cuando grana la espiga

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CUANDO GRANA LA ESPIGA
Pieza teatral sobre Bonifacia Rodríguez de Castro
por Francisco Carrascosa Contreras
Granada, 1992
ACTO PRIMERO
Aparece un grupo de tres hombres hablando delante de la c/ Traviesa nº 6, vestidos con capas en
una tertulia hablando cosas de la época por ej. haciendo alusión a la política actual y religiosa. En
este momento llega Juan Rodríguez (J.R.).
DIÁLOGO
J.R.:
Buenos días señores.
LOS TRES:
Buenos días Juan.
HOMBRE PRIMERO:
Qué ¿de dar una vuelta?
J.R.:
De dar una vuelta y... otras cosillas. Los padres Jesuitas en la Clerecía tenían algo que
decirme, me llamaron y vengo de ver lo que es. Una vez allí he confesado y oído Misa antes
de comenzar el trabajo.
SEGUNDO HOMBRE:
¿Y sabes ya lo que es?
J.R.:
Sí, son varias cosas. Una de ellas es que tengo que hacerles unas cuantas sotanas para la
comunidad.
TERCER HOMBRE:
(Vestido de harapos y una capa vieja). Pues yo... iría a confesar pero... con esta facha...
J.R.:
Escucha, hombre, dice el refrán “QUE UNA BUENA CAPA TODO LO TAPA”, toma la
mía y por eso que no quede, ve y confiesa.
TERCER HOMBRE:
(Quitándose la vieja y poniéndose la de J.R.) Bueno... pues gracias. ¡¡Hasta luego!! ¡¡Buenos
días!!
TODOS:
Adios, buenos días.
J.R.:
Señores, yo también me retiro, tengo mucho trabajo. Adiós, buenos días.
LOS DOS HOMBRES:
Que Él te acompañe, Juan.
Se van todos y Juan entra a su casa. Se corren las cortinas. Aparece el interior de la casa de Juan
Rodríguez. Allí están las dos hijas y su esposa.
HIJAS:
Buenos días, papá.
J.R.:
Buenos días, hijas. ¿Dónde está mamá?
HIJAS:
Está dentro buscando nuestros zapatos.
J.R.:
(Riéndo con gesto pícaro e inocente) ¿Y los encuentra?
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HIJAS:
No, papá. Y lleva mucho rato buscándolos.
J.R.:
Bonifacia, dile a mamá que salga, por favor.
BONIFACIA:
¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!! Ha llegado papá, dice que vengas. (lo dice desde la puerta de la
habitación).
Sale MARIA (Madre)
MARÍA:
¡Hola Juan! Has madrugado mucho.
J.R.:
Sí. He ido a la Clerecía, ya sabes he visto a los PP. Jesuitas y quieren que les haga unas
sotanas.
MARÍA:
Por cierto ¿Has ido sin capa?
J.R.:
¿Qué capa? (Se miran distraídos) ¡¡Ah la capa!! Sí la mía... claro.
Perdona, mujer, se la he dado a uno más pobre que nosotros. Decía que no confesaba porque
estaba muy mal vestido.
MARÍA:
¡Ay Juan, Juan!! Qué ingenuo eres... ¿Tú crees que irá a confesar?
J.R.:
No lo sé, supongo que sí.
MARÍA:
(Como suspirando) Bueno... qué se le va a hacer A LO HECHO PECHO...
Entra Rosario –una señora vecina- un tanto sofocada.
ROSARIO:
¡Señora María, señora María! Venga, por favor, a mi hijo le pasa algo que no sé que es, está
como muerto, venga deprisa.
Salen las dos
J.R.:
Bueno, hijas ¿Dónde vais tan compuestas?
HIJAS: Contesta AGUSTINA:
Precisamente, hoy sábado a la catequesis, pero llegaremos tarde. Mamá no encuentra
nuestros zapatos.
J.R.:
(Un tanto preocupado pasándose la mano por la cabeza y dándose un pequeño paseo por la
habitación...)
¿Los zapatos...? ¿Los zapatos...? ¡¡Señor qué he hecho y no tienen otros...!! (mirando al
cielo como diciendo: ¡Arregla tú esto, Señor...!
Entra la madre.
BONIFACIA:
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¿Qué le pasaba al niño, mamá?
MARÍA:
No era gran cosa, hija. ¡¡NADA QUE NO SE ARREGLE CON UN BUEN TAZÓN DE
LECHE!!
Anda, Agustina prepáralo tú en la cocina y llévaselo.
AGUSTINA:
Sí, mamá, gracias por dejarme que lo haga yo.
MARÍA:
Bonifacia ¿Has buscado tú los zapatos?
BONIFACIA:
No mamá, si ya no hay dónde mirar...
J.R.:
(Como interrumpiendo el diálogo entre madre e hija) María, espero que sepas perdonarme
una vez más: El otro día estaba solo en el taller y llamó una señora a la puerta con dos niñas
como las nuestras, descalzas y muy mal vestidas... me dió pena y... les di los zapatos.
BONIFACIA:
(Mirando a cada uno de ellos...) Mamá, papá, no os preocupéis me pongo las alpargatas,
están viejecillas pero no importa.
MARIA:
¡Dios mío, Juan, ahora tendremos que ahorrar más para comprarte una capa a ti y unos
zapatos a las niñas.
J.R.:
No sufras, mujer, Dios proveerá, no te preocupes.
MARÍA:
¡Desde luego, Juan, desde luego...! Yo, habría hecho lo mismo.
Entra Agustina
AGUSTINA:
Mamá, dice Rosario que te ha oído comentar lo de los zapatos y que pensando se acordó que
sus hijas ya no necesitan éstos, le están pequeños. A mí me vienen bien pero... ¿Y tú,
hermana, te los quieres probar?
BONIFACIA:
No, cariño. Si te están bien a ti no pueden estarme bien a mi. Póntelos rápido que yo ya
tengo mis alpargatas de cáñamo. ¡Y bien bonitas que son! Anda, vamos que llegamos tarde.
HIJAS:
(Dándoles un beso) Adiós, mamá. Adiós, papá.
PADRES:
Adiós, hijas, adiós.
MARÍA:
No os entretengáis después.
J.R.:
¡Ah, me voy al taller!
MARÍA:
Hasta luego, Juan.
Continúa la escena con María sola junto a la chimenea cosiendo. Vuelven las hijas y el padre.
HIJAS:
¡Hola mamá!
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MARÍA:
¿Qué tal os ha ido hoy en la catequesis?
HIJAS:
Muy bien mamá, muy bien.
J.R.:
(Entra) Ya está bien por hoy el trabajo.
MARÍA:
¿Os parece que mientras yo coso recemos el Rosario antes de la cena?
TODOS:
Sí, muy bien.
(La familia reunida en torno a la chimenea inicia el Rosario)
Así termina al primer acto.
ACTO SEGUNDO
Desaparece el ambiente de la casa de los Rodríguez y aparece un ambiente de capilla: “LA
CLERECÍA” en donde BONIFACIA confiesa. Agustina reza de rodillas. Se oye el diálogo entre
BONIFACIA y el P. BUTIÑÁ en el confesonario.
BONIFACIA espera de rodillas rezando junto a su hermana. En ese momento entra el P. Butiñá.
Éste se arrodilla, reza un poco y después de unos minutos se dirige al confesonario, casi seguido lo
hace BONIFACIA.
BONIFACIA:
Ave María Purísima.
PADRE BUTIÑÁ:
Sin pecado concebida.
BONIFACIA:
Padre: Después de examinar mi conciencia delante del Santísimo encuentro que mi mayor
preocupación es que seguramente estoy siendo negligente en responder a la LLAMADA DE
DIOS. Hace tiempo que siento una voz interior que me atrae poderosamente hacia la vida
contemplativa.
P.B.:
No te preocupes, Bonifacia. Dios hace que el fruto madure a su debido tiempo. ¿Has
pensado en algo concreto?
BONIFACIA:
Sí. He pensado ingresar en el convento de las Dominicas. Aunque lo que trato realmente es
de encontrar la VOLUNTAD DE DIOS.
P.B.:
Las chicas que te envío al taller están dando buen resultado. Hay entre ellas muchas
vocaciones.
BONIFACIA:
Sí, Padre, son buenas chicas, sólo necesitan ORIENTACIÓN.
P.B.:
Es cierto. Por eso te las envío. Quiero que sigan tu ejemplo. ¡Hay tanto que hacer...!
BONIFACIA:
He comprendido que son buena tierra para sembrar. ¡¡Cómo ansían aprender cuando se las
enseña tanto el oficio como cuando se les habla de Dios!!
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P.B.:
¿Lo ves? Dios va poco a poco indicando el camino. Será una ruta empinada pero al final
ESTÁ DIOS.
BONIFACIA:
Acepto con gusto la voluntad de Dios pero yo no estoy preparada para dirigir nada. Nunca
he organizado ni la casa.
P.B.:
Los tres años que llevamos con la ASOCIACIÓN DE LA INMACULADA Y SAN JOSÉ en
donde haces de hermana mayor demuestran lo contrario.
BONIFACIA:
Sí, pero me cuesta mucho.
P.B.:
¡¡FUNDAREMOS UNA CONGREGACIÓN!! En ella DARÁS MÁS GLORIA A DIOS.
BONIFACIA:
(Expresando turbación...) ¿Yo, yo, fundar...? ¿Cómo podría?
P.B.:
ACEPTANDO LA VOLUNTAD DE DIOS DICIENDO “SI”. Recuerda cuánto te costó ir a
Ávila a las ADORATRICES y lo superaste. Por lo menos eso me has dicho tú.
BONIFACIA:
Es cierto, Padre y hoy me alegro, gracias a este aprendizaje y al de estas dos santas señoras
que nos enseñaron, hoy podemos tener nuestro taller de Nazaret.
P.B.:
Gracias, sobre todo, hija, al desvelo y abnegación de tu buena madre.
Sin olvidar la memoria de tu padre.
BONIFACIA:
Por ellos doy gracias a Dios cada día.
P.B.:
Así, pues, quedamos en que yo hago los preparativos y las reglas para fundar.
BONIFACIA:
Como quiera padre, pero para mí es muy difícil.
P.B.:
Sólo es como seguir siendo la hermana mayor que ahora eres. ¿Qué edad tienes hija?
BONIFACIA:
He cumplido los treinta.
P.B.:
Pues hora es ya de afrontar el futuro
Se levanta Bonifacia y hace como que se va del confesonario, de pronto se vuelve como recordando
algo. El P. Butiñá sale del confesonario para irse...
BONIFACIA:
¡Padre! ¿Y cómo llamaremos a la nueva Congregación?
P.B.:
SIERVAS DE SAN JOSÉ SERÁ SU NOMBRE
Se va junto a su hermana y reza en voz alta:
BONIFACIA:
Pesada es la cruz que me das, Señor, acepto tu voluntad siendo la PRIMERA SIERVA DE
SAN JOSÉ.
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Se corren las cortinas. Sin tardar mucho se abren para la toma de hábito que se tendrán preparados
para siete y una cinta con el VENI CREATOR... todas tumbadas en el suelo y el P.Butiñá en un
sillón.
P.B.:
¿Qué pedís?
TODAS:
La misericordia de Dios, de la Santa Iglesia y ser admitidas como SIERVAS DE SAN
JOSÉ.
P.B.:
En el nombre de Dios y nuestra santa madre la Iglesia yo os lo concedo. Os entrego el
DECRETO FUNDACIONAL y el santo hábito del nuevo Instituto.
Madre BONIFACIA inicia a ponerse el hábito.
Continúa el VENI CREATOR.
ACTO TERCERO
Aparece un ambiente de taller y tres religiosas que son: M. Bonifacia, Sor Rosa Santos y Sor Adela.
S. ADELA:
Bonita ceremonia la de la toma de hábito. ¿Verdad, Madre?
BONIFACIA:
Sí, hija, preciosa. Difícil momento para el nacimiento de nuestra Congregación.
S. ROSA:
¿A qué se refiere, Madre?
Bonifacia antes de contestar corrige un detalle a Sor Adela sobre el trabajo que realiza...
BONIFACIA:
Estira más el cordón, de lo contrario te saldrá flojo.
S. ADELA:
Gracias, Madre.
BONIFACIA:
Me refería a la persecución actual contra todos los religiosos.
S. ROSA:
Sí, parece que anduviera suelto el demonio.
S. ADELA:
Menos mal que nuestro Prelado lo lleva bien y no hay tanta persecución en Salamanca.
BONIFACIA:
La Iglesia, siempre ha sido perseguida pero recordar aquello de “las puertas del infierno no
podrán contra ella”.
S. ROSA:
Es cierto.
En este momento entra Sor Ana Muñoz y dice:
ANA M.:
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¡¡Madre!! ¡¡Madre!!
BONIFACIA:
¿Qué pasa con ese alboroto?
ANA M.:
Una carta del Padre Butiñá.
BONIFACIA:
¿Y por eso tanto ruido?
ANA M.:
Sí, es que la han traído en mano y comentan que...
BONIFACIA:
¡Calle, hermana, calle!
Madre Bonifacia lee la carta... que dice así:
Rvda. Madre Bonifacia: Lamento mucho no despedirme de Ud. y de la comunidad. En estos
momentos salimos para Poyanne. De un modo precipitado el Sr. Obispo nos insta a salir ya
que no puede hacer nada más por retenernos en Salamanca. Escribiré desde allí con más
calma. Que Dios les bendiga. P. Butiñá
BONIFACIA:
Hijas mías, en estos momentos de pruebas tengamos fe en Dios nuestro Padre, la Virgen y
San José nos protegerán.
S. ADELA:
Sí, Madre, eso está bien, pero... ¿Qué hacemos?
BONIFACIA:
Hijas, aún nos queda nuestro Prelado y la confianza en Dios. Recemos: Padre nuestro, etc.
“Jesús, José y María sed nuestra salvación”
S. CARMEN:
Madre, a nuestras penas añadimos otras que, aunque de menos importancia, hay que
resolver.
BONIFACIA:
Hijas, procurad que nuestra vida de RECOGIMIENTO, ORACIÓN Y TRABAJO no se
altere. Permaneced con calma.
Salen todas menos Sor Carmen que dice:
S. CARMEN:
Madre, no tenemos nada para la cena.
BONIFACIA:
¿Madre, Madre...? ¡Tu eres la mía! Ayúdame a no desfallecer, tú eres fuerte y buena.
S. CARMEN: (como abrazándola un poco...)
Hija mía, hay que salir adelante con fuerza y confianza en Dios.
BONIFACIA:
¿Decías algo de la cena?
S. CARMEN:
Sí, he tratado de resolverlo, pero no hay nada para cenar.
BONIFACIA:
La comunidad se reunirá en el comedor de todas formas. ¿No hay algún trozo de pan?
S. CARMEN:
No, ni siquiera un poco.
BONIFACIA:
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Pues pongamos el agua sobre la mesa y cenemos ¡Qué se le va a hacer...!
La comunidad se reúne en el comedor y comienzan a tomar el agua. De pronto tocan el timbre,
llaman a la puerta. Sor Gertrudis Prida va a abrir la puerta. Vuelve.
GERTRUDIS:
Madre, una señora me ha entregado este cacharro con un cocido riquísimo. Huele de
maravilla y además este pan.
BONIFACIA:
¡Pues vamos hijas, sírvalo a las Hermanas! ¿No dijo quien era?
S. GERTRUDIS:
No lo dijo, ni yo lo pregunté.
BONIFACIA:
Pues demos gracias a Dios que nunca abandona a los suyos.
En ese momento se oyen desde fuera unas voces que las insultan: ¡BEATAS! ¡HOLGAZANAS,
SALID FUERA, IROS AVUESTRAS CASA!
BONIFACIA:
Hermanas, tengan calma. Continuemos nuestra vida normal.
Se quita el ambiente de comedor y aparece un ambiente de RECREO en donde se comenta lo
siguiente:
S. ADELA:
¿Alguien se acuerda de las casas anteriores?
S. ROSA:
Yo me acuerdo de la calle Traviesa. Fue nuestra primera casa pero del Colegio de los
Angeles no. Era húmeda y pequeña.
BONIFACIA:
Cada una en su momento ha hecho falta y cumplido su misión.
Interviene Sor Francisca Corrales y otras Religiosas
S. FRANCISCA. C.:
El recuerdo de la calle Traviesa es precioso, fueron nuestros comienzos.
S. MARÍA SANTOS:
Sí, ¡y como se desvivía Sor Carmen por todas, de la misma forma que lo hace ahora!
S. TERESA PANDO:
En el colegio de los Angeles yo soy una de las que sobrevivió a tantas enfermedades y doy
gracias a Dios.
S. CARMEN:
Es cierto hermana, cómo sufristeis y nosotras contigo.
BONIFACIA:
Aquí en la casa de Santa Teresa estamos bien, gracias a Dios. Además quiero deciros que ha
llegado una carta del P. Butiñá en donde me pide ir a Gerona para una nueva fundación.
S. CARMEN:
¿Si! ¡Oh, qué bien, Dios bendice a nuestro Instituto!
BONIFACIA:
Sí pero nuestro Prelado no da el permiso, considera innecesario el viaje por el momento.
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S. ADELA:
Pues recemos porque pronto concedan el permiso.
APARECE UN RÓTULO CON LA FECHA 31 DE ENERO DE 1876
BONIFACIA:
Hermanas: Pasado mañana PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN es el día elegido para hacer
en la Iglesia de San Millán nuestros VOTOS. Será fiesta grande. Os recomiendo que mañana
sea un buen día de RETIRO ESPIRITUAL para que seamos conscientes de nuestra
CONSAGRACIÓN A DIOS.
Termina el RECREO y aparece la CAPILLA
El nuevo sacerdote que sustituye al P.B. sentado toma el VOTO a M. Bonifacia. Cuando termina se
sienta ella en otro sillón junto a él. Las demás religiosas hacen sus VOTOS. El sacerdote demuestra
cara de disgusto por esto.
TODAS las religiosas hacen sus votos con esta fórmula:
PROMETO OBEDIENCIA, CASTIDAD Y POBREZA EN LA CONGREGACIÓN DE
LAS SIERVAS DE SAN JOSÉ.
CANTO FINAL
PRESENCIA ACTUAL DE LAS SIERVAS DE SAN JOSÉ: Aparece un grupo de niñas (las
mismas que han hecho de Religiosas) con mapas grandes reflejando la labor en los distintos puntos
geográficos:
MURIÓ LA PRIMERA SIERVA DE SAN JOSÉ / SU TESTIMONIO VIVO COMO
ESPIGA MADURA EMPIEZA A DAR FRUTOS FECUNDOS EN: Estados Unidos, Cuba,
Colombia, Perú, Chile, Argentina, Nueva Guinea, Filipinas, Italia, Zaire, España.
ACTO CUARTO
Diálogo entre el Padre Repila y la Comunidad
SOR CARMEN Y MADRE BONIFACIA AUSENTES
P. REPILA:
Hermanas: Os he reunido en nombre de nuestro Prelado y yo mismo como Capellán para
informaros de la nueva situación.
El Señor Obispo (a petición mía) ha dado permiso a Madre Bonifacia y Sor Carmen, para
visitar las fundaciones del Padre Butiñá en Gerona.
Aprovecho esta ausencia para proponer como nueva Superiora a Sor ANA MUÑOZ. Espero
que estarán de acuerdo.
S. FRANCISCA:
¿Puedo preguntar por qué, Padre?
P. REPILA:
Puede, Hermana, puede. Y yo le contesto:
No estamos muy de acuerdo con la forma de proceder de MADRE E HIJA. Por eso se os
ordenan algunos cambios y se nombra nueva Superiora.
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S. TERESA P.:
Padre, ¿Y si aceptan a la nueva Superiora cuando vuelvan?
P. REPILA:
Entonces dependerá de su tan proclamada virtud (cosa que dudo) y de vosotras.
S. ADELA:
¡ESTOY SEGURA QUE LO HARÁ! La conozco y sé que su virtud está por encima de todo
esto.
S. MARÍA SANTOS:
Lo mismo pienso yo, hermana. Ella se somete con facilidad a la voluntad de Dios aunque le
cueste.
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Representada en el Colegio
de la Sagrada Familia de
Granada el 5 de junio de 1992
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