La evidencia científica sustenta que el empleo de probióticos y

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La evidencia científica sustenta que el empleo de
probióticos y prebióticos mejora la calidad de vida a
través de la salud intestinal
El aumento de estudios certifica que su acción no se limita a patologías
digestivas, según se ha destacado en el V Workshop “Probióticos,
Prebióticos y Salud: Evidencia Científica”
Su aplicación en patologías como la cirrosis, la celiaquía o el autismo son
algunas de las nuevas líneas de investigación en las que están
obteniendo resultados significativos
Valencia, 24 de enero de 2014. Expertos reunidos hoy en Valencia en el V Workshop
“Probióticos, Prebióticos y Salud. Evidencia Científica” han coincidido en destacar la
importancia que está adquiriendo la administración de probióticos y prebióticos como
tratamiento coadyuvante o complementario, para la mejora del bienestar y la calidad
de vida, no sólo en patologías digestivas o gastrointestinales.
La reunión, organizada por la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos
(SEPyP), ha contado con la participación de unos 300 especialistas de distintas áreas.
Entre ellos, algunas de las máximas autoridades en este campo como Francisco
Guarner, gastroenterólogo del Hospital Valle de Hebrón (Barcelona) y presidente de
SEPyP, que junto a Guillermo Álvarez Calatayud, del Hospital Gregorio Marañón
(Madrid), han puesto de relieve que la eficacia de probióticos y prebióticos en
gastroenterología hay que añadir nuevas patologías e indicaciones.
En relación con la salud intestinal están contrastados, han señalado, efectos
beneficiosos en distintos tipos de diarreas (aguda infecciosa, por antibióticos, del
viajero, etc.), en la prevención de la enterocolitis necrotizante del prematuro, en
trastornos funcionales digestivos (síndrome del intestino irritable, cólico del lactante),
en procesos inflamatorios (pouchitis, colitis ulcerosa), en infección por Helicobacter
pylori o en intolerancia a la lactosa.
Sobre nuevas indicaciones o patologías, Álvarez Calatayud ha destacado que ya son
significativos los estudios que apuntan que la modificación de la microbiota o
micromedioambiente intestinal, a través del empleo de probióticos y prebióticos, puede
favorecer las expectativas en enfermedades como la celiquía, la fibrosis quística, la
obesidad, los procesos cardiovasculares, la prevención del cáncer o trastornos del
comportamiento como el autismo, mejorando la sintomatología digestiva y, por tanto,
la calidad de vida de estos pacientes.
Trasplantes
Según los expertos presentes en la presente edición del Workshop de SEPyP, estas
aplicaciones irán a más ya que en base a los resultados que se están obteniendo con
trasplantes de microbiota fecal en la diarrea recurrente por Clostridium difficile, se
habla ya de nuevas expectativas para otras enfermedades así como de la posibilidad
de trasplantes a medida con las comunidades bacterianas que se precisen para
mejorar carencias asociadas a cada tipo de disfunción.
Como muestra de la entidad que está adquiriendo este campo desde el punto de vista
científico y clínico, el doctor Álvarez Calatayud ha destacado que en apenas una
década se ha pasado de 175 revisiones científicas a 1.118. Asimismo, en el año 2000
eran 78 los estudios sobre la microbiota intestinal, mientras que en 2013 ya sumaban
2.520. La ultra-secuenciación de alto rendimiento y la bio-informática están
permitiendo descifrar el universo microbiano que convive con el hombre a través del
intestino.
Mecanismos implicados
Las razones del potencial terapéutico de estos microorganismos se debe a que los
probióticos y los prebióticos son “los instrumentos que actualmente tenemos para
mejorar la calidad y el funcionamiento de la microbiota intestinal, integrada por las
comunidades microbianas que viven en el intestino. Hay ya mucha experiencia y
evidencia de su eficacia en distintas situaciones, no solamente para prevenir y
combatir la enfermedad (gastroenteritis, infecciones comunes, trastornos del hábito
intestinal), sino también para mejorar nuestro bienestar (salud intestinal)”, ha explicado
Francisco Guarner.
La microbiota intestinal es, según Guarner, como un órgano más de nuestro cuerpo,
comparable al hígado, pero constituido por células que tienen un genoma distinto al
humano, y por tanto, aportan recursos bioquímicos y metabólicos que las células
humanas no tienen. Otro papel clave de las comunidades bacterianas que constituyen
la microbiota es la de ser el principal instructor del sistema inmunitario, hasta el punto
de que “para desarrollar una inmunidad saludable, es más importante tener una
microbiota diversa y variada, que haber pasado muchas infecciones”, ha añadido el
especialista.
Antibióticos
La importancia funcional de la microbiota tiene efectos incluso sobre los antibióticos,
tal y como recoge la investigación presentada por Andrés Moya, del Centro Superior
de Investigación en Salud Pública de la Consellería de Sanidad de la Generalitat
Valenciana (CSISP-FISABIO). Este experto ha expuesto un trabajo sobre la acción de
los antibióticos en la microbiota del intestino, cuyos resultados ponen de manifiesto
que la interacción entre ecología microbiota del intestino y el hospedador humano es
“mucho mayor de lo que pensábamos”. Entre otras observaciones, ha explicado que
como reacción a los antibióticos, la microbiota activa sistemas que disminuyen sus
efectos. Otras de sus acciones son la atenuación del metabolismo energético y la
capacidad de metabolizar ácidos biliares, colesterol, hormonas y vitaminas.
Enfermedades del hígado
En el encuentro también ha intervenido el hepatólogo Germán Soriano, del Hospital de
la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), quien ha explicado que los probióticos y
prebióticos pueden ser útiles para evitar la progresión de las enfermedades hepáticas
y prevenir las complicaciones de la cirrosis, también en encefalopatía hepática, un
problema importante, ya que afecta a entre el 30 y el 80% de los pacientes con
cirrosis y se asocia a peor pronóstico, deterioro en la calidad de vida y mayor
incidencia de encefalopatía aguda.
Aunque cada vez hay más evidencias a favor de la eficacia de diversos probióticos y
prebióticos en este campo de la hepatología, el experto ha señalado que son precisos
más estudios para definir claramente sus indicaciones. Además la mayoría de los
publicados se han realizado en la India y deben ser confirmados en otras poblaciones,
como la occidental.
Se trata de un campo tan amplio, que según Andrés Moya, cualquier tratamiento
coadyuvante con probióticos o prebióticos dirigido a restaurar la salud en una
patología o un grupo de edad determinado, incidiendo sobre los microorganismos
clave, va a constituir líneas futuras de investigación. En este futuro, ha añadido Eduard
Cabré, del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, deberá potenciarse el estudio
de los efectos específicos de cada especie probiótica (o cócteles de especies) en un
determinado contexto clínico, de forma que “habría que abandonar afirmaciones del
estilo "los probióticos son eficaces en la situación clínica X" y sustituirla por "el
probiótico A es eficaz en la situación clinica X", porque lo que se demuestre con un
probiótico no es en modo alguno extrapolable al resto de especies probióticas”.
Sobre SEPyP
La Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP) es una organización
científica sin ánimo de lucro dedicada al fomento y difusión del conocimiento científico
y la investigación, la aplicación clínica y la divulgación sobre la microbiota de las
regiones corporales, probióticos y prebióticos y su impacto en la salud. Recién creada,
SEPyP ya cuenta con más de 400 socios científicos y está respaldada por las
principales empresas del sector.
Para más información:
Hill + Knowlton Strategies
Vanessa Martínez / Alba Carid
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