El Gobierno lanza un vasto plan de seguridad por la

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ESPAÑA
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EL PAÍS, jueves 18 de marzo de 2004
CAMBIO POLÍTICO La lucha contra el terrorismo
El Gobierno lanza un vasto plan de seguridad
por la “persistencia del riesgo terrorista”
El despliegue es el mayor puesto en
marcha desde los años ochenta e incluye
la participación de las Fuerzas Armadas
JORGE A. RODRÍGUEZ, Madrid
El Gobierno anunció ayer la
puesta en marcha de un vasto
plan de seguridad ante la “persistencia del riesgo terrorista” y “la
amenaza evidente” que se cierne
sobre España tras la masacre del
11-M en Madrid, según explicó
el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes. El dispositivo
incluye a la Guardia Civil, a la
policía nacional, autonómica y
municipal y a las Fuerzas Armadas, en el mayor despliegue antiterrorista puesto en marcha en
España en el inicio de los años
80, con el Plan Especial para el
País Vasco, (ZEN) tras una ofensiva de ETA.
Acebes aseguró que el plan supone incrementar el que ya estaba desplegado antes de la matanza —en previsión de un posible
ataque de ETA antes de las elecciones generales del 14-M— y
añadió que tendrá tres objetivos
básicos, o líneas de trabajo: nuevas medidas para la vigilancia
“en zonas de gran afluencia de
gente” (estaciones, puertos, aeropuertos y espectáculos deportivos), protección de objetivos estratégicos y de servicios básicos
(infraestructuras, telecomunicaciones y energía) y medidas de
reacción y recogida de información de manera inmediata ante
posibles ataques.
La decisión de incrementar
las medidas antiterroristas fue
adoptada por la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, un órgano creado
en 1986 para afrontar eventualidades nacionales o internacionales que puedan poner en riesgo
“la vida, la seguridad o el bienestar de los españoles”. Acebes explicó que el plan había sido “convenido” con el PSOE, extremo
que negaron fuentes de este partido que precisaron que sólo les
fue comunicado.
El ministro manifestó que el
dispositivo se ha hecho contando
con las Fuerzas Armadas, las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado, las policías autonómicas y las locales, que en conjunto
superan los 300.000 efectivos.
“No se puede sumar a todos porque todos no van a estar en este
dispositivo”, indicaron fuentes
de Interior. Ninguna de las fuentes consultadas ha precisado el
detalle del despliegue, con el argumento de que un plan de seguridad deja de ser válido “si se
cuenta y se dan detalles”.
Coordinación europea
El plan, explicó Acebes, es “similar” al que ya han adoptado
otros países de la Unión Europea, también en previsión de sufrir un ataque del terrorismo fundamentalista islámico, o de otro
signo. Las medidas se van a debatir en el Consejo de Ministros de
Justicia e Interior de la UE que
se celebrará mañana en Bruselas.
El ministro agregó que acudirá a
dicha reunión con una postura
Acebes asegura que el plan ha sido
El dispositivo comenzará por bloques y
“convenido” con el PSOE y los socialistas marcará prioridades “en función del daño
precisan que han sido “informados”
que pueda causar” un eventual ataque
“también convenida” con el partido de José Luis Rodríguez Zapatero.
Las nuevas medidas se irán
poniendo en marcha de forma
paulatina —“por bloques”, dijo
Ángel Acebes— y se desplegarán
antes en aquellos puntos que se
consideren más sensibles, “priorizando en función del daño que
se pueda causar” en un eventual
ataque.
La Guardia Civil y el Cuerpo
Nacional de Policía (unos
130.000 efectivos en conjunto)
ese encargarán de los controles
en las ciudades y zonas rurales,
de los lugares donde se concentran gran número de personas
—en especial, los aeropuertos,
las estaciones ferroviarias y de
autobuses— y los centros donde
se celebran grandes acontecimientos culturales o deportivos.
Ambos cuerpos ya estaban implicados en un dispositivo de seguridad (en Madrid se llamaba Operación Genil) en prevención de
un atentado por parte de ETA y,
ya en el 11-M, se encontraban en
estado de máxima alerta.
Policías y guardias montarán
controles fijos y móviles en las
zonas fronterizas, en el interior
de las ciudades y en las principales vías de comunicación. El ministro no precisó ayer si se iban a
cerrar las fronteras, aplicando algunas de las excepciones que prevé el acuerdo de Schengen. La
Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra se desplegarán en sus respectivos territorios. Portavoces de
ambos cuerpos ya han adelantado que asumen las medidas anunciadas por Acebes.
La Consejería de Interior del
Gobierno vasco, de la que depende la Ertzaintza, manifestó ayer
que está en “permanente contacto” con Ángel Acebes a raíz de
los atentados del 11 de marzo en
Madrid y con vistas a la aplicación del plan de máxima alerta
antiterrorista. Las policías locales y municipales (más de
100.000 agentes en toda España), especialmente las de las grandes ciudades, se encargarán de
tareas de apoyo y de suplir al
Cuerpo Nacional de Policía en
algunos aspectos “normales” referidos a la seguridad ciudadana.
El papel del Ejército será la
vigilancia de los centros estratégicos, de interés para la Defensa,
las fronteras, los grandes centros
de producción de energía (centrales nucleares y eléctricas) o de
El Ejército puede
combatir desde
2002 amenazas del
terrorismo exterior
Acebes, ayer, al anunciar el nuevo plan antiterrorista tras el 11-M. / REUTERS
almacenamiento de combustible,
instalaciones químicas, así como
los espacios aéreos y marítimos
En general, protegerán “las instalaciones y puntos sensibles”.
Para el ministro Acebes, “la
mayor amenaza y riesgo proviene del terrorismo”, al que “sólo
se le puede plantar cara desde la
firmeza, la colaboración internacional y los instrumentos legales
y judiciales para poder ser más
eficaces”, por lo que todos los
esfuerzos que se hacen en el seno
de la UE “son absolutamente internacionales”.
Las medidas ha sido adoptadas en la Comisión Delegada para Situaciones de Crisis, que encabeza el presidente del Gobierno y que incluye a los titulares de
los departamentos de Asuntos
Exteriores, Interior, Defensa,
Economía y Hacienda. Si se ha
puesto en marcha casi una semana después del 11-M y no inmediatamente después de la masacre ha sido porque su preparación “requiere tiempo”.
El despliegue coincide con un
comunicado del grupo que Abu
Hafs Al Masri, vinculado a Al
Qaeda, en el que anuncia que detiene los atentados contra objetivos civiles en España hasta conocer la orientación del Gobierno
de Rodríguez Zapatero. El primer comunicado de este grupo a
un diario londinense, inmediatamente después del 11-M, no obtuvo crédito alguno. Las fuentes
consultadas anoche aseguran
que, como en el anterior comunicado, apenas le dan credibilidad,
ya que, con anterioridad este grupo reivindicó falsamente otros
hechos de envergadura (el apagón de nueva York).
EL PAÍS / EFE, Madrid
La participación del Ejército en
situaciones de riesgo frente al terrorismo exterior está contemplada en la Revisión Estratégica de
la Defensa, presentada en diciembre de 2002 en el Congreso de los
Diputados, y que establece los objetivos de las Fuerzas Armadas
para los próximos 15 años y las
capacidades necesarias para cumplir dichos fines. Este documento
prevé “el empleo de las capacidades militares para complementar
la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado” en
caso de un ataque “del terrorismo exterior” para garantizar “el
mantenimiento de los servicios
esenciales”.
La Revisión Estratégica, que
logró el favor, aunque con matices, de PSOE, CiU y Coalición
Canaria, prevé en el apartado
“Riesgos principales para nuestra seguridad”, la participación
de las Fuerzas Armadas frente al
terrorismo exterior.
“Hoy por hoy”, asegura el documento, “no parece probable
una situación en la que se materialice una agresión armada a
gran escala contra el territorio
nacional español o sus espacios
marítimo y aéreo, al menos en el
sentido clásico del término”.
“No obstante”, añade, “la
aparición del fenómeno del terrorismo exterior, de alcance global
y gran capacidad de inflingir daño, abre la puerta a nuevas situaciones de vulnerabilidad nacional. Para hacer frente a este nuevo riesgo, proveniente de más
allá de nuestras fronteras, se necesitará contar con las capacidades
de las Fuerzas Armadas cuando
las autoridades gubernamentales
lo determinen”.
El texto explica que la Revisión Estratégica “pasó a contemplar la lucha contra el terrorismo exterior como un nuevo cometido de las Fuerzas Armadas”, sobre todo en sus tres misiones generales, pero, sobre todo, para impedir cualquier tipo
de agresión y si fuera necesario,
responder a ella.
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