¿QUÉ OPINA LA POBLACIÓN SOBRE EL ABORTO? Resultados de Encuesta de Opinión realizada por M&R para el MAM Resumen Ejecutivo La problemática del aborto en Nicaragua ha estado en el debate público de manera sostenida en los últimos años, especialmente a raíz de la derogación del aborto terapéutico realizada por la Asamblea Nacional en Octubre de 2006 y posterior penalización total en el nuevo Código Penal aprobado en Noviembre del 2007. Con esa decisión del Poder Legislativo, Nicaragua pasa a ser uno de los 6 países en el mundo de los 193 que conforman el Sistema de Naciones Unidas, que no permite el aborto terapéutico, para salvar la vida de las mujeres o preservar su derecho a la salud física y psíquica. Desde antes de la decisión, las organizaciones de mujeres y feministas han venido demandando el aborto seguro, para prevenir una de las principales causas de mortalidad materna en nuestro país y en América Latina. Por ello, se introdujo un recurso ante la Corte Suprema de Justicia pidiendo la derogación de la decisión, suscrito por numerosas ciudadanas y ciudadanos nicaragüenses. La Corte no ha respondido, aunque en distintos momentos algunos de sus integrantes han señalado que existe ya el proyecto de sentencia. Las organizaciones feministas, de mujeres y de derechos humanos han llevado a la arena internacional esta situación, con la denuncia de la violación a los derechos de las mujeres y las niñas ante diversos comités y comisiones del Sistema de Naciones Unidas, los cuales han emitido su condena al Estado de Nicaragua. Las opiniones sobre el aborto y el aborto terapéutico han estado divididas en la población y eso se ha reflejado en los medios de comunicación, en diversas encuestas y debates. Tomando en cuenta esto, el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) decidió tomar el pulso a través de una encuesta sobre el aborto en Nicaragua. Para ello, contrató a M&R Consultores para que incluyera en la Encuesta Nacional de Opinión, que realiza cada tres meses, una sección con preguntas sobre el aborto. Esta se llevó a cabo en Marzo de 2011. El MAM considera fundamental acompañar el debate con evidencias de la evolución de la opinión pública. Las campañas y acciones de las organizaciones han tenido como uno de sus objetivos influir en esa opinión con sus mensajes. Por ello, es importante conocer qué opina la población, de manera que esto permita valorar el impacto del trabajo, redirigirlo, reforzarlo y enfatizar en aquellas áreas de mayor interés para las organizaciones. RESULTADOS PRINCIPALES La muestra abarca a 1,600 mujeres y hombres de áreas urbanas y rurales de distintas edades de todo el país. La encuesta incluyó preguntas sobre el nivel de información, el concepto, las causas, la legislación, la decisión de realizarse un aborto y quiénes deben tomarla, así como la inclusión de este tema en los programas de campaña. A continuación, se comentan algunos de los hallazgos principales. Sobre el nivel de información La mayoría de las y los entrevistados señalan tener mucha información o estar parcialmente informados (76%) y menos de un cuarto dicen no tener ninguna información. La mitad de los hombres dicen tener mucha información y sólo el 21% dice no tener ninguna información frente al 46.3% de las mujeres con mucha información y 26.6% con ninguna. Al ver el dato por sector, como era de esperar, en el área urbana, el 56.1% refiere tener mucha información y casi 19% ninguna; en el sector rural, la diferencia entre los segmentos con mucha información (36.1%) y sin ninguna información (35%) prácticamente desaparece. Sobre el concepto Cuando se pidió a las y los entrevistados qué dirían que es el aborto, nos encontramos que la mayoría tiene una opinión definida sobre los distintos aspectos. En todos los casos, la opción no sabe o no responde tiene menos de 6%. El balance entre quienes responden afirmativa y negativamente varía según la afirmación. Para 7 de cada 10 es un problema personal y para una proporción similar es un problema de principios y valores. Seis de cada diez lo consideran un problema de salud. Cuatro de cada diez lo identifican como un problema religioso. Sólo 35% lo catalogan como un derecho de la mujer. Al analizar estos resultados, se encuentra que las y los entrevistados consideran que es un problema personal y de principios, pero no necesariamente un asunto religioso. Un buen porcentaje lo valora como un problema de salud, pero no como un derecho de las mujeres. La diferencia de opiniones entre hombres y mujeres no es significativa en la mayoría. La mayor diferencia está cuando se pregunta si es un problema de salud, ya que el 62% de las mujeres considera que sí, frente a 56% de los hombres. Fuente de información Al preguntar cuál es la fuente que ilustra/enseña mejor sobre el tema del Aborto, la vía más reconocida es la de los medios de comunicación con un 78.5% de los entrevistados, seguida muy de lejos por las iglesias (16.2%), las organizaciones de mujeres (10.6%) y el centro educativo (10.4%). Los entrevistados no discriminan quién transmite el mensaje en los medios, si son los comunicadores u otra fuente, como las organizaciones de mujeres. No hay diferencia significativa entre hombres y mujeres en la mayoría de los casos, salvo en los casos de la iglesia (hombres 14.7% - mujeres 17.5%) y las organizaciones de mujeres (hombres 8.8% - mujeres 12.1%) Opinión Al indagar sobre opiniones, salta a la vista que 3 de cada 4 personas opina que es un problema grave en nuestro país; 55% diferencia el aborto terapéutico del aborto, pero llama la atención que 12% no sabe o no responde en esta opción frente a 1 ó 2% en el resto de las opciones. Un mayor porcentaje de mujeres (75.1%) lo valoran como un problema grave en relación a los hombres (70.7%); mientras que menos mujeres hacen la diferencia entre el aborto sin apellido y el terapéutico (mujeres 53% - hombres 56.6%), y más mujeres que hombres no saben o no responden (13.1% vs. 10.7%). Llama la atención que se valore como un problema grave, pero no se le considere un problema de salud pública. Sobre el aborto y la legislación Tres de cada cuatro entrevistados considera la legislación actual con relación al Aborto debería revisarse. No hay diferencia significativa entre hombres y mujeres, ni entre urbano y rural. Al preguntar sobre las causales para permitir el aborto, hay un claro acuerdo que cuando está en peligro la vida de la mujer debe permitirse (63.4%). Hay menor acuerdo con relación a razones de salud mental de la mujer o malformación del feto. La aprobación es mucho menor en caso de violación o incesto. Quién decide Más de la mitad de los y las entrevistadas consideran que la decisión debe ser de la mujer sola (53%) y casi la mitad (46.1%) señalan que debe ser la pareja. Mientras tanto, diecinueve de cada veinte entrevistados están en desacuerdo con que la decisión sea del sacerdote o de una autoridad religiosa. El Aborto y las elecciones Un 76.6% de las personas entrevistadas considera que las y los candidatos deben incluir el tema del aborto en sus programas de gobierno y sólo 2 de cada 10 están en desacuerdo. No hay mayor diferencia entre hombres y mujeres, ni por estado civil. Curiosamente, en el sector rural el porcentaje de acuerdo llega a 79,1%, frente al 76.1% urbano. En resumen: Hay un claro reconocimiento de que el aborto es un problema serio en nuestro país. La mayoría de las y los entrevistados se consideran muy informados o algo informados y han recibido esa información a través de los medios de comunicación. No se precisa quién es la fuente de información, sólo la vía. Para la mayoría, el aborto es un asunto del ámbito personal y la decisión le corresponde a la mujer en primer lugar, y en segundo lugar, a la pareja. De igual manera, consideran contundentemente que las autoridades religiosas no tienen parte en la decisión. Tres de cada cuatro entrevistados afirma que la legislación con relación al aborto en Nicaragua debe cambiar, especialmente cuando está en riesgo la vida de la mujer, hay problemas de salud o malformaciones del feto. Igualmente, casi 8 de cada 10 encuestados consideran que los candidatos a presidente y diputados deben incluir el tema del aborto en sus programas de gobierno.