Leer - Valero Murillo Martínez

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Sentidos del oído y el equilibrio
En el órgano del oído existen dos sentidos:
•
•
El del oído propiamente dicho.
El del equilibrio.
El sentido del oído
El oído es el órgano que nos permite recibir estímulos sonoros.
Las vibraciones producidas en el aire por las ondas sonoras son
recogidas por el pabellón auditivo (oreja), pasan al conducto auditivo y
hacen vibrar al tímpano.
El tímpano es una membrana que transmite la vibración a la cadena de
huesecillos (martillo, yunque y estribo) que amplifica la vibración y
mueve una pequeña membrana de la cóclea o caracol.
Dentro de la cóclea o caracol se encuentran las células sensoriales
auditivas. El conjunto de estas células forman el llamado "órgano de
Corti". La estimulación de estas células origina unos impulsos nerviosos
que salen hacia el cerebro por el nervio auditivo.
El cerebro interpreta estos impulsos nerviosos como sonidos.
El sentido del equilibrio
El sentido del equilibrio se encuentra en los tres canales o conductos
semicirculares que se encuentran al lado del caracol o cóclea.
Cada uno de los canales o conductos está orientado a una dirección distinta
del espacio. Todos ellos están rellenos de un fluido y contienen las células
sensoriales del equilibrio.
Cuando nuestro cuerpo cambia de orientación, el fluido se mueve y estimula
distintas células que envían impulsos nerviosos al cerebro.
El cerebro determina nuestra posición y orientación a partir de estos estímulos
y envía órdenes a nuestros músculos para mantener el equilibrio.
El sentido de la vista
El ojo nos permite apreciar la luz y la oscuridad, captar imágenes, colores,
tamaños, distancias y movimientos. Está formado por el globo ocular y los
órganos auxiliares.
Sección del globo ocular
El sentido de la vista: el globo ocular
El globo ocular es una esfera en la que se distinguen varias capas:
•
Esclerótica. Es dura y de color blanco. Su parte anterior recibe el
nombre de córnea y es transparente.
•
Coroides. Es de color oscuro. En su parte delantera apreciamos una
zona circular de color variable (azul, verde, negro, etc.) llamada iris. Evita
los reflejos de los rayos luminosos. El iris tiene un agujero en su parte
central llamado pupila.
•
Retina. Es una capa sensible a la luz. En ella se encuentran las
células sensibles a la luz. Cuando son estimuladas por un rayo luminoso
envía unos impulsos nerviosos al cerebro a través del nervio óptico.
Entre la córnea y el cristalino hay un líquido transparente y viscoso
llamado humor acuoso. Llenando la cavidad central del globo ocular se
encuentra el humor vítreo, de gran viscosidad.
El sentido de la vista: órganos auxiliares del ojo
•
Párpados. Son repliegues de la piel que protegen el ojo. Están recubiertos
internamente por una membrana llamada conjuntiva.
•
Glándulas lacrimales. Segregan las lágrimas, líquido que limpia y lubrica
el ojo.
•
Cejas. Impiden
la caída del sudor
de la frente
•
Pestañas. Su
misión es defender
al ojo de un exceso
de luz y polvo.
El sentido de la vista: órganos auxiliares del ojo
•
Músculos del ojo. Sujetan el globo ocular y permiten su movimiento en
todas las direcciones
El sentido de la vista: funcionamiento del ojo
El sentido de la vista: funcionamiento del ojo
La luz entra al ojo a través de la córnea, que la dirige hacia la pupila,
orificio central del ojo situado en la zona media del iris.
El iris es un músculo circular que regula la cantidad de luz que entra al ojo:
• Si hay mucha luz, el iris se dilata haciendo la pupila más pequeña con lo
que disminuye la entrada de luz en el ojo
• Si hay poca luz, el iris se contrae haciendo la pupila más grande por lo que
entra más luz en el ojo.
Una vez que ha atravesado la pupila, la luz llega al cristalino; el cristalino
es una lente que se alarga o contrae para enfocar la luz sobre la retina en
un punto concreto de la retina llamado fóvea.
En la retina se forma una imagen invertida del objeto. La retina transforma
los estímulos luminosos en impulsos nerviosos. Para ello dispone de células
fotorreceptoras (conos y bastones) que al ser excitadas por la luz, envían
impulsos nerviosos al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro
interpreta estos impulsos nerviosos como luz, color e imágenes.
El sentido de la vista: funcionamiento del ojo
El sentido del olfato
El órgano del olfato se encuentra en la nariz.
Su interior, llamado fosas nasales, se
encuentra tapizado por una mucosa
denominada pituitaria. La pituitaria posee
gran cantidad de vasos sanguíneos en su
zona inferior que calientan el aire inspirado.
En su parte superior se encuentran las
células olfativas que están unidas al nervio
olfativo, encargado de llevar la información
al cerebro.
Cuando las partículas gaseosas de cualquier
sustancia llegan hasta estas terminaciones
nerviosas, provocan un impulso nervioso
que llega hasta el cerebro, donde se
convierte en la correspondiente sensación
de olor.
El sentido del gusto
El gusto o sabor de las sustancias lo percibimos en la lengua. En la
superficie de la lengua se encuentran las papilas gustativas, unos salientes
de varios milímetros, que contienen las células receptoras, agrupadas en
estructuras llamadas botones gustativos.
Las papilas detectan cuatro sabores
básicos: dulce, salado, ácido y
amargo. El resto de sabores procede
de combinaciones de estos.
Para que las sustancias químicas
sean percibidas, deben estar disueltas
en la saliva.
El sentido del gusto depende en gran medida del olfato. Así, cuando estamos
resfriados, los alimentos parecen insípidos, porque los receptores olfativos
quedan aislados por la mucosidad nasal.
El sentido del tacto
Los receptores del tacto se encuentran en la piel, el mayor órgano de nuestro
cuerpo. La piel consta de dos capas: epidermis y dermis.
La epidermis es la capa exterior
y está formada por varios
estratos de células; las más
externas están muertas y se
desprenden continuamente en
forma de escamas y caspa.
La dermis es la capa interior,
donde se localizan los receptores
del tacto y numerosos vasos
sanguíneos.
El sentido del tacto
Los receptores de la sensibilidad cutánea son terminaciones nerviosas que
recogen el estímulo y lo transmiten al cerebro. Hay diferentes tipos según
capten una de estas cinco sensaciones básicas: dolor, frío, calor, presión y
contacto.
Cuando los receptores son estimulados, se generan corrientes nerviosas que
van al cerebro, donde se producen las sensaciones correspondientes.
La distribución de los receptores en la piel se irregular; se concentran
principalmente en determinadas zonas (yemas de los dedos, labios) y escasean
en otras (espalda).
Resumen
Receptor
Estímulo
Localización
Fotorreceptores
Luz
Ojo
Quimiorreceptores
Sustancias químicas
Boca y nariz
Termorreceptores
Calor y frío
Piel
Receptores del dolor
Variados
Órganos internos y piel
Receptores de tensión
Movimiento de tejidos
Músculo esquelético y
tendones
Receptores de presión
Presión
Piel
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