PERIODICO “LA OTRA BIENAL”

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 BITÁCORA DE LA RESIDENCIA EN EL CAIRO, 2011 JOSÉ LUIS BONGORE Inicié estos trabajos en plena Primavera Árabe. En Egipto, un movimiento ciudadano masivo había conseguido derrocar al dictador Hosni Mubarak. El lugar más significativo y simbólico de esta revolución fue la Plaza Tahrir de El Cairo. Allí se produjeron los enfrentamientos más violentos, en concreto en la calle que sale de la plaza y pasa por delante del Museo Nacional Egipcio. En ese lugar chocaban las fuerzas de uno y otro bando. Muchos de los adoquines de esa calle fueron arrancados para ser usados como armas arrojadizas. Cuando el dictador cayó y el enfrentamiento terminó, la calle estaba inservible. Bajo el lema "Disculpen las molestias, estamos reparando Egipto", un movimiento ciudadano, iniciado a través de las redes sociales, comenzó a reconstruir los daños causados en el mobiliario de la ciudad durante los días de violencia. Las mismas manos que habían arrancado los adoquines del suelo estaban recogiéndolos y usándolos para reparar las aceras. Esas aceras eran las cicatrices del enfrentamiento en la ciudad, un símbolo de la reparación del daño colectivo y la reconstrucción. Ideé un proyecto de arte en torno a esos adoquines gracias a la información que me llegaba por la prensa y la televisión. De ahí surgieron los tres GIFs animados de las aceras de Tahrir. Cuando llegué a Egipto en junio de 2011, cinco meses después de la caída del dictador lo primero que hice al llegar fue informarme de primera mano sobre la situación real del país desde un punto de vista sin mediatizar. Hablé con distintos agentes locales, artistas, intelectuales y activistas que habían participado en la revolución. Las sensaciones que me transmitían eran bastantes pesimistas. En aquel momento gobernaba una junta militar la cual estaba otorgando privilegios a los grupos islamistas más radicales. Además, las fechas en las que se celebrarían las primeras elecciones democráticas del país habían sido retrasadas. Me dí cuenta que había ideado mi proyecto desde una perspectiva simplificada y romantizada, tamizada por los mass‐media. Mi mirada distaba mucho de la realidad, había caído en la trampa del 'artista paracaidista'. Así que decidí abandonar esa línea de trabajo y usar mi error para reflexionar sobre el papel de extraño que yo tenía en ese momento y ese lugar. El 8 de junio de 2001 se cumplían 6 meses de la caída de Mubarak y los egipcios volvieron a ocupar la plaza Tahrir. Ahí surgió el ejercicio artístico "Extraño‐Cercano". Ese día me dirigí a la plaza como la gran mayoría de habitantes de El Cairo. Llevaba una libreta en la que había dibujado en la portada la palabra "extraño" en árabe, [ɡ̚ . ɾ i b]. La libreta asomaba del bolsillo de mi camisa y la palabra era perfectamente legible por la gente que me cruzaba. Un señor me detuvo y me preguntó por qué anunciaba eso mi libreta. Me dijo que si estaba en la plaza Tahrir no debía sentirme un extraño, era uno más. Más adelante, me volvieron a parar, era un joven que no conocía. Agarró mi libreta, sacó un bolígrafo y pintó una línea y un punto sobre la palabra que yo había escrito. Y me dijo "ahora no dice [ɡ̚ . ɾ i b] (extraño), ahora dice [q . ɾ i b] (cercano). Ese chico había transformado mi estatus en ese espacio con una línea y un punto. Antes de eso, era una persona ajena. Después, uno más. El otro ejercicio artístico que desarrollé durante los meses que pasé en El Cairo consistió en un ensayo visual sobre las revoluciones y los levantamientos populares. Una comparación entre dos imágenes que había sacado de internet y en la que unía una realidad propia con una ajena. La primera imagen es una foto de prensa de los enfrentamientos de febrero en Tahrir. La otra, la pintura de Francisco de Goya titulada 'La carga de los mamelucos' que muestra en enfrentamiento del 2 de mayo de 1808 entre los madrileños y las tropas napoleónicas formadas por jinetes mamelucos. Ambas imágenes son representaciones de acontecimientos de daño colectivo. Ambos acontecimientos han sido usados para crear identidades nacionales: el caso español, la pintura de Goya se usó para fomentar el espíritu nacionalista de la España moderna; y el caso egipcio, el levantamiento popular contra el dictador Hosni Mubarak, fue uno de los hitos más destacados de la Primavera Árabe usado en la construcción de la identidad egipcia actual. Ambos acontecimientos históricos fueron el inicio de retrocesos sociales, políticos y económicos. En España, el Motín de Aranjuez y la expulsión de las tropas napoleónicas dio pie al Sexenio Absolutista de Fernando VII, un reinado de corte medieval que paralizó el desarrollo social de España frente al modelo moderno heredero de la Revolución Francesa que se había expandido en el resto de Europa. Así mismo en Egipto, el proceso predemocrático ha sido dirigido por una junta militar heredera del régimen dictatorial anterior, y las primeras elecciones han dado el poder a dos grandes grupos: los Hermanos Musulmanes —cuyo partido intentaron constitucionalizar la "sharía" (la ley coránica)— junto con el partido político compuesto por antiguos componentes del gobierno dictatorial de H. Mubarak Estos trabajos fueron mostrados en El Cairo durante mi residencia de 2011. Más tarde, entraron a formar parte del Archivo de Creadores de la Comunidad de Madrid y se pudieron ver en El Matadero de Madrid. Finalmente, el ensayo visual de los Mamelucos ganó el primer premio de artes visuales de la convocatoria MálagaCrea 2012 y fue mostrado en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. 
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