Adolescencia y adaptación - Colegio Virgen de Atocha

Anuncio
ADOLESCENCIA Y ADAPTACIÓN
INTRODUCCIÓN
Algunas personas opinan que la adolescencia es una etapa evolutiva
turbulenta, agitada y difícil. Piensan que las transformaciones que el
adolescente experimenta en su propio cuerpo y en su desarrollo psicológico y
social le llevan de modo casi inevitable a sentirse confuso, tenso e
inadaptado. Estiman que, por la misma razón, las relaciones sociales del
muchacho con sus padres y profesores pueden volverse complejas y
conflictivas.
Este artículo presenta los resultados de un estudio realizado para
medir el nivel de adaptación de los adolescentes de nuestro colegio a través
del Inventario de adaptación de conducta, de M. V. de la Cruz y A. Cordero,
incluido en la balaría de pruebas que tradicionalmente aplica el
Departamento de Orientación a los alumnos de 8º-EGB, 14 años. La muestra
está compuesta por 173 alumnos, que constituyen la promoción completa de
este nivel en el curso 91/92. La aplicación tuvo lugar en el mes de febrero de
ese mismo curso.
QUÉ ENTENDEMOS POR ADAPTACIÓN
El Inventarío de adaptación de conducta está pensado para
adolescentes de 12 a 18 años y trata de evaluar el grado de adaptación en las
áreas personal, familiar, escolar y social.
Las puntuaciones altas en ADAPTACIÓN PERSONAL indican que el
adolescente está satisfecho con su propio cuerpo, su familia y sus recursos
personales; cree en su valía personal; tiene una visión positiva de su pasado;
se ve capaz de enfrentarse a retos y dificultades y no tiene miedo al futuro; se
considera razonablemente apreciado por sus profesores y compañeros; y se
ve contento con su desempeño en situaciones de interacción social.
La persona que puntúa alto en ADAPTACIÓN FAMILIAR está contenta
con sus padres y su familia en general: Con sus cualidades personales y
profesionales, el modo en que resuelven los asuntos de la casa, el trato a los
hermanos y el clima general del hogar; siente que le comprenden; valoran,
dan importancia y se interesan por sus cosas; ve que cuando le riñen lo
hacen con serenidad y razón; tiene la sensación de que satisface las
aspiraciones que ellos tienen respecto de él; está de acuerdo con sus
exigencias y no se siente restringido por ellos en sus actividades y opciones
personales.
El muchacho que obtiene altas puntuaciones en ADAPTACIÓN
ESCOLAR valora lo que le enseñan en el colegio y en las asignaturas; cree
que es útil para enfrentarse a las demandas de la vida real, que puede
aplicarse y no es demasiado teórico; está satisfecho con la organización
general del centro; valora positivamente el trato y la relación que los
profesores mantienen con los alumnos: la disciplina, el nivel de exigencia, los
castigos y la atención a todos por igual; se siente a gusto en este ámbito; está
satisfecho con sus amigos y compañeros; estima agradable el clima general
del centro; no siente limitada su libertad por las demandas y presiones de los
profesores.
El chico que alcanza puntuaciones altas en ADAPTACIÓN SOCIAL se
siente hábil en situaciones de interacción social; entabla conversación y hace
amigos con facilidad, participa en grupos organizados, se lo pasa bien en
reuniones en que haya mucha gente, organiza juegos y diversiones; puede
ser popular en su medio; le gusta ayudar, hablar en público y organizar
actividades comunes, representar al grupo y llevar la “voz cantante”; quiere
que se cuente con él y se siente bien integrado entre los compañeros; prefiere
estar con otros antes que quedarse solo.
EL NIVEL DE ADAPTACIÓN A TRAVÉS DEL CONTENIDO
Para medir el nivel de adaptación de los alumnos que cursan 8º-EGB
en nuestro centro, tomamos un primer criterio de medida: el contenido de los
ítems o preguntas de la prueba.
Hemos analizado en detalle las respuestas dadas a cada una de las
preguntas o reactivos del cuestionario por un subgrupo de la muestra
constituido por 44 alumnos.
Todas las preguntas tienen una respuesta indicadora de lo que los
autores de la prueba definen como adaptación. Si un muchacho manifiesta
que “está de acuerdo en general con la forma de actuar de los padres”, su
respuesta puntúa en la escala de adaptación familiar porque esta conducta
se considera indicadora de tal adaptación.
A fin de reflejar la adaptación de los grupos hemos elaborado
indicadores grupales que aparecen en el cuadro 1. Jerarquizamos la
adaptación grupal en 5 grados -Muy Baja, Baja, Media, Alta, Muy Alta“según el porcentaje de alumnos que ha respondido a los ítems de cada
escala en la dirección adaptativa".
CUADRO 1
Grados de adaptación grupal.
Porcentaje de alumnos que responden en dirección adaptativa.
Muy alta
Alta
Media
Baja
Muy baja
80
60
40
20
00
- 100
- 79
- 59
- 39
- 19
Las escalas personal, familiar y social contienen 30 preguntas. La
escala escolar, 33. Las puntuaciones máximas posibles son también, 30 y
33, respectivamente.
El cuadro 2 presenta la distribución de los preguntas según el
porcentaje de elección "adaptativa" que han tenido.
CUADRO 2
Distribución de los ítems de cada escala según el porcentaje de alumnos
que los eligen en la opción "adaptativa"
A. personal
A. familiar
A. escolar
A. social
Muy baja
00/19%
0
0
1
3
GRADOS DE ADAPTACIÓN
Baja
Media
Alta
20/39%
40/59%
60/79%
2
1
10
0
1
5
3
12
7
2
8
4
Muy alta
80/100%
17
24
10
13
La adaptación media de nuestros alumnos de 8º es alta en las escalas
PERSONAL, ESCOLAR y SOCIAL; y muy alta, en la escala FAMILIAR. 27
preguntas de la escala personal, 29 de la familiar, 17 de la escolar y 17 de la
social (que suponen el 90, 97, 52 y 57% del total de cada escala,
respectivamente); han sido contestadas en la dirección “adaptativa" por más
del 60% de los alumnos.
Dentro de la escala PERSONAL, destacamos como respuestas de cierta
relevancia que los niños “no tienen miedo al futuro” (66%), “no envidian a
quienes consideran más inteligentes” (64%), “ni se sienten fracasados” (86%).
“Intentan nuevamente si algo les sale mal” (93%), “no se consideran poco
importantes” (89%), “tienen voluntad para cumplir lo que se proponen”
(82%).
En adaptación FAMILIAR, los alumnos de la muestra “se sienten
unidos a su familia” (95%). Estiman que los padres “solucionan
correctamente los asuntos familiares” (86%) y “no discuten mucho entre
ellos” (98%). “El ambiente de casa es agradable” (100%). Opinan que los
padres “dan importancia a las cosas que ellos hacen” (89%), “no son
demasiado severos con ellos” (94%), “les riñen con razón” (68%), “les dan
suficiente libertad” (92%) y “se interesan por sus cosas” (92%).
Las respuestas más relevantes de adaptación ESCOLAR revelan que a
la mayoría de los alumnos “les gusta el colegio donde estudian” (77%) y “no
quieren cambiar de colegio” (91 %). Opinan que “la disciplina del colegio no
es demasiado dura” (77%). “Confían en los compañeros” (89%), que “les
ayudan cuando tienen que hacer algo y no les da tiempo para terminarlo”
(84%).
Las conductas más relevantes de adaptación SOCIAL indican que
muchos “desean que los compañeros de clase se conviertan en amigos fuera
del colegio” (89%), “sienten que forman parte de la sociedad” (86%), “están
seguros de encontrar un trabajo que les guste” (80%), “les gusta participar en
actividades de grupos organizados”, “asistir a fiestas con mucha gente” y
“organizar juegos en grupo” (80%).
ADAPTACIÓN REFERIDA AL BAREMO
Para medir de otro modo el nivel de adaptación de nuestros
adolescentes podemos comparar las puntuaciones medias de nuestra
muestra con las obtenidas por una muestra externa.
El manual del cuestionario aplicado presenta un baremo
correspondiente a 528 alumnos de 8º-EGB de centros situados en diversas
zonas de Madrid capital y en varias provincias españolas. Los niveles
socioeconómicos de esta muestra son: medio, medio-bajo y bajo.
Las puntuaciones medias correspondientes a nuestros alumnos y a los
del baremo se presentan en el cuadro 3.
CUADRO 3
Adaptación. Puntuaciones medias.
A. Personal
A. Familiar
A. Escolar
A. Social
Atocha
19,74
24,16
17,45
18,17
Baremo nacional
19,29
22,64
21,34
18,09
Las medias correspondientes a adaptación PERSONAL y SOCIAL son
muy similares en ambas muestras. Las diferencias no son significativas
desde el punto de vista estadístico.
La puntuación media de adaptación FAMILIAR es más alta en nuestro
colegio que en el baremo. La diferencia es significativa al nivel de confianza
del 1%.
Ocurre lo contrario en adaptación ESCOLAR. La diferencia es
significativa al mismo nivel de confianza.
ADAPTACIÓN Y RENDIMIENTO ACADÉMICO
A fin de comprobar si el nivel de adaptación está asociado al
rendimiento académico, hemos analizado por separado las respuestas de
distintos subgrupos de una clase (número de alumnos: 44). Tomando como
criterio las calificaciones oficiales de la segunda sesión de evaluación (que
tuvo lugar en las mismas fechas de la aplicación del cuestionario), formamos
dos subgrupos extremos: uno con los 11 alumnos (25% del grupo) con peores
calificaciones (MC: malas calificaciones) y otro igual, con los que obtuvieron
las calificaciones mejores (BC: buenas calificaciones).
Con el procedimiento utilizado para el cuadro 2, hemos analizado el
nivel de adaptación de estos distintos subgrupos. Los resultados aparecen en
el cuadro 4.
CUADRO 4
Distribución de los ítems de cada escala según el porcentaje de alumnos
que los eligen en la opción "adaptativa". (BC: alumnos con buenas calificaciones.
MC: alumnos con malas calificaciones).
A. personal
A. familiar
A. escolar
A. social
BC
MC
BC
MC
BC
MC
BC
MC
Muy baja
00/19%
0
1
0
1
0
2
5
3
GRADOS DE ADAPTACIÓN
Baja
Media
Alta
20/39%
40/59%
60/79%
1
3
5
1
6
7
0
0
4
0
4
2
4
6
7
4
11
10
3
6
5
6
2
11
Muy alta
80/100%
21
15
26
23
16
6
11
8
Las diferencias de adaptación entre los subgrupos extremos (MC y BC)
son pequeñas en las áreas analizadas, aunque en la dirección de la hipótesis:
Mayor adaptación conforme mejor es el rendimiento académico.
Las diferencias más intensas se producen en adaptación ESCOLAR.
Hay 13 ítems en que la respuesta de los alumnos con malas calificaciones y
la de los que las tienen buenas se distancia en más de 30 puntos
porcentuales. Nueve corresponden a la escala ESCOLAR. Los 4 restantes
están incluidos en las escalas PERSONAL (2 ítems) y FAMILIAR (2 ítems),
aunque su contenido tiene mucha relación con el trabajo académico.
CONCLUSIONES E INTERPRETACIÓN
Los datos presentados reflejan que los adolescentes de 8º-EGB (14
años) de nuestro centro están bien adaptados en las áreas PERSONAL,
FAMILIAR, ESCOLAR y SOCIAL. No avalan, por tanto, el supuesto de que esta
etapa evolutiva implique necesariamente “inadaptación”.
Dentro de esta tónica general, la adaptación es más alta en el área
FAMILIAR, y menos favorable en el área ESCOLAR.
Los datos empujan a relacionar la adaptación adolescente con el
contexto en que viven y trabajan. Los autores del cuestionario empleado para
nuestro estudio hacen notar que los baremos están afectados por el lugar en
que están enclavados los centros o las características de la población escolar
que acude a ellos.
El nivel socioeconómico, cultural y de infamación psicopedagógica de
los padres puede contribuir a que las transformaciones propias de esta edad
no deriven necesariamente en conflictos.
Ese mismo nivel sociológico introduce cambios también en otras
parcelas que afectan a la adolescencia. Por una parte, conforme aumenta el
nivel socioeconómico, las familias no necesitan que los jóvenes se incorporen
a la economía del hogar y prolongan el cuidado y sustento de los chicos, que
de este modo cuentan con un mayor tiempo de dependencia y pueden
retrasar su incorporaron al trabajo. Por otra parte, todas las familias aspiran
a que este retaso lo dediquen los jóvenes a acumular mayores niveles de
educación y cultura. Las demandas sobre el sistema educativo se hacen más
urgentes.
Dentro de este contexto, el papel del sistema escolar es doble y, en
cierto sentido, contradictorio. Por una parte, ofrece soporte a las expectativas
sociales generadas por el nivel de bienestar y las demandas de las familias
prolongando los años de escolarización. Por otra parte, va tomando poco a
poco decisiones que implican para los alumnos exigencias, requisitos
mínimos, selección, asignación de vías educativas alternativas y orientación
hacia el mundo laboral. Esta segunda tarea provoca resistencias y conflictos.
La relación con el mundo productivo puede retrasarse, pero no
indefinidamente. Los problemas escolares de esta etapa son un anticipo de
las trabas que pone nuestro actual sistema productivo y laboral a la
integración de todos en el mundo del trabajo. La mayoría de nuestros
alumnos tiene proyectos futuros viables. Algunos lo tienen más difícil Los
educadores debemos reflexionar sobre nuestro papel en estas situaciones
críticas y buscar un futuro positivo para todos.
Vicente Elustondo Iriarte. Orientador.
ENTREMANOS. Nº 28. Junio, 1992.
Descargar