabbed her agai n and s ho o k he r. 25 She said hi s name and be gan t o c r y. 56 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda to her. And me n l ike Beatty are af rai d of her. I c an’t unders tand it . W hy shoul d t hey be s o afraid of so me one li ke he r? But I ke pt putti ng her alo ngs ide the fi rem en 5 i n t he ho us e l a s t ni g ht , an d I s udde nl y r e al i ze d I di dn’t l i ke t h e m at a l l , an d I di dn’t l i ke m ys e l f at al l a ny m o r e . And I thought maybe it would be be st 10 i f the fi re me n them se lves wer e bur nt. ” “G uy!” tr. de Alfredo Crespo e l l a . Yo s í . Y ho m b r e s c o m o Be at t y t e m í an a Cl ar i s s e . N o e n t i e n do . ¿ P o r q u é t e m e r a al gui e n c o m o el l a? La c o m par é c o n l o s bo mb e r o s , e n e l c ua r t e l , l a o t r a no c h e , y d e pr o nt o c o mpr e ndí que l o s bo mbe r o s no me gus t aban n a d a , y q u e y o t a mp o c o m e gus t aba nada. Y pe ns é que qui zá s e r í a m e j o r que m ar a l o s bo m be r o s . —¡G uy! ho mbre s co mo Beatt y le t ie ne n miedo. No puedo entenderlo. ¿Por qué han de sentir tanto temor por alguien como ella? Pero yo seguía c o l o c ándo l a a l a al t ura de l o s bom bero s en el c uart el, cuan do anoche comprendí, de repente, que no me gustaba, nada en absoluto, y que t am po c o yo m i s m o m e gust aba. Y pensé que quizá f uese mejor que quienes ardiesen fueran los propios bomberos. —¡Guy! 15 Th e fr o n t c all e d s o f tl y: door vo i c e La voz de la puerta de calle llamó en un murmullo. El altavoz de la puerta de la calle dijo suavemente: “Mr s . M o nt ag, M r s. Mo nt ag, — Se ño r a M o nt ag, s eño r a s o m e o ne he r e , s o m e o ne he r e , 20 Montag, alguien vino, alguien vino, M r s . M o nt a g, M r s . M o n t a g, s eñor a Mo nt ag, s eñor a Mo nt ag, so meo ne here .” alguien vino, alguien vino. —Mrs. Mo ntag, Mrs. M o n t a g, a qu í h ay a l g ui e n , ha y a l g ui e n, Mr s . Mo n t a g, M r s . Montag, aquí hay alguien. Soft ly. Un murmullo. _______________ 25 Th e y t ur n e d t o s t a r e a t t h e do o r and t he bo o ks t oppl e d e ve r y w h e r e , e ve r y w h e r e i n he aps . Montag y Mildred se volvieron y mir aro n la pue rta y lo s l ibr os desparramados por todas partes, por todas partes, en montones. Ambos se volvieron para observar la puerta. Y los libros estaban desparramados por doquier, formando, incluso; montones. 30 “Beat ty!” sai d M il dre d. —¡Beatty! —dijo Mildred. —¡Beatty! —susurró Mildred—. “It c an’t be him .” —No puede ser él. —No puede ser él. “H e ’s c o m e whis pe re d. ba c k! ” s he 35 The front door voice called again softly. “Som eone here …” — ¡H a Mildred. vue l to ! — m urm ur ó La voz de la puerta llamaba otra vez: —Alguien vino... — ¡ H a r e gr e s a do ! — s us ur r ó el la—. La voz volvió a llamar suavemente: —Hay alguien aquí... 40 “We wo n’t ans we r. ” M o nt ag lay bac k agai nst t he wal l and then s l o wl y s an k t o a c r o u c hi ng po sit io n and began to nudge t he X bo o ks , be wi l de r e dl y, wi t h hi s 45 t hum b, hi s f o re f i nge r. H e was shive ri ng and he want ed above all to sho ve the books up through t he ve nti lat or again, but he knew he co uld not fac e Beatty agai n. He 50 cr ouc hed and the n he s at and t he vo i c e of t he f r o nt doo r s po ke agai n, m or e insis te nt ly. Mo nt ag pi c ke d a s i ngl e s m a l l vo l um e f r o m t he f l o o r. “W he re do we 55 be gin?” He ope ned the bo ok hal fway and pe ere d at it. “We begin by be gi nni ng, I guess .” —No contestemos. Montag se apoyó en la pared y l ue go , l e ntam e nt e , s e puso e n cuclillas y movi ó los li bros con el codo, el pulgar, el índice. Temblaba de pies a cabeza, y hubiese querido, sobre to das l as cos as, m eter los libros otra vez en su agujero. Pero no podía enfrentarse de nuevo con Be at ty. Se s entó entonce s e n el suelo y la voz de la puerta de calle vo l vi ó a ll am ar, c o n mayo r i ns is t e nc ia. M o ntag t o mó un pequeño volumen. — ¿P o r dó nde e m pe zar e m o s ? — Abr i ó a m e di as e l l i br o y l e e c hó una o j e ada.— P o r e l pr i nc i pi o , s upo ngo . —No contestaremos. Montag se recostó en la pared, y, luego,conlentitud,fueresbalandohastaquedar encuclillas.Entoncesempezóaacariciar los libros, distraídamente, con el pulgar y el índice. Se estremecía y, por encima de todo, deseaba volver a guardar los libros en el hueco del ventilador, pero comprendió que no podría enfrentarse de nuevo con Beatty. Montag acabó por sentarse, en tanto que la voz de la puerta de la calle volvía a hablar, con mayor insistencia. Montag cogió del suelo un volumen pequeño. —¿Por dónde empezamos? —Abrió a medias un libro y le echó una ojeada—. Supongo que tendremos que empezar por el princi pio. “He ’l l c o me i n, ” sai d M i l d re d , “an d bu r n u s and the bo o ks !” — Beat t y va a e nt r ar —di j o M i l dr e d— , ¡y no s que m ar á a nosotros junto con los libros! —El vo l ve r á —dijo Mi l dr e d—, y n o s que mar á a no s o t r o s y a l o s l i br o s . La vo z de la pue rt a de cal l e s e a pa g ó a l f i n . S e h i z o u n s i l e nc i o . M o nt ag — s i nt i ó que a l g ui e n , de t r ás de l a pu e r t a , e s per aba, es c uc haba. Lue go l as pi s adas s e al e j ar o n po r l a ac e r a y e l jar dí n. La voz de la puerta de la calle fue apagándose por fin. Reinó el silencio. M o nt ag s e nt í a l a pr e s e nc i a de al gui e n al o t r o l ado de l a pue r ta, e s pe r ando , e s c uc hando . Lue go , o yó uno s pas o s que s e al e j aba n. — Ve am os qué e s e st o —dij o Montag. —Veamos lo que hay aquí —dijo Montag—. He s poke the wor ds halti ngly 75 L e y ó , va c i l a n t e , y c o n an d w i t h a t e r r i bl e s e l f - u n a t e r r i b l e a t e n c i ó n , co ns cio usnes s. He re ad a dozen u n a s p o c a s l í n e a s a q u í y pages he re and t her e and came at a l l á . A l f i n l l e g ó a e s t a B al an c e ó e s t a s pa l ab r a s c o n t e r r i b l e c o n c e n t r ac i ó n . L e y ó u n a d o c e n a d e p ág i n a s s a l t e a d a s y, p o r ú l t i m o , The f ront doo r voic e f aded at last. Ther e was a sil ence. Mo nt ag f e l t t h e pr e s e nc e o f s o m e o ne be yo n d t he do o r , w ai t i n g, l i s t e n i ng . Th e n t he f o o t s t e ps go i ng away do wn t he walk and over the l awn. 60 65 70 “Le t’s se e what t hi s is ,” s ai d Mo nt ag. 57 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo last to thi s: frase: e nc o nt r ó e s t o : “‘It i s c o mput e d t hat e le ve n thous and pers ons have at se ver al ti mes suff ere d deat h r at her than s u bm i t t o b r e a k e gg s a t t he sm al ler end. ”’ — «Se ha c al c ul ado q ue o nc e mi l pe r s o nas han pr e f e r i do va r i as ve c e s l a m u e r t e a nt e s que r o m pe r l o s h ue vo s po r l a pun t a m á s f i n a. » — S e h a ca l cu l a d o q u e , e n épocas diversas, once mil personas han preferido morir que someterse a ro m p e r l o s h u e v o s p o r s u extremo más afilado. Mildred lo miraba desde el otro extremo del cuarto. — ¿Q ué s i gni fi c a e s o ? ¡N o si gni fi ca nada! ¡El c apitán t enía razón! Mildred se le quedó mirando desde el otro lado del vestíbulo. —¿Qué s i gni f i c a e s t o ? ¡Car e c e de s e nti do ! ¡El c api t án t e ní a r azó n! “H e r e no w, ” s ai d M o nt a g. 15 —Un momento —di jo Montag “We ’ll s t ar t o ve r agai n, at t he —. Empezaremos otra vez, desde el beginning. ” principio. —Bueno, bueno —dijo Montag—. Volveremos a empezar. Esta vez por el principio. M il dre d s at ac r os s t h e ha l l f r o m hi m. “What do es i t m ean? It do es n’t m ean anyt hi ng ! The Capt ai n was r ight!” 5 10 20 25 30 35 40 PART TWO : 45 THE SIEVE AND THE SAN D 2 2ª Parte El tamiz y la arena La Criba y la Arena They r ead the lo ng aft er no on L e y e r o n t o d a l a t ar de , t h r o u gh , w hi l e t he c o l d 50 m i e nt r a s l a f r í a l l uvi a d e No vem be r r ain fe ll fr om the s ky no vie mbr e c aía de l cie lo sobre la upon the quie t house. They sat in c as a. Es t aban e n e l ve s t í bul o , the hall because the par lour was pue s la s al a pare cí a tan vací a y s o e m pt y a nd gr e y- l o o ki ng gri s si n las pare de s anar anjadas wi tho ut it s wal ls lit with or ange 55 y amari ll as , de l uz de c onfe ti , y an d y e l l o w c o nf e t t i a nd s k y- na ve s de l e s pac i o , y m uj e r e s ro cke ts and wo me n i n gold-me sh ve s t i das c o n m al l as de o r o , y dr ess es and m en in bl ack velvet ho mbr es co n t raj es de te rci ope lo pu l l i ng o n e - h un dr e d- p o u nd ne gr o que s ac aban c o ne j o s de r a bbi t s f r o m s i l ve r h at s . The 60 ci ncuenta kil os de so mbr er os de par l o ur was de ad and M i l dr e d pl at a. La sal a e s t aba m ue r t a, y ke pt pe eri ng in at it wi th a blank Mil dred mir aba i nexpresi vame nte expre ssi on as Mo ntag pace d t he l o s m ur o s m i e n t r a s M o n t a g fl oor and cam e back and squatt ed i ba y vo l ví a, y s e a ga c h ab a y do wn and r ead a page as many as 65 l e í a e n vo z a l t a u na p ág i n a , te n t im es, al oud. h as t a d i e z ve c e s . Ambos leyeron durante toda la larga tarde, mient ras la fría lluvia de no vi e m br e c aí a s o br e l a s il enci os a c as a. P er m anec ie ro n sentados en el ves tíbulo, porque la sala de estar apar ecía vacía y poco ac o ge do r a e n s us par e de s il um inadas de co nf et i naranj a y amarillo, y cohet es, y mujeres en trajes de lamé dorado, y hombres de f r ac s ac an do c o ne j o s de so mbre ros pl ateados . La sala de estar resultaba m uerta, y Mildred le lanzaba continuas e inexpresivas m i r adas , e n t a nt o que M o nt ag andaba de un l a do al o t r o de l vestíbulo para agacharse y leer una página en voz alta. “‘We canno t t e l l t he pr e c is e moment when friendship is formed. As in filling a vessel drop by drop, 70 there i s at l ast a drop which makes i t r un o ve r , so i n a s e r i es o f kindne s s es the re i s at l as t one w hi ch makes the heart run over.’” X —«No sabemos en qué preciso momento nace una amistad. Cuando se llena una vasija gota a gota, una deellas rebasa al fin l a vasi ja; así en una serie de actos bondadosos hay al fi n uno que e nc i e nde e l corazón.» No podemos determinar el momento concreto en que nace la amistad. Como al llenar un recipiente gota a gota, hay una gota finalque lo hace desbordarse, del mismo modo, en una serie de gentilezas hay una final que acelera los latidos del corazón. Montag se quedó escuchando la lluvia. Montagse quedó escuchando el ruido de la lluvia. 75 M o nt ag s at l i s t e ni ng t o t he rain. 58 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Is t hat what it was i n the gi rl ne xt do or? I’ve t rie d so har d to fi gure .” tr. de Alfredo Crespo —¿Es esto l o que pasó co n la muchacha de al lado? Es tan difícil saberlo. —¿Era eso lo que había en esa muchacha de al lado? ¡He tratado de comprenderlo! 5 — Es a m uc hac h a ha m ue r t o . H abl e m o s de al g ui e n vi vo , po r f avo r. —Ella ha m uer to . P or am or de D io s , habl e m os de alguie n que es té vivo. M ont ag did no t l o ok bac k at hi s wi f e as he we nt t r e m bl i ng 10 al o ng t he hal l t o t he ki t c he n, w h e r e he s t o o d a l o ng t i m e watching the r ain hit the wi ndo ws be fo r e he c am e bac k do wn t he hall in the grey li ght , wai ting f or 15 the t re mbl e t o s ubside. M o n t ag n o m i r ó a s u m u j e r y c ami n ó e s t r e me c i é nd o s e _________ has t a l a c o c i na . Se que dó al l í un r at o m i r an do l a lluvia que gol peaba los c ristal es, y luego regresó al vestíbulo de luz gr i s , e s pe r an do a que l o s tembl ores ces asen. Montag no miró a su esposa al atravesar el vestíbulo y dirigirse a la cocina, donde permaneció mucho rato , obs er vando c óm o la ll uvia go lpeaba los cri stales. De spué s, regresó a la luz grisácea del vestíbulo y esperó a que se calmara el temblor que sentía en todo su cuerpo. “She ’s de ad. Le t’s t al k about s o m e o ne al i ve , f o r go o d ne s s ’ s ake. ” He opened ano the r boo k. “‘That favourite subject, Myself.”’ 20 He squi nte d at t he wall. “ ‘The favouri te subje ct, Myse lf. ”’ “I understand t ha t Abrió otro libro. Abrió otro libro. —«Ese tema favorito: yo.» —El tema favorito, yo. — Es o Mildred. lo e nti e ndo —di j o Miró de reojo a la pared. —El tema favorito, yo. ________________ ___________ __________ —Eso sí que no lo entiendo —dijo Mildred—, — P e r o e l t e m a f avo r i t o de Clar isse no era el la. Er a cualquier o t r o , y yo . F ue l a pr i m e r a pe rso na, e n m uchos años, que me gust ó de ver dad. Fue l a pri me ra pe rso na que me m iró a los oj os co mo si yo co ntara para el la. — M o nt ag al zó l os do s l i br o s . — Es t o s ho m br e s ha n e s t a do muer tos m ucho t ie mpo , per o sé que sus palabr as apunt an, de un mo do o de o tro , a Clar iss e. — P er o e l t e m a favo r i to de Clarisse no era ella. Era cualquier otro, y yo. Fue la primera persona que he llegado a apreciar en muchos años. Fue la primera persona que recuerde que me mirase cara a cara, c o m o s i f ue s e i m po r t ante . — M ontag co gi ó lo s do s li br os—. Es o s ho m bre s l l e van m uer t o s muc ho t iempo , pe ro yo sé que sus pal abr as s eñalan, de una u o tr a maner a, a Clar iss e. Afuera, en la puerta de calle, en la lluvia, un débil rasguño. Por el exterior de la puerta de la calle, en la lluvia, se oyó un leve arañar. Mo nt ag fr o ze. He s aw Montag se quedó petrificado. Vio que M i l d r e d t h r u s t h e r s e l f 45 Mil dr ed s e ec ha ba hac ia a tr ás , b a c k to t he w al l an d gas p. apoyándose en la pared, y jadeaba. Montag se inmovilizó. Vio que Mildred se echaba hacia atrás, contra la pared, y lanzaba una exclamación ahogada. Mi ldre d. o ne ,” s ai d X 25 “B ut Cl ar i s s e ’s f a vo u r i t e s ubj e c t was n’t he r s e l f . It was ever yone el se, and me . She was the f ir st per son i n a go od many ye ar s I’ve re al ly l ike d. She was the f ir st per son I can r em ember who l oo ked st raight at me as if I co unt ed.” He lifted the two books. “The s e m e n h a ve b e e n d e a d a l o ng t i me , but I kno w the i r wo r d s p o i nt , o n e wa y o r a no t h e r , t o Cl a r i s s e . ” 30 35 40 Outsi de the fr ont door, i n t he rain, a faint s cratching. “I shut it off .” shoo espantar ahuyentar —Yo la apagué. —Está cerrada. “ Som eone — t he door — why 50 —Alguien... en la puerta... ¿Por qué la doesn’t the door — voice tell us —” voz de la puerta no nos dice ... ? —Hay alguien... La puerta... ¿Por qué la voz no nos dice ... ? U nder t he do o r - s il l , a sl o w, Bajo la puerta, una respiración pro bing sni ff , an exhal ati o n o f lenta y husmeante, la exhalación de ele ctric ste am. 55 un vapor eléctrico. Por debajo de la puerta, un olfateo lento, una exhalación de corriente eléctrica. M il dr ed laughe d. “It’s o nl y a do g, that’s what ! You want me to shoo hi m away?” Mildred se echó a reír. —¡No es más que un perro! ¿Quieres que lo ahuyente? Mildred se rió. —¡Es sólo un perro, nada más! ¿Lo echo ? 60 “Stay where you are !” —¡No te muevas! —¡Quédate donde estás! Si lence . The col d rai n f al ling. Silencio. La lluvia fría. Y el olor And t he sm ell o f blue e lec tri ci ty de la electricidad azul que pasaba bl owi ng under the l ocked doo r. 65 por debajo de la puerta cerrada. Silencio. La fría lluvia caía. Y el olor a electricidad azul soplando por debajo de la puerta cerrada. “Let’s get bac k to wor k,” said Mo ntag qui etl y. —Sigamos Montag—. — Vo lvam os al t rabaj o —dij o Montag serenamente. trabajando —dijo M i l dr e d ki c ke d at a b o o k. 70 Mildred le dio un puntapié a un libro. “Bo oks are n’t peo ple . Yo u r ead —Los libros no so n gente . Tú and I l ook ar ound, but t her e isn’t lees, y yo miro alrededor. ¡Y no hay a nybody!” nadi e ! Mildred pegó una patada a un libro. —Los libros no son gente. Tú lees y yo estoy sin hacer nada, pero no hay nadi e. He stared at the parlour that was dead and grey as the waters of an ocean that might teem with life if they switched on the el ect ronic sun. Montag contempló la sala de estar, totalmente apagada y gris como las aguas de un océano que podían estar llenas de vida si se conectaba el sol electrónico. 75 59 Mo ntag mi ró la s ala muerta y gris como las aguas de un océano do nde bul l i rí a l a vi da s i el l o s encendiesen el sol electrónico. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “N o w, ” s ai d M i l d r e d , “m y ‘f ami ly’ i s people. They te ll me things; I laugh, t hey la ug h! And the c olo urs !” 5 “Yes , I know.” —Pues bien —dijo Mildred —, mi «famili a» es gente. Me di cen cosas, y yo me río, ¡y ellos se ríen! ¡Y todo en colores! —Sí, ya sé. tr. de Alfredo Crespo —En cambio —dijo Mildred—, mi «familia» si es mi gente. Me cuentan cosas. ¡Me río y ellos se ríen’ ¡Y los colores! —Si, lo sé “A nd be s i de s , i f Ca pt a i n Beatty knew about those books — 10 ” She thought about it . Her face gr ew am aze d and then hor ri fie d. “H e m i ght c o m e an d bur n t he ho us e and t he ‘ f am i l y. ’ That ’s awful! Think of our inves tm ent. 15 Why s ho uld I re ad? What for?” —Y además, si el capitán Beatty supiera de estos libros... —Mildred pensó unos instantes y puso cara de as o mbr o , y l ue go de ho r ro r. — Ve ndrí a y quem ar ía l a casa y l a «familia». ¡Qué espanto! Piensa en nuestras inversiones. ¿Por qué debo leer? ¿Para qué? —Y, además, si el capitán Beatty se enterase de lo de esos libros... — Mildred recapacitó. Su rostro mostró s or pre s a y, des pués , ho rr o r— . ¡Podría venir y quemar la casa y la «familia»! ¡Esto es horrible! Piensa en nuestra inversión. ¿Por qué he de leer yo? ¿Para qué? “W hat f o r ! W h y!” s a i d M o nt ag. “I s aw t he dam ne de s t s n ake i n t he wo r l d t h e o t h e r 20 ni ght . I t was de ad but i t w as al ive . It could see but i t couldn’t se e. You want to see that snake. It ’s at Em ergenc y H ospit al whe re they fil ed a report on al l the junk 25 the s nake got out of you! Would you l ike to go and che c k t hei r f i l e ? M aybe yo u’d l o o k unde r Guy M ont ag or maybe under Fe ar or War. Wo uld yo u like t o go to 30 that ho use that burnt l ast ni ght? And r ake ashe s f or the bones of t he wom an who s e t f i r e t o he r own hous e! What abo ut Claris se Mc Cle ll an, where do we l oo k f or 35 he r? The m orgue ! List en!” —¡Par a qué! ¡P or qué! —di jo Montag —. Vi la más horrible de las se rpi ent es la otra no che . Estaba muerta, pero estaba viva. Podía ver, pero no podía ver. ¿Quieres ver esa serpiente? Está en el Hospital de Em e rge nc i a do nde hi c i e r on un informe con todas las porquerías que te sacó la serpiente. ¿Quieres ir y revi sar el informe? Quizá lo encue ntr es a m i nom bre o en la s e c ci ó n M ie do de l a G uer r a. ¿Quieres ir a la casa que ardió la otra noche? ¿Y rascar unas cenizas de l o s hue s o s de l a m uj e r que quemó su propia casa? ¿Y qué me di c es de Clar i s s e M c Cl e ll an? ¿Dónde tendríamos que buscarla? ¡En la morgue! ¡Escucha! — ¡P ar a qué ! ¡P o r qué ! — exclamó Montag— . La otra noche vi la s er pi ente m ás t er ri bl e de l mundo. Estaba muerta y, al mismo tiempo, viva. Fue en el Hospital de U r ge nc i a do nd e l l e nar o n un i nf o r m e s o br e t o do l o que l a serpiente sacó de ti. ¿Quieres ir y c om pro ba r s u ar c hi vo? Qui zás encontrases algo bajo Guy Montag o tal vez bajo Mi edo o Guerra. ¿Te gus t ar í a i r a e s a c as a que quemamos anoche? ¡Y remover las cenizas buscando los huesos de la m uj e r que pr e n di ó f ue go a s u pro pi a c as a! ¿Q ué m e dic e s de Cl ar i s s e M c CIe l l an? ¿D ó nde he m o s de bus c ar l a? ¡En e l depósito! ¡Escucha! The bo mber s cro ss ed t he s ky an d c r o s s e d t he s ky o ve r t he ho us e , gas pi n g, m ur m u r i n g, 40 wh i s t l i ng l i k e a n i m m e ns e , i n vi s i b l e f an , c i r c l i ng i n em pti nes s. Los bom bar de ro s cr uzaban y cr uzaban e l cie lo so br e l a c as a, jade ando, murmurando , s ilbando c o mo un eno r m e ve nt i lado r invisible que die se vueltas en el vacío. Lo s bo mb ar de r o s at r ave s a r o n e l c i e l o , s o br e l a c as a, s i l b an do , m ur m ur an do , c o m o un ve nt i l ad o r i n m e ns o e i nvi s i bl e que gi r a r a e n e l va c í o . “J e s us G o d , ” s a i d M o n t a g. 45 — Se ño r —dij o Mo nt ag — . A “Eve r y ho ur s o m a ny d am n toda hora tantas cosas malditas en t hings i n t he sky! H ow i n he l l el cielo. ¿Qué demonios hacen esos did t ho se bom be rs get up ther e bo m bar de r o s ah í ar r i ba, s i n ever y si ngle s eco nd o f our li ve s! des c ansar un m i nut o? ¿P or qué W hy do es n’t s o m e o ne want t o 50 nadi e habl a d e e s o ? ¡H e m o s t al k about it ? We ’ve st ar te d and i ni c i ado y ganado do s gue r r as wo n t wo at omi c war s s inc e 196 0. at ó m i c as de s de 1 9 6 0 ! ¿N o s Is i t be c au s e we ’r e havi n g s o divertim os tanto en casa que nos m uc h f u n at h o m e we ’ve hemos olvidado del mundo? ¿Será f o r go t t e n t he w o r l d ? Is i t 55 que somos tan ric os y el resto del be c aus e we ’r e s o r i c h and t he mundo tan pobre y no nos importa r es t of t he wor l d’s so poo r and que lo sea? He o ído rumores; el we j us t do n’t car e i f t hey are ? mundo está muriéndose de hambre; I’ve he ar d rumo ur s; t he wor ld i s pe r o no s o t r o s e s t am o s bi e n s tarvi ng, but we ’r e wel l -f e d. Is 60 nutridos. ¿Es cie rto que el mundo i t tr ue , the wo rl d wor ks har d and t r abaj a dur am e nt e m i e nt r as we pl ay? Is t hat why we ’r e hate d no sotr os j ugam o s? ¿Nos odiarán s o much? I’ve he ar d the rumo ur s tanto por eso ? He oí do r umor es abo ut hate , t oo , o nc e i n a l ong acerca de ese odio t am bi é n, m uy whi l e , o ve r t he ye ar s . D o you 65 de cuando en c uando . ¿Sabe s t ú kno w why? I do n’t , t hat ’s s ure ! po r qué no s o di an? Yo no, debo M aybe t he boo ks can ge t us hal f admitirlo. Quizá los libros nos saquen o ut o f the cave . They j us t mi ght un poco de esta oscuridad. Qui zá s t o p us f r om m aking t he s am e eviten que cometamos los mismos dam n i ns ane m is t ake s ! I do n’t 70 condenados y disparatados errores. hear thos e idio t bas tards in your N o he o í do que e so s i dio t as par l o ur t al ki ng abo ut i t . G o d, bastardos de tu sala hablen de eso. M il li e, do n’t yo u s ee ? An hour a Di os. Mill ie, ¿no te das c uent a? day, two hours , wit h the se bo oks, Una hora al día, dos horas con esos and m aybe… ” 75 libros, y quizá... — ¡Vál gam e D i o s l —di j o Montag—. Siempre tantos chismes de ésos en el cielo. ¿Cómo diantres están esos bombarderos ahí arriba cada segundo de nues tras vidas? ¿Por qué nadie quiere hablar acerca de ello? Desde 1960, iniciamos y ganamo s do s gue r r as at ó mi c as . ¿Nos divertirnos tanto en casa que no s hemo s olvidado del m undo? ¿Acaso somos tan ricos y el resto del mundo t an pobre que no nos pr eo cupam os de e ll os ? H e oí do rumores. El mundo padece hambre, pe r o no s o tr o s e st am o s bi e n al im e ntado s. ¿Es c ie r t o que e l mundo trabaja duramente mientras nosotros jugamos? ¿Es por eso que se nos odia tanto? También he oído r um or e s s obr e e l o di o , hac e muchísimo tiempo. ¿Sabes tú por qué ? ¡Yo no , des de l uego ! Quizá los libros puedan sacarnos a medias de l aguj ero . Ta l v e z p ud i e r a n i m p e di r n o s que c o m e t i é r a m o s l o s m i s m o s f u ne s t o s e r r o r e s . N o e so s e s t úpi do s e n t u sal a de e s t ar habl an do de , Di o s , M i l l i e , ¿no t e das c ue nt a? U na h o r a al d í a, h o r as c o n e s t o s l i br o s , y t al ve z. . . The t el e pho ne r ang. Mi l dre d snatc hed the phone. Sonó el teléfono. Mildreddescolgó el aparato. 60 Sonó el teléfono. Mildred tomó rápidamente el auricular. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Ann!” She laughed. “Yes , t he White Clown’s on to ni ght !” tr. de Alfredo Crespo —¡Ann! —exclamó riendo —. ¡Sí! ¡Esta noche los Payasos Blancos! —¡Ann! —Se echó a reír.— ¡Sí, el Payaso Blanco actúa esta noche! Montag fue a la cocina y dejó caer la mano con el libro. — M o nt ag — di j o — , e r e s realmente estúpido. ¿Adónde puede llevarnos todo esto? Hemos cerrado los libros, ¿te has olvidado? Abrió el libro y comenzó aleer envoz alta, por sobre la risa de Mildred. Montagse encaminó alacocinaydejó el libro abajo. «Montag —se dijo—, eres verdaderamente estúpido ¿Adónde vamos desde aquí? ¿Devolveremos los libros, los olvidamos?» Abrió el li bro , ________ no obstante la risa de Mildred. P o o r Mi l l i e , he t ho ug ht . P o o r M o n t ag , i t ’s m ud t o yo u, 15 t o o . B u t wh e r e d o y o u g e t he l p, whe r e d o yo u f i nd a t e ac h e r t h i s l at e ? Pobre Millie, pensó. Pobre Montag, esos libros son barro para ti también. ¿P ero dó nde co ns eguirás ayuda, dónde encontrarás un maestro a esta altura de las cosas? «¡Pobre Millie! —pensó—. ¡Pobre Montag! También para ti carece de sentido. Pero, ¿dónde puedes conseguir ayuda, dónde encontrar a un maestro a estas alturas?» Ho ld on. He shut his eyes. Ye s, 20 of course . Again he found hims elf thinking o f t he gr een park a ye ar ago . The t ho ught had be en wit h hi m many time s r ece ntly, but now he re me mber ed ho w it was t hat 25 day i n t he ci ty par k whe n he had s e en t hat ol d man in t he blac k s ui t hi de so me thi ng, qui ckly i n hi s c oat. Es pe r a. Ce r r ó l o s o j o s . Sí , po r s upue s t o . Se e nc o nt r ó pe ns ando o t r a ve z e n e l par que ve r d e d e h a c í a u n a ñ o . L o habí a r e c o r d ado a me nudo r e c i e nt e m e nt e , pe r o aho r a ve í a c o n t o da c l ar i d ad aque l dí a e n e l p a r q u e y e l vi e j o q u e e s c o ndí a al go , r ápi dam e nt e , e n s u c haque t a ne gr a. Aguardó. Montag cerró los ojos. Sí, desde luego. Volvió a encontrarse pensando en el verde parque un año atrás. Últimamente, aquel pensamiento había acudido muchas veces a su mente, pero, en aquel momento, recordó con claridad aquel día en el parque de la ciudad, cuando vio aaquel viejo vestido de negro que ocultaba algo, con rapidez, bajo su chaqueta. El vie jo dio un salt o c omo si fuese a correr y Montag le gritó: — ¡Espere! El viejo se levantó de un salto, como si se dispusiese a echar a correr.Y Montagdijo: —¡Espere! “I ha ve n’t do ne any t h i ng !” 35 —¡No he hecho nada! —dijo el cr ied t he old m an tre mbling. viejo, temblando. —¡No he hecho nada! —gritó el viejo, tembloroso. Mo n t ag wal ke d t o t he ki t c he n and t hr e w the bo o k do wn. “Mo nt a g,” h e s a i d, “y o u ’r e r e al l y s t up i d . W he r e d o we go f r o m he r e ? D o w e t ur n t he bo o k s i n , f o r ge t i t ?” He opened the bo ok to re ad over Mi ldr ed’s l aughte r. 5 10 30 … Th e o l d m a n l e ap t up a s i f t o r un . A nd M o n t a g s ai d , “W ai t ! ” “N o one said yo u did.” —Nadie dice que haya hecho algo. The y had sat in t he gr een s oft light wit hout saying a wo rd fo r a mom ent, and t hen Montag tal ked abo ut t he weathe r, and t he n the o ld m an r es po nde d wi t h a pal e vo i c e . It was a s t r a nge qu i e t mee ting. The old man adm itted to bei ng a r etire d English profes sor who had been thrown out upon the wor ld f or ty years ago whe n the las t liberal arts coll ege shut for l ac k of st udents and pat ro nage . His name was Faber, and when he finally l ost hi s fear of M ontag, he t al ke d i n a c a de nc e d vo i c e , lo oki ng at the sky and t he tre es and the gree n park, and when an hour had passed he said som ething to Mont ag and M ontag se nsed it was a rhymel e ss poe m. The n t he o l d m a n g r e w e ve n m o r e c o urage o us and s aid s o m e thi ng e l s e and t hat was a po e m , t o o . Fa be r h e l d h i s h and o ve r h i s l e f t c o at - po cke t and s po ke t he se wo r ds ge nt l y, and M ont ag k n e w i f h e r e a c h e d o ut , h e m i g ht pu l l a b o o k o f p o e t r y f r o m t he m an’s c o at. But he di d no t r e ac h o ut . H i s hands s taye d o n hi s k n e e s , n u m b e d a n d us e l e s s . “I do n’t t al k t h i ng s, s i r , ” s a i d F a b e r . “I t a l k t h e m e a ni ng o f t hi ngs . I s i t he r e and know I’m al i ve . ” Se habí an m ir ado un mo me nt o bajo l a luz ve rde y suave, y l ue go M o nt ag habl ó de l t i e mpo , y e l vi e j o r e s po nd i ó c o n un a vo z pál ida. For maban una pare ja r ar a 45 y t ranqui la. El vi ej o co nf es ó que e ra un pr of e so r de l i te ratura, a quie n habí an e chado a l a c al l e hac ía c uare nt a año s, c uando lo s últ im os c entr os de humani dade s 50 t uvi e r o n que c e r rar a c aus a de l os poc os alumno s y la f al ta de apo yo e c o nó m i c o . Se l l am aba Fabe r, y c uando s e l e pas ó e l m i e do h ab l ó c o n un a vo z 55 c ade nc i o sa, m i rando al c ie l o y l os árbol es y e l parque ver de , y c u ando pas ó un a ho r a l e di j o algo a Mo nt ag, y Mo nt ag s inti ó que era un poema s i n r i m as . Y 60 l ue go e l vi ej o s e anim ó to daví a m ás , y dij o alguna o t ra c o sa, y e so e ra un po em a t am bi én. Fabe r apo yaba l a m ano e n e l bo ls i ll o i zq ui e r do d e l a c ha qu e t a y 65 r ec i taba e n vo z baj a, y Mo ntag supo que si e sti raba la mano, le sacaría un libro de poemas de ese bolsillo. Pero no extendió la mano. Las manos le descansaban en las 70 rodillas, entumec idas e inútiles. —No hablo de c osas, señor — di j o Fabe r — . H abl o de l significado de las cosas. Estoy aquí y se que estoy vivo. 40 —Nadie ha dicho lo contrario. Si n de c i r una pal ab r a, permanec ieron sentados momento baj o l a s uave l uz ve r do s a; y, l ue go , ha bl ó de l t i e m po , r es pondie ndo el vi ej o c o n voz. de s c o l o r i d a. Fue un e xt r año encuentro. El vie jo admi tió se r un pro f es or de Li te r at ura re ti r ado que , cuar enta años atrás, se quedó s i n t r aba j o c u ando l a úl t i m a unive r s idad de Art e s Li be r al e s cer ró por falt a de e studi antes. Se ll amaba Faber, y, cuando por f in dejó de t emer a Montag, habló con vo z llena de c ade nc i a, contemplando el cielo, los árboles y e l exuberant e par que; y al c abo de una ho ra di jo al go a M ontag, y ést e se dio c uenta de que era un poema si n r i ma. Después, el viejo aún se mo st ró más audaz y di jo al go, y t ambi én se trat aba de un po e m a. Fabe r apo yó una m ano sobre el bolsi llo i zquier do de su chaquet a y pronunció las palabras con s uavi dad, y M ont ag c om pr endi ó que , si al ar gaba l a mano, sacaría del bolsillo del viejo un libro de poesías. Pero no lo hizo. Sus manos permanecieron sobre sus rodi llas, entumecidas e i nútil es. —No hablo de c osas, señor — dijo Faber—. Hablo del significado de las cosas. Me siento aquí y sé que estoy vivo. 75 That was al l t her e was t o it , re all y. An ho ur of mo nol ogue, a po e m , a c o m m e nt , a nd t h e n 61 Ye s o hab í a s i do t o do , realmente. Una hora de monólogo, un poe ma, un come ntario, y luego, En realidad, es o fue todo. Una hora de monólogo, un poem a, un c o m e nt ar i o ; y, l ue go , s i n ni B’s Farenheit tr. de F. Abelenda wi thout e ve n acknowle dging t he fact that Montag was a f ir eman, Faber wi th a ce r tain tr em bli ng, wr ot e hi s addr es s o n a s l i p o f paper. “For yo ur f i le ,” he said, “i n c as e you dec ide t o be angry wi th me .” tr. de Alfredo Crespo com o ígnorando el hecho de que Montag era un bombero, Faber, con m ano te m bl o r os a, e s cr i bi ó una dirección en un trozo de papel. —P ara sus ar chi vos , se ñor — di j o — . P o r s i us t e d de c i de eno jarse conmi go. s iqui er a al udir el hec ho de que Montag e ra bo mber o, Faber, con cierto temblor, escribió su dirección en un pedacito de papel. — P ar a s u ar c hi vo — di j o — , e n e l c a s o de q u e d e c i d a e noj ar s e c o nm igo . “I’m not angr y,” Mo ntag sai d, — N o e s t o y eno j ado —di j o surpr ise d. 10 sorprendido Montag. —No estoy enojado —dijo Montag sorprendido—. Mi ldre d shrie ked wit h laught er in the hal l. 5 15 Mil dred chi llaba de ris a en la sala. Mildred rió estridentemente en el vestíbulo. M ontag went t o his be dr oo m c l o se t and f l i ppe d t hr o ugh hi s f i l e - wal l e t t o t he he a di n g: FU TUR E IN VEST IGATION S (? ). 20 Fa be r ’s na m e was t h e r e . H e hadn’t tur ned i t i n and he hadn’t er ase d i t. Montag fue a su armario en el dormitorio, y miró las fichas de la maleta—archivo hasta que encontró una enca bez a d a : INVESTIGACIONES FUTURAS___. Allí estaba el nombre de Faber. No lo había o lvi dado, y no lo había borrado. Montag fue al armario de su dormitorio y buscó en su pequeño archivo, e n la c arpeta titul ada: FUTURAS INVESTIGACIONES (?). El nom br e de Fabe r es taba all í. Montag no lo había entregado, ni borrado. H e d i a l l e d t h e c a l l o n a 25 s e c o ndar y pho ne . The pho ne o n t he f ar e nd o f t he l i n e c al l e d F ab e r ’s na m e a d o z e n t i m e s be f o r e t he pr o f e s s o r ans we r e d i n a f a i n t v o i c e . M o n t a g 30 i d e n t i f i e d h i m s e l f a n d wa s me t wi t h a l e ng t hy s i l e nc e . “Yes , M r. M ont ag?” Ll am ó po r un t e l é f o no aux i l i ar . El t e l é f o no de l o t r o e xt r e m o d e l a l í ne a g r i t ó e l no m b r e d e Fa be r un a do c e na d e ve c e s a n t e s d e q u e e l p r o f e s o r c o nt e s t as e c o n un a vo z dé bi l . M o nt ag s e p r e s e nt ó y h ubo u n l ar go s i l e nc i o . —¿Sí, señor Montag? Marcó el número de un teléfono secundario. En el otro extremo de la línea, el altavoz repitió el nombre de Faber una docena de veces antes de que el profesor contestara con voz débil. Montag se identificó y f ue c o r r e s pondi do c on un prolongado silencio. —Dígame, Mr. Montag. “P r o f e s s o r Fa be r , I h ave a 35 —Profesor Faber, quiero hacerle rathe r odd quest io n t o ask. H ow una pr e gunt a bas tant e rar a. many co pie s o f the Bi bl e are le ft ¿Cuántos ejemplares de l a Biblia in this co unt ry?” quedan en este país? — P r o f e s o r Fabe r, qui e r o hac e r l e una pr e gunt a bas t ant e extraña, ¿Cuánto s e jem plar es de la Bibli a que dan en es te país? “I do n’ t k no w w hat yo u’ r e talking abo ut !” se — ¡N o s é d e qu é m e e s t á hablando ! — Q uie r o s abe r s i hay al gún ejemplar. —Q uiero saber si queda algún ejemplar. — ¡Es t o e s una tr am pa! ¡N o puedo hablar con cualquier a por teléfono! —¡Esto es una trampa! ¡No puedo hablar con el primero que me llama por teléfono! — ¿Cuánt o s ej e m pl ar es Shakespeare y Platón? —¿Cuántos ejemplares Shakespeare y de Platón? 40 “I want t o kno w i f t he r e ar e any c opi es lef t at all .” —No sé refiere. a qué 45 “This i s s ome so rt of a tr ap! I can’t t alk to j ust anyone o n t he pho ne!” “H o w m an y c o pi e s Shake spear e and Pl ato ?” of 50 “N one ! You know as we ll as I do . N one !” de —¡Ni nguno! Lo s abe t an bi en como yo. ¡Ninguno! de —¡Ninguno! Lo sabe tan bien como yo. ¡Ninguno! 55 Fabe r hung up. Faber cortó la comunicación. Faber colgó. M o nt ag put do wn t he phone . No ne. A thing he knew of c our se fr om the f ire house lis ti ngs . But so me how he had wante d to he ar it f rom Fabe r hims el f. Montag dejó cae r el auric ular. Ninguno. Los índices del cuartel de 60 bomberos ya lo decían, por supuesto. Pero por alguna razón había querido oírselo decir a Faber. M o nt ag de j ó e l apar at o . Ninguno. Ya lo sabía, de luego, por las listas del cuartel de bomberos. Pero, sin embargo , quiso oírlo de labios del propio Faber. In the hall Mi ldred’s fac e was suffused with excit eme nt . “Wel l, the l adies ar e com ing o ver !” 65 En la sala de recibo el rostro de Mildred estaba rojo de excitación. —¡Bueno! ¡Vienen las señoras! En el ve st íbulo, el ro st ro de Mildred estaba lleno de excitación. —¡Bueno, las señoras van a venir! M o nt ag s ho we d he r a bo o k. Montag le mostró un libro. “Thi s i s t h e O l d an d N e w —Éste es e l Antiguo y Nue vo Te stame nt, and —” 70 Testamento, y... Montag le enseñó un libro. —Éste es el Antiguo y el Nuevo Testamento, y... “D on’t start that again!” —¡No empieces otra vez! —¡No empieces otra vez con eso! “It m i ght be the l ast c o py i n —Quizá sea el último ejemplar this par t o f the wo rld.” 75 en esta parte del mundo. —Podría ser el último ejemplar en esta parte del mundo. “Yo u’ve go t t o hand i t bac k to night, don’t you kno w? Captain — ¡ Ti e n e s q u e d e vo l v e r l o e s t a m i s m a no c h e ! El c a pi t á n 62 — Ti enes que de vol ve r lo e st a noc he, ¿no e s ci erto ? El capi tán B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo Be at t y k n ow s y o u’ ve go t i t , do esn’t he ?” Beatty sabe que tienes ese libro, ¿no es cierto? Be at t y s a be q ue l o t i e ne s , ¿ no e s a s í ? “I do n’t t hink he kno ws whi ch bo ok I st ole . But how do I c hoo se 5 a s ubs t i t ut e ? Do I t ur n i n M r. Jeff erson? Mr. Thoreau? Whic h is l e as t va l ua bl e ? If I p i c k a subst it ute and Beatty do es know whi ch bo ok I s to l e, he’l l gues s 10 we ’ve an entir e librar y here !” —No creo que sepa qué libro he robado. ¿Pero cómo podré elegir un s ust i t uto ? ¿De vo lve r é al s eño r Jef ferso n? ¿O al s eñor Thore au? ¿Cuál val e me no s ? Si e l i jo un sustituto y Beatty sabe qué libro he robado, ¡pensará que tenemos aquí toda una biblioteca! —N o cr eo que s epa qué libro r o b é . P e r o , ¿c ó m o e s c o j o un sus tituto ? ¿De beré entregar a Mr. Jef ferso n? ¿A Mr. Thoreau? ¿Cuál es m eno s valio so ? Si es coj o un sus tituto y Be atty sabe qué li bro robé supondrá que t engo toda una bibliote ca aquí. M i l dr e d ’s m o u t h t w i t c he d. “ S e e wh a t y o u ’ r e d o i n g ? Yo u ’l l r u i n u s ! W h o ’s m o r e 15 i m po r t an t , m e o r t h at B i b l e ?” S he w as b e g i n n i n g t o s hr i e k now, si tt ing ther e li ke a wax dol l m el ti ng i n it s own he at . Mildred torció la boca. —¿Ve s lo que estás hacie ndo? ¡Vas a arruinarnos! ¿Quién es más importante, yo o la Biblia? Mildred chillaba ahora, sentada allí como una muñeca de cera que se derrite con su propio calor. Mildred contrajo los labios. —¿Ves lo que estás haciendo? ¡Nos arruinarás ¿Quien es mas importante, yo o esa Biblia? Empezabaa chillar, sentadacomo una muñeca de cera que se derritiese en su propio calor. He could hear Be atty’s voic e. “Si t do wn, M o nt ag. Wat c h. D el ic ate l y, l i ke t he pe t al s o f a flower. Light the first page, light the second page. Each becomes a 25 bl ac k but t e r f l y. Be aut i f ul , e h? Li ght t he t hi r d page f r o m t he second and so on, chai nsmoki ng, chapte r by chapter, al l t he s il ly things the words mean, all the false 30 pr o m i s e s , al l t he s e c o nd- hand no t i o ns and t i m e - wo r n philo sophi es. ” Ther e s at Be att y, perspiring gently, the floor littered with swarm s of black m oths t hat 35 had died in a single storm Montag podía oír la voz de Beatty. —Siéntate, Montag. Observa. Delicadamente, como los pétalos de una flor. Quemamos la primera página, luego lasegunda, y se transformanenmariposas negras. Hermoso, ¿eh? Quemamos la página tercera con lasegunda, y así una tras otra, en una cadenade humo, capítulo por capítulo, todas las tonterías encerradas en estas palabras, todas las falsas promesas, las nociones de segunda mano, y las filosofías gastadas por el tiempo. Así hablaría Beatty, transpirando ligeramente, y el suelo se cubriría con un enjambre de polillas oscuras, destruidas por una tormenta. Le parecía oír la voz de Beatty. —Siéntate, Montag. Observa. Delicadamente, como pétalos de una flor. Cada una se convierte en una mariposa negra. Hermoso, ¿verdad? Enciende la tercera página con la segunda yasí sucesivamente, quemando en cadena, capítulo por capítulo, todas las cosas absurdas que significan las palabras, todas las falsas promesas, todas las ideas de segunda mano y las filosofías estropeadas por el tiempo. Beatty estaba sentado allí levemente sudoroso,mientraselsueloaparecíacubierto de enjambres de polillas nuevas que habían muerto en unamisma tormenta. Mil dred s toppe d scr eaming as quickly as she started. Montag was not listening. “The re ’s o nl y one thing t o do , ” h e s a i d. “So m e t i m e be fo r e t o night whe n I gi ve t he boo k to Beatt y, I’ve go t to have a dupli cate m ade. ” Mi ldred dejó de grit ar tan de r e pe nt e c o m o habí a e mpe zado . Montag no escuchaba. —H ay qu e hac e r al go — d i j o — . A n t e s d e d e vo l ve r l e e l l i b r o a B e at t y h a r é s a c a r una co pi a. Mildred dejó de chillar tan bruscamente como había empezado. Montag no la escuchaba. —Sólo hay una cosa que hacer — dijo—. Antes de que llegue la noche y deba entregar el libro a Beatty, tengo que conseguir un duplicado. —¿Estarás aquí para la función de los Payasos Blancos, y recibir a las visitas? —exclamó Mildred. —¿Estarás aquí esta noche para ver al Payaso Blanco y a las señoras que vendrán? —preguntó Mildred—. M o nt ag s t o ppe d at t he doo r, 50 Montag se detuvo en la puerta, wi th hi s back turned. “M il lie ?” de espaldas. —¿Millie? A sil ence “What ?” Un silencio. —¿Q ué? “M i l l i e ? D o e s t h e W hi t e 55 —Millie, ¿el Payaso Blanco te Cl own lo ve you?” quiere? Montag se detuvo junto a la puerta, de espaldas. —Millie... Unsilencio. —¿Qué? —Mi llie, ¿te quiere el Payaso Bl anc o? 20 40 45 “You’ll be he re for the Whi te Cl o wn t o ni ght , and t he l adi e s co ming ove r?” c rie d M il dre d. No answe r. Ninguna respuesta. “M illi e, does —” He licked his l i ps. “D o e s yo ur ‘fam i l y’ l o ve yo u, l o ve yo u ve r y muc h, lo ve yo u wit h all the ir he art and soul, Mi ll ie ?” 60 No hubo respuesta. — Mi ll ie .. . —M ontag se pas ó l a l e ngua por l os labi os —. ¿Tu «f am i l i a» t e qu i e r e , t e qui e r e m uc ho , c o n t o d o s u c ue r p o y t oda su alm a, Mi ll ie ? — Mi l li e , t e. . . — Mo ntag s e humedeció los labios— ¿Te quiere tu «familia»? ¿Te quiere muchísimo, c on to da e l al ma y e l c o razón, Millie? Mo nt ag s int ió e n la nuca que Mildred parpadeaba lentamente. Montag sintió que ella parpadeaba lentamente. —¿Por qué haces esas preguntas tontas? —¿Por qué me haces una preguntatan tonta? M ontag si nt ió que te ní a ganas de ll or ar, pe ro no mo vi ó la boc a ni lo s oj os . Mo ntag s i nti ó de s e os de l l o rar, per o nada o c urr i ó e n s us o j o s o e n s u bo c a. — Si e nc ue nt r as a e s e pe r r o afuera — dijo Mildred — dale un puntapié de mi parte. —Si ves a ese perro ahí fuera — dijo Mildred—, Pégale un puntapié de parte mía. 65 He fe lt her bl inking s lowly at the back of his nec k. “W hy ’d yo u a s k quest io n l ike t hat ?” a s il ly 70 He f el t he wante d to cr y, but no thi ng wo uld happe n t o his eyes or hi s m out h. 75 “I f y o u s e e t h a t d o g o u t s i d e , ” s ai d M i l dr e d, “gi ve hi m a k i c k f o r m e . ” 63 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda He hes it ate d, l is te ning at t he doo r. H e opened i t and st eppe d out. tr. de Alfredo Crespo M ont ag t it ube ó , e sc uc hando , ante la puerta. Al fin la abrió y se asomó. M o n t a g vac i l ó , e s c u c h ó j un t o a l a p ue r t a . La ab r i ó Y s al i ó . La lluvia había cesado, y el sol se ponía en un cielo sin nubes. En la call e y el j ardín no se ve ía a nadie. Soltó el aliento en un largo suspiro. La ll uvia había ce sado y e l so l apar e c í a e n e l c l ar o c i e l o . La c al l e , e l c é s pe d y e l p o r c h e e s taban vac í o s. M o ntag e xhal ó un gr an s us pi ro . 5 The r ai n had s to ppe d and the sun was se tti ng in the cle ar sky. The st re et and the lawn and t he po r c h we r e e m pt y. H e l e t hi s br eat h go in a great sigh. 10 He sl am med the doo r. Salió dando un portazo. Cerró, dando un portazo. Estaba otra vez en el tren. Estaba enel «Metro». 15 He was o n t he subway. I’m num b, h e th o ugh t. Whe n di d the numbne ss r e a l l y b e g i n i n m y f a c e ? I n 20 m y b o d y ? Th e n i g h t I kicked the pi ll-bottle in the dar k, li ke ki ckin g a bu r i e d mi n e . Me siento entumecido, pensó. ¿Cuándo comenzó realmente este e nt um ec i mi e nto a i nvadir m e l a cara, y el cuerpo? Aquella noche en que t r o pe c é c o n el f r as co de píldoras, como si hubiese tropezado con una mina subterránea. «Me siento entumecido —pensó—. ¿Cuándo ha empezado ese entumecimiento en mi rostro, en mi cuerpo? La noche enque, en la oscuridad, di un puntapié a la botella de píldoras, y fue como si hubiera pisado una mina enterrada. Este entumecimiento desaparecerá, pens ó. Lle var á t i em po, per o l o c o n s e gu i r é , o F ab e r lo c ons egui rá par a m í . Alguie n, e n al guna par t e , m e de vol ve r á m i vi ej a c ara y m is vi e jas m ano s . H as t a l a s o nr i s a , p e n s ó . M i vie j a y que mada s onr is a. Es to y per dido s i n e l la. »El entumecimiento desaparecerá. Hará falta tiempo, pero lo conseguiré, o Faber lo hará por mi. Alguien, en algún sitio, me devolverá el viejo rostro y las viejas manos tal como habían sido. Incluso la sonrisa — Pensó—, la vieja y profunda sonrisa que ha desaparecido. Sin ella estoy perdido.» Th e s ub way f l e d pa s t hi m , cr eam -til e, jet -black, cr eam- til e, je t-black, nume ral s and darknes s, m o r e dar kne s s an d t he t o t al addi ng its el f. 40 Las paredes del túne l pasaban ante él. Losas claras y negras, claras y negras, números y oscuridad, más o sc ur i dad. Y lo s t ot ale s que s e sumaban a sí mismos. El c onvo y pasó ve l o z fr e nt e a é l , c r e m a, n e gr o , c r e e m a , ne gr o , n úm e r o s y o s c ur i d ad , m á s o s c u r i d ad Y e l t o t a l s um ándo s e a s í m is m o . Once as a c hil d he had sat upon a ye ll ow dune by t he s ea in t he m i ddl e o f t he bl ue an d h o t summe r day, t ryi ng to fi ll a sie ve 45 wi th s and, be c ause s om e c rue l co usi n had said, “Fil l thi s s ie ve and yo u’l l ge t a dim e!” And t he f as t er he po ur ed, t he f ast e r i t s i f t e d t hr o ug h wi t h a h o t 50 whispering. His hands wer e t ire d, t he sand was boi l ing, t he s i eve was em pt y. Se ate d t her e in the mi dst of Jul y, without a sound, he f e l t t he t e a r s m o ve do wn h i s 55 cheeks. X U na vez, c uando er a niño, s e había sentado en una duna amarilla, a orillas del mar, en un día azul y cálido de verano, tratando de llenar un tamiz con arena. Algún pri mo l e había dic ho : «¡Lle na e st e tami z y t e daré un pr e mi o! » Y c uant o m ás r ápido ec haba la are na, más r ápido pasaba po r el t am iz, co n un s us pir o cáli do. Se le cans aban l as m ano s , l a ar e na he r ví a, e l t am iz e st aba vací o . Se nt ado al lí , en ple no jul io, en sile nci o, sint ió que l as l ágri mas l e ro daban po r l a cara . En una ocasión, cuando niño, se había sentado en una duna amarillenta junto al mar, bajo el cielo azul y el calor de un día de verano, tratando de llenar de arena una criba, porque u n primo c r ue l habí a di cho : «Ll e na es t a criba, y ganarás un real.» Y cuanto m ás apr i s a e c h aba ar e na, m ás ve l o zm e nt e s e e s c apaba é s t a produciendo un cálido susurro. Le dolían las manos, la arena ardía, la criba estaba vacía. Sentado allí, en pleno mes de juli o, sin un sonido, sintió que las lágrimas resbalaban por sus mejillas. No w as t he va c uu m Aho ra, m i e nt r as e l t ubo under gro und rushed him through neumático lo arrastraba velozmente the dead c ell ar s o f t own, jol ti ng 60 entre l os sót ano s mue rto s de la hi m, he re mem ber ed the t er rible ciudad, sacudiéndolo, recordó otra lo gic o f t hat si eve, and he l ooked ve z l a ló gi c a t e r ri bl e de aque l do wn and s a w t ha t h e w as t am iz. Baj ó l a vi s ta y vi o que c ar r yi ng t he Bibl e o pe n. Ther e l le vaba l a Bi bli a abi er t a. Habí a we re peo pl e i n t he suc ti on train 65 gente en el tren de succión, pero but he hel d the book in his hands apretó el libro entre las manos, y se and the s illy thought cam e to him, le ocur rió e ntonces aquel la i dea i f yo u r e ad f as t and r e ad a l l , tonta: si lees con suficiente rapidez, maybe so me of the s and will s tay y lo lees todo, quizá quede en el in the si eve. But he read and the 70 tamiz al go de ar ena. Come nzó a wo r ds f e l l t h r o ugh , and he leer, pero las palabras pasaban del tho ught, in a f ew ho urs, t here will otro lado, y pensó: dentro de unas be Beat ty, and he r e wil l be m e hor as all í e st ará Be att y, y aquí handi ng t hi s ove r, s o no phr as e es taré yo, tratando de no perder must e scape me, e ach line m ust be 75 ninguna frase, de recordar todas las mem orize d. I wil l myself to do i t. líneas. Tengo que hacerlo. Ahora, en tanto que el «Metr o» ne umáti co le lle vaba vel ozmente po r e l s ubs u e l o m ue r t o de l a ci udad Montag re co rdó la l ógi ca te rri bl e de aquell a c ri ba baj ó la mi rada y vio que l levaba la Bibl ia ab i e r t a . H abí a g e nt e e n e l «M etr o», pero él co nti nuó c on el li bro e n l a m ano, y s e le ocurr ió una i de a absurda: «Si l ees apri sa y lo le es todo, quizá una par te de la ar ena perm anezc a e n la cri ba.» Pero Montag leía y las palabras le atravesaban y pensó: «Dentro de unas pocas horas estará Beatty y estaré yo entregándole esto, de modo que no debe escapárseme ninguna frase. Cada línea ha de ser recordada. Me obligaré a hacerlo.» 25 The numbne ss wil l go away, he thought. It’ll t ake ti me , but I’ll do it , or Faber wi ll do it fo r m e. Som eone s omewhe re wil l give me bac k t he o l d f ac e and t he o l d hands t he way t he y we re . Eve n t he s m i le , he t ho ught , t he o l d bur nt -i n sm il e, t hat’s go ne . I’m lo st wit hout i t. 30 35 He clenched the book in his fists. Apr etó el libro en s us puños. 64 Apretó el libro entre sus puños. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Tr um pet s blare d. Se oyó el sonido de unas trompetas. “D enham ’s De ntr ifi ce .” —El dentífrico Denham. tr. de Alfredo Crespo Tocaron las trompetas. «Dentífrico Denham.» 5 Sh ut up, t h o u ght M o nt a g. Co nsi de r t he li lie s o f the fi el d. Cállate, pensó Montag. Mirad los lirios del campo. “D enham ’s De nti fri ce .” «Cállate —pensó Montag—. Considera los lirios en el campo.» —El dentífrico Denham. «Dentífrico Denham.» They toi l not — Ellos no trabajan... «No mancha ... » “De nham ’s — ” —Denham. «Dentífrico ... » 10 Consider the l ilies of the fie ld, 15 M i r ad l o s l i r i o s de l c am po , shut up, s hut up. cállate, cállate. “D entif ri ce !” —¡Dentífrico! He tore the book open and flicked 20 Montag abrió bien el libro y alisó the pages and felt them as if he were las páginas y las tocó como si fuese blind, he picked at the shape of the cie go, s iguie ndo la form a de las individual letters, not blinking. letras, sin parpadear. “D enham’s. Spe ll ed : D -E- N” 25 They toil not, neither do they… Ellos no trabajan ni... «No mancha, ni tampoco...» Co nsi der t he lil ies , t he li lie s, Mirad los lirios, los lirios, los the li lie s… 35 lirios... —El detergente dental Denham. “Shut up, shut up, shut up!” It was a plea, a cr y so ter rible that Mont ag found hims elf on his f eet, t he s ho c ke d i nhabi t ant s o f t he l o ud c ar s t ar i n g, m o vi ng bac k f ro m t hi s m an wi t h t he i ns ane , gor ge d f ac e , the gibber ing, dr y mo ut h, the fl apping bo ok in his f i s t. The pe o pl e who had be e n si tti ng a mom ent be for e, tappi ng t h e i r f e e t t o t h e r hyt hm o f De nham ’s D enti fr ic e, D enham’s D a ndy D e nt al D e t e r ge n t , De nham ’s De nt if ri ce De nt if ri ce D e n t i f r i c e , o ne t wo , o ne t wo t hre e , o ne t wo , o ne t wo t hre e . The pe o pl e who s e m o ut hs had be en fai nt ly twi tching t he wor ds Dentifr ice Dent ifri ce D enti fric e. The t r a i n r a di o vo m i t e d u po n M o nt ag, in r e t al i at i on, a gr e at t on-l o ad of m usi c m ade o f t in, c o ppe r, s i l ve r, c hr o m i um , and br ass . The peo pl e were po unded into s ubmi ssi on; they di d no t run, t her e was no plac e t o r un; t he gr eat ai r- train fel l down i ts shaft in the e art h. —¡Cállate, cállate, cállate! Fue un r ue go , un gr i t o t an terrible que Montag se puso de pie. Lo s s o r pr e ndi do s pas aj e r os l o miraban fijamente , se apartaban de es e hombre de car a hast iada, de 45 bo c a s e c a, que f ar f ul l aba al go incomprensible, que llevaba en la mano un libro aleteante. Gente que has t a hac í a un m o m e nt o habí a e s tado tr anqui l ame nt e s e nt ada, 50 siguiendo con los pies el ritmo del Dentífrico Denham, del Detergente D ent al De nham , de l D ent íf r ic o Dentífrico Dentífrico Denham, uno dos, uno dos tres, uno dos, uno dos 55 t r e s . G e nt e qu e habí a e s t ado masticando débilmente las palabras Dentífrico Dentífr ico Dentífrico. La radio del tren vomitó a trozos sobre Mo ntag una e no r me c ar ga 60 d e música de latón, cobre, plata, cr omo y b r o n c e . La gente e ra tr it ur ada has ta l a sumi si ón; no e sc apaban. no habí a a dó nde e sc apar ; el t re n 65 neum áti c o hundí a s u c abe za e n l a ti er ra. 40 “Lilies of the field.” Montag abrió violentamente el libro, pasó las páginas ylas palpó como si fuese ciego, fijándose en la forma de las letras individuales, sin parpadear. «Denham. eletreando: D—e—n... » —¡Denham lo hace! “D enham ’s dental dete rgent .” «¡Denharn!» —¡Denham! Se deletrea: D—E—N... A f ie rc e whis pe r of hot s and El murmullo de la arena caliente through em pty s ieve. 30 a través de un tamiz vacío. “De nha m’s d oes it !” «Considera los lirios en el campo, cállate, cállate.» Un fiero susurro de arena caliente a través de la criba vacía. ¡«Denham» lo consigue! «Considera los lirios, los lirios, los lirios ... » «Detergente Dental Denham.» —¡Calla, calla, calla! Era una s úpl ic a, un gr i to tan terrible que Montag se encontró de pie , m i e nt r as lo s s o rpr e ndi do s pasaje ro s de l vagón l e mi raban, apartándose de aquel hombre que tenia expresión de demente, la boca contraída y reseca, el libro abierto e n s u puño . La gent e que , un m om e nt o ant es , habí a es t ado sentada, llevando con los pies el r it mo de «D entí f ri co D enham», «Dur ade r o D et e rge nt e De ntal Denham», «D entí fric o De nham », Dentí frico, D entífric o, uno, dos, uno, dos, uno dos tres, uno dos, uno dos tr e s. La ge nt e c uyas bo cas habí an ar t ic ulado ape nas las palabr as De ntí fr ic o, De ntí fr ic o, Dentífrico. La radio del «Metro» vom itó sobr e Mo ntag, co mo una represalia , una carga completa de m ús i ca co m pue st a de ho j al ata, cobre, plata, cromo y latón. La gente era for da a la sumisión; no huía, no habí a s it i o donde hui r ; e l gran convoy neumático se hundió en la tierra dentro de su tubo. —Li rios del cam po. —Lirios del campo. —Denham. «Denham. » —¡Lirios, he dicho! «¡He dicho lirios!» La gente miró fijamente a Montag. La gente miraba. “Call t he guard.” —Llamen al guardia. —Llamen al guardián. “The man’s of f —” —Este hombre se ha vuelto... —Este hombre está ido... “Denham’s.” 70 “Li lie s, I s aid!” The people st are d. 75 65 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Knol l Vie w!” tr. de Alfredo Crespo —¡Estación La Cumbre! «¡Knoll Wiew!» El tren se detuvo siseando. Un grito: El tren produjo un siseo al detenerse. —¡EstaciónLaCumbre!_______ Un suspiro: —Denham. «¡Knoll Wiew!» Un grito. Mo ntag’s m out h bar ely m ove d. 10 “Lili es …” La boca de Montag apenas se movía. —Lirios... Los labios de Montag apenas se movían. —Lirios... The t rai n do o r whis t l ed o pe n. M ont ag s t oo d. The doo r gas ped, s t ar t e d s hut . O nl y t hen di d he 15 l e ap pas t t he o t he r pas s e nge r s , s c r e am i ng i n hi s m i nd, pl unge t hr o ugh t he s li c i ng doo r onl y i n t i m e. H e r an o n t he whi t e ti l e s u p t h r o u g h t h e t u n ne l s , 20 i g no ri ng t he e s c al ato r s , be c aus e he want e d t o f e e l hi s f e e t - m o ve , ar m s s wi ng, l u ngs c l e nch, unc l enc h, f e e l hi s t h r o a t g o r a w w i t h a i r . A 25 vo i c e d r i f t e d af t e r h i m , “D e nh am ’s D e n ham ’s De nham’s ,” the t rai n his sed li ke a snake . The train vanis hed i n i ts hol e. 30 La puerta del tren se abrió con un silbido. Montag no se movió. La puerta emit ió un sonido entre cortado y comenzó a cerrarse. Sólo entonces Montag saltó hacia adelante, atropellando a otros pasajeros, gritando en su interior. Salió justo a tiempo. Corrió por el piso de losas blancas, a través de los túneles, ignorando las escaleras, pues quería sentir cómo se le movían los pies, c ómo se le balanceaban los brazos, se le dilataban y encogían los pulmones, se le secaba la garganta. Una voz flotaba allá abajo: —Denham Denham Denham. El tr e n s i l baba c o m o una serpiente. El tren desapareció en su agujero. La puerta del vagón se abrió produciendo un silbido. Montag permaneció inmóvil. La puerta empezó a cerrarse. Entonces, Montagpasóde unsalto junto a los pasajeros, chillando interiormente y se zambulló, en último momento, por la rendija que dejaba la puerta corrediza. Corrió hacia arriba por los túneles, ignorando las escaleras mecánicas, porque deseaba sentir cómo movían sus pies, cómo se balanceaban sus brazos , se hinchaban y contraían sus pulmones,cómo seresecabasugargantaenel aire. Unavoz fue apagándose detrás de él: «Denham, Denharn». El, tre n s ilbó c omo una s e r pi e n t e y d e s apa r e c i ó e n s u aguje r o . The t rai n his sed to it s sto p. 5 “K nol l Vie w!” A cr y. “De nham ’s .” A whi sper. “W ho is it ?” «Denham.» Un susurro. —¿Quién es? —¿Quién es? “M ont ag out here .” —Montag. —Montag. “W hat do you want ?” —¿Qué quiere? —¿Qué desea? —Déjeme entrar. —Dejeme pasar. —¡No he hecho nada! —¡No he hecho nada! —Estoy solo, ¡maldita sea! —¡Estoy solo, maldita sea! “You s wear it ?” —¿Lo jura? —¿Lo jura? “I swear!” —¡Lo juro! —¡Lo juro! 35 “Let me in.” 40 “I haven’t do ne anyt hi ng!” “I’m alone, damm it !” 45 The f ront doo r o pened sl owl y. 50 La puert a s e abr ió lentam ent e. Fabe r pee r ed out, lo o ki ng ver y Fabe r s a c ó l a c abe za. P ar e c í a ol d i n the li ght and ve ry fragi le muy vie jo a l a luz, y m uy frági l, and ve ry m uc h af r ai d. The o l d y co n m uc ho mie do . P ar ecí a no man l ooked as if he had not be en haber sali do de la c asa durant e out o f the ho us e i n years. He and 55 años. No e ra muy di sti nt o de l as t he whi t e pl as t e r wal l s i ns i de paredes de yes o del int eri or de la we re much the s am e. There was c as a. Te ní a l as m e j i l l as y l o s whit e in t he f les h of his m outh l a bi o s bl anc o s , y e l pe l o e r a and hi s c he eks and his hair was bl anc o t am bié n, y l os oj os se le whi t e an d hi s e ye s had f ade d, 60 habían apagado, y en el vago azul wi th whi te in the vague bluene ss de l a s pup i l a s hab í a al go de there . The n his eyes touched on bl anc o. Y lue go, de pronto, vio el the boo k unde r M ontag’s ar m and li bro bajo el br azo de M ontag y he di d not lo ok so ol d any mo re ya no pareció tan viejo ni tan frágil. and no t qui te as f ragil e. Sl owly 65 Po co a poco se l e f ue bor rando hi s fear went. aquella expres ión de mie do. La puert a se abri ó lentamente. Faber ati sbó, parec ía m uy viej o, m uy fr ági l y muy as us t ado . El tenía as pecto de no habe r sal ido de la cas a en años. Él y las paredes blancas de yes o del inter ior e ran muy sem ejant es. Habí a blancura en la pul pa de sus labios , en sus mej illas, y su cabel lo er a blanco, m i e nt r as s us o j o s s e hab í an des cubie rto, adquir iendo un vago co lor azul bl anc uzco. Luego, su m i r ada s e f i j ó e n e l l i bro que Montag ll evaba bajo el br azo, y ya no pareci ó tan viejo ni tan frágil. Lent ame nt e, s u mi edo d e s ap ar e c i ó . “I’m sorry. One has to be careful.” —Lo si H e lo oke d at t he bo o k unde r h a y q u e t e Mo ntag’s arm and co uld not sto p. 70 — M i r ó e l “So i t’s t rue .” que es c ie ento . Pe ro ner cuidado. l ibro .— Así rto. —Lo siento. Uno hade tener cuidado. Miró el libro que Montag llevaba bajo el brazo y no pudo callar. —De modo que es cierto. M o nt ag ent r ó e n l a c as a. La puerta se cerró. M o nt a g e n t r ó . L a p u e r t a s e c e rr ó . —Siéntese. Faber re tr oce dió de es paldas, co mo s i t emi era que el libro se —Siéntese. Fab e r re trocedió, c o mo t e m i e ndo que el l i br o pudi e r a M o nt ag s t e ppe d i ns i de . The do or shut. 75 “S i t d o w n . ” F a b e r b a c k e d up, as i f he f e ar e d t he b o o k mi g ht vani s h i f he t o o k hi s 66 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda e y e s f r o m i t . Be hi n d hi m, the doo r to a bedro om sto o d o pen, and in t hat r o o m a l i t t e r o f ma c hi n e r y a n d s t e e l t o o l s wa s s t r e wn 5 upo n a desk-to p. Mo ntag had o nl y a gl i m ps e , be f o r e F a b e r , s e e i n g M o n t a g ’s a t t e n t i o n d i ve r t e d , t u r n e d qui ckly and shut t h e 10 bed ro o m do o r an d st o o d ho l di ng t he kno b wi t h a t r e mbli ng hand. His gaze ret urne d unsteadily to Mo n tag, who was n o w 15 s e a t e d wi t h t h e b o o k i n h i s l a p . “T h e b o o k — wh e r e di d yo u —?” “I st ole it .” 20 Faber, for the firs t ti me, rais ed hi s e ye s and lo oke d dir ect ly into Mo nt ag’s f ac e. “Yo u’re brave .” desvaneciese si le quitaba los ojos de encima. Detrás de él se abría la puer t a de una al c o ba, y e n e s e cuarto unas piezas de maquinaria y unas he r r ami e nt as de ac e ro s e amontonaban en desorden sobre un es cr it or io . Mo nt ag ape nas pudo e c har una oj e ada ant e s de que Faber, advirtiendo su distracción, se diera vuelta rápidamente y cerrase la puerta. El viej o s e quedó al lí unos instantes, inmóvil, aferrando e l pe s t i l l o c o n una m ano t e m bl o r o s a. Lue go vo l vi ó una mirada intranqui la a Montag, que ahora estaba sentado, y con el libro en el regazo. —El libro... ¿Dónde ... ? —Lo robé. tr. de Alfredo Crespo des vanece rse s i apartaba de él su m ir ada. A s u e spal da, l a pue rt a que c o m u ni c ab a con un dormitorio estaba abierta, y en esa hab i t ac i ó n hab í a e s par c i do s di ve r s o s f r agm e nt o s de m aq ui nar i a, as í c o mo her r am i ent as de ace r o. Mo ntag sól o pudo lanzar una ojeada antes de que Fa be r, al o b s e r var l a curi osidad de Montag, s e volviese rápidamente, c errara la puerta del dormitorio y suje tase el pomo con m an o t e m bl o r o s a. S u m i r ada vo l vi ó a f i j a r s e , i ns e gur a, e n Montag, quien se había s entado y tenía el libro en s u regazo. —El libro... ¿Dónde lo ha ... ? —Lo he robado. Faber, por primera vez, alzó los ojos y miró directamente a Montag. —Es usted valiente. Por primera vez, Faber enarcó las cejas y miró directamenteal rostro de Montag. —Es usted valiente. “N o , ” s a i d M o n t a g . “ M y wi f e ’ s d y i n g . A f r i e n d o f m i ne ’s al r e ady de a d. S o m e o ne w ho m a y h a ve b e e n a f r i e n d w a s b u r nt l e s s t h a n t w e nt y - 30 f o u r h o u r s a g o . Yo u ’ r e t h e o n l y o n e I k ne w m i g h t he l p m e . To s e e . To s e e … ” —No —le dijo Montag —. Mi mujer está muriéndose. Una amiga mía murió hace unos días. Alguien que pudo habe r s i do una am iga murió carbonizada no hace más de veinticuatro horas. Sólo usted, entre quienes conozco, puede ayudarme. A ver. A ver... — N o — di j o M o nt ag—. M i esposa está muriéndose. Una amiga m ía ha m ue r to ya. Al gui e n que hubiese podido ser un amigo, fue que mado hac e m e nos de vei nti cuatr o hor as. Us t ed e s e l úni co que m e c o ns t a podr í a ayudarme. A ver. A ver... F a b e r ’s i t c he d o n hi s “Ma y I? ” Las manos le picaban a Faber en las rodillas. —¿Puedo? Las manos de Faber se movieron inquietas sobre sus rodillas. —¿Me permite? 25 h a n d s kne e s . “Sorr y. ” M ont ag gave hi m t he bo ok. 35 40 —P erdó n — dijo Montag, y le alcanzó el libro. “It’s been a long tim e. I’m not —Han pasado tant os años. No a re ligious man. But i t’s be en a soy un ho mbre religioso. Pero han l o ng t i m e . ” F ab e r t ur ne d t he pas ado t ant o s año s . — Fa be r pages , sto ppi ng he re and t her e to 45 vol vió las pági nas , dete nié ndo se re ad. “It’s as goo d as I re me mbe r. aquí y al lá a leer. — Es t an bueno Lo rd, ho w t hey’ve c hanged it — c om o en mi s re c ue rdos . Señor, i n o u r ‘ par l o ur s ’ t he s e days . c ó m o l o ha n t r ans f o r m ad o e n Chris t is one of t he ‘famil y’ no w. nue stras «sal as de reci bo». Cr isto I oft en wo nde r i t G od re cognizes 50 e s aho r a de l a «f am i l i a». M e H i s o wn s o n t he wa y w e ’ ve pr e gunt o a m e nudo s i D i o s dr ess ed hi m up, or is it dr ess ed rec onocer ía a su hi jo, ve stido de hi m d o wn ? H e ’s a r e gul ar eti queta. O quizá s ea un traje de pe ppe rmi nt st ick no w, al l s ugar- call e. En fi n, s ól o una barr a de c ryst al and s acc har ine when he 55 m ent a, de bue n t amaño. Azúcar is n’t m aki ng ve ile d r ef ere nce s to cri stalizada y sacar ina. Cuando no ce rtain com mer cial pr oducts that nos hablan ve ladament e de cie rtos e ve r y wo r s hi p pe r a b s ol ut e l y pr o duc t o s comerciales ne eds. ” Fabe r sni ff ed t he boo k. indispensable s para todo devo to. “D o yo u know that boo ks s me ll 60 —Faber olió el l ibro . ¿Sabe que li ke nutm eg o r s ome spi ce from a los libr os huelen a nuez mosc ada f o r ei gn l and? I l o ve d t o sm e l l o a especias de países lejanos? Me t he m wh e n I was a bo y. Lo r d, gus taba mucho olerl os cuando era there we re a lot of lo ve ly boo ks joven. Señor, había un m ontón de o nc e, be f o re we l et t he m go . ” 65 her mosos libr os en aquel tiem po, Fa be r t ur n e d t h e p age s . “M r. antes de permitir que se perdieran. M o n t ag, yo u ar e l o o ki ng a t a — Fa be r vo l vi ó l as p ági na s . — c o war d . I s a w t h e w ay t hi n gs Señor Mo ntag, está usted ante un we re goi ng, a long ti me bac k. I c o b ar de . Vi e l c a m i no que s a i d no t hi ng. I ’m o ne o f t he 70 to maban las co sas , hace t iempo. innoc ents who co ul d have s poken No dije nada. Soy mi inocente que up and o ut whe n no o ne woul d pudo haber hablado cuando nadie li ste n to the ‘guil ty,’ but I di d not que rí a e s c uc har al «c ul pabl e »; s pe ak and t hus be c a m e gui l t y per o no hablé , y me convertí así mysel f. And when fi nal ly the y s et 75 en otro c ulpable más. Y c uando al the s truct ure to burn the books, f in o rganizar on l a quem azón de usi ng t he, fi r em e n, I gr unt e d a l i b r o s , c o n l a ayud a de l o s fe w t ime s and subsi ded, f or the re bom beros , lancé unos gr uñido s y 67 —Disculpe. Montag le entregó el libro. —Hace muchísimo tiempo. No soy una persona religiosa. Pero hace muchís im o ti em po . —Faber f ue pasando las páginas, deteniéndose aquí y allí para leer.—, tan bueno como creo recordar. Dios mío, de qué modo lo han cambiado en nuestros «salo ne s». Cr is to e s uno de l a «familia». A menudo, me pregunto si reconocerá a Su propio Hijo tal como lo hemos disfrazado. Ahora, es un caramelo de menta, todo azúcar y esencia, cuando no hace referencias ve ladas a ci er to s pr oduc to s comerciales que todo fiel necesita im pr es ci ndible me nt e. — Fabe r olisqueó el libro —. ¿Sabía que los libros hue len a nuez moscada o a alguna otra especia procedente de una tierra lejana? De niño, me encantaba olerlos. ¡Dios mío! En aquella época, habí a una se ri e de l ibro s e nc antado re s, ant es de que lo s dejáramos desaparecer. —Faber iba pasando las páginas—. Mr. Montag, está usted viendo a un cobarde. Hace muchísimo tiempo, vi cómo iban las cosas. No dije nada. Soy uno los i no ce nt es que hubie se podido levantar la voz cuando nadie estaba dispuesto a escuchar a los «culpable», pero no hablé y, de este modo, me convertí, a mi ve z un culpable. Y cuando, por f in, estableciero n el mecanismo para quemar los libros, por medio de los bomberos, rezongué unas cuant as vec es y m e some tí, B’s Farenheit tr. de F. Abelenda were no other s grunti ng or ye lling wi th m e, by then. No w, i t’s to o l at e . ” Fabe r c l o s e d t he Bi bl e . “Well — suppos e you t ell me why yo u c ame here ?” tr. de Alfredo Crespo 5 callé. No había o tros que gruñesen o gr i t as e n c o n m i go . Aho r a e s tar de. — Faber cerr ó la Bibli a.— Bue no... ¿Por qué no me dice qué lo t rajo aquí? por que ya no habí a ot ro s que r ezongaran o gr it ar an c onmi go . Ahora es demasiado tarde.. —Faber cerró la Biblia—. Bueno ¿Y si me dijera para qué ha venido? “N obo dy l i st e ns any m o r e. I c an’t t alk to the wal ls be c aus e they’re ye lli ng at me . I can’t talk t o m y wi f e ; s he l i s t e ns to t he 10 wal ls . I just want some one to hear what I have t o s ay. And maybe if I t al k l o ng e no ugh, i t ’l l m ake se nse . And I want you to teach me to under stand what I r ead.” 15 —N adi e e scucha a nadi e . N o puedo hablarles a las paredes. Las paredes me gritan. No puedo hablar c on mi muj er ; e ll a e s cuc ha las paredes. Quiero que alguien oiga lo que tengo que dec ir. Y quizá, si hablo bastante, adquiera sentido. Y qui er o que us t e d m e e ns eñe a comprender lo que leo. —Nadie escuchaya. No puedo hablar a las paredes porque éstas están chillándome a mí. No puedo hablar con mi esposa, porque ella escucha a las paredes. Sólo quiero alguien que oiga lo que tengo que decir. Y quizás si hablo lo suficiente, diga algo con sentido. Y quiero que me enseñe usted a comprender lo que leo. F a b e r e x a m i n e d M o n t a g ’s F ab e r e s t u d i ó l a c ar a t hi n, b l u e - jo w l e d f ac e . “H o w a l a r g ad a y a zu l de M o n t ag . d i d y o u g e t s h ak e n u p? W ha t —¿C ó mo d e s pe r t ó ? ¿ Qué kn o c k e d t h e t o r c h o ut o f yo ur 20 l e s a c ó l a a n t o r c h a d e l a s hands ?” mano s ? Faber examinó el delgado rostro de Montag. —¿Cómo ha reci bido e sta conmoción? ¿Qué le arrancado la antorcha de las manos? “I d o n’ t k no w. We ha ve everything we ne ed to be happy, but we are n’t happy. Som ething’s m i s s i ng. I l o oke d ar o und. The only thi ng I pos iti vel y kne w was go ne was t he boo ks I’d burned in te n o r twe lve year s. So I tho ught bo oks mi ght help.” —No sé. Tenemos lo necesario para ser felices y no lo somos. Algo falta. Busqué a mi alrededor Sólo c o no zc o una c o sa que haya desaparecido: los libros que quemé dur ante die z o doce años . Pe nsé entonces que los libros podían ser una ayuda. —No lo sé. Tenemos todo lo necesario para ser felices, pero no lo somos. Falta algo. Miré a mi alrededor. Lo único que me constabapositivamente que había desaparecido eran los libros que he ayudado a quemar en diez o doce años. Así, pues, he pensado que los libros podrían servir de ayuda. “Yo u’re a hopel e ss r om anti c, ” — Es u s t e d u n r o m á nt i c o s ai d Fabe r. “It wo ul d be f unny i f i nc ur able — di jo Faber — . Se rí a i t we r e n o t s e r i o u s . I t ’s no t grac io s o s i no fue se se r io . N o boo ks you nee d, i t’s so me o f the 35 s on l ibro s lo que us te d ne ce si ta, t hi ngs that o nc e wer e in boo ks . s i no al gunas de l as c o s as que The same t hi ngs c ould be i n the hubo e n l o s l ibr o s . Lo m i s m o ‘p ar l o ur f am i l i e s ’ t o d ay. The podrí a ve rs e ho y en l as «salas». s am e i n f i ni t e d e t ai l an d Ra di o s y t e l e vi s o r e s po dr í an awar e ne s s c o ul d be pr o j e c t e d 40 pro ye c tar l os mi s mo s i nf i ni to s t hr o u gh t he r ad i o s an d d e t al l e s y el mi s m o t el evis or s, but ar e not . No , no , c onoc im ie nt o, per o no . No , no , i t ’s no t bo o k s at a l l y o u ’r e no s on l ibro s lo que ust ed bus ca. l oo king f o r! Take it whe re yo u P ue de e n c o nt r a r l o e n m uc has c an fi nd i t , i n o l d pho nogr aph 45 o t r as c o s as : vi e j o s di s c o s de re cor ds, old mo tio n pictures , and f o nó g r af o , vi e j as pe l í c ul as , y i n o l d f r i e nds ; l o o k f o r i t i n vi e j o s am i go s ; bús que l o e n l a nature and l ook for it in yoursel f. n at ur al e z a, y e n s u p r o pi o Bo o ks we r e o nl y o ne t ype o f i nt er io r. Los l ibr os e ran só lo un r ec eptacl e wher e we s to re d a lo t 50 r ec eptáculo donde guar dábamo s o f t h i n gs w e w e r e af r a i d w e algo que t e m íam os o lvi dar. N o m i ght f or ge t . Ther e i s no t hi ng hay nada de m ági co e n el lo s, de magi cal i n them at all . The m agic ni ngún m o do . La m agi a r e s i de i s onl y i n what boo ks say, ho w s o l a m e nt e e n aque l l o que l o s t he y st it ched t he pat ches o f the 55 l ibro s di ce n; e n c óm o co se n lo s unive rs e together into one garment har apos del uni ve rs o para dar no s f or us . O f c o ur se yo u c o ul dn’t u na n ue va ve s t i du r a . P o r know this, of course you still can’t s upue st o, no co noc e us te d es tas understand what I mean when I say co sas , no sabe de qué hablo. Pe ro all this. You are intuitively right, 60 us te d tie ne i nt uit ivam ent e razó n. that ’s what count s. Three things Eso e s lo que c ue nt a. Tre s co sas are missing. f al t an. — Es ust e d un r o m ánt ic o si n e s p e r anz a — di j o Fab e r — Re sultaría dive rt ido s i no f ue se tan gr ave. N o son l ibro s lo que ust ed nec esita, sino alguna de las cosas que en un t iempo estuvieron en l os l ibro s. El m is mo det al le inf inito y las mism as enseñanzas podrían ser proyect ados a través de radios y t elevisore s, pero no lo son. No, no: no son libro s lo que us te d e s tá busc ando . Bús que l o do n de pu e da e n c o nt r ar l o , e n vie jos di scos, en vi ejas películas y en viejo s am igo s; búsquelo en la N at ur al eza y búsque lo por s í mi sm o. Lo s libro s s ól o eran un t i p o de r e c e p t ác u l o do nde almacenábamos una serie de cosas que t e m í am o s o l vi dar. N o hay nada m ágico e n el lo s. La m agia s ó l o e s t á e n l o que di c e n l o s libros, e n cómo unían los diversos as p e c t o s de l U ni ve r s o ha s t a formar un conjunto para nosot ros. Desde lue go, usted no pue de saber e st o, s i gue si n e nt ende r l o que quie r o de c ir c on m is pal abras . Int uitivamente , tiene ust ed razón, y eso es lo que importa. Faltan tres cosas. “N um be r o ne : D o yo u kno w why bo o ks suc h as t hi s are s o 65 i m po r t a nt ? Be c aus e t h e y have qual it y. And what do e s t he wor d qual i t y m e an? To m e i t m e ans t ext ur e . This bo o k has p ore s . It has fe at ur e s. Thi s boo k can go 70 un de r t he m i c r o s c o pe . Yo u ’d f i n d l i f e u n de r t h e g l a s s , s t r e a m i n g p a s t i n i nf i n i t e pro f us i o n. The m o re po r e s, the m or e tr ut hf ull y re co r de d de tail s 75 o f l if e pe r s quar e i nch yo u can get o n a shee t of pape r, t he m or e ‘l i t e r ar y’ y o u a r e . Th at ’s m y »Primera: ¿Sabe por qué libros co mo és te so n t an im por tante s? P or que t ie nen cal idad. Y, ¿qué significa la palabra calidad? Para mí, significa textura. Este libro tiene poros, tiene facciones. Este libro pue de c ol o car s e baj o el microscopio. A través de la lente encontraría vida, huellas del pasado en infinita profusión. Cuantos más por o s, m ás de t al l es de l a vida ve rídi cam ent e re gis trados pue de o bt e ne r de cada hoj a de papel , cuanto más «literario» se vea. En todo caso, é sa e s mi defi nici ón. 25 30 68 Primero: ¿Sabe usted por qué un libro como éste es tan importante? P o r que t i e ne c al idad. ¿Y qué significa esta palabra? Calidad para mí , s ignif ica t ext ura. Est e l ibro ti ene poro s. Ti ene r as gos . Si lo examina usted con un microscopio, descubrirá vida bajo la lente; una c o r ri e nt e de vi da abundant e e i nf ini t a. Cuant o s m ás por o s , cuantos más porme nores vivo s y auténticos pueda usted descubrir en un centímetro cuadrado de una hoja de papel, más «letrado» es usted. Ésa es mi definición, por lo menos. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda d e f i ni t i o n , a n yw a y. Te l l i n g d e ta i l . Fr e sh de t ai l . The go o d wr i t e r s t o uc h l i f e o f t e n. The m edi oc r e o nes run a qui c k hand o ve r he r. The bad one s r ape he r and l eave her f or the f l i es . 5 “So now do yo u see why boo ks ar e hat ed and fe ar ed? They show the por es in the f ace of li fe . The 10 c o m f o r t abl e pe o pl e want o nl y wa x m o o n f ac e s , po r e l e s s, hairl ess , expres sio nle ss . We are li ving in a t im e when f lowers are tr ying to live o n flo wer s, inste ad 15 o f gr o wi ng o n go o d r ai n a nd bl ac k l oam. Eve n f ire wo rks , f or X all their prettine ss, come from the c h e m i s t r y o f t he e a r t h . Ye t so mehow we think we can gro w, 20 fee ding o n flo wers and fi rewor ks, wi t ho ut c o m pl e t i ng t he c y c l e back to re ali ty. Do yo u kno w t he le gend of Her cul es and Ant aeus, the giant wr estle r, whose strength 25 wa s i nc r e di bl e s o l o ng as he s t oo d f ir m l y o n the e ar t h. But when he was he ld, ro o t le s s , i n mi d-air, by Her cul es, he per ished easil y. If the re i sn’t s ome thi ng in 30 that le gend f or us to day, in this c i t y, i n o ur t i m e , t h e n I am compl etely insane. We ll, ther e we have t he f i r s t t hi n g I s ai d we ne e de d. Q ua l i t y, t e xt u r e o f 35 infor mat ion.” “And the s eco nd?” “Lei sure .” 40 “O h, but we’ve pl ent y of of fho ur s. ” tr. de Alfredo Crespo N ar rar po rm e no r es . Fr es c o s pormenores. Los buenos escritores t o c an a m enudo l a vi da. Lo s mediocr es l a rozan r ápidamente. Los malos la violan y la abandonan a las moscas. Detalle revelador. Detalle reciente. Los buenos escultores tocan la vida a menudo. Los mediocres sólo pasan apr e sur adam ent e l a m ano po r encima de ella. Los malos violan y la dejan por inútil. ¿Comprende aho ra por qué los l ibr o s s on t em i dos y o di ado s ? Reve l an por o s e n l a c ar a de l a vi da. L a g e nt e c ó m o da s ó l o qui e re ver ro s tr o s de c e ra, si n po ro s , si n vel l o , i ne xpr e s i vo s . És t e e s u n t i e m po e n que l as f l or e s c re c e n a c o s t a de o tr as fl ore s, en ve z de vivir de la l luvia y l a ____ t i e r r a. Lo s m i s m o s fuego s de artificio, tan herm osos, pr o c e de n de l a quí m i c a de l a ti erra. Y si n em bar go, que rem os nutr ir no s de f lor es y f ue go s de ar tif icio , s in com ple tar el cic lo que no s l l e var í a de vuel t a a l a r e a l i dad . Co no c e r á us t e d l a le yenda de Hér cul es y Ant eo, el l uc hado r gi gan t e , d e f ue r za increíble mientras pisase la tierra. Per o c ua ndo H é r c ul e s , abr azándo lo , lo alzó en e l ai re , pereci ó fácilment e. Si no hay algo en e sa l eyenda que se r ef ie re a nos otros, nues tra c iudad, nues tro t i e m po , e nt o nc e s e s t o y l o c o . Bue no , e s o e s l o pr i m e r o que nec esitamos, me par ece. Calidad, textura de inf ormaci ón. »¿Se dan cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados Y temidos? Muestran los poros del rostro de la vida. La gente comodona sólo desea caras de luna llena, sin poros, sin pelo, inexpresivas. Vivimos en una época en que las flores tratan de vivir de flores, en lugar de crecer gracias a la lluvia y al negro estiércol. Incluso los fuegos artificiales, pese asu belleza , proceden de l a quím ica de la tier ra. Y, sin embargo, pensam os que podemos crecer, alimentándonos con flores y fuegos artificiales, sin completar el cicl o, de regres o a la reali dad. Conocerá usted la leyenda de Hércules y de Anteo, gigantesco luchador, cuya fuerza era increíble en tanto estaba firmemente plantado en tierra. Pero cuando Hércules lo sostuvo en el aire, sucumbió f ácilme nte. Si en e sta leyenda no hay algo que puede aplicarse a nosotros, hoy, en esta ciudad, e ntonce s es que es toy completamente loco. Bueno, ahí está lo primero que he dicho que necesitábamos. Calidad, textura de información —¿Y lo segundo? —¿Y lo segundo? —Ocio. —Ocio. — O h, pe r o di s po ne m os de muchas horas libres. —Oh, disponemos de muchas horas después del trabajo. “O f f - ho u r s , y e s . B ut t i m e 45 —Horas libres, sí. ¿Pero tiempo t o t hi nk? If yo u ’r e no t dr i vi ng para pensar? Cuando no conducen a hu ndr e d m i l e s a n h o u r, at a a ciento cincuent a kilómetros por c l i p wh e r e y o u c a n’t t hi n k o f ho r a, y e nt o nc e s no s e pue de an yt hi n g e l s e b ut t h e dan ge r, pe ns ar e n o t r a c o s a que e n e l t h e n y o u ’ r e p l a y i n g s o m e 50 peligro, se entre tienen con algún ga m e o r s i t t i ng i n s o m e r o o m juego, o en una sala donde no es w h e r e y o u c a n’ t a r g u e w i t h posible discutir con el televisor de t h e f o u r w al l t e l e vi s o r. W h y? c uat r o par e de s . ¿P o r qué ? El The t e l e vi s o r i s ‘ r e a l . ’ It i s t e l e vi s o r e s r e al . Es al go i m m e d i a t e , i t h as di m e n s i o n. 55 inmediato, tiene dimensiones. Le It t e l l s y o u wha t t o t h i n k an d dice a uno l o que de be pensar, y b l a s t s i t i n . I t m u s t b e , de un modo co ntundente. H a de r i g h t . I t s e e m s s o r i g h t . I t tener razón. Parece tener razón. Lo r us h e s y o u o n s o q u i c k l y t o arrastra a uno co n tanta rapidez a i t s o w n c o n c l u s i o n s y o u r 60 sus propias c onclusione s que no m i n d ha s n ’t t i m e t o p r o t e s t , hay tie mpo de pr otes tar, o de cir ‘W hat nonse ns e!’” «¡Qué tontería!». —De horas después del trabajo, sí, pero, ¿y tiempo para pensar? Si no se co nduce un vehículo a c iento cincuenta kilómetros por hora, de modo que sólo puede pensarse en el pe ligro que s e c orr e, se es tá interviniendo en algún juego o se está se ntado en un salón, donde es imposible discutir con el televisor de cuatro paredes.. ¿Por qué? El televisor es «r eal ». Es inmediat o, tie ne dim ensió n. Te dice lo que de bes pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener razón. Parece tenerla. Te hostiga tan apremiantemente para que aceptes tus propias conclusiones, que tu mente no tiene tiem po para prote star, para gritar: «¡Qué tontería!» “Only the ‘family’ is ‘people.’” —Sólo la «familia» es «gente». —Sólo la «familia» es gente. —¿Cómo dice? —¿Qué dice? 65 “I be g your par don?” “M y wi f e s ays bo o ks ar e n’t ‘re al .’” —Mi mujer dice que los libros no son «reales». —Mi esposa afirma que los libros no son «reales». —G raci as a D io s. U no pue de cerrarlos, decir «Espérate aquí un momento». Uno se siente Dios con los libros. ¿Pero quién ha escapado a esas garras que se apode ran de uno en el mismo instante en que se enciende la televisión? Le dan a uno l a fo r m a que qui er e n. Es un —Ygracias aDios por ello. Uno puede cerrarlos decir «Aguarda un momento.» Uno ac túa co mo un Di os . pe ro , ¿quién se ha arrancado alguna vez de la garra que le sujeta una vez se ha instalado en un salón con televisor? ¡Le da a uno la forma que desea! Es medio ambiente tan auténtico como 70 “Thank G od f or t hat. You c an s h ut t h e m , s a y, ‘H o l d o n a mo ment.’ You play G od to it . But who has ever to rn hi mse lf fr om the c law t hat encl ose s you when 75 yo u drop a se ed in a TV par lour? It gr ows you any s hape it wis he s! It is an envir onme nt as real as t he 69 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda wo r l d. It b e c om e s an d i s t he tr uth. Boo ks can be beat en do wn wi t h r e as o n. Bu t w i t h a l l m y knowl edge and sc ept ici sm , I have ne ve r bee n able to argue wi th a o n e - h un dr e d- p i e c e s ym pho ny o r c he s t r a, f u l l c o l o ur , t hr e e dim e nsi o ns, and I bei ng i n and part of tho se inc redibl e parl our s. As yo u se e, my par lour is no thi ng but f our plas ter walls . And he re —” He held out t wo sm all r ubber pl ugs . “Fo r m y e ar s when I ri de the s ubway-je ts .” tr. de Alfredo Crespo ambiente tan real como el mundo. Se convierte en la realidad, y es la r eali dad. Los l i br os pue de n se r atacados con razones. Pero, a pesar de m i s c ono c i m ie nt o s y m i escepticismo, no he podido discutir con una orquesta sinfónica de cien i ns tr um e nto s , a to do c ol o r, tridimensional. Como usted ve, mi sala de recibo no es más que cuatro paredes de yeso. Y mire esto. — Mo st ró dos co ni to s de go ma.— Para mis oídos cuando viajo en el tren subterráneo. el mundo. Se convierte y es la verdad. Los libros pueden ser combatidos con m ot ivo Pe ro , co n to do s mi s conocimientos y escepticismo, nunca he sido capaz de discutir con una orquesta sinfónica de un centenar de instrumentos, a todo color, en tres dimensiones, y formando parte, al mismo tiempo, de esos increíbles salones. Como ve, mi salón consiste únic amente e n cuatr o parede s de yeso. Y aquí tengo esto —mostró dos pequeños tapones de goma—. Para mis orejas cuando viajo en el «Metro». “D e n ham ’s D e nt i f r i c e ; t he y t oi l not , nei t he r do the y s pi n, ” said Mo nt ag, e ye s s hut. “W he re do we go f rom he re? Wo uld bo oks 20 he lp us ?” — D e nt í f r i c o D e nham, no trabajan, ni hilan —entonó Montag con los ojos cerrados —. ¿A dónde iremos ahora? ¿Nos ayudarán los libros? — «D e nt i f ri c o D enham»; no mancha, ni se reseca —dijo Montag, con los ojos cerrados—. ¿Adónde i remos a parar? ¿Podrían ayudarnos los libros? “O nl y i f t he thi r d ne c e s sar y thing c oul d be given us. N umber o n e , as I s ai d, qua l i t y o f inf ormat ion. Number two: leis ure 25 t o di ge s t it . And num be r t hr ee : t he r i gh t t o c ar r y o ut ac t i o ns based o n what we l ear n f ro m t he inter -acti on of the f irs t t wo . And I har dl y t hink a very o ld man and 30 a f ir em an t ur ne d s our co ul d d o much this lat e in the game …” — Só l o s i c o ns e gui m o s l a t e r c e r a c o s a ne c e s ar i a. La pri mera, como dije, es calidad de i nfo r m ac i ó n. La se gunda: oc i o par a di g e r i r l a. L a t e r c e r a: e l der echo a obrar de acuerdo con lo que nos ha enseñado la interacción de las ot ras dos. Y me parece muy dif ícil que un hombre muy viej o y un bom bero des cont ento l o gr en algo a est a altura. —Sólo si la tercera condición necesaria pudiera sernos concedida. La primera, como he dicho, es calidad de información. La segunda, ocio para asimilarla. Y la tercera: el derecho a emprender acciones basadas en lo que aprendemos por la interacción o por la acción conjunta de las otras dos. Y me cuesta creer que un viejo y un bombero arrepentido pueden hacer gran cosa en una situación tan avanzada... 5 10 15 “I can get bo oks .” —Puedo conseguir esos libros. —Puedo conseguir libros. —Se arriesga usted demasiado. —Corre usted un riesgo. 35 “You’re r unning a ri sk.” “Th a t ’s t h e g o o d p a r t o f dyi ng; whe n yo u ’ve no t hi ng t o l o s e , yo u r un any r i s k yo u w an t . ” — Eso e s lo bue no de es t ar muriéndose. Cuando ya no hay nada que pe r de r, s e pue de c or r e r cualquier riesgo. —Eso es lo bueno de es tar moribundo. Cuando no se tiene nada que perder, pueden correrse todos los riesgos. “The r e , yo u’ ve s ai d an — Bueno , ha di c ho us t e d al go inter esti ng thi ng,” laughed Fabe r, i nt e r e sant e — r i ó Faber — . ¡Y 45 s i n habe r l o le í do ! “wit hout having read it !” —¡Acaba de decir usted una frase interesante! —dijo, riendo, Faber—. Incluso sin haberla leído. “Are thi ngs l ike tha t i n books. But i t c am e o ff t he t o p o f m y m i nd!” — ¿E n l o s l i br o s ha y c o s a s c o m o é s a? ¡P e r o s i l a d i j e s i n p e n s ar ! — En l os l ibro s hay c os as así . P er o és ta s e me ha oc ur ri do a m í sol o. —Mejor aún. No la preparó para mí ni para nadie, ni siquiera para usted mismo. —Tanto mejor. No la ha inventado para mí o para nadie ni siquiera para sí mismo. Mo ntag leaned f orward. “This 55 Montag se inclinó hacia adelante. af t e r no o n I t ho ught t ha t i f i t —Esta t arde pensé que s i l os turne d out that bo oks wer e wor th libros eran en verdad algo de valor, while , we might ge t a pr es s and podríamo s buscar una im prenta e pr int s ome extra co pi es —” imprimir algunos ejemplares... Montag se inclinó hacia delante. —Esta tarde, se me ha ocurrido que si resultaba que los libros merecían la pena, podíamos conseguir prensa e imprimir algunos ejemplares... 40 50 “A l l t he be t t e r. Yo u d i dn ’t fancy it up fo r me o r anyone, e ven yoursel f.” 60 “We ?” —¿Podríamos? —¿Podríamos? “Yo u and I” —Usted y yo. —Usted y yo. Faber se enderezó en su silla. —¡Oh, no! —¡Oh, no! Faber se irguió en su asiento. “O h , n o ! ” up. Fabe r sat 65 “Bu t l e t m e t e l l y o u m y plan —” — P e ro pe r m ít am e explique mi plan... que le —D éj eme que le expl ique mi plan.. . —Si insiste en eso, tendré que pedirle que se vaya. —Si insiste en contármelo, deberé pedirle que se marche. 70 “If you insis t o n tel ling me, I must as k you to le ave .” “But are n’t you i nte res ted?” —¿Pero no le interesa? —Pero, ¿no está usted interesado? 75 “No t if yo u st art t al king the s o r t o f t alk t hat mi ght get m e bur nt f or my tr ouble . The o nl y 70 —N o s i m e habla ust ed de es as co sas. No quiero que m e queme n. Só l o po d r í a ha c e r l e c a s o s i —N o, s i em pi eza a habl ar de al go que podrí a hacerm e te rminar e nt r e l as l l a m as . Só l o p o dr í a B’s Farenheit tr. de F. Abelenda way I co uld pos sibl y lis ten to you wo uld be i f s ome ho w t he fi rem an s tr uc tur e it s el f co uld be bur nt . No w i f you sugge st that we pri nt extra books and ar range to have them hi dde n i n f ir eme n’s hous es al l over t he c ount ry, so that see ds o f s u s p i c i o n wo u l d be s o wn am ong t hes e ars oni sts , bravo, I’d s ay!” tr. de Alfredo Crespo co nsi gui éramos , de algún modo, que l os bom ber os se quemasen a sí mi smos . Si s ugi rie se uste d que i m pr i m i é s e m o s l i br o s y l o s ocultár amos luego en las c asas de lo s bom ber os, t odo a lo largo del país, s embrando as í l a sem ill a de la s ospecha e nt r e es os i n c e nd i ar i o s , ¡br avo ! l e di r í a ent once s. esc ucharle, si la es truc tura de los bo m be r o s pudi e s e ar de r, a s u vez, Ahor a bi en, s i sugi er e us te d que i mpri mamo s algunos l ibro s y n o s l as a r r e gl e m o s p ar a e sc onde rl os e n l os c uart el es de bo m b e r o s de t o do e l paí s , de m odo que las so spec has caye se n s obr e e s o s i nce ndi ar io s , di r ía: ¡Br avo ! —Introducir los libros, poner en “P l ant t he bo oks , t ur n i n an al ar m , and s e e t he f i r e m e n ’s marc ha la al arma, y ver cóm o se ho us e s bur n, i s t hat wha t yo u queman las casas de los bomberos, 15 ¿es eso lo que quiere decir? m e an?” — D e j a r l o s l i br o s , da r l a al ar m a y ve r c ó m o a r de n l o s cuar teles de bomber os. ¿Es eso lo que qui ere de ci r? Fa be r a l zó l as c e j as y m i r ó a M o nt ag c o m o s i e s t uvi e s e vi e n do a o t r o ho m br e . —Era una broma. Fabe r e narc ó las ce j as y mi r ó a M o nt ag c o m o s i e s t uvi e s e vi e ndo a ot r o ho mbr e . —Estaba bromeando. —Si ust ed c ree que el p l a n va l e l a p e n a , t e n g o qu e t o m ar l e l a p al a br a. —Si cree que valdría la pena intentar ese plan, tendría que aceptar su palabra de que podría ayudarnos. “Yo u c a n’t guar ant e e t hi ngs li ke that! Af te r all, when we had al l t he bo oks we needed, we s ti ll i ns i st e d o n f i ndi ng t he hi ghes t cl iff to jump of f. But we do ne ed 30 a br e at h e r. We d o ne e d kn o wl e dg e . And p e r h aps i n a t ho us an d ye ar s we m i g ht pi c k s mall er cl if fs t o j um p o ff . The boo ks are to remi nd us what as ses 35 an d f o o l s we ar e . The y’ r e Ca e s a r ’s p r ae t o r i an g uar d, whis pe ri ng as the par ade r oar s do wn t he ave nu e , ‘Re m e m be r, Caesar, thou ar t m ort al .’ Mos t of 40 us c an’t r us h ar ound, talking to everyone , kno w all the c iti es of t h e w o r l d, we ha ve n ’t t i m e , mo ney o r t hat many fr iends . The t h i ng s yo u ’r e l o o ki ng f o r, 45 Mo ntag, ar e i n the wo rl d, but t he o nl y way t he aver age chap wil l ever see nine ty- nine per ce nt of them is in a boo k. Don’t as k f or guarante es . And don’t lo ok to be 50 s aved i n any one t hi ng, pe rs on, machi ne, o r l ibr ary. D o your o wn bi t of saving, and i f you dr own, at l eas t di e kno wi ng yo u we r e 55 he ade d f or shore .” — ¡N o e s po s i b l e ga r ant i zar e s t as c o s as ! Al f i n y al c a bo , c uan do t e n í amo s t o do s l o s l i b r o s , no s pas áb amo s e l t i e mpo e l i gi e ndo los ac a nt i l a do s m ás al t o s p ar a t i r ar no s d e c a be za . P e r o , e s ve r d a d , ne c e s i t a mo s ac ant i l ado s m ás baj o s . Lo s l i b r o s no s recuerdan que somos unos asnos y uno s tontos. Son la guardia pretoriana del Cé sar, que murmura mientras los desfiles pasan [101] ruidosamente por las avenidas: «Recuerda, César, que eres mortal.» La mayoría de nosotros no puede correr de un lado a otro, hablar con t oda l a ge nt e , vi si t ar to das las c iudade s. No s f al ta ti e mpo , o ami gos, o dinero . Las co sas que uste d busca, Montag, están e n el mundo; pero el noventa y nueve por ciento de los hombres sólo puede ver l as en lo s l i bro s . N o pida garantías. Y no busque la salvación en una sola cosa: persona, máquina, o biblioteca. Ayúdese a sí mismo, y si se ahoga, muera sabiendo por lo menos que estaba acercándose a la orilla. —¡No es posible garantizar cosas así! Después de todo, cuando tuviésemos todos los libros que necesitásemos, aún insistiríamos en encontrar el precipicio más alto para lanzarnos al vacío. Pero necesitamos un respirador. Necesitamos conocimientos. Y tal vez dentro de un millar de años, podríamos encontrar barrancos más pequeños desde los que saltar. Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. Son la guardia pret oriana de Cé sar, s usurrando mientras tiene lugar el desfile por la avenida: «Recuer da, Cé sar, e res mortal.» La mayoría de nosotros no podemos andar corriendo por ahí, hablando con to do el mundo, ni conocer todas las ciudades del mundo, pues carecemos de dinero o de amigos. Lo que usted anda buscando, Montag, está en el mundo, pero el único medio para que una persona corriente vea el noventa y nueve por ciento de ello está en un libro. No pida garantías. Y no espere ser salvado por alguna cosa, persona, máquina o biblioteca. Realice su propia labor salvadora, y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía hacia la playa. Faber go t up and be gan to pace the r oo m. Faber se puso de pie y comenzó a pasearse por el cuarto. Faber se levantó y empezó a pasear por la habitación. —¿Y bien? —preguntó Montag. —¿Bien? —preguntó Montag—. —¿Habla en serio? —¿Habla completamente en serio? —Muy en serio. —Completamente. F abe r r ai s e d hi s br o ws and l o o ke d at Mo nt a g as i f h e we r e s e e i n g a n e w m a n . “I was jo ki ng.” 5 10 20 “If yo u t ho ught it woul d be a plan wort h tryi ng, I’d have to t ake your wor d it woul d hel p.” 25 “Well ?” asked Mo ntag. 60 “You’re absol ut ely se ri ous ?” “Abso lut el y. ” 65 “It’s an i nsi dio us plan, if I do s ay so m ys e l f .” Fabe r glanc e d ner vo us ly at his bedr oo m do or. “To s e e t he f i r e ho u s e s bu r n ac r o s s t h e l and , de s t r o ye d as ho t be ds of t r e as o n . The salam ander de vours his t ail ! H o, G od!” “I ’ve a l i s t o f f i r e m e n ’s r e s i d e nc e s e ve r y whe r e . Wi t h so me so rt of undergro und.” 70 75 71 —Es un plan i nsi dio so. Ésa es mi opinión por l o me nos. —Faber mi ró ner vi osamente la puert a del do rmi tor io. — Ver arde r l os cuart e l e s de bo m ber o s , de s t rui do s co mo foc os de traic ión. ¡La sal amandr a devorándo se la co la! ¡O h, Dio s! —Es un plan insidioso, si es que pue do de ci r lo . — Fabe r m i ró , ner vio s o, hac ia la pue rt a de s u dormitorio—. Ver los cuarteles de bomberos ardiendo en todo el país, destruidos como nidos de traición. ¡La salamandra devorando su rabo! ¡Oh, Dios! —Tengo una lista de todas las residencias de bomberos. Con un trabajo subterráneo... —Tengo una lista de todas las residencias de bomberos. Con un poco de labor subterránea... B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Can’t trust peo pl e, that’s t he di rty part . You and I and who el se wi ll se t t he fi res ?” “Are n’t ther e pr of es so rs l ike yo ur s e l f , f o r me r wr i t e r s , hi sto rians, l inguis ts… ?” 5 “D ead or anci ent .” tr. de Alfredo Crespo —No se puede confiar en la gente, eso es lo peor. Usted y yo, ¿pero quién más para encender los fuegos? —No es posible confiar en la gente, eso es lo malo del caso. ¿Quién, además de usted y yo, prenderá esos fuegos? —¿No hay profesores como usted, viejos escritores, historiadores, lingüistas? — ¿N o hay pr of e so r e s c om o ust e d, ant i guo s e sc r i to r es , historiadores, lingüistas...? —Muertos o viejos. —Han muerto o son muy viejos. 10 “The o lder t he bet te r; t he y’ll go unnot ice d. Yo u know do zens, admit it !” “O h , t he r e ar e m an y ac t o r s al o ne w ho have n’ t ac t e d P i r an de l l o or Sh aw or Shake s pe ar e f o r ye ar s be c aus e their pl ays are too awar e o f t he wo rld. We could use thei r ange r. And we c ould use the honest rage of t ho se his to rians who haven’t wr i t te n a l i ne f o r f o r t y ye ar s . True, we m ight f or m c lass es i n thinki ng and readi ng.” 15 20 25 “Ye s !” nibble 1 a. (bite) mo rdisquear b. (eat, pick a t) p icar 2 a. ( bite, gn aw) t o nibble at / on sth mordisquear algo b. (ea t) p icar 3. bocadito, mordisco : may I hav e a nibble of your cak e?, ¿ me das un tro cito de tu past el? —Cuanto más viejos, mejor. Pasarán inadvertidos. ¡Conoce a docenas, admítalo! —Cuanto más viejos, mejor. Pasarán inadvertidos. Usted conoce a docenas de ellos, admítalo. —Oh, hay muchos actores que no r epr es e nt aro n durante año s a Pirandello o Shaw o Shakespeare porque en las obras se decía demasiado del mundo. Podríamos utilizar su odio. Podríamos utilizar asimismo el justo [102] rencor de los historiadores. No han escrito una línea durante cuarenta años. Podríamos también organizar clases de lectura y meditación. —¡Oh, hay muchos actores que no han interpretado a Pirandello, a Shaw o a Shakespeare desde años porque sus obras son demasiado conscientes del mundo. Podríamos uti lizar el enojo de éstos. Y podríamos emplear la rabia honesta de los historiadores que no han escrito una línea desde hac e cuar enta año s. Es ve rdad, po dr íamo s or gani zar cl as es de meditación y de lectura. —¡Sí! —¡Sí! “But t hat wo uld jus t ni bbl e the edge s. The who le culture ’s shot 30 t h r o u gh. Th e s ke l e t o n ne e ds m e l t i ng and r e - s hapi ng. G o o d G o d, i t is n’t as s i m pl e as j us t pi cki ng up a boo k you laid do wn hal f a c e nt ur y ago. Rem e m be r, 35 the f ir eme n are rarel y nec ess ar y. The public it se lf sto pped readi ng o f it s own ac co rd. Yo u fi re me n pr ovi de a cir cus no w and then at whi ch bui ldings ar e se t of f and 40 c r o wd s gat he r f o r t he p r e t t y bl aze, but it ’s a s mal l si de show inde ed, and hardl y ne ce ss ar y to ke ep thi ngs i n l ine . So few want to be r ebe ls any m ore . And out of 45 t ho s e f e w, m o s t , l i ke m y s e l f , scare easily. Can you danc e fas ter t h an t he W h i t e C l o w n, s ho ut l ouder than ‘Mr. Gi m mi c k’ and the par lour ‘familie s’? If you c an, 50 yo u’l l win yo ur way, Montag. In any e vent, yo u’r e a fo ol . P eople ar e having fun — ” —Pero eso sólo suavizará los bordes. La cultura entera está traspasada de parte a parte. Hay que fundir el esqueleto y modelarlo de nuevo. Buen Dios, no basta alzar un libro que se dejó caer hace cincuenta años. No olvide que los bomberos trabajan poco. El público mismo abandonó la lectura espontáneamente. Ustedes los bomberos dan de cuando en cuando su espectáculo de circo, quemando las casas y atrayendo una muchedumbre que quiere ver el bonito resplandor; pero es en verdad un número sin importancia, y apenas necesario para conservar el orden de las cosas. Son tan pocos los que piensan en rebelarse. Y la mayoría de ellos se asusta como yo fácilmente. ¿Puede bailar con mayor rapidez que el Payaso Blanco, gritar más alto que «el señor Risita» y las «familias» de la sala? Si puede hacerlo, se ganará a la gente, Montag. Si no, hará el papel de tonto. Recuerde que están divirtiéndose. —Pero eso sólo serviría para mordisquear los bordes. Toda la cultura está deshecha. El esqueleto necesita un nuevo andamiaje y una nueva reconstitución. ¡Válgame Dios! No es tan sencillo como recoger un libro que se dejó hace medio siglo. Recuerde, los bomberos casi nunca actúan. El público ha dejado de leer por propia iniciativa. Ustedes, los bomberos, constituyen un espectáculo en el que, de cuando en cuando, se incendia algún edificio, y la multitud se reúne acontemplar labonita hoguera, pero, en realidad, se trata de un espectáculo de segunda fila, apenas necesario para mantener la disciplina. De modo que muy pocos desean ya rebelarse. Y, de esos pocos, la mayoría, como yo, se asustan con facilidad. ¿Puede usted andar más aprisa que el Payaso Blanco, gritar más alto que «Mr. Gimmick» y las «familias» de la sala de estar? Si puede, se abrirá camino, Montag. En cualquier caso, es usted un tonto. La gente se divierte. “C o m m i t t i n g Murder ing!” — ¡ S u i c i d á n d o s e ! ¡ As e s i n a nd o ! — ¡S e est á as esinando! s ui c i d e ! 55 s ui c i dan do , A bo m be r f l i g ht had be e n m o vi ng e as t al l t he t i m e t he y talke d, and o nly no w did the t wo me n s top and lis ten, f ee ling t he gr eat j e t s o und t r e m bl e i nsi de them sel ve s. Mientras hablaban, una escuadrilla de bombarderos había cruzado 60 el cielo hacia el este. Los dos hombres callaron y escucharon, sintiendo dentro del cuerpo el estruendo de las turbinas. Unvuelo de bombarderos habíaestado desplazándose haciael Este,mientras ellos hablaban, ysólo entonces los dos hombres callaron para escuchar, sintiendo resonar dentro de sí mismos el penetrante zumbido de los reactores. “P ati ence , M ont ag. Le t the war t u r n o f f t he ‘f am i l i e s . ’ O ur ci vi li zati on is f li nging i ts el f to pi e c e s . St a nd ba c k f r o m t he ce ntri fuge .” 65 — P ac i e n c i a, M o n t a g. D e j e que l a gue r ra apague l as «fam i l ias ». La ci vil izaci ó n s e r es que br aj a . Apár t e s e de l a m á qui na c e nt rí f uga. — P ac ie nc i a, Mo nt ag. Que l a guer r a e l i m ine a l as «f ami l i as ». N u e s t r a c i vi l i z a c i ó n e s t á de s t r o zándo s e . Apár t e s e de l a c e nt rí f uga. “The r e h as t o be s o m e o ne re ady when it bl ows up.” —Alguien debe estar preparado cuando el mundo estalle. —Cuando acabe p or estallar, alguien tiene que estar preparado. “Wh at ? Me n qu o t i n g M i l t o n ? S a yi n g , I r e m e m be r 75 So ph o c l e s ? R e mi nd i ng t he s u r vi v o r s t h a t m a n h a s h i s g o o d s i d e , t o o ? Th e y w i l l —¿Quién? Hombres que citen a Milton? ¿Hombres que digan: «me acuerdo de Sófocles»? ¿Que les [103] recuerden a los sobrevivientes que el hombre tiene su lado bueno? La gente —¿Quién? ¿Hombres que reciten a Milton? ¿Qué digan: recuerdo a Sófocles? ¿Recordando a los supervivientes que el hombre tiene también ciertos aspectos buenos? Lo 70 72 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda o n l y ga t h e r up t he i r s t o ne s t o h u r l a t e ac h o t h e r . M o nt a g , g o ho me . Go t o b e d . Wh y w as t e y o u r f i na l h o u r s r ac i n g a bo ut y o u r c ag e de ny i n g y o u ’r e a s qu i r r e l ? ” 5 “Then you don’t care any more?” “I c ar e s o m uc h I’m si c k. ” 10 “And you wo n’t help me ?” “G ood night, go od night .” amontonará piedras para amofiárselas a su vecino. Montag, váyase a su casa. Váyase a dormir. ¿Por qué negar en estas últimas horas, mientras sigue corriendo dentro de la jaula, su condición de ardilla? tr. de Alfredo Crespo único que harán será reunir sus piedras para arrojárselas los unos a los otros. Váyase a casa, Montag. Váyase a la cama. ¿Por qué desperdiciar sus horas finales, dando vueltas en su jaula y afirmando que no es una ardilla? —¿Entonces ya no le importa? —Así, pues, ¿ya no le importa nada? —Me importa tanto que me enferma. —Me importa tanto que estoy enfermo. —¿Y no me ayudará? —¿Y no quiere ayudarme? —Buenas noches, buenas noches. —Buenas noches, buenas noches. Las manos de Montag recogieron la Biblia. Advirtió lo que acababa de hacer y pareció sorprendido. Las manos de Faber recogieron la Biblia. Montag vio esta acción y quedó sorprendido. 15 Mo ntag’s hands pic ked up t he Bi ble . H e saw what his hands had do ne and he l ooked sur pr ise d. “Woul d you li ke to own t his ?” 20 wad 1 a lump or bundle of soft material used esp. to keep things apart or in place or to stuff up an opening. 2 a disc of felt etc. keeping powder or shot in place in a gun. 3 a number of banknotes or documents placed together. 4 Brit. sl. a bun, sandwich, etc. 5 (in sing. or pl.) a large quantity esp. of money. 1 stop up (an aperture or a gun-barrel) with a wad. 2 keep (powder etc.) in place with a wad. 3 line or stuff (a garment or coverlet) with wadding. 4 protect (a person, walls, etc.) with wadding. 5 press (cotton etc.) into a wad or wadding. rellenar, acolchar —¿Le gustaría quedarse con esto? —¿Desearía poseer esto? Faber said, “I’d gi ve my right arm . ” —Daría mi mano derecha —dijo Faber. Faber dijo: —Daría el brazo derecho por ella. Mo ntag s to od the re and wait ed 25 fo r t he ne xt thing to happen. H is hands , by t hem s e lve s, l ike two me n wo rking t oget he r, be gan to ri p t he pages fr om the book. The hands tor e the flyle af and then the 30 fi rst and the n t he se cond page. Montag, inmóvil, esperó lo que iba a ocurrir. Sus manos, ellas solas, como dos hombres que trabajan juntos, comenzaron a desgarrar las hojas del libro. Las manos arrancaron la guarda, y luego la primera hoja, y luego la segunda. Montag permaneció quieto, esperando a que ocurriera algo. Sus manos, por sí solas, como dos hombres que trabajaran juntos, empezaron a arrancar las páginas de] libro. Las manos desgarraron la cubierta y, después, la primera y la segunda página. “Id i o t , wha t ’r e yo u do i n g!” Faber sprang up, as if he had be en st ruc k. He fe ll, against Mo ntag. 35 M ontag war ded hi m o ff and le t hi s han ds c o nt i n ue . S i x m o r e pages f ell to the flo or. He picked t he m up and w added t he pape r under Faber ’s gaze. 40 —¡Idiota, qué está haciendo! — Faber se incorporó de un salto, como si hubiera recibido un golpe. Cayó sobre Montag. Montag lo apartó y dej ó que sus manos cont inuar an. Seis hojas más cayeron al piso. Recogió las hojas y las arrugó bajo los ojos de Faber. —¡Estúpido! ¿Qué está haciendo? Faber se levantó de un salto, como si hubiese recibido un golpe. Cayó sobre Montag. Éste le rechazó y dejó que sus manos prosiguieran. Seis páginas más cayeron al suelo. Montag las recogió y agitó el papel bajo las narices de Faber. “Do n’t, o h, don’t ! “ sai d t he ol d man. — ¡N o ! O h, n o — d i j o e l vi e j o . —¡No, oh, no lo haga! —dijo el viejo—. “W ho c a n s t o p m e ? I’m a 45 —¿Quién puede detenerme? Soy un fi rem an. I can bur n you!” bombero. ¡Puedo quemarlo a usted! —¿Quién puede impedírmelo? Soy bombero. ¡Puedo quemarlo! The o ld man s to od loo ki ng at him . “You wouldn’t. ” El viejo se quedó mirando a Montag. —No lo haría. El viejo se le quedó mirando. —Nunca haría eso. —¡Puedo hacerlo! —¡Podría! 50 “I c ould!” “The bo o k. Do n’t t ear i t any m or e. ” Faber s ank i nt o a c hair, hi s f ace ver y whi t e, his m out h 55 tr em bli ng. “Don’t make me fe el an y m o r e t i r e d. W h at d o y o u want ?” “I ne ed yo u t o teach me .” 60 “All ri ght , all ri ght .” —El libro. No arranque más hojas . —Faber s e dej ó cae r en una silla, con el rost ro muy pálido, los labios tembloros os.— No me haga sentir t odaví a más cansado. ¿Qué quie re? [1 04] — E l l i b r o . N o l o d e s g ar r e m ás . — F abe r s e de r r um bó e n u na s i l l a , c o n e l r o s t r o m u y pál i do y l a bo c a t e mbl or o s a— . N o h a ga qu e m e s i e nt a m á s c ans ado . ¿Q ué de s ea? —Necesito aprender. —Necesito que me enseñe. —Bueno, bueno. —Está bien, está bien. M o nt a g put t h e bo o k d o wn. Montag de jó el libro . Come nzó H e began t o unwad the c r um ple d 65 a desarrugar l a bola de papeles , y paper and f lat t e n it o ut as t he los alisó . El viejo lo mi raba con o ld man wat che d t i re dly. un aire de fati ga. Montag dejó el libro. Empezó a recoger el papel arrugado Y a alisarlo, en tanto que el viejo le miraba con expresión de cansancio. Faber shoo k his head as if he we re waki ng up. Sacudió la cabeza como si de pronto estuviese despertando. Faber sacudiólacabezacomosiestuviese despertando en aquel momento. —M ontag, ¿ti ene us te d al gún dine ro? —M ontag, di ner o? “M o n t ag , h ave mo ne y?” you 70 s o me “S o m e . Fo u r, f i ve hun dr e d 75 —Alguno. Cuatrocientos, quinientos do ll ars . W hy?” dólares. ¿Por que? “Br i ng i t . I kno w a man who 73 —Tráigalo. Conozco a un hom- ¿tie ne —U n poco . Cuat roc ientos o quinientos dólares qué? —Tráigalos. Conozco a un hombre B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo pr int ed our c oll ege pape r half a ce ntury ago. That was the year I came to cl ass at t he st art of t he ne w s em est er and f ound o nl y o ne student t o sign up for Dr ama f rom 5 Aes chyl us t o O’Ne il l. You s ee ? Ho w l ike a beauti ful st atue o f i ce i t wa s , m e l t i ng i n t he s un. I re me mbe r the ne ws paper s dyi ng li ke huge mot hs . N o o ne wa nt ed 10 them bac k. No one m iss ed the m. And t he Governme nt, se eing how ad van t ag e o u s i t was t o ha ve pe o pl e r e a di n g o nl y a bo ut passi onate li ps and the f is t i n t he 15 s t o m ac h, c i r c l e d t he si t uat i o n wi t h yo ur fi r e - e a t e r s . S o , Mo ntag, there ’s this une mployed pr i n t e r. We m i ght s t ar t a f e w bo o ks , and wait o n t he war t o 20 br eak t he pat te rn and give us t he push we need. A f ew bo mbs and the ‘famil ies ’ i n the walls o f all t he hous es , l ike har le qui n rats , wi l l s hu t up! In s i l e n c e , o ur 25 st age -whisper mi ght carry.” bre que imprimía el periódico de la universidad hace medio siglo. Fue el año que ll egué a clase, al comenzar otro se mestre, y descubrí que en el curso de drama, de Esquilo a O’Neill, sólo se había inscrito un alumno. ¿Ve? Era como una hermosa estatua de hielo que se derritiese al sol. Recuerdo que los periódicos morían como enormes mariposas. Nadie deseaba volverlos a ver. Nadie los echó de menos. Y entonces el gobierno, comprendiendo que reducir el tema de las lecturas a labios apasionados y puñetazos en el estómago era muy ventajoso, completó el círculoconsus lanzallamas. Pues bien, Montag, ahí está ese impresor desocupado. Comenzaremos con unos pocos libros, y esperaremos a que la guerra destruya el orden actual y nos dé el impulso que falta. Unas pocas bombas, y las «familias» de todos los muros, como ratones arlequines, ¡callarán para siempre! En el silencio, quizá alguien oiga nuestro murmullo. que, hace medio siglo, imprimió el diario de nuestra Universidad. Fue el año en que, al acudir a la clase, al principio del nuevo semestre, sólo encontré a un estudiante que quisiera seguir el curso dramático, desde Esquilo hasta O’Neil ¿Lo ve? Era como una hermosa estatua de hielo que se derritiera bajo el sol. Recuerdo que los diarios morían como gigantescas mariposas. No interesaban a nadie. Nadie les echaba enfalta. Yel Gobierno, al darse cuenta de lo ventajoso que era que la gente leyese sólo acerca de labios apasionados y de puñetazos en el estómago, redondeó la situación consus devoradores llameantes. De modo, Montag, que hay ese impresor sin trabajo. Podríamos empezar con unos pocos libros, y esperar a que la guerra cambiara las cosas y nos diera el impulso que necesitarnos.Unas cuantas bombas, y en las paredes de todas las casas las «familias» desaparecerán como ratas asustadas. En el silencio, nuestro susurro pudiera ser oído. They bot h s too d loo king at t he bo ok on the t abl e. Los dos hombres se quedaron mirando el libro sobre la mesa. Ambos se quedaron mirando el libro que había en la mesa. “I’ve tr ied to r eme mbe r,” said M o nt a g. “Bu t , h e l l , i t ’s go ne when I tur n m y head. God, how I wan t s o m e t hi ng t o s ay t o t he Captain. H e’s re ad enough so he 35 has all the answers , o r see ms to have. Hi s voi ce is like but ter. I’m af rai d he’ll talk me back the way I was . Onl y a we ek ago, pumpi ng a ker ose ne ho se, I tho ught: Go d, 40 what fun!” —He tratado de recordar —dijo Montag—. Pero, diablos, se me olvida al mover la cabeza, Dios, cómo me hubiese gustado decirle algo al capitán. Ha leído bastante, así que conoce todas las respuestas, o parece [105]conocerlas. Tiene una voz mantecosa. Temo que vuelva a lanzarme otro discurso, recordándome mi vida anterior. Hace sólo una semana, mientras empuñaba una manguera de kerosene, yo pensaba: Dios, ¡qué divertido! —He tratado de recordar —dijo Montag—. Pero ¡diablo!, en cuanto vuelvo la cabeza, lo olvido. ¡Dios! ¡Cuánto deseo tener algo que decir al capitán!Haleído bastante, y se sabe todas las respuestas, o lo parece. Su voz es como almíbar. Temo que me convenza para que vuelva a ser como era antes. Hace sólo una semana, mientras rociaba con petróleo unos libros, pensaba: «¡Caramba, qué divertido!» The o l d m an no dde d. “Tho s e who don’t bui ld must bur n. It ’s as o l d a s h i s t o r y a nd j uve ni l e de li nque nt s. ” El viejo movió afirmativamente lacabeza. —Los que no construyen deben quemar. Es algo tan viejo como la historia y la delincuencia juvenil. El viejo asintió con la cabeza. —Los que no construyen deben destruir. Es algo tan viejo como la Historia y la delincuencia juvenil. 30 45 “So that’s what I am .” “There’s some of it in all of us.” 50 M o nt a g m o ve d t o w ar d s t he fr ont door. “Can you hel p me in any way t o ni ght , wit h t he Fi r e Capt ai n? I ne e d an umbr e ll a t o ke ep off t he rai n. I’m s o damned afr aid I’l l dro wn i f he get s m e agai n. ” —Entonces soy eso. —De modo que eso es lo que yo soy. —Todos lo somos un poco. —En todos nosotros hay algo de ello. Montagse encaminóhacia la puerta de calle. —¿No puede darme un consejo para cuando me encuentre esta noche con el capitán? Necesito un paraguas que me proteja del chaparrón. Tengo tanto miedo que me ahogaré si me habla otra vez. Montag se dirigióhacia la puerta de la calle. —¿Puede ayudar me de al gún m odo para e st a no che, c on m i capitán? Necesito un paraguas que me proteja de 1a lluvia. Estoy tan asustado que me ahogaré si vuelve a meterse conmigo. El viejo no dijo nada, pero volvió a mirar nerviosamente hacia el dormitorio. Montag notó la mirada. —Bien? El viejo no dijo nada, y miró otra vez hacia su dormitorio, muy nervioso. Montag captó la mirada. —¿Bien? Th e o l d m a n t o o k a de e p 65 El viejo respiró profundamente, br eat h, he ld it, and l et it out. He retuvo el aliento, y lo dejó salir. Volt o o k ano t her, e ye s c l o s e d, hi s vió a aspirar, con los ojos cerrados, mo uth t ight, and at l as t e xhale d. la boca apretada, y al fin suspiró: “Mo nt ag… ” —Montag... El viejo inspiró profundamente, retuvo el aliento y, luego, lo exhaló. Repitió la operación, con los ojos cerrados, la boca apretada, y, por último, soltó el aire. —Montag... The o ld man s aid no thi ng, but gl anc ed once mor e ner vousl y, at hi s bedr oom . M ontag caught t he gl anc e. “Well ?” 55 60 70 The o ld man turned at las t and s a i d, “Co m e a l o n g. I wo u l d ac tual ly have le t you walk r ight out o f m y hous e. I am a cowardly ol d f ool .” 75 Y dándo s e vue lt a d i j o : — Ve n g a . N o p u e d o pe rm i t ir que s e m arc he de ese modo. Soy un vi ej o co barde . El viejo acabó por volverse y decir: — Ve n g a . E n r e a l i d a d , m e pr o po ní a de j ar que s e m ar c har a de m i c as a. So y un vi e j o t o nt o y c o bar de . Fa be r o p e ne d t he be dr o o m do or and l ed Montag into a small Abr ió l a pue r t a de l a alc o ba y gui ó a M ont ag hast a un cuar - Faber abrió la puertadel dormitorio e introdujo a Montag en una pequeña 74 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda chamber wher e st ood a table upon whi ch a number of met al to ols lay amo ng a wel te r o f mi cr os co pi c wir e -hair s, ti ny c oi l s, bo bbi ns , and c rys tal s. 5 “W hat ’s this?” asked Mo ntag. t i t o c o n un a m e s a, d o n de s e am ont o naban unas he r ram i e nt as de m e t al , un o s al am br e s m i c r os c ó pi c o s, bobi nas dim i nut as y cr i s t ale s . —¿Qué es esto? —preguntó Montag. “P r o o f o f m y t e r r i b l e c o war di c e . I’ve l i ve d al o ne s o many years, thro wing i mages on wa l l s w i t h m y i m agi na t i o n. Fi ddl ing with e lec tro ni cs, radi otr ans mis sio n, has bee n m y hobby. M y c o wa r di c e i s o f s u c h a pa s s i o n , c o m p l e m e nt i n g t he re vol ut ionary spir it that l ives in it s shadow, I was for ced to desi gn thi s. ” tr. de Alfredo Crespo habitación, donde había una mesa sobre la que se encontraba cierto número de herramientas metálicas, junto con un amasijo de alambres microscópicos, pequeños resortes, bobinas y lentes. —¿Qué es eso?—preguntó Montag—. —La prueba de m i terrible cobardía. He vivido solo tantos años, pro yectando c on m i imaginac ión figuras en las paredes. Los dispositivos electrónicos y los transmisores de radio fueron mi entretenimiento. Mi cobardía es una pasió n tan inte nsa, y com pleme nto [106] del espírit u revoluci onario que vive a su som bra, que tuve que proyectar esto. —U na prueba de mi tre menda cobardía. He vivido solo demasiados año s, arr oj ando c on m i me nt e i máge ne s a las pare de s. La m anipul ac ió n de aparato s electrónicos y radiotransmisores ha sido mi entretenimiento. Mi cobardía es tan apasionada, complementando el espíritu revolucionario que vive a su sombra, que me he visto obligado a diseñar esto. H e pic ke d up a s m al l gr e enme tal obje ct no lar ger t han a 22 bulle t. Faber mostró un pequeño objeto verde, metálico, no mayor que una bala de calibre 22. Faber cogió un pequeño objeto de metal, no mayor que una bala de fusil. “I pai d f o r al l t hi s — ho w? X 25 P l ayi ng t h e s t o c k- m ar ke t , o f c o ur s e , t he l as t r e f ug e i n t he wo r l d f o r t he da ng e r o us intel le ctual out o f a jo b. We ll, I played the m arke t and bui lt al l 30 this and I’ve wait ed. I’ve waite d, t r e m bl i n g, hal f a l i f e t i m e f o r so meo ne to speak t o m e. I dar ed speak to no o ne. That day i n t he park whe n we s at to get her, I knew 35 that som e day yo u m ight dro p by, wi t h f i r e o r f r i e nds hi p, i t was hard to guess . I’ve had t hi s l itt le i t e m r e ady f o r m o n t hs . But I al m o s t l e t yo u g o , I’m t h a t 40 afr ai d!” —_______________________ S ó l o qu e d a e s t e r e f ug i o p ar a l o s pe l i g r o s o s i n t e l e c t u a l e s s i n t r a baj o . Co n s t r uí t o do e s t o , y e s pe r é . Es p e r é , t e m b l a nd o , t o da u na m e di a vi da , a q ue a l g u i e n m e h a bl ar a. N o m e a t r e ví a a h a b l a r c o n n a d i e . Aq u e l l a v e z e n e l p a r q ue , c u an do n o s s e nt am o s e n e l m i s m o ba nc o , s up e qu e us t e d ve n dr í a , c o n l l a ma s o a m i s t ad , e r a d i f í c i l s ab e r l o . Te ng o e s t e a pa r a t i t o p r e pa r a d o de s d e ha c e m e s e s . y c as i l o d e j o i r s i n é l . ¡A t a nt o l l e g a m i m i e do ! —He pagado por esto... ¿Cómo? Jugando a la Bolsa, claro está, el último refugio de l mundo para los intelectuales peligrosos y sin trabajo. Bueno, he jugado a la Bolsa, he construido todo esto y he esperado. He esperado , temblando, la mitad de mi vida, a que alguien me hablara. No me atrevía a hacerlo con nadie. Aquel día, en el parque, cuando nos sentamos juntos, comprendí que alguna vez quizá se prese ntase usted, con fuego o amistad, resultaba dificil adivinarlo. Hace meses que tengo preparado este aparatito. Pero he estado a punto de dejar que se marchara usted, tanto miedo tengo. —Parece una radio—caracol. —Parece una radio auricular. —Y algo más. ¡El aparatito escuch a! Si se lo pone en el o ído, Montag, puedo quedarme en casa có modamente, cal entándo me l os huesos asustados, y escuchar y ana50 lizar el m undo de los bomber os, descubrir sus debilidades, sin peligro. Seré la reina del panal, a salvo en la colmena. Usted sería el zángano, l a ore ja ambul ante. Podría 55 distribuir orejas, si fuese necesario, por toda la ciudad, con varios hombres, y escuchar y saber. Si el zángano muere, yo seguiré vivo en mi casa, cuidando mi te rro r c on un 60 máximo de comodidad y un mínimo de peli gro. ¿Ve qué prude nte soy, qué despreciable? —¡Y algo más! ¡Oye! Si se lo pone en su oreja, Montag, puedo sentarme cómodamente en casa, calentando mis atemorizados huesos, y oír y analizar el mundo de los bomberos, descubrir sus debilidades, sin peligro, Soy la reina abeja, bien segura en la colmena. Usted será el zángano, la oreja viajera. En cas o necesario, podría colocar oídos en todas las partes de la ciudad, con diversos hombres, que escuchen y evalúen. Si los zánganos mueren, yo sigo a salvo en casa, cuidando mi temor con un máximo de comodidad y un mínimo de pel igro . ¿Se da c ue nt a de l o pr ecavido que llego a se r, de lo despreciable que llego a resultar? Montag se coloc ó la bala verde en la oreja. El viejo Faber se metió una bala s imilar en l a suya y movió los labios. Mo ntag s e c olo có el pe que ño o bj et o m et ál ic o e n la o r ej a. El vi ej o inse rt ó ot ro s im il ar e n la suya y m ovi ó los labio s. 10 15 20 “It looks like a Seashell radio.” “A nd s o m e t hi n g m o r e ! It li st ens! If yo u put it in yo ur ear, M o nt ag, I c an s i t c o mf o r t abl y ho m e , w ar m i ng m y f r i ght e ne d bo ne s, and he ar and analyse t he f i r e m e n ’s wo r l d , f i nd i t s we aknes ses , without danger. I’m the Q uee n Bee , s afe in t he hive. Yo u w i l l b e t he dr o ne , t he tr ave lli ng ear. Eve ntuall y, I could put o ut ears int o all parts o f t he ci ty, with vari ous me n, li ste ni ng and e valuating. If the drones di e, I’m st ill saf e at hom e, tending my f r i gh t w i t h a m a xi m um o f c o m f o r t and a m i ni m um o f c hanc e . Se e how safe I pl ay it , ho w c ontem pti ble I am ?” Mo ntag placed the gr een bull et in hi s ear. The ol d m an ins er ted a si mil ar objec t in his o wn ear and mo ved hi s lips. 45 65 “Mo nt ag!” —¡Montag! —¡Montag! 70 Th e vo i c e w as i n M o n t ag ’s head. La voz del viejo resonó en el interior de la cabeza de Montag. “I hea r you!” —¡Lo oigo! La voz s onó e n l a c abeza de Montag. —¡Le oigo! 75 The o ld man l aughe d. “You’re c o m i ng o ve r f i ne , t o o!” Fabe r wh i s p e r e d, but t he vo i c e i n 75 El viejo se rió. [107] —A usted también se le oye muy bien — Faber murmur aba, pero la voz res onaba Faber se echó a reír. —¡Su voz también me llega perfectamente! —Susurró el viejo. Pero B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Mo ntag’s head was cle ar. “Go to the f ir eho use when it ’s tim e. I’ll be wi th yo u. Le t’s li st en to this Captain Beatty toge ther. He co uld be one of us . G od knows. I’ll gi ve yo u t hi ngs to s ay. We ’l l give him a goo d sho w. Do yo u hate m e f or t h i s e l e c t r o n i c c o war di c e o f mi ne? H ere I am se ndi ng yo u o ut into the ni ght , while I stay behi nd t he l ine s wi t h m y dam ne d ear s li ste ning fo r you t o get your he ad chopped off .” 5 10 “We al l do what we do, ” said 15 Mo ntag. He put t he Bi ble i n t he o l d m an ’s han ds . “H e r e . I’ l l c hanc e tur ni ng i n a s ubs t i t ut e . To mo rro w —” tr. de Alfredo Crespo c lar am e nt e e n la cabeza de Montag.— Vaya al cuartel cuando sea la hora. Escucharemos juntos al capitán Beatty. Puede ser uno de nosotros. Sabe Dios. Le diré a usted qué puede decir. Le ofreceremos un hermoso espectáculo. ¿Me odia usted por esta cobardía electrónica? Aquí estoy, enviándole a usted afuera, a la noche, mientras me quedo en la retaguardia, escuchando con mis malditas orejas y esperando a que lo degüellen. la voz sonaba con claridad en la cabeza de Montag—. Cuando sea hora, vaya al cuartel de bomberosYo estaré conusted. Escuchemos los dos a ese capitán Beatty. Pudiera ser uno de los nuestros. ¡Sabe Dios! Le diré lo que debe decir. Representaremos una buena comedia para él. ¿Me odia por esta cobardía electrónica? Aquí estoy, enviándole hacia el peligro, en tanto que yo me quedo en las trincheras, escuchando con mi maldito aparato cómo usted se juega la cabeza. —H are mos lo que hay que hace r—dij o M ont ag. P uso la Bibl ia en mano s del vie jo —. Tom e. Tr ataré de co nse gui r o tro e jem plar. M añana. . . —Todos hacemos lo que debemos hacer —dijo Montag—. Puso la Biblia en manos del viejo—. Tome. Correré el r iesgo de entr egar o tro li bro. Mañana... Veré al impresor que está sin trabajo. Por lo menos haré eso. — Veré al impresor sintrabajo. Sí, eso puedo hacerlo. 20 “I ’l l s e e t he un e m p l o y e d pr int er, yes; tha t m uch I can do .” “G ood ni ght , Pro fes sor.” —Buenas noches, profesor. —Buenas noches, profesor. 25 “No t go o d ni ght . I’ll be wit h yo u t he r e s t o f t h e n i g ht , a vi ne gar gnat t i c kl i ng yo ur e ar wh e n yo u ne e d m e . But go o d ni ght and goo d l uck, anyway.” 30 —No buenas noches. Estaré con usted el resto de la noche. Unmurciélago avinagrado que le harácosquillasenel oído cada vez que me necesite. Pero buenas noches, y buena suerte, de todos modos. _No, buenas noches, no. Estaré con usted el resto de la noche, como un insecto que le hostigará el oído me nec esit e. P ero, de t odos modos, buenas noches y buena suerte. Th e d o o r o pe n e d an d s hu t . M o nt ag was i n t he dark s t r e e t again, loo king at the worl d. La puerta se abrió y se cer ró. Montag estaba otra vez en la calle oscura, mirando el mundo. La puerta se abrió y se cer ró. Montag se encontr ó otra vez en la oscura calle, f rente al mundo. Uno po día s entir, aquel la noche , que la guerra s e pre paraba en el cielo. Las nubes se apartaban y vol vían; un mi llón de est rellas se de sli zaba ent re las nube s, co mo dis cos enemigo s; y parecí a que el cie lo podía caer so bre la ciudad, y que ent onces la c iudad sería un pol vo de tiza, y que la luna se alzar ía en un f uego rojo . __________ ________________ Podía percibirse cómo la guerra se iba gestando aquella noche en el cielo. La manera como las nubes desaparecían y volvían a asomar, y el aspecto de las estrellas, un millón de ellas flotando entre las nubes, como los discos enemigos, y la sensación de que el cielo podía caer sobre la ciudad y convertirla en polvo, mientras la luna estallaba en fuego rojo; ésa era la sensación que producía la noche. M o nt ag wal ke d f r o m t he 50 Montag salió del tren subterráneo s ubway wi t h t h e m o ne y i n hi s con el dinero en el bolsillo (había ido al po cket ( he had vis it ed t he bank banco que permanecía abierto toda la wh i c h was o pe n al l ni g ht a nd noche y todas las noches, atendido por every night wit h r obo t tel ler s in empleados robots), y mientras caminaat tendance ) and as he walked he 55 ba escuchaba la radio—caracol que llewas l i s t e ni ng t o t h e Se as he l l vaba en una oreja... [108] r a di o i n o ne c ar … ? We ha ve —Hemos movilizado un millón de mo bi lized a mil lio n men. Q ui ck hombres. Si se declara la guerra, nuesvi c t o r y i s o u r s i f t h e w ar tra victoria será rápida... com es…” Music flo oded over the 60 Una música ahogó rápidamente la vo ice quic kly and i t was gone. X voz. ________________ Montag salió del «Metro» con el dinero en el bolsillo. Había visitado el Banco que no cerraba en toda la noc he , graci as a su s er vic io de cajer os autom áti co s, y m ie ntr as andaba, e sc uc haba l a radi o auricular que llevaba en una oreja... «Hernos movilizado a un millón de ho m br e s . Co ns e gui r e m o s una rápida victoria si estalla la guerra ... » La música dominó rápidamente la voz y se apagó después. “Ten mi lli on me n m obi li zed,” —Diez millones de hombres moFabe r ’s voi c e whis per e d i n hi s vilizados —murmuró Faber en la otra ot her e ar. “But sa y o ne mil lio n. 65 oreja—. Pero diga un millón, se senIt ’s happi er.” tirá más contento. —Diez millones de hombres movilizados —susurró la voz de Faber en el otro oído de Montag—. Pero dice un millón. Resulta más tranquilizador. 35 You could feel the war getting re ady in t he sky that ni ght. The way t he c louds moved aside and 40 came bac k, and the way t he stars l o o ke d, a m i l l i o n o f t he m swimming between the clouds, like the enemy discs, and t he fee ling that the sky might fall upon the city 45 and turn it to chalk dust , and the moon go up in red fir e; that was X how the night felt. “Fabe r ?” “Ye s ?” 70 “I ’m no t t h i nk i n g. I’m j u s t do ing l ike I’m tol d, li ke always. Yo u s aid get the mo ney and I got i t . I d i dn ’t r e a l l y t hi n k o f i t mysel f. When do I start wo rki ng things out o n m y o wn?” 75 76 —¿Faber? —¿Faber? —¿Sí? —Si. —No estoy pensando. Estoy haciendo lo que me dicen, como siempre. Usted me dijo que consiguiese el dinero y lo conseguí. Yo no pensé en eso. ¿Cuándo empezaré a actuar con independencia? —No estoy pensando. Sólo hago lo que se me dice, como siempre. Usted me ha pedido que tuviera dinero, y ya lo tengo. Ni siquiera me he parado a meditarlo. ¿Cuando empezaré a tener iniciativas propias? B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “Yo u’ve s t ar t e d a l r e a dy, by saying what you just said. Yo u’ll have to take me on faith.” “I to ok the o the rs on faith!” — Ya ha e m pe za do al d e c i r l o que d i j o . Ti e n e que c o nf i ar e n mí. 5 “Ye s , a nd l o o k whe r e we ’r e he ade d. Yo u’l l h ave t o t r ave l bl ind fo r a whil e. Her e’s m y arm to ho ld on to .” “I don’t want to c hange s ides an d j us t b e t o l d w hat t o d o . There ’s no re aso n t o c hange if I do that .” —¡Confiaba en los otros! tr. de Alfredo Crespo —Ha empezado ya, al pronunciar esas palabras. Tendrá que fiarse de mí. —¡Me he estado fiando de los demás! 10 —Sí, y vea a dónde nos ll evaron. Tiene que ac tuar a ciegas, al menos durante un tiempo. Apóyese en mi hombro. —Sí, y fijese adónde hemos ido a parar. Durante algún tiempo, deberá caminar a ciegas. Aquí está mi brazo para guiarle. 15 —No quiero que esto se reduzca a cambiar de acompañante, y que me diganqué hay que hacer. No hay razón para cambios si hago eso. —No quie ro cam biar de bando y que sól o se me di ga lo que debo hac er. En tal c aso, no habría razón par a el cambio. “You’r e wis e alr eady!” —¡Ya ha aprendido mucho! —¡Es usted muy sensato! M o nt ag f e l t hi s f e e t m o vi ng Montag sintió que los pies lo llevahim o n the si de walk t owar d hi s 20 ban por la acera, hacia su casa. ho us e. “Ke ep talki ng.” —Siga hablando. Montagsintió que sus pies le llevaban por la acera hacia su casa. —Siga hablando. “Wo ul d yo u li ke me t o re ad? I’ll read so you can r em ember. I go to bed onl y f ive hour s a night. 25 No thi ng to do . So i f you li ke; I’ll read yo u to sle ep night s. They say yo u r etain kno wl edge e ven when yo u’r e s l e e pi n g, i f s o m e o ne whisper s i t i n your e ar.” 30 —¿Le gustaría que leyese algo? Lo haré para que pueda re cordarlo. Por las noches, sólo duermo cinco horas. No tengo nada que hacer. De modo que, si 1o desea, le leeré durante las noches. Dicen que si alguien te susurra los conocimientos al oído incluso estando dormido, se retienen. “Ye s . ” — ¿ Q ui e r e q ue l e a? Le l e e r é p ar a qu e no s e o l vi d e . Só l o d ue r m o c i nc o h o r a s p o r no c h e . N o t e ng o n ad a q ue ha c e r. Le l e e r é m i e nt r as du e r m e . D i c e n q ue au n e nt o nc e s e s po s i bl e apr e nd e r, s i al gui e n l e ha bl a a un o a l o í d o . —Sí. —Sí. “H ere .” Far away acro ss to wn —Bueno. —Muy lejos, en la noche, in the night, the fai nte st whisper 35 en el otro lado de la ciudad, el débil o f a turned page. “The Bo ok o f susurro de una hoja al volverse.— El Jo b. ” libro de Job. [109] —¡Ahí va! —Muy lejos, en la noche, al otro lado de la ciudad, el levísimo susurro de una página al volverse—. El Libro de Job. The m o on ro se in t he s ky as Mo nt ag walked, his li ps mo vi ng just a tri fl e. La luna se alzó en el cielo mientras Montag caminaba, moviendo apenas los labios. La luna se elevó en el cielo, en tanto que Montag andaba. Sus labios se movían ligerísimamente. Es taba cenando ligerame nte a l as nue ve , c uando la vo z de l a puert a de cal le re sonó en el ve stí bul o. Mil dre d dej ó c orr iendo la sala co mo un nativo que huye se 50 de una erupci ón de l Vesubi o. La se ñor a P hel ps y la se ñor a Bowl es cr uzaron l a puer ta de calle y se de svanec ier on en la bo ca del vo lc án c o n m ar t i ni s e n l a m a no . 55 Mo ntag dej ó de c ome r. Las m uj e r e s par e c í an un m o ns t r uo s o candelero de cr istal , que tintineaba c on mil s oni dos . Montag vio sus sonr isas gatunas r efle jadas en 60 to das las par ede s. Aho ra se gr itaban unas a ot ras po r enc ima del es tré pit o. Mo ntag s e e nc ont ró en la puer ta de la sala, c on la bo ca ll ena. Eran las nueve de l a no che y e s t aba t o m ando un c e na l ige r a c u ando s e o yó e l r ui do de l a puerta de 1a call e y Mil dred sal ió c o r r i e ndo c o m o un nati vo que hu ye r a de una e r upc i ó n d e l Ve s ub i o . M r s . P h e l p s Y M r s . Bo wle s e nt rar on por la puer ta de la call e y se desvane ci ero n e n la boc a del volcán con «mart inis» en s u s m an o s . M o nt ag de j ó de co mer. Eran c omo un mons truo so c a nde l a br o de c r i s t al q ue pr odujes e un m ill ar de so nidos, y Mo nt ag vi o s us so nr isas fel inas atr aves ando las par edes de la c asa y có m o c hi l l aban para hac er s e o ír. M o nt ag s e e nc o nt r ó e n l a puert a del salón, c on bo ca lle na aún de com ida. He was eat ing a li ght supper at ni ne i n t he e ve n i ng wh e n t he fr ont do or cr ie d out i n the hall and M ildre d r an fro m t he parlo ur li ke a nat ive f lee ing an e rupti on o f Ve s u vi us . M r s . P he l ps and M rs . Bo wl es c am e thr o ugh the fr ont do or and vani she d int o t he vo lcano’s mouth wit h m ar tinis in t h e i r ha nds : M o n t ag s t o pp e d e a t i n g. The y we r e l i ke a m o ns t r o us c r ys t a l c han de l i e r ti nkl ing i n a t housand chi mes , he s aw the i r Che shi r e Cat sm i l e s burni ng through the wall s o f t he ho us e , a nd no w t he y we r e scr eami ng at each other above the di n. Montag f ound hims el f at t he parlour do or with his foo d st ill in hi s m out h. 40 45 65 “Do e s n’ t e ve r y o ne l o o k ni c e !” —¿No tenéis todas un magnífico aspecto? “Ni c e. ” — ¡To das t e né i s un aspe ct o estupendo! —Magnífico. —Estupendo. “You loo k f ine, Mil lie !” —¡Tú estás muy bien, Millie! —¡Estás magnífica, Millie! “Fine . ” —Muy bien. —Magnífica. —Todas estáis muy elegantes. —¡Es extraordinario! —Muy elegantes. —¡Extraordinario! 70 “Ever yo ne loo ks swell .” 75 “Swel l !” 77 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo Mo ntag s too d wat chi ng the m. Montag las miraba fijamente. Montag la observó. “P ati ence, ” whi spe red Fabe r. —Paciencia —murmuró Faber. —Paciencia—susurró Faber—. —Yo no tendría que estar aquí — susurró Montag, casi para sí mismo—. Tendría que estar yendo a la casa de usted, con el dinero. —No debe ría de estar aquí — murmuró Montag, c asi para sí mismo—. Tendría que estar en camino para llevarle el dinero. “I s ho u l dn ’t be he r e , ” wh i s p e r e d M o nt a g, al m o s t t o hi mse lf . “I s hould be on m y way back to yo u wit h t he mo ney!” 5 “To m o r r o w’s t i m e e n o ug h. 10 —Hay tiempo hasta mañana. ¡CuiCare ful!” dado! — M aña na ¡Cui dado ! “Is n’t t hi s s ho w wonde rf ul ?” cr ie d M ildre d. —¿Verdad que ese espectáculo es maraviloso? —preguntó Mildred—. —¿No es ésta una función realmente maravillosa? —gritó Mildred. hab r á ti e mp o . 15 “Wo nder ful!” bashing 1. Hitting someone or something hard. 2. Giving someone a going over, beating them up. 3. Criticising or insulting, in a derogatory manner, something which you don’t like. Usually refers to different cultures or countries. —¡Maravillosa! O n one wal l a wo m an s mi le d an d dr a nk o r ang e j ui c e si mul taneo usl y. Ho w does s he do 20 bo t h at o nc e , t ho ught M ont ag, insanel y. In the o the r wall s an Xray o f t he sam e wom an reveal ed t he c o nt rac t i ng j o ur ne y o f t he re fre shing be ve rage o n its way to 25 her del ight ful stom ach! Abruptl y t he r oo m to o k o f f o n a r o cke t fl ight int o t he cl ouds, it pl unged into a l im e-gree n s ea where bl ue f is h at e r ed and ye ll o w f is h. A 30 m i nut e l at e r, Thr e e W hi t e Car toon Clowns cho pped off e ach o t he r ’s l i m bs to t he ac c o m pan i m e nt o f i m m e n s e incom ing t ide s o f laught er. Two 35 m i nut e s m o r e an d t he r o o m whi ppe d o ut o f to wn t o t he je t c ar s wi l dl y c i r c l i ng an a r e na, ba s h i n g a nd bac ki n g u p a nd bashi ng each other again. M ont ag 40 saw a number of bo die s fly in t he ai r. “M ill ie, di d you se e t hat ?” En una pared una mujer sonreía y bebía simultáneamente un oscuro zumo de naranja. Cómo puede hacer las dos cosas al mismo tiempo, pensó Montag, insensatamente. En las otras paredes una radiografía de la misma mujer revelaba la palpitante trayectoria del refresco hacia el deleitado estómago. De pronto , la sala se transformó en un cohete que se elevaba hacia las nubes, y se hundía luego en un mar de barro verde donde unos peces azules devoraban unos peces rojos y amarillos. Un minuto después, tres payasos blancos se arrancaban unos a otros brazos y piernas acompañados por inmensas mareas de risa. Dos minutos más tarde, y la sala abandonaba la ciudad y reflejaba las enloquecidas carreras de unos automóviles movidos por turbinas. Los autos chocaban y retrocedían y volvían a chocar. Montag vio unos cuerpos que saltaban en el aire. —¡Maravilloso! En una de las paredes, una mujer sonreía al mismo tiempo que bebía zumo de naranja. «¿Cómo hará las dos cosas a la vez?», pensó Montag, absurdamente. En las otras paredes, una radiografía de la misma mujer mostraba el recorrido del refrescante brebaje hacia el anhelante estómago. De repente, la habitación despegó de un vuelo raudo hacia las nubes, se l anzó e n pi cado s obre un mar ver do so , do nde pe ce s azul es s e comían otros peces rojos y amarillos. Un minuto más tarde, tres muñecos de dibujos animados se destrozaron mutuam ente l os m ie mbro s co n acompañamiento de grandes oleadas de risa. Dos minutos más tarde, y la sala abandonó la ciudad para ofrecer e l es pe ct ác ul o de uno s auto s a reacción que recorrían velozmente un autódromo golpeándose unos contra otros incesantemente. Montag vio que algunos cuerpos volaban por el aire. —¡Mildred, has visto eso! —¿Has visto eso, Millie? —¡Lo vi, lo vi! —¡Lo he visto, lo he visto! 45 “I s aw it, I saw it !” M o nt a g r e a c he d i ns i de t he parlo ur wall and pulle d the main switc h. The i mages drained away, as i f t he water had be en let o ut fr om a giganti c c ryst al bowl of hyste ric al fis h. M ontag busc ó e n la par ed de l a s ala y apr et ó el i nt e r rupt or. Las i máge ne s se apagaro n, c om o s i le s hubi er an arr oj ado el agua de una gi gant es c a pe ce ra de pe ce s hist ér ico s. Mo nt ag alargó la m ano y di o vuelta al conmutador del salón Las imágenes fueron empequeñeciéndose como si el agua de un gigantesco re ci pie nte de c ri stal, co n pec es histéricos, se escapara. Th e t hr e e wo m e n t u r n e d 55 Las tre s mujere s se vol vier on s l o wl y and l ooked wi t h lentamente. Miraron a Montag con unc once ale d ir ri t at io n and t he n evidente irritación, y casi en seguidi sli ke at Mo ntag. da con desagrado. Las tres mujeres se volvieron con lentitud Y miraron a Montag con no disimulada irritación, que fue convirtiéndose en desagrado. “W hen do you suppo se the war wil l st art?” he said. “I noti ce your husbands ar en’t her e t oni ght ?” —Cuándo creen que estallará la guerra? —dijo Montag—. Veo que sus maridos no han venido esta noche. —¿Cuándo creéis que va a estallar la guerra?—preguntó él—. Veo que vuestros maridos no han venido esta noche. — Oh, vi e ne n y van, vi ene n y van — di j o l a se ño r a P he l ps — . El ej é r c i t o l l am ó aye r a Pe t e . Vo l ve r á l a s e m an a q ue vi e n e . Así dij o e l ej é rc i to . Gue rr a rápida. Só lo cuare nta y o c ho ho r as , di j er o n, y t o do s de vue l ta. Eso dij o e l ej é rc i to . Gue rr a rápida. Aye r ll amar on a P et e , y di j e ro n que l a se m ana que vie ne e st ará de vue l ta. G ue rr a.. . — Oh, vie nen y van, vi e ne n y van – dij o M rs. Phe 1ps —. Una y otra vez. El Ejér cito llamó ayer a Pete. Estará de r egreso la semana próxima. Eso ha dicho el Ejército. Una guerra rápida. Cuarenta y ocho horas, y todos a casa. Eso es lo que ha dicho el Ejercit o. Una gue rra rápi da. Pe te f ue ll am ado ayer y dijero n que estar ía de regr eso la semana próxima. Una guerra... Las tres mujeres se movieron, inquietas, y miraron nerviosamente las paredes vacías de color de barro. La s tre s m uj e r e s se agi t ar o n y m i r a r o n, ne r vi o s as , l a s vac í as p ar e de s . “O h, the y c ome and go, co me and go , ” s ai d M r s . P he l ps . “In aga i n o ut agai n Fi nn e gan, t he Arm y call ed Pe te ye sterday. He ’ll be b ac k ne xt we e k . The Ar m y s ai d so . Q ui ck war. For t y- ei ght ho ur s t he y s ai d, and e ve r yo ne ho me. That ’s what t he Ar my sai d. Q u i c k w ar. P e t e was c al l e d ye ste rday and they sai d he’d be, back ne xt wee k. Quick…” 50 60 65 70 75 The t hr ee wom en fi dge te d and l o oke d ner vo usl y at t he e mpt y mud-c olo ure d wall s. 78 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “I ’ m n o t w o r r i e d , ” s a i d M r s . P he l ps . “I’l l l e t P e t e do al l t he wo r r y i n g . ” She gi g gl e d . “I ’l l l e t o l d P e t e do al l t he wo r r yi ng. N o t m e . I’m no t wo r r i e d . ” tr. de Alfredo Crespo —No esto y muy preo cupada — dij o la señor a Phel ps—. Dejo las pr eo cupaci ones a P et e. — So lt ó una breve ris ita.— Dejo que P ete se preocupe. Yo no. Yo no me preocupo. —No estoy preocupada —dijo Mrs. Phe1ps—. Dejo que sea Pete quien se preocupe. —Rió estridentemente—. Que sea el viejo Pete quien cargue con las preocupaciones. No yo. Yo no estoy preocupada. “Ye s , ” s ai d M il l i e . “Le t o l d —Sí —dijo Millie—. Dejemos las Pe te do the wor ryi ng.” 10 preocupaciones al viejo Pete. —Sí —dijo Millie—. Que el viejo Pete cargue conlas preocupaciones. “It ’s al ways s o m e o ne e l s e ’s husband die s, they say.” —Dicen que es siempre el marido de otra el que muere. —Dicen que siempre muere el marido de otra. 20 —Yo también lo he oído. Nunca conocí a ningún hombre que muriese en la guerra. Que se hubiera tirado desde el techo de algún edificio, sí, como el marido de Gloria la semana pasada. ¿Pero muerto en la guerra? Ninguno. —También lo he oído decir. Nunca he conocido ningún hombre que muriese enunaguerra. Que se mataraarrojándose desde unedificio, sí, como lo hizo marido de Gloria, la semanapasada. Pero a causa las guerras, no. “N o t f r o m war s , ” s a i d M r s . P h e l p s . “An ywa y, P e t e and I al ways s ai d, no t e ar s , no t hi ng li ke that. It ’s our t hir d m ar riage 25 each and we ’r e inde pende nt . Be independent, we al ways s ai d. He said, if I ge t kill ed off , you just go ri ght ahead and do n’t c ry, but ge t m arri ed again, and do n’t thi nk 30 of me .” —No, no en la guerra —dijo la s eño ra Phe lps —. De cualquie r modo, Pete y yo siempre decimos: nada de lágrimas, nada de esas cosas. Es para los dos el tercer matrimo nio , y som os indepe ndie nte s. Se amos indepe ndie nte s, s iempre decimos. Si me matan, me dice Pete, sigue adelante y no llores. Cásate otra vez, y no pienses en mí. —No a causa de las guerras —dijo Mrs. Phelps— De todos modos, Pete y yo siempre hemos dicho que nada de lágrimas ni algo por el estilo. Es el tercer matrimonio de cada uno de nosotros, y somos independientes. Seamos independientes , deci mos siempre. Él me dijo: «Si me liquidan, tú sigue adelante y no llores. Cásate otra vez y no pienses en mí.» “That r e m i nds m e , ” s a i d Mi ldr ed. “Did yo u s ee that Clara D ove f i ve - mi nut e ro m anc e l as t 35 ni ght in your wall? We ll , i t was al l about t his woman who —” — E s o m e r e c ue r da al go — dij o M i l dr e d— . Vi er o n l a no ve l a de c i nc o m inut o s c o n Clar a D ove l a ot r a noc he? Bue no, er a de una m uj e r que .. . —Aho ra que recue rdo —dijo Mildred—. ¿visteis. anoche, en la televisión la aventura amorosa de cinco minutos de Clara Dove? Bueno, pues se refería a esa mujer que... Mo ntag s ai d nothing but sto od Montag no decí a nada. Mir aba lo oki ng at the wom en’s f ac es as 40 fi jame nte los rost ros de l as dos he had onc e l ooked at the fac es mujeres, así como había mirado en of saint s in a s trange c hur ch he su infancia las caras de los santos had e nte re d when he was a c hil d. en una iglesia. Las caras de aqueThe f ac e s o f t hos e e name l l e d llas criaturas es maltadas nada hacr eat ur es meant no thi ng to hi m, 45 bían significado para él, aunque les t ho ugh he t al k e d t o t he m and había hablado y se había quedado s to od i n t hat churc h fo r a l ong en la iglesia mucho tiempo, tratantim e, tr ying to be of t hat r eligi on, do de sentir aquel la religión, tratr ying to kno w what t hat r eli gi on t ando de aver iguar qué r el igió n was, trying t o get eno ugh o f t he 50 era, tratando de meterse en los pulraw incense and spec ial dus t of mones bastante incienso húmedo y the place int o his lungs and thus aquel polvo especial del lugar, para int o hi s bl ood to f eel touc hed and incorporarlo así a su cuerpo, y senco nce rned by the m eaning o f t he tirse tocado por aquellos hombres c ol o ur f ul me n and wom e n wit h 55 y mujeres de colores y ojos de porthe porc elain eye s and the bloo d- celana y labios r ojos como el rubí ruby li ps. But the re was nothing, o la s angre . Per o no pasó nada, not hi ng; it was a s tr ol l thro ugh nada; fue co mo habe r entrado en ano ther s to re , and his c ur re nc y una ti enda donde no admit ían su s tr ange and unus able t he re , and 60 extr año di nero, y aunque toc ó la his pass io n c ol d, even when he madera, y el yeso, y la arcilla, nada to uched the wood and plaste r and animó su pasión. Así era ahora, en cl ay. So i t was no w, i n hi s own su propia sala, con es as muj eres pa r l o ur , w i t h t he s e w o m e n que se re torcían en sus asientos, twist ing i n t hei r chairs unde r his 65 bajo su mi rada f ija, e ncendi endo gaze, lighti ng cigaret tes , bl owi ng cigarrillos, echando humo, tocánsm oke, to uc hi ng thei r sun-f ir ed dose el pelo del color de l sol, y hair and e xam ini ng the ir bl azi ng examinándose las uñas brillantes, fi nge rnail s as if the y had caught como si éstas estuviesen ardiendo f ir e fr o m hi s lo o k. The i r face s 70 a causa de la mirada de Montag. Los gr ew haunt ed wit h sil enc e. They rostros de las mujeres parecían fasl eaned fo r war d at the s o und o f cinados por el silencio. Al oír el ruiM o nt ag’s s wal lo wi ng hi s f i nal do que hacía Montag al tragar el úlbi te of fo od. They li ste ned t o his timo trozo de comida, se inclinaron f e ve r i s h br e at h i ng. The t hr e e 75 hacia adelante. Escucharon atentaempty walls o f the ro om were like mente su respiración febril. Las tres the pal e brows of sle eping gi ants paredes vacías eran ahora como los now, em pty of dre ams . M o ntag párpados pálidos de gigantes dor- Montag no habló, y contempló los rostros de las mujeres, del mismo modo que, en una ocasi ón, había observado los rostros de los santos en una extraña iglesia en que entró siendo niño. Los rostros de aquellos muñecos esmaltados no significaban nada para él, pese a que les hablaba y pasaba muchos ratos en aquella iglesia, tratando de identificarse con la religión, de averiguar qué era la re li gi ón, i nte nt ando absor be r el suficiente incienso y polvillo del lugar para que su sangre se sintiera afe ct ada po r el s igni fi cado de aquel lo s ho mbre s y muje re s de sc ol or idos , co n lo s oj os de porcelana y los labios rojos como rubíes. Pero no había nada, nada; era como un paseo por otra tienda, y su mo ne da e ra e xt raña y no po dí a utilizarse allí, y no sentía ninguna emoción, ni siquiera cuando tocaba la madera, el yeso y la arcilla. Lo mismo le ocurría entonces, en su propio salón, con aquellas mujeres rebullendo en sus butacas bajo la mirada de él, encendiendo cigarrillos, exhalando nubes de humo, tocando sus cabe ll er as des co lo ri das y examinando sus enrojecidas uñas, que parecían arder bajo la mirada de él. Los rostros de las mujeres fueron poniéndose tensos, en el silencio. Se adelantaron en sus asientos al oír el sonido que produjo Montag cuando tragó el último bocado de comida. Escucharon la respiración febril de él, Las tres vacías paredes del salón eran como pálidos párpados de gigantes “I ’ve he ar d t h at , t o o . I’ ve ne ver known any de ad man kill ed i n a wa r. K i l l e d j um p i n g o f f bu i l d i ng s , ye s , l i k e G l o r i a ’s hu s ba nd l as t w e e k, but f r o m wars ? No .” 5 15 79 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda f e l t t hat i f yo u t o uc he d t he s e t hre e s t ar i ng br o ws yo u woul d f e e l a fi ne s al t s we at o n yo ur f i nge r - t i p s . The pe r s p i r at i o n gathe re d with t he sil ence and t he sub-audi ble tr embl ing ar ound and about and in the wome n who we re bu r ni ng wi t h t e ns i o n. A ny m om ent t he y m ight his s a l ong sputt er ing hi ss and e xplode. 5 10 Mo nt ag moved hi s l ips. midos, sin sueños. Montag sintió que si tocaba aquellos párpados, un fino sudor salado le humedecería las puntas de los dedos. La transpiración aumentaba con el silencio y el inaudible temblor que crecía cerca y dentro de las tensas mujeres. En cualquier momento exhalarían un largo y chisporroteante siseo, estallando en pedazos. Montag abrió la boca. “Let ’s talk.” tr. de Alfredo Crespo dormidos, vacíos de sueños. Montag tuvo la impresión de que si tocaba aquellos tres párpados sentiría un ligero sudor salobre en la punta de lo s de do s. La tr anspir ac ió n fue aumentando con el silencio, así como el temblor no audible que rodeaba a las tres mujeres, llenas de tensión. En cualquier momento, Podían lanzar un largo siseo y estallar. Montag movió los labios. —Charlemos. 15 Th e wo m e n j e r k e d a n d star ed. Las mujeres se sobresaltaron y se quedaron mirándolo, fijamente. Las m uj e r e s s e l e que da r o n m i r and o . “Ho w’re your c hi ldr e n, M rs . —¿Cómo están sus chicos, señora Phelps?” he aske d. 20 Phelps? —preguntó Montag. ¿Cómo están sus hijos, Mrs. Phelps? –préguntó el. “Yo u know I haven’t any! N o one i n his ri ght m ind, t he Go od Lo r d kn o ws , wo u l d ha ve children!” said Mrs . P he lps , not qui t e s ur e why s h e was a ngr y wi th this man. —¡Sabe m uy bie n que no te ngo ni nguno ! ¡Só lo a un loc o s e le podrí a o curr i r te ner c hi c os ! — dij o la se ño ra P hel ps s i n sabe r muy bie n por qué s e s ent ía enojada con es te ho mbr e. —¡Sabe que no tengo ninguno! ¡Nadie en su juicio los tendría, bien l o sabe D io s ! — e xc l am ó M r s . Phelps, no muy segura de por qué e s t aba f uri o s a c ont r a aque l hombre—. — Yo no di r í a e s o — d i j o l a s e ño r a Bo wl e s — . Yo t uve do s hij os co n o pe rac ió n c es ár e a. N o val e l a pe na pas ar po r t o da e s a agoní a. El m undo debe re pr oduc ir s e, ya s e s abe , debe s e gui r s u c ur so . Ade más , l o s c hi c o s s o n a vec e s i gual e s a uno , y e so e s l i ndo . D o s c e s ár e as s o l uc io nar o n e l as unto , sí s e ño r. Oh, di j o m i mé di c o , l as c e s ár e as no s o n i ndis pe ns able s ; us te d t i e ne una bue na pe l vi s , t o do e s no r m al , pe r o yo i ns is t í . —Yo no af irm arí a t al c osa — dijo Mrs. Bowles—. He tenido dos hij os m ediant e una ce sáre a. N o obj eto pasar t antas moles tias por un be bé . El m u ndo ha de reproduci rse, la raza ha de seguir ade l ant e . Ade más hay ve c e s e n que s al e n i gual i t o s a t i , y e s o r e s ul t a agr ad abl e . Co n do s ce sáre as, est uve list a. Sí, seño r. ¡O h ! El do c t o r di j o que l as ces áreas no s on impresci ndibl es, tenía bue nas caderas, que todo iría nor malmente, yo insis tí. “Cae s ar i ans o r no t , c hi l dr e n —Cesáreas o no, los chicos son ar e ruinous; you’r e out of your 45 una ruina. Tienes poca cabe za — mi nd, ” s aid M rs. Phelps. dijo la señora Phelps. —Con cesárea o sin ella, los niños resultan ruinosos. Estás completamente loca —dijo Mrs. Phelps. “I pl unk t he chi ldren in s cho ol ni ne days out of te n. I put up wi th them whe n t hey c ome ho me thr ee 50 days a month; it ’s no t bad at al l. Yo u heave them int o t he ‘par lour ’ an d t ur n t he s w i t c h. It ’s l i ke washi ng cl othes ; s tuf f laundr y in and s lam t he l id.” M r s. Bowle s 55 t i t t e re d. “They’d j us t as s o o n ki ck as ki ss me . Thank God, I c an ki ck back!” — N u e ve d í a s de c a da d i e z l o s c hi c o s e s t án e n e l c o l e g i o . Vi e n e n a c a s a t r e s ve c e s a l m e s ; n o e s t á m a l . Lo s m e t e s e n l a s a l a y a pr i e t a s u n b o t ó n . E s c o m o l a va r r o p a ; m e t e s l a s pr endas de nt ro y c ierras la tapa. — La s e ño r a B o w l e s r i ó un rato entre dientes.— Tan pronto me besan como me patean. ¡Por suerte yo también sé patear! —Tengo a los niños en la escuela nueve días de cada diez. Me entiendo con ellos cuando vienen a cada tres días al mes. No es completamente insoportable. Los pongo en el «salón» y conecto el televisor. Es como lavar ropa; meto la colada en la máquina y cierro la tapadera. —Mrs. Bowles r i ó entredientes—.Soncapacesdebesarme comodepegarmeunapatada.¡GraciasaDios, yo tambiénsé pegarlas! Th e wo m e n s h o we d t he i r to ngues , laughing. Las mujeres se rieron mostrando la lengua. Las mu j e r e s s o no r am e nt e . 25 “I wo ul d n’t s a y t ha t , ” s a i d M r s . Bo wl e s . “I’ ve ha d t wo 30 chi ldren by Caesari an sec tion. No us e going thr ough all that ago ny f o r a b aby. The wo r l d m u s t r e pro duc e , yo u know, t he r ac e m u s t go o n . B e s i de s , t h e y 35 som etim es lo ok just l ike you, and t h at ’s n i c e . Two Ca e s a r i a ns tamed t he tri ck, yes, s ir. Oh, my do c t o r s ai d, Cae s ar i ans ar e n’t nec es s ar y; yo u’ve go t t he , hips 40 fo r i t, everythi ng’s nor mal , but I insis te d .” titt e r laughing in a furtive or restrained way; giggling re írse nerv iosam ente, con disimulo; soltar una risita ah ogada, en tre dien tes titte r : to laugh in a nervous, affected, or partly suppressed manner : GIGGLE, SNICKER 60 ri e r o n M i l dr e d s at a m o m e n t a nd Mildred calló un momento, y luego, then, seei ng that Montag was sti ll dándose cuenta de que Montag estaba i n t h e d o o r way, c l a ppe d h e r 65 todavía en el umbral, golpeó las manos. hands . “Le t ’s t al k po l i t i c s , t o —¡Habl em os de pol ít ic a para pl eas e Guy!” complacer a Cuy! Mildred permaneció silenciosa un momento Y, luego, al ver que Montag seguía junto a la puerta, dio una palmada. —íHablemos de política, así Guy estará contento! “S o un ds f i n e , ” s ai d M r s . Bowl e s. “I vo te d l as t e l ec t i on, 70 same as everyone , and I lai d it on t he li ne fo r P re s ide nt No bl e . I t h i nk he ’s o n e o f t h e n i c e s t l o o king m e n who e ve r be c am e pr es ide nt .” 75 — M u y bi e n — d i j o l a s e ño r a B o wl e s — . E n l a ú l t i m a e l e c ci ó n vo t é , c o m o t o do s, po r e l p r e s i de nt e N o b l e . U n o de l o s ho m br e s m ás bue no s m o zo s qu e hayan l l e gado a l a pr e s i d e nc i a. —Me par ece estupendo —dijo Mrs. Bowles— Voté en las últimas elecciones, como todo el mundo, y lo hice por el presidente Noble. Creo que es uno de 1o s ho mbr es m ás at ract ivos que han l le gado a l a presidencia. “O h, bu t t he m a n t he y r an agai nst him !” —¡Oh, pero quién se pres entó contra él! —Pero, ¿qué me decís del hombre que presentaron frente a él? 80 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “H e w as n ’t m u c h, wa s h e ? Ki nd of sm all and hom ely and he didn’t shave to o cl os e or c om b hi s hai r very well .” tr. de Alfredo Crespo —No valía mucho , ¿eh? Bastante bajito y con e se aspecto doméstico, y además no sabía afeitarse ni peinarse. — N o er a gr an c o s a, ¿ver dad? P eque ñaj o y tí m i do . N o iba muy bi e n af e i t ado y apenas s i sabí a pe i nar s e . — ¿Có m o l a o pos i c ió n s o s tuvo a e s e ho m br e ? U n ho m br e baj i to c om o é s e no pue de r i val izar c o n un hom bre al t o . Ade m ás t a r t am u de ab a . La m a yo r par t e de l t i e mpo yo no o í a l o que de cí a. ¡Y cuando o ía algo , no e nte ndía! — ¿Q ué i de a t uvi e r o n l o s «Outs» pa r a pre sent arlo ? No es pos ible conte nder con un hom bre t an baj it o c o nt r a o t ro tan al to . Además, tar tam udeaba. La mit ad de l t i e m p o no e nt e n dí l o que de cí a. Y no po dí a e nt ende r l as pal abras que o ía. — G o r do t am bi én, y no lo di s i m ul ab a c o n l a r o pa . N o e s r aro que t o do e l paí s vot as e po r N o ble . H as ta l o s no m br e s ayudaban. Co m pare n Wi ns t on N o bl e c o n H ube r t H o ag d ur an t e die z s e gundos y ya pue de n i maginar e l r e s ul t ado . —Tam bién e staba gordo y no intentaba disimularlo con su modo de vestir. No es extraño que la masa votara por Winst on Noble. Incluso los hom bres ayudaro n. Com parad a Winston Noble c on Hubber Hoag durante diez segundos, y ya casi pueden adivinarse los resultados. “D am n i t !” c r i e d M o nt a g. 25 — ¡M al di t a sea! — gr i t ó “W hat do you kno w about Ho ag Montag—. ¡Qué saben us tedes de and Noble ?” Hoag y Noble! —¡Maldita sea! —gritó Montag— . ¿Qué saben ustedes de Hoag y de Noble? “W hy, the y we re ri ght i n that —Bueno, estaban ahí en las pareparlo ur wall, not six m ont hs ago. 30 des de la sala no hace más de seis meOne was al ways picking his nos e; ses. Uno de ellos no paraba de tocarse it dr ove m e wild.” la nariz. Yo no podía aguantarlo. —¡Caramba! No hace ni seis meses estuvieronen esa mismísimapared. Uno de ellos se rascaba incesantemente la nariz. Me ponía muy nerviosa. “Well , M r. Mo ntag,” said Mr s. —Pues bien, señor Montag —dijo la Phelps, “do you want us to vo te 35 señora Phelps—, ¿quería usted que vofo r a man l ike t hat ?” tásemos a un hombre como ése? — Bue no, M r. M ont ag — dij o M r s. P he lps — , ¿Q ue r í a que votásemos por un hombre así? Mi ldr ed be ame d. “Yo u j us t r un Mildred sonrió, resplandeciente. away f r o m t he do o r, G uy, and —Sal de la puer ta, G uy, y no do n’t m ake us ne rvous .” 40 nos pongas ne rvios as. Mildred mostró una radiante sonrisa. —Será mejor que te apartes de la puerta, Guy, y no nos pongas nerviosas. But M ontag was gone and back in a m om ent wit h a boo k in his hand. P e r o M o nt ag s e m ar c h ó y r egre só al inst ante c on un li br o en l a mano . “W hat po ss ess ed the ‘O ut s’ to r u n h i m ? Yo u j us t d o n ’t go r unni ng a li t t le s hor t man li ke that against a t al l man. Bes ides — he m umble d. Half t he ti me I co uldn’t hear a wo rd he said. And the words I d i d he ar I d i dn ’t unde rs tand!” 5 10 15 “Fat , t o o , and di dn’t dr e s s t o h i d e i t . N o wo n d e r t h e l a n d s l i d e wa s f o r Wi n s t o n N o b l e . E ve n t h e i r n a m e s he l pe d. C o m p ar e Wi ns t o n N o bl e t o H ube r t H o ag f o r t e n s e c o nd s a n d y o u c an al m o s t f i gur e t he r e s ul t s . ” 20 P e r o Mo nt ag de s a par e c i ó y v o l vi ó e n s e g u i d a c o n u n l i b r o e n l a man o . 45 “G uy!” —¡Guy! “D amn i t all, damn it al l, damn i t!” —íGuy! —¡Maldita sea, y maldita sea, y maldita sea! —¡Maldito sea todo, maldito sea todo, maldito sea! — Lo que ti e ne ahí , ¿no e s un l ibr o ? Cre í a que hoy s e i ns t r uí a a l a ge nt e c o n pe l í c ul as. — La s eño r a P he l ps par pade ó .— Est á l e ye ndo ac er c a de la t eo r í a de l os bo m be r os ? —¿Qué tie nes ahí? ¿No es un li bro ? Cre ía que , ahor a, to da la enseñanza especial se hacía mediante pe líc ulas— — Mrs . P hel ps parpadeó—. ¿Está estudiando la teoría de los bomberos? 50 “W hat’ve you go t ther e; i sn’t t hat a bo o k? I t ho ught t hat al l s pe ci al tr aining t he s e days was do ne by f i l m . ” M r s . P he l ps bl i nk e d. “Yo u r e adi ng up o n fi rem an the ory?” “The o r y, he ll , ” s ai d M o ntag. “It’s poet ry.” “M ontag. ” A whis pe r. 55 —Teor ía, dem oni os Montag—. Esto es poesía. 60 Un murmullo. —Montag. —di jo “ L e a ve me alone! “ —¡Déjeme tranquilo! M o n t ag f e l t hi m s e l f t ur n i n g Montag sintió como si estuviese gii n a g r e a t c i r c l i n g r o ar a n d 65 rando en untorbellino de rugidos yzumbuzz an d hum. bidos. “M ont ag, hold o n, don’t …” —Montag, conserve la serenidad, no... “D id you hea r t he m, di d yo u hear these mons ters tal king abo ut mo nst ers ? O h G od, t he way they jabber about pe ople and the ir o wn childre n and the ms elves and t he wa y t he y t al k a bo u t t he i r hus bands and the way the y t al k about war, dam mit , I st and he re and I can’t beli eve it !” 70 75 81 — ¿ N o l as ha o í d o ? ¿ N o ha oí do a e sto s mo ns tr uos que habl an de m o ns t r uo s ? O h, D i o s , có mo dis par ataban hablando de la ge nte y de sus hij os y de sí mi sm as , y de c óm o hablan co n sus maridos y de c óm o habl an de la guer ra. M al dit a se a, aquí es taba yo , y no podí a c re erl o. —¡Al diablo la teoría! —dijo Montag—. Esto es poesía. —Montag. Un susurro. —¡Dejadme tranquilo! Mo ntag s e dio cuent a de que describió un gran círculo, mientras gritaba y gesticulaba. —Montag, deténte, no... — ¿Las has o í do , has o í do a e so s mo ns tr uo s de m o nst r uos ? ¡ Oh , D i o s ! ¡ D e q u é m o d o c har l an s o br e la gent e y s obr e s us pr o pio s hi jo s y s obr e e l las m is mas y tambié n r es pe ct o a sus e s p o s o s , y s o b r e l a g ue r r a , m aldi t as s e an!, y aquí e s t án, y no pue do c r ee r lo . B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “I di d n’t s ay a s i ngl e wo r d ab o ut a ny wa r, I’l l have y o u know, ” s aid M rs, Phelps. tr. de Alfredo Crespo —No dije una sola palabra de ninguna guerra. Lo sabe usted muy bien — dijo la señora Phelps. —He de participarle que no he dicho ni una sola palabra acerca de ninguna guerra –replicó Mrs. Phe1ps—. —En cuanto a la poesía, la odio — concluyó la señora Bowles. —Encuanto a lapoesía, la detesto — dijo Mrs. Bowles—. 5 “As f or po etr y, I hate i t,” said Mr s. Bo wle s. “H ave you eve r read any?” —¿Escuchó alguna vez poesía? —¿Ha leído alguna? 10 “M o nt ag , ” Fab e r ’s vo i c e sc raped away at hi m. “You’ll ruin everything. Shut up, you f ool !” Al l t hre e wom en wer e o n the ir feet. 15 “Si t down!” They sat. 20 “I’m go i ng hom e , ” quave r e d Mr s. Bo wle s. —M ontag. — La vo z de Faber insis tí a, air adame nte .Lo arruinará to do. ¡Cál les e, loc o! —Montag. —La vozde Faber resonó en su interior—. Lo hundirá todo. ¡Cállese, no sea estúpido! Las tres mujeres se habían puesto de pie. Las tres mujeres se habían puesto en pie. —¡Siéntense! —¡Siéntense! Las mujeres se sentaron. Se sentaron. —Yo me voy a casa —gorgoteó la señora Bowles. —Me marcho a casa —tartamudeó Mrs. Bowles—. “M ont ag, M o ntag, ple as e , i n 25 —Montag, Montag, por favor, en the name o f G od, what ar e you up nombre de Dios, ¿qué pretende? — to ?” ple ade d Fabe r. rogó Faber. —Montag, Montag, por favor, en nombre de Dios, ¿qué se propone usted? — suplicó Faber—. “Why don’t you just read us one of tho se poems fr om your litt le book,” Mrs. Phelps nodded. “I think that’d he very interesting.” —Pues bien, ¿por qué no nos lee algún poema de su librito? La señora Phelps hizo un signo afirmativo. —Sería interesante. —¿Por qué no nos lee usted uno de esos poemas de su librito? — propuso Mrs. Phe1ps—. Creo que sería muy interesante. “That ’s no t r ight, ” wail ed Mr s. —Eso no está bien —gimió la señoBo wle s. “We can’t do t hat !” 35 ra Bowles—. ¡No podemos hacer eso! —¡Eso no está bien! —gimió Mrs. Bowles—. No podemos hacerlo. “Well , l oo k at M r. Montag, he wants to , I know he do es . And if we li st en nic e, Mr. M ont ag wi ll be happy and t he n m aybe we c an go o n and do so m e thi ng e l se . ” She glanc ed ner vously at the lo ng em pti nes s of the walls e ncl osi ng them . —Bueno, mire al señor Montag, des ea lee rnos algo. Y si escuc hamos bi en, el seño r Montag s e quedará c ont ento , y qui zá ento nc es podamos hacer o tra co sa. La señora Phelps mir ó nerviosam ente el inmenso vací o de las pare des. —Bueno, mira a Mr. Montag, él lo desea, se nota. Y si escuchamos at entame nt e, M r. M ontag es tará contento y, luego, quizá podamos dedicarnos a otra cosa. La m uj e r m ir ó , ner vi o s a, e l extenso vacío de las paredes que les rodeaban. —Montag, si sigue con eso, me retiro, me voy. —El escarabajo mordía el oído de Montag.— ¡Para qué sirve eso, qué quiere probar! —Montag, si sigue con esto cortaré la comunicación, cerraré todo contacto — susurró el auricular en suoído—. ¿De qué sirve esto, qué desea demostrar? — As ust ar l as co m o t o dos l o s di abl o s , es o quie r o , ¡dar l e s una l ec c i ón! —¡Pe garles un sust o treme ndo, s ó l o e s o ! ÍD a r l e s un b ue n escarm iento! M il dr e d l oo ke d at t he em pt y 55 Mildred miró el aire vacío. ai r. “No w G uy, j ust who ar e you —Pero, Guy, ¿con quién estás hatalki ng to ?” blando? Mildred miró a su alrededor. —O ye , G uy, ¿con quié n e st ás hablando? A s i l ve r ne e dl e pi e r c e d hi s b r ai n. “Montag, liste n, only one way out, play it as a joke, cover up, pre tend yo u ar e n’t m ad at al l . The n — wal k to your wall-inciner ator, and thro w the book i n!” 65 U n a agu j a de pl at a l e t r a s pa s ó e l c e r e b r o a M o n t a g. —Montag, escuche. Sólo hay un modo de salir de esto. Diga que es un juego, finja, pretenda que no está enojado. Luego... diríjase al incinerador, ¡y deshágase del libro! U na a gu j a d e p l a t a t a l a dr ó e l c e r e b r o de M o n t ag . —Montag, escuche, sólo hay una escapatoria, diga que se trata de una broma, disimule, finjano estar enfadado. Luego, diríjase al incinerador de pared y eche el libro dentro. Mildre d had alre ady antici pated t h i s i n a q u a v e r y vo i c e . “L adi e s , o n c e a ye a r, e ve r y f ir e man’s al l owed to br i ng one 70 bo ok hom e, fr om the ol d days, to show hi s f am ily how si lly it all was , ho w ne r vo us t hat s o r t o f t hi ng c an m ake yo u, how c razy. Guy’s s urpris e tonight is to re ad 75 yo u o ne s am pl e t o s ho w h o w mi xed-up t hings wer e, so no ne of us wi ll e ve r have to bot he r our Mildred ya había anticipado todo esto con una voz chillona: —Señor as , una vez al año to do bom be ro pue de l le var a su c as a un li br o, de lo s vi ej os t ie mpos , par a m o s t r ar a l a f a m i l i a qué t o nt e r í a e r an lo s l i br o s , có m o puede n at acar l e a uno lo s ne r vio s. G uy l es r es e rvaba es ta s or pre sa para que ve an qué c onfus i ó n ha bí a e n t o n c e s . D e e s e m odo nues tr as c abec it as podrán M il dr e d an t ic ip ó e st o c o n v o z t e m b l o r o s a. —Amigas, una vez al año, cada bombero está autorizado para llevarse a casa un libro de los viejos tiempos, a fin de demostrar a su familia cuán absurdo era todo, cuán nervioso puede poner a uno esas cosas, cuán demente. La sorpresa que Guy nos reserva para esta noche es leeros una muestra que revela lo embrolladas que están las cosas. Así pues, ninguna de nosotras 30 40 45 “M ont ag, go t hro ugh wi th this and I’ll cut off , I’l l le ave .” The be etl e jabbe d his ear. “W hat go od is this , what ’l l you pr ove ?” 50 “Scar e hel l o ut of them, t hat ’s what, s care the li vi ng dayl ight s out!” 60 82 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda l it tl e o ld he ads abo ut t hat j unk again, i sn’t t hat ri ght, darli ng?” H e c r us he d t he bo o k i n hi s fi sts . “Say ‘yes. ’” Hi s m outh Fa be r ’s . mo ve d o lvidar par a si e mpre e sas co sas i núti le s. ¿No e s a sí , que ri do ? 5 l i ke “Ye s . ” La bo ca de Mo nt ag s e mo vi ó como la de Faber. 10 Mi ldre d snatched t he bo ok with a laug h. “H ere ! Read t his one. No , I take it back. Here ’s that r eal f unny one yo u r ead o ut loud t oday. Ladie s, yo u won’t unde rst and a word. It go e s um p t y- t um pt y- u m p. G o ahead, G uy, t hat page, dear.” —Diga «sí». Montagapretó el libro entre las manos. 15 —Sí. Mildred arrancó el libro de las manos de Montag, con una carcajada. —¡Aquí está! Lee. No te preocupes, voy a devolvértelo. Éste es aquel tan gracioso que leíste en voz alta el otro día. Señoras, no entenderéis una palabra. Repeticiones, ñoñerías. Adelante, Guy. Esta página, querido. tr. de Alfredo Crespo tendrá que preocuparse nunca más acerca de esa basura, ¿no es verdad? __________________________ —Diga «sí». S u b o c a s e m o vi ó c o m o l a d e F a be r : —Sí. Mildred se apoderó del libro, al tiempo que lanzaba una carcajada. —¡Dame! Lee éste. No, ya lo cojo yo. Aquí está ese verdaderamente divertido que has leído en voz alta hace un rato. Amigas, no entenderéis ni una palabra.Sólodicedespropósitos.Adelante, Guy, es en esta página. 20 He looked at the opened page. Montag miró la página abierta. A fly sti rred its wi ngs sof tly in hi s e ar. “Read.” 25 “W hat ’s the t it le, de ar ?” “D o ve r B e a c h. ” H i s m o u t h was numb. Una mosca estiró las alas dentro de su oreja. —Lea. —¿Cuál es el título, querido? —La Bahía de Dover. Montag sentía la boca entumecida. Montag miró la página abierta. Una mosca agitó levemente las alas dentro de su oído. —Lea. —¿Cómo se titula? —Paloma en la playa. Tenía la boca insensible. 30 “N ow r ead in a ni ce c lear voi ce and go slow.” —Bueno, lee con voz clara, y despacio. —Ahora, léelo en voz alta y clara, y hazlo lentamente. The r oom was blazing ho t, he was all f ire, he was all coldne ss; 35 the y sat in the middle of an em pty des ert with t hree c hairs and him s t a ndi ng , s wa yi ng, and hi m wait ing f or Mr s. Phelps to st op st rai ghtening he r dre ss he m and 40 Mr s. Bowle s to take her f inge rs away from her hair. Then he be gan to read i n a l ow, s tumbli ng vo ice that grew firm er as he pr ogres sed fr om li ne to li ne , and hi s voi ce 45 we nt out ac ros s the dese rt, into t he whi t e ne s s , and ar o und t he thr ee si tting women ther e in the gre at ho t em ptine ss: En el cuarto había un calor sofocante. Montag era un frío, una llama. Las mujeres esperaban sentadas en medio de un desierto vacío, y Montag, de pie, se balanceaba esperando a que la señora Phelps dejara de alisarse el vestido y que la señora Bowles se sacara la mano del pelo. Luego comenzó a leer con su voz grave, tropezando, una voz que se hacía más firme a me dida que pasaba de una línea a otra; y la voz cruzó el desierto, se internó en la blancura, y envolvió a las tres mujeres sentadas en aquel vac ío inmenso y ardiente. En l a s al a, hací a un c alo r sofocante; Montag se sentía lleno de fue go, lleno de f rial dad; estaban sentados en medio de un desierto vacío, con tres sillas y él en pie, balanceándose mientras esperaba a que Mr s . P he l ps te r mi nar a de alisarse el borde de su vestido, y Mrs. Bowles apartara los dedos de su cabello. Después empezó a leer con voz lenta y vacilante, que fue afi r mándos e a me di da que pro gre s aba de l í nea. Y su vo z atravesó un desierto, la blancura , y rodeó a las tres mujeres sentadas en aquel gigantesco vacío. “‘ The Se a of Fai th Wa s once, t oo, a t the ful l, a nd round ea rth’s shore Lay l ik e the f ol ds of a b r i ght gir dle furl ed. But now I only he ar It s m e l a nc h ol y, l on g , wi thd ra wing r oa r, Re tre at ing , t o the br ea th Of the ni ght- wind, down the va st edges drear An d n a k e d s hi ng l e s of t he world. ”’ —L a s a g u a s d e l a fe a l g u n a v e z t a m b i é n l a s co s t a s ro d e a ro n co m o u n a cl a r a t ú n i ca p l e g a 55 d a . Pe ro a h o r a s ó l o o i g o s u l a rg o y m e l a n có l i c o r u g i do a l re t i r a r s e , a l h á l i t o d e l 60 v i e n t o d e l a no ch e , d e s n u d a n do los tri stes y a fila dos pedr usco s d e l a t i e r r a . El Mar es Fe Estuvo una vez lleno, envolviendo la tierra. Yacía como los pliegues de un brillante manto dorado Pero, ahora, sólo escucho Su retumbar melancólico, prolongado, lejano, En receso, al aliento Del viento nocturno, junto al melancólico borde D e l o s d es n u do s g u i ja r ro s de l mu nd o. The c hair s cr eake d unde r the three wome n. Mo ntag finished it out: 65 Las s i l l as c r uj i e r o n baj o l as t r e s muj e r e s . Montag concluyó: Los sillones en que se sentaban las tres mujeres crujieron. Montag terminó: Ah, amor, ¡seamos siempre fieles! Pues en el mundo que parece extenderse ante nosotros como un país de sueños, tan diverso, tan nuevo, tan hermoso, no hay en verdad ninguna luz, alegría o amor, verdad o paz, o alivio de amarguras. Oh, amor, seamos sinceros El uno con el otro. Por el mundo que parece Extenderse ante nosotros como una tierra de ensueños, Tan diversa, tan bella, tan nueva, Sin tener en realidad ni alegría, ni amor, ni luz, Ni certidumbre, ni sosiego, ni ayuda en el dolor; 50 “‘ Ah, l ove , l et us be tr ue To one another ! for t he wor ld , whic h s ee ms To l ie be fore us l ik e a l and of drea ms, So va ri ous , s o bea uti ful, so ne w, Ha th r eall y neither j oy, nor love, nor l ight, N or c e rt i t ude , nor p ea c e , nor he lp for p ai n; 70 75 83 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda And we are here as on a da rkling plain Swep t wit h c onf us ed al arm s of st rug gle and fl ight, Where ig nor ant a rmi es cla sh by ni ght. ’” 5 Mr s. Phelps was cr ying. La señora Phelps estaba llorando. The o the rs in the mi ddl e o f t he 10 de se rt wat ched her c rying gr ow ver y l oud as her face squee ze d it sel f out of shape. The y s at , not to uc hing her, bewil der ed by her di s pl ay. Sh e s o bb e d 15 unc ontr ol l ably. Mo nt ag hi ms el f was s tunne d and shake n. tr. de Alfredo Crespo Yaquí estamos nosotroscomoen lóbrega llanura, Agitados por confusos temores de lucha y de huida Donde ignorantes ejércitos se enfrentan cada noche. Mrs. Phelps estaba llorando. Las otras, en me dio del desierto, miraban cómo lloraba, cada vez más alto, y cómo la cara se le arrugaba y descomponía. La miraban, sin tocarla, confusas ante la escena. La mujer soll ozaba sin poderse dominar. Montag mismo se sentía aturdido, y débil. Las otras, en medio del desierto, observaban sullanto que ibaacentuándose al mismo tiempo que surostro se contraía ydeformaba. Permanecieron sentadas, sin tocarla, asombradas ante aquel espectáculo. Ella sollozaba inconteniblemente. El propio Montag estaba sorprendido Y emocionado. “S h, s h , ” s ai d M i l dr e d. — Va m o s , v a m o s — d i j o “Yo u’r e al l r i ght , Cl a r a, n o w, 20 M i l d r e d — . N o p a s a n a d a , Cl ar a , s na p o ut o f i t ! C l ar a, C l a r a . ¡ C l a r a , p o r f a v o r ! what’s wr ong ?” Qué t e o c ur r e ? — Va m o s v a m o s — d i j o Mildre d—. Estás bien, C l a r a, d e j a d e l l o r a r . Cl a r a , ¿qué oc ur r e ? “I — I,”, sobbed Mr s. Phelps, — Yo . . . y o . . . — s o l l o z ó l a “do n’t know, don’t kno w, I j us t 25 s e ñ o r a P he l p s — . N o s é . N o s é do n’t know, oh oh…” de ve r a s . O h , o h. . . — Yo . . . y o — s o l l o z ó M r s . P he 1 ps — . N o l o s é , no l o s é , e s que no l o s é. ¡O h, no .. . M r s . Bo w l e s s t o o d u p a nd gl ar e d at M o nt ag. “Yo u s e e ? I kne w it , t hat’s what I want e d t o 30 pro ve! I knew it wo uld happen! I ’ve a l w a ys s a i d , p o e t r y an d t e a r s , po e t r y a nd s ui c i de a nd c r y i n g a nd a wf u l f e e l i n gs , po e t r y a nd s i c kne s s ; a l l t h at 35 m us h ! N o w I’ve had i t pr o ve d t o m e . Yo u ’ r e na s t y, M r . M o nt a g, you’re na st y!” Mrs. Bowles se levantó y miró, furiosa, a Montag. —¿Lo ve? Lo sabía, eso era lo que que ría de mos tr ar. Sabí a que habí a de o curr ir. Sie mpre l o he dicho, poesía y lágrimas, poesía y suici dio y llanto y s ent imi ent os terribles, poesía yenfermedad. ¡Cuánta basura! Ahora acabo de comprenderlo. ¡ E s u s t e d m u y m a l o , M r. Montag, es usted muy malo! Fabe r s ai d, “N ow…” notch (in wood, metal) muesca f; (on belt) agujero, corte notch up (colloq) apuntarse top notch de primera categoría top notch de primera clase Y aquí estamos como en un llano oscuro con alarmas confusas de luchas y de huidas donde ejércitos ciegos se acometen de noche. La señora Bowles se incorporó y miró con ojos brillantes a Montag. —¿Ve usted? Ya lo sabía, ¡esto es lo que yo quería probar! ¡Sabía que pasaría esto! Siempre lo he dicho, poesía y lágrimas, poesía y suicidios y llantos y sentimientos horr ible s, poe sí a y enfe rm edades ; ¡todo lo mismo! Y aquí tengo ahora la prueba. Es usted odioso, señor Montag, ¡odioso! Faber dijo: —Ahora... M ontag fe lt him se lf t ur n and Montag sintió que se volvía yse encaMontagsintióquese volvíay,acercándose walk to the w al l - sl ot and dr op the minaba haciala____ pared y arrojaba el ala aberturaque habíaen la pared, arrojó bo ok in thr ough the br ass not ch X libro por la puerta de bronce a las lla- X el libro __________ a las llamas que to t he wai ti ng flame s. 45 mas que esperaban. aguardaban. 40 “Si l l y wo r ds , s i l l y wo r ds , s i l l y a wf u l h u r t i n g wo r d s , ” s a i d M r s . B o w l e s . “W h y d o p e o pl e w a nt t o h ur t p e o p l e ? 50 N o t e no ugh hur t i n t he wo r l d, yo u’ve go t t o te as e pe o ple wi t h s t uf f l i k e t hat !” —Ahora... —dijo Faber. —Palabras tontas, palabras tontas, palabras tontas y dañinas —dijo la señora Bowles—. Por qué hay gente que desea hacer daño a la gente? Como si no hubiese bastante mal en el mundo, ¡tienen que atormentar a la gente con cosas como éstas! —Tontas palabras, tontas y horribles palabras, que acaban por herir —dijo Mrs. Bowles—. ¿Por qué querrá la gente herir al prójimo? Como si no hubiera suficiente maldad en el mundo, hay que preocupar a la gente con material de este estilo. “Cl ar a, no w, C l ar a, ” be gge d 55 — Clar a, vam o s , Cl ar a — i m M i l dr e d , p u l l i n g h e r a r m . plo r ó M i ldr ed, t i r ando del bra“Co me o n, le t ’s be c he e r y, yo u zo de l a m uj e r— . Vam o s, aní mat ur n t he ‘f am i l y’ o n, no w. G o t e, aho r a vam o s a ve r l a «f ami a h e ad . L e t ’s l a u g h an d b e l i a». Ánim o . Ri am o s y s e am o s happy, no w, s t o p c r yi ng, we ’l l 60 f el i ce s . D e ja de ll o rar. ¡Tendre have a par t y!” m os una fi e s ta! —Clara, vamos, Clara —suplicó Mildred, tirando de un brazo de su amiga—. Vam os, mo strémo nos alegres, conecta ahora la «familia». Adelante. Riamos y seamos felices. Vam os, de ja de llorar, estamos celebrando una reunión. “N o, ” s ai d M rs . Bowle s. “I’m tro tting right straight home. You wan t t o vi s i t m y h o us e and 65 ‘f am i l y, ’ we l l and go o d. But I won’t come in thi s fireman’s crazy house again in my l ifetim e!” —No —dijo la señora Bowles— . Ahora mismo me vuelvo a casa. Tú puedes venir a visitarme y ver mi «familia» cuando quieras. ¡Pero yo no volveré jamás a esta disparatada casa de bombero! —No —dijo Mrs. Bowles—. Me m ar c ho di r e c t a m e nt e a c as a. Cuando qui eras visitar mi casa y mi «familia», magnífico. ¡Pero no vo lver é a pone r lo s pi es e n es ta absurda casa? “G o hom e.” M ont ag fi xed his eyes upo n her, quie tly. “Go ho me and t hi nk of your f ir st husband di vo r c e d an d yo u r s e c o nd husband ki lle d i n a je t and yo ur third husband bl owi ng hi s brai ns o ut , go ho m e and t hi nk of t he dozen abor ti o ns yo u’ve had, go ho me and t hink o f that and yo ur — Váyas e a su c as a — dij o Montag mirando a la mujer serenamente—. Váyase a su casa y piense en su primer marido, divorciado, y en su segundo marido, muerto en un automóvil, y en su tercer marido, que se pegó un tiro. Váyase a su casa y piense en su docena de abortos. Váyase a su casa y piense en sus —Váyase a casa. —Mo ntag f ijó los ojos en e lla, serenament e—. Váy as e a c as a y pi e ns e e n s u pr imer mar ido divorci ado, en su s e gundo m ar i do m ue r t o e n un r e ac t o r Y e n su t e r c e r e s po s o des trozándose el ce rebro . Váyase a casa y pie ns e e n es o, y e n su mal dita c esáre a tam bién, y en sus 70 75 84 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda dam n Cae s ar i an s e c t i o ns , t o o , and your c hil dre n who hate yo ur guts ! G o hom e and think ho w it al l happe ne d and what did yo u ever do to st op it ? G o hom e, go ho m e ! ” h e y e l l e d . “Be f o r e I knock you down and ki ck yo u o ut of the door !” tr. de Alfredo Crespo malditas operaciones cesáreas, también, y en sus hijos, que la odian. Váyase a su casa y piense cómo pasó todo eso, qué hizo usted para que no se repitiera. ¡Váyase a su casa! ¡Váyase! —aulló Montag—. ¡Antes de que le dé un golpe y la saque de aquí a puntapiés! hi j o s , que la o d i an pro fundamente , Váyanse a cas a y piense n en cómo ha sucedido todo en si han hec ho al guna vez al go par a impedirl o ¡Acasa, a casa! — voc iferó Mont ag—. Ante s de que las de rri be de un puñet azo y l as eche a patadas. Un ruido de puertas y l as mujeres s e fueron. Montag se quedó en la sala, sint iendo el f río i nvernal, ent re unos muros de l col or de la nie ve suc ia. Las puertas go lpe aron y l a casa que dó vac í a. M o nt ag se que dó so lo en la fr ía habit ac ión, c uyas paredes te nían un c olo r de nie ve suci a. En el cuarto de baño corrió el agua. Montag oyó a Mildred que sacudía las tabletas de dormir que tenía en la mano. Enel cuartode baño se oyóagua que corría. Montag escuchó cómo Mildred sacudía en su mano las tabletas de dormir. “Fool , M ontag, f ool , f oo l, oh 20 —Tonto, Montag. Tonto, tonto, tonGo d you si lly f ool …” to. Oh, Dios, qué tonto... —Tonto, Montag, tonto. ¡Oh, Dios, qué tonto!—repetíaFaber ensuoído—. “Shut up!” He pulle d t he gre en —¡Cállese! bulle t fro m his ear and jamme d it Montag se sacó la bala verde y se la into his po cke t. 25 metió en un bolsillo. —¡Cállese! Montag se quitó la bolita verde de la oreja y se la guardó en un bolsillo. It s i zzl e d f ai nt l y. “… f o o l … foo l…” El aparato crepitó débilmente: « ... Tonto... tonto... Do ors sl amm ed and t he house was empty. M ontag st ood alone in t h e w i n t e r we at he r , w i t h t he parlo ur walls t he col our o f dir ty s no w. 5 10 15 In the bathroo m, water ran. He he ard Mi ldred shake the sle epi ng tabl ets into he r hand. La bala siseó débilmente: —... tonto... tonto... H e s e a r c h e d t he ho u s e a nd 30 fo und the bo oks wher e Mi ldre d ha d s t ac ke d t h e m be hi n d t he re fri ge rat or. So me we re mi ssi ng and he kne w t hat she had st art ed o n he r o wn s l o w pr o c e s s o f 35 di spe r si ng t he dynam i t e i n he r ho use , sti ck by st ick. But he was no t angr y no w, o nly e xhaus t e d and bewildere d wit h hims el f. He c a r r i e d t h e b o o k s i nt o t he 40 ba c kya r d a nd h i d t he m i n t he bushe s near t he all ey fe nce . For to night only, he t hought, in case s h e d e c i de s t o d o a ny m o r e bur ni ng. 45 M o ntag r e vi s ó l a c as a y e nc o nt r ó l o s l i br o s de t r ás de l a r e f r i g e r ad o r a, do n de M i l dr e d l o s hab í a e s c o nd i do . Al gu no s f al t aban, y c om pr e ndi ó que s u m uj e r hab í a i ni c i ado e l l e nt o pro c es o de di s pe r s ar la di nami t a por la c as a, c ar t uc ho a car tuc h o . P e r o no e s t a ba e no j a do aho r a, s ól o c ans ado y as om brado de s í m is m o. Lle vó lo s l ibro s al pati o de at r ás y l o s e sc o ndi ó baj o l o s m ato r ral e s, al lado de l a c e r c a. Só l o po r e st a no che , pens ó, par a que M i ldr ed no s iga que m ando . Montag registró la casa y encontró l os l ibro s que Mi ldre d habí a escondido apresuradamente detrás del refrigerador. Faltaban algunos, y Montag comprendió que ella había inic iado por s u cuenta e l le nt o proceso de dispersar la dinamita que había e n su c as a, c ar tucho po r cartucho. Pero Montag no se sentía furioso, sólo agotado y sorprendido de sí mismo. Llevó los libros al patio posterior y los ocultó en los arbustos co nti guo s a l a verj a que daba al callejón. Sólo por aquella noche, en c as o de que e ll a de ci da s egui r utilizando el fuego. H e we nt bac k t hr o ug h t he house . “M il dr e d?” H e c al l ed at t h e d o o r o f t he dar ke n e d be dro om . Ther e was no s ound. 50 Volvió a la casa. —¿Mildred? —llamó desde la puerta del oscurecido dormitorio. No hubo respuesta. Regresó a la casa. —¿Mildred? Llamó a la puerta del oscuro dormitorio. No se oía ningún sonido. Outsi de, cr oss ing t he lawn, on hi s way to wo rk, he tr ie d not to s e e ho w c o m pl e t e l y da r k a nd de s e r t ed Cl ar i s s e M c Cl e l l an’s 55 ho use was… Af u e r a, c r u zando e l j ar d í n, c am i no de l t r aba j o , t r at ó de no ve r q ué o s c ur a y vac í a e s t aba la c as a de Cl ar i s s e M c Cl e l l an . . . [1 2 0 ] Fuera, atravesando el césped, mientras se dirigía hacia su trabajo, Montag trató de no ver cuán completamente oscura y desiertaestaba la casa de Clarisse McClellan... On t he way do wntown he was M i e nt r as i ba cal l e s abaj o , s e s o c o m p l e t e l y al o ne w i t h hi s e nco nt r ó t an t ot al m e nt e a so l as t e r r i bl e e r r o r t hat he f e l t t he 60 c o n s u t e r r i bl e e r r o r que r e c une c e s s i t y f o r t he s t r an ge r r i ó a l a c al i de z y bo ndad, t an wa r m n e s s a nd go o dne s s t h at r a r as , de aqu e l l a vo z d ul c e y came fr om a f ami li ar and gent le f a m i l i ar que l e habl aba e n l a vo i c e s pe a ki n g i n t he n i gh t . no c he . Ya, aunq ue habí an pas aAl ready, i n a f ew sho rt ho urs , it 65 do unas po c as ho r as , l e par e se eme d t hat he had kno wn Faber c í a h a be r c o n o c i d o a F a b e r a lif et ime . N ow he knew that he t o da una vi da. Aho r a s abí a que wa s t wo pe o pl e , t ha t h e w as é l , M o nt ag, e r a do s pe r s o nas . ab o ve a l l M o n t ag , w ho kn e w Er a, s o br e t o do , e l M o nt ag que no thing, who di d not even know 70 n o s a bí a na da , pa r a q ui e n s u hims elf a fool, but only suspe cted p r o pi a t o n t e r í a e r a s ó l o un a it . And he knew that he was al so s o s pe c ha. P e r o e r a t am bi é n e l t he ol d m an who t al ked to hi m vi e j o que l e habl aba y l e habl aand t al ked to hi m as the tr ai n was b a m i e n t r a s e l t r e n e r a sucke d f ro m o ne end of t he night 75 s uc c i o na d o d e u n e xt r e m o a c i t y t o t he o t he r o n o ne l o ng o t r o de l a c i ud ad no c t ur na, e n si cke ning gas p o f m oti on. In t he un ún i c o , l ar go , e nf e r m i zo y days to fo llo w, and i n the ni ghts m ó vi l j ad e o . E n l o s d í a s s i - Mientras se encaminaba hacia la c i udad, M o nt ag e s t aba t an c om pl et am e nt e em be bido en s u terrible error que experimentó la ne c e s i dad de una bo ndad y cordialidad ajena, que nacía de una voz fami liar y suave que habl aba en l a no che. En aque ll as c or tas ho r as l e par e c í a ya que habí a c o no c i do a Fabe r t o da l a vida. Entonces, compre ndió que él era, en realidad, dos personas, que por encima de todo e ra Montag, quien nada s abía, quie n ni s iqui er a se había dado c uent a de que e ra un tonto, pero que lo sospe chaba. Y supo que era también el viejo que le hablaba sin ce sar, en tanto que el «Metro» era absorbido desde un extremo al otro de la ciudad, con uno de aque l l os pro l o ngados y 85 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda when t her e was no mo on and in the nights when the re was a ve ry br ight moo n s hi ning o n the eart h, the o ld m an would go on with this talki ng and t hi s t alking, dro p by 5 dr o p, s t o ne by s t o ne , f l ake by fl ake . His mi nd wo uld we ll over at l a s t and he w o ul d n o t be M o nt ag any mo r e , t hi s t he o l d m a n t o l d h i m , as s ur e d hi m , 10 pr o m i s e d h i m . H e w o ul d be M o nt a g- pl u s - F ab e r, f i r e pl us wate r, and t he n, one day, aft e r e ve r y t hi ng ha d m i xe d a nd s i m m e r e d and wo r ke d away i n 15 s il ence , ther e would be ne it he r fi re nor wate r, but wi ne . O ut of two s eparat e and oppos ite things, a t hir d. And one day he wo ul d lo ok bac k upon the fo ol and know 20 the f ool . Eve n now he co uld fe el the s tart of the l ong jo urney, t he l e ave - t aki ng, t he go i ng aw ay fr om the s elf he had bee n. tr. de Alfredo Crespo gui e nt e s , e n no c he s s i n l una, y e n no c he s e n qu e una l una m uy br i l l ant e i l u m i nar í a l a t i e r r a, e l vi e j o c o nt i nuar í a habl ando y habl ando , go t a a go t a, gr ani zo a gr ani zo , c o po a c o po . La m e nt e s e l e c o l m ar í a al f i n, y é l ya no s e r í a M o nt a g, as í l e habí a di c ho e l vi e j o , e s o l e habí a as e gur ado , l e habí a pr o m e t i d o . S e r í a e n t o nc e s M o n t a g m ás Fabe r, y e n t o nc e s , un dí a, c u ando t o d o s e hu bi e s e m e zc l ado y he r vi do y t r ans f o r m ado e n s i l e nc i o , no habr í a f ue go , ni agua, s i no vi no . D e l as do s c o s as , di s t int as y o pue st as , na c e r í a u na t e r c e r a. Y un d í a m i r ar í a al t o nt o po r e nc i m a de l ho m br o , y c o no c e r í a al t o nt o . Aho r a m i s m o po dí a s e nt i r que ya h ab í a c o m e nz ad o e l l ar go vi aj e , l a par t i d a, e l al e j am i e nt o de l s e r qu e habí a s i do . mareantes sonido s de succión. En lo s dí as s ubsi guie nt es , y en l as noches en que no hubiera luna, o en las que brillara con fuerza sobre la tierra, el viejo seguiría hablando i nc e s ant e m e nt e , pal abr a po r palabra, sílaba por sílaba, letra por l e t r a. Su m e nt e ac ab ar í a p o r i m po n e r s e y ya n o s e r í a m ás Mo ntag, es to era lo que le dec ía e l vi ej o, s e l o as eguraba, se l o pr o m e t í a. Se r í a M o n t a g m ás Faber, fue go más agua. Y l uego, un dí a, c ua ndo t o do hu bi e s e e s t ad o l i s t o y p r e p ar a do e n silencio, ya no habría ni fuego ni agua, s i no vi no . D e do s c o s as distintas y opuestas, una tercera. Y, un dí a, vo l ver í a la c abe za par a mi rar al tont o y lo rec ono cerí a. Incluso en aquel momento percibió e l i ni c i o de l l ar go vi aj e , l a de spe dida, la separac ión de l s er que hasta entonces había sido. 35 Er a bue no es c uc har e l c ant ur r e o de l e sc ar abaj o, e l zum bi do s o m no l i ent o de l m o s qui t o, y e l de l i c ado m ur m ul l o d e f i l i gr ana de l a vo z de l vi e j o , que l o ac us aba al pr i nci pi o y lue go l o c o ns o l ab a, e n a que l l a al t a ho r a de l a no c he , mi e nt r as s al í a de l t r en hum e ant e al mundo de l c uar t e l . Era agr adabl e e s cuc har e l ronroneo del aparatito, el zumbido de m os quit o ador m il ado y e l del icado murm ullo de la voz del viejo, primero, riñéndole y, después, co nsol ándo le, a aquell a ho ra t an avanzada de la noche, mientras salía del caluroso «Metro» y se dirigía hac i a e l m undo de l c uar te l de bomberos. “P i t y, M o nt ag , pi t y. D o n’ t hagg l e and nag the m; you wer e so re cent ly one of t hem yoursel f. The y ar e so c onf ident that t he y 40 wi l l r un o n f o r e ve r. But t he y won’t r un o n. The y do n’t kno w t h at t hi s i s a l l o ne h ug e bi g b l a zi ng m e t e o r t ha t m a ke s a pr e t t y f i r e i n s pa c e , but t h at 45 s om e day it ’l l have t o hit. The y s e e o nl y t he bl aze , t he pr e t t y f ir e, as yo u s aw i t. ” — P i e d a d, M o nt a g, p i e d ad . N a da de r e ga ño s y s e r m o ne s . H as t a h a c e t an p o c o t i e m p o e r a us t e d un o d e e l l o s . C r e e n qu e a s í s e gui r á n s i e m pr e . P e r o n o s e gu i r án . N o s ab e n que t o do e s t o e s s ó l o un e n o r me y ar di e nt e me t e o r o que i l um i na e l e s pa c i o , p e r o q ue a l g ú n dí a t i e n e q u e c h o c a r . S ó l o ve n l a l u z , e l f u e g o , c o m o us t e d an t e s . —¡Lástima, Montag, lástima! No les hostigues ni te burles de ellos. Hastahace muy poco, tú también has sido uno de esos hombres. Están tan confiados que siempre seguirán así. Pero no conseguirán escapar. Ellos no saben que esto no es más que un gigantesco y deslumbrante meteoro que deja una hermosa estela en el espacio, pero que algún día tendrá que producir impacto. Ellos sólo venel resplandor, la hermosa estela, lo mismo que la veía usted. “M ont ag, o ld me n who st ay at 50 »Montag, los viejos que se quedan ho m e , af r ai d, t e ndi ng t he i r en casa, temerosos, cuidándose los huepe a nut - b r i t t l e bo ne s , have no sos quebradizos como cáscaras de maní, ri ght t o c rit ici ze . Yet you almo st no tienen derecho a criticar. Pero usted ki lle d thi ngs at t he st art . Wat ch casi estropeó las cosas desde un comienit ! I’m wi th you, r eme mber that. 55 zo. ¡Cuídese! Estoy con usted, I unde rs tand how i t happened. I recuérdelo. Comprendo qué le pasó. must admit that yo ur bl ind ragi ng Hasta he de admitir que la furia ciega invigorated me . God, how young de usted me vigorizó lamente. Dios, qué I fel t! But now — I want you to joven me sentí. Pero ahora... quiero que f e e l o l d, I want a l i t t l e of m y 60 usted se sienta viejo, quiero que unpoco co war dic e to be dis til le d i n you de mi cobardía entre en usted esta not o ni g ht . The ne xt f e w h o ur s , che. En las próximas horas, cuando vea whe n yo u s e e Capt ai n Be a t t y, al capitán Beatty, paséese a su alredeti pto e r ound hi m, let me he ar him dor, déjeme oírlo, déjeme sentir la sifo r you, l et me fe el the s ituati on 65 tuación. Sobrevivir es nuestro fin inmeout. Sur vival is o ur tic ket . Forget diato. Olvide a esas tontas y pobres the poo r, sil ly wo men…” mujeres... »Montag, los viejos que se quedan en casa, cuidando sus delicados huesos, no tienen derecho a criticar. Sin embargo, ha estado a punto de estropearlo todo desde el principio. ¡Cuidado! Estoy con usted, no lo olvide. Me hago cargo de cómo haocurrido todo. Debo admitir que su rabia ciega me ha dado nuevo vigor. ¡Dios, cuán joven me he sentido! Pero, ahora...Ahora, quiero que ustedse sienta viejo, quiero que parte de mi cobardíase destile ahora en usted. Las siguientes horas cuando vea al capitán Beatty, manténgase cerca de él, déjeme que le oiga, que perciba bien la situación. Nuestra meta es la supervivencia. Olvídese de esas solas y estúpidas mujeres... “I m ade the m unhappi e r t han they have bee n i n years, I think,” 70 said M ontag. “It s ho cked m e to s e e M r s . P he l ps c r y. M ay be they’re ri ght , m aybe it’s bes t not to face things, to run, have f un. I do n’t know. I f eel guil ty —” 75 —Las hice desgrac iadas como nunca lo habían sido, creo —dijo Montag—. Me asombró ver llorar a la señora Phelps. Quizá ellas tengan razón, quizá sea mejor no afrontar las cosas, tratar de divertirse. No sé. Me siento culpable... —Creo que hace años que no eran tan desgraciadas –dijo Montag—. Me ha sorprendido ver llorar a Mrs Phe1ps. Tal vez tengan razón, quizá sea mejor no enfrentarse con los hechos, huir, divertirse. No lo sé, me siento culpable... “No , yo u mustn’t ! If the re were no war, if ther e was pe ace in t he —¡No, no debe sentirse así! Si no hubiera guerra, si hubiera paz en el —¡No, no debe sentirse! Si no hubiese guerra, si reinara paz en el 25 I t wa s g o o d l i s t e n i n g t o t he b e e t l e hu m, t he s l e e py mo s qui t o buzz and de l i c at e f i l i gr e e mur m ur o f t he o l d m an ’s vo i c e at f i r s t s c o l d i n g h i m an d t h e n c o n s o l i ng h i m i n t he l a t e h o u r o f n i gh t a s he e me r ge d from the s t e a m i n g s u b wa y t o w a r d t h e f i r e h o u s e wo r l d . ha gg le v. i. disp ute o r bar ga in, r e ga t e a r p er sist en te me nt e : the y ha ggled o ve r it fo r hours, estuvieron rega teand o du rante horas . Discutir, 30 86 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda wo r l d, I’d s ay f i ne , ha ve f un! But, M ont ag, you mustn’t go back to be ing just a fir eman. All isn’t we ll wit h t he wo rld.” mundo, yo diría magnífico, diviértanse. Pero, Montag, no debe usted volver a su papel de bombero. Todo no está bien en el mundo. tr. de Alfredo Crespo mundo, diría, estupendo, divertios. Pero, Montag, no debe volver a ser simplemente un bombero No todo anda bien en el mundo. 5 Mo ntag per spi re d. Montag transpiraba. Montag empezó a sudar. “M ont ag, yo u lis tening?” —Montag, ¿me escucha? —Montag, ¿me escucha? “M y f e e t , ” s a i d M o n t a g . 10 — M i s pi e s — d i j o M o nt ag— “I c a n ’ t m o v e t h e m . I f e e l . N o p u e d o m o ve r l o s . M e s o d a m n s i l l y . M y f e e t s i e n t o t an t o n t o . ¡ N o p u e d o wo n ’t m o ve ! ” m o ve r l o s pi e s ! —Mis pies —dijo Montag—. No puedo moverme. ¡Me siento tan condenadamente tonto! ¡Mis pies no quieren moverse! “Lis t e n. Easy now, ” sai d t he 15 ol d m an ge ntl y. “I kno w, I kno w. Yo u’r e af r ai d of m aki ng mi st ake s. Don’t be. Mi stakes c an be pr of ite d by. Man, whe n I was yo ung I shove d m y i gno rance in 20 peo ple’s faces. The y be at m e wi th st icks . By the ti me I was fo rty my bl unt i nst rum ent had bee n honed to a fi ne cut ting poi nt for m e. If yo u hide your igno rance, no o ne 25 wi l l h i t yo u and yo u ’l l ne ve r l e ar n. N ow, pi ck up yo ur f ee t , i n t o t h e f i r e ho us e wi t h yo u! We ’re twins, we’re not alone any mo re, we ’r e not separate d o ut in 30 di f f e r e n t p ar l o u r s , wi t h no co ntac t betwe en. If you nee d he lp when Be att y pri es at yo u, I’l l be si tti ng r ight here in your eardr um maki ng not es !” 35 — E s c uc he . Cal m a a ho r a — m u r m u r ó e l vi e j o — . Ya s é . Te m e c o m e t er al gún e r r o r. N o t e m a. Lo s e r r o r e s pue de n s e r pr ove c hos o s . Cuando yo e r a j o ve n, e ch ab a m i [1 2 2 ] i gno r anc i a a l a c a r a de l a ge n t e . La ge nte m e apal e aba. Cuando l l e g ué a l o s c ua r e nt a , ya ha bí a l o grado af il ar m i ins t r um ent o . Si o c ul t a s u i gno r anc i a, nadi e l e pe gar á, y no apre nde r á nunc a. Bu e n o , ad e l a n t e c o n l o s pi e s , y e nt r e e n e l c u ar t e l de bo m ber o s . So mo s ge m e l os , ya no e s t am o s s o l o s , no e s t am o s ya en s al as s e par adas , s i n c o nt ac t o . Si ne c e s i t a ayuda c uando Be at t y l o s o nde e , al l í e st ar é yo , e n l a o r e j a de us te d, t om ando no t as . —Escuche. Tranquilícese —dijo el viejo con voz suave—. Lo sé, lo sé. Teme usted cometer errores. No tema. De los errores, se puede sacar provecho. ¡Si cuando yo era joven arrojaba mi ignorancia a la cara de la gente! Me golpeaban con bastones. Pero c uando cumplí los cuarenta años, mi romo instrumento había sacado una fina y aguzada punta. Si esconde usted su ignorancia, nadie le atacará y nunca llegará a aprender. Ahora, esos pies, y directo al cuartel de bomberos. Seamos gemelos, ya no estamos nunca solos. No estamos separados en diversos salones, sin contacto entre ambos. Si necesita ayuda, cuando Beat ty em pie ce a hacerle preguntas, yo estaré sentado aquí, junto a su tímpano, tomando notas. Montag felt his right fo ot , t he n his l eft f oo t, m ove . M o n t a g s i n t i ó q u e m o ví a el pie derec ho, luego el i zq u i e r do . Montag sintió que el pie derecho y, después, el izquierdo empezaban a moverse. 40 “Old man,” he said, “stay with me.” —Viejo —dijo—, no se vaya. The M e c hani c al H o und was go ne . Its ke nne l was em pty and the f ire ho use st ood al l abo ut in pl ast e r s i le nc e and t he o range Sa l am an de r s l e p t w i t h i t s ke r o s e n e i n i t s be l l y a nd t he fi r et hr o w e rs cr o s se d upo n i t s f l ank s and M o nt ag c am e i n through the s ile nc e and to uched the brass pol e and sl id up in t he da r k ai r , l o o ki n g b ac k a t t he de s e r t e d ke nne l , hi s h e a r t be at ing, pausi ng, be at ing. Faber was a grey mo th as lee p i n his ear, fo r t he mo ment. —Viejo —dijo—, quédese conmigo. El Sabues o Mecánico había say el cuartel s e alzaba al rededor con un si lenc io de ye so. La Salamandra anaranjada do rmía c on el estó mago l l e no de k e r o s e ne y l o s l an zal l a m as e n l o s f l anc o s . Montag e ntró en aquel si lenci o y to có la barr a de br onc e y s ubió deslizándose en el aire oscuro, mirando por enc ima del hom bro la casi l l a abandonada. El co razón le lat ía, descansaba, latí a. Faber, por el momento, e ra sól o una mari posa gris que dormía en s u ore ja. El Sabueso Mecánico no estaba. Su perrera aparecía vacía y en el cuartel reinaba un silencio total, en tanto que la salamandra anaranjada dor m ía c on la bar ri ga l l ena de pet r ól e o y las m angue ras l anzal l amas c r uzadas s o bre sus flancos. Montag penetró en aquel silencio, tocó la barra de latón y se deslizó hacia arriba, en la oscuridad, volviendo la cabeza para observa r la perrera desierta, sintiendo que el corazónse le aceleraba; después, se tranquilizaba; luego, se aceleraba otra vez. Por el momento, Faber parecía haberse quedadodormido. Beatty esperaba de pie cerca del agujero de la barra, pero vuelto de espaldas, como si no estuviese esperando. Be at ty es taba junt o al aguj er o, e s pe r an do , pe r o de e s pa l da s , c o m o s i no p r e s t ar a ni ng un a at enci ón. “We l l , ” he s ai d t o t he m e n —Bueno —dijo a los hombres que pl ayi ng c ards, “he re come s a ve ry 65 jugaban a los naipes—, aquí viene un str ange beast which in all tongues bicho muy raro que en todos los idiois calle d a f ool .” mas se llama tonto. —Bueno —dijo a los hombres que jugaban alas cartas—, ahí llegaun bicho muy extraño que en todos los idiomas recibe el nombre de tonto. H e put hi s hand t o o ne s i de , palm up, f or a gif t. M ontag put 70 t h e b o o k i n i t . Wi t ho ut e ve n gl anc i ng a t t he t i t l e , B e at t y t os se d t he boo k i nt o the t rashbaske t and li t a c igare tte . “‘W ho ar e a lit tl e wi se, t he be st f oo ls 75 be . ’ We l c o m e bac k, M o nt ag. I ho pe you’ll be s taying, wi th us, no w t hat your fe ve r i s done and Alargó una mano de lado, con la palma hacia arriba, en espera de un obsequio. Montag puso el libro en ella. Sin ni siquiera mirar el título, Be at t y l o t i r ó a l a pape l e r a y encendió un cigarrillo. — Bi e n ve ni d o , M o n t ag . E s p e r o q ue t e qu e d e s c o n nos ot ro s , aho ra que te ha pas ado l a f i ebr e y ya no es t ás e nf e r mo . Be at t y s t o o d n e ar t he dr o pho l e wai t i ng, bu t wi t h hi s bac k t u r n e d a s i f h e we r e n o t wa i t i n g. lido. Lacasi l l a est aba vacía, 45 50 55 60 87 Extendió de costado una mano, con la palma hacia arriba. Montag puso en ella el volumen. Sin siquiera ec har le una oje ada, Beat ty lo dejó caer al cesto de papeles y encendió lentamente un cigarrillo. —«Aun en el más rematado de los tontos hay algo de sabiduría.» Bienvenido, Montag. Ahora que se fue la [123] fiebre y te curaste, te quedarás B’s Farenheit tr. de F. Abelenda yo ur s ic kness o ve r. Si t in f or a hand of po ker ?” tr. de Alfredo Crespo con nosotros, espero. ¿Te sientas para una mano de póker? ¿Q ui e r e s s e nt ar t e a j ugar una m ano de pó quer ? Los hombres se sentaron y se repartieron las cartas. Montag sintió, en los ojos de Beatty, la culpa de sus manos. Los dedos, como hurones que hubieran hecho algo malo, nunca descansaban, se movían continuamente, y se le metían en los bolsillos, escondiéndose de la mirada de alcohol encendido de Beatty. Si Beatty echara el aliento sobre ellas, sentía Montag, estas manos se marchitarían, se retorcerían, y nunca volverían a vivir. Pasarían el resto de la vida metidas en las mangas de la chaqueta, olvidadas. Pues éstas eran las manos que habían obrado por cuenta propia, independientemente; en ellas se había manifestado por vez primera el deseo de robar libros, de escapar con Job, y Ruth, y Willie Shakespeare. Y ahora, en el cuartel de bomberos, estas manos parecían tener guantes de sangre. Se instalaron y distribuyeron los naipes. En presencia de Beatty, Montag se sintió lleno de culpabilidad. Sus dedos eran como hurones que hubiesen cometido alguna fechoría y ya nunca pudiesen descansar, siempre agitados Y ocultos en los bolsillos, huyendo de la mirada penetrante de Beatty, Montag tuvo la sensación de que si Beatty hubiese llegado a lanzar su aliento sobre ellos, sus manos se marchitarían, irían deformándose y nunca más recuperarían la vida; habrían de permanecer enterradas para siempre en las mangas de su chaqueta olvidadas. Porque aquéllas eran las manos que habían obrado por su propia cuenta, independientemente de él, fue en ellas donde se manifestó primero el impulso apoderarse de libros, de huir con Job y Ruth y Shakespeare; y, ahora, en el cuartel, aquellas manos parecían bañadas en sangre. Twice in half an ho ur, M ont ag had t o r is e f rom the gam e and go to the lat rine to was h his hands. 30 W he n he c am e bac k he hi d hi s hands unde r the tabl e. D o s ve c e s e n m e d i a ho r a, Mo ntag t uvo que dej ar el juego e ir al c uar to de baño a l avars e l as m ano s . Al vo lve r, e sc o ndi ó las manos bajo la mes a. D o s ve c e s e n m e di a ho r a, Montag tuvo que dejar la partida e ir al l avabo a lavarse las mano s. Cuando r egr es aba, l as o c ul t aba bajo la mesa. Be at t y l aughe d . “Le t ’s have yo ur hands in si ght , M ontag. N ot t h at we do n ’t t r us t yo u, under stand, but —” Beatty se rió. —M ues tra las m anos, Mo ntag. N o e s que de s co nf ie m os de ti , co mpr éndel o, pe ro. .. Beatty se echó a reír. — M ué s t r ano s t us m ano s , Montag. No es qué desconfiemos de ti, compréndelo, pero... The y s at and t he c ar ds we r e de al t. In Beatt y’s sight , Mo nt ag f el t t he guil t o f his hands . Hi s fi nge rs we re like fer ret s t hat had do ne s o m e evi l and no w ne ve r re ste d, al ways sti rre d and pi cked and hid in po cke ts , m ovi ng fr om un de r Be a t t y ’s a l c o ho l - f l a m e s t ar e . I f B e at t y s o m u c h as br eat hed o n t he m , M o nt ag fe l t that hi s hands might wi the r, turn over on their s ide s, and neve r be shocked to li fe again; the y would be buried t he rest of his life in his coat- sleeves, forgott en. For these we re the hands t hat had act ed on thei r own, no part o f hi m, her e was wher e the c ons ci ence fi rs t mani fested itself to snatch bo oks, dart o ff wit h jo b and Rut h and Wi lli e Shakes peare , and no w, in the fi rehouse, these hands seemed gl ove d wit h bloo d. 5 10 15 20 25 35 They al l l aughe d. Todos se rieron. Todos se echaron a reír. 40 “Well ,” said Beatty, “the c ris is is past and all is we ll, the she ep r e t ur ns t o t he f o l d. We ’r e al l sheep who have s trayed at t ime s. Tr ut h i s t r ut h, t o t he e nd o f 45 re cko ning, we ’ve cr ied. The y are ne ver al one t hat ar e acc ompani ed wi t h no bl e t h o ug ht s , we ’ ve shouted to oursel ves. ‘Sweet food o f s we e tl y ut te re d knowl edge, ’ 50 Si r P hi lip Si dne y sai d. But o n t he o t he r ha nd: ‘W o r ds ar e l i ke l e ave s and wh e r e t h e y m o s t ab o un d, M uc h f r u i t o f s e n s e be ne a t h i s r a r e l y f o u nd . ’ 55 Al e xande r P o pe . W hat do yo u think of t hat ?” “I don’t know.” — Bueno — di j o Be at t y—, l a cr is is ha pas ado y to do e stá bie n; l a ovej a vuel ve al re baño . To do s s om os o ve jas que al guna vez s e des carr ían. La ve rdad e s la ver dad, y no c am bi a, hem os dic ho . N unca e st á so lo qui en va ac om pañado po r nobles pens am iento s, no s hem os gri tado. «El dul ce al ime nt o de l a sabidurí a, dulce me nt e e x pr e s ad a» d i j o s i r P hi l i p Si dney. P er o, del ot ro lado : «Las pal abras so n co m o ho jas, y donde el las abundan s uel en fal tar l os f r u t o s de l s e nt i d o c o m ú n. » Ale xande r P ope. Qué t e par ec e e so , Mo nt ag? [1 24 ] —No sé. —Bueno —dijo Beatty—, la crisis ha pasado y está bien. La oveja regresa al redil. Todos somos ovejas que alguna vez se han extraviado. La verdad es la verdad. Al final de nuestro camino, hemos llorado. Aquellos a quienes acompañan nobles sentimientos nunca están solos, nos hemos gritado. Dulce alimento de sabiduría manifestada dulcemente , dijo Sir Philip Sidney. Pero por otra parte: La s p a l a b r a s s o n co m o h o j a s , y cu a n t o más abundan raramente se en cu en tr a debajo demasia do fruto o s entido, Al e xande r P ope. ¿Qué o pi nas d e e s t o ? —No lo sé. 60 “Car e f ul , ” whi s pe r e d Fabe r, li ving in ano the r wor ld, far away. — Cuidado — m ur m ur ó Faber, des de otr o mundo, m uy lej os. — ¡Cui dado ! —s us ur ró Faber, desde otro mundo muy lejano —. “O r t hi s? ‘A li ttl e l earni ng is a dangero us thing. Dr ink deep, or 65 tast e not t he Pier ian spring; There s hall ow dr aughts into xi c at e the br ain, and dr inki ng l argely sobe rs us ag ai n . ’ P o p e . Sam e E s s a y. Where does that put you?” 70 —¿Y esto? «Un poco de conocimiento es peligroso. Bebe mucho, o no pruebes la fuente pieriana. Unos pocos sorbos intoxican el cerebro, pero si sigues bebiendo recobras la sobriedad.» Pope. El mismo ensayo. ¿Qué efecto te causa? —¿O de esto? Un poco de instrucción es peligrosa. Bebe copiosamente, ono pruebes elmanantial de la sabiduría; esas corrientes profundas intoxican el cerebro, y beber en abundancia nos vuelve a serenar. Pope. El mismo ensayo. Mo ntag bit his li p. Montag se mordió los labios. “I’l l t e l l yo u, ” s ai d Be a t t y, sm ili ng at hi s c ards. “That made 75 yo u f or a lit tle whil e a dr unkar d. Re ad a few li nes and off you go over the cl iff . Bang, you’re ready 88 — Te l o di r é — di j o B e at t y, s onri éndo le a s us naipes —. Est o te e mbor racha un poc o. Lee unas poc as l íneas y te t ir ar ás de cabeza al abi sm o. Es tás di spue st o ¿Dónde te deja esto? Montag se mordió los labios. —Yo te lo diré —prosiguió Beatty, sonriendo a sus naipes—. Esto te ha embriagado durante un breve plazo. Lee algunas líneas yte caes por el precipicio. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t o bl o w up t he wo r ld, cho p of f he ads , knoc k do wn wo m e n and c hi l dr e n, d e s t r o y a ut ho r i t y. I know, I’ve be en thr ough it all .” tr. de Alfredo Crespo a vol ar e l mundo, arr ancar cabe zas , go lpear a niños y m uj er es , de st rui r la autor idad. Conozc o el asunt o. H e pasado por e so . Vamos, estás dispuesto a trastornar el mundo, a cortar cabezas, a aniquilar mujeres y niños, a destruir la autoridad. Lo sé, he pasado por todo ello. — Yo e st oy m uy bie n —dij o Montag, nervioso. —Ya estoy bien —dijo Montag, muy nervioso—. —N o te po ngas col or ado . No ins inúo nada, no, de veras. Sabes, hac e una hora tuve un s ueño. Me ac osté para desc ans ar un r ato, y soñé que tú y yo di scutí amos terri blemente so bre li bros. Tú es tabas furio so, m e grit abas citas. Yo paraba serenament e todos lo s golpe s. P ode r, di je y me c itast e al doc tor J ohnso n: «El conocimi ento es superior a la fuerza.» Y yo dije: Bueno, el doctor Johnson escr ibió t am bi én, mi que ri do m uc hac ho , es t as pal abr as : «N o e s ho mbr e s abi o el que de j a al go cierto por algo i ncierto.» Q uédate con noso tros, Montag. Fuera s ólo hay un tri ste caos. —Deja de sonrojarte. No estoy pinchándote, de veras que no. ¿Sabes? Hace una hora he tenido un sueño. Me había tendido a descabezar un sueñecito. Y, en este sueño, tú y yo, Montag, nos enzarzamos en un furioso debate acerca de los libros. Tú estabas lleno de rabia, me lanzabas citas. Yo paraba, con calma, cada ataque. Poder, he dicho. Y tú, citando al doctor Johnson, has replicado: ¡El conocimiento es superior a la fuerza! Y yo he dicho: «Bueno, querido muchacho», el doctor Johnson también dijo: Ningún hombre sensato abandonará una cosa cierta por otra insegura. Quédate con los bomberos, Montag. ¡Todo lo demás es un caos terrible! “D o n’ t l i s t e n , ” wh i s p e r e d —No escuche —murmuró Faber— Fabe r. “H e’s t ryi ng to co nf use . . Está tratando de confundirlo. Es un He ’s sl ippery. Watc h out !” 30 hombre astuto. ¡Cuidado! —No le hagas cas o —sus urró Faber—. Está tratando de confundirte. Es muy astuto. ¡Cuidado! Be at t y c hu c kl e d . “And y o u said, quoti ng, ‘Trut h will co me to l i g ht , m ur d e r wi l l no t b e h i d l o n g! ’ An d I c r i e d i n g o o d 35 humo ur, ‘O h Go d, he s pe aks only o f hi s h o r s e !’ And ‘Th e D e vi l c an c i t e Sc r i pt ur e f o r hi s pur po se .’ And yo u ye ll ed, ‘Thi s age thinks bette r o f a gil ded foo l, 40 t h an o f a t h r e a db ar e s ai n t i n w i s do m ’s s c h o o l ! ’ An d I whi spe r e d ge nt l y, ‘The di gni t y o f t r ut h i s l o s t wi t h m uc h pro t es ti ng. ’ And you s c re ame d, 45 ‘Carc ass es bl eed at the sight of the m ur der er!’ And I sai d, patti ng yo ur hand, ‘W hat , do I give you tr enc h m out h?’ And yo u s hri eke d, ‘K no wl e dge i s po we r !’ and ‘A 50 dwarf o n a gi ant ’s s ho ul de rs o f t he f ur the s t o f t he t wo!’ and I s um m e d m y s i de up wi t h r ar e s e r e n i t y i n, ‘Th e f o l l y o f mi staking a m etaphor for a proo f, 55 a tor re nt of ver bi age fo r a s pri ng of capi tal tr ut hs, and one sel f as an o r acl e , i s inbo r n i n us , M r. Valer y o nce said. ’” Beatty se rió entre dientes. — Y t ú di ji s te , ci t ando: «¡La ver dad saldr á a l a luz, el cri men no se oc ultar á mucho tie mpo! » Y yo gri té , c on bue n hum or : «O h, Di os , ¡só lo e stá hablando de su caballo! » Y «El di ablo puede cit ar l as Esc ri turas para s u [1 25 ] pro pio be nefic io». Y tú m e grit aste: «¡Hoy se prefiere al tonto bien vestido antes que al santo de sarrapado de l a esc uela de los sabio s!» Y yo mur muré: «La dignidad de la ver dad s e pie rde cuando las prot e s t as s o n e xc e s i va s . » Y t ú aul laste: « ¡La carr oña sangra a la vis ta del ases ino!», y co n un c hil li do : «¡Un enano s ubi do a lo s hom bros de un gigante e s el que ve más l ejos! » Y yo re sumí mis ar gume ntos con una rara s erenidad: «La locura de confundir una me táfo ra con una pr ueba, un t orre nte de palabras con una fue nte de ve r dade s c api t ale s , y a uno mis mo co n un oráculo, e s innata e n nos o tr o s. » Lo dij o e l s e ño r Val éry una vez. Beatty rió entre dientes. —Ytú has replicado, tambiénconuna cita: La verdad saldrá a la luz, el crimen no permanecerá oculto mucho tiempo. Y yo he gritado de buen humor: ¡Oh, Dios!¡Sólo está hablando de su caballo! Y: El diablo puede citar las Escrituras para conseguir sus fines. Y tú has vociferado: Esta época hace más caso de un tonto con oropeles que de un santo andrajoso, de la escuela de la sabiduría . Y yo he susurrado amablemente: La dignidad de la verdad se pierde con demasiadas protestas.Ytúhas berreado: Las carroñas sangran ante la presencia del asesino. Y yo he dicho, palmoteándote una mano: ¿Cómo? ¿Te produzco anginas? Ytú has chillado: ¡La sabiduría ría es poder! Y: Un enano sobre los hombros de un gigante es el más alto de los dos. Yhe resumido mi opinión con extraordinaria serenidad: La tontería de confundir una metáfora con una prueba, un torrente de verborrea con un manantial de verdades básicas, y a sí mismo con un oráculo, es innato en nosotros, dijo Mr. Valéry en una ocasión. La cabe za l e daba vue l tas a Mont ag. Se ntía que lo golpeaban sin piedad en la frente, los ojos, la nariz, los labios, las mejillas, los hombros, los brazos. Quería gritar: «¡No! ¡No! Cálle se. Está confundiendo las cosas. ¡Cállese!» Los ágiles dedos de Beatty le apretaron de pronto la muñeca. Mo ntag m ene ó l a c abe za doloridamente. Le parecía que le golpeaban implac ablemente en la frente, en los ojos, en la nariz, en los labios, en la barbilla, en los hombros, en los brazos levantados. Deseaba gritar: «¡Calla! ¡Estás tergiversando las cosas, deténte!» alargó la mano para coger una muñeca del otro. — ¡D i os , qué pul s o ! Y po r m i c ulpa, ¿no , M o nt ag? J e s uc r i st o , t i e ne s un pul s o c o mo e l dí a de l arm i s ti c i o. ¡Si r enas y c am panas po r t o da s par t e s ! ¿H ab l ar é un po qui t o m ás ? M e gus t a t u m i r ada de pánic o . Swahi l i , hindú, i ngl és , pue do habl ar c ualqui e r —¡Caramba, vaya pulso! Te he excitado mucho, ¿verdad, Montag? ¡Válgame D i os ! Su pul so suena como el día después de la guerra. ¡Todo son sirenas Y campanas! ¿He de de ci r algo más ? Me gusta tu expresión de pánico. Swahili, indio, inglés... ¡Hablo todos los idiomas! 5 “I’m al l r ight, ” sai d M ont ag, ne rvousl y. “S t o p b l us hi n g. I’ m n o t ne edl ing, really I’m not . D o you know, I had a dr eam an hour ago. I l ay do wn f or a cat- nap and i n this dre am you and I, Montag, got into a f ur io us de bate o n bo oks. Yo u t o we r e d wi t h r age, ye l l e d quot e s at m e . I cal m l y par ri e d ever y thr us t. Po we r, I sai d, And yo u, quo t i ng D r. J ohns on, sai d ‘K no w l e dge i s m o r e t h an equival ent to f orc e!’ And I s ai d, ‘We ll, Dr. Johnson also sai d, dear bo y, that “He i s no wis e m an that wi l l qu i t a c e r t ai nt y f o r an un c e r t ai nt y. ’ ” S t i c k w i t h t he f i r e m an , M o nt ag . A l l e l s e i s dr eary chaos !” 10 15 20 25 60 M o nt a g’s he ad wh i r l e d s i c ke ni n gl y. H e f e l t b e at e n unm ercifully o n bro w, eye s, no se, l i ps , c hi n , o n s ho ul d e r s , o n upfl ai l i ng ar m s . H e want e d t o 65 ye l l , “N o ! s h ut up, y o u’ r e c o nf u s i n g t hi n gs , s t o p i t !” Beatt y’s gr ac ef ul f inge rs t hr us t out t o sei ze his wris t. 70 “G od, what a puls e ! I’ve go t yo u going, have I, Montag. Jes us Go d, yo ur pul se so unds l ike t he day aft er the war. Ever ything but sir ens and bell s! Shall I talk s ome 75 mo re? I li ke your l ook o f pani c. Swahi l i , Indian, Engl i s h Li t ., I s p e ak t he m al l . A ki n d o f 89 B’s Farenheit e x c e l l e nt Wi ll ie !” dum b tr. de F. Abelenda di s c o u r s e , ¡Ha sido un exce lente y estúpido discurso! 5 —Montag, ¡manténgase sereno! — La polillarascaba la oreja de Montag.— ¡Ese hombre lo enturbia todo! —¡Montag, resista! —La vocecita sonó en el oído de Montag—. ¡Está enfangando las aguas! “Oh, yo u we r e s c are d si l l y, ” s ai d Be att y, “fo r I was do i ng a t er ri bl e t hi ng in us ing t he ver y 10 bo oks yo u clung to, to r ebut you o n e ver y hand, o n e ve r y po i nt ! What tr ait ors bo oks c an be ! You think t hey’re backing you up, and they tur n on you. O the rs can use 15 them, t oo, and t he re you ar e, lo st in t he m iddl e of the mo or, in a gr eat wel ter o f nouns and ver bs and adj ec t ive s. And at t he ver y e nd o f my dre am , alo ng I c am e 20 wi t h t he Sal am a nde r and s ai d, G oi ng m y way? And you go t i n an d w e d r o ve bac k t o t he fi rehouse in beati fic si lence , all dwindle d away to peac e.” Beat ty 25 l e t M o nt ag’s wr i s t go , l e t t he hand sl um p l imply on the t abl e. “Al l ’s we l l t hat i s we l l i n t he e nd. ” — Oh, e s tabas de ve ras as us t ado —dij o Be at ty—. Te pare cí a t er ri bl e que yo usara t us l ibro s par a r e bat i r t o do s l o s punt o s , t odos l os argum ento s. ¡Qué tr ai c io ne ro s pueden se r lo s li br os ! Cr eí as que t e apoyaban, y se vol ví an co nt ra ti . O tro s podían usarl o s t am b i é n, y ahí e s t abas t ú, per di do e n me di o del pár am o, e n u na g r a n [1 2 6 ] c i é na ga d e s us tant ivos , ver bo s y adj et ivos . Y haci a e l f i n de mi sue ño , yo s al í c o n l a Sal am andr a y di j e : Vie ne s co nm igo? Y t ú y yo vol vim os a l os c uart e le s en beatí fi c o s il e nci o , y t o do re c o br ó s u paz. —Beatt y so lt ó la m uñec a de M o n t ag, de j and o que l a m ano c ay e s e f l o j a m e nt e s o b r e l a m es a.— To do e st á bi en cuando t odo te rm ina bi en. —Oh, te has asustado tontamente — dijo Beatty— porque he hecho algo terrible al utilizar esos libros a lo que tú te aferrabas, en rebatirte todos los puntos. ¡Qué traidores pueden ser los libros! Te figuras que te ayudan, y se vuelven contra ti. O t r os pue de n ut i l i zar l o s tambié n, y ahí e st ás per di do e n medio de l pantano, entre un gran t um ul t o de no m br es , ve r bo s y adjetivos. Y al final de mi sueño, me he presentado con la salamandra y he dicho: «¿Vas po r mi c am ino?» Y t ú h a s s u bi d o , y h e m o s r egre sado al cuar te l en m edio de un s i le nci o be atí f ic o , l l eno s de un pr o f undo s os i e go. — Be at t y s ol t ó l a m uñe c a de M o ntag, dejó la mano fláccidamente apoyada en la mesa—. A buen fi n, no hay mal principio. Silencio. Montag parecía una estatua labrada en piedra. El eco del último martillazo moría lentamente en esa caverna oscura donde Faber esperaba a que los ecos se apagasen. Y luego, cuando en la mente de Montag el polvo levantado volvió a su sitio, Faber comenzó a decir, susurrando: — Muy bie n, ha dic ho lo que te nía que dec ir. N o l o olvide . Yo di ré lo mí o e n l as pr óxi mas horas. Y uste d m e ate nde rá tam bié n. Y lue go tr at ar á de j uzgar nos a am bos y de cidirá qué cam ino t om ar á, o e n qué c am i no c ae r á. Quier o que su de cis ión s ea sol ame nte s uya, no mía, ni de Beatt y. Pe ro recuerde que el capi tán pe rte nec e al grupo de los m ás pel igr os os enem igo s de la verdad y la li be rtad, el só lido y te rc o r ebaño de la mayor ía. Oh, Dio s, la te rrible tir anía de la mayorí a. Todo s t oc amo s nue str a arpa. Y a uste d l e toc a dec idi r c on qué o re ja es cuc hará la músic a. Silencio. Montag parecía una estatua tallada en piedra. El eco del martillazo final en su cerebro fue apagándose lentamente e n l a os c ur a ca vi da d donde Fa be r esperaba a que esos ecos desapareciesen. Y, entonces, cuando el polvo empezó a depositarse en el cerebro de Montag, Faber empezó a hablar, suavemente: — Es t á bie n, ha di c ho lo que t e ní a que d e c i r. De be ac e p t ar l o . Yo t am b i é n di r é l o que de bo e n l as pr ó xi mas ho r as . Y us t e d l o a c e pt ar á. Y t r a t a r á d e j u z g a r l a s y podr á decidir hacia qué lado saltar, o caer. Pero quiero que sea su decisión, no la mía ni la del capitán. Sin embargo, recuerde que el c apitán pertenece a los enemigos m ás peligrosos de la verdad y de la l ibertad, al sólido e i nc o nm o vi ble ganado de l a mayorí a. ¡Oh, Di os! ¡La te rrible tiranía de la mayoría! Todos tenemos nuestras arpas para tocar. Y, ahora, le corresponderá a usted saber con qué oído quiere escuchar. M ont ag o pene d his mo ut h t o answe r Faber and was saved this er ro r in t he pre se nc e of o ther s whe n the s tati on be ll r ang. The al ar m - vo i c e i n t he c e i l i ng c hant e d. The r e was a t ac ki ngtacking s ound as the alarm- repo rt te lepho ne typed out t he addre ss ac ros s t he ro om. Captain Be att y, hi s poker car ds in one pink hand, wa l ke d wi t h e xag ge r at e d sl owness t o t he pho ne and r ipped out t he addre ss when the r epo rt wa s f i ni s he d. H e gl anc e d pe rfunc tor ily at i t, and shoved it in hi s poc ket . H e cam e bac k and s at do wn. The ot her s l oo ked at him . M o nt ag a br i ó l a bo c a p ar a r e s po nd e r a F ab e r. El s o ni do 60 d e l a c am pa na e vi t ó qu e c o m e t i e r a e s e e r r o r. La vo z de l a a l ar m a c a nt a ba e n e l c i e l o r as o . Se o yó un s e c o g o l pe t e o . El t e l é f o n o e s c r i b í a l a di r e c 65 c i ó n e n e l o t r o e xt r e m o de l c u ar t o . El c api t án B e at t y, c o n s u s c ar t as de p ó ke r e n l a m a no r o s a da, c am i nó c o n e x age r a da l e n t i t ud ha c i a e l t e l é 70 f o no . E s pe r ó e l f i n de l i n f o r m e , a r r an c ó e l t r o zo de p ape l . Lo m i r ó de s c ui d ad am e nt e , s e l o m e t i ó e n e l bo l s i l l o , vo l vi ó , y s e s e nt ó . Lo s o t r o s l o 75 m i r a r o n . . [ 1 2 7 ] M o nt a g abr i ó l a bo c a pa r a r es ponder a Faber. Le s alvó de es te er ror que i ba a com et er en pr ese nci a de los ot ros e l s oni do de l t im bre de l cuarte l. La vo z de al arm a pro veniente de l t ec ho se de jó oír. Hubo un t ic tac c uando el t e l é f o no de a l ar m a m e c ano gr af i ó la di r e c c i ó n. El capit án Be att y, co n l as cartas de pó que r e n una mano, se acer có al te léfo no con exagerada l ent itud y arr ancó l a dir e c ci ó n c uando e l infor me hubo t erm inado. La mi ró f ugazme nt e y s e la m e ti ó en e l bo l s i l l o . Re g r e s ó Y vo l vi ó a se ntarse a la me sa. Lo s dem ás le mi raro n. “I t c an wa i t e xa c t l y f o r t y s e c o n ds wh i l e I t a ke al l t he —P ue de e s per ar c uar e nt a s e g un d o s , m i e n t r as l e s s ac o —Eso pue de esper ar cuarenta segundo s exactos , que es lo que “M ont ag, hold o n! “ The mo th br us h e d M o n t ag ’s e a r. “H e ’s muddying the wat ers !” slump 1 (de la economía) profunda depresión 2 (en las ventas) bajón verbo intransitivo 1 (las ventas) caer en picado (los precios) desplomarse 2 (los ánimos, la economía) decaer 3 (una persona) caer, desplomarse: she slumped to the ground, se desplomó en el suelo tr. de Alfredo Crespo i di om a. ¡U n e xc e l e nt e di s cur s o m udo , Wi ll i e ! 30 Si l e n c e . M o nt ag s at l i ke a carve d whi te sto ne . The ec ho of t he f i nal ham m e r o n hi s s kul l di ed sl owly away into the black c ave r n whe r e Fabe r wai t e d f o r 35 the e choes to subs ide . And then when the st art led dust had se ttl ed do wn ab o ut M o nt ag’s m i n d, Fabe r began, so f t ly, “All ri ght , he ’s had his say. You must take it 40 in. I’l l say my say, too, in t he next fe w hours. And you’ll t ake it i n. And you’ll tr y t o j udge the m and make yo ur de cis ion as t o whi ch way t o j um p, or fal l. But I want 45 it to be your deci sio n, no t m ine, an d n o t t h e C apt ai n ’s . B ut r e m e m be r t hat t he Cap t a i n bel o ngs to t he mo s t dange r ous enemy o f t rut h and fr eedom , t he 50 s o l i d u nm o vi n g c at t l e o f t he m aj o ri ty. O h, Go d, t he te rr i bl e t yr anny o f the m aj or it y. We al l have o ur har ps t o pl ay. And it ’s up t o y o u no w t o kn o w wi t h 55 which e ar you’l l l ist en.” 90 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda m o ne y a way f r o m yo u , ” s a i d Be att y, happil y. t o do e l d i n e r o — di j o Be at t y al e gr e m e nt e . Mo ntag put hi s c ards down. Montag dejó sus cartas. tr. de Alfredo Crespo tardaré en acabar de desplumaros — dijo Beatty, alegremente—. Montag dejó sus cartas. 5 “Tire d, Mo ntag? Go ing o ut of this game ?” —¿Cansado, Montag? ¿Abandonas el juego? “Ye s . ” —Sí. — ¿Cans ado , M o nt ag? retiras de la partida? ¿Te —Sí. 10 “H old on. Wel l, com e t o thi nk o f i t , we c an f i ni s h t hi s hand later. Jus t l eave your car ds face do wn and hus tl e the equi pm ent. On the double no w.” And Beat ty 15 r o s e up aga i n. “M o n t ag , y o u do n’t l ook we ll? I’d hat e t o thi nk yo u w e r e c o m i ng do wn wi t h another fe ver …” —Espera un momento. Bueno, si lo pensamos un poco, podemos terminar esta mano más tarde. Dejen los naipes cara abajo, sobre la mesa, y preparen los equipos. Vamos, de prisa. —Y Beatty volvió a levantarse.— Montag, ¿no te sientes bien? No me gustaría que volvieses a caer en otra de esas fiebres. — Re si st e. Bue no, pensándol o bi e n, po de m o s t e r m i nar l ue go e s t a m a n o . D e j a d vue s t r o s nai pe s boc a abajo — Pr e par ad e l e qui po . Aho r a s e r á do ble . — Y Be at t y vo l vi ó a l e va nt a r s e — . M ont ag, ¿no te e ncue nt r as bi en? S e n t i r í a q u e vo l vi e s e s a t e ne r f i e br e ... 20 “I’ll be all ri ght .” —Pronto me sentiré bien. —Estoy bien. “Yo u’ l l be f i ne . Th i s i s a — Te s ent ir ás m agní f ic am enspeci al case. Co me on, j um p f or t e. És t e e s un c aso es pec i al. Vai t!” 25 m os , ¡r ápi do ! —Ma gní f i c o ! És t e e s un c as o e s p e c i al . ¡ Va m o s , apr e s úr a t e ! The y le aped i nt o the ai r and c lutc he d the brass po le as if i t we re the l ast vant age point abo ve a t idal wave pas si ng bel ow, and 30 t h e n t he b r as s p o l e , t o t he i r di s m a y s l i d t he m do wn i n t o dar knes s, i nto the blas t and co ugh and suc tion of the gaseous dragon ro ari ng to lif e! 35 Saltaron al aire y se agarraron a la barra de latón como si se tratase del último punto seguro sobre la avenida que amenazaba ahogarles; luego, con gran decepción por parte de ellos, la barra de m etal l es baj ó hac ia la oscuridad, a las toses, al resplandor y la succión del dragón gaseoso que cobraba vida. “H ey!” Dieron un salto en el aire y se tomaron de la barra de bronce, que parecía asomar por encima de una inmensa ola capaz de arrastrarlos a todos. Y entonces la barra, ante el desaliento de los hombres, los llevó abajo, ¡a la oscuridad, las ráfagas y toses y succiones del dragón gaseoso que rugía despertando a la vida! —¡Eh! Th e y r o u nde d a c o r n e r i n Doblaron una es quina con truet h und e r an d s i r e n, wi t h 40 nos y silbidos de sirena, chirridos co ncussi on of tyres , wit h s cre am de frenos, chilli dos de gomas; con of r ubber, with a shift of kero sene un gorgoteo de ke rosene en el bribul k in the gl i tt e ry bras s t ank, llante tanque de bronce, como una li ke the f ood i n t he st omach of a comida en el est ómago de un gigi ant ; wi t h M o n t ag ’s f i nge r s 45 gante; con la barandilla de plata saj o l t i ng o f f t he s i l ve r r ai l , cudida por las m anos de Montag, s wingi ng i nt o co l d s pace , wi t h manos que se agit aban en el espat he wi nd t e ar i ng hi s hai r bac k cio frío de la noc he; con un viento f r o m h i s he a d, w i t h t h e wi nd que le levantaba e l pelo, un viento whist ling in his te eth, and hi m all 50 que le silbaba en los oídos, mienthe whil e thi nki ng of the wome n, tras él no dejaba de pensar en las t he c haf f wo m en i n his parl our mujeres, las mujeres fis gonas de t onight , wi th t he ke rnel s bl own mentes arrastradas por un viento de o ut f ro m unde r t he m by a neo n neón que habían estado esa noche wi nd, a nd hi s s i l l y d am n e d 55 en su sala. ¡Aquella tonta y conre adi ng of a boo k t o t hem . H ow denada l e ct ur a! Com o t rat ar de li ke tr ying t o put out fir es wi th apagar un fue go co n pist ol as de water -pi st ols , how sense les s and agua, qué dis parate, qué inse nsai nsane . O ne rage t ur ned i n f o r tez. Una furia que se [128] transano t he r. O ne an ge r di s pl ac i ng 60 for maba en ot ra. U na có lera que an o t he r. W he n wo u l d h e s t o p desplazaba a otra. Cuándo dejaría be ing enti rel y m ad and be quie t, es a l ocura y s e quedaría quiet o, be ve ry qui et indee d? realmente quieto? “H ere we go !” 65 M o nt a g l o o k e d up . B e at t y ne ve r dr ove, but he was dr iving t o ni g ht , s l am m i n g t he Sa l am an de r ar o un d c o r ne r s , 70 l e ani ng f o r war d hi g h o n t he dri ver ’s throne , hi s massive bl ack s l i cke r f l appi ng o ut be hi nd s o that he se eme d a gr eat blac k bat fl ying abo ve the e ngi ne , o ver t he 75 br as s num be r s , t aki ng t he f ul l wi nd. 91 —¡Allá vamos! Mo nt ag alzó lo s oj os . Beatt y nunc a c onduc í a, pe ro lo es t aba hac ie ndo es ta noc he , dando una vue l t a c e rr ada e n l as e s qui nas , i ncl i nándo s e hac ia adel ant e e n s u tr o no de c o nduct or. La gran c ap a ne gr a f l o t a ba d e t r á s y Beatt y par e cí a un e no rm e m ur c ié lago que vol aba en e l vi ento , s obre l a máquina, so br e lo s núm er os de br once . —¡Eh! Doblaron una es quina con gran estrépito del motor y la sirena, con c hi r r i do de r ue das , c o n un de spl azami e nt o de l a m as a de l pet róleo en el brill ante tanque de l at ó n, c o m o l a c o m i da e n e l est ómago de un gigante mient ras los dedo s de Montag se apartaban de l a bar andi l l a pl a t e ada, s e agi taban en e l ai re , mi entr as e l vi e nto e m puj aba e l pe l o de s u c ab e za ha c i a at r ás . El vi e nt o si lbaba e ntr e sus di ent es , y é l, pensaba sin c esar e n muj eres, en aque ll as c har l at anas de aque ll a noc he en su salón, y en l a absurda ide a de é l de l eerle s un l ibro. Era t an i ns e ns at o y de m e nt e c o m o tratar de apagar un fuego con una pi s t o l a de ag ua. U na r a bi a s us t it uida po r o tr a. U na có l er a de s pl aza ndo a o t r a. ¿Cuá ndo de j ar í a d e e s t a r f ur i o s o y s e t r a nqui l i zar í a, y s e que da r í a com pletam ente t ranqui lo? —¡Vamos allá! Montag levantó la cabeza. Beatty nunca guiaba pero esta noche sí lo hacía, doblando las esquinas con la salamandra, inclinado hacia delante en el asiento del conductor, con su maciza capa negra agitándose a su espalda, lo que le daba el aspecto de un e no rm e m ur ci é l ago que volara sobre el vehículo, sobre los números de latón, recibiendo todo el viento. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “H ere we go t o keep the wor ld happy, M ontag!” Be att y’s pink, phos pho re sce nt c he e ks gl i m m e r e d i n t he hi gh da r kne s s , and he w as s m i l i ng fur ious ly. 5 “H er e we are !” tr. de Alfredo Crespo —¡Allá vamos, a hacer felices a los hombres, Montag! —¡Allá vamos para que el mundo siga siendo feliz. Montag! Las m ej il las ro sadas y fosforescentes de Beatty brillaban en la profunda oscuridad. Sonreía salvajemente. Las mejillas sonrojadas y fosforescentes de Beatty brillaban en la oscuridad, y el hombre sonreía furiosamente. —¡Allá vamos! —¡Ya hemos llegado! 10 The Salamande r boo me d t o a hal t , thr owi ng m e n o ff in s l ips and cl um sy hops . Mo nt ag s to od f ixing his r aw e yes t o t he c ol d br i ght r ai l unde r hi s c l e nc he d 15 fi nger s. La Salamandra se detuvo con un estampido, despidiendo a los hombres, que resbalaron y saltaron torpemente. Montag se quedó mirando con aire de cansancio la barandilla brillante y fría que apretaba entre los dedos. La salamandra se de tuvo de repente, sacudiendo hombres. Montag permaneció con la mirada fija en la bri llante barandill a de m etal que apretaba con toda la fuerza de sus puños. I can’t do it, he t hought . H ow can I go at t his ne w ass ignment, ho w c an I go on burni ng things? 20 I can’t go in t his pl ac e. «No puedo hacerlo —pensó—. ¿Cómo puedo realizar esta nuevamisión, cómo puedo seguir quemando cosas?No me será posible entrar en ese sitio.» Be at t y, s m e l l i ng o f t he wi nd Beatty estaba ya junto a Montag, t hr o ugh whi c h he had r us h e d , oliendo el vient o que acababa de w a s a t M o n t a g ’ s e l b o w . 25 atravesar rápidamente. “All r ight, Mo nt ag?” —Muy bien, Montag. Be att y, con el olo r del vie nto a t r avé s d e l c u al s e hab í a pr eci pit ado, se ace rcó a Mo ntag. —¿Todo va bien, Montag? The m e n r an l i ke c r i p p l e s i n t h e i r c l um s y bo o t s , a s q ui e t l y a s s pi de r s . Los hombres corrían como tullidos en sus incómodas botas, silenciosos como arañas. Los hombres se movieron como lisiados con sus embarazosas botas, tan silenciosos como arañas. Al fin Montag alzó los ojos y se volvió. Beatty estaba estudiándole la cara. Mo nt ag acabó por l evantar la mir ada y vol vers e. Beatty est aba observando su rostro. 30 At last Montag r ais ed his eyes and t ur ned. Beat ty was wat chi ng hi s f ac e. 35 “Something the matter, Montag?” —¿Pasa algo, Montag? “W hy, ” s ai d M o nt ag s l o wl y, —Pero cómo —dijo Montag len“we ’ve s t o ppe d i n f r o nt o f m y tamente—, nos hemos detenido frenho us e . ” 40 te a mi casa. 45 50 55 60 65 70 75 92 — ¿Suc ede al go, Mo nt ag? —Caramba —dijo éste, con lentitud—. Nos hemos detenido delante de mi casa. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo PART TH REE: 3 3ª Parte BURNIN G BRIGH T Fuego brillante Fuego Vivo Se encendieron luces, y las puertas de las casas se abrieron a lo largo de toda la calle, para asistir a la preparación del espectáculo. Montag y Beatty, uno con una seca satisfacción, el otro con incredulidad, miraban fijamente la casa, esa pista central donde se harían juegos malabares con antorchas y donde los hombres tragarían fuego. Las luces iban encendiéndose y las puertas de las casas abriéndose a todo lo largo de la calle, para observar el es pe ct ác ul o que se pre paraba. Montag y Beatty miraban, el uno con s ec a sati sf ac ci ón, el o tr o co n incr edul idad, l a casa que te ní an delante, aquella pista central en la que se agitarían numerosas antorchas y se comería fuego. Li ghts fl i c ke d on and ho us edo ors opene d all do wn the st ree t, t o wa t c h t he c ar ni val s e t u p. M o nt ag and Be at t y s t ar e d, o ne wit h dr y sat is fact io n, the ot he r wi t h di s be l i e f , at t h e ho u s e be fo r e the m , t hi s m ai n r i ng i n whic h t or ches wo uld be juggl ed and f ire e ate n. 5 10 “Well ,” said Beatty, “no w you 15 di d i t. Old M ont ag wanted t o f ly ne ar t he s un and now t hat he ’s bu r nt hi s d am n w i ng s , he wo nde r s wh y. D i d n’t I hi nt e no ugh whe n I s e nt t he Ho und 20 ar ound your pl ace ?” —Bue no — di jo Be at ty—, ahí está. El viejo Montag quería volar cerca del sol y ahora que se le han quemado las malditas alas, se pregunta por qué. ¿No estaba yo en lo cierto cuando envié el Sabueso a que espiara la casa? —Bueno —dijo Beatty—;ahoralo has conseguido. El viejo Montag queríavolar cerca del sol y ahora que se ha quemado las malditas alas se pregunta por qué. ¿No te insinué lo suficiente al enviar el Sabueso a merodear por aquí? M o n t ag’s f ac e was e nt i r e l y numb and f eat ur ele ss; he f elt his he ad turn like a s tone car ving to 25 the dark pl ace next doo r, se t in it s bright bor de rs of flo wer s. El rostro de Montag parecía entumecido e informe; sintió que volvía la cabeza, como una piedra esculpida, hacia la oscuridad de la casa de al lado, rodeada por unabrillante fronterade flores. El ro st ro de Mo nt ag e st aba totalmente inmóvil e inexpresivo; sintió que su cabeza se volvía hacia la casa contigua, bordeada por un colorido macizo de flores. Beatt y s no r te d. “O h, no ! Yo u we r e n ’t f o o l e d b y t hat l i t t l e 30 i di ot ’s ro ut ine, no w, we re you? Fl o we r s , b ut t e r f l i e s , l e ave s , suns et s, o h, he ll ! It ’s al l in her fi le. I’ll be damned. I’ve hi t t he bul l s eye . Look at the sick look on 35 yo ur fac e. A f ew gr ass -bl ade s and the quar ter s of t he mo on. What tr ash. What good did she e ver do wi th all t hat ?” Beatty lanzó un bufido. —O h, no. No habrás caí do en la rutina de aquella pequeña idiota, ¿no? Flore s, mar iposas, hoj as, [1 30] cr epúsc ulo s, ¡oh, diablo s! Es tá t odo en e l arc hi vo . Maldició n. H e dado en el blanco. Mírenle la cara. Unas pocas briznas de hierba y unos cuartos de luna. Ñoñerías. ¿De qué le sirvió a e lla todo es o? Beatty lanzó un resoplido. —¡OhI no’No te dejarías engañar por la palabrería de esa pequeña estúpida, ¿eh? Flores, mariposas, hojas, puestas de sol... ¡Oh, diablo! Aparece todo en su archivo Que me ahorquen. He dado en el bl anc o. Fíj ate en el as pec to enf ermi zo que tienes. Unas pocas briznas de hierba y las fases de la luna. ¡Valiente basura! ¿Q ué pudo e lla conseguir con todo eso? M o nt a g s a t o n t h e c o l d f e nder o f t he Dr ago n, m o vi n g h i s h e a d ha l f a n i n c h t o t h e l e f t , ha l f a n i n c h t o t he r i g h t , l e f t , r i g h t , l e f t 45 r i ght , l e f t … Mont ag se sentó en el frío guardafuegos del Dragón, moviendo la cabeza un centímetro a la izquierda, un centímetro a la derecha, a la izquierda, a la derecha, a la izquierda, a la derecha, a la izquierda... Montag se sentó en el frío parachoques del vehículo, desplazando la cabeza un par de centímetros a la izquierda, un par de centímetros a la derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda... “S he s aw e ve r yt h i ng . S he di dn’t do anything to anyo ne. She just let them al one .” —Ella veía todas las cosas. No le hizo nada a nadi e. D ejaba: en paz a los demás. — E l l a l o ve í a t o d o . N un c a hi z o dañ o a nadi e . l o s de j aba t r a nqui l o s . “A l o n e , he l l ! Sh e c he w e d —¡En paz, demonios! No te dejó un ar ound you, di dn’ t s he ? O ne o f minuto tranquilo, ¿no es cierto? Uno de t ho s e da m n do - g o o d e r s w i t h esos malditos benefactores, conesos sit h e i r s h o c k e d , h o l i e r - t h a n - 55 lencios ensimismados siempre más prot ho u s i l e nc e s , t he i r o n e t al e nt fundos que los de uno, con un único tam a k i n g o t h e r s f e e l g u i l t y. lento: hacer que los demás se sientanculG o d d am n, t he y r i s e l i k e t he pables. Maldita sea, ¡aparecen como el m i dni gh t s un t o s w e at y o u i n sol de medianoche para hacernos sudar yo ur be d !” 60 en la cama! —¿Tranquilos? ¡Narices! Revoloteaba a tu alrededor, ¿verdad? Uno de esos malditos seres cargados de buenas intenciones y con cara de no haber roto ... un plato, cuyo único talento es hacer que los demás se sientan culpables. ¡Aparecen como el sol de medianoche para hacerle sudar a uno en la cama! The f r o nt d o o r o p e n e d ; M i l dr e d c am e do wn t he s t e ps , r unni ng, one sui tc as e he ld wit h a dre am- li ke cl e nc hi ng ri gidit y 65 in he r f ist, as a bee tle -taxi hiss ed t o the curb. La puert a de l a cas a s e abri ó; M i l dr e d baj ó l o s e s c al o ne s , c o r r i e n do , c o n una m a l e t a c o l ga ndo r í gi d am e nt e d e u na m ano , e n t ant o que un t axi s e de tenía junto al bo rdill o. 40 50 “Mi l dr e d!” La puerta de calle se abrió de par en par. Mildred bajó corriendo los escalones, llevando rígidamente una valija en la mano, como en una pesadilla, mientras un taxi se acercaba siseando a la acera. —¡Mildred! —¡Mildred! 70 She r an pas t wi t h h e r b o dy s t i f f , he r f a c e f l o ur e d wi t h po wde r, he r m out h gone, wi tho ut lipstic k. La mujer pasó rápidamente junto a Montag, con el cuerpo tieso, la cara cubierta de polvo, sin boca, sin pintura en los labios. Ell a c r uzó c o rr i endo, co n e l cuerpo rígido , el ros tr o c ubi er to de po lvos, la boca invi sible, s in carm ín. —¡Mildred, no habrás dado tú la alarma! —¡Mildred, no has sido tú quien ha dado la alarma! 75 “M ildred, you di dn’t put in t he alar m!” 93 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda She sho ve d t he val i se in the waiting beetle, climbed in, and sat mumbling, “P o o r f a m i l y, p o o r f a m i l y, o h e ve r y t h i n g g o n e , e ve r y t hi n g , e ve r y t h i n g go n e n o w… ” Ellametió la maleta en el taxi, subió al vehículo yse sentó, mientras murmuraba: —¡P o bre f amilia, po br e familia! ¡Oh! ¡ To d o perdido, todo, todo p e r d i do . . . ! Beatty tomó a Montag por el hombro mientras el coche partía, alcanzaba los cien kilómetros por hora y desaparecía en el extremo de la calle. Beattycogió aMontagpor unhombro, mientras el taxi arrancaba veloz y alcanzaba los cien kilómetros por hora antes de llegar al extremo de la calle. Se sintió un estrépito como si un sueño hecho de vidrios, espejos y prismas de cristal cayera hecho trizas. Montag dio unos pocos pasos, tambaleándose, como si otra incomprensible tormenta lo hubiese mareado, y vio que Stoneman y Black, armados de hachas, rompí an los vidrios de las ventanas para facilitar la ventilación. Se produjo un chasquido, como el de la caída de lo fragmentos de un sueño confeccionado con cristal, espejos y prismas. Montag se volvió co mo s i ot ra i nc om pr ensi bl e tormenta le hubiese sacudido, y vio a St onem an y a Black que , em puñando las hachas, ro mpí an c ri st al es de las ve nt anas par a asegurar una buena ventilación The br us h o f a de at h’s - he ad El roce de la cabeza de una polilla mo th against a col d black scr ee n. 25 muerta contra una pantalla negra y fría. “Mo nt ag, this is Fabe r. D o yo u —Montag, Faber le habla. ¿Me está he ar me ? W hat i s happening?” escuchando? ¿Qué ocurre? El roce de las alas de una mariposa contra una fría y negra tela metálica. —Montag, aquí Faber. ¿Me oye? ¿Qué ocurre.? “Thi s i s hap pe n i ng t o m e , ” said Mo ntag. Be at t y gr abbe d M o nt ag’s shoulder as the beetle blasted away and hit seventy m iles an hour, far down the street, gone. sh at te r in g destr oz ado, he ch o añ ico s, a br um ado r, a rr ollado r, ano nadant e, tra sto rna dor , demo ledor, t rem endo , estremecedor tr. de Alfredo Crespo Mildred metió la valija en el coche, subió y se sentó murmurando: —P o bre familia, o h po bre fam ilia, o h to d o perdido, todo, todo perdido ah o ra. .. Th e r e w as a c r as h l i k e t he fal ling par ts o f a dream fashio ned out o f war ped glas s, mi rro rs, and c r ys t al pr is m s . M o nt ag dr i ft e d ab o ut a s i f s t i l l ano t h e r i n c o m pr e he ns i bl e s t o r m h ad turne d him , t o s ee St one man and Bl ac k wiel di ng axe s, shatt eri ng wi ndow- pane s t o pro vi de cr os sve nt il at io n. 5 10 15 20 30 —Esto me ocurre a mí —dijo Montag. —Es to me ocur re a mí —dijo Montag—. “W hat a dr e adf ul s ur pr i s e , ” s a i d Be at t y. “Fo r e ve r yo ne no wadays kno ws, abs ol ut e l y i s c er t a in, that no t hing wil l eve r 35 happen to me . O ther s di e, I go on. The re ar e no c o ns eque nce s and no r es po ns ibil it ie s. Exc ept that there ar e . But le t’s not talk abo ut t h e m , e h? By t h e t i m e t he 40 co nse quenc es cat ch up wi th yo u, it ’s to o l ate , isn’t it , M ont ag?” — Q u é ho r r i bl e s o r pr e s a — dij o Be at ty—. P ues t odos s aben, c on abs ol ut a ce r te za, que nunc a nad a m e o c ur r i r á a m í . O t r o s m ue r e n, yo s i go vi vi e ndo . N o hay co nse cuencias ni re spo nsabil idades . Aunque l as hay. Pe ro no habl e m o s de e so , ¿eh? Cuando l as c onse cuenci as lo alc anzan a uno , ya e s de mas iado t ar de , ¿no e s ci er to , Mo nt ag? — ¡Qué te r r ibl e s o r pr e s a! — dijo Beatty—. Porque actualmente t o do s s abe n, e s t án t o t al m e nt e s e g ur o s , de qu e nun c a ha de ocurrirme a mí. Otros mueren y yo adelante. No hay consecuenc ias ni responsabilidades. Pero sí las hay. Mas no hable mos de e llas, ¿e h? Cua ndo c o m pr u e bas l as co ns ecuenc ias, ya es de mas iado tarde, ¿ve rdad, M ontag? “M o nt ag , c an yo u ge t away, _______________ __________ _ _ run?” as ke d Fabe r. 45 _ _ _ _ _ _ _______ —Montag, ¿puede marcharse, echar a correr? —preguntó Faber—. Mo ntag walke d but did not fe el hi s f e et t o uc h t he c em e nt and t he n t he ni ght gr as s e s . Be at t y fl icked hi s i gni te r near by and t he s m al l o r ang e f l a m e dr e w h i s fasci nat ed gaze. Mo nt ag s e adel antó , pe ro s in sentir que sus pies pisaban el cemento y luego las hierbas nocturnas. Beatty apre tó el ence ndedor junto a Montag y miró fascinado la llamita anaranjada. M o n t a g a n d uvo , p e r o n o s i nt i ó c óm o s us pi e s t o c aban e l c e m e nt o ni e l c é s pe d. Be a t t y e n c e nd i ó s u e n c e nd e do r y l a p e q ue ñ a l l a m a a n a r a nj a d a f as ci nó a M ont ag. “W hat is there abo ut fir e t hat ’s —Qué tiene el fuego que nos paso lo vel y? No matte r what age we 55 rece tan hermoso? No importa qué ar e, what draws us to i t?” Be at ty edad tengamos. Siempre nos atrae. — bl e w o ut t h e f l am e an d l i t i t Beatty apagó la llama y volvió a enagain. “It ’s per pe tual m oti on; t he cenderla.— Un movimiento perpet hi ng m an wante d t o i nve nt but tuo. Algo que el hombre siempre quineve r di d. O r al mo s t pe rpe t ual 60 so inventar. O casi el movimiento motion. If you let it go on, it’d burn perpetuo. Si uno lo dejase arder, duour l ife ti mes out. What is fi re ? raría toda la vida. ¿Qué es el fuego? It’s a myster y. Scientists gi ve us Un misterio. Los hombres de ciencia gobbl edegook about friction and charl an y charl an acerca de molécumol ecule s. But they don’t really 65 las y fricciones. Pero nada saben realmenkno w. It s r e al be aut y i s that i t te. Es hermoso porque destruye la responde s t r o ys r e s po ns i bi l i t y and sabilidad y las consecuencias. ¿Un proconsequences. A problem gets too blema se convierte en una carga demasiaburdensome, then into the furnace do pesada? Al horno con él. Y ahora, wit h i t . N ow, M ont ag, yo u’r e a 70 Montag, tú eres una carga. Y el fuego me burden. And fire will lift you off quitará [132] ese peso de los hombros, de my shoulders, clean, quic k, sure; un modo limpio, rápido y seguro; nada que no thing to r ot l at er. Anti bi ot ic , pueda pudrirse con el tiempo. Antibiótiaesthetic, practical.” co, estético, práctico. —¿Qué hay en el fuego que lo hace tan atractivo? No importa la edad que tengamos, ¿qué nos atrae hacia él? — Beatty apagó de un soplo la llama y volvió a encenderla—. Es el movimiento continuo, lo que el hombre quiso inventar, pero nunca lo consiguió. O el movimiento casi continuo. Si se la dejara arder, lo haría durante toda nuestra vida. ¿Qué es el fuego? Un misterio. Los científicos hablan mucho de fricción y de moléculas. Pero en realidad no lo saben. Su verdadera belleza es que destruye responsabilidad y consecuencias. Si unproblema se hace excesivamente pesado, al fuego con él. Ahora, Montag, tú eres un problema. Y el fuego te quitará de encima de mis hombros, limpia, rápida, seguramente. Después, nada quedará enraizado. Antibiótico, estético, práctico. 50 75 Mo nt ag sto od lo oking in now at this queer hous e, made str ange by t h e ho u r o f t he ni gh t , by 94 Mo nt ag mi r ab a aho r a e s a c as a r ar a, e xt r a ña a c aus a de l a ho r a, l o s m ur m u l l o s de l o s ve - Montag se quedó mirando aquella extraña casa, que la hora de la noche, los murmullos de los vecinos, y el B’s Farenheit tr. de F. Abelenda murmuring neighbour vo ice s, by l it te re d glas s, and ther e o n the fl oo r, t he ir c over s to rn o ff and s pil l e d o ut l i ke s wan- f eat her s , the i ncr edibl e books t hat l ooked s o s i l l y and r e a l l y no t wo r t h bo the r ing wi t h, f o r t hes e we r e no t hi ng bu t b l ac k t yp e a nd ye l l o we d pa pe r, a nd r a ve l l e d bindi ng. tr. de Alfredo Crespo 10 c i no s , l o s vi dr i o s r o t o s , y al l í , e n e l s ue l o , c o n l as c ubi e r t as ar r a n c a d a s y d e s p a r r a m a d a s c o mo pl umas d e c i s ne , l o s i n c r e í bl e s l i b r o s q ue a h o r a pa r e c í an t a n t o nt o s , c o s as q u e n o m e r e c í a n ni n g u n a a t e nc i ó n, p ue s e r an s ó l o l e t r as ne gr a s y p ape l am a r i l l o y t a pas de s h i l ac ha das . cristal quebrado habían convertido en algo ajeno a él; y allí en el suelo, con las cubiertas desgarradas y esparcidas como plumas de cisnes, yacían los increíbles libros que parecían tan abs ur do s. Ve rdader am ente , er a indi gno pr eo cupars e por el l os , por que no e ran más que rayi tas negr as , papel am ari l l ent o y encuadernación semideshecha. 15 Mildred, por supuesto. Vio seguramente que escondía los libros en el jardín y volvió a meterlos en la casa. Mildred. Mildred. M il dre d, des de lue go . D e bi ó vigilarle cuando escondía los libros e n e l j ardí n, y habí a vuel t o a entrarlos. Mildred, Mildred. —Q uie ro que hagas e ste t rabajo tú so lo , M ont ag. No c on ker os ene y un fó s fo ro , s ino poc o a po co , c on un l anzal lam as . Es tu casa, tu l impieza. —Quiero que seas tú quien realice ese trabajo, Montag. Tú solo. No con petróleo y una cerilla, sino a mano, con un lanzallamas. Es tu casa y tú debes limpiarla. —¡M ontag! ¿No puede corr er, es capar? —¡Mo nt ag, pr o c ur e hui r, m ar c h ar s e ! “No !” c ried Montag helpless ly. “The H o und ! B e c a us e o f t he H o und!” —¡No! —grit ó M ontag si n e spe ranza—. ¡El Sabue so ! ¡A causa de l Sabues o! —¡No! —gritó Montag con impotencia—.. ¡El Sabueso!¡A causadel Sabueso! Fa be r he ar d , and Be at t y, 30 t hinki ng i t was m e ant fo r hi m , he ar d . “Ye s , t he H o und ’s s o m e w he r e a bo u t t he ne i gh bo u r ho o d, s o d o n’ t t r y anything. Re ady?” 35 Be att y, pens ando que M ont ag l e habl aba a é l , c o me nt ó : — Sí, e l Sabue s o e st á por aquí ce r ca. As í que no int e nt e s nada. ¿Lis t o ? Faber oyó, y Beatty, pensando que el otro hablaba con él, también le oyó. —Sí, el Sabueso está por ahí cerca, de modo que no intentes ningún truco. ¿Listo? “Re ady. ” Mo nt ag snappe d the saf ety-catch o n the flame thrower. Montag movió el seguro de su lanzallamas. —Listo. —¡Fuego! Mi ldr ed, o f c ourse . She must have watched him hide the boo ks i n the gar de n and br o ught t he m back in. M ildred. M il dre d. “I want you to do t his jo b all by your l one som e, Mo nt ag. N ot wit h ker os ene and a matc h, but pi ece wo rk, wi th a flamet hr owe r. Yo ur house, yo ur cl ean-up.” 5 20 “M o nt ag, c an’t yo u r un, ge t away!” 25 “Fi r e!” 40 A gre at nuzzli ng go ut of flame le apt o ut to lap at t he bo oks and knock t hem against the wal l. He s t e ppe d i nt o t he be dr o o m and f i r e d t wi c e and t he t wi n be ds we nt up i n a gr e a t s i m m e r i ng wh i s p e r, wi t h m o r e he a t a nd pass io n and l ight than he would have suppos ed t he m to c ontain. He burnt the bedroo m wall s and the co sm eti cs c he st be caus e he wante d t o change everything, t he c h ai r s , t h e t abl e s , and i n t he dining-r oo m t he s i lver war e and pl as ti c di s he s , e ve r yt hi ng t hat showe d t hat he had lived he re in this em pty ho use with a st range wo m a n who wo ul d f o r ge t hi m t o m o r r o w, who ha d g o n e a nd qu i t e f o r g o t t e n hi m a l r e ad y, l is t e ni ng t o he r Se ashe l l r adi o po ur i n o n he r and i n on he r as she r ode acro ss town, al one . And as be fo re, it was goo d t o bur n, he fe lt hi mse lf gus h out in the fir e, s na t c h, r e n d, r i p i n ha l f w i t h fl ame , and put away t he s ens ele ss pro blem. If there was no soluti on, we l l t h e n no w t h e r e w as no pr oble m, e ither. Fire was be st f or ever yt hi ng! U n chor ro de fuego salt ó hac i a l o s l i br o s ar r inc o nándo l o s c ontr a la par ed. Mo nt ag e nt ró e n 45 e l do rm it or io y di spar ó do s ve c es , y las camas gem el as s e al zar on e n un hir vi ente y e no rm e m ur m ul l o , c o n una pas i ó n, un c al or y una l uz que Mo nt ag nun50 c a hubi e s e i magi nado e n e l l as . M ontag quem ó luego las pare de s del c uart o y el ar mari o de c os m ét ic os , pue s quer ía cambiarl o t odo; l as s il las, las me sas, y e n 55 e l c o m e dor l a [1 3 3 ] vaj i l l a de pl at a labr ada y mate ri al plást ic o, t odo lo que podí a de ci r que había vivido aquí , e n es ta c as a vac ía, c o n una muje r e xtr aña que 60 l o ol vi darí a muy pro nt o, que ya l o habí a ol vi dado es cuchando s u r adio —c ar ac ol que ve rt ía y ver t ía s oni do s m ie nt ras e ll a, so la, c ruzaba vel ozme nte l a ci udad. Y 65 c om o ant e s, er a bueno que m ar. M ontag se s inti ó hundido en e l f ue go, ar r e bat ado , de s garr ado , par ti do e n do s po r las ll am as , y l ibre del i ns ensato pro bl em a. Si 70 no habí a so luci ón, bueno, e nt onc es no habí a pr o bl em a. ¡El f ue go er a lo m ej or par a to do ! “The books, Mo nt ag!” —¡Los libros, Montag! —Listo. Mo n tag abrió e l seg uro de l l anzall amas. —¡Fuego! U n c h o r r o l l a m e ant e s al i ó des de la bo qui ll a de l aparat o y go lpe ó l os libros co ntr a l a pare d. Mo ntag ent ró en el do rmi to rio y dis par ó do s vec es , y las c amas ge m e l as se vo l at i l i zar o n e xhal ando un s usur r o, co n más calor, pas ión y luz de las que él ha bí a s upu e s t o que po dí an c o nt e ne r. M o n t ag qu e m ó l as pa r e d e s de l d o r m i t o r i o , e l to cador, porque que ría c ambiar lo to do, l as sil las , las me sas ; y, en el comedo r, lo s plat os de plást ico y de plat a, to do l o que indi cara qu e é l hab í a vi vi d o a l l í , e n aquel la casa vacía, c on una m uj er de s c o no c i d a q ue m a ñan a l e ol vidarí a, que s e habí a mar chado y l e ha bí a o l vi d ado y a p o r c om ple t o, es c uc hando s u r adi o auri cular mie nt ras atr aves aba la c iudad, so l a. Y c om o ant es er a bueno quemar. Mo ntag s e s int ió bo r bo t e ar e n l a s l l am as y e l i n s e ns a t o pr o bl e m a f ue ar rebat ado , des truido , dividi do y ah uye nt ado . Si no hab í a s ol uc ió n. .. Bue no, e n t al c aso , tampoco que dar ía pr oble ma. ¡El er a l o m ejo r par a t odo s! —¡Los libros, Montag! 75 The bo o ks l e apt and danc e d l i ke r o as t e d bi r ds, t hei r wings ab l az e wi t h r e d and y e l l o w 95 Los l ibro s salt ar on y bai laro n co mo páj ar os cal cinado s, abras adas l as al as de pl um as r o jas y Los libros salt aron y bailaron como pájaros asados con sus alas e n ll am as co n pl um as r o jas y B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo feather s. amari ll as . amarillas. An d t he n h e c am e t o t he par l o ur whe r e t he gr e a t i d i o t m o ns t e r s l ay as l ee p wit h t he i r whi te thought s and t he ir snowy dr e am s . And he s ho t a bo l t at each of the t hr ee blank walls and t he vacuum hi s s e d o ut at hi m . Th e e m p t i n e s s m a de an e ve n e m pt i e r wh i s t l e , a s e ns e l e s s sc re am . H e tr ied t o think abo ut t h e vac uum up o n wh i c h t he not hi ngne ss had per fo rm ed, but he co uld not. He he ld hi s breath so the vac uum co uld no t get into hi s l ungs. He cut off it s t er rible e mpti ne ss , dre w back, and gave the ent ire room a gift of o ne huge br ight yel low fl owe r o f bur ning. The f ire -proo f plas tic s heath on everything was c ut wi de and t he ho us e be gan t o s hud de r wi t h fl am e. Y l ue go ent r ó e n l a s ala donde l os e no r me s m o ns t ruo s i dio t as do rm í an c o n pe ns am i e nt o s bl a nc o s y s u e ño s de n i e ve . Y l anzó un chor r o de ll am as a c ada uno de l os tr e s m uro s , y e l vac ío abs o rbi ó e l ai re c on un s il bido aún m ás vac í o , un c hi l l ido i ns e ns at o. Mo ntag tr ató de pens ar en e se vac ío , do nde la nada habí a r e pr e s e nt ado s us o br as , per o no pudo. Re t uvo el al i e nt o par a que e l vací o no le ent r ar a e n l os pul m one s. Se apar tó de l abi s m o t e r r i bl e, r e t r o c e di ó , y e nt re gó al c uar t o el r e galo de una eno r me , br il l ant e y enc endi da f l or am ar i l l a. La c ubi er t a i nc o mbus ti ble de m at e ri al pl ás t ic o se abr i ó de arr i ba abaj o , y l a c as a co m enzó a e s tr e m ec e rs e c on el fue go . Y luego, Montag entró en el salón, donde lo s e s túpido s mo nst r uo s yac ían do r mi do s c o n s us pensamientos blancos y sus sueños nebulosos. Y lanzó una andanada a c ada una de l as tr e s pare de s desnudas y el vacío pareció sisear contra él. La desnudez produjo un siseo mayor, un chillido insensato. Montag trató de pensar en el vacío sobre el que había actuado la nada, pero no pudo. Contuvo el aliento para que el vacío no penetrara en s us pulm o ne s. El im i nó aquel l a t e r ri bl e s ol e dad, re t r o c e di ó y di ri gi ó una e nor m e y br i l l ant e l lam ar ada am ari l le nta a t oda l a habitación. La cubierta de plástico ignífugo que había sobre todos los objetos, quedó deshecha y la casa e mpezó a es tr em e ce rs e co n las llamas. “W hen yo u’re qui te finis hed,” said Be at ty be hind him . “Yo u’re unde r arre st .” —Cuando hayas c oncl ui do — dijo Beat ty detrás de él— , preséntat e arr estado. —Cuando hayas te rmi nado — dijo Beatty a su espalda—, quedarás detenido. The house fel l i n red co al s and 30 bl ack as h. It be dde d i ts elf do wn in sl ee py pink- gre y c inder s and a sm oke pl um e blew over it , r isi ng and wavi ng sl owl y back and for th in the sky. It was three -thir ty in 35 t he m o r n i ng. The c r o wd d r e w bac k i nt o t he ho us es ; t he gr eat te nt s o f the c irc us had slumped into charc oal and r ubble and t he show was we ll ove r. 40 La casa se deshizo en carbones rojos y cenizas negras. Apoyó en el suelo unas brasas somnolientas, rosadas y gris es , y un penacho de humo creció elevándose y oscilando, lentamente, hasta cubrir el cielo. Eran las tres [134] y media. La gente se había metido otra vez en sus casas; las grandes tiendas del circo eran ahora carbón y escombros. La función había terminado. La casa se convirtió en carbones ar di e nt e s y c e ni za ne gr a. Se de rr um bó s obre sí m is ma y una c ol um na de humo que o sc i l aba lentamente en el cielo se elevó de ell a. Eran l as tr es y medi a de la madrugada. La multitud regresó a sus c asas; el gran entol dado de¡ circo se había convertido en carbón y despe rdici os, y el espe ctác ulo terminó. Mo ntag sto od wi th the f lam ethrower in hi s l imp hands, gre at is lands of per spi ratio n drenchi ng hi s ar m p i t s , hi s f ac e s m e ar e d wi t h s o o t . The o t h e r f i r e m e n wa i t e d be h i nd h i m , i n t he darknes s, the ir faces i lluminat ed f a i nt l y by t he s m o u l de r i ng fo undati on. M o n t a g , i nm ó vi l , s o s t e ní a aún f l o j am e nt e e l l anzal l a m as . G r a nde s i s l a s de s udo r l e m o j ab an l a s axi l as ; t e ní a l a c ar a c ub i e r t a de ho l l í n. Lo s o t r o s b o m be r o s e s p e r a ba n d e t r á s , c o n l o s r o s t r o s i l um i nado s dé b i l m e n t e po r l o s e s c o m b r o s hu m e a nt e s . M o ntag pe r m ane c i ó c on e l lanzallamas en sus fláccidas manos, mi entr as gr andes i sl as de s udor empapaban sus sobacos, y su rostro estaba lleno de hollín.. Los otros bomberos esperaban detrás de él, en l a os c ur i dad, c o n l o s r o st r o s dé bil m e nt e i l um i nado s por e l rescoldo de la casa. M ont ag c o me nzó a hablar, do s ve c es , y al f i n pre gunt ó : Montag trat ó de hablar un par de vec e s , y, por f in, c o ns i gui ó for mular su pensamiento. — ¿ F u e j e r ? m u - —¿Ha sido mi esposa la que ha dado la alarma? Beatty asintió. —Pero ya sus am igas me habían avisado antes. Lo dejé pasar. De un modo o de otro, e stabas atrapado. Fue bastante tonto eso de leer poesía. Acto digno de un condenado snob. Dale a un hombre unas pocas lí neas de poe sía, y se creerá dueño de la Creación. Creerá que con los libros podrá caminar por encima del agua. Bueno, el mundo puede marchar muy bien sin ellos. Mi ra a dó nde t e han ll evado . El barro te llega a l a boca. Si yo tocara ese barro c on el dedo meñique, desaparecerías. Beatty asintió. —Pero sus amigas habían dado otra con anterioridad. De una u otra manera, tenías que cargártela. Fue la tontería ponerte a recitar poemas por ahí, como si tal cosa. Ha sido el acto de un maldito estúpido. Dale unos cuanto s versos a un hombre y se creerá que es el Señor de la Creación. Cree que, con los libros, podrá andar por e nc im a de l agua. Bueno, e l mundo puede arreglárselas muy bien si n el lo s. Fíj at e adónde t e han conducido, hundido en el barro hasta los labios. Si agito el barro con mi dedo meñique, te ahogas. M ontag no podí a mo ve rs e. U n gran t er r em ot o habí a der r ibado s u c as a, y M i l dr e d e s t aba baj o Montag no podí a moverse. Con e l f ue go habí a l l e gado un ter remoto que había aniquilado la 5 10 15 20 25 45 50 Mo ntag s tarte d t o s peak twi ce and then fi nally m anaged to put hi s t hought t oge the r. 55 “Was it my wi fe tur ned i n t he alar m?” Be at t y no d de d . “Bu t h e r fr iends turned in an alar m earlie r, t hat I l e t r i de . O ne way o r the o ther, you’d have go t it . It was pr e t t y s i l l y, q uo t i ng p o e t r y ar ound fre e and easy like t hat. It was t he ac t o f a s ill y dam n s no b. Gi ve a man a few l ine s o f ver se and he thi nks he ’s the Lord o f all Cr eat ion. You think yo u can walk on wate r with yo ur bo oks . Wel l, t he wo r l d c an ge t by j us t f i ne wit ho ut them . Loo k whe re t he y go t you, i n s li me up to yo ur li p. If I st ir the sl im e with my l itt le fi nger, yo u’ll dro wn!” 60 65 70 m i 75 M o nt a g c o ul d no t m o ve . A gr eat earthquake had c om e wi th fi re and l e vel l e d t he house and 96 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda M i l dr e d wa s u nde r t he r e s o m e wher e and hi s e nti r e l i f e un de r t he r e an d he c o u l d n o t m ove . The ear thquake was s t il l shaki ng and f al ling and shive ri ng inside him and he sto od ther e, his kne es hal f- be nt unde r the gr eat l o ad of t i r e d ne s s a nd bewilde rment and outr age, lett ing Be att y hit hi m without r ais ing a hand. tr. de Alfredo Crespo l os e sc om br os , e n al guna par te , y s u pr opia vida e st aba tambié n baj o lo s es co mbr os , y él no po día m over se . La ti er ra s e sacudía aún, y se abr í a y te mblaba e n el i nt er io r de M ontag, que i nm óvil , co n las ro di l las al go dobladas por e l pe so de l cans anci o, e l aso mbro y e l ul tr aj e, dej aba que Beatt y lo gol pe ar a si n le vant ar le l a mano . c as a y M i ldre d e s taba en al gún punt o baj o aquel l as r ui nas , as í com o su vida e ntera, y él no po día m o ve r s e . El t e r r e m o t o s e guí a vibrando en su inte rior, y Montag per maneci ó all í, co n las rodil las m edio dobladas baj o el e no rm e pes o de cansancio, el asombr o y el dolor, per mitiendo que Beatty le atacar a sin que é l levantase ni una mano. “M ont ag, you i dio t , M o ntag, — Mo nt ag, idiota. yo u d am n f o o l ; w hy di d y o u M o n t a g , c o n d e n a d o t o n t o , re all y do it ?” 15 ¿ p o r q u é l o h i c i s t e ? — M o nt ag , i di o t a, M o nt ag , m a l d i t o e s t úp i d o ; ¿q ué t e ha i m pul s ado a hac e r e s t o ? M ont ag di d not hear, he was f ar away, he wa s r unni ng wi t h his mi nd, he was go ne, l eaving t hi s de ad s oo t -c o ve r ed body t o s way i n fr o nt of ano t he r r aving foo l. Pero Montag no oía, estaba muy lejos, corría mentalmente, se había ido, dejando que ese cuerpo muerto [135] y todo cubierto de hollín se tambalease ante la furia de otro tonto. M ontag no es cuc haba, e st aba m uy l e j o s , c o r r í a t r as de s u im aginació n, s e había mar chado, dejando aquel cuerpo cubierto de ho llín para que vaci lara fr ente a otro loco furioso. “Mo nt ag, ge t out of t he r e ! “ —¡Mont ag, esc ápes e! said Faber. 25 ___________ — ¡M o nt ag, m árc hat e de ahí ! — dij o Fabe r — . 5 10 20 Mo ntag l ist ene d. Montag escuchó. Beat ty s tr uck hi m a blo w o n t he he ad t hat s e nt hi m r e el i ng 30 back. The gre en bull et in whi ch Fa be r ’s vo i c e wh i s p e r e d a nd cr ied, fel l to the si dewalk. Beat ty snatc he d i t up, gr inning. He he ld it half in, half out o f his ear. 35 Mo ntag hear d t he di stant voi ce calli ng, “Montag, you all right ?” Montag escuchó la voz lejana que llamaba. —Montag, ¿está usted bien? Be at t y s wi t c h e d t h e g r e e n 40 bul l e t o f f and t hr us t i t i n hi s po cke t. “Well — so there ’s mo re he re than I t hought . I saw you ti lt yo ur he a d, l i s t e ni n g. Fi r s t I thought you had a Seas he ll. But 45 whe n you tur ne d c le ver late r, I wonder e d. We’l l t rac e t his and dr op it on yo ur fri end.” “N o! “ s aid Mo ntag. Beatty le lanzó un golpe a la cabe za y M ont ag re t r o c edi ó , trastabillando. La bala verde, donde aún murmuraba y gritaba la voz de Faber, cayó al pavimento. Beatty la rec ogi ó r ápidame nte , co n una sonrisa. Se la llevó a la oreja. Beatty apagó la bala y se la metió en el bolsillo. —Bueno, así que aún había más. Vi cómo torcías la cabeza, escuchando. Al principio pensé que tenías un caracol. Pero cuando más tarde te mostraste más despierto, comencé a dudar. Seguiremos la onda y encontraremos a tu amigo. Montag escuchó. Beatty le pegó un golpe en la c abe za que l e hi zo, re t ro ce der, dando traspiés. La bolita verde en la que murmuraba la voz de Faber cayó a la acera. Beatty 1a recogió, sonriendo. La introdujo a medias en una de su orejas. Oyó la voz remota que llamaba: —Montag, ¿está usted bien? Beatty desarmó el pequeño receptor y se lo guardó en un bolsillo. —Bueno, de modo que aquí hay más de lo que me figuraba. Te he visto inclinar la cabeza, escuchando. De momento, he creído que tenías unaradio auricular, Pero, después, cuando has empezado a reaccionar, he dudado. Seguiremos lapista de esto, y encontraremos a tu amigo. —¡No! —gritó Montag, y abrió el seguro del lanzallamas. H e t wit c he d t he s afe t y c atc h Be at t y m i r ó r á pi dam e nt e l o s o n t he f l am e - t hr o we r. Be at t y de do s de M o nt ag y s e l e a br i e gl an c e d i ns t ant l y at M o nt ag’s r o n un po c o l o s o j o s , aun que f inge rs and his e ye s wide ne d the 55 de un m o do c as i i m p e r c e pt i f ai nt e s t bi t . M o n t a g s a w t h e bl e . M o n t ag advi r t i ó e l ge s t o s ur p r i s e t h e r e a nd hi m s e l f de s o r p r e s a y s e m i r ó un m o glanc ed to his hands t o s ee what m e n t o l a s m a n o s . Q u é o t r a n e w t h i n g t he y h a d d o ne . c o s a ha bí an he c h o ? M á s t a r de Th i nk i n g b ac k l at e r h e c o u l d 60 nun c a pu do d e c i r s i e l i m p ul neve r de ci de whe t he r t he hands s o f i nal que l o l l e vó a l c r i m e n o r Be at ty’s r eact i on t o the hands ha bí a ve ni do d e l a s m a no s o gave hi m t he f inal pus h to war d d e l a r e a c c i ó n de B e a t t y. E l m ur de r. The las t r ol l i ng thunde r ú l t i m o t r u e n o d e l d e r r um b e o f t h e aval anc he s t o ne d do wn 65 pas ó c o n un r ui d o de pi e d r as a bo ut h i s e a r s , no t t o u c h i n g j u nt o a s u s o í do s , s i n a l c a nhi m . zar l o . Abr i ó el s e gur o de l l an zal l am as . Be at t y miró i ns t aná ne am e nt e l o s d e do s de M ontag, y sus oj os s e abr ie ro n levemente . Montag vio la sorpresa que e xpr e s aban y, a s u ve z, s e m i r ó l as m ano s , par a ve r qué hab í an e s t ado hac i e ndo . M ás t ar de , a l r e c apac i t ar s o br e l a e s c e na, M o nt a g nu nc a p udo dec idir si f uero n las manos o la reacción de Be atty para c on ell as, lo que le impuls ó def ini tivarnente al c ri me n. E l úl t im o der rum ba m ie nt o de la a val anc ha re sonó en sus oídos, si n afe cta rl e. Be at t y gr i nne d hi s m o s t charm ing gr in. “We ll, that’s o ne way to get an audience. Hold a gun on a man and for ce him to listen t o yo ur s pe e c h . Spe e c h away. What’ll it be thi s time? Why don’t you belch Shakes peare at me, you fumbling snob? ‘There is no terror, Cassius, in your threats, for I am ar m’d so s tr ong i n ho ne st y that Be at t y m o s t r ó s u s o nr i s a m á s a t r a c t i va . —Bueno, éste es un buen sistema para conseguir un auditorio. Apunta a un hombre y oblígale a escuchar su discurso. Suéltalo ya. ¿De qué se tratará, esta vez? ¿Por qué no me recitas a Shakespeare, maldito estúpido?No hay terror, Casio, en tus amenazas, porque estoy tan bien armado de honestidad 50 70 75 97 Beatty sonrió mostrando los dientes con la más encantadora de sus sonrisas. —Bueno, un modo de tener un auditorio. Apuntas a un hombre con un arma y lo obligas a escuchar tu discurso. Habla. ¿Qué será esta vez? ¿Por qué no me vomitas un poco de Shakespeare, snob chapucero? «No [136] temo, Cassio, tus amenazas. Me protege de tal modo la honestidad que tus palabras me —¡No! —exclamó Montag—. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda they pass by me as an idle wind, which I respect not!’ How’s that? Go ahead now, you se co nd- hand li tte rateur, pul l the tr igger.” He took one step toward Montag. 5 M ontag only s aid, “We ne ve r burned ri ght …” acarician como un viento ocioso, al que no presto atención.» ¿Qué te parece? Adelante, literato de segunda mano, aprieta el gatillo. Beatty dio un paso adelante. Montag sólo dijo: —Nunca quemamos con razón... tr. de Alfredo Crespo que pasan junto a mí cual una tenue brisa, que no me causa respeto. ¿Qué te parece?Adelante, literato de segunda mano, aprieta el gatillo. Adelantó un paso hacia Montag. Montag sólo pudo decir: —Nunca habíamos quemado... “H and i t o ve r , G uy, ” s a i d 10 —Dame eso, Guy —le dijo Beatty Be att y wit h a fi xed s mil e. con una sonrisa de hielo. And t hen he was a s hr i e ki ng bl aze , a j um p i n g, s pr aw l i n g, gibbe r ing m anni ki n , no l o nge r 15 hum an o r kno wn , al l wr i t h i ng fl ame on t he lawn as M ontag shot o ne co nt inuous puls e o f li qui d fi re on hi m. The re was a hi ss li ke a gr e at m o u t hf ul o f s p i t t l e 20 ba ng i ng a r e dh o t s t o ve , a bubbl ing and f ro thing as if s al t ha d be e n p o u r e d o ve r a mo nst rous black snail to cause a ter rible liquef actio n and a boil ing 25 ove r of yell ow f oam. Mont ag s hut his e ye s , shoute d, shout ed, and fo ught t o get his hands at his ears t o c l am p and t o c ut a way t he s ound. Beatt y f lo ppe d ove r and 30 over and o ver, and at last twist ed in on hi ms elf li ke a c harre d wax do ll and l ay si lent. Y, de pronto , Be atty fue un r espl andor que c hil laba, un maniquí saltarí n que caí a con lo s brazos y pi ernas abie rto s, una llama r eto rc i da e n e l c é s pe d m i e nt r as Mo ntag l e l anzaba c ont inuame nte un c hor ro de fuego l íquido . Se s int ió un si s eo , c om o e l de un salivazo e n una es tuf a al r oj o, un burbuje o e spumante , c omo s i hubi e s e n ar r o j a do s a l s o b r e un mons truoso c aracol negro, pr ovocando una ter ri ble li cuefacci ón y un he rvor de espum as amari llas. Mo ntag cer ró los ojos , gritó , gr itó , y s e l levó l as manos a lo s o ído s para no o ír. Be att y se sac udi ó una y otr a vez, y al fi n s e r eto rci ó sobre sí mi smo , c om o una calci nada muñeca de ce ra, y quedó te ndido en si le nci o. Y, entonces, se produjo una estridente llamarada, y un muñeco saltarín, gesticulante, ya no humano ni identificable, convertido en una llamarada, se retorció sobre el césped, en tanto que Montag lanzaba contra él un chorro continuo de ardiente líquido. Se produjo un siseo como cuando un escupitajo cae sobre el hierro ardiente de una estufa, un borboteo y un espumear, como si se hubiese echado sal sobre un monstruoso caracol negro Para producir una terrible licuación y un hervor sobre la espuma amarilla. Montag cerró los ojos, gritó, gritó y forcejeó Para llevarse las manos a los oídos, para aislarse de aquel ruido. Beatty giró sobre sí mismo una y otraY otra vez, y, por último, se contrajo sobre sí mismo como si fuera un muñeco achicharrado y quedó silencioso. The o the r two fi rem en di d not m ove . Los otros dos bomberos no se habían movido. Los otros dos bomberos no se movieron. Mo ntag ke pt his sicknes s do wn Montag se sintió enfermo, pero se l ong eno ugh t o ai m t he f l am e - dominó y apuntó con el lanzallamas. thro we r. “Turn aro und!” 40 —¡Vuélvanse! Montag contuvo su mareo el tiempo suficiente para apuntar con el lanzallamas. —¡Volveos de espaldas! The y t ur ne d, the ir face s l ike bl anc he d m eat , s tr eam ing s weat; he be at their heads, knocking o ff their helm ets and bri ngi ng them 45 down on t he m s el ve s. The y fe l l and l ay wi tho ut mo ving. Los bomberos se dieron vuelta, con rostros como carne escaldada, sudando a chorros. Montag les golpeó las cabezas y los cascos rodaron por el suelo. Los hombres cayeron y allí se quedaron, inmóviles. Ambos obedecieron, con sus rostros totalmente descoloridos y húmedos de sudor; Montag les quitó los cascos y les golpeó en la cabeza. Ambos cayeron sin sentido. Ambos permanecieron tendidos y sin movimiento Th e b l o wi n g o f autum n leaf. 50 El susurro de una única hoja en el otoño. El susurro o t o ñ al . He turned and t he Mec hanic al Ho und was t her e. It was hal f ac r o s s t he l awn, c o m i n g f r o m t he s ha do w s , 55 m ovi ng wi t h s uc h dri f ti ng e as e t hat i t was l i ke a s i ngl e s o l i d cl oud of bl ack-gr ey smo ke blo wn at hi m i n sil enc e. Mo ntag se vo lvió . El Sabue so Mecánico estaba e n mitad del jardín, saliendo de las sombras, moviéndose o deslizándose con tal facilidad que parec ía una nube [137] sólida de humo negro y gri sáceo que venía hacia é l empujada por un viento silencioso. Montag se volvió y el Sabueso Mecánico estaba allí. Es taba atr ave sando el cé spe d, s u r gi e n do de l a s s o m b r a s , mo vié ndose co n t al suavi dad que parec ía una s óli da nube de humo bl anc o gri sác eo que f lo tar a hac ia él en si le nci o. Al fin el Sabueso dio un salto en el aire, hasta un metro por encima de la cabeza de Montag, y cayó sobre él abriendo sus patas de araña y mostrando el fiero y único diente de la aguja de procaína. Montag lo recibió con una flor de fuego, un único y asombroso capullo que se abrió en pétalos amarillos, azules y anaranjados y envolvió al perro metálico en un caparazón nuevo. El Sabueso golpeó a Montag y lo arrojó con su lanzallamas contra el tronco de un árbol. Montag sintió que el animal le buscaba y aferraba la pierna y le clavaba la aguja un momento antes de que el fuego lo hiciese saltar en el aire, quemándole los hue- El Sabueso pegó un último salto y cayó sobre Montag desde arriba, con las patas de araña alar gadas y 1a aguja de procaína asomando en su enfurecido morro. Montag lo recibió con un cho rro de fuego , un s olo c ho rr o que se abr ió e n pé talo s amarillos, azules y anaranjados en torno al perro de metal, que golpeó contra Montag y le hizo retroceder tres metros, hasta chocar contra el tronco de un árbol; pero no soltó el lanzallamas. Montag sintió que el Sabueso se apoderaba de una de sus piernas y, por un instante, clavaba su aguja en el antes de que el fuego lanzara al Sabueso por el aire, hiciera estallar sus huesos de articulaciones 35 a s i ng l e de una hoja 60 It made a single l ast le ap into the air, c om ing do wn at Mo nt ag fr om a goo d t hre e fee t o ve r his he ad, i ts spi de re d l egs re ac hing, the proc ai ne nee dle snapping o ut i t s s i ngl e angr y t o o t h. M o nt ag caught it wit h a bloo m of fir e, a s i ngl e wo ndr o u s bl o s s o m t hat c url e d i n pe t als o f ye l l o w and bl ue and o range about the met al do g, cl ad it in a new c ove ring as i t s l am m e d i n t o M o n t a g a nd thre w him t en fe et bac k against t he b o l e o f a t r e e , t aki n g t he f l am e - gun wi t h hi m . H e f e l t i t s c r abbl e and s e i ze hi s l e g and st ab the needle in fo r a m ome nt befo re the fire s napped the H ound 65 70 75 98 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda up in the air, bur st it s met al bo nes at t he j o i nt s , and bl e w out i t s inter io r i n t he si ngl e f lus hi ng of r e d c o l o ur l i k e a s kyr o c k e t fas tene d to the str eet. Montag lay 5 wat c hi ng t he de ad- al i ve t h i ng fi ddl e t he ai r and die . Eve n now it se eme d to want t o get back at hi m a nd f i ni s h t he i n j e c t i o n whic h was no w wor king thr ough 10 the f le sh of hi s l eg. H e f elt all of the m ingle d r eli ef and horr or at havi ng pull ed back o nl y i n ti me to have just his knee sl amm ed by the f ender of a car hurt ling by at 15 ni n e t y m i l e s a n ho u r. H e was af rai d to get up, afr ai d he m ight no t be abl e t o gai n his fe et at al l, wi t h an an ae s t h e t i ze d l e g. A nu m b ne s s i n a n um b ne s s 20 ho llo we d i nto a numbnes s… And now… ? sos metálicos y destrozándole las entrañas en una corola de fuego rojo, como un cohete del espacio que no pudiese dejar la calle. Montag, tendido en el césped, esperó a que aquella cosa viva y muerta jugara en el aire y muriese. Aún ahora parecía querer volverse hacia él y terminar de darle la inyección que estaba invadiéndole la pierna. Sintió todo el alivio y horror de haber retrocedido justo a tiempo, de modo que el guardabarros del coche —que había pasado a ciento cincuenta kilómetros por hora— sólo le había tocado la rodilla. Tenía miedo de levantarse, miedo de no poder tenerse en pie con una pierna anestesiada. Un entumecimiento dentro de un entumecimiento que se ahondaba en un entumecimiento... ¿Y ahora...? The st r e e t e mpt y, t he ho us e burnt li ke an ancie nt bit o f s tages ce ner y, t he ot he r ho me s dark, the H ound her e, Be att y the re, t he three other firemen another place, and t he Salam ander… ? H e gazed at t h e i m m e ns e e ngi ne . Th at wo ul d have t o go, to o. tr. de Alfredo Crespo de me tal, des parr am ando s u mecanismo interior como un cohete ar roj ado e n plena cal le. M ont ag pe rmanec ió tendi do, obser vando cómo el aparato se agitaba en el aire mo ría. Inc lus o e nt onc es parec ía querer volver junto a el y terminar la inyecció n que empezaba a causar ef ect o e n l a c arne de su pi erna. Montag experimentó una mezcla de ali vi o y de hor ro r po r habe r retrocedido justo a tiempo para que sólo su pierna fuera rozada por el parachoques de un automóvil que pasó a ciento cuarenta kilómetros por hora. Temía levantarse, temía no ser capaz de volver a ponerse en pie, debido a su pierna anestesiada Un entume ci mi ento dentr o de o tr o entume ci mi ento , y as í sucesivamente... ¿Y ahora ... ? La c al le de s ie rt a, l a c as a que m ada c om o una vi e ja e s ce nograf ía, las o tr as casas e n la so mbra, e l Sabues o aquí, Be at ty aquí , lo s t re s bo mber os e n o tr o lugar, y l a Sal amandr a. . . M i r ó l a m áqui na e no r m e. Eso t ení a que de s apar ec e r t am bi én. [1 38 ] La c al l e vac í a , l a c as a tot almente quemada, los otros ho gar e s o sc uro s , e l Sabues o al lí , Beat ty m ás al l á, l os ot r os t re s bo m be r o s e n o tr o s i t i o . ¿Y l a s al am and r a? M o nt ag m i r ó e l enor me vehículo. Tambi én tendría que marcharse. We ll, he thought, le t’s se e how Bue n o , pe n s ó , ve am o s c ó m o badl y o ff yo u are . On yo ur fe et 35 e s t o y. D e pi e . D e s pac i o , d e s no w. Eas y, easy… ther e. pac i o . . . as í . «Bueno —penso—, veamos cómo estás. ¡En piel Con cuidado, con cuidado... Así.» He st oo d and he had o nl y o ne le g. The ot he r was l ike a c hunk of burnt pine -l og he was c arr yi ng al o ng as a pe n an c e f o r s o m e o bs c ur e s i n . W he n he put hi s we ight o n it, a sho wer o f s ilver ne edl es gushe d up the le ngth of the c al f and went off in the kne e. H e we pt . Co m e o n! C o m e o n, yo u, yo u c an’t stay her e! Est aba de pie s obr e una s ol a pie rna. La o tr a er a un quem ado m ader o de pi no que ar r as tr aba c om o una pe nit e nc i a po r al gún os curo pe cado . Se apoyó so bre el m ader o y una co rr ie nt e de aguj as de pl at a le s ubió por l a pi er na y s e l e c l avó e n l a r odi l l a. M o nt ag s o l l o zó . ¡Vam o s ! ¡Vam os , no pue de s que dart e aquí ! Se levantó y descubrió que sólo tenía una pierna. La otra parecía un tronco de árbol que arrastraba como pe nit e nc i a c o m o al gún pec ado cometido. Cuando apoyó su pie en ella, una lluvia de alfileres de plata l e at raves ó la panto r r il l a hast a local izarse e n la rodilla. Mo ntag lloró. «¡Vamos! ¡Vamos, no puedes quedarte aquí!» A few ho us e-l ights wer e goi ng Unas po cas l uce s se encendí an on again down t he str eet, whether 50 aho ra e n las casas de l a call e, ya fr om t he i nci dent s just pass ed, or fues e por lo s inc identes que ac abe cause of the abnorm al si lence baban de oc ur ri r, o po r el s il enfo ll owing t he fi ght, M ont ag did c io ano rm al que había s uc edido no t kno w. He hobbl ed aro und t he a l a lucha. M ont ag l o igno raba. ruins , sei zing at his bad l eg when 55 Cam inó tambal eándos e entr e las it lagged, talking and whi mpe ri ng ruinas, y tom ándos e l a pie rna doand s ho uti ng di rec tio ns at it and l or ida cuando é st a se l e quedaba cursi ng it and ple adi ng wit h it to at rás , hablando y que j ándo se y wo rk f or hi m no w whe n i t was r ogándo le que t rabajara par a él . vi t al . H e h e ar d a n um b e r o f 60 O yó a una ge nt e que l l o r aba y pe opl e crying o ut in the darkne ss gri taba e n la o sc uri dad. Lle gó al and s ho ut i ng . H e r e ac he d t he pat io det rás de l a casa y s al ió al back yar d and the al le y. Beatt y, c al l e j ó n. Be at ty, pe ns ó , ya no he thought , you’re not a pr obl em e re s un pro bl em a. Tú m is mo l o no w. You always sai d, do n’t face 65 dec ías, no enfr ente s lo s pr oble a pro blem , burn it. We ll, now I’ve m as , quém al os . Bueno, hic e las do ne bot h. Go od- bye , Captai n. dos c os as . Adió s, c apit án. Las luces de algunas casas volvían a encenderse calle abajo, bien a causa de los incidentes que acababan de ocurrir, o debido al silencio que había se gui do a la luc ha. Mo nt ag lo ignoraba. Cojeó por entre las ruinas tirando de su pierna maltrecha cuando le faltaba, hablando, susurrando y gritando órdenes a aquel miembro, Y maldi cie ndo y ro gándol e que funcionara, cuando tan vital resultaba para él. Oyó una serie de personas que gritaban en la oscuridad. Montag llegó al patio po ste rio r Y al c all ejó n. «Beatty —pensó—, ahora no eres un problema. Siempre habías dicho: «No te enfre nt es con un pr oblem a, quémalo.» Bueno, ahora he hecho ambas cosas. Adiós, capitán.» An d h e s t um bl e d a l o n g t he al ley in t he dar k. Y se perdió trastabillando en el callejón oscuro. Y se alejó cojeando por el lúgubre callejón. Cada vez que apoyaba la pierna, una carga de pólvora le est allaba dentro, y pensaba: eres un tonto, un condenado tonto, un terrible tonto, un idiota, un terrible idiota, un con- Cada vez que apoyaba e l pi e e n e l s uel o , un puñal se cl avaba e n s u pi e r na. Y Mo nt ag pe ns ó : « Er e s u n t o n t o , un m a l d i t o t o n t o , un i d i o t a , u n m al d i t o A sho tgun blast we nt off i n his le g e ve ry tim e he put i t down and he thought , you’re a fo ol, a damn fo ol, an awful foo l, an idiot , an awful idio t, a damn idio t, and a 25 30 40 45 70 75 99 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda f o o l, a damn f o o l ; l o o k at t he me ss and where ’s the m op, lo ok at the m es s, and what do yo u do? Pr ide, dam n it , and te mper, and yo u’ve junked i t all, at t he ve ry 5 st art you vom it on everyone and o n yo ur s e l f. But e ve r yt hi ng at once, but eve ryt hi ng one o n t op o f ano t he r ; Beatt y, t he wo m en, Mil dred, Clarisse , everything. No 10 e xc us e , t ho u gh, no e x c us e . A f o o l , a da m n f o o l , go gi ve yo urs el f up! tr. de Alfredo Crespo denado idiota, y un tonto, un condenado tonto. Mira lo que has hecho, y no sabes dónde está el estropajo. Mira lo que has hecho. Orgullo, maldita sea, y mal humor, y lo ensuciaste todo. Desde un principio vomitaste sobre los demás y sobre ti mismo. Y todo de una vez, una cosa sobre ot r a. Beat ty, l as m uje r es , Mildred, Clarisse, todo. No hay excusas, no hay excusas. Un tonto, un condenado tonto. Puedes darte por vencido. [139] i di o t a. En b ue n l í o t e ha s m e t i d o . ¿Q u é p u e d e s h a c e r aho r a ? P o r c ul p a de l o r g ul l o , ¡ m a l di t a s e a! , y d e l m a l c ar ác t e r. Y l o has e s t r o pe ado t odo . A pe n as c o m i e n z as , vom i tas t o do s y so bre ti mi s mo . P e r o , t o do a l a ve z , t o do , j untam ent e, Be at ty, l as muj er es , M il dre d, Clar is s e, Si n e m bar go , no hay e xc us a, no hay e xc us a. ¡Un maldito tonto ! Ve a entregarte por propia voluntad. N o , we ’l l s ave what we c an, 15 No, salvaremos lo que se pueda, hawe ’ll do what ther e i s l eft t o do. remos lo que quede por hacer. Si teneIf we have t o bur n, le t’s t ake a mos que quemar, arrastremos a unos fe w m or e with us . Her e! pocos más con nosotros. ¡Ah! »No, salvaremos lo que podamos, har emos lo quese deba hacer. Sí hemos de arder, llevémonos a unos cuantos con nosotros. ¡Ea!» He re mem ber ed the books and 20 Rec or dó l os l ibro s t u r ne d bac k. J u s t o n t h e o f f y r e gr e s ó . P o r s i chance . ac as o. Rec or dó lo s l ibro s y r et ro c edió . P or s i acaso. He found a fe w books where he had l e f t t he m , ne ar the garde n f enc e. M il dre d, G od bl e s s her, had misse d a f ew. Fo ur bo oks st ill l a y h i dd e n whe r e he ha d p ut them. Vo ic es wer e wail ing i n t he ni ght and fl as hb e am s s wi r l e d abo ut. Ot her Sal amande r s wer e r oar ing the ir engi ne s f ar away, and po l ic e s ir e ns we r e c ut ti ng their way acr oss to wn wi th the ir sire ns. Enc o nt r ó uno s po c o s do nde l os había dej ado, junt o a la c er c a. Mi l dr e d, be ndi t a f ue s e, lo s había pas ado po r alt o. Cuatr o li br o s e s t a ban aún e n s u s i t i o . U nas vo ce s so ll o zaban en l a no c he , y lo s rayo s de unas li nt er nas s e pas eaban po r l as c e rc anías. O t ras Salam andr as rugí an, m uy l e jo s, y las s ir e nas de lo s c oc he s po li ci al es atr aves aban l a c i udad. Encontró unos cuantos allí donde los había dejado cerca de la verja del jardín. A Mildred, Dios la bendiga, la habían pasado por alto. Cuatro libros estaban ocultos aún, donde él los había dejado. Unas voces murmuraban en la noche, y se veía el resplandor de los hac es de unas l internas. Ot ras salamandras hacían sonar sus motores en la lejanía, y las sirenas de la Policía se abrían paso con su gemido a través de la ciudad. Montag tomó los cuatro libros que quedaban y se fue cojeando, sacudiéndose, cojeando callejón abajo. De pronto cayó, como si le hubiesen cortado la cabeza y sólo el cuerpo estuviese allí tendido en el callejón. Algo en su interior lo había obligado a detenerse, arrojándolo al suelo. Se quedó donde había caído y sollozó, con las piernas recogidas, la cara apretada ciegamente contra la grava. Mo nt ag c o gi ó l o s c uat r o l i br o s r e s t ant e s y c o j e ó y s al t ó c al l e j ó n abaj o y, de r e pe nt e , l e pa r e c i ó c o m o s i l e hu bi e s e n c o r t a do l a c ab e z a y s ó l o s u c ue r po e s t uvi e s e al l í . Al go e n s u i nt e r i o r l e i nduj o a de t e ne r s e y, l ue go , l e aba t i ó . P e r m ane c i ó do nde habí a c aí do , c o n l a s pi e m as do b l ada s y e l r o s t r o hundi do e n l a gr ava. M o nt a g t o o k t he f o ur r e m ai ni ng bo o ks an d ho ppe d, jo lte d, ho ppe d his way down t he al ley and sudde nly fe ll as if his head had be en c ut o ff and o nly his bo dy lay t her e. Som ething i nsi de ha d j e r ke d hi m t o a h al t a nd fl opped him do wn. H e l ay whe re he had f all en and so bbe d, his le gs folde d, his f ace press ed blindly to the grave l. 25 30 35 40 45 Be att y want ed to di e. Beatty quería morir. Beatty había deseado morir. 50 In t he m i ddl e o f t he c r yi ng E n me di o de l l l an t o , M o nt ag k ne w i t f o r t he t r ut h. M o n t a g s u p o q u e a s í e r a . Be att y had wante d t o die . H e had B e at t y h a b í a q u e r i d o m o r i r . just sto od the re, not re all y t ryi ng S e h a b í a q u e d a d o a l l í , s i n to save hi mse lf, j ust st ood t her e, 55 m o ve r s e , s i n t r a t a r r e a l m e n j o ki n g, ne e dl i n g, t ho ug ht t e d e s a l va r s e , b r o m e a n d o , M o nt a g, and t h e t ho ugh t w as c h a r l a n d o , p e n s ó M o n t a g . enough t o sti fle hi s s obbing and E s e p e n s a m i e nt o b as t ó pa r a l e t h i m pa us e f o r a i r . H o w q ue d e j ar a de l l o r ar y s e de st range, s trange, to want to die so 60 t uvi e s e a t o m a r al i e n t o . Q u é m uc h t h at yo u l e t a m an wal k e x t r a ñ o , q u é e x t r a ñ o , t e n e r ar ound arm ed and then inste ad of t a nt as g an as de m o r i r . P e r m i shutt ing up and st ayi ng ali ve , you t i r q ue u n h o m br e vay a ar m a go o n ye l l i ng at pe o pl e a nd d o , y l ue g o , e n ve z d e c a l l ar making f un of them unt il yo u get 65 s e y c u i d ar s e , s e g ui r gr i t an them mad, and the n… d o y bu r l án do s e , y l ue go . . . At a di stance , running fee t. A lo lejos, unos pies que corrían. Mo ntag sat up. Let ’s get o ut of her e . Co me on, ge t up, get up, yo u just can’t s it! But he was sti ll c r yi n g and t h at ha d t o be fi nis hed. It was go ing away no w. H e hadn’t want e d t o kil l anyo ne , n o t e ve n B e a t t y. H i s f l e s h gri ppe d hi m and s hrank as i f i t had be e n pl u nge d i n a c i d. H e 70 75 Montag se sentó. Salgamos de aquí. Vamos, levántate, levántate, ¡no puedes quedarte sentado! Pero lloraba de nuevo y había que acabar con eso de una vez por todas. Ya estaba mejor. No había querido matar a [140] nadie, ni siquiera a Beatty. Las carnes se le retorcieron y encogieron, como si se las hubiesen metido en un ácido. Sintió 100 En medio de su sollozo, Montag comprendió que era verdad. «Beatty quería morir. Permaneció quieto allí, sin tratar de salvarse. Se limitó a per m ane c er al l í, br o m eando , hostigándole», pensó Montag. Y este pe nsami ent o f ue sufic iente para acall ar sus s ollozos Y permit irle hacer una pausa para respirar. ¡Cuán extraño desear tanto la muerte como para permitir a un hombre andar a su alrededor con armas, y, luego, en vez de c allar y per manec er vi vo, empezar a gri tarle a la gente y a burlarse de e lla hasta c ons eguir enfurecerla! Y entonces... A lo lejos, ruido de pasos que corrían. Montag se irguió. «Larguémonos de aquí. Vamos, levántate, levántate, no puede s quedarte ahí s entado.» pero aún estaba llorando, y había que terminar aquello. Iba a marcharse. No había querido matar a nadie, ni siquiera a Beatty. Se le contrajo la c ar ne, co m o s i l a hubi e ran s um e rgi do en un áci do. Si nti ó B’s Farenheit 1 gag, m uzzle restraint put into a person’s m outh to prevent speaking or shouting 2 gag joke, laugh, jest , jape a hum orous anecdote or remark intended to provoke laughter; «he told a very fun ny jo ke»; «he knows a m i llio n gag s»; «t ha nk s for t he la ug h» ; «he l au gh ed un ple asa ntl y a t h iso wn jes t»; «e ven a schoolboy’s jape is supposed to have som e ascertainable point» 1 ga g, he ave, re t ch m ake an unsuc cessful ef fort to v om it; strain to vom it 2 ga g, choke cause to retch or choke 3 ga g, choke, st rangle, suffocat e struggle for breath; have insufficient oxygen intake; «he swallowed a fishbone and gagged» 4 gag, quip m ake jokes or quips; «The students were gagging during dinner» 5 gag, m uzz le tie a gag around someone’s m outh in order to silence them ; «The burglars gagged the hom e owner and tied him to a chair» 6 gag, choke, fret be too tight; rub or press; «This neckband is choking the cat» 7 ga g, m uzz le preven t from spe aking out; «The pres s was gagged» tr. de F. Abelenda gagged. He saw Beatty, a torch, not moving, fluttering out on the grass. He bit at his knuckles. I’m sorry, I’m sorry, oh God, sorry… tr. de Alfredo Crespo náuseas. Veía aún a Beatty, una antorcha que se agitaba en la hierba. Se mordió los nudillos. Lo siento, lo siento, oh Dios, lo siento... náuseas. Volvió a ver a Beatty, convertido en antorcha, sin moverse, ardiendo en la hierba. Montag se mordió los nudillos. «Lo siento, lo siento. Dios mío, lo siento ... » Tr ató de volver a unir t odas l as co sas , de regre sar a la vi da no rmal de hac ía unos poc os dí as, ante s del tamiz y la are na, e l dent ífr ic o D enham, aquel la m ari po sa e n el oí do, l as luc ié rnagas , las al arm as y viajes . D emasi ado para tan po cos días, demasiado e n ve rdad par a una vi da ent er a. Trató de encajar las pi ezas, de vo lver a l a vi da normal de algún tiempo atrás, antes de la criba y la arena, del «Dentífrico Denham», de las voces susurradas en su oído, de las mariposas, de las alarmas y las excursiones, demasiado para unos breves días, demasiado para toda una vida. Fe et ran in the far end o f t he all ey. Unos pies corrían en el extremo del callejón. Unos pies corrieron en el extremo más alejado de] callejón. “G e t up !” he t o l d h i m s e l f . “D amn i t, get up!” he s aid to t he 20 l eg, and st o od. The pai ns wer e spike s dri ven in the kne ecap and t he n o nl y dar ni ng ne e dl e s and t h e n o n l y c o m m o n , o r d i na r y s a f e t y p i n s , and af t e r h e h ad 25 dr agge d al o ng f i f t y m o r e ho ps and jum ps, f ill ing his hand wi th sl i ver s f rom the board f enc e, t he pr i c k l i ng was l i ke s o m e o ne bl owi ng a s pray o f scaldi ng wat er 30 o n t hat l eg. And the l e g was at l ast hi s o wn l e g agai n. H e had be en af r ai d t hat r unni ng m ight br e ak t h e l o o s e ank l e . N o w, suc king all t he ni ght into his o pen 35 mo ut h, and blo wi ng i t out pale , wi th all t he blacknes s le ft heavi ly i ns i de hi ms e l f, he s et o ut i n a st eady jo ggi ng pace . H e car ri ed the boo ks in his hands. 40 — ¡Le vánt at e ! — s e di j o a s í mi smo ——. ¡Maldi ta seas, l evántate! — le dij o a l a pier na. Se i nco rpo ró. El dolo r e ra ahora unos cl avo s en la rodil la, y lue go só lo unas aguj as de zur c i r, y l ue go só lo uno s alf ile res de ganc ho, y de spués de co jear y salt ar otr as c i nc ue nt a ve c e s, l l e nándo s e l a mano de as ti l l as en l a c erc a de made ra, el cosqui lleo se trans formó en un r ocí o de agua hir vie nte . Y l a pier na er a al f in su pr opi a pi er na. Había t em ido que si cor ría podía romperse aque l to bill o s ue lto . Aho ra, abso rbi endo la no che po r la boc a y de vo lvi éndola co n un co lor pálido, m eti éndose en el c uer po toda aquell a pesada ne grura, lo gr ó c ami nar c on le nti tud y se re nidad. Llevaba l os li bro s en las m ano s. «Le vántate —se dijo Mont ag— . ¡Mal dita sea, levántate !» —dijo a la pi er na. Y se puso e n pie —. Parecía que le hundieran clavos en la rodil la; y, luego, só lo al filer es; y, po r ú l t i m o , un m o l e s t o cosquille o. Y tras arrastrarse y dar o t r a c i e n c ue nt e na d e s al t o s , lle nándos e la mano de ast i l l as de la verja, la m olesti a se hizo, por fin, sopo rtabl e. Y l a pie rna ac abó por ser su pr opia pierna. Montag había tem ido que si corrí a podría r o mp e r s e el t o bi l l o ins ensíbi lízado. Ahora, aspirando l a noc he po r l a boc a abie rt a, y exhalando un tenue aliento, pues toda la negrura había permane cído e n s u i nt e r i o r, e m pr e ndi ó una c am i nat a a pa s o ac e l e r a do . L l e va b a l o s l i b r o s e n l a s m a no s . 5 He t r i e d t o p i e c e i t al l t o g e t he r, t o g o ba c k t o t h e no rmal patt ern of li fe a f ew sho rt days ago be fo re the si eve and t he s a nd , D e nh am ’s D e n t i f r i c e , mot h-voic es, f irefli es, t he alarms and e xc ur si ons, t oo m uc h fo r a fe w short days, t oo much, i ndee d, fo r a li fe tim e. 10 15 slive r 1 (de carne) loncha, raja, tajada, 2 (de cristal, madera) astilla, brizna, 3 cinta, mecha de fibras textiles, 4 borde sin pulir de un tablón slive r 1 a long thin piece cut or split off. 2 a piece of woodtorn from a tree or from timber. 3 a splinter, esp. from an exploded shell. 4 a strip of loose textile fibres after carding. v.tr. & intr. 1 break off as a sliver. 2 break up into slivers. 3 form into slivers. silve r cortar en tiras, desgajarse, romperse He thought of Fabe r. Recordó a Faber. Fabe r was bac k t he r e i n t he st eam ing l ump of tar t hat had no 45 nam e o r i de nt i t y no w. H e had bu r nt F abe r, t o o . H e f e l t s o sudde nly s hoc ked by this that he fe lt Faber was really dead, baked li ke a roach in t hat s mal l gre en 50 c aps ul e s ho ved and l o st i n t he po c ke t o f a m an who was no w no t hi n g b ut a f r am e s k e l e t o n st rung wit h asphal t t endons. Pensó en Faber. Fabe r quedaba all á e n e l hume ante m ontó n de alqui tr án s in identidad ni nombre. Había quemado también a Fabe r. La idea lo sacudió de tal modo que sintió que Faber estaba realmente muerto, coc i nado c om o una c ucar ac ha e n aquella capsulita verde, en el bolsillo de un hombre que ahora era sólo un esqueleto atado por tendones de asfalto. [141] Faber estaba en aquel humeante montón de carbón que carecía ya de identidad. Había quemado a Faber también. Esta idea le im presionó tanto que tuvo la sensación de que Faber es taba muer t o de ve rdad, t ot alm e nt e c o ci do e n aque ll a diminuta cápsula verde perdida en bols illo de un hombre que ahora apenas si era un esqueleto, unido con tendones de asfalto. No debe s o lvidarl o, quémalo s o t e quemarán, pe ns ó . Es o e s t o d o . «Tienes que recordarlo: quémalos o te quemarán —pensó Montag—. En este momento, resulta así sencillo.» Buscó en sus bolsillos. El dinero estaba allí, en un bolsillo, y en el otro encontró el caracol donde la ciudad se hablaba a sí misma en la madrugada desapacible y negra. Buscó en sus bolsillos: el dinero seguíaallí. y en otro bolsillo, encontró la radio auricular normal con, que la ciudad hablabaconsigo mismaen lafríasoledad de la madrugada. 70 —Alerta, policía. Un fugitivo en la ciudad. Culpable de as esinat o y crímenes contra el Estado. Nombre: Guy Montag. Ocupación: Bombero. Visto por última vez en... —Policía, alerta. Se busca: fugitivo en la ciudad. Ha cometido un asesinato y crímenes contra el Estado Nombre: GuyMontag. Profesión: bombero. Visto por última vez... He ran ste adi ly fo r s ix bl ocks, i n t he al le y, and the n the al le y o pe ne d o ut o n t o a wi de em pt y t ho r oughf ar e t en lanes wi de . It 75 s e e m e d l i ke a bo at l e s s r i ve r fr ozen ther e i n the r aw li ght of t he hi gh whi t e ar c - l am ps ; yo u Montag corrió sin detenerse durante seis manzanas, y al fin el callejón se abrió en una avenida, ancha como diez call es. Parecía un río sin embarcaciones, helado bajo la luz fría de las grandes lámparas de arco. Uno puede ahogarse si intenta cruzarla, Mo ntag c orr ió si n dete ner se durante seis manzanas, siguiendo el callejón. Y, después, éste se abrió sobre una amplia avenida, ancha como seis pistas. «A la cruda luz de las lámparas de arco parecía un río sin barcas; había el peligro de ahogarse 55 Yo u must rem embe r, bur n them or t he y’l l bur n yo u, he thought. Ri ght now it’s as sim pl e as t hat. H e se ar ched his poc ke ts , the money was there, and in his other pocket he found the usual Seashell upon which the city was talking to itself in the cold black morning. 60 65 “Police Alert. Wanted: Fugitive in city. Has committed murder and cr ime s agains t t he St ate . Nam e: Guy Montag. Occupation: Fireman. Last seen…” 101 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda co uld dr own tr ying t o c ros s i t, he fe lt; i t was to o wide , it was t oo open. It was a vas t s tage wit ho ut s c e ne r y, i nvi t i ng hi m t o r un ac ros s, easil y s ee n i n t he bl azi ng i l l um i n at i o n, e as i l y c a ugh t , easil y sho t down. 5 tr. de Alfredo Crespo pensó; es demas iado ancha; es 7demasiado abierta. Un vasto escenario sin decorados que lo invitaba a cruzar, a correr, a ser visto fácilmente bajo aquella iluminación deslumbrante, a ser fácilmente apresado, fácilmente derribado por una bala. The Seashell hummed in his ear. El ca ra col le zumbó e n e l oído. tratando de cruzarla», pensó Montag. Era dem asiado ancha, de masi ado abierta. Era un enorme escenario sin de cor ado s, que l e i nvi taban a atravesarlo corriendo. Con la brillante iluminación era fácil de descubrir, de alcanzar, de eliminar. La radio auricular susurraba en su oído: 10 “… Wat ch fo r a man r unning… Wa t c h f o r t he r unn i ng m a n… Watch f or a m an al one , o n foo t… Watc h… ” — . . . at e nc i ó n a un ho m b r e que co r r e ... at e nc i ó n a un h o m br e s o l o... a pie ... at e nci ó n. . . —...alerta a un hombre corriendo... Vigilen a un hombre corriendo... Busquen a un hombre solo, a pie... Vigilen... Mo ntag r e t ro c e di ó a l as s o m br a s . D e l a n t e d e é l s e al zaba una es t ac i ó n de gas , una br i ll ant e c ons t r uc c ió n de po r c e l ana bl anc a. D o s c o c he s p l a t e a d o s e nt r a b a n e n l a e s t ac i ó n. Si que r í a c am i nar, no c or r e r, a t r a v e s a r t r a nqu i l a m e nt e l a a nc h a a ve n i d a , t e n í a q u e e s t ar l i mpi o y pr e s e nt abl e . Es t ar í a un po c o m ás s e gu r o s i s e l a va ba y pe i n ab a a nt e s d e i r a .. . Mont ag volvi ó a hundirse en las som bras. Exac tamente de lante de él había una e stació n de servic io, r e s p l ande c i e nt e de l uz, y do s ve hí culo s pl at eados s e de te ní an ant e ella para repos tar. Si que ría andar, no c o r r er at r ave s ar c o n cal ma la ampli a avenida, tenía que est ar lim pio y prese ntabl e. Eso le concedería un margen adicional de seguridad. Si se lavaba y peinaba ant es de seguir la marcha para ir... ¿dónde ? 15 M o nt ag pul le d bac k int o t he shado ws. Di rec tly ahead l ay a gas s t at i o n , a gr e a t c hun k o f po rcel ain sno w shini ng t her e, and t wo s il ve r be et le s pull ing in t o fi ll up. N ow he must be cl ean and pr ese ntable if he wished, to wal k, no t r un, s tro ll calml y acro ss that wi de bo u l e var d. It wo u l d gi ve hi m an e xt ra mar gin of s afe ty if he washe d up and c ombed his hair be for e he went o n his way t o get wher e… ? 20 25 Yes , he t ho ught , whe r e a m I 30 Sí, r unni ng? voy? plumme t v.intr. fall or plunge rapidly. Caer en picado n. 1 a plumb or plumb-line. 2 a sounding-line. 3 a weight attached to a fishing-line to keep the float upright. knead v.tr. 1 a work (a yeast mixture, clay, etc.) into dough, paste, etc. by pummelling. b make (bread, pottery, etc.) in this way. 2 blend or weld together (kneaded them into a unified group ). 3 massage (muscles etc.) as if kneading. Amasar, masajear pensó, ¿a dónde «Sí —pensó—, ¿hacia dónde estoy huyendo?» N owhe re . Ther e was no wher e to go , no fri end t o t ur n t o, re all y. E xc e p t Fa be r. An d t h e n h e 35 r e a l i ze d t h at h e wa s i n de e d , r unni ng t o war d Fabe r ’s ho us e , i ns ti nc ti ve ly. But Faber c ouldn’t hi de hi m ; i t wo ul d be s ui c i de e ve n to t ry. But he kne w that he 40 woul d go t o se e Faber anyway, f or a f ew s ho rt m inut es . Fabe r ’s wo ul d b e t he pl ac e w he r e he m i ght r e f ue l hi s f as t dr ai ni ng bel ief in hi s own a bi l i t y t o 45 s ur vi ve . He j us t wante d to kno w t hat ther e was a m an l ike Fabe r i n the wor ld. H e wante d t o se e t h e m a n al i ve and no t bur n e d bac k ther e li ke a bo dy s he ll ed i n 50 ano t he r bo dy. And s o me of the m oney m us t be l ef t wi th Faber, o f c o ur s e , t o b e s p e n t af t e r M ontag ran on his way. Pe rhaps he co ul d make t he o pe n co untr y 55 and l ive on o r ne ar t he r iver s and near the hi ghways , in t he f ie lds and hil ls . A ni nguna part e . N o habí a a A ni ngún s i t i o . No habí a dónde ir, ningún am igo a quie n dó nde i r, ni ngú n am i go a qui e n b us c a r. E xc e p t o F ab e r . Y r e c u r r i r , e x c e p t o F a b e r . Y, ento nc es c om pr endió que i ba, de entonces, advirtió que desde lue go, ve r as , a c a s a de F ab e r , corría instintivamente hacia la casa i ns t i nt i vam e nt e . Si n e m bar go , de Fabe r. Pe ro Faber no podrí a Faber no po dí a e sc onde rl o. Sól o ocultarle; sólo intentarlo, sería un intentar lo ser ía un sui cidio. Pe ro suicidio. Pero sabía que, de todos s upo que i r í a a ve r a Fabe r de modos, iría a ver a Faber, durante t o do s m o do s , po r un r at o . La unos breves minutos. Faber sería el c as a de F ab e r s e r í a e l l u ga r lugar donde poder repostarse de su do nde re cupe rarí a la f e, c ada ve z c re e nc ia, que de sapar e cí a m enor, e n s u pr o pi a c apac i dad X rápidamente, en su propia habi li dad para s obre vi vi r. Quer ía s aber por par a s o br e vi vi r . Só l o de s e aba l o m e no s que habí a un ho m br e s aber que e n el m undo había un c om o Fabe r en e l mundo. Q ue rí a hom br e co mo Fabe r. Q ue rí a ve r ve r a l ho m b r e vi vo , y n o a l ho m b r e vi vo y no q ue m a do c o m o un c ue r p o a c h i c ha r r ad o al l í , c o m o u n e n c e r r ad o e n o t r o c u e r po . Y c ue r p o i n t r o d uc i d o e n o t r o debía dej ar le un poc o de diner o c ue rpo . Y debía de jar par t e de l a Faber, nat ur al m ente , par a que diner o a Fabe r, c laro e st á, par a l o gast as e mi ent ras él , Mo nt ag, g as t a r l o c u an d o é l s i g ui e s e hu í a. Q u i zá pud i e s e l l e g ar al huye ndo. Q ui zá podrí a al canzar c am po y vivir c er c a de l os r ío s o el c am po abi er to y vivir c er ca de l as c arr e te ras , en las c ol i nas y l os r ío s o las aut opis tas, e n lo s prados . c am po s y las c ol inas . A gre at whirl ing whisper made hi m l oo k t o t he sky. Alzó los ojos. Algo giraba en el cielo. Un intenso susurro le hizo mirar hacia el cielo. Los heli cópte ros de la poli cía se ele vaban allá le jos, co mo l as m o t as de una gr i s ác e a f l o r de c ac t o . E r an do s do c e nas que o s c i l aban , i nde c i s o s , a c i nc o ki ló m e t r os de di s t anc i a, co m o mar iposas atur didas por e l oto ño, y luego caían co mo plo madas a t i e r r a, uno a uno , aqu í , al l á, r o z ando s uave m e nt e e l s u e l o donde, t ransf ormados en coches, cor rían c hillando po r las aveni das o, con l a mis ma rapidez, volvían a s altar al aire, y co ntinuaban la búsque da. Los helicópteros de la Policía se elevaban desde un punto tan remoto que parecía como si alguien hubiese soplado una flor seca de diente de león. Dos docenas de ellos zumbar on, oscilaron, indecisos a cinco kilómetros de distancia, como maripo sas desc oncert adas por el otoño. Y, después, se lanzaron en picado hacia tier ra, uno por uno, aquí, allí, recorriendo las calles donde, vueltos a convertir en automóviles, zumbaron por los bulevares o, con igual prontitud, volvían a elevarse en el aire para proseguir la búsqueda. The po l ic e hel i c o pte r s we r e ri sing so far away that it se em ed so meo ne had bl own the grey he ad of f a dry dandel io n f lower. Two do zen of the m f lur rie d, wave ring, indec is ive , t hr ee mil es of f, li ke but te r f l i e s puzzl e d by autum n, and t he n t hey were pl umm eti ng do wn to land, one by one , her e, the re, s oftl y kneadi ng the st reets wher e , t ur ne d bac k t o be e t le s , they s h r i e ke d al o n g t he bo ule vards or, as sudde nly, l eapt back i nto the si r, cont inuing the ir se arc h. 60 65 70 75 102 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo And her e was the gas s tati on, i t s at t e nda nt s bu s y no w wi t h c us t o m e r s . App r o ac h i ng f r o m 5 t h e r e a r, M o n t a g e nt e r e d t he m e n’s w as hr o o m . Thr o ugh t he alumi ni um wal l he he ar d a radi o vo i c e s ay i n g, “W ar h as b e e n de c l ar e d. ” The gas was be i ng 10 pum pe d outs ide. The m en i n the be e t l e s we r e t al ki ng a nd t he at te ndant s we re talking abo ut t he e ng i n e s , t h e g as , t h e m o ne y o we d. M o nt ag s t o o d t r yi ng t o 15 m ake hi ms el f fe el t he s ho ck o f t h e q ui e t s t at e m e nt f r o m t he r adio , but no thing wo ul d happen. The war would have to wai t fo r him t o co me t o it in his per so nal 20 f i l e , an ho ur, t wo ho ur s f r o m no w. Y aquí e s t ab a l a e s t ac i ó n de ga s , y los e m pl e ad o s o c upa do s a ho r a c o n c l i e nt e s . A c e r c á nd o s e po r l o s f o n do s de l a e s t a c i ó n, M o nt a g e nt r ó e n e l c uar t o de ba ño . L a vo z d e u n a r a d i o a t r a ve s a b a l a par e d d e al umi ni o y de c í a: «S e ha d e c l ar ad o l a gu e r r a . » Se o í a e l bo m be o de l g as . L o s ho mbr e s ha bl a ban e n l o s c o c he s , y l o s e m pl e ad o s ha bl aba n t am bi é n, de l o s mo t o r e s , e l gas , e l di ne r o . Mo nt a g, i n mó vi l , t r at ó de s e nt i r s e s ac u d i do p o r a qu e l t r an qui l o anunc i o , pe r o no o c ur r i ó na da. La g ue r r a t e ndr í a que e s p e r a r l o , u na ho r a , d o s ho r a s . Y all í es taba l a es taci ón de ser vicio , con sus emple ados que atendían a la clientela. Acercándose por detrás, Montag entró en el lavabo de hombres. A través de la pared de aluminio oyó que la voz de un locutor decía: «La guerra ha sido declarada.» Estaban bombeando el combustible Los hom br es , en l os vehíc ul os , habl aban, y lo s em pl eado s conversaban acerca de los motores, de l c om bus tible, del diner o que debían. Montag trat ó de senti rse impresionado por el comunicado de la radio, pero no le ocurrió nada. Por lo que a él re spect aba, l a gue rra tendría que esperar a que él estuviese en condiciones de admitirlo en su archivo personal, una hora, dos horas más tarde. He was hed his hands and face himself dry, making 25 litt le sound. He came out of the was hr o o m and s hut t he do o r c ar ef ul l y and wal ke d i nt o t he darkness and at last stood again on the edge of the empty boulevard. 30 Se lavó las manos y la cara y se secó con una toalla. sin hacer ruido. Salió del cuarto de baño y cerró con cuidado la puerta y caminó un rato en la oscuridad, y al fin se encontró o tr a vez al bo rde de l a ave nida desierta. M o nt ag s e l avó l as m ano s y e l ro s tr o y s e s ec ó c on la t o al la. Sal ió de l l a va b o , ce r r ó c u i da do s am e nt e l a pu e r t a, s e ad e n t r ó e n l a o s c ur i d ad y s e e n c o nt r ó e n un b o r d e d e l a vac í a a ve ni da. There i t l ay, a game for him to wi n, a vas t bowli ng al le y in t he co ol mo rni ng. The boulevar d was as clean as t he surfac e of an ar ena 35 t wo m i n ut e s be f o r e t he appe arance o f c er t ain unname d vi c t i m s and c e r t ai n un kno wn kil l er s . The ai r o ver and above the vast c onc ret e r ive r tre mbl ed 40 wi t h t he wa r m t h o f M o n t ag ’s bo dy alone; it was incredibl e how he f e l t hi s t e m pe r at ur e c o ul d cause the whol e i mme diate wor ld to vi br at e . He was a 45 pho spho re sc ent target ; he kne w i t, he fe l t i t. And no w he m us t be gi n his li ttl e wal k. Allí estaba, una partida que tenía que ganar, l a ave ni da c o mo un ancho campo de bolos en la fresca madrugada. La avenida estaba tan limpia como la arena de un circo ant es de que apareci esen cier tas ví c ti m as anó ni m as y c i er t o s as es inos anó ni mos E l ai r e q ue pe s a ba s o br e e l vas t o r í o de c e m e nt o s e e s t r e m e c í a c o n e l c a l o r de l c u e r p o de M o n t a g. Inc r e í bl e , pe r o M o nt ag s e nt í a que s u te mper at ura hac ía vibrar el m undo de alre de do r. Er a co mo u n bl an c o f o s f o r e s c e nt e , l o s e nt í a, lo s abía. Y aho r a de bí a i ni ci ar s u pas ei to . Al l í e st aba, habí a que ganar aquella partida una inmensa bolera en e l frí o am ane ce r. La ave ni da e s t aba t an l i m pi a c o m o l a superficie de un ruedo dos minutos ante s de l a apari ci ón de c ie rt as víc ti m as anó nim as y de c i er to s matadores desconocidos. Sobre el inm enso río de c emento, el aire t e mbl aba a c ausa del c al o r de l cuerpo de Mont ag; era inc reíble cóm o no taba que su temperat ura podía pr oduci r vibr aciones en el mundo inmediato. Era un objetivo fosforescente. Mo ntag lo sabía, lo sentía. Y, ahora, debía empezar su pequeño paseo. Th r e e b l o c ks awa y a f e w 50 he adl ights gl are d. Montag drew a de ep bre at h. His lungs were li ke burni ng br oom s i n his chest . H is m o ut h w as s uc ke d d r y f r o m r u nni ng. H i s t h r o a t t as t e d o f 55 bl oody i ro n and the re was r ust ed st eel in his fee t. Tr es c uadr as m ás al l á, e l resplandor de unos faros. Montag r e t uvo e l al i e nt o . Se nt í a l o s pulmones como escobas en llamas. La huida le había secado la boca. La garganta le sabía a hierro con sangre, y sus pi es e ran de ac ero herrumbrado. U no s f ar o s br i l l aban a t r e s m anzanas de dis t anc i a. M o nt ag i ns pi r ó pro f undam e nt e . Sus pul mo ne s e r an c o m o fo c o s ardientes en su pecho. Tenía la boca r e s ec a po r e 1 c ans anc i o. Su gar gant a s abí a a hie r ro y habí a acero oxidado en sus pies. What abo ut tho se li ght s t her e? ¿ Q u é o c ur r í a c o n a qu e l l a s Once you st ar te d walki ng you’d 60 l uc e s ? Cu an do r e i n i c i a s e l a have t o gaug e ho w f as t t h o s e m ar c h a, t e n í a q ue c al c u l a r be etl es co uld make it do wn her e. cuánto t ar dar ían aquel lo s co ches We ll, how far was it to the o ther e n l l e g ar h as t a é l . B ue no . c ur b? It se em e d l ike a hundre d ¿Cuánt o f alt aba has ta la ac e ra? yards . P r o babl y no t a hundre d, 65 U n o s c ie n me tr o s , but f igure fo r t hat anyway, f igure a pr o x i m ad am e n t e . Q ui zá n o that wit h him go ing ve ry sl owl y, t a nt o s , pe r o s up o ng am o s q ue at a ni ce str oll , it might take as ye ndo muy de spac io , co mo e n un m uc h as t hi r t y s e c o nds , f o r t y pas e o , t ar de m o s e n r ec o r r e r l a se conds to walk all the way. The 70 t r e i n t a s e g un do s , c ua r e nt a be etl es? Onc e s tar ted, they could se gundos. ¿Y los c oc he s? Po dí an le ave thr ee blocks behind t hem in r ec or r er unas t re s m anzanas e n about fift een sec onds . So, e ven if quinc e segundos. D e m odo que si ha l f w ay ac r o s s he s t a r t e d t o a m it ad de cami no s e pusi es e a r un… ? 75 cor rer. .. ¿Qué eran aquellas luces? Una vez se em pezaba a andar, habí a que calcular cuánto tardarían aquellos vehículos en llegar hasta él. Bueno, ¿a qué dis tanc ia quedaba e l ot ro bordillo? Al parecer, a un centenar de metros. Probablemente, no eran cien, pero mejor calcula, eso, puesto que él andaba l ent ame nt e, con paso tranquilo, y quizá, necesitase treinta segundos, cuarenta segundos para recorrer la distancia. ¿L os vehículos? Una vez en marcha, podían recorrer tr es manzanas en uno s quince segundos. De modo que, incluso si a mi tad de la tr ave sía em pezase a correr... He put his right foot out and then his left foot and then his right. He Adelantó el pie derecho; después, el izquierdo, y luego, el derecho. Pisó la and tow ell ed Alargó el pie de re cho y luego e l izquie rdo y luego el der ec ho . 103 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo walked on the empty avenue. Cam inó po r la ave ni da. vacía avenida. E ve n i f t h e s t r e e t w e r e e nt ir e l y e mpt y, o f c o ur s e , yo u c o u l dn ’ t b e s u r e o f a s a f e c r os s i ng, f or a c ar c o ul d appe ar s u dd e n l y o ve r t h e r i s e f o u r bl o cks f ur t he r o n and be o n and pas t yo u bef o r e you had take n a doze n br e at hs . Po r s upues to, aunque l a cal le est uviese totalment e desi erta, no po d í a c o nf i ar s e e n un c r uc e s e g ur o , pue s u n c o c he po dí a apa r e c e r de r e pe nt e a c ua t r o m anzanas de dis t anci a, y l le gar aquí ante s de que uno res pi rase una doce na de vec es. Incluso aunque la calle estuviese totalmente vacía, claro está, no podía tener la seguridad de cruzarla sin riesgo, porque, de repente, podía aparecer un vehículo por el cambio de rasante a cuatro manzanas distancia y estar a tu altura o más allá antes de haber podido respirar una docena de veces. Decidió no contar los pasos. No m i r ó ni a la i zqui er da ni a l a de re cha. La luz de las lámpar as sobre la calle parecía tan brillante y r eve l ador a c o m o un s ol de mediodía, y cale ntaba del mismo modo. M o n t ag d e c i di ó n o c o n t a r s u s p as o s . No miró a i z qu i e r da ni a de r e c ha. La l uz de l o s f a r o l e s pa r e c í a t an br i l l ant e y r e ve l ado r a c o m o e l s o l de m e di o d í a, e i gua l m e n t e c á l i da . Escuchó el ruido del coche, que tomaba velocidad a dos calles de distancia, a la derecha. Los faros m ó vil e s s ubi e r o n y bajar o n r e pe nt i nam e nt e e i l um i nar on a Montag. Es cuchó el s onido de l ve hí culo que acel eraba, a do s manzanas de di s t anc i a, po r l a de r e c ha. Sus f ar o s m ó vi l e s s e de s pl aza r o n br u s c am e nt e y e nf o c ar o n a Mo ntag. He de c i de d no t t o c o u nt h i s s t e p s . H e l o o k e d ne i t he r t o l e f t n o r r i g h t . Th e l i g h t f r o m t h e o ve r h e a d l a mp s seemed as b r i gh t an d r e ve a l i n g a s t h e m i d da y s u n a nd j us t as h o t . H e l is t e ne d to t he s o und o f t h e c a r pi c ki n g up s pe e d t wo bl o c k s a way o n hi s r i ght . I t s m o vabl e he adl i ght s j e r ke d bac k and f o r t h sudde nl y, and c aught at Montag. 5 10 15 20 25 Ke ep go ing. Sigue caminando. «Sigue adelante.»» Mo ntag f alt ere d, go t a gr ip on the boo ks, and forc ed himse lf not 30 to fr ee ze. Insti nc tively he t ook a f e w qui c k, r unni ng s t e ps t he n t alke d o ut l o ud t o hi m se l f and pulle d up to st rol l again. He was now half acro ss the st reet, but the 35 r o ar f ro m the be e t le ’s e ngine s whine d higher as i t put on spee d. Montag vaciló, apretó con fuerza l o s l i br o s , y s e o bl i gó a no de te ner se. D io, i nst intivame nt e, unos pasos rápidos, luego se habló a sí mismo en voz alta, y volvió al paso normal. Estaba ahora en medio de la calle. El ruido de los motores s e hi zo m ás al t o , c o m o si l a velocidad del coche aumentase. M o n t a g va c i l ó , a p r e t ó los li bro s con m ay o r f u e r za, y r e an udó s u a nd ar pa us a do . Ah o r a e s t a ba a m i t a d d e l a a ve n i d a , p e r o e l z umb i d o de l o s m o t o r e s d e l ve h í c u l o s e h i z o m á s ag udo c u and o é s t e au me n t ó s u ve l o c i da d. The police , of c ourse. They see m e. But s lo w now; s lo w, qui et , don’t t urn, don’t l ook, don’t s eem co nce rned. Walk, t hat ’s it, wall s, wal k. La po li cí a, por s upue st o. M e vi e ro n. P e ro de s pac i o aho r a, despacio; no te vuelvas, no mires, no parezcas preocupado. Camina, eso es, camina, camina. «La Policía, desde luego. Me ven. Pero, despacio, ahora, despacio, tranquilo, no te vuelvas, no mires, no parezcas preocupado. Camina, eso es, camina, camina ... » El coche se acercaba velozmente. El coche rugía. El coche chillaba. El co c he e ra un t rue no e ns or de c e dor. El c o c he ve ní a de s li zándo se . El co c he c ubr í a s i lbando una r ec t a tr ayec t o ri a, c o m o di s par ado por un ri f l e i nvis i bl e . Ci e nt o c i nc ue nt a kilómetros por hora. Ciento ochenta kilómetros por hora. Montag apretó las mandíbulas. Sintió como si el calo r de l os far os le quemas e la cara, le retorciese las pestañas, y le bañase el cuerpo en sudor. El ve hí culo s e pr ec ipit aba. El ve híc ul o zum baba. El ve híc ul o a c e l e r a ba . El ve hí c u l o s e a c e r c ab a ve l o z . El ve h í c ul o re cor rí a una traye cto ria si lbant e, dis parado por un r if le i nvis ible . Iba a unos dosc ie nto s kil óme tr os po r ho r a. Iba c o m o m í ni m o , a m á s de d o s c i e n t o s po r ho r a . M o nt ag apr e t ó l as m andí bulas . El calor de lo s f aro s del vehículo q ue m ó s us m e j i l l as , l e h i z o par pade ar y hel ó el s udor que l e r es balaba por e l ro st ro . Co menzó a arras trar l os pie s, como un idiota, y a hablarse a sí mismo. De pronto perdió la cabeza y echó a correr. Estiró las piernas hacia adelante, todo lo que pudo, y hac i a abaj o, y l uego vo lvi ó a estirarlas, hacia abajo, hacia atrás, hacia adelante, y hacia abajo y hacia atrás. ¡Dios! ¡Dios! Se le cayó un libro, perdió el paso, casi se volvió, cambió de parecer, se precipitó hacia ade l ant e, gr i tando e n aque ll a desierta superficie de cemento, con el coche que se abalanzaba sobre su presa, a cien met ros, a cincuenta met ros, c uarenta, tr einta, veinte. Montag jadeaba, agitaba las manos, lanzaba las pie rnas hac ia arr iba, hacia abajo, haci a adelante, hacia Empe zó a ar r as t r ar e s t úpi dame nt e l o s pi e s , a ha bl ar c o n s i go m i s m o . Y, d e r e pe nt e , di o un r e s pingo y e c hó a c o r r e r . A l a r g ó l as pi e r na s t a nt o c o m o p ud o , u na y o t r a ve z , u n a y o t r a ve z . ¡ D i o s , Di o s ! De j ó c a e r un l i br o , i nt e r r um pi ó l a c ar r e r a, c as i s e vo l vi ó , c am bi ó de i de a, s i gui ó ade l ant e , c hi l l a ndo e n e l vac í o d e c e m e n t o , e n t a nt o q ue e l ve h í c u l o p a r e c í a c o r r e r t r a s s us pas o s , a s e s e nt a m e t r o s de di s t anc i a, a t r e i nt a, a ve i nt i c i nc o , a ve i nt e ; y M o nt ag j ade aba, agi taba l as mano s , m o ví a l a s p i e r n a s , a r r i b a y a ba j o , m ás c e r c a , s u d o r o s o , 40 The be e t l e was r us hi ng. The be et l e was r oar i ng. The be et l e raised it s speed. The beet le was whining. The beet le was in hi gh t hunde r. The be e t l e c am e skimm ing. The be etl e c ame in a single whistli ng trajecto ry, fi red from an invisible rifle. It was up to 120 m.p.h. It was up to 130 at least. Montag clamped his jaws. The heat of the racing headlights burnt his cheeks, it seemed, and jittered his eye-lids and flushed the sour sweat out all over his body. 45 H e b e ga n to shuf fle i di o t i c a l l y an d t a l k t o hi ms e l f and t h e n he br o ke a nd j us t r a n. H e p ut o u t hi s l e g s as f a r a s t h e y w o u l d g o an d d o wn a nd t h e n f ar o ut a ga i n a n d d o wn a nd b ac k an d o ut a nd d o w n a n d b a c k. G o d ! G o d ! He d r o p pe d a b o o k , br o ke pac e , a l mo s t t u r ne d, c h ange d h i s m i nd , p l ung e d o n, y e l l i ng i n c o n c r e t e e mpt ine s s, the be e tl e s c ut t l i ng af t e r i t s r u nni ng f o o d , t wo h u nd r e d , o n e h u n d r e d f e e t a w a y, n i n e t y, e i g h t y, s e v e n t y , M o n t a g g a s p i n g, f l a i l i n g h i s h a n d s , l e g s u p d o wn o u t , u p d o wn 60 50 55 65 70 75 104 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda o ut , c l o s e r , c l o s e r , h o o t i ng , c al l i ng , h i s e y e s b ur n t w h i t e n o w a s h i s he a d j e r k e d a b o u t t o c o nf r o nt t he f l a s h i n g g l a r e , n o w t h e b e e t l e wa s s wa l l o we d i n i t s o wn l i g h t , now i t was no thi ng but a t o r c h h u r t l i n g up o n h i m ; al l s o u n d, a l l b l a r e . N o w- al m o s t o n t op o f him! 5 10 arriba, hacia abajo, hacia adelante, más cer ca, m ás ce rc a, aullando, llamando, con los ojos abrasados y e n blanc o, mi e nt r as do bl aba l a cabeza para enfrentarse con los faros resplandecientes. Ahora el coche se sumergía en su propia luz, ahora era s ól o una anto r cha que lanzaban contra él; s ólo s onido; só lo l uz. Ahora... ¡casi sobre él! He st umbled and fel l. I’m done! It’s ove r! tr. de Alfredo Crespo gr i t ando c o n l os o j o s ar di e nt e s y l a c a b e z a vu e l t a p a r a e nf r e nt a r s e c o n e l r e s pl ando r de l o s f ar o s . Lue go , e l ve h í c ul o f u e t r a ga d o p o r s u pr o pi a l uz, no f ue m ás que una anto r c ha que s e pr ec i pi taba s o br e é l ; t o d o e s t r é pi t o y r e s pl ando r ¡D e pr o nt o , c as i s e l e s e c hó e nc i m a! Montag trastabilló y cayó. Montag dio un traspiés y cayó. ¡Esto es el fin! ¡Todo ha terminado! «¡Estoy listo! ¡Todo ha terminado!» 15 Bu t t he f a l l i ng m a de a di f f e r e n c e . An i n s t ant be f o r e re aching him the wi ld be etl e c ut and s we r ve d o ut . It was go ne . Mo nt ag lay fl at, his head down. 20 Wi sps o f l aught er trail ed bac k to hi m wi th t he blue exhaus t fr om the be etl e. P e r o c o n l a c a í da a l g o c a m bi ó . U n i ns t ant e an t e s de alc anzar lo , e l c o c he enf ur e c ido s e de s vi ó , al e j ándo s e. M o nt ag que dó t e ndi do en l a c al l e, c ar a a ba j o . F r a g m e n t o s de r i s a l le gar o n hast a é l junto co n lo s gas e s azul es del co c he . P e r o l a c aí da l e s al vó . U n i ns tante ante s de alc anzar l e, e l r au do ve hí c ul o s e de s vi ó . D e s apar e c i ó . Mo nt ag yac í a de bruce s, con l a cabeza gacha. Hasta él l legó el eco de unas carcajadas, al mismo tiempo que el so nido del esc ape del vehículo. His right hand was extended above him, flat. Across the extreme tip of his middle finger, he saw now as he lifted that hand, a faint sixteenth of an inch of black tread where tyre had touched in passing. He looked at that black line with disbelief, getting to his feet. La m ano der e cha, e xt endi da, estaba apoyada en el cemento. En el extremo del dedo mayor vio, al alzar la mano, un hilo negro de un milímetro de ancho por donde había pasado la rueda del coche. Se puso de pie mirando con incredulidad esa línea. Tenía la mano derecha extendida sobre él, llana. A levantar la mano vio, en la punta de su dedo corazón una delgada línea negra, allí donde el neumát ic o le habí a rozado al pasar. Montag miró con incredulidad aquell a lí nea medi a, m ient ras se ponía en pie. 25 30 That wasn’t the police, he thought. No era la policía, pensó. «No era laPolicía», pensó. 35 He lo oke d down the bo ule var d. It was c l e a r no w. A c ar f ul o f c hi l dr e n, al l a ge s , G o d kn e w, f r o m t we l ve t o s i xt e e n , o ut whist li ng, ye lli ng, hurr ahi ng, had 40 se en a m an, a ve ry ext raordinary s ight , a man s tr o ll ing, a r ar i ty, and s im ply said, “Let ’s ge t him ,” no t kno wing he was the f ugiti ve Mr. M ont ag, si mply a number of 45 children o ut for a long night of ro ari ng fi ve or si x hundre d m il es i n a f e w m o o nl i t h o ur s , t he i r faces i cy wit h wind, and c omi ng ho m e o r no t c o m i ng at da wn, 50 al ive o r not al ive , t hat m ade t he adventure . Miró calle abajo. Estaba desierta ahora. Niños en un coche, niños de todas las edades, vaya a saber, de doce a dieciséis años, que silbaban, gritaban, lanzaban hurras y vivas. Habían visto un hombre, espectáculo realmente extraordinario, un hombre a pie, una rareza, y habían dicho, simplemente: «Alcancémoslo», sin saber que era el señor Montag, fugitivo. Simplemente unos cuantos niños que habían salido a dar unlargo y ruidoso paseo, recorriendo ochocientos o mil kilómetros en unas pocas horas, a la luz de la luna, con los rostros helados por el viento, lanzados a una aventura, para volver o no volver luego a sus casas, vivos o no vivos. M ir ó avenida abaj o. Aho ra, resultaba claro. Un vehículo lleno de chiquillos, de todas las edades, entre l os doc e y lo s di ec is éi s años , silbando, vociferando, vitoreando, habían vi st o a un hom br e, un e spec táculo e xt raor di nari o, un hombre caminando, una rareza, y habían dicho: «Vamos a por él», sin saber que era el fugitivo Mr. Montag. Senc illame nte, c ierto número de muchachos que habían salido a tragar kilómetros durante las horas de luna, con los rostros helados por el viento y que regr esar ían o no a c asa al amanecer, vivos o sin vida. Aquello era una aventura. The y wo ul d ha ve ki l l e d m e , Podían haberme matado, pensó t ho ught M o nt ag , s wa yi ng, t he 55 M ontag, t am bale ándo se . El air e air st i ll t or n and s ti r ri ng about t o daví a agi t ado y s ac udi do e n h i m i n d us t , t o uc h i n g hi s nubes de polvo a su alrede dor le brui se d che ek. Fo r no r e as o n at to caba l a las ti mada me ji ll a. Sin all i n t he wor l d t he y wo uld have ninguna r azó n, po dí an haber m e kil l ed me . 60 matado. «Me hubiesen matado —Pensó Montag balanceándose. El aire aún s e e st r e me c ía y e l po lvo s e arremolinaba a su alrededor. Se tocó la mejilla magullada— sin ningún motivo e n absoluto, me hubiesen matado.» H e wa l k e d t o w a r d t h e f a r ke r b t e l l i ng e ac h f o o t t o go an d k e e p g o i n g. So m e h o w he had pi c ke d up t he s pi l l e d bo o ks ; he di d n’t r e me mbe r be ndi ng o r t o u c hi ng t he m . H e ke pt m o vi ng t he m f r o m hand t o ha nd as i f t he y w e r e a po k e r hand he c o ul d no t f i gur e . Caminó hacia la acera diciéndole a cada pie que se moviera y siguiera moviéndose. De algún modo había recogido los libros desparramados por la calle. No recordaba haberse agachado o haberlos tocado. Los pasó de una mano a otra, varias veces, como si fuesen una mano de póker sobre la que no podía decidir. Siguió caminando hasta el bordillo más lejano, Pidiendo a cada pie que siguiera moviéndose. Sin darse cuenta, había recogido los libros desperdigados; no recordaba haberse inclinado ni haberlos tocado. pasándolos de una a otra mano, como si fuesen una jugada de póquer o cualquier otro juego que no acababa de comprender. M e pr e gunt o s i s e r í an l o s mismos que mataron a Clarisse. «Quisiera saber si sonlos mismos que mataron a Clar¡sse.» He st opped and his mi nd said 75 Se detuvo y vol vió a repeti rlo it agai n, ver y loud. mentalmente, con mayor fuerza. Se detuvo Y su me nte vo l vi ó a r e p e t i r l o . I wonder if they we re the ones who kil led Cl ar iss e? 65 70 I wonder if they we re the ones 105 ¡M e pr e gunt o s i s e r í an l o s «Quisiera saber si sonlos mismos que B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo who k il led Cl ar iss e! mismos que mataron a Clarisse! mataron a Clarisse!» H e want e d t o r un af t e r t he m ye lling. Quis o cor re r det rás de el lo s, gritando. Sintió deseos de correr enpos de ellos, chillando. 5 Hi s e ye s wate re d. Se le humedecieron los ojos. The t hing t hat had s ave d hi m was falling fl at. The driver o f that c a r, s e e i ng M o nt ag do w n, 10 i n s t i nc t i ve l y c o ns i de r e d t he pro babi l i ty t hat r unni ng o ve r a bo dy at that speed mi ght t urn t he c ar ups ide down and s pi ll t he m out. If Mo nt ag had r em ai ne d an 15 upright tar get …? Lo habí a salvado l a caída. El c o ndu c t o r, al ve r t e nd i do a M o nt a g, c o ns i de r ó i ns tant áne am ente la pos i bi li dad de que al pas ar so bre un c uer po a una vel o ci dad tan alt a e l co che vo l c ar a hac i e nd o s a l t ar a s us o c upant e s . Si M o nt ag hubi e s e si do un bl anc o ver tic al .. Mo nt ag gas pe d. Montag abrió la boca, sin aliento. Far down the bo ul evar d, f our bl o c k s a way, t he be e t l e h ad s l o we d, s p un ab o ut o n t wo wheel s, and was now raci ng bac k, sl anting ove r on the wro ng si de of the s tr eet , picking up s pee d. Sus ojos se humedecieron. Lo que le había salvado fue caer de br uc e s . El c o nduc t o r de l vehícul o, al ver caí do a Mont ag, c o ns i der ó i ns t ant áne am e nt e l a probabilidad de que pisar el cuerpo a aquella velocidad podía volcar el ve hí culo y m at ar lo s a to do s. Si Montag hubiese s eguido siendo un objetivo vertical... Montag quedó boquiabierto. 25 A l l á a ba j o , e n l a ave n i d a , a c u at r o c u adr as de d i s t an c i a, e l c o c h e ha bí a a m i no r a do l a m ar c h a , h ab í a gi r a d o e n do s r ue da s , y vo l ví a a ho r a a t o d o c o r r e r. Lejos, en la avenida, a c uatr o manzanas de distancia, el vehículo habí a fre nado , gir ado sobre dos r ue das, y r et ro ce dí a ahor a velozmente, por la mano contraria de la calle, adquiriendo impulso. But M ontag was gone, hidde n in t he safe ty of the dar k al ley f or whi ch he had se t o ut o n a l ong j o u r n e y, an h o u r o r w as i t a 30 m inut e, ago ? He st oo d shiver ing i n the ni ght, l oo king back o ut as t he be e t l e r an by and s ki dde d bac k to t he c entr e o f the avenue , whi r l ing l aught er in t he ai r al l 35 about it , go ne . Pero Montag había desaparecido, oculto en la oscuridad hacia donde habí a empr endido un largo vi aje, hacía una hora, ¿o hacía un minuto? Se detuvo, estremeciéndose en la noche, mirando hacia atrás, mientras el coche pasaba corriendo y patinaba, pr eci pit ándos e o tra ve z hac ia el centro de la avenida, llenando el aire de carcajadas, desapareciendo. Pero Montag ya estaba oculto en la seguridad del oscuro callejón en busca del cual había emprendido aquel largo viaje, ignoraba yasi una hora o un minuto antes. Se estremeció en las tinieblas, y volvió la cabeza para ver cómo el vehículo lo pasaba veloz y volvía a situarse en el centro de la avenida. Las carcajadas se mezclaban con el ruido del motor. F u r t he r o n , a s M o n t a g m o ve d i n d a r kn e s s , h e c o u l d s e e t h e h e l i c o p t e r s f a l l i n g , 40 f al l ing, l i ke the f i r s t fl ake s o f s n o w i n t h e l o n g wi n t e r t o co me … Más allá, mientras se movía en las sombras, Montag pudo ver los he l ic ó pt e r os que de s c e ndí an, de sc e ndí an co m o l o s pr i m er o s copos de nieve del largo invierno próximo... M ás le j o s , m ie nt r as Mo nt ag s e m oví a e n l a o s cur idad, pudo ver que lo s he li c ó pt e ro s c aí an, c aí an c o mo pr i m er o s c opo s de nie ve de l l ar go i nvi e rno que s e apr o xim aba ... 20 45 The hous e was si lent. La casa estaba en silencio. M ont ag appr o ac hed fr om the r e ar, c r e e pi ng t hr o ugh a t hi c k ni ght - m o i s t e n e d s c e nt of daf fodi ls and r oses and wet grass. H e t o uc hed t he sc r e en do o r i n back, fo und it o pe n, s li pped i n, m o ve d a c r o s s t he p o r c h, li ste ning. La casa estaba silenciosa. Montag se acercó por la parte de at rás , arr ast rándo se a través del perfume denso, húmedo y nocturno de los narcisos, las rosas y el césped cubierto de rocío. Tocó la puerta de al ambr e , des c ubr i ó que e st aba abierta, y se deslizó por el porche, escuchando. M ont ag s e ace r c ó por de t r ás , arr ast r ándos e a t ravés de l de ns o pe r f um e de r o s as y de hi e r ba h um e de c i d a p o r e l r o c í o n o c t ur n o . To c ó l a pu e r t a p o s t e r i o r, vi o qu e e s t ab a abi er t a, s e des li zó de ntr o, cr uzó e l por c he, y e sc uc hó . Mr s. Black, are you as le ep in S e ñ o r a B l a c k, ¿d u e r m e t h e r e ? h e t ho ugh t . Thi s i s n ’t ust ed?, pensó . Es t o no e st á bi en, go od, but your husband did it to 60 p e r o s u m ar i d o s e l o h i z o a ot her s and ne ver as ked and never o tr o s, y nunc a t i t ube ó, y nunc a wo nde re d and never wo rri ed. And s e pr e o c upó. Aho r a, ya que e s no w s i n c e yo u’r e a f i r e m a n’s ust e d l a m uj er de un bom be ro , wi fe , i t ’s yo ur ho us e and yo ur l e t o ca e l t urno a s u c asa, po r t u r n, f o r a l l t he ho u s e s yo ur 65 t o das l as c o s a s que que m ó s u husband burne d and the people he m ar i do y l as ge nt e s a l as que hurt wi tho ut thinking… hizo daño s in pe ns ar. «¿Duerme usted ahí dentro, Mrs. Black? –pensó—. Lo que voy a hacer no está bien, pero su esposo lo hizo con otros, y nunca preguntó ni sintió duda, ni se preocupó. Y, ahora, puesto que es usted la esposa de un bombero, es su casa y su turno, en compensación por todas las casas que su esposo quemó y por las personas a q uienes perjudicó sin pensar.» 50 55 The hous e did no t r epl y. La casa no respondió. La casa no respondió. 70 He hid the boo ks in t he kitchen and m ove d f rom t he house again to the all ey and lo oke d bac k and t h e h o u s e was s t i l l d ar k a nd quiet , s lee ping. 75 Montag escondió los libros en la cocina y salió a l a calle otra vez y volvió la cabeza y la c asa es taba t odavía en s om br as, s il e nc io sa, dorm ida. Montag es condió los libros en l a c o c i na , vo l vi ó a s al i r al c al le j ón, m ir ó hac i a at r ás ; y l a c as a s e guí a o s cur a y tr anqui la, durmi endo. O n h i s wa y a c r o s s t o w n , wi t h t he he l i c o p t e r s f l ut t e r i ng Mi e nt r as at r ave s aba l a c i u dad, y l o s he l i c ó pt e r o s En s u c ami no a t r avé s de l a ciudad, mientras los helicópteros 106 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo l i ke t o r n bi t s o f pa pe r i n t he s k y, he p ho n e d t h e a l a r m at a l o ne l y pho ne bo o t h o ut s i de a s t o r e t ha t w as c l o s e d f o r t he n i g ht . Th e n h e s t o o d i n t h e 5 c o l d ni ght a i r, wa i t i ng an d at a d i s t an c e h e he a r d t h e f i r e s i r e n s s t ar t up a nd r un , an d t h e S al am and er s c o m i n g , co ming to burn M r . 10 B l a c k ’s h o u s e w h i l e h e w a s a w a y a t wo r k , t o m a k e h i s w i f e s t a n d s h i ve r i n g i n t h e m o r n i n g a i r wh i l e t h e r o o f l e t g o a n d d r o p p e d i n u p o n 15 t h e f i r e . B u t n o w, s h e w a s s t i l l as l e e p. r e vo l o t e a ban e n e l c i e l o c o m o pape l e s r o t o s , l l am ó de s de una s o l i t a r i a c abi na de t e l é f o no , fr ent e a una tie nda c err ada por la no che . Lue go, de pi e, inmóvil en e l fr ío ai re noc t ur no , s e quedó e sper ando , y oyó a l o le jo s las si renas que c ome nzaban a s onar, y l as Sal am andr as que ve ní an. Ve ní an a que m ar l a c as a de l a s e ñ o r a Bl ac k, m i e nt r as Bl ac k e s t ab a a f ue r a t r aba j an do , y ve nían a s acar a l a m uj er al ai re he lado de la madrugada, mie ntr as lo s te cho s de sapar ec ían y c aí an e n e l f ue go . P e r o por aho r a l a mujer dorm ía aún. re vo l ot eaban en e l ci el o co mo trocitos de papel, telefoneó y dio la alarma desde una cabi na solitaria a l a pue rt a de una ti e nda c er r ada dur ant e l a no c he . D e spués , permaneció en el frío aire nocturno, esperando y, a lo lejos, oyó que las s ir e nas se po nían en f unc io nam i ent o, y que las salamandras llegaban, llegaban para que mar la c asa de Mr. Bl ack, en tanto éste se encontraba trabajando, par a hac er que s u e s pos a s e estremeciera en el aire del amanecer, mientras que el techo cedía y caía sobre la hoguera. Pero, ahora, ella aún estaba dormida. G o o d ni ght , M r s . Bl ac k, he t ho ught . Buenas noches, se ñor a Blac k, pensó. «Buenas noches, Mrs. Black», pensó Montag. 20 “Fabe r !” —¡Faber! —¡Faber! 25 Another r ap, a whisper, a nd a l ong wait ing. T hen, a fter a minut e, a s mall light fl ic ker ed inside Faber ’s sma ll house. A fter another pa use, the back door opene d. 30 Otro golpe seco, un murmullo, y una larga espera. Pasó un minuto y una l uce c it a s e e nc endi ó en l a casi ta de Faber. Otra pausa, y se abrió la puerta. Otro golpecito, un susurro y una larga espera. Luego, al cabo de un minuto, una lucecilla bril ló dentro la casita de Faber. Tras otra pausa, la puerta posterior se abrió. The y s t o o d l o o ki ng at e ac h ot her i n t he hal f- light, Fabe r and Montag, as if e ach did not beli eve i n t he o t he r ’s e xi s t e nc e . The n 35 Faber mo ve d and put out his hand and gr abbe d M ontag and mo ve d hi m i n and sat him down and we nt ba c k and s t o o d i n t he do o r, lis tening. The si rens were wail ing 40 of f i n the mo rni ng di stanc e. He came in and s hut the doo r. Se que dar o n m i r ándo s e a l a me dia l uz, Faber y Mo ntag, co mo s i ni ngu no c r e ye s e e n l a exist encia de l otr o. Al fi n Faber se mo vi ó, alargó una mano, to mó a Montag por el br azo , l o met ió en la casa, lo hizo se ntar, y volvió a l a pu e r t a y s e q ue d ó al l í , es cuchando. Las sir enas ge mí an e n l a m ad r ugada t r an qui l a. El vi ejo entró y ce rró la puert a. Fabe r y Mo ntag s e m i r ar o n a l a m edi a l uz, co m o s i c ada uno d e e l l o s n o c r e ye s e e n l a e xi s t e n c i a de l o t r o . Lu e go , Fab e r s e m o vi ó , ade l ant ó una m ano , c o gi ó a M ont ag, le hizo e nt r ar. Lo o bli gó a se nt ar s e , y r egr e só junt o a l a pue rt a, do nde s e q ue d ó e s c u c ha n d o . La s s ir e nas ge m í an a l o l e jo s . Fabe r e nt r ó y ce r ró la pue r ta. Mo ntag s aid, “I’ve bee n a fo ol al l do wn t he l i ne . I c an’t s t ay lo ng. I’m on my way Go d kno ws wher e. ” —He sido un tonto rematado — l e di j o M ont ag —. N o pue do quedarme mucho tiempo. Me voy, Dios sabe adónde. —H e c omet ido es tupidez tr as estupidez —dijo Montag—. No puedo quedarme mucho rato. Sabe Dios hacia dónde voy. “At l eas t you wer e a fo ol abo ut —Por lo menos fue un tonto en t he r ight t hi ngs, ” s ai d Fabe r. “I 50 las cosas importantes —dijo Faber. t h o ug ht yo u w e r e de ad . The Pensé que había muerto. La cápsula audio -capsule I gave you —” que le di... —Por lo menos, ha sido un tonto respecto alo importante —dijo Faber— . Creía que estaba muerto. La cápsula auditiva que le di... 45 “Bur nt. ” —Quem ada. —Quemada. 55 “I he ar d t he captain tal ki ng to yo u a nd s u dde nl y t h e r e w as no t hi ng . I al m o s t c am e o ut lo oki ng fo r you.” —O í que e l c ap itán le habl aba, y de pr onto si le nci o. Casi salí a buscarl o. — O í que e l c api t án habl aba c on ust ed y, de r e pe nt e, ya no o í nada. H e es tado a punto de sali r a busc ar le . —El Ca p i t á n mu r i ó . Enc o nt r ó l a c áps ul a, es c uc hó s u vo z, e i ba a s e gui r l a o nda. Lo m at é c o n e l l anzal l am as . —El capitán ha muerto. Encontró la cápsula, oyó la voz de ustedy se proponía buscar su origen. Lo maté con el lanzallamas. Fabe r s at do wn a nd di d no t speak f or a t im e. Faber se sentó y no habló durante un tiempo. Faber se sentó, y, durante un rato, guardó absoluto silencio. “M y G o d, ho w di d t hi s happe n?” s ai d M o nt ag. “It was 70 o nl y the o ther ni ght eve rything was fine and t he next thi ng I know I’m dr owni ng. H ow many ti me s c an a m an go do wn and s ti ll be al i ve ? I c an’t br e at he . The r e ’s 75 Beatty de ad, and he was m y fri end once, and the re’s M ill ie go ne, I tho ught she was my wife, but now —Dios mío, ¿cómo ocurren estas cosas? —dijo Montag —. La otra no che to do e ra m agní fi co , y de pr ont o s upe que m e e st aba ahogando . ¿Cuánt as vec es pue de hundirse un hombre antes de morir? Me cuesta respirar. Ahí está Beatty, muerto, que una vez fue mi amigo. Y ahí e stá M ill ie , des aparec ida. Pensé que era mi mujer, pero ahora —Dio s mío, ¿cómo ha po dido ocurrir esto? —prosiguió Montag—. Hace pocas noches , todo iba estupendamente. Y, de repente, estoy a punto de ahogarme. ¿Cuántas veces puede hundirse un hombre y seguir vivo? No puedo respirar.Está la muerte de Beatty, que un tiempo fue. mi amigo. Y Millie se ha marchado. Yo creía que era mi esposa. Pero, ahora, ya no lo sé. 60 “The captain’s dead. He found the audio-capsule, he heard your voice, he was going to trace it. I killed him with the flamethrower.” 65 107 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda I do n’t know. And t he house all bur nt . A nd m y j o b go ne and mys elf on the run, and I plante d a boo k in a fir eman’s hous e on the way. Good Chri st, t he thi ngs I’ve done in a single wee k!” “Yo u di d w h a t y o u h a d t o d o . I t wa s c o m i n g o n f o r a l o n g t i m e .” “Yes, I be lie ve that, if there ’s not hi ng el se I be li e ve . It save d it sel f up to happe n. I could fe el it f or a l ong ti me , I was savi ng s o m e t hi n g u p, I we n t a r o u nd do i ng o n e t hi n g and f e e l i ng another. God, i t was all the re. It ’s a wonde r it didn’t show o n me , l i ke f a t . And n o w he r e I a m , me ssi ng up yo ur lif e. They might fo llo w m e here .” 5 10 15 20 “I fe el al ive fo r t he fi rst ti me in ye ar s,” said Faber. “I f ee l I’m 25 do ing what I sho ul d have done a l if et im e ago . For a li tt l e whil e I’ m n o t af r ai d. M ay be i t ’s be cause I’m doi ng the r ight t hi ng at last . Maybe it ’s bec ause I’ve 30 do ne a r as h t hing and do n’t want t o l o o k t h e c o w ar d t o y o u. I suppo se I’ll have to do e ven mo re vi ol ent things , expo si ng m ys el f so I won’t fall do wn o n t he j ob 35 and turn sc ar ed agai n. What are yo ur pl ans ?” tr. de Alfredo Crespo no es t o y se gur o . Y l a cas a, ince ndiada. Y yo s in tr abajo , un pró fugo. Y en el c amino dejé un li bro en la casa de un bom ber o. ¡J es uc r is t o ! ¡Las c o s as que he hecho en una semana! Y la casa ha ardido por completo. Y me he quedado sin empleo, y yo ando huyendo. Y, por el camino, he colocado un l ibro e n casa de un bombe ro. ¡Válgame Dios! ¡Cuántas cosas he hecho en una sola semana! —Hizo lo que debía hacer. Algo que había e mpezado hace muc ho tiempo. —Ha hecho lo que debía hacer. Es algo que se preparaba desde hace mucho tiempo. —Sí , l o c r e o , au nque no c r e a e n o t r a c o s a. Er a al go que t e n í a q ue ha be r o c ur r i do ant e s . Lo s e nt í , m uc ho t i e m po . Yo h ac í a u na c o s a y pe ns ab a e n o t r a. D i o s , t o d o e s t aba a hí . Es as o m br o s o que l o s de m ás n o l o vi e s e n . Y a q u í e s t o y aho r a, c o m pl i c án do l o t am b i é n a u s t e d . P ue de n habe r me s e gui d o . —Sí, eso cr eo, aunque s ea lo único que crea. Tenía que suceder. Desde hace mucho tiempo sentía que algo se preparaba en mi interior, y yo andaba por ahí haciendo una cosa y sintiendo otra. Dios, todo estaba aquí dentro. Lo extraño es que no se trasluciera en mí, como la grasa. Y, ahora, estoy aquí, complicándole la vida. Pueden haberme seguido hasta aquí. —M e si ento vivo por prime ra vez en años —dijo Faber —. Siento que e st oy hac ie ndo lo que debí haber hecho hace t oda una vida. Por el momento no tengo miedo. Quizá sea porque hago al fin lo que s e de be . Q ui zá s e a po r que he cometido un acto temerario y no quiero parecer co barde ante usted. Supo ngo que t e ndr é que hac e r c o s as aún m ás vi o l e nt as , exponie ndo mi pr opia vida, y no volver a caer y asustarme. ¿Cuáles son sus planes? —P or pri mer a ve z e n m uchos año s m e s i ent o vi vi r — r epl ic ó Faber—. Me doy cuenta de que hago lo hubi ese debido de hac er hace siglos. Dur ante tiempo, no tengo miedo. Quizá sea porque, por fin, estoy cumpliendo con mi deber. O t al ve z s e a por que no qui er a m os t rar me co bar de ante us t ed. Supongo que aún tendré que hacer cosas más violentas, que tendré que arriesgarme para no fracasar en mi m is i ón y asus tar me de nue vo . ¿Cuáles son sus planes? “To kee p runni ng.” —Seguir huyendo. —Seguir huyendo. “You know the war ’s on?” —¿Sabe que ha estallado la guerra? —¿Sabe que ha estallado la guerra? “I he ar d. ” —Lo oí. —Lo he oído decir. 40 “G od, i sn’t i t f unny?” s ai d t he o l d m an. “It s e e m s s o r e m o t e be c au s e we ha ve o u r o wn tr oubles .” 45 —Dios, ¿no es gracioso? —dijo el viejo —. Parece algo tan remoto s ó l o po r que t e ne mo s nue st r o s propios problemas. —¿Verdad que resulta curioso?. —di jo el anci ano, La guerra nos parece algo remoto porque tenemos nuestros propios problemas. “I have n’t had t ime t o thi nk.” 50 M o nt a g dr e w o ut a hun dr e d do llars . “I want t his to st ay wi th you, us e it any way t hat’ll hel p when I’m gone .” —No he tenido tiempo de pensar —dijo Montag sacando cien dólares —. Quiero que usted se quede con esto. úselo como le parezca cuando me vaya. —No he tenido tiempo para pensar. —M ont ag sac ó un centenar de dólares— Quiero darle esto, para que lo utilice de un modo útil, cuando me haya marchado. 55 “But — ” —Pero... “I mi ght be dead by no on; use this .” — P uedo e s t ar mediodía, úselo. —Pero... m ue r to al —Quizás haya muerto a mediodía. Utilícelo. Faber asintió. — Se r á m e jo r que vaya haci a e l r í o , s i p ue d e . Sí g al o , y s i pue de l le gar a las vie jas ví as de f e r r o c a r r i l , s í g al as t am bi é n . Aunque t o do e s pr ác t ic am e nt e aér eo e n es to s dí as , y las rutas t e r r e s t r e s e s t án aband o nad as , e s as ví as s i g ue n t o d aví a ah í , he r r um br án do s e . H e o í do que h ay a ún c am pa m e nt o s d e vagabundo s en t odo el paí s, aquí y al lá; campam ento s am bulant es , l o s l l a m a n, y s i u no c am i n a ba s t ant e y c o n l o s o j o s bi e n abi e r t o s di c e n que e s po s i bl e e nc ontr ar a vie j os graduados de Harvar d en l os c am inos . Al guno s Faber asintió. —Si le es posible, será mejor que se dirija hacia el río. Siga su curso. Y si e ncuent ra alguna vi eja lí nea ferroviaria, que se adentra en el campo, sígala. Aunque en la actualidad todas las comunicaciones se hacen por vía aérea, y la mayoría de las vías están abandonadas, los raíles siguen allí, oxidándose. He oído decir que aún quedan campamentos de vagabundos esparcidos por todo el país. Les llaman campamentos ambulantes, Y si anda uste d el t iempo sufici ente y se mantiene ojo avizor, dicen que quedan muchos antiguos graduados de Harvard en el territorio que se extiende entre aquí y Los Ángeles. La mayoría de 60 Fabe r no dde d. “Yo u’d be t t e r he ad f o r t he r i ve r i f yo u c an, fo llo w alo ng it, and i f you can hit the ol d r ai lro ad l ine s goi ng o ut i nto t he c o unt ry, f o ll o w t he m . Eve n t h o ug h p r ac t i c al l y everythi ng’s air bor ne these days an d m o s t o f t he t r a c k s a r e aba ndo n e d, t he r ai l s ar e s t i l l t he r e, rus ti ng. I’ve he ar d t her e are s till hobo camps all acros s the co unt ry, here and t her e; walki ng camps they call the m, and i f you ke ep wal king f ar e nough and ke ep an eye pee l ed, t he y s ay t her e’s lots of ol d Harvard degr ees on the t r ac k s b e t w e e n h e r e an d L o s An ge l e s . M o s t o f t he m a r e 65 70 75 108 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda wante d and hunte d i n t he ci tie s. Th e y s u r vi ve , I gu e s s . The r e ar en’t m any o f t hem , and I gue ss the G o ve r n m e nt ’s n e ve r co ns ide red t hem a gr eat enough 5 dange r t o go i n and t r ac k t he m do wn. Yo u m i ght ho l e up wi t h them for a ti me and ge t in touch wi th me in St . Louis, I’m leavi ng on the f ive a. m. bus this mor ning, 10 to se e a r eti red pr int er there , I’m ge tti ng out i nt o t he open mys el f, at last . The mo ney wi ll be put to go od use . Thanks and G od ble ss yo u. Do yo u want t o s lee p a f ew 15 mi nute s?” t i e ne n l a capt ur a r e c o m e ndada en l as ci udades . Sobre viven e n el c a m p o . N o s o n m uc h o s , y e l go bi e r no no c r e e , par e c e , que s e an bas t ant e p e l i gr o s o s c o m o par a o r gani za r una bat i da. P u e de u s t e d q u e da r s e al g ú n t i e m p o c o n e l l o s y r e u ni r s e c o nm igo e n Sai nt Lo ui s . Sal dr é e s t a m añana, e n e l aut o bús de l a s c i n c o , p a r a ve r a u n i m pr e s o r r e t i r a do que vi ve e n e s a c i udad. H ar é al go , al f i n. Es t e di ne r o s e r á út i l . G r ac i as , y D i o s l o be ndi ga. ¿N o qui e r e do r m i r uno s m i nut o s ? “I’d be tte r r un.” “Let ’s che ck.” 20 He t oo k Mo nt ag qui ckly i nt o the bedr oo m and lif ted a pi cture f r am e as i de , r e ve al i ng a t el e vi s i on sc r ee n the s i ze o f a 25 po s t al c ar d. “I a l ways wan t e d s o met hi ng ve r y s ma l l , s o me thi ng I co ul d t alk t o , s om e t hi ng I co ul d bl o t o u t wi t h t h e p a l m o f m y h a n d , i f 30 ne c e s s ar y, n o t hi n g t ha t c o ul d s h o u t m e d o wn , n o t h i n g mo nst ro us big. So, yo u s ee .” He snapped it on. “Mo nt ag, ” t he TV s e t s ai d, and l i t up . “M - O - N - 35 T- A- G. ” The nam e was s pel le d o ut by t he vo i ce . “G uy M ont ag. St il l running. P ol ic e he li co pt er s a r e up . A n e w M e c h an i c a l H o und h as be e n br o ug ht f r o m 40 ano t her di s tr i c t… ” —Será mejor que me vaya. — Será mejor que siga huyendo. —Examinemos antes la situación. —Veamos cuál es la situación. El vi e j o ll e vó a M o nt ag al do rm it or io , mo vi ó un c uadr o, y reveló una pantalla de televisión del tamaño de una tarjeta postal. — S i e m pr e m e gus t ar o n l as c o s as m uy pe que ñas, l as co s as que uno pue de l l e var c o ns i go , que se pue de n t apar co n l a pa l m a de l a m a no , que n o l o apl ast an a uno , nada m o nst r uo s ame nt e gr ande . El viejo tocó el aparato. —Montag —dijo la pantalla de TV, encendiéndose —. M—O—N— T— A—G. —U na voz de letr eó el no mbre. — Cuy M ontag. Todavía pr ófugo . Los hel ic ópt ero s de la policía vuelan ya buscándolo. Se ha traído un nuevo Sabueso Mecánico de otro distrito... Montag and Faber looked at each other. Montag y Faber se miraron. “… M e c hani c al H o und ne ve r fails . N ever since its fi rs t use in t r ac k i ng qu ar r y has this i n c r e di b l e i nve n t i o n m ade a mi stake . Toni ght, thi s net wor k is pr oud to have the o ppo rt uni ty to f o l l o w t he H o und by c am e r a he lic opter as it s tar ts on it s way to the t ar get …” 45 Fabe r po ure d t wo gl ass e s o f whisky. “We ’ll need these .” 55 50 —El Sabueso M ecáni co nunca fal la. Es te no table invento nunca ha co met ido un er ror. H oy, es ta cade na de estaci ones s e complace en anunc iar que tan pro nto c omo el Sabueso com ience a dir igir se hac ia su bl anc o, una c ám ara de t e l evi s i ó n l o s e guir á de s de un helicóptero... They drank. “… no s e s o s e n s i t i ve t he Me chanic al Hound c an rem ember and i denti fy ten thous and o douri n de x e s o n t e n t ho us an d m e n wi tho ut re -se tt ing!” 60 tr. de Alfredo Crespo ellos son buscados y perseguidos en las ciudades. Supongo que se limitan a vegetar. No quedan muchos, y me figuro que el Gobierno nunca los ha cons iderado un peligro lo suficientemente grande como para ir en busca de ellos. Podría refugiarse con esos hombres durante algún tiempo y ponerse en contacto conmigo en St. Louis. Yo me marcho mañana, en el autobús de las cinco, para visitar a un impresor retirado que vive allí. Por fin salgo a campo abierto. Utilizaré el dinero adecuadamente. Gracias, y que Dios le bendiga. ¿Quiere dormir unos minutos? Faber condujo a Montag al dormitorio y levantó un cuadro que había en la pared, poniendo así al descubierto unapantallade televisióndel tamaño de unatarjeta postal. —Siempre había deseado algo muy pequeño, algo a lo que poder hablar, algo que pudiera cubrir con la palma de la mano, en caso necesario, algo que no pudiera avasallarme a gritos, algo que no fuese monstruosamente grande. De modo que, ya ve. Conectó el aparato. —Montag —dijo el televisor. Y la pantalla se iluminó —. M—O—N— T— A—G. —U na voz de letr eó el nombre—. Guy Montag. Sigue en li be rtad. Lo s hel icó pt ero s de la Policía le buscan. Un nuevo Sabueso Mec ánico ha s ido t raído de o tro distrito... Montag y Faber se miraron. —...Sabueso Mecánico nunca falla. Desde que fue usado por primera vez para perseguir una presa, este invento increíble no ha cometido ni un solo error. Hoy, esta cadena se enorgullece de tener la oportunidad de seguir al Sabueso, con una cámara instalada en un helicóptero, cuando inicia la marcha hacia su objetivo... Faber sirvió dos vasos de whiskey. —Necesitamos esto. Faber sirvió dos vasos de whisky. —Lo necesitaremos. Los dos hombres bebieron. Bebieron. —... un olfato tan sensible que el Sabueso Mecánico puede recordar e identificar diez mil olores de diez m il ho m br e s s in ne c es i dad de cambiar los circuitos. — ... olfato tan sensible que el Sabueso Mecánico puede recordar e identificar diez mil olores de diez mil hombres distintos, sin necesidad de ser rearmado. Faber se estremeció levemente y mir ó a su alrededor, la cas a, l as paredes, la puerta, el pestillo, y la silla donde estaba sentado Montag. Montag vio la mirada. Los ojos de ambos recorrieron rápidamente la casa y Montag sintió que se le dilataban las narices. Supo que estaba tratando de rastrearse a sí mismo, y su olfato fue de pronto lo bastante fino como para seguir la senda que había abierto en el aire de esa habitación y percibir el sudor de su mano en el pestillo; gotas Faber tembló levemente y miró a su alrededor, las paredes, la puerta, l a em puñadura y l a si ll a do nde Montag estaba sentado. Éste captó la m ir ada. Ambos e xami naro n rápidamente la casa y Montag sintió que su nariz se dilataba y comprendió que estaba tratando de rastrearse a sí mismo, y que su nariz era, de pronto, lo sufic iente mente sensi ble para percibir la pista que había dejado en el aire de la habitación; y el sudor de s u mano e st aba pe gado a l a 65 Fabe r t r em bl e d t he l e as t bi t and l oo ked about at his ho use , at the walls, the do or, the doo rkno b, and t he chair where Mo ntag now s at . Mo nt ag s aw t he l oo k. The y 70 bo t h l oo ke d qui c kl y abo ut t he ho us e a nd M o n t a g f e l t h i s no st ri ls di lat e and he kne w that he was tryi ng t o tr ack hims elf and hi s n o s e w as s ud de n l y go o d 75 enough to sense the path he had made in the air of the r oo m and the s we at of his hand hung fr om 109 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he doo r kno b, i nvi s i bl e , but as num erous as the jewels of a small chande lie r, he was e verywhe re, in and on and abo ut everything, he was a l um i no us c l oud, a gho s t t hat m ade br eat hi ng onc e m or e im pos sible. He saw Faber st op up hi s o wn br e at h f o r f e ar o f dr awing t hat gho st i nt o his o wn bo dy, p e r h aps , be i ng c ont am inate d wi th the phanto m e x hal at i o ns an d o do ur s o f a r unni ng m an. tr. de Alfredo Crespo de un sudor invis ibl e, per o t an numerosas como los cristales de un pe que ño candel er o. Él, Mo ntag, estaba en todas partes; en el interior, el exterior y los alrededores de todas las cosas. Era una nube brillante, un fantasma que cortaba la respiración. Vi o que Faber mi smo de jaba de respirar, temiendo quizá que aquel fantasma se le metiese en el cuerpo, temiendo contaminarse con aquellas exhalaciones espectrales y los olores del prófugo. empuñadura de su puerta , invisible pero tan abundante como la cera de un pequeño candelabro. Su persona estaba por do quier, dentro, f uera so br e to do , er a co mo una nube luminosa, un fantasma que volvía a hacer imposible la respiración. Vio que Fabe r contenía, a su ve z, el aliento, por miedo a introducir en su propio cuerpo aquel fan a quedar tal ve z co nt am inado co n las exhalaciones fantasma y los olores de un fugitivo. 15 — ¡El Sabues o M e c áni c o desciende ahora en un helicóptero en el sitio del incendio! —¡El Sabueso Mecánico está siendo desembarcado de un helicóptero, en el lugar del incendio! And t her e on the sm all s cre en wa s t he bu r nt h o us e , an d t he 20 c r o wd , a nd s o m e t hi n g w i t h a sheet o ver it and out o f t he sky, f lut te r ing, c am e t he hel i co pte r li ke a grot es que fl owe r. Y al l í , e n l a pant al l a, aparecieron los restos de la casa de Mo nt ag y al go cubie rt o por una sábana. Y del cie lo, revoloteando, bajó el helicó ptero como una flor grotesca... Y a l l í , e n l a p an t a l l a p e q ue ñ a, ap ar e c i ó l a c as a q ue ma d a, y l a mu l t i t u d ; y d e l c i e l o d e s c e nd i ó u n helicó ptero , como una gr ot e s ca f lo r. “The M e c han i c al H o u nd i s no w l anding by heli copte r at t he si te of the Burning!” 5 10 25 So they must have the ir game out, thought Montag. The c irc us X m u s t go o n , e ve n w i t h w ar be ginni ng wit hin the hour… «Así, pues, tienen que seguir con su juego —pensó Montag—. El espectáculo sigue, aunque la guerra ha empezado hace apenas una hora .... » 30 H e wa t c h e d t h e s c e n e , fasci nat ed, not wanting to move. It se em ed so rem ot e and no part o f him ; i t was a pl ay apart and se par ate , wondro us to watch, not 35 wi t ho ut i t s s t r a nge pl e a s ur e . That ’s al l f o r m e, yo u t hought , that’s all taking place just for me, by Go d. M o ntag m i r ó l a e s ce na, fascinado, sin desear irse. Parecía algo tan remoto, tan ajeno a él. Era co mo una o br a t eat ral donde no par ti c i paba, un es pe c t ác ul o aso mbro so y has ta c urio same nte agradable . Todo e so es para m í, pensaba Montag, todo eso ocurre sólo para mí, Señor. Contempló la escena, fascinado, si n des ear mo ver se ¡P are cí a t an r e m o t a y aj e na a é l ! Er a un espectáculo distinto, fascinante de o bs e r var, que no de j aba de producir un extraño placer. «To do e s o e s par a m í , t o do e s o e s t á o c u r r i e n d o po r m i c ausa. D i o s m í o . » I f he wi s h e d , h e c o ul d Montag hubiera deseado poder l i n ge r he r e , i n c o m f o r t , an d quedar s e al l í , c ó m o dam e nt e, y f o l l o w t h e e n t i r e h u n t o n seguir las diversas y rápidas fases t h r o u g h i t s s w i f t p h a s e s , de la cacería, por los pasadizos, por d o w n a l l e y s ac r o s s s t r e e t s , 45 l as c al l e s , po r las ave ni das o ve r e m pt y r u n ni ng a ve nu e s , desiertas, por los terrenos baldíos c ro ss ing lots a n d y parques de jue gos , c on paus as p l a y g r o u n d s , w i t h p a u s e s aquí y al l á par a lo s anunc i o s h e r e o r t h e r e f o r t h e comerciales, y por otras callejuelas n e c e s s a r y c o m m e r c i a l s , u p 50 has ta l a c as a i nce ndi ada de l o t h e r a l l e y s t o t h e b u r n i n g matrimonio Black, y así finalmente h o u s e o f M r. a nd M r s . B l a c k , hast a l a c as a do nde Fabe r y é l a n d s o o n f i n a l l y t o t h i s m i s mo s e gui rí an s e ntado s h o u s e w i t h F ab e r a n d hi m s e l f be bi e ndo , m i e nt r as el Sabue s o s e a t e d , d r i n k i n g , w h i l e t h e 55 Me cánico husm eaba l os úl tim os E l e c t r i c H o un d s nu f f e d d o w n rastros, silencioso como un objeto t h e l a s t t r a i l , s i l e n t as a d r i f t f lo t ant e y a la der i va que t r aí a o f de at h i t s e l f , s ki dd e d t o a consigo la muerte, y se deslizaba h a l t o u t s i d e t h a t w i n d o w has ta de t e ne r s e al lí , baj o e s a t h e r e . Th e n , i f h e w i s h e d , 60 ventana. Y luego, si así lo quería, M o n t a g m i g h t r i s e , w a l k t o Montag podía levantarse, ir hasta la t he w i n do w, k e e p o ne e ye o n ve ntana, s in de j ar de m i r ar l a t h e T V s c r e e n , o p e n t h e pant al l a de te l e vi si ó n, abr i r l a w i n do w, l e an o ut , l o o k ba c k , ventana, as om ar s e a e ll a, mi rar a nd s e e h i m s e l f d r am a t i z e d , 65 hac ia atr ás , y ver se a s í mi sm o des cr ibed, m ad e o v e r , inte rpretado, des cripto , rehe cho, s t a nd i n g t he r e , l i m n e d i n t he allí, retratado desde afuera en la b r i gh t s m al l t e l e v i s i o n bri ll ante y dim inut a pant al la de s c r e e n f r o m o u t s i d e , a dr am a t el e vis i ón, co m o un dr am a que t o b e w a t c h e d o b j e c t i ve l y, 70 podía ser observado objetivamente, k n o wi n g t ha t in o t h e r s abie ndo que e n ot r as cas as p ar l o ur s h e wa s l a r g e a s l i f e , aparecía de tamaño natural, a todo i n f u l l c o l o u r, di m e ns i o na l l y c o lo r, ¡en tres pe r f ec t as p e r f e c t ! A n d i f h e k e p t h i s dim e nsi o nes ! Y s i no pe rdí a l a e ye p e e l e d qu i c k l y h e wo ul d 75 c abeza has ta po dr í a ve r s e a s í s e e h i m s e l f , an i n s t a nt b e f o r e mis mo un ins tant e antes del f in, o b l i vi o n , be i ng p un c t ur e d f o r m ie nt ras el Sabues o l e daba l a t h e b e n e f i t o f h o w m a n y inyecc ión en bene fici o de qui én Si lo de s e ab a, po dí a e nt r e t e ne r s e al l í , c o n t o da c o m o d i dad, y s e gui r l a c a c e r í a c o n s us r ápi das f as e s , c ar r e r as po r l as c al l e s , po r l as ave ni das vac í as , at r a ve s an do pa r que s y s o l ar e s , c o n paus a s aqu í y a l l í par a de j ar pa s o a l a n e c e s a r i a pub l i c i d ad c o me r c i al , P o r o t r o s c a l l e j o ne s has t a l a c as a ar d i e ndo de M r. y M r s . Bl a c k, y a s í s u c e s i vame n t e ha s t a aque l l a c as a e n l a que é l y Fab e r e s t aba n s e nt ad o s , be b i e ndo , e n t ant o que S ab ue s o M e c án i c o o l f a t e ab a e l ú l t i m o t r am o d e l a p i s t a s i l e nc i o s o c o mo l a pr o pi a m ue r t e , has t a d e t e ne r s e f r e nt e a a qu e l l a ve nt an a. En t o nc e s , s i l o d e s e ab a, M o nt a g po dí a l e vant ar s e , a c e r c a r s e a l a ve n t ana, s i n pe r de r de vi s t a e l t e l e vi s o r, ab r i r l a, as o m ar s e y ve r s e d r a m at i z ad o , de s c r i t o , ana l i za do . U n dr ama que po d í a c o nt e mpl a r s e o b j e t i va m e n t e , s a bi e ndo qu e , e n o t r o s s al o ne s , t e ní a un t am año m ayo r que e l n at ur al , a t o do c o l o r, di m e ns i o nal m e nt e pe r f e c t o . Y s i s e m a nt e ní a a l e r t a, p o dr í a ve r s e , a s i m i s m o , un i n s t an t e a n t e s d e p e r de r e l s e n t i d o , s i e ndo l i qui dado e n be ne f i c i o de la mul t i t ud de t e l e s pe c t ado r e s q ue , u no s 40 110 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda c i vi l i an p a r l o u r - s i t t e r s w h o h ad b e e n wa ke n e d f r o m s l e e p a f e w m i nu t e s ag o b y t h e f r an t i c s i r e n i n g o f t h e i r l i vi ng- r o o m wal l s t o c o me w at c h t he b i g g a m e , t h e hu nt , t he o ne - m an c a r n i val . 5 Wo ul d he ha ve t i m e f o r a s p e e c h ? As t he H o und s e i z e d 10 hi m, in vi ew of ten or t wenty or thi rty mill ion people, mightn’t he sum up his entir e lif e i n t he last wee k i n o ne s i ngl e phr as e o r a wo rd t hat wo ul d st ay wit h them 15 lo ng af ter the. Ho und had tur ne d, cl enc hing him in it s m et al- pli er jaws, and tro tte d off in darknes s, wh i l e t he c am e r a r e m a i n e d st ati onary, wat chi ng the c reature 20 dw i nd l e i n t he d i s t anc e — a splendid f ade -out! What could he say i n a si ngl e word, a fe w words, that would sear al l t heir fac es and wake them up? 25 mi nu t o s an t e s , h abí an s i do ar r anc ad o s d e s u s ue ño po r l a f r e né t i c a s i r e na de s us t e l e vi s o r e s m ur al e s p ar a q ue pudi er an pr e se nc i ar l a gr an c ac e r í a, e l e s pe c t ác ul o de un s o l o ho m b r e . ¿Tendría tiempo de pronunciar un discurso? Cuando el Sabueso lo alcanzase ante diez, veinte o treinta millones de espectadores, ¿podría resumir esa última semana en una sola frase o palabra que la gente no olvidase cuando el Sabueso se diese vuelta llevándolo entre sus quijadas m e t ál i c as y s e hundi e s e en l a o s c ur i dad, m i e nt r as l a c ám ar a inmóvil observaba a la criatura que se perdía a lo lejos, esfumándose espléndidamente como en un final de película? ¿Qué podía decir con una s o l a pal abr a, unas po c as pal abr as , que l o s go l peas e , despertándolos? ¿Tendría tiempo para hablar cuando el Sabueso lo cogiera, a la vista de diez, veinte o treinta millones de personas?, ¿no podría resumir lo que había sido su vida durante la última semana con una solafrase o unapalabraque permaneciera con ellas mucho después de que el Sabueso se hubiese vuelto, sujetándolo con sus mandíbulas de metal, para alejarse en la oscuridad, mientras la cámara permanecía quieta, enfocando al aparato que iría empequeñeciéndose alo lejos, para ofrecer un final espléndido? ¿Qué podría decir en una sola palabra, en unas pocas palabras que dejara huella en todos sus rostros y les hiciera despertar? “The re, ” whisper ed Fabe r. —Mire —murmuró Faber. Ou t o f a h e l i c o p t e r g l i d e d so met hi ng that was no t m ac hine, 30 not ani mal, not dead, not ali ve , gl o wi ng wi t h a pal e g r e e n l u m i n o s i t y. It s t o o d ne a r t he sm oki ng ruins of M ont ag’s house an d t he m e n b r o u gh t h i s 35 di scar ded flame-t hro wer to it and put i t down unde r the muzzle of the H ound. There was a whir ring, cl ic king, humm ing. tr. de Alfredo Crespo sabe cuántas familias, agrupadas en sus salas, y a quienes el frenético aullido de las sirenas de los muros habí a de spe r t ado par a que asi s t ie s en a l a gr an c ac e rí a, l a persecución, el espectáculo de feria de un solo hombre. —Mire —susurró Faber—. D e l he l i c ó pt er o s ur gi ó al go que no e r a una m áqui na, ni un ani mal , al go ni muer t o ni vi vo , e n vue l t o e n u na pál i d a l uz ve r do s a. Se de t uvo j unt o a l as r ui nas hume ant es de l a c asa de Montag y los hom bres traj eron un ab and o na do l an za l l a m as y l o pus i e r o n baj o l as nar i c e s de l Sabue so . Se o yó un chirr ido, un zumbi do, un r uidito me tálic o. Del helicóptero surgió algo que no era una máquina Un animal, algo que no estaba muerto ni vivo, algo que re spl andec ía con una débil luminosidad verdosa. Permaneció junto a las ruinas humeantes de la casa de Montag y los hombres trajeron el abandonado lanzallamas de éste y lo pusieron bajo el hocico del Sabueso. Se oyó un siseo, un resoplido, un rumor de engranajes. Montag sacudió la cabeza y se bebió el resto de su bebida. —E s ho r a. La me n t o t o do esto. M o nt ag me ne ó l a c abe za, s e levantó y apuró su bebida. —Ya es hora. Lamento de verdad lo que está. ocurriendo. —¿Por qué lo lamenta? ¿Por mí? ¿Por mi casa? Lo merezco. Huya, por el amor de Dios. Quizá pueda detenerlos aquí un rato. — ¿Q ué ? ¿Yo ? ¿M i c as a? Lo me r ezc o todo. ¡Cor ra de pr is a, po r am or de Di os ! Q ui zá pueda entre tenerl es aquí. .. “Wa i t . The r e ’s no u s e y o ur be ing disc ove red. Whe n I l eave, burn the s pre ad of thi s bed, t hat I t o uc he d. Bur n the c hai r i n t he l i vi n g r o o m , i n yo ur wa l l i n c i n e r at o r. Wi p e d o w n t he furni tur e wit h alco hol , wipe t he do or -knobs . Bur n t he thro w r ug i n t h e p ar l o u r. Tur n t he ai r c o ndi t i o ni ng o n f ul l i n al l t he ro oms and spr ay wi th mot h- spr ay if yo u have i t. Then, turn on yo ur lawn sprinkle rs as hi gh as they’ll go and hos e o f f t he si de wal ks . Wi th any l uck at all, we c an ki ll the trail in he re , anyway…” —E s p e r e . N o t i e ne n p o r q ué de s c u b r i r l o . Cu a nd o m e va ya , qu e m e l a c o l c h a de e s t a c am a. Q u e m e l a s i l l a de l 55 ve s t í b ul o e n s u i nc i ne r a d o r . Fro te l os mueble s co n a l c o h o l . H ag a l o m i s m o c o n el pe s t i l l o . Q ue me la a l f o m br a de l a s al a. P o n ga e n 60 m ar c h a e l a c o n di c i o n ad o r d e ai r e y é c he l e n af t al i n a, s i t i e ne . En c i e n d a l u e g o l a s r e g ad e r a s au t o má t i c as , y r i e gu e l o s s e n de r o s . C o n u n 65 p o c o d e s ue r t e , l o g r a r e m o s q ue p i e r da n e l r a s t r o . —Espere. No vale la pena que se de sc ubra ust ed Cuando m e haya marchado, queme el cobertor de esta cama, lo he tocado. Queme la silla de la sala de estar en su incinerador. Frote el mobiliario con alcohol, así co mo los po mos de l as pue rtas. Queme la alfombra del salón. Dé la máxima potencia al acondicionador de aire y, si tiene un insecticida, rocíelo todo con él. Después, ponga en marcha sus rociadores del césped, co n to da l a fuerza que pueda, y riegue bien las aceras. Con un poco de suerte, podríamos evitar que nos siguieran la pista. Fa be r s ho o k hi s h and. “I’ l l t end t o i t . G oo d l uck. If we ’r e bo th i n goo d healt h, next wee k, t h e w e e k a f t e r, ge t i n t o uc h. Ge ner al De livery, St. Lo uis . I’m so rry the re’s no way I can go wi th yo u t hi s t ime , by ear -phone. That was goo d f or bot h of us. But my equipme nt was li mi ted. You se e, I ne ve r tho ught I wo uld us e it . What a s il ly old man. No thought Faber sacudió la mano de Montag. —Lo i nt e nt ar é . Bue na s u e r t e . S i n o s s a l va m o s , e s c r í bame a Sai nt Lo ui s . Lam e nt o no po de r ac o m pañar l o c o n una de m i s c áps ul as . N o s hac í a bi e n a l o s do s . P e r o m i e qui po e s r e duc i do . P ue s ve r á, nunc a pe ns é q ue l l e gar í a a us ar l o . Q ué vi e j o t o nt o . P o c o pr e vi s o r . Es t úpi do , e s t ú pi d o . Faber le estrechó la mano. —Lo haré. Buena suerte. Si ambos estamos vivo la semana próxima o la siguiente nos pondremos en contacto. En la lista de Correos, de Saint Louis. Siento que, esta vez, no haya manera de poder acompañarle con mi cápsula auricular. Hubiese sido bueno para ambos. Pero mi equipo era limitado. Hágase cargo, nunca creí que habría de utilizarlo. Soy un viejo estúpido, 40 Mo ntag s ho ok his he ad and got up and drank t he r est of hi s drink. “I t ’ s t i m e . I ’ m s o r r y a b o u t this .” 45 “A b o u t w h a t ? M e ? M y ho us e ? I de s e r ve e ve r y t h i n g. Run, f o r G o d’s s ake . P e r haps I c an de l ay t he m he r e — ” 50 70 75 111 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda there . Stupid, s tupid. So I haven’t anot he r gr e e n bul le t , the r ight ki nd, t o put i n yo ur he a d. G o no w!” tr. de Alfredo Crespo D e m o d o qu e n o t e n g o o t r a ba l a ve r de , l a c o r r e c t a, p ar a q u e s e l a po n g a e n e l o í d o . ¡Váy as e ah o r a! Sin ide as. Estúpido , es túpi do. Y, ahora, no tengo otra cápsula verde para que pue da ll evárs ela us te d. ¡Márchese ya! “O ne l a s t t hi ng . Q ui c k. A suitc ase , get it , f ill it with yo ur di rti es t c lot hes , an old suit , t he di rt ie r the be tte r, a s hi rt , so me ol d s ne ake rs and s ocks… ?” 10 — Algo to daví a. Rápido . U na maleta, llénela con sus ropas más sucias, un traje viejo, cuanto más sucio mejor, una camisa, un par de viejos zapatos, y calcetines... — O t ra c o s a, ¡apr i s a! U na maleta. Cójala, con su ropa m ás sucia, un trapo viejo, cuanto más sucio mejor, una camisa, algunos calcetines y zapatos viejos... Faber was gone and back in a m i nut e . Th e y s e a l e d t he cardboard val is e with c lear t ape. “To ke ep the anci ent odo ur of M r. 15 Faber in, of course ,” said Faber sweat ing at t he jo b. Faber desapareció y reapareció Faber s e marc hó y r egre só al en un minuto. Sellaron la maleta de c abo de algunos m inut os ____ __ cartón con cinta adhesiva. X ______________ ___________. —Para guardar el viejo olor del —Para conservar en su interior el señor Faber, por supuesto —dijo antiguo olor de Mr. Faber, claro está — Faber sudando en la tarea. dijo éste, sudoroso por el esfuerzo—. M o nt ag do us e d t he e xt e r i o r o f t he va l i s e wi t h w hi s ky. “I 20 do n’t want t hat H o und pi c ki ng up t wo o do ur s at o nc e . M ay I t a ke t hi s w hi s ky. I ’l l ne e d i t l at e r. Chr i s t I ho pe t hi s wo r ks !” 25 Montag mojó el exterior de la maleta con whiskey. — N o qui e ro que e l Sabue s o perciba dos olores. ¿Puedo llevarme este whiskey? Lo necesitar é más t ar de . Cr i st o , e s per o que e s t o resulte. Montag roció todo el exterior de la maleta con whisky. —No creo que ese Sabueso capte dos olores a la vez. Permítame que me lleve este whisky. Lo necesitaré más tarde. ¡Cristo, espero que dé resultado! The y sho o k hands again and, g o i ng o ut o f t he d o o r, t he y gl anc e d at t he TV. Th e H o und w as o n i t s wa y, f o l l o w e d b y 30 ho ve r i ng he l i c o p t e r c a m e r a s , s i l e nt l y, s i l e nt l y, s ni f f i ng t he gre at night wind. It was running down the fi r st all ey. Volvieron a estrecharse la mano y yendo hacia l a puer ta mi raron la pantalla. El Sabueso estaba ya en camino, seguido por las revoloteantes cámar as de los he lic ópt ero s, en silencio, husmeando el aire de la noche. Corría por el primero de los callejones. Volvieron a estrecharse la mano y, mientras se dirigían hacia la puerta, lanzaron una ojeada al televisor. El Sabueso estaba en camino, seguido por las cámaras de los helicópteros, silencioso, silencioso, olfateando el aire nocturno. Bajaba por la Primera Avenida. 5 35 “Go od- bye!” —¡Adiós! —¡Adiós! And M ontag was o ut t he bac k do o r l i ght l y, r unni ng wi t h t he half -e mpt y val is e. Be hi nd hi m he 40 he ar d t he lawn- sprinkl ing syst em j um p up, fi ll ing the dark air wit h r ai n t ha t f e l l ge nt l y and t he n wi t h a s t e a dy p o ur al l a bo u t , was hi ng o n t he s i de wal ks , and 45 d r a i n i n g i n t o t h e al l e y. H e c ar ri ed a f ew dro ps o f this r ai n wit h hi m on his f ac e. H e thought he he ar d the ol d m an c al l go odbye , but he -wasn’t c er tain. 50 Y Mo nt ag s al ió por l a puer ta trasera, corriendo, llevando en la mano la maleta medio vacía. Detrás de él oyó que los aparatos de riego comenzaban a funcionar, llenando el aire oscuro con una lluvia que caía levemente, y que luego corría co n se re ni dad po r to das part es , lavando los senderos de pi edra y escurriéndose hasta la calle. Unas pocas gotas le cayeron a Montag en la cara. Le pareció que el viejo le decía adiós, pero no estaba seguro. Y M ontag sal ió ve lozme nte por la puerta post erior, corr iendo con la male ta sem ivací a. Oyó que, a s u e s pal da, l o s r o c i ado r e s de c é s pe d s e p o ní an e n m a r c h a, ll enaban el ai re osc uro co n l luvia qu e c aí a s uave m e nt e y c o n re gul ar idad, lavaban las acer as y co rrí an hasta la c all e. Unas got as de aq ue l l a l l uvi a m o j ab an e l ro stro de Mo ntag. Le pareci ó que el vi ej o l e grit aba adió s, pe ro no es tuvo segur o. He ran very fast away fro m t he ho use , down t oward the r ive r. Se al e j ó c or r i e ndo rápidamente, hacia el río. Co rri ó m uy apris a, ale jándo se de la c asa, hac ia el rí o. Mo nt ag ran. m uy Montag corría. 55 Montag corrió. He co uld f eel the H ound, li ke aut um n, co me c o ld and dr y and swift , l ike a wi nd that didn’t st ir gr ass , that didn’t jar windows or dis turb leaf-shadows on the whi te s i de w al k s a s i t pas s e d . The Ho und di d no t to uc h the wo rl d. It carr ied it s s il enc e with i t, so yo u c o u l d f e e l t he s i l e n c e building up a pres sur e be hind you al l acro ss to wn. Mo ntag fel t t he pr ess ur e r isi ng, and ran. Podí a senti r al Sabueso: venía como el otoño, frío y seco y rápido, como un viento que no movía las 60 hi e rbas , que no go l pe aba l as ventanas ni perturbaba las sombras de las hojas en la acera blanca. El Sabue s o no t o c aba e l m undo . Llevaba consigo su silencio, y era 65 posible sentir ese silencio como una presión detrás de uno, en toda la ciudad. Montag sentía cr ecer esa presión, y corría. Podía sentir el Sabueso, como el otoño que se acercaba, frío, seco y ve l oz, c o m o un vie nt o que no agitara l a hier ba, que no hi cie ra crujir las ventanas ni desplazara las hoj as e n l as bl anc as ace r as . El Sabue s o no t o c aba e l m undo . Ll evaba c onsi go su s il enc io , de modo que, a través de toda la ciudad, podía percibirse el silencio que iba creando. Montag sintió aumentar la presión, y corrió. H e s t o pped f o r br e ath, o n hi s w a y t o t h e r i ve r , t o p e e r t hr o ugh d i m l y l i t w i ndo ws o f wa ke n e d ho u s e s , and s a w t he s i l ho ue t t e s o f pe o p l e i ns i d e w at c h i n g t he i r p ar l o u r wa l l s a n d t h e r e o n t h e wa l l s t h e M e c hani c al H o un d, a br e at h o f neon vapour, s pi de r e d al o ng, 70 Se detenía a vece s par a to mar aliento, para espiar por las ventanas débilmente iluminadas de las casas, y veía las siluetas de la gente que mi raba l os muros , y al lí , e n l os muros, el Sabueso Mecánico, una bocanada de vapores de neón, una arana que aparecí a y desaparecía. Ahora est aba en el pas eo de l os S e de t u vo pa r a r e c o br ar e l a l i e n t o , c am i n o d e l r í o . At i s b ó po r l as ve n t a na s d é b i l m e nt e i l u m i na d as d e l a s c as as l as s i l u e t as d e s u s h ab i t an t e s qu e c o n t e m p l a ba n e n l o s t e l e vi s o r e s m ur al e s a l S ab ue s o M e c án i c o , un s u s p i r o d e va po r d e ne ó n, q ue 75 112 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda he r e and go ne , he r e and go ne ! N o w at El m Te r r ac e , Li nc o l n, O a k , P a r k , a n d u p t h e al l e y t o war d Fabe r ’s ho us e . tr. de Alfredo Crespo Olmos, la calle Lincoln, la avenida de l os Ro ble s , e l par que , ¡y e l call ejón que llevaba a la cas a de Faber! c o r r í a ve l o z. Ah o r a , e n El m Te r r a c e , L i n c o l n , C ak , P a r k , y c a l l e a r r i b a h ac i a l a c as a de F a be r . Sigue, pensó Montag, no te detengas, pasa de largo, ¡no entres! «Pasa de largo —pensó Montag—, no te detengas, sigue adelante, no te desvíes.» En l a pared de aque lla sala, la casa de Faber, con sus aparatos de riego, que latían en el aire nocturno. En el televisor mural apareció lacasa de Faber, con surociador de césped que empapaba el aire nocturno. El Sabue s o estremeciéndose. de tuvo , El Sabueso hizo una pausa y se estremeció. ¡N o! M o nt ag se apoyó e n e l alféizar de la ve ntana. ¡Est e otro camino! ¡Por aquí! ¡N o ! Mo n t ag s e af er r ó al a l f é i z a r d e l a ve n t a n a . ¡P o r e s t e c am i n o ! ¡Aquí ! La aguja de procaína vacilaba, s al ie ndo y entr ando, s al ie ndo y entrando. Una gota clara de aquel líquido de sueños cayó de la aguja, que desapareció en el hocico del Sabueso. La aguj a de pro caína as om ó y se esc ondió, aso mó, se esc ondi ó. U na go t i t a t r ans p ar e nt e de l a dr o ga c ayó de l a aguj a c uando é st a de sapare ci ó en e l ho ci co de Sabue so . Montag retuvo el aliento, como un puño apretado. Montag contuvo el aliento, y sintió una opresión en el pecho. Th e M e c h a n i c a l H o u n d 30 El Sabue so M ec ánic o s e di o t ur ne d and p l ung e d aw ay f r o m vuelta y se hundió otra vez en el Fab e r ’s ho us e do wn t h e al l e y callejón, alejándose de la casa de a ga i n . Faber. El Sabueso Mecánico s e vo l v i ó y s e a l e j ó d e l a casa de Faber, calle abajo . Mo ntag snappe d hi s gaze to t he sky. The heli co pte rs we re clo se r, a gre at bl o wi ng of i nse ct s t o a si ngl e light so urc e. 5 Go pas t, t hought Montag, don’t st op, go on, don’t tur n i n! O n t he parl o ur wall , Fabe r ’s ho use , wit h i ts spr inkle r s yst em pulsi ng in the night ai r. The H o und q u i ve r i n g . 10 paused, se 15 No! M o nt ag he ld t o t he wi ndow si ll . Thi s way! Her e ! The p r o c a i ne n e e dl e f l i c ke d o ut and i n, o ut and i n. A s i n g l e c l e ar d r o p o f t h e s t u f f o f dr e a m s f e l l f r o m t h e n e e d l e as i t va n i s h e d i n t h e H o u n d’s m uz z l e . 20 25 Mo ntag held hi s bre ath, l ike a do ubl ed fis t, in hi s c hes t. 35 Montag alzó los ojos al cielo. Los helicópteros estaban más cerca, como un enjambre de insectos que iba hacia un único foco de luz. Montagdesvió sumiradahaciael cielo. Los helicópteros estaban más próximos, como unanube de insectos que acudiesen hacia una solitaria fuente luminosa. Wi t h an e f f o r t , M o nt ag 40 re minded hims elf again t hat this was no f i ct i onal e pis o de t o be watched on hi s r un to the r ive r; it was in act ual it y his own c hes sgame he was witnes sing, mo ve by 45 m ove . Co n un es f ue rzo , Mo nt ag s e r ec or dó a s í mi s mo que aquél no e r a u n e p i s o d i o f i c t i c i o qu e po dí a o b s e r var m i e nt r as hu í a hac i a e l r í o . O bs e rvaba aho r a s u p r o p i a p ar t i da d e a j e d r e z , m o vi da a m o vida. Con un esfuerzo, Montag recordó de nuevo que aquello no era ningún espectáculo imaginario que podía se contemplado mientras huía hacia el río; en realidad, era su propia partida de ajedrez la que estaba contemplando, movimiento tras movimiento. H e s ho u t e d t o gi ve hi m s e l f Dio un grit o como para t omar t he ne c e s s ar y pus h away f r o m impulso y alejarse de aquella última t hi s l as t hous e wi ndo w, and the 50 ve ntana y l a f asci nadora es cena. f as c inati ng s eance go i ng o n i n ¡Demonios!, gritó, y ya corría otra t he r e ! He l l ! A nd he was a way ve z. El c al le j ó n, una c al l e, e l and gone ! The all ey, a s tr e et , the callejón, una calle, y el olor del río. all e y, a s t re e t, and t he s m el l o f La pierna hacia adelante, la pierna t he ri ver. Le g o ut, le g do wn, le g 55 hacia abajo, haci a adelante, hacia o ut and do wn. Twe nt y m i l l i o n abajo. Veinte millones de Montags M o nt ags r unni ng, s o o n, i f t he que corrían. Así sería pronto, si lo c am e r a s c a ug h t h i m . Tw e nt y de sc ubrí an l as c ám ar as . Ve int e m i l l i o n M o n t a g s r u nn i ng , millones de Montags que corrían, r unni ng li ke an anci e nt fl i cker y 60 corrían como en una vieja y borrosa Keys t one C o m e d y, c o ps , comedia de la compañía Keystone; r obbe r s, chas e rs and the c has ed, policías y ladrones, perseguidores hunt er s and hunt e d, he had s ee n y perseguidos, cazadores y caza, lo i t a t ho us and ti m e s. Be hind hi m había visto mil veces. Detrás de él, n o w t w e n t y m i l l i o n s i l e n t l y 65 ahora, veinte millones de sabuesos b ay i ng H o u n ds r i c o c h e t e d que ladraban en silencio, rebotando ac ro s s par l o ur s, t hr ee - c us hi o n en las s alas, como un almohadón s ho o t i n g f r o m r i g ht w al l t o que arr o jase n de la par e d de l a c e nt r e wal l t o l e f t wal l , go ne , izquierda a la pared del centro, a la r ight wal l , ce nt re wall , l ef t wall , 70 pared de la derecha, y nada. Pared g one! del centro, pared derecha, y nada. G r i t ó par a dar s e e l i m pul s o ne c e s a r i o par a a l e j a r s e de l a ve ntana de aque l l a úl t i m a cas a, y el f asc i nado r e spe c t ác ul o que había al l í . ¡Di abl o! ¡Y e m pre ndi ó la m ar c ha de nue vo ! L a ave n i d a , u n a c a l l e , o t r a , o t r a , y e l o l o r d e l r í o . Un a pi e rna, l a ot r a. Ve int e m i l lo ne s d e Mo n t ag c o r r i e n d o , m u y p r o nt o , s i l a s c á m a r a s l e e nf o caban. Ve int e m i l l o ne s de M o nt a g c o r r i e n do , c o r r i e n do c o m o un pe rs o naj e de pe l íc ul a c ó mi ca, po l i cí as , l adro ne s , pe r s e g ui do r e s y pe r s e g ui do s , c azado r e s y c azados . t al c o m o l o h ab í a vi s t o u n m i l l a r d e ve c es . Tr as de é l , aho r a, vei nt e mi l lo ne s de s i l e nc io s o s S a b ue s o s a t r a ve s a b a n l o s s al one s , de l a par ed de r e cha a l a ce nt r al ; l ue go a l a i zquie r da, de s apar e c í an. Montag j amme d his Seas hell to hi s ear. Montag se metió el caracol en la oreja. Montagse metió su radio auricular en una oreja. — L a p o l i c í a s ugi e r e a l a po blació n del barri o Los Olm os lo que sigue: t odo s, en to das l as —La policía sugiere a toda la poblacióndel sector Terrace que hagalo siguiente: entodas las casas de todas las 75 “P o l i c e s u gg e s t enti re po pul ati o n i n t he El m Te r r ac e ar ea do as fo llo ws : Ever yo ne in 113 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda every ho us e i n e ver y s tr eet open a fro nt or re ar do or or lo ok fr om the windows. The fugit ive c annot e s cape i f eve r yo ne i n the ne xt m i nut e l o o ks f r o m hi s ho us e . Ready!” O f c o u r s e ! Wh y h a d n’ t t he y do n e i t b e f o r e ! W h y, i n a l l t he ye a r s , h ad n ’t t hi s g a m e b e e n t r i e d ! E ve r y o n e u p, e ve r y o n e out! He c o u l dn ’t be m i s s e d! Th e o nl y m an r un n i ng a l o n e i n t h e n i g h t c i t y, t h e o n l y m a n p r o vi ng h i s l e g s ! 5 10 15 “At t h e c o u nt o f t e n n o w ! O n e ! Two !” tr. de Alfredo Crespo casas , en todas las c al les , m ir en po r l as ve ntanas o abran la puer ta de l f re nte o de at rás . El f ugiti vo no po dr á e scapar s i t odo s mir an en el pr ó xi m o m i nut o . ¡P re parado s! calles, todo el mundo debe abrir lapuerta delantera o trasera . o mirar por una ventana. El fugitivo no podrá escapar si, durante el minuto siguiente, todo el Mundo mira desde el exterior de su casa. ¡Preparados! ¡P o r s upues t o ! ¡Có m o no l o habían hec ho ante s! ¡Por qué no habían pr obado hast a aho r a es e j ue go ! ¡To do s ar ri ba! ¡To do s af ue r a! Mo nt ag no podí a pas ar i nadve r t i do. ¡El úni c o hom br e sol itario que corrí a en l a ciudad noc t urna, e l úni c o ho mbr e que corría con sus piernas! ¡Clar o ’ ¿P o r qué no lo habí an hec ho ante s ? ¿Po r qué , e n t o do s l o s año s , n o habí a n i nt e n t ado a q u e l j u e g o ? ¡ To d o s a r r i b a , t o do s af ue r a! ¡N o po dí a pas ar i nadve rt i do ! ¡El úni co ho m br e q u e c o r r í a s o l i t a r i o po r l a c i ud ad , e l ú ni c o ho m b r e q ue po ní a s us pi er nas a prue ba! —¡Cuando contemos diez! ¡Uno! ¡Dos! — ¡A l a cuenta de di ez! ¡U no ! ¡Do s ! M on t a g s i nt i ó q u e l a c i u da d e nt e r a s e poní a de pi e . —¡Tres! Montag sintió que la ciudad se levantaba. —¡Tres! Montag sintió que toda la ciudad se volvía hacia miles de puertas. Montag sintió que la ciudadse dirigía hacia sus millares de puertas. ¡Más rápido! ¡La pierna abajo, la pierna arriba! ¡Apr is a! ¡U na pi e r na, la otra! 20 He felt the city rise. Thr ee . H e f e l t t he c i t y t ur n t o i t s thous ands o f door s. Fast er ! do wn! Leg up, 25 leg “Four !” —¡Cuatro! 30 The p e o pl e s l e e pwal ki ng i n their hall ways. “Fi ve !” La gente caminaba somnolienta por los vestíbulos. 35 H e f e l t t h e i r ha nds o n t he do or knobs! Th e s m e l l o f t h e r i ve r was c o o l an d l i k e a s o l i d r a i n . H i s t h r o a t wa s b u r n t r us t and hi s e ye s we r e we pt d r y wi t h r u n n i n g . H e y e l l e d as i f t hi s ye l l wo u l d j e t hi m o n, f l i ng h i m t he l a s t hu ndr e d y ar d s . 40 45 —¡Cinco! —¡Cuatro! La ge nt e r e ci bi do re s . a t r a ve s a b a s u s —¡Cinco! ¡ L as m an o s t o c ab a n l o s pe s t il l o s ! Montag sintió todas las manos en los pomos de las puertas. El aro ma del río era fr esco y como una lluvia sóli da. De t anto correr, la garganta de Montag era he rr um br e que mada, y l os o jo s, lágrimas secas. Gritó co mo si el gr i to pudi es e e m puj ar l o hac i a adelante, hac erl e r ecor rer de un salto los últimos cien metros. El o l o r de l r ío e r a f r e s co y semejante a una l luvia sóli da. La gar ganta de M ontag ardía y sus ojos estaban rese cos por el viento que pr o duc ía e l c o rr e r. Chi l l ó como si el grito pudiera impulsarle adelante, hacerle recorrer el último centenar de metros. “Six, seven, e ight !” —¡Seis, siete, ocho! —¡Seis, siete, ocho! 50 The doo rknobs t urned on fi ve thous and door s. Los pest illos giraron en cinco mil puertas. “Ni ne !” —¡Nueve! Los Pomos giraron encinco millares de puertas. —¡Nueve! 55 H e r an o ut away fr o m t he las t r o w o f ho us es , o n a s l o pe l e adi ng do wn t o a so l i d m ovi ng bl ac kne s s . Montag corrió, alejándose de la últ i ma hi le r a de cas as , por una pendiente que llevaba a una negrura sólida y móvil. M ontag se ale jó de la últ im a f il a de c as as , po r una pe ndie nt e que c onducí a a l a ne gr a y mó vi l supe rf ic ie del r ío . 60 “Te n!” —¡Di ez! —¡Diez! The doo rs ope ne d. Las puertas se abrieron. Las puertas se abrieron. H e i m ag i ne d t h o u s an ds o n 65 t hous ands o f f ac e s pee r i ng i nt o yar ds , i nt o al l e ys , and i nt o t he s k y, f a c e s h i d b y c u r t a i n s , pa l e , ni gh t - f r i gh t e ne d f a c e s , l i k e g r e y a n i m a l s p e e r i n g 70 f r o m e l e c t r i c c a ve s , f a c e s wi t h g r e y c o l o u r l e s s e y e s , gr e y t o ng ue s a nd gr e y t h o ug ht s l o o k i n g o ut t h r o u gh t h e num b f l e s h o f t h e f ac e . 75 Montag imaginó miles y miles de caras que espiaban los patios, los callejones y el cielo, caras ocultas po r c o r t i nas , c ar as pál i das y vencidas por terror es no cturnos, animales grises que espiaban desde cuevas eléctricas , caras con ojos gr is e s y de s co l o ri do s , l e nguas grises y pensamientos grises que se asomaban a la carne entumecida de las caras. But he was at the r ive r. Pero ya estaba en el río. 114 M ontag vi o en s u im aginac ió n a mil es y mil es de ro st ro s es cr ut ando lo s pati os , l as c al le s, e l c i e l o , r o s t r o s o c ul t o s p o r c or t inas, ro s tr o s des c ol o ri dos , ate m or i zado s por la os c uri dad, c o m o ani m al e s gr i s á c e o s que d e s de c ave r na s e l é c t r i c as , r os tr os c on o j os gri se s e i nc o l o r o s , l e ng ua s g r i s e s y pensami ento s gr is es . Pero había llegado al río. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda He to uched it, j ust to be sure i t wa s r e a l . H e wa de d i n a nd st rippe d i n dar kne ss to the s ki n, splashed his body, ar ms, legs, and he ad wi th raw li quor; dr ank i t and snuf fed so me up hi s nos e. Then he dr es sed in Fabe r ’s o ld clo thes and s ho e s . H e t o s s e d hi s o wn c l o t h i ng i n t o t h e r i ve r a nd wa t c he d i t s we pt aw ay. The n, ho lding the suit case , he wal ke d out i n t he ri ver until ther e was no bo tto m and he was swe pt away in the dar k. tr. de Alfredo Crespo Lo to có, s ólo para ase gurar se de que e ra r eal. Se m et ió e n el ag ua y s e qui t ó t o da l a r o p a, go l pe án do s e e l c ue r po , l o s brazo s, l as pie r nas y l a c abeza co n aque l lic or frí o. Lo be bió y l o r e s pi r ó . Lue go s e pus o l as r o pa s y l o s zapat o s vi e j o s de Faber. Arro jó s us propi as r opas al r í o y m i r ó c ó m o s e hu ndí an al ejándo se . Luego, con l a m ale ta en una m ano , c am inó en el agua has ta que no hubo f o ndo , y s e de jó ir en la os cur idad. Lo tocó para cer ciorarse de que era re al. Se meti ó en el agua, se desnudó por completo y se roció el cuerpo, los brazos , las piernas y la cabeza c on el li cor que lle vaba; bebió un sorbo e inspiró otro poco por la nariz. Después, se vistió con l a r opa y l o s zapat o s de Faber. Echó su ropa al río y conte mpló c ó m o s e l a l l e vaba c o r r i e nt e . Luego, con la maleta en la mano, se metió agua ade ntro hasta perder pi e , y s e de j ó ar r as t r ar e n l a oscur idad. Se hallaba a trescientos metros aguas abajo c uando e l Sabue s o l l egó al r í o . Al l á arr i ba revoloteaban los abanicos ruidosos de los helicópteros. Una tormenta de luz cayó sobre el río, como si el s ol hubi e se he ndido l as nubes . Montag se sumergió en las aguas. Si nti ó que el río lo lle vaba m ás lejos, a la sombra. Luego las luces iluminaron otra vez la tierra, y los he l ic ó pt e r os gi r aro n s o bre l a c i udad, c o m o s i hubie s e n e nc ont r ado otro r ast r o . D e s apar e c ie r o n. El Sabue s o desapareció. Ahora el mundo era aquel río frío, y Montag que flotaba en una paz repentina, alejándose de l a ci udad y l as l uc e s y l a caza, alejándose de todo. Estaba a unos trescientos metros corriente abajo c uando el Sabueso ll egó al río . Arr iba, las grandes aspas de los ventiladores giraban sin cesar. Un tor rente de luz cayó sobre el río, y Montag se zambulló bajo la iluminación, como si el sol hubi es e s al i do e ntr e l as nubes . Sintió que el río lo empujaba más lejos, hacia la oscuridad. Después, las luces volvier on a despl azarse hacia tie rra, los he licó pte ros se cernieron de nue vo sobre ciudad, como si hubieran encontrado otra pista. Se alejaro n. El Sabueso se habí a i do . Ya s ó l o que daba e l helado río y Montag fl otando en una r e pe nt i na p az, l e j o s de l a ciudad, de las luces y de la cacería, 1ejos de todo. Si nti ó c o m o s i hubi e s e abando nado un e s ce nar i o c o n muchos act or es. Si nt ió com o si hubiese abandonado una sesión de espiritismo y todos los murmullos fantasmal es. Dejaba algo irreal y te rr ible por una re al idad i rr eal, nueva. Montag sintió como si hubiese dejado un escenario lleno de actores a su espalda. Sintió como si hubiese aband onado el gran espectáculo y todos los fantasmas murmuradores. Huía de una aterradora irrealidad para meterse en una realidad que resultaba irreal, porque era nueva. La co sta os cur a pasaba deslizándose, y Montag se internaba en el campo, entre las colinas. Por primera vez en doce años las estrellas aparecían sobre él, como procesiones de fuego giratorio. Vio una enorme rueda de estrellas que se formaba allá arriba, en el cielo, y amenazaba venir hacia él y aplastarlo. La ti er ra o sc ur a s e de sl izaba c e r c a de é l , que s e avanzando hac i a c ampo abie r to ent r e c ol i nas . P o r pr i m e r a ve z e n una do c e na de año s , l as e s t r e l l as br i l l aba n s o b r e s u c abe za, f o r m ando una g i gant e s c a pr oc es ió n. Cuando la male ta s e lle nó de agua y se hundió. H e fl o at e d on hi s bac k whe n M ontag fl ot aba de e spal das t he val is e f i l l e d and sank; t he cuando la maleta se llenó de agua y se r i ve r was m i l d and l e i s u r e l y, X 60 hundió. El río, sereno y ocioso, s e go ing away fro m the pe opl e who al e j aba de l as ge nt e s que at e s hado ws f o r br e akf as t and desayunaban sombras, almorzaban st eam f or lunch and vapo ur s f or humo y cenaban vapores. El río era supper. The ri ve r was very r eal; algo real; lo sostenía cómodamente it he ld hi m c omf ort abl y and gave 65 y le daba tiempo, ocio para pensar hi m t he ti me at last, the l ei sur e, en ese me s, ese año , y toda una to co ns ide r t his m ont h, thi s year, vida. Montag esc uchó cómo se le an d a l i f e t i m e o f y e ar s . H e c al m aba e l c o r azó n. Lo s l is t e ne d to his he ar t s l ow. Hi s pe ns am i e nt o s de j ar o n de thoughts stopped rus hing wi th his 70 a p r e s u r á r s e l e , j u n t o c o n l a bl oo d. s ang r e . M o nt ag s i g ui ó fl o t an d o b o c a ar r i ba; e l rí o er a tranqui l o y pausado, mie ntras se al e j aba de l a ge nt e que c o m í a s o m br as par a de s ayunar, hum o par a al m o r zar y vap o r e s p ar a c e nar. El r í o e r a m uy r e al , l e sos tení a có modament e y le daba tie mpo para c onside rar e ste m es, est e año, y to do un trans curso de e ll os . Mo ntag es cuchó e l le nt o l at i r de s u c o r azó n. Sus pe ns am ie nto s de jaro n de co rr er junto co n su sangre. H e s aw t he m oo n lo w i n the sky now. The moo n t her e, and t he l i ght o f t h e m o o n c aus e d by what? By t he sun, o f c ourse . And what li ght s t he sun? Its own fir e. And the s un goe s o n, day af te r Vi o que l a l una s e hu ndí a e n e l f i r m a m e nt o . La l una al l í , y s u r e s pl ando r, ¿p r o duc i do po r qué ? P o r e l s o l , c l ar o . ¿Y qué i l u m i na b a a l s o l ? S u p r o pi o f ue go . Y e l s o l s i gue , dí a t r as 5 10 15 H e was t hr e e hundr e d yar ds do wns t r e am whe n t he H o und re ac he d the ri ve r. O ve rhead the gr e at r ac ke t i n g f ans o f t he he lic opt ers ho ver ed. A sto rm of l i ght f e l l upo n t he r i ve r and M o nt ag di ve d u nde r t he gr e at i l l um i nat i o n as i f t he s un had broken the clouds. He felt the river pul l him further on its way, i nto darkness. Then the lights switched back to the land, the helicopters swerved over the city again, as if they had picked up anot her tr ail. The y we re gone. The Hound was gone. Now there was only the cold r i ve r and M o nt ag f l o at i ng in a sudde n peac efulness , away fr om t he c i t y and t he li ght s and t he chase, away fr om everything. He fe lt as if he had le ft a s tage be hind and many ac tor s. He fe lt as if he had lef t the gr eat s eance and all the m urm uri ng ghost s. He was m o vi ng f r o m an unr e al i t y that was fr ighteni ng int o a re ali ty t hat was unr eal be c ause i t was ne w. The blac k land s lid by and he was go ing int o t he country amo ng the hil ls: Fo r t he fi rst ti me in a do ze n y e ar s t he s t a r s we r e c om ing out above hi m, i n gr eat pr oce ssi ons o f whee ling fir e. He s aw a gr e at jugge rnaut of s t ar s fo rm i n the sky and t hr eate n to ro ll ove r and cr ush hi m. le isure ly 1 lento , pausado ; at a ~ pace sin prisas 2 relajado: let’s take a leisurely stroll, demos un paseo sin prisas 3 adv. tranquilamente 20 25 30 35 40 45 50 55 75 Vi o l a l una baj a e n e l c i e l o . L a l u na , y l a l uz d e l a l u na . ¿Q ue ve ní a de d ó nde ? D e l s o l , nat ur alme nt e . ¿Y l a l uz de l s o l ? N ac í a de s u pr o pi o f ue go . Y as í s e guí a e l s o l , dí a t r as dí a, 115 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda day, bur ni ng an d bur ni ng . The s un and t im e. The s un and t im e and bur ni ng. Bur ni ng. The ri ve r bo bbl e d hi m a l o ng ge n t l y. Burni ng. The sun and e ve ry clo ck on the ear th. It all cam e t ogether and became a single thing i n his m i nd. A f t e r a l o ng t i m e o f fl oating o n the l and and a s ho rt ti me o f fl oati ng i n the ri ve r he kne w why he m u s t ne ve r bur n again in his lif e. tr. de Alfredo Crespo c o n f ue go y f ue go . El s o l y e l t i e m po . El s o l y e l t i e m po y e l f ue go . El f ue go . El r í o l o b a l a n c e a b a s u a ve m e n t e . E l f ue go . El s o l y t o do s l o s r e l o j e s d e l a t i e r r a . To d o s e uni ó t r ans f o r m ándo s e e n al go m uy s i m pl e . Lu e g o d e ha be r f l o t a do m u c h o t i e m p o e n l a t i e r r a, y po c o ti e m po e n e l r í o , Mo nt ag s upo po r qué no vo l ve r í a a que m ar. dí a , qu e m and o y que m a ndo . El s o l y e l t i e mpo . El s o l , e l t i e m p o y l a s l l am as . Ll am a s . El río le ba l anc e aba s u ave m e n t e . Ll a m as . El so l y t o do s l o s r e l o j e s de l m und o . Todo s e r e uní a y se co nve r tí a e n una m i s m a c o s a e n s u m e n t e . D e s pué s de m u c ho t i e m po de fl ot ar e n el r ío, M ontag supo por q ué nu n c a m ás vo l ve r í a a que m ar al go . El so l ar dí a c o nti nuam ent e . Q ue maba e l t i e m po. El mundo cor ría descri biendo un c írcul o y gi raba sobre s u ej e, y el tiem po quemaba los años y los hombres, de al gún m o do . Y s i é l , M o nt ag, quemaba junto con los bomberos, y e l so l que maba e l ti e mpo, nada quedaría sin quemar. El sol ardía a diario. Quemaba el Tiempo. El mundo corría en círculos, girando sobre su eje, y el tiempo se ocupaba en quemar los años y a la gente, sin ninguna ayuda por su parte. De modo que si él quemaba cosas con los bomberos y el sol quemaba el Tiempo, ello significaría que todo había de arder. One o f t he m had t o s t o p b u r n i n g . Th e s u n w o u l d n ’ t , 25 c e r tai nl y. So i t l o oke d as if i t had t o be Mont ag and t he p e o pl e h e h ad w o r k e d w i t h u nt i l a f e w s h o r t h o u r s a go . S o m e w h e r e t he s a vi n g a n d 30 put ti ng away had t o be gi n agai n a n d s o m e o n e h a d t o do t h e s aving and ke e pi ng, o ne way o r ano t he r, i n bo oks , i n r ec o r ds , i n pe o pl e ’s he ads , any way at al l 35 s o l ong as i t was saf e, fr e e f ro m m ot hs, si l ver - fi s h, rus t and dryr o t , and m en wi t h mat c he s . The wo r ld was f ul l o f bur ni ng o f al l t ypes and si ze s . N ow t he gui l d 40 o f t he a s b e s t o s - we ave r m us t o pe n s ho p ve r y s o o n. Al gui e n t e ní a qu e d e j ar de q ue m a r. N o l o ha r í a e l s o l , c i e r t am e nt e . Así que , par e c í a, t e nd r í a q ue s e r M o n t a g, y l a gente que había t rabajado c on é l h as t a h ac í a u na s ho r a s . E n alguna part e al guie n te ndrí a que e m pe zar a guardar y c o ns e rvar las cos as , en li bro s, di sc os , e n la c abeza de l a ge nt e, de cual quie r m ane ra c o n t al que e s t uvi e s e n se guras, l ibre s de po li ll as , mo ho y po dr e dum br e , y ho mbr es co n f ós fo ro s. El mundo e st aba ll eno de ince ndio s, de t odas f or mas y t am añ o s . El s i n di c a t o d e t e j e do r e s de t e l as de am i ant o t endr ía que abr ir m uy pro nt o sus pue rt as . Alguno de ellos tendría que dejar de quemar. El sol no, por supuesto. Según todas las apariencias, tendría ser Montag, así como las personas con quienes había trabajado hasta unas pocas horas antes. En algún sitio habría que empezar a ahorrar ya preservar cosas paraque todo tuviera un nuevo inicio, y alguien tendría que ocuparse de ello, de una u otra manera, en libros, endiscos, en el cerebro de la gente, de cualquier manera con tal de que fuese segura, al abrigo de las polillas, de los pececillos de plata, del óxido, del moho y de los hombres con cerillas. El mundo estaba lleno de llamas de todos los tipos y tamaños. Ahora, el gremio de los tejedores de asbestos tendría que abrir muy pronto su establecimiento. He f el t his hee l bump l a n d , t o u c h p e b b l e s a n d 45 r o c k s , s c r a p e s a n d . Th e r iver h ad m o ve d hi m t o war d s ho r e . M o ntag s i nt i ó que s u tal ó n go l pe aba algo s ó li do , t oc aba pedruscos y rocas, rozaba la arena. El rí o lo había l le vado hac ia l a orilla. M o nt ag s i n t i ó qu e s us pi e s t o c ab a n t i er r a, pi saban gui jar r o s y pi e dr as, s e hundí an e n ar e na . E l r í o l e e m p uj a do hac ia l a o r il l a. He lo oked in at the great black 50 c re atur e wi tho ut e ye s o r l i ght , wit ho ut shape, wi th o nl y a s ize t h at we nt a t ho u s an d m i l e s wi tho ut wanti ng to st op, with i ts gr ass hill s and fo res ts that we re 55 waiti ng for hi m. M i r ó l a e n o r me y ne gr a c r i a t ur a s i n o j o s ni l uz , i nf o r me , s ó l o una mas a de mil e s de ki l óme tr o s de l ar g o , i n c o n m e n s ur a b l e , c o n b o s q ue s y c o l i na s ve r d e s qu e l o e s pe r a ba n . Conte mpló la i nmensa y negra criatura sin ojos ni luz, sin forma, con sólo un tamaño que se extendía dos mi l lar es de ki ló m et r os si n desear detenerse, con sus colinas cubiertas de hier ba y sus bosques que le esperaban. H e h e s i t at e d t o l e ave t h e c o m f o r t i ng f l ow o f t he wat e r. H e e xpe c t e d t he H o und t he r e . Sudde nly t he t r e es m ight bl o w u nd e r a gr e at wi n d of hel ic opte rs . Tit ubeó antes de dejar aque lla tr anquil izado ra cor rie nt e. Tem ía 60 que el Sabueso es tuviese allí. De pronto los árbol es comenzarían a agi t ar s e baj o e l vi e nt o de l o s helicópteros. Montag vaciló e n abandonar el am par o de l agua Te m í a que e l Sabue so estuviese all í. De pr onto, lo s árbo les po dían agitarse bajo l as as pas de m u l t i t ud de helicópteros. But t her e was only the norm al aut um n wi nd high up, go i ng by l i ke anot he r r i ver. W hy wasn’t the H ound r unning? Why had t he s e ar c h ve e r e d i nl and? M o nt ag li ste ne d. Not hing. Not hing. 65 70 Pero sólo el viento normal del ot oño pasaba e nt re l os árbol es , como otro río. ¿Por qué no corría por allí el Sabueso? ¿Por qué los cazadores habían dejado las orillas? Montag escuchó. Nada. Nada. Pero sólo había la brisa otoñal corriente, que discurría como otro río. ¿Por qué no andaba el Sabueso por allí? ¿Por qué la búsqueda se había des viado haci a el i nteri or? Montag escuchó. Nada. Nada. M i l l i e , he t ho ught . A l l t hi s c o unt r y he r e . Li s t e n t o i t ! N o t hing and not hi ng. So m uc h s i l e nc e , M i l l i e , I wo nde r ho w 75 yo u’d take i t? Would you s ho ut Shut up, s hut up! Mil li e, Mil li e. And he was sad. M i l l i e , p e n s ó . To d a e s t a t i e r r a aq uí . Es c u c h a. N ad a y na da . Tan t o s i l e nc i o , M i l l i e . Me pr e gunt o q ué di r í as t ú. ¿G r i t ar í a s « c ál l at e , c ál l at e »? Millie, Millie. _____________________ «M il li e —pensó —. Toda es ta exte nsión aquí. ¡Esc úchala! Nada y nada. Tanto sile ncio, Millie, que me pregunto qué efecto te causaría. ¿Te po ndr í as a gr i t ar «¡Cal l a, calla!» Millie, Millie?» Y se sintió triste. The s un bur ne d eve ry day. It burne d Tim e. The wo rld r ushed in a cir cle and t urne d o n i ts axi s and ti me was busy burning the years and t he pe opl e anyway, wi thout any hel p f rom hi m. So if he bur nt things wit h t he fir eme n, and t he s un bur nt Tim e, that m eant t hat everything burne d! 5 10 15 20 116 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda M i l l i e w as no t he r e and t he H o un d wa s no t he r e , bu t t h e dr y s m e l l o f hay bl o wi ng f r o m s o m e di s t ant f i e l d put M o n t ag o n t he l and. H e r e m e m be r e d a f ar m he h ad vi s i t e d wh e n h e w a s ve r y y o u n g , o n e o f t h e r a r e t i m e s he had di s c o ve r e d t hat s o me whe r e b e hi nd t he s e v e n ve i l s o f u n r e a l i t y, be yo n d t he wal l s o f par l o u r s and be yo nd t h e t i n m o a t o f t he c i t y, c o w s c h e we d gr as s an d pi gs s at i n war m po nds at no o n a nd do g s b a r k e d a f t e r w h i t e s he e p o n a hi l l . tr. de Alfredo Crespo M i l li e no e s t aba aquí , y e l Sabueso no e st aba aquí , per o el aroma seco del heno que venía de al gún c am po di s t ant e l l evó a Montag a tierra. Recordó una granja que había visitado cuando era muy joven. Había descubierto entonces que en alguna parte, detrás de los siete velos de la irrealidad, detrás de las paredes de las salas de recibo y los muros ciudadanos de latón, las vac as pas t aban, y l o s c er do s dor m í an al s ol , en lo s char co s t i bio s , y lo s pe r ro s l adraban corriendo detrás de ovejas blancas por las lomas. Millie no estaba allí, ni tampoco el Sabueso, pero sí el aroma del he no , que l l e gaba de s de al gún c am po l e j ano y que i nduj o a M o ntag a s ubi r a t ie r r a f ir m e . Re c o r dó una gr anj a que habí a visitado de niño, una pocas veces en que había desc ubierto que, más al l á de l o s s i e t e ve l o s de l a irrealidad, más al lá de las paredes de l o s s al o ne s y de l o s f o s o s m e t ál i c o s de l a c i udad, vac as pac í an la hi e rba, l os ce r do s s e revolcaban en cié nagas a mediodía y los perros ladraban a las blancas ovejas en las colinas. Ahora, el aroma seco del heno, e l m ovi mi e nt o de l as aguas , l o hacían pensar en el heno fresco de un granero solitario, alejado de las ruidosas carreteras, en los fondos de una pacífi ca granj a, y baj o un vi e jo m o l ino de vi e nt o que chirriaba como el paso de los años sobre su cabeza. Se quedaría en el desván del granero toda la noche, escuchando los animales lejanos, l os ins e ct o s y l o s ár bo l es , lo s movimientos minúsculos. Ahora, e l olor a heno seco, el movimiento del agua le hizo desear echarse a dormir sobre el heno en un solitario pajar, lejos de las ruidosas autopistas, detrás de una tranquila granja y bajo un antiguo molino que susurrara sobre su cabeza como el sonido de los años que transcurrían. Permaneció toda la noche en el pajar, escarbando el rumor de los lejanos animales, de los insectos y de los árboles, así como los leves e infinitos movimientos y susurros del campo. Duri ng t he night , he t ho ught , D ur ante l a no che, pensó , oi rí a be lo w the l of t, he would he ar a quizá baj o e l de sván el s o ni do so und li ke fe et moving, per haps. 35 d e u no s pa s o s . S e s e n t a r í a , H e wo ul d t ense and s i t up. The s o b r e s a l t a d o . E l s o ni d o s e s o und w o ul d m o ve a way. H e pe rde r í a a l o le j o s . Vo l ve rí a a would li e back and loo k out of the aco s t ar s e y mi r ar í a haci a af uer a l o f t wi n do w, ve r y l at e i n t he y ve r í a qu e e n l a g r a nj a s e ni ght , and se e t he lights go o ut in 40 apagarí an l as l uc e s, y una m uje r the f ar mho use it se lf, until a ve ry m uy j o ve n y he r m o s a s e yo ung a nd be a ut i f u l w o m an as o m ar í a a una ve nt ana os c ur a wo u l d s i t i n an unl i t wi nd o w, y s e t r e nz ar í a e l c abe l l o . Le br ai di ng he r hai r. It wo ul d be c o s t ar í a ve r l a, pe r o s u r o s t r o ha r d t o s e e h e r, but he r f a c e 45 s e r í a c o m o e l r o s t r o d e l a wo uld be l ike the fac e o f t he gi rl m uc h ac h a q u e h ac í a t a nt o so l ong ago in hi s past now, so t ie mpo , e n el pasado, c o no c ía e l ve ry l ong ago, the gi rl who had l enguaj e de las nube s y no t e mí a kn o wn t h e w e at he r a nd ne ve r q ue la q ue m a s e n las be en burne d by t he fi re- fli es , t he 50 l uc i é r n a ga s , y s a b í a qu é gi r l wh o h ad kno wn wh at s i gni f i caba una f lo r de di e nt e , dandeli ons meant rubbed of f on de l eó n f r o tada baj o l a bar bi l la. yo ur c hi n. The n, she wo uld be Luego, la muchacha desaparecería de go ne fro m the warm windo w and la ventana y volvería a aparecer en el ap pe a r aga i n up s t a i r s i n h e r 55 pri me r pi so , en una habit ac ió n mo on-whit ene d r oo m. And t he n, iluminada por la luna. Y entonces, to the s ound of death, t he sound bajo el sonido de la muerte, el sonido o f the je ts cutt ing t he s ky i nt o de los aviones que cortaban el cielo t w o b l ac k p i e c e s be yo n d t he en dos negros pedazos de horizonte, ho rizon, he woul d lie in the lof t, 60 yacería en el desván, oculto y a salvo, hi dden and s af e, watching t ho se observando aquellas nuevas y raras st range ne w s tars ove r the ri m of est rellas en el borde de l a tier ra, the earth, fle ei ng fr om the so ft estrellas que huían de] suave color co lour o f dawn. del alba. «Dur ant e l a no c he —pe nsó — , baj o e l c o be r ti zo quizás o yes e u n s o n i do d e p as o s . S e i nc o r po r arí a, l l eno de t ens i ón. Los pas o s s e al ej arí an. Vol ve rí a a t e nd e r s e y m i r a r í a po r l a ve n t a na de l c o b e r t i z o m u y a va n z ad a l a no c h e , y ve r í a apagars e l as l uce s de la gr anja, has t a que una m uj e r m uy j o ve n y he r m o s a s e s e nt ar í a j unt o a u na ve n t a n a a p ag a da , c epi ll ándo se el pel o . Res ult arí a di fí cil ver la, pero s u r os tr o s er ía c o m o e l de aque l l a m uc h ac ha que s abi a l o que s igni f ic aban las fl or es de di ente de le ón f ro tadas c o nt r a la b a r b i l l a . L u e g o , l a mu j e r s e a l e j ar í a de l a ve nt a na, pa r a r e apa r e c e r e n e l pi s o de a r r i ba , e n su h a b i t a c i ó n i l u m i na d a p o r l a l u na. Y e n t o n c e s , baj o e l s o n i do de l a m u e r t e , e l s o n i do de l o s r e ac t o r e s qu e par t í a n e l c i e l o en do s , yac e r ía e n e l c o b e r t i z o , o c u l t o y s e gu r o , c o nt e mp l a ndo a que l l as ext rañas est rellas en el bo r de d e l a t i e r r a, huye ndo d e l s u a ve r e s p l a n d o r d e l a l b a. » 5 10 15 N o w, t h e dr y s m e l l o f h ay, t he m o t i o n o f t he wat e r s , m ade 20 hi m t hi nk of s l e e ping i n fr e s h hay i n a l one l y barn away f r o m t he l o u d h i gh w ay s , b e hi n d a qui e t f ar m ho use , and unde r an anc i e nt wi ndm i l l t hat wh i r r e d 25 l i ke t he s o und o f t he pas s i ng ye ar s o ve r he ad. H e l ay i n t he h i g h b a r n l o f t a l l ni g h t , l i s te ni ng t o di s t ant ani m al s and i ns e c t s an d t r e e s , t h e l i t t l e 30 m o t io ns and s t i r r ings . 65 In t he mo r ni ng he wo uld no t have ne ede d s l e e p, f o r al l t he wa r m o do ur s an d s i g ht s o f a c o m pl e t e c o unt r y ni ght wo ul d have re st ed and s le pt hi m whi le hi s e ye s w e r e wi de an d h i s mo uth, when he thought to tes t i t, was hal f a sm il e. And t her e at t he bo tto m o f t he hayl o f t s t ai r, wai t i ng f o r hi m , wo uld be the i ncr edibl e t hing. He wo uld s tep care ful ly do wn, in t he 70 75 Ya l a m a ñ a n a n o t e n d r í a s ue ñ o , p ue s l o s o l o r e s c á l i d o s y l a s e s c e n as d e l a n o c he c a m pe s i n a l e h a br í a n q ui t a do t o d o c a n s a n c i o y l o h ab r í an h e c ho d o r m i r c o n l o s o j o s ab i e r t o s , y l a b o c a qu e e s b o za b a u n a s o n r i s a . Por la mañana no hubiese tenido sueño , porque todos los cálidos olores y las visiones de una noche completa en el campo le hubiesen descansado aunque sus ojos hubieran permanec ido abiertos, y su boca, cuando se le ocurrió pensar en ella, mostraba una leve sonrisa. Y allí, al pie de la escalera del desván, esperándolo, estaría aquella c o s a i nc r eí bl e . De s c e nde r í a cuidadosamente, en la luz rosada Y allí al pie de la escalera del cobertizo, esperándole, habia algo i nc re í bl e. M ont ag de sc e nde rí a cuidadosamente, a la luz rosada del 117 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda pink li ght o f ear ly m or ning, s o fully awar e o f t he wor ld that he wo ul d be afr ai d, and s tand o ve r the s mal l m iracle and at l ast be nd to to uc h i t. tr. de Alfredo Crespo de l am ane ce r, s i nt i e ndo t an intensamente el mundo que tendría m i edo , y s e de te ndr í a j unt o al pe que ño m i lagr o , y al f in s e inclinaría y lo tocaría. am ane c e r, t an c o ns c i e nt e de l mundo que s enti rí a mie do , y se i nc l i nar í a s o b r e e l pe que ño m i lagr o, has t a que , po r f i n, s e agacharía para tocarlo. Un vaso de leche fresca y unas pocas peras y manzanas esperaban al pie de la escalera. Un vaso de leche fresca, algunas peras y manzanas estaban al pie de la escalera. Thi s was al l he want e d no w. Some sign that the immense world would accept him and give him the long time needed to think all the things that must be thought. 15 Eso er a to do l o que des e aba ahora. Una señal que le dijese que el mundo inmenso lo aceptaba y le dejaba tiempo para pensar en todas las cosas que debía pensar. Aquello era todo lo que deseaba. Algún si gno de que el i nme ns o mundo le aceptaría y le concedería todo ti empo que nece sitaba para pensar lo que debía ser pen sado. A glas s o f m i l k, an apple , a pe ar. Un vaso de leche, una manzana, una pera. Un vaso de leche, una manzana, una pera. 5 A coo l glass of fr esh mi lk, and a few appl es and pear s l aid at t he fo ot of the s teps. 10 He st epped fr om the r ive r. Montag salió del río. 20 The l an d r u s h e d a t h i m , a t i da l w ave . H e wa s c r u s he d by da r kn e s s a nd t h e l o o k o f t he c o u n t r y a n d t h e m i l l i o n 25 o d o ur s o n a wi nd t h at i c e d h i s bo dy. H e f e l l b ac k un de r t he br e aki ng c ur ve o f dar kne s s an d s o u nd an d s m e l l , h i s e a r s r o ar i n g. H e w hi r l e d. The s t a r s 30 p o u r e d o ve r h i s s i g h t l i k e f l a m i n g m e t e o r s . H e wa n t e d t o p l un g e i n t h e r i ve r a g ai n an d l e t i t i dl e h i m s a f e l y o n d o w n s o m e w h e r e . Th i s d a r k 35 l a nd r i s i ng was l i ke t hat d ay i n hi s c h i l dh o o d , s w i m m i ng , wh e n f r o m n o wh e r e t h e l a r g e s t wa ve i n t h e hi s t o r y o f r e m e m b e r i n g s l a m m e d h i m 40 d o wn i n s a l t m u d an d g r e e n da r kn e s s , wa t e r bu r ni ng m o ut h a nd no s e , r e t c h i n g h i s s t o m a c h , s c r e a m i n g ! To o m u c h wa t e r ! 45 La tierra se lanzó hacia él, como la ola de un maremoto. Montag fue aplastado por la oscuridad, la visión de la tierra y el millón de olores de aquel aire que le helaba el cuerpo. Cayó hacia atrás empujado por un frente de oscuridad, sonido y olor que le s i lbaba e n l o s o ídos . El mundo giró a sus pies. Las estrellas caían sobr e é l co mo ence ndidos meteoros. Sintió deseos de arrojarse otra vez al río y dejarse ir aguas abajo hast a un s iti o s eguro . Esa tierra oscura que se alzaba ante él l e re c o r daba aquel dí a de s u inf anci a, cuando se bañaba en el mar, y de pronto, de alguna parte, vino la ola más grande en la historia de sus recuerdos, envolviéndolo en barro salado y sombras verdes, con un agua que l e que m aba en l a garganta y la nariz, dándole náuseas y obligándolo a gritar: ¡Demasiada agua! To o muc h l and! Demasiada tierra. Montag se alejó del río. La tierra corri ó hacia él como una mar e a. Fue e vue lt o po r l a o sc ur idad, y po r e l as pe ct o de l campo, por el millón de olores que llevaba un viento que 1e helaba el cuerpo. Retrocedi ó ante el ímpetu de la oscuridad, del sonido y del olor; le zumbaban los oídos. Dio m e di a vue l t a. Las e s t r e l l as brillaban sobre él como meteoros llameantes. Mont ag sintió deseos de zambullirse de nuevo en el río y dej ar que le arr ast rara a sal vo has t a al gún l ug ar m ás l e j ano . Aque l l a o s c ur a t i e r r a que s e elevaba era como cierto día de su infancia, en que había ido a nadar, y una ol a surgida de l a nada, la mayor que recordaba la Historia, le e nvo lvi ó e n barr o s alo br e y e n o s c ur i dad ve r do s a; e l agua l e que m aba l a bo c a y l a nar i z, al bo r o t ándo l e e l e s t ó m ago . ¡De masiada agua! ¡Demasiada tierra! 50 O ut o f t he bl ac k wal l bef or e him , a whis per. A s hape . In the s h ape , t wo e y e s . Th e ni g ht loo king at him. The fo rest , see ing him . 55 D e l a pare d o s cur a que s e e xt endí a ant e é l s ur gió un murmullo. Una forma. En la forma, dos ojos. La noche, que lo miraba. El bosque, que lo veía. The H ound! ¡El Sabueso! After all the running and rushing and sweati ng i t out and half drowning, to come this far, work this hard, and think yourself safe and sigh with relief and come out on the land at last only to find… 60 Luego de la huida, la carrera, el sudo r y la zambul lida en el rí o, luego de haber llegado tan lejos, de haberse esforzado tanto, creerse a salvo, suspirar con alivio y salir a la orilla, encontrar sólo... Desde la o scura pared f r e n t e a é l , un a s i l u e t a . E n la silue ta, do s o jo s. La n o c h e , o b s e r vá n d o l e . E l b o s qu e , vi é nd o l e . ¡El Sabues o! Después de tanto correr yapresurarse, de tantos sudores y peligros, de haber llegado tan lejos, de haber se esforzado tanto, yde creerse a salvo, y de suspirar, aliviado... para salir a tierra firme y encontrarse con... 65 The H ound! ¡El Sabueso! M o n t ag g a ve o n e l a s t ago ni ze d s ho ut as if t hi s we r e t o o m uc h fo r any m an. ¡El Sabueso! Montag emitió un último grito de ago ní a, c o mo s i aque l l o fue s e demasiado para un solo hombre. Montag lanzó un último grito de dolor, como si aquello fuera demasiado para cualquier hombre. Th e shape e xpl oded La forma estalló desapareciendo. a w a y . T h e e y e s v a n i s h e d . Lo s oj os se borr aro n. Las hoj as Th e l e a f p i l e s f l e w u p i n a amontonadas en el suelo se alzaron d r y s h o we r . 75 como un rocío seco. La silueta se diluyó. Lo s o j o s desaparec iero n. Las hoj as s ecas se ag itaro n. M o nt a g was al o ne i n t he wi ldernes s. Mo nt ag e s t aba s o l o e n l a s e l va. 70 Montag estaba solo en medio de] campo. 118 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo A dee r. He sm el led the heavy musk- like perf um e m ingled wi th bl ood and t he gum med exhal ati on o f t h e a ni m al ’s br e at h , a l l 5 cardamon and m os s and ragwe ed o do ur i n t hi s huge ni ght wher e the t re es ran at him, pulle d away, ran, pulle d away, to the puls e of the heart behind hi s eye s. 10 Un ciervo. Montag respiró aquel pesado almizcle, como un perfume mezclado con sangre, y el resinoso aliento del animal, de cardamomo, m us go y m al ezas , e n es a no che inmensa en que los árboles corrían hacia él, se apartaban, corrían, se apartaban, junto con el corazón, que le latía en los ojos. Un gamo . Mont ag o l i ó e l d e n s o pe r f u m e a l m i zc l a d o y e l o l o r a h i e r b a de l al i e nt o d e l a ni m a l , e n a qu e l l a no c h e e t e r n a e n q ue l o s ár bo l e s p ar e c í a n c o r r e r ha c i a é l , a pa r t a r s e , c o r r e r , a pa r t a r s e , a l i m pu l s o d e l o s l at i d o s d e s u c o r az ó n . There must have bee n a bi lli on le aves o n the land; he wade d in them, a dr y r iver sme ll ing of hot c l ove s and war m dus t . And t he 15 ot her s mel ls! Ther e was a sme ll like a cut potato fro m all the land, r a w a nd c o l d a nd wh i t e f r o m having the m oon on it mos t o f t he ni gh t . The r e was a s m e l l l i ke 20 pi ckl es fr om a bot tle and a s me ll li ke parsl ey on the t abl e at hom e. The re was a faint ye l lo w odour l i ke m ust ar d f r o m a j ar. The r e was a sm el l l ike carnati ons fr om 25 the yar d next do or. H e put do wn hi s hand and fel t a we ed ri se up l i ke a c hi ld br us hing hi m . H i s fi nger s sm elle d of l i quori ce. Había un billón de hoj as en el suelo. Montag vadeó las hojas como un r ío s ec o que o lí a a es pe ci as calientes y polvo tibio. ¡Y los otros olores! De la tierra entera surgía un o lo r a patat a c o rt ada, f re s c o y húmedo y blanco, pues la luna la iluminaba casi toda la noche. Había un olor a botella de salmuera y un olor a perejil en una fuente. Había un olor débil y amarillo, como el de un frasco de mostaza. Había un olor a claveles que venía del jardín de la casa de al lado. Montag bajó la mano y sintió que una pl anta se alzaba hacia él, como un niño, y lo rozaba con suavidad. Los dedos le olían a regaliz. Debía de haber billone s de hojas en aquella tierra; Montag se abrió paso entre ellas, un río seco que olía a trébol y a polvo. ¡Y a otros olores! Había un aroma como a patata cortada, que subía de toda la tierra, áspero, frío y blanco debido al hecho de haber estado iluminado por el claro de luna la mayor parte de la noche. Había un olor como de pepinillo deunabotellaycomodeperejil de la cocina casera. Había un débil olor amarillento como a mostaza. Había un o l o r c o m o de c l a ve l e s d e l j ar dí n ve c i no . Montag tocó e l s u e l o c o n l a m a n o y s i n t i ó q u e l a m a l e z a l e a c a r i c i a b a . Montag se quedó allí, inmóvil, aspi rando, y cuanto más aspi raba l os o lo r e s de l a t i e rr a, m ás l o colmaba la riqueza de la tierra. No se sentía vacío. Había allí más que suficiente para que no se sintiese vac í o . H abr í a s ie m pre más que suficiente. Se i r gu i ó j a de an t e , y c ua nt o m á s i n s p i r ab a e l p e r f u m e d e l a t i e r r a, m ás l l e no s e s e nt í a de t o do s s us de t al l e s . No e s t ab a vac í o . A l l í h ab í a m á s de l o n e c e s a r i o pa r a l l e na r l e . Si e m pr e ha br í a más q ue s uf i c i e n t e . M o ntag e ntr ó e n aque l baj o océano de hojas, tambaleándose. Avanzó por entre el espesor de hojas caídas, vacilante. Y en m e dio de aque l mundo extraño, algo familiar. Y, en medio de aquel ambie nte desconocido, algo familiar. Tropezó y se oyó una vibración sorda. Su pie tropezó con algo que sonó sordamente. M ont ag to c ó el sue lo co n l a mano, un metro hacia este lado, un metro hacia este otro. M ovi ó s u m ano po r e l sue lo , un me t r o hac i a aquí , un me t r o hac i a al lá. 30 H e s t o od br e at hi ng, and t he mo re he br eat he d t he land in, t he mo re he was f ill ed up wi th al l t he det ai ls of t he l and. He was no t e m pt y. The r e was m o r e t h an e no ugh he re to f il l hi m . Ther e wo ul d a l wa ys be m o r e t h an enough. He walke d in the shall ow ti de of le ave s, st umbling. 35 40 An d i n t he m i ddl e o f t he st rangeness , a f ami liarit y. 45 H i s f o o t hi t s o m e t hi ng t hat rang dull y. H e m o ve d hi s han d o n t he gro und, a yar d t hi s way, a yar d that . 50 The r ail road t rac k. Las vías del ferrocarril. La vía del tren. The t rac k t hat c ame out o f t he ci ty and r ust ed acr oss t he l and, t h r o u gh f o r e s t s and w o o d s , de ser ted no w, by the r ive r. 55 Las vías que salían de la ciudad y cruzaban oxidadas el campo, los bosques, ahora desiertos, las tierras junto al río. La ví a que s al í a de l a c i udad y at r ave s aba l a t i e r r a, a t r avé s de bo s que s y s e l vas , de s i e r t a aho r a, j un t o al r í o . Here was the path to wherever he was goi ng. H er e was t he s ingl e familiar thing, the magic charm he might need a little while, to touch, to feel beneath his feet, as he moved on into the bramble bushes and the lakes of smelling and feeling and touching, among the whispers and the blowing down of leaves. 60 És t e e r a su c am i no , f ues e a donde f ue se aho r a. És t e e r a e l objeto familiar, el talismán mágico que necesitaría durante un tiempo, que necesitaría tocar, sentir bajo los pies mientras caminaba entre las zarzas y aquellos lagos donde olía, sentía y tocaba; entre los murmullos y la lenta caída de las hojas. Al l í e s t ab a e l c am i n o qu e c o n du c í a ad o n d e qu i e r a s e di r i gi e s e . Aquí habí a l o úni c o f am il iar, e l mágic o encant o que ne ce si tarí a to car, s enti r bajo s us pi es, m ientras s e ade ntr ara e n l as zar zas y lo s lagos de ol or y de se nsacio nes , e ntr e los susur ros y l a caída de l as hoj as . He walked on the t rac k. 65 Montag caminó entre los rieles. 70 And he was surpr ise d t o learn ho w c ert ai n he s uddenl y was of a si ngl e fac t he c ould not prove. Montag avanzó, siguiendo la vía. Y le sorprendió estar tan seguro, r epenti name nt e, de al go que no podía probar. Y se sorprendió de saber cuán seguro se sentía de repente de un hecho que le era imposible probar. Una vez, hacía mucho, Clarisse había caminado por allí, por donde él caminaba ahora. En una ocasión, mucho tiempo atrás, Clarisse había andado por allí, donde él andaba en aquel preciso momento. 75 O nc e, l ong ago , Cl ari ss e had wa l ke d he r e , wh e r e he w as wal ki ng now. 119 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo *** H al f an hour l ate r, co l d, and m oving care full y o n the tr ac ks , 5 f ul l y awar e o f hi s e nti r e bo dy, hi s f ac e , hi s m o u t h, h i s e ye s s tuff ed wit h bl ac knes s, his e ar s s t u f f e d w i t h s o un d, h i s l e g s pr ic kl ed wit h bur rs and net tl es , 10 he saw the fi re ahe ad. Media hora después, con frío, mientras caminaba con cuidado por los rieles, totalmente consciente del cuerpo, la cara, la boca, los ojos colmados de oscuridad, los oídos colmados de sonido, las piernas cubiert as de pi caduras de es pinas y o rt i g as, Montag vio el fuego. Me di a ho ra m ás t ar de , fr ío , moviéndose cuidadosamente por la vía, bien consciente de su propio cuerpo de su rostro, de su boca, con los ojos llenos de negrura, los oídos l le no s de s onidos , sus pi er nas cubiertas de briznas y de ortigas, vio un fuego ante él. The f ir e was go ne , then bac k again, l i ke a wi nki ng e ye. H e stopped, afraid he might blow the 15 fire out with a single breath. But the fire was there and he approached warily, from a long way off. It took the better part of fifteen minutes before he drew very close indeed to 20 it, and t hen he stoo d looking at it from cover. That small motion, the whi te and re d co l our, a st range fir e because i t meant a differ ent thing to him. 25 El fuego desapar eci ó y volvió c o m o un gui ño . M o nt ag s e de tuvo, tem iendo apagarl o c on su al ient o. Per o el fuego est aba all í, au nqu e di s t an t e , y M o nt ag fatigado se ac erc ó a él . Tardó por l o m eno s un c uar t o de hor a e n ac er c ar se de ve r as , y l ue go s e qu e dó m i r á ndo l o de s de l as so mbr as. Aquel le ve movimi ent o, el co lor r ojo y blanco ; un fue go extraño , pues s ignifi caba par a él al go nuevo y di sti nt o. El fuego desapareció, volvió a pe rc ibir se , co mo un oj o que parpadeara. Mo nt ag s e de tuvo , generoso de apagar el fuego con un solo suspiro. Pero el fuego estaba allí, y Mo nt ag s e fue ac er cando cautelosamente. Necesitó casi quince minutos para estar muy próximo a él y, ent onces, lo observó de sde un refugio. Aquel pequeño movimiento, el calo r blanco y ro jo, un fuego extraño, porque para él significaba algo distinto. It was not burning; it was warming! No quemaba, calentaba. He saw many hands held to its war m t h, hands wi t ho ut ar m s , hi dde n i n dar kne s s . Abo ve t he hands, motionless faces that were o nl y m o ve d and t o s s e d and fl i ckered with firelight. He hadn’t known fire could look this way. He had never thought in his life that it could give as well as take. Even its smell was different. Noestaba quemando.¡Estaba calentando! M o n t a g vi o m u c h as m a no s que bus c aban es e cal o r, m ano s s in br azos , que s e o c ul t aban e n l a o s cur i dad. So br e l as m anos , c ar as i nmó vil e s que s ól o l a luz d e l f ue g o a ni m a ba , m o ví a , a gi t ab a . M o nt a g n o h a bí a p e n s a do nu n c a q u e e l f u e g o pudi e s e dar, y no s ó l o t o m ar. H as t a e l o l or e ra di f er e nte . Montag vi o muc has manos alargadas hacia su calor, manos sin brazos, ocultos en la oscuridad. Sobre las manos, rostr os inmóviles que pare cían o scilar con e l vari able resplandor de las llamas. Montag no había supuesto que el fuego pudiese tener aquel aspecto. Jamás se le había ocurrido que podía dar lo mismo que quitaba. Incluso su olor era distinto. N unca s upo cuánt o t ie m po estuvo allí, inmóvil, pero tenía la s ensac ió n, to nta y si n e m bargo deliciosa, de que era un animal que había veni do del bosque, atraí do por el fuego. Era un ser salvaje, de ojos húmedos, con piel y hocico y cascos, un ser con cuernos, y sangre que tenía el olor del otoño. Montag s e que dó al l í m ucho t i em po , escuchando el cálido chisporroteo de las llamas. N o s u p o c uá n t o t i e m p o per mane ci ó de aq ue l m o d o , p e r o h a bí a s e n t i d o u n a s e n s a c i ó n a b s u r d a y, s i n e mb ar g o , d e l i c i o s a, e n sabe rs e co mo u n an im al s ur gi do del bo sque , atr aí do p o r el f ue go . P e r m an e c i ó q ui e t o m u c h o r at o , e s c u c h an do e l c ál i d o c hi spor ro t eo de las l l a m as . The re was a s il ence gat he re d H abí a si l e nc i o al r e de do r de al l about that f ire and t he si lence aque l f uego , e l s i le nci o de las was i n t he me n’s faces , and ti me 55 c ar as de l o s ho m br e s , y habí a was t her e, ti me eno ugh t o s it by t i e m po al l í , t i e m po p ar a this rus ting t rack under the t ree s, s e n t ar s e j unt o a e s t o s r i e l e s and l oo k at t he wo rld and tur n it oxidados, bajo los árboles, y mirar over wi th the e yes , as if it we re el mundo, y hacerlo girar con los he ld to the c ent re of the bonfir e, 60 ojos, como si su cent ro fuese esta a pie ce of st eel t hes e m en we re hoguer a, un eje de acero que estos all s hapi ng. It was not o nl y the hom bres soste nían. Pero no s ólo fi re that was di ffe rent. It was t he el fuego era diferente. También el s i le nc e . M o nt ag m o ve d t o war d sil encio . Montag se acer có a ese t h i s s pe c i al s i l e nc e t ha t w as 65 s i l e nc i o e s pe c i al qu e par e c í a co nce rne d wit h all of the worl d. arm onizar con el mundo. Había un silencio reunido en torno a aquella hoguera ra, y el silencio estaba en los rostros de los hombres, y el t iempo estaba allí, el ti empo suficiente para sentarse junto a la vía enmohecida bajo los árboles, con el mundo y darle vuelta con los ojos, como si estuviera sujeto en el centro de la hoguera un pedazo de acero que aquellos hombre s estaban dando forma. No solo era el fuego lo distinto. También lo era el silencio. Montag se movió hacia aquel silencio especial, relacionado con todo lo del mundo. And t hen t he voi ces be gan and they wer e talking, and he c ould he ar no thing o f what t he vo ic es 70 said, but the s ound r os e and fe ll qu i e t l y and t h e vo i c e s we r e t u r ni ng t h e w o r l d o ve r a nd lo oki ng at it ; t he vo ice s kne w t he l and and t he t re e s and t he c it y 75 which l ay down t he tr ack by t he r i ve r . The vo i c e s t al k e d o f e ve r y t hi ng, t he r e was no t hi ng Y e nt o nc e s e mpe zar o n a s o nar vo c e s , y e s t aban habl ando , pe r o Mo nt ag no pudo o í r nada de l o que de c í an, aunque e l s o ni d o s e e l e vaba y baj aba l e nt am e n t e , y l as vo c e s c o no c í an l a t i e r r a, l o s ár bo l e s y l a c i ud a d qu e s e e x t e nd í a j unt o al r í o , e n e l e xt r e m o de l a ví a. L as vo c e s ha bl aban de t o do , no había ni ngún t e ma Ho w l ong he s to od he di d not know, but the re was a f ool ish and yet del ic i ous se ns e o f knowing hi mse lf as an animal c ome fr om the f or est , drawn by the f ire . He was a t hing of br us h and l iqui d eye, of fur and muzzle and hoo f, he was a t hing o f horn and blo od that woul d sm ell l ike aut um n if yo u ble d i t o ut on the gro und. He st ood a lo ng lo ng tim e, li ste ni ng to the warm c rackle o f the fl ames. 30 35 40 45 50 Y luego se alzaron las voces, y las voce s hablaban, y M ontag no po dí a o ír qué de cí an, pe r o l o s s o ni do s subí an y baj aban, serenamente, y las voces tocaban el m undo y l o m i raban; l as voc e s conocían la tierra y los árboles y la ciudad que se extendía ví a abajo, junto al río. Las voces hablaban de t o do. Al o ír l a cade nc i a, e l m o vim i e nt o y e l c o nti nuo 120 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t he y c o u l d n o t t a l k ab o ut , he knew fro m t he ve ry cadenc e and m o t i o n and c o nt i nu al s t i r o f curio sit y and wo nde r i n the m. tr. de Alfredo Crespo estr emecimie nto de curiosidad y m ar avi l l a de aquel l as voc e s , Montag supo que podían hablar de cualquier cosa. pr o hi bi do . Mo nt ag lo c o m pr e ndi ó po r l a c ade nc i a y e l t o no de c ur i o s i dad y s o r pr e s a que h abí a e n e l l as . Y entonces uno de los hombres alzó los ojos y lo vio, por primera o por séptima vez, y una voz le dijo a Montag: Ento nces, uno de los hom bres le vant ó la m ir ada y le vio , po r primera y quizá por séptima vez, y una voz gritó a Montag: — M uy bi e n, ya pue de sal i r ahora. — ¡ Es t á b i e n, y a p u e d e s s ali r ! M o nt ag re t r o ce di ó hac i a l as sombras. M o nt ag re t r o ce di ó ent r e l as so mbras. “It’s all right ,” the voic e s ai d. “You’re we lc ome he re .” —Todo está bien —dijo la voz — . Bienvenido. —No tema —dijo la voz—. Sea usted bienvenido. Mo ntag walked sl owl y t oward 20 t he f i r e an d t he f i ve o l d m e n si tti ng there dr es sed in dark bl ue de ni m pant s and jac ke ts and dark bl ue sui ts . H e did not know what to say t o the m. 25 Montag se acercó lentamente al f ue go y a l os ci nco vi e j os que e s t aban all í , s e nt ado s , c o n pantalones _____ azules y chaquetas y camisas del mismo color. No sabía qué decirles. Montag se adelantó lent amente hacia e l f uego, y hac ia lo s c inco vi ejo s allí se ntados , vest ido s c on pantalo nes y chaquetas de col or az ul o s c ur o . N o s up o q ué decir les. “Sit do wn, ” s ai d t he man who seemed to be the leader of the small group. “Have some coffee?” — Si é nt e s e — di j o e l ho m br e que par e c í a s e r e l j e f e — . ¿U n po c o de c af é ? —Siéntese —dijo el hombre que parecía ser el jefe del pequeño grupo— . ¿Quiere café? Montag observó como vertían el líquido humeante y oscuro en una taza de estaño. Bebió lentamente y si ntió que t odos lo mi raban c on c ur io s idad. Se le quem ar o n lo s labios, pero no le importó. Todas las caras de alrededor tenían barba, unas barbas limpias y bien cortadas, y las manos eran también limpias. Se habían puesto de pie, como para dar la bienvenida a un huésped, y aho r a habí an vue lt o a se ntar se . Montag bebió el último sorbo. —Gracias —dijo —. Muchas gracias. Montag contempló la humeante infusión que era vertida en un vaso plegable de aluminio y que seguidamente Pusieron en sus manos. Montag sorbió cautelosamente el brebaje y se dio cuenta de que los hombres le miraban con curiosidad. Se quemó los labios, pero aquello resultaba agradable. Los rostros que le rodeaban eran barbudos pero las barbas eran limpias, pulcras, lo mismo que las manos. Se habían levantado como para dar la bienvenida a un invitado, y, entonces, volvieron a sentarle. Montag sorbió el café. —Gracias —dijo—. Muchísimas gracias. — Bi enve ni do, M o nt ag. M e l lam o G range r. — El ho m br e l e o f r ec i ó una bo t e l l a de l í qui do incoloro.— Beba esto también. Le cambiará la composición química del sudo r. De ntro de me dia hora us t ed o l e rá c o m o o t r as do s personas. Con el Sabueso detrás de usted, lo mejor es un brindis. —Sea usted bien venido, Montag. Yo me llamo Granger. —El hombre alar gó una bo te l li t a de l íquido i nc ol or o —. Beba e st o t am bi én. Cambiará la composición química de su transpiración. Dentro de media hor a o l er á c o mo o tr a pe rs o na. Teniendo en cuenta que el Sabueso le está buscando, lo mejor es esto. 5 An d t he n o ne o f t h e m e n l oo ke d up and s aw him , fo r the fi rst o r perhaps t he sevent h tim e, and a vo ic e c all ed to Mo ntag: 10 “Al l ri ght , yo u can c om e out no w!” Mo ntag ste ppe d bac k i nt o t he s hado ws . de nim hard wearing cotton fabric, tejana, vaquera 15 30 He watc hed the dar k s te ami ng m ixture pour int o a co ll apsi bl e t in c up, whi c h was hande d hi m str aight of f. H e sipped it ginge rly and f el t t hem l ooking at him wi th 35 curio si ty. Hi s lips wer e s cal de d, bu t t hat wa s g o o d . The f ac e s ar ound him we re bearde d, but t he be ards were cl ean, neat , and the ir hands we re cl ean. They had sto od 40 up as if t o welc ome a guest , and no w t he y s at down again. M ont ag s i ppe d. “Than ks , ” h e s ai d. “Thanks ve ry m uc h. ” 45 “You’re wel com e, Mo ntag. My name ’s G ranger.” H e he ld o ut a sm all bott le of co lourl ess fl ui d. “D rink thi s, too . It’ll change t he chemical i nd e x of yo ur 50 pe rs pi rat io n. Half an hour fr om no w you’ll sm ell l ike two other peo ple. With t he Ho und af ter you, the best thing i s Bott oms up.” 55 Mo ntag drank t he bi tte r f lui d. Montag bebió aquel líquido amargo. “You’ll st ink li ke a bobcat , but that’s all ri ght ,” sai d Grange r. Montag bebió el amargo líquido. —Olerá un tiempo a gato mojado —dijo Granger —, pero no importa. —Apestará como una comadreja, pero no tiene importancia —dijo Granger—. — U s te d m e co no c e —di j o Montag. —Conoce usted mi nombre — observó Montag. G ranger no dded t o a Granger, con un movimiento de p o r t a b l e b a t t e r y TV s e t b y 65 cabeza, señaló un aparato portátil t he f i r e . de televisión junto al fuego. G r a n g e r s e ñ a l ó u n t e l e vi s o r po r t át i l que h abí a j unt o al f ue go . “W e ’ve wat c he d t he c h as e . Fi gur e d yo u ’d wi nd up s o u t h alo ng t he r iver. When we he ar d 70 you pl ungi ng ar ound o ut in the f o r e s t l i ke a d r unke n e l k, we di dn’t hide as we usuall y do. We f i gur e d yo u we re i n t he r i ve r, wh e n t he he l i c o p t e r c a m e r as 75 s w ung b ac k i n o ve r t h e c i t y. Som ethi ng funny ther e. The chase i s st il l r unning. The ot her way, —Hemos visto la persecución. Nos hemos figurado que huiría hacia el Sur, a lo largo del río. Cuando le he mo s o ído m ete rse e n l a s el va c om o un al ce bo rr ac ho , no no s hem os e scondido como sole mos hacer. Hemos supuesto que estaría en el río cuando los helicópteros con las cámaras se han vuelto hacia la ciudad. Allí ocurre algo gracioso. La cacería sigue en marcha, aunque en 60 “Yo u kno w m y nam e , ” s a i d Mo nt ag. — Se gui m o s la c ac er í a. Imaginamos que había ido hacia el sur, a lo largo del río. Cuando oímos que andaba por el bosque, parecido a un due nde bo r r ac ho , no no s esco ndimos como de costum bre. Las cám aras de l os helic ópte ros vol vi er on a e nf o car la c iudad y s upus i m o s que us te d s e habí a metido en el río. Pasa algo gracioso allá. La cacería sigue aún. Aunque 121 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda t ho ugh. ” por otro camino. “The o ther way?” “Let’s have a l ook.” 5 Gr ange r snapped t he po rt able vi e we r o n . The p i c t ur e was a ni ght m ar e , c o n de n s e d , e as i l y passe d f ro m hand to hand, i n t he f or e s t, all whi r ri ng c o l our and fl ight. A vo ice cr ie d: “T h e c h a s e c o n t i n u e s no r th i n t he c i t y! Po l i c e h e l i c o p t e r s a r e c o n ve r g i n g o n Ave n u e 8 7 a n d E l m G r o ve P a r k ! ” G r a ng e r n o d de d. “Th e y ’r e faki ng. Yo u thre w them o ff at the r iver. They c an’t adm it i t. The y k no w t h e y c an h o l d t h e i r a ud i e nc e o n l y s o l o ng . Th e s ho w’s go t t o ha ve a s na p e ndi ng, qui c k! If t he y s t a r t e d s earc hi ng t he who le dam n ri ve r it m ight t ake all ni ght . So the y’re s ni ff ing fo r a s cape go at t o end t hi ng s wi t h a b an g. W at c h . The y’ll c at ch M ontag in t he next f ive mi nute s!” 10 15 20 25 30 tr. de Alfredo Crespo sentido opuesto. —¿Otro camino? —¿En sentido opuesto? —Miremos. —Echemos una ojeada. G r ange r e nce ndi ó e l aparat o portátil. La imagen en la pantalla era una pesadilla, condensada, que pas aba f ác il m e nt e de m ano e n mano, en el bosque, con colores y vuelos confusos. Una voz gritó: Granger puse el televisor en marcha. La imagen era como una pesadilla, condensada, pasando con facilidad de mano enmano, todaen colores revueltos y movedizos. Una voz gritó: —¡La caza continúa en el norte de la ciudad! ¡Los helicópteros de l a po l i c í a c o nve r ge n hac ia l a ave ni da 8 7 y e l par que de l o s Olmos! — ¡L a pe r s e c uc i ó n c o nt i núa e n e l no r t e d e l a c i ud ad! ¡ Lo s he l i c ó pt e r o s de l a P o l i c í a c o n ve r g e n e n l a Ave n i d a Oc h e nt a y Si e t e y e n El m G r o ve P a r k! Granger asintió con la cabeza. —Están f ingiendo. Perdieron la pi s t a e n e l r í o . N o pue de n admi ti rl o. Saben que no pueden mantener mucho t iempo el i nterés de los es pectadores. La f unción va a t erminar en seguida, ¡r ápido! Si siguen buscando en el c ondenado río , pasará to da la noche . Con un chi vo expi at ori o te rm inarán de una ve z. At e nc i ó n. Cazar á n a M ont ag e n l o s pr ó xi m o s c i nc o mi nuto s. Granger asintió. —Están inventándoselo. Usted les ha despistado en el río y ellos no pueden admitirlo. Saben que sólo pueden retener al auditorio un tiempo determinado.El espectáculo tendrámuy pronto un final brusco. Si empezasen a buscar por todo el maldito río, quizá necesitasen la noche entera. Así, pues, buscan alguna cabeza de turco para terminar con la exhibición. Fíjese. Pescarán a Montag durante los próximos cinco minutos. “But ho w —” Pero cómo... —Pero cómo... —Atención. —Fíjese. 35 “Wat c h. ” The c am e r a, ho ve ri ng i n t he be lly of a he lic opt er, now swung do wn at an em pty st ree t. La c ám ar a, de s de e l vi e n t r e de un he l i c ó pt e r o , e nf o c ó una c al l e vac í a. La cámara, sujeta a la panza de un helicóptero, descendió ahora hacia una calle vacía. “S e e t h a t ?” w h i s pe r e d —¿Ve eso? —murmuró Granger G r ange r. “It’l l be yo u; r i ght up —. Ahora aparecerá usted. justo en at the e nd of t hat st r e e t i s o ur el extremo de esa calle está nuestra vi c ti m . Se e ho w o ur c am e ra i s 45 víct ima. M ire có mo se acerca la c o m ing i n? Bui l di ng t he s ce ne . c ám ar a. P re par a l a e s ce na. S u s p e n s e . L o ng s h o t . R i g h t Sus pe nso . Inm o vi l idad. En e st e no w, s o m e po o r f e l l o w i s o ut m o m ent o un po br e ho m bre ha f o r a w al k . A r a r i t y. An o d d s al ido a dar una cam i nat a. U n o n e . D o n’ t t hi n k t he p o l i c e 50 individuo singular. Una rareza. La do n’t kno w t he habit s o f que e r policía no ignora las costumbres de duc ks l i ke t hat , me n who wal k estos hombres, seres que se pasean m o r ni ngs f o r t he hel l o f i t, o r de m adrugada sin ni ngún mot ivo, f o r r e a s o n s o f i n s o m n i a . s i m pl e m e nte par a ve nc er e l A ny wa y, t he p o l i c e h ave ha d 55 insomnio. Lo vienen obse rvando hi m c har t e d f o r m o nt hs , year s . desde hace meses, años. Nunca se N e ve r kno w whe n t hat s o r t o f sabe cuándo habrá que recurrir a esa i nf o r m a t i o n m i g ht b e h an dy. información. Y hoy al fin ha llegado A nd t o d ay, i t t u r ns o u t , i t ’s el día, y será muy útil por cierto. ve r y u s ab l e i nd e e d . I t s a ve s 60 Salvará las apariencias. Oh, Dios, f ac e . O h, G o d, l o o k t he r e !” ¡miren! —¿Ve eso? —susurró Granger—. Ha de tratarse de usted. Al final de esa calle está nuestra víctima. ¿Ve cómo se acerca nuestra cámara? Prepara la escena. Intriga. Un plano largo. En este momento, un pobre diablo ha salido a pasear. Algo excepcional. Un tipo extraño. No se figure que la Policía no conoce las costumbres de los pajarracos como ése, de hombres que salen a pasear por las mañanas, sólo por el capricho de hacerlo, o po rque s uf ren de insom ni o. De cualquier modo, la policía le tiene fic hado desde hace mese s, años. Nunca se sabe cuándo puede resultar útil esa información. Y hoy, desde luego, ha de serles utilísima. Así pueden salvar las apariencias. ¡Oh, Dios, fíjese ahí! Th e m e n at t h e f i r e be nt fo rwar d. Los hombres sentados junto al fuego se inclinaron hacia adelante. Los hombres que estaban junto a la hoguera se inclinaron. En l a p ant al l a, un ho m b r e do bl ó una e s qui na. El Sabue s o Me cánico ir rum pi ó de pronto en l a e s c e n a. Las l uc e s d e l o s he licó pte ros lanzar on una doce na de br i l l an t e s p i l a r e s q ue enjaular on al ho mbr e. Una voz gritó: — ¡All í e s t á M o nt ag! ¡La búsqueda ha terminado! En la pantalla, un hombre dobló una esquina. De pronto, el Sabueso Mecánico entró en el campo visual. El helicóptero lanzó una docena de br ill ant es hac es luminoso s que co nst ruyero n c om o una jaula alrededor del hombre. Una voz gritó: —¡Ahí está Montag! ¡La persecución ha terminado! El hombre inoce nte se detuvo, s o r pr e ndi do, c o n un c i gar ri l l o El inocente permaneció atónito; un cigarrillo ardía en una de sus manos. 40 65 On the s cr een, a man t ur ned a c o rne r. The M e c hani c al H ound rushed f or ward i nt o the vi ewer, s udde nl y. The he l i c o pte r l i ght s h o t do w n a do ze n b r i l l i a nt 70 pi llars that bui lt a c age all abo ut the man. A vo i c e c r i e d , “Th e r e ’s Mo ntag! The s earch is done !” Th e i nn o c e nt m a n s t o o d bewilde red, a c igar ette bur ning in 75 122 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda hi s hand. He st are d at the Ho und, no t k no w i ng wh at i t wa s . H e pr obabl y neve r kne w. He gl anc ed up at t h e s k y and t he wai l i ng si rens . The c ame ras rus hed down. The Hound le apt up int o the air wi t h a r hyt h m an d a s e ns e o f t i m i n g t ha t w as i nc r e di b l y be aut if ul. It s nee dle shot out. It was suspende d f or a m om ent in their gaze , as i f to give t he vast au di e nc e t i m e t o ap pr e c i a t e e ve rything, t he raw lo ok o f the vi ct im ’s f ac e, t he e mpty s tr ee t, the ste el animal a bul let no si ng the tar ge t. 5 10 15 “M ontag, do n’t mo ve!” said a vo ice fr om the sky. tr. de Alfredo Crespo enc endi do e n la mano. Se quedó mirando al Sabueso, sin saber de qué s e t rat aba. N unc a l o habí a sabido quizá. Alzó los ojos al cielo, do nde ge m í an l as s i r e nas. La cámara descendió rápidamente. El Sabueso salt ó en el aire. Fue un s al to r í t m i co y r e gul ar, increíblemente hermoso. Surgió la aguja, y se quedó allí, en el aire, suspendida un momento, como para que el auditorio no perdiera detalle de la escena: el rostro inexpresivo de la víctima, la calle desierta, el animal de acero: una bala apuntada hacia su blanco. Se quedó mirando al Sabueso, sin saber qué era aquello. Probablemente, nunca llegó a saberlo. Levantó la mirada hacia el cielo y hacia el sonido de las s ire nas . Las cámar as se precipitaron hacia el suelo. El Sabueso saltó en el aire con un ritmo y una Pr eci sió n que re sul taban incre íbl eme nte be llo s. Su aguja as omó . P erm ane ció inmóvil un momento, como para dar al inmenso público tiempo para apreciarlo todo: la mirada de terror en el rostro de la víctima, la calle vacía, el animal de ac ero , s eme jante a un proyect il alcanzando el blanco. —¡Montag, no se mueva! —gritó una voz desde el cielo. —¡Montag, no te muevas!—gritó una voz desde el Cielo. La cámara cayó sobre la víctima, junt o c on e l Sabues o. Ambo s la al canzar on s im ul táne am ente . La víctima fue tomada por la cámara y el Sabueso como entr e las patas enormes de una araña. El hombre gritó. Gritó. ¡Gritó! La cámar a cayó s o bre l a ví c t i m a, c o m o habí a he c ho e l Sabue s o . Am bo s l e al c anzar o n s i m ul t án e a m e n t e . E l h o m br e f u e i n m o vi l i z a d o p o r e l S ab u e s o y l a c á m ar a c h i l l ó . Chi ll ó . ¡Chil l ó ! 20 Th e c am e r a f e l l upo n t he vic t i m, e ve n as di d t he H o und. Both reached him simul taneously. The vict im was s eized by Hound and c am era in a gr eat spi de ri ng, cl enc hi ng gri p. He sc reame d. He sc re ame d. He sc reame d! 25 Bl ackout. Oscuridad. Oscuridad. Si lenc e. Silencio. Silencio. Darknes s. ______________ Negrura. 30 Montag c ried out i n the sile nce and tur ne d away. 35 M ont ag gri t ó e n e l s i le nc io , dándose vuelta. Si lenc e. Silencio. And then, af ter a t im e of t he 40 me n s it ting around the f ire , the ir faces e x pr e s s i o n l e s s , an anno u nc e r o n t he dar k s c r e e n s ai d, “ T h e s e a r c h i s o v e r , M o n t a g i s d e a d ; a c r i m e 45 agains t so ciety has been a ve n g e d . ” Los hombres se quedaron sentados alre dedor del fuego, c on ros tros inexpresivos, y luego de un rato, una voz dijo en la pantalla oscurecida: —La persecución ha terminado. M o ntag ha m ue r t o . U n c ri m e n co nt ra l a so ci edad ha te ni do s u castigo. Darknes s. Montag gritó en el silencio y se volvió. Silencio. Y, luego, tras una pausa de los hombres sentados alrededor del fuego, con los rostros inexpresivos, en la pantalla oscura un anunciador dijo: —La pe r s e c u c i ó n ha t e r m i nado , M o nt ag ha m ue r t o . H a s i d o ve n ga d o u n c r i m e n c o nt ra l a s o c ie dad. Oscuridad. 50 “We now t ake you t o the Sky Ro o m o f t h e H o t e l Lux f o r a hal f- ho ur o f Just -Bef or e- Dawn, a pr ogramm e of — ” — P as ar e m os aho ra al Sal ó n Ce le s t i al de l Ho t e l Lux, e n e l programa de «Media hora antes del alba», que... Ahor a, nos trasl adamos al Salón Este lar del «Hotel Lux», par a un programa de media hora antes del amanecer, emisión que... 55 Gr anger turned it of f. scramble n. 1 scamper, scurry rushing about hastily in an undignified way 2 scuffle, make one’s way to, pasar c om o se p ue da a n u n ce re mo n iou s an d disorganized struggle 3 scramble to one’s feet pon er se de pie . 4 tr. Re vo lve r a m ix t o get h e r indiscriminately. b jumble or muddle. v. 1 make unintelligible; “scramble the message so th at n obo dy ca n un derstand it” 2 be at , stir vigorously; “beat the egg whites”; “beat the cream” 3 jumble, throwtogether bring into random order 4 to move hurriedly arreglarse a toda prisa ; “The friend scrambled after them” 5 clamber, shin, shinny, skin, struggle, sputter climb awkwardly, as if by scrambling scramble I v. tr . 1 mezclar 2 Tele (mensaje) codificar II v. intr. 1 ir gateando to scramble across a field , cruzar un campo gateando; to scramble up a tree, trepar a un árbol 2 pelearse [for, por], andar a la rebatiña [for, por]: fans were scrambling for the concert tickets, los fans se tiraban de los pelos por una entrada para el concierto 3 Dep hacer motocross III n. 1 subida o escalada difícil 2 confusión, rebatiña 3 Dep carrera de motocross Granger apagó el aparato. Granger apagó el televisor. “The y di dn’t s how t he m an’s —No enfocaron bien la cara del face in foc us. D id you no tic e? hombre. ¿Lo notó? Eve n yo ur be s t f r i e n ds 60 N i s us m ej o r e s am i go s po dr án c o u l d n ’t t e l l i f i t wa s y o u . af i rm ar que no e ra us t e d. Lo The y s c r am bl e d i t j us t e no ugh mostraron de un modo confuso, t o l e t t h e i m a g i n a t i o n t a k e dej ando mar ge n s ufi c ie nt e a l a o ve r . H e l l , ” h e w h i s p e r e d . imaginación. Demonios —murmuró “He l l. ” 65 —. Demonios. —No han enfocado el rostro del hombre. ¿Se ha fijado? Ni su mejor amigo podría decir si s e t r at aba de us t e d. Lo han pre se ntado lo bas tant e c o nf us o para que la imagi nación hiciera el r e s t o . D i abl o s — m ur r nur ó — . Diabl os... Mo ntag sai d not hing but no w, M o ntag no di j o nada, pe r o , l oo ki ng back, sat wit h his e ye s vuelto ot ra vez haci a el aparat o, f i xe d t o t he bl a nk s c r e e n, c l avaba l o s o j os e n l a pant al l a tr em bl ing. 70 desierta, estremeciéndose. Mont ag no habló, pero, luego, vo lvie ndo la c abe za, perm anec ió sentado con la mirada fija en la negra pantalla, tembloroso. G r ang e r t o u c h e d M o n t ag ’s ar m . “We l c o m e bac k f r o m t he dead. ” Mo nt ag no dded. Gr ange r we nt o n. “Yo u m i ght as we l l know al l o f us, no w. This is Fr ed Cl eme nt , f orm er oc cupant o f t he Th o m a s H ar d y c ha i r at Granger tocó a Montag en un brazo. — Bi e n veni do de ent re lo s m ue r to s . — M ont ag inc l inó l a cabeza. Granger prosiguió—: Será mejor que nos conozca a todos. Este es Fred Clement, titular de la cátedra Thom as Hardigan, en Cambri dge, 75 Granger le tocó el brazo. — Bi enve ni do de e nt r e l o s muertos. —Montag hizo un signo afirmativo. Granger continuó:— Le voy a presentar a todos. Éste es Fred Cl ement, antiguo ocupante de la c át edr a Tho mas H ar dy, e n 123 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Cambr idge in the ye ars befo re it bec am e an Ato m i c Engi ne e r ing Sc ho o l . Th i s o t he r i s D r. Si m m o ns f r o m U . C . L. A. , a s pe c i al i s t i n Or t e ga y G as s e t ; 5 Pr ofe ss or Wes t her e did quite a bit f or et hi c s, an anc ie nt st udy no w, f o r Co l um bi a U ni ve r s i t y quit e s ome year s ago . Reve re nd Padover he re gave a fe w lec tur es 10 thirty years ago and lost his flo ck be twe en one Sunday and t he ne xt fo r hi s vi ews. He’s be en bummi ng wi th us so me tim e now. M yse lf: I wr ote a boo k cal led The Finge rs 15 i n t h e G l ov e ; t h e P r op e r Re l a t i on s hi p b e t we e n t he Individ ual and Soc iet y, and he re I am! Welc ome , M ontag!” tr. de Alfredo Crespo Cam br i dge , ant e s de que s e t r ans f o r m ase e n l a Es c ue la de Ingeniería Atómica. Este otro es el doct or Sim nions, espec ialist a en Ortega y Gasset. El profesor West, aquí presente, era una autoridad en ética, materia ahora abandonada, en l a Univer s idad de Co l um bi a. El reverendo Pandover, que hace unos treinta años dio unas conferencias y entre un domingo y otro perdió t odo s u re baño , a c ans a de sus puntos de vista. Está haraganeando con nosotros desde hace un tiempo. En cuanto a mí, he escrito un libro tit ulado Los dedos e n el guante. Es tudi o de la r el ac ión, entr e el indi vi duo y l a so ci edad, ¡y aquí estoy! Bienvenido, Montag. antes de que se convirtiera en una «Escuela de Ingeniería Atómica»,. Este otro es el doctor Simmons, de la Universidad de California en Los Ángeles, un especialista en Ortega y Gasset; éste es el profesor West que se es pec i al i zó en Ét i ca, disciplina olvidada actualmente, en l a Univer s ídad de Co l um bi a. El reverendo Padover, aquí presente, pronunció unas conferencias hace treinta años y perdió su rebaño entre un domingo y el siguiente, debido a sus opiniones. Lleva ya algún tiempo con nosotros. En cuanto a mí, escribí un libro titulado Los dedos en el guante; la relación adecuada entre el individuo y la so ci edad y... aquí estoy. ¡Bien venido, Montag! —Yo no soy como ustedes —dijo Montag al fin, lentamente —. He sido un idiota toda mi vida. —Yo no soy de su clase —dijo Montag, por último, con voz lenta—. Siempre he sido un estúpido. —Estamos acostumbrados a eso. Todos liemos cometido los mismos y ade c uado s e r ro r e s , o no estaríamos aquí. Cuando vivíamos como individuos aislados, todo lo que teníamos era rabia. Golpeé a un bombero cuando vino a quemar mi bibliote ca, hace años. H e est ado ambulando desde entonces. ¿Quiere unirse a nosotros, Montag? — Es t am o s ac o s t um br ado s a e s o . To do s c o m e t i m o s al gú n e rr or, si no, no e st ar íamo s aquí . C ua nd o é r am o s i nd i vi d uo s ais lado s, l o únic o que se nt íamo s e r a c ó l e r a. y o go l p e é a u n bo mber o c uando, hace años , vi no a que mar mi bibl i ot e c a. D es de ento nce s, ando huye ndo . ¿Quie re uni rs e a no so tr os , Mo nt ag? 20 “I do n’t belo ng wi th you,” said M o n t ag, at l a s t , s l o wl y. “I ’ve be en an idi ot al l t he way.” “We ’r e us e d t o t hat . We al l made t he r i g ht ki nd o f m i s t a ke s , o r w e wo ul dn ’t b e he r e . W h e n we we r e s e par at e i n d i vi d u a l s , a l l w e h a d w a s r age . I s t r uc k a f i r e m an whe n h e c a m e t o b u r n m y l i br a r y ye ar s ag o . I ’ve be e n r un ni ng e ve r s i nc e . Yo u want t o j o i n us , M o nt ag ?” 25 30 35 “Ye s . ” —Sí. —Sí. “W hat have yo u to off er ?” —¿Qué puede ofrecernos? —¿Qué puede ofrecemos? “N othing. I thought I had part of the Boo k o f Ecc les ias te s and maybe a li ttl e of Revel ati on, but I haven’t eve n that now.” 40 — Nada. Pe nsé que sabía una parte de l Ecl esi ast és y qui zá un poco de la Revelación, pero no me acuerdo ni siquiera de eso. —N ada. Cre ía te ner part e del Eclesiastés, y tal vez un poco del de la Revelac ión, per o, ahora, ni siquiera me queda eso. “Th e Bo o k o f E c c l e s i as t e s wo u l d b e f i n e . W h e r e w a s i t?” 45 —El libro del Eclesiastés sería re alm ente magní fic o. ¿Dónde lo tenía? —E l Ecl es ias té s s er ía magníf ico . ¿Dó nd e lo t enía? “H e r e , ” M o nt ag t o uche d hi s head. Montag se tocó la cabeza. —Aquí. 50 “A h, ” G r ang e r s m i l e d a nd no dded. — Ah — G r ange r asintiendo. —Aquí. Montag se tocó la cabeza. s o nr i ó , —¡Ah! —exclamó Granger, sonriendo y asintiendo con la cabeza—. “What ’s wr o ng? Isn’t that al l ri ght ?” said Mo ntag. 55 —¿Qué pasa? ¿No está bien? — dijo Montag. —¿Qué tiene de malo?¿No estábien? —preguntó Montag. “Be tter than al l ri ght; per fect !” Gr anger turne d t o the Re ve rend. “D o w e h ave a Bo o k o f Ecc lesi aste s?” —Mejor que bien, perfecto. — G r ange r s e vo l vió hac ia e l 60 reverendo.— ¿Tenemos un libro del Eclesiastés? — Me jo r que bi e n; ¡pe rf ec to ! — G r a nge r s e vo l vi ó h ac i a e l r e ve r e n do — . ¿Te n e m o s u n Ec les iasté s? “O ne . A man nam ed Harri s of Youngst o wn. ” — U no. U n hom br e l l am ado Harris, en Yougstown. —Uno. Un hombre llamado Harris, de Youngtown. — M o nt ag — Gr ange r t o m ó firmemente el hombro de Montag. Cam ine c o n c ui dado . Cui de s u salud. Si algo le ocurre a Harris, usted será el Eclesiastés. ¡Advierta qué importancia ha adquirido usted en este último minuto! — M o n t ag — G r a nge r ap r e t ó c o n f ue r z a un ho m br o de Mo ntag—. Tenga cui dado . Cuide su s al ud. Si algo le Oc urr ie ra a Har ris, usted s ería el Ecl esiast és. ¡Ve a l o i m po r t ant e que s e ha vue lto de repente! 65 “M o n t ag . ” G r ang e r t o o k Mo ntag’s s houlde r fir mly. “Walk c ar ef ul ly. Guar d yo ur healt h. If anythi ng should happen t o H arri s, you are t he Book of Ecc lesi aste s. 70 Se e h o w i m p o r t an t y o u’ ve be com e i n t he last minute !” “But I’ve f or got ten!” —¡Pero me he olvidado! — ¡Pero si lo he olvidado! 75 “No , not hing’s e ver lo st . We have ways t o shake do wn yo ur cl inkers f or you.” — No , na da s e pi e r de . Te n e m o s métodos p ar a s ac ar l e l o q ue s e a . 124 —No, nada queda perdido para siempre. Tenemos sistemas de refrescar la memoria. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “But I’ve tried to remember!” —¡Pero he tratado ya de recordar! “D on’t t ry. It ’l l c ome when we ne e d i t . A l l o f us ha ve ph o t o gr aph i c m e m o r i e s , b ut spend a li fet ime le arning how to block off the things t hat are r eally i n t h e r e . Si m m o n s h e r e h as wo rke d o n i t f or twent y year s and no w we’ve got the m ethod do wn to wher e we c an re cal l anythi ng that’s bee n r ead once. Woul d you li ke, s ome day, Mo ntag, to re ad Pl ato ’s Re pub li c?” 5 10 15 — N o t r at e . Sal drá a l a l uz c uando s e a ne c e s ar i o . To do s tenemos una memoria fotográfica, pe r o no s pasam o s l a vi da apr endie ndo a olvidar. Sinimo ns, aquí present e, se ha ocupado del asunto durante más de veinte años. Co n l a ayuda de s u m ét o do podemos acordarnos de cualquier cosa que hayamos leído una vez. ¿Le gustaría, Montag, leer algún día La República de Platón? “O f c ourse !” —¡Por supuesto! “I am Plato’s Rep ubli c . Like to r e ad M a r c u s A ur e l i us ? M r. Si mmo ns is Mar cus .” 20 “H o w do yo u d o ?” s ai d M r. Si mm ons. tr. de Alfredo Crespo —¡Pero si ya he tratado de recordar! —No lo intente. Vendrá cuando lo necesitemos. dos nosotros tenemos memorias fotográficas, pero pasamos la vida entera aprendiendo a olvidar cosas que en realidad están dentro. Simmons, aquí presente hatrabajado en ello durante veinte años, y ahora hemos perfeccionado el método de modo que podemos recordar dar cualquier cosa que hayamos leído una vez. ¿Le gustaría algún día, Montag, leer La República de Platón? —¡Claro! —Yo soyLaRepúblicade Platón. ¿Le gustaría leer a Marco Aurelio? El señor Simmons es Marco Aurelio. —Yo soy La República de Platón. ¿Desea leer Marco Aurelio? Mr. Sirnmons es Marco. —¿Cómo está usted? —dijo el señor Simmons. —¿Cómo está usted? —dijo Mr. Simmons—. 25 “H ell o,” said Mo ntag. —Hola —dijo Montag. “I want you t o me et Jo nathan Swi f t , t he au t ho r o f t hat e vi l po l i t i c al bo o k, G u l l i ve r ’s 30 Tr avel s ! And t his ot her fe ll ow is Char le s D ar wi n, and this one is Sc ho pe nhaue r, and t hi s o ne i s Ei nst ei n, and t his one her e at my el bo w i s Mr. Albe rt Sc hweit ze r, 35 a ve ry kind philo so pher i ndee d. H e r e we al l a r e , M o nt a g. Ar i s t o ph ane s and M a hat m a Gandhi and Gautama Buddha and Co nf u c i us and Tho m as Lo ve 40 P eac o ck and Tho mas J e ff e r so n and M r. Linco ln, i f yo u pl ease . We ar e al s o M at t he w, M ar k, Luke, and J ohn.” — Quie ro pre se ntarl e tambié n a Jo nat han Swi ft , auto r de e s e m a l vad o l i br o po l í t i c o , ¡L o s viaj es de G ul l ive r ! Y e s te o tr o s eñor e s Char le s D ar wi n, y e st e o t r o e s Sc ho pe nhau e r, y é s t e Ei ns te i n, y é s te que e s t á a m i l ado el s eñor Alber t Sc hwei tzer, u n f i l ó s o f o m uy a m a bl e po r c i e r t o . A qu í e s t am o s t o d o s , M ontag. Ari st óf anes , y Mahatm a G an dh i y G a ut am a Bu da , y C o n f u c i o y Th o m as L o ve Pe ac oc k y Tho mas J ef fe rso n y el se ño r Abraham Li nc ol n, s i gust a. Som os t am bi én M at eo , Marc os , Luc as yJuan. —Hola —contestó Montag—. —Qui e r o pr e s e nt ar l e a J o nat han Swi f t , e l aut o r de e s e m al i c i o s o l i br o po l í t i c o , Lo s vi aj e s d e G ul l i ve r. Es t e o t r o s uj e t o e s Ch ar l e s D a r wi n , y aqué l e s Sc h o pe nhaue r, y aqué l , Ei ns t e i n , y e l que e s t á j u n t o a m í e s M r . Al b e r t S c h we i t ze r, u n f i l ó s o f o m u y ag r a dab l e , d e s de l u e g o . Aq uí e s t amo s todos, Mo nt ag, Ar i s t ó f ane s , M ahat m a G andhi , Gaut ama Buda , Co nf uc i o , Tho m as Lo ve P e ac o c k, Tho m as J e f f e r s o n y Mr. Li nc o l n. Y t am bi é n s o m o s M at e o , M ar c o , Luc as y J uan. 45 Everyone l aughe d quie tl y. Todos rieron calladamente. ________________ “It can’t be,” said Mo ntag. —No puede ser —dijo Montag. —No es posible —dijo Montag—. “It i s , ” r e pl i e d G r a nge r, 50 —Es —replicó Granger con una s m il i ng. “We ’r e bo o k- bur ne r s , sonrisa —. Somos quemadores de to o. We re ad the bo oks and bur nt libros también. Los leemos y los t he m , af r ai d t h e y’d be f o u nd. que mam o s , t e m i e ndo que l o s Mi cro -fi lm ing di dn’t pay of f; we de s cubr an. Lo s m ic r o f i l ms no we re al ways t ravel ling, we di dn’t 55 si rven. Viaj amos co nti nuam ent e. want to bur y t he fi lm and co me Te ndr í am o s que e nt e r r ar l as back lat er. Always the c hance of pel ículas y vo lver a busc arlas . Y di scovery. Bet ter to keep it in t he si em pr e po dr ían so rpre nder no s. ol d heads, where no o ne can s ee Me jo r guar dar los l ibro s en l as it or suspect it. We ar e all bit s and 60 viejas cabezotas, donde nadie puede pi ec es o f hi st or y and li te rature verlos o sospechar su existencia. an d i n t e r nat i o na l l a w, Byr o n, So mo s tro zo s de fr agmento s de To m P ai ne , M a c hi ave l l i , o r hi st or ia, y l it eratura, y der ec ho Chris t, it ’s her e. And t he ho ur is internacional, y Byron, Tom Paine, l ate . And the war ’s be gun. And 65 Maquiavelo o Cristo. Es tarde. Y la we are out here , and t he cit y is gue rra ha com enzado. Y estamos there , all wr apped up in it s o wn aquí, y la ciudad está allí, envuelta co at of a tho usand col ours. What en su vieja túnica de mil colores. do you thi nk, M ont ag?” ¿Qué piensa usted, Montag? —Sí lo es —replic ó Granger, sonriendo —. También nosot ros quemamos libros. Los leemos y los que mamos, por m iedo a que los encuentren. Registrarlos en microfilm no hubiese resultado. Siempre estamos viajando, y no queremos enterrar la película y regresar después por ella. Siem pre existe e l ries go de ser descubiertos. Mejor es guardarlo todo en la cabeza, donde nadie pueda verlo ni sospechar su existencia. Todos somos fragmentos de Historia, de Literatura y de Ley Internacional, Byro n, Tom Paine, M aquiave lo o Cristo, todo está aquí. Y ya va siendo tarde. Y la guerra ha empezado. Y estamos aquí, y la ciudad está allí, envuelta en su abrigo de un millar de colores. ¿En qué piensa, Montag? 70 “I think I was bl ind tr yi ng t o do things my way, planti ng boo ks in fi re men’s house s and se ndi ng in alar ms .” —Pienso que estaba ciego con mis métodos: poner libros en las casas de los bomberos y después dar la alarma. —Pienso que estaba ciego tratando de hacer las cosas mi manera, dejando libros en las casas de los bomberos y enviando denuncias. —Hi zo ust ed lo que tenía que hac er. Ll evado a una e sc al a nacional, hubiese dado un resultado —Ha hecho lo que debía. Llevado a escala nacional hubiese podido dar espléndidos resultados. Pero nuestro 75 “Yo u di d what you had t o do . Car r i ed out on a nat i o nal s c ale , it might h a ve wo r ke d 125 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda b e a u t i f u l l y. B ut o u r wa y i s s i m pl e r and, we t hi nk, be t t e r. Al l we want t o do i s ke e p t he k no w l e d g e w e t h i nk we w i l l nee d, i ntac t and s af e . We ’r e no t o ut t o i nc i t e o r ange r anyo ne yet . Fo r i f we ar e de st r oye d, the kno wle dge i s dead, per haps fo r goo d. We ar e m ode l c i ti zens , i n o ur o wn s pe c i al way; we wal k t he o ld t r ac ks , we li e in the hi ll s at night, and the c i ty pe o ple le t u s b e . W e ’ r e s t o p p e d an d s e a r c he d o c c as i o na l l y, bu t t he r e’s no t hi ng o n o ur per s ons to i n c r i mi n a te us . Th e o r g ani zat i o n i s f l e xi bl e , ve r y l oo se , and f ragm e nt ar y. So me o f us have had pl as ti c s ur ge r y o n o ur f a c e s a nd f i n ge r p r i n t s . Ri ght no w we h ave a ho r r i bl e j ob; we’r e wai ti ng fo r t he war t o begi n and, as qui c kl y, e nd. It’s not ple asant , but the n we ’r e no t i n c o nt r o l , w e ’ r e t h e o d d mino r it y c r ying in the w i l d e r n e s s . W h e n t h e w a r ’s o ve r, per haps we c an be o f s om e use i n t he wo r l d. ” tr. de Alfredo Crespo maravilloso. Pero nuestro método es más simple, y, creemos, mejor. Só lo pret endemo s c ons ervar l os co no ci mi ent os i mpre sci ndible s, intactos y a salvo. No queremos por ahora incitar las iras de nadie. Pues si nos destruyen, el conocimiento m ue re c on nos ot ro s, qui zá par a s i em pr e . So m o s c i udadano s m o del o s , a nue s t r o mo do . Caminamos por los viejos rieles, dormimos de noche en las colinas, y la gente de las ciudades nos deja en paz. Nos detienen y registran a ve c es , pe ro de nada pue de n ac usar no s . La o r gani zac i ón e s flexible, fragmentaria y dispersa. Al gunos nos hem os cam biado la cara o las impresiones digitales con ayuda de la cirugía. En este preciso momento nuestra tarea es horrible. Estamos esperando a que estalle la guerra, y que, con la misma rapidez, l l e gue a su f i n. N o e s nada agradable, pero no gobernamos las cosas. Somos la rara minoría que cl ama e n e l desi er to. Cuando la guerra termine, quizá podamos ser útiles al mundo. sistema es más sencillo y creemos que mejor. Lo que deseamos es conservar los conocimientos que creernos habremos de necesitar, intactos y a salvo. No nos proponemos hostigar ni molestar a nadie. Aún no. porque si se destruyen, los conocimientos habrán muerto, quizá para siempre. Somos ciudadanos modélicos, a nuestra manera especial. Seguimos las viejas vías, dormirnos en las colinas, por la noche, y la gente de las ciudades nos dejan tranquilos. De cuando en cuando, nos detienen y nos registran, pero en nuestras personas no hay nada que pueda comprometernos. La organización es flexible, muy ágil y fragmentada. Algunos de nosotros hemos sido sometidos a cirugía plástica en el rostro y en los dedos. En este momento, nos espera una misión horrible. Esperamos a que empiece la guerra y, con idéntica rapidez, a que termine. No es agradable, pero es que nadie nos controla. Constituimos una extravagante minoría que clama en el desierto. Cuando la guerra haya terminado, quizá podamos ser de alguna utilidad al mundo. “D o yo u r e al l y t hi nk t he y’l l l i s t e n t he n?” — ¿Cre e n us te de s escucharán entonces? los —¿De veras cree que entonces escucharán? “If n o t , w e ’ l l j u s t ha ve t o wai t . We ’l l pas s t he boo ks o n t o 35 o ur c hil dr en, by wo rd o f m o ut h, an d l e t o ur c hi l dr e n wa i t , i n t ur n, o n t he o t he r pe o pl e . A l o t wi ll be l o s t that way, of c o urs e . B u t y o u c a n’ t m a k e p e o p l e 40 l is t e n. The y have t o c o m e r o und i n t he i r o wn t i m e , wo nde r i ng w h a t h a p p e n e d a n d w hy t h e wo r l d b l e w u p un de r t he m . It c an’t l as t . ” 45 — Si no , s ó l o no s quedar á esperar. Les pasaremos los libros a nuestros niños, de viva voz, y ellos esperarán a su vez y se los pasarán a otras gentes. Mucho se perderá de ese modo , es ciert o. Pe ro no se puede o bl i gar a la ge nt e a que escuche. Se acercarán a nosotros cuando llegue la hora, cuando se pregunten qué ha pasado y por qué el mundo estalló en pedazo s. No puede tardar mucho. —Si no lo hacen, no tendremos más que espe rar. Tr ansmitir emos l o s l i br o s a nue st r o s hij o s , o r alm e nt e , y de jar e m o s que nuestros hijos esperen, a su vez. De este Modo, se perderá mucho, desde luego, pero no se puede Obligar a la gente a que escuche. A su debido t i e mpo , de be r á ac udi r, preguntándose qué ha o currido y por qué el mundo ha estallado bajo ellos. Esto no puede durar. 5 10 15 20 25 30 “How many of you are there?” que —¿Cuántos son ustedes? “Thousands o n the r oads , the —Miles en los caminos, las vías abando ne d r ai l tr ac ks , to ni ght , 50 de f e r r o c ar r i l abando nadas . burns on t he o ut s i de, l ibr ari e s Vagabundos por fuera, bibliotecas i ns i d e . I t wa s n ’ t pl an ne d, a t por dentro. No lo planeamos en un f i r s t. Eac h m an had a boo k he pri ncipio. Siempre había alguien want e d t o r e m e m be r, and di d. que quería recordar un libro, y así The n, o ve r a pe r i o d o f t we nt y 55 lo hacía. Luego, después de veinte years o r so , we me t each o ther, años, nos encont ramos, fuimos de t r ave l l i n g, and g o t t h e l o o s e un lado a otr o, uni mos l os hi los net wor k to get her and s e t o ut a s ue lt o s, e i deamo s un pl an. N o plan. The m os t i mpor tant s ingl e de bí am o s o l vi dar lo m ás t hi ng w e ha d t o p o u nd i nt o 60 i m po r t ant e : no é r am o s o ur se lves was t hat we wer e no t importantes. Debí amos evitar toda i m p o r t a nt , we m us t n ’t b e pedantería. No debíamos sentirnos pe dan t s ; we we r e no t t o f e e l superiores a nadie en el mundo. No s upe r i o r t o anyo ne e l se i n t he é r am o s m ás que c ubi e r t as wor ld. We ’r e no thing mo re t han 65 pr o t e c t o r as de l i br o s ; é s e e r a dus t - j ac ke t s f o r bo o ks , o f no nuestro único significado. Algunos s igni fi canc e ot her wi se . So me o f de nos otros vive n en puebl os. El us li ve i n sm al l t owns . Chapte r c apí tulo pr i me r o de Wal de n de O n e o f Tho r e au ’s W a l d e n i n Tho r e au e n G r e e n Ri ve r ; e l G r e e n Ri ve r , C ha pt e r Tw o i n 70 capítulo segundo en Willow Farm, W i l l o w Fa r m , M a i n e . W hy, M aine . H as t a hay una al de a e n t he r e ’s o ne t o wn i n Mar yl and, M ar yl and, de ve i nt i s i e t e o nl y t we n t y- s e ve n p e o pl e , no habi t ant es , que e s l os e ns ayo s bom b’ll e ve r to uc h that t own, i s completos de un hombre llamado t he c o m pl e t e e s s ays o f a m an 75 Bertrand Russell . Ninguna bomba nam ed Ber tr and Rus se ll . Pi ck up tocará esa aldea. Uno puede, casi, t hat t own, al m os t , and fl i p t he to marl a en l a mano, y pas ar l as p ag e s , s o m an y p ag e s t o a pági nas , t ant a s pági nas po r 126 —¿Cuántos son ustedes? —Miles, que van por los caminos, l as ví as f ér r eas abando nadas , vagabundos po r e l e xt er i or, bibl io t ec as por el int er i or. Al principio, no se trató de un plan. Cada hom bre t enía un l ibro que que r ía re c or dar, y as í 1 o hi zo . Luego, durante un período de unos vei nt e año, f uim o s ent rando e n contacto, viajando, estableciendo es ta or ganizació n y f orzando un plan. Lo m ás i mpo rt ante que debíamos meternos en la cabeza es que no somos importantes, que no debe mo s de se r pe dant es . N o debem os s enti mo s s uper io re s a nadi e en e l mundo . Só lo s om os sobrecubiertas para libros, sin valor intrí ns eco . Alguno s de nos otr os vive n e n pequeñas ci udades . El Capítulo 1 del Walden, de Thoreau, habita en Green River, el Capítulo II, en Millow Farm, Maine. Pero si hay un poblado e n Maryland, con sólo veintisiete habitantes, ninguna bom ba c aer á nunc a s o bre es a localidad, que alberga los ensayos completos de un hombre llamado Bertrand Russell. Coge ese poblado y casi divida las páginas, tantas por B’s Farenheit tr. de F. Abelenda per so n. And whe n the war ’s over, s om e day, s om e ye ar, the bo oks c an be wr it te n agai n, t he peo pl e wil l be c al le d in, o ne by one, t o r ec it e what t he y kno w and we ’l l s e t it up i n t ype unt i l ano t he r Dark Age , when we might have to do the who le dam n t hi ng o ve r agai n. But t hat ’s t he wo nde r ful thing about man; he never gets so dis couraged o r disgusted that he gi ves up doi ng it all ove r agai n, becaus e he knows very well it is important and worth the doing.” tr. de Alfredo Crespo pe r s o na. Y c ua ndo l a gue r r a t e r m i ne , al gún dí a, al gún año , podr án esc ribirse los l ibros otra vez; se llamará a l a ge nte, una a una, para que reci te lo que sabe, y lo s guardare mos im pr eso s has ta que l l e gue o t r a Edad de l as Tinieblas, y tengamos que rehacer enteramente nuestra obra. Pero eso es lo mar avi llos o e n e l ho mbr e; nunca s e de scorazona o disgusta tant o co mo par a no e mpezar de nuevo. Sabe muy bien que su obra es importante y valiosa. persona. Y cuando la guerr a haya te rm inado, al gún dí a, lo s li br os podrán ser escri tos de nue vo. La gente será convocada una por una, para que recite l o que sabe , y lo imprimiremos hasta que llegue otra Era de Oscuridad, en la que, quizá, debamos repetir toda la operación. Pe ro es to es lo maravill os o del hom bre : nunc a s e de s al i ent a o dis gus t a l o s uf ic i ent e par a abando nar al go que debe hac er, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo. — ¿Q ué har e mo s ho y, e s t a noche? —les preguntó Montag. —¿Qué hacemos esta noche? — preguntó Montag—, “W ai t , ” s ai d G r ang e r. “A nd —Esperar —dijo Granger —. Y m o ve do wns t r e am a l it t l e way, 20 caminar un poco río abajo, por si just in case .” acaso. —Esperar —repuso Granger—. Y desplazarnos un poco río abajo, por si acaso. H e be gan t hr owi ng dus t and di rt on the f ir e. Co me nzó a ar r o jar po lvo y basura al fuego. Empezó a arrojar polvo y tierra a la hoguera. Th e o t h e r m e n h e l p e d, a nd Mo ntag hel ped, and the re , i n t he wi lde r ne s s , t he me n al l m ove d their hands, putti ng out t he fi re togethe r. 30 Los otros hombres ayudaron, y Montag ayudó, y allí en medio del c am po , t o do s l o s ho m br es s e m o vie r o n par a apagar e f ue go , juntos. Los otros hombres le ayudaron, lo mismo que Montag, y allí, en mitad del bosque, todos los hombres movieron sus manos , apagando el fuego conjuntamente They sto od by the r ive r i n t he st arl ight. Se detuvieron junto al río, a la luz de las estrellas. Se detuvieron junto al río, a la luz de las estrellas. Montag miró la esfera luminosa de su reloj sumergible. Las cinco. Las cinco de la mañana. Otro año pasaba en una sola hora, y el alba esperaba más allá de la lejana orilla del río. Montag consultó la esfera luminosa de su reloj sumergible. Las cinco. Las cinco de la madrugada. otro año que m ado e n una s ol a ho ra, un amanecer esperando más allá de la orilla opuesta del río. —¿P or qué c onfí an e n mí ? — preguntó Montag. —¿Por qué confían en mí? — preguntó Montag—. U n ho m br e s e m o vi ó en l a sombra. U n ho m b r e s e m o vi ó e n l a o s c uri dad. “The l o o k o f yo u’s e n o ugh. —B as ta mi rar lo . N o se Yo u have n’t s e en your s el f in a h a v i s t o u s t e d e n u n m ir r or l at e ly. Be yond t hat , the 50 e s p e j o últi mame nt e. c i t y has ne ve r c a r e d s o m uc h A d e m á s , l a c i u d a d n u n c a ab o ut u s t o b o t h e r wi t h an p e n s ó e n o r g a n i z a r u n a elaborate chase like this to find us. v e r d a d e r a cac er ía. A few cr ac kpo ts wi th ve rse s in U n o s p o c o s mentecatos con versos en their heads c an’t touch them, and 55 la cabeza no pueden hacer daño a la t he y kn o w i t and we k no w i t ; gente de la c iudad. Ell os lo sabe n y everyone knows it . So long as t he nos otros ta mbié n. Todo el m undo lo vas t po pul ati o n doe s n’t wande r s abe. Mi ent ra s a l a ma yor ía de l a about quo ti ng the M agna Char ta población no se le ocurra empezar a citar an d t he Co n s t i t u t i o n, i t ’s a l l 60 la Constit ución y la Carta Magna, todo ri ght. The fi re me n wer e enough anda rá bi en. B ast a par a e so con la to check t hat , now and t hen. N o, vi gila ncia de los bom beros. N o, l as t he ci t ie s do n’t bo the r us. And ciudades no nos molestan. Y usted tiene you lo ok like hell .” un aspecto de todos los diablos. —Su aspecto es suficiente. No se ha visto usted últimamente en un espejo. Además, la ciudad nunca se ha preocupado lo bastante de nosotros como paraorganizar unapersecuciónmeticulosa como ésta, con el fin de encontrarnos. Unos pocos chiflados con versos en la sesera no pueden afectarla, y ellos lo saben, y nosotros también. Todos lo saben. En tanto que la mayoría de la población no ande por ahí recitando la Carta Magna y la Constitución, no hay peligro. Los bomberos eran suficientes para mantener esto a raya, con sus actuaciones esporádicas. No, las ciudades no nos preocupan.Yusted tiene un aspecto endiablado. 5 10 15 “W hat do we d o t o ni ght ?” as ked Mo ntag. 25 Mo ntag saw the lum ino us di al o f hi s wat e r pr o o f . Fi ve . Fi ve o’clo ck in the m or ning. Another ye ar t ic ke d by in a si ngle hour, and dawn wait ing beyo nd the f ar bank of the r ive r. 35 40 “Why do you t r us t me ?” s ai d Mo nt ag. A man darkne ss . crackpot an eccentric person, especially one with bizarre ideas. Foolish; harebrained: a crackpot notion. crackpot, crank, nut, nut case, nutcase, fruitcake, screwball; a whimsically eccentric person, chiflado, estrafalario m oved in t he 45 65 The y mo ved al o ng t he bank o f t he r i ver, goi ng s o ut h. M o nt ag t ri e d t o s e e t he me n’s fac e s, the o ld f ac e s he r e me m be r ed f ro m t he fi re l ight, li ne d and t ir ed. H e was lo o king f o r a br i ght ne s s , a r e s o l ve , a t r i um p h o ve r t om o rr o w t hat har dl y s e e me d t o b e t he r e . P e r h ap s he ha d e xpe ct e d t he i r f ace s t o burn and gli t te r wi t h t he kno wle dge t he y c ar r i e d , t o g l o w a s l a nt e r n s glo w, wit h t he li ght in the m. But 70 75 Caminaro n a l o l argo del rí o, rumbo al sur. Montag trataba de ver las caras de los hombres, las viejas caras que el fuego había iluminado, cansadas y arrugadas. Buscaba una l uz, una re s o luc ió n, un tr i unf o s o bre e l fut ur o , al go que , apare nt e m e nt e , no es t aba al l í . Quizá había esperado que aquellas c ar as ar die s e n y br i l l as e n, ence ndidas por e l cono cimiento, resplandecie ntes com o linter nas, con una luz interior. Pero la luz que 127 Se desplazaron por la orilla del río, hacia el Sur. Montag trató de ver los rostros de los hombres, los viejos rostros que recordaba a la luz de la hoguer a, m us t io s , y cansados . Es taban buscando una vivac idad, una resolución. Un triunfo sobre el mañana que no parecía estar allí. Tal ve z habí a e spe rado que aquell os rostros ardieran y brillasen con los conocimientos, que resplandeciesen c om o l i nt e rnas , c on la luz encendida. Pero toda la luz había B’s Farenheit tr. de F. Abelenda all the li ght had co m e f ro m the c am p f i r e , and t he s e m e n had s e e m e d no di f fe r e nt f r o m any o the rs who had r un a lo ng r ace , s e ar c he d a l o n g s e ar c h, s e e n goo d t hi ngs de st r o ye d, and now, ver y l at e , we r e gat he r ing t o wai t f or t he end of the par ty and the blo wing out o f t he l am ps . The y we r e n’t at al l c e r t ai n t hat t he t hi n g s t he y c a r r i e d i n t h e i r heads m i ght make e ver y f ut ur e dawn gl o w wi t h a pur e r l i ght , t he y we r e s ur e o f no thi ng s ave t ha t t h e b o o k s w e r e o n f i l e b e h i nd t h e i r qu i e t e y e s , t h e bo oks we r e wai ti ng, wi th t he i r page s uncut , f or the c us to m er s w ho m i g h t c o m e b y i n l a t e r years , so me wit h c le an and s om e wit h di r ty f inge rs . tr. de Alfredo Crespo había visto antes era la del fuego, y estos hombres no eran diferentes de c ualqui e r o t r o que hubi e s e r e c or r i do un l argo c ami no , realizado una larga búsqueda, visto las cosas buenas destruidas y ahora, m uy t ar de , s e uni e s e a s us semejantes para esperar el fin de la fiesta y ver cómo se apagaban las lámparas. No podían asegurar que las cosas que llevaban en la cabeza diesen a todo futuro amanecer una luz más pura, no estaban seguros de nada, s al vo de que l o s l ibr o s es taban ar chivados det rás de l os ojos serenos, que los libros estaban esperando, con los cuadernillos sin abr ir, a l o s c l i e nte s que qui zá vini esen año s más tarde, algunos co n manos l impias, y ot ros c on manos sucias. procedido de la hoguera, y aquellos hombres no parecían distintos de cuale squier a o tro s que hubies en r ec or r ido un largo c am ino , una búsqueda prolongada, que hubiesen visto cómo eran destruidas las cosas bue nas , y aho r a, muy t ar de , s e reuniesen para esperar el final de la par t ida, y la ext inc ió n de las lámparas. No estaban seguros de que l o que ll e vaban e n s us me nte s pudiese hacer que todos los futuros amaneceres brill asen con una luz más pur a, no est aban seguros de ri ada, e xce pto de que lo s l ibr os es taban bie n archi vados tras s us tranquilos ojos, de que los libros esperaban, con las Páginas sin cortar, a los lectores que quizá se presentaran años después, unos, con dedos limpios, y otros, con dedos sucios. Montag miró de soslayo a uno y otro mientras caminaban. Mientras andaban, Montag fue escrutando unrostro tras de otro. —No juzgue a un l ibro po r su cubierta —dijo alguien. —No juzgue un libro por su sobrecubierta alguien—. And t he y all l aughe d qui et ly, Todos se ri er o n que dam ente , mo vi ng downs tr eam. 30 siguiendo el curso del río. Y todos rieron silenciosamente, mientras se movía río abajo. Th e r e wa s a s h r i e k a n d t h e j e t s f r o m t h e c i t y w e r e 35 go n e o ve r he ad l o ng be f o r e t he me n l o o ke d up. Mo nt ag s t a r e d b a c k a t t h e c i t y, f a r do wn t h e r i ve r, o nl y a f a i nt g l o w n o w. 40 Se oyó un chillido estridente, y los reactores de la ciudad pasaronsobre sus cabezas mucho antes de que los hombres levantaran la mirada, Montag se volvió para observar la ciudad, muy lejos, junto al río, convertida sólo en un débil resplandor. 5 10 15 20 Montag s quinted f rom o ne f ace to anot her as they walke d. 25 “D o n’t j u dge a bo o k by i t s co ver,” som eo ne sai d. Se oyó un chillido y los aviones de la ciudad desaparecieron sobre la cabeza de los hombres antes de que éstos alzaran la vista. Montag s e vo l vió haci a l a c i udad. Al l á abajo, en el río, era ahora un débil resplandor. “M y wif e’s back there .” —Mi mujer está allí. “I’m s o r r y t o he ar t hat. The ci tie s won’t do wel l i n the ne xt fe w days ,” said Grange r. —Mi esposaestá allí. 45 —Lo si ent o. Las ci udade s no serán nada bueno en los próximos días —dijo Granger. —Lo siento. Alas ciudades no les van a ir bien las cosas en los próximos días — dijo Granger—. “It’s st range , I do n’t m iss he r, it ’s st range I don’t fe el muc h of anything,” said Montag. “Even if 50 she dies , I reali zed a mom ent ago, I don’t think I’ll fe el sad. It isn’t ri ght . Some thi ng must be wro ng wi th me .” — Es r ar o , no l a e xt r año . N o s i e nt o e n r e al i d ad c as i na da de na da — d i j o M o n t a g — . Cr e o qu e ni s i qu i e r a l a m ue r t e de mi muj e r po d r í a e n t r i s t e c e r m e . N o e s t á b i e n. Al g o m a l o m e pa s a. — Es e xt r año , no l a e c ho e n falta, ape nas te ngo s ens ac ión — di jo M ont ag—. Inc l us o aunque el la m ur ier a me he dado cuenta hac e un momento, no cre o que me si nti er a t ris te. Eso no est á bie n. Al go de be de o c ur r i r m e . “List en, ” s aid G ranger, t aki ng E s c uc he — di o G r an ge r his ar m , and wal king wi t h him , t o m án do l o p o r e l br az o y hol di ng as i de t he bus he s t o le t c am inando c on é l , apar tando lo s hi m pass . “Whe n I was a boy my m ato r r al es para que pas ar a — . gr andf athe r di e d, and he was a 60 M i abue lo m ur ió cuando yo er a sc ulpto r. He was also a ve ry ki nd niño . Er a e s cul t or. Er a ade más man who had a l ot of lo ve to gi ve u n ho m b r e m uy b o n da do s o , the wor ld, and he hel pe d c lean up di s p ue s t o a q ue r e r a t o d o e l t h e s l um i n o u r t o wn; and he m un do . Ay ud ab a a l i m pi ar l a m ade t o ys f o r us and he di d a 65 c as a de vec indad, hac ía j ugue te s mi lli on things i n his li fet im e; he para l o s ni ños , y un mi l l ó n de was always busy wi th his hands. c os as . Te ní a si em pr e las mano s And w he n he di e d, I s ud de nl y o c u pa da s . Y c u an do m ur i ó , re ali zed I wasn’t c ryi ng fo r him c om pr endí que yo no ll or aba po r at al l, but f or the t hi ngs he did. I 70 é l, s ino po r to das las co sas que cr ied because he woul d never do h ac í a . Ll o r ab a p o r qu e nu nc a them again, he woul d never car ve vo l ve r í a a ha c e r l as . N u nc a another pi ece of wo od or he lp us vol ve rí a a l abr ar o t ro t ro zo de r ais e do ve s and pi ge o ns i n t he m ader a, ni no s ayudar ía a cr iar back yard or pl ay the vio lin t he 75 pal om as y pic ho nes e n el pat io , way he did, or te ll us jo kes t he ni t o c ar í a e l vi o l í n de a qu e l way he did. H e was part of us and m odo, ni no s c ont ar ía aquel lo s whe n he di e d , al l t he ac t i o ns chis te s. Era part e de no so tr os , y, — Es c uc he — di j o G r anger, cogiéndole por un brazo y andando a su lado, m ientr as apart aba l os arbust o s par a de j ar l e pas ar— . Cuando era niño, mi abuelo murió. Era escultor. También era un hombre muy bueno, tenía mucho amor que dar al mundo, y ayudó a eliminar la m is e r ia en nue s tr a c i udad; y construía juguetes para nosotros, y se dedicó a mil actividades durante su vida; s iempre tenía las m anos o c upadas . Y c u ando m ur i ó , de pro nto me di cue nta de que no lloraba por él, s ino por las cosas que hacía. Llo raba po rque nunca más volverí a hace rlas, nunca más vo lver ía a labrar o tro pedazo do madera y no nos ayudaría a cr iar pic hones en el patio ni t ocaría el vi olín co mo é l s abí a hacer lo, ni no s c o nt ar í a chi s t e s . Fo r m aba parte de nosotros, y cuando murió 55 128 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo s to pped dead and the r e was no one to do them j us t the way he did. H e was i ndivi dual. He was an i m po r t a nt m a n. I’ve ne ve r go t t e n ove r hi s de at h. O f t e n I 5 t hink, what wo nde r ful car vings never c am e to bir th bec ause he di e d. H o w m an y j o ke s a r e mi ssi ng fr om the worl d, and how many hom ing pige ons unto uched 10 by hi s h and s . H e s h ape d t he wo rld. He did thi ngs t o the wor ld. The wor ld was bankrupted o f t en mi lli on fi ne ac tio ns the night he pass ed on.” 15 cuando m ur ió, t odos lo s ac to s se d e t uvi e r o n, y na di e po dí a r ee mplazarl o. Er a un i ndividuo . E r a u n ho m b r e i m po r t an t e . N unca pensé e n s u muer te . Sí e n c a m b i o e n t o do s l o s o bj e t o s l abr ado s que nunc a nac i er o n a c au s a de e s a m ue r t e . Cuán t as br om as falt an ahor a e n el mundo, c uánt as pal om as que sus mano s n un c a t o c ar o n . M i a bu e l o m odel aba el m undo . Hací a co sas e n el m undo. Co n su m uer te e l m undo pe rdi ó di e z m il lo nes de ac to s her mo so s. todas las actividades se interrumpieron, y n ad i e e r a c ap a z de h ac e r l a s c o m o é l . E ra indi vidualist a. Er a un hom br e i mpo r tante. Nunca me he s obr epues t o a su mue rt e . A m enudo , pi ens o e n l as tal las maravillosas que nunca han cobrado forma a causa de su muerte. Cuántos chistes faltan al mundo, y cuántos pichones no sido tocados por sus manos. Configuró el mundo, hizo cosas en su beneficio. La noche en que falleció, el mundo sufrió una pérdida de diez millones de buenas acciones. M o nt a g wal ke d i n s i l e nc e . “Mi l li e, Mi l li e, ” he whis pe r ed. “M il li e. ” M ont ag si gui ó cam inando e n silencio. —Millie, Millie —suspiró —. Millie. Montag anduvo en silencio. —Millie, Millie —murmuró—. Millie. 20 “W hat ?” —¿Q ué? “M y w i f e , m y wi f e . P o o r M i l l i e , po o r M i l l i e . I c an ’t re member anyt hing. I thi nk of her hands but I don’t s ee them doi ng anyt hi ng at al l . The y jus t hang the re at her si des or they lie there on he r lap or t her e’s a ci gar et te in them , but that’s all .” 25 30 M o nt ag t u r ne d an d g l anc e d bac k. —¿Qué? —Mi muj e r, m i muj e r. P o br e Mi l l i e , po br e , po br e Mi l l i e . No r e c ue r do na da. P i e ns o e n s u s m a no s , pe r o no hac e n na da. Só l o l e c u e l ga n a l o s c o s t ad o s , o l e de s c ans an e n e l r e g azo , o s o s t i e ne n un c i g ar r i l l o . Es o e s t o do . —Mi esposa, mi esposa. ¡Pobre Mi ll ie , po br e Mi ll ie ! No pue do recordar nada. Pienso en sus manos, pe ro no las ve o re alizar ninguna ac ci ón. Pe rm anec en c ol gando fláccidamente a sus lados, o están en su regazo, o hay un cigarrillo en ellas. Pero eso es todo. M ontag se vol vió y e chó una mirada a la ciudad. Montag se volvió a mirar hacia atrás. What did yo u give t o t he cit y, 35 ¿Q u é l e d i s t e a l a c i u d ad , M ont ag? M o nt ag? Ashes . Cenizas. W hat did t he o t he r s gi ve t o each ot he r? No thi ngnes s. 40 ¿Qué otros? a la c i udad, «Ceniza.» le diero n los Nada. G r ange r s t o o d l o o ki ng bac k 45 Granger miró junto con Montag. wi t h M o n t ag. “Eve r y o ne m us t — To d o s d e b e n d e j ar a l g o l eave s o me t hi ng behi nd whe n he a l m o r i r , d e c í a m i a b u e l o . d i e s , m y gr an df at he r s a i d . A U n n i ñ o o u n l i b r o o u n c hi l d o r a boo k o r a pai nti ng o r c u a d r o o u n a c a s a o u n a a ho us e o r a wal l buil t o r a pai r 50 p ar e d o un pa r de za p at o s . O o f s h o e s m a d e . O r a g a r de n u n j a r d í n . A l g o q u e l a s pl ant e d. So m e t hi ng yo ur hand m a n o s d e u n o h a y a n t o c a d o t ouc hed so m e way s o yo ur s oul d e a l g ú n m o d o . E l a l m a has s om e whe re t o go whe n yo u t e n dr á e nt o nc e s a d o n de i r e l di e , a nd w he n pe o p l e l o o k at 55 d í a d e l a m u e r t e , y c u an d o l a t ha t t r e e o r t ha t f l o w e r yo u g e n t e m i r e e s e á r b o l , o e s a plante d, yo u’r e t he r e. It doe s n’t f l o r , a l l í e s t a r á u n o . N o m at t er what yo u do , he s ai d, s o i m p o r t a l o q u e s e h a g a , l o ng as yo u c hange s om e t hi ng d e c í a, m i e n t r a s u n o c a m b i e f ro m t he way i t was be f o re yo u 60 l a s c o s a s . A s í , d e s p u é s d e t ouc hed it i nt o s o me t hing t hat’s t o c a r l a s , q u e d a r á e n e l l a s l i ke y o u af t e r yo u t ak e yo ur a l g o d e u n o . L a d i f e r e n c i a h an d s a w ay. Th e di f f e r e nc e e n t r e u n h o m b r e q u e s ó l o bet we en the man who j ust c ut s c o r t a e l césped y un l awns and a r e al gar dene r i s i n 65 j ar d i n e r o de p e n d e d e l us o d e t he t ouc hi ng, he s ai d. The l awn- l as m an o s , d e c í a m i ab u e l o . c u t t e r m i ght j us t as we l l n o t L a c o r t a d o r a d e c é s p e d p ud o h ave b e e n t he r e a t a l l ; t h e n o h a b e r e s t a d o a l l í ; e l g ar d e n e r w i l l be t he r e a j a r d i n e r o s e q u e d a r á e n e l l if et im e. ” 70 j a r d í n toda una vida. Gr anger moved hi s hand. “My —Granger movió una mano.— Mi gr andfat he r s howed me so me V- abuelo me mostró unas pelí culas 2 roc ket f ilm s o nce , f if ty years tomadas desde un cohete V—2 hace ag o . H ave y o u e ve r s e e n t he medio siglo. ¿Vio usted alguna vez el at om- bom b m ushro om fro m t wo 75 hongo at ómico desde tre scientos hundr ed mi les up? It’s a pi npric k, kilómetros de altura? Es un pinchazo it ’s no thi ng. With the wil der ne ss de al fil er, nada. Con el cam po al l around it .” alrededor. 129 «¿Q ué di s t e Montag?» «¿Qué se mutuamente?» dieron los otros «Nada.» Granger permaneció con Montag, mirando hacia atrás. — Cu ando m ue r e , t o do e l m undo de be de jar al go det r ás , decía mi abue lo. Un hi jo, un l ibro, un c uadr o , una c as a, una par e d levantada o un par de zapatos . O un jar dí n plant ado . Algo que t u mano toc ará de un m odo e speci al, de modo que t u alm a tenga al gún sit io a donde ir cuando t ú muer as, y c uando la ge nte m ire es e árbol, o e s a f l or, que t ú pl ant ast e , t ú es tarás allí. «N o i mpor ta lo que hagas — de c í a — , e n t ant o que cam bies algo respec to a como era antes de to car lo, convir tié ndo lo en algo que s ea co mo tú después de que separes de ellos tus manos. La difere ncia entre el ho mbre que se limita a co rtar el cés ped y un aut é nt i c o j ar di ne r o e s t á e n e l tac to. El cort ador de cés ped igual po dr í a no habe r e s t ado al l í , e l j ar di ne r o e s t ar á a l l í p ar a siempre.» Granger movió una mano. —Mi abuelo me enseñó unavez, hace cincuenta años unas películas tomadas desde cohetes. ¿Ha visto alguna vez el hongo de una bomba atómica desde cientos kilómetros de altura? Es una cabeza de alfiler, no es nada. Y a su alrededor, la soledad. B’s Farenheit tr. de F. Abelenda “M y gr andf at he r r an o f f t he V- 2 r o c ket f i lm a doze n t im e s and t he n ho pe d t hat s o m e day o ur c it i es woul d o pe n up and le t t he gr e en and t he l and and t he wi lde r ne ss i n m o r e , t o r e mi nd p e o p l e t h at we ’r e a l l o t t e d a l it t le spac e o n e ar t h and t hat we s urvi ve in t hat wi l der ne s s t hat c an t ake bac k what i t has gi ven, as e asi l y as bl o wi ng i t s br e at h o n us o r s e ndi ng t he s ea to t el l us we ar e no t s o bi g. Whe n we f or get ho w c l os e t he wil der nes s i s i n t he night, my gr andpa s aid, s om e day it wi l l c om e i n and ge t us , f o r we wi l l have f o r got t e n how t er r ibl e and r eal it can be . Yo u s e e ? ” G r ang e r t ur ne d t o M o nt ag . “G r a ndf at he r ’s be e n dead fo r al l t hes e ye ars , but i f you li f t ed my skul l, by Go d, i n t he c o n vo l ut i o ns o f m y br ai n you’d f i nd t he bi g r i dge s o f hi s t hum bpr i nt . He to uc he d m e . As I s aid e ar l ie r, he was a s c ulpt or. ‘I hat e a Ro m a n nam e d St at us Q uo !’ he s ai d t o m e. ‘St uff your e ye s wi th wonder, ’ he s ai d, ‘l ive a s i f y o u ’d d r o p de ad i n t e n s e c o n d s . S e e t h e w o r l d . I t ’s m o r e f ant ast i c t han any dr e am m ade o r pai d f or i n f ac t or i e s . As k no guar ant e e s , ask f o r no s e cur i t y, t he r e ne ve r was suc h an anim al. And if the r e wer e , i t wo ul d be r e l at e d t o t he g r e at s lo t h whic h hangs ups i de down i n a t r e e a l l d ay e ve r y d ay, s l e epi ng i t s l i f e away. To he l l wi t h t hat , ’ he s ai d, ‘s hake t he t r ee and kno c k t he gre at s lo t h down on hi s as s .’” 5 10 15 20 25 30 35 40 M i abue lo pas ó una do c ena de ve c e s e s e f i l m , y p e ns ó qu e algún dí a l as ci udade s debe r ían a br i r s e un p o c o m ás y de j a r e nt r ar l a ve ge t ac i ón y e l c am po . L a ge n t e r e c o r da r í a q u e aú n que daba un poc o de es pac i o e n l a t ie r ra, y que po día so br evi vi r e n e s e c am po , que devuel ve l o q ue s e l e da , t a n f ác i l m e nt e c om o s i no s e c har á e l al ie nt o o n o s m o s t r a r a e l m a r p ar a d e c i r no s q u e n o s o m o s t a n grande s . Si o lvi dam os qué c e rc a e s tá e l cam po de no che , dec í a m i ab ue l o , al gú n dí a ve n dr á a re co rdar no s su t er ri bl e re al idad. ¿Co m pr e nde ? El abue l o m ur i ó hac e m ucho s año s , per o s i us te d m i r a de nt r o de m i c abe za, po r D i o s , e n l as c i r c unvo l uc i o ne s d e l c e r e br o ve r á l as h u e l l a s digi t al e s de l pul gar del abue lo . E l a b ue l o m e t o c ó u na ve z . Co m o dij e ant e s e r a es c ul t o r : « O d i o a un r o m a no l l a m ad o Stat us Q uo » m e de cí a. «Llé nat e l os oj o s de as om bro , vi ve c om o s i f ue s e s a m o r i r e n l o s pró ximo s die z s e g un d o s . O b s e r va e l u ni ve r s o . E s m á s f ant ás ti c o que c ualqui er s ue ño c o n s t r u i do o p a g ad o e n un a f ábr ic a. N o pi das gar ant ías , no pidas s e gur idad, nunca hubo un ani m al s e m e j ant e . Y s i al guna ve z l o h ub o , d e b e de s e r par i e nt e de l pe r e zo s o , que s e p as a l o s d í as c a b e z a ab a j o , c ol gado de una ram a, dur mi e ndo t oda la vi da. Al diabl o c on e so » dec ía. «Sac ude e l árbo l, y que e l per e zos o c ai ga de c abe za. » tr. de Alfredo Crespo »Mi abuelo pasó una docena de veces la película tomada desde el cohe te, y, después manifestó su esperanza de que algún día nuestras ciudades se abrirían para dejar entrar más verdo r, más cam piña, más Naturaleza, que recordara a la gente que sólo disponemos de un espacio muy peque ño en la Tie rra y que sobreviviremos en ese vacío que puede recuperar lo que ha dado, con tanta facilidad como echarnos el aliento a la cara o enviamos el mar para que nos diga que no somos tan importantes. »Cuando en la oscuridad olvidamos lo cerca que estamos del vacío — de cí a mi abuel o— algún día s e pre se nt ar á y se apo de rará de nosotros, porque habremos olvidado lo terrible y real que puede ser.» ¿Se da cuenta? —Granger se volvió hacia Montag—. El abuelo lleva muchos años muerto, pero si me levantara el c ráne o, ¡po r Di os !, e n las ci rc unvol uc iones de m i cer ebro encontraría las claras huellas de sus dedos. Él me tocó. Como he dicho antes, era escultor. «Detesto a un romano llamado Statu Quo», me dijo. «Llena tus ojos de ilusión —decía— . Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos. Ve al mundo. Es más fantástico que, cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no pi das se guri dad. N unca ha exis tido al go así. Y, si existi era, es tar ía empare ntado con el gr an perezoso que cuelga boca abajo de un árbol, y todos y cada uno de los días, em pleando la vida e n dormi r. Al diablo con esto —dijo—, sacude el árbol y haz que el gran perezoso caiga sobre su trasero.» 45 “Look!” cri ed Mo ntag. —¡Mire! —gritó Montag. And the war be gan and ende d in that ins tant. —¡Mire! —exclamó Montag—. Y la guerra comenzó y terminó en ese instante.. Ylaguerraempezó y terminó enaquel instante. Lat e r, t he m en ar ound Mo ntag M ás tar de , l o s ho mbr es que c oul d no t s ay i f t he y had r e all y ro de aban a M ontag no pudie ro n s e e n an y t h i n g. P e r h ap s t h e decir si había habido algo realmente. m e r e s t f l o ur i s h o f l i gh t an d Quizá una luz y un movimiento en m ot i on i n t he sky. P er haps the 55 el cie lo. Quizá l os bombarder os bom bs we re the re , and t he j e ts , habían estado allí, y los cazas, a diez t en mi l e s, fi ve m i le s , o ne m il e kilómetros, a cinco kilómetros, a un up, f or the me r es t i ns tant, l ike kil óm et r o de alt ura, dur ante un gr ai n thr o wn o ve r t he he ave ns úni c o i ns t ant e, co m o s em i ll a by a gr e at so wing hand, and the 60 arrojada en el cielo por la mano de bo m bs d r i f t i n g wi t h d r e adf ul un gi gante sc o s em brado r, y lo s s wi f tne s s, ye t s udde n s l owne ss , bombarderos pasaron, terriblemente d o w n u po n t h e m o r n i n g c i t y veloces, y repentinamente lentos, t he y ha d l e f t b e h i nd . Th e s obre la ci udad e n so m br as. El bom bar dm ent was t o all i nt e nt s 65 bom bar deo co ncl uyó , and pur pos e s f ini s he d, o nc e the indudablem ente , una vez que l os j e t s had s i g ht e d t he i r t a r ge t , c azas avi s tar on e l o bj e ti vo y ale rt ed t he ir bom bar di er s at f ive alertaron a los bombarderos a ocho t ho u s an d m i l e s a n h o u r ; a s mil kilómetros por hora. La guerra qui c k as t he whis per o f a s c ythe 70 sólo había sido el rápido susurro de t he war was f i ni s he d. O nce the un a g ua dañ a. Un a ve z bom b-r e le as e was yanke d i t was _________descargadas las bombas, o ve r. N o w, a f ull thr e e s ec o nds , nada quedaba por hacer. Ahora, tres all o f t he t im e i n his to ry, bef or e segundos más tarde, en lo que era todo t h e b o m b s s t r u c k , t he e ne m y 75 el tiempo de la historia, antes de que las s hi ps them s el ve s wer e gone hal f bombas tocasen el suelo, las naves ar o und t he vi s i bl e wo r l d, l i ke enemigas ya habían dado media vuelta b ul l e t s i n wh i c h a s a vag e al mundo, como balas en las que e l Posteriormente, los hombres que estaban con Montag no fueron capaces de decir si en realidad había visto algo. Quizás un l eve r esplandor y movimiento en el cielo Tal vez las bombas estuviesen allí, y los reactores veinte kilómetros, diez kilómetros, dos kilómetros cielo arriba durante un breve instante, como grano arrojado desde lo alto por la enorme mano del sembrador, y las bombas cayeron con espantosa rapidez y, sin embargo con una repentina lentitud, sobre la ciudad que habían dejado atrás. El bombardeo había terminado para todos los fines y propósitos, así que los reactores hubier on localizado su obj etivo, puesto sobre aviso a sus apuntadores a ocho mil kilómetros por hora; tan fugaz como el susurro de una guadaña, la guerra había terminado. Una vez sol tadas las bombas, ya no hubo nada m ás . Lue go , tr es se gundos completos, un plazo inmenso en la Historia, antes de que las bombas estallaran, las naves enemigas habían recorrido la mitad del firmame nt o vi s ibl e , c om o bal as e n l as que 50 ya nk pull with a je rk , tirar de; th ey y an ked h er b ag ou t of he r h an d , la a rra nca ron el bolso de la man o; (d ie nte) a rr an ca r; — n. a sudden hard pull; tirón 130 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda i s l a n de r m i g ht n o t be l i e ve bec aus e t hey we r e i nvi s ibl e; ye t t he hear t i s s udde nl y shatt e r ed, t he b o d y f a l l s i n s e p a r at e m o t i o n s an d t h e b l o o d i s as t o ni s he d t o b e f r e e d o n t he air ; the br ain squande rs it s fe w pre c i ous me mor i es a nd , puzzle d, di es . 5 tr. de Alfredo Crespo i s l e ño s al vaj e no pue d e c r e e r p ue s s o n i n vi s i bl e s , y s i n e m b ar go e l c o r a zó n e s t a l l a r e pe nt i nam e nt e, y l o s c ue r po s vue lan e n pe dazo s s ue lt o s, y l a s an gr e s e s o r pr e nde d e ve r s e l i br e y e n e l ai r e ; e l c e r e br o de rro cha sus e scas os y prec ios os r ec ue rdos y, pe r pl ej o, m ue re . u n s a l vaj e qu i z á no c r e ye s e , p o r q ue e r a n i n vi s i b l e s ; s i n e m b ar g o , e l c o r a z ó n e s d e s t r o z a d o de r e p e n t e , e l c u e r po c ae d e s p e d az ad o y l a s a ngr e s e s o r pr e nd e a l ve r s e l i br e e n e l a i r e ; e l c e r e b r o d e s pa r r a m a s u s p r e c i o s o s r e c uer do s y mue r e . No podía creerse. No había sido más que un gesto . Montag vio el enorme puño de metal, que se había al zado so br e l a ci udad lej ana, y supo que en seguida oiría el chillido de las turbinas. El chillido diría, luego del acto: desintegraos, que no quede piedra sobre piedra, pereced. Morid. Re sul t aba i nc r eí bl e . Só l o un ge s t o . M o nt a g vi o e l al e t e o de u n g r a n p uño d e m e t al s o br e l a c i u dad , y c o n o c í a e l aul l i d o de l o s r e ac t o r e s q ue l e s e gu i r í an di c i e ndo , t r a s d e l a ha za ña : D e s i nt é gr at e , no de j e s p i e dr a s o b r e p i e dr a , pe r e c e . Muere. M o nt ag s o s t uvo l as bo m bas e n e l c i e l o du r a nt e u n ú ni c o m o m e nt o , e x t e n di e nd o des e spe r adame nte las manos . —¡Corra! —le gritó a Faber —. ¡Co r r e! — a Cl ar i s se — . ¡Vet e , e s c ápat e ! — a M i ldr e d. P e r o Clarisse, recordó, había muerto. Y Faber había dejado la ciudad. Allí, por alguno de los valles profundos, el autobús de las cinco de la mañana co rrí a de una deso lac ión a otr a. Aunque l a des o l aci ó n no habí a llegado aún (estaba todavía en el aire), ya no tardaría mucho. Antes de que el autobús hubiese recorrido otros cincuenta metros, su destino no tendría sentido, y su punto de par ti da dej ar í a de s e r una metrópolis para transformarse en un montón de escombros. Montag inmovilizó las bombas en el cielo por un breve momento, su mente y sus manos se le vantaron desvalidamente hacia ellas. —¡Corred! —gritó a Faber, a Clarisse—. ¡Corred! —a Mildred—. ¡Fuera, marchaos de ahí! Pero Clarisse, recordó Montag, había mue rto. Y Faber se había marchado; en algún valle profundo de la región, el autobús de las cinco de la madrugada estaba en camino de una desolación a otra. Aunque la desolación aún no había llegado, todavía estaba en el aire, era tan cierta como el hombre pare cía hacerla. Antes de que el auto bús hubiera recorr ido ot ros cincuenta metros por la autopista, su destino carecería de significado, su punto de salida habría pasado a ser de metrópoli montón de ruinas. 10 Thi s wa s no t t o be be l i e ve d. I t wa s m e r e l y a g e s t u r e . M o nt ag s aw t he f l i r t o f a g r e at m e t al f i s t o ve r t he f ar c i t y and he kne w t he s c r e am o f t he j e t s 15 t ha t wo u l d f o l l o w, wo u l d s ay, af t e r t he de e d, d i s i nt e g r a t e , l e a v e no s t o n e o n a n o t h e r , p e r i s h. D i e . 20 M o n t a g h e l d t h e b o m bs i n t he s ky f o r a s i ngl e m o m e nt , w i t h h i s m i n d a nd hi s h a nd s r e ac hi ng he l pl e s s l y up at t he m . “R un! ” he c r i e d t o Fa be r. To 25 Cl ar i s s e , “Ru n! ” To M i l dr e d, “G et out, get o ut of there ! “ But Cl ar i s s e , he r e m e m be r e d, was de ad. And Faber was out; the re in the de ep val le ys o f the co untr y 30 so mewhe re the fi ve a. m. bus was on its way fr om o ne deso lat ion to ano t he r. Though t he de s o lat io n had not yet ar rived, was s til l in t he a i r, i t was c e r t ai n a s m an 35 co uld make i t. Bef ore the bus had r un ano the r f i f t y yar ds o n t he hi ghway, i ts de sti nat io n woul d be m e a ni ngl e s s , an d i t s po i nt o f de pa r t u r e c h ang e d f r o m 40 me tro po lis to junkyar d. And M il dre d… Ge t out, run! 45 Y Mildred... Y Mildred... ¡Huye, corre! ¡Fuera, corre! H e saw he r in her hot el r oo m Mont ag la vio en s u cuart o de s o m e w he r e n o w i n t h e ha l f - hotel, en alguna parte, en ese medio s e c o n d r e m a i n i ng w i t h t h e segundo en que las bombas estaban bo m bs a yar d, a f o o t , an i nc h 50 a un metro, a treinta centímetros, a f r om he r bui l di ng. He s aw he r un centímetro del edificio. La vio l e a ni ng t o w ar d t h e gr e a t i nc li nada hac i a l as br i l l ant e s s hi mm er ing wall s of c ol our and paredes de colores donde la familia m ot io n wher e the fami ly t al ke d l e habl aba, do nde l a f ami l i a an d t al k e d an d t al k e d t o he r, 55 parloteaba y charlaba y pronunciaba whe r e t h e f am i l y pr at t l e d and su nombre, y le sonreía y no le decía c hat te d and s ai d he r name and nada de la bomba que estaba a un s mi le d at her and said not hi ng o f centímetro, a medio centímetro, a t he bom b that was an inch, no w un cuarto de centímetro del techo a half -i nch, now a quar te r- i nc h 60 del ho te l. Mi ldr ed s e i nc l inaba f r o m t h e t o p o f t he h o t e l . hacia la pared como si el ansia de Leani ng i nt o the wall as if all o f mirar pudiera ayudarla a encontrar the hunger o f lo oking wo ul d fi nd el secreto de su agitado insomnio. the secre t of her sl eeple ss une ase Mildred se inclinaba ansiosamente, t he r e . Mi ld r ed , l e an i n g 65 nerviosa, como si quisiera hundirse, anx i o us l y, ne r vo us l y, as i f t o per ders e, c aer e n aquel inme nso p l u ng e , d r o p, f al l i n t o t ha t t or bel l ino de c ol o re s , c om o s i swarm ing im mensit y o f c olo ur to quis iera ahogarse en su brill ante dro wn i n it s br ight happi ne ss . felicidad. Montag la vio en la habitación de su hotel, durante el medio segundo que quedaba, con las bombas a un metro, un palmo, un centímetro del edificio. La vio inclinada hacia el r e spl andor de las pare de s t e l evi s i vas de s de l as que l a «familia» hablaba incesantemente co n el la, desde do nde la f amil ia charlaba y discutía, y pronunciaba su nombre, y le sonreía, y no aludía para nada a la bomba que estaba a un centí metro , des pués, a me dio centímetro, luego, a un cuarto de ce ntí met ro del tej ado de l hote l. Absorta en la pared, como si en el afán de mirar pudiese encontrar el s e c re t o de s u i nt r anqui l i dad e i ns o mni o . M i ldr e d, i nc l i nada ansiosa, nerviosamente, como para zambullirs e, caer en la oscil ante inmensidad de color, para ahogarse en su brillante felicidad. 70 Th e f i r s t b o m b s t r u c k . La primera bomba alcanzó su objetivo. La primera bomba estalló. “Mi l dr e d!” —¡Mildred! —¡Mildred! P e r ha ps , w ho wo u l d e ve r kn o w? P e r h aps t h e gr e at br oadc as ti ng st at io ns wi th t he ir be am s o f c o l o ur and l i ght and 75 Q ui zá — pe r o ¿qui é n po dí a s aber l o ?— , qui zá l as gr ande s estaciones t ransmiso ras, con sus r ayo s de c ol o r, l uz, palabr as y 131 Qu i zá , ¿qu i é n l o s abr í a nu nc a? Ta l ve z l a s e s t ac i o n e s e m i s o r a s , c o n s us c ho r r o s de c o l o r , d e l u z y d e p a l a b r as , B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo t al k and chat t er we nt f i rs t i nt o obli vi on. c harl a f uer o n l o pr i m e ro e n desaparecer. f u e r o n l as de s ap ar e c e r. M o nt a g, f al l i ng f l at , go i ng do wn, s aw or f e l t , o r i m agi ne d 5 he saw o r f el t t he wal l s go dar k i n M i l l i e ’s f a c e , h e a r d h e r s c r e a m i n g , be c a u s e i n t h e m i l li o nt h par t o f t im e l e f t , s he s a w he r o w n f a c e r e f l e c t e d 10 t he re , i n a m i r r o r i ns t e ad o f a c r yst al bal l, and it was s uc h a wi l dl y e m pt y f ac e , al l by i ts e l f i n the r o o m, t o uc hing no t hi ng, s t a r ve d an d e a t i n g o f i t s e l f , 15 t hat at l as t s he r e co gni ze d i t as he r o wn and l o o ke d qui c kly up at the c e i li ng as i t and t he e n t i r e s t r uc t ur e o f t h e h o t e l bl ast e d d o wn u p o n h e r , 20 c a r r yi n g h e r w i t h a m i l l i o n po unds o f bri c k, m e tal , pl ast e r, and wo o d, to m e e t ot he r peo pl e i n the hi ve s be l o w, al l o n the i r qui c k w ay do wn t o t he c e l l ar 25 whe r e t he e xpl os i o n r i d it s e l f o f t hem i n i t s o wn unr e aso nabl e w ay. Mo ntag, arroj ándose al suel o, c ayendo haci a ade lant e , vi o o sintió, o imaginó que veía o sentía, cómo las paredes se oscurecían ante Millie; y escuchó su grito, pues en esa millonésima fracción de tiempo que todavía quedaba, Mil dred vio su rostro reflejado en la pared, en un e spe jo , no e n una es f er a de crist al, y er a aquél un rostr o tan trist emente vacío, tan solo e n el cuarto, tan sin ataduras —satisfacía su hambre devorándose a sí mismo —, que Mildred al fin se reconoció y alzó rápidamente los ojos al cielo raso, mientras éste y todo el hotel s e de r r um baban so br e el l a, arrastrándola con un millón de kilos de ladr i l l os , m e t al e s , yes o y madera, a reunirse con la gente que vivía en los cubículos inferiores, todos en cami no hacia e l sót ano donde la explosió n se libraría de el lo s c on su propio e insensato método. M ontag, c ayendo de br uc es , hundiéndose, vio o sintió, o imaginó que veía o sentía, cómo las paredes se oscurecían fre nte al rostro de Millie, oyó los c hillidos de ella, porque, en la millonésima de segundo que quedaba, ella vio su propio rostro reflejado allí, en un espejo en vez de en una bola de cristal, y era un rostro tan salvajemente vacío, entregado a sí mismo en el salón, sin tocar nada, hambriento y saciándose consigo mismo que, por fin, lo reconoció co mo e l suyo pro pi o y le vant ó rápidamente la mirada hacia el techo cuando éste y la estructura del hotel se derrumbó sobre ella, arrastrándole con un millón de kilos de ladrillos, de metal, de yeso, de madera, para re unir se c on o tr as per so nas las colmenas de más abajo, todos en rápi do des censo hacía el sót ano, donde fi nalmente la expl osión le l ibrarí a de t odo a su m aner a irrazonable. I r e me m ber. M o nt ag c l ung t o t he ear t h. I r em e m be r. Chi c ago . Chi cago , a l o ng t im e ago . M il li e and I. That ’s whe r e we m e t ! I r em e m be r no w. Chi c ago . A l ong t im e ago . Re c ue r do , s e di j o M ont ag apretado contra la tierra. Recuerdo. Chicago hace mucho tiempo. Millie y yo. Allí nos conocimos. Recuerdo aho ra. Chic ago . H ac e muc ho tiempo. Recuerdo. Montag se aferró al suelo. Recuerdo. Chicago. Chicago, hace muc ho tiempo, Mill ie y yo. ¡All í f ue do nde no s conoci mo s! Ahora lo recuerdo. Chicago. Hace mucho tiempo. The c o ncus s i on knoc ke d t he La explosión golpeó el aire sobre ai r ac r os s and do wn t he r i ve r, el río, derribó a los hombres como t u r ne d t he m e n o ve r l i ke una fila de piezas de dominó, alzó do m i n o e s i n a l i n e , bl e w t he 40 el agua en cortinas de espuma, alzó water i n l ift ing s prays , and bl ew el polvo, e hizo que los árboles se the dust and m ade t he tre es abo ve quejasen agitados por un viento que t he m m o ur n wi th a gr e at wi nd pas aba haci a e l sur. M o nt ag s e pa s s i ng aw ay s o u t h. M o nt ag encogió, empequeñeciéndose, con cr ushed hi mse lf do wn, sque ezi ng 45 lo s oj os cer rado s. Par pade ó una hi m s e l f s m a l l , e ye s t i ght . H e vez. Y en ese instante vio la ciudad, bl inked once. And in that ins tant en vez de las bombas, en el cielo. s a w t he c i t y, i ns t e ad o f t he Se habían desplazado mutuamente. bo m bs , i n t he ai r. The y h ad Durante otro de eso s imposi bles di spl aced each other. For another 50 i ns tant e s la c i udad s e al zó , of those i mpo ssi ble inst ant s t he reconstruida e irreconocible, más ci ty st ood, r e bu i l t a nd al ta de lo que habí a es pe rado o unrec ognizabl e, talle r t han i t had i nt e ntado s e r, m ás alt a que las ever hope d o r st rived t o be, tall er construcciones del hombre, erigida than man had built it , ere cte d at 55 al fin en gotas de cemento y chispas last i n gouts of s hattered co ncrete metálicas, como un mural similar a and s parkl es of to rn me tal into a un alud invertido, de un millón de m u r al h ung l i ke a r e ve r s e d colores, de un millón de rarezas, aval anc he , a mi l li o n c ol o ur s , a con una puerta donde debía abrirse mi lli on oddit ies , a do or where a 60 una ventana, c on un te cho e n el wi ndow s ho ul d be , a t o p f o r a l ugar de l o s c im i ent os , co n un bo tt o m , a s i de f o r a bac k, and c o s tado po r f o ndo . Y l ue go l a then the c ity ro ll ed ove r and fe ll ciudad giró sobre sí misma, y cayó, down de ad. muerta. La e xplo s ió n s ac udi ó e l air e sobre el río, derribó a los hombres como fichas de dominó, le vantó el agua de s u cauce, aventó el po lvo e h i zo q ue l o s ár bo l e s s e incli nar an hacia el Sur. Mo ntag, agazapado , hac i é ndo s e t o do l o pequeño posible, con los ojos muy apr etado s. Lo s entr eabri ó por un mom ento y, en aquel instante, vio la ciudad, e n ve z de las bombas, en el ai re. H abían permutado sus pos iciones. D urante otro de e sos ins tantes impo sibles , la ciudad se i r g ui ó , r e c o ns t r ui d a e irr econoc ible, más alta de lo que nunc a habí a esper ado ser, más alta de l o que e l h o m br e l a ha bí a e di f i c ado , e r gu i da s o br e pedestal es de hormi gón t ritur ado y briznas de m etal desgar rado, de un m i l l ó n de c o l o r e s , c o n un mil lón de fenómeno s, una pue rta donde t endrí a que haber habido una ventana, un tejado en el si tio de un c i m i e nt o , y, de s pués , l a ciudad gi ró so bre s í mism a y c ayó muert a. 30 35 primeras en 65 ____________ ______ _ _ ____ __ _ _ _ El so nido de es a muerte llegó más tarde. El sonido de su muerte llegó más tarde. M o nt a g, l y i ng t he r e , e y e s gr itt ed shut wit h dus t, a f ine wet 70 c em ent of dust i n hi s now s hut mo ut h, gas pi ng and c rying, now t h o ug ht ag ai n , I r e m e m b e r, I rem ember, I r emem ber s omething el se. What is it ? Yes, ye s, part of 75 the Eccl es ias tes and Revelatio n. Part o f that book, par t of it, qui ck no w, qui ck, befo re it ge ts away, Montag, tendido en el suelo con los ojos cerrados por el polvo, un fino y húmedo cemento de polvo en l a bo c a c er r ada, j ade ando y llorando, pensó otra vez. Recuerdo. Re cue r do . Re c ue r do al go más . ¿Q ué e s ? Sí , s í , par t e de l Eclesiastés. Parte del Eclesiastés y la Revelación. Parte de aquel libro, una part e. Rápido, rápido ahor a, Tu m ba do , c o n l o s o j o s cubie rto s de pol vo, co n una fi na capa de pol vill o de cem ento en su bo ca, ahor a ce rrada, jade ando y llo rando, M ontag vo lvió a pensar: recuerdo, recuerdo, recue rdo algo m ás . ¿Qué e s? Sí , sí , P ar t e de l Ecl es iast és y de l a Re ve laci ón. Part e de e se l ibro , Part e de é l, aprisa, ahor a, apri sa, ant es de que 132 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda be f o r e t he s ho c k we ar s o f f , be fo r e t he wi nd di e s. Bo o k o f Ec c l es i as t e s . He r e . H e s ai d i t ove r to himself silently, l ying f lat to the trem bling ear th, he s aid the wo rds o f i t m any t ime s and they we re perf ec t wit ho ut t ryi ng and ther e was no Denham’s Dentif rice an ywh e r e , i t wa s j us t t he P r e ac he r by hi m s e l f , s t andi ng t he r e i n hi s m i nd, l o o k i ng at him … 5 10 antes de que se borre, antes de que la conmoción desaparezca, antes de que muera el viento. El libro del Eclesiastés. Aquí está. Se lo recitó a sí mismo en silencio. Echado cara abajo sobre la ti erra tembl orosa, repiti ó sin esfue rzo las pal abras, una y otra vez, y eran perfectas y no aparecía el dentífrico Denham por ninguna parte. Sólo estaba allí el predicador, de pie en su mente, mirándolo... “The re, ” s ai d a vo ic e. —Ya pasó —dijo una voz. tr. de Alfredo Crespo se me e scape, ante s de que ce se el vi ento. El libro de l Eclesiastés. Ahí va. Lo re cit ó para s í m ism o, e n s i l e nc i o , t um bado s o br e l a tie rra tembl orosa, re pitió muc has ve ces l as pal abras , y l e s ali er on pe r f e c t a s s i n e s f ue r zo , y po r ni nguna part e había «De nt íf ri co D e nha r n », e r a t an s ó l o e l Pr edic ador ent regado a sí mism o, e r gui do al l í e n s u m e nt e , mi rándol e. .. —Allí —dijo una voz—. 15 The m en lay gas pi ng l i ke f is h l ai d out o n the gr as s . They hel d t o t he e ar t h as c hil dr en ho l d t o f ami l i ar t hi ngs, no m att e r ho w c ol d o r dead, no m at t er what has 20 happe ne d o r wi l l happen, t he i r f i nge r s we r e c l aw e d i nt o t he dir t , and t hey we r e al l s ho ut ing t o k e e p t h e i r e ar dr um s f r o m bur s t i ng, t o ke e p t he i r s a ni t y 25 f r o m b ur s t i n g, m o u t h s o p e n , M o nt ag s ho ut i n g wi t h t he m , a pr o t e s t ag ai n s t t he wi nd t h at r i ppe d t he i r f a c e s and t o r e at t he i r l i ps , m aki ng t he i r no s e s 30 bl ee d. Lo s ho m br e s j ade aban co m o peces sobre la hierba. Se apretaban contra el suelo como niños que no quieren soltar las cosas familiares, no im po r t a que e st é n f r ías o m ue rt as , no i m po rt a qué haya ocurrido o pueda ocurrir. Clavaban los dedos en el polvo, y gritaban para que no se l es rompieran los t í m pano s , par a c ons e r var l a co rdura, c on las boc as abier tas. Montag gritó con ellos, como una prote sta cont ra el vi ento que les arrugaba las caras y les torcía las bo c as y l e s hac í a s angr ar l as narices. Los hombres yacían boqueando como peces fuera fue del agua. Se aferraban a la tierra como los niños se aferran a los objetos familiares, por muy fríos y muertos que estén, sin importarles lo que ha ocurrido o lo que pue de ocurr ir; sus dedos estaban hundidos en el polvo y todos gritaban para evitar la rotura de sus tí mpanos, para evitar el estallido de su razón, con las bocas abiertas, y M ont ag gr i taba c o n e ll o s, una prote sta cont ra el vi ento que les arrugaba los rostros, les desgarraba los labios y les hacía sangrar las narices. Mo nt ag wat ched the gr eat dust se tt le and the gre at s ile nc e mo ve d o w n up o n t he i r w o r l d . An d 35 lying ther e it s ee me d that he saw e ve r y s i ngl e grai n o f dust and e ve ry blade o f gr as s and that he he ar d eve r y c r y and sho ut and whi s pe r go i ng up i n t he wo r l d 40 no w. Si l e nc e f e l l do wn i n t he s if ti ng dus t, and al l the le is ur e t he y mi ght ne ed to l oo k ar ound, t o gather t he r eal it y of t hi s day i nt o thei r se ns es . 45 Mo nt ag o bs er vó el pol vo que volvía a depositarse en el suelo y oyó el enorme silencio que cubría e l mundo . Y al l í , ac o s t ado, l e pareció que veía todas las motas de polvo, y todas las briznas de hierba, y escuchaba todos los llantos, gritos y m ur m ul l o s que re c o r r í an e l mundo. El silencio cayó sobre aquel polvo matizado, junto con el ocio que los hombres necesitaban para mirar alrededor, para conservar en la mente la realidad de aquel día. Montag observó cómo la inmensa nube de pol vo i ba pos ándo se , y cómo el inmenso silencio caía sobre el mundo. Y allí, tumbado, le pareció que veía cada grano de polvo y cada brizna de hierba, y que oía todos los grit os y voc es y sus urros que se elevaban en el mundo. El silencio cayó junto con el polvo, y sobre todo el t ie mpo que nec es it ar ían para mirar a su alrededor, para conseguir que la re ali dad de aquel dí a penetrara en sus sentidos. M o nt ag l o o ke d at t he r i ve r. M o nt ag mir ó el río. We ’ll go o n t he river. H e l ooked Caminaremos junto al río. Miró las at t he o l d r ai l r o ad t r ac ks . O r vi e j as ví as de l f e r r o c ar r i l . O we ’ll go t hat way. Or we ’ll walk 50 marc hare mo s po r las carr et er as o n the hi ghways no w, and we ’l l aho r a, y t e ndr e m o s t i e m po de ha ve t i m e t o pu t t hi n gs i n t o apr e nde r c os as nue vas . Y al gún ourse lves. And som e day, afte r it día, cuando estas cosas lleven un se ts in us a long tim e, it’ll co me t ie mpo c o n no s ot r os , s al drán a out o f o ur hands and o ur mo uths. 55 nuestras bocas o nuestras manos. And a l ot of it wi ll be wro ng, but Y m uc has de e s as c o s as no j us t e no ugh o f i t wil l be r ight . servirán, pero sí otras, y en número We ’ll jus t s tar t walki ng today and s uf i c i e nt e . C o m e nzar e m o s a s e e the wo r l d and t he way t he marchar hoy mism o, y veremos el wo rld walks aro und and tal ks, t he 60 mundo, y cómo el mundo se pasea way i t really lo oks. I want t o s ee y habl a, y c ó m o e s r e al m ent e . ever ything now. And whi le no ne Quiero verlo todo ahora. Y aunque of it will be m e when i t goes i n, nada de e s t o m e pe r t e ne zc a, af t e r a whi l e i t ’l l al l g at h e r mientras lo miro pasará e l tiempo, to ge ther i ns ide and it ’l l be m e. 65 y se irá depos itando e n mí, y al fin Lo ok at the worl d out ther e, my t o d o s e r á yo m i s m o . M i r a e l God, my God, lo ok at it out the re, mundo al lí fuera, D ios m ío, D ios outsi de me , o ut there be yo nd my mío, míralo allí fuera, fuera de mí, face and t he o nl y way to r eall y más allá de m i cara. Sól o hay un t ouc h i t is t o put i t whe re i t’s 70 m o d o de t o c ar l o : hac e r l o f i nal l y m e , w he r e i t ’s i n t he finalmente mí o, me térme lo en la bl oo d, wher e it pum ps ar ound a sangre , do nde l at ir á die z ve ce s, t ho usand t i m e s t e n t ho usand a di e z m i l ve c e s e n u n dí a. Lo day. I get ho ld of it s o i t’l l never tendré s iempr e conmigo para que run o ff . I’ll ho ld on to the wor ld 75 nunc a se me es c ape . Lo te ndr é t i ght s o m e da y. I’ ve go t o ne conmigo algún dí a. P or ahora lo f i nge r o n i t no w ; t ha t ’s a he r o zado c o n l a punt a de l o s beginni ng. dedos. Es un c omienzo. M o nt ag m i r ó hac i a e l r í o . «Iremos por el río. —Miró la vieja vía f er ro vi ar ia—. O i re mo s po r e l l a. O c am i na r e m o s po r l as autopistas y tendremos tiempo de as i m i l ar l o t o do . Y al gún dí a, c uando l l e ve m uc ho t i e m po sedimentado en nosotros, saldrá de nuestras manos Y nuestras bocas. Y gr an par t e d e e l l a e s t ar á e qui vo c ado , p e r o o t r a s e r á c o r r e c t a. H o y e m pe zar e m o s a andar y a ver mundo, y a observar c ó m o l a ge nt e anda po r ahí Y habl a, e l ve rdade ro aspec to que tiene. Quiero ver lo todo. Y aunque nada de ello sea yo cuando entren, al c abo de un t i e m po , t odo s e reunirá en mi int erior, y será yo. Fíjate en el mundo, Dios mío, Dios mío. Fíjate en el , mundo, fuera de m í, m ás al lá de m i ro st r o, y e l úni c o m e di o de t o c ar l o ver dade ram ent e es po ner l o all í donde por fin sea yo, donde estén la sangre, donde recorra mi cuerpo cien mil veces al día. Me apoderaré de ella de manera que nunca podrá escapar. Algún día, me aferraré con fuer za al mundo. Ahora tengo un de do apo yado e n é l . Es un principio.» 133 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda The wind die d. El viento murió. Th e o t h e r m e n l a y a wh i l e , o n t h e d a wn e d g e o f 5 s l e e p, no t ye t r e ady t o r i s e u p a n d b e g i n t h e d a y ’s o bl i g at i o n s , i t s f i r e s an d f o o ds , i t s t ho us and de t ai l s o f p u t t i n g f o o t a f t e r f o o t 10 a nd h an d af t e r h an d. The y lay blinking their dusty e y e l i d s . Yo u c o u l d h e a r t he m br e a t h i n g f a s t , t h e n s l o we r , t h e n s l o w… 15 Los otros hombres yacían aún, en e l bo r de gr i s de l s ue no, no preparados todavía para levantarse e i ni c i ar l as o bl i gac io ne s c o t idi anas , l o s fue go s y l as comidas, la interminable tarea de adel antar un pie y ot ro pi e, una mano y otra mano. Los hombr es yac ían agi tando las pe s tañas polvorientas. Uno podía oír cómo respiraban con rapidez, y luego más lentamente, más lentamente... Mo nt ag sat up. Montag se sentó. He did not m ove any furt he r, ho we ve r . The o t h e r m e n d i d 20 l ikewi se . The s un was to uching the black hor izo n wit h a faint r ed ti p. The air was c old and sme ll ed of a co ming r ai n. tr. de Alfredo Crespo El viento cesó. Lo s otros ho m br e s pe r m ane c i e r o n t e ndi do s , no pre parados aún para levantars e y empezar las obligaciones del día, las hogueras y la prepar ación de al imentos , lo s m ile s de de tall es para poner un pie delante de otro pie y una mano sobre ot ra mano. Pe rmanec ie ron parpadeando c on sus po lvorientas pestañas. Se les podía oír respirando aprisa; luego, más lentamente... Montag se sentó. No llegó a pone rse de pie sin e m bar go . Lo s o t ro s ho mbr e s hicieron lo mismo. El sol rozaba el ho r izo nt e ne gr o co n un de do levemente rojizo. El aire era frío, y olía a lluvia. Si n e m b ar g o , no s e s i gu i ó mo vie ndo . Los ot ros ho mbr es le im itaron. El sol to caba el negro hor izonte c on una débil pincelada ro jiza. El ai re era fr esc o y o lía a ll uvi a inm ine nt e. S i l e n t l y, G r a n g e r a r o s e , f e l t hi s ar m s , a n d l e gs , s we a r i n g , s we a r i n g i nc e s s an t l y un d e r hi s b r e a t h , t e a r s d r i p pi n g f r o m hi s f a c e . 30 H e s h uf f l e d do wn t o t h e r i ve r t o l o o k u p s t r e am . E n s i l e nc i o , G r a ng e r s e i n c o r p o r ó , e xt e n di ó br azo s y p i e r n as , m a l di c i e n do , m al dic i e ndo una y o t r a ve z e n vo z baj a, e l r o s t r o bañado e n lágr im as . Se arr as tr ó hast a el r ío y m ir ó aguas ar ri ba. En silencio, Granger se levantó, se palpó los brazos, las piernas, blasfemando, blasfemando incesantemente entre dientes, mientras las lágrimas le corrían por el rostro. Se arrastró hacia el río para mirar aguas arriba. “It’s f lat ,” he said, a lo ng ti me later. “Ci ty lo oks li ke a heap of baking-powder. It’s go ne .” And a l ong t i me af t er that. “I wo nde r ho w m any knew it was c omi ng? I wo nde r ho w m a ny we r e surpris ed?” — Ar r a s a d a — d i j o a l f i n — . La c iudad par e c e un po c o d e l e va d ur a . H a ba j ad o . — Y t i e m p o de s p ué s p r e g u n t ó : — ¿ Cu á n t o s s a bí a n l o q u e i b a a o c u r r i r ? ¿C u án t o s f u e r o n l o s s o r p r e n di d o s ? —Está arrasada —dijo mucho rato de spués— . La ciudad pare ce un montón de polvo. Ha desaparecido. — Y al cabo de una larguísima pausa se preguntó— ¿Cuántos sabrían lo que iba a ocurrir? ¿Cuántos se llevarían una sorpresa? Y e n e l r e s t o de l m u n do , pe ns ó M o nt a g, ¿c u ánt as o t r as c iudade s m ur ie r on? ¿Y cuántas aquí e n nue st r o país ? ¿Cie n, un m i ll ar ? «Y e n t o d o e l mun do — pe ns ó M o nt ag— , ¿ c u ánt as c i uda de s m ás mue r t as ? Y aq uí , en n ue s t r o p aí s , ¿c uá nt as ? ¿ Ci e n, m i l ?» Som e one s t ruc k a mat ch and Al gui en encendió un fó sf oro y to uched it to a pi ece of dr y paper lo ac er có a un tro zo de papel que t a ke n f r o m t h e i r p o c k e t , a nd 50 sacó del bo lsillo, y met ió el papel shove d t hi s unde r a bi t of grass bajo unas hi erbas y ho jas , y lue go an d l e ave s , and af t e r a whi l e añadi ó unas r ami tas que es taban added t iny twigs whic h wer e wet húmedas y chi spo rr ote aban, pe ro and s putte red but final ly caught, que al f in co menzar on a arder, y and the fi r e gre w lar ge r i n the 55 e l f ue go c r e c i ó e n l a m añ ana early mo rning as the s un came up te mpr ana mie ntr as el sol subía en and t he men sl owly tur ned fr om e l c i e l o , y l o s ho m br e s , lo oki ng up ri ver and wer e drawn cabizbajo s, s e vo lví an l ent amente t o t h e f i r e , aw kwa r dl y, wi t h y dej aban de mi rar aguas arri ba y no t hi ng t o s ay, and t h e s un 60 se ac erc aban al fue go, s in saber co loured the backs of the ir nec ks qué dec ir, y el so l l es co lor eaba as they be nt down. las nucas. Alguien encendió una cerilla y la acercó a un pedal de papel que había sacado de un bolsillo. Colocaron el papel debajo de un montoncito de hier bas y hojas, y, al cabo de un m om e nt o , añadi er o n r am i tas húmedas que chisporrotearon, pero prendieron por fin, y la hoguera fue aumentando bajo el aire matutino, mi entr as el s ol se elevaba y l os hom br es de jaban l entam ente de mirar al río y eran atraídos por el fuego , t orpeme nte , s in nada que decir, y el sol iluminó s us nucas cuando se inclinaron. G range r unf o lde d an o i l s ki n wi t h s o m e bac o n i n i t . “We ’l l 65 ha ve a bi t e . Th e n we ’ l l t u r n ar o un d and wa l k up s t r e a m . The y ’l l be ne e di ng us up t hat way. ” Granger desplegó un papelencerado co n u n p o c o d e t o c i n o . —Co mere mos un po co. D e s pué s i r e m o s aguas ar r i ba. Al l á pue de n n e c e s i t a r no s . Granger desdobló unalona en cuyo interior había algo de tocino. —Com er em os un bo cado . Después, daremos media vuelta y nos dirigiremos corriente arriba. Tal vez nos necesiten por allí. Alguien sacó una sartén pequeña y pusieron la sartén y el tocino al fuego. Luego de un rato el tocino comenzó a agitarse y bailar en la sartén, y el chisporroteo llenó con su aroma el aire de la mañana. Los ho mbre s as is tí an s il enci os os al ritual. Al gui e n s ac ó una pe que ña sarté n, y el to cino f ue a par ar a su inter io r, y e mpe zó a tos tar se so bre l a hoguera. Al cabo de un m o m ent o , e l ar o m a de l t oc i no im pre gnaba el ai re mat ut ino . Los ho mbr es obser vaban el ri tual en silencio. 25 And acro ss the worl d, thought M ontag, ho w m any o t he r c it ie s dead? And he r e in our c o unt ry, ho w m an y? A hun dr e d, a t ho us and? 35 40 45 70 Som e one pr o duc ed a s m al l frying-pan and the bacon went into it and the frying-pan was set on the fire. After a moment the bacon began to flutter and dance in the pan and the sputter of it filled the morning air with its aroma. The men watched this ritual silently. 75 134 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda Gr ange r l oo ke d i nt o the f ir e. “Pho eni x. ” “W hat ?” 5 “Ther e was a si ll y dam n bir d c al l e d a P ho e n i x ba c k be f o r e Chris t: every fe w hundre d years he bu i l t a py r e and b ur n e d 10 him s el f up. He mus t have bee n f ir s t c o usi n t o Man. But e ver y t i m e he bur nt hi m s e l f up he s pr ang out of t he as he s, he go t hi mse lf bo rn all over again. And 15 it looks like we’re doing the s ame t hi ng, o ver and o ve r, but we ’ve go t o ne dam n t hi ng the Phoenix ne ve r had. We kno w t he dam n si lly thing we j ust di d. We know 20 all the dam n s i ll y t hi ngs we ’ve done for a thousand years, and as long as we know that and always have it ar ound where we can see it, some day we’l l stop making the 25 goddam funeral pyres and jumping into the middle of them. We pick up a f e w m o r e pe o pl e t hat remember, ever y generation.” tr. de Alfredo Crespo Granger miró el fuego. —Fénix. Granger miró la hoguera. —Fénix. —¿Q ué? —¿Qué? —H abí a un t ont o y c ondenado páj aro ant e s de Cri s to l lam ado Fé nix. Cada t ant os cente nar es de añ o s c o ns t r uí a una pi r a y s e arr oj aba a las l lamas. D ebió de habe r si do pr i m o he r mano de l ho m br e . P e r o cada ve z que s e qu e m a ba a s í m i s m o , s ur g í a i nt ac t o de las c eni zas, vo l ví a a nace r. Y par e ce aho ra c o m o s i est uviés emos hacie ndo l o mis mo, una y otr a vez; pe ro sabe mos al go que Fé ni x nunca s upo. Sabem os qu é t o n t e r í as he m o s h e c h o . Cono c em o s t o das l as t o nt e r ías que he mos hecho en estos últimos m i l a ño s , y m i e n t r a s no l o ol videm os, mi ent ras l o t engam os ante nos ot ros , e s posi bl e que un dí a de je mo s de pre parar la pir a f une rar ia y de sal tar a e l la. En c ada ge ne r ac i ó n se r e m o s uno s po cos más par a r eco rdar. — Hubo un pajarr ac o ll am ado Fé ni x, m uc ho ant e s de Cri s t o . Cada po co s si gl os e nc endí a una ho gue r a y se que m aba e n el l a. D ebía de se r pr im o he rm ano de l H om br e . Pe r o, c ada ve z que s e q ue m a ba , r e s u r g í a d e l a s c e ni z as , c o ns e g uí a r e nac e r. Y par ec e que no so tr os hac em os l o m i s m o , un a y o t r a ve z, p e r o t e ne m o s al go que e l Fé ni x no t e n í a . Sa be m o s l a m a l d i t a e s t up i d e z q ue ac ab am o s d e c o me t e r. Co no c e mo s t odas l as t o nt er í as que he m o s c o me t i do dur ante un mi ll ar de año s, y e n t anto que r ec or de mo s es to y l o c o ns e r ve m o s d o n de p o d am o s ve r l o , al gún dí a de j ar e m o s de l e van t a r e s as m al di t a s pi r a s f une rar i as y a ar ro j am o s s o br e el las. Cada ge ne ració n habrá m ás gente que re cuer de . Granger sacó la sartén del fuego y esperó a que el tocino se enfriara y l uego t o do s c om i er o n, le nta, pensativamente. G r ang e r s a c ó l a s ar t é n d e l f u e go , de j ó q ue e l t o c i no s e e nf ri ara, y s e lo co mi e ro n l enta, pe nsat i vam ent e . “No w, l e t’s ge t o n ups tr e am, ” —Bueno, vamos río arriba —dijo s ai d G range r. “And hol d o n t o G ranger —. Y no o l vide n e s to . o ne t h o ug h t : Yo u ’ r e no t Ustedes no son importantes, no son i mpo rt ant. Yo u’r e no t anyt hi ng. nadie . Al gún dí a nue s t r a car ga S o m e d a y t he l o a d w e ’r e 40 puede s e r una ayuda. P e r o c ar r y i n g w i t h u s m ay h e l p recuerden que cuando teníamos los s om e o ne . But e ven whe n we had libros a mano, hace mucho tiempo, t he bo o ks o n hand, a l o ng t im e no uti lizábamos lo que ell os nos ago , we di dn’t us e what we go t daban. Continuamos con nuestros o ut o f t he m . We we nt r ight o n 45 i ns ul t o s a los m ue rt o s . i ns u l t i ng t h e d e a d . W e w e n t Continuamos escupiendo sobre las r ight on s pit ti ng i n the graves o f tumbas de todos los desgraciados a l l t he po o r o n e s w ho d i e d que murieron antes que nosotros. bef o re us. We ’re go i ng t o m ee t Encontraremos a muchos solitarios a lo t of l onel y pe ople i n the ne xt 50 l a se m ana pr ó xi m a, y e l m e s wee k and t he ne xt m ont h and the pr ó xi m o , y e l año pr ó xi mo . Y next ye ar. And whe n t he y as k us cuando esa gente nos pregunte qué what we ’re do ing, you can s ay, hac em o s , po de m o s r e s po nde r : We’re re membe ring. That ’s where reco rdamos. Así tri unfaremo s en we ’ll win out in t he long r un. And 55 úl t im a i ns tanc i a. Y al gún dí a s o m e da y w e ’l l r e m e m b e r s o r e c or dar e m os t ant o que much that we’ll build t he bigge st c o nst r ui r em o s l a m ás grande go ddam st eam-s ho vel i n his to ry e xc avado r a de l a hi s t o ri a y and di g the bigge st gr ave of all cavaremos la tumba más grande de ti me and s hove war in and cover 60 todos los tiempos y echaremos allí it up. Com e o n now, we’r e goi ng la guerra, y cubriremos la tumba. to go buil d a mi rr or- fac tor y fir st Vam os. Constr uire mos ante t odo and put o ut nothing but m ir ro rs una fábrica de espejos, y durante un fo r t he ne xt ye ar and t ake a lo ng año no haremos más que espejos, y lo ok in them .” 65 nos miraremos largamente. —Ahora, vámonos río arriba — dijo George— Y tengamos presente una cosa: no somos importantes. No somos nada. Algún día, la carga que llevamos con nosotros puede ayudar a alguie n. Per o inc lus o c uando teníamos los libros en la mano, mucho tiempo atrás, no utilizamos lo que sacábamos de ellos. Proseguimos impertérritos insultando a los muertos. Proseguimos escupiendo sobre las tumbas de todos los pobres que habían muerto antes que nosotros. Durante la próxima semana, el próximo mes y el pr óxi mo año vamo s a co no cer a mucha gente solitaria. Y cuando nos pregunten lo que hacemos, podemos decir: «Estamos recordando.» Ahí es donde venceremos a la larga. Y, algún dí a, rec ordare mos tanto , que construiremos la mayor pala mecánica de la Historia, con la que excavaremos la se pul tur a m ayo r de t odo s l os tiempos, donde meteremos la guerra y la enterraremos. Vamos, ahora. Ante t o do , de be r em o s co ns tr ui r una fábr ica de e spe jo s, y dur ant e el pr óxi mo año , s ól o f abr icarem os e s pej o s y no s m i r are m o s prolongadamente en ellos. The y fi nis hed e at i ng and put o u t t he f i r e . The day w as br ighte ning all about them as if a pink lam p had bee n gi ven m or e wi ck. In t he tre es , t he bir ds that had f l own away no w c am e bac k and s et tle d down. Lo s ho m bre s t e rm i nar on de comer y apagaron el fuego. El día brillaba alrededor como si hubiesen af i me nt ado una l ám par a. Lo s páj ar o s que habí an hui do rápi damente volvían ahora a l os árboles. Terminaron de comer y apagaron el fuego. El día empezaba a brillar a s u al r e dedo r, c om o s i a una l ám par a r os ada s e l e die r a más mecha. En los árboles, los pájaros que habí an hui do re gr e s aban y proseguían su vida. M o nt a g b e ga n wal ki n g a nd 75 M o n t ag e c h ó a c a m i na r , y af t e r a m o m e nt f o und t hat t he l ue go de un r at o des c ubr i ó que ot her s had falle n i n behind hi m, l o s o t r o s s e habí an r e t r as ado . goi ng no rt h. H e was sur pri s ed, Se de t u vo , s o r p r e n di d o , y s e Mo nt ag e mpe zó a andar, y, al cabo de un momento, se dio cuenta de que lo s demás le se guían, en di r e c c i ó n no r t e . Q ue dó 30 He t o o k t h e p an o f f t he f i r e and l e t t he bac o n c o o l a n d t h e y a t e i t , s l o wl y, t h o u g ht f u l l y. 35 70 135 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda and mo ve d as ide to l et G ranger pass, but Grange r loo ked at him and nodded him o n. Montag we nt ahead. He loo ke d at t he ri ver and t h e s k y a nd t he r us t i ng t r a c k go i ng bac k do wn t o whe r e t he farms lay, where the bar ns sto od full of hay, whe re a lot of people had wal ke d by i n t he ni ght o n their way fro m t he ci ty. Late r, in a m o n t h o r s i x m o nt hs , a nd ce rtainl y not mor e t han a year, he wo ul d wal k al o ng h e r e agai n, alo ne , and kee p ri ght o n go ing un t i l he c a ugh t up wi t h t he pe opl e. tr. de Alfredo Crespo a p a r t ó p a r a d e j a r p as a r a G r ange r, per o G r ange r l o m i r ó y c on un m ovi m i e nto de c abe za l e i ndi c ó que no s e de t uvi e r a. M o nt ag s i gui ó ade l ant e . M i r ó el río y el c ielo y lo s rie les o xi dado s que r e t r o ce dí an hac i a l as gr an j as , c o n s us g r ane r o s r e ple t o s , a do nde habí a i do m uc ha ge nte , dur ant e l a noc he , al e j án do s e d e l a c i uda d. M ás t ar de, dent ro de un me s o s ei s m es es , po r lo m e no s ante s de un año , vo lver ía a c ami nar po r aquí , so lo , y s eguir ía c am i nando hast a uni rs e a e ll o s . sor prendido y se hi zo a un lado, para de jar que G range r pas ar a; pe ro G ranger l e mi ró y, co n un ademán, le pidió que prosiguiera. Montag continuó andando. Miró el río, el cielo y las vías oxidadas que se adentraban hac ia donde estaban l as granjas, donde lo s grane ro s estaban llenos de heno, donde una seri e de personas habí an lle gado po r l a no c he , f ugi t i vas de l a ciudad. Más tarde , al cabo de uno o de seis meses, y no menos de un año, Montag volvería a andar por allí solo, Y segui ría andando hasta que alcanzara a la gente. Bu t n o w t he r e wa s a l o ng mo rni ng’s wal k unt il no on, and if t h e m e n we r e s i l e nt i t w as 20 be cause there was eve ryt hi ng to t h i nk a bo u t a nd m u c h t o r em em ber. P er haps l at e r i n the m o r ni ng, whe n t he s un was up an d h ad wa r m e d t he m , t h e y 25 wo ul d begin to t al k, or just s ay the things they r emembe red, t o be s u r e t he y w e r e t he r e , t o be abs o l ut e l y c e r t ai n t hat t h i ngs wer e safe in t he m. M o nt ag f el t 30 the s low s tir of wo rds , the sl ow si mme r. And when i t c ame t o his t ur n, wha t c o ul d he s ay, w hat co uld he o ffe r o n a day like thi s, to make the t rip a litt le easier? To 35 everything there i s a se aso n. Ye s. A tim e t o bre ak down, and a ti me to build up. Yes . A ti me to ke ep si lence and a t ime to s peak. Ye s, al l t h at . But wh at e l s e . W h at 40 el se? So met hing, so met hing… Pe ro aho ra había que caminar toda la mañana hasta el mediodía, y s i l o s ho m b r e s guar daban s i l e nc i o e r a po r que habí a que pensar en todo, y muchas cosas que re co rdar. Quizá m ás t ar de e n la mañana, cuando el so l e stuvie se al t o y l o s hubi e s e c al e nt ado , comenzarían a hablar, o a r ecitar l as c o sas que re c o rdaban, par a estar seguros de que estaban allí, para tener la certeza de que ciertas c o s as e s t aban a s al vo . Mo nt ag sintió el lento m ovimiento de las pal abr as, la le nt a e bul li c ió n. Y cuando l e lle gar a e l t ur no, ¿qué diría, qué podría ofrecer en un día como ése para hacer más llevadero el viaje? Para to das las cosas hay un tiempo de sazó n. Sí. Tiempo de destruir y tiempo de edificar. Sí. Ti e m po de c al l ar y t i e m po de hablar. Sí, todo eso. Pero algo más. ¿Qué más? Algo, algo... Pero, ahora, le esperaba una larga caminata hasta el mediodía , y si los ho mbre s guar daban si le nc io e ra porque había que pensar en todo, y mucho que re co rdar. Quizá más avanzada la mañana, cuando el sol e st uvie se alt o Y le s hubi es e calentado, empezarían a hablar, o sólo a decir las cosas que recordaban, para estar seguros de que seguían allí, para estar completamente ciertos de que aquellas cosas estaban seguras en su interior, Montag sintió el leve cosquilleo de las palabras, su lenta ebullición. Y cuando le llegara el turno, ¿qué podría decir, qué podría ofrecer en un día como aquél, para hacer el viaje algo más sencillo? Hay un tiempo para todo. Sí. Una época para derrumbarse, una época para construir. Sí. Una hora para guardar silencio y otra para hablar. Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué más? Algo, algo... And on eit her sid e of the river wa s the re a tr ee of li fe , whi ch b a re t we l ve m a nner of f r uit s , a n d y i e l d e d he r f r u i t e ve r y mont h; And the le aves of the tree we r e f or t h e h e a l i n g o f t he na ti ons. Y d e l o t r o l a d o d e l Tí o s e a l z ab a e l ár bo l d e l a vi d a c o n do c e c l a s e s d e f r u t o s , y da ba s us f r ut o s t o do s l o s me s e s Y l a s ho j as de l ár b o l er an l a s al ud de l as na c i o n e s Y, a ca d a l a d o d e l rí o , h ab í a u n á rb o l d e l a v i da , ,, , co n d oce cl a s e s d i s t i n t a s d e f r u t a s , y ca d a me s e nt re g a b an s u co s e ch a ; y l a s h o j a s d e l o s á r b ol e s s e rv í a n pa r a cu ra r a l as na cio n es. Sí , pe ns ó M o nt ag, é s e es e l f ragm e nt o que guar daré para e l mediodía. Para el mediodía... «Sí —pensó Mo ntag— , eso es l o que guardaré para me dio día. Para medio día .. . » 5 10 15 45 50 Ye s , t h o u g h t M o n t a g , t h a t ’s t h e o n e I ’ l l s a ve f o r no o n. Fo r no o n… W h e n we r e ac h t h e c i t y. 55 TH E END Cuando lleguemos a la ciudad. «Cuando alcancemos la ciudad.» FIN 60 65 70 75 136 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda PREFACIO: tr. de Alfredo Crespo Prefacio de Ray Bradbury, Febrero de 1993 de la edición de Orbis (“Biblioteca de Ciencia Ficcción”) del mismo traductor, y no de ésta de Plaza & Janés. 5 Fuego Brillante Fuego Brillante Cinco pequeños brincos y luego un gran salto. Cinco pequeños brincos y luego un gran salto. Ci nco pe t ar do s y l ue go una explosión. Ci nc o pe t ar do s y l ue go una explosión. Eso describe poco más o menos la génesis de Fahrenheit 451. Eso describe poco más o menos la génesis de Fahrenheit 451. Cinco cuentos cortos, escritos durante un período de do s o tres años, hicieron que invirtiera nueve dólares y medio en monedas de diez centavos en alquilar una m áquina de e sc ri bi r en e l só tano de una biblioteca, y acabara la novela corta en sólo nueve días. Cinco cuentos cortos, escritos durante un período de do s o tres años, hicieron que invirtiera nueve dólares y medio en monedas de diez centavos en alquilar una m áquina de e sc ri bi r en e l só tano de una biblioteca, y acabara la novela corta en sólo nueve días. 10 15 20 25 ¿Cómo es eso? ¿Cómo es eso? 30 P r i me r o , lo s petardos: s alt i t o s , l o s P r i m e r o , l o s s al t i t o s , l o s petar dos: En un cuento corto, «Bonfire», que nunca vendí a ninguna revista, imaginé los pensamientos literarios de un hombre en la noche anterior al f i n de l m undo . Esc r i bí uno s cuantos relatos parecidos hace unos cuarenta y cinco años, no como una pr edi c c i ón, s i no c o m o una adve r t e nci a, en o c as io ne s demasiado insistente. En «Bonfire», m i hé r o e e num e r a s us gr ande s pasiones. Algunas dicen así: En un cuento corto, «Bonfire», que nunca vendí a ninguna r evis ta, imaginé los pensamientos literarios de un hombre en la noche anterior al fin del mundo. Escribí unos cuantos relatos parecidos hace unos cuarenta y ci nc o años , no c om o una pr edic ci ón, si no c om o una advertencia, en ocasiones demasiado insistente. En «Bonfire», mi héroe enum er a sus gr ande s pasi ones . Algunas dicen así: «Lo que m ás m o l e s t aba a William Peterson era Shakespeare y Platón y Aristóteles y Jonathan 50 Swift y Wi lliam. Faulkner, y l os poem as de, bueno , Robe rt Fro st, qui zá, y J ohn D o nne y Robe r t H e r ri c k. Todo s ar ro j ado s a l a H o gue r a. D es pué s i m agi nó l as 55 c e ni zas (po r que e n e so s e c o nve r t i r ían) . P ens ó e n l as e s c ul t ur as c o l o s al es de M ic hel ange lo , y e n e l G re c o y Renoir y en tantos otros. Mañana 60 e s t ar í an t odo s m ue rt o s , Shake s pe ar e y Fr o s t j unt o c o n H uxIe y, P i c as s o , Swif t y Be e tho ve n, t o da aque l l a e xt rao r di nar i a bi bli o t e c a y e l 65 bastante común propietario ... » «Lo que m ás m o l e s t aba a William Peterson era Shakespeare y Platón y Aristó teles y Jonathan Swift y Wi lliam. Faulkner, y l os poem as de, bueno , Robe rt Fro st, qui zá, y J o hn D o nne y Ro be r t H e r r i c k. To do s ar r o j ado s a l a H o guer a. D e s pué s i m agi nó l as c e ni zas ( po r que e n e s o s e c o nve r t i r í an) . P e ns ó e n l as e s c ul t ur as c o l o s al e s de M ic hel ange lo , y e n e l G re c o y Renoir y en tant os otros. Mañana e s t ar í an t o do s m ue r t o s , Shake s pe ar e y Fr o s t j unt o c o n H uxIe y, P i c as s o , Swi f t y Be e t ho ve n, t o da aque l l a e xt r ao r di nar i a bi bl i o t e c a y e l bastante común propietario ... » No mucho después de «Bonfire» escribí un cuento más imaginativo, pienso, sobr e el fut uro próximo, «Br ight P hoe ni x»: e l pat ri o t a f anát i c o l o c al am e naza al bibliotecario del pueblo a propósito de uno s c uantos mil es de l ibr os condenados a la hoguera. Cuando los incendiarios llegan para rociar lo s vol úm enes co n ker os ene , el bibliotecario los invita a entrar, y e n l ugar de def e nde r se , ut i l iza No mucho después de «Bonfire» escribí un cuento más imaginativo, pienso, sobr e el fut uro próximo, «Br i ght P hoe nix»: e l patr i ot a f anáti c o l oc al ame naza al bibliotecario del pueblo a propósito de uno s c uantos mil es de l ibr os condenados a la hoguera. Cuando los incendiarios llegan para rociar los vol úme nes co n ke r os e ne , e l bibliotecario los invita a entrar, y en lugar de defenderse, utiliza contra 35 40 45 70 75 137 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda 5 10 contra ellos armas bastante sutiles y absolutamente obvias. Mientras r e c or r e m o s l a bibl i o t ec a y encontramos a los lectores que la habitan, se hace evidente que detrás de los oj os y entre las o rejas de to do s hay m ás de lo que po dr ía im aginars e. Mi entras quema l os libros en el césped del jardín de la biblioteca, el Censor Jefe toma café con el bibliotecario del pueblo y habla con un camarero del bar de enfr ente, que vi ene tr ayendo una jarra de humeante café. tr. de Alfredo Crespo e ll o s ar mas bast ant e s ut il e s y abs ol ut am e nt e obvi as . M ie nt ras r ec o rr e mo s l a bi bli o te c a y encontramos a los lectores que la habitan, se hace evidente que detrás de los ojos y entre las orejas de todos hay más de lo que podría imaginarse. Mi entr as quema lo s li bros en el césped del jardín de la biblioteca, el Cens or Je f e t om a c afé co n e l bibliotecario del pueblo y habla con un camarero del bar de enfrente, que vie ne t r aye ndo una j arr a de humeante café. 15 —Hola, Keats —dije. 20 25 30 —Hola, Keats —dije. — Tie m po de br umas y f r ust r ac i ón m adura — di jo e l camarero. — Ti e m po de b r u m a s y f r us t r ac i ó n m ad ur a — d i j o e l c am ar e ro . —¿Keats? —dijo el Censor jefe —. ¡No se llama Keats! —¿Keats? —dijo el Censor jefe — . ¡No se llama Keats! —Estúpido —dije —. Éste es un r es t aur ant e gri e go . ¿N o e s así , Platón —Estúpido —dije —. Éste es un r es t aur ant e gri e go . ¿N o e s así , Platón El camarero volvió a llenarme la taza. —El pue bl o ti ene s ie mpre algún c ampe ón, a qui en e nalt ece por encima de todo... Ésta y no otra es la raíz de la que nace un tirano; al principio es un protector. El camarero volvió a llenarme la taza. —El pue blo tiene si empr e al gún campeó n, a qui en e nalt ec e po r encima de todo... Ésta y no otra es la raíz de l a que nace un t irano; al principio es un protector. Y más t arde , al s al i r de l restaurante, Barnes tropezó con un anciano que casi cayó al suelo. Lo agarré del brazo. Y más tarde, al sali r de l restaurante, Barnes tropezó con un anciano que casi cayó al suelo. Lo agarré del brazo. —Profesor Einstein —dije yo. —Profesor Einstein —dije yo. —Señor Shakespeare —dijo él. —Señor Shakespeare —dijo él. 35 40 45 50 55 60 65 70 75 Y cuando la biblioteca cierra y un hombre alto sale de allí, digo: —Buenas noches, señor Lincoln ... Y cuando la biblioteca cierra y un hombre alto sale de allí, digo: — Buenas noches, señor Lincoln ... Y él contesta: —Cuatro docenas y siete años ... Y él contesta: —Cuatro docenas y siete años ... El fanático incendiario de libros se da cuenta entonces de que todo el pueblo ha escondido los libros memorizándolos. ¡Hay li bros por t o das part e s , es c o ndido s e n l a cabeza de la gente! El hombre se vuelve loco, y la historia termina. El fanático incendiario de libros se da cuenta entonces de que todo el pue bl o ha e sc ondi do l os l ibro s memorizándolos. ¡Hay li bros por todas partes, escondidos en la cabeza de la gente! El hombre se vuelve loco, y la historia termina. P ar a s e r se gui da po r ot r as historias similares: «The Exiles», que trata de los personajes de los libros de Oz y Tarzán y Alicia, y de l os per s o naj es de l os e xt r año s cuentos escritos por Hawthorne y Poe, exiliados todos en Marte; uno po r uno e st o s f ant as m as s e de s vane c e n y vue l an hac i a una m uer t e de f ini t iva cuando e n l a Tierra arden los últimos libros. P ar a s e r s e gu i da po r o t r as historias similar es: «The Exiles», que trata de los personajes de los libros de Oz y Tarzán y Ali cia, y de los personajes de los extraños cuentos escritos por Hawthorne y Poe, exiliados todos en Marte; uno po r uno e s t o s f ant as m as s e de s vane c e n y vue l an hac ia una m uer t e de f ini t iva cuando e n l a Tierra arden los últimos libros. En «Usher H» mi héroe reúne en una c as a de M ar t e a t o do s l o s incendiarios de libros, esas almas tristes que creen que la fantasía es perjudicial para la mente. Los hace bailar en el baile de disfraces de la Muerte Roja, y los ahoga a todos en En «Usher H» mi héroe reúne en una casa de Mart e a to do s lo s incendiarios de libros, esas almas tristes que creen que la fantasía es perjudicial para la mente. Los hace bailar en el baile de disfraces de la Muerte Roja, y los ahoga a todos en 138 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda 5 10 15 20 25 30 35 tr. de Alfredo Crespo una l aguna ne gr a, m i e nt r as l a Segunda Casa Usher se hunde en un abismo insondable. una laguna negra, mi entr as l a Segunda Casa Usher se hunde en un abismo insondable. Ahora el quinto brinco antes del gran salto. Ahora el quinto brinco antes del gran salto. Hace unos cuarenta y dos años, año más o año menos, un escritor amigo mío y yo íbamos paseando y c harl ando po r Wi ls hi r e , Lo s Angel e s , cuando un c o c he de policía se detuvo y un agente salió y nos pr e gunt ó qué e s t ábam o s haciendo. Hac e uno s cuarent a y dos años, año más o año menos , un escri tor ami go mí o y yo íbamos paseando y c har l ando por Wi l s hi r e, Lo s Ang e l e s , c uand o un c o c he de policí a se detuvo y un agente salió y no s pr e gunt ó qué e st ábam o s hac iendo. —Poni endo un pie delant e del otro —le contesté, sabihondo. —Poniendo un pie delante del otro —le contesté, sabihondo. És a no apropiada. És a no e r a l a r e s pue s t a ap r o p i ad a. era la r e s pue s t a El policía repitió la pregunta. El policía repitió la pregunta. Engre í do , r e s po ndí : — Re s pi r ando e l ai r e, habl ando , conversando, paseando. Engr e í do , r e s po ndí : — Re s pi r ando e l a i r e , habl ando , conversando , paseando. El oficial frunció el ceño. Me expliqué. El oficial frunció el ceño. Me expliqué. — Es ¡l ó gi c o que no s haya abor dado. Si hubiér amos que rido as al tar a al gui en o ro bar en una tienda, habríamos conducido hasta aquí, habríamos asaltado o robado, y no s habr í amo s i do e n c o c he . Como usted puede ver, no tenemos coche, sólo nuestros pies. — Es ¡l ó gic o que no s haya abor dado. Si hubiér amos que rido as al tar a al gui en o ro bar en una tienda, habríamos conducido hasta aquí, habríamos asaltado o robado, y nos habríamos ido en coche. Como usted puede ver, no tenemos coche, sólo nuestros pies. — ¿P as e ando , e h? — di jo e l oficial —. ¿Sólo paseando? —¿Paseando, eh? —dijo el oficial —. ¿Sólo paseando? Asentí y esperé a que la evidente verdad le entrara al fin en la cabeza. Asentí y esperé a que la evidente verdad le entrara al fin en la cabeza. —Bien —dijo el oficial —. Pero, ¡qué no se repita! —Bien —dijo el oficial —. Pero, ¡qué no se repita! 40 45 Y el coche patrulla se alejó. 50 Y el coche patrulla se alejó. Atrapado por este encuentro al estilo de Alicia en el País de las Maravillas, corrí a casa a escribir 55 «El pe at ón» que hablaba de un t ie m po fut ur o e n e l que es t aba prohibido caminar, y los peatones eran tratados como criminales. El relato fue rechazado por todas las 60 r evi st as de l paí s y acabó e n e l Re por t e r l a e s pl é ndi da r e vi s t a política de Max Ascoli. Atrapado por este encuentro al estilo de Alicia en el País de las Maravillas, corrí a casa a escribir «El pe ató n» que habl aba de un t ie m po fut ur o e n e l que es t aba prohibido caminar, y los peatones eran tratados como criminales. El relato fue rechazado por todas las r evi st as del paí s y ac abó e n e l Repo rt e r l a e s pl é ndi da r evi st a política de Max Ascoli. D o y gr ac ias a Di o s por e l encuentro con el coche patrulla, la cur iosa pregunta, m is re spues tas e st úpidas , po rque si no hubi er a e s c ri t o «El pe at ó n» no habr í a podido sacar a mi criminal paseante no ctur no para ot ro trabajo en la ciudad, unos meses más tarde. D oy gr aci as a D i os po r e l encuentro con el coche patrulla, la cur iosa pregunta, m is re spues tas e st úpidas , po rque si no hubi er a escrito «El peatón» no habría podido s ac ar a m i c r im i nal pase ant e no ctur no para ot ro trabajo en la ciudad, unos meses más tarde. Cuando lo hice, lo que empezó como una prueba de asociación de palabras o ideas se convirtió en una no vela de 25.000 palabras titulada «The Fi r e man», que m e co s t ó mucho vender, pues era la época del Cuando lo hice, lo que empezó como una prueba de asociación de palabras o ideas se convirtió en una no vela de 25.000 palabras titulada «The Fi r e man», que m e co s t ó mucho vender, pues era la época del 65 70 75 139 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo Co m it é de Inve s t igac i o nes de Ac t ivi dades Ant i am e r i c anas , aunque mucho antes de que Joseph M cCar thy s al ie r a a es c ena co n Bobby Ke rmedy al alcance de la m ano par a o r ganizar nue vas pesquisas. Co m it é de Inve s t igac i o nes de Ac t ivi dades Ant i am e r i c anas , aunque mucho antes de que Joseph M cCar thy s al ie r a a es c ena co n Bobby Ke rmedy al alcance de la m ano par a o r ganizar nue vas pesquisas. En la sala de mecanografía, en el só tano de la bibl iot eca, gasté la fortuna de nueve dólares y medio e n mo ne das de di ez c e nt avo s ; compré tiempo y espacio junto con una docena de estudiantes sentados ant e o t r as t ant as m áqui nas de escribir. En la sala de m ecanografía, en el sótano de la bi blioteca, gasté la fortuna de nueve dólares y medio e n m o ne das de di e z c e nt avo s ; compré tiempo y espacio junto con una docena de estudiantes sentados ant e o t r as t ant as m áqui nas de escribir. Era relativamente pobre en 1950 y no podía permitirme una oficina. Un mediodía, vagabundeando por el campus de la UCLA, me llegó el s o nido de un t e c l eo de s de l as pro fundidades y fui a i nves tigar. Con un gri to de alegrí a desc ubrí que, e n efecto, había una s ala de m e cano gr af í a co n m áqui nas de escribir de alquiler donde por diez centavos la media hora uno podía sentarse y crear sin necesidad de tener una oficina decente. Era relativamente pobre en 1950 y no podía permitirme una oficina. Un mediodía, vagabundeando por el campus de la UCLA, me llegó el so ni do de un t ec le o de sde las profundidades y fui a investigar. Con un grito de alegría descubrí que, en ef ec to , habí a una sala de m ec anografí a co n máquinas de escribir de alquiler donde por diez centavos la media hora uno podía sentarse y crear sin necesidad de tener una oficina decente. Me senté y tres horas después advertí que me había atrapado una idea, pequeña al principio pero de proporciones gigantescas hacia el f i nal . El c o nc e pt o e r a t an abs orbente que esa tarde me fue di f íc i l s ali r de l só t ano de l a bibl ioteca y tom ar el autobús de vue lta a la realidad: m i casa, mi mujer y nuestra pequeña hija. Me senté y tres horas después advertí que me había atrapado una idea, pequeña al principio pero de proporciones gigantescas hacia el f i nal . El c o nc e pt o e r a t an abs orbente que esa tarde me fue di f íc i l s ali r de l só t ano de l a bibl ioteca y tom ar el autobús de vue lta a la realidad: m i casa, mi mujer y nuestra pequeña hija. N o pue do e xpl i c ar l e s qué excitante aventura fue, un día tras 45 otro, atacar la máquina de alquiler, meterle monedas de diez centavos, apo rrearla como un l oco, cor rer escaleras arriba para ir a buscar más monedas, meterse entre los estantes 50 y volver a salir a toda prisa, sacar libros, escudriñar páginas, respirar el mejor polen del mundo, el polvo de l os l ibr os , que des e ncadena alergias literarias. Luego correr de 55 vuel ta abajo c on e l so nr oj o de l enamorado, habiendo encontr ado una cita aquí, otra allá, que metería o em but i rí a e n m i m i to e n gestación. Yo estaba, como el héroe 60 de M elvil le, e nlo queci do po r la locura. No podía detenerme. Yo no e s c ri bí Fahr e nhe i t 4 5 1 , él m e escribió a mí. Había una circulación continua de energía que salía de la 65 página y me entraba por los ojos y recorría mi sistema nervioso antes de sal i r m e po r l as m ano s. La máquina de escri bir y yo é ramos hermanos siameses, unidos por las 70 puntas de los dedos. N o pue do e xpl i car l es qué excitante aventura fue, un día tras otro, atacar la máquina de alquiler, meterle monedas de diez centavos, apo rrearla como un l oco, cor rer escaleras arriba para ir a buscar más monedas, meterse entre los estantes y volver a salir a toda prisa, sacar libros, escudriñar páginas, respirar el mejor polen del mundo, el polvo de l os l ibr os , que des e ncadena alergias literarias. Luego correr de vuel ta abajo c on e l so nr oj o de l enamorado, habiendo encontr ado una cita aquí, otra allá, que metería o embutiría en mi mito en gestación. Yo e st aba, co m o e l hé ro e de Melville, enloquecido por la locura. No podía detenerme. Yo no escribí Fahrenheit 451, él me escribió a mí. Había una circulación continua de energía que salía de la página y me entraba por los ojos y recorría mi sistema nervioso antes de salirme por las m ano s . La m áquina de e sc ri bir y yo é r am o s he r mano s siameses, unidos por las puntas de los dedos. Fue un triunfo especial porque yo llevaba escribiendo relatos cortos desde los doce años, en el colegio y después, pensando siempre que quizá nunca me atrevería a saltar al abismo de una novela. Aquí, pues, estaba mi primer intento de salto, Fue un triunfo especial porque yo llevaba escribiendo relatos cortos desde los doce años, en el colegio y después, pensando siempre que quizá nunca me atrevería a saltar al abismo de una novela. Aquí, pues, estaba mi primer intento de salto, 5 10 15 20 25 30 35 40 75 140 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo sin paracaídas, a una nueva forma. Co n un e ntusias mo des medido a c ausa de m is c ar re r as por l a bi bli o t e c a, o l i e ndo l as encuadernaciones y saboreando las tint as, pr onto descubr í, com o he explicado antes, que nadie quería «The Fireman». Fue rechazado por todas las revistas y finalmente fue publ icado po r l a revis ta Gal axy, cuyo editor, Horace Gold, era más valiente que la mayoría en aquellos tiempos. sin paracaídas, a una nueva forma. Co n un e ntusias mo des medido a c ausa de m is c ar re r as por l a bi bli o t e c a, o l i e ndo l as encuadernaciones y saboreando las tint as, pr onto descubr í, com o he explicado antes, que nadie quería «The Fireman». Fue rechazado por todas las revistas y finalmente fue publ icado po r l a revis ta Gal axy, cuyo editor, Horace Gold, era más valiente que la mayoría en aquellos tiempos. ¿Qué des pertó mi inspi ración? ¿Fue necesario todo un sistema de raíc es de influencia, sí, que me impulsaran a tirarme de cabeza a la m áqui na de e s c r i bir y a sal i r c hor r e ando de hi pé r bol e s , metáforas y sími les sobre fuego, imprentas y papiros? ¿Qué des pertó mi inspi ración? ¿Fue necesario todo un sistema de raíc es de influencia, sí, que me impulsaran a tirarme de cabeza a la m áquina de e s cr i bir y a s ali r chorreando de hipérboles, metáforas y símiles sobre fuego, imprentas y papiros? P o r s upue st o : H it l e r habí a que mado l ibro s e n Al em ania e n 1934, y se hablaba de los cerilleros y yesqueros de Stalin. Y además, m uc ho ant e s, hubo una c aza de brujas en Salem en 1680, en la que m i di e z ve ce s t at arabuel a M ar y Br adbur y fue c o nde nada pe r o escapó a la hoguera. Y sobre todo fue mi formación romántica en la mitología romana, griega y egipcia, que empe zó cuando yo te nía tres años. Sí, cuando yo tenía tres años, tres, sacaron a Tut de su tumba y lo m o s tr ar o n e n e l s upl e me nt o semanal de los periódicos envuelto en toda una panoplia de oro, ¡y me pregunté qué sería aquello y se lo pregunté a mis padres! P or supue s to : Hi t le r habí a que mado l ibro s e n Al em ania e n 1934, y se hablaba de los cerilleros y yesqueros de Stalin. Y además, m uc ho ant e s, hubo una c aza de brujas en Salem en 1680, en la que m i di e z ve ce s t at arabuel a M ar y Bradbury fue condenada pero escapó a la hoguera. Y sobre todo fue mi formación romántica en la mitología r om ana, gr ie ga y egi pc i a, que empezó cuando yo tenía tres años. Sí, cuando yo tenía tres años, tres, s ac ar o n a Tut de su t umba y l o mostraron en el suplemento semanal de los periódicos envuelto en toda una panoplia de oro, ¡y me pregunté qué sería aquello y se lo pregunté a mis padres! De modo que era inevitable que acabara oyendo o leyendo sobre los tres incendios de la biblioteca de Alejandría; dos accidentales, y el otro intencionado. Tenía nueve años cuando me enteré y me eché a llorar. Porque, como niño extraño, yo ya era habitante de los altos áticos y l o s s ó t ano s e nc ant ado s de l a biblioteca Carnegie de Waukegan, Illinois. De modo que era inevitable que acabara oyendo o leyendo sobre los tres incendios de la biblioteca de Alejandría; dos accidentales, y el otro intencionado. Tenía nueve años cuando me enteré y me eché a llorar. Porque, como niño extraño, yo ya era habitante de los altos áticos y l o s s ó t ano s e nc ant ado s de l a biblioteca Carnegie de Waukegan, Illinois. P ue st o que he e m pe zado , continuaré. A los ocho, nueve, doce y catorce años, no había nada más emocionante para mí que correr a 60 l a bi bl i o te c a c ada l une s po r l a noche, mi hermano siempre delante par a l l e gar pr i m er o . U na ve z de ntr o , l a vi e j a bibl i o t e car i a (siempre fueron viejas en mi niñez) 65 sopesaba el peso de los libros que yo l le vaba y mi pr opi o pes o , y desaprobando la desigualdad (más libros que chico), me dejaba correr de vuelta a casa donde yo lamía y 70 pasaba las páginas. P ue st o que he e m pe zado , continuaré. A los ocho, nueve, doce y catorce años, no había nada más emocionante para mí que correr a l a bi bl i o te c a c ada l une s po r l a noche, mi hermano siempre delante para llegar primero. Una vez dentro, l a vi e j a bi bli o t e car i a ( s i e mpr e fueron viejas en mi niñez) sopesaba el peso de los libros que yo llevaba y mi propio peso, y desaprobando l a de s igualdad ( m ás l i br o s que chico), me dejaba correr de vuelta a casa donde yo lamía y pasaba las pági nas. Mi locur a persistió cuando mi familia cruzó el país en coche en 1932 y 1934 por la carretera 66. En c uant o nue st r o vi ej o Bui ck s e de t ení a, yo s al í a de l c o che y caminaba hacia l a bibliote ca más c er cana, donde t e ní an que vi vi r Mi l oc ur a pe rs is ti ó cuando m i fami li a c ruzó e l paí s en co che en 1 93 2 y 19 34 por l a carr et er a 66 . En c uant o nue st ro viej o Buic k se de t e ní a, yo s al í a de l c o c h e y cami naba hac ia l a bi bl io te ca m ás c er cana, donde t e ní an que vi vi r 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 75 141 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo o tr os Tarzane s, ot ro s Tik To ks , otras Bellas y Bestias que yo no conocía. o tr os Tarzane s, ot ro s Tik To ks , o tr as Bel las y Be st ias que yo no co no cí a. Cuando s al í de l a e s cue l a secundaria, no tenía dinero para ir a la universidad. Vendí periódicos en una esquina durante tres años y me encerraba en la biblioteca del c e ntr o t r e s o c uat ro dí as a l a semana, y a menudo escribí cuentos cortos en docenas de esos pequeños tacos de papel que hay repartidos po r l as bi bl i o t e cas , c o mo un servicio para los lectores. Emergí de l a bibl ioteca a los veinti ocho años. Años más tarde, durante una co nf er enci a en una univer si dad, habiendo oído de mi total inmersión en la l ite rat ur a, el de cano de la facultad me obsequió con birrete, t o ga y un di pl o m a, c o m o «graduado» de la biblioteca. Cuando s al í de l a e s cue l a secundaria, no tenía dinero para ir a la universidad. Vendí periódicos en una esquina durante tres años y me encerraba en la biblioteca del c e ntr o t r e s o c uat ro dí as a l a semana, y a menudo escribí cuentos cortos en docenas de esos pequeños tacos de papel que hay repartidos po r l as bi bl i o t e cas , c o mo un servicio para los lectores. Emergí de l a bibl ioteca a los veinti ocho años. Años más tarde, durante una co nf er enci a en una univer si dad, habiendo oído de mi total inmersión en la l ite rat ur a, el de cano de la facultad me obsequió con birrete, t o ga y un di pl o m a, c o m o «graduado» de la biblioteca. Con la certeza de que estaría solo y nec e s i t ando am pl i ar m i formación, incorporé a mi vida a mi profesor de poesía y a mi profesora de narr ati va br eve de la esc ue la se cundaria de Los Angeles . Es ta última, Jermet Johnson, murió a los noventa años hace sólo unos años, no mucho después de informarse sobre mis hábitos de lectura. Con la certeza de que estaría solo y nec e s i t ando am pl i ar m i formación, incorporé a mi vida a mi profesor de poesía y a mi profesora de narr ati va br eve de la esc ue la se cundaria de Los Angeles . Es ta última, Jermet Johnson, murió a los noventa años hace sólo unos años, no mucho después de informarse sobre mis hábitos de lectura. En los últimos cuarenta años es po s ibl e que haya e s c r i t o m ás poe mas, ens ayos, cue ntos , obras t e at r al e s y no ve l as so br e 40 bibliotecas, bibliotecarios y autores que c ualqui er o t ro e sc ri to r. H e e s cr i t o po e m as c o m o Em i l y D i cki ns o n, W he re Ar e You? He rm ann Me lvil le Cal le d Your 45 Name Last Night In His Sleep . Y ot ro r eivindi cando a Emil y y el señor Poe como mis padres. Y un cuento en el que Charles Dickens se muda a la buhardilla de la casa 50 de mi s abue lo s en e l ve rano de 1932, me llama Pip, y me permite ayudarlo a terminar Historia de dos ciudades. Finalmente, la biblioteca de La fer ia de las tinieblas es el 55 punto de cita para un encuentro a medianoche entre el Bien y el Mal. La s e ño r a H all o way y e l s e ño r Dark. Todas las mujeres de mi vida han sido profesoras, bibliotecarias 60 y li br er as . Co no c í a m i m uje r, M aggi e , e n una l i br e r í a en l a primavera de 1946. En los últimos c uarenta años es po s i bl e que ha ya e s c r i t o m ás poe mas, ens ayos, cue ntos , obras t e at r al e s y no ve l as s o br e bi bl i o t e c as , bi bl i o t e c ar i o s y autores que cualquier otro escritor. He e sc ri to po em as co mo Emi ly D i c ki ns o n, W h e re Are Yo u ? H er ma nn M e lv il le Ca ll ed You r Name Last Night In His Sleep. Y ot ro r eivindi cando a Emil y y el señor Poe como m is padres. Y un cuento en el que Charles Dickens se muda a la buhardilla de la casa de mi s abue lo s en e l ve rano de 1932, me llama P ip, y me permite ayudarlo a terminar Historia de dos ciudades. Finalmente, la biblioteca de La fer ia de las tinieblas es el punto de cita par a un encuentro a medianoche entre el Bien y el Mal. La s e ño r a H all o way y e l s e ño r Dark. Todas las m ujeres de mi vida han sido profesoras, bibliotecarias y li br er as . Co no c í a m i m uje r, M aggi e , e n una l i br e r í a e n l a primavera de 1946. Pero volvamos a «El peatón» y el destino que corrió después de ser publ icado en una revista de poca categoría. ¿Cómo creció hasta ser dos veces más extens o y sali r al mundo? Pero volvamos a «El peatón» y el destino que corrió después de ser publ icado en una revista de poca categoría. ¿Cómo creció hasta ser dos veces más extens o y sali r al mundo? En 19 5 3 o c ur r i e r o n do s agradabl es no vedade s . Ian Bal lant i ne s e e m bar c ó e n una aventura arriesgada, una colección en la que se publicarían las novelas e n tapa dur a y r ús t ic a a l a vez. Ballantine vio en Fahrenheit 451 las cualidades de una novela decente si En 1 95 3 o c ur r ie r on do s agr adable s no ve dade s. Ian Bal l ant ine s e e m bar có en una aventura arriesgada, una colección en la que se publicarían las novelas e n tapa dur a y r ús t ic a a l a vez. Ballantine vio en Fahrenheit 451 las cualidades de una novela decente si 5 10 15 20 25 30 35 65 70 75 142 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 tr. de Alfredo Crespo yo añadía otras 25.000 palabras a las primeras 25.000. yo añadía otras 25.000 palabras a las primeras 25.000. ¿Podía hacerse? Al recordar mi i nver s i ó n en m o nedas de di e z centavos y mi galopante ir y venir por las escaleras de la biblioteca de UCLA a l a sala de mecanografía, temí volver a reencender el libro y recocer los personajes. Yo soy un escritor apasionado, no intelectual, l o que quie r e de ci r que m i s personajes tienen que adelantarse a m í par a vivi r l a his t or ia. Si m i inte lec to lo s alc anza de mas iado pr ont o , to da l a ave ntur a pue de quedar empantanada en la duda y en innumerables juegos mentales. ¿Podía hacerse? Al recordar mi i nve rs i ón en mo nedas de die z centavos y mi galopante ir y venir por las escaleras de la biblioteca de UCLA a l a sala de mecanografía, temí volver a reencender el libro y recocer los personajes. Yo soy un escritor apasionado, no intelectual, l o que qui e re de c ir que mi s personajes tienen que adelantarse a m í par a vivi r l a his t or ia. Si m i inte lec to lo s alc anza de mas iado pro nto , to da l a ave ntur a puede quedar empantanada en la duda y en innumerables juegos mentales. La mejor respuesta fue fijar una f e cha y pe di r l e a St anl e y Kauffmann, mi editor de Ballantine, que viniera a la costa en agosto. Eso ase gurarí a, pe nsé, que es te li bro Lázaro se levant ara de ent re l os m ue rt o s . Es o adem ás de l as conversaciones que mantenía en mi cabeza c on el jefe de Bomberos, Beatty, y la idea misma de futuras hogueras de libros. Si era capaz de vo lve r a e nc ende r a Beat t y, de de jarl o le vant ar se y e xponer s u f il o so f ía, aunque f ue r a c rue l o lunática, sabía que el libro saldría del sueño y seguiría a Beatty. La mejor respuesta fue fijar una f e cha y pe di r l e a St anl e y Kauffmann, mi editor de Ballantine, que viniera a la costa en agosto. Eso ase gurarí a, pe nsé, que es te li bro Lázaro se levant ara de ent re l os m ue rt o s . Es o adem ás de l as conversaciones que mantenía en mi cabeza c on el jefe de Bomberos, Beatty, y la idea misma de futuras hogueras de libros. Si era capaz de vo lve r a e nc ende r a Beat t y, de de jarl o le vant ar se y e xponer s u f il o so f ía, aunque f ue r a c rue l o lunática, sabía que el libro saldría del sueño y seguiría a Beatty. Volví a la biblioteca de la UCLA, cargando medio kilo de monedas de die z c e nt avo s par a t e rm i nar m i no vel a. Con St an K auf fm ann abatiéndose sobre mí desde el cielo, terminé de revisar la última página a m edi ado s de agos t o . Est aba entusiasmado, y Stan me animó con su propio entusiasmo. Volví a la biblioteca de la UCLA, cargando medio kilo de monedas de die z ce nt avos par a te rm inar m i novel a. Con Stan Kauf fm ann abatiéndose sobre mí desde el cielo, terminé de revisar la última página a m ediado s de ago st o. Est aba entusiasmado, y Stan me animó con su propio entusiasmo. En medio de todo lo cual recibí una llamada telefónica que nos dejó e st upe f act o s a t o do s . Er a J ohn Hous ton, que me invi tó a ir a su hotel y me preguntó si me gustaría pasar ocho meses en Irlanda para escribir el guión de Moby Dick. En medio de todo lo cual recibí una llamada telefónica que nos dejó e st upe f act o s a t o do s . Er a J ohn Hous ton, que me invi tó a ir a su hotel y me preguntó si me gustaría pasar ocho meses en Irlanda para escribir el guión de Moby Dick. Qué año, qué mes, qué semana. 55 Acepté el trabajo, claro está, y partí unas pocas semanas más tarde, con mi esposa y mis dos hijas, para 60 pas ar l a m ayo r par t e de l año s i gui e nt e en ul t r am ar. Lo que significó que tuve que apresurarme a terminar las revisiones menores de mi brigada de bomberos. Qué año, qué mes, qué semana. Acepté el trabaj o, claro está, y par t í unas po c as s e m anas m ás tarde, c on m i es po sa y m is dos hijas, para pasar la mayor parte del año siguiente en ultramar. Lo que significó que tuve que apresurarme a terminar las re visiones menores de mi brigada de bomberos. 65 70 75 En ese momento ya estábamos en pl eno pe rí o do mac ar t is t a— McCarthy había obligado al ejército a retirar algunos libros «corruptos» de las bibliotecas en el extranjero. El ant e s gene r al , y po r aque l ent onces pres ident e Eis enhower, uno de los pocos valientes de aquel año, ordenó que devo lvi eran l os libros a los estantes. En ese momento ya estábamos en ple no per í odo m acar ti s ta— McCarthy había obligado al ejército a retirar algunos libros «corruptos» de las bibliotecas en el extranjero. El ant e s gene ral , y po r aque l ent onces pres ident e Eis enhower, uno de los pocos valientes de aquel año, ordenó que devo lvi eran l os libros a los estantes. Mientras tanto, nuestra búsqueda de una revista que publicara partes Mientras tanto, nuestra búsqueda de una revista que publicara partes 143 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo de Fahrenheit 451 llegó a un punto muer to. Nadi e quería arriesgarse co n una novel a que trat ara de la censura, futura, presente o pasada. de Fahrenheit 451 llegó a un punto muer to. Nadi e quería arriesgarse co n una novel a que trat ara de la censura, futura, presente o pasada. Fue entonces cuando ocurrió la se gunda gr an no vedad. U n j oven editor de Chicago, escaso de dinero pero visionario, vio mi manuscrito y l o co m pr ó po r c uatr o ci e nto s cincuenta dólares, que era todo lo que te ní a. Lo publi c ar í a en lo s núme ro do s, tr es y cuatr o de la revista que estaba a punto de lanzar. Fue entonces cuando ocurrió la se gunda gr an no vedad. U n j oven editor de Chicago, escaso de dinero pero visionario, vio mi manuscrito y lo c om pr ó po r cuat ro ci ento s cincuenta dólares, que era todo lo que tenía. Lo publicaría en los número dos, tres y cuatro de la revista que estaba a punto de lanzar. El jo ven er a H ugh He fne r. La r e vi s t a e r a P1 aybo y, que l le gó durante el invierno de 1953 a 1954 para e s c andal i zar y me j o r ar e l mundo. El resto es historia. A partir de es e m o des t o pri nc i pi o, un val ie nt e e di t o r e n una nac i ó n atemorizada sobrevivió y prosperó. Cuando hace uno s m e s e s vi a Hefner en la inauguración de sus nuevas oficinas en California, me estrechó la mano y dijo: «Gracias por estar allí». Sólo yo supe a qué se refería. El jo ven er a H ugh He fne r. La r e vis t a e r a P l aybo y, que ll e gó durante el invierno de 1953 a 1954 para e s c andal i zar y me j o r ar e l mundo. El resto es historia. A partir de es e m o des t o pri nc i pi o, un val ie nt e e di t o r e n una nac i ó n atemorizada sobrevivió y prosperó. Cuando hace uno s m e s e s vi a Hefner en la inauguración de sus nuevas oficinas en California, me estrechó la mano y dijo: «Gracias por estar allí». Sólo yo supe a qué se refería. Só l o r e s t a me nc i o nar una predicción que mi Bombero jefe, Beatty, hizo en 1953, en medio de mi libro. Se refería a la posibilidad de quem ar li bro s sin c eri llas ni fuego. Porque no hace falta quemar l i bro s s i el m undo e m pi eza a llenarse de gente que no lee, que no apr ende , que no sabe . Si e l baloncesto y el fútbol inundan el mundo a través de la MTV, no se ne c es i t an Be at t ys que pr endan fuego al ker os ene o pe rs igan al lector. Si la enseñanza primaria se disuelve y desaparece a través de las grietas y de la ventilación de la c l ase , ¿quié n, des pué s de un t i e mpo , l o s abr á, o a qui én l e importará? Só l o r e s t a m e nc i o nar una predicción que m i Bombero jefe, Beatty, hizo en 1 953, en medio de mi libro. Se refería a la posibilidad de quem ar li bro s sin c eri llas ni fuego. Porque no hace falta quemar l i br o s s i e l m undo e m pi e za a llenarse de gente que no lee, que no apr ende , que no s abe. Si e l baloncesto y el f útbol inundan el mundo a través de la MTV, no se ne c e si t an Be att ys que pre ndan fuego al ker os ene o pe rs igan al lector. Si la ense ñanza primaria se disuelve y desaparece a través de las grietas y de la ventilación de la c l as e , ¿qui é n, de s pué s de un t i e m po , l o s abr á, o a qui é n l e impor tará? N o t o do es t á per di do , po r supuesto. Todavía estamos a tiempo si evaluamos adecuadamente y por i gual a pr of e s o r e s, al um no s y 55 padres, si hacemos de la calidad una responsabilidad compartida, si nos aseguramos de que al cumplir los s e i s año s c ual quie r ni ño e n cualquier país puede dispo ner de 60 una biblioteca y aprender casi por os mo si s; ento nce s las cif ras de dr o gado s , bandas c al l e j er as , vi o lac i o nes y as es i nat os s e r e duc i r án cas i a c er o . P e ro e l 65 Bo mber o jef e en l a mit ad de la novela lo explica todo, y predice los anuncios televisivos de un minuto, con tres imágenes por segundo, un bombardeo sin tregua. Escúchenlo, 70 comprendan lo que quiere decir, y entonces vayan a sentarse con su hi jo, abr an un li bro y vuel van la página. N o t o do es t á per di do , po r supuesto. Todavía estamos a tiempo si evaluamos adecuadamente y por i gual a pr of e s o r e s, al um no s y padres, si hacemos de la calidad una responsabilidad compartida, si nos aseguramos de que al cumplir los s e i s año s c ual quie r ni ño e n cualquier país puede dispo ner de una biblioteca y aprender casi por os mo si s; ento nce s las cif ras de dr o gado s , bandas c al l e j er as , vi o lac i o nes y as es i nat os s e r e duc i r án cas i a c er o . P e ro e l Bo mber o jef e en l a mit ad de la novela lo explica todo, y predice los anuncios televisivos de un minuto, con tres imágenes por segundo, un bombardeo sin tregua. Escúchenlo, comprendan lo que quiere decir, y entonces vayan a sentarse con su hi jo, abr an un li bro y vuel van la página. Pues bien, al final lo que ustedes tienen aquí es la relación amorosa de un escritor con las bibliotecas; o la relación amorosa de un hombre Pues bien, al final lo que ustedes tienen aquí es la relación amorosa de un escritor con las bibliotecas; o la relación amorosa de un hombre 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 75 144 B’s Farenheit tr. de F. Abelenda tr. de Alfredo Crespo triste, Montag, no con la chica de la puerta de al lado, sino con una m o c hi l a de l i br os . ¡M enudo romance! El hace dor de listas de «Bo nf i r e » se c o nvi e r t e en e l bibliotecario de «Bright Phoenix» que memoriza a Lincoln y Sócrates, se transforma en «El peatón» que pase a de noc he y te rmina si endo M o ntag, e l ho m br e que o lí a a kerosene y encontró a Clarisse. La muchacha le olió el uniforme y le reveló l a espantosa misi ón de un bo mber o, r evel aci ón que l levó a Montag a aparecer en mi máquina de esc ribir un día hace cuarenta años y a suplicar que le permitiera nacer. triste, Montag, no con la chica de la pue rt a de al l ado , si no co n una m oc hil a de l i bro s . ¡Me nudo romance! El hace dor de listas de «Bo nfi r e» se co nvi e rt e e n e l bibliotecario de «Bright Phoenix» que memoriza a Lincoln y Sócrates, se transforma en «El peatón» que pase a de noc he y te rmina si endo M o ntag, e l ho m br e que o lí a a kerosene y encontró a Clarisse. La muchacha le olió el uniforme y le reveló l a espantosa misi ón de un bo mber o, r evel aci ón que l levó a Montag a aparecer en mi máquina de esc ribir un día hace cuarenta años y a suplicar que le permitiera nacer. 20 —Ve —dije a Montag, metiendo otr a mone da en la máquina — , y vive tu vida, cambiándola mientras vives. Yo te seguiré. —Ve —dije a Montag, metiendo otr a mone da en la máquina — , y vive tu vida, cambiándola mientras vives. Yo te seguiré. 25 Montag corrió. Yo fui detrás. Montag corrió. Yo fui detrás. Ésta es la novela de Montag. Ésta es la novela de Montag. 5 10 15 30 35 Le agradezco que la escribiera para mí. Prefacio de Ray Bradbury, Febrero de 1993 40 45 50 55 60 65 70 75 145 Le agradezco que la escribiera para mí.