INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO ... 11 y 16 DE LA LEY ORGÁNICA DEL EJÉRCITO Y...

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INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS ARTÍCULOS
11 y 16 DE LA LEY ORGÁNICA DEL EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA MEXICANOS; Y 5º DE LA
LEY ORGÁNICA DE LA ARMADA DE MÉXICO PARA QUE LA SECRETARÍA DE LA DEFENSA
NACIONAL PUEDA SER PRESIDIDA POR UN CIVIL
SEN. ERNESTO CORDERO ARROYO
PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA
CÁMARA DE SENADORES
H. CONGRESO DE LA UNIÓN
LA SUSCRITA SENADORA INTEGRANTE DEL MOVIMIENTO CIUDADANO A LA LXII
LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA UNIÓN, CON FUNDAMENTO EN LOS ARTÍCULOS 71
FRACCIÓN II, 73 FRACCIÓN XIV Y 78 FRACCIÓN III DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS; 8 FRACCIÓN I, 164, 169, 171 Y 172 DEL REGLAMENTO DEL
SENADO DE LA REPÚBLICA; ME PERMITO PRESENTAR A ESTA HONORABLE CÁMARA DE
SENADORES LA PRESENTE INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE
REFORMAN; LOS ARTÍCULOS 11 y 16 DE LA LEY ORGÁNICA DEL EJÉRCITO Y FUERZA
AÉREA MEXICANOS; Y 5º DE LA LEY ORGÁNICA DE LA ARMADA DE MÉXICO, DE
CONFORMIDAD CON LA SIGUIENTE:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Antecedentes:
El Ejército Nacional es un tema intocado en México, a pesar de los avances democráticos en
nuestro país. La Secretaría de la Defensa Nacional, instituida como un organismo políticoadministrativo de la Administración Pública Federal, se conforma como un apéndice de las Fuerzas
Armadas, una instancia de trámite para los propósitos militares, tal como ha sucedido
históricamente en nuestro país.
Se deben reconocer los actos heroicos, así como la importancia que han tenido las Fuerzas
Armadas en la formación del Estado mexicano.
El proceso de reforma y la decisión política de separar la Defensa Nacional de las Fuerzas
Armadas, tal como sucede en los países desarrollados y en la mayor parte de los de América
Latina, se ha visto limitado por viejas prácticas y una institucionalidad añeja que no corresponde a
los avances democráticos de la nación.
La existencia de un control civil sobre el poder militar no es equivalente a evitar los golpes de
Estado como una respuesta a una crisis política. Es sólo un aspecto, importante, pero ello no
significa que se haya establecido un control democrático sobre el ejército, ya que no rinde cuentas
a nadie, como lo ordenan los mecanismos de control institucional y las propias leyes militares.
Desde
la
antigüedad,
las
sociedades
civilizadas
se
han
planteado
el
problema derivado de la existencia de una organización armada: el ejército, dentro de una
sociedad desarmada, porque confió sus armas a dicha institución.
La intervención del ejército para dirimir asuntos de carácter político, otorga a los militares espacios
de acción que no corresponden a las ideas de un control democrático sobre el poder militar.
El instrumento militar es el último recurso de poder en las relaciones entre los Estados; en tiempo
de paz es un reaseguro para la protección de los ciudadanos y de los recursos naturales de la
nación, y en una democracia, la defensa del territorio es la respuesta armada a la preservación de
las autoridades constitucionales y a la forma de vida de la sociedad.
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En este contexto, la función de las fuerzas armadas es profesional, es una función pública,
orientada exclusivamente a sus capacidades técnicas, excluidas de ella cualquier forma de
intervención en la toma de decisiones políticas.
La estructura de la Defensa en un Estado de derecho, debe estar conformada por:
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La Separación de las Fuerzas Armadas de la Secretaría de la Defensa.
Reconoce una cadena de mando que parta del presidente como jefe supremo de las
fuerzas armadas y que medien sus órdenes a través de un Secretario Civil en la
conducción de la Defensa.
La función del Congreso:
o Determina las misiones militares;
o Autoriza el movimiento de tropas;
o Verifica el cumplimiento de las políticas de Defensa;
o Asigna el presupuesto para el sector, y lo fiscaliza;
o Provee la legislación para el manejo militar;
o Fija el tamaño de las fuerzas armadas y la división territorial militar;
o Define el perfil militar;
o Evalúa y aprueba los ascensos; y
o Tiene atribución de declarar la guerra.
A su vez, la justicia tiene el papel de velar porque los oficiales acaten el cumplimiento de la
ley.
La obligación de comunicar esta política pública y de promover su conocimiento al resto de
la sociedad.
Condición de la democracia
El concepto de democracia da por sentado que los gobernantes son los representantes del pueblo
y que es el pueblo el que tiene el poder supremo; por ello, ninguna institución del Estado está
excluida de su control. Los militares defienden a los ciudadanos de posibles amenazas que
puedan determinarse en el ámbito militar. Las decisiones sobre la Defensa afectan la vida de los
habitantes y el destino de los recursos públicos.
La sociedad tiene que hacer un contrapeso al poder del Estado y el Estado tiene que fomentar la
participación de las organizaciones de la sociedad civil. No es necesario aclarar que estos
principios están únicamente presentes de forma parcial en los gobiernos de incipientes
democracias. De esta manera, en la medida en que se acepte la intromisión de los militares en
asuntos que no son de su incumbencia profesional, se estará erosionando la legitimidad política y
la acción de gobierno.
En este orden de ideas, ante una crisis de seguridad, como nunca se había conocido en la historia
reciente de México, preocupa por el peligro que este hecho encierra para establecer la supremacía
civil: En una democracia el poder militar debe estar subordinado a la autoridad civil del Estado.
Propuesta de reforma
De acuerdo a la Constitución, el control civil del poder militar está dividido entre los tres poderes.
El presidente, como principal funcionario del gobierno civil, tiene a su cargo el control administrativo
de las fuerzas militares y el manejo del programa de guerra. De él depende, con la colaboración
del Congreso, la creación de organismos militares y la conducción funcional de las fuerzas
armadas. Como comandante en jefe de la organización militar, función que le atribuye la
Constitución (Art. 89), constituye la primera acción en cuanto al control civil, que ejerce a
través de la dirección secretarial.
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Es digno hacer notar que la visión civilista de nuestra Constitución (Art. 129), reclama para sí que
el Secretario de Defensa sea civil; por considerarse un símbolo de la supremacía de la autoridad
civil. Su presencia en el puesto más elevado de la Secretaría debe ser un constante recordatorio
para el grupo militar subordinado, así como el papel que tiene en una sociedad en la cual el mayor
propósito del Estado es el bienestar social, antes que el poder militar.
El Secretario constituye un vínculo entre las fuerzas armadas y la administración pública y, en
especial, con todo el pueblo de la nación. Su condición de civil le permite apreciar, serena e
imparcialmente, las necesidades militares. Colocado por encima de todos los jefes militares, está
singularmente situado para regular el equilibrio entre la política y la fuerza, buscando al mismo
tiempo reprimir el exceso militar y restringir la imprudencia política.
El Congreso tiene asignados constitucionalmente amplios poderes, para crear, sostener y
organizar a las fuerzas armadas (Art. 73: XIV). Dada su composición de representantes elegidos
por el pueblo, tiene un papel vital en el mantenimiento del control civil sobre el poder militar.
Constituye el medio más indicado para que el pueblo dé su consentimiento a todo programa militar.
La organización militar, tanto en la paz como en la guerra, exige esfuerzos sostenidos de toda la
nación, por lo que no se concibe que en una democracia, el pueblo por y a través de sus
representantes no tenga conocimiento y control de las exigencias militares. El congreso debe velar
para que todo el programa de seguridad militar sea legal, adecuado y aceptable. Le corresponde la
declaración de guerra, autorizar el reclutamiento, prescribir la organización, disponer lo necesario
para el manteniendo de las fuerzas armadas y dictar una legislación en la materia.
Los militares están sujetos al cuerpo legal de su organización y a las leyes generales del país,
sancionadas por los legisladores en su carácter de autoridades civiles. Además juran respetar y
defender la Constitución sometiéndose, por tanto, al imperio de las leyes.
Por su parte, el poder judicial sancionará los excesos militares sobre violaciones a los derechos
humanos.
Fundamentos
Considerando que los avances democráticos del país reclaman límites a la función pública
incluyendo al ejército.
Considerando que las Fuerzas Armadas deben estar separada de la Secretaría de la Defensa; por
ser una función política-administrativa exclusiva de la autoridad civil.
Considerando que el manejo de las Fuerzas Armadas es un asunto de Política Exterior, que
México se ha declarado como un país pacifista y proscribe el uso de la fuerzas en las relaciones
internacionales a través de sus principios constitucionales.
Considerando que nuestra Constitución en tiempo de paz prohíbe a la autoridad militar la
deliberación y participación política.
Considerando que en una democracia, la concepción y conducción de la Defensa Nacional debe
ser concebida, preparada y dirigida desde el poder civil del Estado.
Considerando que el Poder Ejecutivo, para su organización, contempla a la Secretaría de la
Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina, desde una visión político-social y administrativa.
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Considerando que en una situación de guerra o conflicto armado, la Secretaría de la Defensa
Nacional a cargo de un militar, doctrinariamente, se constituye en el Cuartel General del Ejército.
Y que por tal circunstancia la conducción civil de la Defensa Nacional desaparecería, creándose un
vacio de poder que pondría en riesgo la Seguridad del Estado.
Considerando que durante el conflicto armado el Ejército Mexicano se constituye en un Ejército de
Operaciones realizando funciones de carácter orgánico-operativo bajo un solo mando militar en
cumplimiento de una misión. Y por tal motivo los militares se verían empeñados en la Defensa
Militar del Estado, su única responsabilidad.
Considerando que las Fuerzas Armadas históricamente han dedicado su capacitación,
adoctrinamiento, y equipamiento para asuntos de orden interno, práctica inconstitucional propia de
las dictaduras militares.
Considerando que la persistente y sistemática intromisión de los militares en los asuntos de la
exclusiva competencia de las autoridades civiles trastoca el orden jurídico e institucional del
Estado, y ha inhibido históricamente los avances democráticos del país. Se emite la siguiente:
INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS ARTÍCULOS
11 y 16 DE LA LEY ORGÁNICA DEL EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA MEXICANOS; Y 5º DE LA
LEY
ORGÁNICA
DE
LA
ARMADA
DE
MÉXICO.
ARTÍCULO ÚNICO. Se reforman los artículos 11 y 16 de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza
Aérea Mexicanos; y 5º de la Ley Orgánica de la Armada de México. Para quedar de la siguiente
manera:
De la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos
Artículo 11.- El Mando Supremo del Ejército y Fuerza Aérea, corresponde al Presidente de la
República, quien lo ejercerá por sí o a través del Secretario de la Defensa Nacional; para el efecto,
durante su mandato se le reconocerá como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
Artículo 16.- El alto mando del Ejército y Fuerza Aérea, lo ejercerá el Secretario de la Defensa
Nacional.
De la Ley Orgánica de la Armada de México
Artículo 5º.- …
El Mando Supremo de la Marina de Guerra, corresponde al Presidente de la República, quien lo
ejercerá por sí o a través del Secretario de la Defensa Nacional; para el efecto, durante su
mandato se le reconocerá como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
El alto mando de la Marina de Guerra, lo ejercerá el Secretario de la Defensa Nacional.
TRANSITORIO
UNICO. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación.
Senadora Layda Sansores San Román
Dado en el Salón de Sesiones del Senado de la República a 27 de noviembre de 2012
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