Almacén de razones perdidas. Historia del Manicomio de Sant Boi P

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Almacén de
razones perdidas.
Historia del Manicomio de
Sant Boi
P Antón
Editorial Cientffico-Médica. 21 6 pp. Barcelona. 1982.
Conozco mucho y converso con frecuencia en la Clínica Universitaria de la
Universidad de Navarra con el autor de
este sugestivo y acertado libro "Almacén
de razones perdidas" Pedro Antón: un
joven y reciente doctorado en PsiquiatrÍiL de lil esr:uela del Prof. Cervern,
que comparte conmigo muchos problemas relacionados con la Medicina Interna. ¿Dónde está la frontera entre ambas
facetas del enfermar?, humanamente es
difícil de establecer y por eso, cual jugadores de tenis en campos distintos ( ?),
nos lanzamos la pelota, eso sf, siguiendo
las reglas del juego. En esta ocasión el
Dr. Antón juega solo ante el público que,
como yo, busca en la trama del "Almacén de las razones perdidas" su individual quehacer y lo que es más importante, su propia situación: ¿Seré también yo
-nos decimos- precursor en el "almacén de razones pérdidas"?
El libro de 216 pp., cuidadosamente
editado, ¡un éxito de la Editorial
Científico-Médica! está dirigido a la historia del Manicomio de Sant Boí ( 1B531945) y en su prólogo, el Prof. Dr.
Ramón Sarró dice con su prestigio y
agudeza habitual: "la conclusión más
importante para mí es que el Doctor
Antón tiene el temple de un gran historiador de la psiquiatría ... ".
He aquí la gran sorpresa que para los
que convivimos con el Dr. Pedro Antón
nos ha proporcionado con su libro: le
dejamos siendo un psiquiatra humano,
clínico y dialogante, y nos lo encontramos de pronto, tras leer su libro, como
un conocedor de los resortes de la Historia. Esta es la gran sorpresa que trato
de comentar: la nueva imagen metamorfoseada. Dejarle a D. Pedro Antón como
un clínico competente y encontrarle
como un historiador de la Historia.
¿Cuál es la razón de ese sentido histórico que alumbra en el libro del
Dr. Pedro Antón? La gran idea es muy
sencilla: 9 capítulos y un apéndice documental constituyen el libro, en los 8 primeros se relata la evolución de la Psiquiatría desde el siglo XIX y del XX hasta
1945 y en el IX se recogen las fuentes
del Manicomio de Sant Boí revisando los
papeles viejos de sus archivos. Y en vez
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de tirarlos, precisamente por el estilo
historiográfico del Dr. Antón, los recoge,
los estudia "por la intuición de que
aquello era de interés". En efecto, allf, en
aquellos papeles abandonados estaba la
verdadera historia del famoso Manicomio, no por fuentes extrínsecas sino a
través de sus propios enfermos. La historia adquiría una nueva vitalidad, no eran
las leyendas de un edificio con sus pergaminos, sino las verdades tramadas por
los que lo habitaron. Es decir, la auténtica historia, la de sus pacientes con sus
"razones pérdidas". "En una ocasión
(pp. 131) un paciente le dice al médico:
Señor doctor, me encuentro muy enfermo, no tenao aanas de trabaiar v no sé
que será de [;i¡ enfermedad; el buen
doctor secamente me responde: Ud.
está loco. Mi respuesta fue: Muchas gracias señor doctor, y por la noche ya
dormí en el pabellón de San Benito".
Así casi cincuenta casos clinicos,
entre los 605 recogidos (pp. 196 a 216)
en unas tablas, se van haciendo comentarios médico-psicológicos. A su través,
se entrecruza la Psiquiatría, la Sociología, la Historia, etc. Qué mejor recuerdo del Hospital Psiquiátrico de Sant Boí
que traer directamente la existencia de
estas "razones pérdidas" en las que hay
siempre una lucecita encendida por ser
también "hijos de Dios". E. Ortiz de Landázuri.
Avances biológicos
en neumología
F Tello
Paz Montalvo. 319 pp. Madrid. 1982
Esta monografía del Dr. Tello Valdivieso, de 319 páginas, que acaba de publicar el que fue Director del Hospital de
Enfermedades Torácicas, del Dispensario Central Antituberculoso y Jefe del
Servicio de Neumotisiología del Hospital
Provincial de Zaragoza, constituye indudablemente un broche de oro de una
vida admirablemente dedicada a la Neumología. Conocí al Dr. Tello Valdivieso
cuando siendo estudiante, él era alumno
interno en San Carlos, primero con
D. Santiago en la cátedra de Histología
en los años veinte y después de la cátedra de Histología y Anatomía Patológica
de D. Francisco en los años treinta. Más
adelante ocupé su puesto cuando él
cesó en la plaza de médico interno en el
Hospital del Rey que dirigía el Dr.
Manuel Tapia en los años 1933-36.
Posteriormente el Dr. Tello fue uno de
los pioneros de la Tisiología española
desde diversos puestos en la lucha antituberculosa.
En todos estos años -más de medio
siglo- hemos convivido muy similares
afanes científicos y amistades entrañables comunes. Lo más sobresaliente en
la formación del Dr. Tello ha sido la solidez en sus conocimientos que me han
servido siempre de ejemplo. Por eso al
recibir esta monografía, en realidad más
amplia, en su contenido, dirigido a los
avances biológicos, constituye un alarde
de información que busca en los fundamentos de la investigación la razón de la
clínica que él conoce muy bien dada su
larga y minuciosa experiencia diaria
entre los miles de pacientes que ha tenido que tratar. No es un libro de avances,
sin contenido práctico, sino fruto de la
cúspide de las reflexiones que surgen de
la síntesis del quehacer diario en la
cabecera del enfermo con la información
bibliográfica de muchas horas dedicadas
al estudio. Todo ello en una mente como
la del Dr. Tello en donde tiene su asiento
la sólida formación histológica que se
inició con maestros de la categoría
excepcional de D. Santiago Ramón y
Caja! y del Prof. Tello Muñoz. Difícil sería
encontrar una persona capaz de haber
llevado adelante la empresa que supone
el poner al día los "avances biológicos
en neumología". Para nosotros -los lectores- ¡es un día memorable!
El libro actual, continuación del que el
Dr. Tello escribió en 19 58: "Circulación
y ventilación" y que nos dejó un inolvidable recuerdo, está dirigido, como aquél,
no solo a los especialistas en neumología sino a los clínicos en general, ya
que trata de penetrar en las bases fisiopatológicas del aparato respiratorio que
constituye la esencia de capítulos tan
cruciales para la valoración del shock y
de los cuidados en las unidades de cuidados intensivos. Por eso el reparto del
temario va mucho más allá de la hematosis, alcanzando en el análisis las acciones que el pulmón requiere en la diversidad de su riqueza citológica. Por eso el
libro, compuesto de XIV capítulos, está
distribuido en dos partes esenciales: la
citológica (cuatro capítulos) y la metabólica (diez capítulos). En la primera parte,
de 7 7 páginas, se revisan: las distintas
células, desde las epiteliales a las mesoteliales; la citología general y con el tejido conectivo las estructuras tráqueobronquiales. En la segunda parte, de
239, se pasa revista a las funciones
defensivas: detoxicantes, depuradoras,
defensivas, inflamatorias, bioqulmicas y
·embriológicas.
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
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¿Cuál es a nuestro juicio, en resumen,
lo que por las,exigencias del tiempo y el
espacio debemos concretar?: Lo más
importante es la visión dinámica: cl!nicafisiológica y patológica de la neumolog!a
en donde la microbiologfa y la inmunología general (p 230) son moduladas
bioquímica mente; péptidos y aminas
biógenas; hormonas (p. 266); prostaglandinas (p. 279); acción de coagulación y fibrinolítica, así como los ritmos
biológicos circadianos. Todo ello para
terminar (p. 294) con el desarrollo pulmonar.
Terminemos comentando la cuidada
información bibliográfica, al día, en cada
uno de los capítulos, alrededor de 500
citas, en una edición que ha sido muy
cuidada por Editorial Paz Montalvo.
E. Ortiz de Landázuri.
Real Academia de Medicina y
Cirugra de Valladolid. Año conmemorativo del 250 aniversario de la fundación de la Academia (1731-1981)
Sever Cuesta. 228 pp. Valladolid. 1982.
Presidida por el Prof. González Calvo,
verdadero patricio de la Medicina Española, la Real Academia de Valladolid ha
celebrado tan feliz acontecimiento -la
conmemoración de su cuarto mileniocon la publicación de una magnífica
monografía de 228 pp. que terminó de
imprimirse el 23-IV-82 y que está primorosamente editada. En ella se recoge su
pasado lleno de entrañables tradiciones
y su prometedor presente que está a la
par que toda su historia caracterizado
por un hondo sentido universitario que
se había iniciado cinco siglos antes, en
el XIII, primero en Palencia y desde Fernando 111 el Santo, en Valladolid.
En su discurso conmemorativo del
250 aniversario (27-1-81) el Dr. Vicente
González Calvo en nombre de la Corporación expuso el "Pasado, presente y
futuro de la Real Academia de Medicina
y Cirugía de Valladolid". Recoge en esta
lección ~on cierto detalle lo sucedido
desde su fundación en el XVI 11 por el
Catedrático Lorenzo Pineda de Prima de
Ar1cena. En esta disertación se pueden
apreciar todos los avatares del movimiento científico médico español en
estos tres siglos XVIII, XIX y XX, en los
que destacan figuras señeras que indudablemente demuestran la fortaleza
intelectual del genio hispano, pero en
general poco fructífero en el quehacer
científico por falta a veces de estructuras
básicas indispensables en su alrededor.
Las Academias en sí representan
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REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
mucho, nada menos que un poder
moderador, pero hacen falta los motivos.
Por eso y sin establecer comparaciones el Dr. González Calvo mira el futuro
con optimismo: "Y todo impulsado -dice- con fuerte optimismo", superando
el sentido de "crisis" que puede ser en sí
poco aconsejable, por lo que concluye
diciendo: "No dudamos en afirmar que
(las Academias) lo serán más que nunca
Lo único que consideramos discutible en las consideraciones del Prof. González Calvo es cuando dice: "De contar
-se refiere al desarrollo de las Academias- con la importante colaboración
estatal ... ", aunque más adelante sigue
diciendo: "Debe ser la vinculación entre
las instituciones y la sociedad". He ahí a
mi juicio la verdadera revolución científica de nuestro país. Mientras la Sociedad
no sienta esta vinculación, es difícil que
la Ciencia española que cuenta con personas valiosas pueda dar el paso adelante que es exigencia vital para todo el
país
Felicitamos a la Real Academia de
Medicina y Cirugía de Valladolid cuyo
prestigio bien ganado le hace acreedora
de un futuro sintonizado con el progreso
internacional, verdaderamente admirable, de la ciencia médica en el momento
actual. E. Ortiz de Landázuri.
Manual de Patologia
Médica.
4. Sistema Nervioso
J. P.eláez Redondo y A Peña Yañez
Paz Montalvo. 546 pp. Madrid.
Los Profs. Peláez Redondo y Peña
Yañez han venido completando su labor
en las cátedras de Médica de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Granada con su ya bien conocido Tratado de
Patología Médica que está bien difundido entre los estudiantes de Médica de
toda España y por la clase médica en
general. Ahora el Prof. Peláez Redondo
como Catedrático con el Prof. Rodríguez
Cuartero y Morata García como Profs.
Adjuntos, el Dr. Martínez Sierra como
Jefe de Servicio de Neurofisiología y el
Dr. González Maldonado como Jefe de
Sección de Neurología.
La existencia de un tratado que sirva
de guía en la labor docente de una Cátedra de Patología Médica es fundamental, ello no es óbice para que los estudiantes deban cotejar e incluso conocer
ciertos capítulos de otros manuales, artículos en revistas nacionales y extranjeras, así como en conferencias o toda cla-
se de fuentes de información, pero sin
olvidar la integración de sus conocimientos a través de las clases magistrales
que deberán apoyarse en el Tratado "oficial" de la Cátedra. Hoy la pedagogía en
la ordenación de los estudios en una
Facultad de Medicina, dada la amplitud
de las materias, es primordial.
El manual que comentamos, impregnado de experiencia docente, dada la
calidad del Prof. Peláez y colaboradores,
tiene singular significación dada precisamente la materia a tratar: Patología
del Sistema Nervioso. Me gustaría
poder ocupar más espacio para exponer
m1 opinión dada la significación que tiene esta conflictiva zona del Sistema Nervioso en el ámbito de la Clínica Médica.
¿Debe ser una materia autónoma o debe
ser estudiada en la licenciatura como
una parte más de la Clínica Médica?
Ambas opiniones son válidas ya que la
Neurología empezando en su tradición
histórica y siguiendo en su semiología
tiene indudablemente una personalidad
propia. Sin embargo, el médico general,
el médico de familia, el médico básico
que sale de las aulas de la Universidad
no puede establecer a priori fronteras;
p. e. entre una cefalea de origen intracraneal de la que es sintomática de una
enfermedad infecciosa, psíquica, cervical o migranoide.
Esta 4.ª edición del tomo IV, con 546
páginas, se inicia con un capítulo sobre
enfermedades del sistema nervioso
vegetativo y sigue con el periférico, médula espinal, miopatías, encéfalo, extrapiramidal, epilepsia, cefalalgias, malformaciones y de las meninges. En realidad
todos estos capítulos están proyectados
al Sistema Nervioso pero a partir y para
volver de nuevo, haciendo escala, en la
Medicina Interna (tanto en su Patología
Médica como General). Cada vez el
internista está más cerca del neurólogo
y el neurólogo del internista, lo que no
quiere decir que no sean necesarios el
neurólogo como experto especialista y el
internista con su visión cllnica unitaria y
por tanto con sus objetivos. En nuestra
Facultad de Medicina de la Universidad
de Navarra este diálogo entre el neurólogo y el internista es cada vez más necesario. Se complementan, aunque en realidad sean parte de Departamentos con
vida propia. Este manual es un ejemplo
de la correlación de ambos saberes en el
con¡unto fundamental de la Patología
Médica.
Aprovechamos para felicitar con los
autores, y en especial al Prof. Peláez
Redondo, a la Editorial Paz Montalvo
que tiene desde los tiempos del Prof.
Jiménez Díaz una gran tradición en la
síntesis de los saberes de la Patología
Médica siguiendo la huella de nuestro
inolvidable Don Carlos. E. Ortiz de Landázuri.
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