ANIMALES DEL ANTIGUO EGIPTO Una mirada a las representaciones de animales durante la XVIII dinastía del Reino Nuevo. WWW.ANIMALESDELANTIGUOEGIPTO.COM Comisaria de la exposición Christiane Ziegler, directora del departamento de antigüedades egipcias del Museo del Louvre. Coordinación Karina Marotta, jefa del área de exposiciones del Museo Nacional del Prado. Restauración y conservación preventiva Richard Parkinson, conservador responsable de la colección egipcia del Museo Británico, actualmente profesor de Egiptología en Oxford. Diseño, dirección y producción del montaje El Taller de GC. CON LA COLABORACIÓN DE: Índice Prólogo 2 Los faraones y el reino animal Hatshepsut 2 Tutmosis III 3 Amenofis III 3 Akhenatón 4 Tutankhamón 4 Animales del Más Allá Ounsou 5 Rekhmiré 5 Amenemhat 6 Userhat 6 Menna 7 Thanuny 7 Nakht 8 Nebamún 8 Kheruef 9 Maya 9 La fauna vista por los artesanos El burro 10 El gato 10 El hipopótamo 11 La golondrina 11 El gato y el ratón 12 Bibliografía general 12 1 Prólogo Ya fuera en la decoración de sus templos o de sus tumbas, en los dibujos y sortilegios de sus papiros, o en cualquier ámbito del arte egipcio, la especial sensibilidad de la sociedad del antiguo Egipto respecto al mundo en que vivían y especialmente con el reino animal, se puede rastrear desde sus inicios, en el albor de los tiempos, hasta la caída de su imperio, más de tres mil años después. Y en especial, esto es particularmente visible durante la esplendorosa XVIII dinastía del Reino Nuevo. A través de las obras encargadas por faraones todopoderosos, del deseo de eternidad de nobles y funcionarios o de los más sencillos trabajos de artesanos, el espectador podrá admirarse de la delicadeza y asombroso verismo que los antiguos egipcios plasmaban en sus representaciones naturales y el respeto, incluso afecto, que profesaban a los seres vivos que compartían su cosmos. Los faraones y el reino animal Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1479–1458 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Deir el-Bahari Técnica: Bajorrelieve y pintura sobre caliza Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-1 Procedencia: Djeser-Djeseru, templo funerario de Hatshepsut Fragmentos de relieve con aves, facsímil 1 La reina Hatshepsut fue una de las pocas mujeres que llegaron a detentar el título de faraón. Bajo su mandato se realizan numerosas expediciones y "el arte egipcio se vitaliza con estos contactos"2, tal y como demuestran los relieves de su templo funerario en Deir El-Bahari. El bajorrelieve que forma parte de este estudio, muestra un entramado de aves muy complejo, en el que se pueden diferenciar distintas especies como garzas, aves fénix de relevante significado, pues renacen de sus cenizas por lo que son una perfecta alegoría de la vida en el Más Allá, patos, golondrinas, etc. A pesar del leve resalte del relieve, el artista representó sus movimientos de un modo muy naturalista; las aves cuentan con diversas posturas: unas alzan el vuelo, otras descansan, otras ya vuelan... Y además, como metáfora del ciclo vital, esculpió un nido con huevos y otro con polluelos que pían a su madre pidiendo alimento, en un alarde de sensibilidad y detallismo extraordinario. 1 Con motivo de su preservación futura, las obras que se mantienen en sus ubicaciones originales, se exhibirán mediante facsímiles, que contarán con un número de inventario propio. 2 YARZA LUACES, Joaquín: op. cit. p. 18. 2 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1458–1425 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Bajorrelieve sobre caliza Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-2 Procedencia: Jardín Botánico, Templo de Karnak Relieve con gacela y aves, facsímil Tutmosis III fue un faraón aficionado a la botánica y la zoología, como atestigua el hecho de que en el templo de Amón en Karnak mandara decorar una estancia, conocida como el Jardín Botánico, con escenas de animales y plantas desconocidas en Egipto. Parece ser que, con motivo de hacer ofrendas al dios, "el faraón trajo muestras de la fauna y la flora que halló en las tierras de Siria y Palestina" 3 y las albergó en esta sala. En el relieve se aprecia una delicada gacela persa, cincelada con una sensual curvatura y finas patas. Las orejas apuntadas, la mirada confiada y el paso seguro demuestran las dotes animalistas del escultor. También aparecen numerosas especies de aves volando, comiendo o andando. Una verdadera colección zoológica para el disfrute eterno de Amón. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1390–1353 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Malqata Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: 68,3 cm. de alto y 138 cm. de ancho Número de inventario: 12.180.257 Procedencia: Metropolitan Museum of Art, New York Techo del palacio de Amenofis III Dejando a un lado el ámbito templario, la decoración palacial de este periodo también es muy relevante. Amenofis III está considerado como uno de los faraones más ricos y opulentos de la XVIII dinastía, por lo que no es de extrañar que en los restos del techo de su palacio, se puedan apreciar distintas aves sobre un fondo de oro; aunque todas ellas sean muy similares y cuenten con un número limitado de posturas, sí tienen distinta coloración de plumaje y un dibujo suelto y preciso. De forma similar a lo que ocurre con la representación humana, la cabeza y otras partes aparecen de perfil y, el ojo y las plumas, de frente, lo que permite apreciar cómo se entrelazó la tendencia clasicista oficial y los detalles decorativos no oficialistas. 3 RUIZ-DOMÈNECQ, José Enrique (dir.). El imperio Egipcio. Barcelona, National Geographic Society, 2013, p. 50. 3 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1345 a. C. Origen: Egipto; Tell el-Amarna Técnica: Pintura sobre estuco Dimensiones: 105 cm. de alto y 160 cm. de ancho Número de inventario: 15335 Procedencia: Ägyptischen Museums, Berlin Pavimento del palacio de Akhenatón En el salón del trono del palacio de Amenofis IV o Akhenatón, como se hizo llamar posteriormente tras proclamarse único representante del dios Atón en la Tierra y abolir el culto de Amón, el suelo y los muros de las paredes estaban decorados con plantas, animales y aves, lo que podía diluir los límites visuales del espacio y que funcionaba como metáfora del mundo sobre el que reinaba el faraón. Pero un mundo muy distinto del que se aprecia en el Jardín Botánico, perfectamente catalogado y delimitado, de Tutmosis III; este mundo era libre, realista, ahora se "muestran con todo lujo de detalles las especies vegetales mecidas al viento, que representa el espíritu de Atón"4, como en el suelo del gran palacio de Tell el-Amarna, donde se aprecian perfectamente unos naturalistas ánades de diferentes colores que sobrevuelan libres, los papiros y los lotos salvajes. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1336–1327 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Valle de los Reyes, KV62 Técnica: Pintura sobre madera estucada Dimensiones: 44 cm. de alto y ancho, 61 cm. de largo Número de inventario: JE 61467 Procedencia: The Egyptian Museum, Cairo Cofre pintado de Tutankhamón La pintura y el relieve no se limitaron sólo a templos y tumbas, fue utilizada también para decorar, entre otras cosas, el mobiliario y el ajuar funerario, como se aprecia aquí. Tutankhamón comenzó, inmediata y paulatinamente, la restauración del orden tradicional tras la revolución hereje de Amarna. Uno de los indicios de este retorno, además de su cambio de nombre5, se aprecia en la variación de los temas: donde anteriormente se mostraba al faraón en imágenes familiares, ahora aparece venciendo a sus enemigos. En la cubierta del cofre que forma parte de esta exposición, se representa al rey cazando leones y en los laterales persigue a sus enemigos mientras perros y leopardos los devoran, "en todas las partes el pintor trabajó con una seguridad de trazo y un vigor que contrasta con la pequeñez de miniatura de la muchedumbre de figuras que hubo de representar"6. Observamos, por tanto, que a pesar del viraje de la política del faraón, mucho del detallismo y realismo amarniense permaneció en el arte posterior. 4 Idem, p. 64. Nacido como Tutankhatón, el nuevo faraón restableció el culto tradicional, devolvió la capitalidad a Tebas y sustituyó su propio nombre por el de Tutankhamón como símbolo de esta vuelta al orden. 6 YARZA LUACES, Joaquín: op. cit. pp. 44-45. 5 4 Animales del Más Allá Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1450 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre limo Dimensiones: 65 cm. de alto y 52 cm. de ancho Número de inventario: N1393 Procedencia: Musée du Louvre, Paris Pintura mural de la tumba de Ounsou Ounsou fue un escriba de alto rango que contabilizaba el grano del templo de Amón en Tebas y recibió el honor, y el permiso del faraón, para ser enterrado en una tumba de la necrópolis tebana. En un fragmento de la decoración de su enterramiento se puede apreciar cómo le traen ofrendas al difunto: cestas de grano, conejos, aves, pescado e incluso dos gacelas jóvenes y elegantes. El moscóforo7 carga con una gacela a sus hombros y, de la misma forma pacífica, lleva una liebre de las orejas. También apreciamos cierto arcaísmo, por ejemplo en los peces, representados con detalle pero de perfil. La gacela que camina libremente, con colores perfectamente naturalistas, es una prueba del virtuosismo del artesano. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1435 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-3 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT100 Pintura mural de la tumba de Rekhmiré, facsímil Rekhmiré, en cambio, fue gobernador de Tebas y visir de Tutmosis III. Su tumba tebana se decoró con una temática muy variada, pero llama especialmente la atención la pintura donde están representados multitud de animales exóticos. En ella, todavía se conserva una inscripción donde dice recibir "los tributos de los países del Punt, de Retenu, de Creta, al tiempo que el botín de todos los países extranjeros, que sin cesar señalan la gloria de su Majestad, el rey del Alto y Bajo Egipto"8. Y efectivamente, el pintor dejó para su disfrute eterno una retahíla de animales: un leopardo, un babuino, diversos monos, una jirafa, un oso e incluso un elefante. No sólo los cuerpos delgados y largos de los hombres de diferentes etnias muestran las influencias del Imperio Medio, el arcaísmo es visible también en el tamaño de la jirafa y el elefante, muy reducidos para caber en el registro. La excepcional sensibilidad del artesano se aprecia en el mono que corretea cuello arriba de la jirafa, en el elegante paso del felino, en la postura del mono y en el porte del feroz babuino. Los animales se dibujaron y colorearon con unos tonos adecuados a su naturaleza y un evidente esmero en conservar los detalles de cada especie, por exótica que fuera. 7 8 Aproximadamente 900 años anterior al famoso Moscóforo del Museo de la Acrópolis de Atenas. YARZA LUACES, Joaquín: op. cit. p. 34. 5 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1425 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-4 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT82 Pintura mural de la tumba de Amenemhat, facsímil Amenemhet fue otro oficial de alto rango en tiempos de Tutmosis III y en los muros de su enterramiento tebano, se pueden apreciar las dotes animalistas del pintor egipcio que decoró su tumba. Varias escenas cuentan con diversos animales, dibujados con gran maestría y trazo seguro, que parecen sentirse seguros y dispuestos a ser ofrendados al difunto. El esbelto cuello, las orejas estiradas y las finísimas y delicadas patas de la gacela, contrastan con las convenciones clásicas de las figuras humanas que pueblan la escena. Del mismo modo, la vaca está representada con gran colorido y es una imagen característica9 del arte egipcio, ya sea formando parte de ofrendas, arando los campos o como imagen de Hathor, diosa del amor, la maternidad y la música. En esta tumba, casi pareciera que la fauna es la protagonista de la pintura y no un presente. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1415 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-5 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT56 Pintura mural de la tumba de Userhat, facsímil Otro tema característico del Reino Nuevo presente también en la XVIII dinastía es, además de las ofrendas y los tributos que acabamos de ver, la caza en el desierto. Userhat había sido criado en el palacio real con Amenofis II, el faraón que podía, incluso a galope tendido, atravesar con sus flechas una diana y, es posible, que esa fuera la razón por la que quiso ser representado en una escena típica de la iconografía regia: subido a un carro tirado por veloces caballos. Tal y como se puede apreciar en la obra seleccionada, el pintor humanizó a los animales, mostrando un sufrimiento casi emotivo mientras escapan de la embestida de Userhat. Fueron dibujados con una "técnica muy rápida, de auténtico virtuoso, con arrepentimientos perfectamente visibles, y un colorido restringido pero delicado, que incluye detalles casi emocionantes en la famosa figura del zorro agonizando"10 que, atrapado en un arbusto, no podrá escapar de una muerte segura. 9 Como se puede ver en las tumbas de Menna, Nakht, Nebamún… o en multitud de templos y papiros. HERMOSO CUESTA, Miguel: op. cit. p. 190. 10 6 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1410 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-6 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT69 Detalle de la pintura de la tumba de Menna, facsímil Muy interesantes resultan también otras escenas, como la de la tumba de Menna, escriba de los campos del Señor de las dos tierras del Alto y Bajo Egipto según reza uno de sus títulos, en la que podemos encontrar una pintura llena de metáforas, alegorías y dobles significados. Se trata de una escena típica de caza y pesca en los pantanos, en la que el difunto se alza sobre una barca de papiros dispuesto a lanzar el bumerán o el arpón. Demostrando sus dotes de gran observador de la naturaleza, el artista representó todo el ecosistema: peces, aves, insectos, reptiles y mamíferos se reparten por la composición. Detalles como las ondulaciones del agua y la riqueza del colorido otorgan una gran viveza a la pintura. Los dos peces que aparecen en el centro de la decoración son tilapias niloticas y no es casual, se trata de una metáfora del renacimiento en el Más Allá muy utilizada por los antiguos egipcios, ya que esta especie tiene la costumbre de tragarse a sus crías en las situaciones de peligro para regurgitarlas una vez ésta ha pasado. El gato y el cocodrilo que acechan a sus presas son otra alegoría de los peligros que esperan al difunto tras la muerte, a los que se contrapone la graciosa mangosta común o egipcia, animal sagrado y protector, que aparece doblando el papiro por su peso y que garantiza una llegada feliz a la vida de ultratumba. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1390 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-7 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT74 Pintura mural de la tumba de Thanuny, facsímil Por otra parte, Thanuny era un escriba encargado del ejército en tiempos de Tutmosis IV y puede que quisiera representar en las paredes de su tumba quién había sido en vida. Dentro de los asuntos militares, se encuentran escenas de intendencia con rebaños de vacas y caballadas. El famoso caballo rosado11, de porte majestuoso y actitud fogosa, fue pintado casi rampante, con la nariz dilatada y las orejas y la mirada alerta, como correspondería a un animal impaciente por lanzarse al combate. Puede que no tenga una técnica ni un dibujo excelente, sin embargo el naturalismo de los detalles y el color de la figuras llaman poderosamente la atención. 11 En esta pintura concreta, y en otras muchas, es fácil apreciar la enorme influencia ejercida por la pintura egipcia en los artistas cretenses y, en general, en el arte griego. 7 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1390 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-8 Procedencia: Sheij Abd el-Qurna, TT52 Detalle de la pintura de la tumba de Nakht, facsímil Nakht, como tantos otros, fue enterrado también en la necrópolis tebana y, "pese a que a su nombre significa el poderoso no fue más que astrónomo de Amón"12. Sin embargo, en los muros de su tumba, podemos apreciar numerosas similitudes con escenas de caza y pesca de otros dignatarios, puede que más poderosos, de la XVIII dinastía. Lo curioso es que aunque se traten de escenas comunes, los artistas encontraron la forma de expresar su personalidad y crear imágenes de igual significado pero con matices y formas muy diferentes. En el caso de esta pintura, podemos encontrar uno de los detalles más tiernos y casi emocionantes de la pintura del Reino Nuevo. La esposa de Nakht, que siguiendo el canon jerarquizado se representa más pequeña que el difunto, sostiene delicadamente un patito en su mano derecha, dibujado y pintado con mucho esmero, lo que aporta un claro contraste a la ferocidad del tema de la caza. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1350 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Pintura sobre yeso Dimensiones: 83 cm. de alto y 98 cm. de ancho Número de inventario: EA 37977 Procedencia: British Museum, London Pintura mural de la tumba de Nebamún La tumba de Nebamún podríamos considerarla como la Capilla Sixtina del antiguo Egipto. En ella se pintaron escenas de la vida cotidiana, laborales y naturales vistas en otras tumbas anteriores, como los gansos y las vacas que le presentan para ser supervisados, las distintas ofrendas, el jardín o la fabulosa escena de caza en los pantanos y, sin embargo, todas ellas fueron realizadas con una atención preciosista a los detalles, una "riqueza de matices cromáticos, seguridad en los trazos y elegancia de las líneas que perfilan a humanos, animales y plantas"13 sin precedentes. En la imagen propuesta, Nebamún es representado cazando pájaros, en un pequeño bote con su esposa y su hija pequeña, en los pantanos del Nilo. Como otras imágenes alegóricas, resulta más que una simple actividad recreativa, ya que los pantanos fueron vistos como un lugar de renacimiento y fértil erotismo. En ella, los pintores captaron la escamosa y brillante piel de los peces, el colorido exuberante de las mariposas, los variopintos y detalladísimos rasgos y plumaje de las distintas aves y, resultando especialmente llamativo, un gato atigrado que tiene atrapadas tres14 aves y que podría aludir al enfrentamiento de la luz y las tinieblas, 12 YARZA LUACES, Joaquín: op. cit. p. 39. Idem, p. 40. 14 Para los egipcios los números tenían un simbolismo añadido. El 3 representaba el equilibrio cósmico y también es sinónimo de plural o multitud, por eso, cuando aparecen tres vacas en una tumba, en realidad hay que entender que no tenía tres, si no muchas. 13 8 del bien y el mal; en definitiva, del orden y el caos. Toda la fauna fue representada con un verismo y delicadeza que, bajo mi punto de vista, eran la culminación de la pintura egipcia y antesala del posterior realismo amarniense. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1340 a. C. Origen: Egipto; Tebas Técnica: Bajorrelieve sobre caliza Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-9 Procedencia: El-Assasif, TT192 Fragmento de relieve de la tumba de Kheruef, facsímil También los relieves que han sobrevivido hasta hoy, quizá muchos no tan espectaculares por su falta de colorido, son importantes y muy representativos del periodo, como el de Kheruef, quien fue escriba real y administrador de la esposa principal de Amenofis III, la reina Tiye. Su valor para esta muestra radica en la calidad de los relieves de su cenotafio, puesto que la tumba fue abandonada antes de su finalización y sería enterrado en otra ubicación. En ellos se describen diversos momentos de la transición entre el citado faraón y su sucesor, Akhenatón. También se puede apreciar el fino trabajo de modelado de las cualidades físicas de las distintas especies animales representadas, especialmente el mono, cuyo realismo se contrapone al canon de representación típico de las figuras humanas. El naturalismo de este momento se hace evidente en la talla de los músculos, de los tendones y en todos los detalles del relieve. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1310 a. C. Origen: Egipto; Saqqara Técnica: Bajorrelieve sobre caliza Dimensiones: escala 1:1 Número de inventario: 1ev1-10 Procedencia: Tumba de Maya y Merit Fragmento de relieve de la tumba de Maya, facsímil En la tumba de Maya, un alto funcionario supervisor del tesoro y de las obras del faraón Tutankhamón, y su esposa Merit, podemos encontrar un ejemplo de cómo, una vez finalizada la revolución de Amarna, el retorno a los temas tradicionales no impidió que muchas convenciones artísticas herejes sobrevivieran, del mismo modo que ocurría en el ámbito regio. Por ejemplo se aprecia que algunos de los portadores de ofrendas, amigos y subalternos de Maya cuentan con cráneos ovoides, ropas plisadas... Entre las distintas ofrendas: papiros, granadas, patos o pasteles, la gacela recuerda15 a la suave y realista manufactura amarniense. Está representada con suma delicadeza y junto al detalle del ternero lamiendo sigue poniendo de manifiesto que, durante toda la XVIII dinastía, los artesanos egipcios eran especialmente sensibles representando animales. 15 En especial a los relieves tallados en los pesebres del Palacio Norte de Tell el-Amarna. 9 La fauna vista por los artesanos Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1479–1458 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Deir el-Bahari Técnica: Tinta sobre caliza Dimensiones: 8 cm. de alto y 7,6 cm. de ancho Número de inventario: 23.3.8 Procedencia: Metropolitan Museum of Art, New York Ostracon con cabeza de burro En el ostracon del burro, podemos apreciar la cuadrícula que los artesanos utilizaban para proyectar y trasladar los dibujos a otros soportes mayores. Y no menos importante es el dibujo del asno, impreciso pero detallista, donde se lo representó con la crin erizada, las orejas alerta, con una prominente quijada y ojos asustados. Periodo: Reino Nuevo Fecha: ca. 1550-1069 a. C. Origen: Egipto Técnica: Pintura roja sobre caliza Dimensiones: 12,7 cm. de alto y 10 cm. de ancho Número de inventario: E.GA.3859.1943 Procedencia: Fitzwilliam Museum, Cambridge Ostracon del gato La figura del gato es una constante16 en el arte y la mitología egipcia, ya aparezca en sus propios sarcófagos o en relieves, estelas, papiros, pinturas, etc., por lo que es normal que los artistas necesitaran practicar y abocetar estos felinos para mejorar su futura factura. El ostracon del gato se realizó con pintura roja, como la utilizada para dibujar los diseños preliminares de las tumbas y en él se aprecia un trazo grueso, de formas redondeadas y en el que los arrepentimientos son visibles, ya que no había necesidad de ocultarlos. Las facciones tranquilas del gato resultan gratamente expresivas. 16 Baste citar como ejemplos a la diosa Bastet, la pintura de la tumba de May, de Anen o la de Nakht, las numerosas momias y estatuas de felinos, el sarcófago del gato del príncipe Tutmosis, el papiro de Hunefer, etc. 10 Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1479-1425 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Deir el-Bahari Técnica: Pintura sobre caliza Dimensiones: 10,8 cm. de alto y 12 cm. de ancho Número de inventario: 23.3.6 Procedencia: Metropolitan Museum of Art, New York Ostracon con hipopótamo Al contrario que éste, el hipopótamo fue considerado una manifestación del desorden y el caos, pues pisoteaba los cultivos y atacaba a los hombres. En el ostracon presentado, se puede intuir esta maldad. Los ojos desconfiados del hipopótamo, inyectados en sangre y la rotundidad de sus formas están muy alejados de la suavidad de las gacelas y la gracia de las aves de otros ámbitos. El naturalismo mostrado por el artesano es evidente, el color del bajo vientre y las orejas, su corto rabo y la poderosa cabeza son prueba de ello. Periodo: Reino Nuevo Dinastía: XVIII dinastía Fecha: ca. 1479-1458 a. C. Origen: Egipto; Tebas, Deir el-Bahari Técnica: Pintura sobre caliza Dimensiones: 6,6 cm. de alto y 10,6 cm. de ancho Número de inventario: 23.3.7 Procedencia: Metropolitan Museum of Art, New York Ostracon de la golondrina Por otro lado, la sensibilidad que los antiguos egipcios demostraron en sus representaciones de animales se hace especialmente evidente en algunas obras, como en el bosquejo de una golondrina que seguramente realizó algún maestro artesano durante la XVIII dinastía. El visible detallismo de las patitas en las que se aprecian los dedos, las plumas independientes de la cola, el punteado de sus alas… y el trazo firme y seguro de su dibujo, nos indican las dotes de observador atento de la naturaleza del artista. 11 Periodo: Reino Nuevo Fecha: ca. 1550-1070 a. C. Origen: Egipto Técnica: Pintura sobre caliza Dimensiones: 9 cm. de alto y 12,5 cm. de ancho Número de inventario: E.6727 Procedencia: Musées Royaux d'Art et d'Histoire, Brussels Ostracon del ratón y el gato Otra tipología de ostraca, y también de papiros, son los llamados satíricos. En ellos se representan normalmente animales, sobre todo gatos y ratones, aunque también leones, gacelas, patos, etc. Y, utilizando la parodia, muestran escenas funerarias, festivas o curiosas. En este caso, se aprecia un ratón ataviado regiamente que, sentado frente a una mesa de ofrendas, aspira el aroma de una flor de loto17 mientras, en el otro lado de la mesa, un gato lo abanica. Mediante la inversión de roles y personificación de los animales, el artista ridiculizó un arquetipo del arte funerario egipcio. Bibliografía general DAVIES, W. V. (ed.). Colour and painting in ancient Egypt. London, British Museum Press, 2001. JANSSEN, Rosalind y Jack. Egyptian Household Animals. Aylesbury, Shire Egyptology, 1984. LLOYD, Allan (ed.). A companion to Ancient Egypt, Volumen I. Londres, Blackwell Publishing, 2010. MICHALOWSKI, Kazimierz. El arte del antiguo Egipto. Madrid, Akal, 1991. POMERANTSEVA, Natalia: “The Ostraca-Drawings as a Reflection of Canonical and Non-Canonical Art” en HAWASS, Zahi: Egyptian Museum Collections around the World. Cairo, Aucpress, 2002. STRUDWICK, N. y STRUDWICK, H. Thebes in Egypt: A Guide to the Tombs and Temples of Ancient Luxor. Londres, British Museum Press, 1999. TIRADRITTI, Francesco. Egyptian Wall Painting. New York, Abbeville Press, 2007. VIVAS SAINZ, Inmaculada: “Solving Problems and Pleasing Patrons: The Case Study of the Egyptian Artists Who Decorated the XVIIIth Dynasty Private Theban Tombs” en Proceedings of the European Conference on Arts and Humanities, Brighton, The International Academic Forum (2014), pp. 17-28. 17 La flor del loto era para los antiguos egipcios un símbolo de amor apasionado y también de renacimiento, pues emerge resplandeciente de las aguas, como en uno de los mitos de su cosmogonía. 12