Radio – Programa 338 Vida en Familia Hoy Mi plataforma: Dennis

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Radio – Programa 338
Vida en Familia Hoy
Mi plataforma: Dennis Rainey habla a los padres de adolescentes
“Apariencia”
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Roberto:
Bienvenido y bienvenida a Vida en Familia Hoy. Gracias por acompañarnos
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en el programa de hoy. Permítame darle una pequeña explicación de a
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dónde nos dirigimos.
Dennis:
Estoy enojado. Hacia allá me dirijo.
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Roberto:
Oh, no. No sabía que estabas enojado.
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Dennis:
Estoy enojado.
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Roberto:
Bueno, puedo explicar a los oyentes lo que ocurre.
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Dennis:
No lo sé. Hazlo solamente si no toma mucho tiempo porque realmente
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quiero llegar a esto.
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Roberto:
Muy bien. Durante los próximos días pasaremos un tiempo analizando los
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problemas que los padres enfrentan cuando tienen hijos en la secundaria o
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el bachillerato. Hemos llamado a esto la serie de la Plataforma porque
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podemos ver, Dennis, que has traído tu plataforma al estudio y
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simplemente estás ansioso de subirte a ella.
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Dennis:
Voy a estirarme por aquí y poner mi plataforma cerca del micrófono. Es
un poco extraño.
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Roberto:
¿Qué tienes en mente hoy?
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Dennis:
(Se ríe.) Bueno, lo que realmente queremos hacer es analizar durante los
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problemas en los que los padres deben estar, quiero decir, debemos estar
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junto a nuestros hijos para enfrentarlos. Si no estamos con ellos, la cultura
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va a robarles a nuestros jóvenes, a nuestros adolescentes, no sólo su
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inocencia, sino que también serán engañados y seducidos para que se alejen
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no sólo de nosotros, sino que destruirán su vida debido a algunos de estos
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problemas. Ahora, este primer tema del que deseo hablar hoy, no puedo
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describir cuán ansioso estoy por abordarlo. Hace algún tiempo estuve
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visitando una iglesia, y era un domingo de graduados. Estaban honrando a
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todos los estudiantes que se graduaban del bachillerato, y fue un domingo
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maravilloso. Fue una buena idea. Tuvimos un tiempo espiritual, y algunos
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de los bachilleres se acercaron al micrófono para compartir su testimonio.
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Uno de los bachilleres que pasó al frente era un joven muy bien vestido y
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guapo. Yo pensé que eso fue algo poderoso, fue una gran declaración. El
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joven habló con firmeza sobre su fe en Cristo. Después se levantó una
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jovencita, y no recuerdo lo que dijo porque la manera en la que estaba
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vestida era una declaración de su vida, de su familia y de su fe que gritaba
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tan fuerte que uno no podía escuchar lo que ella dijo. Ahora, quizá podría
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parecer como que estoy juzgando en este punto, pero su vestido era muy
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seductor. Y la plataforma en la que deseo subirme hoy no es para hablar
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exclusivamente de los vestidos seductores que utilizan las jóvenes
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adolescentes. Deseo hablar de todo el tema de la apariencia. Lo que me
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llegó, mientras estuve en esa audiencia en aquella iglesia, es que yo
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pensaba: “¿Dónde están los padres?
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involucrados en cómo se ven sus hijos?” Se podría dar el caso que uno ha
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llegue a ceder el control de cómo vestirse sobre los hijos para el tiempo en
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que están por graduarse, pero no estoy seguro de que ese haya sido el
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caso, Roberto. Creo que los padres deben tener un cierto grado de control
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sobre los jóvenes durante todos sus años de adolescencia, hasta que uno
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los deja ir para que se vayan a la universidad. Ahí ellos podrán tomar sus
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propias decisiones, y decidirán la moda que deseen usar, su propia
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declaración de cómo será su apariencia.
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debemos darnos cuenta es que estamos moldeando la teología de la
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apariencia en nuestros hijos, si puedo utilizar ese término.
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ayudando a nuestros hijos a comprender quiénes son y cómo tienen que
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comportarse.
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Roberto:
¿Por qué no están los padres
Y en mi opinión, los padres
Estamos
Así que no estás hablando solamente de buenos modales o de un
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comportamiento aceptable en la sociedad. ¿Estás hablando de algo que es
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bíblico?
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Dennis:
Sí, la discreción es parte del libro de Proverbios. La sabiduría es una parte
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del libro de Proverbios. La Biblia nos dice en Efesios, capítulo 5, versículos
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del 15 al 17, que debemos ser sabios en todo momento porque los días son
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malos. La idea es formar a nuestros hijos para que sepan cómo
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comportarse y cómo vestirse de modo que sí se vean atractivos, para que
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se vean agradables según la cultura, pero no hasta el punto de caer en lo
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que dice la sociedad y se conviertan en parte de la mentalidad del rebaño.
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Alguien dijo una vez: “No permitas que el rebaño te robe tu identidad”.Y
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creo que eso es algo que necesitamos formar en nuestros jóvenes
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actualmente, para que sepan que, en el momento que ceden a la presión del
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grupo y se conforman a la sociedad en la manera de vestir, están perdiendo
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su propia individualidad. Ahora, yo fui adolescente alguna vez, y sé que la
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presión es real, y sé que, hasta cierto punto, todos los adolescentes se
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vestirán de la misma manera. Pero la pregunta es si vamos a establecer
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algunos límites morales para que nuestros jóvenes las sientan, para que las
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hagan suyas y para que comiencen a adoptarlas como sus propias
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convicciones para que, mientras pasan por la adolescencia, no se vistan
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simplemente basados en las creencias de sus padres, sino sobre la base de
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sus propias convicciones como personas jóvenes.
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Roberto:
Nos hablaste sobre la joven que viste en esta iglesia. Una vez vi a un joven
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un domingo en una iglesia, que tenía puesta una camiseta. Él estaba en el
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grupo de jóvenes y estaba usando una camiseta que decía en la parte
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frontal: “Aturdido y Confundido”, y tenía el dibujo de una cara feliz con
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ojos desorbitados. Aparentemente, la cara feliz había bebido demasiado o
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fumó demasiada droga. Y él estaba utilizando esta camiseta el domingo
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por la mañana para el grupo de jóvenes de la iglesia. Y yo me hice la
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pregunta, así como tú lo hiciste, Dennis, ¿dónde están sus padres? ¿Acaso
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saben qué ropa se puso para ir a la iglesia este domingo?
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Dennis:
¿Acaso comprenden que esa es una declaración de cómo está su vida?
Este joven realmente está comunicando a sus compañeros sobre cómo es
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su vida. Me parece que realmente tenemos que dirigirnos, antes que nada, a
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los padres. Tenemos que sentarnos a reflexionar y analizar cómo serán los
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estándares que estableceremos para nuestros hijos antes de que lleguen a la
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adolescencia, y cómo serán nuestros estándares mientras atraviesan por los
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años de adolescencia. Este es un problema para nuestros hijos e hijas,
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porque la cultura ha difuminado las líneas de lo que es aceptable. Ahora
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existe un menú muy amplio de opciones disponibles para los jóvenes.
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Quiero decir, echemos un vistazo a lo que tenemos disponible: camisetas,
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pañoletas, gorras con mensajes obscenos, ropa para gente resentida con la
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sociedad, pantalones de cadera, hay ropas indecentes, tenemos vestidos
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diseñados para la seducción, tenemos camisetas con toda clase de
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mensajes. Algunas tienen mensajes sobre bandas de rock o productos
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inapropiados. También tenemos otros problemas, como los aretes para
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varones y una gran cantidad de aretes para muchachas. Están los peinados,
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y la lista puede seguir y seguir. Y la pregunta para los padres es cuál será
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su línea de ataque cuando se trata de enfrentar estos temas. Puede esperar
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que los problemas lleguen a usted, o puede unirse junto con su cónyuge y
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comenzar a definir lo que realmente creen acerca de algunos de estos
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temas, de modo que cuando su hija desee comprar un vestido para la
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graduación, usted sepa qué clase de vestido le comprará. Eso ocurrió con
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nosotros. Quiero decir, el primer vestido de graduación que nuestra hija
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Ashley trajo a casa no era apropiado. Y, usted sabe, francamente, está
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bien. Estaba bien. Lo importante es que cuando Ashley fue a comprar el
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vestido para su graduación, ella sabía que sus padres tenían que aprobarlo.
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Entonces ella trajo el vestido a casa y creo que en parte estaba
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probándonos para de algún modo ver hasta dónde llegaban nuestros
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límites. Ashley se probó el vestido y era un poco… sí era modesto, pero
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era un poco corto en ambos extremos. ¿Cómo más puedo decirlo? Bueno,
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Ashley llevó el vestido a casa y creo, según recuerdo, que al final tuve que
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ir con ella al almacén para ayudarla a elegir. Yo era el único varón, el
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único papá en la tienda de vestidos. Y me parece que eso dice mucho.
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Había muchas mamás ayudando a sus hijas a probarse los diversos
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vestidos, y aquí tengo una plataforma en miniatura, Roberto. Creo que los
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papás deberían usar el tiempo para elegir el vestido de la graduación como
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una oportunidad para salir con sus hijas, darse un tiempo libre del trabajo
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para compartir con ellas, hablar con ellas y amarlas durante el proceso de
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elegir algo que sea apropiado, algo que sea modesto. Esto ayuda a una
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muchacha a entender cómo piensan los varones.
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Roberto:
vestidos, más vale que nuestras hijas aprendan una buena lección de esto.
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Te digo una cosa, por la cantidad de dinero que uno paga por esos
Dennis:
Bueno, en este caso fue así. Ashley había ganado todo el dinero que ella
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había decidido gastar en su vestido de graduación. Así que esto ni siquiera
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afectaba mi bolsillo. Pero, tú sabes, esto se convirtió en algo realmente
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importante. Pasamos un tiempo divertido con Ashley, y al final llevamos a
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casa un vestido que a su mamá le gustó de verdad. Pero la razón por la
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que llegamos a ese punto, y esto es de cierta manera un punto de partida
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importante, es algo así como una estela que señala el camino aquí, Bárbara
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y yo nos tomamos el tiempo de hablar sobre lo que íbamos a hacer. No
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íbamos a dejar que ella simplemente elija lo que quisiera. Ahora, no es que
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no confiáramos en el buen juicio de Ashley, pero ella tenía 17 años. Ella
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necesitaba un padre, ella necesitaba dirección para aprender esta lección.
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Después de haber visto alrededor de 20 vestidos, realmente se llevó a cabo
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un proceso de dirección. Uno puede decir: “Mira, Ashley, ese vestido no
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es apropiado, no es bueno”.
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Bárbara y yo fuimos a la graduación sólo para ver cómo les estaba yendo a
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los muchachos. Y no avergonzamos a Ashley, y le dimos permiso para
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conducir el automóvil, pero había algunas jovencitas en esa graduación que
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se notaba que no iban acompañadas por sus padres. Lo que traían puesto
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difícilmente llegaba a ser un vestido.
Es interesante, Roberto, más adelante,
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Roberto:
Tú estuviste en la tienda, y pudiste ver las opciones de vestido que Ashley
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tenía para decidir.
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pasaban la prueba de tus estándares.
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Dennis:
Probablemente no había muchos vestidos ahí que
Así es, y lo que ocurre en la tienda es que uno llega con una lista de
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estándares y luego comenzamos a compararlos con los otros vestidos.
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Déjame decirte, uno comienza a comparar con lo que hay ahí y decimos:
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“Bueno, parece que tengo que bajar un poquito mis estándares aquí”.
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Roberto:
Es verdad, eso sucede.
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Dennis:
No lo haga. Busque otra tienda. Siga buscando. En algún lugar del
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mundo hay un vestido en el que su hija se verá preciosa, que será
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apropiado, que... Bueno, aquí tengo un versículo bíblico. Déjame traer mi
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Biblia, Roberto, y leerlo, porque la Biblia habla sobre esto. 1 de Pedro
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capítulo 3, versículo 3 dice: “Que la belleza de ustedes no sea la externa,
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que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y
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vestidos lujosos”. Aquí es donde un papá puede afirmar a su hija, ayudarla
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a atraer los corazones, no las miradas, ayudarla a no poner su esperanza en
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su apariencia externa, sino que cultive su persona interior en el corazón, su
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castidad, su comportamiento respetuoso, su modestia. Y tenemos que
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volver a hablar de la modestia aquí. Y esto, por cierto, no es sólo para las
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chicas. Creo que debemos enseñar a nuestros varones jóvenes a ser
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modestos. Nunca olvidaré cuando uno de nuestros hijos, y no voy a decir
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cuál de ellos, llegó a casa utilizando unos pantalones que llegaban hasta la
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parte baja de las caderas. Este estilo se conoce como “suelto”. Nunca
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había escuchado de esto, pero lo vi. Particularmente esto no me gustó
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porque se veía como que en cualquier momento esos pantalones podían
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caerse y quedar a la altura de las rodillas del muchacho. Como soy la
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persona a cargo de criar a estos chicos, yo pensaba decirle: “¿Qué ocurre
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aquí? ¿Acaso mi hijo perdió su cinturón o algo por el estilo?” (Se ríen).
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Pero me contuve y le dije: “Espera. ¿Qué ocurre aquí?”. Y cuando le dije
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a mi hijo que se acomode los pantalones, él me respondió: “Papá, así es
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como se usan los pantalones ahora”. Y tuve que decirle: “Pues no es así
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como tú los usarás aquí, hijo”. Tuvimos un buen tiempo de interacción y
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nos reímos un poquito. Pero para mi hijo no fue divertido porque los
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chicos de la secundaria estaban utilizando así los pantalones todo el tiempo.
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Bueno, ¿cómo vamos a lograr esto, como padres? Esto es lo que ocurre,
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mamá, papá, usted puede hacer que estos temas se conviertan en una
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especie de campos de batalla. Usted puede dibujar una línea en la arena,
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sacar su artillería y sus bazucas, y puede alinearse frente a su hijo
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adolescente y declararle la guerra. Pero debe hacer todo lo posible para
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evitar dibujar esa línea de batalla. Ahora, en un minuto, hablaré sobre lo
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que es tolerable y lo que es intolerable, y cómo hemos definido esto.
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Ahora, esto será completamente subjetivo, pero tenemos que hacer una
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declaración sobre lo que está ocurriendo en nuestra cultura. Pero antes
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que siquiera podemos entrar en ese tema, el tema clave aquí es que usted
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preserve la relación, no a toda costa, porque no sacrificará la verdad en el
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altar de las relaciones. La verdad y las relaciones están diseñadas para
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estar en tensión la una con la otra.
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sacrificará la relación solamente por un problema. Escúcheme, esto es muy
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importante. Pero usted sí debe ayudar a su hijo adolescente a comprender
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que existen los límites, y no puede sobrepasar lo que usted, como mamá y
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como papá, ha establecido. Debe decirle a su hijo adolescente que ustedes
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establecieron este límite juntos, como pareja, porque si no se apoyan el uno
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al otro, le prometo que probarán las líneas de defensa y encontrarán el
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punto débil. Ellos irán donde la mamá o donde el papá y explotarán el
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punto débil para encontrar la manera de escabullirse.
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Roberto:
Usted ama a su hijo. Usted no
Bueno, nuestro tiempo ha terminado pero le animamos a que nos sintonice
en el siguiente programa de Vida en Familia Hoy. Que Dios le bendiga.