10,02. Ha pasado una sombra de Buitre volando bajo: iiingona reacción aparente en las Aguilas. 10J3. El macho baja al suelo, y luego toma pesadamente el vuelo. La hembra mordisquea la carne. 10,22. La hembra sigue comiendo con apetito. lo,%. Ciia Corneja se posa a 5 m. del Agiiila, y después otra a 10 m 10,40. E1 ave aigue comiendo ; las dos Coriiej;is están caminando a 10 m. 10,4ú. El Aguila todavia está sohrc la carroñi, pero y i no come. Luego vi1elt.e a dar iinos mordiscos. 10.%ñ. Se limpia el rostro contra la carroña, se sacude el pliimaje y por fin toma el vuelo. BRO\!%.1.. R 9'hi.mox. D. (1978). 1Iogler. Hmcks ekd Falro~isof Ihc World. Country Lile Books, Htmlyi. B k o n ~ ,L. 11976). Brirish Birds o/ Prc).. New Naruralist, Collins. N1I)IFICACION DE A(;1J11a4 PERDICERA ( H I E R A E T 7 ' S F A S C I A T U S , V I E L L ) E N ARROL .ros¿ CABOT NIEVES Pcdro JORDANO RARBUDO Migucl ROIZ CABALLERO Jnrirr i'IT.L.4S.ANTE EZQUERRA El Aguita Perdicera nidifica normiilmente en roquedos de mayor o menor tamaño. Los nidos en árbol se señalati como normales en el Norte de Africa. donde existe una alta <letisidad de esta especie (Heim de Balsac, en Geroudet, 1965). La forma africana nidifica normalmente en árboles (Browi, 1970) Geroudet (loc. cit.) da un dato d. Valverde acerca de un nido en un pino en las marismas del Guadülqiiivir. P o r lo visto este nido no se volvi6 a octipar en años conseciitivos a la &ita del ornitólogo. También Grossmen & Hzmlet (1904) señalan la nidi- ficacioii de la Perdicera en árboles allí donde no existen riscos disponibles (en altos pinos en España, dicen, y en los pipales, Ficits religiosa, en la India). Noval (19%) cita un nido en árbol en Asturins, que es tomado todos los años. Elosegui (1976) habla de otro nido situado en un arbusto enraizado en una pequeña pared rocosa. El nido encontrado por nosotros el 10-V-70está situado sobre un gran ejemplar de pino piñonero ( P k u s piuea) de unos 1820 mts. de altura en la copa, a media ladera orientada al NE, en la cañada de un arroyo en la Sierra de Córdoba. La zona es un baldío sometido a pastoreo, con algunas manchas de Qiwcus suber, Q. ilex, monte bajo de Cistus sp., Lav a ~ d u l ay Ulex, junto a repoblaciones antiguas de Pims y otras nianchas autóctonas de P. pinrn. El nido es una construcción de 1.389 x 1.180 (mm.) y d e 950 aim. de altura, situada sobre una horquilla secundaria y hecha de ramas de Cistus, Qucrcus y P. pinea en su mayoría. El cuenco, de 54 mm. de profundidad está revestido de Iiojas de Q. i k r , Q. siiher, Cerafonia, Pinrrs, Pldomis y gramineas. Aunque carecemos de datos al respecto, puede tratarse de un nido antiguo de otra rapaz (Ratoiiero o Aguila Calzada). En 1976 sacó un pollo sin novedad y en 1977 volvió a sacar otro, que tenia unos 20-25 días (tarso, 71; ala, 610; culmen, 22) cuando nosotros visitamos el nido el 17-IV-77.Agradecemos aquí la inestimable ayuda prestada por R. del Campo, D. Jordano, y en especial por F. Amores. La zona donde se encuentra situado el nido se halla sometida a gran presión humana. Aproximadamente 10 días antes de volar el pollo en 1977, se comenzaron a construir las pistas para una urbanización en la vaguada contigua a la del nido. De esta forma el pino queda a unos 800-1.000 mts. del carril más próximo y dudamos mucho de que pueda ser ocupado de nuevo en la temporada del 78. En áreas con carencia de paredes de roca adecuadas para la nidificación (p. ej., Sierra Morena) del Aguila Real y de la Perdicera, la utilización de árboles por parte de ésta es posible que sea bastante más común de lo que se cree. A este respecto es muy probable que exista fuerte competencia con otras especies de Agiiilas (Ratoiieros, Calzadas, Reales) que habitualmente emplean los grandes pinos de la Sierra para nidificar. .4si, el 40 por 100 de los nidos de Aguila l¿e:il en Sierra .\lorena de la yroriiicia de Córdoba se Iiallaii sobre árboles. Un grau númera tie los de liatonero y Calzada, sobre todo los próximos a la fiilla del Ciiiadalqiiivir, están coiistriiidos solre I'i~iifs pifrtcr similares al que lioee referencia la nota. Ilxous. l.. H . (1072).Afriran birds of prey. Collin. London. Agiiiln Perdicem en Navarra. Vida Silvcstr~. 30: E~dstccr.J . (1970). El 23;.=. í,t~ou~n B., (llH6). Roforrs disnrrs el ~iorlurms d'Europr. Dclreliau~ et Sirhtli. Xcuclialel. l;mors~,~r .Y H m w r (1W)Birils . of grcj of rLc world. Croiwi Publ. Ind.. Neiv York. Sarni.. A. (l!)iZ). El libro de Ia jmna ibbrira. Narancn. Oriedo. ANASISIS DE 110s CONTENIDOS ESTOMACALES DE GRI!LLA COMUN, GlIUS GlilrS RamUii C.-SORIGL'ER y Carlos Y. HERRERA La Griilkr tiene una de siis priricipoles áreas europeas de invernada en el cuadrante siidoccidental de 11 Península Ibérica, donde ociipa preferentemente distintos' tipos de encinar (Bernis, 1960. 1966; Pérez-Ch:scano y Fernández-Cruz, 1971). A pesar de qiie la ecologia invernal de la especie es virtiialniente desconocida en casi todos siis aspectos. incliiyendo la dieta, hemos encontrado en la hibliografia tina total coincidencia en acimitir qiie las C;riillas in~ernaiitesen Espana se nntren de bellotas de Qucvrirs (Pérez-Cliiscano y Fernández-Criiz, 1971 : Walkinshaw, l!I73). Xingiino de los aiitores qiie se Iiacen eco de ello cita evidencia concreta algima en si1 favor. Ya qiie tempwo nosotros, tras consultar varias obras generales. liemos logrado hallar ni m a sola aliisióii dociimentada al consumo inl-ernal de 1)ellota. presentamos aqiii los resultados del análisis de dos contenidos estomacales de Grulla obtenidos en época invernal.