Capítulo 4 La Liberación de Damián.

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Capítulo 4
La Liberación de Damián.
“En Aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo, Yo Jehová la guardo, cada
momento la regaré, la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe.
Is. 27.2-3
Haber llegado a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas fue bastante impactante, ese
día en la madrugada que entramos a la ciudad tembló y en ese mismo tiempo
las lluvias más impactantes de toda mi vida pasaron delante de mis ojos, se
inundó parte del lado ote. sur de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
La primera casa en donde iniciamos los trabajos propios del Centro de
Consuelo y Habilitación Penetrando la oscuridad era una pequeña casa pero
constantemente orábamos que fuéramos levantados a otra casa más grande.
Recuerdo nuestras caminatas al parque Central de Tuxtla Gutiérrez los días
lunes a las 4.30 de la mañana para orar hasta las seis de la mañana y regresar
junto con todos los muchachos, unos 20 a la casa e iniciar las labores propias
del día en el Centro de Consuelo.
Pasados unos meses ahora estábamos ahora ubicados en una casa
bastante grande y con alberca, uno de los sueños que yo tenía se veía
cumplido, oramos por esa casa quince días, el pleno de la población del Centro
de Consuelo y Habilitación Penetrando la Oscuridad, acudíamos a la casa de
paso hacia el parque central y hasta tocábamos sus paredes y orábamos para
que se nos concediera rentarla. Al fin, el dinero llegó y la casa nos fue rentada.
La casa era bastante grande y muchas gentes acudían a los seminarios
que impartimos constantemente de lunes a viernes en la tarde. Esos
seminarios son y serán el fundamento de los ministerios penetrando la
oscuridad y tendremos la oportunidad de ver como un río de ministros son
levantados y convierten cada casa-iglesia que les toque administrar en
semillero de ministros de fuego.
Las personas llegaban a pedir ayuda para dejar de beber y drogarse, era un
tiempo de avivamiento en el que fuimos hartamente recompensados por la
mano de Dios.
Eran aproximadamente las 12 de la noche cuando tocaron al timbre del
la casa, era un joven de aproximadamente 27 años, su semblante era oscuro,
su mirada penetrante y maliciosa. Llevaba una bolsa con su ropa y demás
pertenencias, pasó para ser entrevistado por mi, que todavía estaba en la
maquina trabajando sobre el libro la Reconciliación el quinto libro que he
escrito. Me dijo: -Estoy cansado de estar viviendo en anexos y de no ser lo
suficientemente honesto para dejar esa vida de hipocresía y cambiarla por una
vida útil…¿me puede usted ayudar pastor? Yo también soy cristiano.
Guarde silencio y pasado un momento en el que se recuperó de la
emoción, le explique el sistema que utilizamos de atención y transformación de
nuestros alumnos. El se quedó pensando y me dijo que quería estar con
nosotros, al día siguiente me comuniqué con sus papás y el convenio fue que
estaría al menos tres meses con nosotros. Los papás de Damián se congregan
en una iglesia local y son parte esencial de la misma al ser parientes del Pastor
general.
Damián se desenvolvía cautelosamente, se apartaba de todos los
demás y mantenía una estudiada cercanía con el pastor papá y conmigo, si era
de mañana no perdía oportunidad para hablarnos en privado de algo que a él
se le hacia interesante de la Biblia, lo mismo sucedía en las demás horas del
día; por la mañana teníamos nuestro devocional diario, a medio día estudio de
seminario, y por la tarde la clase general a la que acudían bastantes personas
del exterior a tomar nuestra clase. Era un tiempo de mucho auge y popularidad,
teníamos programa de radio (todavía lo tenemos por supuesto), La presencia
de nuestro ministerio era toda una novedad por la forma y la enseñanza que
manifestaba.
En una de las clases de la tarde, estando en la enseñanza y
compartiendo el seminario la Reconciliación, Damián temblando y con voz
gutural se paró y me ataco enfrente de toda la clase. Varios alumnos pudieron
percatarse del ataque antes que este se perpetuara y lograron interceptar a
Damián justo cuando ya lo tenía yo abrazado.
Al reprenderle en voz alta delante de todos los presentes, un escalofrío
recorrió todo mi cuerpo porque su mirada se había inyectado en fuego, sus ojos
llameaban, era impresionante verle los ojos, le dije que Dios era más fuerte que
el diablo y que peleara por su vida, reprendí a los demonios y el cayó al suelo;
lo levantaron y continuamos la clase, los asistentes estaban sumamente
consternados, se podía oír en la audiencia de aproximadamente 70 personas
un murmullo de preguntas y declaraciones por lo sucedido, pasados 20 minutos
ahora Damián con una pluma apuñaleaba la Biblia que tenía en las manos con
una rapidez extraordinaria y un rictus de odio en el rostro con el que al verme
se me volvió a echar encima…la clase gritó, los alumnos lo tomaron con fuerza
y volví a reprender a los demonios ordenándoles que se fueran de ese cuerpo,
era la primera vez que en pleno de la enseñanza del reino los demonios se
manifestaban abiertamente, El rostro de Damián se había trasformado en un
rostro de burla y sarcasmo que destilaba odio por los ojos y se centraba en
mirarme y señalarme pero incapacitado para pronunciar palabra alguna. Esta
sensación de violencia en mi propia casa me hacia ordenarles a los demonios
con determinación que no podían estar mas ahí en ese cuerpo, ni dañando el
alma del que me había sido entregado en custodia… se tienen que ir
ahoraaaaa! Y se iban, Damián caía exhausto y sus rostro volvía a ser normal,
claro duro en sus facciones, pero no supernaturalmente desencajado. Las
escenas se repitieron dos veces más antes de terminar la clase, misma que no
suspendí porque sabemos de la astucia del diablo que quiere corromper la
enseñanza de revelación, por eso nunca cuando un demonio se manifiesta se
suspende ninguna reunión, ellos son exhibicionistas y están mandados a
distraernos de poner el corazón en la enseñanza del reino de Dios.
Terminé esa clase, a Damián lo trasladaron a la oficina en que días
antes lo había entrevistado y junto con sus padres habíamos determinado
atenderle. El se encontraba fatigado, mi padre el Pastor Miguel Arévalo se
acercó a dialogar conmigo y me preguntó: ¿estás listo para lo que va a venir?
Mi respuesta fue solamente: ¡Dios es bueno!
Pasaron las horas y antes de que se acostaran en La casa los alumnos y
después de que los hermanos que nos visitaban se fueron, y entre la cena y
que se apagan las luces para dormir…Damián tuvo otras dos manifestaciones
de Demonios en la oficina, siempre con el mismo común denominador, se me
quedaba viendo, gruñía, cambiaba las facciones de su rostro y me atacaba en
cámara lenta…así es como puedo definir su ataque. Siempre fue necesario que
yo lo viera para que se desencadenaran cada una de la 50 manifestaciones de
demonios que tuvo en un lapso de tres días con sus noches mismas en las que
no dormimos estando atentos a los que Dios quería que Damián recibiese: su
libertad.
He sido llamado a muchas liberaciones por consiervos míos, conocidos o no
conocidos. Muchas veces las personas están tan sugestionadas por la mentira
del diablo que creen estar poseídas, otras fingen estarlo y en la mayoría de los
casos la familia sufre mucho.
En el estado de México, un joven pastor conocido me llamó para
ayudarle en la liberación de una mujer. Cuando llegamos a la casa al entrar a
ella la mujer se tiró al piso y empezó a patalear y gritar obscenidades, al entrar
a esa casa de lo único que me pude dar cuenta, era que vivían en el absoluto
exilio de la autoridad, pero no pude sentir presencia demoniacas obrando en
contra de la familia, por supuesto que ante la falta de un líder familiar las
tinieblas gobiernan el desorden pero no había posesión en ninguno de sus
integrantes. Me acerqué a la mujer, muy cerca me agaché y le dije al oído: deja
de hacer payasadas y párate, porque estas a punto de quedar poseída! La
mujer me miró sorprendida y se puso en pie y soltó a llorar. Los hermanos
pastores que iban con nosotros alababan la autoridad de Dios y sé que mi
Señor y Creador es bueno, pero les dije eso solo fue sentido común, nunca
hubo posesión alguna. Y nos fuimos a dormir. La familia fue tratada en
consejería pastoral y ahora han crecido bajo los rudimentos de la palabra y
mantienen una familia estable y libre de fantasías.
Damián por el contrario manifestaba una fuerte actividad demoniaca que
lo mantenía cautivo; por más de trece años, había recorrido más de 40 anexos
y lugares de desintoxicación y se había convertido en un erudito de la
subcultura subterránea y cloacaria (de cloaca por supuesto), de los anexos de
alcohólicos, conociendo a la perfección cada pregunta y cada respuesta que
desde tribuna y por más de trece años se pudiera llegar a emitir.
Su caso era por más, excepcional y único, las diferentes
manifestaciones de su rostro y los movimientos que adquiría con su cuerpo no
podrían en ninguna manera ser producto de su invención, y menos el pestilente
olor que acompañaba a cada manifestación y que desaparecía al lograr su
liberación o la ruptura de su cautividad de esa personalidad demoniaca.
Como a eso de las tres de la madrugada del primer día de liberación,
Damián se quedó en un sillón que de manera perpendicular a mi escritorio
estaba colocado en la oficina. Habían pasado desde la clase de la tarde 9
horas en la que se habían manifestado al menos en trece ocasiones los
demonios, Damián dormía profundamente y yo me había quedado solo a
petición mía con el individuo poseído. Leía la Biblia y oraba…el sueño
empezaba a vencerme. Al cabecear en una de esas ocasiones pude ver como
Damián entreabría sus ojos como para verme dormir, sacudí con fuerza mi
cabeza para no dormirme y me percaté de que rápido él cerró sus ojos. Me
inquieté y poniéndome en pié me estiré, me eché agua en la cara y volví al
escritorio. Poco me duró el estar despierto solo recuerdo que entre penumbras
vi como Damián se me abalanzaba y solo por reflejo también yo al abrir
rápidamente los ojos solo puede tirarme al suelo con él, mi voz no salía, me
había quedado sin voz y la fuerza que este personaje tenía era mucha, como
pude me puse en pie y dirigí mi mano hacia el apagador y encendí la luz. El
seguía tirado y en ese momento Erick uno de mis hijos adoptivos y mi papá
llegaban para ayudarme en ese momento, mi voz volvió y Erick se encimo a
Damián que permanecía en el suelo con el rostro desencajado y moviendo el
cuerpo como serpiente. Ordené su libertad y los demonios lo dejaron. Tardó
mucho en amanecer.
Los Padres de Damián fueron requeridos por mí, y ese sábado tuvimos
una gran plática y enseñanza de parte de nuestro Dios.
Pude en lo que faltaba de la madrugada anterior recibir del cielo la
palabra que nos daría la victoria en el caso de los demonios que mantenían
cautivo a nuestro Damián.
El pasaje que a continuación transcribiré no puede ser menospreciado.
“Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor
de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y enseguida toda la gente
viéndole, se asombró, y corriendo a él le saludaron. Él les preguntó ¿Qué
disputáis ellos? Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi
hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, donde quiera que le toma le sacude; y
echa espumarajos y cruje los dientes y se va secando; Y dije a tus discípulos
que lo echasen fuera y no pudieron.
Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de
estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al
muchacho que cayendo en tierra se revolcaba echando espumarajos. Jesús
pregunto al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y el dijo: desde
niño. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si
puedes hacer algo ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo: Si
puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre
del muchacho clamó y dijo: creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús
vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo diciendo: Espíritu
mudo y sordo yo te mando sal de él, y no entres más en él. Entonces el
espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia salió; y él quedó como muerto,
de modo que muchos decían está muerto.
Pero Jesús tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando el
entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no
pudimos echarle fuera? Y le dijo: Este género con nada puede salir sino con
oración y ayuno.
Mr.9.14-29
¿Cómo que creo y ayuda mi incredulidad? Jesús tiene enfrente de él al
responsable de la situación que su mismo hijo sufre. El hombre está culpando a
los que no le pueden ayudar, esta conducta no dice de su carácter violento e
impulsivo, a juntado a una gran multitud en contra de los discípulos de Jesús,
pero el había ido a buscar a Jesús no a sus discípulos. Jesús lo toma aparte, y
le confronta: desde cuando le pasa esto? Crees que pueda ser libre? Estas
preguntas están llevando al padre a hacerse responsable de la conducta de su
hijo, de que su hijo es producto de la enseñanza del padre y el padre no puede
seguir culpando a las personas por no poder ayudarle.
Esta confrontación logra en el hombre hacerse responsable de esto. Su
carácter impulsivo y violento en el pasado, en la infancia de su hijo…cuando su
hijo se acercaba a su padre queriendo contarle alguna hazaña personal, el
padre contestaba con brusquedad, cuando le pedía ayuda para satisfacer sus
necesidades fisiológicas el padre contestaba mal, entonces al repetirse esto
por tanto tiempo el padre echo de si al hijo y los demonios lo empezaron a
ministrar hasta que quedo…escuche bien: mudo. No expresó más sus
necesidades, para que? Si nunca su padre le escucha. Y sordo: ahora este hijo
que no tiene la solución a sus problemas a través de su papá se muestra
enojado y no podrá ser enseñable, una persona insatisfecha, enojada,
preocupada, con hambre… no es enseñable, esta fue la consecuencia del
carácter violento de su padre. Ahora para que Jesúa pueda echar fuera al
demonio que atormente a su hijo y lo quiere matar necesita que el padre se
haga responsable y lo logra…. ¡ayuda mi incredulidad! Ahí es cuando el padre
se agacha y acepta su responsabilidad y la ayuda de Jesús, ahora el diablo ha
perdido y el padre puede recuperar al hijo….Todo eso platicamos los papás de
Damián y yo ese día sábado por la tarde lleno de cansancio pero con un interés
sobrenatural por presenciar nuevamente el poder liberador de nuestro Dios.
Pasó otro día más, lleno de las más raras manifestaciones demoniacas
en la vida de Damián. Un tatuaje en el hombro izquierdo en forma de mariposa
pero con forma de arte indígena se mostraba imponente, mas cuando a partir
de la plática con sus padres y la aceptación de ellos en las cosas que Damián
vivía, haciéndose responsables ante Dios y pidiéndole ayuda, a partir de esa
plática, Damián hablaba pocas cosas en las demás manifestaciones que le
sucedieron. El decía que veía una mariposa negra que venía hacia el cada vez
que se empezaba a inquietar, se espantaba tanto que después de este susto la
cara le cambiaba y donde estuviera volteaba a buscarme para querer
agredirme.
Pasados ya los dos días anteriores y entrando en la madrugada del
lunes y siendo aproximadamente las tres de la mañana, Damián ardía en
calentura, sus ojos estaban rojísimos de la fiebre, lo llevamos Erick y yo a la
alberca y lo metimos esperando que la fiebre le bajara, nadó incansablemente
por espacio de 15 minutos, se puso en pie y empezó a decirnos que unos
enanitos que estaban en el techo no querían entrar a la casa y que le decían
que se saliera de allí. A lo que él les contestaba que mejor ellos vinieran pero
que no podían y mejor se iban. no dejaba de ver hacia el techo y la barda y
señalar a los enanito asi como él les decía…cuando lo quisimos sacar del agua
el resbaló y se golpeó la espinilla abriéndose una herida grande y profunda
como a eso de las 5 de la mañana. La herida no dejaba de sangrar, Damián
había entrado en una manifestación intensiva, me refiero a que todas las
cuarenta y nueve manifestaciones anteriores tenían por duración máximo 6
minutos, esta vez llevaba ya mas de 20 minutos en los que se arrancó los
véndeteles que le puse, se quitó las gasas y se metía el dedo en la herida y lo
sacaba para escribir con su sangre en el piso y en su cara. Yo estaba exhausto
y llamamos a sus padre los cuales lo llevaron al hospital a que fuera suturado.
Desde las seis de la mañana dormí hasta las tres de la tarde. Salí para hacer
un pago de teléfono y recibí una llamada al celular que uso, era la mamá de
Damián, su hijo estaba en terapia intensiva tenía muerte cerebral…
Llegué al centro de Consuelo, hablé con mi padre, me preguntó si quería orar y
oró. Sonó el teléfono del Centro y contesté. La conversación se desarrolló de
esta manera: Amiguita quiero hablar con el tal Miguel Arévalo, encargado del
ese lugar. Le dije: habla el pastor Miguel Arévalo en que le puedo servir? El
dijo: a mi usted no me sirve para nada y lo voy a meter a la cárcel porque de
ahí de ese miserable lugar salió mi sobrino en la mañana y ahora está a punto
de morir, más le vale que dé la cara porque lo voy a meter a la cárcel amiguito.
Le contesté: No soy su amiguito y espéreme porque voy para el hospital y me
repita en persona sus amenazas, colgué. Mi papá me dijo ante las amenazas
del hombre, ¿qué era lo que iba a hacer?, a lo que respondí: voy al hospital a
ver a Damián y que Dios haga como el quiera hacer. Mi papá me abrazó y
afirmó con la cabeza que estaba bien y me despidió en la puerta del Centro de
Consuelo.
Cuando llegué al hospital la mamá de Damián estaba ahí, la tristeza
estaba retratada en su alma como una mañana nublada y sin aves
revoloteando. Pastor mi hijo esta muy mal. Hermana, su hijo va a vivir, Dios no
lo trajo con nosotros para que muera. ¡Le contesté! Donde esta Damián?, en
terapia intensiva; me dijo. Rubicel y yo nos dirigimos hacia la entrada de
urgencias pero nos impidieron el paso. A lo que nos dispusimos a entrar a
costa de lo que fuera. Entramos por la puerta principal que esta hasta el otro
extremo del hospital y sorteamos todas las puertas de vigilancia, hasta que
llegamos a la sala donde Damián estaba. La escena era dantesca, estaba lleno
de sondas por todos lados, de la cabeza le salían también cables y varios
aparatos estaban encendidos a su alrededor. El yacía dormido, en coma y
cuando preguntamos por el y por si nos dejarían orar por el…nos detallaron
que era un adicto que había quedado en estado vegetal a causa de tanta
droga, esa era la explicación a lo que la ciencia estaba llegando de la condición
de Damián. Rubicel y yo lo tocamos de los pies y oramos con firmeza y mucha
consternación, solo Dios sabía lo que iba a pesar, salimos satisfechos de haber
entrado a pesar de la oposición de los vigilantes.
Ya afuera pregunte a los papas de Damián por la persona que me había
llamado por teléfono y me había amenazado, pero ellos muy amablemente solo
me dijeron que no me preocupara que ellos me amaban. Nunca conocí a tal
persona hasta la fecha, ahora sé quién fue pero no lo he visto personalmente,
hasta unas láminas para construir un techo nos ha dado. Me despedí de ellos y
regresé al Centro de Consuelo.
El Papá de Damián me llamo a las seis de la tarde para decirme que un
milagro había sucedido, que DAMIÁN ESTABA VIVO Y DESPIERTO Y QUE
NO DEJABA DE DECIR QUE Dios era bueno y de predicarles a los doctores y
a los familiares de los demás enfermos del poder de Dios…la noticia llegó
como un torrente de bendición para todos los que estábamos tan consternados
por Damián, dimos gloria a Dios…grité de alegría y esa noche dormí con la
mayor gratitud a un Dios que no abandona a sus hijos y que tiene misericordia.
Y solo pensar que pude haberme echado a correr por las amenazas de ese
hombre. Bendito sea el nombre de nuestro Dios.
De es milagro se dio testimonio por radio en nuestro programa
“penetrando la oscuridad” y los papás de Damián testificaron del poder de Dios.
Damián empezó a discernir con madurez la palabra escrita y su nivel de
entendimiento fue bastante apreciado por todos nosotros. Hoy aquel joven que
me acompañó a orar por Damián está a punto de ser ordenado como pastor
por todo su servicio prestado por tres años al Centro de Consuelo y habilitación
Penetrando la Oscuridad y por todo el estudio que por tres años ha hecho en el
Centro de Enseñanza ministerial “Aprender para servir” también de nuestros
ministerios. Dios es bueno.
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