VIII Área Derecho Empresarial VIII Contenido Oposición a la inscripción de transferencia de propiedad GLOSARIO EMPRESARIAL VIII-1 VIII-4 Oposición a la inscripción de transferencia de propiedad Ficha Técnica Autor: Cristhian Northcote Sandoval Título: Oposición a la inscripción de transferencia de propiedad Fuente: Actualidad Empresarial Nº 325 - Segunda Quincena de Abril 2015 1.Introducción Ya desde hace algunos años hemos sido testigos de cómo nuestra sistema jurídico de propiedad y derechos sobre bienes inmuebles, se ha visto vulnerado por personas que han aprovechado los vacíos que existen en los mecanismos para la formalización de una transferencia de propiedad o del otorgamiento de derechos sobre un bien inmueble, y han obtenido derechos de manera ilegal, vulnerando a los verdaderos titulares de tales derechos. Lo grave del asunto no es solo la frecuencia con la que se producen estos actos, sino que en muchos casos se ha podido verificar la participación de notarios que, haciendo un uso indebido de su función, permiten que personas inescrupulosas se apoderen de bienes inmuebles. Pues bien, en un intento por frenar estos actos, se ha aprobado la Ley N.º 30313, que establece una serie de mecanismos o candados que, supuestamente, le darán la posibilidad a las personas vulneradas con estos actos ilícitos. Pero decimos supuestamente, porque no toda la regulación que se ha previsto en la Ley N.º 30313 podría ser conveniente. 2. Marco legal Como hemos indicado, en este informe revisaremos el contenido de la Ley N.º 30313, que ha establecido una serie N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015 de mecanismos destinados a evitar los casos de fraude en operaciones registrales de transferencia de propiedad y otorgamiento de otros derechos. 3.¿Cómo operan los procedimientos registrales? Para comprender los alcances de la Ley N.º 30313 y su importancia, es necesario que primero sepamos cómo operan los procedimientos registrales en el Perú y cuál es su importancia, sobre todo para las operaciones que involucran la transferencia de bienes inmuebles. La regulación en materia registral está conformada por las disposiciones generales previstas en el Código Civil, a partir de su artículo 2008, y por disposiciones específicas contenidas en los reglamentos registrales aprobados por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (SUNARP), y que cubren cada uno de los tipos de registros públicos que existen, como el de propiedad inmueble, el de personas jurídicas, el de mandatos y poderes, etc. Así, un registro público es una especie de archivo en el que se van registrando o guardando los actos que realizan las personas, para la transferencia de un derecho de propiedad inmueble, el otorgamiento de un poder, el otorgamiento de un testamento, los acuerdos de una junta de socios de una sociedad, entre otros actos. ¿Pero cuál es la importancia de un registro público? O en otras palabras, ¿por qué es importante para una persona tener un derecho inscrito en un registro público? Aquí es necesario que manejemos un concepto que nos ayudará a entender la importancia y el efecto que tiene la información inscrita en un registro público. Este concepto es el de publicidad registral y se encuentra regulado como un principio en el artículo 2012 del Código Civil: “Principio de publicidad Artículo 2012.- Se presume, sin admitirse prueba en contrario, que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones.” Informe Especial Informe especial Como su propio nombre lo indica, un registro público es un archivo en el cual se anota información que es de carácter público, es decir, que puede ser accedida por cualquier persona, sin necesidad de que la persona tenga que dar un sustento de porqué desea acceder a la información o que deba tener algún tipo de vínculo con la persona o personas a las que se refiere dicha información. Pero claro, la posibilidad de acceder a la información es solo una parte de los atributos de un registro público, pues la otra parte tiene que ver con este principio de publicidad al que hemos hecho mención. Como se puede apreciar del texto del artículo 2012, la información que figura en un registro público se presume conocida por todas las personas, sin que se admita prueba en contrario. Es decir, que el contenido de un registro público surte efectos frente a cualquier persona, sin que esta pueda rechazar o negar que conocía tal información. Esto suena un poco extraño, pero vamos a entenderlo mejor con un ejemplo. Imaginemos que el señor Oscar Pérez desea comprar una casa. El ofrecimiento de la venta de la casa al señor Oscar Pérez ha sido efectuado por el señor Roberto Silva, quien le ha asegurado a Oscar Pérez que es el verdadero propietario de la casa. Confiado en la palabra de Roberto Silva, el señor Oscar Pérez celebra el contrato de compraventa y le paga el precio acordado. Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial Posteriormente, Oscar Pérez decide que quiere inscribir su contrato de compraventa en los Registros Públicos y realiza el trámite para elevarlo a escritura pública ante notario. Pero al llegar al notario, este verifica que en los Registros Públicos figura como propietario de la casa el señor Juan López, y no el señor Roberto Silva. Más aún, en la información del registro de propiedad inmueble, figura inscrito un contrato de compraventa por el cual el señor Roberto Silva le transfirió la propiedad del inmueble al señor Juan López. Ante esta situación, Oscar Pérez no puede inscribir su contrato de compraventa, ya que quien figura como propietario en la partida registral no es con quien ha celebrado su contrato. En tal caso, el señor Oscar Pérez no puede argumentar que no tenía conocimiento que el propietario registral era el señor Juan López, pues en virtud al artículo 2012 del Código Civil, se aplica la presunción absoluta de que Oscar Pérez sabía que Juan López era el propietario, lo que surte plenos efectos legales, aún cuando en nuestro ejemplo, Oscar Pérez nunca revisó la partida registral y, en realidad, no tenía conocimiento que Juan López era el propietario del inmueble. Ahora bien, si en nuestro sistema jurídico se puede presentar una situación como la indicada en el ejemplo, es decir, que una persona se vea afectada por una información que, en verdad, no conocía, ¿por qué es que hemos adoptado ese tipo de mecanismos y no está permitido que una persona demuestre que no conocía la información de la partida registral, o de otra manera, que el interesado demuestre que puso en conocimiento del comprador, quién era el verdadero propietario? Pues como se puede apreciar, sería inmanejable en la práctica que una persona está atenta o tome conocimiento de cada operación que se puede celebrar sobre un bien de su propiedad, sin su consentimiento, de forma tal que sería imposible que por sus propios medios le comunique a toda persona que el inmueble sobre el que se está negociando, es de su propiedad. Así, lo que sería imposible de lograr con un mecanismo real, se logra con un mecanismo ficticio, es decir, con una presunción que es incuestionable. Si lo pensamos bien, resulta mucho más sencillo que cualquier persona interesada revise la información de un registro público, que es de libre acceso y que se encuentra centralizado, a que la persona titular de un derecho pueda tomar conocimiento que otra desea adquirir un derecho sobre su bien y que la pueda notificar al respecto. Ahora bien, si el principio de publicidad registral funciona tal como lo hemos descrito y, por lo tanto, se presume que toda persona conoce el contenido de las ins- VIII-2 Instituto Pacífico cripciones, ¿eso implica que es obligatorio que toda persona inscriba sus derechos en un registro público? Pues aunque parezca contradictorio, la respuesta es no. ¿Qué significa esto? ¿Que no necesariamente la información que figura en los Registros Públicos es correcta? En efecto, no toda la información que figura inscrita en los registros públicos es cierta, y eso ocurre porque la obtención de un derecho no depende de la inscripción en los registros públicos, sino de otras formalidades. En otros términos, la inscripción registral no es constitutiva de derechos. Volvamos a nuestro ejemplo de la compraventa, para comprender a qué nos referimos. Un contrato de compraventa es una operación por la cual una persona, propietaria de un bien, le transfiere a otra la propiedad de dicho bien a cambio del pago de un precio en dinero. Así define el artículo 1529 del Código Civil al contrato de compraventa: “Definición Artículo 1529.- Por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al comprador y este a pagar su precio en dinero.” Para efectos de esta operación de compraventa, imaginemos que el bien objeto de transferencia es un inmueble, con su respectiva partida registral en los Registros Públicos. Hacemos esta distinción porque en el caso de los bienes muebles, no tienen una partida registral, con excepción de algunos muebles especiales como los vehículos. Entonces, el interés del comprador es obtener la propiedad del inmueble y, obviamente, que dicha propiedad sea respetada y que no pueda ser vulnerada por otra persona, para lo cual este comprador debe obtener la propiedad celebrando válidamente el contrato de compraventa. Sin embargo, la validez del contrato de compraventa no está sujeta a la inscripción en los Registros Públicos. Es decir, que la inscripción registral no es un factor de validez del contrato, sino un factor de publicidad. Así, el Código Civil no regula cómo una formalidad obligatoria para el contrato de compraventa que deba inscribirse en los Registros Públicos. Es más, de hecho no regula ninguna formalidad para la compraventa, con lo cual este contrato puede celebrarse válidamente aún en forma verbal. Y claro, si la compraventa puede hacerse en forma verbal, ¿cómo entonces el comprador puede probar que ha adquirido la propiedad del bien? Pues la respuesta nos la dan los artículos 947 y 949 del Código Civil: “Transferencia de propiedad de bien mueble Artículo 947.- La transferencia de propiedad de una cosa mueble determinada se efectúa con la tradición a su acreedor, salvo disposición legal diferente. Transferencia de propiedad de bien inmueble Artículo 949.- La sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario.” Tenemos entonces que en el caso de bienes muebles, la propiedad se produce con la entrega al comprador. En tanto que para los inmuebles, la propiedad se transfiere con la sola obligación de transferir y, en la medida que la obligación se produce con la celebración del contrato, entonces la transferencia de propiedad se produce con la celebración. No es, entonces, necesario para la transferencia de propiedad, que el contrato de compraventa se inscriba en los Registros Públicos. Y si no es obligatorio, ¿entonces por qué le debería importar a las personas inscribir su propiedad? Pues porque la publicidad del registro le brinda seguridad jurídica al derecho de propiedad. Como ya habíamos indicado, el contenido del registro público se presume conocido por todos y, en ese sentido, para un propietario es sumamente importante tener inscrito su derecho, pues así nadie podrá negar que sabía que dicho propietario figuraba como tal en la partida registral del inmueble. De esta manera, si bien no es obligatoria la inscripción de un derecho sobre un inmueble en los registros públicos, sí resulta importante para la protección adecuada de dicho derecho. Es sobre estos derechos registrados que la Ley N.º 30313 ha establecido ciertos mecanismos para evitar que sean vulnerados indebidamente. 4.El contenido de la Ley N.º 30313 Tal como habíamos señalado en la introducción de este informe, la Ley N.º 30313 pretende eliminar o al menos reducir la incidencia, de los casos de fraude en los que vía suplantación o falsificación, se inscriben transferencia de propiedad o de otros derechos en los registros públicos, vulnerando el derecho de los verdaderos titulares. Si bien la intención resulta buena, pues nadie podría oponerse a que se busquen mecanismos de solución a los actos delictivos que sufren muchas personas, lo cierto es que algunos de los mecanismos que ha previsto la Ley N.º 30313, podrían ser inconvenientes. N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015 Área Derecho Empresarial Veamos qué indica entonces la Ley N.º 30313: “Ley de oposición al procedimiento de inscripción registral en trámite y cancelación del asiento registral por suplantación de identidad o falsificación de documentación y modificatoria de los artículos 2013 y 2014 del Código Civil y de los artículos 4 y 55 y la Quinta y Sexta Disposiciones Complementarias Transitorias y Finales del Decreto Legislativo 1049 LEY N.º 30313 EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO: LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA; Ha dado la Ley siguiente: LEY DE OPOSICIÓN AL PROCEDIMIENTO DE INSCRIPCIÓN REGISTRAL EN TRÁMITE Y CANCELACIÓN DEL ASIENTO REGISTRAL POR SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD O FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTACIÓN Y MODIFICATORIA DE LOS ARTÍCULOS 2013 Y 2014 DEL CÓDIGO CIVIL Y DE LOS ARTÍCULOS 4 Y 55 Y LA QUINTA Y SEXTA DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS TRANSITORIAS Y FINALES DEL DECRETO LEGISLATIVO 1049 Artículo 1. Objeto de la Ley La presente Ley tiene como objeto establecer disposiciones vinculadas a la oposición en el procedimiento de inscripción registral en trámite, la cancelación del asiento registral por suplantación de identidad o falsificación de los documentos presentados a los registros administrados por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, así como modificar las disposiciones del Código Civil y del Decreto Legislativo del Notariado para prevenir y anular las acciones fraudulentas que afectan la seguridad jurídica. Artículo 2. Naturaleza del procedimiento de inscripción registral El procedimiento de inscripción registral de un título es especial y de naturaleza no contenciosa, con las excepciones previstas en la presente Ley. Únicamente cabe admitir el apersonamiento de autoridades o funcionarios al procedimiento de inscripción en trámite para plantear su oposición por suplantación de identidad o falsificación de documentos, conforme a lo establecido en el artículo 3 de la presente Ley. La persona que presenta una solicitud de oposición sin arreglo a lo previsto en la presente Ley no forma parte del procedimiento, debiendo el registrador rechazar de plano dicha oposición, en decisión irrecurrible en sede administrativa. Artículo 3. Formulación de oposición en el procedimiento de inscripción registral en trámite 3.1 Solo se admite el apersonamiento del notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro al procedimiento de inscripción registral en trámite en los casos de suplantación de identidad o falsificación de documentos, mediante la oposición a este sustentada exclusivamente en la presentación de los siguientes documentos, según corresponda: N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015 a. Declaración notarial o del cónsul cuando realice función notarial, indicando que se ha suplantado al compareciente o a su otorgante o a sus representantes en un instrumento público protocolar o extraprotocolar. En este último caso, debe dar mérito a la inscripción registral. b. Declaración notarial o del cónsul cuando realice función notarial, indicando que el instrumento público protocolar o extraprotocolar que aparentemente proviene de su respectivo despacho no ha sido emitido por él. En el caso de los instrumentos extraprotocolares, estos deben dar mérito a la inscripción registral. c. Oficio del juez, indicando que el parte judicial materia de calificación, que aparentemente proviene de su respectivo despacho, no ha sido expedido por él. d. Declaración del funcionario público competente mediante oficio de la entidad administrativa, indicando que el documento presentado para su inscripción no ha sido extendido o emitido por la entidad que representa. e. Declaración del árbitro o presidente del tribunal arbitral, indicando que el laudo arbitral materia de calificación no ha sido expedido por él o por el tribunal arbitral. Cualquier documento distinto a los antes señalados es rechazado liminarmente, en decisión irrecurrible en sede administrativa (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS 3.2 En caso se formule oposición en el procedimiento de inscripción registral en trámite, esta solo es presentada ante los Registros Públicos por notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro que emitió alguno de los documentos referidos en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1, dentro del plazo de vigencia del asiento de presentación. 3.3 No cabe oposición al título inscrito o anotado en la partida registral. 3.4 Formulada la oposición al título presentado sustentada en cualquiera de los documentos a que se refieren los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1, las instancias registrales bajo responsabilidad, previa calificación y verificación, proceden a la tacha del título. 3.5 La persona que denuncie la falsificación de documentos ante notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro, para que se apersone e inicie el procedimiento de oposición con cualquiera de los documentos establecidos en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1, pone esta denuncia en conocimiento del registrador o del tribunal registral para que, de ser pertinente, se realice la tacha por falsedad documentaria prevista en el Reglamento General de los Registros Públicos. 3.6 La persona que denuncie la suplantación de identidad ante notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro para que se apersone e inicie el procedimiento de oposición con cualquiera de los documentos establecidos en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1, pone esta denuncia en conocimiento del registrador o del tribunal registral para que oficie al notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro según corresponda, a fin de verificar la existencia de la denuncia. Artículo 4. Supuestos especiales de cancelación de asientos registrales 4.1 El jefe zonal de la Oficina Registral de la Superintendencia Nacional de los Registros VIII Públicos correspondiente es competente para resolver las solicitudes de cancelación de asientos registrales por presunta suplantación de identidad o falsificación de documentos notariales, jurisdiccionales o administrativos, siempre que estén acreditados con algunos de los documentos señalados en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1 del artículo 3. 4.2 La solicitud de cancelación de asiento registral solo es presentada ante los Registros Públicos por notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro, según corresponda, que emitió alguno de los documentos referidos en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1 del artículo 3. 4.3 En caso de que se disponga la cancelación del asiento registral, esta se realiza bajo exclusiva responsabilidad del notario, cónsul, juez, funcionario público o árbitro que emitió alguno de los documentos referidos en los literales a, b, c, d y e del párrafo 3.1 del artículo 3. La decisión del jefe zonal de la Oficina Registral de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos de disponer la cancelación de un asiento registral es irrecurrible en sede administrativa. El plazo para la decisión de disponer la cancelación de un asiento registral se establece en el reglamento de la presente Ley. Artículo 5. Efectos de la cancelación La información contenida en las inscripciones y anotaciones preventivas que han sido canceladas, no perjudica al tercero en los términos establecidos en el artículo 2014 del Código Civil. Tampoco perjudican las inscripciones, anotaciones o los títulos pendientes cuya prioridad registral sea anterior al asiento de cancelación. Artículo 6. Título formal en las decisiones arbitrales La decisión arbitral que sustenta la inscripción o anotación en el registro debe cumplir la formalidad que disponga la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos conforme al principio registral de titulación auténtica. DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA FINAL ÚNICA. Reglamentación El Poder Ejecutivo reglamenta la presente Ley en un plazo no mayor de noventa días calendario contados a partir de su entrada en vigencia. DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS MODIFICATORIAS PRIMERA. Modificación de los artículos 2013 y 2014 del Código Civil Modifícanse los artículos 2013 y 2014 del Código Civil en los términos siguientes: “Artículo 2013. Principio de legitimación El contenido del asiento registral se presume cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique por las instancias registrales o se declare su invalidez por el órgano judicial o arbitral mediante resolución o laudo firme. El asiento registral debe ser cancelado en sede administrativa cuando se acredite la suplantación de identidad o falsedad docu- Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial mentaria y los supuestos así establecidos con arreglo a las disposiciones vigentes. La inscripción no convalida los actos que sean nulos o anulables con arreglo a las disposiciones vigentes”. “Artículo 2014. Principio de buena fe pública registral El tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda, cancele o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los asientos registrales y los títulos archivados que lo sustentan. La buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro”. SEGUNDA. Modificación de los artículos 4 y 55 del Decreto Legislativo 1049, Decreto Legislativo del Notariado Modifícanse los artículos 4 y 55 del Decreto Legislativo 1049, Decreto Legislativo del Notariado, en los términos siguientes: “Artículo 4.- Ámbito territorial El ámbito territorial del ejercicio de la función notarial es provincial no obstante la localización distrital que la presente ley determina. Son nulas de pleno derecho las actuaciones notariales referidas a actos de disposición o gravamen intervivos de bienes inmuebles ubicados fuera del ámbito territorial del notario provincial, sin perjuicio que de oficio se instaure al notario el proceso disciplinario establecido en el Título IV de la presente ley. La presente disposición no se aplica al cónsul cuando realiza funciones notariales. Cuando el acto de disposición o gravamen comprenda más de un inmueble ubicado en diferentes provincias es competente el notario del lugar donde se encuentre cualquiera de ellos, quedando autorizado para ejercer función notarial fuera de los límites de la provincia para la cual ha sido nombrado”. “Artículo 55.- Identidad del Otorgante El notario dará fe de conocer a los otorgantes y/o intervinientes o de haberlos identificado. Es obligación del notario verificar la identidad de los otorgantes o intervinientes, a través del acceso a la base de datos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil -RENIEC-, en aquellos lugares donde se cuente con acceso a Internet y sea posible para la indicada entidad brindar el servicio de consultas en línea, así como a la base de datos de la Superintendencia Nacional de Migraciones, respecto de la información sobre los extranjeros residentes o no en el país, pudiendo acceder al registro de carnés de extranjería, pasaportes y control migratorio de ingreso de extranjeros, VIII-4 Instituto Pacífico para la verificación de la identidad de los intervinientes mediante la verificación de las imágenes, datos y/o la identificación por comparación biométrica de las huellas dactilares. Cuando el notario lo juzgue conveniente exigirá otros documentos y/o la intervención de testigos que garanticen una adecuada identificación. Para estos efectos, el ejercicio personal de la función no excluye la colaboración de dependientes del despacho notarial, sin que ello implique la delegación de la función para realizar los actos complementarios o conexos que coadyuven al desarrollo de su labor, bajo la responsabilidad exclusiva del notario. El notario que cumpliendo los procedimientos establecidos en el presente artículo diere fe de identidad de alguno de los otorgantes, inducido a error por la actuación maliciosa de los mismos o de otras personas, no incurre en responsabilidad. (…)” 5.Conclusiones La Ley ha establecido dos mecanismos principales para controlar la legalidad de las solicitudes de inscripción registral. El primero de ellos, está referido a los procedimientos de inscripción en trámite, en los cuales se detecte una posible ilegalidad a través de la suplantación o falsificación, de forma tal que el notario, juez, cónsul, funcionario público o árbitro que se supone ha tenido participación en la transferencia, formule una oposición al procedimiento y acredite, a través de los documentos señalados en el artículo 3 de la Ley, que la solicitud de inscripción presenta un problema de ilegalidad. El segundo mecanismo está referido a los casos en los que la inscripción ya ha sido efectuada y, en estos supuestos, el notario, juez, cónsul, funcionario público o árbitro solicita la cancelación del asiento registral, por los mismos motivos que se prevén para el procedimiento de oposición y sustentando también el pedido de cancelación en los documentos señalados por el artículo 3 de la Ley. En principio, nos parecen mecanismos adecuados y que, probablemente, permitirán realizar un mejor control de las inscripciones que son solicitadas ante la SUNARP. Sin embargo, es necesario verificar cómo serán implementados estos mecanismos a través de las normas reglamentarias que debe dictar la SUNARP. Donde encontramos un problema es en la modificación que la Ley ha previsto para la competencia territorial de los notarios, conforme a la Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley, que modifica el artículo 4 del Decreto Legislativo 1049, que regula la función de los notarios. La modificación en cuestión ha establecido que las actuaciones notariales de disposición o gravamen de bienes inmuebles son nulas si es que no han sido emitidas por un notario ubicado en la provincia en la que se encuentre el inmueble materia de la operación. La intención, nuevamente, es buena, pues se busca evitar que de manera indebida una persona tramite la transferencia o gravamen de un bien ante un notario de una provincia distinta a aquella en que se ubica el bien, lo que permite que el verdadero propietario no tome conocimiento del acto y que se entere del mismo cuando ya figure inscrito en la partida registral. Pero en la práctica, este mecanismo no ataca el problema de fondo, que es la idoneidad de las personas que son elegidas para ejercer la función notarial. En efecto, este mecanismo tiene como presupuesto que quien participa de la operación ilegal es el propio notario, pero si estamos pensando en situaciones en las que el propio notario es partícipe del delito, ¿de qué sirve que sea de la misma provincia o no en la que se encuentra el inmueble? Consideramos que no es conveniente establecer disposiciones legales que afectarán a muchas personas al obligarlas a incurrir en los costos de traslado y tramitación de operaciones que deberán ser formalizadas ante notarios de la provincia en que se encuentre el inmueble objeto de la operación, cuando, probablemente, ambas partes se encuentran en otra provincia. Peor aún, si se tiene en cuenta que la misma regla aplica para el otorgamiento de poderes, cuando la realidad es que el poder se otorga justamente porque el otorgante no puede desplazarse hasta la provincia en que se encuentre el inmueble. Esperamos que este mecanismo se modifique, pues probablemente termine siendo la medicina peor que la enfermedad. N° 325 Segunda Quincena - Abril 2015