SEMANA DE LA BIBLIA 2013 “Estad alegres en el Señor, os lo repito estad alegres” “Grito con mi vida, que Tú eres la chispa de mi alegría” LECTIO DIVINA 3: LA LEY DEL AMOR Lector 1: A todos nos ha ocurrido alguna vez que, participando en una reunión social, surge el tema de la religión. Seguramente la conversación se centra muy pronto en la relación entre fe, culto y ética. Entonces oímos expresiones como estas: “Los que van a misa son los peores” o “Ese mucho rezar, pero a la hora de la verdad...”. Lector 2: Al margen de que los juicios manifestados sean ciertos o no, esas palabras reflejan lo que una parte de la sociedad espera: que la comunidad cristiana que, como tal, celebra su fe, mantenga un comportamiento coherente con aquello que confiesa. Lector 1: Después de dialogar, quienes participamos en dicha reunión social podemos llegar al acuerdo de que fe, culto y ética son tres dimensiones de la vida cristiana que van unidas, y que no es tarea fácil vivirlas como una realidad única. Lector 2: ¿Cómo se nota en nuestra vida que vivimos en una casa salesiana donde se vive el ambiente de oración y celebraciones litúrgicas? Pidamos la luz y la fuerza del Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo. Haznos sensibles a tu voz para que podamos descubrir el paso de Dios en la Escritura y en nuestra vida cotidiana. Ven, Espíritu de vida. Ayúdanos a extender por el mundo el perdón, la fraternidad, el pan para todos... ¡la Buena Noticia de Jesucristo! 21 PROCLAMACIÓN DEL PASAJE: Mt 5,21-26 Para los seguidores de Jesús tampoco fue sencillo integrar fe, culto y ética en su vida. No cuestionaban la necesidad del culto en su experiencia religiosa, pero, con cierta frecuencia, olvidaban el compromiso hacia los demás. Vamos a centrar nuestra reflexión en un pasaje del evangelio de Mateo. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, será condenado por el tribunal. 22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, será condenado por el tribunal. Y todo aquel que lo insulta, será castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, será condenado a la Gehena de fuego. 23 Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, 24 deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. 25 Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. 26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo SEMANA DE LA BIBLIA 2013 LECTURA. ¿Qué dice el texto? • Miro a Jesús, en el monte, el lugar de la manifestación de Dios. Mateo lo presenta como el «nuevo Moisés» que va a entregar la nueva Ley al nuevo pueblo de Dios. Es una ley que sobrepasa la antigua, que no tiene «mínimos a cumplir», que nace de la experiencia de un Dios Abbá. • Escucho las palabras de Jesús. Me sorprende su radicalidad. Dice “no mates”, y luego “no te enemistes”, y continúa “no insultes ni injuries”. Cuando pareciera que todo está dicho, prosigue: “si te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti..., ve a reconciliarte con tu hermano”. Propone al discípulo que esté dispuesto a dar el primer paso para que la reconciliación sea posible. • Me asombra la radicalidad del mensaje de Jesús. Quiere que el comportamiento del discípulo no esté orientado por una norma externa, sino por una ley interior mucho más exigente. Es una ley que pide estar arraigados en la experiencia de Dios Padre (“Sed... como vuestro Padre celestial”, Mt 5,48) y vivir atentos al otro para sentirlo como hermano. • Jesús sabe que tenemos tendencia a separar la fe de las relaciones humanas. Oigo de nuevo sus palabras: “Si al presentar tu ofrenda... deja tu ofrenda..., ve a reconciliarte con tu hermano, y solo entonces vuelve a presentar tu ofrenda...” (Mt 5,23-24). Una relación con Dios que no incluya la reconciliación con el hermano, no es válida. Dios, que perdona siempre el primero, quiere que también nosotros perdonemos como hemos sido perdonados. MEDITACIÓN. ¿Qué dice de mí/nosotros el texto? Si Mateo, el discípulo del Señor, se hiciera presente hoy en nuestro grupo: • Se alegraría de que “no matar” sea en el siglo XXI uno de los derechos humanos acogido por muchas naciones. Desde las enseñanzas de Jesús, nos invitaría a pensar qué formas de violencia están atentando hoy contra la vida: actitudes agresivas, juegos que, en nombre de la diversión, permiten que un hombre quite la vida a otro, pobreza, opresión... Pienso cómo puedo favorecer a nuestro alrededor actitudes de vida (escucha, acogida, aceptación...) y cómo puedo cortar espirales de violencia (respuestas agresivas que se convierten en insulto, luego en estallidos de cólera...). • Querría saber si nuestra fe es de “mínimos indispensables”, es decir, si nos conformamos con el cumplimiento formal de la ley (no matar, no robar, ir a misa el domingo, etc.). Nos diría que una fe así vivida empobrece. Enseguida nos invitaría a reflexionar sobre el sentido de cada una de estas normas, para que podamos vivirlas en profundidad y libertad. Elegimos dos mandamientos (“de la ley de Dios”, “de la santa madre lglesia”). Los cumplo desde las claves que ofrecen las palabras de Jesús en el pasaje leído hoy? • Nos diría que Jesús estableció una estrecha relación entre culto y ética, entre la adoración a Dios y relación con el prójimo. Querría saber si nosotros subrayamos tanto alguna de estas acciones que olvidamos la otra. Miro el rostro de Dios que reflejan las palabras de Jesús en este pasaje. Después, el rostro de Dios que mostramos nosotros al mundo, a partir de la relación que estamos estableciendo entre culto y ética. Seguramente podemos hacer algo para ser más fieles al rostro de Dios que nos mostró Jesús. SEMANA DE LA BIBLIA 2013 • Pediría una mirada hacia nuestro interior. Nosotros, que confesamos nuestra fe, que acudimos con frecuencia a la eucaristía ya otros sacramentos, quizá tengamos un problema sin resolver con algún familiar, o amigo... Preguntaría si las enseñanzas de este pasaje nos pueden ayudar a solucionarlo. Pienso en algún conflicto concreto que tengamos en este momento con alguien. Desde lo reflexionado en este pasaje intento buscar una solución: evitar las reacciones agresivas: dar el primer paso, mostrar disponibilidad al diálogo... ORACIÓN. ¿Qué le decimos a Dios a partir del texto? El pasaje leído y meditado se convierte ahora en oración. Acudimos ahora al Señor para agradecerle su presencia, para presentarle las dificultades que encontramos en relacionar fe, culto y ética en nuestra vida. • • • • Damos gracias al Señor porque sus enseñanzas nos recuerdan que no vivimos bajo el peso de la ley, sino que estamos sostenidos e impulsados por el amor. Desde esta certeza, pedimos que su Palabra despierte en nosotros actitudes que vayan más allá de la ley. Suplicamos que, al llevar sus mandamientos a la práctica, no cumplamos solo la letra ni olvidemos el espíritu que las anima. En nombre de la humanidad, y como parte de ella, pedimos perdón por nuestra incoherencia. Formamos parte de una sociedad que rechaza y castiga el homicidio, pero acepta otros tipos de violencia contra la persona como el insulto, la falta de respeto, el olvido y el desprecio hacia quienes aportan poco o nada al sistema económico vigente. Sabemos que un discípulo de Jesucristo no puede practicar la justicia y olvidarse del culto, ni presentarse ante el altar y desentenderse del hermano. En diálogo con el Señor, le presentamos nuestras dificultades para integrar estos dos aspectos de la vida cristiana. Abrimos nuestras manos y nuestro corazón para acoger el don de su Espíritu. Más que mirarnos a nosotros mismos, contemplemos a Jesús. Que él nos sumerja en el corazón del Padre para que, desde ahí, aprendamos a sentir a los otros como hermanos. COMPROMISO. ¿Qué hace surgir en mí/nosotros este texto? El pasaje del evangelio de Mateo ha sido claro. Ahora estás invitado a responder de modo concreto, desde actitudes de vida, al Señor. - - Con la luz que nos ha ofrecido su mensaje, la meditación compartida y la oración, coloco una palabra o frase al margen del texto. Así formulo el compromiso que quiero adquirir. Compartimos en el grupo nuestros compromisos. Oración final Terminamos recitando juntos algunos fragmentos del Salmo 51 (50): ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, SEMANA DE LA BIBLIA 2013 por tu gran compasión, borra mis faltas! Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! (...) Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. (...) Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado.