la represión sobre Izquierda Republicana

Anuncio
LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN LEVANTE
LA REPRESIÓN SOBRE IZQUIERDA
REPUBLICANA
LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN LEVANTE
LA REPRESIÓN SOBRE IZQUIERDA
REPUBLICANA
Pablo Rodríguez Cortés
Ricard Camil Torres Fabra
María Isabel Sicluna (eds.)
Puntos de Vista/ 32
Título: La represión franquista en Levante
La represión sobre Izquierda Republicana
Pablo Rodríguez Cortés
Ricard Camil Torres Fabra
María Isabel Sicluna (eds.)
© Autores
Primera edición: Octubre, 2012
© De esta edición:
editorial eneida
Valderrodrigo, 4
28035 Madrid
www. editorialeneida.com
Diseño de la colección: Lur Sotuela Elorriaga
isbn: 978-84-15458-13-5
Depósito Legal:
Impreso en España
La presente obra se beneficia del proyecto 46.1 del Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España. Orden PRE/809/2011, de 4 de abril.
No se permite la reproducción total o parcial de este libro,
ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión
en cualquier forma o por cualquier medio, sea
este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación, u otros métodos,
sin el permiso previo o por escrito del editor.
La infracción de los derechos mencionados
puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual
(Art. 270 y siguientes del Código Penal).
Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos)
si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
Puede contactar con CEDRO a través de la www. conlicencia.com,
o por telefóno en el 91 702 19 70
índice
Presentación 9
Introducción 17
capítulo 1. la política del frente popular a través de las sesiones de
Cortes. La exigua participación de los diputados valencianos de ir
Ricard Camil Torres Fabra 21
Capítulo 2. La causa general: Fuente para el estudio de la represión franquista sobre ir
Josep Miquel Santacreu Soler 61
Capítulo 3. Doblemente víctimas. La represión franquista contra los
masones afiliados a Izquierda Republicana en el país valenciano
Vicent Sampedro Ramo
91
capítulo 4. La represión franquista contra los científicos republicanos
Josep Lluis Barona 145
capítulo 5. vida y muerte de Eliseo Gómez Serrano (1889-1939)
Marc Baldó Lacomba
177
Capítulo 6. Silenciemos a las intelectuales. La represión de las
maestras y profesoras valencianas de Izquierda Republicana
María del Carmen Agulló 217
Capítulo 7. Don Francisco Gregori Chuliá, maestro:
Bellreguard, 1903-Paterna, 1940
Joan Baptista Malonda Grau 245
Capítulo 8. Contradicciones en el procedimiento sumarísimo de
urgencia contra el comandante Simón Artigues de Soler y Fillol
Josep Rafael Pérez Borredà 273
Capítulo 9. Repatriaciones colectivas forzosas hacia la España
franquista en 1939-1940
Charles Farreny y Henri Farreny 303
Capítulo 10. Izquierda Republicana. Represión, lucha clandestina
y olvido. Notas para un debate sobre el estado de la cuestión
Isabelo Herreros 327
capítulo 11. breve noticia sobre la estación de borredon
en montalzat (francia)
Pablo Rodríguez Cortés 357
Epílogo
Pablo Rodríguez Cortés 361
presentación
En su Cuaderno de la Pobleta, el 17 de noviembre de 1937,
Manuel Azaña apuntaba una conversación mantenida con Miaja
y otros componentes del Estado Mayor del Ejército Republicano
que incluía las siguientes palabras:
No diré que soñaba con el ejército, pero sí con un ejército, el que
podía hacernos falta. Las dificultades no eran de orden técnico ni
económico, sino político. Yo no quería que se enseñase a nadie a
convertir un despacho de oficial en patente de corso para secuestrar a los demás españoles su libertad. Por haberlo intentado he
sido el político más villanamente insultado en nuestro país.1
Es evidente que la reflexión de Manuel Azaña comportaba
un deje de amargura al comprobar que su proyecto de reestructuración castrense había fracasado al topar este con el rechazo de
lo más conservador y reaccionario del colectivo que, a la postre,
sería el que desataría el conflicto bélico más doloroso vivido por
España y al que le acompañó, y luego pervivió, una furibunda
represión.
Estudiar este fenómeno represivo desatado primero por los
militares traidores y encauzado posteriormente por el régimen
franquista, ha sido objetivo prioritario de la Asociación Peset
Aleixandre en los últimos tiempos, siempre dentro de sus limitaciones, como así se refleja en los sucesivos encuentros organizados
al respecto desde el año 2009 y que afortunadamente han podido
ser difundidos públicamente,2 intentando ceñirse lo máximo al
ámbito territorial de las tierras valencianas con la finalidad de
acotar mejor los resultados dentro del encorsetamiento de las posibilidades de la asociación.
Cada encuentro contó con la colaboración de destacados es9
pecialistas en diversos aspectos de la represión franquista y, cómo
no, el éxito de cada convocatoria, unido al entusiasmo incombustible de los componentes de la Asociación Juan Peset, invitaba a
continuar la tarea con más denuedo si cabe.
Así las cosas, 2012, con todas las dificultades que desprendía
la situación, especialmente compleja y poco amable en el caso español, no podía ser un año excepcional, y la Asociación convocó
un nuevo encuentro, esta vez centrado en la persecución de que
fue objeto el partido Izquierda Republicana, con atención íntima
al caso de los componentes valencianos de IR.
Con el objetivo de ser lo más fieles posible a la figura que inspiró y dio nombre a la Asociación, las Jornadas correspondientes
se desarrollaron nuevamente, como no podía ser de otra manera,
en el recinto del Colegio Mayor Universitario Rector Peset, de
Valencia, con la finalidad de rendir perpetuo homenaje a quien
sintetizaba de forma tan rotunda los ideales perseguidos por la
Asociación.
El presente volumen, que viene a corroborar la madurez factual de la Asociación Juan Peset Aleixandre y el éxito alcanzado en sus objetivos plasmados en las ediciones anteriores, lleva
por título La represión franquista en Levante. La represión sobre
Izquierda Republicana, que viene a sintetizar y representar lo más
fielmente posible todo lo tratado en el último encuentro respecto
a lo que significó la persecución que realizó el franquismo sobre
los componentes y simpatizantes del partido de Manuel Azaña.
Los actos dieron comienzo con la presentación de las jornadas por parte de Pablo Rodríguez Cortés, profesor de Historia y
presidente de la Asociación Juan Peset Aleixandre, quien disertó
en primer lugar sobre la importancia del papel social desempeñado por la asociación y su imbricación sin titubeos en la necesidad de profundizar sobre todos los aspectos que comportó la
represión franquista, ciñéndose a continuación a los apartados
tocantes a Izquierda Republicana, haciendo hincapié en los relacionados a los propios de los valencianos republicanos, sin eludir
el alcance y las consecuencias que tuvo el fenómeno represivo al
respecto para finalizar recordando la figura del rector Juan Peset
10
y rendir homenaje a las víctimas de la barbarie que significó la
represión franquista al tiempo que animaba a los presentes a continuar en la lucha por la verdad histórica.
A continuación, y a modo de introducción, Ricard Camil
Torres Fabra, profesor del Departamento de Historia Contemporánea de la Universitat de València, intervino para exponer una
panorámica a grandes trazos de la política llevada a cabo por el
Frente Popular desde su formación hasta el final de la guerra utilizando como eje de referencia las sesiones de las Cortes, en las que
aparte de constatar la escasa participación en las mismas por parte de los diputados valencianos sujetos a la disciplina de Izquierda
Republicana (cuestión explicable primero por lo excepcional del
período que le tocó vivir), se mostró la inconsistencia moral y
judicial represiva franquista a tenor de la falsedad que enarboló
en su confección acusadora ateniéndonos al quehacer político del
partido de IR en las más altas instancias del Estado.
Isabelo Herreros Martín-Maestro, periodista y miembro de
la Comisión Ejecutiva Federal de Izquierda Republicana, ofreció
una excelente y diáfana exposición sobre los efectos causados en
Izquierda Republicana por la represión franquista, introduciendo
un buen número de reflexiones, tanto de carácter metodológico
como práctico, encaminadas a futuras investigaciones sobre el
tema, tomando como directriz la continuidad de la formación republicana en el exilio y la persecución de que fue objeto por parte
del franquismo en el interior. Todo ello con continuas referencias
a la denominada «Ley de Memoria Histórica», logrando destacar
así las –enormes– carencias y debilidades de la misma. Una intervención, pues, que da paso a una serie de replanteamientos que
no se pueden obviar a partir de ahora.
El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de
Alicante, Josep Miquel Santacreu Soler, intervino para explicar
magistralmente en qué consistió la Causa General elaborada por
el franquismo, sus finalidades y la utilización de la misma por
parte del Régimen. Su aportación, acompañada de una claridad
y amenidad expositivas de insuperable nivel, vino a mostrar la
distancia existente entre la concepción primigenia en la elabora11
ción del monumental documento y su aplicación posterior por
el régimen franquista con intenciones punitivas, aclarando que
la elaboración de la misma no respondía a fines represivos como
tal y que otra cosa distinta resultó ser el recurso a la misma con
finalidades represoras. Su excelente intervención vino acompañada de una reflexión sobre lo que significó la Causa General en
el caso de la persecución del régimen franquista sobre Izquierda
Republicana añadiendo, además, la relación de los valencianos de
IR comprendidos en la Causa.
Vicent Sampedro Ramo, destacado miembro del Centro de
Estudios Históricos de la Masonería Española y máxima autoridad en el estudio de la masonería valenciana, nos ofreció su
intervención titulada Doblemente víctimas. La represión franquista
contra los masones afiliados a Izquierda Republicana en el País Valenciano, en la que, como sintetiza clara y tajantemente su título,
expuso la doble persecución a que fueron sometidos los masones
de Izquierda Republicana por parte del régimen franquista. Vicent Sampedro desarrolló su exposición atendiendo a la represión
sufrida por el colectivo apuntado dentro de la esfera general de
persecución contra el vencido, y a la que debe sumarse otra paralela y al mismo tiempo alimentada por su condición de masones
que tanto repugnaba al bando vencedor. El profesor Sampedro
finalizó su intervención realizando un repaso de la suerte corrida
por los masones valencianos y exponiendo el caso excepcional de
la logia masónica de Elda como ejemplo definitivo del alcance de
la represión franquista a los círculos masónicos en general y en
particular al de los masones valencianos.
El profesor de la Universitat de València y miembro del Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia del CSIC, Josep
Lluis Barona, presentó el resultado de sus investigaciones referentes a la represión franquista contra los científicos republicanos,
señalando la persecución genérica de los vencidos, esto es, todos
aquellos que no estaban dispuestos a comulgar con el régimen
franquista o bien considerados por este como inadaptables al
mismo, mientras que la selección de algunos de los represaliados
por el Régimen lo fueron bajo el aditivo de profilaxis política con
12
la finalidad de señalar los límites entre vencedores y vencidos,
mostrando a las claras la postura monolítica del Régimen ante estos últimos. El resultado, por lo que hacía referencia al colectivo
científico republicano, consistió en la criminalización sistemática
de los mismos y la consiguiente amputación al mundo de la ciencia por parte del régimen franquista creando un vacío irremediable en el normal desarrollo científico español.
Marc Baldó Lacomba, profesor de Historia Contemporánea
de la Universitat de València, intervino con una sugerente y no
menos interesante aportación como es la importancia que toman
para el estudio de la represión franquista las historias de vida.
En este caso concreto, el profesor Marc Baldó confeccionó y diseccionó la vida de Eliseo Gómez Serrano, comenzando precisamente, de forma sugerente por el fusilamiento del que fue insigne
abogado, maestro, político republicano y presidente del Ateneo
de Alicante, hermano de Nicolau Primitiu. A partir de aquí, presentó su magistral biografía perfectamente encajada, tanto por lo
que hace referencia al momento político vivido, como a su actuación dentro de los ejes políticos de la época, pero sin dejar de lado
aspectos no menos importantes como son los de su formación,
el desarrollo de su carácter y otros aspectos íntimos, de manera
que el resultado final consiste en una sólida biografía encajada
perfectamente en el ámbito de la represión franquista. Una excelente sugerencia que abre el camino a otra forma de enfrentarse al
estudio de las formas represivas con resaltada brillantez.
María del Carmen Agulló, profesora del departamento de
Historia de la Educación de la Universitat de València, nos expuso su intervención centrada en la represión sobre las maestras
y profesoras de Izquierda Republicana, exponiendo con especial
énfasis tanto el objeto como el alcance de la represión franquista,
al tiempo que aplicaba lo anterior al caso femenino representado
por el colectivo intelectual femenino, lo que significaba también
una doble represión. Por una parte, la persecución desarrollada
por el régimen franquista en general, y en particular la sufrida por
las mujeres, cumpliendo el doble estigma de rojas, que descatalogada de por sí cualquier respeto humano, y el de intelectuales
13
de izquierda cuyos esfuerzos por cambiar la sociedad mediante
la educación, cuestión imperdonable para el régimen quien, a su
vez, se ensañó con este colectivo precisamente para imponer un
tipo de mujer diametralmente opuesto al mismo. La excelente
intervención de la profesora María del Carmen Agulló vino a
cerrarse con un repaso a la suerte sufrida por las diferentes maestras y profesoras valencianas afiliadas a Izquierda Republicana al
sufrir la represión franquista.
El profesor Batiste Malonda, en toda una demostración de
habilidades didácticas, expuso la biografía del maestro natural de
Bellreguard, Francisco Gregori Chuliá, fusilado en Paterna en
1940, uno de tantos pedagogos adscrito a las modernas tendencias de la enseñanza, que pudo desarrollar su labor educativa al
amparo de los renovadores vientos que corrían por los esfuerzos
culturales de la Segunda República, lo que le valió la antipatía
de los sectores conservadores y reaccionarios, contrarios belicosos
ante los progresos racionalizadores en educación, su particular
bestia negra, y que le valió ser perseguido y acusado de todo tipo
de desmanes para finalmente ser asesinado tras una –como tantas– farsa de juicio.
José Rafael Pérez Borredà nos introduce a la suerte que corrieron muchos militares republicanos que se mantuvieron fieles
a la República y lucharon por sus valores republicanos. Pérez Borredà nos muestra, a través del estudio de la figura del comandante del Ejército republicano, Simón Artigues de Soler y Fillol, las
peripecias que hubieron de sufrir un buen número de militares
abocados a una guerra que además de romper la convivencia de
los españoles selló con sangre la defenestración del sistema democrático español, y parte de esa sangre fue la aportada por el
comandante Artigues al ser fusilado en Paterna el 6 de abril de
1940, debido a su fidelidad republicana.
Charles y Henri Farreny, ambos profesores, ya jubilados, del
Liceo Climent Marot, de Cahors, y de la Universidad de Toulouse, respectivamente, abordan un tema novedoso, y, por tanto,
escasamente conocido y estudiado cual es el de las repatriaciones
14
colectivas forzosas a la España de Franco por parte de las autoridades francesas entre 1939 y 1940, es decir, antes de la ocupación
de Francia por parte de los nazis y por consiguiente también con
antelación a la instauración del régimen colaboracionista de Vichy; y el resultado no puede ser más sugerente: Antes de la invasión alemana, es decir, sin ningún tipo de presión al respecto, las
autoridades francesas ya concibieron un plan y lo ejecutaron en
parte con el objetivo de «devolver» a los republicanos españoles
a España. Charles y Henri Farreny, nos adelantan parte de su
investigación al respecto que, por lo que se desprende de lo que
aquí presentan, significa un notable avance en el conocimiento
del trato a los refugiados republicanos españoles que corrieron en
Francia incluso antes de la llegada de los nazis o de peteanismo.
Otra aportación de Pablo Rodríguez Cortés, profesor de
Historia y presidente de la Asociación Peset Aleixandre, viene a
presentarnos la noticia de la adquisición de la antigua estación
de Borredon, en Francia, cercana a Montauban, no muy lejos de
Toulouse, por parte de una quincena de asociaciones memorialistas francesas, nueve españolas y una marroquí, con el objetivo de
transformar la emblemática estación –lugar de llegada de miles
de refugiados republicanos españoles para su redistribución en
otros campos, especialmente el de Septfonds, del mismo distrito
de Tarn-et-Garonne– en un Centro de Investigación y de Interpretación de la Memoria de la España Republicana. Sin duda,
una excelente noticia, puesto que el futuro CIIMER se convertirá
en focalizador de los avances en la investigación de la estancia de
los republicanos españoles refugiados en tierras francesas.
Por último, el propio Pablo Rodríguez, como presidente de
la Asociación Peset Aleixandre, clausuró los actos correspondientes al encuentro de 2012 con unas emotivas palabras en recuerdo
de las víctimas de la represión franquista, en general, y en particular a las vinculadas con las de la formación de Izquierda, agradeciendo la presencia de los asistentes y subrayando el excelente
nivel de las aportaciones desarrolladas a lo largo de las jornadas
sin olvidar su agradecimientos a todas aquellas personas cuya colaboración hizo posible que se plasmara la presente edición, para,
15
a continuación, pasar a inaugurar la más que interesante exposición titulada Manuel Azaña y la Segunda República española, en
colaboración con la Asociación Manuel Azaña de León, y que
despertó el interés de los visitantes, que se vio confirmado por los
enormes elogios expresados por los asistentes.
Pablo Rodríguez Cortés
Ricard Camil Torres Fabra
María Isabel Sicluna
notas
1
2
En AZAÑA, M., Memorias de guerra. 1936-1939, Grijalbo, Barcelona, 1996, p. 375.
RODRÍGUEZ, P., SICLUNA, Mª. I., y CASADO, F. J., La represión franquista en Levante, Eneida, Madrid, 2009. RODRÍGUEZ,
P., TORRES FABRA, R. C., SICLUNA, M.ª I. y CASADO, F. J.,
La represión franquista en Levante. Fuentes para su estudio, Eneida.
Madrid, 2010. RODRÍGUEZ, P., TORRES FABRA, R. C., y SICLUNA, M.ª I., Juan Peset. Médico, rector y político republicano.
Eneida, Madrid, 2011.
16
introducción
Círculos conservadores –por decirlo suavemente– académicos o no, se llenan continuamente la boca, que no la razón, denunciando que el tema de la represión franquista resulta a estas
alturas un tema que está agotado y, por supuesto según ellos, más
que manipulado.
Como es natural, el mundo académico, el verdadero, el comprometido con la verdad y la ciencia, con la concepción del conocimiento como componente humano ineludible, con el que
piensa que comprometerse con el pasado es una función obligada
del presente con la finalidad de construir un futuro mejor, preñado de esperanzas y no de oscuridad, la afirmación anterior no
es únicamente una opinión científica, que no lo es, sino un posicionamiento político de raigambre ultramontana, reaccionaria,
amoral, antiética, cuyo objetivo no es otro que el de mantener la
quimera generada por el franquismo en su construcción como
régimen y mantenido durante toda su existencia.
La negación de lo real, la negación de la negación y el intento de limitar la contundencia, lo multifactual y la volumetría
de la represión franquista; no responde a razones científicas. No.
Viene a ser la constatación de una herencia demasiada apreciada
por ciertos sectores de la sociedad española que, lejos de asumir
que el pasado es cuestión de historiadores, se rebela contra el
conocimiento y la investigación históricos, asumiendo un pasado
construido por el franquismo sin tapujos.
Así las cosas, y amparándose en un magma mediático compacto e inmoral, pretenden introducir nuevos ítems distorsionadores
cuyo efecto no es otro que el de pretender equiparar la violencia
desplegada por sus –¿amados?– sublevados con la violencia acaecida en la zona republicana, especialmente en el verano de 1936.
17
Tamaña osadía, que cuenta con sus voceros ya habituales y
acostumbrados al recurso a la mentira sistemática, no puede traducirse más que con su asunción inquebrantable a los postulados
esgrimidos por aquellos que optaron libremente por la ley marcial a la constitucionalidad, la violencia a la convivencia, el arma
al verbo, el dogma a la razón, en definitiva, optaron por sembrar
el odio admitiendo sus consecuencias. Y es que, al contrario de
los neoneofranquistas, el franquismo no solo no negó ni ocultó
sus prácticas represivas sino que las recordaba y esgrimía en todo
momento para recordar quién había ganado la guerra y para qué.
Por ello mismo, frente a los que piensan –algunos sinceramente, se supone– que el tema de la represión franquista ya ha
dado todo lo que tenía que dar, los historiadores y otras personas
afines pensamos todo lo contrario. De hecho, los estudios que
se abren continuamente sobre el asunto nos traen nuevas luces
tanto sobre su funcionamiento como su alcance.
La represión franquista, entendida como una forma de asalto
al poder, primero, una manera de exterminar al enemigo después,
y una práctica conducente a la consolidación y perpetuación del
régimen para acabar, hunde sus raíces en el plan sistemático elaborado por los insurgentes que, al fallar estrepitosamente, dio
paso a una cruenta guerra civil cuyo resultado favorable a los
traidores –sin ánimo de ofender. Se denomina así al que quebranta un juramento– abrió las puertas a un período de tinieblas
únicamente contestado por el dolor de los vencidos.
Conocer la represión franquista, pues, repetimos, es el objetivo que nos hemos impuesto tanto algunos de los profesionales
de la Historia como toda una pléyade de asociaciones, entidades
y organizaciones de todo tipo. Cierto que con mayor o menor
fortuna en los resultados obtenidos, pero también resulta cierto
que su empeño en buscar la verdad, el conocimiento, no venganzas desvergonzadas como afirman y acusan los voceros neoneofranquistas. Para muestra de venganzas ya hubo bastante de
franquismo. Eso sí, si al mismo tiempo obtenemos satisfacción
para las víctimas de la dictadura franquista, se trata de una recompensa que debería resultar estéril, pues nos encontraríamos
en un estado de normalidad, que no es el caso.
18
En efecto, mientras los vencedores gozaron de cuatro décadas
para mostrar sus intenciones y loar a sus héroes, incluso dándoles
sepultura de manera faraónica, muchas de las víctimas inocentes
de la dictadura franquista todavía son consideradas por muchos
como poco menos que subhumanos. De lo contrario no se explica la cantidad de ellas que, lejos de gozar de una última morada
a lo Valle de los Caídos, se encuentran sepultados en las cunetas,
cuestión contraria a toda legislación política y moral. Y esa es la
situación en que se encuentra nuestro país: incumpliendo la normativa más elemental y humana, por no hablar de la iconografía
y nomenclatura que encontramos en buena parte de los pueblos
de la piel de toro. Como si hubiera desaparecido del diccionario
castellano la palabra dignidad o decoro. Dentro de nuestras limitaciones, que son muchas, la Asociación Peset Aleixandre, pretende contribuir desde su modestia pero con entusiasmo a cubrir el
hueco que dejó el franquismo –únicamente cubierto en parte por
mastodónticas mentiras y calumnias– en cuanto al conocimiento
de nuestro pasado se refiere y la recuperación de la dignidad de
las víctimas de su atroz concepto de enfrentamiento y victoria.
No en balde, la Asociación Peset Aleixandre decidió en su
día optar para su denominación por la del insigne médico, rector
y político republicano, como bien tuvo la presidencia a titular el
último trabajo de la Asociación dedicado al tema hasta la aparición del presente volumen. Y también, claro está, como simbología fehaciente del alcance de la represión franquista, que se cebó
en aquel personaje irrepetible e inocente como con tantas otras
víctimas de estructura similar o equiparable.
La Asociación Peset Aleixandre está convencida de que sólo
desde el dominio de la razón, recurriendo para lograrlo a la investigación sistemática y a la explicación plausible, se puede y se
debe hacer frente al conocimiento en general, y al de la represión
franquista en particular. Sin tabúes y sin miedos. Sin rencores y
sin falsas pasiones. Simplemente acudiendo a la honestidad que
únicamente fertiliza y fructifica desde lo mejor del ser humano
para plasmarse en conocimiento.
Precisamente todo aquello que negó el franquismo para los
19
que no vieron en faltar al juramento ni en el recurso a la fuerza las
soluciones a los problemas de los españoles. Problemas que, al ser
comunes, deben ser resueltos conjuntamente, por definición. Lo
contrario, lo ocurrido, el recurso a la sangre, al dolor, al desgarro
social, ni se lo planteó el doctor Peset y, por supuesto, los que utilizamos su nombre y su memoria para reclamar el conocimiento,
tampoco.
Valga el trabajo que a continuación se presenta para demostrar el anhelo de conocimiento de la Asociación Peset Aleixandre
pero también como reconocimiento a las víctimas inocentes del
franquismo. Es lo que menos podemos hacer con nuestro trabajo.
Pablo Rodríguez Cortés
Ricard Camil Torres Fabra
María Isabel Sicluna
20
capítulo i
la política del frente popular a través de las
sesiones de cortes. la exigua participación de los
diputados valencianos de ir
Ricard Camil Torres Fabra
Universitat de València
introducción
El objetivo del presente capítulo no es otro que examinar la
trayectoria política del Frente Popular a lo largo de la actuación
de sus gobiernos, en teoría entre la formación del mismo y la
última reunión de la Diputación Permanente salida de la guerra,
al tiempo que constatamos, como se desprende de la fuente, la
escasa participación en los debates por parte del grupo republicano, y la nula intervención de los valencianos de dicho grupo.
Los tiempos que corrían no se daban precisamente a los debates.
Si bien el elemento fundamental de análisis en que vamos a
detenernos se va a centrar en las intervenciones y trayectorias, o
no, en Cortes de estos diputados, no olvidaremos la relevancia
política de cada momento y por ende la situación que esta política afrontaba en el marco de una gran convulsión política primero
y una guerra de supervivencia después.
Con ello se pretende calibrar la persecución de estos destacados republicanos por el franquismo al amparo, con el beneplácito, la excusa, o como se quiera llamar, de la aplicación de la Ley
de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de 1939, promulgada por las autoridades sublevadas con la finalidad de eliminar
cualquier vestigio de anterioridad, por un lado, y de peligro a las
clases poderosas, por otro.
21
El resultado se intentará trasladar al espíritu y la letra de la
Ley de Responsabilidades Políticas con la finalidad de evaluar
tanto el alcance de la misma al entender dicha ley como de punto final y reflexionar sobre la aplicación de la misma tomando,
como se ha apuntado, a los diputados valencianos de IR como
ejemplo.
la formación del frente popular y los diputados valencianos de IR
Los sucesos de Octubre de 1934 tuvieron el efecto inmediato
de dejar a la izquierda semidesmantelada, de manera que las derechas gobernantes se encontraron en una posición óptima para
desarrollar su programa. Programa que, si bien, en el resto de
1934 intentaba aplicar desde la óptica socialcristiana,3 pronto se
encontró con el rechazo de la CEDA y cambiar de rumbo. Además, Gil Robles hizo caer al Gobierno por su negativa a aceptar
las conmutaciones de penas de muerte impuestas a los dirigentes
sindicalistas asturianos, dando un regusto cada vez más reaccionario al Gobierno Lerroux,4 aunque los monárquicos lo consideraban demasiado descafeinado. Así, al estallar el escándalo del
estraperlo, en octubre de 1935, el escaso crédito de Lerroux se
derrumbó y la propia inercia parlamentaria se vio desbordada en
el terreno del orden público por las actividades violentas de las
JAP, las JJSS, FE y las JONS entre otros.5
La muestra de debilidad de las derechas ante su tarea administrativa, la propia división entre los monárquicos y los cedistas que
convertía en estéril la actividad parlamentaria, y la concepción
por parte del Presidente de la República de la necesidad de un
gobierno fuerte y moderado –pensaba que era el momento electoral para conseguirlo– llevaron a Niceto Alcalá Zamora a ofrecer
los poderes de disolución de las Cortes a Chapaprieta, quien los
rechazó debido a su decepción con la CEDA, los monárquicos y
los radicales, y luego a Manuel Portela Valladares, que asumió la
responsabilidad de la disolución de Cortes, el 7 de enero de 1936,
fijando nuevas elecciones para el próximo 16 de febrero.6
22
Pero, mientras tanto, las izquierdas no se habían mantenido
inactivas. En efecto, Manuel Azaña, tras ser puesto en libertad y
convertido muy a su pesar en mártir político,7 por encargo del
Consejo Nacional de IR, en enero de 1935 realizó gestiones que
dieron como resultado el pacto de la Conjunción republicana,
suscrito por IR, UR de Martínez Barrio y el reducido pero influyente Partido Nacional Republicano, de Sánchez Román, el 12
de abril.
A fin de hacer pública la nueva entente, Azaña se dedicó a
pronunciar una serie de discursos y mítines que resultaron ser
cada vez más multitudinarios, como el del campo de Mestalla,
en Valencia, el 26 de mayo, el de Baracaldo, el 14 de julio, o el
de Comillas, en Madrid, el 20 de octubre, que tuvieron como
mayor efecto reforzar su posición de líder carismático del republicanismo español.
Por otro lado, la IC había cambiado su táctica de ataque
hacia la socialdemocracia, variando rápidamente su postura de
aversión hacia los socialistas por la de un acercamiento, cuestión
que se hacía extensible a las formaciones democráticas. Se trataba
de conformar un Frente Popular que agrupase en su seno a un
amplio espectro político capaz de derrotar electoralmente a las
derechas, cada vez más benevolentes con el fascismo.
A pesar del veto al proyecto interpuesto por Sánchez Román
a la presencia de los comunistas, el Frente Popular echó a andar el
15 de enero de 1936, por lo que el Partido Nacional Republicano
no llegaría a formar parte del proyecto, proyecto que, en cambio,
sí fue suscrito por Izquierda Republicana, Unión Republicana,
el PSOE, la UGT, las Juventudes Socialistas, el PCE, el Partido
Sindicalista de Pestaña y los filotrotskistas del POUM.8
El eclecticismo ideológico que mostraba la coalición, lejos de
presentar una debilidad estructural venía a presentarse como un
todo compacto gracias a la contundencia de su programa básico,
que le otorgaba la máxima solidez. Amnistía para los presos políticos, restitución de los ayuntamientos surgidos como consecuencia de las elecciones municipales de abril de 1931 –destituidos
durante el Bienio Negro–,9 readmisión –con indemnización– de
23
los despedidos por motivos políticos o laborales, reforma del Tribunal de Garantías Locales, recuperación de la política reformista
del bienio progresista y la reactivación de la política autonómica
venía a ser el eje que garantizase el funcionamiento electoral, al
tiempo que se acordó formar gobierno en caso de victoria electoral únicamente con republicanos.
En la práctica, Frente Popular, pues, venía concebido como
garantía de freno al avance de la derecha autoritaria, retorno a una
política social y reparar el retroceso democrático sufrido durante la etapa conservadora, pero al mismo tiempo el significado de
Frente Popular no era el mismo para todos. Los republicanos lo
entendían como un retorno al período 31-33, sin más. Los socialistas lo traducían como la única posibilidad de recuperar sus cotas
de presencia en órganos de poder tras la debacle electoral de 1933
y para comunistas. Sindicalistas de Pestaña y poumistas, como la
tabla de salvación para asegurar su presencia pública. Por su parte,
para los anarquistas votar Frente Popular significaba sacar a los
suyos de la cárcel, con lo cual su apoyo estaba garantizado.
Con todo, la uniformidad confirmativa del Frente Popular
no lo fue en toda España. En el País Valenciano se constituyó bajo
la forma de Front d’Esquerres, al incluir a Esquerra Valenciana.10
las elecciones del 16 de febrero de 1936 en el país
valenciano
Con una participación del 76% del censo electoral, el triunfo del Frente Popular en el conjunto de España venía refrendado
por el 48% de votos a favor (4.363.903) frente al 46% de las
derechas (4.155.153) y la hecatombe del centro, que únicamente
pudo lograr el 6% de los sufragios (556.008 votos).11
Por lo que hace referencia al País Valenciano, el resultado fue
el siguiente:
24
alicante
ELECTO
VOTOS
PROFESIÓN
Jerónimo Gomárriz Latorre
UR
131.139
Abogado
Carlos Esplá Rizo
IR
131.274
Periodista
Juan José Cremades Fons
IR
131.059
Abogado
Rodolfo Llopis Ferrándiz
PSOE
130.470
Profesor
Ginés Ganga Treviño
PSOE
129.972
Catedrático
Eliseo Gómez Serrano
IR
129.905
Profesor
Miguel Villalta Gisbert
PSOE
129.596
Abogado
Salvador García Muñoz
PSOE
129.397
Médico
Joaquín Chapaprieta
Torregrosa
PRIC12
113.875
Abogado
Juan Torres Sala
CEDA
111.026
Ídem
Eusebio Escolano Gonzalvo
CEDA
110.974
Médico
CASTELLÓN
ELECTO
ORG.
VOTOS
PROFESIÓN
Francisco Casas Sala
IR
74.734
Abogado
Vicente Fe Castell
RI
74.677
Periodista
Francisco Gómez-Hidalgo
y Álvarez
UR
74.002
Ídem
Juan Sapiña Camaró
PSOE
74.616
Catedrático
Antonio Martí Olucha
CEDA
58.276
Azulejero
Ignacio Villalonga Villalba
CEDA
(DRV)
57.913
Abogado
25
VALENCIA
ELECTO
ORG.
VOTOS
Julio Just Jimeno
IR
140.943
Ingeniero
Pedro Vargas Guerendiain
IR
140.088
Médico
Miguel Pérez Martínez
IR
139.766
Ídem
Federico Martínez Miñana
IR
139.379
Periodista
Isidro Escandell Úbeda
PSOE
139.344
Maestro
Pedro García García
PSOE
139.266
Empleado
UR
139.171
Abogado
PSOE
138.646
Ídem
Joaquín La Casta España
UR
138.197
Ingeniero
Vicente Uribe Galdeano
PCE
138.139
Obrero
Luis García Guijarro
CEDA
140.561
Diplomático
Francisco Javier Bosch Marín
CEDA
138.594
Abogado
Julio Colomer Vidal
CEDA
137.963
Ídem
José García-Berlanga Pardo
Enrique Cerezo Senís
PROFESIÓN
para la capital y su partido judicial
VALENCIA CAPITAL
ELECTO
ORG.
VOTOS
Juan Peset Aleixandre
IR
84.106
Catedrático
Miguel San Andrés Castro
IR
83.632
Empleado
Manuel Molina Conejero
PSOE
83.576
Aserrador
Vicente Marco Miranda
EV
83.146
Periodista
26
PROFESIÓN
Darío Marcos Cano
IR
83.072
Médico
Luis Lucía Lucía
CEDA
(DRV)
68.227
Abogado
José Duato Chapa
CEDA
67.360
Industrial
Por tanto, el Frente Popular consiguió 27 escaños en el País
Valenciano, divididos entre IR (11), socialistas (9), UR (4) y
republicano independiente, comunistas y EV (1); mientras, las
derechas obtenían 9 (CEDA), quedando únicamente un escaño
para el centro.
Pese a los defectos de la Ley Electoral, que era exactamente
la misma que en 1933, el triunfo del FP, aunque ajustado, resultó
tan limpio como lo fue en las anteriores el de la derecha, lo cual
invalida el sinfín de polémicas que ha dado paso tras la victoria
de la izquierda, y que no vamos a polemizar aquí.
Con todo, los planes de Portela Valladares de conseguir un
gobierno de centro se habían esfumado y su dimisión, el 19 de
febrero de 1936, no ayudó a calmar una situación tremendamente biloparizada de la política española. Es más, el propio Portela
hubo de resistir a las presiones de Franco y Gil Robles en su intento de reinvertir el resultado electoral. En efecto, con su dimisión se produjo el doble fenómeno del desconcierto institucional
por lo que se refería al traspaso normalizado de poderes y, por
otra parte, la mayoría de gobernadores civiles se contagiaron del
pánico y desesperación de Portela desapareciendo del mapa, unos
tras presentar su dimisión y otros ni eso.
se inicia el gobierno del frente popular
Así las cosas, el control del orden público quedó tremendamente lastrado, ya que la desaparición de los gobernadores civiles
se produjo sin proceder al adecuado nombramiento y sustitución
por otros, tal como temía Azaña.13 Cuando el 17 de marzo se proclamaron los candidatos electos,14 el deterioro del orden público
era evidente. Ya el 19 de febrero los presos del penal valenciano
27
de San Miguel de los Reyes se amotinaron tomando como rehenes a los presos políticos y quemando parte del penal. En Alicante se habían quemado algunas iglesias y tampoco las cosas iban
mejor en el resto de España. Era la antesala de los disturbios que
salpicarían toda la primavera de 1936.15
Por lo tanto, las negras previsiones de Azaña se iban cumpliendo, dada la falta de tiempo necesaria para actuar y, a pesar de
iniciarse la singladura parlamentaria del Frente Popular, la ofensiva propagandística de la derecha se había establecido plenamente.
No en balde, la comisión parlamentaria encargada de la revisión de las elecciones había llegado a la determinación de no
conceder escaños a una docena de diputados derechistas por la
razón de haber obtenido su mayoría de manera fraudulenta. La
reacción de los diputados monárquicos y de la CEDA fue la de
retirarse en pleno para manifestar su protesta, lo que obligó a
paralizar momentáneamente las cuestiones sobre orden público.16
Por otra parte, la sesión en cuestión transcurrió con toda
normalidad y sin incidentes con el reparto de las comisiones correspondientes, reparto que no resultó nada favorable al poder
valenciano de IR, si tenemos en cuenta que tan solo Pedro Vargas
obtuvo puesto en la Comisión de Actas y Calidades, mientras
que Miguel San Andrés quedaba como suplente en la Comisión
de Incompatibilidades.17
En cambió no resultó nada tranquila la sesión de 3 de abril
de 1936, ni mucho menos. Azaña hablaba de los alborotos que
se estaban produciendo por doquier ante los reproches de las derechas. Apuntaba que el 19 de febrero no contestó a su llamada
ninguno de los gobernadores civiles, con el consiguiente vacío
de poder que produjo su desafección, lo que le proporcionó una
atronadora ovación, cosa que aprovechó para cargar tintas contra
la derecha con el siguiente contenido que fue bendecido de nuevo con grandes aplausos:
¿Es que se puede pedir a las muchedumbres irritadas o maltratadas, a las muchedumbres hambrientas durante dos años, a las
muchedumbres saliendo del penal, que tengan la verdad que
otros tenemos de que no transparezca en nuestra conducta los
agravios o que guardemos exquisita memoria?18
28
La alusión al bienio negro, además de la denuncia en la improvisación en el traspaso del turno de poderes que dejaba al nuevo gobierno en condiciones de escasa paz y tranquilidad resultaba
idóneo para contraatacar las denuncias de las derechas y la explotación que hacían de los sucesos, de manera que más adelante, el
propio Azaña exponía con énfasis que
Hay que condenar el desmán, el incendio, el asalto y reprimirlos.
Pero sobre todo de impedirlos. Hay que condenar el desmán, la
violencia, el terrorismo, dondequiera que se muestre y hágalos
quien los haga..., me escandaliza en mi conciencia de hombre
honrado que una persona que anda por ahí (naturalmente no
aludo a nadie) diga: «Han quemado tantas iglesias. ¡Qué horror!». Y yo digo, si no qué horror, ¡Qué tontería y qué lástima!
Pero dicen: «Ah, ¿no han matado a Fulano? ¡Hombre, qué lástima a ver si otra vez tiran mejor!»... Cuando en la conciencia de
una persona honesta... se produce esta aberración, esta monstruosidad... es un indicio de una perturbación gravísima... hay
un modo honesto y honrado de entender la vida pública, dentro
del cual caben todas las competencias y todas las oposiciones, que
hayan respeto a la vida y al derecho de los demás, que nadie está
autorizado a traspasar.19
La intervención de Azaña se mantuvo en esa línea. Ahondando en el problema de orden público denunciando que la oposición creaba un pánico extremo cuando resultaba que en ningún
lugar había corrido peligro la democracia ni las instituciones liberales republicanas, por lo que las acusaciones provenientes de las
derechas no eran más que una inmensa patraña, mientras reconocía que gobernar era también lastimar intereses con tal de corregir el desequilibrio de la sociedad española pero siempre desde
y dentro de la ley.
En este contexto, y ante la claridad expositiva del Presidente,
la oposición intentó deslegitimar al mismo mediante la argucia
que el anterior Presidente no había empleado su facultad de disolver las Cortes en dos ocasiones, sino únicamente en una, lo
que en caso de ser cierto hubiese provocado una parálisis legisla29
tiva todavía mayor, pero Prieto supo transitar por la maraña tendida por la derecha al asegurar que el Decreto de octubre de 1933
contabilizaba como tal según el artículo 81 de la Constitución20
para deshacer la maniobra de la derecha que, en última instancia
pretendía obviar una de las dos anteriores disoluciones de Cortes
y aprovechar la dimisión de Portela en beneficio propio, tomando cariz de enfrentamiento con las consiguientes intervenciones
de los conservadores Ventosa y Carrascal y del propio Portela.
Prieto, que se mantuvo en sus trece, esgrimió además el artículo 82 de la Constitución21 como elemento definitivo para dejar
sin validez las pretensiones conservadoras de conservar a Portela
como Presidente, sin tener en cuenta su dimisión de 7 de enero,
con lo que se cerraba cualquier posibilidad legal a las propuestas
de la oposición.22
No fue el único intento de desestabilizar al gobierno del
Frente Popular empleando para ello las sesiones de Cortes, ni
mucho menos. En la correspondiente a 16 de abril, la derecha
dejaba entrever que el Gobierno, de composición exclusivamente
republicana, se encontraba hipotecado por revolucionarios.
La respuesta de Azaña, como siempre resultó contundente:
el gobierno era el gobierno y sus apoyos los elegía él siempre en
libertad y dentro de los cauces constitucionales, cosa que molestó
a Calvo Sotelo quien, interrumpiendo el discurso del Presidente,
acusó a Azaña de eludir la realidad y que aceptar la situación era
una inconsciencia, rechazando la explicación de Azaña añadiendo que particularmente prefiero ser un ingenuo a un inconsciente,
de manera que obtuvo la respuesta de este: Desde luego tiene derecho a elegir entre dos defectos, lo que provocó que parte de los
asistentes estallaran en carcajadas.23
Pero Calvo Sotelo no tenía la intención de dejar de atacar al
Frente Popular en un nuevo intento de deslegitimar al Gobierno,
empleando para ello el recurso que continuamente utilizaba la
derecha más reaccionaria: los hechos de Asturias, respondiendo
que se les acusaba de desear la anarquía, cosa imposible según el
Presidente, dado que para él anarquía era lo que se había vivido
durante dos años de gobierno de la derecha con la Constitución
30
abolida. Esa era la anarquía: cuando provenía de los órganos mismos del Estado, encargados de mantener el derecho y la ley, añadiendo que estaba resuelto a mantener la ley.
Gil Robles aprovechó para intentar mantener la tesis de Calvo Sotelo, repitiendo que el país vivía en anarquía, a lo que respondió Azaña que se exageraba la magnitud del deterioro del
orden público debido a la frustración por la derrota electoral del
bloque conservador, añadiendo que antes quemaban a los herejes,
ahora queman a los santos. Las dos son denunciables. Lo que tenemos
delante es una agresión al régimen republicano, con lo que venía a
decir que se debía distinguir entre el desorden público real y efectivo y la explotación política del mismo y que el Frente Popular
era lo que la propia formación deseaba y no lo que querían ver
las derechas, que se trataba de la restauración de la República y
de su Constitución.
Pero la oposición seguía en sus trece, y Calvo Sotelo continuaba acusando al Frente Popular de bolchevique, cuya pretensión prioritaria era la de crear un proceso de comunismo y que
estaba convencido que la URSS estaba introduciendo armas en
España, reprochando la violencia callejera achacándola a la acción del Frente Popular al señalar despectivamente a los bancos
de socialistas y comunistas.
Como es natural, la nueva intervención del diputado de Renovación Española desató numerosas protestas, mostrándose la
contundencia de Barcia y del valenciano de IR, Julio Just, replicando que no animase a un golpe de Estado.
Con la finalidad de calmar los ánimos, pero también con la
intención de seguir erosionando al Gobierno, el diputado de la
Lliga, Juan Ventosa, tomó la palabra para señalar que la derecha
no se planteaba la legalidad republicana, al tiempo que acataba
la Constitución, a pesar de contener una serie de artículos que
pretendían revisar legalmente, pero que el orden público estaba
harto deteriorado era patente, urgiendo al Gobierno a acabar con
la violencia.
El mesócrata Acuña y Gómez de la Torre hizo uso de la palabra para acusar a derechas e izquierdas de estar realizando un en-
31
frentamiento violento en la Cámara, que no se traducía más que
en un divorcio con la población, alentando a la derecha a aceptar
su derrota electoral pero advertía a la izquierda que no iba a ganar
la revolución. A pesar de todo, en tono irónico, explicaba que
Voto confianza al gobierno porque es el único posible en estos
momentos. El problema más grande es el del paro obrero. La
caridad católica ha dejado de ser normal para convertirse en derecho. El funcionamiento defectuoso de la economía mundial tiene
la culpa de los problemas sociales. Hay que ir a la revolución
económica.24
Discurso acogido en medio de aplausos y risas25 pero que de
inmediato dieron paso a la expectación por las intervenciones
de Gil Robles y Calvo Sotelo, pero el primero retiró su turno de
palabra y el segundo ya había abandonado la sala con aires despectivos hacia los presentes.
El resto de la sesión continuó por los mismos derroteros:
seguido de reproches de unos a otros para finalizar con la aprobación de confianza al gobierno pero con la exigencia de restaurar el
orden público, mientras que en otro orden de cosas, Miguel San
Andrés obtuvo la elección para formar parte de las comisiones de
Estatutos y Presidencia, mientras que Pedro Vargas lo fue para
la de Justicia, Daríos Marco para Hacienda, y Juan Peset para
Instrucción Pública.
Por otro lado, se derogaba treinta días más el Estado de alarma, y también se derogaba la Ley de Reforma Agraria de 1 de
agosto de 1935 para restituir la de 15 de septiembre de 1932 con
algunos matices,26 lo mismo que la aprobación de normas para la
tramitación de sentencias de Jurados Mixtos y seguros de invalidez, vejez y muerte.27
la guerra civil
El estallido de la Guerra Civil hizo que las sesiones se suspendiesen hasta el 1 de octubre, en las que Largo Caballero,
32
nombrado ya presidente del Consejo de Ministros y ministro de
la Guerra, destacaba la importancia que tenía la entrada en el
gobierno de la CNT como elemento imprescindible para hacer
frente a la guerra, mientras exponía la prioridad por establecer
una potente moral tanto en el frente como en la retaguardia, y
por lo que hacía referencia a la política internacional señalaba
que el conflicto español era exponente claro de que la guerra europea la tenemos encima y como estamos viendo que una espantosa
conflagración mundial va a desencadenarse, la República tenía el
deber de denunciar el peligro en Ginebra.
La intervención de Largo fue bien acogida por los grupos políticos, que se tradujo en la adhesión al Gobierno y algunas recomendaciones, como por ejemplo la efectuada por Díaz Ramos en
nombre del PCE/PSUC, para quien la continuación y cohesión
del Frente Popular era condición imprescindible para ganar una
guerra que la política suicida de las democracias europeas había
puesto muy difícil, por ello opinaba que la incorporación de la
CNT al Gobierno resultaba todo un acierto y así el Gobierno debía denominarse nacional puesto que se preocupaba de la defensa
de los intereses de los obreros y de los campesinos, de la pequeña
burguesía, de los intelectuales y de los científicos, donde cabían
todos los españoles honrados cualquiera que fuese su credo político y su creencia religiosa y también era nacional porque ayudaba a las nacionalidades oprimidas. Finalizaba su intervención con
una llamada al respeto por la pequeña propiedad y a mantener la
unidad antifascista.
El resto de las organizaciones políticas representadas se expresaron más o menos en el mismo sentido destacando la intervención de Ángel Pestaña quien añadía la necesidad de aplicar
una potente disciplina como vehículo para ganar la guerra y porque no quiero víctimas de los nuestros por nosotros.28
las actividad de las cortes en valencia
El 6 de noviembre, la presidencia de la República, el Gobierno y los ministerios, las Cortes, el Tribunal Supremo y los apa33
ratos políticos y administrativos del Estado, junto las embajadas,
partidos políticos y sindicatos se trasladaron a Valencia ante el
peligro que suponía permanecer en el frente madrileño. La capitalidad valenciana sería efectiva hasta finales de octubre, cuando
se decidió su traslado a Barcelona para una mejor coordinación
de la guerra y la retaguardia.29
Valencia, pues, se convertiría en sede de las sesiones de Cortes que se reunieron el 1 de diciembre en el Ayuntamiento y el 1
de octubre en la Lonja, dado que el edificio consistorial resultaría
dañado en el transcurso de uno de los tantos bombardeos por
parte de la aviación italiana a que fue sometida la ciudad.
Los acuerdos alcanzados consistieron en la creación de campos de trabajo para condenados por los Tribunales Especiales
Populares y para los condenados por desafectos al régimen por
los juzgados de urgencia. Además se daba luz verde a la creación
del Consejo Nacional de Seguridad y el 7 de febrero de 1937, la
Diputación Permanente30 acordaba la disolución de los ayuntamientos y comisiones gestoras facultando a los gobernadores civiles para constituir los consejos municipales correspondientes.31
Por lo que hace referencia al transcurso de la guerra, Largo
Caballero comunicaba a los congregados que el Comité de No
Intervención había decretado el control de armas y voluntarios,
pero, a pesar de todo, el gobierno de la República se encontraba
facultado para comprar armamento allá donde quisiera, al tiempo
que volvía a incidir en su plena confianza en conseguir la victoria.
Respecto a la situación en la retaguardia, Largo exigía la necesidad de una tregua por parte de partidos políticos y sindicatos
en sus enfrentamientos para conseguir la hegemonía, ya que, según él, había llegado el momento que el Gobierno fuese el que
encauzara y dirigiese la política y la economía nacionales pues ya
se ha ensayado bastante, puesto que no se debía olvidar la lucha
en las trincheras y en los frentes, intervención que fue recibida
con atronadores aplausos para dar paso a la adhesión de todas
las fuerzas políticas mediante discursos aderezados con plomizas
afirmaciones y demandas de disciplina, unidad, esfuerzo para la
guerra, etc.32
34
Miguel San Andrés pasaba a ocupar cargo en la Comisión de
Interior y de Estado, mientras Pablo Vargas lo hacía en las de Tribunal de Cuentas, Defensa Nacional y Presupuestos, al tiempo
que Eliseo Gómez Serrano era designado para las Comisiones de
Suplicatorios, Comercio, Transportes y Obras Públicas, Justicia,
Defensa Nacional y Presupuestos, Julio Just hacía lo propio en
las de Presidencia, Hacienda y Economía, Darío Marcos Cano
con las de Presidencia, que pasaba a compartir junto a Juan Peset
quien también pasaba a formar parte de las de Instrucción Pública y Trabajo Social.33
En la sesión de 1 de octubre 1937 Negrín se presentaba
como nuevo presidente del Gobierno, iniciando su discurso excusándose por no haberlo hecho anteriormente, debido a que
el bombardeo franquista de 23 de mayo anterior había dañado
seriamente el Ayuntamiento de Valencia, lo que obligó a buscar
sede alternativa, que finalmente había recaído en el histórico edificio medieval de la Lonja.
Aprovechó la circunstancia para exaltar las gestas de El Palleter, Vicente Doménech y el dominico Juan Rico, cuya actuación
afirmó que había sintetizado la voluntad de un pueblo dispuesto
a vender cara su independencia, para enlazar con el presente destacando la heroicidad de los combatientes de primera línea.
Negrín informó que la ofensiva italiana en el Norte y la última reunión de la Sociedad de Naciones, dos hechos de tal importancia que exigían la atención del Gobierno y el desplazamiento
de sus ministros con la finalidad de rendir cuentas ante los presentes al tiempo que les informaba de la composición del nuevo
Gobierno, de representación unipersonal y que había intentado
componer con todas las fuerzas políticas y sindicales.34
Pero lo más sobresaliente del nuevo Gobierno consistía en la
fusión en un solo Ministerio denominado de Defensa Nacional
los de Guerra, Marina y Aviación sin depender de ninguna fuerza política, lo que en la práctica significaba la concentración de
cargos y la unidad política en un Gobierno de coalición sin proporcionalidad para evitar discrepancias, a lo que UGT y CNT se
negaron y por tanto no formaban parte del mismo.
35
A continuación, Negrín pasó a exponer su programa consistente en imponer el orden en la retaguardia y ganar la guerra y la
paz, mediante una política económica eficiente frente al conflicto
bélico35 y la reconstrucción del poder institucional sobre el cual
todavía quedaba mucho por hacer, pero que ya se había iniciado
con la disolución del Consejo de Aragón.36
Seguidamente exponía el peligro que significaba el enemigo
interno, y que únicamente en Madrid se contabilizara un mínimo de 20.000 personas desafectas, lo que constituía un verdadero
ejército en la retaguardia que pretendía solucionar permitiendo
salir del país a miles de personas, consintiendo la evacuación de
muchas de ellas por medio de las embajadas.
En el terreno cultural subrayó la necesidad que la cultura alcanzara a todos los pueblos, pues el hecho de estar en guerra, para
él, no debía ser un obstáculo para olvidarse del desarrollo cultural
iniciado seis años atrás.
Referente a la marcha de la guerra reconocía el tremendo golpe que significaba haber perdido Bilbao y Santander achacándolo
a la falta de un verdadero ejército, por lo que había iniciado su
reorganización37 para convertirlo en eficaz y capaz, anunciando
que ya se habían efectuado tres ofensivas con resultados de mayor
o menor fortuna en Segovia, Madrid y el frente de Aragón, prediciendo una guerra larga, cosa que el pueblo debía saber.38
Negrín pasaba a exponer que el escollo fundamental que se
encontraba para lograr un ejército del todo eficaz radicaba en la
dificultad de pertrecharlo, y que en este aspecto únicamente se
podía contar con México y la URSS, por lo que explicó que en
política internacional se estaba incidiendo en explicar a las democracias occidentales el peligro que significaría para ellos la derrota
de la República, por lo que argumentaba que ganando la guerra
vamos a salvar a Europa Occidental, denunciando al mismo tiempo la intervención extranjera.
El discurso fue recibido con una fuerte ovación por parte
de los presentes, cuyos respectivos partidos políticos alabaron y
comunicaron su completa adhesión al nuevo Gobierno. En sus
intervenciones, los diferentes portavoces así lo manifestaron su36
brayando el excelente reconocimiento a la labor desarrollada en
política exterior, y quizá el parlamento más significativo en tal
aspecto fue el realizado por Ángel Pestaña, quien apuntaba que
nos jugamos la cabeza, y defiendo mi cabeza cuando defiendo la cabeza de los demás, por lo que recalcaba la necesidad de una unidad
sin absorciones, en clara alusión a los comunistas, al igual que al
denunciar la existencia de un marcado sectarismo en el seno del
Ejército,39 exponiendo también la ineficacia de la inteligencia en
la retaguardia,40 una retaguardia que necesitaba de orden, pero no
impuesta de manera indiscriminada.41
Por su parte, la minoría vasca, que como todos los grupos
había otorgado su confianza al Gobierno, añadía que era preciso
velar por la libertad de los pueblos y respetar el catolicismo, tanto
por el apoyo a la República como en vistas a la opinión pública
internacional, recordando que ellos acudieron al reciente Congreso de la Internacional Obrera Cristiana, celebrado en Utrech,
en el que no se permitió la asistencia de países fascistas ni de
representantes de Franco.42
Con todo, la intervención que más ampollas levantó fue la
de Largo Caballero, al denunciar que había sufrido un atropello
recientemente por parte de las fuerzas del orden público, violando su condición de diputado y siendo tratado de manera humillante. La discusión posterior y los argumentos esgrimidos dejaron fuera de la razón a Largo, quien, a pesar de todo, insistía en
recibir mejores explicaciones ante lo que él denominaba la Gran
Batalla del Perelló, hasta ser cortado por la Presidencia.43
Para acabar con la sesión, los diferentes grupos políticos volvieron a mostrar su adhesión y otorgar su confianza al Gobierno,
dándose paso a la nueva confección de comisiones en las que
Miguel San Andrés pasaba a formar parte de las de Gobierno Interior y Presidencia, Pablo Vargas hacía lo propio en las de Actas
y Calidades y Justicia, mientras Eliseo Gómez Serrano se multiplicaba, al ocupar puesto en las de Tribunal de Cuentas, Estado,
Trabajo y Asistencia Social y Comunicaciones, Obras Públicas
y Transporte; Julio Just ocupaba cargos en las de Presupuestos y
Defensa Nacional. Poco menos para Darío Marcos Cano al en37
trar en Hacienda y Economía, Trabajo y Asistencia Social y Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas. Juan Peset quedaba
integrado en las comisiones de Instrucción Pública y Trabajo y
Asistencia Social.
la actividad de las cortes en cataluña
El 16 de noviembre de 1937 se reunían las Cortes por primera vez en tierras catalanas, concretamente en Barcelona, iniciándose con una exposición de la situación de los frentes por parte
de Negrín, quien hizo balance de la completa pérdida de la zona
cantábrica para la República de una forma puntual, puesto que
no deseaba desvelar los planes de la –nueva– defensa de Madrid,
centrándose en las difíciles relaciones con la Generalitat de Catalunya, la cuestión del estado de la moral, tanto de los combatientes como de la retaguardia, y el problema de abastecimientos
para finalizar informando de las gestiones realizadas en política
exterior tendentes a lograr la paz puesto que el deseo de que esto
acabe de una vez lo tenemos todos... pero que acabe de cualquier
manera no lo quiere ningún elemento responsable...44
El Presidente únicamente se permitió una salida de guión
ante un comentario poco amable proveniente de los bancos ocupados por los republicanos, a la que contestó podrán hacer más
que nosotros los que vengan detrás o nosotros si seguimos adelante.45
En líneas generales, la exposición de Negrín contó con el
respaldo de los asistentes, aunque Jáuregui, diputado del PNV,
expresaba su preocupación por el estado de la libertad religiosa, a lo que la representación republicana contestó que no había
existido jamás ninguna persecución de tipo religioso por parte
del Gobierno, a pesar de los lamentables actos cometidos en ese
sentido hasta la fecha por parte de elementos ajenos al mismo.46
De nuevo, la Diputación Permanente mostró su completa
confianza sin reservas ni condiciones en el Gobierno, y acto seguido se cerró la sesión.
La nueva reunión de Cortes en tierras de Cataluña tuvo lugar
el 1 de febrero de 1938 teniendo como escenario el refectorio de
38
la abadía de Montserrat. Independientemente de comunicar el
estado de los frentes –haciendo hincapié en el éxito que, momentáneamente, había alcanzado la ofensiva de Teruel– expresaba la
voluntad gubernamental de proseguir la guerra hasta lograr la
victoria incondicional del pueblo español y del Gobierno legítimo de España y el restablecimiento de la normalidad constitucional para, a continuación canalizar su discurso en el estado de
la retaguardia, especialmente por lo que hacía referencia a la producción bélica, mientras que en lo concerniente a política internacional daba cuenta de sus gestiones cuyo resultado consideraba
de diversa fortuna. Finalmente, no dejó de condenar los terribles
bombardeos a que se sometía a la retaguardia republicana.
De nuevo no se escuchó ninguna voz discordante, y la intervención y gestiones de Negrín y su Gobierno fueron aprobadas
otra vez sin reservas ni condiciones.47 Sería la última vez.
En efecto, en la siguiente reunión celebrada en Barcelona, el
14 de mayo de 1938,48 Negrín comunicaba que la situación militar había experimentado una sensible mejora que nadie hubiera
soñado mes y medio antes,49 al igual que la situación internacional,50 aunque no se mostraba tan optimista respecto a las cuestiones de abastecimiento de la retaguardia y rogando a los presentes
permiso para mantener vigente el Estado de alarma.
La siguiente reunión, celebrada en Sant Cugat, en aquel momento Pins del Vallés,51 en el recinto del monasterio románico,52
el 30 de septiembre de 1938, Negrín no iba a encontrar la placidez que, al menos de manera aparente, había reinado en las reuniones hasta aquel momento.53 Con todo, el Presidente realizó
uno de sus mejores discursos, comenzando por explicar la crisis
de Gobierno provocada por la salida del mismo de los representantes vascos y catalanes. Salida que había intentado evitar y que
no impedía que continuase la colaboración con la Generalitat.54
A continuación hizo repaso a la situación internacional afirmando que
el Gobierno de la República ha tropezado en muchas ocasiones por parte de quienes no se han dado cuenta de que aquí
39
estamos defendiendo, no una causa política, ni siquiera la causa
de España, sino una causa que representa la futura orientación
del mundo; hemos tropezado con una incomprensión lamentable, pero que no mejoraríamos ahora con lamentaciones.55
Para pasar a realizar un decidido homenaje a las Brigadas
Internacionales, expresando que:
Yo no puedo dejar pasar en estos instantes, sin señalar aquí la
deuda de eterno agradecimiento que España ha contraído con
esos auténticos voluntarios que han venido espontáneamente a
nuestra tierra a ofrendar su sangre, a ofrendar su vida muchos
de ellos en defensa de una causa que consideraban justa, por
principios ideológicos muy diversos, muy variados, muchos de
ellos por puro patriotismo, bastantes por pura simpatía y afecto
a España, lo que ha significado y representa ya la acción de los
voluntarios extranjeros en la lucha española en algunos de los
momentos más difíciles de nuestra guerra, eso basta con que yo
pida aquí un recuerdo para que pase a la memoria de todos los
que aquí se sientan: Madrid, Guadalajara, Belchite, en tantos y
en tantos sitios han sido combatientes que con ahínco, con fervor
y con entusiasmo, diezmando sus filas cuando era preciso, han
servido de barrera al avance del enemigo y en muchas ocasiones
han sido también los que han abierto brecha en sus filas. Precisamente por eso, porque han venido llevados simplemente por una
idea, o por un sentimiento, nuestro agradecimiento tiene que ser
más duradero y más profundo.56
Y por lo que hacía referencia directamente a la situación de
la guerra, por primera vez reconocía la imposibilidad de ganarla
militarmente, y que la única salida se encontraba perfectamente
definida en los Trece Puntos de Fines de Guerra del Gobierno,
añadiendo que:
La guerra se pierde cuando da uno la guerra por perdida. El vencedor lo proclama el vencido, no es él quien se erige en vencedor.
Y mientras haya espíritu de resistencia hay posibilidad de triunfo.
(...) No tenemos más remedio, defendemos nuestra vida, defendemos nuestros intereses y defendemos algo que yo quiero creer
40
que para nosotros está por encima de todo eso: defendemos a
nuestra España.57
Si la intervención de Negrín era esperada con impaciencia
y recelo, su discurso fue celebrado con una salva de aplausos y,
contra todo pronóstico, avalado por una nueva aprobación de la
gestión del Gobierno sin reservas ni condiciones.
Ya no habría más sesiones hasta el 1 de febrero de 1939, en
esta ocasión en condiciones dramáticas, cuando el castillo de San
Fernando, en Figueres, se convirtió en anfitrión de las mismas,58
que únicamente habían conseguido reunir a sesenta y dos diputados y con ausencias tan significativas como las de Largo Caballero,
Besteiro y Prieto.59 Este último ya en tierras americanas buscando
la mediación de algunos países para la consecución de la paz.
Negrín no anduvo por las ramas al presentar su análisis de la
situación calificándola de desastrosa. Con todo, Negrín aseguraba que la ofensiva franquista sobre Cataluña no había provocado
ningún vacío de poder, ningún desorden, aunque admitía la consiguiente desorganización al tiempo que mostraba su indignación
por el trato que los rebeldes daban a la riada humana que huía
hacia la frontera expresándose en los siguientes términos: ¿Es que
íbamos nosotros a ametrallar a millares de mujeres y niños a quienes
el miedo hacía huir, despavoridos, por caminos y montañas?... De
ninguna manera.60
A continuación pasó a detallar las razones que habían llevado
al desastre ante la ofensiva franquista en Cataluña y que no eran
otras que la de una tremenda superioridad militar y material y
la política de avestruz de los gobiernos democráticos europeos,
ciegos por pensar en apaciguar un imperialismo totalitario, brutal,
despótico que había llevado al desastre a Austria y Checoslovaquia
haciendo de España una sacrificada más.
El jefe de Gobierno comunicó, asimismo, las gestiones que
se estaban realizando con el objetivo de ceder las obras del Museo
del Prado a la Sociedad de Naciones, operación que en aquellos
momentos se estaba llevando a efecto con el traslado de las piezas
a Francia desde los refugios en que se encontraban ubicadas las
piezas, en lugares cercanos.61
41
El Presidente finalizó su discurso con una nueva petición de
paz basada en tres garantías: la independencia de España, en clara
alusión a que la victoria franquista no arrojase en manos de Italia
y Alemania los destinos patrios; aceptar al pueblo español como
único capacitado para decidir su futuro, referente al derecho de
los españoles a capacitar su forma de convivencia, y que no se
producirían represalias contra los vencidos. Eso sí, sin mencionar
en ningún momento las palabras rendición o capitulación, aunque todos los presentes eran conscientes que Franco no haría el
mínimo caso a las propuestas del Presidente.
Es más, Negrín apuntaba la necesidad de fijar al enemigo en
Cataluña antes de perder el último trozo de terreno catalán (pues)
significaría la liquidación de la guerra en nuestro favor (de lo contrario) representaría la prolongación indefinida de la guerra, con
todos sus riesgos y todas sus consecuencias.62
Esta muestra de optimismo del Presidente se basaba directamente en el estado de la moral de las tropas republicanas,63 a las
que –como siempre– rendía un homenaje, mostrando su admiración por los combatientes defensores de la República, para pasar
a continuación a examinar la situación internacional, Negrín finalizó su discurso afirmando que esta lucha fratricida no deje huellas de rencor renovadas por persecuciones y por represalias, por esto es
por lo que el pueblo español lucha y por lo que este pueblo magnífico
triunfará, tras lo cual el gobierno obtuvo las renovadas confianza
y adhesión por parte de los presentes, ratificándose mediante un
fuerte aplauso final.
los caballos delante del carro
El territorio español ya no acogería más reuniones de las
Cortes. En efecto, la siguiente se desarrolló en París, el 31 de
marzo y 1 de abril de 1939, con las acciones bélicas finiquitadas
y la consiguiente derrota del ejército republicano, y con graves
problemas protocolarios y normativos,64 sin olvidar la palpable
desunión de las fuerzas que en su día formaron el Frente Popular.
Así pues, al inaugurarse la sesión, el presidente de las Cortes,
42
Martínez Barrio, se vio obligado a emplearse a fondo para que la
misma transcurriese por cauces normales, dado que los diputados socialistas Álvaro de Albornoz y Ramón Lamoneda, Emilio
González López, de IR, y Miquel Santaló, de ERC, no sabían
muy bien si se encontraban dentro de la legalidad constitucional
una vez abandonado el territorio nacional. Martínez Barrio, para
intentar conducir la sesión por los cauces reglamentarios, echó
mano de la frase que enuncia este apartado.65
Y la exclamación no resultaba vana. Lo que se venía a dilucidar era si existía o no Parlamento y Gobierno ante la realidad
de la inexistencia de territorio y población a los que representar
y gobernar, ante lo que Negrín replicó la necesidad de saber si
comparecía como jefe de Gobierno o no:
porque si no, estoy de más aquí. Y nada más. Comparezco como
jefe de Gobierno, aunque reconozca la anormalidad de esta sesión en territorio extranjero... comparezco para exponer y explicar los acontecimientos que han tenido lugar desde la última
reunión del Parlamento en Figueres, en la que el Gobierno tuvo
la unanimidad de todos los que entonces estuvieron presentes
allí, la aprobación para su gestión pasada y para la gestión que
anunciaba y después ha desarrollado, y que recibió la aquiescencia del Parlamento, órgano legítimo y auténtico de la Soberanía
Nacional.
El Presidente señalaba que nada más establecerse en París fue
a visitar a Martínez Barrio para solicitar su comparecencia en las
Cortes con la finalidad de exponer lo acontecido en la zona todavía en manos republicanas tras la caída de Cataluña y también
dar cuenta de su gestión y la de su Gobierno, dándole una perspectiva determinada en un contexto global. Para ello consideraba imprescindible efectuar un repaso a su gestión primero como
ministro de Hacienda en mayo de 1937 y luego se decidió su
nombramiento como presidente del gobierno poniéndose como
objetivos la restauración de España, creando una paz interior,66
y conseguir el apoyo internacional para lograr la paz mundial,
estando a punto de ganar la guerra en 1938 de haber dispuesto
43
de material, admitiendo que tras la caída de Cataluña quizá se
hubiera perdido igual la guerra pero se hubiese salvado el decoro
evitando el sacrificio cobarde de los camaradas de lucha. En cambio, el derrotismo había provocado evitar alargar la guerra entre
seis y ocho meses en estimación propia con lo que la suerte habría
cambiado de rumbo.67
Con todo, recordó que en Figueres una vez comprobado que
militarmente no se podía ganar la guerra, expuso tres puntos conducentes a asegurar la independencia de España, dejar en manos
de los españoles la decisión sobre su futuro y obtener una paz
sin represalias, punto este último del que se mostraba del todo
intransigente.
Negrín pasaba a continuación a explicar su visión de la política internacional por lo que hacía referencia a la República explicando que su concepción de la lucha en España formaba una
parte del juego general de la lucha entre distintos imperialismos:
el imperialismo democrático y el imperialismo totalitario, que
se disputaban el mundo y a España le convenía por encima de
todo vencer al imperialismo totalitario, y la suerte corrida por la
República era lo que le esperaba a Polonia como ya había pasado
en Austria y en Checoslovaquia, sin olvidar la actuación de Inglaterra en Latinoamérica.
Pero, para el Presidente, el paso de la frontera francesa significaba iniciar una nueva misión consistente en continuar en
la zona Centro-Sur, por lo que se desplazó a la misma lo antes
posible, comprobando a su llegada el clima de desmoralización
de los militares, por lo que decidió permanecer hasta el último
momento.
A continuación relataba que su llegada le hizo ver que a Miaja y a Matallana su presencia creaba descontento, como si viniera
a estorbar alguna cosa que habían convenido.68 Inmediatamente
llamó a reunión a todos los jefes del Ejército y la flota.69 En la
reunión celebrada en Albacete le hablaron de todo menos de la
situación militar, aunque a sus preguntas respondieron que los
soldados se encontraban en buen estado, pero no así la retaguardia, lo que comprobó in situ, de incógnito, y aun así los presentes
44
le pidieron acabar la guerra de inmediato, a lo que respondió el
Presidente que es lo que buscaba desde hacía dos años pero que
otorgársela al enemigo significaba la catástrofe.70
Similar situación encontró el presidente a su llegada a Madrid y ser recibido por Casado, comprobando que había censurado su discurso del 23 de febrero de 1939 en Figueres.71 Casado
intentó que se quedara en una casa de Madrid con una guardia
especial escogida por él mismo y, naturalmente, huyó lo antes
posible antes de caer prisionero con el gobierno, aunque Casado
mantuvo bloqueado al gobierno mediante intoxicación de noticias falsas con la intención de desmoralizarlo, además de bloquear sus comunicaciones desviando o interceptando telegramas.
Además, una reunión del comité local del Frente Popular
madrileño se había declarado incompatible con el Gobierno,
constituyendo una Junta dirigida por el mismo Casado, comunicando que los comunistas habían acordado cambiar el gobierno,
ante lo cual Negrín se puso en contacto con representantes del
PCE, quienes le desmintieron su participación en el complot,
razón de más para exigir de nuevo el regreso de Azaña.
A continuación pasó a relatar el asunto del presidente de la
República, exponiendo que al llegar Azaña a Perelada rogó a este
que se desplazara a la zona Centro-Sur, tras pasar a Francia, a lo
que le respondió que no, de manera que le ofreció acudir a la
embajada española en París, a lo cual también se negó.
Ante la negativa, lo normal era la dimisión del Gobierno
y que pasara a Prieto la presidencia del Congreso a pesar de la
insistencia de Negrín para que el presidente de la República se
desplazara a la zona Centro-Sur ante el peligro que suponía el
reconocimiento de Franco por parte de Francia e Inglaterra aprovechando la ausencia de Azaña.
Finalmente se produjo la sublevación militar. La flota de
Cartagena era favorable a la rendición, lo que hizo reaccionar de
inmediato a Negrín. La flota resultaba imprescindible en caso de
evacuación, y ante su deserción, el Presidente ordenó al jefe de la
Base emplear la fuerza, al tiempo que enviaba al teniente coronel
Galán con grado de jefe de guerra. Pero antes envió al comisario
45
general de Defensa, Osorio y Tafall. Las tropas no llegaron a entrar en Cartagena y la escuadra tampoco se hizo a la mar, aunque
se sublevaron las fuerzas de Tierra, izando bandera monárquica,
pero la plaza fue reconquistada y el puerto se mantuvo en poder
republicano.
Negrín ordenó a Casado y Matallana acudir a su presencia.
El último tardó ni más ni menos que catorce horas en llegar, y al
presentarse insinuó que se le había llamado para ser destituido y
fusilado a continuación,72 mientras que Casado se sublevó al fin,
traición que conoció el Presidente por una noticia radiofónica,
noticia confirmada cuando Negrín entabló conversación telefónica con el rebelde.
Al día siguiente las provincias de Alicante, Albacete, Murcia
y Valencia se rebelaron, esperando coger al Gobierno en una ratonera, y a pesar de contar este con el apoyo de los ejércitos de Andalucía y Extremadura resultaba imposible su traslado, de modo
que el Gobierno hubo de abrirse paso a la fuerza para llegar a Alicante. Una vez allí, Negrín reunió a todos los representantes de
los partidos para decirles que resultaba preciso dar la impresión
que el gobierno continuaba en Alicante, aunque al final hubo
de escapar a toda prisa.73 El Presidente consideraba que todavía
se podía aguantar y resistir para intentar salvar a los que, desde
aquel momento, les esperaba el campo de concentración o el ser
asesinados como animales.
Por todo ello, Negrín consideraba que la situación creada por
los traidores les había
llevado a la derrota, por lo menos prematura, porque aún teniendo una derrota militar, si la hubiéramos tenido, nunca hubiera
sido en los términos de catástrofe y de vergüenza en que se ha
producido la derrota de esta República acaudillada por la Junta
facciosa... El gobierno ha cumplido con su deber. Lo cumplió
cuando cogió en sus manos una causa perdida; lo cumplió cuando... supo dar nuevos alientos a una lucha que se consideraba llegada a término... lo ha cumplido cuando la retirada de Cataluña
irremediable... se hiciera en debida forma. Lo cumplió también,
como era su obligación, a la otra Zona (sic) y tratando de frustrar
46
allí las maniobras... y lo sigue cumpliendo ahora que se encuentra
con una gestión de la que tiene que dar cuenta... que tendrá que
ser un sucesor... hay una cosa concreta a hacer, que es el remedio de la miseria de nuestros compatriotas... estoy dispuesto... a
darles toda clase de explicaciones, pero desde luego me reservo el
derecho de discutir la legitimidad de esta reunión en este sitio y
en este instante.74
La sesión se reanudó al día siguiente, planteándose la propia
existencia del gobierno Negrín, por lo cual el Presidente se ausentó personalmente con la intención de no coaccionar con su
presencia.75
La tesis fue defendida incluso por Martínez Barrio, alegando
la inexistencia de territorio y población, añadiendo que ni nosotros somos auténtica representación parlamentaria, y que los acuerdos de la Comisión Permanente en territorio extranjero carecían
de validez, a lo que respondió el socialista Albornoz diciendo
que, a pesar de todo, los diputados sí tenían responsabilidades,
aún y cuando no especificaba más.
Dolores Ibárruri intervino entonces para recordar que en Figueres se acordó que Negrín regresara a España para conseguir una
paz digna por mandato de las Cortes, por lo que lo lamentable
resultaba ser la defección del presidente de la República, a quien
tildaba de traidor al pueblo español, recordando que entonces sí
existía territorio y pueblo. La dirigente comunista pasaba a acusar
a la Diputación Permanente de no haber vuelto a España, lo que
le valió las réplicas de los propios diputados consistentes en que
carecían de medios, respuesta que cortó La Pasionaria exigiendo
la condena rotunda al golpe de Casado, porque, de lo contrario,
significaba aprobar los asesinatos, aprobar las masacres y dar por
buena la entrega de España al fascismo, para afirmar a continuación rotundamente que el gobierno de Negrín era el legítimo de
la República, recordando que en Figueres se consideró imprescindible su postura de salvar y atender a los españoles.
La respuesta, convertida en pregunta, surgió de la voz de
Santaló, quien intervino para preguntar si se contaba con medios para atender a los refugiados, pues afirmaba que existía una
47
comisión, pero que en ella no estaban representados todos los
partidos, con lo cual carecía de legitimidad.76
Pero Negrín insistía en la idea que la Diputación Permanente
sin territorio nacional no tenía razón de existir, pero que en caso
de caída de Franco, sí que daría razón de ser a la institución. En
caso de existir Gobierno, lo consideraba una imposición moral
que no estaba dispuesto a aceptar o sería una ficción que no estaba tampoco dispuesto a reconocer, como que tampoco existía
parlamento ni Diputación Permanente, mientras que la única
salida en aquel momento era la de confeccionar una gestora a la
que se negaba en pertenecer.
Lamoneda era de la opinión de ofrecer al exterior la idea que
la República española no tendría los poderes que poseía en territorio nacional pero que existían otros poderes latentes que subsistían con el objetivo de evitar la desesperanza dando la impresión
de que todo estaba perdido con la finalidad última de servir de
apoyo a los refugiados, y como ejemplo citaba al gobierno de
Checoslovaquia.
Por último, Martínez Barrio decidió que los caballos se encontraban definitivamente colocados delante del carro y que la
única solución posible era considerar el acta de la sesión anterior,
de 1 de febrero, como efectiva, es decir, que si se consideraban el
apoyo y la adhesión expresados al gobierno en la misma, aquel
gobierno resultaría ser de facto, postergándose el problema de su
continuidad a la espera de la resolución sobre la crisis de la jefatura de la República que había provocado la dimisión de Azaña.
Negrín obtuvo un nuevo triunfo al contabilizar el resultado
de la votación con diez votos a favor y siete en contra, más cuatro abstenciones, aprobándose así el acta,77 lo que daba refrendo
definitivo a Negrín, al menos de momento. Sorprendentemente,
Mije y Pasionaria votaron en contra, lo que indicaba el nuevo
rumbo de la política comunista a partir de la derrota pero que
venía a constatar una realidad palpable desde hacía mucho: la
unidad del Frente Popular hacía tiempo que no resultaba ser más
que una entelequia que se autorreproducía constantemente. La
guerra pero sobre todo la visión política de Azaña y el realismo de
48
Negrín, habían hecho posible que el concepto de Frente Popular
no hubiera saltado hecho añicos hacía tiempo.
la suerte de los diputados valencianos de IR
Como se ha podido comprobar, exceptuando la participación en diversas comisiones de la Diputación Permanente, ninguno de los diputados valencianos de IR tuvo relieve en las discusiones plenarias de la misma. La situación excepcional que vivió
el Gobierno desde su triunfo electoral explica sobremanera que
todo el peso expositivo recayera en los portavoces de las diferentes fuerzas que conformaban el Frente Popular.
La derrota militar supuso la desaparición de la República a
pesar que intentara sobrevivir en el exilo como lo demuestra la
última sesión de la Diputación Permanente de las Cortes examinada, pero al mismo tiempo el resultado de la misma, presentando una profunda división, el choque con la realidad del
exilio y a continuación el terrible golpe que suponía la invasión
nazi de Francia con la consiguiente diáspora de personalidades,
aniquilaba en la práctica la realidad de una República allende las
fronteras.78
Aquel maremágnum marcó la posterior trayectoria de todos
los implicados, como es natural, por lo que examinaremos la suerte que corrieron los diputados valencianos de IR en el mismo.
Carlos Esplá se instaló en París inicialmente, colaborando
con el SERE. En agosto de 1940 se exilió a México, pasando
a ser secretario de la JARE79 hasta su disolución, en 1942, para
continuar su labor en la CAFARE, continuadora de la misma. En
México intentó la unión de los partidos republicanos en Acción
Republicana Española y también formó parte de la JEL (Junta
Española de Liberación).80 En 1950 ingresó en el cuerpo de traductores de la ONU, y en julio de 1959 volvió a intentar reunir a
los partidos republicanos en una sola formación política: ARDE
(Acción Republicana Democrática), que logró integrar a IR, UR
y el Ateneo Español de México. Falleció en aquel país el 6 de julio
de 1971. En España, el Tribunal para la Represión de la Maso49
nería y del Comunismo (TERMC) le condenó a treinta años de
reclusión.81
Juan José Cremades, que durante la guerra había sido subsecretario de Gobernación y Obras Públicas, acabó exiliándose a
México, trabajando para el diario Mediterráneo. Falleció en aquel
país en 1959.
Eliseo Gómez Serrano, que había formado parte del Comité
Provincial del Frente Popular de Alicante, se negó a abandonar
España. Detenido inmediatamente por los franquistas, fue sometido a Consejo de guerra, condenado a muerte y ejecutado en
mayo de 1939.
Francisco Casas Sala formó una columna de milicianos y
guardias civiles, en agosto de 1936, para reforzar las columnas
que marchaban sobre Teruel. A la llegada de la columna a Puebla
de Valverde, los guardias civiles se amotinaron, abatieron a los
milicianos, a un grupo de carabineros y a un número impreciso
de civiles, partiendo a Teruel con el diputado de IR. En aquella
plaza fue ejecutado el 31 de aquel mes, tras celebrarse un rápido
Consejo de guerra el día anterior.82
Julio Just, que había sido ministro de Obras Públicas entre
septiembre de 1936 y mayo de 1937, fue detenido en 1941 por
las autoridades de Vichy. Sometido a una vista judicial en la que
se trataba su extradición, asumió su propia defensa, evitando la
deportación, aunque no el internamiento, en el campo de concentración de Vernet, en el Ariége, pasando a libertad vigilada
en Limoges entre diciembre de 1943 y julio de 1944. En 1945
sería elegido por unanimidad presidente de IR, participando en
las primeras Cortes republicanas en el exilio mexicano, formando
parte de todos los consiguientes gobiernos, exceptuando el de
Álvaro de Albornoz, entre 1949 y 1951. Acabó por integrarse
en ARDE. Just nunca abandonó el periodismo, mostrando una
especial sensibilidad hacia su lengua vernácula. Falleció en París,
en 1976.83
Pedro Vargas Guerendiain pasó el resto de su vida exiliado en
Francia, siendo condenado por los tribunales franquistas dada su
condición de masón.84
50
Juan Peset Aleixandre, que había sido director del hospital
militar de Valencia, asistió a la última sesión de las Cortes en
Figueres, pasando la frontera a continuación. Sin embargo, retornó a zona republicana e intentó mediar sin éxito en el golpe
de Casado. Como tantos otros, fue atrapado en el puerto de Alicante e internado en el campo de concentración de Albatera, de
donde fue trasladado al de Porta Coeli, y más tarde confinado en
la cárcel Modelo de Valencia. Por orden de 29 de julio de 1939
fue desposeído de su cátedra, junto a otros muchos, y sometido
a dos Consejos de guerra en marzo de 1940, primero a resultas
de la denuncia efectuada por los médicos Francisco Marco Merenciano, Antonio Ortega Tena y Ángel Moreu-González Pola,
falangistas ellos, deseosos, como así resultó ser, de favorecerse de
su desaparición. Condenado a muerte, la propia sentencia recomendaba la conmutación de la misma, lo que explica a todas luces en qué consistía la justicia franquista. Pero el odontólogo José
Roca Meca medió para que se iniciara un nuevo juicio, basándose
en una conferencia efectuada por Peset en Francia, en 1937, en la
que condenaba la sublevación franquista y fue fusilado en mayo
de 1941 en Paterna.
Miguel San Andrés se unió a la sublevación casadista asumiendo el cargo de portavoz de la misma. Condenado a muerte
le fue conmutada la pena y falleció en el fuerte de San Cristóbal
de Pamplona debido a la dejadez y pasividad de sus guardianes
ante su enfermedad.
Darío Marcos, subsecretario de Obras Públicas, se exilió a
Francia, donde fallecería en Toulouse el 10 de enero de 1940.85
Federico Martínez Miñana, marchó al exilio y colaboró con
el SERE. Tras la Segunda Guerra Mundial se instaló en Yugoslavia, donde ejerció su profesión de periodista. Falleció en Belgrado, en 1954.
De la trayectoria de Miguel Pérez una vez acabada la guerra
no sabemos absolutamente nada.
Lo que sí puede constatarse a través de las Actas de Sesiones
de la Diputación Permanente de las Cortes es la nula actividad
parlamentaria de los diputados republicanos valencianos de IR;
51
otra cuestión es el alcance del desempeño de sus funciones, análisis que dejaremos para mejor ocasión. No en balde, la defensa
de la República les costó a algunos la vida y el exilio a la mayoría.
Independientemente del desarrollo de la represión desarrollada por los franquistas, la Ley de Responsabilidades Políticas
de nueve de febrero de 1939,86 dejaba bien a las claras que la
finalidad última del conglomerado reaccionario franquista era
la de aniquilar cualquier vestigio de subversión de orden social,
incluyendo la mínima posibilidad de introducir elementos conducentes a la igualdad de todos los españoles. Además, concretamente los artículos segundo y tercero de dicha ley contemplaban
a los componentes del Frente Popular fuera de la ley. Se daba así
la última paradoja legal de la Guerra Civil: los violadores de la
convivencia legal se convirtieron en los legisladores de la ilegalidad, de modo que los encargados legítimos de formalizar las leyes
fueron perseguidos por otras emanadas desde la ilegitimidad de
la fuerza.
notas
3
4
5
6
Manuel Giménez Fernández, ministro de Agricultura, consiguió ver
aprobada su ley destinada a promover el acceso a la propiedad de la
tierra por parte de los arrendatarios, aunque dejaba a los propietarios
la facultad de poner a la venta las parcelas a su elección. El ministro
de Instrucción Pública, Filiberto Villalobos, continuó con la edificación de escuelas primarias pero a la CEDA le pareció un guiño a la
educación laica y le forzó a dimitir. Y eso que ambos proyectos poco
tenían que ver con el espíritu y la letra del bienio anterior, sin contar
con la diferencia de los recursos públicos habilitados para cada caso.
Cfr. Gabriel JACKSON, La República española y la Guerra Civil,
Crítica, Barcelona, 1976, pp. 161-166.
Para la cuestión de la violencia política durante este período PRESTON, P., El holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil
y después, Debate, Barcelona, 2011, pp. 93-190.
Consciente de lo que estaba en juego, el Gobierno de Portela había
dado luz verde a un conjunto de acciones dirigidas a constituir gestoras en algunos ayuntamientos a finales de diciembre de 1935. Lo
mismo ocurrió con las Diputaciones.
52
AZAÑA, M., Memorias de guerra. 1936-1939, Crítica, Barcelona,
1996, pp. 9-10.
8
Para el proceso constitutivo del FP, sigue siendo imprescindible JULIÁ, S., Orígenes del Frente Popular en España (1934-1936), Siglo
XXI, Madrid, 1979.
9
Con todo, en este sentido, el Gobierno dio paso a al nombramiento
de gestoras municipales afines, con el objetivo de tener ayuntamientos afines y, por tanto, poco problemáticos para el gobernador civil,
con lo que se quebrantaba la verdadera representatividad política.
Naturalmente, el proceso provocó las denuncias de la derecha, puesto que lesionaba sus intereses. Una de las primeras acciones de las
nuevas gestoras fue la de depurar a empleados y funcionarios locales
considerados desafectos. Al mismo tiempo se inició un proceso de
cambio de nomenclatura urbana.
10
Formada a partir de la escisión del blasquista PURA (Partido de
Unión Republicana Autonomista), conectado al Partido Radical,
debido al giro cada vez más marcado hacia posturas conservadoras.
Gozó de vitalidad en la capital y su área metropolitana, con un programa izquierdista y nacionalista. Sufrió en carne propia los rigores
represivos de 1934. Cfr. CUCÓ, A., El valencianisme polític. 18741936, Afers. atarrosa, 1999.
11
A pesar de todo, el día transcurrió tranquilo.
12
Partido Republicano Independiente de Centro.
13
AZAÑA, M., Memorias..., op. cit., pp. 11-14.
14
Diario de las Sesiones de Cortes, Congreso de los Diputados
(DSCCD), 17 de marzo de 1936.
15
Para la cuestión, PRESTON, P., El holocausto español..., op. cit., p.
168 y ss.
16
DSCCD. 17 de marzo de 1936.
17
Ídem.
18
Ídem, 3 de abril de 1936.
19
Ídem.
20
En él se apuntaba la potestad del Presidente para disolver las Cortes
en el máximo de dos ocasiones durante su mandato.
21
El artículo en cuestión rezaba así: El Presidente podrá ser destituido
antes de que expire su mandato. La iniciativa de destitución se tomará
a propuesta de las tres quintas partes de los miembros que compongan el
Congreso.
22
DSCCD, 3 de abril de 1936
23
Ídem.
24
Ídem.
7
53
Las intervenciones del ingeniero José Acuña y Gómez de la Torre,
diputado por Jaén, siempre eran recibidas con expectación y celebradas con ovaciones, dada la facilidad con que se desenvolvía en
momentos tensos para reconducir los estados de ánimo y lograr estabilizar la situación. DSCCD.
26
Matices que no afectaban al fondo ni a la forma de la ley, como
explicó el ministro de Agricultura, Mariano Ruiz-Funes y García, de
IR.
27
DSCCD, 3 de abril de 1936.
28
Ídem.
29
Una síntesis en GIRONA, A., y SANTACREU, J. M., La Guerra
Civil en la Comunidad Valenciana. Vol. 7, Prensa Valenciana, Valencia, 2006.
30
Se reunía una vez al mes.
31
DSCCD, 1 de octubre de 1936.
32
Ídem.
33
Ídem.
34
Ídem.
35
Para ello se intervenían los cereales por Decreto 6-6-37.
36
Por Decreto 10-8-37.
37
Por Decreto de 27-5-37 se creaba en Valencia la Escuela Popular
de Estado Mayor. Por el de 4-6-37 se disolvían las organizaciones
y unidades militares con su consiguiente militarización, y por el de
4-6-37 se militarizaban Telégrafos y Telefónica.
38
A tal efecto iba dirigido el Decreto de 27-5-37, ordenando la organización y activación de la defensa pasiva en todo el territorio.
39
En clara alusión a la persecución de los militares profesionales en el
Ejército.
40
Concretamente apuntaba que en materia de espionaje y contraespionaje no se ha hecho nada, y que a los fascistas que se detiene salen
pronto de la cárcel, aparte de que muchos eran protegidos por puro
amiguismo. DSCCD, 1 de octubre de 1937.
41
En concreto, hacía referencia a los anarquistas, ya que para Pestaña,
una cosa es ir contra los elementos de la CNT y otra contra la propia
CNT. Ídem.
42
El semanario zaragozano Obrerismo, en un número especial dedicado a «su» fiesta del trabajo, es decir, la conmemoración de la publicación el 15 de mayo de 1891 de la encíclica Rerum Novarum,
publicaba la noticia del Congreso el 15 de mayo de 1937, señalando
la asistencia al mismo de catorce Centrales Nacionales y cinco Federaciones Internacionales. El rotativo se mostraba marcadamente crí25
54
tico frente lo que consideraba un ataque contra el cosmopolitismo
socialista. De todos modos apuntaba la denuncia de la Internacional
Católica a los fascismos, recalcando su rechazo a la guerra y al racismo. Si bien el Congreso atacaba la política de Alemania e Italia, Largo Caballero no escapó a las denuncias del articulista, J. Serrarens,
quien lo tildaba de dictador.
43
En concreto, Largo denunciaba que el 23 de octubre, al dirigirse
junto a Wenceslao Carrillo y Rodolfo Llopis hacia Alicante, el automóvil en que se desplazaban fue detenido por la policía una vez
pasado el poblado de El Perellonet, debiendo abandonar el coche y
marchar a pie al pueblo más cercano, El Perelló (pedanía marítima
de Sueca). Llegado a El Perelló, un agente de policía le entregó una
carta firmada por Carlos de Juan, Comisario Jefe de Investigación
Criminal, en la que se le comunicaba que no podía moverse de Valencia. Según denunciaba, la calidad del emisario estaba a tono con
el aspecto de delincuentes comunes de sus acompañantes, guardias de
asalto, e incluso denunciaba que uno de los guardias llegó a cargar el fusil con tono amenazador. Haciendo caso omiso a la orden,
la comitiva se dirigió a Sueca con la intención de comunicar ante
notario lo acaecido, para después volver a Valencia, donde al día
siguiente se le notificaba que quedaban sin efecto sus reclamaciones.
Largo afirmaba que el percance le resultaba especialmente doloroso,
puesto que dañaba la imagen de la República, la Constitución y el
Parlamento fuera de España.
En realidad, y aunque Largo afirmase que iba a visitar a unos amigos, el grupo se dirigía a Alicante para dar un mitin, pero el Gobierno había decretado la suspensión de actos públicos con motivo de la
caída de Asturias, y para evitar que la situación pudiese deteriorarse.
En la consiguiente discusión parlamentaria, Largo Caballero únicamente recibió el apoyo del diputado socialista Velasco. DSCCD, 2
de noviembre de 1937.
44
DSCCD, 16 de noviembre de 1937.
45
Ídem.
46
Ídem.
47
Ídem.
48
Dado el carácter de reservado de las sesiones de 15 de abril, 1 de
julio y 9 de agosto, el DSCCD no resulta una fuente excesivamente rica, debido a la amputación correspondiente. De hecho, parte
de las reuniones se desarrollaron a puerta cerrada y con etiqueta
de secretas. Con todo, la interpretación primigenia debe partir del
55
progresivo alejamiento de Azaña y Negrín, la negativa marcha de la
guerra y la situación internacional.
49
Cuestión para nada compartida por Azaña
50
Según Negrín, ello era debido a la postura de Francia e Inglaterra
ante el problema de Checoslovaquia. A pesar de todo, poco antes
había denunciado la postura de ambos países en los siguientes términos:
Durante catorce meses, Europa ha asistido, estremecida hasta lo más
hondo de sus masas populares, al desarrollo de esta nueva modalidad
de la guerra, que no necesita de declaración previa para sembrar sus
horrores sobre el territorio codiciado. Cada país pacifista sabe ya, con
la experiencia de España, que no le basta con vivir sin designios de
hostilidad hacia nadie (...) para sentirse a cubierto del zarpazo brutal
de quienes han elevado a la categoría de filosofía del Estado el culto a la
violencia. (...) Sí, Europa ha asistido a este ultraje inaudito a su civilización y a su honor. Pero España lo ha sufrido en su propia carne. La
sangre de los caídos en la defensa común a todos los pueblos libres pide,
en esta última hora, que sean reparados los errores de una política que
con el mejor deseo en unos y la más deleznable intención en otros, es por
sí sola responsable de la situación actual. Al punto en que hemos llegado, aferrarse a la ficción de la no intervención es trabajar, consciente o
inconscientemente, por la prolongación de la guerra.
51
Así pasó a ser denominaba la población catalana al ser desterrada la
nomenclatura santoral.
52
El edificio religioso había sido convertido en almacén del Sindicato
Agrícola.
53
La marcha de la batalla del Ebro, las crisis ministeriales de abril y
agosto, unidas al resultado de los Pactos de Munich, que sentenciaban de facto a la República, marcaron decisivamente el ambiente,
como se puede desprender. La derrota era cuestión de tiempo.
54
DSCCD, 30 de septiembre de 1938.
55
Ídem. También se recoge en La Vanguardia del día siguiente.
56
Ídem, 1 de febrero de 1937.
57
Ídem.
58
Los diputados se reunieron, concretamente en las caballerizas para
mayor seguridad. Nada más alejado de un jeau de pomme.
59
A modo de cortesía, y dado el momento, asistieron como invitados
Companys, presidente de la Generalitat y el lehendakari Aguirre.
60
DSCCD, 1 de febrero de 1939.
61
Posteriormente el tesoro artístico sería entregado a Franco.
62
DSCCD, 1 de febrero de 1939.
56
Como ejemplo apuntó al comportamiento de la tripulación del contratorpedero José Luis Díez. El navío hubo de entablar combate en
inferioridad de condiciones con buques franquistas, el 26 de agosto
de 1938. Tras un duro enfrentamiento con el Canarias, hubo de
refugiarse en Gibraltar, en cuyo puerto se realizaron las reparaciones
más urgentes –parches, más bien– para volver a hacerse a la mar,
dada la presión inglesa en tal sentido. El Vulcano y el Neptuno, que
se encontraban al acecho, no esperaron siquiera a abandonar aguas
gibraltareñas para iniciar su acoso entablando combate. El José Luis
Díez finalmente optó por retornar a Gibraltar. El buque fue apresado y la tripulación hecha prisionera siendo encerrada en la cárcel
militar del Peñón. Las autoridades británicas decidieron extraditar
a los prisioneros, y al ser preguntados individualmente su preferencia de destino: zona franquista o zona republicana, sin excepción ni
coacción, algunas optaron por su regreso a territorio controlado por
la República. Cfr. SOLLOSO GARCÍA, J. M., «El destructor José
Luis Díez: Pepe de los Muelles (1927-1965)», Cartagena histórica (n.º
18), 2007, p. 36 y ss.
64
Martínez Barrio había reunido el 3 de marzo la Diputación Permanente de las Cortes en París, cuestión completamente ilegal, dado
que se trataba de territorio extranjero quedando todavía territorio
patrio en poder de la República. En el transcurso de la reunión se
comunicó la dimisión de Azaña. Negrín manifestó sus dudas sobre
la constitucionalidad de la reunión, alegando que, tras la última celebrada en Figueres, todavía existía territorio nacional en poder de la
República.
65
DSCCD, 31 de marzo de 1939.
66
En clara alusión a los momentos revolucionarios, alegando que no
le repugnaban las revoluciones pero no se puede ir a una revolución
jugando con la vida y los intereses de los ciudadanos como quien juega
una partida de póker. El presidente acusaba a los partidos políticos
de no haber intentado una paz interna anteponiendo sus intereses
particulares: ¿Hubiera podido yo, en mayo de 1937, cuando tomé el
poder, hablar de lo que he podido hablar y de lo que he podido realizar
un año después? Ídem.
67
En este aspecto, Negrín dejaba claras las cosas: resistir, ¿para qué?
¿Para entrar triunfalmente en Burgos?... proclamar una política de resistencia implica confesar que no se cuenta con medios para aplastar al
enemigo, pero que causas superiores obligan a luchar hasta lo último, y
para ello es necesario estimular y alentar el ánimo bélico de los comba63
57
tientes... era ciego no ver que el triunfo de nuestros enemigos significaba
el aniquilamiento de todos los que luchaban a nuestro lado.
68
Con todo, Miaja había sido nombrado teniente general y jefe de
todos los ejércitos, mientras el general Matallana lo fue como jefe del
grupo de ejércitos Centro-Sur y jefe del Estado Mayor Central en
ausenta de Rojo el mismo día de la llegada de Negrín a la reunión,
el 11 de febrero de 1939. Ídem.
69
Miaja figuraba, además, como delegado del Ministerio de Defensa y
del presidente del Consejo de Ministros.
70
Una vez concluida la reunión, Negrín le dijo a Álvarez del Vayo: ¿ha
visto usted? Los rebeldes no necesitan divisiones motorizadas contra una
gente con esa moral. Unas cuantas bicicletas bastarían para deshacer el
frente. En Juan Negrín. Textos y discursos políticos. Edición, estudio introductorio de Enrique Moradiellos. Fundación Juan Negrín. Centro
de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2010, p. 327. En
su comunicado a las Cortes, Negrín añadía que se percató definitivamente de que los militares profesionales estaban del lado republicano
únicamente por motivos geográficos, además de comprobar que estaban trabajados (sic) por el enemigo. DSCCD, 31 de marzo de 1939.
71
Para las cuestiones relativas al final de la guerra, SANTACREU SOLER, J. M., Una presó amb vistes al mar. El drama del port d’Alacant.
Març de 1936, 3 i 4, Valencia, 2007.
72
Prueba del nivel de desconfianza que las intoxicaciones de Casado
habían alcanzado minando la moral de los militares profesionales.
73
Hasta una hora y diez minutos antes de haberse puesto en mi último
puesto de mando... la bandera monárquica.
74
DSCCD, 31 de marzo de 1939.
75
Ídem. 1 de abril de 1939.
76
Se refería al SERE (Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles), creada por Negrín el 9 de febrero de 1939, solicitando un representante a cada una de las fuerzas políticas y sindicales. El SERE
quedó presidido por Pablo de Azcárate como Comisario Delegado
del Gobierno, y como vocales figuraban Amaro del Rosal, por la
UGT, Mariano Vázquez, por la CNT, Federica Montseny, por la
FAI, Emilio Baeza, por IR, Manuel Torres, por UR, Alejandro Otero, por el PSOE, Antonio Mije, por el PCE, Jaime Ayguadé, por
ERC, Julio Jáuregui, por el PNV, Eduardo Ragasol, por Acció Catalana Republicana, y Juan Olivares, por Acción Nacionalista Vasca.
77
DSCCD, 1 de abril de 1939.
78
Una sucinta, pero jugosa, trayectoria del exilio institucional republicano en MUELA, M., «Las instituciones republicanas en el exilio».
En EGIDO LEÓN, Á. y EIROA SAN FRANCISCO, M. (Eds.), Los
58
79
80
81
82
83
84
85
86
grandes olvidados. Los republicanos de izquierda en el exilio, Centro de
Investigación y Estudios Republicanos, Madrid, 2004, pp. 255-263.
La JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles) se fundó
en Francia el 31 de julio de 1939 por la Diputación Permanente de
las Cortes con la finalidad de administrar recursos para los emigrados, en clara oposición al SERE negrinista. En la JARE estaban representadas todas las organizaciones, a excepción del PCE y el PNV,
por decisión propia. El primer presidente fue Nicolau d’Olwer, aunque en realidad el artífice y verdadero director era Indalecio Prieto.
Pretendía ser una institución alternativa al proyecto gubernativo en el
exilio presentado por los comunistas. En 1943, en México, se constituyó con los socialistas, IR, ERC, UR y ARC. Se disolvió el 31 de
agosto de 1945. Fue presidida, primero, por Martínez Barrio, y después por Félix Gordón, siendo Indalecio Prieto su secretario. La función de la JEL estaba encaminada a contrarrestar a la UNE (Unión
Nacional Española), dirigida por los comunistas y encabezada por Negrín. La JEL consiguió que la Carta de las Naciones Unidas elaborada
en San Francisco incluyera una enmienda que impedía la entrada en
organismos internacionales a los Estados que habían apoyado a las
potencias fascistas sin experimentar cambio alguno.
Hasta este punto alcanzaba la represión franquista. SAMPEDRO
RAMO, V., «La represión franquista de la masonería en el País Valenciano: los sumarios de los diputados masones en las legislaturas
de la Segunda República». En FERRER BENIMELI, J. A. (coord.),
La masonería española. Represión y exilios, Gobierno de Aragón, Departamento de Cultura, Educación y Deporte, Zaragoza, 2011. Vol.
II, pp. 1713-1755, concretamente p. 1740.
Le fue instruido sumario por parte del Tribunal Especial para la
Represión de la Masonería y el Comunismo el 3 de noviembre de
1941, dada su condición de masón. Le fue decretado sobreseimiento
de sumario. SAMPEDRO RAMO, V., op. cit., p. 1739.
Por el mismo motivo que el anterior, el TERMC le incoó sumario
declarándolo en rebeldía. Ídem, p. 1748.
Le fue incoado sumario 287/1941 y condenado a 30 años de reclusión mayor. Ídem, p. 1740.
También le fue incoado sumario por el TERMC, archivado provisionalmente en 1949. Ídem, p. 1747.
Venía a sustituir el Decreto 108 de la Junta de Defensa Nacional
de 13 de septiembre de 1936 y del Decreto de 10 de enero de 1937
sobre responsabilidad civil de los inculpados. Fue reformada en febrero de 1942, quedando vigente hasta noviembre de 1966.
59
capítulo
2
la causa general: fuente para el estudio de la
represión franquista sobre ir
Josep Miquel Santacreu Soler
Universidad de Alicante
introducción
Cuando el profesor de la Universidad de Valencia Ricard Camil Torres me propuso hacer una intervención sobre la Causa General como fuente para el estudio de la represión sobre Izquierda
Republicana, me atrajo la idea porque, hoy, la Causa General aún
es una gran desconocida, a pesar de que los historiadores la tenemos a nuestro alcance como documentación histórica desde el
verano de 1980, cuando el fiscal general del Estado, Juan Manuel
Fanjul, y el director general del Patrimonio Artístico, Archivos y
Museos, Javier Tusell, firmaron el acta de entrega de la documentación para depositarla en el Archivo Histórico Nacional y, en
septiembre del mismo año, se hizo el traslado. Hoy se ha llevado
y está depositada en el Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca) para su preservación y difusión.
En la década de 1980 los historiadores empezábamos a tener
la posibilidad de consultar los documentos de la Causa General,
previa autorización del fiscal general del Estado, y yo accedí en el
año 1985. La documentación me pareció muy interesante para
hacer mi tesis sobre la economía de guerra, dada su riqueza en
informes y declaraciones sobre temática económica que contenían las piezas 8 y 9 de los informes provinciales de la Causa
General, debido a que contenían informes originales de la época
de la guerra.
El profesor de la Universidad de Alicante, Glicerio Sánchez
61
Recio, me propuso hacer un artículo conjuntamente con la finalidad de dar a conocer la Causa General y la riqueza de su información para estudiar la Guerra Civil, no solamente desde la
perspectiva económica, que era mi interés, sino sobre cualquier
temática, además de la represión republicana hecha por los Tribunales Populares, que era el interés del profesor Glicerio Sánchez.
El resultado fue un artículo publicado en la revista Arbor número
491-492, de noviembre-diciembre de 1986, titulado «La Causa
General, fuente para el estudio de la rebelión y de la Guerra Civil». Aquel artículo sirvió para que muchos historiadores conocieran la fuente y se sirvieran de ella en sus investigaciones sobre
la Guerra Civil.
Hay que advertir que, desde el punto de vista jurídico, la
Causa General ya había sido dada a conocer en libros como el de
Domingo Manfredi (1959) o Remedios Muñoz (1967), así como
por el maniqueo volumen de Daniel Farfolas (1978), pero para
los historiadores la fuente era mucho más novedosa en la década
de 1980, y nosotros queríamos destacar su utilidad como fuente
histórica a nuestro alcance a partir de esa fecha. Una de las aportaciones posteriores más emblemáticas sobre la Causa General de
los historiadores fue la obra coordinada por los profesores Isidro
Sánchez, Manuel Ortiz y David Ruiz titulada España franquista.
Causa General y actitudes sociales ante la Dictadura, publicado por
la Universidad de Castilla-La Mancha en 1993, que recoge las
aportaciones de varios profesores a un seminario sobre la Causa
General celebrado en la sede de Ciudad Real de la misma universidad castellana-manchega. En ella hay trabajos excelentes basados en la documentación de la Causa General sobre la guerra,
como el referido a Murcia, de Carmen González Martínez, o a
Castilla, de Manuel Ortiz Heras.
Actualmente los investigadores podemos acceder desde nuestro ordenador personal a páginas web adscritas a consultas de los
profesores de Bachillerato y de los alumnos que transcriben algunos informes de la Causa General. Más aún, podemos consultar
los documentos de la Causa General por Internet en el «Portal de
Archivos Españoles» (PARES). Basta con buscar en google «por62
tada de pares». El primer resultado de la búsqueda nos muestra
seis opciones, de entre las que hay que elegir la opción «búsqueda
sencilla». Después escribimos el nombre de la persona, pueblo o
tema a buscar, y las fechas «1936 1945» donde dice «buscar» y
«registros digitalizados». Acto seguido elegimos la opción «Archivo Histórico Nacional» «Fiscalía del Tribunal Supremo» y encontraremos la documentación del pueblo, persona o tema elegido.
En el Anexo 1 se reproduce el listado de militantes de Izquierda
Republicana sobre los que hay información en la Causa General,
que puede consultarse utilizando el portal PARES según he descrito.
Aunque los fondos han sido trasladados desde el Archivo
Histórico Nacional (Madrid) al Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca), los interesados en realizar una consulta de los documentos originales o en obtener copias certificadas de los mismos deberán dirigirse al Centro Documental de la
Memoria Histórica. En cuanto a la información recogida en el
Portal de Archivos Españoles, PARES, las fichas descriptivas y
las imágenes digitalizadas se pueden seguir consultando dentro
del entorno del Archivo Histórico Nacional, que continúa con
el proceso de tratamiento técnico de la documentación. Cuando
finalicen dichas labores, todos los registros e imágenes existentes
en PARES se vincularán al Centro Documental de la Memoria
Histórica.
Este capítulo no es un análisis de la Causa General como
fuente histórica para estudiar la Guerra Civil, sino una reflexión
sobre su papel en la represión judicial del franquismo contra los
militantes de Izquierda Republicana.
la causa general en el contexto de la represión franquista
Para comprender el significado y el papel de la Causa General en la represión de IR es necesario una reflexión previa sobre
la naturaleza de la represión franquista. La Causa General no hubiese sido posible sin la Guerra Civil y la victoria armada de los
63
militares sublevados contra la Segunda República. Toda guerra
se caracteriza por la violencia y la represión contra el enemigo, y
en las guerras civiles aún más, porque el enemigo puede ser cualquier familiar, vecino o compañero del trabajo. La frontera que
separa los enemigos en las guerras civiles no es territorial, a diferencia de las guerras entre Estados que luchan con fronteras definidas por un territorio. La frontera que separa los enemigos en las
guerras civiles es ideológica, política, cultural y social; solamente
pasa a ser frontera territorial cuando cada enemigo controla y
reprime a la población de un espacio geográfico bien delimitado
y organiza un ejército que domina este territorio. Entonces nace
una frontera territorial que los separa y un frente territorial donde hay combates entre los dos ejércitos enemigos; pero la guerra
continúa también en las retaguardias, a pesar de la existencia de
la frontera territorial, contra el enemigo interior que no tiene
ejército para defenderse.
A partir de ese momento la Guerra Civil ya tiene sus dos
frentes de batalla: por un lado, el de la frontera territorial donde
luchan los ejércitos regulares y, por el otro, el de la retaguardia,
donde se desarrolla la violencia política y la represión de Estado,
el cual dicta las leyes contra el enemigo ideológico, político, cultural y social interior. Esta es la represión judicial en tiempo de
guerra. Cuando uno de los dos ejércitos gana el otro, la guerra
del frente territorial termina al implantarse la paz militar pero
la violencia política y la represión judicial de Estado de la guerra
en la zona de los vencidos es sustituida por la de los vencedores,
que controlan los mecanismos y las leyes de la Justicia de Estado.
Así es como empieza una larga posguerra en el territorio de los
vencidos caracterizada por la continuidad de la guerra del frente de retaguardia, que solamente termina cuando los vencidos
son asimilados, exterminados o hay una reconciliación nacional
y una paz civil.
La Guerra Civil española empezó en el verano de 1936 con
una frontera imprecisa en el mismo momento de producirse la
revuelta militar contra el Gobierno de la Segunda República. En
la zona que controlaron los militares rebeldes, la violencia y la
64
represión fue consustancial contra los defensores de la República
y contra cualquiera que se opusiese a la rebelión militar, como
fue el caso de los militantes de IR. En la zona que controló el
Gobierno de la República, la violencia política y la represión se
produjo como consecuencia de la revuelta militar para combatirla; pero también se añadió una motivación revolucionaria social
que había estado causa de luchas sociales anteriores con una fecha
muy significativa: octubre de 1934.
El País Valenciano quedó bajo control del Gobierno republicano y bajo su violencia política y su represión judicial de Estado
nada más estallar la guerra. En las zonas controladas por los militares rebeldes desde el principio de la rebelión implantaron un
Estado de terror regulado por el bando del 28 de julio de 1936,
que declaró el Estado de guerra en nombre de la Junta de Defensa
Nacional creada el 24 de julio de 1936 en Burgos. El decreto de
Estado de guerra fue publicado en el Boletín Oficial de la Junta
de Defensa Nacional del día 29 de julio de 1936, y sometió a la
jurisdicción militar todos los delitos civiles y militares. Más aún,
el 31 de agosto y el 8 de septiembre de 1936, la Junta suspendió
el procedimiento de jurados en casos civiles y ordenó a los tribunales militares de los Ejércitos de Tierra y Marina que los juicios
fueran sumarísimos. La Junta militar se transformó en Gobierno
del ya nuevo Estado gobernado por Franco en enero de 1938.
La guerra entre los ejércitos franquista y republicano se acabó oficialmente el 1 de abril de 1939, pero el Tribunal Supremo y el Consejo Supremo de Justicia Militar se mantuvieron en
vigor hasta abril de 1948. A medida que las tropas franquistas
habían ocupado territorios controlados por los republicanos, la
justicia de las zonas republicanas ocupadas caía bajo la jurisdicción militar del ocupante. Durante la guerra armada de frentes
territoriales, el Gobierno franquista había creado consejos de
guerra permanentes en los ejércitos de operaciones para juzgar a
los prisioneros, cada vez más numerosos. Solamente varios meses después de finalizar los combates, el 4 de junio de 1939, los
consejos fueron sustituidos por los órganos jurisdiccionales de
las Regiones Militares reimplantadas y el 8 de noviembre, como
65
consecuencia de la acumulación de casos, se crearon 10 Auditorías temporales con las Fiscalías respectivas.
Las leyes que regularon la represión después de la ocupación
de Cataluña en febrero de 1939 por las tropas franquistas y de la
ocupación definitiva de las tierras valencianas el primero de abril
de 1939 fueron la Ley de Responsabilidades Políticas del 9 de
febrero de 1939, la del 9 de enero de 1940 sobre detenciones y
excarcelaciones, la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo del 1 de marzo de 1940, la Ley de Seguridad del Estado
del 29 de marzo de 1941, la Ley del 2 de marzo de 1943, que
equiparó el delito de rebelión militar con un conjunto de actividades como la de participar en reuniones para conspirar, difundir
rumores, cortar las vías de comunicación, etc., la Ley contra el
Bandidaje y el Terrorismo del 18 de abril de 1947 y la Ley del
21 de septiembre de 1960, que agrupó las dos anteriores. La Ley
de Responsabilidades Políticas estuvo vigente hasta el 10 de noviembre de 1966 y abrió causas judiciales por delitos cometidos
antes de la existencia de la misma ley, que tipificaba como delitos
haber contribuido a crear o hacer más grave la subversión de que
«fue víctima España entre octubre de 1934 y julio de 1936», decía la ley, y contra quien se opuso, por activa o por pasiva, contra
el Movimiento Nacional a partir de julio de 1936. Las leyes de
1940 ampliaron la responsabilidad penal contra los que habían
militado en partidos políticos comunistas o habían sido miembros de sociedades masónicas en cualquier momento de su vida,
los rojojudeomasónicos decían, y contra cualquier persona que
fuera denunciada por alguien afecto al Régimen o que, aunque
no fuera afecto al Régimen, quería exculpar penas propias con la
denuncia de las penas de otros.
Fueron leyes que pusieron en marcha una represión civil,
entre las que estaban los militantes de IR, y se ocuparon de ello
unos Tribunales Regionales de Responsabilidades Políticas formados por representantes del Ejército, la Magistratura y el Movimiento a partes iguales. La cantidad de las causas creció enormemente y el Gobierno traspasó las funciones de los Tribunales
Regionales de Responsabilidades Políticas a la jurisdicción ordi-
66
naria en agosto de 1942; también debió conceder indultos, libertades condicionales con la Ley de 30 de marzo de 1943 y cancelaciones de antecedentes penales derivados del delito de rebelión
marxista con la Ley de 27 de diciembre de 1944 porque un país
no podía existir sin el trabajo de los hombres jóvenes en edad
productiva, la mayoría con causas vinculadas a la rebelión militar.
No obstante, los jóvenes amnistiados continuaron sometidos a
una fiscalización asfixiante y nunca se cerraron las vías judiciales
para reprimir a quien quería subvertir el régimen franquista. El
Gobierno solamente reconoció la prescripción de las responsabilidades penales de los hechos anteriores al 1 de abril de 1939 con
el Decreto Ley de 31 de marzo de 1969.
El artículo 25 de la Constitución española de 1978 señala que nadie podrá ser condenado o sancionado por acciones u
omisiones que no constituían delito cuando se produjeron, según la legislación vigente en aquel momento. Evidentemente, las
leyes represivas de 1939 y 1940, hasta su prescripción de 1969,
no aplicaron el principio legal clásico que contempla el artículo
25 de la Constitución de 1978 sobre la no retroactividad de las
leyes, es decir, ninguna pena sin ley previa. Las leyes de 1939 y
1940 eran retroactivas, justificaban jurídicamente ejecuciones de
muerte, y sirvieron para encarcelar y fiscalizar a miles de republicanos. Curiosamente, los rebeldes acusaban de rebelión a los que
se habían mantenido fieles al régimen constitucional vigente en
1936 de la Segunda República española.
La magnitud de la represión fue tan grande que el tema ha
interesado a numerosos investigadores, que han dejado un testimonio serio basado en instrumentos de análisis rigurosos y fuentes de información sometidas a la crítica histórica. Uno de los
estudios pioneros sobre la represión franquista en Cataluña fue el
del profesor Josep Maria Solé Sabaté (1985) y para el País Valenciano, el de Vicent Gavarda (1993); trabajos posteriores sumamente interesantes son los de Conxita Mir (2000), el de Vilanova
(2000) y un largo etcétera. Para una descripción con profundidad
de la bibliografía, pueden consultar el estado de la cuestión en
un libro editado por Conchita Mir, Carme Agustino y Josep Ge-
67
lonch el año 2001, y para el caso específico del País Valenciano, el
libro de Ricard Camil Torres Fabra, publicado en 2008.
la causa general: finalidad y contenidos
La finalidad de la Causa General, contemplada en este conjunto de leyes represivas que hemos descrito, era solamente informativa y complementó la actuación de los Tribunales Militares y
los de Responsabilidades Políticas. Es decir, su finalidad no era
perseguir exclusivamente a los militantes de IR, pero contiene
mucha información que les afecta y fue utilizada para incoar expedientes represivos.
La Causa General fue instruida por el decreto del Ministerio
de Justicia del 26 de abril de 1940, publicado en el Boletín Oficial
del Estado del 4 de mayo, que dio poderes al fiscal del Tribunal
Supremo para instruir: Causa General informativa de los hechos
delictivos y otros aspectos de la vida en zona roja desde el 18 de julio
de 1936 hasta la liberación. El ministro de Justicia que firmó el
decreto fue Esteban Bilbao Eguía, con el visto bueno del general
Francisco Franco. En 1943 se creó el cargo de fiscal jefe de la
Causa General; sin embargo, en 1958 volvió a manos de los poderes del fiscal del Tribunal Supremo.
La Causa General generó un volumen inmenso de informes
y memorias, declaraciones, citas de testigos, narraciones de los
hechos y listas de nombres, que se conservan ahora en el Centro
Documental de la Memoria Histórica en Salamanca. La parte más
voluminosa que afecta a la represión de la población civil es la de
los informes de las provincias y la menos voluminosa, la de los
expedientes de los Tribunales Militares de los Ejércitos del Norte y
del Centro sobre evadidos y deserciones. La parte de las provincias
está formada por los informes que se enviaron desde los ayuntamientos, la Guardia Civil y como resultado de las diligencias que
se llevaron a cabo con personas de la derecha de cada localidad. La
información de los pueblos aparece organizada por provincias y,
dentro de éstas, por los partidos judiciales de cada una.
Para elaborar la parte más voluminosa que afecta a la repre68
sión civil, la de los informes provinciales, el fiscal del Tribunal Supremo tramitó órdenes a todos los fiscales provinciales para que
hicieran las gestiones necesarias para llenar cuestionarios definidos y efectuar los interrogatorios. Los interrogatorios, a menudo,
sirvieron para conocer hechos, como las listas de militantes de
IR, que no se pedían en los cuestionarios enviados por el fiscal del
Tribunal Supremo o para conocer mejor lo que sí que pedían los
cuestionarios y, en nuestro caso concreto, averiguar las circunstancias y actividades concretas referidas a la participación de los
militantes de IR en tales hechos. La información provincial de la
Causa General se estructuró en 11 piezas/capítulos.
La pieza primera era la Principal. En ella consta una relación de los hechos contra la vida, la seguridad y la libertad de las
personas efectuados en los pueblos y ciudades de cada provincia,
con el nombre de los autores o sospechosos de haberlas hecho y
la situación en que se encontraban los sospechosos; y también el
nombre de los muertos y de quienes habían sufrido los hechos.
En las investigaciones para elaborar esta pieza participaron los
gobernadores civiles, los alcaldes de los pueblos, los familiares
de los desaparecidos o muertos, los perjudicados por los delitos
contra las personas, las propiedades o delitos de cualquier clase,
y todos los que tenían cualquier noticia de lo que había pasado.
Incluso se exhumaron los cadáveres y se aportaron fotografías de
los muertos. Se puede decir que nadie se escapó de participar en
esta pieza, tanto si era inculpado, víctima, informando, testigo o
familiar de la víctima. Esta pieza es la que contiene mayor información sobre los militantes de Izquierda Republicana.
La pieza segunda era la dedicada al Alzamiento Nacional. En
esta pieza había informes sobre la trama de la rebelión y sus protagonistas así como la represión que sufrieron y una narración de
las actividades de los republicanos contra el Alzamiento Nacional. Había informes de las personas republicanas más destacadas
de la provincia y de los pueblos donde hubo cualquier movimiento. Los informes de esta pieza los hicieron el Servicio Histórico
Militar, la policía, la Falange y los ayuntamientos principalmente. Los militantes de IR que ostentaban cargos provinciales en
69
julio de 1936 figuran en esos informes. (Ver los nombres de los
mismos en el Anexo 1.)
Las tres piezas siguientes se ocuparon de informar sobre la
violencia política y la represión. La pieza tercera estaba dedicada
en las prisiones y las sacas. Consistía en listas de los detenidos y
de los muertos en cumplimiento de sentencias de tribunales revolucionarios o asesinatos por actuaciones de los revolucionarios.
La información estuvo proporcionada por los directores de las
prisiones y se incluía el nombre y una descripción del personal de
la prisión de entonces, así cono una narración de lo que hicieron.
La pieza cuarta se ocupó de las checas. En ellas se encuentran
informes elaborados por la Guardia Civil sobre los hechos ocurridos en las prisiones de los partidos políticos y de las organizaciones revolucionarias. Los informes prestan mucha atención a las
personas más destacadas de los partidos del Frente Popular y a los
componentes de los grupos de ejecución, entre los que podemos
encontrar muy pocos militantes de IR.
La pieza quinta es la de la Justicia Republicana. Se ocupa de
la constitución y actuación de los Tribunales Populares Especiales
de la Rebelión, de Guardia y de Urgencia, y de la depuración y de
la represión de los funcionarios de justicia. La pieza se basa en la
documentación judicial procedente de los Tribunales Populares
y, juntamente a las causas judiciales, sentencia y ejecución de las
penas impuestas, se ocupa de los funcionarios que formaron los
tribunales y trabajaron en los casos.
La pieza sexta se dedicó a la Prensa. Informaba sobre los
periódicos que había en cada provincia y sobre sus consejos de
redacción. En muchos casos son crónicas de la prensa provincial
que ofrecen información sobre los antecedentes, evolución de la
prensa, de las personas implicadas, de las empresas y de los daños
sufridos. También hay declaraciones de trabajadores de los periódicos e, incluso, información sobre los artículos, las caricaturas y
los dibujos publicados en la prensa que incitaban a la destrucción
del orden. En esta pieza se puede localizar información sobre la
prensa afecta a IR, como puede verse en el ejemplo que reproduzco en el Anexo 2 sobre un cuadro resumen de la prensa de
70
la provincia de Alicante incluido en la pieza sexta de la Causa
General de la Provincia de Alicante.
La pieza séptima versa sobre la Actuación de las Autoridades
Gubernativas republicanas. Tiene información sobre las autoridades que había en los municipios y en las provincias y sobre
todo el personal que el autor de la pieza consideraba necesario
incluir. Describe los hechos ocurridos bajo el gobierno de cada
autoridad y que posteriormente fueron usadas en los procesos
judiciales. Se prestaba una atención muy importante a los gobernadores civiles y su actuación en los primeros meses de la guerra
fundamentalmente. Dado que numerosos gobernadores eran de
IR, la pieza es muy significativa para el tema que nos ocupa. Reproduzco en el Anexo 3 un ejemplo del informe referido a Francisco Valdés Casas.
Las dos piezas siguientes están dedicadas a las actividades
económicas. La pieza octava se ocupa de los Delitos contra la
Propiedad y la novena, de la Banca. La primera la hicieron las
Comisiones Administradoras de las Cámaras Oficiales de Comercio e Industria. Informa sobre las expropiaciones, socializaciones y colectivizaciones de empresas, las organizaciones y los
responsables de las orientaciones revolucionarias, y de los daños
producidos. La segunda fue responsabilidad de los mismos bancos y se ocupa del bloqueo y retenciones de dinero, la violación
de cajas fuertes y la emisión de dinero por orden de autoridades
republicanas o por actuación de organizaciones revolucionarias.
La pieza décima trata la Persecución Religiosa. Incluye una
relación de las personas asesinadas a causa de la fe católica, con
listas y fotografías de sacerdotes, religiosos y laicos de Acción Católica o de otras organizaciones que fueron asesinados. Incluye
indagaciones y declaraciones sobre los asesinos y los responsables.
También tiene información sobre las violaciones, robos y destrucciones de las propiedades de la Iglesia y sobre los responsables
de los hechos.
La ultima pieza está dedicada a la Cultura, Educación y Patrimonio Artístico. Tiene información sobre el funcionamiento
de las instituciones culturales, de las escuelas, de los funcionarios
71
que trabajaban, de las actividades de los alumnos, etc. También
recoge informes de la Comisaría del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional sobre robos o destrucción de objetos
de arte, bibliotecas, archivos, etc.
la utilización práctica de la causa general por el
franquismo
Cuando el fiscal del Tribunal Supremo acabó el trabajo encomendado por el Ministerio de Justicia, entregó una memoriaresumen al Gobierno del general Franco. El primer uso consciente que hizo el gobierno franquista de la información fue un libro
publicado a finales de 1943: Causa General. La dominación roja
en España. Avance de la información instruida por el Ministerio
Público. El prólogo lo firmó Eduardo Aunós, ministro de Justicia, y aprovechó para decir que en aquellos momentos solamente
quedaban en las prisiones los delincuentes de derecho común. El
libro fue reeditado en 1946 por Ediciones Españolas en Buenos
Aires con la misma finalidad propagandística que la primera edición española de 1943, pero de cara a la propaganda en el exterior. Así, la Causa General fue utilizada, dentro y fuera del país,
como un instrumento de propaganda para justificar la guerra y la
violencia política y la represión judicial acometida por el régimen
franquista contra los vencidos.
Las ediciones y reediciones de los resúmenes de la Causa
General continuaron durante las décadas siguientes. En la Biblioteca Nacional de Madrid se conservan numerosos ejemplares
hechos y editados por el Ministerio de Justicia en inglés, francés
y castellano. Hay una edición en inglés, de 1946, titulada The Red
Domination in Spain: The General Cause, y otra de 1953 titulada The Red Domination in Spain/ The General Cause. La versión
en francés de 1953 se tituló Témoignages complémentaires pour
l’histoire de l’Espagne: La guerre civile 1936-1939 (Causa General).
En 1961, el Ministerio de Justicia publicó la cuarta edición de
las obras anteriores en francés e inglés. La cuarta edición de la
versión española de 1961 se tituló La dominación roja en España:
Causa general instruida por el Ministerio Fiscal.
72
La Causa General también sirvió de fuente para los martirologios que publicaron las diócesis eclesiásticas desde 1945. Uno
de los más emblemáticos es el de la archidiócesis de Valencia, de
José Zahonero, titulado Sacerdotes Mártires (Archidiócesis Valentina, 1936-1939) publicado por editorial Marfil, de Alcoi, el año
1951. El prólogo lo firma Marcelino Olaechea, donde explica
que los crímenes los cometieron una legión de miles de almas y
cuerpos poseídos por Satán, endemoniados, y que, en aquellas
horas de tinieblas, se labró la redención de España por la sangre
de los mejores, y los sacerdotes estaban entre los mejores, los mártires por Dios y por España. La guerra había sido una Cruzada
contra el poder de las tinieblas. «La Cruzada más cruzada de la
historia», decía el autor del prólogo. Recientemente, la información puede haber sido útil para documentar el proceso de beatificación de 233 mártires de la Guerra Civil por el papa Juan Pablo
II, el 11 de marzo de 2001.
Los libros anteriores demuestran que la Causa General sirvió
de base documental a la Iglesia y al Gobierno franquista para
mostrar los crímenes cometidos por los rojos, como llamaban los
vencedores a los vencidos. El prólogo de Eduardo Aunós quería
hacer ver que el régimen era generoso con los vencidos, pese al
mal que habían hecho según reflejaba la Causa General, y el libro
de Marcelino Olaechea, que la guerra había sido equiparable a la
más grande de las Cruzadas.
Ésta es una de las muchas funciones para las que sirvió la
documentación compilada por la Causa General: para justificar e
intentar legitimar la guerra mostrando las atrocidades de la violencia política y social y de la represión en la zona republicana,
como si en la zona franquista no hubiera habido atrocidades.
Opino que las dimensiones que alcanzó la función propagandística de la Causa General fueron mucho más importantes que
las previstas por el Gobierno franquista de 1940. Tres años más
tarde, en 1943, el régimen necesitaba justificarse y legitimarse
internacionalmente. Los alemanes estaban perdiendo la Segunda
Guerra Mundial y las potencias democráticas la empezaban a ganar y la ganaron definitivamente en 1945. Estoy convencido de
73
que la función primigenia de la Causa General no fue fundamentalmente propagandística sino para desarrollar un proceso inquisitivo en las zonas ocupadas militarmente por los vencedores y
para que el Gobierno y la Historia tuvieran información sobre la
criminalidad ocurrida durante la dominación marxista, decía el
decreto de 1940. Esto lo consiguieron plenamente con la edición
y reedición de la Causa General en inglés, en francés y en castellano, y con la estructuración de una documentación encaminada a
ser una fuente histórica que hoy ha sobrevivido y es accesible por
los internautas de todo el planeta Tierra desde el portal PARES.
La mayoría de los historiadores que han estudiado la violencia política y la represión judicial de la zona republicana durante
la guerra han utilizado la documentación de la Causa General. A
menudo, la riqueza de la información sobre la zona republicana
y la actuación de los Tribunales Populares durante la guerra sobre
las que informa la documentación de la Causa General ha hecho
que los historiadores nos olvidemos de la función verdadera de la
Causa General: complementar la represión judicial de los republicanos durante la posguerra y documentar para la historia del
futuro los hechos criminalizados retroactivamente por el franquismo. En tal sentido, la Causa General criminaliza la actuación
de los militantes de IR cuando se ocupa de ellos. La Causa General investigó la criminalidad común exhaustivamente, pueblo
por pueblo, pero también reconstruyo una crónica del comportamiento de las personas y de las organizaciones de la zona republicana que no entra dentro de lo que es materia de la criminalidad
y la delincuencia, más bien pertenece al terreno de la libertad de
militancia política, de opinión, de religión, etc.
La crónica describe el comportamiento cultural, moral, político, profesional, religioso y social de las personas y de las organizaciones partidarias de la Segunda República para criminalizarlo. Es decir, la Causa General criminaliza todas las opiniones
personales y colectivas contrarias al Régimen y las partidarias de
la libertad religiosa, cultural, política, etc. Más aún, hizo servir
un discurso y un lenguaje que instrumentaba ideológicamente
a la población y que tuvieron que asumir las personas que parti-
74
ciparon en los interrogatorios y en las declaraciones. Casi todos
los hombres y mujeres en edad adulta que declararan en la Causa General debieron hacer de uso común expresiones como rojo
para cualquier partido político republicano o de izquierda y para
las personas que militaban o simpatizaban; dominación roja para
referirse a la República como régimen impuesto y no deseado.
Se criminalizó el color rojo con la expresión terror rojo. Se opusieron las palabras orden, Patria y jerarquía con palabras como
anarquía, violación y muerte para contrastar la benignidad del
régimen franquista con la maldad del republicano.
La Causa General contribuyó a hacer que la sociedad asumiera al rojo, persona partidaria de la Segunda República, como
criminal, y la dominación roja, la zona republicana durante la
guerra, como zona y época de criminales y de imperio de la delincuencia. Evidentemente, estas no son las únicas palabras ni
las únicas dicotomías que hizo servir el Régimen, pero sí las que
considero más importantes en la instrumentación ideológica impuesta por la Causa General y que aún utilizan algunas personas
mayores que vivieron los hechos, o sus hijos, que las aprendieron
o las escucharon, y en las que se identificaba a los militantes de
IR.
Sospecho que la utilidad estrictamente judicial de la Causa
General fue menos importante que la de sus vertientes propagandísticas y la propia de un maniqueísmo que identificaba a los
vencidos con el mal y a los ganadores con el bien; que convertía
a los vencidos en delincuentes y a los ganadores en honrados; a
los vencidos en antipatriotas y a los ganadores en patriotas; que
movilizó a todos los habitantes de los pueblos para que hablaran
unos de otros y señalaran a los malos (los rojos) con una letra
escarlata. Una letra escarlata no cosida en la ropa, más bien impresa metafóricamente por todo el cuerpo. La llevaban tanto los
encarcelados y los amnistiados como los que nunca pisaron las
prisiones, porque nadie pudo nunca culparlos de nada, pese a su
rojez, cual fue el caso de la mayoría de los militantes de IR.
Mi sospecha sobre la poca utilidad judicial de la Causa General tiene como fundamento que la represión judicial se organizó
75
durante los primeros momentos de control militar de las poblaciones. La iniciaron las Columnas de Orden y Policía y Ocupación
con las Auditorías de Guerra del Ejército de Ocupación. Encarcelaron a cualquier persona susceptible de delito según el Código
Militar, y los detenidos fueron juzgados por los tribunales de los
Consejos de guerra. Los informes de la Causa General llegaron
después de estos juicios, y la misma argumentación del decreto
del 26 de abril de 1940 sobre la Causa General reconoce que ya se
habían abierto procesos inquisitivos semejantes cuando el ejército
franquista había ocupado las provincias enemigas. En los casos en
que se había ejecutado la pena de muerte, supongo que el informe
de la Causa General se añadía a los papeles de la causa del muerto.
En los casos en que había sentencia de muerte no ejecutada aún,
puede ser que el informe de la Causa General sirviera para conmutar las penas, o simplemente para completar el expediente judicial
sin más. Habría que investigarlo. También cabe la posibilidad de
que la persona delatada o denunciada en la Causa General ya estuviera en el exilio y, entonces, la Causa solamente tenía efectos para
argumentar las órdenes de busca y captura.
Independientemente de su función como documento histórico, propagandístico, maniqueo, inquisitivo o judicial, lo que sí
podemos tener claro es que la Causa General fue un mecanismo
de la represión judicial dirigido al control y sanción de las conductas desviadas del orden ideológico, político, religioso y social
franquista. Un mecanismo con un doble carácter retroactivo. Por
un lado, fiscalizaba un tiempo pasado anterior a las leyes de Responsabilidades Políticas (1939) y de la Masonería y el Comunismo (1940) y, por otro, la documentación de la Causa General
sirvió para completar causas del Tribunal de Responsabilidades
Políticas a posteriori, después de haberse dictado sentencia y, en
muchos casos, ejecutado a los acusados en los casos de los Consejos de guerra.
Cuando el gobierno franquista reconoció con el decreto-ley
de 31 de marzo de 1969 la prescripción de las responsabilidades
penales en los hechos anteriores al 1 de abril de 1939, la documentación de la Causa General dejó de tener utilidad para las
76
causas judiciales; pero su función de documento maniqueo para
la Historia continuó y adquirió la función plena desde 1980,
cuando se integró en los archivos públicos de la documentación
histórica contemporánea. Seguramente, esta circunstancia explica que la mayoría de las monografías sobre la represión escritas
por los historiadores utilizando la Causa General en las décadas
de 1980 y 1990 se han ocupado más de la represión republicana de guerra que de la franquista de posguerra. Este hecho, sin
embargo, ha empezado a cambiar en los últimos años, y buena
prueba de ello es la celebración de jornadas y congresos como éste
y la publicación de trabajos como el dossier «La represión bajo el
franquismo», publicado en 2001 en Ayer n.º 43 por la Asociación
de Historia Contemporánea, coordinado por la profesora Conxita Mir, y el libro Franquisme i repressió. La repressió franquista als
Países Catalans (1939-1975) editado en 2004 por el Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Valencia y coordinado por
Palai Pagès.
bibliografía
Casanova, J. (coord.), Espinosa, F., Mir, C., Moreno, F.,
Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la dictadura de Franco, Barcelona, 2002.
Farfola, D., Síntesis de la «Causa General» para desmemoriados, Madrid, 1978.
Gaite, J., Rodríguez Magallanes, E., «Fondos documentales
para el estudio de la Guerra Civil española conservados en el Archivo Histórico Nacional de Madrid», en Justicia en Guerra. Jornadas
sobre la administración de justicia durante la Guerra Civil Española:
instituciones y fuentes documentales, Madrid, 1990.
Gavarda, V., Els afusellaments al País Valencià (1938-1956), València,
1993.
Ginard, D., «La Causa General. Repercusiones económicas y sociales
de la Guerra Civil en las islas Baleares», en Ebre 38 núm 1, Revista
Internacional de la Guerra Civil 1936-1939, Barcelona, 2003.
Manfredi, D., La Causa General, Madrid, 1959.
Ministerio de Justicia. Causa General. La dominación roja en
España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público.
(Pròleg Eduardo Aunós), Madrid, 1943.
77
Ministerio de Justicia. Causa General. La dominación roja en
España. Avance de la información instruida por el Ministerio Público,
Buenos Aires, 1943.
Ministerio de Justicia. The Red Domination in Spain: The General Cause, Madrid, 1946.
Ministerio de Justicia. Notes for de Spanis History 1936-1939:
The Red Domination in Spain/ The General Cause, Madrid, 1953 y
1961 (4ª ed.).
Ministerio de Justicia. Témoignages complémentaires pour
l’histoire de l’Espagne: La guerre civile 1936-1939 [Causa General],
Madrid, 1953 y 1961 (4ª ed.).
Ministerio de Justicia. La dominación roja en España. Causa
General instruida por el Ministerio Público, Madrid, 1961 (4ª ed.).
Mir, C. Vivir es sobrevivir. Justicia, orden y marginación en la Cataluña
rural de posguerra, Lleida, 2000.
Mir, C. (coord.), «La represión bajo el franquismo», dossier en Ayer
núm. 43, Madrid, 2001.
Mir, C., Agustí, C., Gelonch, J. (eds.), Violència i repressió a
Catalunya durant el franquisme. Balanç historiogràfic i perspectives,
Lleida, 2001.
Molinero, C., Sala, M., Sobrequés, J. (eds.), Una inmensa
prisión. Los campos de concentración y las prisiones durante la Guerra
Civil y el franquismo, Barcelona, 2003.
Morente Valero, F., Tradición y represión. La depuración del Magisterio de Barcelona (1939-1942), Barcelona, 1996.
Muñoz Álvarez, R., Ayer y hoy de los Archivos del Tribunal Supremo,
Audiencia Territorial de Madrid y Causa General, Madrid, 1967.
Pagès, P. (coord.), Franquisme i repressió. La Repressió Franquista als
Paísos Catalans 1939-1975, Valencia, 2004.
Sánchez, I., Ortiz, M., Ruiz, D., España franquista. Causa General y actitudes sociales ante la Dictadura, Villarrobledo, 1993.
Sánchez Recio, G., Santacreu, J. M., «La Causa General:
fuente para el estudio y la rebelión de la Guerra Civil», en Arbor
núm. 491-492, Madrid, 1986.
Solé Sabaté, J. M., La repressió franquista a Catalunya, 1938-1953,
Barcelona, 1985.
Torres Fabra, R. C., La repressió franquista al País Valencià. Recull
Bbliogràfic, Valencia, 2008.
Vilanova, F., Repressió política i coacció econòmica. Les responsabilitats
polítiques de republicans i conservadors catalans a la postguerra (19391942), Barcelona, 2000.
78
anexos
Anexo 1: Militantes de Izquierda Republicana sobre los que
hay información en la Causa General, desde Abad García hasta
García Rivera. (De momento, sólo he llegado hasta García Rivera
en la elaboración de la tabla.)
Apellidos
Abad García
Abad Peraire
Abad
Abadías Arles
Abadías Arles
Abadías Arles
Abat
Achel Bou
Adell Roca
Adell Roca
Agosto Benlliure
Agüera Ávila
Aguilar Miralles
Aguilera
Agut Manrique
Agut Manrique
Aicart Lacruz
Aicart Sospedra José
Alabau Moncholi
Alarcón Rodríguez
Alarcón Rodríguez
Alba María
Albarracín Moreno
Albella Cabedo
Albella Casanova
Albella Repolles
Alberola
Alberola
Alberola
Albert Bort
Albert Gavara
Albert Rico
Alberto Ameller
Alberto Ameller
Albiol Vidal
Alcover Alfonso
Alcover Campos
Alcover Rosello
Alegre Monterde
Alegre
Alepuz Hernández
Alepuz Pérez
Alepuz Ródenas
Alepuz Rubio
Alfonso Álvarez
Algarra Lozano
Aliaga Celda
Aliaga Villalba
Nombres
Adrián
José
Juan
Ramón
Ramón
Ramón
Vicente
Pascual
Cristóbal (Rovildo)
Vicente (Cono)
José
Cayetano
Francisco
Ramón
Ramón
Vicente
Francisco (Corazón)
Antonio (Cartagena)
José (Cartagena)
Francisco
Luis
Pascual (Serradura)
Bautista (Chato)
Gaspar
Antonio
Antonio
Antonio
José
Francisco
Salvador
Pedro
Pedro
Francisco
Pascual
Vicente
Roque
Gumersindo
Antonio
Vicente
Jacinto
Anselmo
José
Ángel
Luis
Manuel
Vicente
Apodos
Rovildo
Cono
Corazón
Cartagena
Cartagena
Serradura
Chato
79
Poblaciones
Almería
Cuevas de Vinroma
Burriana
Albalatillo
Albalatillo
Albalatillo
Rafelbuñol
Santa Magdalena de Pulpis
Catí
Catí
Santa Magdalena de Pulpis
Jalance
Castellón
Madrid
Almazora
Almazora
Santa Magdalena de Pulpis
Santa Magdalena de Pulpis
Chirivella
Alfafar
Alfafar
Castellón
Tuéjar
Castellón
Villanueva de Alcolea
Cuevas de Vinroma
Valencia
Valencia
Valencia
Torre de Endoménech
Burjasot
Pinoso
Alayor
Alayor
Peñíscola
Museros
Museros
Museros
Higueras
Castellón
Alpuente
Alpuente
Alpuente
Alpuente
Otos
Turís
Marines
Navajas
Apellidos
Allepuz Orti
Almela Recatala
Alonso Fábrega
Alonso Giner
Alonso Giner
Alonso Giner
Alonso Rodrigo
Alonso Soriano
Alonso Viana
Altabert Catalatayud
Amela Casanova
Andrés Edo
Andrés Edo
Andrés Martínez
Andrés Peris
Andreu Marzá
Andreu Renal
Anglés Roda
Anglés Roda
Anglés Roda
Anglés Sancho
Anglés Sancho
Anglés Vilanova
Ansio Gómez
Ansio Gómez
Antolín Vicente
Antolín Vicente
Antolín Vicente
Añó Esbrí
Añó Esbrí
Añó Valverde
Añón Lacasa
Aparicio Coronado
Aparicio Pérez
Aragón Valls
Aragonés
Arias
Arnau Caudet
Arnau Pla
Aroca
Artero Pérez
Artero Pérez
Artola Belmonte
Asensi Pelechá
Asensi Romeo
Asins Costa
Aucejo del Toro
Avia Ribes
Aymerich Frigola
Aymerich Frigola
Ayza Borgoñés
Bacas Sancho
Bachero Martínez
Badal Badal
Badenes Calvo
Badenes Tárrega
Badenes Vidal
Badenes Vidal
Nombres
Miguel
Francisco
Gabino
José
José
Manuel
Vicente (Pansó)
Vicente
Miguel
Vicente
José
Enrique
Fermín
José
José (Saquero)
Francisco (Vilaret)
Rafael (Borrós)
Bautista
Bautista
Germán (Sanchet)
Joaquín (Teclo)
Ángel (Pereta)
Gonzalo
Gonzalo
Josefa
Josefa
Josefa
José
Manuel
Ramón
Federico
León
José
Vicente (Güitena)
Manuel
Raimundo
Pascual
Antonio
Herminio
Vicente
Vicente
Manuel
Pascual
Aurelio (Cametes)
Vicente
Vicente
Pedro
Francisco (Taritas)
Francisco (Taritas)
Juan
Bautista
José
José María (Biciclet)
Arcadio
José (Chacha)
Manuel
Manuel
Apodos
Pansó
Saquero
Vilaret
Borrós
Sanchet
Teclo
Pereta
Güitena
Cametes
Taritas
Taritas
Biciclet
Chacha
80
Poblaciones
Vallibona
Villavieja
Taberna
Simat de Valldigna
Simat de Valldigna
Rótova
Alfafar
Burjasot
Burriana
Albaida
Forcall
Useras
Useras
Huécija
Burjasot
Villafamés
Castellón
Albocácer
Albocácer
Albocácer
Calig
Calig
Calig
Fernán Núñez
Fernán Núñez
Valdealgorfa
Valdealgorfa
Valdealgorfa
Benicarló
Benicarló
Alcalá de Chivert
Gandía
Caudalete de las Fuentes
Ademuz
Borriol
San Mateo
Madrid
Alcalá de Chivert
Lugar Nuevo de Fenollet
Paterna
Castellón
Castellón
Todolella
Liria
Alfafar
Catarrosa
Navajas
Catarrosa
Montrás
Montrás
Benicarló
Castellón
Alcora
Benasal
Alcora
Castellón
Castellón
Castellón
Apellidos
Badenes Vidal
Badía Bou
Bailach Ros
Baixauli Juan
Balaguer Balaguer
Balaguer Montañés
Balaguer Serrano
Balaguer Villalba
Balasch Solá
Balavazquez
Carrascosa
Ballabriga Peralta
Ballester Molina
Bañós Sirera
Bañuls Miñana
Barberá Folch
Barberá García
Barberá García
Barberá Pons
Barbera Tost
Barcia Tréllez
Barcia Tréllez
Barea Guaita
Barluenga Abadía
Barrachina Alegre
Barriel Gimeno
Barriel Gimeno
Bartoll Nebot
Bartual Adzuara
Bartual Ortiz
Bartual Ortiz
Baset
Batet Sau
Batet Sau
Bayarri Grau
Belda Nacer
Belda Nacer
Belda Nacer
Belles Ferriols
Bellés Labernia
Bello Gascón
Bellvis Montañes
Belmonte Aviragnet
Belmonte Navarro
Beltrán Benet
Beltrán Coloma
Beltrán García
Beltrán Roig
Benadito
Benages Brunet
Benages Brunet
Benavent Candel
Benavent Martínez
Bendi Castellón
Benedicto Tanarón
Benet Ferrer
Bengochea
Domenech
Nombres
Manuel
Francisco
Carlos
Vicente (Sentim)
Raimundo
Jaime (Arroz)
José
Patrocinio
Salvador
Apodos
Sentim
Arroz
Poblaciones
Castellón
Masanasa
Alfara del Patriarca
Alfafar
Fabara
Borriol
Sueras
Fuente la Reina
Puigvert de Agramunt
Luis
Viver
Joaquín
Amadeo
Ambrosio
Francisco
Manuel
Vicente
Vicente
Casimiro
Genaro
Augusto
Augusto
Julio
Pedro
Salvador
Joaquín
Miguel
Manuel
Juan Bautista
Juan Antonio
Juan Antonio
Vicente
Tomás
Tomás
Antonio
Alejos
Antonio
Juan
Ricardo
Remigio
Martín
Salvador
Juan
José
José
Sandalio (Capucho)
Francisco
Manuel (Garraneu)
Benjamín
José
José
José
Rafael
Emilio
Francisco
Blas
Miguel (Miguel de
Remigio)
Capucho
Garraneu
Miguel de
Remigio
Lastanosa
Montesa
Navajas
Gandía
Castellón
Castellón
Catadaú
Borjas Blancas
Fines
Olula del Río
Turís
Tardienta
Higueras
Higueras
Higueras
Alcora
Castellón
Castellón
Castellón
Cabanes
Bordils
Bordils
Peñíscola
Benisoda
Benisoda
Benisoda
Vinaroz
Cabanes
Martín del Río
Rafol de Salem
Cullera
Vélez-Blanco
Vallibona
La Jana
Zorita del Maestrazgo
Benasal
Gandía
Fabara
Fabara
Puebla de Vallbona
Albaida
Castellnovo
Fuente la Reina
Benisuera
81
Canet lo Roig
Apellidos
Benjamín
Benlliure Beltrán
Benlloch
Bernal Navarro
Bernat Dealbert
Bernat Esteve
Bernat Esteve
Berni Torres
Bernia Ventura
Bernia Ventura
Bernis Dols
Bertrán Llopart
Betoret Ferrandis
Beturi
Bielsa Valls
Bielsa Villagrasa
Bier Escorihuela
Bier Escrituela
Bisbal Royo
Blasco Muñoz
Blecua Galindo
Boira Juste
Boira Juste
Boix Allepuz
Boix Caballer
Boix Martínez
Boix Segarra
Boldó
Boldó
Bolinches Camarena
Boltaña Ariño
Bon Mares
Bon Mares
Bondía Serra
Bonet Bonet
Bonet Bretó
Bonet Ferreres
Bonet Gari
Bonet Gari
Bonet Quimera
Bonete Farches
Bordas Albalat
Bordas Albalat
Bordás Cardona
Bordetas Calvo
Bordetas Calvo
Bordoy
Borrás Anglés
Borrás García
Borrás Ibáñez
Borrás Palos
Borrás Querol
Borrel Fontelles
Bort Borrás
Bort Saura
Bort Saura
Bosh Rubio
Bosque Gómez
Brunet Foraster
Nombres
José Ramón
José
Jaime
Jaime
Ramón
Vicente (Teo)
Lucio
Ceferino
Ceferino
Gabriel
Juan
Salvador
Ignacio
Fermín
Lucio
Amadeo
Francisco
José
José
Manuel
Jacinto
Jacinto
Pedro Vicente (Allepuz)
Salvador
Andrés
Antonio
José
Miguel
Ricardo
Juan
Aniceto
Aniceto
Luis
Juan
José
Vicente
Sebastián
Sebastián
Daniel
Joaquín
José
José
José (Babos)
Pascual
Pascual
José Amador
Jaime
Antonio Vicente
Domingo
Blas
Miguel
Joaquín (Panolla)
Daniel
Daniel
Juan
Antonio
Juan
Apodos
Teo
Allepuz
Babos
Panolla
82
Poblaciones
Castellón
Salsadella
Villarreal
Cabanes
Useras
Borriol
Borriol
Caudalete de las Fuentes
Arañuel
Arañuel
Zorita del Maestrazgo
Gélida
Ribarroja
Castellón
Fabara
Fabara
Museros
Museros
Llombay
Puebla de San Miguel
Sena
Fonz
Fonz
La Jana
Vinaroz
Benisoda
Albocácer
Chiva de Morella
Chiva de Morella
Benifayó
Estercuel
Calles
Calles
Chirivella
Castellón
Santa Magdalena de Pulpis
Santa Magdalena de Pulpis
Manacor
Manacor
Cabanes
Anna
Cinctorres
Cinctorres
Cinctorres
Quinto
Quinto
Castellón
Benicarló
Bellreguart
Bellreguart
Ortells
Forcall
Figuerola de Orcau
Villanueva de Alcolea
Borriol
Borriol
Santa Magdalena de Pulpis
Oropesa
Olot
Apellidos
Bruñé Vicente
Bruñó Domingo
Bueso García
Burgos Sebastián
Burgos
Burriel Serral
Caballé Monteverde
Cacho Pastor
Cacho Pastor
Cacho Pastor
Calabuig Vila
Calatayud Tomás
Caldentey Perello
Calduch García
Callada Martí
Callada Rubio
Calvo Torres
Campanales Millán
Campo Campodarve
Campón Gutierrez
Campón Lombraña
Campos Fernández
Campos Fernández
Campos Peral
Campos Peral
Camps Jiménez
Cantón Payan
Capatons Vives
Capdevilla Bellés
Capilla Torres
Carañana Calatayud
Carbó Aguilar
Carbo Aguilar
Carbó Omella
Carbonell Marí
Carbonell Marí
Carbonell Marí
Cárcel Cárcel
Cardona Costa
Cardona Costa
Cardona Costa
Cardona Mampel
Cardona Mampel
Carot Blay
Carpio Mañez
Carrascal Badenes
Carrascal Badenes
Carrasús Grau
Carreño Espada
Carreras Coll
Carreres
Casanova Castelló
Casanova Persiva
Casanova Querol
Casans Cepriá
Casas Salas
Casas Salas
Casas Salas
Nombres
Joaquín
Enrique
Cristóbal
Máximo
Juan de
Agustín
Juan
Estanislao del
Estanislao del
Estanislao del
Juan
Pascual
Jaime
Zacarias
Miguel
Pedro Juan
Braulio
Vicente
Julio
Manuel
Godofreo
Francisco
Francisco
José
José
Salvador
Fernando
Ramón (Chorri)
Antonio (Tom)
Serafín
Rafael
Vicente
Vicente (Gateta)
José
Lorenzo (Llurens)
Lorenzo (Llurens)
Lorenzo (Llurens)
Francisco
Antonio (Lluis)
Antonio (Lluis)
Antonio (Lluis)
Joaquín
José
José
José
Lucio
Lucio
Ramón
Jacinto
José
Valeriano
Emilio (Barberol)
Valentín
Manuel
Francisco
Francisco
Francisco
Apodos
Chorri
Tom
Gateta
Llurens
Llurens
Llurens
Lluis
Lluis
Lluis
Barberol
83
Poblaciones
Aras de Alpuente
Santa Magdalena de Pulpis
Abla
Andilla
Almería
Losa del Obispo
San Mateo
Castellón
Castellón
Castellón
Fuente la Higuera
Sueras
Manacor
Santa Magdalena de Pulpis
Ortells
Ortells
Lastanosa
Fabara
Lastanosa
Cullera
Villarreal
Almería
Illar
Almería
Almería
Chirivella
Huécija
Canet lo Roig
Villanueva de Alcolea
Vall de Almonacid
Gabarda
Forcall
Forcall
Zorita del Maestrazgo
San José
San José
San José
Caudalete de las Fuentes
San José
San José
San José
Zorita del Maestrazgo
Palanques
Castellón
Jalance
Castellón
Castellón
Ortells
Madrid
Mahón
Rafelbuñol
Llombay
Castellón
Forcall
Cabanes
Castellón
Castellón
Castellón
Apellidos
Casas Salas
Castán Morá
Castañer Ginés
Castell Martí
Castell Roig
Castellano Sancho
Castellano Sancho
Castellano Sancho
Castellano Sancho
Castellano Sancho
Castellón Martínez
Castillejo
Castro
Catalá Esteller
Catalán Gozalbo
Cayetano Gómez
Cebolla Jimeno
Celda Ibáñez
Celda San Andrés
Centelles Roig
Cerdá
Cervera Bou
Cervera Castell
Cervera Chirivella
Cervera Mora
Cervera Murguí
Cervera Palero
Cervera Palero
Chaler Castillo
Chelet Comes
Cherta Mañes
Cherva Fraugel
Cherva Graugel
Chorva Grangel
Ciurana
Civera Zamora
Claudio Casaña
Claver Moreno
Clemente Llorens
Clemente Llorens
Climent Alapont
Climent Bernabeu
Climent Bernabeu
Climent Castelló
Climent Sabater
Colacios
Monteagudo
Collado Prats
Collado Tello
Collel Borrás
Colom Sanz
Colomar Colomar
Colomar Colomar
Colomar Colomar
Colomar Colomar
Colomar Colomar
Colón Bauzano
Colón Bauzano
Nombres
Francisco
Manuel
Ramón
Francisco (Carceller)
José (Albardó)
Federico
Federico (Castellanet)
Federico (Castellanet)
Federico (Castellanet)
Federico (Castellanet)
Andrés
José
Donato
José
Manuel
Antonio
Vicente
Ramón
José
Ernesto (Blanquet)
Gabriel
Vicente
Bautista
Julio
Vicente
Anastasio Antonio
Enrique
Enrique
Carlos
Juan Bautista
Manuel
Vicente (Bastero)
Vicente
Vicente
Bautista
Vicente
Luis
Valentín
Enrique (Cartero)
Francisco (Cartero)
Antonio
Antonio
Antonio
José María
Tomás
Apodos
Carceller
Albardó
Castellanet
Castellanet
Castellanet
Castellanet
Blanquet
Bastero
Cartero
Cartero
Poblaciones
Castellón
Castejón de Sos
Almedíjar
Canet lo Roig
Benicarló
Benicarló
Benicarló
Benicarló
Castellón
Macael
Canet de Berenguer
Madrid
Vinaroz
Zucaina
Macael
Fortaleny
Marines
Museros
Benasal
Benicarló
Santa Magdalena de Pulpis
San Rafael del Río
Chirivella
Chirivella
Bugarra
Castellón
Castellón
Vinaroz
Puebla de Vallbona
Alcalá de Chivert
Alcora
Alcora
Alcora
Benicarló
Villamarchante
Alfara del Patriarca
Andilla
Borriol
Borriol
Puig
Játiva
Játiva
Llombay
Benlloch
Tesifón
Alhabia
Francisco
Francisco
Juan (Miquelo)
Feliciano
Antonio
Antonio (March)
Antonio (March)
Antonio (March)
Antonio (March)
Carlos
Carlos
Miquelo
March
March
March
March
Castillo de Villamalefa
Navajas
Calig
Cullera
San Juan Bautista
San Juan Bautista
San Juan Bautista
San Juan Bautista
San Juan Bautista
Castellón
Castellón
84
Apellidos
Colonit Cenosa
Comes Lliri
Company
Conca Albiñana
Conchell Muñoz
Conejero
Nombres
Joaquín
José
Modesto
Emilio
José
Juan
Apodos
Coradrán
Vicente
Corbalán Dolz
Cortell Alonso
Cortés Cantón
Cortes Diaz
Cortés Martínez
Cortina Tormo
Cortina
Costa Alcocer
Costa Alcocer
Costa Arago
Costa Chillida
Costa Chillida
Costa Menal
Costa Torres
Crespo Blasco
Crespo Jaraba
Crespo Jaraba
Crespo Moncho
Cuartero Rubio
Cubel López
Cucala Artiga
Cuenca Sánchez
David
Delas Font
Deltoro Moncholi
Descals Descals
Diana
Díaz Amo
Díaz Amo
Díaz Fernández
Diéguez Solanilla
Dolz Sancho
Domenech Ferrer
Domingo
Domingo
Domínguez Egea
Dualde Mecho
Durán Riera
Durán Riera
Dus Lance
Eixarch Grau
Eixarch Grau
Eixarch Serret
Enguidanos Sanchis
Escoi Barreda
Escoi Traver
Escribá Montagud
Escrivá Pellicer
Escrivá Sanchis
Escuder Adell
Conrado
Vicente
Lorenzo
Manuel
Luis
Antonio
Antonio
Enrique
Manuel
José
Francisco
Mateo
Ramón
Francisco
Vicente
Juan
Juan
Joaquín
Francisco
Francisco
Carlos
Pascual
Fernando
José María
Norberto
José
Antonio
José
Francisco
Isidoro
Vicente
José
Marcelino
Rafael
Juan
Bautista (Dualde)
Juan
Juan
Francisco
Ramón
Ramón
Vicente
Pascual
José
Manuel
José
Fernando
Salvador
Santiago
Dualde
85
Poblaciones
San Mateo
Masanasa
Valencia
Gandía
Llombay
Valencia
Campos de ArenosoMontanejos
Castellón
Salem
Huécija
Viver
Lubrín
Benifayó
Castellón
Museros
Museros
Museros
Museros
Museros
Olot
San José
Benilloba
Fernán Núñez
Fernán Núñez
Beniarrés
Zarra
Alpuente
San Mateo
Zarra
Benicarló
Villarreal
Losa del Obispo
Bufalit
Madrid
Bayárcal
Bayárcal
Bayárcal
Siruela
Benlloch
Fonz
Almería
Hospitalet de Llobregat
Almería
Nules
Manacor
Manacor
Tuéjar
Zorita del Maestrazgo
Zorita del Maestrazgo
Ortells
Villamarchante
Cuevas de Vinroma
Torre de Endoménech
Bechí
Bellreguart
Beniflá
Cinctorres
Apellidos
Escuder Adell
Escuder Moreno
Espada Senante
Espada Senante
Esparza Gaspar
Espí Gras
Espí Más
Espín Ferrer
Esquembre Carreras
Estarelles Taléns
Esteller Lluch
Esteve Carrascosa
Esteve Martínez
Esteve Medina
Esteve Tomás
Esteve
Estívalis Burguet
Facius Orduña
Falomir Silvestre
Fayos Artés
Fayos Artés
Fe Castell
Felix Magraner
Fenollar Payá
Fenollosa
Fernández Osorio
Fernández Rodríguez
Fernández
Ferrandis Facundo
Ferrandis Pons
Ferrando Ortiz
Ferrando Siurana
Ferrando Villanueva
Ferrer Feldevella
Ferrer Galindo
Ferrer Garcés
Ferrer Marín
Ferrer Marín
Ferrer Marín
Ferrer Peraire
Ferrer
Ferri Artés
Ferri Gramage
Ferri Porta
Ferri Porta
Ferri Vidal
Figols Carceller
Figols Carceller
Figols Marín
Fito Sapiña
Folch
Foncuberta
Fonollosa Segura
Fons Iranzo
Fons Tortes
Font
Forés Fibla
Forés Fibla
Nombres
Santiago
Germán
Manuel
Manuel
Andrés
Enrique
José R.
Vicente (El Churro)
Ángel
Juan
Juan Bautista
José
Cipriano
Vicente
Miguel
Ramón
Rafael
Miguel
Amadeo
Antonio
Francisco
Vicente
Joaquín
Salvador
Juan
Bibiano
Francisco
Francisco
Salvador
Antonio (Sardina)
José
Pascual
Francisco
Juan
Francisco
Cristobal (Rosca)
Agustín (Noto)
Alfonso
Alfonso
Vicente
Pedro
Vicente
Miguel
Vicente
Vicente
Ricardo
José
José
José
José
Francisco
Salvador
Domingo
Pascual
Francisco
Francisco
Patricio
Patricio
Apodos
El Churro
Sardina
Rosca
Noto
86
Poblaciones
Cinctorres
Andilla
Calanda
Calanda
Rafelbuñol
Gandía
Benisoda
Borriol
Almazora
Guadasequíes
Benicarló
Catadaú
Gátova
Jalance
Villamarchante
Rafelbuñol
Catarroja
Castellnovo
Liria
Lugar Nuevo de San Jerónimo
Lugar Nuevo de San Jerónimo
Castellón
Cullera
Rafol de Salem
Burriana
Madrid
Adra
Adra
Ribarroja
Alfafar
Llombay
Cuevas de Vinroma
Arañuel
Cantallóps
Vera
Alcora
Cinctorres
Cinctorres
Cinctorres
San Mateo
Burriana
Lugar Nuevo de San Jerónimo
Fuente la Higuera
Onteniente
Benisoda
Montaverner
Cinctorres
Cinctorres
Cinctorres
Cullera
Vinaroz
Benicarló
Vallibona
Turís
Mislata
Mislata
Benicarló
Benicarló
Apellidos
Forés Ribes
Forés Ribes
Forés Ribes
Forner Coret
Forner Coret
Forner Guasch
Forte Alcaraz
Forte Salvador
Francés Machirant
Frasno Folch
Frasquet Jordá
Fresneda Pérez
Frontera Bosch
Fuster Mampel
Fuster Querol
Fuster Rallo
Galderique Sagué
Galindo
Gallud Marco
Gálvez García
Gamón Chillida
Gamón Chillida
Gandía Vidal
Garay Allende
Garcés Chéliz
Garcés
García Alos
García Artola
García Bisbal
García Borrás
García Campos
García Castellón
García Corral
García Cruzans
García Edo
García García
García García
García Iranzo
García Joya
García López
García Marqués
García Martínez
García Martínez
García Martínez
García Moreno
García Pastor
García Prats
García Ribes
García Rivera
Nombres
Maximiano
Maximiano
Maximiano
José
Ramón
Juan
Juan
Juan
Hipólito
Antonio
José
Julián
Ramón
Joaquín
José
Juan Gabriel
Luis
José
Francisco
Alfredo
José
José
José
Olegario
Francisco
José
Miguel
Manuel
Rafael
Francisco
Manuel
Diego
Juan
Ignacio
Vicente
Francisco
Gregorio
Benito
Polión
Julio
Francisco
Juan
Julián
Manuel (Churra)
Juan
José
Vicente
Manuel
Antonio
Apodos
Churra
Poblaciones
Castellón
Castellón
Albuixech
Albuixech
Vinaroz
Almería
Instinción
Puebla del Duc
Forcall
Oliva
Casas de Juan Núñez
Hospitalet de Llobregat
Ortells
Ortells
Cistella
Castellón
Masanasa
Andilla
Santa Magdalena de Pulpis
Santa Magdalena de Pulpis
Montaverner
Arceniega
Bárcabo
Rafelbuñol
Beniganim
Forcall
Llombay
Forcall
Ludiente
Alhabia
Serón
Castellnovo
Benlloch
Museros
Partaloa
Caudalete de las Fuentes
Padules
Almería
Forcall
Almería
Calles
Villanueva de Alcolea
Vélez-Rubio
Torre de Endoménech
Forcall
Vinaroz
Barbastro
Fuente: http://pares.mcu.es/víctimasGCFPortal/buscadorSencillo.fo
87
Anexo 2: Cuadro resumen de la prensa de la provincia de
Alicante incluido en la pieza sexta de la Causa General de la provincia de Alicante.
Fuente: Portal PARES. Archivos Estatales. Ministerio de Cultura
88
Anexo 3: Informe donde hay información sobre el Gobernador Civil de la provincia de Alicante Francisco Valdés Casas
(IR) incluido en la pieza séptima de la Causa General de la Provincia de Alicante.
Fuente: Portal PARES. Archivos Estatales. Ministerio de Cultura
89
capítulo
3
doblemente víctimas. la represión franquista
contra los masones afiliados a izquierda
republicana en el país valenciano
Vicent Sampedro Ramo
CEHME
Comissió de la Veritat del PV
la interrelación entre el republicanismo y la masonería
valenciana
A lo largo de las siete décadas de presencia masónica constante en el País Valenciano, que se inicia durante el Sexenio Democrático y se vio truncada por la Guerra Civil, el binomio masonería-política ha estado presente siempre en su configuración
y en las relaciones con la sociedad. Pero no hablamos de la falsa
relación que el franquismo tejió entre masones y comunistas,
aderezados por la influencia judaica como un elemento presente
y cohesionador en aquella aberración jurídica e histórica que se
llamó el contubernio, y que tanto juego dio a la dictadura para
culpabilizar a quienes consideraba responsables de todos los males del país desde finales del siglo XVIII hasta la propia rebelión
militar de 1936.
Hay una intensa relación entre el republicanismo político y
la masonería en las tres capitales valencianas durante la Restauración, tanto por la confluencia en la defensa de unos principios
de libertad y progreso genéricos, con un denominador común
como fue el anticlericalismo, en la doble militancia de algunos
destacados líderes republicanos y de un gran número de masones,
y, por supuesto, en la simpatía mostrada en la prensa republicana
91
por la actividad de las logias y la confluencia temática o de contenidos ideológicos con las revistas masónicas La Humanidad y El
Alicantino Masón, de Alicante, o con la valenciana, La Antorcha
Valentina, o con la que se convirtió en el órgano de la masonería castellonense, la revista La Razón, fundada por los masones
castellonenses del Grande Oriente Español (GOE), también en
1889.87
Sin embargo, en el caso del siglo XX, durante los dos primeros decenios la masonería española bastante tiene con salir de
la profunda crisis que la acometió en los últimos años del siglo
anterior, que mermó profundamente tanto el número de logias
y masones españoles como sus actividades. La recomposición de
los núcleos masónicos será muy lenta, tras la agresiva campaña
antimasónica de clericales y conservadores, que acusaron a la masonería de traición a la patria, con la aquiescencia de un Sagasta
que 20 años antes había sido Gran Maestre del Gran Oriente de
España.
Como indica Luis P. Martín, el camino de la masonería española durante los primeros años del siglo XX para restablecer un
espacio conveniente para su viabilidad será largo y penoso, aunque una serie de factores, como las nuevas formas de sociabilidad
y los cambios de mentalidad surgidos tras el Desastre de 1898 y
los vaivenes de la vida política española, con la especial incidencia de la Semana Trágica de 1909, la crisis de 1917 o el golpe de
Estado y la instauración de la Dictadura de Primo de Rivera en
1923, tendrán una profunda incidencia en la reconstrucción del
espacio masónico español, que cambiará a un modelo de sociabilidad diferente al del siglo anterior, dándole un tratamiento más
político e ideológico a sus actividades.88
Si bien en estos primeros años, los dirigentes de la masonería española, como Miguel Morayta, Luis Simarro o Emilio Menéndez Pallarés, eran al mismo tiempo destacados dirigentes del
republicanismo histórico, plasmado en la Unión Republicana, a
partir de 1908, esta tendencia fue quedando arrinconada con la
creación por parte de Lerroux del Partido Republicano Radical
con el que un gran número de masones se sintieron plenamente
92
identificados y otro núcleo importante entre los que se encontraba el exdiputado por Valencia y grado 33, Julio Cervera Baviera,
se sintió atraído por la propuesta del Partido Reformista a partir
de 1912. Estas serían las dos tendencias políticas mayoritarias de
los masones españoles hasta la década de 1920, aunque no hay
que olvidar la paulatina incorporación a la masonería de socialistas, que será más manifiesta durante la Dictadura y la República,
como sucedió con los valencianos Molina Conejero, de Gracia
Pons, o quienes fueron diputados socialistas por Alicante en las
Cortes republicanas, Rodolfo Llopis, Miguel Villalta y Romualdo Rodríguez de Vera.
En el caso valenciano, la masonería había quedado circunscrita a dos talleres, únicos sobrevivientes de la debacle finisecular:
la logia Federación Valentina, en Valencia, y la Constante Alona en
Alicante, aunque esta última cesó en sus actividades entre 1909
y 1913, año en el que volvió a reactivarse, dirigida durante todo
este periodo, y hasta su fallecimiento en 1918, por Enrique López
Torres, presidente del Círculo de Unión Republicana de Alicante
en 1907, y concejal en 1909 por la Conjunción RepublicanoSocialista.
Le sucedió un controvertido personaje, Antonio Jorge Vinaixa, que en principio consiguió darle un fuerte impulso a la
masonería alicantina, pasando Constante Alona de tener 15
miembros en el momento de su refundación a 62 en junio de
1920, y propiciando además la fundación de un triángulo en Elche denominado Illice Constante, que pasaría a ser logia en 1924,
con la iniciación del futuro dirigente republicano de la localidad,
el médico Julio María López Orozco. Pero el carácter personalista, y en ocasiones despótico, de Vinaixa, llevaría en 1921 a la
ruptura del taller alicantino y a la creación de una nueva logia, la
Numancia n.º 417, y posteriormente a su expulsión y a la de un
grupo de sus fieles, del GOE, constituyendo otro taller, también
denominado Constante Alona, que pasaría, con el número 12, a
las filas de la Gran Logia de España.89
En Valencia, en el momento de la iniciación, en octubre de
1921, del redactor de El Pueblo y dirigente blasquista, Vicent
93
Marco Miranda, era muy escaso el número de los miembros de
Federación Valentina, como él mismo comenta en sus memorias,90 en su mayoría masones ya muy veteranos, como Aurelio
Blasco Grajales, Alejandro Seara, Cayetano Fiol Ridaura, Tomás
Jiménez Valdivieso, Salvador Aguilar Burguete, José Martínez
Tasso e incluso el líder blasquista Félix Azzati.
Sin embargo, a partir de 1919 fueron iniciándose una serie de personajes que tendrían un gran peso específico, no sólo
en la masonería valenciana, sino también en la política, algunos
de ellos procedentes del valencianismo político como Manuel
d’Espinosa, Francesc Soto i Mas, o el médico Mariano Pérez
Feliu, que junto a Marco Miranda dieron el impulso necesario
para que, fundamentalmente a partir de 1923, fuera aumentando el potencial del taller y fueron naciendo nuevas logias en la
ciudad de Valencia, nutridas de gente joven que políticamente
estaban encuadrados en el republicanismo blasquista, el Partido
de Unión Republicana Autonomista, (PURA) muy combativos,
como Juli Just, Álvaro Pascual-Leone, Pedro Vargas Guerendiain,
José Cano Coloma, Carlos Esplá, Francesc Puig Espert, Marín
Civera, Fernando Valera..., que serán el núcleo fundamental tanto de las logias como del movimiento político republicano que se
fue fortaleciendo durante la dictadura de Primo de Rivera.
Se crearán nuevos talleres en la capital valenciana, auspiciados por la Gran Logia Simbólica del Levante, dentro de la
Federación del GOE, como las logias Patria Nueva n.º 4, Les
Germaníes n.º 6, o Tyris n.º 41, auspiciada por la Gran Logia de
España, pasando la masonería valenciana a partir de este periodo
a centrarse cada vez más en la lucha por la ciudadanía política y
la justicia social, y combatiendo con todas sus armas a la reacción
y a la dictadura.
Muchos de ellos, encabezados por Marco Miranda, participaron activamente en la conspiración contra la Dictadura de
Primo de Rivera, conocida como la «Sanjuanada» del 24 de junio
de 1926, junto a varios militares que pertenecían a la logia Patria
Nueva n.º 4, como el teniente coronel Bermúdez de Castro o
el capitán Hernando Solana, encuadrados en el Comité Revolucionario que se formó en Valencia a finales de 1925, y también
94
en la intentona encabezada por Sánchez Guerra en 1929, siendo
por ellos detenidos y encarcelados por la Dictadura en diversas
ocasiones.91
El periodo del directorio militar, que gobernó España entre
1923 y 1930, supuso una nueva fase en la historia de la masonería española, caracterizada tanto por su expansión como por
una labor de integración de opositores a la Dictadura. Se dobló el número de talleres masónicos, alcanzándose los 176. En el
País Valenciano, con fecha 1 de julio de 1924 el Grande Oriente
Español contaba con siete logias y dos triángulos, con un total
de 164 masones y en 1927 eran 8 logias y tres triángulos en la
Gran Logia Simbólica del Levante (GOE), con 178 masones y
dos talleres de otras obediencias, la Tyris, auspiciada ahora por la
Gran Logia Unida, que en 1928 tenía 25 miembros activos y la
Constante Alona n.º 12, de Alicante, de la GLE, aunque ese mismo año se transformaría en una logia independiente, al tiempo
que un pequeño grupo de masones alicantinos que continuaron
fieles a esta obediencia, fundaron la logia Simarro Esteva n.º 56
en 1928.
La masonería atrajo a su seno un gran número de intelectuales y opositores políticos a la Dictadura, por lo que, fundamentalmente en las logias madrileñas y en las valencianas se produjo
un proceso de politización y de planteamientos de resistencia que
llevaron a una reacción represora del Directorio que no hizo sino
aumentar la oposición al régimen y el acercamiento de nuevos
elementos a estas logias, que llevaron incluso al desplazamiento de los objetivos puramente masónicos a un segundo plano.
Como plantea Luis P. Martín, la masonería adoptó en estos años
un papel de espacio intermedio o espacio de comunicación política, inundando la clase política de la oposición con sus propios
cuadros, tanto a nivel local como nacional, fraguándose durante
estos años una cosmovisión republicana en los debates de las logias y pasando finalmente de la teoría a los hechos, dando como
resultado en 1931 el advenimiento de la Segunda República, que
los masones consideraban como obra suya y cuyo advenimiento
fue un hito para ellos.92
95
No obstante, este proceso se vio alterado en muchas ocasiones, y sobre todo a partir de 1928, con enfrentamientos y discrepancias entre los masones adscritos a las diferentes formaciones
políticas republicanas, fundamentalmente tras la aparición del
Partido Republicano Radical Socialista en 1929, cuyos líderes,
tanto a nivel nacional como Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz o Ángel Galarza, como en el caso del País Valenciano,
serán masones en activo.
los masones valencianos del partido republicano radical
socialista y de acción republicana
Desde 1926 el republicanismo español quedó integrado en
la Alianza Republicana, organización suprapartidista que englobaba a todo un conjunto de entidades autónomas, encabezadas
por el Partido Radical dirigido por Lerroux y la Acción Republicana de Manuel Azaña, José Giral y Martí Jara, fundada el año
anterior, además de pequeños grupos como el Partido Republicano Catalán de Marcelino Domingo o el Partido Republicano
Federal, y que contó con el apoyo de la prensa republicana, representada por Roberto Castrovido.
Tras el fracaso del pronunciamiento de Sánchez Guerra, que
significó el encarcelamiento de varios republicanos y masones,
las tensiones en el seno de la Alianza Republicana aumentaron,
originándose la escisión del ala izquierda del radicalismo y la fundación por parte de Domingo, Galarza, Álvaro de Albornoz y
Benito Artigas del Partido Republicano Radical Socialista, al que
se unieron personajes como José Salmerón, Leopoldo Alas, Félix
Gordón Ordax, o el alcoyano Juan Botella Asensi.93
Varios masones valencianos se encuentran entre los firmantes del manifiesto fundacional del Partido Republicano Radical
Socialista (PRRS) en Valencia, en mayo de 1931, como, por
ejemplo, Fernando Valera Aparicio, que sería tesorero del Comité
Nacional, y su hermano Salvador, Darío Marcos Cano, Mariano
Campos Torregrosa, Pedro Vargas Guerendiain, Víctor Calatayud Benavent, Francesc Puig Espert, José Martínez Aguilar o José
96
Cano Coloma, procedentes mayoritariamente del blasquismo.
Por ahora hemos podido verificar la militancia radical socialista
en 17 masones de logias valencianas, añadiendo a los anteriores
nombres a Ricardo Muñoz Carbonero, que llegó a ser Presidente
del Comité Local de Valencia.94
En Alicante, varios de los miembros de la logia Numancia se
convertirán en los cuadros dirigentes del PRRS a partir de 1929,
como Marcial Samper Ferrándiz, presidente de la Junta Local en
1930 y de la Junta Provincial en 1931; Antonio Pérez Torreblanca, Ernesto Ripoll Romeu, presidente de la Junta Local en 1932;
Álvaro Botella Pérez, Rafael Samper Inglada o Trinitario Navarro
Mira.
De la logia Constante Alona destacarán, en el PRRS, el que
fue el alcalde republicano de Alicante, Lorenzo Carbonell Santacruz, vicepresidente 1º de la Junta Provincial del partido en 1930
y presidente de la Junta Local en 1931, José Alonso Mallol, Francisco García Mallol, Isidro Sánchez Martínez, Venerable Maestro
del taller y Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica del Levante
entre 1933 y 1935; Vicente Antón García, Germinal Ros Martí,
secretario de la Junta Municipal en 1932, o Jerónimo Gomáriz
de la Torre.
También destacan como dirigentes radical-socialistas masones de las logias de la provincia como Julio María López Orozco,
Venerable Maestro de la logia Illice Constante n.º 7 de Elche, al
tiempo que era presidente de la Junta Local y Presidente de la
Junta Provincial del PRRS, y que en 1933 sería vicepresidente
de la Comisión Ejecutiva Nacional del partido, al que siguieron
muchos de los componentes de esta logia, habiendo podido identificar a 9 de ellos, o el eldense Ángel Vera Coronel, presidente de
la Junta Local y vicepresidente 2º de la Junta Provincial del PRRS
en 1931, junto a buena parte de los masones de Elda, miembros
de la logia Amor n.º 9. Este taller fue fundado en octubre de 1927
con masones iniciados en la logia Numancia de Alicante, y que en
su mayoría eran dirigentes o miembros del Círculo Republicano
de Elda en el momento de su iniciación;95 la logia Amor contaba
con 17 componentes en 1928, aunque su crecimiento fue muy
97
rápido, ya que en octubre de 1930 el taller estaba compuesto por
49 miembros activos, teniendo contabilizados en él hasta 1936
al menos a 67 masones. De 13 de ellos tenemos constancia de su
militancia en el PRRS, como los que serían alcaldes republicanos
de la ciudad, Emérito Maestre Maestre y Vicente Gil Navarro, o
los concejales Emiliano Vera González y Martín Llopis Taltavull.
El 9 de marzo de 1930, la Junta Local de Alicante del PRRS
estaba mayoritariamente compuesta por masones, con Marcial
Samper como presidente, José Alonso Mallol como vicepresidente y Vicente Antón García como secretario. Entre los vocales
aparecen Ernesto Ripoll y Rafael Samper Inglada. La Junta Provincial, elegida 6 días después, siguió la misma tónica, con gran
número de masones entre sus componentes.96
Quien fue una de las figuras más destacadas del PRRS hasta
su separación del partido en 1932, creando la Izquierda Radical
Socialista, el alicantino Juan Botella Asensi, también había sido
masón, iniciado en la logia Hispano Americana n.º 379, de Madrid, en 1918, aunque desconocemos si durante el periodo del
final de la Dictadura y el advenimiento de la Segunda República
continuaba estando en activo.
Hemos podido identificar a un total de 59 masones en las
filas de los radical-socialistas alicantinos, la mayoría de ellos en
activo en el periodo 1929-1931; teniendo en cuenta que las logias alicantinas no contarían con un número muy superior a los
200 miembros activos en estos momentos, nos da un porcentaje
muy elevado de militantes de este partido entre los masones de
Alicante.
La otra gran agrupación republicana de izquierdas, Acción
Republicana, constituida en Alicante en marzo de 1930,97 si bien
no contó con tantos militantes en la masonería alicantina como
los radical-socialistas, sí que destacó por la importancia de éstos,
encabezados por quien fue Venerable Maestro de la logia Numancia y Gran Maestre de la Gran Logia Regional de Levante, José
Estruch Ripoll, presidente del Consejo Local del partido en 1931
y del Provincial en 1932; del mismo taller destacan Ángel Pascual
Devesa, vocal de la Junta Nacional del partido, Francisco Ramón
98
Lledó, Federico Lledó Marhuenda, Manuel López López, Miguel de Benavides Shelly, Secretario Provincial de AR en 1931,
y Franklin Albricias Goetz, vicepresidente del Consejo Provincial en 1933. En la logia Constante Alona también aparecen entre
sus miembros destacados militantes de Acción Republicana de
Alicante, como el abogado José López Pérez, Venerable Maestro
del taller en 1927 y secretario del Consejo Provincial de AR en
1931 y vicepresidente 2.º en 1933, José Juan Pérez, Agustín Millet Valtre y Federico Lledó Marhuenda. En la logia Amor de Elda
aparecen Eloy Catalán Cantó y el presidente local de AR en esta
localidad en 1932 y miembro de su Consejo Provincial, Francisco Maestre Payá. Hemos podido identificar entre los miembros
de la masonería alicantina a 24 militantes de Acción Republicana
entre 1930 y 1934.
la masonería valenciana ante la segunda república. la
consecución de un ideal
Con la llegada de la República, muchos masones valencianos
alcanzaron cargos de gran relevancia, siendo los más relevantes
los ministerios de Juli Just, Juan Botella Asensi y Carlos Esplá. En
el caso de Ricardo Samper, que llegó a la presidencia del Consejo
de Ministros entre abril y octubre de 1934, aunque solicitó su
iniciación en Federación Valentina en 1925, no hay constancia de
que ésta se hiciese efectiva.
Fueron designados gobernadores civiles durante la Segunda República los masones Francesc Puig Espert, Vicent Marco
Miranda, Pedro Vargas Guerendiain, Mariano Campos Torregrosa, Alejandro Pérez Moya, José Alonso Mallol (Director General
de Seguridad en 1936), Miguel de Benavides Shelly, Ángel Vera
Coronel, José Pérez Molina o ya durante la guerra, Antonio de
Gracia Pons, Manuel Molina Conejero y Miguel Villalta Gisbert.
En 1931 fueron alcaldes republicanos: Lorenzo Carbonell
de Alicante, sustituido por otro antiguo masón en octubre de
1934, el radical Alfonso Martín de Santaolalla Esquerdo; Emérito Maestre de Elda, Pascual Román Antón de Elche, Manuel
99
Usó Jarque de Vila-real, quien hasta 1928 había sido el Venerable Maestro de la logia Sol Naciente n.º 8, Rafael Arnau Catalá
de Burriana, miembro hasta 1930 del Triángulo La Montaña n.º
1 de Nules, o José Cano Coloma, alcalde de Valencia en 1936,
antiguo miembro de la logia Les Germaníes n.º 6. Franklin Albricias y José Pérez Molina fueron presidentes de la Diputación
Provincial de Alicante, mientras que Juan Calot Sanz lo fue de la
de Valencia.
Mayor relevancia tiene el hecho de que 25 de los diputados
valencianos en las Cortes de la República eran o habían sido masones, fundamentalmente los elegidos en las Constituyentes de
1931 en las que Alicante contó con 10 diputados masones en la
Coalición Republicana: los radical-socialistas Antonio Pérez Torreblanca, Julio M.ª López Orozco, Jerónimo Gomáriz Latorre,
Juan Botella Asensi, los socialistas Romualdo Rodríguez de Vera
y Rodolfo Llopis Ferrándiz, ambos miembros de logias madrileñas, los radicales Miguel de Cámara Cendoya, miembro de la
logia La Unión n.º 9 de Madrid, César Puig Martínez, Venerable Maestro del triángulo Resurrección n.º ? y César Oarrichena
Genaro, y como republicano independiente Carlos Esplá Rizo,
aunque poco después se integró en Acción Republicana, de un
total de 11 elegidos.
Por las dos circunscripciones de Valencia, capital y provincia,
con 20 diputados, fueron un total de siete los diputados masones en 1931, todos ellos en la coalición republicana: los radicalsocialistas Fernando Valera Aparicio, Pedro Vargas Guerendiain y
José Cano Coloma, los miembros del PURA blasquista, Juli Just
Jimeno, Juan Calot Sanz y Vicent Marco Miranda, así como José
Manteca Roger, que militaba en el Partido Republicano Liberal
Demócrata, además de Azaña y Melquíades Álvarez, a quienes no
incluimos en este grupo por tratarse de figuras políticas que de
modo circunstancial se presentaron por Valencia, y también por
otras circunscripciones, para asegurarse el escaño o hacer que aumentasen los votos a sus candidaturas, lo mismo que sucedió con
Lerroux en 1933. En el caso de Sigfrido Blasco-Ibáñez Blasco,
el dirigente del PURA, parece ser que su iniciación en la maso100
nería se produjo años después en el exilio. Por Castellón fueron
3 los masones o antiguos masones diputados, de un total de 6
elegidos: por el Partido Republicano de Castellón, de tendencia
radical, Fernando Gasset Lacasaña, quien había abandonado la
masonería muchos años antes, en 1892, y Álvaro Pascual-Leone
Forner, del PURA y radical, miembro de la logia valenciana Blasco Ibáñez. El tercer diputado, militante de Acción Republicana,
fue el eminente geólogo José Royo Gómez, miembro de la logia
madrileña Mare Nostrum n.º 11.
En las elecciones de 1933, con el triunfo de radicales y
CEDA, bajó mucho la proporción, puesto que por Alicante fueron cinco los masones que ocuparon escaño: Oarrichena, de la
Cámara, Llopis y Rodríguez de Vera –reelegidos–, sumándose a
la lista Ruiz Pérez-Águila. Por Valencia solo fueron dos los diputados masones en esta legislatura, ambos reelegidos: Marco
Miranda y Just, mientras que por Castellón lo sería únicamente
Pascual-Leone.
En las elecciones de 1936 volvió a aumentar la presencia de
masones en las circunscripciones valencianas, puesto que por Alicante obtuvieron escaño cuatro: Llopis, Esplá y Gomáriz, siendo
elegido por primera vez el socialista Villalta Gisbert; por Valencia
obtuvieron representación Marco Miranda, Just y Vargas, y fue
elegido por primera vez el socialista Manuel Molina Conejero,
iniciado el año anterior en la logia Federación Valentina n.º 2,
mientras que por Castellón fueron elegidos los masones Francisco
Casas Sala y también Francisco Gómez-Hidalgo y Álvarez ambos
en representación de Izquierda Republicana. Todos los masones
diputados en 1936 por las circunscripciones valencianas, figuraron en las candidaturas del Frente Popular, puesto que a partir de
finales de 1934 se había producido una casi total ruptura con el
radicalismo por parte de la masonería, pues se consideró que no
podían pertenecer a la Orden miembros de partidos que habían
realizado una política abiertamente antimasónica o se habían
aliado con los enemigos de la masonería, como lo era la CEDA,
lo que se tradujo incluso en expedientes de irradiación o expulsión de algunos radicales o blasquistas del seno de las logias.98
Sin embargo, la asunción del poder político por parte de mu101
chos de los masones durante la República, ocasionó a la masonería muchos problemas, como ha señalado Luis P. Martín, puesto
que la propia vida masónica estaba alterada en su propia esencia,
y también por las luchas partidistas entre sus miembros, que se
plasmaron en el Congreso, con cada vez mayores enfrentamientos entre radicales, por un lado, y radical-socialistas y socialistas,
por otro, que fundamentalmente se pudo observar en los debates
sobre la Ley de Congregaciones Religiosas y que, además, en muchos casos, al alcanzar el poder político, fueron abandonando la
vida activa en sus logias para marchar a Madrid, o incluso para
dejar de ser masones en activo, ya que su actuación era ahora más
efectiva en el campo de la política que en el de la masonería.99
En el caso de Alicante podemos observar que, en 1931, algunos
de estos dirigentes republicanos masones abandonan la vida activa masónica, como fue el caso de Alfredo Botella Ruso, Agustín
Millet, Marcial Samper, o los hermanos Álvaro y Fermín Botella
Pérez, al tiempo que, entre los valencianos, vemos cómo algunos
de los más destacados y activos masones de la década de 1920,
como Vicent Marco Miranda o Fernando Valera, ralentizan mucho su actividad masónica durante la Segunda República, fundamentalmente por sus nuevas responsabilidades políticas, aunque
ninguno de los dos abandonará la Orden.
la presencia de los masones valencianos en izquierda republicana
El PRRS tuvo una agitada vida que marcará el devenir de la
política española, ya que sufrió diversas escisiones, como la protagonizada por Juan Botella Asensi y Eduardo Ortega y Gasset en
junio de 1932, que dio origen a Izquierda Radical Socialista, o la
mucho más grave, ocurrida en septiembre de 1933, que produjo la
ruptura del partido entre los partidarios de Gordón Ordás y los de
Marcelino Domingo, quien creará el Partido Republicano Radical
Socialista Independiente (PRRSI).100 Ésta fue la opción que siguieron la mayor parte de los radical-socialistas valencianos y alicantinos que continuaban como miembros activos de la masonería.
102
El PRRSI se unirá en abril de 1934 a Manuel Azaña y su Acción Republicana y a otros pequeños partidos, como el ORGA,
de Casares Quiroga, para dar lugar a la que será la principal opción del republicanismo de izquierdas hasta el final de la Guerra
Civil, Izquierda Republicana (IR). El otro gran referente del republicanismo de izquierda será la Unión Republicana Nacional
(URN), dirigida por el Gran Maestre del GOE, Diego Martínez
Barrio, tras su ruptura con el radicalismo de Lerroux.101
La relación de la masonería con el nuevo partido es muy
estrecha, pues incluso su máximo dirigente, Manuel Azaña Díaz,
fue iniciado en la Orden el 2 de marzo de 1932, en la logia madrileña Matritense, cuyos miembros eran mayoritariamente lerrouxistas, adoptando el nombre simbólico de Plutarco, aunque
no volvió a pisar el taller tras esa ceremonia. También Santiago
Casares Quiroga fue masón, adoptando el nombre simbólico de
Saint Just, miembro activo de la logia Suevia n.º 4 de La Coruña,
lo mismo que José Giral Pereira, iniciado en 1926 en la logia
Dantón de Madrid.102
Los masones valencianos mayoritariamente militarán en IR
y URN, partidos que confluirán en 1936 en el Frente Popular.
Los masones de Elche, en su mayoría (un total de 16), se decantarán por URN, con López Orozco a su cabeza, quien en 1935
será vocal suplente del Comité Ejecutivo Nacional del partido.
Otros destacados masones alicantinos formarán parte de URN,
como Emilio Costa, Carmelo Alberola, Pascual Rosser y Jerónimo Gomáriz, quien será Secretario Provincial de esta formación
en 1936.
En Valencia, Fernando Valera, Álvaro Pascual-Leone, Arturo Indarte, José Martínez Aguilar o Rafael Arizo se integrarán en
URN, siendo los dos primeros miembros de su Comité Ejecutivo
Nacional y elegidos diputados por el Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 por Cáceres y Almería, respectivamente.
Pero fue Izquierda Republicana la que, entre 1934 y 1939,
se constituyó como la principal opción política de los masones
valencianos y alicantinos. Aunque nuestras investigaciones sobre
los masones de Valencia todavía no están tan avanzadas como en
103
el caso de Alicante, hemos podido encontrar hasta la actualidad
22 casos en los que existe también una militancia en ese partido.
Entre ellos podemos destacar a los diputados del Frente Popular
Juli Just Gimeno (ministro de Obras Públicas en el gabinete de
Largo Caballero) y Pedro Vargas Guerendiain (presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales en agosto de 1936), ambos
de Federación Valentina n.º 2, lo mismo que Abelardo Sanchís
Pla, concejal en 1936, Luis Safón Calvé, Ernesto Zurriaga Esteve, el escultor Alfredo Torán Olmos, Lisardo Arlandís Corral o
Renan Azzati Cutanda; en Patria Nueva n.º 4 podemos destacar
a Mariano Campos Torregrosa, Francesc Puig Espert, gobernador civil de Burgos en 1936, Cayetano Rius Arnal, Antonio Sánchez García, concejal en 1936 y miembro del Comité Provincial
del partido; también era militante del partido el médico Víctor
Calatayud Benavent, miembro de Blasco Ibáñez n.º 11, y anteriormente de Les Germanies n.º 6. Procedente del PRRS, había
sido candidato por este partido en las Legislativas de 1931, por la
provincia de Valencia, aunque no resultó elegido.
Un caso especial fue el del hijo mayor de Vicente Blasco
Ibáñez, Mario Blasco-Ibáñez Blasco, afiliado en 1931 a la logia
Patria Nueva n.º 4, procedente de la disuelta Tyris n.º 41, quien
fue nombrado Presidente de Honor de Izquierda Republicana de
Valencia en el momento de su constitución, en 1934, y asistió en
la tribuna principal al gran mitin celebrado por Manuel Azaña en
Mestalla el 26 de mayo de 1935.
En 1937 fueron miembros de las logias accidentales de Valencia los diputados de Izquierda Republicana por Cádiz, Manuel
Muñoz Martínez, y por la circunscripción de Madrid, Leandro
Pérez-Urría Pérez.
El 22 de julio de 1934, Izquierda Republicana de Alicante
celebró su asamblea de constitución y procedió a la elección de su
Consejo Provincial, en el que aparecen masones o antiguos masones, como su presidente, José Alonso Mallol, iniciado en 1916
en Constante Alona, el vicepresidente, José López Pérez, el vicesecretario, Manuel Pomares Monleón, el tesorero, Marcial Samper,
el contador, Casimiro Arqués Payá, o vocales como Ángel Vera
Coronel o Franklin Albricias.103
104
En la Asamblea Provincial del partido celebrada el 24 de
mayo, fue elegido presidente José Estruch Ripoll, y secretario Alfredo Javaloy Sebastiá, miembro de la logia Amor n.º 9 de Elda.
También eran masones el vicesecretario, Casimiro Arqués y el
contador, José López Pérez.104
Ya en plena guerra, en la Asamblea Provincial de Izquierda
Republicana de Alicante celebrada el 7 de febrero de 1937, que
contó con la presencia de los ministros Juli Just y el alicantino
Carlos Esplá, asumió la presidencia Lorenzo Carbonell, el conocido alcalde de Alicante, miembro de Constante Alona desde
1905, apareciendo en la ejecutiva los masones Antonio Eulogio,
quien había sido miembro de Constante Alona n.º 12 y Alfredo
Javaloy, que ocupó el cargo de contador.105
Citaremos, entre los más destacados militantes del partido
en Alicante, a los masones o antiguos masones Álvaro Botella
Pérez, que asumirá la presidencia de la Gestora de la Diputación
Provincial en 1936, Fermín Botella, miembro de la misma gestora, el exmilitar Eliseo Chordá Carratalá, quien al estallar la guerra se reintegró en el Ejército Popular de la República, alcanzando
la graduación de coronel en 1937; Pascual Ors Pérez, Ángel Pascual Devesa, Antonio Pérez Torreblanca, nombrado consejero de
Estado en 1936, o Isidro Sánchez Martínez.
Los masones de Elda pasaron casi en bloque a militar también en Izquierda Republicana, teniendo contabilizados en este
partido al menos a 25 de ellos, encabezados por Ángel Vera Coronel, quien en 1936 sería nombrado gobernador civil de Zaragoza. Podemos destacar al presidente local del partido, José Verdú
Cuenca, quien fuera alcalde de la localidad entre mayo y agosto
de 1936, Vicente Gil Navarro, o los concejales Luis Nieto García
y Martín Llopis Taltavull.
Podemos valorar la importante vinculación de Izquierda Republicana con la masonería, si tenemos en cuenta que, hasta el
momento, hemos podido determinar la militancia en IR de más
de 80 masones alicantinos, y alrededor de 25 en las logias de
Valencia, en unas cifras aún provisionales, y que con seguridad
aumentarán a medida que avancemos en nuestra investigación.
105
Esto significaría que rebasaría el centenar de individuos con esta
doble militancia. Por ahora hemos podido determinar que entre
las logias valencianas y alicantinas durante los años 30 pasarían
unos 550 masones, de los que, como hemos visto, alrededor del
20% tenemos constancia de su pertenencia a IR.
Dando datos más concretos sobre la cifra de los masones valencianos en los años previos a la Guerra Civil, el número de
miembros activos y cotizantes de los talleres de la Gran Logia Regional del Levante pasó de 353, en enero de 1934, a 336 obreros,
distribuidos entre seis logias simbólicas y dos triángulos a fecha
30 de marzo de 1936. Estas cifras fueron siempre oscilando, pues,
por ejemplo, la logia alicantina Constante Alona n.º 1 alcanzó a
principios de 1931 los 93 miembros activos, buena muestra de la
fuerza del taller en los meses que antecedieron a la instauración
de la Segunda República. Pasada la euforia de los primeros meses
republicanos, el número de miembros del taller decreció, pues
eran 65 en agosto de 1935 y 60 en 1936. La logia Numancia
contaba con 69 miembros en 1931, y 60 en 1936, mientras que
en la provincia de Alicante el número total de los miembros de
Illice Constante n.º 7 de Elche a lo largo de su historia fue de 32,
hasta su desaparición en diciembre de 1934 y entre ellos, como
hemos visto, no hay militantes de IR; la logia Amor n.º 9 de Elda
contaba con 43 miembros en activo en agosto de 1935.
masones valencianos de IR víctimas de la guerra civil
La identificación entre República y masonería que los propios masones se encargaron de difundir, considerando a este régimen como «patrimonio de los masones», fue utilizada en su contra por las fuerzas conservadoras y la Iglesia ya desde los primeros
momentos de instauración del nuevo régimen, exacerbándose ya
en las elecciones de noviembre de 1933, cuando las acusaciones
contra la masonería por parte de la CEDA y el nacionalismo españolista fueron cada vez más virulentas. El odio a la masonería
que enlazaba con las cruzadas antimasónicas de la década de 1890
se enraizó en la derecha española, azuzada por la Iglesia católica, y
106
fue durante la República cuando, por su
doble faceta de republicanos y masones,
acabaron siendo acusados sin piedad de
ser la «anti-España»
La crisis que se estableció tras la
derrota de los revolucionarios en octubre de 1934 radicalizó cada vez más las
posturas, y el incipiente fascismo español hizo de la masonería el blanco de
sus más furibundos ataques. Muchos
masones fueron detenidos acusados de
estar complicados en el movimiento
Mariano Campos Torregrosa revolucionario, lo que fue cierto en algunos casos, como en Cataluña, aunque
El Mercantil Valenciano
las detenciones se extendieron por toda
España, como por ejemplo en Alicante, con Lorenzo Carbonell,
Manuel Pomares, Franklin Albricias, Julio Moreno Peláez, Jerónimo Gomáriz, José Estruch Ripoll, José Alonso Mallol, Fermín
Botella, Pascual Ors Pérez, Eliseo Chordá, Emilio Costa, Germinal Ros, Vicente Antón García, Casimiro Arques, Álvaro Botella
y Rafael Samper, junto a otros destacados republicanos. Hay que
añadir a esta lista al abogado Rafael Antón Carratalá, que no era
masón.106
Las actividades masónicas durante estos meses quedaron
prácticamente suspendidas, reanudándose solamente con la convocatoria de las elecciones que dieron la victoria al Frente Popular
en febrero de 1936, con el que la masonería se identificó plenamente.
A partir de este momento los acontecimientos se fueron acelerando hasta llegar al desastre, con la sublevación militar, que
desde sus primeros momentos se cobró un enorme tributo en
sangre en muchos masones, que se cuentan entre las primeras víctimas de la Guerra Civil, que se caracterizó por una encarnizada
represión antimasónica, tanto en las personas como en las ideas y
símbolos, que superó en crueldad a todas las que anteriormente
había sufrido esta institución en nuestro país.
107
Por ello, en la zona sublevada se produjo, dentro del ámbito
de una represión generalizada que afectó a los partidos políticos
republicanos y de izquierda y a las organizaciones obreras, una
espiral de violencia antimasónica que se tradujo en la detención
y asesinato de masones y en el allanamiento de las sedes de las logias, su asalto y saqueo, produciéndose al mismo tiempo la confiscación de la numerosa documentación que fueron encontrando, que sirvió para la detención de masones activos y también
las de quienes ya no lo eran, bien en calidad de durmientes o de
irradiados, puesto que para los represores franquistas un masón
nunca dejaba de ser masón, fuesen cuales fuesen sus circunstancias o el tiempo transcurrido desde su salida de la Orden.
Entre los masones valencianos que militaban en Izquierda
Republicana, durante el desarrollo del conflicto, hubo varios casos de víctimas mortales, debidos a diversas circunstancias, que
se extendieron durante la posguerra a causa de la represión franquista.
Uno de los casos en que estas circunstancias estuvieron envueltas en un halo de misterio se produjo con el asesinato de Mariano Campos Torregrosa el 6 de septiembre de 1936; se trataba
de un destacado masón, miembro de la logia valenciana Patria
Nueva n.º 4 en la que se inició en 1925, habiendo alcanzado el
grado 9º, con una intensísima actividad en la Orden, que le llevó
a ser Secretario de su taller en 1934, miembro del capítulo de Caballeros Rosacruces Paz y Justicia n.º 65 de Valencia desde 1928
y especialmente en la Gran Logia Regional del Levante, donde
ocupó los cargos de Gran Guarda Templo entre 1926 y 1933, y
de Gran Secretario desde 1935.107
Políticamente, Mariano Campos se inició en el blasquismo,
participando en las conspiraciones republicanas de la «Sanjuanada» de 1924 y en la de Sánchez Guerra de enero de 1929, por lo
que fue encarcelado. En 1931 se integró en el PRRS en Valencia,
y en 1934 pasó a Izquierda Republicana. Fue nombrado gobernador civil de Soria entre noviembre de 1932 y febrero de 1933,
pasando a continuación, hasta agosto de ese año al gobierno civil
de Jaén, y al de Álava hasta mediados de septiembre. En febre-
108
ro de 1936 fue nombrado gobernador civil de Valladolid, cargo
que ejerció hasta su dimisión a finales de junio, por los graves
incidentes que se produjeron en la capital vallisoletana, con numerosos atentados y agresiones entre falangistas y los partidos
del Frente Popular. Al producirse la sublevación militar, Mariano
Campos fue nombrado en agosto Delegado del Gobierno para
las provincias de Albacete, Murcia y Almería, y en el cometido
de esta misión, al regresar desde Murcia a Valencia el sábado 6 de
septiembre, fue asesinado en el tren, en los alrededores de Chinchilla, en un suceso envuelto en el misterio, en el que no se pudo
descubrir a los culpables, aunque según Arrarás,108 los ejecutores
fueron falangistas emboscados que durante las primeras semanas
de la guerra protagonizaron acciones de «paqueo» y atentados,
antes de organizarse efectivamente en la denominada quinta columna.
El suceso causó gran conmoción en Valencia, saliendo nada
más conocerse la noticia una comisión encabezada por el diputado de IR, Juan Peset Aleixandre, junto con varios miembros
de los Comités Provinciales de su partido y de URN, así como
su hermano de logia, Francesc Puig Espert, hacia Albacete, para
hacerse cargo de los restos mortales de Mariano Campos. Su entierro fue multitudinario, encabezando la presidencia del duelo
el gobernador civil, el coronel Arín, el alcalde de Valencia, Cano
Coloma, los generales Miaja, Gamir y Cavanna, los diputados de
IR, Peset, Marcos y San Andrés, y las Juntas Municipal y Provincial de IR, así como una amplia representación de la masonería
valenciana y de las milicias de los partidos del Frente Popular.109
El TERMC le incoó, en la posguerra, el sumario 30/1950 por
delito de masonería, que hubo de ser archivado.
El eldense Ángel Vera Coronel, que como hemos señalado,
fue uno de los principales dirigentes de IR en Elda, vocal del
Consejo Provincial de Alicante y con una dilatada carrera política
durante la República, había sido iniciado en la logia Numancia
de Alicante en abril de 1927, con el objetivo de fundar un nuevo taller en Elda, la logia Amor n.º 9, en la que ocupó el cargo
de secretario en el momento de su fundación. Dos años des-
109
Ficha masónica de Ángel Vera Coronel. CDMH, Leg. 109 B, exp. 15.
pués, al ser elevado al grado 4º, pasó a formar parte también del
Capítulo Lucentino n.º 1 de Alicante.110
Entre 1932 y 1933 había ocupado los gobiernos civiles de
Cáceres y Cádiz, y tras la victoria del Frente Popular fue nombrado gobernador civil de Zaragoza, siendo muy popular en esa
ciudad, aunque en el momento en que se produjo la sublevación militar encabezada por Cabanellas, Ángel Vera, engañado
por los sublevados, cumplió las directrices del ministerio de la
Gobernación y no distribuyó armas entre los sindicalistas y partidarios del Frente Popular, por lo que los sublevados no tuvieron
problemas en hacerse con el control de la ciudad y comenzaron a
perpetrar una terrible represión, con centenares de fusilamientos.
Ángel Vera fue detenido, pero sorprendentemente no fue asesinado de inmediato, permaneciendo durante un año encarcelado
por los franquistas, en el fuerte de San Cristóbal en Navarra y
en Zaragoza, donde se le obligó a trabajar en el acondicionamiento del aeródromo de Garrapinillos. Fue sometido a un trato
inhumano, hasta que el 23 de julio de 1937, en unión de otros
22 republicanos, fue trasladado a la localidad de Pedrola, donde
fueron ejecutados, aplicándoseles la Ley de Fugas con la excusa
de un supuesto intento de evasión. La prensa alicantina, al tener
noticia sobre su asesinato gracias a unos jóvenes aragoneses que
pudieron pasar a las filas republicanas poco después de producirse los hechos, especuló con una posible protección, por parte del
110
general Cabanellas durante las primeras semanas de la detención
del infortunado gobernador, por la fraternidad masónica que les
unía. Junto a él fue asesinado su sobrino y secretario particular,
José María.111
Una circunstancia diferente fue la acontecida con el médico
alicantino Andrés Pascual Devesa, militante de IR y miembro
de la logia Numancia n.º 3, fallecido en Alicante el 25 de mayo
de 1938, siendo una de las más de 300 víctimas del cruel bombardeo del Mercado Central de Alicante por parte de la aviación
italiana. En la postguerra le sería incoado el sumario 363/1942
del TERMC, acusado del delito de masonería, que fue sobreseído definitivamente por parte del Tribunal Especial, al tener
constancia fehaciente de su fallecimiento, tras serles remitido su
certificado de defunción, mediante auto fechado el 29 de mayo
de 1942.112
También tenemos constancia de la ejecución de algunos
masones de Izquierda Republicana tras la victoria franquista en
1939. Este será el caso del castellonense Eliseo Chordá Mulet,
simbólico Robespierre, comandante del ejército retirado en 1925
y que fue iniciado en 1928 en la logia Numancia n.º 3 de Alicante.113 Procedente del radicalismo, pasó por el PRRS y el PRRSI
antes de militar en IR en 1934. Como hemos señalado, fue detenido en octubre de 1934 y al año siguiente era Secretario de la
Junta Provincial de Alicante de la Liga Española de los Derechos
del Hombre.
Al iniciarse la sublevación volvió al servicio activo y fue
nombrado Delegado de Orden Público en Albacete, tras ser reconquistada la ciudad; comandó el Batallón de Voluntarios de
Albacete n.º 5, resultando herido en los combates de Guadarrama. Ascendido a coronel, durante la batalla del Jarama estuvo al
mando de una agrupación de tropas, la denominada Agrupación
de Morata, que comprendía las Brigadas Mixtas 18 y 24 y la XII
Brigada Internacional, volviendo a resultar herido de gravedad el
14 de febrero. En mayo de 1937 fue nombrado jefe de la Subinspección de Transportes del ejército republicano, donde permanecería hasta 1939. Fue detenido en el puerto de Alicante y juzgado
111
en Consejo de guerra sumarísimo de urgencia del Juzgado Militar n.º 1 de Alicante, que le condenó a muerte. Fue fusilado el 26
de agosto de 1939.
Posteriormente le fue incoado el sumario 316/1947 por el
Juzgado Especial n.º 2 del TERMC, que fue sobreseído definitivamente por el Tribunal mediante auto fechado el 14 de junio de
1948, al tenerse constancia fehaciente de su ejecución.114
Idéntica suerte corrió el escultor Alfredo Torán Olmos, nacido en Sueca en 1905, militante de Izquierda Republicana y
miembro activo de la logia valenciana Federación Valentina n.º
2, con el grado 3º. Durante la Guerra Civil combatió en varios
frentes y formó parte de la Junta de Incautación de Obras de
Arte, protegiendo el patrimonio artístico. Tras finalizar la guerra,
fue detenido, acusado de masón y juzgado por el Consejo de
guerra permanente n.º 4 de Valencia en la causa 2450 V, siendo condenado a muerte el 3 de enero de 1940. Permaneció casi
dos años encarcelado, dedicado en el taller de San Miguel de los
Reyes a realizar esculturas e imaginería religiosa, y cuando todo
hacía pensar que tal vez sería indultado, fue fusilado en Paterna el
23 de noviembre de 1941. Fue triplemente represaliado, ya que el
Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas le abrió el expediente 899/1943, sobreseído el 16 de septiembre de 1944.115 El
Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo
también le incoó el sumario 192/1945 por delito de masonería
el 27 de febrero de 1945, que fue sobreseído definitivamente, al
tenerse constancia legal de su ejecución mediante Auto del Tribunal Especial fechado el 11 de junio siguiente, archivándose las
actuaciones.116
la represión de la masonería en la postguerra
Tras la confusión de las primeras semanas, y una vez unificado el mando en la persona del general Franco, se sentaron las
bases para realizar una eficaz persecución de los masones, a través
de la recogida, clasificación y estudio de la documentación masónica. Comenzaba la fase organizada de la represión franquista
112
de la masonería, con una serie de decretos contra la Orden, y con
la creación, a partir de 1937, de una serie de organismos como
la Oficina de Investigación y Propaganda Anticomunista, y poco
después con la Delegación Nacional de Asuntos Especiales, que
se centró especialmente en la contrapropaganda masónica y en la
recuperación de todo lo relacionado con las sectas, para identificar y perseguir a sus miembros, y cuyo delegado fue Marcelino
de Ulibarri, quien pasó también a ser responsable del Servicio de
Recuperación de Documentos. En 1938 se procedió a la fusión
de estos organismos, estructurados en la Delegación del Estado
para la Recuperación de Documentos, adscrita al Ministerio del
Interior, siendo Ulibarri su delegado.
Con la victoria, en abril de 1939, a los equipos de Recuperación de Documentos se unió la creación de delegaciones territoriales de este servicio, que asumieron en su ámbito de actuación,
y siempre coordinadas con la oficina central, tanto las tareas de
incautación como las de información.
La política represiva antimasónica continuó durante los años
de la contienda y culminó con la promulgación de la Ley de 1 de
marzo de 1940 sobre Represión de la Masonería y del Comunismo, que otorgó el marco legal adecuado a la persecución y que
tuvo sus antecedentes en la Ley de Responsabilidades Políticas de
9 de febrero de 1939. Se creó la figura del delito de masonería y
todos los masones que no habían tomado el camino del exilio y
que se encontraban en el territorio nacional, fueron obligados a
formular ante el Gobierno una declaración retractación obligatoria, en la que, además de abjurar de su paso por la organización,
se veían obligados a delatar a sus compañeros de logia.
En caso de no presentarse la declaración-retractación, esta
circunstancia constituiría un agravante en las penas que dictaba
la ley. Los delitos de masonería y comunismo serían castigados
con la pena de reclusión menor (desde 12 años y 1 día), pero si
concurriera alguna de las circunstancias agravantes expresadas en
el artículo 6º de la ley, la pena sería entonces de reclusión mayor
(hasta 30 años), siendo las circunstancias agravantes:
113
[...] dentro de la calificación masónica, el haber obtenido alguno
de los grados 18 al 33, ambos inclusive, o el haber tomado parte
en las asambleas de la asociación masónica internacional y similares o en la asambleas nacionales del Gran Oriente español, de
la gran logia española o de cualquier organización masónica residente en España, o el haber desempeñado otro cargo o comisión
que acredite una especial confianza de la secta hacia la persona
que la recibió.
La condena siempre iba acompañada de una serie de accesorias, fundamentalmente de la separación e inhabilitación absoluta y perpetua, por las que los condenados quedaban separados
definitivamente de cualquier cargo del Estado, Corporaciones
públicas u oficiales, entidades subvencionadas y empresas concesionarias, gerencias y consejos de administración de empresas
privadas, así como cargos de confianza, mando o dirección en las
mismas, decretándose la inhabilitación perpetua para estos empleos y su confinamiento o expulsión.
Las declaraciones-retractaciones sirvieron también como
prueba de cargo contra los masones que fueron sumariados por el
Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo
(TERMC), creado a tal efecto por el artículo 12 de la Ley, y que
tuvo como primer presidente a Marcelino de Ulibarri, y a partir
de 1941, cuando comenzó a ser operativo el Tribunal, fue nombrado presidente el general Saliquet, siendo sustituido en 1945
por el general Cánovas Lacruz.117
Los primeros sumarios por el delito de masonería fueron dirigidos especialmente contra los masones que más alta representación política habían alcanzado, como medida ejemplarizante,
aunque la gran mayoría había partido al exilio.
Significativamente, la primera sesión del Tribunal Especial
condenó el 11 de septiembre de 1941, como autores de un delito
consumado de masonería con la concurrencia de todas las circunstancias agravantes, a la pena de 30 años de reclusión mayor
a Diego Martínez Barrio, Juan Negrín, Luis Jiménez de Asúa,
Álvarez del Vayo, Santiago Casares Quiroga, Victoria Kent, Augusto Barcia, Álvaro de Albornoz y Ángel Galarza.118
114
Lorenzo Carbonell Santacruz
José Estruch Ripoll
Entre los primeros sumarios del TERMC aparece el n.º
58/1941, un sumario colectivo que afectó a destacados masones alicantinos, que, como hemos visto, también habían sido
dirigentes de Izquierda Republicana, como Lorenzo Carbonell
Santacruz, alcalde republicano de Alicante (1931 a 1934 y en
1936) e Isidro Sánchez Martínez, grado 33 y Gran Maestre de
la GLSR del Levante entre 1933 y 1935, ambos miembros de la
logia Constante Alona.
El sumario también incluía a José Estruch Ripoll, quien,
como hemos adelantado, entre 1926 y 1933 fue el Gran Maestre de la GLSR del Levante y Consejero del Supremo Consejo
del Grado 33 para España y sus Dependencias. Como estos tres
personajes se hallaban en el exilio, el TERMC los procesó en rebeldía, siendo condenados Isidro Sánchez a 30 años de reclusión
mayor, y Lorenzo Carbonell a 20 años de reclusión mayor, el 3 de
diciembre de 1943, retrasándose la condena por la complejidad
del sumario. A José Estruch, el mismo Juzgado de Instrucción le
instruyó, mientras se sustanciaba el anterior, un nuevo sumario,
el 284/1941, por el que se le condenó el 23 de enero de 1942 a
la pena de 30 años de reclusión mayor, sobreseyéndose por este
hecho, a posteriori, las actuaciones que le afectaban en el sumario
58/1941.119 Entre estas primeras causas contra los masones más
destacados están las que afectaron a quienes fueron diputados
115
republicanos, entre los que vamos a señalar a los que militaron en
Izquierda Republicana y fueron diputados del Frente Popular o
lo fueron en las otras dos legislaturas republicanas y militaron a
partir de 1934 en este partido.
El primer sumario se incoó a quien paradójicamente fue
una de las primeras víctimas mortales de la represión franquista, Francisco Casas Sala, abogado natural de Manresa, que había sido iniciado en la logia Resurrección de Barcelona en 1925,
adoptando el nombre simbólico de Servet, y alcanzando el grado
3º. Entre 1930 y 1935 perteneció a la logia Manuel Ruiz Zorrilla
n.º 21 de Barcelona, de la que fue Venerable Maestro. Su carrera
política la inició en el Partido Radical, pasando a Acción Republicana Nacional. Muy vinculado a Castellón, fue candidato por
el Bloque de Izquierdas en las elecciones de noviembre de 1933,
y posteriormente Presidente del Comité Provincial de Izquierda
Republicana, partido por el cual fue elegido diputado en las listas
del Frente Popular por esta provincia.
Al iniciarse la sublevación, lideró una columna mixta de milicianos y guardias civiles, al mando del coronel Hilario Fernández Bujanda, que tenía la intención de reconquistar Teruel. A
su paso por La Puebla de Valverde los guardias se sublevaron,
sorprendiendo a los milicianos en una encerrona y ocasionándoles varias decenas de muertos, al tiempo que los dirigentes de
la columna fueron detenidos y llevados a Teruel, donde fueron
condenados inmediatamente a muerte en Consejo de guerra celebrado el 31 de julio, siendo ejecutados el 1 de agosto de 1936,
tal y como figura en el certificado de defunción que aparece en
el sumario que el TERMC instruyó el 3 de noviembre de 1941
contra Casas Sala, el 199/1941 del Juzgado n.º 1. El 23 de mayo,
de 1942 ante la evidencia de ese documento, se decretó mediante
un auto el sobreseimiento definitivo del sumario.120
El 22 de noviembre de 1941 el Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo se dirigió contra otros
diputados valencianos masones, todos ellos en el exilio (con la
excepción del diputado de Esquerra Valenciana, Vicent Marco
Miranda, que permanecía oculto en Valencia desde el 30 de mar116
zo de 1939),121 en una serie de sumarios de orden sucesivo, incoados
ese mismo día por el Juzgado n.º 2
y cuya fecha de procesamiento y de
terminación fue el 30 de diciembre
siguiente. El Tribunal continuaba
con su estrategia de condenar primero a los masones que habían tenido un elevado protagonismo en
la vida política de la República, así
como una importante trayectoria
dentro de la masonería.
El primero de los sumarios
Pedro Vargas Guerendiain
correspondió a Pedro Vargas Guerendiain, abogado, diputado por Valencia en la candidatura republicana en 1931 por el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS) y por el Frente Popular en
1936, ya en las filas de Izquierda Republicana. Fue gobernador
civil de Oviedo en 1931 y durante la Guerra Civil fue subsecretario de Comunicaciones y presidente del Tribunal de Garantías
Constitucionales. Tras la derrota, se exilió en Francia y México.
Iniciado en 1922 en la logia Federación Valentina de Valencia,
de la que fue Venerable Maestro en 1926, alcanzó el grado 24
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Le fue incoado el sumario
287/1941, siendo condenado en rebeldía a 30 años de reclusión
mayor el 26 de febrero de 1942.122
A continuación aparece el sumario 288/1941, contra Carlos Esplá Rizo, diputado por Alicante en 1931 por la Coalición
Republicana (AR), y en 1936 por la candidatura del Frente Popular (IR); gobernador civil de Alicante y Barcelona en 1931 y
subsecretario de Gobernación (1931-1933), tras la victoria del
Frente Popular, fue subsecretario de Presidencia y ministro de
Propaganda y Cultura en el segundo Gobierno de Largo Caballero (1937), y subsecretario de Estado con Negrín.
Había sido iniciado en la masonería en la logia Federación
Valentina n.º 2 de Valencia, en 1924, y en su exilio en Francia
117
durante la dictadura de Primo de
Rivera, y tras la derrota de 1939,
perteneció a las logias parisinas
Plus Ultra n.º 452 e Hispania. Fue
condenado en rebeldía el 4 de febrero de 1942 a la pena de 30 años
de reclusión mayor.123
El resto de los diputados masones de las circunscripciones valencianas fueron juzgados por el
TERMC posteriormente.
José Cano Coloma, simbólico Gayo, grado 1º, fue miembro
de la logia Germaníes n.º 6 de Valencia entre 1927 y 1928, aunque
José Cano Coloma
su actividad masónica no fue muy
destacada, y con la desaparición de
su taller, al parecer, ya no volvió a la vida masónica activa. En
cambio, su labor política fue muy intensa. Miembro del PURA,
en los años 20, pasó a las filas del Partido Republicano Radical Socialista y resultó elegido diputado en las Constituyentes
de 1931, por la circunscripción de la provincia de Valencia, en
la segunda vuelta, el 9 de octubre de 1931. En 1934 se sumó a
Izquierda Republicana y ocupó los cargos de Gobernador Civil
de Valencia, con carácter interino, en febrero y en julio de 1936
y el más destacado, el de alcalde de Valencia entre marzo de 1936
y febrero de 1937. En 1938, mientras residía en Barcelona, fue
expulsado de IR y detenido por el SIM por colaboración con el
Socorro Blanco.
Tras la guerra, fue condenado por Auxilio a la Rebelión en la
Causa 2153 V del Consejo de guerra permanente n.º 3 de Valencia, a 20 años y 1 día de reclusión mayor el 28 de septiembre de
1939. Cumplió parte de su condena en el Destacamento Penal
de Arrona (Guipúzcoa), del que se fugó en octubre de 1943, permaneciendo en la clandestinidad en Valencia.
El TERMC le incoó el sumario 485/1945 en rebeldía,124 de-
118
cretándose el archivo provisional de las actuaciones el 20 de diciembre de 1945. Tras su presentación a las autoridades franquistas, el sumario fue reabierto el 17 de mayo de 1950, resultando
condenado a 12 años y 1 día de reclusión menor y accesorias el 5
de mayo de 1951, decretándose la prisión atenuada en su domicilio de Valencia. La condena fue conmutada por el Consejo de
Ministros en octubre de 1951, por la sanción de inhabilitación
para cargos políticos y sindicales, puestos de mando y confianza,
pudiendo Cano a partir de ese momento, volver a ejercer su profesión de abogado.
José Royo Gómez. Nakens, gr. 3º, miembro de las logias Osiris n.º 10 y Mare Nostrum
n.º 11 de Madrid, de la
que fue Venerable Maestro en 1929/1930, y Gran
Tesorero de la GLSR del
Centro en 1931. Profesor
universitario y director del
Museo Nacional de Ciencias Naturales, fue uno de
los más destacados científicos y políticos castellonenses de la Segunda República. En la última etapa
Vicent Sos Bainat y José Royo Gómez
republicana fue nombrado
Director General de Minas
y Combustibles del Ministerio de Industria y Comercio (19361937). Íntimo amigo de Vicent Sos Baynat, otro destacado geólogo y paleontólogo castellonense y hermano de su misma logia,
así como también militante de IR, ambos estuvieron presentes
en el XVII Congreso Geológico Internacional celebrado en la
Unión Soviética en 1937.125
Royo fue miembro del Consejo Nacional Provisional de
Alianza Republicana en 1930. Diputado por Castellón en 1931,
y candidato por la Coalición de Izquierdas en 1933, presidió la
Asamblea Provincial de AR de Castellón en ese año. En 1934 fue
119
uno de los fundadores de Izquierda Republicana en Castellón, y
en 1939 tuvo que partir al exilio en Francia, y posteriormente en
Colombia y Venezuela, donde desarrolló una intensa labor universitaria. Falleció en Caracas en diciembre de 1961.
El Juzgado Especial n.º 3 del TERMC le incoó el sumario
472/1944, siendo condenado el 28 de abril de 1945 en rebeldía
a 20 años y 1 día de reclusión mayor y las accesorias correspondientes.126
Juli Just Gimeno, Rousseau, gr. 3º, natural de Alzira, fue iniciado en la logia Federación Valentina n.º 2 en junio de 1923,
de la que fue irradiado en marzo de 1930, llegando a ocupar la
Secretaría del taller en 1927, donde desempeñó una actividad
bastante intensa, aunque irregular, ya que en febrero de 1926
el Supremo Consejo del Grado 33 le levantó una suspensión en
sus derechos masónicos. Republicano de acción y redactor de El
Pueblo, estuvo implicado en la sanjuanada, siendo encarcelado
por ello en 1926. También en 1928 fue uno de los masones que
sufrieron prisión gubernativa.
Fue un destacado militante del PURA, partido por el que fue
elegido diputado en 1931 y en 1933 por la Alianza de las Izquierdas, en ambas legislaturas por la provincia de Valencia; en 1934
acompañó a Marco Miranda en su disidencia, siendo uno de los
firmantes del manifiesto fundacional de Esquerra Valenciana,
aunque poco después pasó a Izquierda Republicana, formación
por la que salió elegido de nuevo diputado en las listas del Frente
Popular, por la misma circunscripción.
Ingeniero de formación, fue director general de Obras Hidráulicas, y posteriormente ministro de Obras Públicas desde
septiembre de 1936 a mayo de 1937. Tuvo que exiliarse a Francia, donde fue internado posteriormente por los alemanes en un
campo de concentración, y tras la Guerra Mundial fue un destacado miembro del Gobierno republicano en el exilio, falleciendo
en París en 1976. En el exilio volvió a formar parte de las logias
de españoles exiliados en Francia, como la Iberia de París o la
Toulouse, regularizadas dentro del Gran Oriente de Francia.
El TERMC le incoó el sumario 493/1945 en rebeldía, que
fue archivado provisionalmente el 30 de noviembre de ese año.127
120
El médico Darío Marcos Cano, natural de Segorbe, fue
miembro de Federación Valentina al menos entre 1924 y 1925,
con el grado 3º, adoptando el nombre simbólico de Viriato.
Miembro del PURA, pasó en 1931 al PRRS, y en 1934 a Izquierda Republicana, partido por el que fue elegido diputado por
Valencia en la candidatura del Frente Popular en 1936. Con una
dilatada trayectoria política a sus espaldas, había ocupado altos
cargos durante la República, como la Dirección General de Minas en 1931, la Subsecretaría de Agricultura, e incluso en 1933
ocupó de forma interina el Ministerio de Agricultura, Industria
y Comercio. En 1936 fue nombrado subsecretario de Obras Públicas. Se exilió en Francia, falleciendo en Toulouse en enero de
1940.
El TERMC le abrió Diligencias Previas con el número
75/1948, y posteriormente le incoó el sumario 1033/1948, que
fue archivado provisionalmente el 13 de junio de 1949, aunque
la Comisaría General Político Social de la DGS había informado
en enero de 1949 al juez n.º 2 del TERMC que Marcos había
fallecido muchos años antes.128
Antonio Pérez Torreblanca, Diógenes, gr. 4º, fue miembro
de la logia Numancia n.º 3 entre 1922 y 1931, y del Capítulo
Lucentino desde 1926, en el mismo año en que fue nombrado
Gran Orador adjunto de la GLSR del Levante. Abogado de profesión, nacido en Villena, fue miembro del PRRS desde 1929,
siendo elegido concejal del ayuntamiento de Alicante en abril de
1931 y diputado por esta circunscripción en las Constituyentes
de ese año, al tiempo que fue nombrado Director General de
Agricultura. En 1936 era consejero de Estado y fue presidente del
Comité Provincial de Izquierda Republicana de Alicante en 1937
y 1938. Pérez Torreblanca tuvo un papel muy importante en la
evacuación de marzo de 1939, saliendo él mismo al exilio en el
buque Marítima, con algunos destacados políticos republicanos
también masones, como Lorenzo Carbonell. Permaneció encerrado en el campo de concentración de Argelès hasta que pudo
salir hacia el Norte de África, exiliándose en Argelia y Marruecos.
Murió en Rabat en 1955.
121
El Juzgado n.º 2 del TERMC le incoó el sumario 463/1944
en rebeldía, siendo condenado el 20 de febrero de 1945 a la pena
de 20 años y 1 día de reclusión mayor y las accesorias legales. El
mismo juzgado le abrió posteriormente diligencias previas con el
número 54/1950, que en mayo de 1951 fueron acumuladas a la
causa anterior al constatarse que ya había sido condenado.129
Un caso aparte lo tenemos en la incoación por parte del
TERMC de un sumario por delito de masonería en 1945, contra Eliseo Gómez Serrano, catedrático y director de la Escuela
Normal de Alicante, que fue elegido diputado por la circunscripción alicantina en las listas del Frente Popular en 1936, ya que
fue un destacado dirigente de Izquierda Republicana y miembro
del Comité Provincial del partido en ese mismo año. Nada más
finalizar la guerra fue detenido, procesado, condenado a muerte
y ejecutado en mayo de 1939, siendo la primera víctima mortal
de la represión franquista en Alicante, al menos de las que fueron
condenadas por la jurisdicción militar. A pesar de no haber sido
nunca masón, le fue imputado este delito y se le incoó el sumario 393/1945, que tuvo que ser sobreseído definitivamente tras
tenerse constancia de su ejecución seis años antes.130
A continuación realizaremos una breve descripción de las
condenas que por delito de masonería fueron impuestas a otros
destacados militantes de Izquierda Republicana, sin poder extendernos a la totalidad de los masones valencianos de los que tenemos constancia de su militancia en este partido. Muchos de ellos
pudieron partir al exilio, como fue el caso del grupo de dirigentes
republicanos que pudieron embarcar en el Maritime, el 28 de
marzo de 1939, rumbo a Marsella, en un número muy reducido,
no superior a las 50 personas, entre los que se encontraban Pérez
Torreblanca, Marcial Samper, Álvaro Botella o Lorenzo Carbonell. Como ya hemos visto en algún caso, el Tribunal Especial
de Represión de la Masonería y el Comunismo, los condenó en
rebeldía o procedió al archivo provisional de las actuaciones.
Marcial Samper Ferrándiz fue encausado en el sumario
401/1945, habiendo ya sido condenado por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Valencia en septiembre
122
de 1940 a la sanción económica
de 300.000 pesetas; exiliado en
Argelia, el TERMC archivó provisionalmente las actuaciones el
30 de noviembre de 1945, pero
al regresar del exilio, en 1955, el
sumario volvió a reabrirse, siendo condenado el 12 de marzo de
1956 a la pena de 12 años y 1 día
de reclusión menor y las accesorias correspondientes, cumpliendo
la pena en prisión atenuada en su
Marcial Samper Ferrándiz
domicilio de Alicante, con la consabida obligación de presentarse
cada diez días ante las autoridades.
La pena le fue conmutada por el Consejo de Ministros, quedando fijada en 6 años y 1 día de confinamiento en su lugar
de residencia y las accesorias, no dejando extinguida su condena
hasta marzo de 1962.131
También en el exilio, en este caso en México, se encontraba
Miguel de Benavides Shelly, Meng-Tien, grado 33, de la logia
Numancia de Alicante, que había sido gobernador civil de Guadalajara entre noviembre de 1932 y septiembre de 1933, y posteriormente entre febrero y diciembre de 1936, que fue condenado
en el sumario 309/1941 en rebeldía a 30 años de reclusión mayor
por delito de masonería. En julio de 1963, el Servicio de Ejecutorías del TERMC comunicaba a la DGS que la situación procesal
de Benavides no había variado.132
Ángel Pascual Devesa, Asclepíades, gr. 4º, miembro de Numancia n.º 3 entre 1924 y al menos 1932, presidente de la Junta
Municipal de Alicante de IR entre 1934 y 1938, había sido detenido al finalizar la guerra y condenado por el Consejo de guerra
sumarísimo de urgencia n.º 189 de Alicante el 22 de noviembre
de 1939, a la pena de 12 años y 1 día; sufrió prisión en el Reformatorio de Adultos de Alicante hasta 1942, cuando fue puesto el
libertad provisional, siendo desterrado a Valencia.
123
Le fue incoado el sumario
362/1942 por delito de masonería, siendo citado ante el Tribunal
Especial, aunque el proceso se fue
dilatando por enfermedad del acusado. Se retomaron las actuaciones
en noviembre de 1945, pero entonces Pascual Devesa se encontraba en
paradero desconocido, por lo que el
Tribunal tuvo que decretar el archivo
provisional de las actuaciones, aunque unos meses después el encartado
se presentó ante el Juzgado InstrucÁngel Pascual Devesa
tor,
presentando un certificado de
Retrato realizado durante
su encarcelamiento
profesión de fe y abjuración de errores ante el obispado de Madrid-Alcalá. Finalmente, el Tribunal Especial le condenó el 8 de febrero de
1947 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor, aunque
se decretó la prisión atenuada en su domicilio en Alicante.133 Ese
mismo año fue detenido de nuevo, acusado de intentar recomponer IR en Alicante, y sufrió condena en los penales de Ocaña
y Chinchilla.
Pascual Ors Pérez, Emerson, gr. 3º, miembro activo de Constante Alona n.º 1, fue un republicano alicantino con una larga
trayectoria, siendo nombrado concejal por Izquierda Republicana en 1936 en el ayuntamiento de Alicante; fue detenido al
terminar la guerra, y el TERMC le incoó el sumario 112/1943,
siendo encarcelado en el Reformatorio de Adultos de Alicante.
Trasladado a la Prisión Provincial de Madrid, el 27 de mayo de
1943 fue condenado por el Tribunal Especial a la pena de 12
años y 1 día de reclusión menor y accesorias, que siguió cumpliendo en la prisión de Porlier, y posteriormente en Carabanchel, hasta su fallecimiento, sin haber recobrado la libertad, el 23
de diciembre de 1944.134
Entre los masones valencianos afiliados a Izquierda Republicana, podemos destacar la condena por parte del TERMC de:
124
Francesc Puig Espert, Ulises, gr. 3º, miembro activo de las
logias Tyris y Patria Nueva de Valencia, de la que en 1932 era
Orador. Destacado intelectual valencianista, ejerció los cargos de
gobernador civil de Soria y Palencia entre 1932 y 1933, y de Burgos, desde febrero a junio de 1936, ya en las filas de IR.
Certificado de antecedentes masónicos de Puig Espert, emitido por la Sección Especial de Recuperación de Documentos. CDMH TERMC 26471.
Exiliado en Francia, el TERMC le incoó el sumario
124/1948, que fue archivado provisionalmente el 1 de diciembre
de aquel año. En diciembre de 1959 el Tribunal Especial tuvo conocimiento de la entrada de Puig Espert en el país, dirigiéndose a
Valencia, por lo que ordenó la reapertura de las actuaciones, pero
el encartado solo permaneció unos días en Valencia, regresando a
Francia, por lo que no pudo llegar a ser detenido.135
125
El médico Antonio Sánchez García, miembro de la logia Patria Nueva de Valencia, fue vocal del Comité Provincial de IR y
concejal del Ayuntamiento de Valencia tras la victoria del Frente
Popular. Durante la guerra dirigió el equipo quirúrgico de las
milicias valencianas en el frente de Teruel desde agosto de 1936,
alcanzando la graduación de comandante. Por todo ello fue condenado en la causa 9882 V del Consejo de guerra permanente
n.º 8 de Valencia, el 27 de marzo de 1940, a la pena de 6 años de
prisión menor.
El TERMC le incoó el sumario 402/1943 el 28 de abril de
ese año, aunque permaneció en libertad provisional hasta su condena el 26 de mayo de 1944 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor, que comenzó a cumplir en la Prisión Provincial de
Madrid, aunque el 28 de junio siguiente se le concedió la prisión
atenuada en su domicilio, debido a un proceso ulceroso. En junio
de 1946 el Consejo de Ministros le conmutó la pena impuesta
por la de 6 años y 1 día de confinamiento, pena que dejó extinguida en mayo de 1950.136
Una de las actuaciones más tardías del Tribunal Especial de
Represión de la Masonería y el comunismo fue contra el castellonense José Agut Hernández, que en 1932 había sido iniciado
en la logia Patria Nueva de Valencia, siendo también vocal de la
Junta Municipal de IR en 1934, y al que se le incoó el sumario
484/1945. Al no ser hallado tras la orden de busca y captura ordenada por el Juez de Instrucción n.º 2, el Tribunal decidió el archivo provisional de las actuaciones el 24 de noviembre de 1945.
En 1963, la Dirección General de Seguridad comunicaba que
el imputado residía en Carcaixent, por lo que se ordenó nuevamente la elevación del sumario al Juez Instructor y finalmente en
diciembre de ese año, se dictó un nuevo auto de terminación del
sumario, con la propuesta del sobreseimiento definitivo, dada la
avanzada edad de Agut en aquellos momentos, 78 años, la escasa
entidad de los hechos imputados y su falta de peligrosidad. Aunque entre la documentación del sumario no aparece la resolución
definitiva del Tribunal, entendemos que ésta fue acorde con lo
propuesto por el Juez Instructor. Poco tiempo después Agut pudo
126
por fin marchar a México, donde residía su familia desde el final
de la guerra.137
la persecución contra los masones de IR de elda
El caso de la represión de los masones de Elda lo vamos a
desarrollar más ampliamente, pues fue un ejemplo claro de la
inquina que el franquismo desarrolló contra los masones en general y los de esta localidad alicantina en particular, que además
permanecieron en Elda al final de la guerra mayoritariamente y
era un colectivo que, como hemos visto anteriormente, estaba
íntimamente ligado al partido Izquierda Republicana.
Se trata, en este caso, del segundo gran sumario contra los
masones alicantinos incoado en 1941, que afectó a 10 de los más
destacados miembros de la logia Amor n.º 9 de Elda: el sumario
145/1941, que fue desglosado en varias piezas separadas. El origen de este gran sumario está en la estrategia que siguieron los
masones eldenses para hacer frente a la represión.
Al finalizar la guerra, un grupo de 16 miembros de logia
Amor, casi todos ellos militantes también de IR, fueron encarcelados por su pertenencia a la Orden y juzgados por el Tribunal
Militar Permanente n.º 1 de Alicante, en Consejo de guerra, sumarísimo de urgencia n.º 508/1939, por auxilio a la rebelión,
celebrado el 29 de diciembre de 1939, siendo condenados la mayoría de ellos solamente a 6 meses y 1 día de Prisión Menor e incluso alguno fue absuelto, aunque Luis Nieto fue condenado a 12
años y 1 día de reclusión menor, y José Capilla Beltrán a 6 años
y 1 día de prisión mayor. El resto, como ya llevaban varios meses
encarcelados en Alicante como detenidos gubernativos, fueron
puestos en libertad en enero de 1940.
Tras la publicación de la Ley sobre Represión de la Masonería y el Comunismo, los masones eldenses presentaron la obligatoria declaración retractación en mayo de 1940, declarando
coordinadamente, que la logia Amor por no ser una logia regular
celebraba solamente reuniones «tenidas blancas» en la que se trataban temas de carácter cultural y se proyectaban actos benéficos
127
en favor de centros como el hospital o el manicomio o a favor de
personas necesitadas. Insistían en que el taller no tuvo carácter
de logia regular, sino que dependió de la logia de Alicante y que
cuando de les quiso constituir en Logia regular se fue aplazando
la exaltación hasta que fuese un hecho la total libertad de actuación de la masonería y a mediados de 1934 decidieron disolver el
grupo, al no darse las circunstancias por ellos exigidas.
Sin embargo, el Tribunal Especial recibió el 30 de julio de
1941 un oficio del Juzgado Militar de Villena-Elda-Petrel, con el
testimonio de la denuncia presentada por dos falangistas de Elda,
Teófilo Romero Romero y Enrique Seguí Fernández, por:
...las maquinaciones de los elementos masones de Elda que están
llevando a cabo en la actualidad, haciendo burla de la magnánima justicia del Caudillo, ya que habiendo comparecido ante un
Consejo de guerra fueron condenados a penas irrisorias, gozando de libertad y amplia facultad de movimientos para continuar
en sus trabajos tenebrosos de zapa contra el régimen salvador de
España.
Denunciaban que los masones de Elda continuaban reuniéndose tanto en Valencia, en casa de Tomás Guarinos Maestre,
como en Barcelona, pues al tratarse de industriales y gente acomodada, aprovechaban los viajes comerciales para ello. También
denunciaban que las autoridades locales de Elda les apoyaron tras
la detención de 25 personas, la mayoría antiguos masones, tras un
atentado contra los depósitos de CAMPSA de Alicante en 1940 e
incluso consiguieron la destitución del Delegado de Investigación
e Información en Elda, Marcelino Ortín y su sustitución por otro
más favorable a ellos, consiguiendo destruir buena parte de los
documentos y pruebas que el primero había conseguido reunir.
Con esta denuncia, el vocal ponente del TERMC, Marcelino de Ulibarri, emitió un informe el 29-09-1941 en que acusaba
de falta de sinceridad las retractaciones presentadas, formando un
grupo de características uniformes que recordaba el caso de los
masones de Huelva, aunque les resultó más cómodo y eficaz con
el fin de eludir las responsabilidades de la ley:
128
...desligar la logia de toda obediencia masónica, desvincularla de
la secta y dejarla reducida a una tertulia de amigos, coincidentes
todos en el mismo afán caritativo de aliviar las necesidades de sus
semejantes. Después de todo, tampoco es otra la finalidad de la
masonería, como organización benéfica que es, según todos ellos
lo tienen entendido, por lo que así confundidos los fines, no será
difícil que los encargados de juzgarles acepten la ocurrencia como
explicación satisfactoria, considerando a todos como no masones.
He ahí una nueva modalidad inventada para burlar la Ley que no
deja de ser ingeniosa y que tal vez hubiese alcanzado el resultado
apetecido por sus inventores, a no mediar la existencia en estos
archivos de documentos de dicha logia de Elda... Varios de los
pertenecientes a éste por ellos llamado grupo de Elda, acudieron
como delegados de la GLSR del Levante a la Gran Asamblea Nacional Simbólica extraordinaria celebrada en Barcelona los días
15 y ss. de marzo del 33, desempeñando cargos en la misma...
con lo que demostrado queda no solo la dependencia del grupo
de Elda del GCFS español sino también la sumisión conforme
de dicho grupo a aquel superior organismo masónico... Ante este
hecho huelga todo cotejo entre documentos y retractaciones para
comprobar que éstas son insinceras.
El sumario colectivo del TERMC contra los 10 primeros
masones de Elda, el 145/1941, fue incoado el 10 de octubre de
1941, dictándose el 4 de noviembre la sentencia contra los encartados, que en esos momentos ya se hallaban encarcelados en la
prisión habilitada de Conde de Peñalver en Madrid.138
José Verdú Cuenca, Pascal, gr. 4º, Presidente local de IR y
propietario de la Academia Verdú, fue condenado a 20 años y 1
día de reclusión mayor y las accesorias. El Consejo de Ministros,
en fecha 26 de julio de 1943, acordó desestimar el recurso interpuesto por Verdú y aprobar la propuesta del Tribunal, que estimaba improcedente la conmutación de la pena impuesta. Ingresó
el 21 de noviembre de 1941 en la Prisión Habilitada de Conde
Peñalver de Madrid, pasando posteriormente a cumplir su pena
en la Prisión Central de Burgos. Fue trasladado por enfermedad
el 14 de septiembre de 1945 al Hospital Penitenciario Eduardo
Aunós en Madrid, y hasta el 31 de octubre siguiente no le fue
129
concedida la prisión atenuada en su domicilio de Elda, tras haber
permanecido casi cuatro años encarcelado.
José Tomás Sánchez, Pestalozzi, gr. 9º, profesor de Segunda
Enseñanza y también afiliado a IR, fue condenado a 20 años y 1
día de reclusión mayor y las accesorias, siendo enviado a la Prisión Provincial de Madrid (Porlier) el 4 de noviembre de 1941, y
trasladado posteriormente a la Prisión Central de Burgos. Hasta
el 13 de febrero de 1946 no se decretó que pudiera seguir cumpliendo su condena en prisión atenuada en su domicilio.
El Tribunal Especial fue especialmente inmisericorde con
estos dos masones, a pesar de encontrarse enfermos y con una
situación familiar angustiosa, por tener hijos menores de edad,
que sufrieron la ausencia de su progenitor, dándose además la
circunstancia de que José Tomás era viudo, por lo que sus hijos
estuvieron desamparados durante mucho tiempo.
Fueron condenados a 12 años y 1 día de reclusión menor y
accesorias: Francisco Amat Busquier, Joaquín Costa, Vicente Gil
Navarro, Cafiero, Manuel González González, Rousseau, gr. 3º,
Tomás Guarinos Maestre, Martín Llopis Taltavull, Cervantes, gr.
3º, Jenaro Vera Coronel, Estrella, y José María Pérez-Gras Linares, Linares Rivas. El Tribunal Especial estimó, además, que no
se realizara ninguna sugerencia al Consejo de Ministros para que
se conmutase la sentencia de González, Llopis y Vera, lo mismo
que en los casos de Tomás y Verdú. Finalmente los condenados
a 12 años y 1 día obtuvieron la conmuta de su condena por el
Consejo de Ministros en noviembre de 1943, por la de 6 años y
1 día de confinamiento, que debía ser cumplido en la localidad
menorquina de Mahón, en la mayoría de los casos, en Toledo, en
el caso de Amat, y en Castellón de la Plana, en el de Pérez-Gras,
por lo que fueron liberados de la Prisión Central de Burgos y
permanecieron confinados hasta 1945 o 1946, cuando les fue
permitido acabar de cumplir la pena en Elda. Agustín Planelles
Artibucilla, en cambio, solo fue condenado a la pena de inhabilitación absoluta y perpetua, tras determinar el Tribunal que
apenas tuvo actividad masónica y aportó una serie de datos que
fueron estimados como muy interesantes. El resto de los masones
eldenses también fueron sumariados por el TERMC.
130
Eloy Catalán Cantó, Larra, gr. 3º, fue condenado en el sumario 922/1942 a 12 años y 1 día de reclusión menor y las accesorias legales el 2 de abril de 1943, permaneciendo en prisión
hasta su libertad provisional a finales de octubre de ese año, siendo confinado en Murcia.139
Alfredo Javaloy Sebastiá, Miguel Servet, grado 18, tuvo una
gran actividad política, siendo concejal del ayuntamiento de Alicante ya en 1909 y en 1922. Fue Secretario de la Comisión organizadora de Izquierda Republicana en Alicante y Secretario y
Contador de su Consejo Provincial en 1936 y 1937. Iniciado en
la logia Numancia en 1921, fue uno de los fundadores de la logia
Amor de Elda y Gran Tesorero de la Gran Logia Regional de Levante entre 1926 y 1932. Tras la guerra fue condenado en Consejo de guerra, en la causa 2488-A a la pena de 12 años y 1 día
de reclusión mayor, que cumplió en el Reformatorio de Adultos
de Alicante hasta que fue puesto en libertad en febrero de 1944,
trasladando su domicilio a Barcelona. Allí fue detenido de nuevo
a finales de ese año y puesto a disposición del Tribunal Especial
de Represión de la Masonería y el Comunismo, contando ya con
70 años de edad.
Fue trasladado a la Prisión Provincial de Madrid en febrero
de 1945, donde fue informado de la incoación del sumario del
TERMC 453/1944, fue condenado el 12 de mayo de 1945 a la
pena de 20 años y 1 día de reclusión mayor y las accesorias correspondientes por el delito de masonería, que pasó a cumplir en
la Prisión Provincial de Madrid, aunque por encontrarse enfermo
el Tribunal Especial decretó el 6 de noviembre de 1945 la prisión atenuada en su domicilio de Barcelona, con la obligación de
presentarse cada diez días en la Delegación de Seguridad. Cuando el Consejo de Ministros, con fecha 28 de marzo de 1949, le
conmutó la pena impuesta por la de 12 años y 1 día de reclusión
menor y las accesorias, Alfredo Javaloy ya no pudo beneficiarse
de esta gracia, pues había fallecido el 19 de diciembre de 1948.140
Antonio Juan Busquier, Víctor Hugo, gr. 3º, fundador en
Elda de la logia Amor y de Izquierda Republicana, en 1936 se
trasladó a Argel, comisionado para la venta del calzado de las
131
industrias de Elda, falleciendo en esa ciudad el 28 de agosto de
1939, a los 43 años, dejando viuda y dos hijos de corta edad. El
TERMC le incoó el sumario por delito de masonería 830/1945,
que fue sobreseído definitivamente mediante auto del Tribunal
de 6 de marzo de 1946, al obtenerse un certificado de defunción
del Consulado de España de Casablanca.141
Julio Lázaro Cuenca, Marconi, militante del PRRS y posteriormente de IR, había sido absuelto por el Consejo de guerra
de Alicante en la causa 508, anteriormente mencionada contra
los masones de Elda. El TERMC, considerando insincera la declaración retractación que presentó en mayo de 1940 le incoó el
sumario por delito de masonería 972/1942 con fecha 1 de julio
de 1942, siendo sentenciado por el Tribunal Especial el 14 de
mayo de 1943 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor y
accesorias, que pasó a cumplir en la Prisión Provincial de Madrid,
siendo trasladado posteriormente a la Prisión Central de Burgos.
Tras acordarse su libertad provisional el 21 de octubre siguiente,
fijó su residencia en Elda, en situación de prisión atenuada.142
Marcelo Lillo Catalán, Zorrilla, residente en Villena y afiliado a la logia Amor en 1930 fue uno de los que pudieron embarcar
en el Stanbrook y exiliarse en Orán, por lo que el sumario por
delito de masonería que se le incoó, el 754/1945, tuvo que ser
sobreseído provisionalmente el 23 de noviembre de 1945, «en
tanto el encartado se presente o sea habido». Todavía en 1961
el Servicio de Ejecutorías del TERMC informaba a la Dirección
General de Seguridad de que su situación no había variado.
Quien fuera primer alcalde republicano de Elda, Emérito
Maestre Maestre, Castelar, importante industrial de Elda, iniciado en noviembre de 1927 en la logia Amor y miembro activo del
taller hasta que solicitó su plancha de quite en mayo de 1932,
perteneció a IR desde 1934 hasta el final de la guerra, aunque
durante el conflicto protegió a derechistas y no desempeñó cargo
alguno. Por su pertenencia a la masonería, fue procesado por el
TERMC en el sumario 971/1942, aunque inmediatamente quedó en libertad provisional. Fue condenado por el TERMC el 21
de mayo de 1943 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor
132
y las accesorias correspondientes, aunque el Tribunal decretó su
prisión atenuada en su domicilio de Elda, hasta 1946, en que
tras la conmutación por el Consejo de Ministros, su condena
quedó reducida a la inhabilitación para ocupar cargos políticos
y sindicales.143
El médico Luis Nieto García, Hipócrates, fue director del
Manicomio Provincial, capitán médico durante la guerra, y director del hospital establecido en Elda, siendo concejal de esta
localidad por IR, en 1936; había sido condenado, como hemos
visto, a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor por auxilio
a la rebelión en la causa 508/1939, que le fue conmutada posteriormente por 6 años y 1 día. También fue depurado profesionalmente, siendo dado de baja del Colegio de Médicos de la provincia de Alicante en octubre de 1941. En 1943 ya se encontraba en
libertad, siendo detenido nuevamente e ingresado en la prisión
de Porlier de Madrid en marzo de 1943, tras habérsele incoado
el sumario 841/1942 del TERMC, por el que fue condenado el
5 de abril de 1943 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor y las accesorias correspondientes. Fue trasladado a la Prisión
Central de Burgos hasta que acordó su libertad provisional el 27
de octubre de ese mismo año, aunque el TERMC lo confinó en
Segovia, en donde permaneció tras conocer la conmutación de su
pena por la de 6 años y 1 día de confinamiento, que no dejaría
extinguida hasta abril de 1949.144
Joaquín Porta Rausá, Actividad, grado 9º, uno de los fundadores de la logia Amor, era en 1927 era presidente del Círculo Republicano de Elda, y posteriormente fue un destacado miembro
de Acción Republicana y de Izquierda Republicana. Se retiró de
la vida activa masónica en 1933, tras serle concedida la plancha
de quite y posteriormente fue moderando su ideología, llegando
a colaborar con la Derecha Regional en las elecciones de 1936, y
al parecer sufrió alguna persecución durante la guerra por parte
del Frente Popular. El TERMC le incoó el sumario 969/1942,
siendo juzgado el 17 de junio de 1943; en el transcurso de la
sesión, Porta presentó una retractación de errores realizada ante
el obispado de Orihuela, que le absolvió de la excomunión. Por
133
todo ello el Tribunal solo le condenó a la sanción de inhabilitación absoluta y perpetua. Sin embargo, unos meses después, al
obtenerse nuevos antecedentes masónicos de Porta, con su exaltación al grado 9º, se reabrió el sumario, siendo de nuevo juzgado
el 4 de febrero de 1944 y condenado entonces a la pena de 12
años y 1 día de reclusión menor y las accesorias correspondientes,
aunque se decretó que cumpliera la pena en prisión atenuada en
su domicilio, con obligación de presentase ante la Guardia Civil
cada diez días, que tuvo que estar realizando hasta que en marzo
de 1946 el Consejo de Ministros conmutó su pena por la de 6
meses y 1 día de prisión menor, por lo que quedó en libertad.145
Sebastián Rosas del Bosque, Elda, gr. 3º, había sido iniciado
en Tánger en 1920, afiliándose a la logia Amor de Elda en 1928.
Detenido al final de la guerra y juzgado en la causa n.º 508/1939,
fue absuelto y puesto en libertad en enero de 1940. El TERMC
le incoó el sumario 967/1942, condenándole el 12 de junio de
1943 a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor y accesorias, aunque se decretó la prisión atenuada en su domicilio de
Elda, sujeto a las preceptivas presentaciones ante la autoridad,
hasta que en virtud de la conmutación de la pena decretada por el
Consejo de Ministros en febrero de 1946, que quedó establecida
en 6 meses y 1 día de prisión menor, quedó en libertad.146
Emiliano Vera González, Sócrates, industrial iniciado en la
logia Amor en 1929 y concejal del ayuntamiento de Elda por
el PRRS en 1931, y ya por Izquierda Republicana en 1936, fue
detenido el 1 de mayo de 1939, acusado de masón, y puesto a
disposición del Juzgado Militar, siendo liberado al cabo de unos
pocos días. Fue nuevamente detenido e ingresado en la cárcel de
Monóvar a disposición del gobernador civil como detenido gubernativo, no alcanzando la libertad hasta el 30 de septiembre de
1940. El TERMC le procesó en el sumario 840/1942, ante el que
presentó una abjuración de sus errores y de la masonería, realizada ante el obispado de Orihuela en febrero de 1943 y, pese a ello,
fue condenado el 14 de mayo de 1943 a la pena de 12 años y 1
día de reclusión menor y las accesorias correspondientes, aunque
mediante providencia del Tribunal, pudo cumplir su condena en
prisión atenuada en su domicilio de Elda, hasta que el Consejo
134
de Ministros aprobó la conmutación de su pena por la de 3 años
y 1 día de reclusión menor, dejando extinguida la condena en
mayo de 1946.147
Francisco Verdú Cuenca, Bondad, hermano del también masón José Verdú, fue detenido al final de la guerra y procesado
en la causa 508/1939, siendo condenado a 6 meses y 1 día de
prisión menor por la autoridad militar, lo que, como en los casos
anteriores no le libró de ser procesado por el TERMC en el sumario 966/1942, que en principio acordó que quedara en libertad provisional. Abjuró de sus errores masónicos ante el obispado
de Orihuela, acto que tuvo que realizar anteriormente ante el
párroco de Elda, en febrero de 1940, para poder contraer matrimonio canónico. El 21 de mayo de 1943 fue condenado por el
TERMC a la pena de 12 años y 1 día de reclusión menor y las
accesorias correspondientes, ingresando en la Prisión Provincial
de Madrid y trasladado a la Prisión Central de Burgos, de la que,
como en los casos anteriores, fue liberado en octubre, pasando a
cumplir la pena en régimen de prisión atenuada en Elda, con la
obligación de presentarse ante las autoridades cada diez días. En
abril de 1947 el Consejo de Ministros le conmutó la pena por la
de 6 años y 1 día de confinamiento e inhabilitación para cargos
políticos y sindicales, que dejó extinguida en mayo de 1949.
Ninguno de los masones de Elda escapó al celo represor del
sistema franquista y seguramente muchos de los que no hemos
citado aquí, a la espera de ulteriores investigaciones también estarían vinculados políticamente a Izquierda Republicana, pero
no hay que olvidar que a pesar del celo demostrado por Recuperación de Documentos y los Juzgados de Instrucción del TERMC, la realidad es que la inmensa mayoría de la documentación
masónica de las décadas del 1920 y 1930, no solo de Elda, sino
del resto de la masonería valenciana, había sido destruida en los
meses finales de la guerra, con el fin de ocultar las pruebas que les
pudieran incriminar, sabedores de lo que les esperaba en caso de
la victoria franquista. Los masones de Elda intentaron una maniobra de distracción que solo sirvió para que la represión cayese
con más dureza sobre sus cabezas.
El caso de Elda nos permite, por último, exponer una serie
135
de conclusiones que son extrapolables a todo el conjunto de la
represión franquista de la masonería, cuya principal característica
fue la arbitrariedad absoluta del Tribunal Especial, incluso incumpliendo la propia Ley de 1 de marzo de 1940, pues en casos
similares la disparidad en la aplicación de los castigos fue muy
acusada.
Los primeros sumarios de 1941 fueron precisamente contra
los elementos más significados y de mayor actividad masónica,
que fueron también los que sufrieron una condena más dura, y
en el caso de no haber podido exiliarse, los que sufrieron un mayor tiempo de prisión efectiva, dándose además la circunstancia
en la mayoría de estos sumarios, de que el Tribunal no consideró
ninguna medida de clemencia o de conmutación de pena, que
fueron más habituales a partir de 1943.
Las condenas a partir de ese año fueron suavizándose, no
tanto en las penas impuestas, que seguían siendo las marcadas
en la Ley, sino en cuanto a la prisión efectiva, ya poco habitual,
puesto que lo generalmente se decretaba la libertad condicional
en el momento de instruirse el sumario y la prisión atenuada
en el propio domicilio o localidad de residencia del condenado,
una vez conocida la sentencia, a la espera de la sustanciación del
recurso ante el Consejo de Ministros, que en esos años y en los
posteriores solía aceptar la propuesta del propio Tribunal Especial
en el 5º considerando de la sentencia, o incluso era más benigno.
Se dio la paradoja de que masones condenados en 1941 y
1942 a la pena de 12 años y 1 día, se encontraban con que los
encartados en 1945 o 1946, y a los que se les condenó a la misma
pena, se hallaban en libertad, mientras ellos continuaban encarcelados o confinados. También hay, como hemos indicado, un
elemento fundamental en todas estas actuaciones judiciales tan
«sui géneris» del TERMC y es su arbitrariedad, que les impelía a
considerar la mayoría de retractaciones como «insinceras», y que
según la adscripción política del reo o su actuación durante la
guerra, dictaba las sentencias en uno u otro sentido. Pero, ¡qué se
podía esperar de un Tribunal en el que no existía ningún tipo de
garantías legales para los procesados ni el derecho a un abogado
defensor!
136
Los encartados que no habían presentado la declaración-retractación, confiados en que la documentación en que aparecían
referenciados había sido destruida en 1939, solían negar vehementemente su pertenencia a la masonería en las diferentes declaraciones que debían realizar a lo largo del sumario, y aunque
algunos persistieron en esta actitud hasta el final del proceso, la
mayoría, ante el peso de las pruebas presentadas en su contra, que
a veces se limitaba a una simple referencia, que era considerada
como prueba de cargo, acababan por reconocer su pertenencia
a la masonería. Todos ellos vieron cómo la maquinaria represiva
del franquismo contra la masonería difícilmente dejaba escapar
indemnes a sus víctimas.
Hay que tener en cuenta, además, que las cárceles franquistas
habían alcanzado tal grado de saturación, que el Régimen se vio
obligado a empezar a excarcelar masivamente a partir de 1942
a muchos de sus condenados, de lo que se beneficiaron los masones condenados a partir de ese año, aunque éstos, que por su
actividad política en muchos casos ya habían sido represaliados
por la justicia militar, no se libraron de verse depurados profesionalmente o de que se les aplicaran las sanciones económicas
emanadas de los expedientes de Responsabilidades Políticas, además de su condena por el TERMC, por lo que en realidad fueron
víctimas múltiples de la represión franquista, quedando marcados con el estigma de ser enemigos del nuevo régimen. Por ello,
su situación en la España de la década de 1940 siguió siendo muy
precaria, y en realidad, como les sucedió a tantos miles de españoles, todo el país se había convertido en una inmensa prisión.
notas
Una visión general sobre este aspecto la hemos desarrollado en:
Sampedro Ramo, V., «La masonería valenciana y su proyección en la sociedad: confrontación ideológica, redes de sociabilidad
e interrelación política (1870-1939)» en Cruz, J. I. (ed.), Masonería e Ilustración. Del siglo de las luces a la actualidad, Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2011, pp. 151-185.
88
Martín Martínez, L. P., Los arquitectos de la República. Los
87
137
masones y la política en España, 1900-1936, Madrid, Marcial Pons,
2007, pp. 31-32.
89
Sampedro Ramo, V., Los masones de Sant Vicent del Raspeig
en el contexto de la masonería alicantina de los siglos XIX y XX, Sant
Vicent del Raspeig, Cercle d’estudis Sequet Peró Sanet, 2008, pp.
49-57.
90
Marco Miranda, V., In illo tempore, Memorias, Valencia,
Consell Valencià de Cultura, 2005, pp. 444-445. Sobre la figura de
Marco Miranda en relación con la masonería vid., Sampedro
Ramo, V., «El Tribunal Especial de Repressió de la Maçoneria i
el Comunisme contra Vicent Marco Miranda: un exemple de la repressió antimaçónica al País Valenciá», en La repressió franquista al
País Valencià. Primera Trobada d’Investigadors de la Comissió de la
Veritat [Pagés i Blanch, Pelai (ed.)], València, Tres i Quatre,
2009, pp. 259-306.
91
Sampedro Ramo, V., La maçoneria valenciana i les lògies accidentals durant la Guerra Civil, València, Consell Valencià de Cultura, 1997 (2ª Ed. 2006), pp. 43-47.
92
Martín Martínez, L. P., Los arquitectos..., op. cit., pp. 186188.
93
Avilés Farré, J., La izquierda burguesa y la tragedia de la Segunda República, Madrid, Consejería de Educación de la Comunidad
de Madrid, 2006, pp. 50-56.
94
Muñoz Carbonero, uno de los más prestigiosos médicos de Valencia, Inspector Municipal de Salud. Gran amigo de Blasco Ibáñez ya
fue concejal por la Fusión Republicana en 1913 y destacado militante del PURA, siendo en febrero de 1930 Vocal de la Junta reorganizadora del partido, del que se dio de baja el 20 de marzo de 1931,
pasando a militar en las filas de los radical-socialistas hasta febrero
de 1934. Entre 1932 y 1939 fue Delegado-Presidente del Comité
Local de la Cruz Roja y miembro de su Comité Central, así como
también ostentó la presidencia de la Liga de los Derechos del Hombre en Valencia, entre enero de 1936 y enero de 1937. Miembro
de Federación Valentina, en 1923 ya era grado 4º, por lo que pasó
a formar parte del Capítulo de Caballeros Rosacruces Paz y Justicia
n.º 65 de Valencia, y ese mismo año fue nombrado Gran Tesorero
de la Gran Logia Simbólica del Levante, cuyo Gran Maestre era su
amigo y correligionario Vicent Marco Miranda. Tras la guerra, el
Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo le
encausó en el sumario 779/1944 por delito de masonería, que tuvo
que ser sobreseído definitivamente en noviembre de 1944, ya que el
doctor Muñoz Carbonero falleció el 20 de junio de ese mismo año.
138
95
96
97
98
99
102
100
101
105
106
103
104
CENTRO DOCUMENTAL DE LA MEMORIA HISTÓRICA,
(en adelante CDMH), Sección Especial. Legajo 354 B, expediente
12 y TERMC 10202.
De los 63 comensales reunidos en el Círculo Republicano de Elda,
en un acto de afirmación republicana celebrado el 28 de mayo de
1927 (El Luchador, Alicante, 01-06-1927, pp. 1-2), al menos 16
formaron parte unos meses después de la logia Amor, entre ellos
José Tomás Sánchez, Venerable Maestro de la logia; Cándido Amat
Casañez, Primer Vigilante; Joaquín Porta Rausá, Segundo Vigilante
y Presidente del Círculo Republicano; Ángel Vera Coronel, Secretario, o José Capilla Beltrán, Primer Experto. La documentación sobre
este taller la encontramos en el CDMH, Sección Especial, legajo
582 A, expediente 2 y legajo 776 A, expediente 2.
El Luchador (Alicante), 10-03-1930, p. 2 y 17-03-1930, p. 1. La
Junta Provincial tuvo entre sus miembros masones al presidente, Julio María López Orozco, vicepresidente, Lorenzo Carbonell, y como
vocales a Álvaro Botella, Antonio Pérez Torreblanca, Manuel Lucerga y Vicente Gil.
Diario de Alicante, 04-04-1930, p. 1: «Se constituye en Alicante
el núcleo de Acción Republicana». El documento de constitución
constaba de 41 firmantes, encabezados por Estruch y López Pérez.
Al menos 15 de los firmantes eran masones o antiguos masones.
Hemos tratado ampliamente el tema de los diputados masones valencianos y su posterior represión en: Sampedro Ramo, V.,
«La represión franquista de la masonería en el País Valenciano: los
sumarios de los diputados masones en las legislaturas de la Segunda
República», en FERRER BENIMELI, J. A. (coord.), La masonería
española, represión y exilios, Zaragoza, Gobierno de Aragón, Departamento de Educación, Cultura y Deporte, 2010, vol. II, pp. 17131755.
Martín Martínez, L. P., Los arquitectos..., op. cit., pp. 139140 y 188-189.
Avilés Farré, J., op. cit., pp. 278-281.
Ibíd., pp. 320-333.
Ferrer Benimeli, J. A., Jefes de Gobierno masones. España
1868-1936. Madrid, La Esfera de los Libros, 2007, pp. 195-206 y
349-355.
El Luchador (Alicante), 22-07-1934, p. 1.
El Día, 25-05-1936, p. 1.
El Día (Alicante), 08-02-1937, p. 1.
El Día, 13-10-1934, p. 2. El diario derechista alicantino hacía constar que en la fecha de la publicación ya habían sido liberados los
139
107
108
109
110
111
112
115
113
114
116
117
detenidos. Rafael Antón fue posteriormente presidente de la Audiencia de Alicante y en 1936 sería vocal del Tribunal Popular que
condenó a José Antonio Primo de Rivera y que fue juzgado como
masón en la posguerra, aunque no se pudo demostrar su pertenencia
a la Orden. Tanto la sección de Servicios Especiales de la Delegación
del Estado de Recuperación de Documentos como la Delegación
Nacional de Servicios Documentales emitieron informes negativos
sobre los antecedentes masónicos del acusado. El sumario era colectivo, como veremos más adelante, pues incluía a los principales
masones de Alicante, José Estruch, Isidro Sánchez y Lorenzo Carbonell. Finalmente el Tribunal tuvo que sobreseer provisionalmente la
causa contra Antón en un auto fechado el 3 de diciembre de 1943.
CDMH, Sección Especial, TERMC 156. Sumario 58/1941.
CDMH, Sección Especial, Legajo 336 B, expediente 3. Expediente
masónico personal de Mariano Campos Torregrosa.
Arrarás, J., Historia de la Cruzada Española, Madrid, Ediciones Españolas, 1939. El hecho también ha sido tratado en Ortiz
Heras, M., Violencia, conflictividad y justicia en la provincia de
Albacete (1936-1950), Cuenca, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1995, p. 110.
Sobre el asesinato y entierro de Mariano Campos, vid., El Mercantil
Valenciano, 08-09-1936, p. 1. «Otro gran republicano que muere.
Mariano Campos Torregrosa».
CDMH. Sección Especial. Legajo 109 B, expediente 15.
El Luchador, 28-07-1937, p. 1; »Nuestro querido amigo y comprovinciano, Ángel Vera Coronel, gobernador civil de Zaragoza, ha sido
asesinado». La Libertad, Madrid, 01-08-1937, p. 2.
CDMH, Sección Especial. TERMC 1670. Andrés Pascual Devesa era hermano del también médico y dirigente republicano Ángel
Pascual Devesa. En el momento de su muerte tenía 44 años y dejó
viuda y tres hijas.
CDMH, Sección Especial. Legajo 210 B, expediente 31.
CDMH, Sección Especial. TERMC 21783.
Arxiu del Regne de València (A.R.V.) Responsabilidades Políticas,
Leg. 4115, exp. 9.
CDMH, Sección Especial. TERMC 12210.
Sobre la represión franquista de la masonería en general, y en el País
Valenciano en particular, se puede consultar, además de las obras
ya citadas anteriormente en las citas a pie de página: Sampedro
Ramo, V., «La represión franquista contra los masones: la Ley de
1 de Marzo de 1940 sobre Represión de la Masonería y el Comunismo» en DD.AA., Pensamientos jurídicos y palabras dedicados a
140
Rafael Ballarín Hernández, València, Universitat de València, 2009,
pp. 823-834; «Fuentes para el estudio de la represión franquista del
comunismo y la masoneria», en Rodríguez P., Torres Fabra, R. C., Sicluna, M I., Casado, J. (eds.), La represión
franquista en Levante. Fuentes para su estudio, Madrid, Eneida, 2010,
pp. 43-80; «En situació vigilada: la condemna de Vicent Sos Baynat
pel Tribunal de Repressió de la Maçoneria i el Comunisme», Millars,
Espai i Història, núm. XXXIV, any 2011, pp. 219-253.
118
Morales Ruiz, J. J., El discurso antimasónico en la Guerra Civil
española (1936-1939), Zaragoza, Departamento de Cultura y Turismo, Gobierno de Aragón, 2001. pág. 260 y 363-364. En el caso de
Negrín, las acusaciones fueron del orden de tener contactos personales con el Gran Maestre de la Masonería Inglesa y con influyentes
miembros de las de Francia y Bélgica, es decir, una condena sin fundamento, pues Negrín no era masón. Como la parte dispositiva de
las sentencias se publicaba en el BOE y en determinadas ocasiones,
en la prensa, el mismo día de estas sentencias, el 30 de septiembre de
1941, la Vicesecretaría de Educación Popular envió una nota a los
periódicos indicando que se podía agregar comentarios y artículos
señalando la influencia de la masonería en la formación del Frente
Popular y de la proclamación de la República, condenando el perjuicio infringido a España, pero como al día siguiente, cuando debían
publicarse las sentencias, era el aniversario de la proclamación de
Franco como caudillo, los censores franquistas remitieron nuevas
directrices a los periódicos, para que se abstuvieran de publicar en
tan «señalada fecha» las sentencias contra tan significados masones y
los comentarios, para que no se deslucieran los actos celebrados en
honor al Jefe del Estado.
119
CDMH, Sección Especial. TERMC 156. El sumario también comprendía al dirigente de CNT Ramón Llopis Bori, a Rafael Antón
Carratalá y a un tal Moreno (sin más datos de filiación), que finalmente resultó ser Julio Moreno Peláez, de quien no se consiguieron
antecedentes masónicos. Fue un sumario complejo, pues en principio José Estruch Ripoll era solo nombrado como Doctor Struch
(sic), por lo que fue confundido con otros masones de origen extranjero. Llopis Bori fue miembro de la logia Solidaridad de Barcelona y
de Antón Carratalá, finalmente no se pudo demostrar su condición
de masón, por lo que por Providencia del TERMC de 3 de diciembre de 1943 se dictó el sobreseimiento provisional de las actuaciones
contra él y contra Moreno Peláez.
120
CDMH. Sección Especial.TERMC 483. Legajo 733 B, expediente 7. Una excelente biografía del personaje puede consultarse en:
141
121
122
123
124
125
126
129
130
127
128
131
134
132
133
137
138
135
136
141
142
139
140
Marzal Rodríguez, P., El diputado Casas Sala: una aproximación biográfica, Centre d’Estudis del Maestrat, Benicarló, 2010.
Su sumario lo hemos desarrollado ampliamente en: Sampedro
Ramo, V., «El Tribunal Especial de Repressió de la Maçoneria i el
Comunisme contra Vicent Marco Miranda...», op. cit.
CDMH. Sección Especial. TERMC 446.
CDMH. Sección Especial. TERMC 447; Legajo 141 B, expediente
3.
CDMH. Sección Especial, TERMC 13206.
Sobre la amistad entre ambos personajes y su relación con la masonería, vid.: Sampedro Ramo, V., «En situación vigilada...» op.
cit.
CDMH. Sección Especial. TERMC 9746; legajo 593 B, expediente
9.
CDMH. Sección Especial.TERCM 13248.
CDMH. Sección Especial. TERMC 29763.
CDMH. Sección Especial. TERMC 9232 y 30915.
CDMH. Sección Especial. TERMC 12838. Agradecemos al profesor Marc Baldó, que en estas jornadas ha presentado un magnífico
y completo estudio sobre la figura de Eliseo Gómez Serrano, que
nos haya proporcionado el dato sobre la incoación de este sumario a
un personaje que jamás tuvo ninguna vinculación con la masonería
alicantina.
CDMH. Sección Especial. TERMC 12844. Legajo 18 B, expediente 23.
CDMH. Sección Especial. TERMC 470.
CDMH. Sección Especial. TERMC 1668.
Sobre este personaje ya analizamos su actuación política y masónica,
así como su condena en Sampedro Ramo, V., Los masones de
Sant Vicent del Raspeig..., op. cit., pp. 104-113.
CDMH. Sección Especial. TERMC 26471.
CDMH. Sección Especial. TERMC 6151.
CDMH. Sección Especial. TERMC 13245.
CDMH. Sección Especial. TERMC 411, 412, 413, 414, 415, 416,
417, 418, 419 y 420. Durante la instrucción del proceso, por su
complejidad, el juez del Juzgado Especial de Instrucción n.º 2 decidió que se desglosara la parte correspondiente a José Verdú Cuenca
y José María Pérez Gras en piezas separadas del sumario conjunto.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3087.
CDMH. Sección Especial. TERMC 9228.
CDMH. Sección Especial. TERMC 14507.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3462.
142
145
146
147
143
144
CDMH. Sección Especial. TERMC 3468.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3008.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3464.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3478.
CDMH. Sección Especial. TERMC 3048.
143
capítulo
4
la represión franquista contra
los científicos republicanos
Josep Lluis Barona
Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia
Universitat de València, CSIC
introducción
La historiografía ha considerado la Guerra Civil española
(1936-1939) como uno de los acontecimientos cruciales del siglo
XX, no sólo por el hecho de que se escenificaron los principales
agentes del conflicto social, político y económico que sacudió el
mundo entre las dos grandes guerras, sino también por el enfrentamiento entre opciones ideológicas irreconciliables y excluyentes. El republicanismo español era esencialmente antifascista, y
en buena medida anticlerical, auspició una estructura plural de
España y se fue decantando, debido a las circunstancias, hacia el
obrerismo revolucionario. Por el contrario, el nacionalismo español era tradicionalista y confesional, y se fue impregnando de un
totalitarismo de corte fascista.
Sin embargo, el desenlace de la Guerra Civil provocó en
nuestro país la instauración de una dictadura, el advenimiento de
una situación de autarquía y la represión y el exilio de los sectores
liberales, progresistas y democráticos vinculados al proyecto intelectual y político de la Segunda República en su pluralidad de
dimensiones. La Guerra Civil y el exilio constituyen el principal
acontecimiento histórico de la España contemporánea, en parte
debido a su relevancia demográfica –muertos, procesados, exilia-
145
dos y víctimas de la represión–, pero también debido a la dimensión de la catástrofe intelectual. Conviene recordar, sin embargo,
que el exilio de 1939 no fue un acontecimiento inédito en la
historia española, porque mucho antes moriscos, judíos, jesuitas,
afrancesados ​​y liberales, en varios momentos de la historia anterior, habían conocido el amargo sabor de la represión política y
religiosa y tuvieron que sufrir el exilio, hilo conductor de muchos
momentos de la historia hispana.
El descalabro intelectual y científico que históricamente ha
representado para España la fuga de cerebros –en un país donde
la actividad científica y la libertad de pensamiento han sufrido
dificultades ancestrales– llegó a su punto culminante con la represión franquista y el exilio masivo de científicos que comenzó
después del conflicto de finales de los años 30. Hay que incluir
en este grupo a médicos, arquitectos, naturalistas, físicos, químicos, ingenieros, farmacéuticos, antropólogos, matemáticos y
veterinarios, un conjunto amplio que no sólo incluía una élite de
profesores e investigadores perfectamente integrada en la comunidad científica internacional, sino que abarcaba, en un sentido
más amplio, un importante grupo de profesionales y de expertos
al servicio de la sociedad.
Hay que tener en cuenta que el período histórico que precedió a la Guerra Civil española estuvo marcado por una gran
renovación de los conceptos en muchas ramas de la ciencia y de la
tecnología, y también por un estilo de pensamiento caracterizado
por el fervor respecto de la ciencia y del progreso como vía de
modernización y de acción política para mejorar las condiciones
de vida de la población. Los principales factores que favorecieron el renacimiento de la actividad científica en la España de
finales del siglo XIX y principios del siglo XX fueron la creación
de un marco institucional de profesionalización y una política
de intercambio con centros de investigación extranjeros. Fue la
Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), fundada en 1907, la que desarrolló las principales
iniciativas, en dos sentidos: mediante la creación de modestos
institutos y laboratorios de investigación científica y mediante un
146
ambicioso programa de pensionados en el extranjero, todo ello
gracias a la dedicación incondicional de un grupo de personas
que compartían el ideal de modernización secular de la sociedad
española.
La JAE creó el Centro de Estudios Históricos y el Instituto
Nacional de Ciencias, donde se completaba la docencia y se llevaban a cabo trabajos de investigación en geología, botánica, zoología, paleontología y prehistoria, histología e histopatología del
sistema nervioso, física, química, matemáticas y fisiología general.
También alrededor de la Residencia de Estudiantes, en Madrid,
se configuró un núcleo de laboratorios de investigación de acuerdo con el proyecto de Alberto Jiménez Fraud. El primero fue
un pequeño laboratorio de anatomía microscópica dirigido por
Luis Calandre, destacado precursor de la cardiología. Después se
creó el laboratorio de química general –fundado por José Sureda
Blanes y Julio Blanco, y dirigido desde 1913 por José Ranedo–,
y finalmente se hizo un tercero de serología y bacteriología, cuyo
director era Paulino Suárez. En 1915, a los laboratorios de investigación ya mencionados se añadió el de Química Fisiológica,
bajo la dirección de Antonio Madinaveitia y José M. Sacristán,
que funcionó hasta 1921.
La investigación experimental, finalmente, había pasado a
formar parte de una estrategia modesta pero decidida de política
científica y empezó a desempeñar una importante función para
la administración del Estado español. Desde su fundación y hasta
la Guerra Civil, sucesivamente bajo la presidencia de Santiago
Ramón y Cajal e Ignacio Bolívar, la JAE desarrolló un ambicioso proyecto institucional. En 1916 se fundó en la Residencia
de Estudiantes el Laboratorio de Fisiología General, dirigido por
Juan Negrín. Ese mismo año se creó el Laboratorio de Fisiología
y Anatomía de los Centros Nerviosos, dirigido por Gonzalo Rodríguez Lafora, y en 1919 se instaló el Laboratorio de Histología
Normal y Patológica, dirigido por Pío del Río Hortega, también
conocido como Instituto Cajal. Todos ellos dieron un impulso
sin precedentes a la investigación científica en España, permitieron acercar nuestros científicos a los núcleos internacionales de
147
producción de conocimiento y favorecieron la formación de grupos de gran prestigio, como la llamada escuela de Cajal o escuela
neurohistològica española.
En 1910 se había fundado el Laboratorio de Investigaciones
Físicas –al frente del cual estuvo Blas Cabrera–, que dos décadas
más tarde se transformó en el Instituto Nacional de Física y Química, con el apoyo de la Rockefeller , formado por dos secciones:
la de química física dirigida por Enrique Moles, y la de química
orgánica que dirigía Antonio Madinaveitia. Julio Rey Pastor estuvo al frente del InstitutFoundationo de Matemáticas; Leonardo
Torres Quevedo estuvo al frente del Instituto de Automática, y el
mismo Ignacio Bolívar desarrolló su proyecto de un Museo Nacional de Ciencias Naturales. Cada uno de estos laboratorios e institutos gozaba de autonomía científica. A pesar de las indudables
carencias que se derivaban de la penuria económica de un Estado
en crisis y de la falta de profesionales cualificados para la investigación, la creación de los laboratorios de la JAE y de la Residencia materializó la institucionalización de una elite científica bien
formada e integrada en la comunidad científica internacional.
Tabla I. Científicos pensionados por la JAE
Fuente: Archivo de la JAE, Residencia de Estudiantes
Medicina
Matemáticas
Farmacia
Ingeniería
Física y Química Ciencias Naturales
No consta 230
13
7
36
72
78
10
totales 446
También dio frutos abundantes la labor de creación de
instituciones científicas que llevó a cabo la Mancomunidad de
Cataluña. El Institut d’Estudis Catalans, fundado en 1907, creó
una sección de ciencias «dedicada a la investigación de las ciencias matemáticas físico-químicas y biológicas», que incorporaba
148
también desde su fundación la filosofía, la economía y las otras
ciencias sociales. Inicialmente contó con Miquel A. Fargas, August Pi Sunyer, Ramón Turró, Esteve Terradas, Pere Corominas,
J. M. Bofill i Pichot y Eugeni d’Ors. Esta sección inició diversas
publicaciones periódicas como los Archivos del Instituto de Ciencias o las Memorias de la Sección de Ciencias, las Notas de Estudio
del Servicio Meteorológico de Cataluña, los Trabajos de la Estación
Aerológica de Barcelona y las del Servicio Técnico del Paludismo,
colecciones como la Biblioteca Filosófica y series de monografías.
La comunidad científica valenciana carecía, en líneas generales, de una identidad propia. Las instituciones decimonónicas,
como el Instituto Médico Valenciano o las academias científicas
y médicas respondían a una concepción más tradicional, arrastraban una situación crítica y su función social se veía desbordada
por la aparición de nuevas instituciones y laboratorios, en la mayoría de los casos vinculados a iniciativas estatales. La Facultad
de Ciencias amplió sus titulaciones, recibió impulso la sección
de químicas y el observatorio astronómico, así como el Museo
de Historia Natural. Se crearon las secciones valencianas de la
Sociedad Española de Historia Natural y de la Real Sociedad Española de Física y Química, además de iniciativas nuevas como
es ahora la Estación de Patología Vegetal de Burjassot, además
de proyectos de renovación en las facultades de ciencias y medicina, en el Hospital general, se fundaron también los Institutos
Municipal y Provincial de Higiene y tardíamente, ya durante la
guerra, el Institut d’Estudis Valencians (1937-1939) por inciativa
del médico Francesc Bosch Morata. La comunidad científica a
las instituciones valencianas se encontraba vinculada con las del
resto del Estado y de los programas de pensiones e intercambios
que antes hemos mencionado.
El grupo de científicos que en 1939 fue víctima de la represión franquista o se vio empujado al exilio constituía el núcleo
fundamental del proyecto de modernización científica llevado a
cabo a lo largo de las décadas anteriores. Salvo excepciones, la
ruptura histórica que representó la Guerra Civil desmontó los
grupos organizados de investigadores y decapitó la actividad
149
científica española, que pasó por una profunda crisis durante el
franquismo.
los científicos y la represión del régimen franquista
La historiografía reciente ha puesto de manifiesto la brutal
dimensión de la represión franquista. Durante los años de guerra se dictaron normas represivas bajo la jurisdicción militar. En
1936, la Junta de Defensa de Burgos dictó nuevas normas contra
la escuela republicana, exaltando el espíritu patriótico, en contra
de la coeducación y en defensa de la moral cristiana. Estas normas iban dirigidas a la depuración de maestros y a la censura de
películas y todo tipo de publicaciones. Además, en 1938 se dictó
una Ley de Prensa contra la Libertad de Expresión, que continuó
vigente hasta 1966, la cual imponía una censura previa y el control de los medios.
En 1939, la Ley de Responsabilidades Políticas, y un año
después la creación del Tribunal Especial de Represión de la Masonería y del Comunismo (1940) establecieron un marco normativo de represión que creaba un Estado de excepción regulado
por una jurisdicción militar. Nada más acabar la guerra, en 1941,
se reorganizaron los servicios de policía, dictándose una serie de
normas represivas como la Ley de Depuración de Funcionarios
Públicos, la Ley de Unidad Sindical, la Ley contra el Aborto y la
Anticoncepción, la Ley para la Seguridad del Estado y la Ley de
Represión del Bandidaje y el Terrorismo, que inició el llamado
trienio del terror contra la resistencia democrática y el maquis.
También se publicó en 1942 una Ley contra el Adulterio, que
claramente penalizaba a las mujeres.
Aunque en 1958 se creó una jurisdicción especial para los actos de terrorismo, y en 1959 se publicó la Ley de Orden Público.
Es importante destacar que hasta 1963 todas las leyes represivas
pertenecían a la jurisdicción militar. La muerte de Julián Grimau
y creciente la presión internacional hicieron que a partir de esa fecha la Ley del Tribunal de Orden Público pasara a jurisdicción civil con una vigencia hasta 1977. Aunque en septiembre de 1975
150
el Decreto Ley de Prevención contra el terrorismo fuera aplicado
a los juicios y ejecuciones de miembros de ETA.
La Ley de Responsabilidades Políticas de 9 de febrero de
1939 y la Ley sobre represión de la masonería y del comunismo
de 2 de marzo de 1940 iniciaron una brutal caza de brujas basada
en la delación, contra todos aquellos que no hubieran mostrado
fidelidad al «glorioso alzamiento nacional», contra quienes habían participado en proyectos republicanos, ostentado cargos o
militado en partidos políticos. Ante la amenaza represiva, una
parte importante de los médicos y científicos eligieron la opción
del exilio. Otros no pudieron abandonar el país o no quisieran
hacerlo y fueron víctimas de la represión: la cárcel, el destierro, la
inhabilitación o la muerte fueron su destino.
En el recurso de amparo interpuesto por Carmen Negrín a
finales de 2009 ante el Tribunal Constitucional se denunciaba la
continua impunidad en la ejecución de más de trescientos mil
españoles, la desaparición forzosa de otros ciento treinta mil, la
privación de libertad y la confiscación de bienes de más de tres
millones de españoles identificados, más de treinta mil niños robados a sus padres biológicos, cuyas identidades siguen aún hoy
alteradas; el desplazamiento forzoso de más de medio millón de
ciudadanos españoles que tuvieron que huir por preservar la vida.
Los datos que aporta Santos Juliá indican una cifra de
700.000 prisioneros en las cárceles franquistas al terminar la guerra, y los datos del Ministerio de Justicia indican que en 1941 había aún 280.000 republicanos en prisión por motivos políticos.
Los científicos, los médicos y otros colectivos profesionales sufrieron una doble depuración, la depuración administrativa que
afectaba a los funcionarios públicos, y también la que se llevó a
cabo en los propios colegios profesionales.
una generación de científicos entre el exilio y la
represión
La generación de científicos que fue víctima del exilio y la
represión franquista compartía un ideal de modernización para
151
el país y unos referentes biográficos comunes. Sus lugares de destino fueron principalmente Francia y México, pero también Venezuela, Estados Unidos, Argentina, Cuba y la Unión Soviética.
Sin embargo, el mayor número de científicos refugiados corresponde al de los que se instalaron en México. Se estima que el
drama del exilio afectó a cerca de medio millón de españoles de
todas las áreas geográficas y de todas las condiciones sociales. De
éstos, varias decenas de miles se instalaron en México, y su importancia no radica tanto en su dimensión como en su excelente
calificación intelectual. Más de trescientos eran catedráticos de
universidad, quinientos eran médicos y más de un centenar eran
científicos pertenecientes a otras áreas: químicos, farmacéuticos,
físicos, biólogos, antropólogos y matemáticos.
Nada más comenzar el exilio, en 1939, se fundó en París
la Unión de Profesores Universitarios Españoles en el Exilio
(UPUEE), bajo la presidencia inicial del higienista y parapsicólogo Gustavo Pittaluga, exiliado en Cuba después de haber desarrollado una labor destacable en la política sanitaria española,
en la docencia universitaria, en la investigación y la organización
institucional como director de la Escuela Nacional de Sanidad.
Pittaluga había representado a España en el Comité de Higiene
de la Sociedad de Naciones.
En 1943 se celebró en La Habana la primera conferencia de
la UPUEE, a partir de la cual se trasladó la sede a México, con
una Junta Directiva presidida por el naturalista Ignacio Bolívar,
antiguo director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y ya
venerable anciano. Formaban parte de la asociación 21 profesores universitarios de Ciencias Naturales, entre los que se encontraban Ignacio Bolívar, Blas Cabrera, Odón de Buen, Francisco
Giral o Enrique Moles. Había 43 profesores de Derecho y 44
profesores de Medicina. El repaso de los nombres proporciona
un testimonio indiscutible de la decapitación que sufrió la ciencia en España tras la Guerra Civil. Sólo en Medicina, los nombres
de J. M. Bellido, Joaquín d’Harcourt, J. García Valdecasas, F.
Grande Covián, Teófilo Hernando, Gonzalo Rodríguez Lafora,
Manuel Márquez, Rafael Méndez, Emilio Mira, Juan Negrín,
152
Severo Ochoa, August Pi i Sunyer, José Puche y Pío del Río Hortega, entre otros, expresan hasta qué punto el exilio dispersó las
cabezas visibles de la investigación científica española.
Un elemento integrador del exilio científico fue la publicación, desde 1940, de la revista Ciencia. Revista hispanoamericana
de ciencias pura y aplicadas, que se editó durante treinta y cinco
años (1940-1975), y que tiene un valor indiscutible para el análisis de una parte importante de la producción científica del exilio
científico español. Su objetivo era incorporar investigaciones de
científicos españoles de cualquier parte del mundo y convertirse
en el principal referente de la ciencia española en el exilio. Su
primer director fue Ignacio Bolívar, y poco antes de su muerte le
sustituyó Blas Cabrera, seguido de Cándido Bolívar y, finalmente, del fisiólogo y antiguo rector de la Universidad de Valencia,
José Puche.
El exilio científico tuvo peso demográfico especialmente en
el ámbito de la Medicina: alrededor de 500 médicos españoles se
establecieron en México entre 1939 y 1940, lo que significaba un
diez por ciento del total de médicos registrados en ese país. Aportaron su experiencia en la reforma de la enseñanza de la medicina, y participaron en la construcción de nuevos laboratorios de
histología y fisiología en la Facultad de Medicina, en la reforma
del Hospital General, en la creación del Laboratorio de Investigaciones Médicas y en el de Estudios Médicos y Biológicos, y
además se integraron en el Instituto de Enfermedades Tropicales, en el Instituto de Cardiología y en el Hospital Infantil. De
aquel ambicioso proyecto de modernización sanitaria y científica
trasplantado a la sociedad mexicana, fueron protagonistas José
Puche, Isaac Costero, Joaquín d’Harcourt, Blas Cabrera, Ignacio
Bolívar y su hijo Cándido, entre otros muchos exiliados científicos que se agruparon alrededor del Colegio de México y del
Ateneo Ramón y Cajal.
El grupo de químicos y farmacéuticos llegó, sólo en México,
casi al centenar. Un amplio sector de éstos, integrado también
por médicos, puso en marcha laboratorios farmacéuticos que tuvieron una continuidad y sirvieron para dar trabajo a decenas de
153
obreros y trabajadores manuales refugiados. Entre los físicos, es
bien conocida la labor que llevó a cabo Blas Cabrera, que enseñó
Física e Historia de la Física en la UNAM.
También se exiliaron Juan Oyarzábal y el astrónomo Pedro
Carrasco Garrorena, que se integraron en el mundo universitario
mexicano, tal como lo hizo el naturalista Faustino Miranda, que
fundó en México una escuela de reconocido prestigio internacional. También fue a parar a México Pere Bosch Gimpera, tras
un primer exilio en Inglaterra, y el catalán es hoy reconocido en
México como fundador de una de las escuelas de Antropología
más importantes del mundo.
la dimensión demográfica y profesional del exilio científico republicano
A la hora de plantearse la dimensión del exilio científico republicano hay que distinguir, al menos, tres niveles de análisis:
el demográfico, que se refiere a las personas y a sus destinos; el
profesional, más ligado a las áreas científicas, y el institucional,
que nos permite valorar su impacto sobre las instituciones y grupos de investigación. Los archivos españoles y extranjeros ofrecen
los siguientes datos sobre el exilio científico tras la Guerra Civil:
Tabla II. Censo de científicos españoles refugiados en México tras
la Guerra Civil
Fuente: SERE, CTARE (Comité Técnico de Ayuda a los Republicanos Españoles) y JARE (Junta de Ayuda a los Republicanos Españoles)
Médicos Ingenieros Farmacéuticos Arquitectos Químicos Ciencias Exactas Ciencias Naturales total
141
83
29
19
18
16
12
325
154
El papel de los médicos en la sociedad mexicana fue capital.
Los republicanos españoles pusieron en marcha nuevas instalaciones asistenciales y hospitales, de acuerdo con la experiencia y
los proyectos de la España republicana. La tradición de expertos
en salud pública que desde los años 1920 había impulsado en
España la Rockefeller Foundation aportó al exilio español una
enorme relevancia en países como Venezuela, donde Santiago
Ruesta ocupó cargos de gobierno y José María Bengoa inició políticas pioneras en la lucha contra el hambre en las zonas rurales,
sin dejar de lado el importante papel que en aquel país hicieron
las enfermeras visitadoras de salud pública, uno de los grandes
pilares de la asistencia domiciliaria y de la atención primaria que
había impulsado el Comité de Sanidad Internacional de la Fundación Rockefeller durante el período republicano.
Sin embargo, un grupo bastante numeroso de profesionales
no encontró su lugar en las instituciones académicas y asistenciales, y en los grupos de investigación incipientes. Esto tuvo como
consecuencia que médicos, químicos y farmacéuticos impulsaron
en América Latina empresas de laboratorios químicos y farmacéuticos, que tuvieron importancia durante las primeras décadas
del exilio, hasta el gran auge de las compañías multinacionales
centroeuropeas y norteamericanas, entre los cuadros profesionales de las cuales se integraron algunos de nuestros exiliados.
Por su parte, el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores
de España recoge las siguientes cifras de científicos, tecnólogos y
profesores que se embarcaron oficialmente con destino a México
hacia el fin de la guerra:
Tabla III. Censo de científicos, tecnólogos y profesores embarcados en expediciones oficiales en México
Fuente: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España
Profesores / Catedráticos Médicos Ingenieros / arquitectos Farmacéuticos Químicos 62
61
50
24
14
155
Veterinarios Físicos total
7
1
219
Otros datos procedentes del Archivo del Colegio de México
ratifican, a grandes rasgos, los datos anteriores. Por otro lado,
el libro de Francisco Giral sobre La ciencia española en el exilio
(1944), ofrece un inventario bastante exhaustivo de datos personales e institucionales sobre los exiliados científicos. A partir de
esa información se pueden hacer las siguientes estimaciones sobre
el exilio de 1939:
Tabla IV. Estimación del exilio científico de 1939 por áreas Fuente: Francisco Giral (1994)
áreas
número de exiliados
Antropología Matemáticas Física Química Biología / Historia natural
de la Medicina Histología y anatomía patológica
Fisiología y bioquímica Farmacología y terapéutica Bacteriología y Parasitología Medicina clínica Neuropsiquiatría Sanidad e Higiene Ginecología y Obstetricia Cirugía Oftalmología Dermatología Otorrinolaringología Pediatría Terapéutica física y oncología Odontología 156
9
17
10
23
29
5
14
5
11
17
13
5
3
7
4
3
2
10
3
2
Historia de la medicina 4
total medicina
Botánica Química Farmacia Veterinaria Ingeniería Agrícola Minas Industrial Eléctrica y electrónica Química Caminos Aeronáutica Arquitectura total
108
3
4
6
2
15
2
12
6
2
8
4
23
373
La distribución por países de destino resulta también muy
significativa de la dispersión y al mismo tiempo de la concentración en determinados países. No obstante, conviene introducir
una reflexión, más allá de las cifras, sobre la importancia de estos
científicos y profesionales.
En líneas generales, hubo lugares de destino provisional,
como es el caso de Gran Bretaña, donde una cantidad significativa de científicos españoles se instalaron durante los primeros
años del exilio, para pasar más tarde a países iberoamericanos,
especialmente México. Es el caso de Pío del Río Hortega, discípulo predilecto de Cajal, que después de permanecer durante un
cierto tiempo en Oxford, ser nombrado doctor honoris causa por
aquella prestigiosa universidad británica y ser dos veces candidato
al premio Nobel de Medicina, recaló en Argentina, donde murió
tempranamente en 1945. También fue el caso de Juan Negrín,
exiliado primero en Londres y después en París, hasta su muerte
en 1956. Otros se quedaron, como es el caso de Josep Trueta, que
alcanzó el máximo prestigio en el mundo académico y asistencial
británico, por ser el primer catedrático de ortopedia de la Universidad de Oxford.
157
Hubo un exilio médico y científico en Francia, particularmente del mundo científico catalán, que se concentró, en líneas
generales fundamentalmente en París y las ciudades más importantes del sur, especialmente Toulouse. Ese fue el lugar de destino
de un conjunto amplio de científicos catalanes, como Jesús M.
Bellido Golferichs, aunque otros como August Pi i Sunyer acabaron en Venezuela, como catedrático de Fisiología en Caracas,
donde fundó el primer y más importante instituto de investigación fisiológica de aquel país.
Como más adelante comentaremos, un grupo significativo
de médicos exiliados, especialistas en Salud Pública, pasó a ocupar puestos de responsabilidad en la Organización Mundial de la
Salud, en Ginebra, y también a la Oficina Panamericana de Salud (OPS). El caso más representativo es el de Marcelino Pascua,
director general de Salud Pública durante el bienio 1931-1933,
que alcanzó el puesto de director de Estadísticas Sanitarias de la
OMS.
Tabla V. Países de destino de los científicos exiliados
Fuente: Francisco Giral (1994)
México EE UU Venezuela Argentina Francia Colombia República Dominicana Cuba Gran Bretaña URSS Panamá Puerto Rico Uruguay Bolivia Guatemala 189
23
17
16
11
11
9
6
5
4
3
3
3
2
2
158
Canadá China Costa Rica Nicaragua Polonia Portugal Suiza 1
1
1
1
1
1
1
Un aspecto importante para sopesar la importancia histórica
del exilio es la situación en que quedaron las instituciones científicas españolas tras la guerra. A continuación se ofrece un sencillo
cuadro en el que se incluyen las personas que tuvieron protagonismo en la dirección científica de los laboratorios e instituciones
de investigación de la Junta para la Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas y de la Residencia de Estudiantes. Sin
duda, la tabla es representativa en cuanto a la situación en que
quedó la ciencia española por los años 1940:
Tabla VI. Destino del personal científico de los laboratorios de la
JAE y de la Residencia de Estudiantes después de la guerra
científico
Alberto Jiménez
Frau
institución científica
destino
JAE y Residencia de Estudiantes
Gran Bretaña
Luis Calandre
Lab. Anatomía Microscópica
Prisionero
Exilio interior
Paulino Suárez
Lab. Serología y Bacteriología
Cuba
Lab. Química Fisiológica
Inst. Nac.
Física y
Química
México
Antonio
Madinaveitia
José M. Sacristán
Ignacio Bolívar
Lab. Química Fisiológica y Lab.
Fisiología General
Museo Nacional de Ciencias
Naturales
México
Juan Negrín
Lab. Fisiología General
Francia
G.
Rodríguez
Lafora
Lab. Fisiología y Anatomía de los
Centros Nerviosos
México
159
Pío del
Hortega
Río-
Blas Cabrera
Enrique Moles
Julio Rey Pastor
Lab. Histología Normal y Patológica
Argentina
Lab. Investigaciones Físicas Inst.
Nacional Física y Química
Inst. Nacional Física y Química
Francia
México
Instituto Matemáticas
Argentina
Inglaterra,
prisión
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de archivo
Por su parte, la decapitación de la ciencia en Cataluña se
puede ver claramente también en la tabla siguiente, en la que se
recoge una selección de los principales dirigentes de grupos de
investigación:
Tabla VII. Destino, tras la Guerra Civil, de científicos pertenecientes al Institut d’Estudis Catalans
científico
institución científica
destino
August Pi i Sunyer
Lab. Instituto de Fisiología
Venezuela
J. M. Bellido Golferichs
Lab. Instituto de Fisiología
Francia
R. Carrasco Formiguera
Lab. Instituto de Fisiología
México
J. M. Bofill Pichot
Sección de Ciencias
Venezuela
J. Puche Álvarez
Lab. Instituto de Fisiología
México
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de archivo
La extensión y las características de este libro no nos permiten analizar con detalle las biografías personales del exilio republicano y la trayectoria anterior y de los afectados. Sin embargo,
el análisis de los datos que contienen los archivos, especialmente
los relacionados con el cultivo de la ciencia, antes y después de la
Guerra Civil, confirman la gran importancia demográfica e intelectual del exilio científico. Aunque sea a costa de investigaciones
monográficas posteriores, que puedan estudiar de manera más
exhaustiva los datos que ahora presentamos, se puede concluir
160
que tanto cuantitativa como cualitativamente, el exilio científico
español significó un atroz desmoche, una tremenda sangría para la
sociedad española. No sólo es que una parte de la sociedad tuvo
que exiliarse –la más cualificada intelectual y profesionalmente–,
sino que la nómina de exiliados representaba el núcleo dirigente
de la ciencia española. Los datos confirman que el exilio fue especialmente numeroso en los diversos dominios de la medicina,
aunque también fue importante en otras ramas del saber biológico y científico. Hay que valorar también la transferencia de capital intelectual que los exiliados realizaron hacia México y otros
países de América Latina. Todo ello sin olvidar la significación
de los represaliados a causa de la guerra, o la del llamado exilio
interior, mucho más difícil de detectar, que afectó a personas que
se quedaron en España y fueron encarceladas, sancionadas o desterradas, de manera que les truncó la trayectoria profesional.
el exilio republicano y la sanidad internacional
Durante el periodo de entreguerras la participación española
en la Sociedad de Naciones y en su Organización de Higiene
fue cualitativamente importante. Tras la Guerra Civil, dado el
aislamiento internacional que vivió el régimen franquista en sus
primeros años, nuestro país no contó con una presencia oficial en
la Organización Mundial de la Salud, creada en 1946. Por el contrario, sí estuvo representado por la participación significativa de
sanitarios españoles exiliados. La figura más destacada de aquel
exilio republicano fue Marcelino Pascua Martínez, probablemente con Gustavo Pittaluga el salubrista español de mayor proyección internacional durante las décadas centrales del siglo XX.
A lo largo de su etapa universitaria estuvo ligado a la Residencia de Estudiantes y a la Institución Libre de Enseñanza,
donde mantuvo excelentes relaciones con Juan Negrín y su Laboratorio de Fisiología. En 1925 fue pensionado por la Fundación
Rockefeller para especializarse en estadísticas sanitarias y epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns
Hopkins de Baltimore. En 1926 estudió metodología estadística
161
en el University College de Londres, y amplió su formación estadística y epidemiológica en el National Institute of Health, además
de estudiar ingeniería sanitaria y administración de higiene pública. Al terminar su estancia en Londres en 1927 realizó un viaje
de estudios por Italia, Austria, Alemania, Dinamarca y Holanda.
En 1928 se trasladó a Ginebra para trabajar en la Sección de
Higiene del Secretariado de la Sociedad de Naciones. En enero
de 1929 volvía a España para hacerse cargo de la Dirección de
la Sección de Estadísticas Sanitarias de la Dirección General de
Sanidad y el mes de marzo de este año participaba en París en
la Conferencia Internacional de Expertos Sanitarios que llevó a
cabo la Tercera Revisión de las Nomenclaturas Internacionales
de Causas de Muerte. El 3 de junio presentaba su tesis doctoral
sobre Periodicidad e incidencia en la influenza epidémica, y en diciembre de aquel año era nombrado profesor encargado de la Cátedra de Higiene de la Facultad de Medicina de Madrid. También
asumió la docencia de las asignaturas de «Estadística Sanitaria y
Demografía» y «Epidemiología General y Técnicas Epidemiológicas» en la Escuela Nacional de Sanidad.
Durante la Segunda República tuvo un papel relevante como
político socialista, y en 1933 entró a formar parte del Comité
Nacional del Partido Socialista Obrero Español. El 16 de abril de
1931 fue nombrado director general de Sanidad, cargo que desarrolló hasta el 28 de abril de 1933. Durante los años que duró
la contienda civil, Marcelino Pascua se desempeñó como embajador de la Segunda República, primero en Moscú y más tarde
en París. Al acabar la guerra se exilió en Estados Unidos, donde
trabajó hasta 1947 como profesor de Bioestadística y Epidemiología en la Johns Hopkins School foro Public Health de Baltimore,
y después se incorporó a la Comisión Interina de la recién creada
Organización Mundial de la Salud como experto en Estadística Sanitaria. Abandonó Baltimore para trasladarse a Ginebra en
1948, como Jefe de Estadísticas Sanitarias de la OMS, hasta la
jubilación en 1966. Pascua volvió temporalmente a España en
octubre de 1976, tras el fallecimiento del general Franco, pero la
muerte le sorprendió cuando planeaba el regreso definitivo.
162
También se incorporó a la recién creada Organización Mundial de la Salud Santiago Ruesta Marco, como experto en Salud
Internacional de la Dirección General de Salud Pública de Venezuela, uno de los dieciocho países que formaba parte del Comité Interino que puso en marcha la Organización Mundial de la
Salud. El papel desarrollado por los sanitarios republicanos que
se exiliaron en Venezuela tuvo una gran trascendencia tanto para
el desarrollo de la salud pública venezolana, como para la salud
internacional a través de la Organización Panamericana de Salud
y la Organización Mundial de la Salud. Venezuela contaba desde
1936 con un Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Santiago
Ruesta llegó en 1938, después de haber participado en las reformas sanitarias de la Segunda República como inspector general
de Sanidad Interior.
Desde 1937 se encontraba en Venezuela Antonio Ortiz de
Landázuri, antiguo profesor en la Escuela Nacional de Sanidad
de Madrid y una de las figuras clave de la renovación de la salud pública española. Había sido contratado por el Ministerio
de Sanidad y Asistencia Social para poner en marcha las unidades sanitarias, núcleo de la organización sanitaria venezolana a
nivel local. Ruesta y Ortiz compartieron la responsabilidad de
la docencia de la asignatura de Higiene y Medicina Social para
médicos higienistas. Gracias a la labor de estos expertos, apenas
una década después de la creación del Ministerio de Sanidad y
Asistencia Social, el perfil epidemiológico de Venezuela se parecía
bastante al de los países desarrollados, lo que explica su inclusión
entre los dieciocho países que formaron parte del Comité Interino que se encargó de poner en marcha la Organización Mundial
de la Salud en noviembre de 1946. Las delegaciones venezolanas
estuvieron formadas entre otros, por los salubristas Gabaldón y
Curiel, dos antiguos alumnos de Marcelino Pascua en Johns Hopkins, además de Santiago Ruesta, que los acompañaba como
asesor. En la XII Conferencia Sanitaria Panamericana preparó el
informe de la Comisión Técnica sobre organización de los servicios sanitarios, inspiradas en las directrices del Comité de Higiene de la Sociedad de Naciones y la Conferencia Europea sobre
Higiene Rural de 1931.
163
Según han puesto de relieve las investigaciones de Josep Bernabeu-Mestre, además de Santiago Ruesta y de Antonio Ortiz
de Landázuri, cabe destacar el trabajo de otros exiliados republicanos españoles en el desarrollo de la salud pública venezolana,
como es el caso del epidemiólogo Jesús Sahagún Torres, elemento
clave en el desarrollo de las unidades sanitarias. También dejaron
su huella los psiquiatras José Luis Ortega Durán y Alberto Mateo
Alonso, quienes ejercieron altas responsabilidades en los Servicios
de Higiene Escolar e Higiene Mental del Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social.
Entre todos los salubristas exiliados en Venezuela, lo que adquirió mayor proyección internacional fue José María Bengoa,
quien comenzó como médico rural trabajando en zonas muy deprimidas y allí tomó conciencia de la importancia de la nutrición
en el conjunto de los problemas sanitarios. Bengoa creó los Centros de Recuperación Nutricional, un modelo hoy extendido por
todo el mundo. En 1940 se incorporó a la Sección de Nutrición
del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social de Venezuela desde
donde promovió la creación del Instituto Nacional de Nutrición
(1949) y de la Escuela de Nutricionistas y Dietistas de Caracas
(1950).
En 1954 fue nombrado miembro del Comité de Expertos
de la OMS y poco después se trasladaba a Ginebra como asesor
interregional de nutrición, cargo que ocupó hasta 1960, cuando
fue nombrado asesor regional de nutrición de la Organización
Panamericana de Salud en Washington. Dos años después, en
1962, volvía a Ginebra para ocupar la Dirección del Departamento de Nutrición de los Organismos Internacionales de Salud.
Durante los casi veinte años que trabajó como experto en salud
internacional, Bengoa participó en el desarrollo de los programas
de intervención en materia de nutrición comunitaria llevados a
cabo con la colaboración de otros organismos e instituciones de
la ONU y otros agencias nacionales e internacionales.
Otra de las esferas de la sanidad internacional que contó con
expertos exiliados republicanos fue la lucha antipalúdica, como
en el caso de Julián de Zulueta, quien en 1952 fue contratado
164
como funcionario de la OMS para intervenir en la campaña de
la erradicación de la malaria iniciada en 1950. Zulueta se había
exiliado en Bogotá en diciembre de 1936, con dieciocho años,
acompañando a su padre, el político y pedagogo Luis de Zuleta
Escolano, discípulo y colaborador de Francisco Giner de los Ríos,
ministro de Estado en el gobierno de Manuel Azaña y diplomático republicano.
Julián estudió Medicina en Bogotá, donde tuvo como maestro a Carlos Zozaya Balza, otro exiliado, profesor de parasitología
y enfermedades tropicales de la Facultad de Medicina de Madrid,
discípulo de Gustavo Pittaluga, que lo introdujo en el campo de
la parasitología y dirigió sus primeras investigaciones sobre malaria. En 1943 se trasladó a Inglaterra, donde se incorporó al Instituto de Parasitología de la Universidad de Cambridge, además
de estudiar en la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
En 1946 decidió volver a Colombia, donde realizó importantes
investigaciones sobre paludismo. En 1952 fue contratado por la
OMS para el Programa de Erradicación del Paludismo. El origen
de la campaña, iniciada en 1950, estaba en los trabajos que la
Fundación Rockefeller había llevado a cabo en Brasil, Egipto y
Cerdeña en la década de 1940, y que hacían albergar la esperanza
de conseguir una erradicación de la malaria en aquellas regiones.
Tras una estancia de un mes en Ginebra para recibir las instrucciones necesarias, se trasladó a la isla de Borneo, su primer
destino como oficial médico de la OMS. En su condición de
responsable de proyecto, dirigió durante dos años el programa de
valoración de la malaria en esa zona asiática y aplicó el programa
de erradicación que patrocinaba la OMS. Allí desarrolló una intensa actividad llena de dificultades orográficas para el acceso a las
zonas más castigadas y de peores condiciones de vida. Tuvo que
contar con la participación de aviones militares británicos para
lanzar en paracaídas los materiales sanitarios y de desinfección
utilizados para la campaña de erradicación. Pero al contraer una
fiebre de origen desconocido, los servicios médicos de la OMS en
Ginebra desaconsejaron su regreso a Borneo, por lo que tuvo que
permanecer en la División de Malaria de la OMS en Ginebra.
165
Desde Ginebra organizó campañas antipalúdicas en varios
lugares y trabajó en el estudio de los efectos del DDT, uno de los
insecticidas más utilizado para la eliminación de los mosquitos
anopheles. Impulsó un proyecto piloto en Uganda y contribuyó a
evaluar el fracaso del programa de erradicación del paludismo en
México. Tras la etapa ginebrina se trasladó a Beirut para liderar
durante seis años (1965-1971) el programa de erradicación de
la malaria que la OMS estaba desarrollando en Oriente Medio,
con campañas en Irak, Siria, Jordania, Turquía, Irán y Líbano.
Finalizada su estancia en Beirut, participó en dos programas de
actuación en Pakistán y Afganistán, para trasladarse a finales de
1972 a Copenhague en calidad de responsable de la Sección de
Malaria de la Oficina Regional de la OMS en Europa.
En la década de 1960 se incorporaron al programa de erradicación del paludismo de la OMS otros dos sanitarios españoles
que llegaron a ocupar cargos de responsabilidad: Augusto Noguer
Rodríguez y José Antonio Nájera Morrondo. Noguer, procedía
de una familia comprometida políticamente con la República.
Su padre, médico internista y presidente del Sindicato Libre de
Médicos, fue encarcelado al terminar la Guerra Civil. Su madre,
de ideología comunista, ocupó la secretaria de la Asociación de
Mujeres Antifascistas y tuvo que esconderse en Ceuta. En 1952,
tras abandonar España, se trasladó a Etiopía contratado por el
Ministerio de Sanidad hasta el 1961, fecha en la que se incorporó como funcionario a la OMS, donde llegó a Jefe del Servicio
de Paludismo. José Antonio Nájera, se incorporó en las mismas
fechas que Noguer al programa de erradicación del paludismo
y llegó a ocupar la Dirección de la División de Enfermedades
Tropicales de la OMS.
la represión contra la ciencia y la medicina: el caso de
los académicos valencianos
El farmacólogo, historiador de la Medicina y exiliado republicano Francisco Guerra, hace referencia en las páginas iniciales
de su libro sobre el exilio médico republicano a la represión indis166
criminada ejercida por los militares sublevados sobre los médicos
republicanos desde el inicio de la guerra en todos los territorios
ocupados. Según los datos que aporta, más de sesenta médicos
fueron asesinados en Andalucía, entre ellos el bacteriólogo y parasitólogo Sadi de Buen, especialista en Salud Pública, pensionado por la Fundación Rockefeller y director de las campañas contra el paludismo en Extremadura, o el profesor gaditano Carlos
Urtubey. Unos cuarenta médicos fueron asesinados en Aragón,
más de treinta en Galicia, y el mismo número en Castilla; más
de veinte en León, cifra similar a la de los fusilados en Navarra,
cinco en Extremadura. Médicos de reconocido prestigio como
Miguel Aldecoa fue asesinado en Asturias, y el médico anarquista
Isaac Puente en el País Vasco.
En el País Valenciano los Consejos de guerra sumarísimos
se llevaron a cabo por el Tribunal Militar n.º 8, situado en la
calle de la Paz, donde previamente el gobierno republicano había
ubicado la Casa de la Cultura cuando se instaló en Valencia entre
1936 y 1937. Inicialmente, la Capitanía General se convirtió en
cárcel para los condenados a muerte. Las investigaciones de Vicent Gabarda indican que en la provincia de Valencia hubo 743
ejecutados durante los primeros meses, y 2.238 ejecutados en el
País Valenciano durante el primer año.
El proceso de depuración se iniciaba con la apertura de un
expediente por parte de la comisión depuradora, que tomaba declaraciones juradas a los afectados y recibía los testimonios de
otras personas. Los expedientes incorporaban un informe docente, político, social y personal, un pliego de cargos elaborado a
partir de las diligencias, un pliego de descargos del interesado,
y una propuesta de sanción de la Comisión Depuradora que era
elevado a la Comisión de Cultura y Enseñanza, la cual tenía que
confirmar o modificar la sanción. Podía haber una revisión posterior. Se crearon Comisiones de Depuración para el profesorado
universitario, las escuelas técnicas, para los docentes de enseñanza
secundaria y formación profesional, además de una Comisión
Provincial dedicada exclusivamente a los maestros y otros en los
colegios profesionales. La normativa depuradora que aplicaban se
167
basaba en las órdenes de finales de 1936 y primeros de 1937, y en
las leyes de 9 y 10 de febrero de 1939 sobre responsabilidades políticas. La normativa para la depuración de funcionarios públicos
se basaba en la Orden de 23 de marzo de 1939 sobre depuración
de funcionarios de Educación Nacional, y estaba dotada de una
Comisión Superior dictaminadora.
A grandes rasgos, la represión académica afectó a alrededor
del 50% de los profesores universitarios, aunque, como ya se ha
indicado, muchos de los afectados representaban a la cúpula dirigente y mejor preparada científicamente. Haciendo referencia
a la Universidad de Valencia, entre los catedráticos de Medicina,
Manuel Beltrán Báguena ocupaba la cátedra de Patología Médica
desde febrero de 1931, siendo nombrado decano en 1936. En
febrero de 1940 se le abrió expediente administrativo por parte
del juez instructor y del Ministerio de Educación Nacional. Después de practicar las diligencias, la sentencia de septiembre de
1940 le imponía la suspensión de empleo y sueldo durante seis
meses y la inhabilitación para desempeñar cargos directivos y de
confianza. Juan Peset Aleixandre obtuvo la cátedra de Medicina
Legal y Toxicología en la Universidad de Sevilla en 1910 y llegó
a la de Valencia en 1916.
Descendiente de varias generaciones de catedráticos de Medicina valencianos, Peset Aleixandre a los veintidós años había
completado cinco carreras, era doctor en Medicina, Ciencias y
Derecho, así como perito químico y mecánico. Fue catedrático
de Medicina Legal, decano de la Facultad de Medicina de Valencia (1930-1931) y rector (1932-1934). Impulsor de la medicina experimental en Valencia, dirigió la revista Crónica Médica,
realizó estancias de investigación en Francia pensionado por la
JAE. Presidente de Izquierda Republicana en Valencia, fue candidato del Frente Popular en las elecciones de 1936. Al terminar
la guerra, trató de embarcarse en Alicante hacia el exilio, pero
fue detenido y encarcelado. Sometido a dos Consejos de guerra,
en marzo de 1940, en el primero fue condenado a muerte, con
recomendación de conmutación por una pena de reclusión de
treinta años. Un nuevo juicio con cargos adicionales basados en
168
su conferencia «La individualidad y la situación en las condiciones actuales», dictada en 1937 durante la estancia del Gobierno
en Valencia, en la que denunciaba las brutalidades del fascismo
y defendía los ideales de la República, sirvió de prueba de cargo
para su condena a muerte. En mayo de 1941 fue fusilado junto a
la tapia del cementerio de Paterna.
José Puche Álvarez, médico fisiólogo, se inició en la investigación en el seno del grupo catalán encabezado por August Pi i
Sunyer en torno al Instituto de Fisiología de Barcelona. Doctorado en Madrid, donde trabajó en el Laboratorio de Fisiología General dirigido por Juan Negrín, obtuvo la cátedra de Fisiología de
la Universidad de Valencia en 1930. Afiliado a Izquierda Republicana, Puche fue nombrado rector de la Universidad de Valencia tras el triunfo del Frente Popular, acogió la llegada a Valencia
del Gobierno y organizó desde el rectorado la instalación de las
instituciones científicas en 1936. Participó en la creación del Instituto de Estudios Valencianos y fue presidente y miembro de su
consejo directivo. Asumió la dirección del Instituto de Higiene
de la Alimentación durante la Guerra Civil, y fue encargado por
Negrín de la organización del exilio en México.
En su exilio mexicano se vinculó al Instituto Politécnico Nacional donde ejerció la medicina clínica, especialmente entre el
colectivo de exiliados españoles, dirigió el Ateneo Ramón y Cajal
de la capital mexicana y la revista Ciencia, y después de la jubilación retomó la actividad investigadora en el Departamento de
Fisiología de la UNAM. En su testamento legó a la Universidad
de Valencia el busto de Santiago Ramón y Cajal que presidía la
institución de los exiliados en México.
Luis Urtubey Rebollo, doctor en Medicina, comandante médico de la Armada y profesor de Histología y Anatomía Patológica de la Universidad de Cádiz, accedió a la cátedra de aquella
universidad en 1931, y en 1933 obtuvo la cátedra de Histología
y Técnica Micrográfica de la Universidad de Valencia. Autor de
una prestigiosa obra científica sobre histología, cancerología y estudios sobre la inflamación, fue nombrado decano de la Facultad
de Medicina de Valencia en 1936, después de acceder al rectorado José Puche.
169
Al terminar la guerra, fue sancionado, separado de la cátedra
y encarcelado. Alejado definitivamente del servicio, causó baja en
el escalafón por orden de 8 de octubre de 1940. Un aspecto que
aparece reiteradamente como prueba de cargo en el expediente
de depuración son referencias de su libro Elementos de Histología
(1931), como la dedicatoria: «A la juventud universitaria española, que en momentos de angustia e incertidumbre ha sabido luchar en las calles por los fueros de la libertad». Aunque su Manual
de Histología continuó publicándose durante décadas, y sirvió de
libro de texto en las facultades de Medicina hasta mediados de
los años 1960, Urtubey vivió un terrible exilio interior y murió
en la indigencia.
El valenciano Francisco Orts Llorca, licenciado por la Universidad de Valencia, se doctoró en 1931, siendo pensionado por
la JAE durante cuatro años, para estudiar Anatomía en París y
Viena, donde se formó en las últimas investigaciones en Embriología. En 1934 fue nombrado profesor ayudante de Anatomía en
la Facultad de Medicina de Madrid, y más tarde catedrático en la
de Cádiz. Al igual que otros profesores, en 1936 llegó a la Universidad de Valencia donde permaneció hasta el final de la guerra.
Junto con Luis Urtubey y Juan Peset, participó en las conferencias
impartidas durante el curso 1936-37 publicadas en Anales de la
Universidad de Valencia. En colaboración con Urtubey publicó investigaciones en la revista Folia Morphobiologica Hispánica (1938).
Miembro del Partido Radical Socialista, en noviembre de 1940
fue inhabilitado para ostentar cargos directivos y de confianza.
Pedro Mayoral Carpintero, profesor auxiliar de Higiene
(1910) y odontólogo (1918). En 1922 obtuvo por oposición
la cátedra de Patología y Terapéutica Aplicada, con prácticas de
Laboratorio, elementos de Patología General, Terapéutica, Anatomía Patológica y Bacteriología odontológica en la Escuela de
Odontología de la Universidad de Madrid, cargo que ostentó
hasta 1936. Entre 1912 y 1936 fue jefe del Servicio de Vacunas
Bacterianas y Epidemiología y Análisis Clínicos del Laboratorio
Municipal de Madrid.
Desde 1911 era socio correspondiente del Instituto Médico
170
Valenciano, y desde 1912 de la Academia Médico-Quirúrgica Española y académico corresponsal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valencia. Durante la Guerra Civil desarrolló una
significativa actuación en la Sanidad republicana como cirujano
en el Hospital de Burriana. A finales de marzo de 1939 salió hacia
el exilio en Colombia. Por orden de 18 de diciembre de 1940 se
le cesó en ausencia y condenó por abandono de destino.
Bernardino Landete Aragón era licenciado por la Universidad de Valencia, doctorado en Madrid y médico de la Beneficencia Municipal desde 1904. Durante un corto período ingresó en
la Armada. Desde 1907 fue profesor auxiliar de Odontología y
en 1914 obtuvo la cátedra de Prótesis de la Escuela de Odontología de Madrid. Durante la guerra, fue cirujano del Hospital de
Colmenarejo.
Al terminar la contienda sufrió un largo proceso de depuración que duraría hasta 1949, año en el que fue reintegrado a la
cátedra de Odontología. Como en muchos otros casos, fue reintegrado sin sueldo ni indemnización a escasos dos meses de su
jubilación como catedrático. Landete pertenecía a Socorro Rojo
Internacional y fue considerado como izquierdista. Estuvo sancionado con separación definitiva del servicio.
Otro caso bien conocido es el de José Chabás Bordehore,
destacado tisiólogo valenciano, fundador de la Revista de Higiene
y Tuberculosis (1904-1937), amigo del bacteriólogo Jaume Ferran
y presidente del Colegio de Médicos de Valencia. Chabás sufrió
prisión durante cuatro años, fue inhabilitado y vivió la última
etapa de su vida desterrado en Barcelona.
La Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia también sufrió la represión franquista. Fernando Ramón Ferrando,
catedrático de Física de la Facultad de Ciencias desde 1930, y
decano desde mayo de 1936 hasta el final de la guerra; llevaba
también la dirección académica del Jardín Botánico desde finales
de 1938. Especialista en mecánica cuántica y teoría ondulatoria, afiliado al partido Unión Republicana, el tribunal depurador
presidido por Beltrán Bigorra en septiembre de 1940 propuso
separación definitiva del servicio que posteriormente modificó
171
en febrero de 1943 reintegrándole «...a funciones activas, pero
sancionándole con traslado forzosa con prohibiciones de solicitar
cargos vacantes durante 2 años, postergación de 2 años e inhabilitaciones para cargos directivos y de confianza».
Salvador Velayos Hermida estudió en la Residencia de Estudiantes y era discípulo de Enrique Moles, Arturo Duperier y Blas
Cabrera, con los que trabajó en el Instituto de Física y Química.
Desde 1930 era profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias de
Madrid, y en febrero de 1936 ganó la cátedra de Física Teórica
y Experimental de Valencia. Había completado su formación en
Munich, con el profesor Gerlach, trabajando sobre magnetismo,
especialmente en el estudio de las propiedades magnéticas de algunos elementos raros. Durante la guerra colaboró con la Comisaría de Armamentos y Municiones. Fue depurado en noviembre
de 1940 y sancionado con inhabilitación para ejercer cargos directivos y de confianza y con el traslado forzoso a la Universidad
de Valladolid.
Francisco Sierra Jiménez era catedrático de Análisis Químico
en la Universidad de Valencia desde 1935, y entre 1936 y 1937
ocupó el cargo de Secretario General de la Universidad de Valencia. Tras la guerra, fue depurado e inhabilitado y padeció el
traslado forzoso a Murcia.
Roberto Araujo García era discípulo de Julio Rey Pastor y
ocupó la cátedra de Análisis Matemático de la Universidad de
Valencia desde 1920. Pensionado por la JAE en Zurich, trabajó
en el dominio del análisis matemático y la geometría superior.
Pasó por la cárcel, fue depurado y separado definitivamente tras
la imputación, entre otros cargos, de ser miembro del Partido Radical Socialista, oponerse al golpe de Estado y profesar el protestantismo. Estuvo sancionado durante cinco años y después obligado a trasladarse a la Universidad de Zaragoza. El testimonio
del catedrático de la Universidad Complutense, Roberto Galindo
Tixaire, revela su valía como profesor y el doloroso silencio de los
represalias, que tuvieron que reconstruir su vida desde el olvido
y la ocultación de lo que habían sido durante el periodo anterior
a la Guerra Civil.
172
José Fuset Tubiá era catedrático de Zoología, Biología General y Zoografía de Vertebrados desde 1913 en la Universidad de
Barcelona. Era miembro del Partido Republicano Radical y fue
acusado de ateo, anticlerical y de pertenencia a la masonería. En
junio de 1940 fue separado definitivamente del servicio.
Antonio García Banús era catedrático de Química Orgánica
en la Universidad de Barcelona desde 1915, y había sido nombrado director del Instituto de Química en 1934. Desde 1931 era
decano de la Facultad de Ciencias, miembro de la Junta Provincial de Sanidad y vicerrector de la Universidad de Barcelona. En
1933 fue uno de los integrantes del Patronato de la Universidad
Autónoma de Barcelona en representación del Gobierno republicano y de la Lliga Regionalista Catalana. Se exilió en Venezuela y
fue procesado y depurado en ausencia, como tantos otros médicos y científicos que hubieron de partir al exilio.
Alberto Chalmeta Tomás era catedrático de Farmacia Práctica en la Facultad de Farmacia de Madrid desde 1932, y director
de la revista La Farmacia Moderna. En 1936 asumió la secretaría
de la Facultad de Farmacia, y en 1937 la dirección del Centro de
Estudios y Experiencias del Servicio de Defensa contra Gases, en
calidad de comandante del ejército republicano. Se encargó también de dirigir el laboratorio que coordinaba la preparación de
inyectables para los Hospitales de Sangre. Al acabar la guerra le
fue instruido un Consejo de guerra sumarísimo de urgencia que
le condenó a quince años de prisión e inhabilitación absoluta.
Fue separado definitivamente del servicio con pérdida de todos
los derechos.
Los casos concretos que acabo de relatar no son un inventario exhaustivo, pero sí una muestra representativa del impacto y la crueldad de la represión franquista sobre los médicos y
científicos republicanos. Las historias de vida son innumerables
y constituyen un ámbito de investigación necesario para la restitución de la memoria histórica de tantos personajes olvidados
que participaron en una de las etapas de mayor esplendor de la
ciencia en España, cercenada por el golpe de Estado franquista.
173
bibliografía
August Pi i Sunyer. L’home i l’obra, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans,
1966.
Barona, J. L., Mancebo Alonso, M. F., José Puche Álvarez. Historia de un
compromiso, Valencia, Generalitat Valenciana, 1989.
Barona, J. L. (ed.), Ciencia, salud pública y exilio. España, 1875-1939.
Valencia, SEC, Universitat de València, 2003.
Barona, J. L., «Pensionados y exiliados. Científicos españoles en Gran
Bretaña (1920-1945). Badajoz, X Congreso de la Sociedad Española
de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, 2008.
Barona, J. L., «Negrín médico fisiólogo. En: Juan Negrín. Médico y jefe de
Gobierno, 1892-1956), Madrid, SECC, 2007, pp. 41-68.
Barona, J. L., Bernabeu, J., Ciencia y Sanidad en la Valencia capital de la
República, Valencia, PUV, 2007.
Barona, J. L., José Chabás Bordehore (1877-1963). Tuberculosis y medicina
social en la Valencia del primer tercio del siglo XX, Valencia, Consell
Valencià de Cultura, 2007.
Barona, J. L. (ed.), El exilio científico republicano, Valencia, PUV, 2010.
Cardus, D., A Hispanic Look at the Bicentennial, Houston, Institute of
Hispanic Culture of Houston, 1978.
Chaves Palacios, J. (coord.), Política científica y exilio en la España de
Franco, Badajoz, Universidad de Extremadura, 2002.
Claret Miranda, J., El atroz desmoche. La destrucción de la universidad
española por el franquismo, 1936-1945, Barcelona, Crítica, 2005.
Cueli, J., «Ciencias médicas y biológicas», dins El exilio español en México.
México, Fondo de Cultura Económica, 1982, pp. 495-530.
Domergue, L. (ed.), L’exil républicain espagnol à Toulouse, 1939-1999,
Toulouse, Presses Universitaires du Mirail, 1999.
Dreyfus-Aremand, G., El exilio de los republicanos españoles en Francia,
Barcelona, Crítica, 2000.
El exilio español en México, México, Fondo de Cultura Económica, 1982.
El exilio español y la UNAM, México, UNAM, 1987.
Enriquez Perea, A., Exilio español y ciencia mexicana. Génesis del Instituto
de Química y del Laboratorio de Estudios Médicos y Biológicos de la
UNAM (1939-1945). Recull i notes de... México, El Colegio de
México/UNAM, 2000.
Fernández Guardiola, A., Las neurociencias en el exilio español en México,
México, Fondo de Cultura Económica, 1997.
Fresco, M., La emigración republicana. Una victoria de México, México,
1950.
174
García, M., Exiliados. La emigración cultural valenciana (siglos XVI-XX). 3
vol., València, Generalitat Valenciana, 1995.
Giner Sorolla, A., «Contributions of hispanic scientists in the United States», dins Cardus, D. A Hispanic Look at the Bicentennial. Houston,
Institute of Hispanic Culture of Houston, 1978, pp. 123-148.
Giral, F., Ciencia española en el exilio (1939-1989). El exilio de los científicos españoles. Madrid, Anthropos, 1995.
Guerra, F., La medicina en el exilio republicano. Alcalá, Universidad de
Alcalá, 2003.
Institut d’Estudis Catalans, 1907-1986, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans, 1986.
«La Junta para Ampliación de Estudios», Arbor, núms. 493, 499 y 500
(1987).
Juliá, S. (ed.), Víctimas de la Guerra Civil, Madrid, Temas de Hoy, 1999.
Medín, T., México y la República española. Antología de documentos, 19311977. Recopilados por J. Matesanz, México, Centro Republicano
Español, 1978.
Otero Carvajal, L. E., «La destrucción de la ciencia en España. Las consecuencias del triunfo militar de la España franquista, Historia y Comunicación Social, 6 (2001), pp. 149-186.
Puche i Manaut, A., Los médicos catalanes exiliados en México. Tesis doctoral, UNAM/ Universidad Autónoma de Barcelona, 1994.
Recasens Siches, L., «Intelectuales Españoles en México», Época, 2,
(1965), pp. 26-27.
Rius, P., «Los exiliados españoles y la creación del Instituto de Química
de la UNAM», dins El exilio español y la UNAM, México, UNAM,
1987, pp. 35-42.
Rubio, J., La emigración de la Guerra Civil. 3 vol., Madrid, 1977.
Sánchez Díaz, G., García de León, P. (coord.), Los científicos del exilio
español en México, Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, 2001.
Sánchez, J. M., Simón-Arce, R., La destrucción de la ciencia en España.
Depuración universitaria en el franquismo, Madrid, Universidad
Complutense, 1996. Serra Puche, M.C., «Los antropólogos españoles exiliados y la UNAM», en El exilio español y la UNAM, pp.
83-98.
Somolinos d’Ardois, G., 25 años de medicina española en México, México,
Ateneo Español de México, 1966.
Torres, R. C., La repressió franquista al País Valencià: recull bibliogràfic.
València, Tres i Quatre, 2008.
175
Valle, J. M. del, Las instituciones de la República española en el exilio, Paris,
1976.
Vilar i Puig, P., «El exilio español y la medicina mexicana», Anales de la
Real Academia Nacional de Medicina, 4, (1996), pp. 65-77.
176
capítulo
5
vida y muerte de eliseo gómez serrano
(1889-1939)
Marc Baldó Lacomba
Universitat de València
En la madrugada del día 5 (de mayo de 1939) se ejecutó la sentencia recaída en Consejo de guerra imponiendo la pena de muerte
a los procesados Eliseo Gómez Serrano (y nueve nombres más).
Alicante, 8 de mayo de 1939. Año de la Victoria. El comandante-jefe de E. M. accidental.148
Así daba la noticia la Hoja Oficial de Alicante.149 Eran los
diez primeros fusilados con juicio previo por el franquismo en
esta ciudad, aunque no los primeros en ser ejecutados. Eliseo Gómez Serrano encabezaba la lista. Nos hallamos, pues, ante un caso
significativo, ante un fusilamiento con alto valor simbólico. ¿Por
qué? Dar respuesta a esta pregunta es el propósito de estas páginas.
Gómez Serrano fue apresado el 2 de abril de 1939, encarcelado en el Reformatorio de Adultos, e inmediatamente puesto a
disposición del juez militar. Se le acusaba de «ser diputado a Cortes por Izquierda Republicana, formar parte del Frente Popular y
dirigir las persecuciones contra elementos de Falange de Alicante
y su provincia».150 Si lo primero, diputado por Izquierda Republicana y en consecuencia parte integrante del Frente Popular,
era cierto, lo segundo, perseguir falangistas en la ciudad y la provincia de Alicante era falso. Pero eso no importaba. Los procesos
militares de la justicia franquista, máxime en los sumarísimos de
urgencia (como era el caso), no buscaban ni esclarecer hechos ni
mucho menos contrastarlos.
177
El objetivo era doble: por un lado, fabricar culpables que
de antemano estaban decididos, culpables genéricos (los rojos) y
servirse de ellos para ejercer la represión, exhibir socialmente los
castigos impuestos o recaídos (como decía la nota de prensa de la
Hoja Oficial insertada en primera plana) en los culpados que se
habían elaborado expresamente para ejercer de purga social, para
que sirviesen de medida profiláctica, de amputación de miembros podridos, de expiación, como señala Girard.151 La defensa,
en estos casos, era imposible. En la pieza principal de la Causa General de Alicante hay varios testimonios que lo entienden
exactamente así cuando denuncian a los sospechosos de asesinato
de sus familiares: a la pregunta de quiénes son los sospechosos,
contestan: Frente Popular y dirigentes rojos de Alicante.152 Esa misma idea se reitera en otras piezas de la Causa General: la directiva
de la Cámara de Comercio de Alicante presentó en noviembre
de 1940 un informe sobre los delitos contra la propiedad (pieza
octava) donde se afirma que los que expoliaron contaron en todo
momento con la protección y apoyo de las autoridades marxistas.153
El segundo objetivo de esta estrategia, también buscado por
el sistema judicial-represivo del franquismo era, más allá de fabricar culpables, destruir la personalidad del juzgado. Consistía
en su criminalización, el hurto de su memoria y la creación, en
su lugar, de la imagen de una identidad traidora a la comunidad;
no faltaba, además, en esa táctica, la intención de prolongar la
humillación y estigma sobre su familia (los amigos antiguos se han
quedado miopes –escribe Emma Martínez Bay, esposa de Eliseo–
[o] no te conocen [o] te ven de lejos y huyen).154
Si el proceso era sumarísimo de urgencia, comportaba actuar
con mayor rapidez para lograr estos objetivos. En Alicante, ha
escrito Eleuterio Sebastiá, discípulo de Gómez Serrano, había
prisa por sentar un precedente ejemplar.155 Además, este sistema de
urgencia implicaba no detenerse en detalles, sustraer garantías,
negarle asistencia judicial al acusado, lo que era otra forma de
humillación y destrucción de la personalidad, arruinar su celebridad: dejarle, de hecho, sin juicio.
Tal vez por lo que acabo de decir, es muy corriente que los
178
historiadores que estudian la represión, cuando la información
lo permite, se dediquen a recuperar no solamente la escena de la
muerte, el proceso que conduce a ella, sino también la vida de la
persona ejecutada: algunos de los rasgos de su personalidad, su
hacer, su profesión y su contexto.156 En Eliseo Gómez Serrano
y otros muchos casos es valioso enlazar vida y muerte por dos
motivos: por un lado, para mostrar que los verdugos usaron expiatoriamente la ejecución para que sirviese de ejemplo y terror al
colectivo social vencido. Por otro, para recuperar la vida de estas
personas, sus tareas y sus rutinas. Incidir en este aspecto es conveniente porque implica una reconstrucción de la memoria de
una persona que la dictadura contaminó. El caso que nos ocupa
(y no es el único), ante la imposibilidad de salvarse, lo que desea
guarecer su memoria para generaciones venideras, liberar la trayectoria de su comportamiento de las calumnias fabricadas por
la dictadura. En el trance final de su vida, cuando se le comunicó
que pocas horas después iba a ser fusilado, Eliseo Gómez Serrano
pide resignación ante lo ya inevitable, y el ruego de que se le recuerde con cariño esperando que, con el tiempo, se le juzgue merecida y
desapasionadamente.157
Pero si las víctimas consideraban que se les juzgaba injustamente, los verdugos, iluminados por las reflexiones del padre
jesuita Fernando Huidobro (capellán castrense y héroe de la Legión), entre otros, entendían que obraban con justicia. Nuestro
estilo es limpio –señaló Huidobro–. Nuestros procedimientos, otros
que los suyos. Es verdad que ellos fusilan, atormentan, exterminan.
Pero es que ellos son criminales.158 Ellos, los republicanos. son criminales; nosotros, los franquistas, no. Y no lo son porque juzgan,
aplican la última pena desde un procedimiento judicial el cual
permite determinar la culpa del acusado, la gravedad de su falta,
las leyes que vulnera, las tropelías cometidas. La conciencia de
los franquistas está limpia. El juicio es una enorme tapadera que
blanquea los sepulcros: se instruye la causa, se juzga y se sentencia,
y hasta el condenado tiene un defensor. Que aplicasen la justicia
al revés, como dijera Serrano Súñer, no les remueve ni un ápice la
conciencia de que están operando justamente. Que no hiciesen
179
caso a las declaraciones de los imputados, ni a los testimonios que
declaraban en su favor (y en el caso de Gómez Serrano nadie lo
hizo en su contra) tampoco importaba. Que la petición del fiscal
y la sentencia no estuviese argumentada, ni poco ni mucho, y una
y otra se limitaran a reproducir acusaciones de denunciantes rutinarios (ayuntamiento, policía) y sin probar, tampoco importaba.
Lo que importaba era el castigo ejemplarizante y la eliminación
de los miembros podridos. Ello se hacía siguiendo el ritual acostumbrado.159
En el caso de los intelectuales, si habían destacado políticamente, se les consideraba inductores y corruptores que, desde el
libro, el folleto, la palabra y su testimonio, engañaron a las masas,
envenenaron a la juventud. Eran productores y difusores del mal,
y debían cumplir su pena. Por su categoría social y su influencia
moral eran responsables de la guerra. En el caso de Gómez Serrano, según el considerando primero de la sentencia, fue acusado
del delito de adhesión a la rebelión...
Por... la completa identificación del procesado, tanto en el orden espiritual como en el material de los hechos, con la causa
marxista, por haber puesto su voluntad y empleado medios de
acción suficientes para la consecución de su propósito, siendo
el procesado Eliseo Gómez Serrano responsable en concepto de
autor y por participación directa, por ser uno de los principales
responsables de la rebelión marxista que ha ensangrentado a España durante cerca de tres años.160
Los hechos (o cargos) por los que fue condenado eran los
siguientes:
1. Ser diputado a Cortes por Izquierda Republicana y formar parte del Frente Popular, como se ha dicho.
2. Ser uno de los dirigentes más destacados de la izquierda.
3. Haber sido nombrado director de la Escuela de Magisterio de Alicante por las autoridades republicanas (marxistas) en diciembre de 1938.
4. Haber organizado soldados voluntarios para el ejército
republicano.
180
5. Por propaganda revolucionaria a favor de la causa roja.
6. Manifestarse en público contrario a los militares sublevados y al ejército franquista y a sus generales.
7. Por haber alcanzado el grado de comisario político.
8. Por no haber evitado el desafuero que existió en Alicante,
dada su influencia y prestigio, es decir, por omisión.
Cayó, en esta fase del proceso, el cargo de perseguir falangistas en Alicante y provincia (de hecho, ya no hacía falta añadir
más delitos que en Instrucción, máxime si todos los testimonios
negaron dicha acusación). Conviene recordar que muchos cargos
que se imputaban a los vencidos (la omisión, tener alguna responsabilidad en guerra, haber sido nombrado por las autoridades
marxistas, manifestar opiniones en público...) se reiteraban en
procesos militares, juicios especiales o comisiones depuradoras
como si se tratara de un argumentarlo que aplicaban los franquistas a sus enemigos.
El proceso, por otro lado, constaba de dos fases. En la primera un juez instructor161 recopilaba informes (en este caso de
la policía y del alcalde de la ciudad) y declaraciones, incluyendo
la del encausado (a la que solía no hacer caso en nada). Esta fase
concluía con un auto de conclusiones definitivas elevado por el
juez instructor donde, por lo común y en este caso también, se
incluían los cargos que se habían recopilado en los informes y
declaraciones de testigos sin comprobar. En este proceso, sentenciado Eliseo Gómez de antemano, se desestimaron los siete testimonios que declararon ante el juez considerando al procesado
una buena persona.162 En la segunda fase se procedía a la vista y
fallo por el tribunal,163 donde un ponente y el fiscal (que tenían
formación en derecho) tipificaron el delito de adhesión a la rebelión, con agravantes, por cuanto apreciaron que, por la posición y
prestigio de Gómez, los delitos que se le imputaban se cometían
con perseverancia y trascendencia, y propusieron la pena máxima. En los sumarísimos de urgencia todo era muy rápido, y en
este caso el tribunal fijó la vista para dos días después, nombrándosele el defensor con sólo veinticuatro horas antes.164 La vista se
181
hizo el 24 de abril a puerta cerrada y sin testigos, y lo que se tardó
en cumplir la sentencia se debió a los trámites: una formalidad
de la Auditoría de Guerra de capitanía de Valencia indicando que
se había actuado racionalmente y conforme a la justicia militar y
el enterado de Franco. Éste llegó por telegrama; inmediatamente
se tramitó al juez de ejecuciones de Alicante el 4 de mayo. A las
tres horas de día 5 se le comunicó la sentencia, y quedó el preso
en capilla; a las seis de la madrugada era fusilado.165
Pero con el fusilamiento de Gómez Serrano no acabó la represión. La represión franquista se parece a los infiernos de Dante:
opera como círculos concéntricos que se ceban con los vencidos
(y sus familias). Estos círculos del averno no se excluyen entre sí:
cárcel, ejecución, depuración, inhabilitación, multa, incautación
de bienes, condena por masonería y estigma social no son prácticas represivas excluyentes. Ni siquiera las sanciones que afectan
a una persona acaban necesariamente con su fusilamiento. La represión sigue planeando en círculos concéntricos sobre el reo y su
familia: condenan en rebeldía, dan de baja en el escalafón, inhabilitan profesionalmente, multan e incautan bienes, sancionan a
la esposa o viuda, vigilan a los hijos...
En el caso del profesor Gómez Serrano y su familia así sucedió. La dictadura cerró el círculo represivo de venganzas sobre su
familia. Apenas detenido Eliseo, Falange se incautó de la vivienda
urbana de la familia, sita en la calle Bailén, esquina plaza Castelar,
para instalar oficinas (desde finales de 1936, la familia vivía fuera
de la ciudad, precisamente por los bombardeos a que era sometida la urbe).166 Desaparecieron, pues, de la casa familiar las joyas,
muebles y otros enseres.167 Y el atropello de la casa fue el menor
de los desmanes.
Hubo más: su mujer, Emma Martínez Bay, profesora de la
Normal, fue depurada y sancionada con dos años de suspensión
de empleo y sueldo. La familia entera, poco después del fusilamiento, se trasladó a Valencia, donde las hijas mayores, Emma
y Blanca, revalidaron los estudios que habían hecho en guerra y
los completaron en la Universidad (cursos comunes de Letras la
primera) y en el Instituto de Xecundaria San Vicente Ferrer la
182
segunda). La madre, el hijo menor, Francisco de Paula, y el padre
de la madre se trasladaron de Rabassa a Valencia poco después.
Se vieron, por otro lado, forzados a vender la finca de Rabassa en
Alicante, porque a las pocas semanas de estar en Valencia recibieron la noticia de los caseros de que había sido incendiada sin
saber por quién, de un modo similar a como operaba paralegalmente el fasci italiano di combattimento. Ello obligó al padre de
Emma Martínez Bay a volver a Alicante y malvender la finca.168
Pasados los dos años de suspensión de empleo y sueldo,
mientras las hijas fueron a Madrid a estudiar Clásicas, Emma, y
Química, Blanca, la madre, con el resto de la familia, marchó a
la Escuela Normal de Teruel donde fue destinada, hasta que en
1945 se le dio plaza en la de Castellón.
Cárcel, juicio sumarísimo y ejecución de Eliseo; incautación
de la vivienda de Alicante; depuración de la viuda por dos años;
asalto de los broncos fascistas que operaban por Alicante de la
finca de Rabassa y venta precipitada de la misma; traslado forzoso
de Emma Martínez al rehabilitarla a la Escuela Normal de Teruel
hasta 1945 y desde entonces a Castellón.
¿Acabó ahí la represión? No. Aunque no se ha encontrado
el expediente por Responsabilidades Políticas, conocemos –por
información del Boletín Oficial de la Provincia que recoge Miguel
Ors y la denuncia que trasladó el alcalde franquista de la ciudad
al tribunal– que se le abrió el proceso, como era preceptivo, sin
que se sepa si se le impuso sanción económica.169 Se puede suponer que, probablemente, hubiese sanción, puesto que apenas
detenido Eliseo, Falange se incautó de la vivienda urbana de la
familia, como antes se ha comentado. Según testimonio de Blanca Gómez, recogido por Beatriz Bustos y Francisco Moreno, ni
la viuda ni los hijos volvieron nunca a esa casa.170 Blanca no supo
nada de esa casa, o si lo supo lo echó al olvido.
Las Comisiones de Incautación que funcionaron en la zona
franquista desde el principio de la guerra tenían como práctica
tomar posesión de las propiedades de enemigos de los sublevados;
cuando fue aprobada la Ley de Responsabilidades Políticas, cuyo
objetivo era multar y sancionar económicamente a los enemigos
183
de la dictadura, se encargaron sus tribunales de las incautaciones; bastaba a estos tribunales imponer una sanción por el valor
del bien incautado para quedar, consecuentemente, expropiado
sin indemnización. Cuando los franquistas llegaron a Alicante,
la Ley de Responsabilidades Políticas ya estaba en vigor, pero no
por eso se pierde la práctica de incautar, como le sucedió a la familia de Gómez Serrano. Si perdió la vivienda, podemos suponer
que tal vez fuese expropiada a consecuencia de una sanción del
Tribunal de Responsabilidades.
El otro proceso, hasta ahora desconocido, que en ese caso
sí siguió su curso completo, aun después de muerto, fue el de
masón que incoaba el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo. En su expediente consta la denuncia de la
Jefatura de Seguridad de Valladolid, que le acusa de pertenecer
a la Junta de Izquierda Republicana de Alicante compuesta por
masones; la policía de Alicante lo señala como afiliado de la logia
Constante Alona n.º 3 de esta ciudad (cerca de su casa de la calle
Bailén), que seguía la obediencia del Gran Oriente. El tribunal,
sin embargo, no pudo documentar ni el nombre simbólico, ni
el año de iniciación, ni el grado que alcanzó en la hermandad,
y ello pese a que las autoridades franquistas, para completar la
represión, se incautaron y concentraron en el Servicio de Recuperación de Documentos de Salamanca abundante documentación de las diversas logias, dispusieron de multitud de informes y
usaron las declaraciones de masones encartados en procesos que
se retractaban.171
Nada de todo ello ofrece noticia relativa a Gómez Serrano.
Es más, preguntado por el juez militar de guardia que instruía la
fase sumarial si era masón, contestó que no.172 Y, sin embargo, el
expediente judicial siguió hasta 1945, año de la derrota del fascismo, en el que las autoridades franquistas se dieron mucha prisa
en cerrar el descomunal volumen de personas enjuiciadas en los
Tribunales Especiales de Responsabilidades Políticas y Represión
de la Masonería. Ese año, tras retomarse en marzo el expediente
y recabar de la policía de Alicante173 –una vez más– toda la información, el juez que instruye la causa, Tomás Pereda Iturriaga,
184
decretó el auto de terminación del sumario y sobreseimiento definitivo por defunción: al fallecer el encartado –dice– queda extinguida la acción penal que pudiera derivarse de su situación delictiva.174 Este auto, que reconoce nuevamente el carácter delictivo de
la asociación, aun sin constar pruebas concluyentes, lo revalidó
en octubre el auto del general Enrique Cánovas, presidente del
Tribunal Especial que nos ocupa.175
Decir que ejecutaron a un hombre bueno y solidario como
Gómez Serrano, a un intelectual comprometido, a un hombre de
Azaña, a un militante de Acción Republicana e Izquierda Republicana, a un concejal de Alicante y a un diputado de su provincia, a un director de la Escuela Normal, a un demócrata valiente y defensor de la palabra y la razón, aun en los tempestuosos
vendavales de la Guerra Civil... es una obligación moral de los
historiadores para con su comunidad. Contar la vida de personas
como Eliseo Gómez Serrano es relevante sociopolíticamente. Por
eso, tal vez sea tan polémica y tenga tantos enemigos la cuestión
de la memoria histórica.
II
Eliseo Gómez nace en Valencia en 1889. Pertenecía a una
familia que poseía un taller de carpintería mecánica para la construcción de maquinaria agrícola, en el que trabaja su hermano
mayor, Nicolau Primitiu, un joven inquieto e ingenioso que
compagina el trabajo en el taller familiar y los estudios, obteniendo los grados de perito mecánico y perito químico en el Instituto
General y Técnico de Valencia, así como diversas asignaturas de
bachillerato. Pronto, Nicolau Primitiu se hizo cargo de la dirección de la empresa familiar, lo que le impidió seguir estudios
(pero no desarrollar la curiosidad ni los conocimientos más variados a lo largo de su vida). A los 26 años aumentó considerablemente el taller al patentar una trilladora que se usó durante
muchas décadas. Su relación con Eliseo, 12 años menor que él,
era de hermano mayor que lo cuidaba. Eliseo acabó con satisfacción los estudios primarios, estudió Magisterio en la Escuela
185
Normal de Valencia. De ahí pasó a Madrid, acompañando a su
primo hermano, el célebre maestro Serrano, con la intención de
estudiar música, aunque –el azar– al convocar oposiciones para
cubrir plazas en la Escuela Superior de Magisterio, se presentó,
ganando una, lo que le permitió cursar en este centro y residir en
la Residencia de Estudiantes. La Escuela Superior de Magisterio
de Madrid, creada en 1909, era un centro de calidad que nació
en el contexto de las reformas de corte regeneracionista para fomentar el cultivo de la ciencia, la educación y la cultura (como la
JAE o la Residencia de Estudiantes) y tenía como objetivo formar
profesores bien preparados que atendiesen las Escuelas Normales
e inspectores de Primera Enseñanza.176 Su profesorado era excelente (Ortega y Gasset, Beltrán y Rózpide...). En esta escuela conoció a Emma Martínez Bay, hija de un comerciante de Alicante,
con quien acabó casándose en 1919.177
En junio de 1915 tomó posesión de la cátedra de Metodología de la Geografía de la Escuela Normal de Maestros de Alicante.178 Aún no había cumplido los 26 años. Era un joven y entusiasta profesor, a quien vemos organizar la biblioteca y adquirir
recursos didácticos para su asignatura –entre ellos libros, mapas
y una colección de vistas estereoscópicas de España–, o formar
parte de comisiones que buscan la mejora de las instalaciones de
la institución, consiguiéndose un nuevo emplazamiento. Gómez
Serrano y otro compañero de promoción, Francisco Ruvira, profesor de matemáticas, son la ventana de aire fresco que renueva
el cuadro docente tradicionalista que predomina en la Escuela.179
Sus ideas pedagógicas, cuajadas en los años de formación,
están influidas por la ILE y las nuevas tendencias educativas de
la nueva pedagogía (ILE, escuela nueva, escuela laica, escuela
moderna), mostrándose seguidor de John Dewey, como señalan
Rafael Sebastiá y Emilia María Tonda,180 y de Lorenzo Luzuriaga, que difundía en España los escritos del norteamericano. Esta
nueva corriente pedagógica apostaba, en los años del primer tercio del siglo XX, por una nueva concepción educativa que pretendía rectificar a fondo la educación tradicional. Ideas esenciales
de este programa eran: 1) Crear un sistema educativo público
186
abierto a todos, sin rupturas y sin más limitación que las capacidades (acabando con la escuela dual que ha explicado Carlos
Lerena).181 2) Organizar un aprendizaje que enseñase a pensar
–misión fundamental de la escuela–, que atendiese la experiencia
de los escolares y considerase la educación como constante construcción de la propia experiencia (la persona se está formando
siempre). 3) Promover una enseñanza que tuviese en cuenta los
intereses directos y vitales de los niños (lo que era más estimulante y motivador para el educando que imponerle los intereses
de los adultos) y que le acostumbrase a una participación activa
en lo que se aprende, procurando que se aplique a definir los
problemas y buscar soluciones. 4) Fomentar la actividad libre del
alumno (en vez de sujetarlo a una rígida disciplina) que cultivase
la individualidad... Más que libros de texto, búsqueda de información (fichas, recortes de prensa, cuadernos de notas...) por los
escolares (estudiar las cosas, no sólo los libros); más que un maestro
sabelotodo y transmisor de conocimientos cerrados, un maestro
socrático que enseña dialécticamente conocimientos nunca cerrados, siempre revisables, y hace brotar nuevas ideas; un maestro
que se sirve de la mayéutica (arte de dar a luz).182
En unos apuntes de Gómez Serrano de un curso de Geografía que impartió en 1935-36, influido por su profesor de geografía de Madrid, Ricardo Beltrán Rózpide,183 se pueden detectar
algunas de estas ideas pedagógicas básicas que se han indicado,
como, por ejemplo, que el niño aprenda geografía observando
la naturaleza y los pueblos y ciudades, desarrolle capacidades de
comparación y clasificación, se inicie observando y sacando deducciones sobre el medio que le es más próximo (comenzando
por la escuela, el barrio o pueblo, etc.), forme sus notas, sepa leer
mapas... A este respecto, en un tema interesante para los futuros maestros incluía un cuestionario que podía servir como guía
para indagar el paisaje o medio geográfico. Además, definía la
geografía como un saber derivado de las necesidades humanas de
conocer el medio (necesidades para la alimentación, el hábitat, el
vestido, la agricultura, la industria, los transportes...) como explicaba su maestro Betrán Rózpide, y trataba –sumariamente– las
187
interacciones entre los hombres y el medio, eludiendo el determinismo.184 El carácter práctico de su enseñanza comprendía visitas
guiadas (por ejemplo, al puerto)185 o viajes de estudios.186 Como
buen profesor de maestros, incidía mucho en el conocimiento
del mundo actual, que interesa a todos los ciudadanos y profesionalmente a los maestros por la función que desempeñan, y daba
conferencias sobre estos temas, como la que dio en la Escuela,
organizada por la Asociación de Estudiantes de Magisterio sobre
«la situación en la actualidad» (1932), donde habló de la crisis
económica, las políticas de actuación sobre ella de los principales
Estados del mundo, incluyendo los Estados Unidos, y lamentó
la tendencia a «elevar las tasas arancelarias» porque «con ello no
se consigue nada positivo».187 Era un hombre interesado por su
tiempo, y lo transmitía en su praxis docente.
Pero nuestro protagonista no se limita a la actividad académica. Se hace socio del Ateneo,188 donde participa en la vida cultural
y política de la ciudad, ya sea en homenajes a Gabriel Miró o en
polémicas sobre las comunicaciones o la traída de agua a Alicante
del alto Guadiana (asunto en el que polemizó con el ingeniero
Ubaldo Azprato, inspector de ingenieros geógrafos, entendiendo
Gómez que era técnicamente posible traerla, pero económicamente utópico, inclinándose por un aprovechamiento más eficiente de las aguas subterráneas).189 Así se integra en el grupo de
intelectuales progresistas y el grupo de republicanos (ente ellos
Ángel Pascual Devesa) que organizan en 1921 el Partido Único
de la Democracia Alicantina, que se integró en 1926 en Alianza
Republicana, nacida ese año, y constituida también en Alicante,
y cuyo objetivo es no sólo hacer la oposición a la dictadura de
Primo de Rivera sino lograr una Segunda República.190
Aquel joven que conoció el ambiente de la Residencia de
Estudiantes de Madrid y renovó los aires estancados de la Escuela
Normal, se comprometió en la política local. En 1931 dio un
salto adelante: se presentó por la coalición republicana al Ayuntamiento y obtuvo acta de concejal en las elecciones de 12 de febrero de 1931.191 El alcalde radical-socialista, Lorenzo Carbonell, lo
nombró vocal de la Comisión de Instrucción Pública y miembro
188
de la Junta Local de Primera Enseñanza.192 El cargo de concejal
lo desempeñó hasta octubre de 1934, en que el gobernador civil
del gobierno derechista destituyó a los ediles votados en 1931 y
nombró comisiones gestoras que gobernaron el municipio hasta enero de 1936, en que fue repuesto el ayuntamiento elegido
en 1931, tomando nuevamente posesión el alcalde Carbonell y
los concejales de la izquierda, entre ellos Eliseo Gómez.193 Paralelamente, en diciembre de 1931, fue nombrado director de la
Escuela Nacional de Magisterio de Alicante (nombre con el que
la República denominó a estos centros), hasta que fue sustituido
por Manuel Sala Pérez en marzo de 1934, designado éste por el
gobierno Lerroux.194
Desde el puesto de concejal y director de la Escuela se volcó
en lo que constituye uno de los fundamentos de la praxis republicana: la reforma educativa. El ímpetu republicano y reformador lo
saludaba Carlos Esplá en la campaña de las municipales de 1931.
Repasaba nombres y circunstancias de republicanos alicantinos y
advertía de que las bajas del grupo se habían producido sólo por
muerte, nunca por deserción ni traición.195 La República fue un
período breve cuyas realizaciones limitó, no el entusiasmo, sino la
falta de tiempo: en el fondo, fue un bienio preñado de reformas
(el segundo se dedicó a enmendar, refrenar o suprimir las reformas
del primero), y cuando volvió el pulso reformista la guerra arrasó
con todo. No conviene, pues, exagerar la mirada. En el fondo, la
República era un punto de partida de la regeneración del país y de
la ciudad que nos ocupa. Casi todo estaba por hacer.196
En el ámbito cultural de Alicante, el empeño de la política
municipal por transformar la realidad y crear una infraestructura que atendiese las necesidades de escolarización y propiciase el
desarrollo de una cultura laica y moderna (en lo que colaboraban
maestros, profesores y un representativo y brillante grupo de periodistas y políticos) es, sin duda, uno de los principales activos
del período.197 Y en él destacó Eliseo Gómez Serrano para quien,
como para muchos intelectuales y personas de clase media modernas, la República significó un cambio en los supuestos vitales:
la posibilidad de realizarse y realizar en España las transformaciones que venía planteando esa generación desde su juventud.198
189
Para los republicanos de izquierda, la escuela era concebida
como palanca que atajaría uno de los problemas, según veían,
más graves que se le planteaba al país: la incultura, enervadora de
capacidades y fuente de abyección moral y espesa ignorancia. La
República necesita, para gobernar bien, crear un nuevo pueblo, despertar
inteligencias aletargadas por obra y gracia del régimen caído y dar a conocer a todos los ciudadanos junto con sus obligaciones, sus derechos.199
La escuela era indispensable para esta tarea. Así se venía
proclamando a los cuatro vientos en ateneos, tertulias, revistas
y periódicos liberales. Eliseo Gómez concebía que la educación
es esencialmente una atribución del Estado y que debe ser laica.
Apostaba por la coeducación, la pedagogía activa (nuevas modalidades pedagógicas, reflejaba la prensa), la neutralidad confesional
(se oponía al monopolio de la iglesia) y la ampliación progresiva de la instrucción primaria.200 En un discurso pronunciado en
1935 exponía que en una democracia es esencial la reivindicación
por el Estado de la función docente y consideraba que la estrategia
debía ser atraer más que prohibir: atraer a la escuela pública laica,
por supuesto, mediante buenos profesionales y método: llegados
a ese punto –decía– no se necesitará preocuparse demasiado de las
instituciones privadas; ellas solas se suprimirán por no poder resistir
la competencia en calidad.201 Impartió muchos discursos, conferencias y mítines explicando qué es la escuela republicana. Desde
el ayuntamiento, el nuevo concejal encargado de este ramo tenía
la ocasión de empujar en este sentido. Y lo hizo con fuerza, pasión y coherencia. Y con una dedicación de trabajo intensiva que
podremos observar.
Redactó un informe detallado sobre las deficiencias escolares
de Alicante, ciudad donde había un 38,5% de analfabetos (el
43,5% de ellos mujeres); mostró las deficiencias escolares públicas que no podían ser atendidas por la escasez de colegios privados y que, a la sazón se vio perjudicada temporalmente por
el incendio contra entidades religiosas del 11 de mayo de 1931,
y calculó que para los 3.400 párvulos –niños y niñas de 3 a 6
años– sólo había dos maestros, y que para los casi 12.000 niños
y niñas de edad escolar, de 6 a 12 años, había 52 maestros y
190
maestras, cuando para grupos de 50 como máximo harían falta 238. Era menester aceptar el ofrecimiento de estudiantes de
Magisterio para empezar a atender con urgencia estas carencias y
organizar un plan de nombramientos provisionales de maestros
y maestras. Propuso al ayuntamiento una moción y un plan de
ordenación, construcción y financiación escolar de la ciudad, que
consiguió fuese aprobado con carácter de urgencia.202 Planteó
crear 23 grupos escolares y 6 escuelas unitarias con vivienda para
el maestro en las pedanías de la ciudad (la Santa Faç, Tabarca,
Bacarot, Cañada, Moralet, Rebolledo) y para las escuelas mixtas
de La Alcoraya, Monnegre, Verdegàs y Vallonga. Calculó en 9
millones y medio de pesetas el coste, de los que al ayuntamiento
le corresponden la mitad, y planteaba una amortización en cinco
anualidades. El plan comporta solicitar al Ministerio de Instrucción Pública el 50 % del coste de la construcción, todo lo cual se
aprueba entre mayo y el 4 de septiembre.203 Como cabe suponer,
las limitaciones del presupuesto fueron desgranando el plan lentamente.204 Desde el 14 de abril de 1931 al 31 de diciembre de
1932, se crearon en Alicante 23 nuevas escuelas (no grupos) con
39 secciones.205
Una vez redactado y aprobado el plan fue menester no quedar inactivo e ir resolviendo muchos problemas del día a día. En
este punto es donde Gómez Serrano dio su verdadera talla. Con
ser notorio el proyecto educativo para la ciudad, más lo fue su
empeño y su trabajo diarios para fomentar la escolarización. El
primero de los problemas, por ejemplo, era nombrar maestros
provisionalmente, y disponer de instalaciones provisionales para
las escuelas mientras se construían los grupos escolares, lo que
requería un gran dinamismo. Gómez Serrano lo tuvo. Para ser
maestros se ofrecieron estudiantes que habían acabado los estudios de Magisterio ese curso y los estudiantes de cuarto año de la
Escuela. A Eliseo Gómez le correspondió sugerir estas cuestiones
en la Escuela Nacional de Magisterio de Alicante que dirigió desde diciembre de 1931 hasta marzo de 1934. Lo mismo cabe decir
de los locales: entidades públicas y privadas se ofrecieron mientras se construían escuelas.206 Pero, sin duda, como las cosas no
191
se hacen solas, nos interesa ver detrás de esta efervescencia a un
concejal y profesor en automóvil yendo de sitio a otro, o luchar
bravamente en los plenos del Ayuntamiento para tejer la red que
permitió, en pocos meses, convertir en posible lo que se había
soñado en mayo de 1931.
Los grupos escolares empezaron a marchar en 1933, y no
fueron 23, como decía el plan, sino cuatro. Miguel López González (1907-1976),207 un arquitecto innovador, que ha acuñado
buena parte de la imagen de Alicante, fue el que preparó el proyecto para los cuatro grupos en otras tantas barriadas: las Carolinas, Los Ángeles, San Blas (Libertad en los años de guerra)
y Benalúa. Eran edificios modernos, con capacidad para varios
grupos, con pasillos y ventanales amplios, higiénicos, uno tenía
piscina y todos duchas. A lo largo de 1933 se decidieron los emplazamientos y se presupuestaron; entre septiembre de 1933 y
marzo de 1934, el Ayuntamiento aprobó la memoria, planos y
proyectos y concertó una operación de crédito con la Caja de
Ahorros de Alicante de 1.000.000 de pesetas; en junio se subastaban las obras y empezaron a realizarse, dando alivio al paro. Se
realizaron a lo largo de 1935 y 1936; en septiembre de ese año el
ayuntamiento recibió la obra.
En noviembre de 1936 quedaban por rematar los detalles y
adquirir los muebles, para lo que el Consejo Municipal de Alicante emitió 500.000 pesetas en bonos a 5 años para cubrir este
gasto y los intereses del préstamo. Sin embargo, por las prórrogas
de la emisión de las que da cuenta El Día, parece ser que los bonos no se suscribieron, lo que vendría a corroborar el expediente
relativo al mobiliario de los nuevos grupos escolares aprobado
por el municipio por una cantidad muy inferior a la planteada en
octubre del año anterior.208 Pero la guerra impidió el uso escolar:
se destinaron a diversos usos militares como oficinas de reclutamiento u hospitales de sangre.209
La mejora escolar no pasaba sólo por construir escuelas y
contratar maestros. La miseria y la necesidad eran hermanas
del absentismo escolar, y para ganar esta batalla, además de la
concienciación cívica, se requerían otros instrumentos como las
192
cantinas escolares. Desde 1908 existía en Alicante la Asociación
de Caridad Escolar, fundada por la directora de la Normal de
niñas, Amparo Hidalgo, que recababa fondos y los convertía en
raciones alimenticias para niños y niñas necesitados, mientras la
administración quedaba prácticamente el margen de estos menesteres. El presupuesto municipal para 1931 preparado por el
último ayuntamiento de la monarquía reservaba 1.000 pesetas
para subvencionar cantinas escolares (o si se quiere raciones alimenticias que se distribuían entre los niños y niñas más necesitados los días lectivos).
La República adoptó un nuevo criterio. Por un lado, se sustituyó la caridad por el compromiso de la administración, responsabilizando a los Consejos locales de primera enseñanza de la
gestión de estas ayudas y su mejora; por otro, atribuyó al Estado
y a los ayuntamientos la obligación de dotar este servicio que, a
la vez, era complementario de la instrucción pública y una tarea paradigmática del reformismo social de los republicanos de
izquierda. Ayuntamientos y Estado empezaron a dedicar sumas
crecientes a las actividades complementarias de la escolarización.
Así, a cantinas escolares, la ciudad de Alicante dedicó 10.000
pesetas en el presupuesto para 1932, multiplicándose por diez la
partida que la monarquía dedicaba a estos menesteres; para 1933
fueron 40.000 y para 1934, 50.000. El Estado aportaba cada año
10.000 pesetas (en el presupuesto de 1934 ya no incluyó partida,
lo que obligó al Ayuntamiento y al Consejo de Primera Enseñanza a un esfuerzo adicional). A estas cantidades se añadieron otras
procedentes de asociaciones de vecinos y de los fondos que obtenía el Consejo de Primera Enseñanza de Alicante que organizaba
representaciones en el Teatro Principal y otras actividades.
Al comenzar el curso 1933-34 funcionaban ocho cantinas
en la ciudad que atendían, según El Luchador, a 600 niños, aunque el Diario de Alicante rebaja la cifra a la mitad.210 Con ser
las cantinas las principales instituciones complementarias de la
escolarización, había otras como el ropero escolar o las colonias escolares,211 que también tuvieron incrementos en las dotaciones de
los presupuestos públicos, y que en los veranos de 1932 y 1933
se materializaron cuatro: dos en Biar y otras dos en Castalla.212
193
El Plan de Ordenación y Construcción Escolar, con ser mucho, no lo era todo. Gómez Serrano se manifestó defensor de la
enseñanza bilingüe, solicitando de la ciudad una moción para
aplicar el decreto de bilingüismo de Cataluña a los municipios
valenciano-parlantes de la región, además de la enseñanza de la
geografía, historia, literatura y arte valencianos. En dos plenos
fue menester debatir la moción. En el primero, se opuso la minoría socialista, quedando sobre la mesa,213 y en el segundo –10
de julio de 1931– se aprobó, aunque con el voto en contra de los
socialistas,214 que argumentaban que las clases en valenciano obstaculizaban el progreso, engendraban odios e impedían la fraternidad entre los pueblos.215 El planteamiento de Gómez Serrano
no era tanto nacionalista cuanto pedagógico y cultural. Para los
niños valenciano-parlantes, su lengua materna es esencial para
poder aprender. Lo argumentaba así:
Los niños que asisten a las escuelas de esta zona valenciana por
su lengua materna no suelen hallarse durante los primeros años
con facilidades para aprender los conocimientos a que se refieren
los programas escolares por imposibilidad material de entender
la lengua que el maestro les habla y que ellos no suelen oír ni
practicar en sus casas ni en la calle.216
Como director de la Escuela, Gómez Serrano fue el encargado de implantar el plan profesional de 1931 de las Escuelas de
Magisterio, con sus radicales novedades, entre ellas (además de
fundir la Escuela Normal de maestros y la Escuela Normal de
maestras en una única Escuela de Magisterio), se exigía el bachillerato para ingresar, con lo que se elevaba el nivel y la edad de
los estudiantes de Magisterio; se tenía que superar un examen de
acceso en el que había, entre otras pruebas, un ensayo escrito en
el examen sobre «el analfabetismo en España y su mejoramiento
por la escuela», donde los estudiantes solían exponer su actitud
para superar el problema, clave en el republicanismo; en este examen, el número de los que lo superaban calculaba, como en las
enseñanzas profesionales, las previsiones de maestros y maestras.
Eliseo Gómez Serrano defendió ese plan con energía y argumen194
tó la dignidad de maestro y la necesidad de que accediese a estos
estudios con el grado de bachiller, la necesidad de becas para que
pudiesen estudiar Magisterio escolares capacitados, y el reciclaje
del profesorado de la Escuela de Alicante (acabaron asistiendo
varios profesores a cursos de perfeccionamiento en Madrid).217
En fin, no faltó la praxis de Eliseo Gómez Serrano en otros
frentes, como su apoyo al asociacionismo estudiantil, a la primera
asamblea de maestros de la provincia o a la integración de la mujer en la vida profesional y política.218
III
En febrero de 1936 Eliseo Gómez Serrano fue elegido diputado de Izquierda Republicana por el Frente Popular.219 En
virtud de la Ley de Incompatibilidades vigente quedó excedente
de su cátedra, pero sus tareas como diputado fueron tan limitadas
como las del Parlamento entero, porque la legislatura fue anómala a causa del golpe de Estado de julio y la subsiguiente guerra.
Cuando se produjo la sublevación, como la mayor parte de autoridades republicanas y compañeros de partido, Gómez Serrano
se puso a disposición del Gobierno Civil para evitar el triunfo del
golpe en Alicante y recuperar las plazas de Almansa y Albacete.
Es importante destacar que el proyecto democrático y reformista que impulsó Izquierda Republicana era un auténtico desafío a las clases burguesas moderadas y al tradicionalismo cultural,
al caciquismo y a todos los poderosos anclajes que atrapaban a
la sociedad española en un pasado que costaba mucho superar.
Gómez Serrano era consciente de la cuestión.220 Aún es más importante destacar que el proyecto democrático y reformista de
la Segunda República que defendía este partido, aun en una coyuntura mundial tan adversa, era un camino sin fin, un proceso
que no acaba. Hoy nos parece sencillo este principio. Pero en
los años treinta no era así. Apostar por el proceso significaba renunciar a los paraísos. Dos eran básicamente los que deslumbraban entonces. Por un lado, el paraíso socialista (con estrategias,
tácticas y maneras diferenciadas entre socialistas, comunistas y
195
anarquistas). Anunciaba que, más allá de la revolución socialista
y del necesario sufrimiento exigible para construir la sociedad
socialista, la humanidad alcanzaría la felicidad y justicia social,
aunque mientras tanto, mientras llegaba esa edad, la utopía se
tomaba en penda sacrificios de millones vidas y de unas cuantas
generaciones.
El segundo paraíso político era menos generoso con el género humano, aunque no con la patria excluyente y dominante
que se pretendía redimir con él. Para los fascistas italianos, los
nacionalsocialistas alemanes o los falangistas españoles, el paraíso
era limitado: no alcanzaba al género humano, sino sólo a una
nación. Consistía en forjar una gran potencia dominante, donde
en unos casos la raza aria conduciría los destinos de Europa, en
otros se reconstruiría una nueva versión del imperio romano y en
otros, en fin, se haría de España Una, Grande y Libre. Pues bien,
los republicanos de izquierda y sus reformas y proyectos políticos,
deambularon por otra vía, se abrieron otros caminos, no creyeron ni en el paraíso socialista ni en el paraíso fascista, sino en la
modesta sociedad política basada en la democracia representativa
que se podía ahondar cada día y, con ello, superarse y conseguir
Edificio del Grupo Escolar de la partida de Los Ángeles, promovido
por E. Gómez Serrano. No llegó a funcionar, debido al estallido de
la guerra, en la que fue hospital de sangre y luego hospital militar.
196
Panteón de Eliseo Gómez Serrano y su familia en el Cementerio Municipal de Alicante. El escultor Ricardo Boix representó el fusilamiento: a la izquierda del nombre, un árbol vigoroso, y la fecha anterior
al fusilamiento en el suelo; a la derecha, el mismo árbol truncado y la
fecha de muerte en la nube. Fue fotografiado el 14 de abril de 2012.
197
Eliseo Gómez Serrano (segundo por la izquierda)
en un acto cultural en el Ateneo de Alicante.
que los ciudadanos fuesen cada vez, con su acción política, más
libres y la sociedad más justa. No hay paraíso. La vida es un camino.221
Objetivo del partido en guerra, según la reunión conjunta
del Comité Nacional de IR y la minoría parlamentaria, celebrada
en Valencia en 19 y 20 de octubre de 1937, es vigorizar el Partido con el propósito de recoger y canalizar el enorme volumen de
opinión que confía en nosotros, y de nosotros espera la garantía de
estabilidad democrática de nuestro país.222 En la guerra, Izquierda
Republicana no sucumbió: No ha muerto, recordará Óscar Esplá,
y añadirá que siempre mantuvo sus seguidores.223
* * *
El período que va de 1936 a 1939 de la vida de Eliseo Gómez Serrano está minuciosamente registrado en unos potentes
Diarios de la Guerra Civil que ya hemos citado, y que han sido
excelentemente estudiados por Beatriz Bustos y Francisco Moreno, lo que nos permitirá remitir a este trabajo. En estos diarios
expresa la situación de debilidad en la que ha quedado la Repú198
blica tras la sublevación, y percibe perfectamente que el golpe
desarticuló el poder del Estado, destruyó su cohesión y le hizo
tambalearse, obligándole a rehacerse con dificultades y considerable lentitud.224 Aspecto importante en esta reconstrucción de
poder fue la reorganización el ejército, tarea en la que colaboró
destacadamente Gómez Serrano, que fue nombrado Comisario
Civil de Reclutamiento en Murcia el 23 de agosto de 1936. La
organización de estos comisariados se debía a la constitución
de un ejército voluntario para hacer frente a la sublevación. Así
pues, se procedió al alistamiento de voluntarios por seis meses
prorrogables (si las circunstancias lo exigían); a los soldados se les
pagaban unos haberes de 10 pesetas diarias, además de la manutención e intendencia. Las comisarías hacían propaganda y organizaban la recluta. Eliseo Gómez trabajó con intensidad en esta
tarea y organizó 15 batallones y un regimiento artillero.
El primero, que salió para el frente el 21 de septiembre del
36, fue el batallón Murcia. Cuando decreció la presentación de
voluntarios, a finales de diciembre, el gobierno republicano sustituyó este sistema de recluta por las quintas, que nutrieron los
reemplazos a partir de 1937. La actividad de los comisariados
decayó, y en mayo del 37 se disolvieron, quedando Gómez Serrano ejerciendo sus tareas de diputado en exclusiva, hasta que una
nueva norma de 14 de octubre de 1937, al modificar el régimen
de incompatibilidades, lo restituyó a la cátedra de la Escuela de
Magisterio (de la que había cesado al tomar posesión de diputado). Ya repuesto en su cátedra, el 20 de diciembre de 1938 tomó
posesión como encargado de la dirección, según la orden que lo
nombraba.225
Los Diarios de la Guerra Civil de Gómez Serrano son un
documento único que muestra el conflicto desde la perspectiva
de un intelectual republicano, culto, con contactos para informarse y contrastar opiniones, seguidor y conocedor de la política
internacional y la española, así como de la vivencia de la guerra en sus más variados detalles. Entre ellos podemos destacar: el
comportamiento indisciplinado de las milicias anarquistas, que
Gómez Serrano, como el grueso de militantes de Izquierda Re199
publicana y otros partidos, censura con amargura; la confianza
(decreciente) de la victoria republicana de la guerra; la información detallada y la valoración ajustada del significado del armamento italiano y alemán de los franquistas, así como el auxilio
político de Italia y Alemania y los obstáculos de las potencias
democráticas a la República; la vida en la retaguardia, analizando
y valorando, por ejemplo, las consecuencias y las vivencias de los
bombardeos de Alicante; las limitadas victorias republicanas y las
enormes derrotas;226 el embarque de republicanos en el puerto de
Alicante en los últimos meses de la guerra; la creciente carestía
de vida.227 Otra dimensión de los Diarios es la vida privada, sus
razonamientos y dudas, por ejemplo, sobre su valoración de la
guerra,228 o sobre la conveniencia del exilio (pese a que tiene muy
poca confianza en las condiciones de la paz y la negociación con
los franquistas).229 En fin, también en los Diarios... se expresan las
angustias de todos aquellos que se veían ya derrotados y sin posibilidad ninguna de victoria y apoyaron, como Gómez Serrano,
el golpe de Casado.
notas
Los restantes nueve eran José Cerezo Leal, jornalero, de 37 años, Antonio Leal Cerezo, de 30 años, Antonio Guirao Estrañ, de 31 años,
Antonio Ibáñez Llopis, jornalero, de 26 años, Juan Sala Andreu,
Francisco Bailén Cárdenas, José Martínez Guerra, José Rodríguez
Calvo y Juan Oliver Brotons, de 43 años. Vid. CERDÁN TATO,
E., La lucha por la democracia en Alicante, Editorial Casa de Campo,
Madrid, 1978, p. 43. También dieron noticia del fusilamiento, meses
después, diarios del exilio: España democrática. Órgano N. pro defensa
de la República democrática Española (Montevideo), 15-11-1939, p.
3.
149
La Hoja Oficial de Alicante fue editada por la 3.ª Compañía de radiodifusión y propaganda en los frentes, y fue fundada, como Avance
en Valencia, por Manuel Aznar Acedo. La Hoja Oficial (1939) fue
sustituida por la Gaceta de Alicante, que en 1941 dejaría el paso a
Información.
150
BUSTOS, Bustos y MORENO, F., «Introducción» en GÓMEZ
SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil (1936-1939), edición de
148
200
151
152
153
154
155
156
Beatriz Bustos y Francisco Moreno, Universidad de Alicante, Alicante, 2008, p. 90, donde se analiza con detalle el proceso militar incoado a Eliseo Gómez.
GIRARD, R., La ruta antigua de los perversos, Anagrama, Barcelona,
2002, 2ª ed., Ayer aún se le consideraba infalible o se le trataba como a
un santo, mientras que hoy todo el mundo le abruma con sus reproches,
p. 21.
Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), Tribunal
Supremo, Causa General Alicante, 1395, exp. 1, ff. 181, 182, 183,
188... (cf. PARES).
CDMH, Tribunal Supremo, Causa General Alicante, 1397, exp. 5
(pieza octava, Delitos contra la propiedad e informe de las Cámaras oficiales de comercio e industria), f. 6. El documento es el titulado Breve
resumen sobre el desenvolvimiento de Alicante y su provincia durante el
período de dominación roja (cf. PARES).
Diarios de Emma Martínez Bay, 15 abril 1939, en GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil...; Aureliano Abenza, director de la Escuela Normal en 1943, al ser interrogado por el fiscal
de la Causa General de Alicante, no sólo declaró los nombres de los
docentes que fueron sancionados por los rojo» y los que siguieron en
su puesto, sino que en algún caso añadía explicaciones como, por
ejemplo, de Gómez Serrano que fue comisario civil de la base de Murcia del Ejército voluntario. De su mujer, Emma, sólo dijo que siguió
ejerciendo su plaza docente. Vid. CDMH, Fiscalía Tribunal Supremo,
Causa General, 1397, exp. 8 (pieza undécima Tesoro artístico y cultura
roja), f. 14.
SEBASTIÁ RUIZ, E., «Eliseo Gómez Serrano: crónica biográfica»,
en Testimonios recogidos en honor de Eliseo Gómez Serrano, Instituto
de Cultura Juan Gil-Albert/Escuela Universitaria de Formación del
profesorado de EGB (Universidad de Alicante), Alicante, 1991, p. 32.
Podemos citar los de algunos profesores: Juan Peset, Salvador Vila,
José Palanco, Casto Prieto Carrasco, Leopoldo García-Alas... Para
ellos, y por este orden, pueden verse las siguientes monografías:
BALDÓ LACOMBA, M. y MANCEBO ALONSO, M.ª F., «Vida
y muerte de Juan Peset», en Proceso a Joan B. Peset Aleixandre, Universidad de Valencia, Valencia, 2001; AMO de, M., Salvador Vila: el
rector fusilado en Víznar, 2.ª ed., Universidad de Granada, Granada,
2005; GÓMEZ OLIVER, M., José Palanco Romero. La pasión por la
res publica, Universidad de Granada, Granada, 2007; ROBLEDO
R (ed.), Esa salvaje pesadilla. Salamanca en la guerra civil española,
Crítica, Barcelona, 2007; RUIZ, D., «La memoria de Clarín en el
Oviedo franquista», Claves de Razón Práctica, 122 (2002), pp. 54-57.
201
157
158
159
160
Para una mirada de conjunto sobre la represión, vid. ARÓSTEGUI,
J. (coord.), Franco: la represión como sistema, Flor del Viento, Madrid,
2012; GÓMEZ BRAVO, G. y MARCO, J., La obra del miedo: violencia y sociedad en la España franquista (1936-1950), Península, Barcelona, 2011; PRESTON, P., El holocausto español durante la guerra
civil y después, Debate, Barcelona, 2011; ESPINOSDA MAESTRE,
F. (ed.), Violencia roja y azul: España 1936-1959, Ariel, Barcelona,
2010; RODRIGO, J., Hasta la raíz: violencia durante la dictadura
franquista, Alianza, Madrid, 2008; NÚÑEZ DÍAZ-BALART, M,
La gran represión, Flor de Viento, Barcelona, 2009; VIÑAS, Á. (ed.),
En el combate por la historia: la República. la Guerra Civil, el franquismo, Pasado & Presente, Barcelona, 2012.
SEBASTIÁ RUIZ, E., «Eliseo Gómez Serrano: crónica biográfica»..., op. cit., p. 32. También Peset Aleixandre, exrector de Valencia
y diputado de Izquierda Republicana por el Frente Popular, en la
despedida a la familia escribe: Confío, seguro en Dios, en que algún
día mi Patria os devolverá mi nombre como el de un ciudadano que jamás hizo más que servirla cumpliendo sus deberes legales. Vid. BALDÓ
LACOMBA, M., MANCEBO ALONSO, M.ª F. y ALBIÑANA,
S., Procés a Joan Peset Aleixandre, Universitat de València. Valencia,
p. 46. Parecidas son las palabras que Vicente Altabert, un maestro
que fue fusilado el 8 de marzo de 1940, escribía unas horas antes:
honrado nací, honrado e inocente viví y honrado muero pese a los juicios
de los hombres, vid. ALTABERT CUEVAS, M. C., Vicente Altabert
Calatayud: historia de un proceso, memoria de un maestro republicano,
Publicacions de la Universitat de València. Valencia, 2004, p. 224.
Citado en GÓMEZ BRAVO, G. y MARCO, J., La obra del miedo..., op. cit., p. 143. Vid. VEGA SOMBRIA, S., «La represión universal: un aparato estructurado y jerarquizado». en ARÓSTEGUI,
J. (coord.), Franco: la represión como sistema..., op. cit., pp. 163-189.
Como vemos, el ritual, la forma del sumarísimo de urgencia y de los
Consejos de guerra ordinarios, sus detalles, los pasos que se seguían,
el visto bueno de la Auditoría de guerra de la capitanía de Valencia,
en enterado de Franco, el traslado del telegrama al juez de sentencias, la comunicación al interesado y su puesta en la capilla, la firma
de que se le comunicaba la sentencia, la ejecución al amanecer (a
veces era a otra hora) era importante para crear la sensación de «ser
justos», para destruir la personalidad del procesado y para noquear a
sus familiares.
«Sentencia del consejo de guerra celebrado el 24 de abril de 1939
contra Eliseo Gómez Serrano», en GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil..., op. cit., p. 716.
202
Fue el capitán jurídico militar Sergio González Collado, y secretario
Enrique Sala Mata.
162
Sofía Capellín Pascual, profesora de la Normal y secretaria de la
Escuela entre 1934 y 1936, que fue destituida de su cargo por las
autoridades del Frente Popular; era persona muy católica a quien el
procesado le recomendó llevar al Museo Provincial imágenes que
guardaba en su casa; Manuel Sala Pérez, director de la Normal entre
marzo de 1934 y julio de 1936, destituido del cargo por el Frente
Popular y depurado; fue encarcelado en los años de guerra en el Correccional de Adultos, donde fue visitado por Eliseo Gómez Serrano
(Diarios de la Guerra Civil..., 14 agosto 1936), además de firmar
éste y otros profesores una carta solicitando su excarcelamiento; Joaquín Tormo Tormo, de arraigadas creencias religiosas, dueño de una
droguería y vecino de Gómez Serrano; José María Gadea Ribelles,
médico; Fermín Bronchal Costa, procurador; Pedro Beltrán de la
Llave y Fermín Beltrán de la Llave, abogados, Todos los testimonios
indicaron que se era de Izquierda Republicana y que se trataba de
una buena persona o similares expresiones, ignorándose que hubiese
perseguido falangistas u otros aspectos. Los testimonios de Joaquín
Tormo y Pedro y Rafael Beltrán fueron propuestos por Eliseo Gómez Serrano cuando el juez instructor le pidió nombres de avalistas.
Vid. «Introducción» de Beatriz Bustos y Francisco Moreno a Eliseo
Gómez Serrano, Diarios de la guerra civil..., pp. 94-96; CERDÁN
TATO, E. «La Escuela de Magisterio, roja», En La Gatera (1996),
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.
com/servlet/SirveObras/01361697544571514190024/
163
Lo formaban el coronel Juan Hidalgo Matas (presidente), los oficiales Leandro Orbaños Gómez, Demetrio Clavería Iglesias y Galo
Pérez Pérez, el ponente Francisco García Rosado, y el fiscal tiene una
firma ilegible.
164
El defensor fue Juan Grau Soto, teniente jurídico. Su hija Blanca
cuenta que éste manifestó que nadie antes que él quiso asumir el
caso por considerarlo condenado de antemano. En defensa del procesado argumentó que su actuación había sido pasiva, y aunque le
faltase valor para oponerse, los actos criminales... fueron realizados por
elementos no pertenecientes a Izquierda Republicana y que su labor en
la cátedra y el Ateneo no tuvieron matiz político. Pidió 30 años. Cf.
BUSTOS, B. y MORENO, F., «Introducción» a GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil... op. cit., pp. 97-98.
165
Para el proceso y sus detalles, «Introducción» de BUSTOS, B. y
MORENO, F. a GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil... op. cit., pp. 90-103. Para los procesos franquistas, ASENCIO
161
203
166
167
168
169
170
MELLADO, J. M., «Los tribunales franquistas, una recuperación
para la memoria histórica», en Estudios en Homenaje a Gregorio Peces-Barba, 4 vols., Dykinson, Madrid, 2008, vol. 1, pp. 41-60.
Cuando Gómez Serrano fue detenido, la familia no habitaba la casa
del centro de Alicante por estar instalados en la finca que la familia
poseía en Rabassa, donde estaban más seguros frente a los sistemáticos bombardeos a que era sometida Alicante (Diarios de guerra..., 13
agosto 1938). La finca de Rabassa, sin embargo, fue incautada por la
República, durante la guerra, para instalar a refugiados hasta que en
agosto de 1938, no sin gestiones de Eliseo, la dejó la última familia
refugiada y se instalaron en ella los Gómez Sarrano y Martínez Bay.
Antes de que esto sucediera, desde noviembre de 1936 hasta agosto
de 1938, la familia estuvo también fuera de la ciudad, en la pequeña
casa de campo de Ángel Pascual Devesa (Diarios de la Guerra Civil...,
29 noviembre 1936).
Diario de Emma Martínez Bay, 4, 11, 12, 13 de abril de 1939. Se
recoge en Diarios de la Guerra Civil..., op. cit., pp. 701 y ss.
Introducción» de BUSTOS, B. y MORENO, F. a GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la Guerra Civil..., op. cit., p. 102.
Muchos de estos procesos colapsaban los tribunales encargados de
resolverlos por la desmesurada cantidad de personas procesadas; en
1945, al compás de la derrota de la Alemania de Hitler, se cerraron
precipitadamente miles de ellos y no siempre sin sanción, como pudo
documentar para el proceso de Peset Aleixandre. Vid. ORS MONTENEGRO, M., La represión de guerra y posguerra en la provincia de
Alicante (1936-1945), Universidad de Alicante, Facultad de Filosofía
y Letras, tesis doctoral dirigida por Glicerio Sánchez Recio, 1994,
pp. 88-90 y 453. Sobre la denuncia que hizo el alcalde de la ciudad
véase CERDÁN TATO, E., «Responsabilidades políticas», La Gatera
(1996), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361697544571514190024/
Para un caso similar de juzgar a una persona por responsabilidades políticas y sancionarla con una multa después de fusilarlo fue
el de Peset Aleixandre, véase BALDÓ LACOMBA, M., «Peset, la
universidad republicana y la resurrección de la izquierda« en Juan
Peset Aleixandre: médico, rector y político republicano, Madrid, Eneida, 2011, pp. 69-70. Para el marco legal de las leyes represivas del
franquismo, véase PAGÈS i BLANCH, P., Les lleis repressives del franquisme (1939-1975), Tres i Quatre, Valencia, 2009.
BUSTOS, B. y MORENO, F., «Introducción» a GÓMEZ SERRANO, E., Diarios de la guerra..., p. 88 y p. 102. Emma Martínez Bay,
esposa de Eliseo Gómez Serrano, habla en un breve diario de la in-
204
171
172
173
174
175
176
177
cautación de la vivienda, vid. p. 701 en la misma obra Diarios de la
Guerra..., donde se reproduce el diario de Emma.
También debe indicarse que mucha documentación no la lograron
los franquistas. En febrero de 1940, la delegación de Alicante del Servicio de Recuperación de Documentos lamentaba que muchos fueron inutilizados antes de llegar los franquistas a la ciudad o sacados
por el vicecónsul de Cuba, Rafael Menacho Vicente, venerable maestro de la logia Constante Alona en 1935. Vid. http://es.wikipedia.org/
wiki/Logia_Constante_Alona visitada el 23-3-2012.
BUSTOS, B. y MORENO, F., «Introducción» a GÓMEZ SERRANO, E.. Diarios de la guerra..., op. cit., p. 92.
Álvaro Planas firmaba un oficio de la Comisaría de Alicante el 26 de
abril de 1945 a requerimiento del juez Pereda que llevaba la causa
contra Eliseo Gómez Serrano, en el que señala que: Dicho individuo
[Gómez] fue juzgado en Consejo de guerra y condenado a la última
pena que fue cumplida con fecha 5 de mayo de 1939 en esta Capital. De
gran abolengo izquierdista perteneció a la Izquierda Republicana desde
su fundación, de la que fue secretario hasta febrero del 36, en que fue elegido diputado a Cortes, y posteriormente ocupó también el cargo de Vocal
del tribunal de Cuentas. Antes de ser creado el Comisariado de Guerra
por los Rojos, tuvo el cargo de Comisario Civil para el reclutamiento de
voluntarios en Murcia. Figura entre los afiliados a la Logia Constante
Alona de esta capital sin más datos. Ha dejado esposa y tres hijos, los
cuales residen actualmente en Valencia. CDMH, TERMC, 12838, Alicante, oficio de la Comisaría de Alicante de 26 de abril de 1945.
CDMH, TREMC, 12838 Eliseo Gómez Serrano, Alicante, auto de
terminación fechado en Madrid el 2 de julio de 1945. Lo firma el
juez y lo valida el fiscal.
CDMH, TREMC, 12838 Eliseo Gómez Serrano, Alicante, auto de
27 de octubre de 1945. Lo firman el general Cánovas y los vocales
González Oliveros y el general Solans.
FERRER. MAURA, S., «La Escuela de Estudios Superiores de Magisterio (1902-1932)», Revista de Educación, 240 (1975), pp. 41-50;
Antonio Molero Pintado y María del Mar del Pozo Andrés, Escuela
de Estudios Superiores de Magisterio (1909-1932): un precedente histórico de la formación universitaria del profesorado español, Madrid,
Universidad de Alcalá de Henares, 1989.
Tras acabar Emma sus estudios en Madrid, fue destinada como
profesora numeraria a la Escuela Normal de Cuenca en 1916; por
problemas de salud pidió excedencia y luego se incorporó en la Escuela Normal de Granada en 1917, donde Eliseo, aprovechando la
estancia de su novia en esta ciudad y los viajes de visita, cursó dere-
205
178
179
180
181
182
cho. Finalmente Emma se trasladó a Alicante, ciudad donde se casó
el 24 de abril de 1919. Véase GÓMEZ SERRANO, E., Diarios...,
op. cit., 24 de abril de 1938; SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y TONDA
MULLOR, E. M.ª, «Eliseo Gómez Serrano», en VV.AA., Nicolau
Primitiu i la Guerra Civil 1936-1939, Biblioteca Valenciana, Valencia, 2006, p. 185 y Diario de Alicante, 5-2-1917, p.3; 24-3-1917, p.
3; 9-10-1918).
Su expediente en Archivo General de la Administración, Ministerio
de Educación, IDD (05) 001.019, caja 31/18444, expediente n.º
2766-20. Sobre la toma de posesión, La Unión Democrática, 7-71915, p. 3; Heraldo de Alicante, 5-7-15.
SEBASTIÁ RUIZ, E., «Crónica biográfica», en Testimonios en honor de Eliseo Gómez Serrano, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert/
Escuela Universitaria del Profsorado de EGB (Universidad de Alicante), Alicante, 1993, p. 22.
SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y TONDA MULLOR, E. M.ª, «Eliseo
Gómez Serrano», en VV.AA. Nicolau Primitiu..., op. cit., p. 191.
LERENA ALESÓN, C., Escuela, ideología y clases sociales en España: crítica de la sociología empirista de la educación, Ariel. Barcelona,
1991. del mismo autor, Reprimir y liberar: crítica sociológica de la
educación y la cultura contemporáneas, Akal, Madrid, 1983.
Lorenzo Luzuriaga (1889-1959) fue alumno de la Escuela Superior
de Magisterio en los años que cursaba Gómez Serrano. Fue un destacado institucionista, inspector técnico de enseñanza y asistió a varios
congresos de pedagogía en países europeos; fue responsable de las
publicaciones del Museo Pedagógico, donde trabajaba y artífice del
programa educativo del PSOE, partido al que estaba afiliado. Publicó, además de traducciones, los principales ensayos sobre educación
en numerosas obras y acabó exiliado. Entren sus obras: El analfabetismo en España, Madrid, J. Cosano, 1919; La educación nueva, Madrid, J. Cosano, 1927 (edición posterior en Buenos Aires, Losada,
1958); La nueva escuela pública (1931), Buenos Aires, Losada, 2002;
La ciencia de la educación, Buenos Aires, Losada, 1958. Fue promotor de la Revista de Pedagogía, creada en 1922. Relevante es para
esta política educativa, Rodolfo Llopis, La revolución en la escuela,
Madrid, Aguilar, 1933. Véase, además de John Dewey (1859-1952),
Democracia y educación, Madrid, Morata, 2004 (original de 1916,
traducido por Lorenzo Luzuriaga); Experiencia y educación, Madrid,
Biblioteca Nueva, 2010 (la edición original es de 1938 y fue también traducida por Luzuriaga en 1939): Cuando se estaba formando Gómez Serrano apareció la obra de Francesc Ferrer i Guàrdia
(1859-1909), La Escuela Moderna: póstuma explicación y alcance de
206
183
184
185
186
187
188
189
190
191
192
la escuela racionalista (1912), Barcelona, Tusquets, 1976.
Ricardo Beltrán Rózpide (1852-1928) es considerado uno de los
primeros maestros que introdujo técnicas didácticas modernas para
la geografía, y fue autor de diversos ensayos entre los que cabe destacar Memorias sobre progresos de la Geografía, Madrid (1898-1906);
Los pueblos hispanoamericanos (Madrid, 1904), Guía y plan para el
estudio de la Geografía (Madrid, 1917-1920).
Este curso de segundo año de geografía fue dictado por el profesor
Gómez Serrano el curso 1835-36 y recogido por el alumno Luis
Martínez Serrano, que lo donó a la Facultad de Educación de la
Universidad de la Universidad de Alicante, en 2004, y ha sido analizado por SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y TONDA MULLOR, E.
M.ª, «Eliseo Gómez Serrano», en AA.VV., Nicolau Primitiu y la
Guerra Civil..., op. cit., pp. 191-194. Para acceder a las obras de
Ricardo Beltrán y Rózpide, http://www.cervantesvirtual.com/obrasautor/beltran-y-rozpide-ricardo También de Beltrán Rózpide, Geografía: guía y plan para su estudio con especial aplicación a la geografía
económica, 3 vols., Madrid, Patronato de Huérfanos, 1915-1921 (v.
1: Preliminares. Península Ibérica; v. 2: y 3: América. África. Tierras
y mares polares. El mundo terrestre, Geografía económica.).
Diario de Alicante, 21-11-1932, p. 1.
Diario de Alicante, 11-6-1933, p. 2. Hicieron este viaje a Palma de
Mallorca, Barcelona y Valencia 19 estudiantes entre chicos y chicas
y tres profesores, entre ellos Gómez Serrano y Martínez Bay.
Un resumen de su conferencia en El Luchador, 16-2-1932, p. 1.
Entidad que llega a presidir en 1931, ver Diario de Alicante, 27-101931, p.1. En la junta de 1935 es vocal, ver El Luchador, 2-11-1935,
p. 1.
El Luchador, 5-8-1932, p. 2; Diario de Alicante, 6-8-1932, p. 2 y
10-8-1932, p. 3.
El Luchador, 26-2-1921, pp. 1-2.
La candidatura «antimonárquica» obtuvo 9.741 votos frente a 1.993
que obtuvo la monárquica, ver El Luchador, 23-4-1931, p. 1. Gómez Serrano se presentó por el distrito Este (el n.º 4); para la composición de la candidatura, Diario de Alicante, 1, 2, 4, 6, 7, 8, 9 y 10
de abril de 1931; El Luchador, días 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9 de abril de
1931. En mayo de 1931 firmó el Manifiesto de Alicante de la Agrupación al Servicio de la República que gestaron en Madrid Ortega
y Gasset, Pérez de Ayala y Gregorio Marañón (véase El Luchador,
9-5-1931, p. 2; Diario de Alicante, 9-5-1931, p. 1).
El Luchador, 23-4-1931, p. 1. Más tarde, en representación de la Escuela Normal fue miembro de la Junta de Protección de la Infancia,
207
193
194
195
196
197
198
siendo nombrado presidente de la sección de Asistencia Social de la
misma. Ver El Luchador, 6-10-1931, p. 1.
Para la destitución, El Luchador, 20-10-34, p. 4; Diario de Alicante,
20-10-1934, p. 1. Previamente, Gómez Serrano. Como casi todos los
izquierdistas del país, fue detenido como consecuencia de los hechos
de la revolución de octubre, ver El Día, 9-10-1934, p. 1, donde se incluye una lista de 27 dirigentes municipales y provinciales «detenidos
por sospecha que pudieran contribuir con su actitud a que perdure
el paro general»; a la vez que se suspende el ayuntamiento. Para la
reposición del ayuntamiento democrático, El Día, 30-1-1936, p. 1.
Para el nombramiento de director, Diario de Alicante, 3-13-1931, p.
4; y El Luchador, 5-12-1931, p. 2. Para el cese, El Luchador, 12-31934, p. 2. Añade la noticia que el nombramiento de Salas Pérez,
que lo sustituyó, «ha de producir en la opinión alicantina a la par
que una extrañeza por lo inesperado, una desfavorabilísima impresión, por ser el nuevo director de la Normal persona desafecta al
régimen imperante, y que nunca se ha ocultado en la exposición de
su ideología y proceder, marcadamente antirepublicanos».
Carlos Esplá, «Nuestros candidatos: recuerdos, nombres y esperanzas», El Luchador, 10-4-1931, p. 1.
Juan A. Ríos Carratalá, «La actividad cultual de Alicante durante
la Segunda República», http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/13571731912241506322202/
F. GARCÍA ANDREU, M., Alicante en las elecciones republicanas,
1931-1936, Universidad de Alicante/Ayuntamiento de Alicante,
Alicante, 1985; MARTÍNEZ LEAL, J., República y Guerra Civil en
Alicante, t. IV de la Historia de la ciudad de Alicante. Edad Contemporánea, Patronato Municipal, Alicante, 1990; del mismo autor, «La guerra civil en la ciudad de Alicante», en ALBEROLA, A
y MUÑOZ, R. (eds.), Una historia con luces y sombras, Alicante,
Universidad de Alicante, 2004, Alicante, pp. 135-168; también La
Guerra Civil en Alicante, monográfico de Canelobre, 7-8 (1986);
SANTACREU SOLER, J. M., Cambio económico y conflicto bélico:
transformaciones económicas en la retaguardia republicana, Alicante
1936-1939, Universidad de Alicante, tesis doctoral, 1989; del mismo autor, La guerra civil en la comunidad valenciana, 16 v., dirección
científica de GIRONA ALBUIXECH, A. y SANTACREU SOLER,
J. M., Prensa Valenciana, Valencia, 2006; también (ed.), Una presó
amb vistes al mar: el drama del port d’Alacant, març 1939, Tres i Quatre, Valencia, 2008.
Los republicanos de los años treinta apostaban con convicción por
la democracia representativa con ciudadanos políticamente activos
208
(y no en la cuneta de la historia), por las libertades individuales de
las personas –hombres y mujeres-, por reformas que propenden
alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades, la cohesión
social o solidaridad (política tributaria progresiva, igualación social
de niveles de vida, derechos laborales, pensiones y seguros de
enfermedad, propiedad subordinada a intereses sociales acordados
por el parlamento). Apostaban también –y ello era una de sus señas
más fácilmente identificables- por la laicidad de la vida pública, por
una escuela de calidad, por las relaciones internacionales pacíficas,
por un ejército limitado a funciones de defensa. Sociológicamente,
los republicanos de izquierda los podemos definir como partidos de
clases medias modernas y avanzadas que estaban abiertos a las clases
trabajadoras, de las que, sin duda, electoralmente recogieron miles
de votos. Eran el centroizquierda. Se diferenciaban de los partidos
obreros, el socialista y el comunista, porque nunca renunciaron a su
voluntad interclasista ni a las reformas en democracia, mientras que
los partidos obreros aspiraban a la hegemonía de la clase obrera, a
la revolución social y a un sistema político que no se fundamentaba
en la democracia representativa. Los partidos del centroizquierda
de los años treinta también se diferenciaban del centroderecha
republicano, el lerrouxismo, por el compromiso con los trabajadores
y la aspiración a las reformas políticas y sociales, que estaban muy
atenuados o eran inexistentes en el Partido Radical. Representaban
la España del cambio político y la transformación social; a unos
grupos sociales nuevos y avanzados que estaban abiertos al mundo
moderno y a los cambios del siglo y se disponían a que las novedades
culturales y la transformación social se encarnasen, formasen parte
de la vida de los españoles y de la política del país.
199
Miguel Romá, «El magisterio alicantino por la República», El
Luchador, 19-5-31, p-3. Sobre la educación en Alicante en los
años republicanos, MORENO SECO, M., Conflicto educativo y
secularización en Alicante (1931-1936), Inastitut de Cultura Juan
Gil-Albert, Alicante, 1995.
200
Por ejemplo, ver las notas de prensa de la conferencia que pronunció
en la asociación Peña Levante sobre «La escuela en la República», El
Luchador, 14-12-1931, p. 3; Diario de Alicante, 12-12-1931. En el
discurso de apertura del curso 1931-32 de la Escuela Nacional de
Maestros de Alicante que dio Eliseo Gómez, se detalló la tarea realizada por el ministerio y la nueva política educativa, ver El Luchador,
2-11-1931, p- 3. Para el estado laico, véase la actividad desplegada
por Acción Republicana en Alicante «Ante el problema religioso» y
en defensa del laicismo del Estado en El Luchador, 3-10-1931, p.
209
201
202
203
204
4. Véase también la crónica de Jorge Pacheco Carrera, «Contra los
enemigos de la República: la gran semana anticlerical», en Diario de
Alicante, 6-10-1931, p. 1, en ella intervino, entre otros miembros
de Acción Republicana, Eliseo Gómez. En el mismo diario y día
se anuncia un «gran mitin anticlerical» en el que también interviene Gómez Serrano. Alfredo Calderón Arana en noviembre de 1931
publicaba un largo artículo de opinión en El Luchador, 27-11-1931,
«Sobre la libertad de enseñanza» donde decía: «Invocan [los partidarios de la enseñanza religiosa] la libertad para servir al despotismo,
hacen uso del derecho para resucitar el privilegio, ejercen la enseñanza para difundir el error, cultivan la ciencia para disfrazar la verdad.
Nuestra actitud es leal y sincera, la suya hipócrita y jesuítica. Puesto
el problema en estos términos ¿qué se pretende de nosotros? ¿Qué
hagamos pactos con el error?».
Citado por SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y TONDA MULLOR, E.
M.ª «Eliseo Gómez Serrano», en VV.AA., Nicolau Primitiu Gómez
Serrano y la Guerra Civil..., op. cit., p. 186.
Las instalaciones escolares eran, usualmente muy deficientes. En
él Informe de Gómez Serrano de septiembre de 1931se decía: «En
lo que se refiere a alojamiento, es notorio el estado antipedagógico
de los edificios-escuelas; sólo la consideración del peor daño que
supondría la clausura de tales zahúrdas ha detenido hasta ahora la
justa ira de la Inspección de 1ª Enseñanza». Citado por APARICI
PASTOR, M., C. P. Benalúa: una historia que contar, Editorial Club
Universitario, Alicante, 2009, p. 36, y por CERDÁN TATO, E.,
«La enseñanza, desolador paisaje», en La Gatera (1996), Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361697544571514190024/
El Luchador, 15-5-1931, 16-5-1931, 18-7-1931, 19-7-1931, 5-91931; Diario de Alicante, 8-8-1931, 15-8-1931, 5-9-1931, 24-91931. Además, SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y TONDA MULLOR,
E. M.ª, «Eliseo Gómez Serrano», en AA.VV., Nicolau Primitiu y la
Guerra Civil..., op. cit., pp. 196-199; CERDÁN Tato, E., «La enseñanza, desolador paisaje», en La Gatera (1996), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/
SirveObras/01361697544571514190024/ del mismo autor, «Escuelas, más escuelas», La Gatera (1977) en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371307544582795222257/
Para las primeras escuelas creadas, véase El Luchador, 5-12-1931,
p. 2, donde se inserta una noticia de la Gaceta con la creación de
cinco escuelas en la ciudad en Carolinas, Benalúa y San Agustín. El
210
205
206
207
208
209
210
proyecto era muy ambicioso. El colegio de Benalúa, por ejemplo,
constaría de 15 secciones: seis de niños, seis de niñas y 3 de párvulos.
Se buscó solar y se subastaron las obras en junio de 1934, ocuparía
24.027 m2, y el plazo sería un año. Ver APARICI PASTOR, M.,
C.P. Benalua: una historia que contar, Editorial Club Universitario
Alicante, 2009, p. 38 y 39.
«Resumen de una gestión: labor municipal de dos años», El luchador, 15-4-1933, p. 4.
El Luchador, 16-5-1931, p. 2; 18-7-1931, p. 1; y 19-7-31, p. 3; 159-1931, p. 4., 27-11-1931, p. 1. Se ofrecieron para locales provisionales diversas entidades públicas (locales militares, círculos republicanos...) así como particulares. Además, para atenderlas, corrieron
a cargo del ayuntamiento los alquileres de las habitaciones de los
maestros.
OLIVA MEYER, J., «Miguel López González, arquitecto, Alicante
1931.1976», Vía Arquitectura, 9 (2001), pp. 132-137.
Proceso de aprobación del proyecto: Diario de Alicante, 14-3-1933,
p.3; 30-10-1933, p. 2. Aprobación presupuesto municipal y negociación crédito: El Luchador, 6-12-1933, p. 2; El Luchador, 10-3-1934,
p. 1. Gestiones del alcalde en Madrid para recabar recursos y aprobación ministerial: El Luchador, 15-1-1934, p. 1; 4-2-1934, p. 3; Diario
de Alicante, 21-2-1934; El Día, 14-3-1934, p. 3. Pliegos condiciones
y subasta obras y adjudicaciones: El Día, 4-4-1934, p. 3; Diario de
Alicante, 9-5-1934, p. 1, El Luchador, 25-5-1934, p. 3. Proceso de
realización y recepción de la obra: El Luchador, 17-3-1934, p. 1; El
Día, 14-8-1935, p. 3; El Luchador, 24-10-1935, p. 1; El Día, 1-101936. Últimos remates y emisión suscripción de bonos: El Día, 1610-1936, p. 1; 2-11-1936, p. 2; 4-11-1936, p. 3; 11-11-1936, p. 3;
13-11-1936, p. 3; 14-11-1936, p. 3; 29-1-1937. Se preveía invertir
300.000 pesetas en el mobiliario y al final se dedicaron 79.975.
El Día, 26-1-1937, p. 1.
A los fondos de la ciudad se añadían los del Estado y, además, había
donativos de entidades públicas, sociales y personas particulares. El
funcionamiento de estas cantinas puede seguirse en la que se instituyó en el distrito Los Ángeles, Ciudad Jardín, San Agustín, donde
las subvenciones públicas cubrían 48 escolares y una asociación de
barrio, la Junta de Protección Escolar de Los Ángeles recogía fondos
para subvencionar a 12 escolares más, con lo que esta cantina escolar
atendía a 60 niños. El Luchador, 13-6-1931, p. 4; 7-5-1931, p. 1;
27-5-1931, p. 1; 10-2-1932, pp. 1-2; 9-3-1932, p. 1; 17-5-1932;
26-11-1932, p. 1; 7-2-1933, p. 2; 10-10-1933, p. 1; 8-12-1933;
11-12-1933, p. 4; 20-4-1934, p. 1; 21-4-1934. El Día, 10-3-1932;
211
211
212
213
214
215
216
217
218
13-1-1933, p. 1. Diario de Alicante, 27-4-1932, p. 4; 2-12-1932, p.
3; 14-12-1932, p. 3; 13-1-1933, p. 3. Según Aparici Pastor se llegó
hasta los 800 niños, APARICI PASTOR, M., C.P. Benalua: una historia que contar, Editorial Club Universitario Alicante, 2009.
Las colonias escolares, que eran estancias en pueblos de la provincia
orientadas a fortalecer la salud de niños y niñas débiles; también
en esta cuestión de las 1.000 pesetas del último presupuesto de la
monarquía se pasó a las 10.000 para el presupuesto de 1932 y a
las 20.000 para el de 1934. Para subsanar las deficiencias del presupuesto de 1931, se añadió una subvención desde el Estado y el
municipio que permitió duplicar el número de niños beneficiados
por el programa de las colonias escolares en aquel verano. Una de
las dos colonias escolares de aquel verano, con 40 plazas, se hizo en
Biar y fue coordinada por la mujer de Eliseo, Emma Martínez Bay,
El Luchador, 6-7-1931, p. 2 y 14-7-1931, p. 3.
El Luchador, 6-10-1932, p. 2; Diario de Alicante, 3-5-1933, p. 3;
26-10-1933, p. 2. Por su parte, El Luchador del día 14-10-1933
comentaba: «La mayor parte de los niños que han veraneado con las
colonias escolares del Ayuntamiento, ofrecen un aumento de peso
proporcional muy satisfactorio, y ello demuestra que el dinero, lejos
de gastarse en balde, se ha empleado muy provechosamente para el
porvenir de la República», p. 1.
El Luchador, 30-6-1931, p. 3.
El Luchador, 11-7-1931, p. 1.
Votaron en contra Martínez Sansano, portavoz de la minoría socialista y dos concejales más. Vid. MORENO SECO, M, Conflicto educativo y secularización en Alicante (1931-1936), Institut de Cultura
Juan Gil-Albert, Alicante, 1995, p. 82; SEBASTIÁ ALCARAZ, S. y
TONDA MULLOR, E. M.ª, «Eliseo Gómes Serrano», en AA.VV.,
Nicolau Primitiu y la Guerra Civil..., op. cit., p. 199.
Cit. en MORENO SECO, M., Conflicto educativo y secularización
en Alicante..., op. cit., p. 81.
Vid. Boletín de Educación de Alicante y su provincia (de noviembre de
1933 a enero de 1934); MORENO SECO, M., Conflicto educativo
y secularización en Alicante..., op. cit., pp. 124-136.
El 31 de octubre de 1931 se constituyó la FUE en Alicante para los
estudiantes del Instituto, la Escuela de Comercio y la Escuela Nacional de Magisterio; en este centro se creó la asociación en diciembre.
Véase El luchador, 31-10-1931, p. 3, y 12-12-1931, p.3. Su interés
por el espíritu en los maestros de la provincia y su apoyo a la asamblea celebrada en diciembre de 1931, ver El Luchador, 21-12-1931,
p. 3; paralelamente se celebró una Asamblea de la Federación de
212
Asociaciones de Maestros Nacionales de Levante, ver El Luchador,
19-12-1931, p. 3, y 24-12-1931, p. 1; Diario de Alicante, 24-121931, p. 2. En 1933 y 1934 estalló un conflicto entre los maestros
del plan de 1914 y los del plan profesional de 1931 (bachilleres,
con examen de acceso y plaza que cobraban más que los anteriores,
lo que motivó la reivindicación de igualdad de sueldo de éstos y no
faltó la huelga (vid. RUIZ RODRIGO, C., Política y educación en la
Segunda República (1931-1936), Universitat de València, Valencia,
1993). Sobre su interés por la participación de la mujer como ciudadana, véase la nota de su conferencia en el partido sobre «La mujer
y la política», muy oportuno al aprobarse la nueva Constitución, en
El Luchador, 2-12-1931, p. 3.
219
Se presentaron dos opciones, la coalición de derechas y la del frente
popular. La primera, estaba integrada por tres candidatos de la Derecha Regionalista Agraria, tres del gobierno y dos independientes;
la segunda, por cuatro socialistas (Rodolfo Llopis, Miguel Villalta, Ginés Ganga y Salvador García), tres de Izquierda Republicana
(Carlos Esplá, Juan J. Cremades, y Eliseo Gómez Serrano) y uno
de Unión Republicana (Jerónimo Gomáriz). En el conjunto del
distrito electoral, la provincia, ganó la izquierda con un resultado
ajustado, pero es importante señalar que en la capital el 80 % de
los votos se inclinaron por el Frente Popular. Así pues fueron elegidos los ocho candidatos presentados por esta coalición, mientras
que tres fueron diputados por las derechas. Vid. CERDÁN TATO,
E., «Las últimas elecciones», La Gatera (1996), Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361697544571514190024/. Para la asamblea en que
fue elegido, Oscar Esplá, «El delito de ser republicano: Eliseo Gómez Serrano, profesor fusilado» Noticias Gráficas (mayo de 1939),
en Artículos de Carlos Esplá en el exilio, Biblioteca Virtual Miguel
de
Cervantes,
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01473952222370517421291/
220
Cuando fue elegido diputado escribió a su hermano Nicolau Primitiu una carta donde expresaba que Espanya té moltes coses greus que
reformar, i falta saber si ens van a deixar posar per obra les solucions que
estimem més convenients. Carta de Eliseo a Nicolau Primitiu Gómez
Serrano, 27 de febrero de 1936, cit. en BUSTOS, B. y MORENO,
F., «Introducción» a GÓMEZ SERRANO, E., Diarios..., op. cit., p.
63.
221
Izquierda Republicana afirma su fe en una democracia fuerte, organizada y eficaz, depurada en esta lucha civil. Todavía el partido o grupo de
hombres que acierte a conciliar la libertad con la justicia habrá trazado
213
222
223
224
225
226
para la humanidad el mejor camino en la ruta del porvenir. El Estado,
para nuestro Partido, no es una institución consagrada a dominar, sino
a servir a la comunidad, y fiel a ese principio, Izquierda Republicana
afirma el reconocimiento de la personalidad de las regiones dentro de
la suprema unidad orgánica de España, Manifiesto de Izquierda Republicana publicado por el Consejo Nacional el día 12 de enero de
1937, en Un gran partido (Izquierda Republicana encarna la República
Democrática), Madrid, Tipografía comercial, 1937, p. 9.
Eliseo Gómez Serrano, Diarios..., 19 de octubre de 1937.
Esplá los definía así: Grandes núcleos de la opinión española se han
sentido identificados con IR, especialmente los formados por esos hombres
que tienen hábito de crear y que practican en la vida económica del país
las virtudes de la iniciativa, la perseverancia en el trabajo, la preparación
técnica y el afán de progreso: lo que en Francia se llama pequeña burguesía y en España clase media. [...]. A esta clase social, del campo y de la
ciudad, (sic) [se le pide que] aporte su colaboración activa a la política
republicana, a la cual se siente inclinada por el espíritu y por el interés,
por las ideas tanto como por la necesidad de subsistir como clase. Hacerles a estas extensas masas sociales habitable y grato el régimen, al cual
servirán de elemento estabilizador, libre de extremismos y reacciones, es
la misión política que, entre otras muy importantes también, se atribuye
a Izquierda Republicana. Cf. CDMH, Incorporados 70 (Fondo Óscar Esplá) 1.2c/965 s/f [1938?] Misión de un partido político. En otra
ocasión se incide en la misma idea, y se añade, además, que propósito del partido es mantener movilizada la opinión de clase media en
la democracia, y no dejarla absorber por sueños fascistas. Cf. CDMH,
Incorporados 70 (Fondo Óscar Esplá), 1.2c/957 s/f [1938], »Misión
de los Republicanos».
Miguel de San Andrés, diputado valenciano por el partido de Eliseo
Gómez Serrano lo expresaba así en un mitin en el Teatro Principal
de Alicante el 20 de junio de 1937: «El caos en que vivimos los primeros meses de esta sublevación, en los que cada individuo o grupo
más o menos afectos a las Organizaciones políticas o sindicales, se
creyeron un nuevo Justicia de Aragón, tomando y haciendo justicia
como le parecía, nos hizo un daño enorme en el ambiente internacional, de cuyas aportaciones bien sabéis el giro que lleva hace
tiempo la guerra». Vid., Un gran partido..., p. 272.
CERDÁN TATO, E., «La Escuela de Magisterio, roja», La Gatera
(1996), en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361697544571514190024/
Pocos días después del «corte» de Vinaroz escribirá: No tengo noticias
214
de los frentes. Siguen las horas graves, preñadas de augurios ingratos y
de inquietudes descorazonadoras. Resistir, resistir, resistir. ¿Hasta qué
límite?, Diarios, 19 de abril de 1938.
227
Hemos llegado a un punto de penuria, mejor diría de miseria, tal que
ya lo más indispensable falta. No hay nada de nada en ninguna parte.
Ni medicamentos en las farmacias, ni alimentos en los ultramarinos,
ni tejidos en las tiendas, ni calzado en las zapaterías, ni material en los
establecimientos de electricidad, ni cristal, loza o porcelana, ni materiales de construcción. Los carpinteros y ebanistas no pueden trabajar por
falta de maderas, colas, clavos, tornillos, cerraduras y herramientas...,
Diarios..., 22 de marzo de 1939.
228
No sólo en los Diarios..., sino también en su correspondencia privada: Quanta sang derramada, quantes pèrdues, quanta riquesa destruida, quant de salvagisme. Carta de Eliseo Gómez Serrano a Nicolau
Primitiu Gómez Serrano, 3-VIII-1936, en AZNAR SOLER, M. et
al. (eds.), Nicolau Primitiu i la guerra civil 1936-1939, Biblioteca
Valenciana, Valencia, 2006, p. 187.
229
Se acentúa la desbandada. Numerosas personas civiles y militares no
piensan más que en huir, llegar a tierra extranjera cuanto antes. ¿Y
después? La miseria, la desesperación quizá les aguarda. Perseguidos,
sospechosos a la autoridad, con el sambenito de rojos gravitando como
lastre pesadísimo, no van a poder vivir una vida tranquilidad y olvido,
que es lo que necesitarían. ¡Y pensar que yo mismo puedo, en muy breve
plazo, verme en situación semejante! Diarios..., 5 de marzo de 1939.
215
capítulo
6
silenciemos a las intelectuales. la represión de
las maestras y profesoras valencianas de izquierda
republicana230
María del Carmen Agulló
Universitat de València
la invisibilidad de las intelectuales valencianas
Marginadas del ámbito público y limitado su acceso a la instrucción por el discurso patriarcal, la calificación de «intelectual»
atribuida a una mujer ha sido considerada tradicionalmente más
una ofensa que una alabanza.
Esta situación empezó a cambiar en las últimas décadas del
siglo XIX y primer tercio del XX, cuando una minoría concienciada se atrevió a acceder al ámbito cultural y educativo en número y actitud diferentes a sus predecesoras. Se matricularon en
institutos y universidades, lograron la titulación de bachilleras,
licenciadas y doctoras; escribieron en periódicos y revistas –algunos fundados por ellas–, tanto de índole femenina como de carácter generalista; ejercieron profesiones relacionadas con la cultura y el arte; y, en el mundo educativo, superaron los estrechos
límites de la docencia en escuelas para convertirse en inspectoras,
normalistas, profesoras de Instituto y de Universidad.
Fueron mujeres que unían a una buena formación cultural la
curiosidad por el saber y por compartir, con sus iguales, sus problemas y retos vitales. A pesar de todas las dificultades, consiguieron, en los años veinte y treinta del pasado siglo, ir conquistando
un espacio, ciertamente minúsculo, entre la élite cultural, adquiriendo una autoridad y una influencia que antes les era negada.
217
Creemos que puede ser utilizada con propiedad la denominación
de intelectuales para nombrar a aquellas mujeres de la burguesía
ilustrada que, mediante sus publicaciones y su participación en
núcleos de discusión, bien fuera en espacios propios (Lyceum)
o en otros ya instituidos (Ateneos, Academias, Círculos, Sociedades Económicas...), se hicieron visibles en distintos ámbitos
culturales, artísticos y educativos de la sociedad española.
Serían los Lyceum, lugares de encuentro creados a imitación
de los clubs de señoras ingleses –en especial el fundado en 1904
por Constance Smedley en Londres–, los espacios que darían pábulo a un intenso debate social. La organización de múltiples
actividades de carácter cultural y formativo, que permitían la participación activa de socias y simpatizantes cuestionaron, a pesar
de su carácter generalmente moderado, la sociedad tradicional.
Así, el Lyceum Club de Madrid (1926) y el Lyceum de Barcelona
(1931), serían prestigiados y denigrados por una clase intelectual
masculina que veía amenazado su tradicional dominio en un ambiente hasta ese momento exclusivamente varonil. Frases como
la atribuida a Jacinto Benavente, que manifestaba su intencionalidad de no dar conferencias «a tontas y a locas» (jugando con
el doble sentido de la expresión) dejaban bien a las claras el pensamiento mayoritario de la sociedad, incluidos los intelectuales.
Los nombres de María de Maeztu, Victoria Kent, Isabel de
Oyarzábal, Matilde Huici, Carmen Baroja, M.ª Luisa Navarro,
Zenobia Camprubí, M.ª de la O Lejárraga (María Martínez Sierra), Clara Campoamor... en el Lyceum de Madrid, o los de Aurora Bertrana, María Baldó, M.ª Luz Morales, Leonor Serrano... en
el de Barcelona, ilustran el amplio abanico político e ideológico
de sus componentes. De sus actividades como grupo231 y de las
trayectorias personales de algunas de sus miembros contamos, en
la actualidad, con detallados estudios que nos permiten acercarnos a sus proyectos, ilusiones y, también, a sus límites.232
Sin embargo las investigaciones a las que hacemos referencia
sólo estudian el ámbito territorial de Madrid y Barcelona, de manera que, si nos trasladamos a tierras valencianas, son muy escasas
las que nos permiten conocer y, manos aún, profundizar en la
218
existencia de espacios, grupos e, incluso, biografías de intelectuales valencianas, a pesar de que, en ese espacio temporal marcado
por el final de un siglo y el comienzo de otro, el acceso a la educación y, por consiguiente, al ámbito público había sido lento pero
constante, ejerciendo su influencia en las costumbres sociales y
provocando que empezaran a ser habituales en círculos sociales
más allá de los benéficos, asistenciales y religiosos tradicionales.
Sería a finales del siglo XIX cuando algunas mujeres empezaron a participar de manera activa, y con cierto protagonismo, en
actos públicos organizados por instituciones culturales, aunque
generalmente se trataba de eventos de índole religiosa o benéficosocial en los que desarrollaban actividades que no cuestionaban
el tradicional modelo de feminidad. Así, el 17 de octubre de
1882, el Ateneo científico-literario y artístico de Valencia celebró una brillante velada en honor de la seráfica Doctora de la
Iglesia, santa Teresa de Jesús. Asistió a ella crecido número de
elegantes señoras. El Sr. Puig y Boronat leyó el panegírico de la
santa. Después se dio lectura a varias poesías de nuestros mejores
poetas ofreciendo la novedad de que las leyeran varias señoras
y señoritas. Estas fueron doña Gregoria Jorreto de Santandreu,
doña Magdalena García Bravo y doña Rosalía Vera. Las dos primeras escribieron para aquella noche dos inspiradas composiciones
(la cursiva es nuestra (...). La parte musical fue muy agradable.
Las señoritas Dalhander y García Bravo ejecutaron al piano escogidas piezas.233
Recordemos que no será hasta la promulgación de la Ley
Moyano (1857), que obliga a crear en todos los pueblos de más
de 500 habitantes una escuela de niños y otra de niñas, cuando
podremos hablar de la incorporación de las niñas al sistema educativo, y que sería entonces cuando también empezará su tímido
acceso al bachillerato y a las aulas universitarias. Nombres como
los de M.ª Amelia Perales García, Manuela Solís y Clarás, M.ª
Concepción Aleixandre Ballester, María Ramiro Armero Martínez, Encarnación Romero Benet o M.ª del Carmen Micho Gadea,
primeras bachilleres en el Instituto Luis Vives (1882-1895);234 o
los de Concepción Aleixandre, Manuela Solís o Ascensión Chiri219
vella, primeras licenciadas y doctoras en Medicina y Derecho de
Valencia, marcarían un camino posible para sus iguales.
Cabe también referirse al impulso proporcionado por varias
instituciones educativas exclusivamente femeninas de carácter no
confesional que habían surgido en la Valencia de finales del XIX,
entre las que destacan las de índole institucionista, en especial la
Asociación para la Enseñanza de la Mujer (1884), promovida por
la Sociedad Económica de Amigos del País –impulsora de la Escuela
de Comercio– que daría paso, en el curso 1888-89, a la Institucion para la enseñanza de la mujer235 dirigida por Aniceto Sela.
En pocos años diversificaría y ampliaría sus enseñanzas a las de
cultura general, formación de institutrices (Escuela de Institutrices), idiomas (Escuela de Idiomas), y pintura, escultura y dibujo
(Escuela de Bellas Artes).
Su intencionalidad de combinar la educación del carácter
con una formación profesional se hace explícita en su folleto publicitario:
agena (sic) por completo a toda mira industrial y consagrada exclusivamente desde un principio a fomentar y difundir la educación e instrucción de la mujer en todas las esferas y condiciones
de la vida social, y facilitarle con ello a la vez, los medios necesarios para desenvolver sus aptitudes y asegurar por sí su subsistencia.236
En sus aulas se formarían centenares de mujeres que se incorporarían a lugares de trabajo hasta entonces impensables, con
lo que consiguieron un autonomía económica, afectiva y, en definitiva, personal.
Coincidiendo en el tiempo, a finales del XIX237 la Escuela
Normal Femenina de Valencia comenzó su andadura. En la antigua Casa de la Enseñanza se irían cualificando centenares de
valencianas como maestras, a las que se permitiría el ejercicio
de una profesión socialmente aceptada como femenina, que les
garantizaría una independencia económica, a pesar de su escasa
e irregular remuneración y, sobre todo, que les enseñaría a construir un pensamiento propio, ampliando sus límites mentales y
vitales del ámbito privado al público.
220
El surgimiento de la Normal hizo posible la aparición de
un modelo de feminidad alternativo al tradicional que era encarnado por algunas de sus profesoras. Aunque las Normalistas no
eran universitarias, al exigírseles cursar en la Escuela Central de
Maestras de Madrid los estudios para poder ejercer como tales, se
les obligaba a residir un cierto tiempo en la capital, hecho que les
permitía conocer actividades, pensamientos, publicaciones, modas incluso, difícilmente accesibles en las capitales de provincia. Y
si bien la mayoría eran de pensamiento conservador y todas ellas
estaban obligadas a la moderación, la figura de mujeres solteras,
consagradas no a una vocación religiosa sino a una profesión de
carácter intelectual, que viajaban para asistir a congresos o reuniones de carácter profesional y que colaboraban en instituciones
y publicaciones tradicionalmente masculinas, configuraban una
identidad propia que mostraba a las alumnas modelos de vida
diferentes.
Teniendo presente estos avances cuantitativos y cualitativos
en la educación de las mujeres valencianas, y lo que supuso de
acceso al ámbito público, si superamos la tradicional mirada androcéntrica descubrimos que sí existían mujeres que participaban
de manera activa en el día a día de la cultura valenciana. Confirmando nuestra hipótesis, se trata mayoritariamente de maestras,
Normalistas e inspectoras que destacarán en el panorama societario valenciano como miembros activos de asociaciones profesionales, de instituciones culturales o colaborando en publicaciones
y manifestaciones de carácter artístico.
Podemos citar la Asociación Nacional del Magisterio Primario o la Liga de la Educación Nueva de la que formaban parte las
maestras Natividad Domínguez de Roger, Juana Colom y Emilia
Deleito;238 las conferencias impartidas por Natividad Domínguez, María Carbonell, Angelina Carnicer, María Villén, Ángeles
Soriano o Amparo Navarro en el Ateneo Mercantil, el Ateneo
Científico-literario y Artístico y el Ateneo Pedagógico; las exposiciones colectivas de pintura en las que participaba Manuela Ballester, o las de escultura, en las que lo hacía Elena Sorolla; los libros de escritoras como María Ibars, las colaboraciones en prensa
221
escrita, tanto en diarios como revistas firmadas por las hermanas
Carvia en El Pueblo, Natividad Domínguez en Las Provincias,
Carmen García de Castro en España, Ascensión Chirivella en El
Mercantil Valenciano, María Carbonell en La escuela moderna; su
incorporación como miembros de sociedades culturales como Lo
Rat Penat (María Orberá)... Resaltaríamos, además, que algunas
destacaban como científicas. María Villén,239 por ejemplo, había
investigado sobre las aplicaciones de la electricidad, lo que nos
muestra cómo rompían con los esquemas tradicionales de mujeres dedicadas únicamente al campo artístico o literario.
Aunque no muy numerosas, poco a poco iban formando
parte minoritaria, pero destacada, de la intelectualidad valenciana. Su presencia y colaboración se requería en diferentes foros
precisamente por la novedad que representaban y el discurso que
defendían e incluso se les solicitaba un mayor compromiso para
dinamizar las instituciones culturales:
El presidente señor Jiménez Valdivieso (...) mostró la necesidad de que la mujer acuda a intensificar la vida del Ateneo, e
indicó la esperanza de que alrededor de Ángeles Soriano se forme
un grupo de ateneístas jóvenes que en el porvenir influya poderosamente en la cultura de la ciudad.240
Cabría destacar, entre ellas, el grupo relacionado con el institucionismo, en el que, respetando ideologías políticas diversas,
se ubicarían buena parte de las que con toda propiedad, podríamos llamar intelectuales, desde las pioneras de principio de siglo,
como María Carbonell o Dolores Vicent, a las que se fueron incorporando en los años 20: Angelina Carnicer, Carmen García
de Castro, Natividad Domínguez de Roger, Adelaida García de
Castro, María Moliner, Amparo Navarro.241
Así todo, a pesar de su coincidencia en espacios comunes, no
encontramos respuesta a la pregunta del por qué no construyeron
un espacio propio en Valencia, a semejanza del Lyceum Club de
Madrid o el de Barcelona. Tal vez las profundas discrepancias
entre ellas no sólo de carácter político sino también religioso (la
polarización entre catolicismo y laicismo alcanzó un alto grado
en la sociedad valenciana debido a la importancia del pensamien222
to blasquista) hicieron imposible su confluencia más allá de organismos de carácter pedagógico o social.
intelectuales y ciudadanas: el compromiso político de
las docentes valencianas
La proclamación de la Segunda República consiguió poner
en el punto de mira del debate social el derecho de las mujeres al
sufragio. Remitimos al lector a las numerosas aportaciones que,
sobre esta cuestión se han publicado, pero quisiéramos recordar
las implicaciones que tuvo para la sociedad en general y la valenciana en particular ya que la lucha por conseguir el derecho al
sufragio femenino había contado en ella con defensoras y difusoras de relieve como las hermanas Carvia. Este debate impulsó
la incorporación de las mujeres como miembros activos de partidos políticos de todo el abanico ideológico y las intelectuales
decidieron significarse como ciudadanas, compatibilizando sus
aportaciones al mundo de la cultura con las realizadas al ámbito
político.
Por ello incluso aquellas que, como las católicas, tradicionalmente se habían manifestado en contra del voto femenino y de la
participación directa de las mujeres en la política, lo consideraron
como un mal menor frente al peligro inmediato de disolución
de una sociedad sobre la que el control de la iglesia católica había sido total y se implicaron en la lucha política incluso antes
de conseguir la ciudadanía. De ideología de derechas o centro
derecha, María de Echarri y Natividad Domínguez –una de las
intelectuales valencianas de mayor relieve– habían aceptado ser
miembros de la Asamblea Consultiva de Primo de Rivera, y en
la época republicana, las que formaron parte de la Derecha Regional Valenciana y su rama femenina, Acción Cívica de la Mujer,242 destacarían por su presencia en mítines y protestas contra
el Gobierno.
Presencia importante en el ámbito societario tuvieron las que
formaban parte del blasquista Partido de Unión Republicana Autónoma (PURA). Una vez proclamada la Segunda República, las
223
Agrupaciones Femeninas Republicanas, que adoptaban el nombre de novelas de Blasco Ibáñez (La barraca, Los muertos mandan,
Entre naranjos...), desarrollaron acciones de carácter cultural,
asistencial y, en especial, educativo, participando en la creación
y sostenimiento de las escuelas laicas en la capital y distintas poblaciones de Valencia (Bunyol, Cullera, Xàtiva...). Destacadas
mujeres en el campo del blasquismo fueron Elena Just, Vicenta
Borredá y las hermanas Ana y Amalia Carvia.243
Ahora bien, tal vez el partido que concitó un mayor número
de simpatías entre las intelectuales fue el Partido Republicano
Radical Socialista (PRRS) (1929), caracterizado por su republicanismo liberal, anticlericalismo, pacifismo y defensa de una democracia que excluía posiciones revolucionarias marxistas. Sus
principios democráticos y liberales, impregnados de un fuerte
humanismo, hicieron que fuera uno de los preferidos por el Magisterio, que nutrió sus filas y aupó con sus votos a numerosos
diputados a las Cortes republicanas, entre los que cabe destacar a
Victoria Kent. En Valencia, seguramente el que entre sus fundadores se encontraran personalidades como Álvaro de Albornoz,
Marcelino Domingo, Fernando Valera, Juan Botella Asensi o el
profesor José Ballester Gozalvo, hizo que se decantara la balanza hacia su opción. Por ello, cuando en septiembre de 1933, el
sector progresista abandonó el partido para fundar Izquierda Republicana, el 3 de abril de 1934, no es extraño que este se convirtiera claramente en el «partido de las intelectuales».
Buen número de las afiliadas al Partido Republicano Radical Socialista mayoritariamente pasaron a figurar en las filas de
Izquierda Republicana, lo que nos habla de un compromiso con
una opción de centro-izquierda, humanista, moderada y que
confiaba en la educación como medio de transformar la sociedad. Así, entre las docentes, Amelia Alonso, Guillermina Medrano, Desamparados Latorre, Vicenta Morales, Ángela Portillo,
Carmen García de Castro y Ángela Sempere son algunas de las
que continuaron la trayectoria iniciada en el PRRS en Izquierda Republicana, a las que debemos añadir a María Villén, quien
también se adheriría al mismo.
224
De estas docentes debemos destacar su visibilidad como
intelectuales y ciudadanas. Mientras las normalistas Carmen
García de Castro y María Villén, directora de la Normal en el
primer bienio republicano, y la inspectora Ángela Sempere se
multiplicaban en actos de carácter cultural y pedagógico, algunas maestras desempeñaron un papel de relevancia en el partido: Amelia Alonso Giner, hermana del diputado Manuel Alonso Giner, colaboraría en la fundación del partido en Simat de
Valldigna, en donde ejercía el magisterio, al igual que Josefina
Amorós Kaiser o Genoveva Pons, quien sería la organizadora
de las Juventudes en Llíria.244 Otras, como Carmen Valero, que
además de maestra era perito mercantil, profesora mercantil, y
licenciada en Ciencias, sección de Químicas (1923),245 tuvieron
una destacada actuación en el campo de la renovación pedagógica y el compromiso profesional.
Cuando la situación política lo requirió, ellas fueron propagandistas activas, participando en mítines y actos públicos, tomando la palabra y, con ella, el poder que esta otorga. Además,
ejercieron cargos públicos cuando fueron requeridas para ello.
Recordemos que la primera concejal del ayuntamiento de Valencia fue Guillermina Medrano, designada en representación de
Izquierda Republicana.
Siguiendo la costumbre del momento de crear grupos femeninos dentro del partido, primero en la Agrupación Femenina
del PRRS y, después, en la de Izquierda Republicana, se acostumbraron a organizarse y tomar parte en la vida política, formando
sus propios Comités. Las agrupaciones femeninas compartían espacio con el partido, y gozaban de autonomía para convocar a sus
afiliadas a reuniones, conferencias, actos culturales y políticos, en
los que invitaban a intervenir a mujeres. Sirva como ejemplo el
acto conmemorativo de la proclamación de la Segunda República
que, el 14 de abril de 1933, organizó la Agrupación Femenina
del PRRS en el que intervino la maestra Amparo Navarro;246 o
la conferencia que impartió en Moncada, en mayo de 1936, al
grupo femenino de Izquierda Republicana de dicha población
la maestra Guillermina Medrano, anunciado en la prensa en los
siguientes términos:
225
se celebrará una conferencia que la joven y entusiasta propagandista de nuestro Partido, Guillermina Medrano dedica a las
mujeres que integran el grupo femenino de aquella población.
Disertará la conferenciante sobre el tema Intervención de la mujer en la vida pública. Quedan invitadas todas las mujeres que
integran el Frente Popular.247
Entre las mujeres que ocuparon puestos de relevancia en estas agrupaciones femeninas pueden citarse las maestras Guillermina Medrano y Enriqueta Agut, así como la inspectora Ángela
Sempere.248
Al estallar la Guerra Civil se radicalizaron las opciones, provocando que algunas se afiliaran al Partido Socialista Obrero Español (Genoveva Pons, Francisca Sanchís, Encarnación Valero) o
al Partido Comunista de España, (Enriqueta Agut, Desamparados Latorre, Ángela Sempere).
Maestras conscientes de la necesidad de ejercer su ciudadanía
y de su participación en el ámbito público, como militantes en
los partidos continuaran con sus labores educativas y culturales
dentro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y de Mujeres
Antifascistas. Y mantuvieron el espíritu republicano desde diferentes ámbitos: pintando carteles que llaman a la resistencia,
escribiendo artículos en publicaciones antifascistas, creando comedores sociales y colonias de evacuados...
y empezó el silencio: los procesos de depuración y
represión
No nos detendremos a explicar los pormenores del proceso
de depuración al que fueron sometidos los cuerpos docentes valencianos en sus distintos niveles.249 Sólo recordar que las primeras medidas depuradoras se tomaron en mayo de 1939, cuando
Romualdo de Toledo decretaba la suspensión de empleo y sueldo
de un grupo de maestros y maestras valencianos sin ningún tipo
de procedimiento previo.
Con posterioridad, todos los docentes tuvieron que solicitar
226
su rehabilitación provisional, mediante una Declaración Jurada
en la que respondían a preguntas sobre sus actividades políticas,
sindicales, religiosas y profesionales y que formaría parte de los
expedientes abiertos por cualquiera de las dos Comisiones Depuradoras D del Magisterio constituidas en la provincia, mientras que del profesorado de Institutos, de Normal y de escuelas
especiales, así como de la inspección, se encargaba la Comisión
Depuradora C.
Del análisis de los más de 1.500 expedientes abiertos a maestras valencianas, depositados en el Archivo General de la Administración, y del efectuado a la documentación generada por las
revisiones de sanciones de profesorado de Normal y la Inspección, localizados en el archivo del Ministerio de Educación, sitos
ambos en Alcalá de Henares, hemos extraído los datos que corresponden a un total de 26, entre maestras, normalistas y una
inspectora afiliadas a Izquierda Republicana, buena parte de ellas
intelectuales conocidas en la sociedad valenciana, como hemos
señalado con anterioridad. Con las informaciones de que disponemos en la actualidad,250 tomando como base los expedientes
de estas 26, hemos resumido y agrupado los demás cargos a ellas
imputados, y encontramos que fueron acusadas:
•
•
De cargos políticos:
Pertenecer a Izquierda Republicana: 26
De tipo profesional: 15
Haber sido destinadas a sustitución de órdenes religiosas
en establecimientos dependientes de la Diputación provincial: 11
Haber dirigido o formado parte de colonias escolares: 2
Haber utilizado la Cátedra para difundir ideas disolventes: 1
Haber desempeñado cargos de responsabilidad: 2
• De cargos relacionados con la religión católica: 13
• De cargos sindicales: pertenecer a la FETE: 16
• De asociacionismo: pertenecer a la Alianza de Intelectuales Antifascistas, a Socorro Rojo Internacional; ser esperantistas.
227
• De carácter moral: 3
Las 26 docentes valencianas acusadas de pertenecer o haber
pertenecido a Izquierda Republicana, eran 23 maestras, 2 profesoras normalistas y 1 inspectora. Sus nombres son: Enriqueta Agut Armer; Amelia Alonso Giner; Josefina Amorós Kaiser;
Carmen Bel Romero; Josefina Castelló Sanchís; Lourdes Diana
Petit; Marianne Durá Niñerola,251 Francisca Gimeno Navasquillo; M.ª Dolores Hernández Barbarros; Carmen Herrero Fenech;
Desamparados Latorre Tarín; Desamparados Marco Fernández;
Desamparados Martí Villanova; Guillermina Medrano Aranda;
Vicenta Morales Lozano; Desamparados Picó Pinilla; Genoveva
Pons Rotger; Ángela Portillo Izquierdo; Carmen Revuelta Almela; Francisca Sanchís Ferrer; Carmen Valero Gimeno, Encarnación Valero Gimeno; Milagros Veres Marín. Las profesoras de
la Normal de Valencia, Carmen García de Castro y García de
Castro y María Villén del Rey, y la inspectora Ángela Sempere
Sanjuán, que fue jefa de la Inspección durante parte del conflicto
bélico.
Al cargo de carácter político se sumaron, en la mayoría de los
casos, otros que atañen al ámbito profesional, religioso, sindical,
asociativo o moral.
Desde una perspectiva pedagógica, son muy interesantes los
cargos de índole profesional. Entre ellos destacan los de haber colaborado con las colonias escolares, organizándolas o dirigiéndolas, ya que en ellas se había establecido la coeducación. Asombra
la valentía de la maestra Lourdes Diana Petit cuando se atreve a
replicar a dicho cargo que
en dicha empresa puse una ilusión y un entusiasmo dignos de
mejor suerte. Era para mí la realización de un sueño: organizar
una escuela en el campo similar a la del Dr. Lichz en Alemania.
Huelga decir en qué quedó mi altruismo y buena fe. No tengo
por delictivo el haber pertenecido a la Asociación Valenciana de
Colonias Escolares, ni tampoco el haber dirigido una de ellas llevada de un espíritu de verdadera abnegación.252
228
Carmen García de Castro y García de Castro, profesora de la
Normal, fue acusada de haber «utilizado la cátedra para difundir
ideas opuestas a los sentimientos de justicia, moral y religión y
persiguió a los profesores y maestros de derechas», además de pertenecer a izquierdas republicanas con anterioridad al Movimiento.253 En su expediente de responsabilidades políticas se detallan
más sus cargos y se la acusa de
significación izquierdista muy destacada, que perteneció al Partido Radical Socialista desde el año 1931 al 1934 en que ingresó
en Izquierda Republicana, de la FETE con mucha anterioridad
al Glorioso Movimiento Nacional, que formó parte en el Comité
de depuración de la escuela Normal, que en su cátedra desarrolló
una labor frecuentemente opuesta a los principios que informan
nuestro movimiento, por lo que estuvo sometida a expediente
con anterioridad a la proclamación de la República, que quedó
sin resolver precisamente por este acontecimiento. Que durante
el período rojo inducía a sus alumnos a que denunciaran a sus
compañeros adictos a nuestra causa.254
De la inspectora Ángela Sempere, que ejercía el cargo por haber obtenido plaza en el cuerpo de la Inspección tras haber cursado la especialidad de Ciencias en la Escuela Superior de Estudios
del Magisterio de Madrid y haber concursado para obtener la de
Valencia, se remarca dicha condición entre los cargos, dando la
impresión de que se trata de una mejora profesional conseguida
por méritos políticos, y no por los profesionales. En la sentencia
del proceso sumarísimo sí que se explicita y detalla como cargo
«pasando de inspectora local a Inspectora Jefe de la enseñanza por
nombramiento de los rojos».255 Asimismo, la excelente maestra
Josefina Castillo será acusada de haber formado parte de tribunales de selección de ingreso en institutos.
De carácter profesional y motivo de sanción en todas a las
que se les atribuyó, fue el de «haber sido destinadas a sustitución
de órdenes religiosas en establecimientos dependientes de la Diputación provincial». La Constitución republicana había establecido la enseñanza laica y una aplicación estricta de este principio
comportaba que en los establecimientos docentes que dependían
229
de la Diputación Provincial de Valencia se tuvieran que substituir
los miembros de las órdenes religiosas que en ellos desarrollaban
tareas educativas, por maestros y maestras funcionarios del Estado. En mayo del 1936, los gestores de la Diputación provincial,
directores de la Casa de la Beneficencia y de la Casa de la Misericordia, crearon un Patronato para aplicar el precepto constitucional de la educación laica y la formación de ciudadanos:
Uno de los fines principales de la República, consignados además
especialmente en el programa de gobierno del Frente Popular, es
atender en todas sus manifestaciones a la cultura del pueblo, infiltrando en las dependencias del Estado, Diputaciones y municipios las bases esenciales que puedan hacer ciudadanos dignos de
nuestras instituciones. Consta también en nuestra Constitución
que la instrucción primaria ha de ser totalmente laica, apartando
de esta función esencial de la cultura popular a las asociaciones de
carácter confesional, que en daño para la formación espiritual del
niño han venido actuando en distintos departamentos oficiales
dependientes directa o indirectamente del Estado.256
El Patronato también fue encargado de proponer a los funcionarios docentes que ocuparían las vacantes dejadas por las religiosas y que encabezarían el proceso de reforma educativa que
desafortunadamente, se vería truncado por el estallido del conflicto bélico porque hubo que ampliar los espacios educativos a
los niños y niñas evacuados, y buen número de maestros tuvo
que incorporarse a filas, con lo que se desvirtuaron las ideas innovadoras iniciales.
Este deseo de convertir los centros en ejemplares, auténticos
modelos de pedagogía innovadora, suponía la incorporación de
profesorado comprometido con la política pedagógica republicana. Ahora bien, es difícil establecer los límites entre el cumplimiento de este ideal de maestros republicanos, formadores de
ciudadanos, y una selección sin tintes partidistas. Sería precisamente la solución deficiente de este dilema el que haría que junto
a la indudable capacitación profesional del magisterio seleccionado, también influyera su afiliación política, de manera que los
230
claustros quedaron configurados en buena medida siguiendo un
reparto partidista, como puede apreciarse, por ejemplo, en el de
la Casa de la Infancia Giner de los Rios, dirigida por Guillermina
Medrano, y que contaba con una importante representación de
militantes de Izquierda Republicana entre su claustro. Las maestras de Izquierda Republicana implicadas en este frustrado proyecto de renovación pedagógica fueron:
•
•
•
•
•
•
En el Instituto de Asistencia Social Maestro Ripoll (antigua Casa de la Beneficencia): Enriqueta Agut Armer.
En el Instituto de Asistencia Social Gabriela Mistral (antigua Casa de la Misericordia): Magdalena Genoveva
Pons Rotger, Desamparados Latorre Tarin, Josefa Amorós Kayser, Elvira Ballester Gozalvo, Desamparados Ballester Gozalvo.257
En la Fundación Romero (Guillem de Castro), después
Pablo Iglesias: Desamparados Marco Fernández, Encarnación Valero Gimeno, Francisca Sanchís Ferrer.
Casa de la Infancia Giner de los Rios (antes Graduada
Asilo de San Eugenio).
Directora: Guillermina Medrano Aranda, Vicenta Morales Lozano, Amelia Alonso.
En la Graduada Guillén de Castro 32: Directora: Carmen Herrero Fenech.258
La defensa del laicismo, simbolizada en la sustitución de los
miembros de las órdenes religiosas por funcionarias del Estado,
será esgrimida en el momento de la depuración franquista como
uno de los cargos con mayor poder condenatorio. Muy relacionado con el de irreligiosidad, especialmente duro cuando se trata
de mujeres y que, en mayor o menor grado de importancia, fue
endosado a un total de 11, oscilando entre los menos concretos
de indiferente en religión,259 o en materia religiosa no creyente, según sus propias manifestaciones,260 a los más graves de se mostraba
anticlerical,261 en la práctica sigue una conducta que no se puede
calificar de afecta al GMN ni a nuestra Santa Religión. Siempre ha
defendido la moral laica. Anticatólica. Jura en falso262 o los haber
hecho propaganda de ideas antirreligiosas en la escuela.263
231
De entre todos los esgrimidos por motivos religiosos, resaltaríamos la acusación a la inspectora Angelita Sempere de «asistir a
reuniones de sociedades teosóficas»,264 o el atribuido a la maestra
Francisca Gimeno, acusada no sólo de «atea», sino de un cargo
repetido en ocasiones de manera literal en los expedientes de varios maestros, que es la demostración de la no existencia de Dios
con argumentos ciertamente insólitos a lo que se añade la de simpatía con la masonería:
Con anterioridad al GMN perteneció a la FETE, así como también a la CNT, siendo de ideas plenamente izquierdistas y con
tendencia a doctrinas masónicas. Según noticias recibidas de
fuentes diversas, en esta dependencia, durante el dominio rojo
cuando los niños entraban en clase les obligaba a decir como
consigna obligada la siguiente frase: «No hay Dios» a lo cual la
referida contestaba: «Nunca lo hubo». Otra de las noticias en la
cual quería demostrar a los niños la no existencia de Dios era que
en variadas ocasiones les explicaba dicho tema y para comprobarlo les invitaba a que pidieran pan, los niños, dice la versión, a
tenor de las instrucciones de la Francisca Gimeno se dirigían hacia lo alto peticionándolo, obligándole ella a hacerlo varias veces
y cuando el pan no llegaba sonreía triunfal y decía: ¿Lo veis como
no os lo da, sin embargo pedírmelo a mí y veréis; así lo efectuaban los pequeñuelos y entonces Francisca Gimeno les repartía
sendas rebanadas de pan.265
Irreligiosidad, anticlericalismo, ateísmo, laicismo..., todo
cuestionamiento o mínima falta de práctica de la religión católica era sancionable por una Comisión para la que el nacionalcatolicismo identificaba español y católico.
Ahora bien, el cargo que más denuncias concita en las afiliadas a Izquierda Republicana fue el de su afiliación a la FETEUGT, afirmación cierta prácticamente en todos los casos, ya que
fueron de las primeras en afiliarse a la central sindical. De él son
acusadas las maestras Enriqueta Agut, Amelia Alonso, Marianne Durá Niñerola, Guillermina Medrano, Genoveva Pons, M.ª
Dolores Hernández Barbarros, Carmen Herrero Fenech, Desamparados Latorre Tarin, Desamparados Marco, Vicenta Morales,
232
Ángela Portillo, Francisca Sanchís y Josefina Castelló; las normalistas Carmen García de Castro y María Villén, y la inspectora
Ángela Sempere. Todas ellas habían estado afiliadas, e incluso habían participado, en la fundación del sindicato, siendo miembros
activos del mismo, y formando parte de Comités como Josefina
Castelló, quien fue Vocal de FETE en el Comité de 1935 y adjunta a Agiprop en 1938.266 Será, pero, a la inspectora Ángela
Sempere a quien se le endosarán los cargos de mayor gravedad,
al considerarse que ejercía un puesto de responsabilidad como
vocal en el Comité del Sindicato desde el que «intervino en la
depuración de los maestros y en la clasificación que se hizo de los
mismos según el grado de afección al régimen marxista, resultando de todo ello numerosas destituciones, cesantías y traslados».267
Llama nuestra atención que, a pesar de que las causas de tipo
moral fueron mencionadas en numerosos expedientes de depuración como causa de sanción para las maestras, en el caso que
analizamos son prácticamente inexistentes ya que únicamente en
tres casos se hace referencia a ellas (tiene unas ideas muy modernas
respecto al amor) y sólo en uno de ellos se convierte en cargo: Ha
perturbado la paz de un hogar arrancando del mismo al padre con
quien se ha unido matrimonialmente. Debemos destacar, sin embargo lo interesante de este cargo ya que resume a la perfección
tanto la condena al divorcio, ley que había sido aprobada por
la República a pesar de la furibunda oposición de los católicos,
como la alusión al modelo tradicional de mujer Eva tentadora,
pecadora y culpable de la destrucción de una familia, al tentar al
hombre casado y conducirlo al pecado.
Por último, entre los cargos agrupados bajo la denominación
de asociacionismo, podemos mencionar a las que formaron parte
de Socorro Rojo Internacional,268 o incluso algunos tan inocuos
como ser miembro de un centro esperantista.269
El pliego de cargos, si no era desvirtuado por las acusadas,
implicaba una sanción. El abanico de sanciones era muy amplio,
ya que podían combinarse varias dando lugar a un variadísimo
abanico de posibilidades. De manera resumida y de mayor gravedad a menor podemos distinguir:
233
• Expulsión o separación definitiva del cuerpo; prohibición para ejercer el Magisterio; inhabilitación para ejercer la profesión.
• Suspensión de empleo y/o sueldo durante un período
determinado.
• Traslado fuera de la provincia en la que tuviera la plaza
por un período mayor o menor de años.
• Traslado dentro de la provincia durante un período temporal.
• Inhabilitación para el ejercicio de cargos directivos en
instituciones culturales y de enseñanza.
Las sanciones afectaron a las 26 docentes de Izquierda Republicana. Recibieron la máxima de expulsión y prohibición de
ejercer la enseñanza 11 maestras, las dos normalistas, y la inspectora; 9 fueron sancionadas con traslado fuera de la provincia,
1 con traslado dentro y 2 con inhabilitación para ejercer cargos
directivos y de confianza en instituciones culturales. De las 14
expulsadas, 4 lo fueron por el artículo 171, que castigaba con la
expulsión a aquellos docentes que abandonaran su lugar de trabajo sin explicaciones. Fue el que afectó a aquellas que se exiliaron.
De una de ellas no consta la sanción pero sabemos que si la tuvo
ya que el expediente que hemos consultado es el de revisión de la
sanción. En resumen, las sanciones fueron:
• Expulsión 13: Enriqueta Agut (artículo 171), Carmen
Bel (artº 171), Josefina Castelló, Marianne Durá, Desamparados Marco, Guillermina Medrano (artº 171),
Francisca Sanchís, Carmen Valero, Encarnación Valero
(artº 171), Carmen García de Castro, María Villén (artº
171)270 y Ángela Sempere.
• Traslado fuera de la provincia 9: Amelia Alonso, Josefina
Amorós Kaiser (a Alacon-Teruel); M.ª Lourdes Diana
Petit, Milagros Veres, Carmen Herrero Fenech, Vicenta Morales, Desamparados Picó (a Guadalajara); Angela
Portillo, Carmen Revuelta.
• Traslado dentro de la provincia 1: Francisca Gimeno Navasquillo.
234
• Inhabilitación cargos directivos 2: Mª Dolores Hernández Barbarros y Desamparados Martí.
En definitiva, todas las docentes acusadas de pertenecer a
Izquierda Republicana fueron sancionadas en diverso grado y por
diferentes causas, entre las que se encuentra claramente su militancia de izquierdas.
el
silencio
de
las
intelectuales:
transterradas
y
exiliadas en el propio país
De manera paralela y simultánea al expediente administrativo abierto por el Ministerio de Educación, algunas docentes
vieron como eran sometidas, al igual que miles de ciudadanos
y ciudadanas, a juicios sumarísimos efectuados por Tribunales
Militares, exigiéndoseles responsabilidades penales y económicas
Las docentes de Izquierda Republicana conocieron esta doble
represión. Algunas, como Enriqueta Agut, Guillermina Medrano
o María Villén emprendieron el duro camino del exilio para no
ser encarceladas o, tal vez, ejecutadas. Un camino que también
seguiría Genoveva Pons después de haber padecido años de injusta prisión. Enriqueta Agut271 y Guillermina Medrano, compañeras de la primera promoción del Plan profesional, emprendieron
destinos políticos y geográficos diferentes. Atravesada la frontera
por los Pirineos, Enriqueta se embarcó en el Sinaia con destino
a México, en donde viviría y fallecería, mientras Guillermina,
como miembro de la Alianza Juvenil Antifascista, se establecería
en París hasta que el avance del nazismo le hizo cruzar el océano,
desembarcando primero en Santo Domingo y trasladándose con
posterioridad a los EE UU en donde establecería su residencia
y desempeñaría una activa vida cultural.272 La trayectoria vital
de María Villén fue muy desafortunada. En 1938 abandonó la
península estableciéndose en Orán, pero volvió a Valencia en los
años 40, sin poder ejercer su profesión y necesitando el apoyo de
sus antiguas alumnas. Por último la maestra Genoveva Pons,273
después de haber estado detenida en Llíria en 1939 fue encar235
celada hasta 1942, siendo condenada a seis meses de prisión, se
trasladó a Colombia.
Entre las que se quedaron, fueron juzgadas por Tribunal de
guerra, condenadas y encarceladas un total de siete docentes:
cinco maestras, una normalista y la inspectora. Entre las maestras, Amelia Alonso fue procesada y encarcelada en noviembre
de 1939; Genoveva Pons, detenida en julio de 1939 junto con
su padre, estuvo en prisión hasta 1942; Francisca Sanchís Ferrer
fue condenada por la Jurisdicción Militar a 6 años y un día de
prisión mayor por el Juzgado Militar n.º 8 de Valencia, permaneciendo en ella tres años,274 Carmen García de Castro fue condenada por Consejo de guerra a 12 años y un día de prisión menor
con las accesorias de inhabilitación absoluta durante el tiempo
de la condena, y al pago de responsabilidad civil, que le serían
conmutados por 6 años de prisión menor en 20 de febrero de
1941,275 y la inspectora Ángela Sempere condenada a 20 años,
que serían conmutados por 6 años y un día de prisión mayor, de
los que pasó cuatro en la prisión de Valencia y el resto en libertad condicional.276 Las maestras Josefina Castelló, juzgada por la
Auditoría de Guerra del ejército de ocupación de Valencia, juzgado especial de funcionarios civiles, y Carmen Valero, sometida
a Consejo de guerra permanente por procedimiento sumarísimo
de urgencia, serían declaradas absueltas del delito de «excitación
a la rebelión».277
A la salida de la prisión, las afiliadas a Izquierda Republicana
tuvieron que rehacer su vida excluidas de aquello en lo que habían demostrado su competencia, es decir, la enseñanza pública
y su activa participación como ciudadanas en el ámbito público
de la política. Al igual que sus compañeros, se vieron obligadas a
trabajar en la enseñanza privada (academias, clases particulares)
o a ejercer diferentes oficios y profesiones en nada relacionados
con el Magisterio.278 Al mismo tiempo, su vocación política se
vería reducida al ámbito de la clandestinidad, en el que quedaron
recluidos todos los demócratas durante el franquismo.
A esta marginación profesional y política, en el caso de las
docentes, debe añadirse su condena como intelectuales. Mientras
236
los hombres pudieron continuar, tímidamente, participando en
el ámbito cultural oficial, moderando sus escritos y colaboraciones de carácter político, autocensurándose en sus obras o colaborando el resurgimiento de publicaciones que, poco a poco, burlaban la censura, ellas se vieron obligadas a apartarse de un espacio
público en el que las mujeres se volvían a considerar intrusas.
Pilar Primo de Rivera, seguramente la menos intelectual de sus
compañeras fundadoras de la Sección Femenina,279 destacó por
sus condenas a las intelectuales y su reivindicación del papel de la
mujer en el hogar.
Excluidas de nuevo de los espacios artísticos y culturales, las
escasas mujeres que en ellos permanecieron tuvieron que dedicarse a una creación artística identificada con los cánones del Nuevo
Régimen, o a resignarse a ser calificadas de extravagantes. Las
maestras volvieron a su tradicional misión de educar madres y
amas de casa, las normalistas, depuradas y sometidas a la vigilancia de sus compañeros y autoridades, se centraron en actividades
de carácter patriótico, religioso y doméstico, y las inspectoras recuperaron su papel controlador al servicio de la administración.
Aquellas intelectuales de izquierdas que habían intentado
cambiar la sociedad, la educación y, sobre todo, la condición de
las mujeres, serían reprimidas y silenciadas, de manera que, aún
hoy, son escasos los testimonios públicos que recogen sus experiencias y conquistas. Tal vez sea esta una de las máximas conquistas del franquismo: haber condenado al olvido a una generación
de intelectuales valencianas que intentaron que la modernidad
y la ciudadanía fueran posibles para las mujeres de nuestro país.
Listado de docentes valencianas acusadas de pertenecer a Izquierda Republicana con indicación de categoría docente y sanción aplicada.
apellidos
nombre
categoría
población
sanción
Valencia
Simat de la
Valldigna
Expulsión
Agut Armer
Enriqueta
Maestra
Alonso giner
Amelia
Maestra
237
Expulsión
Amorós Kaiser
Josefina
Maestra
Montserrat
Bel Romero
Carmen
Maestra
Valencia
Castello Sanchís
Josefina
Maestra
Paterna
Diana Petit
Lourdes
Maestra
Excedente
Durá Ñiñerola
Marianne
García de Castro
Carmen
gimeno
Expulsión
Traslado
fuera
Expulsión
Francisca
Maestra
Profesora
Normal
Maestra
Montcada
Hernández
Barbarros
M.ª Dolores
Maestra
Sueca
Herrero Fenech
Carmen
Maestra
Picassent
Latorre Tarín
Desamparados Maestra
Museros
Marco Fernández
Desamparados Maestra
Martí Villanova
Desamparados Maestra
Medrano Aranda
Guillermina
Maestra
Morales Lozano
Vicenta
Maestra
Pico Pinilla
Desamparados Valencia
Quatretonda Expulsión
poliña de
Inhabilitación
jucar
cargos
Lliria
Expulsión
Separación
Venta del
1955 traslado
Moro
fuera
Maestra
Traslado fuera
Pons Rotger
Genoveva
Maestra
Llíria
Expulsión
Portillo Izquierdo
Ángela
Maestra
Valencia
Traslado fuera
Revuelta Almela
Carmen
Maestra
Poliña
Traslado fuera
Sanchís Ferrer
Francisca
Maestra
Llíria
Separación
Sempere Sanjuán
Ángela
Inspectora
Valencia
Expulsión
Valero Gimeno
Carmen
Maestra
Oliva
Separación
Valero Gimeno
Encarnación
Maestra
Beniarjo
Separación
Veres Marín
Milagro
Sollana
Traslado fuera
Villen del Rey
María
Maestra
Profesora
Normal
Valencia
Expulsión
238
Sueca
Traslado
fuera
Separación
Valencia
Expulsión
Traslado
dentro
Inhabilitación
cargos
Traslado fuera
notas
Esta comunicación sobre la depuración de maestras y profesoras forma parte del proyecto de investigación EDU 2010-19255 sobre La
depuración franquista del profesorado de las Escuelas Normales, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. La autora es miembro del equipo investigador y profesora titular del Departament
d’Educació Comparada i Història de l’Educació de la Universitat de
València. Dirección electrónica: M.Carmen.Agulló@uv.es.
231
Entre las obras que narran las actividades e inquietudes de las intelectuales como grupo destacan las obras de FAGOAGA, C., «El
Lyceum Club de Madrid, elite latente». En GENEVOIS, D. (ed).,
Les Espagnoles dans l’histoire. Une sociabilité démocratique (XIX-XX
siècles), Saint-Denis, Presses Universitaires de Vincennes, 2002, pp.
145-167; HURTADO DÍAZ, A., El Lyceum Club Femenino. Madrid (1926-1939)», Boletín Institución Libre de Enseñanza, II Época, 1999, pp. 23-36; MANGINI, S., Las modernas de Madrid: las
grandes intelectuales españolas de la vanguardia, Barcelona, Península,
2000. De la misma autora, «El Lyceum Club de Madrid, un refugio
feminista en una capital hostil». En Asparkia 17, 2006, pp. 125-140;
MARINA, J. A. y RODRÍGUEZ DE CASTRO, M. T., La conspiración de las lectoras, Colección Biblioteca de la Memoria, Editorial
Anagrama, Barcelona, 2009.
232
En los últimos años han visto la luz un buen número de autobiografías, biografías, o memorias de estas mujeres. Sin ánimo de exhaustividad podemos recordar BAROJA Y NESSI, Carmen, prólogo,
edición y notas de HURTADO, A., Recuerdos de una mujer de la
generación del 98, Tusquets, Barcelona, 1998; BRAVO CELA, B.,
Carmen de Burgos (Colombine): contra el silencio, Espasa-Calpe, Madrid, 2003; CAMPRUBÍ, Z., Diario. 1. Cuba (1937-1939); Diario
2. Estados Unidos (1939-1950), Diario 3. Puerto Rico (1951-1956),
Alianza editorial-La Editorial, Universidad de Puerto Rico, 2006;
GÓMEZ, M. I., Aurora Bertrana: encís pel desconegut, ECSA, Barcelona, 2003; GUTIÉRREZ VEGA, Z., Victoria Kent: una vida al
servicio del humanismo liberal, Universidad de Málaga, Servicio de
Publicaciones. Málaga, 2001; MANSO DE ZÚÑIGA DE MAEZTU, N., Mis memorias: vivir entre los Maeztu y otros igual de fantásticos, Biblioteca Nueva, Madrid, 2003; MARTÍNEZ SIERRA, M.,
Una mujer por caminos de España, Castalia-Instituto de la Mujer,
Madrid, 1989. NÚÑEZ REY, C., Carmen de Burgos «Colombine»
en la Edad de Plata de la literatura española, Fundación José Manuel
230
239
233
234
235
236
237
238
239
240
241
242
243
Lara, Sevilla, 2005; OYARZÁBAL SMITH, I., Hambre de libertad:
memorias de una embajadora republicana, Almed, Granada, 2011;
RAMOS, M. D., Victoria Kent (1892-1987), Ediciones del Orto,
Madrid, 2005; RODRIGO, A., María Lejárraga, una mujer en la
sombra, Algaba. Madrid, 2005; VILLENA, M. Á., Victoria Kent:
una pasión republicana. Debate, Barcelona, 2007.
Almanaque de Las Provincias, 1883.
VV.AA., 150 anys d´història d´ensenyament públic, Institut de Batxillerat Lluís Vives, València, 1978.
REIG FERRER, A., El compromiso social de un político krausista.
Rafael Albiñana y la Institución para la Enseñanza de la Mujer de
Valencia. Edición de la autora. Valencia, 2012.
Prospecto para el curso de 1893-1894 de la Institución para la enseñanza de la mujer.
La inauguración oficial de la escuela tuvo lugar el 5 de octubre de
1867. Véase Las provincias, 6 de octubre de 1867, p. 2.
Revista de Pedagogía. Año VIII. Madrid, mayo 1929, n.º 89.
María Villén había realizado un trabajo de investigación científica
titulado «Una moderna aplicación de la electricidad» en Madrid en
1911.
El Mercantil Valenciano, 11 mayo 1927. Conferencia por D.ª Ángeles Soriano en el Ateneo Científico-Literario y Artístico de Valencia.
Todas ellas participaban de manera activa en la Institución para la
Enseñanza de la Mujer, impartiendo clases y en organismos muy
relacionados con los institucionistas como la Junta Provincial de Colonias.
Partido político fundado en 1929. En las elecciones de 1931 se presentó en el seno de las candidaturas de la Conjunción Republicanosocialista, consiguiendo 54 escaños, pero en las de 1933, en las que
concurrió en solitario, obtuvo un sonoro fracaso que precipitó [su
división entre el sector más de izquierdas, partidario de colaborar
con los socialistas, que fundaría Izquierda Republicana y el que siguió con los radicales de Lerroux. AVILÉS FARRÉ, J., La izquierda
burguesa y la tragedia de la Segunda República. Comunidad de Madrid. Madrid, 2006.
Sobre la militancia femenina en el blasquismo, ver SANFELIU, L.,
«Instrucción y militancia femenina en el republicanismo blasquista
(1896-1933) en AGUADO, A., ORTEGA, T. M. (eds.), Feminismos y antifeminismos. Culturas políticas e identidades de género en la
España del siglo XX, Publicacions de la Universitat de València, València, 2011.
240
Figura con el número dos en el libro registro de afiliados y ha ostentado en el año 1934 el cargo de vicepresidente, en el año 1935
fue reelegida y en 1936 se le eligió vocal, para todos estos cargos fue
nombrada por medio de Asamblea. Ministerio de Educación 25/89.
83.762.
245
Carmen Valero y Gimeno, prototipo de mujer intelectual, consiguió
el título de perito mercantil en la Escuela de Comercio de Valencia,
en 1918; el de profesora mercantil en la Escuela de Comercio de Valencia, en 1920, y el de licenciada en Ciencias, sección de Químicas
por la Universidad de Madrid en 1923. Es una de las introductoras
de las técnicas Freinet en Valencia. AGA 32/13342.
246
El Mercantil Valenciano, 14 de abril de 1933. El acto se llevó a cabo
en el Casino del Distrito de la Audiencia (Plaza Cisneros, 3) y firmaba la convocatoria la secretaria de la agrupación, María Morris.
247
El Mercantil Valenciano, Viernes 15 de mayo de 1936, p. 7. El acto
tuvo lugar a las 10 de la noche en el Centro de Izquierda Republicana
de Montcada.
248
Guillermina Medrano recordaba que la presidenta del Comité femenino había sido Matilde Revaque, directora de la prisión de Valencia
y mujer de una gran humanidad que sería fusilada en el franquismo. Véase AGULLÓ DÍAZ, M. C., Mestres valencianes republicanes,
Dep. Educació Comparada i Història de l’educació. Universitat de
València, València, 2008.
249
Véase FERNÁNDEZ SORIA, J. M., AGULLÓ DÍAZ, M. C.,
Maestros valencianos bajo el franquismo. La depuración del Magisterio.
Institució Alfons el Magnànim, València, 1999; AGULLÓ DÍAZ,
M. C., «La repressió franquista del professorat valencià, entre la memòria i l’oblit». En VV.AA., II Trobada d’investigadors de la Comissió
de la veritat. València 2009. AGULLÓ DÍAZ, M. C., «Fuentes para
el estudio de la depuración franquista del Magisterio de primera
enseñanza en Valencia» en RODRÍGUEZ, P., TORRES FABRA,
R. C., SICLUNA, M. I., CASADO, F. J., La represión franquista en
Levante. Fuentes para su estudio, Eneida, Madrid, 2010.
250
Hay expedientes que todavía no pueden consultarse al no haber
transcurrido el mínimo de 50 años establecidos por la ley desde que
se cerró el expediente o los 25 de la defunción demostrada de la persona objeto del mismo; otros se han extraviado y, en algunos casos,
sólo se conserva el expediente de recurso a la sanción impuesta, pero
no el original.
251
Expediente de Marianne Durá Niñerola, AGA 32/13051.
252
Expediente de Lourdes Diana Petit, AGA 32/13028.
244
241
La expulsión de Carmen García de Castro se produjo por Orden
del 30/10/1940. BOE 14/01/1941. Los cargos se han extraído del
expediente de revisión de depuración. Archivo Ministerio de Educación 83715/4064. Y expediente n.º 10006 del Tribunal Regional de
Responsabilidades Políticas de Valencia, cuya consulta agradecemos
a Vicenta Verdugo.
254
Esta acusación es inexacta, ya que sí fue sometida a expediente por la
Universitat de Valencia y sancionada con la pena de «separación definitiva del servicio» en octubre de 1929 hasta que fue readmitida en
enero de 1930 mediante amnistía. Véase «Expediente instruido por
la Universidad de Valencia en 1929 a la profesora de la Normal de
Valencia D.ª Carmen García de Castro, debido a la acusación de difundir entre sus alumnas doctrinas perniciosas». Signatura 996/14.
AHUV. El documento íntegro y una introducción y análisis de su
contenido está publicado en AGULLÓ DÍAZ, M. C., Revista Historia de la Educación, n.º 21, Universitat de Salamanca, Salamanca,
2001.
255
Expediente de revisión de Ángela Sempere Sanjuan, Ministerio de
Educación, 83717/5679. Expedientes personales de Ángela Sempere. Prisión provincial de mujeres de Valencia. Prisión nueva de Santa
Clara. Agradecemos a Vicenta Verdugo su consulta.
256
Signatura 42 bis. Arxiu Provincial de la Diputació de València.
257
La inclusión de las hermanas Ballester Gozalvo, aunque no son acusadas de ser miembros de Izquierda Republicana, se debe a la influencia de José Ballester Gozalvo, destacado miembro del partido,
en los nombramientos, argumento utilizado en los expedientes de
depuración para justificar el mismo.
258
Signatura 42. Arxiu Provincial Diputació de València.
259
Expedientes de Carmen Herrero Fenech, AGA 32/13040; Desamparados Marco Fernández, AGA 32/13045; Carmen Revuelta AGA
32/13047, Desamparados Martí Villanueva, AGA 32/13039.
260
Expediente de Lourdes Diana Petit AGA. 32/13028.
261
Expediente de Amelia Alonso Giner. AGA. 32/13043.
262
Expediente Elvira Veres Marín. AGA. 32/13011.
263
Expediente Francisca Sanchís Ferrer Ministerio Educación 25/89.
83.762 y Carmen García de Castro.
264
A Ángela Sempere también se la acusa de «haber vivido separada del
catolicismo». Expediente de revisión de Ángela Sempere Sanjuan,
Ministerio de Educación, 83717/5679.
265
Francisca Gimeno Navasquillo. AGA 32/13056.
266
AGULLÓ DÍAZ, M. C., «Josefina Castelló, Mestra i ciutadana
253
242
267
268
269
270
271
272
273
274
275
republicana» en http://www.ateneorepublicanopaterna.org/descargas/memoria/Libro%20Premiados%20Concurso%20Josefina%20
Castello.pdfvV, 2010. La maestra Carmen Valero no fue acusada
por la comisión depuradora de pertenecer a la FETE, pero sí por el
Consejo de guerra.
Expedientes personales penitenciarios de Ángela Sempere.
Las maestras Desamparados Latorre (AGA 25/89. 83.762) y Ángela
Portillo (AGA 32/13016).
A la maestra de Beniarjó, Encarnación Valero Gimeno, se le retrae
su pertenencia al Centro esperantista Lumradio de Cheste, en el que
«había actuado con todo entusiasmo como vocal en la junta del año
1932, siendo también ponente acertada para la redacción del reglamento que nos rige». Expediente 25/89. 83.762. El cargo es especialmente llamativo en el caso de las maestras valencianas ya que la
Normal Femenina impartió durante varios cursos la asignatura de
esperanto como idioma voluntario dentro de la carrera de Magisterio a principios del siglo XX.
De María Villén del Rey sólo conocemos la Orden de Expulsión de
6/12/1940. BOE 23/05/1941.
AGULLÓ DÍAZ, M. C., Mestres valencianes..., op. cit.
Ibídem, capítulo dedicado a Guillermina Medrano. Puede consultarse también el capítulo «Rescatando el pasado» en el libro por
ella editado Nuevas raíces: testimonios de mujeres españolas en el exilio al que se puede acceder en http://www.cervantesvirtual.com/s3/
BVMC_OBRAS/ff7/0dc/168/2b1/11d/fac/c70/021/85c/e60/64/
mimes/ff70dc16-82b1-11df-acc7-002185ce6064.pdf.
Expediente de revisión de depuración. Ministerio de Educación
25/89, 83.762. Genoveva Pons escribió un testimonio magnífico
de su experiencia como maestra y ciudadana republicana en PONS
ROTGER, G., Tres años de antaño. Edición de la autora. Bogotá,
1984. También relató su experiencia en el capítulo «Cenizas y rescoldo» del libro Nuevas raíces... Ibídem.
Consejo de guerra permanente n.º 5. Causa n.º 4110-V-39, procedimiento Sumarísimo de Urgencia. Ver AGULLÓ DÍAZ, M. C.,
Mestres valencianes..., op. cit.
Expediente sumarísimo de urgencia n.º 12554. Sentencia 7 de noviembre de 1939 condenada por auxilio a la rebelión militar. Expediente n.º 10006 del Tribunal regional de responsabilidades políticas
de Valencia. Agradecemos a Vicenta Verdugo que nos haya facilitado
su consulta.
243
Expedientes personales penitenciarios de Ángela Sempere.
Las acusaciones eran las de pertenecer al Sindicato de maestros UGT
desde el año 1931 y a Izquierda republicana desde marzo de 1936.
Expediente 32/13342. AGA.
278
Destaca por su originalidad la experiencia de Marianne Durá que
junto con otra maestra también expulsada, Marina Fiol, patentaron
y fabricaron estuches de plástico para gafas, consiguiendo una buena
situación económica.
279
En escasas ocasiones se recuerda que el núcleo inicial de la Sección
Femenina estaba compuesto por intelectuales, mujeres universitarias
afiliadas al Sindicato Español Universitario que, como tales, gozaban
de un nivel cultural y educativo superior al conjunto de mujeres. Entre ellas cabe citar a Justina Rodriguez de Viguri, Mercedes Fórmica,
Dora Maqueda, Luisa Maria de Aramburu, o Marichu de la Mora
(aunque no era universitaria, gozaba de prestigio entre los ambientes
artísticos y culturales). Serían precisamente las Primo de Rivera y, en
especial, Pilar, las que menos formación cultural tendrían y tal vez ahí
resida gran parte de su inquina hacia unas mujeres de las que se sabía
inferior.
276
277
244
capítulo
7
don francisco gregori chuliá, maestro:
bellreguard, 1903-paterna, 1940
Joan Baptista Malonda Grau
Profesor
introducción
Francisco Gregori Chuliá, Bellreguard (La Safor), separación definitiva del servicio o inhabilitación para el ejercicio de escuelas,
fusilado en Paterna 12-9-1940.280
Solamente una línea del libro que comporta toda una vida
cercenada en un instante. Cuando leí la corta referencia del fusilamiento, me sobrevino un irracional y temeroso interrogante:
¿Qué habría hecho el maestro para que lo fusilaran? Una pregunta hija de la educación del miedo y de la desconfianza que recibí
en mi casa, en la escuela, y en la sociedad de los años 60 y 70. La
información crítica, no la democracia actual, ha sido la responsable de vencer aquellas actitudes.
La investigación, no los 34 años de la actual Constitución
Española, de la vida y de la muerte de Francisco Gregori Chuliá,
de aquella mínima línea, me ha permitido responder la duda miserable: ¿Qué habían hecho aquellas personas para que las fusilaran? Francisco Gregori Chuliá, otros maestros, otras personas...
habían sido asesinadas por defender la libertad, la dignidad, la
democracia. Eso, ni más ni menos, es lo que habían hecho.
En este camino esperanzadoramente enrabiado he tenido
buena compañía. Siempre ha estado en mi mesa el citado libro
de J. M. Fernández Sória y M.ª C. Agulló Díaz, el cual también
245
ha estado en mi GPS, vía correo electrónico, además de sus charlas, indicaciones, etc., han sido definitivas para confeccionar la
presente aportación. E incluso tuve la suerte de que durante el
transcurso de la redacción apareció el libro de M.ª Cruz Altabert
Cuevas, Proceso a un maestro republicano, editado el año 2004 por
la Universidad de Valencia.
francisco gregori chuliá, don paco
Don Paco nació en Bellreguard el 17 de diciembre de 1903,
a las 4:00 horas, en la calle de San Vicente. Hijo de Francisco
Gregori Costa, de Bellreguard, barbero, y de Carmen Chuliá Lloret, de Xeresa.281 Se casó en la iglesia de Bellreguard con Dolores
Barberá Pérez, el 9 de octubre de 1930. Dolores tenía 25 años,
había nacido el 7 de julio de 1905, y era hija de Salvador Barberá
Todolí y Dolores Pérez Aparisi. Tuvieron una hija, Carmen de los
Ángeles, nacida el 2 de agosto de 1931, y 2 hijos, Francisco, que
vino al mundo el 27 de septiembre de 1934, y Vicente, nacido el
20 de febrero de 1938.
Los nacimientos de los hijos Francisco y Vicente fueron presentados en el juzgado municipal de Bellreguard por su abuelo
paterno, debido a que don Paco ya ocupaba la plaza de maestro
en Tales.
Aprobó el examen de ingreso en la Escuela Normal Superior
de Maestros de Valencia el 15 de septiembre de 1919. El curso
1921-1922 comenzó los estudios de enseñanza no oficial en Valencia, ciudad a la que se trasladó para alternar su trabajo con
las tareas de obtención del título de maestro por libre. Acabó la
carrera en septiembre de 1927.
Las asignaturas que cursó fueron, según anotaciones a lápiz
del mismo don Paco, donde también registró las fechas de los
exámenes de cada curso:
246
asignaturas cursadas
primer curso
segundo curso
tercer curso
Teoría y Práctica de la
Lectura
Nociones Generales de
Geografía y Geografía
Regional
Nociones y Ejercicios de
Aritmética y Geometría
Dibujo
Caligrafía
Religión e Historia
Sagrada
Nociones Generales de
Historia e Historia de la
Edad Antigua
Gramática Castellana
Música
Aritmética
Dibujo
Religión
Música
Geografía
Historia Medieval
Pedagogía
Caligrafía
Gramática
Aritmética
Física
Historia
Natural
Álgebra
Pedagogía
Historia
Geografía
Francés
Prácticas
cuarto
curso
Historia de la
Pedagogía
Química
Geografía
Prácticas
Francés
Derecho
Literatura
Historia
Agricultura
Realizó las prácticas de Magisterio en la escuela de Bellreguard, siendo director don Evaristo Morant Peiró, quien emitiría
informe muy favorable de D. Paco: realizó en la escuela de Bellreguart el 2º curso de Prácticas con el mayor aprovechamiento.282
Ya casado, accedió como maestro a la Escuela Pública Mixta
de Bañuelos del Rudón (Burgos), que pertenecía al Consejo Local de Tubilla del Agua, cesando el 8 de septiembre de 1933 para
tomar posesión, al día siguiente, de la plaza de maestro en Tales,
según diligencia de don Manuel Peiró Gil, secretario accidental
del Consejo Local de Primera Enseñanza de Tales.
De acuerdo con una cédula personal suya y de su mujer, el
22 de marzo de 1937 ambos tenían la residencia en la Plaza de la
República de Tales, por lo que suponemos que estuvo de maestro
en Tales desde el curso 1933-34 hasta el curso 1936-37.
También nos lo confirma el último recibo que hemos consultado sobre el pago mensual de habilitación de maestro, que
corresponde a junio de 1937, 313’20 pesetas, a las que se le descuentan 2’00 pesetas por Asociación y 2’00 pesetas por la cuo-
247
ta de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza
(FETE). Anteriormente, hasta el día 18 de septiembre de 1936,
había sido miembro de la Asociación Provincial de Maestros Nacionales de Castellón, hasta que dicha asociación ingresó en bloque a la FETE.283
Fue militante de Izquierda Republicana, marchando voluntario al Ejército republicano, donde alcanzó el grado de teniente
pagador y de intendencia, y técnico en el servicio de Defensa
Antigases,284 y, al igual que su padre, también haría de barbero,
tanto en el pueblo como en la prisión.
Testigos escritos
Los documentos consultados han sido los expedientes de depuración de maestros en Alcalá de Henares, que citan a don Paco
en diversos apartados; los expedientes procesales de don Paco de
la prisión provisional de Gandía y de la Prisión Celular de Valencia, que se encuentran en la prisión de Picassent; y el procedimiento sumarísimo de urgencia núm. 13.469 V, archivado en el
Juzgado Militar núm. 13 de Valencia.
De otros maestros, extraídos de sus expedientes de depuración. Otros maestros que trabajaban durante la Guerra Civil en
escuelas de diferentes pueblos de la comarca de La Safor, como
Gandía, Beniopa, Bellreguard, etc., acusan a don Paco y a otras
personas de:
elementos destacados, culpables morales de los asesinatos cometidos en el pueblo, organizadores del Frente Popular en esta
población, delegados de la FETE, actuaron públicamente con
entusiasmo y fervor marxista, siendo elementos peligrosos en el
orden religioso y politico-social.285
En el expediente de la Prisión Provisional de Gandía, ubicada en el edificio de la Escuela Pía, consta que no tiene ningún
antecedente, ingresa por primera vez, fecha de alta el 24 de mayo
de 1939, procedente de la prisión de Palmera y entregado por la
Guardia Civil a disposición del Juzgado Militar de Gandía.
248
En septiembre, asiste a diligencias ante el Juzgado Militar de
Gandía, en el propio despacho de este establecimiento. En octubre, asiste a Consejo de guerra en el día de la fecha y en la misma
población.
El 23 de noviembre, es trasladado a la Prisión Celular (La
Modelo) de Valencia.286
Según el expediente de la prisión celular de Valencia, ingresa
en la fecha anterior por primera vez, no consta ningún antecedente.
En el apartado: La causa, Juzgado-Secretaría se escribe Auditoría de Guerra, y en la casilla de Delito aparece un signo parecido
a una v.
En el apartado Vicisitudes se especifica que el día 12 de septiembre de 1940 es entregado a la Fuerza Pública para su conducción a Paterna, en virtud de la orden del Juzgado Militar núm. 8.
En una ficha de color azul se ratifica la fecha de salida del
12 de septiembre de 1940, en el apartado: Concepto de la misma,
aparece una cruz escrita a lápiz y en Responsabilidades se encuentra escrito: Auditoría de guerra. Última pena (a lápiz).
Consta que fue fusilado en Paterna el 12-9-1940. El mismo
año también serían ejecutados en dicha localidad 12 vecinos más
de Bellreguard: Juan Blasco Donderris, Antonio Borrás Ibáñez,
Francisco Martí Rocher, Salvador Rosa Bataller, Enrique Costa
Llinares, Salvador Borrás García, José Pastor García, Constantino
Bonet Pastor, Fernando Escribá Pellicer, Bautista Pastor García,
Joaquín Pastor Pastor, Angelino Sarrió Borrás, y el año 1942 Miguel Benavent Sanmateu.
Ejército Español. Plaza de Gandía «Procedimiento sumarísimo de urgencia n.º 13469 V-39.287 Comienza la instrucción
del juicio sumarísimo de urgencia en Gandía el 20 de septiembre
de 1939.
Fueron seis las personas que denunciaron a Francisco Gregori Chuliá, acusándole de:
• Estar presente cuando fueron por el cura D. Jaime Carbonell.
• Haber pronunciado la frase Esta noche habrá sangre fresca.
249
• Tener contacto con los hermanos Cervera, matones de
Gandía, y haberles dicho la frase: Cuando queráis venir a
por ése ya podéis, en referencia a D. Jaime Carbonell.
• Haber dicho: Registrad primero la casa y luego el chalet,
en referencia a la casa del médico D. Abilio Orts, vecino
de don Paco, en el momento en que nos milicianos se
presentaron buscando a un fascista.
• Haber dicho sobre la justicia de Franco: ¡Bah! Aquí lo que
harán es quitar de en medio a quien pueda darles que hacer
el día de mañana.
Ante estas denuncias, la declaración de Francisco Gregori
Chuliá es la siguiente:288
Comparece el anotado al margen, que dice llamarse * como
queda dicho de treinta y seis años de edad, casado, profesión
maestro nacional, natural de Bellreguart, vecino de Tales (Castellón), con domicilio en la Plaza, y preguntado a qué partidos
políticos ha pertenecido antes y durante el Glorioso Movimiento
Nacional.
–Dijo: que antes del Movimiento no pertenecía a ningún partido político, ni sindical, y después a Izquierda Republicana en Bellreguart, que no ha desempeñado cargo alguno ni * el Partido, ni el
Ayuntamiento o Comités.
PREGUNTADO
para que manifestase si ha servido en las filas rojas, tiempo,
con qué caracter y empleo que haya tenido.
–Dijo: Que ha servido en dichas filas desde diciembre del año
treinta y seis, hasta la liberación de Alicante, que fue voluntario y
el empleo fue de teniente, porqut fue a la Academia para hacer los
cursillos, debido a que en la Federación de Maestros le dijeron que los
comprendidos entre los diez y ocho y treinta y cinco años tenían que
ir, y sirvió con el indicado empleo en Intendencia.
PREGUNTADO
Para que diga las causas de hallarse en esta localidad, al ini-
250
ciarse el mencionado Movimiento, y si ha estado en contacto
durante los primeros meses con el Ayuntamiento o Comité o
algunas de las personas que formaban los mismos.
–Dijo que el motivo de hallarse en este, fue porque tenía por
costumbre venir a pasar las vacaciones, que vino el día quince o diez
y seis de julio; que en los primeros días del Movimiento estuvo en
contacto con el Alcalde, hasta que se formó el Comité, se * fue a los
quince o veinte días de iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional;
que su misió* fue la siguiente, al ver cómo se desarrollaban las cosas el
alcalde, Pedro Llinares, y un maestro de la localidad llamado Pedro
Fuster Landias* convinieron en que la misión de ellos era evitar atropellos y salvar vidas y o* en* dedicó todos sus esfuerzos, con hechos
que en su día probaré.
PREGUNTADO
para que diga qué personas sabe han cometido asesinatos,
robos, incendios y detención de personas de derechas durante el
mencionado Movimiento.
–Dijo: Que referente a asesinatos presume los pueda haber cometido un tal Pepe Bolinches, de Oliva, porque una tarde al hablar
con él con motivo de una detención le dijo que si quería que uno
que tenían detenido, que no sabe quién fuera, le dejaran cerca del
pueblo, como efectivamente apareció un cadáver en el término del
mismo aquella noche. Que no sabe quién puede haber cometido más
asesinatos. Referente a robos, que sabe que el llamado Constantino
Bonet, (a) Me* que era concejal del Ayuntamiento iba por las casas
pidiendo dinero, el cual entregaba a Pedro Llinares, que era depositario y pagador del Ayuntamiento Oficial. En otra ocasión se ente*
declarante que el Mena, acompañado de otro que no sabe quién es,
iban a Burriana, y como él tiene la casa cerca de Burriana, que es
Tales, aprovechó la ocasión para ir con ellos, se hizo acompañar del
guardia municipal Malañ (Francisco Bercher)) quien lo hizo hasta
Tales, quedando los otros en dicho pueblo de Burriana, enterándose
que pidieron dinero, ignorando a quién, pero cree que fue a un comerciante que trabajaba en Bellreguart. Que estos individuos le esperaron a él para el regreso y lo efectuaron juntos a esta localidad. Que
no sabe la cantidad que trajeron. Ni sabe si lograron los propósitos.
251
–Dice que una noche, cuyo día no recuerda. Estaba el declarante paseando cerca de en casa del Alcalde con él y con Francisco
Ybáñez Pastor, y vinieron a llamarle el alcalde, de que fuera, que
estaban asaltando la casa de don Jaime Carbonell, fueron los tres y
efectivamente vieron que un grupo de veinte, bastante de ellos armados, entre los que conoció a Luis Blasco, Miguel Benavent, Fernando
Escribano, El Argentino, Francisco Berchel, Fernando Seguí, el hijo
del Llanterneret, y otros que no recuerda: los recibió el Sierra y les
dijo, que no parecieran dentro de casa, el individuo del cual el respondía, se lo llevaban en su puesto al Alcalde, porque él estaba harto
ya de encubridores, entonces el Alcalde pidió al cuñado de don Jaime,
que abriera la puerta, y este la abrió, después de hacer tiempo y algunas reservas, especialmente que no era el dueño y por tanto no podía
abrir con la rapidez que se le exige, terminó por abrir, pero cuando
ellos llegaron, ya estaban los milicianos y asaltantes golpeando las
puertas con unos maderos y forzando las ventanas, para abrirlas,
resultando rotas algunas de las ventanas. También cree acordar que
*** parado enfrente de la citada **** (línea ilegible) ada la puerta entraron dentro muchos de los asaltantes, pero otros se quedaron
fuera, que al salir oyó las siguientes «ese llevarlo detenido al Comité» y se trataba del cuñado de D. Jaime, don Antonio Part, quien
fue acompañado por el declarante, el Alcalde, Venavent y Francisco
Ybáñez y otros más; que se enteró de que el Serra con otros más del
que asaltaron la casa de don Jaime, fueron a otra y se llevaron a los
hermanos Cremades, sacerdotes, que fueron asesinados con otro que
también era del pueblo llamado José Navarro. Que él con los de antes
estuvieron en el Comité hasta que vino el Serra que seria sobre la
una de la madrugada; que el Serra empezó a insultar a Don Antonio, diciéndole que se le quería llevar, e incluso * de llevársele por la
violencia con un arma en la mano, oponiéndose a ello el Venavent,
diciendo que de él respondía, que el Serra al marcharse le dijo al
Alcalde «que el otro apareciera antes de veinticuatro horas» (este otro
se refería al cuñado de don Antonio, o sea, a don Jaime) entonces el
declarante se marchó con el Alcalde y estuvieron hablando de la forma de evitar que al día siguiente vinieran a por el sacerdote aludido,
o a por el Alcalde, caso de no aparecer este, retirándose seguidamente
252
a sus domicilios. Al día siguiente, alrededor de las nueve de la mañana, le dijo el Alcalde estas palabras «no te marches que he mandado
a llamar al Comité, para ir a casa del tío Jaime para ver si haciendo
un donativo, se puede conseguir que no molesten más a esa casa» que
estos hechos ocurrieron a últimos de agosto o primeros de septiembre,
por que se ausentó en aquellos días que estos hechos ocurrieron. Que
fueron a casa de don Jaime él, el alcalde, Vicente Borràs, el Bolero,
Tona, Mena y Luis *co y no recuerda a algun otro más, hablaron con
Antonio Part, y él y el alcalde le expusieron la conveniencia de que
hiciera un donativo al Comité, con Antonio Part y su cuñado Jaime
desde luego se equivocaba al considerarles adinerados y fue entonces
cuando el alcalde contestó «por qué lo han depositado al Extranjero»
y uno de los dueños de la casa dijo que no podían ofrecerles nada
más que valores del estado, en cantidad de cuarenta mil pesetas,
el declarante a pesar de que sabía que las operaciones de este papel
estaban suspensas, se calló * dio un acta haciendo constar de manera
deliberada, la * papel con todas sus características, firmándolo el Comité haciendose cargo de los valores en su totalidad Miguel Venavent.
Al cabo de unos días se le hizo ir a Valencia acompañando
al Venavent, Mena, un tal Gostino y el hermano mayor de los
Argentinos, al Banco de Espanya, hablaron con un Agente de
Comercio, el cual dijo que aquel papel no podía negociarse, y no
sabe que haya sido de aquellos valores. Otro día le dice el alcalde
que sería conveniente que se hiciera por parte de la familia Carbonell, un donativo a la CNT de Gandía para que no vinieran a
por alguno de aquella familia, aunque alguien les instigara sobre
ello él ni opinó con el Alcalde, no obstante recuerda que entregó
veinticinco mil pesetas, también en papel del Estado extendió
el declarante, un documento para que lo firmara el responsable
de la CNT de Gandía, que resultó ser un tal Cervera, en dicho
documento especificó con todo detalle los títulos o valeres antes
dichos; que fue con el Alcalde a Gandía, hablando con Cervera,
intervinieron en una conversación con dicho Cervera respecto a
lo que estaba ocurriendo en Bellreguart, que le engañaban y que
al propio tiempo sin hacer caso al Comité* que daba los nombres,
procuraron no venir a molestar al pueblo en lo referente a la fa253
milia Carbonell, que ya que hacía un donativo que por lo menos
no volvieran para detener a don Jaime y del cual el Alcalde tenía
un documento en el cual se hacia constar además que era afecto
al Régimen y al propio tiempo era como resguardo de la entrega
de dicho dinero, que este resguardo fue entregado a los familiares de don Jaime Carbonell. Que no hizo observación alguna al
entregar los títulos, ya que sabía que no podían negociarse, no
obstante, estando ya en Gandía, hablaron con él don Antonio y
el alcalde sobre la negociación de dicho papel, pues seguramente
los de la CNT querían ver la forma de hacerlo metálico.289
PREGUNTADO
para que diga, quién dio las ordenes para la quema de la
Yglesia, robo de alhajas e imagenes y quién después de incendiarla la mandó destruir por completo.
–Dijo: Que la Yglesia no se quemó, que lo fueron solo las imágenes, pero habiendo sucedido en la forma siguiente: enterados que por
los pueblos iban quemando las Yglesias y diciendose que también lo
harían con la de este pueblo, ya que el Comité no trataba de evitarlo,
el declarante junto con Pedro Llinares y el alcalde Antonio Borràs,
acordaron ver la forma de sacar todo lo de dentro de la Yglesia y simular una quema en medio de la Plaza, fue el declarante hablar con
el señor cura, le expuso la idea que le pareció muy bien y le dijo que
avisara a personas de confianza para recoger los santos, ornamentos
y todos los objectos de dentro de la Yglesia, que así lo hicieron sobre
la una de la madrugada, repartiendo los santos por las casas y fue el
declarante en persona quien ayudó a trasladar objetos a casa de Bautista Gadea, como así tambien una Santa Teresa a otra casa, Después
de todo repartido, al día siguiente publicaron un Bando diciendo
que el que no entregara a la quema que se iba a hacer en la Plaza
los Santos o cosas de Iglesia que tuviera, le quemarían a él la casa,
que este bando fue dado por el Comité y aunque no lo vio sabe que
aquella noche se quemaron en medio de la plaza. Que ignora quién
mandó destruir la iglesia.
254
PREGUNTADO
si él en los primeros dias del Movimiento Nacional repartió o
publicó unas hojas excitando a la revolución y a hacer destrozos.
–Dijo: Que no, que aquellas hojas las trajo el Argentino pequeño de Gandia, ignorando quien las repartiere.
PREGUNTADO
para que diga si él ha proferido palabras de que una noche
habría carne fresca, noche en que fueron asesinados dos religiosos
de Alquería de la Condesa en término de Miramar.
–Dijo que no ha proferido tales palabras, ni delante de él se han
pronunciado.
PREGUNTADO
para que manifieste si él en una ocasión, hablando por teléfono (ha dicho) a los hermanos Cervera, de Gandía les dijo que
podían venir cuando quisieran a por una persona.
–Dijo: Que él no ha hablado nunca por teléfono con los hermanos Cervera, ni sabe quién haya hablado en el sentido por que se le
pregunta.
PREGUNTADO
para que diga cuanto sepa referente a una multa impuesta al
vecino de esta Villa, don Pascual Pellicer, así como de la recogida
al mismo de una escopeta,
–Dijo: Que no recuerda nada de esto que se le pregunta.
PREGUNTADO
si tiene más que decir,
–Dijo: Que presencié que un día (por la mañana) en el Ayuntamiento el Constantino Bonet (a) Mena, le pedía dinero a Emilio
Cremades, hermano de dos sacerdotes asesinados, ignorando si consiguió su propósito, lo que sí le oyó es lamentarse de que no tenía tanto
dinero como le suponían.
Dice también que invitado a un acto que celebró la Juventud
Izquierda Republicana, para presidirlo, acto que se celebró en el Teatro Capitol de esta localidad, cuya invitación fue hecha por el Presi-
255
dente de la Organización, un tal Pellicer (a) El *po, accedió a presidirlo hablando al final condenando todo lo que sucedía en el pueblo
y había sucedido, diciendo que si algún dia sobrevivía, cualquiera
que fuese el resultado, arrancaría caretas y señalaría conductas.
Que no tiene más que decir que lo dicho es la verdad en lo que
se afirma y ratifica, y una vez que leyó su declaración, la firma en
unión del brigada de la Guardia Civil, don Crescendo Sánchez,
y guardia Próxedes Puerto Almagro en Bellreguard a veintidós de
Mayo de mil novecientos treinta y nueve (Año de la Victoria).
AMPLIACIÓN DE LA DECLARACIÓN ANTERIOR
Habiéndose recibido después de firmada la anterior declaración denuncias contra el encartado en este * Francisco Gregori,
fue interrrogado sobre el registro de la casa de don Abilio Orts,
médico de esta villa. Que no ha intervenido en nada de esto, ni
tiene conocimiento de ello, ni tiene más conocimiento que vinieron escopeteros de Jaraco, por lo que el citado médico, bastante
después de llevarse a su sobrino, que lo había escondido en su
casa, y aquellos días se marchó* del pueblo, que cuando le dijo
esto, ya era después de haber vuelto don Abilio.
PREGUNTADO
si él ha tenido una conversación * hablando de la justicia que
ahora se hace.
–Dijo: Que afirma que no ha hablado nunca de la justicia de
* y que una de las razones por la que se ha quedado es por confiar en
la justicia actual.
Que no tiene más que decir, que lo dicho es la verdad, una vez
leída esta su declaración la firman en * Instructor y guardia auxiliar, en Bellreguart a v* de mayo de novecientos treinta y nueve
(Año de la Victoria)
Las personas que declaran a favor de don Paco son:
El alcalde de Tales, don Francisco Marco Badenes:
CERTIFICO: Que don Francisco Gregori Chuliá, maestro
nacional de esta ha venido observando buena conducta bajo todos
los conceptos durante su permanencia en esta, tanto en su profesión
256
como en su vida pública. Tales, 14 de agosto de 1939. AÑO DE LA
VICTORIA.
D. Bautista Gadea Romero, mayor de edad con domicilio en
Bellreguart calle San Roque n.º 7
CERTIFICO: Que D. Francisco Gregori Chuliá trajo a mi
casa ornamentos y objetos sagrados la noche que se repartía por las
casas con intencion de salvar todo lo de la Iglesia, constandome que
hizo todo cuanto pudo por evitar su quema y destrucción. Bellreguart, 12 de agosto de 1939. AÑO DE LA VICTORIA.
Don Abilio Orts Castells, Licenciado en Medicina y Cirugía,
con domicilio en Bellreguart, calle San Antonio, n.º 6
CERTIFICO: Que en los primeros días del Glorioso Movimiento Nacional por el Comité del Colegio de Médicos se pidió informe sobre la condición política de los Sanitarios de esta localidad,
y que enterado D. Francisco Gregori Chuliá de que estaban informando clasificándome como desafecto al Régimen que en aquellos
momentos equivalía a denunciarme como Fascista, el referido don
Francisco Gregori Chuliá fue a la reunión única y exclusivamente
para impedirlo haciéndoles ver con razonamientos la monstruosidad
que ello suponía; me consta, además, que apeló a estratagemas para
que no informaran denunciando a nadie y no obstante no prevaleció
su buena fe y santa intención. Algún tiempo después dijo que no me
preocupara, que él lo había arreglado, unos meses antes de la liberación total de la zona roja me dijo lo que entonces hizo: interceptar el
pliego para que no llegara a su destino.
Me es grato hacer constar esta hazaña suya tan altruista y humanitaria como peligrosa en aquellos momentos. Bellreguart 11 de
agosto de 1939. AÑO DE LA VICTORIA.
Don José Canet Llinares, mayor de edad, domiciliado en Bellreguard, calle del Cardenal Benlloch, n.º 30
CERTIFICO: Que habiendo publicado un Bando para que se
entregasen las armas y no pudiéndome sustraer a ello porque se sabía
públicamente que yo tenía una escopeta la entregué después de inutilizarla. Por ello fui detenido y encarcelado. Enterado don Francisco
Gregori Chuliá se personó ante el Jefe de las Milicias respondiendo
257
por mí y defendiendo mi intención de inutilizar la escopeta. Aquella
misma noche me sacó de la cárcel y me acompañó a mi casa después
de comprometerse a pagar la multa que se me impuso como sanción
caso de yo no hacerlo. Bellreguart, 10 de julio de 1939. AÑO DE
LA VICTORIA.
Dr. Don PEDRO CABELLO TEROL, Camisa Vieja, Médico titular de la Casa de Socorro de Alicante.
JURO POR DIOS Y POR MI HONOR: Que en el mes
de marzo del año 1937 el teniente del Ejército Rojo FRANCISCO
GREGORI Chuliá me hizo manifestaciones de condenación a lo que
había ocurrido en la zona roja; que hubo de enrolarse como voluntario por circunstancias obligadas y que yo, a mi vez, le dije que era
Falangista por reconocerle persona de confianza y que como habían
cesado en parte las circunstancias que motivaron su voluntariado
deseaba marcharse a casa; que había solicitado su baja por instancia
al Jefe de la Brigada, habiéndole manifestado desde la Jefatura de
la misma que debía solicitar dicha baja del Ministerio de Defensa Nacional y que habiéndosele denegado, también, dicha solicitud,
convenimos en que se presentara al Tribunal Médico Militar para
lo cual «extendí certificado haciendo constar lesiones que no padecía
corriendo el riesgo que suponía la falsedad». Fué fallado útil y desde
entonces hizo por mí todo y cuanto pudo hasta el extremo de facilitarme incluso su racionado mensual por saber que yo atendía a mi
numerosa familia, manifestándome que el solo hecho de haber sido
perseguido, cualquiera persona que fuese, tenía de su parte el respeto,
consideración y apoyo que le fuese posible.
Es todo cuanto hago constar en nombre de la Justicia y para justificación en Alicante, a seis de abril del AÑO DE LA VICTORIA.
Manuel Cremades Viñarta afiliado a Falange Tradicionalista
de las JONS, en nombre de Dios y en bien de la justicia hago
constar:
Era un día del año mil novecientos treinta y seis; me encontraba como ahora habitando en el pueblo de Oliva. Habían detenido
alrededor de cincuenta personas, entre ellas, familiares míos, con el
ánimo de asesinarles por la noche; madres y esposas de los detenidos
258
compartían conmigo la tribulación de aquellos momentos. ¿Qué hacer? En Gandía se encontraba Francisco Gregori Chuliá; acompañado de su hermano fui a verle. Le dije lo que sucedía en el pueblo
de Oliva y se fue apresuradamente a participárselo a Galán, que era
Jefe de las fuerzas que había en Gandía. Volvió el Francisco Gregori
Chuliá y nos dijo: Venid conmigo. He convencido a Galán para que
mande hombres a Oliva a fin de libertar a viva fuerza si es preciso a
esos infelices que quieren asesinar esta noche. Hablad con él y advertidle que se trata de personas honradas.
Acompañado de su hermano fui presentado a Galán, el cual me
atendió y me prometió marchar con fuerzas a Oliva, como así lo hizo
inmediatamente a presencia mía.
Gracias a la intervención de Francisco Gregori Chuliá fueron
salvadas todas cuantas personas se encontraban detenidas.
Al darle las gracias por su intervención a Francisco Gregori
Chuliá, me dijo que haría siempre el bien que pudiera, y más al
tratarse de personas perseguidas.
Yo, libre y espontáneamente, lo hago constar en el presente
que firmo en Oliva a dos de mayo de mil novecientos treinta y
nueve. Año de la Victoria.
El acta concluye así:
Ante las acusaciones de las declaraciones del mismo Francisco
Gregori Chuliá y de las personas que declaran a su favor la Fiscalía
de Guerra, resuelve:
En el procedimiento núm 13469-V del Juzgado núm. GANDÍA, el Fiscal dice:
Que los procesados... FRANCISCO GREGORI Chuliá, 63
(sic, quería escribir 36) años, natural de Bellreguart, vecino de Tales,
casado, maestro nacional.
Realizaron los siguientes hechos:
FRANCISCO GREGORI Chuliá, de Izquierda Republicana
con anterioridad al GMN. Después ingresó en la FETE.
Era asesor del Comité y secretario particular del alcalde. La
noche del 9 al 10 de septiembre de 1936 estaba con los del Comi259
té cuando llevaron detenido a D. Antonio Part. Al día siguiente
volvió a ser llamado el referido Sr. al Ayuntamiento y el referido
procesado junto con Vicente Borràs le pidió 25.000 pts. para la
CNT de Gandía.
Manifestó cínicamente en cierta ocasión que «esta noche había carne fresca», por el asesinato que aquella noche se cometería
con los religiosos de Alquería de la Condesa.
Era de los más amigo de los hermanos Cervera, y en una
ocasión en que fueron a Bellreguart a por el sacerdote D. Jaime
Carbonell les dijo «esperar a que le saquemos el dinero», y a los
pocos días les avisó por teléfono diciéndoles: «Cuando queráis
venir a por ese, ya podéis».
Es responsable moral de todos los asesinatos y desmanes que
se cometieron en el pueblo.
Voluntario a las filas rojas, alcanzando la graduación de teniente.
Calificación penal, los hechos relacionados constituyen un
delito de..., y para el otro procesado (se refiere a don Paco) ADHESIÓN A LA REBELIÓN del artº 238 concurriendo la circunstancia agravante del artº 173 * del Código de Justicia Militar.
Penas que se piden procede imponer... y al procesado FRANCISCO GREGORI la pena de MUERTE, accesorias correspondiente en caso de indulto y responsabilidad civil indeterminadas.
Valencia a 27 de septiembre de 1939
El fiscal Jefe
AÑO DE LA VICTORIA (firma ilegible)
A los pocos días, el 2 de octubre de 1939, se constituye el
Consejo de guerra permanente para ver y analizar la causa contra
don Paco. Asisten, con los correspondientes cargos:
Presidente: Comandante Sr. Rodríguez. Vocales: Capitán Sr.
Andrés, Sr. Cortés y Sr. Farré. Ponencia: Alférez Sr. Pérez Vila.
Fiscal: Alférez Sr. Zabala. Defensores: Teniente Sr. Martino.
En el acta consta la ratificación del fiscal al calificar los hechos realizados por don Paco como adhesión, con el agravante
del ciento setenta y tres del mismo cuerpo legal. Solicita para el
procesado Francisco Gregori la pena de muerte.
260
La defensa que los hechos realizados por Francisco Gregori
(y no escribe nada más). Y pide que se lo imponga veinte años y
un día de prisión menor.
En el apartado en que aparece si el acusado tiene alguna cosa
que exponer, no consta ningún texto.
Acaba el acta con la frase: Quedando a continuación reunido
el Consejo en sesión secreta para deliberar y fallar. De la cual doy fe.
Firma el secretario con el visto bueno del presidente.
El mismo día, no sabemos el tiempo que estuvieron deliberando, el 2 de octubre de 1939 en Gandía, se reunió el Consejo
de guerra permanente núm. 5, formado por el anterior presidente, vocales y vocal de la ponencia, por ver y fallar la causa 13469
que por el procedimiento sumarísimo de urgencia se ha seguido
contra el procesado Francisco Gregori Chuliá, donde se vuelven
a relatar los hechos anteriormente descritos, con todos los considerandos respectivos, dictan el fallo de la sentencia:
Que debemos condenar y condenamos al procesado FRANCISCO GREGORI Chuliá, como autor responsable de adhesión
a la rebeldía, con circunstancias agravantes, a la pena de MUERTE, con las accesorias, para caso de indulto, de inhabilitación
absoluta e interdicción civil. Asimismo...
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos y firmamos.
El día 26 de octubre de 1939, en Valencia es examinada la
sentencia por el Auditor de Brigada (firma ilegible), donde se
acuerda aprobar la anterior sentencia de pena de muerte, la declara firme y para ejecutar, solo se tenga el oportuno enterado de
S.E. el Generalísimo, entretanto queda suspendido su cumplimiento de la pena capital.
El 28 de agosto de 1940 el Auditor de Guerra de la 3.ª Región Militar declara ejecutoria la sentencia por la que se condena
a la pena capital a FRANCISCO GREGORI Chuliá. Firma El
Capitán General de la Región, Enrique Cánovas. El cumplimiento de la sentencia llegaría el 29 de agosto de 1940.
261
Ejecución de la pena capital.
Fernando Vilar, teniente médico de complemento de destino
en el grupo *villas del cuerpo del ejército del Turia
CERTIFICO
Que en el día de hoy ha sido reconocido en el campo de tiro
de Paterna el cadáver de Francisco Gregori Chuliá, el cual presentaba heridas de pequeño proyectil en cabeza y tronco.
Paterna (Campo de tiro) 12 de setiembre 1940
Al día siguiente se cumplimentó la certificación en extracto
del acto de defunción.
Los verdaderamente rebeldes sentencian de adhesión a la rebelión a quien se había mantenido fiel a la voluntad del pueblo
y había defendido la legalidad vigente, emanadas ambas de las
elecciones de febrero de 1936.
testimonios orales
Los testimonios orales que hemos conseguido son conversaciones realizadas en Tales con antiguos alumnos y vecindario.
Hemos hablado por teléfono con su hija, Carmen, que vive en
Lechecnay (Francia).
Hemos conversado con su hijo Francesc, que vive en Barcelona, recientemente fallecido, y con el hijo menor, Vicent, que
vive en la población de Bellreguard.
Alumnos de Tales
Juan Chaume, 82 años. Juan, durante la entrevista, mantiene
un semblante sereno y amable, aún recita de memoria la poesía de don Paco sobre el Toro de Tales. Siempre que se refiere al
maestro, le nombra don Paco, con tono respetuoso.
En aquellos tiempo los maestros pegaban, pero a D. Paco en la
vida le he visto pegar. Tenía una forma de enseñar moderna. Era un
262
maestro y enseñaba, era un hombre que sabía enseñar. Era un hombre de categoría. Don Paco era el maestro de los pequeños, hasta los 8
años. En la clase seríamos unos 24, todos chicos. En el mismo edificio
también iban las chicas, pero en el piso de abajo, porque en aquellos
tiempo chicos y chicas iban separados. Era campechano, serio, formal, pero cuando estaba de broma era socarrón. Daba importancia
a las cosas que hacíamos los niños, razonaba con nosotros. Recitaba
poesías. Ha estado el mejor maestro que yo he conocido y he tenido
unos 5 o 6. Daba diplomas a los que se llevaban bien, habían hecho
unos ejercicios y exámenes que habías hecho bien. Enseñaba de una
forma que los niños teníamos interés por aprender. Era muy aficionado al teatro, formó una compañía, era muy emprendedor y muy
buena persona. Se fue cuando la guerra y ya no supimos nada de él.
Tenía mucha afición a salir, a hacer excursiones, paseos. Nos
llevaba a lugares del término, a la montaña, nos explicaba los nombres de los árboles, de las montañas, la orientación, donde estabamos situados, aprender la distancia de aquí al mar, a la altura que
estábamos, esas cosas nos las enseñaba cuando íbamos de excursión.
Caminos, hacia la fuente, caminos anchos, no nos aburríamos con él.
Salíamos un día a la semana, creo que era el jueves, todas las semanas salíamos. En la escuela hablábamos castellano, pero la poesía del
Toro de Tales la escribió en valenciano.
Aquel hombre era muy valenciano, valenciano de pura cepa, en
el trato familiar y con la gente hablaba en valenciano, porque en el
pueblo siempre se ha hablado el valenciano nuestro, el de Castellón.
Al final de curso hacía fiesta y nos daba los diplomas. Cada semana
recitaba poesías, noticias, cosas graciosas. Muy buena persona, buen
hombre, buen maestro, sabía enseñar mucho. Yo nunca le he visto
hacer ninguna cosa rara a nadie, aunque alguien se lo merecía, él
siempre les salía por un lado u otro, no les castigaba, no hacía ningún
maltrato a nadie, siempre a buenas, procuraba atraerlo y reflexionar
que había hecho daño, que había hecho bien.
Eso era muy raro, un hombre como aquel en aquella época.
Daba alicientes para que la gente lo hiciéramos bien. Como él no
he visto ningún otro. Nos hacía leer un trozo a cada uno, dictados,
hacer cuentas, las tres reglas, geografía, literatura, según el día hacía
263
una asignatura diferente. Nos daba tarea a nosotros mientras él se
ocupaba de los más pequeños.
Juan Badenes Montoliu, hermano de Vicent, alumno que
aún conserva el diploma que le dio don Paco:
Mi hermano iba con él a la escuela. En junio de 1936 cerró la
escuela y ya en julio cuando vino la guerra ya no regresó. Cuando
comenzó la guerra dicen si era teniente de esos que pagaban a toda la
zona del Levante, pagador. Cuando acabó la guerra, la mujer vino
por los muebles y ya no tenía ninguno, se los habían llevado todos,
se acabó la guerra y ya no tenía nada. Mi hermano oyó decir que
después de la guerra lo fusilaron.
El vecino
Vicente Badenes Macià, el vecino, también maestro, ahora
jubilado:
Las 2 casas estaban juntas, donde vivía el maestro y donde vivía
mi padre, mi madre, mi hermano y yo. Al hacer tanta amistad con
mi padre, él tenía un hobby que era criar canarios. Tenía en la escuela una canariera, una jaula con dos pares de canarios. Cuando se
iba durante el verano, de la amistad que hizo con mi padre, le decía
–Vicent, usted me cuidará los canarios, o el chiquillo–. Como era el
verano y yo estaba de vacaciones, y yo estaba en el instituto donde
las vacaciones eran un poquito más largas que las escolares, yo me
encargaba de cuidar los canarios durante el verano. Mi madre hizo
unos mostachones que le enseñó él a mi madre, sin azúcar y con eso
embuchaba mi padre a las crías.
Cuando él se iba durante el verano le daba las llaves de la escuela a mi padre, y mi padre ya sabía que debía subir a arreglar los
canarios. Así fueron un años, dos, tres serían, porque como no sabías
que fuera a pasar nada. Y se fueron a Bellreguard, pero en eso estalló
la guerra, don Paco se fue, yo me quedé encargado de los canarios.
Pero vino el momento que mi padre tuvo que evacuar, al venir el
frente aquí, y los canarios los tuve que soltar yo, porque mi padre me
dijo que donde iba yo con los canarios por ahí sin comer, sin saber el
destino donde íbamos y en una jaula de canarios. Los solté.
264
Era un excelente maestro, hizo una peña, un grupo de teatro.
Carmen Soler y Vicent el de la carretera viven y salieron al teatro.
Paco tenía cultura, también salió en el teatro. Igual hacía, era muy
decidido, un papel masculino que femenino.
Hacía sainetes valencianos, Zapatero remendón, Nelo Bacora.
Autor de 2 obras teatrales, la primera se estrenó, la segunda «Pecado
y penitencia» ya no, porque vino la guerra. Muy simpático, el pueblo
guarda un recuerdo fuera de serie. Un compañero de D. Paco era D.
Eduardo.
Era un profesional de categoría. Vino el 33 hasta el 36. Conservamos unos versos en valenciano que don Paco escribió para un
programa de fiestas de esos años, Al toro de Tales y Vicent, el de la
carretera, los escribió al programa de fiestas hará unos años
Tenía una biblioteca particular arriba de la escuela en el armario, donde había otra pequeña que le había dada el gobierno, que la
tenía igual los cuatro maestros, las cuatro escuelas que habían, dos de
chicos y dos de chicas. Y al lado de ella, la biblioteca particular y yo
me acuerdo muy bien de unos tomos de historia del Instituto Gallach,
encuadernados con piel verde.
Eso todo desapareció. ¿Quién se lo llevó? Tal vez mi abuela si
viviera, se lo diría, porque mis abuelos que vivían delante de la segunda casa de don Paco, en la plaza, y eran muy amigos de don Paco,
vieron quién se llevaba libros, muebles y de todo. Y lo chocante fue...
la gente se fue con los muebles de la casa de don Paco, abrieron, se lo
llevaron. Abrieron los puertas –llevaos lo que queráis–. Y mi abuela
cuando se hizo de noche vio que se había quedado en la esquina de
la plaza una silla. Cuando mi abuelo salió por la noche para cerrar
la puerta, vio la silla y la recogió para tener un recuerdo. Esa silla
la tengo yo. La conservo aún como la de don Paco. Y si la quisiere el
hijo y se la quiere llevar... Y después vino la señora Lola, después de la
muerte de don Paco, y la chica. Mi abuela le dijo: ¿Con la silla qué
hacemos? Y ella contestó: No quiero nada.
El gobierno republicano seguramente a todos los municipios les
regaló una biblioteca de 100 tomos, y aquí regaló 4: 2 para los hombres, don Paco y don Eduardo, y dos para las mujeres, Doña María
Adell y doña Herminia, que estaban arriba de don Paco. La biblio265
teca desapareció, pero la robó la gente de aquí me contaba mi abuela,
los chiquillos. Yo todavía tenía un libro de mi hermanito, pero con
los traslados... el libro se titulaba Enseñanza. No puedo decir más
que bien profesionalmente por los comentarios de la gente y de mi
casa, de mi hermanito que era alumno y de mi padre que era amigo.
Don Paco también hacía escuela nocturna, escuela de adultos, para
los que trabajaban. De noche cuando venía se entretenía con el panadero y mi padre, que era el oficial, charlando con ellos. Mi padre
siempre ha tenido buenos comentarios de don Paco.
Don Paco, la mujer y la hija primero vivieron en la planta
baja de la casa situada al número 18 de la calle San José, hoy número 20. Posteriormente cambiaron al primer piso de la vivienda
número 30 de la plaza llamada entonces de la República, y hoy
Plaza Mayor. En la planta baja había, y aún hay, un horno. Criador de Canarios. Excelente profesional y de buen recuerdo en los
escasos alumnos que hoy aún viven. Amaba el Teatro.
Carmen, la hija, y Francesc y Vicent, los dos hijos
Carmen de los Ángeles, la hija
Mi padre fue teniente pagador del ejército de la República en
la localidad de San Vicente del Raspeig, donde estuvo prácticamente
toda la guerra. Me acuerdo que un día el alguacil vino a casa a
por mi padre, y le dijo que le acompañara al Ayuntamiento que el
alcalde quería hablar con él de unos papeles. Ya no regresó más a
casa. Lo encarcelaron en la tercera planta. Mi abuela, su madre, me
llevaba a la fuente de la plaza para que de allí lo mirara cuando se
asomaba por la ventana. Me acuerdo muy bien del vestido que yo
llevaba el día que entraron a casa a decirnos que habían muerto mi
padre. También me acuerdo del anillo, la ropa y las pertenencias
de mi padre que nos dieron. No fui a ver a mi padre a la Prisión
Modelo, porque mi padre no quería. Mi abuelo puso un azulejo en
la tumba de mi padre en Paterna, un azulejo con el nombre y la profesión; como todos estaban en la misma fosa, el azulejo desapareció.
Al hermano de mi padre, mi tío Vicentico, muy sabio, lo encerraron
en la prisión, cuando lo sacaron murió porque estaba muy enfermo
266
de los pulmones. Mi abuelo y mi tío Vicentico también estaban en la
prisión y los desterraron a Xeresa.
De cuando estaba de maestro a Tales me acuerdo del balcón
de la casa donde vivíamos, hacían toros y venían personalidades a
ver los toros desde el balcón. También la fuente de Tales y la escuela
donde yo iba. Mi padre tenía mucha afición a las fotos y tenía una
máquina muy buena para aquellos tiempos. Estudió de maestro por
correspondencia, los padres de mi madre no la dejaban casarse con
mi padre si no tenía carrera. Mi madre cobró de viuda de maestro,
pero de militar no quiso porque tenía miedo que le quitaran la paga
de maestro.
Francesc, el segundo hijo
Mi abuelo, el padre de mi padre, mi tío Vicent (una lumbrera,
y capitán del ejército republicano, hermano de mi padre) y mi padre estaban los tres juntos en la misma celda de la Prisión Modelo
de Valencia. Mi padre hacía de secretario particular del alcalde de
Bellreguard, le escribía los discursos que pronunciaba desde el balcón
del Ayuntamiento. El padre de mi madre, Salvador Barberá Todolí, era comerciante de naranjas y tenía un almacén de naranjas en
Bellreguard, se hizo cargo de la hija, de mi madre, y de nosotros, los
3 nietos.
Al rector Pesset lo juzgaron en el mismo juicio que mi padre. Mi
madre me contó que Rodolfo Llopis, Director General del Ministerio
de Instrucción Pública de 1931-33, y mi padre eran muy amigos,
eran de la misma promoción y tenían mucha relación y amistad.
El padre de mi padre tuvo tres penas de muerte que no se
cumplieron,y sobrevivió a los tres hijos, pero mi abuela explotó como
una rana a causa de ver a su marido y los dos hijos acusados.
Vicent, el hijo menor
Mi abuelo, Francisco el padre de mi padre, también estaba en
la prisión, porque tenían los dos las mismas ideas. Una vez que fue
a afeitar al mando de la prisión, éste le dijo que a él, mi abuelo, que
tenía 3 penas de muerte, le salvarían, porque hacían falta barberos y gente del oficio que arrancara muelas, pero que a mi padre lo
267
matarían, porque maestros siempre se podían encontrar. Mi abuelo,
cuando se acabó la guerra, fue desterrado al pueblo de Xeresa, y a mi
padre lo fusilaron.
Mi madre pidió al Ayuntamiento certificación que Dolores Barberá, viuda, era persona de buena conducta y carece de toda clase
de bienes... atender a la curación de determinada enfermedad que,
tanto ella como sus hijos Carmen... y Francisco, de nueve y seis años,
respectivamente, vienen padeciendo y que necesitan tratamiento facultativo en la consulta de enfermedades de la piel del Centro Higiénico de la ciudad de Gandía.
Bellreguart, 24 de octubre de 1940
Mi madre pidió al Ayuntamiento de Bellreguard (núm. salida
37, 18-1-1979, la pensión como familiar de los españoles muertos
como consecuencia de la guerra de 1936-1939, según Real DecretoLey 35/1978 de 16 de noviembre y Real Decreto 2926/1978 de 1
de diciembre.290
Magisterio de don Paco
En la coyuntura actual, obstinarse en hacer pedagogía puramente sería un error y un crimen. La defensa de nuestras técnicas, en
Francia y el Estado español, se desarrolla en dos frentes a la vez: el
frente escolar y pedagógico por una parte, donde debemos mostrarnos
más atrevidos y creadores que nunca, porque el devenir inmediato nos
fuerza; y el frente político y social, por defender con firmeza las libertades democráticas y proletarias. Pero hay que estar simultáneamente
en los dos frentes. Las obreras y campesinas españolas construyen desde el interior, mientras luchan sus milicianos. No entenderíamos que
sus compañeros hicieran pedagogía nueva sin preocuparse por aquello
que sucede en la puerta de la escuela; pero tampoco comprenderíamos
los compañeros que se apasionan, activamente o pasivamente (por
desdicha), por la acción militante, pero están en las clases en una
actitud conservadora, sobrecogidos ante la vida y sus impulsos, desconfiados del aparente desorden del esfuerzo creador.
268
Este texto de Celestine Freinet lo publica el L’Educateur
Proletarien n.º 1, Octubre 1936, cuando el golpe de Estado y
la insurrección franquista solamente hacía tres meses que había
estallado.
No sabemos si don Paco conocía este texto, pero podemos
afirmar, con más atrevimiento emocional que certeza investigadora, que la actitud y las acciones que don Paco realizó en los
dos frentes: el frente escolar y pedagógico, y el político y social,
fueron coherentes con las demandas de C. Freinet y sirven de
paradigma a la sociedad y a la educación del siglo XXI, del tercer
milenio.
Don Paco, en el primer frente, el escolar y el pedagógico,
según los testigos recogidos, se muestra atrevido y creador. Don
Paco realizó los estudios de Magisterio de forma libre, porque
en su casa, hijo de un barbero y con 2 hermanos más, su padre
no tiene suficientes medios por costeárselos. Don Paco, hijo del
pueblo trabajador, compagina el trabajo en casa con el trabajo
intelectual.
Ejerce su tarea con la capacidad imprescindible para establecer la necesaria relación y trato con el alumnado: es respetuoso,
alegre, simpático, bromista, tiene humor, mantiene un trato familiar y abierto, sabe transmitir. Capacidades que llevan a definirlo como una excelente persona, un extraordinario maestro,
inteligente, que sabía enseñar y responder a las preguntas.
Además de estas cualidades, don Paco se esforzó por lograr
una renovación pedagógica que le permitiera mantener y mejorar
su formación de maestro. Circunstancia que nos indica su extensa biblioteca quemada; un recibo de Delfos Libros de Benetússer por el pago de 10 pesetas mensuales correspondientes al 10.º
plazo de la suscripción de unas obras que desconocemos, y fecha
de 6 de septiembre de 1936, ya en plena guerra, y la posesión de
una cámara personal de fotografiar, cuando el sueldo de maestro
no estaba para alegrías.
Don Paco practicó una pedagogía renovadora cuando en el
aula establece el saber por puntos, con los correspondientes regalos, favorece los comportamientos positivos, negocia la conviven-
269
cia, da diplomas, realiza semanalmente excursiones para conocer
el pueblo y los alrededores, organiza fiestas escolares... actividades
todas ellas renovadoras de la pedagogía del primer tercio del siglo
XX y que servían de estímulo para lograr mejores aprendizajes.
Don Paco entiende que la responsabilidad de un buen maestro no acaba en las cuatros paredes del aula, el hito no es la puerta
de la escuela. Es consciente de que el maestro debe ser un animador y un referente cultural las 24 horas para el pueblo donde trabaja. En este posicionamiento ideológico de su función educativa
y política estableció fluidas relaciones con las familias, mediante
las visitas a sus casas, formó y dirigió un grupo de teatro fuera
del horario escolar, fue autor de 2 piezas teatrales, y de la citada
poesía sobre el Toro de Tales. Es propietario de una extensa biblioteca, prácticamente toda quemada en Tales y en Bellreguard,
que dejaba en préstamo a su alumnado y a la vecindad que le
pedía libros. De estos libros, Vicent el hijo pequeño, solamente
posee unos pocos y el Método Eslava de solfeo que seguramente
debió de servir al maestro para prepararse los estudios de música
de Magisterio.
La implicación en los aspectos culturales y sociales del pueblo no excluye su ocupación para establecer contactos y pertenecer a movimientos sociales más amplios, para mantener conexiones con otras instituciones con objetivos educativos, como lo
demuestra la copia que ha facilitado su hijo Vicent de las «Bases
Aprobadas para la Organización de la Liga contra la ignorancia,
fundada en 1880.
Esta dedicación humana, como maestro y como ciudadano, alguna consideración en la política educativa de Castellón
debería tener, cuando don Paco recibió una carta personal del
inspector de Primera Enseñanza de Castellón, firma ilegible, de
13-6-36, y entre otras cosas, le escribe: Ahora puede que las cosas
políticas vayan un poco mejor y con ello podremos ocuparnos todos de
hacer labor eficaz y positiva. Cuando venga por Castellón no deje de
verme, yo tengo siempre mucho gusto en conversar con los camaradas.
Las citadas actitudes definen a don Paco como un maestro
comprometido con los ideales republicanos sobre la educación y
270
la función social del Magisterio, establecidos en la Constitución
de la Segunda República española y llevados a la práctica por los
gobiernos progresistas y de izquierdas.
En el segundo frente, el político y social, don Paco se caracteriza por defender con firmeza las libertades democráticas y proletarias. Es relevante su compromiso político y sindical, que parece
coherente con las concepciones que tiene de la educación, con la
forma de tratar al alumnado y con la organización pedagógica del
trabajo en el aula.
El compromiso político y social lo lleva a la militancia política, Izquierda Republicana, y sindical, FETE, y a defender y
luchar por la legalidad de la Segunda República, establecida de
forma democrática según los resultados de las urnas. Don Paco,
acabada la guerra, confió en la ley franquista que desparramó la
falsa esperanza de que todas las personas que no tuvieran delito
de sangre no debían temer nada. Así, don Paco no huyó, por otra
parte acción del todo justificada, sino que se quedó en Bellreguard, y es en su casa donde van a por él, alrededor de la primera
quincena de mayo, mes y medio después del final de la guerra,
con un aviso del todo inocente y de servicio para el ayuntamiento.
Don Paco tiene motivos suficientes para quedarse en el pueblo, porque según se desprende del mismo procedimiento del
sumarísimo de urgencia y de la correspondiente sentencia, es autor moral de los asesinatos y barullos, una autoría moral de difícil
validación judicial. El hecho que sí es fácil y objetivamente comprobable es la
rapidez para emitir la sentencia, nada más finalizado el procedimiento; pena de muerte por adhesión a la rebelión. Debería pasar
casi un año para que don Paco, ya conocedor de la sentencia,
fuera asesinado en el cementerio de Paterna.
Un año de angustia inhumana y de impotencia en la Prisión
Modelo de Valencia, donde solamente se permite las visitas de
Dolores, su mujer, que pasó súbita y trágicamente de ser la señora
del maestro a ser la viuda de un maestro asesinado, con una hija
de 10 años, y dos hijos de 6 y 2 años, que sacó adelante con poca
ayuda y mucho trabajo.
Dolores vivió en silencio, no hablaba de su marido ni a los
271
hijos, ni a las amigas, y trabajó día a día en el almacén de naranjas
del pueblo. El padre y la madre de Dolores solamente aceptaron
que se casara con Francisco Gregori Chulià si éste hacía alguna
carrera.
Una carrera y una vida tiroteada en una pared del cementerio
de Paterna, por defender con firmeza las libertades democráticas.
notas
FERNÁNDEZ SORIA, J. M. y AGULLÓ, M. C., Maestros valencianos bajo el franquismo. Diputación de Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo, Valencia, 1999. pp. LVI, Apéndice.
281
Acta nacimiento de don Paco y hijos. Acta de matrimonio de don
Paco con Dolores. Registro Civil y Archivo del Ayuntamiento de Bellreguard.
282
Archivo Histórico de la Universidad Literaria de Valencia.
283
Documentos aportados por el hijo, Vicent.
284
Diario Oficial del Ministerio de Defensa, año LE (sic), n.º 273, Barcelona 20 de octubre de 1938. Archivo General Militar de Ávila.
285
Archivo de Alcalá de Henares.
286
Archivo de la Prisión de Picassent.
287
Archivo del Juzgado Militar núm. 13 de Valencia.
288
Señalo con * aquellas palabras o sílabas que no se pueden leer con
exactitud. He mantenido la ortografía que consta en todo el expediente.
289
Falta un parágrafo.
290
Documentos que aporta su hijo Vicent.
280
272
capítulo
8
contradicciones en el procedimiento sumarísimo
de urgencia contra el comandante
simón artigues de soler y fillol
Josep Rafael Pérez Borredà
Historiador. Doctor en Geografía e Historia
introducción
La represión franquista posterior a la Guerra Civil, en su
máxima expresión, cual es la privación de la vida, registró en la
comarca de la Costera 73 casos más que la producida por la represión popular durante la guerra. Es, según Vicente Gabarda
(2001), una de las pocas comarcas valencianas donde ocurre este
hecho. A su entender, da la impresión de que uno de los objetivos del franquismo fue eliminar todos los cuadros de los partidos
políticos y sindicatos de la oposición, aquellos que en los años
venideros hubieran podido representar el surgimiento de los problemas. La mayor responsabilidad de Franco no fue, según Bartolomé Bennassar, la guerra, y sí, en cambio, la represión posterior,
que fue brutal.291 «Franco siguió en guerra hasta 1959».292
En la Costera se aprecia con claridad un enfrentamiento entre propietarios y asalariados, al hilo de la contienda civil, pero
también una represión mortal sobre los profesionales liberales.
Estos últimos, concienciados política y socialmente del papel que
habían de desempeñar en la sociedad futura, pagaron con sus
vidas el fracaso del ideal progresista y revolucionario. Entre las
víctimas mortales de la represión franquista en La Costera, entre 1939 y 1943, se encuentra el auxiliar de farmacia, miembro
de una saga de farmacéuticos que se remonta al siglo XVIII en
Xàtiva, militante de Izquierda Republicana, que llegó a ser co273
mandante del ejército republicano, Simón Artigues de Soler y
Fillol,293 nacido en Xàtiva, muerto en Paterna el 6 de abril de
1940, a los cuarenta y dos años de edad.
simón artigues de soler y fillol
La trayectoria del comandante Artigues se asemeja, en parte,
a la recientemente conocida del sargento Carlos Fabra Marín,
nacido en Chella en 1904, cuya biografía ha sido objeto de una
tesis doctoral, leída en la Universidad de Valencia el pasado 6
de marzo por José Antonio Vidal Castaño, titulada «El sargento
Fabra y su tiempo. Historia y mito de un militar antifranquista».
Fabra detuvo en 1936 a los oficiales sediciosos, pistola en mano,
del cuartel de Zapadores de Paterna, impidiendo que otros cuarteles se unieran a la sublevación franquista.
Igual que Artigues, en los años 20 Fabra había sido voluntario en Melilla, y en la que la guerra del Rif se empapó de esa –en
palabras del doctor Vidal Castaño– ideología militar que posteriormente le llevó a protagonizar la hazaña de Paterna. En 1937
ascendió a teniente294 y a capitán. La contrajusticia franquista le
abrió dos causas judiciales con proceso sumarísimo por rebelión
militar. De no haber huido a Francia le hubieran condenado a
muerte. Murió cerca de París, en 1970. Silenciado por la Historia, el interés mostrado por el público ante la lectura de la tesis,
evidencia que la política de ocultación no ha obtenido un éxito
absoluto y que el sargento Fabra ha podido ser rescatado de su
opaca intrahistoria.
Fabra sobrevivió al exterminio posterior a la Guerra Civil,
pero no Artigues, que fue víctima del proceso de eliminación
del enemigo. Paul Preston, recuerda que en su primer discurso, el general Mola manifestó su propósito: Exterminar a los que
no piensan como nosotros. El franquismo creó sus propias excusas,
como el bando de guerra,295 para justificar los fusilamientos. El
historiador inglés califica de holocausto silenciado dentro y fuera
de España, por los 40 años del régimen franquista y los intereses
de las potencias mundiales, las matanzas durante la guerra y des274
pués, pero advierte de las importantes diferencias entre ambas, el
triple o más en el bando rebelde que en el republicano durante la
guerra, a las que habría que añadir las de la dictadura.296
Aquellas personas convertidas en invisibles por quienes vencieron en la Guerra Civil se merecen una reparación adecuada.297
Este es el caso de Simón Artigues de Soler y Fillol, que se vio afectado por el instrumento represivo por excelencia de los vencedores, esto es, la justicia sumarísima de urgencia.298 Acusado paradójicamente, como tantos republicanos, de rebelión militar,299 el
Consejo de guerra que se le incoó se basó en una denuncia, y no
se le aplicó la presunción de inocencia. En la práctica represiva la
pena precedió al delito. Los testimonios y las declaraciones parecen haberse pactado de antemano.
Por tanto, existen indicios para pensar que existieron importantes contradicciones en el juicio sumarísimo de urgencia contra el comandante Simón Artigues. Sobre este oficial republicano
recayó con toda su dureza la nueva legislación franquista, que
trató de eliminar a los vencidos durante y después de la guerra. El
ejercicio de la represión física tuvo como principal instrumento
a la justicia militar, ejercida de forma arbitraria y en ausencia de
cualquier tipo de garantías. Ello se realizó en un marco de violencia, clave explicativa del régimen franquista.300 Aunque, si bien
suponía una continuidad de las violencias que se registraron en
España, desde el inicio de la Guerra Civil hasta el final de la dictadura franquista, en el origen de estas violencias siempre está presente la insurrección militar de julio de 1936 (Mir, 2008: 269).
La parte final de la sucinta síntesis de los cargos contra el
comandante Artigues, en la que el Fiscal Jefe de la Fiscalía de
Guerra dictó la sentencia a muerte, expresaba:301
...fue fusilado aquel soldado, hecho ocurrido en el mes de diciembre de 1937. La prueba testifical es contradictoria, pues mientras
se asegura que dispuso buen trato a los soldados, figuran por otra
parte a folios 13, 14 y 14 vuelto, acusaciones terminantes contra
el procesado, acerca de los continuos fusilamientos que ordenó
para mantener la disciplina y espíritu combativo de las tropas.
Adhesión, 238, número 2; agravante 173; muerte.
275
Así pues, el mismo día de su comparecencia ante el Juzgado
Militar de Xàtiva, el día 8 de mayo de 1939 ingresó en prisión,
En el centro, el comandante Simón Artigues de Soler y Fillol. La foto
está tomada en Alcublas. (Es posible, según Antonio López Barberá, que la
persona que camina a su derecha, sin gorra, sea Ponciano, su asistente, y el
de la izquierda, el comisario político que le acompañaba.)
–aunque ya se encontraba en prisión preventiva– ...ingresando en
la misma en clase de detenido a disposición de este Juzgado Militar...
por haberlo así acordado este Juzgado en el día de hoy por rebelión.302
Desde una lógica estrictamente militar, parece que la actuación del mando encausado está fuera de toda duda: cumplió con
su deber. Lo contrario hubiera sido, en efecto, condenable. Se
le hubiera condenado, con todo merecimiento, por el delito de
Rebelión, según el artículo 237 del Código de Justicia Militar,
entonces vigente, y se le hubiera aplicado la pena que establecía
el artículo 238.
La aplicación legislativa militar está basada en una interpretación del artículo 237 del Código de Justicia Militar de 1890,
vigente hasta 1945, según la cual los sublevados entendían que
eran el Gobierno legítimo. El Bando de Guerra fue el soporte,
la base de esta argumentación-excusa. El bando se generalizó a
276
todo el territorio español, incluso al que todavía no controlaban
los rebeldes, cuando se había consolidado la rebelión en algunas
regiones. Pero, ello no quiere decir que el conjunto de sus habitantes estuviera de acuerdo libremente con el alzamiento, pues,
recordemos –aunque contase con bastantes adeptos y colaboradores– fue un acto violento, un golpe militar que se consolidó
mediante una guerra. La República, en cambio, tenía el soporte
de las urnas.
De tal modo, en casos donde se juzgó a oficiales golpistas por
haber cometido delito de rebelión, según el Código de Justicia
Militar vigente, en territorios todavía bajo el gobierno republicano, se abrió proceso cuando acabó la guerra a los oficiales que
habían actuado en estos Consejos de guerra.
Se enjuició a los miembros del Consejo de guerra que condenaron a los oficiales sublevados, aún a pesar de que habían cumplido escrupulosamente las normas procesales y penales, pues se
verificó con toda claridad la participación de los inculpados en
los actos de sublevación. Fueron víctimas ahora de la puesta en
marcha de un mecanismo represivo indiscriminado contra todo
aquel que no hubiera actuado al lado del Glorioso Movimiento
Nacional (Merino, 2010).
Tal como señala Damián González (2007):
El miedo, el ambiente social irrespirable para el vencido y el encanallamiento de las relaciones sociales en la posguerra que el nuevo
régimen fue capaz de difundir, llegó hasta el extremo de quebrar
convicciones, lazos afectivos y de solidaridad en los vecindarios,
que organizaron la propia depuración de su entorno permitiendo así a la justicia militar llegar a donde jamás hubieran podido
llegar. (...) la denuncia y la delación fue para muchos el primer
acto político de compromiso con la dictadura. Un número considerable de españoles, (...) selló de esta manera un pacto de sangre
con la dictadura que facilitó, junto al botín material obtenido, la
cohesión entre los vencedores, y dificultó que con el tiempo se
impusiera un proyecto reconciliador. (...) la rebelión contó con
una base social razonablemente amplia que luego juzgó necesaria
la purificación de la sociedad por la represión.
277
voluntario en áfrica
Simón Artigues era el segundo hijo –de cinco hermanos solamente sobrevivieron dos, él y su hermana mayor, Ana–, del farmacéutico Luís Artigues de Soler i Pascual. Al parecer, este boticario era severo y extravagante, y se distinguió por la dureza con
la que trataba a su familia. Posiblemente cansadas de soportar sus
excentricidades, su esposa y su hija terminaron por instalarse en
el municipio de la Font de la Figuera, lugar donde tenían familia
y algunas tierras. Ana Artigues que se había licenciado en Farmacia en 1928, ejerció de farmacéutica en la Font hasta que, tras la
muerte de su padre en 1933, se encargó de la farmacia familiar de
Xàtiva (López, 1992). En medio de este ambiente familiar, Simón
Artigues decidió presentarse voluntario a la Legión en Melilla.303
Simón Artigues en Melilla. En el centro de la foto, sin gorra.
Simón Artigues sirvió en 1922 en la Legión304 y obtuvo la
graduación de cabo y de sargento por méritos de guerra, en la 1.ª
Bandera de Melilla.305
En este período le fueron concedidas tres cruces del Mérito
Militar con distintivo rojo y la Cruz de María Cristina, siendo el
primer cabo del ejército español al que se le concedió.
278
Simón Artigues en Melilla a caballo, sin gorra ni sombrero.
La condecoración de la Cruz de María Cristina le fue concedida al cabo Artigues en 1922, como reconocimiento a su heroico comportamiento al salvar a su jefe, el teniente coronel Millán
Astray, de la muerte, al caer éste herido en la batalla del Barranco
del Lobo, en Melilla.306 Artigues recogió herido al jefe, según testimonio de Antonio López Barberá, le curó las heridas y le llevó
a cuestas durante toda la noche, escondiéndose en el barranco
hasta el amanecer y llegar a un sitio a salvo.307 Esa condecoración
estaba dotada con un pensión de seis pesetas diarias. Simón Artigues, en su estancia en África, sirvió en el cuerpo de Sanidad.308
Los avales de esta condecoración partieron del propio Millán Astray y de Francisco Franco, jefe de la Legión y comandante de la
1.ª Bandera, respectivamente. Franco era entonces comandante
de Artigues.309
república y guerra
En 1932, Simón Artigues era propietario de un laboratorio de productos de régimen dietético, situado en la ciudad de
Valencia. Estaba dirigido por su hermana, la farmacéutica Ana
279
Artigues, y se elaboraban productos como: Babeurre, yoghourt,
kefir, leche descremada esterilizada, suero lactobacilar, suero de leche,
leche albuminosa, Líquida (Frinkesltein), Asaserica, Hipolactosada,
Peptonizada, Majun (caldo Bretonneau-carne y leche), Farin-Malt
(papilla malteada), etc. Simón Artigues quedaría, por tanto, adscrito a aquella rama de la Sanidad que engloba a los laboratorios
especializados en Sanidad Infantil (López, 1992: 160).
Cabe preguntarse si, durante su estancia en Valencia, tomó
partido ante la situación política creada durante la llegada al poder del gobierno derechista, y si fue en esa coyuntura cuando
formalizó su ingreso en la recientemente creada Izquierda Republicana. En la declaración indagatoria ante el Juez Militar de
Xàtiva, el 29 de junio de 1939, preguntado sobre su afiliación
política antes y después del 18 de julio de 1936, Simón Artigues
respondió que sí pertenecía a Izquierda Republicana antes de esa
fecha, en la que continuó hasta el 10 de agosto de dicho año,
en que se dio de baja por no estar de acuerdo con la actuación
del partido. Después, según su declaración, ya no tuvo ninguna
filiación política.
Ingresa voluntario en octubre de 1936 en el ejército republicano, y fue ascendido, al conocerse que era sargento del Tercio
y los méritos militares que tenía, inmediatamente a alférez en
el mismo mes, después a capitán, en enero de 1937, y a comandante, en agosto de 1937, graduación que obtuvo por haber desarmado en Salvacañete (Cuenca) a la denominada Columna de
Hierro que iba cometiendo desmanes por todos los pueblos por
los que pasaba.
Entre el 20 de octubre de 1936 y el 24 de octubre de 1937
estuvo en el sector sur de Teruel, entre Bezas y Mina de Rubiales,
formando parte de la columna Exea-Uribes. Más tarde, pasó al
Batallón 229, denominado Azaña número 1, integrado en la 41
División, perteneciente al 19.º Cuerpo del Ejército. Fue en este
batallón donde obtuvo los ascensos hasta llegar a comandante.
El 24 de octubre de 1937 pasó al primer batallón de la 97.ª
Brigada, encuadrada en la misma División y Cuerpo de Ejército,
permaneciendo hasta el uno de febrero de 1938. Pasaría entonces
280
al cuadro eventual de la citada División. Al iniciarse la ofensiva
nacional hacia Levante por Alcañiz, la 41.ª División se trasladó
a las inmediaciones de Morella. Simón Artigues formaba parte
del Estado Mayor de esta División. Según evolucionó la contienda, la División retrocedió hasta Benicarló. En mayo de 1938, el
Estado Mayor de la División pasó a depender del 13.º Cuerpo
de Ejército, trasladándose a Alventosa, donde permaneció hasta
junio de ese año. En esa fecha Simón Artigues pasó al Estado
Mayor del 13.º Cuerpo de Ejército en calidad de agregado.
En el mes de agosto pasó al 13.º Batallón Disciplinario de
Combate, de guarnición en Alcublas, en calidad de comandante
del batallón y comandante militar de la plaza, desde el 1 de diciembre de 1938 hasta el 20 de marzo de 1939. En esa fecha fue
destinado a participar en el cursillo de confirmación de cargos,
en la Escuela de Mandos de Burjasot, donde le sobrevino el final
de la guerra. En Burjasot, Simón Artigues se presentó ante un comandante de Infantería del ejército español, que se había hecho
dueño del edificio de la citada escuela. Este mando nacional le
ordenó al comandante Artigues que se retirase a su casa.
A través de fuentes orales, se ha podido constatar que Simón
Artigues tuvo un papel importante en el traslado de la capital de
la República desde Madrid a Valencia, desempeñando las funciones de jefe de protección militar (López, 1992: 154).310
un sumarísimo de urgencia lato
Simón Artigues compareció ante la Guardia Civil de Xàtiva
el 8 de mayo de 1939. El mismo día ingresa detenido en la cárcel
de la ciudad y se inician los trámites de procesamiento de Juicio
Sumarísimo de Urgencia, ante el Juez Militar de la plaza, causa
13456-V-39.311 Todo ello vino motivado por una denuncia, efectuada el día 5 de mayo de 1939, de unos soldados que estuvieron
durante tres meses a las órdenes del comandante Artigues.312 Murió fusilado el 6 de abril de 1940.
Uno de los que denunciaba era ahora falangista de la 1.ª
Bandera de Valencia. Le acusaba fundamentalmente de empren281
der acciones para evitar que la tropa a sus órdenes se pasara al
bando nacional, incluso llegando al fusilamiento de los huidos.
En palabras del denunciante: ...criminalmente asesinados por orden del jefe rojo Artigues.313
Concluía la denuncia señalando,
en Catarroja, a 7 de mayo de 1939,
que el denunciado Artigues, comandante jefe del batallón de la 97.ª Brigada Mixta, es un individuo marcadamente rojo y de ideas completamente
marxistas, y por lo tanto peligrosísimo
y completamente opuesto a nuestro
Glorioso Movimiento Salvador.314
La tesis central de la denuncia
estuvo refrendada por una notificación del Juzgado Militar de Teresa de
Cofrentes, el 13 de mayo de 1939,
Felicitación de Simón Artigues
expresando que el 15 de diciembre
de Fillol i Soler a su madre
y hermana Ana con motivo de 1937 Artigues ordenó el fusilade su onomástica. Fuente:
miento de Francisco Torres Anaya,
(Ramírez, Martínez, Garrido, ...al parecer por temor de que se pasase
Cebrián, 1991: 399)
a nuestras filas como dos días antes lo
había hecho un primo hermano del
315
mismo. Hay que recordar que Artigues lo negó en su declaración del 29 de junio. El comandante declaró que no había ordenado esto, que él nunca dio orden de fusilar a ninguno de los milicianos que tenia a sus órdenes, ya que no tomaba en las filiaciones
los antecedentes políticos por ser misión de los comisarios políticos.316
El 29 de junio, el juez militar de Xàtiva tomó declaración
indagatoria a Simón Artigues. En este acto, el encausado, además de negar los hechos denunciados, dejó bien patentes cuáles
habían sido sus ámbitos de actuación, centrados en cuestiones
castrenses, y el de los comisarios de cada batallón, dedicados al
control político.
282
Foto realizada en Alcublas, Simón Artigues en el centro.
Fuente: Ministerio de Defensa, Archivo Histórico de Defensa,
Expediente 13456-V-39, año 1939.
283
El 6 de julio se iniciaron las declaraciones de testigos, once
en total. El 10 de julio, Vicente Hernández Guixar, labrador de
Villanueva de Castellón, que presentó, el 5 de mayo de 1939, la
denuncia que inició el procedimiento contra Simón Artigues, se
ratificó en los términos de la denuncia. El 12 de julio, Vicente
Candel Piqueras, labrador de Sumacárcel, otro de los denunciantes del día 5 de mayo de 1939, también se ratificó en el contenido de ésta. Confirmaron la militancia de Artigues en Izquierda
Republicana. Otros confirmarán, con alguna variante, los argumentos expuestos en la denuncia de mayo: ...daba órdenes para
ser fusilados varios de los que formaban parte de su batallón, por
su afección a la causa nacional...317 Conviene tener presente que
en esos tiempos se vivía una guerra abierta entre los autodenominados nacionales y los defensores del legítimo Estado español
republicano.
Además de los dos denunciantes, Vicente Hernández y Vicente Candel, otros tres testigos de Canals declararon en contra
de Artigues. Filiberto Ferrer Chorques, encuadrado en el segundo
Batallón de la 97.ª Brigada, de la cual Artigues era comandante
del primer batallón, declaró que le constaba que en un batallón al
que no pertenecía, en el frente de Bezas, el encausado daba órdenes para ser fusilados varios de los que formaban parte de su batallón,
por su afección a la Causa Nacional ...que el día 29 de diciembre
de 1937 fue fusilado por orden suya el vecino de Canals José García
Sancho. Que podían preguntar a Juan Soriano Soler, del segundo
batallón, y a Julio Botella Cucarella, del batallón comandado por
Artigues, ambos de Canals, para confirmar su declaración. En
efecto, Julio Botella afirmó que el procesado era un individuo que
tuvo un comportamiento pésimo en la Brigada maltratando continuamente a los soldados que allí había hasta el extremo de que en
varias ocasiones se llegó a dudar estuviera en su cabal juicio por las
brutalidades que cometía con los soldados maltratados sin motivo.
Sobre la muerte de José García Sancho, declaró que éste por culpa
de otro del mismo pueblo llamado Clemente Ferrer estaba bastante
fichado como fascista y considera responsable de los asesinatos a
Artigues, puesto que era el jefe supremo del Batallón y él era quien lo
284
había de ordenar. Finalmente, Juan Soriano Soler confirmó que
José García había sido fusilado, y añadió que no recordaba más
hechos de la índole del mencionado, pero que sabe que fusilaron
a muchos del primer batallón y como que el comandante era el
máximo mando del batallón, lo considera responsable de todos
los fusilamientos.
Junto a estos cinco testimonios incriminatorios, según el
nuevo marco legal franquista, también hubo manifestaciones a
favor de Artigues. Cinco de los once testificantes lo hicieron, y
otro, Antonio Granero Fayos, comerciante de Xàtiva, confirmó
que Artigues militaba en Izquierda Republicana antes y después
del 18 de julio de 1936, pero que durante la dominación roja,
no le conoce actividad destacable, ya que estuvo en el frente. El
testigo Peregrín Iniesta Ferrero, vecino de Xàtiva, al haber sido
denunciado por ser afecto a la Causa Nacional, fue destinado al
batallón disciplinario del 13.º Cuerpo de Ejército. Después de
mes y medio en el que vio un trato inhumano a los corrigendos
por parte de la oficialidad, y en particular por parte del comandante de la unidad, Max Salomón, que fusilaba por un motivo
trivial a los soldados, fue sustituido este por Simón Artigues. El
nuevo comandante
...reunió a toda la oficialidad amonestándoles por la actitud que
hasta aquella fecha habían venido desarrollando, diciéndoles que
desde aquel día habían acabado los malos tratos allí y los fusilamientos. Que a partir de aquel instante se notó una mejora muy
grande en el trato y comida, debido a la influencia del Simón Artigues, que llegó hasta el extremo de conceder algunos permisos
a los corrigendos que él creía de más confianza, para poder ir a
ver a sus familias.
Preguntado sobre si Simón Artigues maltrataba a sus subordinados, contestó que
...no pues al contrario los trataba con amabilidad y atención; solamente presenció un caso de estos, y fue que un individuo que
había pertenecido a un Comité y había asesinado A varios vecinos de su pueblo, como lo probaban sus paisanos, se marchó sin
285
permiso del Batallón, encontrando a una mujer a la que maltrató
y quitó la comida que llevaba, y enterado del hecho Artigues hizo
formar a toda la fuerza y les explicó el historial del mencionado
individuo y el acto que había cometido, afeándole su conducta y
dándole como castigo dos bofetones.
El testigo Gilberto García Morán, con domicilio en Xàtiva,
declaró el 6 de julio que había sido destinado a la compañía disciplinaria de la 97.ª Brigada, en donde recibió un trato inhumano.
Una vez destinaron a ésta a Simón Artigues, enterado de lo que
ocurría con ellos se interesó e hizo gestiones para mejorar su situación,
consiguiendo sacarlos de allí y colocarlos en destinos mejores, a pesar
de lo mal calificados que estaban en el Comisariado, sobre todo un
muchacho de Xàtiva llamado Francisco Vidal, que estaba acusado
de fascista peligroso. Argumentó que el comandante Artigues se
había comportado como un perfecto caballero con todos sus soldados
y en especial con los de Játiva y, en general, trataba con buenos modales a sus subordinados.
Pedro Vidal Dura, agente de seguros de Alzira, declaró el
veintidós de julio. Al ser movilizada su quinta, fue destinado a
al 13.º batallón disciplinario de Combate, cuyo comandante era
Simón Artigues. Explicó que Artigues, aun sabiendo que el testificante procedía del campo derechista, tuvo para con él muchas
atenciones, dándole un destino de chófer, gracias al cual no tuvo que
estar el declarante sujeto a los inconvenientes de la disciplina roja.
Añadió que, durante el tiempo que estuvo prestando servicios
allí, pudo observar que Artigues se comportaba muy bien con los
corrigendos, afeando la conducta de los oficiales a sus órdenes que
intentaran maltratar a los soldados.
También que desde que se hizo cargo del batallón combatió la manera de proceder de su antecesor, el comandante Max
Salomón, quien había fusilado por motivos triviales a varios corrigendos, haciendo imposible la vida de los oficiales que habían
intervenido en dichos fusilamientos, hasta el punto de conseguir
que se marcharan de la unidad.
Que siendo comandante del 13.º batallón disciplinario de Com-
286
bate, destacado en Alcublas, favoreció a personas que eran perseguidas por sus ideas derechistas por las autoridades rojas y entre
ellas a los familiares de un sacerdote de Carcagente.
Que tiene considerado a Artigues como persona de buenos
sentimientos y con una afición loca por la vida militar, siendo ello al
parecer del declarante, lo que motivó que se enrolase en las filas rojas.
El mismo día de julio, Federico Cabanes Oltra, labrador de
Genovés, destinado desde el 28 de febrero al batallón disciplinario comandado por Artigues, expresó que, a pesar de disciplinario
de este batallón, el declarante y los demás soldados que a él pertenecían recibían un trato muy atento de dicho Simón Artigues.
También oyó decir a los habitantes de Alcublas que estaban
muy contentos con el comportamiento del comandante, aunque
también decían que sabía imponer con acierto la disciplina militar.
Manifestó que los internados en sus conversaciones particulares y en
tono de chunga decían que aquel era un batallón de enchufe, por el
buen trato que allí se les daba.
El 27 de julio, José Terol Alonso, del comercio de Xàtiva,
testificó que no conocía la filiación política de Artigues, pues ha
tenido el declarante poco roce con el procesado. Sobre la actuación
de Artigues en Xàtiva, aún conociéndolo poco, le constaba que
fue muy moderada hasta el extremo de condenar y oponerse a la
destrucción de imágenes y objetos sagrados.
En paralelo a la rueda de declaración de testigos, continuaron
las diligencias del Sumarísimo de Urgencia contra el comandante
Artigues. La Auditoría de Guerra del Ejército de Ocupación remitió al alcalde de Xàtiva una petición de informe sobre el procesado. El 18 de junio, el alcalde, el falangista Antonio Dauden
Vicedo, contestó que aquello que se sabía sobre Artigues se debe
a las noticias dadas por soldados rojos que en la desbandada llegaron
de los frentes. Así mismo, se especificaba desde la Alcaldía que
sería conveniente ver si Artigues podía aclarar el asalto e incendio
de la colegiata, pues aunque se daba por cierto que no tomó parte
en él, estaba enterado por lo que oía en Izquierda Republicana.318
A su vez, el 20 de junio, el informe de la Jefatura Local de
FET y de las JONS, utilizando fuentes del Servicio de Informa287
ción e Investigación propios, manifestó que el comandante había
tomado parte material en diversos fusilamientos en la brigada
que comandaba. Resultó un informe demoledor contra Artigues,
toda vez que la fiscalía consideraba las informaciones de la Falange como la fuente principal para sus actuaciones.
Por su parte, también con fecha 20 de junio, el capitán de
la Guardia Civil no tenía constancia de que hubiera pertenecido
a organismo revolucionario alguno. Pero, al tener que citar en el
formulario a dos personas, al menos, de reconocida solvencia moral y adictas al Glorioso Movimiento, que pudieran atestiguar los
extremos relatados en el informe, citó a dos personas de Xàtiva:
José Terol Alonso y Antonio Granero Fayos. Asimismo, desde el
puesto de la Guardia Civil de Xàtiva no se tenían noticias de que
Simón Artigues hubiera desempeñado cargo en organismo alguno.
Por otro lado, el canónigo Amaro Ferris, colector del Culto
y Clero de la colegiata de Xàtiva, confirmó, aunque en una nota
muy escueta, el 25 de agosto, que Simón Artigues contribuyó a la
limosna para dicha iglesia colegial. Además, Antonio Sanchís Castellano, presbítero cura de la Fuente de la Higuera, a instancia de
familiar del interesado, expresó el 25 de abril de 1939,319 que éste
le había salvado de la furia roja, el 8 de agosto de 1936, es decir,
le había salvado la vida y lo había refugiado en su propia casa de
Xàtiva una noche y le acompañó a Valencia al día siguiente, esto
es, antes de que Artigues se enrolase voluntario en el ejército de
la República.
El sacristán de la colegiata remitió un informe, el 25 de agosto de 1939, sobre el proceder del comandante, a quien conocía
desde la infancia. Argumentó algunos actos de Artigues contrarios a la acción de las hordas en octubre de 1936, calificándolo de
persona de buenos sentimientos.
Por otro lado, un grupo de vecinos de la villa de Alcublas,
todos defensores del Glorioso Movimiento Nacionalista y perseguidos por los rojos, abogaron en defensa de Artigues. Resaltaron
la buena actuación del comandante hacia ellos y la villa.
Por tanto, existen una serie de documentos añadidos al procedimiento intrínseco del Sumarísimo de Urgencia contra Simón
288
Artigues. Es el caso del elaborado por el cura de la Fuente de la
Higuera y de miembros de la colegial de Xàtiva. Además, del
pliego de descargo de los vecinos de Alcublas a favor de Artigues.
Todo lo cual hace pensar en cierto tipo de gestiones llevadas en
paralelo a proceso militar por parte de personas cercanas al encausado. Por supuesto, no dieron el fruto deseado.
El Auto Resumen, fechado en Xàtiva el 7 de septiembre de
1939, cuatro meses después de haberse iniciado el Sumarísimo de
Urgencia, consideraba después de las actuaciones realizadas, en
un tono claramente vejatorio, que Simón Artigues
afiliado a Izquierda Republicana, tan pronto se inició el movimiento Nacional se enroló voluntario en las filas rojas,320 llegando a obtener sin ningún conocimiento profesional por su actuación en el Frente la graduación de comandante321 y una vez en
este puesto, prestando servicios en la 97.ª Brigada Mixta, al mando del primer batallón en el Frente de Bezas, daba órdenes para
que fuesen fusilados aquellos soldados de los que recibía informes
que eran adictos a la Causa Nacional, y entre otros el vecino de
Canals José García Sancho,322 dándose el caso de que sin entrar
el batallón en fuego estaban continuamente cubriendo bajas ocasionadas por estos fusilamientos.
Consideraba que los hechos expuestos pueden ser estimados
como constitutivos de un delito de Rebelión Militar previstos y penados en los artículos 237 y 238 respectivamente, ambos del Código
de Justicia Militar,323 con lo que para el Juez Instructor quedaban
concluidas las actuaciones para ser remitidas al Consejo de guerra Permanente a los fines de vista y fallo. Ello se realizó el 18 de
septiembre.
Con todo la información recabada, la Fiscalía de Guerra expresó, el 28 de septiembre de 1939, que la actuación del comandante fue de persecución contra los soldados de filiación derechista
que servían a sus órdenes. Pero, aun considerando que la prueba
testifical es contradictoria, acabó por considerar que los hechos
eran constitutivos de delito de ADHESIÓN A LA REBELIÓN
del artículo 238, con la concurrencia de la circunstancia AGRA-
289
VANTE artículo 173, ambos del Código Militar. Por ello, imponía al procesado la pena de MUERTE, accesos correspondientes
en caso de indulto y responsabilidad civil indeterminada.
El 31 de octubre, el Consejo de guerra permanente reunido
en Xàtiva falló en los mismos términos. Ratificó la pena de muerte, accesorias de interdicción civil e inhabilitación perpetua, caso
de indulto, y al pago de la responsabilidad civil sin determinación
de cuantía, siéndole de abono la prisión preventiva sufrida en su
totalidad.
El auditor había considerado que el procedimiento aparece tramitado con arreglo a Derecho sin que en él se adviertan defectos ni
omisiones que afecten a su validez, que la prueba ha sido apreciada
con un criterio racional, que es asimismo acertada la calificación
legal de los hechos. Considera firme la sentencia y ejecutoria tan
pronto se reciba el oportuno enterado del Generalísimo, quedando en suspenso hasta tanto el cumplimiento de la pena capital.
Hubo posibilidad de revisión de la pena impuesta, pero no
tuvo éxito y se ratificó, el 20 de febrero de 1940, la condena
expresada. La Comisión de Examen de Penas de la Provincia de
Valencia declaró que no ha lugar a proponer la conmutación.
Franco quedó enterado de la no variación de la sentencia el
29 de febrero. La Auditoría de Guerra de la Región Militar de Valencia recibió la notificación del enterado del general Franco, el 9
de marzo de 1940, de la pena capital impuesta a Simón Artigues,
que es por tanto ejecutoria, con lo que pasaron los autos al Juzgado
de Ejecuciones para su cumplimiento.
De tal modo, un mes más tarde, el 6 de abril de 1940, Manuel Climent González, teniente médico de complemento con
destino en el cuadro eventual de la Dirección de los Servicios
Sanitarios del Cuerpo Ejército del Turia, certificó el fallecimiento
de Simón Artigues en Paterna a consecuencia de heridas múltiples
de arma de fuego en virtud de procedimiento judicial.
Después de muerto el comandante Artigues, el Tribunal de
Responsabilidades Políticas de Valencia inició, el 26 de abril de
1940, el oportuno expediente de Responsabilidades Políticas.
290
reflexiones finales
La acusación de ordenar supuestamente la muerte a los desertores en 1937, en pleno conflicto bélico, no merecería la calificación de crimen, tal como lo expresa la Falange. Pues, así
como, apoyándose en la nueva legislación franquista, éstos decretan penas de muerte acabada la guerra, el comandante en acto
de servicio ha de solucionar casos de deserción, tipificados como
muy graves por el Código de Justicia Militar.
Incluido en la justicia militar del primer franquismo, el procedimiento sumarísimo de urgencia fue establecido por decreto
de 1 de noviembre de 1936. Permitía un proceso más ágil y rápido, permitiendo la supresión de la fase de plenario, lo que afectaba sobremanera a las garantías procesales. Este procedimiento
de urgencia fue derogado el 12 de junio de 1940. El caso que se
ha analizado fue ágil tal vez, pero no rápido, ya que se prolongó
durante cuatro meses. Y después su veredicto pasó por un Consejo de guerra, que se pronunció un mes más tarde. La posible
revisión de la pena impuesta no se resolvió hasta casi cuatro meses más tarde. Y una larga espera de un mes desde que su antiguo
comandante en África quedó enterado de que debían fusilar a un
subordinado que avaló personalmente para que le concedieran la
máxima distinción al valor militar. ¿Quién ha cambiado desde
Marruecos?
Por tanto, anular las sentencias efectuadas mediante este
procedimiento es una tarea de higiene pública y de respeto a
las víctimas de la represión franquista. El instrumento represivo
por excelencia fue la justicia sumarísima de urgencia. Paradójicamente, los defensores de la República fueron acusados por el
franquismo de rebelión militar. Los Consejos de guerra incoados
en tierras valencianas en la inmediata postguerra fueron más de
8.000, muchos de ellos colectivos, lo que hace que el número de
víctimas fuera mayor.
Fueron asimétricas las violencias ejercidas por quienes se
levantaron contra el orden legal y ejecutaron un programa de
persecución sistemática del enemigo político y la violencia de res291
puesta a de defensa del orden republicano. El caso del comandante Simón Artigues refuerza esta impresión.
La Ley 52/2007 contiene un capítulo de la reparación moral
del daño, en el que se incluyen, con valor simbólico, la revisión
de las condenas injustas y la protección de la dignidad de las víctimas. La posibilidad existe, sólo falta voluntad política. Aunque
va en contra la reciente supresión, a principios de marzo de 2012,
de la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, creada en 2008.
notas
sociedad.elpais.com/sociedad/2012/06/.../1340557246_007268.
html.
292
http://www.lavanguardia.esweb/20051117/51197731539.html.
293
El veredicto del Sumarísimo contra Simón Artigues y que le condenó a pena de muerte, se fundamentó en unos hechos... constitutivos de un delito de adhesión a la rebelión militar previsto y
apenado en el artículo 238 de Código de Justicia Militar del que es
responsable en concepto de autor... [a lo que se añadía] la circunstancia agravante de perversidad que establece el artículo 173 del citado
cuerpo legal (MINISTERIO DE DEFENSA, Archivo Histórico
de Defensa, Expediente 13456-V-39, año 1939). El comandante
encausado estuvo en prisión durante once meses, hasta que fue
ajusticiado el 6 de abril de 1940. El ejército español, tras el final
de la guerra, inició un procedimiento sumarísimo de urgencia
en la plaza de Xàtiva, el noveno hasta entonces, contra Simón
Artigues de Soler y Fillol, en prisión preventiva ya el 8 de mayo
de 1939. Este artículo no hubiera sido posible sin el testimonio
de Antonio López Barberá, que conoció personalmente a Simón
Artigues, así como por la información facilitada por su hijo Antonio López Alemany. Igualmente debemos agradecer a la familia
las fotografías cedidas para la elaboración del presente trabajo.
Sirva este artículo para iniciar un camino de reconocimiento a
Simón Artigues, víctima, por sus ideales de igualdad y justicia, de
aquellos fanáticos que se sublevaron contra la Segunda República
española.
291
292
En la página 43 del diario ABC del 4 de agosto de 1936, aparece
esta noticia con el siguiente titular: «El sargento Fabra, ascendido
a teniente, organiza una columna. Valencia 4, 10 noche. El sargento
Carlos Fabra Marin, a quien se debe pudiera ser sofocada la rebelión
de jefes y oficiales en el cuartel de Ingenieros de Paterna, ha sido ascendido a teniente y se le ha nombrado jefe de aquel cuartel, donde
procede con toda diligencia a la formación de una fuerte columna,
a disposición del Gobierno legítimo de la República. El citado teniente ha estado cumplimentando al ministro de la Guerra y otras
autoridades, que le han hecho objeto de demostraciones de afecto y
felicitación.- Mencheta.
295
El Bando de Guerra de 28 de julio de 1936, proclamado por los
sublevados contra el Gobierno legítimo y legal de la República,
fue publicado en el número 3 del Boletín Oficial de la Junta de
Defensa Nacional, en Burgos, siendo editado el jueves 30 de julio
de 1936, constituyendo el Decreto número 79 de esa autodenominada Junta de Defensa Nacional.
296
http://ccaa.elpais.com/ccaa/valencia.html.
297
http://www.foroporlamemoria.es/pl.php?id=358.
298
El general Franco, en noviembre de 1936, aplicó un procedimiento jurídico-militar aún más recortado que el procedimiento
sumarísimo, según el Título XIX del Tratado III del Código de
Justicia Militar de 1890 vigente entonces. El sumarísimo de urgencia reducía, aún más, los legítimos derechos de defensa de los
acusados. El juez realizaba una sucinta síntesis de los cargos y en
una brevedad inaudita se dictaba sentencia.
299
El Artículo 237 del Código de Justicia Militar expresaba: Son
reos del delito de rebelión militar los que se alcen en armas contra
la constitución del Estado, contra el Rey, los Cuerpos Colegisladores
o el Gobierno legítimo (...). No parece que se le pueda aplicar este
artículo a la trayectoria del comandante Artigues, un militar que
defendió el gobierno legítimo.
300
Según Damián González Madrid (2007: 2) el cerebro de la conspiración contra la República ordenó el 19 de julio de 1939 sembrar el terror (...) eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos
los que no piensen como nosotros. Por tanto, la violencia franquista
responde a un proyecto previo de exterminio del adversario político –prueba de ello es la actuación de los sublevados en aquellas
zonas donde triunfó el movimiento subversivo, donde no hubo
294
293
resistencia, ni violencia republicana, registrándose solamente
muertos de un lado, caso de la Rioja Alta (Gil Andrés, 2006: 436437)–. Pues, tuvieron que emplear una violencia inusitada para
poder materializar el auténtica función social y la misión histórica
del movimiento subversivo: liquidar definitivamente el viejo conflicto por la hegemonía entre las clases tradicionalmente dominantes
y los colectivos populares organizados, que en el caso español puede
remontarse al menos hasta 1917 –para proteger y preservar el viejo
orden económico y social amenazado por la democracia, las reformas
y las conquistas de las clases trabajadoras (Casanova, 1992: 8)–.
La violencia ejercida por el Estado rebelde adquiere así (González Madrid: 2007:3) un carácter estructural, en primer lugar
porque se desencadena para resolver un conflicto estructural, y
después porque acabó siendo un elemento constitutivo del propio
régimen, un pilar básico del ordenamiento jurídico-político durante
todas las fases por la que atravesó la dictadura (González Calleja,
2000: 391) –motivado por la negativa sistemática por parte de
sus dirigentes a poner en marcha verdaderas políticas de reconciliación o de creación de una comunidad nacional integradora–.
La extrema dureza de la represión franquista, su larga duración
y la implicación de no pocos sujetos en colaborar con la maquinaria represora puede entenderse por la presencia de una Cultura
de la Victoria. Surgida en los días de la Guerra Civil, consagraba la existencia de una verdadera España, colmada de los valores
espirituales y patrióticos defendidos por los rebeldes durante la
contienda, frente a una anti-España, identificada con los partidarios de la Segunda República. Esa cultura de no-reconciliación
y de guerra fue sobre la que se construyó la España de los años
cuarenta (Hernández y Del Arco, 2011: 73).
301
El subrayado es mío.
302
Ministerio de Defensa, Archivo Histórico de Defensa, Expediente 13456-V-39, año 1939, folio 5.
303
Los desastres militares españoles ante la insurgencia rifeña en
Marruecos habían causado un hondo impacto en la sociedad
española de principios del siglo XX. Todavía en 1986, a modo
de homenaje y en un lugar distinguido de la galería de militares
destacados, principalmente de las guerras de Marruecos, que hizo
grande al Regimiento, en el acuartelamiento de Regulares n.º 1
de Ceuta, en el que yo realicé mi servicio militar, figuraban las
294
fotografías del legionario Franco y del caudillo insurgente rifeño
Abd el-Krim. Ante la política colonial española en Marruecos, el
grueso de la sociedad española coetánea era partidaria de castigar
a los insumisos marroquíes. En este contexto social, posiblemente
muchos jóvenes, entre ellos Simón Artigues, acudirían a la llamada contra el insurgente marroquí, que había proclamado la República del Rif (1921-1927). Más todavía con la reciente creación de
una nueva y atractiva formación militar: la Legión. Eloy Martín
Corrales, de la Universitat Pompeu Fabra, escribe en la reseña (Revista Illes i Imperis-12, 2009, p. 131) del libro de A. García García
(Adeflor), En la Guerra de África, Gijón, Vip, 2008. Introducción
y edición crítica de Luis Arias González, 1921:
Lo más sorprendente del conjunto de artículos de Adeflor [corresponsal en Melilla en 1921] (algo que se percibe igualmente en los
restantes textos coetáneos) es el sentimiento de «Patria Chica» que
aparece férreamente marcado a todos los niveles. Se nota especialmente en el acopio y envio de donativos de todas clases a los soldados.
Cada pueblo, cada ciudad, cada comarca, cada región y cada provincia enviaba tales donativos para «sus» soldados. Los envíos, que
iban desde unos cuantos cigarros o unas vituallas, hasta vehículos,
camiones o ambulancias, ponían de manifiesto la dejación de todo
tipo por parte del estado de la Restauración, incapaz de proporcionar
lo mínimo imprescindible para asegurarse la victoria en el campo
de batalla y el control de los marroquíes sometidos. La corrupción
generalizada a casi todos los niveles y el crónico despilfarro de los
recursos disponibles (tan magistralmente descritas por autores como
Ramón Sender, Arturo Barea y José Díaz Fernández), quizás nos
hayan hecho olvidar que, en realidad, el ejército y la administración
colonial española en Marruecos carecían de casi todo lo necesario
para imponerse sin contestación a los marroquíes.
304
Siendo ministro de la Guerra José Villalba fue creada la Legión
por Real Decreto de 28 de enero de 1920 (aunque se considera
como fecha de fundación la del alistamiento del primer legionario el 20 de septiembre de 1920), el nombre que recibe es el de
Tercio de Extranjeros. José Millán Astray (1879-1954) fue, con
el apoyo del alto comisario de Marruecos, el general Dámaso Berenguer, el encargado de articular este nuevo cuerpo, y su primer
comandante. Las características de este nuevo cuerpo eran calcadas a las que ya tenía la Legión Extranjera Francesa.
295
El entonces comandante Francisco Franco (que ya había luchado
en África, pero que en esos momentos se encontraba en la península alejado de la guerra) fue reclutado por Millán Astray para
convertirlo en el Jefe de la Primera Bandera. Francisco Franco
llegó a ser jefe del Tercio, ya como teniente coronel, detrás del teniente coronel Valenzuela (muerto en combate). El propio Francisco Franco en su libro Diario de una bandera nos deja entender
lo que será la Legión:
Entra en el cuartel la expedición, a su paso se agrupan los llegados en
días anteriores, deseosos de saludar a los nuevos camaradas; pero éstos
son conducidos a un pequeño patio donde ha de hablarles nuestro
teniente coronel; con palabra elocuente les dice el compromiso que
van a contraer; la Legión les abre sus puertas, les ofrece olvido, honores, Gloria; se enorgullecerán de ser legionarios; recibirán sus cuotas
y percibirán los haberes prometidos; podrán ganar galones, alcanzar
estrellas; pero a cambio de esto, los sacrificios han de ser constantes,
los puestos más duros y de más peligro serán para ellos, combatirán
siempre, morirán muchos, quizá todos...
306
Curiosamente, el 30 de diciembre de 1896, el segundo teniente
Millán Astray llegó a ser un héroe nacional y se le recompensó
con la Cruz de María Cristina, máxima condecoración al valor
en aquellos tiempos, al defender con 30 hombres el pueblo de
San Rafael, en la Panpanga (Filipinas), del ataque y asedio de un
importantísimo contingente de insurrectos tagalos.
307
La temeridad de Millán en el campo de batalla hizo estragos en
su persona: en 1921 una herida le dejó una enorme cicatriz en el
pecho; al año siguiente, recibió otra, grave, en la pierna; en 1924
perdió el brazo izquierdo cuando una bala le atravesó el codo.
Dos años más tarde, en 1926, una bala penetró en su mejilla,
le destrozó la cuenca del ojo derecho, le rompió la mandíbula y
le sacó numerosos dientes, a consecuencia de lo cual luciría una
terrible cicatriz, y un parche negro que ocultaba su cuenca vacía.
Durante la Guerra de Marruecos sufrió cuatro graves heridas. El
10 de enero de 1922, después del combate de Draa-el Asef, se estableció el bloqueo Gómez Arteche. Al ser relevado por el teniente
coronel González Tablas, fue herido en una pierna mientras se
daba a la fuga, o mientras se replegaba o mientras se retiraba. En
este lance parece que intervino Simón Artigues. Protegían (Francisco Ángel Cañete Páez, Portal ASASVE) la línea avanzada de
305
296
la Zona de Melilla, una serie de posiciones defensivas denominadas
BLOCAOS, guarnecidas por un pelotón o una sección, según su importancia, y completamente aislados en lo que respecta al terreno, comunicándose entre ellos a través del heliógrafo y de noche, mediante
las señales luminosas transmitidas por unas linternas o lámparas de
campaña modelo magíns. La obra de fábrica de estos blocaos, como
es lógico y dadas las circunstancias, no podía ser más rudimentaria:
unos cuantos sacos terreros, protegidos por alambradas de un metro o
metro y medio de altura, y en ocasiones algún modesto blindaje con
materiales propios del terreno, como troncos, ramas, etc. Como frágil
techumbre o cubierta, figuraba una lámina ondulada de cinc, a la
cual los soldados se encargaban de eliminar a las pocas horas de su
colocación, dadas las altísimas temperaturas que la citada lámina,
al recalentarse en las horas centrales del día debido a los ardientes
rayos del sol africano, proyectaba al interior del reducido habitáculo.
Uno de estos blocaos era el de Dar Hamed, al que, como ya he relatado en mis líneas iniciales, sus eventuales huéspedes denominaban El
Malo, toda vez que las condiciones de vida en su interior no debían
ser muy confortables. Situado sobre una ladera del monte Gurugú,
su situación estratégica era de vital importancia para la defensa de
Melilla, así como para dar protección y seguridad al avance de la columna Sanjurjo, pues garantizaba el paso por la carretera de Nador,
cubriendo el frente del barranco de Sidi-Musa. Sobre las características de los blocaos, ver Carlos González y Juan García (2009):
Blocaos. Vida y muerte en Marruecos, Almena. 308
Seguimos el testimonio de Antonio López Barberá.
309
A Franco, según palabras del historiador Paul Preston: le indignó la suerte corrida por los soldados españoles exterminados por los
moros en Dar Drius en 1921 y le ofendía que no se permitiera a la
Legión entrar en el pueblo y vengarse. Sin embargo, al cabo de pocos
días tuvo la oportunidad de hacerlo [...]. Los moros atacaron un blocao cercano a Dar Drius y los legionarios que lo defendían se vieron
obligados a pedir ayuda. El comandante de las fuerzas españolas del
pueblo ordenó que todo el destacamento de la Legión acudiera en
su auxilio. Franco dijo que con doce bastaría y pidió voluntarios.
Cuando toda la unidad dio un paso al frente, eligió a doce y partió.
El ataque al blocao fue rechazado y a la mañana siguiente Franco
y sus doce voluntarios regresaron portando como trofeos las cabezas
ensangrentadas de doce harqueños (este dato aparece recogido en El
Correo Gallego, 20 de abril de 1922).
297
Sin duda, la complejidad de este personaje sobrepasa el espacio
de esta comunicación. Con el objeto de situar adecuadamente a
este hombre en la historia, estamos trabajando en la elaboración
de una biografía de Simón Artigues.
311
Seguimos el contenido del Procedimiento Sumarísimo de Urgencia número 9, (Ministerio de Defensa, Archivo Histórico de
Defensa, Expediente 13456-V-39, año 1939).
312
La denuncia o violencia desde abajo fue, sin duda, el motor principal de la justicia de la posguerra (Moreno Gómez, 1999). La
denuncia y la delación fue para muchos el primer acto político de
compromiso con la dictadura (Casanova, 2002: 32). Un número
considerable de españoles selló de esta manera un pacto de sangre
con la dictadura.
313
Esta acusación vertida sobre el comandante Artigues, tratándole
de asesino criminal, es una falsedad malintencionada, según Antonio López Barberá. En la declaración indagatoria ante el Juez
Militar de Xàtiva, el 29 de junio de 1939, el propio comandante
negó con rotundidad esta acusación. También, el Juez Militar
expresó que la prueba testifical era contradictoria, pues mientras se
aseguraba que Artigues dispuso buen trato a los soldados, figuran
por otra parte acusaciones terminantes contra el procesado, acerca de
los continuos fusilamientos que ordenó para mantener la disciplina y
espíritu combativo de las tropas.
314
Se aprecia un ensañamiento fanático por parte de quien denuncia
al comandante, falto de rigor. Marxista no era, republicano sí,
por lo tanto opuesto al alzamiento militar contra un régimen democrático que defendía. También hay que recordar que Artigues
conocía de primera mano a los dirigentes militares de la sublevación, al haber sido compañero de armas en Marruecos. Planea
sobre nuestro pensamiento la obra de Arturo Barea, también legionario, La forja de un rebelde. En efecto, la guerra de Marruecos
fue una escuela para muchos, pero en la conciencia de cada cual
está elegir el camino futuro a seguir.
315
Antonio López Barberá sostiene que esta narración es falsa, el
comandante no ordenó el fusilamiento.
316
Ángel Patiño López, natural de Xàtiva, afiliado a Izquierda Republicana antes del golpe militar y al PCE durante la guerra, fue
comisario de guerra de la 49 Brigada –la que fue bombardeada
en la estación de ferrocarril de Xàtiva, en febrero de 1939– en Ri310
298
317
318
319
320
321
322
323
barroja, donde fue detenido al acabar la guerra. Fue condenado a
20 años de prisión por Auxilio a la Rebelión.
Otro testimonio falso, según Antonio López Barberá, pues aunque tenía la obligación de hacerlo, nunca lo hizo.
Según Antonio López Barberá, Antonio Dauden Vicedo conocía perfectamente a Simón Artigues y lo trató muy mal en el
informe. Añado yo, el caso Simón Artigues pudo representar la
consecución de un buen trofeo, al tiempo que una espléndida
oportunidad para lanzar la carrera de este falangista.
La denuncia-excusa que desencadenó el Sumarísimo de urgencia
está fechada el 5 de mayo. Por tanto, la familia, o bien había
detectado un ambiente en contra de Simón, o bien éste ya estaba
bajo custodia.
No exactamente, se presentó voluntario en octubre, tres meses
después del golpe militar.
No exactamente, no se reconoce que sus ascensos a cabo y a sargento fueron por méritos de guerra, así como también lo fue por
méritos de guerra el ascenso a comandante. ¿Por qué vía de conocimiento profesional tantos militares africanistas golpistas alcanzaron altas graduaciones en la escala de oficiales sino por méritos
de guerra?
A partir de las declaraciones de testigos se aprecia un equilibrio
entre los argumentos que respaldan este hecho y los que lo niegan, con lo que es determinante el peso de la versión de la Falange a la hora de desequilibrar la balanza en contra de Simón
Artigues.
No parece que estos hechos cuadren en el enunciado del artículo
237, ver nota 299. Para los golpistas que vencieron en la guerra,
ellos eran el Estado legítimo. Los vencidos fueron considerados
ilegítimos y sus acciones militares, por tanto, constitutivas de
vulneración del Código de Justicia Militar.
bibliografía
BENNASSAR, Bartolomé (1996), Franco, EDAF, Madrid.
CASANOVA, Julián (1992), «La sombra del franquismo: ignorar la
historia y huir del pasado», CASANOVA, Julián et al., El pasado
oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), Madrid, Siglo
XXI, pp. 1-28.
299
-, (2002), «Una dictadura de cuarenta años», CASANOVA, Julián et
al., Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la dictadura de Franco,
Barcelona, Crítica, pp. 3-52.
CAÑETE PÁEZ, Francisco Ángel (2011), «En el 90º aniversario de la
heroica defensa del «Blocao de la Muerte» (Melilla-septiembre de
1921-septiembre de 2011), www.asasve.es, artículos, 21-9-2011.
GABARDA CEBELLÁN, Vicente (2001), «Víctimes mortals a la
Costera (1936-1942). Estudi sociològic de les víctimes a la reraguarda bèl·lica i la immediata postguerra», en Papers de La Costera, número 12, pp. 131-146.
GIL ANDRÉS, Carlos (2006), Lejos del frente. La Guerra Civil en la
Rioja Alta, Barcelona, Crítica.
GONZÁLEZ CALLEJA, Eduardo (2000), «El Estado ante la violencia», en JULIÁ, Santos (ed.), La violencia política en la España del
siglo XX, Madrid, Taurus, pp. 365-406.
GONZÁLEZ MADRID, Damián (2007), «Violencia política y dictadura franquista», Monográfico: Violencias en la España postfranquista: antecedentes, representaciones e influencias, Dissidences. Hispanic Journal of Theory and Criticism, 3, http://www.
dissidences.org/ISSN 1553-6793.
HERNÁNDEZ BURGOS, Claudio, DEL ARCO BLANCO, Miguel Ángel (2011), «Más allá de las tapias de los cementerios:
la represión cultural y socioeconómica en la España franquista
(1936-1951)», Cuadernos de História Contemporánea, vol. 33, pp.
71-93.
LÓPEZ ALEMANY, Antoni (1992), «Farnacèutics Artigues: Xàtiva»,
Papers de La Costera, número 7-8, pp. 145-161.
MORENO GÓMEZ, Francisco (1999), «La represión en la posguerra», JULIÁ, Santos, et al., Víctimas de la Guerra Civil, Madrid,
Temas de hoy, pp. 309-315.
MERINO SÁNCHEZ, Jacinto (2010), «El Consejo de guerra contra el general de División Manuel Goded Llopis: un ejemplo de
investigación sobre archivos correspondientes a los Tribunales
Militares Territoriales en 1936», X Congreso de la Asociación de
Historia Contemporánea, Santander, septiembre de 2010, Universidad de Cantabria.
MIR CUCÓ, Conxita (2008), «La repressió franquista als Països Catalans», Catalan Historical Review, I: 269-281. Institut d’Estudis
Catalans, Barcelona. http://revistes.iec.cat/chr/.
300
PRESTON, Paul (2012). Holocausto español. Odio y exterminio en la
Guerra Civil y después, Madrid, Cátedra.
RAMÍREZ ALEDÓN, Germán, MARTÍNEZ SALAS, Isabel, GARRIDO RICO, Sebastià i CEBRIAN MOLINA, Josep Lluis
(1991), República i Guerra Civil a Xàtiva (1931-1939), 3 volums,
Ajuntament de Xàtiva.
301
capítulo
9
repatriaciones colectivas forzosas
hacia la españa franquista en
1939-1940
324
primeras observaciones
Charles Farreny
Profesor del Liceo Clément Marot de Cahors
Henri Farreny
Profesor de la Universidad de Toulouse (INPT)
introducción
El 20 de agosto de 1940 partió de la estación de Angoulême
(departamento de Charente) un tren cargado con 927 refugiados
republicanos españoles, cuyo destino era el campo de concentración de Mauthausen.325
Estos españoles fueron los primeros civiles deportados desde
Francia hacia los campos nazis, dos años antes de que empezara
la deportación de judíos.326
Parece ser que los jefes de Mauthausen fueron sorprendidos por la llegada de este convoy: tras varios días de espera en
Mauthausen y Berlín, 442 mujeres y niños de menos de catorce327 años fueron embarcados en otro convoy, ahora hacia Francia. Pero no fueron devueltos al campo de concentración francés
de donde procedían (Les Alliers, Angoulême), sino que fueron
devueltos, arbitrariamente, a España,328 sin consideración hacia
dónde quedaban sus esposos, padres, hermanos o hijos.
Claramente, estas 442 personas fueron víctimas de una repatriación colectiva forzosa. En este caso, gran parte de la responsa-
303
bilidad incumbió al Estado francés («État Français»), colaborador
de los nazis329 y del régimen franquista.
Podemos preguntarnos legítimamente por qué este acto de
repatriación colectiva forzosa quedó tanto tiempo en las mazmorras de la Historia.
Considerándolo 70 años más tarde, es relativamente fácil
condenarlo, por asimilación al deshonroso régimen del mariscal
Pétain.
No obstante, en este capítulo focalizamos la atención sobre
otras repatriaciones colectivas forzosas hacia España aún menos
conocidas, que ocurrieron, no en tiempos de la ocupación de
Francia por los alemanes, sino antes, bajo la teóricamente democrática III República francesa, principalmente (pero no solamente) desde la primavera de 1939 (meses antes de que estallase la
guerra contra Alemania) hasta la derrota en el verano de 1940.
En relación con este período, cabe recordar un suceso muy
importante, insuficientemente conocido y estudiado: la mayoría
de los españoles refugiados en Francia cuando la llamada «Retirada», habían sido repatriados a España antes de que gobernara el
mariscal Pétain. Pero no se sabe bien ni cuántas personas fueron
repatriadas, ni en qué condiciones.
repatriaciones: poca atención, gran imprecisión
En 1999, Geneviève Dreyfus-Armand considera que hubo
entre 240.000 y 280.000 personas repatriadas, entre febrero y diciembre de 1939.330 Denis Peschanski avanza la cifra de 340.000
repatriados hasta junio de 1940.331 Según estas referencias, se
puede admitir –hasta que aparezcan nuevos estudios específicos– que los repatriados a España fueron entre la mitad y las dos
terceras partes de los 450.000 refugiados en Francia (cifra por
confirmar). Claro está que sería conveniente reducir las imprecisiones numéricas.
Geneviève Dreyfus-Armand subraya la ignorancia (60 años
después de los hechos) de lo que vivió en España la gente repatriada.
304
Aún poseemos escasa información sobre la manera de efectuar las repatriaciones a España. Una obra inmensa queda todavía
por ser estudiada, lo que permitiría conocer mejor lo vivido por
estos millares de personas tentadas o forzadas a volver, por diferentes consideraciones junto a las incitaciones francesas; falta por
conocer mejor también la extensión y la naturaleza de la represión que pudo ejercerse sobre los repatriados o sus familias.332
Diez años más tarde, la cuestión es: ¿Cuál fue el destino en
España de los dos o tres centenares de miles de personas repatriadas? Este aspecto no ha sido estudiado como se merece. Otras
cuestiones tan importantes como la precedente, pero relativas a
lo que ocurrió antes, en Francia, tampoco han sido resueltas: ¿En
qué condiciones fueron perpetradas las repatriaciones, cuándo,
quién, desde dónde y por qué camino? ¿Cuántas repatriaciones
fueron voluntarias y cuántas forzosas? Poca ha sido la atención
que se ha concedido a estos temas cuando numerosos testigos aún
estaban vivos.
En 1971, Mariano Constante, hablando de su experiencia
personal durante la primavera de 1939 en el campo de concentración francés de Septfonds (departamento de Tarn-et-Garonne),
escribió: «Una presión intolerable fue ejercida por las autoridades
del campo para que volviéramos a España».333 En 1999, Geneviève Dreyfus-Armand menciona este testimonio.334 En 2004,
Bartolomé Bennassar también cita a Mariano Constante, pero de
manera irónica y paradójica.
Parte de los milicianos o soldados republicanos, como Mariano Constante, sin preocuparse de las responsabilidades de su
Gobierno, no perdonaron a Francia las condiciones lamentables
de su acogida, y recordaban «las presiones intolerables» que habían sufrido para que regresaran a España. Es cierto que existieron, pero no fueron intolerables, ya que decenas de miles las
soportaron.335
En 2002, Denis Peschanski después de preguntar, con razón,
si se trató de repatriaciones voluntarias o forzosas, mencionó brevemente dos casos de repatriaciones posiblemente forzosas, sin
afinar más su respuesta.
305
En un ambiente tímido, poco curioso, algunos autores se
han aventurado a más.
repatriaciones forzosas: denegación perentoria pero
inexacta
Así, en 2004, Bartolomé Bennassar afirmó:
las repatriaciones, que desde luego se aconsejaron y recomendaron enérgicamente, nunca fueron obligadas.336
Basándose en esta firme declaración, René Grando aseguró
poco después:
Para desahogar los campos del Rosellón, hay, por supuesto, las
repatriaciones voluntarias, abiertamente fomentadas por Francia,
que, sin embargo, no realizará ninguna expulsión.337
En realidad, existen pruebas de que fueron organizadas repatriaciones colectivas por las autoridades de la III República
francesa, tanto antes como después de que empezara la guerra
contra Alemania, a espaldas de las personas afectadas y contra su
voluntad expresa.
repatriaciones forzosas colectivas: ya en primavera de
1939
En los Archivos del departamento de Haute-Vienne se puede consultar el artículo de periódico que figura a la izquierda de
la imagen 1, publicado el 16 de abril de 1939, en Le Matin y Le
Petit Parisien, bajo el título: Refugiados españoles se niegan a dejarse
repatriar y huyen por los campos. En él se puede leer:
Nevers, 15 de abril. Los gendarmes de Moux que debían de reunir a los refugiados del centro de alojamiento con vistas a su repatriación, se enfrentaron con muchas dificultades para ejecutar
las órdenes recibidas. Mujeres, niños y ancianos, negándose a
306
marcharse, huyeron por los campos. Los gendarmes tuvieron que
solicitar gente para ayudarles a detener a los fugitivos y hacerles
subir en los autocares. En el camino, cerca de Clamecy, varios
de ellos se escaparon y la gendarmería todavía debió intervenir.
Finalmente, estrechamente vigilados, los refugiados fueron conducidos a Nevers. Algunas horas más tarde, un convoy de doscientos españoles partió de la región de Nevers hacia la frontera
ibérica.338
Moux-en-Morvan se encuentra en el departamento de
Nièvre. Puede ser que el convoy formado en Nevers pasase por el
departamento de Haute-Vienne, para recoger a otros refugiados,
reunidos de la misma manera, ya que, en los mismos archivos,
cerca del mencionado recorte de periódico, se encuentra también
un telegrama enviado al prefecto del departamento, con fecha
17 de abril de 1939 (presentado a la derecha de la Imagen 1), en
el que se informa que refugiados españoles de la zona han sido
enviados hacia la España franquista a pesar de sus protestas.339
El telegrama está firmado por León Jouhaux, secretario general del sindicato CGT (Confederación General del Trabajo,
reunificada en 1936).340 El prefecto respondió, con prontitud y
muy educadamente, que en su departamento no era cuestión de
forzar a ningún refugiado; pero esta afirmación aparecerá como
falsa más tarde (Imagen 5).
El artículo de prensa y el telegrama precedentes atestiguan
que esta repatriación colectiva forzosa fue conocida por bastantes
personas, y que una poderosa organización popular francesa intervino para protestar.
En los mismos archivos del departamento de Haute-Vienne
se puede consultar otro artículo de prensa publicado en el periódico comunista Le Travailleur du Limousin, con fecha 7 de abril
de 1939, que atestigua la oposición expresada por una parte de
la llamada Francia profunda (Francia popular, Francia provincial)
contra la política de repatriaciones colectivas forzosas desplegada
contra los republicanos españoles.
La célula comunista y la sección socialista [de Nedde, pueblo
de Haute-Vienne] reunidas el 28 de marzo de 1939, protestan
307
por unanimidad contra las presiones gubernamentales que tienden a enviar a los refugiados españoles hacia la zona franquista.
Se indignan de que un enviado del prefecto, un supuesto inspector de higiene, pase por todos los campos para invitar a las mujeres a juntarse con sus maridos en la España fascista, cuando en
realidad ellos se encuentran en los campos de concentración. Se
sublevan contra la circular del prefecto que ordena a los refugiados escoger entre Hendaya y Cerbère, y, defendiendo el derecho
de asilo, piden con fuerza que los refugiados que tienen su vida
en peligro, o que quieren, por una razón o por otra, quedarse en
Francia, sean autorizados a buscar trabajo en nuestro país.
Nota bene: El 28 de marzo de 1939, los autores del precedente texto no conocían todavía la repatriación forzosa en autobús
desde la misma zona Nièvre-Haute-Vienne, que hemos relatado
(pues tuvo lugar dos semanas más tarde); y la guerra de España
oficialmente terminó el 1 de abril de 1939.
Imagen 1. Repatriación forzosa de 200 españoles, el 16 de abril de 1939.
Telegrama de protesta firmado el 17 de abril de 1939 por Léon Jouhaux,
secretario nacional de la CGT, principal sindicato francés. ADHV: 4M276,
4M272.
308
Conviene subrayar que esta repatriación colectiva forzosa
tuvo lugar apenas dos meses después del éxodo, en un contexto
político relativamente tranquilo con relación a lo que Francia conocería algunos meses más tarde.
repatriaciones forzosas colectivas, después de la declaración de guerra
A principios de septiembre de 1939, Francia y Gran Bretaña
firmaron la declaración de guerra contra Alemania. Necesariamente, el colosal acontecimiento tenía que influir en la política
francesa en cuanto a las repatriaciones de refugiados españoles.
Pero, ¿en qué sentido?: ¿interrupción de las repatriaciones o continuación? Porque, entonces, la República francesa se enfrentaba
con la Alemania hitleriana, como la República española había
hecho poco antes; se podía esperar que la República francesa respetara más, en lo sucesivo, a los refugiados republicanos y su libre
albedrío, pero no fue el caso: otras repatriaciones colectivas forzosas fueron ejecutadas.
El 16 de septiembre de 1939 (ver Imagen 2 a la izquierda)
el inspector de Policía Especial Escazeaux dio cuenta al Comisario Especial de Agen (departamento de Lot-et-Garonne) de lo
siguiente:
Según sus instrucciones, he conducido por ferrocarril (vagones
de mercancías), desde Agen hasta Hendaya, a 116 españoles hacia su país de origen... Salida de Agen el 14 de septiembre a las
diez horas... Llegada a Hendaya el día siguiente, 15, a la una y
cuarenta horas... Estando ausente el Comisario de División de
Policía de Hendaya, dejé hasta su llegada (a las seis y media) a
los 116 repatriados en sus vagones respectivos... luego escolté a
la totalidad de estos extranjeros al puesto fronterizo francés del
Puente Internacional.342
Hemos encontrado la lista de los nacionales españoles así repatriados. Sobre 116 personas, 110 eran niños (edad media: 12
años). Tratándose de niños, es difícil calificar estas repatriaciones
309
de forzosas o de consentidas. Pero, ¿dónde quedaban sus padres?
¿Cómo se decidió dirigirlos a su país de origen (es decir, España)?
¿A quién son devueltos? El informe, sin ninguna consideración
humanitaria (ningún dato relativo a la edad, la comida, las condiciones de higiene y la moral de estos extranjeros ), revela que el
transporte se efectuó en vagones de mercancías y duró cerca de
24 horas...
Mariano Constante evoca un caso semejante en el departamento de Hérault:
Las autoridades francesas habían decidido repatriar a los niños
españoles que mi padre tenía a su cargo. La actitud de mi padre,
habiéndose opuesto a esta medida y habiendo pedido el apoyo de
las organizaciones de izquierda y de los sindicatos, no gustó a las
autoridades que lo detuvieron... y mandaron los niños a España,
sin conocer previamente si entre ellos había algunos que tenían
sus padres en Francia, en África del Norte o en cualquier otro
lugar, debido a nuestra derrota...343
Un documento archivado por la Policía de Agen (Sûreté Nationale), fechado el 25 de septiembre de 1940, informa que (ver
Imagen 2 a la derecha):
A las 17 horas, el Comisario Especial de la estación de BordeauxSaint-Jean telefonea: a las 16:16 horas, un tren especial que transportaba a 900 refugiados españoles dejó Bordeaux-Saint-Jean
con destino a España, vía Agen, Tolosa, Perpiñán. Estos 900 refugiados se encuentran indignados porque no quieren regresar a
España. Es de reseñar que se produjo un suicidio en la estación de
Rochefort. Por otro lado, algunos españoles amenazan con echarse bajo las ruedas del tren antes que regresar a su país. En pocas
palabras, conviene tomar severas medidas de orden cuando pase
el convoy por su estación (de las 19:43 a las 19:53). Prefectura
avisada. La ayuda de un destacamento importante (sic) ha sido
pedida a la Plaza de Agen. Los comisarios especiales de Montauban y Tolosa han sido debidamente informados.344
310
Imagen 2. Repatriaciones poco después de empezar la guerra 1939-45.
A la izquierda: Informe sobre la repatriación de un centenar de niños
españoles (no sabemos dónde estaban sus padres ni si fueron informados) el
16 de septiembre de 1939, en vagones de mercancías. A la derecha: Informe
sobre la repatriación forzosa de unos 900 españoles, el 25 de septiembre de
1939. Archivos del departamento de Lot-et-Garonne: 4M323.
Evidentemente, se trata de una repatriación forzosa y masiva.
Conocimos por otros documentos administrativos que las manifestaciones, negándose a la repatriación, habían continuado; que
en Cerbère, autoridades del departamento de Pyrénées-Orientales
acudieron a visitar a la gente del convoy y que finalmente el prefecto decidió interrumpir la repatriación; los refugiados fueron
internados en los campos de concentración de los alrededores.
El 26 de septiembre de 1939, el Comisario Especial de Cahors (departamento de Lot) escribe al prefecto:
Objeto: Pequeño incidente en el momento de la salida de los
contingentes españoles... Hoy, hacia las 15 horas, en el patio de
la estación, zona exterior, justo en el momento en que los gendarmes se ocupaban de hacer entrar a los españoles, un grupo,
compuesto por refugiados que provenían de Limogne [un pueblo
cerca de Cahors], manifestó su descontento a tomar el tren. El
311
gendarme Pezeret, de Cahors, que pertenecía al servicio de orden,
discutió con el señor Contou, profesor de alemán en el Liceo. El
Señor Contou se ha quejado de haber sido amonestado por el
gendarme. Y añade que éste habría sacado su pistola, delante de
las españolas...345
Este «pequeño incidente» indica que un grupo de refugiados
españoles (mujeres, según la última palabra citada) se niega a tomar el tren; no se sabe exactamente cuál era el destino. ¿España?
Diferentes indicios nos conducen a dar respuesta afirmativa.346
Un francés se pelea con un gendarme ¿por haber expresado alguna solidaridad? Pensamos que tal fue el caso.347
El 25 de octubre de 1939, desde Narbona (departamento de
Aude), el inspector de Policía Especial Astruc escribió al Comisario Especial, «Jefe de Sector» (ver Imagen 3):
Esta mañana, hacia las 9:30, he sido informado... que mujeres
de nacionalidad española, repatriadas y que se encontraban en
viaje a Hendaya habían dejado el convoy cuando se paró algunos
minutos en la estación [de Narbona]... Comprobé la presencia de
23 mujeres y niños, que declararon haber dejado el tren a espaldas del jefe de convoy, y esto para sustraerse de ser conducidas a
Hendaya... después de haberme informado de sus instrucciones,
tomé todas las medidas necesarias para su embarque hacia Hendaya, bajo escolta... En el momento de subir al tren, estas mujeres
se opusieron a su salida, y con gran dificultad conseguí hacer subir a dieciséis de ellas sobre un total de 23. Una de estas mujeres,
que tuvo un ataque de nervios, ha sido encontrada tumbada en
el suelo e inconsciente, justo al lado del vagón. La hermana de
esta mujer, que sufría de la misma enfermedad [sic], han [sic]
sido hospitalizadas provisionalmente después de la consulta del
Doctor Aussilloux de Narbonne. Se trata de las llamadas Letine
Juana y María. Otra, acompañada por cinco niños, uno de ellos
casi recién nacido, se negó categóricamente a subir al tren. Se trata de la llamada Gutiérrez Lacon... Estas refugiadas dieron pruebas de mal carácter y parecían [sic] estar muy sobreexcitadas, no
queriendo, de ninguna manera, ser enviadas hacia la estación de
Hendaya... Este incidente habría podido fácilmente ser evitado si
312
el jefe del convoy hubiera actuado con un poco de tacto cerrando
las portezuelas en el momento de la salida del tren, dado que no
ignoraba que estaba en relación con gente poco recomendable.
Estas últimas manifestaciones deberían ser tomadas en consideración, a mi parecer, ante todo en el momento de la salida, si se
quiere lograr, de ahora en adelante, evitar incidentes semejantes
siempre lamentables y onerosos para las finanzas públicas.348
De este incidente, revelador en cuanto a las instrucciones de
no respetar las oposiciones a las repatriaciones, Denis Peschanski
indica brevemente que:
En un informe a su superior jerárquico, el inspector de policía
Astruc señala un incidente sobrevenido el 25 de octubre de 1939
en la estación de Narbonne: veintitrés mujeres y niños habían dejado el tren a espaldas del jefe de convoy, con el fin de sustraerse
a su traslado a España, vía Hendaya.349
sin señalar que esta repatriación colectiva forzosa continuó.
Finalmente, el autor menciona350 un caso de repatriación
impuesta, considerado como un acto de represión consecutivo
a incidentes ocurridos en el campo de Argelès-sur-Mer (departamento de Pirineos Orientales):
Una nota de servicio del comandante de Argelès, encontrada en
los archivos del Partido Comunista español y fechada el 11 de
julio de 1940, muestra que la repatriación fue utilizada como un
instrumento represivo en caso de incidentes en el campo.
La formulación empleada por Denis Peschanski es vaga y
breve: esta nota, firmada l’adjudant, Cdt. la 1ère Section, Lavagne (el ayudante, comandante de 1a 1a Sección, Lavagne), aporta
muchas otras informaciones precisas y amenazantes que merecen
ser publicadas:
Han sido lanzadas piedras sobre el servicio encargado de la vigilancia exterior. Con el fin de reprimir los gestos de indisciplina
y en calidad de represalias, una redada ha sido ejecutada en la
313
Imagen 3. El papel de la policía.
Repatriación forzada de unos 20 españoles, el 25 de octubre de 1939.
Archivos del departamento de Aude: 6M26.
parte del campo donde se produjo la agitación. 45 refugiados han
sido detenidos y sin discusión dirigidos hacia España. Desgraciadamente, como siempre en semejantes casos, pagan justos por
pecadores. Considerando el incidente más arriba señalado, los
centinelas han sido dotadas de municiones con balas efectivas
y recibieron la orden de disparar contra todo refugiado que no
quiera obedecer las instrucciones que se le den.
314
Con el texto precedente queda claro que la gente repatriada
por la fuerza lo ha sido arbitrariamente. Esta nota administrativa
(conservada en Madrid, en los archivos del Partido Comunista de
España) corrobora la primera parte de un relato de graves incidentes ocurridos en el campo de Argelès, que hemos encontrado
en los Archivos Departamentales del Lot.
El 10 de julio fueron llevados a España 49 hombres, todos
de la misma barraca, sin que hubieran cometido el menor delito.
He aquí el caso:
un negro [un guardia senegalés] que estaba al cuidado de las
alambradas dio brutalmente bastonazos a un niño que había logrado salir a través de los huecos de la alambrada con la intención
de recoger una pelota. (...) Algunos refugiados que desde el campo vieron la bárbara paliza trataron de impedir con sus gritos que
el guardia senegalés siguiera golpeando al niño, y como el guardia
continuaba, recogieron arena en el suelo amenazando tirársela,
finalmente la dejaron y se fueron sin ser identificados. Pero el
jefe del campo n.° 5 en el cual ocurrió el acontecimiento quiso
vengarse de algunos hombres y denunció en masa a toda la barraca. Sin explicaciones ni confesión, fueron todos transportados
por la fuerza incluso las mujeres y los niños de los hombres que
debían irse.351
Pero el asunto no acabó así. A partir de ese día (...) hubo salidas colectivas de hombres con destino hacia España sin motivo
(...) Ayer, 2 de agosto, salieron del campo especial 72 hombres
para unirse a un grupo llegado de otro campo hasta alcanzar la cifra de 200. Muchos de ellos, suponiendo el destino que se les iba
a dar, se tiraron al suelo prefiriendo recibir los golpes de la fuerza
armada y sucumbir antes que dejarse conducir (...) Violentamente les obligaron a andar (...) fueron encerrados herméticamente
en los vagones (...) El convoy se puso en marcha hasta la frontera
(...) Los hombres encerrados en los vagones comenzaron a golpear la madera de los techos (...) tirándose en marcha, poniendo en riesgo su vida. (...) Unos huyeron hacia la montaña, otros
donde pudieron. Toda la fuerza armada se puso en movimiento
para su búsqueda y su captura.
315
Wifredo Guillén López vive actualmente352 en Pamiers
(Ariège). Tenía 13 años y medio, cuando, el 3 de noviembre de
1939, los autobuses llegaron para buscar a los refugiados españoles del campo de Pontenx-les-Forges (Landas) donde se encontraba con su madre, su hermano y su hermana. Su padre estaba
confinado en el campo de concentración de Bram (Aude). El
convoy de autobuses (más de una docena, según su recuerdo de
niño) se puso en marcha sin que los españoles supieran dónde se
les llevaba. Lo supieron viendo los carteles: Burdeos... ¡Hendaya!:
Llegaron los guardias civiles:
¿No quieren bajar? ¡No, señor! Nos obligaron. Hicimos una cadena delante del puente internacional. Las mujeres chillaban más
que los niños: «¡Ustedes no tienen derecho, nuestros maridos están en Francia!». Pareció que habíamos ganado: nos convencieron para subir y para volver atrás. Pero de repente los autobuses
cruzaron el puente: «¡Y ahora hay que bajar, o voluntariamente
o a la fuerza!».353
Tras cinco días pasados en el campo de concentración de
Fuenterrabía, un tren de mercancías los llevó desde Irún hasta
Madrid; de ahí fueron autorizados a volver a su casa (Luzón,
Guadalajara).
Wifredo volvió a ver a su padre en septiembre de 1945, entrando clandestinamente a Francia, a la altura de Seix (Ariège).
Para Wifredo comenzaban las idas y vueltas para continuar la
lucha antifranquista en España.
El 4 de noviembre de 1939, Rosita Colomer, nacida Ruy,
madre de una niña, domiciliada en Gramat, se dirigió al prefecto
del departamento de Lot:
Vengo a suplicarle Señor Prefecto que no me obligue a repatriarme sin mi marido... ¿qué haría en España si mi marido no está
conmigo? ¿Hasta qué punto sería desgraciado si supiese que hemos marchado y que él se había quedado en Francia?354
Pero el 15 de diciembre de 1939, el Comisario Especial de
Cahors escribió al mismo prefecto:
316
Referencia a sus instrucciones del 7 y 11 de diciembre de 1939
relativas a los refugiados españoles de Gramat el 14 de diciembre
corriente, a las 6:45, siendo asistido por el Sr. Pons, inspector
de policía especial y Pelaprat, inspector de la seguridad, de mi
servicio, así como de los gendarmes, puse en el tren unos cuantos refugiados españoles de Gramat... En resumen 29 refugiados
tomaron el tren...355
En los primeros puestos de la lista de los refugiados dirigidos hacia Cerbère, encontramos a Rosita Ruy Colomer y su hija
Felicidad.
Manuela Sánchez Bonachea, que vive hoy en el Lot, atestigua que no tenía 2 años cuando a principios de diciembre de
1939 su madre, Pilar Bonachea Velasco, y sus 4 hermanos y hermanas, de 4 a 9 años de edad, fueron embarcados en un tren
en Clermont-Ferrand con decenas de otras mujeres y niños para
realizar un supuesto traslado. En el curso del viaje estas mujeres
descubrieron con indignación que se les conducía hacia España,
vía Hendaya. El marido de Pilar, Gabriel Sánchez García, estaba
en Francia, ¡y ella estaba embarazada de 8 meses! El 13 de enero
de 1940, en Santander, unas monjas asistieron al parto de Pilar;
nació una niña: María Emilia. Pilar tuvo que dejarles al bebé dos
semanas a las monjas para ocuparse de sus otros niños. Cuando
pudo volver, le informaron que María Emilia había muerto. Manuela efectuó gestiones en Santander: no encontró ningún rastro
de su hermanita en los registros de defunciones...356
José Ramos357 recuerda que en vísperas de Navidad de 1939
(tenía entonces 16 años), su madre y él fueron embarcados en
la estación de Rennes (departamento de Ille-et-Vilaine, Bretaña)
con otras mujeres y niños para un supuesto traslado. A través
de los ferroviarios, los centenares de trasladados supieron que se
les llevaba a España y protestaron. En la estación de Burdeos,
soldados senegaleses les obligaron a subir de nuevo en el tren.
Nueva manifestación en la estación de Toulouse, después en la de
Perpiñán. Acudió el prefecto, y al comprobar la negativa firme y
general lanzó la siguiente amenaza: Escojan: ¡España o los campos
de concentración! Así es como el joven José fue encerrado en Argelès (donde se encontró con la sorpresa de ver a su padre).358
317
Luisa Fréchin Rivera, que vive en Cahors (departamento del
Lot), tenía apenas 10 años cuando, con su madre y sus tres hermanitas, fueron embarcadas en Roscoff (departamento de Finistère, Bretaña) para ser trasladadas. Al descubrir que se les enviaba
a España, los refugiados (esencialmente mujeres y niños) intentaron abandonar el tren en la estación de Burdeos; al ser bloqueadas
las portezuelas, salieron por las ventanas y se manifestaron en los
andenes. Personalidades bordelesas acudieron. Después de varias
horas de negociación, el convoy fue redirigido hacia Bretaña.359
las
repatriaciones
forzosas
colectivas
encuentran
colaboradores
El ardor por repatriar españoles contra su voluntad no fue
exclusivo de prefectos y policías. Así, los Archivos de la HauteVienne conservan una carta del alcalde de Bessines-sur-Gartempe dirigida al prefecto, con fecha del 27 de marzo de 1939 (ver
Imagen 4). Bajo el título: Lista nominativa de los refugiados españoles, con residencia en Bessines, que deben ser conducidos hacia
Cerbère, figuran los nombres de 30 personas. Bajo esta lista, el
alcalde declara sencillamente:
Interrogados acerca del punto de la frontera por el cual desean
volver a España, todos los refugiados se negaron a responder, pretextando que Franco y sus partidarios les harían pasar un mal
rato. Ante la negativa general, decretó sin mas discusión que debían volver por Cerbère, ya que provenían de aquel lado.360
Una repatriación forzosa colectiva absolutamente oficial
Todavía en los Archivos del departamento de Haute-Vienne
se puede consultar una carta, con la estampilla de «Secreto», dirigida el 26 de febrero de 1940 al prefecto del departamento por
el general de la Baume, comandante del Grupo de Subdivisiones
de Limoges (ver Imagen 5, a la izquierda):
318
Como respuesta a su demanda del 25 de febrero de 1940 acerca
de la repatriación forzosa de refugiados españoles, un pelotón de
GRM (Guardias Republicanos Móviles) de Bélac ha sido puesto
a su disposición y llegará a Magnac-Laval, el 28 de febrero a las
8.361 Conviene subrayar que el general escribió exactamente: repatriación forzosa.362
A la derecha de la Imagen 5, presentamos una carta dirigida
por el prefecto, la víspera del 25 de febrero de 1940, al alcalde de
Magnac-Laval:
Tengo el honor de enviarle, a título estrictamente confidencial
[sic], copia de mis instrucciones con fecha de hoy, al Sr. Comisario especial con vistas a asegurar la repatriación obligatoria de
los refugiados españoles albergados en su centro y cuyos nombres
figuran en el documento que se adjunta.363
Conviene subrayar que el prefecto escribió exactamente: repatriación obligatoria.364
En el mismo grupo de archivos de Haute-Vienne se pueden
examinar las órdenes enviadas por el prefecto al Comisario Especial, con fecha también del 25 de febrero de 1940:
Así como es importante que este traslado no dé lugar, por parte de la población, a manifestaciones de curiosidad o hasta de
simpatía que podrían ser penosas, toda disposición deberá ser
tomada para, que excepto los representantes de la municipalidad,
ninguna individualidad sea admitida en el interior del centro durante la mañana de la salida y para que el acceso a la estación sea
prohibido a otras personas diferentes de los viajeros provistos de
sus billetes.
También convendrá, para el desplazamiento de los refugiados
desde el centro hasta la estación, tomar el itinerario más corto y
más alejado de las aglomeraciones de personas (...)
El Gobierno español dio desde hace tiempo, a sus nacionales momentáneamente desterrados, seguridades si regresan. La vuelta de
los refugiados a su Madre Patria dejó en lo sucesivo de ser para
ellos una facultad. Todas las familias que figuran en el listado
319
Imagen 4. El papel de ciertos alcaldes.
Ejemplo de colaboración de un alcalde para facilitar la repatriación forzosa
de unos 30 españoles, el 27 de marzo de 1939. Archivos del departamento
de Haute-Vienne: 4M272.
adjunto deben, pues, tomar el camino de su país de origen. Esta
es una orden que usted tendrá que aplicar con tacto pero, si es
necesario, imperativamente (...)
En cuanto al servicio de escolta hasta la frontera de Hendaya,
puede disponer de un efectivo de 72 personas, y debido a la necesidad de precauciones particulares dispone también de 12 suboficiales no comprendidos en la cifra de 72.365
320
Imagen 5. Órdenes oficiales de repatriación colectiva forzosa.
Repatriación forzada de 78 españoles, el 26 de febrero de 1940.
Archivos del departamento de Haute-Vienne: 4M273.
Según la lista conservada en los Archivos Departamentales
de Haute-Vienne, junto con los precedentes documentos, este
caso de repatriación forzosa –completamente oficializado, si fuese
necesario, por los correos del prefecto de Haute-Vienne y del
comandante de la plaza de Limoges– concierne un grupo identificado de 78 personas (n.º 72). La mitad eran niños.
El prefecto declara que la repatriación es obligatoria y da instrucciones para que se ejecute lo más discretamente posible. El
comandante de la plaza de Limoges, toma nota –oficialmente–
de que se trata de una repatriación forzosa.
consideraciones finales
Mas de 70 años después del éxodo causado por la guerra contra la República española, el examen meticuloso de los archivos
públicos –en la actualidad de más fácil acceso–366 y el estudio de
testimonios ignorados, permiten un mejor conocimiento de lo
que ocurrió realmente.
321
Hace unos veinte años se aceptaba comúnmente la idea que
la masa de los refugiados españoles en Francia fue acogida de manera indigna... Pero limitándose casi siempre a miradas funcionales o humanitarias, sin entrar mucho en la evaluación racional
de las opciones políticas. Hoy, cabe estudiar más y mejor las responsabilidades de las autoridades francesas. Hoy cabe investigar
metódicamente sobre varios aspectos todavía poco considerados,
tales como: la mortalidad en los campos de concentración franceses, la importancia de los malos tratos y/o de la explotación en
las Compañías de Trabajadores Extranjeros y en los Grupos de
Trabajadores Extranjeros, la represión cívica y política, las detenciones arbitrarias, el abandono a los alemanes (organización
Todt, deportaciones, etc.) y, naturalmente, la entrega de refugiados a la España franquista.
Aquí hemos focalizado la atención no sobre las entregas más
o menos individuales,367 sino sobre las repatriaciones colectivas
forzosas. Y más específicamente, entre la primavera de 1939 y el
verano de 1940 (III República y primeros días del Estado francés).
Este trabajo, preliminar desde luego, presenta pruebas de
existencia, originales y significativas: las repatriaciones colectivas
forzosas hacia la España franquista, entre 1939 y 1940, señaladas
desde años por ciertos testigos sin que se les preste atención, ya
no pueden ser negadas.
Evidentemente, es necesario extender y profundizar las primeras investigaciones realizadas, y, fundamentalmente, intentar
medir numéricamente el fenómeno.
Hemos notado que tales repatriaciones colectivas forzosas de
republicanos españoles no pasaron inadvertidas; no sólo suscitaron documentos administrativos y policiales sino también informaciones de prensa, actos de reprobación y de solidaridad. A
pesar de su realidad y visibilidad en aquel entonces, han quedado
esencialmente ausentes de las obras históricas que tratan del período. Sería interesante conocer mejor y comprender este fenómeno largo y poderoso de amnesia dominante.
322
notas
Texto de la ponencia presentada en el Seminario Desplaçaments forçosos i exilis a l’Europa del segle XX, La Junquera, 22 de octubre de
2010 (Museu Memorial del Exilio y Universidad de Perpiñan).
325
Como estudio muy riguroso en cuanto a la constitución de este convoy, recomendamos primero el trabajo de LÉGER, A., Les Indésirables. L’histoire oubliée des espagnols en pays charentais, Le Croît vif,
coll. «Documentaires», Paris, 2000. Alain Léger compila y corrige
pertinentemente los errores de varios autores. También Montse Armengol, M. y Belis, R., El convoy de los 927, Plaza Janès, Barcelona,
2005. Obra basada en el reportaje El comboi dels 927, producido por
Televisió de Catalunya.
326
El caso no aparece en el principal libro francés dedicado al conjunto
de los campos de concentración en Francia: PESCHANSKI, D.,
La France des camps, Gallimard, Paris, 2002; todavía no es mencionado en el documental presentado en 2010 por un importante
canal de la televisión francesa: Denis Peschanski y Jorge Amat, La
France des camps, 1938-1946. El caso es brevemente presentado en:
DREYFUS-ARMAND, G., L’exil des républicains espagnols en France, Albin Michel, Paris, 1999, p. 124; la autora indica que fueron
2.000 las personas concernidas, en lugar de 927, refiriéndose a Émile Temime y Eduardo Pons Prades (también equivocados).
327
442 es el número de personas que aparece en la «Nota informativa de la Dirección General de Seguridad. Irún 3-10-1940/Madrid
11-09-1940. MAE», citada por ARMENGOU, M. y BELIS, R.,
El convoy de los 927, op. cit., p. 199. Sin embargo, en la p. 11 de la
misma obra, los autores afirman: «En el convoy iban 437 mujeres y
niños y 490 hombres», apoyándose en: LÉGER, A., Les Indésirables.
L’histoire oubliée des espagnols en pays charentais, op. cit., p. 111.
En este trabajo, excepcionalmente meticuloso, Alain Léger cita un
billete conservado en los archivos de Charente (referencia: 1 M
240), escrito con lápiz, según el cual 437 mujeres y niños, más 490
hombres, formaron el convoy del 20 de agosto (este billete no indica
la frontera de edad entre niños y hombres, lo que puede explicar
la diferencia entre 437 y 442). En el sitio Internet del Memorial
Democràtic de Catalunya (http://www20.gencat.cat/portal/site/
memorialdemocratic/), una breve presentación indica que 470 personas quedaron en Mauthausen, lo que significaría 457 personas
retornadas a España en lugar de 442; y que el convoy salió de Angoulême el 24 de agosto, no el día 20.
324
323
Llegaron a Irún el primero de septiembre de 1940. La presentación
del Memorial Democràtic de Catalunya, citada en la precedente
nota, indica que el viaje de las mujeres y de los niños hasta España
duró 18 días; en realidad, desde la salida de Angoulême hasta Irún
pasaron 11 días; luego las familias fueron llevadas a Asturias, Aragón
o Cataluña, etc., lo que supuso varios días más de tren. ARMENGOU, M. y BELIS, R., El convoy de los 927, op. cit., pp. 199-206,
han publicado elementos de testimonios relativos a la mala acogida.
329
El 10 de julio de 1940, seis semanas apenas antes de la salida del
«Convoy de los 927», el 88 % de los parlamentarios franceses habían
votado a favor de conceder plenos poderes al mariscal Pétain.
330
DREYFUS-ARMAND, G., L’exil des républicains espagnols en France, op. cit., pp. 77-80.
331
PESCHANSKI, D., La France des camps, op. cit., p. 40.
332
DREYFUS-ARMAND, G., L’exil des républicains espagnols en France, op. cit., p. 78.
333
CONSTANTE, M., Le partisan espagnol (1971), Éditions Tirésias,
Paris, 2004, p. 147. Mariano Constante falleció el 20 de enero de
2010, en Montpellier.
334
DREYFUS-ARMAND, G., L’exil des républicains espagnols en France, op. cit., p. 73.
335
BENASSAR, B., La guerre d’Espagne et ses lendemains, Perrin, Paris,
2004, pp. 414-415. Existe traducción al castellano: El infierno fuimos nosotros, Taurus, Madrid, 2005, p. 395.
336
BENASSAR, B., La guerre d’Espagne et ses lendemains, op. cit., p.
412. El infierno fuimos nosotros, op. cit., p. 393.
337
GRANDO, R., ¡Al campo! Espagne 1939, éxodo, frontera, exilio, Editions Mare Nostrum, Persignan, 2006.
338
Archivos Departamentales de Haute-Vienne (ADHV): 4M276.
339
Ídem: 4M272.
340
Premio Nobel de la Paz en 1951.
341
ADHV: 4M272.
342
Archivos Departamentales de Lot-et-Garonne ADLG): 4M323.
343
Mariano Constante, Le partisan espagnol, op. cit., p. 153.
344
ADLG: 4M323.
345
ADLG: 1W646.
346
En un correo con fecha de la víspera, 25 de septiembre, el prefecto
del Lot preconiza: La persuasión urgente deberá acompañarse de una
energía activa (...) ¿No es el interés de estas mujeres y de estos niños de
atravesar más rápidamente la frontera? (...) Me he arreglado, sin que el
menor incidente se haya producido hasta entonces, para evacuar hacia
328
324
Hendaya y Port-Bou convoyes semanales de 150 o 250 refugiados españoles. Ídem.
347
Porque otros documentos de los mismos archivos indican que el
profesor Contou es un militante de la causa republicana española.
348
Archivos Departamentales de Aude (ADA): 6M26.
349
Denis Peschanski, La France des camps, op. cit., p. 40.
350
Ibídem.
351
ADLG: 1W949. Una nota emitida por la Dirección General de la
Seguridad Nacional informa que ha sido interceptado (y traducido:
disponemos solamente del texto en francés) un correo de varias páginas destinado a un tal Señor González Franck, residente en Nueva
York, emitido por el secretario del consejo del MLE [MLE: Movimiento Libertario Español] desde el pueblo de Gourdon (Lot). La
policía intenta identificar y detener a este militante ácrata. Es interesante señalar que este correo, fechado del 14 de agosto de 1940, se
titula: Protesta contra el régimen de los campos españoles en Francia , y
empieza así: De los campos de concentración en Francia, surge un grito
de angustia.
352
Wifredo Guillén ha fallecido poco tiempo después (el 11 de marzo
de 2011) de escribir estas líneas.
353
Varias entrevistas en Pamiers, en 2008-2009. Ver: Bulletin
d’information de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France-FFI, n° 116, 4e trimestre 2009, p. 3.
354
ADLG: 4 M109-111.
355
Ídem.
356
Varias entrevistas en Cahors o por correspondencia, en 2006-2008.
357
Hasta su muerte secretario nacional de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France-FFI. Falleció en Toulouse el 13 de diciembre de 2010.
358
Varias entrevistas en Toulouse en 2006-2008.
359
Varias entrevista en Cahors en 2006-2008.
360
ADHVienne: 4M272.
361
ADHV: 4M273. Belac y Magnac-Laval son localidades del departamento de Haute-Vienne.
362
Este importante documento ha sido publicado por primera vez en:
FARRENY, Ch. y FARRENY, H., L’Affaire Reconquista de España.
1942-1944 Résistance espagnole dans le Sud-Ouest, Éditions d’Albret,
2009 (1a edición), p. 144; Éditions Espagne au cœur 2010 (2.a edición), p. 134. Y por los mismos autores en: Bulletin d’information
de l’Amicale des Anciens Guérilleros Espagnols en France-FFI, n.° 115,
3er trimestre 2009, p. 12. También Du traitement arbitraire des réfu-
325
363
364
365
366
367
giés espagnols par les autorités françaises, Actas del coloquio La Guerre
d’Espagne dans l’Histoire de France, Nérac, 7 y 8 de marzo de 2009.
En prensa.
ADHV: 4M273.
Este segundo importante documento no ha sido nunca publicado ni
tampoco mencionado. Al menos no tenemos constancia de ello.
Archivos Departamentales de Haute-Vienne: 4M273.
Límites legales han sido superados, potentes medios fotográficos e
informáticos facilitan la consulta y el análisis.
Expulsiones como castigo o para alejar enemigos peligrosos o según
arreglos políticos con el régimen franquista. Merecen también mejor
atención.
agradecimientos
Por sus informaciones y correcciones, a Luisa Fréchin, Wifredo Guillén,
Pepita León, José Ramos y Manuela Sánchez.
Por su acogida, a Jordi Font.
Por su ayuda constante, a José González y Ramón San Geroteo.
326
capítulo
10
izquierda republicana. represión, lucha clandes-
tina y olvido. notas para un debate sobre el estado
de la cuestión
Isabelo Herreros
Presidente de la Asociación Manuel Azaña
introducción
Al abordar un trabajo acerca de la represión franquista y su
repercusión en Izquierda Republicana, partido que desempeñaba
la acción de gobierno en el momento de la sublevación fascista del
18 de julio de 1936, es obligado acudir a las lúcidas reflexiones del
profesor Nigel Townson, que no sólo ha sido capaz de situar en
su justa medida la aportación del republicanismo español en los
últimos ciento cincuenta años sino que ha analizado las causas del
despropósito que supone, en el ámbito académico, la persistencia
en una metodología que desprecia, por ignorancia o por contumacia, la historia de los partidos y movimientos que encarnaron
durante casi doscientos años la única oposición a la monarquía y a
las oligarquías dominantes, y fue hasta la primera década del siglo
XX la única izquierda política y social en nuestro país.
No es un asunto fácil, sin documentación, sin apenas bibliografía y sin fuentes orales, abordar o aproximarse a lo que fue el
proceso de aniquilación de un partido político que, además, fue
dado por difunto por quienes hicieron la famosa transición a la
democracia, con amnesia, impunidad y falseamiento de la historia. Y no solo eso sino que, tal y como en el sueño orweliano, se
procedió a reescribir la historia al dictado de la coyuntura histórica, y con la insistencia en unos tópicos que han calado en nuestra
sociedad, y que aún leemos y escuchamos.
327
Se parte en ese catecismo de premisas falsas, pero que a fuerza
de ser repetidas una y otra vez sin réplica, se llegan a convertir
en verdades oficiales, es decir, y según esta visión maniquea, la
guerra fue inevitable, y los actores fueron, de una parte, Franco
y unos cuantos militares, sublevados contra un gobierno extremista, anticlerical, que asesinaba a sus adversarios, enfrentado al
ejército y que había derivado hacia el comunismo. Iniciado el
conflicto, los actores se desdibujan hasta hacer desaparecer sus
perfiles, máxime cuando seguimos aún sin monografías y trabajos
definitivos acerca de aquellos años, a pesar de existir varios miles
de libros con la guerra española de 1936-1939 como fondo.
Pero volvemos al profesor Townson y a una explicación de las
causas que han hecho que aún hoy no contemos con la versión
de los propios republicanos, no de quienes genéricamente defendieron la legalidad republicana, sino de aquellos que militaban o
militan en partidos republicanos, o de las propias organizaciones,
cuestión muy distinta:
El PCE, fuerza dotada de la máxima creatividad y capacidad propagandística entre las oponentes al franquismo,se erigió en nuevo obstáculo para la historia del republicanismo. Políticamente,el
PCE defendía la forma de gobierno republicana, pero no particularmente partidario, ni ideológica ni organizativamente, de sus
seguidores. Durante los años sesenta y setenta, cuando el resto de
la oposición comenzó a recuperar su historia, se vio más influida
por el marxismo –y en menor grado por las corrientes libertarias–
reinantes entre la izquierda europea occidental, que por las ideas
liberales asociadas al republicanismo. Construyó así una errónea
imagen de si misma como movimiento obrero. Esto tuvo como
inmediata consecuencia el que su interés por los temas históricos
se centrara en el marxismo y el anarquismo, ignorando la importancia del republicanismo –equiparado con burguesía– tanto en
la historia general española como en la del obrerismo político.368
transición y memoria
Cuando en España se produjo la recuperación de libertades
328
formales, tras la muerte del general Franco, se desencadenó un
autentico aluvión de publicaciones en forma de revistas, coleccionables, documentales cinematográficos, libros de memorias, etc.
En algunos casos por interés comercial y en otros por sectarismo
político, lo cierto es que prevaleció un maniqueísmo, acerca de
la guerra y del exilio, que poco tenía que ver con la realidad, y
las imágenes e impactos que recibieron las generaciones que no
habían vivido la Guerra Civil es que lo que ocurrió en España de
1936 a 1939 fue un enfrentamiento entre Franco y los comunistas; estos últimos a su vez libraban una guerra en la retaguardia
contra quienes querían hacer la revolución, léase movimiento libertario.
Parecería que Franco se había levantado en armas contra un
régimen comunista, cuando la realidad es que quien gobernaba en
España en julio de 1936 era una coalición de partidos de centroizquierda: Izquierda Republicana, Unión Republicana y Esquerra
Republicana de Catalunya, con el apoyo, pero fuera del gobierno,
de socialistas y comunistas, estos últimos con apenas 16 diputados. El programa del Frente Popular era reformista y trataba de
reanudar la obra de modernización del primer bienio republicano,
dentro de un escrupuloso respeto a la democracia parlamentaria,
en la que jugaban de modo desleal los partidos de las derechas.
Los republicanos no solo no pudieron comparecer a las primeras elecciones, las de 1977, a las que sí pudieron presentarse
los franquistas de toda laya y también los de la dictadura del
proletariado, sino que nadie, en el ámbito académico se tomó la
molestia de recoger el testimonio de relevantes protagonistas de
la guerra, como políticos o militares, que aún vivían. Tampoco
tuvieron los republicanos capacidad ni medios para hacer oír su
voz. Ni siquiera podían expresarse libremente, y se daba la paradoja de que mientras ya era legal el PCE aún eran detenidos
los pequeños burgueses republicanos, y registradas y clausuradas sus
sedes e incautada su propaganda.
Por entonces era muy poderosa la escuela Tuñón de Lara,
y relevantes historiadores de este grupo fueron responsables del
ninguneo, con carácter retroactivo, de los republicanos, por per-
329
tenecer, los partidos republicanos de izquierda, según esta sectaria visión de la historia, al bloque burgués dominante, y como lo
que al parecer esperaban de la Transición era muy superior a las
tímidas conquistas de la Segunda República prevaleció una visión
simplista de lo que significó el primer bienio republicano, donde
unas veces se señalaban las insuficiencias de las leyes sociales, la
represión de las libertades, y en otras pretendidos extremismos,
como en la política religiosa.
Basta analizar un texto de Tuñón, acerca del 14 de abril de
1931, para entender el discurso al que nos venimos refiriendo. En
un artículo publicado por la revista Tiempo de Historia, en abril
de 1981, Tuñón criticaba al régimen republicano, y señalaba que:
En el gobierno provisional había siete juristas; lo jurídico era gran
preocupación de aquellos pequeñoburgueses convertidos en revolucionarios durante una breve coyuntura. Sin duda, faltaron
los sociólogos y los economistas.
Ignoro si al realizar estas afirmaciones, muy al uso en aquellos años, conocía las biografías de los integrantes del Gobierno
provisional de la Segunda República, donde, sin ir más lejos, los
dos representantes del Partido Republicano Radical-Socialista,
Marcelino Domingo y Álvaro de Albornoz, tenían a sus espaldas
una dilatada trayectoria de cárceles, exilio y penalidades de todo
tipo, con episodios en su historia personal como la huelga general
de 1917. De otra parte, mal podía haber economistas y sociólogos en el Gobierno republicano, cuando es sabido que estas
profesiones y disciplinas universitarias son recientes.
No obstante hoy día es conocido que se acometió una gran
reforma del sistema financiero y que durante el primer bienio
estuvieron al frente del Ministerio de Hacienda y del Banco de
España los mejores hacendistas del momento, bien como ministros, Luis Nicolau d’Olwer y Jaime Carner, bien en cargos de importancia: Isidoro Vergara, subsecretario del Ministerio, y Julio
Carabias, gobernador del Banco de España.
El sectarismo llevaba a no mencionar siquiera a los partidos republicanos, como si no hubieran existido, y se trataba de
330
dar entender que sus organizaciones eran simplemente unos clubes de notables organizados para la ocasión, y así, sus dirigentes
aparecen como salidos de no se sabe dónde, pero en un mismo
grupo, sin matices, y donde el lector no puede saber la diferencia
entre Alcalá Zamora, católico y conservador, hombre del viejo
régimen, incorporado a las filas de la Conjunción RepublicanoSocialista, y un veterano republicano de izquierdas como Santiago Casares Quiroga, abogado durante muchos años de los obreros coruñeses.
Solo a mediados de los años ochenta, algunos historiadores,
en el ámbito progresista, desafiaron esa peculiar metodología y
se inició la recuperación de la memoria republicana, si bien es
cierto que aún son escasos los libros, y que faltan estudios locales
y biografías, y que están por realizar historias de partidos relevantes; cuando existen miles de investigaciones publicadas acerca de
sindicatos y partidos de clase de todo tipo; hasta partidos como
el POUM o el Sindicalista han sido objeto de estudio y de ediciones, con el acompañamiento de centenares de biografías de socialistas históricos, a cargo de las editoras oficiales de comunidades
autónomas, diputaciones y ayuntamientos.
Este ha sido, y es, el panorama, frente a la ausencia de investigaciones acerca de partidos que no solo fueron fundamentales
en su aportación cultural, educativa y laicista, durante más de
cien años, sino que en algunos casos gobernaron España.
Tampoco ha salido mejor parado el movimiento estudiantil
de los años cuarenta, protagonizado por la reconstruida FUE, y
sobre la que se cebó una brutal represión. Se ha incentivado más
la recuperación de la memoria de las luchas antifranquistas de los
universitarios de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo,
quizás porque algunos gobernantes de los años ochenta habían
participado en las mismas. De nuevo nos encontramos sin una
explicación sólida que fundamente el porqué de las cosas.
Por citar un acontecimiento sobre el que se ha escrito mucho, y aún hoy se sigue estudiando: la defensa de Madrid 19361939. Es comprensible que, desde el punto de vista informativo,
de un periódico o de una cadena de televisión, tenga más interés
331
hoy entrevistar a Santiago Carrillo, personaje segundón e irrelevante en la Guerra Civil, pero no es comprensible que este mismo
planteamiento prevaleciera en los años setenta y ochenta en el
mundo de los historiadores, y que nadie se tomase la molestia
de entrevistar a militares de adscripción republicana, cercanos al
general Miaja, o que ocuparon puestos de relevancia. Podría citar
a más de una docena que por aquellos años aún vivían, y aún hoy
se podría alguien tomar la molestia de entrevistar a Fernando
Rodríguez Miaja, residente en México, sobrino del general, y que
perteneció a su Estado Mayor.
En lo que hace al papel de los partidos republicanos en la
Junta Delegada de Defensa de Madrid, que presidió José Miaja,
hay que señalar, frente a las acusaciones de todo tipo lanzadas
contra los republicanos por la propaganda de otros partidos de
izquierda, que mientras las cúpulas del PSOE y PCE siguieron al
Gobierno de Largo Caballero a Valencia, en noviembre de 1936,
dejando sus organizaciones en manos de las Juventudes, lo que
sí es un dato objetivo es que tanto Izquierda Republicana como
Unión Republicana nombraron para representarles en la Junta a
políticos veteranos y con experiencia. Solo hay que observar las
fotos de la época para ver, en la sesión constitutiva de la Junta, al
general Miaja rodeado de jovenzuelos, con dos excepciones: José
Carreño España, presidente de Izquierda Republicana en Madrid
y amigo personal de Manuel Azaña, y Enrique Jiménez González,
veterano dirigente de Unión Republicana.
Un buen número de diputados de Izquierda Republicana
permanecía por entonces en Madrid, como eran los casos de Santiago Casares Quiroga, Miguel San Andrés, Bibiano Fernández
Osorio-Tafall, que fue Secretario General, Antonio Velao y Victoria Kent, entre otros, sin contar a la propia organización de IRMadrid, en la que militaban personalidades que permanecieron
hasta el final de la guerra en Madrid, como José Serrano Batanero, relevante abogado, consejero de Estado y concejal (fusilado en
1940), Ramón Ariño, presidente de la Diputación, o el profesor
Régulo Martínez.
Tanto Régulo Martínez como Ramón Ariño vivieron hasta
332
la década de los años ochenta, sin que su testimonio acerca de la
defensa de Madrid le interesara a nadie, como tampoco su papel
en la lucha antifranquista, a pesar de que el primero presidió la
ANFD, y el segundo fue presidente del Consejo Nacional de IR
en la clandestinidad hasta los años sesenta, con relación constante
con la dirección del exilio.
El olvido y marginación de los republicanos en la Transición, propiciado desde el poder y secundado por los partidos del
consenso, lo abarcó todo. Incluso en un asunto de más interés
popular que histórico, como fueron los reportajes, e incluso libros sobre los topos (personas que permanecieron décadas ocultos
durante el franquismo, para evitar una muerte más que segura),
tampoco aparecieron topos republicanos cuando existieron relevantes personalidades del republicanismo, con historias dignas de
una novela o película, como fueron los casos de Alfredo Somoza,
diputado de IR por La Coruña, escondido hasta 1947, en que
consiguió huir de España, y de Vicente Marco Miranda, diputado e histórico líder republicano valenciano que permaneció en la
clandestinidad burlando a la policía franquista desde el final de
la guerra hasta que falleció en Valencia en marzo de 1947, y cuyo
entierro constituyó una auténtica manifestación antifranquista.
Pero quizás la más demoledora crítica que se puede hacer
a determinadas formas de hacer historia sea la de acercarse a los
datos cuantitativos de pretendidos libros de testimonios, y en concreto el ya clásico de Ronald Fraser.369 El hispanista realizó entrevistas, entre junio de 1973 y mayo de 1975, a testigos, en muchos
casos sin relevancia política o militar, de nuestra última guerra
civil, residentes en España.
La idea era buena: entrevistar a ciudadanos comunes, de los
que padecen la Historia más que la protagonizan, de todas las
tendencias políticas y sociales, de todas las creencias. El resultado
fue que, de quienes, con nombre real o supuesto, se atribuyeron
militancia política, más de 40 habían luchado en el bando franquista, sin contar curas y militares facciosos, también entrevistados. En lo que hace al mal llamado bando republicano, es decir, a
quienes defendieron la legalidad constitucional, los números son
los siguientes entre los entrevistados por Fraser:
333
Comunistas ( PCE-PSUC-JSU) Libertarios (CNT-FAI)
Socialistas (PSOE-UGT)
Trotskistas (POUM)
PNV
ERC
FUE (Federación Universitaria Escolar) Izquierda Republicana
Unión Republicana
Derecha Liberal Republicana Unió Democrática de Catalunya Acción Nacionalista Vasca
Partido Sindicalista
38
35
21
9
8
3
3
2
2
1
1
1
1
Creo que sobran comentarios acerca de la desproporción, y
no merece la pena abundar en rebatir argumentaciones que no
resisten el primer embate de la lógica. Muy lejos queda el libro
del rigor con el que debe conducirse el investigador.
De los republicanos entrevistados se puede decir que vivieron la guerra, si bien la relevancia de Régulo Martínez fue mayor
durante la clandestinidad, sobre todo en los años en que presidió
la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas.
Pudo perfectamente entrevistar, y no lo hizo, a personalidades de Izquierda Republicana o de Unión Republicana, que
por entonces aún vivían y residían en España. Por citar algunos,
mencionaré a Ramón Ariño, presidente de la Diputación de Madrid durante la guerra; Ramón Rubio, diputado de IR, Santiago
Estecha, comisario de la 75 Brigada Mixta; Teodoro López Serrano, dirigente de UR-Madrid; Emilio Baeza, diputado y Secretario General de IR durante la guerra; Teótico Sevilla, relevante
matemático y miembro del Consejo Nacional electo de IR en
1934; Pedro Vela, médico y Jefe de los Servicios Sanitarios de
la Dirección General de Seguridad durante la guerra; José Carreño España, Consejero de Propaganda de la Junta de Defensa
que presidió el general Miaja; Eladio Ferrer, carismático líder del
republicanismo valenciano durante la clandestinidad; Eduardo
334
Prada, capitán del Ejército del Centro, Luis Rubio Chamorro, capitán de Estado Mayor durante la guerra y relevante dirigente de
la FUE, y un largo etcétera de republicanos que ocuparon cargos
de responsabilidad, civil o militar, durante la guerra, y otros que
simplemente cumplieron con lo que creyeron era su deber. Ninguna de las personalidades citadas era difícil de localizar, incluso
continuaban visitando con asiduidad las comisarías del Régimen,
también en los años en que el hoy famoso historiador se dejaba
orientar por quienes figuran en el capítulo de agradecimientos de
su libro.
Es lo que viene a plantear el profesor Townson cuando señala:
La falta general de interés por el republicanismo empeoró al concentrar los historiadores su atención en la Guerra Civil, pues ello
condujo a buscar los orígenes del problema entre los principales
protagonistas del enfrentamiento armado. De este modo, la polarización de 1936-1939 configuró la historia de los años, y las
décadas, precedentes. Lo cual hizo un flaco servicio a los republicanos, dado que su papel durante la guerra había sido mínimo en
comparación con la importancia que tuvieron durante la República. Por tanto, los historiadores dedicaron sus análisis a la Falange, el PCE, el PSOE, la CEDA y los anarquistas, y relegaron
a un segundo plano a los republicanos, pese a que, aplicando un
criterio político tradicional, su importancia se reflejaba en haber
ocupado la mayoría de los ministerios durante ambos bienios.370
Es posible que las anteriores consideraciones y las citas intercaladas no resulten adecuadas a un trabajo que pretende colaborar a la recuperación de la memoria republicana si bien, desde
la percepción personal del autor de estas líneas, obedece a una
posición política defendible y a tener en cuenta en el ámbito de
la visión de conjunto de las cosas. También es posible que los propios republicanos tengan su parte de responsabilidad, no solo de
su aislamiento respecto al resto de fuerzas políticas en los últimos
años del franquismo, sino por no haber sabido impulsar una política de recuperación de su propia memoria, al dedicar sus escasos
335
efectivos a la defensa de lo que significó en su conjunto la obra de
la Segunda República, tarea abandonada por sus antiguos aliados
del Frente Popular o de las plataformas unitarias de la oposición
a la dictadura del general Franco.
bibliografía esencial
En lo que hace a trabajos e investigaciones que abordan con
carácter general lo que fue la oposición política al franquismo,
hay que señalar, entre los pioneros, el libro de Sergio Vilar, Historia del antifranquismo. 1939-1975. Editado en 1984, se trata
del único que aborda en su conjunto la actividad de las fuerzas
que actuaron contra la dictadura, dentro y fuera de España, y
constituye aún hoy la mejor obra de referencia acerca de la oposición a la dictadura del general Franco. La prematura muerte del
autor, en 1998, nos ha privado de la posibilidad de una edición
con documentación y datos que en los años en que desarrolló su
investigación no pudo consultar. En una nota explicativa acerca
de sus investigaciones, nos encontramos todas las fuentes orales
que el investigador obtuvo, en la larga elaboración del trabajo, de
1966 a 1983, y es de agradecer que reconozca que en el campo de
los republicanos solo habló con los ministros del Gobierno en el
exilio Fernando Valera y Julio Just. Una vez más nos encontramos
con la ausencia de testimonios de los republicanos del interior, si
bien insisto en la solvencia del libro.
El primer trabajo publicado después del franquismo que podemos considerar importante en lo que hace a la historia del republicanismo es el del profesor Espín, Azaña en el poder,371 y que supuso un dignísimo islote en un panorama editorial en el que todo
aquello que hiciese alusión al republicanismo no era políticamente
correcto; el propio título es significativo en sí mismo, pues llama la
atención acerca de que don Manuel Azaña tenía un partido.
Pasarían cinco años antes de que apareciera otro libro de referencia en lo que hace a la recuperación de la memoria republicana, y que lleva por título La izquierda burguesa en la Segunda
República,372 cuyo autor es el profesor Juan Avilés Farré. Quizás
336
no sea muy afortunado el título, pero se trata, tal y como dice la
portada del libro, de El primer estudio de conjunto sobre los partidos republicanos de izquierda, que en los años treinta protagonizaron un frustrado intento de modernizar la sociedad española.
Las dos investigaciones dan idea de la dimensión y también
del origen de los partidos republicanos que vertebraron el proyecto republicano del régimen nacido el 14 de abril de 1931. El
principal archivo utilizado por los dos autores fue el conocido
como Archivo de Salamanca, con todas sus deficiencias de catalogación y organización, y que en lo que hace a documentación de
los partidos republicanos apenas se puede consultar la referente a
media docena de provincias.
Aunque no abordan el periodo de la Segunda República,
hay que señalar los trabajos de investigación del profesor Manuel
Suárez Cortina como fundamentales para comprender la historia
del republicanismo.373 La aparición en 1994 del libro colectivo,
coordinado por el profesor Nigel Townson, El republicanismo en
España (1830-1977), entendemos que vino a romper una tendencia y tuvo un efecto revulsivo para la aparición de algunos
trabajos relacionados con el republicanismo porque, a pesar de la
heterogeneidad de los trabajos publicados en el volumen, nos da
una visión de conjunto, de manual, al día de hoy fundamental.
las primeras víctimas del terror
Es conocido que, una vez celebradas las elecciones de 16 de
febrero de 1936, los acontecimientos se precipitan. De una parte,
el presidente del Gobierno, Portela Valladares, no espera a un
traspaso de poderes en los plazos previstos, y el mismo día 19
todo se precipita y Azaña recibe el encargo de formar gobierno.
Por entonces ya está meridianamente claro que Prieto no ha conseguido apoyos en el PSOE para formar coalición. El intento se
repetirá tiempo después, cuando Azaña sea elegido presidente de
la República.
En sus notas de aquellos días (20 de febrero) encontramos
lo siguiente:
337
He colocado a la mejor gente del partido, en el que hay un personal de segunda fila muy lúcido y capaz, y muy honesto. De él
podría salir un buen puñado de gobernantes, si nos dan tiempo
para hagan el aprendizaje y se formen. Este es uno de los mayores obstáculos: la falta de gente apta para gobernar. No existe el
centenar de personas que se necesita para los puestos de mando.
Entre los cargos que con urgencia se han de cubrir en aquellos días están los de gobernadores civiles, para lo que se cuenta
con dirigentes con desigual experiencia. Los líderes locales y provinciales se han visto obligados a volver a las alcaldías o presidencias de Diputación, tras el restablecimiento de la legalidad conculcada por las derechas al destituir a los electos de 1931 a raíz de
los sucesos de Asturias y Cataluña en 1934. Como consecuencia
de la represión, también fueron encarcelados un buen número de
republicanos de izquierda, incluido el propio Azaña. Caso aparte
fue el del escritor Antonio Espina, encarcelado en aquellos años
por denuncia del consulado alemán en Bilbao. En estas autoridades se cebará la primera oleada de la represión en las localidades
en las que triunfa el golpe militar.
En los últimos años, a partir de las exhumaciones realizadas
en centenares de localidades, se han podido conocer datos de la
crueldad de la represión así como la identidad de las víctimas,
muchas de ellas cargos electos de Izquierda Republicana.
Carentes aún de trabajos específicos, en un partido que,
según cálculos moderados alcanzó a tener unos doscientos mil
afiliados, nos encontramos con una represión muy relevante, a
partir del dato objetivo de que las instrucciones del director de
la sublevación se dirigían a aniquilar a los dirigentes políticos y
sindicales. Los cargos de gobernadores civiles fueron ocupados
en su totalidad por republicanos de izquierda y la administración
local, salvo la situación especifica de Cataluña, era desempeñada
en buena parte por alcaldes y presidentes de diputación de IR,
incluidas ciudades como Bilbao.
Falta aún por realizar un acopio de toda la información resultante de todos estos trabajos, no solo para conocer el alcance
de la represión en Izquierda Republicana, sino para reconstruir
338
con datos fehacientes lo que fue la vida orgánica de un partido de gobierno. Hasta el momento, tal y como señalaban tanto
Eduardo Espín como Juan Avilés, la documentación existente en
el conocido como Archivo de Salamanca solo es útil para conocer
la actividad interna de los partidos republicanos en apenas cuatro
o cinco provincias, entre ellas Castellón y Vizcaya.
Pero volvamos a la primera oleada de la represión, la más
cruel y sanguinaria, y que fue la llevada a cabo por los sublevados
en las ciudades y pueblos en donde triunfa el golpe militar desde
el primer momento. La circular del director fue aplicada de modo
inmisericorde por guardias civiles, falangistas, requetés y militares, es decir, los primeros en ser pasados por las armas fueron
quienes desempeñaban los cargos públicos más relevantes, como
eran los casos de gobernadores civiles, presidentes de Diputación,
alcaldes y concejales.
Es conocido que la sublevación se inició el 17 de julio de
1936 en las ciudades de Ceuta y Melilla, así como en todo el
territorio del protectorado. También en África, como en la mayoría de España, los mandos naturales del ejército se mantuvieron
leales a la República. Entre las primeras víctimas de la represión
hay que citar al Jefe de la Base de Hidroaviones del Atalayón en
Melilla, capitán Virgilio Leret y al Alto Comisario de España en
el Protectorado, capitán Arturo Alvarez Buylla. A estos dos militares se les puede considerar como próximos a Manuel Azaña e
identificados desde el primer momento con las reformas militares
republicanas. De igual modo fueron asesinados en las ciudades
africanas de soberanía española y del protectorado la mayoría de
los cargos públicos y los dirigentes de los partidos republicanos.
Los gobernadores civiles, como máxima autoridad del gobierno de la República en cada provincia, van a ser las primeras
víctimas de los rebeldes. Los casos más relevantes, en los territorios en los que triunfó el golpe de Estado, fueron los siguientes:
Valladolid: Luis Lavín Gautier.
Ávila: Manuel Ciges Aparicio.
León: Emilio Francés Ortiz de Elguea.
339
Zaragoza: Ángel Vera Coronel.
Cádiz: Mariano Zapico Menéndez Valdez, que era además
comandante de Artillería.
Cáceres: Ignacio Mateos. No llegó a tomar posesión, ni estaba en Cáceres, pero su familia será detenida y fusilada.
Granada: César Torres Martínez.
La Coruña: Francisco Pérez Carballo. La crueldad se cebó
también en su mujer, Juana Capdevielle, brillante intelectual y bibliotecaria de la Universidad Central.
Lugo: Ramón García Núñez.
Orense: Gonzalo Martín March.
Oviedo. Isidro Liarte Lausín.
Pontevedra: Gonzalo Acosta Pan (fusilado en Vigo).
Segovia: Adolfo Chacón de la Mata.
Tenerife: Manuel Vázquez Moro.
Teruel: Domingo Martínez Moreno.
Todos los citados, con excepción del gobernador civil de
Segovia, que era afiliado a Unión Republicana, eran destacados
miembros de Izquierda Republicana.
Los casos de alcaldes y concejales asesinados son innumerables. Citaré uno de los más crueles, el del periodista granadino
Constantino Ruiz Carnero, repuesto como alcalde por el Frente
Popular, amigo de García Lorca, sería fusilado tras permanecer
tres días agonizando de salvajes torturas. Algunos casos de dirigentes locales de Izquierda Republicana son recogidos por el
propio Azaña, como es el caso de Teruel:
Pedagogía: Sapiña me confirma lo que ya sabía acerca de los fusilamientos que los rebeldes han hecho en Teruel. Fusilaron a
Vilatela, diputado de mi partido, y a otros muchos republicanos,
entre ellos al presidente provincial del partido, que se apellidaba
Andrés (Joaquín de Andrés Martínez), y era director del Instituto
de Segunda Enseñanza. El piquete de ejecución lo formaron los
alumnos mayorcitos del propio instituto.374
Hay casos también de personalidades republicanas detenidas
en los primeros momentos y que fueron asesinados, entre otras
340
razones por ser próximas a Manuel Azaña, como fue el caso del
comandante Arturo Menéndez, ex Director General de Seguridad, apresado en Calatayud.
El grupo parlamentario de IR (minoría), 88 diputados electos si contamos a Manuel Azaña, es también representativo de lo
que fue la represión franquista y quizás se podría establecer una
proyección, incluso porcentual, hacia el conjunto de la organización. Su composición profesional era la siguiente:
25 abogados, 15 catedráticos de universidad, 8 médicos, 6
periodistas, 6 pequeños comerciantes, 3 ingenieros, y el resto repartidos entre diversos oficios, como maestro, farmacéutico, militar, ferroviario u oficial de correos.
La represión tuvo distintos niveles y algunos elementos en
común: todos perdieron sus bienes y el ejercicio de su profesión,
incluidos los médicos. Solo hay un caso, en la década de los sesenta, de reingreso en su antigua profesión: el del ingeniero de
caminos Albino Lasso Conde, debido a sus trabajos hidráulicos
en Argentina, y a las gestiones que las autoridades de este país realizaron. Aún en su expediente de depuración apareció el destacado papel que había tenido al inicio de la guerra en San Sebastián
y cómo fue determinante su actuación para reprimir el golpe de
Estado en la capital donostiarra.
Con los datos que tenemos podemos decir que 14 diputados
fueron asesinados o fusilados, 56 murieron en el exilio, algunos
aún sin acabar la guerra, como Marcelino Domingo, en febrero
de 1939; otros muy pronto, como el propio Azaña, Darío Marcos Cano o José Díaz Fernández. 12 regresarán a España, ya en la
década de los sesenta o, como fueron los casos de José Maldonado Claudio Sánchez Albornoz, una vez muerto Franco.
Murieron en España, en prisión, en los primeros días de la
guerra, en Cádiz, el oficial de Correos Francisco Aguado de Miguel, y en el fuerte de San Cristóbal de Pamplona, en 1940, según ha quedado acreditado recientemente, Miguel San Andrés,
diputado por Valencia. 3 diputados saldrán vivos de prisión.
En cuanto a los asesinados y fusilados, existen casos del comienzo de la guerra, como fueron:
341
José Palanco Romero (Granada), catedrático de Historia y
también concejal.
Francisco Casas Sala (Castellón), abogado, asesinado en
Teruel.
Eliseo Cuadrao (Burgos), abogado.
Manuel Guzman García (La Coruña), comerciante.
Luis Rodríguez Figueroa (Tenerife), abogado.
Casto Prieto Castro (Salamanca), catedrático de Medicina.
Gregorio Vilatela (Teruel), abogado.
Finalizada la guerra, fue fusilado en Alicante Eliseo Gómez
Serrano. Más tarde, en 1941, sería fusilado el catedrático de la
Universidad de Valencia, don Juan Peset.
Por último, en diciembre de 1942, Manuel Muñoz Martínez
sería fusilado en el Cementerio del Este de Madrid, tras ser extraditado a España por el gobierno colaboracionista de Pétain. Tenía
el perfil de quien no podía abrigar esperanza alguna. Comandante del ejército, héroe de la guerra de África, diputado en las tres
legislaturas de la República, y enemigo declarado del caciquismo
gamitado, de aquellos señoritos jerezanos que querían seguir sojuzgando a los jornaleros del campo.
Otros casos de personalidades relevantes de IR víctimas de
la represión fueron los de José Serrano Batanero, ilustre jurista,
Consejero de Estado y presidente del Monte de Piedad y Caja
de Ahorros de Madrid Caja Madrid; el fiscal y abogado, Enrique Peinador. Del grupo de dirigentes de IR-Madrid también
hay que señalar las ejecuciones de Leopoldo Carrillo Gómez y
Virgilio Escámez Mancebo, y que, como consecuencia de haber
ocupado cargos de responsabilidad en el Ministerio de la Gobernación, fueron acusados de ser los responsables de las checas de
Madrid.
Otra pérdida inestimable que tuvieron los republicanos fue
la del veterano luchador José Escudero, encarcelado en infinidad de ocasiones, desde su juventud a principios de siglo hasta
la llegada de la República, y que ocupaba, en los últimos meses
de la guerra, el cargo de Director General de Firmes. Esperó en
342
su despacho, en el número 5 de la Plaza del Progreso, el día 29
de marzo de 1939, a que llegasen los liberadores, para darles una
última lección: la de suicidarse en su presencia, descerrajándose
un disparo en la cabeza, antes de darles la satisfacción del apresamiento de un rojo notorio, para ser torturado y fusilado.
izquierda republicana en la clandestinidad
Entre los dirigentes de IR que se incorporaron a la actividad clandestina, en Madrid, sin olvidar la labor desarrollada en
las propias prisiones o campos de trabajo, podemos señalar los
siguientes nombres: Ramón Ariño (pseudónimo Chamartín),
Régulo Martínez (utilizaba el pseudónimo Antonio Martínez),
Teótico Sevilla, Pedro Vela, Antonio Remis, José Carreño España, Antonio Pérez Martínez, Juan Albert, Cebeira, Manuel Nogueras, Benito Pelegrín y Jesús Díez Alonso.
Esta relación podrá ser ampliada con el acceso, cuando sea
posible, a los Archivos de los Consejos de guerra, si bien lo que
no será posible es recuperar datos de afiliados que no fueron detenidos nunca y que no dejaron testimonio de sus actividades.
Un caso curioso, entre estos, fue el de Ricardo Trinidad, militante en la clandestinidad y que permaneció en Madrid, con
documentación falsificada durante décadas, en lugar bien visible,
por ello menos sujeto a sospechas: portero de la plaza de toros de
Las Ventas.
La peculiaridad respecto a otras organizaciones es que no se
optó, como en otros partidos, por la elección de una Comisión
Ejecutiva y un Secretario o Presidente con todos los poderes políticos y jurídicos, con sede en el exilio, sino que la fórmula elegida
fue la de considerar a la dirección política electa como mandataria del partido en el exilio y respetando a la organización del
interior, la clandestina, como la auténtica dirección del partido.
Esto es lo que se desprende de toda la documentación consultada; y así se repite, como declaración política de principios, en
todas las publicaciones de IR en el exilio, a lo largo de los años.
En el periódico Izquierda Republicana, editado en México, po-
343
demos leer, en la edición de 15 de abril de 1947, la intervención
del Secretario General de IR en México, Jesús Bernárdez, ante la
Asamblea General ordinaria de IR en el exilio:
La Junta directiva tomó el acuerdo de reconocer a la Comisión
Ejecutiva del Consejo Nacional de IR que actúa en España, como
organismo supremo del partido, acuerdo que fue ratificado más
tarde en reunión conjunta con la minoría parlamentaria, y que
esperamos confiadamente ha de ratificar también esta asamblea.
En circular que dirigimos a las Agrupaciones y Delegaciones de
IR con fecha 10 de junio de 1946, dábamos cuenta de este reconocimiento y solicitábamos a la vez un acuerdo semejante de
las organizaciones del partido. Han prestado su acatamiento al
Comité Nacional de España las Agrupaciones de IR en Cuba,
Santo Domingo, Argentina, Puerto Rico, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Panamá, Gibraltar, Inglaterra, Africa
del Norte y Filipinas, así como las Delegaciones de IR en Estados
Unidos, Perú, Nicaragua, Costa Rica y Paraguay.
No cabe duda que el partido está en España. Se encuentran en el
exilio algunos núcleos de IR cuya importancia no debe ni puede
desconocerse, pero el Partido, el glorioso Partido de IR, expresión
elevada y progresista del sentimiento democrático español, está
en la patria, sufriendo heroicamente la sangrienta persecución del
franquismo y luchando con redoblado ardor por la soberanía y
por la dignidad de España. Nuestro deber es apoyarlo sin reservas;
fortalecerlo, concediéndole toda la autoridad que merece, porque
el porvenir de IR está asentado sobre la acción y el esfuerzo que
nuestros correligionarios realizan ahora en la clandestinidad.
Esta decisión, de gran calado político, tuvo sus consecuencias negativas ya que las dificultades de comunicación con los
dirigentes del interior, habituales huéspedes de comisarías y prisiones, retrasaba a veces decisiones importantes, tales como la
consulta acerca de la incorporación a los sucesivos gobiernos del
exilio o, incluso, las medidas a adoptar respecto a colectivos disidentes del exilio.
La información más detallada acerca del partido en el interior la daban los militantes que optaban por abandonar España,
344
cuestión nada fácil, si bien, como el resto de partidos, IR contaba
con una red de apoyo a quienes tenían que vivir de modo clandestino y con documentación falsificada. Un caso con tintes de
film de aventuras fue el de la huida, de la propia Dirección General de Seguridad, donde era sometido a torturas, en 1947, del
dirigente madrileño de IR Antonio Remis. A partir de su llegada
a París se convirtió en pieza fundamental del propio Gobierno
en el Exilio –en el que ocupó el cargo de Secretario General del
Ministerio de la Gobernación– en todo lo relativo a la acción política del interior; más tarde se haría cargo, hasta los años setenta,
de la dirección de la revista Política, editada en la capital del Sena.
En la documentación conservada, correspondencia en su
mayor parte, aparece continuamente, desde la dirección clandestina, una continua reafirmación de independencia y desautorizaciones a quienes participan como miembros de IR en la ANFD,
entidad a la que, insisten, IR no perteneció formalmente. Queda
corroborado lo anterior si analizamos los panfletos y documentos
conservados de la ANFD, en donde aparece, en los abajo firmantes, de modo genérico republicanos, pero no las siglas de IR, tal y
como se registra en las de otros partidos y sindicatos.
Aunque el libro de Joan Garcés, Soberanos e intervenidos,375
no profundiza en este periodo, en lo que hace a la intervención
de las potencias en la política española, lo cierto es que, tanto
de la documentación consultada como de referencia en algunos
libros, en particular el de Enrique Marco Nadal,376 se desprende
que hubo una constante presencia de los Servicios de Inteligencia
británicos y franceses en todas las andanzas de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas.
Esta intervención en las actividades de la oposición española tiene un tiempo más o menos acotado y abarcaría desde
mediados de 1944, cuando las potencias del Eje están no solo
en retirada sino en trance de desaparición, hasta el 1 de abril de
1947, fecha en que se produce la publicación del Proyecto de Ley
de Sucesión. Por parte de los británicos parece que concluye su
misión, encaminada a asegurar la restauración de la monarquía
en España.
345
En todo este periodo utilizaron para sus fines a la ANFD, en
la que jugaron varias cartas, pero en la que casi siempre contaron con el seguidismo de sus tesis por parte de la Confederación
Nacional del Trabajo, auténtico motor, durante su existencia,
de este organismo unitario. Los eficaces Servicios de Inteligencia británicos tenían presencia también en el círculo íntimo de
don Juan de Borbón, a través de personalidades como el propio
duque de Alba; también fue notoria su presencia en ámbitos de
poder del propio régimen franquista y no es descabellado pensar,
tal y como se aseguraba a veces en informes que IR del interior
enviaba a la dirección del exilio, y al propio Gobierno del profesor José Giral, que en algunas operaciones policiales existía un
trasfondo político para apartar de la actividad a personajes que
no eran afines a su políticas.
Inglaterra, con toda esta actividad, que tuvo mucho de perversa y muy propia del tradicional cinismo británico en la esfera
internacional, consiguió debilitar y desacreditar al Gobierno exilado, primero al representado por el doctor Negrín y después,
precisamente en los prolegómenos de la Conferencia de San
Francisco, al que encabezaba José Giral. Las discrepancias entre
la ANFD y el Gobierno en el destierro, siempre tenían como
motivación los contactos y acuerdos fraguados, con mediación
británica y francesa muchas veces, entre la oposición que representaba la citada ANFD y los sectores monárquicos.
Entre los personajes de los servicios exteriores de Francia e
Inglaterra que desempeñaron un papel relevante, en el interior
de España, están quien fuera agregado militar del Gobierno de
su Graciosa Majestad Británica en España, mister Thomson, con
fluidas y buenas relaciones con la CNT, y en particular con un
dirigente de actuación más que dudosa durante la Guerra Civil
al frente de las prisiones republicanas, Melchor Rodríguez; otro
personaje, pretendido periodista belga, resultó ser agente especial del propio Winston Churchill. Tanto este agente como otros
británicos propiciaron la creación de un Partido Laborista, de
obediencia inglesa, para lo que contaron con antiguos anarcosindicalistas, si bien es cierto que la operación fue abortada por la
propia sindical.
346
Por parte de Francia se envió muy pronto a España, con
cobertura de Secretario particular del Encargado de Negocios,
a monsieur Bedaut, todo un peso pesado de la política de cocina
gala y que llegaría a ser ministro de Exteriores en 1947. Asunto
aparte es la política que llevaba a cabo, con gran disponibilidad
de medios materiales, Indalecio Prieto y que también, según la
baza que le interesara, bombardeaba las posiciones amigas sin importarle el daño infringido a los maltrechos grupos de socialistas,
republicanos y libertarios que se jugaban a diario la vida en el
interior de España.
Pero volvamos al libro de Enrique Marco Nadal, Secretario
General que fue de la CNT en el interior, y siempre entusiasta
monárquico, para entender algunas cosas:
El primero de abril, con la intención sin duda alguna de cortar
radicalmente la gestión conspirativa cuyo alcance debieron de
medir las autoridades franquistas por la documentación que le
fue interferida a su detención al compañero Nicolás Mallo,(14)
dando a entender a los monárquicos por medio de él su propósito
de dar paso a la restauración de la monarquía sin compromisos a
la vez que evitándole el arriesgado juego plebiscitario exigido por
las izquierdas de Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas para
la firma del Pacto, la prensa nacional, por orden del Caudillo,
publicó el Proyecto de la Ley de Sucesión, cuya tramitación de la
entrega de una copia a D. Juan de Borbón antes de hacerlo público, según información reservadisima llegada al Comité Nacional,
siguió el siguiente curso.377
Necesitaríamos un espacio muy superior a este para abordar
los entresijos de la política de IR en los años de clandestinidad,
con sus contradicciones y sus divisiones internas, en un contexto
de constante acoso policial y con episodios como un Consejo de
guerra celebrado en 1947 –casi al mismo tiempo que el que se
siguió a la republicana organización estudiantil FUE, en la que
militaban destacados miembros de la Juventud de Izquierda Republicana–, contra la dirección política clandestina, y que dejó
a la organización descabezada y maltrecha durante varios años.
347
Aunque en los documentos oficiales del Consejo Nacional
de IR se hace afirmación de independencia respecto a partidos de
izquierda y sindicatos, declarando superadas pasadas experiencias
de las que los republicanos se sienten perjudicados, lo cierto es
que durante todo el franquismo mantuvo comités o órganos de
enlace con Unión Republicana, el Partido Federal y también con
Esquerra Valenciana (el partido fundado por el veterano blasquista Vicente Marco Miranda). Otra peculiaridad de la IR en
la clandestinidad es que dispuso, durante varios años, de una publicación, El Pueblo, editada en París, como órgano exclusivo del
Consejo Nacional clandestino.
llamada a la resistencia tras la conferencia de san
francisco
Sin duda uno de los documentos más importantes dados a
la opinión pública por IR desde la clandestinidad es el titulado Importante Documento de la Resistencia Republicana Interior
de España. Manifiesto de Izquierda Republicana. Firmado por la
Comisión Ejecutiva del Consejo Nacional de IR, en un lugar de
España, Julio de 1945.
El momento político es importante, justo después de la Conferencia de San Francisco y con el régimen franquista acosado
internacionalmente, con un país aún destruido y una hambruna soportada por la práctica totalidad del pueblo español, y con
conspiraciones internas de todo tipo, algunas encabezadas por generales monárquicos. El documento reafirma la vocación de independencia de IR, pero con la firme voluntad de constituirse en alternativa de gobierno si se produce la caída del régimen franquista.
También IR sale al paso del victimismo de otros grupos, que
rivalizan por adjudicarse no solo el protagonismo de la lucha antifranquista sino también un mayor sufrimiento y pérdidas en
vidas humanas:
Salvo en estos últimos tiempos en que el fascismo español viene
haciendo una abominable jugada política de ventaja, encaminada
348
a presentarse ante los timoratos extranjeros como un líder del anticomunismo –lo mismo que hacían al final los alemanes–, para
lo cual han desatado una nueva ola de sangre y tortura contra los
comunistas, singularmente es IZQUIERDA REPUBLICANA la
que más alto tributo ha pagado a la ferocidad fascista. En «paseos», asesinatos jurídico-castrenses, torturas y encarcelamientos,
figurará sin duda junto al que figure a la cabeza de tan macabra
estadística; pero, debido a la estructura económica y profesional,
en general más complicada, de sus hombres, es IZQUIERDA REPUBLICANA la que ha sufrido mayor vejación moral y mayor
estrangulamiento económico. Hoy mismo IZQUIERDA REPUBLICANA tiene más afiliados desplazados del ejercicio normal de
sus profesiones que entre todos los demás partidos juntos.378
El documento se extiende, a lo largo de 23 páginas, en una
descripción de la realidad que viven los españoles:
Desde 1936 el coste de la vida, calculando por bajo, se ha multiplicado por cuatro, y las rentas de trabajo, calculando por alto, se
han multiplicado por dos. Este proceso de desnivelación se acentúa a medida que la orgía financiera y especulativa del fascismo se
acerca a su final inevitable: la inflación desbordada.
Ello significa la miseria para las clases populares y para las innumerables familias a las que la persecución política mantiene
en constante inhabilitación profesional, y para la clase media en
general agobiadoras privaciones. Junto a esto, la opulencia escandalosa de los privilegiados del Régimen.
...La población vive hacinada en las ciudades, con grave daño
de la salud y de las costumbres, y para obtener un piso como un
casillero hay que pagar 500 pesetas de renta y 15.000 de traspaso,
pero el servicio de Regiones Devastadas reconstruyó, antes que
nada, el magnifico Club de Golf de la Casa de Campo de Madrid, y alardea de llevar invertidos más de 160 millones de pesetas
en la construcción de iglesias y conventos, como si los bárbaros
del extremismo de la izquierda dando un sentido práctico a aquella tremenda frase del más profundo y sutil de los caricaturistas
españoles: «Cuando se queman los conventos se deben respetar
los edificios».
349
El fascismo trata de comprar al mundo democrático el permiso
para prolongar su vergonzante vida unos cuantos meses, ofreciéndole en cambio víveres para Europa. El pueblo español, que
tanta hambre ha pasado mientras su fascismo enviaba ingentes
suministros a los alemanes bloqueados, haría ahora gustoso cualquier sacrificio a favor de sus hermanos europeos, pero es bueno
que se sepa que el fascismo español no ofrece un solo gramo de
su opípara comida; lo que ofrece realmente es apretar otro punto
el cinturón del extenuado pueblo español.
No existe en España problema de disponibilidad de víveres y recursos, sino de ordenación y distribución. IZQUIERDA REPUBLICANA considera perfectamente fácil para el aludido Gobierno de coalición resolver en gran medida este problema en el curso
de unas pocas semanas.379
A partir de aquí, IR plantea una síntesis de programa de
gobierno para una transición, en coalición con otros partidos que
acepten el marco estrictamente democrático y se comprometan a
una acción ejecutiva y legislativa destinada a desmantelar el franquismo, sin impunidad, con justicia y exigencia de responsabilidades a los culpables del terror aún vigente, restableciendo los
derechos de los desposeídos de sus bienes, un plan urgente de
producción nacional, y deja bien claro que no pretende ir más
allá política y socialmente de la situación existente al 18 de Julio
de 1936. Desde una nítida defensa de la República el manifiesto
deja abierta una puerta a la posibilidad del cuestionamiento del
régimen del 14 de Abril, pero desde las urnas:
El sentido de ordenación democrática que nos orienta, limpio
como hemos dicho de toda rutina partidista y de todo fetichismo
de régimen, nos lleva a declara, y lo hacemos muy gustosos, que
la primera vez que se llame a la nación al sufragio con todas las
garantías de imparcialidad, la República habrá de refrendar sus
títulos o ceder el paso a la monarquía.380
Esta declaración será enmendada solo meses después, ratificando no solo la absoluta identidad con el gobierno republicano
exilado sino la insistencia en la legitimidad emanada de la República derrotada por la fuerza de las armas.
350
La verdad es que por las copias que hemos encontrado de
los mismos documentos en distintos archivos todo parece indicar que la información del Consejo Nacional del Interior sí que
llegaba a distintos destinatarios, cuestión distinta es las encontradas posiciones que se daban tanto en el seno del grupo parlamentario de IR, como del gobierno exilado, sobre todo a partir
de que el propio Giral se pronunciara a favor de la ANFD, en
declaraciones a la prensa a comienzos de agosto de 1946. Una
carta del diputado Pedro Vargas, exilado en México, a Ramón
Ariño, transmite la preocupación que tienen por que pueda darse
la situación de que los diputados favorables a las posiciones del
Consejo Nacional puedan perder una votación y a continuación
se podría producir, no solo una escisión sino el reconocimiento
formal de quienes estaban en la ANFD como representantes en
España del partido.
Aunque el tiempo dio la razón a la Comisión Ejecutiva presidida por Ramón Ariño, contraria a los acuerdos con los monárquicos por todas las intervenciones que se daban en el seno
de la ANFD, lo cierto es que el espejismo de la Conferencia de
San Francisco llevó a algunos republicanos del exilio a ilusionarse
con una inminente vuelta a España, en situación de poder, para
lo que no tenían inconveniente en hacer algunas renuncias y en
establecer determinados acuerdos con sectores hasta el momento
comprometidos con el franquismo, y esto es lo que se señalaba en
una comunicación que desde Madrid dirigió el Consejo Nacional a la minoría parlamentaria unos meses antes:
El propósito Alianza nació amamantándose en los pechos de
Aranda, Casanueva, Marañón, etc., y está muriéndose en sus reuniones con generales monárquicos traidores. El flamante ministro
de Agricultura del Gobierno que preside nuestro correligionario
señor Giral sabe que todo esto es más cierto que la existencia de
esas fuerzas de la resistencia organizada de que habla en sus viajes
a la prensa del mundo, para que nos sonríamos los españoles que
vivimos en la Patria y conocemos sus realidades.
El propósito Alianza tiene ministro para todas las situaciones y
así podemos deciros seriamente que la misma CNT, que factu-
351
ró al Excmo. Sr. José E. Leyva, tiene ya designado su candidato
para que colabore con don Juan. Las hazañas más importantes
de la Alianza son: Haber encarcelado por delación a muchos republicanos y batir el «récord» del estraperlo político, con la designación de un muchacho de veintiséis años para ministro de
la República, al par que colabora y los tiene preparados para un
posible Consejo de Regencia.381
Cuando las aguas se amansaron en el seno de IR en el exilio
nos encontramos que en el periódico Izquierda Republicana de México se reproduce una resolución del Consejo Nacional, publicada
en su órgano de expresión, Pueblo, fechada en España, a 21 de
febrero de 1947, en el que se reafirma en las posiciones mantenidas
contra viento y marea, de defensa de la legitimidad republicana y
en contra de acuerdos, tanto con grupos de izquierda, como de
sectores comprometidos en su día con la sublevación militar del
18 de Julio de 1936, en tanto y en cuanto supongan el cuestionamiento de la legalidad emanada de la Constitución republicana:
La actitud contemporizadora –por no decir claudicante– sostenida por algunos grupos antifascistas del interior, que se muestran
propicios a conversaciones y compromisos con monárquicos,
militares, nobles y otros elementos reaccionarios para poner en
tela de juicio a la República, ha producido desorientación grave,
y no poca desilusión, en el ánimo de muchos republicanos que
no encuentran explicación a tal conducta. Izquierda Republicana
ha estado siempre frente a esta maniobra, tanto por respeto a los
principios como por razones de decoro, y quiere proclamarlo así
una vez más –especialmente ante sus correligionarios y afines–
para prevenir a los incautos y templar el ánimo de los vacilantes,
ya que la solución de la última crisis en el exilio comienza a darnos la razón, dibujando perspectivas claras para el futuro político
dentro de un cauce netamente republicano.
Más adelante, y en el mismo documento, la dirección clandestina dice cuáles son las razones de decoro para no pactar con
sectores del régimen franquista:
352
A millares podríamos aducirlas. Pero no es preciso alargar este
capítulo. Suponemos que está presente en la memoria de todos
el recuerdo amargo de la represión feroz. En ella colaboraron en
infame convivencia, por partes iguales, militares indignos, curas
fanáticos y señoritos más o menos aristócratas. Ellos encumbraron a Franco. Ellos, por las adversas circunstancias internacionales que los asfixian, y la podredumbre interna que los corroe,
pretenden derribarlo, es con la aspiración de sustituirlo en el poder, pero no para cambiar esencialmente el sistema de privilegios
insultantes que disfrutan. Y, en esta comedia, los republicanos de
izquierda no tienen papel.
Finalmente y en clave de mensaje hacia dentro y hacia fuera,
pero con la contundencia de la autoridad interna recuperada entre las agrupaciones del exilio, el Consejo Nacional de IR plantea
los mínimos asumibles en su coyuntura de transición:
Por último, IR partido plenamente demócrata, ni teme las apelaciones al sufragio ni las rehuirá jamás. Pero, precisamente por su
fe absoluta en la democracia, estima cuestión previa esencial la de
comenzar reconociendo personalidad para convocar los comicios
únicamente a aquellas instituciones de raíz y títulos plenamente
democráticos y no a un organismo improvisado con participación de quienes hayan intervenido en la usurpación del poder
apoyando el acto de fuerza contra las instituciones nacidas de la
voluntad popular. Sólo un Gobierno republicano reinstaurado,
con las ampliaciones que puedan aconsejar razones de oportunidad o sereno espíritu de convivencia tiene autoridad para someter
al juicio definitivo de los españoles el futuro político de España.
Los que la tienen amordazada y envilecida no pueden presidir la
consulta electoral.382
En el mismo periódico, el escritor Antonio Robles, militante
de IR, lanzaba un llamamiento de solidaridad con los correligionarios del Consejo Nacional de IR que acababan de ser detenidos, torturados brutalmente, y se encontraban a la espera de
comparecer ante un Consejo de guerra.
Pero si en las grandes ciudades los republicanos eran con-
353
ducidos a los sótanos del tristemente celebre edificio de la DGS,
para después comparecer ante la jurisdicción castrense, en la España rural no se guardaban tantas formalidades y se dieron casos,
como en el toledano pueblo de Santa Cruz de la Zarza, en que,
tras la detención de cerca de veinte personas, los falangistas del
lugar dieron muerte, mediante una brutal paliza, en el salón de
sesiones del Ayuntamiento, al dirigente local Julián Hernández
Ruiz. Era el precio que los republicanos empezaban a pagar por
su intransigencia y por no haberse plegado a las maniobras del
gobierno británico.
Los republicanos del interior habían ganado la batalla interna, y también, su posición política, tras los desaires de don Juan
de Borbón al PSOE, había adquirido prestigio. Aunque Indalecio
Prieto, en un desplante de sinceridad, reconocería más tarde sus
errores –al confiar en el acuerdo con don Juan de Borbón mientras este último se arrimaba a la protección del dictador–, y presentó su dimisión en el seno del PSOE, lo cierto es que conservó
un poder tremendo, sobre todo económico, y siguió su política
de intrigas y asfixia material contra el gobierno republicano en el
destierro.
Entre tanto, en el exilio, el gobierno del doctor Giral hizo
crisis y le sucedió el encabezado por Rodolfo Llopis, si bien con
presencia relevante de IR, y con un punto de partida que venía a
dar la razón a los republicanos.
Pero esta ética y defensa de principios, en definitiva de lealtad a la República del 14 de abril, nunca fue perdonada a los
republicanos por unos y por otros. Comenzaba una larga travesía
del desierto en la más absoluta soledad, sin apoyo o auxilio de
embajada alguna u organismo humanitario en los casos de detenciones arbitrarias o torturas.
A partir de ahí, y durante los siguientes años, las dificultades
de los republicanos para comunicarse con el exterior serán crecientes. En agosto de 1948, el presidente republicano, Ramón
Ariño, se dirige a su viejo amigo Carlos Esplá desde la prisión
provincial de Madrid y le habla del origen de la represión recrudecida sobre IR y que comienza así: En agosto de 1946, estando yo
354
también enfermo (en prisión), ya era clara y ostensible la hostilidad
inglesa a los propósitos de nuestro partido.383
Parecido despliegue persecutorio se producirá a comienzos
de los años sesenta, cuando los republicanos se habían recuperado un poco, y también en coincidencia con la puesta en marcha
de plataformas unitarias de la oposición. En enero de 1963 comparecían ante un Consejo de guerra, en Valencia, tras ser objeto
de brutales torturas, de las que les quedaron secuelas permanentes, Eladio Ferrer Pérez y Vicente Añó Más, veteranos luchadores
republicanos, bajo la acusación de asociación ilícita y de mantener contacto con el gobierno republicano en el exilio.384
En un pasado más reciente, durante la llamada transición a
la democracia, si bien la persecución a los republicanos no tuvo la
dureza de otros tiempos, sí se repitió la misma política, la misma
estrategia, consistente, como en 1947, en una restauración monárquica, solo que en esta ocasión se cumplieron las previsiones y
un rey, de apellido Borbón, ocupó la Jefatura del Estado, sin que
el republicanismo, diezmado y postergado a la ilegalidad, pudiera
reaccionar. Mister Bevín, sir Winston Churchill, e Indalecio Prieto podían descansar tranquilos en sus tumbas.
notas
TOWNSON, N. (ed.), El republicanismo en España (1830-1977),
Alianza Universidad, Madrid, 1994.
369
FRASER, R., Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros. Historia oral de la
guerra civil española, Crítica. Barcelona, 1979.
370
TOWNSON, N., op. cit.
371
ESPIN, E., Acción Republicana. El partido de Acción Republicana,
Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1980.
372
AVILÉS FARRÉ, J., La izquierda burguesa en la Segunda República,
Espasa Calpe, Madrid, 1985.
373
SUÁREZ CORTINA, M., El gorro frigio, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000.
374
AZAÑA, M., Memorias Políticas y de guerra. II, Crítica, Barcelona,
1978.
375
GARCÉS, J. E., Soberanos e intervenidos. Estrategias globales, americanos y españoles, Siglo XX de España Editores, Madrid, 1996.
368
355
MARCO NADAL, Enrique, Todos contra Franco. La Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, Queimada Ediciones, Madrid, 1982.
377
Según esta información reservadísima fue el propio secretario de
Francisco Franco, Luis Carrero Blanco, quien se desplazó a Estoril el
día 31 de marzo de 1947 para entregar personalmente a don Juan de
Borbón una copia del decreto.
378
Archivo Histórico de Izquierda Republicana. Madrid.
379
AHIR, doc. cit.
380
Ídem.
381
Archivo Particular Carlos Esplá.
382
Izquierda Republicana. México, D.F. 15 de abril de 1947.
383
Archivo Particular Carlos Esplá.
384
Sentencia e Informe interno del Gobierno republicano en el exilio.
FUE, Fondo París.
376
356
capítulo
11
breve noticia sobre la estación de borredon en
montalzat (francia)
Pablo Rodríguez Cortés
Profesor de Historia
Presidente de la Asociación Peset Aleixandre
La antigua estación de ferrocarril de Borredon se encuentra
a una media hora de camino en coche de la ciudad francesa de
Montalzat (en el departamento de Tarn-et-Garonne, de la región
de Midi-Pyrénées); es precisamente cerca de Montalzat donde
se encuentra la ciudad de Montauban, lugar donde reposan los
restos mortales del fundador de Izquierda Republicana (IR), que
fuera presidente del Gobierno y también de la República española, don Manuel Azaña Díaz.
Pero volvamos a la estación de ferrocarril de Borredon. Fue
allí cuando entre los días 5 al 12 de marzo del año 1939, 16.000
republicanos llegaron huyendo de la represión franquista desatada en España. A razón de 2.500 a 3.000 por día. Estos republicanos, entre los cuales se encontraban muchos militantes y
simpatizantes de Izquierda Republicana (IR), fueron conducidos,
inmediatamente después de su llegada, desde Borredon al campo
de concentración de Septfonds.
Así pues, la estación de ferrocarril de Borredon ha sido desde
1939 un punto simbólico de la huida de miles de personas que
decidieron abandonar España para marchar a Francia escapando de la terrible y siniestra represión de la dictadura de Franco.
También aquel año de 1939 resultó convulso y complicado para
la República francesa, dado que se estaban viviendo los tiempos
anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
357
Como se ha dicho anteriormente, Borredon quedó inscrito
como un lugar simbólico del exilio republicano español, ese exilio que luego desempeñaría un importante papel en la lucha contra la opresión nazi y fascista que se había adueñado de Europa.
La estación de ferrocarril de Borredon dejó de prestar servicio como estación de trenes, y el propietario de la estación, por
motivos familiares, la puso en venta en subasta por un valor total
de 150.000 euros (gastos administrativos incluidos). Desde que
dejó de funcionar como estación hasta el momento de su venta
se utilizó como lugar turístico.
Enteradas de la noticia de la venta, las diferentes asociaciones
memorialistas francesas hicieron un llamamiento internacional
para recabar fondos para la compra de la antigua estación. Muchas fueron las asociaciones francesas y españolas que apoyaron
el proyecto de compra con el objetivo final de situar en Borredon
un Centro de Investigación y de Interpretación de la Memoria de
la España Republicana. Entre todas consiguieron la cantidad de
euros para realizar la compra y convertir una vieja estación en un
centro de estudios para que el esfuerzo y la lucha de miles de republicanos españoles por los ideales revolucionarios de Libertad,
Igualdad y Fraternidad no se olviden jamás.
El sábado 7 de abril de 2012 quedará grabado en la Historia
como el día de la inauguración oficial de esta bella iniciativa para
la conservación de la memoria republicana. Una iniciativa que
las asociaciones memorialistas españolas deberán tomar en consideración para el futuro. Justo es decir que me cabe el inmenso
honor de haber podido dirigir la palabra como Presidente federal
de Izquierda Republicana (IR) a las y los asistentes al acto para
recordar a las y los miles de republicanas y de republicanos españoles que se vieron obligadas y obligados a huir a Francia para
librarse del pesado yugo de la represión franquista en España.
Bueno será reseñar aquí la relación de asociaciones que han
colaborado en el proyecto de Borredon, que cuenta con José
González Ocaña, como Presidente del Comité de Animación, y
con Henri Farreny como Presidente del Consejo de Pilotage, y
que colabora en este mismo libro con su trabajo titulado Repa-
358
triaciones colectivas forzosas hacia la España franquista en 19391940, estudio que también firma Charles Farreny, y que inicialmente fue publicado en la revista Cuadernos España en el corazón
(Cahiers Espagne au Coeur).
Asociaciones españolas
• Associació Memoria Histórica del Baix Llobregat (Cornellá- Catalunya).
• Asociación Sobrarbense La Bolsa (Bielsa-Aragón).
• Ateneo Republicano (Monzón-Aragón).
• Círculo Republicano Manolín Abad (Huesca-Aragón).
• Descendientes del Exilio (Madrid).
• Federación Asturiana Memoria y República (LLanesAsturias).
• Fundación Juan Negrín (Canarias).
• La Gavilla Verde (Cuenca-Aragón).
• Asociaciones francesas.
• Amicale Nationale des Anciens Guerrilleros en FranceFFI (AAgef-FFI).
• Amicale des Anciens Guerrilleros en France-FFI de
Ariège, Lot, Gironde, Hautes-Pyrenées, Haute Garonne
y Aude.
• Amicale des Espagnols de la base sous-marine de Bordeaux (Gironde).
• Amis des Combattants de l’Espagne Republicaine.
• Association des Amis du Vieux Caussade et de son Pays
(Tarn et Garonne).
• Association Miguel de Cervantes (Tarn et Garonne).
• Association ¡Ay Carmela! de Pessac (Gironde).
• Ateneo Republicano de Limoges (Haute-Vienne).
• Chemins de l’Exil des Republicains espagnols (Aude).
• Iberia Cultura de Montauban (Tarn et Garonne).
• Maison des Jeunes et de la Culture de Cahors (Lot).
• Mémoire Espagne Republicaine (Tarn et Garonne).
• Memoria Andando de Decaseville (Aveyron).
359
• Mémoire Espagne Republicaine et Resistente (Gens).
• Memoria y Exilio de Saint Gaudens (Haute Garonne).
Asociaciones de otros países
• Centro de la Memoria Común para la Democracia y la
Paz (Rabat).
Para terminar esta breve colaboración me permito poner estas frases grabadas en un monolito de piedra francés:
A la memoria de todos los españoles muertos por la Libertad
1939-1945.
10.000 republicanos españoles muertos durante la deportación.
25.000 caídos junto a las tropas aliadas, en el maquis o fusilados.
Estación de Borredon
360
epílogo
L’Associació Joan Peset i Aleixandre del País Valencià con el
apoyo de todas sus asociadas y sus asociados celebró las IV Jornadas sobre la Represión Franquista en Levante, durante los últimos
días del mes de marzo del año 2012, en los locales del Colegio
Mayor Rector Peset de la Universidad de Valencia. Algo que no
hubiera podido tener lugar sin el respaldo y patrocinio del Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España, desarrollando la
legislación sobre la llamada «Memoria Histórica», a través de las
subvenciones públicas destinadas a actividades relacionadas con
las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo.
Las IV Jornadas sobre la Represión Franquista en Levante trataban monográficamente el estudio sobre la represión del partido
político Izquierda Republicana (IR), fundado en el año 1934,
como consecuencia de un proceso de unidad de las republicanas
y de los republicanos de izquierdas. Previamente se produjo la
disolución de Acción Republicana, del Partido Republicano Radical Socialista Independiente y de la Organización Republicana
Gallega Autónoma, partidos presididos por don Manuel Azaña,
don Marcelino Domingo y por don Santiago Casares Quiroga.
Las IV Jornadas tuvieron lugar a lo largo de los días 26, 27 y
28 de marzo del año 2012 en los locales del Colegio Mayor Rector Peset, perteneciente a la Universidad de Valencia y ubicado en
un palacio rehabilitado del centro histórico de la ciudad. El Colegio Mayor Rector Peset ha sido un extraordinario colaborador
de nuestra Asociación, especialmente a través de su director, don
Salvador Albiñana, y de las buenas gestiones de doña Ana Bonmatí y del personal de administración y servicios, para el correcto
desarrollo de los actos.
Otro respaldo importante ha sido el del Departamento de
361
Historia Contemporánea de la Facultad de Geografía e Historia
de la Universidad de Valencia, aprobando las jornadas su Consejo
de Departamento, encabezado por don Ismael Saz quien ha sabido continuar con la excelente disposición que anteriormente nos
ofreció doña Nuria Tabanera, y con el concurso de las ponencias
de varios de sus profesores, como don Marc Baldó i Lacomba
y don Ricard Camil Torres i Fabra. A los que hay que sumar la
presencia de investigadores y profesores como don Vicent Sampedro, don Batiste Malonda, don Josep Lluís Barona, don Josep
Rafel Pérez Borredá, don Isabelo Herreros Martín-Maestro, doña
Carme Agulló i Díaz y don Josep Miquel Santacreu i Soler.
Asímismo, queremos expresar nuestro agradecimiento al
apoyo recibido por parte de Izquierda Republicana (IR) cuyo
Presidente federal, don Pablo Rodríguez Cortés, profesor de Historia, colaboró como presentador de la primera sesión de las jornadas y don Isabelo Herreros Martín-Maestro, durante muchos
años Secretario General del Partido, colaboró con la exposición
de una ponencia, como se ha indicado anteriormente.
También queremos expresar nuestro agradecimiento a la
Asociación Manuel Azaña de León, y muy concretamente a las
personas de su presidente, don Joaquín Rodero Carretero, y de
su vicepresidente don Félix González Prieto, que hicieron posible
que las Jornadas se alargaran desde el día 4 al 12 de abril de 2012
con la presencia de la magnífica exposición sobre don Manuel
Azaña Díaz y la Segunda República española. Exposición que
pudo ser visitada en el recinto de la sala de la muralla del Colegio
Mayor Rector Peset de la Universidad de Valencia.
Dar las gracias muy especialmente a los señores profesores residentes en la República francesa, don Henri Farreny y don Charles Farreny, por su colaboración sobre las deportaciones, y también a la dirección del «Centre d’Investigation et d’Interprétation
de la Mémoire de l’Espagne Républicaine» ubicado en la estación
de Borredon (Montalzat, Tarn-et-Garonne) de Francia. Mención
especial merece el Presidente del Comité d’Animation del CIIMER, don José González.
Agradecer al numeroso público de las distintas sesiones y de
362
la exposición su asistencia y su colaboración a través de preguntas
y aportaciones testimoniales al tema de la represión franquista en
Levante. Agradecer la labor de coordinación llevaba a cabo por
doña María Isabel Sicluna Lletget y por don Ricard Camil Torres
Fabra, profesore de Historia, así como también el trabajo desarrollado por don Rafael Guaita Lozano, miembro de l’Associació
Joan Peset i Aleixandre del País Valencià, y que intervino en las
labores de organización y montaje de las Jornadas y de la exposición.
Finalmente, agradecer la profesionalidad y el trabajo del
editor don Luis Sotuela y sus colaboradores de Editorial Eneida, y esperar que muy pronto podamos dar continuidad a estas
Cuartas Jornadas sobre la represión franquista en Levante que
promueve l’Associació Joan Peset i Aleixandre, pues están siendo
preparadas las quintas, centradas en una segunda edición sobre
la represión de Izquierda Republicana (IR), partido político fundado por don Manuel Azaña y que desarrolló tan importantes
funciones de Gobierno durante la etapa histórica de la Segunda
República española.
Pablo Rodríguez Cortés
Profesor de Historia
Presidente de la Asociación Peset Aleixandre
363
Descargar