Acuarios de agua dulce con peces autóctonos

s?
¿Dónde y cómo obtener los pece
de laja: por ejemplo, una
sitios con plantas o pedacitos
i rota) previamente hervida
porción de vasija (incluso, sem
Las morenas y bombillas
servirá de escondite y adorno.
-y eléctricos- que pueden
son hermosos peces nocturnos
que simulan la claridad
apreciarse con luces especiales
sorarse en los acuarios,
La primera opción es elegir y ase
edades (melánicas,
donde hay incluso distintas vari
autóctonas. Aconsejamos
albinas, velíferas) de especies
ecie porque da un sentido
de la luna.
las variedades típicas de la esp
ser el gran objetie
deb
ese
y
,
ario
acu
stro
nue
didáctico a
con un vidrio para evitar
• Es importante tapar la pecera
de nuestros cuerpos de
vo: ayudar a difundir la riqueza
que salten fuera de ella.
s por la contaminación,
agua, muchas veces amenazado
peces exóticos y la sobree ir acostumbránlas represas, la introducción de
es deben capturarse de chicos
pec
Los
•
y
vida
su
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edos),
pesca. Al exhibirlos podremos
entos comerciales (secos y húm
y mejor aún si dolos a ingerir alim
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complementados con lombrices
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alimento vivo, o en mejor
son propios de la región
los peces grandes sólo comen
rbia el agua. También hay
, zanjas o arroyos próxide los casos, carne, lo cual entu
Otra alternativa es relevar charcas
difícil asegurar una provisión
silvestre de la que podemos que tener en cuenta que es
mos. Allí suele vivir más fauna
lo que resulta recomendaconstante de alimento vivo, por
nte permitido capturarlos.
imaginar y además está legalme
balanceado.
le bastar con acercarnos
ble acostumbrarlos al alimento
Para colectar peces pequeños sue
a chica, con un mango
tener espacio suficiente,
con un copo o red casera, de tram
• Para su sano desarrollo deben
espejos de
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menor a 1 m, que
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gran cantidad, nos permitirá verl
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y flotantes. Incluso si la trama
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s que suman interés a
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• Es importante estudiar y docume
de agua dulce y otros invertebrado
.
y hábitos. Es poco lo
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respecto de su comportamiento
la pecera, aunque algunos term
ctonos, generalmente no
que se conoce de los peces autó
esté permitidade
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y hábitos alimentarios.
La pesca
mucho más que su distribución
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Rosa- De ese modo, cualquier acu
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local y a la ictiología. Y
ciudades como La Plata,
importantes aportes al acuarismo
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da un mayor sentido al
rio y en la Ciudad de Buenos Aire
esto, ni más ni menos, es lo que
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acuarismo para la conservación.
las mejores condiciones.
peces y asegurar su traslado en
¡Mucha suerte!
Últimos consejos
0% del agua cada 15 días,
• Se recomienda cambiar el 20-3
alimento sobrante, los
aunque se vea clara. Además del
os corporales disueltos en el
peces conviven con sus desech
merma de oxígeno . Si se
agua y también con la paulatina
imiento (más la limpieza
contase con un filtro, este proced
2 ó 3 meses.
del filtro) podría realizarse cada
nta contra la calidad
• Todo excedente de comida ate
Hay que darles sólo la
del agua y la vida de los peces.
ir en uno o dos minutos.
cantidad que puedan consum
nocturnos (los bagres,
• Muchos peces autóctonos son
ortante que puedan oculpor ejemplo), por lo cual es imp
a ello, hay que crearles
tarse de la luz durante el día. Par
del
Escritorio al Campo
como herramienta
Es una guía de colección, pensada
de campo
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Producción: Revista Vida Silvestre
y Claudio Bertonatti
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Textos: Gustavo
[email protected]
natti, Hernán Laita, Ricardo
Fotos: Gustavo Aparicio, Claudio Berto
ás Tizio y Eduardo Haene.
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Cenzano Brandon, Nicolás Couvín,
al: Liebre de Marzo
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Diseño: Leonel Baldoni - Diseñ
2014
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Julio - Septi
ocedente de
fuentes responsables
Palometa o Piraña
(Pygocentrus nattereri)
Acuarios de agua dulce con peces autóctonos
Una de las reglas básicas del acuarismo dice que “cuanto más espacio, mejor”; por ese motivo es conveniente contar con una pecera de
más de 40 litros de capacidad y pocos peces.
Será necesario disponer de un aireador conectado a placas de plástico que cubran el piso de la pecera y de un filtro (externo o interno) que
retenga las partículas orgánicas en suspensión y estimule la circulación del agua, con lo que se evitará el recambio frecuente de agua,
que suele ser tan riesgoso y traumático para los peces.
También es importante contar con un calefactor y un termómetro
interno para asegurar una temperatura estable; una luz ultravioleta (solar, de lámparas o leds) que permite mantener plantas vivas
y favorece la visión de los colores de los peces y además mejora
su calidad de vida.
Otros elementos indispensables son el suministro de anticloro al
agua (antes de volcarla en la pecera) y una pequeña red de mano
que permita capturar y mover los peces sin necesidad de tocarlos,
ya que las manos dañan la cubierta protectora que segrega su piel.
La elección de las especies
Podemos armar distintos tipos de acuarios de peces autóctonos.
Pero antes de adquirir los ejemplares, y para no llevarnos sorpresas desagradables, es importante decidir qué especies y tamaños
nos interesan. Es aconsejable no apresurarse y buscar información previamente.
Si contamos con una pecera pequeña (40 cm de longitud), una opción podría ser armar un acuario con plantas y pequeños peces
que formen cardúmenes, como madrecitas, orilleros, monjitas,
monkausias u otras mojarras. Algunos peces pequeños y vivíparos tienen la facilidad de reproducirse en acuarios y las plantas les
proporcionan buenos escondites a los alevinos recién nacidos.
Otra alternativa consiste en armar un acuario para “cíclidos”, en el
cual es conveniente disponer lajas o piedras para que busquen refugio. A este grupo pertenecen las chanchitas, los
siete-colores y los cabeza-amarga o juanitas. Son famosos
por sus hábitos territoriales, por ser cazadores voraces y por
los celosos cuidados que los padres dispensan a sus huevos y crías.
Son peces muy interesantes de observar; conviene armarles escondites en extremos opuestos de la pecera para que puedan establecerse con comodidad. Los siete-colores se alimentan de vegetales e
invertebrados, lo que los hace menos agresivos y permite combinarlos con otras especies. Los cíclidos suelen arrancar las plantas, por
lo que se recomienda colocarlas enterradas y sumergidas en pequeños potes con dos centímetros de laterita (tierra roja) y la misma
cantidad de piedritas, cubriendo totalmente esa superficie. De ese
modo quedan mejor sujetas, se evita la turbidez del agua y también
que los peces las arranquen con facilidad.
Encontrar la combinación de peces que cohabiten en una pecera
es difícil pero no imposible. Muchas veces nos daremos cuenta a
qué altura del cuerpo de agua se desplazan los peces por la ubicación de la boca: unos tienen la boca ubicada en la parte superior
de la cabeza, otros en la parte media y los de fondo, lógicamente,
en la parte inferior.
Un ejemplo para un acuario de más de 60 litros: 2 o 3 parejas de
madrecitas nadando cerca de la superficie; 3 o 4 pacucitos o metinis que se desplacen a media altura; una corydora o “limpia fondo”
recorriendo el sustrato y un par de “limpia-vidrios” adheridos a los
cristales y recorriendo las plantas. Una rama o tronco pequeño sumergido no sólo contribuirá a recrear un espacio silvestre, sino que
favorecerá a los peces “de fondo”.
Otra opción: mantener 2 o 3 peces vistosos que desarrollen gran
tamaño como el bagre amarillo, la anguila criolla, chafalotes, dientudos, sabalitos, boguitas, pacúes, cachorros de surubí, lenguados,
surubí lima, morenitas y palometas. Estos peces deben ser juveniles
o chiquitos y necesariamente se deben mantener solos o en grupos
de 2 o 3 ejemplares de la misma especie. En estos casos también
puede combinarse peces de similar tamaño, de media agua con uno
de fondo (no más que eso). En estas peceras no conviene
introducir plantas porque será casi imposible mantenerlas
sanas y deberá haber pocos elementos de adorno para dejar
espacio libre que facilite la natación.
Defensa 251 . piso 6° k . (c1065aac) . Ciudad de Buenos Aires . Telfax (5411) 4331.3631 / 4343.4086 . www.vidasilvestre.org.ar
del Escritorio
al Campo
Acuarios de agua dulce con peces autóctonos
Anchoa de río
Armado común
Bagre amarillo
Bagre sapo
Lycengraulis grossidens
Pterodoras granulosus
Pimelodus maculatus
Rhamdia quelen
Banderita
Boga
Chafalote
Guitarrita
Limpiafondo
Madrecita
Eigenmannia trilineata
Leporinus obtusidens
Raphiodon vulpinus
Bunocephalus coracoideus
Corydoras paleatus
Cnesterodon decemmaculatus
Monjita
Sábalo
Pacucito
Patí
Pirá Pitá o Salmón de río
Piraña o Palometa
Gymnocorymbus ternetzi
Prochilodus lineatus
Mylossoma duriventre
Luciopimelodus pati
Brycon orbignyanus
Serrasalmus marginatus
Piraña o Palometa brava
Sardina de río
Siete colores
Tararira
Tetra Buenos Aires
Vieja negra
Serrasalmus maculatus
Pellona flavipinnis
Gymnogeophagus meridionalis
Hoplias malabaricus
Hyphessobrycon anisitsi
Rhinelepis strigosa
Vieja
Virolito
Cucharón
Pez pulmonado
Manguruyú de las piedras
Yabebí o Raya de río
Ancistrus cirrhosus
Apareiodon affinis
Sorubim lima
Lepidosiren paradoxa
Microglanis cottoides
Potamotrygon brachyura