Segunda parte

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Evolución del fusil empleado
por el ejército argentino (2da. Parte)
POR EL MY (R) SERGIO O. H. TOYOS
12. APARICIÓN DEL FUSIL RÉMINGTON
A fines de la década del 60 y ante las urgencias de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), comenzaron a llegar modernas armas norteamericanas de retrocarga, fabricadas para la Guerra de Secesión
(1861-1865). Muchas de ellas eran armas de avancarga, convertidas a la retrocarga, gracias al desarrollo del cartucho metálico que posibilitó ese cambio.
Finalmente, fue en la década del 70, cuando se realizó la adquisición masiva de fusiles de retrocarga
modernos, y no obtenidos por modificación. También en esa época, se compraron de manera desordenada pequeñas partidas de armas de origen norteamericano, como por ejemplo Spencer, Sharps M
1859, Merrill M1858/61, Smith M1857, entre otras. En la Campaña al Desierto, realizada por el General
Roca en 1879, se utilizaron estas armas, además del Remington modelo 1866 / 71, calibre 11 mm.
El modelo 1874 se usó hasta la adopción del Remington modelo 1879 -denominado Patria- en sus
versiones de fusil de infantería y tercerola de caballería. Y ésta fue el arma que por primera vez unificó
el armamento y munición, y la que fue adoptada oficialmente por nuestras FF.AA.
Ello se produjo recién en el año 1881 cuando el parque de artillería de Buenos Aires dejó de proveer
cualquier otro tipo de armamento. Al respecto, y en relación con el hecho histórico que constituyó la
revolución de 1880, no puede dejar de mencionarse la entrada de armas europeas, tales como el
Mauser 1871 y el Tabatiere M1867.
El Fusil Remington, con su cierre de un solo disparo es el más sencillo, robusto y perfecto de todos los
sistemas similares. Modelo 1866/71, calibre 11,15 mm x 58 R ó .43 Remington Español. Se denomina
modelo 1866/71, por su patente del 17-04-1866, siendo este fusil recamarado para el cartucho 11,15
mm, en 1871 que es el calibre adoptado por España y aceptado por Argentina.
Se atribuye al Presidente de la Nación, D. Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874), la introducción
del Remington en nuestro país, mediante la compra realizada de acuerdo a la ley 495, que autorizó al
PEN a la compra de este tipo de armamento, aunque probablemente el precursor en la compra de este armamento fuera el caudillo entrerriano general López Jordán. Al parecer, la carga completa de estos fusiles traída por un barco de EE.UU. fue incautada al llegar al Río de la Plata, aunque no hay suficientes pruebas documentales de ello.
El Remington fue la primera arma de dotación masiva del Ejército y la Armada, desde la Revolución
de Mayo. Con esta arma y otras ya existentes se combatió al indio hasta el río Negro, en las campañas de Alsina en 1876, y de Roca en 1879. Después llegó el Remington Patria. Se comenzó a distribuir en mayo de 1873. El 9 de diciembre de ese año la infantería, armada con los Remington, al mando del ministro de Guerra Coronel D. Martín de Gainza derrotó en el combate de Don Gonzalo (Entre
Ríos) a López Jordán. Este fusil tiene la caja compuesta de dos piezas de madera independientes
(caña y culata) unidas ambas al cajón de mecanismos, al que también se une el cañón a rosca, tiene
guión que sirve de apoyo a la bayoneta; lleva alza hasta 1000 metros, graduada de cien en cien a partir de 200. El aparejo consta de baqueta, tres abrazaderas abiertas con orejetas y tornillo, muelles,
casquillo, cantonera y dos anillas para el porta fusil, una en la segunda abrazadera y otra en la culata.
El mecanismo, denominado de cierre rotativo (rolling block), consta de dos bloques (obturador y percutor), que giran sobre dos robustos ejes transversales, denominados uno block de cierre, que contiene la aguja percutora y arrastra la uña extractora y el otro situado más atrás y ligeramente debajo del
primero, con forma de semicircunferencia, en cuya parte superior sobresale el martillo, el cual se acciona al igual que el obturador con el pulgar de la mano derecha. Cañón rayado con seis rayas. Alcance máximo 1.800 m. Usó bayonetas de cubo de acero, una de hoja triangular, otra de hoja cruciforme,
ambas con vaina de cuero, con contera de latón. También existieron bayoneta tipo yatagán, con vaceos, vaina metálica pavonada.
Cabe agregar que de esta misma marca, pero de un modelo más corto, existió la carabina o tercerola
Remington, usada por la caballería y la artillaría. Era en esencia y sistema, exactamente igual al fusil
de infantería pero de cañón más corto, sin bayoneta y con la culata un poco más acortada para poder
apuntar montado. Se portaba colgando de una gran argolla que tenía fijada en la platina izquierda. Por
ella se enganchaba a un mosquetón fijado a una bandolera, llevándosela por lo tanto, terciada y colgando sobre el costado derecho del cuerpo.
13. FUSIL MAUSER MODELO 1891
Sin duda que podemos decir: el mate es argentino, el tango es argentino, las pampas son argentinas y
el Fusil Mauser también. Pocas armas en la historia de un país lo han marcado tanto internacionalmente, al punto de ser consideradas de las mejoras construidas jamás. De hecho, el modelo específicamente modificado al momento de su adquisición en Alemania, por el propio Grl. Riccheri, fue adoptado por muchos otros países, entre los que se encuentran España, Bolivia, Perú, Paraguay, Chile... y
hasta la misma Alemania, terminando sus días combatiendo en la IIda Guerra Mundial bajo la versión
de Kar .98. En nuestro Ejército, perduró hasta 1909, en que se lo reemplazó por el sistema Mauser
1909, más modernizado, con el empleo de otro tipo de proyectil con forma de ojiva, desechando el de
punta roma usado hasta ese momento... La calidad de sus aceros y de fabricación, continuó siendo la
misma.
Sistema de alza graduable
Recámara y encaje del cerrojo, mostrando la abertura
Del almacén cargador para cinco proyectiles
Al momento de su adopción y comienzo de un verdadero hito en la historia de nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, los decretos que ordenaban las operaciones de compra en Alemania,
rezaban textualmente:
Departamento de Guerra y Marina
Buenos Aires, Octubre 11 de 1892
El presidente de la República, decreta:
Art. 1°
Apruébese la descripción del fusil "Mauser modelo Argentino 1891" presentada por la comisión
Técnica de Armamento, bajo cuya inspección ha sido hecha en Europa la fabricación de dicho
fusil.
Art. 2°
Autorizase a esta Comisión para proceder a la impresión, a fin de ser distribuida oportunamente
por el Estado Mayor General y avísese en respuesta.
Pellegrini
N. Levalle
Departamento de Guerra y Marina
Buenos Aires, Diciembre 29 de 1891
Vista la Instrucción sobre la nomenclatura, funcionamiento del, mecanismo desmontaje, remontaje, limpieza y conservación del fusil "Mauser modelo Argentino 1891" elaborada por la
Comisión Técnica de Armamento y aprobada por decreto del Superior Gobierno de fecha 11 de
Octubre, y:
Considerando, que es indispensable reglamentar la limpieza y conservación de la nueva arma
con que ha sido dotado el ejército, así como establecer una base uniforme en los términos que
deben usarse para designar las diferentes partes del fusil y sus juegos de accesorios;
Considerando, igualmente, que con dicho fusil serán dotadas las tripulaciones de los buques
dela Armada,
El Ministro de Guerra y Marina, resuelve:
Art. 1°
La presente instrucción deberá regir estrictamente en lo sucesivo en los cuerpos de Infantería e
Ingenieros del Ejército, así como en la Armada Nacional y deberá, igualmente servir de texto en
los establecimientos de enseñanza militar.
Art. 2°
Pase a sus efectos a los Estados Mayores del Ejército y la Armada.
Victorica
GENERALIDADES
El fusil Mauser Argentino 1891 era un arma de repetición de calibre 7,65 mm. Su mecanismo de cierre
estaba constituido por un cerrojo de movimiento combinado. Por regla general, con esta arma no se
empleaba otro tiro que el de repetición, es decir, la carga múltiple.
Sin embargo, las condiciones del arma eran tales, que no solamente permitían completar la carga de
su almacén, sino igualmente emplearla como arma de tiro a tiro, o bien, conservando una reserva de
cuatro cartuchos en el almacén, completar sucesivamente su carga, introduciendo un cartucho cada
vez en él, hasta que fuera oprimido por sus labios.
El almacén podía contener cinco cartuchos y se encontraba colocado debajo del cajón de mecanismos; su aprovisionamiento se hacía por medio de un cargado completamente independiente del mecanismo de repetición. El culote del cartucho era con garganta y sin reborde. El cartucho no se alojaba
completamente en la recámara.
Longitud total del fusil
1235 mm
Longitud total del fusil con sable bayoneta
Rem 1 ½1635 mm
Longitud del cañón
40 mm
Longitud del cartucho
78 mm
Peso del fusil sin sable bayoneta
3900 grs.
Peso del fusil sin sable bayoneta almacén lleno
4035 grs.
Peso del sable bayoneta
515 grs.
Peso de la vaina
192 grs.
Peso del cartucho
27 grs.
Peso de la bala
13 grs.
Peso del cargador
6 grs.
Distancia de la cantonera al centro de gravedad del fusil, sin sable ba565 mm
yoneta, almacén vacío
Id. Id. Id. Id. almacén lleno
560 mm
Velocidad del proyectil, a 25m de la boca, con el cartucho de guerra
635 m p. seg.
reglamentario
Flecha de trayectoria de 500 m
1352 mm
Id. Id. Id. 600 m
2164 mm
Cuatro rayas de izquierda a derecha con un paso de
250 mm
Longitud de la línea de mira
642 mm
La bala da en el primer segundo
2540 vueltas
Alcance máximo con 32° de elevación
3900 m
El alza está graduada hasta
2000 mts
CAPACIDAD DE PENETRACIÓN:
A 50 m:
A 125 m:
A 250 m:
A 100 m:
A 300 m:
A 600 m:
A 900 m:
A 1200 m:
A 2000 m:
plancha de acero Krupp ordinario, de 10 mm
plancha de buen hierro laminado de Suecia, de 8 mm
plancha de buen hierro laminado de Suecia, de 5 mm
1 m 080 de madera de abeto
0 m 736 de madera de abeto
0 m 439 de madera de abeto
0 m 332 de madera de abeto
0 m 228 de madera de abeto
0 m 140 de madera de abeto
Para ser protegido a 50 m por un parapeto de arena, debía tener este un espesor mínimo de 0m800. A
3500m, con 23° de elevación las balas se agrupaban en una superficie de 25 m de base por 70 m de
altura y penetraban en la tierra arenosa 0,200 m.
Sistema de cajón del cerrojo y mecanismo de disparo
Cerrojo (vistas varias)
Cabe agregar, que de este fusil diseñado básicamente para la infantería, hubo dos modelos más, iguales en esencia a éste, pero con ligeras diferencias: la carabina para artillería e ingenieros y la carabina
de caballería. Estas dos últimas eran más cortas, particularmente la de caballería, por las mismas razones que se enunciaran para los modelos semejantes del fusil Remington y sus versiones de carabina o tercerola.
Detalle de despiece del Fusil Mauser Mod. 1891 mostrando el cajón de mecanismos
abierto y la bayoneta (Arriba) y el detalle del cerrojo abierto y forma en que los
proyectiles “suben” de su almacén cargador a la recámara, al abrir el cerrojo (Abajo).
Detalles del Fusil Mauser Mod. 1891 mostrando el almacén cargador (Arriba) y el extremo de la boca de fuego, el guión del sistema de
puntería y la baqueta de limpieza (Abajo)
Fusil Mauser Mod. 1891 mostrando el almacén cargador (Centro) y detalles del cerrojo y del sistema del alza graduable (Abajo)
14. FUSIL MAUSER MODELO 1909
La excelente experiencia obtenida con el empleo del sistema de armas Mauser, llevó a nuestro país a
comenzar el siglo XX con un inmejorable pie de capacidades en armamentos, con sus fuerzas armadas equipadas con estos fusiles carabinas ya mencionados y otra extensa variedad de armas livianas
y pesadas, así como equipamientos generales para ubicarla en un primer lugar dentro de los países de
la región, en lo que hace a capacidades, organización y equipamientos de sus fuerzas de defensa.
Al efecto, existía una comisión permanente de adquisición de materiales en Europa, que constantemente, probaba los materiales más avanzados y visitaba los ejércitos mejor organizados, asistiendo a
sus maniobras y ejercitaciones así como observando los nuevos avances tecnológicos.
Esta comisión, a pocos años de haberse adoptado la familia de armas largas Mauser Mod. 1891, observó las notables mejoras obtenidas en los materiales presentados en 1909. Las facilidades económicas con que contaba la República por esos años, así como la permanente atención que se observaba
sobre las necesidades de la defensa, sumado a la actitud de hegemonía que disputaba nuestro país
con con Chile y Brasil, llevó a una carrera armamentista en la que cada uno intentaba poseer la mayor
cantidad y la mejor calidad de materiales y armamentos para sus respectivas fuerzas armadas.
Así fue como se decidió adquirir la versión modernizada del ya de por sí excelente fusil Mauser Mod.
1891, pasando a adquirirse el Mod. 1909. También se adoptó una completa gama de armas de puño y
de apoyo, sustituyéndose progresivamente las pistolas reglamentarias Mannlicher por las sistema Colt
y agregándose otras armas como el Fusil Ametrallador Madsen y las Ametralladoras Colt, refrigeradas
a agua. La infantería argentina, quedó equipada al nivel de las mejores del mundo. Sustancialmente, el
fusil y carabinas Mauser, no diferían en mucho a excepción del sistema de alimentación que quedaba
guardado dentro de la caja de madera del arma. No había cargador exterior. También se varió el tipo
de munición, adoptándose la de tipo de bala de plomo encamisado en latón, con punto ojival, desplazando a la de punta roma usada con el Mod. 1891.
Al tiempo que se renovaba el vasto abastecimiento de fusiles Mauser con que se dotó al Ejército y la
Armada y más adelante en el tiempo, a la Prefectura Naval y luego a la Gendarmería Nacional, como
así también a numerosas instituciones policiales provinciales, se modernizó al viejo pero excelente fusil Mod. 1891, adaptándolo incluso con una modificación de las recámaras de los cañones, al nuevo tipo de munición.
Fusil Mauser Mod. 1909
Vistas en corte mostrando el arma antes y después del último disparo
El reglamento de descripción y nomenclatura de esta nobilísima arma, en su parte de Generalidades,
la describe de la siguiente manera:
El fusil Mauser modelo argentino 1909 es un arma de repetición de calibre 7 mm 65. Por regla general
no se empleará con ella otro tiro que el de repetición, sin embargo se la puede emplear como de tiro
simple cargándola tiro a tiro.
Agregándole el sable-bayoneta, se la emplea como arma de asta en el combate cuerpo a cuerpo.
En el almacén caben cinco cartuchos que se introducen por medio de un cargador completamente
independiente.
Su mecanismo de cierre está constituido por un cerrojo de movimiento combinado.
El proyectil empleado es el denominado S. M./909; también puede emplearse el antiguo ojival.
En un completísimo compendio de detalles descriptivos, despieza completamente el arma, describiendo y explicando el funcionamiento y mantenimiento de cada pieza.
Fusil Mauser Mod. 1909 mostrando el cerrojo lateralmente y la disposición de su palanca así
como el alza regulable
El sistema de armas Mauser, cumplió nobles y excelentes servicios por casi seis décadas, prestando
servicios en todas las unidades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales. Cabe aclarar, que
si bien las primeras partidas de estos fusiles llegaron al país hacia 1910 / 1911, se lo continuó adquiriendo hasta la década del ’40, incluyendo pequeñas modificaciones a medida que pasaba el tiempo.
Hasta mediados de la década del ’60 del s. XX, era de dotación de las unidades de todas las Fuerzas,
hasta que progresivamente dejó paso a otros sistemas de armas más modernos, de mayor volumen y
cadencia de fuego, que encaraban en mejor forma las exigencias de la guerra moderna.
Hoy en día, a pesar de que la evolución de la guerra, ha llevado a ejercitar otras tácticas en la que se
necesita de una tecnología mayor, los viejos fusiles y carabinas Mauser, continúan en ciertas unidades
siendo utilizadas como armas para tiradores especiales, habiéndosele efectuado algunas modificaciones a su apariencia, peso, comodidad para el tiro y proveyéndosele de potentes miras ópticas.
100 años han transcurrido de nobles y esforzados servicios, constituyéndose tal vez en la más emblemática de las armas portátiles del Ejército Argentino, al punto que en el Reglamento de Uniformes de
1904 y en el de 1913, se define el emblema característico de la Infantería como “dos fusiles Máuser
cruzados”. Además, las mejoras introducidas por el Grl Riccheri, cuando efectivizara su compra a principios del S. XX, dieron lugar al modelo argentino, que tanto por los aspectos de materiales y aleaciones sugeridas, como por los detalles de diseño observados, lo convirtieron en el foco de atención de
muchos otros ejércitos, adquiriéndolo con el nombre de Fusil Mauser Mod. Argentino 1909.
Pero como veíamos más arriba, la guerra moderna dio lugar al cambio de las armas de repetición, por
las armas automáticas...
14. FUSIL AUTOMÁTICO LIVIANO (FAL)
El FAL, o Fusil Automático Liviano, comenzó a ser adquirido a partir de comienzos de la década del ’60. Ya
promediando, se podían observar unidades equipadas todavía con el fusil Mauser y otras, las más modernas y de mayor prioridad de empleo, dotadas con el nuevo FAL. Pasados pocos años, comenzó a ser producido en nuevas versiones mejor adaptadas a nuestras necesidades, en varias fábricas militares de nuestro país. Prontamente, las cantidades fabricadas, alcanzaron para dotar íntegramente a todas las FFAA, FS
y FFPP, como así también a iniciar una incipiente exportación a países vecinos.
El FAL, en nuestros días y a pesar de sus años, sigue siendo un fusil de asalto muy difundido en todo el
mundo por sus excepcionales dotes de robustez y fiabilidad. La prueba está en que durante la Guerra del
Golfo, las unidades inglesas, inicialmente equipadas con los novísimos fusiles sistema "Bull pup" L85 de
calibre 5,56 NATO, recibieron nuevamente los viejos FAL, mucho menos sensibles a la arena y más potentes. El FAL es tal vez el fusil construido en mayor número de ejemplares después de Kalashnikov (adoptado
por casi noventa países de todo el mundo).
Este fusil se produce en numerosas versiones; las más conocidas son el modelo standard, el de cañón pesado o FAP (Fusil Automático Pesado) y el de culata plegable para usar los paracaidistas y la infantería
mecanizada, montada en vehículos blindados (FAL Parac).
VISTAS DEL ALZA O PUNTO DE MIRA Y DE LA ALETA SELECTORA DE DISPARO
En la planta de FN en Bélgica D. J. Saive creó un sistema similar al mecanismo del rifle semiautomático
soviético Tokarev, el FN FAL original (Fusil Automatique Legere: Fusil Automático Liviano) utilizaba el cartucho alemán 7.92mm Kurz. Luego Saive y Ernest Vervier lo rediseñaron para utilizar el cartucho 7.62 mm
NATO (OTAN). El FAL pronto se convirtió en uno de los más grandes éxitos en la historia de las armas de
fuego modernas. Ha sido adoptado en diversas épocas por más de 90 naciones incluyendo numerosos países en Latinoamérica, la comunidad Británica e Israel. Ha sido fabricado por Argentina, Brasil, Perú, Austria,
Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Gran Bretaña, India, Israel, Australia, Nueva Zelanda, y Sudáfrica, entre
otros.
El funcionamiento del FAL es a partir del aprovechamiento de los gases resultantes de la ignición del cartucho, y dispara desde la posición de bloque cerrado en fuego semi-automático y automático. Este fusil posee
un método de regular el paso de gas. Este regulador funciona con el mismo principio que el silenciador de
un automóvil.
En condiciones ideales la mayoría de los gases resultantes de la explosión de la pólvora es expulsado hacia
el aire, esto ayuda a reducir mucho el retroceso del arma. Este excelente fusil fue desarrollado en los años
cuarenta en Bélgica por el ingeniero Dieudonne Saive y después de probar varios tipos de munición, entre
los que estaban el 7.92 x 33 mm Alemán y el .280 británico, se adoptó finalmente el 7.62 x 51 mm OTAN,
pero más por presión Estadounidense que por considerarle el calibre ideal para un fusil con posibilidad de
disparar en ráfagas.
Su cartucho es justamente uno de sus puntos fuertes, pues se le considera potente y muy confiable, con
buen alcance y poder de parada, aunque más adecuado a un arma semi-automática que a un verdadero
fusil de asalto.
Fue estudiado por el ejército de los EEUU para su posible adopción. Se fabricaron FAL estadounidenses
para las pruebas (unos 500 a los que se denominó T-48), y pudo haber sido el fusil standard de la OTAN,
pero los Norteamericanos prefirieron otro modelo, el ubicuo y muy difundido fusil M-14, popularizado particularmente en la paradójicamente impopular Guerra de Viet Nam. Alemania, por su parte desarrolló el excelente fusil Heckler & Koch G-3, todos en calibre 7.62 mm x 51mm OTAN.
El FAL, después de reinar en los campos de batalla del mundo por muchas décadas, como en las Islas Malvinas y en Israel, ha ido quedando relegado de su posición dominante, principalmente por la adopción de
muchos países del calibre 5.56 x 45mm, también de origen norteamericano. Curiosamente donde han ido a
parar muchas de éstas armas pero con fines deportivos es a los Estados Unidos, su antiguo detractor, aunque sólo las semi-automáticas, pues a los FAL que tiran ráfaga allí se les clasifica como Ametralladoras.
En la Fabrica Nacional de Herstal, Bélgica, ya durante la 2ª mitad de los años treinta, un proyectista conocido por haber completado y perfeccionado un proyecto de John M. Browning que llevó a la mítica pistola
semiautomática HP 35, comenzó a estudiar la realización de un fusil semiautomático de recuperación de
gas. La invasión de Bélgica por parte de las fuerzas alemanas hizo que Saive y todo su equipo se trasladara
a Gran Bretaña; aquí, en el Small Arms Group de Cheshunt y el Arsenal de Enfield, se prosiguieron los trabajos de experimentación que condujeron a la realización del SAFN, un fusil semiautomático de forma tradicional dotado de cargador fijo con capacidad para diez cartuchos, obturador de tipo oscilante y pistón para
los gases, el cual se deslizaba por encima del cañón; este fusil sirvió de base a la realización de lo que en
un futuro se convertiría en uno de los fusiles de calibre 7,62 NATO más difundido del mundo, el FAL.
La primera versión del fusil semiautomático calibre 7,92 x 33 creada por Saive recibió en 1946, un pedido
por parte del ejército británico de 12.000 unidades, pero no fructificó. Mientras Saive se trasladó a Bélgica,
en donde comenzó a estudiar un fusil que estuviera en condiciones de competir con el Sturmgewehr 44
alemán; en 1948, en el polígono de Zutendael, los primeros prototipos comenzaron a ser sometidos a duras
pruebas. En 1952 se cambia el calibre por las presiones americanas, transformándose para el uso del calibre 7,62 NATO, convirtiéndose en el arma de este calibre más difundida del mundo. En 1953, los ingleses
decidieron adoptar como arma de ordenanza el nuevo fusil de asalto, en una versión capaz de disparar sólo
en tiro semiautomático, denominado Rifle L1A1, producido inicialmente en Bélgica y a partir de 1958, por la
BSA y el arsenal de Enfield en Gran Bretaña.
CARACTERÍSTICAS
CONSTRUCTOR
FABRIQUE NATIONAL HERSTAL - BÉLGICA
MODELO
FAL - L1A1
CALIBRE
7,62 x 51 NATO
TIPO DE DISPARO
SEMI Y AUTOMÁTICO
LONGITUD DEL CAÑÓN
533 MM.
LONGITUD DEL ARMA
1016 MM.
SISTEMA
RECUPERADOR DE GAS CON CERROJO
ALIMENTACIÓN
CARGADOR 20 CARTUCHOS (STANDARD)
MIRA POSTE Y DIÓPTER
100 A 600 M.
PESO DEL ARMA
4,2 KG.
CADENCIA DE TIRO
650 DPM
VELOCIDAD INICIAL
835 M/SG
Vista del cargador
La amplia utilización de aceros especiales forjados ha constituido el límite principal de esta arma, bien realizada y robusta, aunque demasiado complicada de realizar con los criterios de producción en masa. Por ello,
este fusil, aun presentando el modelo más vendido en el ámbito occidental, ha tenido una difusión muy inferior en relación a otro como el AK47 y el AKM soviéticos. Sus principales defectos se pueden resumir en: el
costo y peso elevados; dimensiones exageradas y poco control en el tiro a ráfagas (común en todas las
armas de este calibre). A su favor tenemos la robustez, la fiabilidad y el alto nivel de terminación.
PARTES DEL FAL
Pasemos a examinar el FAL, desde el punto de vista técnico.
Guión, aletas cubre guión y punto de toma de gases
Apagallamas
Tapón del cilindro de gases
Despiece del cañón y del sistema de toma de gas del FAL.
Guión con sus aletas protectoras
y válvula reguladora del flujo de
gases
El funcionamiento del fusil es más o menos igual el de todas las armas de asalto. Partiendo con el arma
cargada, cuando se pulsa el gatillo, el martillo se abate con fuerza sobre el percutor y se produce el disparo.
La bala recorre el cañón y, cuando supera el orificio de la toma de gases, una parte de éstos son recogidos
y enviados a la cámara de expansión. Al entrar en la cámara de expansión, los gases se dilatan y una parte
se utiliza para retirar el cerrojo, mientras que lo que sobra se desplaza hacia la culata del arma. El pistón,
retirado, choca con fuerza contra el cerrojo, que comienza a retirarse unos 6 milímetros en un espacio de
tiempo suficiente para que las presiones desciendan a un nivel aceptable en el interior de la recámara. En
este momento, los planos inclinados en el interior del cerrojo hacen bascular el obturador, que se desliga de
la posición de cierre y comienza a retirarse junto al propio cerrojo.
Cerrojo visto desde abajo
Cerrojo de acero sólido
Corredera del cerrojo
El obturador, retirado se lleva consigo la vaina enganchada a la uña del extractor. Obturador, cerrojo y vaina
continúan el movimiento de retroceso permaneciendo unidos entre si y comprimiendo el muelle recuperador.
Cuando llegan al final del recorrido, la vaina se encuentra un saliente en el pistolete que lo libera del diente
del extractor y le obliga a salir expulsado por la ventana de expulsión.
Pistón de gases con el muelle recuperador en la parte posterior
Elevador del cargador y el expulsor.
Pistolete visto desde arriba.
El cerrojo junto con el obturador, sigue retrocediendo hasta que llega al final del recorrido; en este momento,
el muelle recuperador comienza a extenderse empujando hacia delante las dos piezas. El obturador, avanzando, recoge un cartucho nuevo del cargador y lo introduce en la recámara colocándose en la posición de
cierre. Una vez que el obturador se ha cerrado completamente, el cerrojo sigue avanzando durante otros 6
milímetros hasta que se bloquea contra las paredes externas de la recámara.
Vista de la recámara
Cuando el ciclo del cierre se ha completado, si el arma está en posición de tiro con ráfaga, el martillo vuelve
a abatirse; si el selector está en tiro semiautomático, el martillo permanece enganchado al diente del desconector. En el momento en el que se disparan todos los cartuchos del cargador, un saliente colocado en el
elevador del cargador, intercepta un pivote que se desplaza hasta bloquear al obturador. Para cerrar de
nuevo el obturador es necesario tomar el cargador y mover manualmente la palanca colocada junto a la
retenida del cargador, o bien introducir un cargador lleno y retrasar la palanca de montar de forma que el
pivote pueda bajarse de nuevo.
MODELO FAL PARAC CON CULATA PLEGABLE
...A modo de conclusión y reflexiones finales
En el presente trabajo, colectando materiales provenientes de diversos reglamentos en uso en el Ejército y
comunes a todas las FFAA y FFSS, se ha mostrado la evolución del fusil, arma prototípica de la infantería,
del combatiente aislado y común al soldado de todas las organizaciones militares, tanto de combate como
de apoyo. Con su evolución se ha incursionado en la forma que la tecnología ha influido en las organizaciones militares, incluyendo en ello la actividad de Orden Cerrado, tan necesaria para los primitivos antepasados del moderno fusil, para volver eficaces sus fuegos, tanto en volumen como en precisión. Esta actividad,
relegada en nuestros días a la uniformidad y precisión de movimientos en paradas, formaciones y desfiles,
ha sido reemplazada por una actividad mucho más individualista y dependiente de la precisión de las armas, aspecto que en forma particular se aprecia en la organización, equipo, instrucción y particularmente,
del armamento de la infantería. El Ejército Argentino, aun pese a las dificultades presupuestarias que caracterizan esta época, continúa evaluando otras armas de producción extranjera, así como desarrollando prototipos nacionales tendientes a reemplazar las últimas y más sofisticadas versiones del ya venerable FAL.
Entre ellas, tenemos una versión experimental desarrollada en CITEFA, el FARA (Fusil de Asalto República
Argentina), que reemplaza el confiable calibre 7,62 mm por el casi universal 5,56 mm y una serie de detalles
que singularizan a una nueva y previsible era en el fusil de la infantería...
Pero ése es otro cantar y tema para otro artículo, como lo es el uso de fusiles de asalto modelo M-16 Armalite, Steyr AUG y otros modelos, por parte de las Fuerzas Especiales de la Institución.
BIBLIOGRAFÍA
* FUENTES REGLAMENTARIAS MILITARES.
REGLAMENTOS PERTENECIENTES AL EJÉRCITO ARGENTINO:
- Descripción y nomenclatura del Fusil Mauser Mod. Argentino 1891.
- Descripción y nomenclatura del Fusil Mauser Mod. Argentino 1909.
- Descripción y nomenclatura del Fusil Automático Liviano (FAL).
- Descripción y nomenclatura del Fusil Automático Pesado (FAP).
- Catálogos de armamento portátil fabricados en el país, por Fabricaciones Militares.
* FUENTES BIBLIOGRÁFICAS VARIAS.
- Tunis, Edwin, Weapons, A Pictorial History written and illustrated, Cleveland, The World Publishing
Company, 1954
- Autores Varios, Reseña Histórica y Orgánica del Ejército, Biblioteca del Oficial, Círculo Militar, Departamento de Estudios históricos del Ejército, Buenos Aires, 1972.
- Domínguez, Ercilio, Colección de Leyes y Decretos Militares 1810 – 1925, Arsenal Central de Guerra, Buenos Aires, 1925.
* FUENTES DOCUMENTALES.
- Colección de Memorias Anuales del Ejército Argentino. Período comprendido: 1812 – 1945.
* FUENTES MUSEALES CONSULTADAS.
Museo de Armas de la Nación (MAN) – Círculo Militar – Av. Santa Fe 750 – Capital Federal – Consulta de
catálogos y apreciación de las colecciones allí conservadas, con el asesoramiento y guía de la Lic Mus
María Marta Lassus y del curador, Subof My Mec Arm (R) Antonio Vides, especialista en mantenimiento y
funcionamiento de armas y profesor de armas antiguas en el MAN. También se ha consultado material de
apuntes del oplotecólogo y coleccionista, Dr Jorge Pedemonte Méndez, profesor de esta materia en la Escuela Nacional de Museología y en cursos dictados en el Museo de Armas de la Nación.
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