EL SACRIFICIO HEROICO DE LA GUERRICO

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EL SACRIFICIO HEROICO DE LA GUERRICO
CNIM (R) Jorge A.Errecaborde (*)
Sorprendió a la Armada en general el inicio del conflicto Malvinas 82.
Es que el secreto con que se manejó la política a nivel nacional le impidió
alistar para la guerra sus unidades. Fue el caso de la corbeta ARA. Guerrico (**) que se
encontraba en dique seco en Puerto Belgrano en recorrida periódica. Ante la grave
evolución de la crisis Malvinas, el Comando de la Armada le ordenó hacerse a la mar
para transportar Infantes de Marina a las Georgias, lugar donde se estaba iniciando la
crisis.
El buque estaba en pleno período de adiestramiento de su reconstituida
dotación, luego de los pases generales propios de principios del Año Naval. (90% de sus
Oficiales, 60% de Suboficiales).
Se embarca a los 40 infantes del Teniente de Navío de Infantería de Marina
Luna, acomodándolos precariamente en un buque sin capacidad para el transporte de
tropas y zarpa el 28 de marzo rumbo a Grytviken-Georgias.
Los casi cuatro días de navegación fueron terribles para los infantes hacinados
en los pasillos de la Corbeta bajo un fortísimo temporal que los acompañó durante la
travesía. La tripulación se fue poniendo en claro con su buque sobre la marcha.
La corbeta arriba a la Bahía Cumberland-Georgias- (en su caleta Vago está
Grytviken, sede del Gobierno Británico) allí se encuentra con el buque polar Bahía
Paraíso, también convocado con urgencia por el Comando Naval sacándolo de su
Campaña Antártica.
Rápidamente se monta el desembarco de los infantes con los dos helicópteros
que usaba el Bahía Paraíso durante la Campaña Antártica; un Puma del Ejército
Argentino (***)y un Alouette de la Aviación Naval. El Puma permitía el transporte de
infantes, el Alouette sólo estaba capacitado para misiones de observación. Se dispone el
desembarco en tres heli-olas; en la primera iría el Teniente Luna y 14 infantes, en la
segunda lo haría el Teniente de Corbeta IM Giusti con otros 14 infantes, los 10 restantes
lo harían en la tercera heli-ola. Se ordena a la Corbeta Guerrico apoyar el movimiento
para lo cual debía penetrar en la Caleta Capitán Vago, maniobra altamente peligrosa por
la gran cantidad de cachiyuyos, bajos fondos y un boyón de amarre que entorpecían y
canalizaban los movimientos.
El objetivo a alcanzar era la zona de King Edward Point, sede de las
autoridades británicas, próxima a Grytviken. Específicamente el enorme edificio de
Shackleton House ubicado en una altura.
Parte la primera heli-ola guiada por el Alouette y apoyada por la Guerrico. El
Puma aterriza en el muelle de King Edward Point y los 15 infantes comienzan su
despliegue.
Luego lo hace la segunda heli-ola, la que al llegar a la altura del Shackleton
House, es atacada por fuego de armas automáticas produciendo averías al Puma y bajas
en la dotación. Con suma habilidad los pilotos del Ejército logran estabilizar el
helicóptero a la orilla opuesta a Shackleton House. Allí comprueban la muerte de los
conscriptos IM Jorge Águila y Mario Almonacid y cuatro heridos; pese a la conmoción
del desastre vivido, el Grupo se rehace y prepara su ametralladora para atacar al
enemigo ubicado en la orilla opuesta de la Caleta.
El enemigo estaba constituído por 22 Royal Marines fuertemente armados y
fortificados en el Shackkleton House. Baten el helicóptero y luego dirigen sus fuegos
hacia los 15 IM que se encontraban prácticamente a su merced, en el bajo y sin mayores
cubiertas.
La Guerrico que ya los había descubierto, comienza el fuego en apoyo de los
infantes en tierra; lamentablemente sus armas se fueron trabando a los pocos disparos y
ante la situación en tierra inicia una segunda penetración, para atraer sobre si a la
defensa.
El enemigo dirige entonces sus fuegos sobre el Buque, el que recibe un
intenso castigo, incluyendo impactos de un lanzacohetes de 89 mm. Carl Gustav. La
Corbeta vira dentro de la Caleta y abre fuego con sus armas de la otra banda con poca
suerte. Incluso el cañón de 100 mm. también se traba. Vuelve a recibir intenso fuego al
pasar nuevamente frente a la posición enemiga y busca una ubicación favorable para
continuar el combate, ahora con sus ametralladoras de 40 mm. (En proximidad de la
roca Hobart).
A 12.48 horas cuando los 15 Infantes de marina se encontraban bajo fuego
en el muelle de King Edward, la segunda heli-ola estaba fuera de oportunidad y
distancia para el combate en la otra costa de la Caleta y el resto de los Infantes de
marina de la 3° heli-ola (transportados por el Alouette en un alarde de pericia y arrojo)
aún no había llegado a la primera línea de combate y cuando sólo la Guerrico seguía con
su apoyo de fuego, fue cuando los ingleses deciden rendirse.
La decisión británica estuvo fuertemente impulsada por la osada y tesonera
acción de nuestra Corbeta. La que con el sacrificio de muertos, heridos y averías había
apoyado a sus camaradas infantes hasta lograr el objetivo perseguido, la redición
enemiga.
La Guerrico pagó con sangre y averías su heroico apego al
cumplimiento de su misión.
El cabo Primero de Mar Patricio Guanca cae muerto al pie de su arma. Hay 5
heridos incluyendo al Guardiamarina Ricardo Pingitore que recibe heridas graves
mientras cubría su puesto de comunicaciones en el puente de comando pues, por orden
del Comandante, sólo quedaron allí los hombres indispensables para la conducción del
combate. Entre los que permanecieron, estuvo el propio Comandante siempre en el
alerón de barlovento del fuego enemigo, según comentarios de su tripulación. El puente
tenía más de 200 perforaciones luego del combate.
Hay actos de heroísmo como el Cabo Principal Artillero Francisco Solano
Páez quien siendo jefe de pieza ve caer a dos de sus subordinados, hace replegar a sus
hombres y permanece reparando su cañón hasta el fin del combate. La Nación Argentina
lo condecoró “Al valor en combate”.
El tenaz accionar de la corbeta salvó a los infantes del Teniente Luna, los que
pudieron haber sido derrotados por partes – grupo por grupo – y con ello no cumplir con
la misión de reconquistar parte de nuestro suelo, aún irredento.
Por esta razón los Infantes de marina guardan un afectuoso recuerdo para los
marinos de la Guerrico y un respetuoso reconocimiento por su valor y sacrificio.
(*) Autor de diversos libros y folletos sobre la participación de la Armada en la Guerra
de
Malvinas, actualmente se desempeña como Jefe del Departamento de Historia y de
la
División Malvinas del Comando de Infantería de Marina. Es socio adherente de
nuestra
entidad.
(**) Se desempeñaba como Comandante con el grado de Capitán de Fragata el actual
Valte
(RS) Carlos Alfonso, Director del Centro de Estudios Estratégicos de la Armada y
Vicepresidente 1° de nuestra asociación. Por su actuación en la guerra mereció la
distinción de la Armada “Al Mérito Naval”.
(***) Se desempeñaba como Piloto del helicóptero Puma del Ejército el entonces
Teniente
1ro Alejandro Esteban Villagra, condecorado por su actuación con la medalla “La
Nación Argentina al Valor en Combate”
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