Graduación UPAZ. Señor Francisco Rojas Aravena, Rector de la

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Graduación UPAZ.
Señor Francisco Rojas Aravena, Rector de la Universidad para La Paz
Profesor Mihir Kanade, departamento de derecho internacional y derechos
humanos
Profesor,
Jan
Breitling,
departamento
de
ambiente
y
desarrollo
Profesora, Virginia Cawagas, Departamento de estudios para La Paz y resolución
de conflictos.
En primer lugar quiero felicitar a todas y todos los graduandos que terminan hoy un
ciclo de estudios con éxito frutó del trabajo individual y en equipo, el esfuerzo, la
dedicación y el compromiso de cada uno de ustedes, y que da inicio, en algunos
casos, y continuidad, en otros, a una vida profesional y laboral que espero y deseo
este llena de satisfacciones.
En los pocos años que llevamos de este siglo XXI la comunidad internacional no ha
podido pasar página a realidades tan atroces como lo están siendo las guerras
regionales, el terrorismo, los conflictos religiosos y étnicos, la violación constante a
los derechos humanos, las crisis humanitarias y un número sin precedentes de
personas que son desplazadas de sus lugares de origen. Igualmente las
consecuencias del cambio climático, la desestructuración de algunos Estados
especialmente de los países en vías de desarrollo; la corrupción y la impunidad, la
pobreza y la profundización de las desigualdades sociales, económicas y
territoriales requieren una respuesta urgente, firme y certera de la misma comunidad
nacional e internacional.
Las imágenes de desesperación y los ojos de miedo que nos llegan de Gaza, Iraq,
Siria, Ucrania, Afganistán, Mali, Libia, Sudán y Sudán del Sur, Somalia o la
República Centroafricana nos parten el alma; los gritos que se escuchan y los ojos
de desesperanza de los niños y niñas centroamericanos que migran a los Estados
Unidos en busca de nuevas oportunidades que difícilmente encontrarán, nos parte
el corazón.
Todos los aquí presentes podemos sentir la inseguridad generalizada, la injusticia,
la desigualdad y la intolerancia que se ha asentado en muchos de nuestros países.
Esta siendo un inicio de siglo de crisis pero también de transición y de
transformación de la comunidad internacional. El tiempo no juega a favor pero hoy
más que nunca el mantenimiento de La Paz, la seguridad internacional, el respeto
a los derechos humanos, el fortalecimiento de los sistemas democráticos y la
generación de procesos de desarrollo son nuestra razón de ser como ciudadanos y
ciudadanas responsables con nosotros mismos y de manera colectiva, como líderes
de nuestras sociedades, como estudiantes de la Universidad para La Paz, como
muestra de respeto a la base del acuerdo constitutivo que dio origen a las Naciones
Unidas.
La inacción es inaceptable. Hay que responder con audacia los retos que hoy
día enfrentamos y más cuando contamos con información que identifica y reconoce
la amenaza y que nos ayuda a prevenir situaciones de conflicto.
Como expresó el Presidente de Costa Rica en su discurso en la 69 Asamblea
General de las Naciones Unidas, celebrada en el mes de septiembre del 2014 : “Si
Vis Pacem Para Pacem.” "Si quieres la paz, prepárate para la paz." Mantener la paz
y la seguridad internacional empieza con una cultura de paz. Como una democracia
desarmada y sede de la Universidad para la Paz, del Instituto Interamericano y de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Costa Rica considera que la cultura
de paz y la educación para la paz deben ser una prioridad absoluta. Estamos
convencidos que la paz, lo mismo que la guerra, no es el producto de una fatalidad
histórica, sino que brota de la misma libertad del ser humano.
Es por ello, que le atribuimos un valor fundamental a esta excepcional y única,
Universidad.
Estimadas amigas, estimados amigos
La consecución de La Paz, en su acepción más integral, no es posible sin el
perfeccionamiento de los procesos democráticos. Estos procesos, que están
condicionados por la experiencia histórica de cada pueblo o nación, conllevan como
signo distintivo, la promoción de la libertad, el respeto a los derechos humanos, la
búsqueda de la igualdad y la equidad económica y social para el mayor número. En
otras palabras, La Paz solo se puede garantizar en el largo plazo en sociedades
justas, pluralistas, inclusivas, equitativas, participativas y prósperas.
Estoy convencida que La Paz y la democracia no son sino se hacen, no están sino
se construyen, requiere de procesos específicos de socialización y de reproducción
ideológica y que consciente y asertivamente trabajemos a favor de la cultura y la
educación para la paz.
Porque sabemos que no habrá paz sin desarrollo sostenible. No habrá paz en el
mundo mientras exista la pobreza. No habrá paz con hambre. No habrá paz si la
riqueza se concentra en pocas manos. No habrá paz mientras amplios sectores de
población no tengan garantizado el acceso y el derecho al agua. No habrá paz
mientras arrasemos con el hábitat de nuestros pueblos. No habrá paz mientras no
se garantice el respeto de todos los derechos humanos: los civiles, culturales,
económicos, políticos y sociales y, en particular, el derecho al desarrollo.
En América Latina el desarrollo sostenible, la seguridad, la calidad de la gobernanza
y de los sistemas democráticos, pero sobre todo la equidad y la inclusión social, son
los desafíos que apremian para la consecución de La Paz.
Como ex alumna de la universidad, quiero reconocer públicamente, el aporte de la
Universidad Para La Paz a mi acervo formativo y a mi desarrollo personal y
profesional.
Llegué a Centroamérica cuando todavía no se habían cerrado los procesos de
negociación y paz en algunos de los países, de esta región que experimentó uno de
los conflictos armados más severos entre el Este y el Oeste. Pero que aún hoy, a
pesar de los esfuerzos por fortalecer la institucionalidad y los procesos
democráticos, tienen una herencia de violencia fruto de los rezagos institucionales,
de la falta de inversión en servicios básicos como educación y salud, de la cultura
política autoritaria, la desestructuración social y la concentración de la riqueza.
Fue por ello, que opté por tratar de contribuir en la región a los procesos de
democratización y fortalecimiento de la institucionalidad local como base de la
democracia. Abriendo procesos de diálogo y de generación de confianza entre
actores políticos, para construir agendas de trabajo conjuntas. Acompañando
procesos de participación social para cualificar las democracias. Mejorando las
condiciones de vida por medio de la prestación de servicios públicos básicos de
calidad y generar procesos de desarrollo y empleo. Construyendo una visión
regional
respetando
las
particularidades
de
cada
país.
En la actualidad y ante la responsabilidad y el maravilloso reto de poder acompañar
a mi compañero, el actual presidente de la República de Costa Rica, Luis Guillermo
Solís Rivera, y aprovechando mi conocimiento y experiencia de trabajo en lo local
construimos, en equipo juntó con varios ministerios, el programa "Tejiendo
desarrollo". Una apuesta por fortalecer el proceso de gobernanza y de desarrollo
territorial, generando espacios de planificación y coordinación interinstitucional,
articulación entre los dos niveles de gobierno y administración, participación social
en la definición, elaboración, ejecución y evaluación de políticas públicas que
promuevan
el
desarrollo
y
de
cooperación
pública-privada.
Así pues, se pasa de una noción de gobierno en la que el Estado es el centro del
poder político, con el monopolio de la articulación y búsqueda del interés colectivo,
a una situación en la que las decisiones son producto de la interacción entre las
instituciones y la sociedad.
Quiero resaltar su carácter de proceso, esto es, cómo las decisiones son tomadas
entre varios actores con diferentes prioridades y complejas relaciones, que permite
que los diferentes intereses y conflictos puedan ser tratados de forma conjunta a
través de la cooperación. Esto incluye a instituciones formales, así como acuerdos
informales y redes entre actores sociales, todo lo cual es esencial para asegurar
una base participativa en el proceso de desarrollo territorial ganando legitimidad y
aceptación de parte de la ciudadanía.
Queridas y queridos estudiantes,
Ustedes mejor que nadie saben, y me entienden, cuando digo, que esta Universidad
es excepcional y única.
Quiero nuevamente felicitarles por su graduación pero muy especialmente por su
compromiso con esta casa de estudio, su involucramiento activo y sus aportes a la
reforma, tan necesaria, de esta Universidad. Aprovecho también para felicitar al
cuerpo de profesores y profesoras por sumarse en este mismo sentido.
Las reformas al programa académico y la reestructuración de esta Universidad
responde a la necesidad de consolidar un proyecto académico que asegure la
excelencia de las funciones que le son propias, potenciando las capacidades del
cuerpo académico y ofreciendo las mejores oportunidades de formación para sus
estudiantes. Yo quiero que esta Universidad siga siendo excepcional y única; por
eso apuesto por el rediseño de los programas, las estrategias, estructuras,
mecanismos y herramientas de gestión académica, económico-administrativas y
financieras, todo ello conforme a la visión, misión y objetivos estratégicos que
respondan a la nueva coyuntura internacional y a las necesidades que imperan; y
que sean trabajadas de forma consensuada por
toda la comunidad.
Desde qué la UPAZ se conformó a solicitud del gobierno de Costa Rica los principios
que han primado en esta Universidad, en este país, y sobre los cuales yo estudie,
han sido el respeto, la concordia, la comprensión, la tolerancia y la cooperación. Por
ello, les instó a todos ustedes que trabajemos unidos haciendo honor a los principios
que fundaron esta Universidad de la que somos parte. Da igual la parte del mundo
de la que vengamos o a la que vayamos. Que siempre nos guíen los más altos
valores de construir sociedades más democráticas y más justas y que lo hagamos
unidos en torno a los paradigmas de desarrollo sostenible, seguridad humana y paz
para el mundo entero.
Muchas gracias.
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