REGLAMENTO DEL SEMINARIO MAYOR SANTÍSIMATRINIDAD

Seminario Mayor Diocesano “Santísima Trinidad”
Seminario Mayor Diocesano
Santísima
Trinidad
Reglamento
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Santísima
Trinidad
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INDICE
Pág.
REGLAMENTO DEL SEMINARIO MAYOR
«SANTÍSIMA TRINIDAD»
PREÁMBULO ............................................................................................................. 02
I. TÍTULO PRELIMINAR: NATURALEZA Y FINALIDAD DEL SEMINARIO................................................................................................................................ 04
II. TÍTULO PRIMERO: ÓRGANOS DE GOBIERNO Y GESTIÓN ................. 05
 El Obispo.................................................................................................................. 05
 El Rector .................................................................................................................. 05
 El Vice Rector ......................................................................................................... 06
 El Equipo de Formadores ...................................................................................... 06
 El Director Espiritual ............................................................................................. 07
 El Encargado de la Formación Humana. ............................................................. 07
 El Responsable de pastoral ..................................................................................... .08
 El Director de estudios ........................................................................................... 08
 Los Profesores ........................................................................................................ 09
 E1 Administrador ................................................................................................... 10
 El Secretario ............................................................................................................ 10
 EI Auxiliar de Administración y el personal de Servicio ...................................... 10
III. TÍTULO SEGUNDO: ORGANIZACIÓN DE LA ACCIÓN FORMATIVA
 Fomento del Espíritu Comunitario......................................................................... 11
 EI Proyecto personal de vida (PPV) ....................................................................... 11
 Dimensión humana ................................................................................................. 12
 Dimensión comunitaria........................................................................................... 12
 Dimensión espiritual ............................................................................................... 13
 Dimensión intelectual.............................................................................................. 14
 Dimensión pastoral.................................................................................................. 15
IV. TÍTULO TERCERO: LOS SEMINARISTAS EN EL SEMINARIO............. 16
 Proceso de admisión ............................................................................................... 16
 Régimen disciplinario de los seminaristas ............................................................ 17
 La participación de los seminaristas en la vida del Seminario ............................. 18
 Relaciones con la familia ....................................................................................... 18
 La parroquia de origen .......................................................................................... 18
 La Diócesis .............................................................................................................. 19
 Proceso de Pastoral y de Órdenes Sagradas .......................................................... 19
 Disposiciones finales ............................................................................................... 19
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Seminario Mayor Diocesano “Santísima Trinidad”
REGLAMENTO DEL SEMINARIO MAYOR
«SANTÍSIMA TRINIDAD»
PREÁMBULO
La creación del Seminario Mayor “Santísima Trinidad” es fruto de un proceso
vivido por el clero de la Diócesis de Chulucanas, inspirado y animado por su
Obispo, Monseñor Daniel Turley Murphy OSA y complementado por numerosas y valiosas consultas con los agentes pastorales de la Diócesis en diversas
reuniones del Consejo Pastoral.
La motivación principal de esta labor ha sido el firme propósito de favorecer la
formación de ministros, en el corazón de Cristo “Buen Pastor”, al servicio de la
Iglesia Comunión, ideal promovido por la doctrina de la Iglesia elaborada por el
Concilio Vaticano II y aplicado a la realidad de América Latina en las Conferencias de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida; y asumido por esta
Iglesia local con su proyecto Pastoral de Renovada Evangelización Diocesana
RED.
Para lograr dicho objetivo se elaboró el Proyecto Formativo del Seminario,
“Santísima Trinidad” de la Diócesis de Chulucanas, a la luz de los documentos
de la Iglesia como son: la Constitución Sacrosanctum Concilium, del 04 de diciembre de 1963; la Constitución Dogmática Lumen Gentium, del 21 de noviembre de 1964; el Decreto Optatam Totius, del 28 de octubre de 1965; el Decreto Presbyterorum Ordinis, del 7 de diciembre de 1965; la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis -RFIS, del 6 de enero de 1970; la exhortacion
apostólica Pastores Dabo Vobis, del 25 de marzo de 1992; la Actualización de
las Normas Básicas de la Formación Sacerdotal en el Perú. Actualización de la
Ratio Studiorum en el Perú-.
Por lo tanto, en razón que se aprobó el Proyecto Formativo del Seminario y siguiendo las indicaciones del Sr. Obispo de la Diócesis de Chulucanas, presentamos el Reglamento del Seminario, con el que se pretende llevar acabo lo establecido por la RFIS: «Tenga cada Seminario un Reglamento, aprobado por el
propio Obispo» (n.25)
El reglamento del Seminario trata de adoptar las normas de la formacion sacerdotal a las circunstancias particulares y determinar con precisión los aspectos
disciplinares, que se refieren a la vida diaria de los alumnos y al orden de todo
el seminario. “Cada Seminario tendrá además un reglamento propio, aprobado
por el Obispo diocesano o por los Obispos interesados si se trata de un Seminario interdiocesano, en el que las normas del Plan de formación sacerdotal se
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adapten a las circunstancias particulares y se determinen con más precisión los
aspectos, sobre todo disciplinares, que se refieren a la vida diaria de los alumnos y al orden de todo el Seminario” (CIC, c.243).
La finalidad del reglamento es eminentemente formativa. Su observación favorecerá, una auténtica vida de comunidad y al mismo tiempo ayudará a desarrollar la personalidad de cada uno de sus miembros. En este sentido, el seminario
“antes que ser un lugar o un espacio material, debe ser un ambiente espiritual,
un itinerario de vida, una atmósfera que favorezca y asegure un proceso formativo, de manera que el que ha sido llamado por Dios al sacerdocio pueda llegar
a ser, con el sacramento del Orden, una imagen viva de Jesucristo Cabeza y
Pastor de la Iglesia” (PDV 42). Se espera, por consiguiente, una observancia
espontánea, por decisión personal y por caridad hacia los demás (RFIS 26). El
presente reglamento, consta de los siguientes apartados:
I.
II.
III.
IV.
Título preliminar: naturaleza y finalidad del seminario.
Título primero: órganos de gobierno y gestión del seminario
Título segundo: organizacion de la acción educativa
Título tercero: los seminaristas en la comunidad educativa
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I.
TÍTULO PRELIMINAR: NATURALEZA Y FINALIDAD DEL SEMINARIO
El Seminario Mayor Santísima Trinidad de la Diócesis de Chulucanas fue
creado el 01 de enero del año 2010 por decreto Episcopal de Mons. Daniel
Thomás Turley Murphy OSA, Obispo de la Diócesis de Chulucanas y su
inauguración se realizó el 07 de marzo del año 2010.
1.
La vida del Seminario pretende revivir la experiencia apostólica del
grupo de los Doce unidos a Jesús (RFIS 60). Por tanto, es importante adquirir un modo de vida interior que prepare a los futuros pastores, para que sean modelo de comunión para la misión, a ejemplo de
Cristo Cabeza y Pastor.
2.
Ese ideal formativo encuentra su realización concreta en la vida del
seminario, y ha de ser fiel a los valores evangélicos en los que se
inspira y capaz de responder a las situaciones y necesidades concretas de los tiempos actuales (PDV 60).
3.
Optando por el modelo de un Presbítero, Pastor y promotor de la
comunidad implica que el seminario se constituye, en una comunidad humana, eclesial, diocesana y educativa en proceso, a la que el
Obispo según las normas de la Iglesia, confía la tarea de formar los
futuros presbíteros (CDC 243). De esta misión, también, son parte
los profesores, la familia y la parroquia.
- Como comunidad humana, los formadores y seminaristas comparten el proyecto de vida en común y participan, cada uno según
su función y responsabilidad, en el mismo proceso formativo.
- Como comunidad eclesial, la vida de sus miembros está llamada a
ser, comunidad de discípulos, vinculados a su Maestro el Señor
Jesús, que participando de su vida, quieren vivir el espíritu del
Evangelio. Así pues, como comunidad eclesial, ha de ser abierta,
solidaria y servicial, con las necesidades del mundo de hoy.
- Como comunidad diocesana, el Seminario vive en comunión con
el Obispo y su presbiterio, conoce de cerca sus preocupaciones
pastorales y está inserto en la vida de la Diócesis participando de
sus esperanzas e inquietudes y prestando, dentro de sus posibilidades, aquellos servicios que el Seminario puede ofrecer a la comunidad diocesana.
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- Como comunidad educativa, el Seminario tiene como fin específico acompañar todo el proceso vocacional, mediante el discernimiento de la vocación, la ayuda para corresponder a ella y la
preparación para recibir el sacramento del orden. Por ello, toda la
vida del seminario está dedicada a la formación humana, espiritual, intelectual y pastoral de los futuros presbíteros en régimen
de vida comunitaria.
4.
II.
Esta comunidad del Seminario estará integrada por el Obispo, el
equipo de formadores, profesores, seminaristas y el personal colaborador del Seminario.
TÍTULO PRIMERO: COMUNIDAD FORMATIVA Y DE GESTIÓN
 El Obispo
5. Es el responsable último del Seminario. Corresponde al Obispo no
sólo la erección del Seminario (CIC 234.1), sino promover la comunidad formativa del Seminario «para ofrecer a quien es llamado
por el Señor para el servicio apostólico, la posibilidad de revivir la
experiencia formativa que el Señor dedicó a los Doce» (PDV 60,
b). Así mismo, proveer el sostenimiento y velar por el modelo de
seminario propuesto.
6.
Seleccionar y nombrar al rector, director espiritual, a los formadores
y también a los profesores.
7.
Visitará periódicamente el Seminario. Sin embargo, el Obispo se
hará presente en el Seminario a través del ministerio del rector y del
servicio de corresponsabilidad y de comunión con los demás formadores (PDV 60, d).
8.
Establecerá las condiciones de admisión, formación e integración en
la vida comunitaria del Seminario. En este sentido, aprobará el Proyecto Formativo y el Reglamento del Seminario.
9.
Deberá recibir la información necesaria antes de proceder a la ordenación de los candidatos al ministerio presbiteral (CIC 1038).
El Rector
Es el responsable y el coordinador en todas las esferas de la comunidad
del seminario. Entre sus funciones principales se señalan:
10.
Promover el Proyecto Formativo y velar para que se cumplan las
metas propuestas como comunidad formativa.
11.
Ofrecer la programación anual de formación.
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12.
13.
Asegurar el funcionamiento de la vida y actividad formativa de la
comunidad (unidad del equipo de formadores, espíritu de amistad,
guía discreta y cordial), mostrarse pastor más que administrador.
Favorecer la comunión entre los distintos miembros de la comunidad del seminario, entre cada seminarista y el Obispo, entre cada estudiante y los formadores que actúan en el plano humano, disciplinar, intelectual y pastoral, tener un buen conocimiento personal de
cada candidato, incluso por lo que respecta a su vida interior y espiritual; velar sobre el respeto entre el foro interno y el externo.
14.
Mantener una comunicación fluida con la Iglesia local y el Obispo.
15.
Emitir el juicio sobre la idoneidad del seminarista.
16.
Ser la última instancia para la admisión o expulsión de alumnos, oído el parecer del equipo de formadores e informado el Obispo.
17.
Es el representante del seminario ante la sociedad civil.
El Vice Rector
18. Asume las funciones del Rector en ausencia de éste y colabora estrechamente con el Rector en la marcha del Seminario y en el proceso formativo.
El Equipo de Formadores
19. Procurará tener las reuniones necesarias para la planificación, coordinación y revisión de vida de la comunidad y del mismo equipo.
Teniendo en cuenta la misión confiada por el Obispo, los formadores trabajan corresponsablemente en equipo, asumiendo de manera
integral todas las áreas de formación, teniendo relaciones mutuas
que expresen visiblemente la unidad y la fraternidad sacerdotal, respetando las diferencias.
20.
Mantener cercana relación con los seminaristas para ayudarlos en su
proceso de maduración personal y evaluar su aptitud e idoneidad
para vivir la vocación sacerdotal.
21.
Será el primero en dar testimonio de participación en el trabajo, en
el deporte y en todos los momentos de la vida comunitaria y lo hará
con dedicación y presencia.
22.
Mantendrá respeto y discreción en lo tratado en las reuniones del
equipo formador, sobre todo lo referente a las personas.
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23.
Apoyarse y sentirse solidarios en las decisiones acordadas en el
equipo.
24.
Cuidará por su formación permanente.
El Director Espiritual
Es el responsable de la formación espiritual de los seminaristas. Su ámbito es el fuero interno en conformidad con las normas de la Iglesia. Sus
funciones son:
25.
Cuidar la organización de la formación y animación espiritual de la
comunidad; coordinar la vida litúrgica y las celebraciones.
26.
Acompañar el proceso de maduración espiritual y vocacional de los
seminaristas. Estar a disposición de los seminaristas para atenderlos
en la dirección espiritual. Ayuda al joven a conocerse a sí mismo, a
conocer a Dios y su presencia en la vida. Vela y asegura que los
seminaristas tengan su Proyecto Personal de Vida.
27.
El Director Espiritual no interviene por ningún motivo en cargos del
fuero externo, ni ser consultado en asuntos de disciplina, ni en la
evaluación de los seminaristas, ni en los informes para los candidatos de ministerios u órdenes.
28.
Coordinar con los otros sacerdotes encargados de la dirección espiritual y confesores, nombrados por el obispo para este ministerio
(CIC 240, 1).
29.
Cuida que los acompañantes espirituales conozcan el Proyecto Personal de Vida. El Proyecto Personal de Vida es prioridad en nuestro
Seminario.
Distribuir responsabilidades o cargos referentes a la vida espiritual
o litúrgica, para la marcha interna del Seminario.
30.
El Encargado de la Formación Humana. Cumple con las siguientes funciones:
31. Socializa con los seminaristas el reglamento como instrumento que
ayuda a la comunión con razones que ayudan a la convicción para
vivirlo.
Apoya la relación fraterna entre todos y es puente de comunión entre los formadores, seminaristas y las familias de éstos.
Cuida del ambiente saludable integralmente, de manera que cuando
hay peligro para la vida integral comunica para la solución.
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Coordinar con los formadores y la comunidad del Seminario la ejecución y aplicación del Reglamento. Busca enriquecerlo y que ayude a la comunidad.
Sugiere cursos de formación psicológica, humana y personal.
32.
Supervisar los permisos solicitados por los seminaristas. Velar
por el cumplimiento del horario establecido. Amonestar al alumno
por el incumplimiento de las normas establecidas por el Obispo y el
Equipo de formación.
33.
Coordinar con el Director Espiritual la distribución de responsabilidades o cargos referentes a la vida espiritual o litúrgica, para la
marcha interna del Seminario.
El Responsable de pastoral.
Es quien coordina la actividad pastoral de los seminaristas durante su etapa formativa (CIC 258, 259,1; RFIS 27, 28). Cumple con las siguientes
funciones:
34.
Animar y coordinar las actividades que se programan en el año, siguiendo la marcha del Proyecto Pastoral Renovada Evangelización
Diocesana, RED.
35.
Mantener una comunicación fluida con los Párrocos de las comunidades parroquiales donde los seminaristas realizan su actividad pastoral. Realizar un seguimiento de cada seminarista en relación a su
actividad pastoral y ayudarle a descubrir y valorar la aportación que
esto supone en su crecimiento, de acuerdo a la etapa del Proyecto
formativo del Seminario en la que se encuentra.
36.
Coordinar con el equipo de formación la distribución de los seminaristas en las diferentes comunidades parroquiales de contacto.
37.
Ayudar a los seminaristas a integrar los conocimientos adquiridos
en el Seminario y su aplicación pastoral. Velar para que se guarde el
equilibrio adecuado entre esta dimensión pastoral y las demás áreas.
38.
Evaluar con los seminaristas y con los responsables de los equipos
parroquiales de las comunidades en las que han participado en su
experiencia pastoral.
El Director de estudios
Coordinará, bajo la supervisión del Rector, el área académica del Seminario. Le corresponde lo siguiente:
39. En coordinación con el Obispo y el Rector, propone los profesores.
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40.
Motiva a los profesores para que conozcan el proyecto formativo
del Seminario y así lo pongan en práctica en el desarrollo de su función docente. En cuanto posible que la pedagogía sea según la metodología de los signos de los tiempos “ver, juzgar y actuar”.
41.
Exige al personal docente el sílabus correspondiente a cada asignatura y le da su aprobación.
42.
Prepara el calendario de las reuniones de profesores, la agenda de
las mismas, las convoca y dirige su desarrollo.
43.
Velar porque las enseñanzas del seminario estén en consonancia
con las orientaciones del Magisterio de la Iglesia.
44.
Cuida de la calidad académica del Seminario. Se preocupa por el
rendimiento académico de los seminaristas y profesores, buscando
cada vez lo mejor.
Preocuparse por la puesta al día y buen funcionamiento de la biblioteca.
Los Profesores
Sus funciones, son:
45. Elaborar la programación de la propia asignatura y someterla a la
aprobación del Director de Estudios.
46.
Orientar a los alumnos en el trabajo de aprendizaje de técnicas de
estudio, de investigación y en su aplicación a la realidad de la Iglesia local.
47.
Mantener una actitud de respeto y de comprensión en el trato con
los seminaristas y compañeros.
48.
Participar activamente en las reuniones de profesores del Seminario.
Cumplir con la programación anual, con el horario académico, y colaborar en la creación de un clima de acogida, orden y disciplina.
49.
Estudiar temas de formación permanente y de actualización pedagógica y didáctica.
50.
El Secretario levantará el acta de la reunión de profesores, que deberá ser aprobada en la reunión siguiente.
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E1 Administrador
Es el formador responsable de cuidar los bienes materiales e inmuebles
del Seminario, de proveer el sostenimiento del mismo y se ocupa de la
gestión económica bajo la dirección del Rector. Le corresponde, lo siguiente:
51.
Llevar el inventario, el registro y las cuentas del seminario. Vigilar
la proveeduría alimenticia, la conservación de los enseres y de los
ambientes de la casa del Seminario.
52.
Preparar el presupuesto y elaborar los balances económicos de cada
mes y el consolidado de cada año, los cuales serán presentados a la
administración diocesana.
53.
Coordinará las diferentes actividades del personal auxiliar que trabaja en la casa.
El Secretario
Sus funciones son:
54. Inscribir a todos los alumnos que estudiarán durante el año en el
Seminario. Tener al día los expedientes de los alumnos y expedir las
certificaciones que estos soliciten. Responder del archivo documental del Seminario en los aspectos académicos. Elaborar la memoria
anual del curso escolar y presentarla al director de Estudios y al
Rector para que ellos le den su aprobación.
55. Organizar y coordinar el trabajo de los seminaristas.
EI Auxiliar de Administración y el personal de Servicio
56. El auxiliar, forma parte de la comunidad del Seminario y colabora
en el trabajo formativo a través de la realización de las tareas que se
le han confiado.
57.
El personal de servicios es nombrado por el Rector; realiza su trabajo en dependencia del Administrador. Entre sus funciones están:
Adoptar una actitud de colaboración hacia los miembros del Seminario, y favorecer el orden y la disciplina, el cuidado de la casa y de
los bienes. Actitud de respeto y discreción.
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III. TÍTULO SEGUNDO: ORGANIZACIÓN DE LA ACCIÓN FORMATIVA
La vida del Seminario estará organizada de forma comunitaria. Por tanto,
necesita de unas reglas que la rijan. Formadores y seminaristas han de formar una comunidad, una familia y el tipo de relaciones han de ser eminentemente familiar. Este estilo comunitario exige: diálogo, comunicación,
confianza, transparencia, respeto, creatividad y corresponsabilidad.
Fomento del Espíritu Comunitario
58. Se elaborará anualmente la programación con la participación de
todos los miembros del Seminario, así como la revisión periódica y
la evaluación final. Se celebrará reuniones de revisión de vida de la
comunidad, para analizar la marcha del proyecto en todos los órdenes.
59.
Los seminaristas de humanidades, de filosofía y de teología tendrán
las reuniones pertinentes para favorecer el conocimiento directo,
cambiar impresiones y seguir de cerca la marcha de la su formación,
siguiendo el Plan Formativo del Seminario.
60.
A fin que todos sientan como propia la marcha de la comunidad, se
constituirán comisiones o equipos de servicios en los que todos los
alumnos queden implicados en una responsabilidad concreta.
61.
Se organizarán paseos comunitarios a lugares de esparcimiento y a
eventos culturales. Se considerará el deporte y el trabajo un acto
comunitario, además de necesario para conservar la salud, el desarrollo físico y psíquico, ya que fomenta las relaciones interpersonales y la dimensión lúdica.
EI Proyecto personal de vida (PPV)
De acuerdo con el Proyecto Formativo del Seminario, cada seminarista
elaborará al comienzo del año académico su propio PPV con el asesoramiento del equipo de los padres espirituales.
62.
En el PPV se incluirán los objetivos que se propone en cada una de
las etapas del Proyecto Formativo del Seminario, de las dimensiones (humana, comunitaria, espiritual, intelectual pastoral) de la formación y los medios para lograrlo. El PPV será revisado periódicamente por los acompañantes espirituales y podrá ser modificado si
las circunstancias lo aconsejan.
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Dimensión humana
63. Se cuidarán aquellas virtudes humanas que están en la base de toda
formación que tiende a configurarse con Cristo Pastor: amor a la
verdad (lo contrario a la doblez y a la hipocresía), a la lealtad, al
respeto por cada una de las personas, al sentido de la justicia, a la
fidelidad a la palabra dada, a la compasión, a la coherencia, al equilibrio en cuanto al juicio y al comportamiento (PDV, 42).
64.
Se promoverán personalidades maduras, hombres capaces de responsabilidades pastorales, fieles a la misión, hombres de corazón,
capaces de colaborar, hombres justos capaces de analizar los acontecimientos. En función de este objetivo, se prestará atención a la
responsabilidad, al servicio y al sentido común (PDV, 43).
65.
El seminarista será ayudado a crecer en la libertad responsable,
desarrollando la capacidad de iniciativa, el sentido de responsabilidad en las acciones propias. Es necesario darle la oportunidad de
tomar decisiones libres, desarrollando ejercicios y funciones de responsabilidad como por ejemplo asumir cargos en la comunidad.
66.
El Rector y Equipo de Formadores invitarán a profesionales como
son: Psicólogos, médicos y otros consejeros para complementar la
formación humana e integral de los seminaristas.
67.
El seminarista debe ser acogedor, hospitalario, sincero en su palabra
y en su corazón, prudente y discreto, generoso y disponible para el
servicio, capaz de ofrecer y suscitar relaciones fraternas, pronto a la
comprensión, a perdonar y a consolar. Así mismo, debe ser, limpio
y ordenado.
68.
Cada Seminarista se destaca e identifica por su comportamiento, estilo de vida cristiano que lo señala como futuro sacerdote. Como
signo debe llevar una cruz que lo identifica como cristiano y seminarista.
Dimensión comunitaria
69. Deberá formarse, en la capacidad de relacionarse con otros, es decir, en la capacidad de adaptación y de participación a la vida de
grupo, considerada como el elemento esencial para quien ha sido
llamado a ser responsable de una comunidad, “hombre de comunión” (PDV 43).
70.
Se favorecerá el espíritu de servicio con el ejercicio del mismo en
las muchas ocasiones que presenta la vida de comunidad del Semi-
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nario. Es de esperar que en este campo reine la propia iniciativa, sin
esperar a que se lo pidan.
71.
Se velará que la casa este siempre limpia y que sea acogedora, cuidando los espacios comunes y con la ornamentación adecuada del
Seminario. Toda la comunidad debe participar responsablemente en
el cuidado y mantenimiento del Seminario, de tal manera que el
ambiente externo haga más agradable la vida y estimule el buen
gusto. Avisarán cualquier desperfecto de la casa con prontitud y harán espontáneamente la reparación, si son capaces para ello.
72.
El Seminario es su casa. Todos somos responsables de ella. Los seminaristas deben colaborar con la vida del Seminario con aportes
económicos, con víveres, con la realización de trabajos a favor del
Seminario, etc.
73.
Todas las actividades que se realicen en la comunidad del seminario
favorecerán el trabajo en equipo. Naturalmente, «La capacidad de
cultivar y vivir maduras y profundas amistades sacerdotales revela
una fuente de serenidad y de alegría en el ejercicio del ministerio.
Las amistades verdaderas son ayuda decisiva en las dificultades y,
a la vez, ayuda preciosa para incrementar la caridad pastoral, que
el presbítero debe ejercer de modo particular con aquellos hermanos en el sacerdocio, que se encuentren necesitados de comprensión, ayuda y apoyo”. (Directorio para el Ministerio y Vida de los
Presbíteros, no 28).
Dimensión espiritual
74. Cada seminarista cuidará su relación personal con Dios, a través de
los espacios destinados a la oración personal, buscará otros espacios
para propiciar esa familiaridad con Dios, utilizando los medios adecuados de acuerdo con el Director Espiritual, dedicará un tiempo a
la adoración eucarística. De manera que, el seminarista conciba que
su vida deberá ser la de un hombre y maestro de oración (OT 8; PO
18). Como ayuda para la oración personal, los seminaristas de Humanidades, tendrán un módulo sobre métodos de oración.
75. La liturgia será uno de los ejes principales de la espiritualidad. Las
celebraciones se prepararán y realizarán con esmero, son los principales actos comunitarios. Diariamente se celebrará la Eucaristía, se
rezará laudes, vísperas y completas en común. La liturgia “es fuente y culmen de la vida de la Iglesia” (SC 10). “Ninguna actividad
pastoral debe realizarse sin una referencia a la liturgia” (Puebla
927).
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76.
Se acercarán con frecuencia al sacramento de la reconciliación. Por
tanto, el Obispo nombrará confesores que visitarán periódicamente
el Seminario para la celebración del Sacramento de la Reconciliación. Es importante, en la formación espiritual, el invitar a descubrir
la alegría consoladora del perdón y del encuentro personal con
Dios, rico en misericordia, en el Sacramento de la Reconciliación
(PO, 18). En los retiros mensuales se incluirá una celebración penitencial y los Padres confesores, atenderán las confesiones personales.
77.
Los que intervengan en alguna función de las celebraciones litúrgicas se prepararán previamente para desempeñar bien su servicio. De
manera que, todos los seminaristas participarán en la celebración,
selección de cantos, moniciones y ofrendas, haciendo de ella una
vivencia transformadora (CIC 246; PO 5 y 6). Los formadores, y
especialmente el Director Espiritual, proporcionarán una esmerada
formación litúrgica, a la liturgia eucarística, a la Liturgia de la Horas. De manera que, el futuro ministro se familiarice con el espíritu
litúrgico y se prepare de la mejor forma posible para animar y presidir las celebraciones (PDV 48ª).
78.
Además de los ejercicios espirituales anuales, se programarán mensualmente los días de retiro, destacando los tiempos del año litúrgico, así mismo, los temas del plan pastoral RED. La programación
estará a cargo del Director Espiritual.
79.
Se fomentará la devoción mariana, valorando la importancia que
tiene la Virgen en la vida del futuro sacerdote. El día sábado, los
seminaristas rezarán el rosario creativamente.
Dimensión intelectual
80. La formación intelectual debe ser asumida con gran responsabilidad, con vistas a dar una formación el día de mañana a las comunidades, a entablar el diálogo entre fe y cultura tan importante en
nuestros días y llevar a la adhesión a Cristo. A este respecto, los
principios fundamentales en los documentos sobre formación sacerdotal insisten en la seriedad y profundidad que requieren los estudios de Humanidades, Filosofía y Teología, en orden a lograr una
adecuada preparación académica de los candidatos al sacerdocio.
«La dedicación al estudio, que ocupa una buena parte de la vida de
quien se prepara al sacerdocio, no es precisamente un elemento extrínseco y secundario de su crecimiento humano, cristiano, espiriDiócesis De Chulucanas
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tual y vocacional; en realidad, a través del estudio, sobretodo de la
teología, el futuro sacerdote se adhiere a la Palabra de Dios, crece
en su vida espiritual y se dispone a realizar su ministerio pastoral»
(PDV, 5l).
81.
La responsabilidad se manifestará en la asistencia y aprovechamiento de las clases; en la creación entre todos de un ambiente propicio
para el estudio; en la realización de trabajos de investigación y actualización. El tiempo dedicado al estudio en el horario del Seminario deberá ser respetado.
Uso de la Biblioteca: espíritu de investigación, para conocer mejor
la cultura de nuestra gente e ir creciendo en la conciencia crítica.
82.
Tanto los formadores como los profesores proporcionarán la orientación necesaria para la formación intelectual de los alumnos. Se
complementarán las enseñanzas de los profesores con otros cursos,
módulos o talleres como de: oratoria, redacción, música, idiomas,
trabajo en equipo, técnicas de estudio, programación pastoral, técnicas pedagógicas y de computación.
83.
Desde el comienzo, hay que subrayar las actitudes básicas del pensar humano. Es importante enseñar una metodología para el estudio.
Inculcar que el aprendizaje no es algo pasivo, un proceso de repetición memorística, sino un diálogo activo y crítico con las ideas, que
debe conducir a la asimilación de la verdad, a dar razón de ella y a
lograr una expresión oral y escrita de la misma.
84.
Los futuros sacerdotes tienen que aprender a analizar los principales
temas que los hombres de hoy plantean a la conciencia cristiana y
situarse ante ellos de manera responsable. Por ello, es conveniente
que los seminaristas conozcan las principales dificultades que se dirigen contra la religión o la fe, y que se sientan capacitados para
responder a ellas en forma convincente.
Dimensión pastoral
85. La actividad pastoral de los seminaristas es un elemento importante
y se entiende ante todo como aprendizaje. Se va a aprender, más
que a realizar unas actividades. Por lo mismo, su incorporación será
gradual, de acuerdo a las etapas del Proyecto Formativo. A los seminaristas por años de estudios se les asignarán acciones convenientes, así como el tiempo que han de dedicar. Se procurará que se
realicen los sábados, para dedicar el resto de la semana a las actividades académicas, y se realizará en equipo.
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86.
La actividad pastoral debe ser de acuerdo a la programación determinada por el formador encargado del área en coordinación con la
parroquia de contacto. Se propiciará una pastoral según el Plan Pastoral RED, dedicando especial atención a los excluidos y a todo tipo
de necesitados: pobres, marginados, enfermos. Se tendrá especial
cuidado en la sensibilidad por las diferencias culturales, propiciando
el sentido de inculturación de la fe y valorando la religiosidad popular.
Familiarizarse con una pastoral de acogida con visita a los enfermos, presos, ancianos (Los seminaristas de teología deben realizar
un día al mes).
IV. TÍTULO TERCERO: LOS SEMINARISTAS EN EL SEMINARIO
En la vida de la Comunidad del Seminario, la centralidad de la acción formativa la ocupan los seminaristas, ya que tiene como objetivo ofrecerles la
ocasión para crecer y madurar en las distintas dimensiones de su personalidad para llegar a ser los futuros pastores de la comunión que la Iglesia Local necesita.
Los seminaristas son los primeros responsables de su crecimiento y los
principales protagonistas de la acción educativa.
Proceso de admisión
87. Con antelación los candidatos a ingresar en el Seminario Mayor
Santísima Trinidad presentarán solicitud de ingreso al Obispo. Deberá ir acompañada por una carta de presentación del director del
Programa de Humanidades I. Participarán, por norma general, en el
Programa de Preseminario realizado antes de inicio del año académico.
Los documentos a presentar serán:
1. Partida de nacimiento, de bautismo y de confirmación.
2. Certificado de secundaria completa.
3. Fotocopia de DNI.
4. Tres fotos tamaño carnet.
5. Carta del Equipo de Coordinación Zonal y del Equipo Parroquial.
6. Solicitud manuscrita de ingreso.
7. Informe del director del Programa Formativo de Humanidades I.
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Régimen disciplinario de los seminaristas
88. Hay que apreciar la disciplina de la vida del seminario no sólo como
eficaz defensa de la vida comunitaria, sino como parte necesaria de
toda formación, para adquirir el dominio de sí mismo, fomentar la
madurez de la persona y lograr las demás disposiciones de ánimo
que sirven para la actividad de la Iglesia.
89.
Habrá un horario, que se fijará al comienzo de cada año académico
y se modificará si las circunstancias lo aconsejan. Su observancia
garantizará el camino correcto de la vida comunitaria. En este contexto, adquiere toda su importancia la puntualidad, signo de pertenencia al grupo, de respeto a los demás y de colaboración, al mismo
tiempo que será prueba de autocontrol y distribución responsable
del tiempo.
90.
Las habitaciones. Es el ámbito de trabajo, de privacidad y de descanso que corresponde a cada seminarista. Cada uno se esmerará
por el orden y limpieza de su habitación: no clavarán ni pegarán nada en las puertas y paredes, la ornamentación se hará sin deteriorar
ni manchar nada. Se respetarán los muebles de las habitaciones que
estén vacías. Debe reinar un clima de confianza que no sea necesario cerrar la habitación con llave. Debemos evitar entrar en las habitaciones de los otros en ausencias de éstos. No es lugar de reunión,
tampoco de atender visitas.
91.
Se guardará silencio en los tiempos de estudio y de descanso establecidos en el horario. En la casa debe reinar un clima que facilite el
trabajo y la concentración. El silencio tiene que ser un “elocuente”
estímulo para el trabajo. Si hay que hacer algún trabajo en equipo,
se realizarán en lugares de la casa que no perturben el silencio. Las
visitas se recibirán en los ambientes comunes de forma que no perturben el silencio y la vida de la comunidad.
92.
El teléfono celular e Internet serán utilizados de una manera discreta
y muy responsable, de modo que no afecten la vida personal y comunitaria. Los aparatos musicales se usarán, con volumen discreto,
que no molesten a los demás.
93.
El uso de los instrumentos o herramientas de cualquier trabajo debe
hacerse con sumo cuidado. Una vez utilizados, los instrumentos deben ser devueltos a su sitio, limpios y en buen estado. Para el uso de
la biblioteca se atendrán a las normas vigentes de la misma. La
prensa diaria y la televisión se usarán en los locales asignados para
ello.
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La participación de los seminaristas en la vida del Seminario
94. Asumir la formación ofrecida en el Seminario como respuesta a la
vocación recibida de parte de Dios. Ser agradecidos, a través del
aprovechamiento y participación positiva, por los medios, que la
Diócesis pone a disposición de los seminaristas.
95.
Participar activamente en las tareas formativas, cumplir el horario
señalado y seguir puntualmente las indicaciones de los formadores.
96.
Respetar a los compañeros y formadores; colaborar con ellos en la
creación de un clima comunitario de convivencia y solidaridad que
favorezca la formación. Adoptar un comportamiento acorde con el
Proyecto Formativo del Seminario. Aceptar, con sentido de servicio
y de corresponsabilidad, las responsabilidades que formadores y
compañeros crean convenientes confiarles como aportación personal en la construcción de una verdadera Iglesia Comunión.
Practicar la corrección fraterna. Tener reuniones de análisis y propuestas para la formación (revisión de vida).
97.
Organizarse en grupos de vida para canalizar opiniones, promover
actividades, proponer acuerdos, tomar decisiones, asumir compromisos, evaluar realizaciones.
98.
Ser amonestados oportunamente; especialmente con respecto a
aquellas faltas que afecten la convivencia comunitaria y contradigan
el espíritu formativo.
Relaciones con la familia
99. Los seminaristas mantendrán una relación abierta y espontánea con
sus familias. Las visitarán cuando se vea conveniente. Podrán recibir la visita de sus familiares en el Seminario, en los horarios compatibles con el horario de la comunidad. Aprovecharán el tiempo de
vacaciones para vivir con sus familias. Las familias de los seminaristas participarán en dos encuentros anuales en el Seminario.
La parroquia de origen
100. Se favorecerá la relación de los seminaristas con la parroquia de
origen. Se instará a una presencia significativa, testimonio y colaboración durante las vacaciones.
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La Diócesis
101. La comunidad del Seminario, se hará presente en las grandes celebraciones de la Diócesis: Misa Crismal, Ordenaciones Sacerdotales,
y actividades de la Diócesis. Estarán atentos y serán informados con
relación al Plan pastoral RED y otras actividades y prioridades pastorales de la Diócesis.
Proceso de Pastoral y de Órdenes Sagradas
102. Los seminaristas que han terminado el segundo año de filosofía,
realizarán el año de pastoral o tercer año de Filosofía, durante el
cual vivirán en una parroquia de contacto y estarán en relación frecuente con el seminario. En el cuarto año de Teología iniciarán la
etapa de pastoral, que realizarán alternando entre el Seminario y su
parroquia de contacto.
103.
Hacia el primer año de Teología los seminaristas, de ordinario serán
instituidos en el ministerio de Lector; al año siguiente, en el ministerio de Acolitado.
Disposiciones finales
104. El Equipo de Formación del Seminario es el responsable de la aplicación de este Reglamento y de completar su contenido en aquellos
asuntos que requieran una regulación más detallada. Será revisado
periódicamente con el fin de garantizar su adecuación a las necesidades y evolución del Seminario. Los cambios que en cada caso se
crea oportuno introducir en el reglamento serán sometidos a la
aprobación del Obispo.
105.
El presente Reglamento entrará en vigor el día de su aprobación por
parte del Obispo de la Diócesis de Chulucanas.
Chulucanas, 30 de agosto de 2011.
MONSEÑOR DANIEL TURLEY MURPHLY O.S.A.
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