Sentido común y previsión de riesgos de incendio en locales

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Sentido común y previsión de riesgos de incendio en locales con exigencias acústicas
A mas de un año de la tragedia de Republica de Cromagnon y mas allá de la dolorosa situación por la cuantiosa perdida de vidas,
continuamos leyendo y escuchando comentarios que no hacen más que contribuir a la confusión generalizada. Entre ellos produce
especial repugnancia la macabra utilización de la tragedia para promocionar productos e intereses comerciales. Como la “gran
solución” y “a propósito de esta tragedia” se promocionan materiales para aislamiento térmico como la gran panacea a todos los
riesgos existentes por ser estos “incombustibles”, claro que se omite que su aplicación efectiva exige combinaciones con entelados y
recubrimientos que si lo son y los resultados finales en términos acústicos son despreciables, sin mencionar el riesgo como
cancerigenos.
Desde mucho tiempo antes de esta tragedia, tanto en congresos de Ingeniería Acústica, Exposiciones y conferencias
Universitarias advertimos sobre los riesgos de utilizar imitaciones deficientes de nuestros productos, no obstante se observo un
aumento de la oferta con burdas imitaciones realizadas en espumas comunes y altamente inflamables con agregado de retardante
de llama, dibujos decorativos muy pobres en términos acústicos (como las que desgraciadamente se usaron en Cromagnon).
Es desde esa misma posición (prever lo que pueda ocurrir y tomar medidas para que no ocurra) deseamos aclarar los siguientes
conceptos:
La generalización del termino “espumas acústicas” es inadecuada y falaz ya que existen materiales especialmente desarrollados para
aplicación acústica y con estrictos controles de calidad respondiendo a normas de ensayo y altas exigencias (acústicas y de
flamabilidad).
La seguridad contra riesgos de incendios no se limita a la elección de simplemente uno de los tantos materiales que componen la
construcción y decoración de un local, sino que implica un estudio completo de TODOS los materiales involucrados, sus
características, volumen, peso especificoy luego de todos los cálculos pertinentes surge la resultante “Carga de fuego”.
Una vez determinada la “Carga de Fuego” la cantidad y características de las salidas de emergencia, ventilación, cantidad de
matafuegos o sistemas de riego completan las recomendaciones que el especialista en seguridad deberá realizar para prever los
riesgos y el control adecuado de incendio sin necesidad de omitir el diseño arquitectónico y acústico, parte primordial y objeto del
local en cuestión.
En todo análisis se debe considerar en cada caso el USO o DESTINO del local en cuestión ya que si por ejemplo un local se utilizara
para ensayar elementos de pirotecnia la carga de fuego aceptable y las recomendaciones resultantes serán muy distintas a las de un
Auditorio, estudio de radio o sala de espectáculos.
Veamos una de las primeras cuestiones pendientes de análisis sobre la tragedia de Republica de Cromagnon:

El destino del local en cuestión era una discoteca o una sala de espectáculos?

Se entiende la diferencia entre uno y otro destino de uso?

Es alguno de los tipos de locales mencionado apto para el uso de pirotecnia?
Ejemplo:
Que sucedería si a alguien se le ocurre hacer un asado o encender una fogata en el living de su casa y provoca un incendio en el
edificio?
A quien se responsabiliza y cuestiona? Al fabricante del piso de parquet, al tapicero de los sillones, al que vendió las cortin as o tal
vez al arquitecto que diseño el edificio?
Será la gran solución prohibir la madera o las telas ya que esos materiales “no aseguran que un incendio se extienda sin control”?
La exigencia creciente de eliminar todo material combustible en el entorno, sin considerar los detalles antes enunciados, es similar a
la proponer talar los bosques a fin de evitar incendios forestales…
Sin lugar a dudas la gran causa y responsabilidad de esta y otras tragedias es la misma que hoy advertimos en tantos desatinados e
interesados comentarios:
La falta de sentido común y la ausencia de un adecuado asesoramiento.
Por: Lic. Haroldo Omar Da Riva
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