CAPÍTULO X X X V I I (1566 — 1571) Dipputa del obiepo de Chi.npQp eon el doctor S e p ú l v e d a . — R e t í r a s e el obispo á un convento. — Muerte del obispo L a s Cosos. — F u n d a c i ó n del hospital de locos. — P r i m e r o s disjinsiciones del morques do F o l c c s . — R e v i s a el virey los procesos de los conjurados. — Disgusto de los oidores. — Dispone el virey que salga p a r a Espafia el m a r q u ó s del V a l l e . — P r e s t a el m a r q u é s del V a l l e pleito homenojo de presentarse al Consejo de In d ias. — Don L u i s C o r t é s es sentenciado ú muerto por los oidores. — [ievoca el virey l a sentencia. — E l m a r q u é s del Valle confia sus hijos p e q u e ñ o s al virey. — Algunos acusados a l c a n z a n permiso para ir ú E s p a ñ a . — L a sVudiencia escribe contra el m a r q u é s de F a l c e s a c u s á n d o l e de querer a l z a r s e con el reino. — Intercejitan los oidores los curtas del m a r q u é s de F a l c e s al rey. — D e t e r m i n a Felipe 11 nombrar jueces visitadores p a r a N u e v a E s p a ñ a . — J a r a b a , Miiiioz y C a r r i l l o son nombrados jueces v i s i t a d o r e s . Muere J a r a b a en el viaje y llegan ú M é x i c o M u ñ o z y C a r r i l l o . - C a r á c t e r del visitador M u ñ o z . - R e t i r a s e á V e r a c r u z el virey.—Procesos de los acusados en la c o n j u r a c i ó n — P e r s e c u c i o n e s en M é x i c o . — M u l t i p l i c a n s e y festinan los ¡ ¡ r o c e s o s . - - S u p l i c i o de algunos a c u s a dos. — D a n tormento ú don Martin C o r t é s . — D i l i g e n c i a del tormento. — Don M a r t i n C o r t é s es c o n d e n a d ó á destierro perpetuo.— I n d i g n a c i ó n p ú b l i c a contra M u ñ o z . — N o m b r a Felipe I I nuevos comisionados pora N u e v a E s p a ñ a . — L o s licenciados P u g a y V i l l a n u e v a son nombrados para notificar ú M u ñ o z su d e s t i t u c i ó n — E m b á r c a n s e en E s p a ñ a . — L l e g a n á M é x i c o y se presentan ú la A u d i e n c i a . — Dificultades de los oidores paro hacer la n o t i f i c a c i ó n á M u ñ o z — H ó c e n l a P u g a y V j l l n n u e v a . — S o r p r e s a y desconcierto del visitador.— S a l e fugitivo de Mé.xico — Muerte de M u ñ o z . — L a .Audiencia se e n c a r g a del gobierno. — L l e g a ó M é x i c o el virey don Mttrtín E n r t quez — S u p r u d e n c i a y m o d e r a c i ó n . — E . x t i é n d e n s e por el norte los limites de N u e v a E s p a ñ a . — E x p l o r a c i ó n del teniente alcalde F r a n c i s c o C a n o . — F u n d a c i ó n de l a villa de L a g o s y de otras poblaciones. — I n v a s i ó n de las tribus de los c o a c h i c h i l e s . — F u n d a c i ó n de Celaya y de S a n F e l i p e . — G r a n pendencia en M é x i c o con motivo de u n a p r o c e s i ó n . E n los últimos días del mes de julio de 1566 h a b í a probar en muerto en E s p a ñ a , en el convento de Atocha, á los habían procedido noventa y dos años de edad, el padre de los america- sujetando nos, reduciendo á la esclavitud á sus habitantes. el apóstol de las Indias, el célebre obispo de sustancia, que justa y los convenientemente conquistadores en las Indias, por la guerra y la fuerza aquellos reinos y A pesar de que aquel escrito tenía el c a r á c t e r , m á s que de una Cliiapas fray Bartolomé de Las Casas. Los últimos años del noble religioso no fueron para defensa, de una apología de los reyes y de los conquis- él tranquilos, n i encontró en la celda la calma y el tadores e s p a ñ o l e s , el monarca y el Consejo real, por retiro que allí había ido á buscar; viviendo en constante un rasgo de honradez, lucha, las consecuencias de ella debían haberse hecho personajes y en aquellos tiempos, sentir para el obispo en la soledad del convento, con Sepúlveda las licencias para imprimir su obra, creyendo no raro n i extraño en tales negaron al doctor tanta m á s razón cuanto que no quiso nunca despren- sabiamente que concederlas derse de la defensa de sus doctrinas, y en pro de ellas ción á las doctrinas que la obra contenia, sino cubrirlas salía á la palestra siempre que atacadas ó con desconocidas el prestigio de sería no sólo dar la autoridad suprema. aprobaPero el las miraba, y en esos últimos años fué cuando empren- doctor, aunque variando la forma, sin duda para no dió la polémica m á s famosa de su vida con el doctor aparecer burlando la negativa Juan Ginés de Sepúlveda. hizo imprimir y publicar su libro en Eoma, precedido Era ese doctor, al decir de uno de los más ilustres escritores españoles "hábil filósofo, diestro teólogo y j u r i s t a , erudito muy instruido, humanista eminente y acérrimo disputador. una facilidad del gobierno español, de un sumario escrito en idioma castellano para que pudiese entenderle la mayoría de los españoles. Las Casas se separó de la .América por última Piscribia el latín con una pureza, vez á principios de 1547 y llegó á E s p a ñ a á tiempo y una elegancia exquisitas," y el empe- para combatir la obra que de publicar acababa el doctor rador le había nombrado su cronista y capellán. Sepúlveda. Sepúlveda escribió un tratado en forma de diálogo, que intituló Demúcratcs tomó tales proporciones que se proponía en él, distinguidas y competentes, ante la cual debían compa- contradiciendo todo lo que Las Casas había sentado en recer los adversarios para presentar sus argumentos y sus someterse á sus decisiones. discursos, Q U I N T A N A . en sus Segundo; L a disputa el rey dispuso que se formara una junta de personas memoriales — V i d a de españoles y célebres. en sus libros. L a junta escuchó primero al doctor y después 4 Las Casas. que ocupó cinco días 390 MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S en la lectura de su apología, pero no llegó á dictar tución resolución que fué sin superior de la misión de dominicos que el obispo había duda la m á s empeñada y ruidosa que sostuvo en su conducido á Guatemala, y se retiró al convento de San ninguna en aquella cuestión, vida el obispo. suya para la mitra Gregorio de Valladolid, Las Casas renunció en 1-550 el obispado de Cliiapas, habiendo conseguido que fuese nombrado en susti- fray Tomás de Casillas, llevando en su compañía fray Eodrigo de Labrada, su confesor, á su amigo y su inseparable compañero durante muchos años. Convento de A t o c h a . — C a p i l l a mayor de l a Virgen Colmóle allí de consideraciones el gobierno de E s p a ñ a , señalándosele una pensión de trescientos c i n cuenta muerte. mil maravedís, Consultábase de la que disfrutó y escuchábase hasta con respeto su y distinción su parecer en los negocios de Indias, y á tanto llegó aquel noble comportamiento, que el Consejo Eeal, después de la muerte de Las Casas, negó permiso para imprimir algunos libros en que se le impugnaba. declarando: «que á este piadoso escritor no se le debia contradecir, sino comentarlo y defenderle ' « Y no es de c a l l a r por fin y remate de las alabancas desle insigne v a r ó n . Que h a b i é n d o s e levantado pocos a ñ o s ha un Cupilan ( e n otras cosas digno de a l a b a n c a , y la merece un tratado que compuso de l a m i l i c i a de I n d i a s ) , que para mostrar las fucrcas de su entendimiento en pelear con el Cid d e s p u é s de muerto, escribió un libro c o n t r a este s e ñ o r Obispo, y el Consejo R e a l no lo d e x ó socar ó luz, porque dijeron aquellos p r u d e n t í s i m o s s e ñ o r e s , que al Obispo don F r a y B a r t o l o m é de l a s C a s a s no se habia de contradecir sino MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S E l cadáver del obispo de Chiapas fué sepultado en v i r e y , m a r q u é s de Falces, mandó disolver las tropas el convento de Atocha en la capilla mayor de la Virgen que habían reunido los oidores y que estaban acuarte- «con el pontifical pobre y báculo de palo," como él lo ladas en el palacio; retirar y guardar la artillería, y cesar todo el aparato había ordenado. bélico y de precauciones que F u é también memorable para México el año de 1566 tanta alarma causaba en la ciudad y que en el P e r ú por haberse fundado el hospital de dementes, por B e r - y en las otras partes del nuevo continente daba ocasión nardino Alvarez, de suponer muy grave la situación política de Nueva en unas casas de la calle de San Bernardo, que con ese objeto le dieron Miguel D u e ñ a s España, y su mujer Isabel de Ojeda. que consigo habia traído el v i r e y , y los pocos guardias El mismo día en que entró en México el nuevo y sólo quedaron en palacio los alabarderos indispensables para la custodia del marqués del Valle, Don G a s t ó n de P e r a l t a , m a r q u é s de F a l c e s de sus hermanos y de algunos otros que presos perma- la situación. necían a ú n en las casas reales por estar ó suponérseles que decían los oidores y seguro de que t a l alzamiento, complicados en la conjuración. como No fueron tales medidas del gusto de la A u d i e n - E l marqués de Falces, sin cuidarse de lo el proyectado no llegaría cumplir su acuerdo y mandó á que efectuarse, se hizo comenzase la cia, que se oponía, aunque no resueltamente, á ellas, revisión de las causas pendientes contra los conjurados. representando al virey el peligro de la paz, el riesgo A d e m á s , para tranquilizar los ánimos en otras partes de perderse la tierra y los preparativos de sublevación de las Indias, escribió, por conducto del oidor Ceynos, que tenían a ú n en pié los conjurados; pero en el fondo cartas al virey obraban los oidores impulsados por el temor de que el otras provincias, noticiándoles haber llegado á México virey pudiera escribir al monarca que las ejecuciones y estar la colonia enteramente tranquila. de los Ávila habían sido injustas, porque n i tan exce- El fiscal del P e r ú y á los gobernadores de las Cárdenas de la Audiencia comenzó por sivas precauciones n i tan sangrientos remedios exigía pedir con instancia la confiscación del Estado y hacienda comentarlo y d e f e n d e r l e . » — R E M E S A L . — / / ¿ s t o r í a de la de Chiapa y Guatemala, lib. X , c a p . X X I I I , n ú m 7. accedió, aplazando para más tarde la resolución; por del m a r q u é s del Valle; pero don Gastón de Peralta no provincia 392 MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S SU parte el marqués del Valle recusó como enemigos guarda n i escolta que su palabra, exigiéndole sólo que suyos á los oidores, y esto, por la falta de personas prestase pleito homenaje de presentarse al general de que integrasen el tribunal, fué á los ojos del virey una la flota en Veracruz y en llegando á E s p a ñ a al Consejo gravísima dificultad, .pero dificultad de Indias. más que contrariarle le halagaba, que en el fondo pues ó bien porque Incapaces los oidores de estimar á cuanto obligaba convencido de que los oidores procuraban siniestramente aquello á don M a r t i n , y como satisfacción de una personal venganza la ruina eran ellos de no haber cumplido, en caso semejante, del marqués del Valle, resolución definitiva trascendencia, ó porque le pesara dar sin duda porque muy capaces una compromiso tan sagrado, presentáronse al virey exage- en asunto tan delicado y de tanta rando el gran peligro que iba á correr la tierra con ó porque profesara grande simpatía á aquella disposición, y asombrados de que tan libre don Martín y le pareciera negra ingratitud y especie de fuese el marqués del Valle. profanación manchar con la sangre del hijo gran serenidad el v i r e y , y cuando los oidores acabaron derramada Escuchó sus razones con en un patíbulo, como pretendían los oidores, una tierra de hablar, contestóles: conquistada de los oidores había querido i r con el m a r q u é s , y pacificada por el heroico esfuerzo y «Que había visto que ninguno que sagacidad del padre, don Gastón de Peralta acechaba poca gente de guardia sería de poco efecto y mucha la ocasión de desprenderse del proceso del marqués del pudiera poner en inquietud la t i e r r a , y pues p r i n c i - Valle y enviar á éste á E s p a ñ a para que allí fuese pados, galeras, fortalezas, oficios y otras cosas de gran juzgado, seguro de que en la corte alcanzaría calidad se confiaban y entregaban á caballeros mejor suerte, en todo caso, que en poder de sus envidiosos y ruines enemigos. de Las recusaciones de los oidores dieron al virey hijos- dalgo con un pleito homenaje, el cual tenía tanta fuerza fidelidad virey y obligación entendía de cumplirse, que el dicho enviaba al dicho mariiués del ^'alle la deseada oportunidad, y propuso á la Audiencia que el marqués del Valle fuese remitido á E s p a ñ a para ser alli juzgado; convinieron en ello los oidores, quizá con poco gusto, pero como no tenían razón fundada que oponer y además sabían ya que no podían ser jueces del marqués del Valle n i aun quizá influir en los que lo fuesen, no presentaron gran resistencia al acuerdo. Tratóse entonces del modo que habia de tenerse F u e s i m i l e d é l a firma de don G a s t ó n de P e r a l t a para enviar al acusado á Veracruz, de cuyo puerto iba á salir por aquellos mismos días la flota del general debajo del pleito homenaje con la m á s segura guarda Juan Velasco de Barrio, y se convino y pronunció auto de todas para que el raaniués del A'alle fuese llevado á San Juan Valle salió para Veracruz después de haber de I T ú a , á su costa, y alli entregado en calidad de el 22 de febrero de 1507, ante el secretario Gordiano L " Callaron los oidores, y el marqués del prestado preso al general de la flota para que éste lo entregase al Consejo juntamente con la causa que por la Audiencia de México se le habia formado; pero cuando llegó el caso de ejecutarse dificultad. esta disposición surgió una grave E l virey p r e g u n t ó á los oidores que estaban presentes quién de ellos se encargaba de la comisión de llevar al m a r q u é s del Valle á Veracruz, y entonces, alegando diferentes motivos cada uno de ellos, todos se excusaron, temerosos más que de la responsabilidad legal, de la mala voluntad del marqués y de algiin intento de sus parciales y amigos. F a c s í m i l e de la firma de Goriliano do Casusano (le Casasano y en manos de don Pedro B u i , caballero de la orden de Calatrava, pleito homenajit como caballero No podía c.oufiarse el encargo al alguacil mayor, hijodalgo al fuero de E s p a ñ a , de paitirse de su casa é porque estrecho parentesco le unía con don Luis Cortes; i r derecho á Veracruz, adonde llegaría el 20 de marzo ehviar poca escolta era imprudencia, pues muchos eran para embarcarse los partidarios del m a r q u é s del Valle, y hacerle custo- la Eslerlina, diar por numerosa tropa prestariale ocasión de seduc- el caso (le i r acompañado de su mujer, y yendo solo se ciones y quizá de conseguir el intento de que se le embarcaría en la capitana -'. en la nao de Felipe Boquín llamada ó en otra que el general le señalase, en acusaba. E n tal embarazo, apeló don Gastón de Peralta á un medio cuya eficacia sólo podían comprender los <iue, como é l , guardaban en sus pechos nobles y caballerescos sentimientos, y fué enviar al marqués sin más ' Informe dado por el virey. m a r q u é s de Falees. ;t los jueves pesquisidores en 0 de diciembre de l.'iGT. — Onozco. — Con]iii ación ílí-'l itiaríjucs del Yallc, documento t i , p ú g . 411. f ORO-ACO. — Cnnjiiración del iiiai-qiiés del V n / í c ( c i t a d a ) , p ú nina .ÓG. 393 MÉXICO Á T R A V É S D E L O S S I G L O S Aun no era partida la flota que debia conducir al de Barrio á dar cuenta al rey de algunas cosas r e l a - preso á E s p a ñ a , cuando la Audiencia comenzó á urgir tivas á la conjuración, al virey por el secuestro quedando en IMéxico los hermanos (juesada del marquesado del Valle, alegando que era ya llegado el tiempo de proceder eu esa v í a ; pero aun consiguió don Gastón de Peralta detener aquedla providencia, haciendo entender á los oidores cuán marqués peligroso camino sería del Valle con esa estando el p a t í b u l o , víctimas del visitador IMiiñoz, aiiuella falta de previsión. L a Audiencia y el virey escribieron largamente ai monarca e s p a ñ o l , enviando el virey cuantos documentos todavía en Veracruz, libre y en oportunidad de tomar creyó necesarios para justificar el camino del marquesado en Oaxaca. lidad E l proceso seguido contra don Luis Cortés habíanle que, por haber perdido la oportunidad, muy pronto pagaron eu el de i r r i t a r ai determinación, pero sólo Espinosa lo aprovechó, y conveniencia de su conducta y la lega- sus procedimientos, y los oidores, haciendo contra el m a r q u é s de Falces toda clase fallado los oidores á pocos días de la llegada del virey, de acusaciones, condenando al hermano del m a r q u é s del Valle á ser reino, aprovechando la inquietud de los ánimos, para inclusa la de querer alzarse con el decapitado p ú b l i c a m e n t e , aplicándose sus bienes á la lo cual agregaban como irrecusable prueba, pero que á Don Gastón de Peralta, en la ser cierto el hecho como lo refiere Cavo ' da muestra revisión de aquella sentencia, quitó la pena de muerte, de la mayor audacia y maldad, que el virey tenía ya y don Luis fué sentenciado definitivamente á servir á prestos treinta m i l combatientes, y eso lo decían porque cámara y ñsco del rey. su costa al rey en Orán por diez años y á la confisca- en algunos de los muros en el interior del palacio había ción de todos sus bienes mandado pintar el virey grandes batallas con multitud E n los momentos de embarcarse para E s p a ñ a el de combatientes. Pueril acusación era aquella para marqués del Valle escribió al virey una carta en la que leída en la historia, pero grave y peligrosa lanzada por le decía que un hijo y una hija t e n í a p e q u e ñ o s ; que en la Audiencia contra un virey ante un monarca descon- Nueva E s p a ñ a los dejaba por no exponerles á los p e l i - fiado, que gobernaba á tan remota distancia y á cuyos gros é incomodidades de la navegación; que morir en aquella t r a v e s í a , y era él podía su voluntad ojos todo debía tomar colosales proporciones y p r i n c i - poner palmente lo que por tan autorizado conducto le llegaba. de don A d e m á s , los oidores ponderaban sus propios méritos, encargán- los servicios que al rey habían prestado, el gran peligro dole al mismo tiempo que goberuase y le representase que la tierra corría y la necesidad en que se encontraba en todo lo que correspondía al estado y hacienda del de un remedio e n é r g i c o , eficaz y oportuno. aquellos Gastón niños bajo el amparo y protección de Peralta, á quien les confiaba, Contestóle el m a r q u é s de Falces E l factor Ortuño de I b a r r a , por cuyas manos debía que no podía hacerse cargo del poder de don Martin pasar la correspondencia del m a r q u é s de Falces, ganado Cortés en lo relativo á sus bienes, pero que « e n lo que por los oidores, i n t e r c e p t ó l a impidiendo que llegase á tocaba á sus hijos que él los tomaría y criaría lo mejor su destino y sólo dejó salir libremente la de la Audien- que pudiese." cia, con lo que el virey quedaba indefenso en la corte marquesado del Valle. Noble rasgo h a b r í a sido este de don Gastón de Peralta si á mancharle feamente no hubiera (le las calumniosas acusaciones de sus enconados venido la indigna intención que le guió al recibir aquel migos. tierno- y sagrado depósito de manos de un padre que en ene- Aquella intriga desleal tuvo el éxito que deseaban él confiaba lo m á s querido de su corazón; pues el mismo sus autores, tanto m á s virey agrega en su informe á los jueces comisarios al y referir este episodio: «Zo.f cuales ( n i ñ o s ) tomó el tlirlio oidores, sus acusaciones contra el marqués de Falces, virey los como rehenes suceder.I- y en seguridad de lo que podía receloso el monarca fiícilmente español. cuanto era suspicaz Las quejas de los preparativos del levantamiento, que tan detallada- Si t a l fué la mente de don G a s t ó n al aceptar mente d e s c r i b í a n , su acalorado empeño en demanda del el encargo de don Martin C o r t é s , cometió una acción pronto remedio, al mismo tiempo que la presencia eu indigna de un caballero; si esto lo dijo sólo para discul- E s p a ñ a del m a r q u é s del Valle, acusado de tan grave parse con los jueces pesquisidores y por alejar toda delito, como traición al r e y , y la falta absoluta de toda sospecha de connivencia con el m a r q u é s del Valle, fué carta ó documento de don Gastón de Peralta explicando un acto de cobardía que mancha su nombre y memoria, ó disculpando su conducta, todo causó porque hay defensas que son más deshonrosas que el estrago en el ánimo de Felipe I I , que creyó ya suble- patíbulo. vado al v i r e y , y si no perdida para la corona la Nueva E l licenciado Espinosa, Pedro de Aguilar y don España, sí necesitando un ejército uu verdadero para sojuzgarla. Pedro y don Baltasar de Quesada obtuvieron del virey Entonces ocurrió al monarca el mismo expediente de permiso para i r á E s p a ñ a en la flota del general Velasco que se había echado mano cuando aconteció la grave í Informe dado por el virey, maerjuép de Folcep, á !op j u e c e s pesquisidores en 0 de diciembre de 1507. — Onozco. — Conjuiarión del marijiuv del Valle, documento I I , png. 411. de jueces visitadores revestidos de omnímodas sublevación ' CAVO de Pizairo en el P e r ú , — L o s tres siylo." de Méa-iro, ]ih. el nombramiento IV, facul- púrrufo X X V I l l . 394 MÉXICO i TRAVÉS D E L O S S I G L O S tades y escogidos entre los personajes más distinguidos al rey y fuera el m a r q u é s de Falces á contestar allá en la corte por su inflexibilidad y su e n e r g í a . los cargos. E l v i r e y , triste y avergonzado, se retiró Fueron nombrados por el rey para el desempeño entonces de México para San Juan de Ulúa á esperar de esa comisión el licenciado Jaraba, del Consejo Eeal; allí la salida de una ñota para regresar á E s p a ñ a con el licenciado Alonso de Muñoz, del Cousejo de Indias, su familia. y el doctor Luis Carrillo, alcalde de casa y corte, y Desde su llegada á México hasta el mes de noviem- extendióse la cédula de su nombramiento y facultades bre se ocupó Muñoz en instruirse de todos los procesos omnímodas en Madrid el 16 de junio de 1.567. Embar- que la Audiencia había formado con motivo de la con- cáronse juración del marqués del Valle, muchos de los cuales en seguida para Nueva España, y aunque .Jaraba murió durante la n a v e g a c i ó n , é s t a fué feliz para se habían dado por concluidos por el virey. Muñoz y Carrillo, que llegaron á México á principios visitador hizo revivir todos esos procesos, mandó encar- de octubre del mismo año de 1567. celar á cuantos en ellos encontró comprendidos y aun Era el visitador Muñoz un hombre déspota y san- E l terrible mencionados; los hombres m á s principales y respetados guinario, que revelaba en su aspecto la dureza y p e r - de la colonia se vieron reducidos á p r i s i ó n ; versidad de su c a r á c t e r ; casi viejo y dando siempre encontraban por las calles más que grupos de soldados muestras conduciendo á personas de todas clases á las cárceles de desagrado, recibía á todos con adusto no se ceño; exigiendo para si un profundo respeto y acata- del palacio y de la ciudad; muy pronto las cárceles no miento, dignábase apenas contestar el saludo de quienes fueron con él tenían que tratar algún negocio, y eso sin volver acusados, y entonces mandó Muñoz construir violenta- muchas veces el rostro y sin tocarse siquiera el som- mente calabozos h ú m e d o s , brero; altivo y cruel, no estaba satisfecho mientras no fuertes, capaces de contener el gran número de los oscuros y malsanos, que se llenaron también pero muy pronto y que tenía alguna victima que sacrificar. E l empeño en las causaban t a l h o r r o r , que un siglo después todavía se persecuciones les daba el nombre de su constructor. los redoblaba su actividad y le inspiraba más terribles procedimientos para arrancar á los acusados ó sospechados confesiones aumentaran el número de presos, y denuncias en quienes pudiera saciar su rabiosa sed de perjudicar y castigar. había aquel mónstruo parecieron sospechosas al visitador. Nada n i respetado Los encargados de hacer las aprehensiones entraban de noche á las casas para sorprender á las familias, y digno de compasión; el virey era blanco de su saña; á la rojiza luz de los hachones de viento veíanse pasar los oidores, culpables de haber provocado la venida por las calles los grupos de presos arrancados á esas de aquel visitador funesto á la Nueva E s p a ñ a , tembla- horas del hogar y del seno de sus atribuladas familias. en su preseucia; sagrado S e c u e s t r á r o n s e los bienes del m a r q u é s del Valle, de sus hermanos, de sus amigos y de cuantas personas ni ban para que la sociedad estaba aterrada y Entre tanto Muñoz y Carrillo sustanciaban las «no h a b í a hombre con hombre en la tierra y de t a l causas con una rapidez espantosa, sin respetar términos manera vivían todos, que no s a b í a n , de s í , n i cómo legales, ampararse n i defenderse de tantas crueldades y t i r a - defensa, aceptando como prueba plena para dictar una n í a s , " dice Torquemada pintando el espantoso cuadro de sentencia, lo que sólo podía recibirse como un indicio. la colonia durante el gobierno de Muñoz. El Su compa- fiscal, sin cuidar de las fórmulas tutelares de la por su parte, digno colaborador de aquella ñ e r o , el doctor Carrillo, era una figura que se descu- cruel tarea, prodigaba las acusaciones, bría en lo que n i motivo pudiera ser de sospecha, en una apenas eu el gobierno como dócil y diligente instrumento del feroz y repugnante visitador. y fundándose palabra, en un saludo, en un vínculo de amistad ó Don Gastón de Peralta, ignorando que sus cartas parentesco, extendía una terrible petición ó basaba un é informes al monarca habían sido detenidas por los cargo grave y capital. oidores, recibió la noticia de la llegada de los jueces dos, desmayando ante la parcialidad de los jueces, y el comisarios y de tormento venia en auxilio del fiscal y de los comisarios, armados las venían, causas que omnímodas sin comprender podían haber facultades de que absolutamente las motivado aquella violenta Defendíanse apenas los acusa- arrancando á la víctima con el dolor confesiones y denuncias falsas, hijas no m á s de los atroces resolución de Felipe I I . Vióse repentinamente destituido de su elevado cargo y sometido á un juicio como crujían en el potro ó se estremecían convulsos con la sospechoso en su lealtad, y p r e s e n t ó un informe de su prueba del agua. conducta ante los jueces comisarios el 6 de diciembre de hombres cuyos miembros sufri- mientos desencajados Muy pronto comenzaron las ejecuciones. E l 8 de de 1567, haciendo en él relación de cuanto había hecho enero de 1568 fueron ahorcados Gómez de Victoria y en Cristóbal el gobierno y tenido para dictar explicando las razones cada una de sus que había disposiciones. de Oñate E l proceso de Oñate habíale Contradijo el informe el fiscal Francisco de Sande, y ' Este C r i s t ó b a l de O ñ a t e dijo ser pariente del que fué gobernador de la N u e v a G a l i c i a . L l a m á b a n l e para distinguirle de aquél Muñoz y Carrillo acordaron que el proceso se enviara eljoBcn. D i c e l a sentencia p r o n u n c i a d a contra é l : 395 MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S comenzado Muñoz desde Madi-id, en donde aquel acusado H é aquí la r a z ó n , originalmente asentada por el fué aprehendido; diósele allí tormento y confesó muchas secretario, de la prueba de tormento que sufrió don cosas de las que se r e t r a c t ó en México. E l dia siguiente, Martín: 9 de enero, fueron decapitados en la plaza los dos her- « E n la ciudad de México á siete días del mes de manos don Pedro y don Baltasar de Quesada después de Enero de m i l quinientos sesenta y ocho años los señores haber sido paseados en unas bestias de albarda por las licenciado alonso muñoz y Doctor luis carrillo aviendo calles públicas de la ciudad y con voz de pregonero que visto este proceso que el Doctor francisco de sande fiscal decía: «esta es la justicia que manda hacer su magestad de su magestad á este hombre por traidor; mándanle degollar por ello; Dixeron que devian confirmar y confirmaron el auto y quien tal hace 'que tal pague Q» sentencia del tormento en esta causa dado y pronunciado sigue contra Don martin cortes preso Don Martín C o r t é s , el bastardo, había por su des- en veynte dias del mes de noviembre del año pasado de gracia quedado en la cárcel de las casas reales á merced mili e quinientos y sesenta y siete por el qual en efecto del visitador Muñoz y de su compañero, y sobre él condenaron aquestion de tormento de agua y cordeles quisieron ejercitar todo el rigor del castigo que no podía en cabeca agena al dicho don martin cortes el cual alcanzar al marqués del Valle n i á su hermano L u i s . mandaron llevar a devida execucion con efecto y asy lo Muñoz procuró en vano que don Martín hiciera confe- pronunciaron y mandaron.—Dos r ú b r i c a s . — P a s ó siones que causaran la p é r d i d a del marqués del Valle, y my.—Juan martinez de canaleta. ante que por su gravedad permitieran volverse sobre la causa " N o t i f i c a c i ó n . — E n la ciudad de méxico á ocho días de don Luis , pero el bastardo de H e r n á n Cortés resis- del mes de Enero de mili e quinientos e sesenta y ocho declaraciones años yo el secretario yuso scripto ley e notifiqué el auto semejantes, y los jueces comisarios, creyendo arrancarle tióse enérgica y constantemente á dar de suso contenido a don martin cortes en su persona el con el martirio lo que de otro modo no podían obtener, cual dixo que lo oya y que se haga la voluntad de los votaron la causa á tormento, diligencia que se ejecutó dichos señores testigo en las casas reales el 8 de enero de 1568 en el mismo canaleta. día en que eran ahorcados Gómez de Victoria y Cristóbal de Oñate. alonso del vallejo alguazil.— "Tormento.—E luego sobre dicho dia mes e año los dichos señores licenciado alonso muñoz y doctor luis carrillo hizieron llevar al dicho don martin cortes a un aposento « E n el pleyto que es entre el doctor f r a n c i s c o de sande fiscal de su magestad acusador de la una parte y xpoval de o ñ a t e preso en la c á r c e l rrenl de corte desta c i b d a d de m é x i c o rreo acusado de la otra. » F a l l a m o s atentos los autos y m é r i t o s del proceso que por l a culpa que resulta contra el dicho x p o v a l de o ñ a t e le debemos c o n denar y condenamos a que de l a c á r c e l p ú b l i c a adonde e s t á ])reso sea sacado cavallero e n c i m a de una bestia de albarda atados pies y manos con p r e g ó n ¡ l ú b l i c o que manifieste su delito y la j u s t i c i a que se le manda hazer sea traido por las calles p ú b l i c a s acostumbrados de esta ciudad basta llegar á la horca adonde m a n d a m o s sea a h o r cado los pies altos del suelo basta que m u e r a naturalmente y le s a l g a el á n i m a d é l a s carnes y d e s p u é s de ahorcado sea descuartizado y puestos los cuartos por los c a m y n o s rreales que por nos bien visto fuere en execucion desta sentencia d e c l a r é m o s l e mas en p e r d i miento de todos sus bienes aplicados para l a c á m a r a e fisco de su magestad y por esta nuestra sentencia definitiva juzgando asi l a pronunciamos y mandamos con costas.—el licenciado alonso m u ñ o z . — el doctor luis carrillo. » D a d a y p r o n u n c i a d a f u é esta sentencia por los s e ñ o r e s del c o n sejo e comysarios de su magestad en l a cibdad de m é x i c o en siete dias de henero de mili e quinientos e sesenta y ocho a ñ o s . — j u a n martinez de i j a u a l e t a . » ' D i c e el testimonio de l a e j e c u c i ó n de l a sentencia de don Baltasar de Q u e s a d a : « E n cumplimiento de l a d i c h a s e n t e n c i a en este dicho dia mes y a ñ o los dichos nlguaziles de su magestad gonzalo m u ñ o z e myguel de cantos e g e r ó n i m o de myeses hicieron s a c a r de la c á r c e l que por mandado de loa dichos s e ñ o r e s se hizo en estas c a s a s reales donde estaba preso el dicho don b a l t a s a r de quesada y le hicieron poner en una m u í a de silla atados los pies y las manos con boz de pregonero que deziu esta es la j u s t i c i a que m a n d a hacer su magestad a este onbre por traydor m á n d a n l e degollar por ello quien tal baze que tal pague y en esta forma f u é traido por las calles p ú b l i c a s acostumbradas hasta llegar a la plaga p ú b l i c a desta d i c h a cibdad y en un tablado que estaba hecho para el dicho efecto j u n t o a la horca donde se acostumbran h a c e r tales j u s t i c i a s le fué cortada la cabega e quitada de los ombros e asi fué executada l a d i c h a sentencia de que yo el secretario yuso scripto doy fee estando presentes j u a n arias de r r i v e r a y j u a n croman escrivanos de su magestad e diego de monnegro vezino desta d i c h a c i b d a d . »Fué corregida con l a sentencia original que en mi poder queda.. — Juan Martinez de guualeta » de las dichas casas rreales y estando presentes el potro y los demás aparejos para le dar tormento le fué apercebido diga y declare la verdad y lo que sabe cerca del trato de rrebelion y lebantamiento que se hizo en esta tierra contra su magestad de mas de lo que a dicho y declarado en sus confesyones y los demás culpados que ay en el dicho negocio y las culpas particulares de cada uno dellos que a ocultado y dejado de dezir y lo que mas sabe y entiende cerca de lo susodicho con apercibimiento que no lo haciendo se le d a r á tormento y si en él muriere o alguna lysyon rrecibiere en su cuerpo o miembros sea a su culpa y cargo y no a la de los dichos señores el qual dixo que ya a dicho la verdad y no tiene mas que dezir de lo que ha dicho. " Y luego por mandado de los dichos señores Juan nauarro y pero baca desnudaron al dicho don martin cortes y juntos ambos brazos se les comentaron a apretar y apretaron con un cordel y le fue apercibido que diga y declare la verdad y lo que sabe cerca de lo susodicho el qual dixo que ya a dicho la verdad y no tiene mas que dezir y aque a dios pone por testigo de su verdad. " E luego fue echado en el potro y escalera del dicho tormento y le fueron puestos seis cordeles dos a los molledos de los brazos y otros dos a los muslos y otros dos a las piernas y un cordel a los dedos pulgares de los pies y se le comenzaron a apretar y apretaron todos los dichos cordeles y le fue apercibido diga y declare la verdad de lo que sabe cerca de lo que le a 396 MÉXICO Á THAVÉB D E L O S S I G L O S sydo preguntado so las dichas protestaciones el qual dixo que ya a dicho la verdad y no tiene mas que estuvo m á s que entonces á riesgo de perderse la tierra; pero la revolución no llegó á estallar, dicen algunos historiadores, porque faltaba un caudillo; triste y vana dezir. » E luego por mandado de los dichos señores le fue explicación, porque los caudillos brotan de las revolu- echado un jarro de agua de medida de un cuartillo y le ciones, y no son ellos los que las hacen, que de ser así, fue preguntado que diga y declare la verdad cerca del serian jefes antes de tener á quien mandar; dicho negocio el qual dixo ya e dicho lá verdad. lo que faltó entonces fué energía y virilidad al pueblo n E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo otro apercehimiento el cual dixo ya la e dicho no tengo ciertamente español y mestizo de la colonia, contentándose con todos lamentar los sucesos escribiendo al rey y á los señores de la corte para pedir el remedio á tan dura y mas que dezir. » E luego se le echó otro jarro de agua y se le apercehió que diga y declare la verdad y lo que sabe y pasa cerca de lo que se le a preguntado el qual dixo que acerba situación. Pero tantas quejas, tantas representaciones, llega- ron á convencer á Felipe I I de que realmente Muñoz era un tirano tan cruel y aborrecido que la Nueva ya a dicho la verdad. " E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo E s p a ñ a corría gran peligro de perderse si aquel hombre otro tal apercehimiento el qual dixo ya e dicho la verdad permanecía por más tiempo en el gobierno. y por el sacratísymo nombre de dyos que se duelan de comprendió el rey cuán desacertada había Entonces sido la elección de los jueces comisarios y cuánto mal se habia my que no diré mas de aquí a que me muera. " E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo otro apercehimiento el qual dixo que ya la a dicho y que hecho en creer tan fácilmente los informes que Ceynos, Orozco y Villalobos enviaron contra don Gastón de Peralta, y sin causa y desacertadamente, despojar del no sabe mas. » E luego se le echó otro jarro de agua y se le mando al v i r e y ; pero era necesario poner un término á apercehió que diga y declare la verdad y lo que le a las consecuencias de aquellas mal aconsejadas disposi- sydo preguntado el qual dixo que ya a dicho la verdad ciones; u r g í a el remedio para la situación aflictiva de la y no tiene mas que dezir. colonia, y el monarca comisionó á los antiguos oidores " Y en este estado por estar el dicho don martin Vasco de Puga y Villanueva, que destituidos por el cortes enfermo e que a pocos dias que estuvo muy malo visitador Valderrama se hallaban en Madrid, para que y por constarles de sus enfermedades inmediatamente y flaqueza y que se embarcaran para Nueva España estava fatigado en el dicho tormento se lo mandaron encargados de llevar la orden al visitador Muñoz de suspender para se lo rreyterar si les pareciese e mudar que, dejando todos los negocios en el mismo punto en en especial cada y quando bien visto les sea y acabósele que estuvieran cnando el real acuerdo le fuese notificado, de dar dicho tormento este dia a obra de las nueve oras se pusiera en camino para E s p a ñ a sin dilación alguna, antes de medio dia.—Dos r ú b r i c a s . — P a s ó ante m y . — saliendo de la ciudad tres horas después de habérsele Juan Martinez de canaleta hecho la notificación. E l 20 de enero se dictó la sentencia contra don Martín Cortés condenándole á destierro perpétuo de Con gran secreto se embarcaron para Nueva E s p a ñ a los comisionados en uno de esos navios que se llamaban todas las Indias, el cual destierro debia cumplir so pena avisos, de muerte, debiendo ser embarcado en la primera flota salian anticipadamente para anunciar en las colonias que que partiese de Nueva E s p a ñ a , siendo á su costa los la flota llegaría p r ó x i m a m e n t e , y en los puertos de la gastos de la escolta que le custodiara en el camino hasta metrópoli que la flota había llegado felizmente ó con Veracruz, y condenándosele además en multa de m i l averia en la colonia, y que salía de allí ya de regreso. ducados, la una mitad de ellos aplicables á la cámara y fisco y la otra á los gastos de justicia. que m á s veleros que los demás de una E l viaje de Puga y Villanueva fué r á p i d o ; flota, desem- barcaron en Veracruz y subieron hasta México sin que Seguían entre tanto las prisiones, las pruebas de nadie hubiera podido apercibirse n i sospechar siquiera tormento y las sentencias de destierro, y de multas y su llegada, que fué el martes santo del año de 1568. de confiscaciones, y ya nadie, n i aun los mismos oidores, Con el mismo sigilo, pero sin perder un momento, los se consideraban seguros y libres de las iras del funesto comisionados se dirigieron á la Audiencia y mostraron, y sanguinario visitador, que apoderado del gobierno de en acuerdo secreto, sus despachos é instrucciones á los la colonia, desde que comenzó oidores. el proceso contra el marqués de Falces, era arbitro de la vida, la libertad Grande fué el regocijo de éstos al imponerse de aquella novedad; ellos, como todos los vecinos de la y los bienes de los desgraciados habitantes de Nueva colonia, aborrecían profundamente al visitador y estaban España. temerosos de é l , y aquellas reales provisiones vinieron L a indignación pública era terrible, quizá nunca 1 Proceso c o n l r a don M a r t i n C o r t é s . — O n e z c o . — O b r a c i t a d a , p á g . 228. á calmar sus angustias y á presentarles una venganza de los desprecios y malos tratamientos de que objeto habían sido por parte de Muñoz. Sin embargo, presen- 397 MÉXICO Á T B A V É S D E L O S S I G L O S tábase una grave dificultad: todos los oidores conocían tan orgulloso en el poder estaba trémulo, cadavérico, el carácter rudo y feroz del visitador, y para ellos era sin fuerza n i valor para contestar, y perdiendo hasta la un gran peligro notificarle la destitución y la orden para humana dignidad. No m u r m u r ó , no se quejó, no opuso salir de la ciudad y del reino; y tanto era el ascendiente la menor resistencia; lívido y convulso, oyó la orden de que sobre aquellos ánimos ejercía Muñoz por el terror abandonar que causaban sus el miedo recogiendo lo que. de valor tenía en la celda, salióse de que al escuchar la notificación el visitador mandase ocultamente del convento y de la ciudad, emprendió á ahorcar á quien se la hacía, que ninguno de la Audiencia pié el camino para Veracruz en compañía del doctor crueldades y tan grande la ciudad en el término de tres horas, y se atrevió á desempeñar aquel cargo, y hubo necesidad Carrillo, acelerando el paso y ocultando el rostro por el de que los mismos Villanueva y Vasco de Puga se resol- temor de ser descubiertos y sacrificados por la justa viesen á afrontar la dificultad practicando ellos personal- indignación de los vecinos de México: á pocas leguas de mente aquella diligencia. Muñoz, que procuraba ostentar siempre el trato y las costumbres de los grandes señores de su tiempo, habia, como solían hacerlo los reyes, r e t i r á d o s e á pasar la semana santa en un convento, eligiendo el de Santo Domingo, en donde los frailes le dispusieron una cómoda y bien amueblada habitación. E n el templo el visitador había hecho colocar, en alto sobre un tablado, un gran sitial bajo un rico dosel de terciopelo, á imitación de los monarcas, y alli asistía á los oficios divinos rodeado de su guardia de alabarderos; y sin tratar n i hablar con nadie e n t r á b a s e al convento por la misma iglesia tan pronto como terminaban las ceremonias del culto. Los comisionados Vasco de Puga y Villanueva, acompañados del escribano Sancho López de Agurto y del alguacil mayor de la ciudad, llegaron muy de mañana al convento de Santo Domingo y se hicieron anunciar con Muñoz, enviándole á decir no más con el paje de servicio que tenían asunto importante y grave que comunicarle; pero el paje no quiso entrarle el recado porque aun no se había despertado, y los comisionados tuvieron que esperar mucho tiempo Acostumbrado el visitador á tratar en la antesala. á cuantos con él tenían negocios con el mayor desprecio, supo que a l g u nas personas le esperaban para hablarle, y no inquietándose por eso, no se dignó siquiera dedicar menor F a c s í m i l e de l a firma de S a n c h o L ó p e z de Agurto tiempo del que solía á los cuidados de su pei'sona. A l fin, después de haber hecho esperar mucho á Puga y á sus c o m p a ñ e r o s , dió orden Muñoz que se les permitiera la entrada. comisionados, quizá con la intención de hacer m á s y comenzaron por de la salud del visitador; con el mayor desdén contestó éste ellos llegar hasta el puerto. P r e s e n t á r o n s e humildemente los terrible la sorpresa que preparaban, informarse la ciudad consiguieron los fugitivos unos caballos y en algunas palabras, Cuando Muñoz llegó á Veracruz estaba todavía alli en espera de un navio el m a r q u é s de Falces don Gastón de Peralta, y ambos se embarcaron- en el mismo buque y juntos llegaron á presentarse al rey. Felipe I I había manifestando tenido ya tiempo y datos suficientes para juzgar con claramente el deseo' de cortar toda ociosa conversación y acierto á los dos gobernantes que llegaban de las Indias, concluir cuanto antes con la importuna visita de aquellos y hombres. recibido benignamente por el monarca, que escuchó con Entonces Villanueva, sacando las provisiones así lo demostró en su conducta. Don Gastón fué reales extendiólas al secretario, d i c i é n d o l e : — L e e d esa agrado sus disculpas y le despidió satisfecho y tranquilo; cédula de S. M . y notificádsela Muñoz aquí mismo al señor licenciado Muñoz. Comenzó Sancho López encontró al rey frío, severo y desdeñoso, y apenas comenzó á murmurar algunas disculpas, volvióle de Agurto la lectura de Felipe I I la espalda como marcada prueba de disgusto, las provisiones, y á medida que en ella avanzaba iba diciéndole aumentando la palidez y el desconcierto del visitador, reconvención:—Te al mismo tiempo en tono de la m á s acre y al concluirse la notificación, aquel hombre tan altivo y á d e s t r u i r . — E l orgulloso visitador que esperaba recibir envié á las Indias á gobernar y no 398 MÉXICO Á T B A V É S D E L O S S I G L O S en la corte grandes mnestras de estimación y que soñaba bondadoso se hizo estimar muy en breve y recobraron haber del la tranquilidad los ánimos de los vecinos de México que monarca, quedó como herido de un rayo al escuchar las recelosos con el recuerdo de Muñoz temblaban á la sola terribles noticia de la llegada de un nuevo virey alcanzado palabras relevantes méritos á los ojos de Felipe I I . Vacilante salió del ó visitador. palacio, y á la m a ñ a n a siguiente le encontraron en su Enriquez por su parte aposento muerto, sentado en un sillón y con el rostro aquella conmovida población necesitaba y dedicóse á dar apoyado en la palma de la mano derecha. seguridad á los caminos, á proteger las comunicaciones T a l fué el fin comprendió fácilmente lo que de aquel hombre funesto, que en el corto período de seis con los ricos minerales de Zacatecas y Nueva Vizcaya, meses que duró su gobierno dejó en México una tan y detener las invasiones de los chichimecas y de algunas profunda huella de horror y de aborrecimiento, que el otras tribus que aun combatían por el norte y el occi- transcurso de más de tres siglos no ha podido borrar dente. todavía. Aun cuando las perturbaciones En México extendióse r á p i d a m e n t e la noticia de que de la ciudad de México se comunicaran á las provincias, no llegaban las destituido el visitador Muñoz había salido furtivamente alarmas que eso producía á impedir la marcha regular de la ciudad, y pocos momentos después de haber pasado y m á s ó menos acertada, pero tranquila, de las admi- el acontecimiento raras personas lo ignoraban, porque nistraciones locales. la nueva de la caída ó de la muerte de uu tirano todos los minerales de Zacatecas y otros en la Nueva Galicia anhelan ser los primeros y m á s diligentes en comuni- y los de la Nueva Vizcaya, y aumentando la población carla. L a ciudad estaba como de fiesta, alegres salían á las calles los vecinos y felicitábanse calurosamente como por un fausto acontecimiento de familia, y sin Seguían explotándose con éxito española en aquellas provincias, se fundaban villas ó reales de minas que eran centro de trabajo y actividad, y de donde salian constantemente expediciones en busca duda con r a z ó n , que más encarnizado perseguidor de de minas, á explorar los alrededores, ensanchándose así españoles y criollos no había pisado nunca las playas de r á p i d a m e n t e , y sin el estrépito de las conquistas, los la Nueva E s p a ñ a . limites y fronteras del vireinato. L a destitución y la salida de Muñoz puso otra vez Por los mismos dias de la llegada del virey E n r i - el gobierno de la colonia en manos de los oidores; pero quez, el 8 de noviembre de 1568, el teniente de alcalde la lección de la experiencia había sido terrible y no mayor de las entonces recién descubiertas podía ser perdida. E l nuevo período de gobierno de la Mazapil, emprendió un viaje en busca de nuevas minas, Audiencia fué tranquilo, y no hubiera podido recono- y acompañado de diez y seis soldados y del escribano cerse en aquellos oidores á los mismos hombres que Pedro de Valverde, llegó hasta una lagnna grande en tantas y tan crueles perturbaciones habían causado á la donde había algunas r a n c h e r í a s de indios y tomó posesión tierras de Nueva E s p a ñ a con su ambición y sus intrigas, procu- de aquella t i e r r a , á la que llamó Nuevo México, en rando cicatrizar en lo posible las sangrientas heridas nombre del rey y de la Audiencia de Nueva Galicia á la hechas á la sociedad por el visitador; poco á poco fueron que estaban sujetos Mazapil y sus autoridades; levan- calmando los ánimos hasta dejar, de la conjuración del táronse las actas correspondientes de aquel descubri- marqués del Valle, sólo el triste recuerdo de las victimas miento Q y el teniente Francisco Cano puso nombre á y el padrón de infamia en el arrasado terreno que ocupó los ríos, valles y peñoles que encontró en las tierras de la casa del infortunado Alonso de A v i l a . su descubrimiento que nombró Nuevo México y que sin el gobierno de la Audiencia, duda no fué lo que se llamó definitivamente «Nuevo porque Felipe I I nombró por virey de Nueva E s p a ñ a á México" en años posteriores, porque muy común era en Corto tiempo duró don Martín Enriquez de Almanza, que tomó posesión esa época la pretensión de todos los que hacían del vireinato el 5 de noviembre de 1568. L a llegada brimientos por el norte de llamar «Nuevo México» á del nuevo virey á Veracruz fué señalada por un aconte- los pueblos grandes que encontraban, y esto se observa cimiento importante. Desde el 15 de setiembre de ese desde las primeras relaciones que Francisco Vázquez de. año habían anclado en la isla de Sacrificios, inmediata al Coronado dió al i r en busca de Cíbola y Quibiria. puerto y al castillo de San Juan de U l ú a , unos navios de piratas ingleses. descu- Las violentas invasiones de los indomables chichi- Enriquez reunió las guarniciones mecas, que atacaban las poblaciones españolas é i n t e r - de la fortaleza y de la plaza, y embarcándolas en los ceptaban los caminos de México á Zacatecas, á la Nueva trece navios de la flota en que había llegado, dió sobre Vizcaya y aun á la Nueva los piratas obligándoles á retirarse vireyes y andiencias á fundar villas y colonias militares Apropiado gobernante para las circunstancias en que d e s p u é s , cuando se Galicia, obligaron á los establecieron en las lejanas que México se encontraba, había nombrado el monarca fronteras del Norte con reducido número de soldados, español. tomaron el nombre de presidios, Prudente, ilustrado, práctico en el despacho de los negocios, don Martín Enriquez por su c a r á c t e r ' C A V O —LOS tres siglos de México, lib. I V , p á r r a f o 30. no por estar desig- nados para lugar de castigo de criminales, sino en el ' Documentos inéditos de Indias, tomo X I X , p á g . 5 3 3 . 399 MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S sentido de colocarse avanzadas para la defensa de la virey don Martin Enriquez se informó muy pronto de las depredaciones de los chichimecas y dispuso tierra. Asi se habia paulatinamente poblado el territorio á través del cual pasaban esos caminos. chichimecas, El desde 1552 Para alejar á los hasta 1555 el cacique don que se establecieran presidios en el camino de Zacatecas, señalando como por m á s peligroso para los viajeros y comerciantes los puntos de Ojuelos y Portezuelos, pero Nicolás de San Luis M o n t a ñ é s , acompañado del cacique antes de que pudiesen construirse esos fuertes llegó á don Fernando de Tapia y de otros amigos suyos todos México la noticia de una irrupción por aquel rumbo de de Jilotepec, había conquistado Q u e r é t a r o y fundado las la t r i b u de los cuaehichiles. villas de Santiago de Querétaro y de A c á m b a r o ; esta- al alcalde mayor del partido de Guanajuato, Juan Torres blecióse á poco, dependiendo de Jilotepec, una pequeña de Laguna, con algunas fuerzas población en el «llano de Enano," que fué San Juan del dicción y el mismo virey se determinó á salir á cam- Eío, y en 1554 el virey don Luis de Velasco estableció las dos villas, que tanto prosperaron, Felipe y San Miguel Poco San de milicia de su j u r i s - paña con buen número de soldados de México. Esto acontecía en 1570 antes de la E e t i r á r o n s e loe enemigos y el virey volvió á la muerte de don Luis de Velasco, el año de 1563, en capital, dejando establecida una línea de presidios para virtud de un mandamiento de la Audiencia de la Nueva defensa Galicia, se pobló la v i l l a de Lagos. Libróse para ello Concepción de Celaya y una villa de San Felipe que se el mandamiento al muy magnifico señor Heinando de fundó cerca del lugar en que hoy está la ciudad de San Martel, alcalde mayor de los Llanos, y firmáronlo ^ n Luis P o t o s í , amurallada y con fuerte guarnición, pero Guadalajara el Grande. llamadas E l virey envió contra ellos el 15 de enero de 1563 los oidores licen- ciado Alonso de Oceguera, el doctor M o r o n é s , el doctor Alarcón y el secretario Alonso S á n c h e z , y el 31 de marzo del mismo año Martel, ante el escribano del camino, entre los cuales se contaron la que ya en el siglo siguiente estaba abandonada 2 . L a tranquilidad que se había restablecido en México después de la salida de M u ñ o z , estuvo á punto de Juan perderse al siguiente año de la llegada del virey ocasio- de Arrona, tomó posesión del terreno, puso una cruz, nándose una nueva p e r t u r b a c i ó n del orden con motivo trazó el pueblo, señaló sitio para la iglesia y plaza y de una ceremonia religiosa. Acostumbraban los francis- solares para las casas reales y del Consejo, mandando que la villa se llamase de Santa María de los Lagos ' . ' B E A U M O N T . — Crónica de la procincia de San Pedro y San Pablo, lib. I I , cap. X X X . Dice el a c t a de p o s e s i ó n : « E n los L l a n o s de los Z a c a t e c a s , que es en los c h i c h i m e c a s , cerca de unos lagos que en lengua de indios se l l a m a n P e c h i t i t a n , en postrero d i a del mes de m a r z o de 1 5 6 3 a ñ o s , el muy magnifico s e ñ o r H e r n a n d o Martel, A l c a l d e M a y o r de los dichos L l a n o s y juez de c o m i s i ó n por su Magestad, y en p r e s e n c i a de mi el escribano y testigo de juso e s c r i t o s ; dijo: Que él viene á poblar el pueblo que se llama S a n t a M a r t a de los L a g o s , como se m a n d a por l a c o m i s i ó n de los muy m a g n í f i c o s s e ñ o r e s O i d o r e s , A l c a l d e s mayores del Nuevo Reyno de G a l i c i a de esta otra parte contenida, en c u y a j u r i s d i c i o n se incluyeron los dichos L l a n o s y t é r m i n o d i c h o s ; y no obstante que los dichos t é r m i n o s son del dicho R e y n o e s t é n en l a p o s e s i ó n de ellos, y por el dicho reyno se u s a y ejerce l a j u r i s d i c i o n c i v i l y c r i m i n a l , y otros aprovechamientos que á mayor abundamiento, c o n t i nuando l a d i c h a p o s e s i ó n en el dicho sitio, c e r c a de un rio que sale de los dichos lagos, puso u n a cruz y t r a z ó el dicho pueblo y le s e ñ a l ó sitio, iglesia y p l a z a , y solares p a r a c a s a s y c a l l e s ; y asi mismo s e ñ a l ó un solar p a r a c a s a de su Magestad, y otro s o l a r ó c a s a de Consejo de dicho pueblo, que se h a de l l a m a r y m a n d ó se l l a m a s e , la V i l l a de S a n t a M a r í a de los L a g o s , y en l a p l a z a de ella se puso una c r u z y c e r c a de la dicha plaza ( e n un a l t o ) se puso u n a noria; y los dichos solares se empezaron a edificar, y c i e i t a s c a b a l l e r í a s de tierra y huertas que se dieron á ciertos vecinos que en l a d i c h a villa poblaron, las empezaron a l a b r a r y c u l t i v a r , y e s t á n y se quedaron en l a dicha p o s e s i ó n . T o d o lo cual se hizo y p a s ó quieta y p a c i f i c a mente, y a lo que yo, dicho escribano, doy fe. Testigos fueron p r e sentes, á lo que dicho es, el b a c h i l l e r V a l a d é s , Alonso M a z i a s y Diego de V i v a r , y J u a n de M a l a g a — H e r n a n d o M a r t e l = Paso ante mi, J u a n de A r r o n a , escribano nombrado. — D e s p u é s de lo s u s o dicho en la d i c h a V i l l a de S a n t a M a r í a de los L a g o s , yo el escribano susoescrito doy fe: que continuando l a d i c h a p o s e s i ó n y p o b l a c i ó n de l a d i c h a villa, en los dichos solares que se s e ñ a l a r o n y dieron á los vecinos que á ella vinieron á poblar, se han fecho y labrado veinte casas, las cuales dichas cusas e s t á n l a b r a d a s , y otras empezadas á h a c e r ; y asi mismo en la d i c h a villa esta fecha u n a iglesia, en donde se dice m i s a y se celebran los oficios divinos, c u y a a d v o c a ción es S a n t a M a r í a de los L a g o s ; y porque de ello conste, y por mandado del S e ñ o r j u e z , di l a presente, y doy fe que es y p a s a como de suso dicho va dicho h a s t a hoy, tres dias del mes de Mayo de 1 5 0 3 . — P a s ó ante m i , J u a n de A r r o n a , e s c r i b a n o . » canos de la parroquia de San J o s é i r anualmente en procesión un día de la festividad de la Virgen á la iglesia llamada Santa María la Eedonda. E l año de 1569, al llegar la procesión á la calle de la Acequia, una tropa de clérigos salió á estorbar el paso á los frailes, ordenándoles volviesen á su convento. franciscanos; encendióse la disputa; N e g á r o n s e los de las palabras pasaron á las obras, y tomando por sí la demanda los indios que acompañaban á los religiosos, comenzaron á llover piedras sobre los clérigos haciéndoles huir; acudieron á la novedad muchos españoles y criollos, i n t e n tando mediar entre los eclesiásticos y hacer retirar á los indios, pero é s t o s , sin atender á respetos, dieron también sobre ellos, con lo que muchos salieron heridos en ambos bandos. E l virey envió tropa á calmar el tumulto y mandó aprehender á cuatro de los alcaldes indios que acompañaban la procesión, pero entonces los naturales, instigados como es de suponer por los franciscanos, se alborotaron y comenzaron á pedir á sus alcaldes unos, y otros en gran número á presentarse en las cárceles denunciándose culpables. Don Martín Enriquez, prudentemente, mandó poner libres á los alcaldes y sobreseer la causa, no pareciéndole que por aquello debia comprometerse la paz pública. Durante el gobierno del virey Enriquez celebraron t C A V O . — Los tres siglos de México, lib. I V , par. X X X l l . — V E T A N C O U R T . — Teatro Mexicano, tratado de l a ciudad de M é x i c o , c a p . 11. * Oaoztio Y B E R R A . — Apuntes para la historia de la Geografía en México, cap X . 400 MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S en México los españoles, en 1571, el quincuagésimo I de Xicotencatl; acostumbrados muy pronto á la servianiversario de la Conquista, y fué la m á s lucida solem- i dumbre, danzaban nidad que se había visto hasta entonces; alegres al son del teponaxtle para extremáronse • divertir á los encomenderos, mientras los fuertes y los en sus demostraciones de regocijo los indios, olvidados presidios establecidos por los vireyes Mendoza, Velasco ya de su perdida libertad, festejando el recuerdo de su y Enriquez, y por la Audiencia de Nueva Galicia, derrota. bastaban apenas para detener las vigorosas y repeti- Medio siglo había bastado para hacer olvidar á los mexicanos y tlaxcaltecas los heroicos esfuerzos de das insurrecciones de los tenaces é indomables chichi- Cuauhtemoc y su trágico fin, y la ignominiosa muerte mecas.