Sociedad del Gobierno Islámico en la época de la Ocultación

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LA SOCIEDAD DEL GOBIERNO
ISLÁMICO EN LA ÉPOCA DE LA
OCULTACIÓN
Una anticipación social a la reaparición del Imam Mahdi (Evaluación de las
condiciones políticas, sociedad y condiciones culturales en la reaparición, criterios
y ventajas).
Sumario
Las actuales sociedades se mueven en una dirección basada en un sistema
de repúblicas, concepto acuñado fuera del ámbito islámico, el que no obstante le
fue impuesto a la Ummah gracias a las invasiones de naciones politeístas que
carecen de fundamentación ética, moral y devocional.
No obstante, el concepto de “república” permanece ocultando su esencia
nacida del politeísmo e incredulidad, el cual rivaliza con la sociedad del Imamato,
concepción que ordena un gobierno basado en el liderazgo del sabio más justo al
cual se agregan los poderes ejecutivo, legislativo y judicial para encaminar a la
Ummah hacia el Islam.
El Imamato llega como una respuesta de Gobierno en medio de la
corrupción generalizada debido a la falta de recuerdo de Dios en el plano
administrativo y, de rendir cuentas ante los necesitados, quienes ven cómo
desaparecen los recursos gracias a los corruptos que descansan en un sistema
que adolece del liderazgo como Gobierno.
La implementación gradual del Imamato en los países musulmanes es la
oportunidad para factibilizar las sociedades para el advenimiento del Imam Mahdi
y su Gobierno reflejado en el Imamato, teniendo en cuenta que el sistema de
república fue ideado desconsiderando elementos islámicos en su forma y fondo.
Dicho ambiente será hostil a la reaparición del Imam Mahdi, dado que se
encuentra plenamente en el polo opuesto al Islam, lo que ha sido quebrado por el
visionario Imam Jomeini (RA), quien abrió la primera brecha al mando del pueblo
musulmán iraní para factibilizar la llegada del Santo Imam Mahdi.
Sobre las enseñanzas de la bendita Ahlul Bait (P) y el importantísimo rol de
los Ulama, la implementación del Imamato en los países musulmanes será la llave
que abra la ocasión para eliminar las estructuras ideadas por el politeísta filósofo
griego Platón, quien concibió un sistema exento de Dios, siendo un líder negativo
que ha sido imitado por aquellos peligrosos guías condenados a sucumbir frente a
la Revolución del Imam Mahdi, quien traerá la justicia al mundo, es decir, el
Imamato.
El Imamato será un paradigma para la administración política y pública, el
que trae herramientas éticas en las cuales descansa el Walih Faqih, viviendo
nosotros el tiempo vislumbrado en los hadices de los imames Baqir (P) y Sadiq (P),
en que la tecnología es un fenómeno que grafica la llegada del Imam.
Dios no cambia la situación de un pueblo, si ese pueblo no se cambia a sí
mismo es la consigna de Dios en el Sagrado Corán para la dimensión de la
responsabilidad administrativa del Gobierno del Imam Mahdi, quien retornará para
depurar las imperfecciones de las estructuras republicanas que anidaron
perfectamente los sistemas Capitalista, Socialista y de la llamada Tercera Vía,
cuyos conocidos fracasos en los pueblos subdesarrollados demostrarán que uno
genuinamente islámico, como el que ofrecerá el Imamato del Imam Mahdi a través
de su revolución mundial, derribará finalmente los ídolos de barro que todavía
permanecen en pie.
Mahdi Arismendi Poblete, Temuco, Chile año 1428 de la Hégira Lunar.
SOCIEDAD DEL GOBIERNO ISLÁMICO EN LA ÉPOCA DE LA OCULTACIÓN.
Anticipación social de la reaparición (Evaluación de las condiciones políticas,
sociedad y condiciones culturales en la reaparición, criterios y ventajas).
1. IMAMATO COMO REEMPLAZO DE REPÚBLICA EN LA SOCIEDAD
ISLÁMICA AVANZADA, UN PREPARATIVO PARA LA REAPARICIÓN.
Para dar pasos seguros en la reaparición del Imam Mahdi, la Ummah debe ser
responsable y conciente de su papel en este milagro, el que por obra de Dios,
llenará al mundo de justicia social y de un equitativo castigo para los corruptos y
opresores, quienes han hecho de una sociedad apartada de la ética su morada
favorita, bajo la confianza en sus invasiones y ataques contra el Islam a lo largo de
la historia, causados previo a la Inspiración que trajo el Profeta Muhammad
(PBED), lo que fue aparejado de la descontextualización de los Libros sagrados
como la Torah y los evangelios, tragedia que se revirtió gracias a la promesa del
Todopoderoso, reflejada en la Última Revelación, el Sagrado Corán.
En este ambiente, los conceptos basados en el belicismo, la opresión y las
injusticias de los antiguos pueblos como los griegos y sus polis, pudieron ver los
productos de sus ímpetus frente a otros pueblos avasallados como exitosos
gracias a la política de arrasar con quienes no compartían sus visiones politeístas,
quedando fuera de su piedad aquellos que no llegaban a ser ciudadanos, a
quienes luego sometían, etiquetándolos como esclavos o sin ciudadanía.
Estos seres, que no eran de la categoría de los “ciudadanos”, no gozaban de
derechos, por lo cual eran material disponible para sus ambiciones territoriales,
siendo muy fácilmente “carne de lanza” para invadir y sitiar a otras polis o pueblos.
Por lo tanto, bajo estos conceptos se organizaban dichas polis donde nació “el
gobierno del pueblo” o “Democracia”. Un gobierno del pueblo solamente para unos
pocos de una porción de ése pueblo, donde los no ciudadanos jamás podían
prescindir de sus derechos; menos de sus propias voluntades. Con el correr del
tiempo durante la Grecia clásica, el filósofo, Platón, acuña el término de República
-Respublika- como el ideal de ordenamiento para estas polis o estados, las que a
su vez estarían normadas bajo tres ejes tutelares como los poderes: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, concepto rescatado hasta el día de hoy y que sobrevive
desde este pensamiento filosófico de una sociedad politeísta como la griega, en la
que las desviaciones políticas, éticas y morales iban de la mano con la gran
galería de los dioses muertos de esta cultura.
Frente a esta realidad, prestada muchas veces en la sociedad islámica
contemporánea, los elementos por los cuales transcurre su esencia en tanto
república se trata, adolecen de bases sólidas espirituales, fijando su atención
solamente en aspectos que toman lo religioso como un peligro para la
supervivencia de quienes adoraban desde los dioses Zeus hasta la sexualizada
Afrodita, elementos larvados que fueron integrados por las fuerzas colonialistas en
las sociedades musulmanas a viva presión en éstas, las que luego lucharon contra
algo que en la actualidad se desconoce perfectamente y que permanece como
algo normal, lo que sin embargo obedece a las sombras que reinan sobre un
mundo que se mueve en la dirección que ellos quieren, gracias a un sistema de
repúblicas laicas, que siendo republicanas enfatizan su laicismo y su compromiso
con este sistema. Dicho fenómeno globalizador estaba presente desde mucho
antes de la actual globalización en que vivimos, por eso tuvo tanta facilidad para
propagarse y adaptarse en los diferentes países, porque precisamente ya estaba
inculcado el concepto, tanto a la fuerza como por pasividad.
No se debe pensar en esto como un pecado original, dado que esto es un
concepto no islámico, tal como lo es la república para el plano administrativo ético,
en el que los injustos han podido gobernar en su mayoría en este planeta bajo la
excusa de la democracia y participación.
Debido a esta falla política de origen, cual aborto de la naturaleza, la mutante
república adolece de elementos de llamada al bien como por contrapartida si lo
tiene el Imamato. Más bien la idea de república llama a error cuando se
establecen los rangos comparativos entre República e Imamato, siendo este
último, nuestro concepto por esencia islámico político, empujado por los ideólogos
occidentales a una aberración jurídico ética, cual es atribuir un estamento
republicano al Islam, dado que se contraponen en diferentes esferas, desde lo
religioso – ateo, ética – antiética, moral – inmoral, monoteísta – politeísta, así
como integral – parcial. Estos campos, por mencionar algunos, son en los cuales
el Islam se contrapone a la incredulidad, la que basa sus argumentos en
consideraciones físicas finitas evidenciales frente a un sistema vasto como es el
Islam que trajo el Profeta Muhammad (PBED), quien legó el Imamato para
perpetuar el Mensaje de Dios a la humanidad a través de acciones políticas en los
diferentes estados que acepten al Islam enseñado por Ahlul Bait (P) a la
humanidad.
Por lo tanto, el Imamato se diferencia de un gobierno republicano a partir de lo
integral y completo que resulta un sistema de cuatro poderes frente a uno de tres,
que en el fondo resuelve sus problemas fuera del Plan Divino, no teniendo en
consideración lo religioso, lo moral y lo ético, tras lo cual las lamentaciones
sociales no son escuchadas desde una óptica fraterna, donde cada persona debe
defenderse por sí misma frente a los demás, con afanes de competencia
catastróficos al extremo de concretarse guerras y ofensivas bélicas para birlar los
bienes de los demás. De esta forma la República no contempla los avances de
una sociedad en la que el dolor y el sacrificio son las constantes para sobrevivir.
El Imamato llama a modificar las sociedades en función de la ayuda mutua, a
los lazos fraternales y a una modernidad que hace caso de las necesidades para
alivianar los sufrimientos de quienes quedan abandonados, es decir, un avance
perfecto que busca sustancialmente el socorro de los desprotegidos para
conquistar metas y objetivos, dejando de lado el materialismo y la explotación de
los más débiles, dado que la presencia de Dios está en todo y por sobre todas la
cosas al momento de morir y luego, en el futuro, enfrentar el Juicio Final, donde
cada persona deba rendir cuentas, haya sido poderoso o humilde. Dios nos
enseña en el Sagrado Corán que, cada persona deberá enfrentar sus situaciones
si ha hecho un átomo de mal o de bien.
Dijo el Imam Al Baqir (P): “Quien obedece a Dios es nuestro amigo, y quien
desobedece a Dios, es nuestro enemigo”. Esta valiosa sentencia nos ayudará a
formular los descargos contra la República, tópico fundado en consideraciones
extra religiosas con bases en el politeísmo y en la inmoralidad en la cual se ha
formado hasta un sistema cuyo sello es la injusticia por centenas de años.
Si la injusticia carece de perfección, también está exenta la República de la
perfección, dado que no obedece a una idea nacida de un ambiente religioso que
pudiera justificar el verdadero ideal de libertad como en el que se sentenció la
revolución francesa, inspirado en la diosa razón y que a su vez, si bien es cierto
derrocó a un régimen despótico, lo reemplazó por uno del terror buscando siempre
la ideología de la injusticia, es decir, el laicismo para formar personas que avancen
hacia el ateísmo y con ello sustentar sus cuestionamientos en un sistema donde la
república será el normador de lo que ocurra políticamente en las esferas de la
presidencia, en el parlamento y en tribunales en los cuales, como se adolece de
una instancia religiosa, será más fácil olvidar la creencia a la luz de prescindir de
un elemento superior que lo indique en la superestructura del estado de un país.
Sin duda, este ambiente no ofrece la garantía cierta para la reaparición del
Imam Mahdi (Dios apresure su llegada), dado que una república apartada de la
Religión, la Fe y el modo de vida acorde con la Creencia, no pueden sino estar
con los enemigos del Islam.
Con la llegada de la gloriosa y bendita Revolución Islámica, liderada por un hijo
de Ahlul Bait (P) como fue el Imam Jomeini (RA), se dio el primer paso en la
implementación del Imamato como uno de los cinco pilares del Islam en la
sociedad islámica de Irán a través del perfeccionamiento de la idea de república
dada la integración de una cuarta instancia como lo fue y es el gobierno del
Jurisconsulto, llevado adelante en la actualidad por el Gran Líder de la Revolución
Islámica de Irán, el Gran Ayatullah Sayed Ali Jamenei, figura que corrobora en el
plano local e internacional este ideario del Imamato, siendo el Imamato la
herramienta del Islam para el cambio de las injusticias en el mundo y además el
facilitador del cambio de sistema en el mundo a objeto de concretar el Gobierno
del Imam Mahdi, el cual no será otro que el basado en el Islam, como religión y
modo de vida, y en el Imamato, como característica político administrativa para el
futuro de la humanidad, aceptando a los doce imames de Ahlul Bait (P), cada
persona con la asistencia del Hadrat Isa (P).
En este sentido, el Imamato durante la ausencia del Imam, la responsabilidad
del Imamato (liderazgo sobre los musulmanes y gestión del rol islámico)
pertenecen al maestro religioso de mayor prestigio y rango en la Ummah, lo cual
comprende el ámbito político y de ciencias islámicas junto a su habilidad de
administrar el Estado islámico.
Al respecto, el líder deberá demostrar su piedad, rectitud y gestionar los
asuntos religiosos en todos los aspectos de su vida.
Como una breve síntesis de este concepto sólo diremos que dicho líder
deberá ser el más considerado de sus acciones ante Dios y en consecuencia, el
mejor de la Ummah.
El Profeta Muhammad (PBED), dijo: “Buenaventuranza para quien llegue a ver
al Restaurador de la gente de mi casa, habiendo sido su seguidor antes de su
aparición y levantamiento, para quien estime a sus amigos, se desentienda de sus
enemigos y acepte a los Imames bien guiados antes que él. Esos son mis
compañeros, los poseedores de mi estima y afecto, y los más distinguidos de mi
comunidad para mí”.
De este Hadiz podemos deducir, que habiendo sido seguidor con antelación
del Imam Mahdi, estaremos en la misma línea de acción del Hadrat Muhammad
(P), para lo cual debemos avanzar en el reforzamiento del Islam Shiíta
Duodecimano o Imamita Yafarí a través de la implementación del Imamato en la
esfera religiosa política, de acuerdo a un esquema político administrativo, en el
cual se sugiere apartar la idea de República por la de Imamato. Por ejemplo, los
países que adopten esta norma universal, deberán someter esta consideración a
los consejos de los Ulama o Mary’a Taqlid para analizar qué apartado está la idea
de república, por ser un concepto prestado, de la de Imamato, por ser éste un
tópico genuinamente islámico que reforzará el Da’wa, por un lado, y por otro,
usará herramientas exentas de ideologías no islámicas o kafirógenas que
contaminen las sociedades compuestas por musulmanes.
En este hermoso Hadiz también aprendemos, que como avanzada del Imam
Mahdi en nuestros tiempos debemos mantenernos confiados en su Regreso para
el futuro, a modo de vanguardia o avanzadilla que respalde su gobierno, el cual no
estará basado en ninguna otra concepción, exento en el Imamato, lo cual es el
garante de este planteamiento que aquí se entrega.
A esto podemos agregar otro punto especificado por el bendito Enviado de
Dios, Muhammad (PBED), quien señaló: “Dios enviará a un hombre de mi
descendencia, de la gente de mi casa, mediante el cual llenará la Tierra de
equidad, así como habrá sido llenada de tiranía e inequidad.”
Desde la implementación de las repúblicas, bajo la óptica occidental, sólo
hemos conocido tiranía e inequidad entre los pueblos que pasaron desde la
monarquía a las repúblicas, los cuales, a pesar de disfrutar de un cambio
estructural, continuaron con las diferencias sociales, económicas y sistemáticas,
es decir, en el papel hubo una reforma, pero en la práctica siempre continuaron
existiendo desposeídos frente a poderosos.
Esta profecía se ha cumplido a cabalidad entre los sistemas que
implementaron o no la república, siempre con una superestructura exenta de ética,
moralidad e invitación al bien y rechazo del mal. No obstante, el Imamato llama a
la amistad con quienes aman a Dios y a la enemistad con los acérrimos enemigos
del Altísimo. En este sentido el Imamato es la sustancia de la palabra del Islam,
que se refleja en obras concretas, fuera y muy lejos de las fronteras de la
odiosidad. El Imamato es un elemento que debe existir como contrapartida del
sistema al que aspira la república, la que en suma jamás aspirará a promover un
gobierno basado en Dios y por Dios para la Ummah y en la Ummah.
Con esta sagrada implementación se estará dando un paso importantísimo
hacia la aparición del Imam Mahdi y su Gobierno de Justicia, Rectitud, Bondad y
Creencia en Dios, es decir, el Imamato, el que no estará asimilado en uno
republicano, sino auténticamente islámico.
Para aquellos que no tienen referencias del Imam Mahdi, ofrecemos en esta
sección una breve descripción del Imam Mahdi y sus principales características.
Muhammad al Mahdi es el nombre del doceavo Imam de los musulmanes shiítas.
Su Padre fue el Imam Al Hassan al ‘Askari (P) y su madre fue la dama Naryíz.
Nació la noche del 15 de Shaabán del año 225 de la hégira lunar en la ciudad de
Samarra, actual Irak.
Es el último Imam y la prueba de Dios en este mundo. También su figura
corresponde a la del último de los sucesores del Profeta Muhammad (paz y
bendiciones de Dios sean con el y sus puros descendientes); siendo el último de
los Doce Imames de los musulmanes seguidores de Ahlul Bait (P), es decir, de la
"Gente de la Casa (familia) del Profeta (BPD)".
Nació en el año 869 DC, otorgándole Dios una larga vida para cumplir su
bendito cometido. Actualmente está oculto. Su regreso se llevará a cabo antes del
Día del Juicio Final y traerá justicia sobre la inequidad y el descarrío absoluto que
ha de reinar en el mundo antes de su llegada.
El último enviado de Dios, es decir, Hadrat Muhammad (PBED) junto a
todos sus descendientes, los puros Imames (P), predijeron que el Imam Mahdi
vivirá con la fuerza milagrosa para restablecer la orden de Dios en la tierra y
acabar con los abusivos opresores.
Al respecto, Dios dice en el Sagrado Corán:
"Es El quien envió a su Profeta con la Dirección y la Religión verdadera, para
hacerla prevalecer sobre cualquiera otra religión a pesar de los politeístas";
(Capítulo 9: versículo 33)
Su nombre es Muhammad, y sus títulos son Mahdi (Guiado), Qaim (Quien
se levanta) y Muntazar (De quien se espera la revolución), entre otros.
Tenía sólo cinco años cuando su padre, el Imam Hassan 'Askari (P) fue
martirizado por envenenamiento.
A pesar de ser tan joven como para cargar la importante responsabilidad
del Imamato, el gobierno abbasida igualmente no quería que él tuviera un
destacado rol en guiar a la Ummah. Por esto decidieron encarcelarlo, buscándolo
por dos años, sin resultados.
Así, los abbasidas planearon eliminarlo a través de una treta que consistía
en ofrecerle una oportunidad para luego encarcelarlo y posteriormente destruirlo,
porque tenerlo en su poder a la postre les traería más problemas y haría peligrar
su régimen.
De acuerdo a sus necesidades y estas coyunturas, el Imam Mahdi
desapareció de la percepción general por la gracia de Dios.
A partir del ocultamiento del Imam Mahdi, todos los musulmanes shiítas
piden a Dios para que reaparezca. Con motivo de este pedido suelen peregrinar a
Samarra, donde el Imam Mahdi solía rezar cada noche para rezar.
Este ocultamiento de la sociedad fue de dos maneras:
Alusivo a ello, existen dos términos, uno abreviado y otro extenso, que se
expresan en idioma árabe respectivamente, "Ghaibat Sughra" y "Ghaibat Kubra".
El concepto breve de su ausencia, “Ghaibat Sughra” (la ocultación menor),
comenzó apenas fue asesinado su padre a través del envenenamiento. Esto duró
69 años y en aquel periodo las relaciones entre él y las personas no estuvieron
interrumpidas. El guió a la gente y resolvió sus problemas espirituales y dudas
religiosas por medio de sus especiales dones, lo que favoreció a su comunidad y
fueron siempre recibidos por el Imam cuando lo necesitaron.
Para poder comunicarse con la gente, en diferentes ocasiones, sus
delegados fueron: Uzmán bin Sayed, Muhammad bin Uzmán, Hussain bin Ruh
Nubajty y 'Ali bin Muhammad Samuri, quienes fueron llamados "Nuwab Arbaih".
En cuanto al último período de ocultamiento del Imam, Ghaibat Kubra" (la
ocultación mayor), comenzó luego de la muerte de su último representante, lo que
dejó en suspenso a la comunidad desde que entró en su total desaparición.
Posteriormente tomará la responsabilidad de su liderazgo para llevar
adelante la revolución mundial, en pos de establecer el compromiso universal del
rol justiciero y auténtico.
Razones últimas para la ausencia del Imam Mahdi
La ausencia del Imam se considera como una gran privación espiritual e
intelectual para los pueblos. Es, por ende, una prueba de Dios para la Humanidad.
No obstante, esto procede de las bendiciones de Dios hacia la gente, porque El
jamás deja de otorgar bendiciones a Sus criaturas. Este ocultamiento no obedece
a los deseos del Imam Mahdi, porque él es la vía de la manifestación de las
bendiciones y gracias de Dios hacia la Humanidad. La continuación de las
bendiciones de Dios, facilitadas a través del Imam, dependía del mérito y la
gratitud del pueblo hacia el Ser Supremo como una condición invisible.
Por otra parte, el severo control y el salvaje tratamiento que daba el gobierno
abbasida a las personas, apartándose de sus responsabilidades políticas y
religiosas, tornó difícil la presencia del Imam entre la comunidad.
El segundo punto sobre la ausencia del Imam Mahdi corresponde a un plan
natural de Dios que viene a presentarse en consideración a cualquier nación que
ha permanecido indiferente o desobediente hacia su santo líder. Así, se
circunscribe al Imam Mahdi dentro de las órdenes dadas en el Sagrado Corán
hacia sus delegados, lo que implicó dejar sola a la gente cuando el pueblo falló en
aceptar sus mandatos. Por ejemplo, podemos ver los abandonos sufridos por los
profetas Moisés y Salih u otros Enviados de Dios (P).
Otro secreto de la ausencia del Imam es el caso de los creyentes en Dios,
quienes son probados gradualmente para constatar su firmeza en la Fe.
El Imam Hassan Al 'Askari (P), expresó: "Luego de mí, será mi hijo Mahdi
quien tomará la responsabilidad del Imamato. Como algunos enviados de Dios, él
vivirá por muy largo tiempo, oculto de la percepción. Durante su ausencia, muchos
de los corazones se desviarán de la verdadera Fe. Solamente aquellos que tengan
firmeza en sus corazones, permanecerán en la creencia".
El rol del Imam durante su ausencia
El liderazgo del Imam durante su ausencia continúa activo y no ha sido
suspendido, excepto en pocos aspectos. Porque muchos de los efectos de la
existencia del Imam no dependen de su presencia material entre la sociedad
humana, tales como los siguientes:
A) Uno de los aspectos del Imam se conoce en árabe como: "Haidat bi Amr" (La
mayor Guía interna). Esto significa que el Imam ha sido beneficiado por Al-lah de
un poder espiritual de gran trascendencia que dispone su influencia en el corazón
de las personas y a la vez, comprensión al interior de los creyentes y guiarles
hacia la realización para acercarlos a Dios.
Tal efecto espiritual no depende de la existencia material del Imam entre la gente
o de ser modificado por el Imam, dada su ausencia.
B) La razón del Imam en la tierra es la decisión de Dios (Huyyatul-lah) y Su
motivo para otorgar su gracia y bendición a la humanidad es clara en cuanto a la
particularidad del Imam que no depende de su aparición entre la gente.
C) Una de las mayores responsabilidades del Imam es proteger al Islam contra
cualquier distorsión e innovación. Es decir que cuando él reaparezca debe
dilucidar el camino correcto de toda posible desviación, apartando los engaños en
los que hayan caído los expertos religiosos o las fallas en la comprensión de la
verdadera Fe. Para ello debe estar al tanto de todos los pormenores que tengan
lugar en la Ummah.
La ausencia del Imam en la escena de la comunidad en efecto es sólo física
y las personas jamás estarán privadas de las bendiciones espirituales de la
existencia del Imam.
Por otro lado, la presencia del Imam entre los musulmanes ha sido
comparada en las narraciones islámicas como el caso del sol: algunas veces se
encuentra tapado por las nubes, pero su efecto continúa y es evidente.
El Imam Mahdi ha sido graficado en uno de los conocidos rezos con las
siguientes palabras: "As Salamu Alaika ya Huyyatul-lah Alla-ti la Tujfa", es decir,
"La paz sea contigo, ¡oh, Razón de Dios, quien no desapareces!"
Una breve explicación sobre la futura Revolución Islámica del Imam Mahdi
La madurez de la mente y del espíritu humano junto a todos sus grandes
logros, alcanzados con duros esfuerzos, es la meta básica y el objetivo de todos
los profetas de Dios (P), para lo cual buscaron la implementación de las leyes
islámicas para el establecimiento de la paz y la justicia.
A pesar de las dificultades que se presentaron a dichos Profetas (P),
Imames (P) y todos aquellos bondadosos sabios durante la historia, sus metas
han sido conseguidas con sacrificios y luchas, siendo en algunos casos,
desvirtuadas luego de ellos.
En consecuencia, a pesar de todas las religiones divinas y los testimonios
de las evidencias claras, algunos santos objetivos no han sido alcanzados. Es por
esto que Dios ha planeado una gran revolución repleta de sucesos milagrosos y
justos para el final de los tiempos.
Así, el Sagrado Corán grafica: "Wa Nuridun an namun-na alal lazinas
tuzifu fil arz wa Nayul-la hum aim' man wa nayala humul waristin". O sea:
“Quisimos agraciar a los que habían sido humillados en el territorio y hacer de
ellos jefes, hacer de ellos herederos" (Capítulo Qisas, versículo 5).
Este y otros versículos como el 55 del capítulo La Luz, el versículo 105
del capítulo Anbi'a o el versículo 128 del capítulo A'araf, claramente informan
de la victoria final del Islam sobre las falsas religiones, la justicia sobre la
inequidad, la derrota de los opresores, la erradicación de cualquier forma de
politeísmo y el establecimiento del reino universal divino en la tierra.
Tal como en las importantes narraciones islámicas, claramente se indica
que todas aquellas promesas dadas en el Corán se concretarán en el tiempo
previo a la reaparición del Imam Mahdi.
2. NUEVO PARADIGMA DE SISTEMA ALTERNATIVO.
El Imamato es un sistema de administración que se eleva por sobre el ámbito
político, es decir, que la religión, conjunto de creencias, modo de vida y Fe
gobiernan el quehacer político de la sociedad, es decir, que lleva al Islam a la
práctica, no solo devocional, sino a la dirección correcta de los asuntos mundanos,
otorgándole sentido, tanto práctico como metafísico al cuestionamiento principal
del ser humanos, cual es su constante divagar en “hacia dónde voy” y “qué hago
aquí”. El Imamato será por excelencia la característica principal de la
administración del Imam Mahdi, si Dios lo quiere.
Este Imamato podrá ser conocido hasta en el último rincón de la tierra. Una
gracia divina, expuesta hace centurias, cuando los medios de comunicación ni si
quiera se imaginaban en las mentes de nuestros antepasados, fue dada a conocer
en exclusiva por el Imam Al Baqir (P) en relación al Gobierno del Imam Mahdi, al
afirmar: “Cuando se levante nuestro Restaurador, colocará su mano sobre las
cabezas de los siervos y con ello reunirá sus intelectos y perfeccionará su buen
juicio; luego Dios hará extender sus vistas y oídos de forma que no habrá velo
entre ellos y el Restaurador. ¡Él les hablará y ellos escucharán, y ellos lo verán
(aún) encontrándose él en su lugar!”.
Similares declaraciones fueran vertidas por el Imam Sadiq (P), el que afirmó:
“Por cierto que el creyente, en el tiempo del Restaurador, (aún) encontrándose en
el oriente, verá a su hermano que estará en el occidente; y asimismo el que esté
en el occidente verá a su hermano que estará en el oriente”.
Frente a estas realidades, se puede afirmar que el Gobierno del Imam Mahdi
será muy moderno y versátil en el estilo y por otro, será muy avanzado en el
sistema de comunicaciones, tal como lo indicaron, tanto el quinto como el sexto
imames.
Su modelo de regulación mundial será todo un ejemplo, el que se puede
catalogar como Guía para los demás sistemas geopolíticos administrativos,
trayendo una grata renovación de las esperanzas para impartir la Justicia de Dios
entre quienes habían sido desfavorecidos por décadas hasta su llegada, es decir,
todo un paradigma que no había tenido igual en la historia humana, desde el largo
reinado del capitalismo en la historia, la irrupción del socialismo entre los siglos 19
y 20 hasta llegar al Imamato con la reaparición del Imam Mahdi, con la dispensa
Divina, terminando con la miseria y tragedia de los representantes del mal en la
tierra, sus invasiones, sus robos, saqueos, masacres y opresión.
No obstante, este Imamato debe ser implementado con proactividad para la
llegada del querido Imam de los Tiempos, rejuvenecido en el llamado y orden de
Dios para salvar a la humanidad, y como una responsabilidad frente a la Ummah
de manera gradual y no precipitada, tomando en cuenta los factores de desgaste
que ello implicaría para una nación que factibilice la reaparición del Restaurador
del Gobierno de Dios en la tierra, acorde a las enseñanzas de Dios en el Sagrado
Corán, en la Sunnat del Profeta Muhammad (PBED), en las enseñanzas y hadices
de su Ahlul Bait (P), en el consenso de los ulama y por ende, en la aplicación de
estas líneas a través del intelecto de los musulmanes, que esperan en Día
Ansiado para recibir el Día del Juicio Final.
3. LA CARENCIA DE CRITERIOS ÉTICOS Y DE JUSTICIA EN EL MODELO
DE REPÚBLICA.
Tal como nos enseñó el último Profeta de Dios, las injusticias continuarán en el
mundo hasta la reaparición del Imam Mahdi. La implementación del Imamato
deberá ser la primera pala de tierra al funeral del sistema de injusticias que
gobiernan en la actualidad. Se desconoce el día de la llegada del Imam de los
Tiempos, el Bien Guiado Imam, no obstante, no es menos cierto que todas las
pesadillas para los débiles avasallados tuvieron un principio y tendrán su fin, el
que sin vacilación también tiene su propio reloj, tal como enseña el Sagrado Corán
todas las comunidades no podrán adelantar, ni atrasar la hora. A esto debemos
sumar además que Dios no cambia la situación de un pueblo, si ese pueblo no se
cambia a sí mismo. En esta lógica del Ser Supremo, Todopoderoso, se no enseña
que es la responsabilidad de la Ummah hacer modificaciones a los esquemas
planteados, una y otra vez, tal como se lo permite su Aql. Frente a esto, se facilita
el trabajo de los musulmanes en llevar a buen puerto sus motivaciones para
engrandecer a Dios, siendo su tarea igualmente desplazar erradas percepciones o
consideraciones que no fueron concebidas en la práctica islámica, tal como el
sistema de repúblicas no tiene a Dios en sus estructura y sus componentes, es
decir, es una sociedad sin Dios, una sociedad sin ética y una sociedad sin justicia,
a pesar que se pueda premunir de elementos religiosos, igualmente estará alejada
del ideal religioso.
El Imamato perfecciona todos aquellos puntos que no contemplaban a Dios,
porque en sí es un sistema religioso, Islámico e integral, que en sus bases abarca:
el Monoteísmo, la Justicia de Dios, la Profecía, el Imamato -lógicamente- y la
Creencia en el Retorno, es decir, en el Día del Juicio Final, es decir, un sistema
islámico que no necesita de una república, dado que la república antes de su
origen, en su origen y luego de éste, es imperfecto por soportar una serie de
aspectos que no tienen a Dios en su partida y final. Como decía el Profeta
Muhammad (PBDE), todo lo que no contempla a Dios en su origen, no tiene buen
final, es decir, que el Imamato en su dimensión política tuvo por designación
Divina el Nombre de Dios, es decir, nación puro Con el Nombre de Dios, es decir,
Bismillah.
En la mayoría de las repúblicas el tema de la corrupción es un asunto
preocupante. Quienes cometen los ilícitos, desfalcando y robando a sus
compatriotas nunca tuvieron la más mínima preocupación en el Taqua, es más, si
lo conocieran hasta incluso se reirían porque sus consideraciones son limitadas,
es decir, que sus sentidos los gobiernan, no su Fe, si es que la tuvieran.
A consecuencia de esta situación, el sistema de repúblicas se ampara en vicios
de forma y de fondo, porque su origen vano estuvo exento del Nombre de Dios,
por lo que se aplica el principio profético de todo lo que no contempla el Nombre
de Dios en su origen, su fin es exiguo, débil y con el tiempo, solamente conocerá
la derrota, es la responsabilidad de la Ummah derrotar aquellos ídolos larvados en
sus sociedades, comenzando una catarsis fijando la esencia de todo en el
Imamato, un gran milagro que lavará aquellas suciedades que se hayan filtrado al
sistema de engranajes gracias a los cuales funcionará un sistema islámico
perfecto y santo.
4. EL IMAMATO COMO DEPURADOR
HEREDADAS DE REPÚBLICA.
DE
LAS
IMPERFECCIONES
Uno de los países que ha cumplido con este Paradigma o modelo
administrativo, ha sido la República Islámica de Irán como país vanguardista al
seguir el Imamato desde la implementación de Gobierno Islámico, tal como lo
indicara el Imam Sayed Ruhullah Jomeini (RA), quien le demostró al mundo la
superioridad del Imamato frente al Capitalismo, Socialismo y la hipócrita Tercera
Vía, que es una receta al más puro estilo neoliberal, en la cual participó el pueblo
musulmán de Irán, basándose en la creencia del Imam Mahdi y de su futuro Santo
Gobierno del más justo o jurisprudente, quien rescatará las enseñanzas a partir
del Profeta Adán (P), pasando por los profetas Abraham (P), Moisés (P), Jesús (P)
hasta llegar al Profeta Muhammad (PBED), al restaurar el liderazgo que la
humanidad dejó de percibir al entrar el Imam Mahdi a su Ocultación Mayor, con lo
cual se alcanzará el desarrollo final donde la tierra dará sus mejores frutos
conociendo el Imamato sobre su faz y bajo ésta.
Gracias al Imamato como forma, estilo y esencia de Gobierno del Imam
Mahdi, se alcanzará la tan anhelada paz para dar paso al Juicio Final, ya
restaurada su dirección, elemento que se necesitará para abrir este Gran Evento
en el que los lacayos del imperialismo de satanás sufrirán las penas del infierno
que les espera a todos aquellos que hayan derramado una gota de sangre
inocente, que es el equivalente de haber matado a toda la humanidad, como
enseña el Sagrado Corán.
En esta dinámica, los seguidores de las religiones divinas se plegarán tras
el Imam Mahdi y su Imamato, acción que será una fraternidad impensable hasta
ahora, sobre el cual el rol de los Maryá Taqlid será crucial en el encauzamiento de
esta situación a nivel mundial.
La implementación del Imamato es un imperativo categórico para demostrar
El genuino y correcto papel en la Ummat, lo que demuestra la responsabilidad del
Walih Faqih o Gobierno del Justo Jurisprudente actual como primera trinchera y
responsable de ésta, lo que traerá otro milagro: la unificación de las Risalas del
Tawdhid al Masail en la del Imam Mahdi, como portador de esa verdad oculta,
pasando este tipo de gobierno desde los planos metafísicos a los religiosos e
ideológicos y como algo realmente palpable y visible ya que implica un sistema
integral en el Liderativo, Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El Imamato llevado a la práctica representa una nueva revolución islámica
cultural a nivel mundial, en la que se abre la preparación de un país justiciero
previo a la llegada del Imam Mahdi como corrector de la innovación que provoca
los demás sistemas, trasladándolo desde la teoría a la práctica.
En esta lógica, el Imamato es una respuesta política en la responsabilidad
social para la prefactibilidad de la llegada del Imam Mahdi y que resulta en el
reemplazo final de República hacia una sociedad islámica avanzada como
preparativo a la reaparición, lo que es también el Salat que surge de un sistema,
como instancia viva, para alabar a Dios Todopoderoso.
Al-lahuma inna narghabu ilaika fi dawlatin karimah tuizzu bi hal islama wa ahlah
wa ti tuzil-lu biahn nifaqa wa ahlah wa tajaluna fiha minad duaaate ila taatik, amin.
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