LUNES, 28 MARZO 2005 VIVIR LA VANGUARDIA 5 PAU ECHAUZ CATALUNYA CIUDAD Galería de ilustres GIRONA debates de la Diputación Provincial, pero si bien los dos dejaron huella en Lleida, sus trayectorias son muy dispares. El ex senador Josep Varela, que se encuentra en plena recogida de materiales para elaborar una biografía de Aunós Pérez, no ha encontrado ninguna relación política o colaboración entre ellos. Perenya era un político práctico, de ideas sencillas pero constantes que no pudo hacer más, por su muerte prematura, mientras que Aunós era de familia rica, conservador, un hombre con alma de músico y poeta pero político a la fuerza, por raíces familiares al principio, por necesidad después. Perenya tuvo que exiliarse de Lleida en 1909 porque militares descontentos le buscaban por un artículo en el que criticaba las levas forzosas de jóvenes humildes que iban a parar al matadero del Rif. Aunós tomó el camino del exilio tras la caída de la dictadura de Primo de Rivera con José Calvo Sotelo como compañero de viaje. Exiliado en París, sólo volvió cuando Franco le necesitó por sus vínculos con el fascismo italiano. La obra literaria de Perenya es básicamente periodística, además del Dietari de Pere Llopis, reeditado en el libro de Guimet, en el que narra su corto exilio. La obra literaria de Aunós abarca la jurisprudencia, la historia, la novela, el arte, los libros de viajes y una autobiografía. Varela recupera la frase que se atribuye a Eugeni d'Ors sobre el ministro de Justicia de Franco: “¡Qué sabio sería este hombre si se hubiera leído todos los libros que ha escrito!”, alimentando la leyenda de que algún negro trabajó para él, como fue el caso de Gaziel, que, exiliado en París, aceptó el e acercan fechas conmemorativas importantes. De entrada, ya se preparan los actos del centenario del historiador Josep Lladonosa (Alguaire, 1907-Lleida, 1990), pero es que algo habrá que hacer, digo yo, para conmemorar los cien años del escultor Leandre Cristòfol (Os de Balaguer, 1908) o del poeta Màrius Torres (Lleida, 1910). Paralelamente, se recuperan figuras que permanecen olvidadas en el callejero, que es el archivo urbano al que van a parar los personajes que dejaron huella en la ciudad. El escritor Josep Vallverdú y el político Víctor Torres, hermano del poeta, han presentado estos días un libro en el que se glosa la figura de un hombre del que se asegura que nunca se le ha hecho el homenaje que se merece, Alfred Perenya i Reixachs. S Arriba, el abogado progresista Alfred Perenya i Reixachs. Abajo, y rodeado de mujeres, Eduardo Aunós Pérez, ministro en dos dictaduras Josep Vallverdú insiste en la idea de crear un panteón para el recuerdo de gente como Alfred Perenya y coetáneos CALAFELL / ARXIU SERRA TEIXIDÓ El ingeniero Jordi Guimet Perenya ha escrito un libro sobre su abuelo materno en el que reconstruye aquella ciutat somiada de la que habla Màrius, la Lleida del primer tercio del siglo XX, en la que la modernización y el ensanche son logros de una generación que identifica catalanismo con progreso y republicanismo. Durante la presentación, Vallverdú insistió en una idea que ya ha aparecido en otras ocasiones, crear una galería de ilustres, un panteón para las cenizas y el recuerdo de gente como Perenya y sus coetáneos Humbert Torres, Josep Estadella i Arnó, Romà Sol i Clot, pero también músicos como Granados o Viñes, pintores como Gosé, Viladrich, el malogrado Samarra, Jaume Morera i Galicia, y escritores como Magí Morera (traductor de Shakespeare) y Jaume Agelet i Garriga. Alfred Perenya fue un abogado que participó durante sus estudios en Barcelona en el mismo grupo en el que se integraron estudiantes como Lluís Companys o Francesc Layret. De vuelta a Lleida, ocupa su primer cargo público en 1908 en la Diputación Provincial, desde donde desarrollará una intensa actividad política representando a Joventut Republicana de Lleida. Alfred Perenya es un hombre de empuje, abogado, político, periodista, pero también impulsor de actividades culturales y excursionistas y de importantes iniciativas ciudadanas desde Jo- HOY SUGERIMOS... ventut: la construcción del Casal y el Camp d'Esports, con estadio de fútbol, velódromo y piscina, todo por suscripción popular. Fue conseller de Educació durante la Mancomunitat y el colaborador perfecto de Humbert Torres, el primer alcalde democrático de Lleida, su cuñado. El catalanismo republicano impulsó el Liceu Escolar, el hospital Provincial, el Escorxador o la popular Gota de Llet. Detrás de todos estos proyectos estuvo Alfred Perenya, según cuenta su nieto, Jordi Guimet Perenya, que ha titulado su libro Una altra manera de fer política. Toda esta carrera de gestor eficaz, de político de hechos y pocas palabras se trunca por una muerte prematura en 1930, a los 48 años. Una de las primeras decisiones que adopta el Ayuntamiento de Lleida tras su muerte es dedicar una calle al insigne ciudadano desaparecido, pero años más tarde, con el franquismo instalado en el poder, las placas con el nombre del político republicano desaparecen y se dedican a un político de diferente signo, Eduardo Aunós Pérez, conservador, ministro en dos dictaduras, de Trabajo con Miguel Primo de Rivera y de Justicia con Francisco Franco. En 1979, el primer Ayuntamiento democrático reparara el atropello y restituye el nombre de Perenya a su calle. Eduardo Aunós y Alfred Perenya se conocieron bien porque coincidieron en los plenos y encargo de escribir el Itinerario histórico de la España contemporánea que firmó Aunós pero pagó Francesc Cambó, un viejo amigo. En 1945 la estrella política de Aunós se apaga y Franco lo destina a la presidencia del Tribunal de Cuentas, cargo que ocupará hasta su muerte, en 1967, aunque pasará largas temporadas en su casa de Lausana. Sólo vuelve a Lleida en contadas ocasiones. Por ejemplo para el estreno de su ópera Lord Byron en Venecia, con la que se inaugura el Teatro Principal. Dos biografías apasionantes de dos hombres distantes y distintos, dos figuras revisadas, candidatos, con mayor o menor debate sobre sus méritos personales y políticos, para la galería de ilustres que propone Vallverdú, personajes decisivos para tantas cosas y al final, archivados en la esquina de una calle. El reciente libro sobre Perenya y el trabajo que prepara Josep Varela sobre Aunós –cuando haya concluido su libro sobre Maria Rúbies– son dos ejemplos de recuperación histórica, pero una cosa es colocar al personaje donde se merece y otra conservar su legado. Aunós se quedó sin calle pero tendrá biografía. Perenya tiene biografía y calle, pero parte de una de sus obras emblemáticas, la piscina del Camp d'Esports, ha sucumbido hace poco a la picota de la revisión urbanística. Se ha respetado el arco de entrada y la placa de recuerdo a lo que allí había. El complejo deportivo creado por suscripción popular a principios de siglo XX para promover el deporte como pilar educativo, una idea muy republicana, ha desaparecido. En su lugar construyen un centro para los nuevos conceptos de la cultura física, un fittness, de capital privado, más acorde con los tiempos que corren.c JULIE SOHN. Flassaders, 21. Barcelona. Tel. 93-319-40-70 En un palacete n Instalado en un antiguo palacete catalogado, el Café de la Princesa es un multiespacio con encanto en Ciutat Vella. Y es este ámbito distinto, lleno de personalidad, el escogido por la diseñadora Julie Sohn para ubicar su nueva tienda. Sohn, que presentó recientemente su colección superfemenina en la pasarela Cibeles, ha querido un lugar que se identificara con sus ideas. Y ésta es la razón por la que buscó no solamente un marco único como es el que le ofrece este palacio exquisito, sino que además contactó con un estudio de arquitectura para que fusionaran sus ideas ARCHIVO Julie Sohn ha creado su propio espacio con las posibilidades del local. Así es como contactó con el estudio de arquitectura CCT Arquitectos y como con ellos llegaron a decidir un espacio que se asemeja a un claustro de columnatas de techo encristalado. Un lugar de estilo depurado, de líneas sencillas y look urbano que es el ideal para exponer la ropa de Julie Sohn y conseguir que sólo ésta sea la protagonista. Lo mejor es que el espacio en cuestión conecta con el Café de la Princesa, donde se puede comer con luz natural –una carta con propuestas ligeras que invitan a repetir– o cenar con actuaciones de jazz en directo. Todo un lujo para los sentidos porque lo que precisamente se prima en este ámbito es lo bello y lo tranquilo. – MARGARITA PUIG La Passió com a relat JOSEP PUJOL I COLL S ense els aspectes confessionals, el relat de la Passió de Crist manté el seu poder de fascinació com a gran fresc literari. Els Evangelis són rics en detalls i personatges que actuen segons un catàleg d'actituds contrastants. La traïció, la covardia, la fidelitat, totes elles temàtiques que han donat per moltes novel·les, tenen un deixeble cadascuna per representar-les. Si la presència de la mare de la víctima acompanyant-li en la tortura l'acosta al melodrama més impúdic i estripat, el final és de tragèdia rotunda i corprenedora. Fins i tot els personatges comparsa no hi són pas balders, sinó que les seves breus actuacions imanten el record com si els hagués creat un dramaturg simbolista: la Verònica amb el mocador, el bon i el mal lladre, l'ajut silenciós del Cirineu, el seny fred de Josep d'Arimatea durant tot el trasbals. Ponç Pilat, volent renunciar a tot –a les seves responsabilitats, al coneixement de la veritat, a assistir a l'execució–, se'ns ha tornat el personatge més contemporani, d'un escepticisme, d'una perplexitat i d'una passivitat absolutament postmoderns. La sang parla tota sola. Per això l'estil dels Evangelis, amb el seu to fred de crònica periodística, eixut d'adjectius i de subordinades, escau tant al que és narrat i perd quan se l'apedaça, com si l'eloqüència de l'acció en cru no fos suficient. Es nota força, per exemple, a les Passions de Bach, en els afegitons textuals dels corals i les àries, d'una devoció protestant una mica enganxosa: sort que la seva música miraculosa dignifica el Ponç Pilat se'ns ha tornat el personatge més contemporani, d'un escepticisme postmodern que sigui. La saviesa popular ha trobat en el via crucis un resum ben estructurat de la Passió, especialment apte per a la seva representació escènica. Un dels més coneguts és el de Sant Hilari Sacalm, que té lloc cada Divendres Sant enmig d'una munió d'assistents. Declarat festa tradicional d'interès nacional, al via crucis vivent hi participa bona part del poble i ha anat guanyant en espectacularitat des dels seus llunyans orígens. Vàrem anar a seguir el Crist fins a la seva crucifixió al Calvari de les Guilleries. Mentre retrunyia pels altaveus el Rèquiem de Mozart, tot barrejant-se amb els Carmina Burana d'Orff i el Cant espiritual de Maragall, intentava imaginar-me el mateix via crucis cinquanta, cent anys enrere, durant la postguerra o pels seus carrers estrets sense enllumenat, els bars i restaurants tancats, sense altaveus ni comentaris. Devia ser escruixidor.c