¿Por qué los guachos están descontentos con Mamita Michelle?

Anuncio
El Clarí-n de Chile
¿Por qué los guachos están descontentos con Mamita Michelle?
autor Rafael Luis Gumucio Rivas
2006-07-12 16:47:15
Están a la moda las sensaciones térmicas, las fotografÃ-as del momento y los estados de ánimo. Es evidente que los
ciudadanos cambian, rápidamente, desde la euforia hasta la decepción: en un mes, el gobierno de Michelle Bachelet
ha perdido el 10% de apoyo popular.
No faltan los politólogos que buscan explicaciones a tan rotundo bajón, por ejemplo, lo atribuyen a un gabinete débil e
incapaz de responder a los desafÃ-os de cada Cartera.
La guagüita ZaldÃ-var, aun cuando es un experimentado polÃ-tico, se ha demostrado incapaz de mantener el orden
público en las manifestaciones recientes de los “pingüinos―; estos antárticos pájaros se mean, cuando quieren, en su
escritorio y la Alianza lo acusa de ser muy permisivo con los cacos.
El ministro Zilic se convirtió en un estudiante secundario más; el ministro Andrés Velasco está estresado ante tanto
majadero que busca apoderarse del dinero de su billetera; la ministra de la Vivienda hace el loco distribuyendo “casetas
sanitarias― de nueve y doce metros a los pobretes, que se ven obligados a hacer el amor a la “paraguaya―. Otros analis
atribuyen este fracaso del gobierno a los desastrosos informes de las Comisiones, entre ellas la del sistema binominal,
que no va a prosperar, la de la calidad de la educación, que es una verdadera “torre de Babel―, la de la previsión, cuyo
Informe podrá convertirse en realidad casi al final del gobierno de Michelle Bachelet. Otros estudiosos de la polÃ-tica
dicen no entender la oferta de la democracia participativa que, la misma Michelle niega haber planteado, según la última
entrevista, concedida al diario El Mercurio.
Â
Aunque las encuestas sean puro chamullo, la única que está descalificada para rechazar su metodologÃ-a y resultados
es Santa Úrsula Michelle, pues no se hubiera convertido, ni siquiera en candidata a la presidencia del paÃ-s, sin ellas. Las
comparaciones del apoyo popular entre los presidentes de la Concertación son bastante ditirámbicas: es evidente que
Patricio Aylwin, una especie de papá culposo y temeroso, según Los platos rotos, de Rafael Gumucio, (mi hijo), logrará
el apoyo de un 74% de los encuestados; es que todos estaban aterrados por un nuevo intento de golpe de Estado de
Pinochet, razón por la cual el pueblo estaba dispuesto a aceptar los diálogos de Enrique Correa y de Edgardo
Boeninger con el comité asesor del tirano, (recientemente acusado de narcotráfico por Manuel Contreras). La
contradicción de don Patricio al criticar al mercado como inhumano y aplicarlo en toda su extensión pasaba piola.
Eduardo Lázaro Frei Ruiz-Tagle heredó el gobierno en pleno crecimiento económico, por eso no es de extrañar que
lograra un 54% de apoyo en sus comienzos, terminando con menos del 20% de adhesión. El profesor Ricardo Lagos, a
pesar de su magra votación en que casi le gana JoaquÃ-n LavÃ-n, en 1999, logró un 49% en las encuestas aplicadas
en sus primeros tres meses, y terminó con un alto porcentaje de amor empresario-popular. Que Mamita tenga el más
bajo porcentaje, el 44.4%, no es para cortarse las venas.
Â
Los gobiernos pueden, perfectamente, sobrevivir al desprestigio siempre y cuando la economÃ-a marche pasablemente
bien: es a que los borregos les importa más el enriquecimiento de los ricos, del cual se sienten partÃ-cipes por chorreo,
que los monstruosos atropellos a los derechos humanos durante las pasadas dictaduras de Seguridad Nacional. Sin el
silencio complaciente de tanto ciudadano común, que se divertÃ-a con el Festival de Viña, aplaudÃ-a a la Raquel
Argandoña, a la muelota Patricia Maldonado y ganaba con el chacal de Sábados Gigantes, hubiéramos dejado a
tirano marcando ocupado. En todos los fascismos, el silencio de los ciudadanos comunes y corrientes tiene una parte
importante de culpabilidad. El presidente Toledo pudo terminar su perÃ-odo con no más del 15% de apoyo popular, con
un repunte importante al final, dado el éxito económico del Perú; lo mismo ocurre con George W Bush, que a pesar de
sus bajos Ã-ndices de popularidad, hace y deshace en Estados Unidos.
Â
Lo extraño, en el caso chileno, es que esta inesperada caÃ-da en las encuestas del gobierno de Mamá Michelle no le
sirve para nada a la oposición, que tiene un ratón 21% de apoyo; ambos conglomerados polÃ-ticos perdieron un 10%,
como en 1997. La mayorÃ-a de los ciudadanos, enrabiados, rechazan el sistema polÃ-tico en su totalidad. Las
Instituciones hacen agua, pero no hay ninguna expresión coherente de reemplazo. Ya se sabe que el voto nulo, blanco
o la abstención no permiten ninguna posibilidad de sacar a estos corruptos, vitalicios e incapaces polÃ-ticos, que se
rÃ-en a carcajadas del rechazo de sus electores. A lo mejor, el camino es otro: algo de esta alternativa lo mostraron los
pingüinos, pero aún es muy pronto para configurarse en un movimiento de masas.
Â
Estamos en pleno vacÃ-o polÃ-tico: la Concertación hace tiempo que muestra signos de decadencia y la Alianza es el
hazmerreÃ-r; los LarraÃ-n & LarraÃ-n son más despistados que los detectives Fernández y Hernández, de Tintin; Evelyn
Matthei pasa peinando la muñeca de puro odio y resentimiento contra Sebastián Lúculo Piñera. Es tal la mierda en la
Alianza, que el arcángel LavÃ-n, en uno de sus arrebatos metafÃ-sicos y mÃ-sticos, ha manifestado su intención de
retirarse al monte a meditar la forma de hacer una nueva combinación, tan totalitaria como la UDI. Como las
sociedades, al igual que los hombres, sienten horror al vacÃ-o, es lógico que se queden con el gobierno de “paz y amor―
de Michelle Bachelet que, con unos pocos gestos populistas estoy seguro, reconquistará el amor de sus hijos pródigos.
Â
http://www.elclarin.cl
_PDF_POWERED
_PDF_GENERATED 19 November, 2016, 15:08
El Clarí-n de Chile
Durante estos cuatro años, el gobierno zigzagueará entre las iniciativas ciudadanas y el dominio de las mafias que
dirigen los partidos polÃ-ticos. Al fin y al cabo, nadie sabe lo que quiere Mamá, al menos por el momento. No sé cuándo
ni cómo terminará este reinado absoluto de la casta, pero estoy seguro que llegará “un nuevo amanecer―, ojalá sin
demócrata cristianos, eslogan que, platudamente, han intentado atribuirse. Son los últimos movimientos de una vieja
prostituta.
Â
Rafael Luis Gumucio Rivas          Â
http://www.elclarin.cl
_PDF_POWERED
_PDF_GENERATED 19 November, 2016, 15:08
Descargar