INTRODUCCIÓN El desarrollo acelerado de la economía

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INTRODUCCIÓN
El desarrollo acelerado de la economía mundial ha traído consigo la integración de
las naciones en diversos bloques económicos para ser más competitivos, lo cual
propicia que en nuestro país busque participar en diversos bloques económicos,
donde se firmen diversos acuerdos incluido el educativo, siendo por esto que las
instituciones públicas de educación superior de nuestro país están obligadas a ser
más competitivas, adecuando sus procesos sustantivos y administrativos acordes
a los niveles exigidos por las nuevas condiciones.
En diversas Instituciones de Educación Superior del mundo, han trabajado en
desarrollar sistemas de calidad que propicien que sus resultados contribuyan a
contar con una mayor competitividad e imagen Institucional en la sociedad donde
se ubican, o incluso algunas de ellas con un posicionamiento global.
Bajo este enfoque, resulta conveniente realizar un estudio acerca de como la
formulación de estrategias que fomenten una cultura de calidad representa una
alternativa de solución al reto de lograr una mayor competitividad, ya que las
instituciones públicas de educación superior requieren aprovechar en forma
óptima sus recursos, ser más productivos, otorgar más valor agregado al usuario
de los servicios educativos, minimización de fallas, entre otros, lo cual se puede
obtener al aplicar las estrategias de calidad a lo largo y ancho de la institución.
La calidad como forma de vida en la Educación, ha sido un tema que en a partir de
la última década del siglo XX, ha tenido una importancia preponderante para el
desarrollo Institucional.
Las instituciones educativas, principalmente las de nivel superior, son las que han
estado desarrollando estos procesos de calidad buscando propiciar se eleve la
competitividad y ser mas eficiente y eficaz en el uso de los recursos.
Los expertos respecto a cultura de calidad en las IES, mencionan que puede
ayudar para que estas instituciones propicien las condiciones de respuesta que le
demanda la sociedad, dado que genera las bases para replantearse y
cuestionarse su razón de ser, estableciendo que al utilizar la medición de los
niveles de satisfacción del mercado de profesionistas, se genera el desarrollo y
potenciación (empowerment) de recursos humanos de calidad y con ello se
propicia romper con los paradigmas tradicionales de tener una visión estrecha de
un mundo local y de corto plazo.
Inicia el estudio con la definición de la situación problemática sobre la cultura de
calidad en las Instituciones de educación superior con las consideraciones que se
hacen desde los niveles internacionales, nacionales e institucionales, concluyendo
con el planteamiento del problema que considera en cuestionamiento como
formular estrategias que promuevan una cultura de calidad puede propiciar la
mayor competitividad de las Instituciones de Educación Superior.
Enseguida se integran las aportaciones que hacen expertos en los temas de
estrategia, calidad, competitividad y cultura organizacional, para luego integrar los
estudios de diversos expertos en esos temas aplicados a las IES, así como los
criterios generales que UNESCO, OCDE y SEP visualizan para la Educación
Superior, así como las características que exige el premio nacional de calidad a
instituciones educativas.
1.-
LAS TEORÍAS DE
ORGANIZACIONAL
LA
CALIDAD,
ESTRATEGIA
Y
CULTURA
Las teorías de calidad, estrategia y cultura, forman los conceptos básicos sobre
los cuales se fundamenta el trabajo de investigación a realizar, por lo que los
autores que se comentan en cada uno de los tópicos mencionados, son algunas
de las principales aportaciones sobre cada uno de esos temas, formando parte de
los elementos del marco teórico.
1.1.- LOS TEÓRICOS DE LA CALIDAD
Uno de los pioneros en el desarrollo de criterios sobre control de calidad,
administración de calidad es el Dr. W. Edwards Deming (1989), llamado el padre
de la calidad total, quien establece que “la dificultad para definir la calidad reside
en la traducción de las necesidades futuras del usuario a características
conmensurables” (Deming, 1989 p.132).
Por otra parte Joseph M. Juran (1990) es otro de los precursores en el estudio y
promoción de la calidad; para él, “calidad se refiere a la satisfacción con el
producto como a la ausencia de deficiencias” (Juran, 1990 p.4)
y propone una
definición sencilla de calidad que es; “Adecuación al Uso”(idem, p. 4).
Juran asegura que existen tres procesos básicos de gestión por medio de los
cuales se logra la calidad, ellos están interrelacionados y conforman “La Trilogía
de Juran”, dichos procesos son:
1.- Planificación de la calidad.
2.- Control de calidad.
3.- Mejora de la calidad.
Otro de los especialistas en el campo de la calidad es Philip B. Crosby (1991)
quien es considerado como uno de los últimos exponentes en materia de Calidad
Total, quien define a la calidad como “el cumplimiento con los requisitos” y afirma
que ésta “es una entidad alcanzable, medible y rentable que puede ser
incorporada una vez que desee hacerlo, se entienda y se esté preparado para un
arduo trabajo” (Crosby, 1991 p.8).
Por otra parte, Armand V. Feigenbaum (1992) afirma que para lograr una
administración de la calidad más eficiente es necesaria la aplicación del control de
la calidad total (CCT), el cual define como un “sistema efectivo para integrar el
desarrollo y mantenimiento de la calidad y los esfuerzos por mejorarla de tal forma
que se logre aplicar la mercadotecnia, ingeniería, producción y servicio a todos los
niveles para lograr la satisfacción total del cliente” (Feingenbaum, 1992 p.865).
En Japón
el Dr. Kaoru Ishikawa (1994) estableció el concepto de control de
calidad como herramienta para mejorar continuamente, expresando que “el
Control de Calidad es desarrollar, diseñar, manufacturar y mantener un producto
de calidad que sea el más económico, el más útil y siempre satisfactorio par el
consumidor” (Ishikawa, 1994 p.40).
Otro de los teóricos importantes sobre Calidad Total es Genichi Taguchi (1989)
quien considera que “la calidad de un producto es medible en términos de sus
características”(Taguchi, 1989 p. 1).
Su filosofía ofrece dos principios:
1.- La reducción en la variación de un producto o proceso representa una pérdida
menor para la compañía (mejora de calidad), y
2.- Una adecuada estrategia de desarrollo puede intencionalmente reducir la
variación.
Masaaki Imai (1989) diseña lo que denomina la estrategia de KAIZEN, lo que
significa “El mejoramiento en marcha que involucra a todos” (Imai, 1989 p.29).
Hace su énfasis en los procesos y se puede aplicar con facilidad para lograr una
ventaja considerable.
Frank Caplan (1990) ubica el contexto de la calidad como un sistema de la
siguiente manera: “Un sistema de calidad debe desarrollar sus políticas,
estándares, objetivos y manual de calidad, debiendo de establecer un programa
de costos de calidad, planeando y controlando el crecimiento, debiendo certificar
el producto o servicio que se tenga, y revisando la efectividad del programa de
calidad”(Caplan, 1990 p.7).
Uno de los procesos de transformación de la calidad lo conforma la reingeniería de
procesos, para ello Hammer y Champy (1994)la definen como “La revisión
fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras
espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, tales como
costos, calidad, servicio y rapidez” (Hammer, 1994 p.34).
Por otra parte, Champy (1995) comenta respecto a sí es posible aplicar
reingeniería que “en el problema de la administración ya nada es sencillo, ni
estable además de que ahora cualquier cosa que hagamos no basta y por otro
lado todas las viejas maneras de administrar se cuestionan, y todos en la
organización tienen que cambiar” (Champy, 1995 p.11).
Como podemos observar, todos los especialistas de la calidad presentan diversas
alternativas
y elementos que apoyan un cambio hacia la mejora permanente,
cada uno con sus propuestas propias, pero todos con el fin común de satisfacer
totalmente al usuario, lo cual resulta sumamente necesario en el rubro educativo
que es donde se forman los futuros profesionales que generarán las estrategias y
tácticas para cambiar el entorno y crear las nuevas condiciones de mejora.
1.2.- CONCEPTOS SOBRE ESTRATEGIA
Hablar de estrategia implica ubicarse en el contexto de una visión de largo
alcance, en virtud de que los elementos con los cuales se desarrolla no son
relativos hacia el corto plazo. Acerca de ello, Ansoff (1998) comenta que en la
planificación estratégica no se espera necesariamente que el futuro sea mejor que
el pasado, ni se supone que pueda extrapolarse y que por lo tanto habrán de
seguirse los siguientes pasos: 1.- Análisis de las expectativas de la empresa, 2.Análisis competitivo, 3.- Análisis estratégico de negocios.
Otra definición se encuentra en lo que Jauch y Glueck (1989) expresan como “las
decisiones estratégicas son los medios para alcanzar los fines. Estas decisiones
acompañan la definición de negocio, productos y mercados a ser servidos,
funciones a desempeñar y las políticas principales necesarias para la organización
en la ejecución de estas decisiones para lograr los objetivos” (Jauch, 1989 p.4).
Rue y Holland (1989), expresan que la estrategia señala cómo los planes
gerenciales deben alcanzar sus objetivos, delineando los pasos fundamentales
para el logro de los mismos.
Uno de los elementos para el desarrollo de las estrategias es la planeación donde
Goodstein y Nolan (1998) la definen como “planeación estratégica es el proceso
por el cual los miembros guía de una organización prevén su futuro y desarrollo
necesarios para alcanzarlo”(Goodstein, 1998 p.5).
Thompson y Strickland (2001)en su libro de administración estratégica, expresan
que “una estrategia de una compañía es el plan de juego administrativo que tiene
para posicionarse en la arena del mercado seleccionado, compitiendo
exitosamente, satisfaciendo a los clientes y alcanzando un buen desempeño de
negocios” (Thompson, 2001 p.2).
Uno de los canadienses más connotados en el campo de la dirección estratégica
Henry Mintzberg, quien junto con Brian y Voyer (1993) definen en una forma
sencilla el concepto, expresando “estrategia es el patrón de una serie de acciones
que ocurren en el tiempo”(Mintzberg, 1993 p.3).
David (1997) hablando del proceso administrativo aplicado en la estrategia
comenta que “la administración estratégica es el arte y ciencia de formular,
implementar y evaluar las decisiones interfuncionales que permiten a una
organización alcanzar sus objetivos”(David, 1997 p.4).
Como partes del proceso de administración estratégica, Hill y Jones (1995) dividen
en cinco los componentes de dicho proceso, siendo: 1.- Selección de la misión y
metas principales corporativas, 2.- Análisis del ambiente competitivo externo de la
organización para identificar oportunidades y amenazas, 3.- Análisis del ambiente
de operación interno para identificar las fuerzas y debilidades, 4.- Seleccionar las
estrategias para construir sobre la fuerza de las organizaciones y corregir las
debilidades, aprovechando las oportunidades y cuidar las amenazas externas y 5.Implementación de la estrategia.
Por otra parte, Pearce y Robinson (1997) establecen que “la administración
estratégica se define como un grupo de decisiones y acciones que resultan en la
formulación e implementación de planes diseñados para alcanzar los objetivos de
la compañía” (1997, p.3).
1.3.- LA CULTURA ORGANIZACIONAL
La cultura es siempre un fenómeno colectivo debido a que al menos se participa
parcialmente con la gente quienes viven dentro del mismo ambiente social, el cual
es donde han aprendido. Por ello, Hofstede (1997) define que la cultura es la
programación colectiva de las mentes la cual distingue los miembros de un grupo
o categoría de gente de otro. La cultura es aprendida no inherente, ya que deriva
de un ambiente social y no de los genes.
Pearce y Robinson (1997) entrando al tema de la cultura en las organizaciones,
visualizan a “la cultura organizacional como un grupo de importantes supuestos
que los miembros de una organización participan en común” (Pearce, 1997 p.3).
Cultura es lo que la gente hace y el significado para ella misma de sus acciones.
Son las ideas, intereses, valores y actitudes compartidas por un grupo. Los
antecedentes, habilidades, tradiciones, procesos de comunicación y decisión,
mitos, temores, esperanzas, aspiraciones y expectativas de usted y su personal.
La cultura de una organización se expresa en la sensación de los empleados al
realizar un buen trabajo y como expresa Pegan (1998) en la armonía entre
personas y los procesos en los que se involucran.
Goodstein y Nolan (1998)realizan una definición acerca de la cultura
organizacional expresando que “es un sistema social que se basa en un conjunto
central de convicciones y valores, y que se desarrollo u aprendió como
consecuencia de los esfuerzos de la organización a través del tiempo para afrontar
su entorno. Su éxito en este sentido, lleva a los miembros de la compañía a
considerar su manera de hacer las cosas como el mejor camino para enfrentar su
entorno en el futuro” (Goodstein, 1998 p.68).
La cultura corporativa se refiere a los valores, creencias, tradiciones, estilos de
operación y medio ambiente interno de trabajo. Thompson y Strickland (1999)
señalan dentro de este concepto que “la cultura de una compañía es producto de
las fuerzas sociales internas; es manifestado en los valores, normas de conducta y
formas de operación que prevalecen a través de la organización” (Thompson,1999
p.335).
La lealtad no es algo que un jefe pueda demandar, es algo que la gente
seleccionó a un líder quien lo ha ganado; por ello Kouzes y Posner (1993),
mencionan que la opción de la gente no se basa en la autoridad, sino en la
capacidad percibida del líder para atender una necesidad.
Wall y Solum (1995) establecen dentro de la importancia que representa el
liderazgo para la formación de una cultura organizacional, que “el nuevo líder es
un constructor de cultura. Más allá de proporcionar propósito y dirección, debe ser
el arquitecto de un ambiente de trabajo que estimula y motiva” (Wall,1995 p.38).
Para propiciar que los colaboradores se involucren en un proceso de mejora como
parte de la estrategia en la cultura organizacional, se requerirá de una gran dosis
de cambio, a lo que Senge y Kleiner (2000) comentan que el cambio se refiere a
cómo se adaptan las organizaciones a las variaciones del ambiente con la eterna
preocupación de si los cambios internos se mantienen al paso de los cambios
externos
Senge (1997) hablando del cambio organizacional se enfoca al aprendizaje
continuo en las mismas, expresando que todas las organizaciones aprenden, en el
sentido de que se adaptan a medida de que el mundo cambia a su alrededor, pero
algunas son más rápidas y eficientes aprendices. La clave esta en ver al
aprendizaje como inseparable del trabajo cotidiano para sostener el progreso.
Todo cambio, va acompañado de los valores y principios rectorales de las
organizaciones, para ello Covey (1998) expresa acerca que el paradigma basado
en principios, significa que la ética del carácter se basa en la idea fundamental de
que hay principios que gobiernan la efectividad humana, leyes naturales de la
dimensión humana, que son tan reales, tan constantes y que están ahí . Entre
esos principios están el de rectitud, integridad, honestidad, dignidad humana,
servicio o contribuir, calidad, potencial, crecimiento, paciencia , educación y
estímulo.
Crosby (1994), experto en procesos y sistemas de calidad, con experiencias en
organizaciones empresariales y gubernamentales, comenta que la calidad es
resultado de una cultura construida con mucho cuidado; ha de convertirse en la
tela de la organización, no en parte de esa tela, sino en la tela misma. Para un
equipo de administradores modernos no es difícil producir calidad si están
dispuestos ha aprender cómo cambiar e implantar a lo largo y ancho de la
organización.
Una organización puede usar la cultura o la ideología como base para crear su
estrategia. Esta idea es la escuela de la cultura, propone que la creación de
estrategias es el proceso de una visión colectiva con raíces en las creencias que
comparten los miembros de la organización.
Para lograr vincular la cultura con la estrategia, tratando de
eslabonar los
procesos de cambio, con la mejora permanente, así como con el desarrollo de una
nueva cultura y la estrategia corporativa que se diseña e implanta, Shein (1999)
comenta que la cultura es propiedad de un grupo y que por dondequiera un
grupo tiene comúnmente la suficiente experiencia, siendo ahí cuando una cultura
se empieza a formar.
Shein divide los niveles de cultura en artefactos, valores expuestos y suposiciones
fundamentales básicas.
Respecto a los artefactos, Shein comenta que es el nivel más fácil de observar
cuando se está dentro de una organización ya que son aquellos que podemos
ver, escuchar y sentir a nuestro alrededor.
Respecto a los valores expuestos menciona que se debe penetrar a nivel
profundo para descifrar hacia donde va la cultura organizacional con los principios
y valores que se manifiestan, para de ahí llegar a las suposiciones fundamentales
donde se establecen los criterios de orden, jerarquía y disciplina, para finalmente
juntar los tres niveles de la cultura en un proceso de aprendizaje conjunto.
Los cambios radicales en las organizaciones son posible obtenerlos, pero deberá
de realizarse para ello un análisis de la realidad interna y del entorno, siendo este
punto de partida la base para diseñar las estrategias para involucrar y
comprometer a todos los colaboradores en una organización, propiciando que la
sensibilización al cambio que se hubiese presentado, genere la nueva cultura
organizacional hacia una mejora permanente.
2. REFLEXIONES ACERCA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Se han generado diversos estudios sobre la educación superior y como buscar
incrementar la calidad en los procesos, por lo que se menciona lo que la
Secretaría de Educación Pública define en su Plan Nacional de Educación 20012006 como proceso de calidad, además las aportaciones de Jacques Delors y
otros especialistas han opinado en relación con la calidad educativa.
Los tres objetivos estratégicos del Programa Nacional de Educación 2001-2006 en
lo correspondiente al tipo de educación superior son:
o Ampliación de la cobertura con equidad
o Educación superior de buena calidad
o Integración, coordinación y gestión del sistema de educación
superior (Secretaría de Educación Pública, 2001, p.199).
Estas políticas buscan mejorar la calidad del sistema de educación superior y de
los programas educativos que en él se ofrecen; se complementan con las
correspondientes al objetivo estratégico de
ampliación de la cobertura con
equidad.
Dentro del objetivo estratégico de contar con una Educación superior de buena
calidad se mencionan como políticas las siguientes:
1. “Se promoverá una educación superior
de buena calidad que forme
profesionistas, especialistas y profesores-investigadores capaces de aplicar,
innovar y transmitir conocimientos actuales, académicamente pertinentes y
socialmente relevantes en las distintas áreas y disciplinas. Ello implica la
actualización continua de los planees y programas
de estudio,, la
flexibilización del currículo, la superación académica constante de los
profesores y el reforzamiento de las capacidades de generación, aplicación y
transmisión del conocimiento, y de vinculación de las
instituciones de
educación superior.
2. Se fomentará que la actividad educativa en las instituciones esté concentrada
en el aprendizaje efectivo de los estudiantes y en el desarrollo de su capacidad
de aprender a lo largo de la vida.
3. Se promoverá que los programas educativos hagan énfasis en aspectos
formativos, con particular atención en
los valores, el
desarrollo social y
humano, la diversidad cultural, y el cuidado del medio ambiente; que
promuevan el aprendizaje efectivo, el trabajo en grupo, la formación de
mujeres y hombres con iniciativa y el desarrollo de las potencialidades de los
estudiantes de acuerdo con sus necesidades específicas de formación;
asimismo se buscará que los programas educativos articulen a sus objetivos el
servicio social.
4. Se promoverá la cooperación internacional para coadyuvar al desarrollo de
las instituciones de este tipo educativo.
5. Se impulsará el desarrollo y consolidación de las instituciones públicas de
educación superior.
6. Se fomentarán los procesos de auto evaluación institucional y de evaluación
externa, y se alentará la acreditación de programas educativos con el fin de
propiciar la mejora continua y el aseguramiento de su calidad” (idem p. 204).
Uno de los especialistas reconocidos en América Latina por sus aportaciones en
UNESCO es Jacques Delors (1996) quien habla acerca de que los valores en
general y la tolerancia en particular no pueden ser objeto de una enseñanza en el
sentido estricto de la palabra, querer imponer valores previamente definidos, poco
interiorizados, equivale en definitiva a negarlos, pues sólo tienen sentido si el
individuo los escoge libremente.
Por otra parte, menciona que ya no es posible pedir a los sistemas educativos
que formen mano de obra para un empleo industrial estable; sino que se trata más
bien de formar para la innovación personas capaces de evolucionar, de adaptarse
a un mundo en rápida mutación y de dominar el cambio.
Comenta como la sustitución sistemática de los trabajadores
por un capital
técnico innovador que aumenta sin cesar la productividad del trabajo contribuye al
subempleo de una parte de la mano de obra.
Aclara que la enseñanza escolar se orienta esencialmente, por no decir que de
manera exclusiva, hacia el aprender a conocer y, en menor medida, el aprender a
hacer. Las otras formas de aprendizaje
dependen las más
de las veces de
circunstancias aleatorias, cuando no se las considera una mera prolongación, de
alguna manera natural.
Su opinión acerca del concepto de calificación a la de competencia es que si a
estas nuevas exigencias se les añade la de un empeño personal del trabajador,
considerado como agente del cambio, resulta claro que ciertas cualidades muy
subjetivas, innatas ó adquiridas, a menudo denominadas “saber ser“, combinan
los conocimientos
teóricos y prácticos para componer las competencias
solicitadas en las organizaciones.
Delors comenta que la educación tiene una doble misión: enseñar la diversidad de
la especie humana y contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la
interdependencia entre todos los seres humanos.
Por otra parte, menciona que “el principio de aprender a ser es un principio
fundamental, ya que la educación debe contribuir al desarrollo global de cada
persona:
cuerpo
y
mente,
inteligencia,
sensibilidad,
responsabilidad individual, espiritualidad, de dotarse
sentido
estético,
de un pensamiento
autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio , para determinar por sí mismos
qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida” (Delors, 1996 p.106).
También expresa que la educación a lo largo de la vida, debe dar a cada individuo
la capacidad de dirigir su destino en un mundo en que la aceleración del cambio,
acompañada del fenómeno
de mundialización, lo que tiende a modificar la
relación de hombres y mujeres con el espacio y el tiempo.
Finalmente, presenta como asociar
la educación al mundo del trabajo,
mencionando que suele considerarse que incluir en la educación situaciones de
trabajo entraña serios peligros cuando se quiere mejorar la calidad de la
educación, particularmente en las universidades de los países en transición. El
hecho de que la estructura del empleo evolucione rápidamente sirve de pretexto
para establecer cualquier lazo directo con los futuros empleadores y para afirmar
que los conocimientos básicos bastan para preparar al individuo a enfrentarse con
un mundo en mutación.
Barnett (1994) expresa que hay cuatro concepciones contemporáneas de la
educación superior, mencionando las siguientes:
1. La educación superior como producción de mano de obra altamente
cualificada.
2. La educación superior como formación para una carrera de investigación.
3. La educación superior como dirección pedagógica.
4. La educación superior como un medio para ampliar las oportunidades.
Por otra parte, Pollit (1992) proporciona una visión sucinta y muy clara de lo que
es la calidad en los servicios públicos. Su definición de los parámetros es de gran
ayuda, y también su capacidad para sacar a colación cuestiones clave,
mencionando que si se pregunta quién determina lo que es un servicio de alta
calidad, puede haber, por lo menos, dos respuestas. Por un lado, podrían ser
aquellos que poseen experiencia en proporcionar dicho servicio, especialmente si
son profesionales tales como médicos, abogados, profesores, etc. Pero del mismo
modo se podría argumentar que, al final, son aquellos que utilizan el servicio
quienes pueden decir si es de alta calidad, si no lo hace, no lo es.
Pollit enumera una serie de definiciones y enfoques hacia la calidad, pero
concluye mencionando que por todas estas razones, es difícil establecer una
definición única y genérica del servicio de calidad .
Oliver (1993) expresa su concepto sobre la calidad total en las universidades
mencionando que
“estando como está centrada en los clientes, se ha
desarrollado explícitamente dentro de una tradición comercial y de mercado. Este
modelo porta prescripciones muy claras, y la mayor parte de las mismas desafiaría
las estructuras (y culturas) existentes de muchas universidades. A nivel
institucional, implica una responsabilidad mucho mayor situada al nivel de las
subunidades –por ejemplo departamentos- en los que se refiere al uso de recursos
y a la medida intensiva de sus respectivos rendimientos. La imposición de
mecanismos externos de mercado a las universidades creará una presión enorme
para que se produzca una réplica interna de los mismos” (Oliver, 1993 p.57).
No obstante, se reconoce que la calidad total puede tener mucho que ofrecer a las
universidades que están luchando por adaptarse a sus nuevas circunstancias
económicas, encontrando el reto de responder a las necesidades humanas.
Hill y Taylor (1991) describen con claridad sobre la metodología, problemas de
aplicación y sus ventajas, y concluyen que “las universidades probablemente
recogerán beneficios significativos derivados de una aplicación adecuada de la
dirección de la calidad total. No obstante, ésta requerirá una planificación seria y
un compromiso directivo considerable con respecto al cambio cultural. Parte de
dicho cambio implicará la formación de un espíritu de equipo y un enfoque
multifuncional hacia la mejora. Las universidades necesitarán centrar su atención
con mayor claridad en lo que significa la calidad en este contexto y, más
importante, lo que significa para sus clientes” (Hill,1991 p.9).
Por otra parte, Barnett (1992) genera una definición minimalista de la calidad en la
educación superior donde expresa:
“Se ha demostrado que, a través del proceso, el desarrollo educativo de los
alumnos se ha visto favorecido: no sólo han alcanzado los objetivos determinados
para el curso, sino que al hacerlo así también han logrado objetivos educativos
generales tales como la autonomía, la capacidad para participar en un discurso
razonado, la autoevaluación crítica y el despertar a la última contingencia de todo
pensamiento y acción” (Barnett, 1992 p.103).
La definición anterior cuenta con características suficientes pero no necesarias,
por lo que tampoco servirían como características de la calidad para el sistema
educativo en general, aunque, con algunas modificaciones (tales como una mayor
autonomía, etc.), podrían servir como un conjunto preliminar de características
sobre las que construir una teoría de valor agregado.
La importancia que tienen los académicos en el proceso de cambio hacia la
calidad lo presentan Felder y Brent (1999) quienes expresan la necesidad de
mejorar los programas de enseñanza institucional, para ello comentan que ”la
adecuada utilización
de cualquier método instruccional mejora la calidad de
aprendizaje en el aula. Si se utilizan diversos métodos de una forma de concierto,
el potencial de mejorar es todavía mejor. La calidad en un programa de enseñanza
institucional, deberá ser mejorada mediante la persuasión de tantos académicos
como sea posible para utilizar diversos métodos en sus clases y conscientes de
que son necesarios para la capacitación y apoyo para tener éxito”(Felder,1999
p16).
3. HACIA UNA CULTURA DE CALIDAD DE VIDA EN LA EDUCACIÓN
SUPERIOR
Fomentar una cultura que otorgue calidad de vida
en la educación superior,
resulta pertinente tomar en consideración algunos elementos que proponen
UNESCO, OCDE y ANUIES en su reto al 2010.
UNESCO enfatiza en
los factores de aprender a conocer, adquiriendo los
instrumentos para entender el mundo; aprender a hacer, donde el conocimiento se
torne en acciones aplicables; aprender a vivir juntos, con la corresponsabilidad
global y entendiendo las diferencias culturales; y aprender a ser, con gran
autonomía y juicio. Además propone una Universidad Dinámica, donde se
participe en desarrollar investigación, creación y difusión del conocimiento, con
fuertes vínculos con la industria y los servicios, con producción científica fiable,
formando personas adaptables a las nuevas realidades cambiantes.
La OCDE sugieren que se realicen estudios de casos institucionales sobre calidad
y evaluación, tomando en consideración el contexto de las políticas nacionales y
las características institucionales; los métodos internos para evaluar la calidad; los
impactos de evaluar la calidad en los procesos administrativos y de toma de
decisiones; los requerimientos externos de calidad que tienen su impacto en la
institución y finalmente, la relación de la política, estructura y cultura institucional
con los resultados de la evaluación de la calidad.
ANUIES presenta como retos de la educación superior al 2010, una sociedad del
conocimiento, donde los países destacados serán los que controlen las fuerzas del
cambio y se adapten críticamente en ese entorno, donde las IES jugarán un
espacio privilegiado para responder a los nuevos desafíos de mercados y
tecnologías, donde la educación se verá como un proceso integral, teniendo que
incorporar el paradigma de la educación permanente, con procesos de
autoaprendizaje.
Por otra parte, en México se presenta dentro del Premio Nacional de Calidad a
entidades educativas, se evalúan con la estructura de ocho elementos como son:
la calidad centrada en dar valor superior a los clientes, donde se debe analizar el
conocimiento de los usuarios de los servicios educativos, así como los métodos
para medir el valor agregado a los mismos; el 2° es el liderazgo y cultura de
calidad; como 3° está el desarrollo del personal con enfoque de calidad; el 4° es la
administración de la información; 5° elemento es la planeación; 6° es la
administración y mejora de procesos; 7° Los impactos en la sociedad y como 8°
son los resultados de calidad.
Cabe destacar que el estado podría analizar en su interacción hacia la calidad de
las universidades bajo dos enfoques:
•
Que el estado tendiera a favorecer los indicadores de productividad
numéricos; y la comunidad académica continuaría favoreciendo la revisión
realizada por parte de colegas; y que el sistema de mercado respondiendo
a las preferencias del consumidor.
•
El estado, en su determinación por fomentar un sistema más eficaz, llegaría
a considerar que una institución es de alta calidad a aquella que, sobre la
base de los indicadores de productividad, muestre que es capaz de lanzar
al mercado laboral a un número creciente de profesionistas con una
relación costo-eficacia óptima. El sistema de revisión por parte de colegas,
favorecido por la comunidad académica, reflejaría en su operación los
valores en torno a los cuales está orientada la comunidad académica; es
decir, los valores de avanzar en el conocimiento y de ayudar al desarrollo
de las mentes de aquellos que se presentan a sí mismos a la comunidad
académica.
La calidad se puede ver como una metáfora de las distintas visiones sobre los
objetivos de la educación superior. Tales percepciones incluyen lo siguiente:
tecnicismo (la imposición de instrumentos técnicos); colegial (la voz colectiva de la
comunidad académica); epistémica (las demandas territoriales sobre una
comunidad disciplinaria en particular); consumista (las demandas de los
participantes reales o potenciales); los empresarios (la voz del mercado laboral
que aceptan los productos del sistema); profesional (las voces de los distintos
cuerpos profesionales); e inspectoriales (las voces del estado y de otras agencias
externas con un derecho autorizado a inspeccionar la educación superior y
pronunciarse sobre lo que encuentran).
Habría que preguntarse bajo que criterios se debería de estudiar una teoría de la
dirección en la educación, por lo que cabe destacar que en diversos momentos de
la política educativa de nuestro país, han existido diversas propuestas de reforma
en la educación, así como el aporte de buenas
ideas y de resultados de
investigación al respecto.
La respuesta no solo se considera el que se elija una propuesta, sino que se debe
desarrollar un enfoque integral dentro del cual aplicar todos los excelentes trabajos
que se han realizado y deben de difundirse, así como las experiencias de éxito de
esas investigaciones.
Es importante diferenciar claramente que los conceptos generados respecto a la
calidad en la empresa, son muy distintos de los que se generan en una
Universidad, por lo que se tendrá que observar un concepto y sistema propio con
las características que le conciernen al sistema educativo de educación superior.
Al adaptar la dirección de la calidad, es importante tener en cuenta ciertas
diferencias entre un sector y otro:
•
La escuela no es una fábrica.
•
El estudiante no es un producto.
•
La educación del estudiante es el producto.
•
El resultado final del producto requiere que el estudiante participe
como trabajador, codirigiendo el proceso de aprendizaje.
•
La enseñanza y el aprendizaje son dos procesos diferentes.
Con las aportaciones de expertos en calidad, estrategia y cultura, ya comentados,
así como expertos en educación superior y los aportes de UNESCO, OCDE,
NUIES y SEP, se presentan los elementos que podrían ser la base para iniciar un
modelo que fomente una cultura de calidad de vida en las Instituciones de
Educación Superior. Estos elementos son:
1. Orientación al cliente;
2. Conocimiento y aplicación práctica de las herramientas de Administración
de Calidad Total (ACT);
3. Toma de decisiones basadas en los hechos;
4. Entendimiento del trabajo como proceso;
5. Orientación al equipo;
6. Compromiso hacia la mejora;
7. Aprendizaje activo; y
8. Perspectiva de los sistemas.
Estos elementos pretenden que la Institución de Educación Superior, tomando en
consideración los tres elementos clave como son la docencia, investigación y
extensión, coadyuven con la interacción de todos los involucrados, esto es, la
función de los directores, de los académicos, de los estudiantes, del personal de
apoyo administrativo y de la sociedad en lo general, que es el principal usuario de
los productos que egresen de la institución.
Desarrollar una cultura de calidad, es el inicio del proceso de mejora. Algunos de
los elementos que deberán de considerarse en el fomento de la cultura de calidad
hacia una mejora constante son:
• Desarrollo de una cultura de valores, creencias y filosofía que sea
coparticipada con todos los miembros de la organización, buscando que éstos
se concienticen y comprometan con los cambios que se han propuesto donde
ellos también han interactuado, con el apoyo de todos en la organización, esto
es, no una creación o definición de criterios desde arriba, sino escuchando a la
base y partiendo de la misma las propuestas;
• Estrategias para potenciar al personal académico y administrativo, para ello
deberán de tenerse bien definidos los procedimientos y con políticas flexibles
que faciliten que todos puedan y deban comprometerse, adquiriendo mayores
responsabilidades, contando con mayores y mejores oportunidades de
crecimiento dentro de la institución, formando nuevos liderazgos académicos,
buscando una convergencia de esfuerzos hacia el logro de las metas
institucionales, así como desarrollar un sistema de información donde se
sensibilice al personal de la situación externa de la institución y las formas
como cada uno debe de coadyuvar a mejorar su posición, propiciando que el
personal se responsabilice de su función ubicando el contexto de que el futuro
se hace hoy y no hasta el mañana, esto es, la acción del hoy define la
condición del futuro.
La cultura hacia una mejor calidad de vida en las IES, debe de fomentarse en
todos los individuos que interactúan con la Institución, debiendo formar grupos de
alto desempeño y autodirigidos, con niveles elevados de exigencia para la
obtención de mejores resultados académicos, ya que esto es lo que generaría la
competitividad de los egresados y la imagen objetivo de calidad en la Institución.
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