U.V.R. - Tasas de Interés /... elementos que comprende: inflación, gastos administrativo-operativos

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U.V.R. - Tasas de Interés / TASA DE INTERES NOMINAL - Concepto y
elementos que comprende: inflación, gastos administrativo-operativos
y remuneración / TASA DE INTERES REAL - Es igual a tasa de interés
nominal menos inflación / TASA DE INTERES REMUNERATORIO EN
CREDITOS DE VIVIENDA - Es igual a la menor tasa de interés real
(certificada por superbancaria) menos la inflación (U.V.R.)
La Corte Constitucional mediante sentencia C-955 de julio 26 de 2000, decidió
sobre la demanda de inconstitucionalidad instaurada contra la Ley 546 de
1999, y en relación con la tasa de interés remuneratoria, de que trata la norma
antes transcrita (art. 17 numeral 2), expuso: "En toda tasa de interés debe
distinguirse entre lo que, dentro de su cuantía, está llamado a indemnizar al
acreedor por la depreciación de la moneda, lo que corresponde a los costos de
su actividad y lo que de manera específica tiene que ver con su ganancia en la
operación respectiva, que, para ser constitucional en Colombia, debe ser
racional y proporcionada, no usuraria. "En la tasa de interés nominal, esto es,
la que se dice que se está cobrando, no está comprendida solamente el
rendimiento que percibe el rentista por el servicio de prestar, sino que están
incluidos los siguientes elementos: -La indemnización del acreedor por la
disminución del poder adquisitivo de la moneda como consecuencia de la
inflación, de manera que en los puntos del interés nominal están incluidos los
de la inflación. -Los gastos administrativos y de operación efectivos en que
incurra el ente financiero. -La remuneración a que tiene derecho la entidad
prestamista, en desarrollo de su negocio, es decir, lo que gana por el
préstamo, que no puede ser sino proporcional y adecuado al servicio que
presta, y que debe estar intervenida por el Estado en los préstamos de
vivienda, como se ha dicho. Si de la tasa de interés nominal deducimos los
puntos correspondientes a la inflación, queda una tasa real. Para la Corte, la
tasa real debe incluir la rentabilidad más costos administrativos, los que
obviamente deben ser probados y aparecer en los registros contables. Como
en los préstamos de vivienda en UVR, en el sistema de la Ley examinada, el
saldo del capital prestado es actualizado al ritmo de la inflación, en dicha
unidad de cuenta ya está comprendida la inflación. Incluirla de nuevo en los
intereses es cobrarla doble, lo cual, de acuerdo con lo expuesto, es
inconstitucional. Luego, para que la norma no sea declarada inexequible, debe
entenderse que la tasa remuneratoria sólo es la tasa real, esto es, la nominal
menos la inflación." "Entonces, la Junta, en su condición de autoridad
monetaria y crediticia, mediante acto motivado en que se justifique su
decisión, deberá fijar la tasa máxima de interés remuneratoria que se puede
cobrar por las entidades financieras en este tipo de créditos. Ella, a su turno,
será siempre inferior a la menor de todas las tasas reales que se estén
cobrando en el sistema financiero, según certificación de la Superintendencia
Bancaria, sin consultar factores distintos de los puntos de dichas tasas, e
independientemente del objeto de cada crédito, y a la tasa menor se le deberá
descontar la inflación para que no se cobre doblemente
U.V.R. - Tasas de interés remuneratorio / CREDITOS DE VIVIENDA Tasa de interés remuneratorio / TASAS DE INTERES REMUNERATORIO
- Obligatoriedad para créditos vigentes y futuros / TASA DE INTERES
REMUNERATORIO EN CREIDITOS DE VIVIENDA - Permanencia fija
durante toda la vigencia del crédito / CREDITOS DE VIVIENDA - Las
cuotas amortizan al capital desde el principio
La Corte Constitucional mediante sentencia C-955 de julio 26 de 2000, decidió
sobre la demanda de inconstitucionalidad instaurada contra la Ley 546 de
1999, y en relación con la tasa de interés remuneratoria, de que trata la norma
antes transcrita, expuso: "La tasa, así fijada por el Banco de la República,
previa certificación de la Superintendencia Bancaria, de manera inmediata a la
comunicación de esta Sentencia, será obligatoria para los futuros créditos y
también para los vigentes, que si pactaron tasas superiores, deben de
inmediato reducirse a la tasa máxima que la Junta Directiva del Banco Emisor
fije, con la necesaria repercusión en el monto de las cuotas futuras, todas las
cuales estarán regidas por la norma en el sentido de que, ya disminuida la tasa
de interés, permanecerá fija durante toda la vigencia del crédito, a no ser que
las partes acuerden reducirla." "Sólo en esos términos se entiende
constitucional el numeral 2 del artículo 17 de la Ley 546 de 1999 de lo
contrario, es inexequible, y así lo declarará la Corte." "El numeral 2, objeto de
consideración, manifiesta que la tasa de interés remuneratoria será "calculada
sobre la UVR". "Esta parte de la disposición es exequible siempre y cuando se
entienda que lo que debe ser objeto de actualización son los saldos insolutos, a
medida que se paguen las cuotas por el deudor, amortizando en ellas desde el
principio a capital, como en esta Sentencia se prevé."
U.V.R. - Tasas de interés / TASAS DE INTERES EN CREDITOS DE
VIVIENDA - Competencia de la Junta Directiva del Banco de la
República y la Superintendencia Bancaria / SUPERINTENDENCIA
BANCARIA - Competencia para certificar todas las tasas reales del
mercado / BANCO DE LA REPUBLICA - Competencia de su Junta
Directiva para fijar la tasa de interés remuneratorio en créditos de
vivienda
De acuerdo con lo expuesto tanto en la parte considerativa como en la
resolutiva de la sentencia objeto de verificación, no cabe duda sobre la
competencia que en los términos señalados por la Corte Constitucional
corresponde a la Junta Directiva del Banco de la República, para fijar la tasa de
interés remuneratoria que deben cobrar las entidades financieras a los créditos
de vivienda, denominados en UVR, ni tampoco respecto al hecho de que para
efectos de fijar la tasa de interés remuneratoria, se debe tener en cuenta la
certificación que expida la Superintendencia Bancaria sobre "todas las tasas
reales" que se estén cobrando en el sistema financiero. Es decir, está claro que
una es la competencia atribuida a la Junta del Banco para fijar la tasa de
interés remuneratoria (art. 16 lit. e) Ley 31 de 1992), y otra la que se
reconoce a la Superintendencia Bancaria para certificar sobre las tasas reales
que se estén cobrando en el sistema financiero, ( num. 6 art. 326 E.O.S.F),
con la finalidad específica de que con base en dicha certificación se fije una
tasa de interés remuneratoria inferior a todas las tasas reales reportadas.
CREDITOS DE VIVIENDA - Procedimiento para fijar la tasa de interés
remuneratorio / TASA DE INTERES NOMINAL - Elementos que incluye:
inflación, gastos y remuneración / TASA DE INTERES REAL - Es igual a
Tasa de interés nominal menos la inflación / TASA DE INTERES REAL Elementos que incluye: remuneración más costos / TASA DE INTERES
REMUNERATORIO - Es igual a Tasa de Interés nominal menos inflación,
o lo que es igual a la tasa de interés real / U.V.R. - Tasa de interés
En cuanto al procedimiento para fijar la tasa de interés remuneratoria, según
la sentencia de la Corte, se deben atender los siguientes parámetros: La "tasa
de interés nominal" es la que según la certificación de la Superintendencia
Bancaria, se dice que se esta cobrando, en la cual están incluidos los
siguientes elementos: -La indemnización que recibe el acreedor por la
disminución del poder adquisitivo de la moneda como consecuencia de la
inflación, es decir que en los puntos del interés nominal está incluida la
inflación. -Los gastos administrativos y de operación en que incurra el ente
financiero. -La remuneración a que tiene derecho la entidad prestamista, es
decir la rentabilidad. De acuerdo con lo anterior, si de la tasa de interés
nominal se deducen los puntos correspondientes a la inflación queda la "tasa
real", la cual incluye la rentabilidad, más los costos administrativos, los que
"obviamente deben ser probados y aparecer en los registros contables." Lo
anterior, porque en la UVR ya esta incluida la inflación, y por tanto no se puede
incluir en la tasa remuneratoria, porque equivaldría a incluir la inflación dos
veces. Luego para que la norma sea exequible (dice la Corte) debe entenderse
que la tasa remuneratorio es solo la tasa real, la cual es igual a la nominal
menos la inflación.
CREDITOS DE VIVIENDA - Fundamentos legales y jurisprudenciales de
la facultad de la Junta Directiva del Banco de la República para fijar la
tasa de interés remuneratorio / BANCO DE LA REPUBLICA Fundamentos legales y jurisprudenciales de la facultad de la Junta
Directiva para fijar la tasa de interés remuneratorio / U.V.R. - Tasa de
interés
De acuerdo con los considerandos de la Resolución Externa 14 de 2000, la
decisión adoptada por la Junta Directiva del Banco de la República, en el
sentido de fijar la tasa de interés remuneratoria de los créditos de vivienda
individual a largo plazo y de los créditos para financiación de proyectos de
construcción de vivienda denominados en UVR en 13.1 puntos porcentuales
nominales anuales, pagaderos mes vencido, adicionales a la UVR, se
fundamentó en las facultades que le otorga el literal e) del artículo 16 de la Ley
31 de 1992, lo dispuesto por la Corte Constitucional en la sentencia C-955 de
2000; la autonomía técnica del Banco de la República para la fijación de la tasa
de interés, ratificada en las sentencias C-481-1999 y C-208-2000; así como en
el documento de trabajo SGMR-JD-S-0900-027-J de septiembre 3 de 2000, y
en la certificación remitida por la Superintendencia Bancaria el 1º de
septiembre del mismo año, sobre las tasas de interés nominales reportadas
por las entidades financieras, que se estaban cobrando en el mercado
financiero al 30 de junio de 2000.
NOTA DE RELATORIA: Se citan sentencias de la Corte Constitucional C-481/99,
C-208/00 y C-955/00.
CREDITOS DE VIVIENDA - Legalidad de la tasa de interés
remuneratorio fijada en la Resolución Externa 14 de 2000 por el Banco
de la República / TASA DE INTERES REMUNERATORIO PARA CREDITOS
DE VIVIENDA - Legalidad de la Resolución 14 de 2000 del Banco de la
República / BANCO DE LA RESPUBLICA - Tasa de interés remuneratorio
para créditos de vivienda / U.V.R. - Tasa de interés
Visto el documento de trabajo a que alude la citada resolución se observa que
bajo el título II. "Tasas de interés remuneratoria mínima con base en la
certificación de la Superbancaria", se específica claramente el procedimiento
seguido para fijar la tasa de interés remuneratoria máxima para los créditos de
vivienda, específicamente en cuanto hace a la transformación de las tasas
nominales reportadas por la Superbancaria, en tasas reales; el factor de la
inflación anual del mes de junio (9.68%) descontado; los cálculos matemáticos
para promediar la menor tasa nominal certificada en 23.71%, que
transformada a tasa real asciende a 14.03%; las alternativas propuestas para
calcular los gastos de operación efectivos, en una tasa real anual de 9.5%, así
como los gastos administrativos promediados en un 8% (costos más bajos
para el período julio-99 a junio-2000); se calcula una remuneración
equivalente al 0.8%; y como resultado de todo lo anterior, se recomienda que
la tasa máxima remuneratoria para los créditos mencionados no exceda de
13.9 puntos porcentuales efectivo anual adicional a la UVR, equivalente al 13.1
puntos porcentuales nominales anuales pagaderos mes vencido. Así las cosas,
tanto el documento anotado, como la certificación de la Superintendencia
Bancaria que contiene la información sobre las tasas de interés nominal
reportada por las entidades financieras, demuestran que la tasa de interés
remuneratoria a que se refiere el artículo 1º de la resolución acusada
fue calculada con base en la tasa promedio nominal certificada por la
Superbancaria, descontando el índice de inflación, e incluyendo como factores
en la determinación de la tasa real, los gastos administrativos y de operación
así como la rentabilidad, es decir que se ajustó la actuación a los
parámetros señalados en la sentencia C-955-2000, en cuanto a la motivación y
justificación del acto, así como en lo relativo a los factores que debían
considerarse para fijar dicha tasa real.
SUPERINTENDENCIA BANCARIA - Certificación de tasas de interés de
1971 a 2000 para establecer la tasa mínima promedio para la fijación
de la tasa de interés remuneratorio para créditos de vivienda /
RESOLUCION 14 DE 2000 DEL BANCO DE LA REPUBLICA - Legalidad
por inexistencia de falta de motivación, desviación de poder y desacato
a fallo de la corte constitucional
No puede considerarse la certificación de la Superintendencia Bancaria de
mayo 31 de 2001, allegada al expediente a solicitud de los accionantes (fl.90),
como demostrativa del incumplimiento a la sentencia de la Corte por parte de
la Junta del Banco, pues lo que allí consta son las tasas de interés
certificadas ordinariamente por dicha entidad entre octubre 29 de 1971 y el 31
de mayo de 2001, no las reportadas a la Superintendencia por las entidades
financieras, con fines a establecer la tasa mínima promedio que debía
considerarse para efectos de la expedición del acto acusado. En conclusión,
carecen de justificación los cargos que afirman el desconocimiento de la
sentencia C-955-2000, la falta de motivación del acto demandado, la omisión
de la explicación para determinar la tasa de interés remuneratoria, así como la
desviación de poder por parte de la Junta Directiva del Banco de la República,
pues de una parte es evidente que la decisión adoptada en el acto acusado
corresponde al ejercicio de una facultad legal y constitucional, y por otra, está
plenamente demostrado la suficiente motivación del acto y la explicación
razonable de cómo se llega a la determinación de la tasa en cuestión,
atendiendo los parámetros fijados por la Corte. Es igualmente injustificada la
afirmación según la cual dicen los accionantes, debió abstenerse la Junta de
aplicar la certificación de la Superbancaria, por ser evidente su desacato al
fallo, ya que lo pretendido con tal certificación no es fijar la tasa máxima de
interés remuneratoria, facultad que no corresponde a dicha entidad, sino
suministrar la información que permita al organismo facultado para ello, esto
es la Junta Directiva del Banco de la República, la determinación de dicha tasa.
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN CUARTA
Consejero ponente: GERMAN AYALA MANTILLA
Bogotá, D.C., Doce (12) de octubre de dos mil uno (2001)
Radicación número: 11001-03-27-000-2000-0735-01(11151)
Actor: SIXTO ACUÑA ACEVEDO Y OTROS
Demandado: BANCO DE LA REPUBLICA
Referencia: Acción pública de nulidad contra la Resolución Externa
No.14 de septiembre 3 de 2000, expedida por el Banco de la República.
Decide la Sala sobre la demanda de nulidad instaurada por los ciudadanos
SIXTO ACUÑA ACEVEDO, LUIS ENRIQUE ESCOVAR GIRALDO, REINALDO
MARTINEZ VILLAMIZAR, ALEJANDRO MILA AVELLANEDA y JULIO REYES
TORRENTE, contra la Circular Externa No.14 de septiembre 3 de 2000,
expedida por la Junta Directiva del Banco de la República.
EL ACTO ACUSADO
La demanda recae sobre el artículo 1º de la Circular Externa No.14 de 2000,
cuyo texto es el siguiente:
RESOLUCION EXTERNA No.14 DE 2000
(septiembre 3)
Por la cual se señala la tasa máxima de interés remuneratoria de los créditos
destinados a la financiación de vivienda individual a largo plazo y de proyectos
de construcción de vivienda.
LA JUNTA DIRECTIVA DEL BANCO DE LA REPUBLICA
En ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, en particular de la
prevista en el literal e) del artículo 16 de la Ley 31 de 1992
CONSIDERANDO
PRIMERO.(...)
RESUELVE :
Artículo 1º LÍMITES MÁXIMOS A LAS TASAS DE INTERES DE CREDITOS EN
UVR. La tasa de interés remuneratoria de los créditos de vivienda individual a
largo plazo y de los créditos para financiar proyectos de construcción de
vivienda denominados en UVR no podrá exceder de 13.1 puntos porcentuales
nominales anuales, pagaderos mes vencido, adicionales a la UVR."
LA DEMANDA
Previa formulación de los cargos se reseñan en la demanda los siguientes
hechos:
El Congreso Nacional expidió la Ley 546 de 1999, "por la cual se dictan normas
en materia de vivienda, se señalan los objetivos generales a los cuales debe
sujetarse el Gobierno Nacional para regular un sistema especializado para su
financiación..."
La Corte Constitucional en sentencia C-955 de 2000 se pronunció sobre la
constitucionalidad de la citada ley, advirtiendo en la parte resolutiva declarar
exequible el numeral 2 del artículo 17, "en el entendido de que la tasa de
interés remuneratoria a que se refiere no incluirá el valor de la inflación, será
siempre inferior a la menor tasa real que se este cobrando en las demás
operaciones creditícias en la actividad financiera, según certificación de la
Superintendencia Bancaria y su máximo será determinado por la Junta
Directiva del Banco de la República, ... "
El 1º de septiembre de 2000 la Superbancaria certificó que el interés anual
efectivo bancario corriente era de 22.93% y para los créditos ordinarios de
libre asignación era del 22.62% (Anexo 2).
Dos días más tarde, el 3 de septiembre, la Junta Directiva del Banco de la
República expidió la Resolución Externa 14 de 2000, en la cual fijo en 13.1% la
tasa máxima de interés remuneratoria de los créditos de vivienda, con base en
la anterior certificación de la Superbancaria.
Manifiestan los accionantes formular tres cargos contra la norma acusada, que
se enuncian y sustentan así:
Violación del artículo 243 de la Constitución Política. El acto administrativo
acusado desconoce la norma constitucional, toda vez que mientras la sentencia
C-955 le decía a la Junta Directiva del Banco de la República que determine la
tasa de interés remuneratoria de los créditos de vivienda "que será siempre
inferior a la menor o más baja de todas las que se estén cobrando en el
sistema financiero", la Junta del Banco fija olímpicamente en 13.1 puntos dicha
tasa, sin explicar por que es la más baja de todas las que
se están cobrando en el sistema financiero. Simplemente acoge la certificación
de la Superbancaria que al efecto expidió.
Si la Junta del Banco advierte, como debió advertirlo, que la certificación de la
Superbancaria era un claro desacato al fallo constitucional, ha debido inaplicar
ese acto administrativo, conforme el artículo 4º de la Constitución Política.
Violación de los artículos 35 y 36 del Código Contencioso Administrativo.
El acto acusado está motivado, pero se encuentra falseado, pues la cifra
establecida para regular la tasa de interés remuneratoria de los créditos de
vivienda individual a largo plazo no es la más baja del mercado, como lo
ordenó la Corte.
Se dice en los considerandos 3 y 6 de la resolución acusada que es necesario
cumplir la sentencia de la Corte, y en la parte resolutiva se fija dicha tasa en
13.1, que si bien era la certificada por la entidad oficial, no era la más baja del
mercado, porque la Superbancaria en ninguna parte dice que el 13.1 sea la
tasa más baja del sistema financiero.
Violación de los artículos 2º, 6º, 51 y 83 de la Constitución Política y 36 del
Código Contencioso Administrativo.
Hay una desviación de poder cuando la administración tiene competencia para
dictar el acto, pero lo hace con un fin distinto del que la ley pretendía, bien por
un interés personal o bien por un interés administrativo diverso al señalado en
el ordenamiento.
En el caso concreto la desviación de poder consiste en que so pretexto
de cumplir la sentencia C-955 de 2000, se desconoció intencionalmente la
misma, para favorecer a los banqueros y perjudicar a los usuarios del UPAC,
hoy UVR, fijando una tasa de interés para créditos de vivienda superior en
varios puntos a la más baja del mercado, y en realidad lo que se establece es
un "interés anual efectivo".
Como indicio sospechoso se debe tener en cuenta que van cinco sentencias de
constitucionalidad y una de contencioso, y nada que el Estado se allana a
cumplir con su función social.
Llama la atención que la Junta espera que suban las tasas, que la
Superintendencia expida la certificación, y de súbito, en 48 horas, en un día
domingo, expide el acto atacado.
TRAMITE PROCESAL
Mediante Auto de febrero 9 de 2001 se admitió la demanda, se negó la
suspensión provisional solicitada, y se ordenó el envío de los antecedentes
administrativos que hubieren sobre el acto acusado.
Con oficio 6579 de marzo 21 de 2001 (fl.44) se remitió copia del
documento SGMR-JD-S-0900-27-J de septiembre 13 de 2000 que sirvió de
base para la expedición de la resolución acusada, así como de la comunicación
recibida de la Superbancaria del 1º de septiembre del mismo año (fls. 45 a
70).
OPOSICIÓN A LA DEMANDA
El Banco de la República mediante apoderada especial se opone a las
pretensiones de la demanda. Se refiere en primer término al contenido y
alcances de la sentencia de la Corte Constitucional con fundamento en la cual
se expidió la resolución demandada, precisando que este acto fue expedido en
ejercicio de la función que le confiere la Ley 31 de 1992, artículo 16 lit.e) a la
Junta Directiva del Banco de la República, y teniendo en cuenta la certificación
expedida por la Superintendencia Bancaria, la cual corresponde a las tasas de
interés nominales reportadas a ese organismo por las entidades financieras a
30 de junio de 2000.
Explica que según el documento técnico que sirvió de base para la expedición
de la resolución acusada, allegado al proceso, "Con la información certificada
por la Superintendencia Bancaria y teniendo en cuenta las consideraciones
de la sección II del documento, la tasa de interés real mínima aplicable a los
préstamos que las entidades certificadas otorgan en igualdad de condiciones a
todas las personas en el giro habitual de sus negocios es 14.03%.", y que
según el mismo documento, la tasa de interés real mínima que se calculó con
la información suministrada por la Superbancaria (14.03%), se recomendó que
la tasa máxima remuneratoria para los créditos mencionados no exceda de
13.9 puntos porcentuales efectivo anual adicionales a la UVR, equivalentes al
13.1% puntos porcentuales nominales anuales pagaderos mes vencido.
Respecto al cargo que alude al desconocimiento del fallo de la Corte
Constitucional, precisa que incurren en inexactitud los accionantes en relación
con la certificación que en su opinión ha debido tener en cuenta la Junta
Directiva del Banco de la República para determinar los límites a la tasa de
interés, por desconocer la certificación específica de la información reportada
por las entidades financieras, tal como se establece en los considerandos de la
resolución acusada, certificación que es diferente a la que ordinariamente
expide la Superbancaria para los efectos previstos en el artículo 884 inciso 2
del Código de Comercio artículo 235 del Constitución Política y que debía tener
en cuenta la Junta del Banco, precisamente en aplicación del fallo de la Corte.
Reitera que el análisis jurídico y técnico que sirvió de sustento para la
expedición del acto acusado, consta en el documento técnico de trabajo de
septiembre 3 de 2000, el cual no está sujeto a reserva alguna y tuvo
divulgación masiva, por lo que no puede sostenerse que la entidad haya
guardado silencio respecto de los motivos que tuvo en cuenta para fijar la tasa
máxima de interés remuneratoria.
Acerca del procedimiento para establecer la tasa remuneratoria máxima para
los créditos de vivienda, precisa que la Junta Directiva tuvo que transformar
las tasas certificadas por la Superbancaria, de tasas nominales a reales y
partiendo de allí a analizar, cual sería la tasa de interés mínima que podría
fijarse, teniendo en cuenta no solo la debida protección da los deudores de los
créditos sino también asegurando que la tasa máxima cubriera los gastos
administrativos y de operación de los establecimientos de crédito, ya que la
misma Corte reconoció que en los puntos adicionales que se cobran como
interés remuneratoria deben considerarse "los gastos administrativos y de
operación efectivos en que incurra el ente financiero" y "la remuneración a que
tiene derecho la entidad prestamista". Adicionalmente se tuvo que revisar que
la tasa aplicable estuviera de acuerdo con la política económica general y el
normal funcionamiento del sistema de pagos, para asegurar que la medida no
produjera un descalabro financiero.
En cuanto a la posible desviación de poder, estima que se trata de simples
conjeturas sin sustento alguno, y que por el contrario, los motivos de la
resolución acusada y el análisis técnico contenido en el documento que le sirvió
de base, permiten demostrar que se dio estricto cumplimiento a las sentencias
de la Corte Constitucional, aunado al hecho de que el procurador General de la
Nación en providencia de enero 28 de 2000, resolvió archivar las diligencias
adelantadas en virtud de las quejas formuladas por algunos ciudadanos,
relacionadas con la posible omisión por parte de la Junta Directiva en el
cumplimiento de la sentencia C-383 de 1999, al no observar un posible
desacato a los mandamientos de las sentencias C-455, C-700 y C-747 y a la
sentencia del Consejo de Estado del 21 de mayo de 1999.
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
La parte actora reitera, en los mismos términos, los cargos de la demanda.
La apoderada del Banco de la República, se refiere a las pruebas decretadas a
petición de los actores, según las cuales se solicitó a la Superbancaria certificar
cual era el interés remuneratoria más bajo del mercado el día en que fue
notificada la sentencia C-955, y a la Corte Constitucional informar sobre la
fecha de notificación de la misma sentencia, y observa que la aludida
certificación no corresponde a la específica y previa que fuera remitida para
efectos de la expedición del acto acusado, sino de aquella que en uso de sus
atribuciones legales y en desarrollo de lo dispuesto en el Código de Comercio y
el Código Penal efectúa ordinariamente dicha entidad, por lo que no demuestra
la afirmación de los accionantes en el sentido que la tasa de interés
remuneratoria de los créditos de vivienda no es inferior a la menor o más baja
de todas las que se estén cobrando en el sistema financiero.
Reitera que la Corte fijó lineamientos para determinar la tasa máxima y que la
Superintendencia no podía señalar que tasa de interés era la más baja del
mercado, pues esta determinación correspondía a la órbita de la Junta
Directiva, una vez obtuvo la información de dicha entidad.
El escrito radicado el 10 de septiembre de 2001, suscrito por William López
Leyton, quien al parecer actúa como apoderado del Ministerio de Hacienda y
Crédito Público, ya que no se acredita la personería respectiva fue presentada
por fuera del término fijado para alegatos de conclusión.
MINISTERIO PÚBLICO
Representado por la Procuradora Primera Delegada ante la Corporación previa
referencia a las razones en que se sustentan los cargos formulados,
concluye que la súplica de la demanda deben ser denegadas. Al efecto expone:
De la simple confrontación entre el acto acusado y el artículo 243 de la
Constitución Política, se observa que no existe contradicción alguna, además
de admitirse la posible violación, la confrontación sería entre la certificación de
la Superbancaria, el fallo de la Corte y la resolución 14 de 2000. Tampoco se
advierte cómo pudo desconocer esta última el principio de cosa juzgada en
relación con la sentencia C-955.
Carece de sentido el cuestionamiento al hecho de que la Junta Directiva debió
abstenerse de aplicar la certificación de la Superbancaria, porque el artículo 4º
de la Constitución Política, lo que prevé es la inaplicación de una ley a un caso
concreto cuando ésta viola ostensiblemente la Constitución, y no la inaplicación
de un acto administrativo, como lo es la aludida certificación, acto contra el
cual no se expone argumentación orientada a demostrar su ilegalidad.
No se configura la desviación de poder porque la decisión adoptada en el acto
acusado no estuvo orientada a una finalidad diferente de la prevista en la ley,
ya que la Junta del Banco está facultada para señalar los límites máximos de
las tasas de interés de crédito en UVR, con fundamento en las certificaciones
que al efecto expida la Superbancaria.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
La demanda recae sobre el artículo primero de la Resolución Externa No.14 de
septiembre 3 de 2000, expedida por la Junta Directiva del Banco de la
República, “Por la cual se señala la tasa máxima de interés remuneratoria
de los créditos destinados a la financiación de vivienda individual a largo plazo
y de proyecto de construcción de vivienda.", en cuanto dispone:
“Artículo 1º. LÍMITES MÁXIMOS A LAS TASAS DE INTERES DE CREDITOS EN
UVR. La tasa de interés remuneratoria de los créditos de vivienda individual a
largo plazo y de los créditos para financiar proyectos de construcción de
vivienda denominados en UVR no podrá exceder del 13.1 puntos porcentuales
nominales anuales, pagaderos mes vencido, adicionales a la UVR."
Los accionantes afirman que la resolución demandada viola el artículo 243 de
la Constitución Política en cuanto a la cosa juzgada constitucional, incurre en
falsa motivación (arts. 35 y 36 C.C.A.) y desviación de poder (art. 2,6, 51 y 83
C.P.), porque mientras la sentencia C-955 le decía a la Junta Directiva del
Banco de la República que determine la tasa de interés remuneratoria de
créditos de vivienda, que será siempre inferior a la menor o más baja de todas
las que se estén cobrando en el sistema financiero, la Junta fija olímpicamente
en 13.1 puntos dicha tasa, sin explicar las razones para ello, y simplemente
acoge la certificación de la Superintendencia Bancaria, cuando era claro que
ésta incurría en desacato del fallo constitucional, por lo que ha debido inaplicar
dicho acto administrativo, de conformidad con el artículo 4º de la Carta, y en
su lugar aplicar directamente la Constitución y la sentencia C-955.
El Banco de la República se opuso a las pretensiones de la demanda
argumentando que la Junta Directiva obro de acuerdo a las facultades
constitucionales y legales que le otorgan autonomía técnica en su carácter de
autoridad monetaria, cambiaria y crediticia; dio estricto cumplimiento a la
sentencia C-955 tomando en consideración todos y cada uno de los parámetros
allí fijados, y tomó como fundamento para la expedición del acto acusado la
certificación especial expedida por la Superintendencia Bancaria, que es
distinta de la que regularmente expide dicha entidad para los efectos previstos
en el artículo 884 inciso 2 del Código de Comercio y 235 del Constitución
Política, así como los lineamientos contenidos en el documento de trabajo
SGMR-JD-S-0900-027 de septiembre 3 de 2000,que sirvió de base para la
expedición de la resolución acusada.
Atendiendo a los cargos de la demanda y las razones de la defensa, procede la
Sala a decidir sobre la legalidad de la disposición demandada, con fundamento
en las siguientes consideraciones.
El 23 de diciembre de 1999 se expidió la Ley 546, “por la cual se dictan
normas en materia de vivienda, se señalan los objetivos y criterios generales a
los cuales debe sujetarse el Gobierno Nacional para regular un sistema
especializado para su financiación, se crean instrumentos de ahorro destinado
a dicha financiación, se dictan medidas relacionadas con los impuestos y otros
costos vinculados a la construcción y negociación de vivienda y se expiden
otras disposiciones."
En el artículo 17 de la citada ley se consagraron los criterios a los cuales debía
sujetarse el Gobierno Nacional para establecer las condiciones de los créditos
de vivienda individual a largo plazo, denominados exclusivamente en UVR,
entre ellos el relativo al cálculo de la tasa de interés remuneratoria, así:
“2. Tener una tasa de interés remuneratoria, calculada sobre la UVR, que se
cobrara en forma vencida y no podrá capitalizarse. Dicha tasa de interés será
fija durante toda la vigencia del crédito, a menos que las partes acuerden una
reducción de la misma y deberán expresarse única y exclusivamente en
términos de tasa anual efectiva."
La Corte Constitucional mediante sentencia C-955 de julio 26 de 2000, decidió
sobre la demanda de inconstitucionalidad instaurada contra la Ley 546 de
1999, y en relación con la tasa de interés remuneratoria, de que trata la norma
antes transcrita, expuso:
“En lo referente a cada uno de los criterios enunciados en el artículo 17
acusado, se tiene lo siguiente:
b) El numeral 2 exige expresamente a tales créditos: "Tener una tasa de
interés remuneratoria, calculada sobre la UVR, que se cobrará en forma
vencida y no podrá capitalizarse. Dicha tasa de interés será fija durante toda la
vigencia del crédito, a menos que las partes acuerden una reducción de la
misma y deberán expresarse única y exclusivamente en términos de tasa anual
efectiva".
...
Que los créditos tengan una tasa de interés remuneratoria no contraviene la
Constitución, pues es lícito que el prestamista obtenga un rendimiento. Pero
esta Corte estima que sí resulta abiertamente opuesto a la Carta Política que
esa tasa de interés no tenga límite alguno y que en ella se vuelvan a incluir los
puntos del aumento de la inflación.
...
"Por ello, tal como se encuentra redactada la norma del artículo 17, numeral 2,
de la Ley 546 de 1999, es inconstitucional, puesto que al permitir el cobro de
un interés remuneratoria que se libra a los vaivenes del mercado y que en
teoría "convienen" las partes pero en el que se impone siempre la voluntad de
una de ellas (la más fuerte en la relación contractual), el legislador no cumplió
el cometido señalado por la Constitución por cuanto, en este aspecto, no
estableció las directrices ni los criterios que han de ser aplicados en los
créditos, y por ende dejó consagrado un sistema falto de toda idoneidad para
hacer efectivo el derecho que garantiza el artículo 51 de la Constitución
Política."
...
"Los intereses desbocados, sin control ni medida, rompen el equilibrio mínimo
entre las partes y hacen imposible que el deudor cancele la obligación
contraida, tal como aconteció con el UPAC, y puede ocurrir con la UVR si el
precepto en estudio se mantiene en su tenor textual sin interpretarlo, como lo
hará la Corte, conforme a la Constitución.
"En el otro aspecto relativo al alcance del numeral 2 del artículo 17 examinado,
en el sentir de la Corte resulta inconstitucional la consagración de un sistema
que permite el doble cobro de la inflación y que, como se viene diciendo, no
estipula criterio alguno para delimitar el incremento o la variación del interés
remuneratoria, con grave perjuicio para el deudor, bien que se trate de
constructor o de adquiriente de vivienda por préstamo individual, y con el
efecto inadmisible, si se tiene en cuenta el artículo 51 de la Constitución, de
hacer impagables los créditos, lo cual a su turno afecta a las entidades
financieras acreedoras, a las que interesa que se les devuelva lo prestado.
"En toda tasa de interés debe distinguirse entre lo que, dentro de su cuantía,
está llamado a indemnizar al acreedor por la depreciación de la moneda, lo que
corresponde a los costos de su actividad y lo que de manera específica tiene
que ver con su ganancia en la operación respectiva, que, para ser
constitucional en Colombia, debe ser racional y proporcionada, no usuraria.
“En la tasa de interés nominal, esto es, la que se dice que se está cobrando, no
está comprendida solamente el rendimiento que percibe el rentista por el
servicio de prestar, sino que están incluidos los siguientes elementos:
-La indemnización del acreedor por la disminución del poder adquisitivo de la
moneda como consecuencia de la inflación, de manera que en los puntos del
interés nominal están incluidos los de la inflación.
-Los gastos administrativos y de operación efectivos en que incurra el ente
financiero.
-La remuneración a que tiene derecho la entidad prestamista, en desarrollo de
su negocio, es decir, lo que gana por el préstamo, que no puede ser sino
proporcional y adecuado al servicio que presta, y que debe estar intervenida
por el Estado en los préstamos de vivienda, como se ha dicho.
Si de la tasa de interés nominal deducimos los puntos correspondientes a la
inflación, queda una tasa real. Para la Corte, la tasa real debe incluir la
rentabilidad más costos administrativos, los que obviamente deben ser
probados y aparecer en los registros contables.
Como en los préstamos de vivienda en UVR, en el sistema de la Ley
examinada, el saldo del capital prestado es actualizado al ritmo de la inflación,
en dicha unidad de cuenta ya está comprendida la inflación. Incluirla de nuevo
en los intereses es cobrarla doble, lo cual, de acuerdo con lo expuesto, es
inconstitucional. Luego, para que la norma no sea declarada inexequible, debe
entenderse que la tasa remuneratoria sólo es la tasa real, esto es, la nominal
menos la inflación.
Ahora bien, como en esta Sentencia se define que la tasa de interés
remuneratoria no puede quedar descontrolada ni sujeta a las variables propias
del mercado, y las de intermediación de vivienda vienen siendo las más altas,
deben reducirse significativamente por la Junta Directiva del Banco de la
República para hacer posible la realización del derecho a una vivienda digna
(art. 51 C.P.) y para que sea verdadera la democratización del crédito (art.
335 C.P.). Entonces, la Junta, en su condición de autoridad monetaria y
crediticia, mediante acto motivado en que se justifique su decisión, deberá fijar
la tasa máxima de interés remuneratoria que se puede cobrar por las
entidades financieras en este tipo de créditos. Ella, a su turno, será siempre
inferior a la menor de todas las tasas reales que se estén cobrando en el
sistema financiero, según certificación de la Superintendencia Bancaria, sin
consultar factores distintos de los puntos de dichas tasas, e
independientemente del objeto de cada crédito, y a la tasa menor se le deberá
descontar la inflación para que no se cobre doblemente.
"En todo caso, las tasas aplicables a vivienda -se repite- serán las menores del
mercado.
La interpretación que se prohibe no admite la comparación del crédito de
vivienda con otros créditos que puedan considerarse similares a éstos, pues la
financiación de vivienda, por su protección constitucional y su finalidad social,
debe estar sujeta a reglas especiales que signifiquen una sustancial diferencia,
en las tasas de interés, respecto de todos los demás créditos.
La tasa, así fijada por el Banco de la República, previa certificación de la
Superintendencia Bancaria, de manera inmediata a la comunicación de esta
Sentencia, será obligatoria para los futuros créditos y también para los
vigentes, que si pactaron tasas superiores, deben de inmediato reducirse a la
tasa máxima que la Junta Directiva del Banco Emisor fije, con la necesaria
repercusión en el monto de las cuotas futuras, todas las cuales estarán regidas
por la norma en el sentido de que, ya disminuida la tasa de interés,
permanecerá fija durante toda la vigencia del crédito, a no ser que las partes
acuerden reducirla.
Sólo en esos términos se entiende constitucional el numeral 2 del artículo 17
de la Ley 546 de 1999 de lo contrario, es inexequible, y así lo declarará la
Corte."
"El numeral 2, objeto de consideración, manifiesta que la tasa de interés
remuneratoria será "calculada sobre la UVR".
Esta parte de la disposición es exequible siempre y cuando se entienda que lo
que debe ser objeto de actualización son los saldos insolutos, a medida que se
paguen las cuotas por el deudor, amortizando en ellas desde el principio a
capital, como en esta Sentencia se prevé."
Con fundamento en las razones anotadas, decidió la Corte Constitucional:
“3. Declarase EXEQUIBLE, con las salvedades y condicionamientos aquí
previstos, el artículo 17 de la Ley 546 de 1999. La exequibilidad de este
precepto se declara únicamente si se lo entiende y aplica bajo las siguientes
condiciones:
-El numeral 2 es exequible en el sentido de que la tasa de interés
remuneratoria a que se refiere no incluirá el valor de la inflación, será siempre
inferior a la menor tasa real que se este cobrando en las demás operaciones
crediticias en la actividad financiera, según certificación de la Superintendencia
Bancaria y su máximo será determinado por la Junta Directiva del Banco de la
República conforme lo resuelto por la Corte Constitucional en sentencias C-481
del 7 de julio de 1999 y C-208 del 1º de marzo de 2000.
-Una vez se comunique el presente y la Junta Directiva del Banco de la
República procederá a fijar la tasa máxima de interés remuneratoria, la norma
legal, con el condicionamiento que precede, se aplicará de manera obligatoria
e inmediata tanto a los créditos nuevos como a los ya otorgados.
-Los créditos que se encuentren vigentes al momento de la comunicación de
este proveído y en los cuales hubieren sido pactados intereses superiores al
máximo que se fije , deberán reducirse al tope indicado, que será aplicable a
todas las cuotas futuras.
-Los intereses remuneratorias se calcularan solo sobre los saldos insolutos de
capital, actualizados con la inflación."
De acuerdo con lo expuesto tanto en la parte considerativa como en la
resolutiva de la sentencia objeto de verificación, no cabe duda sobre la
competencia que en los términos señalados por la Corte Constitucional
corresponde a la Junta Directiva del Banco de la República, para fijar la tasa de
interés remuneratoria que deben cobrar las entidades financieras a los créditos
de vivienda, denominados en UVR, ni tampoco respecto al hecho de que para
efectos de fijar la tasa de interés remuneratoria, se debe tener en cuenta la
certificación que expida la Superintendencia Bancaria sobre "todas las tasas
reales" que se estén cobrando en el sistema financiero. Es decir, está claro que
una es la competencia atribuida a la Junta del Banco para fijar la tasa de
interés remuneratoria (art. 16 lit. e) Ley 31 de 1992), y otra la que se
reconoce a la Superintendencia Bancaria para certificar sobre las tasas reales
que se estén cobrando en el sistema financiero, ( num. 6 art. 326 E.O.S.F),
con la finalidad específica de que con base en dicha certificación se fije una
tasa de interés remuneratoria inferior a todas las tasas reales reportadas.
Ahora bien, en cuanto al procedimiento para fijar la tasa de interés
remuneratoria, según la sentencia de la Corte, se deben atender los siguientes
parámetros:
La "tasa de interés nominal" es la que según la certificación de la
Superintendencia Bancaria, se dice que se esta cobrando, en la cual están
incluidos los siguientes elementos:
-La indemnización que recibe el acreedor por la disminución del poder
adquisitivo de la moneda como consecuencia de la inflación, es decir que en los
puntos del interés nominal está incluida la inflación.
-Los gastos administrativos y de operación en que incurra el ente financiero.
-La remuneración a que tiene derecho la entidad prestamista, es decir la
rentabilidad.
De acuerdo con lo anterior, si de la tasa de interés nominal se deducen los
puntos correspondientes a la inflación queda la "tasa real", la cual incluye la
rentabilidad, más los costos administrativos, los que "obviamente deben ser
probados y aparecer en los registros contables."
Lo anterior, porque en la UVR ya esta incluida la inflación, y por tanto no se
puede incluir en la tasa remuneratoria, porque equivaldría a incluir la inflación
dos veces. Luego para que la norma sea exequible (dice la Corte) debe
entenderse que la tasa remuneratorio es solo la tasa real, la cual es igual a la
nominal menos la inflación.
Igualmente precisa la Corte que para que sea constitucional el interés
remuneratoria sobre saldo insolutos, el computo de los intereses debe ser
simple, es decir que debe sumarse a los puntos de la inflación, no
multiplicarlos.
En cuanto a la fijación de la tasa de interés remuneratoria por parte de la Junta
Directiva, precisa la Corte que debe ser mediante "acto motivado en el que se
justifique su decisión", y que en todo caso dicha tasa será inferior a "todas las
tasas reales " que se estén cobrando en el sistema financiero según
certificación de la Superintendencia Bancaria.
Procede entonces determinar si los parámetros fijados por la Corte
Constitucional en la sentencia a que se ha hecho referencia, fueron
atendidos por parte de la Junta Directiva del Banco de la República al expedir
el acto acusado, o si por el contrario como afirman los demandantes, éste se
aparta de los lineamientos fijados en tal providencia.
De acuerdo con los considerandos de la Resolución Externa 14 de 2000, la
decisión adoptada por la Junta Directiva del Banco de la República, en el
sentido de fijar la tasa de interés remuneratoria de los créditos de vivienda
individual a largo plazo y de los créditos para financiación de proyectos de
construcción de vivienda denominados en UVR en 13.1 puntos porcentuales
nominales anuales, pagaderos mes vencido, adicionales a la UVR, se
fundamentó en las facultades que le otorga el literal e) del artículo 16 de la Ley
31 de 1992, lo dispuesto por la Corte Constitucional en la sentencia C-955 de
2000; la autonomía técnica del Banco de la República para la fijación de la tasa
de interés, ratificada en las sentencias C-481-1999 y C-208-2000; así como en
el documento de trabajo SGMR-JD-S-0900-027-J de septiembre 3 de 2000, y
en la certificación remitida por la Superintendencia Bancaria el 1º de
septiembre del mismo año, sobre las tasas de interés nominales reportadas
por las entidades financieras, que se estaban cobrando en el mercado
financiero al 30 de junio de 2000 (fl. 45).
Visto el documento de trabajo a que alude la citada resolución (fls. 54 y ss) se
observa que bajo el título II. “Tasas de interés remuneratoria mínima con base
en la certificación de la Superbancaria", se específica claramente el
procedimiento seguido para fijar la tasa de interés remuneratoria máxima para
los créditos de vivienda, específicamente en cuanto hace a la transformación
de las tasas nominales reportadas por la Superbancaria, en tasas reales; el
factor de la inflación anual del mes de junio (9.68%) descontado; los cálculos
matemáticos para promediar la menor tasa nominal certificada en 23.71%,
que transformada a tasa real asciende a 14.03%; las alternativas propuestas
para calcular los gastos de operación efectivos, en una tasa real anual de
9.5%, así como los gastos administrativos promediados en un 8% (costos más
bajos para el período julio-99 a junio-2000); se calcula una remuneración
equivalente al 0.8%; y como resultado de todo lo anterior, se recomienda que
la tasa máxima remuneratoria para los créditos mencionados no exceda de
13.9 puntos porcentuales efectivo anual adicional a la UVR, equivalente al 13.1
puntos porcentuales nominales anuales pagaderos mes vencido.
Así las cosas, tanto el documento anotado, como la certificación de la
Superintendencia Bancaria que contiene la información sobre las tasas de
interés monimal reportada por las entidades financieras (fls. 14 y 15),
demuestran que la tasa de interés remuneratoria a que se refiere el artículo 1º
de la resolución acusada fue calculada con base en la tasa promedio nominal
certificada por la Superbancaria, descontando el índice de inflación, e
incluyendo como factores en la determinación de la tasa real, los gastos
administrativos y de operación así como la rentabilidad, es decir que se ajustó
la actuación a los parámetros señalados en la sentencia C-9552000, en cuanto a la motivación y justificación del acto, así como en lo relativo
a los factores que debían considerarse para fijar dicha tasa real.
Ahora bien, no puede considerarse la certificación de la Superintendencia
Bancaria de mayo 31 de 2001, allegada al expediente a solicitud de los
accionantes (fl.90), como demostrativa del incumplimiento a la sentencia de la
Corte por parte de la Junta del Banco, pues lo que allí consta son las tasas de
interés certificadas ordinariamente por dicha entidad entre octubre 29 de 1971
y el 31 de mayo de 2001, no las reportadas a la Superintendencia por las
entidades financieras, con fines a establecer la tasa mínima promedio que
debía considerarse para efectos de la expedición del acto acusado.
En conclusión, carecen de justificación los cargos que afirman el
desconocimiento de la sentencia C-955-2000, la falta de motivación del acto
demandado, la omisión de la explicación para determinar la tasa de interés
remuneratoria, así como la desviación de poder por parte de la Junta Directiva
del Banco de la República, pues de una parte es evidente que la decisión
adoptada en el acto acusado corresponde al ejercicio de una facultad legal y
constitucional, y por otra, está plenamente demostrado la suficiente
motivación del acto y la explicación razonable de cómo se llega a la
determinación de la tasa en cuestión, atendiendo los parámetros fijados por la
Corte.
Es igualmente injustificada la afirmación según la cual dicen los accionantes,
debió abstenerse la Junta de aplicar la certificación de la Superbancaria, por
ser evidente su desacato al fallo, ya que lo pretendido con tal certificación no
es fijar la tasa máxima de interés remuneratoria, facultad que no corresponde
a dicha entidad, sino suministrar la información que permita al organismo
facultado para ello, esto es la Junta Directiva del Banco de la República, la
determinación de dicha tasa.
Con fundamento en las consideraciones expuestas se concluye en la legalidad
de la norma acusada y como consecuencia de ello procederá la Sala a negar
las súplicas de la demanda.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Cuarta, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley.
F A L L A:
DENÍEGANSE las súplicas de la demanda.
Cópiese, Notifíquese, Comuníquese. Cúmplase.
Se deja constancia de que ésta providencia se estudió y aprobó en la sesión de
la fecha.
JUAN ÁNGEL PALACIO HINCAPIE GERMAN AYALA MANTILLA
Presidente de la Sección.
LIGIA LÓPEZ DÍAZ
MARÍA INÉS ORTÍZ BARBOSA
RAUL GIRALDO LONDOÑO
secretario
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