El yo y el nosotros en los movimientos sociales

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El yo y el nosotros en los movimientos sociales
Mario Alberto Velázquez García
El día 23 de octubre de 2006, el Sub-comandante Marcos visitó por primera vez la ciudad
de Hermosillo. En una de sus presentaciones frente a los estudiantes de la Universidad de
Sonora, Marcos utilizó una historia de los Indios de Chiapas para mostrar la importancia de
la asociación entre individuos y para la creación de movimientos sociales. La historia es la
siguiente: los dioses al crear a los hombres se dieron cuenta que algunos salieron con el
“alma mala” y que por ello buscaban convertirse en gobernantes. Para compensar este
error los dioses les quitaron a los pueblos de Chiapas la palabra yo de su lenguaje. En las
lenguas de la zona de influencia del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional no existe la
palabra “yo”, de tal forma que una persona nunca se refiera a “sí mismo” sino a
“nosotros”. Estos pueblos entonces tienen una construcción de su personalidad a partir de
la idea de que son parte de un conjunto, un grupo al que ellos pertenecen.
Con esto Marcos quería mostrar que el “yo” es una propiedad de nuestra civilización. La
“construcción del yo” es una de las tareas en las que más gastamos tiempo y energía. Es
una de nuestras más importantes posesiones por la que estamos dispuestos a realizar gran
cantidad de cosas. Sin embargo, nuestro “preciado” yo se ve sometido a diferentes
atropellos u humillaciones. Por ejemplo, ejemplificó Marcos, el estudiante que se esfuerza
por terminar una carrera con el mejor promedio para encontrarse con que no encuentra el
trabajo que merece porque alguna persona importante le consiguió este trabajo a un
protegido o familiar, o la mujer que al buscar trabajo se encuentra que puede ser mas
importante su apariencia física que su preparación. ¿Cuál es la salida a estos problemas del
yo? Para Marcos la respuesta es comenzar a darle una mayor importancia al “nosotros”
Esto no es un planteamiento nuevo, en realidad las teorías sobre la sociedad civil desde
tiempos de Toqueville han mostrado las ventajas que representa para una sociedad contar
con grupos organizados alrededor de intereses, es decir, con la construcción de muchos y
diferentes “nosotros”. Pero el que el planteamiento de Marcos no sea novedoso no le quita
razón, me refiero exclusivamente a este punto sobre la importancia del “nosotros”, toda
sociedad requiere de formas de organización independientes al estado.
Uno de los principales problemas de México es la poca participación cívica de la población
en general dentro de organizaciones civiles. Sin embargo, ha existido un importante
crecimiento de este tipo de agrupaciones durante los últimos treinta años, aunque todavía
en niveles bajos, si los comparamos con países con tradición “cívica” como los Estados
Unidos.
En conclusión, aunque Marcos ha cometido diversos errores políticos en los últimos años,
de vez en cuando, puede volver a utilizar su lugar como “figura pública” para atraer la
atención sobre problemas importantes, como este, la creación de un “nosotros” cada vez
más grande y complejo.
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