Cinco estrategias de supervivencia para ayudar a los niños con el

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CINCO ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA PARA AYUDAR A LOS NIÑOS CON EL
SÍNDROME DE ASPERGER A SUPERAR LA PASIVIDAD
George T. Lynn, M.A., C.M.H.C.
Original en inglés en: http://www.udel.edu/bkirby/asperger/
Traducción realizada por: Rogelio Martínez Maciá
El niño con Asperger puede tener una fuerte predisposición a la pasividad, sobretodo cuando
se cansa, se frustra o se estresa. Esta profunda falta de energía o habilidad para comenzar una
tarea se ve en la escuela, en casa o en la vida social.
La pasividad puede incapacitar al niño con Asperger para la consecución de logros en
la escuela. Sus padres llegan a comprender que él se paraliza cuando tiene que hacer
contacto social con otros niños que se sientan en la mesa del comedor. Él esta aislado en un
rincón de la clase y tiene que ser guiado suavemente por un maestro. Sintiéndose
totalmente agobiado, termina mirando fijamente hacia delante y no puede recordar lo que se
supone que iba a hacer después. Cuando su maestro se dirige a él, gruñe una contestación
pero no vuelve a sus tareas. Podría tener muchas dificultades a la hora de decir a sus
maestros lo que él necesita y tiende a ser pasivo ante sus críticas. Se encoge ante el abuso
verbal de su maestro y no le comunica lo que siente. En una situación social, él es raramente
el primero en buscar contacto social y necesita ver a alguien más haciéndolo antes.
La pasividad puede interferir en la actividad de tareas ordinarias de la casa. Uno de mis
pacientes adolescentes con Síndrome de Asperger siente un gran placer por la cocina, pero
tiene dificultad en mantener el sentido de flujo y sucesiones que requiere formular una receta
de cocina. Él a menudo tiene un espacio de desconexión. (spaces out). En estos lapsos, él
me dijo que su cuerpo se retarda hasta detenerse y se queda mirando la receta como si
estuviese esperando que de algún modo viniera la receta hacia él.
Un muchacho con AS con el que trabajé, fue agredido una noche por unos adolescentes
delincuentes en una parada de autobús, porque a pesar de que era hábil en kárate, no pudo
defenderse en un ambiente distinto del que practicaba y en una situación diferente.
“Adelante, tú empiezas”, le dijo a uno de los maleantes, y procedieron a golpearle. No se le
ocurrió que la única manera de salir airoso de la situación, una vez que fue amenazado
gravemente, era rodear y atacar agresivamente a los ladrones. Y no pensó que no estaba
con otros niños en el dojo bajo la vigilancia de su maestro de kárate. Su incapacidad para
comenzar la acción venía por su incapacidad de tener una contestación práctica o adaptable
a la situación de los niños que le amenazaban.
Esta falta de habilidad para comenzar una actividad se relaciona probablemente con el hecho
de que los niños con Asperger pueden ser profundamente apraxicos en lo tocante a lo afectivo,
lo cognitivo y lo conductual. Entonces ellos no visualizan automáticamente cuales serán las
acciones ulteriores, cómo derivará una conversación con otros, o generalmente lo que pasará en
el futuro. No teniendo idea del futuro potencial, el niño no puede planear su acción presente y así
no puede hacer nada. Las personas normales representan continuamente imágenes de los
potenciales próximos sucesos unos instantes antes de que pasen. Al niño con el Síndrome de
Asperger le puede faltar ese conocimiento. Como resultado de ello, retrasa su respuesta hasta el
punto de no hacer nada en absoluto.
Él no sabe el porqué no puede conseguir cosas y parecerá desconcertado cuando usted le
pregunta por ello. Debido a su dificultad de aprendizaje, muchas cosas en su vida son frustrantes
para él y va acumulando experiencias de fracasos.
Cinco estrategias de supervivencia para superar la pasividad
Esta inclinación hacia la pasividad no es una sentencia de institucionalización permanente para
el niño, pero es una indicación de que el desarrollo de su aprendizaje es diferente al de los otros
niños. Por ejemplo, los niños con Asperger pueden ser muy hábiles en las artes marciales, pero
necesitan que se les muestre cada movimiento posible y ensayarlo físicamente. Si se hubieran
incluido posibles respuestas a situaciones en la calle, el muchacho hubiera podido responder
mejor. Para aprender a jugar al béisbol, el niño tiene que ser llevado físicamente a cada posición
del campo y explicarle los movimientos del jugador en esa concreta posición, de igual manera
que usted enseñaría a alguien a aprender unos pasos de baile. Una vez que el niño aprende las
sensaciones de un movimiento, puede realizarlo de forma espléndida, pero los entrenamientos
pueden tomar algún tiempo más de lo normal.
Aquí están cinco estrategias de supervivencia para ayudarle a darse cuenta de sus
peculiaridades y disminuir los retos planteados por sus diferencias de atención.
1. 1. Consulte con él para encontrar maneras de reducir la tensión que él experimenta. Hable
con él sobre lo que está pasando en la escuela o en el trabajo. Los niños con Asperger
tienden a ser muy nobles. Si ellos no pueden seguir el ritmo de la clase (debido a unos
métodos educativos malos), entonces pueden intentar resolver el problema simplemente
negándose a coger el autobús de la mañana. Es más fácil decir: “Nunca iré al infierno” que
decir: “Me siento tonto, incapaz de hacer el trabajo”, “¡ Ayúdenme !”. Si ellos no pueden
seguir el paso en un duro trabajo en equipo, entonces tienden a tirar al suelo su delantal y
tener un ataque de ira y frustración.
2. 2. Use con tacto una sugerencia de antemano. En el ejemplo sobre el muchacho que tenía
los desoladores “tiempos muertos” mientras cocinaba, yo sugerí que sus padres le
ayudasen a volver a funcionar, tocándole firmemente en el hombro (lugar donde él podía
tolerar un toque fuerte) haciéndole pensar en el nuevo paso que necesitaba para lograr la
receta. Una buena sugerencia es simplemente mantener la cantidad correcta de estímulo
verbal y táctil junto con una indicación clara y concreta del próximo paso, declarado en
términos visuales: “OK Stephen, parece que necesitas abrir la caja de la receta y buscar la
tarjeta para las galletas de avena”.
3. 3. Guiar desde detrás. Para reducir la pasividad usted tiene que lograr el hábito de seguir
un poco detrás al niño. Usted va a su marcha. Si él se detiene, usted para y entra en el papel
de consultor con él. “Jeremy, estás haciendo un gran trabajo, que consigue abrir la puerta.
¿Buscas algo ahora mismo?”. Refrene su propio enojo, respire profundamente y rodee el
problema. Dele el tiempo que necesite.
4. 4. Ayúdele a calmar el ritmo de su respiración. Si él se enfría y no puede conseguir cruzar
la puerta para tomar el autobús que le llevará a la fiesta de cumpleaños de un amigo,
pregúntele lo que usted puede hacer para ayudar. Si no contesta, asuma que él está
experimentando ansiedad y que sin embargo parece sereno y muy tranquilo por fuera, en su
interior, su mente está corriendo a gran velocidad. Simplemente siéntese de forma serena a
su lado y permita que su ritmo de respiración relajado calme el de él. Dígale cualquier cosa
que piense que pueda tranquilizarlo un poco más y entonces vuelve a guiarle al próximo
paso cuando él pueda comprenderle mejor.
5. 5. Enseñarle a tomar una decisión binaria. Una de las causas más poderosas de la
pasividad es el sentimiento del niño con el Síndrome de Asperger de que alguna tarea es tan
inmensa y compleja que posiblemente no podrá conseguirla. Para superar esta barrera,
enséñele cómo descomponer cualquier problema en dos decisiones. Él toma una de las
decisiones y entonces descompone la próxima parte del problema en dos nuevas
decisiones, y toma una de ellas hasta que el trabajo está hecho.
Si usted quiere conseguir que limpie su cuarto, primero debe hacer dos montones. Un montón
para las cosas que se quedan y otro para las cosas desechables. Cuando tiene el montón de
cosas que se quedan, divídalo en un montón para ropa y otro para las cosas electrónicas.
Cuando esto esta hecho, tome cada montón a su vez. En el montón de las partes electrónicas,
ponga todas las partes que pertenecen a las proyectos actuales en un estante y todas las partes
de proyectos del pasado en otro y así en adelante. Él necesita una manera de trabajar del todo a
las partes. Es más fácil si usa deliberadamente el “si/no”, el “cero/uno”, el código binario para
descomponer los problemas en partes más pequeñas y manejables. Los niños con Asperger
mostrarán a menudo grandes talentos en los campos científicos, técnicos o artísticos. Sus
aptitudes son esenciales para el crecimiento y desarrollo de nuestra cultura. En la historia
reciente ha habido genios que han mostrado rasgos del Síndrome de Asperger, entre ellos se
incluyen: Albert Einstein, Bach, Glenn Gould, y otros muchos entre los que se incluyen grandes
inventores en la industria de los ordenadores. Es difícil conocer las contribuciones de las
personas con Asperger porque son a menudo muy tímidos y públicamente modestos. Pero la
ansiedad y pasividad que los niños con AS experimentan pueden ahogar sus vidas y hacer que
desarrollen de forma mediocre su potencial. Ayudarles a superar la pasividad puede tardar años,
pero cada paso pequeño fortalece la habilidad del niño en lo sucesivo.
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