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LATERCERA Lunes 26 de marzo de 2012
Cultura&Entretención
RR Para Nussbaum,
las emociones y la
teoría de la justicia
han sido centrales.
Martha Nussbaum
QUIEN ES
Pensadora estadounidense
MarthaNussbaum
Estudió teatro y lenguas clásicas en
la U. de Nueva York, doctorándose en
filosofía en Harvard (1975). Ha sido
profesora de este plantel, así como
de la U. de Chicago, donde actualmente tiene una cátedra de derecho
y ética. Entre sus libros destacan La
fragilidad del bien , Justicia poética, El
conocimiento del amor y Sin fines de
lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades.
Humanidades y
educación:“Lo
que está en juego
es la democracia”
R Invitada a Chile por la U. Diego Portales,
la reconocida intelectual expone a La
Tercera su visión de la justicia, la igualdad
y el desarrollo humano, entre otros temas.
Pablo Marín
Del desarrollo humano al feminismo y al amor según los griegos. De
los derechos animales a la educación y a las letras como soportes de
la existencia. Son varios los intereses de la filósofa Martha Nussbaum
(Nueva York, 1947), profesora de la
U. de Chicago, autora o coautora de
una veintena de volúmenes y activa participante en el debate intelectual de su país.
Pero hay un hilo común, distendida y sonriente. O, más bien, “dos
grandes áreas -la teoría de la justicia y las emociones- atravesadas por
una fascinación con la vulnerabilidad humana. He estado tratando de
pensar en las muchas maneras en
que la gente no controla sus propias
vidas y son vulnerables a otra gente, así como a acontecimientos que
están más allá de su control”.
Invitada por la Cátedra Globalización y Democracia de la U. Diego
Portales, dictó el pasado martes la
conferencia “Justicia y empoderamiento humano: El enfoque de las
capacidades en el desarrollo internacional”. El enfoque de las capacidades, también conocido como
enfoque del desarrollo humano (y
que dio lugar al informe homónimo
de la ONU), es fruto de un trabajo
conjunto con Amartya Sen, premio
Nobel de Economía. “Antiguamente, cuando las naciones eran ran-
queadas, el logro que se tenía en
cuenta era el crecimiento económico”, explica Nussbaum. Así que se
pensaba que el PIB per cápita era un
buen modo de estimar la calidad de
vida. Pero, como Sen y otros mostraron, no es un buen indicador
para un montón de otras cosas importantes: cómo está un país en
cuanto a libertades políticas y religiosas. En igualdad racial y de género, en educación o salud. Hay
que pensar en cuáles son las oportunidades que la gente real tiene.
Qué son capaces de hacer y de ser”.
Clave en este punto, plantea la
académica, es desplazarse “hacia
la esfera de la justicia. ¿Qué requiere un país para ser capaz de decir
que tiene una sociedad justa?” Es un
tema, pero, como puede verse, no
es el único.
-Se le describe como una intelectual
pública. ¿Qué quiere decir esto en
su caso?
-En un principio, esto quería decir que trato de escribir muy claramente, algo que los filósofos han venido haciendo por siglos, aun si la
universidad moderna alienta a veces un tecnicismo que deja fuera al
gran público. Y significa también
que tengo la posibilidad de dirigirme a la gente a través de la prensa.
La mayoría de los filósofos no la
tiene: es muy difícil en EEUU encontrar un modo de llegar al público general. Los medios son muy
VULNERABILIDAD
“Hay muchas maneras en
que la gente no controla sus
vidas y es vulnerable a otra
gente o a acontecimientos
más allá de su control”
ENFOQUE DE LAS CAPACIDADES
“Dar a la gente una
capacidad es darle una
oportunidad para decidir. En
este esquema, la sociedad
crea un sistema capacitador”.
PENSAMIENTO CRITICO
“La gente sigue a sus padres,
sigue la tradición, a las
autoridades. Pero tiene que
ser capaz de pensar por sí
misma”.
hostiles a los intelectuales.
-El “empoderamiento” está en el
título de su conferencia, así como
en el discurso político en Chile.
¿Cómo entiende el término?
-El enfoque de las capacidades trata precisamente del empoderamiento: dar a la gente una capacidad, es
darle una oportunidad para decidir.
Las condiciones tienen que estar
ahí: educación, libertad política. En
este esquema, la sociedad crea un
sistema capacitador, un sistema de
espacios de oportunidad.
-¿Qué validez tiene hoy el contrato social?
-La teoría clásica del contrato social resolvió problemas como los derivados del feudalismo. Pero no permitió abordar las jerarquías de género, porque segmentó la esfera
pública de la privada, diciendo que
la privada estaba fuera del alcance de
las teorías de la justicia. Y asomó
después otro ítem: hay seres que
siempre son más débiles y desiguales en poder, como la gente con discapacidades severas y los animales
no humanos. Necesitamos una teoría que haga justicia con estas relaciones asimétricas de poder.
-Usted vincula las emociones a las
letras ¿Qué puede hacer la literatura por nuestras vidas?
-Eso depende del tipo de sociedad.
Hay obras que tratan de asuntos
humanos que nunca desaparecen,
como Antígona, con su conflicto
entre la familia y el Estado. En cualquier sociedad, puedes leer eso y
aprender algo. Filoctetes se puede
enseñar hoy y relacionarlo con la estigmatización, la insubordinación,
etc. Pero cada sociedad necesita tener obras que traten sobre sus propios problemas. La idea es que la
gente use su imaginación. Eso sí, no
se trata sólo de la literatura, también
hay que estudiar historia.
-En su libro Sin fines de lucro
acusa un desamparo de las humanidades y una crisis global de la
educación. ¿Qué está en juego?
-Lo que está en juego es la democracia. La democracia requiere que
la gente sea capaz de imaginarse la
vida de los demás. Si vas a elaborar
leyes que afectan la vida de gente
muy distinta de ti, más vale que
tengas la capacidad de ver el mundo desde su perspectiva. Es una capacidad que está en todos nosotros,
pero que se debe educar y cultivar,
tal como la capacidad para las matemáticas. Y para eso las artes y las
humanidades son fundamentales.
Lo otro que las humanidades proveen es la capacidad para el pensamiento crítico. Ya Sócrates había
visto que las democracias son muy
propensas a la mala argumentación. La gente sigue a sus padres, sigue la tradición, a las autoridades.
Pero tiene que ser capaz de pensar
por sí misma y entender las razones
por las que apoya una cosa en vez
de otra. Y lo que se necesita ahí es
lo que Sócrates dijo: argumentación. Y la filosofía provee eso. b
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