Trayectorias del pensamiento político-filosófico, siglos XIV-XVIII. Una aproximación a la política.

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Trayectorias del pensamiento político-filosófico, siglos
XIV-XVIII.
Una aproximación a la política.
¿Sabemos qué es la política?, quizás podemos ejemplificar sobre como se hace política,
si nos piden definirla la cuestión se complejiza bastante. Para comenzar debemos definir
de manera sencilla la política: “…política es la actividad a través de la cual los grupos
humanos toman decisiones colectivas…”1
La secularización del poder político, los inicios de la modernidad.
La crisis del siglo XIV puso fin a la Edad Media y a su sistema económico-político y
social, el feudalismo. Como hemos afirmado en otras ocasiones esto no fue de un día
para el otro, fue un proceso lento y progresivo. Pero en los siglos XV y XVI se vio
nacer una nueva cultura y sociedad, a la que comúnmente llamamos modernidad. La
misma surge con el Renacimiento italiano, los viajes de descubrimiento, la reforma
religiosa, el estado moderno y su nueva forma de justificación el contractualismo y las
formas laicas de justificar el poder. El siglo XVII y XVIII aportan el racionalismo así
como la fe en el progreso. Estas son algunas de las grandes ideas que sustentan a la
modernidad como época sociocultural.
La secularización del poder político.
La descomposición creciente de una relación más que milenaria la del poder con la
esfera de lo sagrado y como consecuencia, el advenimiento de un ámbito de difícil
dilucidación pero cuya nota más destacada es sin duda la laicización del poder político.
La fuente del poder es otra, no es Dios es el pueblo. La soberanía surge como una
forma de poder cristalizada en el propio hombre.
Como señala Juan Sisinio Pérez Garzón:
“En definitiva, la Reforma luterana había abierto las compuertas del sujeto pensante y
crítico, libre y autónomo, racional y apasionado. Por eso, en Holanda Baruch Spinoza
pudo escribir con plena libertad intelectual contra la autoridad de las escrituras
bíblicas, planteando la fe en un Dios racional, y además contra el poder monárquico y
a favor de un poder democrático que asegurase al individuo la libertad de creencias, de
palabra y de acción. En la Holanda calvinista ya se había planteado por primera vez el
contrato social con J. Althusius y el derecho internacional con Hugo Grocio; allí
encontró sosiego René Descartes para su crítica racional, e incluso allí maduró sus
ideas Locke; también se dieron los pasos de la revolución agraria con la selección de
especies.”2
DEL ÁGUILA, Rafael. “Manual de Política.” Madrid: siglo XXI, p. 21.
Juan Sisinio Pérez Garzón “La trayectoria de la filosofía y la cristalización de las ideologías de la
modernidad”, en “El Mundo Contemporáneo: Historia y problemas”, Aróstegui, Julio et alter, op cit., p.
226.
1
2
Los cambios en el pensamiento, siglos XV-XVIII.
Como se señaló el pensamiento político-filosófico cambia a partir de la crisis religiosa,
la crítica a la iglesia por parte de Martín Lutero acaba con el fundamento tradicional de
la política, la religión. Pero el nuevo tratamiento de la política se refleja en la obra de
Maquiavelo.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527).
Es el primer pensador moderno, utiliza un lenguaje no religioso para sostener la
autonomía de la política con respecto a la religión y la subordinación de esta última a la
política. Aumenta con Maquiavelo la secularización de la política desacralizando los
fundamentos trascendentes de la obligación e introduciendo nuevos conceptos en
dirección a la justificación de una teoría política.
El contexto en que se mueve Maquiavelo es la evolución de los Estados del
Renacimiento (1490-1560) hacia la Monarquía absoluta y la superación del poder de la
Iglesia. El entorno de Maquiavelo será la ciudad de Florencia y la corte de los Médicis
donde es hereditario y su antiguo principio de legitimación. Maquiavelo se inclina por
la justificación de un nuevo principado virtuoso fundador de instituciones e innovador
de leyes y hábitos, conquistador y reformador. Su principal obra fue El Príncipe (1513),
aunque cuenta con otras obras, las cuales serán referidas en clase. 3
El tratamiento de Maquiavelo de la política es amoral, la analiza como es en su tiempo
(plano descriptivo) no le interesa lo que debe ser a la hora de describirla. En este
tratamiento considera al hombre como un ser perverso, algo común en un mundo donde
la Iglesia estaba en pleno descrédito, un mundo como el renacentista caracterizado por
las ambiciones personales y el egoísmo. La acción política está caracterizada según
Maquiavelo por la violencia y la crueldad. Pero la misma debe estar revestida de un
manto de justificación, esto es, debe guardar las apariencias, para mantenerse en el
poder. El príncipe señala Maquiavelo debe guardar en grado sumo las relaciones con su
pueblo, para ello debe cuidar las apariencias aunque ello no implica que no haga uso de
la fuerza y la crueldad cuando deba. Sus objetivos deben ser alcanzados por cualquier
medio.
El contractualismo.
Es una corriente de pensamiento caracterizada por sostener que los individuos ceden sus
derechos para ingresar a un estado en el cual viven en sociedad. En general los autores
que se inscriben en esta corriente de pensamiento político-filosófico, parten de un punto
inicial, consideran que los hombres viven en un Estado de Naturaleza del cual salen por
diversos motivos y pasan a vivir en un Estado Civil o Sociedad Civil donde poseen
entre otras cosas un gobierno común.
El surgimiento del orden político se desarrolla a través de una sucesión de Estados:
Estado de Naturaleza/Contrato social/Sociedad civil.
3
Disponibles en la presentación en Power Point.
Thomas Hobbes (1588-1679).
Vive en una época caracterizada por la violencia y la necesidad de paz. Recordemos
brevemente que se trata de la Revolución Inglesa, donde entre otras cosas se ajustició a
un rey. Regicidio que tuvo hondas implicancias para el futuro.
Al igual que otros pensadores contractualistas, considera que existe un Estado de
Naturaleza, pero ese estado se caracteriza por ser un Estado de Guerra, ¿por qué? El
hombre es malo y egoísta por naturaleza, tiende siempre a codiciar lo que el otro posee
y no dudara en atacarlo y matarlo inclusive. Con ello se genera un Estado de Guerra en
el cual “el hombre es el lobo del hombre”. Para abandonar la condición de guerra y
anarquía, es necesario conferir u otorgar el poder a un hombre o asamblea de hombres
para que dispongan de un poder lo suficientemente fuerte como para asegurar la paz y
la defensa común, preocupaciones esenciales en tiempos de Hobbes. El titular de este
poder se le denomina soberano (supremo) y su poder es soberano y cada uno de los que
lo rodea es súbdito suyo. Señala Hobbes que por más incómodo que pueda resultar el
poder supremo del Estado es peor el Estado de Guerra. En definitiva el Estado es una
salvaguarda para las pasiones y el egoísmo del hombre. Para salir del Estado de
Naturaleza y Guerra es necesario que el hombre utilice la razón, atributo que posee pero
muchas veces se halla supeditada a las pasiones. A través de un Contrato se llega a la
sociedad civil, donde se construye un Estado fuerte con los objetivos antes reseñados. A
ese Estado Hobbes le denominará el Leviatán:“la multitud así unida en una persona se
denomina Estado … Esto es la generación de aquel gran Leviatán … de aquel Dios
mortal, al cual debemos bajo el Dios inmortal nuestra paz y nuestra defensa”.
Las características del poder estatal son: irrevocable, una vez establecido el pacto
solo puede terminar con voto unánime de todos los individuos integrantes de la
comunidad y con el acuerdo del soberano. Absoluta: no existe por encima de la
soberanía el soberano tiene control supremo sobre los reinos terrenales y celestiales.
Indivisible: no existe división de poderes y cuando esto sucede comienza la ruina del
Estado.
Tareas del Estado: determinar los medios para asegurar la paz y la defensa común.
Baruch Spinoza (1632-1677).
Nace en Ámsterdam en los Países Bajos en 1632, hijo de una familia judía que huía de
la península ibérica.
En 1656 fue expulsado de la comunidad judía, excomulgado publicó sus obras más
importantes.
Spinoza construye un sistema opuesto al de Hobbes, para él la finalidad del Estado no
es la seguridad como sostenía Hobbes, sino la libertad, a partir de la cual se logra la
seguridad.
Coincide con Hobbes en que existe un Estado de Naturaleza, el derecho de cada
individuo se sostiene por la capacidad o fuerza de cada individuo, lo que denomina
Spinoza como Potencia. Cada individuo alcanza o extiende su derecho hasta donde su
Potencia le posibilita. Si los hombres se guiaran por la razón en el Estado de Naturaleza
no existirían problemas. Señala Spinoza4 que mientras el hombre utiliza la razón está en
la cúspide de su libertad y utiliza su potencia (fuerza o capacidad) para sostenerla. Pero
4
SPINOZA, Baruch. “Tratado Político”. Buenos Aires: Quadrata, 2005, p. 41.
la gran mayoría tiende a caer en la insensatez, ¿por qué?, básicamente porque estaba
“sometido a las pasiones”.5 Pero además se está en relación con otros hombres, con los
cuales se puede vincular mediante la violencia, la razón u otra forma de
relacionamiento. Pero es libre aquel hombre que puede hacer uso pleno de la razón,
siendo Dios la expresión absoluta de la razón. ¿Por qué se enfrentan los hombres?,
como se ha señalado el predominio de las pasiones entorpece las relaciones entre los
hombres. Por otra parte si dos personas se unen tienen un derecho o potencia mayor y a
medida que se suman otros hombres este derecho aumenta y los problemas aumentan,
por ser el hombre un animal inteligente y capaz de hacer y tramar cosas malvadas.
¿Cuáles son esas pasiones negativas? “Cuando los hombres son dominados por la
cólera, la envidia o cualquier otro sentimiento de odio, se oponen unos a otros y son
contrarios entre sí, y tanto más temibles cuanto que tienen más poder y son más hábiles
y más astutos que los demás animales. Como naturalmente los hombres (…) están muy
sujetos a esos sentimientos, son también por naturaleza enemigos unos de otros. De
quien yo debo cuidarme más y que es el más peligroso para mí, es aquel que es mi
mayor enemigo.”6
Si los hombres poseen una ley común y todos parecen guiados por un pensamiento es
seguro que cada uno de ellos tiene menos derecho cuanto mayor es la potencia. El poder
público se le denomina Imperium al derecho definido por la potencia de la multitud. En
este caso se sale del Estado de Naturaleza. Si existe un Estado dominado por la
Asamblea, compuesta de personas selectas, constituye la aristocracia. Si el poder
supremo pertenece a una sola persona estamos en presencia de lo que se llama
monarquía.
El Estado denominado Imperii cualquiera, existe tres clases de Estados: democrático,
aristocrático y monárquico.7 Nos interesa el primero por sus implicancias
revolucionarias. Al respecto señala Spinoza: “Pasaré a continuación al tercer tipo de
Estado, el que es totalmente absoluto y al que llamamos democrático. La diferencia
entre este Estado y el aristocrático, consiste principalmente en que, como lo hemos
dicho, en el último depende únicamente de la voluntad y la libre elección por parte de
la asamblea suprema, que tal o cual persona se convierta en patricio; nadie posee por
herencia el derecho de votar y de llegar a las funciones públicas. Nadie puede reclamar
sus derechos, como en la democracia. Todos los hijos de padres que gozan de derechos
cívicos –por ser naturales del territorio nacional, porque se lo hayan ganado en la
república, o por otras causas-, poseen legalmente derecho de ciudadanía, todos, repito,
tienen derecho a votar y a ocupar cargos públicos. Pueden reclamarlos y no se les
puede negar, salvo cuando son culpables de algún crimen o han sido tachados de
infamia.8 Se debe señalar que esta obra queda inconclusa en 1677 cuando muere el
autor, pero las referencias al sistema democrático y sus características lo sitúan en un
lugar de avanzada del pensamiento político occidental. Se debe destacar además que en
todas las formas de gobierno debe predominar la razón por sobre las pasiones para hacer
del gobierno un gobierno de bienestar.
5
Ibíd., p. 42.
Ibíd., p. 44.
7
Ibíd., p. 49.
8
Ibíd., p. 125-126.
6
John Locke (1632-1704).
Pensador inglés, su pensamiento se inscribe dentro del contractualismo y se lo considera
padre del Liberalismo político (así como otros pensadores analizados, Thomas Hobbes
y otros por estudiar).
Para Locke, el hombre vivía desde tiempos antiguos en un Estado de Naturaleza, el cual
no era de guerra. El hombre a través de la razón conoce sus deberes y obligaciones, por
lo que no agrede a los demás, trabaja de acuerdo a los recursos naturales presentes en la
naturaleza y al realizar trabajo genera la propiedad, surge la propiedad privada, la cual
es más que una posesión, se trata de un derecho. Señala el autor:
“No cabe duda de que quien se sustenta de las bellotas que recogió al pie de una
encina, o de las manzanas arrancadas de los árboles del bosque se las ha apropiado
para sí mismo. Nadie pondrá en duda que ese alimento le pertenece. Y yo pregunto ¿en
qué momento empezó a ser suyo? ¿al digerirlo? ¿Al comerlo? ¿Al hacerlo? ¿Cuándo se
lo llevó a su casa? ¿Cuándo lo recogió del árbol? Es evidente que si el acto de
recogerlo no hizo que le perteneciese ninguno de los otros actos pudo darle la
propiedad. El trabajo puso un sello que lo diferenció del común”.9
El trabajo agregó a esos productos algo más de lo que había puesto la naturaleza. El
hombre puede apropiarse de las cosas por su trabajo en la medida exacta que le es
posible utilizarlos con provecho antes de que se echen a perder. Todo lo que excede ese
límite no se corresponde en el Estado de Naturaleza. El objeto de la propiedad no lo
constituyen los frutos de la tierra o los animales, sino la tierra misma, por ser ésta la que
provee de todos los demás frutos.
Pero en algunos casos excepcionales, surge la violencia y la agresión en contra de la
propiedad y de los individuos, es por ello que se debe realizar un pacto. A partir de la
celebración del Pacto surge el Estado, pero es un Estado donde los poderes deben estar
divididos para no generar concentración de los mismos, en resumen, no debe existir un
monarca absoluto. El poder ejecutivo, en manos del Monarca debe estar controlado por
un parlamento, representante del poder legislativo, mientras que debe existir un poder
civil (aún no maneja el concepto de poder judicial como lo hará Montesquieu)
encargado de resolver las cuestiones entre los individuos. El surgimiento del Estado, no
implica que los individuos ceden todos sus derechos, en caso de incumplimiento se
justifica la deposición del Monarca (téngase presente lo acaecido en 1649, juicio y
ejecución de Carlos II) En suma se trata del surgimiento de la teoría moderna de la
división de poderes y los sistemas representativos, los cuales hoy están presentes en el
mundo occidental, más allá de los cambios y variantes.
9
LOCKE, John. “Ensayo sobre el gobierno civil”.
Juan Jacobo Rousseau (1712-1778).
Es un autor que se aparta de ciertos postulados planteados por autores anteriores.
Algunas de sus ideas anuncian una nueva corriente de pensamiento, el romanticismo
aunque se desenvuelve en el siglo XVIII y en Francia (era de origen ginebrino). Hablar
de Francia y del siglo XVIII, es mencionar a la Ilustración. La obra de la Ilustración
francesa tiene algunas características que deben ser mencionadas, una fe y optimismo en
la razón y en las posibilidades del hombre. Esa razón que se hallaba inscripta y
representada por la Ciencia que iba realizando en el siglo XVIII progresos muy
importantes en el conocimiento y en el dominio del medio circundante.
Rousseau suponía al igual que los otros autores la existencia de un Estado de
Naturaleza, donde el hombre está en equilibrio entre sus necesidades y sus deseos.
Extrae lo necesario para vivir, pero es responsabilidad de los primeros progresos
materiales generar desigualdad. El trabajo que da derecho a reclamar la posesión sobre
el producto trabajado genera el origen de la propiedad privada, el hombre cerca la tierra
y la hace suya, aspecto ya mencionado por Locke. La propiedad privada y la técnica
producen una revolución productiva, metalúrgica y en la agricultura que hace nacer la
sociedad civil.
Para Rousseau la sociedad no surge de un pacto racional y consensual sino de un acto
de usurpación por la fuerza que engendra la explotación de los hombres. A partir de que
el primero dijo: “Esto es mío” empieza una situación de desigualdad y guerras. El
Estado de Guerra no esta en el Estado de Naturaleza sino que se desarrolla en la
sociedad civil. Aquí se ubica el “pacto ficticio” para la conservación de la vida y la
propiedad. Los hombres perdieron la libertad y consolidaron la propiedad.
Se debe refundar la sociedad. Conocer el “acto por el cual un pueblo es tal pueblo”. La
refundación se realiza a partir de la voluntad general esta radica en el pueblo y se
constituye en asamblea reunida y tiene tantos votos como miembros. Se debe encontrar
una asociación, donde cada uno uniéndose no obedece sino a si mismo. Un contrato
para proteger los bienes y el objetivo es el bien común. Se pasa del yo individual a la
persona pública, a un cuerpo colectivo que no es político sino moral. Se crea el poder
soberano, que no es otro que el ejercicio de la voluntad general. Se caracteriza por ser
inalienable, no se puede ceder, indivisible no se puede dividir, no hay
intermediarios. La comunidad reunida lo crea, es el pueblo, no esta en el contrato sino
que delega tareas.
El Estado civil, se produce un cambio muy importante al sustituir en su conducta la
justicia al instinto y al dar a sus acciones la movilidad que les faltaba antes, lo que el
hombre puede con el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado. El
derecho del primer ocupante aunque más real que el derecho del más fuerte, solo se
convierte en verdadero derecho una vez establecido el derecho de propiedad. Si se hace
propietario de un bien se excluye del resto. El derecho del primer ocupante tan débil en
el estado de naturaleza es respetable para todo hombre civil.
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