"AL FINAL OS VOY A DAR UNA BUENA NOTICIA" Buen día, Hoy por seguridad he decidido llamarme PALOMA. De estar en una reja tuve la oportunidad de volar y escapar de la más horrible cárcel y cautiverio que ningún ser humano puede imaginarse. Cada día siento el valor mismo de la vida, al poder sentir que mis pulmones se llenan de aire, el corazón late y estoy completa (aparentemente), pero lo estoy aunque debo contaros que me arrancaron toda mi vida y todo lo que en ella había. México era un buen lugar para vivir. Yo tuve una niñez muy bendecida, pero el México que es ahora me obligó a huir y tomar otro destino para poder salvar mi vida y poder vivir libre, caminar por las calles sin temor a una balacera o a que me encontraran. Temor hasta de la misma policía que con tristeza venden la justicia y a las víctimas nos dejan a merced de criminales sin ningún escrúpulo para tener el control del país. Me duele en el alma lo que es ahora México, pero tengo que hablar y denunciar públicamente lo que me pasó: fui vendida a un cartel y al ser vendida se me obligaba a servir a hombres integrantes de la banda dentro y fuera del penal. Fueron tres semanas que me secuestraron la vida misma, servicios que incluían desde ritos satánicos hasta las mayores bajezas, suciedad y todo lo que dispusieran. Era un objeto más de sus triunfos, asquerosos triunfos de los que la misma policía de la PGR (Procuraduría General de la República) estaba al tanto. De nada valía pensar en demandar, la peor imagen que tengo es ver llegar a un comandante y avisar al cartel de que llegaría una redada. Ese policía al que yo le pagaba el sueldo con mis impuestos, ese mismo avisaba al criminal de los movimientos de las autoridades. Salir de ahí fue un milagro, solo logré salir yo, escaparme en las peores condiciones físicas. No sé si fue la voluntad la que me hizo mantenerme en pie, pero Dios permitió que pidiera ayuda y me escapara. El infierno no termino ahí. Al final, después de demandar en repetidas ocasiones, no me quedó otra opción y con ayuda de asociaciones privadas y mi trabajo logré salir de México con dirección a España. Ahora me han concedido el asilo y es para mí un esfuerzo muy grande poder resumir todo esto en unas cuantas líneas. Perdonen pero no me importa dar más detalles y llenarlos de basura con el horror que fue el estar secuestrada y todo el calvario que tuve que pasar. Sí tengo que dar buenas noticias: bendita España, que me ha concedido el asilo y ahora tengo una vida por recuperar, más que aprender y como refugiada tengo retos que afrontar, vuelvo a declarar, estoy viva y me siento así, pero sí tengo que reclamar algo muy abiertamente: no pude confiar en un gobierno que a todos los niveles está corrompido. No hay justicia, México es gobernado por la corrupción. A ti funcionario, Que aceptas dinero de la mafia y cierras los casos para poder satisfacer tus necesidades, que sepas que cada vez que recibes mordida eres tan culpable como cada hombre que viola a una víctima, que la somete y la rebaja. Tú eres igual que él. Eres responsable de cada caso que no llega a juicio, y ese dinero que te dan es el maldito pan que comes tú y que come tu familia. A ti policía (corrupto), Cuánto vale tu doble cara, cuánto mal seguirás encubriendo hasta que cada noche recuerdes que cada mordida y cada dinero que tú recibiste y recibes hace más pobre y más bajo a México. Policía corrupto, tú estás vendiendo la paz de los que vivimos y queremos simplemente trabajar para que tengas seguro tu sueldo. Yo pagaba tu sueldo, y lo pagan los ciudadanos. Tu deber es cuidarnos. A ti consumidor de prostitución, Felicitaciones, porque gracias a tu falta de moral y de humanidad sigues haciendo rentable que las mafias sigan capturando mujeres para que sean utilizadas, rebajadas y humilladas a cuantos deseos bajos tengas. No sé si tienes conciencia de ello pero cuántas no te han pedido ayuda y simplemente dijiste: “esta es una puta más”. No te has puesto a meditar que la siguiente víctima puede ser tu hermana, tu sobrina, tu madre o alguna de tus amigas a quienes aprecias. Tú estás haciendo que la industria de la prostitución les genere ganancias y que desaparezcan vidas, cuántas han quedado en el camino y jamás volverán a su familia. Pero felicidades, sigue pidiendo talla, color, piel, ojos, las mafias no pararán hasta complacerte y cobrar por tus bajos deseos. A mis secuestradores, Los perdono, por cada agresión, realmente la carga que vosotros tenéis es tan grande que segura estoy no les permitirá seguir adelante, desde hace tiempo decidí dejar de maldecirlos porque su misma vida en sí misma lo está. No sé cuáles son las razones que llevan a una persona a cometer tal cantidad de abusos y atropellos. El final no será bueno para vosotros ni con mil ídolos al lado. Yo desde ahora cada vez que vienen a mi mente los perdono, no quiero más dolor. Buscad a Dios, aún están a tiempo de parar de hacer el mal. En cuanto a Accem, Quiero agradecer todo el apoyo que recibí, desde el primer momento. Yo llegué con un miedo aterrador y confié. La labor que hacéis es muy grande y no tengo palabras. Para mí lograr el asilo fue otro milagro y lo mejor es poder contar un final feliz, porque aprendí de toda esta situación que la felicidad esta en ti, en tomar las herramientas correctas, en seguir los pasos adecuados, la espera, los tiempos. El apoyo psicológico que recibí también es de gran ayuda y sigo hacia adelante. Esta es mi historia, caminar por España sintiéndome protegida es lo mejor que me pudo pasar. Abran las puertas a más mujeres que como yo sé que están aún sufriendo y sin voz, apoyen a denunciar pero sobre todo a reintegrar a la víctima. Es su labor y sé que lo hacen con gusto. Dios siga bendiciendo este proyecto Mil gracias