Violencia desatada por sectores de derecha causó la muerte de 28

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Violencia desatada por sectores de derecha causó la
muerte de 28 personas en 33 días
Caracas, 17 Mar. AVN.- Hasta este lunes 17 de marzo, la violencia desatada desde el 12 de febrero
pasado ha cobrado la vida de 28 personas, 16 de ellas víctimas directas del accionar de grupos
utilizados por la ultraderecha, cuyos ataques incluyen desde colocar guayas para degollar
motorizados hasta tiros de gracia a quienes intentan liberar vías bloqueadas.
En los últimos 33 días, ocho personas han sido asesinadas con armas de fuego por intentar impedir o
retirar cercos que han sido montados con cauchos y basura quemados, escombros, trastos, muebles
inservibles o árboles talados con el fin de impedir el libre tránsito. Esta modalidad de trancas
forzosas de las vías (guarimbas) es alentada por voces que, bajo el disfraz de la "salida", llaman a un
golpe de Estado en Venezuela.
La víctima más reciente fue José Guillén Araque, capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)
de 34 años, padre de dos hijas, quien recibió un disparo en la madrugada de este lunes al impedir
que los violentos cerraran la avenida Casanova Godoy, en Maracay, estado Aragua. Otro uniformado
de la GNB asesinado mientras trabajaba para garantizar la paz fue Ramso Ernesto Bracho Bravo,
capitán de la GNB de 36 años, casado hace 3 meses, fue baleado el 12 de marzo, en Valencia, al
enfrentar a bandas armadas en el Distribuidor el Mañongo, Carabobo.
Gisella Rubilar, educadora y artesana de 47 años, madre de 4 hijos, chilena, recibió un disparo en
la cabeza el 9 de marzo, en el sector Pie de Tiro, en la ciudad Mérida. Alexis Martínez, obrero de 54
años, padre de dos hijos, asesinado de un tiro en el pecho el 20 de febrero, en Barquisimeto, estado
Lara. Giovanny Pantoja, sargento segundo de la GNB, padre de 2 hijos, recibió un disparo en la
cabeza, en El Trigal, estado Carabobo, el 28 de febrero. Antonio Valbuena, mototaxista de 32
años, padre de cinco hijos menores de edad, recibió un disparo en la cabeza el 24 de febrero, en
Maracaibo, estado Zulia.
José Gregorio Amaris, mototaxista de 24 años, padre de un bebé de 6 meses, recibió un disparo
en el cuello el 6 de marzo, en Los Ruices, municipio Sucre del estado Miranda; ese día y en ese
mismo lugar asesinaron a Acner López, sargento de la GNB del 29 años, adscrito al regimiento de
seguridad urbana de la GNB que trabajaba para restablecer el orden público en la zona.
Tres personas fallecieron tras chocar con barricadas: Julio González (19-2-2014), fiscal del
Ministerio Público de 25 años, padre de dos hijos, y Eduardo Anzola (25-2-2014), carpintero de 29
años y dirigente vecinal, ambos en Carabobo; y Luis Gutiérrez (4-3-2014), estudiante de Ciencias
Agropecuarias de 26 años, en Rubio, Táchira.
En una barrera también se truncó la vida de José Méndez, de 17 años, arrollado en Carúpano,
estado Sucre, por un conductor que atravesó una guarimba el 17 de febrero.
Cuatro personas más cayeron víctimas de otras trampas asociadas a las guarimbas: Elvis Durán
(22-2-2014), motorizado de 29 años, fue degollado por una guaya con alambre de púas colocada en
la avenida Rómulo Gallegos del municipio Sucre; Doris Lobo (20-2-2014), graduada de Misión Ribas
de 41 años, madre de 3 hijos, sufrió fractura de cráneo cuando la moto en la que viajaba con su hijo
chocó con una guaya en la ciudad de Mérida; también tuvo fractura de cráneo Deivis
Durán (3-3-2014), mototaxista de 31 años, padre de dos hijos, al caer en una de las alcantarillas a
las que les han quitado la tapa en el municipio Chacao del estado Miranda; y en esa misma
jurisdicción Johan Pineda (7-3-2014), motorizado de 28 años, falleció en accidente provocado por
aceite derramado intencionalmente como parte de la guarimba.
De las otras 12 víctimas, nueve fueron asesinadas en medio de situaciones de violencia. Jesús
Enrique Acosta, estudiante de ingeniería de 20 años, y G
uillermo Sánchez, de 42 años de edad, fueron baleados el pasado 12 de marzo, en los alrededores de La Isabelica, en Valencia, estado Carabobo. Se presume que en la balecera, que dejó 14 personas heridas, actuaron francotiradores.
Daniel Tinoco, estudiante de 24 años, recibió un disparo en el pecho el 10 de marzo, en una zona
bloqueada por barricadas en las que él participaba, en San Cristóbal, estado Táchira; también en esa
entidad Danny Melgarejo, de 20 años, fue apuñalado el 22 de febrero en medio de una riña
ocurrida luego de que una persona resultó afectada por una guarimba; mientras en el estado
Aragua, Wilmer Carballo, comerciante de 41 años y padre de dos hijos, recibió un disparo en la
cabeza el 24 de febrero, en medio de una balacera ocurrida durante una guarimba en la
urbanización La Fundación de Cagua.
Roberto Redman ha sido el único asesinado con arma de fuego en Chacao. Recibió un disparo
desde una moto la noche del 12 de febrero, durante la primera jornada de guarimbas que en los
últimos 23 días, de forma casi ininterrumpida, han causado destrozos a bienes públicos y privados
en ese municipio.
El mismo 12 de febrero en horas de la tarde fueron asesinados en La Candelaria, Caracas: Juan
Montoya, luchador social de 44 años, líder de colectivos del 23 de Enero, padre de 3 hijos; y Bassil
Da Costa, carpintero de 23 años, residente de Guatire, estado Miranda. Ambos recibieron tiros en la
cabeza y por el caso están detenidos y sujetos a investigación penal tres funcionarios del Servicio
Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Alejandro Márquez, de 43 años, falleció el 23 de febrero, víctima de heridas presuntamente
provocadas por Guardias Nacionales la noche del 19 de febrero durante su detención en una
guarimba, en La Candelaria.
Dos personas fueron asesinadas en manifestaciones: Génesis Carmona, de 22 años, recibió un
disparo por la espalda, en la cabeza, que las experticias determinaron salió de las filas de la marcha
de oposición en la que participaba ese 19 de febrero en Valencia, Carabobo; y Ángel Castillo,
obrero de Sidor de 36 años, fue baleado al final de una marcha por la paz en la que participó ese
mismo día (19-2-2014) en Ciudad Guayana, estado Bolívar.
En Valencia, Geraldine Moreno, de 23 años, falleció el 23 de febrero víctima de un disparo con un
perdigón en el rostro que recibió el 19 de febrero. Por este caso hay siete efectivos de la GNB
sometidos a investigación.
Hasta la fecha hay al menos 21 efectivos policiales y militares privados de libertad por presuntas
violaciones de derechos fundamentales, entre ellos funcionarios del Sebin, de la GNB, de la Policía
Nacional Bolivariana (PNB) y de policías municipales y regionales.
Solamente en los casos de Geraldine Moreno, Alejandro Márquez, Bassil Da Costa y Juan Montoya
existen elementos que permiten presumir la responsabilidad de funcionarios de seguridad del
Estado.
Además de estas 28 víctimas, otras tres muertes se asocian a la violencia estimulada por factores de
ultraderecha interesados en mantener una campaña de terror y generar caos: el accidente de
Jimmy Vargas, de 34 años, militante de oposición, quien falleció en Táchira tras caer de una
platabanda, el 24 de febrero.
También los asesinatos de Joan Quintero, de 33 años, quien apareció muerto con varios impactos
de bala el mismo 24 de febrero, en Aragua, en las afueras del único local saqueado durante estas
jornadas; y Ángelo Vargas, de 27 años, militante revolucionario, asesinado de tres impactos de
bala en el estado Bolívar, luego de salir de una reunión en la que se debatió sobre la reanudación de
clases en la Universidad Nacional Experimental de Guayana, donde cursaba estudios de
Administración y era presidente de su centro de estudiantes.
Las guarimbas se iniciaron hace poco más de cuatro semanas en 18 municipios del país, y en las
últimas dos semanas se circunscriben a seis localidades (gobernadas todas por alcaldes oposición).
La merma no es sólo en espacios tomados sino también en participantes. Sin embargo, su acción
criminal es inversamente proporcional a la cantidad de gente que se logra captar o pagar, hasta
5.000 bolívares semanales confesaron recibir algunos detenidos en el municipio mirandino de
Chacao.
A los ejecutores directos de la violencia les han incautado, hasta el viernes 14 de marzo, armas de
fuego (incluidas armas de guerra, pistolas con mira láser) y municiones de diversos calibres,
explosivo C4, más de 2.900 artefactos explosivos (sólo en San Cristóbal), además de insumos e
implementos para su fabricación (químicos, gasolina, esquirlas de hierro, etc.), lanzacohetes
improvisados, miles de artefactos denominados "miguelitos" utilizados para dañar cauchos y
provocar accidentes (en particular de motos) y bombas lacrimógenas, entre otras herramientas
destinadas a causar muerte y destrucción para buscar objetivos políticos que no se han alcanzado
con votos.
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