TEATRO MEXICANO: CULTO A LA MAlJNCHE EN "LOS PERROS

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TEATRO MEXICANO: CULTO A LA MAlJNCHE EN "LOS PERROS" y "CEREMONIAS
DEL ALBA"
M Soledad Lagos de Kassai {Universidad de Augsburgo)
Al reflexionar acerca de la problematización de la identidad en el teatro mexicano, se produce
ineVitablemente una reVisión de conceptos como machismo y herencia de la Malinche, fenómenos
determinantes de la historia y la cultura del país. Me propongo una aproximación a las obras Los
perros1, de Elena Garro, y Ceremonias del alba2, de Carlos Fuentes, a través de la imagen de
Malinche proyectada por cada uno de los autores. El punto de partida será la pregunta acerca de la
es~cidad de un discurso teatral feminista o femenino y acerca de la autopercepción como elemento
marginado en un universo patriarcal en el caso de la obra de Garro, pre~ta que se intentará
responder mediante el contraste con un discurso teatral que pretende escamotear diferencias
genéricas, englobador o colectivo, el de la obra de Fuentes. Entiendo por discurso, con Foucault3 ,
el conjunto de reglas, restricciones, priVilegios y exclusiones implícitos en cada realización, es decir,
en cada manifestación concreta del mismo.
La elección de las obras no es fortuita: el momento del choque entre dos cosmoVisiones opuestas
genera la destrucción en medio de la cual nace el ser mexicano, a quien la narrativa, el teatro, la
ensayística y la lírica le han dedicado páginas notables4. En medio del choque, los protagonistas
históricos de la tragedia que pueblan la obra de Fuentes: Moctezuma, atormentado por las dudas,
Cortés, alimentado por la sed de poder y Malinche-Malintzin-Marina, la lengua sin la cual Cortés
dificilmente habría logrado la conquista de Tenochtitlán. Planteo la necesidad de resaltar el hecho de
que, también en la producción teatral latinoamericana, se adolece de un mal observable en la
producción literaria tomada en su conjunto5, es decir, de omitir, o en
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el mejor de los casos, mencionar como fenómeno lateral, subordinado o circunstancial la producción
proveniente de autoras, dramaturgas, directoras, actrices, etc, y que este mal, en el caso del teatro
mexicano, ha llevado a intentar explicar la propia historia desde una óptica patriarcal heredada
incluso en el tratamiento de figuras tan centrales como la Malinche para el nacimiento de la propia
cultura. En la obra de Garra el material base no es la referencia histórica directa, sino una historia
iniciática referida a una protagonista símbolo de su género.
A mi enfoque subyace la polémica entre la crítica denominada feminista y la crítica que no considera
diferencias entre la producción textual o discursiva proveniente de autores y autoras y que alcanzó
gran auge en la década de los 80, con posterioridad a la aparición del libro de Millett, Sexual
Politics6, que llamó la atención hacia la presentación estereotipada de la mujer por parte de autores
de sexo masculino y hacia un modo de pensar centrado en el símbolo de ejercicio del poder
masculino, el falo. Según Millett, los estereotipos y los comportamientos propios de la mujer y/o del
hombre son determinados por la herencia patriarcal, presente en dicotomías aceptadas como
generalizadas y/o evidentes, como actividad/pasividad, individualismol adaptación,
racionalismolemoción, espíritu/cuerpo, etc.7
La heterogeneidad de los enfoques de la crítica literaria feminista va en consonancia con el
escepticismo que les provocan a sus representantes las dicotomías8. Una de sus vertientes se
concentró en el análisis de textos producidos por mujeres enfatizando la diferencia causada por un
horizonte histórico-social divergente, presente en los temas, los estilos y los rasgos característicos
de un tipo determinado de literaruta: dicho de otro modo, la percepción de la propia experiencia
como mujer en una sociedad patriarcal pasó a constituir el núcleo del enfoque en esta vertient,e9 .
Otra variante se dedicó a intentar fijar un estilo o una estética propia de la mujerlo. En este contexto
es preciso mencionar la influencia de las feministas francesas en el ámbito anglosOOón, quienes
privilegiaron la idea de un discurso de la diferencia, caracterizado por la apertura, el juego, la
heterogeneidad y el placer o goce)) como contrapuesto a un discurso inmerso en un universo
patriarcal. Central en esta concepción es la celebración de la escritura como proceso liberador del
dicurso falo(go)céntrico, como acto subversivo.
La temática de Los perros parece extraída de un universo centrado en la autopercepción de ser
marginado dentro de un esquema opresor patriareal:la historia del paso de un estado de inocencia a
un estado de desilusión traumática adquirida a la fuerza se repite en Ursula, la hija de Manuela. La
obra comienza en el momento anterior al rapto de la niña por parte de un grupo de muchachos que
colaboran con Jerónimo, "... hombre hecho, [que], ya trae sus designios formados"l2 y se ha encaprichado en robarse a Ursula, de doce afios, para violarla.
El principio estructurador de la obra es el de la "mise en abyme": el miedo que Ursula le tiene a ir a la
fiesta en el pueblo es el miedo
TFiATRO' MEXIcANO: Cm.TO A LA MALINCHE. . . 167 ~rsn.........~~-.-. -:-- - -- -que va a experimenar cuando se consume su rapto y su ultraje. Al mismo tiempo, el miedo es
exactamente igual al que ha tenido Manuela afios atrás, antes de que Antonio Rosales, el padre de
Ursula, consumara su rapto y comenzara el calvario de Manuela, sometida a la violencia constante
de un hombre al que nunca logró amar . Habla Manuela:
Apenas me daba su olor me agarraban los temblores, porque nunca lo quise. Entonces se compró
una pistola y con ella me golpeaba,' ybafiada en sangre me OCUpaba.13
Las categorías de tiempo y espacio se vuelven fluidas en la obra, en consonancia CQn las
constantes tiempo circular y espacio polivalente, presentes en toda la obra dramática de la autora y
de indudable ascendencia mítica indígena.14
El personaje femenino de Ursula es la duplica-ción del de Manuela. Subyace a esta concepción la
idea de un destino genérico compartido que, a su vez, se detirie mediante la consumación de la
violación. En el universo demarcador de la identidad mexicana, Paz es uno de los primeros en
tem~tizar los conceptos de hombre cerrado/hombre abierto; mujer cerrada/mujer abierta y le
adjudica a la mujer violada, a la chingada, la cat:egoria de figura mítica, de madre arquetípica:
,
Lo chingado es lo pasivo, le inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y
cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante
el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la
impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de
"lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.15
Tanto Fuentes como Paz sitúan la identidad de los mexicanos como,hijos de la chingada en un
universo de desgarro existencial. Paz defirie el mitologema del siguiente modo:
El 'hijo de la Chingada' esel engendro de la violación, del rapto o de la burla. ., Para el español la
deshonra consiste en ser"hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el
mexicano, en ser fruto de una violación... La custión del origen es el centro secreto de nuestra
ansiedad y angustia.16
Fuentes sitúa históricamente el origen de esta identidad en el momento en que la Malinche da a luz
a su hijo, al primer mexicano,
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síntesis de todos los que vendrán. En el prólogo a CerelrWnias del alba, Fuentes escribe:
Lo más fácil, entre nosotros, será morir; un poco menos fácil, soñar; dificil, rebelarse; dificilísimo,
amar } 7
En Los perros, el encargado de matar es el macho chingón (Jer6nimo), quien someterá a su
violencia a Ursula (la chingada) para encubrir su propio miedo. Javier le dice a su prima:
. . . Jerónimo. . . [no] es hombre bueno, le gusta romper las ramas tiernas y escupir las rosas. Te lo
digo porque soy tu primo y porque no has crecido y no sabes que el hombre que teme a la mujer
abunda, es malo y la rompe desde antes de que sea mujer }8
La cadena de violencia perpetua se postula como culturalmente coherente con el universo
falocéntrico en sentido literal y metafórico: la violación impide el ejercicio de toda autonomía y
mantiene la armonía de un universo cerrado, en el cuallos'papeles están claramente repartidos19. A
Manuela la viola su raptor luego de golpearla con una piedra en la cabeza; a Ursula los dos hombres
que entran a llevársela le cubren la cabeza con un sarape. La repetición del vocablo cabeza es de
índole autoreferencial y metadiscursiva en la obra de Garr02o.
En Los perros la inconsciencia adquirida a la fuerza es el estado que permite que se consume la
violación. La metáfora adquiere un alcance ontológico si coincidimos con Paz:
. . .la mujer no es solamente un instrumento de conocimiento, sin9 el conocimiento mismo. El
conocimiento que no poseeremos nunca, la suma de nuestra definitiva ignorancia: el misterio
supremo.21
El acto de enceguecer a otro ser aplican<!o la violencia, de hacer dejar de ver, pensar, estar
activamente presente y participando confirma al chingón en su hombría-cobardía. Es la chingada
genérica y social entonces la que aparece consecuentemente duplicada en Garra, ya que la
violación en cuanto ". . . atroz encarnación de la condición femenina. . ."22 pensada como fenómeno
histórico es la violación de un continente en la camedesus indias.
En Ceremonias del alba Malinche-Malintzin-Marina es la doble de la hermana de Quetzalcóatl, el
dios-creador, con quien éste comete incesto luego de que Tezcatlipoca lo enceguece con un espejo.
El dios, reducido a su condición de ser humano, siente vergüenza, se aleja por el oriente y promete
regresar .23
Consumada la Conquista de México por la fuerza, Malinche da a luz al hijo que deberá odiar al padre
e insultar a la madre:
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MARINA: ... Habla, hijo mío, como conviene a un esclavo; inclínate, sirve, padece y ármate de un
secreto odio para el día de tu venganza; entonces, sal de la entraña de la tierra miserable y opulenta
que heredaste, como ahora sales de mi vientre, y habla fuerte, pisa fuerte el suelo de plata y polvo,
canta, cabalga, hijo mío, en los corceles de tu padre; quema las casas de tu padre como él quemó
las de tus abuelos, clava a tu padre contra los muros de México como él clavó a su dios contra la
cruz, mata a tu padre con sus propias armas... para que no te vuelvan a matar a ti...24
En el esquema de perpetuación de las relaciones de poder Vía aceptación de la sumisión, la
conciencia de la propia soledad que se disfraza de vida y fiesta, pero que encierra la muerte, juega
un papel importante.25
Si en Los perros el discurso descubre el orden establecido evidenciándolo, revelándolo, en
Ceremonias del alba el discurso afirma la condición genérica de Malinche, confirmándola en su
dualidad de chingada y redentora: discurso de de-construcción del culto a Malinche el primero, de reconstrucción del mismo culto el segundo, ambos no se niegan, pero presentan divergencias. El
espejo que presagia la destrucciÓn de Moctezuma y su imperio es el reverso del intento de rebelión
de Manuela, quien pretende borrar con sus palabras la consumación de la derrota y debe terminar
aceptando la repetición del tiempo, la fatalidad y la soledad.
La Malinche de Fuentes y la Manuela de Garro comparten el hecho de creer en la palabra: MalincheMalintzin-Marina-lengua; Manuela-Ursula-Albina-lengua; la aceptación del destino trágico común
difiere apenas en la articulación de la esperanza. Manuela habla para que no se consume la
destrucción; en Malinche la destrucción es la condición básica para que surja algo distinto, el mundo
nuevo. Manuela cree que la posibilidad de redención radica en derrotar al miedo evitando nombrarlo,
en conformidad con la tradición heredada de sus antepasados:
MANUELA: 'La suerte no se hereda si no se nombra', dijo mi mamá, y así estábamos hablando,
cuando Antonio Rosales llegó borracho. y si te digo que no nombres a Jerónimo, es para que
escapes a la desventura de ver a tu madre golpeada por un mal hombre, con las greñas ya blancas,
batidas en su propia sangre y los dientes rotos, saliéndosele de la boca. Muerta en la puerta de tu
casa después de siete años de buscarte. Muerta por un hombre al que nunca quise, y al que tú
nunca conociste, y al que ojalá
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que Dios nunca le enseñe el camino de esta casa. Allí nos quedamos tú y yo, solas junto a la
muerta. . . y luego, solas, hasta acá nos vinimos, porque Rosales se escapó de la justicia.26
El conquistador, el macho chingón, el representante del poder , termina siendo víctima de la palabra
en la obra de Fuentes, condenado por haber intentado sobrepasar la autoridad del Rey de España y
de Dios:
CORTES: Papeles, papeles y más papeles... Por lo menos a Moctezuma lo mataron con piedras; a
mí me lapidan con papeles, papeles, papeles," .2~
Palabra escrita, poderosa, poseída por quienes alivian a Moctezuma de la tortura de la duda y, al
perpetuar el poder, la di~frazan con atavíos de la fe que ellos declaran verdadera y que es expresión
de un orden jerárquico y patriarcal; palabra articulada oralmente que es preciso usar con cuidado
para intentar romper el círculo perfeCto de la fatalidad en la cosmovisión indígena. Malinche trata de
mostrarle a Cortés el poder de la palabra para ayudarlo a conquistar el poder; la palabra. de
Malinche se vuelve grito cuando da a luz a su hijo. Manuela, c9ntinuación-duplicación de Malinche,
de su propia madre, Albina Posadas y de Ursula, intenta borrar las palabras de su hija con las
propias:
MANUELA: Por eso te decía que no nombraras a JerÓnimo. y por eso te cuento aho:ra lo que fui,
para borrar con mis palabras a las tuyas.28
La madre arquetípica de los mexicanos, Malinche, v~Ace. La vio. lación se consumará. Esta
violación es de íridole concreta y metafórica, es un fenómeno cultural, social e hist6ricO.29
En Ceremonias del alba, Cortés, deshonrado por la Corona española, siente vergüenza por no haber
protegido a Malinche, a quien considera débil; ella, en cambio, está consciente de que no sólo ella
ha sido derrotada, sino ~bién el "macho" lo ha sido:
MARINA: Los dos fuimos vencidos. Ahora tenemos que renacer juntos.
CORTES: ¿y si no lo hacemos?
MARINA: Nos matarán juntos otra vez. Yo quiero vivir. Yo quiero contar esta historia.3°
Si en la obra de Garra el énfasis está puesto en la difernecia del discurso, en la de Fuentes está
puesto en la neutralizaCión de la diferencia mediante un intento de armonización que desatiende
parti-
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cularidades genéricas: en Ceremonias del alba tanto Malinche como Cortés y Moctezuma son
víctimas. A Malinche ya Cortés los acerca una soledad existencial que va más allá de la conciencia
de la marginalidad genérica que condiciona la auiopercepción cultural, social e histórica de Manuela.
Si en Los perros existe el intento de quebrar el orden establecido, de modificar las reglas del juego
haciendo visible, des-cubriendo que la repetición eterna de la violación es una constante genérica
tanto en lo que atañe al chingón en su papel destructivo como a la chingada en calidad de objeto, en
Ceremonias del alba se encubre el hecho de que se trate de una constante genérica en pos de un
equilibrio neutralizador que refleja, en último término, la pervivencia de un status quo discursivo.
NOTAS
I. 2.
Véase Gar1O 1983, p. 121-142. La obra fue editada por primera vez en 1958. Véa~e,Fuentes 1991.
La obra ha sufrido varias adaptaciones por parte del mismo autDr, quien la publicó por primera vez
en México en 1970 con el título Todos los gatos son pardos.
Véase Foucault 1971.
Sirva de ejemplo la obra completa de Garro, PoniatDwska, Paz, Rulfo, Fuentes. Estoy consciente de
que el texto teatral no es sólo un texto literario. Para la definición de textD teatral que incorpora
elementDs propios de la representación véanse, entre otros, Kowzan 1985 y Fischer-Lichte 1983.
Véase Millett 1977. La polémica a la que aludo se podria simplificar del siguiente modo: la crítica
literaria feminista anglosajona se centró en el concepto de opresión y en el hecho de crear
conciencia de la existencia de este concepto como fenómeno cultural, histórico y político inserto en
un esquema de relaciones de poder, en tanto que la crítica literaria francesa se centró en el
concepto de represión, en la necesidad de explorar el inconsciente y de discutir las diver~ variantes
posibles del placer. Véanse, entre otras, EagletDn 1986, Cixous1976, Kristeva 1977.
Véase Zapf 1991, p. 220-229.
Esta heterogeneidad no se debe confundir con falta de sistematización, ausencia de aparatD teórico
coherente, bagatelizaC!ión de los conceptDs o actitud .emocional" al tratar el objetD de estudio; en
ella reside, más bien, la prueba de que nos encontramos ante un problema dificilmente reductible a
modelos únicos. Esta vertiente ha sido denominada gynocritit'.'I, de acuerdo a la terminología de
Showalter. Véase Showalter 1977.
Por ejemplo, ElItnann 1979.
Zapf le adjudica atributos femeninos en un meta-nivel al discurso de la diferencia: el principio de la
diferencia, proveniente de Derrida, se vuelve patrl"' monio de un sexo y es así como se lo asocia con
una creatividad matriarcal reprimida, propia de un estado de pre-civilización y pre-racionalismo. El
autDr comprueba la influencia ejercida por el principio dionisíaco de Nietzsche, por el principio de la
desautomatización de la comunicación hablada en la lengua de la poesía, caracteristico del
formalismo ruso, y por la interpretación semiológi3. 4. 5.
6.
7. 8.
9. 10. II.
172
M. SOLEDAD LAGOS DE KAsSAI
12.
ca del psicoanálisis que hacen Derrida y Lacan en las teorías feministas anglosajonas que receptan
los postulados del feminismo post-estructuralista francés. Véase Zapf 1991, p. 225.
Así lo describe Javier, el primo de Ursula, quien llega a prevenirla, aparentemente, pero en realidad
cumple la misma función que ha cumplido antes Hip6lito, primo de Manuela: colaborar a que el rapto
se consume y la violación sea posible. El paréntesis no se encuentra en el original. Véase Garro
1983, p. 131. Garro 1983, p. 141.
Véase Sto111990, p. 199-209.
Paz 1973, p. 70. La primera edición de El laberinto de la soledad data de 1950. Paz 1973, p. 72.
Fuentes 1991, p. 9. Esta idea coincide con la de Paz: "Estamos solos. La soledad, fondo de donde
brota la angustia, empezó el día en que nos desprendimos . del ámbito materno y caímos en un
mundo extraño y hostil... este sabernos caídos nos vuelve culpables... [de) un delito sin nombre: el
haber nacido." Paz 1973, p. 73. Lo específicamente mexicano de esta soledad existencial universal
es el modo arbitrario y desordenado en que el macho, el Gran Ching6n, como lo llama Paz, hace uso
de su poder.
Garro 1983, p. 135. Dice Paz: "... el atributo esencial del "macho", la fuerza, se manifiesta casi
siempre como capacidad de herir, rajar, aniquilar, humillar." Paz 1973, p. 74. Véase también
Castellanos: "... el triunfo, para ser absoluto, requeriría la abolición de su contrario. Como esa
exigencia no ocurre, el vencedor . . . siente, en cada latido, una amenaza; en cada gesto, una
inminencia de fuga; en cada ademán, una tentativa de sublevación... y el miedo engendra nuevos
delirios monstruosos." Castellanos 1984, p. 8. Rünzler relaciona el culto a la madre con los
comportamientos machistas en México, independientemente de criterios como clase social y grado
de educación o instrucción, y concluye que el macho evita el contacto con la esfera "femenina" para
no admitir el miedo que le causa aceptar que no se encuentra él en realidad en una posición de
dominio, sino de subordinación en el ámbito hogareño. El autor sitúa los alardes de machismo, entre
los cuales se encuentra el empleo de la fuerza física, en la esfera de los comportamientos
compensatorios. Véase Rünzler 1988, p. 137-164. Es evidente que la óptica, en este caso, se centra
en el hombre que experimenta su poder amenazado y reacciona de modo visceral para no demostrar miedo. Cabría la pregunta acerca de las razones por las cuales el macho mexicano acepta
el culto a la madre y vive sin demasiados problemas en medio de la discrepancia de venerar a la
mujer que "viola" una y otra vez en su vida. Rünzler no la formula.
Véase Rünzler 1988, en especial p. 153: "La sexualidad se convierte en instrumento de poder de los
hombres y les sirve para lastimar a las mujeres a la vez que para confirmarles el propio "valor" a
ellos, puesto que un hombre siempre está en condiciones de aplicar la violencia sexual... Los valores
del machismo legitiman y producen este componente de agresión sexual en el comportamiento
masculino, ya que la fuerza y la falta de consideración, es decir, el hecho de hacer algo contra la
voluntad de otros, se evalúa de modo positivo." La traducción es mía. El libro de Rünzler ha sido
publicado en alemán.
Piénsese, por ejemplo, en la obra Benito Fernández, donde la tía del protagonista le busca una
cabeza a su sobrino en un mercado. La adquisición lo trastoca todo: la cabeza que compra Benito
cambia su personalidad, lo hace articular sus deseos sexuales reprimidos y actuar en consonancia
con ellos. Desde un punto de vista psicoanalítico convencional, la cabeza de Benito es portadora de
la voz del ello y Benito descabezado es sólo superego. Véase Garro 1983, p. 271-309.
Paz 1973, p. 60.
Paz 1973, p. 77.
La leyenda la emplea Fuentes en su obra. Véase Fuentes 1991, p. 16.
Fuentes 1991, p. 109.
13. 14. 15. 16. 17.
18.
19.
20.
21. 22. 23. 24.
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25.
La derrota de la rosmovisión indígena se ve relativizada si se piensa en la gran profusión de
fenómenos culturales sincrétiros que surgieron romo producto de la aceptación externa de un
modelo impuesto por la fuerza (la religión y el poder provenientes de los conquistadores) como
pretexto o garantía para continuar perpetuando esta cosmovisión. Algunos ejemplos ilustrativos: tras
la veneración a la Virgen de Guadalupe se oculta el culto a Tonantzin, diosa de la fertilidad, en Cristo
se funde Huitzilopochtli, dios de la guerra, y Cuauhtémoc, emperador azteca que luchó hasta el final
contra los españoles. Véase Paz 1973, p. 59-80. El culto a la muerte, generalizado en el Méxiro
actual, es una síntesis perfecta de la coexistencia de dos cosmovisiones: el 1° de noviembre, Día de
Todos los Santos, se venden panes con rostros humanos y su ronsumo simboliza tanto la romunión
ron Cristo como la garantía de que el sol, dios supremo de los aztecas, recibirá su alimento y podrá
seguir prodigando su luz. Recuérdese que los sacrificios humanos en los templos aztecas
horrorizaron a los ronquistadores y los misioneros españoles, pero que dichas ceremonias rituales
revivían el mito del nacimiento y mantenían intrastocado el orden cósmico mediante la ronsumación
de la muerte. La obra de De Sahagun recoge los ritos de los aztecas transmitidos oralmente por los
sobrevivientes a la Conquista. Véase De Sahagun 1969. Garro 1983, p. 142.
Fuentes 1991, p. 116.
Garro 1983, p. 138.
Entre las críticas feministas literarias provenientes de México, la obra ensayística de Castellanos
establece paralelos entre la discriminación socio-política e histórico-cultural de la mujer en su país,
independientemente de barreras educacionales y de clase, con la discriminación ejercida por
sociedades patriarcales no mexicanas. Véase Castellanos 1984.
Fuentes 1991, p. 121.
26. 27. 28. 29.
30.
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