LA MEDICINA HOY Eritema nudoso A.M. Jareño Sánchez EAP Orcasitas. Madrid. E l eritema nudoso (EN) es una reacción cutánea inespecífica provocada por múltiples agentes etiológicos, pero con unos rasgos clínicos e histológicos bien definidos, que pertenece al grupo de las paniculitis y consiste en la aparición de lesiones nodulares y dolorosas en superficies de extensión de las piernas. Las paniculitis constituyen una serie de procesos en los que la inflamación se localiza en tejido celular subcutáneo (TCS) bien en la porción septal, lobulillar o en ambas. Conviene recordar que los adipocitos del TCS están dispuestos agrupados en microlóbulos primarios y lóbulos secundarios separados por tractos fibrosos, los septos, y por los que circulan los vasos sanguíneos. CLASIFICACIÓN-HISTOPATOLOGÍA La clasificación más aceptada de las paniculitis es la histológica, y atendiendo a la localización inicial del proceso inflamatorio se distinguen: – Paniculitis septal. – Paniculitis lobulillar. – Paniculitis mixta. Cualquiera de estos tipos puede cursar a su vez con o sin vasculitis (tabla I). La clasificación histológica correcta de una paniculitis requiere una biopsia cutánea profunda (que incluya TCS) obtenida de una lesión temprana. El EN es considerado una paniculitis septal sin vasculitis1-3. Inicialmente aparece un infiltrado septal constituido por polimorfonucleares neutrófilos y, aunque puede existir afectación periférica de los lobulillos (afectación paraseptal), no existe afectación central de los mismos; más tarde se añaden un infiltrado mononuclear, linfocitos, histiocitos y células gigantes que adoptan un aspecto granulomatoso (granulomas de Miescher). Finalmente, aparecen fenómenos de reparación con fibrosis septal. EPIDEMIOLOGÍA La epidemiología del EN varía según los diferentes factores etiológicos. Puede producirse a cualquier edad, pero el intervalo de máxima incidencia se encuentra entre los 20 y los 50 años, con un pico máximo entre los 30 y los 39 años4,5. Predomina en el sexo femenino con una proporción variable de 3:1 a 6:14,5,7,9 respecto al sexo masculino. Este predominio es más marcado durante la edad fértil. Antes de la pubertad la incidencia es similar en ambos sexos y después de la menopausia disminuye en las mujeres. No parece haber diferencias entre el medio rural y el urbano. Algunos estudios4 han demostrado una mayor incidencia en invierno-primavera, que en verano-otoño, aunque esto parece estar más relacionado con la causa que con el propio EN. TABLA I Clasificación de las paniculitis Paniculitis septal Con vasculitis Tromboflebitis superficial migratoria Panarteritis nudosa Sin vasculitis Eritema nudoso Esclerodermia Fascitis eosinofílica Necrobiosis lipoidea Paniculitis lobulillar Con vasculitis Vasculitis nodular (eritema indurado de Bazin) Sin vasculitis Paniculitis lobular idiopática (enfermedad de Weber-Christian) Paniculitis físicas (frío, trauma, química, facticia) Paniculitis neonatal Paniculitis en enfermedades sistémicas (pancreática, lupus eritematoso sistémico, linfomas, leucemia, infecciones) ETIOLOGÍA El EN se considera una respuesta inmunológica inespecífica determinada por un amplio espectro de múltiples agentes etiológicos. Entre un 20 y un 50% de los casos4,8 no se consigue identificar ningún factor etiológico. El EN idiopático, es quizá el tipo más frecuente de EN. Esta variación posiblemente pueda deberse a la falta de uniformidad en los criterios utilizados por los diferentes autores para el diagnóstico etiológico. En el EN secundario se reconocen principalmente tres grandes grupos de causas4,9 (tabla II). Infecciones por estreptococo betahemolítico Generalmente tienen lugar en las vías respiratorias superiores. Su frecuencia relativa es muy variable de unas series a otras (quizá debido a una falta de uniformidad en los criterios utilizados para su diagnóstico); sin embargo, es la causa identificable más frecuente en países occidentales6,7,9,10. Las lesiones nodulares aparecen a las 2-3 semanas del proceso infeccioso, cuando el frotis faríngeo suele ser ya negativo, por lo que su diagnóstico se basa fundamentalmente en la elevación de los valores de antiestreptolisina O (ASLO) o incluso otros anticuerpos tales como anti-ADNasa y antiestreptocinasa6 puesto que el ASLO puede no aumentar hasta un 20% de los pacientes6. La sarcoidosis Es reconocida como una causa frecuente de EN en países nórdicos y anglosajones. En España es una causa rara, aunque en algunas zonas geográficas, como Galicia, parece adquirir más relevancia4,11. El EN es la forma de presentación más frecuente de sarcoidosis12. La asociación de EN y sarcoidosis en forma de linfadenopatía hiliar bilateral obliga a descartar otras enfermedades, como la tuberculosis y los linfomas. LA MEDICINA HOY Eritema nudoso A.M. Jareño Sánchez TABLA II Etiología del eritema nudoso TABLA III Fármacos asociados a eritema nudoso Causas infecciosas Bacterianas Infecciones estreptocócicas Tuberculosis y otras micobacterias Yersinia Lepra Tularemia Sífilis Leptospirosis Gonococias Meningococias Estafilococias Salmonelosis Shigelosis Infecciones por Campylobacter Brucelosis Rickettsiosis: fiebre Q Clamidias Micoplasmas Virales Mononucleosis infecciosa Hepatitis por virus B y C Herpes simple Citomegalovirus VIH (?) Fúngicas Coccidioidomicosis Blastomicosis Histoplasmosis Aspergilosis Dermatofitosis Parasitarias Toxoplasmosis Amebiasis Giardiasis Anquilostomiasis Hidatidosis Antibióticos y antiinfecciosos Penicilina Sulfamidas Estreptomicina Minociclina Dapsona, yodocloroquina, nitrofurantoína Analgésicos antitérmicos Salicilatos Acetaminofeno Codeína Diclofenaco Indometacina D-penicilamina Fenilbutazona Talidamida Oro Psicofármacos Carbamacepina Clordiacepóxido Meprobamato Fenobarbital Antidiabéticos orales Hormonas Estrógenos Anticonceptivos orales Vacunas BCG Difteria Poliomielitis (salk) Viruela Hepatitis B Otros Arsénico Bromuros Yoduros Amiodarona Causas no infecciosas Fármacos (tabla III) Enteropatías Colitis ulcerosa Enfermedad de Crohn Diverticulitis Síndrome de cortocircuito intestinal Hormonales Embarazo Enfermedades tiroideas Neoplasias Enfermedad de Hodgkin Linfomas Leucemias Sarcomas Carcinomas (mama y células renales) Otras enfermedades Sarcoidosis Lupus eritematoso sistémico Enfermedad mixta del tejido conjuntivo Síndrome de Sjögren Síndrome de Reiter Enfermedad de Beçhet Arteritis de células gigantes Síndrome de Sweet Arteritis de Takayasu Nefropatía por IgA Hepatitis crónica activa Enfermedad de Horton Fármacos Se han asociado múltiples fármacos con la aparición de EN (tabla III), pero pocas veces se demuestra una verdadera relación causa-efecto. Los fármacos que se relacionan con más frecuencia son: penicilinas, salicilatos y anticonceptivos orales (ACO). Otras causas 1. Hormonales. Embarazo y ACO. La mayor incidencia de EN en mujeres que toman ACO unido a la mayor frecuencia de éste en mujeres en edad fértil y gestantes sugiere que existe una relación entre las hormonas sexuales femeninas y el desarrollo de EN, aunque no está claro si las hormonas femeninas actúan favorecien- do la suceptibilidad a otros factores causales13 o si ellas mismas son responsables directas de la aparición de EN14. En las gestantes es característico que el EN aparezca en el primer trimestre y desaparezca de forma espontánea en el segundo trimestre15. En algunos casos de EN se han observado recurrencias en sucesivos embarazos y con empleo reiterado de ACO13,14. 2. Tuberculosis. Era una causa común de EN antes de la utilización de los fármacos antituberculosos, especialmente en niños; hoy día en los países desarrollados es una causa rara15-17. La aparición de lesiones nodulares acompaña a la primoinfección tuberculosa y suele ser concominante con el viraje de la prueba tuberculínica2. La presencia de un EN en un paciente VIH debe hacernos pensar en una tuberculosis18. 3. Yersinia enterocolítica19,20. En los últimos años se ha constituido como un agente causal relativamente frecuente en países escandinavos, Francia, Bélgica y América del Norte2. En España es una causa rara. El desarrollo del EN está precedido de un episodio de enterocolitis o molestias abdominales difusas. El diagnóstico se realiza por coprocultivo (que sólo es positivo en los estadios iniciales del proceso diarreico) y/o serología. 4. Otros agentes infecciosos. Responsables de aparición de EN son: Clamydia9, Salmonella, Campylobacter y Shigella4,9, virus (con más frecuencia Epstein-Barr, virus de la hepatitis B y C, citomegalovirus y grupo herpes), hongos (tanto micosis superficiales como profundas) y parásitos. 5. Enfermedad inflamatoria intestinal. En la colitis ulcerosa la asociación con EN puede llegar al 3%; en la enfermedad de Crohn es algo más rara. Las lesiones cutáneas generalmente se manifiestan en fases activas del proceso, pero en otras ocasiones preceden a los síntomas intestinales2. En ancianos, el EN asociado a síntomas abdominales debe hacernos sospechar una diverticulitis21. LA MEDICINA HOY Eritema nudoso A.M. Jareño Sánchez 6. Neoplasias malignas y conectivopatías. Sobre todo enfermedad de Hodgkin, linfomas, leucemias, enfermedad de Beçhet, lupus eritematoso sistémico, etc. PATOGENIA No se conoce con exactitud su patogenia pero se acepta que es el resultado de una reacción inmunológica desencadenada por diversos estímulos antigénicos1,2, en la que están implicados tanto la inmunidad celular como la tumoral. Se han descrito dos tipos de reacciones de hipersensibilidad: 1. Hipersensibilidad retardada tipo IV o celular. Son varias las evidencias que apoyan este tipo de hipersensibilidad: a) en los pacientes con tuberculosis primaria, micosis y linfogranuloma venéreo el EN se desarrolla simultáneamente a la positivización de las pruebas cutáneas; b) la existencia de granulomas en los hallazgos histopatológicos, y c) el aumento de la actividad de los macrófagos en estos pacientes. 2. Hipersensibilidad tipo III o por complejos inmunes: a) algunos factores desencadenantes de EN también desencadenan procesos mediados por inmunocomplejos (glomerulonefritis postestreptocócica, artritis por Yersinia); b) aumento de inmunoglobulina G, inmunoglobulina M e inmunoglobulina A, y c) presencia de inmunocomplejos circulantes y depósito de inmunoglobulinas y complemento en las lesiones cutáneas. Es posible que algunas formas de EN representen un mecanismo de hipersensibilidad tipo III y otras un proceso tipo IV. 2. EN migratorio: es una variante clinicomorfológica del EN típico. Suele tratarse de una lesión única o varias pero agrupadas, asimétricas, menos dolorosas y raramente acompañadas de síntomas sistémicos, de evolución más crónica y no recidivante, que crece excéntricamente regresando por el centro2,15. 3. EN crónico: se caracteriza por la existencia en piernas de nódulos persistentes únicos o múltiples, recurrentes durante meses o años. Algunos autores consideran estas dos últimas formas clínicas como la misma entidad15, con algunos rasgos clínicos diferentes al EN típico pero con la misma morfología histológica (paniculitis septal). LABORATORIO Los datos de laboratorio alterados sólo reflejan el carácter inflamatorio de este proceso: – Aumento de la velocidad de sedimentación globular. – Leucocitosis con o sin anemia. – Alteración de las pruebas de función hepática. – Aumento de fibrinógeno alfa-1 y alfa-2-globulina. – Hipergammaglobulinemia policlonal. – Hipoalbuminemia1. El resto de los hallazgos de laboratorio y pruebas especiales están en relación con el agente causal (serologías para estreptococo y yersinia, Mantoux, radiografía de tórax). CLÍNICA DIAGNÓSTICO Las lesiones cutáneas se presentan súbitamente en forma de nódulos eritematosos, calientes y dolorosos, localizados en la superficie de extensión de las piernas de forma bilateral y con menos frecuencia en muslos, antebrazos y excepcionalmente en otras zonas de la superficie cutánea. Su tamaño oscila desde 1 cm hasta la formación de grandes placas de aspecto irregular. Su número puede variar desde una lesión única, hasta 20 o 30 lesiones y pueden elevarse sobre la superficie cutánea (más prominente en la parte central). Al principio son de color rojo brillante pero sucesivamente se tornan violáceos, amarillentos y hacia los 15-20 días de evolución adoptan un aspecto contusiforme. Se resuelven espontáneamente sin ulcerarse y sin dejar cicatriz entre 3 y 6 semanas. Durante las dos primeras semanas pueden aparecer nuevos brotes de lesiones nodulares. Las lesiones cutáneas suelen estar precedidas de un período variable de entre 2 y 8 semanas de fiebre, malestar general y hasta un 80% de artralgias, edemas y más raramente franca artritis. Las articulaciones más afectadas son rodillas y tobillos, seguidos de muñecas y codos4. Aunque no parece existir una diferente evolución del EN según los factores etiológicos, algunos autores opinan que la duración del proceso es más prolongada en los de causa desconocida y en los de origen sarcoideo22. La fiebre parece estar presente con más frecuencia en los casos de EN postestreptocócico4,22 y las artralgias son los síntomas acompañantes más frecuentes y con predilección por los casos de EN sarcoideo y EN postestreptocócico4,22. No existe unanimidad entre los diferentes autores sobre si el diagnóstico de existencia de EN debe ser exclusivamente clínico o si es necesario realizar biopsia en todos los casos. La actitud más aceptada es la de basar el diagnóstico en criterios clínicos cuando las lesiones cutáneas sean típicas y, en el resto, practicar biopsia2,4,9,23. Debe intentarse identificar una causa subyacente para la cual podemos utilizar un protocolo básico que incluya4,24: – Historia clínica detallada (ingesta de fármacos, dolor abdominal, dolor faríngeo, etc.). – Exploración física completa. – Análisis de sangre con hemograma, velocidad de sedimentación y bioquímica. – Análisis de orina. – Radiografía de tórax. – Valores de ASLO (2 valores separados unos 15 días). – Mantoux (puede ser opcional en personas de edad avanzada pero obligado en niños y adultos jóvenes). – El cultivo de exudado faríngeo ofrece escaso rendimiento, puesto que las lesiones cutáneas suelen aparecer a las 2-3 semanas del proceso infeccioso. El resto de las exploraciones se orientarán en función de las sospechas etiológicas (coprocultivo, serología para yersinia, salmonella, virus, etc.). FORMAS CLÍNICAS Se distinguen tres formas clínicas: 1. EN típico: es la forma aguda y de lesiones múltiples y bilaterales (descrito anteriormente). Diagnóstico diferencial Debe diferenciarse clínicamente de las contusiones, picaduras y flebitis. Cuando las lesiones no sean típicas descartaremos otras paniculitis, sobre todo eritema indurado de Bazin o vasculitis nodular, que afecta preferentemente a mujeres, se localiza en región gemelar, puede llegar a ulcerarse y dejar cicatriz. La histopatología muestra una paniculitis lobulillar. LA MEDICINA HOY Eritema nudoso A.M. Jareño Sánchez Debe diferenciarse también de las lesiones nodulares de la panarteritis nodosa, de la enfermedad de Weber-Christian y de la púrpura de Scholein-Henoch. TRATAMIENTO Siempre que sea posible se realizará tratamiento etiológico de la enfermedad de base. El resto del tratamiento es básicamente sintomático e incluye medidas generales y antiinflamatorios: 1. Medidas generales25: reposo en cama con elevación de las extremidades inferiores, utilización de vendajes compresivos con medias elásticas. 2. Antiinflamatorios: del tipo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), yoduro potásico y corticoides: – AINE. Los más utilizados son salicilatos a dosis de 2-6 g/día, indometacina, naproxeno e ibuprofeno1,17,26,27. – Yoduro potásico2 por vía oral a dosis de 0,5-1 g/día en 3 dosis durante 2-4 semanas produce una rápida respuesta sintomática. Su mecanismo de acción es desconocido aunque parece desempeñar cierto papel suprimiendo la reacciones de hipersensibilidad retardada. Son raros los efectos secundarios, pero los más importantes son las reacciones de hipersensibilidad al yodo e inhibición de la síntesis de hormona tiroidea. – Corticoides: los esteroides sistémicos deben limitarse a los casos mas graves y que no hayan respondido a otros tratamientos. Se utiliza prednisona, 30-60 mg/día en pauta descendente durante 2-3 semanas8. En algunas lesiones recurrentes o crónicas se han utilizado corticoides intralesionales. 3. Otros tratamientos. También se ha observado que es útil la colchicina a dosis de 2 mg/día los primeros días y después 1 mg/día, durante 2-3 semanas. Bibliografía 1. Bondi EE, Lazarus GS. Paniculitis. En: Fitzpatrick TB, Eisen AZ, Wolf K, Freedberg IM, Austen KF, editors. Dermatology in general medicine. 4.a ed. New York: Ed. McGraw-Hill, 1993; p. 1329-44. LA MEDICINA HOY Eritema nudoso A.M. Jareño Sánchez 2. Iglesias Díez L., Ortiz de Frutos FJ. Paniculitis. Dermatología 1994;631-9. 3. Sánchez Yus E, Sanz Vico MD, De Diego Polo V. Histopatología del eritema nudoso. Med Clin (Barc) 1987;89:302-3. 4. Atanes A, Gómez N, Aspe B, De Toro J, Graña J, Sánchez M, et al. Eritema nudoso: estudio de 160 casos. Med Clin (Barc) 1991;96:169-72. 5. Hens M, Ruiz Moral R, Pérez Jiménez F. Eritema nudoso: ventajas de un protocolo para su estudio. Med Clin (Barc) 1987;89:638-40. 6. 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