Gutiérrez Lloret, Sonia. t.3 - RUA

El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
1 .- EL POBLAMIENTO
Ce n'est que par référence à une problématique
historique, celle de la nature de la société
de
son
mode
d'organisation
andalouse,
sociopolitique, à travers la question des rapports
des habitats ruraux avec les sites fortifiés ou
avec la ville, que le phénomène de la dispersion
matérielle de ces habitats musulmans peut acquérir
une signification .
P . Guíchard (1)
1 .1 .- LOS LIMITES DEL ESTUDIO DEL POBLAMIENTO ALTOMEDIEVAL : LA
HISTORIA MUDA Y LA ARQUEOLOGIA BALBUCEANTE
- La -elección de una reciente -frase de - Pierre---Gu -chard---como----------
prólogo del capitulo que ahora se inicia se debe a la
por
la
problemática
preocupación
de
este
investigador
En
utilización de la arqueología como fuente histórica .
24 y ss . ; 1990
diversos foros de debate, P . Guichard (1990 b,
c, 178 y ss .) ha insistido recientemente en la imprecisión
cronológica del dato arqueológico frente a los documentos
escritos, utilizados preferentemente por los historiadores . El
principal problema reside en el hecho de que su escala
1.-
GUICHÁRD,
"Depuis Valence
équipe", H.C .V ., 1990 c, XXVI
et
en
allant
vers
l'ouest. .' .
Bilan
(1), 183 .
-
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
et
propositions
pour
une
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
cronológica es siempre demasiado amplia respecto a la que se
documentados
hechos
históricos
los
obtiene
a
partir de
textualmente . A este "handicap inicial" (GUICHARD, 1990 c,
179) se suma el hecho de que el arqueólogo, a diferencia del
historiador que trabaja con textos, suele producir sus datos
en la excavación o en la prospección, lo que significa tiempo
traducirse en una menor
que
puede
y
dinero,
inversión
"rentabilidad" a corto plazo de la arqueología como fuente
25) ha
histórica . De hecho, el propio Guichard (1990 b,
señalado que una posible solución a estas limitaciones podría
hallarse en la práctica de una arqueología extensiva, basada
en la prospección, como complemento de la más lenta, costosa y
destructiva metodología de excavación o, lo que es lo mismo,
arqueología intensiva .
Más adelante me referire a las ventajas e inconvenientes
de esta práctica, pero antes creo conveniente matizar alguna
Soy plenamente consciente de las
de estas observaciones .
limitaciones cronológicas del dato arqueológico y creo que de
esta asunción dan cuenta las páginas anteriores dedicadas
precisamente a intentar definir la cronología de las cerámicas
y los diversos objetos estudiados ; efectivamente, el marco
incluso que
la
amplio y puede
cronológico
es
aún muy
arqueología nunca llegue a "hablar" con la fluidez de un texto
escrito en el sentido de la precisión temporal . Pero aun así,
no hay que olvidar que para el periodo que nos ocupa la
historia es prácticamente muda, por lo que la única escala
por
amplia
y
la
arqueológica,
cronológica
posible
es
fuente
de
ser
una
resulte,
además
""balbuceante"
que
privilegiada para estudiar aspectos que las fuentes escritas
las
De
esta
forma,
reconstruir .
nunca
permitirán
transformaciones del poblamiento altomedievel (desaparición o
fenómenos
de
concentración o
asentamientos,
formación de
dispersión de la población, etc) sólo pueden historiarse, hoy
por hoy, a partir de los datos materiales, si bienn, como
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
indica P . Guichard, sólo adquieren significado en el marco de
un problema histórico . Otro aspecto distinto es la forma en
que se puede abordar ese estudio .
El desarrollo de la prospección extensiva y de la
arqueología espacial
ha permitido, sin duda, el estudio del
poblamiento y de las formas de organización y explotación del
territorio, pero no deja de ser significativo que el principal
problema de la metodología extensiva, propuesta por A . Bazzana
y P . Guichard (1986 a, 1988) como alternativa a la excavación,
sea precisamente su imprecisión cronológica (ACIEN, 1990, e .
p .) . Para "identificar, relacionar y entender todas las trazas
de los asentamientos desaparecidos y de los entornos por ellos
producidos, también desaparecidos" (BARCELO et al¡¡, 1988,
195) es necesario poderlos situar en el tiempo, saber cuándo
se pueblan y se despueblan . Desgraciadamente, y más en el
periodo que nos ocupa, no serán los textos quienes nos
proporcionen dicha información, aunque permitan hallar las
causas
y consecuencias
de
dichos
fenómenos ;
mayor
el
contingente de información es producido por los trabajos
arqueológicos y la solución al problema cronológico procederá
necesariamente de este ámbito . Por este motivo, la llamada
arqueología extensiva deberá ir acompañada, en el marco de un
proyecto científico,
de diversas
actuaciones
intensivas,
puntuales o sistemáticas,
sobre asentamientos y espacios
concretos, a fin de situar las transformaciones del paisaje en
una escala cronológica ; si no se actúa de esta forma se corre
el riesgo de acabar estudiando el poblamiento como un fenómeno
acrónico y por ende ahistórico .
Sin embargo, en el caso de este estudio he debido trabajar
con un registro que no ha sido producido por mí o por los
equipos en los que me integro, salvo en contados ejemplos . Por
el contrario, la mayoría de los datos que he utilizado
proceden
de
antiguas
excavaciones
o
expolios,
ajenos
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Poblamiento y territorio
totalmente al ámbito científico . En este sentido, mi trabajo
se aproxima más al de un historiador que construye su
investigación con textos ya publicados, como diría P . Guichard
(1990 c), con el handicap de que en mi caso los "textos" no
han sido bien documentados y en la mayoría de los casos
contrastación,
puesto
que
fueron
imposible
su
resulta
destruidos en el momento de su obtención . Es necesario hacer
esta reflexión antes de abordar un capítulo que he titulado de
quizá
territorio
y
que
forma
pretenciosa
poblamiento y
debiera llamarse aproximación al estudio del poblamiento y del
territorio desde una perspectiva arqueológica ; dicha reflexión
no es otra cosa que la asunción de los límites que tiene el
estudio del poblamiento altomedieval realizado con los datos
de que dispongo .
En primer lugar, debo advertir que éste no es un trabajo
puesto que
de arqueología extensiva en sentido estricto,
pretender lo contrario significaría una falta de adecuación a
las limitaciones físicas que impone el amplio territorio
estudiado . Quede claro por tanto que no se ha pretendido
abordar en ningún momento la prospección sistemática de la
región estudiada --tarea colosal propia de un trabajo conjunto
sólo realizable en un margen temporal muy amplio-- y que la
cantidad y cualidad de la información es diferente de unas
áreas a otras, en función de la intensidad de mi propia
de
estudios
personal
o
de
la
tradición
investigación
realizados por otros autores o entidades . De esta forma,
existen áreas privilegiadas, como el Bajo Segura, los Valles
medios y bajos del río Vinalopó o la región de Lorca (2) donde
2.- Las comarcas meridionales de la Comunidad Valenciana cuentan con el inventario de yacimientos
emprendido por la Conselleria. de Cultura, Educació y Ciència de la Generalitat
arqueológicos,
conjunto de
asentamientos
importante
que ha
permitido localizar y catalogar un
altomedievales hasta ahora inéditos . La Comarca del Bajo Segura cuenta con un proyecto hispano-francés
de prospección sistemática, realizado entre 1989 y 1990 por miembros de la Casa de Velázquez, la
Valenciana,
Universidad de Alicante y los Museos de Alicante y Santa Pola . En el Medio Vinalopó se vienen realizando
varios proyectos de investigación que afectan a diversas épocas históricas, dirigidos por M. Hernández .
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Poblamiento y territorio
se puede
establecer una
cartografía del
poblamiento bastante
acurada, frente a otras en las que los asentamientos nos son
conocidos por azar y su significado no va más allá de la de la
simple localización . Por este motivo, se han utilizado los
datos de las zonas mejor documentadas para proponer hipótesis
que deberán ser verificadas y matizadas en el futuro .
De otro lado, la mayoría de los asentamientos carecen de
excavaciones
sistemáticas,
razón
por
la
cual
los
datos
cronológicos son en gran medida
aleatorios .
El registro
obtenido en una prospección, aún cuando sea sistemática, suele
presentar distorsiones, ya que se tiende a sobrevalorar el
material significativamente cronológico en detrimento del que
no lo es . Un ejemplo paradigmático es el del Tolmo de
Minateda, yacimiento conocido desde principios de siglo y
repetidamente
curiosamente
excavaciones
prospectado ;
las
sistemáticas que venimos realizando desde 1988 han permitido
exhumar
un
importante
conjunto
de
niveles
de
ocupación
fechables entre los siglos VI y IX, nunca documentado en la
prospección
significativo
sus
por
el
carácter
poco
de
materiales . Por el contrario, se había valorado la vida del
asentamiento hasta el siglo VI en función del hallazgo de
sigillata
clara
tardía,
cuya
aparición
es
aparentemente
residual en los niveles de habitación documentados hasta el
momento . Este es sin duda otro de los riesgos más evidentes de
la
arqueología
extensiva :
la
distorsión
del
registro
arqueológico .
Excavaciones
en
extensión
sitemáticas
sólo
se
han
acometido en el propio Tolmo (Y27), la Rábita de Guardamar
(Y25), la Alcudia (Y10), Begastri (Y32), los Villaricos (Y33)
El área de la Sierra de Crevillente en época protohistdrica ha sido estudiada por A . Gonzáles Prats . A
todos estos esfuerzos hay que sumar la intensa labor de arqueologos municipales y directores de Museos,
como J . Trelis en Crevillente, A . Poveda en Elda, C . Navarro en Novelda, P . Beviá en Rojales, M . Gea y
A . García
en Guardamar, A . Martínez en Lorca
y un largo etc ., que han tenido como resultado la
localización de nuevos asentamientos .
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Poblaziento y territorio
o la necrópolis de Vistalegre (Y6) ; a éstas hay que añadir las
excavaciones urbanas de Elche (Y12), Alicante (Y8), Murcia
(Y36), Cartagena (Y37) o Lorca (Y38), siempre parciales y muy
condicionadas por la disponibilidad de solares, y algunas
actuaciones puntuales en el Cabezo del Molino (Y24), el Cabezo
de las Tinajas (Y22) o Peña María (Y37) . Esta escasez de
proyectos de arqueología intensiva y sistemática supone un
obstáculo para conocer la estructura y características de los
asentamientos
en
sí
mismos
no
sólo
dificulta
su
y
identificación sino también el análisis de su relación con el
entorno productivo . Lo ideal para estudiar el poblamiento
seria disponer de series de investigación completas en las que
se contemplaran lugares de hábitat (forma y distribución del
espacio doméstico, organización de los espacios de residencia
y producción, áreas públicas y privadas, etc), relación de
éstos con el entorno (arqueología de los espacios productivos
rurales, cultivados o incultos) y espacios de culto (áreas
religiosas, cementerios, etc) . Desgraciadamente, este deseo es
hoy por hoy utópico y en la práctica es necesario trabajar con
series incompletas y gravidas de información desigual .
Así pues, el estudio del poblamiento y del territorio se
nos muestra, en el estado actual de la investigación, como una
labor de reconstrucción regresiva, similar a la lectura de la
escritura borrada de un palimpsesto . De los asentamientos que
vamos a estudiar, en ocasiones sólo conocemos la época
aproximada de los materiales que en su superficie aparecen,
pero no siempre su extensión, forma o características . En
cualquier caso, el estudio de dichos materiales, ademas de
situarlos en el tiempo, permite deducir algunas hipótesis
relativas al carácter de la población que los produce y a su
asimilación cultural y social por parte de las poblaciones ya
islamizadas ;
la
comprobación
de
estas
hipótesis
pasa
necesariamente por el analísis de la relación de estos grupos
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Poblamiento y territorio
con su entorno .
asentamientos .
El primer paso será por tanto clasificar los
1 .2 .- LOS TIPOS DE ASENTAMIENTO
Los asentamientos estudiados son de distintos tipos según
(emplazamiento,
extensión,
sus
caracteristicas
físicas
elementos estructurales), su génesis (núcleos habitados desde
su
jerarquía
épocas
anteriores
o
fundaciones
ex novo),
su condición
jurídica,
(ciudades,
asentamientos
rurales),
o
madina ;
sede
política
o
socioeconómica
(municipium
episcopal ; villa o fundus ; qarya o hisn, etc) o su carácter
etc) .
De hecho,
religioso
(complejos monásticos, rábitas,
arqueológicos
no
son
en
puridad
algunos
yacimientos
asentamientos ya que se trata en realidad de necrópolis . Como
es lógico suponer tales cementerios deben corresponder a algún
asentamiento, pero en muchos casos únicamente se conoce el
lugar donde se entierran y no aquel en el que viven ; por este
motivo, he incluido los cementerios en un grupo aparte . Los
asentamientos estudiados responden a los siguientes tipos :
1 .2 .1 .- Ciudades .
1 .2 .2 .- Poblados de altura .
1 .2 .3 .- Asentamientos rurales en el llano (villae) .
1 .2 .4 .- Asentamientos rurales en cabezos o laderas montañosas
(alquerías o gura) .
1 .2 .5 .- Poblados fortificados .
1 .2 .6 . - Castillos (hisn) .
1 .2 .7 .- Centros religiosos .
1 .2 .8 . - Cementerios .
1 .2 .1 .- Ciudades .
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Poblamiento y territorio
El primer problema es sin duda definir qué asentamientos
se consideran urbanos y cuales no . En este sentido, el
criterio inicial es el de considerar ciudades las que lo eran
con anterioridad a la conquista islámica, es decir, aquellas
atestiguadas por las fuentes textuales o epigráficas con
independencia de su condición jurídica (colonia, municipium,
etc) . Desde este punto de vista lo eran con seguridad Carthago
Spartaria (Cartagena), Lucentum (Alicante), Colonia Iulia
Illici Augusta (la Alcudia, Elche), Hegastri (Cabezo Roenas,
Cehegín), Saltigi (Chinchilla), Dianium (Denia) y seguramente
Eliocrora (Lorca) ; a estas habría que añadir otras cuyos
cuyo
carácter
urbano
está
nombres
desconocemos
pero
sobradamente atestiguado por la epigrafía, como ocurre en el
caso del Tolmo de Minateda (3), o por sus propios restos
arqueológicos en el caso del cerro de la Almagra en Mula .
Si recurrimos a las fuentes árabes hallamos en la Crónica
del Moro Rasis una de las referencias de mayor antigüedad
(CATALAN y ANDRES, 1975, 34 y ss .) ; en ella se señala que en
Tudmir existen muy buenas villas y castillos entre los que se
mencionan Lorca, Orihuela, Alicante y el no identificado de
Morata (4) ; además, se citan la ciudad de Cartagena y el
puerto de Denia (Dániyya, antigua Dianium) . Al-%Udrî menciona
A^también Sintiyyála (actual Chinchilla y antigua Saltigi), que
importante
en época
debió ser un enclave relativamente
islámica, y enumera las ciudades del famoso Pacto de
Teodomiro, en la que hoy puede considerarse una de las más
por el
3 .-
Uno de los sillares reutilizados para construir la torre que flanqueba la puerta de la ciudad
norte era en realidad
una inscripción parcialmente conservada con la mención de
los duoviri G.
Grattius Grattianus y V. hlvius Ovetus, lo que indica el estato jurídico de Municipio que alcanzó el Tolmo en
el cambio de era .
4 .-
Alfonso Carmona propone la
identificación
de
Morata
con Murcia según la
lectura del mismo
pasaje en la Crónica de 1344 y la versión interpolada de la Crónica del Moro Rasis, hecha en el siglo XVII por
Gabriel
Rodríguez
de
Escabías
(manuscrito
de
Copenhague)
(CARMONA,
1991,
asimilación resulta en principio bastante dudosa .
-
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292) ;
sin
embargo,
tal
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Pobla-miento y territorio
fiables versiones de este tratado . Las mudun mencionadas en la
versión de al-%Udrî son Awryula (Orihuela), Mu- la (Mula), Lurga
(Lorca), Balantala (?), Lagant (Alicante), Iyi(h) (?) y Ils
(Elche) . A estas siete ciudades habría que añadir Buq .sr .h
(Begastri), que aparece en lugar de Ils en las versiones de
Ibn al-Jarrât, al-DabbT y al-Garnâti, entre otros .
Ciudades de origen romano :
Pacto de Teodomiro
el
problema de
las ciudades del
Si analizamos las menciones de ciudades de Tudmir en las
fuentes árabes más antiguas, se observa su total coincidencia
con núcleos urbanos preexistentes de origen romano ; es el caso
de Illici, Lucentum, Begastri, Eliocroca, Cartagena, Dianium o
Saltigi . De estas, sólo las dos últimas no han sido estudiadas
por diferentes motivos .
Saltigi, importante mansio en la vía
que unía Complutum con Carthago Nova y lugar donde se ubicaba
el cruce con el llamado "Camino de Anibal" (SILLIERES, 1977,
1982), se viene relacionanado con la gintiyyála de las fuentes
árabes ; sin embargo, no se sabe prácticamente nada del núcleo
romano o islámico, con la salvedad de algunas inscripciones
latinas (ABASCAL, 1990) o de menciones en diversas fuentes
árabes (PACHECO, 1984) de sus tapices, producto muy cotizado
en época islámica (VALLVE, 1972, 81) .
Dianium,
la Dániyya de las fuentes árabes,
es un
importante puerto ya citado en la Crónica del Moro Rasis y de
la que al-%Udri dice que es ciudad antigua y primitiva
(MOLINA, 1972, 72) . De hecho, la ciudad romana de Dianium se
ubicaba en las laderas norte y este de la colina del castillo,
en el área del "Hort de Morant" (GISBERT, 1986 b) ; este núcleo
urbano sufrió un proceso de regresión a lo largo del siglo V,
patente en la aparición de enterramientos sobre los niveles de
derrumbe de las casas que, a mediados del siglo IV, habían
ocupado una vía altoimperial (GUTIERREZ LLORET, 1988 b) . El
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
núcleo islámico --formado por la alcazaba, la medina y un
por
la
ladera
preferentemente
arrabal-se
extiende
suroriental de la alcazaba y no parece desarrollarse como
medina importante hasta la segunda mitad dei siglo X, a juzgar
por las evidencias arqueológicas recientemente estudiadas por
Rafael Azuar (1989 a, 27 y ss .) . Como expuse al inicio de este
trabajo, la ciudad de Denia y el área septrentrional de la
actual provincia de Alicante plantea problemas de adscripción
geográfica, ya que el propio al-%Udri la incluye al mismo
tiempo en la Cora de Tudmir y en la de Valencia . Las profundas
diferencias entre estos territorios y los del resto de Tudmir
me movieron, como ya señale anteriormente, a dejarlos al
margen del ámbito estudiado, razón por la cual Denia no se
incluirá en mi análisis (5) .
referencia
más
estas
dos
salvedades,
la
Hechas
significativa a la pervivencia de ciudades en el momento de la
conquista islámica procede del famoso Pacto de Teodomiro,
tratado
que sella la sumisión del Sureste a la soberanía
musulmana en el año 713 . En el marco de dicha capitulación,
acordada entre `Abd al-!Aztz Ibn Musa y Teodomiro, se reconocen
los derechos de los hispanogodos, siempre que éstos paguen una
que
el
territorio
sobre
el
asignación
fiscal
o
yizia ;
aparece
autoridad
o
control
Teodomiro
tiene
una
cierta
definido en el Pacto por las siete ciudades antes mencionadas .
En opinión de Enrique Llobregat (1973, 76 y ss .), esta mención
explícita del espacio urbano se explica por ser éste el lugar
(nobleza
goda
y
oligarquía
dominante
donde
residía
la
jerarquía eclesiastica), que es precisamente la que pacta .
Miquel Barceló (1979, 240) propone incluso que esta mención
responda a la inicial imposición por los musulmanes de unas
circunscripciones administrativas basadas en las ciudades, a
5 .-
Además, el área de Denia ha sido objeto de el reciente trabajo de R. Azuar, quién ha
demostrado entre otras cosas, la escasa entidad del poblamiento anterior al siglo X en estos territorios
(AZDAR, 1989 a, 411 y ss .) .
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Poblamiento y territorio
causa de su anterior experiencia expansiva por las provincias
bizantinas y sasánidas más urbanizadas .
No obstante,
llama la atención la ausencia en esta
relación de la ciudad de Cartagena, que siempre aparecerá
mencionada en las fuentes árabes posteriores como Madinat
n
Qartayanna (CARMONA, 1986, 343) . Esta significativa ausencia
de la que había sido importante ciudad tardorromana, sede
episcopal y capital del dominio bizantino, ha preocupado a
numerosos investigadores que la han intentado explicar desde
diversos puntos de vista . Así, se ha apelado repetidamente a
su escasa entidad poblacional (VALLVE, 1972, 161 ; 1986, 188),
que
acaso
"no
en
aquellos
momentos
importancia
ofrecía
urbanística comparable a otros núcleos de población citados en
el tratado" (MOLINA, 1986, 222), o bien a las peculiaridades
de su conquista, realizada por lucha y no por capitulación
(6),
hecho
que
autores,
como
J.
algunos
Vallvé,
han
relacionado con un posible desembarco árabe en las costas de
Cartagena simultáneo o posterior al de Gibraltar (7) .
Es necesaria una cierta prudencia con el argumento de la
menor importancia urbanística puesto que en sí mismo no es
demasiado explicativo a tenor del panoráma urbano del resto de
las ciudades del Pacto, que analizaremos a continuación . El
dato que no conviene olvidar es que Cartagena debió sufrir un
duro revés con la conquista visigoda y su supuesta destrucción
en los primeros años de la segunda década del siglo VII . Como
señalé al tratar este yacimiento, los trabajos arqueológicos,
si bien no demuestran tal destrucción,
sí evidencian un
manifiesto retraimiento de la vida urbana, patente en la
ausencia de restos posteriores a la primera mitad del siglo
6.-
Es decir, bajo un régimen territorial de Ianwatan (MOLINA, 1986, 222 y ss .) .
7.- Vid. supra,
Y36.- Cartagena, nota 3 .
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Poblamiento y territorio
VII . De esta forma, parece que el solar de Cartagena estaría
prácticamente abandonado cincuenta o sesenta años antes de la
conquista islámica, con excepción quizá del cerro donde luego
se ubica el Castillo de la Concepción ; situación de la que no
parece
salir hasta bien entrado
el
siglo
XI,
cuando
seguramente gracias a su puerto y quizá a la minería que
menciona al-%Udri comience a recuperarse (MOLINA, 1972, 46) .
Las menciones textuales de Qartayanna como madîna son bastante
tardías (8), con excepción de . Ibn Hawkal (ROMANI SUAY, 1971,
15), quien la nombra junto con otras ciudades de la costa
mediterránea en el siglo X . Quizá esta temprana referencia se
deba más a su valor portuario que urbano y su designación como
ciudad tenga más que ver con la monumentalidad de sus ruinas y
el valor urbano que tuvo en el pasado, que con la realidad de
la época en la que el geógrafo escribe ; se trata de un
fenómeno constatado en algún otro caso, como el del Tolmo de
Minateda que analizaré posteriormente .
Mucho se ha escrito sobre las ciudades del Pacto de
Teodomiro, o sobre los que es lo mismo, las primeras ciudades
de Tudmîr atestiguadas documentalmente . Han preocupado sobre
todo los problemas inherentes a su identificación y a su
localización geográfica, pero la discusión se ha abordado
preferentemente desde los textos escritos, por lo cual el
debate ha sido fundamentalmente especulativo . Conviene, por
tanto, completar el análisis con los datos que la práctica
arqueológica ha proporcionado en los últimos años . El punto de
partida es la obra sobre Teodomiro de Enrique Llobregat
(1973), todavía útil en numerosos aspectos, donde sintetizó
los conocimientos que a principios de los años setenta se
tenían
sobre
este
tema .
Una
actualización
de
estas
perspectivas ha sido recientemente publicada por el mismo
autor (1991), con la voluntad de situar el estudio de las
8 .-
A1-Idrîr, al-Hityarî, Yâqút, etc (CARNONA, 1986 343 ; 1990, 17) .
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Poblamiento y territorio
ciudades del Pacto en el marco global de la transición de la
ciudad visigótica a la islámica en el este peninsular .
urbano
romano
en
la
La
transformación
del
espacio
Antigüedad Tardía ha sido un tema de gran tradición en la
historiografía española desde que en 1959 José María Lacarra
publicara su ya clásico estudio sobre la historia urbana en la
Península Ibérica desde el siglo V al X (LACARRA, 1959),
acorde con las teorías sobre el declive urbano a partir del
siglo III, imperantes en aquellos años . La linea abierta por
Lacarra fue seguida por diversos autores entre los que
destacan P . A . Février (1974), con un articulo de carácter
general sobre la continuidad urbana en el occidente, L . García
Moreno (1977-78) y X . Barral (1982), más centrados en la
Península Ibérica,
cuyos estudios utiliza como inevitable
referencia científica el propio E . Llobregat al abordar el
tema . No obstante, y sin cuestionar su gran interés, hay que
señalar que ambos trabajos se preocuparon fundamentalmente de
la "cristianización del paisaje urbano" (GARCIA MORENO, 197879, 312), es decir, del impacto que sobre la topografía de las
antiguas ciudades romanas tuvo la implantación de edificios de
culto cristianos y los aspectos que de ello se derivaron
(cementerios intramuros, arrabales suburbiales surgidos en las
ermita,
etc) .
Este
planteamiento,
inmediaciones
de
una
centrado en la localización de los edificios y estructuras
religiosas, se ha visto recientemente completado por trabajos
las
que
han
intentado
integrar
en
el
análisis
de
transformaciones de la ciudad tardorromana otros elementos de
marcado valor superestructural y relacionados con el poder
los complejos palatinos
(OLMO,
político y administrativo :
1987 ; 1990, e . p .) .
sin
embargo,
un
análisis
tan
centrado
en
la
cristianización de las ciudades romanas dejaba necesariamente
de lado la islamización urbana de esos mismos conjuntos
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
topográficos, es decir, las transformaciones que se operan en
dichos conjuntos a raiz de su incorporación al dominio
islámico y que en muchos casos se expresan en términos de
autentica solución de continuidad y ruptura física (9) . Este
es precisamente el aspecto que más interesa a nuestro análisis
de las ciudades del Pacto y para llevarlo a cabo conviene
primero analizar la realidad topográfica de estos enclaves
urbanos, que previamente habremos tratado de localizar . En
este
discurso
de
ubicación
espacial
cobran
un
valor
fundamental los datos que el registro arqueológico aporta a
una discursión que sin ellos corre el riesgo de terminar
siendo absolutamente estéril (10) . Como se verá a continuación
muchos datos de este análisis coincidirán con la lectura
propuesta por E . Llobregat (1991, 177 y ss .), muy preocupado
también por el estudio del registro arqueológico, mientras que
otros se alejarán totalmente de sus hipótesis o de las de
otros autores como R . Pocklington (1987) o A . Carmona (1984,
1989, 1991), a las que me he referido con anterioridad (11) .
9 .-
urbana,
ya
Ni
tan siguiera el reciente trabajo de Llobregat aborda realmente el tema de
que se
limita
a plantear
tres
cortes
Hispania antes de la llegada de los musulmanes,
cronológicos
distintos:
las
la transición
ciudades
del este
de
las ciudades del Pacto y las ciudades islámicas según
las fuentes árabes posteriores al siglo %I ; en realidad, la transformación sigue sin ser explicada. No
obstante, hay que señalar en su descargo que con los datos de que hoy disponemos resulta muy difícil
tratar ese aspecto .
las
10 .- La ambigüedad de esta discusión sobre la ubicación de los topónimos del Pacto se evidencia en
variaciones
trabajo de
geográficas de
Llobregat (1973)
se
los
mismos .
observan
Simplemente
curiosas
limitándonos
fluctuaciones
según
a
la
los
estudios
posteriores
procedencia o el
al
ámbito
de
estudio del investigador . Así, García Antón (1985) propone identificar Iyi(h) con Algezares y Balantala con
Totana, ambos en Murcia, definiendo una perfecta alineación que discurre por el valle del Guadalentín-
Segura hasta llegar al mar por Alicante . Por otro lado, 9 2 . J. Rubiera, a raiz de la edición de Ihsan
`Abbás (1980) del texto de al-Himyari, identifica Villena con el topónimo Billana (Balara), que consideró el
mismo lugar que Bqsra,
y própone una nueva identificación de Mula con Novelda (ahora leido Auwilla o
N.r.la)
y de B .l .nt.la
con la
zona
de
Illici
(RUBIERA,
1985
a,
33-43) ; curiosamente
esta misma autora
corrige la localización de este último topónimo en un trabajo publicado el mismo año (RUBIERA, 1985 b),
localizandolo ahora en
Valencia .
En
ambos casos se
pretende
vincular todos los topónimos con la vía
Augusta, que desde Valencia se dirige al sur por el interior para penetrar en Alicante por el valle del
río Vinalopó . Como se puede observar hay ubicaciones para todos los gustos .
11 .- A este respecto veanse sobre todo los capítulos dedicados a los yacimientos Y27 .- Tolmo de
Minateda ; Y35 .- Algezares y Y36 .- Murcia .
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65 0-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Las causas de esta disparidad de criterios se encuentran
material
interpretación
del
registro
precisamente
en
la
realizada en la primera parte de este trabajo .
Las ciudades son en teoría siete pero no coinciden
íntegramente en todas las versiones conocidas del Pacto, por
lo que sumándolas todas son en realidad ocho (12) . Las de al
--quizá el más fiable por su mayor antigüedad-- son
`Udrî
Awryula (Orihuela), Mula (Mula), Lurga (Lorca), Balantala (?),
Lagant (Alicante), Iyi(h) (?) y Ils (Elche) ; incrementadas por
la Buq .sr .h (Begastri) que aparece en lugar de Its en las
al-Dabbi y al-Garnátî,
entre
versiones de Ibn al-Jarrát,
otros . Analizaré ambos casos --Ils . y Buq .sr .h-- porque tanto
una como otra responden arqueológicamente a la realidad urbana
y cronológica de las otras ciudades del mencionado tratado . No
obstante, hay que dejar a un lado la supuesta ciudad de
Balantana o Balantala, de difícil y dudosa identificación con
Valencia
(RUBIERA,
1985 b),
ya que aun en el caso de
identificación,
la ciudad de Valencia se
confirmarse tal
encuentra en un área geográfica totalmente ajena al marco de
este estudio y cuenta con una problemática particular . En el
conviene
repasar
brevemente
las
caso
de
las
restantes
estudio
y
los
problemas
que
su
novedades
arqueológicas
plantea .
(Orihuela,
la
Orihuela
emiral,
Awryûla
El
caso
de
Alicante) es uno de los más problemáticos, puesto que si bien
su existencia desde época antigua está atestiguada por las
con
la
evidencia
fuentes
documentales,
no
ocurre
así
arqueológica de sus restos (13) . Como señalan A . Bazzana, P .
se
observa
cierta
Cressier
Guichard
(1988,
48)
y
P.
12 .tendría el
Cabe recordar aquí
dígito
la
siete a la hora
suposición
de
de A. Carmona sobre el valor más simbólico que real que
enumerar las
ciudades del
Pacto (1990, 25 y ss .) .
13 .- vid. supra, Y19 .- Orihuela .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
indefinición terminológica en las fuentes árabes en cuanto a
a la
su designación como madîna o hisn, hecho que atribuyen
escasa importancia de las ciudades en los tres primeros siglos
de al-Andalus . Efectivamente, en el solar de la medina,
ubicada junto al río, no han aparecido materiales anteriores a
la segunda mitad del siglo X, si bien es necesario reconocer
que una serie de dificultades técnicas, como el alto nivel
freático, dificultan enormente los sondeos en profundidad . Por
otro lado, ninguna de las partes del castillo que preside la
ciudad, importante fortaleza mencionada en las fuentes, parece
tampoco poder fecharse con anterioridad a fines del siglo IX
(AZUAR, 1981) .
Sin embargo, más problematico aún que la localización de
los niveles correspondientes a la primera época islámica es el
hallazgo de restos tardorromanos que prueben la existencia de
un asentamiento, urbano o no, fechable en los umbrales del
siglo VIII . Según la solución de E . Llobregat (1971, 28),
refrendada con pocas variaciones en el trabajo de 1991, la
ciudad tardorromana se debía situar en una explanada a media
altura de las laderas del cerro del castillo, hoy muy alterada
por la construcción de un Seminario Conciliar en dicho
emplazamiento : las únicas pruebas arqueológicas son algunos
materiales tardorromanos (terra sigillata clara tardía y
ánforas) procedentes de la zona . Tales argumentos podrían
indicar la existencia de un poblado tardorromano de altura,
patrón de asentamiento frecuente en los siglos V y VI, pero no
permiten defender la existencia de un emplazamiento urbano .
Aun cuando la realidad urbana de los siglos VI y VII poco o
nada tiene que ver con la de época altoimperial, en otros
casos --como el de Illici o Begastri-- nos hallamos ante
verdaderas ciudades existentes desde época imperial, con
pasar
como
para
no
suficientes
restos
y
envergadura
desapercibidas . Así pues y hoy por hoy, la existencia de una
ciudad tardorromana y visigoda en la explanada del seminario
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaaiento y territorio
está por confirmar, y con los datos existentes parece más
prudente plantear el caso de Orihuela como un ejemplo de
ciudad cuyo origen se encuentra en un asentamiento de altura
típico de los siglos VI y VII, mantenido en su emplazamiento,
aunque descendiendo hacia el valle .
Lurga
parece
poder
identificarse
sin
demasiadas
dificultades,
y
así
lo
aceptan
la
mayoría
de
los
investigadores, con la Eliocroca tardía (actual ciudad de
Lorca en Murcia), mencionada como mansio en el Itinerario de
Antonino y como sede episcopal en el Concilio de Elvira (14) .
El único argumento propuesto por E . Llobregat (1973, 38) para
probar la existencia de una ciudad romana en su actual
emplazamiento --la aparición de una necrópolis de esta época
en sus cercanías-- ha sido recientemente revisado por A .
Martínez (1991, e . p .), quien señala que tal cementerio debe
relacionarse más con una villa que con el propio emplazamiento
urbano de Lorca . Por tal motivo, la situación arqueológica
plantea problemas muy similares a los analizados para el caso
de Orihuela, ya que en la zona que posteriormente ocupa la
medina no aparecen por el momento materiales demasiado
antiguos, con excepción de un lote de sigillata clara D y
cerámicas toscas de los siglos VI y VII, procedentes del cerro
del Castillo (MARTINEZ, 1990, 1991) . Parece pues, al menos con
la información de que disponemos hoy, que la ubicación de
Awryûla y Lurca corresponde a la de los emplazamientos
actuales de Orihuela y Lorca, aunque se ignora totalmente el
carácter que tales asentamientos pudieron tener en el pasado ;
en cualquier caso y a diferencia de lo que ocurre en otros
asentamientos,
ni
una ni
otra parecen
ser
importantes
civitates visigodas .
14 .- vid. supra, Y39 .- Lorca. .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
requieren los casos de Mula (Múla),
Alicante (Lagant) , ya
Begastri (Buq .sr .h),
Elche (Ils ) y
que todas parecen ser importantes ciudades tardías e incluso,
Mula mencionada en el
en algún caso,
sedes episcopales . La
Pacto se ha venido
siempre identificando con la ciudad
murciana del mismo nombre ; la única excepción es la de M' . J .
identificarla
con
el
Rubiera
(1985
a),
quien
propuso
yacimiento islámico de la Mola, en Novelda (Alicante), en base
a una edición reciente del texto de al-Himyar3 (15) . Aun
Valoración distinta
cuando excavaciones recientes en la Mola parecen indicar la
existencia de restos anteriores bajo los niveles de los siglos
XII y XIII, estos materiales no parecen poder fecharse antes
del siglo XI (NAVARRO POVEDA, 1990, 46) y su entidad no
Los trabajos de
permite defender hoy por hoy tal hipótesis .
G . Matilla e I . Pelegrín (1895) permiten explicar la aparente
paradoja, señalada repetidamente por E . Llobregat, que suponía
la falta de restos romanos procedentes del casco urbano de
Mula .
La explicación se encuentra en el hecho de que el
emplazamiento de la Mula tardorromana no coincide con el solar
nombre,
sino
que
debe
actual
de
la
ciudad
del
mismo
relacionarse
con las ruinas del Cerro de la Almagra (Mula,
Murcia), monte amesetado situado en la margen izquierda del
río de Mula (16) frente al conocido Castillo de Alcalá de la
Puebla de Mula . En la cumbre de este cerro, que nunca ha sido
excavado sistemáticamente, se observan restos de un recinto
amurallado, en cuyo interior han sido recogidos numerosos
fragmentos arquitectónicos y escultóricos de epoca tardía . El
material, cerámicas finas de los siglos IV a VI junto con
producciones toscas que podrían llegar hasta los siglos VII u
15.- vid. supra, nota 90.
16.- vid. supra, Y34 .- El Cerro de la Almagra .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
VIII, permite atestiguar la vida del yacimiento en el contexto
del Pacto (17) . Aun suponiendo que el dato de G . Nieto fuera
fiable, la aparición de material de los siglos IX y X no
podría asumirse más que como residual ya que esta ciudad no
parece tener continuidad en época emiral .
Buq .sr .h
suele identificar con Begastri
(Cehegín,
episcopal
visigoda
e
importante
ciudad
Murcia),
sede
tardorromana que viene siendo excavada desde hace varios años
(GONZALEZ BLANCO et alii, 1983 y 1984) (18) . Se trata de un
asentamiento de topografía similar al Cerro de la Almagra en
Mula, que cuenta con una interesante fortificación fechada en
el siglo VI, en cuya construcción se reutiliza abundante
es
material
arquitectónico
de
épocas
anteriores,
como
frecuente en numerosos ejemplos de similar cronología (BARRAL,
1982, 110) . Esta ciudad no se menciona en la versión del Pacto
donde
transcrita por al-%Udrî pero sí en las restantes,
sustituye a Ils ; su inclusión en este análisis se debe a que,
con independencia de que sea o no una de las ciudades del
pacto,
arqueológicamente se
inscribe perfectamente en
la
problemática
estudiada :
en primer
lugar,
hay
suficientes
indicios como para probar el mantenimiento de su ocupación a
lo largo del siglo VIII, aunque después parece perder su
carácter de asentamiento urbano en beneficio de una nueva
población situada en las inmediaciones de la antigua ciudad :
Cehegín (19) ; de otro lado, se trata sin duda de una civitas
se
17 .- G. Nieto (1945,
confirman
los
confirmar este
trabajos
de
dato, puesto
191)
afirma haber hallado cerámica califal en el asentamiento, dato que no
Matilla
que la
y
Pelegrín .
Mientras
referencia de
no
Nieto no
se
excave
el
asentamiento
puede aceptarse firmemente
será
difícil
sin valorar la
evolución en el conocimiento que la cerámica califal y emiral ha experimentado en estos últimos años .
18 .- vid. supra, Y31 .- Begastri .
19 .- En
natural de
los
diccionarios biográficos de Ibn al-Abbâr y de Ibn Bashkuwâl se menciona un personaje
"Bugasra, un
distrito
de Murcia" del siglo %I-XII, momento del que no existen evidencias
arqueológicas en el yacimiento . De este hecho, A. Carmona
(1990,
26-7) deduce
que el antiguo topónimo
debía haber pasado a la nueva población fundada por los musulmanes en las cercanías, es decir Cehegín,
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Poblamiento y territorio
que juega un importante papel en los conflictos entre
bizantinos y visigodos, y cuyas características topográficas
(situación
sobre
un
cerro
amesetado,
importantes
fortificaciones de época tardía, etc) coinciden plenamente con
las de los otros núcleos urbanos del Pacto .
La ciudad nombrada como Ils se ha identificado siempre con
la Colonia Iulia Ilici Augusta, situada en el yacimiento
conocido como la Alcudia en Elche (Alicante) (20) . Esta
antigua ciudad adquirió una gran
importancia en época
tardorromana, cuando-se construye una muralla y una basílica,
que se mantendrá en uso hasta al menos el siglo VII, generando
una interesante necrópolis en sus inmediaciones (RAMOS, 1975 ;
GUTIERREZ LLORET, 1988 b ; LLOBREGAT, 1991) . La hipótesis más
comúnmente
aceptada
es
aquella
que
defiende
que
esta
importante civitas tardorromana y sede episcopal murió por
consunción tras la conquista islámica, al producirse el
paulatino traslado de la población al actual solar de Elche
(RAMOS, 1975 ; LLOBREGAT, 1973 y 1991) . Sin embargo, mientras
que entre las cerámicas de
la Alcudia se han podido
identificar materiales fechables en el siglo VIII (REYNOLDS,
1986 y GUTIERREZ, 1988), las excavaciones efectuadas en la
medina de Elche no proporcionan materiales tan antiguos . Así
pues, aunque el cambio de solar urbano es evidente, la
pregunta formulada por la arqueología sigue sin respuesta :
¿cuándo se produce este traslado? .
Hoy por hoy y mientras no se aporten nuevos elementos de
juicio a la discusión, parece claro que la Ils del Pacto no
puede ser más que Illici (la Alcudia), ciudad que debe quedar
deshabitada hacia fines del siglo VIII, puesto que ya no
como
ocurre
por ejemplo en
el
caso
de
proceder de un al-SinMygin --es decir,
Elche .
Sin embargo,
el
nombre
de
esa nueva
población parece
los sanhaya-J
nombre de un grupo tribal bereber (GUICHARD,
57) .
20 .- vid. supra, Y10 .- La Alcudia .
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1985,
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Poblamiento y territorio
aparecen los materiales propios de un contexto del siglo IX ;
sin embargo, el solar urbano de la nueva Its (Elche) no
proporciona material anterior a fines del siglo X, como por
las mudun del área
otro lado ocurre en la mayoría de
estudiada . Tal y como señalé al analizar este problema en
páginas anteriores, el hiato cronológico entre ambos núcleos
obliga a ser prudentes y a no aceptar un modelo de trasvase
poblacional automático ; este modelo, verdadero lugar común de
urbana
(21),
supone
historiografía
de
la
transición
la
necesariamente la organización de nuevos núcleos urbanos en
de
sostener
tempranas,
evidencia
difícil
fechas
muy
puesto
que
la
mayoría
de
las
mudun
arqueológicamente
(Orihuela, Elche, Alicante, etc .) no se estructuran como tales
hasta la segunda mitad del siglo X, en un proceso cuya lectura
arqueológica sólo se hace patente a principios del siglo XI .
Dado que el proceso de abandono de las antiguas civitates se
produce a lo largo del siglo VIII o principios del IX, parece
más lógico pensar en una dispersión del poblamiento en las
alquerías de las que hablaré posteriormente ; sólo la plena
islamización del tejido social y la consolidación del aparato
permitirá
estructurar
nuevamente
las
político
califal
ciudades, que ahora sí se convertirán en focos de atracción y
concentración demográfica .
El estado de la investigación sobre la ciudad de Alicante,
Lagant en el Pacto, ha variado totalmente en los últimos años .
Para este asentamiento se venía proponiendo un proceso similar
al de Elche, por el cual el antiguo municipio de Lucentum
--situado al suroeste de la ciudad actual, en la meseta de
"Els Antigons", Benalúa (TARRADELL y MARTIN, 1970)-- moriría
lentamente para ir naciendo la ciudad de Laqant al abrigo del
monte Benacantil, donde se construye la alcazaba (LLOBREGAT,
21 .- Piensese que ha sido aplicado a la mayoría de las ciudades del sureste :
Ils (Elche),
nuci
(La Alcudia)/
Lucentur/Lagant; Begastri/Cehegín ; el Tolmo de Hinateda/Hellín, y un largo etcétera en otras
áreas geográficas .
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Poblamiento p territorio
1973, 32 ; 1991) . No obstante, las excavaciones que se han
venido realizando en el barrio de Benalúa --supuesto solar de
la ciudad romana-- no han dado los resultados apetecidos ya
que en lugar de la buscada ciudad de Lucentum únicamente se
hallaron vertederos que parecen indicar la existencia de un
industrial
asentamiento tardorromano, pero de carácter más
que urbano (SALA y RONDA, 1990) . Este hallazgo --o mejor, su
inexistencia-- obliga evidentemente a replantear la dinámica
de surgimiento del asentamiento islámico . De otro lado, los
materiales más antiguos procedentes del solar de la medina
eran, hasta ahora, del siglo XI, pero los recientes trabajos
han comenzado a sacar a la luz restos tardorromanos en las
laderas del Benacantil y han exhumado en el exterior de la
medina los restos de un cementerio preislámico afectado por
vertederos que contienen materiales del siglo X . Estos nuevos
datos han hecho que P . Rosser se plantee la posibilidad de
situar la Lagant del Pacto en las laderas del Benacantil, en
(ROSSER, 1990 a, 283 y ss .) . No volveré a
lugar de en Benalúa
insistir sobre los argumentos expuestos con anterioridad (22)
y que aconsejan prudencia a la hora de buscar nuevos
emplazamientos para la Lagant del Pacto ; en el estado actual
de la investigación esta ciudad plantea problemas semejantes a
los casos de Orihuela y Lorca, en los que más que con núcleos
urbanos de tradición romana parece que nos encontramos ante
caracterizables
difícilmente
altura
asentamientos
de
arqueológicamente .
El último caso, el de Xyi(h), es uno de los más
problemáticos puesto que el topónimo es mencionado por varias
fuentes árabes en relación con diversos acontecimientos
históricos . La mítica ciudad de Iyi(h) aparece citada como una
de las medinas del Pacto en la versión de al-%Udri, Ibn
al-Jarrât, al-Dabbî y quizá en la de al-Himyart ; el geógrafo
22 .- vid. supra, Y8 .- Alicante .
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Poblamiento y territorio
al-Zuhrî
también
la
menciona al describir el curso del río
Segura, señalando que era una de las ciudades que figuraron en
dicho pacto (POCKLINGTON, 1987, 184) . En el texto de al-%Udrî
de Tudmir
aparece también como un distrito agrícola (iglim)
con el epíteto de al-Sahl --es decir, Iyi(h) del llano-- y
como una medina
situada en la vía de Cartagena a Toledo,
entre Cieza y Tobarra (SILLIERES, 1982 ; CARMONA, 1989, 157) .
Por último, el mismo topónimo ha sido objeto de una larga
polémica por su relación con la fundación de la ciudad de
Murcia . Según las fuentes (al-%Udri, Ibn ( Idâri y al-Himyari),
una vez fundada Murcia (c . 825 u 831), el emir `Abd al-Rahmân
II mandó destruir la ciudad de Iyi(h) de los mudarles y de los
conflicto tribal que afectaba
yemeníes, para terminar con un
a tierras de Tudmir . A esta situación, ya de por sí confusa,
viene a sumarse la identificación que muchos autores hacen del
topónimo de las fuentes árabes con la sede episcopal visigoda
de Elo o
Eio,
creada a principios del siglo VII para
reemplazar a la de Illici, que se hallaba bajo control
bizantino .
La mítica
sido identificada sucesivamente con
Ojós (GASPAR REMIRO, 1905, 33 y ss .), Hellín (HUICI MIRANDA,
1969-70, I, 87 ; MOLINA LOPEZ, 1971, 76 ; VALLVE, 1972, 147),
Elda
1973,
46 y SS .)
y más recientemente
(LLOBREGAT,
Algezares, en las proximidades de Murcia (POCKLINGTON, 1987
retomando parcialmente las tesis de GOMEZ MORENO, 1961-62) . La
edición del
texto de
al-%Udrî
en
1965,
en
la
que
se
especificaba la existencia de una ciudad de ese nombre entre
Cieza y Tobarra (23), permitió situar tal emplazamiento en
Hellín, como hicieron entre otros Molina y Vallvé . De forma
paralela, los estudios de E . Llobregat (1973, 1977 a y 1980 a)
permitieron relacionar la sede episcopal Elotana con una
23 .- " . .de
la ciudad
(Radina)
`Atiya, . . .millas"
Iyi(h)
ha
unas 30 millas ; hasta MúIina hay 8 millas ; a Siyasa, 25 millas ; a
30 millas ; a Tabarra, 10 millas ; a Smtiyyala, 35 millas, y, por fin, a Qasz
(MOLINA LOPEZ, 1972 52) .
Cartagena a Murcia, a
de Iyi(h),
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
ciudad de Elo o Ello, que bien podría ser la ad Ello del
Itinerario de Antonino y que, a juzgar por la pervivencia y
situaría
coherencia
espacial
del
topónimo,
se
en
las
inmediaciones de Elda, en el Monastil (24) . Posteriormente,
Llobregat (1983, 237) sugirió que esta Elo del Monastil podría
ser también la Iyi(h) del Pacto, opinión que parece seguir
sosteniendo (1991, 181), aunque recogiendo las dificultades
fonéticas de identificación de ambos topónimos, señaladas por
R . Pocklington (25) . Ya en la década de los ochenta, P .
Sillieres sugirió que en el emplazamiento más adecuado para
tal ciudad, en base al estudio de la vía, no era el propio
Hellín sino el yacimiento arqueológico del Tolmo de Minateda
(1982,
257) .
De otro lado,
se comprobó que la supuesta
relación etimológica Iyi(h) < Hellín era falsa, ya que el
nombre árabe de Hellín, atestiguado por las fuentes,
era
Falyân, étimo que originó el Fellín cristiano (PACHECO, 1979) .
En este estado de cosas, A . Carmona (1989 a, 157) propuso
relacionar el topónimo Madînat Iyi(h) de la vía descrita por
al-%Udrî con el Medina Tea de la documentación cristiana,
heredamiento cercano a Fellín (Hellín) e Hyso (Isso) (TORRES
FONTES, 1969, 15) y cuya continuidad en el nombre de la aldea
de Minateda parece evidente ; así pues, el topónimo de Madînat
Iyi(h) designa con bastante fiabilidad al yacimiento del Tolmo
de Minateda .
Sin embargo, en 1987 aparecía un importante trabajo de R .
Pocklington, en el que volvía a reabrirse la polémica . Este
autor, tras realizar un completo análisis de la historiografía
anterior, indicaba que las evidentes contradiciones observadas
24 .- Vid. supra,
Y3 .-
El Honastil .
25 .- Vid . supra,
Y34 .- El Llano del Olivar,
Algezares, nota 5 .
-
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
en las fuentes árabes que mencionan el lugar de Iyi(h) (26),
hacen sospechar que con el mismo nombre se designan en
de un lado, la mencionada
realidad dos ciudades distintas :
por al-%Udri en el itinerario, que sin duda corresponde al
Tolmo de Minateda, y que
Pocklington relaciona también con el
distrito de Iyi(h) al-Sahl ; de otro, la Iyi(h) del Pacto, que
debe estar en las proximidades de Murcia, puesto que, en
opinión de este autor, su destrucción tras la fundación de
esta ciudad implica el trasvase de población de una a otra
(POCKLINGTON, 1987, 198), creencia compartida por A . Carmona
(1989 b), aunque las fuentes no evidencian tal extremo . Al
Pocklington propuso localizar la
hilo de esta reflexión,
Iyi(h) del Pacto en Algezares, donde se encuentra la famosa
basílica, sugiriendo incluso que éste podría ser también el
emplazamiento de la Sede Elotana,
en detrimento del más
comúnmente aceptado de Elda .
En la misma línea ha seguido trabajando A . Carmona (1989
b, 1990 y 1991), quien ha asumido no sólo la localización de Iyi(h) en Algezares y su identificación con la sede episcopal
Elotana, sino también el que esta Ello preislámica pasó a
llamarse Tudmîr tras su conquista musulmana, término que de
esta forma no sólo designaría a la cora sino también a la
ciudad destruida para fundar Murcia y a la propia Murcia en
los primeros momentos de su creación . Como ya señalé al tratar
en detalle estos aspectos (27), el principal problema de tan
sugerentes hipótesis radica precisamente en la carencia de una
verificación arqueológica que ratifique la existencia y el
26 .- El mismo al-`Odrî la situa entre cieza y Tobarra (MOLINA,
1972, 52), mientras que más tarde
relaciona su destrucción con el conflicto tribal entre mudaríes y yemeníes, que había comenzado en las
inmediaciones del rio de Lorca (MOLINA, 1972, 61) ; este dato inclina a R. Pocklington a situar la ciudad
cerca del Guadalentín (1987, 182-3) .
27 .- Cfr. especialmente los capítulos dedicados al Llano del Olivar
lo relativo a la polémica de la identificación de
Monastil (Y3) .
-
(Y34) y a Murcia
(Y35) ; para
la sede Elotana en Elda puede verse el capitulo del
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Poblaiento y territorio
caractér urbano del supuesto asentamiento preislámico
Algezares y que hoy por hoy sólo se apoya en la basílica .
de
Como puede deducirse de lo expuesto anteriormente, este
debate ha sido construido a partir de los documentos escritos
y no ha contado con el análisis arqueológico . Sin embargo,
esta variable ha irrumpido recientemente con la fuerza de su
a
menos
en mi opinión,
obligado,
al
evidencia y ha
polémica .
Las
excavaciones
nuevamente
la
reconsiderar
realizadas por un equipo del que formo parte en el Tolmo de
Minateda desde 1988 a 1991 y aun hoy en curso, han exhumado
los restos de construcciones y cementerios correspondientes a
municipio romano del que aún desconocemos el
un importante
nombre . Esta ciudad, atestiguada por la epigrafía, debió
adquirir una gran importancia entre los siglos V y VII, como
lo indica la construcción de una fortificación en su aceso
principal, obra que quizá se relacione con los conflictos
fronterizos visigodo-bizantinos, ya que la ciudad domina la
vía que une Toledo y Cartagena . La planificación de este
seguramente
con
la
defensivo
se
corresponde
sistema
contrucción de viviendas cuyo abandono se viene fechando en un
momento indeterminado del siglo VII, en relación quizá con la
destrucción parcial de la muralla-baluarte . El asentamiento
también presenta niveles posteriores a esta fecha y definidos
por la construcción de una nueva obra defensiva, a modo de
agger o barricada, edificada con capas sucesivas de piedras y
cascotes, a la que corresponden nuevas puertas y viviendas . En
el estado actual de la investigación, el material cerámico
indica que la ciudad debió ser abandonada en el siglo IX o, a
lo sumo, principios del X, ya que no aparece cerámica vidriada
islámica (ABAD et al¡¡, 1991) .
Aunque desconocemos la denominación del municipio romano,
sí sabemos que este asentamiento recibía en la Alta Edad Media
el nombre de Iyi(h), puesto que así lo atestiguan tanto su
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
mención inequívoca en un itinerario del siglo XI como su
pervivencia toponímica . A estos ya de por sí contundentes
argumentos hay que sumarles precisamente aquellos otros de los
que carecen el resto de las hipótesis : los arqueológicos .
Estos últimos permiten afirmar que se trata de una importante
ciudad tardorromana
que se islamiza y parece extinguirse
hacia finales del siglo IX,
fecha que por el momento
proporcionan los materiales más avanzados . Por tanto, creo
factible considerar la posibilidad de que la ciudad del Tolmo
de Minateda sea la Iyi.(h) del Pacto, que de esta manera se
ajusta a las características de otros emplazamientos como
Begastri, Illici o Mula . Cuestiones distintas son su
identificación con la sede Elotana, de la que no se ha
obtenido por el momento ninguna prueba en las excavaciones, o
su identidad con la Iyi(h) destruida por `Abd al-Rahmân II en
beneficio de Murcia ; esta última relación, aunque concuerda
con la cronología arqueológica del abandono del asentamiento,
aún es prematura y sólo futuros trabajos podrán contrastarla
(28) .
" . . .Cuando la prosperidad de la ciudad comienza
a declinar y su población a disminuir, una
marcada mengua
se
deja manifestar en el
ejercicio de las artes ;
el esmero en la
construcción se desaparece, así como el uso de
los ornamentos respectivos . Las actividades
disminuyen
en
igual
proporción
que
la
población ; las piedras, el mármol y los demás
materiales de construcción ya no llegan a la
ciudad sino apenas en pequeña cantidad y al
cabo de algún tiempo faltarán por completo .
Entonces, cuando se querrá levantar una
casa o un edificio, se tomarán los materiales
28 .- El yacimiento no perdura con posterioridad a la segunda mitad o fines del siglo IX aunque su
fin no
parece
similar al
vincularse
a un nivel de
destrución
de otros núcleos urbanos como Illici
violenta, sino
más bien
a un
abandono
paulatino,
o Begastri ; este hecho tampoco seria extraño puesto que
las "destrucciones" de las fuentes son en numerosas ocasiones más metafóricas que reales, como se deduce
del propio ejemplo de Cartagena citado anteriormente.
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Poblamiento y territorio
de las construcciones ya existentes, se quitan
de una obra para formar otra . (Eso será fácil)
porque la mayor parte de las casas y los
palacios ya no estarán habitados y quedan
vacíos, puesto que la población de la ciudad
estará bien inferior a como había estado antes .
Se continúa en trasladar así esos materiales de
un palacio a otro, de una casa a otra casa,
hasta acabar con su mayoría .
De tal modo se retorna al uso de construir
a la manera rudimentaria ; se emplea el adobe en
lugar de la piedra, y se abandona enteramente
el uso de las decoraciones . Las casas de la
ciudad se vuelven como las de las aldeas y los
villorios, y muestran por todas partes los
primitiva .
La
signos
de
la
civilización
decadencia continúa hasta que la localidad
llegue a su último término, o sea, la ruina
total . . ."
Ibn Jaldun (29)
El panorama que acabamos de analizar permite plantear
diversas cuestiones relativas a la estructura urbana en el
momento de la conquista . El punto de partida ha de ser
la ciudad
necesariamente
la realidad anterior,
es decir
tardorromana, y la pregunta inicial puede ser --parangonando a
C . Wickham en sus opiniones sobre la ciudad altomedieval
italiana (1988 d)-- la de cuán urbanas eran esas ciudades que
pervivían en los albores del siglo VIII . Parece evidente que
ante la creciente presión fiscal bajoimperial, la ciudad había
perdido gran parte de la autonomía municipal y el dinamismo
económico --reflejado en gran medida en el urbanismo público
que fueron la base del estado altoimperial romano (ABASCAL y
ESPINOSA, 1989) ; esas transformaciones son, sin duda, legibles
en el análisis arqueológico de la estructura y la topografía
siglo
IV,
puesto
que
de
las
ciudades
a
partir
del
necesariamente se reflejan en el espacio público de éstas . De
esta forma se vienen considerando típicamente bajoimperiales
29 .- Al-gugaddimah, 1977, 638, trad . J. Feres, F .C .E ., México .
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Poblaniento y territorio
fenómenos como el abandono y colmatación de las redes de
(puentes,
acueductos,
infraestructura
alcantarillado
e
fuentes, etc .), la ocupación de antiguos espacios viarios y
públicos (como foros, templos o edificios de espectáculos) por
viviendas particulares y la aparición de cementerios o
vertederos en áreas del interior de la ciudad, antes ocupadas
por edificios . Estos datos, a los que hay que sumar la
siempre
urbanos,
han sido
reducción de los perímetros
interpretados como claros indicadores de la crisis de las
ciudades y de la desurbanizacíon subsiguiente .
Esta última relación --desurbanización como indicador
necesario de crisis-- ha sido recientemente cuestionada al
hilo de un debate sobre la ciudad altomedieval italiana,
surgerido fundamentalmente por la desigual interpretación del
registro arqueológico (30) . Así, algunos autores insisten en
que la aparente carencia de planificación urbana, observable
en las ciudades a partir de los siglos V y VI, evidencia
seguramente la crisis de la ciudad, pero no permite concluir
de ello necesariamente el fin de ésta como centro demográfico
o urbano (WICKHAM, 1988 d) .
El problema es quizá entender que las características
urbanas de una ciudad tardorromana no son necesariamente las
mismas que las de una altoimperial, como tampoco lo son sus
necesidades . De esta forma, aspectos como la proliferación de
espacios cultivados en el interior de las ciudades o la
acumulación de desechos y rellenos pueden considerarse como
evidencias de la menor capacidad de gestión municipal pero no
necesariamente como síntomas del abandono de la vida urbana .
30 .-
Sobre este
particular
véanse
los
artículos de
C.
La
Rocca Hudson
(1986 a y b),
donde
defiende una cierta continuidad demográfica, urbanistica y edilicia de la ciudad altomedieval respecto a
la romana, a partir del análisis arqueológico de Verona ; confrontese con la réplica de G. P Brogiolo
(1987), el trabajo de Ward-Perkins (1983), el de Rinaldi (1988) y las referencias y reflexiones de C.
Wickhan (1988
b y d) sobre el particular :
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Poblamiento y territorio
Las transformaciones en la fiscalidad y en las formas de
poco
harían
muy
bajoimperiales
política
organización
"rentable" para las élites municipales el acceso a los cargos
públicos, antes la base preferente de su promoción social y
económica ; la consecuencia inmediata de este desinterés debió
de ser la disminución de las inversiones en el sector público
y del evergetismo, cuyas más directas manifestaciones -y
servicios
de
edificios
mantenimiento
construcción
y
inmediatamente
(ABASCAL y
públicos-- debieron resentirse
ESPINOSA, 1989, 184 y ss .) . La inversión particular comenzó a
canalizarse hacia el ámbito de lo privado, lo que explica la
"riqueza" de ciertos ambientes domésticos rurales de los
siglos IV y V (mosaicos, objetos suntuarios, etc) y la
paulatina desestructuración de los espacios públicos, patente
de forma inmediata en la colmatación de las cloacas y sistemas
de abastecimiento de agua, que ahora dejan de ser limpiados
periodicamente .
Esta desestructuración, sin embargo, no significa su
abandono (31) : las ciudades continúan habitándose y generando
crecimientos
eliminarse,
provocan
no
desechos
que,
al
espectaculares de los niveles de uso en lapsos temporales
Por otro lado, la actividad edilicia en
relativamente cortos .
los siglos V, VI y VII tampoco se detiene y se constata en la
proliferación de fosas y zanjas abiertas para robar material
de construcción (32) . Esta característica reutilización de
material, que ha sido siempre valorada peyoratimamente como un
síntoma de
la decadencia edilicia, no es más que la
"rentabilización" de un conjunto de estructuras urbanas
31 .- En
la misma línea incide L. Olmo
(1990,
e. p .), quien señala que el colapso del sistema de
organización territorial romano no supone en época visigoda la desaparición de la ciudad, si bien ésta
sufre un importante proceso de transformación, acorde con la nueva realidad histórica.
32 .- Fenómeno detectado,
por ejemplo, en Valencia
(RIBERA et alii, 1989, 45) y Cartagena (LAIZ y
RUIZ, 1988 b; HARTINEZ ANDREU, 1985) .
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Poblamiento y territorio
inoperantes que ahora son convertidas en "cantera" . Por tanto,
si bien se puede hablar de una decadencia tecnológica en la
resolución arquitectónica de las construcciones, no se puede
suponer su inexistencia o su nula calidad . De la falsedad del
numerosas
obras
de
primer
argumento
dan
cuenta
las
fortificación de distintas ciudades estudiadas (33), algunas
de las cuales parecen realizarse íntegramente en época tardía ;
de la del segundo, lo hace la impresionante fortificación de
la puerta de la Iyi(h) del Tolmo de Minateda, en la que se
aborda un proyecto de gran complejidad teórica : un baluarte
macizo avanzado con forro de sillares y entrada retranqueada,
flanqueando el camino tallado en la roca y diseñado en el
mismo momento . Pretender juzgar esta obra, desde el punto de
vista de la edilicia, como una construcción "decadente" y
realizada por una ciudad en crisis y despoblada, por el único
argumento de su poco cuidada resolución técnica parece, cuando
menos, tendencioso . El que la obra de fortificación del Tolmo
reutilice, como elementos de construcción, abundante material
epigráfico, arquitectónico y escultórico, procedente sin duda
de edificios y necrópolis de la antigua ciudad romana, sólo
indica que, mientras los edificios de los que proceden ya no
tienen valor urbano, sí lo tienen aquéllos de los que ahora
pasan a formar parte (34) .
Algo similar ocurre con la aparición de espacios agrícolas
en el interior de las ciudades, dato comúnmente interpretado
como síntoma de una ruralización del espacio urbano (BROGIOLO,
1987) . Otros autores,
como La Rocca (1986) y Wickham (1988 b
y c), sigiendo la interpretación de ésta última, sugieren que
este fenómeno no prueba en sí mismo, tal afirmación . Desde
33 .- Casos de Cartagena, Begastri, el Tolmo de Hinateda y seguramente el cerro de la Almagra .
34 .- Una de las interpretaciones más interesantes de este proceso de degradación urbana es la que
Ibn JaldZ
un realiza en el párrafo de la lugaddimah citado con anterioridad, si bien desde una óptica
peyorativa del proceso .
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Poblamiento y territorio
este punto de vista, la ciudad en esta época se podría
concebir de una forma totalmente distinta de lo que fue con
anterioridad, articulando conjuntamente áreas de viviendas y
de huertos, sin que ello niegue el carácter supuestamente
argumento
es
más
este
núcleos .
Aunque
urbano
de
tales
discutible que los anteriores, puesto que, a mi modo de ver,
una ruralización excesiva del paisaje urbano sí afecta a la
justo
tal,
es
ciudad como
propia caracterización de la
realidades
y
en
períodos
posteriores
reconocer
que
en
totalmente urbanas, los recintos fortificados pueden englobar,
y a menudo engloban, abundantes y extensos espacios vacíos
destinados
a
la
constructivo,
un
punto de vista
desde
implantación de huertos y zonas agrícolas (35) . Quizá este
dato se pueda interpretar como una consecuencia de la evidente
desorganización de las sólidas relaciones entre la ciudad y su
territorio que habían caracterizado el mundo romano y que
economía
cada
vez
menos
de
una
ahora, , en
el
marco
comercializada, hacen necesario que la ciudad genere parte de
los recursos que ella misma consume (36) .
Evidentemente, con las reflexiones anteriores no pretendo
las
ciudades
en
la
desestructuración
de
cuestionar
la
Antigüedad tardía o revindicar una supuesta continuidad urbana
luces
islámico,
a
todas
antiguo
y
el
entre
el
mundo
insostenible si nos atenemos al registro arqueológico . Lo
lectura
de
esa
es
que
la
que
pretendo
señalar
único
transformación del registro urbano no puede abordarse desde la
35 .-
Un ejemplo de
la
importancia de
los espacios de
uso agrícola
en una ciudad,
ya en
época
islámica, lo proporciona Hadinat Mayürga (Mallorca), donde existen numerosos huertos y áreas cultivables
como el algorf, atestiguados por el Llibre del Repartiment (SOTO, 1984) . Este rasgo urbano, sugerido por mí
en un breve trabajo (GUTIERREZ LLORET, 1987, 216), está siendo demostrado y estudiado en profundidad por
Madalena Riera, quien ultima una tesis doctoral sobre dicha ciudad .
36 .-
Estos
huertos
urbanos
deben
ser
adecuados
para
la
producción
de
legumbres
y
verduras
destinadas al consumo directo y seguramente se complementan con una microganadería de animales pequeños,
tales como gallinas, conejos o cabras, entre los que, a juzgar por los restos faunisticos, debe jugar un
importante papel el cerdo, animal reciclador de desperdicios humanos por excelencia .
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Poblamiento y territorio
óptica de lo que es una ciudad romana altoimperial, sino desde
lo que significa una ciudad tardorromana, porque se corre el
extremadamente
una
interpretación
riesgo
de
realizar
peyorativa en términos de "decadencia" o "atraso", que no son
los mejores para explicar una transformación económica . Quizá
los criterios más adecuados para definir la desurbanización de
un enclave sean, como ha señalado C . Wickham (1988 d), la
disminución demográfica y la menor diversidad funcional de
En cualquier caso
actividades económicas respecto al campo .
se trata de un debate abierto y apasionante
arqueología tendrá mucho que decir (37) .
en
el
que
la
evidente
a
pesar
de
la
tanto,
que
topográfico,
la
ciudad
su
paisaje
transformación
de
tardorromana todavía conservaba en los siglos V, VI y VII una
gran capacidad de control sobre sus territorios, hasta el
punto de seguir siendo uno de los focos más importantes de
extracción de excedentes (WICKHAM, 1984) y, por tanto, lugar
preferente desde donde ejercer un control fiscal más o menos
centralizado (38) . De esta aún significativa importancia da
Parece,
por
37 .- En este sentido algunas lecturas arqueológicas del proceso de deterioro urbano pueden ser
discutibles . Así por ejemplo, en el caso de Málaga, M. Acién (1991, 363) señala como una prueba de este
deterioro la constante inutilización de los depósitos de garum, que en ocasiones aparecen rellenos de
vertidos
procedentes
de
un
alfar
emiral ;
dato
que
su
en
amurallado de la ciudad o la ocupación poco densa dei mismo,
opinión
indica
la
reducción
del
espacio
lo que en ambos supuestos redunda en favor
la Málaga emiral . Sin entrar a discutir tal evidencia --obvia por
otros motivos que no voy a enumerar pero que Acién señala en el mismo trabajo-- cuando menos se podría
dar la vuelta a este argumento : la inutilización de las balsas de garum indica obviamente que tal
de ese evidente deterioro urbano de
industria
ya
no
se
realiza
en
Málaga
y
que
también
la
trama
urbana
romana
ha
sido
profundamente
no demuestra en sí mismo
transformada en detrimiento de su antigua cohesión y dimensión; sin embargo,
que la Málaga de este momento --sea cual sea su expresión física-- no tenga un nivel urbano alto para lo
que es el "urbanismo" emiral, dado que es capaz de elaborar cerámicas vidriadas, cuya producción, como
el mismo Acién ha señalado (1990, e . p.), se vincula al mundo urbano y es un símbolo de los grupos más
islamizados socialmente .
38 .-
La
fundación ex aovo de Recópolis en
el
578 es
el
mejor ejemplo de
la
importancia que la
ciudad tiene en época visigoda ; se trata de una iniciativa real que hace evidentes, aunque tímidos, los
intentos del Estado visigodo de generar urbanismo . Incluso la propia estructura del asentamiento --cuyo
análisis se revela fundamental a la hora de estudiar la concepción de lo urbano en época de Leovigildo-permite subrayar
el
profundo
valor
ideológico
de
-
esta
fundación ;
así,
66 9-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
en
la
terraza superior
de
la
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
idea el hecho de que a pesar de la cada vez mayor tendencia a
la desurbanización del territorio en época tardorromana, la
conquista islámica parece concebirse como la toma, por la
fuerza o mediante pacto, de una larga lista de ciudades
(BARCELO, 1979, 247) . Al hilo de esta reflexión, M . Acién
señala
que en el momento de la conquista las fuentes hacen
patente la poca presencia de fortificaciones (husun) frente a
la importancia de las ciudades, todavía los principales puntos
Miquel
fortificados, y de las alquerías (ACIEN, 1989, 143) .
Barceló lo explica considerando que las ciudades todavía eran
los puntos fundamentales desde donde el aparato administrativo
visigodo ejercía su control .
Así pues, las ciudades tardorromanas, incluso en el marco
de una profunda transformación estructural que las alejaba
irremediablemente de lo que habían significado en época
en
la
jugando un papel
importante
altoimperial,
seguían
organización del territorio y seguramente en los conflictos
entre bizantinos y visigodos en estas tierras . Muchas de ellas
se habían fortificado entre los siglos V y VI, quizá a raíz de
todavía
residían
los
conflictos,
y
en
ellas
dichos
de
la
estructura
estado
visigodo
y
representantes
del
eclesiástica . Como hemos visto, las ciudades mencionadas en el
Pacto, con excepciones aún no probadas por la arqueología, son
habitadas en el momento
ciudades de origen romano que están
de la conquista islámica ; el problema es ahora saber cuándo se
abandonan y si existe continuidad urbana después del siglo
VIII .
Tal y como se
deduce del análisis arqueológico de las
sólo
se mantendrán en su primitivo
ciudades del
Pacto,
Orihuela,
Lorca y
emplazamiento,
como ciudades islámicas,
quizá Alicante, aunque cuesta demostrar su continuidad real,
ciudad,
diseñada
de
forma
escalonada,
se
ubican
el
conjunto
palatino
y
la
basílica,
topográfica evidente de la vinculación de las estructuras de poder con la ciudad (OLMO,
a; 1990, e. p ., a) .
- 67 0-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
plasmaci6n
1986 ; 1987 ; 1988
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
ya que no proporcionan materiales que salven el hiato del
siglo IX y seguramente se trasladan a las faldas de los montes
donde primitivamente debieron situarse los asentamientos de
altura que las generaron . Por otro lado, las antiguas ciudades
de Ilici/la Alcudia, Begastri, Mûla e Iyi(h) desaparecerán,
aunque prolonguen su vida relativa hasta el siglo VIII o IX,
como parece ser el caso de esta Iyi(h) . No deja de ser
interesante que algunas de estas ciudades, ya inexistentes con
sean
designadas
con
el
posterioridad
al
siglo
IX,
significativo término de madina (ciudad) por las fuentes
árabes de los siglos X u XI (39) . El caso más significativo es
el de la Madinat Iyi(h) situada en el Tolmo de Minateda, la
entre
Cartagena
única
madina
que
al-%Udri
menciona
y
Chinchilla, pese a que cuando este geógrafo escribe no debía
ser más que un conjunto de ruinas .
Este dato obliga a reconsiderar si en los primeros
momentos de la islamización de Tudmîr, bajo la denominación de
madina no se esconde realmente el carácter de civitas, o el
valor urbano preislámico, que tales emplazamientos debieron
tener con anterioridad, pero que sin duda ya no tendrían
fijan en las fuentes (GUTIERREZ
cuando estos términos se
LLORET, 1991, e . p .) .
En otros casos, también podría ocurrir
al contrario, es decir, que algunos lugares mencionados en el
Pacto,
como quizá Orihuela,
fueran significativas mudun
cuando los episodios se
(ciudades) a principios del siglo XI,
fijan en las fuentes, pero que en el momento de los hechos no
fueran más que
pequeños asentamientos de altura sin un
especial carácter urbano, como parecen indicar sus restos
39 .- Como señala P. Guicbard, en el mundo musulmán occidental
contenu sémantique nettement défini . Hais
" . . .la notion de ville
(radina)
l'existence d'une encinte n'en est qu'un élément,
a un
qui n'est
probablement pas le plus important. La ville se définit aussi par la présence de bâtiments à caractère
religieux, politique, social et économique, dont les principaux sont la manifestation visible de l'unité
de la communauté des croyants" ; en primer lugar, la mezquita aljama y después el baño (hammàa), la posada
comercial (funduq) y los zocos (sûq) (GDICHARD, 1983 b, 182-83) .
- 67 1-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
arqueológicos,
conocimientos .
al
menos
en
el
estado
actual
de
los
Parece claro, por tanto, que la mayoría de ciudades de
tradición romana desaparecerán como tales durante el emirato y
que cuando se produzca la organización definitiva de una nueva
estructura urbana, ya plenamente islámica, a partir de la
segunda mitad del X y, sobre todo, a principios del siglo XI,
la cartografía de la organización territorial resultante no
tendrá nada que ver con la reflejada en el Pacto . La pregunta
parece obvia : ¿Qué ha ocurrido para que las ciudades del
territorio de Teodomiro hayan desaparecido casi totalmente y
otras nuevas --y hay que subrayar esta idea ya que ni tan
siquiera ocupan los mismos lugares-- presidan el panorama
En
principio
podría
histórico al
final
del
califato? .
considerarse que se trata de un fenómeno lógico ya que las
condiciones del tratado, según Barceló (1979, 240), serían
insostenibles más allá de mediados del propio siglo VIII ; por
otro lado, esta solución de continuidad entre las ciudades
romanas y las mudun islámicas parece evidente en la mayoría de
los núcleos urbanos de al-Andalus .
Sin embargo, y a pesar de esta clara discontinuidad en la
vida urbana, la generación de urbanismo en el emirato se
produce y aprovecha, en muchos casos, los antiguos solares de
las ciudades romanas . Así ocurre en los casos de Córdoba,
Sevilla, Merida, Zaragoza, Palma, Málaga o Valencia, entre
otras, que se desarrollan en los mismos solares que sus
antecesoras . De esta forma, por citar algunos ejemplos del
Sarg al-Andalus, Mayûrca se construye sobre la pequeña ciudad
romana de Palma cuando `Isâm al-Jawlân3 la ocupa en el 902 y
auspicia una islamizaciôn del paisaje urbano, concretada en la
(ROSELLO
"posadas,
baños y mezquitas"
orden de contruir
BORDOY, 1977 y 1983) ; en el caso de Málaga, a pesar de la
importante ruptura que se evidencia entre la ciudad antigua y
- 67 2-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
la islámica (ACIEN, 1991, 363), ésta última se desarrolla con
fuerza en el mismo lugar a partir del siglo XI ; el ejemplo más
significativo de todos es, sin duda, el de Valencia, que aún
siendo un importante núcleo visigodo atestiguado por los
novedosos hallazgos de las últimas
excavaciones urbanas
(ESCRIVA y SORIANO, 1990), entró desde finales del siglo VII
en un proceso de desurbanización evidente, del que no parece
recuperarse hasta bien entrado el siglo X (40) . Esta solución
de continuidad se refleja incluso en el nombre --Madinat alTurâb (ciudad de barro)-- con que las fuentes designan el
lugar en la Alta Edad Media (GUICHARD, 1988-89, 80) y, sin
embargo, cuando la ciudad de Valencia se recupere a fines del
siglo X lo hará en el mismo emplazamiento físico .
Por el contrario y como ya dije, ninguna de las ciudades
del Pacto se recuperará en su antiguo emplazamiento, puesto
que mientras unas (cuya condición urbana previa es más que
dudable) se desplazan hacia el llano, las restantes quedan
despobladas
hasta
hoy,
configurando
auténticas
ciudades
yermas . Una cuestión todavía abierta es por qué estos núcleos
urbanos desaparecerán entre fines del siglo VIII o a lo largo
del IX . La contestación aesta pregunta pasa necesariamente por
el análisis del origen y procedencia de sus habitantes . Parece
evidente que la población que las ocupa es preferentemente de
origen romano o godo, puesto que existen con anterioridad a la
conquista . Sin embargo, el problema reside en saber si
inicialmente los grupos tribales conquistadores también se
asientan en ellas o no .
A raiz de la distribución de las tropas árabes --sirias y
egipcias-- de Baly, emprendida por el gobernador Abû al-
40 .-
Las excavaciones
no han proporcionado todavía
restos
arqueológicos
datables entre
los
siglos VIII y IX, a pesar de las numerosas actuaciones que se han realizado estos últimos años (PASCÜA1
et al¡¡, 1988, 182 y ss .) .
-
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Jattâr, las fuentes (41) señalan la instalación
de parte del
yund de Egipto en Tudmïr hacia mediados del siglo VIII, sin
especificar el mecanismo concreto de asentamiento (42) ; por
este
motivo,
parece
aceptable
en
principio,
el
esquema
propuesto por M . Acién para tierras andaluzas (1990), según el
cual los invasores se instalarían en las ciudades, las gilá'y
las alquerías o gura^ . De las tres posibilidades habremos de
dejar fuera de este análisis el caso de las gï1á (plural de
ga1`a), grandes fortificaciones creadas para asentar a las
poblaciones conquistadoras con la vocación de convertirse en
núcleos
urbanos, ya que los topónimos derivados de gal`a y
relacionados con núcleos de poblamiento de primera época no
parecen ser demasiado frecuentes en territorio de Tudmïr, ni
han sido atestiguados por la arqueología ; quedan por tanto
ciudades y alquerías como posibles zonas de asentamiento de
los yundíes egipcios .
El asentamiento de los grupos tribales en las ciudades de
Tudmïr es
un tema complejo ;
la mayoría de los
autores
consideran, siguiendo la opinión de E . Llobregat, que los
yundíes árabes no se asientan de inmediato en tales núcleos,
donde residía la población indígena, prefiriendo ocupar villae
situadas en el campo o fortines, que posteriormente generán
núevos núcleos urbanos que terminan por causar la ruina de los
antiguos . Este mecanismo, ya comentado en páginas anteriores,
es el responsable, según Llobregat (1973 ; 1991, 186), del
41 .- Fundamentalmente Ibn al-Jatib
(Hullat at-siya, I, 61-66) ;
40) .
(Ihata, I, 107-8),
confrontesé 'MOLINA LOPE2,
1986,
Ibn
230,
`Idiri
(Bayan, II,
133)
e Ibn al-Abbar
n. 131 ; LEVI-PROVENÇAL, 1982,
31, n .
42 .- Las condiciones jurídicas y militares de este asentamiento --por ejemplo, la concesión de dos
tercias
de
los
bienes
de
los
dimmíes
cristianos
servicios militares-- sí se conocen y han sido
CHALHETA, 1975 y VULVE,
1978.
en
cada
provincia
estudiadas por diversos
-
o
las
obligaciones
de
prestar
autores; confrontesé sobre todo
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
nacimiento de Elche, Alicante o incluso Cehegín (43) . Ya he
señalado el problema cronológico que tal trasvase de población
ofrece actualmente y que obliga a situar el origen y
estructuración de los nuevos núcleos, ya plenamente islámicos,
entre la segunda mitad del siglo X y la primera del XI, pero
nunca con anterioridad ; mientras que los solares de las
antiguas ciudades, supuestamente abandonadas de inmediato,
comienzan a ofrecer --en realidad ya los ofrecían pero no eran
reconocibles-- restos que prueban su pervivencia a lo largo
del siglo VIII y, en algunos casos, aún después .
Así pues, parece que los recién llegados no tuvieron
capacidad inmediata de generar ciudades y se distribuyeron por
alquerías o por las ciudades ya existentes . El primer caso no
ofrece ninguna duda y se analizará posteriormente ; el segundo,
aunque es difícil de probar, parece constatarse en algunos
casos, como el de la Madînat Iyí(h) del Tolmo de Minateda . En
este yacimiento, el material del siglo IX permite observár ya
la simbiosis entre producciones de tradición indígena y otras
producciones
foráneas,
vinculadas
seguramente
a
las
olvidar su
activa
poblaciones
árabes ;
tampoco hay que
participación, atestiguada por las fuentes, en los conflictos
surgidos entre tribus árabes yemeníes y mudaríes .
Atendiendo a este ejemplo, cabe suponer que al menos la
del
territorio
desaparición
de
ciertas
ciudades
podría
relacionarse con la retribalización social producida en la
segunda mitad del siglo VIII, en el marco de la patente
43 .- Este último caso es más complejo que los restantes ya ^que parece tratarse del único ejemplo
documentado de
Guichard
(1980
instalación de un grupo tribal bereber (los Sanhya)
c,
142 ;
1985,
57)
"parece
que
un
asentamiento
en una ciudad de
de
carácter
Tudmir ;
militar
según P.
provocó
el
desplazamiento del centro urbano desde el sitio de la antigua ciudad romana de Begastra hacia el lugar
donde está la ciudad actual" . El problema reside en saber cual es la fecha de ese asentamiento, puesto
que las tres fuentes que mencionan el topónimo al-Siabayiyin son posteriores a al-`Odri, que aún se refiere
al distrito de Bugasra (MOLINA LOPEZ,
y el
Birk bilâd al-Andalus
(MOLINA,
1972, 73) . Así, al-Bakrî, Ibn Gâlib, al-Dimasgi (CARMONA, 1990, 27)
1983, 21)
se refieren
a este lugar en
relación con un
magnetita. Carmona señala también que tal instalación podría ser de época de Almanzor .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
yacimiento de
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
debilitación de joven Estado cordobés . En el caso andaluz, las
revueltas
de mediados del siglo VIII acaban con las gilá ;
verdaderos intentos de integración islámica supratribales, que
al perder su función primitiva se abandonan en beneficio de
las alquerías o qurâ (plural de garya) (ACIEN, 1984 a, 1989 y
1990) . La misma lectura puede hacerse en el caso de Madinat
Iyi(h), designada como la "de los mudaríes y de los yemeníes~,
puesto que en ella se había originado, según Ibn %Idárî, la
que
el
Estado
zanjará
civil ;
conflicto
tribal
guerra
teóricamente mandándola destruir y en la práctica fundando una
nueva capital administrativa : Murcia (GUICHARD, 1969, 114 ;
1976, 557) . Así pues, aun aceptando un inicial asentamiento de
grupos árabes en algunas ciudades de tradición tardorromana,
cabe suponer que aquellas ciudades no sobrevivieron a los
conflictos tribales de la segunda mitad del siglo VIII y
principios del IX . Por otro lado, tampoco conviene olvidar que
para las poblaciones invasoras seria mucho más productivo
redistribuirse por las alquerías, ante la escasa dinámica
ciudades
indígenas de
económica de
las desestructuradas
Tudmîr .
Ciudades de nueva fundación : el caso de Madinat Mursiya .
Mención aparte requiere la ciudad de Murcia a la que acabo
de referirme . Según las fuentes árabes, Madinat Mursiya fue
fundada por `Abd al-Rahmán II hacia el año 825 (44) ; al
parecer, el emir ordenó a su gobernador en Tudmîr que la
construyera y transladara allí su residencia, al objeto de
convertirla en capital y sede de los jefes militares . A
continuación ordenó la destrucción de la ciudad de Iyí(h),
para de esta forma dejar zanjado el conflicto tribal entre
44 .- Sobre el problena de la disparidad de fechas de fundación de esta ciudad
el Y35.- el Aliar de San Nicolás, Murcia .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
(825 u 831), vease
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
mudaríaes y yemeníes,
que había asolado las tierras del
sureste . Con independencia de la posible existencia de un
pequeño núcleo romano en el emplazamiento de Murcia, deducido
de la raiz latina de su nombre
(GONZALEZ BLANCO,
1989 ;
POCKLINGTON, 1989 b) y todavía por demostrar, esta ciudad
puede entenderse como una creación ex novo, animada por el
Estado cordobés y destinada a los grupos árabes (ACIEN, 1990,
e . p .) . Su fundación encaja perfectamente en el proyecto de
fortalecimiento del Estado islámico emprendido por `Abd alRahmân
II,
y
cuyo
objetivo
último
era
completar
la
islamización social del territorio de Tudmîr (45) .
Este carácter de foco de islamización y de asimilación
cultural se hace patente en el análisis de sus materiales,
como hemos visto en páginas anteriores . Entre ellos destacan
las producciones vidriadas de la segunda mitad del siglo IX,
con paralelos en Pechina y Málaga y, más tarde, las formas
relacionadas con los talleres califales de Madînat al-Zalhrá' y
Madînat Ilbira ; de otro lado, se hallan también las cerámicas
a mano de tradición tardorromana, que confirman la avanzada
islámización de algunos grupos indígenas que se integran
claramente en la vida urbana en el siglo X (ACIEN, 1990) .
1 .2 .2 .-
Poblados de altura .
Uno de
los
patrones de asentamiento más
fácilmente
reconocibles
por la arqueológia es, sin duda, aquello que he
designado como "poblados de altura" (46) . Son asentamientos
45 .-
Sobre
este
tema
y
sobre
lo
que la
urbanización
supone
en
la
consolidación
del
Estado
islámico, puede verse el sugerente trabajo de H . Acién sobre Nadinat al-Zahrá'(1987) .
46 .-
Creo
necesario formular
algunas matizaciones
a una reciente publicación de
L.
Cara
y J.
Rodríguez (1992), donde ambos autores se refieren al fenómeno de agrupamiento de la población en alturas
defensivas --que, por cierto, no debe considerarse de incastellamento, puesto que esta concentración en el
mundo altomedieval
italiano tiene unas
connotaciones jurídicas y políticas de carácter
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
feudal que nada
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Pobl diento y territorio
en lugares de difícil acceso y protegidos por las
propias condiciones de su abrupta topografía ; suelen situarse
en la cumbre de elevaciones que dominan barrancos, ramblas y
cauces fluviales, como ocurre en los casos del Monastil (Y3),
el Zambo (Y5), el Forat (Y14) o Peña María (Y39) . Este tipo de
asentamiento se vinculó a una tendencia de "ocupación de las
alturas" a la que correspondían las nociones de "perchement"
(TORRO y FERRER,
(BAZZANA,
1983,
167) o "encaramamiento"
1986), y que se constataba en la Alta Edad Media en diversos
ubicados
(NOYE,
1983)
o Cerdeña
lugares de
Italia como Calabria
(POISSON, 1983) ; sin embargo, la cronológía de esa tendencia
tan laxa que no se
era, como indicó M . Acién (1989, 142),
definía con claridad si este cambio poblacional se producía ya
en época romana, como parecen insinuar A . Bazzana (1983, 168)
y P . Guichard (1983 b, 178) en algunos trabajos, o si, por el
contrario, se trataba de "un fenómeno de traslado posterior al
período romano,
época en la que no se señalan más que
asentamientos en el llano", como el mismo Guichard afirma un
año más tarde (1984, 392) .
han
En
la
actualidad,
los
estudios
arqueológicos
demostrado
que
esta
tendencia
responde
a
un
fenómeno
generalizado en todo el Mediterráneo occidental desde el siglo
V, como se constata en Italia, el sur de Francia y la fachada
mediterránea de la Península Ibérica (47) . En el caso de
tienen que ver con el fenómeno aqui estudiado (TOUBERT, 1973, 303 y ss . ; WICKHAN, 1988 c,
Cara
y
Rodríguez
(1992,
65)
señalan que este
tipo
de
poblamiento ha
sido definido
416 u ss .)-- .
con metodologías
insuficientes y con problemas de reconocimiento cronológico ; razón por la cual ha sido
"adoptado como
definitorio", cuando no es más que "un fenómeno cuantitativamente reducido y marginal", en detrimento de
otros asentamientos menos reconocibles por estar bajo poblaciones actuales o por la peor conservación de
sus restos .
Efectivamente este
tipo
de
asentamiento
puede ser,
como yo
misma he
denunciado
en
otras
ocasiones (GDTIERREZ, 1991, e . p .), "víctima" favorable de la distorsión del registo arqueológico, pero
no es menos cierto que es, hoy por hoy,
poblamiento;
continuación,
de
otro
lado,
se
trata
uno de los mejores indicadores de determinadas tendencias del
efectivamente
de
un
poblamiento
"marginal",
como
veremos
a
pero no precisamente por lo escaso de sus manifestaciones .
47 .- El fenómeno era ya conocido en Italia
(HOYE, 1983 ; POISSON,
1983 o WICKHAM,
1988, 416 y ss .
para una reflexión de carácter general) ; en la costa oriental de la Penísula Ibérica ha sido puesto en
evidencia por diversos autores, sobre todo para el caso alicantino (REYNOLDS, 1985 ; TORRO y FERRÉ, 1986 ;
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
nuestro ámbito de estudio se han documentado numerosos
yacimientos de altura, situados generalmente en la cumbre de
montes y sierras, que proporcionan materiales perfectamente
reconocibles (sigillata clara, ánforas, cerámica común a torno
y a mano, etc .) y fechables entre mediados del siglo V y
mediados del VI, momento a partir del cual las importaciones
finas comienzan a dejar de llegar con regularidad y empieza a
resultar más difícil fechar los asentamientos (GUTIÉRREZ, 1988
b, 329 y ss .) . Como ya señalé en otro lugar, este fenómeno no
puede abordarse desde la perspectiva tradicional de la
inseguridad ante los conflictos y las invasiones, puesto que
los asentamientos encaramados siguen recibiendo la sigillata
clara hasta bien entrado el siglo VI (GUTIÉRREZ LLORET, 1990,
e.
p .),
ni tampoco se pueden explicar únicamente como
en las
consecuencia de la instalación de castra avanzados
líneas fronterizas (GARCIA MORENO, 1973, 10 y ss), aunque esta
Parece más
hipótesis sea adecuada para algunos de ellos .
lógico situar este proceso en un contexto de paulatino
derrumbe del sistema de intercambio y relacionarlo con la
crisis agraria y ecológica del sistema productivo romano,
agravada por plagas y epidemias, y cuyo resultado último será,
como veremos más tarde,
la dispersión de parte de la
población (BARCELO, 1978 ; GARCIA MORENO, 1986) . En cualquier
caso, se trata de un fenómeno complejo que requeriría, como
señaló C . Wickham (1988 c, 416), la misma atención que el del
dicho
por
parte
de
los
incastellamento
propiamente
historiadores .
La conquista islámica incide directamente sobre esta
tendencia y actúa acentuando una dinámica poblacional previa
la mayoría de los
(ACIEN,
1990,
e.
p .),
ya que en
asentamientos de altura aparecen materiales fechables en época
GUTIÉRREZ LLORET,
1988 b) .
doble vertiente : de un
al¡¡, 1987)
y de
Semejante fenómeno ha sido
lado, la reocupación de
otro, la
ocupación de
cuevas
constatado también en el
hábitats de altura
(CONGÉS et al¡!,
(BRUN,
sur de
Francia en una
1884, 16 y ss . ; BOIXADERA et
1983 ; DEHIANS,
1972),
fenómeno
también
constatado en el caso valenciano (FLÉCHER, 1945 ; ABAD, 1984 a, 266 y 274 ; VICENS PETIT, 1988-89, 71) .
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Poblamiento y territorio
emiral, incluso cuando no existen niveles tardorromanos . El
estudio de esos materiales --entre los que destacan algunos
tipos cerámicos, preferentemente modelados a mano y fácilmente
reconocibles-permitió
empezar
a
relacionarlos
con
las
poblaciones indígenas, herederas del mundo hispanogodo, bien a
través de la asociación entre los yacimientos y los datos
poblacionales conocidos por las fuentes (ACIEN, 1986), bien a
partir de la continuidad de los propios tipos cerámicos
(GUTIERREZ LLORET, 1987 a y b ; 1988 a) . Una vez establecida
esta
relación,
el
mecanismo
de
identificación
de
las
poblaciones indígenas fue sencillo y pronto comenzaron a
localizarse más asentamientos de estas carácterísticas en
otras zonas de la Andalucía oriental, como ocurrió en la costa
Granadina (MALPICA Y GOMEZ, 1989, 246) . Estos asentamientos,
que pueden nombrarse en las fuentes árabes como husun (48),
son también reconocibles por la toponimia preárabe que suele
designarles : en el caso andaluz predominan los hagi .otopônimos
y los nombres que comienzan por Munt-, documentados por las
fuentes árabes y recientemente cartografiados (ACIEN, 1991,
362 y 369) ; sin embargo, en el área del sureste no se ha
observado por el momento tal relación,
aunque sí
parece
significativa
la abundancia de topónimos
como Castellar,
castillejo, castellans,
etc . en estos asentamientos,
sean
tardorromanos o de época emiral (GUTIERREZ LLORET, 1992) .
Así pues, estos husun se vinculan claramente con núcleos
de población indígena, que ahora reocupan áreas habitadas en
la protohistoria y abandonadas en época altoimperial por su
carácter
marginal
en
el
sistema
productivo
romano .
La
interpretación de este fenómeno tan
paradójico procede de M .
Acién (1989 ; 1990, e . p .), quién señaló que estas poblaciones
indígenas suben a los montes huyendo de la creciente presión
señorial que, al igual que ocurría en el resto de Europa,
48 .- Plural de hisn, castillo o fortificación.
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Poblamiento y territorio
comenzaba a hacerse evidente entre los grandes propietarios de
las explotaciones agrícolas del llano (ALIEN, 1989) . Como C .
Wickham ha
señalado recientemente (1984), la cada vez mayor
presión fiscal ejercida sobre estas explotaciones en términos
de renta, genera un doble fenómeno social : la vinculación de
los colonos a la tierra en el marco de una sociedad en vías de
feudalización o bien la dispersión de la fuerza de trabajo,
que no es otra cosa que la huida de siervos y colonos a zonas
marginales, sobre todo montes y áreas incultas, donde forman
pequeñas
comunidades
autónomas .
A
los
"escapados"
de
procedencia rural
(49) habría que sumar también algunos
individuos libres de las ciudades, donde no habría demasiadas
posibilidades
sociales
fuera
de
las
élites
urbanas
a
religiosas ; la huida de estos últimos debió ser también un
factor que influyó enormemente en la despoblación de las
ciudades tardorromanas .
Por este motivo, se escogen precisamente las áreas
marginales y periféricas, donde pueden escapar al control
fiscal de los señores, y que reunen al menos dos condiciones :
permiten a las comunidades vivir en gran medida de la
explotación de los recursos naturales, en el marco de una
economía agropecuaria de autosuficiencia (ALIEN, 1989 ; Torro,
1990), y son facílmente defendibles por sí mismas, ya sea por
la propia inexpugnabilidad de su relieve (50) o porque las
49 .- Estas poblaciones rurales indígenas que se encastillan son perfectamente reconocibles en la
conocida cita de Ibn Uawgal, quien en el siglo X escribe : " . . .y en al-Andalus hay más de una (bastantes)
propiedad rural en las que hay miles de personas que aún no han construido ciudades
cristiana
(rumíes) y
y son de religión
siempre que se sublevan algunos de ellos se refugian en un castillo
(hisn), se hace
larga la guerra santa ( - 'hád) contra ellos porque son fieros y rebeldes en extremo y cuando renuncian al
yugo de
la obediencia, es
difícil y duradero . . ."
difícil hacerles volver a la misma,
Kitàb surat al-ard ; J. M.
suay : Configuración' del Mundo
Ibn Hawkal,
Trad . castellana de MA . J . Romany
sino es exterminándolos y esto es
Kramers et G.
Wiet,
(framentos alusivos al
1971 . La traducción de este párrafo es una gentileza de H $ A. Martínez Nuñez .
50 .- Como señala J. M . Poisson
(1983,
114)
en el
caso
sardo,
Paris,
Magreb y Espacia),
Valencia,
se busca ganar las cotas en las
llanuras y la altura en las zonas de relieve, de forma que el fenómeno de
"encaramamiento° en si mismo
se puede asimilar al de fortificación, aunque no existan, como parece, recintos construidos.
-
algo
1964, II, 110 .
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Poblamiento y territorio
entorno lo protegen (51) . De hecho,
estos asentamientos parecen caracterizarse por la casi total
ausencia de construcciones defensivas, con independencia de la
propia topografía del asentamiento o quizá el aprovechamiento
de algunos elementos defensivos de cronología anterior, como
podría ocurrir en el caso del Forat de Crevillente con la
atalaya ibérica alli existente (GONZALEZ PRATS, 1983, 35) ; no
obstante, estos datos no han sido aún confirmados por la
características
de
su
arqueológía .
En la línea antes expuesta, el mismo M . Acién definió dos
tipos distintos de fortificaciones de altura vinculados a la
población indígena : los husûn-refugio o ma`âquil, propios de
las
comunidades de aldea " independientes que acabamos de
mencionar, y los ummahât al-husûn (52), construidos por ashâb,
señores herederos de la aristocrácia visigoda, que ascienden a
las
comunidades
autónomas,
los
montes
para
someter
a
asegurando sus rentas ante la presión de un estado cada vez
más
sólido
(ACIEN,
1989) .
Tal
y
como
he
señalado
con
anterioridad, la base económica de estas comunidades está en
la explotación del entorno, como indica la descripción del
castillo de Jotrón contenida en el Mugtabis V (53) ; sin
embargo,
Acién
(1990,
e.
p .)
incide en que la función
preferente de los ummahât al-husûn es la de obtener renta de
51 .- Caso de la región de Capitane, Provincia de Foggia en el sureste de Italia, donde sobreviven
algunos asentamientos protegidos por las lagunas,
fenómeno
que se
observa también en
como Siponto o Salti (MARTIN y HOYE,
algunos asentamientos estudiados
por mí
1988 a,
502) ;
pero que morfológicamente
corresponden al tipo 1 .2 .4 .
52 .- Este tipo de fortificación fue primeramente definido por P . Cressier (1984 a y 1984 b) .
53 ." . . .plaza
Ibn Hayyan
fuerte
dice
sobre un
precipicios del valle, de
de
la
fortaleza de
monte tan alto como
Jotrón,
totalmente
las nubes,
habitada
rodeada casi
por cristianos,
totalmente
que era
por los tremendos
modo que era imposible la aproximación y el ascenso a causa del fuerte que
estaba sobre el monte, habiendo entre el fondo del valle y los barrancos circundantes amplios cultivos,
tupidas viñas,
espeso arbolado
y anchos pastizales, para
los que era puerta y cerrojo . . ."
CORRIENTE, 1981, 171) .
-
68 2-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
(BIGUERA y
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiento y territorio
las aldeas, sobre las que deben ejercer una intensa predación,
a juzgar por la significativa descripción dé la fortaleza de
Monterrubio que someterá'Abd al-Rahmán III en año 922 (54) .
Por tanto, parece poder afirmarse que esta ascesión a los
montes tiene un origen preislâmico --como se atestigua en
numerosos casos por la aparición de material tardorromano
(Monastil, Y3 ; Zambo, Y5 ; Peña María, Y39)-- y se vincula
precisamente
a
los
fenómenos
de
huida
social
de
las
poblaciones
en
vías
de
servilización .
Este
fenómeno
se
desarrolla enormemente con la conquista islámica y así lo
indican algunos asentamientos de altura en los que no aparece
sigillata y cuyos materiales podrían fecharse a mediados del
siglo VIII, como ocurre con la Arneva (Y17) .
Con posterioridad a esta fecha los asentamientos de
indígenas encastillados se mantienen (Y5, Zambo) o se crean
(Y14,
el
Forat),
fortaleciendo,
en
algunos
casos,
sus
características defensivas y ampliando su tamaño, lo que quizá
pueda relacionarse con los ummahát al-husûn antes mencionados .
De esta forma, en un horizonte de mediados del siglo IX, se
consolidan una serie de hábitats enriscados, con estructuras
más complejas, a los que van llegando influencias que hacen
patente el contacto con grupos sociales mucho más islamizados .
Estas evidencias son preferentemente monedas emirales (55) o
materiales vidriados monócromos procedentes de centros de
producción ajenos a los poblados y seguramente urbanos, que
54 .- "Era un monte difícilmente accesible e inexpugnable, muy poblado por cristianos nativos
diiwíes, que habían violado su capitulación, haciéndose disidentes en apoyo de la rebeldía y propagando
la maldad por la tierra . Se habían hecho fuertes en este monte escarpado, situado entre las coras de
Elvira
y Jaén,
sobre
la
calzada de
Pechina,
puerto
meridional
de
al-Andalus,
circulaban en cualquier dirección por aquel camino, sufrían perjuicios de
haciendo el viaje temible, pues robaban y asesinaban ."
55 .-
Es el
caso
modo
que
cuantos
(VIGUERA y CORRIENTE, 1981, 140) .
de un dirham de plata procedente del Forat,
acuñado bajo el emirato de'Abd al-
Rahian II en el año 237 H = 851-2 J .C . (DOREHECH y TRELIS, 1990, e . p .) .
-
de
la gente de esta fortaleza,
683-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
aun así llegan de forma testimonial y esporádica a los
poblados encumbrados . Además, en estos núcleos ya no sólo se
elaboran los elementales repertorios de cerámica a mano que
caracterizaban los asentamientos de altura del siglo VIII,
como la Arneva (Y17), puesto que junto a éstos aparecen nuevas
series -candiles, jarros, tananir, etc .- que deben indicar una
cada
vez
mayor
permeabilidad
cultural
de
los
grupos
encastillados .
El destino y posterior evolución de muchos de estos
asentamientos de altura estará ligado a 1 5 finaa, rebelión
generalizada que convulsiona la sociedad de al-Andalus en los
últimos decenios del siglo IX y que `Abd al-Rahmân III logró
pacificar a fines de la segunda década del siglo X, tras
numerosas campañas militares que relatan las fuentes . Los
principales conflictos que afectan al área de Tudmir en estas
fechas son los levantamientos en la región de Lorca y Murcia a
fines del siglo IX del muladí Daysam b . Ishaq, personaje
vinculado a la rebelión de %Umar Ibn Hafsún, que llegó a
acuñar moneda en su nombre (MOLINA LOPEZ, " 1986, 246 y ss .), y
el del árabe Muhammad b .`Abd al-Rahmân al-Sayj al-Aslami y sus
hijos en los castillos de Callosa y Alicante, entre el 925 y
el 928, fecha en la que fue definitivamente sometido (AZUAR,
1990 c, 28 y ss .) . En el marco de tales conflictos, o en la
pacificación que tendrá lugar inmediatamente después,
habría
que situar el final de muchos de estos asentamientos de
altura, en relación quizá con el teórico traslado al llano de
las poblaciones encastilladas, una vez sometidas, ordenado por
`Abd al-Rahmân III (56) .
56 .-
Este
traslado
obligado,
previa
destrución
de
todas
la
fortalezas
rebeldes,
está
al menos
atestiguado en las coras de Elvira, Jaen, Takuranná y Riyya (Málaga), donde'Abd al-Rahmân III envió sus
caídes con tropas con orden de destruir las fortalezas, " . . .derribar sus muros y derruir sus alcazabas,
quitándoles los cimientos y dispersando sus piedras,
y obligando a sus moradores a bajar al
habitar en él en alquerías, como lo habían hecho cuando pertenecían a la comunidad"
V, VIGDERA y CORRIENTE,
1981, 169) . De esta destrucción sólo se salvaron algunas fortalezas
"que convino
conservar por razones estratégicas" al propio Estado . Sin embargo, no hay que olvidar que esta
- 68 4-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
llano y
(Ibn H,ayyân, Mugtabis
"bajada
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Lo cierto, desde un punto de vista arqueológico, es que
muchos de estos poblados enriscados van a desaparecer en un
momento indeterminado del paso del siglo IX al X y sólo
continúan siendo habitados aquellos que se adaptan a una nueva
concepción de la fortificación o a un nuevo patrón de
asentamiento, para los que la interpretación histórica que
La fecha propuesta
venimos considerando ya no es adecuada .
para su abandono se basa precisamente en un dato arqueológico :
en estos poblados-refugio no llega a aparecer el verde y
manganeso califal, puesto que seguramente ya no funcionan
cuando esta producción se distribuye por tierras de Tudmir
(57) . Sospecho incluso que algún poblado, como el Zambo, pudo
ser destruido violentamente, ya que los ajuares aparecen rotos
in situ y con evidentes señales de haber sido quemados .
Lamentablemente y como vengo denunciando desde las primeras
páginas de este trabajo, este ya-cimiento, que se revela como
uno de los más significativos para el estudio de la
transición, no ha sido nunca excavado sistemáticamente y quizá
ya sea tarde para hacerlo ; aun así es uno de los ejemplos más
evidentes de cómo las excavaciones de "urgencia", y aquí este
término sí es adecuado, no tienen por qué afectar únicamente
al ámbito urbano .
1 .2 .3 .- Asentamientos rurales en el llano (villae) .
romanas
habían
El
territorio
que
las
ciudades
administrado
debía
contener
un
importante
número
de
explotaciones agrícolas situadas en las llanuras fértiles . En
al
llano'
es una metáfora coránica de sometimiento
y que no siempre tiene porqué
reflejar una bajada
efectiva, como también ha señalado M . Acién .
57 .- Sobre el origen palatino de esta cerámica y la producción de la misma como materialización
del califato, puede verse el trabajo de M. Barcelo (1990 b, e . p.) ; si la interpretación de este autor
es correcta, como parece, la fecha de inicio de estas producciones no puede retrotraerse más allá del
segundo cuarto del siglo % en 1Nadinat al-Zahrâ'y algo más tarde en otros centros como Murcia .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblatiento y territorio
este epígrafe se engloban todos aquellos asentamientos rurales
de
origen
romano
que
perviven
en
alguna
medida
con
posterioridad al siglo VI ; el problema inicial es determinar
en qué medida perviven y por tanto qué tipo de continuidad
debe suponérseles, teniendo en cuenta que los términos que las
designaban en época romana --villae, fundi, pagi, etc .-- ya no
son adecuados para una realidad por fuerza diversa a la
original .
El principal obstáculo para contestar a esta
pregunta es el profundo desconocimiento que se tiene de los
asentamientos rurales romanos posteriores al siglo IV (ACIEN,
1990, e . p .), con excepción de algunas grandes villas costeras
destinadas al comercio de salazón
y que muestran una gran
actividad productiva en el siglo V e incluso en los umbrales
del VI (GUTIERREZ, 1988 ; OLMO, 1990, e . p .) . No obstante, la
arqueología ha comenzado a demostrar la continuidad de
habitación en algunas de estas villas del área meridional de
la Península Ibérica, en las que aparecen materiales de época
islámica (ACIEN, 1991, 357) .
Este tipo de asentamientos plantea un evidente problema de
reconocimiento arqueológico, responsable en gran medida de su
supuesta ausencia . El propio carácter disperso de este tipo de
hábitat rural (GARCIA MORENO, 1991 a) y su ubicación en las
llanuras fértiles, muy transformadas agrícolamente o sometidas
a importantes procesos de colmatación, dificulta enormemente
su lócalización . Por este motivo, es necesaria una cierta
prudencia a la hora de defender el abandono de muchas de estas
explotaciones,
cuando realmente su escasa representación
cuantitativa puede deberse a una distorsión del registro
arqueológico, causada por la difícil conservación de los
restos . Hecha esta advertencia hay que señalar que en el
territorio estudiado han comenzado a documentarse algunos
asentamientos rurales romanos con clara continuidad .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Así, en el caso de la zona septentrional de la comarca de
Lorca, uno de las mejor documentadas gracias a la labor de A .
Martínez,
se han podido estudiar ejemplos de villae que
funcionan en época tardorromana junto con pequeñas aldeas . Tal
y como señalé al analizar el ejemplo lorquino (Y38), la
mayoria de villae de origen altoimperial parecen abandonarse
hacia el siglo V, aunque algunas, como el interesante conjunto
MATILLA,
1988),
continúan
con
de
Torralba
(MARTINEZ
y
posterioridad a esta fecha hasta un momento indeterminado y
documentado por las cerámicas toscas del siglo VII . Un ejemplo
semejante podría ser el del fundos de los Villaricos en Mula
(Y33), si bien en este caso la zona de hábitat tardío se
retrae al sur, ocupándose parte del antiguo conjunto por una
necrópolis de inhumación, incluido el sector de las termas .
Por último, cabe destacar un interesante yacimiento que no he
podido incluir en en este trabajo por su reciente aparición,
pero de cuya importancia dan cuenta los resultados obtenidos
pese a lo inicial de los trabajos : el yacimiento de Canyà
Joana, en Crevillente (58) . Al parecer, se trata de una villa
romana que debe abandonarse hacia fines del siglo V, de la que
se conoce un sector de la pars rustica con una interesante
prensa de aceite o vino . Con posterioridad a esta fecha se
los que
observan reutilizaciones
de algunos ámbitos, en
aparecen tabicaciones, hogares y grandes fosas rellenas de
vertidos, entre los que se encuentran cerámicas de la forma
M2 .1 .
El análisis de estos datos indica claramente que las
antiguas villae continúan siendo habitadas, pero también pone
en evidencia la enorme transformación de su antiguo carácter
inmerso en un sistema de mercado
de centro productivo,
complejo ; así, con excepción quizá de Torralba, que aún puede
58 .- Los datos aquí mencionados proceden de la información que amablemente me ha proporcionado su
excavador Julio
Trelis,
quien prepara
un
estudio
sobre
el
yacimiento,
publicado un breve avance en una revista local (TRELIS, 1991) .
-
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
del
que
unicamente
ha
sido
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
considerarse
una gran propiedad rústica según Martínez y
Matilla (1988), en el resto de los ejemplos se hace patente
que las villae han sufrido una importante reducción de su
extensión primitiva,
lo que seguramente pueda ponerse en
relación con la disminución de la mano de obra que las
habitaba y de su capacidad de producción . Aunque el registro
arqueológico
es
aún
poco
representativo,
es
tentador
relacionar esta contracción con la cada vez mayor presión
fiscal ejercida sobre estas explotaciones y los fenómenos de
huida social subsiguiente,
a los que antes me he referido .
Sin embargo, es necesario evitar un reducionismo mecánico y
hay
que
suponer
que
muchas
estas
de
villae
pudieron
sobrevivir, convirtiéndose con el paso del tiempo en alquerías
o gurà paulatinamente islamizadas, como ocurre en algunos
casos malagueños (ACIEN, 1990, e . p .) .
Otro tipo de asentamiento rural de origen tardorromano
parecen ser las pequeñas aldeas,
situadas sobre lomas y
formadas por pocas casas . Estas pequeñas explotaciones rurales
han
sido
documentadas
en
Lorca
(las
Hermanillas,
las
Fontanicas o la Jarosa, entre otras) 'y quizá también en el
Altet de Jijona (Y2) . Los ejemplos lorquinos se caracterizan
por el predominio de la cerámica tosca (sobre todo formas M2,
M6, M8 y M30), frente a los escasos fragmentos de sigillata
que allí se encuentran ; en el caso del yacimiento jijonenco,
la
sigillata
ni
tan
siquiera
está
representada .
Parece
tratarse, sobre todo en el último ejemplo, de explotaciones
agrícolas tardías, fechadas ya entre la segunda mitad del
siglo VII
y el VIII,
que
pueden
relacionarse con un
poblamiento rural disperso de origen indígena, situado en
pequeñas elevaciones sobre el llano y vertebrado por antiguos
caminos, en cuyas márgenes se organizan las áreas funerarias,
documentadas en el caso del Altet . La condición jurídica de
estas aldeas --es decir, si sus habitantes son propietarios
libres o, por el contrario, campesinos dependientes de un
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
señor que posee un extenso latifundio-- hoy por hoy se nos
escapa
totalmente,
aunque
la
inexistencia
en
tales
emplazamientos de materiales relacionables con poblaciones
islamizadas parece indicar que deben abandonarse a lo largo
del siglo VIII, yendo
quizá sus moradores a engrosar las
filas de los "encastillados" .
1 .2 .4 .- Asentamientos rurales en cabezos o laderas montañosas
(alquerías, gurá) .
Morfológicamente,
este tipo de asentamiento se vincula a
los cabezos o, en su defecto, a las laderas suaves de algunas
estribaciones montañosas que orlan las llanuras fluviales . El
término cabezo, en este sentido, se refiere a una realidad
geomorfológica concreta : un montecillo aislado, generalmente
de perfil poco abrupto, en cuya cumbre se ubica el yacimiento .
Este patrón de asentamiento ha sido ampliamente documentado en
el tramo inferior del río Segura (GUTIERREZ, 1992), lugar
donde es frecuente este tipo de formación geológica y que,
como veremos posteriormente, reune unas condiciones de humedad
que lo hacen particularmente adecuado para su desarrollo ; a él
corresponden los Cabecicos Verdes (Y18), el Cabezo del Molino
(Y20), el de la Tía Maravillas (Y21), el de las Tinajas (Y22),
el del Canales (Y23) o el de la Fuente (Y15) .
Estos
yacimientos
proporcionan
un
material
bastante
antiguo (siglos VIII y IX), con la excepción de los cabezos de
la Tía Maravillas y de las Tinajas, que son más modernos (de
mediados del X a mediados del XI) . En sus proximidades, aunque
no necesariamente en el mismo emplazamiento, suelen aparecer
algunos fragmentos
de
material
romano,
sean
cerámicas
(sigillatas y cerámica común) o restos constructivos (tegulae,
fragmentos de opus caementicium, etc), que ponen en evidencia
la
tradición
del
poblamiento
indígena .
Este
componente
poblacional se atestigua también, en el caso del bajo Segura,
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiento y territorio
por el nombre que recibe la región en el siglo XI según al`Udri : nâhiya ( . . .) bi-l-muwalladin (A1-AHWANI, 1965, 1), es
decir, región o territorio de los muladíes (poblaciones
indígenas convertidas al Islam) . De hecho, muchos de los
habitantes de la región en el siglo VIII no debían de haberse
convertido aún, a juzgar por la aparición, en el cabezo del
Molino, de un enterramiento múltiple de rito preislámico, es
decir, en decúbito supino .
El análisis de los materiales de época islámica muestra
una interesante simbiosis entre la tradición indígena, visible
en ciertos tipos de cerámica a mano (M3 .3 y M4 .1), y unas
influencias culturales aparentemente ajenas a esta tradición,
representadas por formas que parecen estar ausentes de los
contextos indígenas de altura de los siglos VII y VIII ; estas
formas, claramente novedosas, son los jarros y las jarras,
generalmente pintadas en rojo (T20 .1), los hornos de pan (M9)
y los arcaduces (T32 .1) . Dicha simbiosis puede entenderse por
el carácter de estos asentamientos, quizá vinculados en origen
al mismo fenómeno de huida que el que protagonizan los que
suben a los montes, pero con una estrategia distinta . Para
comprender
dicha
estrategia
es
necesario
sitúan
estos
yacimientos en su entorno físico . Aunque este es un aspecto
que analizaremos posteriormente en detalle, baste decir que la
desembocadura del río Segura era en la alta edad media una
inmensa zona pantanosa, formada por marjales y lagunas,
en la
cual se perdía el cauce del río, a partir de la actual zona de
Almoradí y Algorfa ; de forma parelala, las zonas bajas y mal
drenadas
del
interior
del
valle
fluvial,
situadas
preferentemente entre el piedemonte de la sierra y la propia
llanura, eran así mismo solar adecuado para saladares y
marjales .
En este marco, los asentamientos estudiados se vinculan
directamente a la laguna, rodeándola, como el cabezo del
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Poblamiento y territorio
Molino, o bien situándose en su interior, como el cabezo de la
Fuente, de lo que parece deducirse la enorme importancia
económica que su aprovechamiento tiene para estas comunidades
y que posteriormente analizaremos en detalle . El marjal
representa, por tanto, otro tipo de espacio, que por su
carácter marginal escapa al control de los propietariors
latifundistas y permite la subsitencia de algunas comunidades
agrícols autónomas ; se trata, a fin de cuentas, de otra forma
de aprovechamiento del saltos (GUTIERREZ LLORET, 1992 ; ALIEN,
1990, e . p .) . La ocupación de estas áreas, que hemos de
suponer despobladas en época altoimperial (59), es un fenómeno
que ya se observa en el siglo VI, a juzgar por la aparición de
cerámica tardorromana en algunos yacimientos como el cabezo
del Molino o el
cabezo Soler
(Y24),
cuyo patrón
de
asentamiento corresponde más al de un poblado de altura ; sin
embargo,
como fenómeno generalizado debe llevarse a un
contexto del siglo VIII, al que corresponden la mayoría de los
materiales cerámicos.
En el seno de estas comunidades autónomas de origen
indígena deben integrarse también algunos grupos tribales,
para configurar
las primeras alquerías que comienzan a
explotar agrícolamente el llano . Esta explotación parece poder
relacionarse con algún tipo de hidraulismo de pequeña escala,
basado en el aprovechamiento de las crecidas del rio para
regar los pequeños valles próximos a los yacimientos y
situados entre los cabezos y el marjal (GUTIERREZ, 1992 ;
AZUAR,
1991,
e .p .) .
Del
contacto
con
poblaciones
más
islamizadas da cuenta la introducción, antes mencionada, de
las nuevas formas cerámicas, inexistentes en las tradiciones
locales y en algún caso, como el de los arcaduces, vinculadas
a nuevas técnicas agrícolas . Cabe preguntarse, por tanto, qué
59 .- Lo que no quiere decir que no se explotaran algunos de sus productos, como la sal, las fibras
vegetales o la barrilla tan rica en sosa .
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Poblamiento y territorio
origen tienen las poblaciones más islamizadas que se asientan
en estas alquerías . De lo que se expuso anteriormente (60) se
deduce que los componentes del yund egipcio, tempranamente
asentado
en
Tudmir,
debieron
ocupar
preferentemente
las
alquerías agrícolas (VALLVE, 1978, 103) .
La
referencia más directa a la instalación en dichas
alquerías de los árabes yundíes procede de al-%Udri
(AL~ w
AHWANI, 1965, 15 ; MOLINA LOPEZ, 1972, 86), quien narra cómo un
personaje de esta procedencia, `Abd al-Yabbâr b . Nadir, al
casarse con una hija de Teodomiro, recibió como dote dos
alquerías : la garyat Tarsa, a tres millas de Elche y la alqarya ( . . .) Tall a1-Jattâb, a ocho de Orihuela, dando origen a
la
rica familia murciana de los Banû Jattâb (61) . Es a todas
luces obvio que sería fundamental en este discurso conocer
arqueológicamente
ambas
alquerías,
para
analizar
así
la
expresión material
de
estos primitivos
asentamientos .
No
obstante,
hasta
ahora
tal
identificación
resultaba
prácticamente imposible por el gran desconocimiento de los
materiales
de
estas
cronologías,
limitandose
todos
los
investigadores a recoger simplemente el dato sin aventurarse a
proponer
localizaciones
que
habrían
de
ser
por
fuerza
puramente especulativas .
En la actualidad y después de emprender un estudio sobre
la cultura material de esta cronología, que ha tenido como
resultado el reconocimiento de numerosos enclaves de época
60 .- Vid. supra., epígrafe 1 .2 .2 .
61 .- El caso de este importante linaje es uno de los mejores ejemplos para evidenciar la rapidez
absorción
cultural de los elementos indígenas por parte de los grupos tribales árabes o
bereberes, cuyo sistema social de carácter agnaticio patrilineal es tan cohesivo que termina por
de
la
"tribalizar"
la sociedad en su conjunto
(BARCELO, 1988, 107 y ss .) . De esta forma,
los descendientes de
tal unión --los Banû Jattâb-- debieron formar, en opinión de P. Guichard, 1985, 59),
acorde
al
sistema
de
parentesco
árabe,
sin
demasiada
conciencia
de
su
origen
un grupo agnaticio
naterno, fenómeno
2xplicable por el valor de la áscendencia patrilineal, representada en este caso por Jattá`b Ibn 'Abd alYabbár, hijo del yundí `Abd al-Yabbâr y nieto de Teodomiro (CHALMETA, 1988, 479-450) .
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Poblamiento y territorio
emiral en el Bajo Segura (GUTIERREZ, 1992), me parece posible
proponer una identificación para la alquería de Tall alJattâb, si bien esta reducción es una hipótesis cuya
verificación depende fundamentalmente de los resultados de una
excavación sistemática en el lugar supuesto . La identificación
parte de los dos únicos datos que aporta al-%Udri :
uno
geográfico, la alquería se halla a ocho millas de Orihuela
(62),
y otro topográfico,
su nombre
--compuesto por el
topónimo Tall (del árabe al-Tall : loma, cerro o montículo)-parece
indicar
las
características
físicas
de
su
emplazamiento, situado seguramente en un cabezo . Así pues, la
alquería del "cerro de Jattâb" podría corresponder al Cabezo
de la Fuente en Albatera ; asentamiento situado a unos 12
kilómetros
de
Orihuela,
que
ha
proporcionado
materiales
fechables entre los siglos VIII y IX y que ocupa la cumbre de
un cerro de sólo 68 m . de altura máxima, aislado en mitad de
la llanura aluvial del Bajo Segura y originariamente rodeado
por amplias zonas de saladar . A nadie escapa la importancia de
tal localización, en el caso de verificarse (63), ya que
permitiría en el futuro documentar una alquería emiral . El
cabezo reune buenas condiciones para la instalación humana,
sobre todo por la preeminencia respecto al llano circundante y
por la existencia de una fuente, que da nombre al lugar (64) .
Su relación con el saladar inmediato recuerda el patrón de
62 .- Según P. Chalmeta
(1988, 509), la milla, medida de distancia por excelencia, equivale en al-
Andalus a unos 3 .000 codos pequeños, es decir,
1420 metros . Siguiendo este cálculo, la alquería de Tarsa
estaría a unos 4.260 metros de Elche, mientras que la de Tall al-Jattah se hallaría a unos 11 .360 metros de
Orihuela .
63 .-
No
asentamiento
topónimo Tey1
se
obstante,
abandona
la
y no
confirmación
deja
de
esta
hipótesis
huellas toponimicas .
atestiguado documentalmente el
En
la
es
Vega
repartimiento de Orihuela
especialmente
baja
difícil
del Segura
sólo
porque
el
existe
un
(TORRES FONTES, 1989, 101) ; sin
este Teyl --actual lugar de Cabezón, situado junto a San Bartolomé-- se halla a unos
kilómetros de Orihuela y no ha proporcionado, por el momento, evidencia de Poblamiento antiguo .
embargo,
siete
64 .- De hecho, las prospecciones hispano-francesas de 1990 permitieron documentar un asentamiento
de la edad del Bronce en el mismo lugar.
-
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Poblamiento y territorio
asentamiento de origen indígena patente en todo el tramo
inferior del Segura y la presencia de materiales ajenos a esta
tradición demuestra el contacto con grupos islamizados . Aun
cuando no fuese correcta tal
localización,
creo posible
identificar
como
alquerías
algunos
asentamientos
de
características similares
al descrito, es decir, el resto de
cabezos analizados en este epígrafe .
La localización de la alquería de Tarsa resulta, hoy por
hoy, imposible ya que el único dato contenido en la obra de
al-%Udrî es la distancia a Elche . El primer problema consiste
en saber a qué Elche se refiere, al actual o a Illici (la
Alcudia) ; esta última posibilidad parece más lógica porque a
mediados del siglo VIII, la Ils, que ha originado la ciudad
actual, no parece haberse desarrollado todavía . No obstante,
el dato de al-%Udrî únicamente permite saber que la alquería
se halla en un radio de unos 4,5 km desde este núcleo, lo que
supone una ubicación en pleno campo de Elche, zona en la que
incluso
se
conservan
restos
de
una
centuriatio
romana
(GOZALVEZ PEREZ, 1974) . En tal caso,
la alquería podría haber
sido una villa romana, de las que existen abundantes ejemplos
en todo el antiguo territorium de Illici
(RAMOS,
1976) .
Tampoco se debe descartar la posibilidad de que dicho enclave
se encontrase bajo el actual Elche .
Otra de las alquerías nombradas por las fuentes es la
garya conocida por Al-Yazira (65), mencionada por al-`Udri al
describir el tramo más bajo del Segura (AL-AHWANÎ, 1965, 1 ;
MOLINA, 1972, 45) . En un trabajo reciente (GUTIERREZ LLORET,
1992) propuse situarla entre Algorfa y Benejuzar ; sin embargo,
el estudio que R . Azuar y yo misma (1992, e . p .) hemos
65 .- Este topónimo viene sin vocalizar en la edición árabe [al-Ya .y .ra(t)] ; E . Molina (1972, 1-2)
lo vocalizó en la forma del diminutivo [al-Yuzaira] por la frecuencia del topónimo Aljocer en la geografía
marciana . Ro obstante, la ap2rici6n del topónimo Algezira en el Repartimiento de Orihuela hace
conveniente vocalizarlo como Al-Yazira .
-
69 4-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
realizado sobre este territorio, nos ha permitido relacionarla
con la Algezira del Repartimiento de Orihuela (TORRES FONTES,
1988), claramente situada en la margen derecha del río, más
abajo de Algorfa, en dirección al mar . En un primer momento
resultaba tentador vincular la alquería de Al-Yazira con el
Cabezo
del
molino ;
no
obstante,
si
la
mención
del
repartimiento corresponde con exactitud al mismo emplazamiento
y no a la zona, hay que descartar esta reducción, puesto que
este yacimiento deja de ser habitado, a más tardar, hacia
mediados del siglo IX .
En este caso, podría tratarse de
cualquiera de los cabezos que perimetran el marjal por el sur,
como el cabezo de las Tinajas, aunque ninguno parece habitarse
con posterioridad al siglo XI ; incluso podría tratarse de una
alquería desconocida ubicada en el propio solar de Rojales,
pero sólo el estudio arqueológico de estos asentamientos
permitirá contestar a esta pregunta en el futuro .
Así pues, parece probable que al menos un porcentaje de
yundíes se instalara en los pequeños asentamientos situados en
el Bajo Segura y cuyo origen parece poder relacionarse con la
ocupación
de
áreas
marginales
por
parte
de
poblaciones
hispanorromanas ; el resultado fue la formación de las primeras
alquerías con intenso aprovechamiento del entorno y paralela
organización de elementales
espacios
agrícolas
irrigados,
seguramente fruto del contacto con poblaciones inmigradas muy
familiarizadas, por su origen, con estos sistemas de regadio .
La futura investigación deberá estudiar si efectivamente
esta estructura de poblamiento se repite en otras áreas de
Tudmîr,
para
así
poder
comprobar
si
este mecanismo
de
extensión de alquerías puede relacionarse con la "alternativa
segmentaria",
propuesta por M . Barceló (1989), y que implica
la partición de linajes y la formación subsiguiente de nuevas
alquerías ; en este sentido es especialmente significativa la
sugerencia de este mismo autor, quien pone de manifiesto que
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
esta pauta de asentamiento, con la tecnología hidráulica y la
estructura tribal que comporta, debió de ser aceptada también
por grupos campesinos indígenas (BARCELO, 1989, XXXII), con la
consiguiente tribalización de este medio social, señalada
entre otros por P . Guichard (1976), M . Barceló (1988) o P .
Chalmeta (1988) (66) . No obstante, no conviene olvidar que la
mayoría de estos poblados dejan de habitarse a fines del siglo
IX o principios del X, en relación seguramente con la profunda
islamización y la sístesis tecnológica que permite, a fines
del siglo X o ya en el XI, la planificación de un
complejo
espacio
regado
dependiente
de
Orihuela,
y que
supone
necesariamente la transformación de la organización del
poblamiento (AZUAR y GUTIERREZ, 1992, e . p .) (67) .
1 .2 .5 .- Poblados fortificados .
Por tal entiendo un tipo de asentamiento que aparece en
los umbrales del siglo X, en relación seguramente con la mayor
islamización social y la desestructuración de las redes de
asentamientos de altura con posterioridad a la fitna . Se trata
de un nuevo tipo de hábitat fortificado, que puede construirse
ex novo o, por el contrario, aprovechar el solar de antiguos
refugios enriscados, pero en este último caso su expresión
66 .-
Este
último autor señala un doble factor
que,
además
de
la mayor coherencia
social de
la
estructura tribal, incide en la integración de la población indígena en este sistema y su extensión: de
un lado, los emigrantes árabes y bereberes se mueven no tanto como individuos sino como clanes orgánicos
(con
familias
extensas)
y trasladan,
por
tanto,
su
propia
organización
social ;
de
otro
lado,
estos
grupos clánicos tienden a absorver mujeres del exterior sin perder las propias, transmitiendo el linaje
El ejemplo de los Banû
(CHALMETA, 1988, 463 y 478) .
patrilinealmente .
integración
67 .-
Son
embargo,
hay
que
señalar
Jattab,
que
antes
ninguna
de
mencionado,
estas
es
una
primitivas
buena
alquerías
topónimos en beni- que, aunque no son exclusivos de ningún grupo étnico como señaló Acien
indican un
escasas,
mismo medio
ocurre con la qarya de
Yazira .
social
tribalizado .
Así,
las referencias
indican nombres de origen seguramente preárabe, como Tarsa,
Tall al-Jattaa (si
Por el contrario,
bien aquí
muestra
documentales,
ha
de
tal
conservado
(1991, 362), sí
desgraciadamente
muy
o nombres árabes descriptivos, como
se menciona un individuo) o la
qarya
conocida por Al-
esta toponimia en beni- es muy frecuente entre las alquerías mencionadas en el
repartimiento de Orihuela, creada con toda seguridad en época posterior
-
(AZUAR y GUTIERREZ, 1992, e.p .) .
69 6-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
material es totalmente distinta . Más que de refugios de
altura, se trata ahora de verdaderos poblados amurallados o
husun-complejos en los que la superficie amesetada de un cerro
elevado se aprovecha para edificar el área doméstica . Su
carácter de lugares fortificados está fuera de toda duda,
puesto
que
se
ubican
en
sitios
elevados,
facílmente
defendibles por la topografía circundante, y presentan restos
de fortificacioenes en sus puntos más débiles ; sin embargo,
siempre ofrecen en su interior restos de viviendas con
distintas densidades de ocupación .
A esta categoría parecen corresponder el Cabezo del Moro o
Castillejo (Y30), el Castellar de Elche (Y11), el Cabezo Soler
(Y24) y seguramente el Castellar de Alcoy (Y1) . Los dos
primeros son especialmente paradigmáticos : al Cabezo del Moro
parece vincularse un pequeño espacio agrícola irrigado que
parte de sus inmediaciones ; el Castellar de Elche es gran
recinto fortificado situado en la orilla del rio Vinalopó,
aguas arriba de la ciudad romana de Illicí y del solar de la
posterior Ils . Se caracteriza por la gran superficie incluida
en el interior del recinto fortificado y la espectacularidad
de este último, un impresionante lienzo que rodea las partes
accesibles del cerro . En su interior se aprecian distintos
aterrazamientos de cronología incierta pero
no se observan
demasiadas evidencias de construcciones interiores salvo en la
acrópolis, donde se hallan los restos de un fortín de difícil
adscripción cronológica y los muros de algunas viviendas . El
Cabezo Soler es un ejemplo de reocupación o mantenimiento en
uso de un antiguo refugio de altura de época tardorromana y
próximo a la desembocadura del rio Segura ; a fines del siglo X
este asentamiento se ha transformado en un núcleo fortificado,
del que seguramente dependen algunas alquerías, como el Cabezo
de
las
Tinajas,
que
corresponden
al
mismo
horizonte
cronológico : El Castellar de Alcoy es también un asentamiento
de estas características,
si
bien plantea un problema
- 69 7-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
cronológico ya que, según R . Azuar (1989 a, 143 y ss .), sus
cerámicas lo datan en un contexto de principios del siglo XI .
Los materiales que proporcionan
tales
asentamientos
evidencian la paulatina integración de estas comunidades
rurales en los mercados urbanos : entre las series a mano
destacan las marmitas de la forma M4 .2, semejantes a las que
ya aparecen en los registros urbanos de Murcia o Alicante, lo
que indica que participan claramente de redes comerciales que
superan el ámbito local ; de
forma paralela comienzan a
incrementarse las series vidriadas, aún poco significativas en
comparación con las de otros centros más vinculados al Estado,
apareciendo las primeras muestras de verde y manganeso o
melado y manganeso y también nuevos repertorios formales, como
los ataifores, aguamaniles, jarras con filtro o redomas, con
una decoración pictórica a base de capullos de loto entre
metopas, que parece corresponder a uno o varios talleres
nucleados que distribuyen sus productos entre Murcia, Alicante
y Albacete (AZUAR, 1989, 134) .
Desde
este
punto
de
vista,
estos
asentamientos
fortificados ya nada tienen que ver con la problemática que
originó los husún-refugio de las comunidades autónomas ; de
hecho, estos asentamientos surgen cuando aquellos desaparecen
y responden a las necesidades de una sociedad en la que la
presencia estructuradora del Estado es cada vez más patente y
el territorio de Tudmir comienza a estar integrado en la
estructura fiscal y tributaria establecida por el Califato . La
razón de ser de estos núcleos debe buscarse, como ha señalado
J . Torró (1990, 47), en la valoración creciente de los
espacios de cultivo y la necesidad de estructurar su
poblamiento en las alquerías ; así podría interpretarse la
organización de espacios agrícolas regados de cierta entidad .
Las implicaciones de este proceso son obvias : sólo puede
indicar un nivel de uniformización cultural y un tejido social
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
homogéneamente
islamizado . El problema reside en la datación
de ese nuevo fenómeno, vinculado,
sin duda,
al paralelo
desarrollo del medio urbano ; la lógica histórica lo sitúa en
el siglo X, en virtud de "la estabilidad política y el
crecimiento económico" logrados por el Califato (TORRO, 1990,
47 y ss .), pero los datos arqueológicos obligan en algunos
casos, como el del Castellar de Alcoy, a retardar el fenómeno
hasta la primera mitad del XI . Quizá haya que interpretar
efectivamente
el
surgimiento
de
estos
asentamientos
fortificados y el propio desarrollo de las ciudades en Tudmir
como un producto de la labor de estabilización del Califato en
la segunda mitad del siglo X, cuyos resultados materiales sólo
comienzan a ser legibles en el umbral del siglo siguiente .
1 .2 .6 .- Los castillos (hisn) .
No es mi intención entrar aquí en lo que recientemente se
calificó de "polémicas levantinas" sobre el concepto de Hisn
(68) . Este tema, que ha generado abundante bibliografía, sería
realmente objeto de un estudio específico que se aparta del
aspecto que quiero analizar (69) . En cualquier caso, baste
señalar que la polémica ha girado en torno al propio concepto
de hisn, que para los investigadores franceses es la expresión
de una organización socio-política de tipo "segmentario",
fragmentada en comunidades rurales relativamente autónomas,
rasgo que consideran permanente y definidor de la sociedad
andalusí desde el siglo IX al XIII (BAZZANA, GUICHARD y
CRESSIER, 1988, 35) . Una matización a esa visión, ciertamente
68 .- Cfr . ACIEN, 1989, 140.
69 .- Sobre este particular destacan los trabajos ya clásicos de A. Bazzana y P. Guichard
(BAZZANA, 1982, 1983 ; GUICHARD, 1982 ; BAZZANA y GUICHARD, 1984), recientemente actualizados, junto con
P . Cressier, en un libro de síntesis (BAZZANA, CRESSIER y GUICHARD, 1988) ; para otro enfoque del tema,
pueden verse algunos trabajos de R. Azuar (1981, 1982, 1985 c) . La polémica sobre el sentido de algunos
términos
que designan
Epalza (1984 c) .
partes
de
los Husûn,
y por ende de
su función social, en
- 69 9-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
la
interpretación de
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
estática, procede de R . Azuar 1982) quien considera que el
concepto hisn designa, en realidad, un conjunto social y
territorial más amplio y complejo que la propia estructura
castral ; se trata del espacio "plurifuncional" sobre el que el
hisn principal ejerce su jurisdicción y que incluye alquerías,
áreas de explotación agrícola e incluso otros castillos
(AZUAR, 1982, 34) ; matización aceptada por los investigadores
consideran
que
realmente
no
existe
franceses,
quienes
desacuerdo en la base de ambas perspectivas (BAZZANA, GUICHARD
y CRESSIER, 1988, 32) .
Al hilo de la reflexión expuesta anteriormente, los
investigadores franceses consideran que, con independencia de
el
fenómeno
mismo
del
algunos
vestigios
tardíos,
"encastillamiento" y la creación de refugios de altura es
anterior y tiene un carácter colectivo ; de esta forma, se
explica la existencia de grandes recintos murados vacios,
designados por los mismos investigadores con el término
albacar, cuya función es servir de refugio temporal a las
rurales
independientes,
que
de
esta
forma
comunidades
organizan sus defensas según sus propias necesidades . Esta
última consideración ha dado lugar a una airada polémica sobre
la función de estos recintos, que no afecta de forma directa a
este estudio, y que en ocasiones se ha debido, como indica M .
Acién (1989, 140), a una evidente confusión entre término y
concepto (70) .
El trabajo de este último autor sirvió para reconducir y
centrar en gran medida el debate, aceptando, de un lado, la
interpretación social propugnada en su día por P . Guichard y
otro,
la
aparente
M.
Barceló,
y
corrigiendo,
de
"inmutabilidad" de esa interpretación (ACIEN, 1989, 141-142) .
70 .- Sobre este particular vease especialmente el artículo de M . de Epalza (1984), con una crítica
de orden etimológico, y las replicas de Lluro et al¡¡ (1986) o la más reciente de P. Guichard, basada en
la refutación de dicho argumento
(1990, 27 y ss .) .
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70 0-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblariento y territorio
Acién parte, en primer lugar, de señalar la inexactitud y
ambigüedad conceptual de los términos que las fuentes utilizan
para referirse a las fortificaciones, lo que hace recomendable
una extrema prudencia y reduce el término hisn a un mero
referente léxico opuesto al castillo feudal . De su análisis,
concebido desde una perspectiva dialéctica del proceso de
formación de al-Andalus, se deduce la existencia de diversos
núcleos fortificados además de las propias ciudades : la gafa,
ligada a la instalación de grupos tribales árabes ; los husúnrefugio o ma`áquí1, verdaderos poblados de altura que sirven
de refugio a las poblaciones indígenas : los ummahát al-husûn o
castillos
complejos
vinculados
a
señores
que
intentan
controlar las comunidades independientes : los husûn surgidos a
iniciativa estatal, que también los hay, para controlar a unos
u otros, etc . Así pues, el panorama del estudio de los husûn
se ha enriquecido enormente en matices y perspectivas y
plantea ahora numerosas posibilidades .
Desde este punto de vista, muchos de los yacimientos ya
estudiados podrían encuadrase en este epígrafe puesto que
realmente son husûn . Se trata de asentamientos como Orihuela y
Alicante o de la totalidad de los poblados de altura,
auténticos ma`àquíl, que a pesar de esta evidencia han sido
tratados en otro lugar . La causa de esta decisión debe
buscarse, en el primer caso, en el valor urbano que ambos
núcleos parecen tener desde antes de la conquista,
con
independencia de su carácter fortificado ; de hecho y después
dei análisis arqueológico de los mismos, el carácter de
asentamientos de altura es el único que parece posible
suponérseles cuando son mencionados en el Pacto de Teodomiro .
La exclusión de los poblados de altura obedece a las
pecularidades históricas de este proceso, que efectivamente
puede explicarse como una opción de las comunidades rurales
autónomas, pero, a diferencia de lo que suponía P . Guichard,
- 70 1-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
de orígen indígena . Así pues cabe preguntarse qué yacimientos
se incluyen en este epígrafe y por qué .
Mi intención era la de tratar las fortalezas que han
seguido manteniendo tal carácter y matizar algunas de las
hipótesis que sobre las mismas se han venido defendiendo .
Además de Orihuela y Alicante --importantes castillos, a más
de ciudades, mencionados por las fuentes-- destaca el caso de
Callosa, importante hisn, aunque nunca aparece mencionado como
tal en las fuentes más antiguas, que participa en las
distintas rebeliones de principios del siglo X, junto con
Alicante ; ademas de estos ejemplos comentaré brevemente el
caso de otras fortalezas que se han venido considerando de
juzgar
por
el
análisis
primera
época,
pero
que,
a
arqueológico, no lo son .
De Orihuela ya he señalado con anterioridad que los restos
de la fortificación no pueden fecharse antes de fines del
siglo IX, según Azuar (1981, 150) . Este mismo autor puso en
relación este dato arqueológico con las menciones de la
fortaleza en las fuentes, siendo las más fiables la de
La
crónica anónima de `Abd al-Rahmâm 111 (71), la de al-Râz1 (72)
y la de al-`Udrî (73) ; existen también varias menciones de
este castillo en relación al asalto normando del 859 (74) . La
fortaleza de la ciudad de Orihuela, que debió participar en
71 .(hisn)
" . . .El visir recorrió ambas coras,
de Uryúla,
capital de la cora
de Tudmir
sometió en ellas a los enemigos y conquistó el castillo
y la
más inexpugnable y antigua de
sus fortalezas, . . ."
(GARCIA GOMEZ y LEVI-PROVENÇAL, 1950, 53 árabe y 121 traducción) .
72 .-
°E Tudemir ( . . .)
e a y buenos canpos e buenas villas e castillos e muy defendidos, de los
cuales es el uno Lorca, e el otro Horata, e Oriuela . . .",(CATALA y ANDRES, 1975, 34) .
73 .- "La capital de Tudmir y sede de su gobierno era la fortaleza (hisn) de Uryúla . . .", AL-AHWÁNÎ,
1965, 4; MOLINA LOPEZ, 1972, 53) .
74 .-
En concreto
Ibn Hayyán, al-Harrâkusi y al-Nuwayri
(FRANCO SANCHEZ,
148) .
-
70 2-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
1989, 382; AZUAR,
1981,
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
las disidencias producidas en época del emir `Abd Allah, fue
(75) .
Con
sometida por `Abd al-Rahmân
III el año 917
posterioridad al siglo X la fortaleza se mantiene en su
emplazamiento convirtiéndose realmente en la alcazaba de la
ciudad . El caso del hisn Lagant, es decir, el castillo de
Alicante,
es semejante en cuanto a problemática al de
Orihuela ; dejando a un lado su teórico carácter de medina en
el momento de la conquista, la fortaleza de Alicante resulta
especialmente interesante por su vinculación a la revuelta
protagonizada por el árabe Muhammad b . `Abd al-Rahmân al-Sayj
al-Aslami (76) y sus hijos entre el 925 y el 928 y que tuvo
como escenario principal los castillos de Alicante y Callosa ;
fenómeno que se inscribe en una situación de disidencia
generalizada en otras zonas de Tudmïr y Valencia .
Según nos relata al-%Udri (AL-AHWANI, 1965, 13 ; MOLINA
v
LOPEZ, 1972, 81 y ss .), Al-Sayj al-Aslami había permanecido
fiel al emir `Abd Allah y llegó a ser confirmado en su puesto
por `Abd al-Rahmân III, sin que se especifique el carácter de
tal confirmación . R . Azuar (1990 b, 28 y ss .) identifica este
cargo con el de gobernador de la zona de Callosa-Alicante y P .
Guichard señala que, en cualquier caso, su autoridad se
extendía a varios castillos de la zona alicantina (GUICHARD,
1985, 85-6) . Al parecer, Al-Sayj al-Aslami se sublevó en
Callosa cuando el emir `Abd al-Rahmân III, con motivo de la
expedición a Pamplona del 924, "tomo el camino de Levante" y a
75 .-
"En el
mismo año envió también an-Násir
en
aceifa
al visir y d'id
Qurasi al-Marwâni contra los disidentes de
las coras de Tudmir
fuerte
plaza
cora
por lo
que habían
de
Orihuela,
capital
de
la
de
Tudmir,
y de Valencia
la
más
antigua
y
cuidar
sus
Isiag
b. Muhammad
al-
( . . .) ; conquistó la muy
de
sus
ciudades
y
rás
inexpugnable de sus fortalezas, que había servido de refugio a los cristianos en los primeros tiempos,
puesto
todo
su
esfuerzo
en
fortificarla
plantaciones de peregrinos árboles y los más sabrosos frutales ."
tierras,
que abundaban
en
(IBN HAYYÁN, VIGUERA y CORRIENTE, 1981,
105) .
76 .-
Según
la
Yamhara
de
Ibn
Hazm
(TERES,
1957,
95-6),
los
Banú
Sayj
eran
árabes
Qama'íes,
descendientes de Afsà b . `Âmir b. Qama%a b . Ilyás b. Mudar y tenían "su casa en Elche y sus destritos y
alrededores" .-
- 70 3-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
su paso por tierras de Tudmîr exigió la sumisión de los
diversos jefes en forma de participación en la expedición
militar . Siempre según al-`Udri, Al-Sayj al-Aslami se negó
a
participar en dicha expedición y fue sitiado por el gálid
S&%1d b . Mundir ; tras diversas incidencias el jefe árabe
solicitó el aman pero "a cambió debió abandonar algunos de sus
castillos y establecerse en Alicante" . Por otro lado, Ibn
Hayyân (VIGUERA y CORRIENTE, 1981, 147) nos informa de la
resistencia
de
Muhammad
b.
%Abd
al-Rahmán
b.
Al-Sayj
--seguramenete un hijo de al-Sayj al-Aslami en opinión de
Guichard (1985, 86)-- en la ciudad de al-%Askar, en los
alfoces de Valencia, cuyo emplazamiento exacto se desconoce a
pesar de algunos esfuerzos por ubicarla (GUICHARD, 1980 a,
231 ; GUICHARD, 1980 c, 136 y ss . ;
RUBIERA y EPALZA, 1985, 43
y ss ., 1987, 45) .
v
Así pues, Al-Sayj al-Aslami, ya establecido en Alicante, y
diversos miembros de su familia --los Banû al-Sayj--, entre
los que se encuentran hijos y al menos un nieto, volvieron a
sublevarse, siendo definitivamente sometidos en la nueva
campaña que el emir emprende para extender su autoridad por el
al-Andalus oriental . De esta forma, en el año 928, según Ibn
Hayyân,
caen nuevamente
Callosa y Alicante,
junto con
" . . .todas
sus
fortalezas
subordinadas
y
alcazabas
circundantes, bases de los Banu al-Sayj, y así mismo fueron
rendidos los miembros de esta familia rebeldes en Tudmîr,
siendo traidos a Córdoba el sábado, a mediados
de sa%bán (3
de octubre 928) ." (VIGUERA y CORRIENTE, 1981, 182) . Sabemos
por al-`Udri que previamente se le obligó a residir en
Albacete (MOLINA, 1972, 82) .
La rebelión de este personaje y su familia ha tenido
diversas lecturas que conviene repasar . Pierre Guichard la
enmarca en un fenómeno de disidencia generalizada y crisis
política, fruto de las tensiones sociales entre los diversos
- 70 4-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
sobre todo
componentes
étnicos de
la sociedad andaluza,
indígenas y extranjeros (árabes y beréberes), cuyo resultado
es la multiplicación de poderes independientes (1984, 390 ;
1985, 85) . De otro lado, R . Azuar insiste en la filiación proomeya de la familia, que había estado al lado del Estado
cordobés durante los conflictos de fines del siglo IX ; desde
esta perspectiva, "esta familia no se opuso frontalmente atAbd
al-Rahmân III, sino que mostró ciertas reticencias al aumento
de los impuestos propuesto por el futuro califa" (AZUAR, 1989
a,
16) . Efectivamente, no creo que se pueda explicar la
actitud de los Banû Sayj desde la perspectiva de Guichard,
puesto que sus enemigos en el conflicto no son precisamente
los muladíes --los cuales eran además un grupo muy bien
representado en el territorio escenario de la rebelión--,
pero, por otro lado, no me atrevería a calificar de "meras
reticencias"
la
actitud
de
disidencia
manifiesta,
y
no
conviene olvidarlo,
reiterada de al-Sayj al-Aslamî y sus
hijos . Quizá resulte más adecuado platear el problema en los
términos propuestos por M . Acién para el caso andaluz, donde
las familias árabes sevillanas rebeldes, como los Banú Hayyay
o los Banû Jaldún, llegan a establecer contactos con rebeldes
muladíes tan famosos como 'Umar Ibn Hafsûn . Según Acién (1984,
36-7) estas familias, correspondientes a ricos propietarios,
utilizan la fuerza de sus clanes para que el Estado reconozca
su soberanía, pero lejos de ser este
un enfrentamiento
tribal, se trata de un conflicto de intereses --obviamente,
los
de
los
árabes
convertidos
en
auténticos
señores
territoriales-- que terminará por romper la cohesión tribal,
ya que, siempre según Acién, "no son las tribus las que tienen
la hegemonía, sino determinadas familias" . Quizá haya que
estudiar a los Banu Sayj desde esta óptica .
En
cualquier caso,
las acciones de estos personajes
permiten afirmar la existencia de hisn o castillos, cuyas
características se alejan totalmente de las de los ma'squíl de
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
grupos indígenas ; se trata de castillos relacionados con
núcleos urbanos, que quizá en algún caso como el de Callosa
terminen por generarlos a sus pies, y vinculados en cierta
mediada al poder, puesto que una vez sometidos a la autoridad
estatal, se mantienen con otra finalidad --generalmente la de
autenticas alcazabas-- a diferencia de lo que ocurre con la
mayoría de los asentamientos de altura autónomos ; es el caso
de Orihuela, Callosa y la propia fortaleza de Alicante .
los
El fenómeno solo puede explicarse desde la consolidación
la
reflejada en el Califato y en
del Estado cordobés,
construcción de Madinat al-Zahrâ', que requiere la generación
de los primeros castillos vinculados al poder . En algún caso,
el propio Estado debe potenciar la creación ex novo de
auténticas fortalezas, perfectamente reconocibles puesto que a
ellas comienzan a llegar --a partir de la segunda mitad del
XI-las
producciones
si
no a
principios del
siglo X,
califales de verde y manganeso en una abundancia inusitada si
se compara con el resto de los registros, incluso los urbanos ;
éste es el caso del fortín de Almiserat en Alicante (BAZZANA,
1990), situado precisamente en las montañas del norte de
Tudmîr, cuya adscripción efectiva a dicha cora es más que
dudosa, y donde
se venían refugiado todos los protagonistas
de episodios hostiles al estado, desde que lo hiciera el
propagandista pro%abbâsí `Abd al-Rahmân b . HabIb al-Fihrî al-
Saglabl, que había estado agitando los territorios de Tudmîr,
(GUICHARD, 1969, 115) .
hacia el tercer cuarto del siglo VIII,
Aunque este territorio ha sido conscientemente dejado al
margen de mi estudio, cabe sospechar que la aparición de este
de
vital
importancia
en
la
fortín,
dominando
un
área
comunicación entre las Coras de Tudmîr y Valencia, responde
realmente a un deseo de mayor implantación por parte del
Estado en un territorio que había permanecido siempre al
margen de su control .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
análisis de los castillos, sólo resta
tratar el problema la supuesta estructuración de una línea
vía Augusta a su paso por el valle
fortificada en la antigua
del Vinalopó . Esta hipótesis, planteada por R . Azuar y seguida
por otros autores, defiende el importante papel de los husún
en la organización dei territotio y en el control de las vías
desde esta perspectiva,
la
organización
de
comunicación ;
administrativa impulsada por `Abd al-Rahmân II y Muhammad I
supuso la organización de una amplia gobernación en el norte
de Tudmîr, cuya cabeza se hallaba en el eje Callosa-Alicante
al-Aslamî-- aunque
--en relación precisamente con al-Sayj
abarcaba todos los territorios vertebrados por la antigua vía
Augusta entre Játiva y Murcia . Para lograr un efectivo control
de este territorio se desarrolló, en la segunda mitad del
siglo IX,
" . . .una serie de castillos o puntos militares
ubicados
a
gran
altura
y
dispuestos
fortificados,
estratégicamente a lo largo de la vía natural de comunicación
y relacionados entre sí visualmente" (AZUAR, 1990 b, 38) . Los
se
siempre
de
reducidas
dimensiones,
que
castillos,
relacionaban con esta supuesta línea eran los de Salvatierra
en Villena, Els Castellarets en Petrel, El Castellar en Elche
y el Castillo de la Sierra en Callosa del Segura, a más de
Alicante, auténtico centro de la red (AZUAR, 1986 d) . En la
los
restos
base
de
esta
interpretación
se
encontraban
arqueológicos de estos enclaves, analizados por R . Azuar con
anterioridad
(1983
a),
y que permitían en aquel momento
defender una cronología emiral para tal fenómeno .
Para
concluir
el
la luz de los
reestudio de
estos
materiales a
conocimientos actuales, emprendido por el propio R . Azuar en
el caso de Salvatierra o por C . Navarro en el de "els
(1988,
13 y ss .),
ha permitido revisar la
Castellarets"
que
parece
poder
cronología
de
estos
asentamientos,
no
llevarse más atrás de mediados del siglo X . Se trata, por
tanto, de núcleos fundados en época califal, que se abandonan
El
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblariento y territorio
a
finales
de siglo XI (AZUAR et al¡¡, 1991, e . p .), en
relación con una problemática que se aleja totalmente de mi
tema de estudio . Esta aparente "modernidad" de los castillos
de Salvatierra y Castellarets es la causa de su exclusión del
catálogo presentado en páginas anteriores .
Punto y aparte son
los casos de Alicante y Callosa, auténticos husún documentados
en época emiral, o el del Castellar de Elche, yacimiento del
siglo X cuya estructura y carácterísticas no corresponden en
absoluto a las de los dos yacimientos excluidos . De esta
forma, la hipótesis que defendía la existencia de una línea
fortificada del siglo IX en el valle del Vinalopó debe ser
desterrada, abordándose el problema desde una perspectiva
totalmente
distinta
y
más
preocupada
por
estudiar
el
desarrollo de ese fenómeno en época califal o taifal por
causas totalmente distintas, como viene haciendo el mismo
Azuar junto con otros investigadores (AZUAR et al¡¡, 1991, e .
P .)No obstante, dicha hipótesis fue retomada y dotada de un
contenido distinto por MA J . Rubiera, quien en un estudio
sobre Villena en las calzadas romana y árabe (1985 a,41 y ss .)
propuso situar una frontera fortificada en el valle del
Vinalopó en relación con la calzada . Para ello partía de un
análisis propio de las diferentes versiones del Pacto de
Teodomiro,
que
le
permitía
situar
las
ciudades
allí
mencionadas a lo largo de la calzada, siendo estas Villena,
Elda-Monastil, Novelda-La Mola, Alicante, BIntla-Elche (77),
Orihuela y
Lorca .
Al
parecer,
estas
ciudades
visigodas
definían y defendían un línea fronteriza, que funcionó contra
los bizantinos, y que debió ser reorganizada ya con 'Abd alRahmân
I
en
base
a
distintas
fortificaciones-atalayas
(Salvatierra, Castellarets, Alicante y Callosa), unidas entre
sí por torreones de enlace que la autora propone situar en el
77 .- Ubicación corregida por la de Valencia ese risco año (RUBIERA, 1985 b) ; vid. supra.
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Castellar,
Sax
(bajo
el
castillo
almohade),
el
Monastil,
Monovar, Zambo, Aspe y Monforte ; localizaciones que en la
mayoría de los casos no tenían base arqueológica y siguen sin
tenerla . De esta forma y en su opinión, en el siglo IX ya
existiría
un
sistema
de
fortalezas
estructuradas,
que
reforzaría `Abd al-Rahmân III, ante el inmine^te peligro fatimí
(RUBIERA y EPALZA, 1987, 49 ; EPALZA, 1981) . Retomando los
argumentos anteriormente expuestos y desde un punto de vista
arqueológico, hoy por hoy no se puede probar la existencia de
tal sistema de husún en el siglo IX, y menos aún defender un
origen visigodo para tal frontera ; en mi opinión, que creo ha
sido suficientemente expuesta en el epígrafe dedicado a las
ciudades, la propia ubicación de las ciudades del Pacto en
esta línea es más que dudosa y, en cualquier caso, la mayoría
de los enclaves supuestamente habitados no tienen ninguna
evidencia de tal ocupación .
1 .2 .7 .- Centros religiosos .
No es mi intención tratar en este epígrafe los edificios
religiosos aislados, que pueden aparecer y de hecho aparecen
en la mayoría de los asentamientos urbanos (78) y en muchos
rurales, sino de aquellos yacimientos que tienen en sí mismos
un carácter cultual, es decir, su función es religiosa . A esta
categoría únicamente corresponde con certeza la rábita de
Guardamar del Segura (79), aunque quizá se pueda inscribir
también
la
basílica
Algezares
de
por
los
motivos
que
expondremos
posteriormente .
El
yacimiento
situado
en
la
desembocadura
del
río
Segura
es
realmente
un
ribât,
institución religioso-militar propia del Islam y de cuya
expresión material en época tan antigua nada se sabía antes
78.- Es el
caso, por
ejemplo, de las
79 .- Vid . supra, Y25 .- Laftábita
basílicas
de Illici, Begastri o el
de Guardamar .
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Monastil .
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
descubrimiento y excavación de este yacimiento . En el
ribát viven diversas personas ---los murábitum o morabitos--,
dedicadas preferentemente a la devoción, la vida ascética y la
salvaguarda del Islam, de ahí el carácter militar que también
tiene la institución ; junto a esta población más o menos
permanente existe una población flotante que acude al ribâí en
visita devocional o peregrinación y que permanece en él o en
sus inmediaciones un cierto tiempo . Su carácter defensivo,
favorecido en el caso de la rábita de Guardamar por su
situación (80), debe relacionarse con la importante muralla
que ha sido descubierta en el yacimiento .
del
Sin embargo, las rábitas de tan temprana cronología y aun
posteriores sólo eran conocidas por referencias documentales o
toponímicas (TORRES BALBAS, 1948 a ; MARIN, apud AZUAR et alii,
1989) y sólo el descubrimiento de esta rábita ha permitido
conocer la realidad arquitectónica de un conjunto cultual de
tal envergadura . Así pues, se ha demostrado que el ribât se
configura a base de la yuxtaposición de diversos oratorios -en realidad, pequeñas mezquitas con su mihrâb-- en las que
habita cada morabito, existiendo también estancias sin mihrâb,
destinadas
seguramente
a alojar
peregrinos
o almacenar
mercancías, y al menos una mezquita de la comunidad en su
conjunto,
originada a partir de una primitiva musallá
construida seguramente a fines del siglo IX . Como ya señalé al
tratar este yacimiento, los trabajos arqueológicos del equipo
dirigido por R . Azuar (AZUAR et al¡¡, 1991) han permitido el
80 .-
Esta
rábita domina,
desde la
costa,
la desembocadura de un
río que debió ser una vía de
penetración hacia el interior, como lo prueba la incursión normanda del 858 .
Por otro lado, la costa de
Tudmir fue desde el siglo VIII un foco de inestabilidad y gran actividad paralela ; no hay que olvidar el
desembarco de'Abd al-Rahmán al-$iglabi el 778 en estas costas, la salida de los rabadíes cordobeses desde
estos puertos hacia Alejandría o la importante actividad corsaria practicada en el siglo IX sobre las
costas del sur de Francia o Italia, cuyo origen se encuentra, según Guichard
(1983), en las costas dei
norte de Tudmir y cuya actividad se vincula en gran medida al nacimiento de Pechina (GUICHARD,
ss .) . Para un enfoque distinto del problema de la piratería
Senac
(1983)
y H.
Acién et
all!
(1990), donde se
defiende
1985, 81 y
andalusí pueden verse los trabajos de Ph .
un origen más vinculado a
las poblaciones
muladíes de la Andalucía oriental, ámbito cultural, en m! opinión, muy similar al de Tudmir .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
establecimiento de diversas fases constructivas y cronológicas
en el conjunto .
Así, la fase más antigua --fechada a fines del siglo IX-es aquella en la que se construye la musallá como espacio de
oración abierto, y a su estímulo van surgiendo los primeros
oratorios aislados, dos al sur de la gibla y otros dos
flanqueándola . Esta configuración parece corresponder a una
religiosidad profundamente rural y popular, plasmada en una
concepción del complejo cultual de tipo disperso ; se trata, en
definitiva, de una manifestación espontánea de islamización
una zona poblada por muladíes y grupos
desarrollada en
tribales de origen egipcio y en menor medida árabe, a partir
quizá del ejemplo de otras poblaciones costeras del sureste de
al-Andalus en contacto con el norte de Africa . No hay que
olvidar la gran densidad de asentamientos indígenas de los
siglos VIII y IX en la zona de la desembocadura del Segura,
sobre los que el ribât debió ejercer una importante acción
islamizadora .
Cuando el estado califal empiece a consolidarse y a hacer
tierras,
hasta
entonces
efectivo
su
control
sobre
las
surgirá
la necesidad paralela de
marginales,
de Tudmir,
reconducir estas manifestaciones primigenias de islamización
religiosa que, al igual que en el caso de la experiencia
urbana, podían haber surgido de forma espontánea y desde
estímulos religiosos,
ajenos incluso a la ortodoxia suní
(81), pero cuyo valor como focos de islamización social era
enorme . Es el momento en el que se aborda la reorganización
arquitectónica y la monumental¡ zación de todo el
conjunto,
culminada hacia el 944 con la construcción de la mezquita
81 .- las peculiaridades de su planta y sus caractéristicas espaciales, únicamente paralelizables
con algunos ejemplos magrebles de rito sufí, han llevado a sus investigadores a sospechar una posible
vinculación del conjunto a este ritual, toda vez que esta sujerencia es todavía una hipótesis por
verificar
(AZDAB et alii, 1991, 65-6) .
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
mayor y los oratorios principales, fenómeno que ha sido puesto
en relación con la politica de erección de rábitas de 'Abd alRahmân
III (AZUAR et al¡¡, 1989) . Así pues, la rábita, ya
plenamente integrada en la sociedad islámica impulsada por los
omeyas, seguirá viva y activa hasta principios del siglo XI,
cuando sufre un abandono repentino, en relación quizá con la
gran fitna de finales del califato (AZUAR, 1990 a) .
El otro yacimiento susceptible de ser incluido en esta
categoría es, como señalé al principio de este epígrafe, el de
los Algezares (82), no tanto por la basílica --de la que se
ignora si se trata de un edificio aislado, centro religioso de
la comarca, o si forma parte de una villa rustica-- como por
el peculiar uso de este espacio en época islámica . Parece
evidente la existencia de reutilizaciones constructivas en el
espacio de la basílica y sus inmediaciones, que dan lugar a un
conjunto de "pobres construcciones", al decir de Cayetano de
Mergelina, al que se asocia un interesante lote de material
islámico, fechable entre fines del siglo IX y la primera mitad
del X ; como ya señalé, la peculiar composición del ajuar
cerámico, formado en su mayoría por candiles, hace sospechar
un uso preferentemente religioso del edificio . Parece por
tanto que la antigua basílica tardorromana, o al menos parte
de ella, debió utilizarse como espacio cultual islámico ; Sin
embargo, en el estado actual de la investigación y mientras no
se excaven nuevamente los alrededores de la basílica-mezquita,
no podremos saber si se trata del edificio de culto de un
centro rural o si, como sospecho, es un asentamiento de
carácter religioso y limitado a las antiguas ruinas romanas,
que ha raiz de la instalación de un personaje dedicado a la
vida ascética, se convirtió en un pequeño enclave venerado y,
por tanto,
objeto de devoción y peregrinaje,
a modo de
morabito .
82 .- Vid. supra, Y34 .-el Llano del olivar .
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Poblaniento y territorio
1 .2 .8 .- Cementerios .
Es realmente una paradoja macrabra incluir los cementerios
en la clasificación de los diversos tipos de asentamientos
altomedievales .
Sin embargo,
la razón de tan paradójica
decisión se encuentra en el hecho de que los cementerios o
necrópolis
poblamiento,
son
magníficas
evidencias
indirectas
del
en ocasiones las únicas, y los informadores por
excelencia del mundo ritual y religioso de los que allí se
enterraron . A estos elementos, ya de por sí decisivos, habría
que añadir para el período que nos ocupa, el hecho de que el
mundo funerario es el mejor indicador --en ausencia del
hallazgo de edificios de culto-- de la islamización religiosa
de las poblaciones de Tudmîr . De esta forma, el cambio de
ritual deposicional, es decir, la aparición del cadáver en
decúbito
lateral
derecho
--aunque
no
necesariamente
la
orientación
de
la
fosa--,
es
síntoma
inequívoco de
la
confesión islámica del difunto . No ocurre así en el caso del
ritual de enterramiento preislámico, que suele efectuarse en
decúbito supino ; esta forma de deposición en sí misma no
demuestra la confesionalidad cristiana del inhumado, ya que la
posición del difunto en un contexto pagano seria la misma ;
otra cuestión es la aparición de elementos específicamente
cristianos (simbolos como cruces o crismones, lápidas, etc .),
que por otro lado no son excesivamente frecuentes en la zona
estudiada .
Las necrópolis preislámicas .
Habremos
de
distinguir
pues
entre
las
necrópolis
preislámicas, en principio cristianas,
y las islámicas . Entre
las primeras contamos con diversos ejemplos que sólo en tres
casos corresponden a necrópolis documentadas, ya que en los
restantes únicamente se han conservado algunas sepulturas de
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Poblariento y territorio
forma aislada . En primer lugar he de referirme a las
necrópolis situadas en el interior de antiguos lugares de
hábitat, sean ciudades o asentamientos rurales . La necrópolis
de las inmediaciones de la basílica de I11ici (83) es un
ejemplo paradigmático de como los lugares de enterramiento
invaden los espacios intramuros, tendiendo a estructurarse
alrededor de los lugares de culto (CERRILLO, 1989, 95), como
ocurre también en el caso de Denia (GUTIERREZ LLORET, 1988 b,
332) y seguramente en el cerro de la Almagra en Mula (84) . Un
fenómeno parecido se observa en las antiguas villae, pero
quizá en este caso este más relacionado con el abandono de
ciertas áreas productivas antes habitadas . Este fenómeno se
observa en el caso de los Villaricos en Mula (85), donde sólo
se ha documentado una tumba de inhumación reutilizando uno de
los muros como pared lateral de la fosa ; ejemplos parecidos
los encontramos en la mayoría de villas que perviven hasta el
final del siglo V, como ocurre en los Baños de la Reina en
Calpe, donde las inhumaciones llegan incluso a perforar los
muros de la antigua villa (GUTIERREZ LLORET, 1988 a, 332 ;
SIMON GARCIA, 1990) .
Necrópolis rurales pueden ser también las
(86), el Cabezo del Molino (87), Vistalegre
83 .- Vid. supra,
Y10.- la Alcudia .
84 .- Vid. supra, Y34 .-
el cerro de la Almagra .
85 .- Vid. supra, Y33 .- los
86 .- Vid. supra, Y2 .87 .- Vid. supra, Y20.88 .- Vid. supra, Y6 .-
Villaricos .
el Altet.
el Cabezo del Molino .
Vistalegre .
-
71 4
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de el Altet
(88) y los
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
Pontones (89) . La primera parece corresponder a un pequeño
asentamiento rural ubicado en una loma de escasa altura ; la
existencia de la necrópolis propiamente dicha se intuye por la
aparición de restos humanos pero nada se sabe con certeza de
sus características por las condiciones de su hallazgo . En el
Cabezo de Molino se ha encontrado un único enterramiento
múltiple de rito preislámico en el mismo lugar donde aparece
el material de época paleoandalusí . Hoy por hoy y mientras no
se amplíe el área excavada no podemos saber si esta posible
confirmar---cuya
existencia
aún
está
por
necrópolis
corresponde a la fecha de los materiales islámicos o es
anterior ; si correspondiera a los niveles de época islámica,
fechados entre la segunda mitad del siglo VIII y la primera
del IX, tendríamos una evidencia más del origen indígena
hispanorromano de las poblaciones que se asientan en los
pequeños cabezos de la desembocadura del río Segura .
Los ejemplos de los Pontones en Albacete y Vistalegre en
especialmente
significativos ;
ambos
Aspe
(Alicante)
son
corresponden al modelo de necrópolis rurales situadas en un
área distinta a la del poblado, que permanece ¡localizado en
ambos casos . La necrópolis albaceteña no ofrece demasiada
que
fue
excavada
con
rigor
información,
puesto
no
metodológico, pero el ejemplo de Vistalegre permite conocer un
cementerio rural en extensión, con más de 64 tumbas excavadas .
El único ejemplo de necrópolis urbana situada extramuros,
siguiendo la tradición tardorromana, es el de la ciudad de
Iyi(h), en el Tolmo de Minateda, donde se ha localizado una
necrópolis con dos momentos funerarios caracterizados por
ritos de inhumación distintos : uno de preislámico y otro ya
plenamente islámico ; el primero está representado, hasta el
infantil
momento,
por dos enterramientos adultos y uno
doble, colocados en decúbito supino .
89.- Vid. supra, Y29 .- Los Pontones .
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Poblamiento y territorio
Por lo que respecta al ritual, los enterramientos suelen
practicarse en el
interior de
fosas
de
forma alargada,
excavadas en la tierra o la roca . Las fosas pueden ser simples
o presentar determinadas preparaciones : empedrados de grandes
losas en el fondo de algunas sepulturas de Vistalegre y el
Tolmo, recubrimiento de los laterales con lajas clavadas en
los Pontones o revestimiento interno de yeso en Vistalegre y
el Cabezo del Molino ; la mayoría presentan una cubrición
resuelta con grandes losas planas . La orientación de las
tumbas es variable aunque predominan claramente las dispuestas
en dirección O-E o SO-NE ; sólo la tumba de los Villaricos y
una del Tolmo se orientan en dirección NO-SE . El cadáver
siempre se coloca en decúbito supino, con las manos a lo largo
del cuerpo o más frecuentemente recogidas a la altura de la
pelvis, lo que en opinión de E . Cerrillo indica el uso de
mortajas y sudarios de lienzo, de los que sin embargo no se
han hallado restos hasta el momento (CERRILLO, 1989, 99) . La
orientación más generalizada es la que sitúa la cabeza del
difunto en el oeste y los pies en el este, con la única
excepción del enterramiento de los Villaricos, dispuesto al
revés, es decir, con la cabeza en el sureste . En este sentido,
la orientación de los cadáveres de las necrópolis del Sureste
que conozco se aleja totalmente de la que, según Cerrillo
(1989, 96), es dominante en las necrópolis penínsulares desde
el Bajo Imperio y que coloca la cabeza en el este ; quizá pueda
ser este un indicador de la cristianización de- las comunidades
hispanorromanas dei siglo VII, ya que ha sido relacionado con
el hecho de que el difunto mire en dirección al sol naciente
o, lo que es lo mismo, hacia Roma o Jerusalén (MENDEZ y
RASCON, 1989, 173) (90) .
90 .-
Sin embargo,
la orientación puede variar enormente de unas
necrópolis
a otras sin que se
altere por ello la adscripción cronológica o cultural del cementerio ; de hecho la relativamente cercana
necrópolis de Pla de Gaià, en Pego (Alicante), se caracteriza por presentar las fosas orientadas de N.NO
a S .SE,
con la cabeza al norte (GDTIERREZ LLORET, 1988 b,
333) . E . Cerrillo se plantea que incluso la
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
Aparecen con relativa frecuencia enterramientos múltiples,
de dos o tres personas, o bien formando un paquete con los
huesos del antiguo inhumado, que se coloca a los pies del
nuevo, o bien disponiéndolo directamente encima ; en este caso
puede ser que se aparte el cráneo del enterramiento anterior y
se deje a un lado, como ocurre en el Cabezo del Molino . La
única tumba doble del Tolmo corresponde a dos enterramientos
infantiles,
seguramente
inhumados
con poca diferencia de
tiempo . Algunos autores quieren ver en la reutilización de las
tumbas un factor indicativo de la organizacion familiar de los
cementerios (CERRILLO, 1989, 96) .
Los ajuares en las necrópolis de datación avanzada, como
las que nos ocupan, son generalmente escasos o inexistentes,
como en el caso del Tolmo, donde no se ha hallado un sólo
elemento de ajuar . Cuando aparecen suelen ser objetos de uso
personal : un pendiente en el Cabezo del Molino, anillos y al
menos dos hebillas de cinturón liriformes en Vistalegre . Los
objetos de cerámica o vidrio tampoco son muy abundantes,
hallándose representados únicamente en Vistalegre (un par de
ungüentarios de vidrio y dos jarras de cerámica, formas T15 .2
y T15 .4) y en Illici (jarras de la forma T15 .4) .
Las necrópolis islámicas (magábir-)
(91) .
Como
indiqué
al
comienzo
de
este
epígrafe,
las
carácteristicas
del
ritual
funerario
permiten
reconocer
arqueológicamente la confesión islamica del enterrado, ya que
la
inhumación
se
practica
de
acuerdo
una
a
normativa
establecida y que requiere que
el cadáver,
generalmente
amortajado,
se coloque en decúbito lateral derecho en el
proximidad de un edificio de culto o de
la tumba de algún mártir
orientaci6n de las tumbas (1989, 96) .
en
las proximidades puede variar
91 .- Aagábir, plutal de magbar, cementerio en árabe .
-
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
la
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
interior de la fosa ; esta posición debe permitir que el
difunto mire en dirección a la Meca,
estando la fosa
correctemente orientada . Este último aspecto es el que mayores
problemas
plantea,
ya
que
está
ligado
a la
aparente
"desorientación" de las quiblas andalusíes, recientemente
estudiada por A . Jiménez en el caso de las mezquitas (1991, e .
p .) . La gibla es el muro de un recinto sagrado más próximo a
la Meca y siempre se supone que es perpendicular al eje
imaginario que une el mihráb --hornacina abierta en la pared
de la gibla-- con la ciudad del Profeta .
La orientación canóniga sería el este en el caso de
al-Andalus, pero la mayoría de las mezquitas penínsulares se
orientan al sur con un considerable margen de error ; según ha
señalado A . Jiménez, este error tiende a corregirse a partir
de la 2"
fitna y puede deberse a la inicial utilización de
iglesias cristianas para el culto musulmán . Siempre en opinión
de Jiménez, la necesidad de diferenciarse en la orientación
del culto --que en el caso de las iglesias cristianas se
ajustaba bastante bien a la correcta, ya que el altar se sitúa
siempre en el este-- hace que se adopte la convención de girar
un cuarto de vuelta, o lo que es lo mismo 90 2 , a la derecha
desde el altar mayor para situar el mihráb y la gibla . Así, lo
que inicialmente es una convención acaba por convertirse en
una tradicción propia de al-Andalus, dónde las quiblas suelen
situarse al sur .
En el caso de la orientación de las tumbas, se contempla
que éstas deben situarse perpendiculares al eje teórico que
pasa por el mihráb, o lo que es lo mismo, paralelas a la
gibla . Desde este punto de vista, la peculiar y cambiante
orientación de ésta última ha de influir necesariamente en la
disposición de las necrópolis . Es importante señalar este
hecho porque no existe uniformidad ni acuerdo entre los
investigadores respecto a la orientación correcta de las fosas
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
PoblaÉento y territorio
que puede ser de norte a sur, con la cara vuelta al este, o de
este a oeste, con la cara mirando al sur, y todo un abanico de
posiciones intermedias ; lo más generalizado parece ser la
dirección NE-SO (NAVARRO PALAZON, 1986 a ; POZO MARTINEZ, 1990 ;
PERAL y FERNANDEZ, 1990 ; PASCUAL PACHECO, 1990) .
Por lo que respecta al registro estudiado, únicamente
contamos con dos necrópolis islámicas : la de Madinat Iyi(h),
en el Tolmo de Minateda, y la del Cabezo de las Tinajas (92) .
La primera es esencial a la hora de estudiar el proceso de
islamización religiosa --es decir, de conversión al Islam-- de
los
indígenas,
los futuros
muladíes .
Esta
islamización
religiosa
debió de ser relativamente rápida, incluso en tierras de
Tudmir y se puede reconocer arqueológicamente por la aparición
de un nuevo nivel de inhumaciones, acordes con el rito
musulmán, y situadas por encima de las preislámicas . A este
nivel corresponden
doce
cadáveres,
entre adultos e
infantiles, inhumados en decúbito lateral derecho en el
interior de fosas orientadas exactamente igual que las
anteriores, es decir, SO-NE, con la cabeza en el SW y la cara
vuelta hacia el sur, dirección típica de las quiblas de
primera época, a juzgar por el estudio de A . Jiménez . Las
únicas particularidades de estas fosas son, de un lado, su
menor anchura y mayor profundidad, fenómeno adecuado al hecho
de que los cadáveres se depositan de costado, y de otro, la
peculiar cubrición de las mismas ; las sepulturas islámicas
suelen aparecer cubiertas
con lajas, que en lugar de
disponerse en horizontal, aparecen siempre inclinadas hacia el
norte . La estratigrafía de este sector no evidencia una
inclinación topográfica
del
terreno,
por lo
que
cabe
relacionar este hecho con una particular técnica de excavación
92 .- Vid. supra, Y22 .- Cabezo de las Tinajas.
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
de las fosas, que amontona parte de la tierra extraida en el
margen meridional .
Los cadáveres suelen presentar las manos recogidas en la
pelvis y nunca llevan ajuar ; en algún caso pueden existir
piedras clavadas a modo de hitos en las cabeceras, pero no
parece
ser un elemento habitual .
La
necrópolis,
tanto
preislámica como islámica, se sitúa en la ladera norte de la
ciudad, en las inmediaciones de lo que debió de ser la vía
principal de acceso a ésta desde época romana . Es interesante
señalar que el cementerio altomedieval reocupa un espacio
funerario de época anterior, en uso desde el periodo ibérico
hasta el siglo I de nuestra era, al que corresponden dos
monumentos funerarios de sillares . No obstante, la importante
de esta necrópolis reside en el hecho de presentar dos fases
cronológicas muy próximas en el tiempo y que evidencian la
relativa
precocidad
del
proceso
de
conversión
de
las
poblaciones
indígenas ;
esta
islamización
religiosa
--no
conviene olvidar que la social fue más lenta y desigual-- ya
debía haberse producido a principios del siglo IX, puesto que
la vida del yacimiento no se prolonga con posterioridad a
fines de dicho siglo y la necrópolis más extensa corresponde
claramente a la fase islámica . De otro lado, confirma el
mantenimiento del lugar y características de enterramiento
existentes en época visigoda, ya que únicamente varia la
postura del enterrado, que ahora gira el cuarto de vuelta
necesario para volver su vista a la Meca, en lugar de a Roma o
Jerusalén .
El Cabezo de las Tinajas es una necrópolis plenamente
islámica, correspondiente a un poblado de principios del siglo
XI, que evidencia la islamización absoluta de las poblaciones
que habitaban el Bajo Segura . Desgraciadamente, nada sabemos
de
la
necrópolis puesto que
su excavación
sistemática
únicamente
tuvo por objetivo definir la extensión del
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiento y territorio
asentamiento y no pudo excavarse ningún enterramiento en
profundidad . Aun así, los abundantes expolios a que ha sido
sometida la zona evidencian que la mayoría de fosas son
estrechas
y
adaptadas
islámico
de
largas,
al
ritual
enterramiento, y que han sido excavadas en la arenisca del
cerro .
2 .- EL TERRITORIO
In realtà, 1a condizione ideologicamente marginale
di alcuní
tipi di paesaggio è importante per
definire l'ideologia generale di un territorio, 1
cul
mutamenti
riflettono
mutamenti
generali
economici, culturali e percettivi .
G . Traína (93)
El conocimiento y la clasificación funcional de los
asentamientos
no
es
en
sí
misma
más
que
eso :
una
clasificación ; su finalidad es operativa, es decir, permite
definir los diversos tipos de poblamiento e intentar descubrir
su génesis, su evolución o su función . Sin embargo, para que
toda esa información histórica sea productiva es necesario
prestar atención al espacio físico en el que se inscriben esos
poblados y que a menudo organizan y transforman . De esta forma
entramos en el ámbito de lo que ha dado en llamarse
arqueología del paisaje, o lo que es lo mismo, el estudio
arqueológico de las relaciones entre las personas y el
ambiente en el que habitaban en el pasado (BARKER, 1986, 6) .
No obstante, como señala M . Valenti (1988, 14), el objetivo no
es el estudio del paisaje natural modificado por la actuación
antrópica --preocupación más propia de un especialista en
ciencias naturales-- sino el estudio del paisaje actual, en
93 .- TRIANA, °
`Continuità'
Archeologia Medievale, XVI, 686 .
e `visibilitAl :
premesse per una
discussione sul
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
paesaggio
antico",
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
tanto
que
es
el
producto
de
diversas
organizaciones
territoriales que se han sucedido a lo largo del tiempo ; es
decir, interesa más la propia intervención humana --sus causas
y sus resultados-- que la realidad abstracta sobre la que
actúa, partiendo además del convencimiento de que éste es un
proceso histórico --que se produce sobre un espacio pero en
diversos tiempos-- y en el que intervienen factores ecónomicos
y políticos,
que son patrimonio exclusivo de la especie
humana . Sólo así el estudio del espacio físico se convierte en
estudio
del
territorio,
o
mejor
de
los
territorios
históricamente
alternativos,
con
sus
estructuras
de
producción, su historia económica,
su jerarquización,
sus
fronteras, etc (VALENTI, 1988, 14 y ss . ; TORRO, 1990, 16-7) .
Así pues, la intención del epígrafe que ahora se inicia es
la de analizar algunos aspectos inherentes a la transformación
del territorio que he acotado con el referente de Tudmîr ;
sobre todo, aquellos relativos a su organización, explotación
y comunicación y no siempre con el mismo grado de intensidad . .
2 .1 .- LA ORGANIZACION
RURAL
DEL TERRITORIO :
ESPACIO URBANO/ESPACIO
En páginas anteriores me he referido al problema de las
ciudades y su aparente solución de continuidad . Parece claro
que las ciudades, hasta entonces gestoras eficaces de su
territorio, sufren un patente proceso de transformación desde
el Bajo Imperio, que afecta tanto a su expresión física, cómo
a su capacidad de gestión y administración . No obstante, es
evidente que en términos generales ni desaparecen ni dejan de
tener un importante papel, el principal en opinión de muchos
investigadores, en la fiscalidad y en la administración del
territorio . De esta forma, las ciudades tardías del sureste de
Hispania
desarrollan
impresionantes
sistemas
defensivos
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiento y territorio
--documentados arqueo lógicamente en Cartagena, Begastri o el
Tolmo de Minateda-- y en ellas
se ubican las nuevas
expresiones
edilicias
del
poder
político
y
religioso
(palacios, basílicas, edificios de culto, etc .) . Sin embargo,
la pérdida de cohesión en las relaciones ciudad/campo es cada
vez
más
evidente y se
hace patente
en
la paulatina
"ruralización" del paisaje urbano y en el desarrollo de la
inversión edilicia privada en el ámbito rural .
A pesar de estas transformaciones de la realidad urbana,
esas ciudades son todavía las representantes directas de una
relativa expresión territorial, ya que en el famoso tratado de
capitulación del 713 representan, en cierta medida, el espacio
sobre el que tiene autoridad Teodomiro y que obviamente no se
limita al de los diversos recintos urbanos . Sin embargo, las
ciudades consagradas como tales en el Pacto no parecen tener
una continuidad, ni tan siquiera física, con posterioridad al
siglo
VIII,
con
la
única
excepción,
documentada
arqueológicamente hasta el momento, de la ciudad del Tolmo, de
Iyi(h), cuya vida está probada hasta, al menos, mediados del
siglo IX . Esta desestructuración de la relación campo/ciudad
debe
significar,
desde
la
perspectiva
"rústica",
el
fortalecimiento de los grandes propietarios agrícolas, con la
creciente privatización de la propiedad y la vinculación de
las poblaciones campesinas, cada vez más dependientes de los
terratenientes .
Este
proceso
permitió
también
que
ciertos
grupos
campesinos escapasen a este creciente control señorial y
configurasen
pequeñas
comunidades
independientes
de
los
grandes propietarios rurales y autónomas respecto a los
núcleos urbanos; germen de los asentamientos "encaramados",
cuya finalidad defensiva radica en la propia estrategia de
elección del lugar de hábitat, siempre bien protegido por la
topografía o las características de su entorno, y cuya base
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
económica
depende
necesariamente
del
aprovechamiento de
aquellos
ámbitos
que
quedan
fuera
del
control
urbano
--seguramente ya para entonces limitado a su hinterland-- y
del control de los grandes terratenientes --las llanuras
fértiles,
donde
la
organización
de
modelos
agrícolas
normalizados, importados con la romanización, posibilitó el
desarrollo de las villae y los fundí-- . Qué mejor opción que
los "paisajes marginales", en acertada expresión de Giusto
Traina, como el bosque,
los pantanos, las islas o las
montañas ; en suma, lo inculto como contrapunto ideológico de
lo "cultivado" .
Estas poblaciones "huidas" deben proceder tanto de las
propiedades rústicas --donde la exigencia de renta es cada vez
más patente-- como de las ciudades --donde el control social
es menor pero las posibilidades económicas también . Por ello,
tanto una como otro pagaron su parte del costo social de este
proceso : en un caso, la disminución de población supuso un
golpe definitivo para la vida urbana, y en otro, la dispersión
de la mano de obra, no siempre atajada, debió generar la
disminución de la producción y de la superficie cultivada ;
este fenómeno, quizá reflejo del documentado abandono de
algunas áreas de cultivo y de ciertos sectores de las antiguas
villae, ahora ocupados por necrópolis o simplemente aterrados,
ha sido relacionado también con el desarrollo de plagas,
hambres y epidemias (BARCELO, 1978 y GARCIA MORENO, 1986) . Sin
embargo, este fenómeno no implica la despoblación de todas las
explotaciones agrícolas tardorromanas, cuyo control seguirá en
manos de las oligarquías indígenas incluso después de la
conquista islámica . Así, al menos, ocurrió con los hijos de
Witiza, uno de los cuales, Ardabasto o Artúbás para las
fuentes árabes, distribuyó entre diversos jefes sirios cien
explotaciones agrícolas (day " a) de su propiedad, según
Ibn
al-Qutiyya (RIBERA, 1926, 29 y ss . ; VALLVE, 1978, 93 y ss .) .
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Poblamiento y territorio
llegada de los musulmanes supuso --al menos en el
sureste de la Península-- un reforzamiento del proceso de
ocupación de espacios marginales, favorecido por el desorden
Como puso en
social producido por la propia conquista .
evidencia M . Acién (1984 b, 417 y ss .), este fenómeno queda
perfectamente atestiguado en el caso de Málaga, donde el Ajbár
Maymu`a indica que en el momento de su toma la ciudad se
La
hallaba vacía puesto que " . . .sus habitantes huyeron a lo más
elevado de los montes" (LAFUENTE Y ALCANTARA, 1867, 25) . De
forma paralela, se comenzó a extender un nuevo modelo de
organización del poblamiento agrícola de carácter comunitario,
basado en el binomio alquería-hisn y en el desarrollo de los
espacios irrigados a ellos asociados, vinculado al carácter
tribal de los nuevos pobladores bereberes y árabes (GUICHARD,
1976, 1979 ; BARCELO, 1989)
(94) .
La evidencia de estos datos ha llevado a la mayoría de los
a
subrayar el
importante
1990,
e.
p .)
autores
(ACIEN,
deterioro de la vida urbana en el momento de la conquista,
calificándolo incluso de auténtica ruina (MALPICA y GOMEZ,
1989, 2460 ; creo haber insistido en páginas anteriores en la
necesidad de matizar este fenómeno y estudiar los casos
concretos antes de generalizarlo, puesto que la evidencia
arqueológica no siempre es tan obvia y, al menos en algunos de
los ejemplos de Tudmîr o Valencia, esta precariedad de lo
abandono
temporal
o
términos
de
urbano
--plasmada
en
la
posterioridad
a
producirse
con
definitivo-parece
conquista (95) . Que, aun así, la realidad urbana de esos
asentamientos en el siglo VII no tenía nada que ver con la de
94 .-Es
lo
(1990, e . p .) ha definido como un espacio agrícola nuevo, es decir,
producido por los campesinos que organizan comunidades ajenas al control
que H. Barceló
diferente al que había antes,
estatal, con sus alquerías y sus castullos de refugio comunitario .
que siguen habitándose hasta el siglo VIII o más
importancia en el siglo VII dan cuenta los recientes
95 .- Así ocurre en varias ciudades del Pacto,
tarde en algún caso, y en Valencia, de cuya
hallazgos arqueológicos, pero que con posterioridad a esa fecha no ofrece materiales hasta el siglo X.
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
siglos
anteriores
es evidente,
pero que la vida
urbana
continuaba --otra noción de lo urbano, obviamente-- también lo
es . Desde esta perspectiva, no es necesario insistir en el
valor que todavía tienen las ciudades en el proceso de
conquista, cuyo relato en las fuentes no es más que la
explicación detallada de la toma de cada una de ellas .
No obstante, a pesar de esta desarticulación de lo urbano
durante los siglos VII y VIII, la ciudad es, sin duda, uno de
los motores principales de islamización social . El predominio
de
lo
urbano
en
la
sociedad
islámica,
recientemente
argumentado desde una posición teórica e ideológica por M .
Acién (1987), había sido dejado voluntariamente a un lado en
las caracterizaciones de la sociedad andalusf más recientes
(96) . Este "no entrar" a analizar un aspecto teóricamente
definitorio de la realidad social andalusf no deja de ser una
importante paradoja científica de la que el mismo P . Guichard
es consciente ; Así, en la reciente reseña al libro Arqueología
medieval . En las afueras del medievalismo (BARCELO et al¡¡,
1988),
este
autor señala la necesidad de
reintegrar
la
dimensión urbana en los estudios sobre la formación social
andalusf,
para la que* se venia considerando como modelo
adecuado el obtenido únicamente a partir del estudio de las
condiciones
sociales
campo y que defendía
del
la
gran
96 .-
Valgan
como
ejemplo
las
propias
palabras
volontairement de côte tout l'aspect 'mercantile'
son secteur rural et
otros autores (1988,
urbanismo.
de
P.
Guichad
(1979,
41,
n.
3) :
"Je
laisse
et urbain de la société aMalusi pour me concentrer sur
'tributaire'" o la afirmación que preside la introducción al libro de N. Barceló y
18) :
"Se ha
En estos momentos
nivel arqueológico" . No creo
soslayado,
también,
seria ridículo
intentar
que ese vacío de
cualquier consideración sobre las ciudades
sistematizar
y su
conocimientos que apenas existen a
conocimientos sea tal --baste recordar
los trabajos en
Nadínat al-Zahrá' (ACIEN, 1987 ; VALLEJO, 1992) ; Pechina (CASTILLO y MARTINEZ, 1985, 1987 y 1990 ; CASTILLO
et alü, 1987 y 1990) ; Valencia (PASCUAL et al¡¡, 1988 ; RIBERA et al¡¡, 1989), Murcia (NAVARRO, 1986 a,
1987, NAVARRO et al¡¡, 1989) o Mallorca (RIERA, s .f .), por citar sólo algunos ejemplos del sureste de alAndalus
si
lo
ni sea tampoco muy inferior al conocimiento arqueológico del mundo rural ; en cualquier caso,
que falta es
la reflexión y la interpretación, esa es precisamente la tarea que nos compete,
justo y necesario empeño en hacer visibles las comunidades campesinas (BARCELO, 1984-5,
64), puede terminar por hacer invisibles a las ciudades .
porque si no el
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Poblamiento y territorio
autonomía de
62) .
las
comunidades
campesinas
(GUICHARD,
1990
d,
Ante esta puntualización de P . Guichard --matizadora, en
gran parte, de sus propias teorías-- M . Barceló, ha señalado
que si bien las ciudades son efectivamente el lugar del Estado
y de la vida religiosa, su función preferente, al igual que
ocurría en otras épocas históricas, es la de apropiarse, junto
con el Estado, de los excedentes del trabajo campesino ; de ahí
que "els coneixements histórics de major qualitat" sean
aquellos que permitan entender tanto los procesos de trabajo
campesino como su captura por el Estado y las ciudades . Sin
embargo, el reconocimiento de esta realidad no significa su
asunción,
ni
implica que ese conocimiento histórico se
contemple
realmente
en
la
práctica
arqueológica,
donde
sistématicamente se sigue ignorando la realidad urbana . De
hecho, aunque esa relación entre la sociedad campesina y el
mundo urbano sé exprese en términos de apropiación del
excedente, sigue sin explicarse el proceso históricamente : el
problema
radica
en
saber
si
esa
apropiación,
lograda
obviamente contra la voluntad de las comunidades campesinas,
afectó en alguna medida a su autonomía y si este fenómeno fue
inmutable en el desarrollo de al-Andalus . El propio M . Barceló
señala que en época de `Abd al-Rahmân III la tributación
campesina supone el 80 o 90 % de los ingresos totales del
Estado, lo que anula el supuesto carácter mercantil de la
sociedad andalusí (BARCELO, 1984-85, 56 y 63 ; 1990, e . p .) ;
sin embargo, esta alta cifra demuestra también que, al menos,
a mediados del siglo X el Estado se ha convertido ya en un
eficaz "capturador" de la producción campesina . El que muchos
de los funcionarios estatales encargados de recoger el
impuesto residan en las ciudades (TORRO, 1990, 49), sumado al
hecho de que éstas son los mercados
privilegiados donde se
comercializan la mayoría de los productos agrícolas y desde
donde se redistribuyen productos a los centros rurales, como
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
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Poblamiento y territorio
la cerámica vidriada, parece cuestionar la supuesta total
autonomía de los grupos campesinos respecto al mundo urbano o,
al menos, hacer necesario estudiar ese fenómeno en cada
espacio y sobre todo en cada momento histórico (GUICHARD, 1990
c, 1991) .
En cualquier caso, la relación sociedad islámica-ciudades
parece clara (ALIEN, 1987) : el problema radica en conocer la
mécanica del proceso de generación de urbanismo en época
islámica y sobre todo en sus primeros siglos, ya que es
absurdo pretender una continuidad desde épocas anteriores .
Esta potenciación de lo urbano será una labor preferente del
Estado cordobés --aunque también puede obedecer a estímulos
espontáneos, como parece ocurrir en Pechina (ALIEN, 1990, e .
p .-- y se ejemplifica perfectamente, en nuestro ámbito de
estudio, con la fundación de Murcia, creada por el Estado, en
la persona de %Abd al-Rahmán II para los árabes, enfrentados
hasta entonces en un conflicto tribal ; así, Murcia nace con
vocación de disolver esas diferencias
en una realidad
supratribal
y,
por
tanto,
necesariamente
islámica
e
islamizadora, a su vez, del territorio que la rodea .
No obstante, en el territorio de Tudmir y excepción hecha
de Murcia y quizá Lorca (97), el fenómeno urbano no parece
tener demasiada importancia hasta bien entrado el siglo X
(GUICHARD, 1980 c, 135) . Antes de esta fecha se asiste a un
proceso de disolución de los núcleos urbanos de origen
anterior, como ocurre con Mula, Illici, Iyi(h) o Begastri, del
que sólo se salvan --con una evidente solución de continuidad- Alicante y Orihuela, que incluso así no se convierten en
97 .- El carácter urbano de Lorca en el siglo IX parece confirmarse en la referencia de al-Ya`qûbi,
quien señala que sólo
Lorca,
junto con la
inubicada al-'Askar,
tenían mezquitas con púlpito para
la
predicación en Tudmir . Este dato se apoya en la relativa abundancia de sabios y letrados de este origen
en los repertorios redactados a principios del siglo XI
(GUICHARD,
1980 c,
he señalado que tal desarrollo no es patente en el registro arqueológico .
- 728-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
134 y ss .) . Sin embargo,
ya
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
auténticas mudun hasta principios del siglo XI . Estos datos
parecen indicar que el desarrollo del mundo urbano es parejo a
la islamización completa de la sociedad, proceso culminado en
el califato y cuya plasmación material es arqueo 1ógicamente
legible a principios del siglo XI . Mientras el proceso se está
desarrollando, resulta difícil estudiar las relaciones del
mundo rural y el urbano, y la presencia del segundo en el
priero parece débil e imperceptible ; es el momento en que
dominan los sistemas de producción y consumo locales y no
existe
una
significativa
distribución
de
los
productos
urbanos . En el siglo X y sobre todo en el XI, la homogeneidad
de los registros materiales de los asentamientos rurales y
urbanos es evidente y parece indicar la profunda relación y la
participación de los primeros en las redes de distribución
organizadas desde los segundos .
2 .2 .LA EXPLOTACION DEL TERRITORIO :
EL ESPACIO
DE
PRODUCCION .
El paisaje marginal : lo que no es campo
ciudad .
LA
ni
Seria a todas luces impracticable el análisis de todas las
formas de explotación económica que desarrollan los diversos
tipos
de asentamientos ;
este empeño
exigiría un estudio
arqueológico territorial de todos los espacios de producción
campesina y urbana, acompañado de un completo análisis de los
registros
faunísticos,
palinológicos,
paleobotánicos
o
medioambientales,
inabordable en el estado
actual de
la
investigación y, menos aún, desde un esfuerzo individual .
Partiendo por tanto de las propias limitaciones de mi estudio
he considerado oportuno tratar, sin embargo, algunos de estos
espacios que, por sus características, pueden convertirse en
modelos
de
dos
estrategias
económicas
distintas
aunque
vinculadas a una misma opción social .
En justicia debo
advertir que este análisis es ciertamente sesgado puesto que
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
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Poblaniento y territorio
sólo se refiere a los territorios marginales,
es decir,
aquellos que, como indiqué con anterioridad, quedan al margen
del
control
urbano y,
sobre
todo,
del
de
los grandes
terratenientes
llano .
que
poseen
las
explotaciones
agrícolas
del
La razón de esta inclinación es doble : de un lado, los
asentamientos elegidos reunen los registros más completos,
aunque no siempre proceden de actuaciones sistemáticas ; de
otro, permiten valorar el papel que esos espacios marginales,
a veces incluso considerados nocivos o perniciosos para la
vida
humana,
juegan
en
el
panorama
del
poblamiento
altomedieval . Esta vindicación no supone la infravaloración de
los espacios tradicionalmente considerados "óptimos" para el
asentamiento humano --sobre todo llanos fertiles y cuencas
fluviales-ni
la
creencia
de
que
éstos,
en
términos
generales, se abandonaran para la producción ; nada más lejos
de mi intención . simplemente indica la necesidad de analizar
los territorios desde la óptica del pasado y no desde la
óptica actual ; G . Traina lo ha expresado con gran lucidez al
afirmar que "il paesaggio antico non pub essere considerato in
termini attualizzanti : transformazioni maggiori e minori, e
rivoluzioni
tecnologiche,
hanno
portato
a
un
mutamento
radicale dei criteri di razionalità, dando le basi per una
nuova mentalità e per una mutata percezione degli elementi
paesistici" (TRAINA, 1989, 685) .
Así, este autor subraya que esos paisajes marginales, que
no son urbanos ni rurales en sentido estricto --bosques,
pantanos y lagunas, islas o montañas-- contribuían ya
en
época
romana
a
la
economía
general,
y
la
escasez
de
referencias a estos ámbitos responde más a una concepción
ideológicamente marginal
de
estos
ambientes
--ajenos,
en
principio,
a
la
ordenación
catastral
propia
de
la
romanización-, que al hecho de que no formaran parte real de
- 73 0-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiiiento y territorio
una economía mixta . En cualquier caso, y al hilo de la
reflexión de Traina, estos espacios marginales parecen cobrar
una singular importancia, tanto documental como arqueológica,
en la Alta Edad Media ; fenómeno que ha sido tradicionalmente
paisaje agrario
vinculado al concepto de decadencia del
romano, con el abandono del campo cultivado y el avance de lo
inculto (TRAINA, 1986) . sin embargo, en opinión de G . Traina
(1989, 691), esto no significa un incremento general de tales
espacios, sino un cambio en la percepción de los mismos . Sólo
puede
abordarse
el
fenómeno
de
desde
esta
perspectiva
"conquista" de las áreas tradicionalmente improductivas por
parte de poblaciones que proceden --mejor, que huyen-- de los
espacios óptimos ; quizá la clave de este mecanismo esté en
comprender que los espacios que ahora se ocupan son realmente
mas "productivos" para las pequeñas comunidades que allí se
establecen, que sus propios lugares de origen ; es precisamente
su carácter marginal y su escaso valor a ojos de los
propietarios de las explotaciones agrícolas del llano fértil,
lo que las convierte en una fuente de recursos naturales y en
un valioso
complemento
(ALBERTONI, 1988) .
para
la
supervivencia
del
grupo
2 .2 .1 .- El Zambo, un ejemplo de asentamiento de altura .
Ya he hablado con anterioridad de las características
físicas de este asentamiento, que lo convierten en un ejemplo
Se trata de un monte
típico de poblado de altura (98) .
alargado que domina, junto con el cerro de la Mola, la margen
derecha del río Vinalopó, que forma aquí un valle encajado . El
cerro del Zambo tiene una altura máxima de 467 m sobre el
nivel del mar, pero lo que le confiere su particular valor
defensivo es su carácter de monte aislado, que domina el fondo
del valle desde sus casi 200 m de altura relativa . El área
98 .- Vid. supra, Y5 .- el Zambo.
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
habitada
parece
abarcar
la
cumbre
alargada
del
cerro
y
extenderse por la ladera suroriental ; se aprecian restos de
estructuras cuadrangulares de mampostería irregular dispuesta
en seco, pero no se ha podido documentar ninguna planta
completa .
La fotografía aérea permite observar una linea
perpendicular al relieve a media altura de la ladera, que
quizá pueda corresponder a algún tipo de cierre, aunque sobre
el terreno no se aprecia con claridad y el valor defensivo del
emplazamiento viene dado por la propia topografía del cerro
que permite dominar todo el valle del Vinalopó desde Elda a
Novelda .
La reconstrucción del entorno original es particularmente
difícil puesto que el propio yacimiento y su entorno han
sufrido recientes
e intensas transformaciones .
En primer
lugar, la ladera habitada está actualmente cortada por el
desmonte de un camino destinado a permitir la colocación de un
repetidor en la cumbre del cerro, labor que pudo ser detenida
cuando el camino había sido prácticamente concluido ; por otro
lado, la parte inferior de la ladera suroriental, así como los
cerros adyacentes, fue totalmente alterada para albergar una
inmensa
balsa
destinada
a
transformar parte del
secano
tradicional de la zona . La reciente introducción del regadío,
con la rápida transformación de los cultivos tradicionales y
la
extensión
de
la
viña,
hace
prácticamente
imposible
reconocer el entorno agrícola original (LOPEZ y ROSSELLO,
1978, 524-5) .
Actualmente, el monte del Zambo se halla muy afectado por
la erosión que ha acarcavado profundamente sus laderas ; la
vegetación predominante es el matorral bajo y espinoso, con la
asociación característica del espino negro y el palmito o
espinar alicantino, hoy muy degradado (LOPEZ y ROSSELLO, 1978,
126, 512) . Aunque la viña domina en la actualidad el paisaje
agrícola circundante, todavía se observan restos de cultivos
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
de cereal de secano en su entorno ; por otro lado, al norte del
cultivos
hortícolas,
encuentran
algunos
yacimiento
se
los
dispuestos alrededor del cauce del río . Sin embargo,
procedente
de
varios
fauna
medieval,
estudios
de
la
yacimientos del valle del río Vinalopó --en concreto, algunos
tan próximos como el vecino castillo de la Mola--, parecen
demostrar que en los siglos XIII y XIV --y es de suponer que
también con anterioridad-- existieron importantes superficies
boscosas en el valle, atestiguadas por la presencia de restos
de ciervo y, sobre todo, de corzo (BENITO, 1990, 157 y ss .) .
Miguel Benito aventura, en ausencia de estudios palinológicos,
que podría tratarse de un bosque abierto de tipo mediterráneo
con predominio de la encina (Quercus ílex) o del pino (Pinos
aparecer en
esta
última
que
suele
halepensis),
especie
casi siempre en zonas
condiciones de cierta degradación,
potencialmemte correspondientes al encinar (LOPEZ et al¡¡,
1992, 22) . Tampoco resultaría extraña la existencia de bosques
de ribera, con olmos (Ulmus mínor) y chopos (Populus nigra),
en las orillas del propio río Vinalopó o en alguna de las
ramblas cercanas al yacimiento .
El registro arqueológico del Zambo ha proporcionado restos
la existencia de hoces se
de dos hoces y un cencerro ;
relaciona obviamente con el cultivo de cereal o, quizá, con la
recolección de hierbas y forrajes . El cultivo en pequeña
escala de cereales panificables --fundamentalmente trigo o
cebada, pero también avena, mijo y panizo (BANQUIERI, 1988,
II, 75 y ss . ; VALLVE, 1982, 278 y ss .)-- parece lógico en el
marco de una comunidad rural autosuficiente ; las hoces no
tienen por qué vincularse necesariamente a un cultivo de
secano, ya que el cereal puede recibir también algún riego más
la
o menos esporádico . No se debe descartar, por tanto,
con
agricultura
pequeñas
áreas
irrigadas
existencia
de
promiscua, dada la proximidad del río y de las dos ramblas que
bordean el monte (AZUAR, 1989 a, 363) . En cualquier caso, el
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
registro cerámico
del asentamiento ha proporcionado numerosos
ejemplos de grandes y medianos contenedores (formas M10, T10,
T11 Y T12), aptos para almacenar productos líquidos y sólidos,
como vinagre, aceite, harina o grano . La aparición de una
esquila de pequeño tamaño --unos siete centímetros de altura
se relaciona inequívocamente con la existencia de actividad
ganadera en el asentamiento,
preferentemente de óvidos o
cápridos, a juzgar por
sus reducidas dimensiones ; parece más
probable,
por
su
mayor
adaptabilidad
y
resistencia,
la
preferencia
por el ganado caprino, también muy adecuado como
complemento de una economía doméstica de base mixta (leche,
carne y piel) ; no obstante, esta es una suposición que sólo el
estudio de los registros faunísticos podrá verificar en el
futuro .
De otro lado, el tipo de despoblado y las características
de su cultura material permiten relacionar al Zambo con el
patrón de asentamiento propio de las poblaciones de origen
indígena
"encastilladas" ;
es
decir,
aquellas
procedentes
seguramente de las explotaciones rurales del llano, que han
optado por una fórmula económica basada en la explotación del
saltus montensis y en la que incluso puede tener una gran
importancia la predación sobre las explotaciones del llano de
las que procedían, a juzgar por el ejemplo de la fortaleza de
Monterrubio, a la que me referí con anterioridad (99) (ALIEN,
1989 ; 1990, e . p .) . Sin embargo, la descripción del castillo
de Jotrón --que domina desde su altura los cultivos, viñas,
espeso arbolado y anchos pastizales, para los que es "puerta y
cerrojo" (VIGUERA y CORRIENTE, 1981, 171)-- indica claramente
cual es la base económica de estos asentamientos, propios de
comunidades indepedientes que han ocupado espacios marginales
como
los
montes :
una
agricultura
destinada
a
la
autosuficiencia
y
practicada
en
las
inmediaciones
del
99 .- Vid. supra, capitulo V, epígrafe 1.2 .2 .- poblados de altura .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
asentamiento, complementada con una ganadería de pequeño porte
y conel aprovechamiento del entorno . Este proporciona pastos
para el ganado, leña, fibras vegetales, como el esparto o el
proteínicos a la dieta alimenticia de
lino y suplementos
origen vegetal --en forma de recolección de frutos y bayas-- y
animal --recolección de caracoles y caza menor (sobre todo
conejos y aves)-- . Esta última actividad, que debe tener una
gran importancia como complemento nutricional, no siempre ha
sido debidamente valorada ya que su elemental tecnología la
hace difícilmente reconocible por la arqueología ; así, lazos,
cepos, redes o engrudos (100) permiten, con toda seguridad,
enriquecer una dieta escasa en proteínas de origen animal
(101) .
2 .2 .2 .marjal .
Los
cabezos
del
Bajo
Segura,
los
habitantes
del
La supervivencia de estas comunidades de aldea depende,
como he dicho, de una estrategia de ocupación de territorios
marginales ; la opción más frecuente, y la única atestiguada
por las fuentes en el caso andaluz, es la subida a los montes,
de por sí inaccesibles y más o menos boscosos . Sin embargo,
existen otros paisajes y espacios naturales incultos y, por
de vista
agrícola,
tanto,
improductivos
desde
un
punto
susceptibles de ser ocupados :
las zonas húmedas (lagunas,
100.- El uso de un engrudo o liga para capturar pájaros comunes,
tubérculos
del
ajonje
convenientemente
mezclados con
medieval, es un arte de caza tradicional (POLERO,
CHALMETA (1988,
485) . Sobre la
aceite,
si
bien
obtenido del cocimiento de los
no
está
documentado
1984, 15) y una referencia a su uso se
importancia de la caza y las diversas
en
época
encuentra en
técnicas utilizadas en el mundo
islámico o el cristiano, ya bajomedieval, pueden verse, entre otros, los tratados de Moamin (1987) o el
libro de Caza del rey Modus (1985), si bien ambas obras corresponden a una valoración de la actividad
cinegética totalmente diversa de la que aquí se supone .
101.- Un cuadro económico muy semajente al aquí expuesto es el que ofrece el asentamiento del Pic
y seguramente, los yacimientos del Forat, en Crevillente, o Peña María,
Negre (TORRO y FERRE, 1986, 135)
en Lorca .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaxiento y territorio
pantanos,
saladares
y
marjales) .
Ya
señalé en el capítulo
anterior (102) que en algunas regiones del sureste de Italia,
J . M . Martin y G . Noyé (1988 a, 502) habían detectado la
continuidad relativa de asentamientos protegidos por lagunas
con posterioridad al siglo VI . Esta tendencia también se
constata en la franja costera del cono suroriental de la isla
de Sicilia, donde los pantanos son abundantes (CORRAO, 1988) .
En el territorio de Tudmir se ha podido documentar este
fenómeno en una de las regiones donde más abundan las áreas de
estas características : el curso bajo del río Segura, y es de
suponer que se constatará, en el futuro, en otras zonas de
similares características geográficas, tengan su origen en
cuencas endorreicas (lagunas y pantanos) o bien se trate de
espacios anfibios costeros (albuferas y lagunas litorales)
(BOX AMOROS, 1987, 18 y ss .) . Muchas de estas zonas bajas y
pantanosas, con independencia de su origen geomorfológico, se
designan con el término marjal --procedente del étimo árabe
mary (
), prado o pradera--, indicio de uno de sus usos
.
preferentes en época islámica . El espacio del Bajo Segura
mantiene todavía en la actualidad algunas lagunas y zonas
húmedas, como el Hondo de Elche o las
salinas de Santa Pola,
conservadas gracias al uso económico que les confirió la
actividad antrópica --la obtención de sal, la regulación de
los
recursos
menor
medida
la
actividad
hídricos
y
en
cinégética--, puesto que de no ser así seguramente habrían
sido
desecadas
y
bonificadas
en
pro
de
una
actividad
supuestamente más productiva : el uso agrícola .
Sin embargo, estos humedales, no son más que jalones y
vestigios de lo que en la antiguedad debió ser un vasto
complejo lagunar, que en el Cuaternario reciente llegaría, a
modo de inmenso entrante marino, hasta las sierras de Orihuela
102.- Vid, supra, poblamiento, epígrafe 1.2.1., nota 51 .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiento y territorio
(FERNANDEZ GUTIERREZ, 1986) . Este gran espacio
ha sufrido un proceso de colmatación progresiva, favorecido
por los aportes de sedimentos de los dos ríos que en él
desembocan : el Vinalopó por el norte y el Segura por el oeste .
No obstante, a fines del siglo XVII, como se aprecia en un
mapa de la Gobernación de Orihuela (103), todavía existía un
extenso humedal continuo desde Albatera a Guardamar, si bien
ya físicamente separado de la albufera de Elche (actuales
salinas de Santa Pola)
(SANJAUME y GOZALVEZ, 1978) . Este
sector pantanoso del Bajo Segura sufrió en el siglo XVIII
diversas desecaciones emprendidas por el Cardenal Belluga (las
y Crevillente
Pías Fundaciones) y el Marques de Elche (Bassa Llarguera) y
continuadas en el presente siglo por iniciativas particulares
Nacional
de
Colonización
(saladares
de
y
del
Instituto
Esta
Albatera)
(CANALES,
1985 ;
CANALES
y
VERA,
1985) .
supuesto
la
bonificación
paulatina
e
histórica
ha
transformación completa del paisaje altomedieval del tramo
inferior del Segura y plantea un problema inicial : el estudio
del poblamiento no tiene sentido si tomamos como parámetro
ambiental el aspecto actual de este espacio ; es necesario, por
tanto, reconstruir en la medida de lo posible el paleoambiente
correspondiente al patrón de asentamiento estudiado .
Esta reconstrucción sólo puede apoyarse en
documentales --escasas pero de gran valor--, en la
y los estudios paleoecológicos, la toponimia o la
histórica --limitada en gran medida al plano del
las fuentes
arqueología
cartografía
siglo XVII,
antes mencionado, y al del Reino de Valencia de 1584 . La
referencia documental más antigua es el conocido texto de
al-%Udri (AL-AHWANÎ, 1965, 1), que según la traducción de
Molina (1972, 44) dice así :
103 .- Reproducido en la Revista de
Archivos, Bibliotecas y Museos, XLIV, lám. I .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
habitantes de la ciudad de Orihuela abren una acequia
que arranca de sus tierras hasta llegar al paraje denominado
al-Qatrullát . Su cauce (104) concluye al Sur de este paraje,
en la náhiya llamada de al-Muwallidin, en dirección a la
alquería conocida por al-Yuzaira (Yazira) . De allí el río se
dirige hacia el mar, siendo conocido aquel lugar con el nombre
" . . .Los
de a1-Mudawwir ."
a pesar de la ambigüedad de algunas frases, se
deducen dos importantes datos para nuestro estudio : de un
lado, el carácter pantanoso de la desembocadura del río,
ocupada por la albufera de Daya-Guardar hasta su desecación en
el siglo XVIII, y que se atestigua por el topónimo del que
toma nombre la alquería allí enclavada : la isla o la zona que
se anega periodicamente, Yazira (105) . Ya me referí con
anterioridad a la posible situación de esta alquería que,
aunque incierta, se ubica en la margen derecha del Segura, al
este de Algorfa, según se deduce del análisis del Repartimento
de Orihuela (TORRES FONTES, 1989) . Así pues, cabe suponer que
el río Segura perdería su cauce definido a partir de la zona
actual de Almoradí-Algorfa, para diluirse en un conjunto de
canales y meandros entrelazados (BOX AMORAS, 1987, 212), como
todavía ocurre hoy con el río Vinalopó, que se pierde en los
De
él,
humedales de Santa Pola . De otro lado,
claridad el tipo de poblamiento de esa
104 .- al-s .q .y .,
parece
tener el
sentido de riego
(sage),
el texto indica con
comarca --náhiya-- o
regadío (sigï)
o corriente
(sagqï),
más
que de cauce . La ambigüedad del término y del sentido de las últimas frases, que pueden referirse al
riego del río o de la acequia, ha dado lugar a interpretaciones diversas como la de J . Vallvé (1986,
160)
quien traduce " . . .Termina el riego por el sur hasta la zona de Almoradí
(al-Yazira) y
.4
R Antonia
allí desemboca el río en el mar,
Martínez
Nuñez
en el lugar llamado Almodóvar
y a Carolina Domenech
(al-Nwalladin) y la `isla'
(al-Nudawwar) ." . Agradezco a
Belda las puntual¡ zaciones
a la
traducción
de
este
párrafo .
105 .- Yazira, según el dicionario de Arabic Topographe and Placenames (GROOM, 1983, 129), tiene el
sentido de espacio o tierra que emerge cuando el nivel del agua baja, además de los más comunes de isla
o península . Así lo interpreta, por ejemplo, J. Souto en el caso de Zaragoza (1992) ; una versión latina
del mismo concepto puede verse en R. Martí (1988), con el sentido del término
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insula .
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaziento y territorio
región en sentido vago, que se encuentra en la parte más baja
del río
Segura :
los Muwalladîn o muladíes,
es decir,
poblaciones de origen indígena, ya convertidas al Islam .
Esta descripción, adecuada para un contexto del siglo XI,
puede completarse con la reconstrucción del medio físico que
permite hacer el Repartimierto de Orihuela . Esta importante
fuente histórica, cuyo estudio ha sido abordado recientemente
por R . Azuar y yo misma (AZUAR y GUTIERREZ, 1992, e . p .),
permite
delimitar el
espacio agrícola del
siglo XIII,
distinguiendo las áreas irrigadas y explotadas agrícolamente
de aquellas que permanecen incultas . Como hemos señalado en el
trabajo antes mencionado, la plasmación cartográfica de los
datos procedentes de la quinta y la sexta partición del
término de Orihuela, permite delimitar con bastante exactitud
el perímetro del marjal que se extendía por el tramo inferior
del llano de inundación del río Segura ; las tierras que se
reparten en estas particiones --las últimas-- son precisamente
las peores y más marginales, ya que se sitúan en las
" . . .fronteras de los armargales et de los saladares . . .", de
forma que la mayoría de ellas " . . .en tempo de moros nonqua
foron sogueadas . . ." (TORRES FONTES, 1988, 89 y ss .) . El resto
de la información que puede obtenerse del repartimiento hace
referencia al espacio cultivado y regado por un complejo
sistema de acequias ; a pesar de su gran interés histórico,
estos datos no tienen relación con el problema aquí tratado,
puesto que el sistema de regadío del Bajo Segura --claramente
vinculado a la medina de Orihuela-- parece tratarse de un
diseño realizado entre fines del siglo X y la primera mitad
del XI . Es, por tanto, un fenómeno relacionado con el
desarrollo del mundo urbano y posterior a la época histórica
que aquí trato ; de hecho, su desarrollo supondrá, entre otras
cosas,
la desaparición de la estructura de poblamiento
altomedieval que ahora pretendo analizar (GUTIERREZ LLORET,
1992 ; AZUAR y GUTIERREZ, 1992, e . p .) .
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Poblamiento y territorio
Así pues, al menos en el siglo XIII, aproximadamente todo
el espacio que engloba la isohipsa de los 10 m sobre el nivel
del mar debía ser un humedal, formado por auténticas lagunas
permanentemente inundadas, como el Hondo de Elche, y zonas con
láminas de agua poco profundas y niveles fluctuantes, que
Este
forman los marjales y saladares propiamente dichos .
espacio fluctuante debía extenderse por el norte desde Santa
Pola a Albatera, bordeando el cono de deyección del río
Vinalopó y el glacis de la sierra de Crevillente ; por el
oeste, debía seguir la curva de los 10 m, desde el sur de
río
Segura,
bordeando
encontrase
con
el
Albatera
hasta
Almoradí y Daya Vieja, situadas seguramente en el límite de la
zona inundada (106) . En el centro de esta inmensa albufera,
separada del mar por un cordón de dunas móviles, se erguía la
sierra del Molar, que debía ofrecer el aspecto de una isla en
mitad de la marisma (107) . Este panorama del paisaje del Bajo
Segura debe completarse con la existencia de otras zonas
húmedas de dimensiones más reducidas, situadas preferentemente
llano fluvial ;
Se trata
borde montañoso y el
entre el
generalmente de áreas deprimidas del interior, que actúan como
sales en
cuencas receptoras de aguas de escorrentïa con
estos
espacios produce
disolución .
El
escaso drenaje de
encharcamientos periódicos y las sales que se depositan en
ellos por efecto de la evaporación forman unos característicos
actual
106 .- En este sentido resulta cuanto menos tentador relacionar el topónimo "Almoradf", población
1,- sin embargo, no existen formas
de la Vega Baja del Segura, con el al-xuwalladin de al-'U&-
intermedias documentadas que atestiguen la transformación con certeza, puesto que en el repartimiento de
Orihuela
topónimo
ya
aparece Almoradí
de
Daya,
(TORRES FONTES,
generalmente
relacionado
1988,
con
10,
el
28,
60,
étimo
92,
day'a
105,
etc) ;
(propiedad
cuestión
rural),
aparte es
aunque,
el
según
comunicación de D. Bramons, también puede tener el sentido de "agua estancada" .
107.- En esta sierra no se ha detectado ninguna evidencia de poblamiento.tardorromano o emiral, a
pesar de la intensa labor de prospección efectuada en la zona ; este dato es especialmente significativo
porque los relieves que perimetran el marjal se caracterizan precisamente por la abundancia de
de esta cronología . No puede argumentarse la inhabitabilidad del espacio porque esta
estuvo
poblada
en época ibérica, como lo demuestran los restos de los asentamientos de la Escuera
sierra
y el Molar y de sus respectivas necrópolis (ABAD y SALA, 1992, e. p.) .
asentamientos
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
suelos blanquecinos y salitrosos, especialmente adecuados para
uno
de
los
ejemplos
más
una
vegetación
halófila ;
característicos es el de los Saladares de Orihuela, situados
en las inmediaciones de la sierra de Hurchillo .
Los estudios paleoecológicos realizados en el yacimiento
de la Rábita de Guardamar han confirmado el carácter pantanoso
de la desembocadura del Segura . Las excavaciones sistemáticas
del conjunto han puesto en evidencia la importancia de los
humedales en el entorno de la rábita . Así, se observa el
predominio absoluto de pólenes de quenopodiáceas lo que, según
M . Dupré, podría indicar una vegetación halófila poco variada
en taxones y característica del saladar (AZUAR, 1991) ; de otro
lado, el estudio de la malacofauna, abordado por L . Rico y C .
Martín, demuestra la existencia de especies de caracoles
propias de ambientes marismeños o litorales rocosos, hoy
inexistentes en el entorno del asentamiento ; por último, el
analisis de los restos óseos parece señalar la convivencia de
la marisma y el marjal, con bosques abiertos, característicos
quizá de los cabezos y sierras que orlan la margen derecha del
río Segura (AZUAR et al¡¡, 1989, 153 y ss .) .
La prospección arqueológica del área ha documentado
numerosos asentamientos, cuya magnitud nos es desconocida aún .
El poblamiento así definido se concentra en las inmediaciones,
o incluso en el interior, de los marjales y responde a un
patrón de asentamiento homogéneo : generalmente ocupan cabezos
aislados que, a pesar de su poca altura, o bien son auténticos
hitos del paisaje o bien se sitúan en las laderas de los
relieves que orlan el valle y el marjal (GUTIERREZ LLORET,
1992) . Los núcleos de poblamiento hasta ahora localizados
ocupan preferentemente dos áreas : el saladar de Orihuela -donde se ubican los Cabecicos Verdes o el Cabezo de
Pinohermoso-- y la ribera meridonal del gran marjal de la
desembocadura del Segura, entre Algorfa y Guardamar, donde se
- 74 1-
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Pobluiento y territorio
sitúan,
entre otros, el Cabezo del Molino, el Cabezo de
Canales, el Cabezo Soler y la propia Rábita . Por último,
inmerso en los saladares de Albatera, sobre un grupo de
cabezos aislados con un manatial de agua, se encuentra el
asentamiento del cabezo de la Fuente que, en mi opinión, puede
corresponder a la alquería de Tall a1-Jattáb (108) . Este
esquema de poblamiento parece tener un origen tardorromano
aunque, a juzgar por la cronología de los materiales, debe
generalizarse entre el siglo VIII y mediados del IX ; con
posterioridad a esta fecha, y hasta el siglo XI, se continúan
pero su organización
habitando muchos de estos cabezos,
poblacional responde a otros estímulos distintos de los que
aquí quiero analizar .
Me preocupa ahora la explicación histórica de un fenómeno
de poblamiento aparentemente paradójico ; la pregunta es ¿por
qué
se
ocupan
precisamente
aquellas
áreas
que
son
improductivas
por
excelencia,
a
más
de
insalubres? .
La
respuesta se encuentra en la reflexión de G . Traina, planteada
al comienzo de este epígrafe :
no se puede abordar el estudio
de un paisaje o de un ambiente antiguo con los prejuicios que
encierra la percepción de la misma realidad de la actualidad .
Las zonas húmedas son consideradas desde la Edad Moderna -- o
mejor, han sido consideradas, puesto que en la actualidad más
reciente comienzan a ser valoradas y protegidas como ambientes
de
gran
diversidad
riqueza
biológica-y
espacios
improductivos a más de malsanos e insalubres, verdaderos focos
de enfermedades como el paludismo y las fiebres tifoideas ;
ésta es, sin ir más lejos, la visión de F . Braudel en su ya
clásico libro sobre el Mediterráneo en tiempos de Felipe II
(1987, 78 y ss .), donde plantea la "conquista de la planicie",
es decir, la bonificación de las tierras bajas, como "el
triunfo sobre el agua malsana" ; la bonificación para Braudel
los.- Vid, supra, poblamiento, epígrafe 1 .2.4.
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
es, en realidad, un "bello sueño" humano y, además, un
obviamente
esfuerzo
ininterrumpido
en
la
historia
y
"progresivo" (109) . Este, y no otro, es el pensamiento que
alumbra los proyectos de desecación, deudores evidentes de la
metalidad ilustrada, preocupada por la salubridad pública, y
de la doctrina fisiócrata, que ve en el desarrollo de la
producción agrícola el mejor síntoma del progreso nacional, y
que tendrá como colofón la famosa "Ley Cambó", ya en el
presente siglo .
Sin embargo, esta percepción del marjal no tiene por qué
ajustarse a la visión altomedieval o, al menos, a parte de la
misma . Obviamente, las zonas húmedas nunca fueron las mejores
tierras para el asentamiento humano, cuyo óptimo eran, sin
duda, las llanuras fértiles ; estas eran las áreas donde se
propiedades
rústicas
--a
causa
venían
situando
las
precisamente de sus adecuadas condiciones agrícolas--, cada
vez más concentradas y con mayor capacidad de control social y
de vinculación de los campesinos . Desde esta perspectiva, es
lógico suponer que los marjales --igual que los montes-- eran
áreas
muy
productivas
para
pequeñas
comunidades
independientes, precisamente por ese carácter marginal que las
hacía tan poco atrayentes para otros sectores de la sociedad :
así pues, la ocupación de los marjales no es más que una
estrategia distinta de aprovechamiento del saltus y del
inculto,
que se constata también en otros lugares del
Mediterraneo . De su valor como ambientes productores de
variados recursos dan idea las concesiones de estos espacios
109 .- "Y las consecuencias son en todas partes las mismas : acqua, ora vita, ora porte ; sólo que,
este
caso,
el
agua
no
quiere
decir vida,
sino
muerte .
Inmóvil,
juncos y cañaverales; y en el verano conservan cuando menos,
forma inmensos
pantanos
erizados
en
de
la peligrosa humedad de los bajos fondos o
tremedales, bordeados por los característicos laureles rosados. De aquí las temibles fiebres palúdicas,
flagelo
de
las
planicies
durante
la
estación
cálida"
(BRAUDEL,
1978,
diametralmente opuesta de tan peyorativo concepto de las zonas húmedas,
81-82) ;
para
una
visión
junto con una valoración de los
prejuicios históricos al respecto, puede verse Traina (1986, 1988 y 1989) .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
que
se hacen
1988, 359) .
a
la
iglesia
en
la
Sicilia
medieval
(CORRAO,
Los marjales, y en general cualquier zona húmeda, son
ecosistemas fluctuantes y "explotadores" de nutrientes," por
tanto, se caracterizan por una alta productividad estacional
que les capacita para generar una gran cantidad de vida por
unidad de tiempo y superficie (DELIBES y CAMOYAN, 1981, 22 y
ss .), lo que supone que su biomasa es muy superior a la de los
terrenos agrícolas y sólo comparable a la de las selvas
tropicales (BOX AMOROS, 1987, 20) . La cuestión primordial es
ahora el uso que el hombre puede hacer de esta ingente
capacidad de producir materia viva . La explotación antrópica
del marjal es una constante histórica y puede alcanzar grandes
rendimientos : su gran diversidad biológica, tanto en especies
vegetales (cañas, juncos, carrizos o barrillas) como animales
(piscifauna y avifauna, principalmente), puede ser aprovechada
en forma de pesca, caza o recolección . Los rendimientos de la
caza y la pesca en estos espacios son tan importantes que en
Alicante, por citar un ejemplo cercano, el rey Alfonso X se
reserva los derechos de tales actividades en las albuferas de
su término (110) . Las especies animales mejor representadas
son, sin duda, las aves (anáticas y zancudas) (111), aunque no
del
110 .-
"Et de lo que pescaren o cazaren que non drecho nenguno en Alicant fuera de
Sennior que son vedades." ;
Sevilla,
25
de
octubre de
1252 .
(MARTINEZ
MORELLA,
las Albuferas
1951,
3,
14-15;
HINOJOSA MONTALVo, 1990, 334-5) .
111 .-
La
gran
riqueza
avícola de
los humedales alicantinos ya
impresionó
al
Infante D.
Juan
Manuel, muy interesado por su potencial cinegético : " . . .et en los armarjales, en las lagunas cerca del
puerto de Santa Pola, hay muchas garzas et muchos vítores, mas son muy graves de tomar . Et .non se pueden
tomar con falcones sinon en la manera que dirá adelante, colmo caza Don Joan las garzas en la mar del
puerto de Cartagena, las lagunas et armarjales de los barcos, et de Caral, et de Almurady, et de Ladaya,
et de
los cabazuelos
que dicen de
Don Manuel, et
en el
acequia que Don Manuel
mandó facer.
mas son
Et
en
muy graves de
dichos, hay muchas garzas et muchos vítores,
tomar con falcones . Et á las oriellas destos armajales contra Crivillen, á las veces, falla homme ánades
en lugares que las pueden cazar con falcones . Et en todo este campo hay muchas gruas et buen lugar para
Albadera, en todos los lugares,
las cazar; en guarda mar non hay otra ribera sinon la mar et el
cazar las garzas con falcones ."
rio de Segura, et son muy graves de
(JUAN MANUEL, 1983, 107-8) .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
sido tradicionalmente consumidas por el hombre en
razón de la poca calidad de su carne (112) ; no obstante, la
recolección de huevos, practicada hasta fecha reciente en
Doñana (DELIBES y CAMOYAN, 1981, 23), siempre ha sido una
todas
han
importante fuente de nutrientes .
El aprovechamiento de las especies vegetales se atestigua
en el siglo XIV como una de las actividades económicas que
todavía, y cada vez con mayores cortapisas, desarrollan los
moriscos (FERRER MALLOL, 1988, 109 y ss .) ; es el caso del
la
elaboración
de
en Crevillente
para
junco,
utilizado
esteras ; la sosa, obtenida de la calcinación de diversas
especies de quenopodiáceas propias de los saladares (sobre
todo, del género Salsola y Salicornia), que era vital en la
fabricación de vidrio y jabón (GIL OLCINA, 1975) o de las
cañas, con multitud de usos ; elenco que podría completarse con
otros productos obtenidos del entorno no húmedo, como el
esparto .
Sin embargo, uno de sus usos tradicionales más importantes
está vinculado a la ganadería, ya que los marjales --como
indica su propio nombre en árabe-- son excelentes pastizales,
fundamentalmente de ganado bovino, a pesar de que esta cabaña
al-Andalus
demasiado
importante
en
no
debió
ser
nunca
(CHALMETA, 1988, 486) ; sin embargo, la aparición de restos de
buey en la Rábita --aunque no demasiado abundante y orientado
consumo-demuestra
su
agrícola
que
al
más
al
trabajo
particulares
conviene
olvidar
que
las
existencia .
No
condiciones ambientales del entorno pueden incidir en una
a
la
realidad
distorsionada
respecto
modalidad
ganadera
112 .- Al respecto Ibn Tmar al-Bayzâr (Hoamin)
señala que " . . .toda la carne que sea daves dagua e
como son las aves que comen las ranas e las que crían en las navas e en los
tremedales e en las aguas estantías, todas son pesadas e malas." (HOANIN, 1987, 33-4) .
que ayan mala olor, assí
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Poblamiento y territorio
general de al-Andalus (113) . Estos pastos también permiten la
del
como ocurría en las marismas
ganadería de équidos,
Guadalquivir en época de al-Hakam II (114) y sigue ocurriendo
actualmente tanto en Doñana como en la Camarga . Su presencia
se ha atestiguado en la Rábita por escasos restos óseos de
Equus caballus y Equus asinus (BENITO, apud AZUAR et al¡¡,
y por una pequeña herradura inédita,
1989,
153
y ss .)
reducidas
juzgar
por
sus
un
asno
a
correspondiente
a
dimensiones . Una referencia significativa al tipo de actividad
ganadera que se desarrolla en este espacio es la captura en
1296, durante la conquista del Reino de Murcia por Jaime II,
de algunos moros de la Daya con vacas, yeguas y otras cabezas
de ganado (FERRER MALLOL, 1988, 119) . En cualquier caso, el
uso pecuario de estos espacios queda fuera de toda duda y se
subraya por el hecho de que una de las concesiones que obtiene
la aljama de Crevillente de la Corona a principios del siglo
XIV, es la continuidad del derecho en el uso de los pastos de
Albatera y los marjales, como era tradición secular (FERRER
MALLOL, 1988, 120, apéndice, doc . 57) ; derecho, por cierto,
que será rápidamente arrebatado .
De esta forma, los marjales se perciben no ya como lugares
cuyo
sino como medios feraces,
improductivos y malsanos,
aprovechamiento "inteligente" puede garantizar por sí sólo la
subsistencia de las comunidades que en sus inmediaciones se
asientan ; esa es, por tanto, la razón principal de que sean
de
"liberar
la
tierra de
hecho, el
afan
ocupados .
De
pantanos", acción considerada en sentido genérico como buena y
113.-
Conviene
recordar
la
referencia
aclimatación por parte de los sirios
del
del búfalo en
propio
P.
Chalmeta
(1988,
486)
a
una
posible
las marismas del Guadalquivir, en base a un dato
sobre el consumo en Córdoba de un queso fabricado con leche de este animal .
114 .criados en
En
el
Kugtabis de
las marismas
de
Ibn H,ayyân se relata
Sevilla y Niebla
la
llegada a Madinat al-Zahrá' de
(GARCIA GOMEZ,
1967,
120,
149) .
potros
Otra
y potrancos
referencia
a
la
importancia de estos pastos, situados preferentemente en las islas Mayor y Menor del Guadalquivir, puede
verse en el Dikr bilid al-Andalus (MOLINA, 1983, 67-8) .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblatiento y territorio
de
las
simpatias
de
los
provechosa,
no
gozó siempre
campesinos, que en su desecación no veían tanto el progreso
general, Como la desaparición de una fuente de recursos rica
y, sobre todo, independiente . Sin embargo, las comunidades que
allí se refugian, y cuyo origen es evidentemente indígena,
entrarán paulatinamente en contacto con las nuevas poblaciones
que comienzan a asentarse en la zona a partir de mediados del
siglo VIII . Este asentamiento está atestiguado por las fuentes
--recordemos las alquerías de Tall al-Jattáb y de Tarsa dadas
a un yúndí-- y el contacto con las poblaciones indígenas se
las series cerámicas que
documenta
en el análisis de
caracterizan estos asentamientos --ahora comienzan a aparecer
formas totalmente ajenas a las tradiciones tardorromans, como
jarros, hornos de pan o .arcaduces-- . La aparición de una de
estas formas, el arcaduz, creo que se convierte en un
indicador claro del proceso de aculturación de los grupos
indígenas,
que ahora comienzan a experimentar la nueva
tecnología agrícola en su propio medio, por otro lado muy
similar al originario de los grupos árabes .
De esta forma, deben comenzar a desarrollarse los primeros
espacios hidráulicos en los pequeños valles situados entre los
piedemontes de los cabezos y el borde fluctuante del marjal .
Como ha sido señalado en un trabajo reciente (AZUAR y
GUTIERREZ,
1992,
e . p .), esta explotación agrícola debe
organizar elementales sistemas de regadío que elevan el agua
con ruedas hidráulicas, sean de "corriente" o de "sangre" --lo
que explica la aparición de arcaduces en la mayoría de los
cuando
no
aprovechen
las
inundaciones
asentamientos--,
esporádicas de estos espacios, producidas por las crecidas
Estas invasiones
estacionales del río Segura en Otoño .
hidráulicas, racionalizadas y controladas, lejos de ser un
enormes
permiten
el
aporte
anual
de
elemento
nocivo,
cantidades de nutrientes,' técnica agrícola documentada y
famosa en otros lugares de Tudmir (POCKLINGTON, 1989 c) e
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
incluso en la Cataluña cristiana (MARTI, 1988) y que ha sido
practicada
hasta
nuestros
días
(MORALES,
1968-69) .
Seguramente,
la designación de la alquería de al-Yazlra,
situada en este espacio, hace referencia a este mecanismo por
el cual las tierras se anegan periodicamente . El temprano
asentamiento de egipcios en tierras de Tudmir hace tentador
relacionar la introdución de estas técnicas con
la llegada de
los egipcios, sin duda muy familiarizados con ellas, y así lo
han hecho algunos autores como R . Pocklington (1989 c) (115) .
Lamentablemente,
estos primitivos espacios agrícolas serán
prácticamente imposibles de documentar por la arqueología,
dado que generan escasos elementos reconocibles y puesto que,
además,
las
zonas
en
cuestión
se
hallan
profundamente
transformadas
actualidad .
en
la
Su existencia
se
deberá
inducir de las evidencias indirectas, como los arcaduces, pero
sus consecuencias son obvias :
el contacto de los grupos
indígenas con poblaciones islamizadas acabará por aculturar a
las primeras, integrándolas en sus estructuras sociales y
religiosas ; el proceso de islamización se habrá completado ya
en el siglo XI --gracias además al propio estímulo que supone
la Rábita--, cuando el único referente al pasado de los
habitantes del Bajo Segura sea la vaga designación de la
región como la de los muladíes .
Esta época, o quizá finales del siglo XI, debe suponer
también el fin del patrón de asentamiento que caracterizó este
espacio en la Alta Edad Media,
ya que ninguno de los
asentamientos pervive después de esta fecha . La causa debe
buscarse
en
desarrollo
una
importante
el
de
huerta,
dependiente
115 .-
El
y
propio
características que el
vincualda
al-`Udri
Nilo
de
señala
Egipto"
a
que la
la
ciudad
tierra de
(AL-AHWANI,
Tudair
1965,
de
Orihuela,
" . . .está regada por un
1 ;HOLINA,
1972,
generalmente repetida por la mayoría de autores árabes como al-Himyarî
43) ;
que
río de
descripción
se
iguales
que será
y al-Haggari, quien señala que
"La cora de Tudmir se llama Nipr [Egipto], por parecerse mucho a este pais : su río la inunda en una época
determinada del año,
1989, 375) .
luego las aguas se alejan y se realiza la siembra como en Egipto ."
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
(POCKLINGTON,
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaniento y territorio
extiende desde ésta hasta los mismos bordes del marjal (AZUAR
y GUTIERREZ, 1992, e . p .) . Esta transformación del patron de
asentamiento no implica, evidentemente, que se abandone el
aprovechamiento de los recursos del marjal que, como hemos
visto, siguen explotándose en el siglo XIV y durante toda la
Baja Edad Media ; se trata más bien de una transformación de la
base económica preferente de los habitantes del Bajo Segura,
que ahora es, sin duda, la explotación agrícola del alfoz . De
de saladares y marjales
serán
esta
forma,
los recursos
extraidos por los habitantes de Albatera, Almoradí, Algorfa,
La Daya y otras alquerías, en lugar de por los habitantes de
los antiguos asentamientos aquí estudiados, ahora despoblados .
2 .3 .- LA COMUNICACION
CIRCULACION .
DEL
TERRITORIO :
EL
ESPACIO
DE
LA
No es mi intención desarrollar aquí un estudio de vías y
caminos, ni tan siquiera plantear un estado de la cuestión,
por varios motivos : un estudio vial responde a unos problemas
específicos y requiere una metodología propia ; evidentemente,
el análisis del espacio de la circulación, tanto de personas
fundamental
para
comprender
la
como
de
mercancias,
es
percepción del territorio en una época histórica . Ese análisis
sólo puede abordarse contemplando la dimensión arqueológica,
lo cual no siempre se cumple con el rigor que debiera,
corriéndose el riesgo de
describir caminos espacialmente
coherentes pero despoblados en la realidad arqueológica . Ahora
bien, un estudio arqueológico, aun haciendo del poblamiento
uno de sus objetivos principales de análisis, no tiene por qué
ser sinónimo de un estudio vial y el que aquí abordo no lo es .
Esta afirmación puede parecer paradójica pero responde a un
convencimiento personal : el localizar y fechar una serie de
despoblados --lo que trasladado a un mapa serán los puntos
habitados-- no basta para dar por supuestas las relaciones
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
físicas entre ellos y, menos aún, trazar los caminos que los
unen, verdaderas expresiones materiales de esas relaciones . El
requiere
necesariamente
la
análisis
de
un
eje
viario
prospección sistemática del espacio por el que discurre, la
localización de sus posibles restos (rodadas, empedrados,
puentes) y la contrastación de sus variaciones históricas ; el
estudio del poblamiento que vertebra será, por tanto, un
aspecto más a contemplar en este estudio --fundamental, como
ya he dicho-- pero no el único .
Creo que esta reflexión, unida al contenido de las páginas
que la preceden, bastaría para explicar por qué no pretendo
convertir mi investigación en un trabajo sobre las vías del
sureste de al-Andalus en el momento de su formación . El
conjunto de asentamientos estudiados es realmente un muestreo
que tiene mucho de aleatorio y que no puede servir, en sentido
estricto, para describir los caminos, puesto que depende de la
intensidad de la prospección . Hechas estas objeciones, podría
plantear en estas páginas el estado de la cuestión de los
estudios viales, pero ni tan siquiera esto tiene demasiado
sentido, puesto que ha sido abordado recientemente en varios
trabajos a los que me remito (116) ; el objetivo de estas
líneas ha de ser, por tanto, otro distinto . Mi intención es
únicamente la de referirme a algunos aspectos de las vías que
tienen una singular relación con el concepto mismo de la
transición ; el más adecuado, en mi opinión, para abordar el
estudio del período que nos ocupa y que imbrica necesariamente
la destrucción dei mundo romano y la formación de al-Andalus,
116. En concreto, han sido recientemente publicadas tres obras de síntesis --dos colectivas y una
individual-- que reflejan bien las lineas y las tendencias actuales de la investigación sobre vías . Por
orden
cronológico
cabe
Congreso sobre vías romanas de sureste, celebrado
caninos de la Región de Murcia (GONZALEZ
voies de communication de l'Hispanie meridionale (1990) . A éstas
mencionar el
(GONZALEZ BLANCO, 1988) ; la obra colectiva Los
obra de P.
Sillibres Les
trabajos puntuales de MOROTE
(1989 a) .
en
Murcia
BLANCO,
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
1986
hay que sumar los
(1979) ; SILLIERES (1977 y 1982) ; LLOBREGAT (1983) ; RUBIERA (1985 a)
- 750-
en
1989) y la
y AZUAR
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
no como dos realidades sucesivas sino
paralelas de un mismo proceso historico .
como
dos
lecturas
Con el dominio de los caminos acontece algo similar a lo
que ocurre con las ciudades, los riegos o la edilicia . Parece
ser un lugar común de la investigación que los caminos de
al-Andalus, leídos a través de los itinerarios descritos por
diversos geógrafos árabes, no son más que las viejas vías
romanas
ligeramente
transformadas o
reparadas
(THOUVENOT,
1940, 493) . Así, en el caso del sureste A . Carmona (1989 a)
señala que los árabes encontraron en al-Andalus " . . .un sistema
de comunicaciones heredado de la época romana, que enlazaba
los
centros
urbanos
entre
sí
y
éstos
con
los
núcleos
rurales ." . De esta forma, parece que "la red viaria del mundo
árabe debió de ser prácticamente la misma que en época romana,
reutilizando y en algunos casos reparando caminos y puentes"
(RUIZ y MUÑOZ, 1988, 70)
o bien, como señala nuevamente A .
Carmona, " . . .acortando en muchas ocasiones, pues no tenían
inconveniente en pasar por lo hondo de los valles, mientras
que las calzadas antiguas daban rodeos para mantenese en las
cotas altas" (CARMONA, 1989 a, 153) . Que se encontraron las
vías romanas es un hecho incontestable, el problema es cómo se
las encontraron ; en otras palabras, cuál era el estado de las
vías romanas cuando ya no tenia sentido la sociedad que las
concibió y para qué podían servir entonces .
Para contestar a esta pregunta es necesario partir de una
lúcida reflexión de A . González y M . Amante (1989, 137),
quienes señalan que los caminos artificiales cobran sentido en
función únicamente de sus puntos de origen y destino, de forma
que " . . .mientras tales puntos de referencia existieron hubo
gentes que por uno u otro motivo necesitaron relacionarse de
extremo a extremo y recorrieron tales caminos" . El resultado
es obvio : " . . .sólo subsitió aquella parte del sistema viario
romano
que
discurría
entre
puntos
que
no cambiaron su
- 75 1-
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
ubicación,
que no desaparecieron . . ." . De esta forma,
la
estructura física puede permanecer si es sólida, y en el caso
de las calzadas romanas suele serlo, pero su uso ha de
transformarse necesariamente a lo largo de la historia, puesto
que varían las condiciones sociales que las generaron .
Es sobradamente conocido que el auge de Cartagena en la
Antigüedad Tardía supuso el desarrollo de un complejo sistema
vial para articular la Provincia Carthaginiensis, de la que
ahora se convirtió en capital (MUÑOZ, RUIZ et alli, BERROCAL,
RABAL, BELMONTE, etc, apud GONZALEZ BLANCO, 1988 ; GONZALEZ y
AMANTE, 1989) ; de forma paralela, su decadencia y la posterior
creación de Murcia supusieron el traslado del centro de
gravedad político y social de la región, de manera que el
viejo trazado costero de la Vía Augusta hasta Cartagena perdió
valor e importancia, reforzándose, en contrapartida, el eje
Murcia-Lorca-Pechina o Murcia-Córdoba (SILLIERES, 1990, 602 y
ss .)
(117) .
Otro ejemplo que también afecta al tramo
septentrional de la Vía Augusta, en su contacto con la cora de
Valencia es el trazado alternativo propuesto en su día por M ° .
J . Rubiera (1985 a) y confirmado arqueológicamente por R .
Azuar (1989 a, 151 y SS .) ;
según las fuentes árabes y
cristianas, parece que la vía que procedía de Játiva y en la
antigüedad llegaba hasta un lugar desconocido, situado en las
proximidades de Fuente la Higuera, para desde allí adentrarse
117.- Es necesario advertir que el trazado de esta vía entre Illici y Thiar --mansión, ésta última,
identificada con San Ginés en el campo de la Horadada
donde procede un miliario
(PEREZ y BERROCAL, 1988 ; SILLIERES, 1990, 317), de
(MAYER y GARCIA, 1988 ; ABASCAL,
1990, 268)-- sigue planteando
problemas, al
menos a su paso por la Vega Baja del Segura, donde se ubica un importante pantano. Llobregat propuso en
su día un
itinerario
siguiendo el
cordón
litoral
(1983,
240) ; P.
Sillibres parece inclinarse por un
trazado más o menos lineal que, cruzando el Vinalopó por un puente, atravesaría el marjal, bordeando la
Sierra del Molar por su
falda occidental, para
cruzar el
Segura
a la
altura
de Rojales,
atravesando
nuevamente la albufera de Daya-Guardamar (1990, 370) ; no se puede descartar que la vía rodeara realmente
la zona húmeda, bajando por Crevillente hasta Albatera, para desde allí bordear el marjal por la actual
huerta .
En
cualquier
caso,
parece
evidente
que
en
época
tardorromana
y,
posteriormente,
en
época
islámica el eje desciende desde Elche a Orihuela por el piedemonte de la Sierra de Crevillente, pasando
por esta
población y por Albatera
(al-Butayra), donde al-Idrisi señala
claramente que está el
(MIZAL, 1989, 92) .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
parador
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblauiento y territorio
(MOROTE, 1979 ; LLOBREGAT, 1983),
lugar de dar ese largo rodeo, en época medieval utiliza
corredor de Onteniente-Bocairente, para dar directamente
Villena (AZUAR, 1989 a, 355) .
en el Valle del Vinalopó
en
el
en
otro ejemplo de importante transformación vial --o mejor
en este caso, relanzamiento-- es el del eje que unía Carthago
Nova y Complutum, estudiado hasta Saltigi por P . Sillières
romano,
atestiguado
por los
(1983) ;
este importante eje
numerosos miliarios que de él proceden a pesar de no estar
recogido en ningún itinerario clásico, debió adquirir una gran
importancia en la época tardía, ya que es la vía que une
prueba
arqueológica
de
este
Cartagena
con
Toledo .
La
desarrollo, responsable directo de la mención detallada que
se halla en el importante
al-%Udri hace del itinerario,
asentamiento que domina su curso, en el lugar en que confluye
con una vía secundaria que une la alta Andalucía ci~n Valencia :
el Tolmo de Minateda o la ciudad de Iyi(h) .
Una red estructurada de calzadas fue, desde siempre, una
preocupación del Estado romano y más con posterioridad a las
que centralizaron el sistema de
reformas de Diocleciano,
en última
tranporte público, cuyo mantenimiento dependía,
AMANTE,
1988) .
instancia,
de
las
ciudades
(GONZALEZ
y
Lógicamente, la perdida del control administrativo y fiscal de
sistema
político
éstas
últimas,
unida
a
la
crisis
del
influir
negativamente
en
su
centralizado,
hubo
de
mantenimiento . El sistema vial romano era una obra sólida y
En el
eficaz pero al mismo tiempo tremendamente frágil .
momento en que los caminos dejan de reparse, su operatividad
pasa a ser pácticamente nula :
ya no funciona el eficaz
servicio de postas
(118)
ni de mansiones y los caminos
118.- En este sentido es significativa la referencia del Ajbár Naymi'a,
cuando Yûsuf al-Fihrî
es
informado de la llegada del futuro 'Abd al-Rahmân i a al-Andalus, por un esclavo que venía montado en la
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblamiento y territorio
comienzan a ser impracticables, se privatizan y en ocasiones
son ocupandos por cultivos ; el deterioro del espacio vial
romano es ya imparable,
pese a los esfuerzos del Estado
Visigodo por detenerlo (SILLIERES, 1990, 601) . Al hilo de esta
reflexión, es muy importante aportar al debate la evidencia
arqueológica proporcionada por el yacimiento del Tolmo de
Minateda .
En
este
asentamiento,
la
excavación
sistemática
ha
permitido documentar un impresionante sistema defensivo, al
que me he referido con anterioridad, y que parece poder
fecharse entre los siglos V y VI . Esta construcción tiene por
objeto fortificar el acceso principal a la ciudad que discurre
por la ladera rocosa, flanqueándolo por un gran baluarte
avanzado ; al mismo tiempo que se diseña y construye la obra,
se remodela el camino original
que debía haber quedado
inservible, tallándolo nuevamente en la roca . Las carriladas
marcadas en la superficie rocosa y en el umbral de la puerta
evidencian que el camino se pensó para permitir el acceso de
tráfico rodado hasta la plataforma superior de la ciudad,
donde se aprecian aún huellas de carriladas .
Todo este
conjunto se destruyó en un momento indeterminado del siglo
VII, desplomándose parte del forro de sillares del gran
baluarte sobre la calzada rupestre . Este derrumbe nunca fue
retirado y la solución práctica que se dio al problema fue la
de ir subiendo progresivamente el nivel de la puerta, hasta
tres veces consecutivas, y remodelar el sistema defensivo
desde otros parámetros .
Podría pensarse que el derrumbe obligó a amortizar el
camino e impidió que el tráfico rodado entrara desde ese
momento en la ciudad,
pero en realidad el argumento es
inverso : el derrumbe no se retiró porque no era necesario, ya
nula de su mujer, ya que " . . .El hambre había desorganizado las postas y no las había entonces"
y ALCANTARA,
1984,
78) .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
(LAFDENTE
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblailiento y territorio
que los 'carros habían dejado de entrar en Iyi(h) hacia tiempo .
La prueba de esta afirmación procede del propio registro
arqueológico : una de las rodadas, ya muy marcada a su paso por
la puerta,
apareció cegada por una piedra alargada que
realzaba el umbral ; por lo tanto, la refacción de la puerta,
que no presenta ya el desgaste característico producido por
las ruedas de los carros, pone de manifiesto que los vehículos
rodados no entraban en la ciudad antes de que la puerta se
destruyera ;
desde
esta
perspectiva,
es
lógico
que
los
habitantes de la ciudad de Iyi(h) no se preocuparan de liberar
el camino de obstáculos que impedían el tráfico rodado, si
éste ya no circulaba tiempo atrás .
Este dato arqueológico obliga a replantear un problema
hasta ahora soslayado por quienes defienden, curiosamente, la
continuidad en el uso de los vías romanas : el final del
tráfico rodado . Diversos autores insisten en el hecho de que
el tráfico rodado era muy poco frecuente en al-Andalus,
prefiriéndose el transporte de mercancías a lomos de mulas,
animal también utilizado para el transporte humano (CARMONA,
1989) . Thomas Glick (1991, 30 y ss .) señala que tal tendencia,
favoracida por el mal estado general de las carreteras, seria
ya patente en época visigoda y se desarrolló con posterioridad
a la conquista . Efectivamente, el dato del Tolmo de Minateda
parece apuntar en esa dirección . Así pues, cabe plantearse si
esa supuesta continuidad del sistema vial romano en la Edad
no requiere,
media
cuando menos,
alguna matización .
Los
caminos romanos, auténticas carreteras, estaban pensados para
permitir la circulación de vehículos con ruedas, aptos para el
transporte ; su desaparición sólo puede ponerse en relación con
la imposibilidad física de circular . Desde este punto de
vista, la continuidad de los caminos es relativa : obviamente,
en la mayoría de los casos discurren por los mismo lugares -entre otras cosas por que son los más adecuados-- y aprovechan
las calzadas ya trazadas, siempre que se ajusten a los nuevos
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Poblaiiento y territorio
itinerarios ; sin embargo, su concepción es totalmente distinta
y responde a otras necesidades sociales y económicas, asaz
diferentes . El desarrollo de una trama urbana y la estabilidad
política del califato supondrán un replanteamiento del espacio
vial, ahora más coherente e integrado, y su plasmación, como
señala Sillières (1990, 606), ya no tendrá nada que ver con la
estructura anterior .
Para cerrar este epígrafe es necesaria una última
referencia al otro gran espacio de circulación de Tudmir : el
marítimo . Este territorio no se comprende sin su temprana
actividad portuaria, ya reflejada en el hecho de que gran
parte de los rabadíes cordobeses embarcaran precisamente desde
estos puertos hacia Alejandría y el norte de Africa (LEVIPROVENQAL, 1982, 111) .
Este itinerario no es casual y
responde realmente a uno de los caminos marítimos entre
oriente y occidente más practicados en la Edad Media, a juzgar
por la descripción que hace Ya'gñbi de la entrada en alAndalus ; según este autor, para ir desde Tunez a al-Andalus
debe costearse el litoral magrebí hasta Tenés para desde allí,
tras sólo un día y una noche de navegación, llegar a las
costas de Tudmir (ARCAS CAMPOY, 1971, 90) . Más significativa
aún es la descripción que hace al-Bakrî de las costas de
Ifrîgiyá, comparando los puertos del norte de Africa con los
del sureste de al-Andalus, desde Almería a Mallorca, y pasando
por Áskûbiras
(Escombreras),
Aqila
(Aguilas),
Qartáyanna
v
(Cartagena), Qabtil Tudmir (¿Mar Menor?), S ant Búl (Santa
Pola), Lagant (Alicante), Mudaira (Moraira), Monte Qarûn
(¿Montgó), Dániya (Denia) y Banisku1a (¿Peñiscola?) (EPALZA,
1986) .
Por último, no hay que olvidar la intensa actividad
comercial y corsaria, desarrollada entre ambas costas a fines
del siglo IX y protagonizada por marineros --bahries--,
procedentes de estos enclaves costeros situados entre Alicante
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Volver al índice/Tornar a l'índex.
Poblamiento y territorio
y Almería, cuyo resultado fue su asentamiento en distintos
puertos del norte de Africa --como Tenés, Orán, Bona o Bugía-y la fundación de la propia Bayyána (Pechina) (LEVI-PROVENÇAL,
1982, 223-4) . El hecho de que al-Bakri señale que estos
marineros
fondeaban en el puerto antiguo de Askûbiras
(Escombreras) antes de desembarcar definitivamente en Pechina,
ha sido puesto en relación por algunos autores con el
desarrollo de la piratería, favorecida precisamente por el
carácter periférico de estas costas, alejadas de los centros
de poder y, por tanto, espacios marítimos de °alto rendimiento
económico" (MOLINA, 1986, 251) . Al hilo de esta reflexión, E .
Molina (1986, 251) vincula a este fenómeno el precoz auge
comercial que alcanzan ciertos núcleos costeros del Sureste a
mediados del siglo IX, aunque se cuestiona el desigual
desarrollo de enclaves como Askúbiras, frente al carácter
urbano que pronto logra Bayyána . Molina considera que la
elección de Bayyána como asentamiento definitivo de los
bahríes viene determinada por sus características físicas :
mejor puerto y mayor cercanía a las costas africanas . Sin
embargo, quizá haya que buscar una explicación social y no
geográfica para el desarrollo de Pechina ; el hecho de
árabes yemeníes estuvieran asentados en el solar de la fui .
ciudad desde época de £Abd al-Rahmân II es quizá el elemento
decisivo que explica la opción . La alianza de árabes e
la verdadera
indígenas permite, sin estímulos estatales,
urbanización de Pechina a fines del siglo IX (ACIEN, 1990, e .
p .), que es precisamente lo que todavía tardará en alcanzarse
en el caso de Escombreras, Aguilas, la propia Cartagena, e
incluso Alicante, una de las más precoces .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
VI .- CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
Una vez expuestas las razones que me han llevado a
acometer
este
estudio y
los
problemas
teóricos
que
lo
enmarcan, en el primer capitulo ; presentado el corpus de
materiales en el segundo y efectuado su análisis, desde la
doble perspectiva de la cultura material y del poblamiento, en.
los dos restantes, llega ahora el momento de valorar las
reflexiones vertidas en páginas precedentes . Como P . Guichard
ha señalado en diversas publicaciones, a las cuales me he
referido abundantemente en las páginas de este estudio, uno de
los problemas más importantes de la ceramología medieval es el
de su incierta cronología, que es necesario manejar con
extrema prudencia .
el trabajo que ahora
En este sentido,
concluyo contiene una propuesta cronológica para los diversos
tipos de cerámicas altomedievales del Sureste de al-Andalus ;
se trata evidentemente de una propuesta flexible y en absoluto
categórica, puesto que otra pretensión seria absurda en el
estado actual de la investigación . Como hipótesis que es está
sujeta a verificaciones ulteriores que confirmen o refuten lo
propuesta
de
datación
que
aquí
se
contempla
como
una
aproximada, cuyo objetivo es únicamente el de hacer avanzar el
conocimiento
cerámicas
--las
de
los
"siglos
sobre
unas
carecían
de
significación
oscuros"-que
hasta
ahora
cronológica .
Por este motivo, uno de los esfuerzos más importantes de
este trabajo ha sido la elaboración de una clasificación de
las producciones, que sirva como referente posterior . Esta
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
clasificación no es una tipología en sentido estricto y sólo
es adecuada --si así lo demuestran futuros trabajos-- en el
ámbito regional para el que fue concebida : el Sureste . El
objetivo de esta clasificación no es meramente taxonómico
--aunque tal preocupación es muy licita en cualquier trabajo
científico,
puesto que la
ordenación de un conjunto es
necesariamente el paso previo a su estudio-- sino más bien
cronológico .
Como
ya
he
señalado
repetidamente,
la
preocupación principal con la que abordé el estudio del
registro cerámico altomedieval era la de hallar unos atributos
materiales reconocibles y fechables, que hicieran inteligible
la información arqueológica procedente de los yacimientos de
esta
época .
Creo
que
la
propuesta
de
seriación
cronomorfológica
--es
decir,
la
definición
de
conjuntos
cerámicos con significación temporal-- que se ofrece en estapáginas puede ser útil en este sentido y puede tener un cierto
valor histórico .
Bien es verdad que la arqueología, como señala Guichard,
dispone únicamente de cronologías relativas "que no siempre
son de mucha utilidad cuando se trata de confrontar los
documentos arqueológicos con las grandes líneas de evolución
histórica conocidas por otras series documentales" (1990 d),
pero también es cierto que se debe hacer un esfuerzo por
lograr una confluencia . Si no es así, se corre el riesgo de
situar
material
en diversos
momentos
un
mismo
fenómeno
históricos
o
de
interpretarlo
desde
opticas
sociales
totalmente opuestas ; es el caso del asentamiento de altura de
Monte Mollet que, como puso en evidencia M . Acién (1989, 1423), ha sido puesto en relación unas veces con un supuesto
limes bizantino y paralelizado con fortificaciones de la misma
cronología en el norte de Africa, y otras, se ha vinculado a
grupos autónomos próximos en cuanto a su estructura social a
la organización tribal (GUICHARD, 1983 b, 181-4) ; o tambíen,
el del fortín de Almisérat, cuya edificación, según Bazzana
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
(1990,
106),
puede
deberse
tanto
a
la
la
primera
"fitna
bereber" como ser la expresión del poder del Estado . De un
lado la paradoja es evidente, pero de otro parece claro que
los textos no la van a solucionar ; habrá, por tanto, que
exprimir la arqueología hasta donde se pueda .
Aspectos especialmente significativos a la hora de abordar
el estudio de las cerámicas son los que competen a sus formas
de
producción . El analisis de la tecnología revela la gran
importancia que alcanzan las cerámicas modeladas a mano, con
pastas muy bastas, en los registros de época altomedieval ; se
trata de un fenómento generalizado, que afecta a ambas riberas
del Mediterráneo desde fines del siglo V y que se hace
tardorromanos
y
emirales ;
en
los
asentamientos
SUPw~:: :_
generalmente la reducción del repertorio formal a unas pocas
series de carácter plurifuncional, es decir, adecuadas a usos
diversos . Este "pobre" panorama productivo --causa evidente
del
desinterés
los
investigadores
por
este
campo
de
arqueológico-- se viene relacionanado, en las pocas ocasiones
en que ha sido estudiado, con . la decadencia generalizada de la
sociedad romana, fruto de la inestabilidad políca y social,
que terminó por provocar un brutal "atraso tecnológico", cuya
consecuencia ¡inmediata fue el olvido del uso del torno de dos
ruedas y de los hornos de cocción de doble cámara .
Este primitivismo concordaba bien con el parecido de estas
cerámicas altomedievales y sus predecesoras de la prehistoria,
con las que a menudo se confundían, y permitía defender
continuismos aberrantes de las tradiciones locales, que se
suponía habían pervivido por debajo de fenómenos históricos
tan
significativos
socialmente
como
la
romanización .
El
estudio de estas "cerámicas groseras y decadentes", al decir
de los investigadores de la posguerra, se consideraba un
fenómeno marginal,
escasamente significativo y carente de
interés histórico, y su visión era obviamente peyorativa .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
Sin embargo,
los estudios actuales han comenzado a
demostrar, gracias a su sistemática, que las cerámicas a mano
son muy abundantes en los niveles posteriores al siglo V,
hasta el punto de ser las producciones características de los
siglos VII y VIII . Si hasta ahora no se había señalado su
abundancia era precisamente porque se de.sprecïaban a causa de
porque
se
consideraban
su
nulo
valor
cronológico
o
prehistóricas . La proliferación de las producciones a mano
coincide con el fin de las importaciones africanas y esa
coincidencia no es casual ; en realidad, podría decirse que el
fin del comercio a larga distancia, característico del mundo
romano, condiciona la regionalización de las producciones
desarrollo de estas cerámicas .
Las cerámicas a mano ya eran en época bajo imperial una
producción relativamente importante y comercializada, incluso,
--como
demostró
Peacock
(1982)--,
a
largas
distancias
coexistiendo con las producciones "industriales" finas . Su
razón de ser era su óptima adaptación a un sector de la
demanda, a causa de sus cualidades tecnológicas que la hacían
especialmente adecuada para el uso culinario . Las cerámicas
responden a una
"finas",
tanto importadas como
locales,
demanda estable y a un sistema de mercado estructurado . Cuando
comercial
entre
en
crisis,
dicho
sistema
productivo
y
muy
arrastrará consigo precisamente a esas producciones,
sensibles
fluctuaciones
del
mercado ;
entonces,
a
las
únicamente sobrevivirán los sistemas productivos de menor
complejidad tecnológica, que se adaptaban bien a la demanda
local o regional, es decir, a mercados menos complejos y
exigentes pero bastante más estables .
Esta es, en mi opinión, la razón de su supervivencia y su
formas
de
producción
aún
más
posterior
evolución
hacia
elementales, como los destinados únicamente al abastecimiento
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
de
la
familia
o
del
grupo .
Su
parecido
con
las
cerámicas
prehistóricas tampoco se debe a una perduración ilógica de las
tradiciones culturales prerromanas ; como ya dije en páginas
anteriores, lo que se asemeja no son las producciones en sí
sino las formas de producirlas, en otras palabras, los modelos
de
producción .
Las
cerámicas
alto-medievales
no
pueda,
estudiarse desde la misma perspectiva con que se analizan las
sigillatas :
éstas
eran
fruto
de
un
sistema
productivo
complejo,
basado
en talleres
especializados,
con grandes
niveles
de
producción
orientada
preferentemente
a
la
exportación ; por el contrario, las cerámicas altomedievales
son
producciones
domésticas,
realizadas
en
talleres
familiares, con tecnología elemental y destinadas al consumo
local o,
a
sumo,
regional .
Esta
regionalización
es
lo
particularmente evidente en las producciones de los siglos
VIII y IX, cuyas manifestaciones concretas, aun dentro de una
homogeneidad genérica, varían de yacimiento a yacimiento,
adaptando modelos de origen preislámico .
De esta forma, cabe interpretar las cerámicas de los dos
primeros siglos de dominio islámico como las propias de
pequeñas comunidades agropecuarias,
con un alto grado de
autosuficiencia . El aspecto rudimentario de sus producciones
no se debe tanto a la decadencia cultural
como a una
estrategia productiva distinta :
las pastas con abundantes
desengrasantes permiten que las piezas con ellas modeladas
alcancen su madurez de cocción a temperaturas relativamente
bajas (700-800 ° ), obtenibles con facilidad aun careciendo de
hornos complejos ; el producto resultante será especialmente
adecuado para un uso culinario con independencia de su forma .
Optar por cerámicas de paredes finas y
pastas decantadas
supone disponer de sistemas de cocción sofisticados,
a más de
la arcilla adecuada ; si no es así, la solución más elemental
es la que aúna los efectos de la utilización de una pasta con
abundante desengrasante --generalmente modelada a mano, aunque
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
también puede estar torneada-- y los de una cocción a baja
temperatura, y es la que escogen los pequeños talleres que
fabrican la cerámica de cada asentamiento, puesto que no
existen, o al menos no se han detectado todavía, mercados
estructurados .
mercados
es
un
fenómen .M
de
estos
La
organización
vinculado, hoy por hoy, al ámbito urbano y depende de la
aparición de talleres nucleados que incorporan técnicas de
de
los
primeros
Es
el
caso
producción
más
complejas .
vidriados, elaborados en centros como Murcia y Pechina a
análisis
de
la
siglo
IX .
El
de
mediados
del
partir
producciones
vidriadas,
estas
primeras
distribución
de
la propia demanda
fabricadas seguramente para satisfacer
urbana, es un buen indicador del proceso de desarrollo de la
ciudad y de su capacidad de interferencia en su entorno rural ;
de esta forma,
se observa que las producciones vidriadas
ámbito rural entre
urbanas
apenas
se distribuyen en el
mediados del siglo IX y mediados del X ; empiezan a aparecer en
a
para generalizarse
dicho
siglo,
la
segunda mitad de
principios del siglo siguiente . De forma paralela, alguna
tipos de cerámica a mano participan ya claramente de sistw :;M, :.
de distribución que superan el ámbito local, como se deduce de
su estandarización morfológica y de su aparición en todos los
asentamientos, sean ciudades, alquerías o castillos . Estos
datos, unidos a la homogeneización del registro cerámico que
se observa en la mayoría de los asentamientos a partir de
mediados del siglo X --con independencia de su condición
la paulatina
urbana o rural--,
indican, en mi opinión,
influencia de los centros urbanos y evidencian, en definitiva,
y
de
unos
mercado
estructurado
la
existencia
de
un
consumidores cada vez más homogéneos culturalmente, o lo que
es lo mismo, más islamizados .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
Pero más importante que el análisis morfológico de la
cerámica es su dimensión social, únicamente aprehensible desde
el
estudio
del
poblamiento .
Desde
esta
perspectiva
era
necesario
revisando,
a
la
luz
del
registro
comenzar
arqueológico, todos aquellos elementos que se venían aceptando
como puntos de referencia indiscutibles ; es el caso de las
ciudades
del
Pacto
de
Teodomiro,
donde
la
información
corresponde
con
la
evidencia
documental
no
siempre
se
arqueológica . Tras un análisis de las diversas localizaciones,
propuestas en muchos casos sin ninguna base material, me he
decantado
por
aquellos
emplazamientos
que
considero
más
probables, con los datos de que hoy disponemos . Muchas de
estas mudun -Illici, Begastri, Mûla o Iyi(h)-- son auténticas
ciudades
atestiguadas
por
la
epigrafía
y
la
romanas,
envergadura de sus restos . Sin embargo, en otros casos, como
Alicante, Orihuela y la propia Lorca, no existen datos para
defender su carácter urbano en el momento de la conquista ; más
parece, en el estado actual de la investigación, que se
tratara de asentamientos de altura, que con el paso del tiempo
generaron verdaderas ciudades a los pies de lo que acabó por
convertirse en alcazaba . No hay que olvidar tampoco que
designación de las siete ciudades del famoso Tratad:
. .
Teodomiro puede reflejar una realidad ambivalente, referida
tanto al carácter monumental que tenían las ruinas de algunos
antiguos núcleos urbanos, como al valor urbano que tenían
otros centros cuando el episodio se fija en las fuentes, pero
los
que
quizá
no
tuvieron
cuando
transcurrieron
acontecimientos descritos .
Por otro lado, el análisis de la realidad urbana de estos
siglos demuestra la existencia de una evidente solución de
continuidad entre la ciudad antigua y la plenamente islámica,
pero no me parece
sostenible
fórmula
de
la
la manida
decadencia urbana a partir del siglo III . La vida urbana
continúa con posterioridad a esa fecha y las ciudades romanas
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
siguen teniendo una importante capacidad de gestión y control
sobre el entorno, si bien transforman su fisonomía y su
estructura, fortificándose y desatendiendo la esfera de lo
público (en este momento se transforman foros y calles en
espacios domésticos o en cementerios, se reutiliza material
procedente
de
esas
construcciones
y
se
abandona
e
mantenimiento de las obras de infraestuctura,
como 1i .:
alcantarillas) . La verdadera ruptura, que supone el abandona
temporal o definitivo, parece tener lugar con posterioridad a
la conquista y sus causas son variadas : en primer lugar, se
produce un fenómeno de "huida" que, si bien afecta más a los
trabajadores de las explotaciones rurales del llano, también
debe influir en el despoblamiento de los centros urbanos ; de
de
otro
lado,
parece
evidente
que muchos
los
nuevos
pobladores, árabes y bereberes, prefieren distribuirse por las
alquerías,
ante
nula
dinámica
económica
de
las
la
desestructuradas ciudades . Por último, en algún caso los
conflictos tribales de la segunda mitad del siglo VIII también
debieron afectar a núcleos como Iyí(h), origen al parecer del
enfrentamiento entre mudaríes y yemeníes .
Sin embargo, esta crisis de las viejas ciudades no det~confundirse con la ausencia de nuevos estímulos tendentes a
reorganizar la vida urbana ; de hecho, ésta es una de las
principales preocupaciones del Estado islámico de Córdoba,
plasmada en la fundación de Murcia ; es ésta una ciudad creada
--no conviene olvidarlo-- con vocación de capital y con
voluntad de disolver un conflicto tribal en el marco de una
realidad islámica y, por tanto, supratribal . El desarrollo
urbano
generalizado
sólo
es
compatible
con
un
medio
socialmente islamizado, que únicamente se logra a partir del
califato, aunque, hoy por hoy, sus consecuencias sólo son
legibles, desde un punto de vista arqueológico, en la primera
mitad del siglo XI . Evidentemente, esas ciudades islámicas ya
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
son las antiguas ciudades romanas,
como es frecuente, sobre sus ruinas .
no
aunque
se
construyan,
análisis
del
fundamentales
del
los
puntos
Otro de
poblamiento ha sido la clasificación de todos los tipos de
asentamiento --ciudades, villas, alquerías, rábitas, etc .
haciendo especial hicapié en un tipo de asentamiento
altura, paralelizable a los husïln-refugio estudiados por A .
y P . Guichard en otros lugares del Sarg al-Andalus ;
estos enclaves "encaramados" se relacionan, en opinión de
ambos autores, con comunidades campesinas caracterizadas por
un alto grado de autonomía, expresión de una organización
ligada por
socio-política de tipo segmentario y tribal,
estos
Efectivamente,
de
parentesco .
sólizos
lazos
comunidades
ser
propios
de
asentamientos
parecen
independientes : ahora bien, su génesis no corresponde, en
al origen social propuesto por ambos
términos generales,
autores . El análisis arqueológico de los distintos poblados de
altura estudiados en Tudmir ha puesto en evidencia que sus
materiales enlazan cronológica y morfológicamente con el
no
momento tardorromano . Así pues, este tipo de hábitat
corresponde únicamente a un fenómeno de traslado posterior ; .._
autores
periodo romano,
como venían considerando algunos
una tendencia
que constituye
(GUICHARD, 1984, 392), sino
documentada arqueológicamente desde mediados del siglo V por
todo el Mediterráneo occidental, reforzada, en el caso de
Bazzana
al-Andalus, por la conquista islámica .
Este fenómeno de "conquista de las alturas" no se debe
tanto a la inseguridad política como a factores de orden
social y económico ; la formación de estas pequeñas comunidades
del
sistema
a
destrucción
"encaramadas"
se
vincula
la
productivo romano y se explica por los fenómenos de "huida" de
la mano de obra campesina, y en menor medida urbana, ante las
cada vez mayores exigencias fiscales . Estos siervos, colonos o
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
ciudadanos
--reflejados
perfectamente
en
la
frase
de
Ybn
Hawkal sobre los cristianos no "urbanizados, o lo que es
igual, no civilizados, que cada vez que se rebelan, abandonan
las explotaciones agrícolas para
ir a refugiarse
en un
castillo-son
evidentemente
de
origen
indígena
y
su
supervivencia depende de la ocupación de espacios marginale~~
que escapan al control de los grandes propietarïos rústicos y
al de los centros urbanos ; los montes y las áreas incultas
también
garantizan
no
sólo
el
aislamiento
sino
el
aprovechamiento de los recursos naturales en el marco de una
economía silvo-pastoril, en la que seguramente la rapiña es
también un complemento fundamental .
De esta forma, el registro arqueológico se convierte en un
informador
capaz
de
ilustrar
aspectos
sociales
poco
contemplados hasta el momento . La gran
densidad de este tipo
de asentamientos, identificados con el poblamiento indígena a
partir de los hallazgos arqueológicos, permite valorar
el
este
en
proceso
peso
de
componente
demográfico
el
de
transición y matizar el modelo de caracterización de la
sociedad andalusí propuesto en su día por Guichard, quien
explicaba
formación
estos
husùn-refugio
la
primitiva
de
únicamente desde una perspectiva tribal y "segmentada" (1969,
1976, 1980 Y 1984) . Pero además, el análisis arqueológico no
sólo permite poner en evidencia la importancia de ciertos
grupos de población, sino también enriquecer el
panorama del
poblamiento, documentando nuevos patrones de asentamiento . De
un lado, comienzan a ser reconocibles arqueo lógicamente las
explotaciones agrícolas del llano, cuyo origen se encuentra
sin duda en las villae romanas, y que en algún caso acaban
transformándose en alquerías islámicas . En segundo lugar, se
documenta otro tipo de asentamiento que responde a la misma
génesis de orden social que origina los poblados de altura, si
bien su plasmación material es totalmente distinta .
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
Es el caso de los cabezos del Bajo Segura, donde se ubican
una serie de núcleos de, poblamiento --también de origen
indígena, a juzgar por sus materiales-- muy vinculados a las
zonas
humedas,
marjales
y
saladares,
situadas
en
la
desembocadura de dicho río ; como creo haber demostrado en
páginas anteriores, este patrón de asentamiento no es más quuna estrategia diferente de ocupación y aprovechamiento
marginales .
pantanos,
a
pesar de
áreas
Los
ser
zonas
improductivas desde un punto de vista agrícola, son, en cuanto
a su diversidad genética y a su riqueza natural, espacios muy
"productivos" para estas comunidades, que viven al margen de
cualquier control fiscal . Este hecho demuestra que en cada
territorio estudiado, la
prospección arqueológica permitirá
documentar
fenómenos
de
marginalización
semejantes,
con
entornos físicos totalmente distintos : lo que en ciertas zonas
son asentamientos "encastillados" en los montes, en otras
pueden ser poblados en áreas pantanosas, bosques o islas ; en
suma, cualquier espacio inculto .
Sin embargo, creo necesaria una advertencia previa : el
estudio de estas comunidades rurales de los primeros siglos de,
presencia islámica, ligadas a los asentamientos de altura, ,a
deja de ser el estudio de una realidad "marginal" a la propia
sociedad islámica,
y explicar la caracterización de está
última a partir del estudio de estos husún-refugio, como única
fuente referencial de las tendencias sociales, puede conducir,
cuando menos, a una visión sesgada de la realidad histórica .
No pretendo con esto restar valor al estudio de dichas
comunidades --cuyo análisis ha sido uno de los pilares de éste
trabajo--, únicamente quiero indicar que el hacer la historia
de Tudmîr pasa necesariamente por imbricar estas opciones
rurales de carácter marginal, con el análisis de las áreas
agrícolas tradicionalmente productivas --las llanuras y vegas
fértiles,
se concentran villae y
donde en época romana
fundí--, junto con fenómenos urbanos como Murcia y Lorca, cuya
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
incapacidad para intervenir en el entorno rural --en la que yo
no creo--no debe presuponerse, como se ha venido haciendo,
dejarse, por tanto, a un lado, sino probarse y estudiarse .
y
En cualquier caso, el componente indígena no es el único
que interviene en este proceso y no hay que olvidar la llegad
de nuevas poblaciones --a menudo integradas en estructura:
sociales de carácter tribal-- que se asientan en diversos
puntos de la geografía del Sureste . Otro de los objetivos del
presente trabajo ha sido el análisis de este proceso de
asentamiento y su reconocimiento arqueológico . Desde un punto
de vista histórico, es sobradamente conocido que la región de
Tudmir recibe algunas tropas sirias, sólo que en este caso se
trata de parte del yund reclutado a su paso por Egipto . El
asentamiento de estos grupos en algunas
alquerías
queda
probado por las referencias documentales al matrimonio de una
hija de Teodomiro con uno de estos yundíes, quien recibe, en
concepto de dote, dos alquerías, situadas en las cercanías de
Elche y de Orihuela : una de ellas, la de Tall a1-Jattâb, que
toma su nombre del yerno de Teodomiro, podría corresponder a
uno de los asentamientos estudiados, el Cabezo de la Fuente en
Albatera . Además de los yundíes, sabemos que existen ot =
grupos árabes que debieron asentarse en las ciudades, como es
el
caso
de
Iyi(h),
desde
las
que
protagonizaron
enfrentamientos de raíz tribal muy vinculados seguramente a su
decadencia ; por último, existen también linajes árabes, como
los Banú Sayj,
que controlan distintos castillos
--cuyo
análisis no tiene, en principio, nada que ver con el de los
asentamientos de altura de carácter comunitario-- en los que
se rebelan durante la fitna de principios del siglo X .
La llegada de estas nuevas poblaciones y su relación con
los núcleos indígenas es legible arqueológicamente en los
materiales de-dichos asentamientos ; así, en los contextos de
la segunda mitad del siglo VIII y de la primera del IX, se
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
observa la introducción de formas nuevas --modeladas a mano y
a torno-- totalmente ajenas a la tradición indígena, aunque
participan de las mismas características productivas de ésta,
puesto que ambas cerámicas son de fabricación local y,
seguramente, se elaboran en los mismos centros de producción .
Así, al lado de las marmitas de base plana (M4 .1), o a las d
cuerpo globular (T6 .3), los grandes tostadores (M8) y 1-a :; :
jarras de largo y estrecho cuello (T15), aparecen formas
nuevas como los jarros de boca ancha y cuello cilíndrico,
generalmente decorados con filetes de color rojo (T20), las
jarras (T11), los arcaduces (T32) y los Tanánîr u hornos de
pan (M9), que corresponden a un sistema de cocción y a unos
hábitos
alimenticios
inexistentes
en
la
tradición
tardorromana . La generalización de formas como el candil
parece reflejar una confluencia de tradiciones ya que, aunque
el
candil
de piquera se viene considerando un diseño
plenamente islámico, las piezas fechables entre mediados del
siglo VIII y mediados del IX se caracterizan por una corta
piquera (T33 .2) ; este rasgo, unido a la existencia de claros
prototipos entre lucernas tardorromanas (T33 .1), hace posible
también una evolución
a partir de
tipos preislámic~°; :
reforzada posteriormente por la influencia islámica .
Esta confluencia de tradiciones se explica, desde mi punto
de vista, por el asentamiento de poblaciones árabes en estos
mismos enclaves o en sus inmediaciones y evidencia la
paulatina islamización de las poblaciones indígenas ; este
contacto supone, en mi opinión, el desarrollo de tempranas
experiencias agrícolas de regadío, aprovechando las avenidas
estacionales de los ríos e introduciendo, o desarrollando, el
uso
de
ruedas
de
elevación,
con
sus
correspondientes
arcaduces . Esta suposición no quiere decir que otros grupos
poblacionales no participen en la formación de la sociedad
islámica de estas tierras, en concreto, me refiero a los
linajes bereberes . Guichard (1980 c, 142) ha señalado que en
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
la frontera de Tudmir y Valencia debió existir una temprana e
importante inmigración bereber, mientras que en el resto de
Tudmir, aunque las evidencias son menores, existen algunos
datos que podrían apoyar dicha hipótesis : es el caso de
topónimos como el Zeneta en la huerta murciana (de los
"Zanata") o el de Cehegín (de los "Sanha~ya") .
El problema reside en el hecho de que arqueo lógicamente
estos asentamientos no han resultado, hasta el momento,
reconocibles y los argumentos ofrecidos están sujetos a
revisión, ya que en la zona donde tal poblamiento parece más
probable --el norte de la provincia de Alicante-- no se han
hallado todavía los asentamientos de primera época ; de otro
lado, el topónimo Zeneta, aun siendo relacionable con los
"Zanata", no ofrece, en sí mismo, valor cronológico, puesto
que algunos estudios recientes parecen demostrar que la
organización de las huertas urbanas de Murcia (POCKLINGTON,
1989 c) y Orihuela (AZUAR y GUTIERREZ, 1992, e . p .) no es
anterior a fines del X o principios del XI . Quizá el estudio
más significativo fuera el de Cehegfn, indudablemente un
asentamiento bereber que se desarrolla tras el definit . ,~.,
abandono del Begastri (Bugasra) tardorromano ; el problem ::
fechar ese abandono y el nacimiento de Cehegfn, y el handicap
es el desconocimiento absoluto de los restos más antiguos de
este último . No obstante, no pretendo negar la posibilidad de
reconocer este poblamiento en el futuro, sólo que en la
de
la
dinámica
factible
desde
parece
más
actualidad
organización del territorio que desde el registro material .
Un aspecto que será interesante analizar en posteriores
trabajos es el mecanismo por el cual se produce este
intercambio de tradiciones cerámicas . Dado que los modelos de
producción que caracterizan la sociedad islámica del Sureste
en los dos primeros siglos son de carácter doméstico y
familiar, cabe preguntarse cual es el papel de la mujer como
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
principal elemento de transmisión . Varios autores coinciden en
señalar que los grupos foráneos vienen organizados tribalmente
y tienden a tribalizar a la sociedad indígena, más débil y
menos cohesionada (GUICHARD, 1976 ; CHALMETA, 1988 y BARCELO,
1988) . Dado que, además, tienen la capacidad de absorber
mujeres de fuera de su propio clan, hemos de suponer que s .
gran parte de
la producción . cerámica en sistemas tan
elementales recae sobre ellas --a juzgar por los modelos
etnográficos--,
su absorción por parte de estos grupos
tribales debe suponer también una importante cadena de
transmisión en ambas direcciones . El resultado será, con el
paso del tiempo, la homogeneización del registro material ; de
hecho, la aparición de cerámicas a mano de tradición indígena
en los contextos urbanos con posterioridad al siglo IX
--factor que ha sido relacionado por algún autor con la opción
de ciertas comunidades indígenas a integrarse en la vida
urbana después de la fitna (ACIEN, 1990, e . p .)-- es ya un
síntoma de la cada vez mayor homogeneidad cultural de las
poblaciones .
Evidentemente, esta reflexión sobre el papel fenemino en
la transmisión de formas y decoraciones sólo es válida en
ámbitos productivos de carácter local y nada tiene que ver con
el desarrollo de las producciones vidriadas, elaboradas en
talleres urbanos . En estos mismos talleres puede producirse
también cerámica a mano, pero el sistema en el que participan
ya nada tiene que ver con el analizado en las comunidades
rurales .
Conviene,
por
tanto,
desterrar
el
prejuicio
"etnográfico" cerámica a mano=producción femenina, familiar,
rural y de carácter local versus cerámica a torno=producción
masculina, compleja, urbana y de distribución superior ; ambas
producciones --a mano . y a torno-- participan de los dos
sistemas según su cronología y la realidad social de su
entorno .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
conclusiones
a este punto, creo que resulta evidente que la
permite
revisar
algunas
cerámica-poblamiento
conjunción
teorías históricas de carácter social . Por lo tanto, no puedo
estar de acuerdo con la afirmación reciente de H . Kirchner
quien, tras una valoración un tanto imperiosa de lo que
deberían ser y son en realidad los estudios de ceramología
medieval, concluye : "La producción de la cerámica andalusí
responde, pues, al tipo de sociedad que la produce,, formada
por comunidades fuertemente cohesionadas tribalmente y también
étnicamente, con una organización de los procesos de trabajo y
relaciones sociales específica" (BARCELO et al¡¡, 1988, 99) .
Si bien estoy absolutamente de acuerdo con otras de sus
opiniones,
como por ejemplo la necesidad de abordar
estudios de ceramología desde una perspectiva regional,
afirmación,
no
tan: .considerar
esta
puedo
dejar
de
P.
Guichard-como
la
califica
"prematura"
--según
la
que
plantearse
que
En
todo
caso
habrá
unilateral .
producción de la cerámica responde a las sociedades que la
producen, puesto que son varias las formaciones sociales que
participan en el nacimiento de al-Andalus .
LLegados
En este sentido, creo, y así lo he dicho con anterioridad,
que el debate que se viene desarrollando sobre las fases
formativas de al-Andalus ha sido puesto en su justo lugar al
situarlo en el marco del problema de la transición entre
diferentes formaciones sociales, al igual que se ha hecho en
1984) .
Como
europeas
(WICKHAM,
las
otras
transiciones
acertadamente señaló M . Acién (1990, e . p .), esta transición
"implantación de
la
debe entenderse
como la paulatina
a partir de otras formaciones
formación
social
islámica
sociales, fundamentalmente tribales y feudalizantes" ; en suma,
puede identificarse con el proceso de islamización, y la
cultura material puede convertirse en un elemento de análisis
de ese proceso .
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Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
Para ello, es necesario distinguir entre los aspectos
puramente religiosos, culturales o lingüisticos del proceso de
islamización y los ideológicos o de ordenación social (ACIEN,
1984, 27) . Los primeros debieron producirse rápidamente, a
juzgar por las referencias a la arabización cultural y
lingüistica de los mozárabes cordobeses a medidos del sig-L.=:
incluso en un territorio
IX (LEVI-PROVENÇAL,
1981,
153),
periférico como Tudmir . En este caso,
existen abundantes
evidencias
que permiten suponer un proceso relativamente
rápido de islamización religiosa --es decir, de conversión al
Islam-- de los indígenas, los muladíes (muwalad), favorecido
por las medidas fiscales sobre la comunidad dimmí del emir
Muhammad (BARCELO, 1984-5, 57) . Dicha islamización se puede
reconocer arqueo1ógicamente por testimonios irrefutables, como
son las manifestaciones constructivas religiosas y funerarias .
Basta recordar las reconversiones de lugares de culto
cristiano en mezquitas u oratorios, como puede ser el caso de
la basílica de Algezares,
o la construcción ex novo de
complejos cultuales . El ejemplo más importante y precoz que se
conoce en el Sureste es la edificación de la. rábita
Guardamar, situada en la desembocadura del Segura, río .. .
Tudmir que atravesaba en su discurrir hacia el mar la náhiya
de al-Muwalladin o región de los muladíes . Según los datos
arqueológicos, el complejo se estructura a partir de una
primigenia musal .l a de fines del siglo IX ; a mediados del
siglo X, y seguramente en relación con la "centralización"
manifestación
espontánea
de
política
califal,
esta
religiosidad rural
reconducida y asimilada,
con la
será
consiguiente
ordenación
monumentalización
del
conjunto
y
arquitectónico . El ámbito funerario también ofrece ejemplos
claros del rápido proceso de conversión religiosa, como ocurre
en la necrópolis de Iyi(h) --el Tolmo de Minateda--, ciudad
que, a pesar de ser abandonada a fines del siglo IX a más
tardar, ha permitido documentar dos niveles de enterramientos
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El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
Conclusiones
superpuestos, uno de ritual preislámico y otro, el superior,
ya plenamente
islámico, que evidencia bien la temprana
conversión de los habitantes de esta ciudad .
Sin embargo, esta rapidez en el proceso de adopción de una
nueva religión e incluso de una nueva lengua, no debe
confundirse, en términos generales,
con una islamizaciôn
social
precoz,
entendiendo
por
tal,
como
señalé
con
anterioridad, la implantación de la sociedad islámica como
formación social dominante . En este sentido, la islamización
requiere una transformación completa del medio social, sin
que se encargará de crear un
duda animada por el Estado,
sistema fiscal nuevo, basado en las alquerías (quia), y de
fomentar el desarrollo urbano . El proceso, ultimado a costa
del resto de las fuerzas sociales que intervienen en la
transición, será lento y contradictorio, y no se zanjará sin
conflictos generalizados como los de la fitna .
De esta forma, el análisis del poblamiento y la cultura
material de Tudmir pone en evidencia sus diferencias respect
a las
zonas septrentrionales del Sarq al-Andalus, profunda °r.
precozmente
berberizadas (GUICHARD, 1969, y se acerca más a
la problemática de las tierras de la Andalucía oriental,
donde, al igual que ocurre en Tudmir, el poblamiento indígena,
reconocible por unas tradiciones y unos tipos de asentamiento
concretos, adquiere una importancia capital en el proceso de
islamización .
No obstante,
a diferencia de las tierras
andaluzas, el Sureste se distingue por una mayor lentitud en
este proceso de integración en la sociedad islámica, que no se
logrará plenamente hasta la segunda mitad del siglo X . Sólo
se apreciará un desarrollo del poblamiento urbano,
entonces
nutrido
quizá
con
los
habitantes
procedentes
de
los
asentamientos "encaramados",
que ahora desaparecen o se
observar una
transforman,
y también se empezará
a
uniformización en los registros materiales que impide, a
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Conclusiones
partir
de
esa
fecha,
identificar grupos
cultura material ; estamos
plenamente islámica .
ya,
sin
duda,
de población por
ante
una
su
sociedad
Para terminar, me gustaría señalar algunas perspectiva.que deberían abordarse
en futuros trabajos,
en concreto
aquellas
relativas
a
la
posibilidad
de
identificar
arqueológicamente
poblamiento bereber
y
explicar
el
las
evidentes diferencias que existen entre la cultura material de
lo que luego será la cora de Valencia y la de Tudmîr . En este
sentido será necesario revisar el origen y la cronología de
ese supuesto horizonte preislámico al que corresponden los
asentamientos altomedievales de Castellón y Valencia, en cuya
adscripción
cultural
evidentes
titubeos ;
se
observan
si
realmente
su
origen
es
preislámico,
como
sugieren
sus
descubridores, habrá que replantearse la tradicional relación
de los materiales que los caracterizan y la supuestamente
precoz berberización étnica de la región y comenzar a verlos
bajo una nueva perspectiva .
De otro lado, la posibilidad de identificar el material
correspondiente al
poblamiento bereber deberá
surgir
del
registro andalusi (asentamientos documentados por las fuentes
o la toponimia, por ejemplo) y no desde la realidad magrebí,
como se ha venido haciendo (BAZZANA et al¡¡, 1983, 17-18 ;
DELAIGUE, 1983-84), ya que en esta comparación subyace un
riesgo evidente : la consideración de que "lo bereber" es una
realidad acrónica, o lo que es lo mismo, que los bereberes son
un pueblo sin historia (MARIAN, 1957, 153 y ss ., 160) . No
pretendo negar el inmenso valor etnográfico que tiene el
estudio de las sociedades magrebíes,
y qué yo misma he
ilustrar
aspectos
utilizado
con
abundancia
para
preferentemente productivos . Sin embargo, para poder utilizar
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conclusiones
ese referente con valor probatorio haría falta poderlo situar
en el tiempo y comparar sociedades bereberes norteafricanas
del siglo IX con
sociedades bereberes andalusíes del siglo
IX, en lugar de utilizar paralelos que igual proceden del
primer milenio antes de cristo, que de época romana o de los
años treinta . Personalmente, tengo ciertas reticencias a la
hora de aceptar que los bereberes, por estables y sólidas que
sean sus estructuras sociales, no hayan experimentado ninguna
transformación a lo largo de su historia, aunque sea fruto de
la ingerencia de realidades sociales exteriores ; en cualquier
caso, si aceptamos esa ausencia de cambio histórico habría que
suponer que todo el aparato iconográfico característico de la
cerámica bereber (que no es más que el reflejo de
concepción del mundo plasmada en las telas, las decorad .:
de las casas o los tatuajes), debería hallarse en las áreas
berberizadas de al-Andalus y desde luego no aparece . Valga
esta reflexión para que aquellos que rechazan categóricamente
el carácter antropológico de la arqueología y defienden su
historicidad --revindicación que comparto plenamente-- sean
conscientes de que habitualmente utilizan como referente
histórico una realidad antropológica .
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
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VII .- FUENTES Y BIBLIOGRAFIA
Tesis doctoral de la Universidad de Alicante. Tesi doctoral de la Universitat d'Alacant. 1992
El transito de la antigüedad tardia al mundo islamico en la Cora de Tudmir: Cultura material y poblamiento paleoandalusi. Sonia Gutiérrez LLoret.
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