LA MERIENDA DE ATENCIÓN TEMPRANA “Estamos en primavera” En el CRE, el pasado 19 de mayo, celebramos en jornada vespertina la ya tradicional convivencia de familias de Atención Temprana, a la que llamamos cariñosamente “La Merienda”. En la fotografía, uno de los momentos en que familias, niños y profesionales merendaban antes de empezar con la “dura tarea”. La verdadera intención era propiciar un espacio de convivencia entre las familias con niños con discapacidad visual, con el objetivo claro de que, a través de una actividad lúdica, padres y madres conozcan otras realidades similares y puedan compartir entre ellos la crianza de sus pequeños. Para ello, este año planteamos una actividad que llamamos “ESTAMOS EN PRIMAVERA: Juntos hacemos crecer la semilla”. Una atractiva historia fue enlazando los distintos momentos la actividad, posibilitando que los pequeños pusieran en juego fantasía, imaginación, creatividad, la capacidad de decisión, manipulación de diversos materiales y, en definitiva, la creación una obra común de la que todos estuvimos muy orgullosos. de su la de “La Merienda” la comenzamos en el comedor del centro, donde nos reencontramos y charlamos mientras todos juntos disfrutamos de unos deliciosos sándwiches, pasteles y variadas bebidas. En ese espacio también tuvimos la oportunidad, no sólo de recordar las vivencias de este curso, sino que también pudimos revivirlas con un pequeño montaje de fotos, donde vimos las múltiples actividades desarrolladas este curso desde nuestro equipo: la actividad de Peque-artistas antes de Navidad, visita al Centro Ecuestre “La Solana”, actividad de pre-deporte dedicada al Circo, Cuentacuentos del Día del Libro etc. ¡Aparecíamos todos en la tele! Una vez terminada la merienda y las primeras charlas, se nos congregó en el patio cubierto, donde nos estaban esperando nuestras compañeras educadoras, maravillosamente disfrazadas de alegorías a la primavera: sol, agua, tierra e insectos. Formamos un círculo alrededor de ellas y comenzaron la historia. “Tenemos una semillita que quiere crecer, convertirse en planta y dar frutos y flores. Para ello necesita: tierra, agua, sol y la compañía de sus amigos los insectos”. Instantánea del momento de la introducción a la actividad. Tras una pequeña introducción dramatizada a modo de cuento, nos contaron el objetivo a conseguir esa tarde: lograr entre todos que la semilla se convirtiera en flor. Para ello, debíamos aportarle agua, tierra, sol, insectos y mucho cariño de todas las familias. Todos queríamos ayudar a la semilla pero antes de ponernos manos a la obra, cantamos una canción para animarnos, acompañándola de gestos fáciles de aprender. Como ya estábamos con la tripilla llena y listos para ayudar a la semilla, sólo nos faltaba, como siempre, ataviarnos con bolsas de plástico de colores para no mancharnos demasiado. Nos pusimos en marcha por grupos: SOL, AGUA, TIERRA e INSECTOS Instantáneas de los murales con los cuatro centros de interés que trabajaron los alumnos. Todos tuvimos la oportunidad de experimentar con técnicas de expresión a través del cuerpo y la pintura en el elemento que nos tocó, fomentando así la participación de todos los pequeños y sus familias. Algunos lo hicimos sobre plano, en los pliegos del suelo y otros sobre los paneles en vertical. El material fue muy divertido y variado, no sólo pudimos usar pinturas sino que pudimos crear insectos, pusimos raíces, nubes, regaderas, rayos del sol, ramas, etc., elementos con los que despertamos mucho la imaginación. ¡¡¡Quedaron preciosos y coloridos todos los ambientes y en el centro de cada ambiente estaba nuestra semilla a la que queríamos ayudar!!!! A la media hora, más o menos, volvimos a reunirnos en el espacio inicial del teatrillo, bajo los soportales. Allí fuimos por grupos a ver nuestra semilla y comenzamos a añadir todos los elementos que habíamos logrado en cada taller, para conseguir hacerla crecer y que se convirtiera en una planta con flores. Luego volvimos a cantar “En el Jardín de las flores” para animarla a crecer y... Nos dimos cuenta que… ¡La habíamos convertido en planta con flor! ¡Lo conseguimos! La semilla había crecido y todo gracias al trabajo conjunto de todos los niños con sus hermanos, padres, familiares y amigos. Para celebrarlo repetimos la canción, bailamos juntos y nos dimos, finalmente, un gran aplauso. Después del trabajo bien realizado, pudimos observar cómo nació una bella flor.