el suicidio una triste salida

EL SUICIDIO UNA TRISTE SALIDA...
EL SUICIDIO DEL ARQUERO DE LA SELECCIÓN DE ALEMANIA
Frecuentemente el mundo que relaciona a personas famosas o simplemente familias
relativamente desconocidas
se ve sacudido por el suicidio. En un deseo de suicidio se deben considerar causas y
circunstancias.
Son diversas las causas y múltiples las circunstancias que llevan a una persona a suicidarse.
Alemania ha quedado estupefacta por el suicidio de Robert Enke, arquero de la selección de
fútbol, el 10 de noviembre de 2009 al arrojarse a un tren que se desplazaba a 225 kilómetros
por hora. Los planes del entrenador estaban listos pero no había la remota imaginación que ya
no tendrían a su arquero para el mundial de Sudáfrica del 2010. Tenía solo 32 años, sin ser
drogadicto, con una brillante carrera muy bien remunerada económicamente y una esposa
tierna y comprensiva que se empeñó en ayudarle a recuperarse de la depresión. ¿Entonces
qué pasó?
Identificar los episodios anteriores, desde que tenía 26 años, pueden ayudar a muchos para
estar alertas a no permitir que se vayan acumulando circunstancias en la vida que empujen
por una pendiente veloz hasta tocar el fondo del abismo del suicidio. En la patología de Robert
Enke confluyen varios factores que inicialmente de un trastorno neurótico leve lo llevaron a un
estado grave de sicosis maniaco depresiva. Nótense las situaciones: a los 26 años pasó toda la
temporada en la banca en el Barcelona de España. En primer lugar se sintió sin valía y
despreciado.
Lue
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go se fue a Turquía pero desde que entró al campo de juego fue
rechazado
con silbatinas por la tribuna lo cual le produjo
baja autoestima.
De regreso en Alemania nace su bebé enferma del corazón pero poco tiempo después muere y
él cae en un estado de
depresión profunda.
Se tatuó el nombre de la pequeña en su muñeca derecha y todos los días visitaba su tumba.
Finalmente, dice su esposa Teresa, tenía
pánico de su imagen pública:
que la gente se enterara de su enfermedad sicológica. Robert dejó una carta donde pedía
perdón a su esposa y a la familia por haber decidido “liberarse y liberarla a ella de su agonía” y
por haberlos engañado incluyendo a su médico, fingiendo su recuperación.
Como él hay miles de personas que sufren y están desesperadas por diversas circunstancias
que las llevan a pensar en el suicidio creyendo que es la única salida a su dolor. Otros pueden
sufrir la desilusión sentimental por causa de una persona amada que les ha defraudado,
o cualquier tribulación. Pero de todas formas el suicidio se convierte a la vez en la peor salida.
Hablemos ahora en forma personal sobre la gran terapia de ayuda o tratamiento,
especialmente si todo lo demás ha fallado:
1. 1. Cuando un ser humano siente que no sirve y no tiene valía para nadie, para Dios
es de inmenso valor.Leamos Isaías 43:1b y 2: “No temas, porque yo te redimí; te
puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas yo estaré contigo; y si por los ríos, no
te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Cuando Dios dice:
“No temas, porque Yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.”
En primer lugar te está diciendo que vales tanto que Cristo fue capaz de derramar su sangre y
poner su vida por la tuya para redimirte de la depresión y el pecado. Y en segundo lugar
Dios te ama tanto
, que le perteneces a Él por lo cual te cuidará ahora y en el futuro, así que no tengas miedo.
Leamos Isaías 43:4 y 5 “Porque a mis ojos fuiste de
gran estima,
fuiste
honorable
y yo
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te amé…”
Cuando sientes que has perdido la autoestima y aún para otros no vales nada, para Dios
sigues siendo de
“gran estima.”
Y agrega: “No temas porque yo estoy contigo.” Esto muestra que Dios también sana las
heridas del corazón de aquellos que han sufrido una decepción sentimental amorosa y sienten
que ya no vale la pena vivir bien sea porque te defraudaron o porque tu tuviste la culpa y
perdiste a esa persona que crees irreemplazable en la vida. Dios puede sanar tu alma y llenar
ese vacío.
1. 2. Dios sí comprende y sabe la situación por la cual estás pasando.- El mismo Señor
Jesucristo como ser humano experimentó lo que es el
dolor
del
rechazo
y la
desilusión
de la traición. Isaías 53: 3:
“Despreciado y desechado entre los hombres...escondimos de él el rostro…fue
menospreciado y no lo estimamos.”
El también vivió el valle de la agonía de la depresión profunda por eso El da las fuerzas para
vivir y sobreponernos. Cuando estaba en el huerto de Getsemaní, Lucas 22:43-44 dice: “
Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más
intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.”
De otra parte debes saber que Dios no solamente sabe la situación por la cual estás pasando,
sino que también conoce tu vida aún desde antes de nacer. Salmo 139:14-16:
“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo
sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido
en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos,
y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas.”
Además el Dios que te formó y sabía todo de ti,
te cuida: Salmo 32:8
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
sobre ti fijaré mis ojos.”
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1. 3. Ninguna pérdida es tan grande como la pérdida de la vida.- Muchos están a punto
de suicidarse por una pérdida económica, de salud, de un ser querido, pérdida de la paz por
sentimientos de culpa, por haber fallado. Pero Dios suple en lo económico, ayuda a recuperar
cualquier pérdida y perdona quitando los sentimientos de culpa en el momento que te
arrepientes cuando le has fallado a El o a alguien más. Salmo 32:1-2 y 5-6.
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad. Y en cuyo espíritu no hay
engaño. Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije:
Confesaré
mis transgresiones
a Dios; y tú
perdonaste
la maldad de mi pecado.”
Dios se compromete a guardarte según lo dice en Deuteronomio 32:10 “como a la niña de su
ojo.”
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