Diseño de interacción

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Diseño de interacción
Dr. Eduardo Huerta
30/09/2014
Abstract
Una de las principales funciones del diseñador (cualquiera sea nuestra especialidad) es decidir
la interacción que los usuarios tendrán con nuestros productos o servicios. ¿Conocemos el
concepto de “interacción”? ¿Somos conscientes de que la interacción se puede/debe diseñar?
El siguiente texto no es en ningún caso un documento científico y sólo tiene la pretensión
didáctica de entregar algunas pistas sobre esta temática, fundamental en nuestro trabajo
cotidiano en diseño, siempre con la intención de que el lector que se interese pueda dar un
primer paso y posteriormente indagar en la materia.
Definición de conceptos
Interacción
Se puede definir el concepto de interacción como una instancia de comunicación bidireccional
entre dos agentes (persona-persona, persona-objeto, objeto-objeto) que está supeditada
necesariamente a la idea de acción-reacción. Es decir, la interacción se logra cuando un ente
emite una señal al otro (acción) y obtiene una respuesta por parte de este (reacción). Bajo esta
idea, estamos interactuando cuando preguntamos algo a una persona en la calle y obtenemos
una respuesta, o cuando ejercemos una presión sobre el pomo de la puerta y esta se abre, o
cuando tecleamos un botón en nuestro móvil y este realiza una acción, cualquiera sea. Por
supuesto, existen diferentes niveles de interacción dependiendo del grado de incidencia que la
acción de un usuario tenga en el sistema. En ese sentido, no es lo mismo entrar a mi correo
electrónico usando los campos de texto y botones dispuestos para ello, que entrar en un
espacio de generación de sonidos aleatorios que modifican su frecuencia según la forma en que
muevo mi cuerpo.
Interfaz y conceptos asociados
De todas maneras, sea cual sea el nivel de interacción que el objeto, dispositivo o sistema me
permita, para que exista interacción entre dos agentes, especialmente si hablamos de
interacción entre personas y objetos o dispositivos, es absolutamente imprescindible la
presencia de una interfaz. El concepto de interfaz, que todo diseñador debe conocer en
profundidad, se puede definir, en palabras simples, como el conjunto de elementos agrupados
en un espacio determinado que permite el “diálogo” entre la persona y el dispositivo. De esta
manera, la interfaz de un teléfono móvil es su pantalla y los diferentes elementos gráficos
(“botones”) que se presentan en ella y que permiten que realicemos tareas concretas al
presionarlos. Y la interfaz de un horno microondas es el panel de botones o perillas que
permiten que el objeto realice las acciones que están programadas en su funcionamiento.
Está claro que la interfaz debe estar diseñada de manera precisa para que la interacción entre
objetos y personas sea fluida, sencilla y gratificante para los usuarios, tomando en cuenta sus
características y necesidades1. Una interfaz mal diseñada puede generar múltiples problemas de
interacción, lo que a su vez puede causar confusión, frustración, desinterés y malas sensaciones
en el usuario. De esta idea surge otro concepto fundamental para el diseño y que tiene que ver
con la incidencia que el buen o mal diseño tienen sobre la vida cotidiana de las personas en su
permanente interacción con los objetos a su alcance: la User Experience o experiencia de
usuario, tema que está dando muchísimo que hablar hoy en día 2. Algunas emociones positivas
que la interacción bien diseñada puede ofrecer a los usuarios pueden ser, a modo de ejemplo,
emoción por el objetivo cumplido, agrado, bienestar o satisfacción, mientras que la experiencia
negativa puede adoptar formas de frustración, confusión, malestar o enfado.
Diseño de interacción
Dicho todo esto, y entendiendo las ideas asociadas a las temáticas que hemos abordado hasta
ahora, creo que somos capaces de intentar buscar una definición del concepto inicial: El diseño
1
Al respecto, invito a revisar el concepto de User centered design (diseño centrado en el usuario).
A modo de introducción al tema se puede leer el artículo en la web de ESDi, disponible en
http://esdi.es/content/pdf/introduccion-al-diseno-de-experiencia-de-usuario.pdf
2
de interacción, gracias a todas las ideas satélites que giran a su alrededor, bien puede adquirir
la categoría de disciplina, una disciplina que busca definir la forma en que se utilizan los
productos y servicios interactivos. El objetivo del diseño de interacción es intentar que las
personas consigan realizar las acciones o tareas para las que el producto ha sido diseñado de la
manera más sencilla, intuitiva y gratificante posible. Para esto, debe considerar todos los
aspectos necesarios según las particularidades del usuario, desde su edad y características
físicas hasta necesidades, deseos o aspectos sociales, culturales o el contexto en el que se
piensa que el producto puede ser utilizado.
Dentro de la metodología de trabajo de un diseñador de interacción debe necesariamente
existir la fase de pruebas con usuarios. Es durante estos test que el diseñador podrá observar la
manera en que la persona se enfrenta al producto o dispositivo, cómo interactúa con él y si
consigue cumplir las tareas que se propone. Esta instancia de observación permitirá al equipo
de diseño obtener respuestas por parte de las personas que usarán sus productos y modificar
los errores que puedan ser identificados. La usabilidad, otro concepto relacionado con el tema,
apoyada en aspectos propios de la percepción y la cognición, entre otras, utiliza métodos fiables
de evaluación de los objetos interactivos que buscan medir el nivel de comprensión, satisfacción
y facilidad con que las personas usan esos objetos.
Para finalizar
Normalmente se asocia el concepto de interacción o productos interactivos con aplicaciones de
smartphones, sitios web, programas de ordenador o videojuegos, pero está claro, y el mundo
lleno de ejemplos, que el diseño de interacción está asociado directamente con todos y cada
uno de los objetos que manipulamos y con los cuales mantenemos diálogos permanentes en
nuestra cotidianidad, desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la
noche. De hecho, un buen ejercicio de diseño sería fijarnos en cada objeto o dispositivo con el
que interactuamos y la forma en que lo hacemos, para luego pensar en cómo se podría mejorar
nuestra relación con ellos. Desde el despertador, la ducha o el cuadro de mandos del coche
hasta las puertas del metro, la taza de té, el mando a distancia del televisor, la lavadora,…
Bibliografía y links recomendados
Rogers, Y., Sharp, H., Preece, J. (2011); Interaction Design: Beyond Human-Computer
Interaction; John Wiley & Sons ltd.; United Kingdom
Krug, Steve (2006); No me hagas pensar; Prentice Hall; New Yersey
The encyclopedia of Human-Computer interaction, 2nd edition; disponible en
https://www.interaction-design.org/books/hci.html
https://www.interaction-design.org/
http://www.nosolousabilidad.com/
http://www.revistafaz.org/
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