revistadelaconstrucción revistadelaconstrucción Estimados lectores: Hace dos años nuestra Revista de la Construcción publicó un artículo llamado “Construcción de Viviendas Sociales en Áreas de Riesgo de Tsunami”. En el volumen 7, nº 2, Lagos, M., Cisternas, M. y Mardones, M. nos entregaron una completa revisión y advirtieron sobre la necesidad de repensar estas ubicaciones en un país como el nuestro, tomando como ejemplo el evento de este tipo que ocurrió en Valdivia en la década del 60. Los autores desmenuzaron el potencial daño a las viviendas mediante la caracterización y cuantificación de parámetros hidrodinámicos de una eventual inundación, tales como la profundidad de esta y la velocidad de la corriente. Así, nos llevaron a reflexionar sobre el costo que significa subestimar el pasado de territorios que han sido afectados por tsunamis de gran magnitud. Este año nuestro país fue azotado por un terremoto y posterior tsunami, que devastó no solo la infraestructura, sino la vida de cientos de compatriotas. En el Bicentenario, que trajo consigo múltiples celebraciones y que comenzó con un desastre, vale la pena incorporar a la ciencia como un actor relevante dentro del cómo levantamos un proyecto de sociedad inclusiva. Nos corresponde, como país, considerar los escenarios multivariables en que nos sitúa la naturaleza y qué mejor que de la mano de la ciencia, que en su fin último busca la verdad de los sucesos y proveernos de una mejor calidad de vida, preservando el planeta. La Revista de la Construcción, que recientemente cumplió ocho años, aporta en este sentido gracias a la colaboración de científicos nacionales y extranjeros, que con su quehacer contribuyen al progreso de la sociedad y a prevenir los desastres que la aquejan. Vayan nuestros agradecimientos a todos ellos. Dr. Pablo Maturana Barahona Director de Investigación y Desarrollo Escuela de Construcción Civil Director Comité Evaluador: CRISTIÁN PIERA GODOY Editor Responsable CRISTIÁN PIERA GODOY: Director de la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile. MIGUEL ANDRADE GARRIDO ([email protected]) OLADIS MARICI TROCONIS DE RINCÓN: Ingeniera Química, Magíster en Corrosión, Universidad del Zulia, Venezuela, Consultora de la Gobernación del Estado de Zulia, Venezuela. Comité Académico: JOSÉ CALAVERA RUIZ: Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Ingeniero Técnico de Obras Públicas. Verónica Latorre Pablo Maturana Fanny Ordóñez Carola Sanhueza Dirección Postal Revista de la Construcción: Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul. Santiago de Chile Escuela de Construcción Civil Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago MANUEL RECUERO: Doctor en Ciencias Físicas, Universidad Autónoma de Madrid, España, Profesor Titular, Universidad Politécnica de Madrid, E.T.S.I Industriales, España. ANDRÉ DE HERDE: Ingeniero Civil, Arquitecto, Université Catholique de Louvain, Bélgica, Profesor Ordinario, Decano Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. LEONARDO MEZA MARÍN: Constructor Civil, Pontificia Universidad Católica de Chile, Profesor Adjunto, Doctor en Ingeniería Acústica, Universidad Politécnica de Madrid. JAVIER RAMÍREZ: Licenciado en Arquitectura, Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, México, Doctor en Arquitectura, Unidad de Postgrado de Arquitectura, UNAM, México. NATHAN MENDES: Doctor en Ingeniería Mecánica de la Universidad Federal de Santa Catarina, profesor titular de la Pontificia Universidad Católica de Paraná. MIGUEL ANDRADE GARRIDO: Doctor en Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile, Profesor Adjunto. Fonos: LUIS BOBADILLA: Doctor, Universidad del Bío-Bío, Director del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción (CITEC). 56-2-354.45.51 56-2-354.45.65 PHILLIPPE LAGIÈRE: Doctor. Université Bordeaux 1, Director ejecutivo y responsable científico ECOCAMPUS. Fax: DANIEL CASTRO-FRESNO: Doctor. Director Técnico del Grupo de Investigación de Tecnología de la Construcción y Director del Laboratorio de Geosintéticos, de la Universidad de Cantabria. 56-2-553.64.89 e-mail: [email protected] CARLOS OTEO: Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la U.P.M. Presidente de los Comités de Geotecnia de la Asociación Técnica de Carreteras y AENOR, España. CARLOS MARMOLEJO: Doctor arquitecto. Centro de Política de Suelo y Valoraciones. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. TULIO SULBARAN: Ph.D. Director ICCE. University of Southern Mississippi. www.uc.cl/construc_civil ROBERT SEGNER: Profesor. Texas A&M University. ABDOL CHINI: Ph.D. Director y profesor. University of Florida. GUSTAVO MALDONADO: Ph.D. Department of Construction. Georgia Southern University. Esta publicación cuenta con el aporte financiero de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile MOSTAFA KHATTAB: Ph.D. Department of Construction Management. Colorado State University. MICHAEL RILEY: Ph.D. School of Architecture, Design and Environment. Universtiy of Plymouth. STEVE DONOHOE: MSc. Universtiy of Plymouth. HUMBERTO AMORIM: Ph.D. Universidade de Aveiro, Portugal. LA REVISTA DE LA CONSTRUCCIÓN SE ENCUENTRA INDEXADA EN: – Science Citation Index Expanded – ISI – Directory of Open Acess Journals – DOAJ – Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal – LATINDEX – Scientific Electronic Library Online – SciELO Chile Sumario 4 ] Design and construction of an anchored soldier pile wall for a large underground car park Villalobos, F. A. / Oróstegui, P. L. 18 ] Low velocity vehicle impact against building structures: an outline of relevant codes Ferrer, B. / Ivorra, S., Irles, R. 26 ] Resistencia sísmica del suelo-cemento postensado en construcciones de baja complejidad geométrica Barros, L. P. / Imhoff, F. A. 39 ] Técnicas para contener el Manto de Nieve en la Zona de Inicio de Avalanchas Castro, D. / Mery, J.-P. / Aravena, R. / Sanhueza, C. 53 ] Enfoque multidimensional de la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat en países en vías de desarrollo: estudios de casos en Cuba Olivera, A. / González, G. 63 ] Diseño, Construcción y Ensayo de una Estructura de Sección Mixta Madera LaminadaHormigón para su Uso en Puentes Cárdenas, M. / Schanack, F. / Ramos, Ó. R. 76 ] Modelo de evaluación técnica del desempeño del mantenimiento de pavimentos flexibles Vera, I. / Thenoux, G. / Solminihac, H. D. / Echaveguren, T. 89 ] Aplicaciones de la administración integral de proyectos en la industria de la construcción. Segunda parte, proyectos viales Veas, L. / Pradena, M. 97 ] Estabilización y manteniento de caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo-nieve en zona de montaña Pradena, M. / Mery, J.-P. / Novoa, É. 108 ] Estudio del efecto del ambiente marino-industrial en estructuras de hormigón armado que poseen protección superficial de mortero con acrílico incorporado Carvajal, A. M. / Jorquera, C. 116 ] Sistema de control dimensional y de replanteo de alta precisión de elementos prefabricados singulares Vea, F. J. / Pérez, J. / Pellicer, E. / Yepes, V. 126 ] Titulados Diseño y construcción de muro Berlinés para estacionamiento subterráneo de grandes dimensiones Design and construction of an anchored soldier pile wall for a large underground car park Autores VILLALOBOS, F. A. Civil Engineering Department Catholic University of Concepción, Alonso de Ribera 2850, Chile [email protected] ORÓSTEGUI, P. L. Constructora Lancuyen Ltda. Barros Arana 492, Of. 63, Concepción, Chile [email protected] 4] Fecha de recepción 14/09/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Abstract The geotechnical conditions of the soil and the construction conditions of a retaining wall for an underground twolevel car park project are described. The project is located in Concepción’s downtown, south of Chile. The excavation support had to prevent any damage for the Courts of Justice historic building and surrounding buildings. These are buildings between four and nine floors and the Hites building is also classified as a historical building. Also, any cutoff of water, sewage, gas and electricity had to be avoided. The solution adopted was an anchored soldier pile wall of 8 m depth around the excavation, where the soldier piles (H section steel piles) were driven into semi dense silty sand. Two lines of anchors were designed vertically and horizontally separated by 3 m and 3.2 m respectively. The design loads for the anchors ranged between 300 and 560 kN respectively. The installation and placement of anchors was studied in order not to disturb the different stages of construction. The project included 3596 m 2 of anchored soldier pile wall with 314 post-stressed anchors and 300 soldier piles totalling 3200 m. It is concluded that the temporary excavation support solution adopted performed properly to the high demands set, since no important deformations were noted in the building of Courts of Justice, in the surrounding buildings or in the services of drinking water, power, gas or electricity. The city of Concepción was severely struck by an 8.8 moment magnitude earthquake on the 27th February 2010. The construction of the underground car park was just ready when the earthquake occurred. No damage was observed in the car park due to the seismic event. It is believed that the buried soldier pile wall reduced the seismic loads acting on the underground car park structure since no evidence of damage exists after the very big earthquake. Keywords: Anchored soldier pile wall, silty sandy soil, excavation support construction sequence. Resumen Se describen las condiciones geotécnicas del suelo y las condiciones constructivas de una estructura de contención para un proyecto de estacionamientos subterráneos de dos niveles. El proyecto está ubicado en el centro de la ciudad de Concepción, en el sur de Chile. La entibación tuvo que impedir deformaciones perjudiciales para el edificio histórico de los Tribunales de Justicia y también de otros edificios circundantes. Estos edificios tienen alturas que varían entre cuatro y nueve pisos y el edificio Hites también está clasificado como edificio histórico. Se debe evitar cualquier interrupción de los servicios de agua potable, alcantarillado, gas y electricidad. Se adoptó como solución de contención un muro tipo Berlinés anclado de 8 m de profundidad, compuesto por perfiles H hincados en arena limosa semidensa. Se utilizaron dos líneas de anclajes separados horizontalmente 3.2 m y verticalmente 3.0 m, cuya carga varió entre 300 y 560 kN, respectivamente. El emplazamiento de los anclajes se estudió con la finalidad de facilitar la ejecución de las diferentes etapas constructivas del proyecto. Este contempló 3.596 m 2 de muro Berlinés anclado con 314 anclajes postensados y 300 perfiles H totalizando 3.200 m lineales. Se concluye que la solución de entibación temporal adoptada respondió adecuadamente a las altas exigencias impuestas, dado que no se observaron durante la construcción deformaciones importantes ni en los Tribunales ni en los edificios circundantes ni en los servicios de agua, luz, gas ni electricidad. La ciudad de Concepción fue severamente golpeada por un terremoto de magnitud de momento de 8.8 el 27 de febrero de 2010. La construcción del estacionamiento subterráneo estaba justo concluida cuando el terremoto ocurrió. No se observaron daños en el estacionamiento debido al sismo. Es posible que la entibación ya enterrada pueda haber reducido las solicitaciones sísmicas que actuaron sobre la estructura de los estacionamientos subterráneos dado que no hay evidencia de existencia de daños después de este gran terremoto. Palabras clave: muro Berlinés anclado, suelo areno limoso, secuencia constructiva de entibaciones. páginas: 4 - 17 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [5 Introduction Big cities are suffering worldwide the lack of space. Therefore, it results logical the use of basements since land prices are high and architectural as well as engineering conditions may lead to the use of underground space. Construction of large undergrounds is not trivial, on the contrary, they become a great challenge for the excavation stability and consequently for the stability of the surrounding constructions. This is more relevant under the presence of busy streets, important monuments and buildings. There are different construction techniques to hold excavation safely. These techniques depend mostly on the type of soil, the excavation height and adjacent structures. This paper analyses a particular type of excavation support used in a project of an underground car park in the centre of Concepción. The city of Concepción is the capital of the Bío Bío region and is located in the south of Chile. During the last decade Concepción has had a considerable growth in the construction of housing developments, office buildings but also underground car parks, shopping centres and transport infrastructure. To sustain excavations in these projects it has been widely used a technique known as Soldier Pile Wall (SPW). SPWs are anchored because of the advantage of allowing free movement within an excavation unlike the use of struts or other shoring methods, which can take significant space inside the construction area. An anchored SPW is a continuous and temporal support, whose design considers the geotechnical soil conditions, adjacent structures and excavation geometry, namely depth and width. The construction technique consists in driving steel H section profiles (soldier piles) into the soil before digging, with distances between them to be calculated. The H sections are also calculated with and without anchors, according to the excavation depth (construction sequence), to resist the lateral earth pressures and to control horizontal displacements. The distance between soldier piles ranges usually from 1.2 m and 3 m, 1.6 m being the most common in Concepción. This distance is also part of the excavation support calculations and the above values are a standard range of distances normally used. Once the soldier piles are driven into the ground, down to the designed depth, forming a line or a curve, the excavation starts and timber laggings are inserted horizontally between the flanges of the H section soldier piles. In an excavation, for example 10 m wide and 3 m deep, it is highly likely that deformation calculations result in large horizontal movements of the soil, particularly close to the surface. This is due to the inherent flexibility of this type of support system, even 6] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] with relatively rigid H sections, they are not stiff enough to control horizontal displacements. Anchors can be incorporated in SPWs to solve this problem, which is not related to stability nor to the capacity to hold the excavation, but to reduce soil deformations. Soil deformations are caused by a change of stresses owing to the excavation. The stresses are applied towards the excavation which may result in significant horizontal displacements if the excavation is not protected by an adequate support. As a consequence, any structure adjacent to the excavation can suffer damage such as fissures, cracks or more serious such a dislocation due to relative settlements leading to shear and moment failure of structural elements. Anchored SPW are not recommended when the water table is high (EAB 2008). Ideally the water table should be below the SPW. However, it is possible to accept the presence of certain level of ground water when it is withdrawn with for example well points, but controlling possible transport of sediments. Attention should be paid in case of uncontrolled lowering of the water table, since it can induce undesirable relative settlements in the adjacent structures under the presence of soil layers which can suffer consolidation, such as soft clays or highly plastic soft silts or transport of fine particles which can also induce settlements. SPWs provide enough space between timber laggings to allow the flow of ground water. In case gaps between timbers do not let pass easily the ground water, drains should be installed perforating holes in the timbers. The idea is to avoid any build up of pore water pressure behind the SPW, which could add hydrostatic or hydrodynamic lateral pressure and as a result undesirable deformations. In Concepción is customary to use well points to lower the water table in case of seepage behind the SPW. This avoids flooding and the transport of soil to the excavation. An appropriate design of retaining structures depends significantly on the knowledge of the local geology and the geotechnical properties of the ground. Therefore, it is a key point to perform geotechnical studies as complete as possible, which can provide reliable values of the geotechnical properties of the soils to be dug, the soils below the excavation and the soils to be sustained. This article describes and analyses the current design and construction practice of anchored SPWs, where relevant structural, geotechnical and construction issues are considered. This analysis is later on applied to the complex project of underground car park under the Tribunals. The underground car park was open only a few days before the earthquake on 27th February 2010. This earthquake of 8.8 moment magnitude was an Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ páginas: 4 - 17 enormous test for the project. This work is pertinent and necessary since it covers aspects of temporal retaining structures, which are scarce in technical publications. field investigations of strain and stress measurements around walls for different soils, recommend parabolic, triangular and rectangular pressure distributions or a combination of them. Static loading conditions on SPW In addition to earth lateral pressures, dead and live loads can act as constant or variable loads. The EAB (2008) recommendations consider a uniform distributed load over the surface of 10 kPa, representing the effect of live loads on the pavement and street (Figure 1). It is important to highlight that the SPW calculation procedure follows the construction sequence. From the calculation results a SPW without anchors will be safe only a few metres. Figure 2 shows an example of an excavation construction sequence where it can be seen that to keep digging, the installation of a row of anchors or struts at the bottom of the initial excavation will be necessary. Once these anchors or struts are under tension, it is possible to continue with the excavation the next calculated couple of metres and then performing the installation of a second row of anchors or struts if the excavation continues another couple of metres and so on. EAB (2008) suggests that if the height from the bottom of the future excavation to the support line is h, then the anchors or struts should be installed at h/3 from the bottom of the current excavation, leaving obviously a distance of 2h/3 between the current and future excavation (see Figure 1). SPWs are considered flexible retaining structures, even if the soils being retained are very dense or overconsolidated or with high stiffness. Consequently, the lateral earth pressure on a SPW has very little chance to be at rest, since soil deformations are highly likely to occur, which obviously means that the soil is not at rest. A mobilised condition should be assumed between the at rest condition and the active lateral earth pressure condition. Sowers (1979) proposed that an active lateral earth pressure develops when the maximum horizontal displacement uhmax on top of a rigid wall of height h is uhmax ≥ 0.002h in loose granular soils and uhmax ≥ 0.0005h in dense granular soils. In the case of anchored flexible walls, the estimation of any lateral earth pressure will depend strongly on the anchor pre-stressed loads. Active pressures apply behind the wall from the top to the bottom level of the excavation. Below the excavation level passive pressures apply in front of the wall from the bottom level of the excavation to the end tip of the H section piles. Passive pressures develop for maximum horizontal displacements uhmax an order of magnitude less than that for active pressures; uhmax ≥ 0.01h in loose granular soils and uhmax ≥ 0.005h in dense granular soils (Sowers 1979). The active and passive lateral earth pressures can be calculated using the theories of Rankine and Coulomb. Both theories of plastic equilibrium assume a homogeneous soils and a Coulomb failure criterion, which is not always applicable to heterogeneous and anisotropic soils, let alone to flexible walls. Norms and codes based mostly on results from laboratory and Force equilibrium analysis In the force equilibrium analysis all the loads which can act on the retaining structure are included, namely earth and water pressure, as well as dead loads of surrounding buildings, live loads of streets and possible earthquakes. Horizontal forces equilibrium within the height of the excavation is considered for the excavation support Figure 1 Excavation limit before installing anchors or struts (EAB 2008) páginas: 4 - 17 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [7 design using a SPW. The interaction between the soil and the wall (soil under passive pressure) has to resist the active pressures coming through the soil behind. As a result of the horizontal force equilibrium analysis plus moment equilibrium analysis, the embedding depth of the H section soldier piles is to be determined too (see Figures 3 and 4). In the following sections it will be indicated that the force equilibrium analysis is performed using a software due to the complexity of the problem. The tribunals excavation support project The car park project under the Justice Tribunals of Concepción was a great challenge not only for the large excavation and following construction, but also because of the central location, in the middle of the city. The Tribunals architecture and location are emblematic, the building has a quarter circle shape and is a reinforced concrete structure with masonry confined shear walls which also can be considered as structural elements (Figure 5). Moreover, buildings of 4 to 6 floors and one of 12 floors (fortunately on the corner) are situated along two perpendicular streets close to the Tribunals and on the edge of the parking limits (Figures 11 and 12). Soil mechanics data The soil encountered in the project area corresponds mainly to silty sands SM with no plastic fines. The geotechnical properties assumed in the project are shown in Table 1, where h represent the depth range for each layer, γ and γ’ are the humid and submerged unit weight, Gs is the solid particle specific gravity, φ’cr and φ’max are the constant volume (or critical state) and maximum effective angles of internal friction, DR is the relative density, c is the cohesion and (N1)60 is standard penetration test blows number. The effective soil-wall interface angle of friction δ’, was assumed as δ’/φ’ = 2/3 for the active and passive side. The coefficient of permeability was estimated in the order of 10-5 m/s using the Hazen expression. The data shown in Table 1 was the input for the analyses presented later on. Figure 3 Retaining structure without lateral support: (a) initial excavation, (b) forces and distribution of active and passive lateral pressures and (c) bending moments diagram (EAB 2008) Figure 2 The use of supports in the construction sequence of an excavation a) b) c) Figure 4 Retaining structure with double lateral support: (a) final excavation, (b) forces and active and passive lateral pressures and (c) bending moments diagram (EAB 2008) a) 8] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ b) páginas: 4 - 17 c) Figure 5 Curved anchored soldier pile wall supporting the Tribunals (December 2008) Table 1 Values of the soil parameters h m γ kN/m3 γ’ kN/m3 Gs φ’cr φ’max DR % ckPa (N1)60 Fill 0-2 17.5 7.5 2.6 30 30 45 0 15 SM 2-7 17.5 7.5 2.8 33 34 60 0 18 SM 7-16 20.7 10.7 2.8 34 37 82 0 36 Soil In practice the parameters related to the soil shear resistance are based on laboratory tests of samples taken from boreholes, but in Chile is quite often to estimate soil geomechanical properties from results of Standard Penetration Test (SPT). The SPT is not actually a standard test since the energy applied during the test varies depending on the equipment. An automatic SPT loses less energy and gives more consistent results than a manual operated SPT (Reading et al., 2010). Although in Chile manual equipments are mostly used, there are also other effects related to the intrinsic methodology of the test. The repetitive impacts or blows imposed páginas: 4 - 17 ] to the soil until a sampler drops 450 mm obviously perturb and change the initial soil properties. Moreover, the angle of friction φ’ is estimated from correlations involving the number of blows (N1)60, which are averaged results with large scatter generally determined for different soil conditions. Furthermore, the design of retaining structures requires the geotechnical properties of shallow deposits. However, soil mechanics studies focus mainly on the design of building foundations, hence concentrating on deeper soils, which are below the excavation or the retaining structure. To improve the quality and reliability of the input parameters in Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [9 excavation support analyses it is necessary to include from the beginning of the project appropriate laboratory and field studies. On the one hand, it is not yet clear whether the savings made when not complete or inappropriate soil mechanics studies are performed results finally in over designed retaining structures. This leads to spending more resources than the money supposedly was initially saved. On the other hand, under designed retaining structures can lead to the risk of failures. Design procedure The method of blocks proposed by Kranz (1953), allows the calculation of retaining structures with anchors. The block method is used for the determination of the anchor length which results in the stability of the wall, soil and anchor system. The block method originally derived by Kranz (1953) for walls with only one anchor, was later extended by Ranke and Ostermayer (1968) for the case of more than one anchor. Figure 6a shows that this method considers the static equilibrium of a trapezoidal soil prism in the form of forces in a free body diagram, which results in a polygon of force vectors as shown in Figure 6b. The block or trapezoid resistance against sliding, which is not possible to cover with the soil shear strength, is supplied by the anchor forces. In addition to the 10 kPa general street overburden at the surface, it was considered for edifications an overburden of 12 kPa per floor. For the whole Tribunals an overburden of 100 kPa was considered at the foundation level, i.e. at a depth of 3 m (Lancuyen, 2008). The seismic forces were estimated by the expressions proposed by Okabe (1926) and Mononobe and Matsuo (1929). The values of horizontal seismic acceleration adopted are shown in Table 2. In the global stability designs it was verified that in the static case the factor of safety FS ≥ 1.5 and in the seismic case FS ≥ 1.1. It is worth mentioning that vertical accelerations are not considered, when they could become as important as the horizontal ones (Villalobos, 2009). Evidence of this was again observed in acceleration records of the 27F 2010 earthquake. Moreover, the values of ah are higher than the normally adopted, this responds to the importance of the buildings involved and their crowded location as well as the longer exposure time of the buildings (6 months compared with 1 month in a smaller project). The seismic accelerations were incorporated in the design of each construction sequence, i.e. during excavation and anchor distressing. Fortunately, the 27F 2010 earthquake occurred when the car park was finished. Otherwise, it is clear that the values shown in Table 2 are below at least three times the acceleration values recorded in the city of Concepción. After this enormous seismic event the engineering and construction community should rethink whether this excavation support technique under this design procedures are plausible for excavations surrounded by large buildings in the middle of the centre of a big city. It is believed that the soldier pile walls resting buried between the soil and the car park walls may have reduced the accelerations and hence the displacements of the underground reinforced concrete structure. This hypothesis requires further research. There was no evidence of damage inside the car park and not serious damage in any of the buildings around the car park. Design of anchors Figure 6 Force determination for the anchor A: (a) forces acting on the soil block sliding and (b) polygon of forces (EAB 2008) Two rows of anchors were considered instead of struts. The design of grouted postensioned anchors follows the results obtained in the stability analyses undertaken for Table 2 Horizontal accelerations used in the soldier pile wall design a) 10 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Structure ah/g Tribunals 0.18 General edification 0.15 Street 0.12 b) ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ páginas: 4 - 17 the project as part of the GGU-RETAIN (2008) computing program outputs. From the GGU-RETAIN outputs, anchor loads and the necessary anchor free length to guarantee the SPW stability were obtained, as well as the length of grouting and the number of cables in the anchor. The anchor free length was determined following to the stability analysis results. The free length has to comply with the following requirements: • Allowing the length of grouting outside the assumed slip plane (Figure 7). • In the presence of rock, it should be avoided to have one part of the grouting length in the soil and the other in the rock. • The minimum length considered from the bearing plate is 4.5 m for cable anchors. where Ds is the mean diameter of the grouting length section, L s is the grouting length and q s is limit unit lateral friction acting along the grouted surface. To determine the allowable loads a factor of safety equal to 1.8 was used. From characteristic SPT values qs values are estimated for the injected grouting (~300 kPa). The mean diameter Ds can be determined multiplying the perforation diameter Dd (0.15 m) by the injection coefficient α, i.e. Ds = αDd. The coefficient α depends on the type of injection, being IGU an Injection Global and Unique and IRS an Injection Repetitive and Selective. A value of α = 1.2 was used for an injection IGU. The anchor allowable load Ta was determined using the following expression, Ta = n Ac fy / FS (2) The grouting length calculation is based on limit equilibrium methods (EAB 2008). These methods require parameters which are obtained from construction companies specialised in grouting injections. These parameters are defined from the perforation method and type of injection, which are not easy to evaluate theoretically and are determined from the drilling company records. The values empirically determined are associated to different type of soils and predefined safety factors. where n is the number of cables, A c is the area of each cable, f y is the cable yield stress and the factor of safety FS = 1.5. Table 3 resumes the cable technical characteristics for the post-stressed anchors installed in the project. The method used in this project to determine the grouting length was proposed by Bustamante (1986). This method, regularly used in Chile, consists of correlating the number of blows N in the SPT test with the friction capacity of the analysed soil. The length of grouting depends on the perforation diameter, the type of grouting and the grouting injection method. Assuming that the above variables are defined by the specialised company, the following expression can be used to estimate the limit tension of the anchor Tu, To verify the design loads taken by the anchors, loading tests were carried out in the first and in the second row. The anchors had three steel cables as shown in Figure 8, and the properties shown in Table 3. The maximum capacity was defined as the 90% of the steel yielding load, resulting then in 635 kN. Figure 9 shows the results of a test in the second row for an anchor with a grouting length of 2.5 m. Initially increments were applied until half of the maximum capacity (first loading stage). A linear response is clearly observed and during unloading there is an important recovery of the displacements. Tu = π Ds Ls qs The resulting anchor allowable load as a function of the number of cables is shown in Table 4. Table 4 and the values of To in Table 8 were used to determined the necessary number of cables for each anchor. (1) Table 3 Anchor cable properties (ASTM 416, GRADE 270) Figure 7 Anchors outside and inside of the slip plane (EAB 2008) Parameter Value Cable diameter D, mm Cable area Ac, mm 15.2 2 140 Yield stress fy, MPa a) b) páginas: 4 - 17 ] 1670 Characteristic ultimate load T, kN 250 Characteristic yield load Ty, kN 235 Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 11 Table 4 Allowable load versus the number of cables Nº of cables Allowable load, kN 2 313 3 470 4 627 5 783 6 940 12 includes the first row of anchors at 3 m for a 6 m excavation and Figure 13 the final two rows of anchors at 5.5 m for a 8 m excavation. Figure 8 Loading test set up in the second row of anchors (December 2008) A second loading stage or reloading is then applied until the previous maximum load of around 325 kN is reached. The response is again linear although slightly stiffer. However, passing the 325 kN load this trend changes smoothly towards a less stiff response and the loading is halted when the stiffness suffers a clear reduction for a deformation of 54 mm. A clear failure condition was not possible to measure since a cable failure would have occurred before mobilising the strength of the grouting length. Assuming the value of 635 kN as the anchor maximum capacity, corresponds to a dense sand according to the curves of Ostermayer (1974). The phenomenon of creep was not observed in any of the loading steps tested for displacements up to 54 mm and time up to 15 minutes (Figure 10). It is customary the use of metallic channels to transfer loads directly from the anchor to the H section soldier piles. These pieces, known as walings, form a beam made from a pair of back to back C sections with spacing for the anchor cables. This beam is turned perpendicular to the inclination angle of the anchor as can be seen in Figure 8. Figure 9 Load displacement curve determined in an anchor loading test Stability Analysis Following the Construction Sequence Figures 11, 12 and 13 depict the excavation depth, the soil layers, the water table level, the foundation of the neighbour Tribunals building and the resulting distributions of lateral pressure, moment, shear and axial load and deformation. To diminish initial top deformations of the SPW a slope of 1 m high and 45º inclination was considered. Two horizontal dashed and dotted lines in front of the SPW represent the positions of the reinforced concrete slabs of the final car park. It is worth pointing out that Figures 11, 12 and 13 should be observed as a construction sequence, where Figure 11 represents 3 m excavation without anchors, Figure 12 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ páginas: 4 - 17 Figure 10 Results from creep tests for second loading stage Figure 11 Excavation stability analysis without anchors next to the Tribunals páginas: 4 - 17 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 13 Figure 12 Excavation stability analysis with the first row of anchors next to the Tribunals Figure 13 Excavation stability analysis with second row of anchors next to the Tribunals 14 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ páginas: 4 - 17 The outputs shown in Figures 11, 12 and 13 have been obtained using the computational program GGURETAIN (2008). The use of this type of program eases enormously calculations and hence analyses, otherwise it would be very complicated to deal with so many variables and different stages of construction. The soldier pile adopted in the design in front of the Tribunals was a W360x39 kg steel profile, with the following characteristics: b = 12.8 cm, E = 21 MN/cm2, I = 10231 cm4, h = 35.53 cm and A = 49.6 cm2, where E is the steel young modulus, I is the inertial moment and b, h and A are the section width, height and area, respectively. For each different loading condition, i.e. in front of each building and street, a similar analysis was performed. It can be noted that in the results shown in Figures 11 and 12 the water table level is initially at -6 m on both sides of the SPW and in Figure 13, the water table level drops to -7.5 in the excavation due to dewatering on both sides. This water table lowering does not consider the possible effects of hydrodynamics pressures behind the SPW caused by transient flow. It is recommended to study further this effect since it is not clear whether this simplification may have consequences or not on the stability of the SPW tip. Table 5 resumes the project anchor design. Each row in the table corresponds to a zone with these two anchors, To is the anchor resistance obtained from GGU-RETAIN program multiplied by the horizontal distance between anchors (3.2 m) resulting in the allowable load of the anchor, L is the total anchor length, β is the anchor angle of inclination respect to the horizontal axis and Df is the building foundation depth next to the anchored SPW. The free length adopted for all the anchors was 4.5 m. Figure 14 shows the plan view of the SPW and the location of the anchors. There is a higher density of anchors under certain zones of the Tribunals and under other buildings. In some areas under the Tribunals there are anchors passing under other anchors. Construction of these types of anchors has not only avoided touching the Tribunals foundations, but also has not touched other anchors. Figure 15 shows the SPW with two rows of anchors with the inclined walings. Also, it can be seen the well point system at the toe of the SPW. Discussions and Conclusions Since no important disturbance was observed in terms of cracks or damage of neighbouring structures, it is concluded that the anchored soldier pile wall offered an páginas: 4 - 17 ] Table 5 Anchor design using program GGU-RETAIN (Lancuyen 2008) L m Ls m β º buildings 350 280 12.5 8.5 8 4 30 25 Fiscalía, Tucapel St 0 410 300 12 8.5 7.5 4 40 30 Hites 5 370 480 12.5 11 8 6.5 30 25 Entrances INP 450 325 11.5 9 7 4.5 45 35 INP 5 350 330 12.5 9 8 4.5 30 25 Tribunals 3 330 520 13 12.5 8.5 8 30 25 Tribunals 3 400 300 12.5 8.5 8 4 35 25 Tribunals 5.5 370 480 12.5 11 8 8.5 30 25 Barros Arana St 1.5 To kN Df m 1.5 adequate solution for the support excavation required for the construction of a large underground car park. However, it is believed that during the car park construction the anchored soldier pile wall may have not been able to resist adequately the inertial forces imposed by the earthquake on 27th February 2010. As a consequence, large displacements of the soldier pile wall may have occurred owing to strong seismic lateral and vertical earth pressures, inducing serious damage to the buildings been supported. It is suggested that a better solution is to build a diaphragm wall instead of a soldier pile wall. Diaphragm walls are much stiffer, becoming the final walls of the structure, and therefore can offer a better response under strong seismic loads. The car park project contemplated 3596 m2 of anchored SPW with 314 postensioned anchors totalling 3784 m under loads between 300 kN and 560 kN and 300 H section soldier piles totalling 3200 m. Once the definitive parking foundations, walls and slabs are built and can resist the lateral pressures, anchors are distressed and the SPW lies buried with the H section piles and the timber laggings, except the walings which can be recovered. The final reinforced concrete walls and slabs stay in contact with the H piles of the SPW, assuring Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 15 Figure 14 Plan view of the parking project showing position of anchors (Lancuyen 2008) Figure 15 View of the excavation for the underground parking, showing SPW and well points (December 2008). 16 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ páginas: 4 - 17 the transfer of loading from the retaining structure to the new and definitive structure. It is believed that the buried SPW may reduce the seismic loads, since no major fissures or crack were observed after an 8.8 moment magnitude earthquake. To verify this hypothesis further research contemplating acceleration and displacement monitoring is needed. 1. 2. 3. However, some questions may arise in terms of the integrity of the timber laggings and steel H piles with time. Above the water table it might be possible the decomposition of the wood and rusting of the steel, which could induce future soil displacements with associated settlements. Therefore, it is suggested the continuous study by monitoring any soil displacement that may occur behind the timbers and possible settlements of neighbouring buildings. References 7. Bustamante, M. 1986. Un método para el cálculo de los anclajes y de los micropilotes inyectados. Boletín de la Sociedad Española de Mecánica del Suelo y Cimentaciones, nº 81-82 Okabe, S. 1926. General theory of earth pressures. Journal of the Japanese Society of Civil Engineering, Vol. 12, No 1 8. Ostermayer, H. 1974. Construction carrying behaviour and creep characteristics of ground anchors. ICE Conference on Diaphragm Walls and Anchorages, London EAB 2008. Recommendations on Excavations. Deutsche Gesellschaft für Geotechnick e.V., 2nd edition. Ernst & Sohn 9. Ranke, A.H und Ostermayer, H. 1968. 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UCSC, Concepción (in Spanish) páginas: 4 - 17 ] Villalobos, F. A. - Oróstegui, P. L. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 17 Impactos de vehículos a baja velocidad sobre estructuras de edificación: revisión de la normativa relacionada Low-speed vehicle impact against building structures: a review of relevant codes Autores FERRER, B. IVORRA, S., IRLES, R. Departamento de Ingeniería de la Construcción Obras Públicas e Infraestructura Urbana Universidad de Alicante Apartado de Correos 99, 03080 - Alicante, España E-mail: [email protected] 18 ] Fecha de recepción 13/08/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Abstract The new building codes tend to include vehicle impacts as part of the accidental actions to be considered. Most of these codes use equivalent static load to represent the effects of the impact against the structure. In this paper a bibliographical review of the indications is performed as provided by some of the most representative buildings codes in the world relating to impacts caused by vehicles. In particular we will focus on impacts caused by horizontal actions on structures, like car crashes against parking columns. We will show that the indications provided by the different standards studied are widely different each other and that there is not a clearly agreed procedure allowing the assessment of the effects of a vehicle impact through an equivalent static load. Keywords: Building codes & standards, impact, car parks, equivalent static load. Resumen Los nuevos códigos de edificación tienden a incluir, entre las acciones accidentales a considerar, las debidas a impactos de vehículos. La mayoría de estos códigos utiliza una carga estática equivalente para representar los efectos del impacto sobre la estructura. En este artículo se hace una revisión bibliográfica de las indicaciones dadas por algunos de los códigos más representativos a nivel mundial, en cuanto a impactos provocados por vehículos. En concreto, se analizará el caso de impactos que provocan acciones horizontales sobre la estructura, como choques de vehículos contra pilares de aparcamiento durante su recorrido por el mismo. Se mostrará que las indicaciones dadas por las normas estudiadas son muy divergentes y no existe una regla o procedimiento consensuado que permita evaluar las consecuencias de un impacto a través de una carga estática equivalente. Palabras clave: Códigos y normas de edificación, impacto, aparcamientos, carga estática equivalente. páginas: 18 - 25 ] Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 19 1. Introduction Accidental actions due to vehicle impacts against building structures are common and impose some actions for which the overall structure is not designed, even if these impacts are given at low speed. The consequences of the impact may be insignificant or, conversely, it can damage the structure, depending on the characteristics of both the structure and the vehicle, its mass and impact velocity. The impact speed is an important parameter that is ignored by some regulations. It is often thought that impact occurs at high velocity, similar to the travelling speed. However, just few moments before the crash, the driver brakes, reducing the speed as much as possible and the actual impact velocity is relatively low. Real crash tests experiments done by some of the authors (Ferrer et al., 2010) show that an impact at 20 km/h produces great damage in the car (see Figure 1).. Moreover, this velocity can be easily reached by a car in a parking with long straight streets, not perceiving the driver a potential risk. Therefore, in the study of the consequences of impacts caused by vehicles on structures, it is worth to analyze the low-speed impacts, meaning low speeds those below 20 km/h. To such end, one must refer to the building codes which establish the structural requirements due to the impact. Current trend in building structures is the incorporation of dynamic action in the design of structures due to vibrations, earthquakes, impacts or explosions. Most regulations characterize the consequences of impacts through an equivalent static load (ESL), either by proposing a specific value for this load or indicating a simplified calculation for its determination from the main variables of the problem. Although the codes have been extensively analyzed for high speed (Ghose, 2009), the specifications related with low velocity are worse known. We make here a critical and comparative study on the indications given by some of the most relevant regulations about building structures, assessing whether the information given by each of the rules studied is consistent. As we will see, the codes provide very disperse information, thus making necessary a deeper analysis of low-speed impacts and its consequences. 2. Review of regulations As we said above, many building codes include some considerations about accidental actions due to a car crash against the structure. Here we present a review of such regulations for some codes of interest: 2.1 European regulation Eurocode 1: Actions on structures. Part 1-1: General actions - Densities, self weight, imposed loads for buildings (EC1 1-1, 2001). In Annex B of this code, which is only informative, one expression appears for the design of protective barriers for car parks: the characteristic strength required to withstand the impact of a vehicle can be calculated through the expression: Fc = 0.5 ⋅ m ⋅ v2 / (δc + δb) Figura 1 (A) One of the real scale experiments done by the authors. (B) Final state of a vehicle after impact under controlled conditions at a speed of 20 km/h. (image from our own tests) 20 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ páginas: 18 - 25 (1) where m is the vehicle mass (kg), v is the initial vehicle speed (m/s) perpendicular to the barrier, δ c is the deformation of vehicle (mm) and δb is the deformation of the barrier (mm). The code also includes orientative values for the parameters in expression (1): v = 4.5 m/s = 16.2 km/h and δc = 100 mm. If the vehicle mass is below 2500 kg a value of m = 1500 kg should be used while for heavier vehicles the real mass has to be used instead. For the case of lighter cars and assuming non-deformable barriers, a equivalent static force of 150 kN is obtained. Eurocode 1: Actions on structures. Part 1-7: General actions-Accidental actions (EC1 1-7, 2003). This part of Eurocode is specifically devoted to accidental actions and all other sections of the Eurocode regarding impacts refer to this part. Moreover, it explicitly includes garage parking, so its application to this study is straightforward. In this document an impact is defined as a process determined by the impact velocity of the colliding object together with the mass distribution, deformation behaviour and damping characteristics of both the colliding object and the structure. The code establishes the possibility to represent the action due to the impact as a static force that causes the same effects in the structure. Two kinds of impacts are considered: soft impacts refer to actions against structures designed to absorb the impact energy by elastoplastic deformations of its members. In these structures the equivalent static loads can be tested both by the deformation capacity of the structure and the yield limit of material. Hard impacts refer to those in which the impact energy is dissipated mainly in the colliding object. For this kind of impact this code proposes an equivalent static load that depends on the type of vehicle and the velocity of the impact. In addition, the norm discriminates between the direction of the travel and the direction perpendicular to it, proposing different loads in each case and indicating that it should not be considered simultaneously. This classification of the impacts already exists in previous documents regarding concrete structures (CEB, 1988). For vehicle impacts on structures (hard impact) the code gives values for the equivalent static load depending on the type of road (with speed limits) and the type of vehicle. In the case of car parking located in buildings, and designed for cars with a maximum speed of 20 km/h the proposed values of equivalent static loads are in the range from 50 kN to 100 kN in the direction of movement of the road, being 50 kN the recommended value. For the direction perpendicular to the road the proposed values range from 25 kN to 50 kN, with a recommended value of 25 kN. Figura 2 (A) Placement of the equivalent static loads according to (EC1 1-7, 2003), (B). Typical constructive arrangement (plain view) of a parking located in building, which shows the direction of the circulation in the same direction of lower inertia of the column sections páginas: 18 - 25 ] Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 21 In addition, these loads are applied on a rectangular area of 0.25 × 1.5 m (w × h) or the total width of the target element if less. The centre of this area should be located at 0.6 m above the running surface for vertical elements (Fig. 2A). On the other hand, one must bear in mind that it is quite common that the pillars of a parking are with rectangular shape in order to increase the usable area of the parking without decreasing the column section. In these cases the direction parallel to the path coincides with the axis with lower inertia of the column section (Fig. 2B) and consequently we are in the worst condition regarding an impact. In Annex C (informative) of this code a simplified procedure for dynamic calculation of the problem is proposed. In the case of hard impact and assuming that the impacting object deforms linearly during the impact phase, the following expression is proposed for determining the maximum force of interaction: Fmax = v √ k ⋅ m (2) where k is the equivalent stiffness of the colliding object (i.e. the ratio between force and total deformation). Theoretical value of k=300 kN/m is also provided in this Annex. Eurocode 1: Basis of design and actions on structures. Part 2-7: Accidental actions due to impact and explosions (EC1 2-7, 1998). In this section of the code, the impact process is defined as determined by the mass distribution, the initial velocity of the colliding object and the deformation behaviours and damping characteristics of both the projectile and the structure. For the specific case of impacts against vertical structural elements, horizontal design loads are specified for different type of roads. For car parks located in buildings such loads are 40 kN in the direction of road and 25 kN in the perpendicular direction, not acting simultaneously. Moreover, in Annex A, which is only informative, an alternative view for the advanced study of the impact consequences is offered. In this document the indications for maximum force developed during impact exactly match those given in Annex C of Part 1.7 of Eurocode 1, which have been already described and discussed earlier in this document. 22 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] 2.2 American regulation Up to our knowledge, American regulation is disperse and includes few references in this regard: The American Institute of Steel Construction, Inc. issues the “Code for the standardization of the metal structures in buildings and bridges” (AISC 303, 2005) which does not take into account the loads due to such impacts. In addition, this agency issues the “Specification for structural steel buildings” (AINSI/ AISC 360-05, 2005) that replaces the traditional “Load and Resistance Factor Design” (LRFD, 1995) and refers to the document “Minimum design loads for building and other structures” (ASCE/SEI 7-05, 2006) for designing loads. This last document reports a value of 26.7 kN for the horizontal load that must withstand a protective barrier of a car park. The American Concrete Institute includes the standard “Analysis and Design of Reinforced and PrestresedConcrete Guideway Structures” (ACI 358.1-R92, 1992) which proposes an equivalent static load of 1000 kN to simulate the effect of an impact in a high speed way and high-mass vehicles. Consequently, this value is hardly comparable to those mentioned in this study. Another code that can be found within this body is the “Building Code Requirements for Structural Concrete and Commentary” (ACI 318S-05, 2005), indicating that the impact loads should be considered in the design without giving any further detail. Finally, it is very likely that the ACI 370R “Guidelines for the design of concrete structures for blast effects” (ACI 370R) which is under development will incorporate information on this issue. The International Code Council publishes the “International Building Code” (IBC, 2009), which deals about “Structural Design”, indicates that barriers in car parks should be designed to withstand a single load of 26.7 kN applied horizontally over the barrier. This load is the same of that stated in the standard ASCE / SEI 7-05 (ASCE/SEI 7-05, 2006). Moreover, in the IBC section 1607.8 it is specified that the designer must take into account the loads due to impact on the structural design, but no details are provided in case of impact due to collision of a vehicle. 2.3 German regulation The standard DIN 1055-9:2003-08 “Actions on structures. Accidental actions “(DIN 1055-9: 2003) sets a horizontal load to represent different types of impacts Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ páginas: 18 - 25 caused by vehicles, depending on the type of street or place where the impact occurs and in some cases it differentiates between different masses and velocities of the impacting vehicle. Specifically, for parking, it differs depending on the mass of the vehicle for which they were designed: for vehicles with a mass of less than 2.5 tonnes, the equivalent static load in the direction of the road is 40 kN, while for a greater mass this load is 100 kN. 2.4 British regulation The Standard BS6399-1:1996 “Loading for buildings. Part 1: Code of practice for dead and imposed loads” (BS 6399-1:1996, 2002) gives exactly the same recommendation that appears in Eurocode 1, Part 1-1 (EC1-1-1, 2001), which has been early discussed. 2.5 Spanish regulation Actions due to impact are listed in the “Technical Building Code” (CTE, 2006), in paragraph 4.3.2. of its document “Loading for Buildings”. The indications given in this document are consistent with those included in Part 1.7 of Eurocode 1, described earlier in this document. However, in this case there is a significant difference between these two codes: while the part 1.7 of Eurocode 1 limits the maximum vehicle speed to determine the type of road involved and the range of values for the equivalent static load, Spanish rule limits the maximum mass of the vehicle for which a parking was designed. The reader should notice that during the impact there is an important energy exchange between the vehicle and the structure. The initial energy is the kinetic energy of the vehicle before the impact, which depends quadratically on the speed. Therefore it is more logical to limit the speed of the impact instead that the vehicle mass. 3. Application to a case study and comparison Building codes presented in the previous section present disperse results for many different cases. In order to compare the consequences of an impact under each code, we will consider their application to a particular case. Let us consider an impact caused by a vehicle with a mass of 3000 kg at a speed of 20 km/h against a páginas: 18 - 25 ] building structure located in a parking. We will focus on the load to be applied in the direction of the road, since it is greater than the load to be applied in the direction perpendicular to the road as it is stated in all studied regulations. For this case, the ESL that the designer must consider is 166 kN according to Annex C of EC1 1-7 and Annex A of EC1 2-7, but 100 kN according to DIN 1055-9:200308, 50 kN according to EC1 1-7 and CTE and 40 kN according to EC1 2-7. In case of the same impact occurs against a parking barrier, instead of a building column, the application of Annex B of Part 1.1 of EC1 and BS6399-1:1996, gives a ESL of 308 kN, but ASCE/SEI 7-05 and IBC give 26.7 kN. To have a wider view of the comparison between codes regarding impact against structure, comparison of ESL given by different codes related with structural impact is done in Fig. 3 for different velocities and masses of the car. In the upper part of Fig. 3 the variation of ESL with velocity is analyzed for 3 different car masses while, in the lower part, the variation with mass is analyzed for 3 different velocities. One must remember that the indications given by Annex A of EC1 2-7 are coincident with those given by Annex C of EC1 1-7, and therefore, only this latest code is included on this comparison analysis. First remarkable result is that, in general, loads obtained from Annex C of EC1 1-7 are significantly higher than the rest for a velocity of 20 km/h or higher. Only for 10 km/h and a mass lower than 2000 kg, all the values from the codes are in the same order. For a higher velocity the loads from Annex C of EC1 1-7 quickly disjoin the rest increasing it value, while the rest are practically coincident. For a mass higher than 2000 kg the values from DIN 1055-9 also increases and they are similar to those from Annex C of EC1 1-7 for a velocity of 10 km/h, but they keep lower for higher velocities. The values from EC1 1-7 General, EC1 2-7 and CTE are nearly coincident. 4. Conclusions This study presents an analysis of the indications given by the most relevant building regulations regarding to how take into account the actions due to horizontal impacts caused by vehicles in the design of a building structure. Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 23 Figura 3 Variation of ESL with velocity and mass according to the studied codes concerning to impact against structures First remarkable result is that there is a great disparity in the results obtained from different codes. Specifically, values from EC1 1-7 General, EC1 2-7 and CTE are in the same order but those from Annex C of EC1 1-7 and DIN 1055-9 are higher. Only for very low velocity, i.e. 10 km/h, and low mass of the car, i.e. lower than 2000 kg, all the codes give similar values. However, velocities higher than 10 km/h are not rare in car parks and for these velocities the ESL is not coherent in the studied codes. In summary, we have shown that there is a wide dispersion between the values obtained for the equivalent static load which represents a vehicle impact. Our results make clear the existing confusion regarding the characterization of an impact through an equivalent static load thus showing the necessity of some normalization work. On the other hand, ESL values obtained from EC1 1-7 General, EC1 2-7 and CTE do not vary with mass and velocity of the car, being these parameters essential in the impact definition. Therefore, these values could underestimate the ESL for velocities faster than 10 km/h, which are very common in car parks. The authors gratefully thanked the support received from the Generalitat Valenciana, Conselleria d’Empresa, Universitat i Ciència who granted this research through the GVPRE/2008/192 24 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Acknowledge Ferrer, B. - Ivorra, S. - Irles, R. [ páginas: 18 - 25 References 1. 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España 1680 p.o. box: casilla 110-v postcode: 2390123 Valparaíso - Chile 26 ] Fecha de recepción 27/08/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Resumen Este artículo presenta el desarrollo y evaluación de un sistema constructivoestructural a base de tierra cruda, que ofrece mejorar la sismorresistencia dentro de un rango aceptable (0.8g). La investigación consistió en analizar y elaborar en laboratorio un material llamado suelo-cemento. Luego se procedió al desarrollo de un sistema constructivo estructural a base de tapial en suelocemento postensado. A continuación se fabricaron dos prototipos físicos escala 1:6 que fueron sometidos a ensayos de resistencia en el Laboratorio de Construcción Sismorresistente del Departamento de Obras Civiles UTFSM, para evaluar su comportamiento frente a solicitaciones sísmicas. Los resultados muestran que los ensayos fueron satisfactorios, por cuanto ambos modelos resistieron las simulaciones del terremoto de Kobe (0.8g) a un 100% sin indicios de colapso. Se piensa que este modelo podría ser aplicado en la construcción de obra nueva de baja complejidad geométrica a la luz del terremoto de febrero de 2010 en Chile. Palabras claves: Construcción con tierra apisonada, suelo-cemento postensado, tierra apisonada estabilizada. Abstract This article shows the research and development of a structural-building technique based on soil, which offers the improvement of earthquake resistance within an acceptable range (0.8g). The so-called soil-cement material was investigated and developed in laboratory. Then, a building technique based on rammed soil on post-tensioned soilcement was developed. Two physical prototypes at a 1:6 scale were built, that were subject to strength tests in the Laboratory of the Civil Works Department of the UTFSM to assess their performance under seismic stress. Test results were satisfactory, since both models resisted Kobe earthquake (0.8g) simulations with no signs of collapse. It is thought that this model could be applied in the construction of new buildings with low geometric complexity after the earthquake of February 2010 in Chile. Key words: Rammed soil construction, post tensioned soil-cement, stabilized rammed soil. páginas: 26 - 38 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 27 Introducción El uso del suelo natural como material de construcción ha sido usado desde tiempos inmemoriales. Las técnicas de construcción con tierra datan de hace más de 9.000 años. En Turquestán fueron descubiertas viviendas en tierra del período 8000-6000 a. C. (Pumpelly, 1908). En Asiria fueron encontrados cimientos de tierra apisonada que datan del 5000 a. C. Todas las culturas antiguas utilizaron la tierra no solo en la construcción de viviendas, sino también en fortalezas y obras religiosas (Minke, 2008). La tierra es el material de construcción con menor huella ecológica y puede manipularse sin una capacitación sofisticada de mano de obra, lo que implica que puede ser aplicada básicamente para la solución de demandas habitacionales. Sin embargo, a pesar de sus características aislantes, inerciales y resistentes, la tierra presenta limitaciones en su aplicación. Su resistencia mecánica es reducida, vulnerable a la humedad y se erosiona por acción de agentes externos. Con el paso del tiempo ha perdido credibilidad y se ha puesto en tela de juicio sus propiedades mecánicas ante un sismo de gran envergadura. Las construcciones de adobe, a nivel de componentes, presentan problemas estructurales y de estabilidad a consecuencia de la fragilidad en la unión de los bloques y la poca resistencia a los esfuerzos de flexión en el plano del muro. Un claro ejemplo de esto se pudo ver el pasado 27 de febrero de 2010 con las innumerables construcciones de adobe de la VI y VII Región dañados por el terremoto 8,8 Richter. En Chile, la consecuencia más importante es la exclusión del adobe como sistema constructivo por la Ordenanza. Lo anterior ha llevado a que el adobe tenga un uso limitado en construcciones. Tal como lo menciona Gaete (2010), “la ausencia de criterios o normativas nacionales que regulen las construcciones que consideren la tierra como material predominante y/o estructural limita su uso” (p.1). En la actualidad se observan cambios constructivos importantes en la arquitectura en tierra. En cuanto al material original, la tierra cruda, ha tenido cambios que alteraron sus propiedades y sus posibilidades tanto materiales como tecnológicas. Mediante la estabilización con productos naturales o industriales, y la compactación, se alteraron aspectos tales como la durabilidad, las resistencias, las terminaciones y los modos constructivos. Los avances se originaron a partir del conocimiento en profundidad del material y sus propiedades, con 28 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] importantes aportes desde la química, como también a partir del estudio del comportamiento físico-mecánico, estructural y de durabilidad de las construcciones en tierra. Un ejemplo de innovación tecnológica es la el bloque de tierra comprimida (BTC), con variedad de diseños que son empleados principalmente en las propuestas para el hábitat social en los países “en vías de desarrollo”. La tierra apisonada también ha tenido interesantes avances en sus diseños y aplicaciones. Principalmente, en la sistematización del proceso constructivo y en el diseño de equipamiento. En el caso de los sistemas mixtos, aparecen prefabricaciones de entramados, como la quincha peruana del Instituto ININVI, con paneles livianos de madera y caña entrelazada. En Chile, Cortés construye con un sistema de quincha empleando estructuras metálicas, tierras y cal (Rotandaro, 2007, p.350-351). En este caso, la pertinencia del estudio bajo las condiciones actuales de reconstrucción del valle central chileno, sitúa el campo operacional en la brecha existente entre material y sistema constructivo, adoptando una metodología de desarrollo de prototipos para la formulación de un sistema que mejora la sismorresistencia basado en suelocemento postensado. En la primera parte de este artículo se expone una revisión de literatura del suelo-cemento, posibles aplicaciones y el estado del arte tanto en el desarrollo de investigaciones pertinentes, así como también ejemplos de proyectos de arquitectura y estudios de casos de las condiciones locales para probar la hipótesis de trabajo. Se realizó un reconocimiento y obtención de muestras de distintos suelos de la V Región, los cuales fueron analizados en Laboratorio de Mecánica de Suelos de la UTFSM. Se eligió un tipo de suelo para elaborar suelo-cemento y así determinar su dosificación óptima. Se fabricaron probetas de suelo-cemento, las cuales fueron ensayadas a compresión. En la segunda parte del artículo se presenta el desarrollo y diseño del sistema constructivo: tapial o tierra apisonada en suelo-cemento postensado y la evaluación sísmica de prototipos de viviendas de una planta, construidas bajo este sistema. Sistemas constructivos: tapial y suelo-cemento Este sistema normalmente llamado tapia o tapial en Latinoamérica, fue utilizado antes de la llegada de los conquistadores. Se tienen evidencias de construcciones de tapias hace milenios en regiones tan distantes como China, India, Egipto, Siria, Líbano, Bolivia y Perú. La manifestación más potente se materializó en diversos tramos de la Gran Muralla China que se edificaron Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ páginas: 26 - 38 entre el quinto y tercer siglo antes de nuestra era (Houben, 2001). La técnica de la tapia o tierra apisonada consiste en rellenar un molde con capas de tierra húmeda de 10 a 15 cm compactando cada una de ellas con un pisón, e ir, de este modo, formando las paredes de la construcción. La tierra apisonada se utiliza hoy en muchos países. Sistemas de moldajes más sofisticados y una compactación de pisones neumáticos reducen los costos de mano de obra significativamente y hacen de esta técnica una opción relevante en países industrializados. Esta tecnología mecanizada para ejecutar muros de tierra apisonada, en relación a la construcción convencional con ladrillos, no es solo una alternativa viable desde el punto de vista ecológico, sino también económico, especialmente en aquellos países donde por razones climáticas no hay grandes requerimientos de aislamiento térmico. En el sudoeste de los Estados Unidos y en Australia existen empresas que ejecutan hace varios años esta técnica de construcción (figs. 1-2). De los sistemas constructivos en tierra (adobe, quincha, tapial y ballon frame) se considera el adobe y el tapial como estructurales. Hay diversas opiniones respecto de cuál técnica constructiva tiene mejor comportamiento estructural. Sin embargo, el ingeniero peruano Julio Vargas (1993), especialista en construcción con tierra, opina que: “vale la pena mencionar estudios de resistencia de materiales realizados en años recientes, que han demostrado que los muros de tapia soportan en promedio un 40% más esfuerzos de compresión, tensión y corte que aquellos edificados con base en mampostería de adobe, los cuales, a pesar de su frecuente uso y difusión en todo el mundo, llegan a desarrollar fallas estructurales debido a la falta de homogeneidad entre las piezas y el mortero que las une” (p. 507). El suelo-cemento como alternativa constructiva-estructural En la actualidad, impulsadas por constantes investigaciones en el ámbito mundial, se registran interesantes innovaciones tecnológicas respecto de las técnicas constructivas en tierra, caracterizadas por simplicidad, eficiencia, economía y bajo impacto ambiental. Entre ellas, el suelo-cemento como insumo básico, destaca una de las posibilidades del uso de la tierra para la construcción de viviendas. El suelo-cemento es el conjunto de suelo o tierra, cemento y agua, debidamente dosificados y compactados. Su aplicación según diferentes técnicas constructivas permiten la resolución de la envolvente (muros y pisos) conformando elementos monolíticos, mampostería de bloques o de ladrillos prensados y entramados. El suelo natural, siempre que reúna ciertas características granulométricas, puede ser sometido al tratamiento denominado “estabilización”. La adición de un agente estabilizante, como el cemento, permite aprovechar mejor sus cualidades y añadir otras que por sí solo no posee. Este procedimiento de estabilización consiste en extraer el suelo natural del terreno, pulverizarlo, agregarle una cantidad determinada y reducida de cemento, adicionarle agua hasta el humedecimiento óptimo de la mezcla y compactarlo razonablemente, con lo que se obtiene una masa de gran resistencia al terminar el endurecimiento. De esta manera se consigue que el material soporte cargas de trabajo muy superiores a las que podría resistir el suelo sin cemento, obteniéndose, además, una buena durabilidad ante la acción de agentes atmosféricos. En los laboratorios de materiales del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (ICCET), en Madrid, y del Centro Navapalos se realizaron una serie de análisis Figuras 1-2 Casa e iglesia de suelo-cemento compactado construidas por Ramtec, Margaret River, Australia. páginas: 26 - 38 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 29 de la tierra con el objetivo de comprobar sus posibilidades y limitaciones como material constructivo. Los científicos españoles Olarte y Guzmán (1993) explican que el objetivo de estos ensayos estuvo orientado a conocer las respuestas de algunas probetas fabricadas con tierra y otras con estabilizantes. Las variables de análisis estuvieron orientadas a conocer el efecto del agua en los bloques de tierra así como determinar su resistencia a esfuerzos mecánicos (compresión). El ensayo se realizó al séptimo día de fabricadas las probetas. Las dimensiones de las probetas fueron de 10x14x30cm para los ensayos de compresión directa y cilindros de 15cm de diámetro para ensayos de Proctor (compactación de tierra sin aditivos, con distintos porcentajes de agua). Los valores alcanzados que se muestran en la tabla 1 corresponden a la resistencia a compresión de cada una de las probetas. Con los datos de este ensayo se obtuvieron antecedentes importantes para saber el efecto de algunos estabilizantes. Las probetas con menor resistencia a la compresión fueron las probetas de Suelo-paja (adobe: 7.25 kg/cm 2 ) y Suelo-cal (4% expuesto al sol). Por el contrario, las probetas que resistieron un mayor esfuerzo a la compresión fueron las de tierra compactada (Proctor con 8% agua: 39.6 kgF/cm 2) y las de suelo-cemento (10% cemento: 74 kgF/cm 2). Estos ensayos permitieron concluir que el cemento como estabilizante aumenta sobre un 50% la resistencia a la compresión, en comparación a la tierra compactada sin aditivos. Como comentan Olarte y Guzmán (1993): “La mayor resistencia a la compresión de un bloque de suelo-cemento correctamente curado alcanzó 85 kg/ cm 2. En cambio un bloque sin un buen curado tan solo alcanzó los 35 kg/cm 2. Los bloques de suelo-cemento poseen una gran resistencia a esfuerzos de compresión y la degradación por efecto del agua es reducida. La estabilización con cemento en construcciones de tapial, puede ser factible siempre y cuando se asegure un correcto curado del muro” (p. 23). Al mismo tiempo se pudo concluir que tanto la poca cantidad como el exceso de agua inciden en la variación de la resistencia de las probetas de tierra compactada. Una tierra demasiado húmeda no puede ser compactada adecuadamente; se adhiere al pisón impidiendo el trabajo y genera alteraciones o deformaciones en los muros durante la etapa del secado. Sin embargo, un material demasiado seco tampoco va a funcionar aunque se compacte de modo correcto. Se necesita una proporción de agua suficiente para activar las arcillas y propiciar su acción aglutinante. En comparación con técnicas en las que el barro se utiliza en un estado más húmedo, la técnica del tapial brinda una retracción mucho más baja y una mayor resistencia. La ventaja en relación a las técnicas de construcción con adobe, es que los muros de tapial son monolíticos y por ello tienen una mayor durabilidad. Tabla 1 Resistencia a la compresión al séptimo día de curado Materiales Resistencia a la comprensión (kg/cm2) Suelo-paja (adobe-tradic.) 7.25 Suelo-cal (4% cámara húmeda) 9.85 Suelo-cal (4% expuesto al sol) 2.9 Suelo-asfalto 74.0 Suelo-yeso 16.9 Proctor (4% de agua) 13.5 Proctor (8% de agua) 39.6 Proctor (12% de agua) 31.9 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 La elaboración del suelo-cemento se realizó en el Laboratorio de Mecánica de Suelos de la Universidad Técnica Federico Santa María, y constó de las siguientes etapas: selección del suelo, extracción de muestras e individualización, análisis de suelos en laboratorio para determinar su humedad óptima y dosificación, y, finalmente, la confección de probetas para comprobar la resistencia requerida. 14.92 Suelo-cemento 30 ] Testeo de resistencias del suelocemento en laboratorio chileno ] Con el objetivo de elaborar suelo-cemento, y considerando que no todos los suelos son apropiados para ello, se procedió a recorrer distintas zonas de la región observando suelos disponibles. Se realizó una previa selección visual y se extrajeron distintas muestras, descartando aquellas con exceso de material orgánico, consideradas como inadecuadas. Se extrajeron 6 distintos tipos de suelos, los cuales se analizaron en laboratorio. Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ páginas: 26 - 38 El suelo adecuado para ser estabilizado con cemento es el que da una resistencia elevada y se contrae poco al secarse. Un suelo ideal debe estar compuesto por arena, limo y arcilla; estos dos últimos en proporción tal, que den suficiente cohesión a la mezcla sin que se produzcan contracciones perjudiciales. Existen diversas opiniones y distintas recomendaciones respecto de la granulometría óptima; sin embargo, todas estas coinciden en que los suelos ideales son los arenosos, por ser los que producen mejores resultados al ser estabilizados (tabla 2). La tabla 2 muestra una recopilación de datos de distintos autores que recomiendan granulometrías óptimas de suelos para ser estabilizados. La mayoría recomienda un mayor porcentaje en arenas (45-80%), luego limo (15-30%) y por último arcilla (10-20%). Aunque cada componente juega un rol importante dentro del conjunto del suelo, la arcilla es clave por tratarse de un material aglomerante, mientras que la arena y el limo dan estructura y estabilidad al sistema. La singularidad de la arcilla, explica Warren (1999, pp. 40-41), radica en el hecho de estar formada por sílicoaluminatos hidratados que provienen de la milenaria desintegración geológica de rocas. Está constituida por cristales (micelas) que, debido a su forma plana y lisa, presentan la cualidad de desplazarse fácilmente entre el resto de las partículas y establecer relaciones electrostáticas que las ligan en conjunto. Este desplazamiento depende de su contacto con el agua y, a nivel macroscópico, se evidencia en la transformación del suelo en un material plástico, coloidal o hasta líquido, que recupera su estado original al secar. El resultado de los análisis de granulometría permitió elegir el suelo más adecuado a emplear, siguiendo las recomendaciones expuesta en el cuadro comparativo (tabla 2). El análisis granulométrico consistió básicamente en la determinación cuantitativa de la distribución del tamaño de las partículas del suelo. Se eligió la muestra de suelo correspondiente al sector Las Palmas, cuya distribución granulométrica fue de 70% arena, 12% limo y 18% arcilla. El resto de los suelos analizados contenían un menor porcentaje de arena y un escaso porcentaje de arcilla, por lo cual, fueron descartados. Una vez seleccionada la muestra de suelo, se procedió a realizar un ensayo de compactación. El objetivo de este ensayo fue el de aislar y estudiar en laboratorio la influencia de dos factores: la humedad del suelo y la energía de compactación. Se debió determinar la correcta cantidad de agua de amasado a usar en terreno y el gasto de compacidad que puede esperarse al compactar el suelo a esa humedad óptima. Se realizaron 5 muestras con distintos porcentajes de agua. Estas humedades debieron diferir en aproximadamente 2% una de otra, es decir, 8%, 10%, 12%, 14% y 16% de agua para encontrar el porcentaje de humedad óptimo. Luego, se calcularon las respectivas densidades secas para cada una de las muestras compactadas. El gráfico (fig. 3) muestra las distintas densidades obtenidas en relación al porcentaje de humedad empleado. Tabla 2 Cuadro recopilatorio de granulometrías recomendadas para suelo-cemento páginas: 26 - 38 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 31 Figura 3 Gráfico relación humedad-densidad (Proctor) Nch 1534-1y 2 Una vez determinada la humedad óptima del suelo, se prosiguió a elaborar suelo-cemento. Para su elaboración se confeccionaron probetas variando el porcentaje de cemento y manteniendo la humedad óptima de la tierra siempre constante. En total se fabricaron 9 muestras con 3 diferentes porcentajes: 6%, 8% y 10% en peso. Cada muestra se mezcló en seco con los distintos porcentajes de cemento hasta obtener un material de color homogéneo y sin grumos de cemento. Luego, cada una de las muestras se mezcló con la cantidad de agua considerada suficiente para alcanzar el porcentaje de humedad óptimo, en este caso 360cc, que correspondió a un 12%. Una vez terminado el proceso de mezclado, el material fue compactado en moldes de 4” de diámetro. Este ensayo permitió encontrar el porcentaje de humedad óptimo de la muestra de tierra utilizada. Las probetas con un 8% de agua alcanzaron una densidad compactada seca de 1.867 (kg/m3), luego las probetas con un 10% de agua alcanzaron un valor de 1.957 (kg/ m3). La máxima densidad compactada seca (1.979 kg/ m3) se logró con un 12% de agua. Este valor es fundamental, puesto que el grado de humedad de un suelo es una variable crítica en el proceso de compactación en un muro de tapial. Por último las probetas con un 14% y 16% de agua, alcanzaron densidades de 1.924 (kg/m3) y 1.820 (kg/m3). Se puede concluir que el agua constituye otro elemento fundamental dentro del proceso constructivo, puesto que cumple dos funciones sustantivas. En primer lugar, permite el movimiento de las partículas sólidas de la mezcla al transportar a las más pequeñas entre las de mayor tamaño. En segundo lugar, activa las propiedades adhesivas de la arcilla. Los moldes permanecieron siete días en la cámara húmeda. Posteriormente fueron ensayados a compresión simple hasta la rotura, para determinar la resistencia máxima con respecto al porcentaje de cemento empleado (tabla 3). Con los valores obtenidos de este ensayo se concluye que la resistencia a la compresión de las probetas aumentó proporcionalmente en relación al porcentaje de cemento empleado. La tabla 3 muestra la resistencia promedio de las probetas ensayadas a compresión. Las probetas con un 6% de cemento resistieron en promedio 40.94 kgF/cm 2. Las probetas con un 8% de cemento resistieron en promedio 48.11 kgF/cm 2. Por último las probetas con un 10% de cemento resistieron en promedio 56.33 kgF/cm 2. Se recomienda no utilizar sobre un 12% de cemento en la dosificación por efectos económicos. Tabla 3 Gráfico resistencia a la compresión - porcentaje de cemento 32 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ páginas: 26 - 38 Desarrollo y diseño del sistema constructivo La idea de diseñar un sistema constructivo postensado nace a partir del estudio de viviendas antisísmicas de tierra propuestas por Minke (2008), que explica “una solución para estabilizar los muros de tierra contra los impactos horizontales del sismo es utilizar elementos verticales de fierro, madera o bambú dentro del muro, anclados al sobrecimiento y fijados al encadenado. Los elementos de refuerzo horizontal son poco efectivos e incluso pueden ser peligrosos, debido a que no se puede apisonar bien la tierra debajo de los mismos; como el elemento de refuerzo no tiene un anclaje con la tierra, se debilita la sección de estos puntos y pueden aparecer quiebres horizontales durante el sismo”(p. 132). En 1998 el Instituto de Investigación de Construcciones Experimentales (FEB) de la Universidad de Kassel, Alemania, y científicos de la Universidad de Chile, elaboraron en un proyecto de investigación un diseño para una vivienda antisísmica de tapial reforzado. La vivienda de 55m2 se construyó el año 2001 en Alhué, Chile. La figura 4 muestra la planta de la vivienda, en color negro se identifican los muros (40 cm de espesor) de tapial reforzado en forma de L y U. El ángulo recto que se forma en estos elementos se sustituye por un ángulo de 45 grados para rigidizar las esquinas. Así aumenta el espesor del muro debido a que las fuerzas mayores actúan en las esquinas durante el sismo. La figura 5 muestra un escantillón del sistema constructivo. Los refuerzos verticales de tapial los constituyen cañas de coligüe de 2.5 a 5 cm de espesor, fijados al encadenado superior y anclados en el cimiento. Lo interesante de esta vivienda es que no solo incorpora un refuerzo interior en los muros, sino también propone una solución simple de estabilización mediante la forma angular; es decir, elementos de muros en forma de L y U (autosoportantes), que solo por su forma proveen resistencia al volcamiento y al colapso. Una vez analizado el caso de estudio, se propuso el diseño de un sistema constructivo a base de suelocemento postensado. La hipótesis de trabajo consistió en insertar en el alma del muro unos tubos de plástico común y corriente, por los cuales corren hilos de acero. Luego, se coronó con un tablón que cumple la función de una cadena perimetral, el hilo pasa a través del tablón con una golilla y una vez que el muro está terminado se le da tensión a través de esta varilla de acero. Figuras 4-5 Planta y escantillón de vivienda antisísmica de tapial reforzado páginas: 26 - 38 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 33 La figura 6 muestra la secuencia constructiva del sistema postensado. De esta manera, la barra o tensor vertical trabaja a tracción y el muro de tierra se comprime, aumentando así su resistencia y rigidez. El propósito del tensor es también el de anclar la cadena o vigueta a la parte superior del muro, con el fin de tener una estructura unitaria. Distintos autores recomiendan la presencia de una cadena superior. El principal propósito de estas vigas es conformar un collar de amarre en la parte superior del muro, que no solo limite el movimiento de los muros hacia el exterior, sino también hacia el interior. Esto provoca que las construcciones se comporten unitariamente aun cuando los muros sean monolíticos y discontinuos los unos de los otros. Además, la viga cumple la función de soportar el peso de la techumbre y distribuirlo uniformemente a lo largo del muro. esquina del ángulo, este tiende a abrirse, por ello es recomendable diseñarlas con un espesor mayor a la del resto del elemento evitando el ángulo recto” (p.17). En el prototipo B se propuso un diafragma rígido en el plano superior, sujeto fuertemente a los muros en las dos direcciones. La idea fue que las cargas laterales se trasmitan a los elementos arriostrantes y el modelo completo funcione como una sola unidad al momento de recibir movimientos telúricos (fig. 8). Es necesario hacer mención al estado del arte respecto a patentes relacionadas con sistemas constructivos estructurales en base a tierra. El Departamento de Obras Civiles de la Universidad de Wyoming, Estados Unidos, Figura 7 Prototipo A (esquinas 45°) Para comprobar la efectividad del sistema constructivo ante un sismo, se fabricaron dos prototipos a escala reducida (1:6) de suelo-cemento postensado. Ambos prototipos se construyeron idénticos en relación a su configuración geométrica y dimensiones. Sin embargo, cada uno proponía detalles constructivos distintos para mejorar la sismorresistencia. En el prototipo A se propuso un aumento del espesor de las esquinas para mejorar su estabilidad y rigidez (fig. 7). Esta solución nace a partir del estudio de la vivienda experimental construida por Minke (2005), quien postula que “durante un sismo, las fuerzas perpendiculares al muro se transfieren a la sección del muro paralela las mismas. Debido a que las fuerzas se concentran en la Figura 6 Secuencia constructiva del sistema postensado 34 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ páginas: 26 - 38 la estructura real, se debe tener en cuenta las relaciones de similitud entre el modelo a escala y la estructura real determinadas por análisis dimensional. Figura 8 Prototipo B (diafragma rígido) La definición de las solicitaciones tomó como parámetro el terremoto de Kobe, Japón, ocurrido en 1995. Este tuvo una magnitud entre 6.9 y 7.3 en la escala de Richter y causó mucho daño, sobre todo a las construcciones de tierra, debido a su rápida y fuerte aceleración (0.8g). Así los modelos fueron ensayados con el registro de este extenso sismo al 100% para poder analizar su real comportamiento frente a un sismo. patentó el año 2006 un sistema constructivo de tapial postensado. Cabe destacar que el sistema patentado propone tierra cruda como material de construcción en vez de suelo-cemento. Por otra parte, la innovación de la cadena superior de madera y la esquina reforzada son características propias del sistema constructivo desarrollado en la presente investigación. Modelos a escala reducida y ensayos sísmicos Los modelos a escala reducida de suelo-cemento compactado se sometieron a ensayos sísmicos en la mesa de simulación de terremotos perteneciente al Laboratorio de Ingeniería Sismorresistente del Departamento de Obras Civiles de la UTFSM. Por medio de ensayos de modelos a escala reducida se puede estudiar el comportamiento dinámico de estructuras construidas con distintos materiales. Para lograr reproducir adecuadamente el comportamiento de Para poder realizar una comparación del comportamiento sísmico de los prototipos de suelo-cemento compactado en relación al adobe, se tomó como referencia una tesis de investigación del Constructor Civil Carlos Berríos, cuyo tema fue “Modelación a escala reducida de viviendas de adobe sometidas a sismo”. Por lo tanto, lo prototipos de suelo-cemento se ensayaron bajo los mismo parámetros de esta tesis de investigación. Las secuencias fotográficas (figs. 9-10) muestran el aspecto exterior de los prototipos a medida que fue progresando el terremoto de Kobe a un 100%. Resultados Como primera conclusión, se demuestra claramente que los prototipos de suelo-cemento compactado no sufrieron indicios de colapso, en comparación a la maqueta de adobe que sí colapsó con el registro de Kobe a un 100%. Este tipo de ensayo sirvió para evaluar los sistemas de construcción con tierra y saber cómo y por qué fallan y además de ver cómo empieza la falla. Con respecto a la casa de adobe, comenta Berríos (2007) que en todas las observaciones de grietas sobre la estructura de adobe se constató que estas se produjeron a través del mortero y no por los adobes, excepto un caso particular en que la grieta cortó un adobe cerca del borde. Esto tuvo que ver con la buena calidad de las unidades fabricadas. Figura 9 Prototipo de adobe durante el ensayo en la mesa de simulación de terremotos páginas: 26 - 38 ] Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 35 Figura 10 Prototipo A y B durante el ensayo en la mesa de simulación de terremotos El colapso del prototipo de adobe se inició y progresó por las esquinas de los vanos. El terremoto de Kobe, apenas comenzó, dañó gravemente los muros. Al final del terremoto la casa apenas se mantuvo en pie y se desplomó. Este colapso se produjo principalmente por el volcamiento de alguno de los muros fuera del plano. sistema de barras tensadas, se mantuvo indeformable durante el terremoto, evitando cualquier tipo de giro o volcamiento de los muros. Con respecto a los ensayos de los prototipos en suelocemento compactado, se concluyó que al aplicar el registro de Kobe al 100% se generaron solo grietas verticales (fig. 11). Es común que aparezcan fisuras verticales en las esquinas durante la interacción de muros perpendiculares, debido a la flexión de los movimientos fuera del plano. Este tipo de daño puede ser particularmente severo cuando se presentan grietas verticales en ambas caras, lo que permite el colapso de toda la esquina. En el caso de los modelos ensayados esta grieta aparece solo en una cara de los muros y con espesor de 1mm. El comportamiento de estos modelos fue distinto al de una casa de adobe. La resistencia de muros fue mucho al alta y no hubo tendencia a vaciarse los muros. El objetivo principal de esta investigación consistió en analizar el material: suelo-cemento y desarrollar un sistema constructivo estructural de bajo costo, que reponga el valor las ventajas ecológico-ambientales de la construcción con tierra y que mejore la resistencia al sismo. El engrosamiento de las esquinas ayudó a la estabilidad del modelo A de mejor manera que los tensores en el plano superior propuesto en el modelo B. Los tensores trabajaron de manera eficaz solo a tracción, puesto que a compresión se deformaron perdiendo su rigidez. Si bien el prototipo B no colapsó, registró una mayor cantidad de grietas verticales en comparación al modelo A, por lo tanto se concluye que sufrió más daño. Ambos modelos tuvieron un comportamiento aceptable frente al sismo, producto de la ancha cadena superior. La cadena al estar bien sujeta y comprimida por el 36 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Discusión y conclusiones Se apostó por diseñar un sistema constructivo estructural a base de suelo-cemento compactado con un refuerzo postensado. La hipótesis de trabajo planteó dos posibles soluciones para resolver el efecto del sismo. Para esto se construyeron dos prototipos escala 1:6, en los cuales se medió el comportamiento frente al sismo y se realizó una comparación respecto del adobe. Desde el punto de vista de mejorar la resistencia al mismo, se cumple en gran medida el objetivo principal de la investigación, puesto que ambos modelos ensayados no colapsaron, resistiendo el terremoto de Kobe al 100% (0.8g). Con respecto al costo del sistema constructivo, se concluye que este no es de tan bajo costo económico como el adobe, debido a los refuerzos interiores (barras de acero) y a los herrajes, pero sí resulta un 20% más económico que un muro de albañilería reforzada de ladrillo. Cabe destacar que un muro de suelo-cemento no requiere de una aislación termoacústica adicional. Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ páginas: 26 - 38 Figura 11 Catastro de agrietamientos de muros: prototipo A y B Es un sistema que queda terminado sin necesidad de estuco, y tiene un menor índice de conductividad térmica (λ= 0.30 W/ °C m) si se compara con un muro de albañilería (λ= 0.85 W/ °C m). Estas son variables que influyen positivamente en el costo total a favor de un muro de suelo-cemento compactado. Su campo de aplicación se orienta principalmente a la construcción de viviendas económicas de geometrías simples (formas compactas) de un solo nivel. Se considera un sistema apropiado por su simplicidad, posibilidad de utilización de mano de obra masiva, terminaciones superficiales adecuadas sin necesidad de revoques y por ser una técnica constructiva fácil de transferir a grupos de autoconstrucción, con mano de obra de baja calificación. Se piensa que este sistema constructivo estructural podría ser aplicado en la construcción de obra nueva en reemplazo de las edificaciones de adobe tradicional destruidas a raíz del sismo de febrero de 2010 en Chile, conservándose en gran parte las características del lenguaje arquitectónico de las mismas sin alterar el sentido original. páginas: 26 - 38 ] En definitiva se puede concluir que el sistema de tapial en suelo-cemento postensado mejora la resistencia al sismo respecto de la técnica de la tradicional albañilería de adobe. Como posibilidades de continuar el desarrollo de futuras investigaciones, se visualizan nuevos objetivos por cumplir. Por un lado, seria deseable la construcción de un prototipo escala 1:1 o una parcialidad del mismo para ensayarlo en una mesa sísmica. El diseño y desarrollo de un nuevo sistema de moldaje más económico, de máxima reutilización y de fácil instalación. Finalmente explorar la prefabricación del sistema. Por último, una evaluación de desempeño bajo otros parámetros, como la resistencia a la humedad, la capacidad de soportar un segundo nivel en estructuras livianas y la exploración en capacidades morfológicas del sistema, abriendo un campo de interés que induce al desarrollo de futuras investigaciones tecnológicas respecto de la construcción en tierra. Barros, L. P. - Imhoff, F. A. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 37 Referencias 1. Berríos, C. (2007). Modelación a escala reducida de viviendas de adobe sometidas a sismos. Memoria para optar al título de Constructor Civil. Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso. 2. De la Fuente, E. (1995). 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Pontificia Universidad Católica de Chile E-mail: [email protected] ARAVENA, R. Pontificia Universidad Católica de Chile E-mail: [email protected] SANHUEZA, C. Pontificia Universidad Católica de Chile E-mail: [email protected] Fecha de recepción 28/05/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 39 Resumen Las avalanchas de nieve son eventos que representan a menudo considerable peligro debido al alto poder destructivo que pueden tener sobre objetivos vulnerables. Es por esta razón que se requieren medidas de control efectivas, que permitan mitigar el riesgo sobre asentamientos humanos, bienes y servicios en laderas montañosas o al pie de sendas de avalanchas. El presente artículo resume los distintos sistemas estructurales y técnicas para contener y estabilizar el manto en la zona de inicio de avalanchas, utilizados tanto Chile como en el extranjero, los cuales actúan interrumpiendo las presiones ejercidas por la reptación y el deslizamiento del manto de nieve. El nivel de avance e implementación de los sistemas ha sido desarrollado principalmente en países europeos, mientras que en Chile la prevención mediante estructuras modernas de protección se ha iniciado a partir desde la década de los 80. Palabras clave: Avalanchas, manto de nieve, estabilización, estructuras de protección. Abstract Snow avalanches are events often involving serious risk to human beings and goods due to their destructive power. This is why effective control measures are required to mitigate the risk for human settlements, goods and services on mountain slopes or at the foot of avalanche ways. This article summarizes the different structural systems and techniques used nationally and internationally to support and stabilize the snowpack in avalanche starting zones. These measures act by reducing the pressures originated by the creeping and sliding of the snowpack. While the current state of the art and the control systems implementation have been mainly developed in Europe, the prevention measures by modern supporting structures have been carried out in Chile since the 80s. Key words: Snow avalanches, snowpack, stabilization, supporting structures. 40 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ páginas: 39 - 52 1. Introducción En todas aquellas regiones montañosas donde exista un clima apropiado para la precipitación y acumulación de nieve durante la época invernal, existirá también un alto riesgo de ocurrencia de avalanchas de nieve, fenómeno que puede desencadenarse ladera abajo por un estrecho corredor o bien abarcando un área más extensa a lo ancho de la pendiente, poniendo en riesgo a personas, bienes y servicios localizados en el recorrido de la masa de nieve. Tal es el caso de pueblos, carreteras, pasos fronterizos, centros de turismo invernal, obras de generación eléctrica, instalaciones mineras, entre otras actividades. Figura 1 Avalancha de placa suelta en sector Santa Teresa, Centro Invernal Farellones, Chile. Invierno 2009. Una víctima fatal distancia de recorrido, presión ejercida, entre otros. En cuanto a la zona de inicio, los sistemas de protección están destinados fundamentalmente a estabilizar el manto de nieve por medio de técnicas de contención de solicitaciones cuasi estáticas para evitar el inicio del deslizamiento, mientras que en las zonas de recorrido y depósito las medidas están orientadas a desviar, frenar o detener el flujo en movimiento. A menudo se recurre también a técnicas antes de la zona de inicio como es el uso de deflectores y aceleradores del viento, a fin de modificar la acumulación de nieve en la pendiente. Sin embargo, una de las medidas más usadas en la zona de inicio es el desencadenamiento artificial de avalanchas por medio de la sobrepresión ejercida por una explosión, ya sea de explosivos o bien de una mezcla de gases, para iniciar una purga controlada de la sobrecarga de nieve en la ladera. De hecho, esta es una técnica de control iniciada en el siglo pasado con el uso de artillería militar, que perdura hasta el presente con diversas versiones civiles. También se han desarrollado otros sistemas de explosiones controladas mediante explosivos colocados o lanzados manualmente, enviados por cable de remonte mecánico (sistema Catex), colgados (Torre Wyssen), o bien explosiones por gases detonantes como los sistemas Gazex, Avalhex, y últimamente Daisy Bell, colgado desde helicóptero. Usualmente, las técnicas de desencadenamiento artificial se utilizan complementariamente con otras técnicas como las tratadas en la reseña del presente artículo, destinadas a la contención y estabilización del manto de nieve acumulado en la zona de inicio de las avalanchas, cuyos primeros diseños ingenieriles se remontan a unos 60 a 70 años. 1.1 Avalanchas de nieve A efectos de estudiar la mecánica del fenómeno y las medidas de intervención para mitigar sus efectos sobre sectores vulnerables, es que en el desplazamiento de una avalancha se pueden distinguir tres zonas (Figura 1). Las avalanchas se desencadenan por la pérdida de estabilidad del manto nival en la denominada zona de inicio, para luego descender a través de la zona de recorrido y finalmente detener su energía cinética por fricción en la zona de depósito. A lo largo de su recorrido, la masa de nieve experimenta de manera dinámica distintos cambios físicos y mecánicos, haciendo difícil una modelación reológica del fenómeno con exactitud. No obstante, existen diversos modelos basados en la mecánica de materiales, y en particular de fluidos, que logran explicar razonablemente bien la evolución de sus parámetros como altura del flujo, velocidad, densidad, páginas: 39 - 52 ] El desencadenamiento de las avalanchas se origina con la pérdida de estabilidad del manto de nieve causada ya sea por cambios mecánicos y físicos en la estructura interna e interacción entre los granos de la nieve como por solicitaciones externas ejercidas por el paso de algún esquiador, caída de cornisas, ondas explosivas, sismos, entre otras. También está condicionada por las fuerzas de fricción en la interfaz entre el manto nival y el suelo de la ladera donde se apoya o entre las capas del mismo manto. La pérdida de estabilidad por causas internas está estrechamente relacionada con las condiciones atmosféricas externas por cuanto son responsables del metamorfismo de los cristales y granos de la nieve. En términos generales se podría decir que la evaluación del peligro de avalanchas o estabilidad del manto debería considerar aspectos tales como: la profundidad de la nieve antigua; la presencia de agua en sus granos y Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 41 cristales; las características de la superficie de la nieve vieja; la profundidad de la nieve nueva; la densidad de los estratos; la intensidad de la nevada; el asentamiento de los estratos; el viento; la temperatura; la radiación solar; y la orientación geográfica de la ladera; entre otros. Figura 2 Destrucción de campamento industrial por avalancha. Chile central, invierno 2009. Una víctima fatal Los granos de nieve juegan un papel relevante en la resistencia mecánica, siendo los menos resistentes al corte aquellos que conforman la escarcha de profundidad o cubiletes (depth hoar), debido a sus uniones frágiles y baja capacidad de reacomodo. Por este motivo, forman mantos cuya densidad podría llegar a disminuir o no cambiar mucho con la profundidad (McClung y Schaerer, 2006). Según la experiencia en la cordillera central de Chile sobre 3.000 msnm, los perfiles de nieve muestran generalmente que las capas formadas por cubiletes son de alta densidad y baja cohesión (resistencia). Las inclinaciones típicas para el desarrollo de avalanchas suelen variar entre 28º y 50º, que favorecen además el movimiento de la nieve aguas abajo cuando la interfase nieve-terreno se encuentra con agua libre que no aporta resistencia ni fricción. Las avalanchas bajo y sobre este rango de inclinación son de baja ocurrencia. Figura 3 Zona neutral ente la zona de tensión y la zona de compresión (Chaudhary et al., 2002) Las condiciones de inestabilidad pueden originar avalanchas debido a la existencia de esfuerzos internos en el manto, producidos por dos tipos de movimientos de carácter lento denominados reptación y deslizamiento. Cada uno alcanza movimientos del orden de mm/día a cm/día, determinando en conjunto el movimiento total del manto aguas abajo. Ambos deben ser considerados para el diseño de cualquier estructura a instalar en la zona de inicio, por cuanto determinan las solicitaciones que actúan sobre ellas. 2. Esfuerzos del manto de nieve sobre estructuras Figura 4 Esfuerzos paralelos y normales a la pendiente, sobre un obstáculo La reptación y el deslizamiento implican en el manto la aparición de esfuerzos paralelos y perpendiculares al terreno (SN y SQ en Figura 4), siendo de mayor relevancia los primeros (de corte), ya que en la otra situación tiene lugar un efecto estabilizador que tiende a ser mínimo. Esto sucede en una zona denominada neutral, donde el manto se encuentra sin intervención o sin confinamiento lateral, dando pie a la ausencia de esfuerzos adicionales. En aquella zona se presentan solo los esfuerzos producidos por la reptación natural del manto, sin existir cambios en dichos esfuerzos (FOEN/ WSL, 2007). Ante la presencia de obstáculos o estructuras en laderas montañosas cubiertas de nieve, la configuración de las 42 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ páginas: 39 - 52 presiones producidas cambia, pudiendo cuantificarse mediante diversas relaciones matemáticas presentadas por distintos autores, dependiendo del tipo de obstáculo que impida el movimiento natural del manto (estructuras tipo pantallas rígidas o flexibles, postes, árboles, entre otros). La interacción entre el movimiento del manto y la estructura genera esfuerzos de compresión aguas arriba de la estructura en una distancia que la norma suiza (FOEN/WSL, 2007) señala como al menos tres veces la altura del manto de nieve medido verticalmente. Este espacio corresponde a la denominada zona de presión posterior o back pressure zone, donde los esfuerzos de corte son disminuidos en desmedro de la aparición de esfuerzos de compresión, desapareciendo de este modo los esfuerzos precursores de avalanchas. Otras apreciaciones indican la aparición de esfuerzos de tensión (aguas abajo de la estructura) y una zona neutral (al centro) cuando existen dos filas consecutivas de estructuras a gran distancia en la línea de la pendiente (Figura 3) (Chaudhary et al., 2002). Los esfuerzos provocados sobre estructuras producto de la interrupción de la reptación y deslizamiento dependen de las condiciones del manto, la interfase entre la nieve y el terreno, y también la inclinación de la pendiente (ψ). La cuantificación de estos se establece al centro del obstáculo, dispuesto normal al terreno, siendo aplicada de forma paralela al mismo. Una expresión ampliamente utilizada hasta la fecha en el diseño de estructuras (rígidas) es la recomendada por la norma suiza (FOEN/WSL, 2007) en la ecuación (Ec.1): (Ec.1) donde S N es el esfuerzo paralelo al terreno sobre estructura rígida (kN/m); ρ es la densidad del manto (kg/ m3); g es la aceleración de gravedad (m/s2); H es la altura de la nieve medida verticalmente (m); y K y N son los factores de reptación y deslizamiento, respectivamente (adimensionales). El valor del factor de reptación K se obtiene en función de la densidad del manto de nieve y la inclinación de la pendiente del terreno. El valor del factor de deslizamiento N depende de las condiciones de rugosidad del terreno y la exposición solar geográfica de la pendiente. En el caso del cálculo de presiones sobre una estructura flexible (malla de acero), esta se puede estimar mediante la Ec.2: (Ec.2) páginas: 39 - 52 ] es la altura de la estructura medida donde verticalmente (m); f C es el factor de altitud (s.n.m., adimensional) y f S es el factor reductor de presiones (adimensional). La ecuación (Ec.2) deriva de (Ec.1), asumiendo ciertas condiciones de densidad, altura del manto de nieve y exposición solar de la pendiente. Además, el factor fS se asume como 0.8 y representa la amortiguación en cierto grado de las presiones debido a la flexibilidad de la malla. Además, debe considerarse el aumento de los esfuerzos producidos por los esfuerzos de borde (end effects), lo que implica una mayor presión en ambos costados de la estructura. Esto se puede cuantificar mediante la Ec. 3: (Ec.3) donde fR es el factor de efecto de borde, que depende del factor de deslizamiento N y la distancia lateral entre barreras consecutivas. 3. Estructuras y técnicas para la contención y estabilización del manto de nieve en la zona de inicio El diseño sistemático de estructuras de contención basado en modelos matemáticos derivados de las características del manto nivoso se remonta a la década del 50 en Europa con los trabajos de Haefeli en 1954, cuyo modelo teórico para estructuras del tipo flexible sigue vigente hasta el día de hoy (Margreth, 1995). Este modelo se incluye como base para el cálculo en las normas suizas (FNP, 1968; OFEFP/FNP, 1990; FOEN/ WSL, 2007), cuyas aplicaciones son las más extendidas para el diseño de estructuras de contención en la zona de inicio. En la práctica, la instalación de estructuras de defensa provoca un efecto estabilizador del manto de nieve al redistribuir las fuerzas a lo largo de ella, además de limitar el movimiento de la nieve, retrasarlo y prevenirlo (Ammann y Fohn, 1999). En otras palabras, lo que ocurre en el manto al interrumpir los procesos de reptación y deslizamiento mediante una barrera, es cambiar la naturaleza de sus esfuerzos asociados, los cuales dejan de ser de corte y tensión para ser de compresión, favoreciendo el trabajo de la estructura (Chaudhary et al. 2002; Chaudhary y Singh, 2006). Esto se puede apreciar más claramente en el caso de barreras rígidas. Dado que hasta aquí se han mencionado los conceptos de estructuras de tipo rígida y flexible, resulta necesario efectuar una breve clasificación Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 43 al respecto. Las estructuras de contención pueden dividirse en: puentes o cercas, también denominadas snow bridges, que corresponden a estructuras rígidas de largueros horizontales apoyadas en montantes verticales; rastrillos, también denominadas snow rakes, que corresponden a estructuras rígidas de largueros dispuestos verticalmente; y mallas o redes, también denominadas snow nets, que corresponden a mallas de acero colgadas de montantes verticales. Los puentes y los rastrillos son las soluciones estructurales más antiguas establecidas para contener el manto en la zona de inicio. En la actualidad se siguen fabricando y utilizando como alternativa para el sostenimiento, aunque los sistemas flexibles han ido tomando protagonismo por su menor costo y mayor facilidad de montaje. Existen además otro tipo de protecciones activas para impedir el desencadenamiento de avalanchas tales como la intervención de la geometría de la pendiente para aumentar la rugosidad de la ladera. 3.1 Experiencia chilena Desde hace varias décadas se ha implementado en Chile diversas medidas para contener el manto, principalmente en instalaciones mineras. Se podría decir que solo desde la década de los 80 se ha ido introduciendo sistemas modernos de prevención de avalanchas como aquellas estructuras flexibles de fabricación europea, llegando a incorporarse este tema en la normativa fiscal por primera vez a comienzos del año 2000 (MOP, 2002). La oportuna y sistemática aplicación de medidas de control de avalanchas en el último tiempo, especialmente en la industria minera ha llevado a una considerable reducción de daños y víctimas desde 1990 a la fecha, en comparación con la primera mitad del siglo pasado, según los datos presentados por Ramírez Figura 5 Conjunto de antiguos puentes metálicos, actualmente operativos. Sewell, Codelco-División El Teniente (Foto: JP Mery) 44 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] y Mery (2007). Entre las estructuras implementadas se cuentan las del tipo puentes (rígidas) y mallas (flexibles), cuyas primeras instalaciones corresponderían a elaboraciones nacionales sin mayores estándares de diseño. En la actualidad se ha optado por estructuras flexibles conforme a exigentes estándares europeos. En cuanto a técnicas para estabilizar el manto, también se ha recurrido a ejecución de terrazas. En Chile, los puentes han sido construidos fundamentalmente en madera, acero y rieles de ferrocarriles. En cuanto a las estructuras flexibles, en un principio se componían de mallas de nailon, para luego ser elaboradas en acero galvanizado, tal como se realiza en la actualidad (MOP, 2002). Puentes (snow bridges): estas estructuras (Figuras 5 y 6) se componen de un conjunto de largueros dispuestos horizontalmente, los que unidos a montantes verticales conforman la superficie de contacto con la nieve. Se unen al terreno con soportes, cuyo empotramiento puede efectuarse mediante cimientos de hormigón, micropilotes o anclajes, y placas. La inclinación de la estructura respecto a un plano normal al terreno ha de situarse en torno a una inclinación de 15º aguas abajo. Esta situación genera una mejor redistribución de esfuerzos, siendo más efectivas ante las solicitaciones presentes (FOEN/WSL, 2007). Estructuras flexibles (snow nets): estas estructuras (Figuras 7 a 10) corresponden a mallas o redes de acero, que permiten retener el manto nival en la zona de inicio. Se componen de cables, mallas, postes articulados, anclajes y fundación. Presentan menos peso, mayor facilidad de montaje, mejor adaptabilidad a terrenos irregulares (rocosos), menor impacto visual, incluso buena respuesta frente a caídas de rocas de baja energía, respecto de los puentes o cercas. Figura 6 Disposición en ladera de antiguas cercas de madera, fuera de su vida útil. Sector Lagunitas, Codelco-División Andina (Foto: JP Mery) Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ páginas: 39 - 52 Modificación del terreno por medio de terrazas: consiste en cambios de la pendiente de tal modo de interrumpir los movimientos de reptación y deslizamiento. Esto se logra mediante la ejecución de cortes en el terreno y relleno del mismo, para ampliar las terrazas más allá de la línea de la pendiente (MOP, 2002). Este método sirve para retener y acumular nieve en un estrato horizontal, de manera de evitar una acumulación en la pendiente que pudiera generar el inicio de la avalancha. Como señalan McClung y Schaerer (2006), la adopción de un control de avalanchas en la zona de inicio mediante terrazas debe considerar algunos requerimientos como: (1) ejecutarlas en pendientes ≤ 35º; (2) profundidad de la nieve ≤ 1.5 m; (3) bajo o mínimo transporte de nieve por viento; y (4) el ancho de la terraza debe ser al menos 1.5 veces la altura de la nieve. Figura 7 Principales partes de una estructura flexible. (Adaptado de MOP, 2002 y FOEN/WSL, 2007 por R. Aravena) Figura 8 Antigua barrera flexible de acero para la retención de suelo residual y nieve. Sewell, CodelcoDivisión El Teniente (Foto: JP Mery, 2008) Figura 9 Estructura flexible, polivalente, de alto límite elástico. Proyecto I+D+i AlpS 2002, Geobrugg Figura 10 Estructura flexible. Minera Los Pelambres. (Foto: JP Mery, 2009) El tejido de las mallas suele dar origen a retículas de forma triangular, rómbica, circular, y últimamente otras geometrías como la malla Omega Net. La inclinación de la pantalla respecto a un plano normal al terreno, se recomienda que sea de 30º aguas abajo para generar una mejor redistribución de esfuerzos (FOEN/WSL, 2007). páginas: 39 - 52 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 45 Otras soluciones: también se han elaborado estructuras rígidas cuya superficie de contacto con el manto se conforma por largueros dispuestos tanto horizontal (puentes) como verticalmente (rastrillos) (Figura 13). Aquellos han sido materializados por rieles metálicos de vías férreas. Actualmente, la mayoría de ellas presentan colapso generalizado producto de solicitaciones de varias temporadas invernales, además de corrosión y falta de mantenimiento, recomendándose el retiro de ellas para evitar acumulaciones peligrosas. que “amarra” el manto por medio de un arreglo de postes y cables instalados en la senda de avalanchas (Figura 14). 3.2 Experiencia internacional Otro tipo de solución utilizado en el pasado corresponde a los denominados “viñedos”, técnica de estabilización El grado de avance en cuanto al desarrollo y utilización de estructuras de contención y técnicas de estabilización del manto ha sido considerablemente mayor en localidades europeas y norteamericanas, conforme al interés local y recursos invertidos en el estudio y mitigación del fenómeno de avalanchas. Los Figura 11 Terrazas, aguas arriba de Sewell. Codelco-División El Teniente (Foto: JP Mery, 2008) Figura 12 Serie de terrazas conformadas por bulldozers. Minera Los Pelambres (Foto: JP Mery, 2009) Figura 13 Estructuras metálicas de fabricación local, fuera de su vida útil. Codelco-División El Teniente. (Foto: JP Mery, 2008) Figura 14 Antigua estabilización de senda “Las Viñas”. Actual División Los Bronces, Anglo American Chile (Foto: Archivo, Luis Ramírez) 46 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ páginas: 39 - 52 Alpes han sido escenario de diversas e importantes investigaciones para desarrollar fórmulas tendientes a cuantificar las presiones ejercidas sobre las estructuras, y consecuentemente, las recomendaciones para el diseño de estas. La mayor parte de las estructuras han sido diseñadas según normas internacionales como la suiza (FOEN/WSL, 2007) y la francesa NF P 95-304, por lo que en algunos casos debería tenerse la precaución de verificar que su aplicación, basada en las características de mantos nivales de aquellas regiones, pueda extenderse a otras de distintas condiciones climáticas y geográficas. No obstante, a la fecha han sido utilizadas exitosamente en diversas partes del mundo, con ciertos cambios en algunos países. El desarrollo a nivel internacional presenta innovaciones en una diversidad de estructuras tanto rígidas como flexibles, a las que se suman técnicas que modifican la pendiente del terreno como la ejecución de terrazas y muros (o paredes) y que aumentan la rugosidad de la superficie por medio de la reforestación, pilotes, trípodes y los recientes snowgrippers. Rastrillos: son parte de las estructuras rígidas tipo puentes, con la diferencia que la superficie de contacto con la nieve se compone de largueros o vigas dispuestas de forma vertical (o perpendicular al terreno). Además de fabricarse en acero, también los hay en base a postes de madera. Esta solución suele ser aplicada complementariamente con otras medidas como por ejemplo la reforestación. Sistemas Ombrello y Vela: son sistemas formados principalmente en acero zincado, semejantes a una pirámide acostada sobre el terreno con su base orientada aguas abajo de la pendiente. Estas estructuras son similares a las mallas, aunque de flexibilidad más limitada. Según sea la empresa fabricante, la estructura puede llamarse Ombrello o Vela. Se conforman de cuatro partes principales (Figura 16): (1) perfiles de acero; (2) malla de contención; (3) soporte o puntal; y (4) anclaje. Dentro de sus ventajas se encuentra la particularidad de requerir solo un anclaje por unidad estructural. Entre las diferencias más notorias en los diseños de los sistemas Ombrello y Vela se puede apreciar que los perfiles en cruz del sistema Vela (Figura 17) se cruzan entre sí, mientras que en sistema Ombrello (Figura 18) los perfiles van articulados en una placa central. Figura 16 Partes generales del sistema Figura 15 Sistema X-Cross®, CAN páginas: 39 - 52 Sistema flexible X-Cross: es un tipo de sistema flexible patentado el año 2000, y que se caracteriza por tener una particular configuración de postes y cables. Consiste en tres postes de acero o de madera impregnada, de los cuales dos se orientan en forma perpendicular al terreno (o con cierto ángulo de inclinación), mientras que el tercero se ubica de manera oblicua entre ellos. Este último poste forma un ángulo de 30º con respecto al terreno. El sistema se mantiene en su posición gracias a los cables que pasan por los extremos de todos los postes, y tiene un único anclaje para aquellos, ubicado en la placa base que sostiene al poste oblicuo (Figura 15). A diferencia de las estructuras flexibles tradicionales, en este tipo de estructuras los cables perimetrales no van anclados al terreno. ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 47 En general, en estos sistemas la superficie de contacto bordea los 3m x 3m, que se encuentra reforzada por un cable perimetral de acero φ14 a φ18. El entramado de la malla principal se compone de cables de acero φ8 a φ9, formando anillos de diámetro igual a 350 mm en el caso del sistema Vela, y cuadrados de arista cercana a los 300 mm en el caso del sistema Ombrello. En ambos casos las cuerdas o tirantes de acero pueden tener un diámetro entre φ12 mm y φ16 mm. Al conjunto anterior se añade una malla hexagonal para evitar la caída de pequeñas rocas o clastos. Además de servir como protección contra avalanchas, este tipo de sistemas puede tener otras funciones como el sostenimiento de taludes (similar a la Tierra Armada). En estos casos, el sistema de sujeción al terreno pasa de anclaje a una base de hormigón, cuyas dimensiones son 1.50 m x 1.50 m x 0.12 m (Vela), la que proporciona el anclaje al quedar cubierta por la capas del talud de relleno. Paredes: estas construcciones simples están generalmente conformadas con mampostería del sector lo que permite configurar pequeñas terrazas en el caso de que no sea posible efectuar cortes en el terreno, como sucede en laderas rocosas. Entre la pared construida y el terreno aguas arriba se realiza el relleno que permite establecer el cambio de pendiente que permite reducir el deslizamiento del manto de nieve. Este tipo de solución es efectiva para alturas de nieve menores a 1 m, y son aplicables a pendientes del terreno menores a 40º (MOP, 2002). Reforestación: esta técnica es altamente durable y consiste en plantar árboles en vastas zonas propensas a desencadenar avalanchas de nieve. Sin embargo su puesta en marcha tarda algunos años, ya que debe esperarse el crecimiento y maduración adecuada de las especies a fin de que puedan soportar las presiones ejercidas por los estratos de nieve. Este tiempo suele demorar al menos 30 años (MOP, 2002), por lo que la efectividad de esta técnica en ese período depende de la complementación con otras estructuras, entre las que se cuentan los trípodes. En Chile, las zonas propensas a avalanchas y sujetas a algún tipo de medida o control, normalmente se ubican en la alta cordillera (sobre 2.500 m.s.n.m.) donde no existen las condiciones naturales para reforestar. De acuerdo a Ganju y Dimri (2004), la inhibición de avalanchas en la zona de inicio mediante la reforestación es efectiva ya que: (1) elimina casi por completo el arrastre de la nieve a nivel superficial; (2) la nieve es retenida en las copas de los árboles y se libera gradualmente; y (3) se tiende a producir una distribución uniforme de la temperatura de la nieve, induciendo a una mayor estabilidad de la cubierta. La cantidad de árboles por hectárea debería estar en torno a no menos de 1.800 unidades, debiendo plantarse alrededor de 2.000 (MOP, 2002) para poder cubrir las pérdidas por inadaptación y muerte de algunas especies. En climas más fríos la reforestación es menos efectiva dado el menor crecimiento de los árboles (Sandersen y Lied, 2008). A esto debe sumarse la elevada altitud geográfica en algunas regiones. Trípodes: estas estructuras, preferentemente de madera, actúan en conjunto con la técnica de reforestación, Figura 17 Sistema Vela, MBS-ADIC, France 48 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. Figura 18 Sistema Ombrello [ páginas: 39 - 52 Figura 19 Trípodes como técnica complementaria a la reforestación. Universität für Bodenkultur Wien, I. of M. Risk Engineering, 2008 Figura 20 Conjunto de Snowgrippers. Incofil, Italia no siendo necesarias una vez que han crecido los árboles. En la práctica esto ocurre cuando estos últimos exceden en promedio la altura de la cubierta de nieve máxima en el sitio (Armanini y Larcher, 2008). Figura 21 Distribución de presiones sobre un snowgripper (vista en planta). Incofil, Italia Son diseñadas para una vida útil entre 40 y 50 años, con una altura de 1.5 m y ancho 2 m, y se recomienda que en pendientes fuertes la cantidad bordee las 1.000 unidades por hectárea (University of Natural Resources and Applied Life Sciences Vienna, Institute of Mountain Risk Engineering, 2008). Pilotes: son postes de madera o metálicos que se hincan o anclan al terreno verticalmente, de manera de proporcionar estabilidad al manto de nieve, evitando su reptación y deslizamiento. El diámetro suele variar entre 10 y 20 cm, con una proporción entre la parte enterrada y sobre el terreno igual a 2:1, recomendándose además su instalación para pendientes menores a 35º y profundidades de nieve máximas de 1 m para terrenos débilmente cohesivos y mínimas de 0.6 m para terrenos densos (MOP, 2002). Snowgrippers: al igual que las estructuras anteriores, estos dispositivos tienen la función principal de aumentar la rugosidad del terreno y con ello “amarrar” el manto, ofreciendo resistencia al movimiento aguas abajo. También aceleran el proceso de compactación de la nieve por efecto de la transmisión de calor debido a que están construidas en aluminio. Su altura varía entre 1 y 1.5 m y tienen un peso máximo de 24 kg. Se fijan al terreno mediante anclajes de los que son fácilmente desmontables en épocas estivales cuando no se necesitan. páginas: 39 - 52 ] Se suelen instalar en grandes cantidades y son un complemento para sistemas tradicionales de contención de avalanchas en la zona de inicio. En general no están diseñados para resistir y absorber grandes cargas del manto de nieve. 4. Discusión y conclusiones El presente trabajo ha tenido por objetivo presentar una breve y actualizada reseña sobre las técnicas utilizadas para contener el manto de nieve en la zona de inicio Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 49 de avalanchas, junto con una síntesis del problema, y los alcances que implica la intervención del manto nival (Figura 22). Muchas de las consideraciones sobre las solicitaciones involucradas, criterios de diseño, determinación de la altura de diseño del manto de nieve, análisis de las fundaciones, operaciones de montaje y mantenimiento no han sido tratadas dado la extensión que ello involucra. Las medidas para controlar avalanchas han de elegirse acorde a cada lugar y circunstancia, debiendo recurrirse en muchas ocasiones a más de un sistema de control para que actúen complementariamente. La instalación de estructuras en la zona de inicio para retener el manto de nieve es una medida ampliamente utilizada, especialmente porque no requieren de operaciones especiales ni sistemas electrónicos o mecánicos de activación y son de bajo mantenimiento, a diferencia del uso de explosivos, que requieren de la presencia humana para ser colocados, lanzados, o de complejos sistemas mecánicos que los transporten y operen a distancia. Figura 22 Prevención de avalanchas en la zona de inicio. Fuente: elaboración propia, R Aravena 50 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ páginas: 39 - 52 Pese a lo extendido de las medidas para sostener el manto de nieve en la parte alta de la pendiente, tal vez la mejor manera de controlar las avalanchas sea minimizando la acumulación de nieve en las laderas, lo que se logra parcialmente con la gestión del viento en la zona de inicio para controlar la sobrecarga de nieve por trasporte eólico o bien con el uso de explosivos o explosiones de gases para generar desencadenamientos artificiales de volúmenes controlados. De esta manera se elimina de raíz el peligro que significa tener energía potencial acumulada sobre objetivos vulnerables. Si bien un buen diseño de las barreras de contención puede sostener el manto para ciertas profundidades previstas, lo que en realidad se está haciendo es acumular nieve durante la temporada de invierno, situación que podría incrementar el riesgo de deslizamientos hacia la primavera, cuando ocurren avalanchas húmedas y de fondo. La activación artificial de avalanchas, sin embargo, no es recomendable cuando el objeto vulnerable aguas abajo de la senda se vea involucrada la presencia de gran cantidad de personas. Cada vez que sea necesario purgar la ladera generando una avalancha controlada, necesariamente deberá evacuarse la instalación afectada, situación que resulta más fácil, por ejemplo, en una carretera, centro de esquí, paso fronterizo o alguna obra civil, que en un poblado, campamento industrial u otra zona donde sea difícil movilizar gran cantidad de personas cada vez que repita esta operación, situación que puede ocurrir en cada nevazón o incluso varias veces durante ella. Actualmente las normas suizas y francesas llevan la vanguardia en estudios y recomendaciones para el diseño de las estructuras de contención, lo que no libera a cada región, donde ellas se apliquen, de adecuar y calibrar estas recomendaciones acorde a las características locales. En este sentido se sugiere estudiar todas aquellas variables que condicionan la mecánica de la nieve y las solicitaciones ejercidas por los estratos de nieve como por ejemplo: los tipos de cristales; su evolución en el tiempo (metamorfismo); la densificación del manto por sobrecarga de estratos nuevos; el tiempo transcurrido; las condiciones meteorológicas; y el comportamiento de los movimientos lentos del manto (reptación y deslizamiento); entre otros. páginas: 39 - 52 ] Entre los parámetros involucrados en las normas suizas de diseño utilizadas para cuantificar las presiones ejercidas, y que a juicio de los autores debería ser materia de investigación y eventual calibración para cada región donde se apliquen, destacan los factores K (reptación) y N (deslizamiento) indicados en la Ec.1, y el factor de altitud fc indicado en la Ec.2. Esta última variable, por ejemplo, que representa el incremento de presiones en función de la variación de la densidad del manto nival con la altitud geográfica, ha sido estimada para elevaciones entre 1.000 y 3.000 m.s.n.m, situación que puede incrementar las presiones (SN, Ec.1) hasta en un 30% (fc = 1.3 para 3.000 m.s.n.m.). Este rango en general no es representativo de las condiciones chilenas donde las avalanchas tienen lugar a partir de los 2.500 m.s.n.m., llegando muy por sobre los 3.000 m.s.n.m. para las zonas centro y norte, y una altitud algo más baja para la zona sur del país. En Chile no existen recomendaciones especiales en la normativa fiscal (MOP, 2002) para el uso de los factores mencionados en las ecuaciones Ec.1 y Ec.2, por lo que la estimación de presiones en los mantos de nieve nacionales queda a criterio del proyectista. Tal es el caso, por ejemplo, de Codelco Chile, División El Teniente, donde el estudio de mitigación de avalanchas del camino Tramo 5 consideró valores sin mayor fundamento para los factores K y N (Ramírez, 2002). Si bien las estructuras para retener el manto de nieve son de bajo mantenimiento, no debe descuidarse la verificación de su capacidad a lo largo de su vida útil, puesto que si ella se pierde, se podría estar frente a una situación de mayor peligro al tener un volumen almacenado en la ladera, bajo condiciones altamente inestables. 5. Agradecimientos Los autores agradecen al experto en gestión de nieve y avalanchas, Sr. Luis Ramírez C., Asesor Gerencia S&SO-Op. Invierno, Anglo American Chile, División Los Bronces, por su colaboración en el desarrollo del presente artículo. Castro, D. - Mery, J.-P. - Aravena, R. - Sanhueza, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 51 6. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. Ammann, W.J., Föhn, P.B.M. (1999). Snow Avalanches. 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Dr. Arq. Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Cuba [email protected] Fecha de recepción 21/09/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 53 Resumen El artículo muestra los resultados de una investigación realizada con el objetivo de demostrar, mediante el estudio de casos en escenarios locales cubanos afectados por huracanes, la necesidad de aplicar un enfoque multidimensional en la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat, profundizando en problemas que son comunes a otros contextos, en particular en países en vías de desarrollo. El núcleo conceptual del artículo lo constituye el carácter multidimensional que debe tener la intervención postdesastre en el campo de la vivienda, así como en el análisis del denominado Ciclo de Reproducción del Riesgo en la recuperación posterior al desastre, como consecuencia de no articular entre sí las diferentes dimensiones del hábitat que deben ser tenidas en cuenta en la reconstrucción. Mediante un abundante estudio del estado del arte y de investigaciones de los autores, se propone un sistema de dimensiones y variables de la reconstrucción postdesastre de la vivienda social, en los planos sociocultural, económico, tecnológico y ambiental. Estos aspectos se reflejaron en métodos y herramientas de investigación para el estudio in situ de casos locales de reconstrucción postdesastre y la identificación de prácticas de referencia. Las lecciones aprendidas en los casos cubanos, en un contexto político y social caracterizado por avanzadas medidas sociales y una gran cohesión comunitaria, demuestran que las lecciones que nos enseña la práctica postdesastre en el sector habitacional indican la necesidad de lograr enfoques multidimensionales más sostenibles. Palabras claves: Vivienda social, reconstrucción postdesastre. Abstract The paper shows the findings of a research carried out to demonstrate –by means of the study of cases in Cuban local contexts affected by hurricanes– the necessity to apply a multidimensional approach in the post-disaster reconstruction of social housing and the habitat, in particular in developing countries. The conceptual core of the paper is the multidimensional character of the post-disaster intervention in the field of housing, as well as in the analysis of the so-called Risk Reproduction Cycle in the recovery to the disaster, as the result of insufficient relationships among the various reconstruction dimensions to be considered in reconstruction. After deep study of the state of the art and investigations of the authors, the paper proposes a system of dimensions and variables for the post-disaster reconstruction of the social housing in the social and cultural, economic, technological and environmental topics. These aspects were reflected in research methods and tools for the on-site study of local cases of post-disaster reconstruction and the identification of benchmark practices. The lessons learned from the Cuban cases in a political and social context characterized by advanced social measures and great community cohesion confirm the lessons taught to us by the post-disaster practices in the field of social housing and the necessity of achieving more sustainable multidimensional approaches. Key words: Social housing, post-disaster reconstruction 54 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Olivera, A. - González, G. [ páginas: 53 - 62 1. Introducción En la literatura se encuentran numerosos reportes especializados que evalúan y conceptualizan sobre el carácter multidimensional de la reconstrucción postdesastre de la vivienda y el hábitat. Nuevos entornos del riesgo de desastre para la vivienda social y el hábitat en los países en vías de desarrollo El medio construido, y en especial los asentamientos urbanos y las viviendas, ha experimentado el impacto más severo de los desastres naturales. A la luz de este incremento de la intensidad y recurrencia de dichas catástrofes, los enfoques clásicos que interrelacionan los conceptos de vulnerabilidad, riesgo y desastre, en el medio construido, pueden sintetizarse entre la interacción dialéctica entre lo que podría denominarse el estado de vulnerabilidad y el grado de resiliencia para un contexto dado y bajo un conjunto de circunstancias políticas, económicas y sociales actuantes (Olivera, 2009). Los países en vías de desarrollo constituyen, con mayor frecuencia, un escenario recurrente para estas manifestaciones. Como señala Mansilla (2000), la ciudad como blanco de desastres y espacio propicio para la generación y agudización del riesgo, se ha evidenciado ya bastante en todo el mundo y con especial énfasis en los países subdesarrollados. En un informe mundial elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se establece un claro nexo entre los procesos de desarrollo y las consecuencias de los desastres naturales. Este documento argumenta que si bien solo el 11% de las personas expuestas a peligros naturales vive en países con un bajo índice de desarrollo humano, representan más del 53% en el total de las muertes registradas (PNUD, 2000). En el informe base para la Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres, celebrada en 2005 en Hyogo, Japón, se avizora un futuro de creciente amenaza para el desarrollo sostenible de los países en desarrollo, vinculándolo con la persistencia de determinadas condiciones demográficas, tecnológicas y socioeconómicas, a la urbanización sin plan, el desarrollo en zonas de alto riesgo y a otras consecuencias del subdesarrollo (EIRD, 2005). Las viviendas y su hábitat son objetos de los peores efectos y consecuencias del desastre, por la implicación social y humana de sus daños. Argüello-Rodríguez (2004) reconoce que la satisfacción de la necesidad de vivienda lleva a una serie de acciones constructivas que incluyen el uso de tierras inadecuadas para habitar, el uso de edificios urbanos en malas condiciones y la generalizada autoconstrucción, entre otras formas de satisfacer una demanda no solvente, cuyas consecuencias acrecientan el riesgo. páginas: 53 - 62 Carácter multidimensional de la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat ] Boen y Jigyasu (2005) argumentan la necesidad de las consideraciones culturales locales en las decisiones relativas a la reconstrucción postdesastre del hábitat popular tradicional. Los ejemplos que aportan, relativos a la relocalización fallida de población damnificada en Indonesia, después del terremoto de 1992, ponen énfasis en las consecuencias a mediano plazo de acciones políticas y tecnocráticas a espaldas de análisis más diversos del fenómeno de la recuperación posterior al desastre. En igual sentido se pronuncian Snarr y Brown (1978), analizando la relocalización de poblados rurales del norte de Honduras, arrasados por el huracán Fifi, en 1974 y donde al cabo de varias décadas se verificó un flujo de retorno de población hacia sus zonas de riesgo originales, al no tenerse en cuenta aspectos propios de su cultura autóctona y tradición social en el reasentamiento llevado a cabo después del desastre. En el plano de las consideraciones socioculturales tradicionales dentro de la reconstrucción del hábitat, Shanmugaratham (2005) profundiza en el caso de la respuesta postdesastre en asentamientos costeros del nordeste de Sri Lanka después del tsunami de 2005, donde la interpretación de sus realidades culturales y religiosas y de sus tradiciones culturales permitió aplicar estrategias participativas más efectivas en la reconstrucción de la vivienda popular de esas regiones. Burak (2006) aporta interesantes consideraciones en la reconstrucción postdesastre de la vivienda social urbana, tomando como caso de estudio las acciones llevadas a cabo en Dinar, Turquía, después del terremoto que destruyó parcialmente su centro urbano en 1995. Se muestra un estudio de ocho años sobre parte de la población damnificada en ocasión del sismo, comprobándose secuelas sociales y sicológicas, así como otras consecuencias de tipo cultural, debido al diseño de viviendas sociales desconectado con las aspiraciones e idiosincrasia de sus habitantes; así como la inserción de barrios residenciales relocalizados de áreas de riesgo hacia otras zonas urbanas y periurbanas con hábitos y costumbres ajenas a la población reasentada. Otros autores, como O´Brien, Ahmed & Hes (2008), Ozden (2006), Limoncu & Çelebio lu (2006), Le Masurier, Rotini & Wilkinson (2004), basándose en experiencias de reconstrucción postdesastre de zonas residenciales, Olivera, A. - González, G. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 55 con preferencia de viviendas sociales y populares, tanto en entornos urbanizados como rurales, llaman también la atención sobre su carácter eminentemente multidimensional. El Ciclo de Reproducción del Riesgo en la reconstrucción postdesastre Las experiencias referenciadas en el presente trabajo y otras que hacen un análisis de las prácticas de reconstrucción postdesastre en el caso de la vivienda social y popular (Salazar, 2002; Berke, Kartez & Wenger, 1993 y Duyne & Pittet, 2007) ponen en evidencia las consecuencias de abordar unilateralmente y sin articular entre sí dimensiones complementarias durante el proceso de recuperación. Trabajos como los de Jha et al. (2010) y Stephenson (2008) abordan más profunda y sistemáticamente los requerimientos técnicos, socioculturales, económicos y ambientales para que la intervención postdesastre del medio construido logre racionalidad y sostenibilidad. Usualmente en el proceso de la reconstrucción del medio construido actúan diversos actores externos sin suficiente conexión entre sí (ayuda humanitaria, agencias internacionales, organismos nacionales centrales, sector empresarial), predominando la introducción de modelos externos en el planeamiento y diseño del nuevo hábitat; así como de tecnologías no totalmente compatibles con las condiciones culturales y sociales de la población a la cual están destinadas. González & Olivera (2010) realizan un estudio comparado de prácticas de reconstrucción postdesastre en cuatro localidades cubanas, después del paso de varios huracanes de gran intensidad, dos de ellas asentamientos rurales y dos comunidades de pescadores. El resultado fue la comprobación de disfuncionalidades en el hábitat reconstruido y la reproducción de condiciones de vulnerabilidad. Se comprobó la ocurrencia del denominado Ciclo de Reproducción del Riesgo, ya definido con anterioridad por Olivera (2009, 2010) en la reconstrucción post-desastre en el medio edificado. La explicación de este concepto es auxiliada mediante el esquema de la figura 1. El hábitat construido actual, caracterizado por los factores de vulnerabilidad presentes, sobre todo en países en vías de desarrollo (concentración edificatoria y de población urbana, tipologías constructivas vulnerables, precariedad del hábitat, riesgos antrópicos) se ve impactado por un evento natural extremo (huracán, terremoto, inundación) y deviene en una situación de desastre. Tanto en la fase de respuesta (emergencia postdesastre), como de reconstrucción, actúa una diversidad de actores que, con similar finalidad (la recuperación y normalización), no logran necesariamente la armonización de sus decisiones y acciones, dando por resultado un hábitat intervenido, pero que no soluciona adecuadamente su vulnerabilidad original, e incluso pueden aparecer nuevos riesgos, con lo cual en futuros fenómenos naturales se producen situaciones catastróficas, que vuelven a tener tales respuestas, verificándose un ciclo de reproducción del riesgo que, a la larga, repercute en un retraso del desarrollo local sostenible y trae consecuencias humanas y sociales indeseables. Dimensiones de la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat A la par con el carácter multidimensional de la vulnerabilidad del medio construido (Patiño, 1999; Wilches-Chaux Figura 1 Esquema del Ciclo de Reproducción del Riesgo de la reconstrucción postdesastre de la vivienda y el hábitat (Fuente: Olivera, 2009) 56 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Olivera, A. - González, G. [ páginas: 53 - 62 1989, citado por Cardona, 2003), se ha demostrado que la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat también se compone en dimensiones que, actuando holísticamente, contribuyen a la restauración de las condiciones integrales del marco físico en que la comunidad y la sociedad logran alcanzar la normalidad después del trauma del desastre. Del prolijo análisis de la bibliografía especializada y, sobre todo, del caudal de información aportada por los estudios de casos y experiencias en diversas partes del mundo (Centroamérica, Pakistán, Indonesia, Japón, América del Sur, el Caribe), donde se han extraído las prácticas más significativas y el seguimiento a mediano y largo plazo del resultado de las políticas, estrategias y acciones emprendidas para la recuperación de las ciudades y los asentamientos, pueden establecerse las principales dimensiones de la reconstrucción post-desastre: – – – – Dimensión Dimensión Dimensión Dimensión social-cultural económica tecnológica ambiental La dimensión social-cultural persigue que la reconstrucción postdesastre de la vivienda y el hábitat logre una real activación del protagonismo de los individuos, la familia y la comunidad local en las acciones que se emprendan en el contexto local para la recuperación, tanto en la toma de decisiones que involucran al ámbito socio-comunitario, como en la capacidad de autogestión de la población, a la vez que se armonice con la identidad social y cultural local, regional y nacional. Las variables identificadas en esta dimensión social y cultural son: – Apropiabilidad de la nueva vivienda postdesastre al perfil sociológico local. – Protagonismo participativo de la población local en la recuperación del hábitat. – Respeto por la cultura local en la reconstrucción del medio construido. – Enfoque de género y atención a grupos en desventaja social de las acciones. – Respeto por las aristas socioculturales de la relocalización postdesastre de asentamientos. La dimensión económica no puede de dejar de actuar en la intervención postdesastre, contribuyendo a que la misma contribuya a la sostenibilidad económica local, tanto para las instituciones y organizaciones estatales de la localidad, como en la factibilidad de activar un cofinanciamiento por la población de las acciones de recuperación postdesastre del hábitat construido, en condiciones asequibles a la economía familiar, de tal páginas: 53 - 62 ] manera que permita reducir la carga presupuestaria al gobierno local, de las regiones y del país. Las variables de la dimensión económica son: – Bajos costos y asequibilidad de la vivienda postdesastre a los beneficiarios. – Esquemas de financiamiento progresivo por la población y sus organizaciones. – Minimización de la inversión de recursos externos a la localidad y al país. – Activación económica local mediante la generación de empleos en las tareas de reconstrucción. – Respeto por los problemas de economía local y familiar en la relocalización postdesastre de asentamientos. La dimensión tecnológica es una de las más presentes en la práctica recuperativa postdesastre, aunque es esencial que en la misma se logre apropiabilidad con las características y posibilidades técnicas y materiales comunes a las condiciones tecnológicas y económicas de la localidad, el territorio y el país y permitan una efectiva mitigación del riesgo existente de desastre y prevención del mismo ante amenazas y peligros recurrentes. Las variables que componen la dimensión tecnológica son: – Uso de materiales y productos locales en la reconstrucción de la vivienda y el hábitat. – Adaptabilidad al contexto local de las técnicas y materiales empleados. – Compatibilidad de las tecnologías de reconstrucción con la cultura local. – Apropiabilidad local y consolidación sostenible de las técnicas y materiales empleados en la recuperación de la vivienda. – Fomento del uso de mano de obra local e intensiva en los trabajos técnicos de recuperación postdesastre. – Reutilización de desechos y materiales resultantes del desastre. – Evitación de la reproducción del riesgo. En la dimensión ambiental, debe ponerse la mira en contribuir a reducir el impacto ambiental de la reconstrucción postdesastre y a lograr criterios de desarrollo sostenible del medio ambiente natural y construido de la localidad y el territorio, aprovechando el conocimiento tradicional y local de resiliencia o pervivencia ante las amenazas y peligros recurrentes. Las variables identificadas de la dimensión ambiental son: – Racionalidad energética de la vivienda postdesastre. – Reutilización de desechos resultantes del desastre. Olivera, A. - González, G. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 57 – Racionalidad del uso del agua en los trabajos de reconstrucción. – Minimización del impacto ambiental local de los materiales que se empleen en la recuperación. – Racionalidad del uso del suelo, sobre todo en la reconstrucción de ámbitos urbanos. 2. Objetivo y métodos de la investigación Experiencias del desastre y lecciones por aprender Algunos autores (Lavell, 2000; Cardona, 2003 y Cuny, 1983, citado por Lavell, 2000) entienden la relación desastre-desarrollo bajo un prisma ambivalente no exento de cierta paradoja, donde el desastre puede interrumpir el proceso de desarrollo mientras, a la vez, ofrecer oportunidades para el desarrollo futuro. Otros enfoques son sustentados, como los de Xavier (1996), el que considera que las condiciones de subdesarrollo son consecuencia también del subdesarrollo de las infraestructuras económico-sociales, tanto en el campo como en las ciudades, contexto en donde los daños del desastre comprometen o retrasan el desarrollo urbanosocial del hábitat construido. El carácter cíclico de la reproducción del riesgo en la reconstrucción postdesastre, cuando la misma no es el resultado de una multidimensionalidad en su concepción, es también una evidencia de las contradicciones que aún persisten y de las lecciones por aprender en materia de recuperación del medio construido. Por ello, el objetivo de la investigación desarrollada fue el de demostrar, mediante el estudio de casos en escenarios locales cubanos afectados por huracanes, la necesidad de aplicar un enfoque multidimensional en la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat. La hipótesis de investigación estableció que, aunque el contexto político e institucional de un país en vías de desarrollo sea propicio para la minimización de factores de riesgo colectivo ante los desastres naturales, sobre todo en el fortalecimiento de la protección civil y la preservación del patrimonio, los bienes y el medio ambiente, como es el caso de Cuba, para el logro de efectividad y sostenibilidad, las acciones de reconstrucción del hábitat edificado requieren de tener en cuenta dimensiones no solo técnicas y materiales, sino sociales, culturales y ambientales. Métodos y herramientas para el estudio En el estudio se emplearon métodos empíricos de investigación, basados en la observación directa y en la 58 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] creación de un instrumental de procedimientos para la obtención y posterior interpretación de la información. Se confeccionó un surtido de herramientas de indagación, formado por cuestionarios de entrevistas a la población y otros actores locales y de la comunidad. Se combinaron procedimientos de entrevista, observación de la realidad, pesquisaje de situaciones y otros procesos. Se privilegió la aplicación directa, sin intermediarios y enfatizando el contacto del entrevistador con la realidad en observación. Las herramientas de investigación se destinaron a evaluar in situ la manifestación de las diferentes dimensiones de la reconstrucción postdesastre de la vivienda social y el hábitat (social-cultural, económica, tecnológica, ambiental), a través del sistema de variables caracterizadoras de cada dimensión, a partir del propósito de identificar las prácticas aplicadas y sus efectos y consecuencias en el ámbito local. 3. Estudio de casos en Cuba Los casos estudiados se refieren a procesos de reconstrucción postdesastre en la vivienda social y el hábitat, llevados a cabo después de la afectación por huracanes y otros fenómenos hidrometeorológicos. Estos eventos extremos vienen acusando una tendencia de aumento en su formación e intensidad por los cambios climáticos que se verifican en el planeta, sobre todo debido al calentamiento global que repercute en el aumento de la temperatura de los océanos y, consecuentemente, una mayor aparición de organismos ciclónicos; sin embargo, es insuficiente la razón de cambio y mejoramiento de las condiciones de seguridad del medio construido en Cuba, sobre todo de las viviendas, causando situaciones de desastre por la magnitud de daños directos e indirectos en las edificaciones y la infraestructura. Isabela de Sagua: Retos de la relocalización postdesastre El asentamiento de Isabela de Sagua es un pequeño poblado de pescadores que se encuentra ubicado en la costa norte de la región central de Cuba y se extiende hacia el océano sobre una estrecha península de 1.700 m de longitud, con anchos que oscilan entre los 200 y 450 m. Fundado en 1844, ha sido víctima durante toda su historia de los fenómenos meteorológicos y la penetración del mar. Con una población de 2.400 habitantes, la actividad económica fundamental de la comunidad es la pesca, tanto de litoral como en mar abierto. Hasta mediados del siglo pasado en Isabela de Sagua existió un puerto Olivera, A. - González, G. [ páginas: 53 - 62 con gran actividad para la importación de mercancías y el cabotaje y exportación de azúcar de caña y otros productos. Su vivienda tradicional es de madera, asentada sobre pilotes sobre la línea de costa, de tal manera que las embarcaciones de los pescadores son amarradas en su propia casa o muy cerca de ella. En 1985 el pueblo fue semidestruido por el huracán Kate y como medida postdesastre se decidió por las autoridades centrales del gobierno de la provincia la relocalización de los habitantes de zonas más vulnerables hacia un nuevo asentamiento, situado a diez kilómetros de la costa, en la profundidad del territorio. Como alternativa para darle una vivienda definitiva y adecuada a los damnificados en el más breve plazo posible, se optó por construir 35 edificios multifamiliares seriados de cinco niveles de altura, con elementos prefabricados de grandes paneles de hormigón armado, fabricados en plantas fijas de producción continua en la cabecera provincial, a veinte kilómetros de distancia. El plan urbanístico del futuro poblado respondió a los cánones modernos, con calles ortogonales y áreas exteriores de intercambio social (ver foto 1). En el año 2000 se detuvo la construcción de nuevos edificios, ya que los reubicados quedaron definitivamente en el 60% de las familias, e incluso una parte significativa de los ya asentados emprendieron un flujo de regreso y reocupación en el pueblo original, muchas veces en casas improvisadas y, de hecho, más vulnerables que las originales; pero que permitieron a una población formada por pescadores, que siguieran ejerciendo sus ocupaciones habituales y continuando un modo de vida tradicional. Lecciones aprendidas: • La población no puede contemplarse bajo el marco rígido de damnificados y, por tanto, víctimas del desastre, sino que tiene que jugar un rol activo en la fase de toma de decisiones. El tema de la relocalización de asentamientos es especialmente complejo y delicado. Cuando tales medidas se adoptan de espaldas a las realidades sociales, histórico-culturales y de la economía local y personal de los ciudadanos objeto de reasentamiento, las mismas pueden ver revertido su efecto, pretendidamente beneficioso, a perjudicial, lo que a la larga afecta a la población que se ve insertada en escenarios de nuevos riesgos ante futuros desastres. Gibara: ¿Emergencia versus sostenibilidad? Situada al norte de la oriental provincia de Holguín, Gibara fue una de las localidades con mayores daños como resultado del paso del huracán Ike por Cuba, en septiembre de 2008. La ciudad de Gibara tiene valores turísticos y culturales y la pesca es uno de sus sustentos principales. Además, una parte importante de su población trabaja en el sector agropecuario y de los servicios. La construcción del asentamiento se ejecutó por etapas, pero aun así, diez años más tarde y a pesar de determinadas disposiciones gubernamentales que indicaron la relocalización de la población, solamente se habían trasladado para su nueva ubicación la tercera parte de los habitantes previstos, existiendo diversas causales que se utilizaron por los demás para impedir o retrasar su reasentamiento. En la práctica, el asentamiento operó como un poblado-dormitorio para un núcleo poblacional que encontraba en el mar sus medios de subsistencia. páginas: 53 - 62 ] El huracán provocó que más del 60% de las viviendas de este municipio se desplomaran o fueran seriamente dañadas por los embates de los vientos y la inclemencia del mar. Cerca de dos mil familias quedaron sin hogar y como parte de las acciones de reconstrucción postdesastre que se emprendieron en la ciudad, una parte de las mismas, sobre todo las que residían en zonas de riesgo por su proximidad a la costa, fueron reasentadas en otros lugares menos peligrosos. Una de estas relocalizaciones se produjo en un pequeño núcleo de 16 casas, inicialmente construidas con carácter temporal; pero convertidas en viviendas definitivas, siguiendo un simple trazado vial no pavimentado. La vivienda tradicional gibareña, de fuerte arraigo popular, es modesta, construida con materiales locales y cuando se asienta en lugares periurbanos o rurales Olivera, A. - González, G. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 59 sin servicios de alcantarillado o tratamiento colectivo de residuos, emplea letrinas individuales sobre pozos negros. Además, es un tipo de vivienda que emplea el saber popular para facilitar ventilación e iluminación naturales para el bienestar de sus habitantes. Ante la magnitud de los daños por el huracán y la consiguiente cantidad de familias sin techo, las agencias estatales actuantes decidieron emprender la construcción de viviendas reducidas y económicas, empleando materiales locales, agrupadas en pequeños asentamientos en los suburbios de la ciudad de Gibara, con el objetivo de alojar a los damnificados hasta lograr soluciones definitivas. En Cuba no es usual el empleo de tiendas, albergues temporales u otras soluciones de vivienda de emergencia; sino que se prefiere apelar a la ubicación transitoria de la población afectada en instalaciones públicas adaptadas para ese fin y en reubicaciones temporales en casas de vecinos y familiares, con fuerte apoyo estatal para ello. No obstante, pasados dos años del paso del huracán, las viviendas construidas con propósitos temporarios pasaron a ser permanentes, sin acciones constructivas que permitieran su acondicionamiento o ampliación posterior, a modo de emplear el núcleo inicial como semilla para un planteamiento progresivo de lograr moradas permanentes. El resultado fue un barrio con características precarias, sin infraestructura a nivel de asentamiento, con casas sin servicios sanitarios ni de evacuación y tratamiento de aguas servidas; apareciendo nuevos riesgos en lo que debió ser una solución gradual y concertada para las familias que perdieron sus hogares durante el desastre (ver foto 2). Lecciones aprendidas: • La emergencia no está reñida con la sostenibilidad en reconstrucción postdesastre del hábitat. Si bien es válido no invertir recursos en soluciones efímeras o a corto plazo, como las tiendas desmontables u otras similares, tampoco deben emprenderse acciones que coloquen a la población en condiciones precarias. La vivienda social postdesastre puede aspirar a lograr soluciones definitivas mediante un enfoque de construcción progresiva y brindándole a sus residentes un confort aceptable. Niquero: Dinero, tecnologías y algo más Niquero es un municipio que se baña con las aguas del golfo de Guacanayabo, zona recurrentemente asolada por huracanes y penetraciones del mar de la parte sudeste del archipiélago cubano. En 2006 el huracán Dennis, que causó importantes daños en varios países de la cuenca del Caribe, afectó territorios costeros al sur de Cuba, dejando en Niquero miles de viviendas destruidas o con grave compromiso estructural. El caso de estudio específico en este municipio lo constituyó el barrio Cachón, originalmente formado por modestas casas de madera y de ladrillos cocidos, generalmente de ejecución popular y con techos inclinados de madera y cubierta de tejas de barro. Su trazado era irregular, sin urbanización y carente de acueducto y alcantarillado. Este fue uno de los asentamientos más afectados por los efectos del huracán y, por ello, fue objeto de reconstrucción sin relocalización de la población, sino mediante intervención in situ. Las autoridades locales de este municipio rural tuvieron un carácter activo e independiente en la reconstrucción postdesastre del hábitat destruido. Dentro de sus primeras acciones recuperativas, y a merced de las ayudas financieras estatales y de otras agencias externas, activaron capacidades endógenas para la producción de materiales tradicionales de amplio arraigo en la localidad, como los hornos rústicos de ladrillos cocidos de barro y talleres de fabricación de bloques huecos de hormigón de gravilla. Lograron también que la población damnificada se organizara comunitariamente y decidiera su incorporación como fuerza activa en la producción de estos recursos, mediante programas populares. Lo anterior permitió que se acortaran los plazos de reconstrucción del hábitat destruido o dañado y se aprovecharan convenientemente las potencialidades sociales de la localidad. En el barrio Cachón se lograron viviendas que son reflejo de la identidad tradicional de la localidad, se contribuyó a la cohesión social y se alcanzaron soluciones económicas, a la vez que seguras y sostenibles (ver foto 3). 60 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Olivera, A. - González, G. [ páginas: 53 - 62 trabajan en empresas agrícolas estatales y es común que las mujeres se dediquen a sus labores domésticas. Las viviendas reconstruidas en el asentamiento de Calabazas son menos vulnerables que las destruidas, gracias al empleo de tecnologías más seguras en sus estructuras y techos; sin embargo, carece de acueducto y alcantarillado; así como de redes exteriores viales o peatonales, ni áreas exteriores caracterizadas. Interiormente, las casas son reducidas, y a criterio de sus ocupantes, población damnificada beneficiaria de estas acciones estatales, no responde en cuanto a sus espacios y disposición interior, a determinadas necesidades impuestas por su modo de vida y trabajo, eminentemente rural. Lecciones aprendidas: Lecciones aprendidas: • La multidimensionalidad de la reconstrucción del hábitat es la vía más sostenible para convertir el desastre en un factor de oportunidad para el desarrollo local. Las ayudas financieras y en tecnología pueden no lograr sus resultados si no se ven acompañadas de acciones de tipo social, que empoderen a la población local y coincidan con sus aspiraciones y realidades sociocomunitarias. • Las viviendas postdesastre construidas por iniciativa estatal o por otros actores de asistencia, pueden ser más seguras y resolver el agudo problema humano y social de darle alojamiento a quien perdió su hogar, no obstante, si no se aviene a la realidad idiosincrásica, aspiraciones y necesidades de sus beneficiarios, acorde con sus tradiciones y cultura local, no lograrán la efectividad integral que se pretende. 4. Discusión y conclusiones Calabazas: Cultura local y reconstrucción Calabazas en un nuevo asentamiento habitacional creado en un barrio periurbano del poblado de Buenaventura, capital de un municipio sin costas, al oeste de la provincia de Holguín, donde su actividad económica principal es agropecuaria. Este asentamiento fue construido para restituirle viviendas permanentes a familias que perdieron las suyas como resultado de los efectos causados por el huracán Ike, el cual atravesó la provincia en septiembre de 2008, destruyendo o dañando severamente 8.000 de las 20 mil casas de este municipio y dejando sin morada a más de 1.400 familias. Las viviendas tradicionales de Buenaventura poseen la tipología arquitectónica típica de las casas rurales que han sido fabricadas en la campiña cubana en los últimos cuarenta años: planta concentrada, con disposición rectangular, generalmente con dos o tres dormitorios y un pequeño portal o zaguán frontal; paredes de ladrillos cocidos fabricados artesanalmente en la zona y techos de tejas de barro, con doble inclinación hacia ambos lados. La población damnificada que se benefició con la reconstrucción postdesastre de estas viviendas está formada, en su mayor parte, por campesinos asalariados que páginas: 53 - 62 ] En el estudio de las regularidades de la reconstrucción postdesastre del hábitat construido, la investigación empírica es indispensable. Los resultados obtenidos en los casos expuestos demostraron la validez de los métodos aplicados y sus herramientas de indagación, donde se concedió especial significación a los criterios de la población damnificada, los actores locales y externos que intervinieron; así como en la observación in situ de las soluciones de arquitectura y planeamiento urbano de la vivienda social. Las lecciones aprendidas en los casos cubanos, en un contexto político y social caracterizado por avanzadas medidas sociales y una gran cohesión comunitaria, demuestran que las lecciones que nos enseña la práctica postdesastre en el sector habitacional indican la necesidad de lograr enfoques multidimensionales más sostenibles. Los países en vías de desarrollo tienen problemáticas propias y escenarios de riesgo diferentes a las naciones desarrolladas. En ese contexto, la multidimensionalidad de la reconstrucción postdesastre se convierte en el más seguro camino para una recuperación a mediano y largo plazo, que contribuya más efectivamente a sus metas de desarrollo, dentro de la consabida máxima de darle soluciones locales a problemas globales. Olivera, A. - González, G. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 61 Referencias 12. Mansilla, E. (2000). Riesgo y ciudad. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México. 1. Arguello-Rodríguez, M. (2004). 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[ páginas: 53 - 62 Design, construction and testing of a composite glued timber-concrete structure to be used in bridges Diseño, construcción y ensayo de una estructura de sección mixta madera laminada-hormigón para su uso en puentes Autores CÁRDENAS, M Ingeniero Civil en Obras Civiles UACh Padre Harter #100, Puerto Montt, Chile e-mail: [email protected] SCHANACK, F. Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos UNICAN - España Instituto de Obras Civiles, U. Austral de Chile e-mail: [email protected] RAMOS, Ó. R. Doctor (c) Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos UNICAN - España Departamento de Ingeniería Estructural y Mecánica U. de Cantabria, España e-mail: [email protected] Fecha de recepción 19/08/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 63 Resumen El presente artículo aborda una investigación teórico-experimental acerca de estructuras de sección mixta madera laminada-hormigón. Se enfoca en la validación de simples tirafondos como conectores para su uso en puentes. Se diseñan vigas basándose en el método gamma, descrito en las normas NCh 1198 y Eurocódigo 5. Para validar este modelo de cálculo, se realizó una serie de ensayos consistentes por un lado en ensayos de corte en probetas mixtas y por otro lado en un ensayo a flexión en una viga de sección mixta. Los resultados obtenidos de estos ensayos, en cuanto a la rigidez de la conexión, son muy favorables, resultando esta 2 a 3 veces mayor que lo calculado teóricamente. El estudio comprueba la eficacia estructural de la construcción mixta madera laminadahormigón con conectores tipo tirafondo y su aptitud para el uso en puentes. Palabras clave: Hormigón, madera laminada, sección mixta. Abstract This paper addresses a theoretical and experimental research conducted on glued laminated timber-concrete composite structures. It focuses on the validation of simple wood screws to be used as connectors in bridges. Beams are designed on the basis of the gamma method, described in the standards NCh 1198 and Eurocode 5. To validate this analysis model, a number of tests were performed consisting on the one hand of shear tests on composite specimens and on the other hand of a bending test on a composite beam test specimen. The results of these tests, regarding the rigidity of the connection, are very positive. Said rigidity showed values 2 to 3 times bigger than that theoretically calculated. The research study demonstrates the structural efficacy of the glued laminated timberconcrete composite system with wood screw-type connectors and its suitability to bridges. Keywords: Concrete, glued timber, composite section. 64 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 1. Introducción La construcción de puentes mixtos de hormigón y madera ha sido desde hace muchos años muy exitosa, por el hecho de que se han obtenido resultados muy superiores a los previstos originalmente [1]; pero sus avances y desarrollo han sido poco difundidos. Sus orígenes se remontan al año 1932 en el estado de Oregón, Estados Unidos. Es ahí donde se desarrollan los primeros puentes compuestos de madera y hormigón, expandiendo su técnica y avances a diversos países, por medio del cuerpo militar del trabajo de los Estados Unidos. Estos primeros puentes fueron construidos en tramos cortos y buscando una solución intermedia entre viaductos de hormigón armado y los de madera en bruto. Estudios realizados por McCullough (1943) se enfocaron en la resistencia última y en las deformaciones de estas estructuras, así como también de su respuesta a cargas repetitivas y a temperatura. Investigaciones posteriores [2], han demostrado que este tipo de estructuras tiene una resistencia y durabilidad dos veces mayor que una construida solamente con madera y su rigidez mejora considerablemente, 3 a 4 veces superior. También se verificó que son ejecutadas de forma más rápida y con menor cantidad de moldajes, por la ayuda que proporcionan las vigas de madera para esto. La clave del beneficioso comportamiento estructural es la conexión efectiva de la viga de madera con la losa de hormigón para garantizar la colaboración estructural. En la literatura se encuentra una amplia gama de conectores especialmente elaborados para su uso en puentes, pero que resultan difíciles de fabricar u obtener. El objetivo del presente estudio es el de evaluar y calibrar la construcción de vigas mixtas madera-hormigón para puentes con conectores simples, del tipo tirafondos. Los resultados del estudio permiten la fácil introducción de la construcción mixta madera-hormigón con los materiales usados comúnmente en el país. 2. Marco teórico Sin duda es en Alemania donde a través de diversas investigaciones se ha innovado y perfeccionado la técnica de construcción mixta de madera y hormigón. Los principales estudios están enfocados en el sistema de conexión de ambos materiales, ya que es ahí donde reside la resistencia estructural del conjunto maderahormigón. Uno de los más eficientes es el sistema de conexión HBV (Holz-Beton-Verbund System), el cual se encuentra patentado, y que consiste en una malla de acero embebida en el hormigón y pegada entre las laminas de la madera [3]. páginas: 63 - 75 ] En Sudamérica, los principales estudios han sido realizados en universidades de Argentina y Brasil. En la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, a través del proyecto de investigación “Estructuras Mixtas de Hormigón Madera para Puentes” se han logrado avances significativos en el área. Se han realizado ensayos experimentales de prototipos y análisis numéricos de estructuras mixtas y sus conectores, destacando el ensayo de conectores en forma de “X” y de “V”, formados por barras de acero de 12 mm de diámetro [4]. Para garantizar el funcionamiento en conjunto de ambos materiales, es necesario que exista un sistema de conexión capaz de transmitir los esfuerzos de cizallamiento longitudinales a lo largo de ellos, ya que la sola fricción de los materiales no es suficiente para lograrlo. Este sistema puede estar constituido por adhesivos estructurales, conectores metálicos cilíndricos (clavos, tornillos, tirafondos), conectores metálicos de superficie, entre otros, y pueden clasificarse en rígidos o semirrígidos (elásticos). Esta rigidez en la conexión es medida a través del Módulo de Deslizamiento (K), el cual puede definirse como la fuerza paralela a la superficie de interacción necesaria para provocar un deslizamiento relativo unitario entre los dos materiales [5], y obtenido principalmente a través de ensayos realizados a probetas que representan el tipo de conexión, Figura 1, o también por medio de ecuaciones preestablecidas en normativas y códigos. Este coeficiente representa todos los parámetros mecánicos y elásticos de los materiales de dicha conexión, tales como: dimensiones y rigidez del conector, rigidez y resistencia a la penetración de la madera y el aplastamiento y fisuración del hormigón, además de todas las imperfecciones que pueda tener la probeta a ensayar. El comportamiento no lineal mostrado por la gran mayoría de los conectores hace que sea más frecuente la determinación del Módulo de Deslizamiento Secante [6], tal como se muestra en la Figura 2, pero, debido a la ausencia de una unificación de criterios y normativas para la determinación de este módulo, los límites de los intervalos varían entre los diferentes autores que han realizado dichas investigaciones. Las variables que principalmente influyen en el módulo de deslizamiento son: el tipo de conector, tanto en forma, rigidez, resistencia y diferentes formas de ubicación; el espaciado entre el conector y los bordes de la pieza de madera; las variaciones en la rigidez y resistencia de la pieza de madera; la resistencia y módulo de elasticidad del hormigón; las dimensiones del elemento de hormigón usado y la cantidad y ubicación de la armadura usada. Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 65 Figura 1 Curva carga vs desplazamiento para conexiones solícitas a tracción paralela [7] Para el uso en puentes se han utilizado, a nivel internacional, principalmente los conectores tipo barra de armadura pegada mediante resina epoxi, sistema HBV y elementos especiales (tipo tarugo con conectores stud) de acero [9]. En este estudio se pretende utilizar conectores mucho más simples, como son los tirafondos comerciales. 3. Modelo de cálculo El método de cálculo utilizado en este estudio consiste en una adaptación del método gamma indicado en el punto 7.2.5 de la norma NCh 1198-2006 [10], para flexión uniaxial en vigas compuestas de madera, en conjunto con el capítulo 10 de dicha norma, que se refiere a madera laminada encolada. Este método será usado para proyectar vigas mixtas, madera laminada-hormigón, de sección transversal T, como se muestra en la Figura 3, las cuales se originan a partir de una estructura mayor que es un panel mixto de losa de hormigón y vigas de madera laminada. En este procedimiento la sección transversal inicialmente es transformada a un material de referencia, en este caso la madera. De esta sección se obtiene el momento de inercia eficaz, el cual toma en consideración la influencia del deslizamiento de la conexión en la sección compuesta, las características geométricas y físicas de los materiales de la sección y el ancho efectivo de la losa de hormigón. El momento de inercia eficaz es fundamental a la hora de trabajar con elementos de conexión que permiten pequeños desplazamientos relativos en la interfase de ambos elementos, ya que introduce una reducción en el momento de inercia teórico, producto de estos pequeños desplazamientos. Figura 2 Módulo de deslizamiento secante y tangente [8] Figura 3 Representación de la geometría y distribución de tensiones en vigas mixtas de sección T 66 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 El momento de inercia eficaz o efectiva de la sección queda expresado de la siguiente forma: Hormigón en el borde superior: (8) (1) Hormigón en el borde inferior: Donde se tiene que los coeficientes de reducción de inercia y la posición del eje neutro, según la Figura 3, son: (2) (9) Hormigón en el centroide del elemento: (10) (3) Madera en el borde superior: (4) (11) (5) Madera en el borde inferior: (12) (6) Madera en el centroide del elemento: donde Ic es la inercia de la sección de hormigón, Iw es la inercia de la sección de madera, nc es la razón modular, Ac área de hormigón, A w sección de madera, hc espesor de la losa de hormigón, hw altura de la pieza de madera, Ec módulo de elasticidad del hormigón, s es el espaciamiento entre los conectores, K es el módulo de deslizamiento. Para la determinación del módulo de deslizamiento, se ocupará la formula que establece el Eurocódigo 5 [11] para un estado límite de servicio, y que para uniones entre hormigón y madera es la siguiente: (7) (13) en que M es el momento flector, considerado de signo positivo cuando induce solicitaciones de compresión en las fibras extremas del ala superior y de tracción en las fibras extremas del ala inferior, en kNm. La unión de ambas piezas, madera-hormigón, se debe diseñar considerando el flujo de cizalle eficaz máximo, tcz,ef,c, que se genera en la junta de contacto de los materiales. Se calcula incluyendo el momento de inercia eficaz, Ief, y la fuerza de corte máximo, Qmax, de acuerdo con la siguiente expresión, en kN/m: donde K es el módulo de deslizamiento en N/mm, ρw es la densidad de la madera en kg/m3 y D es el diámetro del conector en mm. Las expresiones para la obtención de las tensiones de trabajo en flexión, en el borde de las piezas individuales y en el centroide de ellas, considerando el momento de inercia efectivo y la razón modular, en N/mm2, son las siguientes: páginas: 63 - 75 ] (14) (15) donde Sc es el momento estático del ala, referido al eje neutro de flexión condicionante del diseño y-y. Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 67 El espaciamiento promedio mínimo requerido entre los medios de unión en m es: (16) en que Pel,dis es la capacidad de carga de diseño en extracción lateral en una superficie de cizalle del elemento de unión utilizado, en kN. La tensión máxima de cizalle en el plano de la fibra neutra del alma, fcz,max, se obtiene a partir de la siguiente expresión (en N/mm2): (17) (18) donde Sw es el momento estático de la sección del alma dispuesto bajo el eje neutro condicionante del diseño y-y, referido a dicho eje. de forma inclinada (45°) a la fibra de la madera, y en las 3 restantes en forma perpendicular (90°) a la fibra de la madera. Cada probeta estará conformada por 3 tirafondos, introducidos y separados entre sí de acuerdo a lo estipulado en la norma NCh 1198, tal como se muestra en la Figura 5. Las probetas son colocadas bajo un marco de acero, el cual soporta un pistón hidráulico y que ejerce la carga con que se efectuará el ensayo y que se ve esquematizado en la Figura 4. Esta carga será medida por un lector, el cual va conectado a una celda de carga. La forma en que están apoyadas las probetas para el ensayo y la aplicación de la carga, tiene relación con los esfuerzos que se requieren para el análisis en la zona de conexión de los elementos (madera-hormigón). Tal como se puede apreciar en la Figura 4, el ensayo se modela como una viga con dos apoyos y dos fuerzas actuantes, con lo cual se obtiene un diagrama de momento, tal que, en el centro de la viga (unión de los elementos) el momento es nulo. Por el contrario, en el Figura 4 Características generales del ensayo y dimensiones de las probetas [12] 4. Modelo experimental 4.1 Probetas mixtas de corte Se realizó un ensayo de corte para 6 probetas mixtas madera laminada-hormigón, para así poder determinar la rigidez del sistema de conexión por medio del módulo de deslizamiento. Estas probetas están divididas en 2 series, de acuerdo a la disposición de los conectores, en forma perpendicular o inclinada al elemento de fijación. Al no encontrarse normado este tipo de ensayo, se utilizará la configuración propuesta por el investigadores alemán Glaser [12], en la cual realizaron ensayos en estructuras mixtas de hormigón-madera. Las probetas están conformadas por una pieza de madera laminada de dimensiones 60 × 16 × 15 cm, al igual que el elemento de hormigón al cual va conectado. Este elemento de hormigón está reforzado por una armadura para pilar ACMA Pe-250. El esquema general del ensayo y las dimensiones y características de las probetas se pueden apreciar en la Figura 4. La conexión entre ambos elementos se realiza por medio de tirafondos de dimensiones ½” × 6” (12,7 mm × 152,4 mm), los cuales estarán dispuestos en 3 probetas 68 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 Figura 5 Esquema de las probetas a ensayar y distancias entre conectores caso del diagrama de corte, se obtiene que el esfuerzo de corte sea máximo en el punto central, con lo cual se tiene la zona de unión de ambos materiales trabajando exclusivamente al corte. Figura 6 Montaje de las probetas previo a su ensayo Figura 7 Probeta con tirafondos perpendiculares después de resistir su carga máxima Con la carga actuando en las probetas, se pueden tomar mediciones de los desplazamientos en la zona de unión de ambos materiales, a través de un dial, con lo cual se obtiene el módulo de deslizamiento en la conexión de la estructura mixta. La identificación de cada una de las probetas se exhibe en la Tabla 1. Tabla 1 Identificación de las probetas a ensayar Identificación Número de conectores Dirección de los conectores (respecto a la fibra) 3 Tirafondos Perpendiculares 90° 3 Tirafondos Inclinados 45° PR01 SR1 PR02 PR03 PR04 SR2 PR05 PR06 El montaje y el ensayo de las probetas se pueden ver en la Figuras 6, 7, 8 y 9. páginas: 63 - 75 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 69 Figura 8 Separación y desplazamiento de los elementos de hormigón y madera laminada en las probetas con tirafondos inclinados 4.2 Ensayo a flexión de una viga mixta madera laminada-hormigón Se realizó un ensayo a flexión a una viga mixta madera laminada-hormigón, para poder determinar su resistencia máxima, medir las deformaciones verticales y el deslizamiento relativo entre los materiales, y así realizar una comparación con resultados obtenidos en el cálculo teórico de esta viga. La viga de sección mixta está conformada por una viga de madera laminada de dimensiones 500 × 26 × 15 cm, y una losa de hormigón armado a la cual va conectada por medio de tirafondos dispuestos perpendicularmente a la fibra de la madera. La losa de hormigón está reforzada por una armadura compuesta por una malla del tipo ACMA C139. El esquema general del ensayo y las dimensiones y características de la viga mixta se pueden apreciar en la Figura 10 y Figura 11. Los tirafondos tienen una dimensión de ½” × 6”. La viga de sección mixta estará conformada por 30 tirafondos, separados entre sí cada 15 cm, respetando las distancias mínimas estipuladas en la norma NCh 1198. La viga es colocada bajo un marco de acero, el cual soporta un pistón hidráulico y que ejerce la carga sobre una viga de acero de gran rigidez y que distribuye la carga en dos puntos, en los tercios de la viga, como se observa en la Figura 10. Esta carga es medida por un lector, el cual va conectado a una celda de carga. Figura 9 Desplazamientos relativos entre los materiales después de haber cargado las probetas (pernos perpendiculares) La forma en que está apoyada la viga para el ensayo y la aplicación de la carga, tiene relación con los esfuerzos que se requieren para el análisis del ensayo a flexión. Tal como se puede apreciar en la Figura 11, el ensayo se modela como una viga simplemente apoyada con dos Figura 10 Características generales del ensayo y dimensiones de la viga mixta 70 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 Figura 11 Diagrama de momento y de corte de la viga mixta Figura 12 Montaje de la viga de transmisión de carga, pistón hidráulico y celda de carga Figura 13 Aparición de la primera falla en la zona flexo-traccionada de la viga de madera laminada fuerzas actuantes en los tercios de la estructura, con lo cual se obtiene un diagrama de momento, tal que, en el tercio central el momento es máximo y es una zona de flexión pura. Con la carga actuando sobre la estructura, se pueden tomar mediciones de las deformaciones verticales en el centro de la viga a través de un dial, además de los desplazamientos relativos entre ambos materiales medidos en los extremos de la estructura. Una vez dispuesto todos los elementos para el ensayo, se procede a la aplicación de la carga a la viga mixta madera laminada-hormigón, tomando lectura de los datos aportados tanto por el dial, el lector electrónico y las reglas de medición de desplazamientos. La realización del ensayo se documenta en las Figuras 12, 13, 14, 15, 16 y 17. páginas: 63 - 75 ] Figura 14 Prolongación de la falla a lo largo de la viga de madera laminada Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 71 5. Resultados Figura 15 Deslizamiento de la losa de hormigón sobre la viga de madera laminada 5.1 Probetas mixtas de corte La Figura 18 corresponde a los datos de carga y desplazamiento obtenidos de las probetas de corte, tanto con tirafondos inclinados como perpendiculares. Figura 18 Resumen de las curvas cargadesplazamiento de ambas series de probetas (tirafondos inclinados y perpendiculares) Figura 16 Colapso de la viga mixta Figura 17 Tirafondos una vez ocurrida la rotura de la viga Una vez obtenidos los datos de carga y deslizamiento de las probetas de corte, se procede a la determinación del módulo de deslizamiento, el cual se obtendrá de la parte lineal de la curva carga-desplazamiento. Para obtener esta parte lineal de la curva se trazará una recta secante que pasa por el 10% y el 50% de la fuerza de ruptura o de colapso de las probetas y su respectivo desplazamiento, tal como se formula a continuación: (19) Después, se obtiene el módulo de deslizamiento promedio de todas las probetas ensayadas, el cual se utiliza para realizar el cálculo de la estructura mixta principal y 72 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 compararlo con el valor teórico obtenido a partir del Eurocódigo 5. Los resultados se resumen en la tabla 4.8. 120,5 32,13 PR2 114,5 27,26 PR3 123,3 32,23 PR4 91,1 21,69 PR5 81,2 16,65 PR6 93,1 14,60 Módulo de Desliz. EC5 [kN/mm] PR1 Módulo de Desliz. Promedio [kN/mm] Módulo de Desliz. K [kN/mm] SR2 Resist. Máxima [kN] SR1 Probeta Serie Tabla 2 Obtención del módulo de deslizamiento según la posición del conector y comparación según el obtenido por el Eurocódigo 5 camente, en cuanto al origen de la falla producida, flexotracción en la madera, y a la deformación vertical resultante. En cuanto a la carga resistida, determinada a partir del límite superior del rango elástico, Figura 19, se produjo cierta variación a lo calculado teóricamente (-17%). La determinación de la carga resistida incorpora un factor de seguridad que se aplica a las tensiones básicas de la madera (1,2 para flexión), según la normativa vigente [13]. Figura 19 Tirafondos una vez ocurrida la rotura de la viga 30,54 11,47 17,65 Según lo expuesto en la Tabla 2, las probetas con tirafondos dispuestos en forma perpendicular a la fibra de la madera poseen una gran capacidad de resistir la carga solicitante y demostraron tener una excelente rigidez en la conexión, según los valores obtenidos del módulo de deslizamiento, los cuales superan, en algunos casos, en tres veces los calculados teóricamente a través del Eurocódigo 5. El comportamiento de las probetas con tirafondos inclinados en 45° trabajando en compresión, fue algo inferior comparado a los dispuestos perpendicularmente, registrando valores dos veces menores en su módulo de deslizamiento, y de hasta un 35% por debajo de la carga máxima resistida. Además, en el ensayo de esta serie de probetas todas presentaron separación entre el hormigón y la madera, debido al efecto de palanca que se genera entre la parte del tirafondo embebida en el hormigón y la introducida en la madera, incidiendo significativamente en la rigidez de la conexión y su capacidad de carga. No obstante, los módulos de deslizamiento de estas probetas, al igual que las con tirafondos perpendiculares, fueron superiores que al calculado por el Eurocódigo 5, variando entre un 50% y 100% más. Además, se midió el módulo de deslizamiento entre ambos elementos que componen la viga mixta, arrojando valores un dos veces mayor que el valor calculado con el Eurocódigo 5, demostrando la gran rigidez en la conexión por medio de tirafondos. El módulo de elasticidad experimental de la viga mixta madera laminadahormigón fue comparado con el que se obtiene usando diferentes módulos de deslizamiento, según sea por Eurocódigo 5 o el obtenido experimentalmente. No se observaron grandes variaciones entre los diferentes valores (Tabla 3), pero prácticamente son el doble del que posee la madera, lo cual indica cuán beneficioso es el sistema mixto madera-hormigón. 6. Resumen y conclusiones 5.2 Viga mixta madera laminada-hormigón Según los datos obtenidos de este ensayo, la viga mixta se comportó de manera similar a lo calculado teóri- páginas: 63 - 75 ] En el presente trabajo se ha diseñado y fabricado una estructura mixta de madera laminada-hormigón con conectores simples, tipo tirafondo. La estructura cumplió Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 73 a cabalidad las especificaciones del diseño, consiguiendo que ambos materiales se comporten y trabajen como un todo, demostrando así, la eficiencia del sistema de conexión, otorgando una alta rigidez en el plano de unión. Este tipo de estructuras mixtas posee un gran potencial de utilización en puentes menores de vías secundarias, debido a la combinación precisa de los beneficios de ambos materiales. El hormigón, además de aportar su gran resistencia a la compresión, brinda a la madera la necesaria protección para las condiciones ambientales adversas y de desgaste al ser, el hormigón, utilizado como carpeta de rodadura. La madera a su vez otorga el la rigidez necesaria a la estructura y reduce considerablemente el peso del conjunto. Se ensayaron dos configuraciones de conexión entre los elementos de hormigón y madera laminada, con tirafondos inclinados y perpendiculares a la fibra de la madera, cada probeta con 3 tirafondos (de ½” × 6”). Los resultados obtenidos de los ensayos de corte fueron satisfactorios. Las probetas con tirafondos perpendiculares demostraron tener una gran rigidez en el plano de conexión, arrojando valores del módulo de deslizamiento 3 veces superiores a los calculados teóricamente con el Eurocódigo 5. La diferencia puede deberse a que la fórmula entregada por la norma europea resulta especialmente sensible a los valores de la densidad de la madera. También se debe tener en consideración que la fórmula entregada por el Eurocódigo en condición de servicio, supone la aplicación de un factor de seguridad elevado, dado el rango existente hasta la condición de rotura. Las probetas con tirafondo inclinados tuvieron resistencia alrededor de un 35% inferior a las con tirafondos perpendiculares, por la separación de los materiales. Aun así se obtuvo valores del módulo de deslizamiento por sobre los de la norma europea, de hasta un dos veces mayor. Se construyó una viga mixta de hormigón-madera laminada, la cual fue sometida a un ensayo de flexión hasta la rotura. La viga sufrió una falla en la zona flexotraccionada de la madera laminada, a los 26 kN de carga vertical (ruptura y colapso a los 35 kN), esto ocurrió dentro del tercio central de la viga, sector que está sometido a flexión pura. Esta falla se produjo en una unión de tope de la madera laminada, la cual había sido catalogada como una zona débil previo al ensayo, incidiendo directamente, en que la resistencia en el límite elástico (21,6 kN) fuese inferior a la que se calculó teóricamente. La conexión entre ambos elementos, por medio de tirafondos, se comportó con una elevada rigidez, hecho que quedó de manifiesto, en los mínimos desplazamiento relativos entre los materiales (alrededor de 2 mm) y un módulo de deslizamiento elevado, cercanos al doble que el calculado con el Eurocódigo 5. Con los datos obtenidos del ensayo a flexión, se pudo obtener el módulo de elasticidad experimental de la estructura mixta. Este módulo de elasticidad fue calculado de tres formas diferentes, dependiendo del módulo de deslizamiento que se ocupara, ya sea el Eurocódigo o los obtenidos experimentalmente de los ensayos de corte y flexión. Estos módulos de elasticidad no presentaron una gran variación entre sus valores (entre un 15% y 30%), pero queda de manifiesto la gran eficiencia de este sistema estructural mixto, ya que los tres módulos calculados son muy superiores al de la madera laminada (dos veces mayor). Esto muestra el trabajo en conjunto que están realizando los materiales. VIGA MIXTA Tabla 3 Principales resultados obtenidos en el ensayo de flexión 74 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Resistencia en el Limite de Servicio [kN] Carga Máxima de Ensayo (teórica) [kN] Deformación Vertical Máxima [mm] Deformación Vertical máx. (teórica) [mm] 21,6 26,1 13,2 11,9 Módulo de Deslizamiento [kN/mm] E experimental según K EC 5 [kN/mm2] E experimental según K probetas de corte [kN/mm2] E experimental según K viga mixta [kN/mm2] 21,2 19,6 15,0 16,4 ] Cárdenas, M. - Schanack, F. - Ramos, Ó. R. [ páginas: 63 - 75 Referencias 1. 7. Alcántara P. (2005). Análisis Teórico-Experimental de un Tablero Mixto Madera-Concreto Compuesto por Vigas Circulares. Tesis Magíster. São Paulo, Universidad Estadual Paulista. 8. Pigozzo J. (2004). Estudos e aplicações de barras de aço coladas, como conectores em lajes mistas de madeira e concreto para tabuleiros de pontes. Tesis doctoral. São Carlos, Universidad de São Paulo. Bletz O. y Bathon L. (2008). Holz-Beton-VerbundVerkehrsbrücken. Holzbau – die neue Quadriga, no. 5/2008, pp. 43-48. Sánchez C. y Urzúa R. (2006). Diseño y Cálculo de Superestructura de Puente de Madera Laminada. Tesis Ing. Civ. Santiago, Universidad de Santiago de Chile. 2. Ceccotti A. (1995). 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Facultad de Ingeniería, Pontificia Universidad Católica de Chile Ministro de Obras Públicas [email protected] ECHAVEGUREN, T. Facultad de Ingeniería, Universidad de Concepción [email protected] 76 ] Fecha de recepción 12/10/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Resumen En la gestión de pavimentos es importante evaluar el desempeño de las estrategias de mantenimiento. Esta se realiza mediante modelos tales como HDM-4 a nivel de red. Sin embargo, no siempre se cuenta con calibraciones a nivel de proyecto que permitan precisar los planes de mantenimiento. En este trabajo se propone un modelo de evaluación técnica de pavimentos alternativo, que permite comparar planes de conservación (evaluación de tipo ex ante) y también evaluar el desempeño de los programas de mantenimiento ya ejecutados (evaluación de tipo ex post), a nivel de proyecto. El modelo considera modelos de predicción de solicitaciones de tráfico, de progresión de rugosidad a través del IRI, y del efecto de acciones de mantenimiento sobre el IRI. Los modelos fueron calibrados a nivel de proyecto con datos de 2.000 tramos de 200 m de longitud de pavimentos asfálticos emplazados en la red vial de Chile, categorizados por nivel de tráfico, clima, tipo de vehículo y condición de carga. Asimismo, propone un indicador de desempeño agregado que mide la efectividad de planes de conservación respecto de una condición base. El modelo permite cuantificar el desempeño de los planes de mantenimiento según el tipo de pavimento y optimizar el plan de conservación de acuerdo a la historia de los pavimentos. Palabras Clave: Optimización, mantenimiento, rugosidad, pavimentos. Abstract Assessment of maintenance strategies is a key aspect in pavement management. This is done through such models as HDM-4 at network level. Calibrations at project level however are not always available for maintenance plans to be accurately made. This paper proposes an alternative model for the technical assessment of pavements, allowing conser vation plans (assessment of the ex-before type) to be compared and also the performance of already executed maintenance works (ex-after type assessment). The model considers forecasts of traffic stress, roughness progression through IRI and the effect of maintenance activities on the IRI. Models were calibrated at the level of projects using data from 2,000 200-hundred meter sections of asphalt pavements of the Chilean road network. Each test section was grouped considering weather, traffic level, type of vehicles and load condition. An aggregated performance index is also proposed to measure the effectiveness of conservation plans compared to its base condition. This model allows measuring the performance of maintenance plans according to the type of pavement and optimizing the conservation plan according to the history of pavements. Keywords: Optimization, maintenance, roughness, pavements. páginas: 76 - 88 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 77 1. Introducción Desde el punto de vista de los usuarios, la gestión del mantenimiento de pavimentos tiene por objetivos: otorgar al usuario confort y seguridad; mantener la calidad funcional del pavimento (resistencia al deslizamiento, apariencia, etc.), mantener bajos los costos de operación del usuario Estos objetivos se traducen, desde el punto de vista del administrador de la red vial, en la necesidad de mantener un exhaustivo seguimiento de la condición del pavimento y de diseñar estrategias para optimizar las acciones de mantenimiento, tanto desde un punto de vista de los flujos de caja (inversiones) como del impacto que genera al usuario las intervenciones en la red. Por lo tanto, los administradores de las rutas requieren de programas o modelos precisos para reducir la incertidumbre en la planificación de las inversiones necesarias para alcanzar un cierto estándar de los pavimentos de la red. En este artículo se propone un modelo de evaluación del desempeño de las acciones de mantenimiento de pavimentos que permite comparar planes de mantenimiento (evaluación de tipo ex ante) y evaluar el desempeño de programas de mantenimiento ya ejecutados (evaluación de tipo ex post). El modelo propuesto se basa en el índice de rugosidad internacional (IRI) para evaluar el estado global del pavimento. Se optó por este indicador debido a que representa de manera directa la condición funcional de un pavimento, y a su vez constituye un indicador complementario importante para sectorizar la red según su capacidad estructural. La metodología considera 6 etapas, como se muestra en la Figura 1. Abarcando la revisión exhaustiva de diversas investigaciones, este estudio se aboca a la obtención de curvas de comportamiento (en función del IRI) específicas para distintos tipos de pavimentos mediante un análisis a nivel de red. A partir de estas curvas se busca cuantificar el desempeño de distintos planes de conservación, que incluyen un conjunto de acciones individuales de mantenimiento, a nivel de proyecto y en base a indicadores de desempeño y modelos que reflejen el efecto de distintas intervenciones. En este artículo se revisa, en primer lugar, el estado del arte acerca de modelos de evaluación y optimización del mantenimiento. Luego se presenta la metodología propuesta, en donde se verán los procedimientos, fórmulas y parámetros utilizados para clasificar los distintos tramos de pavimentos flexibles incluidos en el estudio. Posteriormente se explican los conceptos considerados para el desarrollo de las curvas de comportamiento en función del IRI. En la última parte se incluyen las modelaciones e indicadores que permiten estimar la efectividad de distintos tipos de intervenciones. Finalmente se incluye un caso de aplicación del modelo y las conclusiones del trabajo. Figura 1 Etapas del modelo de evaluación del desempeño del mantenimiento de pavimentos 78 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ páginas: 76 - 88 2. Modelos de evaluación de desempeño La mayoría de los modelos o métodos de evaluación de desempeño se fundamentan en la serviciabilidad del pavimento y en la estimación de las diferencias producidas al aplicar intervenciones. De la revisión de la literatura, los trabajos descritos en esta sección corresponden a los más atingentes al propósito de este estudio. Investigaciones desarrolladas por Tsunokawa et al. (2006) se enfocaron en la búsqueda de intervenciones óptimas para distintos tipos de pavimentos en función de su nivel de deterioro medido en términos de IRI. Al-Suleiman et al. (1991) plantearon que la efectividad del mantenimiento depende del tipo de pavimento y particularmente de la edad, la cual refleja de manera indirecta el efecto combinado del tráfico y el clima sobre los pavimentos. También reconoce que el tipo de autopista refleja indirectamente el diseño y la construcción del pavimento. Irfan et al. (2009) estimaron la efectividad de intervenciones específicas sobre distintos tipos de pavimentos bajo diferentes condiciones de tráfico y clima. Utilizaron 3 métodos: uno de corto plazo en función de saltos en las curvas de comportamiento (IRI) y dos de largo plazo en función de la vida de servicio y el incremento en el comportamiento del pavimento luego de la aplicación de la intervención. Abaza (2004), por su parte, propuso un indicador de comportamiento (RP: relative performance) en base al área bajo la curva de PSI (present serviciability index) específica para distintos tipos de pavimentos. Similar es el estudio de Li et al. (2006) quienes utilizan el PSR (present serviciability ranking) en función del IRI para evaluar la serviciabilidad del pavimento. La complementan con un índice de deterioro compuesto que conjuga todos los deterioros existentes en el pavimento. Proponen árboles de decisión para el mantenimiento en función de parámetros tales como la edad o el nivel de deterioro del pavimento a partir de de curvas de comportamiento específicas para distintos tipos de pavimentos. Luego calculan la efectividad del mantenimiento en función del área bajo estas curvas. 3. Método de evaluación de desempeño propuesto 3.1 Segmentación de la red Para obtener curvas de comportamiento específicas de distintos tipos de pavimentos, los tramos de pavimentos con datos disponibles se agruparon en función de 3 parámetros: tipo de clima, nivel de tráfico y nivel estructural. La base de datos utilizada consideró 2.000 tramos de pavimentos de una longitud de 200 metros cada uno. La clasificación de los tramos en función de estas 3 características se sintetizó en una matriz factorial que agrupó los distintos tipos de pavimentos. Cada celda de la matriz factorial tiene características estadísticamente equivalentes, lo cual permite estudiar el comportamiento de cada tipo de pavimentos de manera particular. Puesto que los tramos tienen edades distintas, para ajustar las curvas de comportamiento se utilizó un enfoque de red basado en el método de las ventanas (de Solminihac et al., 2003). El procedimiento utilizado para clasificar los tramos se resume en la Figura 2. La clasificación por tipo de clima consideró la localización del tramo de pavimento según la región del país en la que está ubicado. Para ello se adoptó la zonificación propuesta por de Solminihac et al. (2003). Así, se identificaron 3 tipos de climas según las siguientes 3 zonas de Chile: (1) norte (regiones I a IV); (2) centro (regiones V a VII); y (3) sur (regiones VIII a X). El nivel de tráfico de un pavimento se basa en los ejes equivalentes promedio diarios para el tramo en evaluación. Para estimar las solicitaciones sobre el pavimento asociadas al tráfico de vehículos pesados, se definieron 4 tipos de vehículos pesados: (1) camiones de 2 ejes (C2E); (2) camiones de más de 2 ejes (C+2E); (3) buses de 2 ejes (B2E); y (4) buses de más de 2 ejes (B+2E). Considerando que los límites inferiores y superiores de ejes equivalentes promedio diarios que permiten asignar un nivel de tráfico al pavimento, se obtuvieron con análisis estadísticos basados en tráficos del año 2008 factores de equivalencia de carga fijos. Previamente se ajustó el dato de tránsito medio diario anual (TMDA) al año 2008 para cada tipo de vehículo pesado, conforme a la ecuación 1. Prozzi y Hong (2008) proponen un modelo de predicción de estado genérico para todos los tipos de pavimentos cuya adaptación a cada caso particular se efectúa con las variables de entrada que requiere para la modelación. páginas: 76 - 88 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ (1) Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 79 La tasa de crecimiento utilizada para realizar el ajuste del tráfico es la tasa histórica obtenida como promedio en los tramos considerados en el estudio. Los valores promedio calculados para todas las regiones de Chile fueron de: 5,8% para vehículos C2E, 12% para vehículos C+2E, 4% para vehículos B2E y 5,3% para vehículos B+2E. con los espesores y tipos de capas que componen el pavimento y con las características del suelo de fundación. Se modelaron 2 ecuaciones de deflexión (DEF), cuya aplicación depende de la disponibilidad de datos de la estructura del pavimento para poder estimar en número estructural (NE). (3) La expresión para calcular los ejes equivalentes promedio es: (2) En cuanto al tráfico se definieron 3 niveles de tráfico (medio, alto y muy alto) previo estudio y procesamiento de la información disponible en la base de datos. Los 3 niveles planteados se definieron mediante un análisis de conglomerados (cluster), el cual permitió agrupar tramos con valores estadísticamente homogéneos. A partir de este análisis se obtuvieron las cotas mínimas y máximas para los 3 niveles de tráfico. Para definir el nivel estructural de un tramo de pavimento se unificó la capacidad estructural del pavimento en función de la deflexión simulada, la cual tiene relación (4) La ecuación 3 se utiliza para calcular la deflexión simulada cuando se cuenta solo con los espesores y tipos de capas que constituyen la estructura del pavimento. La ecuación 4, en tanto, se utiliza cuando se cuenta también con datos de CBR bajo la subrasante. Al igual que para la clasificación por el nivel de tráfico, en el caso de la capacidad estructural se realizó un análisis de conglomerados en función de la deflexión simulada para cada uno de los tramos de pavimentos disponibles en la base de datos. A partir de este análisis se generaron 3 niveles (fuerte, intermedia y débil) según la capacidad estructural del pavimento basándonos en el valor de la deflexión. Figura 2 Procedimiento para la clasificación de los tramos de pavimentos asignando un nivel de la matriz factorial 80 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ páginas: 76 - 88 La Tabla 1 resume los resultados del análisis de cluster para nivel de tráfico y estructura. sentativos y el máximo para no distorsionar la estimación. Cada UM corresponde a un tramo de pavimento con una extensión promedio aproximada de 200 metros. A partir de los rangos obtenidos del análisis de cluster, se establecen los valores límites que permiten la clasificación de los tramos de pavimentos. Esa se muestra en la Tabla 2. 3.2 Modelación de solicitaciones de tráfico 3.2.1 Proyección de tráfico Por cada tipo de pavimento de la matriz factorial se obtienen modelos de predicción de tráfico (para los 4 tipos de vehículos) y del estado del pavimento. Se estableció un máximo de 80 tramos (unidades muestrales, UM) y un mínimo de 15 UM por celda de la matriz factorial El mínimo para que los modelos que se obtengan sean repre- Las proyecciones de tráfico se realizaron de manera de poder asignar factores de estratigrafía de carga (FEC) por tipo de vehículo pesado, para luego obtener los ejes equivalentes anuales. Tabla 1 Límites superior e inferior de niveles de tráfico y estructura Valor Cluster Parámetro Nivel Tráfico (EE/día) inferior superior límite inferior límite superior 758 2.654 5.828 - 5.830 1.179 6.197 11.877 5.830 12.200 Muy Alto 284 12.507 13.842 12.200 - Fuerte 991 0,114 0,254 - 0,255 1.170 0,262 0,377 0,255 0,385 60 0,399 0,464 0,385 - Medio Alto Estructura (deflexión en mm) Clasificación de Tramos Número de Tramos Intermedia Débil Tabla 2 Asignación de tramos de modelación en la matriz factorial final del estudio Tráfico Clima Húmedo Intermedio Seco Estructura Muy Alto Alto Medio Cod Tramos Cod U.M. Cod Tramos Fuerte 1 0 10 70 19 80 Intermedia 2 0 11 80 20 72 Débil 3 0 12 0 21 0 Fuerte 4 48 13 80 22 80 Intermedia 5 0 14 80 23 80 Débil 6 0 15 0 24 0 Fuerte 7 0 16 0 25 0 Intermedia 8 0 17 0 26 75 Débil 9 0 18 0 27 0 páginas: 76 - 88 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 81 Para predecir el tráfico se utilizaron los modelos propuestos, entre otros autores, por Papagiannakis et al. (2006) y Lu et al. (2008). Las formas funcionales consideran un crecimiento compuesto (ecuación 5) y lineal (ecuación 6) en donde TMDA t es el tránsito medio diario anual correspondiente al año t; TMDA o es el tránsito medio diario anual correspondiente al año base; es la tasa de crecimiento anual de tráfico y es el tiempo (en años) a partir del año base de evaluación. El ajuste de las curvas se realizó mediante regresión lineal simple. estimarla es a partir de las ecuaciones 7 y 8. Donde VH es el volumen horario equivalente en veq/h, VH/P es el volumen horario equivalente por pista en veq/h-pista, y TMDACAM, TMDABUS y TMDALIV corresponden al tránsito medio diario anual de vehículos clasificados como camiones, buses y livianos, respectivamente. (7) (8) (5) 3.2.2 Estimación de factores de equivalencia de carga (6) A partir de los valores de media y desviación estándar se obtienen los valores de FEC para distintas configuraciones de carga (liviana, mediana y pesada). De esta forma se presentan FEC por zona del país y para distintas configuraciones de carga. De acuerdo a los datos históricos revisados en la base de datos, se determinó de la Tabla 3 que permanecían aproximadamente constantes entre los años 2001 y 2008. Para incorporar la variabilidad en la predicción de tráfico, se estimaron 3 tasas de crecimiento que representan el crecimiento más probable, pesimista y optimista. Se calcularon a partir de los valores estadísticos (promedio y desviación estándar) del TMDA asociado a los tramos que pertenecían a una misma clasificación de tipo de pavimento. Las ecuaciones de progresión del tráfico consideran un crecimiento constante. Sin embargo, este crecimiento está acotado por la capacidad de las rutas. La capacidad depende del nivel de servicio de la ruta y de la cantidad de pistas por sentido. Por este motivo, en la modelación de tráfico se limitó el crecimiento anual del tráfico según la capacidad de la vía. Una forma aproximada de Una vez definidos las ecuaciones de progresión de tráfico por tipo de vehículo y los FEC, se logran obtener los ejes equivalentes anuales a partir de la ecuación 9. (9) Los ejes equivalentes anuales (EEanual) incluyen distintas proyecciones según las condiciones que se impongan al Tabla 3 Valores de FEC obtenidos por zona del país y para distintas configuraciones de carga (liviano – mediano – pesado) Tipo de Vehículo Zona del País Norte Centro Sur 82 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Configuración de Carga C2E C+2E B2E B+2E Liviano 0,550 2,494 1,802 0,607 Medio 0,646 2,512 1,846 0,877 Pesado 0,742 2,529 1,890 1,148 Liviano 0,541 1,580 1,111 0,633 Medio 0,736 2,280 1,579 0,871 Pesado 0,931 2,980 2,047 1,108 Liviano 0,534 2,247 1,557 0,573 Medio 0,785 2,588 1,690 0,888 Pesado 1,036 2,928 1,823 1,203 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ páginas: 76 - 88 momento de analizar un tramo de pavimento, en cuanto a tipo de crecimiento del tráfico, distribución por pista, porcentajes de tráfico pesado y configuración de carga. 3.3 Modelación del comportamiento de los pavimentos A partir de los modelos de Kerali y Odoki (2000), NCHRP (2004) e Irfan et al. (2009). Se calibraron las formas funcionales de progresión del IRI. La ecuación 10 es una adaptación directa del modelo de Kerali y Odoki (2000). La ecuación 11, en tanto, se especificó en base a los resultados de Irfan et al. (2009). (10) (11) Donde IRIt es la rugosidad en el tiempo t (m/km), EE son los ejes equivalentes promedio diarios, NE es el número estructural del pavimento (cm), EDAD es la edad del pavimento en años y a, b, c corresponden a los parámetros de la regresión. La calibración se realizó para todos los tipos de pavimentos incluidos en la matriz factorial (Tabla 2). La Tabla 4 resume los resultados de la calibración. Los modelos se diferenciaron además por pista, según pista lenta y rápida, ya que la tasa de deterioro de ambas pistas es distinta. Esto se debe a que en la pista lenta se concentra el flujo de vehículos pesados. En tanto que la pista rápida es utilizada para adelantar, y por tanto circulan por ella principalmente vehículos livianos. 3.4 Modelación del efecto de intervenciones sobre los pavimentos El modelo calibrado en la sección anterior explica el comportamiento del IRI en ausencia de mantenimiento. Sin embargo, para evaluar el desempeño de diversas estrategias de mantenimiento, es necesario cuantificar el efecto de las intervenciones sobre el IRI. Aun cuando en términos funcionales el IRI no discrimina explícitamente la influencia de un mejoramiento de condición funcional de la influencia de una de rehabilitación (mejoramiento de condición funcional y estructural), si es posible incluir dicha diferencia modelando la magnitud de la reducción de IRI, según lo muestra la Figura 3. En ella se ilustra la disminución del valor de IRI (ΔIRI) al realizar una conservación o una rehabilitación en el pavimento. Esta diferencia se calculó como la diferencia entre el IRI del año de ejecución de la intervención (IRIn) y el IRI del año previo a la intervención (IRIn-1), según la ecuación 13, en donde n el año de ejecución de la intervención respectiva. Tabla 4 Resultado de la calibración de modelo de progresión del IRI en pistas lenta y rápida Pista Lenta Nivel Matriz Pista Rápida Coeficientes R2 Tipo de ajustado Ecuación Coeficientes a b c R2 Ajustado 11 1,2691 0,0000 0,0140 0,762 0,797 11 1,2350 0,0002 0,0218 0,361 -0,0105 0,433 10 0,0487 0,6668 -0,0148 0,223 0,3191 0,0113 0,127 10 0,1219 0,4156 0,0014 0,152 0,9613 0,0006 0,0528 0,754 11 0,9414 0,0032 -0,0056 0,332 11 0,7026 0,0014 0,0445 0,512 11 0,7892 0,0009 0,0446 0,712 20 11 1,9686 -0,0027 0,0508 0,279 11 1,5289 -0,0027 0,0562 0,323 22 10 1,8646 -0,0889 0,0506 0,175 10 1,8983 -0,0717 0,0169 0,016 23 10 0,5311 0,1988 0,0175 0,635 11 0,8820 0,0053 -0,0049 0,620 26 10 0,0078 1,0899 -0,0268 0,875 10 1,0718 0,0222 0,0172 0,769 Tipo de Ecuación a b c 4 11 1,4183 0,0000 0,0137 0,628 10 11 1,2400 0,0006 0,0234 11 11 0,7165 0,0024 13 10 0,2120 14 11 19 páginas: 76 - 88 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 83 (13) Con datos históricos anuales de IRI en tramos donde se han ejecutado intervenciones de distinto tipo, se calcularon los valores de ΔIRI aplicando la ecuación 13. Figura 3 Efecto del mantenimiento preventivo y la rehabilitación en el IRI El valor de ΔIRI tiene relación directa con el IRI previo a la aplicación de cada intervención, por lo cual se puede formular la ecuación 14 para cada tipo de intervención, siguiendo a Irfan et al. (2009). (14) Para modelar ΔIRI se consideraron 3 formas funcionales: logarítmica, lineal y polinómica. En cada tipo de acción de mantenimiento modelada se seleccionó la forma funcional que arrojó un mayor coeficiente de correlación. La Figura 4 muestra un ejemplo del ajuste de una de las curvas para la aplicación de un microaglomerado con bacheo y sello asfáltico (MIC+BACH+SE). En ella se aprecia que efectivamente la respuesta del modelo (ΔIRI) es dependiente del IRI inicial, siendo más efectiva cuando los valores de IRI son más altos. La Tabla 5 resume las ecuaciones obtenidas para cada una de las intervenciones modeladas. Figura 4 Gráfica de dispersión y regresión polinómica de ΔIRI vs IRI inicial para la aplicación de microaglomerado con bacheo y sello asfáltico (MIC+BACH+SE) R2 = 0,871 N = 19 Tabla 5 Ecuaciones de estimación de caída de IRI y rango de efectividad Tipo de intervención Nomenclatura Ecuación (m/km) IRI inicial mínimo (m/km) BACH ΔIRI = 0,0590 Sin restricción FRE+REC ΔIRI = 0,0157 · (IRIinicial)2 + 0,9066 · IRIinicial – 2,0501 IRIinicial ≥ 2,00 MAF ΔIRI = 0,5066 · ln (IRIinicial) – 0,2206 IRIinicial ≥ 1,10 MIC+BACH+SE ΔIRI = 0,1025 · (IRIinicial)2 + 0,3725 · IRIinicial – 0,9840 IRIinicial ≥ 1,55 OVEA ΔIRI = 0,1331 · (IRIinicial)2 – 0,0354 · IRIinicial – 0,2329 IRIinicial ≥ 0,90 SE+BACH ΔIRI = 0,0,175 Sin restricción Bacheo Fresado + Recapado Microaglomerado Microaglomerado + Bacheo + Sello Asfáltico Recapado Sello Asfáltico + Bacheo 84 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ páginas: 76 - 88 3.5 Indicador de desempeño de estrategias de mantenimiento luación) y un valor mínimo 0, correspondiente al indicador de desempeño del caso base, sin la aplicación de intervenciones. Un aspecto central para la evaluación de distintas estrategias de mantenimiento es el contar con un indicador cuantitativo que permita compararlas. Este indicador constituye un complemento a los indicadores que usualmente se utilizan para evaluar programas de mantenimiento, como por ejemplo aquellos utilizados por el programa computacional HDM – 4. Para estimar el indicador se requiere de los datos y modelos que se describieron en las secciones anteriores de este trabajo: modelos de tráfico, solicitaciones, estado del pavimento y efecto de las intervenciones en el IRI. El indicador de desempeño es de tipo agregado y cuantifica la efectividad de distintos planes de conservación en base al área encerrada bajo la curva de IRI que incluye los distintos tipos de intervenciones y la curva de progresión de IRI para la situación base. Puesto que existe una relación inversa entre el IRI y la serviciabilidad que otorga el pavimento al usuario, mientras menor sea el área encerrada por ambas curvas de IRI, mejor será el desempeño de la estrategia de mantenimiento en términos de la serviciabilidad prestada al usuario. Por tanto, el indicador de desempeño del mantenimiento (I.D) relaciona el área bajo la curva mediante la ecuación 15. (15) El indicador tiene como valor máximo 1 (situación ideal de IRI prácticamente nulo durante el período de eva- 4. Estudio de casos El método desarrollado se aplicó a 3 tipos de pavimento con diversas edades. A estos se les aplicaron 3 estrategias de mantenimiento. Se compararon y se identificó el plan de mantenimiento de mejor desempeño. En la Tabla 6 se muestran variables de entrada requeridos para la evaluación de algunos tramos ejemplos. El año base de cálculo de TMDA fue el 2008. Los planes de mantenimiento analizados se muestran en la Tabla 7. La denominación de las intervenciones sigue la convención de la Tabla 5. El período de evaluación de los planes de conservación fue de 20 años, entre los años 2010 y 2030. En la Figura 5 se muestra la progresión de las curvas de IRI para 3 tipos de pavimentos flexibles considerados, bajo un mismo plan de conservación. En la Tabla 8 se muestran los indicadores de desempeño calculados con la ecuación 15. Los resultados de la Tabla 8 muestran que en los pavimentos de nivel 10, el plan más eficiente es el N°2; en los pavimentos de nivel 19 y 22 es el Plan 1. En la Figura 5 se puede apreciar que los pavimentos de nivel 19 y 22 tienen un patrón de progresión de IRI similar, por lo cual es consistente que el mismo plan sea el más eficiente en ambos casos. En el caso del pavimento de nivel 10, en donde el valor de IRI inicial es casi el doble respecto de los otros niveles, el plan más eficiente es el que Tabla 6 Valores de entrada requeridos para la evaluación de tramos de pavimentos Nivel en la Matriz Variables de Entrada 10 19 22 Región de Ubicación (Chile) Biobío Araucanía Valparaíso Año de Construcción 1990 1998 2003 Número Estructura (NE) (cm) 12,52 11,41 11,61 TMDA de camiones de 2 Ejes (C2E) 755 151 708 TMDA de camiones de más de 2 Ejes (C+2E) 1.853 595 805 TMDA de buses de 2 Ejes (B2E) 1.231 240 801 TMDA de buses de más de 2 Ejes (B+2E) 90 18 12 páginas: 76 - 88 ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 85 aplica una combinación de intervenciones funcionales más una rehabilitación. El resultado obtenido para los pavimentos de nivel 10 es consistente con los conceptos planteados en la sección 3.4 acerca de la dependencia del resultado de las intervenciones respecto del estado inicial del pavimento. Plan N° 1 Plan N° 2 Plan N° 3 3 4 3 Tipo de Intervención 1 BACH BACH BACH Año de Intervención 1 2012 2012 2015 Tipo de Intervención 2 MAF BACH FRE+REC Año de Intervención 2 2015 2014 2018 Tipo de Intervención 3 OVEA MIC+BACH+SE MAF Año de Intervención 3 2023 2018 2023 Tipo de Intervenciones y año de aplicación Tipo de Intervención 4 SE+BACH Año de Intervención 4 2022 Tabla 7 Planes de conservación para comparación del desempeño en distintos pavimentos Figura 5 Ejemplo de curvas de IRI para distintos tipos de pavimentos flexibles bajo un mismo plan de conservación Indicadores de desempeño (I.D) Nivel en la Matriz Plan N° 1 Plan N° 2 Plan N° 3 10 0,34 0,45 0,40 19 0,17 0,14 0,09 22 0,18 0,15 0,11 86 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Tabla 8 Valores de los indicadores de desempeño correspondientes a cada plan de conservación para los 3 tipos de pavimentos flexibles analizados ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ páginas: 76 - 88 5. Conclusiones y recomendaciones Este trabajo propuso un modelo de evaluación técnica de desempeño de la mantención basada en datos de estado, inventario y seguimiento de pavimentos en Chile. En él se calibraron modelos específicos para describir las condiciones nacionales de tráfico, estado del pavimento, comportamiento en el tiempo y el efecto la conservación en el pavimento. La incorporación de variabilidad en la proyección de tráfico en base a tasas de crecimiento, representa una mejora en la modelación global puesto que otorga una mayor cantidad de escenarios de evaluación del tramo de pavimento. Lo mismo ocurre con los factores de equivalencia de carga, lo que permiten configurar distintos escenarios de estimación de carga de vehículos pesados. Las curvas de IRI obtenidas son específicas para los distintos tipos de pavimentos analizados y para las pistas lenta y rápida. Esto se debe por un lado a los diferentes niveles de solicitaciones, capacidad estructural y contexto climático en que se encontraban los grupos de tramos testigo. Además, los modelos calibrados para pista lenta y rápida resultaron estadísticamente diferentes debido esencialmente a la diferencia existente en las aplicaciones de carga en cada una de las pistas. Los modelos que describen el efecto de las intervenciones sobre los pavimentos pueden aplicarse a todo tipo de pavimentos flexibles, considerando que para la estimación del efecto solo dependen del nivel de IRI en el que se encuentre el tramo de pavimento en evaluación. Asimismo, es importante mencionar que las intervenciones modeladas representan tanto el efecto de aplicaciones individuales como también conjuntos de aplicaciones sobre las curvas de comportamiento. páginas: 76 - 88 Los indicadores de desempeño obtenidos permiten, por un lado, comparar distintos planes de conservación (análisis ex ante), y por otro, evaluar la efectividad que tuvieron los planes de mantenimiento ya ejecutados (análisis ex post) con lo cual el modelo propuesto sirve no solo para planificar, sino que además para evaluar la eficiencia de planes ya aplicados. Los resultados obtenidos en el caso de estudio ratificaron que la eficiencia de las estrategias depende en gran medida del estado inicial del pavimento y del impacto individual de las reducciones de IRI. Pavimentos con IRI más elevados requerirán estrategias de mayor impacto y, a la inversa, pavimentos con IRI más bajos requerirán técnica de menor impacto. Asimismo, se concluyó que no siempre el plan que tenga una mayor cantidad de intervenciones es el más eficiente, por lo cual es importante definir adecuadamente, además del tipo de intervención, la oportunidad de intervención. Con el fin de mejorar la precisión de los modelos, es posible agregar variabilidad temporal a los parámetros estructurales (la deflexión por ejemplo), con lo cual es posible evaluar en forma directa los cambios de estado de la condición estructural año a año. Asimismo, los modelos de efectividad de las intervenciones en los pavimentos pueden perfeccionarse si se incorporan variables tales como espesores de las técnicas de rehabilitación o calidad de ejecución de la intervención, entre otras. Otro aspecto importante de considerar es la integración de los resultados de este trabajo con las restricciones económicas, con el fin de generar una función de optimización de desempeño técnico y económico. ] Vera, I. - Thenoux, G. - Solminihac, H. D. - Echaveguren, T. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 87 system for construction and maintenance activities. Transportation Research Record, 1974, 26-36. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. Abaza, K. (2004). Deterministic performance prediction model for rehabilitation and management of flexible pavements. International Journal of Pavement Engineering, 5(2), 111-121. Al-Suleiman, T., Sinha, K. y Riverson, J. (1991). Effects of pavement age and traffic on maintenance effectiveness. Journal of Transportation Engineering, 117(6), 644-659. De Solminihac, H., Hidalgo, P., Salgado, M. y Valdés, M. (2003). Calibración de modelos de comportamiento HDM de pavimentos asfálticos a condiciones de Chile. Estudio de Seguimiento de Pavimentos Asfálticos. Ministerio de Obras Públicas, Chile. Irfan, M., Khurshid, M.B., Labi, S. y Flora, W. (2009). Evaluating the cost-effectiveness of flexible rehabilitation treatments using different performance criteria. 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Magíster en Construcción, Pontificia Universidad Católica de Chile Profesor Asistente, Departamento de Ingeniería Civil Universidad de Concepción, Chile [email protected] Fecha de recepción 28/05/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 89 Resumen Este artículo constituye el tercero de una serie sobre la Administración Integral de Proyectos (AIP) en la industria de la construcción en Chile, aun cuando muchos de los conceptos aquí vertidos son extrapolables a la realidad de otros países y de otros sectores productivos. La base de la propuesta de la AIP en el mercado de la construcción fue presentada por los autores en un número anterior de esta revista, y en el presente artículo se exhiben aspectos importantes de la aplicación de la AIP al caso de proyectos viales, en particular caminos y carreteras. De esta manera, se revisa primeramente la necesidad de análisis profundos en este tipo de proyectos, debido a las altas inversiones que ellos significan, también se presentan las particularidades de los proyectos viales y el rol de la AIP en este tipo de proyectos. Posteriormente, se trata la importancia de la conservación de los caminos y la necesidad de modelación, para finalmente exponer las aplicaciones de la AIP tanto en proyectos públicos como privados. De acuerdo a lo presentado, se concluye que las herramientas que proporciona la Administración Integral de Proyectos son necesarias y aplicables para el adecuado desarrollo de proyectos de caminos. Palabras clave: Administración Integral de Proyectos, carreteras, caminos. Abstract This is the third paper of a series about the Integral Project Management (IPM) in the Chilean construction industry, even though many of the concepts included here are extrapolated to the reality of other countries and other productive sectors. The basis of the IPM’s proposal in the construction industry was presented by the authors in a previous issue of this journal. In this article important aspects of the IPM application to the particular case of highway projects are presented. Thus, the necessity of deep analysis in this kind of projects is first reviewed, due to the high investments required. Also, the particularities of road projects and the role of PM in this kind of projects are presented. After that, the importance of road maintenance and the necessity of modeling are shown. Finally the applications of IPM are shown both in public and private projects. According to that presented it is concluded that the tools provided by the Integral Project Management are necessary and applicable for the proper development of highway projects. Keywords: Integral Project Management, highway, roads. 90 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Veas, L. - Pradena, M. [ páginas: 89 - 96 1. Introducción 1.1 Antecedentes lizada. Buenas decisiones en materia de infraestructura vial pueden generar grandes beneficios, por el contrario, decisiones equivocadas pueden tener efectos muy negativos, tanto para el inversionista (público o privado) en particular, como para el país en general. Como se presentó en Veas y Pradena (2008), la Administración Integral de Proyectos (AIP) es una necesidad actual y creciente del mercado de la construcción. También, en ese artículo, se definió el término de AIP. De esta definición, se desprendió, además, que la AIP constituye una forma de abordar cualquier tipo de proyectos. Para minimizar el riesgo de inversiones cuantiosas mal planeadas y/o ejecutadas es imprescindible realizar análisis rigurosos. Esto puede ser abordado a través del llamado “análisis del ciclo de vida” de los proyectos, que se muestra en la Figura 1. Particularmente la integración de los procesos de inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control disminuye los riesgos de los proyectos. El elaborar y documentar metodologías permite repetir los éxitos, y a partir de la experiencia adquirida mejorar en cada proyecto, ya que se genera una base de acción, permitiendo mayor libertad y atención a los nuevos desafíos que así lo requieran. El objetivo de estudiar la viabilidad de los proyectos de esta manera, es evitar elevados costos, ya que en la medida que se avanza en las etapas, los estudios van tomando mayor profundidad, de tal manera de ir reduciendo la incertidumbre. Esto permite desechar en las primeras etapas los proyectos, o alternativas de solución, que no son viables, o que tienen elevados índices de riesgo. Por otra parte, abordar cualquier tipo de proyectos con la metodología de AIP otorga un enfoque homogéneo, mejora la relación costo-beneficio, produce satisfacción del cliente y desarrolla las habilidades del equipo (Adaptado de Esterkin, 2007). Entonces, tener una metodología para abordar los proyectos no elimina la creatividad, solo reduce los riesgos, proporciona una guía, un camino por recorrer. Por lo tanto la Administración Integral de los Proyectos es una forma de abordar los proyectos y es aplicable a cualquier ámbito, en particular en este artículo se revisa su aplicabilidad a los proyectos viales, con énfasis en caminos y carreteras. 2.1.2 Enfoques del análisis El problema de las inversiones en caminos se puede analizar desde dos puntos de vista, a saber, un enfoque privado o un enfoque social. Figura 1 Ciclo de vida de un proyecto. Fuente: Elaboración propia en base a Mideplan, 1992 1.2 Objetivo Estudiar y analizar la aplicabilidad de las herramientas que proporciona la Administración Integral de Proyectos en el caso de proyectos viales. 2. Desarrollo 2.1 Administración Integral de Proyectos Viales 2.1.1 Necesidad de análisis rigurosos En general, los proyectos viales se caracterizan por la importancia de los recursos necesarios en la construcción y mantenimiento de estos. Entonces, y ante la limitación de recursos, es necesario que la inversión sea bien rea- páginas: 89 - 96 ] Veas, L. - Pradena, M. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 91 En el enfoque privado, lo relevante para el inversionista vial será la rentabilidad del proyecto. Para minimizar el riesgo serán requeridos estudios de mercado, técnicos y evaluación propiamente tal, entre otros. En el enfoque social, en cambio, se considerarán otros costos y beneficios que no necesariamente son relevantes para las empresas, como por ejemplo el ahorro en el tiempo de viaje de los usuarios, o la magnitud de los costos de combustible, lubricantes, neumáticos, horas de mantención, entre otros costos operacionales en que incurren los usuarios. 2.1.3 Particularidades de los proyectos viales El enfoque social (público) del análisis de inversión en caminos, requiere la consideración desde la preinversión, de los costos y beneficios en todo el período de análisis. Es decir, no solo en la etapa de inversión propiamente tal, sino que también en la operación e incluso al finalizar el período, a través del valor residual del proyecto. Si el inversionista vial desea participar en ciertos sistemas de contratación como concesiones o contratos por nivel de servicio u otros en los que más que cantidades de obra, el énfasis del control se encuentre en los resultados, el inversionista requerirá estimar eficazmente, a priori, los costos y beneficios en todo el período de duración del contrato. Entonces, tanto en el caso público como privado se requiere un análisis en el presente de lo que ocurrirá en el futuro, en el o los caminos. Como se muestra en mayor detalle en el desarrollo de este artículo, esta es una de las principales particularidades de los proyectos viales, que los diferencian de otros tipos de proyectos. 2.1.4 Rol de la Administración Integral de Proyectos Viales De Veas y Pradena, 2008 y 2009, se desprende que la Administración Integral de Proyectos es una forma de abordar proyectos de distinta índole, y que particularmente en la industria de la construcción se manifiesta, entre otras, como una asesoría al mandante, en pos de conseguir los objetivos del proyecto. De esta manera, entonces, es posible identificar el rol que la AIP puede cumplir en los proyectos viales. En efecto, el Administrador Integral de Proyectos asesora al mandante en la búsqueda de la solución óptima, considerando los costos y beneficios en todo el período de análisis. 92 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Veas, L. - Pradena, M. 2.2 La importancia de la conservación de los caminos En el caso de la conservación vial, se pretende preservar los caminos en un estado que permita que presten el servicio para el cual fueron concebidos. Además, cabe destacar que el patrimonio vial es uno de los mayores de cualquier país y es uno de los factores más importantes para su desarrollo integral. Para cumplir con lo anterior, no es suficiente realizar una conservación de tipo correctiva, sino que se debe intervenir en el momento adecuado. Escatimar esfuerzos en conservación implica asumir la pérdida del patrimonio. Como muestra la Figura 2, que representa el deterioro del pavimento en el tiempo, existe un punto a partir del cual el descenso de la calidad de la superficie es acelerado, y a partir del cual intervenir el camino costará mucho más debido a que es necesario reconstruir más que realizar una conservación propiamente tal. Por lo tanto, existirá una ventana de oportunidad en el tiempo para intervenir el camino. En general los mejores resultados se obtienen al estudiar la solución en su conjunto, es decir, no solo el diseño, sino también la construcción, la conservación e incluso el valor residual, como muestra la Figura 3. 2.3 La necesidad de herramientas de apoyo en los proyectos de caminos Surge la pregunta de cómo es posible dar solución a la problemática planteada en el punto 2.2, tomando en consideración que el período de análisis en caminos se encuentra, en general, entre 15 a 30 años. En efecto, el desafío está en determinar hoy el comportamiento futuro de la solución, por ejemplo decidir sobre la estrategia de conservación más adecuada que permita, al menor costo, preservar los caminos en un estado tal, que presten el servicio para el cual fueron concebidos. Para ello, es necesario analizar múltiples opciones de intervención en momentos distintos del período de análisis. Esto implica necesariamente costos diferentes, y también distintos efectos sobre el camino, que afectarán a su vez a los costos de futuras intervenciones. Para relacionar todo esto, y contar con la información en el presente de lo que ocurrirá en el futuro, es imprescindible modelar la condición del camino, de tal manera de determinar, para cada estrategia de diseño-construcción-conservación, según corresponda, los costos y beneficios en todo el período de análisis. [ páginas: 89 - 96 Figura 2 Curva de deterioro de un pavimento. Fuente: Elaboración propia en base a Bull, 2002 Figura 4 Software HDM-4. Fuente: Odoki and Kerali, 2000 Figura 3 Estudio conjunto de la solución del camino. Fuente: De Solminihac, 2001 Entonces, se requiere de un sistema que, por una parte, cuente con un modelo de deterioro, y por otra, determine los costos de conservación y de los usuarios, según sea el enfoque del análisis. Existen distintos sistemas que permiten realizar todo o parte de lo anterior, sin embargo, cabe destacar el software HDM-4, y la versión desarrollada en Chile por el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile, Pavement Evaluator que ocupa relaciones de HDM y desarrolla otras para pavimentos de hormigón que fueron incorporadas en HDM-4. Estos modelos requieren ser calibrados para obtener una predicción más confiable en la zona a utilizar. En Chile se cuenta con la calibración del HDM-4. Mayores antecedentes respecto al sistema HDM-4, se pueden encontrar en Pradena y Posada (2006). páginas: 89 - 96 ] 2.4 AIP en el enfoque privado y público de proyectos de caminos 2.4.1 Utilización de la modelación en la AIP de proyectos de caminos En la Figura 5 se muestra como a través de la modelación es posible calcular los flujos de beneficios y costos que permitirán al AIP determinar la inversión más conveniente, ya sea en el enfoque privado o social, según corresponda. La modelación de los costos de operación se hace a través del IRI (Índice de Regularidad Internacional) debido a que es un parámetro que está directamente relacionado con la percepción que tiene el usuario del estado del Veas, L. - Pradena, M. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 93 Figura 5 Costos y beneficios calculados mediante modelación. Fuente: FICEM, 1996 en De Solminihac, 2001 camino. Por esta razón, y debido a que otros deterioros influyen en el IRI, este parámetro también es importante en la determinación de los momentos adecuados de intervención del camino. 2.4.2 AIP de proyectos privados En particular, en todos los sistemas contractuales en que el centro del control está en los resultados, y en los que se le entrega mayor libertad al privado para decidir sobre la acción de conservación y su oportunidad, es necesario definir, a priori, las alternativas optimas (entre la múltiples existentes) de diseño-construcción-conservación, según sea el caso contractual. En el caso de las concesiones del tipo DBOT (Design, Build, Operate and Transfer) se requiere efectivamente definir la alternativa óptima de diseño-construcciónconservación. En concesiones del tipo BOT (Build, Operate and Transfer), soluciones del tipo construcciónconservación serán requeridas. En contratos por nivel de servicio y en concesión de la conservación, en general, es requerida la solución de conservación por el período de duración del contrato o hasta que se logren los ingresos totales de la concesión (ITC) con los que el concesionario se adjudicó el contrato. Entonces, en todos los casos anteriores es imprescindible contar con una asesoría del tipo AIP, debido a 94 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Veas, L. - Pradena, M. que en estos contratos se requiere estudiar distintas alternativas para encontrar la solución óptima, y por lo tanto la que involucra los menores costos para el contratista cumpliendo con las exigencias de resultados impuestas por la agencia vial. Para ello es necesario analizar las múltiples opciones de intervención en momentos distintos del período considerado en el contrato. Esto implica necesariamente costos diferentes y también distintos efectos sobre el camino, que afectarán a su vez a los costos de futuras intervenciones. Este análisis del período de duración del contrato es necesario realizarlo en el estudio de la propuesta, por lo tanto resulta imprescindible contar con una Administración Integral de Proyectos que considere la modelación de la condición del camino en el tiempo y los costos asociados. 2.2.2 AIP de proyectos públicos Para asignar adecuadamente los recursos públicos en las inversiones viales es necesario realizar análisis profundos en la preinversión. Ante las múltiples necesidades de inversión en infraestructura vial, lo que existe es una cartera de proyectos, los cuales deben ser priorizados de acuerdo a un análisis que considere todos los costos y beneficios sociales involucrados en el período de análisis. Esto se consigue estudiando la solución en su conjunto, vale decir diseño-construcción-conservación y valor residual. [ páginas: 89 - 96 En el caso de los contratos en los que se entrega mayor libertad al contratista para realizar las acciones que estime conveniente, y en los que el control de la agencia vial se centra en los resultados, es necesario conocer, de antemano, los costos y efectos de las múltiples opciones de conservación actuando en los distintos posibles momentos de intervención, como además los resultados a exigir en cada camino de la red vial bajo contrato. Todo esto requiere de un análisis del tipo AIP. En general, la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) realiza un análisis del tipo AIP. Esto lo efectúa, en general, a través de un AIP interno a la organización. Un ejemplo es el trabajo que realiza el Departamento de Gestión Vial. Esto puede ser replicado en las agencias viales de otros países, o utilizar un AIP externo que asesore a la agencia. ción de la conservación, y con herramientas propias de la Administración Integral de Proyectos. 3. Conclusiones Las herramientas que proporciona la Administración Integral de Proyectos son aplicables a proyectos de caminos, debido a que las cuantiosas inversiones que se requieren en este tipo de proyectos, necesitan análisis rigurosos del tipo AIP, que contribuyan resueltamente a tomar decisiones óptimas. Lo anterior es válido tanto para proyectos privados como públicos ya que en ambos casos se requiere calcular los costos y beneficios en todo el período de análisis del o los caminos. Por otra parte el surgimiento de Jefes de Proyectos y la formación en Gerencia Integrada de Proyectos en el MOP, es un avance en lo que a AIP se refiere, ya que se busca alcanzar los objetivos de los proyectos, utilizando para ello las herramientas que entrega la Administración Integral de Proyectos. Para calcular los costos y beneficios en todo el período de análisis del o los caminos, es imprescindible contar con una herramienta de apoyo que permita modelar el estado del camino en todo su ciclo de uso, y calcular los costos asociados, considerando las distintas posibilidades de diseño, construcción y conservación, según sea el caso. Finalmente Aguayo, 2008, realiza una interesante propuesta para la aplicación de la AIP en la conservación vial regional, en la que el Jefe del Departamento de Conservación Regional de la Dirección de Vialidad, actúa como Jefe de Proyectos, con herramientas de planifica- El aporte del AIP en este tipo de proyectos resulta fundamental, sobre todo en la etapa de preinversión, donde el objetivo es asesorar al mandante en la toma de decisiones basadas en información objetiva, respecto a lo que ocurrirá en el período de análisis del camino. páginas: 89 - 96 ] Veas, L. - Pradena, M. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 95 1. 2. 3. 4. 5. 4. Bibliografía 6. AGUAYO, Osvaldo. Propuesta de Aplicación de Dirección Integrada de Proyectos a la Conservación Vial Regional. Actas IX Congreso Internacional Provial Chile. Puerto Varas. Noviembre 2008. MIDEPLAN. Inversión Pública, Eficiencia y Equidad. Departamento de Inversiones. Segunda edición. Santiago. 1992. 577 pp. 7. ARRIAGADA, Gustavo. Administración Integral de Proyectos. Santiago, Ediciones del Colegio de Ingenieros de Chile. 1988. 674 pp. ODOKI Jennaro y KERALI Henry. HDM-4: Highway Development and Management. Volume Four: Analytical Framework and Model Descriptions. París, Asociación Mundial de Carreteras, 2000. 8. DE SOLMINIHAC, Hernán. Gestión de infraestructura vial. 2a ed. ampl. Santiago, Universidad Católica de Chile. 2001. 507 pp. PROJECT Management Institute. Guía de los Fundamentos de la Dirección de Proyectos. Tercera edición. Pennsylvania, Estados Unidos. 2004. 392 pp. 9. BULL, Alberto. Un nuevo paradigma institucional para la conservación vial [en línea]. 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[ páginas: 89 - 96 Unpaved roads stabilization and maintenance under ice-snow conditions in mountain areas Estabilización y manteniento de caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo-nieve en zona de montaña Autores PRADENA, M. Profesor Asistente, Departamento de Ingeniería Civil Universidad de Concepción, Chile [email protected] MERY, J.-P. Profesor Asistente, Escuela de Construcción Civil Pontificia Universidad Católica de Chile [email protected] NOVOA, É. Constructor Civil Pontificia Universidad Católica de Chile [email protected] Fecha de recepción 28/05/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 97 Resumen Como es sabido, entre los principales factores que intervienen en la vida útil de un camino se encuentra el tránsito y las condiciones climáticas. Algunos caminos no pavimentados que se encuentran en zonas de montaña, por ser parte de faenas industriales importantes, deben mantenerse operativos el mayor tiempo posible durante el año, debido al fuerte impacto económico que podría significar su cierre. El paso constante de vehículos pesados y las condiciones extremas de hielo y nieve aumentan de manera significativa el deterioro de estos caminos. Por lo anterior, se realizan procesos de estabilización de la carpeta de rodado tendientes a disminuir el potencial daño al que se someten, logrando a su vez un efectivo control del hielo y la nieve. En este artículo se realiza una síntesis y discusión sobre el uso de productos estabilizantes en este tipo de caminos tanto en Chile como en otros países. Palabras clave: Caminos no pavimentados, estabilización, hielo-nieve, montaña. Abstract Traffic and climate conditions are well known variables that define the road cycle of life. Some unpaved roads located in mountain areas should be kept open as much as possible throughout the year, since they are part of important industrial works and because of the economical impact its closing could cause. Permanent traffic of heavy-duty vehicles in addition to extreme snow and ice condition increase deterioration of these roads significantly. Thus, stabilization processes of the road pavement are performed to reduce the potential damage they will be subject to, achieving in turn effective control on ice and snow. This article focuses on a synthesis and discussion about the use of stabilizing agents in this kind of roads, both in Chile and in other countries. Key words: Unpaved road, stabilization, ice-snow, mountain. 98 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ páginas: 97 - 107 1. Introducción 1.1 Caminos no pavimentados Es necesario que los caminos no pavimentados se encuentren sometidos a una gestión en la cual se incluya el mantenimiento como actividad relevante debido a la necesidad de minimizar los deterioros que comúnmente se observan, tales como pérdida de fracción gruesa, erosiones, baches, calaminas, entre otros deterioros. A ello debe sumarse el desprendimiento de finos que genera emisiones de polvo y la preocupación por un correcto saneamiento y drenaje. Para mejorar las condiciones de la carpeta de rodado puede recurrirse a la estabilización del suelo por medios mecánicos o químicos, siendo la primera una solución que se logra a través de la compactación y mejoramiento de la estructura granulométrica (INN, 2001), mientras que la segunda consiste en la aplicación de aditivos químicos como sales, enzimas, polímeros y otros subproductos del petróleo, que se mezclan con el suelo (carpeta) a tratar, según dosis previamente definidas. Algunas de estas soluciones requieren adicionalmente un curado posterior a su aplicación. 1.2 Caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo y nieve Si bien el objetivo principal de las redes viales no pavimentadas es proporcionar conectividad a bajo costo, existen ciertos caminos como los ligados al sector productivo (principalmente minero y forestal en Chile) que además demandan un estándar de servicio mínimo que garantice seguridad, operatividad y durabilidad. Muchas de estas vías se encuentran emplazadas precisamente en zonas de montaña y bajo condiciones de hielo y nieve, donde las solicitaciones se tornan más agresivas. Para este tipo de caminos es recomendable disponer una carpeta de rodado granular, que proteja la subrasante proveyendo estabilidad debida, entre otras cosas, a la menor vulnerabilidad frente a los ciclos hielo-deshielo. Adicionalmente, es posible estabilizar el camino con algún producto, minimizando el deterioro, además de mantener el control de hielo y nieve. 1.3 Objetivo El presente trabajo tiene por finalidad realizar una síntesis y discusión sobre el comportamiento de agentes estabilizantes en caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo y nieve en zonas de montaña. páginas: 97 - 107 ] 2. Estabilización de caminos no pavimentados Existe una amplia variedad de productos utilizados para estabilizar carpetas granulares, cuyas propiedades resultan apropiadas para utilizarlas en sectores con clima propio de montaña, donde las condiciones de hielo y nieve son un problema constante y/o en zonas donde el clima es seco, con tendencia a aumentar la emisión de polvo. Los cloruros en general se caracterizan por disminuir el punto de congelamiento del agua y ser corrosivos para los automóviles, mientras que los polímeros mejoran la resistencia mecánica del suelo. Por otra parte, los productos enzimáticos requieren un especial periodo de curado. En la Tabla 1 se presenta una descripción resumida de los productos estabilizantes utilizados normalmente. 3. Situación chilena: la experiencia minera En Chile, la estabilización se encuentra incorporada en la normativa vial de manera más sistemática con posterioridad al año 2000, junto con la actualización del Manual de Carreteras y cuando nace el programa gubernamental de mejoramiento de la red vial no pavimentada, “Caminos Básicos”, en 2003, siendo presentado como una solución técnica de bajo costo para mejorar la condición de rodadura en carpetas granulares, brindando una durabilidad mayor que la obtenida con una conservación tradicional. Además, trae como consecuencia una considerable reducción de las emisiones de polvo y una disminución en la frecuencia de intervenciones de conservación. Junto con esta experiencia se han presentado otros estudios en las distintas versiones del Congreso Internacional PROVIAL CHILE orientados a buscar un comportamiento óptimo de las carpetas. Sin embargo, la mayoría de estas aplicaciones se han enfocado en caminos de zonas no afectas a condiciones de hielo y nieve. En Chile ha sido el rubro de la minería quien precisamente ha dado protagonismo a esta última situación, debido a que gran parte de esta actividad se emplaza en la cordillera y a que sus operaciones no se pueden detener por el impacto económico que supondría paralizar el proceso industrial (transporte de mineral, personal, logística, servicios, etc.). Por otro lado, el tránsito de maquinaria pesada y los horizontes de proyecto habitualmente hacen inviable el uso de caminos pavimentados, debiendo recurrirse a soluciones granulares de alto desempeño. Dentro de la experiencia minera chilena sometida a condiciones extremas de nieve, hielo, tránsito pesado y Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 99 Tabla 1 Productos estabilizantes de uso habitual Producto estabilizante Descripción Cloruro de calcio (CaCl) Disminuye el punto de congelamiento del agua a -51ºC y la permeabilidad del suelo. Potencial corrosión de vehículos. El agua tiende a lavar el producto y a formar superficie resbaladiza. Potencial daño medioambiental. Buen desempeño en suelos granulares limosos y/o arcillosos. Cloruro de magnesio (MgCl) Más efectivo que el cloruro de calcio para incrementar la tensión superficial produciendo una superficie de rodado más dura. Disminuye punto de congelamiento del agua a -32°C. Considerado muy corrosivo. El agua diluye los cloruros. Efectivo en carpetas bien graduadas. Cloruro de sodio (NaCl) Disminuye punto de congelamiento del agua a -21°C. Moderadamente corrosivo en metales. El agua puede generar un potencial lavado del producto. Buen uso en gravas arenosas, suelos arcillosos y/o limosos, libres de materia orgánica. Polímeros Provoca una floculación del suelo que permite mejorar la resistencia mecánica. Disminuye el agua contenida entre las partículas de suelo y reduce la permeabilidad. Tiene dificultad para mantener una superficie dura. Buen uso en suelos granulares, limosos y/o arcillosos. Agentes enzimáticos Requieren un periodo de curado, lo cual genera dificultad de uso masivo en áreas donde las condiciones meteorológicas son lluviosas y húmedas. Efectivo en suelos que contienen arcillas, limos y material orgánico. baja humedad atmosférica (especialmente en verano) se encuentran algunas empresas importantes como Minera Los Pelambres (IV Región), Codelco División Andina (V Región) y Anglo American Chile División Los Bronces (Región Metropolitana), entre varias otras. Los caminos industriales de estos yacimientos tienen ciertas características propias del entorno de montaña y de su actividad operacional. Estas características técnicas son en general recurrentes y se podrían resumir en: Calzadas entre 7 y 8 m (hasta 21 m en el área del rajo y explotación). • Espesores de carpeta de rodado entre 10 y 20 cm. • Pendientes y gradientes cercanas al 8% en promedio (o un poco más en rampas especiales). • Curvas horizontales con radios de giro variables, observándose desde curvas de retorno de baja velocidad de proyecto hasta sectores de trazado amplio y curvas para Vp > 70 Kph. • Sistemas de drenaje conformados por cunetas a pie de talud de corte y camellones por el lado del terraplén. Los peraltes y bombeos no necesariamente siguen un diseño conforme a las normas. • Los alineamientos verticales y horizontales en general no siguen diseños previamente estudiados, sino que más bien responden a una adecuación entre lo necesario y la topografía de montaña donde se emplazan las vías. de la Construcción 100 ] Revista Volumen 9 No 2 - 2010 ] De acuerdo a lo observado por los autores, los tipos de productos estabilizantes comúnmente utilizados son los referidos en la Tabla 2. La red vial de la minera Codelco, División Andina, en invierno se encuentra sometida a condiciones extremas de hielo y nevadas, mientras que en el periodo de verano predomina la sequedad generándose importantes emisiones de polvo por el alto tránsito industrial. Por lo anterior, una vez finalizada la temporada invernal se realiza una mantención de la carpeta de rodado, reconstruyéndola con mezclas homogeneizadas de suelo y cloruro de sodio, que es sobrepuesta a la anterior y finalizando con un sello del mismo producto. Por este motivo, la sal cumple una función triple: mejorar la carpeta funcionando para derretir la nieve y hielo en periodos fríos, disminuir el punto de congelamiento y reducir la emisión de polvo en períodos secos (principalmente época estival). La estabilización con cloruro de sodio fue previamente evaluada a fin de optimizar y mejorar las operaciones de mantenimiento que se realizaban en dicha red vial (Jara, 1999). Más tarde se desarrollaron pruebas en periodo estival (enero-marzo) para comparar la sal con distintos productos estabilizadores. Como conclusión se verificó que el mejor estabilizador de suelos para el camino debería ser el Pennzsupress’D (polímero), para su utilización tanto en verano como en invierno (Zapata, 2004). Sin embargo, este producto aún no ha sido implementado. Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ páginas: 97 - 107 Tabla 2 Productos estabilizantes utilizados en algunos caminos1 de minería en Chile Empresa Producto estabilizador Codelco División Andina Cloruro de sodio (NaCl) Anglo American División Los Bronces Cloruro de sodio (NaCl)2 Minera Los Pelambres Fitosoil Dust Control ®3 y Cloruro de sodio4 1 Se incluyen todos los caminos: red vial interior logística y red vial propia de las explotaciones del rajo. 2 Desarrollaron pruebas con productos enzimáticos, con resultados no muy satisfactorios. Se continúa el uso de NaCl. 3 Producto de origen vegetal y mineral. 4 El NaCl es utilizado en curvas y a una altitud sobre los 2.500 m.s.n.m., fundamentalmente para controlar hielo. Figura 1 Camino industrial División Andina, Codelco Chile. Elevación 2.700 m.s.n.m. Carpeta estabilizada con NaCl. Octubre 2009 Figura 2 Camino industrial División Andina, Codelco Chile. Elevación 3.200 m.s.n.m. Condición hielo-nieve al final del período invernal. Octubre 2009 Figura 3 Camino industrial División Los Bronces, Anglo American Chile. Elevación 2.100 m.s.n.m. Mantenimiento de la carpeta con NaCl terminado el periodo de invierno. Noviembre 2007 Figura 4 Camino industrial División Los Bronces, Anglo American Chile. Elevación 2.300 m.s.n.m. Aspecto superficial de la carpeta después del mantenimiento. Diciembre 2006 páginas: 97 - 107 ] Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 101 Figura 5 Camino industrial Minera Los Pelambres, Chile. Elevación 2.300 m.s.n.m. Carpeta con Fitosoil ®. Diciembre 2007 Figura 6 Terminación superficial de la carpeta con Fitosoil®. Elevación 3.200 m.s.n.m. Minera Los Pelambres, Chile. Diciembre 2007 Por otra parte, la minera Anglo American Chile, División Los Bronces, realiza dos tipos de mantenciones anuales a su red vial: una intervención total y otras conservaciones rutinarias. de sodio para controlar hielo y nieve, además de las típicas faenas de despeje con maquinaria. Cuando la nieve caída es escasa, y dado que se trata de una zona algo más cálida, no se realiza esta gestión. La primera comienza con un escarificado de los residuos de la plataforma de la carpeta, para luego aplicar cloruro de sodio junto con una dosis de agua, homogeneizando la mezcla con el material granular y compactando, a lo que se agrega un sello con el mismo producto. Una vez finalizada la temporada invernal (fines de septiembre e inicio de octubre) y dependiendo del estado de la carpeta, se realiza un resellado para evitar emisiones de polvo. Las mantenciones rutinarias corresponden a aquellas que se desarrollan a lo largo de todo el año, conforme a inspecciones detalladas. Como resultado, se tiende a lograr el mejoramiento continuo de la carpeta. A diferencia de los yacimientos anteriores, Minera Los Pelambres se ubica más al norte, al interior de la IV Región, cuyo clima también se caracteriza por ser de media y alta montaña, aunque con la particularidad de ser un poco más cálido, donde las condiciones de hielo sobre el camino prevalecen menos tiempo después de las nevadas. El camino principal entre sus instalaciones presenta una solución constructiva similar a los caminos ya mencionados. La carpeta de rodado se forma a partir de una mezcla de suelo, cloruro de sodio y agua, y finalmente con una cantidad definida de riegos de Fitosoil®. El requerimiento funcional especial a cumplir, es el control del fino en la superficie de la carpeta, para reducir la generación de polvo. En aquellos tramos sometidos a nevazones, se indica la utilización del cloruro de la Construcción 102 ] Revista Volumen 9 No 2 - 2010 ] 4. Situación internacional A diferencia de la situación en Chile, en el extranjero se advierte escaso uso de productos para estabilización en condiciones meteorológicas invernales. Sin embargo, se utiliza un sistema de gestión para estas condiciones, basado en programas con políticas para control de hielo y nieve. En estos sistemas, habitualmente se incluye una priorización de los caminos, en los que intervienen factores como las solicitaciones de tránsito, velocidad de operación y categoría del camino dentro de la red vial, donde las vías principales suelen ser carreteras que conectan zonas importantes, y las secundarias, aquellas que conectan pequeños centros poblados cuyos caminos son fundamentalmente no pavimentados. Algunos condados en EE.UU. que cuentan con estas políticas son El Paso (Estado de Colorado), Becker, McLeod y Wadena (Estado de Minnesota) y Juneau (Estado de Alaska), mientras que en Canadá se observan políticas en Nueva Escocia. Sin embargo, de acuerdo a la revisión bibliográfica del presente trabajo, se constataron escasas referencias a estabilizantes químicos para carpetas granulares en EE.UU. En algunos casos se utiliza la estabilización mecánica añadiendo material granular Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ páginas: 97 - 107 para mejorar la prestación del camino en presencia de hielo-nieve. la cual en EE.UU., Escocia y en países escandinavos se utilizan este tipo de medidas (Tabla 4). En países como Finlandia, Suecia, Noruega y Escocia, donde los inviernos suelen presentar características climáticas extremas y persistentes durante gran parte del año, se aplican operaciones de conservación antes del invierno, para minimizar posibles deterioros que causa la nieve y hielo, y antes del verano, para el control de emisiones de polvo (Tabla 3). Una característica común para estos países es la industria del transporte, especialmente las operaciones relacionadas con el sector forestal y pesquero, los cuales se han convertido en un factor importante. Por lo anterior, la gestión del mantenimiento se encuentra actualmente bajo una gran presión de tener que disminuir las restricciones de peso, aceptándose una mayor carga por eje respecto de los tradicionalmente permitidos durante los inviernos. Para la mantención antes del invierno, condiciones comunes a considerar son siempre el drenaje y saneamiento del camino, mientras que para el verano siempre se pretende corregir el desgaste que ha sufrido la carpeta por la época fría, y agregar algún producto estabilizador para evitar problemas de polvo. Una solución que se emplea en los deshielos durante la primavera son las restricciones a las solicitaciones de tránsito, aplicadas en sectores donde la estructura del camino se encuentra congelada gran parte del año. Durante las temporadas frías, cuando la capacidad de carga de la carretera se encuentra en su punto más débil, la estructura del camino requiere protección, razón por 5. Discusión Países como Finlandia, Suecia, Noruega y Escocia realizan mantenciones que pueden incluir el mejoramiento del saneamiento y drenaje, recebo y perfilado de la carpeta, despeje de nevadas y la aplicación de algún tipo de supresor químico de polvo. Además de esto establecen restricciones de carga para disminuir el deterioro que genera el transporte pesado sobre la carpeta, al actuar conjuntamente con las solicitaciones del medio ambiente. Sin embargo, muchos de estos caminos se Tabla 3 Operaciones de mantenimiento invernal en algunos países con frío extremo Región/ país Laponia, Finlandia Región Norte, Suecia Troms, Noruega The Highlands, Escocia Época de intervención Descripción Invierno Se llevan a cabo justo antes de la temporada. Las motoniveladoras son utilizadas para nivelar al 4% el bombeo de la sección transversal. También son niveladas las bermas. Se incluyen en la mantención, la limpieza de cunetas e inspección de alcantarillas. Primavera Se realiza descongelamiento de alcantarillas y limpieza de las cunetas con residuos de hielo. Una vez que la nieve se ha derretido, se realizan perfilados de los caminos. Para control de polvo se utiliza 1-2 ton/km de NaCl. Invierno Primavera Invierno Primavera Invierno Primavera En caminos donde el bombeo es insuficiente, se mejora al 3,5%. Remoción de nieve de bermas, limpieza de alcantarillas y perfilado con motoniveladoras. Para el control de polvo se utiliza el cloruro de magnesio (MgCl) y cloruro de calcio (CaCl). No existen técnicas especiales para la mantención de invierno. Carpeta de rodado se receba nivelándola. El drenaje es mejorado removiendo la nieve de bermas después de que comienza el descongelamiento. Para el control de polvo se utiliza el cloruro de calcio (CaCl). No hay medidas especiales que se empleen para el comienzo del invierno. En primavera, los caminos no pavimentados son mantenidos por la industria forestal, siendo la técnica principal el recebo de la carpeta de rodado con un perfilado. páginas: 97 - 107 ] Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 103 Tabla 4 Restricción de cargas solicitantes en algunos países de climas fríos País Descripción Suecia Utiliza restricciones permanentes (los caminos son divididos en clases donde las cargas se limitan a 8, 10, 51.4, o 60 ton) y temporales (utilizadas para caminos de grava y puentes clasificados como “débiles”), durando entre 40 y 50 días, desde abril hasta mayo. Durante la temporada de deshielo en primavera, alrededor de 13.000 km de caminos son cerrados al tránsito pesado. Finlandia Los problemas en primavera se tratan de dos formas: a) implementado restricciones de carga en caminos cuando el daño es potencial, y b) cuando el deterioro es muy grande se realizan reparaciones. Noruega Las restricciones temporales no son utilizadas. La red vial de este país ha sido clasificada en cuatro grupos dependiendo de la carga. El peso máximo por vehículo es de 50 toneladas. Escocia Los pesos máximos admisibles varían entre las 9.5 a 11.5 ton por eje y dependen de la tracción, junto a la disposición de neumáticos. La carga máxima permisible por vehículo es de 41 ton. EE.UU. Dieciséis estados usan restricciones de peso anual y cuatro de ellos cuando las condiciones lo demandan. En cinco de ellos se ha implementado para caminos de grava. caracterizan por gravitar fuertemente en la conectividad entre distintos tipos de sectores productivos, por lo que estas restricciones dejan de ser totalmente efectivas, cuando por ejemplo amenazan el transporte de bienes de primera necesidad a centros urbanos. Por lo tanto, la utilización de productos estabilizantes en caminos no pavimentados bajo condiciones de hielo y nieve podría aumentar en estos países. Desde la perspectiva chilena, en general se observa un mantenimiento sistemático de las redes viales no pavimentadas del sector minero, apoyada con recursos y tecnología, según lo demanda el negocio y sus altos estándares de seguridad. En este contexto la utilización de productos estabilizantes está asociada a una solución integral de mantenimiento, controlando el hielo y la nieve durante la temporada invernal, y reduciendo las emisiones de polvo en los períodos secos (verano). Por otra parte en las redes viales públicas existe amplia experiencia en la utilización de estabilizadores como controladores de polvo. Sin embargo, la aplicación de estos productos en caminos no pavimentados sometidos a la acción del hielo y la nieve es aún reducida, priorizando obras importantes como los pasos fronterizos. Zapata (2004) recomienda el producto Pennzsupress’D para mejorar las características de la carpeta en periodo invernal. No obstante, esta afirmación debe validarse por el hecho de que la investigación se realizó en verano. De esta manera en la red vial de la minera Codelco, División Andina se sigue utilizando cloruro de sodio en período invernal. Por otra parte, Ugarte (1987) concluyó que el NaCl era el supresor de polvo que entregaba los mejores resultados en términos de costo y comportamiento. De de la Construcción 104 ] Revista Volumen 9 No 2 - 2010 ] igual modo se puede inferir de la investigación de Zapata (2004), que la sal es un producto que aporta importantes beneficios en términos de costo. Esto tiende a ser corroborado por la experiencia de la compañía Anglo American Chile, División Los Bronces, donde se sometieron a prueba en 2009 algunos productos enzimáticos no logrando los efectos deseados, situación que por el momento aconseja continuar con el uso de cloruro de sodio todo el año. El acetato de calcio y de magnesio son productos que se han comenzado a utilizar como sustituto del cloruro de sodio y cloruro de calcio para controlar el hielo en caminos pavimentados, debido al nocivo impacto que estos últimos producirían al medio ambiente. Sin embargo, de acuerdo a la revisión bibliográfica del presente trabajo, no se constataron estudios para su aplicación en el control de hielo, nieve y/o polvo en caminos no pavimentados. En síntesis, es mucho lo que se puede hacer aún para optimizar el uso de estabilizadores en caminos de montaña. Los ejemplos presentados en este trabajo, particularmente los asociados a la industria minera en Chile, son exitosos desde el punto de vista de los objetivos para el cual son utilizados. 6. Conclusiones Los caminos no pavimentados suelen tener un importante impacto en diversos países del mundo, proveyendo accesibilidad no solo a centros poblados, sino que además como promotor de sectores productivos. La Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ páginas: 97 - 107 utilización de este tipo de caminos es particularmente importante en Chile y en América en general. Si bien uno de los mayores inconvenientes de los caminos no pavimentados es la emisión de polvo, esta puede ser controlada utilizando productos estabilizantes. Al respecto, existen diversos estudios sobre la reducción efectiva del polvo y el mejoramiento de las propiedades de la carpeta en caminos que contienen estos productos. Sin embargo, cuando se trata de investigaciones relacionadas con sectores sujetos a condiciones de hielo y nieve, se aprecia un reducido número de investigaciones. Pese lo anterior, la mayor información sobre el uso y operación de estabilizadores utilizados en temporadas invernales, puede encontrarse en la experiencia práctica de aquellas empresas mineras emplazadas en la cordillera de los Andes y que permanentemente deben hacer frente a sus condiciones climáticas adversas. El mantenimiento de caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo y nieve, debería considerar el mejoramiento del saneamiento y drenaje, recebo y perfilado de la carpeta, uso de estabilizadores para el control del polvo y la mitigación de la acción del hielo y la nieve, y despeje de nevadas. Adicionalmente, y según las características particulares de las actividades asociadas a los caminos, podría incluirse restricciones al tránsito pesado. A pesar del desarrollo de nuevos productos estabilizantes, en este trabajo se confirma que el cloruro de sodio sigue siendo un aditivo que permite a los caminos no pavimentados mantener un aceptable estándar de servicio al actuar como controlador de polvo y mitigando la acción del hielo y la nieve sobre la carpeta. Por último, y particularmente en zonas con condiciones de montaña, se hace necesario que las operaciones de conservación se encuentren a cargo de profesionales y técnicos capaces de planificarlas, programarlas y llevarlas a cabo de manera integrada en un sistema de gestión de mantenimiento acorde a las condiciones locales. páginas: 97 - 107 ] 7. Recomendaciones Con respecto al limitado uso y falta de mayor experiencia de productos estabilizantes como solución al problema de hielo y nieve en caminos no pavimentados, se propone que se realicen investigaciones que permitan comparar el comportamiento de estos productos considerando variables como: configuración y volumen de tránsito, clima, frecuencia de intervenciones, nivel de servicio, costos totales, efectos sobre el medio ambiente, geometría del camino, composición granulométrica, entre otros. En particular en referencia al cloruro de sodio, si bien es un producto estabilizante que soluciona en buena medida el problema de las emisiones de polvo (en verano) y el control de hielo-nieve (en invierno), se recomienda realizar estudios para optimizar las operaciones, los costos e incluso la utilización del mismo producto, pues el uso excesivo de este puede ser sensible al comportamiento del medio ambiente y tiene potencial corrosivo. Si bien este trabajo se enfocó en el mantenimiento de los caminos no pavimentados sometidos a condiciones de hielo-nieve, es importante mencionar la relevancia de contar con un adecuado diseño ingenieril desde la geometría del camino, pasando por el saneamiento y drenaje, hasta la composición granular de la carpeta. Se sugiere considerar las experiencias presentadas en este artículo para su extrapolación y adaptación a caminos públicos no pavimentados que se encuentren sometidos a la acción del hielo y la nieve. Se recomienda que la investigación realizada por Zapata (2004) sea estudiada durante los periodos fríos del año. De esta forma se podría confirmar o rechazar la validez de la solución presentada en aquella investigación. Finalmente, se sugiere estudiar y analizar el posible uso del acetato de calcio y magnesio en caminos no pavimentados, como agente supresor de polvo, estabilizador y para operaciones en condiciones de hielo-nieve. Pradena, M. - Mery, J.-P. - Novoa, É. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 105 producto y evaluación de las propiedades de desempeño del suelo. NCH 2505: Of 2001. Santiago, Chile, 2001. 17 pp. 8. Bibliografía 1. 2. 3. ADDO, Jonathan, SANDERS, Thomas y CHENARD, Melanie. Road Dust Suppression: Effect on Maintenance Stability, Safety and the Environment. Phases 1-3, May 2004. 64 pp. ARCHONDO-CALLAO, Rodrigo. Evaluating economically justified road works expenditures on unpaved roads in developing countries. Transportation Research Record, 1: 41-49, 2007. BECKER County Highway Department. Snow and ice control policy [en línea]: documenting electronic sources on the Internet. 2003 [fecha de consulta: 3 de octubre de 2009]. Disponible en: http://co.becker.mn.us/dept/ highway/PDFs/forms/Snow%20%26%20Ice%20 Control%20Policy.pdf#search=”superintendent” 11. INTERNATIONAL Conference on the Bearing Capacity of Roads, Railways, and Airfields (8°, 2009, Illinois, USA). Effect of a changed climate on gravel roads. 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[ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 107 Effect of marineindustrial environment on reinforced concrete structures with superficial protection of acrylicincorporated mortar Estudio del efecto del ambiente marinoindustrial en estructuras de hormigón armado que poseen protección superficial de mortero con acrílico incorporado Autores CARVAJAL, A. M. Académica Escuela de Construcción Civil Pontificia Universidad Católica de Chile [email protected] JORQUERA, C. 108 ] Constructor Civil PUC, Licenciado en Construcción Pontificia Universidad Católica de Chile Fecha de recepción 06/07/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Resumen Esta investigación presenta análisis y resultados experimentales del comportamiento de recubrimientos superficiales tipo mortero, en probetas de hormigón armado, sometidas a un ambiente agresivo marino-industrial, en un sistema acelerado para observar sus efectos en menos tiempo. De los resultados obtenidos en la inves- tigación, se determinó que el ambiente acelerado marino industrial es más adverso para el hormigón armado que un ambiente marino o industrial por separado. Entre los recubrimientos de mortero con 10%, 15% y 20% de acrílico no se aprecia un comportamiento más ventajoso para el de mayor porcentaje de acrílico, salvo en la primera exposición a cloruros. Palabras clave: Carbonatación acelerada, cloruros, hormigón armado, morteros con acrílico incorporado. Abstract This research provides analysis and experimental results on the behavior of mortar-type superficial coatings, in reinforced concrete specimens exposed to an aggressive marine-industrial environment, in an accelerated system to observe its effects in less time. F rom the res u l ts o b tai n ed i n th e investigation it was found that the marine- industrial accelerated environment is more adverse for reinforced concrete than marine or industrial environments separately. Among mortar coatings with 10%, 15% and 20% acrylic, a more advantageous behavior for the type with highest acrylic percentage is not noted, except for the first exposure to chloride. Key words: accelerated carbonation, chlorides, reinforced concrete. acrylicincorporated mortars páginas: 108 - 115 ] Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 109 1. Introducción Actualmente las estructuras de hormigón están expuestas a ambientes física y químicamente adversos desde la etapa de construcción y los daños causados por estos agentes agresivos afectan la calidad final del hormigón y de la estructura. Dos de los factores más importantes que pueden afectar el comportamiento del hormigón armado son: la corrosión de las barras de acero debido a los iones cloruro y la carbonatación; la resistencia que el hormigón pueda ofrecer ante estos agentes agresivos dependerá, entre otros, de su composición química, de la microestructura de la matriz de cemento y de las condiciones ambientales a las cuales la estructura vaya a estar sometida [10,11,15]. Así, por ejemplo, en ausencia de oxígeno y/o humedad, el proceso corrosivo no se originará o será tan lento que no modificará la vida útil de la estructura [3,4, 7]. Sin embargo, los productos de corrosión ocupan un volumen mucho mayor al del acero, generando presiones expansivas en el hormigón que rodea a la barra de acero provocando el inicio y la propagación de la fisuración [4, 7,13, 15]. Por otro lado, en ambientes con altas concentraciones de gases nocivos, como CO2, SO2, H2S o HF, el ambiente alcalino que el hormigón provee al acero puede desaparecer y por lo tanto la película pasiva que recubre la superficie del acero también puede perderse; la corrosión de las barras de acero es más probable que suceda [9]. Aunque la carbonatación es considerada menos severa que el ingreso de cloruros, es mucho más generalizada porque implica el dióxido de carbono del aire. Además, la carbonatación combinada con el ingreso de cloruros reduce la durabilidad del hormigón, ya que acelera el ingreso de cloruros [14]. De este modo, cuando el hormigón se encuentra carbonatado, la agresividad del ión cloruro se incrementa [7], asimismo, cuando la carbonatación se produce en un hormigón que tiene cloruros, los efectos que producen cada uno se suman, y además, debido a la acción del CO2 sobre las fases sólidas del cemento, los cloroaluminatos se pueden disgregar y dejar libres los cloruros combinados [3]. El contenido de humedad del hormigón tiene un rol importante, ya que favorece la penetración y disolución de los agentes agresivos, y además suministra el medio para que la corrosión progrese [3, 15]. Las tasas de carbonatación más altas se presentan cuando la humedad relativa es mantenida entre 50% y 75%. Bajo el 25% de humedad relativa, el grado de carbonatación es prácticamente insignificante, ya que el CO2 no puede 110 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] reaccionar sin la existencia de un medio líquido; sobre el 75% de H.R., la humedad en los poros restringe la penetración de CO2 [1, 3]. En cuanto a las concentraciones de CO2, en promedio en la atmósfera hay alrededor de un 0.03%. Se ha reportado que en una gran ciudad o una zona industrial el contenido de CO2 podría alcanzar un valor de 0.3% y a veces incluso el 1% [3,9]. El ingreso de iones agresivos o moléculas dentro de los hormigones es gobernado por varios mecanismos de transporte. Básicamente hay cuatro mecanismos de transporte: absorción capilar, difusión, permeabilidad y una mezcla entre absorción capilar y permeabilidad [7]. La difusión a menudo predomina, dado que el transporte es debido a las gradientes de concentración entre la red de poros y el medio ambiente del hormigón [14]. Los tratamientos superficiales en el hormigón son cada vez más usados para limitar la penetración de cloruros y aumentar la resistencia a la corrosión inducida por cloruros de las barras de acero embebidas en hormigón. De acuerdo a Zhang y Buenfeld [16], el perfil de cloruro obtenido provee información de la distribución de cloruros a través de la profundidad del espécimen, dando una medida directa de la penetración de iones cloruro. Hasta ahora no existiría un solo método reconocido para interpretar los perfiles de cloruro en hormigones tratados superficialmente, debido sobre todo al complicado análisis matemático que implicaría. De acuerdo a Aggarwal, Thapliyal y Karade [2] los polímeros son incorporados ya sea como agregado en la mezcla de cemento o usado como aglutinante único. Los materiales que contienen polímeros, cemento y agregados son llamados morteros modificados con polímeros (MMP) u hormigones modificados con polímeros (HMP), mientras que los compuestos hechos con polímeros y agregados son llamados morteros poliméricos (MP) u hormigones poliméricos (HP). Dado que los polímeros son costosos, el primer tipo de aplicación es preferido sobre el último en la mayoría de los casos. Es decir, la elección de estos tipos de productos de protección, dentro de la vasta gama de revestimientos posibles, se debe al hecho que las emulsiones acrílicas incorporadas a pastas de cemento, morteros de revestimientos, así como los sellantes acrílicos, han demostrado, en otras investigaciones realizadas, un aparente buen comportamiento en lo que respecta a la reducción de la porosidad superficial y a la impermeabilidad a líquidos y gases de superficies porosas protegidas con dichos productos [5,8,13]. Sin embargo, hay varias interacciones entre los polímeros y los productos de la hidratación, las cuales dependen del tipo de polímeros y cementos [12]. Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ páginas: 108 - 115 Debido a lo anterior, es importante estudiar y analizar el comportamiento de hormigones locales con el tipo de protección que se desea analizar, ya que las propiedades de los polímeros agregados al cemento varían, dependiendo del tipo de cemento utilizado, por lo que en este estudio se presentan los resultados de las experiencias con cemento local de mayor uso en Chile. betas [29]. Se utilizaron probetas tal como se muestra en Figura 1: Figura 1 Esquema de probeta y distribución de barras 2. Procedimiento experimental 2.1 Descripción de los ensayos acelerados Ambiente marino Las probetas se colocaron en un recipiente de acrílico de dimensiones 0.8 x 0.5 x 0.2 m de polietileno de alta densidad con una solución acuosa de cloruro de sodio (4,27 M NaCl). Este primer proceso se realizó en tres ciclos de semiinmersión y secado. Ambiente industrial Después de salir de las cámaras de penetración de cloruros, y antes de ingresar las probetas a la cámara de carbonatación se realiza el secado de las probetas en estufa por 48 horas a 40ºC. El secado o estabilización del peso es necesario antes de la carbonatación para equilibrar la humedad interna del hormigón con humedad relativa entre 40 a 60% dentro de la cámara de carbonatación. Esta humedad relativa es la adecuada para permitir que haya suficientes poros abiertos para que el gas alcance el interior del hormigón y provea la suficiente capa de agua en los poros para permitir una rápida reacción con el material alcalino. Dosificación de morteros con adición de acrílicos Se fabricó mortero de relación 1:3, compuesto por 1 parte en peso de cemento portland puzolánico grado corriente y 3 partes en peso de arena fina, tamaño máximo 4 mm, de granulometría continua que cumple con lo recomendado en NCh 2256, más la adición de una emulsión acrílica compatible con los álcalis del cemento. Para cuantificar el efecto de incorporación de la emulsión acrílica a la masa de mortero fresco, se utilizaron 3 dosis de adición: 10, 15 y 20% del peso del cemento, lo que, para una misma trabajabilidad, como reducido y consistencia plástica, se logró la dosis de acrílico utilizado con la razón agua-cemento en peso (A/C) del mortero según Tabla 3: Profundidad de carbonatación Luego, para simular el ambiente industrial se utilizaron cámaras saturadas de CO2, cuyo objetivo fue lograr el ataque de este agente agresivo en menor tiempo que el real. Las condiciones de temperatura y humedad relativa del aire se mantuvieron entre los 25 y 26ºC y entre 60 y 65%, respectivamente. Las probetas son cúbicas de 15 cm con una misma dosificación, áridos y tipo de cemento. Se colocaron 8 barras de acero A 63-42 H de diámetro 8 mm con resaltes, embebidos en la mezcla de hormigón en estado fresco, a 2 y 3 cm de cada una de las caras de las probetas y sobresaliendo entre 3 y 4 cm sobre la cara superior para realizar las mediciones de potencial eléctrico. La finalidad de la posición de las barras era tener valores de potencial de corrosión para dos espesores de recubrimiento de hormigón en cada cara de las pro- páginas: 108 - 115 ] Para medir la profundidad de carbonatación las probetas se cortaron en dos mitades mediante una máquina hidráulica cortadora de probetas. Independientemente de las mediciones de profundidad en las probetas cortadas al final del proceso según RILEM [13], se realizaron medidas periódicas de la penetración, perforando la probeta cada 5 milímetros hacia el interior con brocas para hormigón desde 8 mm de diámetro, disminuyendo el diámetro de la broca a medida que se avanzaba, hasta encontrar la coloración fucsia en el polvo extraído con el indicador fenolftaleína. Esta perforación se realizó a una altura de 8 a 10 cm medidos desde la base de la probeta. El desarrollo del proceso de carbonatación se midió a 0, 5, 7 y 14 días para todas las probetas. Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 111 Medidas de potencial de corrosión Se realizaron en cada una de las barras de acero de las probetas, en forma periódica, con un milivoltímetro de alta impedancia con electrodo de referencia Cu/CuSO4, con el fin de analizar el riesgo de corrosión de las armaduras durante las distintas etapas de la investigación 3. Resultados y discusión tienen valores mayores a -350 mV. En cambio, las probetas sometidas a carbonatación después de la primera exposición a cloruros, al día 5 todas tienen potenciales de corrosión menores a -400 mV. En la segunda etapa de penetración de cloruros, los potenciales de corrosión para todos los aceros de las distintas probetas, presentan valores más negativos que -450 mV, lo que indica el estado activo de todos los aceros. No existe diferencia significativa con las probetas patrón, y tampoco existe diferencia para los dos espesores de recubrimiento de hormigón para cada acero. Potencial de corrosión El potencial de corrosión se midió durante el proceso de inmersión y secado a los 0, 1, 4 y 8 días y luego durante el proceso de carbonatación se midió a los 0, 5, 7 y 14 días. Para poder determinar los riesgos de corrosión de los aceros, se utiliza la norma ASTM C876, donde se definen los límites de probabilidad de actividad del acero en función del potencial de corrosión. Entre las probetas que entran a la primera etapa de exposición a cloruros, las probetas patrón comienzan a mostrar potenciales inferiores a -400 mV después del segundo ciclo de inmersión y secado. En cambio todas las probetas con mortero acrílico se mantienen con valores mayores a -300 mV incluso después del segundo ciclo de inmersión en cloruros (etapa I), lo que significa la pasividad del acero en el interior del hormigón. Después del tercer ciclo las probetas con 20% de mortero acrílico son las que poseen un menor riesgo de corrosión al tener un potencial mayor a -250 mV. Los valores de potencial de corrosión de las probetas expuestas solo a carbonatación acelerada al día 14 Valores de potencial de corrosión según espesor de recubrimiento El espesor de recubrimiento de hormigón (2 y 3 cm) en los aceros de cada probeta no fue una variable a través de la cual se pudiera observar diferencias de valores en el potencial de corrosión. Este mismo comportamiento se repitió en cada una de las etapas. Según esto, la diferencia de recubrimiento entre 2 y 3 cm no aporta mayor protección a los aceros en las probetas de hormigón armado. Profundidad de carbonatación El avance de la carbonatación se midió a los 0, 5, 7 y 14 días de exposición, para esto se utilizó el polvo extraído de la perforación con taladro y se determinó mediante el indicador fenolftaleína. Se pudo apreciar que entre las probetas no existe una diferencia importante en relación a las profundidades de carbonatación al término del ensayo. Sin embargo, Figuras 2 y 3 Potencial de corrosión por exposición a cloruros y carbonatación, Etapa I 112 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ páginas: 108 - 115 Figura 4 Valores de potencial de corrosión en la segunda etapa de penetración de iones cloruro en los primeros días de exposición, el mortero que contiene 20% de acrílico, muestra un mejor comportamiento frente al ataque de cloruros y posterior proceso de carbonatación. Potencial de corrosión (mV) Las que presentarían un mejor comportamiento son las probetas con 20% de acrílico en los primeros 7 días de exposición a carbonatación acelerada. Hasta el día 7 el patrón presenta menor protección a la acción del CO2. Sin embargo, entre los hormigones recubiertos con mortero acrílico y aquellos que no lo contienen, prácticamente no existe diferencia al día 14 de exposición, después de haber estado en el proceso de penetración de cloruros. Figura 5 Relación directa entre el análisis de profundidad de carbonatación por polvo extraído con taladro y el corte de probeta. (Ambas con indicador fenolftaleína) En la Figura 5 se muestran los resultados de las profundidades de carbonatación tanto por extracción de polvo con taladro como la obtenida al final del proceso mediante corte de la probeta y posterior aplicación de fenolftaleína. Los resultados permiten deducir que las mediciones hechas con taladro comparadas con las probetas cortadas por la mitad son muy parecidas. Este resultado puede tener una buena proyección para el diagnóstico de estructuras reales. Comparación de potenciales de corrosión entre probetas sometidas a carbonatación y a cloruros+carbonatación Las Figuras 6 y 7 muestran las diferencias notables en valores de potencial cuando hay exposición solo a carbonatación y cuando además hay exposición a cloruros. Figuras 6 y 7 Comparación de potenciales de corrosión entre probetas sometidas solo a carbonatación y cloruros + carbonatación páginas: 108 - 115 ] Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 113 Variación de peso durante el proceso de investigación Figura 8 Probeta 1: 15%: -354 mV Figura 9 Probeta 2: 15%: - 608 mV Todas las probetas eran pesadas antes y después de cada etapa, por lo anterior se pudo determinar que las probetas que aumentaron en mayor porcentaje su peso fueron las probetas patrón, seguido por las de 10%, 15% y 20%, dándose una lógica en estos valores, lo que sugiere que es un posible método de comparación del comportamiento de un hormigón frente a los distintos ambientes agresivos. Lo anterior se puede apreciar en la Tabla 1. La penetración de cloruros por difusión es menor para las probetas que tienen mortero con 20% de acrílico, y todas las probetas tienen resultados esperables ya que el patrón presenta mayor diferencia de peso, seguido de las que tienen 10% de acrílico, luego las de 15% y por último las de 20% de acrílico incorporado en el mortero. Esta situación podría deberse a que estando con mayor cantidad de cloruros proveniente de la primera etapa, la siguiente etapa de exposición a carbonatación las probetas se encuentran con los poros saturados de cloruro, como es el caso de los patrones, en los que no se registra diferencia de masa por carbonatación porque ha habido un aumento notable de masa debido a la primera etapa de penetración de cloruros. Comparación entre la penetración de cloruros y los valores de potencial de corrosión En las Figuras 8 y 9 se aprecia la penetración de cloruros una vez finalizados los procesos descritos anteriormente. Para esto las probetas fueron partidas por la mitad, una de las cuales se utilizó para medir la penetración de cloruros y la otra para medir la profundidad de carbonatación. En cuanto a la penetración de cloruros, es posible relacionar los valores de potencial de corrosión más negativos, que corresponden a los aceros de probetas que tienen mayor profundidad de penetración de cloruros. Como ejemplos, las probetas que resumen el comportamiento frente a los reactivos: nitrato de plata y cromato de potasio. Coloración oscura indica que no ha penetrado cloruro, en cambio blanco indica que sí hay cloruros hasta esa profundidad. En la probeta 2 se puede notar que a la profundidad donde se ubican los aceros todo está con coloración blanca y solo queda un mínimo sector central con coloración oscura. 4. Conclusiones En el ambiente marino industrial acelerado se presenta una mayor agresividad que en el ambiente también acelerado, marino e industrial por separado. Aunque es un fiel reflejo de la realidad, es interesante notar que en un tiempo mínimo de 20 días se ha logrado emular el comportamiento real de las estructuras, que demora muchos años en el proceso de despasivación y corrosión del acero. En forma rápida se puede investigar un tipo de recubrimiento y compararlo con otros. Es un método de referencia para futuras pruebas de calidad de los materiales Entre los morteros con 10%, 15% y 20% de acrílico no se aprecia un comportamiento más favorable para el de mayor porcentaje de acrílico, salvo en la primera Tabla 1 Variación de peso durante todo el proceso 114 ] Patrón Probeta 10% Probeta 15% Probeta 20% Peso inicio investigación (kg) 8.320 10.340 10.530 10.820 Peso final investigación (kg) 8.816 10.857 10.992 11.208 Δ de peso (kg) 0.496 0.517 0.462 0.388 Δ % de peso +5.96 +5.00 +4.39 +3.59 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Carvajal, A. M. - Jorquera, C. [ páginas: 108 - 115 exposición a cloruros, en que al término de esta etapa las probetas con 20% de acrílico tienen un valor de potencial de corrosión menos negativo que el resto. Esto es interesante, ya que el acrílico en mayor porcentaje es solo más costoso pero no más protector. Las mediciones realizadas con taladro y comparadas luego con las probetas abiertas coinciden casi en un 100%, por lo que se puede concluir que es posible hacer un diagnóstico de una estructura por carbonata- Referencias 1. ACI Committee 201. Guide to durable concrete. 2001. 2. Aggarwal L.K, Thapliyal P.C, Karade S.R. Properties of polymer-modified mortars using epoxy and acrylic emulsions. Construction and Building Materials 21 2005, pp. 379-383. 3. 4. 5. 6. Barrera H., Pérez H., Sandoval R. La Carbonatación en edificios de Santiago. www.seconstruye.com/jh2003/ PDF/trabajos/HugBar_HorPer_RamSan.pdf Barrera H., Henríquez S., Salgado D. Influencia del cemento y sus adiciones en la corrosión del acero de hormigón armado. www.seconstruye.com/jh2003/PDF/ trabajos/HugBar_SerHen_DieSal.pdf Carvajal A., Barros E., Vera R.: “Estudio de efectividad de recubrimientos protectores superficiales contra la carbonatación, en viviendas de hormigón armado semipermeables” en memorias de congreso CONPAT 2003. México. Carvajal A., Benavides F., Silva C., Valiente J. y Venegas A.. Estructuras portuarias de hormigón armado en Chile. Tesis (Memoria para optar al titulo de Constructor Civil). Santiago, Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Construcción Civil, 2003. 7. Carvajal A., Catinello F., Lagos R. Estudio de morteros con acrílicos incorporados y pinturas acrílicas, aplicadas sobre hormigón armado para ambientes marinos e industriales. Incidencia en su durabilidad mediante ensayos acelerados. Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Construcción Civil, 2005. 8. Carvajal A., Vera R. “Recubrimientos con hidrorrepelente, una alternativa de análisis” en memorias del congreso Colloquia 2001, Madrid, España, pp. 123-132. páginas: 108 - 115 ] ción, basándose en la perforación con taladro en zonas intermedias de los paramentos verticales. Las mínimas diferencias registradas en los potenciales de corrosión para acero que se encontraban a 2 y 3 cm de la superficie, permiten deducir que para la distancia de 3 cm existe mayor costo involucrado, pero al parecer no mayor protección, al menos, cuando las probetas están protegidas con recubrimiento tipo mortero con acrílico incorporado. 9. Chang J, Yeih W, Huang R, Chen C. Suitability of several current used concrete durability indices on evaluating the corrosion hazard for carbonates concrete. Materials Chemistry and Physics 84 2003, pp. 71-78. 10. Moon H.Y, Shin D.G, Choi D.S. Evaluation of the durability of mortar and concrete applied with inorganic coating material and surface treatment system. 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Caminos, Canales y Puertos, Universidad Politécnica de Valencia Camino de Vera s/n, 46022 Valencia, España [email protected] YEPES, V. Dr. Ingeniero de Caminos, Profesor Titular de Universidad ICITECH Universidad Politécnica de Valencia Camino de Vera s/n, 46022 Valencia, España [email protected] 116 ] Fecha de recepción 26/08/2010 Fecha de aceptación 01/12/2010 Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Resumen El artículo describe una metodología de actuación para llevar a cabo el control dimensional y de replanteo de elementos prefabricados tridimensionales singulares. La propuesta permite una optimización de los recursos y de las técnicas topográficas, reduciendo el tiempo en la recogida y análisis de datos para tomar decisiones a un ritmo tal que no obstaculice el avance de la obra. Fundamentalmente, se reduce el tiempo necesario para comprobar las dimensiones y replantear las coordenadas en tres dimensiones de las piezas singulares, tanto en recepción como en ensamblaje y posicionamiento. Para mostrar la aplicabilidad de la propuesta, se ha implementado el protocolo a una obra de edificación de singular complejidad, especificando las técnicas, aparatos y útiles utilizados, algunos de ellos específicamente diseñados al efecto. Palabras clave: Control geométrico, estructura, prefabricación, proceso, replanteo, topografía. Abstract This article describes a methodology to perform the dimensional control and layout of unique three-dimension prefabricated elements. The proposal allows optimizing topographic techniques and resources, reducing the time to collect and analyze data for decisions to be made at such a rate that the progress of the work is not affected. Essentially, the necessary time to check dimensions and lay out threedimension coordinates for unique parts is reduced, both at reception, assembly and placement. For the feasibility of the proposal to be shown, the protocol has been implemented to a very complex building by specifying the techniques, devices and utensils used, some of them specifically designed to this effect. Key words: Geometric control, structure, prefabrication, process, layout, topography. páginas: 116 - 125 ] Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 117 1. Introducción La utilización de elementos prefabricados en la edificación constituye una realidad en el sector de la construcción. No obstante, cuando se trabaja con estructuras singulares, no habituales en la arquitectura convencional de edificios en altura o naves industriales, aparecen problemas adicionales al tratarse, generalmente, de una prefabricación “por encargo” que no sigue los cauces habituales de producción y entrega. Si se trabaja con elementos prefabricados metálicos tridimensionales singulares, los problemas de control y de replanteo crecen en complejidad. Para realizar la comprobación dimensional y de replanteo de estructuras metálicas a partir de piezas fabricadas en taller, basta con el empleo de instrumentos topográficos de precisión convencional, debido a que las piezas presentan una dimensión predominante, estando contenidas en un único plano. Por ello que no se requieren grandes exigencias de tolerancia dimensional de las piezas para su montaje. Cuando las piezas no se encuentran contenidas en un plano, los errores dimensionales y de replanteo aumentan considerablemente tanto en la fábrica como en la recepción, en el ensamblaje en obra y en la colocación. Esta situación provoca un consumo excesivo de recursos, con requisitos de precisión muy elevados que demandan un sistema de comprobación dimensional y de replanteo que garantice que el personal en fábrica y en obra realice todas sus tareas de producción y control de acuerdo con un protocolo preestablecido; exige la aplicación de técnicas topográficas y metrológicas apropiadas y, por último, requiere la utilización de equipos de medida adecuados para cumplir con los requisitos exigidos. Teniendo en cuenta este escenario, la investigación descrita en el presente artículo pretende establecer un protocolo de actuación para llevar a cabo el control dimensional y de replanteo de elementos prefabricados tridimensionales singulares. Este protocolo está limitado a la obra, tanto en sus fases de recepción, ensamblaje y posicionamiento. Con todo, la metodología propuesta puede aplicarse a cualquier tipo de actuación que conlleve la utilización de elementos prefabricados. Un objetivo secundario es mostrar la aplicación de este protocolo a una obra de singular complejidad, especificando las técnicas, aparatos y útiles utilizados, algunos de ellos novedosos. Las ventajas de la propuesta pasan por la optimización de los recursos en la recepción, el ensamblaje y el posicionamiento de piezas singulares. Fundamentalmente, se reduce el tiempo necesario en la comprobación dimensional y de replanteo de las coordenadas de las piezas. El desarrollo es viable gracias a la utilización de tecnologías de última generación 118 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] disponibles y a prototipos de útiles específicamente diseñados al efecto. 2. Estado del arte El sector de la construcción es conocido por ser tradicionalmente poco innovador (Shenhar and Dvir, 1996; Blayse and Manley, 2004; Pellicer et al., 2010). Sin embargo, la construcción como actividad tecnológica ha evolucionado a lo largo del tiempo. Los materiales, por ejemplo, se han ido perfeccionando desde el uso del barro, la piedra, el ladrillo y las primeras argamasas, pasando por el empleo del acero, el vidrio y el hormigón, hasta dar el salto a los sofisticados componentes que existen actualmente en el mercado (Gann, 2000). Por otra parte, la construcción también ha requerido con el paso del tiempo un conocimiento crecientemente intensivo aplicado a la resolución de problemas cada vez más complejos (Ferrada y Serpell, 2009). Según Koskela (1992), una de las principales innovaciones en la construcción del último siglo es la fuerte industrialización de la edificación, con un punto crítico motivado por la aparición del hormigón prefabricado (Gann, 2000). Tanto es así que algunos autores consideran la construcción como un proceso de ensamblaje de materiales y componentes (Gann, 1996; Gibb, 2001; Winch, 2003). La prefabricación en la edificación se ha multiplicado en las últimas décadas, sobre todo en los países más avanzados (Koskela, 1992; Gann, 1996; Warzawski, 1999; Gann, 2000; Monjó Carrió, 2005). Su mayor coste unitario inicial ha disminuido debido a la producción industrial en serie. El diseño de las piezas lo controlan los proveedores de productos, que han buscado cierta normalización para incrementar la compatibilidad entre las piezas, siguiendo tendencias similares a las adoptadas previamente por otras industrias (Gann, 1996; Warzawski, 1999; Winch, 2003). Este cambio de paradigma hacia la edificación industrializada ha provocado la aparición de problemas de control dimensional de los elementos prefabricados, tanto en su ensamblaje y como en su posicionamiento en obra. Esta cuestión, resaltada por primera vez por Burgess y Bodapati (1967), fue elaborada con mayor detalle por Burgess (1972) y por López Baillo (1974). En estos trabajos se afirma que, a pesar de una fabricación precisa, las dimensiones teóricas de diseño se encuentran alejadas de los requerimientos, siendo muy difícil el ajuste y posterior posicionamiento de las piezas en la obra. Por lo tanto, debe tolerarse un grado suficiente de imprecisión dimensional, tanto en fabricación como en posicionamiento. No obstante, si los errores de tolerancia no se mantienen dentro de los límites prefijados, pueden aparecer problemas graves que afecten no solo Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ páginas: 116 - 125 a la eficiencia del proceso de ensamblaje, sino también a la resistencia y comportamiento del edificio. Estas dificultades pueden provocar consecuencias graves de índole: (a) operativa; (b) resistencia y comportamiento estructural; (c) aceptación visual; y (d) sobrecoste. López Baillo (1974) incide especialmente en la importancia del coste económico. La tolerancia, pues, se convierte en un concepto básico a tener en cuenta. Puede definirse como el intervalo de valores en que debe encontrarse una dimensión para que se acepte como válida, lo que da lugar a la aceptación o rechazo de la pieza (Jeang, 1997; Madsen, 2003). El objetivo de los márgenes de tolerancia es el de admitir una holgura para las imperfecciones en la manufactura de los componentes, pues la precisión absoluta es imposible desde un punto de vista práctico (Zhang y Huq, 1992; Jeang, 1997). Además, si se disminuye el intervalo de tolerancia, la pieza es más difícil de producir y, por lo tanto, su coste se incrementa. Tampoco es admisible una tolerancia excesiva que producirá desperdicio de piezas y, por consiguiente, también sobrecoste. La producción industrial de componentes debe cumplir, por lo tanto, con una serie de requisitos de diseño (Geddam y Kaldor, 1998): (a) tolerancias dimensionales estrictas definidas a priori; (b) precisión geométrica; y (c) buen acabado. El tamaño final debe cumplir los requisitos de tolerancia dimensional establecidos de acuerdo con la precisión geométrica y el acabado superficial. Estos tres requisitos suelen interrelacionarse, de modo que cada uno de ellos puede afectar a los demás. Con el fin de evitar las nefastas consecuencias que puede tener una imprecisión fuera de tolerancia, Burgess (1972) propone que se establezcan procedimientos de control dimensional rigurosos, tanto en la fábrica como en la obra. Los primeros (referentes a la fabricación), son los que pueden encontrarse en cualquier proceso de manufactura mecánica (Groover, 2006; Kalpakjian y Schmid, 2006). Respecto al control dimensional en obra, Burgess (1972) plantea la consideración del procedimiento de control dimensional, combinado con los instrumentos de medida y las técnicas disponibles. Este autor reconoce la labor escasa, si no nula, realizada hasta ese momento en el aspecto metodológico. En cualquier caso, la combinación de las tecnologías de la información y los sistemas de posicionamiento tridimensional abre una vía hacia una integración entre el diseño, la fabricación y el suministro de piezas prefabricadas, su montaje en obra, posicionamiento y colocación definitiva. La presente propuesta constituye, por lo tanto, un paso hacia el establecimiento de un sistema espacialmente integrado de la construcción, tal y como ha sido descrito por Bernold (2002). 3. Proceso de control dimensional y de replanteo 3.1. Metodología general Se propone un proceso de control dimensional y de replanteo basado en la recepción y el posicionamiento. Cada una de estas fases puede subdividirse en seis subfases (idénticas para las dos fases previamente definidas): (1) determinación de la precisión geométrica; (2) selección de la instrumentación y técnicas topográficas; (3) elección de los puntos de control; (4) colocación de la pieza; (5) comprobación de la pieza; (6) decisión. La Tabla 1 esquematiza las fases y subfases del proceso. En los epígrafes siguientes se describen con detalle cada una de ellas. Tabla 1 Fases y subfases del proceso de control dimensional y replanteo Fases Subfase 1. Recepción 2. Posicionamiento 1.1 Determinación de la precisión geométrica 2.1 1.2 Selección de la instrumentación y técnicas topográficas 2.2 1.3 Elección de los puntos de control 2.3 1.4 Colocación de la pieza 2.4 1.5 Comprobación de la pieza 2.5 1.6 Decisión 2.6 páginas: 116 - 125 ] Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 119 3.2 Recepción El control dimensional de recepción tiene por objetivo principal garantizar el cumplimiento de las especificaciones dimensionales de la pieza a su llegada a la obra. Esta garantía se logra controlando las especificaciones dimensionales y rechazando aquellas que incumplen las tolerancias especificadas en el proyecto. De este modo se asegura el ensamblaje de las piezas y se definen las tolerancias finales. El ensamblaje consiste en unir varios elementos consecutivos de una sección de la estructura, a nivel de suelo, con el propósito de levantar un elemento de mayor tamaño. Todas las comprobaciones dimensionales se realizan de forma relativa, sin existir en esta fase una vinculación con el resto de la estructura. Tanto la fase de recepción como la de posicionamiento se pueden descomponer en las siguientes subfases: 1. Determinación de la precisión geométrica para este tipo de pieza, según esté fijada en el proyecto y la normativa vigente. 2. E l e c c i ó n d e l a i n s t r u m e n t a c i ó n y m é t o d o s topográficos, dependiendo del tipo de pieza y de las tolerancias exigidas en el proyecto. Esta elección debe determinar si la precisión de las mediciones es suficiente para asegurar que la estructura final esté o no dentro de la tolerancia exigida. 3. Elección de los puntos de control: se determinan los puntos de la pieza más significativos para el control y posicionamiento, que tendrán importancia posterior para el montaje. 4. Colocación de las piezas en el lugar donde se va a realizar la comprobación dimensional. 5. Comprobación dimensional. 6. Decisión sobre si la pieza comprobada en conjunto con las piezas a las que se va a ensamblar cumplen las tolerancias esperadas, o se compensan errores al conectar unas piezas con otras. En caso de incumplimiento, el proceso se retroalimenta, corrigiendo los errores y realizando de nuevo las subfases anteriores. de acuerdo con los planos de montaje en su posición correcta. La conexión definitiva es la operación en la que se coloca el sistema de sujeción final. Antes de proceder a la unión definitiva se debe asegurar que la estructura cumpla los requisitos de calidad impuestos por el proyectista (condiciones geométricas, planeidad, ortogonalidad, tolerancias respectivas, verticalidad, horizontalidad de las uniones, elementos, etc.). Las seis subfases previamente definidas para el replanteo coinciden también en la fase de posicionamiento. Respecto a la comprobación dimensional, una vez colocada la pieza en su posición hay que realizar controles de orientación que incluyen el paralelismo, la perpendicularidad y, en algunos casos favorables, la oblicuidad. El paralelismo puede ser una condición de superficie, equidistante en todos los puntos de un plano dado, o bien una condición de eje, equidistante a lo largo de su longitud de uno o más planos o de un eje. En el caso del paralelismo, la superficie controlada se debe mantener entre dos planos paralelos separados por la tolerancia correspondiente. La zona de tolerancia debe ser paralela al plano teórico definido. La perpendicularidad es la condición de una superficie, de un eje, o de un plano del centro, que esté a 90º. La angularidad es la condición de una superficie, de un eje, o de un plano del centro en una especificación de ángulo, con excepción del plano paralelo o perpendicular a uno teórico o a un eje teórico. La superficie controlada debe entrar entre dos planos paralelos separados por la tolerancia de la oblicuidad. La zona de la tolerancia debe estar especificada en un ángulo básico al plano teórico. Respecto a la última subfase, la acumulación de tolerancias permite una evaluación de la calidad del montaje de las piezas. La información obtenida del cálculo de la acumulación de tolerancias es numérica, y es una característica geométrica (distancia). Una vez que se ha calculado la acumulación de tolerancias, la información obtenida se puede utilizar para determinar si deben cambiarse las dimensiones o las tolerancias. Al montar piezas de la estructura hay un ajuste, que es la cantidad de juego o interferencia resultante de tal montaje. 3.3 Posicionamiento El montaje es el proceso mediante el cual se emplaza cada pieza en su posición definitiva dentro de la estructura. Estas piezas suelen ser metálicas o de hormigón estructural. Para el montaje se necesitan diferentes equipos de trabajo y maquinaria. Las etapas habituales son: (1) ordenación de las piezas; (2) traslado al frente de trabajo; (3) preensamblaje; (4) montaje; (5) posicionamiento; (6) conexión definitiva. El posicionamiento, por otra parte, consiste en la colocación de la pieza de la Construcción 120 ] Revista Volumen 9 No 2 - 2010 ] 3.4 Tipos de elementos Los elementos pueden ser lineales, bidimensionales y tridimensionales. El eje de una curva define las piezas lineales, por lo que en el proceso de comprobación dimensional se determina si el eje teórico de la pieza se encuentra dentro de la tolerancia con respecto al eje real. En este elemento se define el posicionamiento del punto inicial (punto que se vincula a la estructura) Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ páginas: 116 - 125 y el punto final (punto en el que una vez vinculada a la estructura se vinculará el resto de piezas) en coordenadas relativas. S5 sirve, a su vez, de arriostramiento de la pieza 3/4/5. Las Figuras 2, 3 y 4 muestran una vista aérea del arco S5 y una vista en la bancada de control geométrico. Los elementos superficiales son piezas planas de espesor constante. Se definen mediante una serie de planos que se referencian respecto al plano medio de la pieza. Este plano queda fijado por: (a) tres puntos singulares de la pieza, situados en el plano medio o en cada una de sus caras; (b) por un eje de la pieza y un punto singular situado fuera del mismo; o bien, (c) por dos ejes que se cruzan. En el proceso de comprobación dimensional se considera: La fabricación en taller del elemento S5 viene condicionada por la obtención de una pieza indeformable de las mayores dimensiones posibles. La deformación de este arco debe ser menor de 2 mm. Las tolerancias exigidas son superiores a las fijadas por la normativa española del Código Técnico de la Edificación (CTE, 2009) y por la europea del Eurocódigo (EC3, 1996). Así, la tolerancia requerida en los puntos de las orejetas es de ±5 mm. Para el control geométrico en obra, se fija la tolerancia de los ejes de la orejeta en ±1 mm, para lo cual –con los aparatos topográficos disponibles– se utiliza un instrumental que disminuye el error de la estación total en tres veces. La comprobación dimensional verifica la geometría de los diferentes puntos que definen la pieza mediante un levantamiento topográfico, verificándose el resto de puntos para fijar los puntos de conexión con el resto de los elementos estructurales. Esta segunda comprobación presenta una exigencia en la tolerancia significativamente mayor, pues fija el eje de rotación de las piezas móviles. La precisión geométrica del eje de las 1. El plano medio teórico de la pieza con respecto al su plano medio real en coordenadas relativas. 2. El paralelismo o la condición de oblicuidad existente entre sus caras. 3. El posicionamiento de los puntos de vinculación con el resto de la estructura en coordenadas relativas. Las piezas tridimensionales se definen mediante los puntos pertenecientes a la superficie que configuran su volumen. El conjunto de las piezas crean una única pieza tridimensional estructural. Este elemento se define por el posicionamiento relativo de sus puntos singulares. Para ello en el proceso de comprobación dimensional se determina el posicionamiento de los puntos de vinculación con el resto de la estructura en coordenadas relativas. Los arcos quedan determinados por su directriz y en cada una de las secciones de su generatriz se indican los puntos que definen la sección. Figura 1 Vista aérea del Ágora en construcción (Fuente: BECSA) 4. Aplicación práctica En este epígrafe se muestra el método desarrollado para el control dimensional y replanteo aplicado a una obra singular como es el Complejo del Ágora en la Ciudad de Las Artes y Las Ciencias de la ciudad de Valencia (véase la Figura 1), diseñada por el arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava. La iniciativa se planteó como un proyecto de innovación susceptible de ser certificado mediante la norma UNE 166002 (Pellicer et al., 2008; Yepes et al., 2010). A continuación se indica la aplicación del procedimiento al seguimiento del montaje del tipo de piezas más complejas de la obra, denominadas S5, así como las técnicas topográficas utilizadas (resumidas en la Tabla 2). Las piezas S5 corresponden al arco fijo sobre el que arrancan las orejetas que definen el eje de giro de una serie de piezas móviles que se sitúan en la parte superior de la estructura del Ágora. Estas piezas móviles se unen también en su vértice inferior a un arco que hace mover la estructura móvil a partir de un gato hidráulico. El arco páginas: 116 - 125 ] Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 121 orejetas viene condicionada por la rotación de la pieza móvil, que se realiza sobre unas arandelas excéntricas que permiten ajustar la posición del eje de la pieza con un error de ±1 mm. Respecto a los instrumentos y técnicas topográficas, para esta pieza se utiliza la estación total de precisión 1” y 1 mm± 1 ppm. Además, se emplea un útil específico que permite reducir tres veces el error en la medición. En las Figuras 5 (fotografía) y 6 (gráfico) se observa un cilindro que materializa el eje de la pieza móvil que se sitúa sobre las orejetas. El prisma perpendicular horizontal permite comprobar errores en paralelismo de las orejetas en la dirección X global de la estructura del Ágora. El prisma perpendicular vertical verifica el cabeceo del útil, que marca el paralelismo en dirección Z global de la estructura. El útil está calibrado con un error máximo en las mediciones de cada dirección de 0.2 mm. Tabla 2 Proceso de control dimensional y replanteo aplicado a la pieza S5 Definición del elemento Elemento tridimensional en arco (pieza S5) Determinación precisión geométrica Tolerancia de posicionamiento de eje de orejetas ±1 mm Tolerancia de posicionamiento de orejetas ±5 mm Instrumentación y técnicas topográficas Estación total de precisión 1” y 1 mm± 1 ppm Libreta electrónica Puntos de control Cuatro puntos de control de boca de conexión Cuatro puntos por orejeta Dos puntos de control en eje de orejeta Colocación de la pieza Sobre solera nivelada Comprobación de la pieza Mediante levantamiento topográfico evaluado en libreta electrónica Decisión Si se encuentran dentro de tolerancia, se aceptan En caso contrario, se corrigen mediante corte o soldadura suplementaria En el caso del eje de la orejeta, si no cumple, se rechaza la pieza Figura 2 Arco S5 en la bancada de control geométrico (Fuente: BECSA) 122 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 ] Figura 3 Vista aérea del arco S5 colocado en su posición definitiva (Fuente: BECSA) Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ páginas: 116 - 125 Figura 4 Arranque del arco S5 apoyado sobre las piezas 3/4/5 (Fuente: BECSA) Además se fijan los elementos que se deben unir al resto de elementos estructurales. Se utilizan los puntos en las bocas que se van a empalmar con otros tramos y el resto de puntos de conexión de estos arcos con otras piezas. En definitiva, los puntos de control son: • Cuatro puntos de control en cada boca de conexión. • Cuatro puntos de control en las orejetas (cada pareja de puntos materializa el punto del eje de giro de la lama), para el control del paralelismo tanto en alzado como en planta. • En el caso de conexión con los pórticos transversales con la pieza Tipo 3/4/5 se toman los 3 puntos que definen este plano de situación del pórtico. Una vez definido el sistema de coordenadas cuyo origen es el centro del punto de conexión con el resto de la estructura, se fija un sistema de referencia relativo a la pieza. Para un correcto control es necesario obtener una representación tridimensional; para ello se marcan todos los elementos que representan un entorno de la pieza. Figura 5 Fotografía del útil empleado para el control geométrico y replanteo (Fuente: BECSA) páginas: 116 - 125 ] Las piezas se colocan sobre una solera debidamente nivelada que garantice la correcta comprobación dimensional de la pieza antes de su montaje de forma que sea accesible a todos los puntos de control. Una vez realizado el levantamiento topográfico, y debido a la configuración tridimensional, se analiza mediante una aplicación informática específica todos los puntos que define la pieza, comprobando en este punto la desviación existente entre los puntos fijos de la pieza y los puntos tomados mediante el levantamiento. En este caso, se comprueba la coplaneidad de las orejetas, por Figura 6 Croquis del útil empleado para el control geométrico y replanteo (Fuente: BECSA) Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 123 parejas, de modo que se permita un correcto ensamblaje, posicionamiento y funcionamiento posterior de las lamas. La decisión sobre la aceptación o rechazo de la colocación de la pieza se realiza tras la comprobación en obra. En el caso de las orejetas, si el error de paralelismo es superior a la tolerancia establecida de ±5 mm, se desmontan y se vuelven a montar comprobando que se ha reducido el error anterior. Tras esta comprobación ya puede montarse la pieza, que se puede ajustar bajando a ±1 mm mediante arandelas excéntricas. 5. Conclusiones La investigación descrita se enmarca en el ámbito del desarrollo de tecnologías, sistemas o procesos constructivos eficientes que permiten garantizar mayores niveles de calidad y seguridad en la construcción, mejorando la competitividad en el sector. En este sentido, la industrialización de la construcción racionaliza los procesos constructivos, reduce sus tiempos de ejecución, los riesgos laborales, el impacto ambiental y los recursos necesarios. La propuesta plantea una metodología encaminada al control de las dimensiones y al replanteo de elementos prefabricados tridimensionales singulares, en dos fases básicas: recepción de las piezas y posicionamiento de de la Construcción 124 ] Revista Volumen 9 No 2 - 2010 ] las mismas en la obra. Cada una de ellas se descompone en seis subfases: (1) determinación de la precisión geométrica según proyecto y normativa; (2) elección de la instrumentación y métodos topográficos; (3) elección de los puntos de control; (4) colocación de las piezas en el lugar donde se va a realizar la comprobación dimensional; (5) comprobación dimensional; y (6) decisión sobre si la pieza cumple con las tolerancias esperadas. El proceso se retroalimenta y se corrigen los errores. Este procedimiento permite optimizar los recursos y las técnicas topográficas, reduciendo el tiempo en la recogida y análisis de datos para tomar decisiones con una rapidez tal que no obstaculizara el avance de la obra. La propuesta reduce el tiempo empleado en la comprobación dimensional y el replanteo de las coordenadas de las piezas singulares, tanto en recepción como en ensamblaje y posicionamiento de las mismas. Además, la metodología propuesta es generalizable al resto de procesos necesarios en la fabricación y montaje de elementos prefabricados. Agradecimientos Los autores quieren agradecer a la empresa BECSA, en general, y al equipo de obra, en particular, la ayuda prestada en todo momento para poder desarrollar la metodología descrita. Estos trabajos forman parte de los contratos de apoyo tecnológico UPV-20050921 y UPV-20080629. Vea, F. J. - Pérez, J. - Pellicer, E. - Yepes, V. [ páginas: 116 - 125 Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Bernold, L.E. 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[ Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 125 TITULADOS 2010 Esteban Enrique Aceituno Valera Pablo Ernesto Adaos Ugalde Miguel Alonso Alarcón Peña Constanza Ester Alvarado Vera Jorge Andrés Andaur Vera Paulo Andrés Araya Curutchet Pablo José Ignacio Arzola González Gustavo Andrés Avilés Carrasco Carlos Andrés Banda García Maximiliano Ariel Barría Faulbaum Fernando José Barroilhet Diez César Antonio Bianchi Morales Claudio Ignacio Bravo Gómez Daniel Andrés Cáceres Montenegro Eduardo Andrés Cáceres Venegas Patricio Emilio Campos Álvarez Mejor proyecto tesis Daniel Camposano Quinteros Felipe Javier Caraves Aguirre Diego Ignacio Carrillo Sandrock Miguel Ángel Castro Díaz Pamela Karena Castro González Bárbara Carolina Castro Rojas Rubén Gerardo Castro Sazo Cristián Eduardo Cepeda Bernal Cristóbal Rodrigo Cid Cardenas Claudio Andrés de la Iglesia Caro Guillermo Andrés Dibarrart Durán Moisés Agustín Domecq Musiate Tatiana Macarena Espinoza Cortés Diego Andrés Esteban Arellano Blanca M. Estolaza Torrent Mejor examen de título Sebastián Alejandro Fernández Olea Gonzalo Andrés Fierro Osorio Paula Elizabeth Flores Fontaine Sebastián Andrés Flores Ortiz Felipe Eduardo Fuentes García Andrea Patricia Fuentes Rovirosa Ana María García González Cristhian Javier Gómez Campos José Domingo Gómez Carmona Francisco Javier González Artigas Gherardo Andrés González Gutiérrez Jorge Cristián González López Francisca Paz González Salcedo José Vicente González Santibáñez Mejor titulado Johanna Nataly González Vásquez Erika Daniela Gutiérrez Ballesteros Cristopher Andrés Henríquez Helqui Alejandra Daniela Herrera Castro Felipe Andrés Julio Saldívar 126 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Richard Andrés Lagos Conejeros Pablo José Larraín Rochefort Cristián Ignacio León Flores Nathaly Francisca Lizama Escobar Diego Alejandro Lizama Farías Claudia María López Carreño Eugenio Nicolás Luna Nesvara Juan Pablo Cristián Maldonado Feris María José Mancilla Mella Jorge Esteban Markusovic Cvitanic Cristian Ignacio Mella Otárola Marcel Alexander Méndez Alfaro Tomás Alejandro Meneses González Alexander Nicolás Moraga Gutiérrez Marco Andrés Morán Cuevas Nicolás Alejandro Moreno Cornejo Nicolás Iván Moreno Muñoz Óscar Andrés Muñoz Perloz Mario Waldo Muñoz Vargas Claudia Andrea Norambuena Troncoso Rodrigo Eduardo Ojeda González Pamela Andrea Olavarría Véliz Claudio David Ormeño Vásquez Daniela Alejandra Osses Valenzuela Laura Fabiola Painen Huanquilef Sebastián Andrés Palomino Olmedo Mario Alberto Paredes Alvarado Jaime Ignacio Paris Yon Camila Soledad Parra Cuadra Miguel Ángel Pavez Ahumada Alejandro Horacio Pérez Landeros Vicente Jorge Salvador Pérez Olguín Christián Salvador Pino Pino María Jesús Portilla Correa César Rodrigo Prado Yáñez Nicolás David Rey Herrera Rodrigo Diego Ríos Gálvez Rodrigo Fernando Ríos Molina Jorge Andrés Rojas Duarte Alejandro José Rojas Merello Claudia Andrea Rojo Mellado Sergio Orlando Salazar Parada Bárbara Ariett Salvo Muñoz Juan Carlos San Martín Lecaros Emilio Gonzalo Sánchez Vivanco Pedro Pablo Silva Espinoza Iván Antonio Silva Granifo Diego Fernando Silva Mujica Gabriel Osvaldo Tapia Aedo María José Tapia Araya Mejor egresado Olga Francisca Vásquez Morales Roberto Valentino Venegas López Pilar Nicole Vetterlein Perona René Eduardo Vidal Cazaux Verónica Andrea Villar Muñoz María Consuelo Zapata Fariñas Miguel Ángel Zapata Mella Daniela Andrea Ubilla Carvajal Ricardo Jesús Valderrama Prada Bernardo José Valdés Valdés Claudio Fabián Valladares González Francisco Javier Varela Rivera Carolina Pía Vargas Lobos Andrés Antonio Vargas Tobar POSTÍTULO CEPPRO (Prevención de Riesgos Operacionales) Alí Morgana Casanoba Choque Juan Rodrigo Chávez Miranda Mejor tesis Pablo Andrés Escobar Concha Mejor rendimiento Ruth Viviana Espinoza Carrasco Diana Alejandra Figueroa Cares Jorge Edgardo Fuentes Herrera Marcial Ignacio Guzmán Monardes David Andrés Jiménez Ferroggiaro Pamela Andrea Juacida Ramírez Gerardo Antonio Lazo Pérez Mejor tesis Marcos Alexis Lillo Godoy POSTÍTULO ADEC Carlos Alberto Marchant Concha Ana María Martínez Ramírez Carlos Honorio Medina Páez Iván Arturo Molina Montecino Eduardo Alejandro Navarrete Arellano Vladimir Humberto Paredes Herrera Elizabeth Andrea Silva Martínez Gonzalo Ariel Valenzuela Hidalgo Ernesto Andrés Vargas Carrasco Mónica Andrea Vásquez Arriola (Administración de Empresas Constructoras) Luis Gustavo Baeza del Río Alejandra Teresa Bründl Riumalló Juan Francisco Castaño Alomar Mejor rendimiento Claudio Andrés de la Iglesia Caro Alex Jhonathan Vásquez Garay Diego Fernando Silva Mujica MAGÍSTER EN CONSTRUCCIÓN Zulma Yariela Alvarado Torrero Héctor Enrique Hérnandez López Mejor rendimiento Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 127 Evaluación de los artículos PÚBLICO OBJETIVO La Revista de la Construcción está dirigida a profesionales, constructores, académicos, investigadores, empresas, arquitectos, ingenieros y toda aquella persona que desee profundizar y actualizar sus conocimientos en el área de la construcción, por ello invitamos a todos los profesionales y académicos a enviar sus aportes para ser evaluados y eventualmente publicados en este medio. OBJETIVOS Los objetivos de la Revista de la Construcción son: 1.- Difundir los nuevos conocimientos en todos los ámbitos relacionados con la construcción (Edificación, Obras Civiles, Materiales, Negocios, Enseñanza, etc.). 2.- Proporcionar a los profesionales del área un material de discusión que renueve y actualice sus conocimientos. 3.- Difundir nuevas tecnologías aplicadas en la construcción en el medio nacional e internacional. 4.- Proporcionar a los académicos nacionales y extranjeros de un medio avalado internacionalmente, con el fin de compartir sus conocimientos y abrir la discusión en las temáticas planteadas. EVALUACIÓN DE ARTÍCULOS 1.- El equipo editorial, conformado por dos profesionales del área de la construcción y el Editor, tienen la responsabilidad de recepcionar los artículos y emitir un primer juicio sobre los aspectos formales, además de rechazar un artículo cuando este no cumpla con las instrucciones básicas para su publicación y esté fuera de la temática de la Revista o bien no cuente con suficiente mérito científico y académico. 2.- El Editor enviará el artículo a un árbitro (miembro del Comité Editorial) especialista en el área del tema, el cual deberá realizar su evaluación de acuerdo a una pauta previamente confeccionada. Este árbitro deberá rechazar, aceptar o bien aceptar con distinción un artículo. En caso de rechazo se deberá fundamentar esta situación, luego el artículo será devuelto al autor con las observaciones pertinentes. 3.- Los árbitros o evaluadores deberán verificar que se cumplan todos los aspectos formales, además de comprobar que las conclusiones estén acordes con los diseños metodológicos expuestos y los objetivos planteados. Los árbitros conocerán la identidad de los autores, pero estos desconocerán a sus evaluadores. 4.- De existir observaciones, sean menores o medianas, y si el artículo está aceptado, el Editor se contactará con el autor para que este realice las modificaciones indicadas en un plazo prudente, una vez realizadas estas modificaciones el artículo estará en condiciones de ser publicado. 5.- Si el artículo no es aceptado será enviado a otro árbitro; si el rechazo es confirmado, el artículo lo será definitivamente y se comunicará al autor esta decisión y se enviarán las evaluaciones correspondientes. 6.- Si el artículo es rechazado por un árbitro y aceptado por un segundo, se enviará el artículo a su autor con las evaluaciones correspondientes, una vez que se hayan realizado las modificaciones el Comité Editorial lo incluirá nuevamente en la lista de artículo para evaluar. 128 ] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 Normas de Publicación Aceptamos artículos originales de carácter científico, dentro del ámbito de la construcción. Previo a su publicación, los artículos serán evaluados por nuestro Comité Editorial. Los artículos deben ser enviados como un archivo digital a [email protected]. El texto podrá tener una extensión de entre 4.000 a 6.000 palabras, incluyendo figuras y tablas. Los artículos enviados deberán cumplir con los siguientes requerimientos: - Incluir al menos las secciones: Introducción, Resultados, Discusión y Conclusiones. - Documento en Microsoft Office Word (versión 97 o posterior). - Texto en Times New Roman o Arial, tamaño: 12 pt, Justificado. - El título, tres palabras clave y resumen escritos tanto en español como en inglés. - La extensión del resumen será entre 100 y 200 palabras. - Enviar las ecuaciones, figuras, imágenes, fotografías, tablas y diagramas separadamente del texto y en su formato original. - Presentar las referencias bibliográficas de acuerdo a los estándares de APA (American Psychology Association). La fecha de entrega para el próximo número es el 3 de junio de 2011. Ante cualquier duda, agradecemos contactarnos vía correo electrónico a: [email protected] - [email protected] - [email protected] Submission Guidelines We welcome original scientific work, covering all areas within the Construction field. Prior to their publication, papers are assessed by experts from our Editorial Committee. Papers must be submitted in a digital format to [email protected]. In length, the main body of the text should be between 4,000 and 6,000 words long. Papers submitted for publication will comply with the following requirements: - They must be written including at least the four following sections Introduction, Results, Discussion and Conclusions. - Microsoft Office Word file (97 or older). - Text in Times New Roman or Arial, size: 12pt, Justified. - Title, Three Keywords and Abstract should be included in both Spanish and English languages. - Abstracts’ length should be between 100 to 200 words. - All equations, figures, photos, tables and diagrams must be submitted separately from the text, in their original format. - References are to be presented according to APA (American Psychology Association) standards. The deadline for the next issue is 3 th June 2011. Should you have any queries, please do not hesitate to contact us on: [email protected] - [email protected] - [email protected] Inscripción Nº ISSN 0717 - 7925 Edición: diciembre 2010 DISEÑO: MARÍA PAZ CROXATTO DIAGRAMACIÓN: ALFABETA ARTES GRÁFICAS [email protected] Revista de la Construcción Volumen 9 No 2 - 2010 [ 129