Los tres reyes magos

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Iglesia de Dios. Guatemala, C.A. Estudios Escriturales - Los tres reyes magos. Diciembre 2012. www.iglesiadedios.com.gt
“LOS TRES REYES MAGOS”
Una tradición más
Muchos de los acontecimientos que nos narra la
Sagrada Escritura, han sido torcidos y luego tomados
como base para ciertas celebraciones pues al
distorsionar la Palabra de Dios y aumentarle se cae en
una creencia sin fundamento y en una simple
tradición.
Entre esos acontecimientos está la visita que hicieron
los “supuestos” tres reyes magos al Señor Jesús recién
nacido.
El relato de estos personajes está escrito en Mateo
2:1-13. Dicen así los versículos 1 al 3: “Y como fue
nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey
Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente a
Jerusalem, Diciendo, ¿Dónde está el Rey de los Judíos,
que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el
oriente, y venimos a adorarle. Y oyendo esto el rey
Herodes, se turbó, y toda Jerusalem con él.”
La Sagrada Escritura describe acerca de esta visita que:
partir del siglo VIII, y muy especialmente por San Beda,
el venerable, tomó auge y mayor importancia la
dedicación a los tres reyes magos. Nótese que no fue
sino hasta el siglo VIII en que empezó a dedicársele por
medio de las autoridades católicas romanas, un
reconocimiento mayor, y a la vez dedicarles un día,
como lo es el 6 de enero. Pues bien, he allí el origen de
llamarle a este día, el día de los “tres reyes magos”.
A los eventos que están escritos en la Sagrada
Escritura, no podemos agregarle ni quitarle. Así lo
establece Apocalipsis 22:18-19.
En 1ª. Timoteo 4:16 el apóstol Pablo recomendó “Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello;
pues haciendo esto, a ti mismo salvarás y a los que te
oyeren”. Así como esta tradición, hay muchas otras,
de tal manera que mucha gente cree tener el
conocimiento de Jesucristo y lo que resulta teniendo es
el conocimiento de tantas tradiciones y fábulas
alejadas de la verdad de Dios. Por esto es importante
que cada punto en el que creamos, lo escudriñemos
para ver su origen y si está de acuerdo a lo que enseña
la Sagrada Escritura. El mismo Señor Jesucristo
recomendó: “Escudriñad las Escrituras” Juan 5:39.
Unos magos vinieron de oriente a Jerusalem.
La Sagrada Escritura no habla de número, pues unos es
un artículo indeterminado, pues no define un número
específico de magos.
La Sagrada Escritura no habla de reyes, sino
únicamente se refiere a magos.
La Sagrada Escritura no mencione el nombre de los
magos.
¿Entonces de dónde surgió esta tradición que le pone
número, le da el título de reyes, y le asigna nombres?
La tradición de los tres reyes magos es Católica
Romana, y esparcida en la mayor parte de los países de
la tierra.
El primer dato que citamos es la
ENCICLOPEDIA SALVAT, de su Tomo número ocho, y en
su artículo MAGO. En este artículo se nos dice que a
Tenemos el dato que nos da el Diccionario Católico de
la versión Juan Straubinger, en su artículo “Reyes
Magos”, página 261.
“Viajeros venidos del oriente para visitar al niño Jesús.
Aunque comúnmente se les llama reyes, no hay
fundamento histórico para considerárseles como tales.
Eran probablemente sabios en las ciencias naturales, y
particularmente en la astrología.
La Biblia no
proporciona suficiente información para determinar su
país de origen; tampoco se tiene certeza del número.
El triple regalo que ofrecieron (oro, incienso, mirra)
favorece la opinión de que fueron tres. Los nombres
que se les ha asignado: Gaspar, Melchor y Baltasar,
proceden de una antigua tradición”.
Este es el dato que el diccionario católico da con
respecto a los tres reyes magos, y sin embargo al
pueblo se le enseña otra cosa. Y en lo que concierne al
Derechos Reservados. © Iglesia de Dios, Guatemala, C.A. Este estudio puede ser reproducido total o parcialmente siempre y cuando no se altere el contenido del
mismo y se cite la fuente.
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dato en sí, podemos decir que se ha apegado a la
realidad del caso como nos lo relata el Evangelio de
Mateo 2:1 “Y como fue nacido Jesús en Bethlehem de
Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos
vinieron del oriente a Jerusalem”. Todo lo que nos
dice la Escritura para nuestra enseñanza es que fueron
unos magos. Usted debe notar que no dice que fueron
REYES MAGOS, y que tampoco aparece el número de
ellos, y es más, en todo el capítulo no menciona ningún
nombre propio de ellos.
En el versículo 7 del capítulo 2 de Mateo, hace
mención de ellos así: “Entonces Herodes, llamando en
secreto a los magos”. No existe entonces el dato en la
Escritura que hayan sido reyes ni que fueran en
número de tres. La escritura con claridad dice que
eran MAGOS, y no nos da el nombre de ellos, por lo
tanto, decir que fueron tres reyes magos llamados
Melchor, Gaspar y Baltasar, es enseñar fuera de lo que
en realidad nos enseña la Escritura.
Ahora bien, cuando se dice que eran unos magos, no
se piense tampoco que eran personajes ocupados en la
magia, ¡No! no eran de esa calidad. Si nos fijamos en
el versículo de Mateo 2:1, nos dice que venían de
oriente, y en oriente existían muchos pueblos
adelantados como Babilonia, Media, etc… a quienes se
les daba el nombre de magos, eran también los que se
ocupaban de la ciencia de la astronomía y la astrología
con caracteres religiosos. La enciclopedia Salvat nos
dice así en el artículo “Magos”: “En la religión Persa,
tribu de la Media cuyos miembros estaban revestidos
de funciones sacerdotales y se ocupaban de la
astrología”. Eran unos personajes de ciencia, esto es lo
más aceptable. Pero también hay algo más que
meditar con respecto a estos personajes bíblicos en lo
que concierne a eso tan singular como lo fue la estrella
que sirvió de señal y que fue la guía de ellos.
El Evangelista Mateo nos narra en el capítulo 2:2 lo
siguiente: “Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los
Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto
en el oriente, y venimos a adorarle”.
Nótese bien la expresión de los magos: “Su estrella
hemos visto en el oriente…” Ante este relato no
tenemos más que aceptar que esta estrella fue literal,
y además fue un hecho de milagro exclusivamente a
estos personajes.
Bien, dejamos asentado que la estrella en sí era literal,
y que sirvió de señal a los magos. Pero volviendo a las
palabras de ellos ante Herodes, tenemos que la habían
visto en el oriente, o sea, el lugar de su procedencia.
Viéndola entonces allá, y saliendo en la peregrinación
de la adoración, no la volvieron a ver hasta que
estuvieron en Bethlehem. Esto lo podemos confirmar
al leer lo que nos dice el capítulo 2 de Mateo, versículo
7 al 10 “Entonces Herodes, llamando en secreto a los
magos, entendió de ellos diligentemente el tiempo del
aparecimiento de la estrella; y enviándolos a
Bethlehem, dijo: Andad allá, y preguntad con
diligencia por el niño; y después que le hallaréis,
hacédmelo saber, para que yo también vaya y le
adore. Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron: y he
aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba
delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre
donde estaba el niño.
Y vista la estrella se
regocijaron con muy grande gozo”.
Al continuar con la descripción del relato tenemos que
la estrella les guió hasta donde estaba el niño, y nos
dice así el versículo 11 “Y entrando en la casa, vieron
al niño con su madre María”. Notemos bien en dónde
encontraron al niño y a sus padres, ya no fue en el
establo, entre los animales, muy claramente se nos
dice que lo hallaron en la casa. Sin embargo, la
tradición enseña que los magos llegaron al establo y
que allí encontraron a Jesús.
El otro aspecto es de los presentes que llevaron los
magos al rey recién nacido. En el versículo 11 del
capítulo 2 de Mateo, nos dice así la segunda parte: “Y
postrándose, le adoraron, y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron dones, oro e incienso y mirra”. Por lo que
nos dice que fueron tres los dones que le ofrecieron al
niño, no es un dato contundente para decir que
fueron tres. La Escritura solamente dice unos magos.
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